La importancia del crimen organizado como actor geopolítico, su impacto en las relaciones internacionales y sus diferencias según continentes.

El crimen organizado tiene un papel importante como actor geopolítico, ya que disputa con los Estados el poder político, económico, territorial y social. De esta forma, la delincuencia organizada influye en los Estados y sus sociedades, así como las relaciones entre sí y con otros Estados, teniendo como base objetivos tanto económicos, políticos como geopolíticos.

La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, define el crimen organizado como aquel cometido por: “Un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material”.

En resumen, el crimen organizado es aquel cometido por un grupo de personas (deben ser tres o más) con carácter de permanencia y con el objetivo de cometer delitos para conseguir un lucro económico o material.

Según Miguel Ángel Barrios, experto en geopolítica, no se puede estudiar ni analizar el crimen organizado sin estudiar y analizar al mismo tiempo la territorialidad, ya que sería estudiarlo en el vacío y sin tener en cuenta las sinergias e influencias mutuas y concretas entre ambos fenómenos.

Además, el hecho de que el crimen organizado sea casi por definición transnacional y que tenga diferentes vertientes y consecuencias en función del territorio en el que se lleva a cabo, hace patente la correlación casi indisoluble entre el crimen organizado y las relaciones internacionales. Por ello, también existen lo que se conocen como Estados criminales, cómplices necesarios del crimen organizado.

El crimen organizado en la política macroeconómica

La implementación de políticas y relaciones internacionales que permitan disociar el crimen organizado y el espacio territorial permitirán abordar el problema desde un enfoque geopolítico, porque, además de un problema criminológico y de seguridad, se trata de un problema de lucha de poder en muchos casos, con muchas repercusiones y sinergias políticas y geográficas.

Miguel Ángel Barrios afirma que la globalización del crimen organizado ha sido causada por la desregulación de la economía, el comercio internacional y las relaciones económicas a nivel mundial. A todo esto hay que añadirle la digitalización masiva y la existencia de la Dark Web.

El crimen organizado influye de manera importante en el sistema económico internacional y, por tanto, en las relaciones de poder entre Estados, ya que mueve grandes cantidades de dinero y lleva a cabo muchas actividades de blanqueo de capitales difíciles de detectar por la internacionalidad del fenómeno delictivo.

En ocasiones, incluso, las organizaciones criminales actúan como entidades legítimas en el mercado mundial y pueden llegar a ser vistas por algunos países como parte del sistema.
Según la ONU, los ingresos de las organizaciones criminales transnacionales a nivel mundial suman alrededor de un billón de dólares, cifra equivalente al PIB de todos los países de bajos ingresos, teniendo una población de tres mil millones de personas.

La influencia que tiene el crimen organizado sobre la política macroeconómica de los países es tácita, y la mayoría de servicios de inteligencia no tienen un papel claro y definido de actuación frente al crimen organizado, teniendo en cuenta la importante influencia de éste en las relaciones internacionales y la geopolítica.

Diferencias del crimen organizado, según continentes

El crimen organizado tiene un papel importante como actor geopolítico, ya que disputa con los Estados el poder y el control territorial y social. Además, en términos criminológicos, compite con los países y las leyes por el monopolio de la violencia. Esto hace que el crimen organizado pueda ser usado como una clave geopolítica estratégica en el enfrentamiento por el poder entre Estados.

De esta forma, el establecimiento de alianzas entre países, ya sea de manera ilegal y pactando con el crimen organizado para adquirir más poder, o para combatir esta amenaza, establece dos polos bien diferenciados sobre el fenómeno. A su vez, hay países de todo tipo que promueven o se benefician de las redes criminales y terroristas a nivel internacional para llevar a cabo sus estrategias geopolíticas contra otros Estados que consideran enemigos.

Como afirma el criminólogo Daniel Sansó-Rubert, la criminalidad organizada es capaz de tergiversar los mapas oficiales, imponiendo una nueva realidad geopolítica, que conlleva un reparto geográfico de áreas de dominio e influencia y el establecimiento de fronteras invisibles pero muy reales.

Cada organización tiene su propia demarcación territorial, de carácter infra y supranacional, al margen de los límites oficial y legalmente establecidos. Este orden territorial desafía las soberanías locales, estatales e internacionales.

Continuamente se pueden ver cambios geopolíticos marcados por la criminalidad organizada, puesto que su modelo de expansión se fundamenta en el control territorial de diferentes puntos calientes o hot spots donde tienen lugar las actividades delictivas de cada organización criminal.

En definitiva, el crimen organizado rompe el contrato social y el lugar del Estado puede ser ocupado por una organización criminal y su influencia, que se legitima aportando bienes y aumentando el poder político, económico y social del país a nivel estratégico, según afirma el analista Gabriel De Paula.

Europa

La libertad de circulación en Europa favorece las actividades del crimen organizado, pues las fronteras son muy permeables y hay mucha facilidad de movimiento. Esta movilidad transnacional aumenta la impunidad, al dificultar las tareas de investigación para la policía y los servicios de inteligencia y al moverse rápidamente de una jurisdicción a la otra, impidiendo así llevar a cabo investigaciones eficaces.

Incluso aunque la Policía de cada país (con o sin la colaboración de otros países), consiga identificar y detener a los grupos u organizaciones criminales, posteriormente debe darse una cooperación en el ámbito judicial, en muchas ocasiones con países de fuera de Europa. De lo contrario, se dificulta llegar a la cúspide de la organización criminal y afectar directamente a sus fuentes de financiación, reorganización y restablecimiento.

Según Europol, las organizaciones criminales en Europa desarrollan actividades criminales en ámbitos concretos de los negocios (fraudes informáticos, blanqueo de capitales, etc.), no siendo tan frecuente como en otros lugares el tráfico ilegal de bienes, por ejemplo.

Además, destaca la trata de personas y la inmigración ilegal como principales actividades de los grupos criminales en este territorio, existiendo también grupos y organizaciones criminales relacionadas con el terrorismo o la radicalización violenta.

Rob Wainwright, director de Europol, afirma que: “El crimen organizado es un negocio multimillonario en Europa y que está creciendo gracias a la expansión de Internet y las tecnologías móviles, la proliferación de rutas de tráfico clandestino, así como las oportunidades que ofrece la crisis económica global. Todas ellas han contribuido al desarrollo de una mayor amenaza”.

Europa, finalmente, es en muchos casos “receptora” de los productos del crimen organizado de otros lugares (por ejemplo, de las drogas). Además, este territorio y, especialmente España por su situación geopolítica, es un lugar de intercambio y de tránsito, que podría decirse que “conecta” y abre las puertas hacia el resto de continentes, principalmente América y África.

América

Es el continente donde se registra una tasa más alta de muertes relacionadas con el crimen organizado, según la ONU. Por consiguiente, el crimen organizado en América es muy visible para la ciudadanía y especialmente violento.

Aunque en EEUU también se dan gran parte de los fenómenos delictivos que tienen lugar en el resto del continente, se producen a menor escala y tienen menor repercusión que en Centroamérica y Sudamérica. El crimen organizado hace de Latinoamérica un territorio especialmente peligroso en este sentido, ya que los grupos criminales están asentados y consiguen operar con cierta facilidad y resiliencia.

Las muertes que causa el crimen organizado, la gran mayoría en esta zona, superan las producidas en conflictos armados y guerras. Y los únicos cuatro países a nivel mundial con una tasa de homicidios de más de 40 personas por 100.000 habitantes se encuentran en América: El Salvador, Venezuela, Jamaica y Honduras.

En cuanto a las tipologías, destacan especialmente los grupos violentos y las bandas urbanas, el narcotráfico y el tráfico de armas. A todo esto se le suma la elevada tasa de impunidad que tiene el crimen organizado en América, según las estadísticas de la ONU e, incluso, cierta connivencia por parte de instituciones públicas locales o regionales en donde predomina la corrupción.

Asia

Asia es el continente con menor tasa de homicidios según la ONU y más seguro en este sentido en relación con el crimen organizado. Esto se debe a que los grupos organizados de este territorio suelen llevar a cabo sus acciones criminales en otros países, conformando una extensa red que suele operar fuera del continente asiático.

Entre los delitos más destacados del crimen organizado asiático están: la ciberdelincuencia, las apuestas ilegales, la extorsión, el secuestro, el tráfico de drogas, el tráfico de personas y el blanqueo de capitales.

África

Es el segundo continente con mayor tasa de criminalidad organizada y muertes asociadas a la misma después de América. Nigeria y la República Democrática del Congo son los países que registran una mayor tasa de criminalidad, según un informe publicado por Interpol.

En África destacan especialmente los delitos relacionados con la corrupción y en la gran mayoría de los países africanos hay organizaciones criminales estrechamente ligadas a los gobiernos, dando lugar a una extraña relación simbiótica, en la que las primeras obtienen poder e impunidad y los segundos poder y recursos económicos, retroalimentándose entre sí.

Por otro lado, también destacan los delitos de tráfico de personas y de armas, no siendo tan frecuente el delito de tráfico de drogas, aunque también está muy extendido especialmente en países fronterizos con Europa como son Marruecos, Argelia, Libia o Túnez. Otra problemática del continente con relación al crimen organizado es el tráfico de animales exóticos y la pesca irregular.

Australia y Oceanía

Si bien el crimen organizado en Oceanía no es muy significativo, en los últimos tiempos está cobrando mayor importancia, pues muchas bandas criminales de América y Asia se están asentando allí.

