por Pepe Escobar (Desde Moscú)

Esta semana, en Moscú, los líderes chino y ruso revelaron su compromiso conjunto para rediseñar el orden global, una empresa que «no se ha visto en 100 años».

Lo que acaba de tener lugar en Moscú es nada menos que una nueva Yalta, que, por cierto, está en Crimea. Pero a diferencia de la trascendental reunión del presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el líder soviético Joseph Stalin y el primer ministro británico Winston Churchill, en la Crimea gobernada por la URSS en 1945, esta es la primera vez en, posiblemente cinco siglos, que ningún líder político de Occidente establece la agenda mundial.

Son el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin quienes dirigen ahora el espectáculo multilateral y multipolar. Los excepcionalistas occidentales pueden desplegar sus rutinas de lloriqueo tanto como quieran: nada cambiará la espectacular óptica ni la sustancia subyacente de este orden mundial en desarrollo, especialmente para el Sur Global.

Lo que Xi y Putin se proponen hacer se explicó en detalle antes de su cumbre, en dos artículos de opinión escritos por los propios presidentes. Como un ballet ruso altamente sincronizado, la visión de Putin se expuso en el Diario del Pueblo de China, centrándose en una «asociación con vistas al futuro», mientras que la de Xi se publicó en la Gaceta Rusa y en el sitio web de RIA Novosti, centrándose en un nuevo capítulo de cooperación y desarrollo común.

Desde el comienzo de la cumbre, los discursos tanto de Xi como de Putin llevaron a la mayoría de la gente de la  OTAN a un frenesí histérico de ira y envidia: la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, captó perfectamente el ambiente cuando comentó que Occidente estaba «echando espuma por la boca«.

La portada de la Gaceta Rusa del lunes fue icónica: Putin recorriendo la Mariupol libre de nazis, charlando con los residentes, junto al artículo de opinión de Xi. Esa fue, en pocas palabras, la tajante respuesta de Moscú a la maniobra del MQ-9 Reaper de Washington y a los chanchullos del tribunal canguro de la Corte Penal Internacional (CPI). «La OTAN está siendo humillada a conciencia en Ucrania.

Durante su primera reunión «informal», Xi y Putin hablaron durante no menos de cuatro horas y media. Al final, Putin acompañó personalmente a Xi a su limusina. Esta conversación fue de verdad: trazar los lineamientos de la multipolaridad, que empieza con una solución para Ucrania.

Como era de esperar, hubo muy pocas filtraciones de los sherpas, pero sí una bastante significativa sobre su «intercambio en profundidad» sobre Ucrania. Putin subrayó cortésmente que respeta la posición de China, expresada en el plan de 12 puntos de Pekín para la resolución del conflicto, que ha sido completamente rechazado por Washington. Pero la posición rusa sigue siendo férrea: desmilitarización, neutralidad ucraniana y consagración de los nuevos hechos sobre el terreno.

Paralelamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso descartó por completo un papel de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania en las futuras negociaciones sobre Ucrania: no se les considera mediadores neutrales.

Una manta multipolar patchwork (1)

El día siguiente giró en torno a los negocios: desde la cooperación energética y «técnico-militar» hasta la mejora de la eficacia de los corredores comerciales y económicos que atraviesan Eurasia.

Rusia ya ocupa el primer lugar como proveedor de gas natural a China -superando a Turkmenistán y Qatar-, la mayor parte a través del gasoducto Power of Siberia, de 3.000 km, que va desde Siberia hasta la provincia nororiental china de Heilongjiang, puesto en marcha en diciembre de 2019. Las negociaciones sobre el oleoducto Power of Siberia II a través de Mongolia avanzan rápidamente.

La cooperación chino-rusa en alta tecnología se disparará: 79 proyectos por valor de más de 165.000 millones de dólares. Todo, desde gas natural licuado (GNL) hasta construcción aeronáutica, construcción de máquinas herramienta, investigación espacial, agroindustria y corredores económicos mejorados.

El presidente chino dijo explícitamente que quiere vincular los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda a la Unión Económica Euroasiática (UEEA). Esta interpolación BRI-UEEA es una evolución natural. China ya ha firmado un acuerdo de cooperación económica con la UEEA. Las ideas del superestratega macroeconómico ruso Sergey Glazyev por fin están dando sus frutos.

Y por último, pero no por ello menos importante, habrá un nuevo impulso hacia los acuerdos mutuos en monedas nacionales, y entre Asia y África, y América Latina. A efectos prácticos, Putin respaldó el papel del yuan chino como nueva moneda comercial de elección mientras prosiguen los complejos debates sobre una nueva moneda de reserva respaldada por oro y/o materias primas.

Esta ofensiva económica y empresarial conjunta enlaza con la ofensiva diplomática concertada entre Rusia y China para rehacer vastas franjas de Asia Occidental y África.

La diplomacia china funciona como la matrioska (muñecas rusas apilables) en lo que se refiere a transmitir mensajes sutiles. No es ni mucho menos una coincidencia que el viaje de Xi a Moscú coincida exactamente con el 20º aniversario del «Shock and Awe» estadounidense y de la invasión, ocupación y destrucción ilegales de Irak.

Paralelamente, más de 40 delegaciones africanas llegaron a Moscú un día antes que Xi para participar en la conferencia parlamentaria «Rusia-África en el mundo multipolar«, preparatoria de la segunda cumbre Rusia-África del próximo mes de julio.

Los alrededores de la Duma parecían los viejos tiempos del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), cuando la mayor parte de África mantenía estrechas relaciones antiimperialistas con la URSS.

Putin eligió este preciso momento para condonar más de 20.000 millones de dólares de deuda africana.

En Asia Occidental, Rusia-China actúan totalmente en sincronía. Asia Occidental. El acercamiento entre Arabia Saudí e Irán fue en realidad impulsado por Rusia en Bagdad y Omán: fueron estas negociaciones las que condujeron a la firma del acuerdo en Pekín. Moscú también coordina las conversaciones de acercamiento entre Siria y Turquía. La diplomacia rusa con Irán -ahora bajo el estatus de asociación estratégica- se mantiene en una vía separada.

