Por Miguel Ángel Barrios

El gran geopolítico inglés Halford Mackinder en su famosa conferencia «El pivot geográfico en la historia» del año 1904 dividía al mundo como sistema (fue el primero de hablar de sistema desde un enfoque geopolítico historicista de la Tierra) que incluye a la Isla Mundial -Eurasia, en la que la zona de Rusia se encuentra en el área decisiva del poder mundial- y las islas continentales, como África y América que no poseen acceso directo a la Isla Mundial.

Con el tiempo, Nicolás Spykman, el geopolítico de la supremacía mundial de los EEUU y discípulo de Mackinder, escribe durante la II Guerra Mundial «EEUU frente al mundo» y ratifica la necesidad de controlar Eurasia desde los bordes-rimland- ya que EEUU es un hegemón mundial que tiene la característica de no estar ubicada en la isla mundial, sino en la isla continental.

Es el primer imperio de la historia con esta excepcionalidad geopolítica, por ello Inglaterra es fundamental para dividir Europa y Japón para dividir Asia y de esa manera se convierten en plataforma accesible para controlar la isla mundial desde la isla continental.

Pero Spykman agrega una vuelta de tuerca, hay que mantener dividida a América Latina en cuanto más pedazos sea posible para que no logre articular en el poder político su unidad cultural, y para ello el instrumento era la agresión económica y militar. Spykman renueva desde una nueva lógica geopolítico la mal llamada doctrina Monroe, en verdad una declaración unilateral del presidente James Monroe ideada por su secretario de Estado Quincy Adams para convertirnos en patio trasero y hacer realidad «América para los americanos”, o sea para EEUU. Recordemos que nace para boicotear la idea unionista del Libertador Simón Bolívar. El filósofo José Vasconcelos lo desmenuza muy bien en su obra «Bolivariano vs Monroísmo». (Miguel Ángel Barrios-Director, Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica, Biblo, BsAs, 2.009).

EEUU adolece de una gran desorientación estratégica en la postguerra fría y ante la emergencia de un mundo multipolar a partir de la derrota de Daesh o ISIS (organización terrorista creada por ellos, como se desprende de WikiLeaks y el rol de Hillary Clinton) en Siria ocasionada por las fuerzas sirias, Rusia, Irán y la diplomacia activa del Papa Francisco, que abrieron posibilidad concreta de un sistema mundial multipolar global y desoccidental.

Esto convierte a la República Imperial en un león herido y más peligroso con sus Halcones pretendiendo concretar en un tablero militar al sistema mundial y en el principal desestabilizador de la seguridad internacional y al mismo tiempo promotor del terrorismo mundial.

En la Isla Mundial crea una peligrosa escalada contra la República Islámica de Irán, país potencia regional del mundo cultural islámico, a los 40 años de la gran revolución realizada desde una dimensión religiosa por el Ayatollah Jomeini.

Justamente en la zona del Mar Arábigo y del Estrecho de Ormuz -de una trascendencia geopolítica sin igual como ruta del petróleo-.Y aquí se combina la potencia de Irán y su alianza con Rusia y China.

Además involucra a Inglaterra, su jubilada privilegiada según Brzezinski, en un juego peligrosísimo de suma cero que ya produjo pérdidas como el derribo de un dron o la incautación de buques de contrabando ingleses.

A ello se agrega el aislamiento diplomático debido al desprestigio mundial actual de sus aliados históricos como Arabia Saudita e Israel, verdaderos Estados violadores de los derechos humanos.

Esta miopía política de los Halcones de la política exterior norteamericana, puede conducir a EEUU en poco tiempo -desde la actualidad histórica siempre- a una derrota fatal en la Isla Mundial.

A esto se agrava con el impulso de una nueva doctrina Monroe en la Isla Continental, es decir en lo que ellos consideran su «patio trasero».

Esta doctrina que para nosotros es nítida tiene tres pilares: económica, judicial y militar.

En lo económico la guerra indirecta o directa contra China, en lo judicial crear un partido de persecución direccionada basado en sus intereses (el exjuez Moro y la detención de Lula es un caso paradigmático) y la militarización de América del Sur creando la hipótesis de que el terrorismo y el crimen organizado son las amenazas en un nuevo rostro de la doctrina de la seguridad nacional pero traducida con los mismos fines en doctrina de la inseguridad nacional.

En Venezuela se está desarrollando la primera guerra híbrida de la historia en América Latina (en síntesis, la guerra híbrida incluye nuevas formas de guerra donde se combinan todos los tipos de guerra de la historia, o sea convencional, no convencional, terrorismo, guerra psicológica, guerra económica, guerra desinformativa, acciones paramilitares, búsqueda de cambio de régimen de gobierno, etc.).

Y la sorpresa estratégica mundial, aunque muchos «expertos locales» estén silenciosos, es que Venezuela con la alianza lógica con otros actores está propinando una derrota a EEUU en la Isla Continental. En esto reside un hecho central, el silencio y la declaración de no intervención de las FFAA del Brasil a contrapelo del apoyo a los EEUU de su presidente, Bolsonaro.

Y el grupo diplomático de países de apoyo a la democracia venezolana, una especie de nueva OEA, el llamado PROSUR o mejor decir PRONORTE no posee el mínimo prestigio, a tal punto que uno de sus líderes es el desprestigiado presidente argentino Macri, y por lo tanto se desprestigia rápidamente.

A cinco meses de lanzada la doctrina Guaidó en el contexto de la nueva doctrina Monroe, todo ha fracasado en Venezuela. E inclusive en lo diplomático y lo militar.

Venezuela es la frontera real de América del Sur con los EEUU, el Caribe es el mar Nostrum del imperio y sus características geopolíticas son únicos por ser: latinoamericana, suramericana y caribeña. Es el gran logro de redescubrirla para nosotros que hizo el Comandante Hugo Chávez.

De lo que se trata, para no desviarnos, es de no entramparnos en Maduro si o Maduro no, sino en reconocer que la doctrina Guaidó puede conducir a que cualquier ciudadano desde una tarima se autoproclame presidente y EEUU lo reconozca a los quince minutos.

Si eso triunfa, mañana cualquiera se autoproclama presidente de la Amazonia, de la Patagonia o de la mal llamada Triple Frontera y se produce una rebalcanizacion de América Latina.

Es decir, en este punto  también EEUU está siendo derrotada principalmente por la unidad de las FFAA bolivarianas. No por casualidad, el nefasto Francis Fukuyama -admirado por gran parte de la intelligentzia argentina- acaba de declarar en su flamante visita a la Argentina, que las FFAA bolivarianas es un ejército de narcotraficantes. Y su último libro «Identidad» ataca a Juan Domingo Perón como el arquetipo de la política del resentimiento en América del Sur.

Siguen considerando a Perón como peligroso, en la línea de Churchill, Condolezza Ricce, Kissinger, entre otros. Lo más triste, es que la gran mayoría de los dirigentes pejotistas no se dan por aludidos por cobardía y cipayismo.

Sin embargo, el peronismo como fenómeno histórico cultural está en la base del pueblo argentino y los dirigentes pejotistas deben saber que si no son fieles al pueblo, serán arrasados por la historia.

Cómo último punto del análisis, decimos que se acaba de realizar en Buenos Aires, con la presencia del Secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo la II Conferencia Hemisférica contra el Terrorismo, continuación de la primera realizada en diciembre de 2018 en EEUU.

Se declaró como enemigo al terrorismo, como conclusión del encuentro. Mejor decir al llamado «terrorismo islámico» y acusan a Irán de los atentados a  la Embajada y la AMIA. En este punto, nos hacemos eco de las palabras del Papa Francisco cuando dijo que «el terrorismo no es sinónimo de islamismo».

Pero dos días antes del 19 de julio, en que fue el encuentro, el presidente Macri declaró, en un registro que creó por presión de EEUU e Israel, a la agrupación Hezbolla del Líbano como terrorista.

Esto constituye un hecho de una gravedad única porque es una verdadera declaración de guerra al Líbano, ya que Hezbolla es un partido oficialmente reconocido que posee legisladores y ministerios en el Líbano -es decir forma parte del gobierno- y más aún, ni siquiera las Naciones Unidas lo declara como organización terrorista. Y además, se produce una persecución sin igual a ciudadanos siriolibaneses incorporados a la comunidad argentina, como familias argentinas y de trabajo.

La irresponsabilidad es tan grande que el gobierno argentino se involucra en la tercera guerra mundial de a trozos que denuncia el Papa Francisco y nos alinea peligrosamente con EEUU, Israel y Arabia Saudita, en una guerra que están perdiendo ante Rusia, Irán, China y Siria y la diplomacia multipolar papal .Y esta derrota en la Isla Mundial es el factor principal del nacimiento de un «orden» multipolar, la contrapartida a eso es un imperio militar global expresado en «El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano» de los Halcones norteamericanos.

Además acusan a Hezbolla de haber planificado los dos atentados y de financiar al terrorismo desde la Triple Frontera.

Triple Frontera es una categoría geopolítica nacida en los EEUU a partir de los atentados refiriéndose a una «área sin ley». En verdad, siempre fue y es el hito de las tres fronteras entre Puerto Iguazú-Argentina-, Foz de Iguazú-Brasil- y Ciudad del Este-Paraguay.

El récord de afluencia turística aumenta año a año, la integración es total en lo comercial, cultural y educativo, como toda frontera.

