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Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

A Política Internacional de la semana:

EEUU: Sanciones a Alemania y Rusia a empresas involucradas con la construcción del Gasoducto Nord Stream 2 en el Mar Báltico y a empresas involucradas en la construcción del Gasoducto TurkStream  en Turquía Rusia que llevaran gas al sur este de Europa 

Envía dos portaaviones al Mar de China incrementando las tensiones en la zona y su “socio” histórico Inglaterra envía su más moderno portaaviones a la misma zona, además que para demostrar el alineamiento total con EEUU, cancela la expansión de Huawei y la instalación de 5G en el Reino y le da un plazo hasta el 2027 de retirarse totalmente de las islas Británicas 

CHINA: establece un acuerdo histórico con la República Islámica de Irán por nada menos que por 25 años. Invertirá en etapas 400.000 millones de dólares para mejorar infraestructuras plantas productoras de energía etc. con el guiño de Rusia y también obtendrá una nueva salida marítima de su Ruta de la seda obviando el cerco que le impone los anglosajones en el mar Indo-Pacífico

UNIÓN EUROPEA: Rechaza las sanciones a Alemania y Rusia y este fin de semana se reúnen para tratar el salvataje a los Países del sur más afectados económicamente por la Pandemia del Covid-19 España, Italia. 

B Análisis Geopolitico hoy: Gasoducto Nord Stream 2 y Gasoducto TurkStream

El TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, mientras el que Nord Stream 2 prevé duplicar el suministro de gas natural ruso hacia Alemania a través del mar Báltico.

  • TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, con el objetivo de aumentar significativamente la fiabilidad del suministro de gas de la parte sur y sudeste de Europa
  • El Nord Stream 2 es un gasoducto que consiste de dos tuberías paralelas con una longitud total de 1.230 kilómetros y permitirá duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del mar Báltico
  • El gasoducto corresponde a una expansión del actual gasoducto Nord Stream, y podrá abastecer a 26 millones de hogares y reducir considerablemente el coste de energía en las desmesuradas facturas de los ciudadanos europeos

AUDIO:

Principales rutas de los gasoductos, como podemos apreciar el Nord stream 2 y el TurkStream elimina a los paises ex sovieticos hoy enfrentados con Moscu y que abrazn las politicas de EEUU en la region a traves de la OTAN, hoy ademas aparece un nuevo jugador Israel como proveedor de Gas

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

A Política Internacional de la semana:

EEUU Realineando su zona de influencia- Reunión Trump/ López Obrador lanzamiento del Nuevo acuerdo que reemplaza al NAFTA y el Grupo Puebla ? La Geopolitica real pesa sobre México

CHINA reunión entre los Presidentes Putin y Xi, Rechazan el sabotaje y la intervención extranjera en su Zona: Hong Kong Macao y Ucrania Península de Crimea

América del Sur: La Pandemia sigue incrementandose y ahora afecta a varios dirigentes Políticos: Diosdado Cabello (Venezuela); Jair Bolsonaro (Brasil); Añez (Bolivia). Problemas económicos que surgen por el corte del envio de las remesas de los Migrantes a sus países de origen Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Paraguay desde Italia, España y los EEUU especialmente donde se radicaron. Chile una revuelta de la derecha oficialista contra Piñera por el tema de el retiro de los fondos aportados a las jubilaciones privadas para paliar los efectos económicos de las cuarentena y la crisis económica en ese País. 

B Análisis Geopolitico hoy: Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte

Gran Bretaña funciona como una súbdita de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, siguiendo el destino que le marcó el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y, que la definió como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias “autonomistas” para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Más en el audio: 

Dossier Geopolitico: Reforzando nuestro análisis el Diario español «El Pais», con la firma del analista Rafa de Miguel desde Londres publicó el 11/7/2020, el siguiente artículo que confirma las tendencia que expresamos, en el audio dominical:   

El Pais Hong Kong expone los límites de un Reino Unido solo

La crisis de la antigua colonia revela las dificultades en la política exterior de una potencia media en el siglo XXI

Fuente: https://elpais.com/internacional/2020-07-11/hong-kong-expone-los-limites-de-un-reino-unido-solo.html?ssm=whatsap p

El león británico que abandonó entre rugidos la “cárcel” de la Unión Europea corre el riesgo de ser percibido por el resto del mundo como un “tigre de papel”. Es la expresión china para definir una aparente amenaza que resulta ser inofensiva. La campaña del Gobierno de Boris Johnson contra Pekín, por la restricción de libertades impuesta en Hong Kong con la nueva Ley de Seguridad ha mostrado los límites de la ambición del Reino Unido por ser una voz única en la escena internacional -bajo el sello de Global Britain- en la era post-Brexit.

El Gobierno chino ha expresado su irritación por la oferta de puertas abiertas del Reino Unido a tres millones de ciudadanos de la antigua colonia y lo considera una “burda injerencia en sus asuntos internos”, pero ni le ha sorprendido ni parece preocuparle demasiado. Ya no existe el temor de los años noventa ante el posible éxodo de los habitantes de un increíble motor económico y financiero. Más allá de la cifra final de personas que se acojan al ofrecimiento, Pekín, creen los expertos, tiene abundante personal cualificado para reemplazarlos. “Es importante considerar la reacción del Reino Unido dentro del contexto del Brexit, con un Gobierno debilitado por su gestión de la crisis del coronavirus y que aún está intentando definir su papel en el mundo”, explica a EL PAÍS desde Hong Kong Tim Summers, asesor del programa Asia-Pacífico del centro británico de pensamiento Chatham House. “Algunos han llegado a la conclusión de que esta idea de Global Britain es bastante imperialista en su planteamiento. Hong Kong fue colonia, y de algún modo parece que Londres esté protegiendo a sus antiguos súbditos. Por eso la medida ha sido tan emocional y nada estratégica, ni calculada con detenimiento. Quizá sea una señal de la fragilidad de esta nueva política”, concluye Summers.

Johnson se balancea, en busca de un complicado equilibrio en el mejor de los casos o sin un objetivo claro en el peor, entre dos presiones contradictorias. Necesita mantener buenas relaciones con China en una era que le obliga a buscar socios comerciales fuertes que reemplacen a la UE. Y debe al mismo tiempo contener -y complacer- la exigencia de Washington y de un poderoso sector del Partido Conservador, de mostrar una actitud más firme y agresiva con el gigante asiático. Y corre el riego de no satisfacer a nadie. “La idea de Global Britain se basaba en gran parte en un incremento comercial con China. Lo ocurrido en Hong Kong, y la actitud del Gobierno de Xi Jinping, ha hecho mucho más complicado conseguir esa relación positiva”, explica a través de correo electrónico Gideon Rachman, el columnista jefe de Política Exterior del diario Financial Times. “En cuanto a la respuesta de Londres, nadie espera que logre por sí misma un cambio en la política china. El Reino Unido solo logrará algo si construye alianzas con otros países, como Estados Unidos o Australia”, sostiene.

Johnson -más el antiguo periodista que el actual político en muchas ocasiones- ofrece la ventaja de ser transparente en sus contradicciones. “El Reino Unido no persigue evitar el ascenso de China. Al contrario, trabajaremos codo con codo en todos aquellos asuntos en los que nuestros intereses coincidan, desde el comercio a la lucha contra el cambio climático. Queremos una relación moderna y madura, basada en el respeto mutuo y en el reconocimiento del papel de China en el mundo”, escribía el primer ministro en las páginas del diario The Times cuando estalló la crisis de Hong Kong. Negro sobre blanco, definía las premisas sobre las que parece basarse una nueva política internacional cuyos objetivos siguen siendo difusos: el mundo es un lugar benigno plagado de buenas intenciones y el Reino Unido goza de autonomía estratégica para escoger aquello que le interesa.

Si la antigua colonia ha sido la prueba del nueve del peso real de Downing Street, el caso Huawei ha sido la ducha escocesa con la que Johnson ha comenzado a entender, como decían los Rolling Stones, que “no siempre puedes lograr lo que quieres”. Su antecesora en el cargo, Theresa May, parecía haberle quitado el problema de encima al tomar la decisión de que el gigante asiático participara en el desarrollo de las nuevas infraestructuras de comunicación 5G en el Reino Unido. Sin tecnología propia equiparable, la empresa china resultaba fundamental para los grandiosos planes de reconstrucción del país prometidos en campaña por el Partido Conservador. Johnson pensó que bastarían algunos retoques para tranquilizar al aliado estadounidense, en guerra declarada contra Huawei, y al ala dura de su propia formación política. Halcones como Iain Duncan Smith o Tom Tugendhat (presidente este último de la Comisión de Exteriores del Parlamento) habían creado el China Research Group (Grupo de Investigaciones sobre China), un aparato de presión para endurecer la postura del Reino Unido respecto a la potencia asiática, después de años de acercamiento y compadreo desde el mandato de David Cameron. China lleva camino de convertirse en el nuevo Brexit de los tories, siempre dispuestos a tener un asunto con el que poder descuartizarse internamente.