Fuentes diplomáticas confirman que la inteligencia china, a través de sus propias investigaciones, está ahora plenamente segura de la enorme popularidad de Putin en toda Rusia, e incluso dentro de las élites políticas del país. Eso significa que las conspiraciones del tipo de cambio de régimen están fuera de cuestión. Esto fue fundamental para la decisión de Xi y del Zhongnanhai (cuartel general central de China para funcionarios del partido y del Estado) de «apostar» por Putin como socio de confianza en los próximos años, considerando que podría presentarse y ganar las próximas elecciones presidenciales. China siempre apuesta por la continuidad.

Así que la cumbre Xi-Putin selló definitivamente a China-Rusia como socios estratégicos integrales a largo plazo, comprometidos a desarrollar una seria competencia geopolítica y geoeconómica con las hegemonías occidentales en declive.

Este es el nuevo mundo nacido en Moscú esta semana. Putin lo definió anteriormente como una nueva política anticolonial. Ahora se presenta como una mosaico (patchwork) de retazos multipolar. No hay vuelta atrás en la demolición de los restos de la Pax Americana.

Cambios que no se han producido en 100 años

En Antes de la hegemonía europea: The World System A.D. 1250-1350, Janet Abu-Lughod construyó una narrativa cuidadosamente elaborada que muestra el orden multipolar imperante cuando Occidente «iba a la zaga de Oriente«. Más tarde, Occidente sólo «se adelantó porque Oriente estaba temporalmente desorganizado«.

Puede que estemos asistiendo a un cambio histórico similar en ciernes, traspasado por un renacimiento del confucianismo (respeto a la autoridad, énfasis en la armonía social), el equilibrio inherente al Tao y el poder espiritual de la ortodoxia oriental. Se trata, en efecto, de una lucha de civilizaciones.

Moscú, que por fin da la bienvenida a los primeros días soleados de la primavera, proporcionó esta semana una ilustración más grande que la vida de «semanas en las que pasan décadas» en comparación con «décadas en las que no pasa nada«.
Los dos presidentes se despidieron de forma conmovedora.

Xi: «Ahora hay cambios que no se han producido en 100 años. Cuando estamos juntos, impulsamos estos cambios».

Putin: «Estoy de acuerdo».

Xi: «Cuídate, querido amigo».

Putin: «Buen viaje».

Brindemos por el amanecer de un nuevo día, desde las tierras del Sol Naciente hasta las estepas euroasiáticas.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico

-Traducido desde el inglés para piensaChileMartin Fischer

*Fuente: The Cradle.

Nota del Traductor:

  1. El patchwork es el arte de unir telas de diferentes colores y tamaños (retales) utilizando múltiples técnicas para llegar a formar distintos motivos y objetos útiles o simplemente decorativos (colchas, manteles, cojines, tapices, cuadros, cestas, cajas, etc.).

Carlos Pereyra Mele, centra su columna del Club de La Pluma nuevamente en el análisis del conflicto en el Cáucaso, con Georgia desde la mirada Geopolitica para comprender la importancia de este posible Ucrania 2.0, al estar este país sufriendo otra de las «Revoluciones de Colores» orquestadas por los anglosajones y sus ONG, y también las nulas consecuencias de la “orden” de captura de Putin y sin olvidar que está semana visita Moscú el Presidente de China Xi Jinping para conversar con su homólogo V. Putin en un encuentro de una trascendencia global de gran importancia 

La tonta decisión de ordenar la captura del Presidente  de la Federación Rusa Vladimir Putin por parte de un organismo que cada vez pierde el poco o nulo prestigio que supuestamente tenia, me refiero al Tribunal Penal Internacional, mientras las grandes potencias no se subordinada a su jurisdicción empezando por EEUU, China, India, Rusia, o sea, todo propaganda de baja nivel e inutil. Pero parece que hace falta seguir confundiendo a los extraviados habitantes de está región llamada occidente.

Mientras necesitan pareciera que los occidentales necesitan mas confusiones y delirios propagandísticos actualmente, para minimizar la gravedad de “otra’ nueva crisis financiera “oxidental” y que van!!!…y como no hay buenas noticias de la guerra híbrida global proxy en Ucrania ni en el frente económico inflación crisis políticas sociales en Inglaterra y Francia, etc., tenemos estos escapismos.  

Por ello es importante el análisis de carácter geopolitico y geoestrategico para entender lo que ocurrió y ocurre en Georgia País del Cáucaso Sur que está en una zona clave limitrofe con el Mar Negro, Turquia Rusia Armenia y Azerbaiyan, pequeno pais de apenas 70.000km2 con 3.700.000 habitantes que ya sufrio una revolucion de colores en el 2003 “La revolucion de las rosas” y en el 2008 entro en conflicto con Rusia y en menos de una semana Georgia perdio dos regiones Abjasia y Osetia del Sur. Porque aqui la OTAN quiere establecer lo que se denomina la Geopolitica de los 3 Mares (Baltico, Negro y Mediterraneo)

La Geopolitica de los 3 Mares el viejo modelo de Cinturon de aislamiento de Rusia anterior a la Guerra Fria
Aqui podemos apreciar la importancia de Georgia para lograr controlar parte del Mar Negro y conectar con la Geopolitica de los 3 Mares

El sábado 18/3/2023, invitado por el conductor del programa “Detrás de la razón”, Programa periodismo de Alto Impacto e independiente basado en la integridad informativa. Sin ninguna corporación, televisora, grandes millonarios o cadenas de gobiernos que “financian” el mismo, dirigido por el galardonado Periodista Roberto de la Madrid, fuimos invitados el catedrático español Eduardo Luque y el Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele, para analizar en profundidad el posible segundo frente que está organizando la angloesfera y su brazo militar la OTAN en el Cáucaso Sur desestabilizando la República de Georgia e iniciar una “Ucrania 2.0” en ese sector y para ello utilizando los conocidos métodos injerencista de las ONG financiadas por oligarcas occidentales o por estructuras como la USAID o la NED y también otras que responden a la Unión Europea. Por supuesto como la realidad es un movimiento constante y debido a las últimas noticias del pedido de captura por parte del TPI del Presidente de Rusia Vladimir Putin y la caída o derribo del Drone de la air force de USA en el mar Negro cerca de Crimea, fue analizado en dicho programa.

por Gabriel Merino el autor autoriza la publicación en Dossier Geopolitico de su artículo

…En el conflicto ucraniano, como en toda guerra, hubo una serie de errores de cálculo por parte de los distintos protagonistas. Pero sin dudas, uno de los que más se destaca es el cálculo de que profundizar al máximo posible la guerra económica contra Rusia —iniciada a partir de 2014— iba a desmoronar su economía. Argumentos no faltaban para tal razonamiento….

