Esta semana unos de los principales formadores de opinión del mundo atlantista en la Argentina el Sr. Rosendo Fraga Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría escribía para el medio pro norteamericano Infobae lo siguiente: “El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental.” Es importante que alguien muy ligados a los intereses de la angloesfera describa está realidad, que desde Dossier Geopolitico venía adelantando desde hace años para lo cual acompaño algunos links: El Nuevo Orden Mundial que se viene  (2014) en Rebelion: https://rebelion.org/el-nuevo-orden-mundial-que-se-viene/ ; Horas cruciales (2013) https://rebelion.org/horas-cruciales/ ; 2016, el «fin» del «principio» (2016) https://rebelion.org/2016-el-fin-del-principio/ ; Rusia esboza un Nuevo Orden Mundial postoccidental (2020) http://www.gracus.com.ar/2020/10/14/rusia-esboza-un-nuevo-orden-mundial-postoccidental/ 

Importante es ver cómo por estas horas los antiguos sostenedores de la de los principios del Fin de la Historia y la Hegemonía total para el S XXI por parte de EEUU y sus “socios-aliados” hoy empiezan a cambiar el discurso ante la “Caída de los Dioses”, que hoy pretenden realinearse con un “discurso mas cercano a la realidad y la verdad. No nos equivocamos ni en los tiempos que vendrían ni en la peligrosidad de los mismos ante este cambio sistémico en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico DG

Geopolítica del siglo XXI y seis meses de guerra en Ucrania

Al cumplirse medio año de la invasión rusa, conviene revisar los significados y cambios que el conflico está mostrando

Por Rosendo Fraga

El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental. Occidente inició su expansión global a fines del siglo XV, cuando los españoles en 1492 llegan a América y los portugueses a la India en 1498. Desde entonces, la expansión de los imperios europeos en América, Asia, África y Oceanía fue el eje del desarrollo geopolítico durante la segunda mitad del segundo milenio. No solamente implicó el dominio occidental la supremacía geográfica y económica, sino también la capacidad científico-tecnológica práctica. El papel, la pólvora y la imprenta son originarios de Oriente, pero en manos de Occidente se transformaron en instrumentos de su expansión global. Los imperios español y portugués primero; el inglés y el francés después; y el alemán e italiano en tercer término, fueron distintos instrumentos del dominio global occidental.

La descolonización que tiene lugar después de la Segunda Guerra Mundial probablemente sea el hecho político dominante del inicio de la hegemonía global de Occidente, y quizás la devolución de Hong Kong a China por parte de Gran Bretaña y la de Boa por Portugal a la India simbolizan, a finales del siglo XX, el sentido de este cambio geopolítico. La independencia de la India a mediados del siglo XX es también un hecho en esa dirección.

En la visión geopolítica de Estados Unidos al comenzar el siglo XXI, su idea dominante es seguir siendo la potencia del Pacífico, y para China y Rusia la ampliación de su influencia en el entorno inmediato. Así lo expresó textualmente Biden, quien como Vicepresidente de Obama hace 10 años dijo en Beijing: “Estados Unidos es y seguirá siendo la potencia del Pacífico”, dando por descontada la hegemonía en el Atlántico. Su intención de seguir siendo la potencia bioceánica por excelencia se ve reflejado en sus 11 portaaviones que recorren las aguas del mundo.

Joe Biden y Xi JinpingJoe Biden y Xi Jinping

Respecto a China, su idea geopolítica central es la Nueva Ruta de la Seda. Hunde sus raíces en el pasaje del primer al segundo milenio. Es un eje fundamentalmente terrestre, que va desde las costas del Lejano Oriente y el Pacífico, hasta el Báltico en el Atlántico, pasando por el Mediterráneo. Así como la geopolítica anglosajona ha tenido una visión marítima, la de China ha sido terrestre. Mientras Estados Unidos tiene fronteras con solo dos países, Canadá al norte y México al sur, la potencia asiática las tiene con dieciocho países. La Nueva Ruta de la Seda es un proyecto histórico y geográfico que tiene tres capítulos surgidos de las ambiciones geopolíticas: la expansión al sudeste de Asia, a África y a América del Sur.

Rusia es el país más grande del mundo, que se extiende del Atlántico al Pacífico y que es la potencia dominante en el Ártico. Su proyecto geopolítico es muy claro y comienza a desarrollarse a principios del siglo XVIII por el Zar Pedro I, quien derrota a Suecia y llega al Báltico. Para este Zar, Rusia era la “Potencia de los Cinco Mares”: Negro, Azov, Caspio, Báltico y Ártico (Putin en julio, al presentar la nueva estrategia naval, agrega un sexto: el Oj, donde tiene islas en disputa con Japón). El proyecto geopolítico ruso en el siglo XXI es la reconstitución de la Unión Soviética, desarticulada tras la disolución del comunismo. Europa ha sido el centro del dominio global occidental y quizás por eso es el continente que enfrenta un mayor retroceso relativo. Su desafío central es mantener la cohesión lograda a través de la Unión Europea y su debate clave es si continúa como un aliado subordinado a Estados Unidos o intenta jugar una política de equilibrio entre este país y China, de la que hoy parece alejada.

En las primeras décadas del siglo XXI, los conflictos de la OTAN que en forma simultánea desarrolla con Rusia y con China, son en realidad la pugna entre Washington y Beijing por la hegemonía global. En el largo plazo, la cohesión de la Unión Europea y de la OTAN son un interrogante, aunque no lo sea en el corto ni en el mediano plazo, y la división ideológica de los Estados Unidos sea posiblemente, junto con el cuestionamiento al funcionamiento de la democracia en Occidente, su amenaza ideológica más importante. Treinta años atrás, la geopolítica estaba fuera de moda. Dominaba la idea de que el Estado nacional desaparecía por la globalización económica y la multilateralidad política. Las nuevas tecnologías hacían que el territorio perdiera sentido y en la cual los recursos naturales pierden valor frente a la posesión del conocimiento. El nacionalismo era un valor en retroceso. Hoy la visión es diferente. Las nuevas tecnologías no solamente se han nacionalizado, sino que son un campo de batalla central entre Estados Unidos y China por la hegemonía global. Lo multilateral se ha debilitado y las potencias regionales tienen más gravitación. Las redes sociales, que se creía iban a imponer una cultura universal, hoy son más instrumentos que refuerzan los conflictos de identidad. Las guerras, que hace treinta años se las consideraba un hecho del pasado, hoy han vuelto a ser un dramático presente, en el cual los diplomáticos hablan como guerreros y los ejercicios militares son instrumentos centrales de la política exterior.

Ejercicios navales chinos cerca de la costa de TaiwánEjercicios navales chinos cerca de la costa de Taiwán

La geopolítica tiene estrecha vinculación con la historia y en mayo, en el Foro de Davos, Henry Kissinger señaló que era un error expulsar a Rusia de Europa, porque así el continente iba a quedar más inseguro. Cabe recordar que Gran Bretaña y Rusia fueron aliados militares en las tres guerras mundiales de la modernidad: las Napoleónicas, además de la Primera y la Segunda. También dijo que era un error empujar a Rusia a una alianza militar con China, algo que en las últimas semanas se ha producido. Agregó en esa oportunidad también que Ucrania iba a tener que aceptar concesiones territoriales. Cabe recordar que Kruschev entregó Crimea a Ucrania al cumplirse los 300 años de que este país aceptara someterse al Imperio Ruso. Crimea fue, a mediados del siglo XIX, el motivo de la guerra que libró Rusia con Gran Bretaña, Francia, Turquía y Cerdeña.

La visión estratégica del Reino Unido para el 2030 presentada el año pasado, al vincular los conceptos de geopolítica y geoeconomía, señala tres tendencias predominantes: la importancia creciente del Indopácífico, una China más firme y amenazante, y un rol más importante de lo que llama las “potencias medianas”. Esto último se ha visto corroborado en los casi seis meses de guerra que llevan Rusia y Ucrania. Cabe recordar que países como México, Brasil y Argentina en América Latina; Egipto, Sudáfrica y Nigeria en África; Indonesia, Pakistán, Tailandia y Vietnam en Asia; y Arabia Saudita y Emiratos en el mundo árabe, coincidieron, sin coordinación previa, en condenar la invasión rusa a Ucrania porque afectaba el principio de soberanía, y tampoco se sumaron al mismo tiempo a las sanciones económicas contra Rusia que lleva adelante Europa y Estados Unidos por la misma razón, porque afecta el principio de soberanía. Es decir, han mantenido una posición independiente en el conflicto. Hacia adelante, se dibuja un eje geopolítico entre el hemisferio norte y el hemisferio sur. Pero el primero seguirá siendo en los próximos siglos, el que concentre población y recursos. Históricamente, lo geopolítico ha estado vinculado a la capacidad militar de las potencias para alcanzar sus intereses estratégicos.

A seis meses de la guerra de Ucrania, la determinación de Rusia de reclutar 137.000 hombres para sus Fuerzas Armadas el año próximo; la decisión de la OTAN y sus aliados anunciada el 23 de agosto de que mantendrán el apoyo a Ucrania “durante años”; y los conflictos geopolíticos que se desarrollan simultáneamente entre la alianza occidental y sus aliados en torno a Ucrania y Taiwán, muestran una situación geopolítica global peligrosa e incierta.

Publicado en Infobae: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/27/geopolitica-del-siglo-xxi-y-seis-meses-de-guerra-en-ucrania/

 

Las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 que realizará Rusia en pocos días más en Siberia, son el tema central de la columna semanal del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, por considerarlas un aviso contundente y poderoso de coordinación militar en armamentos, defensa y seguridad del mundo euroasiático y -a la vez- una respuesta clara y demoledora a las provocaciones de la Anglo Esfera, luego de que en la última cumbre del OTAN de Madrid declararan públicamente que China y Rusia son los adversarios estratégicos a los que hay que impedir su crecimiento e incluso eliminarlos.

Por lo tanto, son unas maniobras que vienen a demostrar la incapacidad de Estados Unidos y sus socios para interferir en el definitivo desarrollo de las potencias emergentes del Sur Global, todo dentro de un conflictivo escenario internacional, con frentes abiertos tanto en Ucrania como en Taiwán, donde las potencias emergentes se defienden de la agresividad desubicada y desbocada de Occidente, que supera la pura competencia económica, comercial, energética, cibernética o espacial, y que tienden a enfrentamientos militares de envergadura, a los cuales las potencias emergentes muestran músculo al no aceptar su rol de dependencia del imperio Anglosajón.

Además, Pereyra Mele señala importantes aspectos estratégicos de estos ejercicios militares que se extenderán también a las islas Kuriles -en litigio con Japón-, al estrecho de Bering, al mar Ártico de Siberia y a las cercanías de Corea. Subrayando la significativa participación de China, también de La India -por primera vez-, como de Bielorrusia y de otros países de la región, que demuestran la coordinación del conjunto de las fuerzas armadas de Asia y su determinación de establecer normas claras y concretas a los desafíos del nuevo giro histórico global y dar respuestas decididas a la agresividad de Estados Unidos y sus socios, en su nueva versión de la “OTAN / Pacífico”.

