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Carlos A Fernández  y José M. Damsky  por El Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos CEES CGT participara del Congreso de Sociología organizado por la Universidad Nacional de  la Plata en la Mesa 9 sobre Temas de Geopolitica

Geopolítica Austral y Conciencia Territorial

Introducción / Contexto histórico político

Hacia la mitad del siglo XIX, Tocqueville anunciaba que el futuro de la política internacional iba a definirse entre EEUU y Rusia, dado por el impulso, impronta expansionista y extensión de ambos países. Al caer el muro de Berlín y cuando varios autores anunciaban el fin de la historia y el comienzo de una era liberal, signada por un mundo único, vemos desde el comienzo del siglo XXI, como Rusia ingresó otra vez a la escena de la política mundial, en el marco de un mundo multipolar.

Carl Schmitt, realizó una interpretación de la lucha por el dominio mundial a través de la historia donde dividió a las naciones territoriales, que basan su poder a partir de un espacio físico extenso, y las naciones marítimas más proclives al comercio, y a la expansión imperialista.

Por su parte Mackinder, sostuvo que quién controle Eurasia- el corazón -, controlará el mundo. Zona central para el dominio del mismo, es una región central de Rusia y Ucrania, dado por los recursos naturales que conforman un corredor de comunicación entre Europa y Asia. Inmerso espacio que llamó la “isla mundial” (África, Asia y Europa) donde se encuentran inmensos territorios y la mayor población mundial. A raíz de esto, recomendaba a Gran Bretaña que impida cualquier espacio geopolítico unificado entre Rusia y Alemania, hecho que fue el signado por todo el siglo XX y lo que lleva del siglo XXI. Asimismo, la función del imperio la cumplió los EEUU, y la URSS la función de potencia terrestre.

Kennan y Spykman, fueron conformando la doctrina de la contención para que ese corazón del mundo estuviera aislado y fuera controlado a través obstaculizar  las salidas a los mares y los puntos marítimos estratégicos, primero, por parte de la URSS y ahora por parte de Rusia.

En esta lucha por el poder, Suramérica queda al margen de la disputa en el concierto internacional. Menciona el geopolítico británico, que los recursos del subcontinente son un factor desequilibrante en esta lucha, y la historia le da la razón al ser un espacio geopolítico constitutivo del bloque capitalista liderado por EEUU, vencedor de la Bipolaridad.

 

A partir del fin de la URSS, la OTAN extendió su influencia hacia el este europeo y cambió su objetivo apoyando la intromisión de EEUU en Serbia, Irak, Afganistán, hasta que le llegó el turno de Osetia del Sur, apoyada por Rusia y librándose de pertenecer a Georgia que es un espacio de influencia OTAN.

Así se empezó a conformar un acuerdo de potencias Euroasiáticas y el espacio de los denominados BRICS, asomando una forma de multipolaridad, que Brzezinski anuncia como la mejor forma de llevar adelante un gobierno mundial (con prevalencia de EEUU).

En medio de esta lucha por el poder internacional, entre un atlantismo anglo-norteamericano y una estrategia terrestre con eje en Eurasia, Suramérica ha sido mencionado como factor determinante, pero sumado a la posición de un integrante de la OTAN con fuerte presencia en el Atlántico sur y en las islas Malvinas, por lo que nos abre otro terreno de análisis regional.

La Argentina no solo es una porción de esa Suramérica que advierte Mackinder, como factor desequilibrante en la disputa por el poder, también es el vínculo hacia el continente Antártico, última región virgen de un mundo que requiere de recursos energéticos en grandes cantidades.

La Antártida es el continente que tarde o temprano se ocupara para extraer los recursos que requieran las potencias, para ello, es necesario mantener la presencia en el continente, realidad que Argentina fue esquiva, producto de la crisis de los medios y del financiamiento del instrumento militar.

A partir de la Batalla de Malvinas, las FFAA se fueron reduciendo producto de las bajas presupuestarias y de la indiferencia del pueblo argentino a causa de la impopularidad de las mismas, a partir de la conflictividad social y de la función que tuvieron durante la segunda mitad del siglo XX. La percepción del pueblo argentino acera de las FFAA, en el marco de una sociedad en permanente segmentación, nos lleva a detenernos en una serie de consideraciones…

La dimensión psico-social de la geopolítica

La idea central de la ponencia hace referencia a la necesidad que tiene nuestro país, de pensar e implementar un Proyecto Nacional de forma acabada. Para lo cual es imprescindible que éste proyecto, incorpore en la reflexión y en la práctica, a la totalidad de nuestro territorio y en particular, de nuestro sur austral. Sur, que comienza en la mismísima Patagonia. El problema principal que tenemos los argentinos cuando de geopolítica se trata, es el debilitamiento de nuestro poder nacional.

 

Esto es, la capacidad de decidir de manera soberana nuestro futuro, de planificar y ejecutar políticas de desarrollo que involucren al conjunto de nuestra población. Se trata de decidir acerca del destino de nuestros recursos naturales y que todo nuestro territorio físico formen, junto a su población, una única unidad estatal.

Con un estado que carece de pensamiento estratégico, nuestra sociedad no tiene conciencia de la importancia de nuestra extensión territorial y de la falta de control y de soberanía que tenemos sobre una porción nada desdeñable de ella.

Las divisiones políticas, las mezquindades personales y la fractura social, llevan a incrementar los obstáculos para que sea posible recuperar la senda del desarrollo y de una mayor autonomía como nación en el mundo.

A la falta de conciencia territorial, se suma la generalización de un sentimiento anti-militarista que juega-en el largo plazo-, en contra de restablecer las bases de una conciencia nacional. Esta conciencia nacional hunde sus raíces en la amalgama que se produce a principios del siglo XIX, entre las milicias no profesionales y la población del Río de La Plata, que supo fundirse en ocasión de las invasiones inglesas.

Ese déficit en la conciencia nacional se vincula tanto a la profundización de ese sentimiento anti-militarista mencionado más arriba y a nuestras divisiones internas….En el origen de nuestra nacionalidad, el pueblo en su accionar y hasta el momento las fuerzas de milicias no profesionales, acaecido durante las invasiones inglesas, conforman el núcleo del ser argentino, (Ernesto Palacio 1900-1979).

Sin desconocer los hechos que explican la grieta producida entre el pueblo y sus fuerzas armadas: (el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955, la participación de las FFAA en la década del ´70; el movimiento cara pintadas, etc.), fue quizás con la derrota de la batalla de Malvinas en donde se ahondó con mayor profundidad, la distancia entre pueblo y FFAA, a pesar de la primer etapa de apoyo popular al desembarco en nuestra islas, en 1982.

El debilitamiento del poder nacional, se expresa en todas sus dimensiones. En lo aquí nos interesa, es en el campo ideológico-cultural, en donde la conciencia colectiva ha sido desdibujada. La conciencia nacional refiere al sentido de pertenencia a una comunidad. Es al mismo tiempo, parte del sistema de valores esenciales que se comparten en el seno de la vida de un pueblo. La conciencia nacional, se basa en un conjunto de percepciones y de representaciones simbólicas vinculadas a realidades objetivas y materiales.

Necesitamos recuperar esa suerte de masa crítica de conciencia nacional. Es una tarea que requiere de una decisión política, de una insubordinación ideológica y cultural. Requiere de una ciencia-al decir de Fermín Chávez-, de una nueva ciencia del pensar, esto es, de una epistemología propia.

 

“El problema hegemónico que se nos plantea a los trabajadores de la cultura en la periferia, es el de la reelaboración del sujeto y del objeto oscurecidos, condicionados o engrisados, en el mejor de los casos. De ahí el reclamo primordial de otra epistemología”.

