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LA SEGREGACIÓN INTERNA Y EL AISLACIONISMO EXTERNO QUE AMENAZAN ARGENTINA son los preocupantes temas que trata en su columna del Club de la Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en medio de la guerra híbrida global fragmentada de EEUU y sus socios, contra Asia, que afecta de pleno a nuestros territorios tan llenos de riquezas. Con un Occidente decadente y deambulando sin rumbo, sin doctrina y sin respuestas a semejante desafío. Con el único argumento belicista de “invertir” en la industria armamentística pero con menos poder real, político, militar, industrial, tecnológico o científico. Y con Argentina sufriendo una espantosa crisis económica y social por el gobierno de Milei, que está transformando al país en una entelequia geopolítica, o lo que es peor, en una nada misma.

Y también denuncia y analiza la reimplantación, a manos de anglosajones y europeos, de un viejo complot imperial instigando al secesionismo interno de Argentina en tres o cuatro regiones “independientes” que les permita garantizarse el control de las mismas, destruyendo la fuerza del estado y las estructuras provinciales y para anular su función de organizador social, político, estratégico y geopolítico. Y para asegurarse con la división del país, la fácil enajenación y expolio de los recursos naturales. Un proceso de destrucción nacional gestado en el intento del presidente libertario de acumular autoritariamente la suma de los poderes del estado, en lo que estarían colaborando los actuales gobernadores afines a este ejecutivo extremista.

AUDIO

También aborda las graves consecuencias del AISLAMIENTO INTERNACIONAL DE ARGENTINA en el proceso de cambio global y analiza los puntos claves donde Milei comete errores importantes en el manejo de las relaciones internacionales:

  • Romper relaciones comerciales con China y Brasil, los dos principales socios comerciales de Argentina en el mundo.
  • Abandonar los BRICS+ siendo un socio preferente de la mayor organización comercial del nuevo mundo en alza, para ubicarse en la lastimosa “cola de ratón” del mundo occidental en decadencia.
  • Posicionarse incondicionalmente con Israel y Netanyahu, haciendo a Argentina cómplice indirecto del genocidio palestino en contra de la mayoría de los estados del mundo.
  • Declararse admirador de un “perdedor” como Zelensky, meter al país en guerra y en el bando perdedor, a la vez que se enfrenta sin beneficio al bloque asiático.
  • Provocar conflictos con Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela.
  • Rogar ayuda de Biden para créditos del FMI y viajar a EEUU a dar el apoyo a su enemigo Trump.
  • Permitir, en concordancia con Washington, la ocupación territorial por Inglaterra del Mar Argentino sobre el Atlántico Sur, para su usufructo de las reservas pesqueras, petroleras y de cualquier otra riqueza.

Finalmente, Pereyra Mele concluye con que es tiempo de que “los argentinos vayan a por las cosas”, sino la segregación, el secesionismo y la disolución serán un escenario probable.

Eduardo Bonugli (Madrid, (17/03/24)

LA POLITICA EXTERIOR DE MILEI

Milei retuiteó una publicación que habla de «la dictadura de Lula» y hay presión para que Brasil llame a consulta al embajador

https://www.lapoliticaonline.com/internacionales/milei-retuiteo-una-publicaron-que-habla-de-la-dictadura-de-lula-en-brasil/

Con la ruptura con China y Brasil que propone Milei, Argentina perdería u$s 22.000 millones

https://lmdiario.com.ar/contenido/431365/con-la-ruptura-con-china-y-brasil-que-propone-milei-argentina-perderia-us-22000-

La Cancillería busca contener el malestar de la Casa Blanca tras los gestos de Javier Milei a Donald Trump

https://tn.com.ar/politica/2024/03/14/la-cancilleria-busca-contener-el-malestar-de-la-casa-blanca-tras-los-gestos-de-javier-milei-a-donald-trump/

Milei llama “comunista asesino” a Petro y Colombia llama a consultas a su embajador en Argentina

https://elpais.com/america-colombia/2024-01-26/milei-llama-comunista-asesino-a-petro-y-colombia-llama-a-consultas-a-su-embajador-en-argentina.html

La fuerte crítica de Nicolás Maduro a Javier Milei: “Eres un error fatal en la Argentina”

https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/la-fuerte-critica-de-nicolas-maduro-a-javier-milei-eres-un-error-fatal-en-la-argentina-nid16012024/

Venezuela prohíbe a los aviones argentinos sobrevolar su espacio aéreo

https://www.bbc.com/mundo/articles/cv2yvrvwj11o

AUDIO DE LA COLUMNA SEMANAL DE POLÍTICA INTERNACIONAL DE LOS DÍAS VIERNES EN RADIO BELGRANO AM650 DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES DEL DIRECTOR DE DOSSIER GEOPOLITICO PROF. LIC. CARLOS PEREYRA MELE

https://ar.radiocut.fm/radiostation/belgrano650/listen/2024/03/15/08/22/00/

Por: Dr. Jorge Rachid que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Quizás el título le resulte extraño a quienes no visualizan la política internacional en forma periódica, pero la confrontación del Mundo Multipolar (BRICS, OCS, Liga Árabe, Unión Africana, CELAC) bajo amenaza del Mundo Unipolar (EEUU, Israel, Inglaterra, Unión Europea, OTAN) se despliega a nivel Global. En algunas latitudes a través de cruentas guerras, en otras con sanciones económicas masivas, puntualmente en América Latina y no es casualidad, ya que el Mundo Unipolar la considera territorio propio desde hace 500 años, lo hace a través de Bloqueos a países hermanos y desestabilizaciones a las democracias que hayan elegido Gobiernos populares, que son las que intentan colocar límites al Mercado como ordenador social de los Pueblos.

Esa es una razón por la cual los Medios Hegemónicos, a nivel nacional e internacional,  no profundizan la información internacional, es más la ocultan, la manipulan o tergiversan, porque de hacerlo el Pueblo se enteraría de quienes son los protagonistas de la película que estamos viviendo en la Argentina con Milei, cuáles son sus conexiones internacionales, a qué intereses financieros responden y con quienes pactaron la entrega de la Soberanía Nacional en recursos naturales, lo cual incluye al deterioro de la calidad de vida de los argentinos, con destrucción de empleo e industria, sumado a la pérdida de los avances científicos tecnológicos, que nuestro país lidera a nivel Latinoamericano.

Pocos argentinos responderán conocer a Richarson generala de la lV Flota de EEUU, menos aún sabrán que la base ofensiva de Inglaterra en Malvinas, que tiene más militares que kelpers, trabaja en conjunto el Plan colonizador, siendo ambas parte de un Plan Estratégico sobre nuestro país, en su partición de la zona Austral. La ofensiva Atlántica, así se llama la coalición Unipolar que incluye a Israel y la Unión Europea, intenta frenar la expansión del Multipolarismo, que ya ha volcado el mapa comercial y político mundial hacia el Oriente. 

Las amenazas, las extorsiones, las deudas, el cierre de Mercados, la prohibición de nuevas tecnologías, el cierre de la investigación aplicada, la destrucción de la industria, el sometimiento a un comercio chico Occidental de 1.800 millones de habitantes del planeta, dándole la espalda al BRICS, la OCS, el Banco Asiático de Infraestructura e Inversión, al Banco del BRICS, a la Ruta de la Seda y la Ruta del Ártico, explican parte de esa lucha que abandona 6.400 millones de personas de un mundo, que nuevamente intentan clausurar, borrar de la información como hasta el año1970, pese a la proclama del libre comercio.

Volvamos a la información, hasta el año 1970 China no existía para el Mundo Occidental, no formaba parte de Naciones Unidas y sólo era reconocida Taiwan, por decisión de EEUU que castigaba así la Revolución Maoísta de 1949 triunfante en la Larga Marcha de 20 años en contra del colonialismo, inglés y la ocupación japonesa. Los aliados de Mao occidentalizados huyeron a Taiwan, que hoy EEUU/UE quieren reflotar en la confrontación, para poner límites a la expansión China, que ya recuperó sin sangre, con políticas a largo plazo, Macao, Shangai y Hong Kong, con el lema “un país dos sistemas”.

Vemos entonces como las piezas del tablero mundial se mueven: hasta hace poco Arabia Saudita era parte de la coalición EEUU/Israel, de hecho bombardeaba Yemen desde hacía 5 años por orden de EEUU, pero ahora ha sellado una alianza con Irán bajo el auspicio Chino, con lo cual el Estrecho de Ormuz queda bajo influencia oriental, por donde transcurren el gas y el petróleo mundial. Por esa razón EEUU declara terroristas a los Hutíes yemenitas que lo controlan. Esa acción, la alianza propiciada por China, permitió que Siria retornase a la Liga Árabe y que el BRICS se abriera a 11 países, entre ellos Argentina, que Milei decidió cancelar en acuerdo con las directivas emanadas a su Presidencia desde EEUU/Israel.

La iniciativa, si se puede llamar así, de Milei de trasladar la Embajada Argentina a Jerusalém e invitar a Selenski a su asunción, pone al país en un estado involucrado en guerras, que si bien en su fase bélica se desarrolla en otros territorios, va tomando volumen en las decisiones políticas internas, volcadas a fijar el colonialismo que va adoptando el Gobierno. El Genocidio israelí en Gaza y no frenar la confrontación en Ucrania, forma parte de un involucramiento innecesario, sólo explicable por la sumisión a los dictados de EEUU e Israel únicos aliados de Milei, que propician ambas confrontaciones en función de que la producción de armas, constituye hoy parte importante de sus PBI.

