Por el Prof. Dr Miguel Ángel Barrios

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador el próximo domingo 11 de  abril, el pueblo ecuatoriano tendrá que elegir entre los candidatos Guillermo Lasso y Andrés  Arauz. 

Guillermo Lasso representa a los sectores neoliberales que desean la continuidad de la  política del actual Presidente Lenin Moreno y el candidato Andrés Arauz, joven de 35 años  y que fuera Ministro de Economía de Rafael Correa en la última fase de su gobierno que  virtualmente representa la posibilidad de un regreso de una nueva oleada de la Patria Grande. 

Correa desde una cuenta de Twitter con más de 3,4 millones de seguidores es la punta de  apoyo y lanza. 

Por eso, para entender qué se juega en Ecuador, conviene comprender a Rafael Correa desde  la historia misma de Ecuador, para no quedar enredados en las trampas comunicacionales de  los medios de desinformación.  

El 24 de mayo de 1822, el Mariscal José Antonio Sucre derrota a los realistas en las faldas  de Pichincha, Esta batalla definió el rumbo definitivo de las guerras libertadoras y el destino  del Libertador Simón Bolívar. Y de alguna manera, decidió a San Martin a materializar la  famosa entrevista de Guayaquil con Bolívar. Fue una auténtica batalla suramericana y  geopolíticamente existe un antes y un después de Pichincha en la primera independencia.  

Porque el triunfo del Libertador Simón Bolívar se tradujo en una independencia política pero  no en una independencia integral. Eso sólo se hubiera dado si el Congreso de Panamá creaba  una «Nación de Repúblicas».  

Sin embargo, su fracaso trajo como consecuencia la muerte «del General en su laberinto»,  Bolívar, el 17 de diciembre de 1830, y el exilio de San Martin. El resultado político fue la  fragmentación. Una Nación inconclusa, como republiquetas agro mineras exportadoras, es  decir como periferias de los centros mundiales importadores de materias primas.  

Desde 1830 a 1880, América Latina fue un suburbio del mercado mundial. Nada quedaba de  Bolívar y de San Martin. Signo de los nuevos tiempos fueron las creaciones de Estados  débiles y sujetos a caudillos, que al desaparecer el Libertador se convirtieron en caudillos de  comarca, como el general venezolano Juan José Flores, figura indiscutida del Ecuador. El  floreanismo es la transición suramericana de la dependencia de España a la dependencia del  mercado mundial y al caudillismo con fuerte clientelismo en una geopolítica de patria chica.  

Sin embargo, Ecuador logró una rara singularidad en la figura de Gabriel García Moreno. Un  personaje inentendible sin la ferocidad de la época -como ocurre en Argentina con  Juan Manuel de Rosas o con Carlos Antonio López en Paraguay. 

Pero García Moreno integró y unificó la patria chica, afirmó la personalidad internacional  del Ecuador, en síntesis es el modernizador -endógeno-y el consolidador del poder estatal y  encaró la batalla más importante, la batalla por la educación a partir de la escolarización.  

El siglo XIX sería incompleto sin la irrupción de la más grande figura, el general Eloy Alfaro,  en los marcos del modelo primario exportador, cuando la globalización tomaba un rostro  liberal. El auge de la exportación del cacao y el beneficio económico favorecía a un sector  de la costa de comerciantes y banqueros que tenían la dirección del partido liberal. Pero el  campesinado costeño y los sectores medios empiezan a ser actores, dentro de un Estado que  lentamente empieza a ser inclusivo y a los que García Moreno le otorgó el voto e incluye en  un proyecto nacional.  

Las primeras décadas del siglo XX son etapas donde un liberalismo político-económico  plutocrático margina a los sectores populares. Ya nada quedaba de la Patria Grande.  

Es importante señalar que en la transición del siglo XIX al XX, aparecía en el Uruguay el  «Ariel» de José Enrique Rodó, un libro de literatura social de afirmación hispanoamericana  de la «Magna Patria» en el sentido bolivariano. El arielismo es la primera generación  antiimperialista latinoamericana con la inclusión de Brasil, ya que Bolívar y San Martin eran  hispanoamericanos. Su figura rutilante fue el argentino Manuel Ugarte quien plantea los  Estados Unidos del sur, con un antecedente en José Martí, el último Libertador.  

Con el «Ariel» de Rodó se empezó a ver desde las juventudes latinoamericanas a Estados  Unidos como un país antagónico, plutocrático y materialista en la figura de Calibán. Una de  las alarmas que apareció en Ecuador-1916-dentro del arielismo ecuatoriano, fue la obra:  ¿Imperialismo o Panamericanismo?, de Agustín Cueva.  

La revolución juliana de 1925 expresa las limitaciones del modelo agroexportador, sus  primeras fisuras como consecuencia de la crisis de la primera guerra mundial y las reformas  que impulsan los militares cuestionando el modelo de viabilidad económica de Ecuador, a  través de Isidro Ayora, limitando con reformas fiscales el poder de la banca y fundando el  Banco Central.  

La Constituyente de 1928 realizó importantes reformas legales, entre las que se cuenta el  voto de la mujer. José María Velasco Ibarra se convierte más adelante en una figura política  latinoamericana.  

Con una estatura similar a la del caudillo uruguayo Luis Alberto de Herrera, Velasco Ibarra  supo darle al Estado una acción creadora, reflejada en puentes, edificios escolares, entidades  de promoción, carreteras, la restauración de las libertades del sufragio, la promoción de la  enseñanza secundaria para la mujer, el fortalecimiento del sentido nacional, la fundación de  escuelas. Su figura controvertida no le quita espacio al enorme lugar que ocupa en la historia  de Ecuador.  

El 15 de enero de 2007 Rafael Correa Delgado se posesionó como presidente constitucional  del Ecuador. El país venía de traspié en traspié, había quedado sin rumbo e incluso los  partidos políticos empezaron a implosionar. Ecuador se había dolarizado y su territorio era 

asiento en Manta de bases militares de Estados Unidos. Los presidentes cambiaban a la orden  del día, mientras la oligarquía financiera tenía el poder.  

Una oleada latinoamericana recorría la Patria Grande, con Hugo Chávez como geopolítico  impulsor de la Unasur y de la CELAC, con base en el Mercosur, con el firme apoyo de Lula  de Brasil y Néstor Kirchner de Argentina.  

Ecuador se reencontraba nuevamente a partir de Correa con su origen latinoamericano.  Porque en verdad Ecuador es hijo del fracaso de la Gran Colombia. Y Correa encuentra en  la integración latinoamericana a la nación inconclusa, une nuevamente a Flores con Bolívar,  ensambla a García Moreno con Eloy Alfaro, enlaza a la revolución juliana con Velasco  Ibarra, para transformarse en la síntesis superadora del Ecuador suramericano de la  revolución ciudadana.  

Estos logros son los que están en juego en la segunda vuelta en Ecuador, para nosotros la  Pichincha del siglo XXI, porque de ella depende el significado político e ideológico del  destino geopolítico de nuestra integración. 

Rafael Correa se transforma, por los rumbos de la historia, en el «Ariel» político que nos  convoca para decidir si seremos y somos o sino seremos.  

Sin embargo, su candidato Lenin Moreno que había ganado a Lasso produce un salto brusco  hacia un rumbo antagónico y borra en cuatro años las políticas de Correa con el agravante de  perseguir políticamente al mismo. 

En verdad, es el enfrentamiento Patria Grande o Patria Chica y en esto reside el significado de las elecciones del 11 de abril. 

Prof. Dr Miguel Ángel Barrios-Argentina 

Dr. en Ciencias de la Educación 

Dr. en Ciencia Política

Director Académico de Dossier Geopolitico 

Autor de más de quince obras de Historia y Política Latinoamericana

Arauz Vs Lasso

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, abre su tradicional columna semanal de geopolítica, para el Club de la Pluma, alertando que Abril se nos presenta con una paisaje internacional preocupante e intenso. 

En primer lugar, saluda emocionadamente a los veteranos de  las Malvinas de 1982, por la desigual guerra contra el imperio Británico, contra su socio EEUU y contra sus aliados de la OTAN. También repudia la desastrosa  actuación de la dictadura militar argentina, a quién identifica como Partido Militar y se explaya contra esa banda de generales forajidos, ignorantes de las más mínimas reglas del arte de la guerra. Luego evoca y recuerda a todas las víctimas y termina con una sentida reflexión sobre lo que es la SOBERANÍA. Una definición profunda y trascendente que merece ser escuchada. 

Seguidamente, nos informa del acuerdo de cooperación estratégica, por 25 años, firmado esta semana entre China e Irán, con millonarias inversiones y decenas de convenios, que refuerzan la política de alianzas asiáticas en todos los campos y que posicionan a Irán como una importante potencia en la zona, 

Luego, nuestro director nos habla del 30 aniversario del Mercosur, del desprecio que el organismo ha sufrido por parte de Bolsonaro y de la postura a favor de acuerdos de libre comercio y beneficios arancelarios del presidente uruguayo Lacalle Pou. Y nos adelanta qué, el nombramiento de Brian  Nichols como jefe de la diplomacia de EEUU hacia América Latina y el Caribe puede ser otra traba a la unión regional. A la vez, se refiere a Bolivia y a los ataques a su soberanía por parte de la OEA y de su presidente Almagro.

Así, nos dibuja el tablero regional, donde se perfilan por un lado, los que buscan la integración continental y por el otro bando, el imperial, a favor de las viejas potencias decadentes de occidente. 

La columna radial continúa con la cuarta ola de la pandemia que está llegando a Europa y a EEUU. Y con Biden tratando de contener la crisis económica con un nuevo Plan Marshall, similar al del siglo pasado. Mientras el ISIS ha vuelto a atacar, esta vez en  Mozambique, África, provocando otra tragedia humanitaria que ha forzado a que miles de desplazados busquen seguridad en los mercenarios, que la petrolera francesa Total tiene en la región. 

Pereyra Mele sigue con la política internacional y se detiene en Brasil, con sus terribles crisis. La caída de 6 ministros, la fractura del gobierno con el ejército, un posible juicio político a Bolsonaro, el colapso sanitario, las nuevas cepas y sus derivadas Una terrible realidad que le lleva a plantear que inevitablemente Argentina sufrirá sus consecuencias. 