Downing Street limitó la participación de Huawei en el proyecto a un 35% y vetó su acceso a instalaciones estratégicas y de seguridad. No contentó ni a Donald Trump ni a los críticos conservadores. Cuarenta de ellos se rebelaron en una votación parlamentaria que señaló a Johnson la grieta que podía desmoronar su aparente holgada mayoría. La posterior decisión de Washington de imponer nuevas sanciones a la empresa tecnológica ha creado “dudas muy serias”, según un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad británico, de que Huawei mantenga la capacidad necesaria para colaborar en el desarrollo de la red 5G. En los próximos días, se da por hecho que el Gobierno acabará vetando su participación. “No puedes aspirar a una era dorada si tratas a China como un enemigo”, ha advertido a Johnson el embajador en el Reino Unido, Liu Xiaoming.

Todos los problemas parten de la misma indefinición y desconfianza. Londres quiere retener las ventajas adquiridas durante casi medio siglo de pertenencia a la UE sin sujetarse a ninguna de sus reglas; busca reforzar sus lazos comerciales y estratégicos con Washington sin aparentar servilismo alguno “con una Administración [estadounidense] que sigue siendo una de las más históricamente impopulares en el Reino Unido”, como recuerda Summers; o pretende usar su soft power (el “poder suave”, o la capacidad histórica de influencia del Reino Unido) con Pekín para hacerle entender en qué consisten la democracia y los derechos humanos y retener a la vez sus necesarias inversiones económicas.

El semanario The Spectator, manual imprescindible de cualquier conservador británico que se precie, celebró la salida de la UE con una famosa portada en la que se veía una mariposa con los colores de la Union Jack (la bandera del Reino Unido) que escapaba de la jaula. “Out, and into the world” (libres, para zambullirnos en el mundo), proclamaba la revista. Johnson comprueba ahora que el agua está fría, mucho más fría si se nada solo y sin rumbo, y con más tiburones que delfines.

EL DETERIORO DE LA AYUDA AL DESARROLLO

La decisión anunciada por Johnson de fusionar el Ministerio de Ayuda al Desarrollo con el de Exteriores ha unido en su protesta a ex primeros ministros como el conservador David Cameron o los laboristas Tony Blair y Gordon Brown, además de a numerosos diputados y organizaciones de ayuda humanitaria. La creación de este departamento, con un presupuesto anual de más de 16.000 millones de euros y capacidad para decidir de modo autónomo sus proyectos y objetivos, ha ayudado a impulsar el soft power (poder suave, o capacidad de influencia internacional) del Reino Unido considerablemente.

Creado en 1997 por un Gobierno laborista, supone el 0,7% del presupuesto nacional y ha sido actor fundamental en la lucha contra la pobreza, la violencia contra las mueres o la protección de los derechos humanos. “Durante mucho tiempo ha sido visto como un cajero automático gigante en el cielo” de libre disposición, ha argumentado Johnson para defender la lógica de la fusión. En su remodelación de la estructura del Gobierno, el primer ministro quiere que la ayuda exterior sea un elemento más, incorporado a su Global Britain, en la nueva política internacional. Y que esté coordinada con los objetivos perseguidos en cada momento. La decisión, ha advertido su predecesor Cameron, provocará “menos especialización, menos voces en defensa del desarrollo en las decisiones gubernamentales, y finalmente, menos respeto hacia el Reino Unido en el exterior”.

[NR.; La doctrina que sostiene el equipo de Dossier Geopolitico, que Inglaterra funciona como un súbdito de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, en este artículo de Andrea Muratore confirma está esta situación -Cuando  el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y la considero como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. CPM]

Por Andrea Muratore -3 de julio de 2020

El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias «autonomistas» para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Con la reapertura de la cuestión de Hong Kong, el Reino Unido ha confirmado definitivamente que ha internalizado la lógica del nuevo conflicto bipolar que se está definiendo entre los Estados Unidos y China y que ha hecho una elección de campo consecuente. Como se esperaba, Londres se ha movido hacia un apoyo sustancial para la estrategia estadounidense de reducir la influencia y la proyección global de Beijing.

El primer ministro Boris Johnson, con la intención de abordar las consecuencias de la pandemia de coronavirus [1] y la recesión económica en el frente interno , no ha fallado en atacar a China y Xi Jinping por los cambios en el sistema que integran mejor el Puerto Perfumado en el Arquitectura de la República Popular. El ex alcalde de Londres acusó a Beijing de romper el tratado firmado para finalizar la cesión de la ciudad a China en 1997 [2] , dijo que estaba listo para otorgar hasta 3 millones de visas [3] para ciudadanos de Hong Kong dispuesto a huir al Reino Unido y adoptó un estilo muscular comparable al de la administración no alineada de Trump en el Atlántico.

En algunos aspectos, la convergencia entre Londres y Washington es comprensible y lógicamente justificada por el viento cambiante de la geopolítica global: la superposición entre un contexto mundial cada vez más competitivo, una rivalidad multinivel entre las dos superpotencias [4] y la necesidad de que Londres La creación de un espacio para la acción posterior al Brexit empuja a mejorar los vínculos ya existentes entre los dos lados del Atlántico. En un momento en que se considera una prioridad en Washington movilizar todos los recursos disponibles, esto se está volviendo más urgente. La «relación especial» entre los británicos y los Estados Unidos vive en situaciones que se consideran, en una fase de crisis, fundamentales, como la integración entre los respectivos sistemas de espionaje en el grupo restringido de los «Cinco Ojos» [5]«, Los intereses comunes en el campo económico y financiero, con Hong Kong en el caso específico que es la cumbre de un triángulo con la ciudad de Londres y Wall Street y Nueva York, el predominio del eje anglosajón en el contexto militar de la OTAN.

Una dura reacción de realismo, por lo tanto, para Boris Johnson y para los partidarios de «Gran Bretaña global» como consecuencia de la salida del Reino de la Unión Europea. De hecho, es fundamental subrayar cómo, al acelerar la elección del campo, Londres se ubica directamente como el perdedor en el choque geopolítico entre China y los Estados Unidos. Esto por un triple orden de razones.

Ante todo, El gobierno británico conservador tendrá que congelar definitivamente sus estrategias «globales» en las que pretendía relanzar el país, combinando el mantenimiento de la solidaridad atlántica con el despacho de aduanas de relaciones cada vez más estrechas con países como China en términos económicos, financieros y comerciales. Esto representa una doble comprobación porque señala la falacia de una estrategia posterior al Brexit excesivamente centrada en una ideología economista ciertamente no muy diferente de la ortodoxia ordoliberal que caracterizó a la Unión Europea de la cual Londres afirmó encontrar «libertad» e impone Una reducción de las perspectivas comerciales con nuevos rivales estratégicos. Entre 2019 y 2020, los inversores chinos se movieron con facilidad en la ciudad, comprando marcas históricas como British Steel [6]y Greene King [7] y con el objetivo de ser parte de gran parte de la infraestructura del país y el relanzamiento ferroviario. Ahora, la competencia política hará que sea más difícil crear nuevos lazos de este tipo.

En segundo lugar, el mundo político-institucional del Reino Unido se ve profundamente reducido, ya que está convencido de la adhesión a la «cruzada» anti-china por una larga lucha interna en la que las presiones de los Estados Unidos se han sentido duramente. La línea es clara: la «relación especial» se aplica siempre que las apuestas sean las establecidas por Washington. Y Boris Johnson, primer ministro en la silla durante un año y hasta ahora con la intención de deambular entre las diversas almas del Partido Conservador, tuvo que admitir que había sido colocado en la minoría. El ex alcalde de Londres, de hecho, ha apuntado repetidamente a posponer el momento de la decisión. Sobre el tema de la tecnología 5G y los lazos con Huawei, por ejemplo, el gobierno de Johnson ha tratado de mantener una estrategia autónoma.[8] . Demasiado poco para los deseos de Trump, quien se enfrentó con su homólogo por teléfono [9] antes de que la ofensiva del frente más estrictamente atlantista, liderado por el inoxidable, se apoderara del aparato político conservador y los servicios de seguridad. halcón Tory Iain Duncan Smith, ex líder del partido [10] .

