Danny Perez Diaz entrevista al Profesor Sergio Rodriguez Gelfenstein y al director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

22 mil civiles muertos, y quizás podrían ser más del doble… Esa sería la cifra de las víctimas inocentes que ha dejado la llamada “guerra contra el terrorismo” de Estados Unidos tras el 11-S, según investigaciones de un grupo de monitoreo de daños civiles producidos por acciones militares, llamado Airwars.

Pero no sólo esto representa para muchos algo condenable, sino el hecho de que los propios responsables del daño no hagan un rastreo y cálculo de sus propias acciones, ni mucho menos publiquen datos fidedignos al respecto.

En pocas palabras si no fuera por el trabajo de comunidades locales, sociedad civil y agencias internacionales y humanitarias, números como éstos no saldrían a la luz. Incluso quizás se sigan elevando esas cifras o quizás nunca se dé con el número real de vidas inocentes pérdidas durante 2 décadas de invasión y guerra.

La propia Amnistía Internacional ha condenado la falta de rendición de cuentas de Washington y el hecho de que el Pentágono nunca ha intentado calcular el total de muertes civiles que ha dejado su campaña militar en el lapso de los últimos 20 años.

Lo cierto es que como señalan informes como el de Airwars, poco o nada ha reconocido Washington sus errores, incluso menos lo hacen cuando lanzan sus ofensivas hacia un objetivo que no es el enemigo.

Y aun así, cuando el jefe del Comando Central de EE.UU., general Kenneth McKenzie, reconoció el error de un ataque aéreo estadounidense el 29 de agosto de 2021 contra lo que se suponía era un «núcleo terrorista de Daesh» en Kabul, pero que se terminó saldando con la muerte de 10 civiles inocentes, entre ellos siete niños, deja abierta la pregunta:

Un país con la capacidad tecnológica de EE.UU. y sus potenciales sistemas de radares y detección. ¿Cómo podría justificar cometer errores de este nivel, al confundir a civiles inocentes con elementos terroristas?

En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos e interpretamos junto a nuestros expertos en la materia las revelaciones de este informe de Airwars y quienes han pagado con su vida, el costo de guerras interminables que aún se siguen desarrollando desde el terreno o los aires de países en Asia Ocidental. Acompáñenos.

Por Danny Pérez Díaz

IG: @Dannyperezdiaztv

FUENTE DE LA INVESTIGACION: https://airwars.org/news-and-investigations/tens-of-thousands-of-civilians-likely-killed-by-us-in-forever-wars/

Con la pandemia del coronavirus, el cambio climático y la crisis económica global como temas de cabecera para todos los participantes, ha iniciado la 76ª Asamblea General de la ONU. Estos temas afligen a todos en general. Hay otros, que afligen de forma más particular, y que tienen que ver con la guerra intestina de Occidente desatada por EEUU.

AUDIO:

La ONU huele a traición

EEUU y sus socios occidentales tienen que zanjar sus propias cuentas pendientes a causa de recientes cuchilladas traperas que Biden repartió a sus principales socios occidentales por igual: a gran parte de Europa por la estampida que provocó en Afganistán; y justo al borde del inicio de esta cumbre, con la formación de la alianza militar AUKUS, junto a Reino Unido y Australia. Los márgenes de esta Asamblea General de la ONU, tal vez sean un aperitivo de lo que esté por venir.La presente edición de esta cumbre «viene a demostrar que todas estas creaciones post Segunda Guerra Mundial están pasando por un momento de crisis profundísima de identidad y de posibilidad de continuar siendo la estructura para la que supuestamente fue creada, que eran mantener un orden internacional, garantizar que no hubiera conflictos armados, y frenar los despliegues de algunas potencias que podrían ser agresoras para el resto del mundo», advierte el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereira Mele.En opinión del experto, «en la práctica hemos visto que todo este objetivo que se plantearon los ganadores de la Segunda Guerra Mundial se ha ido diluyendo en el tiempo, y que prácticamente hoy en día es un club social».

El show de Bolsonaro y del ‘sheriff’ de Nueva York

Antes de comenzar el circo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, hizo su stand-up particular: negacionista declarado, y no inoculado contra el coronavirus, llegó a una ciudad donde no puede entrar a ningún lado ni a pedir un vaso de agua, sin que le pidan el pasaporte Covid.Así las cosas, el mandatario terminó, como cualquier neoyorquino, comiendo pizza de pie en la calle –algo celebrado en Twitter– ya que los restaurantes de la Gran Manzana le prohibieron el ingreso. Pero la anécdota no quedó en la intimidad doméstica que comparte con su círculo. La cosa llegó a las más altas esferas de Nueva York.Así, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, disparó metralla contra Bolsonaro: «Si no quiere vacunarse, no se moleste en venir aquí. Tenemos que mandar un mensaje a todos los líderes mundiales, incluido más notablemente a Bolsonaro, de Brasil, de que, si quieres venir aquí, tienes que estar vacunado».Entonces, el Ayuntamiento neoyorquino se metió de cabeza en la trifulca: arrogándose patente de corso –por otra parte algo común en cualquier mandatario del país norteamericano–, como un sheriff del mundo en miniatura, comunicó a la ONU que, según las normas municipales, cualquier persona que quiera ingresar al hemiciclo de la Asamblea debería presentar su prueba de vacunación.Y aunque comulga con ese salmo, el organismo lo mandó a tomar viento fresco. Ha dejado claro que el alcalde de Nueva York no tiene autoridad ninguna para exigir algo así a los jefes de Estado y de Gobierno: no puede imponer sus normas en la sede de la ONU, dado su estatus especial, es decir: el terreno donde se encuentra la sede de la ONU, no es territorio de EEUU, sino que es de todos los países que la integran. Un símil a lo que pasa con las Embajadas de cada país.Pereira Mele cree que esta primera reunión presencial tras el inicio de la pandemia es una clara demostración de que la ONU se ha convertido en un club. «Ver la actitud patética de un Bolsonaro teniendo que comer en la calle porque no lo dejan entrar en un restaurante porque no está vacunado, por ejemplo. Esto nos demuestra evidentemente esas contradicciones en las que se está viviendo en este período en que la pandemia parece mostrar una baja en los niveles de agresividad de la enfermedad».

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele en los Estudios Centrales de Radio Sputnik Moscu

Carlos Pereyra Mele en el Programa «Al caer la Tarde» por radio LT7 Corrientes «El despliegue norteamericano es solamente de tipo militar y hoy en día ya no solamente eso es algo caduco.
Hoy en día quien maneje la inteligencia artificial, quien maneje el 5g, quien maneje la tecnología de punta es el que se lleva, realmente, todo el podio de los ganadores. Y en esa área China había sacado 5 años de ventaja a EE. UU. Todo lo de mas es muy discutible…»
«China sigue adelante con su proyecto de la nueva ruta de la seda que esta tremendamente avanzado y que no lo pueden frenar. 

AUDIO

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

En la columna semanal del Club de la Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza su relato por Brasil, analizando las manifestaciones de Bolsonaro, en su desafío a la Corte de Justicia, avisando que no acataría sus decisiones y promoviendo acciones que evocan el asalto al Capitolio de Washington por las turbas de Trump. 

Luego sigue por Perú, donde sus poderes históricos continúan tratando de eliminar al presidente Castillo con argucias legales y amenazas de juicio político, y con una Constitución creada a medida de ese poder y desde un parlamento que no refleja los votos reales del electorado.

Mientras que desde Venezuela trae datos alentadores por el avance de las negociaciones entre Gobierno y oposición bajo el auspicio de México, y nos habla de los puntos posibles de acuerdos  y de que se podrían suavizar las crueles sanciones de EEUU y la UE, que tanto dolor injusto provoca al pueblo de ese país.

Y termina con la región resaltando las tensiones en el Mercosur por el anuncio del  presidente Lacalle Pou de sus gestiones unilaterales para un Tratado de Libre Comercio China – Uruguay por fuera del organismo. Mientras que China ha propuesto que Argentina ingrese en el grupo BRICS (las potencias emergentes). Dos hechos profundos que darán mucho que hablar. 