Además, nuestro director aborda la historia de las maniobras militares VOSTOK desde la época de la URSS, de los años en que no se realizaron y que coincidieron con el derrumbe del sistema y el fraccionamiento del territorio, y de su reactivación en 2018, en paralelo con el resurgir de Rusia como potencia mundial. Además de datos y estadísticas sobre efectivos, armamentos y nuevas tecnologías que sirven para dimensionar el alcance y la envergadura de unos ejercicios militares que por sí solos, dan por tierra a las leyendas mediáticas occidentales que deliran con una supuesta y falsa debilidad militar rusa.

Y finalizando, Pereyra Mele reflexiona sobre las últimas declaraciones de Henry Kissinger: “…Estados Unidos debería dejar de utilizar la herramienta de la agresión porque ello nos conduce fatalmente a un conflicto de dimensiones totalmente increíbles y que pueden llegar al holocausto nuclear”.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

Haciendo caso omiso de los obstáculos occidentales, los ambiciosos proyectos de conectividad de Eurasia dirigidos por China y Rusia ahora están progresando profundamente en el corazón de Asia.

Pepe Escobar 17 de agosto

AMARKAND – Interconectar Eurasia Interior es un ejercicio de equilibrio taoísta: agregar pieza por pieza, pacientemente, a un rompecabezas gigantesco. Se necesita tiempo, habilidad, visión y, por supuesto, grandes avances. Recientemente se agregó una pieza clave al rompecabezas en Uzbekistán, reforzando los vínculos entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC). El gobierno de Mirzoyoyev en Tashkent está profundamente comprometido en impulsar otro corredor de transporte de Asia Central: un ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán-Afganistán. Ese fue el tema central de una reunión entre el presidente de la junta directiva de Temir Yullari, los ferrocarriles nacionales de Uzbekistán, y sus homólogos en Kirguistán y Afganistán, así como los gerentes de la empresa de logística china Wakhan Corridor. En términos de la compleja intersección de Xinjiang con el centro y el sur de Asia, esto es lo más innovador posible, como parte de lo que yo llamo la Guerra de los Corredores Económicos. Los uzbekos han considerado pragmáticamente que el nuevo corredor es esencial para el transporte de carga con tarifas bajas, pero eso va mucho más allá de los meros cálculos comerciales. Imagine, en la práctica, contenedores de carga que llegan en tren desde Kashgar en Xinjiang a Osh en Kirguistán y luego a Hairatan en Afganistán. Se prevé que el volumen anual alcance los 60.000 contenedores solo en el primer año. Eso sería crucial para desarrollar el comercio productivo de Afganistán, lejos de la obsesión por la «ayuda» de la ocupación estadounidense. Los productos afganos finalmente podrán exportarse fácilmente a los vecinos de Asia Central y también a China, por ejemplo, al bullicioso mercado de Kashgar. Y ese factor estabilizador reforzaría las arcas de los talibanes, ahora que el liderazgo en Kabul está muy interesado en comprar petróleo, gas y trigo rusos con descuentos muy atractivos.

Como hacer que Afganistán vuelva al juego

También existe la posibilidad de escindir un proyecto de carretera de este ferrocarril que cruzaría el ultra estratégico corredor de Wakhan, algo que Beijing ya ha estado contemplando durante algunos años. El Wakhan es compartido por el norte de Afganistán y la Región Autónoma de Gorno-Badakhshan de Tayikistán: una franja geológica larga, árida y espectacular, que avanza hasta Xinjiang. Ahora está claro no solo para Kabul, sino también para los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO), que los estadounidenses humillados no restituirán los miles de millones de dólares ‘confiscados’ de las reservas del Banco Central afgano, algo que al menos mitigaría la situación de Afganistán. actual, grave crisis económica y hambruna masiva inminente. Entonces, el Plan B es reforzar las, por el momento devastadas, cadenas de suministro y comercio afganas. Rusia estará a cargo de la seguridad de toda la encrucijada de Asia Central y del Sur. China proporcionará la mayor parte de la financiación. Y ahí es donde encaja el ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán-Afganistán. China ve una carretera a través de Wakhan, una propuesta muy complicada, como un corredor BRI adicional, que se une a la carretera Pamir pavimentada por China en Tayikistán y las carreteras reconstruidas por China en Kirguistán. El Ejército Popular de Liberación (EPL) ya ha construido una carretera de acceso de 80 km desde el tramo chino de la autopista Karakoram, antes de llegar a la frontera con Pakistán, hasta un paso de montaña en Wakhan, actualmente solo disponible para automóviles y jeeps. El próximo movimiento chino sería continuar por ese camino por 450 km, hasta llegar a Faizabad, la capital provincial de Afghan Badakhshan. Eso constituirá el corredor de respaldo al borde de la carretera para el ferrocarril China-Asia Central-Afganistán. El punto clave es que los chinos, tanto como los uzbekos, entienden completamente la ubicación extremadamente estratégica de Afganistán: no solo como una encrucijada de Asia Central y del Sur, que conecta con puertos oceánicos clave en Pakistán e Irán (Karachi, Gwadar, Chabahar) y al mar Caspio a través de Turkmenistán, pero también ayudando a Uzbekistán, país sin salida al mar, a conectarse con los mercados del sur de Asia. Todo eso es parte del laberinto del corredor BRI; y al mismo tiempo se entrelaza con el INSTC debido al papel clave de Irán (él mismo cada vez más vinculado con Rusia). Teherán ya está comprometido en la construcción de un ferrocarril a Herat, en el oeste de Afganistán (ya reconstruyó la carretera). Entonces tendremos a Afganistán incorporado tanto en BRI (como parte del Corredor Económico China-Pakistán, CPEC) como en el INSTC, dando impulso a otro proyecto más: un ferrocarril Turkmenistán-Afganistán-Tayikistán (TAT), que se conectará a Irán y así el INSTC.

Del Karakórum al Pakafuz

La carretera de Karakoram, cuya parte norte fue reconstruida por los chinos, tarde o temprano puede tener una hermana ferroviaria. Los chinos han estado pensando en ello desde 2014. Para 2016, un ferrocarril desde la frontera entre China y Pakistán hasta Gilgit, en las áreas del norte y luego más abajo hasta Peshawar, se consagró como parte del plan del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC). Pero luego no pasó nada: el ferrocarril no está incluido en el Plan de Largo Plazo CPEC 2017-2030. Eso puede suceder eventualmente en la próxima década: la ingeniería y la logística son un desafío enorme, como lo fueron para la construcción de la carretera de Karakoram. Y luego está el ángulo de «seguir el dinero». Los dos principales bancos chinos que financian proyectos BRI, y por lo tanto CPEC, son el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación. Incluso antes de Covid ya estaban bajando el tono de sus préstamos. Y con Covid, ahora tienen que equilibrar proyectos extranjeros con préstamos internos para la economía china. En cambio, la prioridad de conectividad pasó al ferrocarril Pakistán-Afganistán-Uzbekistán (Pakafuz). El tramo clave de Pakafuz une Peshawar (la capital de las áreas tribales) con Kabul. Cuando esté terminado, veremos a Pakafuz interactuando directamente con el próximo ferrocarril China-Asia Central-Afganistán: un nuevo laberinto BRI conectado directamente con el INSTC. Todos los desarrollos anteriores revelan su verdadera complejidad cuando vemos que se insertan simultáneamente en la interacción de BRI y el INSTC y la armonización entre BRI y la Unión Económica de Eurasia (EAEU). Esencialmente, en términos geopolíticos y geoeconómicos, la relación entre los proyectos BRI y EAEU permite que Rusia y China cooperen en Eurasia mientras evitan una carrera para alcanzar una posición dominante en Heartland. Por ejemplo, tanto Beijing como Moscú están de acuerdo en la necesidad suprema de estabilizar Afganistán y ayudarlo a tener una economía sostenible. Paralelamente, algunos miembros importantes de BRI, como Uzbekistán, no son miembros de EAEU, pero eso se compensa con su membresía en SCO. Al mismo tiempo, la entente BRI-EAEU facilita la cooperación económica entre miembros de EAEU como Kirguistán y China. Beijing obtuvo de facto la aprobación total de Moscú para invertir en Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Armenia, todos miembros de la EAEU. Se está discutiendo conjuntamente entre la EAEU, dirigida por Sergei Glazyev, y China una futura moneda o canasta de monedas que eviten el dólar estadounidense.

China se enfoca en Asia Central – Asia Occidental

No hay duda de que la guerra de poder en Ucrania entre EE. UU. y Rusia ha estado creando serios problemas para la expansión del BRI. Después de todo, la guerra de Estados Unidos contra Rusia es también una guerra contra BRI. Los tres principales corredores BRI desde Xinjiang a Europa son el Nuevo Puente Terrestre Eurasiático, el Corredor Económico China-Asia Central-Asia Occidental y el Corredor Económico China-Rusia-Mongolia. El Nuevo Puente Terrestre Euroasiático utiliza el Transiberiano y un segundo enlace a través de Xinjiang-Kazajstán (a través del puerto de tierra firme de Khorgos) y luego Rusia. El corredor a través de Mongolia es, de hecho, dos corredores: uno de Beijing-Tianjin-Hebei a Mongolia Interior y luego a Rusia; y el otro de Dalian y Shenyang y luego a Chita en Rusia, cerca de la frontera con China. Tal como está, los chinos no están utilizando Land Bridge y el corredor de Mongolia tanto como antes, principalmente debido a las sanciones occidentales sobre Rusia. El énfasis actual de BRI es a través de Asia Central y Asia Occidental, con una rama que luego se bisecta hacia el Golfo Pérsico y el Mediterráneo. Y aquí es donde vemos otro nivel de intersección, altamente complejo, que se desarrolla rápidamente: cómo la creciente importancia para China de Asia Central y Asia Occidental se mezcla con la creciente importancia del INSTC para Rusia e Irán en su comercio con India. Llámalo el vector amistoso de la Guerra de los Corredores de Transporte. El vector duro, la guerra real, ya está siendo desplegado por los sospechosos habituales. Como era de esperar, están empeñados en desestabilizar y/o aplastar cualquier nodo de integración BRI/INSTC/EAEU/SCO Eurasia, por cualquier medio necesario: ya sea en Ucrania, Afganistán, Beluchistán, los “stans” de Asia Central o Xinjiang. En lo que respecta a los principales actores euroasiáticos, seguramente será un tren angloamericano a ninguna parte.

Frente a las recetas distópicas del «occidente liberal» donde la financiarización ha mercantilizado la vida misma, convirtiendo hasta lo inmaterial en mercancía destruyendo la comunidad, el Heartland nos propone restaurar los conceptos de Armonía y Comunidad

LA SEGUNDA LLEGADA DEL HEARTLAND Por Pepe Escobar 14 de agosto

Es tentador visualizar la abrumadora debacle colectiva de Occidente como un cohete, más rápido que la caída libre, que se sumerge en la vorágine del vacío negro del colapso sociopolítico completo.

El fin de su historia resulta ser un proceso histórico de avance rápido que tiene ramificaciones asombrosas: mucho más profundas que las meras «élites» autoproclamadas, a través de sus mensajeros, que dictan una distopía diseñada por la austeridad y la financiarización: lo que eligieron marcar como un Gran Reinicio y luego, interviniendo en un gran error, La Gran Narrativa .

La financiarización de todo significa la mercantilización total de la vida misma. En su último libro, No-Cosas: Quiebras del Mundo de Hoy (en español, sin traducción al inglés aún), el principal filósofo contemporáneo alemán (Byung-Chul Han, que resulta ser coreano), analiza cómo el capitalismo de la información, a diferencia del capitalismo industrial, convierte también lo inmaterial en mercancía: “La vida misma adquiere la forma de mercancía (…) desaparece la diferencia entre cultura y comercio. Las instituciones de cultura se presentan como marcas rentables”.

