15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

La columna del Club de La Pluma de esta semana a cargo del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza analizando los últimos movimientos en el escenario de las relaciones diplomáticas, con el nuevo posicionamiento internacional del Gobierno Argentino.

Y nos explica la decisión de Alberto Fernández de retirar la causa judicial del gobierno de Macri en la Corte Penal Internacional contra Venezuela, y que forma parte de ese redireccionamiento estratégico de la Casa Rosada que comenzó con el no reconocimiento a Guaidó como “presidente encargado”, con la eliminación de su embajadora de facto en Buenos Aires, con la devolución de la embajada al gobierno legítimo de Caracas y sobre todo, con el golpe mortal al Grupo de Lima, un organismo creado para agredir a Venezuela, sin olvidar el desafío que lanzó junto a México por la candidatura al BID. También nos cuenta de las reacciones mediáticas a estas medidas en forma de “un coro de protestones” de sectores locales que continúan siendo vasos comunicantes de la extinta administración de Trump.

Avisa que los vientos están cambiando, que las situaciones son distintas y que ya no se escucha tanto la verborragia diaria del gobierno norteamericano contra Venezuela, mientras Biden trata de hacer un cambio cosmético en sus relaciones con el sur.

Por lo tanto, Pereyra Mele estima que con este nuevo posicionamiento y ante una Latinoamérica en conflicto, Argentina queda en un lugar privilegiado para ser interlocutor fundamental en la región. Como lo demuestra el ingreso a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA para estudiar los atropellos y la violencia trágica y catastrófica contra el pueblo colombiano.

Además nos informa que Alberto Fernández participará como único presidente latinoamericano en el centenario de la fundación del Partido Comunista China, lo que simboliza el cambio profundo en las relaciones internacionales de Argentina luego de la andadura errática de Macri, subordinada a los dictados de Washington. Además, el gobierno Argentino, junto a otros cinco países de la región votó en la asamblea de la ONU a favor de investigar las acciones de violencia en el reciente conflicto de Palestina, hecho que despertó la crítica en nuestro país de sectores afines a los métodos violentos del gobierno hebreo y por supuesto de EEUU y desmenuza las repercusiones que puede tener este nuevo posicionamiento en las negociaciones sobre la deuda externa del país

En el segundo bloque nos habla de Geopolítica y aborda las elecciones en Siria con el triunfo arrasador y apabullante del presidente Bashar Al-Asad con un 95% de los votos. Nos dice que la noticia es un “Blanco sobre Negro” para el mundo. Que es la victoria del pueblo Sirio contra el terrorismo internacional. Que fue una guerra impuesta y promovida por las potencias a través de ONG al servicio de Occidente. Que Siria sufrió una invasión de terroristas adiestrados, entrenados, financiados, capacitados y dirigidos por los servicios de inteligencia de Occidente para destruir el último estado laico de la región. También nos recuerda su opinión cuando la batalla de Alepo a la que calificó el “Stalingrado de Occidente”.

Para nuestro director, esta derrota de Occidente es el fracaso de la “Reconfiguración de Oriente Medio” programado por las potencias y nos explica los alcances de aquella idea o proyecto nacido del gobierno de Bush hijo, que fue finalmente derrotada por el pueblo sirio y sus aliados rusos, iraníes, y otras milicias.

Y nos explica que nada queda ya de aquella fastuosa y trágica idea norteamericana, mientras que otras realidades ya están surgiendo en la zona y ante nuevos jugadores que entran en lisa. Irán y Arabia Saudita negocian en secreto. Turquía y Qatar hacen notar su presencia. Israel, muy afectada por lo de Gaza, teje alianzas con Chipre y Grecia, enemigas a su vez de Turquía. Mientras impera un gigantesco interrogante sobre los palestinos que siguen sufriendo la persecución y el exterminio occidental.

Un magnifico e ilustrativo relato sobre ese nuevo tablero de ajedrez geopolítico que es Oriente Medio, luego del tremendo fracaso de EEUU y sus aliados por la derrota al terrorismo impuesto en Siria, y por el derrumbe de su gigantesco proyecto de “Gran Oriente Medio”. Nace ahora una nueva etapa con una pregunta en el aire:

¿Podrán las naciones árabes encontrar un salida a los conflictos, estabilizar la región y encontrar un camino hacia la reconstrucción?

