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Síntesis y análisis en base al informe de 2019 sobre riesgos internacionales y para eurasia del Club Astana.  (*)

El encuentro actual del club Astana, foro de diálogo ubicado en Astana, Kazakhstan sobre asuntos internacionales , económicos y geopolíticos con enfasis en Eurasia y Asia central, toma lugar en un momento muy desafiante, cuando el sistema internacional esta bajo cambios destacables.

Bajo esta premisa el propósito del Ranking de Riesgos Internacionales es la evaluación de los procesos geopolíticos y geoeconómicos actuales en Eurasia así como en el mundo, elaborado en base a consultas a mas de 1000 especialistas y referentes en las temáticas, valorando según el orden en la posición del ranking, siendo los que ocupan los primeros lugares los mas factibles de materializarse.

En la geopolítica una tormenta de incertidumbre se siembra. La globalización ya no se considera un bien universal. A medida que los países mas desarrollados reducen su compromiso hacia la globalización y el mundo entra en una nueva era de proteccionismo.

Las tendencias comprenden un amplio rangos de nuevos desafíos y amenazas : conflictos armados, crecientes tensiones políticas y militares, guerras comerciales, crisis económicas mundiales, inestabilidad, cambios en el horizonte internacional. En esta compleja matriz geopolítica, los desafíos y riesgos globales se incrementan.

Somos testigos del cambio del sistema de posguerra de la segunda guerra mundial, basados en principios e instituciones en común, mientras una facción de países países recurre al proteccionismo y nacionalismo económico otros se comprometen con la globalización y el libre comercio.

Mientras tanto el crecimiento económico mundial no es todavía inclusivo. La cuarta revolución industrial con la digitalización como su mayor , aumentará aún mas la brecha tecnológica entre países. Todo esto aumentará las desigualdades globales

Los 10 mayores riesgos según el club de Astana:

  1. Escalada en la confrontación política y militar entre China y EE.UU: La desconfianza mutua y la creciente competencia por Asia están alejando a Beijing y Washington de decisiones coordinadas. EE.UU seguirá con su política de contener a China en Asia. El riesgo de incidentes militares entre las dos potencias en el mar de China, aumentará.

 

  1. Guerras comerciales a gran escala:    

Una guerra comercial de «todos contra todos» resultará en el abandono del previo sistema de reglas de la economía mundial. Si las dos potencias principales, China/EE.UU, no encuentran los canales para superar esta crisis, una nueva guerra fría parece inevitable.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) que   vigila las disputas comerciales, está bajo riesgo de no ser capaz de lidiar con la situación y debe transformarse o ser abolida.

Tres décadas de hiperglobalización parecen llegar a su fin, debido a la postura actual de su principal jugador, EE.UU, se dirige hacia una postura proteccionista y unilateral

 

  1. Una gran guerra en el oriente medio: Las consecuencias de la retirada de EE.UU del acuerdo nuclear con Irán se dispararan. Grandes sanciones ya han sido impuestas a Irán, por lo tanto el riesgo de la retirada irani del tratado es alta. Esto provocará a sus oponentes regionales a considerar medidas más agresivas hacia Teherán.
  2. Mayor deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente: En el 2019 la relación con Rusia seguirá deteriorándose, se continuarán las políticas de sanciones contra el Kremlin.

 

  1. «Descongelamiento de puntos calientes» en Eurasia:

    Conflictos políticos en Ucrania y Afganistán , donde las      elecciones dispararan conflictos.

 

  1. El creciente separatismo y conflictos étnicos/religiosos: Los focos de este tipo conflicto son más prontos de suceder en medio oriente y el sudeste asiático, la tensión sunnies/chītas en el primero y en Myanmar en el segundo, donde la minoría musulmana Rohingya enfrenta la posibilidad de una crisis humanitaria.
  2. El sentimiento separatista se intensificará aún en Europa , con el Brexit el separatismo escocés que tendrá eco en Cataluña y otras partes.

Mayores desafíos ecológicos: Las emisiones de Carbono en aumento y la escasez de agua son esperables en el 2019. Los principales países contaminantes (EE.UU/ China) es probable que sigan políticas ambientales descoordinadas.

 

  1. El crecimiento y desarrollo de ciber ataques :La confrontación geopolítica se extenderá al ciberespacio. Infraestructura físicas, agencias gubernamentales se volverán los principales objetos de ciberataques.

 

9) Una nueva carrera armamentística :      El regreso de la carrera armamentística es un nuevo riesgo surgido de el declive de confianza mutua entre grandes potencias. Los competidores serán  EE.UU, China, Rusia, Irán, Turquía, Arabia Saudita, Pakistán, Japón. Lo más importante a corto plazo es la renuncia del INF tratado de misiles de alcance intermedio por parte de EE.UU y Rusia.

 

10) desastres humanitarios y nucleares: Un accidente nuclear por un desastre natural o un choque nuclear. Con la automatización de sistemas de defensa la amenaza de un ciberataque a instalaciones nucleares no puede ser descartada. La perspectiva del uso del espacio exterior se volverán parte de las doctrinas de defensa.

 

Conclusiones:

«Cambios por delante»

El sistema global construido luego de la guerra fria esta cambiando, las tensiones políticas, economícas, militares entre grandes actores lo reflejan, como síntoma de una etapa de transición. Este proceso comenzó en el 2007/2008 con la crisis financiera y ha tomado impulso desde alli.

¿como el mundo llegó a semejante estado?    Se creía antes que las instituciones multilaterales serían capaces de mantener un sistema global. Éramos propensos a ignorar la fragilidad del sistema. Sin embargo cuando los propios garantes (EE.UU) del orden mundial liberal de la posguerra fría, dieron la espalda al modelo de globalización y elevaron  dudas sobre sus beneficios, se volvió claro que la estructura tenia pies de barro

Idealmente, la multipolaridad del mundo, representado por el G20, debería haber mantenido el equilibrio entre las grandes potencias como a aquellos nuevos jugadores globales. Sin embargo la globalización no solo acercó a los mercados , pero también hizo un mundo híper conectado, y más interdependiente, también en el sentido negativo. Bajo estas condiciones el inevitable costo de la globalización empezó a llevar a un incremento del nacionalismo y populismo.

