Tucídides no era chino
Por Hernan Longoni Zona Militar
Mucho se ha especulado y se especula con la expansión China, haciendo una analogía con la guerra fría de antaño, teorizando si la situación actual es un camino hacia una forma de confrontación similar. Desde Fukuyama en su despertar fallido a la nueva era (o el fin de los tiempos), pasando por Friedman, Huntington y tantos otros, todos teóricos occidentales con una visión empañada, no sólo por la postura político filosófica occidental, sino imbuidos de un chauvinismo norteamericano, que no se resigna a abandonar su rol de hegemón y de “policía del mundo” ante una “sino-visión” que parece, por el momento, abstraerse en dominar su espacio, su región y su entorno, sin entretenerse en una proyección ideológica (algo novedoso para potencias en expansión global) pero reflotando “viejas políticas para nuevas soluciones”.
Sin saberlo o sin proponérselo al menos en su discurso estratégico, China parece estar encaminándose a sustituir a una potencia en repliegue. ¿Será la “trampa de Tucídides” el inevitable destino de esta situación?
I.- Introducción: Tres comidas diarias
En una conferencia dada en la Universidad de la Defensa Nacional, en 2017 (a la que asistimos como estudiantes de la FADENA en ese entonces), un General del Ejército Revolucionario del Pueblo, preguntado que fue por asistentes a dicho encuentro acerca de si China tiene una visión de expansión militar del tipo convencional (la llamada “guerra fría”) el militar respondió que las autoridades chinas se despiertan cada día con una sola cosa en mente, esto es darle tres comidas diarias a una población de casi mil cuatrocientos millones de personas.-
Toda una revelación incluso para los entendidos expertos presentes en la sala, que esperaban definiciones acerca del control oceánico; de la poderosa marina de guerra y mercante; de la proyección de soft power global del Beijing y de un poderío militar que, a estarnos a lo que definió el militar extranjero, es un respaldo para evitar ser interferido en esta visión puramente comercial del mundo.-[1]
China no busca conquistas sino mercados y sostener los “cinco principios de coexistencia pacífica” ponderados por, por ejemplo, el Embajador LI GUOXING[2].-
“Consecuentemente en los últimos 35 años China ha experimentado una profundísima transformación. El gigante asiático ha cambiado la economía planificada por el mercado y ha pasado de ser un país rural y aislado a convertirse en el principal exportador y el mayor mercado turístico del mundo. Este proceso ha sido de tal magnitud que Eugenio Bregolat, tres veces embajador de España en China, lo ha calificado como la “Segunda Revolución China”[3].-
“Un grave error, a la hora de intentar comprender al pueblo chino, es analizarlo con los mismos parámetros de la cultura occidental, tal y como nosotros mismos nos veríamos reflejados en un espejo. En China no recibieron la influencia de las civilizaciones griega, romana y cristiana, pilares sobre los que se levanta lo que se denomina como Occidente. La influencia de la cultura estadounidense, en forma de modas, comenzó a penetrar en China a finales del siglo XX. La cultura del pueblo, la forma de ser o pensar y las costumbres, tienen muy poco en común con las presunciones que sobre «el otro» tiene un occidental”[4].-
II.- Viejas políticas para nuevas soluciones
Parecería evidente que las posturas geopolíticas Chinas de estas últimas tres décadas (al menos) han reflotado postulados de vieja data, al menos en cuanto a lo comercial. La forma de ver el mapa global y cómo aprovechar y distribuir recursos y sobre todo tácticas con miras a una dominación que podemos desdoblar en: 1) autoconservación; 2) negación de espacios.-
El “pivote del mundo” sigue siendo la gran isla de Europa. Pierda cuidado, no nos desorientamos, China está en Asia… pero ¿acaso el mundo no ha cambiado lo suficiente como para que la isla de Europa (La madre Rusia, digámoslo de una vez) se haya desplazado hacia oriente?