La consecuencia más tóxica es que “la comercialización y mercantilización total de la cultura tuvo el efecto de destruir la comunidad (…) La comunidad como mercancía es el fin de la comunidad”.

La política exterior de China bajo Xi Jinping propone la idea de una comunidad de destino de la humanidad , esencialmente un proyecto geopolítico y geoeconómico. Sin embargo, China aún no ha acumulado suficiente poder blando para traducir eso culturalmente y seducir a grandes sectores del mundo: eso preocupa especialmente a Occidente, para quien la cultura, la historia y las filosofías chinas son prácticamente incompresibles.

En Asia Interior, donde me encuentro ahora, un pasado glorioso revivido puede ofrecer otros ejemplos de “comunidad compartida”. Un ejemplo brillante es la necrópolis de Shaki Zinda en Samarcanda.

Afrasiab, el antiguo asentamiento anterior a Samarcanda, había sido destruido por las hordas de Genghis Khan en 1221. El único edificio que se conservaba era el santuario principal de la ciudad: Shaki Zinda.

Mucho más tarde, a mediados del siglo XV , el astrónomo estrella Ulugh Beg, él mismo nieto del “Conquistador del Mundo” turco-mongol Timur, desató nada menos que un Renacimiento Cultural: convocó a arquitectos y artesanos de todos los rincones de Timurid. imperio y el mundo islámico para trabajar en lo que se convirtió en un laboratorio artístico creativo de facto.

La Avenida de las 44 Tumbas en Shaki Zinda representa a los maestros de diferentes escuelas creando armoniosamente una síntesis única de estilos en la arquitectura islámica.

La decoración más notable en Shaki Zinda son las estalactitas, colgadas en grupos en las partes superiores de los nichos del portal. Un viajero de principios del siglo XVIII las describió como “magníficas estalactitas, que cuelgan como estrellas sobre el mausoleo, dejan en claro la eternidad del cielo y nuestra fragilidad”. Las estalactitas en el siglo XV se llamaban “muqarnas”: eso significa, en sentido figurado, “cielo estrellado”.

El cielo protector (comunitario)

El complejo Shaki Zinda se encuentra ahora en el centro de un esfuerzo deliberado por parte del gobierno de Uzbekistán para restaurar Samarcanda a su antigua gloria. La pieza central, los conceptos transhistóricos son la «armonía» y la «comunidad», y eso va mucho más allá del Islam.

Cómo agudo contraste, el inestimable Alastair Crooke ha ilustrado la muerte del eurocentrismo aludiendo a Lewis Carroll y Yeats: sólo a través del espejo podemos ver los contornos completos del escabroso espectáculo de auto obsesión narcisista y autojustificación que ofrece “el peor”, todavía tan “lleno de intensidad apasionada”, como lo describe Yeats.

Y sin embargo, a diferencia de Yeats, los mejores ahora no “carecen de toda convicción”. Puede que sean pocos, condenados al ostracismo por la cultura de la cancelación, pero sí ven a la “bestia áspera, su hora ha llegado por fin, encorvada hacia…” Bruselas (no Jerusalén) “para nacer”.

Este grupo no elegido de mediocridades insufribles, desde von der Leyden y Borrell hasta ese trozo de madera noruego Stoltenberg, puede soñar que viven en la era anterior a 1914, cuando Europa estaba en el centro político…

…Sin embargo, ahora no sólo “el centro no aguanta” (Yeats), sino que la Europa infestada de eurócratas ha sido definitivamente engullida por la vorágine, un remanso político irrelevante que coquetea seriamente con la reversión al estatus del siglo XII .

Los aspectos físicos de la Caída (austeridad, inflación, ausencia de duchas calientes, congelación hasta la muerte para apoyar a los neonazis en Kiev) han sido precedidos, y no es necesario aplicar imágenes cristianizadas, por los fuegos de azufre y azufre de una Caída Espiritual.

A los amos trasatlánticos de esos loros haciéndose pasar por “élites” nunca se les ocurrió ninguna idea para vender al Sur Global centrada en la armonía y mucho menos en la “comunidad”.

Lo que venden, a través de su narrativa unánime, en realidad su versión de «We Are the World», son variaciones de «no tendrás nada y serás feliz». Peor aún: tendrás que pagarlo muy caro. Y no tienes derecho a soñar con ninguna trascendencia, independientemente de si eres un seguidor de Rumi, el Tao, el chamanismo o el Profeta Mahoma.

Las tropas de choque más visibles de este neo-nihilismo occidental reduccionista, oscurecido por la niebla de la «igualdad», los «derechos humanos» y la «democracia», son los matones que se están desnazizando rápidamente en Ucrania, luciendo sus tatuajes y pentagramas.

El amanecer de una nueva Ilustración

El Show de Autojustificación Colectiva de Occidente organizado para borrar su suicidio ritualizado no ofrece ningún indicio de trascender el sacrificio implícito en un seppuku ceremonial. Todo lo que hacen es revolcarse en la firme negativa a admitir que podrían estar gravemente equivocados.

¿Cómo se atrevería alguien a ridiculizar el conjunto de “valores” derivados de la Ilustración? Si no te postras frente a este brillante altar cultural, no eres más que un bárbaro listo para ser calumniado, castigado por la ley, cancelado, perseguido, sancionado y, HIMARS al rescate, bombardeado.

Todavía no tenemos un Tintoretto post-Tik Tok para representar el colectivo West revolcándose en las cámaras dantescas del infierno pop. Lo que sí tenemos, y debemos soportar, día tras día, es la batalla cinética entre su “Gran Narrativa”, o narraciones, y la pura y simple realidad. Su obsesión con la necesidad de que la realidad virtual siempre “gane” es patológica: después de todo, la única actividad en la que sobresalen es la fabricación de realidades falsas. Lástima que Baudrillard y Umberto Eco ya no estén entre nosotros para desenmascarar sus cursilerías.

¿Hace eso alguna diferencia en vastas franjas de Eurasia? Por supuesto que no. Solo necesitamos mantenernos al día con la vertiginosa sucesión de reuniones bilaterales, acuerdos e interacción progresiva de BRI, SCO, EAEU, BRICS+ y otras organizaciones multilaterales para tener una idea de cómo se está configurando el nuevo sistema mundial.

En Samarcanda, rodeado de ejemplos fascinantes del arte timúrida junto con un auge del desarrollo que recuerda el milagro del este asiático de principios de la década de 1990, es fácil:

Ver cómo el corazón del Heartland está de regreso con una venganza, y está destinado a despachar el Occidente afligido por pleonexia al pantano de la Irrelevancia.

Los dejo con una puesta de sol psicodélica frente al Registan, en el filo de la navaja de…

un nuevo tipo de Ilustración que está conduciendo al Heartland hacia una versión basada en la realidad de Shangri-La, privilegiando la armonía, la tolerancia y, sobre todo, el sentido de comunidad. .

Cheng Wayen*- La “operación militar especial” de Rusia en Ucrania ha desnudado la política de dominación occidental y ha puesto fin a la globalización liderada por Estados Unidos.En el futuro China tendrá que impulsar un nuevo sistema global, un sistema internacional de “tres anillos” que garantice la seguridad y el desarrollo nacional

Desde el cambio en las relaciones de China con los Estados Unidos a partir de 2018, la situación mundial ha estado en crisis y las «teorías de desacoplamiento» se han vuelto populares en el país y en el extranjero. Y ahora con el conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación internacional se ha vuelto claramente beligerante, en los dos últimos meses Estados Unidos ha decidido apuntar sus dardos contra China tanto en los asuntos internos como los externos.

Aunque muchas personas opinan que la globalización es irreversible y no creen que llegará el día de desvinculación total, ¿cómo habrá que responder si se produce una desvinculación en un futuro cercano?

Este artículo argumenta que el conflicto Rusia-Ucrania es un hito importante en el fin de la globalización liderada por Estados Unidos, lo que significa que China ya no tiene el entorno de desarrollo externo pacífico del que ha disfrutado durante los últimos 40 años.

En el futuro China tendrá que impulsar un nuevo sistema global, un sistema internacional de “tres anillos” que garantice la seguridad y el desarrollo nacional: el primer anillo son los países vecinos en Asia Oriental, Asia Central y Oriente Medio, con los que China ha formado una estrecha división industrial del trabajo y de los cuales obtiene un suministro de energía estable y una barrera de seguridad fiable.

El segundo anillo son los países en desarrollo de Asia, África y América Latina, con los que China intercambia materias primas, bienes industriales y debe ayudar a su desarrollo; el tercer anillo se extiende a los países industrializados tradicionales; Europa y Estados Unidos.

La crisis en Ucrania

La “operación militar especial” de Rusia contra Ucrania, y la consiguiente confrontación a gran escala entre Occidente y Rusia, es un hito en el final de la marea de globalización que ha estado en marcha desde la década de 1980. Hoy Estados Unidos mantiene a sus aliados como rehenes imponiendo sanciones letales a Rusia y obligando al resto del mundo a elegir entre Occidente y Rusia, lo que ha llevado a una repetición de la mortífera lucha de hace un siglo y plantea un gran desafío para China.

El “fin de la globalización” ha dejado a China sin el entorno de desarrollo externo que ha tenido durante las últimas cuatro décadas, y es probable que en el futuro se intensifique la presión de EE UU para reconstruir su dominación del sistema internacional y “desacoplarse” de China y Rusia.

En los treinta años desde el colapso de la Unión Soviética, Rusia ha pasado de un acercamiento inicial con los Estados Unidos y Occidente, a un alejamiento gradual, y finalmente a una implacable confrontación, que subraya los límites políticos de la globalización.

El mundo actual se caracteriza por un cambio de paradigma.

Contrariamente a una idea romántica de cooperación creada por occidente, la globalización favoreció inicialmente a la hegemonía estadounidense, los hizo en parte sirviendo al propósito de desmantelar la Unión Soviética y al campo socialista, y también aumentando las desigualdades entre los países desarrollados y los países “del tercer mundo”.

Como ahora la globalización amenaza las ventajas de poder obtenidas por EE UU, el proceso será inevitablemente “revertido”, por este país otrora hegemónico, y el camino para esta compleja operación ya está. El proceso globalizador de las últimas décadas y la búsqueda de dominio estadounidense son las dos caras de la misma moneda, y se condicionan y refuerzan mutuamente.

La “operación militar especial” de Rusia en Ucrania ha desnudado la política de dominación occidental y ha puesto fin a la globalización liderada por Estados Unidos.

La expansión de la OTAN hacia el este es la razón principal de la iniciativa de Rusia. A primera vista pareciera ser un problema de seguridad, pero, de hecho, también, es un problema económico. La periferización de la Unión Soviética en el sistema global es el objetivo del proceso globalizador iniciado por Estados Unidos, y la intención de Rusia de usar la globalización para lograr el renacimiento nacional y convertirse en un estado central va en contra de la lógica del proceso globalizador.

En Rusia, el interés del capital global, especialmente del capital financiero, se centra en la energía, los alimentos y los minerales, que son las áreas en las que el capital financiero puede obtener grandes ganancias. Pero, desde que Putin asume el poder, Rusia ha fortalecido el control sobre sus industrias claves (cruciales para la seguridad nacional) y sobre los medios de subsistencia básicos.