No se lee en los Medios Hegemónicos, que la OTAN declaró enemigos en su última reunión, a China y Rusia, que además aumentó los presupuestos en armamentos de los países miembros, comunicó a las empresas líderes europeas, en especial automotrices, matricerías, industria pesada y textiles, que adopten las medidas necesarias para su fabricación a escala, en caso de desatarse una guerra global prevista. Es la verdadera razón de la prolongación de las guerras actuales.

Al mismo tiempo se produce el desembarco de nuevas Bases Militares de EEUU en Europa y 17 de las mismas en Suecia, nueva socia de la OTAN, con la característica que ese país es limítrofe con Rusia. Sería similar a que Rusia coloque Bases Militares en México, Cuba, Nicaragua, Venezuela lo que anticiparía una guerra militar, ya que la guerra comercial, de recursos, diplomática, geopolítica está en pleno desarrollo desde hace años, como lo define Francisco, el Papa argentino que reza por la paz mundial.

Es cuando la definición Unipolar de debilitar la Argentina aparece en varias hipótesis con escenarios diferentes: fragmentación geográfica y política, control económico y estatal, partición parcial Patagónica, apropiación de Vaca Muerta y el Litio, compra compulsiva de territorio argentino con Glaciares, expansión OTAN a Mar territorial, Antártida y control de Pasos Bioceánicos. 

Ese diseño es funcional a la necesidad de impedir la reconstrucción del UNASUR y del desarrollo regional conjunto de Latinoamérica, al mismo tiempo del ataque sistemático de Guerra de lV generación psicológica, a los procesos populistas de la región, manteniendo el Bloqueo a países “hostiles”, según la propia definición del Departamento de Estado de EEUU y las FFAA especiales, desplegadas en las 70 bases militares en la región.

Por lo cual Milei es sólo la punta de un iceberg, que esconde una estrategia de dominación colonial con apropiación de recursos naturales estratégicos en la región y una avanzada de guerra en otras latitudes. Como esto está pasando en el Mundo, que ha cambiado hacia el Oriente, el diseño pos ll Guerra Mundial que forjó Naciones Unidas tal cual la conocemos, ha perdido su rol de equilibrar los conflictos y evitar nuevas masacres como en ambas guerras mundiales, al ser desbordada por la nueva situación geopolítica. 

Tanto el Plenario de la UN, como el Consejo de Seguridad, con los vetos de países en conflicto entre ellos, han desvirtuado su funcionamiento siendo sólo una pantalla sin capacidad de decisión. Lo mismo sucede con sus dispositivos que con los años en vez de armonizar, se dedicaron a extorsionar, endeudar, controlar a los países llamados emergentes o periféricos a través del FMI , BM, OCDE, OMS Tribunales de Justicia de La Haya, ya caducos en su accionar.

Entonces la Guerra Mundial no es algo lejano a la Argentina de hoy, es más somos actores de la misma como un  experimento anarco libertario, así llamado como eufemismo de nuevas formas de autocracias dictatoriales, a los fines de controlar los procesos políticos no alineados con el mundo Unipolar. Esa situación es delicada y no expresada al conjunto del pueblo argentino, que cualquier mañana posible puede encontrarse en un proceso de guerra mundial que afectará al país en muchos aspectos. 

Quizás el más preocupante sea la dependencia de medicamentos esenciales o materias primas, además de insumos importados, rubro en el cual poseíamos soberanía sanitaria hasta los años 70, que perdimos por la lógica neoliberal de importar por costos (Escuela de Chicago Milton Friedman), como sucede en la actualidad Milei. Estar involucrados siendo parte de la guerra, impide el despliegue como proveedores neutrales en cualquier conflicto, dañando la capacidad industrial argentina, en especial alimentos, que permitió en la época de Perón acumular ventajas comparativas, que dieron lugar a un proceso de sustitución de importaciones y de Justicia Social.

Una guerra lejana es un drama en el cual podemos colaborar y crecer desde la solidaridad y luchando por la paz, una guerra cercana sólo promete dolor social y muertes argentinas. Ese el  Mundo Milei, que es un proyecto que implica un proceso de desguace nacional de consecuencias impredecibles, a menos que tomemos el caminos de un diseño estratégico de Patria, ya definido en términos conceptuales y doctrinarios de la Comunidad Organizada, con Justicia Social y Soberanía política, en términos de Patria Matria Grande, por la que lucharon nuestros Padres Fundadores: San Martín, Bolívar y Artigas.

JORGE RACHID CABA, 14 de marzo de 2024

BIBLIOTECA

Boron Atilio,Sader Emir, Claudio Merino: Hacia la Tercera Guerra Mundial? Ed El Viejo Topo

Walter Formento, Wim Dierckxsens: Geopolítica de la crisis económica mundial Ed. Fabbro

Gabriel Fernández: Fuentes Seguras Ed. Fabbro

Javier Milei en contra de la soberanía económica

Por Bruno Susani * el autor autoriza su difusion en Dossier Geopolitico

Frente a la ficción de la teoría ortodoxa, los presupuestos de los Estados de las economías de las potencias mundiales incluyen gastos en políticas industriales

La soberanía económica uno de pilares principales de la soberanía polítical, lo que explica la razón que haya tomado tal relevancia en la agenda de las principales potencias del mundo. Los generales Mosconi y Savio, entre otros, comprendieron que era necesario disponer de combustibles y acero e industrias para garantizar su aprovisionamiento de la defensa de la soberanía. La configuración de YPF elegida por Mosconi y aceptada por Yrigoyen es de una gran lucidez, ya que implica una integración vertical de la producción al consumo pasando por la destilación y la venta todo esto bajo control del Estado. Es una estructura codiciada y ejemplar casi única en el mundo. Por eso, la renacionalización de YPF realizada por la presidenta Cristina Kirchner era una necesidad económica para monitorear la provisión y el precio de combustibles para consolidar la soberanía política. Las ofensivas judiciales contra esta decisión solo son tentativas tendientes a limitar la soberanía nacional.

Perón había ido más allá en la concepción de la soberanía económica ya que la independencia económica, uno de los tres principios del movimiento justicialista, implica proteger el país de todo condicionamiento económico externo, en particular del chantaje político de los acreedores de la deuda externa. La decisión de Néstor Kirchner de saldar la deuda con el FMI fue el mayor acto de defensa de la soberanía nacional desde el desendeudamiento del país anunciado el 9 de julio de 1947 en Tucumán por Perón. Recordemos que el año 1948 fue el primero desde 1822, que la Argentina no tenía deuda externa.

La soberanía económica, que había sido relegada en los países del centro capitalista a una idea pasada de moda con la mundialización de los ’90 dirigida por el capital financiero, aparece hoy como una bandera política y económica esencial. Los países que pueden enarbolarla son respetados en el mundo.

Se sostuvo en los años de la globalización que el comercio internacional libre y sin condicionamientos hacía que la guerra, por sus costos, no fuera negocio, pero se olvidaba que el comercio internacional de libre competencia no existe y que la regla general son las subvenciones para exportar y las barreras aduaneras para protegerse. Se argumentó así mismo que racionalmente se podía llegar al mismo resultado vale decir engrandecer a los países en la esfera internacional con el comercio y se creó a estos efectos la Organización Mundial del Comercio (OMC) que terminó, dada las necesidades de las potencias económicas, relegada a una estructura burocrática sin contenido ni función por aquellos mismos que la habían creado.

La razón del fracaso de la OMC fue que el comercio internacional no tiene nada que ver con la descripción del intercambio internacional de bienes que describe la teoría ortodoxa ya que implica respetar las reglas del juego pero en la realidad ningún país respeta. Ningún gobierno de ningún país está dispuesto a resignar el bienestar de sus habitantes en arras del respeto de normas etéreas de las reglas del juego. Esto explica la razón por la cual suprimir o disminuir los aranceles e interdicciones a las importaciones sin contrapartidas como hizo Macri y hace Milei es una necedad que no favorece a los consumidores sino que solo perjudica al país.

La Gran Recesión, la crisis financiera y económica del 2008 puso en evidencia el carácter indigente de la propuesta de la mundialización y hoy la soberanía económica es un dato duro fuera de debate y la discusión gira alrededor de cual es la mejor configuración económica para alcanzarla. Las nuevas problemáticas económicas son que el Estado debe gastar más para financiar las inversiones costosas pero necesarias como la Inflation Reduction Act (IRA) de los Estados Unidos para la transición hacia energías neutras en carbono o el programa Chips Act de la Unión Europea para los microprocesadores. Pero, a la vez, se busca eludir una dependencia demasiado significativa de los mercados financieros provocada por la deuda pública que condiciona a los gobiernos esto no solo en los centros capitalistas sino también en China.

Como una suerte de revancha de la realidad económica frente a la ficción de la teoría ortodoxa los presupuestos de los Estados de las economías de las potencias mundiales incluyen, nuevamente, gastos en políticas industriales término considerado como una blasfemia hasta hace apenas una década. Se sostenía que el “mercado” y el comercio eran capaces de resolver los conflictos. La revitalización de las políticas industriales y en ciertos casos la planificación explicita o implícita significa que la soberanía económica es una problemática global donde se entrecruzan la matriz económica, el comercio exterior y el lugar que cada país quiere ocupar en el conjunto de las naciones.

