Enrique Lacolla (*)

La batalla por Malvinas es una piedra de toque para definir las contradicciones de Argentina. Expresa muchos de los elementos que traban la expansión de la voluntad afirmativa de su pueblo y también cómo esa voluntad, de pronto, puede romper las barreras

El cuadragésimo aniversario de la guerra de Malvinas adviene en un mundo cuyas tensiones indican el ingreso a una era de turbulencias que nada  tiene que envidiar a las que existían en 1982. Podría decirse que incluso son peores. La fractura de la bipolaridad diez años después de nuestra guerra austral no aportó en efecto ninguna estabilidad al mundo; sólo aceleró el ritmo con que el imperialismo norteamericano intentó imponer su proyecto hegemónico. La catástrofe que esconde ese proyecto, que ahora se muestra sin disimulo en la guerra en Ucrania y en la creciente tensión militar que recorre al mundo desde Europa a la región del Indo-Pacífico, viene a asignar a la disputa de 1982 por el archipiélago el sentido que tantos en nuestro país le han negado, tildándolo de aventura oportunista de una dictadura que pretendía perpetuarse a través de un éxito exterior que la lavase de sus crímenes. Sin embargo, en una consideración panorámica de las líneas de fuerza que parten al globo, las Malvinas se erigen hoy como un punto clave para controlar las comunicaciones interoceánicas. Lo que les otorga peso en sí mismas, más allá de la causa nacional que las representa como un símbolo de nuestra tierra irredenta, cuya usurpación es una ofensa a nuestra soberanía y, en consecuencia, las define como una piedra de toque de la voluntad de defender lo que es nuestro.

Sin duda hubo una gran ligereza en la forma en que la dictadura se lanzó a la acción armada contra Inglaterra, principal socio de Estados Unidos y miembro de la OTAN, tomando por ciertos sus propios deseos en el sentido de que Washington iba a mediar para favorecer al socio menor (e ínfimo) en detrimento del socio mayor. Ligereza, pero no improvisación: contrariamente a lo que sostiene la leyenda desmalvinizadora, no fue un acto oportunista para reaccionar por la movilización obrera de un par de días antes; es imposible sacar de la galera un desembarco y una ocupación tan complejos como la operación Rosario. Ahora bien, a medida que avanzó el conficto se hizo evidente la falta de coordinación que existía entre los distintos servicios, ni el derrotismo vergonzante que habitaba a algunos exponentes del mando, que no imaginaban que iban a enfrentar una guerra en serio. Ese derrotismo después escamotearía, a los soldados que regresaban del frente, el abrazo popular que los hubiera confortado al sentir reconocido su sacrificio.

Tener memoria de la actitud del pueblo argentino cuando se vio puesto a prueba en una empresa que condecía con su destino.

Pero importa mucho también, al evocar esa batalla, tener memoria de la actitud del pueblo argentino cuando se vio puesto a prueba en una empresa que condecía con su destino.  Este país tan a menudo perdido en sus rencillas internas, con una identidad dividida como fruto de su desarrollo escindido, hijo de una historia escondida por el estamento  dominante y suplida por su versión alternativamente edulcorada o racista, que nada entre un cuento de hadas y un brutal encontronazo entre civilizados y bárbaros; este pueblo tan denostado por sus clases “cultas”, sintió el llamado de la patria y expresó su apoyo a una empresa que lo reflejaba, en la manifestación multitudinaria en la Plaza de Mayo. Esa “plaza de la vergüenza” según Beatriz Sarlo, que espanta a los intelectuales “bian”, quienes no comprenden que la aclamación popular no iba dirigida a los figurones que ocupaban el balcón de la Rosada sino a la causa que les había caído en las manos. 

Las décadas que mediaron entre la guerra y el presente han sido difíciles para los veteranos y para todos los que sienten, de forma consciente o semiconsciente, el orgullo de ser argentinos y el deseo de pertenecer a una comunidad de destino. La “desmalvinización” hizo estragos, piloteada en primer lugar por una progresía que se especializa en confundirse y en confundir, dando a entender que en Malvinas el enemigo eran los “milicos” y no los británicos. Esa prédica arriesga tener resultados deletéreos para las generaciones jóvenes, a las que ofrecen sólo una versión sacrificial de la guerra, sin percibir el cuadro en su conjunto. Por definición, “los chicos de la guerra” siempre fueron vistos, en películas como “Iluminados por el fuego”, como víctimas, suprimiéndoles una volición heroica –para nada estridente, pero real- que resulta perceptible en los documentos filmados en el escenario de los hechos, en los testimonios de los supervivientes y en las conmemoraciones de los veteranos. La propaganda imperialista es astuta y sabe que debe desarmar psicológica e ideológicamente a aquellos a quienes agrede para asegurar su impotencia. Por fortuna, la base popular es sana y la  prédica derrotista de los “idiotas útiles” al imperialismo no ha hecho mella en ella, o lo ha hecho apenas superficialmente.

