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El jueves grabamos una entrevista para el programa el Punto sobre la “I”, que conduce la periodista Shadi Narvaez que se difunde por el Canal de Youtube de “Detrás de la razón Nuevo” de Roberto de la Madrid. Y se difundió a partir del sábado 6 de Noviembre 2021

En dicha entrevista alertamos y expusimos la actitud clara del Gobierno de EEUU para “asegurarse” su mal llamado Patio Trasero (Iberoamérica o Latinoamérica NO es patio trasero de nadie); y para demostrar esas intenciones y del mantenimiento de una Doctrina Monroe remixada en el S XXI, nos referimos a las declaraciones del General Mark Milley realizadas con motivo de la asunción de la Jefa del Comando Sur General Laura J. Richardson. 

Nos pareció oportuno acompañar al Video de la Entrevista un artículo publicado 2 días después de la grabación por el Diario Clarín que confirma nuestras preocupaciones y las tendencia del régimen  norteamericano, de interferir con las soberanías de todos los países iberoamericanos con “su” visión de la Seguridad y la Prosperidad de la República Imperial 

Los mapas del general Milley

En un mundo de interdependencias complejas, responsabilidades compartidas y desafíos comunes, no deja de llamar la atención la vigencia de las visiones imperiales que asumen como responsabilidad propia de las grandes potencias el control sobre sus áreas de influencia.

Por Fabian Bosoer

El general Mark Milley es el mismo alto jefe militar de los EE.UU. que en noviembre del año pasado se comunicó con el general Li Zuocheng, su contraparte china –a quien había conocido y tratado esporádicamente cinco años antes– y le garantizó que EE.UU. no atacaría en caso de que el entonces presidente Trump, en un arrebato de locura, le diera esa orden. 

La historia está contada en el libro Peril (Peligro) de Bob Woodward y Robert Costa. Milley confirmó luego esas conversaciones. “Mi tarea en ese momento –dijo en una audiencia ante al Comité de las Fuerzas Armadas del Senado- era desescalar».

«Mi mensaje fue coherente: mantener la calma y la estabilidad. No vamos a atacarlos”, señaló, aunque matizó aclarando que en su opinión nunca fue la intención de Trump atacar a China.

La destacada foja de servicios del general Milley es un recorrido por la geopolítica global de los últimos cuarenta años, así que cubre desde el último tramo del mundo bipolar de la Guerra Fría  al «momento unipolar» de hegemonía estadounidense y la transición hacia un escenario sin hegemonías, con los EE.UU. replanteando su papel como superpotencia global.

Graduado en 1980 con estudios en ciencia política y relaciones internacionales en la Universidad de Princeton, con una tesis titulada “Un análisis crítico de la organización de la guerrilla revolucionaria en teoría y práctica”, y estudios de posgrado en Columbia y la Escuela de Guerra Naval, Milley participó en la fuerza de paz en Sinaí, en las intervenciones norteamericanas en Panamá y Haití, y en las guerra de los Balcanes, Irak y Afganistán.

Hoy, al frente del Estado Mayor Conjunto, advierte que el desarrollo de un arma supersónica china lleva al mundo a “un momento Sputnik”, en referencia al primer éxito soviético en la carrera espacial durante la Guerra Fría.

“Ellos (los chinos) se están expandiendo rápidamente: en el espacio, en el ciberespacio y en los dominios tradicionales de tierra, mar y aire”, dijo. Y remarcó cómo desde finales de los 70 los chinos han pasado de tener un enorme ejército de infantería de base campesina a unas fuerzas armadas “muy capaces y con ambiciones globales”.

El más alto jefe militar norteamericano tiene claro que China se perfila como “el mayor desafío geoestratégico para Estados Unidos”. «Estamos entrando en un mundo tripolar en el que Estados Unidos, Rusia y China, todas son grandes potencias. En mi opinión, estamos entrando en un mundo que será potencialmente más volátil desde el punto de vista estratégico en comparación, por ejemplo, con los últimos 40, 50, 60 o 70 años», declaró en estos días durante el Foro de Seguridad de Aspen

Pero Milley dijo, además, algunas otras cosas que nos atañen más cercanamente. Lo hizo en el acto de asunción de la nueva jefa del Comando Sur -por primera vez una mujer- la general Laura J. Richardson, que sucede al almirante Craig S. Faller, en la sede de Southcom en Doral, Florida.

Allí afirmó que «este hemisferio (en referencia al continente americano) nos pertenece a nosotros y a nadie más, y todos estamos hombro con hombro en esa causa común para proteger nuestro hemisferio de cualquier amenaza internacional». Y por si quedara alguna duda mencionó como principales adversarios globales a China, Rusia e Irán. No se recuerda una afirmación tan contundente en tiempos recientes sobre cómo se observa desde Washington a América latina.

En un mundo de interdependencias complejas, responsabilidades compartidas y desafíos comunes, no deja de llamar la atención la vigencia de las visiones imperiales que asumen como responsabilidad propia el control sobre sus áreas de influencia.

Lo hizo Rusia, desde Chechenia a Crimea, lo hace China con Taiwán y el sudeste asiático, lo sigue haciendo EEUU con su “patio trasero”. Doctrina Monroe over and over again. Mientras otros flujos -comerciales, migratorios, tecnológicos-, intercambios sociales e influencias culturales atraviesan y desdibujan esas fronteras geopolíticas demarcadas por la geografía física y el reparto del poder mundial entre las grandes potencias.