Rusia además está comprometida con la construcción de la Unión Económica Euroasiática y la configuración de un espacio de desarrollo económico que sea digno, algo que no agrada al capital externo.

La expansión de la OTAN hacia el Este es una manifestación de la política del capital para lograr la expansión de su mercado, exprimiendo el espacio de desarrollo de Rusia e intensificando la periferización de ese país. Esto es lo que la élite pro-occidental rusa no quiere ver.

Por tanto, si Rusia no daba una respuesta efectiva, se iba a transformar, aún más, en un proveedor de productos primarios, perdiendo su capacidad de participar en la política de las grandes potencias e incluso teniendo una crisis interna.

Bandera de la OTAN. Foto: No Cold War
La expansión de la OTAN hacia el Este y las actuales sanciones occidentales

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, el sistema colonial europeo se derrumbó gradualmente y la regla explícita del orden internacional desde la segunda mitad del siglo XX se centró en las Naciones Unidas y el derecho internacional, que encarnaba el principio de la igualdad soberana de todos estados.

Sin embargo, el orden internacional jerárquico centro-periferia, bajo el sistema colonial europeo, realmente no ha desaparecido, sino que ha continuado con reglas sutiles y un orden oculto. Y aunque las relaciones de poder jerárquico del pasado ya no existen, estas han sido reemplazado por un orden internacional “común pero diferenciado”, es decir, todos los países son soberanos e iguales solo que … en las apariencias.

En otras palabras, todos los estados son soberanos e iguales, pero en la práctica existen grandes diferencias en el ejercicio del poder. El “orden basado en reglas” es la principal expresión de este orden, un “orden” en que todos los países están obligados a seguir las mismas reglas, pero estas reglas no se basan en las Naciones Unidas, ni en el derecho internacional, sino en el poder de EE UU y de los países occidentales.

La hegemonía estadounidense desde la posguerra y con el G-7 ya establecido – a fines de la década de 1970- son dos de las principales manifestaciones del orden global centro- periferia contemporáneo. La reunión anual del G-7 discute no sólo los asuntos de siete países, sino también los asuntos del mundo entero; negocian y luego promueven la transformación de las reglas globales.

El “orden basado en reglas” es en realidad “un orden basado en las reglas establecidas por Occidente”, y lógicamente es clave quién hace las reglas. En un sistema global de división del trabajo, la creación de reglas, la oferta monetaria y la producción de bienes industriales son el negocio de unos pocos países del centro capitalista.

Ahora, si otros países deciden cambiar este orden, inevitablemente deberían desmantelar la posición dominante de los países del G7, que son los que tienen el dominio monetario y normativo y mantienen la superioridad tecnológica con los derechos de propiedad intelectual.

El inesperado crecimiento económico de China en las últimas décadas ha alterado el orden internacional centro-periferia de la posguerra y ha amenazado las reglas tácitas centradas en los países occidentales. La razón principal de esto es que el desarrollo de China ha tocado “el queso” de Estados Unidos y de otros países occidentales, que nunca imaginaron que la Republica Popular China también podría “ocupar parte del centro del escenario”.

La expansión de la OTAN hacia el Este o la elección de “China como objetivo de las acciones punitivas de los Estados Unidos”, está reflejando que Occidente quieren mantener y fortalecer su propia ventaja de poder. El conflicto Rusia-Ucrania y las implacables sanciones de Occidente contra Rusia resaltan aún más el hecho de que la mayoría de los países del mundo están en el «campo» de la periferia, mientras que unos pocos están en el “centro de la ciudad”, y Estados Unidos está el “centro del centro global”.

El “centro urbano”, no quiere enterarse del progreso de lo “periférico”.

En esta ronda de globalización, China, con su fuerte crecimiento económico y aumento del poder nacional, ha mostrado una tendencia a pasar de las áreas “rurales” a las “urbanas”. Al contrario, la globalización, de los países centrales del capital han exhibido los límites del orden internacional de la posguerra.

El hecho de que China se haya convertido en “un gran centro urbano” debido a su poder estatal es intolerable para Occidente. De hecho, China y Rusia se han convertido en obstáculos para que los «centros urbanos occidentales «.

Recordemos por un momento el primer artículo de las Obras Escogidas de Mao Zedong, “Análisis de las clases en la sociedad china”. En ese trabajo Mao nos plantea la siguiente pregunta: “¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Quiénes son nuestros amigos? Esta cuestión es la cuestión principal de la revolución”.

Durante los últimos 40 años, China ha llevado a cabo una política de “reforma y apertura”, y en los últimos años ha iniciado la construcción de una comunidad de destino humano. En sus intercambios internacionales, ya no enfatiza deliberadamente la distinción entre enemigos y amigos, sino que espera promover “la belleza y la comunidad”

Pero, ¿podemos lograr una “comunidad o mancomunidad internacional”? Hoy parece difícil, que el mundo puede lograr este tipo de “mancomunidad”. Este ideal no está determinado por el deseo de China.

Con los países occidentales liderados por Estados Unidos dispuestos a una confrontación a gran escala con Rusia y China, el mundo contemporáneo ya no puede ser considerado mecánicamente como un lugar de “paz y desarrollo”. Lo cierto es que la realidad nos impone seriamente considerar la “competencia” o incluso la “guerra”. Y como no se puede descartar la guerra, ya no es posible lograr un desarrollo en un sistema globalizado dominado por los países occidentales.

Por tanto, China tiene que repensar la “pregunta principal” en sus relaciones exteriores: ¿quiénes son los posibles socios de China ahora y en el futuro, y quiénes son los socios que China no puede atraer?

Las cosas se juntan en grupos y las personas se dividen en grupos. Lo mismo es cierto para los países. Los países con experiencias y aspiraciones similares tienen más probabilidades de establecer relaciones de cooperación duraderas.

Xi Jinping durante la cumbre BRICS. Foto: ALAI.INFO
La unión de los países en desarrollo

En las relaciones internacionales contemporáneas podemos distinguir estas diferencias: los países occidentales frente a los no occidentales, los países desarrollados frente a los países en desarrollo y los países del Norte frente a los países del Sur. Estas son distinciones comunes entre tipos de países, siendo los países desarrollados y los países del Norte en su mayoría países occidentales y los países del Sur y países en desarrollo países no occidentales.

A diferencia de las distinciones entre países desarrollados y países en desarrollo y países del Norte y del Sur, que son de naturaleza económica, las distinciones entre países occidentales y no occidentales apuntan a dimensiones políticas y culturales, lo que implica relaciones de poder globales.

A partir del siglo XIX, el mundo experimentó una “transformación global”: el anterior “mundo pluralista y sin centro” fue desplazado a un sistema global “centro- periferia” altamente interconectado y jerárquico. El “imperialismo” de finales del siglo XIX – y la era revolucionaria de la primera mitad del siglo XX- caracterizaron este orden “centro-periferia”, del cual el Occidente era el centro.

El imperialismo y la globalización desde mediados y finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX fueron dos caras de la misma moneda: el imperialismo vino con la globalización, y la globalización fortaleció al imperialismo, este proceso imperial construyó una “jaula de hierro” para los países en la periferia, de la que era muy difícil escapar.

Los países occidentales eran el centro del sistema global y de este lugar vino primero el imperialismo europeo con su “orden colonial” y posteriormente la hegemonía estadounidense: Al mismo tiempo, muchas de las revoluciones de la época moderna, incluidos los movimientos anticoloniales, tuvieron como objetivo romper esta estructura de poder centro-periferia por desigual e injusta.

En la estructura de poder centro-periferia, los estados del centro impidieron el progreso de los estados periféricos y no pueden, por definición, ofrecer tratos en pie de igualdad con estos estados. La revolución china que dio sus primero pasos en la primera mitad del siglo XX y se consolidó en la segunda mitad de ese siglo tuvo el apoyo y la solidaridad de las fuerzas políticas anticoloniales de la periferia del sistema global.

La red de la Internacional Comunista, en la que participaba el Partido Comunista Chino, formo una alianza con las fuerzas que se oponían al régimen colonizar y opresor de la época; en la guerra contra Japón, los comunistas chinos participaron en la guerra mundial contra el fascismo y continuaron con la lucha antiimperialista exigiendo la abolición de los “derechos” desiguales impuestos por los países occidentales.

Volver a Bandung

Después de la fundación de la República Popular China en 1949, China otorgó gran importancia a la cooperación con los países del «Tercer Mundo» y apoyó el movimiento anticolonial y la construcción soberana de naciones independientes en Asia, África y América Latina.

En la Conferencia de Bandung en 1955 los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica propuestos por China se convirtieron en la base de la Cooperación China con el mundo de la periferia. Con el tiempo esta política favoreció el desarrollo de un círculo virtuoso en las relaciones entre China y los países asiáticos, africanos y latinoamericanos. De hecho, con el apoyo y la cooperación de estos últimos países, China ingresó a las Naciones Unidas en 1971 y se convirtió en miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Paises participantes de la conferencia de Bandung. Foto: El profesor

La solidaridad y asistencia mutua de China con los países asiáticos, africanos y latinoamericanos en su resistencia al dominio colonial y en la construcción nacional es una característica clave del multilateralismo chino. A saber; la prioridad otorgada a la cooperación con los países en desarrollo no occidentales y el respaldo efectivo a la resistencia conjunta contra un orden internacional desigual e injusto.

Con una diplomacia que privilegió a los países en desarrollo no occidentales, China no excluyó las relaciones amistosas y cooperativas con países occidentales desarrollados y otras grandes potencias. En estas interacciones con los países del centro la Republica Popular China siempre considero necesario que sus relaciones con occidente deberían establecerse en condiciones de independencia, igualdad, reciprocidad y sin relaciones de jerarquía en las relaciones internacionales.

Desde la perspectiva de los países del centro, su cooperación con China siempre ha tenido un techo, China no debe desafiar la estructura de poder mundial centrada en los países occidentales. Por tanto, cuando alguna de estas premisas cambie, será muy difícil para China, como país en desarrollo, continuar manteniendo relaciones de cooperación profundas con los países occidentales, especialmente en el campo de la política internacional.

Durante las últimas cuatro décadas, China ha abandonó las diferencias ideológicas y evitó los conflictos con los diferentes sistemas de gobiernos nacionales, y se comprometió a cooperar sin distingos con todos los países, formando gradualmente un patrón de relaciones exteriores en el que “aunque las grandes potencias son clave, la periferia es primordial, los países en desarrollo son fundamentales, y el multilateralismo es una etapa insoslayable”.

Sin embargo, este patrón ha encontrado muchos obstáculos cuando esta llegando “el momento del fin de la globalización”. Es poco probable que el «desacoplamiento» de la economía, la tecnología, el conocimiento y las relaciones políticas iniciado por EE UU

(con la ayuda de otros países occidentales) de un paso atrás. La guerra entre Rusia y Ucrania, provocaran que el “desacoplamiento” se intensifique.

