16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

Como la actualidad geopolítica manda y ordena, Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, dedica su columna semanal del Club de La Pluma, al apresurado, superficial y errático plan de la UE, anunciado hace unos días, para supuestamente “frenar el liderazgo comercial de China en el mundo”. Un plan que aspira a una inversión de apenas 300 mil millones de dólares hasta 2027. Que es ridícula al lado del billón 300 mil millones que China ya tiene invertido y ejecutado desde 2013, en su avanzada estrategia continental de la Ruta de La Seda y del Collar de Perlas. Estrategia exitosa y en pleno avance, que angustia obsesivamente a EEUU en su ocaso del poder mundial. 

Al respecto, nuestro director nos adelanta que el plan europeo HA NACIDO MUERTO porque la UE no dispone de esos fondos, Una parte de ellos, los llamados Fondos de Desarrollo Sostenible, deberán ser emitidos por su Banco Central y solo servirán de garantías para que las empresas privadas participen. Las que a su vez serán financiadas por la banca, quién para ello, recibirá más fondos del Banco Central. Toda una maniobra circular de rescate financiero que sirve a las grandes empresas y a los  bancos, que siguen sin levantar cabeza tras la crisis del Covid, pero que está lejos de ser una sombra para la gran apuesta geoestratégica de China. Eso sí, el anuncio del proyecto, tan superficial como espectacular, fue adornado por la clásica letanía occidental de democracia, libertad y derechos humanos, siempre a la carta y a conveniencia. Y nos recuerda que si la UE aún no ha podido concretar ni siquiera los fondos de rescates por la pandemia a sus propios países, resulta difícil creer que van a invertir en otros países, solo para frenar a China. 

Luego, Carlos nos brinda una excelente descripción, con detalles y explicaciones que perecen un mapa sonoro, sobre el COLLAR DE PERLAS chino, que es una sucesión geográfica de puertos, vías de navegación, mares, estrechos, pasos, puestos de abastecimientos, etc., coordinados con rutas terrestres y con infraestructuras modernas y de alta tecnología, dispuestos de forma parecida a un collar y que le permite sortear el cerco militar bélico de Occidente alrededor de su país y zona de influencia, que resulta una fuente permanente de tensiones y una seria amenaza de enfrentamientos armados. Ello está logrando que sus productos viajen seguros por el Índico, luego por Pakistán, el Mar Arábigo, Mar Rojo y canal de Suez, hasta el Puerto El Pireo de Grecia. Mientras que nos recuerda que el posible final de la guerra de El Yemen, con el triunfo de los hutíes sobre la invasora Arabia Saudita, permitirá que se instale allí la base más importante naval China en la región, fundamental para la conexión con África. 

Y nos habla de los profundos cambios del sistema naval y la importancia histórica de sus controles y de cómo China aprendió esto de su enemigo, de sus estrategias y doctrinas, que hoy le son favorables al gigante asiático, como la teoría de John Mackinder que decía que “el que controlara la isla el mundo -Eurasia-  gobernaría el mundo entero”. Quién también, si viviera, estaría muy preocupado ante las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, más la versión naval del Collar de Perlas Chino. También nos habla y demuestra las urgentes razones de Occidente con los tratados del QUAD y AUKUS, al perder el control absoluto del Pacífico Sur. Y que esta realidad, larvada con proyectos desde 2013, pone de manifiesto las razones por las que el actual presidente de China, Xi Jinping haya sido ratificado para un segundo mandato, alcanzando similar poder y prestigio que el jefe de la revolución, Mao Zedong 

Y así, Pereyra Mele cierra su columna  reflexionando que los países del Sur Global, como los sudamericanos y el nuestro, NOS GUSTE O NO, quedarán en medio de un escenario mundial de disputas y confrontaciones y ante el frente euroasiático que avanza en perjuicio de los Estados Unidos, cuyo mundo se ha achicado dramáticamente. Por ello, reiteró que: cinco siglos de dominio absoluto occidental y anglosajón han llegado a su fin y que se nos abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado, a lo que hay que responder por encima de las ideologías que tanto atosigan y confunden.

Eduardo Bonugli (Madrid, 05/12/21)

Nueva Ruta de la Seda Terrestre y Maritima de China

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna de geopolítica, del Club de La Pluma de esta semana al continente africano, a sus diversos y crueles conflictos bélicos, al sufrimiento de sus poblaciones y a la actividad terrorista de grupos como el ISIS y La Yihad, preparados y armados en gran medida por los servicios de inteligencia de las potencias occidentales. Y con ello nos desnuda la terrible y macabra relación entre los fabulosos recursos naturales de este continente y la avaricia económica de Europa y EEUU, que continúan, como hace siglos, con un saqueo continuo y violento de sus bienes, lo que ha condenado y condena a la guerra permanente, a la hambruna, a la pobreza, a la emigración y a la muerte, a millones y millones de seres humanos. 

Es un relato doloroso y realista que pone luz y saca a la superficie a una espeluznante cantidad de focos bélicos que son ignorados y silenciados por la prensa occidental, todo lo contrario a lo que hace con los de Asia, para mantener en la sombra las terribles consecuencias que provocan las estrategias de dominio mundial de Occidente y los intereses de sus grandes corporaciones para hacerse con las riquezas naturales de África. Y pone en evidencia la hipocresía europea que se declara “agredida” por una migración que ella misma provoca, no solo con su criminal colonialismo, sino también por el “efecto llamada” de su propaganda, al mostrarse como un paraíso de los derechos humanos, lo que tienta y engaña a tanta gente desgraciada a abandonar todo, en busca de una solidaridad que es pura demagogia y para quedar atrapados en oscuros campos de concentración pagados por la UE en países fronterizos como Turquía, Grecia y Marruecos o ahogados en la mortuoria fosa del Mediterráneo. 

Entonces nuestro director nos pasea por África con datos y argumentos y nos hace visitar cada hoguera bélica, como la zona conocida como el  “Sahel” o el caso de Camerún, inmerso en una casi guerra civil con el ISIS y otras bandas terroristas que sirven a los apetitos de las potencias por su petróleo, bauxita, hierro, madera y mucha agua, lo que deja a 45 millones de personas en situación de emergencia extrema. También nos habla de Etiopía, con sus 98 millones de almas en peligro por la codicia sobre sus recursos de oro, gas, agua y posibilidades hidráulicas y en la que Sudán y Egipto motorizan conflictos étnicos para boicotear la construcción de una gigantesca represa que podría afectar el cauce bajo del río Nilo. También nos lleva a Somalia y Eritrea, dos estados fallidos, donde bandas armadas en el exterior, han dinamitado la región con la piratería a gran escala en el Mar Rojo. 

Luego Carlos nos lleva a Mozambique, donde 1,3 millones de personas están en situación dramática por las luchas entre grupos yihadistas y con la guerra del tungsteno de fondo, codiciado por la industria militar, además de sus reservas de arenas pesadas, zirconio, titanio, y piedras preciosas. Luego vamos a Marruecos en conflicto con el pueblo saharaui y el Frente POLISARIO por el Sahara Occidental, la ex colonia española de la que Madrid se ha desentendido. Con sus reservas de petróleo, gas, hierro, cobre, uranio  y con los ricos caladeros de pesca en sus mares. Allí Marruecos avanza gracias a la superioridad militar provista por EEUU e Inglaterra. También Argelia lucha contra Marruecos por las estrategias de Occidente lo que ha llevado a cerrar el gasoducto a Portugal y España, en medio de la actual crisis energética. 

También nos describe la tragedia humanitaria de La República Centroafricana, con bandas armadas por Occidente destruyendo todo tipo de infraestructuras. Y denuncia el vergonzoso acuerdo entre Francia y EEUU para que los franceses sigan depredando el riquísimo ecosistema del Sahel como resarcimiento por la traición de los anglosajones por el tratado del AUKUS y los submarinos nucleares para Australia. 

Pereyra Mele cierra su columna con el LEGADO DE EUROPA EN ÁFRICA, donde nada construyó ni nada armó, y a la que no le dejó ser  partícipe de “su civilización superior”, mientras continúa con la opresión de sus pueblos y la explotación de sus riquezas.

Eduardo Bonugli (Madrid, 28/11/)

MARRUECOS ARGELIA Y EL SAHARA OCCIDENTAL
EL SAHEL 11 PAISES Y MOZAMBIQUE
REPUBLICA CENTROAFRICANA

EEUU busca un escenario de conflicto y la división interna de Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su confrontación con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

EEUU ESTÁ COQUETEANDO PELIGROSAMENTE CON EL ESCENARIO AFGANO EN ETIOPÍA Por Andrew Korybko  

25 de noviembre

Etiopía podría sospechar que Estados Unidos tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. 

CNN informó el martes que «el ejército estadounidense ha colocado fuerzas de operaciones especiales estadounidenses en Djibouti para que estén listas para brindar asistencia a la embajada estadounidense en Etiopía si la situación empeora, según un oficial militar y dos fuentes familiarizadas con los movimientos». Esto se produce después de que el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, negara la semana pasada que se estuviera considerando una evacuación similar a la de Afganistán a pesar de que no se le pidió que comparara las dos. Associated Press informó que Matt Lee luego desafió a Price sobre por qué incluso mencionó eso, lo que resultó en un intercambio tenso entre ellos. Hay más contexto de fondo con el que el lector debería estar familiarizado para comprender lo peligroso que es que Estados Unidos esté coqueteando ahora con el escenario afgano en Etiopía. A pesar de negar que está tomando partido en el conflicto en curso de Etiopía, Estados Unidos de hecho ha apoyado tácitamente al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), designado por el gobierno legítimo y democráticamente elegido de ese país como terrorista. El TPLF solía ser la facción más influyente del antiguo partido gobernante antes de pelearse con el primer ministro Abiy Ahmed el año pasado. El ataque sorpresa del TPLF contra el Comando Norte de la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) en la región de Tigray en noviembre de 2020 provocó la última guerra que Addis Abeba concibió originalmente como una operación de aplicación de la ley que desde entonces se transformó en una campaña antiterrorista. Estados Unidos ha estado presionando a Addis para que considere al TPLF como políticos iguales y entable conversaciones con ellos, y el último caso ocurrió durante el reciente viaje del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a África. El Congreso también presentó un proyecto de ley bipartidista que amenaza con más sanciones contra el gobierno etíope. Engañosamente llamada «Ley de Promoción de la Paz y la Democracia de Etiopía de 2021» (EPDPA), exige exactamente lo que hizo Blinken bajo la amenaza de sancionar a los funcionarios que continúan la guerra, así como a los socios de armas extranjeros del país. Tras los avances militares del TPLF a principios de este mes en las regiones vecinas de Afar y Amhara que invadieron durante el verano tras la retirada de la ENDF de Tigray como parte del alto el fuego unilateral del estado, el general estadounidense William Zana le dijo a la BBC que las tropas de su país en Djibouti estaban «Aquí para responder a la crisis» en Etiopía.