Por supuesto, hay hechos de inseguridad, como contrabando de todo tipo, por ejemplo que involucra a la cuestión de la seguridad fronteriza. Pero nunca hubo un atentado terrorista ni se descubrieron grupos terroristas, más allá de la gran comunidad siriolibanesa de Foz de Iguazú.

Y aquí un punto nuclear. No se puede hablar de ningún tema y más de seguridad sin precisar los actores estratégicos.

No existe un consenso unánime en el Derecho internacional de terrorismo. Para nosotros Terrorismo más que un sujeto es una táctica de la violencia con fines políticos.

Puede ser un individuo, un grupo parapolicial o paramilitar, un individuo o un Estado. O sea, lo que define al terrorismo no es la morfología del sujeto sino su acción.

En lo que respecta al crimen organizado podemos afirmar que se trata de un grupo estructurado que a partir del narcotráfico aglutina a más de 23 delitos. Y a medida que gana territorialidad se convierte en actor político económico y no solo económico.

También aclaramos que no existe crimen organizado sin la connivencia de sectores del poder político, policial, judicial, empresarial, etc. Pero más que nada del sector financiero global, es decir de los paraísos fiscales o “guaridas fiscales» que hacen «ingresar» al circuito legal el origen sucio del dinero del narcotráfico.

Existen acusaciones de servicios de inteligencia de los «movimientos financieros» de familias libanesas, y los «expertos» en seguridad, en un corte y pegue de la «información», escriben al respecto. Siempre existen dentro de los expertos muy escasas excepciones, pero las hay.

Pero nada dicen, por ejemplo, de que el expresidente de Paraguay, Horacio Cartes, íntimo amigo de Macri, está acusado por la justicia de ser uno de los líderes de la economía informal de Ciudad del Este. Y además, Ciudad del Este está llena de bancos angloamericanos.

Ya estos “informes” llegaron a decir que Ben Laden estuvo en la zona en la década de los 90 del siglo pasado sin seriedad alguna.

Sin embargo, llama la atención que estos «expertos» no hablen de las apetencias de la República Imperial del sistema acuífero guaraní, la biodiversidad, el litio, el petróleo, el gas, en síntesis de nuestros recursos naturales.

Por último, hemos fallado como Unasur en su momento, cuando se llegó a crear el Consejo Sudamericano de Seguridad, pero no se coordinó con la comunidad la creación de un Observatorio del delito y la violencia en el participen la justicia, los municipios, las asociaciones intermedias, las universidades, etc.

Se habla de la «Triple Frontera» sin conocer, reiteramos, realizando corte y pega de diarios.

En mi caso, soy profesor de la Universidad Internacional Tres Fronteras de postgrado en Ciudad del Este, he sido invitado por la Universidad Latinoamericana de Integración (UNILA) en Foz a exponer en congresos y he dictado curso a la policía de Misiones y al Ejército en Iguazú.

Y por lo tanto no me contaron, conozco muy bien el hito de las Tres Fronteras y en homenaje a esa gran comunidad fronteriza tenemos el deber de saber y de exigir la verdad, pero en serio.

Por eso, consideramos que el fomento de guerras híbridas convierten a EEUU en patrocinador del terrorismo y más aún, cuando están perdiendo en la Isla Mundial y en la Isla Continental.

Su desesperación estratégica lo transforma en el principal desestabilizador de la paz mundial.

Miguel Ángel Barrios -Argentina- Director Académico de Dossier Geopolitico, Doctor en Educación y en Ciencia Política. Autor de reconocidas obras sobre América Latina.

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS

Las Tensiones en el territorio Volátil del Medio Oriente se incrementa -Utilizando el caos Ordenado- para crear “El Gran Medio Oriente”; Detención de buques petroleros por los Ingleses y ahora por Irán

El Inicio del Nuevo Conflicto con el retiro de EEUU del Acuerdo del 5+1 e Irán, más el Intento de dictar 12 puntos que son una especie de rendición incondicional a Irán

Despliegue de más tropas Norteamericanas en Arabia Saudita 

América latina también dentro del Conflicto Global, Venezuela intercepta un Avión Espía en su territorio. Pero la mayor posible crisis dentro de este conflicto mundial, la administración de Mauricio Macri “alegremente” nos introduce en el mismo al “declarar” a Hezbollah como grupo terrorista. Todo por el simple hecho de seguir recibiendo el dinero del FMI que le permitirá llegar a las elecciones sin declarar el default.

Analizamos las falta de Defensa, de Inteligencia y de Seguridad del País, es MUY GRAVE en el conflicto en el que nos introducimos 

Escuchar mas:…………………….

Qué es Hezbollah

Comenzó como una serie de grupos que resistían la invasión israelí de 1982. Hoy tiene más de sesenta mil combatientes y un fuerte armamento.

Por Sergio Kiernan

Leer mas en: https://www.pagina12.com.ar/206974-que-es-hezbollah 

Dado las nuevas circunstancias del realineamiento político internacional que asumió el Gobierno de Cambiemos en Argentina con Relación al Conflicto del Medio Oriente y ante la visita del Secretario de Estado Norteamericano Mike Pompeo declarando al Partido Político Miliciano Libanés Hezbollah como Terroristas Internacionales se entrevistó al director de Dossier Geopolitico en numerosos medios. Aquí los mismos en Videos y Audios

1) #DossierGeopolitico en Canal C de Cablevisión Córdoba Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico  en Con Sentido Común que conduce el Periodista Alfredo Guruceta 19/7/19
Video:




2) #DossierGeopolitico Columna de Política Internacional con Carlos Alberto Pereyra Mele. Para Radio Belgrano CABA BsAs Para el Programa: De Renzis Ayer y Hoy

Audio

https://ar.radiocut.fm/audiocut/politica-internacional-con-carlos-alberto-pereyra-mele-3/?fbclid=IwAR0STl8w67JSAfXc3r_MFTEtVCE6bHbQlWaAILoryIebJ6Q9fCpSg8YBtE4#.XTGorUO5l4w.facebook

By Juan Martin González Cabañas, Analyst at Dossier Geopolitico

In a very enlightening report by Foreign Policy magazine the war torn the web”describes how the war for the web will mark the competition for power in the 21st century, and how the network will increasingly be fragmented, at the same time that the Great Powers and countries exercise more and more dominion, and the governments submit it to more and more controls.

Governments currently use their influence to configure the ways in which digital businesses and markets connect us online rights. This new form of realpolitik, “digitalpolitik“, is an emerging tactical manual on how governments use their political, regulatory, military and commercial powers to project influence in global and digital markets.

A growing trend can be observed in countries, where governments rely on heavy fines and accumulation of consumer demands to condition corporations.

Calls among the major powers to develop global standards for cyberspace will be increasingly common, but consensus and the implementation of any such agenda will remain difficult to achieve, given the widely divergent positions between the United States, Europe, Russia and China on the priorities and methods necessary to govern cyberspace.

In defensive and strategic matters, this implies following the paradigm of the concepts of fourth generation wars, hybrid warfare, network warfare, where aggression tactics are also transferred to digital environments among others (cyber attacks, cyber espionage, theft and manipulation of data, campaigns of mediatic disinformation towards the population, support to insurgent groups). And it reminds us that war today does not necessarily pass through traditional battlefields.

From Geopolitics to Geotechnology**

If we follow the historical evolution of the major trends and (geo) strategies, the golden age of geopolitics, the study and praxis of the impact of geographical and territorial factors on the political action of States (especially foreign) is located in the 19th and 20th century, with the rise and fall of the great colonial empires in the two world wars, and the zealous search for territorial control over trade routes, maritime arteries, raw materials, cheap labor (including forms close to slavery / serfdom), different factors, of domination and supremacy against other States, based on a spatial/territorial conception.

Then the conception of geoeconomics will revise the concept after the second half of the 20th century until today (the category is useful to describe the current commercial war between the US and China) where States seek to increase their margin of power vis-à-vis third parties, through the use and control of strategic resources of the economy as real levers of power  (economic sanctions, embargoes, commercial wars, energy strategies, currency manipulation, dumping, financial attacks, weaponization of finances etc).

Following the current trends and the statements of many analysts, specialists and spaces of ideas, and becoming aware of the importance of technology in our modern lives, we have finally entered the era of geotechnology, the competition by geopolitical entities for the technological factors as a determining factor of the world order.

The technological factors will be citing some: artificial intelligence, biotechnology, robotics, automation, the internet of things, telecommunications, software, 5G, renewable energy.

Is Virtual Reality and its digital borders the last battle for sovereignty?

Physical geo-strategic competition by territories and markets has also been transferred to the digital frontier. Countries with a nationalist, autonomist or power vocation are building their own fiber optic cables, their own Internet providers, their own production and control of contents, regulations and platforms, applications, even digital citizenships.And based on these divisions of the web, the relations of competition and cooperation will also be configured, where the web will be a true lens to see alliances and rivalries between state blocks.

What proves once again that despite the bombastic speeches on freedom and global free trade, the States in the XXI century are not willing to deliver an asset such as sovereignty on the web, and technological autonomy by enthusiastic opening slogans.

Despite the fact that globalization has covered state sovereignties with a porous layer, and proposes to revise our concepts about it, the truth is that in fact the countries are reinforcing the control measures on virtual reality, technology and the data, to compete in the last geopolitical / geostrategic dispute,the one that is played on the borders, the digital borders.