Fuente Diario Clarín Argentina: Los mapas del general Milley 

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

En su columna semanal del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda las provocadoras declaraciones de Marc Stanley, en la cámara de representantes de Washington, durante su alegato para embajador en Argentina, saltándose todos los límites de la diplomacia e incumpliendo las reglas internacionales de no injerencia en asuntos internos. El personaje enumeró una lista de exigencias al gobierno de Buenos Aires, para que éste las adopte como propias en temas como el G5, la deuda con el FMI, el freno a China, el boicot a Venezuela, etc. y lo hizo como si fuese el virrey de un imperio en decadencia que quiere arrastrar a nuestro país a su esfera, por las buenas o por las malas. Stanley, autodefinido como activista político y líder de la comunidad judía norteamericana, ha demostrado una actitud prepotente, desubicada e inédita, arrogándose la autoridad de decirnos lo que podemos y no podemos hacer en política. 

Y Carlos nos recuerda que lamentablemente todo el arco político argentino no ha dado prácticamente ninguna respuesta contundente al atropello de este señor, quién con ese silencio está recibiendo un silencioso aval de nuestros representantes, cuando lo que corresponde es que tanto el gobierno como toda la sociedad, le exija al Secretario de Estado, Anthony Blinken, que explique este avasallamiento y que ratifique o rectifique las declaraciones de su representante. Caso contrario, la Argentina debería rechazar su nominación como embajador, mientras evoca las palabras del General San Martín: “…la Argentina no es una empanada que se come con solo abrir la boca”. 

Luego, en temas internacionales,  nuestro director analiza el discurso de Putin en el reciente foro de Valdai, al que considera de una contundencia tremenda y profundísima,  y que ha hecho saltar las alarmas en el anonadado “mundo atlantista”, que reaccionó con fiereza al ser aludido por temas como los del LGTB y otros asuntos parecidos, que tratan de distorsionar las verdaderas prioridades de la humanidad de hoy y con lo que el presidente ruso llama “la discriminación inversa” por la cual en Occidente, las mayorías pierden derechos a favor de las minorías. 

También confirmó que el dominio internacional de Occidente está dando paso a un sistema mucho más diverso, luego de varios siglos de poder absoluto. Además habló de los conflictos por la “guerra híbrida” y explicó esa estrategia bélica anglosajona donde ya nada es como antes y que ahora la guerra nunca se detiene, apenas cambia de forma, hasta empeorar a un punto máximo donde se impone la “teoría del caos” -otra estrategia norteamericana- que no contempla la recuperación pacífica de la posguerra, haciendo que se suceda el dolor y la tragedia de los pueblos afectados.

Y nos cuenta que Putin ha hecho referencia a la filosofía donde la historia es un método de memoria temporal a través del cual el hombre trabaja hacia su destino, en una relación entre lo divino y lo humano, haciendo referencias a la libertad, la familia y la educación, y a cosas tan básicas como la madre, el padre y la familia, como hitos de un movimiento por la renovación social al que llama “conservadurismo saludable” como base de la política ante los riesgos que se multiplican en medio de una realidad frágil. 

Y ya sobre geopolítica, Putin insistió en que la amistad con China no significa ir contra nadie, y dio una clase magistral sobre la crisis energética para luego asegurar que con el gasoducto a Alemania, Rusia no lo utiliza como un arma geopolítica, como lo acusan los fundamentalistas atlantistas europeos. Sobre Afganistán enfatizó que la Organización de Cooperación de Shanghái tendrá problemas si Afganistán tiene problemas y ofreció entonces cuatro respuestas concretas para garantizar su futuro. 

Así, Pereyra Mele con su audio, nos hace viajar por la actualidad mundial y nos vuelve a transmitir sus extensos conocimientos de geopolítica con argumentos, datos e información cierta. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/10//21)

El embajador de Joe Baiden para la «Argentina» Marc Stanley

Danny Perez Diaz entrevista al Profesor Sergio Rodriguez Gelfenstein y al director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

22 mil civiles muertos, y quizás podrían ser más del doble… Esa sería la cifra de las víctimas inocentes que ha dejado la llamada “guerra contra el terrorismo” de Estados Unidos tras el 11-S, según investigaciones de un grupo de monitoreo de daños civiles producidos por acciones militares, llamado Airwars.

Pero no sólo esto representa para muchos algo condenable, sino el hecho de que los propios responsables del daño no hagan un rastreo y cálculo de sus propias acciones, ni mucho menos publiquen datos fidedignos al respecto.

En pocas palabras si no fuera por el trabajo de comunidades locales, sociedad civil y agencias internacionales y humanitarias, números como éstos no saldrían a la luz. Incluso quizás se sigan elevando esas cifras o quizás nunca se dé con el número real de vidas inocentes pérdidas durante 2 décadas de invasión y guerra.

La propia Amnistía Internacional ha condenado la falta de rendición de cuentas de Washington y el hecho de que el Pentágono nunca ha intentado calcular el total de muertes civiles que ha dejado su campaña militar en el lapso de los últimos 20 años.

Lo cierto es que como señalan informes como el de Airwars, poco o nada ha reconocido Washington sus errores, incluso menos lo hacen cuando lanzan sus ofensivas hacia un objetivo que no es el enemigo.

Y aun así, cuando el jefe del Comando Central de EE.UU., general Kenneth McKenzie, reconoció el error de un ataque aéreo estadounidense el 29 de agosto de 2021 contra lo que se suponía era un «núcleo terrorista de Daesh» en Kabul, pero que se terminó saldando con la muerte de 10 civiles inocentes, entre ellos siete niños, deja abierta la pregunta:

Un país con la capacidad tecnológica de EE.UU. y sus potenciales sistemas de radares y detección. ¿Cómo podría justificar cometer errores de este nivel, al confundir a civiles inocentes con elementos terroristas?

En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos e interpretamos junto a nuestros expertos en la materia las revelaciones de este informe de Airwars y quienes han pagado con su vida, el costo de guerras interminables que aún se siguen desarrollando desde el terreno o los aires de países en Asia Ocidental. Acompáñenos.