No sólo debido a que el poder financiero y la primacía del dólar hacen de las sanciones una especie de “arma de destrucción masiva” en poder de EE.UU. y el polo anglo-estadounidense —como pudimos ver en la región en el caso de Venezuela a partir de 2016—, sino por la interdependencia entre Rusia y Europa. Rusia proveyó en 2021 el 41% del gas, el 27% del petróleo y el 47% del carbón que consumió Europa. La dependencia europea —cuya ruptura implicaba enormes costos para Bruselas, que probablemente sí estaban calculados por las corporaciones hidrocarburíferas al otro lado del Atlántico— también significaba una enrome dependencia para Moscú, ¿a quién iría a vender Rusia semejante cantidad de hidrocarburos y, además, quién se iba a animar a comprarlos?

Uno de los posibles compradores sustitutos fue la respuesta casi obvia para los tiempos que corren: China. Digo, para los tiempos que corren porque…

…era completamente improbable pensar que Beijing desafiara de tal manera a Washington hace sólo una década, un suspiro, medido en tiempos históricos…

En el transcurso de 2022, China aumentó el 75% las importaciones de petróleo, gas y carbón de Rusia, y se aceleraron los proyectos de interconexión energética entre Moscú y Beijing, como ya había ocurrido a partir de 2014 cuando estalló el conflicto bélico en Ucrania y se inició una nueva fase en la crisis del orden mundial. Pero a los últimos movimientos para profundizar la asociación político-estratégica euroasiática, se le agrega la profundización del intercambio comercial y financiero en las monedas propias en detrimento del dólar —un movimiento que comenzó en 2014-2015, cuando Moscú y Beijing comienzan a desarrollar sistemas de pago alternativos al SWIFT, el SPFS y el CIPS respectivamente—, para romper ese monopolio dominado por el poder financiero del Norte Global.

Lo que estaba menos claro —sobre todo para visiones ancladas en el pasado o que reproducen la narrativa de la guerra fría protagonizada por EE.UU y la URSS para representar el mundo actual, queriéndolo encerrar en esa vieja bipolaridad tan distinta y distante a la realidad actual— era el papel de India. Esta potencia emergente del sur de Asia, que en breve será el país más poblado del mundo superando a China con 1.400 millones de personas (18% de la población mundial),

…fue en realidad el gran comprador de los hidrocarburos que los rusos dejaron de venderle a Europa. Esto se puede observar claramente en el gráfico de Bloomberg, al igual que el enigmático y creciente destino asiático “desconocido” del petróleo ruso, todo un dato en sí mismo. India, tercer mayor importador de petróleo del mundo, pasó de comprar el 1% del petróleo ruso a casi el 30% y, además, con nada menos que un 30% de descuento en promedio, lo cual le da una gran ventaja competitiva

como también a China, el gran taller industrial de un mundo cada vez más asiático—. Y además, Nueva Delhi compra en monedas distintas al dólar para evitar las sanciones, golpeando así en un aspecto sensible a la primacía del dólar que desde los años setenta del siglo XX se asienta en el petrodólar, es decir, en la comercialización mundial del petróleo en dólares.

India también anunció que le compraría a Rusia el carbón que Europa embargó y que lo haría en yuanes, para sorpresa y disgusto de la gran mayoría de analistas y de Washington que veían en el gigante del Índico un activo completamente alineado en la cruzada antichina. Esto también muestra que la weaponization del dólar por parte de EE.UU. tiene importantes costos al desmoronarse la realidad unipolar, pudiendo transformase en un bumerán y quebrar uno de los principales elementos en el que todavía conserva la primacía el ex hegemón.

A partir de la escalada bélica en territorio ucraniano, expresión regional de un conflicto mundial, también avanzó el desarrollo del Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (conocido como INSTC, por sus siglas en inglés), para unir la ciudad india de Bombay con la ciudad rusa de San Petersburgo. Éste cuenta con otro jugador clave en el tablero euroasiático y uno de los “malos” para el relato occidental: Irán. El Corredor es una gran red de 7.200 kilómetros (4.474 millas) de vías férreas, carreteras y rutas marítimas que conectan Rusia e India a través de Irán, pasando por el Mar Caspio y el Cáucaso. Supone un ahorro de casi dos semanas de tiempo de viaje de la ruta tradicional por el Mar Rojo, el canal de Suez y el Mediterráneo, y es entre 30% y 40% más económica. Pero sobre todo, es más segura para las potencias emergentes ya que, a diferencia de la ruta tradicional,

…no está controlada por bases militares de EEUU y el Reino Unido, la jefatura de la OTAN….

…Y como se sabe, un elemento central del análisis estratégico es el control de rutas comerciales, una clave del poder y de la acumulación del capital a nivel mundial.

Parte de la dinámica multipolar que se quiere resaltar es el acuerdo al que han llegado Irán y Arabia Saudita para restablecer los vínculos diplomáticos y reabrir las respectivas embajadas. Esto podría modificar drásticamente la situación geopolítica y geoestratégica en Oriente Próximo, o Asia Sudoccidental, en favor de la pacificación. Algo que resulta clave es que el mediador fue China, con muy buen vínculo político y como principal socio comercial de ambos países, lo que resulta todo un síntoma de los tiempos de posthegemonía anglo-estadounidense. El creciente acercamiento de Arabia Saudita, que era un aliado clave del polo anglo-estadounidense, a China y a los polos de poder emergentes, o los acuerdos con Rusia en la OPEP+, también son expresiones de un cambio de época. En lo que sería un movimiento de alto impacto, tanto Irán como Arabia Saudita ingresarían próximamente al club de los BRICS, como Argentina, y además Riad podría sumarse a la Organización para la Cooperación de Shanghái liderada por China y Rusia.