Finalmente, como consecuencia de los dos acontecimientos mencionados anteriormente, la explosión de una «nueva guerra fría» entre China y Estados Unidos [11]privará a Londres de cualquier margen de maniobra para establecerse como un actor independiente en el escenario global. La fase de salida negociada por la Unión Europea había revelado que Londres compartía en gran medida una serie de problemas con Bruselas que les impedían ser protagonistas en esta fase histórica; Al mismo tiempo, las estrategias implementadas en los últimos años para dar cabida a la arena global, con la excepción de la continuidad en el sistema bancario y financiero, han sido confusas y contradictorias. Londres no podrá convertir a los miembros de la Commonwealth en un eje geopolítico y aún no ha desarrollado una nueva doctrina estratégica para aumentar su proyección militar y naval. En general, tanto Theresa May como Boris Johnson siempre han alineado su visión con el hegemón de Over the Atlantic: desde Siria a Rusia, desde Venezuela a la cuestión de Hong Kong, no se ha visto ninguna posición británica original. Los ideólogos conservadores pensaban que «Gran Bretaña global» era un paraíso liberal, financiero y centrado en Londres, «Singapur en el Támesis», que se lograría con la mezcla de los votos de la clase trabajadora cansada de la desindustrialización y el declive del país en el referéndum sobre Brexit; a fin de cuentas, solo los lazos autónomos residuales de Londres con China garantizaban una posibilidad mínima de supervivencia para una estrategia diseñada para un mundo multipolar y competitivo, pero no caótica y conflictiva como se ha convertido en los últimos meses y años. Brexit nació viejo 

El declive y la irrelevancia, por lo tanto, parecen ser las líneas de tendencia en las que se embarca un Reino Unido que ha pasado en unas décadas de ser imperio a convertirse en una provincia de otros, y en unos pocos años de cultivar la ingenua esperanza de poder separar el destino de uno de ese de una Unión apática y anticuada para que el mundo contemporáneo tenga que darse cuenta del valor de las relaciones de poder que los competidores y (sobre todo) los aliados siempre pueden ejercer. Incluso en el nuevo sistema bipolar, Europa, incluida Gran Bretaña, será una tierra de confrontación abierta y un objeto, no un sujeto, de la dinámica geopolítica que dará forma a los nuevos equilibrios mundiales.


NOTA

[1] El número de muertos es devastador más allá del Canal: el 2 de julio de 2020, el día que escribimos, el Reino Unido es con poco menos de 44 mil muertes la tercera nación más afectada por Covid-19 después de Estados Unidos y Brasil, y con Más de 310 mil infecciones, la quinta en el mundo por la propagación de la infección. El número de muertes podría aumentar aún más en el futuro cuando se comprenda el impacto real del virus en los hogares de ancianos, donde ha habido una subestimación excesiva de los riesgos, cf. Cristina Balotelli, Reino Unido: hogares para ancianos, un drama de 7.500 víctimas , Il Sussidiario, 21 de abril de 2020.

[2] Patrick Wintour, China está rompiendo el tratado de Hong Kong con el Reino Unido, dice Boris Johnson , The Guardian, 1 de julio de 2020.

[3] Boris Johnson ofreció un camino para la ciudadanía británica a 3 millones de residentes de Hong Kong , The Post, 3 de junio de 2020.

[4] Los frentes activos son, además de los problemas estratégicos relacionados con Hong Kong, de naturaleza comercial, tecnológica y de seguridad. Desde la lucha de brazos en Huawei hasta la «guerra» de los cables submarinos, el escritor habló sobre ello en Andrea Muratore, China-EE. UU .: la batalla de los gigantes , Globalization Observatory, 6 de febrero de 2020.

[5] Alianza de inteligencia compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

[6] Federico Giuliani, China tiene hambre de acero: Beijing se hace cargo del gigante British Steel, Inside Over, 11 de noviembre de 2019.

[7] Federico Giuliani, Brexit puede llevar al Reino Unido a las manos de China , Inside Over, 26 de agosto de 2019.

[8] Francesco Bechis, Huawei y 5G, Washington congela Londres , hormigas, 7 de febrero de 2020.

[9] Andrea Muratore, El tira y afloja entre Trump y Johnson en 5G , Inside Over, 8 de febrero de 2020.

[10] Iain Duncan Smith, Debemos dejar de arrodillar a estos déspotas , Daily Mail, 29 de marzo de 2020.

[11] Sobre la bipolaridad sino-estadounidense y sobre posibles analogías y diferencias con el conflicto político entre Washington y la Unión Soviética, informamos el ensayo publicado recientemente en estas columnas por Amedeo Maddaluno, ¿ El amanecer de una nueva bipolaridad ? y Gino Fontana, Estados Unidos-China: ¿la nueva guerra fría ? , Observatorio de la globalización, 8 de junio de 2020.

[12] Pierluigi Fagan, desafío multipolar de Boris Johnson , Observatorio de la Globalización, 14 de diciembre de 2019.

PUBLICADO EN LA REVISTA EURASIA https://www.eurasia-rivista.com/il-tramonto-della-global-britain/

Por * JAMES CRABTREE FOREIGN POLICE 

Los partidarios del Brexit esperan recuperar el control de un país cuyo referéndum de 2016 realizó una votación para rechazar no solo a la Unión Europea sino también un modelo de globalización que favorecía a los centros urbanos prósperos sobre las comunidades rurales más pobres. Incluso antes de las nuevas divisiones y cierres provocados por la actual pandemia de coronavirus, Johnson lideraba el experimento más radical del mundo en desglobalización:

Un impulso sangriento para derrocar décadas de sabiduría convencional de que las naciones medianas deben unirse para cosechar las recompensas de comerciar y resolver problemas que cada una encontraría demasiado grandes para solucionar por sí solas.

Si funciona, el Brexit actuará como una reprimenda para aquellos globalistas que argumentan que la prosperidad económica y la soberanía democrática son difíciles de conciliar. Otras naciones pueden hacer lo mismo, rechazando las restricciones del multilateralismo en pos de nuevas e intrépidas eras de autonomía nacional. Pero eso es un gran problema, dado que el Brexit también deja a Gran Bretaña enfrentando preguntas incómodas no solo sobre el tipo de acuerdo comercial que Johnson puede alcanzar con la UE, sino también sobre el tipo de país que Gran Bretaña aspira a convertirse.

Muchos argumentos a favor del Brexit se basaron en malentendidos, quizás intencionados, tal vez no, de la globalización en sí misma y, por lo tanto, la forma en que los lazos de Gran Bretaña con Europa ahora es probable que se renueven.

Johnson quiere creer que el futuro de Gran Bretaña puede ser simultáneamente más abierta al mundo y a la vez tener más en control sobre su destino. Pero sus políticas ya parecen incoherentes. El apretado calendario de Gran Bretaña para llegar a un acuerdo este año se ha complicado mucho debido a su respuesta pandémica. Incluso dejando esto de lado, Johnson está equilibrando visiones futuras contradictorias de un «Singapur sobre el Támesis» de libre comercio y baja regulación con más compromisos  para reducir las enormes desigualdades sociales.

La votación del referéndum en Gran Bretaña fue un aullido de frustración, pero contenía una lógica innegable. Justo antes de la votación de 2016, Michael Gove, un aliado de Johnson, afirmó que Gran Bretaña había «tenido suficiente de  los expertos«, se refería a las filas de economistas que predijeron la calamidad de la salida del Reino de la UE.

«Las personas que respaldan la campaña Remain (pro UE) son personas que les han ido muy bien, gracias, salgamos de la UE«, dijo Gove.

Gove tenía un argumento. Décadas de lazos cada vez más estrechos ayudaron a impulsar la economía británica. En 1992, el Reino Unido firmó el Tratado de Maastricht, que aceleró la integración económica europea al otorgar más poderes a Bruselas, incluida la cooperación ampliada en materia de justicia penal y política exterior, y sentar las bases para la creación del euro. En ese momento, el PIB británico per cápita era casi un quinto inferior al de Francia. Veinticinco años después, Gran Bretaña había avanzado.

Sin embargo, el crecimiento de Gran Bretaña fue desigual. Londres prosperó, al igual que otras ciudades importantes. Las regiones industriales en decadencia y las ciudades costeras de difícil acceso no lo hicieron. En conjunto, los ingresos de los hogares británicos permanecen muy por debajo de su nivel antes de la crisis financiera de 2008. Los propietarios de viviendas en áreas deseables han disfrutado de un auge prolongado pero solo a costa de una desigualdad cada vez mayor entre las regiones. Durante la década de 2010, los precios de la vivienda en Londres, por ejemplo, aumentaron el doble de rápido que en el resto de Gran Bretaña.