La consolidación de la soberanía económica implica la necesidad de disponer de insumos básicos y de tecnologías avanzadas que son a la vez estratégicos y que permitan de modular la dependencia del comercio exterior. Esto es así porque ningún país puede pretender seriamente a la autarquía económica que no solamente es costosa pero también difícilmente alcanzable.

El comercio exterior aparece así en su complejidad ya que debe proveer los insumos necesarios para viabilizar las industrias y servicios estratégicos a través de las importaciones y a la vez hacer de tal suerte que por un lado haya una diversificación de las exportaciones y por el otro facilitar el crecimiento económico. Keynes en su artículo “La autosuficiencia Nacional” sostuvo que “todo me lleva a pensar que una mayor autosuficiencia nacional y una porosidad menos fuerte de nuestra economía podrían ser útiles al objetivo de crecimiento más que entorpecerlo”.

Esto se puede ilustrar analizando la estrategia de autosuficiencia energética de Estados Unidos que en los 90 eran los principales importadores de petróleo del mundo y lograron, en menos de dos décadas, volver a ser autosuficientes y exportadores. Pero esto tuvo sus costos ya que impidieron a partir de 1976 a sus empresas de exportar petróleo ( la prohibición solo fue levantada en el 2008) sino que además planificaron la sustitución de la importaciones de petróleo a través de la técnica del fracking y hoy son exportadores netos.

Las orientaciones de Milei de vender empresas de tecnología avanzada como Arsat Nucleoeléctrica etc; o de destruir los equipos de investigación en ciencias pura o aplicada va en sentido contrario a las orientaciones más avanzadas en materia de desarrollo económico que son la base de la soberanía económica.

La noción de soberanía económica supone imponer el debate sobre las políticas y el crecimiento económico ya que ciertos intereses buscaron, deliberadamente, de confundir la soberanía con el proteccionismo o la autarquía. Una fundación muy conocida que impulsa el librecambio como política nacional afirmaba que “mientras los argentinos substituían las importaciones los compradores de productos agrícolas substituían nuestras exportaciones” lo cual cercenaba las posibilidad de acceder a esos mercados. Pero suponer que no substituir las importaciones tendrá como correlato la apertura económica o impedir que esos países desarrollen su agricultura es un desafío a la inteligencia.

Ese juego de palabras que recuerda el discurso de Milei en Davos, que pretendió que la Argentina era la mayor potencia mundial en 1910, es por un lado una manera indirecta de perpetuar la situación económica del país en la dependencia tecnológica y económica en la cual lo han querido mantener los gobiernos dictatoriales o sometidos al capital extranjero y por el otro engañar a los argentinos.

* Doctor en Ciencias Económicas de l’ Université de París. Autor de “La economía oligárquica de Macri”, Ediciones CICCUS Buenos Aires 2019. bruno.susani@wanadoo.fr

Fuente Pagina12

Escrito por: Sebastián Schulz

Fuerzas de Occidente que generan en el Sur Global personajes radicalizados. 

El discurso del presidente argentino Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos dejó mucha tela para cortar, al tiempo que expuso un estado de situación estructural de la puja geopolítica contemporánea. “Occidente está en peligro”, dijo Milei, “porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo”.

Luego de su alocución en Davos, Milei viajó al Estado de Israel para manifestar su apoyo incondicional al genocidio impulsado por Benjamín Netanyahu, se reunió después con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni y se mostró más tarde junto a Donald Trump, en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Washington. En la capital norteamericana, Milei dijo que “el postmarxismo frente a su derrota en lo económico trasladó sus batallas de lucha de clases a otros aspectos de la vida, por ejemplo, el ecologismo”. En dicha cumbre, a la que viajó junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, compartió platea con otros presidentes y políticos afines, como el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, y el líder de Vox, Santiago Abascal. La CPAC es una gran cumbre política organizada por la Unión Conservadora Estadounidense, y el lema escogido para este año fue «Where globalism goes to die«, en castellano, “donde el globalismo va a morir”.

A pesar de la dudosa capacidad de raciocinio del presidente argentino, nada de esta agenda ni de estas afirmaciones fueron improvisadas, y cobran sentido si uno las ubica en el contexto de las pujas geopolíticas estructurales que atraviesa el sistema-mundo capitalista occidental en crisis sistémica, de la cual Milei es parte y expresión.

El fenómeno de la “ultraderecha”, que actualmente genera tantos repudios como legitimidad electoral en gran parte del mundo, es la manifestación de la crisis hegemónica, sistémica y civilizatoria que atraviesa el occidente atlantista. Las posturas “neofascistas” que sostienen muchos de estos personajes, como Milei, Bolsonaro, Bukele, Meloni o Trump, entre otros, son en realidad expresiones desesperadas de determinados grupos de poder por mantener en pie un determinado orden mundial, configurado luego de la Segunda Guerra Mundial, y que se encuentra en crisis estructural desde, por lo menos, la primera década del año 2000.

Nuevas dinámicas de la globalización

Es necesario interpretar la emergencia de estas “nuevas derechas” a partir de las transformaciones en la estructura económica capitalista experimentadas en la década de los 90, cuando luego de la caída de la Unión Soviética el orden internacional experimentó un momento de unipolaridad centrado en los Estados Unidos como hegemón global. Un Estados Unidos que había sido el gran vencedor de la segunda guerra mundial, al quedar prácticamente intacta su estructura económica luego del conflicto bélico, y que al expresar más del 50% del PBI global logró posicionar al dólar como moneda de referencia internacional.

Las grandes corporaciones norteamericanas (principalmente, pero no únicamente), luego de la caída del bloque soviético, salieron a la caza de mercados en todo el globo, y desarrollaron herramientas y regulaciones económicas, jurídicas y culturales para internacionalizar la producción y el intercambio de mercancías.

El proceso de globalización creó las condiciones para el surgimiento de una red de corporaciones transnacionalizadas, con estructura de negocios, capacidad financiera y conocimiento estratégico para operar en el mercado global por encima de la estructura de Estados nacionales. Como expresión de este proceso, la dinámica económica global comenzó a mudarse paulatinamente desde los países centrales hacia economías mucho más rentables y con una mano de obra más barata, las cuales fueron llamadas por los grandes Bancos occidentales como “economías emergentes”.

Estas corporaciones transnacionales se caracterizaron por pasar del modelo “producir localmente (en Estados Unidos o en algún país central) para vender globalmente” al nuevo formato “producir globalmente para vender globalmente”. En este contexto, cobró protagonismo el modelo de negocios basado en la descentralización productiva (fabricar piezas en distintas partes del mundo en función de la rentabilidad para luego encargarse del ensamblado) y la terciarización de la producción no estratégica (generalmente, se reservaba la producción vinculada a la tecnología de punta). 

La capacidad fundamental de las corporaciones, en este marco, no está dada ya necesariamente por la capacidad de producir, sino por la capacidad de financiar. De este modo, comenzaron a cobrar cada vez más relevancia los fondos financieros de inversión global (Blackrock, Vanguard, State Street Corp., Fidelity, entre otros) como los grandes agentes del nuevo capitalismo transnacionalizado. A su vez, como resultado de este proceso, los Estados Unidos dejaron de ser el centro del dinamismo económico global, y producto del proceso conocido como offshoring, los grandes grupos financieros globales comenzaron a trasladar sus negocios a otras regiones del mundo.

Por otra parte, las corporaciones económicas vinculadas con los Estados nacionales centrales de occidente (en Estados Unidos, principalmente aquellas relacionadas con el aparato industrial-militar, las corporaciones del petróleo de Texas, las grandes farmacéuticas, entre otras), continuaron defendiendo un modelo económico centrado en el Estado como soporte de la acumulación capitalista.

Continentalistas vs. globalistas

Lo anterior generó dos modelos de capitalismo enfrentados por la acumulación de la ganancia global, disputa en la cual, a partir de las presidencias de Bill Clinton en Estados Unidos y de Tony Blair en Gran Bretaña, el modelo de la transnacionalización comenzó a llevar la iniciativa estratégica, al desarrollar la capacidad de apropiarse de la mayor parte de la plusvalía mundial. La derogación de la Ley Glass-Steagall en Estados Unidos en 1999, que habilitó la fusión de la Banca Comercial y la Banca de Inversión, resultó fundamental para permitir la conformación de grandes conglomerados financieros internacionales.

Esto agudizó, asimismo, una disputa que rápidamente se volvió estructural en el siglo XXI, y en la cual salió a la luz que la geopolítica y la geoeconomía son dos caras de una misma moneda. En el Norte Global, los partidarios del avance de la transnacionalización financiera globalizada comenzaron a enfrentarse con cada vez más fuerza contra los defensores del sostenimiento del orden internacional dirigido por los Estados-naciones centrales de Occidente.

Los defensores del status quo comenzaron a pujar por mantener un orden internacional configurado en base a potencias centrales industriales y semiperiferias subdesarrolladas. Debido a los cambios en los umbrales del poder experimentados en el último siglo, estos proyectos estratégicos fueron definidos como “continentalistas”, ya que basaban su poder en el control de esferas de influencias directas en sus periferias cercanas (la “Doctrina Monroe” de “América para los americanos” expresaba esta idea, pero lo mismo podemos decir de la constitución de la Unión Europea comandada por Francia y Alemania). Los impulsores de la globalización y la transnacionalización económica mundial, en tanto, fueron catalogados como “globalistas”.