Es importante destacar que la posición de India tampoco resulta una sorpresa. Posee con Rusia un vínculo histórico que se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, luego de la independencia del imperio británico. La asociación estratégica entre ambas potencias euroasiáticas tiene por los menos seis ejes fundamentales y uno de ellos es el de la Defensa. Rusia posee el segundo complejo industrial militar más importante del mundo y ello se refleja en que es el segundo exportador mundial de armas, con 21% del total mundial entre 2015-2019, por detrás de Estados Unidos con el 36%. Los principales destinos de exportación son India y China, en ese orden. Es decir que Rusia vende armas de primer nivel mundial a las dos grandes potencias emergentes de Asia, cada una con casi el 20% de la población mundial.

A su vez, para India es clave el vínculo con Rusia para contrabalancear a China, con quien posee importantes conflictos limítrofes y tensiones estratégicas, más allá de que Beijing sea el principal socio comercial de Nueva Delhi, algo propio de este mundo de profunda interdependencia, de cooperación, a la vez que enfrentamiento. Rusia es el gran punto de equilibrio entre la India y China. Además, las tres potencias comparten un conjunto de espacios institucionales emergentes que defino como un nuevo multilateralismo multipolar que se solapa y a la vez se contrapone con la institucionalidad del viejo orden globalista unipolar: el ya mencionado BRICS, pero también la estratégica Organización para la Cooperación de Shanghái que se inició en 2001 como germen de nuevas tendencias históricas, a la que ahora también se sumó Irán.

India, por otro lado, forma parte de la iniciativa estratégica denominada QUAD, junto a EE.UU., Japón y Australia, para contener a China en lo que los estadounidenses llaman “la región Indo-Pacífico”. Pero Nueva Delhi se resiste a alinearse contra Rusia. Es decir, en las antinomias atlantistas, India es parte del “mundo libre” pero también de las “autocracias” a las que hay que derrotar como misión histórica. Por eso mismo, las fuerzas globalistas apuntan cada vez con más fuerza al gobierno de Narendra Modi, al que antes veían como un ejemplo de “democracia”, y ahora es visto como otro “autócrata”, algo similar a lo que ocurrió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

En este sentido, más que como concepto para caracterizar un régimen político particular, el concepto de “democracia”

que desde nuestra perspectiva confunde el concepto de república liberal con el de democracia

parecería utilizarse más bien como una vara de alineamiento relativo con las fuerzas dominantes del polo del poder anglo-estadounidense, representado como “Occidente” en términos geopolíticos. El problema es que con la aceleración de la multipolaridad relativa, según esta perspectiva, cada vez quedan menos alineados, digo, menos “demócratas”.

Como reconocen y lamentan Josh Holder, Lauren Leatherby, Anton Troianovski y Weiyi Cai en un artículo publicado en la usina globalista liberal New York Times y reproducido por Clarín (27-02-2023), “Occidente intentó aislar a Rusia, pero no dio resultado”. Un plano en el que se focalizan es el comercial, donde señalan que unos cuantos países han llenado el vacío que dejó “Occidente” al aumentar las exportaciones a Rusia a niveles muy por encima de los anteriores a la guerra. Entre ellos sobresalen los ya mencionados India y China, pero también Turquía, miembro prominente de la OTAN: “A pesar de que Turquía ha vendido armas a Ucrania, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha impulsado un mayor flujo de mercancía hacia Rusia, lo que perjudica mucho la serie de sanciones impuestas por Occidente.”. Es decir, un país clave de la OTAN boicotea la guerra económica lanzada por la OTAN para destruir la economía rusa. Esto también resulta clave, porque estos países quebraron otro elemento fundamental de la guerra económica contra Rusia en el marco del conflicto en Ucrania: el bloqueo de insumos, piezas, bienes de capital y bienes intermedios fundamentales para la producción, que hubiera dinamitado la estructura productiva de Rusia.

En América Latina, a pesar de ser el viejo “patio trasero” de EE.UU., la situación también dista de ser de alineamiento con Washington y se impone la situación de multipolaridad —y con ello, la tensión entre conformar un polo propio en el Sur de América y ser otra manifestación del crecientemente insubordinado Sur Global, o aceptar el lugar de periferia subordinada al “hemisferio occidental” en situación de declive relativo. Por un lado, la mayor parte de los países de la región votaron a favor de la resolución de la ONU impulsada por los países de la OTAN que condena la invasión de Rusia a Ucrania, mostrando alineamiento “hemisférico”. El apoyo fue menor cuando se votó la suspensión de Rusia en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, destacándose la posición neutral y por lo tanto no favorable a la resolución por parte de México y Brasil, los dos principales países de la región, aunque sorprendió Argentina en su alineamiento con Washington en esa votación. Pero cuando se quiso involucrar a la región directamente en la guerra, por ejemplo, con la solicitud de envío de armamento a Kiev, claramente hubo un rechazo bastante extendido. Resonaron las respuestas de Brasil y Colombia a favor de la Paz.

Por otro lado, los países de América Latina participan cada vez más de iniciativas del mundo emergente protagonizadas por China junto a otras potencias euroasiáticas como Rusia e India, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura o el BRICS con la probable ampliación e incorporación de Argentina y, quizás, también de México, etc. Es destacable la realidad material que sustenta esta dinámica geopolítica y que otorga mayores márgenes de maniobra a los países de la región para intentar romper su lugar tradicional de “patio trasero”; no sólo China es el principal socio comercial e inversor (en términos de flujos) de Suramérica, sino que se observa un creciente papel de los países de Asia como socios comerciales:

en el año 2000, Asia representaba uno de cada diez dólares del comercio de América Latina, en tanto que en 2018, esa cifra alcanzó uno de cada cuatro; y si quitamos a México, de cuyo comercio el 80% es con EE.UU., dicha cifra aumenta considerablemente.

