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Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:

Analizamos la 55 Conferencia de  Seguridad de Múnich  (15 al 17 de febrero) sobre la cual hay un apagón informático tremendo allí se tratara: ¿que hacer con los retazos del mundo unipolar que cayó?

Se quiere limitar el impacto en la opinión pública local nacional como ocurrió con  la Cumbre de Davos que este 2019 falleció cuando el Secretario de Estado de EEUU: Mike Pompeo le extendió el certificado de defunción. Tantos años se habló de la misma aca, con euforia adolescente y ahora?. parece que nunca existió

2019 es un año bisagra

El bloqueo informativo está totalmente premeditado, en el mientras. Otros organismos que ya están descomponiéndose son el G7; el G20 y la Unión  Europea después del Brexit ni que hablar de ONU/FMI/BM y la OEA, etc.

Pareciese que “no” conviene a los aprendices de brujos locales que el común de la gente sepa qué mundo se viene

En el mientras tanto, los ponen a dos retardatarios como de Milei y Espert o cortinas de Humo como como un juez de servilletas y travesuras politiqueras de Durán Barba.

El «futuro» Nuevo Orden ya llegó

Carlos Pereyra Mele Director de DG

 

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Otro comentarios: Alfredo Jalife-Rahme: Análisis sobre la Conferencia de Seguridad de Múnich 2019 en Actualidad RT

En el marco de la Conferencia de Seguridad en Múnich (Alemania), el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó a la Unión Europea a abandonar el pensamiento colonial y buscar una mayor apertura e independencia en cuanto a su defensa. Por su parte, Alfredo Jalife-Rahme, profesor de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, opinó que con su política Washington intenta tratar al Viejo Continente como a un «vasallo».

 

 

XVI JORNADAS GEOPOLÍTICA Y ESTRATEGIA – LAS ESTRATEGIAS SEGURIDAD DE LOS EEUU conferencia del Coronel Pedro Baños

La reconfiguración del orden mundial

El contexto convulso en el que se desarrolla el siglo XX, con grandes revoluciones y dos guerras mundiales, ve alterados sustancialmente los equilibrios geopolíticos existentes en cada momento, pero es al final de siglo cuando los cambios son vertiginosos. Al fin de las largas dictaduras personales se sumarán cambios en el Islam, especialmente con la revolución Iraní y su posterior extensión. Pero la mayor alteración se produce con el fin de la guerra fría, un sistema altamente peligroso por la amenaza de destrucción mutua segura, pero que aportaba estabilidad basada en enfrentamientos indirectos entre las dos superpotencias, que servían de válvula de escape a las tensiones y crisis generadas.

Este equilibrio desaparece con la disolución de una de sus partes, la URSS, y la desaparición del Pacto de Varsovia, del sistema de economía y organización social de los países integrantes del bloque, y la consiguiente pérdida de influencia a nivel global del nuevo Estado, la Federación Rusa. En menos de una década, toda la construcción teórica de la geopolítica global había quedado anticuada. Se necesitaba un nuevo paradigma capaz de explicar la situación resultante. En 1992, Francis Fukuyama publica en Free Press su obra EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ÚLTIMO HOMBRE, en el que anuncia el triunfo global del sistema basado en el capitalismo, y la hegemonía mundial de la potencia vencedora, los EE. UU.

El 26 de febrero de 1993 se produce el primer atentado al World Trade Center de Nueva York, y una Al Qaeda a la que nadie había prestado atención lo reivindica. Aparece un factor que había permanecido aletargado en el mundo de la guerra fría, las identidades culturales, y que se constituye en motor de los principales conflictos con los que acaba el siglo XX y empieza el siglo XXI. Religión, Lengua, Banderas; símbolos nuevos pero con base histórica en un pasado más o menos reciente retornan del baúl de los recuerdos y ocupan las portadas de los medios de comunicación.

En busca de un nuevo paradigma que sirva de marco para la construcción de un corpus teórico, Samuel P. Huntington, profesor de Fukuyama, publica en el verano de 1993 un artículo en la revista Foreign Affairs con el provocador título de The Clash of Civilizations?, en el que presenta un mapa mundial de posibles zonas de conflicto, unas líneas de fractura que delimitan las civilizaciones y los puntos de confluencia/concurrencia/competencia. El éxito del artículo, del que este verano se cumplirán 25 años, animó al autor a desarrollarlo en un texto, publicado tres años después, en el que el título quedó matizado perdiendo el interrogante y siendo complementado: EL CHOQUE DE LAS CIVILIZACIONES Y LA RECONFIGURACIÓN DEL ORDEN MUNDIAL.