Este pronunciamiento provocador llevó al ministro de Relaciones Exteriores de Djibouti, Mahmoud Ali Youssef, a tuitear que su gobierno no permitirá que sus invitados militares estadounidenses usen su base allí «para una intervención hostil en los países vecinos». Sin embargo, los funcionarios estadounidenses siguieron temiendo que sus ciudadanos debían evacuar urgentemente la capital etíope. En respuesta, el embajador de Etiopía en Estados Unidos, Fitsum Arega, dijo al Sputnik de Rusia que «es lamentable que algunos intenten convertir el miedo y la alarma en un arma como estrategia de presión en ayuda del TPLF». También afirmó que Addis es segura y pacífica. Lo que hizo que todo fuera aún más dramático fue la advertencia de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los EE. UU. La semana pasada de que el TPLF “probablemente posea una variedad de armas con capacidad antiaérea, incluidas granadas propulsadas por cohetes, armas antitanque, armas anti-tanque de bajo calibre. artillería aeronáutica y sistemas portátiles de defensa aérea ”que podrían representar una amenaza para las aeronaves civiles si el grupo avanza más cerca de Addis. Por lo tanto, instaron a los estadounidenses a cumplir con el consejo de su gobierno de evacuar la capital. La dinámica emergente es que, si bien Estados Unidos niega un escenario afgano en Etiopía, sin embargo, está provocando miedo. Esto es extremadamente peligroso ya que Etiopía es un estado soberano que no quiere que el ejército estadounidense ingrese a su territorio sin permiso para evacuar a los ciudadanos estadounidenses que hasta ahora se han negado voluntariamente a seguir el consejo de su gobierno de irse. El apoyo tácito de Washington al TPLF sugiere fuertemente que no es una parte neutral en este conflicto. Por lo tanto, Addis podría sospechar que el Pentágono tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. Estas tensiones son una forma de coaccionar a Addis para que trate al TPLF designado como terrorista como su igual político. Estados Unidos está del lado de ese grupo, ya que lo considera un instrumento para dividir internamente a Etiopía según el escenario bosnio propuesto el mes pasado por Alex Rondos y Mark Medish en un artículo de opinión para Politico. El primero sirvió hasta julio de 2021 como  Representante especial de EEUU para el Cuerno de África, mientras que el segundo sirvió en el equipo de implementación de la Paz de Dayton y en el Tesoro de los Estados Unidos y el Consejo de Seguridad Nacional en la Administración Clinton. Son figuras occidentales muy influyentes. La razón por la que Estados Unidos persigue este escenario a través del TPLF es para debilitar a Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su Nueva Guerra Fría con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica.

TIGRAY REBELDES DENTRO DE ETIOPIA

Un interesante artículo de Escobar en el que nos refresca la importancia histórica que tuvo Yemen hace unos siglos como centro comercial, espiritual, cultural y político de la península Arábiga, proyectado al universo del Índico. Pasa revista a la guerra del Yemen y la cercana resolución del conflicto con una victoria de los rebeldes Hutíes y la federación de tribus. De cerrarse la guerra con el triunfo de la resistencia yemenista, es muy probable que Yemen se incorpore a las redes y rutas comerciales de China e Irán (como Afganistán). Yemen y sus puertos están a «tiro de piedra» de Djibouti  ( Cuerno de África) donde China tiene un puerto y su única base militar en el extranjero, que se conecta por carretera y ferrocarril con Etiopía. Esto explica y se conecta con la intervención desestabilizadora de EEUU en este país africano. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

Cadena de perlas: Yemen podría ser el centro árabe de la ruta marítima de la seda por Pepe Escobar 

22 de noviembre Global Research

Con Ansarallah (forma en que se hace llamar el grupo insurgente Hutíes , formado principalmente por zaidies chiitas, pero también por sunnies) tomando el control del Yemen, los proyectos de comercio y conectividad de Asia podrían expandirse a otras vías marítimas estratégicas del mundo.

Los sospechosos habituales lo intentaron todo contra Yemen. Primero, coaccionarlo en una «reforma estructural». Cuando eso no funcionó, instrumentalizaron a los mercenarios takfiri. Se infiltraron y manipularon los Hermanos Musulmanes, Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), ISIS. Usaron drones estadounidenses y marines ocasionales.

Y luego, en 2015, se lanzaron a guerra total: una coalición rebelde respaldada por la ONU comenzó a bombardear y a someter a los yemeníes de hambre, sin que al «orden internacional basado en reglas» le importara un pito los habitantes. La coalición – Casa de Saud, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, EE. UU., Reino Unido – a todos los efectos prácticos, se embarcó en una solución final para Yemen. La soberanía y la unidad nunca fueron parte del trato. Sin embargo, pronto el proyecto se estancó. Los saudíes y los emiratíes luchaban entre sí por la primacía en el sur y el este de Yemen utilizando mercenarios. En abril de 2017, Qatar se enfrentó tanto con saudíes como con emiratíes. La coalición comenzó a desmoronarse. Ahora llegamos a un punto de inflexión crucial. Las Fuerzas Armadas yemeníes y los combatientes aliados de los Comités Populares, respaldados por una coalición de tribus, incluida la muy poderosa Murad, están a punto de liberar a la estratégica Marib, rica en petróleo y gas natural, el último bastión del mercenario respaldado por la Casa de Saud. Ejército. Los líderes tribales están en la capital, Sanaa, hablando con el bastante popular movimiento Ansarallah para organizar una toma pacífica de Marib. De modo que este proceso es, en efecto, el resultado de un amplio acuerdo de interés nacional entre los hutíes y la tribu Murad. La Casa de Saud, por su parte, está aliada con las fuerzas en colapso detrás del ex presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi, así como con partidos políticos como Al-Islah, la Hermandad Musulmana de Yemen. Han sido incapaces de resistir a Ansarallah. Ahora se repite el escenario en el puerto costero occidental de Hodeidah, donde los mercenarios takfiríes han desaparecido de los distritos sur y este de la provincia. El ministro de Defensa de Yemen, Mohammad al-Atefi, hablando con el periódico al-Akhbar del Líbano, enfatizó que, «de acuerdo con las implicaciones estratégicas y militares … declaramos al mundo entero que la agresión internacional contra Yemen ya ha sido derrotada». Aún no es un trato cerrado, pero lo estamos logrando. Hezbollah, a través de su presidente del Consejo Ejecutivo, Hashim Safieddine, se suma al contexto, enfatizando cómo la actual crisis diplomática entre el Líbano y Arabia Saudita está directamente relacionada con el miedo y la impotencia de Mohammad bin Salman (MbS) cuando se enfrenta a la liberación de la estratégica Marib y la firmeza de Hezbollah. apoyo a Yemen durante toda la guerra.

Una guerra civil fabricada

¿Entonces cómo es que llegamos aquí?

Aventurándose más allá del excelente análisis de Karim Shami aquí en The Cradle, algunos antecedentes geoeconómicos son esenciales para comprender lo que realmente está sucediendo en Yemen. Durante al menos medio milenio antes de que los europeos comenzaran a aparecer, las clases dominantes en el sur de Arabia convirtieron el área en un centro principal de intercambio intelectual y comercial. Yemen se convirtió en el destino preciado de los descendientes del Profeta Muhammad; en el siglo XI habían tejido sólidos vínculos espirituales e intelectuales con el resto del mundo. A fines del siglo XIX, como se señala en el destacado Destroying Yemen de Isa Blumi (University of California Press, 2018), una “infraestructura notable que aprovechó las lluvias estacionales para producir una cantidad aparentemente interminable de riqueza que atrajo ya no solo a discípulos y descendientes de profetas, sino también agentes agresivos del capital que buscan ganancias «.

Pronto tuvimos comerciantes holandeses que se aventuraban en colinas cubiertas de granos de café chocando con los jenízaros otomanos de Crimea, reclamándolos para el sultán en Estambul. En la era posmoderna, esos «agentes agresivos del capital en busca de ganancias» habían reducido a Yemen a uno de los campos de batalla avanzados de la mezcla tóxica entre neoliberalismo y wahabismo. El eje angloamericano, desde la yihad afgana en la década de 1980, promovió, financió e instrumentalizó una versión esencialista y ahistórica del «Islam» que se redujo simplistamente al wahabismo: un movimiento de ingeniería social profundamente reaccionario liderado por un frente antisocial con sede en Arabia. Esa operación dio forma a una versión superficial del Islam vendida a la opinión pública occidental como la antítesis de los valores universales, como en el «orden internacional basado en reglas». Por lo tanto, es esencialmente antiprogresista. Yemen estaba en la primera línea de esta perversión cultural e histórica. Sin embargo, los promotores de la guerra desatada en 2015, una celebración lúgubre del imperialismo humanitario, completa con bombardeos, embargos y hambrunas forzadas generalizadas, no tuvieron en cuenta el papel de la Resistencia yemení. Al igual que sucedió con los talibanes en Afganistán. La guerra fue una manipulación perversa por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses, británicas, francesas, israelíes y secuaces saudíes, emiratíes y qataríes. Nunca fue una «guerra civil», como dice la narrativa hegemónica, sino un proyecto diseñado para revertir los logros de la propia «Primavera Árabe» de Yemen. El objetivo era devolver a Yemen a un simple satélite en el patio trasero de Arabia Saudita. Y para garantizar que los yemeníes nunca se atrevan a soñar siquiera con recuperar su papel histórico como referencia económica, espiritual, cultural y política para una gran parte del universo del Océano Índico. Agregue a la narrativa el tropo simplista de culpar a Irán chiíta por apoyar a los hutíes. Cuando quedó claro que los mercenarios de la coalición no podrían detener a la Resistencia yemení, nació una nueva narrativa: la guerra era importante para proporcionar «seguridad» a la hacienda saudí que se enfrenta a un enemigo «respaldado por Irán». Así fue como Ansarallah se convirtió en el personaje de chiítas hutíes que luchan contra los saudíes y los representantes locales «sunitas». El contexto fue arrojado a los perros, como en las vastas y complejas diferencias entre los musulmanes en Yemen: sufíes de varios órdenes, zaydis (los hutíes, la columna vertebral del movimiento Ansarallah, son zaydis), ismaelitas y shafii sunitas, y el mundo islámico en general.