No estamos enfrentando en este momento una recesión mundial de la economía, pero es posible estemos presenciando una crisis de las instituciones globales.

La situación en cierta medida recuerda a la que existió en vísperas de la primera guerra mundial. Luego el mundo experimentó una globalización sin precedentes. Pero sin embargo la globalización en el pasado no pudo salvar al mundo de conflictos más severos.

En general pensar en el futuro puede asustar así como atraer al mismo tiempo mientras estos riesgos tengan la posibilidad de realizarse. Un punto es clave, la neutralización de de estos futuros desafíos y riesgos requeriría voluntad de parte de la mayoría de los actores internacionales.

(*) Por Juan Martin Gonzalez Cabañas Analista Jr de DG

 

CONFERENCIA EN LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA DEL EJÉRCITO DE PERÚ

El Director de Dossier Geopolitico Lic. Carlos Pereyra Mele, fue invitado el viernes próximo pasado a disertar en la Primera conferencia del año lectivo para los oficiales alumnos de los Cursos de la VII y VIII cohorte de la maestría de Estrategia. Presentado por el Sr. Tte Crl Jose Avalos Arellano, como analista político argentino, especialista en geopolítica y geoestratégia suramericana, disertó sobre: “500 años de dominio occidental llegan a su fin.

Inició su conferencia con un agradecimiento al Perú, por ser unos de los países que brindó apoyo a Argentina en momentos cruciales de su historia, durante la Guerra del Atlántico Sur.

Algunos de los pasajes de su Conferencia:

Globalizados: El mundo está cambiando. La Geopolítica ha reemplazado a las ideologías en los conflictos internacionales. Las actuales condiciones de fragmentación no se reducen a problemas coyunturales de las capacidades estatales o a fallas puntuales en el sistema políticos sociales. Antes bien, hay que pensar el presente como un momento fundacional y al mismo tiempo problemático de la experiencia de un mundo en un estado de transición a la multipolaridad. La Globalización como fenómeno y proceso histórico tiene una velocidad inédita. La política mundial se entremezcla con la política nacional y regional, los límites de sus esferas se tornan débiles conformando una triple relación dialógica entre lo local, regional y mundial.

Pensamiento estratégico: En consecuencia, dado los cambios Geopoliticos y el Nuevo Orden Mundial en conformación que se da, por enfrentamiento entre los  Países que denominamos: Atlantistas contra Continentalistas. Estamos transcurriendo este primer cuarto del Siglo XXI y con una nueva posibilidad para rescatar y re definir un auténtico Pensamiento Estratégico y Geopolitico para nuestra Isla Continente: Suramerica
“Pues América, nos exige a los americanos no imitar  para llegar a ser dueños de nosotros mismos y así fundar una estirpe. Para esto, ella, nos ofrece su grandiosa matriz que definimos como lo hóspito.”

Planificación: Para ello deberemos romper con estructuras mentales y paradigmas que nos fueron impuestas como verdades reveladas y tener ese pensamiento crítico y práctico, para obtener la suficiente libertad de pensamiento que permita diseñar políticas de estado propias y no ser meros espectadores de los cambios mundiales. Pero para ello deberemos partir de un análisis internacional serio y basados en hipótesis concretas para poder tener ese pensamiento crítico estratégico propio, que no nos cansaremos de convocar.

Choque entre Atlantistas y Continentalistas: realizó una breve descripción de Atlantistas (EEUU, Unión Europea, Japón) y los Continentalistas (China, Rusia, Turquía, Irán, India) y además transmitió las Tendencias hacia el 2030 (realizadas por los tanques de Ideas de EEUU y Europa), donde solo quedan EEUU y Alemania dentro de las 10 primeras economías mundiales y las Euroasiáticas desplazan a todos los demás miembros del ex G7.

“Tablero Inestable” y sus consecuencias sobre nuestro Continente Sur Americano.

A este tablero inestable lo sintetizamos hoy en el 2018, así:
1. Nivel supremo. Multipolaridad con tres centros: Washington, Moscú y Pekín.
2. Nivel de elevada autodeterminación. Unión Europea y Japón.
3. Nivel de resistencia: India, Turquía, Sudáfrica, Australia, Canadá, Brasil que tienen capacidad de limitar la interferencia de la globalización en su propio territorio. O sea tienen autodeterminación interna y muy limitada autodeterminación externa.
4. Nivel de dependencia. El resto de los países, prácticamente toda Iberoamérica.

Concluyó: Siempre nos dicen que cuando hay una crisis, también hay oportunidades, como vimos en la descripción anterior, el mundo está en reconfiguración y por ello en crisis. Y recordemos entonces que la historia, tal como en la primera década de del siglo XIX, nos pone de nuevo ante la posibilidad, de alcanzar un nuevo estadio de independencia ya no solamente formal política, sino cultural, económica tecnológica.
Hoy en día, los cambios mundiales vuelven a darnos una oportunidad de consolidar una unidad regional que nos permita tener la capacidad de limitar la interferencia de la globalización en nuestro propio territorio, en un mundo ávido de recursos naturales y con la venta de los mismos, Para utilizar los capitales obtenidos el fortalecimiento de las áreas de Ciencia y Tecnología y poder entrar en el mundo de la revolución industrial 4.0. Se impone entonces el “realismo político”: aquel que nos permite asumir con un cierto escepticismo los proyectos teóricos, pero no por eso dejarlos de pensar e intentar realizarlos.  

Perú, Lima, 18/01/2019

Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele y el Sr.. Tte Crl Jose Avalos Arellano

 

 

Kazajstán, que se encuentra en el centro de la integración euroasiática, es una combinación de privatización y proteccionismo, donde el fondo de bienestar estatal está tratando de reducir la dominación estatal en algunas industrias y proteger a otras.

Kazajstán se encuentra en el corazón del Gran Juego del siglo XXI, que trata de la interconectividad y la integración de Eurasia. Astana es miembro tanto de New Silk Roads, o de la Iniciativa Belt and Road, como de la Unión Económica de Eurasia, dirigida por China.

Kazajstán, la «economía del leopardo de las nieves», según la marca del presidente Nursultan Nazarbayev en la última década, no podría ser más euroasiática, sus estepas sin litoral se entrecruzan en un 60% de la carga ferroviaria de China a Europa.