El mar del norte, ahora navegable casi todo el año, la decadencia de EEUU y por ende de Japón entre otros factores, son razones físicas y políticas que favorecen este corrimiento.-
Condiciones geopolíticas y geográficas advertidas por dos teóricos clásicos en el mundo de su época, cuyos postulados, con adaptaciones y matices, parece estar siendo aprovechado y aplicado por China.-
Podemos advertir un rasgo coincidente entre la postura de Sir Harold Mackinder y de Alfred Mahan (que de ellos hablamos): ambos elaboran sus postulados desde la cima del poder de sus respectivos países, evidenciando de este modo la proyección geoestratégica de sus potencias.-
Mahan (marino de profesión), establece la necesidad de mantener una flota de guerra y una marina mercante lo suficientemente poderosa como para someter cualquier potencia que se le oponga.-
Lo hace en plena expansión industrial estadounidense, postulando la proyección de la potencia desde el mar. Propugna para ello elementos que considera para sostener o intentar esta supremacía “proyectada desde el mar”. Estos son: fuerte comercio exterior; fuerte marina mercante y poderosa armada, bases en todo el globo para reaprovisionamiento y apoyo, territorios coloniales.-
El que domine las rutas comerciales dominará el comercio, la riqueza, y a su través el mundo.-
Mackinder, geógrafo y escritor, elabora su teoría desde una influencia geográfica innegable, afirmando que el avance de dicha ciencia y el relevamiento científico del mundo -este conocimiento total de su cartografía- hará que se produzca una especie de cierre, en el que cada potencia se posicione respecto de lo que él llama “la isla del mundo”, haciendo énfasis en el “heartland” (eurasia), caracterizándose como una suerte de núcleo duro -protegido por países periféricos que sirven de “amortiguadores” que protegen a ese heartland. Este pivote del mundo es la llave del dominio mundial.-
Es entonces posible, para nosotros, afirmar que mientras Mahan propone dominar el mundo desde los mares, para Mackinder (para quien esta conexión oceánica es un mero accidente), ese dominio proviene del dominio de eurasia.-
La situación de perenne inestabilidad regional en la zona de oriente medio, Afganistán, India, Pakistán, etc. (en resumen: la periferia de Eurasia) por un lado, y la exorbitante supremacía naval norteamericana parecen ser consecuencia de estas posturas que han tenido vigencia secular.-
El período que va desde 1991 a 2001 ha sido de una marcada unipolaridad, en la que por diferentes razones (el ejemplo Afgano se nos aparece como la verdadera y última, toda vez que tácticamente esta y otras regiones enmarcan la periferia del heartland). EEUU se vio enfrascado en conflictos de los llamados asimétricos o irregulares, o de lucha contra el terrorismo -consecuencia del 11S-.-
A la sombra -si se nos permite el giro literario- de ello, un conglomerado de estados ha sabido gestar una unión comercial, de asistencia y ayuda (que no podemos catalogar de alianza, pero que va hacia ello), se trata de la “Organización de Cooperación de Shangai”, formada por Rusia, China, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán, establecida en 2001. (estos últimos cinco estados surgidos como una de las consecuencias del desmembramiento de la URSS).-
Mas que a la sombra, en el caso de China podríamos decir que aprovechando la distracción norteamericana, enfrascada en pasear su política tradicional de demostración de poder militar.-
Esta región, de la mano de China y Rusia, tiene el mas que determinante agregado ahora de la India y Pakistán, ostenta el 45% de la población mundial el entre el 19 y el 21% del PIB mundial (según la fuente).-
El marco del aparente desmembramiento de Europa occidental (o al menos, pongamos “el marco del Brexit”) no es un dato menor a la hora de valorar este fenómeno de cooperación eurasiática así como no lo es ahora la retirada norteamericana de Afganistán y la guerra de Ucrania.-