Con motivo de la conmemoración de los 25 años de la publicación del artículo original, y con el objetivo de debatir sobre la actualidad u obsolescencia de las teorías de Huntington, se programan las XVI jornadas sobre geopolítica y geoestrategia, en las que, partiendo de una exposición de la situación actual , se tratarán temas relacionados con el renacimiento de la religión como elemento creador de identidades; o la importancia que tuvo el descubrimiento de América como elemento motor de una reconfiguración del orden mundial al inicio de la Edad Moderna, y el uso de la Leyenda Negra como instrumento geopolítico contra España. La segunda jornada se dedica a las potencias emergentes del subcontinente Indio; a Rusia y su esfuerzo por retornar al papel de potencia global, y a China, que busca un posicionamiento acorde con tu potencial demográfico, económico y militar. Esto complementado con un descriptivo estudio de la situación en el Cáucaso, punto de confluencia de los interese geopolíticos de Europa, EE. UU., Rusia, Turquía, e Irán.

La tercera jornada se dedica a la ciberseguridad y su influencia en la geopolítica, y por último, la potencia hegemónica y su estrategia de seguridad y defensa, EE.UU; para terminar con una mesa redonda sobre la teoría de S P. Huntington sobre el choque de las civilizaciones.

 

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:

Por primera vez iniciamos nuestro análisis desde lo menor para discurrir hacia lo más en Política Internacional y Geopolitica. Por ello expusimos cómo se puede con un personaje menor iniciar una guerra híbrida, como es el caso de Venezuela donde EEUU ha instalado una dicotomía falsa: Maduro-Guaido, para alcanzar sus objetivos que no son otros que alinear a Latinoamérica detrás de ellos, ante la lucha ya desencadenada por el Nuevo Orden Mundial. Y dentro de este esquema nos preguntamos: Dónde está Michel Temer?, el corrupto ex presidente de Brasil y que hace la justicia del Lava jato con ese personaje, con fuertes denuncia y pruebas de corrupción.

Luego entremos de lleno en esa lucha por el dominio Global de los Emergentes:

  1. La decadencia de EEUU se acelera:
  2. EEUU negocia con los Talibanes su retirada tras 18 años de guerra de Afganistán
  3. III Vietnam de EEUU en el Siglo XXI; después de Irak, Siria y ahora Afganistán

Declinación de todos los Organismos Internacionales creados después de la II Guerra Mundial: ONU/FMI/BM/OMC y en nuestra Región OEA.

El Sistema Mundo idílicamente Multipolar en el mundo de la Real Politik es un Mundo: Tripartito: China – EEUU – Rusia.

Trump pelea con el estado profundo yanki, y la herencia de la decadencia y los conflictos que le dejo Obama: una Rusia atacada con las sanciones económicas (que no la afectaron) y una Chica agredida con proyectos económicos que nunca llegaron a consolidarse como es el caso del Tratado Transpacífico (anulado por Trump).

Ello llevó a una Alianza estratégica entre Rusia y China y trump siguiendo los consejos de Kissinger, tratar de separar los socios.

La declinación de los EEUU, no es novedad, solo los dirigentes mal informados de nuestro continentes desconocen las alertas como las del Tanque de Ideas de la globalización de los 90s: Consejo Atlántico ya decía en el 2013 que para el 2050 EEUU y sus socios del ex G7 pasaron de representar el 40% del PBI mundial a solo el 25%.

También el crecimiento de nuevas estructuras como: Asociación de Cooperación de Shanghai; el Foro de Vladivostok y la Unión Económica Euroasiática con su Club Astana.

Y para cerrar en esta última reunión de Davos, el Secretario de Estado de EEUU Mike Pompeo, dio una lapidaria exposición contra todo lo que representó davos para el mundo neoliberal, dándole un certificado de defunción

AUDIO:     

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo      

Primer análisis Radial Geopolítico de las tendencias globales en este 2019.
Camino a cerrar el primer cuarto de este Siglo XXI.
Y las proyecciones posibles

Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de DG

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_31276558_1.html?fbclid=IwAR1IlHp_mdolgqs8hR1JRAGIdqWA5XCKOFvaAxlLWX8TkNcX-J5WDAkhzo4

 

Nota: Visión Eurocentrista

A medida que Estados Unidos deja de liderar el orden internacional, cada vez más países tratan de reforzar su influencia mediante la intromisión en conflictos de otros Estados. En esta nueva era de puesta a prueba de los límites, el presidente de International Crisis Group, Robert Malley, enumera las 10 guerras de las que hay que estar pendientes en 2019.

En un mundo con menos reglas, la única verdadera es saber cuánto es posible hacer sin pagar un precio por ello. Y la respuesta en el mundo de hoy es: mucho.