Algunos cárteles de la droga mexicanos han comenzado a establecer laboratorios para la fabricación de drogas sintéticas en Australia, que se está consolidando, al igual que Europa, como un lugar de destino estratégico para el crimen organizado.Todo esto está dando lugar a unas restricciones y controles cada vez mayores para evitar y prevenir el crimen organizado en este continente.

Entre las tipologías delictivas más significativas en Oceanía se encuentran: el lavado de dinero, el terrorismo, los incendios intencionados, la evasión de impuestos y los delitos de cuello blanco. Además, diversos grupos de cibercriminales se están especializando dentro del continente en infracciones cibernéticas, como ciberdelitos contra la propiedad intelectual en Internet y la ciberguerra.

Miguel A. Barrios entrevistado por Judit Robles Desde siempre me ha apasionado conocer el por qué de la delincuencia y cómo prevenirla, y por eso estudié Criminología. Además, he ampliado esta formación estudiando Psicología. Me motiva especialmente hacer del mundo un lugar mejor, buscando dar respuestas y aportar todo lo posible a la sociedad.

PUBLICADO EN: https://www.lisanews.org/seguridad/la-geopolitica-del-crimen-organizado/

Trabajo Final, Diplomatura en Estudios Estratégicos Chinos Universidad de la Defensa UNDEF Argentina: análisis desde la visión clásica de los geopoliticos atlantistas occidentales y los continentalistas euroasiáticos  Por Carlos Alberto PEREYRA MELE 

Seleccione la consigna N8 La “Ruta de la Seda Marítima o Collar de Perlas” de la apuesta diplomática clave de Política Exterior China y su ambicioso giro hacia el Oeste incluyendo los fundamentos o críticas de la afirmación, su contexto histórico, económico, político y cultural y una reflexión personal. 

El llamado Collar de Perlas es la proyección geopolitica china, que nos permite establecer los gigantescos cambios de los paradigmas que controlan el “sistema mundo” y los “geopoliticos” que se avecinan, desde la conquista del Mundo por los Europeos (S XV-XVI) y muy especialmente desde que Juan Sebastián Elcano realizó la circunnavegación del mundo y lo dejo cerrado dándole a las potencias europeas la superioridad sobre otros continentes al poder colonizarlos, dominarlos y explotarlos, que con la primera y segunda revolución industrial, le permitio establecer su superioridad sobre los conquistados y globalizados según sus cánones políticos, culturales y económicos. Como hemos podido ver en el curso de está Diplomatura; hasta la mitad del S XIX los mercados y el PBI económico mundial seguía estando en Asia (China e India). Solamente recordar por ejemplo: la Ruta del famoso “Galeón de Manila”, La ruta española de México a Filipinas y el comercio con China nos recuerda la importancia que tenia ese mercado para los europeos, pues gran parte de esos productos luego viajaban a toda Europa vía Cadiz y Sevilla. Y que era disputado por todas las potencias navales del viejo continente.

Esto también nos debe poner la centralidad del presente análisis, lo que fue y es el control marítimo y su dominio, para construir poder, y recordar cómo se fue trasladando ese poder de estados-naciones europeos de países, como España y Portugal a Francia e Inglaterra fundamentalmente (especialmente Inglaterra “reina” de los mares desde 1805 -Batalla de Trafalgar- hasta primeras décadas del S XX) y desde 1898 como EEUU surgirá como la “nueva” potencia naval derrotando a España y capturando Cuba, Puerto Rico (en el Caribe), “su” mar mediterraneo, y la Isla de Guam y las Filipinas, en el Pacifico, lo que llevó al gran intelectual argentino de la generación de 1900:  Manuel Baldomero Ugarte (Buenos Aires, 1875 – Niza, 1951) a alertarnos con gran visión a hispanoamérica, sobre el nacimiento de la República Imperial Norteamericana con alcance global y sus consecuencia para los pueblos americanos al sur del río Bravo.

Desde la antigüedad se sabe de la importancia, para las navegaciones rudimentarias que utilizaban los recursos naturales como: corrientes marinas y los vientos, del control de los pasos marítimos y de los sistemas de islas para la logística y abastecimientos de flotas, un caso paradigmático es Gibraltar -que desde 1704 le permite a Inglaterra administrar, regular y controlar el paso del Mar Mediterraneo al Océano Atlántico hasta la fecha o el control del Canal de Suez por parte de Inglaterra que controló durante décadas -el paso del Mar Rojo al Mar Mediterraneo que lo transformó en un lago inglés al mismo o el control del Canal de Panamá que le dio a EEUU (1914) la llave del paso del Atlantico al Pacifico y viceversa, y que con Cuba y Puerto rico lo transformó en un lago norteamericano al Mar Caribe. Pero ese control de pasos marítimos no perdió importancia con el advenimiento de la navegación por el vapor y nuevas fuentes energéticas sino que se incrementó.

Mientras ello ocurría, en el llamado mundo “occidental”, en China se impondría un auto-aislacionismo en el Imperio del Centro a la navegación y expediciones de grandes flotas por diversos motivos, después de los grandes viajes del navegante Zheng He que les permitio llegar al sur del Pacifico, el Océano Índico, al Cuerno de África y el actual Yemen y las costas africanas hasta la altura del canal de Madagascar. Pero China decidió abandonar el tridente de Neptuno y tendría una consecuencia nefasta para su futuro cercano, que llegaría con el llamado “siglo de la Humillación” (1850/1949), invadida con las dos guerras del Opio por Inglaterra y las potencias europeas, y por EEUU y por Japón. Hasta el triunfo de la revolución comunista y la instauración de la República Popular China. Que modificara esa tendencia declinante, de pobreza, de hambrunas, atraso y dependencia del extranjero invasor.

Esto nos lleva a extraer una primera aproximación al tema elegido, que los alcance de la Nueva Ruta de la Seda y del Collar de las Perlas, es justamente una idea geopolitica que saca a China del encierro geográfico que se le impuso y que tienen en cuenta las teoría de los clásicos anglosajones de la Geopolitica como:

A1: Halford John Mackinder -15 de febrero de 1861 – 6 de marzo de 1947- y sus seguidores estadounidenses como Nicholas John Spykman -13 de octubre de 1893 – 26 de junio de 1943- y Almirante Alfred Thayer Mahan, -27 de septiembre de 1840, West Point, Nueva York-1 de diciembre de 1914- Todos estos teóricos del poder naval y el control de las rutas comerciales -Talasocracias o atlantistas-, que se enfrenta a las teorías de los llamados continentalistas. 

A2: como el aleman Karl Ernst Haushofer -Múnich, 27 de agosto de 1869 – Pähl, 13 de marzo de 1946- y de pensadores geopoliticos rusos como Alexander Duguin.

¿Por qué decimos esto?: Vivíamos en un mundo dominado por Estados Unidos pero que de cierto modo estaba organizado por tratados internacionales. Sin embargo, eso se está viniendo abajo. Controlar territorios es un concepto importante para los Estados más poderosos. Eso les brinda poder económico y apoyo militar.

A1: La Teoría de  Mackinder de 1904 que marcó profundamente la geopolítica durante décadas del siglo pasado y que ahora está nuevamente de vuelta. En aquella época, los océanos eran dominados por la marina británica, lo cual era crucial para que una isla como Gran Bretaña sostuviera su gran imperio. Sin embargo, Mackinder pensó que esta situación se encontraba amenazada y fue ahí donde comenzó a profundizar sobre lo que él llamaba el «Heartland» (Corazón de la Tierra) de Eurasia. Mackinder pensó que un área tan extensa y rica, que a la vez podía ser recorrida con un sistema ferroviario, era una zona clave para los países con ansias de poder. «Quien domina el este de Europa, domina Heartland, quien domina Heartland, reina en la ‘Isla del Mundo’, quien domina la ‘Isla del Mundo’, gobierna el mundo entero«, según la teoría de Mackinder. Pero no incluye a China en sus análisis centrales, que vivía el periodo de la humillación (Pero China sus estrategas y geopoliticos si estudiaron está teoría, evidentemente). El continuador estadounidense Spykman de esa teoría no piensa que el heartland, «ese pivote geográfico del mundo», esa centralidad según un enfoque económico-geográfico, se encuentre localizado en Europa central / Rusia sino en una zona periférica, sobre el litoral o sobre una cuenca. Según él, el centro del mundo está compuesto de tierras litorales, las coastlands de Mackinder a las que llama «borde de tierras» o «anillo de tierras» o «borde de cuencas», el rimland.​ Este territorio periférico estaría atrapado entre el corazón europeo (Alemania, Rusia), y los mares tutelados por los ingleses. Pero después de la 2da Guerra Mundial es evidente que se establece la geoestrategia de EEUU en el control y cerco al mundo euroasiático controlado por la ex URSS, al cual en 1949 se incorpora China en ese bloque que debía ser aislado, dividido y contenido. Qué en la práctica geoestratégica, es lo que vemos con el desplazamiento hoy del eje de contención, de Medio Oriente y Europa al Pacifico-Indico desde las administraciones de Obama para aquí? 