Paul Kennedy: “Gracias al paraguas de la OTAN, Gran Bretaña pudo comprometer a la mayor parte –quizá los tres cuartos- de su armada en un teatro de operaciones a 8.000 millas de distancia… Finalmente, su operación para recuperar las Malvinas recibió todo tipo de asistencia –inteligencia, logística- de parte de Estados Unidos, sin la cual las cosas hubieran podido ocurrir de muy diferente manera

Una derrota honrosa es una forma de arrancarle una victoria a la adversidad, siempre y cuando se comprenda la naturaleza del conflicto y cuáles son las líneas por las que discurre su continuidad. La batalla por Malvinas, más allá de los antecedentes del gobierno que la dirigió, de su incompetencia en sus niveles altos y de las íntimas contradicciones que lo habitaban frente a la empresa que había acometido, fue una batalla duramente luchada por quienes estuvieron en el terreno, con sacrificio, coraje y con una incomparable bravura en el caso de los pilotos de la fuerza aérea y de la armada, que estuvieron a punto de dar  vuelta su resultado. Ya lo dijo el notable historiador estadounidense Paul Kennedy: “Gracias al paraguas de la OTAN, Gran Bretaña pudo comprometer a la mayor parte –quizá los tres cuartos- de su armada en un teatro de operaciones a 8.000 millas de distancia… Finalmente, su operación para recuperar las Malvinas recibió todo tipo de asistencia –inteligencia, logística- de parte de Estados Unidos, sin la cual las cosas hubieran podido ocurrir de muy diferente manera”.[i]

La continuidad de la batalla por Malvinas consiste en fortalecer espiritual y estructuralmente al país para que esté en condiciones de seguir bregando por su soberanía en torno a ese problema;  pero también en la multitud de cuestiones que hacen a su economía, su industria, su formación educativa y su integración social en materia de empleo y condiciones de vida. Y ello en un encuadre regional que potencie, a través de la lucha por la unidad, las capacidades del bloque latinoamericano hasta ponerlo en condiciones de desenvolverse en un mundo donde, no hay más que mirar en rededor, todo se encuentra en movimiento.

A los héroes de Malvinas, ¡salud!

[i] Paul Kennedy: “The Rise and Fall of British Naval Mastery”, Fontana Press, 1991, pag. 422.

Por OMAR RUIZ (*)

Este 2 de abril se cumplen 40 años de la recuperación de nuestras Islas Malvinas y el pasado 3 de enero, 189 años de su usurpación y ocupación ilegal por el Reino Unido. Estas fechas significan un homenaje a nuestros héroes, a los que dieron su vida, a los ex combatientes y veteranos de guerra, y una ratificación de nuestros derechos sobre las mismas. Para fortalecer nuestra estrategia de recuperación definitiva, debemos además de insistir en el diálogo para que asuman su obligación de negociar, a los fines del reconocimiento de nuestra soberanía sobre Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos e insulares correspondientes, sostener y profundizar el enfoque geopolítico que el Presidente Alberto Fernández con la gestión del Secretario de Malvinas, Guillermo Carmona, le han dado, junto a la importancia geoestratégica y geoeconómica que el Atlántico Sur y Antártida representan para nuestro país. 

La Argentina bicontinental y oceánica se encuentra en un escenario caracterizado por las tensiones que se producen en la configuración de un mundo multipolar

La Argentina bicontinental y oceánica se encuentra en un escenario caracterizado por las tensiones que se producen en la configuración de un mundo multipolar, con la transición de la hegemonía económica y comercial de EE.UU. hacia China y las acciones disruptivas de Rusia para contener la expansión de la OTAN y establecer los límites de una nueva arquitectura de seguridad mundial. En un poco más de tres décadas el mundo tendrá un tercio más de habitantes, la mayoría se concentrará en Asia, con lo cual se incrementará el consumo de agua dulce y se encarecerá el precio de la misma, habrá más demanda de alimentos, disminución de suelo cultivable y aumentará la demanda de energía. 

Nuestro país debe prestar especial atención al Atlántico Sur por su valor geoeconómico representado por los recursos naturales: pesqueros, (calamar, langostino y merluza en uno de los mayores caladeros del mundo), minerales (magnesio, cobre, níquel y cobalto fusionados en nódulos polimetálicos), minerales críticos y tierras raras (litio, titanio, diamantes, oro, coltán) de uso para la industria de baterías, (celulares y automóviles), misiles y aeroespacial, junto a la mayor reserva de agua potable del mundo en la Antártida, hidrocarburos (gas y petróleo) y las rutas comerciales por donde se traslada parte del petróleo que va de Medio Oriente a Europa y parte de las importaciones de EE.UU.