Este debilitamiento del poder nacional, no es solo un problema argentino, sino que responde a este momento de la era hegemónica del capital financiero, en donde los estados nacionales son un obstáculo para la valorización financiera y para imponer un determinado orden cultural global. Más precisamente, esta etapa se caracteriza por el despliegue de las guerras de cuarta generación. Guerras que sintetizan elementos de la guerra de guerrillas, guerras de baja intensidad, asimétricas. Involucrando a grupos minoritarios fundamentalistas, terrorista, religiosos, contra estados nacionales, por eso asimétrica.

En el marco de esta nueva concepción de la guerra no convencional, también en este siglo XXI, se despliega la llamada guerra suave o blanda. En cualquier caso, significa en este tipo de guerras, ponderar los aspectos psicológicos, involucrando más a la población civil. En este tipo de concepción juegan un papel importante los aparatos culturales estatales y privados y los medios de comunicación.

Estos medios de comunicación, se han complejizado con las transformaciones tecnológicas de este siglo. La TV, la radio, y los periódicos conviven con las redes sociales, internet, Facebook, etc.

En última instancia, el poder se plasma, y sus resultados se materializan en la psique de cada uno de los individuos y de la mente como proceso general de manipulación psicológica.

Particularidades en el presente de lo que dimos en llamar geopolítica de la mente

Toda situación de guerra desde el fondo de la Historia, contempla el trabajo psicológico hacia las fuerzas propias o las del enemigo. Este procedimiento se profundizó a partir de la segunda guerra mundial. En situación de paz, la cultura, la educación y los medios de comunicación, operan con la misma lógica cuando se trata de imponer determinados intereses (Para este trabajo, hoy también se utiliza al poder judicial)

Se trata de homogeneizar la gran diversidad y heterogeneidad que contiene la vida humana en cada una de las personas y en la sociedad en su conjunto. Esta homogeneización del comportamiento humano que exige la disputa por el poder, se instrumenta a través de una serie de dispositivos. En el presente, dada la naturaleza y características de la tecnología, ha cambiado cualitativamente.

La tecnología de hoy, sus dispositivos (Big data, focus group, encuestas, Facebook, etc.), forman una especie de panóptico digital, cuya finalidad consiste en singularizar los mensajes. Esto quiere decir que en un proceso eleccionario, una guerra o cualquier disputa en la sociedad que se proponga incidir en las decisiones e influir en las voluntades, la acción intencional  estará orientada hacia lo más particular del individuo. La homogeneización lograda hasta el presente para imponer, estimular o generar un deseo, o emoción que direccione las voluntades, se ha transformado en un conjunto de mensajes cuya tendencia es lograr y llegar a cada individuo en particular.

En este contexto debemos mencionar las características que presenta la posición geográfica de la Argentina y como sus recursos pueden ser útiles para la colonización antártica.

Argentina país llave antártico

Desde la visión de los geógrafos británicos, la Antártida empieza en la Patagonia dado que representa “una daga que apunta al polo sur geográfico”, una forma de expresar que la cercanía de la región al continente forma una misma unidad espacial.

Es sabido que la distancia más corta a la Antártida es desde la Patagonia, inclusive de algunos lugares, ésta se encuentra más cerca del Polo Sur geográfico que de Buenos Aires. No solo la distancia es vital, pues se observa que las Islas Malvinas, hoy bajo dominio británico, tiene el mismo posicionamiento y desde allí se realizan las operaciones antárticas británicas, sean tanto marítimas como aéreas.

La particularidad que tiene la región austral continental es que puede ser un centro de producción para lograr abastecimiento logístico para la colonización y que esta sirva en la extracción de recursos.  Otro elemento importante relacionado a la cercanía es que la península antártica es la zona de penetración de menor resistencia para ingresar con un rompehielos, siendo otro elemento para abaratar costos.

La posición de las bases británicas en los espacios australes son varias y realizan una suerte de “contención”, dado que rodean al continente sobre todo en el sector de disputa con la República Argentina, sumado también desde ésta mirada, la pista del británico multimillonario Joe Lewis en la zona de Puerto Lobos, al norte de la región patagónica.

Es una situación parecida a la política de contención que se desarrolló contra el Pacto de Varsovia, pues se buscó aislar a la URSS su salida al mar, pero en este caso es a la inversa, aparenta ser una forma de impedir el ingreso de elementos argentinos, y con mejores proyecciones británicas hacia el continente.

Pero sin dudas, en esta competencia Argentina, por su posición y recursos lleva una ventaja sustancial, pero la realidad política no representa la naturaleza geográfica, pues la debilidad del instrumento militar hace que merme las operaciones antárticas.

De esta forma se combinan la falta de infraestructura militar naval y aérea, una marina mercante acorde a las necesidades geopolíticas y el enorme espacio geopolítico patagónico inexplotado; pero como contra cara, en el Atlántico sur, un lugar provisto de riquezas que se la apropian otros intereses ajenos a los nacionales estatales o privados.

Pero el elemento clave en este concepto es el regreso a las políticas llevadas a cabo al principio de la década del 50’ entre los países del cono sur, Argentina y Venezuela, dado que ambos estados necesitan ingresar en un planteamiento de cooperación, dada a las necesidades geográficas continentales del cual cada uno depende del otro, en competencia con una potencia extranjera en el área de reclamación en el sector antártico.

Isla suramericana: Paraguas antártico.

Desde hace varias décadas, la tecnología y comunicaciones han hecho que las distancias se acortaran y el conocimiento sea mayor sobre tierras remotas, desde esta perspectiva se fueron construyendo bloques para fortalecer posiciones y los estados que predominan son los estados/continentes.

En lo que se refiere a nuestra región, varios fueron los intentos, pero la incidencia de factores externos y principalmente la miopía de la dirigencia política suramericana han impedido crear un espacio geopolítico, siendo la fuerte conexión desde lo cultural e histórico, inclusive desde la óptica territorial.

Observamos como el desarrollo integracionista de la última década se está contrayendo con la prácticamente inexistencia del UNASUR, donde se estaba llevando a cabo una serie de medidas que podrían revitalizarse con el tiempo y proyectar poder en diferentes direcciones.

Sin entrar en los elementos culturales, para la integración suramericana para crear un espacio geopolítico más amplio y de esta forma concentrar poder, se detalla los siguientes elementos:

  1. La integración de las ecúmenes del pacífico y atlántico suramericanos a través de las comunicaciones hidrográficas, complementándola con la construcción de Ferrocarriles, estableciendo como punto central de comunicación la región boliviana de Santa Cruz de la Sierra por ser la base del altiplano, conexión con la cuenca del plata y la cuenca del Amazonas.
  2. La revitalización del RAPAL para el desarrollo de actividades antárticas en conjunto estableciendo cooperación entre los estados, partiendo de la base de las políticas futuras antárticas.
  3. El desarrollo del Banco del Sur con el objeto ayudar a eliminar la dependencia financiera y sobre todo para la proyección de poder de los países de la región, sobre todo hacia el sur.
  4. El desarrollo del UNASUR es vital para desarrollar un sistema de defensa común y esto no solo se observa desde la perspectiva territorial del subcontinente, sino también para proyectar poder, en el caso de Brasil no solo la defensa del amazonas dentro de su territorio, sino también proteger sus recursos en el Atlántico (en competencia con el Reino Unido) , en el caso de Chile lograr que obtenga Pacífico sur desde la isla de Pascua y sus costas continentales y en lo que respecta a la Argentina la proyección al Atlántico sur y Antártida.

Conclusión

Ahora bien, las acciones primero tienen que ser pensadas, y por tal motivo se encuentran en el campo de la mente, pero no solo sobre la conducción, sino sobre las naciones.

En el caso específico de Argentina tiene que resolver primero la relación entre la cultura civil y la cultura militar, dado que los símbolos patrios y la Defensa de la soberanía nacional son percibidos como un problema solo de militares; y por otro lado, la geografía debe ser pensada desde la historia, pues no se logra ocupar un territorio sin que exista un proceso político/histórico.    