A2 Contrario sensu, el continentalismo encabezado por Haushofer teorizaba que su país Alemania, humillado tras la gran guerra, podía formar una gran alianza con Rusia, Persia y Japón y así cortar los tentáculos del poder naval británico. Y luego con la Guerra Fría, por ello Estados Unidos estableció una serie de bases alrededor de los bloques dominados por los soviéticos, desde Alemania hasta Italia, Turquía, Corea del Sur y Japón. Pero en 1991 ese esquema se disolvió con la implosión soviética y con el acuerdo Chino estadounidense de Mao y Nixon. En 1997, el pensador ruso Dugin expresó sus ideas en un libro llamado The Foundations of Geopolitics,  «En geopolítica, hay dos polos absolutos de poder. Está el poder naval, que pertenece a Occidente, y el poder terrestre, que es Rusia. Hay una pelea por controlar Heartland. Como decía Mackinder, quien controla el este de Europa, controla Heartland. Y quien controla Heartland, domina el mundo», dijo en una conferencia en Shanghái. Pero nuevamente esa posición no incorporaba totalmente a China como algo central en este despliegue del nuevo orden mundial multipolar de tres cabezas China, EEUU y Rusia. Y que además lo estamos comprobando, que se manifiesta con el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda y el Collar de Perlas que se centra, cada día mas con una alianza mas profunda euroasiática, entre China y Rusia como eje. Y que se expresa en una  gran variedad de proyectos de cooperación, de infraestructura marítima y desarrollo de la cadena de valor centrados en la integración del mercado, y el desarrollo de la cadena de valor  comercial, que otorgaron al gigante asiático el estatus de “potencia global”. Pero también en Acuerdos sobre Seguridad y Defensa

REFLEXIÓN FINAL: Ahora bien: El territorio euroasiático ha sido testigo del crecimiento de un nuevo poder, un nuevo emergente para disputar el control de la región pero de alcance global. Si Mackinder viviera hoy; quizás estaría mas preocupado de las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, etc., que China está construyendo a lo largo de todo el continente. Y su versión naval el Collar de Perlas y que por ejemplo tiene una importancia central El CECP (China Pakistán)  que incluye la modernización de carreteras, ferrocarriles, gasoductos y otros grandes proyectos de infraestructura desde la costa paquistaní del Mar Arábigo hasta la frontera noreste del país, que limita con China.Con el Puerto de Gwadar hacia la región del Golfo Pérsico y Medio Oriente y una posición ventajosa para tener mayor influencia en África, así como en el sur y centro de Asia, evitando el estrecho de Malaca. Otra realidad será con seguridad el nuevo rol de un Yemen estabilizado que será parte fundamental de nexo entre Asia, África y Europa en está red de puertos. Como lo son los acuerdos geoestratégicos de una alianza en gestación Chino-Rusa, que se contrapone a la revisión de la Postura Global del Pentágono, que se anunció el lunes, que señala una postura global y la intención de desarrollar una «capacidad de respuesta global» que abarque no solo el Indo-Pacífico y Europa, sino que también incluya «requisitos de postura duradera» en el Medio Oriente, en África y en América Latina. Por eso, países del «sur global» como el nuestro, nos guste o no, van a quedar en el medio de un escenario global de disputas y confrontaciones entre el «mundo euroasiático» que avanza y los EEUU, en un mundo que se ha achicado dramáticamente y que hoy parece un «vecindario populoso». Un problema de magnitud como el que se nos presenta, que además desconocemos está nueva realidad: como la reciente Asociación Económica Regional Integral o RCEP, o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras – BAII o la cada vez mas poderosa Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), para no dejarnos alinear tipo manu militari o tratando de responder a todas las presiones simultáneamente. todas son acciones de naturaleza Geoestratégica, y no se pueden pensar y resolver sin tener presente este escenario global en que nos encontramos. Pero también los tiempos difíciles son también tiempos de oportunidades.

Por ello consideramos que 5 siglos de dominio absoluto occidental y en especial anglosajón han llegado a su fin”…y se abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado a los pueblos del Sur y a nuestro subcontinente suramericano por encima de idiologismo que nos atosigan y nos confunden.

Lic. Carlos Alberto Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

Córdoba, Argentina, Diciembre de 2021 

Fuentes: Diccionario latinoamericano de seguridad y geopolítica. Coautor Editorial Biblos 2009 – Artículos propios y periodísticos Extranjeros

Los estrechos desde la Antiguedad hasta la actualidad siguen siendo el Control de la navegacion

CURSO PESA 2021 AQUI PROGRAMA DE LA DIPLOMATURA SOBRE ESTUDIOS ESTRATEGICOS DE CHINA UNDEF ARGENTINA

Las fuentes de energía tradicionales se agotan y los países compiten entre ellos para garantizar el suministro energético a su población

ALBA FERNÁNDEZ CANDIAL

La escasez de energía a nivel global ocupa portadas y titulares desde hace meses y se ha convertido en uno de los temas de debate más comentados por la población. ¿Nos quedaremos sin combustible en algún momento? ¿Habrá suficiente energía para activar la calefacción en invierno?

En Europa, los diferentes gobiernos han empezado una puja de precios por el gas que ha alcanzado récords históricos: la demanda es muy alta pero la producción de gas es limitada, así que quien pague más dinero será quien consiga garantizarse el suministro. Además, el mercado europeo del gas también está condicionado por varios intereses políticos, alianzas y conflictos que dificultan todavía más su distribución.

Las reservas europeas de gas son pequeñas, así que el continente depende de otros países productores. Europa tiene tres proveedores principales: Rusia, que llega a varios países del norte y este de Europa; Noruega, que abastece a los países nórdicos y el centro de Europa, y Argelia, que abastece principalmente a los países del Mediterráneo.

Gasoductos a Europa: Rusia 39,7%; Noruega 34,1%; Argelia 15,2%; Qatar 5,1%; Nigeria 2,1%; Libia 1,4%

Rusia proporciona más de una tercera parte del gas que se consume en toda Europa y eso le da cierto poder a la hora de presionar o conseguir ventajas en otras negociaciones políticas. Por ejemplo, en la construcción del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que llevará el gas directamente de Rusia a Alemania.

Hasta ahora, la mayoría del gas ruso se distribuye a través de gasoductos que pasan por Ucrania, cuyo gobierno está enfrentado con el gobierno ruso. El paso de estos gasoductos reporta centenares de millones de euros a Ucrania en concepto de derechos de tránsito. Por eso, el presidente Vladimir Putin ha presionado para crear un nuevo recorrido alternativo por Alemania y así perjudicar al gobierno ucraniano.

Ahora bien, la Unión Europea no ve con buenos ojos que Putin utilice el gas para aumentar su influencia sobre Europa. Tampoco ve bien los movimientos militares del ejército ruso en la frontera con Ucrania, que se consideran una amenaza. Así que de momento la puesta en marcha del Nord Stream 2 está parada, a la espera de conseguir el permiso definitivo de las autoridades europeas.

Por su parte, Putin ya ha anunciado que el suministro de gas ruso en Europa será menor este invierno, alegando que la prioridad es abastecer a la población rusa. Las autoridades europeas denuncian que la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia, aliada de Putin, es otra estrategia del gobierno ruso para presionar a la UE en la crisis del gas.

GAS RUSO A EUROPA 39,7%

Argelia y Marruecos: más allá del gas

Argelia lleva años siendo el principal suministrador de gas para países del sur de Europa como España o Portugal. Sin embargo, le ha salido un competidor: Marruecos, que apuesta por un modelo energético muy diferente y quiere construir grandes parques solares y eólicos en su territorio.

No obstante, el enfrentamiento entre ambos países va más allá de la energía y tiene su origen en la época colonial y las fronteras que las potencias europeas trazaron entre los dos países durante el siglo XIX.

Desde que se independizaron a mediados del siglo XX, Argelia y Marruecos se disputan una serie de territorios fronterizos y reclaman su soberanía. Entre estos territorios destaca el Sáhara Occidental, que Marruecos ocupó tras la retirada de España en 1975, mientras que Argelia apoya al Frente Polisario, movimiento político impulsado por el pueblo saharaui que reclama su independencia de Marruecos.

Por otro lado, el gobierno argelino siempre ha colaborado con Rusia, mientras que el actual rey de Marruecos, Mohamed VI, es aliado de Estados Unidos, dos potencias que mantienen el enfrentamiento de la Guerra Fría.

En las últimas semanas, la tensión ha aumentado hasta el punto de que Argelia ha cerrado el gasoducto que pasa por Marruecos y lleva el gas hasta el sur de Europa. Esto ha dejado a Marruecos sin los correspondientes derechos de paso y sin suministro de gas. En el caso de España y Portugal, ahora el gas debe transportarse en buques de transporte, lo que supone una opción más lenta y cara que hace que el precio del gas aumente.

Gas Argelino a Europa

Un mundo globalizado

La crisis del gas en Europa también se ha visto afectada por la ausencia de carbón en China. El carbón es una de las fuentes de energía más antiguas y también una de las más contaminantes, pero sigue utilizándose porque es muy barato.

Ahora bien, el carbón es un combustible fósil y sus reservas se están agotando en todo el mundo. China era el principal consumidor de carbón del mundo pero ha tenido que buscar alternativas porque sus minas se están consumiendo. También las de Australia e Indonesia, sus principales proveedores.

Ante la necesidad de materias primas para generar energía, seguir produciendo y mantener su economía (China es el único país que crece en medio de la pandemia), el gobierno chino ha apostado por el gas.

En un país con más de 1.400 millones de habitantes, la demanda energética es altísima y acaba condicionando el suministro en otros países e incluso en otros continentes: cuanto más gas se desvíe hacia China, menos quedará para abastecer a Europa. Una muestra más de los efectos de vivir en un mundo globalizado.