Desde la fundación de la República Popular China, el país ha vivido varios cambios en su política diplomática en respuesta a la situación imperante de cada momento histórico. Primero, fue el enfoque de «una línea, una gran área», más tarde la política de «los tres mundos» y desde 1978 “la reforma y la apertura” que se centró en la cooperación con los países occidentales, todos estos cambios

En este momento de “cambios sin precedentes”, los países occidentales están mostrando intenciones cada vez más fuertes de suprimir a las naciones que sean sus posibles retadores, especialmente después del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Con Ucrania, Estados Unidos y Europa han puesto de manifiesto su decisión de atenazar a los países no occidentales en todos los frentes. Esta deriva se ha convertido en una política estratégica de Occidente en las relaciones internacionales durante mucho tiempo.

China debe estar muy alerta porque las sanciones omnipotentes y las tácticas represivas de Occidente contra Rusia se aplicarán a China en el futuro. Por esta razón, es urgente reexaminar la política anterior de China, ajustar el patrón espacial de sus relaciones exteriores y fortalecer la cooperación con los países en desarrollo no occidentales, para crear un nuevo entorno internacional propicio para salvaguardar la seguridad nacional de China y su desarrollo a largo plazo.

Los tres mundos y los tres anillos

En 1974, Mao Zedong propuso la división de los “tres mundos” e hizo un análisis de los tres tipos de países que había en el mundo y la forma en que China podía interactuar con ellos, siendo los países en desarrollo del “tercer mundo” el objetivo principal de las relaciones de China, como país integrante del “tercer mundo”.

El gobierno y el pueblo chinos apoyaron firmemente la lucha justa de todos los pueblos y naciones oprimidas. La teoría de los «tres mundos» era la expresión política de la experiencia previa del proceso revolucionario. En su diseño se especificó la prioridad espacial de las relaciones exteriores de China. Fue la guía ideológica para la participación de China en la cooperación Sur-Sur, y hoy nos ofrece una fuerte inspiración para que China recomponga esta prioridad en sus actuales relaciones internacionales.

En comparación con el énfasis de cooperación con los países occidentales política aplicada con “la reforma y la apertura”, China ahora tendrá que dar importancia a la promoción de la cooperación Sur-Sur. Por tanto, el desarrollo de los acuerdos estratégicos de China deberá centrarse principalmente en promover la construcción de un nuevo sistema global basado en Asia y la región circundante durante bastante tiempo.

La foto de Mao señala una de las entradas a la Ciudad Prohibida, la vieja residencia de los emperadores chinos. Foto: AFP
Un nuevos sistema internacional en marcha

El resultado final será la formación de un sistema internacional de «tres anillos» que garantice la seguridad y el desarrollo nacional de China:

El primer anillo son los países vecinos de China en Asia Oriental, Asia Central y Medio Oriente. En Asia Oriental, China está conectada por los recursos financieros ha formado una estrecha división del trabajo con los países de esta región. En Asia Central y Medio Oriente estamos conectados con los recursos del mundo. China tiene que depender de los países de esa región para obtener suministro de energía estable y una barrera de seguridad confiable.

El segundo anillo es la gran cantidad de países en desarrollo de Asia, África y América Latina, con los que China intercambia materias primas y productos industriales. La ayuda exterior de China debe dirigirse principalmente a estos países.

El tercer anillo se extiende a los países industrializados tradicionales, principalmente Europa y Estados Unidos, con los que China intercambia productos industriales, tecnología y conocimientos.

Esta estructura de los “tres anillos” se deberá utiliza para priorizar y redirigir los contactos con el exterior y para redefinir la dirección y el contenido de las relaciones internacionales.

La primera clave para la construcción del sistema internacional de los “nuevos tres anillos” está en el “primer anillo”, es decir, los dos lados de Asia: uno es Asia Oriental, la otra es Asia Central y Medio Oriente. Para impulsar aún más el proceso de integración económica en el Este de Asia y fortalecer el vínculo con Asia Central y Medio Oriente, es necesario enriquecer los temas de interacción con los países asiáticos como requisito previo.

En los últimos años, China se ha dedicado a promover la diplomacia económica con otros países y ha promovido fuertemente la integración económica de Asia oriental y la cooperación económica con muchos países asiáticos. El último avance en la integración económica de Asia Oriental nos ha llevado a la construcción de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) que entró en vigor el 1 de enero de 2022.

Sin embargo, los intercambios económicos entre los países de Asia oriental se han visto cada vez más afectados por fuerzas extraterritoriales y factores de seguridad en los últimos años. Las disputas sobre los derechos marítimos en el Mar de China Meridional y la estrategia de “Indo-Pacífico” de EE UU han agregado incertidumbre al proceso de integración económica de Asia Oriental.

China debe salir de su anterior “supremacía del PIB” en las relaciones internacionales, y prestar atención a los problemas políticos y de seguridad. Dicho de otra manera, debemos promover una mayor cooperación en materia de seguridad entre los países asiáticos para evitar que los problemas de Asia sean explotados por fuerzas externas.

Cooperación Sur-Sur un cambio fundamental

La base de las relaciones internacionales para la promoción de “los tres anillos» es la «cooperación Sur-Sur», un viejo concepto que enfatiza la cooperación y el apoyo mutuos entre los países no occidentales Es un concepto que enfatiza la cooperación y el apoyo mutuos entre países no occidentales del tercer mundo

En la segunda mitad del siglo XX, el significado de la cooperación Sur-Sur era más político, ya que los países en desarrollo eran generalmente económicamente subdesarrollados y tecnológicamente débiles, y los intercambios comerciales y tecnológicos entre ellos tenían poco impacto sobre la economía mundial. Sin embargo, ahora, la cooperación Sur-Sur está construyendo una nueva base más realista en el nuevo siglo.

La principal razón es que, en las últimas décadas, los países en desarrollo de Asia, África y América Latina se han convertido en países industrializados o cuasi-industrializados, siguiendo la ola de globalización y “escalando” hacia un nuevo sistema en términos de producción y circulación material global.

La “escalera” original de la globalización construida por Occidente ha perdido fuerza y color. Está naciendo un nuevo sistema global con las siguientes características:

La participación global de los países en desarrollo no es lo que solía ser: en 1980, los países desarrollados representaban el 78,9 por ciento del PIB mundial, mientras que los países en desarrollo representan solo el 21 por ciento. En 2021, la participación de los países desarrollados en el PIB mundial cae al 57,8 %, mientras que la participación de los países en desarrollo aumenta al 42,2 %.

La participación combinada del PIB de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) más Turquía, Corea del Sur e Indonesia en términos de paridad del poder adquisitivo aumenta del 18 % de la economía mundial en 1992 al 37,36 % en 2021, mientras que el los países del G7 disminuyen del 51 por ciento al 44 por ciento en el mismo período.

Los intercambios comerciales y las inversiones mutuas entre los países en desarrollo también se han vuelto fundamentales. El comercio entre China y África aumentó 22,6 veces entre 1997 y 2010, y el comercio con América Latina aumentó 22 veces

En 2021, el comercio China-África y China-América Latina aumentará otras 2 veces y 2,5 veces, respectivamente, en comparación con 2010.El comercio de Brasil con los países árabes se cuadriplicó entre 2003 y 2010, mientras que el comercio con África se quintuplicó hasta un total de 26.000 millones de dólares, una cifra superior a la del comercio de Brasil con socios comerciales tradicionales como Alemania o Japón; en 2019, el comercio de Brasil con los países árabes y África aumentó 0,98 veces y 0,68 veces, respectivamente, en comparación con 2010. Desde 2001, el comercio de India con África ha crecido a una tasa anual promedio de 17,2%, con 2,26 veces más en 2021 que en 2011.

El comercio de India con América Latina y los países de Medio Oriente y África del Norte ha experimentado un crecimiento similar. Tanto el comercio como la inversión mutua entre economías emergentes como India y Brasil también se están acelerando rápidamente, con volúmenes de comercio entre países en desarrollo creciendo más rápido que la tasa de crecimiento promedio mundial, mientras que los intercambios comerciales con países desarrollados continúan disminuyendo y la división del trabajo y la cooperación entre estos países en la producción de bienes primarios e industriales replica el histórico intercambio globalizado de bienes materiales. El comercio de la India con los países de América Latina y Oriente Medio y África del Norte ha experimentado un crecimiento similar.

Tanto el comercio como la inversión mutua entre economías emergentes como India y Brasil también se están acelerando rápidamente, con volúmenes de comercio entre países en desarrollo creciendo más rápido que la tasa de crecimiento promedio mundial, mientras que los intercambios comerciales con países desarrollados continúan disminuyendo.

Diseño de mundo sur

Por otra parte, desde China, Asia ha formado una red de cooperación económica coexistente. Esto se demuestra con lo siguiente.

Primero, en 1980, los países en desarrollo de Asia representaban solo el 12,7 % del PIB mundial, pero en 2010 aumentó al 20,6 % y para 2021 alcanzará el 31,2 %. Para 2020, los 15 miembros de RCEP tendrán una población total de 2270 millones, un PIB de 26 billones de dólares estadounidenses y un total de importaciones y exportaciones de más de 10 billones de dólares estadounidenses, lo que representa alrededor del 30 % del total mundial. HSBC predice que para 2030, la participación global del volumen económico del círculo económico RCEP aumentará al 50%

En segundo lugar, el centro de gravedad del comercio y la inversión mundiales también se ha desplazado hacia Asia. La participación de Asia en el comercio mundial aumentó del 15,7 % en 1980 al 22,2 % en 1990, 27,3 % en 1995, 26,7 % en 2000, 25,6 % en 2001 y aumentó aún más hasta el 36 % del comercio mundial en 2020, convirtiéndose en el principal bloque comercial del mundo

En tercer lugar, el nivel del comercio intra-asiático supera al del comercio extraterritorial. Entre 2001 y 2020, el comercio regional intra-asiático total salta de $3,2 billones a $12,7 billones, con una tasa de crecimiento nominal anual promedio del 7,5%. Durante el mismo período, la participación de Asia en el comercio mundial total aumentó del 25,6 % al 36,0 % y, en 2020, el comercio intrarregional de Asia representó casi el 58,5 % del comercio exterior.

En cuarto lugar, las dos alas de Asia se están convirtiendo económicamente en un mundo, y el flujo de energía del Medio Oriente se ha desplazado de su dirección anterior principalmente a Europa y los Estados Unidos hacia el este y el sur de Asia.

Hasta la fecha, los países en desarrollo han sido parte de un sistema económico global, pero ahora parece evidente que necesitamos una mayor unidad económica y política para lograr un mayor grado de conectividad y una mayor influencia política en el ámbito internacional ante la coerción aplicada por los países occidentales.

En la segunda década del siglo XXI, China se ha convertido en la economía real más grande del mundo, así como en el socio comercial más grande de la mayoría de los países del mundo; la contribución global del sector manufacturero de China es cercana al 30 % en 2021, y es el país que produce la mayor cantidad de bienes materiales en el mundo.

La contribución global de la fabricación de China fue cercana al 30 % en 2021, y como el mayor productor mundial de bienes materiales, desempeñará el papel que desempeñó Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial (en su apogeo, en 1953, Estados Unidos representó alrededor del 28% de la producción industrial mundial).

Lo que China puede y debe hacer es promover activamente la mejora del sistema global de intercambio entre los países en desarrollo como una estrategia global, es decir, realizar verdaderamente una cooperación efectiva Sur-Sur.

Grandes tareas pendientes

Todavía hay deficiencias. Los flujos comerciales actuales y las inversiones mutuas con los países en desarrollo todavía dependen en gran medida de las redes financieras y monetarias proporcionadas por Occidente. Si los países en desarrollo quieren mejorar aún más su autonomía económica y política, y si las economías emergentes quieren ganar una influencia política en el sistema mundial acorde con su tamaño económico, deben romper con su dependencia financiera y monetaria de Occidente.