A su vez, es necesario que el Estado Argentino acumule poder estableciendo espacios geopolíticos en el sur, en primera instancia con la región suramericana, pero teniendo presente la costa oriental del atlántico para aumentar este espacio.

En el marco de la lucha entre los bloques de la OTAN y el Euroasiático, liderados respectivamente por EEUU y China que se encuentran en medio de una guerra comercial, Argentina no tiene que volver a pensarse occidental por tener origen europeo en gran parte de sus habitantes por cuando pertenecemos a la periferia de occidente. Con lo cual, no significa volcarse hacia algún bloque en particular, sino más bien, disminuir las dependencias y contrabalancear donde ellas existan. Nuestro destino está junto con América del Sur.

Carlos A Fernández                                                                            José M. Damsky

CEES-CGT                                                                                          CEES-CGT

caftigre@gmail.com                                                          josepanaccio@yahoo.com.ar

1 CARL SCHMITT, Tierra y Mar: una reflexión sobre la historia, Ediciones Sieghels, Buenos Aires, Argentina, 2015.

2 HALFORD MACKINDER, “El Pivote Geopolítico”, https://revistas.ucm.es/index.php/GEOP/article/viewFile/36331/35205 Consultado 30 de diciembre de 2017, 20:00 hs.

3 HALFORD MACKINDER, “El Pivote Geopolítico”, https://revistas.ucm.es/index.php/GEOP/article/viewFile/36331/35205 Consultado 30 de diciembre de 2017, 20:00 hs.

5 ZBIGNIEW BRZEZINSKI, “El Gran Tablero Mundial: La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos”, Editorial Paidós ibérica, Madrid, España, 2015.

6Fermín Chávez, Epistemología para la periferia, UNLa, Colección Pensamiento Nacional. Argentina, noviembre de 2012

7 Ver, Gene Scharp, Portal internet RT: Cómo ejecutar un golpe suave en cinco pasos

La Batalla del Atlántico sur de 1982 dejó claramente demostrado que las FFAA argentinas perdieron de vista que no eran un factor de poder para el bloque OTAN y la misma estaba representado por EEUU y Gran Bretaña, de esta forma se perdió claridad estratégica llevando a incurrir en errores de ese nivel.

 

Columna tradicional semanal de Análisis Geopolitico y Geoestratégico Mundial, en el Programa del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci, y se transmite por Radio Vía Web y repetidoras de todo el Continente

TEMAS:

G20 Análisis de primeras horas a punto de finalizar la misma

 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30536001_1.html?fbclid=IwAR11ChFaRr0UFliDDJgTo4e5LCRndsvN16NxWZC7Am6ahxfRaxKtgZWRwSg

Miguel Barrios con el Embajador Samuel Pinheiro Guimaraes entregándole su libro «Perón y el peronismo en el sistema mundo del siglo XXI’

El Dr. Miguel A. Barrios miembro del Equipo de Dossier Geopolitico ha realizado importantes aportes para entender la como se realizara la aplicación de la nueva Doctrina Monroe y la Triple Frontera en dos importantes medios 

Uno: en la Radio de la Universidad Nacional de Santiago del Estero donde en el Programa «Agenda Propia»; trato uno de los tres puntos del encuentro de Macri con Trump en el G20 que es el interés norteamericano de actuar en la Triple Frontera. 

Audio: https://radiocut.fm/audiocut/miguel-barrios-eeuu-ha-vuelto-con-la-doctrina-monroe-y-la-mira-en-la-triple-frontera/?adredirect=0#evtCat=AppAd&evtAct=Cut&evtLabel=NoThanks 

Y en América Latina en Movimiento online  un servicio de información, análisis y opinión sobre América Latina y el Caribe y asuntos globales, que entrega la Agencia Latinoamericana de Información -ALAI-. desarrollo el tema: La nueva doctrina Monroe se pone en acción para el dominio total de Nuestra América 

Ver: https://www.alainet.org/es/articulo/196968 

Parte del Plan: Líderes conservadores se reunirán en la Triple Frontera – Vía MisionesCuatro.com  https://misionescuatro.com/regionales/lideres-conservadores-se-reuniran-en-la-triple-frontera/?fbclid=IwAR3wE-ll0MX9DhLLmWixiHrGQCytDfTQucCbyE_T10JMXE7o1CWYqZbALr8

El director Ejecutivo de Dossier Geopolitico: Carlos Pereyra Mele fue Invitado por el Canal Universitario de Córdoba -CanalU- junto a: Gonzalo Fiore Viani, abogado, Maestrando en Relaciones Internacionales y Pablo Díaz Almada, docente de la UNC e integrante del Colectivo de Pensamiento Crítico en Economía.

Al Programa: #Debates por Canal U, ¿Qué es el G20, la cumbre que se celebrará en Argentina? ¿para qué sirve? ¿que agenda incluye y quienes quedan afuera?

#Debates: se difunde todos los Viernes 21 hs por Canal U (señal 5 de cablevisión Digital – Canal 30.2 TV Digital Abierta TDA) o con la nueva aplicación de los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba SRT PLAY

Acompaño los Vídeos de la Entrevista: 

Primer Bloque:

Segundo Bloque:

Tercer Bloque:

Destacamos que el dia 23/11/2018 escribió para Sputnik un importantisimo articulo el Geopolitico Mexicano Alfredo Jalife-Rahme, Coincidentemente con el mismo análisis de Dossier Geopolitico en el programa arriba mencionado, y es que esta cumbre del G20, es en realidad una expresión de un nuevo multiletarismo tripartito. Jalife-Rahme: titulo a su trabajo: Cumbre del G20 en Buenos Aires, eclipsada por la tripolaridad de EEUU/Rusia/China  Ver: https://mundo.sputniknews.com/firmas/201811231083632219-encuentro-trump-putin-xi-en-g20/  

 

Lic. Carlos Pereyra Mele en Radio Nacional Córdoba en el Programa «Bajo el mismo Sol»: ARA San Juan

Entrevista realizada por el Periodista Sergio Tagle de Radio Nacional Córdoba; al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele, sobre las consecuencias de no contar con un Sistema de Defensa Nacional y mas teniendo en cuenta desde el hundimiento del Submarino ARA San Juan, en un Mundo complejo y con conflictos nuevos violentos y casi sin encontrar a los afectados con la preparación previa para hacer frente a los mismos

AUDIO: https://radiocut.fm/audiocut/lic-carlos-pereyra-mele-en-radio-nacional-cordoba-en-el-programa-bajo-el-mismo-sol-ara-san-juan/?replay=11#evtCat=AudioCutDetail&evtAct=Progress&evtLabel=ExitReplay

El once de noviembre de 1953, hace 65 años, el general Perón, en un discurso pronunciado en la Escuela Superior de Guerra, expuso los fundamentos geopolíticos de un proyecto de unión entre Argentina, Brasil y Chile, que dio en denominarse el segundo A.B.C.

Tras referirse brevemente a los fracasados intentos de unidad del subcontinente en el S. XIX, el que intentaron los libertadores San Martín, desde el Perú, y Bolívar, a partir de la Gran Colombia, en el frustrado Congreso Anfictiónico de Panamá; fracasos atribuidos por Perón al centralismo porteño, analiza las tendencias que impregnan aquel presente de la inmediata posguerra de 1939-1945. “Habíamos pensado que la lucha del futuro sería económica; la historia nos demuestra que ningún país se ha impuesto en ese campo, ni en ninguna lucha, si no tiene en sí una completa unidad económica” (1).

“Los grandes imperios, las grandes naciones, han llegado desde los comienzos de la historia hasta nuestros días, a las grandes conquistas, a base de una unidad económica” (2).