Sobre la actualidad internacional, nuestro director se refiere a la noticia de la ocupación íntegra del territorio Afganistán por el poder Talibán, con la toma del Valle del Panshir, y la formación de un gobierno provisional en ese país, recientemente abandonado por EEUU. También nos señala que tres iglesias cristianas (Católica, Ortodoxa y Anglicana) se han unido en un mensaje, con motivo de la cumbre en Glasgow sobre la Protección del Medio Ambiente, pidiendo «LA PROTECCIÓN DE LA CREACIÓN». 

Y entrando en materia de Geopolítica, Pereyra Mele nos ofrece un profundo análisis de LA GUERRA DEL YEMEN, (“una guerra ignorada y olvidada que casi nadie conoce”), empezando por su posición geográfica clave, mientras nos ilustra de los primeros brotes de violencia interna por sus enfrentamientos tribales y religiosos, de los hutíes en el contexto de la disputa entre suníes y chiitas, de la gasolina que echaron las Primaveras Árabes y como la injerencia Saudita la convirtió en una guerra mayor, cruel, terrible. Una guerra que la Petromonarquía y Occidente la imaginaban rápida y fácil y que ahora negocian la paz porque las bazas están virando. Lo que demuestra que el poderío armado, la alta tecnología y los mercenarios contratados, no son garantía de victoria. Y Afganistán es la prueba de esa realidad. 

Y desde esa perspectiva, el politólogo desentraña la estrategia geopolítica de las potencias anglosajonas con el Yemen. Un punto neurálgico y en disputa permanente, ya que sus costas son bañadas por el mar Arábigo, el Golfo de Adén y el Mar Rojo, por el cual fluye gran parte del tráfico marítimo internacional, que condiciona el comercio mundial y el paso de los petroleros del Golfo Pérsico hacia el Mediterráneo. Y por eso menciona al estrecho de Bab el-Mandeb, en el golfo de Adén, como un paso tan importante como el canal de Suez o el estrecho de Gibraltar y que depende del Yemen. Y de allí surgen los motivos de este conflicto que ya es otra GUERRA PROXY, tal cual las definió en el programa anterior. 

Entretanto nos confirma que corren mejores aires para  Siria, Irán y el Líbano luego de guerras impuestas, del sembrado de terroristas y de bloqueos sangrantes para sus pueblos. Todo por parte del imperio anglosajón. Lo que da paso a un cambio sustancial en las relaciones del poder en la región, donde Irán se confirma como potencia regional, que en Siria la guerra va llegando a su fin y que se neutraliza el hostigamiento al Líbano ante la rotura del embargo impuesto por Occidente. Unas realidades que dejan de ser propicias para los intereses de Washington y sus aliados.

Y termina reflexionando que: “El desafío geopolítico mundial se juega también en la península arábiga y con la guerra de Yemen.” 

Eduardo Bonugli (Madrid, 12/09/21)

Yemen entre Mar Rojo y Mar Arabigo: Tres Pasos claves: 1 Ormuz -Golfo Persico/Mar Arabigo – 2 Estrecho de Bab Al-Mandeb Mar Arabigo/Mar Rojo –3 Canal de Suez Mar Rojo/Mar Mediterraneo
Bab al Mandeb es una pieza importante en la disputa geopolítica regional. Por un lado, da acceso a los recursos minerales de África oriental, codiciados por economías occidentales, árabes y asiáticas. El continente africano reúne el 57% del cobalto del mundo y su suelo representa el 24% del terreno cultivable del planeta. Por otro lado, el estrecho es un chokepoint, un cuello de botella fundamental en el comercio global: alrededor del 10% del petróleo mundial que se transporta por mar pasa por aquí. Cualquier incidente en estas latitudes tiene consecuencias directas en los mercados internacionales.

El nuevo mundo que se está configurando, con un orden internacional cambiante y complejo, que nos está brindando oportunidades impensadas a la Argentina. Si nuestras dirigencias no perciben y entienden este momento del mundo y tratan de insertar a nuestro país en él inteligentemente para evitar que se nos caiga encima, habremos perdido una oportunidad histórica que no estará disponible para siempre. No es posible pensar hoy un modelo de país, si no pensamos dentro de este nuevo mundo que está emergiendo. Perón maestro y estadista nos enseñaba que la política internacional es la política en grande, seria y que la política nacional son asuntos de entrecasa; tan invertido esta esté orden de la cosa hoy, que prácticamente la política ha desaparecido sepultada por la anti política que es el reino de la no idea y su práctica es el vuelo gallináceo y gana el que mejor lo practica. Los argentinos debemos darnos a la tarea de recuperar la política como la más alta expresión de la ética humana puesta al servicio del bien común. como un acto de servicio hacia los demás, para superar nuestra viciosa «politización» y conquistar una «cultura política» como nos enseñaba Perón. Laboriosa empresa, pero necesaria para poder volver a pensar en grande y poder recuperar la grandeza. Dr. Antonio Mitre Colaborador de Dossier Geopolitico

POLITICA INTERNACIONAL

Los EEUU luego de su retiro y abandono de Afganistán y del Asia Central, está reformulando su presencia y su rol en el Asia Occidental para preocupación de sus aliados regionales, en particular Israel. Los estados de la región deberán readaptarse a esta nueva situación. Con el telón de fondo de la debilidad y decadencia progresiva, la nueva administración estadounidense, se enfoca en los intereses vitales de los EEUU.

EEUU está buscando un nuevo lugar en el mundo que emerge, tratará de adaptarse a él y para ello hará los cambios necesarios y posibles. Entre otras cosas no se empantanará en conflictos abiertos en ninguna región.

APARECE LA DOCTRINA BIDEN EL GOLFO PÉRSICO

Por M.K.Bhadrakumar 13 de setiembre

Los signos incipientes de una reducción de Estados Unidos en Arabia Saudita han aparecido en una serie de movimientos en las últimas dos o tres semanas. En una vía paralela, la Administración Biden tiene en cuenta que el nuevo gobierno iraní está regresando a la mesa de negociaciones en Viena sobre cuestiones nucleares.

Las maniobras interconectadas se basan, indirectamente al menos en este punto, en un alivio esperado de las tensiones entre Estados Unidos e Irán en un futuro concebible.

Sin duda, la Administración Biden acaba de hacer una gran declaración en sus estrategias regionales en Asia occidental al eliminar el sistema de defensa antimisiles más avanzado de EE. UU. y las baterías Patriot desplegadas en Arabia Saudita para contrarrestar a Irán y enfrentar los ataques aéreos de los rebeldes hutíes de Yemen. 

Riad ya mostró su disgusto al cancelar abruptamente una visita programada al reino del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin. 

El Pentágono citó «problemas de programación» como la razón, pero el aplazamiento se produjo cuando Austin ya estaba en la región en ruta a Arabia Saudita después de visitar Qatar, Bahrein y Kuwait. 

La agencia de noticias oficial de Irán, IRNA, se ha apresurado a concentrarse en nuevos movimientos de Estados Unidos en Arabia Saudita. Un comentario de IRNA el domingo se titula ¿Tiene la intención de EE.UU. retirar 20 mil soldados de Arabia Saudita? 

Mientras tanto , en una intrigante coincidencia el viernes, la Administración Biden desclasificó un informe del FBI de 16 páginas que vinculaba a los secuestradores del 11 de septiembre con ciudadanos saudíes que vivían en Estados Unidos. La NPR ha comentado: 

«El informe parcialmente redactado muestra una relación más estrecha de la que se conocía anteriormente entre dos saudíes en particular, incluido uno con estatus diplomático, y algunos de los secuestradores … Si bien la Comisión fue en gran medida incapaz de vincular a los hombres saudíes con los secuestradores, el documento del FBI describe múltiples conexiones y llamadas telefónicas   Aunque el documento del FBI no establece ningún vínculo directo entre los secuestradores del 11 de septiembre y el gobierno de Arabia Saudita en su conjunto, valida los argumentos en esa dirección y, junto con la evidencia pública recopilada hasta la fecha, proporciona un modelo de cómo Al Qaeda operaba dentro de los EE. UU. con el apoyo activo y consciente del gobierno saudí. Lee mas

Curiosamente, secciones muy influyentes de los medios de comunicación iraníes también han informado que Estados Unidos ha evacuado tres de las 13 bases militares estadounidenses en Siria en las últimas semanas.