Por lo tanto, para construir un sistema internacional de “nuevos tres anillos”, es necesario considerar no solo los factores geopolíticos tradicionales, sino también los márgenes monetarios y de información como cuestiones muy importantes. En los últimos años, China ha explorado estos mecanismos mediante el desarrollo de swaps de divisas con algunas economías de los mercados emergentes.

Deberíamos desarrollar un nivel más alto y más amplio de cooperación financiera y monetaria con los países en desarrollo. Con este fin, es necesario hacer un buen uso de algunas plataformas y mecanismos existentes para llevar la cooperación Sur-Sur a un nuevo nivel, incluida la actualización y modernización del ADB y el BRICS Bank, la mejora de un sistema de pago internacional autónomo y controlable; el fortalecimiento de la Organización de Cooperación de Shanghái y la cooperación especialmente financiera entre China-Rusia-India-Irán. También, tenemos que ver a China y a Rusia como países en desarrollo con economías altamente complementarias

El gobierno debe seguir promoviendo la integración económica de Asia Oriental en el marco de «One Belt, One Road», consolidando los logros de la RCEP. También debemos; construir un mercado de energía común en Asia, para que los mercados de compradores de energía en el este y sur de Asia y los mercados de vendedores de energía en el Medio Oriente, Asia Central y Rusia puedan compartir la misma red de comercio y pago de energía; hacer un buen uso del mecanismo de los BRICS, lo que conducirá a la profundización de la cooperación Sur-Sur; y promover la cooperación internacional entre China y Rusia.

Además, deberíamos promover la internacionalización del RMB en el contexto de la diversificación del sistema monetario internacional y la cooperación Sur-Sur, y brindar. Dentro de lo posible, apoyar al estatus del euro mientras se protege contra la hegemonía del dólar estadounidense. para que los mercados de compradores de energía en el este y sur de Asia y los mercados de vendedores de energía en el Medio Oriente, Asia Central y Rusia puedan compartir la misma red de comercio y pago de energía

Hace cien años, los líderes del Partido Comunista Chino propusieron el camino revolucionario de “rodear la ciudad”. En este momento de “cambios sin precedentes”, China y los países en desarrollo necesitan romper el orden centro-periferia del mundo contemporáneo y anular la represión de occidente a los países no occidentales, así como mejorar la solidaridad y la cooperación en las áreas “rurales” globales.

El surgimiento de un nuevo sistema global y la profundización de la cooperación Sur-Sur crearán buenas condiciones para que China ingrese al frente de la economía y la política mundiales, y movilice recursos globales para construir un sistema internacional de «tres anillos», para resolver las presiones de Estados Unidos.

Después de más de 40 años de “reforma y apertura”, China ahora debe ajustar su comprensión de la «apertura» y hacer un nuevo avance en su forma de pensar. Por supuesto, China aún debe tratar de mantener su cooperación con Occidente, y no debe renunciar a estas relaciones siempre y cuando las potencias occidentales no tomen la decisión de ser completamente enemigos de China.

*Artículo publicado originalmente en Observatorio Crisis.

Cheng Wayen profesor de la escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Shanghái.

Por Heinz Dieterich 2.8.2022 Autorizado por el autor para su publicacion en Dossier Geopolitico

1. De facto Declaración de Guerra

La incursión cuasi-militar de la multimillonaria Nancy Pelosi, tercera funcionaria más importante del sistema político estadunidense y uno de los personajes imperialistas más peligrosas del mundo, a la provincia china de Taiwán, acompañada por una delegación parlamentaria y protegida por fuerzas militares navales y aéreas estadunidenses; su declaración pro-secesionista de la isla en Taipei y el Taiwan Democracy Defense Lend-Lease Act”, introducido al Congreso estadunidense el 29 de julio, constituyen, en conjunto, una de facto declaración de Guerra contra el Partido Comunista de China (PCCh) y el desconocimiento de la soberanía y territorialidad integral de la Nación.

2. La Respuesta de China

La respuesta del Reino del Medio (Zhōngguó) a la provocación será asimétrica con medidas económicas, diplomáticas y militares, entre otras, que se implementarán en el teatro de operaciones en el momento que China escoja. La sabiduría del “Arte de la Guerra” de Sun Tzu, las múltiples lecciones de la Primera Guerra moderna del Siglo 21 en Ucrania y el profundo conocimiento de la estrategia imperial estadunidense para provocar conflictos bélicos en cualquier lugar del mundo, guiarán la mente de los planificadores chinos.

3. Fabricación del Pretexto de Guerra

El patrón (algoritmo) de fabricación de las guerras de agresión que el Imperio ha utilizado a través de toda su historia, es una combinación de medidas de asfixia económica, amenazas de agresión armada, campañas mediáticas mundiales de mentiras y guerra psicológica y la participación militar indirecta vía el suministro masivo de armamento. De particular importancia en ese patrón de agresiones bélicas son los Lend-Lease Acts (Leyes de Préstamo y Arriendo), que marcan el punto de intervención militar directa en un conflicto, manteniéndose la ficción de la neutralidad de Washington. Este umbral cualitativo, que generalmente es la entrada militar a la guerra real, se está cruzando actualmente en el Congreso de Estados Unidos con la introducción del “Taiwan Democracy Defense Lend-Lease Act”.

4. Lend-Lease, Segunda Guerra Mundial, Taiwán y Ucrania

El algoritmo de fabricación de guerras, donde Washington aparece como víctima de una agresión exterior, fue usado de manera destacada por Franklin D. Roosevelt para iniciar la guerra contra Japón en el Indo-Pacífico, provocando el ataque japonés a la colonia estadunidense de Hawai (Pearl Harbor, 1941), y para entrar en la Guerra del Atlántico contra el eje fascista, mediante la Ley de Préstamo y Arrendamiento para Gran Bretaña y Francia.

El actual proyecto bipartidista de ley Lend-Lease para Taiwan, diseñado en contubernio entre la imperialista clase política estadunidense y el neocolonial régimen secesionista de Tsai Ing-wen en Taipei, con el fin de avanzar la secesión de la isla de la República Popular China, viola los tres acuerdos básicos de la relación bilateral China-Estados Unidos y el principio de “una sola China”. Es modelado en nombre y redacción según la «Ley de Préstamo y Arrendamiento de Defensa de la Democracia de Ucrania», que fue aprobada por el Senado estadunidense el 6 de abril, 2022 y promulgada por Biden en mayo, después de ser ratificado por el Congreso por mayoría abrumadora.

Nadie debe equivocarse. En el actual contexto de agresión mundial de Washington contra las dos superpotencias nucleares China y Rusia los Lend-Lease Acts son auténticas declaraciones fácticas de guerra.

5. Destruir al Partido Comunista de China

La actual agresión de Washington contra China es apenas un eslabón más en la interminable cadena de intentos imperialistas de destruir al PCCh y la República Popular China.

Cuando esos intentos subversivos fracasaron, por ejemplo, en Tibet, Xinjiang y Hongkong, la gran esperanza destructor de Occidente radicaba en que las reformas de economía de mercado y coexistencia pacífica con Occidente (“opening up and reform”), introducidas después de la muerte de Mao, hicieran colapsar al “socialismo con características chinas” y su vanguardia conductora, el Partido Comunista.

Con la elección de Xi Jinping como líder del proceso, nuevamente esa estratagema contrarrevolucionaria basada en la economía política de la Escuela de Austria y Milton Friedman, terminó en el basurero de la historia. La respuesta imperialista, dada por el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, Barack Obama, fue el enfrentamiento estratégico con China vía su «Pivot to East Asia» política, en el año 2012. Es decir, el cambio del centro de gravitación de la política exterior gringa desde el Atlántico hacia el Indo-Pacífico.

Cuando China neutralizó esa nueva estratagema desestabilizadora, Donald Trump continuó la agresión de Obama lanzando la campaña de destrucción económica y difamación propagandística permanente de China. La batalla de las narrativas globales sobre la supuesta alternativa existencial entre las “democracias” burguesas del mundo y las autocracias.

Perdidas las elecciones presidenciales del 2020 y fracasado el intento de golpe de Estado de Trump, el 6 de enero, 2021, Trump publicó el 15 de enero, 2021documentos clasificados, que confirmaron la decisión de Washington de mantener la hegemonía sobre su neo-colonia en Taipéi. El «Marco Estratégico de los Estados Unidos para el Indo-Pacífico» (U.S. Strategic Framework for the Indo-Pacific), originalmente sujeto a desclasificación solo en 2042, estipula que Washington debería evitar que China gane superioridad marítima o aérea dentro del primer gran perímetro de defensa estratégica del Indo-Pacífico, conocido como “the first island chain” (la «primera cadena de islas).

Bueno, sucede que Taiwán está situado en el punto central de ese perímetro de defensa, es decir, es de importancia estratégica crítica para la defensa de China. Ahí está la razón de la incursión cuasi-militar de Pelosi y de la de facto Declaración de Guerra de Washington.

6. Hacia la Derrota Final

El Imperialismo Atlántico, compuesto por el imperialismo anglo-americano y el sub-imperialismo de la Unión Europea (US + UE), ha sido derrotado contundentemente en Ucrania, por la guerra defensiva de Rusia. Con la agresión en Taiwán Washington demuestra, que no ha aprendido nada de sus derrotas militares en Corea, Vietnam, Siria, Afganistán y Ucrania. Ya está cruzando las líneas rojas de los intereses estratégicos de seguridad nacional de una segunda superpotencia nuclear: China.

Y no escucha la sabia advertencia del presidente Xi Jinping. Quién juega con fuego, perecerá quemado – Wanhuo bi zifen (玩火必自焚): “If you play with fire, you will surely perish by it.”

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con la noticia -dulcificada por la prensa- de que EEUU HA ENTRADO EN RECESIÓN, a la que califica de quiebre importante mientras aborda las causas de la misma, que también arrastran a Europa a un laberinto sin salida y con sus economías en un estado desastroso. También analiza en profundidad las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 del ejército ruso en estos días, con la posible participación de China y en una clara demostración de fuerza, con la que Moscú está controlando todos los escenarios posibles de conflictividad.

RECESION en USA

Un despliegue impresionante de efectivos y armamento en la zona fronteriza norte de Siberia y en las islas Kuriles, a pesar de las protestas de Japón, donde va a implementar un nuevo control de buques militares sobre su mar territorial de la ruta del Ártico, que quedará vedada a los barcos de la OTAN. Lo que viene a refrendar a Putin sobre el poderío militar ruso, cuando dijo que “la guerra de Ucrania aún no ha comenzado” y en la que solo ha utilizado el 10% de su capacidad bélica, aunque ya haya destruido su fuerza aérea y su flota naval y reduciéndolo a un estado fallido.

También nos habla de la visita del canciller Lavrov a África, alcanzando fuertes acuerdos y evidenciando un cambio de posicionamiento de la mayoría de los estados africanos hacia el mundo euroasiático. Lo que ha encendido las alarmas en el viejo continente, que va perdiendo allí su influencia económica y que junto a la menguante provisión de gas ruso, constituyen para su desesperación, el fin de sus dos principales fuentes de recursos y energía, históricamente baratas y supuestamente inagotables.