A medida que se desvanece la hegemonía indiscutible de Estados Unidos, el orden internacional sufre convulsión tras convulsión. Cada vez hay más dirigentes que sienten la tentación de poner a prueba los límites, se disputan el poder y tratan de reforzar su influencia —o disminuir la de sus rivales— entrometiéndose en conflictos de otros Estados. El multilateralismo y sus mecanismos de contención sufren el acoso y el cuestionamiento que representa una política más transaccional y de suma cero. Los instrumentos de acción colectiva, como el Consejo de Seguridad de la ONU, están paralizados; los de responsabilidad colectiva, como la Corte Penal Internacional, son ignorados y despreciados.

La nostalgia puede ser ilusoria. Pintar un retrato demasiado favorable de la era de la hegemonía occidental sería engañoso. El uso de armas químicas por parte de Irak contra Irán en los años 80; las matanzas de los 90 en Bosnia, Ruanda y Somalia; las guerras de Afganistán e Irak tras el 11-S; la brutal campaña de Sri Lanka contra los tamiles en 2009 y la caída de Libia y Sudán del Sur ocurrieron en una época —y a veces debido a— de dominio estadounidense y un Occidente razonablemente coherente. Un orden liberal y teóricamente basado en ciertas reglas no impidió que los que habían establecido esas normas se las saltaran cuando les parecía. En otras palabras, la erosión de la influencia occidental se ve distinta desde Moscú, Pekín y el sur del planeta que desde Bruselas, Londres y Washington.

Aun así, para bien o para mal, durante años, el poder de Estados Unidos y sus alianzas fueron determinantes en los asuntos internacionales, fijaron los límites y estructuraron los órdenes regionales. Ahora, con el declive de la influencia de Occidente, acelerado por el desprecio del presidente Donald Trump hacia sus aliados tradicionales y los problemas de Europa con el Brexit y los nacionalismos, los líderes de todo el mundo están empezando a probar y tantear hasta dónde pueden salirse con la suya.

Muchos de esos líderes, en la política interior de sus respectivos países, adoptan una mezcla nefasta de nacionalismo y autoritarismo. La mezcla varía según los lugares, pero suele incluir el rechazo a las instituciones y las normas internacionales. La crítica de un orden mundial injusto no tiene nada de nuevo. Ahora bien, si antes esa crítica solía tener su origen en la solidaridad internacional, hoy procede sobre todo de un populismo egocéntrico que ensalza la identidad social y política en sentido estricto, denigra a las minorías y los inmigrantes, ataca el Estado de derecho y la independencia de la prensa y eleva la soberanía nacional por encima de todo lo demás.

Trump es quizá el ejemplo más visible, pero no el más extremo, ni mucho menos. El viento sopla en todo el mundo a favor de los gobernantes autoritarios. Están dándose cuenta, a veces para su asombro, de que los mecanismos de contención están derrumbándose, y su forma de comportarse como consecuencia de ello alimenta a menudo los actos de violencia y las crisis. La expulsión en masa de 700.000 rohingyas en Myanmar, la brutal represión de una revuelta popular por parte del régimen sirio, la obvia determinación del Gobierno de Camerún de aplastar una rebelión anglófona en lugar de abordar los motivos de queja que la provocaron, la guerra económica del Gobierno venezolano contra su propio pueblo y el silenciamiento de la disidencia en Turquía, Egipto y otros países, no son más que unos cuantos ejemplos. Todos ellos motivados, en parte, por lo que los gobernantes consideran una luz naranja donde antes había una luz inequívocamente roja.

Estos líderes también ponen a prueba las normas más allá de sus fronteras. Después de anexionarse partes de Georgia y Crimea y fomentar la violencia separatista en la región del Donbas en Ucrania, ahora Rusia está haciéndose notar en el Mar de Azov, envenenando a disidentes en Reino Unido y socavando las democracias occidentales mediante la guerra cibernética. China impide la libertad de navegación en el Mar del Sur de China y detiene de forma arbitraria a ciudadanos canadienses, incluido Michael Kovrig, de International Crisis Group. Arabia Saudí ha traspasado los límites con la guerra en Yemen, el secuestro de un primer ministro libanés y el repugnante asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul. Irán planea atentados contra disidentes en territorio europeo. Israel se atreve a sabotear de forma cada vez más sistemática las bases para una posible solución de dos Estados.

Estas acciones no son nuevas ni tienen la misma dimensión. Pero sí son más audaces y descaradas. Y todas tienen una cosa en común: parten del supuesto de que infringir las normas internacionales tiene pocas consecuencias.