Por supuesto, estos son los primeros días, pero si la retirada de las tropas continúa, los principales perdedores serán los kurdos sirios, pero los estados regionales también serán llamados a adaptarse a las nuevas realidades en Siria. 

Teherán seguirá de cerca los desarrollos posteriores. En pocas palabras, en este complejo telón de fondo regional, el nuevo gobierno del presidente Ebrahim Raisi ha demostrado una notable flexibilidad para resolver el desacuerdo sobre el retraso en el mantenimiento del equipo de monitoreo en el sitio nuclear de Natanz por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica [OIEA]. 

La declaración conjunta emitida en Teherán el domingo después de una visita del Director General del OIEA, Rafael Grossi, dice: “Los inspectores del OIEA pueden reparar el equipo identificado y reemplazar sus medios de almacenamiento que se mantendrán bajo los sellos conjuntos del OIEA y AEOI en la República Islámica. de Irán. La forma y el momento los acuerdan las dos partes «. 

Esto puede parecer un paso de bebé incipiente, pero la discordia amenazó con convertirse en una bola de nieve en un enfrentamiento en la Junta de Gobernadores de 35 naciones de la AIEA esta semana en el que las potencias occidentales amenazaban con buscar una resolución que criticara a Irán por obstaculizar al organismo de control de la ONU. (El tono optimista de los comentarios públicos de Grossi en Teherán fue evidente).

De hecho, también tiene un significado más profundo, ya que no solo es la primera decisión importante de política nuclear adoptada por Raisi, sino que transmite una actitud constructiva. De hecho, Teherán se está preparando para la demorada séptima ronda de negociaciones nucleares en Viena. 

Lo que hace que esto sea aún más significativo es que Rusia se está coordinando con Estados Unidos para instar a Irán a avanzar en esta dirección. El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergey Ryabkov, dijo en Moscú el jueves que las formas de reanudar las negociaciones en Viena se discutieron durante las conversaciones con el enviado especial de Estados Unidos para Irán, Robert Malley, del 8 al 9 de septiembre. Él dijo,

«Es importante destacar que compartimos con los estadounidenses un entendimiento sobre la necesidad de seguir avanzando en las negociaciones, que deben reanudarse desde el punto en que las partes se detuvieron en junio, cuando se interrumpieron las negociaciones».  

Rusia, por supuesto, va a la liga extra para navegar las conversaciones nucleares. En un gesto significativo hacia el gobierno de Raisi, Rusia ha asignado un préstamo de $ 5 mil millones a Irán para el desarrollo de la planta de energía nuclear de Bushehr y algunos otros proyectos. 

Curiosamente, estos proyectos incluyen la implementación del ferrocarril Incheboron-Zahedan, que se espera que conecte la red ferroviaria rusa con los puertos iraníes de Bandar Abbas y Chabahar. 

Sin duda, Rusia está ayudando a que los planes de Irán emerjan como un centro de conectividad regional entre el Golfo Pérsico, África y Asia del Sur con Afganistán y Asia Central y Eurasia en general.  

Es una estimación realista de que Moscú está en el proceso de mejorar la trayectoria de la cooperación económica ruso-iraní a la espera del levantamiento de las sanciones contra Irán.  El presidente Putin no aspirará a ser el nuevo alguacil en Asia occidental ni se complacerá con la grandilocuencia, pero Moscú tampoco dejará de notar que la retirada de Estados Unidos de Arabia Saudita y un acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán pueden abrir nuevas vías para promover los intereses rusos. . 

Por lo tanto, si bien una forma de ver el nuevo acuerdo de cooperación militar ruso-saudí firmado en Moscú el 24 de agosto podría ser que Riad está mostrando su voluntad de diversificar sus relaciones de defensa más allá de su enfoque desde hace mucho tiempo en los EE. UU., Sin lugar a dudas, también sirve como un signo de crecimiento entre el Kremlin y el reino.

El acuerdo fue firmado por el viceministro de Defensa de Arabia Saudita, el príncipe Khalid Bin Salman, que también es el hermano menor del poderoso príncipe heredero Mohammed bin Salman.   

Todos estos sucesos sucesivos a lo largo de las últimas dos semanas «posteriores a Afganistán», tomados en conjunto, presagian vientos de cambio que soplan en la región del Golfo. 

Parece que la Doctrina Biden está fuera de la mesa de dibujo, una característica clave es el enfoque en los intereses nacionales vitales de Estados Unidos. 

Fundamentalmente, el patrón que está surgiendo en el llamado Gran Medio Oriente es que Estados Unidos está buscando un nuevo lugar en el mundo y no se empantanará en conflictos abiertos en ninguna región. 

Dicho de otra manera, aparte de las perspectivas para la conclusión de un acuerdo entre Estados Unidos e Irán sobre el tema nuclear claramente mirando hacia arriba, está apareciendo en el horizonte todo un espectro de opciones estratégicas. 

Los informes de Teherán sugieren que el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, planea visitar Nueva York a finales de este mes para asistir a la Asamblea General anual de la ONU. Tradicionalmente, es una ocasión en la que la diplomacia de Irán dispara todos los cilindros.

Amir-Abdollahian no es ajeno a los funcionarios estadounidenses.  Es un diplomático experimentado que trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores de 2005 a 2016. Había participado en las conversaciones con Estados Unidos en 2007 en Bagdad, lo que lo llevó a uno de esos raros momentos en los que las dos partes pudieron desarrollar un terreno común y una relación de trabajo pragmática en Irak basada en la convergencia de intereses.

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

Las Guerras por el Agua llegaron

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna semanal del Club de La Pluma alertando que la saturación de noticias sobre Afganistán tiene mucho más que ver con la propaganda que con la información y que procura la victimización de Occidente ante su humillante derrota. 

Y de inmediato entra de lleno en nuestro continente donde la situación es fluida en conflictos, para hablarnos del intento de suicidio de la ex golpista y tirana, Jeanine Áñez, que va camino de victimizarse con el apoyo de los sectores económicos, de las fuerzas armadas y especialmente de Washigton, donde están fugados la gran parte de los responsables del golpe.

También se lamenta del asesinato esta semana, del joven dirigente político, Esteban Mosquera, a manos de los sicarios colombianos en este narco estado manejado por los presidentes Uribe y Duque. Y nos confirma que la resistencia popular ha vuelto a activar paros y movilizaciones para forzar un cambio político y un trasvase generacional, como en casi toda Sudamérica, contra la seudo democracia liberal impuesta por EEUU.

Y además, da cuenta del ridículo escándalo de la oposición peruana al intentar impedir el juramento en lengua Quechua de un nuevo ministro de Pedro Castillo, como lo permite la constitución y que demuestra la estrategia de evitar, con cualquier excusa, que no se consolide en Perú el nuevo gobierno legítimo. 

Luego, Carlos nos lleva hasta Etiopía donde ha explotado la anunciada Guerra del Agua con sus primeros 210 muertos, por el llenado de una mega represa en ese país, en lo alto del río Nilo, que afecta al caudal que baja hacia Sudán y Egipto. Y al explicar los detalles de esta violencia tribal, el analista ve la acción de una “mano negra” en la misma, mientras nos señala el hilo conductor de las nuevas formas estructurales del terrorismo supranacional, que condicionan y desestabilizan gobiernos, hasta el punto de que no puedan disponer de sus propios recursos naturales. 

Y ya sobre Afganistán, aborda el resurgimiento del ISIS con los atentados de Kabul que vienen en auxilio de Occidente porque le victimiza y le da excusas para acelerar su retirada, y nos ilustra de los orígenes de este grupo terrorista llamado también DAESH o Estado Islámico, con los dineros de Arabia Saudí, y la participación en ello de EEUU, Inglaterra y Francia, en todas las guerras funcionales a Washington, siempre para crear el caos permanente en el cercano y mediano Oriente, como ocurrió en Siria e Irak, donde el ISIS solo terminó derrotado gracias a las tropas de esos países, a la lucha de Hezbolá, de Irán y de la fuerza aérea rusa. También nos habla de lo que el ISIS es al Islam y de lo que fueron para su formación, las escuelas coránicas de Las Madrazas.