Fueron los votantes de esas áreas rezagadas, incluidas las pequeñas ciudades posindustriales del norte de Inglaterra, como Consett y Wigan, las que impulsaron a Johnson al poder en las recientes elecciones británicas. El líder conservador ahora dirige una coalición desgarbada, que reúne suburbios gentrificados y tradicionalmente conservadores en el sur de Inglaterra con ciudades del norte una vez sólidamente socialistas. En lo que equivale a una realineación de la política británica en torno a un eje Remain-Leave (quedarse / irse) Johnson unió a dos grupos que votaron enérgicamente para irse: conservadores sociales ricos y mayores, por un lado, y las clases trabajadoras menos calificadas que solían respaldar al Partido Laborista del otro.

Baldwin, un economista comercial conocido por su trabajo en las cadenas de valor globales dijo:

«Si pierdes unos cientos de empleos en Londres, nadie se da cuenta. Pero si pierde unos pocos cientos de estos buenos trabajos en las áreas abandonadas, los efectos secundarios pueden ser devastadores«.

Este es, entonces, el dilema del Brexit de Johnson, es decir , que al perseguir un Brexit duro, amenaza con dañar un sector manufacturero que ha sido un punto brillante raro en las regiones en dificultades de Gran Bretaña. Han surgido dos visiones contradictorias del futuro de Gran Bretaña para intentar superar este dilema.

El primero es el de «Singapur sobre el Támesis» o, para sus patrocinadores más bulliciosos, «Singapur con  esteroides«, una visión de una isla ultra competitiva de impuestos bajos y reglas laxas, que tentaría a las empresas europeas a trasladar el negocio al Reino Unido en busca de una regulación más fácil o, de hecho, reubicarse allí por completo.

Había elementos de esta visión en el discurso de Johnson en Greenwich, en el que se veía como el animal más inusual: un populista ardientemente pro libre comercio, en lugar de la variedad proteccionista representada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, el futuro del modelo Singapur en Gran Bretaña sigue siendo poco probable por tres razones, la primera es su malentendido sobre el país en el que se basa. Singapur es sin lugar a dudas una economía competitiva y de bajos impuestos. Pero en lugar de que Singapur sea un paraíso para la desregulación, su gestión económica es intervencionista, con un Estado que posee participaciones en casi todo, incluidos los proveedores de telecomunicaciones y las aerolíneas. En lugar de socavar a los rivales regionales, Singapur prosperó al ofrecer estándares regulatorios y legales relativamente altos, ganando la inversión de vecinos más pobres como India, Indonesia y Malasia.

Luego está el segundo asunto: Europa. Ansiosa por los anhelos singapurenses de los británicos, la UE planea plantear un «campo de juego nivelado«, es decir, estándares sociales y ambientales comparables, como su argumento central en sus negociaciones del Brexit. Gran Bretaña puede impulsar la divergencia regulatoria si lo desea. Pero Europa puede responder levantando barreras comerciales o con aranceles de represalia, en efecto negando cualquier beneficio que el Reino Unido pueda obtener al socavar las normas europeas.

La barrera final para el Singapur sobre el Támesis viene a través del público británico. 

El Reino Unido ya tiene uno de los mercados laborales más desregulados de Europa. Las encuestas muestran poco apoyo para reducir aún más los estándares, por ejemplo, recortando el salario mínimo o bajando las normas ambientales y de seguridad alimentaria. Es seguro que la respuesta pública a largo plazo al coronavirus también influirá en esto, al expandir radicalmente el alcance de la intervención estatal en la economía y al aumentar la demanda pública de un mayor gasto en servicios públicos básicos, especialmente atención médica.

De hecho, es principalmente por estas razones que Johnson había comenzado antes de la pandemia para impulsar una segunda estrategia posterior al Brexit, que era mucho más estatista y populista y diseñada para atraer a los votantes que respaldan el Brexit en las regiones más pobres. Parte de este esfuerzo fue simbólico, incluidos los planes discutidos para reubicar la cámara alta del Parlamento de Gran Bretaña, la Cámara de los Lores, al norte de Inglaterra. Pero también hubo propuestas serias para rejuvenecer las áreas en declive del norte a través de una nueva promesa de gasto en infraestructura de $ 100 mil millones y construir una línea de ferrocarril de alta velocidad prometida durante mucho tiempo entre Londres y Manchester, todo financiado por un mayor endeudamiento público.

La idea aquí, atractiva a primera vista, es que Gran Bretaña puede innovar en su camino hacia un nuevo período de prosperidad. Las medidas económicas del gobierno reveladas en respuesta a la pandemia también pueden crear más espacio para ideas radicales. Cummings imagina un sistema educativo radicalmente diferente como parte de esto, con un enfoque en la ciencia, la creatividad y la resolución de problemas. La reciente decisión de Gran Bretaña de desafiar a Trump y permitir que la empresa china Huawei desempeñe un papel en su futuro lanzamiento de 5G también fue parte de esta imagen, ya que Johnson y Cummings priorizaron la infraestructura de telecomunicaciones de próxima generación sobre los lazos favorables con los Estados Unidos.


Políticamente, Johnson tiene que pensar en el resto de su coalición, que incluye muchos tories tradicionales interesados ​​en los bajos impuestos y preocupados por los costosos esquemas de infraestructura.

Incluso si pueden convencerse, en parte al cambiar el nombre de estos planes como medidas de estímulo pandémico, la estructura económica subyacente de Gran Bretaña ha demostrado ser sorprendentemente duradera, desde su mercado laboral flexible hasta sus profundas desigualdades regionales y bajos niveles de inversión. Como ha argumentado la economista Diane Coyle, incluso las sumas que Johnson planea gastar actualmente no están ni cerca de lo que se necesitaría para cambiar este patrón fundamentalmente.

La posición británica posterior al Brexit está lejos de ser desesperada. Las predicciones de los  prominentes especialistas de que hundiría al Reino Unido en una recesión no se han cumplido, incluso si la pandemia provocó esto de todos modos. La tasa de crecimiento de Gran Bretaña ha estado muy por encima de la de Alemania y Francia en los últimos años. La tasa de crecimiento de Gran Bretaña ha estado muy por encima de la de Alemania y Francia en los últimos años. Es probable que el Reino Unido siga siendo una de las 10 economías más grandes y competitivas del mundo durante muchas décadas.

Con el tiempo, Gran Bretaña también se adaptará a sus nuevas circunstancias. El economista de la Universidad de Harvard, Dani Rodrik, habla sobre el «trilema político» de la globalización, en el que la integración global profunda es incompatible con la soberanía nacional y la responsabilidad democrática. Las naciones, sugiere, deben elegir dos de estas tres cosas. Gran Bretaña ha decidido establecer sus propias reglas y administrar sus propias instituciones, pero a costa de renunciar a los beneficios económicos que la hiperglobalización a menudo trae.

Johnson rechaza este trilema, alegando que Gran Bretaña ahora puede ser más abierta económicamente y más en control de su propio destino. Los partidarios más moderados del Brexit piensan que abandonar la UE podría crear una nueva Gran Bretaña que crece más lentamente pero es más democrática e igualitaria. Piensan que tal negociación probablemente valga la pena, siempre y cuando comience a curar algunas de las heridas que causaron el Brexit en primer lugar.

El brote de coronavirus cambiará esta trayectoria en formas complejas pero significativas. Ante la peor crisis mundial de salud pública en una generación, el público británico podría redescubrir cierto afecto por el multilateralismo, especialmente después de una crisis que ha visto muy poca coordinación internacional. Pero, por supuesto, es tristemente posible que, a medida que se profundice la pandemia, los lazos de Gran Bretaña con Europa se tensen aún más, haciendo que las negociaciones sobre el Brexit sean mucho más difíciles.

A la larga, hay muchas maneras en que Brexit podría llegar a ser un buen negocio. La UE como institución puede prosperar en la próxima década. Pero si no es así, la decisión de Gran Bretaña de irse parecerá fortuita. Más concretamente, si bien no existe una plantilla única para el desarrollo económico nacional, los países que controlan lo que Rodrik denomina su propio «espacio político» a menudo están en mejores condiciones para descubrir nuevas rutas hacia la prosperidad, como lo han hecho Corea del Sur y Singapur. Este es un proceso difícil con pocas garantías de éxito. Pero Gran Bretaña al menos tiene el potencial de convertirse en líder en los tipos de industrias que apuntalarán el crecimiento mundial futuro, desde las energías renovables y la inteligencia artificial hasta la educación en línea.