El lanzamiento de una ruta comercial propugnada por el premier chino Xi Jinping (que afectará a 65 países, que contienen el 55% del PIB y el 75% de las reservas energéticas del mundo) mas que contradecir las teorías de Mackinder y Mahan parecerían darle nuevo valor, toda vez que el Heartland cobra nueva relevancia, no solo regional sino mundial, y que el comercio, una marina mercante (concepto que podemos aggiornar a este ferrocarril intracontinental), la globalización China con asientos estratégicos en varios lugares claves del globo, aparecen como elementos basamentales de esta -por ahora- alianza de cooperación y comercio, que en esta primera década y media de existencia aparece -además- como un contrapeso de la OTAN, corriendo el foco de la multipolaridad a una nueva multi-bipolaridad incipiente.-[5]
III.- Nixon ganó la guerra fría
En unas Jornadas, organizadas en 2019 por la Escuela Superior de Guerra Aérea (Argentina), uno de los disertantes instaló un postulado original y -al menos para mí- sorprendente: Nixon ganó la guerra fría. No su política exterior, ni su proyección en -por ejemplo- el sudeste asiático (de todos modos fallida), sino él, en forma personal[6].-
La idea se basaba en el apoyo que su administración le había dado a China, para poner una suerte de cuña entre los dos gigantes comunistas: Rusia y China.-
Pudo mas mi curiosidad, y en medio de un auditorio repleto de expertos en defensa pregunté si en ese análisis no se había olvidado de: Henry Kissinger, la política exterior de Deng Xiaoping, la gestión de la diplomacia de Reagan (años después con la carrera espacial y la “guerra de las galaxias” que forzaron las arcas rusas ya exhaustas) y un pequeño accidente nuclear producido en la ciudad ucraniana de Pripyat en 1986…
Como fuere, quizá hayan sido todas esas cosas en conjunto las que llevaron a EEUU (y no específicamente a Nixon) a “ganar” la guerra fría, pero parece surgir con claridad que son esos mismos factores los que están llevando a China a opacar al hegemón tradicional apenas 50 años después.-
Como se ha dicho, Esteban Actis y Nicolás Creus (2018) citan al académico chino Minxin Pei, quien sostiene que “la era de la posguerra fría parece haber finalizado en noviembre de 2016 con el triunfo de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos”. En este mismo sentido, también rescata las palabras de Walter Russell Mead, quien afirma “que Estados Unidos ha decidido empezar una «segunda Guerra Fría» al poner todos sus esfuerzos en contener la influencia de China en el plano global””.-[7][8]
Pero esta situación de “guerra” (fría o no) parece ser asumida sólo por EEUU, limitándose (si cabe el término) China a la creación de un cinturón de contención (concepto de la estrategia global británica de otros tiempos) encarnado en su “collar de perlas» y en su poderoso “Ejército de liberación nacional”, el que pese a su poderío no parece estar dispuesto a estrenar a menos que sufra una provocación directa.-
IV.- El viejo Tucídides saluda desde el pasado
Graham Allison[9] se ha preguntado recientemente si este país y los Estados Unidos podrán escapar a la trampa de Tucídides. El autor de “La guerra del Peloponeso” (Tucídides) aclara que Esparta comenzó la guerra con Atenas «porque temía que los atenienses se hicieran más poderosos, al ver que la mayor parte de Hellas se encontraba bajo el control de Atenas».-
De allí que se deduzca que el ascenso de una potencia produce la disputa y el enfrentamiento polemial con la potencia en decadencia.-
De la lectura de diferentes fuentes puede colegirse que China no está interesada en una confrontación bélica con los EEUU.-
En tal sentido -y brevitatis causae- conviene citar a Odd Arne Westad, quien hace una lectura de China que compartimos, al advertir que es mas nacionalista que internacionalista (pese a su marcada tendencia realista en su política exterior) contradiciendo incluso a Huntington al afirmar que la diferente cosmovisión china respecto de la rusa hace que aquella no esté en camino a generar un “choque de civilizaciones”[10].-
Si bien es difícil acceder a las políticas chinas en el marco de la defensa, una breve inspección a su industria y a su despliegue permite advertir que su planeamiento pareciera estar orientado a las capacidades, descartando el ya obsoleto método de las hipótesis de conflicto, toda vez que el mentado “collar de perlas” observa el doble efecto de “encerrar” a Japón y Corea dando frente a la cadena de bases norteamericanas, cosa que se incrementó como respuesta a la reubicación de la 7ma flota norteamericana.-