Eduardo Bonugli (Madrid, 30/05/21)

Presidente de la Republica Argentina Alberto Fernandez y Presidente de la Republica Popular de China Xi Jinping

Por Jorge Castro – 29/05/2021 Clarín

El dato fundamental de la economía global en los últimos cinco años ha sido el vuelco de los grandes países del mundo – en primer lugar, EE.UU. y China – hacia prácticas de autosuficiencia y de afirmación de la seguridad nacional para garantizar su capacidad innovadora, su estabilidad interna, y sobre todo lo esencial, el mantenimiento de su autonomía política/estratégica, que hace a la esencia de su identidad como pueblos y naciones.

Al mismo tiempo, esta tendencia se ha convertido en un instrumento para afirmar su status global, como partícipes crecientemente relevantes del juego del mundo; y esto sucede en un sistema cada vez más integrado que responde a un imperativo tecnológico profundamente determinista, liderado por una digitalización cada vez más vertiginosa que adquiere características de instantaneidad.

En definitiva, la búsqueda de la autosuficiencia tiende a convertirse en la regla y en el imperativo de la época, pero no tiene nada que ver con la autarquía y el aislamiento, transformadas en meras rémoras del pasado.

Lo que sucede es un cambio de las condiciones mundiales, sobre todo en la relación crucial entre China y EE.UU.; y lo esencial de esta modificación ha ocurrido en los últimos 10 años en la República Popular.

En términos estructurales, esto sucedió a partir de 2008/2009, cuando se produjo la crisis financiera internacional con eje en Wall Street (Lehman Brothers). En ese momento el eje del proceso de acumulación pasó del Atlántico al Pacífico, de EE.UU a China/Asia; y al mismo tiempo, la República Popular comenzó a crecer exclusivamente sobre la base de su demanda doméstica/consumo individual (93% del total en 2020), con una desaparición acelerada del alza sistemática de las exportaciones y del aumento incesante de la tasa de inversión (47% del PBI en 2009), como había ocurrido invariablemente desde 1978, cuando Deng Xiaoping abrió el país al capitalismo en su fase de globalización, guiada por la estrella polar de la inversión directa de las grandes empresas transnacionales.

Entonces, en 2012, surgió en China un factor cualitativo, absolutamente esencial en términos políticos, que fue la aparición de una nueva conducción del Partido y el Estado, identificada con Xi Jinping y la Quinta Generación de líderes.

La tarea histórica de Xi Jinping y la Quinta Generación se identifica con dos objetivos. El primero terminar con la corrupción estructural de la República Popular, surgida del hecho de haber sido el Partido Comunista el que actuó como el instrumento de apertura al capitalismo de la sociedad civil, lo que produjo una mezcla prácticamente absoluta de los intereses públicos y privados.

Lo que Xi Jinping advirtió fue que la corrupción era el mayor desafío para el poder político del Partido Comunista, incluso amenazando su subsistencia. La razón es que el poder del PCCh en China surge exclusivamente de su legitimidad política; y si esta se debilita o desaparece, el sistema arriesga colapsar. Esto es el punto central para la comprensión del fenómeno chino en el siglo XXI: todo gira alrededor de su legitimidad, tanto nacional como social.

Lo segundo que advirtió Xi Jinping fue que en 2008/2009 una época histórica había terminado para la economía china. Entre 1978 y 2008, China creció 9,9% anual acumulativo, en tanto que el ingreso per cápita de su población se duplicó cada 8 años. Fue el periodo más largo a la tasa más alta en la historia del capitalismo desde la Primera Revolución Industrial (1780/1840).

Pero – y esto es lo esencial – más de 60% de la tecnología que utilizó la República Popular en esta hazaña histórica fue norteamericana (Banco Mundial); y esto ocurrió en un fenomenal ejercicio de adaptación, copia, o compra de dimensiones globales, en aplicación del principio que crece más rápido el que llega último.

Por eso para Xi Jinping fue absolutamente prioritario el desarrollo endógeno de una tecnología avanzada, capaz de competir con EE.UU. en el dominio del conocimiento propio de la Cuarta Revolución Industrial: Inteligencia artificial (AI), Internet de las Cosas (IoT), y robotización, sobre la premisa de que esto era el núcleo del poder en el mundo del siglo XXI.