Yemen va al BRI

Así que toda la historia de Yemen, una vez más, es esencialmente un capítulo trágico del Imperio que intenta saquear la riqueza del Tercer Mundo / Sur Global. La Casa de Saud desempeñó el papel de vasallos en busca de recompensas. Lo necesitan, ya que la Casa de Saud se encuentra en una situación financiera desesperada que incluye subsidiar la economía estadounidense a través de mega-contratos y comprar deuda estadounidense. La conclusión: la Casa de Saud no sobrevivirá a menos que domine Yemen. El futuro de MBS depende totalmente de ganar su guerra, sobre todo para pagar sus facturas por las armas occidentales y la asistencia técnica que ya utiliza. No hay cifras definitivas, pero según una fuente de inteligencia occidental cercana a la Casa de Saud, ese proyecto de ley ascendió a al menos 500.000 millones de dólares en 2017. La cruda realidad que deja en claro la alianza entre Ansarallah y las principales tribus es que Yemen se niega a entregar su riqueza nacional para subsidiar la desesperada necesidad del Imperio de liquidez, garantías para nuevas inyecciones de efectivo y sed de productos básicos. La cruda realidad no tiene absolutamente nada que ver con la narrativa imperial de Yemen como «tradiciones tribales premodernas» reacias al cambio, por lo tanto susceptibles a la violencia y sumidas en una «guerra civil» sin fin. Y eso nos lleva al atractivo ángulo de «otro mundo es posible» cuando la Resistencia yemení finalmente libere a la nación de las garras de la coalición neoliberal / wahabí, que se desmorona y se desmorona. Como bien saben los chinos, Yemen es rico no solo en las reservas de petróleo y gas hasta ahora inexploradas, sino también en oro, plata, zinc, cobre y níquel. Beijing también sabe todo lo que hay que saber sobre el ultra estratégico Bab al Mandab entre la costa suroeste de Yemen y el Cuerno de África. Además, Yemen cuenta con una serie de puertos del Océano Índico estratégicamente ubicados y puertos del Mar Rojo en el camino hacia el Mediterráneo, como Hodeidah.

Estas vías navegables prácticamente gritan la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y especialmente la Ruta Marítima de la Seda, con puertos yemeníes que complementan la única base naval de China en el extranjero en Djibouti, donde las carreteras y ferrocarriles conectan con Etiopía. La alianza Ansarallah-tribal puede incluso, a mediano y largo plazo, ejercer un control total del acceso al Canal de Suez. Un escenario muy posible es que Yemen se una a la «cadena de perlas”: puertos vinculados por el BRI a través del Océano Índico. Por supuesto, habrá un gran rechazo por parte de los defensores de la agenda del «Indo-Pacífico». Ahí es donde entra en escena la conexión iraní. BRI en un futuro cercano contará con la interconexión progresiva entre el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) – con un papel especial para el puerto de Gwadar – y el corredor emergente China-Irán que atravesará Afganistán. El puerto de Chabahar en Irán, a solo 80 km de Gwadar, también florecerá, ya sea por compromisos definitivos por parte de India o por una posible adquisición futura por parte de China. Los vínculos cálidos entre Irán y Yemen se traducirán en un renovado comercio en el Océano Índico, sin que Sanaa dependa de Teherán, ya que es esencialmente autosuficiente en energía y ya fabrica sus propias armas. A diferencia de los vasallos saudíes del Imperio, Irán ciertamente invertirá en la economía yemení. El Imperio no se tomará nada de esto a la ligera. Hay muchas similitudes con el escenario afgano. Afganistán está ahora listo para integrarse en las Nuevas Rutas de la Seda, un compromiso compartido por la OCS. Ahora no es tan descabellado imaginarse a Yemen como un observador de la OCS, integrado al BRI y beneficiándose de los paquetes del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB). Han sucedido cosas más extrañas en la saga de Eurasia en curso. 

Por: Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo. Para RT

La historia que hay entre Marruecos y Argelia es una historia de tensión, ataques indirectos y financiación de insurgencias; es una historia de odio. Como las potencias durante la Guerra Fría, librando batallas con otro nombre, los argelinos tienen al Frente Polisario mientras que los marroquíes financian a los grupos que Argelia considera terroristas, tales como el islamista Rachad y el separatista MAK (Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia).

Y en medio de esta disputa se encuentra España, que aunque en el pasado fuese una fuerza con algo que decir en el norte de África, hoy tiene nula influencia, donde posicionarse a favor de uno o de otro tendría consecuencias directas en la seguridad de la frontera sur o el suministro de gas natural, en un momento en el que la criminalidad de irregulares y mafia está aumentando y el precio de la luz supera cada día el récord histórico del día anterior. Y aunque en España parece no importar, es necesario entender lo delicada que es la situación en la frontera sur, porque es algo que va más allá de dos países lanzándose –diplomáticamente– dardos envenenados.

Este verano terminó con Argelia rompiendo las relaciones diplomáticas con Marruecos después de que una serie de incendios arrasasen la región de la Cabilia en lo que, Argel asegura, ha sido una operación encubierta marroquí para reforzar al MAK en un momento delicado para el Gobierno argelino por la crisis, las protestas de 2020-2021 y la muerte del líder histórico y uno de los artífices de la actual Argelia, Abdelaziz Bouteflika. Pero esta escalada lejos de detenerse con unas pocas declaraciones institucionales, como una bola de nieve que no deja de rodar, tampoco ha dejado de crecer.

Tal es así que Argelia ha anunciado que este mes de octubre cerrará el gasoducto Maghreb por el que durante dos décadas ha estado pasando el 25% de todo el gas natural que recibe España. Un gasoducto que también pasa por Marruecos; país que a cambio de permitir el paso se queda con una parte del combustible que contribuye a la generación del 12% de la electricidad del país. Para ello la alternativa será el gasoducto Megdaz, que si cumple con lo que se espera del mismo, será la oportunidad argelina para quitarse de en medio a intermediarios molestos y de paso golpear un poco a su enemigo regional (de proyección global vistos los acuerdos de la dinastía alauí con Turquía, EEUU e Israel). Aunque ello no va a librar a España –que pese a que quiera presentarse como un país fuerte carece de voz alguna en disputas regionales– de un encarecimiento del combustible que ni puede ni tampoco parece querer evitar.

Ante la negativa del presidente argelino Ahmed Ben Bella, de la línea revolucionaria, a entregar territorio a sus vecinos, los marroquíes empezaron a incitar la insurrección de los movimientos independentistas de las regiones en disputa con Argelia. Una estrategia de incitación a la insurrección que todavía hoy siguen apoyando mediante el Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia, pero que en la época forzó el estallido de la Guerra de las Arenas (ya había habido un intento de insurrección sospechoso en la Cabilia) con casi un millar de muertos. Y siguiendo la estrategia de su rival, desde el 75 Argelia empezó a apoyar la independencia del Sáhara Occidental. Un apoyo que todavía continúa a día de hoy.

Hay que tener en cuenta que la disputa entre los jóvenes Estados de Marruecos y Argelia fue y es una mini guerra fría dentro de la guerra fría, por lo que Rabat no dudó en aliarse con el bando occidental para hacer frente a una república de Argelia de carácter socialista que pertenecía al bloque soviético y siempre tuvo amistad con Cuba. Pero tras la disolución de la Unión Soviética y la caída del bloque socialista, las relaciones no mejoraron, y la frontera de ambas naciones terminó cerrándose temporalmente.

La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.


Entre medias ha habido crisis internas, guerras civiles y atentados, pero ningún acontecimiento ni nacional, ni regional, ni internacional ha acercado a las dos potencias militares del norte del África. Y es que lejos de acercarse, con los años se han alejado hasta 2020; el peor año para las relaciones marroquí-argelinas en varias décadas después de que el Frente Polisario decidiese re-activar la lucha armada. Marruecos también ha estado haciendo «sus deberes», mejorando las relaciones con EEUU hasta el punto de que Donald Trump reconociese el Sáhara Occidental como marroquí y restableciendo la diplomacia con Israel.

La crisis entre Rabat y Argel más bien parece un conflicto interminable sin solución aparente a corto y medio plazo. Quién sabe si siquiera a largo plazo sin un incidente que remueva los cimientos y la esencia misma de alguna de las dos naciones. Pero es un conflicto regional que afecta a todos sus vecinos. No solo en el precio y suministro de combustibles, sino que también tiene su impacto en la cooperación de inteligencia para hacer frente al yihadismo en el Sahel; donde al-Qaeda y Estado Islámico siguen actuando con una fuerza a tener en cuenta. También puede ser la excusa para mayores enfrentamientos por el control de minerales, y es que el Sáhara Occidental es una mina (en el sentido literal, además) de materias primas para Marruecos.

La escalada de tensiones entre Argelia y Marruecos no es una novedad ni una sorpresa, pero sí que deteriora una situación ya de por sí frágil. La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.