Y por último aborda la geopolítica internacional, analizando la próxima reunión en Viena, con el intento de salvar el famoso tratado G5 + 1 con Irán, sobre el enriquecimiento del uranio. Un acuerdo exitoso que permitía que la Agencia Mundial de Energía Atómica controlase la actividad de aquel país en ese campo, a cambio de retirar las sanciones económicas a las que estaba sometido.

Este acuerdo firmado con Irán, por las cinco naciones occidentales con armamento nuclear, más Alemania, fue dinamitado por Trump para congraciarse con sus socios estratégicos en el Medio Oriente,  Israel  y Arabia Saudita. Y Washington, además de incumplir el acuerdo, aplicó nuevas y más fuertes sanciones al gobierno Iraní.

Ahora se está por ver si se recompone la situación. Si Norteamérica entra en razón y da un alivio al mundo. O si la política beligerante de Biden se impone en su obsesión por recuperar su ya perdida hegemonía mundial, a costa de amenazas, sanciones y despliegues militares. 

Son 14 minutos de geopolítica de gran nivel, con argumentos reales y hechos contrastados. En un relato ameno, didáctico, y muy apropiado para conocer la realidad mundial. Esa realidad que la poderosa prensa del sistema nunca nos cuenta. 

Eduardo Bonugli

El yihadismo en África

Por Mariano Saravia

-Hoy 2 de abril, es un día importante. ¿Por qué?

-Porque es importante recordar siempre y honrar a los y las veteranas de Malvinas, y también a los caídos en la guerra. 

-¿Veteranas?

-Sí, porque además de los soldados casi adolescentes que ni siquiera habían terminado la instrucción militar, además de los soldados desnutridos, congelados, torturados por sus superiores, también hubo mujeres en el teatro de operaciones. Son 14 enfermeras suboficiales de la Fuerza Aérea, que recién ahora están saliendo a la luz. Este viernes a la noche en Canal Encuentro se pasará el documental “Nosotras también estuvimos”.

-¿No es incoherente reconocer a los y las que estuvieron, pero condenar la guerra?

-No, porque una cosa es la memoria de quienes dieron sus vidas o las arriesgaron por una causa justa, que es el derecho inalienable de la Argentina a las Malvinas, por razones históricas y geográficas. Otra cosa muy distinta es condenar la guerra como una maniobra espuria de la dictadura genocida por mantenerse en el poder. Ese argumento de la incoherencia fue usado en 2012 por algunos y algunas intelectuales y periodistas argentinos que se expresaron en contra de la causa Malvinas.

-¿Cómo, intelectuales argentinos en contra de las reivindicaciones por Malvinas? ¿Quiénes?

-Jorge Lanata, Pepe Eliashev, Beatriz Sarlo, Fernando Iglesias, Juan José Sebreli, Luis Alberto Romero, Hilda Sabato y Santiago Kovadlof, entre otros.

-¿Qué argumentos esgrimieron?

-Que hay que reconocer el supuesto derecho de autodeterminación de los pueblos que asistiría a los kelpers. No solo un argumento cipayo, sino una muestra de gran ignorancia.

-¿Por qué?

-Porque el derecho de autodeterminación se aplica a los pueblos originarios de cada lugar, no a las poblaciones transplantadas. Los británicos que viven en las islas fueron llevados por el invasor colonialista luego de la ocupación ilegal e ilegítima de 1833. Antes de eso, había población argentina en las Malvinas, que fue expulsada. Es como si hoy un país invadiera otro, transplantara población, y luego quisiera hacer un referéndum para preguntarle a esa población transplantada qué quiere ser.

-Pero en este caso de los kelpers, están ahí desde hace casi 200 años…

-No tiene nada que ver el tiempo que haya pasado. Un acto de fuerza ilegal no puede nunca ser fuente de derechos. Además, la mismísima ONU a través de su Comité de Descolonización considera a las islas Malvinas como una de las últimas 16 colonias que existen en el mundo y que deben ser descolonizadas. 

-¿Son colonias igual que era todo el país hasta 1810?

-Sí, es una situación propia de principios del siglo XIX en pleno siglo XXI. Por eso, este tema no es solo de patriotismo argentino, sino también de una lucha internacionalista anticolonialista y antiimperialista. 

-¿Y cuál sería el objetivo de ese imperialismo?

-Un objetivo muy concreto, y el que siempre tuvo el Imperio Británico, que es un imperio ultramarino. El objetivo es dominar los mares, un objetivo geoestratégico. Por supuesto que también están los objetivos económicos y concretos que son la explotación de nuestro petróleo y nuestra riqueza pesquera, como así también de la mayor reserva de agua dulce del planeta que es la Antártida. Dominar Malvinas le garantiza al Imperio Británico dominar el acceso a la Antártida, pero también el tránsito del Atlántico al Pacífico y por otro lado al Índico. Pero no olvidemos que las Malvinas son hoy una gran base militar del Reino Unido.

-¿O sea que también son una amenaza militar para nosotros?

-Por supuesto, y no sólo para nosotros, sino para toda Sudamérica. No se puede entender la importancia geoestratégica de Malvinas ni su amenaza como base militar inglesa sin vincularla a las otras islas-colonias inglesas en el Atlántico Sur. Por un lado, las otras islas que nos pertenecen: las Orcadas, las Georgias y las Sandwich del Sur. Pero por otro lado, si subimos en el mapa, encontramos a Tristán da Cunha, que está justo entre Buenos Aires y Ciudad del Cabo, y más arriba Santa Elena (donde estuvo preso Napoleón Bonaparte) y por último la isla de Ascención, las dos entre Brasil y Angola. Si miramos en contexto, todas estas islas forman lo que llamamos “un collar de perlas”, un sistema ofensivo que amenaza tanto a Sudamérica como a África, típico de los imperialistas.

-Entonces hay que seguir luchando por las Malvinas argentinas.

-Por supuesto, con métodos pacíficos y diplomáticos, pero seguir siempre. No sólo es una obligación como argentinos, sino también como antiimperialistas. Por eso hay que rendir homenaje a los y las veteranas, a los caídos, reconocer a quienes siguen luchando con otros medios. Pero también señalar a los gobiernos que han entregado esta causa, como los de Menem o Macri, que no solo son traidores a la Patria sino también pro imperialistas.

Y Audio de Entrevista a Pereyra Mele LT7 y Canal13 de Corrientes sobre las implicancias estrategicas de Malvinas para el Poder anglosajon en el Atlantico Sur

Entrevista que me realizaran la Radio LT7 y Canal 13 de la Ciudad de Corrientes sobre las implicancias Geoestrategicas y Geopoliticas del Conflicto por Malvinas Islas del Atlantico Sur y Antartida este 2 de Abril de 2021 a partir de: 11hs 17minutos hasta 11,30 hs. Carlos Pereyra Mele

AUDIO: https://radiocut.fm/radiostation/lt7corrientes/listen/2021/04/02/11/30/21/?created_cut_id=1287425#

Los recientes choques entre las potencias y su división en bloques enfrentados marcaron la fractura del orden internacional en torno a modelos económico-sociales incompatibles.

Por Eduardo J. Vior

Si bien la tercera década del siglo XXI comenzó el 3 de enero de 2020 con el asesinato del general Qasem Soleimaní, la pandemia de Covid-19 y la crisis económica concomitante impusieron una pausa al desarrollo histórico. En la segunda mitad de marzo de 2021, en cambio, la sucesión abigarrada de acontecimientos parió y partió el mundo de los años 20. Nacieron dos bloques con sistemas económicos contrapuestos. Los tiempos se aceleraron y hay que alargar el tranco para no quedarse de a pie.

La cascada comenzó a saltar el viernes 12, cuando los cancilleres del Quad (Quadrilateral Security Dialogue, Cuadrilátero para el Diálogo sobre Seguridad), el encuentro periódico informal entre representantes de EE.UU., Japón, India y Australia, se reunieron virtualmente, para adherirse al proyecto norteamericano de alianza indo-pacífica. Claro que comprometieron aumentar la producción y distribución de vacunas contra el coronavirus, pero los miembros del club sabían que Estados Unidos no exportará las suyas hasta satisfacer la demanda interna. Por el contrario, no sabían que India, el mayor productor mundial, haría lo mismo este lunes 29, dejando a toda Asia Oriental (y no sólo) sin sus antivirales.

A nadie se le ocultó la fecha. Los observadores estaban conscientes de que el encuentro era, en realidad, un gesto teatral para prologar la reunión en la cumbre que China y Estados Unidos tendrían el jueves 18 en Anchorage, Alaska. Se trataba del primer encuentro personal entre altas autoridades de ambos países desde que subieron Biden y Harris. Por la parte norteamericana participaron el secretario de Estado Tony Blinken y el Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan; por la china, en tanto, el Director de la Oficina de Asuntos Internacionales del Buró Político del PCCh, Yang Jiechi, y el Ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi. De un modo extremadamente inusual para un encuentro diplomático y especialmente ofensivo para las cuidadosas maneras orientales, Blinken inició la reunión con una larga tirada de acusaciones y ataques contra la política de la República Popular. De Tibet a Hong Kong y de Xinjiang a Taiwán no faltó ninguno de los tópicos caros a la propaganda occidental.

La respuesta del veterano Yang fue cortante: ante el bárbaro tratamiento de los negros y la masiva desconfianza de grandes sectores del pueblo estadounidense hacia el funcionamiento de su sistema político, sus representantes no pueden dar clase de derechos humanos o de democracia. Por otra parte, advirtió, China nunca negociará bajo la amenaza de la fuerza.

Cuentan diplomáticos norteamericanos que en los dos días siguientes, los intercambios a puertas cerradas fueron más calmos. Aparentemente, China ratificó la recientemente concedida igualdad de tratamiento para las empresas norteamericanas en su territorio (incluidos los bancos), mientras que EE.UU. prometió aliviar las sanciones comerciales dispuestas por Donald Trump.