 

Advierte, asimismo, sobre el posible destino de las naciones más débiles y refuerza el argumento de la unidad. “Si subsisten los pequeños y débiles países, en un futuro no lejano podríamos ser territorio de conquista, como han sido miles y miles de territorios desde los Fenicios hasta nuestros días”. “No sería una historia nueva la que se escribiría en estas latitudes; sería la historia que ha campeado en todos los tiempos, sobre todos los lugares de la tierra, de manera que ni siquiera llamaría mucho la atención”.

“Es esa circunstancia la que ha inducido a nuestro gobierno a encarar de frente la posibilidad de una unión real y efectiva de nuestros países, para encarar una vida en común y para planear, también, una defensa en común” (3).

Finalmente, reitera el argumento de la unidad económica y cierra la propuesta señalando su impacto sobre los otros países del subcontinente: “La República Argentina sola, no tiene unidad económica; Brasil solo, no tiene tampoco unidad económica; Chile solo tampoco tiene unidad económica; pero estos tres países unidos conforman, quizá, en el momento actual la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva. Estos son países reserva del mundo. Esto es lo que ordena, imprescriptiblemente, la necesidad de la unión de Chile, Brasil y Argentina. Es indudable que, realizada esta unión, caerán a su órbita los demás países sudamericanos, que no serán favorecidos ni por la formación de un nuevo agrupamiento y probablemente no lo podrán realizar en manera alguna, separados o juntos, si no en pequeñas unidades” (4).

Dos años antes, señala Methol Ferré, el veintidós de septiembre de 1951, Perón había adelantado estas ideas, en realidad trabajadas desde 1946, en el banquete ofrecido a su amigo el embajador Lusardo, del Brasil, realizado en conmemoración del Grito de Ipiranga, en un nuevo aniversario de la independencia del Brasil. En esos conceptos estaba reflejada la mutua influencia que se había establecido entre Getulio Vargas y Perón (5). En los años “30” el nacionalismo industrializador de Vargas desarrolló con cierta profundidad un modelo de sustitución de importaciones y encaró una política obrerística entre cuyos logros institucionales se encuentra la creación del Ministerio de Trabajo, en el marco del Estado Novo. En los años “50”, a su vez, Vargas asimila del peronismo en el poder su política de planificación, de objetivos y metas.

Hacía 1951, Perón advierte claramente los límites de la industrialización por sustitución de importaciones, fundada esencialmente en el factor demográfico; en efecto, la Argentina en ese entonces poseía alrededor de 16.000.000 de habitantes, reducido mercado para una producción cuyos avances técnicos ameritaban una mayor expansión. Ampliación del mercado interno y unión aduanera eran los requisitos para lograr economías de escala que ganaran en competitividad.

En el centro de la necesidad de ampliación del mercado interno estaba el acuerdo propuesto que abarcaba a Sudamérica. En este último aspecto influye sobre Perón el pensamiento de Mario Tavassos, geopolítico brasileño, cuyo libro “Proyección Continental del Brasil” es conocido por militares argentinos hacía el año 1940. En dicho libro sostiene Tavassos que el área geoestratégica que nos debe interesar es el subcontinente de América del Sur. Más allá, señala, es ámbito de la influencia norteamericana y no se estaba en condiciones de disputar dicho espacio.

El suicidio de Vargas en Brasil en 1954, la caída de Perón en Argentina en 1955 y el término del mandato de Ibañez del Campo en Chile abortó finalmente este segundo A.B.C.. En Brasil la oposición al acuerdo tuvo sus principales y feroces opositores en el Canciller Neves y en el Senador Carlos Lacerda; en Argentina el foco principal de oposición estuvo en los emigrados argentinos en Montevideo, entre los que sobresalía el radical Silvano Santander.

Preguntarnos hoy, a 65 años de aquel intento, si es posible pensar en un tercer A.B.C., actualizado y con cierta posibilidad de éxito, quizá resulte problemático; la respuesta es sin duda, además de muy problemática, muy compleja.

En primer lugar, se despliega en el presente, y no existía prácticamente en aquel entonces, una planetarización científico-técnica, fundamentalmente en el área de las comunicaciones, con una fuerte monopolización de medios dirigidos a las grandes masas, que incide notablemente en una manifiesta manipulación de la información; junto a ello se da una imposición de modelos políticos, económicos y culturales de occidente, aun cuando en estos primeros años del S. XXI la afirmación de Rusia y China como potencias mundiales cuestiona y relativiza la influencia de Estados Unidos y Europa.

En el plano estrictamente regional se produjo a su vez un claro desajuste entre las economías y la plataforma científica y tecnológica de Brasil, Argentina y Chile. La dictadura militar brasileña implantada en 1964, al ser derrocado el presidente constitucional Joao Goulart, en consonancia con el pensamiento geopolítico de Golbery do Couto e Silva, desarrolla un alineamiento continental con Estados Unidos, pero lleva adelante un intenso proceso de revolución industrial.

En Argentina, por el contrario, el golpe militar de 1976 que concluyo con el gobierno de María Estela Martínez de Perón, significó, bajo la dirección económica de José Alfredo Martínez de Hoz, un profundísimo desmantelamiento de la estructura industrial, un enfeudamiento muy pronunciado al capital financiero internacional a través del mecanismo de la deuda externa y una reafirmación práctica y doctrinaria de ser un país de producción primaria.

Chile, por su parte, que tradicionalmente había contado con una oligarquía que pivoteaba entre sus viejas simpatías inglesas y el influjo de Estados Unidos, desde el golpe pinochetista de 1973 que derrocó a Salvador Allende, definió claramente una pertenencia al bloque estadounidense y agudizó con un éxito relativo su rol de productor de commodities.

Ahora bien, en 2018, con Macri en Argentina, Piñera en Chile y, a partir del primero de enero de 2019, Bolsonaro en Brasil, ¿Existe alguna perspectiva de coincidencia, de acuerdo, de privilegiar intereses comunes con una perspectiva de bloque subcontinental?

Ideológicamente, en economía, en política, en sus visiones sobre la problemática social, sobre América del Sur, parecen abrevar los tres en una concepción neoliberal y en una mirada empresarial desde lo económico, conservadora en lo político y con un sesgo despectivo hacia todo lo que pueda aparecer como “nacionalista” o “populista”.

No obstante, hay que reconocer también que existen realidades ya estructurales, como el propio comercio exterior, relativamente complementario, sobre todo entre Brasil y Argentina; o la unión aduanera del MERCOSUR; o la complementariedad en proyectos espaciales, nucleares y de protección de fronteras, nuevamente entre Brasil y Argentina. Al respecto sería interesante citar algunos conceptos que recientemente formulara Sergio Etchegoyen, actual Ministro de Seguridad Institucional de Brasil en una entrevista que se le formulara, precisamente en Buenos Aires, con motivo de una disertación en la Universidad de la Defensa Nacional. Destacó que los gobiernos de Argentina y Brasil deben avanzar hacía una integración real, porque ya se perdió demasiado tiempo con discusiones ideológicas y antagónicas. Más adelante señala las posibilidades de que Argentina colabore con el programa nuclear brasileño sobre la base de la tecnología argentina para construir reactores, complementada con la capacidad brasileña de poseer uranio y de tener la infraestructura para enriquecerlo. Refiriéndose a Bolsonaro, indica que es muy difícil que se puedan modificar las áreas en las cuales las fuerzas armadas brasileñas están involucradas: nuclear, espacial y cibernética. Agrega que Brasil, por imposición de la geografía, de los valores y de la historia, está asentado en América Latina y que a ese Brasil no le interesan unas fuerzas armadas débiles en el lado argentino: la integración entre Argentina y Brasil en materia de defensa, concluye, debería ser más osada y proactiva.

Son sin duda estos vínculos estructurales, estas vivencias asentadas en “la geografía, los valores y la historia”, como dice Etchegoyen; estas corrientes de un pensamiento nacional sudamericano, los que alientan, bajo nuevas condiciones, la reformulación de aquel magno proyecto del A.B.C. de 1951/1953.