FUENTE RT: https://actualidad.rt.com/opinion/alberto-rodriguez-garcia/406731-conflicto-regional-argelia-marruecos-historia-odio 

El 7 de Noviembre publicamos un artículo de Andrew Korybko especializado en guerras híbridas (tiene publicado un tratado sobre el tema). Además es uno de los que más escribe sobre Etiopía y el Cuerno del África-Global Research Titulado: LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN LA GUERRA HÍBRIDA CONTRA ETIOPÍA y Hoy publicamos un trabajo de Thierry Meyssan sobre la zona: Después de Somalia, Sudán del Sur y Sudán, ‎se extiende el caos a Etiopía y próximamente ‎a Eritrea. Dossier Geopolitico

El embajador estadounidense Jeffrey Feltman supervisa la extensión de la doctrina ‎Cebrowski al Cuerno de África. Después de haber llevado la guerra a Sudán, ahora ‎arremete contra Etiopía e impone sanciones a Eritrea. Sin darse cuenta, la etnia ‎mayoritaria en la región etíope de Tigray está sirviendo de punta de lanza a la ‎estrategia de Washington contra el Estado etíope, contra el Estado eritreo y también ‎contra la Unión Africana. ‎

Ante la epidemia de Covid-19, la Comisión Nacional Electoral etíope pospuso ‎las elecciones ‎legislativas que estaban previstas para septiembre de 2020. Pero el Frente de ‎Liberación del ‎Pueblo de Tigray –principal fuerza política de esa región– decidió organizar las ‎elecciones en esa parte del país, en una iniciativa claramente secesionista. El gobierno federal, ‎lógicamente, ‎no reconoció esas elecciones. Así se abrió la guerra civil. ‎

Etiopía cuenta 110 millones de habitantes y la población de Tigray es de 7 millones. ‎

En un año, funcionarios del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT) y otros ‎funcionarios ‎del gobierno federal etíope cometieron crímenes de guerra sin que haya sido ‎posible determinar ‎con precisión si lo hicieron por propia iniciativa o por instrucciones de sus ‎superiores –en ‎este último caso serían calificados como «crímenes contra la humanidad». ‎El resultado es que ‎las zonas asoladas por la hambruna siguen creciendo y las masacres ‎se multiplican. ‎

Como siempre, cada bando atribuye los crímenes al otro, olvidando que otros actores ‎pueden ‎haber desempeñado un papel en los hechos. Pero si nos preguntamos quién se beneficia ‎con ‎el crimen habría que responder: Aquellos que esperan dividir todavía más el país. ‎

Después de haber destruido los Estados en los países del Medio Oriente ampliado, ‎el Pentágono ‎está tratando de aplicar la misma estrategia en el Cuerno de África. Ya vimos la ‎destrucción ‎de Sudán, país dividido en dos con la separación de Sudán del Sur en 2011, y la de ‎Etiopía, ‎también dividida en 1993 con la separación de Eritrea. Tanto Sudán como Etiopía se ven ‎hoy ‎inmersos en nuevas guerras civiles tendientes a dividirlos nuevamente. ‎

Encabezando la orquesta, el estadounidense Jeffrey D. Feltman ya organizó, desde su antiguo ‎cargo de ‎director de asuntos políticos de la ONU, los 10 años de guerra contra Siria –o sea ‎el ‎financiamiento y la entrega de armas a los grupos yihadistas [1]. El mismo Feltman, actuando ahora como enviado ‎especial del presidente ‎estadounidense Joe Biden para el Cuerno de África, retomó el 1º de ‎noviembre de 2021, ante el ‎US Institute for Peace –el “tanque pensante” del Pentágono (en el ‎Departamento ‎de Defensa, el US Institute for Peace es el equivalente de la National ‎Endowement for ‎Democracy, la tristemente célebre NED [2] en el ‎Departamento de Estado)– exactamente la misma ‎retórica ya utilizada antes por Estados Unidos ‎contra Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen y ‎Líbano. ‎

CUERNO DE AFRICA

Estados Unidos ya está repatriando a los estadounidenses de Etiopía, donde mantiene sólo ‎el ‎personal imprescindible de su embajada. Mientras tanto, las agencias de prensa ‎occidentales ‎divulgan reportes que hacen pensar que Adis Abeba, la capital etíope, donde además ‎se encuentra ‎la sede de la Unión Africana, está a punto de caer en manos del FLPT, lo cual ‎significaría el fin de ‎Etiopía. ‎

Siria es el único país que ha sobrevivido a la aplicación de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski ‎‎ [3] por parte del Pentágono. ‎

Si Siria logró sobrevivir fue porque los sirios están conscientes de que sólo el Estado ‎puede ‎protegerlos ante enemigos difíciles de identificar. La región del Levante es la única en ‎el mundo ‎donde la noción misma de Estado apareció en los más lejanos tiempos de la Alta ‎Antigüedad. Y ‎no hablamos aquí del Poder sino realmente del Estado, de la estructura ‎organizativa que permite ‎a un pueblo «estar de pie» (en latín stare, término que da origen al ‎vocablo Estado en las ‎lenguas europeas). Después de haber creído por varios meses que su país ‎estaba viviendo una ‎revolución, los sirios comprendieron que en realidad estaban siendo ‎agredidos desde ‎el extranjero y que lo único que podía salvarlos era el Estado. ‎Por consiguiente, ‎independientemente de los desacuerdos que pudieran tener con el Poder, ‎los sirios defendieron ‎el Estado. Todos los países del Medio Oriente ampliado que ya ‎se derrumbaron comenzaron por ‎dividirse en tribus o en comunidades confesionales. ‎

Etiopía es un país federal que se compone de regiones administrativas cuyo factor común es ‎el ‎predominio de una etnia en particular en casi cada una de esas regiones. En el conflicto ‎actual la etnia ‎tigray parece enfrentada a los omoros y los amharas. Pero los omoros opositores ‎al gobierno ‎federal se han separado de su propia etnia para aliarse a los tigray. Estos últimos ‎creen poder ‎contar con el respaldo de Estados Unidos y exhiben con orgullo el discurso que ‎Jeffrey Feltman ‎pronunció en 2021, en el funeral del primer ministro Meles Zenawi, miembro de ‎la etnia tigray. ‎Esa creencia es típica de quienes no entienden cómo funciona la “diplomacia” ‎estadounidense ‎desde el 11 de septiembre de 2001. A Washington no le interesa ninguno de los ‎dos bandos. ‎Nada le importa que gane este o aquel y lo que pretende es lograr que se maten ‎entre sí y que ‎en esa lucha se debiliten hasta que ninguno sea capaz de controlar ‎realmente ‎el país. ‎

El actual conflicto ha hecho resurgir en Etiopía una serie de prejuicios tribales. ‎

El primer ministro federal, Abiy Ahmed, hizo todo lo humanamente posible para reconciliar ‎el país ‎con Eritrea, su antigua provincia hoy independiente. Sus esfuerzos fueron reconocidos ‎con ‎el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz, en 2019. Se trataba así de mostrar que un ‎cristiano ‎pentecostés había logrado hacer la paz con musulmanes. En todo caso parece difícil ‎acusar a ‎Abiy Ahmed de «crímenes contra la humanidad», como se hizo contra el presidente ‎sirio Bachar ‎al-Assad. ‎

Pero el caso de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991, ‎demuestra ‎siempre hay lugar para la difamación. Al presentar su informe sobre Etiopía, la chilena ‎Michelle ‎Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, exoneró ‎al gobierno de Abiy ‎Ahmed… pero agregó que los crímenes comprobados podrían ser ‎reclasificados en algún momento ‎como «crímenes contra la humanidad». En otras palabras, Abiy ‎Ahmed es un hombre honesto ‎pero siempre se puede echar atrás esa calificación si fuese ‎necesario deshacerse de él. ‎

Así que el primer ministro etíope tendrá que seguir lidiando con un problema que ya creía ‎resuelto. ‎Pero también tendrá que ocuparse del asunto de la Gran Represa del Renacimiento ‎Etíope, ‎actualmente en fase de llenado, lo que podría provocar una salinización del Nilo ‎en perjuicio de ‎Sudán y de Egipto. Otro tema urgente para el primer ministro etíope Abiy Ahmed ‎será resolver el ‎diferendo territorial con Sudán por el triángulo de Al-Fashaga. Para completar ‎el panorama ‎también tendrá que cuidarse de los tribunales islámicos que imponen su voluntad en ‎Somalia y ‎preservar la paz que logró firmar con Eritrea. ‎

Precisamente, las fuerzas del FLPT no sólo han arremetido contra Etiopía. También ‎han ‎bombardeado la frontera con Eritrea –ex provincia etíope de 6 millones de habitantes– ‎para ‎reactivar la guerra civil que durante 40 años desgarró el antiguo imperio de Abisinia. Lejos ‎de ‎caer en la trampa, el presidente de Eritrea, Isaías Afewerki –quien pertenece a la etnia ‎tigray ‎pero es políticamente cercano a China– no dudó en penetrar en Etiopía para perseguir a ‎las ‎fuerzas del FLPT, pero sin atacar al ejército etíope.‎

Prosiguiendo sus intentos de sabotear la paz en la región [4], ‎el embajador Jeffrey Feltman adoptó entonces sanciones contra Eritrea [5]. ‎Pero ‎el gobierno etíope salió inesperadamente en defensa de Eritrea solicitando a ‎Estados Unidos ‎que se abstenga de actuar contra un Estado que «no representa una amenaza ‎para una paz ‎duradera» [6].‎

Varios dirigentes africanos han visto en la acción del embajador Jeffrey Feltman una voluntad ‎de ‎Washington de no limitarse a desmantelar Sudán y Etiopía y de arremeter también ‎contra Eritrea ‎sino de torpedear además la Unión Africana. ‎

El FLPT dispone de gran cantidad de armamento, que parece obtenido –desde Suiza– por ‎el ‎director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus, miembro de ‎la ‎etnia tigray [7]. Los lazos del Dr. Tedros ‎Ghebreyesus con Pekín ‎podrían hacer pensar que ese armamento viene de China, lo cual es poco ‎probable. Se trata ‎más bien de armamento proporcionado por contratistas del Pentágono. ‎

Washington ya decretó sanciones contra Etiopía y ahora se dispone a sacar el gobierno ‎etíope ‎de su programa AGOA (African Growth and Opportunity Act), programa de ayuda a los ‎países ‎africanos. Al cabo de una decena de años, varias transnacionales estadounidenses ‎estaban ‎adquiriendo petróleo etíope a cambio de productos estadounidenses. Eso no es muy ‎ventajoso ‎pero si Washington excluye a Etiopía del AGOA, ese país se verá impedido de realizar ‎cualquier de ‎transacción –importación o exportación– con Occidente, lo cual generalizará ‎el hambre y ‎la guerra… a menos que Rusia o China decidan tomar cartas en el asunto. ‎

Thierry Meyssan

[1] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), ‎‎Red Voltaire, 28 de enero ‎de 2016.