Desde fines de los años noventa, de este modo, la disputa geopolítica se estructuró en torno a la confrontación entre “globalistas” vs. “continentalistas”. 

En Estados Unidos, los continentalistas buscan generar las condiciones para recuperar la iniciativa perdida en los últimos años y reposicionar al país norteamericano como el centro del poder hegemónico global. Como lo señaló en su momento el expresidente George W. Bush, los “continentalistas” se proponen construir un “nuevo siglo americano” o, como señaló más recientemente Donald Trump, “hacer América grande de nuevo”. Para ello, deben reconstruir el debilitado aparato industrial estadounidense, retomar el control del petróleo en Medio Oriente como sostén principal del dólar, la moneda de reserva global. Los continentalistas buscan referenciar el “modo de vida americano”, y ponderar los valores estadounidenses como valores universales, reivindicando a la población “WASP” (hombres blancos, anglosajones, protestantes). Para ello, cuentan con el Pentágono como instrumento militar para orientar sus operaciones de intervención en el extranjero y grandes conglomerados mediáticos como la FOX, así como también tanques de pensamiento como la Red Atlas, la cual ha proporcionado cientos de subvenciones a grupos derechistas y fundaciones en varios países del mundo (entre ellas, la Fundación Pensar de Mauricio Macri) y es financiada por la petrolera Exxon Mobil. Los continentalistas se referencian principalmente con el Partido Republicano estadounidense, sobre todo con el grupo interno más ultraconservador denominado Tea Party, entre los que se encuentran Ted Cruz y Marco Rubio, entre otros.

Los globalistas, en tanto, buscan progresivamente limitar la capacidad de los Estados nacionales para incidir en la libre circulación del capital y las finanzas. Para ello, necesitan promover una nueva territorialidad del poder supranacional y transestatal. Buscan impulsar una moneda global, una justicia global, una ciudadanía global. Su modelo de acumulación está referenciado en el concepto de “Glo-cal”, es decir, de lo global a lo local, sin intermediación del Estado nacional. Entre sus tanques de pensamiento más importantes, se encuentra la Fundación Nacional para la Democracia (en inglés, National Endowment for Democracy, NED), una organización fundada en 1983 a iniciativa del Congreso norteamericano para financiar proyectos que promuevan la democracia liberal en el mundo.

La puja sistémica entre estos dos proyectos estratégicos se expresa también en cuáles son los espacios que se plantean como legítimos para la toma de decisiones globales. Mientras que los continentalistas abrazan e intentan mantener vivo al G7, grupo que nuclea a las principales potencias centrales vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, los globalistas, desde fines de los años 90, empezaron a ponderar al G20, que incluye también a economías emergentes y a las grandes corporaciones, como el foro por excelencia para el abordaje de las cuestiones internacionales.

Un elemento fundamental a considerar en esta disputa es el “asalto” de los globalistas a los Partidos Laboristas, Demócratas y Socialdemócratas en Occidente experimentado a partir de la década del 90. Partidos que eran la base de sustentación política de los proyectos industrialistas en las potencias centrales. Los globalistas, siguiendo la doctrina de la “Tercera Vía” de Tony Blair (es decir, ni capitalismo salvaje ni socialismo), transformaron sus programas políticos y doctrinas ideológicas hacia el neoliberalismo y coparon sus cúpulas de dirigentes afines a las corporaciones financieras transnacionales. De este modo, partidos como el Laborista británico, el Demócrata estadounidense, el Social Obrero español, entre otros, pasaron bruscamente a defender programas económicos ultraliberales, desindustrializantes y antiobreros, lo que representó una transformación en su base de representación política. Las políticas de desindustrialización generadas por la transnacionalización económica en las potencias centrales (que tuvo como expresión la transformación del “cinturón manufacturero” del nordeste y medio oeste norteamericano en un “cinturón del óxido”, o la decadencia de Detroit como ciudad industrial), produjo un descontento de gran parte de la base obrera estadounidense que tradicionalmente había manifestado mayor afinidad con el Partido Demócrata. Muchos de estos trabajadores que adherían a sus propuestas electorales, incluso, comenzaron a verse mayormente representados por los partidos conservadores, con programas de corte nacionalista e incluso industrialista, como lo fue el caso de Donald Trump en los Estados Unidos.

¿Nuevas derechas?

El orden mundial occidental queda entonces enredado entre dos “derechas” (si es que podemos seguir aferrándonos a estas categorías): una derecha continentalista “neoconservadora” y una derecha globalista “progresista”. La derecha neoconservadora, de corte clásico, puja por sostener el statu quo configurado luego de la segunda guerra mundial, con Estados Unidos como gran hegemón global unipolar y Europa y Japón como estados regiones vasallas. Busca sostener los valores tradicionales y el “orden”, frente al “desorden” promovido por los globalistas, es decir, los cambios producidos por una nueva economía globalizada y transnacionalizada. Para esto, se apoyan en el complejo industrial-militar del Pentágono y en el ejército norteamericano como los gendarmes globales, y al dólar como moneda de reserva global. Buscan defender la primacía de los Estados Unidos en los espacios de toma de decisión global, como el Fondo Monetario Internacional o el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Reniegan de la Agenda 2030 y del cambio climático, ya que impacta directamente en el negocio de sus grandes corporaciones del petróleo, y apoyan la avanzada del Estado de Israel como una forma de mantener el caos en Medio Oriente, al que consideran como el “grifo global del Petróleo”, principal sostén del dólar.

Para la derecha globalista “progresista”, los Estados Unidos deben ir perdiendo paulatinamente su primacía en los asuntos globales, los cuales deben ser protagonizados con cada vez más fuerza por los grupos financieros transnacionales. Reniegan de la regulación estatal, principalmente en materia financiera, sostienen una nueva democracia centrada en el ciudadano global por encima de cualquier identidad nacional o particularismos culturales. Su arma de guerra es la OTAN, convertida en una fuerza armada global, e incluso han planteado avanzar hacia un sistema monetario por encima del control de los Estados nacionales (como pueden ser las criptomonedas). En una de las últimas cumbres del Foro Económico Mundial de Davos, llegaron a plantear la necesidad de un “Gran Reseteo” global, que reconfigure el orden internacional en sintonía con las nuevas relaciones de fuerza globales.

La crisis civilizatoria de Occidente y ascenso del Sur Global

Para completar este panorama de disputas geopolíticas, debemos decir que, a partir de las primeras décadas del siglo XXI, los Estados del Sur Global han crecido en sus capacidades de disputa en las distintas dimensiones del poder global. En parte, debido al fracaso rotundo que ambos proyectos han tenido para generar condiciones de vida digna en el 90% de la población mundial, el peligro de una catástrofe ambiental generada por el ávido de lucro desenfrenado, la desigualdad y la miseria que han esparcido por el mundo y la decisión de impedir que los países en desarrollo sean participes de las decisiones atenientes al futuro de la humanidad. El Occidente capitalista se encuentra en estado de declive civilizatorio estructural. 

De este modo, continentalistas y globalistas tienen actualmente un enemigo común: el Sur Global, como identidad geopolítica que contiene a aquellos Estados que están protagonizando la transición hacia un nuevo orden internacional multipolar y pluriversal.

Ambos proyectos, en este sentido, utilizan a sus tanques de pensamiento y a medios de comunicación afines para construir antinomias que intentan “llevar agua para cada molino”, es decir, construir hegemonía. Por un lado, los continentalistas plantean la división “estatismo/socialismo” (que engloba tanto a globalistas como a multipolaristas) vs. “Orden”. Los globalistas, en tanto, plantean la antinomia “fascismo” (que incluye tanto a continentalistas como a multipolaristas) vs. “democracia”, una democracia formal y limitada centrada en el ciudadano, ya no en los Estados nacionales.

El fortalecimiento de espacios de cooperación e integración como el BRICS, la Unión Económica Euroasiática, la Organización para la Cooperación de Shanghái, la Iniciativa de la Franja y la Ruta o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), contribuyen en conjunto a debilitar a ambos proyectos capitalistas y, por lo menos desde 2014, da lugar a una nueva contradicción principal en el sistema mundial, entre los impulsores de un orden internacional unipolar (con los globalistas con iniciativa, aunque cada vez menor) y los impulsores del multipolarismo (con China como actor principal, pero no el único).

En este marco, los grupos continentalistas se encuentran en situación de debilidad estratégica, lo que los pone en situación de retroceso geopolítico. Y cuando hablamos de retroceso, hablamos de la posibilidad de que queden subordinados definitivamente al globalismo financiero neoliberal, y pierdan definitivamente su lugar en la disputa de poder internacional. 

Por eso dice Milei que “Occidente está en peligro”. Al estar perdiendo aceleradamente posiciones de poder, los continentalistas pasan a impulsar posiciones extremadamente neoconservadoras y agresivamente intervencionistas, disputando terreno tanto contra los globalistas como contra los multipolaristas. El enfrentamiento de los sectores del trumpismo tanto contra los “magnates financieros” de Wall Street como contra China y el socialismo, es manifestación de este estado de situación. Las declaraciones de Milei, acusando de “zurdos” a los magnates de Davos, también.

La puja sistémica entre globalistas y continentalistas adquiere tintes específicos en el Sur Global, donde en los últimos años comenzaron a ganar protagonismo personajes que radicalizan su discurso contra el Estado, los derechos humanos, la problemática ambiental y la igualdad de género, entre otras cuestiones, para proponer una ortodoxia individualista, ultraconservadora, militarista y que añora volver a los años de hegemonía estadounidense en la región. Javier Milei, Jair Bolsonaro, Nayib Bukele, Álvaro Uribe Vélez son, con matices, expresiones de este proceso.