El país también funciona como una especie de central eléctrica masiva para las Nuevas Carreteras de Seda, rebosante de petróleo y gas, pero también invierte significativamente en energía solar, eólica y nuclear.

Astana es el único centro financiero entre Moscú y Pekín, que cuenta con el Centro Financiero Internacional de Astana, donde la Bolsa de Valores de Shanghai es un importante inversor y los bancos y empresas chinos están en la lista.

También está en juego una combinación fascinante de privatización y proteccionismo.

Samruk Kazyna, el fondo nacional de bienestar kazajo, está tratando de reducir la participación del gobierno en la economía, que va desde la energía a la banca, del 90% al 20%, incluso cuando Astana ha dejado claro que algunos productos e industrias estratégicos están cerrados para Inversión extranjera, especialmente china.

Con todo eso como fondo, es más que natural que el estado único de la encrucijada euroasiática de Kazajstán se haya discutido en detalle en el Club Astana [1] .

Su informe de 2018, ‘Hacia una gran Eurasia: ¿Cómo construir un futuro común?’ , se centra en todo, desde la geoeconomía y el renacimiento de Asia Central hasta los riesgos geopolíticos y de seguridad. De particular interés es un nuevo informe sobre los riesgos globales que se avecinan para Eurasia [2].

El Davos Eurasiático

Existe un consenso casi universal en todo el Sur global, incluidas las latitudes clave de Eurasia, de que en una nueva matriz geopolítica extremadamente compleja y emergente, la globalización tal como la conocíamos ya «ya no es un bien universal», dado que los estados se enfrentan con fuerza al aumento de proteccionismo. También hay mucho debate sobre cómo se mezclará el decreciente «orden liberal occidental», junto con la consolidación de la Cuarta Revolución Industrial.

Estas preocupaciones son discutidas no solo por las élites occidentales que se reunieron en Davos esta semana. Ha sido un tema recurrente estudiado por el Instituto de Economía y Política Mundial en Astana, que opera bajo el presidente Nazarbayev.

Con la asistencia del Grupo de Socios de Estrategia Internacional, el Instituto realizó una encuesta entre 1.000 ejecutivos en 60 países, más 30 expertos internacionales para descubrir cómo Eurasia puede anticipar los desafíos extremos del Nuevo Gran Juego, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el El impasse geopolítico y nuclear de Estados Unidos y Rusia, el cambiante tablero de ajedrez en el suroeste de Asia: lo que Occidente llama Oriente Medio, el aumento de los conflictos étnicos y religiosos, la marcha inexorable de la tecnología de punta y la degradación atroz del medio ambiente.

Según la encuesta, el riesgo número uno para Eurasia se consideró la escalada de la confrontación militar y política entre Estados Unidos y China, seguida de cerca por la confrontación entre Rusia y Occidente. El conflicto con mayor probabilidad de exacerbarse es el de Estados Unidos e Irán. Mientras tanto, el proteccionismo fue la preocupación clave para el 56% de los encuestados.

Se pueden plantear preguntas serias sobre la relevancia de algunos de los expertos destacados en el informe final. Aún así, hay algunos análisis de sonido. Evgeny Buzhinsky, vicepresidente del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, destacó cómo una mayor escalada del juego de alto riesgo entre Estados Unidos y Rusia podría “conducir a una confrontación armada no solo con el uso de medios convencionales de destrucción, sino también a un conflicto nuclear «.

Buzhinsky también trató de dejar en claro que su país no iniciará una carrera de armamentos, diciendo que Rusia se adhiere firmemente al principio de «suficiencia razonable».

El modo multivector.

El informe de Astana muestra con cierto detalle los “primeros síntomas de una crisis de las instituciones globales”. Sin embargo, paralelamente, hay una tendencia en algunas latitudes occidentales a interpretar la crisis como un resultado derivado del surgimiento de lo que podría describirse como imperialismo asiático.

Turcos apasionados por el Imperio Otomano, como el ex Ministro de Relaciones Exteriores Ahmet Davutoglu, pueden haber soñado con volver a atar con ciudadanos de «Sarajevo a Damasco, de Benghazi a Erzurum», pero no tanto en el espíritu de un viaje reciente y encantador. Libro revisitando las latitudes imperiales.

La debacle de Siria ha demostrado que el proyecto de expansión del presidente Erdogan tendrá que ser sustancialmente controlado, ya que debe encajar con el alcance geopolítico de otro antiguo imperio, Rusia, así como una reacción violenta del mundo árabe. No hay una forma neo-otomana cuando Egipto, Irak, Jordania, Líbano y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros, ahora están a favor de arreglar su antigua relación fracturada con Damasco.

Se puede argumentar que Erdogan puede apuntar hacia una nueva marca de eurasianismo, al igual que los intelectuales rusos han evolucionado el concepto de Gran Eurasia , donde la noción de Russkii Mir (el mundo ruso) se expande de manera inclusiva, geoeconómica y geopolítica. , y no como forma de dominación .

Después de todo, Rusia es una civilización supranacional de facto, no un mero estado-nación, al igual que China es un «estado de civilización» de facto. La cultura rusa reina en toda Asia Central, donde la lengua franca es la rusa, también fundamental en las redes sociales.

Erdogan podría hacer lo mismo y propugnar una noción similar e inclusiva que incorpore a todos los pueblos de habla turca en Asia Central.

En pocas palabras, las comparaciones con la víspera de la Primera Guerra Mundial, en lo que respecta a Eurasia, son prematuras. Las discusiones en Astana muestran que el camino a seguir es multivector, multicultural y multipolar.

Por PEPE ESCOBAR Enero 22/2019

Fuentes:

How Astana is leading the way in Central Asia

http://www.atimes.com/article/how-astana-is-leading-the-way-in-central-asia/?utm_source=The+Daily+Report&utm_campaign=3a43ad48f5-EMAIL_CAMPAIGN_2019_01_22_12_35&utm_medium=email&utm_term=0_1f8bca137f-3a43ad48f5-31626501

 

[1] Club Astana

https://astanaclub.kz/#/2018/

 

[2] Informe sobre los riesgos globales que se avecinan para Eurasia

https://eurasiarisks2019.astanaclub.kz/downloads/Book_210_297_en.pdf

 

Nota: Visión Eurocentrista

A medida que Estados Unidos deja de liderar el orden internacional, cada vez más países tratan de reforzar su influencia mediante la intromisión en conflictos de otros Estados. En esta nueva era de puesta a prueba de los límites, el presidente de International Crisis Group, Robert Malley, enumera las 10 guerras de las que hay que estar pendientes en 2019.