[2] «La NED, vitrina legal de la CIA», ‎por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), ‎‎Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.

[3] «La doctrina Rumsfeld-Cebrowski», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, ‎‎25 de ‎mayo de 2021.

[4] «Falso “golpe de Estado” en Sudán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 2 de noviembre ‎de 2021.

[5] “The US ‎Treasury ‎sanctions Eritrea”, Voltaire Network, 12 de noviembre de 2021.

[6] «Declaración de Etiopía sobre las sanciones de ‎Estados Unidos contra Eritrea», Red Voltaire, 13 de ‎noviembre de 2021.

[7] «Acusan al director de la OMS de tráfico de armas», ‎‎Red Voltaire, 21 de noviembre de 2020.

FUENTE

https://www.voltairenet.org/article214716.html

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna semanal de geopolítica, del Club de La Pluma analizando la reunión del G20 en Roma, en la que se llegó a un mínimo y frágil pacto climático, sin fechas ni alcances concretos y al acuerdo de un supuesto impuesto del 15% a las multinacionales, ni vinculante ni obligatorio. Fue un G20 con penas y sin gloria, ya que el tridente del poder multipolar de EEUU, China y Rusia estuvo ausente por la no asistencia de  Putin y Xi Jinping. 

Sobre la Cumbre del Clima en Glasgow nos cuenta que hubo muchos discursos y pocos resultados, mientras recuerda que en los años 70, Perón ya alertaba de lo que hoy ocurre, y que desde entonces nadie dio un paso en la dirección correcta, lo que ahora nos enfrenta a tremendas dificultades para la humanidad. También dice que el Occidente industrial y desarrollado repite el método de tratar al resto del mundo periférico como una neo colonia y nos da ejemplos y argumentos con la polémica resolución para eliminar el gas metano, producido por el ganado de los países pobres. 

También aborda con detalles la fragilidad de un desgastado Biden, de sus disgustos electorales ante el “trumpismo” y de la peligrosa pretensión de unir su dividido frente interno, haciendo un gran -y bélico- frente externo, lo que podría provocar situaciones de desmadre y de caos, todo muy destructivo para la raza humana. 

Luego nos lleva al África donde se confirma lo ya abordado en otras columnas anteriores sobre el grave conflicto del agua en el río Nilo, que ahora se suma el golpe de estado en Sudán. Y nos explica los intereses de las potencias y de Egipto en esta región del Cuerno de África, vecina al Mar Rojo, fundamental para la navegación del sistema comercial mundial y que es una nueva prueba del “Caos Permanente” sembrado por EEUU en todo el mundo.

Y para terminar con África, aborda el viejo enfrentamiento entre Argelia y Marruecos por el Sahara Occidental, que ha resurgido con ataques y muertos y siempre con los intereses de las potencias de por medio. Ahora además, afecta de lleno a la provisión de gas a Europa

Sobre Argentina, Carlos focaliza su análisis en las fortísimas y agresivas declaraciones del jefe de las fuerzas armadas  de EEUU, Mark Milley, sobre lo que debe hacer “el vecindario del sur”, de cómo se tiene que poner a trabajar “codo a codo” con la Casa Blanca y de lo que sufrirá aquel país que se oponga. Un discurso que rescata la teoría del “Gran Garrote” de Theodore Roosevelt, de principio del siglo pasado, y que debe interpretarse como que la conflictividad de Washington va a seguir en aumento, tal cual se reflejó en las recientes y muy polémicas declaraciones del propuesto -y aún no confirmado- embajador norteamericano en Argentina, Marc Stanley. 

Sobre política internacional, nuestro director informa que Putin aseguró que no permitirá alteraciones en el equilibrio estratégico de su zona de influencia en Europa del Este, que Rusia está preparada para cualquier ataque de misil intercontinental y que si se le intenta agredir, habrá una respuesta adecuada. Mientras informes occidentales reconocen que en Kaliningrado, el espacio ruso más cercano a Europa, Moscú ha instalado equipos de intercepción electrónica de última generación que neutraliza misiles, aviones o satélites y bloquea todo tipo de comunicaciones y señales. 

También nos habla del rearme de China con sus aviones de quinta generación y de sus avances espaciales, de las tensiones por Taiwán y de la preocupación de Occidente que ha avisado estar dispuesto a defender a la isla/colonia a cualquier precio. Aunque no esconde su angustia y reconoce que la potencialidad militar china alcanzará niveles nunca antes vistos. 

Además, Pereyra Mele nos relata el espectacular rescate de un petrolero iraní por parte de comandos de La Guardia Revolucionaria de Irán, que había sido secuestrado por fuerzas de la OTAN y de EEUU. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 07/11/21)

Comando Sur El tio Sam y la nueva Doctrina Monroe S XXI

Publicamos artículo de Andrew Korybko especializado en guerras híbridas (tiene publicado un tratado sobre el tema). Además es uno de los que más escribe sobre Etiopía y el Cuerno del África-Global Research

LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN LA GUERRA HÍBRIDA CONTRA ETIOPÍA

Andrew Korybko 5 de noviembre Global Research

Todo se ha intensificado repentinamente en Etiopía debido a la convergencia estratégicamente programada de los diversos componentes relacionados con la Guerra Híbrida de Estados Unidos contra ese país.

Ofensivas militares

 Etiopía se enfrenta a una embestida de guerra híbrida sin precedentes compuesta de componentes militares, políticos, económicos y de información que requiere una estrategia integral para contrarrestar. Todo el mundo se está preparando para una batalla a gran escala en el futuro próximo debido al avance del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) hacia la capital de Addis Abeba en los últimos días y la posterior promulgación del estado de emergencia por parte del gobierno federal. Este grupo designado como terrorista es apoyado tácitamente por Estados Unidos a través de medios indirectos a través del suministro de asistencia material a través de fuerzas corruptas de la ONU y la equiparación de Washington del TPLF con el gobierno etíope internacionalmente reconocido en el frente político. Este respaldo los animó a invadir las regiones vecinas de Afar y Amhara durante el verano posterior a la retirada militar de la región de Tigray que se llevó a cabo en apoyo de la declaración unilateral de alto el fuego del gobierno en ese momento, continuar cometiendo crímenes de guerra con escasa crítica internacional, y así amenazan la existencia misma del estado etíope.

Ofensivas políticas

Las autoridades planean utilizar su estado de emergencia para garantizar la defensa de la capital y luego hacer retroceder a las fuerzas terroristas. Han animado a sus compatriotas a unirse al esfuerzo bélico, que todos los miembros patriotas de la sociedad deberían hacer sin pensarlo dos veces, considerando todo lo que está en juego. El posible regreso del TPLF al poder debilitaría al pueblo etíope al institucionalizar aún más sus diferencias de identidad explotadas externamente a través del escenario de la «bosnificación» para dividirlos y gobernarlos indefinidamente sobre esa base. Esto sirve a los intereses de los patrocinadores extranjeros de ese grupo, en particular a Egipto, que quiere evitar el surgimiento de Etiopía como potencia africana. En efecto, la partición interna de facto del país en un tablero de ajedrez de estados casi independientes centrados en la identidad podría revertir las políticas visionarias de generación de energía hidroeléctrica de su gobierno federal, lo que evitaría que Etiopía alcance su máximo potencial de desarrollo. Al hacerlo dependiente para siempre de las importaciones de energía extranjera, Egipto se aseguraría de que Etiopía nunca vuelva a crecer.

Ofensivas económicas

También hay una dimensión económica enfocada más directamente en esta Guerra Híbrida que no es menos importante que las militares y políticas. Esto se refiere a los planes de Estados Unidos de revocar el acceso de Etiopía al mercado estadounidense a través de la «Ley de Oportunidades y Crecimiento Africano» (AGOA) a principios del próximo año. Su objetivo es provocar el pánico financiero y así empeorar inmediatamente la situación económica del país. El propósito de hacerlo es manipular a la población hasta el punto de que pierda la confianza en su gobierno en uno de los momentos más cruciales de la historia de Etiopía. Incluso si no se pueden provocar disturbios contra el gobierno para promover un escenario de Revolución de Color debido a las medidas preventivas implementadas relacionadas con el reciente estado de emergencia, los EE. UU. Esperan al menos que el pueblo etíope pierda la esperanza y, por lo tanto, se vuelva menos entusiasta. sobre defender su país. Después de todo, es importante señalar que este anuncio coincidió con los últimos avances militares del TPLF.

Ofensivas de la guerra de información

No solo eso, sino que todo esto sucedió casi al mismo tiempo que se publicó un informe de la ONU que culpaba a ambos lados del conflicto por crímenes de guerra. A pesar de esta pretensión de neutralidad, se espera que la presión internacional se dirija abrumadoramente contra el gobierno etíope en un intento de desacreditarlo a los ojos de todos. Esto complementará los esfuerzos anteriores para implicar al estado en el llamado «genocidio» que el TPLF y sus partidarios han afirmado que está cometiendo. El uso de esta narrativa de guerra de información como arma está destinada a ejercer una inmensa presión sobre el gobierno al impulsar el escenario de “Responsabilidad de Proteger” (R2P) desde Libia bajo pretextos igualmente falsos “humanitarios”. En el contexto actual del conflicto del país, esto podría emplearse como un plan de respaldo si las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) logran hacer retroceder al TPLF. Los aspectos militares, políticos, económicos y de información de la Guerra Híbrida Estadounidense contra Etiopía están todos coordinados y convergen en este momento en particular para provocar una crisis existencial para el país.