Por el Profesor e Historiador Luis Moyano; para el equipo e Pensamiento Nacional, que organiza el Dr. Antonio Mitre Miembro Infórmante de Dossier Geopolitico Córdoba

(1), (2), (3) y (4). Perón, Juan Domingo. Selección de Escritos y Discursos. Ediciones Sintesis, Buenos Aires, 1973.

(5). Methol Ferré, Alberto. La Integración de América Latina en el Pensamiento de Perón, en Aportes Para Una Argentina Plural. Archivo General de la Nación, 1999.

¿QUÉ PIENSA EL GENERAL GUIDO MANINI RÍOS?

Manini: “O nos integramos o los grandes del mundo decidirán por nosotros”
Reportaje al comandante en jefe del Ejército, un militar que se declara seguidor del pensamiento de Alberto Methol Ferré.

Hace unos días se realizó un reconocimiento al papel que han jugado los afrodescendientes en las Fuerzas Armadas uruguayas a lo largo de la historia. ¿Usted considera que los afrodescendientes no habían sido reconocidos como debían hasta este momento?

El 29 de octubre nosotros homenajeamos -lo teníamos previsto hace mucho tiempo- a la figura de Ansina. Primero que nada, ese día se cumplían dos siglos exactos de un oficio en el cual el general Artigas menciona a Ansina y habla de una misión que él cumplió, más allá de esa imagen de sirviente que nosotros hemos heredado y que hemos visto siempre. O sea, en realidad cumplía una misión operativa para Artigas y así lo hace ver en un oficio. Podemos decir que el 29 de octubre de 1818 Ansina entró en la historia. Por lo tanto entendimos, en una continuidad de lo que venimos haciendo en estos años -recordemos que hace tres años hicimos un homenaje a Andresito, el principal caudillo guaraní al servicio de Artigas, que incluso fue ascendido al grado de general-, que Ansina merecía ser reconocido y así lo fue. Logramos que el Poder Ejecutivo firmara un decreto designándolo “comandante de las milicias de libertos artiguistas”. Esta era una vieja aspiración de los afrodescendientes de nuestro país: reconocerle a Ansina ese título, y aprovechamos la oportunidad para hacer un reconocimiento general a todos los morenos -y hablo de morenos porque ese era el término que Artigas empleaba- que prestaron servicio en el Ejército en estos más de dos siglos de historia y, por extensión, a todos los morenos que contribuyeron a hacer a la patria. Es decir, aquellos que estuvieran o no en el Ejército contribuyeron con su esfuerzo, con su sacrificio y con su sangre a la libertad de nuestra tierra. Porque aparte de esto, en todas las épocas, con su aporte cultural, contribuyeron a la identidad nacional. Entendimos que era un homenaje largamente postergado, necesario y así lo hicimos. Por suerte tuvimos el eco de las autoridades nacionales y de mucha gente que nos acompaña.

¿Cuál es la participación actual de los afrodescendientes en las Fuerzas Armadas? Entiendo que hay muchos en las fuerzas, pero no sé si alcanzan altos rangos, si han llegado a posiciones de mando, no recuerdo a ningún general, por ejemplo.

Son minoritarios, como lo son en toda la sociedad. Hay alrededor de 1.000 morenos, pero si vamos a aquellos que también tienen parte morena, podemos llegar a cerca de 2.000 integrantes y eso es más de 10% del total del Ejército. Hay oficiales y personal subalterno que son morenos. Hay varios que son teniente coronel o capitanes en distintas jerarquías. Es cierto sí que no ha habido un general en los últimos tiempos, pero también debido a la poca cantidad que existen en nuestra sociedad, pero no hay ningún obstáculo, ningún tipo de discriminación, ninguna limitación, simplemente esta liberado a las capacidades personales de cada uno. No va a ser de extrañar que en un futuro, alguno de los que hoy ya son jefes puedan llegar a ser generales.

¿Y las mujeres? ¿Ha aumentado la presencia femenina en las fuerzas en los últimos años?

Mujeres en el ejército ya hace casi medio siglo que hay. Antes estaban en cargos de subalternos, de personal subalterno, administrativas, más allá de lo que hay fuera del Ejército, que también son militares, como las enfermeras o nurses, personal de sanidad, por ejemplo. Pero a partir de los años 90 ingresan en el Ejército, en la Escuela Militar, para ser oficiales. Hoy tenemos mujeres que ascienden -ahora, en este año- a teniente coronel y va a haber, seguramente, en un futuro alguna general mujer. En el Ejército las mujeres son más o menos 14%, es decir, que cada siete efectivos, hay seis hombres y una mujer. No hay limitaciones, más allá de las posibilidades físicas que a veces se les exigen porque las tareas militares son determinadas y hay que estar en condiciones de cumplirlas, pero no hay limitación por ser mujer y están perfectamente integradas al Ejército Nacional.

Desde el gobierno, sobre todo en los últimos años, se han impulsado políticas de inclusión, a veces a minorías y a veces no, porque las mujeres no son minoría. Pero se han venido reconociendo derechos, a veces reconociendo la existencia durante mucho tiempo de discriminación efectiva, independientemente de la ley. Por ejemplo a los homosexuales. Hace no tantos años en el Ejército se le aplicaba tribunal y destitución. Hoy la situación de los homosexuales en el Ejército ¿cómo es? Porque ya ese tipo de cosas no se pueden hacer.

Nosotros, como institución del Estado, nos ajustamos estrictamente a las leyes nacionales. Hoy es legal y aceptado que haya homosexuales. En el Ejército hay homosexuales, incluso hay casos de parejas casadas, es decir que hoy no es causal de baja el hecho de ser homosexual. Nosotros nos ajustamos a la normativa que rige en todo el Estado, por supuesto. Son pocos casos, pero existen y no es causal de baja como era en otras épocas en que, aparte, había otra legislación para el Estado.

Volviendo a las mujeres, una cosa que es bueno agregar es que en nuestro Ejército, cosa que no es igual en todos lados, las mujeres tienen acceso a todas las armas. No están solamente en funciones de apoyo, como están en otros países. Acá pueden ser capitán o mayor o teniente coronel. Tenemos hoy de las armas de caballería, de infantería, armas que son básicas, que son las más típicamente militares, las que están en la primera línea del enfrentamiento. Típicamente militares son todas, pero a las funciones más sensibles del combate, por decirlo de alguna forma, que es para lo que se prepara el militar, tienen el acceso las mujeres y hoy están en las jerarquías que dimos como ejemplo.

En estos momentos se están comenzando a debatir en el Parlamento ciertos cambios en las doctrinas militares. Por ejemplo, se está pensando abandonar oficialmente la doctrina de seguridad nacional. Me interesaba abordar su pensamiento sobre estos temas. Me preguntaba cuál es la doctrina que el Ejército maneja con sus subalternos, con los soldados. Y entonces entré en contacto con un material bibliográfico que usted utiliza en la formación militar que me pareció sumamente interesante. Me refiero al libro del autor argentino Marcelo Gullo, La insubordinación fundante, que según entiendo tiene mucha importancia en la prédica actual de la comandancia. Y leyendo el libro, encuentro que Gullo plantea la existencia en el mundo de Estados subordinantes, o sea, las potencias centrales de carácter imperialista y Estados subordinados, es decir, todos los Estados de la periferia. De acuerdo al texto, la estrategia para salir de esa condición periférica de los Estados subordinados de América del Sur, entre los cuales está incluido el nuestro, es la integración sudamericana. ¿Para el Ejército la integración sudamericana es un objetivo, es la utopía a cumplir?