A buen entendedor, pocas palabras. Que el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, visitara Nueva Delhi el 19 y 20 de marzo (en simultáneo con la cumbre de Alaska) sólo puede entenderse como un refuerzo de la presión sobre China. No obstante, las palabras de su colega Raksha Singh en la ceremonia final fueron muy cuidadosas, oscilando entre la ratificación de la alianza estratégica entre ambos países y la defensa genérica de la libertad de navegación y comercio. Es que India tiene un vínculo de larga data con Rusia que no quiere romper y no le conviene escalar los enfrentamientos con China en el Himalaya.

Al día siguiente, en un viaje imprevisto, Austin saltó a Kabul, donde se entrevistó con el presidente Ashraf Ghani. En febrero de 2020 Donald Trump firmó un acuerdo con los talibanes, para retirar todo el contingente norteamericano del país hasta el próximo 1° de mayo, a cambio de que los rebeldes interrumpieran las operaciones. Sin embargo, ahora, el gobierno de Joe Biden está buscando excusas para quedarse y prolongar esta guerra de 19 años, la más larga de la historia norteamericana.

La cumbre de Alaska fue antecedida, también, el miércoles 17 por una brutal acusación personal de Joe Biden contra Vladímir Putin. En una entrevista por ABC con George Stephanopoulos éste preguntó a Biden si conocía a Putin y si pensaba que el presidente ruso es un asesino. Biden respondió con un poco claro “Hmm, I do” (“así es”) que la mayoría de los analistas entendió como un sí a ambas preguntas. En una inmediata reacción Rusia llamó a su embajador en Washington para consultas. No obstante, su gobierno siguió hablando con EE.UU., ya que el jueves 20 (mientras se realizaba la cumbre de Alaska) en una entrevista de prensa Putin deseó a Biden “buena salud”. Se trata de una alusión diáfana a las difundidas sospechas de que el presidente norteamericano padece Alzheimer. Su colega ruso le está deseando, entonces, que cuide su salud mental.

En momentos en que los documentos y las iniciativas multilaterales faltan, aumenta la importancia simbólica de los gestos. El 23 de marzo los cancilleres de Rusia, Serguei Lavrov, y de China, Wang Yi, se reunieron en Guilin, en una región del sur de China recién salida de la pobreza. Allí no solamente el canciller chino informó a su colega ruso sobre la cumbre de Alaska, sino que juntos ratificaron su alianza estratégica especial, relativizaron por parcial y partidista la advocación norteamericana a las “reglas institucionales” que todos los actores del orden internacional deberían respetar y rechazaron la aplicación de sanciones como instrumento de las relaciones internacionales.

Para poner a la quincena un broche final, el sábado 27 Irán y China cerraron en Teherán un acuerdo por 25 años, para intercambiar petróleo persa por ingentes inversiones chinas. El documento –en realidad, una aplicación del Acuerdo de Cooperación Estratégica Integral de junio de 2020- fue firmado por los cancilleres de ambos países, Mohammad Javad Zarif y Wang Yi. Beijing prometió invertir en Irán en ese lapso $ 400 mil millones de dólares. Sin embargo, el acuerdo excede el ámbito económico con salvaguardias de seguridad: «China apoya firmemente a Irán en la defensa de su soberanía y su dignidad nacional», declaró Wang durante un encuentro con el presidente Hassan Rohaní, antes de reclamar que Estados Unidos levante las sanciones impuestas desde 2017.

Así quedó dibujada en el planisferio una línea fronteriza que por primera vez en 300 años separa netamente el bloque euroasiático de las potencias atlánticas y su prolongación japonesa. Entre ambos conjuntos trascurre una zona de fricciones, desde Ucrania hasta el Mar Meridional de la China, en la que EE.UU. y el Reino Unido provocan, para incitar a la alianza Rusia-China-Irán a involucrarse en una guerra. La cuenca del Caribe, América Central y el norte de Sudamérica quedarían en ese esquema bajo hegemonía norteamericana. Brasil, destrozado, sería la avanzada de ese área de dominio que se proyectaría amenazante hacia el sur.

La división del mundo en grandes bloques se corresponde con la diferenciación entre los sistemas económicos y sociales. Por un lado, la integración física de Eurasia está poniendo las bases materiales para una economía de “doble circulación” (como la propone China), orientada tanto a la búsqueda de un modesto bienestar para todas sus poblaciones como hacia la más alta competitividad en el mercado mundial. Se trata de un capitalismo controlado en medidas y maneras variables por los estados nacionales y por los organismos de la integración, especialmente por la Organización de Cooperación de Shanghai (SPO, por su sigla en inglés) y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB).

Por el otro lado, el gobierno de Joe Biden está impulsando un gigantesco cambio para reubicarse a la vanguardia del capitalismo mundial. La Casa Blanca va a proponer al Congreso un plan de inversiones en infraestructura para los próximos ocho años que podría sobrepasar los dos billones de dólares. Además de las clásicas inversiones en infraestructura, el gobierno propone cubrir el territorio nacional con banda ancha, impulsar la transición al transporte eléctrico, medidas para paliar el cambio climático, apoyar la economía de los cuidados, ayudar a la crianza y educación de niños y jóvenes, la vivienda y el desarrollo de futuras tecnologías. Para ello propone volver a aumentar el impuesto a las ganancias de las empresas del 21 al 28% y elevar masivamente el mínimo no imponible.

La ambiciosa propuesta, que indudablemente va a chocar con la resistencia republicana en el Congreso, pretende devolver al Estado federal el rol rector en la economía que tenía entre la Segunda Guerra Mundial y la década de 1980. Sin embargo, las circunstancias han cambiado y el proyecto afrontará obstáculos antes inexistentes. Como trascendió después de la cumbre de Alaska, las mayores corporaciones norteamericanas están sólidamente instaladas en China y no piensan abandonar ese mercado. Es difícil, por lo tanto, que a corto plazo vuelvan a invertir en el mercado doméstico. Por otra parte, la reforma ecológica conlleva el cierre y abandono de la explotación hidrocarburífera dentro de EE.UU., un giro que produciría la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo. Asimismo, la (necesaria) ampliación de la base electoral mediante las reformas que está impulsando Biden va a chocar con la oposición de la “América profunda”, blanca, anglosajona y protestante. Finalmente, hay que considerar la innegable mala salud del presidente. Joe Biden muestra inocultables signos de deterioro cognitivo que muchos observadores adjudican a un avanzado Alzheimer. De hecho, ya hoy el gobierno está desempeñado por un conjunto de consejos y órganos asesores mal coordinados en la cúspide. Pero, si el mandatario debe ser remplazado por Kamala Harris, será difícil evitar un cimbronazo constitucional que, en épocas de transición, pueden hacer que EE.UU. retroceda aún más en la competencia entre bloques.

En la segunda mitad de marzo ha quedado dibujado el mapa mundial de esta década y resta poco espacio para terceras opciones. Las transiciones hacia nuevos sistemas económicos y sociales serán conflictivas y pondrán más presión a la disponibilidad de recursos escasos. Los consecuentes cambios sociales y culturales amenazarán privilegios y cotos corporativos. Sin embargo, el mayor peligro puede provenir de ideologías universalistas que pretenden imponer como únicas válidas soluciones particulares. En el mundo de los años 20 primará el conflicto y no la paz.

Autorizada la publicacion por su Autor.

Infobaires24: Publicada en https://infobaires24.com.ar/dos-semanas-que-partieron-el-mundo-de-los-anos-20/

Entrevista que me realizara el Multimedio RT sobre el tema de la referencia Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

La información fue difundida por el canal iraní Press TV, que cita una fuente familiarizada con la reunión virtual que este viernes mantuvieron miembros de la Comisión Conjunta del JCPOA y representantes de Irán.

La única forma que tiene Estados Unidos para que Irán vuelva a acatar la letra del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) pasa por levantar todas las sanciones impuestas en su contra tras la retirada unilateral de Washington del acuerdo internacional hace tres años. Así lo informó el canal iraní Press TV, citando una fuente familiarizada con el asunto.

«Tan pronto como se levanten las sanciones y la medida sea verificada por Irán, la República Islámica detendrá todas las medidas que ha tomado en virtud del artículo 36 del acuerdo en respuesta a la retirada de Washington del JCPOA», indicó la fuente, que este viernes estuvo presente en una sesión por videoconferencia entre Irán y los miembros de la Comisión Conjunta del acuerdo nuclear.

Según sus palabras, en la reunión virtual participaron representantes de Irán, Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido, y estuvo presidida por el vicesecretario general y director político del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora.

Los participantes intercambiaron puntos de vista sobre un posible regreso al acuerdo de Washington, que lo abandonó en 2018 y reimpuso sanciones económicas contra la República Islámica contraviniendo la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.

En declaraciones a RT, el analista político Carlos Alberto Pereyra Mele, considera que «está más que claro» que es el Gobierno estadounidense, y no la parte iraní, el que debe dar el primer paso para volver a reinstalarse dentro del compromiso.

Una nueva ronda de negociaciones

Este mismo viernes, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, afirmó que su país no planea mantener conversaciones directas con Irán durante la reunión de la próxima semana de la Comisión Conjunta del JCPOA en Viena, al tiempo que aseguró que Washington está abierto a mantener un diálogo con Teherán.

«Hemos acordado participar en conversaciones con nuestros socios europeos, rusos y chinos para verificar los problemas relacionados con la mutua reanudación del cumplimiento del JCPOA con Irán […]. No anticipamos actualmente que habrá conversaciones directas entre EE.UU. e Irán a través de este proceso, aunque EE.UU. permanece abierto a ellas», indicó Price en un comunicado.

Representantes de Teherán y de Washington viajarán a Viena la próxima semana como parte de los esfuerzos de las principales potencias mundiales para salvar el acuerdo nuclear de 2015. Las conversaciones comenzarán en la capital de Austria el 6 de abril.

  • El Plan Integral de Acción Conjunta fue firmado en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y estipula el levantamiento de una serie de sanciones contra Teherán a cambio de su compromiso de no desarrollar ni adquirir armas nucleares.
  • El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá de este límite luego que el expresidente Donald Trump retirara a EE.UU. del acuerdo en 2018 y reimpusiera las sanciones contra el país.

fuente de Publicacion: https://actualidad.rt.com/actualidad/388271-iran-cumplira-jcpoa-eeuu-levanta-sanciones

Parte I: China neutraliza la campaña estadounidense sobre la cuestión musulmana uigur

Cuando China e Irán, dos de los principales adversarios de Estados Unidos en la situación mundial contemporánea, suscriben un pacto estratégico de 25 años, no tiene sentido hacer pelos en la lengua y especular si el desarrollo afecta las estrategias estadounidenses. Claro que lo hace. La región de Asia occidental tiene que ver con la geopolítica, desde el petróleo y la jihad hasta el petrodólar. 