Por Danny Pérez Díaz

IG: @Dannyperezdiaztv

FUENTE DE LA INVESTIGACION: https://airwars.org/news-and-investigations/tens-of-thousands-of-civilians-likely-killed-by-us-in-forever-wars/

La visión Norteamericana sobre China en Latinoamérica de sus Think Tank, para el análisis de nuestros visitantes Dossier Geopolitico

9/9/2021

(*) Por Ryan C. Berg

La vanguardia del compromiso de China con América Latina siempre ha sido de naturaleza económica. Las economías de mercados emergentes, lideradas principalmente por China, mostraron un intenso interés en las materias primas de América Latina a partir de principios de la década de 2000. El aumento de los precios de los productos básicos contribuyó a reducir la pobreza y al florecimiento de una clase media en lo que sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo.

Tras el auge de las materias primas a principios de la década de 2000, que duró aproximadamente una década, China ha tratado de profundizar su compromiso con América Latina en otras áreas de cooperación. Ahora participa en cooperación en materia de seguridad, exportación de tecnología, intercambios culturales e intercambios entre militares, entre otras cosas. Se está desarrollando un intenso debate entre los académicos regionales entre aquellos que creen que el compromiso de China presenta oportunidades incalculables con pocas (o manejables) desventajas y aquellos que ven motivos para un incendio de alarma múltiple. Este debate, sin embargo, no ha logrado filtrarse en la comunidad estratégica más amplia —aquellos que desarrollan la gran estrategia estadounidense en una era de competencia de grandes potencias con China (y en menor medida, Rusia).

Un ejemplo de ello es una audiencia de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China a finales de mayo de este año sobre el tema de “China en América Latina y el Caribe”, la primera audiencia de este tipo celebrada por la comisión en muchos años. Los testimonios, incluidos los de los autores, destacaron la falta de una estrategia de Estados Unidos destinada a hacer retroceder a China en las múltiples formas en que se relaciona con América Latina y el Caribe. Destacaron la incapacidad (o falta de voluntad) de Estados Unidos para aprovechar los recursos y trabajar para brindar a la región una mejor alternativa. Una pregunta quedó críticamente sin respuesta durante esta audiencia: ¿Dónde se ubica América Latina entre las prioridades de la política exterior de China?

La visión convencional de la política exterior china sostiene que América Latina es la región menos importante en su jerarquía de política exterior. Además del hecho de que el hemisferio occidental ha sido una esfera tradicional de influencia estadounidense, la principal evidencia reunida para este punto de vista es el hecho de que la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), firma del país, llegó a América Latina sólo a mediados de 2017, más tarde. que cualquier otra región del mundo para unirse al BRI. Sin embargo, en poco más de tres años, 19 países de la región se han unido al BRI y se espera que muchos más lo hagan en los próximos años.

Es difícil determinar dónde encaja América Latina en la perspectiva de la política exterior de China, precisamente porque Estados Unidos carece de una estrategia para contrarrestar a China en la región, que le permita obtener ganancias geoestratégicas considerables, mientras que Estados Unidos supuestamente practica una » negligencia benigna » al priorizar otras regiones del mundo relacionadas menos tangencialmente con su seguridad y prosperidad. En muchos sentidos, una estrategia más desarrollada para hacer retroceder las ganancias de China en América Latina, una estrategia que ofrece una alternativa más atractiva, obligaría a China a revelar cuánto prioriza la región porque aseguraría que el país tendría que comprometerse más. tiempo, energía y recursos para lograr el mismo nivel de ganancias estratégicas que ha logrado hasta ahora.

La visión convencional de las prioridades de la política exterior china

Durante muchas décadas, China fue un país que miraba hacia adentro, que buscaba mantener el orden y la unidad. Un auge económico en la década de 1980 (que siguió a la consolidación del Partido Comunista Chino que aseguró que ningún grupo de oposición podría surgir y poner en riesgo su poder) permitió a China interactuar con los rincones más lejanos del mundo de manera dramática. Si bien garantizar mercados para la exportación de productos manufacturados y la importación de productos básicos se convirtió en la esencia de la participación extranjera, estas aperturas finalmente le dieron a China la oportunidad de involucrar a gobiernos extranjeros en muchos otros dominios. La visión convencional de las prioridades de la política exterior china enfatiza la importancia del sudeste asiático y Asia central, seguidos de Europa, luego África.

ASIA SUDORIENTAL Y ASIA CENTRAL

A medida que la economía de China se desarrolló en este período inicial, se enfocó en el sudeste asiático y Asia central cuando comenzó a expresar sus aspiraciones geopolíticas. En todas las esferas —comercial, de seguridad, económica e incluso doméstica—, el sudeste asiático y Asia central se han vuelto críticos en términos geopolíticos, así como la evaluación de la seguridad nacional de China. Como América Latina es para Estados Unidos, China considera al Sudeste Asiático y Asia Central su esfera de influencia tradicional. Este conjunto de preocupaciones abarca cuestiones potencialmente explosivas, como el estado del Mar de China Meridional y el futuro de Taiwán.

EUROPA

Europa es una región comercialmente valiosa para China. El crecimiento mediocre y el desarrollo económico rezagado en algunos países del sur y este de Europa presentan a China la oportunidad de participar en proyectos BRI y expandir sus fusiones y adquisiciones de activos e infraestructura críticos. Al adquirir activos estratégicos, como compañías de energía en Portugal o puertos en Grecia , China cree que puede mitigar cualquier represalia de Bruselas (o cualquier retórica dura) por sus violaciones de derechos humanos y prácticas económicas depredadoras. En este sentido, Rusia es un ejemplo para China: la acción contra la primera ha sido limitada e intermitente, debido a la dependencia de Europa de las exportaciones de gas ruso. China busca equilibrar Europa y alejarla de la narrativa de Washington , al tiempo que reconoce que esto probablemente no sea del todo posible.