Falta de energía… y de transporte

Además de la escasez de energía, la consecuente subida de precios y la falta de materiales para fabricar productos, hay otro factor que se suma a la crisis de suministros: el déficit en el transporte marítimo, que representa más de la mitad del transporte que se hace en todo el mundo.

La causa principal es la pandemia de covid-19, que ha actuado como un efecto dominó. Primero obligó a cerrar los principales puertos de mercancías del mundo, lo que retrasó la entrega de materiales a las fábricas. Después, estas fábricas estuvieron paradas durante los meses de confinamiento y restricciones, por lo que la producción también se detuvo y los grandes buques de mercancías no tenían nada para transportar.

Al mismo tiempo, la pandemia afectó a las plantillas de trabajadores: a las personas que trabajan en el puerto cargando contenedores de los almacenes a los buques, pero también a las tripulaciones de las embarcaciones, que pasan semanas en alta mar para transportar mercancías de una punta a otra del mundo.

Por último, a raíz del parón por la pandemia, muchas empresas quebraron y eso complicó todavía más la situación, porque faltaban compañías de servicios que pudieran transportar los productos. Algunas empresas han optado por contratar a trabajadores de países en desarrollo, donde la mano de obra es más barata, para ahorrar costes en plena crisis. Pero en estos países el ritmo de vacunación es más lento, así que su incorporación también se retrasa.

El transporte de mercancías y materias primas se ha convertido así en un cuello de botella y todavía pueden pasar varios meses hasta que se recupere el ritmo habitual.

Fuente La vanguardia https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20211209/7905730/crisis-gas-europa-conflictos-intereses-geopolitica.html

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

Como la actualidad geopolítica manda y ordena, Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, dedica su columna semanal del Club de La Pluma, al apresurado, superficial y errático plan de la UE, anunciado hace unos días, para supuestamente “frenar el liderazgo comercial de China en el mundo”. Un plan que aspira a una inversión de apenas 300 mil millones de dólares hasta 2027. Que es ridícula al lado del billón 300 mil millones que China ya tiene invertido y ejecutado desde 2013, en su avanzada estrategia continental de la Ruta de La Seda y del Collar de Perlas. Estrategia exitosa y en pleno avance, que angustia obsesivamente a EEUU en su ocaso del poder mundial. 

Al respecto, nuestro director nos adelanta que el plan europeo HA NACIDO MUERTO porque la UE no dispone de esos fondos, Una parte de ellos, los llamados Fondos de Desarrollo Sostenible, deberán ser emitidos por su Banco Central y solo servirán de garantías para que las empresas privadas participen. Las que a su vez serán financiadas por la banca, quién para ello, recibirá más fondos del Banco Central. Toda una maniobra circular de rescate financiero que sirve a las grandes empresas y a los  bancos, que siguen sin levantar cabeza tras la crisis del Covid, pero que está lejos de ser una sombra para la gran apuesta geoestratégica de China. Eso sí, el anuncio del proyecto, tan superficial como espectacular, fue adornado por la clásica letanía occidental de democracia, libertad y derechos humanos, siempre a la carta y a conveniencia. Y nos recuerda que si la UE aún no ha podido concretar ni siquiera los fondos de rescates por la pandemia a sus propios países, resulta difícil creer que van a invertir en otros países, solo para frenar a China. 

Luego, Carlos nos brinda una excelente descripción, con detalles y explicaciones que perecen un mapa sonoro, sobre el COLLAR DE PERLAS chino, que es una sucesión geográfica de puertos, vías de navegación, mares, estrechos, pasos, puestos de abastecimientos, etc., coordinados con rutas terrestres y con infraestructuras modernas y de alta tecnología, dispuestos de forma parecida a un collar y que le permite sortear el cerco militar bélico de Occidente alrededor de su país y zona de influencia, que resulta una fuente permanente de tensiones y una seria amenaza de enfrentamientos armados. Ello está logrando que sus productos viajen seguros por el Índico, luego por Pakistán, el Mar Arábigo, Mar Rojo y canal de Suez, hasta el Puerto El Pireo de Grecia. Mientras que nos recuerda que el posible final de la guerra de El Yemen, con el triunfo de los hutíes sobre la invasora Arabia Saudita, permitirá que se instale allí la base más importante naval China en la región, fundamental para la conexión con África. 

Y nos habla de los profundos cambios del sistema naval y la importancia histórica de sus controles y de cómo China aprendió esto de su enemigo, de sus estrategias y doctrinas, que hoy le son favorables al gigante asiático, como la teoría de John Mackinder que decía que “el que controlara la isla el mundo -Eurasia-  gobernaría el mundo entero”. Quién también, si viviera, estaría muy preocupado ante las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, más la versión naval del Collar de Perlas Chino. También nos habla y demuestra las urgentes razones de Occidente con los tratados del QUAD y AUKUS, al perder el control absoluto del Pacífico Sur. Y que esta realidad, larvada con proyectos desde 2013, pone de manifiesto las razones por las que el actual presidente de China, Xi Jinping haya sido ratificado para un segundo mandato, alcanzando similar poder y prestigio que el jefe de la revolución, Mao Zedong 

Y así, Pereyra Mele cierra su columna  reflexionando que los países del Sur Global, como los sudamericanos y el nuestro, NOS GUSTE O NO, quedarán en medio de un escenario mundial de disputas y confrontaciones y ante el frente euroasiático que avanza en perjuicio de los Estados Unidos, cuyo mundo se ha achicado dramáticamente. Por ello, reiteró que: cinco siglos de dominio absoluto occidental y anglosajón han llegado a su fin y que se nos abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado, a lo que hay que responder por encima de las ideologías que tanto atosigan y confunden.

Eduardo Bonugli (Madrid, 05/12/21)

Nueva Ruta de la Seda Terrestre y Maritima de China

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna de geopolítica, del Club de La Pluma de esta semana al continente africano, a sus diversos y crueles conflictos bélicos, al sufrimiento de sus poblaciones y a la actividad terrorista de grupos como el ISIS y La Yihad, preparados y armados en gran medida por los servicios de inteligencia de las potencias occidentales. Y con ello nos desnuda la terrible y macabra relación entre los fabulosos recursos naturales de este continente y la avaricia económica de Europa y EEUU, que continúan, como hace siglos, con un saqueo continuo y violento de sus bienes, lo que ha condenado y condena a la guerra permanente, a la hambruna, a la pobreza, a la emigración y a la muerte, a millones y millones de seres humanos. 

Es un relato doloroso y realista que pone luz y saca a la superficie a una espeluznante cantidad de focos bélicos que son ignorados y silenciados por la prensa occidental, todo lo contrario a lo que hace con los de Asia, para mantener en la sombra las terribles consecuencias que provocan las estrategias de dominio mundial de Occidente y los intereses de sus grandes corporaciones para hacerse con las riquezas naturales de África. Y pone en evidencia la hipocresía europea que se declara “agredida” por una migración que ella misma provoca, no solo con su criminal colonialismo, sino también por el “efecto llamada” de su propaganda, al mostrarse como un paraíso de los derechos humanos, lo que tienta y engaña a tanta gente desgraciada a abandonar todo, en busca de una solidaridad que es pura demagogia y para quedar atrapados en oscuros campos de concentración pagados por la UE en países fronterizos como Turquía, Grecia y Marruecos o ahogados en la mortuoria fosa del Mediterráneo. 

Entonces nuestro director nos pasea por África con datos y argumentos y nos hace visitar cada hoguera bélica, como la zona conocida como el  “Sahel” o el caso de Camerún, inmerso en una casi guerra civil con el ISIS y otras bandas terroristas que sirven a los apetitos de las potencias por su petróleo, bauxita, hierro, madera y mucha agua, lo que deja a 45 millones de personas en situación de emergencia extrema. También nos habla de Etiopía, con sus 98 millones de almas en peligro por la codicia sobre sus recursos de oro, gas, agua y posibilidades hidráulicas y en la que Sudán y Egipto motorizan conflictos étnicos para boicotear la construcción de una gigantesca represa que podría afectar el cauce bajo del río Nilo. También nos lleva a Somalia y Eritrea, dos estados fallidos, donde bandas armadas en el exterior, han dinamitado la región con la piratería a gran escala en el Mar Rojo. 

Luego Carlos nos lleva a Mozambique, donde 1,3 millones de personas están en situación dramática por las luchas entre grupos yihadistas y con la guerra del tungsteno de fondo, codiciado por la industria militar, además de sus reservas de arenas pesadas, zirconio, titanio, y piedras preciosas. Luego vamos a Marruecos en conflicto con el pueblo saharaui y el Frente POLISARIO por el Sahara Occidental, la ex colonia española de la que Madrid se ha desentendido. Con sus reservas de petróleo, gas, hierro, cobre, uranio  y con los ricos caladeros de pesca en sus mares. Allí Marruecos avanza gracias a la superioridad militar provista por EEUU e Inglaterra. También Argelia lucha contra Marruecos por las estrategias de Occidente lo que ha llevado a cerrar el gasoducto a Portugal y España, en medio de la actual crisis energética. 

También nos describe la tragedia humanitaria de La República Centroafricana, con bandas armadas por Occidente destruyendo todo tipo de infraestructuras. Y denuncia el vergonzoso acuerdo entre Francia y EEUU para que los franceses sigan depredando el riquísimo ecosistema del Sahel como resarcimiento por la traición de los anglosajones por el tratado del AUKUS y los submarinos nucleares para Australia. 