Sources

*The War torn the web report by  Foreign Policy 

**On Cyber-Geopolitics, conceptualized by Prof. Dr. Miguel Barrios


por Filippo Massetti

El monstruo de la tierra y el monstruo marino siempre han sido dos figuras arquetípicas en el léxico de las relaciones internacionales y en el extranjero, complejo, intrigante y vasto mundo de la geopolítica. Carl Schmitt, uno de los más grandes filósofos y pensadores políticos del siglo XX, dedicó gran parte de su vida y de sus estudios a un intento por racionalizar y hacer su doctrina política lo más científica posible, elevándola a la Teología, a la Filosofía y la a Metafísica.

Las categorías políticas «schmittianas» más conocidas y recurrentes, desde la época de las primeras publicaciones del gran erudito alemán, son sin duda las que describió de manera lúcida y brillante como en su obra «Terra e Mare»: un verdadero tratado sobre Geopolítica. De hipotética acción y de la vida de un Estado, entre las masas continentales y las costas marítimas.

“Tierra y Mar» (1) es una de las obras maestras que le dio a Carl Schmitt y a su escuela de pensamiento, un nombre y un brillo que todavía están muy vivos hoy en día en la concepción «orgánica» del Estado y sobre su rango de acción. En el triunfo de la voluntad y en el expansionismo típico de la Realpolitik más famosa o de la política de poder más agresiva, se encuentran la mayoría de los estudios e intuiciones del filósofo alemán, más actuales de lo que uno podría pensar.

Las figuras arquetípicas centrales de la obra de Schmitt, metafóricas, concretas y alegóricas al mismo tiempo, solo pueden ser las de Behemoth y las del Leviatán, el monstruo marino y el monstruo de la Tierra, dos figuras de origen antiguo y tradición antigua, que hacen referencia a la Biblia y a los escritos sagrados de la tradición judía. Hablemos de las dos criaturas bíblicas, junto con el Pájaro Gigante representado por Ziz, legendario por excelencia. (2)

Behemoth está representado en antiguas inscripciones o grabados de varias maneras, como un hipopótamo, un búfalo de agua, un rinoceronte, un elefante; en particular, en las páginas del «Diccionario infernal» de Jacques Auguste de Plancy, publicado en 1818, se lo dibuja como un elefante gigante, cuyo tronco y barriga están agrandados y claramente desproporcionados, simbolizando la codicia y la lujuria.

Leviatán, por el contrario, ha sido representado como el monstruo marino por excelencia, como una  gigantesca serpiente acuática siempre lista para vigilar su territorio, su mar, sus océanos. La fortuna de la figura bíblica del Leviatán se debe al gran filósofo Thomas Hobbes, quien en su obra más famosa (precisamente «El Leviatán») describió su teoría del Estado, un Estado absoluto y centralizado, cuyo bien colectivo sólo puede triunfar sobre el interés individual egoísta.

A raíz de estas dos imponentes figuras mitológicas, Schmitt establece en su obra maestra «Tierra y Mar», adaptándola a las necesidades de los Estados modernos, a la colonización y redefinición de las fronteras como sinónimo de guerras y de conflictos, pero, también, de soberanía. El filósofo alemán ve a Behemoth y al Leviatán como los dos grandes monstruos, dos grandes Estados, que se apoderan y que gobiernan bajo su mano, respectivamente, la tierra y el mar, las grandes cadenas montañosas o las grandes estepas planas como los interminables océanos con sus infinitas riquezas. Según Schmitt, la tarea de cada Estado es recalibrar su política exterior y su geopolítica de acuerdo con esta evaluación: ¿Tierra o mar? ¿Behemoth o Leviatán?

En el curso de la historia, los grandes conflictos y las grandes cesuras entre poderes han jugado a menudo en este factor, la dominación del interior siempre ha ido de la mano con la preocupación por una salida al mar. Desde la antigüedad, la historia nos ha enseñado esto: Roma se convirtió en el mayor imperio occidental solo después de derrotar y destruir a Cartago, que con su flota y su empresa comercial amenazaba a todo el Mar Mediterráneo. Solo una vez que Cartago fue eliminado, el Mediterráneo se convirtió en todos los aspectos en «el mare nostrum» de la memoria romana.

Muchos otros podrían ser ejemplos en pequeña o en gran escala; entre estos, el más interesante y fascinante es, sin duda, el que se libró entre 1800 y 1900, entre la Rusia del Zar de todas las Rusias (Behemoth) contra el Imperio de Su Majestad Británica (Leviatán): lo que en la jerga de los estudiosos se llama el «Gran Juego». Un juego que tenía el control sobre Asia central, el Golfo Pérsico y el subcontinente indio.

Un juego, después de la Primera Guerra Mundial, ganado por Gran Bretaña.

Más de un siglo ha pasado desde estos eventos y, hoy, después de décadas de dominación del imperio estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial, muchos Behemoth y Leviatanes se ven en el horizonte, en un intento de prevalecer uno sobre el otro y cada uno en su propio beneficio.

La Guerra Fría terminó y la URSS desapareció, el Leviatán de las barras y las estrellas, junto con el sólido aliado británico, parecían no tener rivales que cuestionaran su dominio. Treinta años después, con una globalización fallida y un nuevo orden geopolítico, ayudado por el surgimiento de nuevos actores en el tablero de ajedrez internacional, la diatriba Behemoth-Leviathan se ha vuelto más oportuna que nunca. China, Rusia, Irán, Pekín, Moscú y Teherán están ahí para demostrarlo: mientras esperan ver al ganador entre las placas continentales y las salidas marítimas estratégicas. Italia, inevitablemente, en el centro de estos flujos, podría aprovechar la oportunidad para redescubrir Una política exterior que mira hacia el este, donde un Behemoth despierto promete rediseñar el mapa de las áreas de influencia y el mapa de alianzas.

Traducción y notas: Carlos Pissolito

Notas:

  1. El título original de la obra es: “Land und Meer. Eine weltgeschichtliche Betrachtung“ fue editado en Leipzig en 1942. Existe una traducción al español, “Tierra y Mar. Una reflexión sobre la historia universal de Editorial Trotta. (N.T.)

(2) El ziz​ es un pájaro gigante de la mitología judía, del cual se dice que puede bloquear el sol con sus alas. Es considerado un arquetipo de animal gigante o monstruoso. (N.T.)

Fuente: BEHEMOTH E LEVIATHAN: la geopolitica tra terra e mare

Posted by Progetto Prometeo | Lug 12, 2019 |

Convocado por el Programa Televisivo de Chaco Tv: “CONTEXTO GLOBAL” que conducen: Julio René Sotelo – Antonio Martínez Vidal, fui Invitado para Opinar sobre el reciente Pre-Acuerdo firmado de necesidad y Urgencia para ambas puntas negociadoras entre: La Unión Europea y un debilitado Mercosur; en este tipo de Acuerdo precipitado y sin consensuar hacia las estructuras económicas de los grupos empresariales de los miembros del Mercosur y menos con los actores políticos de la Asociación. Puso en vigencia, una nueva forma de  sometimiento de los Países del Conosur que lo definimos como: unilateralismo periférico concesivo


#DossierGeopolitico: En un trabajo analitico sobre los caminos hacia donde se dirige la Geopolitica Mundial realizado en 2007, y que estaba direccionado a preguntarnos dónde nos hubicariamos Geopolitica y Geoestrategicamente los Argentinos cuando se conmemoraran los 200 años de nuestro Primer Gobierno Patrio, en el 2010. Para que no volviéramos a equivocar nuestras alianzas y visiones del mundo como había ocurrido en 1910 -Cuando Argentina creyó en la perpetuidad del Poder Británico y apostó todo a esa alianza, cuando en realidad el mundo de esa fecha ya tenia nuevos poderes y que la I Guerra Mundial así lo confirmaron , más allá, de los gigantescos cambio que ella originó.

Hace un año presenté un trabajo para la Revista de Inteligencia del Ejército del Perú -en el mismo explique el sistema mundo y la declinación de Europa- y en una Disertación que realice para los Oficiales Cursantes de la Escuela Superior de Guerra de Perú, en Enero de este año, el título de mi ponencia fue: 500 años de dominio Occidental tocan a su Fin

Todo el Equipo de Dossier Geopolitico DG viene sosteniendo desde principio de Siglo XXI esa tendencia y de la necesidad de toda América Latina de prepararse para entender ese verdadero “Choque de Civilizaciones” que significara el cambio de lo modelos anglosajones por el modelo Euroasiáticos, y que este cambio sí representa el “Fin de la Historia” de 5 siglos de dominio Europeo Cultural Europeo. Lo vemos ya expresarse: en la crisis de la Unión Europea, en el Brexit y nuevos movimiento de separación, el surgimiento de nacionalismos y cerramiento de fronteras en los países claves de esa península.

“El Futuro llego”, ahora América debe repensarse en alianzas regionales e internacionales que nos sean útiles y prácticas y no basadas en conceptos idiologistas o de pensamiento ya perimido por la realidad de lo nuevo que ya se instaló (Ejemplo: un tardío acuerdo entre la Unión Europea y el mercosur), para no volver a perder el carro de la historia del siglo XXI. Lo dijimos hace años y lo sostenemos: la actualidad es la conformación de un Mundo Multipolar con tres Ejes de Poder: China-EEUU-Rusia, situación descrita en Nuestro Diccionario de Seguridad y Geopolitica editado en 2009.. 

Bien porque esta introducción, porque NO estábamos equivocado en la apreciación de los cambios estructurales y en los tiempos difíciles que venían con la posibilidad de un conflicto bélico si no acuerdan los tres poderes antes mencionados en un nuevo orden global. 