El Gobierno estadounidense no ha sido un espectador inocente. El desprecio de Trump hacia los derechos humanos y su afición a la diplomacia transaccional han marcado un tono asombrosamente negativo, igual que su incumplimiento de los compromisos internacionales de Estados Unidos: rompe el acuerdo nuclear con Irán y, peor aún, amenaza con imponer sanciones económicas a los que decidan respetarlo; da a entender que abandonará el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio si no se cumplen las demandas de Estados Unidos, en vez de trabajar desde dentro para obligar a Rusia a cumplir sus obligaciones; y señala, con sus críticas a la Corte Penal Internacional y sus discursos arrogantes sobre la soberanía, que ni Estados Unidos ni sus amigos tienen por qué rendir cuentas de sus actos.

El peligro de la batalla campal actual no se limita a la violencia que ya ha generado. El mayor peligro es el de cometer errores de cálculo. Si un líder convencido de que es impune se extralimita, puede provocar una reacción inesperada de otro y un sucesivo toma y daca que muy bien puede escalar si no existe una tercera potencia creíble y dispuesta a desempeñar el papel de árbitro.

Por supuesto, no todo el mundo se sale siempre con la suya. Parecía que Bangladesh iba a devolver por la fuerza a algunos refugiados rohingyas a Myanmar pero se detuvo, seguramente debido a las presiones internacionales. La temida reconquista de Idlib, el último bastión rebelde en Siria, bajo los auspicios de Rusia, se ha evitado por ahora, en gran parte gracias a las objeciones turcas, europeas y norteamericanas. Lo mismo ocurre (también por ahora) con una posible ofensiva encabezada por los saudíes contra el puerto yemení de Hodeida: a Riad y Abu Dabi les han impedido actuar en gran parte las advertencias sobre las repercusiones humanitarias y el deterioro de su prestigio internacional.

En otros países, dirigentes que preveían poder actuar con impunidad se han sorprendido al ver la gravedad de las reacciones: por ejemplo, el presidente ruso Vladimir Putin ante las duras sanciones y la muestra de unidad y determinación de las potencias occidentales después de la anexión de Crimea y el asesinato de un antiguo agente en suelo británico, o el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman ante la indignación desatada por el asesinato de Khashoggi.

Sin embargo, en general, es difícil no tener la sensación de que estas son las excepciones que prueban la ausencia de reglas. El orden internacional que conocemos está descomponiéndose, y no está nada claro qué vendrá a sustituirlo. Es muy posible que el riesgo resida, más que en el destino final, en el proceso hasta llegar allí. Tal y como ilustra con creces la lista de 10 guerras de las que conviene estar pendientes en 2019, va a ser un camino accidentado y peligroso.

Fuente: https://www.esglobal.org/las-guerras-de-2019/

*Juan Martin González Cabañas / analista junior en dossiergeopolitico.com

«El entorno geopolítico es el más peligroso que ha existido en décadas«.

Esa es la línea de apertura del informe “Top Risks 2019” de la consultora Eurasia Group, una firma de consultoría y análisis de riesgo político cuyos clientes incluyen importantes instituciones financieras globales y corporaciones multinacionales.

El mayor riesgo, según el informe del Eurasia Group, no es que 2019 sea el año en que el mundo como lo conocemos se desmorone, aunque eso es posible si por ejemplo los chinos y los estadounidenses entran en una guerra comercial que causa una profunda recesión, entre otros eventos factibles de suceder, pero lo más riesgoso es la configuración que tomara este reordenamiento mundial y la incertidumbre que generan ciertas variables.

El informe sostiene que:

  • «Las alianzas de Estados Unidos en todos lados se están debilitando”                                               
  • «El gobierno de Trump considera que las alianzas son corsés que restringen la capacidad de los EE. UU. Para perseguir sus intereses. Esto crea oportunidades para otros líderes mundiales como el chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin”.
  • Esta tendencia populista / nacionalista que representan Trump y otros líderes se está «volviendo más radicalizada a medida que un número creciente de trabajadores en todo el mundo pierden sus empleos en la automatización y no tienen la educación, capacitación o habilidades para encontrar un nuevo empleo. «
  • “Estas tendencias polarizantes se están explotando políticamente en todo el mundo industrial avanzado y en los mercados emergentes más ricos… y junto con el conflicto entre EE. UU. Y China se intensificarán con la próxima recesión económica mundial»

Top 10 riesgos geopolíticos principales del 2019 según la consultora Eurasia Group

1. Las Semillas de la tormenta: riesgos como “el cambio climático, pero en la esfera geopolítica”. Incluyen las relaciones entre Estados Unidos y China; la fragmentación de Europa, incluido el Brexit; las fuerzas decrecientes de las alianzas e instituciones mundiales como la UE, el G20, el G7 y la OMC.»Más del 90%» de los eventos geopolíticos en desarrollo mas relevantes y que el Eurasia Group sigue ahora “van en dirección de colisión».

