Dato mata relato: Occidente ya no engaña a nadie

Por Javier Benítez (*)

Por enésima vez, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, debió repetir una verdad. En esta ocasión frente al canciller de Alemania, Olaf Scholz, sobre el falso relato de la OTAN sobre sus intenciones respecto a Rusia. También el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tuvo que dejar en evidencia a la Organización para la Seguridad en Europa [OSCE].

AUDIO DE LA ENTREVISTA:

¿Hasta cuándo?

Scholz preparo su visita a Moscú con declaraciones beligerantes: «Urgentemente esperamos señales de una desescalada de tensiones por parte de Moscú. Una mayor agresión bélica tendrá graves consecuencias para Rusia», dijo a modo de ir marcando un terreno que nunca había pisado.Entonces, Putin disparó verdades como puños en la rueda de prensa junto al líder alemán: ante los avisos del alemán sobre el inminente inicio de una guerra por parte de Rusia, al indicar que es una situación que Europa no vive desde la Segunda Guerra Mundial, Putin le recordó que la OTAN ya desencadenó una en las últimas décadas: el bombardeo a Yugoslavia. «Pero nosotros no queremos empezar una guerra», le dijo a la cara.Añadió que Rusia no puede hacer la vista gorda ante la libre interpretación del principio de indivisibilidad de la seguridad por parte de EEUU y la OTAN, que estipula que la libertad de elegir alianzas queda limitada por la necesidad de evitar que algunos países fomenten su seguridad a costa de la seguridad de los demás: «EEUU y la Alianza Atlántica interpretan con bastante libertad y a su favor los principios clave de la seguridad igual e indivisible, consagrados en muchos documentos comunes europeos».Todo el montaje, a niveles gubernamentales y mediáticos de Occidente sobre la famosa ‘invasión rusa a Ucrania’, es una operación económica a dos bandas, de acuerdo al director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.»La primera es seguir aumentando la venta de armamentos, que es una de las pocas bazas económicas importantes que tienen EEUU y Gran Bretaña, en su economía alicaída y ya no tan eficiente como hace unos años. Y la segunda, es impedir que la energía, [es decir] el gas y el petróleo rusos lleguen a Europa, para ser ellos los proveedores», explica Pereyra Mele.

El toque de atención de Lavrov

Mientras, este mismo martes, a la par que Putin se reunía con Scholz, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, hacía lo propio con el actual presidente de la OSCE y canciller polaco, Zbigniew Rau. Y el contexto no podía ser más inquietante. Y es que en las últimas semanas, varios países, incluidos EEUU y Reino Unido, retiraron a sus observadores de la misión de la OSCE en Ucrania.Al finalizar las negociaciones, dijo Rau al respecto: «Constaté con toda seguridad que esta situación [la retirada de observadores de algunos países de la misión de la OSCE en Donbás] no afectará de ninguna manera el cumplimiento del mandato de la misión».Entonces, Lavrov tuvo que hacerle un ayuda-memoria y lanzarle una advertencia: «Realmente no me gustaría que se repitiese la desgraciada experiencia de la OSCE en 1999, cuando el jefe de la misión de la OSCE en la región serbia de Kosovo, el señor [William] Walker, ciudadano estadounidense, exageró el tema del falso asesinato de pacíficos ciudadanos en el pueblo de Racak».El canciller ruso explicó que tras la masacre, se demostró que los «pacíficos ciudadanos en realidad eran militantes armados que murieron en combate. […] Pero el señor Walker luego declaró públicamente que fue un acto genocida, anunció por sí solo que retiraría la misión de la OSCE de Kosovo y, de hecho, esto se utilizó como desencadenante de la agresión de la OTAN contra la ex Yugoslavia». A propósito, Putin tuvo que recordarle a Scholz, que Ucrania está llevando a cabo un genocidio en las regiones de Donetsk y Lugansk.»Todos saben perfectamente, porque la historia así lo ha demostrado, que la primera víctima en todo conflicto bélico, es la verdad. Y a lo que ha hecho referencia el canciller Lavrov es a todo este relato que se ha ido instalando, y que luego, pasan los años y se ven las consecuencias y que el relato era una gran falsedad, y en la práctica se llega a la conclusión de que, debido a ello, numerosos países han desaparecido, ha habido gigantescas masacres, crímenes de lesa humanidad», advierte el analista.

«Se sigue ‘batiendo el parche’ de ese relato falso en el que se intenta hacer pasar lo malo como bueno, y a las víctimas como victimarios», concluye Carlos Pereyra Mele.

(*) Javier Benítez
Periodista internacional. Tras una vasta carrera en medios uruguayos, en 2006 se instala en Barcelona, donde tuvo un pasaje por Ràdio 4 (RNE) y otros medios, a la par de ejercer corresponsalías para Latinoamérica. En 2013 se traslada a Moscú y se incorpora a RT en Español, y en 2015 desembarca en Radio Sputnik. En 2016 fue galardonado en Madrid por la Organización de Periodistas Iberoamericanos como «Personalidad del año» en Radiodifusión.

Pereyra Mele en la Academia de Ciencias de Moscu
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