Pereyra Mele cierra su columna con el LEGADO DE EUROPA EN ÁFRICA, donde nada construyó ni nada armó, y a la que no le dejó ser  partícipe de “su civilización superior”, mientras continúa con la opresión de sus pueblos y la explotación de sus riquezas.

Eduardo Bonugli (Madrid, 28/11/)

MARRUECOS ARGELIA Y EL SAHARA OCCIDENTAL
EL SAHEL 11 PAISES Y MOZAMBIQUE
REPUBLICA CENTROAFRICANA

EEUU busca un escenario de conflicto y la división interna de Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su confrontación con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

EEUU ESTÁ COQUETEANDO PELIGROSAMENTE CON EL ESCENARIO AFGANO EN ETIOPÍA Por Andrew Korybko  

25 de noviembre

Etiopía podría sospechar que Estados Unidos tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. 

CNN informó el martes que «el ejército estadounidense ha colocado fuerzas de operaciones especiales estadounidenses en Djibouti para que estén listas para brindar asistencia a la embajada estadounidense en Etiopía si la situación empeora, según un oficial militar y dos fuentes familiarizadas con los movimientos». Esto se produce después de que el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, negara la semana pasada que se estuviera considerando una evacuación similar a la de Afganistán a pesar de que no se le pidió que comparara las dos. Associated Press informó que Matt Lee luego desafió a Price sobre por qué incluso mencionó eso, lo que resultó en un intercambio tenso entre ellos. Hay más contexto de fondo con el que el lector debería estar familiarizado para comprender lo peligroso que es que Estados Unidos esté coqueteando ahora con el escenario afgano en Etiopía. A pesar de negar que está tomando partido en el conflicto en curso de Etiopía, Estados Unidos de hecho ha apoyado tácitamente al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), designado por el gobierno legítimo y democráticamente elegido de ese país como terrorista. El TPLF solía ser la facción más influyente del antiguo partido gobernante antes de pelearse con el primer ministro Abiy Ahmed el año pasado. El ataque sorpresa del TPLF contra el Comando Norte de la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) en la región de Tigray en noviembre de 2020 provocó la última guerra que Addis Abeba concibió originalmente como una operación de aplicación de la ley que desde entonces se transformó en una campaña antiterrorista. Estados Unidos ha estado presionando a Addis para que considere al TPLF como políticos iguales y entable conversaciones con ellos, y el último caso ocurrió durante el reciente viaje del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a África. El Congreso también presentó un proyecto de ley bipartidista que amenaza con más sanciones contra el gobierno etíope. Engañosamente llamada «Ley de Promoción de la Paz y la Democracia de Etiopía de 2021» (EPDPA), exige exactamente lo que hizo Blinken bajo la amenaza de sancionar a los funcionarios que continúan la guerra, así como a los socios de armas extranjeros del país. Tras los avances militares del TPLF a principios de este mes en las regiones vecinas de Afar y Amhara que invadieron durante el verano tras la retirada de la ENDF de Tigray como parte del alto el fuego unilateral del estado, el general estadounidense William Zana le dijo a la BBC que las tropas de su país en Djibouti estaban «Aquí para responder a la crisis» en Etiopía.

Este pronunciamiento provocador llevó al ministro de Relaciones Exteriores de Djibouti, Mahmoud Ali Youssef, a tuitear que su gobierno no permitirá que sus invitados militares estadounidenses usen su base allí «para una intervención hostil en los países vecinos». Sin embargo, los funcionarios estadounidenses siguieron temiendo que sus ciudadanos debían evacuar urgentemente la capital etíope. En respuesta, el embajador de Etiopía en Estados Unidos, Fitsum Arega, dijo al Sputnik de Rusia que «es lamentable que algunos intenten convertir el miedo y la alarma en un arma como estrategia de presión en ayuda del TPLF». También afirmó que Addis es segura y pacífica. Lo que hizo que todo fuera aún más dramático fue la advertencia de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los EE. UU. La semana pasada de que el TPLF “probablemente posea una variedad de armas con capacidad antiaérea, incluidas granadas propulsadas por cohetes, armas antitanque, armas anti-tanque de bajo calibre. artillería aeronáutica y sistemas portátiles de defensa aérea ”que podrían representar una amenaza para las aeronaves civiles si el grupo avanza más cerca de Addis. Por lo tanto, instaron a los estadounidenses a cumplir con el consejo de su gobierno de evacuar la capital. La dinámica emergente es que, si bien Estados Unidos niega un escenario afgano en Etiopía, sin embargo, está provocando miedo. Esto es extremadamente peligroso ya que Etiopía es un estado soberano que no quiere que el ejército estadounidense ingrese a su territorio sin permiso para evacuar a los ciudadanos estadounidenses que hasta ahora se han negado voluntariamente a seguir el consejo de su gobierno de irse. El apoyo tácito de Washington al TPLF sugiere fuertemente que no es una parte neutral en este conflicto. Por lo tanto, Addis podría sospechar que el Pentágono tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. Estas tensiones son una forma de coaccionar a Addis para que trate al TPLF designado como terrorista como su igual político. Estados Unidos está del lado de ese grupo, ya que lo considera un instrumento para dividir internamente a Etiopía según el escenario bosnio propuesto el mes pasado por Alex Rondos y Mark Medish en un artículo de opinión para Politico. El primero sirvió hasta julio de 2021 como  Representante especial de EEUU para el Cuerno de África, mientras que el segundo sirvió en el equipo de implementación de la Paz de Dayton y en el Tesoro de los Estados Unidos y el Consejo de Seguridad Nacional en la Administración Clinton. Son figuras occidentales muy influyentes. La razón por la que Estados Unidos persigue este escenario a través del TPLF es para debilitar a Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su Nueva Guerra Fría con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica.

TIGRAY REBELDES DENTRO DE ETIOPIA

Un interesante artículo de Escobar en el que nos refresca la importancia histórica que tuvo Yemen hace unos siglos como centro comercial, espiritual, cultural y político de la península Arábiga, proyectado al universo del Índico. Pasa revista a la guerra del Yemen y la cercana resolución del conflicto con una victoria de los rebeldes Hutíes y la federación de tribus. De cerrarse la guerra con el triunfo de la resistencia yemenista, es muy probable que Yemen se incorpore a las redes y rutas comerciales de China e Irán (como Afganistán). Yemen y sus puertos están a «tiro de piedra» de Djibouti  ( Cuerno de África) donde China tiene un puerto y su única base militar en el extranjero, que se conecta por carretera y ferrocarril con Etiopía. Esto explica y se conecta con la intervención desestabilizadora de EEUU en este país africano. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

Cadena de perlas: Yemen podría ser el centro árabe de la ruta marítima de la seda por Pepe Escobar 

22 de noviembre Global Research

Con Ansarallah (forma en que se hace llamar el grupo insurgente Hutíes , formado principalmente por zaidies chiitas, pero también por sunnies) tomando el control del Yemen, los proyectos de comercio y conectividad de Asia podrían expandirse a otras vías marítimas estratégicas del mundo.

Los sospechosos habituales lo intentaron todo contra Yemen. Primero, coaccionarlo en una «reforma estructural». Cuando eso no funcionó, instrumentalizaron a los mercenarios takfiri. Se infiltraron y manipularon los Hermanos Musulmanes, Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), ISIS. Usaron drones estadounidenses y marines ocasionales.

Y luego, en 2015, se lanzaron a guerra total: una coalición rebelde respaldada por la ONU comenzó a bombardear y a someter a los yemeníes de hambre, sin que al «orden internacional basado en reglas» le importara un pito los habitantes. La coalición – Casa de Saud, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, EE. UU., Reino Unido – a todos los efectos prácticos, se embarcó en una solución final para Yemen. La soberanía y la unidad nunca fueron parte del trato. Sin embargo, pronto el proyecto se estancó. Los saudíes y los emiratíes luchaban entre sí por la primacía en el sur y el este de Yemen utilizando mercenarios. En abril de 2017, Qatar se enfrentó tanto con saudíes como con emiratíes. La coalición comenzó a desmoronarse. Ahora llegamos a un punto de inflexión crucial. Las Fuerzas Armadas yemeníes y los combatientes aliados de los Comités Populares, respaldados por una coalición de tribus, incluida la muy poderosa Murad, están a punto de liberar a la estratégica Marib, rica en petróleo y gas natural, el último bastión del mercenario respaldado por la Casa de Saud. Ejército. Los líderes tribales están en la capital, Sanaa, hablando con el bastante popular movimiento Ansarallah para organizar una toma pacífica de Marib. De modo que este proceso es, en efecto, el resultado de un amplio acuerdo de interés nacional entre los hutíes y la tribu Murad. La Casa de Saud, por su parte, está aliada con las fuerzas en colapso detrás del ex presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi, así como con partidos políticos como Al-Islah, la Hermandad Musulmana de Yemen. Han sido incapaces de resistir a Ansarallah. Ahora se repite el escenario en el puerto costero occidental de Hodeidah, donde los mercenarios takfiríes han desaparecido de los distritos sur y este de la provincia. El ministro de Defensa de Yemen, Mohammad al-Atefi, hablando con el periódico al-Akhbar del Líbano, enfatizó que, «de acuerdo con las implicaciones estratégicas y militares … declaramos al mundo entero que la agresión internacional contra Yemen ya ha sido derrotada». Aún no es un trato cerrado, pero lo estamos logrando. Hezbollah, a través de su presidente del Consejo Ejecutivo, Hashim Safieddine, se suma al contexto, enfatizando cómo la actual crisis diplomática entre el Líbano y Arabia Saudita está directamente relacionada con el miedo y la impotencia de Mohammad bin Salman (MbS) cuando se enfrenta a la liberación de la estratégica Marib y la firmeza de Hezbollah. apoyo a Yemen durante toda la guerra.