En un mundo con menos reglas, la única verdadera es saber cuánto es posible hacer sin pagar un precio por ello. Y la respuesta en el mundo de hoy es: mucho.

A medida que se desvanece la hegemonía indiscutible de Estados Unidos, el orden internacional sufre convulsión tras convulsión. Cada vez hay más dirigentes que sienten la tentación de poner a prueba los límites, se disputan el poder y tratan de reforzar su influencia —o disminuir la de sus rivales— entrometiéndose en conflictos de otros Estados. El multilateralismo y sus mecanismos de contención sufren el acoso y el cuestionamiento que representa una política más transaccional y de suma cero. Los instrumentos de acción colectiva, como el Consejo de Seguridad de la ONU, están paralizados; los de responsabilidad colectiva, como la Corte Penal Internacional, son ignorados y despreciados.

La nostalgia puede ser ilusoria. Pintar un retrato demasiado favorable de la era de la hegemonía occidental sería engañoso. El uso de armas químicas por parte de Irak contra Irán en los años 80; las matanzas de los 90 en Bosnia, Ruanda y Somalia; las guerras de Afganistán e Irak tras el 11-S; la brutal campaña de Sri Lanka contra los tamiles en 2009 y la caída de Libia y Sudán del Sur ocurrieron en una época —y a veces debido a— de dominio estadounidense y un Occidente razonablemente coherente. Un orden liberal y teóricamente basado en ciertas reglas no impidió que los que habían establecido esas normas se las saltaran cuando les parecía. En otras palabras, la erosión de la influencia occidental se ve distinta desde Moscú, Pekín y el sur del planeta que desde Bruselas, Londres y Washington.

Aun así, para bien o para mal, durante años, el poder de Estados Unidos y sus alianzas fueron determinantes en los asuntos internacionales, fijaron los límites y estructuraron los órdenes regionales. Ahora, con el declive de la influencia de Occidente, acelerado por el desprecio del presidente Donald Trump hacia sus aliados tradicionales y los problemas de Europa con el Brexit y los nacionalismos, los líderes de todo el mundo están empezando a probar y tantear hasta dónde pueden salirse con la suya.

Muchos de esos líderes, en la política interior de sus respectivos países, adoptan una mezcla nefasta de nacionalismo y autoritarismo. La mezcla varía según los lugares, pero suele incluir el rechazo a las instituciones y las normas internacionales. La crítica de un orden mundial injusto no tiene nada de nuevo. Ahora bien, si antes esa crítica solía tener su origen en la solidaridad internacional, hoy procede sobre todo de un populismo egocéntrico que ensalza la identidad social y política en sentido estricto, denigra a las minorías y los inmigrantes, ataca el Estado de derecho y la independencia de la prensa y eleva la soberanía nacional por encima de todo lo demás.

Trump es quizá el ejemplo más visible, pero no el más extremo, ni mucho menos. El viento sopla en todo el mundo a favor de los gobernantes autoritarios. Están dándose cuenta, a veces para su asombro, de que los mecanismos de contención están derrumbándose, y su forma de comportarse como consecuencia de ello alimenta a menudo los actos de violencia y las crisis. La expulsión en masa de 700.000 rohingyas en Myanmar, la brutal represión de una revuelta popular por parte del régimen sirio, la obvia determinación del Gobierno de Camerún de aplastar una rebelión anglófona en lugar de abordar los motivos de queja que la provocaron, la guerra económica del Gobierno venezolano contra su propio pueblo y el silenciamiento de la disidencia en Turquía, Egipto y otros países, no son más que unos cuantos ejemplos. Todos ellos motivados, en parte, por lo que los gobernantes consideran una luz naranja donde antes había una luz inequívocamente roja.

Estos líderes también ponen a prueba las normas más allá de sus fronteras. Después de anexionarse partes de Georgia y Crimea y fomentar la violencia separatista en la región del Donbas en Ucrania, ahora Rusia está haciéndose notar en el Mar de Azov, envenenando a disidentes en Reino Unido y socavando las democracias occidentales mediante la guerra cibernética. China impide la libertad de navegación en el Mar del Sur de China y detiene de forma arbitraria a ciudadanos canadienses, incluido Michael Kovrig, de International Crisis Group. Arabia Saudí ha traspasado los límites con la guerra en Yemen, el secuestro de un primer ministro libanés y el repugnante asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul. Irán planea atentados contra disidentes en territorio europeo. Israel se atreve a sabotear de forma cada vez más sistemática las bases para una posible solución de dos Estados.

Estas acciones no son nuevas ni tienen la misma dimensión. Pero sí son más audaces y descaradas. Y todas tienen una cosa en común: parten del supuesto de que infringir las normas internacionales tiene pocas consecuencias.

El Gobierno estadounidense no ha sido un espectador inocente. El desprecio de Trump hacia los derechos humanos y su afición a la diplomacia transaccional han marcado un tono asombrosamente negativo, igual que su incumplimiento de los compromisos internacionales de Estados Unidos: rompe el acuerdo nuclear con Irán y, peor aún, amenaza con imponer sanciones económicas a los que decidan respetarlo; da a entender que abandonará el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio si no se cumplen las demandas de Estados Unidos, en vez de trabajar desde dentro para obligar a Rusia a cumplir sus obligaciones; y señala, con sus críticas a la Corte Penal Internacional y sus discursos arrogantes sobre la soberanía, que ni Estados Unidos ni sus amigos tienen por qué rendir cuentas de sus actos.

El peligro de la batalla campal actual no se limita a la violencia que ya ha generado. El mayor peligro es el de cometer errores de cálculo. Si un líder convencido de que es impune se extralimita, puede provocar una reacción inesperada de otro y un sucesivo toma y daca que muy bien puede escalar si no existe una tercera potencia creíble y dispuesta a desempeñar el papel de árbitro.