***

La guerra en Ucrania expresión de la transición geopolítica contemporánea que tiene como uno de sus elementos centrales el desplazamiento del centro de poder hacia Asia— ha mostrado asociaciones y alineamientos esperables, y otros no tanto. O por lo menos, que rompen los esquemas dualistas de bloques fijos en pugna, construidos por las usinas del Occidente geopolítico conducido por las fuerzas globalistas, intentando encerrar en ciertas antinomias de guerra fría la compleja realidad de un mundo multipolar, con el fin de presionar a través de alineamientos políticos y estratégicos. Obviamente, resulta necesario aclarar que esta multipolaridad no deja de ser relativa, en tanto que asimétrica. Además, tiene rasgos bipolares por el protagonismo de la tensión entre EEUU y China como principal expresión interestatal del conflicto sistémico entre el viejo polo dominante y los nuevos polos emergentes y, por lo tanto, expresión dominante en el tablero geopolítico mundial que adopta la contradicción principal que atraviesa al sistema mundial en crisis y transformación. También es necesario aclarar otra cuestión clave: dicha multipolaridad es una expresión superficial para referirnos a las tendencias estructurales que hacen a una crisis de hegemonía y captar algunas de sus dinámicas fundamentales. De hecho, puede haber una dinámica multipolar dentro de un ciclo de hegemonía (como durante la hegemonía británica), pero la actual multipolaridad es en esencia una expresión de la crisis de hegemonía y desorden mundial.

Sin compartir necesariamente su perspectiva teórica, resulta interesante traer a colación una idea de Robert Gilpin cuando desarrolla la teoría de la guerra hegemónica, 

Recuperando a Tucídides : “Guerras como esta no son meras contiendas entre Estados rivales, sino hitos políticos que marcan las transiciones de una época histórica hacia la siguiente”.

El mapa del poder mundial ha cambiado estructuralmente y la guerra es expresión de ello. Como se señaló hace más de una década en América Latina en plena oleada nacional-popular, que también fue y es expresión de la crisis de hegemonía, nos encontramos en un cambio de época. Muchas/os se resisten a aceptarlo.

Gabriel Merino

Gabriel Merino

Sociólogo y doctor en Ciencias Sociales. Investigador Adjunto CONICET – Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, UNLP. Profesor en UNLP y Universidad Nacional de Mar del Plata. Miembro del Instituto de Relaciones Internacionales y Co-coordinador de «China y el mapa del poder mundial», CLACSO.

La Universidad Tecnológica Intercontinental de la República del Paraguay UTIC, se suma a la difusión del libro «Poliedro y Amistad Social», del Prof. Dr. Miguel Barrios, argentino, egresado de la Facultad de Ciencias Humanas y Ciencias Exactas de la UTIC, para conmemorar los 10 años del papado de S.S Papa Francisco, motivo por el cual nuestra institución acompaña el lanzamiento, el mismo sintetiza el pensamiento social, ecuménico y estratégico del Papa Francisco.

La UTIC ha adoptado como Proyecto institucional el pensamiento de la Casa Común, una de las primeras encíclicas sociales del Papa.

La Facultad de Ciencias Humanas y Ciencias Exactas ha declarado de interés educativo el material POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL, cuyo prólogo fue realizado por el Dr. Gustavo Beliz, Miembro Ordinario de la Academia Pontifica de Ciencias Sociales del Vaticano, Dr. Silvio Torres Chávez , Fundador de la Red de Educadores Agrarios del Paraguay, asociada a scholas ocurrentes de las Religiones Unidas- URI, y el  Dr. Hugo Ferreira González, Rector de la UTIC. El epílogo fue elaborado por el Pbro.Dr. Marcelo Trejo, Miembro de la Organización Latinoamericana de Teólogos y Cientistas Sociales “Amerindia”, y Luciano Umérez Köller, Converso Católico.

 Diseño y diagramación: María Aldao

Nuestro compañero, Eduardo Bonugli colaborador en Europa de Dossier Geopolitico, nos envía un audio muy duro y clarificador que desnuda el bochorno de la alianza estratégica entre lo que queda de la izquierda zombi y la nueva ola feminista lanzada desde Washington (#MeToo), ante la caótica crisis del gobierno de España, cuando se cumplió un nuevo aniversario del Día Internacional de la Mujer, en medio de un enfrentamiento publico de todos contra todos.

Es un crítico relato sobre esta ideología de moda que no dejará indiferente a nadie que conozca el tema, trás casi cuatro años en el poder en España. Además, nos hace la crónica de este «matrimonio fallido», mientras destaca las muy llamativas medidas del ministerio de Igualdad, entre las que se destaca «su espanto» porque las españolas prefieren tener sexo con los hombres, en contra de la doctrina feminista que apuesta por la masturbación.
Y de cómo su ley estrella de laTransexualidad ha beneficiados a más de 700 criminales machistas, o cómo la muy progre ley de Protección Animal ha obviado el sufrimiento de los toros en España, donde disfrutan de tal tormento animal, cómo tradicional forma de diversión.

Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico

«Gracias por enviarme Poliedro y Amistad Social.Lo he leido y creo que es un buen aporte para entender,explicar la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia.Estoy seguro de que hará mucho bien a las personas que lo lean». Francisco

“Poliedro y Amistad Social”, es un libro escrito por Miguel Ángel Barrios – historiador,sociólogo y politólogo-, en el cual se transmiten los aportes del Papa Francisco a la Doctrina Social de la Iglesia, en el marco de los 10 años de su pontificado. El libro ya ha salido editado por Ediciones Pueblos del Sur y el Instituto Juan Domingo Perón de Rosario-Santa Fé y por Poliedro Editorial de la Universidad de San Isidro-BsAs-

“El título ‘Poliedro’ hace referencia a una clave propia de Francisco, que es una interpretación de la realidad y del mundo. Él opta por decir que no hay una sola visión ni una sola idea del mundo, no es hegemónico, es variable, son distintas las experiencias, las percepciones no son las mismas, esa es una característica muy importante del Papa”

 “El poliedro es un cono con muchos lados, y según del lado que se mire uno encuentra una diversidad a la misma temática. Cuando se juntan en el centro todas esas distintas miradas, son capaces de convivir y coexistir en paz”.