Desde el punto de vista geoestratégico, Malvinas le permite al Reino Unido proyectar su poder hacia tres continentes, América del Sur, África y Antártida y hacia cuatro océanos, Atlántico, Antártico, Índico y Pacífico

Desde el punto de vista geoestratégico, Malvinas le permite al Reino Unido proyectar su poder hacia tres continentes, América del Sur, África y Antártida y hacia cuatro océanos, Atlántico, Antártico, Índico y Pacífico. El eje Londres, Peñón de Gibraltar, Islas Ascensión, Santa Helena, Tristán de Acuña, Malvinas, Georgias del Sur, demás islas y Territorio Antártico Británico es la hoja de ruta de la fuerza naval británica, permitiéndole controlar el mar, costas y espacio aéreo del Atlántico Sur, que junto a la base aérea de Monte Agradable en Malvinas forman parte del dispositivo de la OTAN, ya que si bien el R.U. se alejó de la Unión Europea a través del “BREXIT” no lo hizo de esta organización. La OTAN se está conformando globalmente, y el Reino Unido hoy “Global Britain”, con su comando naval en el Atlántico Sur significa una amenaza para la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS integrada por 24 países de Suramérica y Africa). En la disputa entre China y AUKUS (Australia, R.U. y EE.UU.) esta última puede desde la base de Monte Agradable, vía el océano Indico (isla de Diego García – Chagos), conectar un puente militar para contener la “nueva franja y ruta de la seda”.

El complejo militar industrial inglés influye en la política exterior y de defensa, en este caso utilizando el Atlántico Sur para su militarización, a modo de ejemplos, las apariciones a partir del año 2003 del submarino nuclear “Vanguard” en el Atlántico Sur con capacidad para transportar armamento radiactivo, el destructor de última generación “Dauntless” de tipo 45, los aviones de quinta generación “Eurofighter Typhoon II” con radio de acción hasta el sur de la provincia de Buenos Aires y toda la Patagonia, y los ejercicios militares con misiles “Rapier”. Además, la presencia del Submarino a propulsión nuclear “Greeneville” de EE.UU. que hace unos meses y de “casualidad” se encontró con una nave de la flota del RU en el Atlántico Sur, tiene también implicancias y riesgos para el medio ambiente.

Cabe recordar que recientemente la Guardia Costera de Estados Unidos, con el respaldo del Comando Sur, llevó a cabo la Operación Cruz del Sur dirigida al combate de la pesca ilegal en el Atlántico Sur.

Cabe recordar que recientemente la Guardia Costera de Estados Unidos, con el respaldo del Comando Sur, llevó a cabo la Operación Cruz del Sur dirigida al combate de la pesca ilegal en el Atlántico Sur. El anuncio en 2020 del primer ministro Boris Johnson en la cámara de los comunes de incrementar un 40 % el arsenal nuclear del RU, la reciente creación de un comando espacial, la modernización de los complejos militares ubicados en Santa Elena y Tristán de Cunha, el proyecto de un puerto de aguas profundas en Malvinas, y la construcción de un muelle logístico en las Islas Georgias del Sur conforman un cuadro más que preocupante para la paz y la seguridad en el Atlántico Sur. La presencia de armas nucleares durante la guerra de Malvinas, como lo demuestran archivos desclasificados del R.U. y los desplazamientos de submarinos y buques con capacidades nucleares durante estas últimas décadas, contravienen distintas normas de Derecho Internacional Público, como el Tratado de Tlatelolco del 14 de febrero de 1967. 

Para recuperar, defender y consolidar nuestra soberanía e intereses vitales en Malvinas, Atlántico Sur y Antártida, resulta fundamental que Argentina decida sostener una diplomacia activa, desarrollar su economía, hacer conocer sus derechos, construir poder infraestructural en la Patagonia, contar con capacidades nacionales, científicas, tecnológicas y militares, poder de disuasión,  presencia y control en el Atlántico Sur, obstaculización y penalización de las actividades económicas ilegales en nuestros mares y subsuelo por parte del gobierno ilegítimo de las Islas y el ofrecimiento de acciones humanitarias a su población. Malvinas nos debe unir.