Un artículo importantísimo a sido publicado por el Diario El Mundo de España, sobre este tema, que hace masiva esta realidad para el público europeo, pero que desde hace tiempo vienen los Tanques de Ideas europeos anunciando la declinación de Europa. El artículo se llama: Europa, en tierra de nadie y lo publicamos a continuación para vuestro conocimiento y análisis

Prof. Lic Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico DG

Europa, en tierra de nadie

La UE intenta evitar quedar atrapada en la confrontación entre EEUU y China. Mientras, la renovación de cargos en Bruselas debe servir para activar su soberanía estratégica. Además, resulta clave debilitar el populismo y potenciar su peso comercial 

Los europeos observan con suma preocupación cómo el siglo XXI se configura en torno a la rivalidad entre EEUU y China y se preguntan cuál es su papel en ese gran juego de poder y cómo evitar quedar atrapados en la confrontación entre esos dos gigantes. ¿Qué mejor capital que Lisboa y la hospitalidad de Augusto Santos, ministro de Exteriores de Portugal, para hablar de relevancia de Europa? Tantos siglos siendo el centro del mundo han llevado a los europeos a pensar que están en el centro del mundo. Pero no es cierto. Abran un mapa y comprobarán cuánta verdad hay en la afirmación de que Europa es solo una pequeña península de Asia, cuán anómalo es el excepcional papel jugado en la historia mundial por esa pequeña península y, para rizar el rizo, en el hecho de que la hegemonía mundial europea arrancara en una pequeña península de esa pequeña península.

Porque la primera globalización, en realidad la única que ha conocido la humanidad si nos fijamos en lo profundo y duradero de su impacto, arrancó en dos estuarios de la Península Ibérica, el del río Tinto (Palos de Moguer) y el del río Tajo (Belén). Desde allí partieron, con solo cinco años de diferencia, las expediciones que llevaron, una, la de Colón, al descubrimiento de América en 1492, y otra, la de Vasco da Gama, que en 1497 logró abrir la ruta marítima a la India, conectando así dos inmensos continentes a su influencia y prosperidad.

La impronta de esos descubrimientos no hubiera sido tan profunda si no hubiera coincidido con la decisión china, adoptada en 1470, de destruir su flota, prohibir los viajes oceánicos y encerrarse en su territorio continental, poniendo fin así a una exitosísima experiencia naval y comercial, que había llevado a los chinos a las costas de la India y el cuerno de África. Sin la retirada de China, cuya marina era mucho más grande, poderosa y experimentada que la de los europeos y que había dominado los mares de Asia durante todo el siglo XV, Europa no habría podido dominar Asia (imaginen por un momento cómo sería el mundo de hoy si China hubiera descubierto y colonizado América).

Hoy, 500 años más tarde, el reloj apunta otra vez hacia aquella hegemonía china que quedó pendiente, España y Portugal vuelven a ser pequeñas penínsulas de una pequeña península y los europeos asisten a la provocación en toda regla que les plantea el profesor de la Universidad de Chicago, John Mearsheimer, uno de los grandes teóricos del realismo político en relaciones internacionales, que les invita -durante una reunión en Lisboa del ‘think tank’ Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR, en sus siglas en inglés)- a asumir el fin de sus ilusiones liberales desde un lugar con un nombre muy oportuno: el Palacio das Necessidades (sede del Ministerio de Exteriores portugués). Mientras Mearsheimer expide el certificado de defunción de aquel orden liberal que con tanta ilusión nació en 1989 después de la caída del muro, el intelectual búlgaro Iván Krastev reflexiona sobre cómo sobrevivir al fin de las ilusiones desencadenadas por aquel optimismo liberal y su adalid, Francis Fukuyama, que nunca imaginaron que la nostalgia por el pasado y el pesimismo por el futuro iban a ser el sentimiento dominante entre los europeos, tal y como se mostró en una macroencuesta realizada por el ECFR en colaboración con la organización Yougov.

Así pues, los europeos, que pensábamos que el siglo XXI iba a ser un siglo feliz, vivimos bajo la sombra de la llamada «trampa de Tucídides», un término popularizado por el profesor Graham Allison para referirse a la consideración de Tucídides sobre la inevitabilidad de la guerra del Peloponeso toda vez que Atenas no tenía otra opción que la militar para atajar el auge de Esparta. Por tanto, el reloj podría ir no solo 500 años atrás, sino otros 1.000 más y depositarnos en una preocupante analogía con el fin de la civilización helénica. Esto no quiere decir que EEUU y China estén predeterminados al conflicto, pero sí señala el coste de ignorar la historia, que nos enseña que 12 de las 14 transiciones de poder entre grandes potencias acabaron en conflicto y sólo cuatro lo evitaron.

Que esa rivalidad va a marcar el siglo XXI es una certeza: todo lo demás es una incertidumbre. No sabemos si una gran potencia se impondrá a la otra, si las dos lograrán coexistir de forma pacífica, aunque sea bajo una nueva guerra fría, o si la competición, además de en el plano económico, político y tecnológico, se desbordará hacia el plano militar, provocando un conflicto armado. Como señaló Helle Thorning Schmidt, ex primera ministra danesa, en esa dinámica de confrontación entre Washington y Pekín, Europa debe buscar su propia voz, no una voz equidistante, sino la que permita defender el espacio de libertad y prosperidad compartida que nos define como europeos y que define el mundo en el que queremos vivir: un mundo con instituciones internacionales fuertes, normas respetadas y acuerdos que garanticen que podemos actuar contra los desafíos que presentan tanto la pobreza y la desigualdad como el cambio climático y la extensión de los derechos humanos.

Qué mejor prueba de esa necesidad de más Europa que la retirada unilateral de EEUU del acuerdo nuclear con Irán, un pacto del que los europeos se sentían particularmente orgullosos al haber logrado aunar las voluntades de EEUU, China y Rusia, y que ahora lleva a las compañías europeas a ser víctimas de unas sanciones que sus gobiernos no han aprobado. Como destacaron Mohamed El Baradei, ex director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, y Nickolay Mladenov, enviado del secretario general de la ONU para el proceso de paz de Oriente Próximo, tras el fracaso de las primaveras árabes, la Europa de hoy vive rodeada de un «anillo de fuego» que se extiende de Siria a Libia pasando por Yemen pero está ausente de la gestión de esas crisis.

A la sombra de Trump, cuya reelección situaría el horizonte de su salida de la Casa Blanca en el 2024, con la previsible devastación del sistema internacional que éste dejaría tras de sí, pero también de la asertividad de Rusia respecto a Ucrania y nuestros socios bálticos y de los desafíos tecnológicos y militares de China, los europeos tienen una caja de herramientas patéticamente vacía: su divisa, el euro, es solo un medio de pago, no un instrumento político ni diplomático que acompañe su poder; su régimen de sanciones financieras y comerciales carece de dientes; su capacidad de innovación tecnológica es menor; sus fuerzas armadas no disponen de los recursos suficientes para ser más autónomas de Washington; y su diplomacia carece de la agilidad y flexibilidad para imponerse en la mesa de negociación. De ahí la necesidad de una propuesta para activar la soberanía estratégica de Europa como la presentada en un informe por Mark Leonard y Jeremy Shapiro (director y director de investigación de ECFR, respectivamente), conteniendo una importante batería de recomendaciones de actuación.

Todo lo anterior explica por sí solo la importancia de elegir bien a las personas que liderarán Europa durante los próximos cinco años y la preocupación existente por el rumbo actual de las negociaciones entre los líderes europeos. Hay consenso en que la Presidencia de la Comisión, del Consejo y la figura del alto representante para la Política Exterior deben ir a personalidades de primer nivel, capaces de imprimir a la UE la dirección que le falta, de forjar los consensos de los que hoy carecemos y de diseñar y acompañar las políticas que permitan a Europa seguir siendo relevante en el mundo.

Jugar ese gran juego de poder no es fácil. Europa no está preparada, ni psicológica ni material ni institucionalmente. No fue diseñada para mirar hacia fuera, al mundo, sino hacia dentro, para pacificarse a sí misma. Pero no hay otra opción que hacerlo y, por ilusorio que pueda parecer, sí hay opciones para hacerlo. Integrando sus capacidades, que son reales (el euro, su peso comercial, el atractivo de su mercado, el presupuesto europeo, su capacidad regulatoria) bajo estrategias compartidas y principios claros es posible que Europa siga siendo relevante. Para ello tiene que confrontar los populismos, verdaderos caballos de Troya de esos disolventes globales que nos amenazan, y comenzar a pensar estratégicamente. Como hace 500 años.

UN NUEVO ORDEN MUNDIAL MULTIPOLAR

En la crisis iraní, como en el veto del presidente de EEUU, Donald Trump, al uso de los sistemas 5G de la compañía china Huawei, los europeos han descubierto el significado de carecer de «soberanía estratégica», esto es, de la capacidad de resistirse a verse arrastrados a dinámicas de conflictos contrarios a sus principios e intereses y, a la vez, como en la retirada estadounidense del acuerdo sobre el clima de París, de poder impedir que acuerdos vitales para su seguridad e imprescindibles para su futuro se conviertan en papel mojado. Sea en lo relativo a la esfera digital y el control de internet, en las cuestiones comerciales o en el ámbito de la seguridad y la defensa, el orden multilateral que surgió en el año 1989 del fin de la Guerra Fría ha sido sustituido por un orden multipolar. / J. I. T.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2019/06/30/5d177a4cfc6c8328618b45c7.html 

¿Es el fascismo un fenómeno transferible a cualquier situación o geografía? ¿O fue un acontecimiento político filiado a una época y un ámbito precisos, eventualmente irrepetibles?