Una guerra civil fabricada

¿Entonces cómo es que llegamos aquí?

Aventurándose más allá del excelente análisis de Karim Shami aquí en The Cradle, algunos antecedentes geoeconómicos son esenciales para comprender lo que realmente está sucediendo en Yemen. Durante al menos medio milenio antes de que los europeos comenzaran a aparecer, las clases dominantes en el sur de Arabia convirtieron el área en un centro principal de intercambio intelectual y comercial. Yemen se convirtió en el destino preciado de los descendientes del Profeta Muhammad; en el siglo XI habían tejido sólidos vínculos espirituales e intelectuales con el resto del mundo. A fines del siglo XIX, como se señala en el destacado Destroying Yemen de Isa Blumi (University of California Press, 2018), una “infraestructura notable que aprovechó las lluvias estacionales para producir una cantidad aparentemente interminable de riqueza que atrajo ya no solo a discípulos y descendientes de profetas, sino también agentes agresivos del capital que buscan ganancias «.

Pronto tuvimos comerciantes holandeses que se aventuraban en colinas cubiertas de granos de café chocando con los jenízaros otomanos de Crimea, reclamándolos para el sultán en Estambul. En la era posmoderna, esos «agentes agresivos del capital en busca de ganancias» habían reducido a Yemen a uno de los campos de batalla avanzados de la mezcla tóxica entre neoliberalismo y wahabismo. El eje angloamericano, desde la yihad afgana en la década de 1980, promovió, financió e instrumentalizó una versión esencialista y ahistórica del «Islam» que se redujo simplistamente al wahabismo: un movimiento de ingeniería social profundamente reaccionario liderado por un frente antisocial con sede en Arabia. Esa operación dio forma a una versión superficial del Islam vendida a la opinión pública occidental como la antítesis de los valores universales, como en el «orden internacional basado en reglas». Por lo tanto, es esencialmente antiprogresista. Yemen estaba en la primera línea de esta perversión cultural e histórica. Sin embargo, los promotores de la guerra desatada en 2015, una celebración lúgubre del imperialismo humanitario, completa con bombardeos, embargos y hambrunas forzadas generalizadas, no tuvieron en cuenta el papel de la Resistencia yemení. Al igual que sucedió con los talibanes en Afganistán. La guerra fue una manipulación perversa por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses, británicas, francesas, israelíes y secuaces saudíes, emiratíes y qataríes. Nunca fue una «guerra civil», como dice la narrativa hegemónica, sino un proyecto diseñado para revertir los logros de la propia «Primavera Árabe» de Yemen. El objetivo era devolver a Yemen a un simple satélite en el patio trasero de Arabia Saudita. Y para garantizar que los yemeníes nunca se atrevan a soñar siquiera con recuperar su papel histórico como referencia económica, espiritual, cultural y política para una gran parte del universo del Océano Índico. Agregue a la narrativa el tropo simplista de culpar a Irán chiíta por apoyar a los hutíes. Cuando quedó claro que los mercenarios de la coalición no podrían detener a la Resistencia yemení, nació una nueva narrativa: la guerra era importante para proporcionar «seguridad» a la hacienda saudí que se enfrenta a un enemigo «respaldado por Irán». Así fue como Ansarallah se convirtió en el personaje de chiítas hutíes que luchan contra los saudíes y los representantes locales «sunitas». El contexto fue arrojado a los perros, como en las vastas y complejas diferencias entre los musulmanes en Yemen: sufíes de varios órdenes, zaydis (los hutíes, la columna vertebral del movimiento Ansarallah, son zaydis), ismaelitas y shafii sunitas, y el mundo islámico en general.

Yemen va al BRI

Así que toda la historia de Yemen, una vez más, es esencialmente un capítulo trágico del Imperio que intenta saquear la riqueza del Tercer Mundo / Sur Global. La Casa de Saud desempeñó el papel de vasallos en busca de recompensas. Lo necesitan, ya que la Casa de Saud se encuentra en una situación financiera desesperada que incluye subsidiar la economía estadounidense a través de mega-contratos y comprar deuda estadounidense. La conclusión: la Casa de Saud no sobrevivirá a menos que domine Yemen. El futuro de MBS depende totalmente de ganar su guerra, sobre todo para pagar sus facturas por las armas occidentales y la asistencia técnica que ya utiliza. No hay cifras definitivas, pero según una fuente de inteligencia occidental cercana a la Casa de Saud, ese proyecto de ley ascendió a al menos 500.000 millones de dólares en 2017. La cruda realidad que deja en claro la alianza entre Ansarallah y las principales tribus es que Yemen se niega a entregar su riqueza nacional para subsidiar la desesperada necesidad del Imperio de liquidez, garantías para nuevas inyecciones de efectivo y sed de productos básicos. La cruda realidad no tiene absolutamente nada que ver con la narrativa imperial de Yemen como «tradiciones tribales premodernas» reacias al cambio, por lo tanto susceptibles a la violencia y sumidas en una «guerra civil» sin fin. Y eso nos lleva al atractivo ángulo de «otro mundo es posible» cuando la Resistencia yemení finalmente libere a la nación de las garras de la coalición neoliberal / wahabí, que se desmorona y se desmorona. Como bien saben los chinos, Yemen es rico no solo en las reservas de petróleo y gas hasta ahora inexploradas, sino también en oro, plata, zinc, cobre y níquel. Beijing también sabe todo lo que hay que saber sobre el ultra estratégico Bab al Mandab entre la costa suroeste de Yemen y el Cuerno de África. Además, Yemen cuenta con una serie de puertos del Océano Índico estratégicamente ubicados y puertos del Mar Rojo en el camino hacia el Mediterráneo, como Hodeidah.

Estas vías navegables prácticamente gritan la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y especialmente la Ruta Marítima de la Seda, con puertos yemeníes que complementan la única base naval de China en el extranjero en Djibouti, donde las carreteras y ferrocarriles conectan con Etiopía. La alianza Ansarallah-tribal puede incluso, a mediano y largo plazo, ejercer un control total del acceso al Canal de Suez. Un escenario muy posible es que Yemen se una a la «cadena de perlas”: puertos vinculados por el BRI a través del Océano Índico. Por supuesto, habrá un gran rechazo por parte de los defensores de la agenda del «Indo-Pacífico». Ahí es donde entra en escena la conexión iraní. BRI en un futuro cercano contará con la interconexión progresiva entre el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) – con un papel especial para el puerto de Gwadar – y el corredor emergente China-Irán que atravesará Afganistán. El puerto de Chabahar en Irán, a solo 80 km de Gwadar, también florecerá, ya sea por compromisos definitivos por parte de India o por una posible adquisición futura por parte de China. Los vínculos cálidos entre Irán y Yemen se traducirán en un renovado comercio en el Océano Índico, sin que Sanaa dependa de Teherán, ya que es esencialmente autosuficiente en energía y ya fabrica sus propias armas. A diferencia de los vasallos saudíes del Imperio, Irán ciertamente invertirá en la economía yemení. El Imperio no se tomará nada de esto a la ligera. Hay muchas similitudes con el escenario afgano. Afganistán está ahora listo para integrarse en las Nuevas Rutas de la Seda, un compromiso compartido por la OCS. Ahora no es tan descabellado imaginarse a Yemen como un observador de la OCS, integrado al BRI y beneficiándose de los paquetes del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB). Han sucedido cosas más extrañas en la saga de Eurasia en curso. 

Por: Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo. Para RT

La historia que hay entre Marruecos y Argelia es una historia de tensión, ataques indirectos y financiación de insurgencias; es una historia de odio. Como las potencias durante la Guerra Fría, librando batallas con otro nombre, los argelinos tienen al Frente Polisario mientras que los marroquíes financian a los grupos que Argelia considera terroristas, tales como el islamista Rachad y el separatista MAK (Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia).

Y en medio de esta disputa se encuentra España, que aunque en el pasado fuese una fuerza con algo que decir en el norte de África, hoy tiene nula influencia, donde posicionarse a favor de uno o de otro tendría consecuencias directas en la seguridad de la frontera sur o el suministro de gas natural, en un momento en el que la criminalidad de irregulares y mafia está aumentando y el precio de la luz supera cada día el récord histórico del día anterior. Y aunque en España parece no importar, es necesario entender lo delicada que es la situación en la frontera sur, porque es algo que va más allá de dos países lanzándose –diplomáticamente– dardos envenenados.

Este verano terminó con Argelia rompiendo las relaciones diplomáticas con Marruecos después de que una serie de incendios arrasasen la región de la Cabilia en lo que, Argel asegura, ha sido una operación encubierta marroquí para reforzar al MAK en un momento delicado para el Gobierno argelino por la crisis, las protestas de 2020-2021 y la muerte del líder histórico y uno de los artífices de la actual Argelia, Abdelaziz Bouteflika. Pero esta escalada lejos de detenerse con unas pocas declaraciones institucionales, como una bola de nieve que no deja de rodar, tampoco ha dejado de crecer.