La región sirvió como cruce de imperios durante siglos entre Europa y Asia. Y en la historia moderna, los intrusos extranjeros combinaron nuevas realidades conmovedoras: estados fallidos, pueblos humillados, economías paralizadas, desigualdad y pobreza extremas, entornos devastados, recursos saqueados, geografías en conflicto y radicalismo violento. 

El histórico acuerdo China-Irán firmado el 27 de marzo en Teherán durante la visita del Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ha estado en negociación desde la visita de 2016 del presidente chino Xi Jinping a Teherán. Numerosas visitas del ministro de Relaciones Exteriores iraní Javed Zarif a China en los últimos años atestiguan la gran importancia que Teherán concedió a las negociaciones que culminaron con la ceremonia formal de firma en Teherán el sábado, que también marcó el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre estos dos”. estados de civilización” del siglo XXI que disfrutaron de una vasta continuidad histórica y unidad cultural en una gran región geográfica a lo largo de milenios. 

El texto del documento acordado aún no se ha puesto en el dominio público, pero en términos generales, podemos deducir de la declaración conjunta emitida el 27 de marzo de que se ha actuado sobre el acuerdo alcanzado durante la visita de Xi para aumentar el comercio bilateral a $ 600 mil millones en la próxima década. . De hecho, la declaración conjunta comienza invocando la visita de Xi.  Dos documentos complementarios firmados por los dos países se refieren al «Memorando de Entendimiento sobre la Promoción Conjunta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI» y el «Memorando de Entendimiento sobre el Fortalecimiento de las Capacidades e Inversiones Industriales y Minerales», por el cual ambas partes «se ampliarán cooperación e inversiones mutuas en diversas áreas, incluyendo transporte, ferrocarriles, puertos, energía, industria, comercio y servicios ”.

La declaración conjunta dice que, dadas sus ventajas económicas relativas, ambas partes mejorarán su cooperación en el campo de la energía. Irán suministrará petróleo y gas a China, mientras que la parte china «considerará financiar e invertir en los proyectos ascendentes y descendentes de las industrias energéticas» en Irán. Una vez más, se prevé una cooperación económica de amplio alcance que abarque los intercambios comerciales y de inversión, la banca, la financiación, la minería, el transporte, las comunicaciones, el espacio, las industrias manufactureras, el desarrollo de puertos, la mejora y expansión de las redes ferroviarias de Irán, la introducción de sistemas ferroviarios rápidos en Irán, agricultura, recursos hídricos, protección del medio ambiente, seguridad alimentaria, lucha contra la desertificación, desalación de agua, aprovechamiento de la energía nuclear, etc. Un «Memorando de Entendimiento sobre Fortalecimiento de la Cooperación en materia de Inversiones» bilateral se dedica a este aspecto y al intercambio de conocimientos y tecnología.

Sin embargo, el alcance del pacto trasciende con mucho el comercio y la inversión. Un comentarista de los medios de comunicación estatales chinos señaló: «Tal como está, este acuerdo cambiará totalmente el panorama geopolítico prevaleciente en la región de Asia occidental que durante tanto tiempo ha estado sujeta a la hegemonía de Estados Unidos». La declaración conjunta establece que la Asociación Estratégica Integral significa «un acuerdo importante en todas las áreas de las relaciones bilaterales y asuntos regionales e internacionales». Agrega, “Actualmente la situación regional e internacional está experimentando desarrollos profundos y complejos. En tales circunstancias, las dos partes enfatizan la importancia de la cooperación entre los países en desarrollo en asuntos internacionales y están comprometidas con esfuerzos conjuntos para lograr la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y el mundo en general «. 

Curiosamente, la declaración conjunta destaca que «China concede importancia al papel efectivo de Irán como potencia regional y evalúa positivamente el papel de Irán en las actividades en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái y apoya la solicitud de Irán para ser miembro de pleno derecho de la Organización». Por supuesto, es una forma de decirle al mundo que China no acepta el aislamiento de Irán de la comunidad mundial.  Posiblemente, China y Rusia están en la misma página aquí.

Estados Unidos ha contribuido significativamente a proporcionar una razón de ser para tal pacto. Ni China ni Irán esperan buena voluntad de Estados Unidos. Perciben que la mentalidad adversaria en Estados Unidos solo se está endureciendo bajo la supervisión del presidente Joe Biden. En cuanto a Teherán, ya no tiene esperanzas de que Biden reviva el JCPOA o levante las sanciones en el corto plazo. Por lo tanto, sin duda, rechazar el unilateralismo y las sanciones de Estados Unidos es un leitmotiv de la asociación estratégica China-Irán. 

El interés de China radica en «ampliar» este leitmotiv para abrazar sus relaciones con los estados regionales en su conjunto. La gira regional de Wang cubrió Arabia Saudita, Turquía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Omán. El hecho de que viajara a Irán a través de Arabia Saudita es a la vez simbólico y de gran importancia. En su reunión en Riad  el 24 de marzo con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, Wang dijo que China apoya a Arabia Saudita para salvaguardar su soberanía, dignidad nacional, seguridad y estabilidad, y se opone a la interferencia en los asuntos internos de Arabia Saudita bajo cualquier pretexto. El príncipe Mohammed afirmó en respuesta que el ascenso de China conduce a la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales, así como a un desarrollo mundial más equilibrado. 

El Príncipe Heredero expresó la esperanza de que los dos países impulsen la cooperación antiterrorista y de seguridad para elevar las relaciones bilaterales a un nivel superior. Es importante destacar que el Príncipe Heredero dijo que Arabia Saudita ‘apoya firmemente la posición legítima de China sobre los asuntos relacionados con Xinjiang y Hong Kong, se opone a interferir en los asuntos internos de China bajo cualquier pretexto y rechaza el intento de ciertas partes de sembrar la disensión entre China y el mundo islámico. . 

En pocas palabras, Arabia Saudita ha socavado la actual campaña estadounidense contra China con respecto a Xinjiang. Es un desaire a la administración Biden. De hecho, la gira regional de Wang testifica sobre la realidad de que nadie acepta las diatribas de Estados Unidos contra China. Los estados regionales sienten que Estados Unidos está siendo impulsado por una rivalidad ardiente por una China en ascenso lista para superarla en un futuro cercano como la superpotencia número uno del mundo. Se niegan a tomar partido en la rivalidad.

La importancia radica aquí: China ha introducido, después de una cuidadosa evaluación de la dinámica de poder en Asia occidental, ciertos principios comunes que son igualmente aplicables en toda la región para sentar las bases de sus relaciones con los países de la región. El objetivo tácito es alentar a los estados regionales a adoptar políticas exteriores independientes, sacudiéndose el yugo occidental, especialmente la hegemonía estadounidense. Pero el método de China para hacer esto es radicalmente diferente de las tácticas coercitivas y a menudo violentas que las potencias occidentales adoptaron tradicionalmente en la región.

China no tiene ningún interés en utilizar la coerción como instrumento de «persuasión», incluso con Turquía, que tiene una diáspora uigur vocal (que realizó una manifestación durante la visita de Wang). En la reunión con Wang, el presidente Recep Erdogan subrayó el profundo interés de Turquía en «impulsar confianza mutua, promoviendo la sinergia entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y el plan del «Corredor Medio» de Turquía, mejorando la cooperación en los campos que incluyen la interconexión e intercomunicación, la construcción de infraestructura y la inversión, buscando un desarrollo más equilibrado del comercio bilateral y alentando la liquidación en moneda local ofreciendo relaciones equitativas «.

Erdogan también expresó el aprecio de Turquía por la iniciativa de cinco puntos de China para lograr la seguridad y estabilidad en el Medio Oriente y su voluntad de profundizar la comunicación y coordinación con China en asuntos regionales. Fundamentalmente, la proyección de China de una agenda constructiva para desarrollar un compromiso «ganar-ganar» con los estados regionales está ganando terreno.

Presidente Rohani de Iran y Xi Jinping de China

Parte II: China se posiciona del lado correcto de la historia

En una entrevista exclusiva con Al-Arabiya la semana pasada, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, describió el enfoque de Beijing hacia la región de Asia Occidental con especial referencia a las tensiones en el Golfo Pérsico.

Wang lamentó que “debido a los conflictos prolongados y la agitación en la historia más reciente, la región descendió a una tierra baja de seguridad … Para que la región emerja del caos y disfrute de la estabilidad, debe liberarse de las sombras de la rivalidad geopolítica de las grandes potencias e independientemente explorar vías de desarrollo adecuadas a sus realidades regionales. Debe permanecer impermeable a la presión y la interferencia externas, y seguir un enfoque inclusivo y reconciliador para construir una arquitectura de seguridad que se adapte a las preocupaciones legítimas de todas las partes «. 

Wang ha reiterado una tercera vía. China ha estado adoptando últimamente una «iniciativa de cinco puntos» que se basa en la adhesión al respeto mutuo (no injerencia en los asuntos internos), la equidad y la justicia (léase la cuestión de Palestina), la no proliferación (zona libre de armas nucleares en Oriente Medio), la seguridad colectiva (propuesta para realizar en China una conferencia de diálogo multilateral para la seguridad regional en el Golfo), y cooperación al desarrollo (Iniciativa de la Franja y la Ruta, Tratados de Libre Comercio). No será fácil para Estados Unidos igualar este paquete chino de “multilateralismo genuino”. China está animando a los estados regionales a adoptar políticas de equidad y justicia, y «resistencia» al acoso de Estados Unidos (que normalmente asociamos con Irán) para crear una autonomía estratégica.

China espera anclar sus relaciones bilaterales en esta nueva forma de pensar que brinda posibilidades sin fisuras para agregar contenido sólido de gran beneficio mutuo. Por lo tanto, durante la parada de Wang en Abu Dhabi (su destino después de Teherán) se anunció que los Emiratos Árabes Unidos comenzarán a producir la vacuna Sinopharm de China el próximo mes como el primer estado del Golfo en establecer una instalación de producción de vacunas contra el coronavirus con capacidad inicial para producir 200 millones de dosis al año. , impulsando sus esfuerzos para convertirse en un centro de suministro para Asia occidental y África.