Defensas militares

Habiendo identificado las dimensiones más destacadas de este conflicto, ha llegado el momento de discutir los medios a través de los cuales el estado les está respondiendo. El componente militar ya fue abordado con respecto al estado de emergencia recientemente promulgado y las medidas asociadas para la defensa de Addis Abeba. Los detalles de código abierto sobre esto son escasos debido a su naturaleza confidencial durante este tiempo de guerra, por lo que es difícil evaluar objetivamente su efectividad hasta ahora, pero se puede suponer que el estado hará todo lo posible para garantizar la seguridad de todos, considerando todo lo que está en juego para ello. y la gente que tiene la tarea de proteger. Como tal, los observadores esperan una batalla importante en algún momento en el futuro próximo, especialmente porque las conversaciones entre los bandos en guerra parecen estar fuera de discusión en la actualidad, ya que cada uno tiene demandas maximalistas del otro: el TPLF quiere regresar al poder a toda costa mientras que el gobierno etíope reconocido internacionalmente considera al grupo como terroristas respaldados por extranjeros con los que no es posible negocia

Defensas políticas

En el frente político, el primer ministro Abiy Ahmed ha promovido apasionadamente la causa de la unidad nacional. Él y su gobierno han enfatizado la naturaleza existencial del conflicto e instado a sus compatriotas a unirse detrás de su estado-civilización. Al articular la naturaleza exacta de la amenaza que el TPLF representa para Etiopía, se han asegurado de que la población sea plenamente consciente de lo que está en juego. No puede haber excusas entre quienes no apoyan a su país en este momento crucial de su historia. Aquellos que se niegan a hacerlo por defecto simpatizan con la visión de «bosnificación» del TPLF de institucionalizar aún más sus diferencias de identidad para dividir y gobernar a la diversa población de Etiopía en beneficio de los patrocinadores extranjeros de ese grupo, especialmente Egipto. El enorme progreso socioeconómico de los últimos años se invertirá y la población del país probablemente se verá sumida en un período indefinido de empobrecimiento. Además, se puede esperar que el TPLF venda activos nacionales a sus patrocinadores extranjeros como contrapartida por su apoyo para devolverlo al poder. El Renacimiento etíope terminaría así en una pesadilla y el icono histórico de la independencia de África perdería su soberanía.

Defensas económicas

En términos de defender económicamente a Etiopía, la solución es más nebulosa, aunque el estado probablemente esperaba que se revocara su acceso AGOA al mercado estadounidense por razones políticas basadas en falsos pretextos «humanitarios» después de la amenaza de Estados Unidos con este fin hace unos meses. Será un desafío reemplazar el papel que tenía la AGOA para la economía etíope, aunque no es imposible. Etiopía debería comunicarse de inmediato con sus socios chinos, rusos, indios, turcos y otros para explorar la posibilidad de obtener un acceso similar a sus mercados al que tuvo al estadounidense. Sin embargo, esto llevará tiempo, por lo que se espera que todavía haya algunas consecuencias económicas graves a corto plazo y posiblemente también políticas internas como mínimo. Algo de esto se puede contrarrestar a través de las disposiciones del estado de emergencia recientemente promulgado, así como los esfuerzos del Estado para explicar la naturaleza existencial de este conflicto para el país. El primero tiene como objetivo garantizar una seguridad estricta en el sentido de prevenir o responder a los disturbios que podrían desencadenarse por esta provocación económica, mientras que el segundo está destinado a retener los corazones y las mentes del pueblo etíope durante este tiempo de crisis.

Defensas ante la guerra de información

El estado ha luchado por responder a la dimensión de la guerra de información de esta última guerra híbrida estadounidense a pesar de sus mejores esfuerzos debido a la presión que Estados Unidos ha ejercido sobre sus medios aliados de Mainstream Media para suprimir la verdad sobre lo que está sucediendo en Etiopía. Sin embargo, los activistas de ese país y sus seguidores en todo el mundo han recurrido a las redes sociales para crear conciencia sobre esto por su cuenta, siendo la campaña más popular en este momento la #NoMore promovida por Horn Of Africa Hub. Su objetivo es informar a todos que el pueblo etíope está unido en su oposición a la visión de divide y vencerás del TPLF, los complots imperialistas extranjeros, las mentiras de los medios de comunicación y temas relacionados. Esta campaña podría potencialmente volverse viral y así romper el «cortafuegos de la información» de Estados Unidos por censurar la verdad sobre esta Guerra Híbrida. Por lo tanto, es un activo importante para los esfuerzos del estado, ya que podría remodelar positivamente las percepciones de aquellos que han sido adoctrinados por la guerra de información para que caigan en narrativas falsas sobre este conflicto. El ejemplo dado por estos activistas etíopes y sus aliados podría repetirse prospectivamente para defender a otros países de ataques similares de la Guerra Híbrida en el futuro.

Conclusiones

Todo se ha intensificado repentinamente en Etiopía debido a la convergencia estratégicamente programada de los diversos componentes relacionados con la Guerra Híbrida de Estados Unidos contra ese país. No hay duda de que es probable que la situación empeore antes de que mejore, aunque es difícil establecer un marco de tiempo sobre cuándo podría suceder. El TPLF y sus patrocinadores extranjeros están empujando a Etiopía al borde de la guerra total. De hecho, han expandido su estrategia de provocar crisis humanitarias con fines políticos desde su región natal de Tigray a todo el país después de haber sido envalentonados por Estados Unidos, Egipto y las fuerzas corruptas de la ONU. Esto está destinado a infligir penurias dolorosas a toda su gente en un intento de provocar que se vuelvan contra su gobierno. Sea como fuere, el éxito de esta estrategia depende desproporcionadamente de manipular las percepciones de la población. Mientras el estado pueda mantener un sentido de unidad nacional frente a esta amenaza existencial, entonces el TPLF luchará para destruirlo desde adentro a través de medios políticos, económicos y de guerra de información. Eso, a su vez, aumentaría drásticamente la importancia del aspecto militar de este conflicto, lo que posiblemente prepararía a Etiopía para una serie de batallas importantes para determinar el resultado final de esta guerra.

Etiopia y Vecinos
Tropas Etiopes

Por Germán Graiff -8 octubre, 2021

Una de las principales debilidades estratégicas de la República Argentina reside en su gran espacio aéreo, costero y marítimo. Esto es especialmente evidente en estos dos últimos, no solo por su vastedad, sino porque en las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur se encuentra la principal amenaza a sus pretensiones soberanas que interrumpen la continuidad jurisdiccional hacia el sur de la Argentina bicontinental. En el presente siglo XXI, nuestro país debe enfrentar su gran desafío estratégico de consolidar la ocupación y explotación de la última frontera a la que accedió a finales del siglo XIX, el océano Atlántico Suroccidental – Austral. Sostener que, sin pensar en él, vamos a crecer en forma continua y armónica es simplemente carecer de visión geopolítica.

El Mar Argentino no solo constituye una enorme fuente de recursos naturales estratégicos, sino que también cumple la función de puente geográfico para la necesaria integración con la porción antártica sudamericana y el afianzamiento de los lazos políticos y económicos con el resto de América, el Asia-Pacífico y el centro sur de África.

No mirar al mar y desatender los intereses que en él poseemos sería un error de magnitud tal que soslayarlo resulta imposible. No diseñar estrategias en relación al valor geopolítico de nuestros mares será imperdonable.

Si prestamos atención al escenario global y las relaciones de poder que atraviesan el Atlántico Sur, podemos reconocer fácilmente que la República Argentina se encuentra en las antípodas de los últimos hechos de relevancia mundial. Con posterioridad a junio de 1982 era frecuente advertir el abordaje de este espacio marítimo en relación con el conflicto del Atlántico Sur. A finales de la década del 80 y principios de la del90, el análisis estuvo ligado a la finalización del conflicto entre los EE.UU. y la O.T.A.N. en oposición a la U.R.S.S. y el Pacto de Varsovia, por lo que se registró una baja en la relevancia estratégica que los grandes poderes le otorgaban al área. Sin embargo, en el presente, y como consecuencia del cambio en la distribución del poder mundial, por el ascenso de la República Popular China y la declinación relativa de los EE.UU., cada vez son más las investigaciones que documentan el retorno de un vigoroso interés geoestratégico del Atlántico Sur.

Consideramos necesario y pertinente primero conocer las concepciones más clásicas que delimitan al Atlántico Sur, con las siguientes demarcaciones basadas en criterios geográficos: al norte con la línea del Ecuador, al oeste con el litoral sudamericano y el meridiano del cabo de Hornos, al este con las costas africanas y el meridiano del cabo de la Agujas y al sur hasta el paralelo 60º S.

El océano Austral rodea a la Antártida y corresponde a los cuerpos de agua de los extremos sur de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Su límite norte se considera demarcado por el paralelo de latitud 60° S; sin embargo, oceanográficamente su límite se encuentra en la llamada Convergencia Antártica o Frente Polar, el cual forma un anillo irregular alrededor de la Antártica entre los 50° S y 62° S, aproximadamente, variando su posición según las estaciones del año.

La declinación de la importancia geoestratégica del Atlántico Sur comenzó en 1869 con la inauguración del Canal de Suez; luego, en 1914 se habilitó oficialmente el canal de Panamá. Ambos acontecimientos representaron un duro golpe para la ruta del Cabo de Hornos. En estas circunstancias, el Atlántico Sur terminó convirtiéndose en un océano excéntrico y alejado de los principales conflictos mundiales. No obstante, y si pensamos que los intereses de una Nación se relacionan estrechamente con el concepto de asegurar la mejor calidad de vida posible a sus ciudadanos y habitantes, queda absolutamente claro que la República Argentina no solo debe mirar hacia el mar sino que debe asumir todas las responsabilidades que, por otra parte, le son indelegables de acuerdo a la legislación y el Derecho Internacional de incumbencia en el Mar Territorial, Zona Contigua, Zona Económica Exclusiva, Plataforma Continental Argentina, Islas del Atlántico Sur y Antártida Argentina.