Sin embargo, incluso esta visión cautelosamente optimista conlleva riesgos, es decir, que un proceso prometido como cura para los males de la globalización puede terminar empeorando la enfermedad. Brexit se describe como un divorcio por una buena razón. Si la globalización fue la embriagadora y romántica fiebre de la integración económica, entonces la desglobalización es la eliminación lenta, incómoda y dolorosa de décadas de relaciones comerciales. Casi todas las estimaciones respetables sugieren que esto dejará a Gran Bretaña más pobre fuera de la UE. De hecho, su economía ya es aproximadamente un 3 por ciento más pequeña de lo que hubiera sido si hubiera votado para quedarse.

El Brexit en sí mismo fue un acto democrático radical, pero es probable que sus efectos se sientan en un proceso gradual y doloroso de relativo declive económico durante al menos una década. A medida que la economía británica se ajusta, la erosión de la manufactura en particular amenaza con dañar a muchos de los que confían en las promesas de Johnson. En el peor de los casos, Gran Bretaña podría enfrentar un futuro mediterráneo similar a países como Italia, que han tenido problemas económicos desde hace mucho tiempo y cuya política se ha vuelto más inestable como resultado. En lugar de un acto de liberación y transformación nacional, el Brexit corre el riesgo de dejar a Gran Bretaña sola para navegar en una era global más compleja e incierta, sintiéndose más fuera de control que nunca.


* James Crabtree es profesor asociado en la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de la Universidad Nacional de Singapur y autor de The Billionaire Raj.

fuente
https://foreignpolicy.com/2020/04/03/britain-post-brexit-identity-crisis/

Entrevista de Alfredo Guruceta a Carlos Pereyra Mele

Para el Programa de Tv “Con sentido Común” que se emite por Canal “C” de Córdoba

Un Mundo distinto caracterizamos la actual situación. El Coronavirus vino a juntar todas las crisis que existen Economías, Financieras, Geopoliticas. Etc.,

En crisis el “modelo” desde 1991 que se implementó luego de la caída de la URSS que fue:

El MERCADO “GOBIERNA”, la POLÍTICA “ADMINISTRA”

Vivíamos en un mundo dominado por Estados Unidos pero que de cierto modo estaba organizado por tratados internacionales. Sin embargo, eso se está viniendo abajo.

Los países más poderosos están haciendo valer su potencial y cada vez más crean sus propias reglas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por ejemplo, ha declarado en alguna ocasión que «rechaza la idea de la globalización».

Controlar territorios es un concepto importante para los Estados más poderosos. Eso les brinda poder económico y apoyo militar.

Se trata de un juego geopolítico que ya vaticinó un geógrafo británico nacido en el siglo XIX llamado Halford John Mackinder.

Mackinder diseñó una teoría en 1904 que marcó profundamente la geopolítica durante décadas el siglo pasado y que ahora parece estar nuevamente de vuelta.

En aquella época, los océanos eran dominados por la marina británica, lo cual era crucial para que una isla como Gran Bretaña sostuviera su gran imperio.

Sin embargo, Mackinder pensó que esta situación se encontraba amenazada y fue ahí donde comenzó a profundizar sobre lo que él llamaba el «Heartland» (Corazón de la Tierra) de Eurasia.

Esta zona abarcaba las áreas agrícolas de la parte europea de Rusia, se extendía por vastos territorios hasta Asia central y llegaba hasta los bosques y las llanuras de Siberia, un territorio rico en recursos sin explotar como el carbón, la madera y otros minerales.

Mackinder pensó que un área tan extensa y rica, que a la vez podía ser recorrida con un sistema ferroviario, era una zona clave para los países con ansias de poder.

Advertencia

Quince años después, tras la Primera Guerra Mundial, los líderes se reunieron en una conferencia de paz en Versalles para rediseñar las fronteras del mundo, expandir la democracia y acabar la guerra para siempre.

Pero Mackinder pensó que para poder llevar eso a cabo había que afrontar la realidad geográfica y tomar ciertas precauciones. De lo contrario, temía, le dejarían la puerta abierta a Rusia o Alemania para dominar el Heartland y convertirlo en una base militar gigante.

Desde allí, el poder de Heartland podía construir una flota indestructible, derrotar a la poderosa narina británica y finalmente dominar Eurasia y África y convertirse en la «Isla del Mundo».

Eso significaba que Europa y Rusia debían mantenerse divididas. Mackinder escribió esta teoría en un libro que llamó «Ideales democráticos y realidad».

«Quien domina el este de Europa, domina Heartland, quien domina Heartland, reina en la ‘Isla del Mundo’, quien domina la ‘Isla del Mundo’, gobierna el mundo entero», según la teoría de Mackinder.

Inspiración nazi

En Múnich, otro geógrafo y veterano de guerra llamado Karl Haushofer estaba estudiando los trabajos de Mackinder.

Haushofer temía y odiaba el victorioso Imperio británico, al que veía como un estrangulador mundial. Así que convirtió la Teoría Heartland de Mackinder en una estrategia.

Pensó que su país, humillado tras la gran guerra, podía formar una gran alianza con Rusia y Japón y así cortar los tentáculos del poder naval británico.

Esta teoría intrigó a uno de los estudiantes de Haushofer, Rudolf Hess, quien era miembro del nuevo partido nacional-socialista.

En 1923, intentaron tomar el poder, pero Hess terminó en la cárcel. Allí lo visitó Haushofer para ofrecerle tutorías tanto a él como a su compañero de prisión, el líder nazi Adolf Hitler.

En 1933, los nazis consiguieron llegar al poder. Y en 1939, el ministro de Exteriores nazi y su homólogo soviético sorprendieron al mundo firmando un pacto de no agresión.

Haushofer estaba feliz. Pensaba que se trataba del nacimiento del gran poder territorial entre Rusia y Alemania que había soñado.

Inmediatamente después de las noticias del pacto, la revista británica New Statesman publicó un artículo para demostrar cómo los nazis habían realizado sus planes geopolíticos a través de las ideas de Haushofer, a su vez inspiradas por Mackinder.

Fuera cierto o no, la idea de que Mackinder había inspirado el pacto se extendió por Estados Unidos. La revista Life desarrolló un gran reportaje mapeando las ideas de Mackinder y explicandos cómo sus conceptos estaba siendo usados por los nazis y cómo los estadounidenses debían estudiarlo.

Hollywood también se interesó por esta teoría, representando en un filme las reuniones entre Haushofer y Hess. En la cinta, presentaba a Haushofer como un genio malvado a cargo un gran Instituto de Geopolítica que supuestamente estaba detrás de los «planes de destrucción» nazis.

En Estados Unidos, «geopolítica» se convirtió en otra palabra para calificar el fanatismo germánico.

La propaganda de la industria cinematográfica estadounidense contó a su audiencia que la teoría de Mackinder era la base de la estrategia de Hitler.

La idea de que su teoría inspiró a los nazis perturbó a Mackinder. En 1943, la revista estadounidense Foreign Affairs se puso en contacto con él para preguntarle por su opinión geopolítica sobre el curso de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la entrevista, Mackinder advirtió que «si la Unión Soviética salía de la contienda como conquistadora de Alemania, se convertiría en la gran potencia terrestre del mundo».

En 1945, Alemania se hundió. El régimen nazi se rindió de forma incondicional y el país fue divido en dos zonas por los aliados.

El modelo de Mackinder pasó a presagiar el enfrentamiento Este-Oeste de la Guerra Fría. Occidente y la Unión Soviética se convirtieron en enemigos otra vez.

Después de que fuerzas prosoviéticas absorbieran Polonia, Hungría, Rumanía y otros países, el poder que dominaba el este de Europa y Heartland no era Alemania, sino la Unión Soviética.

En las universidades de la Liga Ivy de EE.UU., los académicos ya habían impulsado el estudio de los trabajos de Mackinder para confrontar el riesgo de que un país dominara la «Isla del Mundo».

Ahora que los soviéticos se estaban expandiendo, las ideas de Mackinder llegaron al diplomático estadounidense George Kennan.

Kennan propuso que para prevenir que la URSS dominara la gran masa de tierra euroasiática, había que contenerla de algún modo.

«Amenaza soviética»

El 6 de marzo de 1947 murió Mackinder, pero sus ideas siguieron muy vivas.

Seis días después, el presidente Harry Truman dijo al Congreso de EE.UU. que debían contener a la URSS y ayudar a los países amenazados por la expansión comunista.

De esa forma, el occidente capitalista y el este soviético se enzarzaron en una Guerra Fría durante décadas. 

Estados Unidos estableció una serie de bases alrededor de los bloques dominados por los soviéticos, desde Alemania hasta Italia, Turquía, Corea del Sur y Japón.

Los críticos veían la contención norteamericana como parte de una agresiva e imperialista política exterior. Otros argumentaban que protegía la democracia.