También se refiere a las teorías occidentales sobre “células durmientes talibanes”, del gran desastre que deja Occidente, de la democracia cleptómana basada en el robo a gran escala que desplazó a la idea inviable de una democracia liberal, del imperio de un estado generalizado de corrupción durante los 20 años, de la “locura de Occidente” tratando de imponerse por encima de un milenario mosaico de sociedades, culturas y religiones que conforman decenas y decenas de etnias ancestrales. 

Y aborda la importancia geopolítica de los yacimientos de litio y de las tierras raras en una zona que afecta a la Ruta de la Seda, de los intereses de Rusia y de las gestiones de China para que haya de verdad un nuevo Talibán 2.0, inclusivo y catalizador de tribus.. 

Tampoco falta su análisis sobre el destino desconocido de los 2,6 billones de dólares gastados en la guerra, ni del fabuloso negocio de la banca occidental por financiarla, que ya se habría embolsado 700 millones de los mismos en concepto de intereses, más lo que venga en el futuro, por otorgar un préstamo casi imposible de pagar

Y mientras sentencia que: “… detrás de estos atentados está la mano negra de…  ya sabemos quién”, nuestro director también define durante el audio la palabra TERRORISMO como «Toda acción violenta con fines políticos«. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 29/08/21)

La represa que podria llevar a un nuevo escenario de Guerra en Africa

Por Denis Korkodinov

La demostración de una clara demarcación de intereses entre los grupos de movilización popular iraquí y el gobierno nacional fue el desfile de formaciones armadas en la Zona Verde de Bagdad el 26 de mayo de 2021. El motivo de la organización de este evento fue el arresto del comandante de las fuerzas de movilización en el oeste de Anbar, Qasem Musleh al-Khafaji. Así, representantes de la milicia y, sobre todo, «Asaib Ahl al-Haq», «Brigadas de Hezbollah» y algunas facciones de la «Coalición Al-Fateh» informaron sin ambigüedades al Primer Ministro del país Mustafa al-Kazimi que los poderes de el gabinete de transición que encabece debe limitarse exclusivamente a reformas políticas y en ningún caso debe interferir en el ámbito de intereses de las formaciones armadas. A su vez, lo más probable es que el gobierno iraquí no pretenda colocarse en un marco rígido de condiciones impuestas por la milicia, por lo que está dispuesto a continuar la práctica de presionar a los grupos armados iraquíes para forzarlos. para presentar a Bagdad oficial.

Vale la pena señalar que las contradicciones actuales entre el gobierno nacional iraquí y la milicia no son únicas en su contenido. El conflicto lleva mucho tiempo ardiendo en las profundidades de la sociedad iraquí, dadas las repetidas declaraciones públicas del primer ministro Mustafa al-Kazimi sobre la necesidad de abolir la mayoría de las unidades de movilización popular. Sin embargo, el arresto de Qasem Musleh al-Khafaji sirvió como una «línea roja», que cruzó la cual el gabinete de ministros iraquí enfureció seriamente a los líderes de la milicia.

Por primera vez, las unidades de movilización popular participaron en la crisis política interna iraquí. El punto de partida para esto fueron los numerosos discursos del ministro de Defensa iraquí, Jumaa Inad, quien cuestionó la participación de la milicia en la lucha contra ISIS. En particular, dijo que el papel clave de la milicia en la eliminación de células terroristas es, por decir lo menos, exagerado. De hecho, según Jumaa Inad, Irak está obligado a liberar al ejército regular del «Estado Islámico».

Tales declaraciones fueron una de las principales razones por las que la milicia iraquí lanzó la iniciativa de realizar un desfile militar en Bagdad el 26 de mayo de 2021, y así envió un mensaje claro al gobierno nacional de que no se debe subestimar el factor callejero iraquí.

Mientras tanto, debido a la actitud hacia el liderazgo central en las filas de las milicias iraquíes, ha habido una clara división. Los puntos centrales de desacuerdo fueron: la determinación de los límites de los poderes del Estado para garantizar la seguridad nacional y el grado de participación de las formaciones armadas en la vida política del país. Como resultado, los representantes de la Bagdad oficial esperan excluir a los líderes de la milicia del proceso electoral, para no permitirles ingresar al gobierno nacional.

El desfile militar del 26 de mayo de 2021 también provocó divisiones dentro del campo de la oposición iraquí. La sociedad iraquí se mostró ambivalente ante la iniciativa de las milicias, quienes, en lugar de aprender a resolver problemas con el gobierno nacional en el plano político, decidieron demostrar su fuerza. Los iraquíes comunes vieron esto como una señal para otra escalada del conflicto armado en el escenario interno. En este contexto, muchos líderes de las milicias llegaron a la conclusión de que no deberían haberse distanciado tan bruscamente de Bagdad y, por lo tanto, ahuyentado a una parte significativa de la población local.

El gobierno de Mustafa al-Kazimi aprovechó las divisiones entre sus oponentes y dijo que la noticia del arresto del comandante de las fuerzas de movilización en el oeste de Anbar, Qasem Musleh al-Khafaji, era falsa. Esta declaración recibió una amplia respuesta entre los ciudadanos, la mayoría de los cuales comenzó a criticar a los líderes de las milicias, acusándolos de intensificar artificialmente el conflicto. Al mismo tiempo, el liderazgo iraní también fue criticado, gracias a que el régimen del ayatolá comenzó a negociar con la milicia iraquí sobre la formación de formaciones armadas secretas del IRGC en las cercanías de Bagdad.

Tal delimitación en el campo de la oposición iraquí, impulsada por el liderazgo central del país, provocó múltiples enfrentamientos por disputas sobre la necesidad de garantizar la imagen del Estado. El jefe de la organización, Badr Hadi al-Amiri, ha vinculado repetidamente la imagen de la milicia con la imagen de Irak, creyendo que quien ignora la voz del pueblo ignora la voz del estado. Sin embargo, el gobierno nacional utiliza sistemáticamente la fuerza bruta para reprimir la posición de las unidades de movilización popular, y así, basándose en la lógica de Hadi al-Amiri, socava la imagen de Irak.

Es de destacar que el titular del Consejo Supremo Islámico Ammar al-Hakim pronunció palabras de condena al desfile militar del 26 de mayo de 2021 y, con ello, confirmó que existen diferencias fundamentales en las filas de la oposición iraquí, principalmente en temas políticos. asuntos. Prueba clara de ello es también el hecho de que durante una de las recientes sesiones parlamentarias, representantes de la coalición Al-Fateh atacaron al ministro de Defensa del país, acusándolo de traición e incitación a la rebelión.

En estas condiciones, la crisis política interna en Irak en un futuro próximo puede desarrollarse en dos direcciones. En primer lugar, el escenario de cambiar las tácticas de la milicia popular hacia la moderación parece muy realista. Esto se debe a la necesidad de evitar un mayor agravamiento de la posición de la milicia en la escena política. Sin embargo, esto no indica en absoluto el final de la lucha contra Mustafa al-Kazimi. Mientras tanto, podemos hablar, muy probablemente, de alguna forma de tregua entre las formaciones armadas y el primer ministro del país. Al mismo tiempo, el foco principal de las unidades de movilización popular se centrará en el ministro de Defensa iraquí, que ha sido elegido como el principal objetivo del descontento general con los resultados de la política iraquí.

Además, no se puede descartar un escenario de derramamiento de sangre a gran escala, especialmente en vísperas de las próximas elecciones parlamentarias en el país. Al parecer, Bagdad no tiene la intención de detener sus acciones agresivas después del arresto de Qasem Musleh al-Khafaji. Como resultado, se esperan nuevas provocaciones, que serán percibidas por los líderes de la oposición como «la gota que colmó el vaso de la paciencia iraquí». En cualquier caso, el gobierno de Mustafa al-Kazimi, luego del desfile militar del 26 de mayo de 2021, llegó a la conclusión de que puede seguir ejerciendo presión sobre las formaciones armadas sin temor a la indignación popular, ya que los iraquíes comunes, por la en su mayor parte, están cansados ​​de interminables conflictos internos. Por lo tanto, Bagdad puede intentar aumentar la presión, reafirmando la creencia de que esto no tendrá consecuencias trágicas. Mientras tanto, la posibilidad real de que la calle iraquí se movilice se puede observar abiertamente en la víspera del día de la votación el 10 de octubre de 2021, cuando es muy probable que Bagdad decida posponer la fecha de las elecciones o disolver la milicia, lo que empujará a la gente a rebelarse. 