Lo asombroso es que en cinco años China logró disputar la primacía con EE.UU. en esta cuestión vital (2012/2017). En solo un lustro, se acercó al primer lugar en el mundo, en desafío a la potencia más avanzada de la historia del capitalismo.

El que advirtió lo que esto significaba fue Donald Trump (“Estrategia de Seguridad Nacional”/2017); y a partir de entonces la competencia tecnológica con China se transformó para EE.UU. en la puja por el poder mundial; y por lo tanto, la cuestión absolutamente primordial en términos geopolíticos.

Esta es la situación actual: la economía global está absolutamente integrada a través de una digitalización que ha adquirido un ritmo casi instantáneo; y el poder en el mundo depende del dominio de las tecnologías de avanzada de la Cuarta Revolución Industrial.

Esta es la geopolítica del siglo XXI, fundada en el conocimiento, lo intangible y la instantaneidad. Este es el poder en el mundo en la época que nos toca vivir.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Alaska, marzo de 2021. La reunión entre funcionarios y diplomáticos de Estados Unidos y China fue el comienzo del desafío abierto a la hegemonía estadounidense.

por Thierry Meyssan RED VOLTAIRE

Divididos, no por voluntad propia sino por las potencias que colonizaron la región, ‎los países del Medio Oriente están reorganizándose según su propia lógica. ‎Por supuesto, las nuevas alianzas son aún frágiles, pero las potencias occidentales ‎tendrán que acostumbrarse a ellas.‎

o que hace difícil la comprensión del Medio Oriente es que en esa región se mueven una ‎multitud de actores, los cuales siguen lógicas diferentes y, según las circunstancias, establecen ‎alianzas o las rompen. A veces creemos conocer políticamente esa región, creemos saber ‎quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos, pero acabamos dándonos cuenta ‎de que, al cabo de pocos años, el paisaje ha cambiado radicalmente, y viendo como algunos de ‎nuestros antiguos amigos se han convertido en enemigos mientras que otros de nuestros viejos ‎amigos ahora quisieran vernos muertos. ‎

Eso es lo que está sucediendo ahora y, en pocos meses, todo habrá cambiado en esa región. ‎

‎1) Primero tenemos que entender que algunos protagonistas, que antes vivían en regiones ‎desérticas, se han visto obligados por las circunstancias a organizarse en tribus. Su supervivencia ‎misma dependía de su obediencia al jefe, para ellos la democracia no significa nada y sus ‎reacciones son comunitaristas. En ese caso están, por ejemplo, muchas tribus sauditas ‎y yemenitas, sunnitas de Irak descendientes de las anteriores y tribus kurdas, comunidades ‎israelíes y libanesas y tribus libias. Con excepción de los israelíes, esas poblaciones han sido ‎las principales víctimas del proyecto militar de Estados Unidos –la estrategia Rumsfeld/Cebrowski ‎de destrucción de las estructuras mismas de los Estados en los países del Medio Oriente ‎ [1]‎–, no han entendido lo que estaba ‎en juego en sus países y ahora se ven huérfanas de un Estado sólido y capaz de defenderlos. ‎

‎2) Una segunda categoría de actores se mueve por interés personal. Lo único que les interesa es ‎llenarse los bolsillos y no sienten empatía absolutamente por nadie. Esa categoría se adapta a ‎cualquier situación política y siempre logra estar del lado del vencedor. De ella procede ‎el contingente de aliados incondicionales de todos los imperialistas que han dominado la región ‎‎–el imperio otomano, el imperio británico, el imperialismo francés y, actualmente, el imperialismo ‎estadounidense. ‎

‎3) La tercera categoría de actores es la que actúa en defensa de su Nación. Actúa con el mismo ‎coraje que las poblaciones tribales, pero es capaz de tener una visión más amplia de las cosas. Esa ‎es la categoría de actores que, a lo largo de milenios, creó la noción de Ciudad y después el ‎concepto mismo de Estado. En ella están los sirios, que fueron el primer pueblo que formó ‎lo que hoy llamamos Estado y que hoy están dando sus vidas por conservar el suyo. ‎

