El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma haciendo hincapié en el momento histórico trascendental que nos toca vivir ante LA GUERRA HÍBRIDA TOTAL, lanzada por EEUU y sus aliados de la Anglo Esfera, para tratar de frenar el irremediable ascenso del nuevo mundo multipolar, con la maquinaria bélica de la OTAN y el largo brazo de las ONG, junto a su impresionante poder mediático de desinformación, que no solo implica el conflicto de Ucrania, sino los de Taiwán y el de Azerbaiyán con Armenia, exacerbados por las provocaciones de la congresista Pelosi y el latente entre las Repúblicas de Kirguistán y de Tayikistán.
Y además incluye en ese contexto internacional a las tensiones en el Atlántico Sur, acentuadas al salir a la luz, tras un hackeo, de miles de informes sobre la estrategia del ejército chileno para frenar el re despliegue militar argentino en la Patagonia. Un hecho que se agrava por la influencia de Inglaterra sobre el ejército trasandino, con su comprobada e histórica ayuda de Chile al RU durante la guerra de Las Malvinas y ante la posibilidad de que el archipiélago se convierta en un refugio de la OTAN. También ha caldeado el ambiente las declaraciones de la jefa del comando Sur, la general Richardson, en las que prácticamente se arroga la autoridad de EEUU para ser el custodio de las riquezas de Sudamérica
Luego analiza la reunión anual de la ONU con Biden presentando su “excepcionalismo anglosajón” al señalar quiénes son los buenos y los malos del mundo y demostrando que la Anglo Esfera solo dispone de la herramienta de la guerra. También aporta información concreta con datos precisos sobre la movilización de los 300.000 reservistas en Rusia, que apenas significa el 1,2% de sus 25 millones de reservistas que tiene. Dando por tierra la atosigante campaña mediática de Occidente sobre ridículas y falsas leyendas, tales como cacerías de jóvenes en las puertas del subte de Moscú.
Y siguiendo con el gigantesco aparato publicitario de Occidente, nos habla de la manipulación de los disturbios en Irán y de cómo esconde el fervoroso apoyo popular al gobierno, tras el acoso oportunista de la prensa del sistema por la desgraciada muerte por infarto de una joven iraní.
Y finalizando la columna, aborda el agravamiento de la crisis financiera de Occidente, también la guerra entre sus bancos centrales con el aumento de los tipos de interés que no frenan la inflación, la recesión que puede ser una cuestión de años, la caída del euro y del yen japonés, etc., todo en un horizonte donde las potencias del G7 y el resto de países subordinados, se enfrentan al derrumbe de su economía y a un escenario dramático, conflictivo y explosivo.
Y así, Pereyra Mele se despide esperando que las mediocres dirigencias occidentales asimilen esta realidad incontestable y que no busquen en la violencia y en la guerra, la solución a unos problemas que son propios de su sistema y que se arrastran desde hace décadas. Y que hoy se les manifiesta con una crisis absoluta y terminal. Aspira a que tomen conciencia y que no operen en el escenario de conflictos bélicos, porque hoy en día, los equipamientos militares y armamentos de última generación, ponen en riesgo la subsistencia de la especie humana.
Eduardo Bonugli (Madrid, 25/09/22)
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