En la terminología política argentina y no solo argentina el término “fascismo” ha alcanzado el estatus de sustantivo descalificador, de carácter genérico. Lo que podría aceptarse, con reservas, si se lo atuviese al fenómeno histórico conocido con ese nombre, se convierte en un fenómeno que invita a la confusión si, como sucede habitualmente, se lo aplica a tontas y locas, a diestra y siniestra, sin tener en cuenta ni los movimientos que lo encarnaron con una diversidad de matices  en las décadas de los años 20, 30 y 40 del pasado siglo, ni la naturaleza proteica de los fenómenos políticos de masas que se han producido desde 1945 en adelante. Hay una intencionalidad escondida en este trasiego del término fascista, que no es otra que la de inducir al desconcierto, a la reacción pánica, a la repulsa instintiva respecto a muchas agitaciones colectivas contemporáneas que veces no saben decir su nombre, pero que se plantean como enemigas del estatus quo. Este es uno de los planos más importantes en los que se ejerce la guerra psicológica del sistema para plantear falsos problemas, desarmar, dividir o desconcertar a quienes lo sufren y se le oponen.

El Dr. Roberto Ferrero ha realizado sobre el tema un examen de inapelable eficacia crítica y bien dosificado humor, y nos ha autorizado a reproducirlo en esta página. Que lo disfruten.

Enrique Lacolla

¡TURNA  LA VACA  IN LA MELIA!

                  (Umberto Eco y el Fascismo)

                                                                   por Roberto A. Ferrero

                                                                     I

  Los campesinos  italianos del Piamonte, cuando algún suceso los fastidiaba por su recurrencia, solían exclamar indignados: “¡Turna  la va in la melia!”, que significa “¡Otra vez la vaca en el maizal!”. El dicho hacía mención a los vacunos del terrateniente  que sin contención ni cuidado invadían los pocos acres de sus sufridos vasallos agricultores y pisoteaban el cereal plantado.

Umberto Eco (1932-2016), el gran  semiólogo y novelista italiano, era también piamontés, por lo que sus opiniones sobre el Fascismo, obligándonos fastidiosamente  a volver sobre este remanido tema, lo hacen acreedor y destinatario de la frase de sus paisanos, que para su caso se podrá modificar así: “¡Turna i liberali  sul’fascismo!”. Eco es una eminencia en su disciplina profesional y aun en la narrativa, como lo atestiguan sus libros, como “Apocalípticos e Integrados” y la novela “En Nombre de la rosa”, pero eso no quiere decir que lo sea en las demás. En las Ciencias Sociales resulta obvio que no es más que un “opinador” aficionado.

Lo decimos porque la famosa conferencia dictada por Eco en Nueva York en 1995, ha vuelto a circular por las redes con toda clase de comentarios encomiásticos y “daños colaterales” para los lectores latinoamericanos, tras ser reeditada por Lumen el año pasado. Se titulaba “Los  14 síntomas del fascismo eterno” y es un texto totalmente al paladar de sus anfitriones yanquis.

Efectivamente. Eco desarrolla la teoría del “Fascismo eterno” o “Nebulosa fascista” o “Ur-fascismo” -una especie de  Pan-fascismo para todo tiempo y lugar- como una ideología y/o un movimiento compuesto por varios conceptos: el Tradicionalismo radical, el Rechazo a la Modernidad, el Culto a la acción por la acción misma, el Desacuerdo como traición, el Miedo a la Diferencia, el Sentimiento de frustración como origen del fascismo, la Carencia de una identidad como cuna del nacionalismo, la Incapacidad para realizar valoraciones objetivas, la Vida como guerra permanente, el Elitismo aristocratizante y militarista,  el Culto al heroísmo, la envidia penis como causa de las guerras, el Populismo cualitativo y la Neolengua.

Lo original y novedoso de la concepción  del autor de “Apocalípticos e integrados”, el “aporte” realizado a la Sociología política, es que no es necesario que se de en un fenómeno social la reunión de todas estas categorías para que quede configurado un régimen y una doctrina fascista:   basta con la sola presencia de una de ellas para que el fenómeno analizado sea considerado “fascista”. Lo dice expresamente su expositor: “…basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista”.

Tal el “pan fascismo”, teoría tan absurda como la del químico que sostuviera que no es necesario, para que exista agua, que se combinen dos moléculas de hidrógeno con una de oxígeno. Basta con que exista la molécula de oxígeno o la de hidrógeno. Sería la teoría del “pan-agüismo”. Pero el agua, se diga lo que se diga, es H2O. Si falta el hidrógeno, no habrá agua, sino gas oxígeno; si falta el oxígeno no habrá agua, sino gas hidrógeno. Así lo demostró Lavoisier y ningún químico lo refutó. Equivalente en extravagancia sería el “pan-broncismo”: el bronce es la aleación de cobre y estaño, al cual se le puede añadir zinc como componente no necesario, pero  los dos primeros no pueden faltar, a menos que intervenga Umberto Eco y dictamine que basta con el cobre o el estaño para que exista bronce. Pero no es así, según lo tiene asegurado la ciencia metalúrgica.

Todo objeto de la realidad es una totalidad compleja de varios elementos relacionados entre sí de manera tal que la ausencia de algunos de ellos -sobre todo los fundamentales que forman un núcleo duro irreductible- hace que ese existente, como dicen los filósofos modernos, deje de ser la entidad que era, para pasar a ser otra  distinta.

El Fascismo -del que Eco ignora ese núcleo duro, es decir su estructura social y política, sustento de las notas culturales y psicológicas que él les adjudica, se significa, más que por las características superestructurales enumeradas, por tres elementos básicos claves y definitorios: 1) La persecución al movimiento obrero y socialista y la destrucción de sus organizaciones sindicales, políticas, mutuales y culturales; 2) El apoyo de las clases medias desesperadas en vías de proletarización  y del gran capital; 3) En el orden internacional, una conducta expansiva y guerrerista sobre los pueblos y las colonias de sus adversarios imperialistas y aun sobre el territorio y las economías de esos mismos países centrales rivales o neutrales.

En un movimiento social-político no pueden faltar estos elementos de base sin que el fascismo deje de ser fascismo. Pueden sí estar ausentes algunas de las características culturales que ha observado el filósofo piamontés  y eso no afectará la existencia real de un fascismo determinado por su estructura esencial. Por ejemplo, en el modelo italiano que encabezó Mussolini de 1920 a 1945, estaba ausente la deleznable categoría del Antisemitismo: el Duce protegió a sus judíos, intercedió ante Hitler por Freud, los mantuvo en su ejército  -donde había varios generales judíos fascistas, entre ellos Balbo y Graziani-(1), hizo la vista gorda o amparó directamente a las autoridades que no aplicaban o aplicaban laxamente las Leyes antijudías de 1938, que el régimen aprobó de mala gana por la gran presión de la Alemania nazi. Y el pueblo fascista italiano protegía y escondía a los judíos a vista y paciencia de los encargados de practicar el antisemitismo. Visto desde un punto de vista cronológico, siendo el régimen mussoliniano anterior al de Hitler, podría decirse, a la inversa, que el Führer agregó el elemento antisemita que no estaba presente en el Fascismo más  clásico, que era el italiano.

En el fascismo rumano, el de la Guardia de Hierro de Corneliu Zelea Codreanu, estaban presentes el apoyo de la clase media, sobre todo campesina; el odio al comunismo y a los judíos; el deseo de rescatar para Rumania algunas regiones irredentas, y la violencia armada como instrumento sustitutivo de la democracia burguesa. Tenía, sin embargo, un componente interno místico, sacrificial y fraterno que lucía como algo distinto y mejor que el autoritarismo y el orden jerárquico preferidos en los fascismos italiano y germano.  Además, a diferencia de los modelos italiano y germano, era violentamente anti-estatal.

                                                          II

 Algunas categorías “fascistas” de Eco son totalmente erradas. Por ejemplo: la supuesta  Neo-lengua, basada “en léxico pobre y en una sintaxis elemental”. Quien haya leído un texto escolar fascista sabe que esa afirmación es falsa. Son lecturas claras y sencillas, pero no torpes ni mal redactadas. En un país con un alto porcentaje de analfabetos, donde el idioma italiano se empezó a difundir recién desde 1870 compitiendo con los dialectos regionales, no se podía pretender que el contenido de los libros de enseñanza primaria y secundaria estuviesen redactados como para que los leyeran Edmundo De Amicis, Benedetto Croce,  Enrico Ferri o Ernesto Laclau. Se cumplía en ellos la máxima enseñada por Mussolini, que cabía a los maestros y escritores: “Compite sempre il vostro dovere, nelle piccole como nelle grandi ocasioni della vita, con la massima decisione, con assoluta semplicitá”. ¿Y no había dicho un liberal como José Ortega y Gasset que “la claridad es la cortesía que el filósofo debe al lector”?