ÁFRICA

África ocupa un papel importante en la política exterior de China como proveedor de productos minerales y agrícolas. Aprovechando la falta de atención de Estados Unidos y Europa, junto con las fuertes ofertas de préstamos, China se estableció como un socio clave en todo el continente africano. Al financiar la construcción de infraestructura y vincularla a la infraestructura existente en el continente asiático, China ha tratado de asegurar una ruta de exportación, particularmente desde África Oriental hacia China continental. El país se ha posicionado como socio en el desarrollo económico (aunque aún logra mantener el control de muchos proyectos locales), haciendo una distinción entre sus rivales europeos y estadounidenses, que aún hablan en términos de ayuda económica.Los últimos años han sido testigos de un mayor deseo chino de reducir las ofertas de crédito y, en cambio, ampliar las adquisiciones de empresas y dar paso a las empresas chinas en el continente.

¿Dónde encaja América Latina?

De muchas formas, América Latina ofrece un entorno oportuno para que China se comprometa económicamente. El compromiso con América Latina impacta la estabilidad interna en China, con la necesidad de una producción continua de los abundantes recursos naturales y materias primas de América Latina. Con niveles moderados de institucionalidad, América Latina posee sistemas judiciales capaces de garantizar contratos (en términos generales) y reducir parte del riesgo de inversión que plantean muchos países africanos. Al mismo tiempo, debido a que América Latina es una región compuesta principalmente por sistemas presidenciales, China se las arregla para entablar múltiples negociaciones en un punto de entrada (con ejecutivos fuertes para arrancar), en lugar de con instituciones diversas e independientes en una burocracia gubernamental inmanejable. Además, los productos manufacturados de China encuentran una base de consumidores entre la clase media relativamente más próspera de América Latina.

El enfoque de China hacia América Latina ha sido libre de centrarse principalmente en las formas económicas de participación, mientras que Estados Unidos está acosado por los problemas de la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, las redes de corrupción, el lavado de dinero y los gobiernos populistas-autoritarios ideológicamente opuestos a su influencia. las tendencias a veces influenciadas negativamente por el compromiso mismo de China. De hecho, China ha demostrado poco apetito por comprometerse con los desafíos tradicionales de la región, incluso prestando grandes sumas de dinero a algunos de los peores infractores de los derechos humanos y a los regímenes más autoritarios de la región. En este enfoque libre de valores, China ha buscado una región que esté más desarrollada que África, menos institucionalizada que Europa (pero más que África), abundante en recursos naturales y naturalmente impulsada por los consumidores.

América Latina en la gran estrategia de China

En la gran estrategia de China, su acercamiento a América Latina parece girar en torno a varios ejes específicos. Como era de esperar, esos ejes son la dependencia económica y comercial, lo que crea un espacio de mercado para las empresas chinas; influir en las políticas locales y la administración burocrática; e influir en las actitudes públicas y combatir el sentimiento anti-China en la región.

El intento de China de crear las condiciones para la dependencia económica y comercial a través de préstamos respaldados por materias primas presenta una estrategia menos riesgosa para garantizar un acceso estable a los abundantes recursos naturales de América Latina. Esta vertiente del enfoque chino también abre la puerta a proyectos chinos de importancia estratégica. Los gobiernos latinoamericanos poseen un escaso conocimiento de la dinámica de la toma de decisiones en Beijing, lo que perjudica su evaluación de riesgos. En realidad, China depende en gran medida de los productos básicos latinoamericanos, para los cuales el país tiene pocas alternativas. A menudo, esta dinámica parece perdida en las capitales latinoamericanas durante negociaciones delicadas. La dependencia económica tiende a generar canales de comunicación más centralizados, que también son favorecidos por los chinos.Un subproducto de mayores préstamos a la región es que China continúa abriendo más mercados para las empresas chinas, especialmente las empresas de tecnología que producen equipos para el entretenimiento.seguridad , operaciones gubernamentales e investigación científica.

China también busca influir en las políticas latinoamericanas a favor de sus intereses a nivel local, estatal y nacional. Desde el inicio de la primera administración del Partido de los Trabajadores en Brasil en 2003, por ejemplo, China ha tratado de convencer al gobierno brasileño de que se haga cargo de los beneficios burocráticos para las grandes empresas chinas que operan en Brasil. En el entorno caótico que es la burocracia brasileña, los chinos no han logrado el éxito en esta empresa. Sin embargo, en otros países, como Argentina, China ha logrado fomentar una mayor flexibilidad regulatoria, lo que ha generado considerables ganancias estratégicas . El ejemplo más obvio es la estación espacial dirigida por militares de China en la región de la Patagonia. El acuerdo original, forjado en 2012, menciona la cooperación chino-argentina en satélites y recopilación de datos. Sin embargo, en la práctica, a los argentinos no se les ha permitido el acceso a la base. Es preocupante que el gobierno argentino cerró un acuerdo con los chinos para un tipo similar de base a fines de mayo, esta vez en la región de Santa Cruz . Los imperativos estratégicos son claros: como una de las provincias más australes de Argentina, Santa Cruz se encuentra al norte del Estrecho de Magallanes, un importante punto de estrangulamiento marítimo entre los océanos Atlántico y Pacífico. China ha aprovechado las debilidades institucionales y la falta de transparencia de América Latina para doblegar el laberinto burocrático a su favor estratégico.

La mayor presencia china en la región también le ha permitido al país un mayor acceso a funcionarios locales, estatales y federales. El compromiso representa una excelente oportunidad para que los funcionarios combatan las narrativas contra China y den forma a las percepciones de los líderes. En particular, los funcionarios chinos han estado ansiosos por combatir las narrativas sobre temas delicados que destacan las prácticas de derechos humanos del país, la falta de derechos de propiedad intelectual, el sistema político autoritario y, más recientemente, el papel en la propagación del Covid-19. Una de las grandes fortalezas de China, desde la perspectiva latinoamericana, es su agnosticismo ideológico. Se relaciona con partidos políticos de todo tipo, a menudo institucionalizando sus relaciones a través del Departamento de Enlace Internacional (ILD), que pertenece a partidos políticos extranjeros en Beijing. Entre 2002 y 2017, el ILD celebró cerca de 300 reuniones con 74 partidos políticos diferentes en 26 países diferentes de América Latina.