De este modo, este grupo de mandatarios no son “cisnes negros” que aparecen de forma casual en la política nacional, sino manifestaciones de un proceso de descomposición del sistema mundial capitalista occidental y de crisis de la hegemonía norteamericana.

Las derechas radicalizadas no son lo nuevo. Lo nuevo es la crisis civilizatoria, la transición sistémica y el alumbramiento de un nuevo orden internacional posoccidental.

Fuente: Tektonikos: https://tektonikos.website/la-violencia-decadente-de-las-derechas-globalista-y-continentalista/

Cuatro cables de telecomunicaciones fueron dañados en el mar Rojo, afectando a la cuarta parte del tráfico de Internet de Asia a Europa y amenazaron con dejar el mundo entero sin acceso a la Red. Occidente acusó a los hutíes, pero, ¿no habrá sido una operación de la OTAN, tal como lo hizo con los gasoductos Nord Stream?

Javier Benitez de Sputnik entrevista a Carlos Pereyra Mele

AUDIO

Los sospechosos de siempre

El gran dato es que un 97 % del tráfico mundial de Internet se realiza a través de cables submarinos, por lo que el fallo de un solo cable afecta a todo el globo. Estos daños podrían afectar, no solo al tráfico mundial de Internet, sino también a los proyectos de construcción de nuevos cables a través del mar Rojo patrocinados por gigantes tecnológicos mundiales, como el proyecto Blue Ruman de Google o el cable 2Africa respaldado por Facebook, red social propiedad de Meta, organización calificada en Rusia como extremista.

Se advierte que, si continúan las tensiones en torno al mar Rojo, las empresas de telecomunicaciones podrían considerar rutas alternativas para sus cables, como por ejemplo a través de Arabia Saudita.

Para el Dr. Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, «esto representa datos incontrastables de que hay zonas y áreas, cuellos de botella, que son algo importantísimo para todo el sistema económico mundial». «Este corte en los cables de telecomunicaciones se puede vislumbrar en el acto porque se caen todas las redes, los cortes son significativos, y más en la comunicación entre países entre zonas importantes como es el caso que ha ocurrido ahora, entre Europa y Asia», detalla el analista.

En este contexto, Pereyra Mele destaca que «hay venas importantísimas del modelo del sistema de comunicación, de transporte marítimo, energético, y que el control y la seguridad de los mismos son clave para las superpotencias, y más en esta época de cambio sistémico, donde el conflicto de guerra híbrida se ha instalado y se está desarrollando con tremenda furia».

Entonces, el experto llama la atención a un detalle. «Se los ha acusado a los hutíes del Yemen de ser los responsables. Pero también habría que preguntarse qué pasa con todas las flotas que ha enviado la OTAN a la zona, si no tienen algún tipo de responsabilidad. Porque siempre se mira hacia un solo lado y nunca se pregunta uno, o los medios de comunicación masivos de desinformación como les digo yo, de preguntarse: ¿y no habrá sido un buque de la OTAN, con un ancla de la OTAN, para ser generoso, ser suave, o hacer este acto también para causar un nuevo conflicto, incrementar las posibilidades de que tenga la argumentación la OTAN y EEUU de realizar una operación punitiva sobre el Yemen? Hay muchos escenarios abiertos sobre el terreno», concluye Pereyra Mele.

Fuente Sputnik

Red de cables submarinos de Internet

Los BRICS duplicaron su número de miembros a principios de 2024 y enfrentaron enormes tareas por delante: integrar a sus miembros más nuevos, desarrollar criterios de admisión futuros, profundizar las bases de la institución y, lo más importante, lanzar mecanismos para eludir el dólar estadounidense. en las finanzas internacionales.

Por Pepe Escobar

MOSCÚ – En todo el Sur Global, los países se están alineando para unirse a los BRICS multipolares y al futuro libre de Hegemon que promete. La avalancha de interés se ha convertido en un tema de discusión inevitable durante este año crucial de la presidencia rusa de lo que, por el momento, es el BRICS-10.  

Indonesia y Nigeria se encuentran entre los principales niveles de candidatos que probablemente se unan. Lo mismo se aplica a Pakistán y Vietnam. México se encuentra en un aprieto muy complejo: cómo unirse sin provocar la ira de la hegemonía.  

Y luego está la nueva candidatura en marcha: Yemen, que goza de mucho apoyo de Rusia, China e Irán. 

Corresponde al máximo sherpa ruso de los BRICS, el inmensamente capaz viceministro de Asuntos Exteriores Sergey Ryabkov, aclarar lo que se avecina. Le dice  a TASS : 

Debemos brindar una plataforma a los países interesados ​​en un acercamiento con los BRICS, donde puedan trabajar prácticamente sin sentirse abandonados y sumarse a este ritmo de cooperación. Y en cuanto a cómo se decidirá la ampliación, esto debería posponerse al menos hasta que los líderes se reúnan en Kazán para decidir.

La decisión clave sobre la expansión de BRICS+ no se tomará hasta la cumbre de Kazán del próximo octubre. Ryabkov subraya que la orden del día es, en primer lugar, «integrar a los que acaban de incorporarse». Esto significa que «como ‘diez’, trabajamos al menos tan eficientemente, o más bien, más eficientemente que entre los ‘cinco’ iniciales».

Sólo entonces los BRICS-10 «desarrollarán la categoría de estados socios», lo que, de hecho, significa crear una lista basada en el consenso entre las docenas de naciones que literalmente están ansiosas por unirse al club. 

Ryabkov siempre insiste en señalar, en público y en privado, que duplicar el número de miembros de los BRICS a partir del 1 de enero de 2024 es «un acontecimiento sin precedentes para cualquier estructura internacional».

No es una tarea fácil, afirma Ryabkov: 

El año pasado fue necesario un año entero para desarrollar los criterios de admisión y ampliación al nivel de los altos funcionarios. Se desarrollaron muchas cosas razonables. Y muchas de las cosas que se formularon entonces quedaron reflejadas en la lista de países que se sumaron. Pero probablemente sería inadecuado formalizar los requisitos. Al fin y al cabo, la admisión en la asociación es un tema de decisión política.

¿Qué sucede después de las elecciones presidenciales de Rusia? 

En una reunión privada con unas cuantas personas selectas al margen de la reciente  conferencia multipolar  en Moscú, el Ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov habló efusivamente de los BRICS, con especial énfasis en sus homólogos Wang Yi de China y S. Jaishankar de la India. 

Lavrov tiene grandes expectativas para BRICS-10 este año y, al mismo tiempo, recuerda a todos que esto sigue siendo un club; Eventualmente deberá profundizar en términos institucionales, por ejemplo, nombrando una secretaría general, al igual que su organización prima, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).

La presidencia rusa estará muy ocupada durante los próximos meses, no sólo navegando por el espectro geopolítico de las crisis actuales sino, sobre todo, por la geoeconomía. Una reunión ministerial crucial en junio –solo faltan tres meses– tendrá que definir una hoja de ruta detallada hasta la cumbre de Kazán, cuatro meses después. 

Lo que sucederá después de las elecciones presidenciales rusas de esta semana también condicionará la política de los BRICS. El nuevo gobierno ruso tomará juramento recién a principios de mayo. Se espera ampliamente que no haya cambios sustanciales dentro del Ministerio de Finanzas, el Banco Central, el Ministerio de Relaciones Exteriores y entre los principales asesores del Kremlin de Rusia. 

La continuidad será la norma. 

Y eso nos lleva al expediente geoeconómico clave: los BRICS a la vanguardia para evitar el dólar estadounidense en las finanzas internacionales. 

La semana pasada, el principal asesor del Kremlin, Yury Ushakov, anunció que los BRICS trabajarán para establecer un sistema de pago independiente basado en monedas digitales y blockchain. 

Ushakov enfatizó específicamente «herramientas de última generación como tecnologías digitales y blockchain. Lo principal es asegurarse de que sean convenientes para los gobiernos, la gente común y las empresas, además de rentables y libres de política».

Ushakov no lo mencionó explícitamente, pero ya existe un nuevo sistema alternativo. De momento, se trata de un proyecto muy guardado en forma de un detallado documento técnico que ya ha sido validado académicamente y que además incorpora respuestas a posibles preguntas frecuentes. 

The Cradle  recibió información sobre el sistema a través de varias reuniones desde el año pasado con un pequeño grupo de expertos en tecnología financiera de clase mundial. El sistema ya le fue presentado al propio Ushakov. Tal como está, está a punto de recibir la luz verde final del gobierno ruso. Después de superar una serie de pruebas, el sistema en tesis estaría listo para ser presentado a todos los miembros del BRICS-10 antes de la cumbre de Kazán. 

Todo esto se relaciona con la declaración pública de Ushakov de que una tarea específica para 2024 es aumentar el papel de los BRICS en el sistema monetario/financiero internacional. 

Ushakov recuerda cómo, en la Declaración de Johannesburgo de 2023, los jefes de estado de los BRICS se centraron en aumentar los pagos en monedas nacionales y fortalecer las redes de banca corresponsal. El objetivo era «continuar desarrollando el Acuerdo de Reservas Contingentes, principalmente en lo que respeta al uso de monedas distintas al dólar estadounidense». 