También se refiere a la amistad social, llamando a la paz política y al diálogo mancomún

El director de Dossier Geopolitico, Carlos Pereyra Mele, centra su columna del Club de La Pluma en el análisis del conflicto en el Cáucaso, con Georgia en el centro de la actualidad, al estar este país sufriendo otra de las «Revoluciones de Colores» orquestadas por los anglosajones y sus ONG, además de la complicidad de Europa y de toda la gran prensa del sistema. Un intento de golpe de estado -blando-, que abre otro frente de la guerra híbrida global de la OTAN contra el mundo todo.

Además aborda la otra gran noticia del momento, con China como actor central y universal, al patrocinar el acuerdo histórico de las dos mayores potencias musulmanas de la humanidad -Arabia Saudí e Irán- que restablecen así sus relaciones diplomática con el intercambio de embajadores y la coordinación de sus intereses económicos y de seguridad. Lo que implica un terrible revés para  Estados Unidos e Israel y  sitúa a China como un gigante operador y negociador geopolítico del mundo.

También nos informa la reelección por otro cinco años de Xi Jinping como líder máximo de la potencia asiática, que entre otros avances, lidera sobre 37 de las 44 tecnologías de punta, lo  que redobla su poder al ser un país muy avanzado tecnológicamente y a la vez, una enorme fuente de materias primas y de recursos naturales.

Por otra parte, nos cuenta  cómo India reguló su capacidad de intercambio comercial con Alemania, con Rusia, con Israel, con Birmania, con Sri Lanka y con Malasia, todo en rupias como moneda de intercambio. Lo que está provocando la ira de Washington, quién en su desesperación, no tiene otra reacción que huir hacia delante con más conflictividad y belicismo, sin obtener beneficio para sí, mientras provoca demasiado sufrimiento al resto del mundo.

Cómo tal cual lo está haciendo EEUU en Ucrania, que mientras alienta esa terrible picadora de carne de los ucranianos, se contradice día a día en todos sus relatos y en sus marchas y contramarchas, ante un posible reconocimiento de la derrota o en una remontada tan imposible como ficticia. Mientras delira con el presagio ridículo de que la victoria rusa en Bahamut será el fin de Putin (?), en un intento desesperado por seguir engañando a los ciudadanos occidentales.

En suma, Pereyra Mele, nos dibuja el más certero escenario geopolitico del momento, a partir del conflicto en Georgia y su estratégico enclave  geográfico en el Cáucaso, entre Turquía, Rusia y Armenia. Otro punto neurálgico de una Asia en pleno desarrollo, en paralelo al fortalecimiento del nuevo orden multipolar. Que también tiene repercusiones en nuestro continente, con la estrategia del terror y la amenaza de EEUU -vía Comando Sur- para frenar a cualquier precio, la influencia en la zona de China, Rusia y resto de potencias emergentes.

Eduardo Bonugli

Madrid, 12/03/23

Georgia entre el Mar Negro, Rusia, Azerbaiyan,Armenia y Turquia y con dos regiones perdidas Abjasia y Osetia del Sur

POR MK BHADRAKUMAR

El acuerdo anunciado el viernes en Pekín sobre la normalización de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán y la reapertura de sus embajadas es un hecho histórico. Va mucho más allá de una cuestión de relaciones entre Arabia Saudí e Irán. La mediación de China significa que estamos presenciando un cambio profundo de las placas tectónicas en la geopolítica del siglo XXI. 

El comunicado conjunto emitido el viernes en Pekín comienza diciendo que el acuerdo saudí-iraní se alcanzó “en respuesta a la noble iniciativa del presidente Xi Jinping”. El comienzo dramático continúa afirmando que Arabia Saudita e Irán han expresado su “aprecio y gratitud” a Xi Jinping y al gobierno chino “por albergar y patrocinar las conversaciones y los esfuerzos que realizó para su éxito”. 

El comunicado conjunto también mencionó a Irak y Omán por fomentar el diálogo entre Arabia Saudita e Irán durante 2021-2022. Pero lo destacado es que Estados Unidos, que ha sido tradicionalmente la potencia dominante en la política de Asia occidental durante casi ocho décadas, no está en la imagen.

Sin embargo, se trata de la reconciliación entre las dos mayores   potencias regionales en la región del Golfo Pérsico. La reducción de EE.UU. denota una ruptura colosal de la diplomacia estadounidense. Seguirá siendo una marca negra en el legado de política exterior del presidente Biden. 

Pero Biden debe asumir la culpa por ello. Un fracaso tan catastrófico se debe en gran medida a su fervor por imponer sus dogmas neoconservadores como complemento del poderío militar de Estados Unidos y a la frecuente insistencia del propio Biden en que el destino de la humanidad depende del resultado de una lucha cósmica entre la democracia y la autocracia. 

China ha demostrado que la hipérbole de Biden es delirante y choca con la realidad. Si la retórica moralista e irreflexiva de Biden enajenó a Arabia Saudita, sus intentos de reprimir a Irán se encontraron con la obstinada resistencia de Teherán. Y, en el análisis final, Biden literalmente llevó tanto a Riad como a Teherán a buscar fuerzas compensatorias que los ayudaran a hacer retroceder su   actitud opresiva y autoritaria.

La humillante exclusión de Estados Unidos del centro de la escena política de Asia Occidental constituye un “momento Suez” para la superpotencia, comparable a la crisis que vivió el Reino Unido en 1956, que obligó a los británicos a sentir que su proyecto imperial había llegado a un callejón sin salida y la antigua forma de hacer las cosas —poner a las naciones más débiles en línea como obligaciones ostensibles del liderazgo global— ya no iba a funcionar y solo conduciría a un ajuste de cuentas desastroso. 

La parte asombrosa aquí es el puro poder mental y los recursos intelectuales y el «poder blando» que China ha puesto en juego para burlar a los EE. UU. Estados Unidos tiene al menos 30 bases militares en Asia occidental, cinco solo en Arabia Saudita, pero ha perdido el manto del liderazgo. Ahora que lo pienso, Arabia Saudita, Irán y China hicieron su anuncio histórico el mismo día en que Xi Jinping fue elegido para un tercer mandato como presidente. 

Lo que estamos viendo es una nueva China bajo el liderazgo de Xi Jinping trotando sobre la loma alta. Sin embargo, está adoptando una postura modesta que no reclama laureles para sí mismo. No hay señales del ‘síndrome del Reino Medio’, contra el cual habían advertido los propagandistas estadounidenses. 