La seguridad y la defensa son actividades que no pueden ser soslayadas ni menospreciadas por ningún estado en el mundo actual. Podemos discutir si, para los ciudadanos, la defensa constituye un bien o una carga pública; pero tal discusión surge en definitiva del concepto de seguridad que asuma cada estado. Es indudable que las acciones inherentes a la defensa nacional no deben supeditarse a las leyes del mercado, toda vez que la misma está íntimamente relacionada con la propia existencia y desarrollo de una Nación.

El paso del mundo unipolar hegemónico de la década de 1990 en transición hacia uno multipolar abrió el juego a un sinfín de debates respecto al nuevo ordenamiento mundial. El Atlántico Sur continúa siendo un área geopolítica de baja prioridad estratégica, comparado con la importancia que los EE.UU. le atribuye al Asia-Pacífico o al Medio Oriente. Pero esta circunstancia ha generado las condiciones necesarias para que potencias insatisfechas con el actual status quo, como la República Popular China y la Federación de Rusia, busquen incluir tanto al Atlántico Sur como al océano Austral en su área de influencia.

Podemos argumentar que aún no se advierte una iniciativa concreta de proyección de poder militar en el Atlántico Sur, pero es inocultable que el gigante asiático por el momento opera en la región a través de fuertes inversiones y préstamos estatales.

Como resultado, China junto con Brasil se ha convertido en el principal socio comercial de Argentina, avanzando cada vez con más determinación. 4 Muestra de ello es también la construcción en la provincia de Neuquén de la Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN cuyo propósito es el de brindar soporte de telemetría, seguimiento, control de las misiones del Programa Chino para Exploración de la Luna (CLEP) y programas de investigación científica del espacio lejano. También es digno de destacar el incremento exponencial de inversiones en materia energética cuyo ejemplo más relevante es el proceso de diseño y construcción de la Central Nuclear Atucha III y Atucha IV.

La región antártica también se ha revelado como un espacio de gran interés para China, dado que de las cinco bases que actualmente administra el Instituto de Investigación Polar China, cuatro se encuentran en la Antártida y se prevé que en 2022 iniciará operaciones otra más. El principal objetivo de estas bases es el estudio de los glaciares y de la atmósfera, como así también astronomía, topografía, geofísica, etc. Así mismo, la ubicación y el equipamiento de estas bases les permiten recibir, enviar e interceptar señales satelitales.

Todos estos eventos revelan a China como un nuevo e importante actor estratégico para las potencias rectoras y statuquistas del Atlántico Sur. Así lo manifestó de manera explícita los EE.UU. durante la administración de Donald Trump: “Potencias revisionistas, como China y Rusia, utilizan la tecnología, la propaganda y la coerción para imponer un mundo que representa la antítesis de nuestros intereses y valores”.

Para EE.UU., los principales y mayores desafíos estratégicos estarán planteados por “una China asertiva y autoritaria en donde sus líderes buscan obtener ventajas injustas, se comportan de manera agresiva coercitiva socavan las reglas y valores en el corazón de un sistema internacional abierto y estable… y una Rusia desestabilizadora y determinada a mejorar su influencia global y jugar un papel disruptivo en el escenario mundial”.

Tampoco podemos perder de vista que Gran Bretaña no ha abandonado sus aspiraciones de mantenerse como un activo actor estratégico en la región, manteniéndose como una potencia naval como su eje fundamental en las estrategias de defensa y política exterior. Conservando un alineamiento irrenunciable con EE.UU., representa un miembro statuquista del sistema internacional, que apoya, ejerce y comparte la distribución de poder actual. 9 Si añadimos la creación unilateral de Áreas Marítimas Protegidas, no sorprende que el conjunto de posiciones de ultramar que domina Gran Bretaña en el Atlántico (Gibraltar, Ascensión, Santa Elena, Tristán de Acuña, Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur) no solo cumplen la función de ser “portaviones” naturales, sino que tienen gran relevancia estratégica para la proyección de la O.T.A.N. La protección de los territorios de ultramar es considerada un punto clave para garantizar su bienestar futuro.

Estos territorios ofrecen canales de abastecimiento y comunicación que legitiman el reclamo territorial sobre el continente antártico, además de posibilitar el despliegue de estrategias de anti acceso y negación de área de manera efectiva alrededor de las zonas en disputa con respecto a la República Argentina.

Ese tipo de estrategias pretenden limitar la libertad de movimiento de un actor estratégico adversario en espacios cercanos o contiguos al área de interés propia. A pesar de que no necesariamente implican proyectar poder, sí pretenden erosionar sostenidamente las operaciones comerciales y militares del adversario incrementando sus costos de manera ostensible. Esto le permite a Gran Bretaña la explotación exclusiva de recursos en ciertas áreas del Atlántico Sur y del océano Austral además de otorgarle la capacidad de controlar, limitar y negar el acceso a las mismas por parte de la República Argentina. Además, el mantener una alianza estrecha con EE.UU. le permite sostenerse en posiciones favorables por largos períodos de tiempo y maniobrar para mantenerse fuera del alcance del enemigo. En suma, podemos deducir que respecto a las responsabilidades compartidas entre aliados y socios, EE.UU. se presenta en el Atlántico Sur como el actor estratégico dominante.

Ante esta situación, estamos en condiciones de considerar los posibles márgenes de maniobra de la República Argentina en relación con su posición geoestratégica. Si observamos su mapa bicontinental comprobaremos inmediatamente que la provincia de Tierra del Fuego se sitúa en el punto medio del territorio nacional. Por lo que la clave para materializar los esfuerzos necesarios tendientes a ejercer desde allí el control de ese extenso espacio marítimo dependerá en gran medida de la posibilidad de generar instalaciones permanentes y de cierta importancia en la isla de los Estados. “La ubicación espacial (posición relativa y absoluta) de la isla de los Estados, facilita el establecimiento de un Sistema de Control Geovial para ejercer la supervisión de la navegación naval y aérea en el Atlántico Sur y permite la reterritorialización de los sectores afectados”.

La isla de los Estados es la última extensión continental de la Cordillera de los Andes, antes de hundirse en el Atlántico Sur, para volver a emerger en el Arco de las Antillas Australes y finalmente culminar en el extremo de la Península Antártica. A pesar de que la isla de los Estados debiera representar un asentamiento militar de importancia, dada su proximidad a Malvinas y la Antártida, en la actualidad no es más que uno de los lugares más inhóspitos del territorio nacional. Aun así, constituye el único fiordo natural del Atlántico Sur, con una estrecha entrada costera de mar que se avizora como un excelente refugio natural de una flota de fuerzas submarinas, capacidades que son propias de las estrategias de anti acceso y negación de área.

La República Argentina precisa imperiosamente recuperar, entre otras, la capacidad de acción submarina y antisubmarina, si es que conserva un verdadero interés por salvaguardar sus intereses estratégicos en el Atlántico Sur. El costo de un submarino resulta pequeño en relación con los daños que puede ocasionar. Su presencia en determinada área obliga al oponente a un considerable despliegue de diferentes fuerzas para proteger las líneas de abastecimiento naval de un oponente con lógicas de acción unilaterales. 14 Por lo anteriormente expuesto sería deseable trasladar a aquellas latitudes el Comando de la Fuerzas de Submarinos, actualmente apostado en la Base Naval Mar del Plata, aprovechando los beneficios naturales que ofrece la geografía más austral del país. También sería oportuno que toda la Fuerza Naval Antártica, incluyendo el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, sean apostados en la Base Aeronaval Ushuaia.

Aunque la República Argentina tiene un interés histórico y estratégico por el Atlántico Sur, más allá de sus iniciativas diplomáticas, de la ampliación de los límites, etc., en la actualidad prácticamente no constituye ningún poder naval ni está desarrollando acciones que le permitan convertirse en uno.

Muchas veces y por falta de una idea general, o de una filosofía, hemos flotado a merced de los vientos adversos. En efecto, “la estrategia no ha de ser una doctrina única, sino un método de pensamiento, que permita clasificar y ponderar los acontecimientos, para luego escoger los procedimientos más eficaces”. 17 En cuanto a los procedimientos es preciso aclarar que no son los de orden exclusivamente militar, sino que deben ser incluidos también los correspondientes a los ámbitos político, económico, diplomático, psicosocial y científico. Cada campo y nivel estratégico comprende una estrategia específica que responde y contribuye a la política nacional adoptada. Por lo tanto, son los componentes de la estrategia nacional los que especifican la manera en la que los elementos, que forman parte del ámbito correspondiente, deben ser orientados, desarrollados, y aplicados para alcanzar los objetivos nacionales.

El camino hacia las estrategias de anti acceso y negación de área parece ser el más viable para la República Argentina, de cara a los conflictos que se avecinan a partir del 2030 – 2040. Pero para ello resulta imprescindible claridad en la determinación de los objetivos al más alto nivel estratégico que contemple racionalidad entre los objetivos que se persiguen y los instrumentos disponibles.

Obviamente, la idea del poder y su aplicación se complica cuando se le opone la voluntad de un actor adversario. En este caso, vemos que se origina una situación de conflicto. El ejercicio de este poder puede concretarse ya sea sobre los fines propios, para permitir el desarrollo de los planes correspondientes y el logro de los objetivos establecidos, o sobre los fines del adversario, para neutralizarlos e impedir que sus objetivos puedan ser alcanzados.