Por supuesto, no todo el mundo se sale siempre con la suya. Parecía que Bangladesh iba a devolver por la fuerza a algunos refugiados rohingyas a Myanmar pero se detuvo, seguramente debido a las presiones internacionales. La temida reconquista de Idlib, el último bastión rebelde en Siria, bajo los auspicios de Rusia, se ha evitado por ahora, en gran parte gracias a las objeciones turcas, europeas y norteamericanas. Lo mismo ocurre (también por ahora) con una posible ofensiva encabezada por los saudíes contra el puerto yemení de Hodeida: a Riad y Abu Dabi les han impedido actuar en gran parte las advertencias sobre las repercusiones humanitarias y el deterioro de su prestigio internacional.

En otros países, dirigentes que preveían poder actuar con impunidad se han sorprendido al ver la gravedad de las reacciones: por ejemplo, el presidente ruso Vladimir Putin ante las duras sanciones y la muestra de unidad y determinación de las potencias occidentales después de la anexión de Crimea y el asesinato de un antiguo agente en suelo británico, o el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman ante la indignación desatada por el asesinato de Khashoggi.

Sin embargo, en general, es difícil no tener la sensación de que estas son las excepciones que prueban la ausencia de reglas. El orden internacional que conocemos está descomponiéndose, y no está nada claro qué vendrá a sustituirlo. Es muy posible que el riesgo resida, más que en el destino final, en el proceso hasta llegar allí. Tal y como ilustra con creces la lista de 10 guerras de las que conviene estar pendientes en 2019, va a ser un camino accidentado y peligroso.

Fuente: https://www.esglobal.org/las-guerras-de-2019/

 

Traducción y síntesis por Juan Martin González Cabañas / analista junior de Dossier Geopolítico

Estas son las tendencias globales que van a marcar el horizonte del 2019 según las consultoras del más alto nivel Geopoliticas Futures y Stratford 

Según la consultora Geopolitical Futures, que elaboro un  pronóstico denominado    «un mundo al borde«:

Desaceleración de la economía mundial

  • El fin de un ciclo largo de expansión económica, creado en 1970 por la asociación entre China y EE.UU,  la producción superara a la demanda 

 

  • Altas posibilidades de recesión, se acabo el periodo de dinero fácil y tasas bajas 

 

  • Posibilidades de Burbujas de deuda que exploten los problemas estructurales de la crisis del 2008 que no se han resuelto, hay altos coeficientes de deudas ampliamente distribuidos 

 

¿La guerra comercial entre EE.UU será una especie de tercera guerra del opio?

 

  • EE.UU buscara una mayor apertura china a las importaciones con trato preferencial, toda la disputa se basa en el control, el control del partido comunista chino sobre la economía china y los efectos del exterior sobre la misma en contraposición a la voluntad norteamericana de imponer mayor apertura y reformas a las tácticas comerciales chinas, y según lo ve el partido comunista chino, mayor vulnerabilidad frente a los movimientos de la economía mundial que se traduzcan en inestabilidad económica y social que afecte su poder y control sobre su propia población.

 

La competencia entre potencias en las áreas periféricas se volverá más activa

 

  • El margen de acción de estados unidos se ha reducido, esta reposicionándose, reagruparse, las otras potencias aprovechan la oportunidad en «la periferia»

 

  • EE.UU. se ha sobreexpandido en sus metas: quiere detener el ascenso de China y abrir más su mercado a sus productos, quiere detener las reaparición de Rusia como polo de poder, quiere cambiar el gobierno en Irán y redibujar el mapa de medio oriente, no es posible tener metas tan ambiciosas al mismo tiempo…. buscara nuevas formas de, relacionarse, asociarse… las potencias regionales utilizan esta oportunidad para intentar aumentar su  poder 

 

Unión Europea

  • No puede sobrevivir a largo plazo en su forma actual  

 

  • hay un desequilibrio en la conformación actual hacia Alemania, Francia en el futuro buscara reformas, porque la base estratégica original de la UE (Francia) ha perdido su peso y Alemania intentara mantener la configuración actual de poder (status quo) como el hegemón europeo.

 

  • La UE se muestra bastante rígida la hora de enfrentar desafíos

 

  • se presenta la actualidad de la UE en una visión bastante maniquea, entre los defensores del proyecto europeísta y la democracia, frente a irracionales populistas y nacionalistas de extrema derecha, cuando la situación es muchos más compleja  

 

  • Polonia ocupara un lugar cada vez más destacado en Europa oriental, que podría cambiar el equilibrio de poder en la región, según la postura que tome su gobierno en el 2019 y a futuro.

 

  • El Brexit no cambiara demasiado la vida comunitaria de la unión en el corto plazo

 

  • Continuara la polarización social  dentro de los miembros de la UE

 

  • la UE endurecerá su postura con Italia y con Reino Unido como medidas ejemplificadoras , pero esta dinámica podría no funcionar a largo plazo

 

  • Los distintos intereses de las realidades nacionales de sus miembros serán un desafío para el futuro unión, pudiendo esta enfrentarse a un largo proceso de deterioro

 

MEDIO ORIENTE

  • Irán estará bajo mayor  presión por parte de EEUU, y reforzara una línea de aliados
  • Otras potencias buscaran a Irán como un bastión contra EE.UU. en la región

Estas son las tendencias que van a marcar el horizonte del 2019 según la consultora  Stratfor:

La competencia entre grandes potencias se intensificara

Estados Unidos intensificará su ofensiva estratégica contra China con tarifas arancelarias, sanciones, colchones regulatorios en torno a las tecnologías emergentes, un respaldo más fuerte a Taiwán y una postura más agresiva en el Mar de China Meridional.                                  

Al mismo tiempo, el fracaso de los pactos de control de armas acelerará una carrera de armamentos entre los Estados Unidos, Rusia y China. El clima geopolítico más agresivo creará oportunidades estratégicas para las potencias fronterizas, como Polonia y Taiwán,  Turquía.