Visto desde Occidente, generalmente se piensa que esos diferentes actores luchan por un ideal, ‎por el liberalismo o el comunismo, por la unidad árabe o la unidad islámica, etc. Pero, en la práctica, esa visión de las cosas siempre resulta falsa. Por ejemplo, casi todos los comunistas ‎yemenitas han acabado convirtiéndose en miembros de al-Qaeda. ‎

Lo peor de todo es que en Occidente se juzga a esos actores como si fuesen incapaces de estar ‎al nivel de los occidentales. En realidad, es al revés: los occidentales, que viven en paz desde hace al menos tres cuartos de siglo, han perdido el contacto con ciertas realidades simples. ‎El mundo está lleno de peligros y las alianzas son necesarias para sobrevivir. En Occidente ‎optamos por unirnos a un grupo (que puede ser nacional, como en otras latitudes sería tribal) o ‎por deslizarnos solos entre nuestros enemigos, dejando atrás a nuestros amigos y nuestra familia. ‎Por supuesto, las ideologías existen pero sólo van a tenerse en cuenta cuando el actor ya ha ‎definido su posición en relación con las 3 categorías antes mencionadas. ‎

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el paisaje político del Medio Oriente se había ‎mantenido como en estado de coagulación alrededor de varias crisis:

  1. La expulsión de los palestinos de sus tierras (desde 1948);
  2. El debilitamiento del imperio británico y del imperio francés ante Estados Unidos y la URSS ‎‎(durante la crisis del canal de Suez, en 1956);
  3. La vigilancia y cuasi control del petróleo del Golfo Pérsico por parte de Estados Unidos ‎‎(a partir de la administración Carter, en 1979);
  4. La desaparición de la URSS y la hegemonía de Estados Unidos (desde la Operación “Tormenta ‎del Desierto”, en 1991);
  5. La estrategia Rumsfeld/Cebrowski (a partir de 2001); y
  6. El resurgimiento de Rusia (en 2015). ‎

Todos los demás acontecimientos políticos y militares, incluyendo la Revolución iraní y las ‎llamadas «primaveras árabes», son sólo epifenómenos de esa trama. Ninguno de ellos provocó el surgimiento de nuevas alianzas. Todos, por el contrario, fortalecieron las alianzas que ya ‎existían para tratar en vano de garantizar la victoria a algún actor. ‎

El ahora ex presidente estadounidense Donald Trump, quien se había fijado como única meta en ‎el Medio Oriente la de cerrar la «guerra sin fin» concebida por el binomio Rumsfeld/Cebrowski, ‎no tuvo tiempo de completar esa tarea. Pero logró que el Pentágono dejara de utilizar a los ‎yihadistas como mercenarios al servicio de sus objetivos –aunque el Departamento de Defensa ‎de la administración Biden está volviendo a hacerlo. Lo principal es que Trump “pateó ‎el tablero” al cuestionar la causa palestina. ‎

A pesar de todo lo que se dijo y se escribió en su momento, el objetivo de Trump no era ‎favorecer a Israel sino hacer que se reconocieran una serie de realidades: los palestinos ‎han perdido una tras otra 5 guerras contra Israel. Durante todo ese tiempo, han tratado, por ‎dos veces, de instalarse en otros lugares y de conquistar nuevas tierras por la fuerza –Jordania ‎y Líbano. Y acabaron firmando un acuerdo con Israel (en Oslo). Ante esas realidades, ¿cómo ‎puede hablarse todavía de sus derechos inalienables, si ellos mismos no los han respetado? ‎

Estemos o no de acuerdo con ese razonamiento, lo cierto es que muchos lo comparten en ‎el mundo árabe, aunque nadie lo confiese. Todos hemos podido comprobar que las potencias ‎que defienden la causa palestina en sus discursos no hacen absolutamente nada por ella, que ‎sólo es una posición política adoptada para mantener las cosas como están y sacar de ello el ‎mayor provecho posible. El hecho es que Trump logró que Emiratos Árabes Unidos y Bahrein firmaran con Israel los Acuerdos de Abraham. Los enemigos de ayer aceptaron hacer la paz. ‎Contrariamente a lo que todos creen, eso no es más fácil para Israel que para sus interlocutores ‎árabes ya que la paz obliga Israel a dejar de ser un Estado colonial heredado del imperio británico ‎y a convertirse en una nación como las demás, llamada a vivir en armonía y entendimiento con ‎su entorno. ‎