(*) Omar Ruiz (Legislador Provincial mc, Magister en Administración Pública, Magister en RRII, Diplomado en Defensa, Profesor Derecho Internacional Público, Córdoba Progresista, Grupo San Juan, Red de Capacidades Nacionales)

Entrevistado por Gabriel Wainstein y Dani Symcha para el programa Hilando Fino de la Radio de la Universidad Nacional Arturo Jauretche hablamos de los cambios geopoliticos mundiales y sus consecuencias actuales como ejemplo la Guerra en Europa del Este

Entrevistamos al Lic. Carlos Pereyra Mele, politólogo, especialista en geopolítica, director de la plataforma virtual Dossier Geopolítico.
El especialista recorrió la evolución de la geopolítica mundial desde los inicios del siglo XXI, para comprender los antecedentes del actual conflicto bélico que involucra a Rusia, Ucrania y los países de la OTAN.

AUDIO:

“Hay dos modelos en confrontación”, detalló, “esto arrancó a principios del siglo XXI, ya que entre 1991 y 2004, la hegemonía norteamericana fue absoluta.”

Pereyra Mele recordó que los Estados Unidos utilizaron una metodología diseñada por el Pentágono para derribar gobiernos que no le eran afines. “Aplicaron reglas que están perfectamente determinadas, porque existen libros y manuales que las detallan y que se aplicaron en las denominadas «Revoluciones de Colores» mediante las cuales derribaron todos los gobiernos pos-soviéticos en los lugares en los que surgieron nuevas repúblicas y en las denominadas «Primaveras Árabes»”.

“La crisis financiera del 2008 fue un llamado de atención al cual no se le prestó atención y de ella salieron beneficiados los países que integran los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

También se refirió al conflicto bélico en Siria: Occidente reconoció su apoyo a los llamados “rebeldes moderados”, que luego dieron origen a ISIS y recibió un gigantesco golpe ya que las fuerzas aéreas rusas, el pueblo sirio y tropas especiales de comandos iraníes redujeron el territorio gobernado por los fundamentalistas del 85% al 5% del país.

Un último escalón se dio con la huida de los EE.UU. y la OTAN de Afganistán.

Este panorama se enfrenta con el tándem euroasiático. Asia se consolida como un poder económico y tecnológico que compite con los occidentales. Rusia aumentó fuertemente la relación con China y este país lidera el mayor tratado de libre comercio del mundo, el RECEP, que une a 17 países asiáticos y representa el 30% del comercio mundial.

Pereyra Mele considera que los países europeos permanecen bajo la dominación norteamericana por varios factores: la dependencia económica, a partir del Plan Marshall; la dominación militar a través la OTAN; y la cultural, de una manera similar a la que se aplicó en Latinoamérica. “Todas las élites occidentales fueron formateadas de acuerdo al régimen norteamericano”, explicó.

El especialista también analizó cómo afecta el conflicto ucraniano al desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda que propone China y consideró que el fin del conflicto bélico se dé a través de un desguace de Ucrania. Considera que va a haber una Ucrania rusofilia y otra occidental y puede que pierdan regiones en manos de Polonia, Hungría, Bielorrusia y Moldavia, destacó

Por Miguel A. Barrios (*)

Esta catástrofe desnudó falencias, diríamos impensables en el siglo XXI. Pero, sólo asumiéndola desde una visión arquitectónica (desde el gobierno) y agonal (desde todos los sectores) podemos llegar a ver el ovillo de las respuestas de ahora y futuras.

En primer lugar, la bajante del Paraná fue considerada como uno de los principales desastres climáticos del año 2021. Queremos recalcar que los incendios empezaron a notarse, considerablemente, a principios del mes de octubre del año pasado con un agravante: la provincia de Corrientes en cualquier estudio de la Argentina ya es una provincia más forestal que ganadera, superando a la provincia de Misiones, la provincia clásica por excelencia en materia maderera.

Esto está trayendo profundas consecuencias en la estructura socioeconómica ganadera de la provincia, la extranjerización de la tierra y un cambio en la cultura del trabajo (se ve a través del pasaje del peón de campo al obrero industrial).

En este aspecto, si el sistema educativo no acompaña esta realidad, desde políticas públicas que partan de este escenario desde las provincias, el paisaje puede tornarse desolador.

Este siniestro iniciado en octubre del 2021 como decíamos, empezó -paulatinamente-  a afectar con fuerza a la Argentina y a la región para la producción y la población local, además del daño ocasionado al ecosistema.

El caso concreto que nos afectó fue la sequía del río Paraná, que se extendió a tres países. Hizo que el Río Paraná, una parte vital de la economía de la región y se encuentre en su nivel más bajo en los últimos 77 años y ha afectado a los medios de subsistencia en Brasil, en la Argentina y en el Paraguay.

El río que se extiende a lo largo de más de 4.880 km desempeña un papel fundamental en la región como fuente de energía hidroeléctrica y una ruta comercial importante.