Citando amenazas a la seguridad nacional, los Estados Unidos se apoyarán en gran medida en Europa, Japón, Australia, Canadá, Corea del Sur y Taiwán para erigir barreras más fuertes a la inversión china. Esto afectará la investigación y el comercio en áreas estratégicas, desde la inteligencia artificial hasta el despliegue de redes 5G a partir de 2019. El imperativo de China de ponerse al día en áreas críticas como la industria aeroespacial y el desarrollo de semiconductores de alto nivel solo aumentará las amenazas cibernéticas para las corporaciones y impulsará un EE.UU más ofensivo.

Además, las corporaciones tendrán que lidiar con interrupciones en la cadena de suministro y multas y demandas más graves por violaciones de datos.

La volatilidad del comercio en la economía global

Un enfrentamiento de Estados Unidos con la Organización Mundial de Comercio podría paralizar el proceso de solución de controversias del organismo, obligando a los países a una vía bilateral menos predecible para resolver sus diferencias comerciales.

Canadá, México, Japón y Corea del Sur tienen más posibilidades de negociar cuotas para mitigar la amenaza de los aranceles automovilísticos estadounidenses, pero las conversaciones comerciales de la Unión Europea con Estados Unidos están condenadas al fracaso.

Y mientras que los aranceles estadounidenses adicionales en China aumentarán la incertidumbre comercial, el efecto general en la economía global de la política comercial de la Casa Blanca en 2019 será relativamente silencioso.

Escenarios para Italia y el  Brexit

Un gobierno italiano “populista” desafiante planteará la mayor amenaza para la eurozona en 2019, ya que las preocupaciones sobre los crecientes niveles de deuda del país y el frágil sector bancario. Los mercados financieros y los diferenciales peligrosamente amplios de los rendimientos de los bonos, en lugar de las amenazas de Bruselas, serán los mayores disciplinarios de Roma.  

Bruselas trabajará simultáneamente para evitar un escenario Brexit sin acuerdo con el Reino Unido, pero el veto parlamentario británico sigue siendo el mayor obstáculo para su salida ordenada de la Unión Europea.

Un ojo en la creciente oferta en los mercados energéticos globales

Arabia Saudita y Rusia administrarán cuidadosamente la producción de petróleo para evitar una caída de los precios, ya que controlarán los efectos de las exportaciones residuales iraníes en el mercado.

También existe el potencial para el crecimiento de la producción de Irak y Libia y una reducción significativa de las restricciones de capacidad de exportación en los Estados Unidos más adelante en el año.

Los mercados mundiales de gas natural licuado se verán afectados cuando Estados Unidos asuma su lugar entre los tres principales exportadores de GNL del mundo en 2019.

Fuerzas disruptivas en movimiento en las Américas

Los gobiernos de línea dura y alineados con los Estados Unidos en Brasil y Colombia podrían impulsar un esfuerzo regional atípicamente proactivo para contener el desbordamiento de la crisis actual de Venezuela.

Los esfuerzos de Brasil por sacudir y reformar el bloque comercial del Mercosur se enfrentarán a una Argentina políticamente frustrada.

VISION GENERAL

La competencia cada vez más intensa entre los Estados Unidos, China y Rusia surgiría como la característica definitoria del sistema internacional, creando un dilema para las potencias medias atrapadas en medio de una rivalidad entre grandes potencias. Las guerras comerciales, los ataques cibernéticos, las cambiantes estrategias de defensa y las carreras de armamentos no tardaran mucho en convencer al mundo de que esta es la nueva realidad global.

Una competencia  entre grandes potencias entre los Estados Unidos, China y Rusia acelerará una carrera de armamentos de alto nivel y aumentará la competencia en el ciberespacio y la tecnología. La gobernanza global en torno a estas amenazas será difícil de alcanzar a medida que las divisiones se profundizan en el sistema internacional.

A pesar de que Estados Unidos intensifica una ofensiva estratégica contra China con aranceles adicionales y bloqueos regulatorios, sanciones, y desafíos marítimos en el Mar del Sur de China, Beijing dependerá de su fuerte influencia económica global para corroer las alianzas de Estados Unidos. El año expondrá los límites que enfrenta Estados Unidos al tratar de aislar a China tanto de las cadenas de suministro global tan estrechamente entrelazadas, como de los aliados de los Estados Unidos, atrapados entre mantener una estrecha relación de seguridad con los Estados Unidos e incrementar sus lazos económicos con China.

Se prevé que la competencia entre potencias solo se intensificará en 2019. La Casa Blanca duplicará sus intentos de poner en cortocircuito los avances de China en varios campos estratégicos. Beijing recibirá algunos golpes en el camino, pero China todavía tiene los medios y la motivación más que nunca para acelerar su calendario y sus esfuerzos para alcanzar la paridad con los Estados Unidos.  La relación China y Rusia tiene el potencial de una alineación más estrecha en 2019.

Y para aquellos poderes que se encuentran a lo largo de las fronteras, desde Polonia a Turquía y Taiwán, un clima geopolítico más tenso se traducirá en algunos casos en oportunidades estratégicas mientras intentan trabajar rápidamente para apuntalar las alianzas de seguridad y obtener beneficios económicos especiales de los poderosos pretendientes.

Un enfrentamiento de la Casa Blanca con la Organización Mundial del Comercio podría frenar el proceso de solución de controversias del organismo, lo que obligaría a los países a volver a una vía bilateral menos previsible para resolver sus fricciones comerciales.

La dimensión ideológica de la competencia se jugará más sutilmente

Los Estados Unidos se enfrentan al desafío de competir con un eje eurasiático  China-Rusia, pero se basa en tácticas poco ortodoxas y en un curso ampliamente unilateral en el que corre el riesgo de alejar a muchos de los aliados de poder intermedio. Con el frente occidental dividido y los Estados Unidos ya no defendiendo activamente, y en algunos casos atacando el sistema de gestión del orden global basado en las reglas de la posguerra, China encontrará muchos avances entre las potencias medias para desafiar la ofensiva estadounidense.

 

Análisis y pronósticos desde el foro árabe de estrategia

Juan Martin González Cabañas (*)

Un evento que suele pasar debajo del radar sudamericano, en lo referido a grandes cumbres de temas estratégicos, geopolíticos y geoeconómicos  que tal vez debiéramos incorporar es el Foro Árabe de Estrategia* (Arab Strategy Forum). La edición de este año tuvo lugar el 12 de diciembre.