Esos cambios, si finalmente continúan, han de exigir tiempo. Pero Emiratos Árabes Unidos ‎e Israel, por un lado, y por el otro Arabia Saudita e Irán se plantean ahora una nueva ‎interrogante: ¿Tendrán todos que prepararse para un nuevo peligro? Ese peligro sería el ‎expansionismo de Turquía y Qatar. ‎

Eso es lo que ha llevado a Emiratos Árabes Unidos e Israel a establecer una alianza con Grecia ‎y Chipre, mientras que Arabia Saudita e Irán han iniciado conversaciones secretas. Egipto –‎representante de la Liga Árabe‎, de la que son miembros algunos de los países mencionados– ‎y Francia –representante de la Unión Europea, a la cual pertenecen Grecia y Chipre– ‎participaron en una reunión preparatoria, denominada Forum Philia (Foro de la Fraternidad) y ‎realizada en Atenas, la capital griega. Esa brusca modificación de las alianzas va desarrollándose ‎dentro de la mayor discreción posible, pero ya está en marcha. ‎

El hecho más importante es la alianza militar entre Grecia e Israel, por un lado, y, por el otro, ‎entre Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Aunque aún se desconocen muchos de ‎los acuerdos, sí se sabe que las fuerzas armadas de Israel entrenarán la fuerza aérea de Grecia, ‎a cambio de 1.650 millones de dólares, mientras que Grecia enviará misiles antiaéreos Patriot a ‎Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos podría ceder a Grecia algunos de sus aviones de guerra. ‎

Las relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos se concretaron desde que se abrió en ‎Abu Dabi una supuesta “representación” israelí ante una dependencia de la ONU. Esa oficina ‎israelí funcionó extraoficialmente como embajada de Israel en Emiratos Árabes Unidos. ‎En cuanto a las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, ya existían desde que ambos países iniciaron conversaciones secretas, en 2014-2015. ‎

Por otro lado, las negociaciones entre Arabia Saudita e Irán demuestran una vez más que la ‎oposición entre sunnitas y chiitas es totalmente artificial. Basta recordar que en 1992, lejos de ‎detestarse, ambos países luchaban juntos –bajo las órdenes de Estados Unidos–, a favor de la ‎Bosnia-Herzegovina musulmana, contra la Serbia ortodoxa. ‎

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Y sin pasar por la justicia, ni acatar una ejemplar y merecida condena histórica, ni indemnizar por los enormes daños causados, y encima, continuando hoy con aquellas idénticas políticas de explotación y exterminio. 

Es claro y notorio que el mismo sistema colonial de siempre sigue con sus expolios, ahora con la complicidad de una oligarquía local, corrupta y complaciente, que son las serpientes nacidas de aquellos huevos envenenados, que las potencias dejaron sembrados cuando huyeron cobardemente al haberse agotado la etapa de dominio colonial. 

Mientras tanto, desde la centralidad del sistema, la estrategia es provocar permanentes conflictos y tragedias locales, crear trampas políticas interminables, y terribles trabas económicas de todo tipo para que esos países no consigan superar su atraso. 

Por más que se rasgue las vestiduras con su típica caradurez insultante, no hay lugar para el perdón para esta Europa genocida. Demasiadas graves son las atrocidades cometidas durante siglos contra África y sus habitantes como para dar una simple vuelta de página a cambio de una simple e hipócrita disculpa. 

Solo corresponde la condena universal, permanente y sin derecho al olvido, más una indemnización superior a las deudas externas de sus Estados y la obligatoriedad de las potencias criminales de dar a esa gente una verdadera independencia total, a la par de cumplir con una orden de alejamiento total a perpetuidad de estos dirigentes necios y de sus multinacionales.

Eduardo Bonugli Madrid 27/5/2021

Macron reconoce la «responsabilidad» de Francia en el genocidio de Ruanda

El presidente galo rinde homenaje a las víctimas de la matanza de 1994 durante una visita oficial al país para recomponer las maltrechas relaciones

EL GENOCIDIO

Un millón.