Tal es así que Argelia ha anunciado que este mes de octubre cerrará el gasoducto Maghreb por el que durante dos décadas ha estado pasando el 25% de todo el gas natural que recibe España. Un gasoducto que también pasa por Marruecos; país que a cambio de permitir el paso se queda con una parte del combustible que contribuye a la generación del 12% de la electricidad del país. Para ello la alternativa será el gasoducto Megdaz, que si cumple con lo que se espera del mismo, será la oportunidad argelina para quitarse de en medio a intermediarios molestos y de paso golpear un poco a su enemigo regional (de proyección global vistos los acuerdos de la dinastía alauí con Turquía, EEUU e Israel). Aunque ello no va a librar a España –que pese a que quiera presentarse como un país fuerte carece de voz alguna en disputas regionales– de un encarecimiento del combustible que ni puede ni tampoco parece querer evitar.

Ante la negativa del presidente argelino Ahmed Ben Bella, de la línea revolucionaria, a entregar territorio a sus vecinos, los marroquíes empezaron a incitar la insurrección de los movimientos independentistas de las regiones en disputa con Argelia. Una estrategia de incitación a la insurrección que todavía hoy siguen apoyando mediante el Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia, pero que en la época forzó el estallido de la Guerra de las Arenas (ya había habido un intento de insurrección sospechoso en la Cabilia) con casi un millar de muertos. Y siguiendo la estrategia de su rival, desde el 75 Argelia empezó a apoyar la independencia del Sáhara Occidental. Un apoyo que todavía continúa a día de hoy.

Hay que tener en cuenta que la disputa entre los jóvenes Estados de Marruecos y Argelia fue y es una mini guerra fría dentro de la guerra fría, por lo que Rabat no dudó en aliarse con el bando occidental para hacer frente a una república de Argelia de carácter socialista que pertenecía al bloque soviético y siempre tuvo amistad con Cuba. Pero tras la disolución de la Unión Soviética y la caída del bloque socialista, las relaciones no mejoraron, y la frontera de ambas naciones terminó cerrándose temporalmente.

La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.


Entre medias ha habido crisis internas, guerras civiles y atentados, pero ningún acontecimiento ni nacional, ni regional, ni internacional ha acercado a las dos potencias militares del norte del África. Y es que lejos de acercarse, con los años se han alejado hasta 2020; el peor año para las relaciones marroquí-argelinas en varias décadas después de que el Frente Polisario decidiese re-activar la lucha armada. Marruecos también ha estado haciendo «sus deberes», mejorando las relaciones con EEUU hasta el punto de que Donald Trump reconociese el Sáhara Occidental como marroquí y restableciendo la diplomacia con Israel.

La crisis entre Rabat y Argel más bien parece un conflicto interminable sin solución aparente a corto y medio plazo. Quién sabe si siquiera a largo plazo sin un incidente que remueva los cimientos y la esencia misma de alguna de las dos naciones. Pero es un conflicto regional que afecta a todos sus vecinos. No solo en el precio y suministro de combustibles, sino que también tiene su impacto en la cooperación de inteligencia para hacer frente al yihadismo en el Sahel; donde al-Qaeda y Estado Islámico siguen actuando con una fuerza a tener en cuenta. También puede ser la excusa para mayores enfrentamientos por el control de minerales, y es que el Sáhara Occidental es una mina (en el sentido literal, además) de materias primas para Marruecos.

La escalada de tensiones entre Argelia y Marruecos no es una novedad ni una sorpresa, pero sí que deteriora una situación ya de por sí frágil. La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.

FUENTE RT: https://actualidad.rt.com/opinion/alberto-rodriguez-garcia/406731-conflicto-regional-argelia-marruecos-historia-odio 

El 7 de Noviembre publicamos un artículo de Andrew Korybko especializado en guerras híbridas (tiene publicado un tratado sobre el tema). Además es uno de los que más escribe sobre Etiopía y el Cuerno del África-Global Research Titulado: LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN LA GUERRA HÍBRIDA CONTRA ETIOPÍA y Hoy publicamos un trabajo de Thierry Meyssan sobre la zona: Después de Somalia, Sudán del Sur y Sudán, ‎se extiende el caos a Etiopía y próximamente ‎a Eritrea. Dossier Geopolitico

El embajador estadounidense Jeffrey Feltman supervisa la extensión de la doctrina ‎Cebrowski al Cuerno de África. Después de haber llevado la guerra a Sudán, ahora ‎arremete contra Etiopía e impone sanciones a Eritrea. Sin darse cuenta, la etnia ‎mayoritaria en la región etíope de Tigray está sirviendo de punta de lanza a la ‎estrategia de Washington contra el Estado etíope, contra el Estado eritreo y también ‎contra la Unión Africana. ‎

Ante la epidemia de Covid-19, la Comisión Nacional Electoral etíope pospuso ‎las elecciones ‎legislativas que estaban previstas para septiembre de 2020. Pero el Frente de ‎Liberación del ‎Pueblo de Tigray –principal fuerza política de esa región– decidió organizar las ‎elecciones en esa parte del país, en una iniciativa claramente secesionista. El gobierno federal, ‎lógicamente, ‎no reconoció esas elecciones. Así se abrió la guerra civil. ‎

Etiopía cuenta 110 millones de habitantes y la población de Tigray es de 7 millones. ‎

En un año, funcionarios del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT) y otros ‎funcionarios ‎del gobierno federal etíope cometieron crímenes de guerra sin que haya sido ‎posible determinar ‎con precisión si lo hicieron por propia iniciativa o por instrucciones de sus ‎superiores –en ‎este último caso serían calificados como «crímenes contra la humanidad». ‎El resultado es que ‎las zonas asoladas por la hambruna siguen creciendo y las masacres ‎se multiplican. ‎

Como siempre, cada bando atribuye los crímenes al otro, olvidando que otros actores ‎pueden ‎haber desempeñado un papel en los hechos. Pero si nos preguntamos quién se beneficia ‎con ‎el crimen habría que responder: Aquellos que esperan dividir todavía más el país. ‎

Después de haber destruido los Estados en los países del Medio Oriente ampliado, ‎el Pentágono ‎está tratando de aplicar la misma estrategia en el Cuerno de África. Ya vimos la ‎destrucción ‎de Sudán, país dividido en dos con la separación de Sudán del Sur en 2011, y la de ‎Etiopía, ‎también dividida en 1993 con la separación de Eritrea. Tanto Sudán como Etiopía se ven ‎hoy ‎inmersos en nuevas guerras civiles tendientes a dividirlos nuevamente. ‎

Encabezando la orquesta, el estadounidense Jeffrey D. Feltman ya organizó, desde su antiguo ‎cargo de ‎director de asuntos políticos de la ONU, los 10 años de guerra contra Siria –o sea ‎el ‎financiamiento y la entrega de armas a los grupos yihadistas [1]. El mismo Feltman, actuando ahora como enviado ‎especial del presidente ‎estadounidense Joe Biden para el Cuerno de África, retomó el 1º de ‎noviembre de 2021, ante el ‎US Institute for Peace –el “tanque pensante” del Pentágono (en el ‎Departamento ‎de Defensa, el US Institute for Peace es el equivalente de la National ‎Endowement for ‎Democracy, la tristemente célebre NED [2] en el ‎Departamento de Estado)– exactamente la misma ‎retórica ya utilizada antes por Estados Unidos ‎contra Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen y ‎Líbano. ‎

CUERNO DE AFRICA

Estados Unidos ya está repatriando a los estadounidenses de Etiopía, donde mantiene sólo ‎el ‎personal imprescindible de su embajada. Mientras tanto, las agencias de prensa ‎occidentales ‎divulgan reportes que hacen pensar que Adis Abeba, la capital etíope, donde además ‎se encuentra ‎la sede de la Unión Africana, está a punto de caer en manos del FLPT, lo cual ‎significaría el fin de ‎Etiopía. ‎

Siria es el único país que ha sobrevivido a la aplicación de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski ‎‎ [3] por parte del Pentágono. ‎

Si Siria logró sobrevivir fue porque los sirios están conscientes de que sólo el Estado ‎puede ‎protegerlos ante enemigos difíciles de identificar. La región del Levante es la única en ‎el mundo ‎donde la noción misma de Estado apareció en los más lejanos tiempos de la Alta ‎Antigüedad. Y ‎no hablamos aquí del Poder sino realmente del Estado, de la estructura ‎organizativa que permite ‎a un pueblo «estar de pie» (en latín stare, término que da origen al ‎vocablo Estado en las ‎lenguas europeas). Después de haber creído por varios meses que su país ‎estaba viviendo una ‎revolución, los sirios comprendieron que en realidad estaban siendo ‎agredidos desde ‎el extranjero y que lo único que podía salvarlos era el Estado. ‎Por consiguiente, ‎independientemente de los desacuerdos que pudieran tener con el Poder, ‎los sirios defendieron ‎el Estado. Todos los países del Medio Oriente ampliado que ya ‎se derrumbaron comenzaron por ‎dividirse en tribus o en comunidades confesionales. ‎

Etiopía es un país federal que se compone de regiones administrativas cuyo factor común es ‎el ‎predominio de una etnia en particular en casi cada una de esas regiones. En el conflicto ‎actual la etnia ‎tigray parece enfrentada a los omoros y los amharas. Pero los omoros opositores ‎al gobierno ‎federal se han separado de su propia etnia para aliarse a los tigray. Estos últimos ‎creen poder ‎contar con el respaldo de Estados Unidos y exhiben con orgullo el discurso que ‎Jeffrey Feltman ‎pronunció en 2021, en el funeral del primer ministro Meles Zenawi, miembro de ‎la etnia tigray. ‎Esa creencia es típica de quienes no entienden cómo funciona la “diplomacia” ‎estadounidense ‎desde el 11 de septiembre de 2001. A Washington no le interesa ninguno de los ‎dos bandos. ‎Nada le importa que gane este o aquel y lo que pretende es lograr que se maten ‎entre sí y que ‎en esa lucha se debiliten hasta que ninguno sea capaz de controlar ‎realmente ‎el país. ‎