Además, Pereyra Mele nos explica las reuniones de Lavrov con las potencias energéticas del Golfo Pérsico, como Arabia Saudita y Emiratos, que se han comprometido con cotas y cupos de producción petrolera, algo que no favorece a los intereses europeos ni norteamericanos, por más que la prensa occidental exagere algunos supuestos éxitos en ese terreno del presidente francés. Y analiza además los entretelones del pacto para la exportación de granos, entre Ucrania y Rusia y articulado por Turquía.

Y finaliza su columna resumiendo que ha sido una semana de verdadera movilización y de realineamientos geopolíticos internacionales por parte del sur global, en detrimento del poderío norteamericano, cada vez más visible, más elocuente y más demostrable. Dando lugar a una realidad de cambio sistémico y dando forma a un nuevo bloque que exige a sus miembros que sean soberanos absolutos y libres del dominio anglosajón.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

En este Distrito Militar del Este de la Federación Rusa se realizarán las grandes maniobras militares Vostok 2022 entre Agosto y Septiembre próximo

Estas enormes maniobras militares en el oriente ruso son una demostración clara del poder militar de Rusia y un mensaje claro de que aún no ha empezado nada en serio en Ucrania donde no ha comprometido ni el 10% de sus fuerzas

VOSTOK 2022 DE RUSIA TIENE GRANDES MENSAJES Por M.K.Bhadrakumar 27 de julio

El anuncio del martes del Ministerio de Defensa de Rusia sobre los ejercicios del puesto de mando estratégico Vostok-22 del 30 de agosto al 5 de septiembre da un gran mensaje a Occidente en términos políticos y militares. 

El anuncio decía: “Además de las tropas (fuerzas) del Distrito Militar Este, en estas maniobras participarán unidades de las Tropas Aerotransportadas, Aviación de Largo Alcance y Aviación de Transporte Militar, así como contingentes militares de otros estados”. 

Si va a haber una participación de China, será muy significativa en el contexto actual de la política global, especialmente en el Lejano Oriente. 

Vostok 2018, celebrada hace exactamente cuatro años, fue la primera vez que se llevó a cabo un ejercicio militar tan masivo después de la disolución de la Unión Soviética. (En el apogeo de la Guerra Fría en 1981 bajo Leonid Brezhnev, la Unión Soviética realizó su último ejercicio Vostok). En el evento, Vostok 2018 se convirtió en un espectáculo de armas entre Rusia y China. 

La Federación Rusa puso más de 300.000 soldados en el campo, junto con decenas de miles de tanques, helicópteros y armas de todo tipo, para un gran juego de guerra en los confines del lejano oriente de Rusia, e invitó al Ejército Popular de Liberación de China a participar. lo cual hizo.

Y comenzó a aparecer un ritmo completamente nuevo en los asuntos internacionales, lo que significa que los intereses de Rusia y China una vez más comenzaron a alinearse, esta vez, en respuesta al poder militar de los EE. UU. Bajo un presidente belicoso, Donald Trump. 

Al margen del ejercicio, los presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping desayunaron juntos blinis en Vladivostok. Fue una poderosa señal de que Rusia ya no veía a China como un adversario sino como un potencial aliado militar. Fue ampliamente conocido internacionalmente como el presagio de un cambio importante en la correlación de fuerzas en la política mundial. 

Sin duda, cualquier participación china en Vostok 2022 estará igualmente sujeta a un análisis minucioso por parte de Washington y sus aliados en un momento de mayor tensión en las relaciones entre EE. de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, procede con los planes informados para visitar Taiwán. 

China ha prometido anexar Taiwán por la fuerza si es necesario, y ha anunciado esa amenaza volando aviones de combate cerca del espacio aéreo taiwanés y realizando ejercicios militares basados ​​en escenarios de invasión. En una reunión en Singapur a principios de julio con el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., el jefe del Departamento de Estado Mayor Conjunto de la Comisión Militar Central de China, general Li Zuocheng, advirtió que el ejército chino “salvaguardaría resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial. Si alguien crea una provocación desenfrenada, se encontrará con el firme contraataque del pueblo chino”. 

Sin embargo, al final del día, la participación china en Vostok 2022 será vista como una expresión de solidaridad con Rusia en el mejor espíritu de la declaración conjunta del 4 de febrero de los dos líderes, que afirma que “La amistad entre los dos Estados no tiene límites, no hay áreas ‘prohibidas’ de cooperación”. 

No importa el mantra habitual de que el Vostok 2022 no está dirigido contra ningún tercero, su óptica será como un contraataque a la presión estadounidense sobre Rusia y China. Tanto Rusia como China enfrentan nuevos desafíos de seguridad en el Lejano Oriente en el período reciente, especialmente, el resurgimiento del «militarismo» en Japón, la creciente postura de Asia-Pacífico de la OTAN y la beligerancia en las provocaciones de EE. UU. sobre Taiwán. 

La agencia de noticias Tass ha informado que el Ministerio de Defensa ruso ha propuesto ciertas enmiendas a la Ley Federal de Rusia «Sobre las aguas territoriales, el mar territorial y la zona contigua de la Federación Rusa», poniendo restricciones al paso de barcos militares extranjeros a través de la Ruta del Mar del Norte que conecta Europa. y Asia oriental. 

La enmienda propuesta requerirá que los barcos militares y estatales extranjeros naveguen a través de la Ruta del Mar del Norte sin ingresar a puertos o bases navales y, además, solicitar el permiso de las autoridades rusas con al menos 90 días de anticipación. La enmienda restringirá efectivamente el uso de la ruta marítima más corta a Asia para las armadas occidentales que operan en la región de Asia-Pacífico. 

Significativamente, este movimiento ruso se produce a raíz de los planes de la OTAN para forjar vínculos de seguridad más fuertes entre el área del Atlántico Norte y los países de Asia-Pacífico (Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda) en una estrategia coordinada para contrarrestar el ascenso de China. 

Del mismo modo, la puesta en escena de Vostok 2022 llega en un momento en que las operaciones militares de Rusia en Ucrania están entrando en una fase crucial. En un importante discurso en Moscú el 7 de julio en una reunión con los líderes del parlamento, Putin advirtió que todos deberían entender que Rusia “en general aún no ha comenzado nada serio” en Ucrania.

Sin duda, Vostok 2022 va en contra de la propaganda occidental de que las capacidades militares rusas se están debilitando constantemente debido al conflicto en Ucrania. El anuncio de MOD en Vostok 2022 hizo un punto para tocarlo indirectamente.

La declaración del MOD decía: “Varios medios extranjeros están difundiendo información inexacta sobre supuestas actividades de movilización. Tenga en cuenta que solo una parte de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa está involucrada en la operación militar especial, cuyo número es suficiente para cumplir con todas las tareas establecidas por el Comandante en Jefe Supremo.

“Además, ninguna de las actividades planificadas de entrenamiento operativo y de combate y de cooperación militar-técnica e internacional del Ministerio de Defensa de Rusia ha sido cancelada y se le proporcionará el personal, las armas, el equipo militar y los materiales necesarios”. 

Esto es lógico, ya que, tras la hemorragia masiva sufrida por el ejército ucraniano en los últimos 5 meses, el balance militar ahora funciona favorablemente para las fuerzas rusas.  Del mismo modo, la estrategia militar rusa de aplastar a las fuerzas ucranianas con artillería pesada y ataques con misiles y la lentitud del conflicto también significaron que las operaciones son sostenibles durante un período prolongado.

En cualquier caso, dada la postura hostil de las fuerzas de la OTAN a lo largo de las fronteras occidentales de Rusia, es inconcebible que Moscú se hubiera arriesgado al comprometer fuertemente sus fuerzas en las operaciones de Ucrania.  Curiosamente, el jefe del ejército de Alemania, el teniente general Alfons Mais, dijo recientemente al periódico Handelsblatt en una entrevista que Rusia tiene recursos «casi inagotables». 

En opinión del general, “con su superioridad artillera, el ejército ruso aparentemente avanza kilómetro a kilómetro. Esta es una guerra de desgaste que planteará la cuestión de cuánto tiempo podrá resistir Ucrania… El ejército ruso se está fortaleciendo y Rusia tiene recursos que son casi inagotables”. 

El enfoque de Vostok 2022 será “sobre el uso de agrupaciones de tropas (fuerzas) para garantizar la seguridad militar”. Se llevará a cabo en 12 lugares diferentes repartidos por el Distrito Militar del Este, uno de los cinco distritos militares de Rusia, con una vasta extensión geográfica de 7 millones de kilómetros cuadrados, con sede en Khabarovsk en el río Amur en el Lejano Oriente ruso cerca de Rusia- Frontera con China, y comprende las regiones hasta el Óblast de Sajalín, que incluye las Islas Kuriles.

Rusia rechaza la petición de Japón de excluir las islas Kuriles de la zona de ejercicios militares

https://www.notimerica.com/politica/noticia-rusia-japon-rusia-rechaza-peticion-japon-excluir-islas-kuriles-zona-ejercicios-militares-20220729142901.html

Las mega organizaciones euroasiáticas y sus respectivos proyectos ahora están convergiendo a una velocidad récord, con un polo global muy por delante del otro.

La  Guerra de los Corredores Económicos  ahora está avanzando a toda velocidad, con el primer flujo de carga de mercancías que cambia el juego desde Rusia a la India a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC)  ya en vigor .

Muy pocos, tanto en el este como en el oeste, son conscientes de cómo esto se ha estado gestando durante mucho tiempo: el acuerdo Rusia-Irán-India para implementar una ruta comercial euroasiática más corta y económica a través del Mar Caspio (en comparación con el Canal de Suez) , se firmó por primera vez en 2000, en la era anterior al 11 de septiembre.

El INSTC en modo operativo completo señala un poderoso sello distintivo de la integración euroasiática, junto con la Iniciativa Belt and Road (BRI), la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), la Unión Económica Euroasiática (EAEU) y, por último, pero no menos importante, lo que describí como “ Oleoductoistan ” hace dos décadas.

Caspio es clave

Veamos por primera vez cómo interactúan estos vectores.

La génesis de la aceleración actual se encuentra en la reciente visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Ashgabat, la capital de Turkmenistán, para la VI  Cumbre del Caspio. Este evento no solo llevó la asociación estratégica Rusia-Irán en evolución a un nivel más profundo, sino que, de manera crucial, los cinco estados ribereños del Mar Caspio acordaron que  no  se permitirán buques de guerra o bases de la OTAN en el sitio.

Eso esencialmente configura el Caspio como un lago ruso virtual y, en un sentido menor, iraní, sin comprometer los intereses de los tres «stans», Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán. A todos los efectos prácticos, Moscú ha reforzado un poco su control sobre Asia Central.

Como el Mar Caspio está conectado con el Mar Negro por canales construidos por la antigua URSS frente al Volga, Moscú siempre puede contar con una armada de reserva de pequeñas embarcaciones, invariablemente equipadas con poderosos misiles, que pueden ser transferidas al Mar Negro en poco tiempo. si es necesario.

Los vínculos comerciales y financieros más fuertes con Irán ahora avanzan en conjunto con la unión de los tres «stans» a la matriz rusa. La república rica en gas de Turkmenistán, por su parte, ha sido históricamente idiosincrásica, además de destinar la mayor parte de sus exportaciones a China.