2. Estados Unidos y China. El Eurasia Group no está «confiado» en que los desacuerdos comerciales y económicos entre las dos economías más grandes del mundo «se resolverán pronto».
Incluso si se alcanza un acuerdo sobre las tarifas, la fricción económica se mantendrá entre las dos mayores potencias: Estados Unidos querrá que sus compañías reduzcan la dependencia de los aportes de China y las transferencias en el sector de alta tecnología y China tomará represalias. Las posibilidades de una confrontación militar accidental aumentarán.
Hace un tiempo, en Washington y Beijing, se consideraba que la mejor manera de manejar su futura rivalidad era tratar de mantener la relación lo más amigable posible, durante el mayor tiempo posible. Eso ha cambiado, especialmente en los EE. UU. que ha adoptado un enfoque abiertamente de confrontación con China en la administración Trump, lo que ha desatado una guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo. Se espera más discordia en los ámbitos tecnológico, económico y militar

3. Los “ciber guantes” se podrían desenfundar. El 2019 podría ser un punto de inflexión para la ciberseguridad a medida que EE.UU se vuelva más agresivo, participando potencialmente en ataques cibernéticos “preventivos” y permitiendo que actores privados tomen represalias por ciberataques. Tal agresividad es poco probable de funcionar porque esos actores tienen menos que perder al pasar a la ofensiva y otras naciones aumentar la apuesta contra EE.UU.
Este año es probable que sea un punto de inflexión en la competencia cibernética. Por primera vez, EE. UU. Realizará un esfuerzo serio para establecer una disuasión real al proyectar su poder cibernético de manera mucho más asertiva.

4. “Populismo europeo y Brexit”. El 2019 podría ser el año en que los “populistas” ganen más poder, erosionando la Unión Europea desde adentro. Se espera la llegada en las elecciones de más euroescépticos desde la derecha y desde la izquierda al parlamento europeo que en última instancia podría “socavar la cohesión de la Comisión Europea” y la habilidad de la UE de rescatar a miembros en crisis económicas.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, casi no tiene oportunidad de aprobar su impopular acuerdo de retiro cuando lo someta a votación. Eso promete un 2019 muy desordenado en Europa. Tres años después del referéndum, casi cualquier resultado de Brexit sigue siendo posible.

5. Los EE.UU en casa. Se vivirá un clima de volatilidad política excepcionalmente alto debido a una creciente confrontación entre Trump y una Cámara de Representantes demócrata que repercute en los mercados.

6. El invierno en la innovación. Se predice una reducción del capital financiero y humano disponible para impulsar el desarrollo tecnológico. Se señala como causa a tres factores: las preocupaciones sobre seguridad de los estados líderes para reducir su exposición a proveedores extranjeros; las preocupaciones sobre la privacidad que hacen que los gobiernos regulen más estrechamente la forma en que se pueden utilizar los datos de sus ciudadanos; y las preocupaciones económicas que llevan a los países a poner barreras para proteger a sus nuevos campeones tecnológicos.

7. La “coalición de los no dispuestos” La elección de Trump fue un golpe para el compromiso de Washington de proteger un orden mundial liderado por Estados Unidos durante décadas. Desde entonces, Trump ha reunido a algunos compañeros de ruta, una coalición de líderes mundiales que no están dispuestos a defender esos principios, y algunos incluso se empeñan en derribar ese sistema.

8. México Los ambiciosos planes económicos y sociales de AMLO podrían chocar con su capacidad fiscal. Su gestión en seguridad será un verdadero desafío.

9. Ucrania “La interferencia rusa en las elecciones parlamentarias y presidenciales, ya sea para apoyar o socavar a candidatos es una certeza”, lo que implicaría mas sanciones por parte de la UE y EE, UU. Los gobiernos ruso y ucraniano no se retiraran de sus posiciones del Mar de Azov, en el estrecho de Kerch o territorios cercanos, aumentándose la posibilidad de incidentes militares. La clase dirigente rusa ve a Ucrania como un territorio vital en su zona de influencia y perímetro de seguridad.

10. Nigeria El país más poblado de África y el mercado más importante del continente tendrá sus elecciones más disputadas desde el retorno de la democracia en 1999. esto inclusive podría significar una crisis política, en un ambiente polarizado y una gran incertidumbre en un mercado critico.
Uno de los candidatos es el presidente Muhammadu Buhari, un líder anciano y enfermo que carece de energía, creatividad o conocimientos políticos para mover significativamente la aguja a los problemas más difíciles de Nigeria. El otro es el ex vicepresidente Atiku Abubakar, perseguido durante mucho tiempo por las denuncias de corrupción.