En 1991, los pasos hacia la caída de la URSS habían desencadenado demandas independentistas en varias repúblicas soviéticas. Nada pudo detener la desintegración del bloque socialista del este.

Nuevo enfoque

Terminada la Guerra Fría, la teoría de Mackinder tomó otro matiz.

Tras el abandono del comunismo, la economía rusa estaba atrapada entre viejos y rotos sistemas soviéticos, y la repentina introducción del capitalismo occidental.

El contraste fue agresivo. Y para muchos rusos supuso un caos y una humillación. Entonces, nuevos pensadores políticos comenzaron a emerger.

Uno es un exdisidente de derechas llamado Aleksandr Dugin, quien se involucró profundamente en las ideas de Mackinder para presentar a Rusia como un país encerrado en medio de las ansias de poder de occidente.

En 1997, Dugin expresó sus ideas en un libro llamado The Foundations of Geopolitics, el cual se convirtió en un bestseller.

«En geopolítica, hay dos polos absolutos de poder. Está el poder naval, que pertenece a Occidente, y el poder terrestre, que es Rusia. Hay una pelea por controlar Heartland. Como decía Mackinder, quien controla el este de Europa, controla Heartland. Y quien controla Heartland, domina el mundo», dijo en una conferencia en Shanghái.

A raíz de su liberación del dominio soviético, varios países del este de Europa hicieron fila para unirse a la OTAN y a la Unión Europea, temerosos de una futura agresión rusa.

Pero si el este de Europa se preocupó de Rusia, Rusia se preocupó de la OTAN.

Dugin utilizó la teoría de Mackinder para concluir que Rusia debía moverse hacia la dominación, una vez más, de las antiguas repúblicas soviéticas o «Eurasia».

Algunos académicos han argumentado que las ideas de Dugin demostraron ser útiles para los líderes rusos que quieren mantenerse fuertes ante lo que consideran un dominio excesivo de occidente.

En 2011, el presidente Vladimir Putin propuso la formación de la Unión Económica Euroasiática. Y en 2014, en la ceremonia celebrada en Astaná, la capital de Kazajistán, se firmó un acuerdo entre este país, Bielorrusia y Rusia.

Pronto se unieron otras ex repúblicas soviéticas, pero la situación se agravaría en 2013.

Ese año, Ucrania estaba en conversaciones para integrarse en la Unión Europea, pero el presidente ucraniano de entonces, Víktor Yanukovich, se retiró del pacto bajo presión rusa.

Manifestantes proeuropeos ocuparon el centro de Kiev, y Yanukovich envió la policía armada y la situación degeneró un conflicto sangriento.

En el este de Ucrania se llevaron a cabo protestas prorrusas que al final se transformaron en una insurgencia apoyada por ese país.

Y en el sur de Ucrania, Rusia aprovechó la oportunidad para anexarse Crimea, la cual, como el este del país, tiene una alta población étnica rusa.

Un nuevo pretendiente

Aunque Rusia controle gran parte de Heartland, no significa que controle la «Isla del Mundo» en su totalidad.

El territorio euroasiático ha sido testigo del crecimiento de un nuevo poder, un nuevo pretendiente al control de la región.

Si Mackinder viviera hoy, quizás estaría preocupado de las extensas redes ferroviarias que China está construyendo a lo largo de todo el continente.

Las relaciones entre China y Rusia son buenas, pero dadas las experiencias del pasado, nada asegura que se mantendrán así en el futuro.

Más de un siglo después de Mackinder, surge la pregunta de si sus teorías forman parte del pasado o siguen vigentes en el presente.

Fuente: BBC en español

https://www.bbc.com/mundo/noticias-51066744?SThisFB

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:

Temas:

  • La Geopolitica en el SXXI – Que es?
  • Porque es una Ciencia sin cátedras
  • Historia de la Geopolitica
  • Potencias Continentales Ratzel Haushofer
  • Potencias Marítimas MacKinder – Mahan – Spykman
  • Tendencias en el SXX I y II Guerra Mundial y Guerra Fría
  • 90s Guerras Geopoliticas inter capitalistas
  • Primer cuarto del siglo XXI: Todas guerras por recursos y áreas geopoliticas importantes para el poder del Hegemón decadente: EEUU
  • Como todo esto se refleja en la Guerra híbrida contra Venezuela – Como el petróleo sigue siendo la causa de esta guerra no declarada formalmente – Rol del Petro-Dólar y su crisis
  • Hoy la Geopolitica como la debemos entender

AUDIO:

“La política internacional se ve reflejada en la política nacional”

El analista político Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele, describe la situación actual de los conflictos que atraviesa la Argentina y su relación con el mundo. Asegura que las relaciones internacionales determinan las políticas nacionales. En ese marco criticó el alineamiento de nuestro país a las directrices de Estados Unidos.


“English version below the article in Spanish”

-¿Cúal es la situación actual de nuestro país en relación a las potencias mundiales?

-Lo primero que tenemos que entender es que la Argentina hoy en día no tiene soberanía ni diplomática, ni política ni económica. Ha hecho un alineamiento total y absoluto a políticas regionales siguiendo los dictados de Washington, por eso integramos el Grupo Lima, por eso hemos desmantelado la UNASUR, por eso hemos boicoteado el MERCOSUR, por eso no estamos presentes en ningún foro internacional serio, participamos de Davos muy lateralmente. El problema parte en que hoy en día todo lo que existe en política internacional luego se ve reflejado en las políticas nacionales, no es al revés, porque nosotros no tomamos decisiones que influyan en nadie, sino que son políticas globales que luego nosotros las sufrimos. Entonces debemos actuar en consecuencia para ver cómo maniobramos en decisiones que se toman extra límites nacionales. La Argentina carece de una política exterior seria.

-¿Cómo caracteriza al Gobierno actual?

-Este es un Gobierno de dependencia absoluta y lo ha decidido así. Por supuesto que tiene todo un aparato mediático que confunde, oculta y defigura la realidad. Hoy en día cuando hablamos en cualquier país del mundo dicen la Argentina no existe.

-¿Hay una disputa por los recursos naturales?

-El tema de los recursos naturales lo hemos visto reflejado en el “mejor gabinete de los últimos 50 años”. Porque el sector energético se entregó a la Shell, el sector agropecuario se lo entrego a Monsanto, y así sucesivamente, es evidente que se ha privatizado el Estado y por lo tanto las decisiones que van a tomar esos gerentes, porque esa es la función, la de gerentes, no dueños de las empresas. El gerente está para hacer cumplir ganancias y recibir órdenes de un directorio y si el directorio ve que ese gerente no sirve lo cambia apenas termina el balance porque no alcanzó los objetivos planteados.

-¿Cómo se ve eso?

-Lo vemos en lo que se está hablando del tema Vaca Muerta. Más allá del daño ecológico que sabemos que se está produciendo y que vamos a pagar como consecuencia, está el tema más profundo que es que hemos entregado un patrimonio nacional que es del Estado, no de una provincia a grupos multinacionales, y esos grupos se están beneficiando y se van a seguir beneficiando. El problema es, le damos esos beneficios a esa empresa y el inventario de beneficios nuestros ¿donde está?, no existe.

-¿Cuáles son lo conflictos actuales?

-Por supuesto que Estados Unidos levanta la bandera del conflicto por la base de control aeroespacial China en la patagonia, pero realmente es un conflicto secundario. Lo que hoy en día debe preocuparnos a los Argentinos es el siguiente planteo: hace una semana y media atrás en el Regimiento 1 de Patricios hubo una reunión encabezada por el embajador de Estados Unidos y por el embajador de Israel, organizada por el operador Mario Montoto, que es el representante de la Cámara Argentino-Israelí de Comercio y fundamentalmente es el proveedor de armas para toda Sudamérica. Eso se hizo en el regimiento histórico y emblemático, que nació antes que la Patria, porque nació del enfrentamiento criollo contra el invasor inglés, en 1806. En ese marco de simbolismo el tema fue el problema de la triple frontera. Volvió a salir a la luz un problema que no existe en la realidad. Estos grupos plantean que si existe los problemas de terrorismo internacional acompañado del narcotráfico. Y además el contrabando, algo más viejo que la injusticia. Se nos prepara un nuevo conflicto. En el marco del cual la Argentina carece de Defensa, carece de Fuerzas Armadas, carece de Servicios de Inteligencia y además en un lugar que es falso porque ese lugar está monitoreado desde los ataques a las torres gemelas, 2001, por grandes grupos de inteligencia argentinos, brasileros, paraguayos y norteamericanos que controlan esa región y no pudieron descubrir absolutamente nada en 18 años. Nos están inventando para la prensa y para el pueblo un conflicto inexistente.