El Ejército Nacional se rige por las misiones y por las disposiciones legales que le marcan sus objetivos. En la Constitución se establece como misión principal del Ejército la defensa de la soberanía, la integridad territorial de la República, los recursos naturales. Y aparte tiene una serie de misiones subsidiarias que cumple a la vez en concurrencia con las misiones principales. El Ejército Nacional no puede, por definición constitucional, meterse en la política, pero como institución nacional también es esencialmente política en cuanto a la definición de política, la cosa pública. El Ejército Nacional tiene que estar en condiciones de cumplir sus misiones constitucionales y para ello tiene que saber bien cuáles son las amenazas, cuáles son los riesgos y cuál es el mejor camino para el país. Permanentemente el Ejército está haciendo un estudio, un análisis, un monitoreo de las situaciones. Porque se nos puede permitir cualquier cosa, podemos triunfar o ser derrotados en el cumplimiento de nuestra misión; lo que no se nos puede permitir nunca es ser sorprendidos por no haber seguido la evolución de los acontecimientos. Eso que usted dice es así, y nosotros en estos años hemos desarrollado una cátedra dentro de la materia Estrategia, en el Instituto Militar Superior, en la cual hemos utilizado como base ese texto, La insubordinación fundante, de Marcelo Gullo, porque entendemos que es esencial para el país ver cuáles son los caminos de salida en el contexto internacional en el cual estamos inmersos. Independientemente del autor, el texto claramente habla de cuál es la única forma de dejar de ser objetos de la historia y poder algún día ser sujetos de la historia. Es decir, poder decidir sobre nuestra historia, sobre nuestro destino y él habla de la necesidad de llegar a un umbral de poder en el cual podamos hablar de igual a igual a las distintas potencias que existen hoy en el planeta. Y pone ejemplos históricos que son irrebatibles: desde la propia Inglaterra del siglo XVI, las colonias norteamericanas en el siglo XVIII, Alemania en el siglo XIX, Japón, China. Pone ejemplos de cómo cada país logró salir adelante, alcanzar ese umbral de poder que le hizo llegar a estar en la mesa de los que deciden los destinos del planeta. Entonces marca, como única forma de lograr eso, lograr una integración similar. Por supuesto que él -Gullo sigue mucho a Methol Ferré, de quien yo también he tenido la suerte de ser alumno y sigo también su línea de pensamiento- habla de los Estados continentales y habla de que o nos integramos en un Estado Continental que pueda realmente hablar de igual a igual a los otros Estados continentales, como Estados Unidos, la Unión Europea, China, India, Rusia, o directamente el destino de América del Sur va a seguir siendo siempre ser objeto de la historia y de las decisiones que adopten los grandes en el mundo.

En ese sentido, Gullo alaba la construcción de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que ahora está experimentando un cierto retroceso: hay varios países que se han retirado y digamos que van en el sentido contrario. Y además menciona la necesidad de un impulso estatal industrialista, yo diría que francamente antineoliberal.

Por supuesto que sí. Más allá de lo que la realidad marque, porque hay obstáculos de todo tipo, a veces hay obstáculos impulsados por los verdaderos centros de poder, que no tienen ningún interés en que haya un nuevo actor en el concierto de las decisiones internacionales. Más allá de la realidad, no cabe duda de que la teoría, esa teoría que especifica el autor en ese libro, es la única posible para romper este cerco de dependencia que tenemos desde que somos independientes.

El libro plantea, además, algunos riesgos, algunos objetivos, dentro de nuestra región que pueden tener las potencias imperiales o las potencias subordinantes: menciona el Acuífero Guaraní, menciona el caso de la Amazonia, menciona el caso del Pre-sal, la reserva petrolera de Brasil. En ese marco sitúa la reactivación de la IV Flota de Estados Unidos. Realmente me pareció interesante, un libro francamente antiimperialista. ¿Usted cree que, entre las eventuales hipótesis de amenazas que podría sufrir nuestro país, el Acuífero Guaraní podría ser objeto de interés de potencias subordinantes?

Sí; cuando hablamos de que nuestra misión constitucional habla de la protección, de la defensa de los recursos naturales, los recursos naturales son todo: el Acuífero Guaraní, por supuesto, es uno de los principales recursos naturales que tenemos nosotros -más que nosotros, la región- y que por supuesto puede ser tentador para algún centro de poder mundial, que tiene carestía justamente de agua y de otros elementos. Esto que estamos hablando es lo que viene a dar la razón de lo primero que decíamos: no podemos estar ajenos a cuáles son las soluciones y cuáles son las realidades que vive Uruguay, que no es una isla, porque si nosotros queremos realmente contribuir a esa misión constitucional de defender la soberanía y la integridad territorial, tenemos que estar alertados y saber cuáles son las amenazas. Por supuesto que las amenazas de los centros de poder están siempre latentes, como han estado a lo largo de la historia. Sería ingenuo pensar que nosotros estamos exentos, que estamos libres de ese tipo de amenaza, por tanto, tenemos que estudiar cuáles son las soluciones para nuestro país y creo que esto que expresa este texto es realmente muy claro y, aparte, creo que es irrebatible mirando solamente los ejemplos de la historia. El que diga lo contrario es porque realmente no se ha preocupado por saber cómo han salido los países de situaciones de dependencia.

El Ejército uruguayo, por ejemplo en la época de la dictadura, ¿a quiénes respondía, qué intereses estaba defendiendo? Porque claramente las élites económicas estuvieron detrás del proceso de ruptura institucional.

Yo preferiría no hablar por razones del cargo que tengo hoy, no quiero meterme en una discusión que después puede tener otro tipo de connotaciones. No voy a decir lo que fue el Ejército en esa época, pero sí digo lo que debió ser siempre el Ejército: el Ejército nunca debe estar confrontado o enfrentado a los sectores más necesitados y más carenciados de la sociedad. El Ejército siempre ha sido la puerta de entrada de la gente que viene de los sectores más marginados, la gente que tiene menos opciones en la vida son las que nosotros recibimos mes a mes. Por año ingresan al Ejército -porque se van otro tanto- más de 2.000 personas que reciben una oportunidad de poder salir adelante en la vida. Aprenden determinadas habilidades u oficios, aprenden hábitos de disciplina, hábitos de conducta que después les sirven para la vida, para siempre. Muchos se van de baja a los dos o tres años, pero ya se van con eso incorporado, que les va a ser una herramienta fundamental en la vida. El Ejército siempre debió estar del lado de los que más necesitan, de la gente que tiene mayores problemas, porque esa es la esencia del Ejército desde la época de Artigas, siempre ha estado integrado y formado por gente de los sectores más sumergidos. En otros países de la región tal vez haya una élite militar, acá nunca hubo una élite militar. Acá, yo puedo decirlo y eso sí se lo discuto a cualquiera, no hay organización, no hay institución más popular en Uruguay que el Ejército Nacional.

Usted hace poco tiempo hizo una propuesta de que el Ejército colaborara en las políticas de inclusión social, sobre todo con los llamados “ni-ni”, los muchachos que no estudian ni trabajan. La propuesta fue muy polémica, generó también cierta resistencia de los que pensaban que era una forma de cooptar a sectores humildes para las tareas militares. ¿Cuál era el propósito de esa propuesta? ¿Era una propuesta de ese tipo o era una propuesta realmente de utilizar los saberes del Ejército para enseñar oficios? 