Por lo demás, el fascismo italiano contó con grandes intelectuales que no escribían en un torpe dialecto, sino en el más excelente lenguaje del Dante. Tales por ejemplo, el filósofo neohegeliano Giovanni Gentile, el famoso dramaturgo Luigi Pirandello, poetas célebres como Gabriele D’Annunzio y Filippo Marinetti con los futuristas, el crítico literario Luigi Federzoni, Ardengo Soffici, a quien se ha llamado “uno de los más puros escritores toscanos” y centenares de universitarios y académicos, lo que permitió a Mussolini asegurar en 1925 que se había acabado “la estúpida leyenda de que la inteligencia y el fascismo son incompatibles”… como cree Eco. El mismo Mussolini, antiguo periodista y gran orador, recibió en 1937 el título de Doctor Honoris Causa por la libre y liberal Universidad  suiza de Lausana. Si la mitad de la inteligentzia italiana era antifascista, la otra mitad adhirió al fascismo.

Tampoco  llevó el régimen mussoliniano su intolerancia al extremo de considerar  “el disenso como una traición” de un modo genérico y respecto a todos los intelectuales disidentes. El concepto se aplicó a los comunistas y, finalmente, a los judíos, por considerarlos ajenos a la comunidad nacional, pero otros intelectuales enemigos pudieron pensar, escribir y publicar. Tales los casos de Benedetto Croce, Piero Martinetti, Gaetano de Sanctis, Luigi Salvatorelli, Concetto Marchesi, Alberto Moravia y tantos otros.

En cuanto al Nazismo alemán, un erudito estudioso de la literatura de la época de Hitler como Lionel Richard, impugna por supuesto y con razón los contenidos místicos y reaccionarios de la prosa germana nacional-socialista, pero en ninguna de sus páginas se atreve a afirmar que aquellos literatos y filósofos -Ernst Jünger, Martin Heidegger, Gottfried Benn, Robert Scholz, Hans Friedrich Blunk, Hans Carossa y otros muchos- no tuvieran dominio de su lengua materna.

Y aunque fuera como Eco dice, es aquel un rasgo que está lejos de ser exclusivo y especial del fascismo. Basta con leer la prensa escrita o escuchar a la caterva de analistas, comentaristas, periodistas y académicos-estrella de la televisión para apreciar la presencia  -agravada- de semejantes carencias, si se nos permite esta figura contradictoria. El Neo-liberalismo no precisa que sus lacayos de los medios sepan expresarse correctamente, sino que repitan sin cesar sus falsedades para moldear de esta forma la conciencia popular. A menos que, siguiendo a Eco, por utilizar la “neo-lengua”  el neo-liberalismo sea también Fascismo, en cuyo caso no se sabe ya quién es quién…

Es igualmente inaceptable la idea de Umberto Eco de que la adhesión del Fascismo a la tecnología y el desarrollo industrial era sólo una máscara que escondía una ideología basada en la sangre y la tierra y el rechazo a la Modernidad. Eco ignoraba -o simulaba ignorar- que ambos tópicos no son incompatibles y pueden convivir en un mismo movimiento social y político. Esto es así porque el fascismo, a través de sus intelectuales, no rechazaba in toto la Modernidad, sino sólo los aspectos repulsivos que se habían creado y afirmado con el régimen capitalista competitivo, corrupto e inmisericorde. Recordemos que Marx fue quien escribió que “el capitalismo llegó al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros, de la cabeza a los pies”. Pero la oposición a los desarrollos de la “civilización material” jamás se contó entre los elementos de la panoplia del fascismo, al extremo que muchos intelectuales  idealizaron y exaltaron sus realizaciones, como en el caso típico Marinetti. Esas realizaciones -científicas, técnicas e industriales-, harto conocidas para enumerarlas aquí, pusieron a Italia y sobre todo a Alemania a la cabeza de los países más modernos e industrializados de Europa y el mundo. De manera que la “adoración” que según Eco sentían nazis y fascistas por la tecnología no era un simple camuflage, sino una toma de posición decidida en favor del desarrollo económico-industrial de Italia y Alemania, impensable sin un crecimiento paralelo de la ciencia y la técnica, al lado del cual podían germinar -la realidad es dialéctica- las peores flores del irracionalismo filosófico, en la línea de Nietsche, Spengler y compañía. “Cientos de millones de personas -explicaba Trotsky- utilizan la corriente eléctrica sin dejar de creer en la fuerza mágica de gestos y conjuros”. El sociólogo húngaro-alemán Karl Manheim, que como demócrata se había exiliado en Londres, no podía sin embargo dejar de admirar los resultados materiales del Estado nazi en estos rubros.

Finalmente, para no seguir perdiendo más tiempo, una perlita risible del  “umbertoequismo”: la risible idea de que las guerras sostenidas por los fascistas (“juegos de la guerra”, les  llama livianamente) se deben a ¡la invidia penis!. Un mal uso de los conceptos psicoanalíticos lo desembarca en  esta más que ridícula característica, que llevaría a Freud no a conmoverse en su tumba como pudiera creerse, sino a resucitar de risa. Es conocida en el ambiente de los psicoanalistas aquella anécdota-verdadera- en la que Sigmund Freud, ante el desborde pansexualista de algunos discípulos, que veían penes en cualquier sueño de verduras, cigarrillos o frutas más o menos cilíndricas, les recordó con sorna que “a veces un toscano es solo un toscano”… Con lo dicho, suficiente.

                                                     III

Preguntémonos ahora : ¿Cuál es la función social de teorías como las de Eco? No hace falta ser muy perspicaz para advertir el rol reaccionario que cumplen en relación a los movimientos nacionales de los países periféricos que se esfuerzan por librarse de la opresión imperialista y escoger su propio camino. Siendo tantos los elementos que pueden establecer -aun en soledad- el carácter fascista de un régimen, los analistas y filósofos políticos de los centros imperiales, buscaron y buscarán con lupa ese elemento ideológico o de acción para descalificar al movimiento de liberación que brega contra los opresores en cada rincón de la Periferia. Así, por ejemplo, no obstante ser un movimiento laico de nacionalistas y socialistas, claramente antiimperialista, partidario de rescatar la riqueza minera de manos extranjeras y acabar con el gamonalismo realizando la reforma agraria en Bolivia, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) de Paz Estenssoro, que en  términos europeos podría legítimamente considerarse “de izquierda”, fue calificado de “fascista” porque se descubrió que un número reducido de oficiales de sus adherentes militares tenían ideas antisemitas y hasta lucían una esvástica en el ojal… Interesadamente, los gansos del capitolio imperialista anglo-sajón dejaban de lado la decisiva circunstancia de que ese prejuicio innoble no era hegemónico, sino una mera adherencia circunstancial y que no había prácticamente judíos en el altiplano a quienes aplicarlo. Además, desechaban considerar que en todo movimiento de masas, junto al oro popular se acumula también la basura de oportunistas, intolerantes, sádicos y reaccionarios, por suerte siempre una ínfima minoría

Del mismo modo, el peronismo argentino debió sufrir el estigma de ser un “fascismo” criollo  -“de las clases bajas”, aclaró absurdamente Gino Germani- por el hecho de implantar la centralización política y estatal necesaria para enfrentar a las grandes fuerzas de la reacción mundial y nacional. Sin esa centralización, practicando un formal democratismo parlamentario, el país hubiera quedado inerme ante aquellas fuerzas, con personeros en las Asociaciones patronales, en el Congreso, en la prensa y en la Universidad, gravitando ideológicamente sobre la conciencia de las veleidosas clases medias argentinas y controlando el grueso de nuestra economía. Esta verdad accesible a cualquier analista honesto, fue en cambio caratulada como el aspecto “despótico” o “autoritario” del peronismo y, por tanto, legítimamente atacable como “fascismo” y aun como “nazismo”. Esta última variante categorial le era aplicable, sobre todo, por la contratación por parte del gobierno del General Perón de eminentes científicos y expertos alemanes, que habían servido a su país como correspondía, más allá del régimen hitleriano, y sin considerar que los norteamericanos habían llevado a su país una cantidad de  eminencias de las ciencias duras cien veces mayor, empezando por Werner von Braun, inventor de la terrible bomba V-2. Sin embargo, nadie diría que por esta circunstancia Estados Unidos se había convertido en una nación “nazi”. *Con su fino empleo de la sátira, decía Jorge Abelardo Ramos: “¡Qué mala suerte tiene la Argentina! Los científicos que se llevaron los soviéticos eran todos buenos comunistas, los que recalaron en Estados Unidos fueron todos democráticos, pero lo que vinieron a nuestro país eran todos nazis…”*

El profesor italiano P. Vita-Finzi resumía así ambos casos de “fascismo”: El Fascismo “dominó en amplias zonas de Europa durante considerables períodos, y también, gracias al General Perón y al Dr. Paz Estenssoro, en algunos países de América Latina”. ¡Que burro!

Consideremos un tercer caso de aplicación “muy adaptable” -como dice el mismo Eco- de la original doctrina del “pan-fascismo”: Cuba. Si el fascismo presupone la existencia de un régimen capitalista de propiedad privada, la patria de Fidel y del Che, que la había abolido y sustituido por la propiedad estatal (mal llamada socialista), claramente no podía ser considerada “fascista”. Sin embargo, un rasgo de “el temor a la diferencia” -la persecución indebida a los homosexuales- y el ajusticiamiento de torturadores, delatores y traidores al servicio del dictador Fulgencio Batista, presentados como un ejemplo de “despotismo” cuando no era más que autodefensa, dieron pie a que lenguaraces periodistas estadounidenses y determinados “cientistas sociales” calificaran al de la isla caribeña como un “fascismo de izquierda” (¡) .