El actual conflicto ha hecho resurgir en Etiopía una serie de prejuicios tribales. ‎

El primer ministro federal, Abiy Ahmed, hizo todo lo humanamente posible para reconciliar ‎el país ‎con Eritrea, su antigua provincia hoy independiente. Sus esfuerzos fueron reconocidos ‎con ‎el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz, en 2019. Se trataba así de mostrar que un ‎cristiano ‎pentecostés había logrado hacer la paz con musulmanes. En todo caso parece difícil ‎acusar a ‎Abiy Ahmed de «crímenes contra la humanidad», como se hizo contra el presidente ‎sirio Bachar ‎al-Assad. ‎

Pero el caso de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991, ‎demuestra ‎siempre hay lugar para la difamación. Al presentar su informe sobre Etiopía, la chilena ‎Michelle ‎Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, exoneró ‎al gobierno de Abiy ‎Ahmed… pero agregó que los crímenes comprobados podrían ser ‎reclasificados en algún momento ‎como «crímenes contra la humanidad». En otras palabras, Abiy ‎Ahmed es un hombre honesto ‎pero siempre se puede echar atrás esa calificación si fuese ‎necesario deshacerse de él. ‎

Así que el primer ministro etíope tendrá que seguir lidiando con un problema que ya creía ‎resuelto. ‎Pero también tendrá que ocuparse del asunto de la Gran Represa del Renacimiento ‎Etíope, ‎actualmente en fase de llenado, lo que podría provocar una salinización del Nilo ‎en perjuicio de ‎Sudán y de Egipto. Otro tema urgente para el primer ministro etíope Abiy Ahmed ‎será resolver el ‎diferendo territorial con Sudán por el triángulo de Al-Fashaga. Para completar ‎el panorama ‎también tendrá que cuidarse de los tribunales islámicos que imponen su voluntad en ‎Somalia y ‎preservar la paz que logró firmar con Eritrea. ‎

Precisamente, las fuerzas del FLPT no sólo han arremetido contra Etiopía. También ‎han ‎bombardeado la frontera con Eritrea –ex provincia etíope de 6 millones de habitantes– ‎para ‎reactivar la guerra civil que durante 40 años desgarró el antiguo imperio de Abisinia. Lejos ‎de ‎caer en la trampa, el presidente de Eritrea, Isaías Afewerki –quien pertenece a la etnia ‎tigray ‎pero es políticamente cercano a China– no dudó en penetrar en Etiopía para perseguir a ‎las ‎fuerzas del FLPT, pero sin atacar al ejército etíope.‎

Prosiguiendo sus intentos de sabotear la paz en la región [4], ‎el embajador Jeffrey Feltman adoptó entonces sanciones contra Eritrea [5]. ‎Pero ‎el gobierno etíope salió inesperadamente en defensa de Eritrea solicitando a ‎Estados Unidos ‎que se abstenga de actuar contra un Estado que «no representa una amenaza ‎para una paz ‎duradera» [6].‎

Varios dirigentes africanos han visto en la acción del embajador Jeffrey Feltman una voluntad ‎de ‎Washington de no limitarse a desmantelar Sudán y Etiopía y de arremeter también ‎contra Eritrea ‎sino de torpedear además la Unión Africana. ‎

El FLPT dispone de gran cantidad de armamento, que parece obtenido –desde Suiza– por ‎el ‎director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus, miembro de ‎la ‎etnia tigray [7]. Los lazos del Dr. Tedros ‎Ghebreyesus con Pekín ‎podrían hacer pensar que ese armamento viene de China, lo cual es poco ‎probable. Se trata ‎más bien de armamento proporcionado por contratistas del Pentágono. ‎

Washington ya decretó sanciones contra Etiopía y ahora se dispone a sacar el gobierno ‎etíope ‎de su programa AGOA (African Growth and Opportunity Act), programa de ayuda a los ‎países ‎africanos. Al cabo de una decena de años, varias transnacionales estadounidenses ‎estaban ‎adquiriendo petróleo etíope a cambio de productos estadounidenses. Eso no es muy ‎ventajoso ‎pero si Washington excluye a Etiopía del AGOA, ese país se verá impedido de realizar ‎cualquier de ‎transacción –importación o exportación– con Occidente, lo cual generalizará ‎el hambre y ‎la guerra… a menos que Rusia o China decidan tomar cartas en el asunto. ‎

Thierry Meyssan

[1] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), ‎‎Red Voltaire, 28 de enero ‎de 2016.

[2] «La NED, vitrina legal de la CIA», ‎por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), ‎‎Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.

[3] «La doctrina Rumsfeld-Cebrowski», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, ‎‎25 de ‎mayo de 2021.

[4] «Falso “golpe de Estado” en Sudán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 2 de noviembre ‎de 2021.

[5] “The US ‎Treasury ‎sanctions Eritrea”, Voltaire Network, 12 de noviembre de 2021.

[6] «Declaración de Etiopía sobre las sanciones de ‎Estados Unidos contra Eritrea», Red Voltaire, 13 de ‎noviembre de 2021.

[7] «Acusan al director de la OMS de tráfico de armas», ‎‎Red Voltaire, 21 de noviembre de 2020.

FUENTE

https://www.voltairenet.org/article214716.html

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna semanal de geopolítica, del Club de La Pluma analizando la reunión del G20 en Roma, en la que se llegó a un mínimo y frágil pacto climático, sin fechas ni alcances concretos y al acuerdo de un supuesto impuesto del 15% a las multinacionales, ni vinculante ni obligatorio. Fue un G20 con penas y sin gloria, ya que el tridente del poder multipolar de EEUU, China y Rusia estuvo ausente por la no asistencia de  Putin y Xi Jinping. 

Sobre la Cumbre del Clima en Glasgow nos cuenta que hubo muchos discursos y pocos resultados, mientras recuerda que en los años 70, Perón ya alertaba de lo que hoy ocurre, y que desde entonces nadie dio un paso en la dirección correcta, lo que ahora nos enfrenta a tremendas dificultades para la humanidad. También dice que el Occidente industrial y desarrollado repite el método de tratar al resto del mundo periférico como una neo colonia y nos da ejemplos y argumentos con la polémica resolución para eliminar el gas metano, producido por el ganado de los países pobres. 

También aborda con detalles la fragilidad de un desgastado Biden, de sus disgustos electorales ante el “trumpismo” y de la peligrosa pretensión de unir su dividido frente interno, haciendo un gran -y bélico- frente externo, lo que podría provocar situaciones de desmadre y de caos, todo muy destructivo para la raza humana. 

Luego nos lleva al África donde se confirma lo ya abordado en otras columnas anteriores sobre el grave conflicto del agua en el río Nilo, que ahora se suma el golpe de estado en Sudán. Y nos explica los intereses de las potencias y de Egipto en esta región del Cuerno de África, vecina al Mar Rojo, fundamental para la navegación del sistema comercial mundial y que es una nueva prueba del “Caos Permanente” sembrado por EEUU en todo el mundo.

Y para terminar con África, aborda el viejo enfrentamiento entre Argelia y Marruecos por el Sahara Occidental, que ha resurgido con ataques y muertos y siempre con los intereses de las potencias de por medio. Ahora además, afecta de lleno a la provisión de gas a Europa

Sobre Argentina, Carlos focaliza su análisis en las fortísimas y agresivas declaraciones del jefe de las fuerzas armadas  de EEUU, Mark Milley, sobre lo que debe hacer “el vecindario del sur”, de cómo se tiene que poner a trabajar “codo a codo” con la Casa Blanca y de lo que sufrirá aquel país que se oponga. Un discurso que rescata la teoría del “Gran Garrote” de Theodore Roosevelt, de principio del siglo pasado, y que debe interpretarse como que la conflictividad de Washington va a seguir en aumento, tal cual se reflejó en las recientes y muy polémicas declaraciones del propuesto -y aún no confirmado- embajador norteamericano en Argentina, Marc Stanley. 

Sobre política internacional, nuestro director informa que Putin aseguró que no permitirá alteraciones en el equilibrio estratégico de su zona de influencia en Europa del Este, que Rusia está preparada para cualquier ataque de misil intercontinental y que si se le intenta agredir, habrá una respuesta adecuada. Mientras informes occidentales reconocen que en Kaliningrado, el espacio ruso más cercano a Europa, Moscú ha instalado equipos de intercepción electrónica de última generación que neutraliza misiles, aviones o satélites y bloquea todo tipo de comunicaciones y señales. 

También nos habla del rearme de China con sus aviones de quinta generación y de sus avances espaciales, de las tensiones por Taiwán y de la preocupación de Occidente que ha avisado estar dispuesto a defender a la isla/colonia a cualquier precio. Aunque no esconde su angustia y reconoce que la potencialidad militar china alcanzará niveles nunca antes vistos. 

Además, Pereyra Mele nos relata el espectacular rescate de un petrolero iraní por parte de comandos de La Guardia Revolucionaria de Irán, que había sido secuestrado por fuerzas de la OTAN y de EEUU. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 07/11/21)

Comando Sur El tio Sam y la nueva Doctrina Monroe S XXI