Los bajos niveles están asociados a la reducción de las precipitaciones. La sequía afecta enormemente a la región. La Argentina depende del río para exportar el 80% de sus productos agrícolas. Otro impacto es la terrible frecuencia de los incendios forestales, una cultura del uso del fuego en la zona; como así, también, en menor medida los incendios, incluso intencionales, producto de peleas entre vecinos o productores.

Descartamos que haya actores extranjeros o internos que realizan sabotaje intencional, como afirman rumores malintencionados.

Los expertos han sugerido que tanto el cambio climático como la deforestación -que a su vez es una causa del cambio climático- podrían haber contribuido a la actual sequía. Por otro lado, no podemos obviar los escasos resultados de la Cumbre Mundial de Glasgow sobre «El Cambio Climático» en el 2021.

Yendo al meollo de la cuestión, destacamos que en 1996 fue creado a nivel nacional «El Plan Nacional de Manejo del Fuego» en respuesta a los incrementos de los incendios rurales registrados en el país. El mismo depende del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Ley 26.815 establece la operatividad jurisdiccional en lo local,provincial y nacional. Como el ente coordinador y en la letra de la Ley establece prolijamente la cadena de actuación y responsabilidades.

Pero en la práctica queda en evidencia su inutilidad como consecuencia de la superposición de funciones de los organismos integrantes del Plan. Es decir que éste no cumple con la eficacia y eficiencia que se desprende de la Ley. Y podemos considerarlo un fracaso.

Y más aún, a pesar que cada provincia cuenta con un organismo específico como sugiere la Ley, el resultado es una gestión descentralizada y desacoplada entre Nación/Provincias y entre Provincias/Provincias o Municipios, donde los verdaderos héroes son los Bomberos Voluntarios o la Defensa Civil; pero que en este nivel de catástrofe son ampliamente superadas.

En el año 2015 la Ministra de Seguridad Patricia Bullrrich, presentó «un cambio de paradigma». Este «programa» facilitaba a todas las agencias del Estado actuar en la prevención, respuesta y recuperación de las crisis y emergencias.

En el 2016 se aprobaba por la Ley 27.287 en ambas Cámaras a instancia del Ejecutivo con el denominado «cambio de paradigma» De esta forma nacía el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo dependiente del Ministerio de Seguridad.

Al SINAGIR lo componen 70 entidades nacionales entre Ministerios, Secretarías, entes autárquicos, etc. y que generan dos graves e irreversibles daños:

  • Al ser un organismo gigantesco, tecno-burocrático y horizontal no funciona en absoluto. Es un rotundo fracaso nuevamente del Estado como resultado de las malas políticas de los gobiernos.
  • Y el segundo gravísimo error es que diluye absolutamente el papel de la única institución que posee capacidad ante las emergencias y catástrofes que son las FFAA.

Entre las misiones subsidiarias en los Libros Blanco de Defensa del mundo y en las Directivas de las Políticas de Defensa Nacional, en el caso de la Argentina está, por ejemplo, establecida las tareas de colaborar con las autoridades civiles en la mitigación de desastres naturales y emergencias. Basta estudiar la misión de las FFAA.

Pero el SINAGIR anuló de hecho esta misión estratégica de las FFAA al trasladar esta misión de Defensa a Seguridad.

La intervención directa de las FFAA, por supuesto bajo conducción política del Presidente y del Ministro de Defensa y el Estado Mayor Conjunto ante todo tipo de desastres naturales es uno de los roles más importantes de las FFAA en cualquier país serio y organizado.

Las FFAA poseen capacidad logística y la distribución en todo el país, una cultura organizacional adecuada y una unidad en la cadena de mandos que resulta esencial para actuar con rapidez.

Las FFAA argentinas como la de cualquier país serio, poseen la capacidad de dar respuestas rápidas, coordinadas y apropiadas a fin de salvaguardar la vida de las personas afectadas en la zona de desastre y garantizar el envío efectivo de ayuda humanitaria que contribuya a mitigar la crisis presentada.

Las FFAA argentinas (posee la mayor cantidad de helicópteros de toda América del Sur, por dar un ejemplo) y son una institución especializada para intervenir mediante acciones inmediatas cuando se presenta la emergencia o el desastre debido a que dispone de personal militar especializados en la temática y medios envidiables aéreos, terrestres y navales con enormes capacidades técnicas.

(*) Miguel Ángel Barrios-Argentina – Dr. en Ciencias de la Educación  – Dr. en Ciencia Política – Director Academico de Dossier Geopolitico

 

Dato mata relato: Occidente ya no engaña a nadie

Por Javier Benítez (*)

Por enésima vez, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, debió repetir una verdad. En esta ocasión frente al canciller de Alemania, Olaf Scholz, sobre el falso relato de la OTAN sobre sus intenciones respecto a Rusia. También el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tuvo que dejar en evidencia a la Organización para la Seguridad en Europa [OSCE].