Ninguna moneda única en el futuro previsible 

Todo lo anterior enmarca la cuestión absolutamente clave que se está discutiendo actualmente en Moscú, dentro de la asociación Rusia-China, y pronto, más profundamente entre los BRICS-10: pagos de liquidación alternativos al dólar estadounidense, aumento del comercio entre «naciones amigas». «y controles. sobre la fuga de capitales.  

Ryabkov  añadió  más elementos cruciales al debate, diciendo esta semana que los BRICS no están debatiendo la implementación de una moneda única: 

En cuanto a una moneda única, similar a la creada por la Unión Europea, esto difícilmente será posible en el futuro previsible. Si hablamos de formas de compensación de acuerdos mutuos como el ECU [Unidad Monetaria Europea] en una fase temprana del desarrollo de la Unión Europea, en ausencia de un medio de pago real, pero con la oportunidad de utilizar más eficazmente los recursos disponibles de los países en acuerdos mutuos para evitar pérdidas debidas a diferencias en los tipos de cambio, etc., entonces este es precisamente el camino por el que, en mi opinión, deben avanzar los BRICS. Esto está bajo consideración.

La conclusión clave, según Ryabkov, es que los BRICS no deberían crear una alianza financiera y monetaria; Deben crear sistemas de pago y liquidación que no dependan del astuto «orden internacional basado en reglas». 

Ése es exactamente el énfasis de las ideas y experimentos ya desarrollados por el Ministro de Integración y Macroeconomía de la Unión Económica Euroasiática (UEEA), Sergei Glazyev,  como explicó  en una entrevista exclusiva, así como del nuevo proyecto pionero que está a punto de recibir. luz verde por parte del gobierno ruso.  

Ryabkov confirmó que «un grupo de expertos, encabezado por los Ministerios de Finanzas y representantes de los bancos centrales de los respectivos países [BRICS]», está trabajando sin parar en el expediente. Además, se están llevando a cabo «consultas en otros formatos, incluso con la participación de representantes del ‘Occidente histórico'».

La propia conclusión de Ryabkov refleja lo que pretenden los BRICS en su conjunto: 

Colectivamente debemos idear un producto que sea, por un lado, bastante ambicioso (porque es imposible seguir tolerando los dictados de Occidente en este ámbito), pero al mismo tiempo realista, que no esté fuera de contacto. con el suelo. Es decir, un producto que sería eficiente. Y todo esto debería presentarse en Kazán para que los dirigentes lo examinen.

En pocas palabras: el gran avance puede estar literalmente llamando a la puerta de los BRICS. Sólo depende de una simple luz verde por parte del gobierno ruso. 

Ahora comparamos a los BRICS que idean los contornos de un nuevo paradigma geoeconómico con el Occidente colectivo reflexionando sobre el robo real de los activos incautados a Rusia en beneficio del agujero negro que es Ucrania.

Aparte de ser una declaración de facto de Estados Unidos y la UE contra Rusia, esto es algo que conlleva el potencial, en sí mismo, de destruir totalmente el actual sistema financiero global. 

Un robo de activos rusos, si alguna vez ocurriera, enfurecería, por decirlo suavemente, al menos a dos miembros clave del BRICS, China y Arabia Saudita, que aportan un peso económico considerable. Una medida de este tipo por parte de Occidente destruiría por completo el concepto de Estado de derecho, que teóricamente sustenta el sistema financiero global. 

La respuesta rusa será feroz. El Banco Central ruso podría, en un instante, exigir y confiscar los activos de la belga Euroclear, uno de los mayores sistemas de liquidación y compensación del mundo, en cuyas cuentas se congelarán las reservas rusas. 

Y esto además de apoderarse de los activos de Euroclear en Rusia, que ascienden a unos 33.000 millones de euros. Como Euroclear se está quedando sin capital, el Banco Central belga tendrá que revocar su licencia, lo que provocará una crisis financiera masiva.

Hablemos de un choque de paradigmas: el robo occidental versus un sistema equitativo de acuerdos comerciales y financieros basados ​​en el Sur Global. 

El mundo transita claramente al multilateralismo, con escenarios de alta tensión y un decidido expansionismo de los países más poderosos. Los recursos naturales del continente blanco aparecen con enorme valor estratégico.

Por Omar Ruiz (*)

Argentina y Suramérica se encuentran en un escenario caracterizado por las tensiones que se producen en la configuración del nuevo mundo multipolar, y a partir de las crisis, tanto del orden unilateral liberal siguiente a la guerra fría, como de las reglas del derecho internacional y el multilateralismo.

Esta nueva configuración se expresa por un lado en el proceso de desplazamiento y transición de la hegemonía económica y comercial de EE.UU. (que mantiene su poder cultural y militar) hacia China; y por otro, el desafío disruptivo que Rusia con su intervención militar en Ucrania realiza para contener la expansión de la OTAN y establecer los límites de una nueva arquitectura de seguridad mundial.

Asistimos a una gradual división del mundo entre el occidente noratlántico y el nororiente, y un sur global que intenta hacerse un lugar en medio de estas disputas.

Occidente pretende contener militarmente a China por su proyecto geoeconómico de Ruta y Franja de la seda, a través de la reciente conformación de la alianza militar AUKUS (Australia, Reino Unido y EE.UU.) y de QUAD (diálogo de cooperación en seguridad entre EE.UU., Japón, India y Australia).

A su vez, asistimos al resurgimiento de la geopolítica, expresada en distintos puntos del planeta, como Asia Pacífico, con la guerra no declarada por el control del Mar de China, el reclamo soberano de Beijing sobre Taiwán, el movimiento anticolonialista en Africa noroccidental, la guerra en Israel y Palestina, y la proyección global de la OTAN como alianza ofensiva. La OTAN se está fortaleciendo para enfrentar las pretensiones rusas de garantizar una zona de seguridad y de lograr el desmantelamiento, aunque sea parcial, de los sistemas de misiles en Europa del este.

Los cálculos geopolíticos también están dados por los porcentajes de crecimiento demográficos actuales, en poco más de tres décadas el mundo tendrá un tercio más de habitantes, la mayoría se concentrará en Asia, con lo cual se incrementará el consumo de agua dulce y se encarecerá el precio de la misma, tendremos, además, más demanda de alimentos, disminución de suelo cultivable y aumentará el consumo de energía.

Al igual que Malvinas y Atlántico Sur, la Antártida tiene una gran importancia geopolítica para el mundo y en particular para nuestro país. Argentina ha sido el primer país del mundo en tener presencia en el continente antártico, son 120 años de permanencia desde el 22 de febrero de 1904 cuando se establece una base en la isla Laurie, del grupo de Islas Orcadas y se inaugura allí un observatorio meteorológico.

Reservas

Considerando la gran reserva de agua, hidrocarburos y minerales que existen en la Antártida y su valor geoestratégico se abren muchos interrogantes y tensiones que nos interpelan sobre la futura gobernabilidad y gobernanza de la Antártida.

Agua. La Antártida contiene las reservas de agua dulce más importantes del planeta; se estima que cerca de un 70 %; el otro 30 % se encuentra repartida entre el Amazonas, el Acuífero Guaraní y el Lago Baikal entre otros. El sexto continente es el depósito de casi 30 millones de kilómetros cúbicos de hielo. Si el continente blanco se derritiera, los océanos subirían aproximadamente entre 45 y 65 metros, lo que haría desaparecer todas las ciudades costeras. La Organización de Naciones Unidas viene advirtiendo sobre que, son muchos los países que sufren o sufrirán sequías, lo que aumentará la necesidad de agua y el ejercicio del derecho humano a su acceso. Por otra parte, en el mundo viven 8.000 millones de personas y el crecimiento demográfico ejerce y ejercerá en el futuro una tensión sobre los recursos naturales y alimentos, la pesca, y en particular en la Antártida.

Minerales. En la Antártida está comprobada la existencia de minerales críticos y tierras raras, así, por ejemplo, en el cuadrante americano encontramos, titanio, hierro y cobre y en la península antártica en particular, níquel, cromo, cobre, cobalto, oro y plata; en el cuadrante australiano, hidrocarburos, zinc y plomo; cuadrante africano, uranio, hierro y en el cuadrante pacífico magnesio y molibdeno. Muchos de estos minerales son utilizados en la industria de baterías para celulares, turbinas eólicas, misiles y elementos aeroespaciales.

Hidrocarburos. Distintas estimaciones establecen la posible existencia en los hielos antárticos de entre 50 y 200 billones de barriles de petróleo, 115 trillones de pies cúbicos de gas y 500 mil millones de toneladas de carbón. Se trata de reservas que no han sido explotadas porque el Tratado Antártico lo prohíbe, por las condiciones climáticas imperantes y los costos.