He aquí, dicho sea de paso, un perfecto oxímoron: un sistema de izquierda nunca puede ser “fascista”, porque el nazi-fascismo es prototípicamente de derecha. Los ignorantes o malintencionados hacen funcionar aquí el término “fascista” como un adjetivo agregado al concepto sustantivo que precisa una determinada realidad. Pero el “fascismo” no es un adjetivo calificativo para todo uso, sino un régimen social y político histórica y espacialmente establecido en la Europa de entreguerras con los países metropolitanos que la integraban. No hubo ni hay fascismos en el Tercer Mundo. Los así llamados por  “cientistas sociales”, sociólogos y expertos políticos a la bartola no son sino los Movimientos Nacionales y Populares de liberación, históricamente progresivos, diferenciados de los nacionalismos de los países opresores como el día de la noche.

Toda la inconsistencia y la unilateralidad del pensamiento metropolitano respecto al fascismo se expresan en opiniones como las que sostenía en 1967 el Dr. S.J. Woolf, de la Universidad de Reading (Gran Bretaña). Este académico inglés, en efecto, sostenía que tanto Perón como Getulio Vargas en Brasil habían fracasado en crear en sus respectivos países una economía cerrada, que para él era una “economía fascista”. Y consideraba que la causa de tal fracaso era la ausencia de “una base industrial relativamente amplia”, de una “poderosa industria pesada” y de “un grado relativamente avanzado de demanda interna”. Dejando de lado la afirmación del todo gratuita de que ambos líderes populares habían querido crear una “economía fascista”, el esquema de Woolf dejaba sin explicación el notable hecho de que los tres prerrequisitos para una economía  de ese tipo existían todos en la Inglaterra de pre-guerra, sin que ellos hubieran hecho de Gran Bretaña una economía “cerrada”, “fascista”, sino todo lo contrario: un sistema económico liberal de libre comercio. En cuanto al General Perón y el Dr. Getulio Vargas ellos jamás pensaron en una economía cerrada, autárquica -por lo demás imposible de hecho en la época de la expansión imperialista y el comercio mundial interrelacionado- sino en una nación con una economía autónoma y autocentrada -que es otra cosa- , con justicia social, soberanía política y vocación de unidad latinoamericana.

Y si por su violencia homicida antipopular  gobiernos como los de Videla, Pinochet, Strossner, la dinastía de los Somoza en Nicaragua y los Duvalier en Haití o los generales brasileros uno puede tentarse a llamarlos “fascistas”, debemos rechazar esa denominación por inadecuada e insuficiente, ya que sólo toma en cuenta uno de los rasgos que comparte con el fascismo: la violenta persecución a los enemigos políticos. La diferencia más importante es que los verdaderos fascismos (los europeos) trataban, aunque por métodos repudiables, de constituir a sus países en naciones poderosas e independientes, mientras que las dictaduras latinoamericanas -con iguales o peores métodos- se esforzaron siempre por entregar sus patrias al opresor extranjero, antes Inglaterra, después Estados Unidos. Dictaduras reaccionarias y entreguistas bajo cualquier disfraz doctrinario: liberal o conservador, diferentes del Fascismo y opuestas a los movimientos de liberación del mundo colonial y semicolonial. Videla era diferente a Mussolini  o Hitler por sus respectivas intenciones y decisiones políticas, y opuesto al General Perón por el destino que pensaban para la nación. Puede asegurarse incluso que las Dictaduras entreguistas de Sudamérica y el Caribe han sido peores que el fascismo, porque éste era expansionista y nuestras dictaduras militares entreguistas, porque los regímenes de Hitler y Mussolini absorbieron la desocupación y elevaron el nivel de vida del pueblo (en Alemania la desocupación pasó de 3.745.000 desocupados a 164.000 en 1938), mientras que las dictaduras lanzaron a las masas a la desocupación y el hambre, y porque, finalmente, el fascismo impulsó el desarrollo científico, tecnológico e industrial de sus países, en tanto que los Videlas, Strossner y Pinochet persiguieron a sus científicos, exiliaron a sus técnicos y destruyeron la industria en cuanto les fue posible.

                                                   IV

Para terminar, digamos que Eco, con su teoría del “Fascismo eterno” o Pan-fascismo, en realidad no inventó nada, porque fue precedido por la “Teoría del pan-guanaquismo”, que desarrollaron inteligentemente los indios Onas de Tierra del Fuego a fines del Siglo XIX. En efecto: por estos años, alarmados por la cantidad de caballos y ovejas que esta parcialidad fueguina capturaba para comerlos, los flamantes estancieros chilenos y británicos que se apoderaban de sus tierras, convinieron con los Onas que no serían perseguidos si se limitaban a alimentarse con carne de guanacos, abundantes todavía en la zona. Pero como no cumplían con lo convenido y seguían apoderándose de los animales prohibidos, al ser interpelados por los estancieros perjudicados, ellos respondieron con esta asombrosa doctrina: “Todo es guanaco: una oveja es guanaco chico; un caballo es guanaco grande”.

 De donde se concluye que si el pensamiento europeo inventó el “pan-fascismo” para jodernos (perdonen la neolengua) , nuestros paisanos los Onas crearon el “pan-guanaquismo” para defendernos de nuestros explotadores y opresores. Hoy se podría actualizar así: “Yanquis imperialismo grande; ingleses y franceses imperialismo mediano; italianos, alemanes y españoles imperialismo chico. Todos imperialistas”.

                                                                    29 de Junio de 2019

1) Renzo de Felice, «Gli ebrei sotto il fascismo», citado por Adolfo Kuztnisky en su libro «Italia y el Antisemitismo», pág. 112.

Al decir del cineasta Sergei Einsenstein Rusia se asemeja a una esfinge inmensurable con dos caras separadas una sobre el Báltico y otra sobre el Pacífico. Y unidas por un eje que en cada extremo tienen núcleos demográficos significativos desde San Petersburgo hasta Vladivostok. A su vez con un núcleo central y también pivote comunicacional en Moscú en la Rusia europea. Con sus 12 millones de habitantes apenas separados de la costa occidental báltica por cuatro horas de tren bala a San Petersburgo. Y de Siberia y la costa oriental por siete días de tren, con varios cambios de huso horario a lo largo de su extensísimo recorrido.

Este introito solamente alcanzaría para dar una pálida idea de su potencialidad territorial pero falta agregarle sus otras proyecciones geográficas al norte y al sur. Para la primera el círculo polar Ártico que la corona y también bloquea reduciendo sensiblemente su acceso marítimo al mundo exterior durante gran parte del año. Y hacia el otro extremo se extiende hacia los mares Negro y Caspio ambos mares clausurados y compartidos con otras potencias linderas. Quedando solo abierta hacia el centro la Europa Central, por donde secularmente siempre le llegaron las invasiones extranjeras. Desde Napoleón hasta Hitler.

A fin de reforzar estas apreciaciones se toman algunas estadísticas. Según la analista Julia Grinfeldt (1) Rusia es un país “fenómeno mundial” y de paso obligatorio, limitando con catorce países de Europa hasta Asia. También reteniendo un 70 por ciento de zonas desérticas y a pesar de un decaimiento demográfico derivado del fin del periodo soviético retiene un total de trece ciudades millonarias (de más de un millón de habitantes) Posee importantes reservas minerales y gasíferas así como forestales y acuíferas. También su acuífero del insondable Lago BAIKAL representa casi el 19 por ciento a escala planetaria. Y en orden a su nivel científico Rusia representa un cuarto de los resultados científicos también a escala mundial.

Compartiendo ideas con un universitario ruso, a tres décadas del fin de la Guerra Fría, coincidimos en reconocer que de aquellos tiempos a todos nos quedó una afirmación que suena vetusta al presente, pero tal vez no tanto. De este lado del mundo se hablaba del peligro que viene del ESTE y en Rusia se decía que era del OESTE. Larga cobertura mediática ha tenido esta historia sobre el espionaje internacional luego volcado al cine y la literatura de ficción.

Creo que en esta parte del mundo en que residimos la cuestión esta algo olvidada, pero no es igual en la Rusia presente. La hecatombe de la Segunda Guerra mundial del siglo XX (IIGM) en la que sufrió la pérdida de alrededor de 24 cuatro millones de vidas surge al primer plano el tema a poco que se lo mencione. Para Rusia la IIGM se llama la Gran Guerra Patria, siendo la invasión napoleónica del siglo XIX la Primera Guerra Patria. Y no hay la menor concesión en estas calificaciones al estudiarlo.
Me resulta apta la valoración rusa del gran conflicto mundial librado entre 1941 y 1945 en su territorio para abordar sintéticamente su percepción de la seguridad internacional actual. Es evidente que desde el fin de etapa soviética hasta el advenimiento de la era PUTIN ha habido un avance gradual de las potencias occidentales atlantistas, a través de su alianza militar la OTAN, en el arco central comprendido entre Kalinin en la costa Báltica hasta Ucrania y Crimea en el sur.

Produciendo la consiguiente sensibilización geopolítica en Moscu que percibe la situación como un avance hacia su propia seguridad. 
El profesor I. MARTINOV ( 2 ) refiriéndose expresamente a las responsabilidades de la actual Federación Rusa en su carácter de potencia mundial, como uno de los garantes de la seguridad planetaria no duda en cuestionar el proceso iniciado en 1989 con la llamada “perestroika” que ocasiono el pase de un mundo bipolar (URRSS – EEUU) a un mundo transicional de duración incierta. Atribuyendo a EEUU el haber aprovechado la oportunidad quebrantando la “previsibilidad del sistema mundo”. Arremetiendo a su vez contra la idea del Estado-Nación en favor de una Globalización tutelada por el sistema neoliberal.