Por el contrario, para la audiencia mundial, especialmente países como India o Vietnam, Turquía, Brasil o Sudáfrica, China ha presentado un ejemplo saludable de cómo un mundo multipolar democratizado puede funcionar en el futuro: cómo es posible anclar la diplomacia de las grandes potencias en políticas, comercio e interdependencia consensuales y conciliatorios y promover un resultado en el que todos salgan ganando. 

Implícito en esto hay otro gran mensaje: China como factor de equilibrio y estabilidad global. No son solo Asia-Pacífico y Asia Occidental quienes están observando. La audiencia también incluye África y América Latina; de hecho, todo el mundo no occidental que forma la gran mayoría de la comunidad mundial conocida como el Sur Global. 

Lo que la pandemia y la crisis de Ucrania han sacado a la superficie es la realidad geopolítica latente acumulada a lo largo de décadas de que el Sur Global rechaza las políticas de neomercantalismo seguidas por Occidente disfrazadas de ‘internacionalismo liberal’. 

Occidente persigue un orden internacional jerárquico. Nada menos que el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, soltó esto recientemente en un momento de descuido con un toque de tono racista cuando dijo desde una plataforma pública que «Europa es un jardín». El resto del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín.

Mañana, China también podría estar desafiando la hegemonía estadounidense sobre el hemisferio occidental. El reciente documento del Ministerio de Relaciones Exteriores de China titulado ‘ La hegemonía estadounidense y sus peligros ‘ nos dice que Beijing ya no estará a la defensiva. 

Mientras tanto, se está produciendo un realineamiento de fuerzas en el escenario mundial con China y Rusia de un lado y Estados Unidos del otro. ¿No transmite un gran mensaje que en la víspera del histórico anuncio en Beijing el viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, el Príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, aterrizó repentinamente en Moscú en una «visita de trabajo» y se reunió con Asuntos Exteriores? Ministro Sergey Lavrov, que estaba visiblemente encantado? ( aquí ,  aquí  y   aquí  ) 

Por supuesto, nunca sabremos qué papel habría jugado Moscú entre bastidores en coordinación con Beijing para construir puentes entre Riad y Teherán. Todo lo que sabemos es que Rusia y China coordinan activamente sus movimientos de política exterior. Curiosamente, el 6 de marzo, el presidente Putin mantuvo una  conversación telefónica con el presidente de Irán, Ebrahim Raisi.  

Audacia de la esperanza 

Sin duda, la geopolítica de Asia occidental nunca volverá a ser la misma. Siendo realistas, ha aparecido el primer gorrión de la primavera pero el hielo se derritió a sólo tres o cuatro varas de la orilla. No obstante, los rayos del sol dan esperanza, señalando días más cálidos por venir. 

Es concebible que Riad no acepte más los complots diabólicos tramados en Washington y Tel Aviv para crear una alianza contra Irán en el oeste de Asia. Tampoco está en el ámbito de la posibilidad de que Arabia Saudita sea parte de cualquier ataque estadounidense-israelí contra Irán. 

Esto aísla gravemente a Israel en la región y deja a Estados Unidos sin dientes. En términos sustantivos, dispersa los febriles esfuerzos de la administración Biden últimamente para engatusar a Riad para que se una a los Acuerdos de Abraham. 

Sin embargo, de manera significativa, un comentario en Global Times señaló con cierta audacia que el acuerdo entre Arabia Saudita e Irán “estableció un ejemplo positivo para otros temas candentes regionales, como la relajación y la solución del conflicto israelí-palestino. Y en el futuro, China podría desempeñar un papel importante en la construcción de un puente para que los países resuelvan problemas espinosos de larga data en el Medio Oriente, tal como lo hizo esta vez”. 

De hecho, el comunicado conjunto emitido en Beijing dice: “Los tres países [Arabia Saudita, Irán y China] expresaron su entusiasmo por realizar todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regionales e internacionales”. ¿Puede China sacar un conejo del sombrero? El tiempo dirá.

Sin embargo, por el momento, el acercamiento saudí-iraní ciertamente tendrá consecuencias positivas en los esfuerzos hacia un acuerdo negociado en Yemen y Siria, así como en la situación política en el Líbano.

El comunicado conjunto enfatiza que Arabia Saudita e Irán tienen la intención de revivir el Acuerdo General de Cooperación en los Campos de Economía, Comercio, Inversiones, Tecnología, Ciencia, Cultura, Deportes y Juventud de 1998. En general, la estrategia de máxima presión de la administración Biden hacia Irán se ha derrumbado y las sanciones de Occidente contra Irán se están volviendo ineficaces. Las opciones políticas de Estados Unidos sobre Irán se han reducido. Irán gana profundidad estratégica para negociar con EE.UU. 

La vanguardia de las sanciones estadounidenses radica en las restricciones sobre el comercio de petróleo de Irán y el acceso a los bancos occidentales. Es completamente concebible que una reacción violenta esté a punto de comenzar cuando Rusia, Irán y Arabia Saudita, tres de los principales países productores de petróleo y gas, comiencen a acelerar su búsqueda de mecanismos de pago sin pasar por el dólar estadounidense. 

China ya está discutiendo tal acuerdo con Arabia Saudita e Irán. Las transacciones comerciales y económicas entre China y Rusia intentan evitar el dólar estadounidense para los pagos. Es bien entendido que cualquier erosión significativa en el estatus del dólar como ‘moneda mundial’ no sólo significará la perdición de la economía estadounidense sino que paralizará la capacidad de EE.UU. para librar ‘guerras eternas’ en el exterior e imponer su hegemonía global. 

La conclusión es que la reconciliación entre Arabia Saudita e Irán también es un precursor de su inducción como miembros BRICS   en un futuro cercano. Sin duda, ya existe un entendimiento ruso-chino sobre este punto. La membresía BRICS de Arabia Saudita e Irán restablecerá radicalmente la dinámica de poder en el sistema internacional.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de DG.

Fuente: https://www.indianpunchline.com/china-steps-up-a-new-era-has-dawned-in-world-politics/ 

Las “dos sesiones” que se han celebrado en Pekín esta semana confirman la insalvable fractura del sistema mundial y el temor que inspira la agresividad estadounidense. 