Por otro lado, justo antes de la llegada de Wang Yi a Riad, el director ejecutivo de Aramco Amin Nasser anunció: “Garantizar la seguridad continua de las necesidades energéticas de China sigue siendo nuestra máxima prioridad, no solo durante los próximos cinco años, sino durante los próximos 50 y más. » El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, dijo a Wang al mismo tiempo que Riad desea «profundizar continuamente» la cooperación bilateral «en los campos del petróleo crudo, la petroquímica, la energía nuclear y otros campos de la energía,» al tiempo que la expande a nuevos campos «como 5G, telecomunicaciones y tecnologías digitales. 

Por cierto, la 155a sesión del Consejo de la Liga de los Estados Árabes a nivel de ministros de Relaciones Exteriores adoptó una resolución relacionada con China el 3 de marzo, que reiteró la importancia de fortalecer los lazos China-Árabes, y anunció que Arabia Saudita será la sede de la primera cumbre árabe-china de este año. Wang lo calificó como un marcador impresionante y espera que la cumbre sea «un evento memorable en la historia de las relaciones entre China y los países árabes».

Estados Unidos nunca antes había enfrentado de la Unión Soviética o sus competidores occidentales este tipo de desafío que China plantea hoy al ofrecer a los estados regionales un camino completamente nuevo de desarrollo y gobernanza que da primacía a su identidad nacional como estados soberanos, deseosos de diversificar sus economías y no seguir simplemente como gasolineras para las grandes petroleras. La oferta de China es seductora: no toma partido en las divisiones y cismas intrarregionales y, en cambio, quiere que los actores regionales sigan un enfoque inclusivo y reconciliador para construir una arquitectura de seguridad propia que se adapte a las preocupaciones legítimas de todas las partes. 

Y, sin embargo, China calcula que el resultado será que la región eventualmente saldrá de las sombras del dominio occidental para perseguir independientemente sus políticas y resistir la presión y la interferencia de Estados Unidos. En resumen, China está buscando igualdad de condiciones a corto plazo. 

Por lo tanto, mientras buscaba que Irán reanudara el cumplimiento de sus compromisos en el tema nuclear, Wang sugirió que la comunidad internacional también debe apoyar los esfuerzos de los países de la región para establecer el Medio Oriente como una zona libre de armas nucleares, y que, para un enfoque consensual, todas las partes deben discutir y formular una ruta y un cronograma para implementar el JCPOA. Posiblemente, esto coloca a China en un papel fundamental como mediador entre Irán y sus vecinos árabes.

De hecho, el factor ‘X’ tiene que ver con la seguridad y la cooperación militar bajo el pacto China-Irán. Independientemente de la ambivalencia estratégica de ambos lados sobre el tema, si las tensiones entre Estados Unidos e Irán se profundizan, Teherán comenzará a ver una ventaja mutua al permitir que China (y Rusia) accedan a sus bases ocasionalmente para contrarrestar la presencia estadounidense en el Golfo Pérsico. Sin duda, Irán buscará la transferencia de tecnología militar avanzada desde China (y Rusia), una vez que el embargo de la ONU sobre tales transacciones finalice en breve en el marco del JCPOA. 

Los grandes volúmenes de exportaciones de petróleo y gas a China impulsarán el poder adquisitivo de Irán. ( Según se informa, China ya está aumentando sus importaciones de petróleo iraní; se espera que las importaciones alcancen niveles de   856,0000 bpd en marzo, un aumento del 129% en febrero). En pocas palabras, China generará ingresos para que Irán realice todo su potencial, como una potencia regional que no se deja intimidar. Mientras tanto, Arabia Saudita también ve a China (y Rusia) como su socio para desarrollar una industria de defensa autóctona que reduce su dependencia de las costosas compras de armamento de los países occidentales.       

Irán siente que el endurecimiento de las actitudes de Estados Unidos hacia China, como se hizo evidente durante las recientes conversaciones en Anchorage, ha llevado a Beijing a deshacerse de su anterior reticencia y cambiar a un alcance abierto hacia la política regional. Wang Yi enfatizó en sus declaraciones en Teherán que China está dispuesta a oponerse a la hegemonía y la intimidación, salvaguardar la justicia internacional y la equidad, así como defender las normas internacionales junto con la gente de Irán y otros países. «Nuestras relaciones con Irán no se verán afectadas por la situación actual, pero serán permanentes y estratégicas», dijo Wang. Su remate, por supuesto, fue: «Irán decide independientemente sobre sus relaciones con otros países y no es como algunos países que cambian su posición con una llamada telefónica». 

En otra parte, Wang destacó que China es consistente en oponerse a las sanciones unilaterales irrazonables impuestas a Irán por otros países, porque violan el derecho internacional, especialmente las basadas en mentiras e información falsa, que son inmorales e impopulares y constituyen una afrenta a la conciencia humana. Dijo que China está dispuesta a trabajar con Irán y otros países para oponerse conjuntamente a los actos de intimidación por parte de las potencias, defender la equidad y la justicia internacionales y defender las normas básicas de las relaciones internacionales. 

Sin duda, Irán da la bienvenida a este marcado cambio en la postura diplomática de China y ve claras ventajas en ello. El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, una figura muy influyente en los niveles más altos del país, ha descrito el pacto con China como «parte de la política de resistencia activa».

Wang señaló que es hora de reflexionar seriamente sobre las malas consecuencias infligidas en la región por las interferencias externas y trabajar juntos para explorar formas efectivas de mantener la seguridad y estabilidad regional a largo plazo. Por supuesto, China es muy consciente de que las divisiones regionales (que son en gran parte creación de las potencias occidentales) no desaparecerán de la noche a la mañana. No obstante, el mensaje constante de Wang a lo largo de la gira regional fue que los países de la región deben mantener su sentido de propiedad, llevar adelante el espíritu de independencia, deshacerse de la interferencia de la competencia geopolítica, buscar caminos de desarrollo adecuados a las condiciones nacionales y establecer una seguridad. marco acorde con sus intereses. 

China está jugando a largo plazo. La gira regional de Wang por Asia occidental marca la creencia y la confianza de China de que está en el lado correcto de la historia.

PARTE III

La declaración conjunta China-Irán del sábado pasado causó sensación en los medios internacionales y entre los analistas regionales desde Israel hasta la India. Israel está ansioso por la cooperación de seguridad entre China e Irán. Los indios están cavilando sobre el destino de su proyecto del puerto de Chabahar en el este de Irán, parte integral de su «conectividad regional». 

El diablo está en los detalles. Y el punto es que el documento final negociado por Beijing y Teherán aún permanece en secreto. Ambos lados son notablemente tímidos. Sin duda, toda la atención en Teherán está todavía en leer los labios del presidente Joe Biden: cómo enmarca el JCPOA en las pocas semanas cruciales que quedan antes de que los inspectores de la AIEA sean expulsados ​​de Irán el próximo mes. 

El comunicado de prensa de Wang Yi, Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores, que analizó el martes el resultado de su gira regional ni siquiera menciona el pacto con Irán. Wang dijo que «se han logrado los objetivos esperados» y subrayó que la ganancia más importante, desde la perspectiva de Beijing, es la proyección de la iniciativa de cinco puntos de China para lograr la paz y la seguridad en Asia occidental mediante el desarrollo de la capacidad de los estados regionales «para permanecer insensibles a la presión y la interferencia externas, para desarrollar de manera independiente caminos adecuados a las realidades regionales ”y, lo más importante,“ librarse de las sombras de la rivalidad entre las grandes potencias y resolver los conflictos y diferencias regionales como dueños de la región ”. 

Wang instó a los países que visitó – Arabia Saudita, Turquía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin (más una “visita de trabajo a Omán) – a adaptarse a los intereses centrales de cada uno. De cara al futuro, Wang enumeró las siguientes áreas de «cooperación práctica»: 

    alineación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con los planes nacionales de desarrollo de los estados regionales; 

    exportación y distribución de las vacunas Covid-19 de China a nivel regional y creación de un mecanismo internacional para el «reconocimiento mutuo del código de salud»; 

    lograr una solución de dos Estados a la cuestión de Palestina; 

    solución política de disputas regionales; 

    la creación de “una hoja de ruta y un calendario” para reanudar el JCPOA y la resolución del problema nuclear iraní; 

    promoción del Foro de Reforma y Desarrollo China-Árabe, así como del Foro de Seguridad del Medio Oriente; 

    cooperación de alta y nueva tecnología, como 5G, big data e inteligencia artificial; y, 

    desarrollo de una “comunidad de estados China-Árabes con un futuro compartido en la nueva era” que se oponga a la politización de las cuestiones de derechos humanos.

Sin duda, Beijing se está posicionando como un solucionador de problemas para romper el estancamiento sobre el JCPOA. En vísperas de la llegada de Wang a Teherán, el enviado especial de Estados Unidos, Robert Malley, tuvo una llamada con el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Ma Zhaoxu, durante la cual este último afirmó que Pekín «seguirá desempeñando un papel constructivo» para volver a encarrilar al JCPOA.

Basta decir que el pacto China-Irán está profundamente arraigado en una nueva matriz que Beijing espera crear con los estados árabes del Golfo Pérsico e Irán. El pacto forma parte de una nueva narrativa sobre seguridad y estabilidad regionales. 

No se sabe nada sobre la naturaleza del mecanismo de pago para transacciones económicas tan masivas que ascienden a cientos de miles de millones de dólares que prevé el pacto China-Irán. China no puede sentirse cómoda con el riesgo del uso del dólar estadounidense como moneda para tales transacciones. 

De hecho, los expertos chinos han señalado en los últimos tiempos que Beijing se da cuenta del enorme riesgo de dependencia excesiva del dólar estadounidense y del sistema de pago controlado por Occidente desde la crisis financiera de 2008, y que la última flexibilización cuantitativa masiva realizada por Estados Unidos para impulsar su La propia economía también aumenta esa preocupación. 