El centro de las miradas

El interés que despiertan sus potenciales recursos naturales, el agotamiento de los combustibles fósiles, el incremento poblacional en el mundo, la escasez de alimentos y el aumento en la demanda de agua y energía, ponen al continente antártico en el centro de la disputa geopolítica actual y futura. El Reino Unido desde su «Collar de Perlas» atlántico (Islas de Ascensión, Santa Helena y Tristán de Acuña) junto a la ocupación ilegal de Malvinas, proyecta su espacio de poder en tres continentes (Africa, América del Sur y Antártida), estableciendo además sobre cuatro océanos (Atlántico, Pacífico, Indico y Antártico) un control aéreo y marítimo. Esto se expresa en una militarización de toda la región desde la base instalada a partir de 1982 en Monte Agradable, Islas Malvinas, desde donde proyecta su poder hacia la Antártida, constituyendo así una clara amenaza tanto a la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, creada por Naciones Unidas en 1986 e integrada por 23 países de Africa y 3 de América del Sur; como también al Tratado de Tlatelolco de prohibición de armas atómicas en esta región. A su vez, la Antártida como zona desmilitarizada y desnuclearizada, (con un régimen amplio de inspecciones nacionales establecido por el Artículo VII del Tratado Antártico) está potencialmente alcanzada y monitoreada por estos dispositivos militares británicos.

Las presentaciones en Naciones Unidas de los proyectos de Plataforma Continental, que tres (Argentina, Australia y Chile) de los doce países signatarios y reclamantes de soberanía sobre la Antártida realizaron en los últimos años, significan también un posicionamiento geopolítico y futuros reclamos.

Australia pidió el reconocimiento ante la ONU (Comisión de Límites de Plataforma Continental) de más de 2.5 millones de kilómetros cuadrados en el Océano Antártico y acompaña el mismo de un fuerte incremento en el gasto militar con la futura compra de doce submarinos avanzados, tres nuevos destructores, equipados con proyectiles crucero «Tomahawk» con rango de 2,200 kilómetros, y cien (100), F-35 Lightning «Joint Strike Fighters». Su Territorio Antártico es reconocido por el Reino Unido, Francia, Nueva Zelanda y Noruega, a diferencia del sector antártico argentino que no sólo no es reconocido por estos países, sino que además es pretendido en un cien por ciento por el Reino Unido al igual que la pretensión que los británicos tienen sobre el sector chileno.

El think-tank australiano Lowy Institute viene definiendo al Tratado Antártico, como «un compromiso frágil e imperfecto» y advertía que conforme los precios del petróleo van subiendo y el mercado se va haciendo más pequeño «es probable que el marco actual de administración de la Antártida a través de la cooperación internacional se encuentre bajo creciente presión y no pueda ser sostenido».

Límites

Argentina, a diferencia de los otros reclamantes (con excepción de Australia), realizó una presentación completa ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, incluyendo tres grandes áreas: el margen continental, el sector antártico argentino y las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur.

Mientras tanto, se suman nuevas adhesiones al Tratado Antártico (Eslovenia en 2019 y San Marino en 2023). Son 59 los miembros del Tratado Antártico, de los cuales 29 son consultivos (participación con voz y voto) y 27 no consultivos (participación sólo con voz). Para ser miembro consultivo es necesario haber realizado investigaciones en la Antártida o haber construido alguna base. China y EE.UU. están construyendo nuevas bases y despliegan al igual que países como Rusia un poder inteligente esperando las nuevas instancias.

El poder blando (ciencia, cultura, infraestructura y logística) también tiene lugar en la Antártida desde hace décadas, en varias bases o estaciones se ha hecho un gran esfuerzo para promover la vida civil, con la idea de legitimar y potenciar aún más sus reclamos territoriales, así en la estación Bellingshausen existe una iglesia ortodoxa rusa y en los años 70 hubo nacimientos en bases argentinas y chilenas, siendo de nacionalidad argentina el primer bebé nacido en el continente blanco.

Hasta el momento no hay espacio en la Antártida para el poder duro (militar), ya que el Tratado Antártico no lo permite, en 2048 se presenta una oportunidad para volver a discutir la explotación de recursos naturales y ¿su protección?…

* Omar Ruiz es Magister en RR.II., diplomado en Defensa y docente en Derecho Internacional Público

Fuente El Tribuno https://www.eltribuno.com/salta/opiniones/2024-3-5-22-24-0-la-mirada-geopolitica-del-mundo-esta-puesta-en-la-antartida

Una victoria militar ucraniana es ya imposible”, según varios informes confidenciales del ejército francés que publica la revista Marianne (1), lo que replantea el motivo de las recientes declaraciones de Macron sobre el envío de tropas a Ucrania.

La contraofensiva ucraniana “se fue empantanando progresivamente en el barro y la sangre y no se tradujo en una ganancia estratégica”. La planificación, diseñada por Kiev y los estados mayores occidentales, resultó ser “desastrosa”, añaden los informes. “Los planificadores creían que una vez que se rompieran las primeras líneas de defensa rusas, todo el frente colapsaría […] Estas fases preliminares fundamentales se llevaron a cabo sin tener en cuenta las fortalezas morales del enemigo en defensa, es decir, el deseo del soldado ruso de mantenerse sobre el terreno”.

Los informes también destacan “el entrenamiento insuficiente de los soldados y oficiales ucranianos”. Debido a la falta de oficiales y de un número importante de veteranos, los “soldados del año II” de Ucrania, a menudo entrenados durante “no más de tres semanas”, fueron lanzados contra una línea de fortificación rusa que resultó inexpugnable.

Los que nunca habían oído hablar de la Batalla de Kursk se convencieron de que los soldados rusos en posiciones defensivas huirían tan pronto como escucharan un tanque rugiendo hacia ellos. Por supuesto que no lo hicieron.

Las tropas rusas están bien cuidadas. Los informes destacan que, a diferencia de Ucrania, “los rusos han administrado bien sus tropas de reserva para garantizar la resistencia operativa”. Moscú refuerza sus unidades antes de que estén completamente desgastadas, mezcla reclutas con tropas experimentadas, garantiza períodos regulares de descanso en la retaguardia y “siempre ha tenido una fuerza de reserva coherente para hacer frente a imprevistos”. Esto está lejos de la idea difundida en Occidente de un ejército ruso que envía sus tropas para que las masacren.

“Hasta la fecha, el Estado Mayor ucraniano no dispone de una masa crítica de fuerzas terrestres capaces de maniobrar al nivel de cuerpos de ejército para desafiar a sus homólogos rusos a romper su línea defensiva”, concluye el informe del ejército francés. “El error más grave de análisis y de juicio sería seguir buscando soluciones exclusivamente militares para detener las hostilidades”. El resume es que “dadas las fuerzas presentes, está claro que Ucrania no puede ganar esta guerra militarmente”.

La caída de Avdeievka demostró que el ejército ucraniano, incluso a la defensiva, inevitablemente perderá la guerra. “Las fuerzas armadas ucranianas han demostrado tácticamente que no tienen la capacidad humana y material para mantener un sector del frente que depende de los esfuerzos del atacante”, continúa el documento. “El fracaso ucraniano en Avdeievka demuestra que, a pesar del despliegue de emergencia de una brigada de élite, la 3 Brigada de Asalto Aéreo o Batallón Azov, Kiev no es capaz de restaurar localmente un sector del frente que se está derrumbando”, advierte el informe.

Como resultado, las fuerzas rusas simplemente seguirán adelante. Queda por ver qué harán los rusos con este éxito táctico. ¿Continuarán en el modo actual de “mordisquear y sacudir lentamente” toda la línea del frente, o buscarán “abrirse paso profundamente”? El terreno detrás de Avdeievka lo permite, señala el ejército francés, advirtiendo también que los occidentales tienden a subestimar a los rusos. “Parecen débiles cuando son fuertes”.

Después de dos años de guerra, el ejército ruso han demostrado su capacidad para “desarrollar una resistencia operativa” que le permite librar “una guerra lenta y de larga intensidad basada en el continuo desgaste del ejército ucraniano”.

Las empresas francesas fabricarán armas en suelo ucraniano

Las empresas francesas fabricarán armas en suelo ucraniano, dijo el viernes el ministro de Defensa francés, Sebastien Lecornu. “Tres empresas francesas se asociarán con empresas ucranianas, en particular en el sector de los drones y de los equipos terrestres, para producir piezas de repuesto en suelo ucraniano y, tal vez, municiones en el futuro”, afirmó (2).

“La idea es tener las primeras unidades de producción en funcionamiento este verano”, añadió Lecornu, quien insinuó que las empresas involucradas incluirían al fabricante de tanques KNDS, el holding formado por la francesa Nexter y la alemana Krauss-Maffei-Wegmann.

El anuncio se produjo al día siguiente de que Macron dijera que Francia no descarta ninguna opción para apoyar a Ucrania dos años después del inicio de la guerra. Los dirigentes de los partidos políticos franceses se quedaron estupefactos. Algunos le acusaron de utilizar la guerra para mejorar la posición de su coalición antes de las cruciales elecciones europeas de este verano.

La semana pasada, Macron sorprendió a muchos en Europa al negarse a descartar el envío de tropas terrestres occidentales a Ucrania, señalando el endurecimiento de la postura de Rusia.

A principios de esta semana, Macron instó a los aliados de Ucrania a no ser “cobardes” al apoyar al gobierno de Zelensky en su guerra contra Rusia.

Algunos dirigentes de los partidos políticos franceses dijeron el jueves que Macron defendía un enfoque “sin límites” para contrarrestar a Putin.

Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el jueves de la semana pasada que Macron “continúa elevando el nivel de participación directa de Francia” en la guerra de Ucrania.

El parlamento francés tendrá la oportunidad de votar sobre la estrategia del país para Ucrania, incluido un tratado de seguridad bilateral firmado con Kiev el mes pasado.

Los debates y votaciones no vinculantes tendrán lugar el próximo martes en la cámara baja de la Asamblea Nacional y el miércoles en la cámara alta del Senado.