-¿Cuál es el objetivo con la creación de estos conflictos?

-Es la herramienta que utilizan desde Estados Unidos para el control de los recursos naturales en toda Sudamérica. No solamente el recurso del acuífero guaraní sino que también controlan a Brasil por el sur, controla a Bolivia, que tiene una de las reservas de litio más grandes del mundo junto con la Argentina. El litio Boliviano está siendo administrado por el Estado boliviano, en operaciones conjuntas con empresas extranjeras, pero el Estado boliviano administra el destino específico de las ganancias y la administración de los beneficios de eso, cosa que no ocurre del lado argentino. También ellos lo ven como un conflicto en ciernes. Porque la política norteamericana para este territorio del sur es control absoluto para negociar todos estos recursos que tenemos a su competidor principal, que es China. Ellos quieren ser los que tengan que ser de intermediarios, nosotros tenemos el producto, ellos lo venden, ellos lo cotizan y ellos reciben los beneficios. A nosotros nos queda el envenenamiento de la tierra, perdemos el recursos porque no es renovable y seguimos siendo productores de materias primas sin ningún beneficio ni incremento de la calidad de vida.

Fuente EL MEGAFONO.NET :  https://elmegafono.net/7126/2019/04/12/?fbclid=IwAR27vWANm_feISS5df556kww3zZjkujVwt73Wnk4ir_z9kNZ0oRuVw8jEMg


“English version»

12/04/2019 Interview to the Director of Geopolitical Dossier Geopolitico, Carlos Pereyra Mele by El Megáfono Net.

«International politics is reflected in domestic politics»

The political analyst describes the current situation of the conflicts that Argentina is going through and its relationship with the world. Ensures that international relations determine national policies. In this context, he criticizes the alignment of our country with United States guidelines.

– What is the current situation of our country in relation to the world powers?

-The first thing we have to understand is that Argentina today has no sovereignty, diplomatic, or political or economic. It has made a total and absolute alignment to regional policies following the dictates of Washington, that is why we integrate the Lima Group, that is why we have dismantled UNASUR, that is why we have boycotted MERCOSUR, that is why we are not present in any serious international forum, we participate in Davos very laterally. Argentina lacks a serious foreign policy.

-How do you characterize the current Government?                                                             

This is a government of absolute dependence and has decided so. Of course it has a whole media apparatus that confuses, hides and defigures reality. Nowadays when we speak in any country in the world they say Argentina does not exist.

– Is there a dispute over natural resources?                                                                                                                              

-The issue of natural resources we have seen reflected in the «best cabinet of the last 50 years». Because the energy sector was handed over to Shell, the agricultural sector was handed over to Monsanto, and so on, it is clear that the State has been privatized and therefore the decisions that those managers are going to make, because that’s their function, it is that of managers, not owners of the companies. The manager is to enforce profits and receive orders from a board of directors and if the board sees that the manager does not serve he changes it as soon as the balance ends because he did not reach the objectives set.

– How do we see that?      

-We see it in what is being talked about Vaca Muerta issue. Beyond the ecological damage that we know is occurring and that we are going to pay as a consequence, there is the deeper issue, which is that we have given a national patrimony that is from the State to multinational corporations, and those groups are benefiting and will continue to benefit. The problem is, we gave up those benefits to the companies, and the inventory of our benefits? Where is it? It does not exist.

-Which are they current conflicts?   

-Of course, the United States raises the flag of the conflict for the Chinese aerospace control base in Patagonia, but it really is a secondary conflict.  What today must worry the Argentines is the following frame: a week and a half ago in Regiment 1 of Patricios there was a meeting led by the US Ambassador and the Ambassador of Israel, organized by the lobbyist Mario Montoto, who is the representative of the Argentine-Israeli Chamber of Commerce and fundamentally is a supplier of arms for all of South America.  In this framework of symbolism the “issue” was the problem of the triple frontier. A problem that does not exist in reality came back to light. These groups suggest that there are international terrorism problems accompanied by drug trafficking, contraband is something older than injustice.

A new conflict is prepared for us. In the framework of which Argentina lacks Defense, it lacks Armed Forces, it lacks Intelligence Services. and also in a place that is false because that place is monitored since the attacks to the twin towers, 2001, by large Argentine, Brazilian, Paraguayan and North American intelligence groups that control that region and could not discover anything in 18 years. They are inventing a non-existent conflict for the press and for the people.

-What is the objective with the creation of these conflicts?    

-It is the tool used by the United States for the control of natural resources throughout South America. Not only the access to the Guarani aquifer resource, but also to control Brazil from the south, to control Bolivia, which has one of the largest lithium reserves in the world along with Argentina. The Bolivian lithium is being administered by the Bolivian State, in joint operations with foreign companies, but the Bolivian State administers the specific destiny of the profits and the administration of the benefits of that, something that does not happen on the Argentine side. They also see it as a fledgling conflict. Because the North American policy for this territory of the south is of absolute control to be able to compete for all these resources that we possess with its main rival, which is China .  They want to be the intermediaries, we have the product, they sell it, they quote it and they receive the benefits. We have the poisoning of the land, we lose the resources because they aren’t renewable and we continue to be producers of raw materials, without any benefit or increase in the quality of our life.

Traducción y Adaptación: Juan Martín Gonzalez Cabañas

El pasado 25 de febrero la Corte Internacional de Justicia a requerimiento de la Asamblea General de la ONU emitió una opinión jurídica que sin ser una cuestión de política internacional tendrá inevitablemente incidencias políticas en el mediano plazo y que tendrán incidencia sobre el secular reclamo argentino sobre los archipiélagos atlánticos australes, concretamente MALVINAS. Trataremos de acercarnos a un tema que en su apariencia exótica no está desvinculado de nosotros y sin embargo parece haber tenido poca difusión de parte del actual gobierno argentino.

El Archipiélago de Chagos forma parte de la antigua colonia británica de Islas MAURICIO y está en el centro del Océano ÍNDICO, independizada en 1968 del Reino Unido. Pero a la que tres años antes este desmembró políticamente de Isla Mauricio autorizando la instalación de una base aeronaval de los EEUU en él. Y que hoy es un enclave denominado DIEGO GARCÍA, el que durante toda la Guerra Fría fue estratégicamente importante y que en los presentes despliegues y arribos de potencias emergentes al Océano Índico ha cobrado una importancia mucho mayor. Es conveniente sopesar las implicancias geopolíticas para entender sus alcances.

Este enclave tiene proyecciones hacia África por el oeste, hacia India, Indonesia y Australia por el noreste. Y hacia el norte hacia el denominado Polígono de los Cinco Mares (Mar Rojo, Mediterráneo Oriental, Mar Negro, Caspio y obviamente el Índico) Este espacio enmarca Cercano Oriente y Asia Central la zona más conflictiva del planeta. Donde inevitablemente se rozan los intereses de casi todas las potencias mundiales, varias de ellas en capacidad nuclear ostensible.

La Corte Internacional decidió por unanimidad casi total de trece miembros a uno que la separación del Archipiélago de CHAGOS de Islas Mauricio carece de legalidad. Siendo responsabilidad del Reino Unido finalizar dicha separación como parte de la descolonización de Islas Mauricio de hace más de cincuenta años, exhortando a todos los Estados a cooperar en ese proceso.

Abordando ahora a la problemática que nos implica, cuál es la reivindicación argentina de Malvinas, que tiene carácter de irrenunciable para el Estado Argentino por mandato constitucional. Conviene recordar que desde 1965 por la resolución de la ONU se exhortó al Reino Unido y a la República Argentina a negociar el tema de la soberanía sobre nuestro archipiélago, ya que el tema de Malvinas debía insertarse en la descolonización de las mismas. Una cuestión que las Naciones Unidas consideran ineludible. Y que el REINO Unido jamás aceptó.

Hay que recordar también que las Naciones Unidas tampoco aceptaban un eventual desmembramiento de los territorios a descolonizar, que es justamente lo que ha ocurrido con Islas Mauricio y el Archipiélago de Chagos por parte del Reino Unido. La República ARGENTINA acompañó el pedido de consulta a la Corte Internacional la que no solo se expresó en tal sentido sino que además recordó su carácter de cumplimiento obligatorio para todos los Estados Miembros.  

Es sabido históricamente que el imperio talasocrático británico construyó su predominio como potencia ultramarina a partir del control en todos los océanos del mundo de enclaves marítimos en pasos centrales o interoceánicos. Y que esa experiencia transferida a tiempos modernos es uno de los aportes más importantes de su participación en la OTAN, volcada no solo al Atlántico Norte sino a todos los mares del mundo. Constituyendo el único caso en el mundo de una alianza militar constituida durante la Guerra Fría para contención de la Unión Soviética y que, desaparecida está, la sobrevivió para actuar de reaseguro armado a los intereses de sus miembros en el lugar del planeta en que fuere necesario.