AUDIO DE LA ENTREVISTA:

¿Hasta cuándo?

Scholz preparo su visita a Moscú con declaraciones beligerantes: «Urgentemente esperamos señales de una desescalada de tensiones por parte de Moscú. Una mayor agresión bélica tendrá graves consecuencias para Rusia», dijo a modo de ir marcando un terreno que nunca había pisado.Entonces, Putin disparó verdades como puños en la rueda de prensa junto al líder alemán: ante los avisos del alemán sobre el inminente inicio de una guerra por parte de Rusia, al indicar que es una situación que Europa no vive desde la Segunda Guerra Mundial, Putin le recordó que la OTAN ya desencadenó una en las últimas décadas: el bombardeo a Yugoslavia. «Pero nosotros no queremos empezar una guerra», le dijo a la cara.Añadió que Rusia no puede hacer la vista gorda ante la libre interpretación del principio de indivisibilidad de la seguridad por parte de EEUU y la OTAN, que estipula que la libertad de elegir alianzas queda limitada por la necesidad de evitar que algunos países fomenten su seguridad a costa de la seguridad de los demás: «EEUU y la Alianza Atlántica interpretan con bastante libertad y a su favor los principios clave de la seguridad igual e indivisible, consagrados en muchos documentos comunes europeos».Todo el montaje, a niveles gubernamentales y mediáticos de Occidente sobre la famosa ‘invasión rusa a Ucrania’, es una operación económica a dos bandas, de acuerdo al director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.»La primera es seguir aumentando la venta de armamentos, que es una de las pocas bazas económicas importantes que tienen EEUU y Gran Bretaña, en su economía alicaída y ya no tan eficiente como hace unos años. Y la segunda, es impedir que la energía, [es decir] el gas y el petróleo rusos lleguen a Europa, para ser ellos los proveedores», explica Pereyra Mele.

El toque de atención de Lavrov

Mientras, este mismo martes, a la par que Putin se reunía con Scholz, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, hacía lo propio con el actual presidente de la OSCE y canciller polaco, Zbigniew Rau. Y el contexto no podía ser más inquietante. Y es que en las últimas semanas, varios países, incluidos EEUU y Reino Unido, retiraron a sus observadores de la misión de la OSCE en Ucrania.Al finalizar las negociaciones, dijo Rau al respecto: «Constaté con toda seguridad que esta situación [la retirada de observadores de algunos países de la misión de la OSCE en Donbás] no afectará de ninguna manera el cumplimiento del mandato de la misión».Entonces, Lavrov tuvo que hacerle un ayuda-memoria y lanzarle una advertencia: «Realmente no me gustaría que se repitiese la desgraciada experiencia de la OSCE en 1999, cuando el jefe de la misión de la OSCE en la región serbia de Kosovo, el señor [William] Walker, ciudadano estadounidense, exageró el tema del falso asesinato de pacíficos ciudadanos en el pueblo de Racak».El canciller ruso explicó que tras la masacre, se demostró que los «pacíficos ciudadanos en realidad eran militantes armados que murieron en combate. […] Pero el señor Walker luego declaró públicamente que fue un acto genocida, anunció por sí solo que retiraría la misión de la OSCE de Kosovo y, de hecho, esto se utilizó como desencadenante de la agresión de la OTAN contra la ex Yugoslavia». A propósito, Putin tuvo que recordarle a Scholz, que Ucrania está llevando a cabo un genocidio en las regiones de Donetsk y Lugansk.»Todos saben perfectamente, porque la historia así lo ha demostrado, que la primera víctima en todo conflicto bélico, es la verdad. Y a lo que ha hecho referencia el canciller Lavrov es a todo este relato que se ha ido instalando, y que luego, pasan los años y se ven las consecuencias y que el relato era una gran falsedad, y en la práctica se llega a la conclusión de que, debido a ello, numerosos países han desaparecido, ha habido gigantescas masacres, crímenes de lesa humanidad», advierte el analista.

«Se sigue ‘batiendo el parche’ de ese relato falso en el que se intenta hacer pasar lo malo como bueno, y a las víctimas como victimarios», concluye Carlos Pereyra Mele.

(*) Javier Benítez
Periodista internacional. Tras una vasta carrera en medios uruguayos, en 2006 se instala en Barcelona, donde tuvo un pasaje por Ràdio 4 (RNE) y otros medios, a la par de ejercer corresponsalías para Latinoamérica. En 2013 se traslada a Moscú y se incorpora a RT en Español, y en 2015 desembarca en Radio Sputnik. En 2016 fue galardonado en Madrid por la Organización de Periodistas Iberoamericanos como «Personalidad del año» en Radiodifusión.