El jueves Macron también se reunió con la presidenta moldava, Maia Sandu, y prometió el “apoyo inquebrantable” de Francia a su país.

Durante el encuentro ambos firmaron un acuerdo bilateral de defensa, así como una “hoja de ruta económica”, aunque no se proporcionaron detalles.

Francia también organizó una videoconferencia de 28 países, incluida Ucrania, para dar seguimiento a las iniciativas discutidas en una cumbre internacional sobre Ucrania organizada por Macron la semana pasada.

Entre los asistentes se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. “Ucrania nunca ha pedido… tropas extranjeras para luchar a su lado”, escribió el jueves en el periódico Le Monde. “Siempre hemos tenido fe en nuestros propios combatientes”.

Pero “Ucrania necesita más municiones de artillería y misiles de largo alcance”, añadió. “Necesita sistemas de defensa aérea Patriot… instalaciones para reparar más rápidamente sus vehículos militares… entrenamiento para sus soldados en bases dentro de Ucrania”.

De lo contrario, afirmó, “un día les tocará a vuestros soldados”.

Fuente mrp21 https://mpr21.info/una-victoria-militar-ucraniana-es-ya-imposible/

(1) https://www.marianne.net/monde/europe/guerre-en-ukraine-endurance-russe-echec-de-la-contre-offensive-ce-que-cache-le-virage-de-macron 

(2) https://www.france24.com/en/france/20240308-french-arms-companies-to-manufacture-directly-on-ukrainian-soil-defence-minister-says

Invitado por la afamada Escuela Superior de Guerra del Brasil, el día 14 de marzo de 2024, el Prof. Dr. Miguel Ángel Barrios dictó un seminario para la alta oficialidad brasilera y oficiales extranjeros que cursan distintas especialidades en la misma,  diplomáticos de Itamaraty e invitados especiales en la misma en la Ciudad de Río de Janeiro, sobre la temática:  «América del Sur en la nueva multipolaridad». Y esta invitación y reconocimiento institucional suma un logro mas al grupo de trabajo de los que integramos el Tanque de Ideas Dossier Geopolitico, que Miguel Barrios integra desde su fundacion, Felicitaciones Miguel A. Barrios…Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

En su disertación ante tan clasificado auditorio el Dr Barrios enumeró los  riesgos geopoliticos actuales, los cuales podemos resumir en los siguientes títulos y eje temáticos

  • -Del mundo unipolar a un mundo multipolar
  • -Las Empresas tecnológicas como actores de la política global 
  • -De la guerra convencional a la guerra híbrida
  • -El poder de la ciencia de los Datos con la cuarta revolución industrial 
  • -Las nuevas amenazas:cambio climático, tecnologías disruptivas, pandemias ,ciberataques 
  • -Crisis socioeconómica
  • -Normalización del conflicto 
  • -Posibilidades de secesionismo
  • -Polarización política
  • -Guerras indefinidas en Medio Oriente 

Todo este esquema que abordó el Dr Barrios con profusión de datos y ejemplos a los asistentes del Seminario. Tuvo su centralidad en los siguiente: Barrios fue direccionando la disertación hacia el “Eje” clave geopolitico para nuestra América Suramericana y que tiene como única alternativa en todas sus variantes de los problemas geopoliticos arriba mencionados, que no es otro que el de tomar el camino de la reunificación como un destino estratégico en la senda de Juan Perón y Getulio Vargas con el Nuevo ABC o sino seremos meros segmentos del mercado financiero global.

Al finalizar el Seminario, el Director  y jefe de los Seminarios de Capacitación Superior de la ESG, Gral. de Brigada Don César Zambao da Silva entregó al Prof. Dr. Miguel A. Barrios un reconocimiento por sus dilatados estudios en el campo de la Seguridad y Defensa y por la promoción de la alianza Brasil-Argentina

Dossier Geopolitico Argentina marzo de 2024

Dr. Barrios en la ESG de Brasil Rio de Janeiro

Los medios de comunicación llevan meses difundiendo declaraciones de la OTAN, de Estados Unidos y de países europeos en las que sus dirigentes aseguran que Rusia planea atacar a Occidente y que Ucrania es la primera línea de defensa.

En diciembre del año pasado Biden dijo que “si Putin toma Ucrania, no se detendrá ahí […] Continuará. Lo dijo muy claramente. Si Putin ataca a un aliado de la OTAN, bueno, como miembros de la OTAN estamos comprometidos a defender cada centímetro de territorio de la OTAN. Entonces tendremos algo que no buscamos y que no tenemos hoy: tropas estadounidenses luchando contra las tropas rusas”, dijo Biden.

Los constantes aspavientos sirven a los jerifaltes occidentales para justificar ante sus votantes el rearme y el despilfarro económico para apoyar a Ucrania. El choque (militar, político, económico y diplomático) con Rusia, además de prolongado, será muy costoso. Exigirá sacrificios, es decir, despidos, rebajas de salarios, aumentos de jornada, recortes presupuestarios…

En diciembre Putin desestimó las acusaciones, calificándolas de “completamente absurdas”. Rusia no quiere ir a la guerra, ni con la OTAN, ni con Estados Unidos, ni con Europa. “Rusia no tiene ninguna razón, ningún interés -geopolítico, ni económico, político o militar- en luchar con los países de la OTAN”, respondió Putin.

En su informe anual, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos confirma las declaraciones de Putin. “Rusia no quiere un conflicto militar directo con las fuerzas estadounidenses y la OTAN y continuará sus actividades asimétricas por debajo de lo que considera el umbral de un conflicto militar a escala mundial”.

La evaluación fue presentada a los dirigentes estadounidenses a principios de febrero, pero se hizo pública el lunes 11/3/2024 (*).

La Oficina enumera las herramientas que Estados Unidos espera de Rusia para promover sus intereses, que van desde “usar la energía para intentar coaccionar la cooperación y debilitar la unidad occidental en Ucrania”, hasta la intimidación militar, la influencia maliciosa, los ataques informáticos, el espionaje y el subterfugio.

El informe admite que a pesar de los enormes daños “internos y externos” derivados de la guerra en Ucrania, Rusia “sigue siendo un adversario resistente y capaz en una amplia gama de áreas y busca proyectar y defender sus intereses en el plano mundial, escalar y socavar a Estados Unidos y Occidente”.

La Oficina destaca su preocupación por la mayor cooperación ruso-china, una eventualidad que los viejos especialistas de la política exterior estadounidense, como Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski, siempre destacaron y propusieron evitar.

“El profundo compromiso económico de Moscú con Pekín ofrece a Rusia un mercado importante para su energía y materias primas, una mayor protección contra futuras sanciones y un socio más fuerte contra Estados Unidos”, dice el informe.

China es, con diferencia, el socio comercial más importante de Rusia, con un comercio bilateral que alcanzó más de 220.000 millones de dólares el año pasado, superando ya en un 15 por cien su volumen total de 2022, añade el documento.

En el frente económico, la ODNI espera que el PIB de Rusia registre un crecimiento modesto este año. El FMI espera que aumente un 2,6 por ciento, frente al 1,5 por ciento esperado el otoño pasado, y destaca que sus vínculos económicos con países no occidentales seguirá fortaleciéndose.

Además, la inteligencia estadounidense espera que Moscú mantenga un “importante apalancamiento energético”, incluso en Europa, donde siguió siendo el segundo mayor proveedor de gas licuado hasta la primera mitad del año pasado, a pesar de las sanciones de Bruselas.

Tras asegurar que la Guerra de Ucrania “ha implicado costes significativos y duraderos para Rusia”, la ODNI admite, no obstante, que la estrategia defensiva adoptada por Moscú ante la contraofensiva estival de Kiev “favorece las ventajas militares estratégicas de Rusia y desplaza cada vez más la dinámica a favor de Moscú”. La industria de guerra de Rusia se ha comprometido a “aumentar significativamente la producción de una serie de armas de ataque de largo alcance, municiones de artillería y otras capacidades que le permitirán sostener una guerra larga y de alto impacto”.

Mientras tanto, Moscú ha logrado avances continuos en el campo de batalla desde finales del año pasado y se beneficia de las incertidumbres sobre el futuro de la asistencia militar occidental, dice el informe. Rusia, China, Irán y Corea del norte son los cuatro principales actores públicos que “participan en comportamientos competitivos que amenazan directamente la seguridad nacional de los Estados Unidos”, con China específicamente incluida como una potencia que “apunta a superar a Estados Unidos en términos de poder y seguridad nacional mundial”.

Irán está catalogado como una amenaza a “los intereses, aliados e influencia de Estados Unidos en el Medio Oriente” y como un país que “tiene la intención de consolidar su estatus emergente como potencia regional mientras minimiza los riesgos”.

En cuanto a Corea del norte, la ODNI espera que Kim Jong Un “continúe buscando capacidades militares nucleares y convencionales que amenazan a Estados Unidos y sus aliados”, fortaleciendo los lazos económicos, diplomáticos y de defensa con China y Rusia, que tienen que ayudar a Pyongyang a lograr la “aceptación internacional” de su estatus como potencia nuclear.

(*) https://www.dni.gov/index.php/newsroom/press-releases/press-releases-2024/3789-odni-releases-2024-annual-threat-assessment-of-the-u-s-intelligence-community 

Fuente: mrp21 https://mpr21.info/la-inteligencia-de-estados-unidos-niega-que-rusia-prepare-un-ataque-contra-occidente/