Un plan estadounidense para poner a prueba el compromiso de China

La participación de China en América Latina le ha otorgado al país considerables ganancias estratégicas a un precio relativamente modesto, un análisis de costo-beneficio oportuno para una región considerada una esfera de influencia tradicional de Estados Unidos. Hasta que Estados Unidos desarrolle una estrategia integral para el hemisferio que busque hacer de América Latina un socio preferido, aproveche los recursos disponibles para ofrecer una alternativa más atractiva y delinee cuándo están en juego intereses estratégicos, en lugar de resaltar una competencia económica y geopolítica más general con China, los responsables de la formulación de políticas carecerán de una respuesta en cuanto a dónde se ubica exactamente América Latina en las prioridades de política exterior de China con respecto a otras regiones.

Además, sin mayores detalles, a los líderes de América Latina se les deja creer que Estados Unidos apoya un desacoplamiento regional total de China, algo que no es un principio para casi todos los países. El hecho de que Estados Unidos no piense más profundamente y comunique una política clara también deja a los líderes regionales con la impresión de que desconocen el costo que pagaría América Latina por separarse de China o, peor aún, no están interesados ​​en los impactos de esos costos. En cambio, una estrategia más eficaz esbozaría una guía más clara con respecto a las preocupaciones de seguridad nacional de Estados Unidos en América Latina y desarrollaría «puntos de inflexión» para la acción si China los cruza. Es importante destacar que Estados Unidos debe movilizar recursos cuando están en juego intereses estratégicos para facilitar las condiciones de alternativas más preferidas.

Hasta que Estados Unidos no invierta más en su estrategia para América Latina, la importancia de la región para la política exterior de China seguirá sin respuesta, precisamente porque no tiene que ser así.

(*)Ryan C. Berg es miembro senior del Programa de las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington, DC Thiago de Aragão es un asociado senior (no residente) del Programa de las Américas del CSIS.

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), es una institución privada exenta de impuestos que se centra en cuestiones de política pública internacional. Su investigación es no partidista y no propietaria. El CSIS no adopta posiciones políticas específicas. En consecuencia, todas las opiniones, posiciones y conclusiones expresadas en esta publicación deben entenderse como exclusivas de los autores.

FUENTE: https://www.csis.org/analysis/latin-america-important-chinas-foreign-policy 

Con la pandemia del coronavirus, el cambio climático y la crisis económica global como temas de cabecera para todos los participantes, ha iniciado la 76ª Asamblea General de la ONU. Estos temas afligen a todos en general. Hay otros, que afligen de forma más particular, y que tienen que ver con la guerra intestina de Occidente desatada por EEUU.

AUDIO:

La ONU huele a traición

EEUU y sus socios occidentales tienen que zanjar sus propias cuentas pendientes a causa de recientes cuchilladas traperas que Biden repartió a sus principales socios occidentales por igual: a gran parte de Europa por la estampida que provocó en Afganistán; y justo al borde del inicio de esta cumbre, con la formación de la alianza militar AUKUS, junto a Reino Unido y Australia. Los márgenes de esta Asamblea General de la ONU, tal vez sean un aperitivo de lo que esté por venir.La presente edición de esta cumbre «viene a demostrar que todas estas creaciones post Segunda Guerra Mundial están pasando por un momento de crisis profundísima de identidad y de posibilidad de continuar siendo la estructura para la que supuestamente fue creada, que eran mantener un orden internacional, garantizar que no hubiera conflictos armados, y frenar los despliegues de algunas potencias que podrían ser agresoras para el resto del mundo», advierte el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereira Mele.En opinión del experto, «en la práctica hemos visto que todo este objetivo que se plantearon los ganadores de la Segunda Guerra Mundial se ha ido diluyendo en el tiempo, y que prácticamente hoy en día es un club social».

El show de Bolsonaro y del ‘sheriff’ de Nueva York

Antes de comenzar el circo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hizo su stand-up particular: negacionista declarado, y no inoculado contra el coronavirus, llegó a una ciudad donde no puede entrar a ningún lado ni a pedir un vaso de agua, sin que le pidan el pasaporte Covid.Así las cosas, el mandatario terminó, como cualquier neoyorquino, comiendo pizza de pie en la calle –algo celebrado en Twitter– ya que los restaurantes de la Gran Manzana le prohibieron el ingreso. Pero la anécdota no quedó en la intimidad doméstica que comparte con su círculo. La cosa llegó a las más altas esferas de Nueva York.Así, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, disparó metralla contra Bolsonaro: «Si no quiere vacunarse, no se moleste en venir aquí. Tenemos que mandar un mensaje a todos los líderes mundiales, incluido más notablemente a Bolsonaro, de Brasil, de que, si quieres venir aquí, tienes que estar vacunado».Entonces, el Ayuntamiento neoyorquino se metió de cabeza en la trifulca: arrogándose patente de corso –por otra parte algo común en cualquier mandatario del país norteamericano–, como un sheriff del mundo en miniatura, comunicó a la ONU que, según las normas municipales, cualquier persona que quiera ingresar al hemiciclo de la Asamblea debería presentar su prueba de vacunación.Y aunque comulga con ese salmo, el organismo lo mandó a tomar viento fresco. Ha dejado claro que el alcalde de Nueva York no tiene autoridad ninguna para exigir algo así a los jefes de Estado y de Gobierno: no puede imponer sus normas en la sede de la ONU, dado su estatus especial, es decir: el terreno donde se encuentra la sede de la ONU, no es territorio de EEUU, sino que es de todos los países que la integran. Un símil a lo que pasa con las Embajadas de cada país.Pereira Mele cree que esta primera reunión presencial tras el inicio de la pandemia es una clara demostración de que la ONU se ha convertido en un club. «Ver la actitud patética de un Bolsonaro teniendo que comer en la calle porque no lo dejan entrar en un restaurante porque no está vacunado, por ejemplo. Esto nos demuestra evidentemente esas contradicciones en las que se está viviendo en este período en que la pandemia parece mostrar una baja en los niveles de agresividad de la enfermedad».