La propuesta sigue vigente, o sea, que podemos decir cuál es el propósito de esa propuesta. Hay que ubicarla en el momento: la Presidencia de la República convoca a un diálogo social y llama a las instituciones públicas y privadas a presentar ideas para mejorar la convivencia social. El Ejército Nacional entendió que no podía quedar afuera de esa convocatoria, elaboró un plan por el cual se podía dar cabida en sus cuarteles, porque tiene la capacidad locativa y tiene la capacidad humana de recibir gente. A esa gente se les llamaba “voluntarios de protección civil”, es decir, el cerno de la instrucción que recibía era para colaborar ante desastres naturales. Hacía poco tiempo habíamos tenido inundaciones en 13 departamentos a la vez, hubo un tornado en Dolores. Bueno, pensamos, si esto fuera mucho peor de lo que estamos viviendo ahora y no dan las fuerzas militares ni las fuerzas públicas que están para eso, para atender la emergencia, ¿por qué no tener voluntarios civiles preparados para eso? Podríamos tomar gente, no como soldados, la idea no eran soldados sino civiles, para formarlos en un voluntariado de protección civil, que recibirían en el cuartel la instrucción que se le da al soldado, excepto todo lo referente al uso de armas. Es decir, se les daban elementos de disciplina, hábitos de deporte, hábitos de presentación, se les daban clases de educación cívica, de respeto a la Constitución, a la ley, había una currícula bien detallada que fue presentada en la torre de Antel por un general del Ejército y dos coroneles. La expusieron ante un auditorio calificado. Esto iba a durar entre siete y nueve meses, en ese ciclo proponíamos algo tímido inicial de 700 u 800 personas que podían entrar y cada nueve meses renovarlo. Esa era la idea y darle un plus a todo, porque aparte, concurrente con esa currícula, estaba la introducción a oficios.

Entonces nosotros propusimos eso, que creímos que era muy adecuado y sobre todo estaba con el espíritu del diálogo social que convocaba el presidente, claro que eso requería el apoyo de distintos organismos del Estado, no lo puede hacer el Ejército per se. El Ejército solo no está en condiciones de llevar adelante eso, tiene que tener la colaboración del Mides, del Ministerio de Cultura, del Ministerio del Interior; es decir, que hubiera una concurrencia de fuerzas apuntando a ese plan. De haber sido, ya hoy estaríamos en el tercer o cuarto año, ya habría algunos miles de jóvenes que hubiesen pasado por ahí y habrían podido adquirir este plus que nosotros creemos que es positivo para la convivencia social, que de eso se trataba el diálogo. Quedó el Poder Ejecutivo con el proyecto, hasta el día de hoy no se nos ha aprobado. Hay distintas consideraciones del porqué no se nos ha aprobado, yo preferiría no entrar en ese terreno porque no me corresponde. Como eso no fue aprobado, nosotros hemos implementado algo para lo que sí no precisamos ningún tipo de recursos. Para ese plan que le decía algún recurso se precisa, porque hay que dar algún estímulo a quien está en ese curso y para sacarlo de la calle. Para que quiera salir de la calle había que dar, incluso habría que alimentarlo, vestirlo. Y como eso no caminó, nosotros implementamos hace como un año lo que llamamos “Talleres de formación ciudadana”, orientados a los hijos de nuestro personal e, incluso, en algunos cuarteles, a los vecinos de la zona que así lo quieren. Entonces nosotros en todos los cuarteles tenemos distintas actividades: por ejemplo, hay panadería, hay albañiles trabajando, hay pintores, hay quinchadores. Entonces los gurises de determinada edad -tienen que tener más de 15 años- que quieran participar y aprender a hacer pan o a quinchar, o a alambrar o a lo que sea que nuestra gente está haciendo, nosotros le damos acogida y eso ha arrancado y está funcionando. Son algunas decenas nada más los que estamos manejando, o sea, no va a mover la aguja a nivel nacional, pero creemos que es un camino, que es la dirección adecuada para ir saliendo socialmente del problema.

Cada tanto aparecen propuestas de atribuirle nuevas funciones al Ejército, sobre todo en la seguridad interior. Cada vez que crece la inseguridad o la sensación de inseguridad en la población, aparecen ese tipo de propuestas. Ahora mismo hay una recolección de firmas. ¿Usted cree que el Ejército puede cumplir tareas de seguridad interior? 

Yo creo que hay que diferenciar muy bien lo que es la función militar de la función policial. Son cosas distintas. El Ejército no quiere participar en la función policial como tal. No quiere participar. Eso sí: el Ejército apoya en la seguridad interior no perdiendo su esencia hoy. Por ejemplo, el Ejército hace la custodia perimetral a las siete principales cárceles del país. Antes de que el Ejército entrara, hace casi 20 años, había fugas que se contaban por decenas todos los años, hoy por hoy hay una o dos fugas por año, estadísticamente hablando, por razones muy especiales. Estoy hablando (de fugas) por el perímetro, a veces hay fugas pero no a través del perímetro, sino que salen por la puerta de la entrada, que no las maneja el Ejército. Ahí le estamos dando un apoyo muy importante a la Policía con esas custodias perimetrales de las cárceles. Nosotros también tenemos, ahora lo vamos a tener en forma efectiva, nuestra presencia en la frontera, para tratar de reducir la porosidad de la frontera. Nosotros actuamos con nuestros medios, con radares, con nuestras patrullas, para tratar de interceptar y de detectar alguna acción grande del crimen organizado. Por supuesto, nosotros en la frontera no vamos a ir a sacarle al ciudadano que está pasando su surtido ni cosas menores, pero sí podemos ser un elemento importante para los grandes delitos transnacionales que se dan en la frontera. Es decir, que también en la frontera vamos a dar una mano importante a la seguridad interior y, por supuesto, si en algún momento se requiriera de nuestra participación en algún hecho puntual, porque, yo qué sé, está muy complicada en tal lugar la situación y es necesario entrar militarmente, bueno, pero ahí actúan los militares como militares, con sus medios, con sus mandos, con sus armas y bueno, eso será siempre enmarcado en una ley que lo habilite, si no tampoco vamos a participar sin el marco legal apropiado. Pero volviendo a su pregunta inicial, no tenemos ninguna voluntad ni creemos que sea realmente bueno que el Ejército actúe policialmente, sí en apoyo a situaciones coyunturales y alguna otra situación que hoy por hoy no está planteada, que el Ejército puede llegar a colaborar con la Policía, pero siempre actuando militarmente, con sus mandos militares y como Ejército y no como policía.

Este año, en el discurso del día del Ejército, usted habla, voy a citarlo un poco de memoria, pero dice que el Ejército acierta cuando sigue el ideario artiguista, pero se equivoca, por ejemplo, en la Masacre de Quinteros o cuando degüella en el Sauce o cuando maltrata a los prisioneros. Muchos entendimos que hay una alusión directa al trato que se dio a los prisioneros en la dictadura, pero no sé si esta es una lectura muy laxa que estoy haciendo.

No, yo incluso cito una frase del general Galarza, que dice que en una guerra lo más sagrado que hay son los prisioneros.

En estos días están pidiendo el procesamiento de un militar por la muerte bajo tortura de Perrini, en Carmelo, en 1974. Eso sucedió esta semana. 

No voy al caso concreto porque no quiero decir que ese militar tenga o no tenga responsabilidad en ese caso; no quiero entrar en ese caso concreto. Pero, por supuesto, que la muerte bajo tortura de un prisionero nunca es justificable. Los prisioneros, y ahí estoy con el general Galarza, son sagrados, no se los puede tocar. Son prisioneros, porque en el enfrentamiento fueron detenidos en el marco de una situación, que también hay que tenerla presente cuando hoy se la juzga, pero el maltrato al prisionero jamás puede ser justificado, por un ejército y menos por un ejército que se precie de artiguista.

¿Fue a ver la película La noche de 12 años?

No he podido, porque justo cuando la estrenaron, me invitaron a verla, pero yo no estaba en el país. Mandé a un par de oficiales a verla y tengo los comentarios. No he podido verla todavía; tal vez más adelante.

Porque es impresionante y usted conoció bien por lo menos a Fernández Huidobro y al presidente Mujica. La verdad que es una película que le recomiendo ver. ¿Cuál ha sido su esfuerzo para aclarar el destino de los desaparecidos y por qué no aparecen? ¿Usted qué cree?