Estas conclusiones no le impiden al opinante avanzar también en críticas al sistema vigente durante la etapa final del periodo soviético como necesitado de una renovación institucional y política. Pero cuestiona a la dirigencia de entonces, principalmente a la gestión Gorbachov, por no haber sido capaz de asumirla y de ser responsable de haber llevado a Rusia al riesgo de una fragmentación estatal.

El profesor D. IVANOWSKY (3) opinando sobre las etapas suscitadas después del periodo soviético en el espacio geográfico de Rusia concluye en coincidencia que la preservación de la unidad estatal de Rusia tuvo enfrentamientos de distinta intensidad. Citando a los de Georgia, Chechenia y más recientemente a Ucrania. Entendiendo a este último como el más complicado por su carácter antirruso derivado de las diferencias lingüísticas y religiosas. Pero que si bien no puede dárselo por superado, en líneas generales la homogeneidad política de Rusia ha prevalecido. Sin dejar de ser enfático en afirmar que Moscú no dudara en ningún caso en hacer empleo de todos sus medios disponibles en caso de que la unidad estatal se viera comprometida. En clara alusión a un empeoramiento de la crisis latente en Crimea. 
En cuanto al enfoque acerca de que el mundo transicional actual derivara hacia situaciones de tensión y crisis con los EEUU o la OTAN el primer analista, MARTINOV, arriesgo una comparación de medios al estilo de los que proliferaban en épocas de la guerra fría. Diciendo que en la actualidad tanto Rusia y especialmente China, ambos integrantes del bloque euroasiático, retienen superioridad en tecnologías aplicadas a la defensa. Y EEUU las supera en el renglón bancario y financiero, como también en lo que denomino la cultura “McDonald Jean” y en guerra informática y mediática con gran llegada a las masas. Incidiendo fuertemente en la formación mundial de una opinión favorable a sus intereses.

Y que si bien existe una paridad militar propiamente dicha entre ambos bloques ,el Euroasiático y el Atlantista, el primero retiene un avance de por lo menos tres años en relación a las decisivas armas defensivas misilisticas e hipersónicas. Lo cual le otorga una importante garantía de seguridad y capacidad disuasoria.

No es difícil concluir entonces que frente a este escenario geopolítico de tensiones y maniobras estratégicas resulte comprensible el aval que recibe la gestión PUTIN por su política exterior de parte del pueblo ruso. Aval que no hubiera sido entendible en el periodo post soviético inmediato signado por marchas y contramarchas, así como por notorios casos de corrupción y retrasos tecnológicos en el área de defensa, todo ello en un ambiente de escasez e incertidumbre pública.
Agregándose al presente un apoyo explícito de la Iglesia Ortodoxa, sin el cual la sustentación de cualquier administración política en Rusia se vuelve frágil. Con un dejo de simpatía al respecto el profesor IVANOWSKY refirió que: hay en el pueblo ruso un respeto a la autoridad formal o religiosa que es ínsito a su manera de ser. “En tiempos de la URSS que proclamaba el ateísmo y se enfrentaba a toda religión, igualmente el pueblo concurría al culto abierta o clandestinamente. En estos tiempos, según estadísticas oficiales, se construyen mensualmente nuevas iglesias a un ritmo de casi una por ciudad en todo el país. El periodo soviético ha pasado, pero el pueblo sigue siendo el mismo.”

El hecho es perceptible hasta para el observador menos avisado y merece un tratamiento enfocado en la visión que el pueblo ruso tiene de sí mismo y de su futuro. (CONTINUARA)


(1) (2) (3) Los profesores GRYNFELDT, MARTINOV e IVANOWSKY fueron los Profesores disertantes del Curso brindado por el Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia, mayo 2019.

Dr. Carlos Alberto Moreno Juárez 
Profesor Honoris Causa del Instituto Superior de Historia Arturo Jauretche
Colaborador del Equipo DOSSIER GEOPOLITICO

Publicado en Diario Crónica

El Equipo de Dossier Geopolitico en Rusia de derecha a izquierda: Dr. Carlos Moreno Juarez; Lic. Carlos «Chino» Fernandez y Lic. Carlos Pereyra Mele


Por Merched A. Mitre

No he visto que se hable sobre la naturaleza del acuerdo. No es (por ahora) un tratado de libre comercio. Es un Acuerdo político institucional de integracion y cooperación estratégica que habilita iniciar el camino de la negociación por aquél. 

Hace unos diez días un economista asesor de empresas ( muy liberal él) anunciaba la firma de este acuerdo y que, para el. éste era «algo mejor que nada», para empezar a negociar un tratado de libre comercio. Este puede llevar entre tres a cinco años concretarlo con viento a favor. El acuerdo que se acaba de firmar se ha hecho con la Burocracia de Bruselas en un momento que las autoridades de la UE han caducado en razón de las elecciones europeas que se acaban de celebrar  y en medio de una feroz disputa entre Francia y Alemania por la nominación del presidente de la Comisión Europea y el de el Consejo Europeo y de otros cargos. [1]

Por eso pienso que el acuerdo que se acaba de firmar a las apuradas sirve básicamente a un «marketing político» para los gobiernos de Brasil y Argentina muy debilitados internamente. En especial al macrismo que luego del descalabro económico y social que ha producido en tres años y medio de gobierno no puede generar esperanza y expectativas positivas en la sociedad para aspirar a la reelección, el acuerdo le sirve para tratar de recrear falsamente expectativas hacia futuro con la «apertura al mundo«, la «apertura de nuestra economía cerrada» y el «progreso y la competitividad que trae el libre comercio» (todas premisas falsas) y al mismo tiempo evadir la discusión sobre el crítico presente del país. Por eso la campaña electoral va estar atravesada por un debate que planteará el liberalismo alrededor de conceptos ideológicos ya superados por la evolución y que tratará de imponer con la «policía mediática del pensamiento correcto», con vastos sectores de la sociedad con una conciencia debilitada, y bajo un «fuego mortal» de los medios masivos». Debate mucho tiempo postergado que bienvenido sea y hoy deberia servirnos para instalar la posición del campo nacional.

Las razones para rechazar este tipo de acuerdos de librecomercio hay que buscarlas en el rico acervo político, ideológico y doctrinario del campo nacional ( incluyendo al justicialismo). Si estamos «flojos en la materia» y nuestra «pereza intelectual» es grande, estas razones podemos encontrarlas en las razones que esgrimieron los europeos para rechazar la «Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión«, ATCI o TTIP (sigla en inglés) como se denominaba el acuerdo de libre comercio entre EEUU y la UE que impulsaba Obama. Rechazó que se produjo en Europa con grandes movilizaciones sociales y políticas. O busquemos las razones esgrimidas por EEUU para voltear el «Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica» el TTP , como se llamaba el proyecto de acuerdo de libre comercio entre EEUU y catorce países del Pacífico ( que excluia a China).

El espejito de colores de la libertad de comercio desarrollada por Adam Smith a fines del siglo XVII, bien aprovechada por Inglaterra y después por los EEUU, como motor del desarrollo de la riqueza de las naciones en el siglo XXI no puede engañar a nadie salvo a descuidados o ignorantes. No es el camino para beneficio y desarrollo de las naciones. Me pregunto porque no se pone el mismo énfasis para integrarnos con Europa, en construir la integracion de los pueblos y naciones suramericanas para que en un espacio histórico común y en un mercado potencial de más de 400 millones de habitantes encuentren en la integracion y complementacion  de sus economías el paso previo de maduración ( algo que alguien supo llamar la «etapa del Continentalismo»), para luego abordar acuerdos comerciales con otros bloques, camino que recorrió precisamente Europa con su integración. Para países debilitados como el nuestro con una gran asimetría económica con los grandes y con fuerte alteración de los términos de intercambio, con el fuerte condicionamiento que significa un endeudamiento formidable, con fuga de capitales, destrucción de su industria ( como vemos a diario), no creemos que los tratados de libre comercio como forma de «inserción en este mundo» nos sirvan, sino todo lo contrario, se convierten en «sumisión geopolitica» y les desatan completamente las manos a las transnacionales para que hagan. 

En este mundo actual, no son tiempos de libre comercio por más que se proclame; hay primacía del proteccionismo de las economía, más que apertura, algunas en formas evidentes y declaradas y otras disimuladas. La guerra comercial entre EEUU y China que  compromete las economías de los bloques y de casi todos los países nos da una enseñanza. 

Considero que el macrismo en su improvisación e ignorancia y pésima lectura del mundo que se está configurando llega tarde al baile de disfraces, cuando esta ya termino. Recomiendo que vuelvan a leer el libro de Marcelo Gullo «La insubordinación fundante…» que es un magnífico trabajo que arroja mucha luz sobre el tema.

Dr. Merched A. Mitre Médico, Colaborador de Dossier Geopolitico en Córdoba, Argentina

[1] Francia dijo que «por ahora no está preparada para ratificar» el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur

El gobierno de Macron anunció que pedirá «garantías» a los países del bloque latinoamericano. Su país ha sido uno de los más reacios al pacto porque teme que su influyente sector agrícola se vea afectado por la llegada masiva de productos sudamericanos al mercado

https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/07/02/francia-dijo-que-por-ahora-no-esta-preparada-para-ratificar-el-acuerdo-entre-union-europea-y-mercosur/