 

Traducción y síntesis por Juan Martin González Cabañas / analista junior de Dossier Geopolítico

Estas son las tendencias globales que van a marcar el horizonte del 2019 según las consultoras del más alto nivel Geopoliticas Futures y Stratford 

Según la consultora Geopolitical Futures, que elaboro un  pronóstico denominado    «un mundo al borde«:

Desaceleración de la economía mundial

  • El fin de un ciclo largo de expansión económica, creado en 1970 por la asociación entre China y EE.UU,  la producción superara a la demanda 

 

  • Altas posibilidades de recesión, se acabo el periodo de dinero fácil y tasas bajas 

 

  • Posibilidades de Burbujas de deuda que exploten los problemas estructurales de la crisis del 2008 que no se han resuelto, hay altos coeficientes de deudas ampliamente distribuidos 

 

¿La guerra comercial entre EE.UU será una especie de tercera guerra del opio?

 

  • EE.UU buscara una mayor apertura china a las importaciones con trato preferencial, toda la disputa se basa en el control, el control del partido comunista chino sobre la economía china y los efectos del exterior sobre la misma en contraposición a la voluntad norteamericana de imponer mayor apertura y reformas a las tácticas comerciales chinas, y según lo ve el partido comunista chino, mayor vulnerabilidad frente a los movimientos de la economía mundial que se traduzcan en inestabilidad económica y social que afecte su poder y control sobre su propia población.

 

La competencia entre potencias en las áreas periféricas se volverá más activa

 

  • El margen de acción de estados unidos se ha reducido, esta reposicionándose, reagruparse, las otras potencias aprovechan la oportunidad en «la periferia»

 

  • EE.UU. se ha sobreexpandido en sus metas: quiere detener el ascenso de China y abrir más su mercado a sus productos, quiere detener las reaparición de Rusia como polo de poder, quiere cambiar el gobierno en Irán y redibujar el mapa de medio oriente, no es posible tener metas tan ambiciosas al mismo tiempo…. buscara nuevas formas de, relacionarse, asociarse… las potencias regionales utilizan esta oportunidad para intentar aumentar su  poder 

 

Unión Europea

  • No puede sobrevivir a largo plazo en su forma actual  

 

  • hay un desequilibrio en la conformación actual hacia Alemania, Francia en el futuro buscara reformas, porque la base estratégica original de la UE (Francia) ha perdido su peso y Alemania intentara mantener la configuración actual de poder (status quo) como el hegemón europeo.

 

  • La UE se muestra bastante rígida la hora de enfrentar desafíos

 

  • se presenta la actualidad de la UE en una visión bastante maniquea, entre los defensores del proyecto europeísta y la democracia, frente a irracionales populistas y nacionalistas de extrema derecha, cuando la situación es muchos más compleja  

 

  • Polonia ocupara un lugar cada vez más destacado en Europa oriental, que podría cambiar el equilibrio de poder en la región, según la postura que tome su gobierno en el 2019 y a futuro.

 

  • El Brexit no cambiara demasiado la vida comunitaria de la unión en el corto plazo

 

  • Continuara la polarización social  dentro de los miembros de la UE

 

  • la UE endurecerá su postura con Italia y con Reino Unido como medidas ejemplificadoras , pero esta dinámica podría no funcionar a largo plazo

 

  • Los distintos intereses de las realidades nacionales de sus miembros serán un desafío para el futuro unión, pudiendo esta enfrentarse a un largo proceso de deterioro

 

MEDIO ORIENTE

  • Irán estará bajo mayor  presión por parte de EEUU, y reforzara una línea de aliados
  • Otras potencias buscaran a Irán como un bastión contra EE.UU. en la región

Estas son las tendencias que van a marcar el horizonte del 2019 según la consultora  Stratfor:

La competencia entre grandes potencias se intensificara

Estados Unidos intensificará su ofensiva estratégica contra China con tarifas arancelarias, sanciones, colchones regulatorios en torno a las tecnologías emergentes, un respaldo más fuerte a Taiwán y una postura más agresiva en el Mar de China Meridional.                                  

Al mismo tiempo, el fracaso de los pactos de control de armas acelerará una carrera de armamentos entre los Estados Unidos, Rusia y China. El clima geopolítico más agresivo creará oportunidades estratégicas para las potencias fronterizas, como Polonia y Taiwán,  Turquía.