Publicado el 14 de Junio en: http://oneworld.press/?module=articles&action=view&id=2081 

Por DENIS KORKODINOV: Editor del Servicio de Investigación de la revista sociopolítica interestatal «World Community».

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Los beneficios del apoyo de los EEUU ya no superan sus costos.

por Stephen M. Walt  27 DE MAYO DE 2021,

La última ronda de combates entre israelíes y palestinos terminó de la manera habitual: con un alto el fuego que dejó a los palestinos en una situación peor y los problemas fundamentales sin abordar. También proporcionó más evidencia de que Estados Unidos ya no debería brindar a Israel apoyo económico, militar y diplomático incondicional. Los beneficios de esta póliza son cero y los costos son altos y en aumento. En lugar de una relación especial, Estados Unidos e Israel necesitan una relación normal.

Érase una vez, una relación especial entre Estados Unidos e Israel podría haberse justificado por motivos morales. La creación de un estado judío fue vista como una respuesta apropiada a siglos de antisemitismo violento en el Occidente cristiano, incluido, entre otros, el Holocausto. Sin embargo, el argumento moral era convincente sólo si se ignoraban las consecuencias para los árabes que habían vivido en Palestina durante muchos siglos y si se creía que Israel era un país que compartía los valores básicos de Estados Unidos. También aquí el panorama era complicado. Israel pudo haber sido «la única democracia en el Medio Oriente», pero no era una democracia liberal como Estados Unidos, donde se supone que todas las religiones y razas tienen los mismos derechos (por muy imperfectamente que se haya cumplido ese objetivo). De acuerdo con los objetivos centrales del sionismo,

Hoy, sin embargo, décadas de brutal control israelí han demolido el argumento moral a favor del apoyo incondicional de Estados Unidos. Los gobiernos israelíes de todo tipo han ampliado los asentamientos, han negado a los palestinos derechos políticos legítimos, los han tratado como ciudadanos de segunda clase dentro del propio Israel y han utilizado el poder militar superior de Israel para matar y aterrorizar a los residentes de Gaza, Cisjordania y Líbano con casi impunidad. Dado todo esto, no es de extrañar que Human Rights Watch y la organización israelí de derechos humanos B’TselemRecientemente han publicado informes convincentes y bien documentados que describen estas diversas políticas como un sistema de apartheid. La deriva hacia la derecha de la política interna de Israel y el creciente papel de los partidos extremistas en la política israelí han dañado aún más la imagen de Israel, incluso entre muchos judíos estadounidenses .

En el pasado, también era posible argumentar que Israel era un activo estratégico valioso para Estados Unidos, aunque su valor a menudo se exageraba. Durante la Guerra Fría, por ejemplo, respaldar a Israel fue una forma efectiva de controlar la influencia soviética en el Medio Oriente porque el ejército de Israel era una fuerza de combate muy superior a las fuerzas armadas de clientes soviéticos como Egipto o Siria. Israel también proporcionó inteligencia útil en ocasiones.

Sin embargo, la Guerra Fría ha terminado durante 30 años, y el apoyo incondicional a Israel hoy crea más problemas para Washington de los que resuelve. Israel no pudo hacer nada para ayudar a Estados Unidos en sus dos guerras contra Irak; de hecho, Estados Unidos tuvo que enviar misiles Patriot a Israel durante la primera Guerra del Golfo para protegerlo de los ataques Scud iraquíes. Incluso si Israel merece crédito por destruir un reactor nuclear sirio naciente en 2007 o ayudar a desarrollar el virus Stuxnet que dañó temporalmente algunas centrifugadoras iraníes, su valor estratégico es mucho menor que durante la Guerra Fría. Además, Estados Unidos no tiene que proporcionar a Israel un apoyo incondicional para cosechar beneficios como estos.

Mientras tanto, los costos de la relación especial siguen aumentando. Los críticos del apoyo de Estados Unidos a Israel a menudo comienzan con los más de $ 3 mil millones de dólares de ayuda militar y económica que Washington proporciona a Israel cada año, a pesar de que Israel es ahora un país rico cuyo ingreso per cápita ocupa el puesto 19 en el mundo. Sin duda, hay mejores formas de gastar ese dinero, pero es una gota en el mar para Estados Unidos, un país con una economía de 21 billones de dólares. Los costos reales de la relación especial son políticos.

Como hemos visto durante la semana pasada, el apoyo incondicional a Israel hace que sea mucho más difícil para Estados Unidos reclamar la autoridad moral en el escenario mundial. La administración Biden está ansiosa por restaurar la reputación y la imagen de Estados Unidos después de cuatro años bajo el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Quiere establecer una distinción clara entre la conducta y los valores de Estados Unidos y los de sus oponentes como China y Rusia y, en el proceso, restablecerse como el eje principal de un orden basado en reglas. Por esta razón, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la administración iba a colocar «la democracia y los derechos humanos en el centro de nuestra política exterior». Pero cuando Estados Unidos está solo y veta tres resoluciones separadas de alto el fuego del Consejo de Seguridad de la ONU, reafirma repetidamente el «derecho de Israel a defenderse», autoriza el envío de armas a Israel por un valor adicional de 735 millones de dólares y ofrece a los palestinos sólo una retórica vacía sobre su derecho vivir con libertad y seguridad mientras se apoya una solución de dos estados (esta última es una posibilidad que pocas personas conocedoras ya toman en serio), su pretensión de superioridad moral queda expuesta como hueca e hipócrita. Como era de esperar, China se apresuró a criticar la posición de EE. UU., y el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, destacó la incapacidad de Estados Unidos para actuar como un intermediario imparcial al ofrecer en su lugar albergar conversaciones de paz entre israelíes y palestinos . Probablemente no fue una oferta seria, pero Pekín difícilmente podría hacerlo peor que Washington en las últimas décadas.

Otro costo duradero de la “relación especial” es el desproporcionado que consumen las relaciones de ancho de banda de política exterior con Israel. Biden, Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan tienen mayores problemas de los que preocuparse que las acciones de un pequeño país del Medio Oriente. Sin embargo, aquí Estados Unidos se encuentra nuevamente envuelto en una crisis en gran parte de su propia creación que exige su atención y le quita un tiempo valioso para lidiar con el cambio climático, China, la pandemia, la desconexión afgana, la recuperación económica y una serie de problemas más graves. . Si Estados Unidos tuviera una relación normal con Israel, recibiría la atención que se merece, pero no más.

En tercer lugar, el apoyo incondicional a Israel complica otros aspectos de la diplomacia estadounidense en Oriente Medio. Negociar un nuevo acuerdo para revertir y limitar el potencial de armas nucleares de Irán sería mucho más fácil si la administración no enfrentará la oposición constante del gobierno de Netanyahu, sin mencionar la oposición implacable de los elementos de línea dura del lobby israelí aquí en los Estados Unidos. . Una vez más, una relación más normal con el único país del Medio Oriente que realmente tiene armas nucleares ayudaría al esfuerzo de Washington de limitar la proliferación en otros lugares.

El deseo de proteger a Israel también obliga a Estados Unidos a entablar relaciones con otros gobiernos de Oriente Medio que tienen poco sentido estratégico o moral. El apoyo de Estados Unidos a la desagradable dictadura de Egipto (que incluye ignorar el golpe militar que destruyó la incipiente democracia del país en 2011) tiene en parte la intención de mantener a Egipto en buenos términos con Israel y en oposición a Hamas. Estados Unidos también ha estado más dispuesto a tolerar los abusos de Arabia Saudita (incluida su guerra aérea en Yemen y el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi) a medida que se profundiza la alineación tácita de Riad con Israel.