Entre 800.000 y un millón de tutsis murieron a manos de los hutus entre el 7 abril y el 17 julio de 1994.

Pasividad.

El genocidio se cometió ante la indiferencia internacional. La ONU retiró a sus cascos azules y dejó a la población civil sin protección.

El papel de París.

Un informe dirigido por el profesor Vincent Duclert y publicado hace dos meses determina la «abrumadora responsabilidad» de Francia en la matanza.

Fuente: https://www.diariosur.es/internacional/union-europea/macron-reconoce-responsabilidad-20210527195254-ntrc.html 

[NR.: El autor Daniel Symcha, autoriza la publicación de su articulo a Dossier Geopolítico -GD-]

Las Naciones se mueven por intereses y no por ideologías. Los intereses están vinculados a la supervivencia, la seguridad, la defensa y la capacidad de progreso de los Pueblos. Dentro de este esquema vamos a tomar la cultura como el conjunto de estrategias y tácticas de una comunidad para sobrevivir en el medio ambiente del que además, forma parte.

El estratega chino Sun Tzu (Maestro Tzu) en su obra “El arte de la guerra”, libro del siglo V a.C. escrito sobre tablitas de bambú y que es considerado como uno de los tratados sobre tácticas y estrategias militares fundamentales junto con “De la guerra” (1832) de Carl von Clausewitz y “La Nación en armas” (1883) de Leopold Colmar von der Goltz, dice: “La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia”

Ya en el siglo XX los sociólogos Alvin y Heidi Toffler en su obra “Las guerras del futuro” realizarán una clasificación de la guerra y de sus formas, causas y efectos como fenómeno social distribuyéndolas en tres categorías u olas identificadas respectivamente con los símbolos de la azada para labrar la tierra, la cadena de montaje de la era industrial y el mundo de la revolución informática.

En 1989 William Lind, magister en historia de origen norteamericano, va a estructurar las guerras por las formas de producción de las sociedades lo que nos posiciona en la actualidad en el límite entre  una cuarta generación donde no hay enfrentamiento entre ejércitos regulares o entre Estados, sino entre Estado y grupos armados de naturaleza política, económica, religiosa o étnica y la guerra de quinta generación vinculada al mundo cibernético cuyo objetivo directo son las mentes de la población civil bajo la filosofía de Sun Tzu, “El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte se posiciona en este límite entre ambas generaciones  cuando dio a conocer en Septiembre de 2020, con la presentación del Jefe del Estado Mayor de la defensa británica  General Sir Nick Carter, la introducción al Concepto Operativo Integrado 2025 (Introducing the Integrated Operating Concept) en el que se establece un nuevo enfoque en el uso del instrumento militar dentro del sistema multilateral utilizado hasta la fecha.

En el concepto operativo integrado el Ministerio de Defensa británico realiza un análisis de las futuras amenazas a las que se verán sometidos el Reino Unido y sus aliados, un contexto estratégico cada vez más complejo, dinámico y competitivo donde las características más representativas serán la diversificación de las amenazas y el desarrollo de actores no estatales que intentaran vulnerar  la seguridad y estabilidad social y política.

Entre las principales amenazas determina la operatoria de «guerra política» destinada a socavar la cohesión, erosionar los aspectos económicos, políticos y sociales sobre todo incidiendo en la capacidad de resiliencia de la sociedad, es decir afectar la capacidad de la comunidad para superar circunstancias traumáticas. A su vez, el documento hace eje en los conceptos de Seguridad Nacional y protección de los valores y los intereses de la sociedad británica como forma de vida en tanto se plantea que el objetivo de las nuevas amenazas es ganar sin luchar, lograr sus objetivos mediante el quiebre de la fuerza de voluntad de las sociedades, usando ataques constantes por debajo del umbral que provocaría una respuesta militar clásica.

Recordemos que la identificación de una amenaza es potencialmente una futura herramienta a utilizar en una estrategia de proyección de poder sobre un objetivo; que los objetivos están vinculados a los intereses y los intereses a la supervivencia de una población.