En resumidas cuentas la púa de su compás, bien afirmada insularmente es el cimiento desde donde se proyecta el otro brazo del mismo, marcando hasta dónde llega su pretendida área de influencia.

Pero este no es el único punto a analizar de la actuación del Reino Unido en el caso del diferendo del Archipiélago de Chagos y la reclamación argentina sobre Malvinas. EN 1965 fuerzas de marinería británica expulsaron manu militari de las islas del primero a la población originaria allí existente, para posibilitar la construcción de la base aeronaval norteamericana de DIEGO GARCÍA.

Y en ese mismo año el Reino Unido que desoía la resolución de la ONU de tratar el tema de la descolonización de MALVINAS con la Argentina mantenía a la gran mayoría de la población malvinera residente de ascendencia inglesa con rango de ciudadanos de segunda. Y todos sus problemas debían canalizarse por un organismo por entonces de rango inferior denominado oficina de asuntos coloniales, pero no precisamente por el Foreing Office. Desde 1976 los “kelpers” venían reclamando otro trato infructuosamente, aun con la intercesión de Lord Shackleton|. Pero recién en diciembre de 1982 el gobierno Thatcher les otorgó el rango de ciudadanos de primera a posteriori del conflicto con la Argentina de aquel año.

Es bastante habitual, por parte de algunos Estados, para disimular la apetencia de un interés geopolítico esgrimir razones de humanidad, de salvaguarda de principios jurídicos o de preservación del medio ambiente. Y cuando los acontecimientos se precipitan o se actúa por la fuerza alegando que se está frente a un “hecho consumado”. O se invoca una irreversibilidad que siempre será mucho más difícil o costosa que el dejar las cosas como están.

En el caso del Archipiélago de CHAGOS en el debate en la Asamblea General de la ONU sobre un total más de 170 Estados presentes 94 votaron por el reintegro a Isla Mauricio, a favor del Reino Unido votaron 15 y por la abstención colectiva los restantes miembros presentes. A raíz de ello se resolvió en 2017 la remisión en consulta del caso a la Corte Internacional de La Haya con el resultado antes expuesto, también negativo para el Reino Unido.

En términos legales el caso es de un cumplimiento muy complicado para Inglaterra y por extensión para EEUU. Para concretar la cesión y poder construir la base aeronaval hace más de cincuenta años fue necesario expulsar a la totalidad de la población autóctona, sin importar su nacionalidad. Los expulsados que hoy reclaman su retorno, frente al hecho consumado tienen que hacer valer un derecho para lograrlo. Y estos nuevos “kelpers” no parecen querer optar por otra cosa que no sea lisa y llanamente la vuelta a la heredad de la que fueron desalojados por los ingleses.

Volviendo al inexorable realismo del análisis geopolítico debe observarse  a cada uno de los implicados en este diferendo por ahora jurídico diplomático. Comenzando por los EEUU asentados militarmente en DIEGO GARCÍA. La base allí creada tiene grandes dimensiones incluyendo aeropuerto con una pista de 3500 ms, un embarcadero naval mediano, una red de excavaciones subterráneas secretas de protección antinuclear y un gran número de instalaciones de seguimiento satelital. Un verdadero punto clave de la OTAN en el centro del Índico. Abarcando todo ello la casi totalidad de la superficie insular demográficamente aprovechable del archipiélago de CHAGOS. Superiores en dimensiones a Guantánamo en Cuba y casi igual a Guam y Tinian en las islas Marianas del Océano Pacífico. Es oportuno recordar que estas últimas fueron tomadas a sangre y fuego a Japón durante la IIGM. Y también desde entonces fueron ocupadas en su totalidad geográfica por instalaciones militares. Habiendo migrado por ello la casi totalidad de su población autóctona. Teniendo el privilegio sui generis de haber sido el punto de partida de los primeros ataques nucleares de la historia.

La actual República Mauricio reivindicadora en derecho del Archipiélago de Chagos está físicamente separada del mismo por unas 2000 millas náuticas. Carece de una flota comercial o de guerra y su potencial económico se nutre de la venta de especies como en los tiempos de Vasco Da Gama y actualmente de un incipiente turismo. Es también la más superpoblada de las islas circundantes a Madagascar. Es evidente que su peso político económico es ínfimo, siendo su principal baza tan solo la argumentación jurídica y diplomática.

Difícil situación en una época en que los estados nacionales tienden a ser desvalorizados por los superpoderes agrupados en bloques políticos, económicos y militares en la contienda por el predominio planetario.

Y por otra parte el Océano Índico al presente ha dejado de ser un mar de paso para convertirse en uno de los escenarios de las pujas de supremacía del poder mundial. Durante la GUERRA FRÍA la tensión estaba reducida al Bloque anglosajón y la URSS de entonces. Al presente los actores van desde el mismo bloque anglosajón hasta la emergente República China convertida en potencia naval hasta India e Irán ambas empeñadas en crecer como potencias navales y aéreas.

Hace treinta y siete años el Reino Unido, con el apoyo explícito de los EEUU, fue a la guerra del Atlántico Sur para rescatar a un puñado de “kelpers” que se sentían británicos retenidos por un Estado al que consideraban “agresor”. Hoy un puñado de expulsados originarios de Chagos reclaman en calles de Londres para retornar a su tierra ocupada. No quieren ser británicos, sino vivir en su lugar de origen hoy convertido en una fortaleza. Buen interrogante el que al presente podemos plantearnos desde el Atlántico Sur sobre la situación presente y futura del Océano Índico nosotros los argentinos que vivimos una guerra para conservar una heredad propia ocupada por la fuerza un siglo antes: las ISLAS MALVINAS. ( Continuará )

                                                     Dr. Carlos Alberto Moreno

                                Responsable zona sur del Instituto Superior Arturo JAURETCHE

                                            Colaborador del Equipo Dossier Geopolítico

El pasado 2 de Abril de 2019; la prensa nacional informa que el Gobierno del impopular Presidente de Argentina Ing. Mauricio Macri, NO utilizara los contundentes argumentos de la Corte Internacional de Justicia de la Haya contra Gran Bretaña por el Tema MALVINAS; una decisión que afecta los intereses permanentes de la Nación y la proyección Geopolítica de la República Argentina y que deberá ser considerada por las Cámaras Legislativas de la Argentina y la Justicia Federal, sino no nos encontramos ante una flagrante accion de no cumplimiento de de los deberes de funcionario Público y otros artículos del Código Penal Argentino.

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele Director de DG

Diario Clarín –  Fallo por Chagos

Pese a un reciente caso testigo, el Gobierno no llevará Malvinas a la corte de La Haya

La Corte de la Haya decidió que Chagos, un archipiélago en el Océano Índico, debe dejar de ser administrado por Gran Bretaña. El caso tiene similitud con Malvinas.

Fuente: https://www.clarin.com/politica/pese-reciente-caso-testigo-gobierno-llevara-malvinas-corte_0_CakkA3IV_.html?fbclid=IwAR1xrAYVwclKHYxku-cPBclcRL-IkauSGgZLrLLH3jhWnDGcB7zsgt0m3ig

A 37 años de la guerra

Documentos históricos prueban la soberanía sobre Malvinas antes de la ocupación británica de 1833

Fuente: https://www.clarin.com/politica/documentos-historicos-prueban-soberania-malvinas-ocupacion-britanica-1833_0_LLo89qJAM.html

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:

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MI REFLEXIÓN PARA ESTE 2/4/2019

Una recordación de la importancia para entender y recordar cuales son los enemigos históricos de Argentina y la dependencia geopolitica y geoestrategica actual luego de la derrota en la Guerra del Atlántico Sur que desencadenó la Dictadura cívico-militar en 1982. Luego continuaron y profundizados bajo los gobiernos civiles de bajo desarrollo de calidad institucional y representación popular

PORQUE ES IMPORTANTE GEOPOLITICAMENTE Y GEOESTRATÉGICAMENTE LOS ARCHIPIÉLAGOS DEL ATLÁNTICO SUR; ANTÁRTIDA Y MAR ARGENTINO

  1. Italia y la Ruta de la seda, primer país del G7 que firma que firma acuerdo con China
  2. Foro de Gobernanza Global en Francia XI Jinping + Macron y con invitación a Merkel y Junker
  3. EEUU atosiga a China con 5000 combatientes Igures del ISIS (musulmanes de China); y una reunión en Washington el 27/3 de Pompeo con Igures.
  4. La Guerra del 5G