Cuarto, décadas de apoyo incondicional a Israel ayudaron a crear el peligro que Estados Unidos ha enfrentado por el terrorismo. Osama bin Laden y otras figuras clave de Al Qaeda fueron muy claros en este punto: la combinación del firme apoyo estadounidense a Israel y el duro trato de Israel a los palestinos fue una de las principales razones por las que decidieron atacar al «enemigo lejano». No era la única razón, pero tampoco una preocupación trivial. Como el Informe oficial de la Comisión del 11-Sescribió sobre Khalid Sheikh Mohammed (KSM), a quien describió como el «arquitecto principal» del ataque: «por su propia cuenta, la animadversión de KSM hacia los Estados Unidos no se debió a sus experiencias allí como estudiante, sino más bien a su violento desacuerdo con la política exterior de Estados Unidos a favor de Israel «. Los riesgos del terrorismo no desaparecerían si Estados Unidos tuviera una relación normal con Israel, pero una posición más imparcial y moralmente defendible ayudaría a disminuir las actitudes anti-estadounidenses que han contribuido al extremismo violento en las últimas décadas.

La relación especial también está relacionada con las desventuras más grandes de Estados Unidos en el Medio Oriente, incluida la decisión de invadir Irak en 2003. Israel no imaginó esta idea descabellada —los neoconservadores pro-israelíes en Estados Unidos merecen ese dudoso honor— y algunos líderes israelíes se opusieron a la idea al principio y querían que la administración de George W. Bush se concentrará en Irán en su lugar. Pero una vez que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, decidió que derrocar al entonces líder iraquí Saddam Hussein sería el primer paso en un programa más amplio de «transformación regional», altos funcionarios israelíes, incluidos Netanyahu y los ex primeros ministros israelíes Ehud Barak y Shimon Peres, se metió en el acto y ayudó a vender la guerra al pueblo estadounidense. Barak y Peres escribieron argumentos o aparecieron en medios estadounidensespara conseguir apoyo para la guerra, y Netanyahu fue al Capitolio para dar un mensaje similar al Congreso. Aunque las encuestas mostraron que los judíos estadounidenses tendían a apoyar menos la guerra que el público en general, el Comité de Asuntos Públicos de Israel y Estados Unidos y otras organizaciones del lobby israelí también apoyaron al partido de la guerra . La relación especial no causó la guerra, pero las estrechas conexiones entre los dos países ayudaron a allanar el camino.

La relación especial, y el conocido mantra de que el compromiso de Estados Unidos con Israel es «inquebrantable», también ha hecho que ser pro-Israel sea una prueba de fuego para servir en el gobierno y ha impedido que muchos estadounidenses capaces contribuyan con su talento y dedicación a la vida pública . Apoyar fervientemente a Israel no es una barrera para una posición alta en el gobierno — en todo caso, es una ventaja — pero ser incluso levemente crítico significa problemas instantáneos para cualquier persona designada. Ser percibido como insuficientemente «pro-Israel» puede descarrilar un nombramiento, como sucedió cuando el veterano diplomático y exsecretario adjunto de Defensa de EE. UU ., Chas W. Freeman, fue elegido inicialmente para encabezar el Consejo de Inteligencia Nacional en 2009, o puede obligar a los nominados a denigrar actos de contrición yabnegación . El caso reciente de Colin Kahl , cuya nominación como subsecretario de Defensa para Políticas apenas obtuvo la confirmación del Senado a pesar de sus impecables credenciales , es otro ejemplo de este problema, por no hablar de las muchas personas bien calificadas que ni siquiera son consideradas para su nombramiento debido a los equipos de transición. no deseo invitar a la controversia. Permítanme enfatizar que la preocupación no es que tales individuos no fueran lo suficientemente dedicados a los Estados Unidos; el temor era que pudieran no estar inequívocamente comprometidos a ayudar a un país extranjero.

Esta situación malsana impide que las administraciones demócrata y republicana busquen los mejores talentos y se suma a la creciente deshonestidad del discurso público estadounidense. Los expertos en política ambiciosos aprenden rápidamente a no decir lo que realmente piensan sobre los problemas relacionados con Israel y, en cambio, a hablar tópicos familiares incluso cuando están en desacuerdo con la verdad. Cuando estalla un conflicto como el más reciente de violencia en Gaza, los funcionarios públicos y los secretarios de prensa se retuercen en sus podios, tratando de no decir nada que pueda causarles problemas a ellos mismos oa sus jefes. El peligro no es que queden atrapados en una mentira; el riesgo real es que, sin saberlo, digan la verdad. ¿Cómo se puede tener una discusión honesta sobre los repetidos fracasos de la política estadounidense en Oriente Medio cuando las consecuencias profesionales de desafiar la visión ortodoxa son potencialmente desalentadoras?

Sin duda, comienzan a aparecer grietas en la relación especial . Es más fácil hablar sobre este tema de lo que solía ser (asumiendo que no esperas un trabajo en el Departamento de Estado o de Defensa), y personas valientes como Peter Beinart y Nathan Thrall han ayudado a traspasar el velo de la ignorancia que hace mucho tiempo. rodeado de estos temas. Algunos partidarios de Israel han cambiado sus posiciones de manera que les dan un gran crédito . La semana pasada, el New York Times publicó un artículo detallando las realidades del conflicto.de una manera que rara vez, o nunca, se ha hecho antes. Los viejos clichés sobre la «solución de dos Estados» y el «derecho de Israel a defenderse» están perdiendo su poder de maleficio, e incluso algunos senadores y representantes han moderado su apoyo a Israel últimamente, al menos retóricamente. Pero la pregunta clave es si este cambio de discurso conducirá a un cambio real en la política estadounidense y cuándo lo hará.

Pedir el fin de la relación especial no es abogar por boicots, desinversiones y sanciones o el fin de todo el apoyo de Estados Unidos. Más bien, es pedir que Estados Unidos tenga una relación normal con Israel similar a las relaciones de Washington con la mayoría de los demás países. Con una relación normal, Estados Unidos respaldaría a Israel cuando hiciera cosas que fueran consistentes con los intereses y valores de Estados Unidos y se distanciara cuando Israel actuó de otra manera. Estados Unidos ya no protegería a Israel de la condena del Consejo de Seguridad de la ONU, excepto cuando Israel claramente mereciera tal protección. Los funcionarios estadounidenses ya no se abstendrán de criticar directamente y sin rodeos el sistema de apartheid de Israel. Políticos estadounidenses, expertos,perder sus trabajos o ser enterrados en un coro de difamaciones por motivos políticos.

Una relación normal no es un divorcio: Estados Unidos continuaría comerciando con Israel y las empresas estadounidenses seguirían colaborando con sus contrapartes israelíes en cualquier número de empresas. Los estadounidenses seguirían visitando Tierra Santa, y los estudiantes y académicos de los dos países continuarían estudiando y trabajando en las universidades de los demás. Los dos gobiernos podrían continuar compartiendo inteligencia sobre algunos temas y consultar con frecuencia sobre una serie de temas de política exterior. Estados Unidos aún podría estar listo para acudir en ayuda de Israel si su supervivencia estuviera en peligro, como podría estarlo para otros estados. Washington también se opondría firmemente al antisemitismo genuino en el mundo árabe, en otros países extranjeros y en su propio patio trasero.

Una relación más normal también podría beneficiar a Israel. Desde hace mucho tiempo, el cheque en blanco de apoyo de Estados Unidos ha permitido a Israel seguir políticas que han fracasado repetidamente y han puesto en mayor duda su futuro a largo plazo. El principal de ellos es la empresa de asentamientos en sí misma y el deseo no tan oculto de crear un » Gran Israel » que incorpore Cisjordania y confine a los palestinos en un archipiélago de enclaves aislados . Pero se podría agregar a la lista la invasión de Líbano en 1982 que produjo a Hezbollah, los esfuerzos israelíes pasados para reforzar a Hamas para debilitar a Fatah, el asalto letal al buque de socorro de Gaza Mavi Marmara. en mayo de 2010, la brutal guerra aérea contra el Líbano en 2006 que hizo más popular a Hezbolá, y los ataques anteriores a Gaza en 2008, 2009, 2012 y 2014. La falta de voluntad de Estados Unidos para condicionar la ayuda a que Israel otorgue a los palestinos un El estado también ayudó a condenar el proceso de paz de Oslo, desperdiciando la mejor oportunidad para una solución genuina de dos estados.