Con sede en Dubái desde 2004, el Foro Árabe de Estrategia es un espacio donde figuras mundiales de liderazgo en el sector público y privado, como reconocidos analistas internacionales se reúnen para debatir y producir pronósticos y estrategias para los años siguientes.

 Luego de la presentación y como siempre este tipo cumbres son de interés para renovar nuestros marcos analíticos, trazar grandes tendencias para los futuros escenarios, y conocer las ideas que surgen en los pasillos, de la” cocina” del poder mundial.

Algunas conclusiones y declaraciones de los disertantes del foro:

Ian Bremmer de la notable consultora de riesgo Eurasia fue optimista sobre el futuro de la economía global a pesar de un entorno geopolítico incierto, además de prever la entrada de China como un nuevo poder en medio oriente.

Cuando vemos el  año 2019 es el entorno geopolítico más incierto, pero al mismo la economía global está bien

-“Se espera una tasa de crecimiento económico mundial del 3,7 % en 2019

-“La competencia entre EEUU y China se verá en lo referido a tecnología”   

-“Un problema fundamental será la puja de China y Rusia por apoderarse del escenario mundial

Mervyn King, ex gobernador del banco de Inglaterra y  Jack Lew ex secretario del tesoro estadounidense  compartieron un panel donde abordaron las perspectivas globales a futuro, y sostuvieron que los problemas económicos globales continuarán en 2019, en ausencia de políticas que limiten los déficits y los excedentes. Y por ultimo hicieron un llamado a los líderes mundiales para trabajar juntos para evitar una recesión económica mundial.

Mervyn King

-“las políticas fiscales que promuevan la inversión serán cruciales para evitar una desaceleración económica en 2019

-“El Brexit seguirá en curso, y Gran Bretaña saldrá en marzo del 2019”.

-“El Brexit es otro ejemplo de clase política incapaz de de hacer frente a las preocupaciones de los ciudadanos”

Jack Lew

-“Como una de las mayores economías del mundo, china debe ser parte de uno de los actores que dicten las reglas del futuro, y EE.UU debe aceptarlo”.

El profesor experto en medio oriente de la London  School of Economics Fawaz Gerges sostiene:

-“en el 2019 el impulso de los movimiento populistas seguirá

-“la guerra en Yemen se va «enredar “aún más todavía en 2019

-“en 2019 seguirán los intentos para normalizar la relación entre EE.UU y Corea del Norte

Dennis Ross, diplomático estadounidense especializado en medio oriente:

– “el nacionalismo está aquí para quedarse

Bernandino león experimentado diplomático español en asuntos de medio oriente, actualmente director de la escuela diplomática de Emiratos Árabes Unidos:

-“la competencia entre EE.UU no será Judo , pero tampoco será boxeo , será algo como el Sumo , dos pesos pesados empujándose el uno al otro fuera del ring, usando su fuerza, pero sin sangre de por medio

Para cerrar el foro el analista y geoestratega Parag Khanna brindo una conferencia titulada “el futuro multipolar: el CCG** entre occidente y oriente” donde expresó:

-“hoy el mundo es un «mercado geopolítico”, y ninguna potencia sola puede dictar con cuales países comerciar o no

(*) Juan Martin González Cabañas Analista Jr. de Dossier Geopolitico

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* http://arabstrategyforum.org/

**Consejo de cooperación del Golfo es  un bloque regional formado por los países del golfo pérsico/árabe: BaréinKuwaitOmánKhatarArabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

 

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo                                                         

Acompañamos el link del audio

Analizamos el fin de un 2018 -BALANCE 2018-  (16-12-2018) demostramos que estamos viendo el fin del sueño Neocon norteamericano del “Siglo XXI el siglo Norteamericano”:

Síntesis de lo abordado

Tripolaridad: -EEUU/Rusia/China-

La Crisis “Occidental” G7 – “Crisis en el Atlantismo

Una nueva EURASIA

Nuevas realidades geopoliticas espaciales globales

Crisis de la Unión Europea posibles nuevas salidas sino se reorganizan: Francia Italia Alemania y la crisis Ucraniana y Rusia

Inglaterra y su vuelco a su es espacio colonial

Ataque de U.S.A. a las estructuras de la U.E. y a la OTAN

Rusia: Encuentro de Vladivostok y las gigantescas maniobras militares Vostok 2018

La Nueva Ruta de la Seda y los ferrocarriles transiberianos rusos

China nuevas relaciones con Japón y Filipinas y su proyecto geopolitico de la llamada Ruta de la Seda

EEUU el triunfo de Trump en las elecciones y las mejoras de un gigante dormido en el tema industrial

Siria el triunfo del “eje del Bien” sobre el “eje del mal”

Irán y su nueva situación geoestratégica con relación a los nuevos caminos de los oleoductos y gasoductos desde Irán a la India

Las Américas: el tema migraciones y la crisis sobre México  y Centroamérica

Brasil: Bolsonaro y los nuevos tiempos geopoliticos en Suramerica y la reunión de los conservadores en Foz de Iguazú

 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30814511_1.html?fbclid=IwAR0lRsJM9IfiXoT_59bmCODjhDx9NeWKxBVjCebadAb0QkYmfgok_ZSR81Q

 

Lic. Carlos Pereyra Mele

Dossier Geopolitico

Se ruega su difusión libremente

 

Programa de Tv «Con Sentido Común»

#DossierGeopolitico con Carlos Pereyra Mele en la noche del 14/12/18 por Tv Canal «C» de Córdoba que se transmite por la red de Cablevision para la provincia. Entrevistado por el Programa «Con Sentido Común» que conduce Alfredo Guruceta Analizamos la realidad Global en este fin de año 2018:

Los Chalecos Amarillos y la «rebelión» en Europa contra la burocracia de bruxelas Trump y su decisión de reformar a la Unión Europea; La OTAN; La ONU, OEA etc.