Mire, yo creo que si hay alguien hoy que tenga conocimiento de dónde hay un enterrado, un muerto, un desaparecido enterrado, si es que hay alguien hoy, son casos muy excepcionales, tal vez se pueden contar con los dedos de una mano. Estoy seguro que dentro del Ejército, en actividad, nadie tiene ni idea, porque la gran mayoría no había ni nacido cuando pasaron los hechos, no hay nadie que haya actuado en esa época. Pero dentro del mundo de los retirados, yo creo que son muy pocos los que saben y seguramente los que saben no están hoy detenidos, porque los detenidos en su momento, si lo hubiesen sabido, habrían empleado esa información para mejorar su situación personal.

¿Pero no hay un pacto de silencio?

Yo creo que no; lo que sí puede haber es alguien que pueda tener conocimiento y que, directamente, ante la eventualidad que si dice algo va a terminar preso, se calla la boca. ¿Qué es lo que hemos hecho nosotros para tratar de llegar a ubicar a algún desaparecido? Hemos tratado de generar un clima de confianza, de total reserva, les hemos hecho saber a todos, genéricamente, porque no sabemos quién puede tener la información, genéricamente a todos, que el hecho de que aparezca un cuerpo por una información que pueda dar el propio Ejército no es en contra, es a favor de la institución, de la imagen de la institución y que sería muy bueno para nosotros poder contar con esa información. Una vez se acercó uno con una información que resultó no ser cierta. Bueno, la dimos, por supuesto, de inmediato y mantuvimos, está en la tapa del libro, la reserva total de quién se trataba el informante y lo seguiremos haciendo. Si mañana se apersona alguien más y nos dice en tal lugar hay algo, sea cierto o no sea cierto, yo voy a aportar la información y que los grupos que están trabajando en esa búsqueda resuelvan si es creíble o no creíble. Lamentablemente yo creo que existió esa operación llamada Zanahoria, que al terminar la dictadura excavó y sacó los cuerpos que había y los esparció, los tiró por otro lado y desaparecieron definitivamente y ahí hay una segunda desaparición, por decirlo de alguna forma, yo creo que existió y que los cuerpos que hoy pudieran quedar enterrados son muy poquitos, si es que hay todavía por encontrar alguno. Es muy difícil llegar a detectar o saber quién tiene esa información, porque quien la tenga directamente no la va a decir. Aparte la gente se está muriendo o ya se han muerto quienes podían tener un tipo de información.

¿Cómo le cae que algunos dirigentes políticos, como el precandidato Edgardo Novick, lo nombre a usted como eventual parte de su equipo de gobierno? Me imagino que eso no lo autorizó.

No, nosotros no autorizamos. Lo que pasa es que los candidatos están en campaña y buscan la forma de llevar agua para su molino. También apareció otro por Cerro Largo, haciendo una propuesta, es decir, yo no autorizo a nadie a utilizar mi nombre, pero tampoco lo puedo evitar muchas veces, tampoco voy a salir a aclarar ni a contradecirlo, ni nada. El hecho de que piensen que invocando mi nombre les va a dar votos, bueno, por lo menos me halaga, pero realmente no lo autorizo, ni me queda cómodo tampoco.

¿Qué le parecieron las declaraciones del presidente del Centro Militar, Carlos Silva, al diario El País haciendo una reivindicación de la dictadura? No sé si usted tiene alguna relación con los militares retirados.

Nosotros tenemos relación, sí, con los retirados, cómo no. Esas declaraciones me parecieron fuera de lugar y en alguna de sus partes sonó a provocación, pero prefiero no ahondar en el tema.

Fuente de la Publicación CARAS Y CARETAS – Uruguay

https://www.carasycaretas.com.uy/manini-o-nos-integramos-o-los-grandes-del-mundo-decidiran-por-nosotros/  

En su habitual columna de los días viernes, el licenciado Pereyra Mele nos habla acerca de las posibilidad de atentados en la Argentina de acuerdo a un informe elaborado por el Foreing Office

#DossierGeopolitico
Columna de Política Internacional de Carlos Alberto Pereyra Mele en el Programa: «De Renzis ayer y hoy». De 6 a 9 y por AM 650 Radio Belgrano con Miguel Ángel De Renzis, Diego carbone y Enrique kepa
Analizamos la información que llega de Londres sobre un supuesto ataque Terrorista en Bs.As. durante el G20; También sobre las elecciones de medio termino de EEUU y las ultimas noticias sobre las política internacional en Asia y como todo eso afecta a la región y Argentina.

Dr. Alexandr Dugin con los libros: «Teoría de las Relaciones Internacionales» de Gullo y «Pensamiento Geopolítico de Perón» de Barrios

#DossierGeopolitico
El Dr. Alexandr Dugin, 10 de noviembre de 2018, Madrid. (Alexander Duguin, la prensa occidental lo presenta como el «geopolítico de Putin» Dossier Geopolítico lo trajo a Córdoba, Argentina a disertar sobre el Sistema Mundo en Noviembre de 2017 y el CeeS a BsAs) Posando con los libros de dos miembro del Equipo de Dossier geopolitico: «Teoría de las Relaciones Internacionales» del Dr. Marcelo Gullo y el del «Pensamiento Geopolítico de Perón»  del Dr. Miguel Barrios convocado a disertaba en el Congreso Mundial de Política Internacional.
Felicitaciones
Lic. Pereyra Mele Director de
#DossierGeopolitico

Dr. Miguel Barrio, Lic. Carlos Pereyra Mele y Dr. Alexander Duguin

 

El pensamiento Geopolitico de Perón.
Recorrido geopolítico e itinerario histórico.

La relevancia de Juan Domingo Perón y de su doctrina -que cumplió setenta años en 2015- ha transformado al peronismo en el movimiento central del sistema político argentino contemporáneo y latinoamericano. Una terca rebeldía y una tenaz esperanza lo caracterizan. Por eso mismo es necesaria una reactualización permanente, porque con la palabra «peronismo» no está todo dicho. En tal sentido, este libro tiene un enorme valor en nuestros días. La República Argentina se encuentra ante la enorme encrucijada, junto a América Latina, de reencontrar las claves estratégicas que le permitan seguir avanzando históricamente. Es una tarea, por supuesto, de la Nación entera. De los textos de Perón reunidos en este libro se desprende el posible camino, porque no existe una receta mágica para comprender el fundamento de una política estratégica en este tiempo histórico ni la actualidad del peronismo justicialista si no se la pone en tensión con los sucesos del día a día. El Estudio Preliminar constituye un aporte fundamental a la hora de revalorizar el pensamiento y la doctrina justicialistas en función de las enormes tareas que la Argentina y Latinoamérica toda deben enfrentar.

«Pensamiento Geopolítico de Perón» del Dr. Miguel Barrios

Relaciones internacionales
Una teoría crítica desde la periferia sudamericana
Marcelo Gullo
Valoré y me gustó mucho este libro de Gullo. Asimismo, aprecié su inteligencia en acción, capaz de abarcar el campo de estudio de las relaciones internacionales como pocos intelectuales lo consiguen. Este texto, además de alcanzar un extraordinario éxito en la comprensión, en tanto observador desde las alturas, del mundo de las relaciones internacionales, parece haber alcanzado la madurez que solo poseen los hombres de experiencia para realizar síntesis complejas. El dominio del autor sobre este campo de estudio se asemeja al de los cóndores de la Patagonia que avizoran el mundo: a pesar de estar en las alturas, es capaz de verlo todo. Amado Luiz Cervo

«Teoría de las Relaciones Internacionales» del Dr. Marcelo Gullo

Entrevista al Director de Dossier Geopolítico Carlos Pereyra Mele en el programa Mesa de Diálogo con los periodistas Ravalli y Fonseca por Canal C: sobre Bolsonaro y sus líneas geopolíticas.

Programa: Mesa de diálogo – Fecha: 31/10/18
Bienvenidos al canal oficial de YouTube de Canal C Córdoba. 
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