Una relación más normal —una en la que el apoyo de Estados Unidos fuera condicional en lugar de automático— obligaría a los israelíes a reconsiderar su curso actual y hacer más para lograr una paz genuina y duradera. En particular, tendrían que repensar la creencia de que los palestinos simplemente desaparecerán y comenzarán a considerar soluciones que aseguren los derechos políticos de judíos y árabes por igual. Un enfoque basado en derechosno es una panacea y enfrentaría muchos obstáculos, pero sería consistente con los valores declarados de Estados Unidos y ofrecería más esperanza para el futuro que lo que Israel y Estados Unidos están haciendo hoy. Lo más importante de todo es que Israel tendría que comenzar a desmantelar el sistema de apartheid que ha creado durante las últimas décadas porque incluso a Estados Unidos le resultará cada vez más difícil mantener una relación normal si ese sistema permanece intacto. Y ninguna de estas posiciones implica la más mínima aprobación o apoyo a Hamas, que es igualmente culpable de crímenes de guerra en los combates recientes.

¿Espero que los cambios descritos aquí tengan lugar pronto? No. Aunque una relación normal con Israel, similar a las que Estados Unidos tiene con casi todos los demás países del mundo, no debería ser una idea especialmente controvertida, todavía hay poderosos grupos de interés que defienden la relación especial y muchos políticos estancados con una visión anticuada del problema. Sin embargo, el cambio puede ser más probable e inminente de lo que uno podría pensar, razón por la cual los defensores del status quo se apresuran a difamar y marginar a cualquiera que sugiera alternativas. Puedo recordar cuando se podía fumar en los aviones, cuando el matrimonio entre homosexuales era inconcebible, cuando Moscú gobernaba Europa del Este con mano de hierro y cuando poca gente pensaba que era extraño que las mujeres o personas de color rara vez se vieran en salas de juntas, en facultades universitarias o en la oficina pública.

Stephen M. Walt es profesor de relaciones internacionales Robert  en la Universidad de Harvard (centro Rene Belfer)

Publicado por: FP USA: https://foreignpolicy.com/2021/05/27/its-time-to-end-the-special-relationship-with-israel/

por Thierry Meyssan RED VOLTAIRE

Divididos, no por voluntad propia sino por las potencias que colonizaron la región, ‎los países del Medio Oriente están reorganizándose según su propia lógica. ‎Por supuesto, las nuevas alianzas son aún frágiles, pero las potencias occidentales ‎tendrán que acostumbrarse a ellas.‎

o que hace difícil la comprensión del Medio Oriente es que en esa región se mueven una ‎multitud de actores, los cuales siguen lógicas diferentes y, según las circunstancias, establecen ‎alianzas o las rompen. A veces creemos conocer políticamente esa región, creemos saber ‎quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos, pero acabamos dándonos cuenta ‎de que, al cabo de pocos años, el paisaje ha cambiado radicalmente, y viendo como algunos de ‎nuestros antiguos amigos se han convertido en enemigos mientras que otros de nuestros viejos ‎amigos ahora quisieran vernos muertos. ‎

Eso es lo que está sucediendo ahora y, en pocos meses, todo habrá cambiado en esa región. ‎

‎1) Primero tenemos que entender que algunos protagonistas, que antes vivían en regiones ‎desérticas, se han visto obligados por las circunstancias a organizarse en tribus. Su supervivencia ‎misma dependía de su obediencia al jefe, para ellos la democracia no significa nada y sus ‎reacciones son comunitaristas. En ese caso están, por ejemplo, muchas tribus sauditas ‎y yemenitas, sunnitas de Irak descendientes de las anteriores y tribus kurdas, comunidades ‎israelíes y libanesas y tribus libias. Con excepción de los israelíes, esas poblaciones han sido ‎las principales víctimas del proyecto militar de Estados Unidos –la estrategia Rumsfeld/Cebrowski ‎de destrucción de las estructuras mismas de los Estados en los países del Medio Oriente ‎ [1]‎–, no han entendido lo que estaba ‎en juego en sus países y ahora se ven huérfanas de un Estado sólido y capaz de defenderlos. ‎

‎2) Una segunda categoría de actores se mueve por interés personal. Lo único que les interesa es ‎llenarse los bolsillos y no sienten empatía absolutamente por nadie. Esa categoría se adapta a ‎cualquier situación política y siempre logra estar del lado del vencedor. De ella procede ‎el contingente de aliados incondicionales de todos los imperialistas que han dominado la región ‎‎–el imperio otomano, el imperio británico, el imperialismo francés y, actualmente, el imperialismo ‎estadounidense. ‎

‎3) La tercera categoría de actores es la que actúa en defensa de su Nación. Actúa con el mismo ‎coraje que las poblaciones tribales, pero es capaz de tener una visión más amplia de las cosas. Esa ‎es la categoría de actores que, a lo largo de milenios, creó la noción de Ciudad y después el ‎concepto mismo de Estado. En ella están los sirios, que fueron el primer pueblo que formó ‎lo que hoy llamamos Estado y que hoy están dando sus vidas por conservar el suyo. ‎

Visto desde Occidente, generalmente se piensa que esos diferentes actores luchan por un ideal, ‎por el liberalismo o el comunismo, por la unidad árabe o la unidad islámica, etc. Pero, en la práctica, esa visión de las cosas siempre resulta falsa. Por ejemplo, casi todos los comunistas ‎yemenitas han acabado convirtiéndose en miembros de al-Qaeda. ‎

Lo peor de todo es que en Occidente se juzga a esos actores como si fuesen incapaces de estar ‎al nivel de los occidentales. En realidad, es al revés: los occidentales, que viven en paz desde hace al menos tres cuartos de siglo, han perdido el contacto con ciertas realidades simples. ‎El mundo está lleno de peligros y las alianzas son necesarias para sobrevivir. En Occidente ‎optamos por unirnos a un grupo (que puede ser nacional, como en otras latitudes sería tribal) o ‎por deslizarnos solos entre nuestros enemigos, dejando atrás a nuestros amigos y nuestra familia. ‎Por supuesto, las ideologías existen pero sólo van a tenerse en cuenta cuando el actor ya ha ‎definido su posición en relación con las 3 categorías antes mencionadas. ‎

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el paisaje político del Medio Oriente se había ‎mantenido como en estado de coagulación alrededor de varias crisis:

  1. La expulsión de los palestinos de sus tierras (desde 1948);
  2. El debilitamiento del imperio británico y del imperio francés ante Estados Unidos y la URSS ‎‎(durante la crisis del canal de Suez, en 1956);
  3. La vigilancia y cuasi control del petróleo del Golfo Pérsico por parte de Estados Unidos ‎‎(a partir de la administración Carter, en 1979);
  4. La desaparición de la URSS y la hegemonía de Estados Unidos (desde la Operación “Tormenta ‎del Desierto”, en 1991);
  5. La estrategia Rumsfeld/Cebrowski (a partir de 2001); y
  6. El resurgimiento de Rusia (en 2015). ‎

Todos los demás acontecimientos políticos y militares, incluyendo la Revolución iraní y las ‎llamadas «primaveras árabes», son sólo epifenómenos de esa trama. Ninguno de ellos provocó el surgimiento de nuevas alianzas. Todos, por el contrario, fortalecieron las alianzas que ya ‎existían para tratar en vano de garantizar la victoria a algún actor. ‎

El ahora ex presidente estadounidense Donald Trump, quien se había fijado como única meta en ‎el Medio Oriente la de cerrar la «guerra sin fin» concebida por el binomio Rumsfeld/Cebrowski, ‎no tuvo tiempo de completar esa tarea. Pero logró que el Pentágono dejara de utilizar a los ‎yihadistas como mercenarios al servicio de sus objetivos –aunque el Departamento de Defensa ‎de la administración Biden está volviendo a hacerlo. Lo principal es que Trump “pateó ‎el tablero” al cuestionar la causa palestina. ‎