Además, un destacado experto chino, Dong Dengxin, director del Instituto de Finanzas y Valores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan, dijo al periódico Global Times recientemente: “Washington ha estado abusando de SWIFT para sancionar arbitrariamente a cualquier país a voluntad, lo que ha provocado insatisfacción global. Si China y Rusia pudieran trabajar juntos para desafiar la hegemonía del dólar, una larga lista de países se haría eco del llamado y se uniría al nuevo sistema «. 

Como el sistema de pago está vinculado al sistema de comercio, Dong sugirió que el nuevo sistema de pago utilice el yuan como moneda de compensación. “Al principio, el sistema podría impulsar una prueba en países y países y regiones de Asia Central a lo largo de las rutas de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. A medida que crece su influencia, el sistema está preparado para atraer a otros países de Europa y la ASEAN”, dijo Dong.    

Otros informes de los últimos meses también han hablado de un mecanismo de pago distinto del dólar entre China e Irán en discusión. Queda por ver hasta qué punto Estados Unidos puede soportar tal afrenta. China no busca enfrentarse a Estados Unidos, al menos todavía no. También para Irán, la exportación de petróleo y gas, un activo estratégico, con pago en moneda local requiere un acto de fe. En los últimos años, China también ha estado instando a Arabia Saudita a salir de la órbita del dólar por el comercio de petróleo.

Habiendo dicho eso, China está probando las aguas en Asia Occidental. El pasado mes de enero, según los informes , el Instituto de Moneda Digital del Banco Popular de China y el Banco Central de los Emiratos Árabes Unidos se unieron al llamado Puente CBDC Múltiple (m-CBDC), un proyecto de pagos transfronterizos para facilitar las transferencias de fondos. , liquidación de comercio internacional y transacciones del mercado de capitales en sus propias jurisdicciones. 

Sin duda, el yuan digital, de marca nacional en China como el proyecto de Moneda Digital / Pago Electrónico (DCEP) también podría desafiar la supremacía del dólar estadounidense. A partir de ahora, el sistema de pago transfronterizo de China CIPS se asocia y compite con SWIFT en medio de las crecientes tensiones entre China y EE. UU. Un mayor uso del CIPS en lugar del sistema SWIFT con sede en Bélgica reduciría la exposición de los datos de pagos globales de China a los Estados Unidos. Algunos analistas estadounidenses han criticado esto como un paso para «promover el autoritarismo digital de China a nivel nacional y mundial».

Con el ascenso meteórico de China en el escenario mundial, Beijing ha esperado durante mucho tiempo que su moneda física, el renminbi (yuan), se apoye en la parte posterior de su éxito económico y obligue a alejarse del sistema financiero dominado por el dólar. China se está moviendo constantemente hacia una posición desafiante pero oportunista. 

La iniciativa Belt and Road de China se convierte en un punto de entrada maduro para la internacionalización del yuan digital. China podría pedir a los países participantes de BRI que comiencen a aceptar el yuan digital, hagan pagos de préstamos y paguen para instalar infraestructuras como terminales de punto de venta y tarifas de transacción más bajas. Según la Administración Estatal de Divisas de China, se ha tomado la decisión de «cooperar activamente con la estrategia nacional de desarrollo del cinturón y la carretera». 

Además de ser un sistema de pago más barato y rápido, también crea un cortafuegos contra las sanciones estadounidenses. En un escenario hipotético, Irán puede construir un sistema de moneda digital compatible para que el comercio y la inversión y las transferencias transfronterizas, la liquidación del comercio internacional y las transacciones de divisas entre los dos países ya no sean rastreables por EE. UU. 

Efectivamente, esto puede neutralizar las sanciones de EE. UU. sin pasar por el poderoso billete verde. Un informe en el New York Times dice que «si se pone en vigor como se detalla, la asociación (China-Irán) crearía puntos de inflamación nuevos y potencialmente peligrosos en la relación en deterioro entre China y los Estados Unidos … sanciones estadounidenses renovadas, incluida la amenaza para cortar el acceso al sistema bancario internacional para cualquier empresa que haga negocios en Irán, han logrado sofocar la economía iraní al ahuyentar el comercio y las inversiones extranjeras que tanto se necesitan «.

¿Cómo podría Washington aceptar tal desafío estratégico en un momento en que «Estados Unidos ha vuelto», según la administración de Joe Biden? El departamento de estado de Estados Unidos ha prometido «imponer costos a las empresas chinas que ayudan a Irán». Dadas las circunstancias, es totalmente concebible que no haya un calendario para el lanzamiento oficial del pacto China-Irán. Al ser «estados de civilización», China e Irán tendrían sus propios conceptos de tiempo y espacio.

Entrevista sobre el enfrentamiento Norteamericano/UE, contra el Bloque Euroasiatico de China/Rusia/Iran, que nos realizara el periodista Roberto de la Madrid, para su programa «Detras de la Razon».
Carlos Pereyra Mele
Dossier Geopolitico

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, nos relata su tradicional columna semanal de geopolítica, para el Club de la Pluma, analizando como tema  candente: la Cuarta Ola del Coronavirus en Occidente, y nos detalla cómo Bolsonaro está sufriendo los efectos políticos de la pandemia. Y agrega, a esa BARRANCA ABAJO DE BRASIL, la caída del ministro de economía, Paulo Guedes, que ahora reconoce necesitar la vacuna. Y nos explica todos los pormenores del fracaso neoliberal en América Latina. 

A continuación, nuestro director nos recuerda lo que decía Perón del sistema político estadounidense, y se refiere al senil presidente Biden, que va delegando responsabilidades en su vicepresidenta, mientras crecen los asuntos internos que llevan años sin resolverse.

Una nueva realidad Geopolitica Euroasiatica Para enfrentar un Atlantismo administrado por USA en Decadencia

Y nos avisa que EEUU es otro PAÍS QUE VA BARRANCA ABAJO, aunque sigue con sus roles de prepotencia, al continuar el camino de Obama y Trump en considerar a Rusia y China sus enemigos más peligrosos. También define la terminología que usa Washington como una agresión en todos los ámbitos y que desnuda la intención de una Guerra Híbrida.

Y nos informa de cómo Biden decepciona a Alemania por las amenazas contra el acueducto Ruso Alemán, por suspender la salida de Afganistán de las tropas extranjeras, que incluye el contingente germano y por seguir con los mismos rasgos de Trump, que hacen crecer el resquemor contra EEUU en toda Alemania.

Nuestro director nos señala la verborrea de Biden con sus gastadas consignas sobre  la democracia y de la huida hacia delante que le impone la impotencia de ya no ser dominadores absolutos, ni de poder aplastar a las potencias actuales, como era su costumbre con países débiles y sin capacidad de respuestas. Y termina el tema avisando que el imperio no las tienen todas consigo, justo cuando Ford anuncia sus planes para marcharse de EEUU. 

El otro tema importante de la columna se refiere a “Los Mercados Desbocados” y nos menciona las 30 millones de dosis de vacunas de Astrazeneca escondidas en un almacén de Italia. Lo que demuestra  que a éstos solo les importa el pingüe negocio y no las vidas humanas. Y que las farmacéuticas son el caos con el comercio de la muerte. 

Los Principales Estrechos Maritimos y su importancia Geopolitica y Geoestrategica

Y como último bloque de la columna, trata la geopolítica DE LOS PASOS MARÍTIMOS con el accidente del carguero en el canal de Suez, cuyas consecuencias ya se notan por todo el mundo.  Y nos habla de la importancia de estos cruces interoceánicos en el mundo. Y nos explica las razones por las cuales al Reino Unido no le importó tanto controlar países, como controlar los pasos marítimos.

Y nos detalla cada uno de estos cruces, las zonas que controla y la importancia política y económica que significan Suez, Gibraltar, Ciudad del Cabo en África, el Estrecho de Malaca en el Mar de la China, y las Islas Malvinas. Puntos estratégicos mundiales bajo el control británico, más el Canal de Panamá bajo control estadounidense y que completan el dominio sobre todos los cuellos de botella marítimos de la tierra.

Y ante semejante escenario, nos relata la estrategia china con La Ruta de La Seda, que es un proyecto ferroviario que unirá el país asiático con Rusia y toda Europa hasta España y Portugal.  Y también la nueva ruta naviera sobre el Mar del Norte y del Mar Ártico, desde los países productores de Asia hasta Ámsterdam. en la Europa central. 

Y finalmente reflexiona sobre el hecho de que Inglaterra acaba de anunciar que fortalecerá militarmente todos estos pasos y cruces marítimos en vistas a un posible conflicto mundial, lo que lleva a la conclusión que el Reino Unido se está transformando en el peor peligro de la paz del mundo, y que como una “vieja anciana enloquecida” va arrastrando a su hijo norteamericano a un caos bélico, en busca de viejos tiempos imperiales y de una hegemonía perdida, que ya nunca más regresarán. 

Eduardo Bonugli

Con una triple palmada de Rusia-China-Irán en la hegemonía, ahora tenemos un nuevo tablero de ajedrez geopolítico.

Por Pepe Escobar Asia Times

Pasaron 18 años después de que Shock and Awe se desatara en Irak para que el Hegemón se sintiera impactado y atemorizado sin piedad por un uno-dos diplomático entre Rusia y China virtualmente simultáneo.

No se puede enfatizar lo suficiente cómo este es un momento real que cambia el juego; la geopolítica del siglo XXI nunca será lo mismo otra vez.

Sin embargo, fue el Hegemón quien primero cruzó el Rubicón diplomático. Los manipuladores detrás del holograma Joe «Haré lo que quieras que haga, Nance», había susurrado Biden en su auricular para calificar al presidente ruso Vladimir Putin como un «asesino» sin alma en medio de una entrevista de softbol.

Ni siquiera en el apogeo de la Guerra Fría las superpotencias recurrieron a ataques ad hominem. El resultado de un error tan asombroso fue el regimiento de prácticamente toda la población rusa detrás de Putin, porque eso se percibió como un ataque contra el estado ruso.

Luego vino la respuesta fría, calmada, serena y bastante diplomática de Putin, que debe meditarse cuidadosamente. Estas palabras afiladas como una daga son posiblemente los cinco minutos más devastadores y poderosos en la historia de las relaciones internacionales posteriores a la verdad.