Pereyra Mele en la Academia de Ciencias de Moscu

Bajo el título de VIENTOS DE GUERRA EN EUROPA, el colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, Eduardo Bonugli, describe el clima pre bélico que se vive en Europa desde el punto de vista humano, más allá de los análisis políticos y estratégicos del asunto.

Y nos habla de 550 millones de ciudadanos resignados y tratados casi como súbditos sin derechos, que prefieren la ignorancia y la indiferencia ante el avasallamiento de la UE por parte de Norteamérica, que le ha hecho perder su autoridad, su dignidad y su soberanía. También de la parafernalia bélica y de la retórica de la guerra por parte de un EEUU en debacle, que con estas provocaciones, parece exhalar el estertor de la muerte de un imperio moribundo que se revuelve violentamente desesperado, asustado y acorralado.

AUDIO

Y que los señores de la guerra anglosajones le están haciendo una burla macabra a Europa, quién será a la postre la que va a pagar los platos rotos, la que pondrá los muertos y cuyas tierras serán arrasadas por estas perversas armas de destrucción masiva. Mientras que la OTAN, hasta le ha prohibido a Bruselas participar en las negociaciones con Rusia, ni siquiera como oyente, cuando es su futuro el que juega.

Y nos dice que es imposible comparar los movimientos internos de Rusia para defender su territorio, con el circo de la muerte que EEUU está desplazando. Cruzando un océano y los 8.000 km  de distancia, para instalar en tierras lejanas y extrañas este infierno de armas. Junto a otro ejército de periodistas, que como cantantes de coro repiten noticias calcadas, segadas, manipuladas y recortadas, dentro de una  censura informativa total, como parte de la clásica dictadura mediática blanda de Occidente. Un duro precio a pagar por ser gobernados por políticos cobardes, obsecuentes e incompetentes que están exponiendo a sus gentes a un holocausto.

Y finalmente, Eduardo se despide con una pragmática frase de Henrry Kisinger, muy ajustada a estas circunstancias, que bien harían los europeos y ucranianos en tenerla presente. Todo ello, en este corto y fácil audio, tan descriptivo como humano.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

VIENTOS DE GUERRA
GRUPOS «DEMOCRATICOS» RECORREN LAS CALLES DE KIEV (UCRANIA) INCITANDO EL CONFLICTO CON RUSIA

Articulo realizado por el profesor Zeno Leoni,  Docente, Departamento de Estudios de Defensa, King’s College London, para ser difundido por Dossier Geopolitico

El presidente chino, Xi Jinping, se comprometió a principios de este año a completar la «reunificación» de China (con Taiwán). Junto con las recientes violaciones del espacio aéreo soberano de Taiwán por parte de aviones de combate chinos, esto ha provocado una especulación generalizada sobre la seguridad de la isla.

Taiwán se ha estado preparando para un posible conflicto con China durante mucho tiempo. Hace tiempo que reconoce que China es demasiado poderosa para participar en un conflicto en igualdad de condiciones. En consecuencia, la estrategia de Taipei se ha desplazado hacia la disuasión en términos de los costos humanos y, por lo tanto, políticos que provocaría la guerra en China. Este pensamiento se confirmó en la Quadriennal Defense Review 2021 publicada recientemente .

El plan de defensa de Taipei se basa en una estrategia de guerra asimétrica, lo que se conoce como la » doctrina del puercoespín «. Esto implica tácticas para «evadir las fortalezas del enemigo y explotar sus debilidades» y un conjunto de opciones cada vez mayores que reconocen la proximidad de China a la costa taiwanesa. La idea, según la revista de defensa, es “resistir al enemigo en la orilla opuesta, atacarlo en el mar, destruirlo en la zona litoral y aniquilarlo en la cabeza de playa”.

Ha habido varios estudios y simulaciones que concluyeron que Taiwán puede contener al menos una incursión militar china en la isla. En pocas palabras, la doctrina del puercoespín de Taiwán tiene tres capas defensivas. La capa externa se trata de inteligencia y reconocimiento para garantizar que las fuerzas de defensa estén completamente preparadas.

Detrás de esto vienen los planes para la guerra de guerrillas en el mar con el apoyo aéreo de sofisticados aviones proporcionados por Estados Unidos. La capa más interna se basa en la geografía y la demografía de la isla. El objetivo último de esta doctrina es el de sobrevivir y asimilar una ofensiva aérea lo suficientemente bien como para organizar un muro de fuego que evitará que el Ejército Popular de Liberación de China (EPL) pueda invadir con éxito.