A pesar de todo lo que se dijo y se escribió en su momento, el objetivo de Trump no era ‎favorecer a Israel sino hacer que se reconocieran una serie de realidades: los palestinos ‎han perdido una tras otra 5 guerras contra Israel. Durante todo ese tiempo, han tratado, por ‎dos veces, de instalarse en otros lugares y de conquistar nuevas tierras por la fuerza –Jordania ‎y Líbano. Y acabaron firmando un acuerdo con Israel (en Oslo). Ante esas realidades, ¿cómo ‎puede hablarse todavía de sus derechos inalienables, si ellos mismos no los han respetado? ‎

Estemos o no de acuerdo con ese razonamiento, lo cierto es que muchos lo comparten en ‎el mundo árabe, aunque nadie lo confiese. Todos hemos podido comprobar que las potencias ‎que defienden la causa palestina en sus discursos no hacen absolutamente nada por ella, que ‎sólo es una posición política adoptada para mantener las cosas como están y sacar de ello el ‎mayor provecho posible. El hecho es que Trump logró que Emiratos Árabes Unidos y Bahrein firmaran con Israel los Acuerdos de Abraham. Los enemigos de ayer aceptaron hacer la paz. ‎Contrariamente a lo que todos creen, eso no es más fácil para Israel que para sus interlocutores ‎árabes ya que la paz obliga Israel a dejar de ser un Estado colonial heredado del imperio británico ‎y a convertirse en una nación como las demás, llamada a vivir en armonía y entendimiento con ‎su entorno. ‎

Esos cambios, si finalmente continúan, han de exigir tiempo. Pero Emiratos Árabes Unidos ‎e Israel, por un lado, y por el otro Arabia Saudita e Irán se plantean ahora una nueva ‎interrogante: ¿Tendrán todos que prepararse para un nuevo peligro? Ese peligro sería el ‎expansionismo de Turquía y Qatar. ‎

Eso es lo que ha llevado a Emiratos Árabes Unidos e Israel a establecer una alianza con Grecia ‎y Chipre, mientras que Arabia Saudita e Irán han iniciado conversaciones secretas. Egipto –‎representante de la Liga Árabe‎, de la que son miembros algunos de los países mencionados– ‎y Francia –representante de la Unión Europea, a la cual pertenecen Grecia y Chipre– ‎participaron en una reunión preparatoria, denominada Forum Philia (Foro de la Fraternidad) y ‎realizada en Atenas, la capital griega. Esa brusca modificación de las alianzas va desarrollándose ‎dentro de la mayor discreción posible, pero ya está en marcha. ‎

El hecho más importante es la alianza militar entre Grecia e Israel, por un lado, y, por el otro, ‎entre Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Aunque aún se desconocen muchos de ‎los acuerdos, sí se sabe que las fuerzas armadas de Israel entrenarán la fuerza aérea de Grecia, ‎a cambio de 1.650 millones de dólares, mientras que Grecia enviará misiles antiaéreos Patriot a ‎Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos podría ceder a Grecia algunos de sus aviones de guerra. ‎

Las relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos se concretaron desde que se abrió en ‎Abu Dabi una supuesta “representación” israelí ante una dependencia de la ONU. Esa oficina ‎israelí funcionó extraoficialmente como embajada de Israel en Emiratos Árabes Unidos. ‎En cuanto a las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, ya existían desde que ambos países iniciaron conversaciones secretas, en 2014-2015. ‎

Por otro lado, las negociaciones entre Arabia Saudita e Irán demuestran una vez más que la ‎oposición entre sunnitas y chiitas es totalmente artificial. Basta recordar que en 1992, lejos de ‎detestarse, ambos países luchaban juntos –bajo las órdenes de Estados Unidos–, a favor de la ‎Bosnia-Herzegovina musulmana, contra la Serbia ortodoxa. ‎

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, presenta la Columna del Club de La Pluma de esta semana analizando las dos realidades más candentes de la actualidad: EL CONFLICTO PALESTINO ISRAELÍ y LA REVUELTA POPULAR EN COLOMBIA.

Sobre el drama del Medio Oriente, el politólogo avanza que Israel está creando el APARTHEID PALESTINO. Y nos confirma que el conflicto SI ES un “apartheid” porque hay una comunidad foránea de occidentales que somete, segrega y discrimina a toda una población autóctona, nativa y étnicamente distinguible, utilizando sus recursos económicos, técnicos y militares en una estrategia angloamericana para controlar los negocios del petróleo y de la venta de armas en la región.

Palestina desde 1948 a la Actualidad

Y nos explica que cuando el colonialismo británico abandonó Palestina, dejó programado este envenenado conflicto de un estado artificial de miles y miles de foráneos, principalmente europeos y de religión hebrea, dentro de la estrategia “Hogar Nacional” y bajo el paraguas de la resolución de la ONU de 1948. Lo que nos lleva al escenario actual, donde Palestina sufre catastróficas intervenciones militares de uno de los ejércitos más poderosos y mejor armados del mundo, con una población que no tiene ni Estado, ni mínimas defensas organizadas.

El politólogo nos alerta que estamos ante una “LIMPIEZA ÉTNICA” bajo el pretexto de una supuesta lucha religiosa, pero que en realidad se trata de la sustitución de una población por otra, como lo indica el rotundo cambio demográfico desde 1948. Semejante realidad demuestra que este APARTHEID PALESTINO se transformará en una nueva DIÁSPORA, con millones de refugiados huyendo de un infierno para entrar en otros infiernos no tan lejanos.

También denuncia el “beneplácito” por el silencio mortal de las potencias occidentales ante semejante sufrimiento humano y la constatación de que EEUU es el garante de la seguridad de Israel. Mientras desnuda sin tapujos a la crueldad europea que, habiendo provocado genocidios similares a la población hebrea en el siglo pasado por parte de los fascistas, ahora haya trasladado una corriente humana europea hacia Israel para que infrinja similar tormento a millones de inocentes e indefensos.

Pereyra Mele nos hace un relato detallado, realista, argumentado y dramático de esta guerra desigual, y profundiza en las razones conocidas o silenciadas, pero que dan impunidad a Israel y a Occidente para masacrar a niños, ancianos, mujeres y hombres.

En cuanto a la situación en Colombia, nuestro director comienza denunciando el apagón informativo sobre el mismo, aprovechando el conflicto en Medio Oriente, mientras el presidente Duque intensifica la represión a su pueblo. Y nos recuerda que es el único país bioceánico de la región y el tercero más poblado, hechos que son determinantes en la estrategia de EEUU en Suramérica.

También nos habla de sus desigualdades sociales, de sus 30 años de neoliberalismo, de los 21 millones de pobres, de la cada vez más menguada clase media y de que estas consecuencias también las sufren tanto los países dependientes como los centrales.

Y nos recuerda que Colombia es la principal Barrera o “Escudo” Sur de Seguridad y Defensa de  Norteamérica y que según la doctrina del “Mare Nostrum” del geopolítico Nicholas John Spykman, no permitirá nunca ningún gobierno contrario a Washington. También detalla la importancia de las innumerables bases militares en la zona, de los acuerdos que vienen de Clinton y Pastrana, del narcotráfico omnipresente y del poder en la sombra de Uribe, que intenta apagar los incendios con nafta.

Bases USA en Colombia

Y mientras que analistas de la inteligencia de EEUU como Andrew Gary Kaplan, considera a Colombia como un: ESTADO FALLIDO, los pueblos de Suramérica se han sublevado, con una nueva generación que repudia todo lo que representa el neoliberalismo, fenómeno que en Colombia ya parece incontrolable. Lo que deja muy poco margen para la política, porque EEUU considera intocables a sus bases militares.

Ante tal escenario, Carlos prevé un aumento en la conflictividad mientras analiza las escasas posibilidades de alguna salida pactada, y menciona al ex presidente Santos, al izquierdista Petro, a las bandas paramilitares, a los grupos narcos y a la guerrilla. 

De esta forma se despide nuestro director mirando las elecciones en Chile y Perú, que ya son parte de los profundos cambios que se avizora  en nuestro subcontinente.

Eduardo Bonugli (Madrid, España)

La Juventid sublevada en Colombia