En Para Leviathan, hace tanto frío en Alaska , pronosticamos lo que podría suceder en la cumbre 2 + 2 entre Estados Unidos y China en un hotel destartalado en Anchorage, con tazones baratos de fideos instantáneos como bono adicional.

El protocolo diplomático milenario de China establece que las discusiones comienzan en torno a un terreno común, que luego se ensalza como más importante que los desacuerdos entre las partes negociadoras. Ese es el núcleo del concepto de «no perder la cara». Solo después de las partes discuten sus diferencias.

Sin embargo, era totalmente predecible que un grupo de estadounidenses aficionados, sin tacto y desorientados rompiera esas reglas diplomáticas básicas para mostrar «fuerza» a su público local, destilando la proverbial letanía en Taiwán, Hong Kong, el Mar de China Meridional, el » genocidio «de los uigures. 

Oh querido. No hubo un solo hackeo del Departamento de Estado con un conocimiento mínimo del este de Asia para advertir a los aficionados que no se meta con el formidable jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores en el Comité Central del PCCh, Yang Jiechi , con impunidad.

Visiblemente sorprendido, pero controlando su exasperación, Yang Jiechi respondió.  Y los disparos retóricos se escucharon en todo el Sur Global.

Tenían que incluir una lección básica de modales: «Si quieres tratarnos como es debido, tengamos un poco de respeto mutuo y hagamos las cosas de la manera correcta». Pero lo que se destacó fue un diagnóstico punzante y conciso que mezclaba historia y política:

«Estados Unidos no está calificado para hablar con China de manera condescendiente. El pueblo chino no lo aceptará. Debe basarse en el respeto mutuo para tratar con China, y la historia demostrará que aquellos que buscan estrangular a China sufrirán al final».

Y todo eso traducido en tiempo real por la joven, atractiva y ultra-hábil Zhang Jing (traductora y vocera), quien inevitablemente se convirtió en una superestrella de la noche a la mañana en China, cosechando la asombrosa cantidad de 400 millones de visitas en Weibo.

La incompetencia del brazo «diplomático» de la administración Biden-Harris es increíble. Usando una maniobra básica de Sun Tzu, Yang Jiechi cambió las tornas y expresó el sentimiento predominante de la abrumadora mayoría del planeta. Rellena tu unilateral «orden basado en reglas». Nosotros, las naciones del mundo, privilegiamos la carta de la ONU y la primacía del derecho internacional.

Así que esto es lo que el uno-dos Rusia-China logró casi instantáneamente: de ahora en adelante, el Hegemón debe ser tratado, en todo el Sur Global, con, en el mejor de los casos, desdén.

Un proceso histórico inevitable

Antes de Alaska, los estadounidenses emprendieron una encantadora ofensiva en Japón y Corea del Sur para «consultas». Eso es irrelevante. Lo que importa es después de Alaska y la crucial reunión de Ministros de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov-Wang Yi en Guilin.

Lavrov, siempre imperturbable, aclaró en una entrevista con los medios chinos cómo la asociación estratégica Rusia-China ve el actual choque de trenes diplomáticos de Estados Unidos:

«De hecho, han perdido en gran medida la habilidad de la diplomacia clásica. La diplomacia tiene que ver con las relaciones entre las personas, la capacidad de escucharse entre sí, de escucharse entre sí y de lograr un equilibrio entre intereses en competencia. Estos son exactamente los valores que Rusia y China están promoviendo en la diplomacia.»

La consecuencia inevitable es que Rusia-China debemos «consolidar nuestra independencia»: Estados Unidos ha declarado que limitar el avance de la tecnología en Rusia y China es su objetivo. Por lo tanto, debemos reducir nuestra exposición a las sanciones fortaleciendo nuestra independencia tecnológica y cambiando a liquidaciones en monedas nacionales e internacionales distintas del dólar. Tenemos que dejar de utilizar sistemas de pago internacionales controlados por Occidente «.

Rusia-China han identificado claramente, como dijo Lavrov, cómo los «socios occidentales» están «promoviendo su agenda impulsada por la ideología destinada a preservar su dominio al frenar el progreso en otros países». Sus políticas van en contra de los desarrollos internacionales objetivos y, como solían decir en algún momento, están en el lado equivocado de la historia. El proceso histórico vendrá por sí solo, pase lo que pase”.

Como presentación cruda de un «proceso histórico» inevitable, no hay nada más claro que eso. Y, como era de esperar, los «socios occidentales» no tardaron en volver a caer en, qué más, en su misma vieja bolsa de trucos de sanciones.

Aquí vamos de nuevo: una «alianza» de EE. UU., Reino Unido, UE y Canadá que sanciona a funcionarios chinos seleccionados porque, en palabras de Blinken, «la República Popular China [República Popular China] continúa cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad en Xinjiang».

La UE, el Reino Unido y Canadá no tuvieron las agallas para sancionar a un jugador clave: el jefe del partido de Xinjiang,  Chen Quanguo , que es miembro del Politburó. La respuesta china habría sido, económicamente, devastadora.

Sin embargo, Beijing contraatacó con sus propias sanciones, dirigidas, de manera crucial, al loco evangélico de extrema derecha alemán que se hacía pasar por «erudito» que produjo la mayor parte de la «prueba» completamente desacreditada de un millón de uigures detenidos en campos de concentración.

Una vez más, los «socios occidentales» son impermeables a la lógica. Agregando al estado ya espantoso de las relaciones UE-Rusia, Bruselas opta por antagonizar también a China dependiente en un único expediente falso, jugando directamente en la agenda no exactamente secreta de Divide y Goberna del Hegemón.

Misión (casi) cumplida: los diplomáticos de Bruselas me dicen que el Parlamento de la UE está prácticamente dispuesto a negarse a ratificar el acuerdo comercial China-UE negociado minuciosamente por Merkel y Macron. Las consecuencias serán inmensas.

Así que Blinken tendrá motivos para estar alegre cuando se reúna con una variedad de eurócratas y burócratas de la OTAN esta semana, antes de la cumbre de la OTAN.

Hay que aplaudir el descaro de los «socios occidentales». Han pasado 18 años desde Shock and Awe(conmoción y asombro), el comienzo del bombardeo, la invasión y la destrucción de Irak. Han pasado 10 años desde el inicio de la destrucción total de Libia por parte de la OTAN y sus secuaces del CCG, con Obama-Biden “liderando desde atrás”. Han pasado 10 años desde el comienzo de la destrucción salvaje de Siria por poder, con yihadistas disfrazados de «rebeldes moderados».

Sin embargo, ahora los «socios occidentales» están tan mortificados por la difícil situación de los musulmanes en China occidental.

Al menos hay algunas fisuras dentro del circo ilusionista de la UE. La semana pasada, el Círculo de Reflexión Conjunta de las Fuerzas Armadas francesas (CRI), de hecho, un grupo de expertos independientes de ex altos oficiales, escribió una sorprendente carta abierta al secretario general de la OTAN, Stoltenberg, acusándolo de facto de comportarse como un títere estadounidense con la implementación. del plan OTAN 2030. Los oficiales franceses sacaron la conclusión correcta: el combo Estados Unidos / OTAN es la principal causa de las espantosas relaciones con Rusia.

Estos idus de marzo

Mientras tanto, la histeria de las sanciones avanza como un tren fuera de control. Biden-Harris ya ha amenazado con imponer sanciones adicionales a las importaciones de petróleo chino desde Irán. Y hay más en camino: en fabricación, tecnología, 5G, cadenas de suministro, semiconductores.

Y, sin embargo, nadie tiembla en sus botas. Justo en el momento justo con Rusia-China, Irán ha intensificado el juego, con el ayatolá Jamenei emitiendo las pautas para el regreso de Teherán al JCPOA.

1. El régimen de Estados Unidos no está en condiciones de hacer nuevas demandas o cambios con respecto al acuerdo nuclear.

2. Estados Unidos está más débil hoy que cuando se firmó el JCPOA.

3. Irán está ahora en una posición más fuerte. Si alguien puede imponer nuevas demandas es Irán y no Estados Unidos.

Y con eso tenemos una triple bofetada Rusia-China-Irán al el Hegemón.

En nuestra última conversación / entrevista, que se publicará pronto en un paquete de video + transcripción, Michael Hudson, posiblemente el mejor economista del mundo, tocó el meollo del asunto:

La lucha contra China, el miedo de China es que no puedes hacer a China lo que le hiciste a Rusia. A Estados Unidos le encantaría que hubiera una figura de Yeltsin en China que dijera: démosle todos los ferrocarriles que hemos construido, el tren de alta velocidad, démosle la riqueza, démosle todas las fábricas a los individuos y dejemos que los individuos ejecutar todo y, luego, les prestaremos el dinero, o los compraremos y luego podremos controlarlos financieramente. Y China no está permitido que eso suceda. Y Rusia impidió que eso sucediera. Y la furia en Occidente es que, de alguna manera, el sistema financiero estadounidense es incapaz de apoderarse de los recursos extranjeros, la agricultura extranjera. Solo le quedan los medios militares para apoderarse de ellos, como estamos viendo en el Cercano Oriente.Y lo estás viendo en Ucrania ahora mismo.

Continuará. Tal como están las cosas, todos deberían asegurarnos de que los Idus de marzo, la versión 2021, ya hayan establecido un nuevo tablero de ajedrez geopolítico. La doble hélice Rusia-China en el tren de alta velocidad ha abandonado la estación y no hay vuelta atrás.

PUBLICADO: https://asiatimes.com/2021/03/welcome-to-shocked-awed-21st-century-geopolitics/ 

El Brexit ha acrecentado la ambición de la elite británica por volver a jugar en la primera línea de la política mundial, creando riesgosas situaciones que obligan a EE.UU. a socorrerla.

Por Eduardo J. Vior

La relación entre la clase dirigente norteamericana y la británica se asemeja a la de esos hombres que, aunque muy mayores, no logran independizarse de sus madres ancianas, ya seniles, pero dominadoras y, aun así, dominadas por delirios de grandeza. En la inconciencia de su debilidad, se meten una y otra vez en riesgosas aventuras buscando perversamente involucrar a sus hijos para que corran en su auxilio y les demuestren su amor.