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele en los Estudios Centrales de Radio Sputnik Moscu

Carlos Pereyra Mele en el Programa «Al caer la Tarde» por radio LT7 Corrientes «El despliegue norteamericano es solamente de tipo militar y hoy en día ya no solamente eso es algo caduco.
Hoy en día quien maneje la inteligencia artificial, quien maneje el 5g, quien maneje la tecnología de punta es el que se lleva, realmente, todo el podio de los ganadores. Y en esa área China había sacado 5 años de ventaja a EE. UU. Todo lo de mas es muy discutible…»
«China sigue adelante con su proyecto de la nueva ruta de la seda que esta tremendamente avanzado y que no lo pueden frenar. 

AUDIO

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Webinar para analizar la actual dinámica geopolítica y las relaciones internacionales con expertos de Brasil, Argentina y Rusia. El director Ejecutivo de Dossier Geopolitico Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele participara del Panel de invitados por el Lab GRIMA (Laboratório de Geopolítica, Relações Internacionais e Movimentos Antissistêmicos (LabGRIMA) da UFPEL.

Certificados para los participantes inscritos (formulario Google abierto durante el evento)

Dossier Geopolitico en RT: 

Una extensa entrevista a Carlos Pereyra Mele en el Noticiero central de RT en vivo y directo mientras se desarrollaba la primera jornada del 76° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York.

Analizando algunas de las exposiciones en el recinto…: Hablamos de Jair Bolsonaro; Hablamos de Joe Biden; Hablamos de Ivan Duque 

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

Las Guerras Proxy’s

AUDIO

En la columna semanal del Club de la Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza su análisis definiendo el concepto de “GUERRA PROXY” o Guerra de Aproximación Indirecta, como la provocada por una potencia en territorio ajeno, utilizando a terceros países como sustitutos, generando conflictos fratricidas y fomentando el enfrentamiento de bandos internos, con el objetivo de crear desestabilización de gobiernos y/o importantes desórdenes y violencia en el país y región de influencia. 

Un análisis que hace clara referencia a la estrategia actual y futura del imperio anglosajón en Afganistán, luego de su reciente derrota y huida, donde esas potencias ya están instalando una nueva versión de esa “Guerra Proxy”, según la forma clásica de provocar tensiones siempre desde un segundo plano, valiéndose de cualquier método para encender conflictos y mantenerlos activos el mayor tiempo posible, mientras se boicotea todo intento de acuerdo o pacificación entre los involucrados, como son los esfuerzos de Turquía, Qatar, Irán, Pakistán más el apoyo manifiesto de China y Rusia, para que el Talibán forme un gobierno moderado y estable. 

Y para esa guerra utiliza herramientas cómo el terrorismo, la guerrilla, el vandalismo callejero, el narcoterrorismo, los tumultos, las crisis económicas, las catástrofes naturales o humanitarias, los complots judiciales, los enfrentamientos raciales o tribales, las disputas fronterizas, las diferencias culturales o religiosas y cualquier otra circunstancia de la zona elegida, donde los servicios de inteligencia han dejado sembrados las semillas envenenadas de los futuros conflictos. Siempre con el objetivo de que el estado o región afectada se debilite y termine siendo rehén de los intereses estratégicos de la potencia provocadora. 

En el caso de Afganistán, se trata del fortalecimiento del terrorismo de ISIS y de Al-Qaeda, con abundante información que confirma sus estrechas relaciones actuales con la CIA, para generar el terror permanente y extenderlo a la zona con el propósito de complicar el avance de China con la Ruta de La Seda y debilitar la creciente influencia de Rusia, no solo en Asia, sino también en Europa. 

El politólogo nos explica que la “Guerra Proxy” ha sido un método usado históricamente por Inglaterra a lo largo de los siglos, quién por su demostrada vocación belicista, colonial, imperial y expansiva, aporta a la historia una larga lista de ejemplos, que también han afectado y afectan a Latinoamérica y que permite establecer un hilo conductor en la estrategia en Asia Menor con la realidad actual de nuestro subcontinente, afectada por similar maniobra. 

Y para ello despliega ejemplos como la llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil, el acoso a Venezuela, el golpe en Bolivia, los obstáculos a Castillo en Perú y la última, con el intento de Piñera para que Chile se apropie de parte de la plataforma marítima argentina, creando un conflicto que garantiza a EEUU que estos dos países nunca podrían llegar a acuerdos de integración, que pongan en riesgo el control absoluto de EEUU sobre el Cono Sur. 

Y sobre este poderío de Washington sobre América del Sur, Pereyra Mele profundiza sobre las bases militares, las tensiones en los mares del sur provocadas por Inglaterra, del control de los dos océanos y del Estrecho de Magallanes, de la Alianza del Pacífico formada por países con gobiernos amables, del escudo protector para frenar el avance de China, de “Las Tres Américas que son una sola isla”, y alerta que para estos y por otros asuntos no menores, la opción de una “Guerra Proxy” siempre está en la agenda imperial. 