Que nos deja el G20 para Argentina Que pasa en Siria, Yemen

Siguen los conflictos entre EEUU/China/Rusia

Donde presentamos una visión del mundo original y distina desde Suramérica sobre lo que pasa en el Mundo desde Dossier Geopolitico y que no se transmite por los grandes medios «occidentales»

VIDEO: 

Se solicita su difusión

Columna tradicional semanal de Análisis Geopolitico y Geoestratégico Mundial, en el Programa del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci, y se transmite por Radio Vía Web y repetidoras de todo el Continente

TEMAS: Acompañó el audio

Analizamos el fin de un 2018 complicado -también demostramos que estamos viendo el fin del sueño Neocon del “Siglo XXI: el Siglo Americano”(PNAC). y muy especialmente la crisis y rebelión de la Unión Europea porque ese es el punto, no una protesta de los chalecos amarillos por un incremento de precios de combustibles (como lo presenta la prensa), sino el cuestionamiento profundo a Bruselas que ya se trasladó a varios países de la comunidad. Pero además analizamos los cuestionamiento por parte de Trump a la ONU y a la UE. Desde Dossier Geopolitico venimos adelantando estos cambios que hoy ya no son Teoría de Complot sino la realidad de la crisis profunda del «modelo» y que estos más temprano que tarde llegará a este continente.

Y también vimos como lo adelantamos también que el «éxito’ cacareado por la prensa sobre el G20. En la práctica hoy a una semana es casi papel mojado después de el reinicio del conflicto Norteamericano-Chino por el arresto de la Gerenta Financiera de Huawei: La guerra comercial 2.0. Épocas importante por venir y un Trump desconocido de 1987 para el común de las gentes y un nuevo modelo Euroasiático.

Lic. Carlos Pereyra Mele x Dossier Geopolitica

Se ruega su difusión libremente, referenciando la Fuente 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30686953_1.html?fbclid=IwAR3x4WOoBIlTG5oIDKldeeWAhsgQ0BjbyhjzvsoZE7uEyYVn1OoH-VyFu7M

Por Juan Martín González Cabañas Becario Investigador Jr. del Equipo de Dossier Geopolitico análisis para la prensa

Argentina en el ojo de la tormenta global

El G20 la mesa chica de la gobernanza mundial tuvo lugar en Buenos Aires el último día noviembre y el primero de diciembre (extendiéndose algunas reuniones bilaterales hasta el domingo 2).

Si bien los temas oficiales de la agenda oficial del G20 de este año fueron infraestructura para el desarrollo, el futuro del trabajo,  y el futuro alimentario sostenible, otros hechos de actualidad, de tipo coyuntural, produjeron expectativa mundial como las acciones frente al cambio climático y la dinámica del comercio mundial.

La cumbre del G20 en Buenos Aires fue cubierta por un clima de tensión: EE.UU en plena guerra comercial con China, otra crisis entre Rusia y occidente en otra disputa (en este caso por la entrada al Mar de Azov en Crimea,)  las guerras en Yemen y Siria, el problema de la inmigración. Todos estos asuntos no han tenido la respuesta esperada.

Cada actor de la cumbre se ha llevado algo (Trump una reforma del Nafta favorable para EEUU, China ha quedado como un actor racional dispuesto al dialogo y refuerza su bloque eurasiático, los europeos sostienen su postura irreversible de mantener los tratados climáticos) pero estos logros particulares  no hacen más que reforzar la idea del fracaso para imponer un marco de acción colectiva entre los actores más relevantes del escenario global.

Se produjo un consenso sobre el cambio climático, pero el principal país emisor de gases no forma parte de él, se sostuvo en el comunicado conjunto la necesidad de una reforma a la OMC, pero no se han criticado las prácticas proteccionistas y mercantilistas de las 2 mayores economías del mundo, ni el funcionamiento de la misma de la organización.

Pero los consensos y logros duraron poco…

La tregua entre China y EE.UU en su guerra comercial de aranceles, parecía dar un ráfaga de tranquilidad a la economía mundial , pero ayer 5 de diciembre Trump ha declarado que piensa dar marcha atrás, sosteniendo que “Beijing no da las garantías apropiadas” para el cumplimiento de la distención.

Y  la crisis en Crimea ha escalado, debido a que Rusia y EE.UU  se acusan mutuamente de no cumplir con los tratados sobre misiles de alcance intermedio, emitiendo Rusia una advertencia si es violado su perímetro de seguridad-

El sistema de las instituciones de las posguerra (ONU, Bretton Woods) ya está obsoleto hace tiempo para coordinar soluciones globales, al no contener y representar los cambios mundiales, surgidos después de la caída del muro de Berlín y el ascenso de los países emergentes, que reclaman el surgimiento un nuevo orden que represente la verdadera configuración económica y los cambios en el equilibrio de poder.

El G20 es un intento para contener estos cambios y nuevos actores en la agenda global, pero hasta ahora su función ha sido retórica que al no poder reflejarse en acciones colectivas y estrategias en común concretas para resolver los problemas globales, al priorizar las potencias sus propios intereses.

Choque de placas tectónicas

Los problemas de actualidad para la comunidad internacional no han tenido el consenso necesario para medidas resolutivas  ha sido una cumbre bastante opaca en resultados generales, aún con la firma de un documento en conjunto.

Como la teoría realista de las relaciones internacionales sostiene, aun en un mundo globalizado las fricciones entre los Estados serán una constante

Lo que da espacio a las usuales críticas hacia este tipo de foros y al multilateralismo retórico en general, críticas que sostiene que la trama mundial se conforma de intereses no consignas, discursos.

La competencia abierta y multidimensional entre grandes potencia está aquí para quedarse en un emergente mundo multipolar, por el momento atenuado,  las tensiones entre EE.UU y el binomio eurasiático China/Rusia parecen ser una prueba de ello.

La competencia  entre grandes potencias será unos de los aspectos que marcarán los próximos años el escenario mundial, este G20 fue un reflejo de eso, y un adelanto de lo que vendrá,  la competencia entre EE.UU y China es irreversible, no renunciaron a la aspiración del liderazgo global, las fricciones serán cada vez más comunes.

El desafío para Argentina y América Latina, es tener la visión para una estrategia de equilibrio entre las potencias en competencia, visualizar las oportunidades y sortear las amenazas que dichas competencias  implican.

05/10/2018

Juan Martin González Cabaña