Por Eduardo VIOR que autoriza su publicación en DG. original en TELAM

El viernes (10/3/2023)  por la mañana Xi Jinping fue electo unánimemente como presidente de la República Popular de China y de la Comisión Militar Central. La elección tuvo lugar durante la sesión anual del 14º Congreso Nacional del Pueblo (CNP), que se desarrolló durante la semana. A su vez, Han Zheng, representante del Grupo de Shanghai, fue electo vicepresidente. 

Paralelamente ha sesionado la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo organismo asesor del país. Ambas reuniones constituyen lo que en la República Popular se conoce como “las dos sesiones”, que siempre se realizan a esta altura del año, para evaluar la marcha del gobierno, adoptar decisiones y planificar el desarrollo en los siguientes doce meses. Este año, sin embargo, por el creciente peso de China en el orden mundial y por los nubarrones que oscurecen el horizonte internacional, la reunión legislativa y la consultiva han adquirido una importancia especial para el futuro de la humanidad. China se siente seriamente amenazada y está preparando su defensa. 

Gracias a la reforma de la Constitución en 2017, Xi fue electo ahora para un tercer período de cinco años. Es la primera vez desde la muerte en 1976 de Mao Zedong (el fundador de la República Popular en 1949) que un dirigente del Partido Comunista (PCCh) puede ejercer por tanto tiempo la jefatura del Estado. Dadas las protestas que se produjeron el año pasado contra los cierres de actividad durante el último pico de la pandemia de coronavirus, los medios occidentales dudaban de que el presidente fuera reelecto. Sin embargo, mostrándose como un gran conductor, cedió a los reclamos populares, controló la posterior difusión de la pandemia, dejó que la actividad económica recobrara ímpetu y alcanzó ahora la unidad con el grupo neoliberal de Shanghai. China anuncia así una tasa de crecimiento del 5 por ciento para 2023 y Xi salió fortalecido como líder de una unidad patriótica hasta hace poco inconcebible. Para demostrarlo, el miércoles se mostró con los delegados militares a la Asamblea. 

Al dirigirse a diputados del ejército y la policía en la sesión legislativa, el presidente chino insistió este miércoles 8 en la necesidad de integrar mejor las estrategias nacionales. El jefe del Estado, ratificado este viernes también como jefe del Ejército Popular de Liberación (EPL), exhortó a impulsar la innovación científica y tecnológica, para alcanzar rápidamente la autosuficiencia del país. Debe reforzarse, dijo, la resiliencia de las cadenas industriales y de suministro. Asimismo, el mandatario instó a coordinar la construcción de grandes infraestructuras, a acelerar la creación de reservas nacionales y a ponerlas al servicio de la seguridad nacional. Mostrándose como parte de la poderosa delegación militar a la reunión legislativa y exhortando a aumentar la autosuficiencia, el jefe del Estado chino advirtió a la nación y al mundo que su país se está preparando aceleradamente para afrontar una grave agresión externa. 

En esta doble sesión del CNP y de la CCPPCh, una institución donde trabajan otros partidos aliados y personalidades que asesoran en las leyes, proponen y pueden sugerir cambios al gobierno, se decidió que el presupuesto de defensa, el segundo más grande del mundo detrás del norteamericano, aumentará a unos 225.000 millones de dólares (7,2% respecto del año anterior). Tal como afirmó el saliente primer ministro Li Keqiang, este aumento se sostiene por el crecimiento de la economía, que experimenta una recuperación sólida después de tres años de ralentización por la pandemia. 

Luego de dejar atrás las restricciones por el Covid, la economía china está mostrando señales de un rebote más fuerte de lo esperado. Muestra de que el repunte es generalizado es que los diez mayores valores del país que cotizan en EE.UU. subieron el miércoles, aumentando colectivamente su valor de mercado en más de 25.000 millones de dólares. El repunte de China también está impulsando la industria manufacturera en Tailandia, Vietnam y Taiwán. 

Lo interesante de este crecimiento es que al mismo tiempo las economías occidentales entran en estancamiento o incluso en recesión. Mientras que se espera que Estados Unidos crezca este año sólo un 0,1%, Europa lo hará en 0,7%. El hecho de que China espere un crecimiento robusto implica que las economías occidentales y la china se están desacoplando. Gracias a las medidas proteccionistas antichinas que EE.UU. viene adoptando consecuentemente desde 2018, podríamos estar entrando en una gran divergencia entre dos de las mayores economías del mundo. Si Occidente experimenta cinco años de crecimiento lento -lo que es perfectamente posible-, mientras que la economía china sigue creciendo al ritmo previsto, antes de 2030 China se convertirá en primera economía mundial. 

Durante la sesión legislativa plenaria también habló el canciller entrante, Qin Gang, quien advirtió que las acciones de EE.UU. están llevando hacia un enfrentamiento entre ambas potencias. El ministro especificó que están en juego los intereses fundamentales de los dos pueblos que abarcan comercio, tecnología, los derechos humanos, Taiwán y la guerra en Ucrania. Si Washington no cambia de rumbo, dijo, “habrá conflicto y confrontación”. 

Al divergir los ciclos de las dos mayores potencias, crece en EE.UU. el recelo hacia China: si vuelven a abrir las fronteras, temen, los productos chinos los inundarán y las empresas asiáticas controlarán la economía norteamericana. Si se cierran como ahora, en cambio, la República Popular continuará expandiéndose en Eurasia, África y América Latina, desplazando a las inversiones estadounidenses. Incapaz de sentarse a dialogar con Pekín y de impulsar un ciclo de innovación que le permita competir exitosamente, la elite norteamericana reacciona amenazadora. Incluso voces en Washington aconsejan atacar a China ahora, cuando todavía hay una cierta paridad de fuerzas. La combinación entre la creciente divergencia económica y la paranoia norteamericana hacen tener lo peor. Se entiende que China quiera protegerse y opte por el autosostenimiento, pero a los demás ¿quién nos protege? 

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de DG.

Fuente TELAM https://www.telam.com.ar/notas/202303/622170-china-eeuu.html