Bajo un nuevo líder posiblemente más pragmático, el presidente Serdar Berdimuhamedow, Ashgabat eventualmente puede optar por convertirse en miembro de la SCO y/o la EAEU.

El estado del litoral del Caspio, Azerbaiyán, por otro lado, presenta un caso complejo: un productor de petróleo y gas en la mira de la Unión Europea (UE) para convertirse en un proveedor de energía alternativa para Rusia, aunque esto no sucederá en el corto plazo.

La conexión de Asia Occidental

La política exterior de Irán bajo el presidente Ebrahim Raisi está claramente en una trayectoria euroasiática y del sur global. Teherán se incorporará formalmente a la OCS como miembro de pleno derecho en la próxima cumbre en Samarcanda en septiembre, mientras que presentó su solicitud formal para unirse a los  BRICS  .

Purnima Anand, directora del Foro Internacional BRICS, ha  declarado  que Turquía, Arabia Saudita y Egipto también están muy interesados ​​en unirse a BRICS. Si eso sucediera, para 2024 podríamos estar en camino a un poderoso centro de Asia occidental y el norte de África firmemente instalado dentro de una de las instituciones clave del mundo multipolar.

Mientras  Putin se dirige a Teherán la  próxima semana para conversaciones trilaterales entre Rusia, Irán y Turquía, aparentemente sobre Siria, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, seguramente mencionará el tema de los BRICS.

Teherán está operando en dos vectores paralelos. En caso de que se reviva el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), una posibilidad bastante remota tal como está, considerando los últimos  chanchullos  en Viena y Doha, eso representaría una victoria táctica. Sin embargo, moverse hacia Eurasia está en un  nivel estratégico completamente nuevo  .

En el marco del INSTC, Irán hará el máximo uso del puerto geoestratégicamente crucial de Bandar Abbas, a caballo entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, en la encrucijada de Asia, África y el subcontinente indio.

Sin embargo, por mucho que se presente como una gran victoria diplomática, está claro que Teherán no podrá hacer un uso completo de la membresía BRICS si las sanciones occidentales, especialmente las estadounidenses, no se levantan por completo.

Los oleoductos y los “stans”

Se puede hacer un argumento convincente de que Rusia y China podrían eventualmente llenar el vacío tecnológico occidental en el proceso de desarrollo iraní. Pero hay mucho más que plataformas como INSTC, EAEU e incluso BRICS pueden lograr.

A lo largo de “Pipelineistan”, la Guerra de los Corredores Económicos se vuelve aún más compleja. La propaganda occidental simplemente no puede admitir que Azerbaiyán, Argelia, Libia, los aliados de Rusia en la OPEP e incluso Kazajstán no están exactamente interesados ​​en aumentar su producción de petróleo para ayudar a  Europa.

Kazajstán es un caso complicado: es el mayor productor de petróleo de Asia Central y está destinado a ser un importante proveedor de gas natural, justo después de Rusia y Turkmenistán. Más de 250 campos de petróleo y gas son operados en Kazajstán por 104 empresas, incluidos gigantes energéticos occidentales como Chevron, Total, ExxonMobil y Royal Dutch Shell.

Mientras que las exportaciones de petróleo, gas natural y productos derivados del petróleo comprenden el 57 por ciento de las exportaciones de Kazajstán, el gas natural es responsable del 85 por ciento del presupuesto de Turkmenistán (con el 80 por ciento de las exportaciones comprometidas con China). Curiosamente, Galkynysh es el segundo campo de gas más grande del planeta.

Comparado con los otros “stans”, Azerbaiyán es un productor relativamente menor (a pesar de que el petróleo representa el 86 por ciento de sus exportaciones totales) y básicamente una nación de tránsito. Las aspiraciones de súper riqueza de Bakú se centran en el Corredor de Gas del Sur, que incluye nada menos que tres gasoductos: Bakú-Tbilisi-Erzurum (BTE); el gasoducto trans anatolio de gas natural impulsado por Turquía (TANAP); y el Transadriático (TAP).

El problema con este festival de siglas (BTE, TANAP, TAP) es que todos necesitan una inversión extranjera masiva para aumentar la capacidad, de la que la UE carece lamentablemente porque cada euro está comprometido por eurócratas de Bruselas no elegidos para «apoyar» el agujero negro que es Ucrania. . Los mismos problemas financieros se aplican a un posible Oleoducto Trans-Caspio que vincularía aún más tanto a TANAP como a TAP.

En la Guerra de los Corredores Económicos – el capítulo “Pipelineistan” – un aspecto crucial es que la mayoría de las exportaciones de petróleo kazajo a la UE pasan por Rusia, a través del Caspian Pipeline Consortium (CPC). Como alternativa, los europeos están pensando en una ruta de transporte internacional transcarpiana todavía confusa, también conocida como el Corredor Medio (Kazajstán-Turkmenistán-Azerbaiyán-Georgia-Turquía). Lo discutieron activamente en Bruselas el mes pasado.

La conclusión es que Rusia mantiene el control total del tablero de ajedrez del oleoducto de Eurasia (y ni siquiera estamos hablando de los oleoductos Power of Siberia 1 y 2 operados por Gazprom que conducen a China).

Los ejecutivos de Gazprom saben muy bien que un rápido aumento de las exportaciones de energía a la UE está fuera de discusión. También tienen en cuenta la Convención de Teherán, que ayuda a prevenir y controlar la contaminación y mantener la integridad ambiental del Mar Caspio, firmada por los cinco miembros del litoral.

Rompiendo BRI en Rusia

China, por su parte, confía en que una de sus principales pesadillas estratégicas eventualmente desaparezca. El notorio “ escape de Malaca ” se materializará, en cooperación con Rusia, a través de la Ruta del Mar del Norte, que acortará el corredor comercial y de conectividad desde el este de Asia hasta el norte de Europa de 11.200 millas náuticas a solo 6.500 millas náuticas. Llámalo el gemelo polar del INSTC.

Esto también explica por qué Rusia ha estado ocupada construyendo una gran variedad de rompehielos de última generación.

Entonces, aquí tenemos una interconexión de New Silk Roads (el INSTC procede en paralelo con BRI y EAEU), Pipelineistán y la Ruta del Mar del Norte en el camino para cambiar completamente la dominación comercial occidental.

Por supuesto, los chinos lo tenían planeado desde hace bastante tiempo. El primer Libro Blanco sobre la política ártica de China, en enero de 2018, ya mostraba cómo Pekín pretende, “junto con otros estados” (es decir, Rusia), implementar rutas comerciales marítimas en el Ártico en el marco de la Ruta de la Seda Polar.

Y como un reloj, Putin posteriormente confirmó que la Ruta del Mar del Norte debería interactuar y complementar la Ruta de la Seda Marítima de China.

La cooperación económica entre Rusia y China está evolucionando en tantos niveles complejos y convergentes que simplemente hacer un seguimiento de todo es una experiencia vertiginosa.

Un análisis más detallado revelará algunos de los puntos más finos, por ejemplo, cómo interactúan BRI y SCO, y cómo los proyectos BRI tendrán que adaptarse a las consecuencias embriagadoras de la Operación Z de Moscú en Ucrania, con más énfasis en el desarrollo de Asia Central y Occidental. pasillos

Siempre es crucial considerar que uno de los objetivos estratégicos clave de Washington en la implacable guerra híbrida contra Rusia siempre fue romper los corredores BRI que atraviesan el territorio ruso.

Tal como está, es importante darse cuenta de que docenas de proyectos BRI en la industria y la inversión y la cooperación interregional transfronteriza terminarán consolidando el concepto ruso de la Asociación de la Gran Eurasia, que esencialmente gira en torno al establecimiento de una cooperación multilateral con una amplia gama de naciones pertenecientes a organizaciones como EAEU, SCO, BRICS y ASEAN.

Bienvenido al nuevo mantra euroasiático: hacer corredores económicos, no guerras.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna de geopolítica del Club de La Pluma, a la gran noticia de la semana -ninguneada por la prensa- sobre EL HISTÓRICO ACUERDO ENTRE RUSIA, IRÁN Y TURQUÍA, refrendado por los presidentes de esos países, donde decidieron eliminar definitivamente todo el terrorismo internacional que opera en Siria, además de numerosos pactos para el despliegue económico, geopolítico, geoestratégico y financiero de sus naciones, de los que destaca el nuevo eje logístico fluvial por los ríos Don y Volga, que unirá el Mar Caspio con el mar Ártico y el Mar Báltico, a la altura de San Petersburgo, conectando las fronteras de los tres países. Un hecho trascendente que reconfigura la región, mientras afianza el resurgir de un Asia que marca el paso de los cambios globales hacia la multipolaridad. Imagenes 1, 2, 3 y 4 anexas

Mientras el politólogo analiza esta cumbre de Teherán, la ciudad donde nació la primera universidad de medicina del mundo -cuando todavía en Europa reinaba la barbarie-, también nos resume la realidad de la guerra de Siria, la invasión sufrida por terroristas formados por Occidente bajo el paraguas de “las primaveras árabes” y la reacción popular Siria que los aplastó, junto con el apoyo de Irán, Rusia y El Líbano. Además, pone en evidencia la ridícula propaganda de un Occidente que ha perdido su rumbo y que solo atina a maniobras desestabilizadoras y a su suicidio colectivo. También pone el foco en Turquía, quién siendo miembro de la OTAN, ha optado por el cambio estratégico de ser parte de esta profunda integración asiática, mucha más sólida ahora por los intereses comunes sobre el petróleo y el gas, en consonancia con sus fabulosos recursos naturales y por su voluntad de comerciar con monedas locales en detrimento del dólar.

Por otra parte, le dedica su espacio a cómo EEUU ha secuestrado el concepto “Occidente” sin respetar otras fuentes o perfiles, como los de Latinoamérica, y que de forma absolutista impone el dogma de Monroe: “América para los norteamericanos”. Todo ello con la necesaria complicidad de las oligarquías locales que, aunque participan del festín, siempre terminan siendo despreciadas por un imperio anglosajón que ve día a día, fracasar sus proyectos de hegemonía, mientras sus sueños de gobierno global se desvanecen. Recalcando que a esta conclusión están llegando sus propios analistas y expertos, y la gran mayoría de sus influyentes tanques de ideas.

En suma, los cambios sistémicos se van produciendo de forma irremediable, tal cual Carlos lo viene afirmando desde hace lustros, con el mundo Euroasiático / Pacífico modificando las reglas internacionales que durante siglo y medio fueron dictadas por la Anglo esfera.

Y concluye su audio reflexionando que todo este trascendental acontecimiento HA OCURRIDO EN ESTA SEMANA, sin que la gran prensa del sistema lo informe correctamente, mientras lo disimula en sus redes de desinformación y lo enturbie con sus maniobras de manipulación.

Eduardo Bonugli (Madrid, 24/07/22)

Canal Volga Sur del Mar caspio hacia el Norte de Rusia y la zona de contacto con el Rio Don que desemboca en el Mar de Azov (Mar Negro) Todo bajo Control de la Federacion Rusa
Canal Don – Volga que maneja la zona Transcaucasica Federacion Rusa
Canal Volga Norte que va de Moscu a San Petersburgo al Mar Baltico Federacion Rusa
El llamado Canal Belomor es una vía de navegación que atraviesa el noroeste de Rusia, partiendo de San Petersburgo en el estuario del Neva, a orillas del Báltico, hasta el Mar Blanco. Federacion Rusa