Y por último nos muestra la jugada de la Internacional Liberal -que en Argentina se identifica con el PRO- siempre dispuesta a forzar nuevas fricciones internas, agrandar grietas e imponer conflictos en busca de mayores enfrentamientos y de impedir la integración regional en un bloque común que enfrente los desafíos del nuevo orden mundial multipolar que, “le guste a quién le guste”, es un hecho ya incontestable.

Eduardo Bonugli (Madrid, 29/08/21)

TERRITORIO EN DISPUTA

“El reclamo se refiere a una medialuna de más de 5.000 kilómetros en la que hay una plataforma continental; Argentina pide respetar los límites establecidos por los acuerdos de 1984”. Foto: gentileza.

Especial para La Nueva Mañana

El analista político Carlos Pereyra Mele habló sobre el conflicto entre ambos países generado a partir de un inesperado reclamo del presidente chileno, Sebastián Piñera. Por el Periodista Flavio Colazo 3/9/2021

El analista político Carlos Pereyra Mele, especialista en Geopolítica Suramericana y Director Ejecutivo del tanque de Ideas Latinoamericano Dossier Geopolítico, a la vez que columnista en numerosos medios nacionales e internacionales, dialogó con LNM acerca de las recientes tensiones entre Argentina y Chile surgidas desde un imprevisto cambio de posición del presidente chileno, Sebastián Piñera, respecto a la soberanía en la zona de las aguas australes.

-¿Qué es lo que puntualmente está reclamando Chile como territorios propios en la actualidad, y qué ha provocado una tensión en las relaciones entre Argentina y el país vecino? 

-El reclamo se refiere a una medialuna de más de 5.000 kilómetros en la que hay una plataforma continental y una superposición de intereses entre lo que declaran ambos países que les corresponden. La posición Argentina es la de respetar los límites establecidos por los acuerdos de 1984 .

¿Hay antecedentes de reclamos por parte de Chile respecto a la soberanía sobre estos territorios? 

-La Cancillería argentina declara que no se tienen antecedentes de anteriores reclamos o protestas por esta zona, ni a nuestro país, ni a algún organismo internacional. La Cancillería argentina oficialmente declara: «La medida intentada por Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad en conformidad a lo aprobado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar”.

Carlos Pereyra Mele
Carlos Pereyra Mele es analista político especialista en Geopolítica Suramericana y Director Ejecutivo del tanque de Ideas Latinoamericano Dossier Geopolítico.

-En este súbito reclamo territorial por parte del gobierno chileno, ¿es posible especular con factores políticos internos de la nación trasandina, como los desastrosos resultados eleccionarios que la actual administración chilena cosechó recientemente?

-Puede muy bien interpretarse esta hipótesis como cierta, pero no se debe olvidar que el objetivo de la política exterior de Chile, como de cualquier país, es consolidar nuevos espacios a incorporar y controlar, y para ello se usa siempre los claroscuros que dejan las legislaciones internacionales, y los momentos de relaciones de “poder” de cada país.

-¿Cuáles son los intereses geopolíticos y económicos que están en juego en la zona que Piñera reclama para Chile; y en qué se perjudicaría Argentina si se cediera ese territorio a la voluntad del presidente chileno? 

-Los intereses geopolíticos en la zona van in crescendo: primero, el Océano Atlántico Sur volvió a tener más importancia porque el RUGB (Reino Unido de Gran Bretaña) ha incrementado -e incrementará- su presencia en el mismo desde las islas ocupadas -a las cuales se les debe agregar la proyección antártica que va consolidar con el nuevo Gran Puerto de Puerto Argentino-. Segundo, porque Chile también tiene la misma protección antártica que Argentina. Y tercero, porque económicamente no es lo mismo operar para extraer recursos en una zona con plataforma submarina cercana a la superficie del océano a trabajar en los abismos oceánicos. Pero, más allá de estos tres puntos, fundamentalmente afecta nuestras proyecciones bioceánicas y antárticas. El derecho del mar autoriza el paso pacífico de naves en ZEE (Zona Económica Exclusiva) o alta mar, pero siempre se puede crear un conflicto según la voluntad política del país ribereño que lo controla, y si la zona está bajo nuestra jurisdicción esos problemas no existirían. 

– ¿Podría vincularse esta tensión, provocada por el presidente de Chile, al reacomodamiento geopolítico global en curso? 

-Todo conflicto entre países vecinos son de beneficios para los poderes globales, por aquello de “divide y reinarás”. Chile tiene desde el pinochetismo una relación muy especial con EEUU, e histórica con RUGB. Pero creo que los problemas actuales de EEUU e Inglaterra, con la retirada “apresurada” de Afganistán, para decirlo benévolamente, no han influido en esta decisión de la administración chilena. EEUU trata de que la región no se desmadre más, su problema es el Brasil de Bolsonaro, y quiere una Argentina estable para equilibrar el tema Brasil, y esto no ayuda.

-¿Cómo deben tomarse las declaraciones de Oscar Laborde (vicepresidente del Parlasur) al señalar que Sebastián Piñera “está jugando con fuego”? (ver nota en la web de LNM del 31/08/2021) 

-No las considero positivamente.  Estos temas de un conflicto en curso -o conflicto a mediano plazo- exigen una política clara de áreas específicas que monitoreen y aporten información y distintas opciones a seguir para defender el Interés Nacional. Las declaraciones altisonantes no son buena opción para estos temas delicados que deben ser trabajados desde la Diplomacia. Chile señaló hace poco tiempo que nuestro país emitió un Decreto Presidencial Argentino sobre las Nuevas Directivas de Defensa Nacional en el cual había un capítulo en que erróneamente se hablaba de un trabajo “conjunto” en el Estrecho de Magallanes. Chile protestó informalmente primero, y -ante el silencio argentino a esta primera instancia de reclamo- oficialmente después.  Argentina reconoció el error y modificó el texto del decreto. Conclusión: Chile hace un seguimiento con áreas específicas de los temas que puedan afectar a su interés nacional y actúa coherentemente. Ningún político chileno salió a hacer declaraciones unilaterales sobre el tema.