Lejos están los tiempos del Empire. Durante 45 años Gran Bretaña estuvo bien acogida dentro de la Unión Europea, pero el círculo áulico que rodea y se entrelaza con la familia real se cansó de lidiar con la hegemonía franco-alemana y sueña con recuperar la grandeza perdida. Por eso instrumentaron y manipularon a su pueblo hasta alcanzar el Brexit. Ahora pretenden volver a navegar triunfantes en por lo menos cuatro de los siete mares que antes solían asolar. El Ministerio de Defensa del Reino Unido (UKDM, por su nombre en inglés) publicó este lunes su informe sobre “Defensa en una era competitiva”, que continúa al “Libro Blanco de la Defensa” dado a conocer hace diez días.

Aún el sábado 20 el mismo ministerio informó la formación de una fuerza de tareas, para combatir “el terrorismo ruso”. Esto sucedió pocos días después de conocerse el informe de DeclassifiedUK.com sobre la intervención de GB en el golpe de Estado en Bolivia en noviembre de 2019 y un mes después de que la misma ONG denunciara el rol del Príncipe Charles como traficante de armas ante las sanguinarias monarquías de la península arábiga. La abuela se atreve a mucho, nadie sabe con qué medios, pero sí es seguro que, si le sale mal, su más que maduro hijo al otro lado del Atlántico tendrá que sostenerla.

En la estrategia para la modernización de las Fuerzas Armadas que salió al público este lunes 22, el gobierno británico calificó a Rusia como «la mayor amenaza nuclear y militar convencional» para la seguridad europea y formuló su deseo de que dicha modernización brinde a Londres la oportunidad para intensificar su presencia en el Ártico, así como en los mares Negro y Báltico. “La modernización de las Fuerzas Armadas rusas, la capacidad de integrar toda la actividad estatal y un mayor apetito por el riesgo hacen de Rusia un actor capaz e impredecible», se lee en el documento titulado “Defence in a competitive age” (Defensa en una era competitiva).

Como respuesta propone que «grandes inversiones en una nueva generación de fragatas de guerra antisubmarina y un enfoque en la interoperabilidad profunda con aliados como EE.UU., Francia, Noruega y los Países Bajos permitan al Reino Unido conservar su papel histórico (…) para garantizar nuestra libertad de operar en el Atlántico Norte y reforzar a los aliados europeos». En este sentido, Londres tiene la intención de fortalecer los lazos con Ucrania, Grecia, Turquía, Bulgaria y Rumanía para «garantizar la libertad de navegación y seguridad» en el Mar Negro. Asimismo, planea aumentar su presencia militar en África, así como en los océanos Índico y Pacífico.

Entre tanto, en consonancia con el nuevo/viejo concepto, el sábado 20 el general Sir Mark Carleton-Smith, jefe del Estado Mayor del Ejército, anunció la constitución de una nueva fuerza operativa conjunta reuniendo las fuerzas especiales del Ejército (SAS) y el Servicio Secreto de Inteligencia (SIS, más conocido como MI6), para “combatir las intervenciones rusas en todo el mundo”. Sí, leyó bien: RUSAS. Al mismo tiempo el Ejército está planeando establecer una nueva Brigada de Operaciones Especiales para actuar en áreas de “alta amenaza” en ultramar por el módico costo de £ 120 millones (U$S 165 millones). En diálogo con el Daily Telegraph el alto jefe militar informó que la nueva Brigada va a intervenir “en áreas enemigas y de alta amenaza junto con aliados regulares e irregulares, formales e informales”, o sea con mercenarios y terroristas.

La noticia se conoció en momentos en que el Ministerio de Defensa está a punto de publicar el Documento de Mando de la Defensa como parte de la revisión integral de la política exterior, de defensa, de seguridad y de desarrollo. Se espera que el Ejército reciba 3.000 millones de libras más de gasto público (4.126 millones de dólares), aunque también se anuncian recortes significativos. El gobierno propone reformar el Ejército para adaptarlo a la modalidad de las guerras del siglo XXI, con menos infantería y más operaciones especiales.

Estos anuncios, en realidad, sólo oficializan operaciones ya en ejecución. El pasado 8 de marzo, por ejemplo, el historiador Mark Curtis y el periodista Matt Kennard demostraron en un informe sobre el derrocamiento de Evo ‎Morales publicado en el sitio web Declassified UK (asentado en Sudáfrica desde que fue ‎blanco de la censura militar británica) cómo ese golpe de Estado se ejecutó por orden del Foreign Office y de algunos departamentos ‎de la CIA estadounidense, sin pasar por la administración Trump. La participación británica en el golpe tuvo como finalidad apropiarse del litio boliviano y fue ejecutado aprovechando la conexión que los británicos tienen desde la Guerra Fría con la minoría croata de Santa Cruz de la Sierra, descendiente directa de los ustachas pro-nazis que después de la Segunda Guerra Mundial fueron relocalizados en el Oriente boliviano. ‎

Mark Curtis y Matthew Kennard señalan en su informe que Estados Unidos no participó oficialmente en ‎el golpe contra Evo Morales, pero que varios funcionarios de la CIA ayudaron a orquestarlo. El personal encargado de preparar la operación era ‎principalmente británico. Los autores aseguran también que la embajada ‎británica en Bolivia proporcionó a la OEA los datos que ‎fueron utilizados para “probar” el supuesto fraude en la elección presidencial. ‎Los hechos están confirmando los trabajos del historiador británico.

En otro escenario, en noviembre pasado, al cabo de 44 días de guerra en el Alto Karabaj, Armenia tuvo que firmar ‎un alto al fuego con Azerbaiyán y aceptar la pérdida de una gran parte de los territorios ‎en disputa. ‎Lo que sucedió fue que Londres aprovechó la confusión creada por la elección presidencial ‎estadounidense para sacarle ventaja a Washington, tratar de excluir ‎a Rusia del juego en el sur del Cáucaso y así volver al “Gran Juego” del siglo XIX, cuando los británicos ‎eran aliados del Imperio Otomano contra la Rusia zarista. Pero Moscú se dio cuenta e impuso a ‎los contendientes el alto al fuego que frenó una posible nueva masacre de los armenios.

En aras de volver al “Gran Juego”, Boris Johnson puso al director general del ministerio ‎de Exteriores, Richard Moore, a la cabeza del MI6. Este nuevo jefe de la Inteligencia Militar fue embajador ‎en Ankara, habla turco con soltura y tiene una amistad personal con el presidente turco ‎Recep Tayyip Erdogan. ‎

Richard Moore es, además, un amigo personal del príncipe Charles, quien a su vez encabeza el ‎Centro de Estudios Islámicos de Oxford (Oxford Centre for Islamic Studies) donde desde hace 25 años se forman los ‎intelectuales de la Hermandad Musulmana, que dieron fundamento a gran parte de los grupos fundamentalistas islámicos. Siendo embajador británico en Ankara desde 2014 hasta 2017 Richard Moore ayudó a Erdogan a convertirse en el protector de esta logia. Ya en 2014 Richard Moore había co-organizado la retirada británica de Siria, después de que Londres, que había apoyado allí a los islamistas para llevar adelante sus propios objetivos coloniales, constatara que dicha guerra se había convertido en ‎una operación estadounidense para el dominio y disgregación del Medio Oriente.

En otra publicación, el 25 de febrero pasado, también en Declassified UK, se informó que el Príncipe Charles está actuando en la Península Arábiga como «un representante de alto nivel de las empresas británicas de armamento, para fortalecer a los autocráticos regímenes del Golfo». En el informe se reportan durante la última década 95 encuentros del heredero de la Corona con familias reales del Medio Oriente, en tanto la suma total de encuentros entre miembros de la realeza británica y sus congéneres de la región asciende a 217. El artículo subraya que todos los viajes de Charles a los países de la península arábiga se hicieron a pedido expreso del Foreign Office y destaca cuánto ha ayudado el Príncipe de Gales a cimentar las relaciones con dichas monarquías, promoviendo a la vez ventas de equipo militar por 14.500 millones de libras esterlinas (19.870 millones de dólares).

Como demuestra la denuncia italiana sobre el secuestro de millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca escondidas en un depósito del norte del país, para ser exportadas ilegalmente a Gran Bretaña en momentos en que los países europeos boquean por las dosis que les fueran prometidas para combatir el Covid-19 y nunca fueron entregadas, el Reino Unido no tiene escrúpulos en la lucha por restaurar su hegemonía. La monarquía británica no se resigna a su decadencia ni tiene empacho en arrastrar a EE.UU. a un nuevo ciclo de guerras de grandes proporciones.

Aprovechando su origen aristocrático, su educación en Eton y Oxford, su militancia en clubes conservadores y su estrecha amistad con royals, Boris Johnson se postula como el restaurador de la “grandeza” británica. Para zafar de la hegemonía franco-alemana sacó al reino de la Unión Europea. Para asegurarse el control sobre los recursos petroleros, en tanto, cimenta su alianza con Turquía y Azerbaiyán y con las monarquías árabes, mientras mantiene vivas las guerras en Libia y Yemen. Para apropiarse de las nuevas fuentes energéticas (el litio), a su vez, impulsó el golpe de estado en Bolivia. Finalmente, para asegurarse un asiento en el reparto del poder mundial, reinició el “Gran Juego” del siglo XIX contra Rusia, fortalece su control sobre el Océano Atlántico Sur (Malvinas, de cara a la conquista de la Antártida), el Océano Índico y apoya el cerco norteamericano contra China en el Mar Meridional de China.

Obviamente, los recursos no alcanzan para tanto, pero el Reino Unido usa sus alianzas de otrora con las elites coloniales en el Sur Global y su experiencia en intrigas y conspiraciones, para abusar de la incapacidad y ceguera de la elite norteamericana. A veces va por delante, crea conflictos y obliga a EE.UU. a sacarle las papas del fuego y otras veces medra a la sombra de su aliado mayor. Pero siempre se trata de un Imperio caduco que, a pesar de su debilidad, se niega a cesar en su actitud dañosa. Hace tiempo que la anciana delirante debió haber sido internada en un neuropsiquiátrico, pero su hijo no se atreve. Mientras siga suelta, el mundo no tendrá paz.

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