Es necesario plantearse escenarios probables, posibles y deseables a partir de las acciones presentes. Entre los cuales el comportamiento de algunos actores estratégicos en la región de los océanos Atlántico Sur y Austral nos permiten advertir posibles conflictos en los que no se descarte el empleo del instrumento militar. Si bien es cierto que el statu quo basado en la cooperación del continente blanco está ligado al Tratado Antártico, firmado en 1959, también es lícito pensar en que éste sea abandonado y que se inicie una carrera desenfrenada por los recursos naturales en ese continente.

A pesar de que la República Argentina no es considerada un actor de importancia geoestratégica en el Atlántico Sur por su poder o sus motivaciones, sí lo es más bien por su situación geográfica. Argentina está determinada por una geografía con capacidad de definir las condiciones de acceso y negación de área a actores geoestratégicos de importancia. En tal sentido, si Argentina modifica su racionalidad, un eventual reposicionamiento de sus capacidades navales en Ushuaia, como línea de proyección a la Antártida, y en la ciudad de Río Grande, como proyección al Atlántico Sur, podría impulsar un proceso de cohesión espacial que incremente su margen de maniobra y avanzar sobre su reterritorialidad y proyección naval.

El Mar Argentino es un tema estratégico de alta importancia y requiere de conocimiento y tecnología, de desarrollo e inversión y también de educación. En este último ámbito se debería hacer hincapié a efectos de que los ciudadanos de hoy y mañana conozcan la importancia de los intereses nacionales en el mar que pueden influir notablemente en la economía y bienestar nacional.

En palabras de Wilson Churchill, “Aquellos pueblos que buscan la paz a costa de su dignidad perderán ésta y no encontrarán aquella”.

Trabajo realizado en el Curso en Seguridad, Defensa y Conflictos Internacionales impartido en ZM.

FUENTE https://www.zona-militar.com/2021/10/08/el-vientre-blando-de-la-argentina-bicontinental/

Argentina Bicontinental

FUENTES DEL TRABAJO:

Fraga, Jorge. 1983. La Argentina en el Atlántico Sur. Buenos Aires: Instituto de Publicaciones Navales.

Instituto Antártico Chileno. www.inach.cl.

Ohanessian-Tajan. 2015. Geopolítica del Mar Argentino. Buenos Aires. Instituto de Publicaciones Navales.

Brasil y China concentran el 22% de las exportaciones argentinas: ¿cuáles son los principales productos? https://www.cronista.com/economia-politica/brasil-y-chinaconcentran-el-22-de-las-exportaciones-argentinas-cuales-son-los-principales-productos/

Prevén iniciar en junio de 2022 la construcción de Atucha III y relanzar de quinta central https://www.telam.com.ar/notas/202107/562454-junio-2022-construccion-atucha-iiiproyecto-quinta-central.html

China aumenta su presencia en la Antártida https://www.unav.edu/web/globalaffairs/detalle/-/blogs/china-aumenta-su-presencia-en-la-antartida

Departamento de Estado de los Estados Unidos 2017.

White House. 2021. National Security Strategy. Washington D.C. https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/03/NSC-1v2.pdf

Camilo Gioffreda. 2021. Los espacios vitales del sur argentino: el Atlántico Sur y el futuro de la Antártida – Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad No. 30. https://revistas.flacsoandes.edu.ec/urvio/article/view/4609/3714

La cuestión Malvinas ante la crisis y transición del sistema mundial: perspectivas frente al Brexit https://www.geograficando.fahce.unlp.edu.ar/article/view/GEOe095/13788

Battaleme, Juan. 2015 “Cambiando el statuquo de la geopolítica internacional: el acceso a los espacios comunes y las estrategias de negación de espacio y anti-acceso”. Ponencia presentada en XII Congreso Nacional de Ciencia Política, UNCUYO, 12 al 15 de agosto.

Pereyra Barrancos, María. 2014. La isla de los Estados (RA) un lugar para el control de navegación (aérea y marítima) del Mar Argentino, que permitiría el ejercicio responsable de la soberanía nacional. http://geousal.usal.edu.ar/archivos/geousal/docs/a3_tesis_doctoral_bertotto.pdf

Battaleme, Juan. 2015 “Cambiando el statuquo de la geopolítica internacional: el acceso a los espacios comunes y las estrategias de negación de espacio y anti-acceso”. Ponencia presentada en XII Congreso Nacional de Ciencia Política, UNCUYO, 12 al 15 de agosto.

Martin, José María (Clte. RE). 2015. La defensa y el Atlántico Sur. Geopolítica del Mar Argentino. Instituto de Publicaciones Navales.

Battaleme, Juan. 2019. Defensa hoy es un cascarón vacío. https://www.infobae.com/def/defensa-y-seguridad/2019/02/23/juan-battaleme-defensa-hoyes-un-cascaron-vacio/

Altieri, Mariana. 2017. “El poder naval en el Atlántico Sur Occidental del SXXI”. Tesis de maestría, Universidad de la Defensa Nacional.

Beaufre, André. 1965. Introducción a la Estrategia. https://amej20111.files.wordpress.com/2011/03/introduccic3b3n-a-la-estrategia.pdf

Escuela Superior de Guerra. 1994. Bases para el pensamiento estratégico. Fundamentos teóricos de la estrategia. http://www.cefadigital.edu.ar/bitstream/1847939/351/1/Bases%20pensamiento%20estrategi co_V.%201-t.%201%20y%202_1.pdf

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

En la columna semanal del Club de la Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza su relato por Brasil, analizando las manifestaciones de Bolsonaro, en su desafío a la Corte de Justicia, avisando que no acataría sus decisiones y promoviendo acciones que evocan el asalto al Capitolio de Washington por las turbas de Trump. 

Luego sigue por Perú, donde sus poderes históricos continúan tratando de eliminar al presidente Castillo con argucias legales y amenazas de juicio político, y con una Constitución creada a medida de ese poder y desde un parlamento que no refleja los votos reales del electorado.

Mientras que desde Venezuela trae datos alentadores por el avance de las negociaciones entre Gobierno y oposición bajo el auspicio de México, y nos habla de los puntos posibles de acuerdos  y de que se podrían suavizar las crueles sanciones de EEUU y la UE, que tanto dolor injusto provoca al pueblo de ese país.

Y termina con la región resaltando las tensiones en el Mercosur por el anuncio del  presidente Lacalle Pou de sus gestiones unilaterales para un Tratado de Libre Comercio China – Uruguay por fuera del organismo. Mientras que China ha propuesto que Argentina ingrese en el grupo BRICS (las potencias emergentes). Dos hechos profundos que darán mucho que hablar. 

Sobre la actualidad internacional, nuestro director se refiere a la noticia de la ocupación íntegra del territorio Afganistán por el poder Talibán, con la toma del Valle del Panshir, y la formación de un gobierno provisional en ese país, recientemente abandonado por EEUU. También nos señala que tres iglesias cristianas (Católica, Ortodoxa y Anglicana) se han unido en un mensaje, con motivo de la cumbre en Glasgow sobre la Protección del Medio Ambiente, pidiendo «LA PROTECCIÓN DE LA CREACIÓN». 

Y entrando en materia de Geopolítica, Pereyra Mele nos ofrece un profundo análisis de LA GUERRA DEL YEMEN, (“una guerra ignorada y olvidada que casi nadie conoce”), empezando por su posición geográfica clave, mientras nos ilustra de los primeros brotes de violencia interna por sus enfrentamientos tribales y religiosos, de los hutíes en el contexto de la disputa entre suníes y chiitas, de la gasolina que echaron las Primaveras Árabes y como la injerencia Saudita la convirtió en una guerra mayor, cruel, terrible. Una guerra que la Petromonarquía y Occidente la imaginaban rápida y fácil y que ahora negocian la paz porque las bazas están virando. Lo que demuestra que el poderío armado, la alta tecnología y los mercenarios contratados, no son garantía de victoria. Y Afganistán es la prueba de esa realidad. 

Y desde esa perspectiva, el politólogo desentraña la estrategia geopolítica de las potencias anglosajonas con el Yemen. Un punto neurálgico y en disputa permanente, ya que sus costas son bañadas por el mar Arábigo, el Golfo de Adén y el Mar Rojo, por el cual fluye gran parte del tráfico marítimo internacional, que condiciona el comercio mundial y el paso de los petroleros del Golfo Pérsico hacia el Mediterráneo. Y por eso menciona al estrecho de Bab el-Mandeb, en el golfo de Adén, como un paso tan importante como el canal de Suez o el estrecho de Gibraltar y que depende del Yemen. Y de allí surgen los motivos de este conflicto que ya es otra GUERRA PROXY, tal cual las definió en el programa anterior. 

Entretanto nos confirma que corren mejores aires para  Siria, Irán y el Líbano luego de guerras impuestas, del sembrado de terroristas y de bloqueos sangrantes para sus pueblos. Todo por parte del imperio anglosajón. Lo que da paso a un cambio sustancial en las relaciones del poder en la región, donde Irán se confirma como potencia regional, que en Siria la guerra va llegando a su fin y que se neutraliza el hostigamiento al Líbano ante la rotura del embargo impuesto por Occidente. Unas realidades que dejan de ser propicias para los intereses de Washington y sus aliados.

Y termina reflexionando que: “El desafío geopolítico mundial se juega también en la península arábiga y con la guerra de Yemen.” 

Eduardo Bonugli (Madrid, 12/09/21)

Yemen entre Mar Rojo y Mar Arabigo: Tres Pasos claves: 1 Ormuz -Golfo Persico/Mar Arabigo – 2 Estrecho de Bab Al-Mandeb Mar Arabigo/Mar Rojo –3 Canal de Suez Mar Rojo/Mar Mediterraneo
Bab al Mandeb es una pieza importante en la disputa geopolítica regional. Por un lado, da acceso a los recursos minerales de África oriental, codiciados por economías occidentales, árabes y asiáticas. El continente africano reúne el 57% del cobalto del mundo y su suelo representa el 24% del terreno cultivable del planeta. Por otro lado, el estrecho es un chokepoint, un cuello de botella fundamental en el comercio global: alrededor del 10% del petróleo mundial que se transporta por mar pasa por aquí. Cualquier incidente en estas latitudes tiene consecuencias directas en los mercados internacionales.