Citando amenazas a la seguridad nacional, los Estados Unidos se apoyarán en gran medida en Europa, Japón, Australia, Canadá, Corea del Sur y Taiwán para erigir barreras más fuertes a la inversión china. Esto afectará la investigación y el comercio en áreas estratégicas, desde la inteligencia artificial hasta el despliegue de redes 5G a partir de 2019. El imperativo de China de ponerse al día en áreas críticas como la industria aeroespacial y el desarrollo de semiconductores de alto nivel solo aumentará las amenazas cibernéticas para las corporaciones y impulsará un EE.UU más ofensivo.

Además, las corporaciones tendrán que lidiar con interrupciones en la cadena de suministro y multas y demandas más graves por violaciones de datos.

La volatilidad del comercio en la economía global

Un enfrentamiento de Estados Unidos con la Organización Mundial de Comercio podría paralizar el proceso de solución de controversias del organismo, obligando a los países a una vía bilateral menos predecible para resolver sus diferencias comerciales.

Canadá, México, Japón y Corea del Sur tienen más posibilidades de negociar cuotas para mitigar la amenaza de los aranceles automovilísticos estadounidenses, pero las conversaciones comerciales de la Unión Europea con Estados Unidos están condenadas al fracaso.

Y mientras que los aranceles estadounidenses adicionales en China aumentarán la incertidumbre comercial, el efecto general en la economía global de la política comercial de la Casa Blanca en 2019 será relativamente silencioso.

Escenarios para Italia y el  Brexit

Un gobierno italiano “populista” desafiante planteará la mayor amenaza para la eurozona en 2019, ya que las preocupaciones sobre los crecientes niveles de deuda del país y el frágil sector bancario. Los mercados financieros y los diferenciales peligrosamente amplios de los rendimientos de los bonos, en lugar de las amenazas de Bruselas, serán los mayores disciplinarios de Roma.  

Bruselas trabajará simultáneamente para evitar un escenario Brexit sin acuerdo con el Reino Unido, pero el veto parlamentario británico sigue siendo el mayor obstáculo para su salida ordenada de la Unión Europea.

Un ojo en la creciente oferta en los mercados energéticos globales

Arabia Saudita y Rusia administrarán cuidadosamente la producción de petróleo para evitar una caída de los precios, ya que controlarán los efectos de las exportaciones residuales iraníes en el mercado.

También existe el potencial para el crecimiento de la producción de Irak y Libia y una reducción significativa de las restricciones de capacidad de exportación en los Estados Unidos más adelante en el año.

Los mercados mundiales de gas natural licuado se verán afectados cuando Estados Unidos asuma su lugar entre los tres principales exportadores de GNL del mundo en 2019.

Fuerzas disruptivas en movimiento en las Américas

Los gobiernos de línea dura y alineados con los Estados Unidos en Brasil y Colombia podrían impulsar un esfuerzo regional atípicamente proactivo para contener el desbordamiento de la crisis actual de Venezuela.

Los esfuerzos de Brasil por sacudir y reformar el bloque comercial del Mercosur se enfrentarán a una Argentina políticamente frustrada.

VISION GENERAL

La competencia cada vez más intensa entre los Estados Unidos, China y Rusia surgiría como la característica definitoria del sistema internacional, creando un dilema para las potencias medias atrapadas en medio de una rivalidad entre grandes potencias. Las guerras comerciales, los ataques cibernéticos, las cambiantes estrategias de defensa y las carreras de armamentos no tardaran mucho en convencer al mundo de que esta es la nueva realidad global.

Una competencia  entre grandes potencias entre los Estados Unidos, China y Rusia acelerará una carrera de armamentos de alto nivel y aumentará la competencia en el ciberespacio y la tecnología. La gobernanza global en torno a estas amenazas será difícil de alcanzar a medida que las divisiones se profundizan en el sistema internacional.

A pesar de que Estados Unidos intensifica una ofensiva estratégica contra China con aranceles adicionales y bloqueos regulatorios, sanciones, y desafíos marítimos en el Mar del Sur de China, Beijing dependerá de su fuerte influencia económica global para corroer las alianzas de Estados Unidos. El año expondrá los límites que enfrenta Estados Unidos al tratar de aislar a China tanto de las cadenas de suministro global tan estrechamente entrelazadas, como de los aliados de los Estados Unidos, atrapados entre mantener una estrecha relación de seguridad con los Estados Unidos e incrementar sus lazos económicos con China.

Se prevé que la competencia entre potencias solo se intensificará en 2019. La Casa Blanca duplicará sus intentos de poner en cortocircuito los avances de China en varios campos estratégicos. Beijing recibirá algunos golpes en el camino, pero China todavía tiene los medios y la motivación más que nunca para acelerar su calendario y sus esfuerzos para alcanzar la paridad con los Estados Unidos.  La relación China y Rusia tiene el potencial de una alineación más estrecha en 2019.