-¿Cómo puede explicarse el comportamiento desentendido del principal partido de la oposición política argentina (PRO) respecto a la defensa de los intereses argentinos en la región en disputa? 

-En mi caso, desde la campaña electoral. Se paraliza la Argentina para discutir lo insustancial. No me imagino que la oposición inglesa no tomaría partido -y acompañaría a su gobierno- si España quisiera recuperar, con declaraciones unilaterales, Gibraltar. O que la oposición rusa no tomaría partido y acompañaría a su gobierno si quisiera, de cualquier forma, Ucrania tomar la Península de Crimea. O que la oposición israelí no acompañe al gobierno cuando se cuestiona que Jerusalén no es la Capital Histórica del País. Pero tampoco se me pasa por alto que una candidata a diputada nacional por la agrupación que usted refiere (PRO) sostuvo públicamente que las Malvinas son inglesas… Por sus frutos los conoceréis. 

Piñera Macri © NA
El PRO, partido que lidera el ex presidente Mauricio Macri, emitió un comunicado que sorprendió a propios y extraños al llamar al diálogo para “llegar a un acuerdo” tras el reclamo del presidente chileno Sebastián Piñera. (foto: NA)

-¿Cuál ha sido la evolución -desde 1881 a la fecha- en cuanto a cesiones territoriales entre ambas naciones? 

-La historia demuestra que lo mejor que nos pudo pasar fue tener una previsibilidad con relación a nuestros diferendos limítrofes con los países vecinos (el tratado de 1881 nos dio esa alternativa) para evitar conflictos de tipo bélicos que nos hubiera desangrado y creado odios permanentes e insuperables; imposibles de olvidar. La historia de Europa es ésa; cuántas veces cambiaron de manos pueblos y regiones, y se disolvieron países, para a la vuelta de la esquina volver a enfrentarse por esos mismos territorios. Primera y Segunda Guerra Mundial son los ejemplos; pero la guerra por la ex Yugoslavia también nos debe hacer recapacitar. Y hoy todos son un triste recuerdo del poder colonial e imperial global que tuvieron. Tuvimos pérdidas y ganancias con el tratado de 1881, pero a pesar de que desde 1881 incorporamos a la “Patagonia” a la fecha -140 años- aún los argentinos tenemos una deuda tremenda que es la conquista real de la misma. Territorios extensísimos y riquísimos pero despoblados y casi no incorporados completamente a la Nación en su conjunto y logísticamente hablando y debemos recordarlo: nuestro Norte es el Sur.

¿Qué reflexiones le despiertan los tratados firmados entre ambos países y la evolución en los conflictos?

-Se me figuran tres como centrales: 1) Debemos recordar que los Tratados y su aplicación dependen de la voluntad política y del poder “real” de una nación. No es lo mismo la Argentina del 1881 económicamente fuerte -con un nuevo estado y ejército profesional-, y un Chile que -por más victorioso que hubiera salido de la Guerra del Pacífico- estaba desangrado y ocupando Perú. Hoy el país que tiene tremendas dificultades económicas políticas y cero poder de disuasión, de poder duro (el militar), es Argentina. 2) Los Organismos Internacionales emiten resoluciones que no son obligatorias, y por ello se debe tener prudencia cuando trabajamos en ese aspecto. Pero a los derechos que obtenemos, por más que no sean vinculantes, es el “poder real” del país el que los transforma (o no) en un estado de situación concreto. Y por último señalar que en política internacional también tienen importancia las relaciones estratégicas que se establezcan -en este caso las que establezca Argentina- , y ello sumado a una diplomacia activa, alerta y permanente nos permitirá sostener y mantener los intereses nacionales que siempre están en juego… Todo lo demás es voluntarismo y con eso no alcanza.  


Breve evolución histórica en los conflictos entre Chile y Argentina

  • 1843. Chile toma posesión del Estrecho de Magallanes y funda el fuerte Bulnes. Argentina reclamó rápidamente por esto.
  • 1881. Se firma el tratado de límites entre Argentina y Chile (ante el compromiso de la neutralidad argentina en la Guerra del Pacífico).
  • 1889. Argentina y Chile convocan a los EEUU para mediar en la entrega de parte de la Puna a Argentina por parte de Bolivia. EEUU falla a favor de Chile.
  • 1893. Se firma el protocolo para la división de Tierra del Fuego.
  • 1902. Se firman tres pactos. Uno aclaratorio en lo referente a la resolución pacífica de todo conflicto entre Argentina y Chile. Se designa a la corona británica como exclusiva mediadora entre ambas naciones.
  • Década del 60. El conflicto por la zona de Palena resuelto por el arbitrio de la corona británica a cargo de Isabel II. La corona falla también favorablemente a Chile sobre su soberanía en el Canal de Beagle y sobre las islas Lennox, Picton y Nueva.
  • 1978. Argentina desconoce este último fallo de la corona británica iniciándose un periodo de fuerte tensión.
  • 1979. Se recurre a la mediación papal a fin de resolver el conflicto por el Canal de Beagle y las tres islas.
  • 1984. A instancias del papa Juan Pablo II se firma el tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile promoviendo la cooperación e integración entre ambos países.
  • 1998. Se firma el Acuerdo entre la República de Chile y la República Argentina sobre los límites desde Monte Fitz Roy hasta el Cerro Daudet.
  • 2007. Según hace constar en su autobiografía, Memorias, el ex presidente chileno Ricardo Lagos, en ejercicio de su presidencia, advirtió al presidente argentino Néstor Kirchner con iniciar acciones bélicas contra Argentina por desabastecimiento de gas (esto fue confirmado por un ex funcionario argentino durante la presidencia de Néstor Kirchner). La breve tensión no tomó estado público en su momento.