Es decir una táctica reactiva, tendiente a sostener una estrategia mayor, definida en la protección de su zona de confort: Asia.-
V.- Todo concluye al fin
Ya sea que nos estemos acercando a una era de cambio de hegemón, y que ello traiga consigo una confrontación polemial o una decadencia de EEUU; que lo dicho provenga de un estado de tensión en el anárquico sistema internacional, o que se produzca por un ahogamiento comercial por parte de China -se nos antoja un paralelismo con la situación de la URSS en 1991, sin dejar de mencionar el funcional papel de Gorbachov en todo aquel asunto- todo parece indicar que el cambio de era se ha iniciado, y que la globalización favorece y entorpece a la vez dicho proceso, debido a la interdependencia interestadual que conlleva.-
Al decir del Cnel (Re) Justino Bertotto (FADENA/UNDEF), la única forma de conocer el futuro es dejar que acontezca. Sin embargo es destacable que en todo este turbulento cambio de era hay algo novedoso y esto es que salvo que se nos oculte con una astucia inusitada la verdad, la intención china es la de darle de comer tres comidas diarias a casi 1400 millones de personas, sin interferir en terceros estados en el plano político, imponiendo ideologías, formas de estado, formas de gobierno, gobiernos ni implantar políticas en terceros, logrando asegurarse los recursos necesarios para sostener su nivel de producción generando mercados.-
En definidas cuentas, como suele pasar, el tiempo dirá.-
Referencias
Embajador Li Guoxing – https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45114/1/elsuenochino_es.pdf
“Revista de Relaciones internacionales”
Bregolat, Eugenio (2007). La segunda revolución china. Barcelona: Destino.
POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Por FRANCISCO JAVIER ALAMEDA DIONISIO
A defesa nacional; “Da Royal Navy do seculo XIX a US Navy do seculo XXI, Adolfo Koutoudjian, 2016
Mario y Miguel Otero (2015). “¿Qué podemos esperar de la nueva Ruta de la Seda y del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderados por China?”, Análisis Real Instituto Elcano.-
Actis, Esteban & Creus, Nicolás (2018). “América Latina en la nueva bipolaridad emergente”, en Nueva Sociedad. Democracia y Política en América Latina, Santiago de Chile.-
Allison, Graham (2017). Destined for war. Can America and China escape Thucydides’s trap? Nueva York: Houghton Mifflin Harcourt.-
Westad, Odd Arne (2019). “The sources of chinese conduct. Are Washington and Beijing fighting a new Cold War?”, en Foreign Affairs, Vol. 98, Nº 5, septoembre-octubre. Washington DC: Council of Foreign Relations.-
[1] Ustedes necesitarían vivir en China para comprender a los chinos – Embajador Li Guoxing – https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45114/1/elsuenochino_es.pdf
[2]
https://www.iri.edu.ar/revistas/revista_dvd/revistas/R2/R2EST01.html “Revista de Relaciones internacionales”
[3] Bregolat, Eugenio (2007). La segunda revolución china. Barcelona: Destino.
[4] POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Por FRANCISCO JAVIER ALAMEDA DIONISIO
[5] Ver Esteban, Mario y Miguel Otero (2015). “¿Qué podemos esperar de la nueva Ruta de la Seda y del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderados por China?”, Análisis Real Instituto Elcano.-
[6] Jornadas de Liderazgo, ESGA, Argentina, 2019.-
[7] Las otras fuentes de la conducta china en política exterior y defensa. Sergio Eissa, pag 215.-
[8] Actis, Esteban & Creus, Nicolás (2018). “América Latina en la nueva bipolaridad emergente”, en Nueva Sociedad. Democracia y Política en América Latina, Santiago de Chile (Recuperado el 11 de agosto de 2019 de https://nuso. org/articulo/america-latina-en-la-nueva-bipolaridad-emergente/)
[9] Allison, Graham (2017). Destined for war. Can America and China escape Thucydides’s trap? Nueva York: Houghton Mifflin Harcourt. Citado por Sergio Eissa, op. Cit.-
[10] Westad, Odd Arne (2019). “The sources of chinese conduct. Are Washington and Beijing fighting a new Cold War?”, en Foreign Affairs, Vol. 98, Nº 5, septiembre-octubre. Washington DC: Council of Foreign Relations.-
Fuente Zona Militar: https://www.zona-militar.com/2022/07/09/tucidides-no-era-chino/#_ftn4