Y para aquellos poderes que se encuentran a lo largo de las fronteras, desde Polonia a Turquía y Taiwán, un clima geopolítico más tenso se traducirá en algunos casos en oportunidades estratégicas mientras intentan trabajar rápidamente para apuntalar las alianzas de seguridad y obtener beneficios económicos especiales de los poderosos pretendientes.

Un enfrentamiento de la Casa Blanca con la Organización Mundial del Comercio podría frenar el proceso de solución de controversias del organismo, lo que obligaría a los países a volver a una vía bilateral menos previsible para resolver sus fricciones comerciales.

La dimensión ideológica de la competencia se jugará más sutilmente

Los Estados Unidos se enfrentan al desafío de competir con un eje eurasiático  China-Rusia, pero se basa en tácticas poco ortodoxas y en un curso ampliamente unilateral en el que corre el riesgo de alejar a muchos de los aliados de poder intermedio. Con el frente occidental dividido y los Estados Unidos ya no defendiendo activamente, y en algunos casos atacando el sistema de gestión del orden global basado en las reglas de la posguerra, China encontrará muchos avances entre las potencias medias para desafiar la ofensiva estadounidense.

 

 

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo                                                         

Acompañamos el link del audio

Analizamos el fin de un 2018 -BALANCE 2018-  (16-12-2018) demostramos que estamos viendo el fin del sueño Neocon norteamericano del “Siglo XXI el siglo Norteamericano”:

Síntesis de lo abordado

Tripolaridad: -EEUU/Rusia/China-

La Crisis “Occidental” G7 – “Crisis en el Atlantismo

Una nueva EURASIA

Nuevas realidades geopoliticas espaciales globales

Crisis de la Unión Europea posibles nuevas salidas sino se reorganizan: Francia Italia Alemania y la crisis Ucraniana y Rusia

Inglaterra y su vuelco a su es espacio colonial

Ataque de U.S.A. a las estructuras de la U.E. y a la OTAN

Rusia: Encuentro de Vladivostok y las gigantescas maniobras militares Vostok 2018

La Nueva Ruta de la Seda y los ferrocarriles transiberianos rusos

China nuevas relaciones con Japón y Filipinas y su proyecto geopolitico de la llamada Ruta de la Seda

EEUU el triunfo de Trump en las elecciones y las mejoras de un gigante dormido en el tema industrial

Siria el triunfo del “eje del Bien” sobre el “eje del mal”

Irán y su nueva situación geoestratégica con relación a los nuevos caminos de los oleoductos y gasoductos desde Irán a la India

Las Américas: el tema migraciones y la crisis sobre México  y Centroamérica

Brasil: Bolsonaro y los nuevos tiempos geopoliticos en Suramerica y la reunión de los conservadores en Foz de Iguazú

 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30814511_1.html?fbclid=IwAR0lRsJM9IfiXoT_59bmCODjhDx9NeWKxBVjCebadAb0QkYmfgok_ZSR81Q

 

Lic. Carlos Pereyra Mele

Dossier Geopolitico

Se ruega su difusión libremente

 

Columna tradicional semanal de Análisis Geopolitico y Geoestratégico Mundial, en el Programa del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci, y se transmite por Radio Vía Web y repetidoras de todo el Continente

Tema

G20 y sus consecuencias para Argentina

El Poder Global Tripartito

Posible Acuerdo Comercial Trump y Xi Jinping

La Unión Europea casi en Secesión y el Brexit

Lideres con crisis interna que se reflejaran en este encuentro

China y Gran Bretaña

Argentina y China

AUDIO RADIAL: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30310422_1.html?fbclid=IwAR2vCEdbOVU-XhyYv_D26wX4hnAAfCQTVxgc4rtyJVEWT3gJqHgFd9Mlsv4

En su habitual columna de los días viernes, el licenciado Pereyra Mele nos habla acerca de las posibilidad de atentados en la Argentina de acuerdo a un informe elaborado por el Foreing Office

#DossierGeopolitico
Columna de Política Internacional de Carlos Alberto Pereyra Mele en el Programa: «De Renzis ayer y hoy». De 6 a 9 y por AM 650 Radio Belgrano con Miguel Ángel De Renzis, Diego carbone y Enrique kepa
Analizamos la información que llega de Londres sobre un supuesto ataque Terrorista en Bs.As. durante el G20; También sobre las elecciones de medio termino de EEUU y las ultimas noticias sobre las política internacional en Asia y como todo eso afecta a la región y Argentina.