El personal militar sube de un bote de goma a un barco.
Guerra de guerrillas en el mar: fuerzas especiales taiwanesas a bordo de un barco ‘hostil’ durante un ejercicio en enero de 2021. EPA-EFE / Ritchie B. Tongo

Observando estas capas una por una, a lo largo de los años, Taiwán ha desarrollado y mantenido un sofisticado sistema de alerta temprana , para ganar tiempo en caso de que China lanzara una invasión. Esto tiene como objetivo garantizar que Beijing no pueda preparar tropas y barcos de transporte para cruzar el Estrecho de Taiwán en una ofensiva sorpresa. Como resultado, China tendría que comenzar cualquier invasión con una ofensiva basada en misiles de mediano alcance y ataques aéreos con el objetivo de eliminar las instalaciones de radar, pistas de aterrizaje y baterías de misiles de Taiwán.

Si tiene éxito en esto, China tendría que romper la segunda capa del plan de defensa de Taiwán para que sus tropas naveguen con seguridad hacia la isla. Pero mientras intenta cruzar el estrecho, la armada de China se enfrentaría a una campaña de guerrillas en el mar, lo que se conoce como la » guerra de la pulga «. Esto se llevaría a cabo con el uso de pequeños barcos ágiles, armados con misiles, apoyados por helicópteros y lanzadores de misiles.

Pero romper esta capa no garantizará un aterrizaje seguro para el EPL en la isla de Formosa. La geografía y la población son la columna vertebral de la tercera capa defensiva. El EPL tiene la capacidad de montar una campaña de bombardeos a gran escala en la isla taiwanesa, pero aterrizar en ella y desplegarse una vez que hay un asunto completamente diferente.

Los tanques atraviesan la playa rodeados de explosiones.
Esté preparado: tanques taiwaneses M60A3 en un simulacro reciente. EPA-EFER / Ritchie B. Tongo

La corta costa oeste de Taiwán, de solo 400 km de largo, tiene solo un puñado de playas adecuadas para el desembarco de tropas, lo que significa que los estrategas militares de Taipei tendrían un trabajo razonablemente fácil cuando se trata de determinar dónde trataría de aterrizar el EPL, especialmente con los sofisticados. tecnología de reconocimiento que ha adquirido de su aliado estadounidense.

Esto permitiría a los militares taiwaneses establecer una galería de tiro mortal para evitar que las fuerzas anfibias del EPL ingresen a la isla. Incluso una vez que las botas chinas estuvieran en suelo taiwanés, la topografía montañosa de la isla y el entorno urbanizado les daría a los defensores una ventaja cuando se trata de obstaculizar el progreso de una invasión.

Las fuerzas armadas de Taiwán se movilizan fácilmente. Aunque Taipei tiene un pequeño ejército profesional de unos 165.000 efectivos, están bien entrenados y equipados. Y cuentan con el apoyo de hasta otros 3,5 millones de reservistas , aunque recientemente ha habido críticas de que no está preparado para una invasión.

Otro factor es lo que el académico de defensa británico Patrick Porter llama el “dilema de la tortilla de jamón”, porque para hacer la tortilla, un cerdo necesita comprometer su vida mientras que una gallina solo tiene que poner unos pocos huevos. Lo que esto significa es que Taiwán verá un conflicto con su adversario al otro lado del estrecho como un conflicto por la supervivencia.

Para China, mientras tanto, lo que está en juego no es tan alto, a pesar de haber querido incorporar a Taiwán durante casi toda su historia moderna. Y no se sabe cómo enfrentar esta amenaza existencial podría estimular a los defensores taiwaneses.

La revisión de defensa también recomienda el desarrollo de una capacidad de ataque de largo alcance producida localmente, parte de un movimiento continuo hacia la autosuficiencia de las fuerzas de defensa de Taiwán. Pero mientras tanto, el país ha construido de manera constante su arsenal de armas defensivas durante las últimas dos décadas, y recientemente acordó la compra de los últimos misiles Patriot de los EE. UU. En un acuerdo de US $ 620 millones (£ 455 millones) acordado en 2019 entre el primer ministro taiwanés. Tsai Ing-wen y Donald Trump.

La estrategia de Taiwán para disuadir una invasión china amenazando con imponer costos políticos importantes también se basa en lo que considera la naturaleza reacia al riesgo del liderazgo de China y su preferencia por la planificación a largo plazo. Y, sin duda, ambas partes habrán aprendido lecciones de la experiencia de Estados Unidos en Afganistán, donde los costos políticos de enfrentarse a un enemigo pequeño pero decidido y móvil recientemente se han vuelto demasiado claros.

Publicado por The Conversation https://theconversation.com/taiwan-how-the-porcupine-doctrine-might-help-deter-armed-conflict-with-china-169488