El nuevo planteo del Ministerio de Defensa británico implica un cambio fundamental en la filosofía militar atendiendo a la necesidad de estructurar fuerzas que tengan capacidad para operar pero a su vez la necesidad de que estén entrenadas para una rápida adaptación a escenarios múltiples y con capacidad de distinguir la importancia y la necesidad de combinar acciones de guerra con operaciones de corte político, algo que no es nuevo en la historia del Reino Unido remitiéndonos  a modo de ejemplo a las acciones de Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia) en oriente medio o del Mariscal Gerald Templer con su planteo de “ganar los corazones y las mentes” de la población en la “emergencia malaya” de los años 50.

El documento, que analiza tanto las amenazas a las que se verán sometidos el Reino Unido y sus aliados como los cambios en la estructura de las fuerzas y la incorporación de nuevas capacidades no letales, plantea el concepto operativo integral como un cambio de paradigma donde las herramientas principales del sistema de defensa tienen que ver con una unidad de todos los instrumentos y herramientas del estado británico y de la sociedad civil en un paso más allá del concepto de poder blando, sin dejar de lado los sistemas de armas clásicos y que se acerca mucho al concepto de “La Nación en armas” elaborado por el Barón Colmar von der Goltz en 1883.

Se analiza como una amenaza la operatoria de «guerra política» destinada a socavar la cohesión, erosionar los aspectos económicos, políticos y sociales sobre todo incidiendo en la capacidad de resiliencia de la sociedad, es decir afectar la capacidad de la comunidad para superar circunstancias traumáticas. A su vez, el documento hace eje en los conceptos de Seguridad Nacional y protección de los valores y los intereses de la sociedad británica como forma de vida en tanto se plantea que el objetivo de las nuevas amenazas es ganar sin luchar, lograr sus objetivos mediante el quiebre de la fuerza de voluntad de las sociedades, usando ataques constantes por debajo del umbral que provocaría una respuesta militar clásica.

La idea central del concepto operativo integrado es crear e impulsar las condiciones y una dinámica de actividades que en lugar de responder a las acciones del adversario desde una postura estática, reactiva o de respuesta contingente, tome la iniciativa para moldear situaciones sociales y generar debilidad política en el adversario logrando de esa manera objetivos sin la necesidad de escalar el umbral de la guerra. En este punto suena tan actual la frase de Don Arturo Jauretche “El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”.

El planteo británico se basa en la necesidad de alcanzar un alto grado de integralidad dentro del instrumento militar, a través de los niveles de guerra (Estratégico, Operativo y táctico), pero también y sobre todo, en toda la estructura de gobierno y con sus aliados siendo en este caso  la diplomacia pública (Que apunta al seno de las sociedades con las que se establecen lazos comerciales y políticos), una herramienta fundamental.

Se busca a partir del Concepto Operativo Integral 2025, crear una posición de ventaja a partir de una amplia gama de opciones políticas y/o militares que operen de manera simultánea y en forma paralela destinadas a generar amenazas o romper la voluntad de los adversarios y simultáneamente apuntalar la cohesión nacional y de las alianzas.

El Ministerio de Defensa británico determina la necesidad de pensar el conflicto de una manera diferente, con acciones en los cinco dominios operativos: espacio, cibernético, marítimo, aéreo y terrestre creando múltiples dilemas que generen vulnerabilidad en el adversario y se conviertan en herramientas dinámicas, preventivas de carácter continuo y sistemático dirigida por información selectivamente ambigua que tenga como finalidad trastornar la comprensión del adversario, su capacidad en la toma de decisiones, la ejecución de las mismas, el comportamiento, los procesos y estructuras sociales. Quizás precisamente por esto, en la mirada interna, se requiere fortalecer la cohesión, la confianza, los valores compartidos, los hábitos sociales, la capacidad de resiliencia y el comportamiento de la sociedad civil como elementos vitales a defender a lo largo de la introducción al concepto operativo integrado.

Estas acciones, afirma el  documento del Ministerio de Defensa británico, que deben desarrollarse por debajo del umbral de guerra a los efectos de disuadir y evitar que los adversarios logren sus objetivos, tienen como objetivo la población civil partiendo por alcanzar un dominio en la información que permitirá una mejor comprensión, evaluación, toma de decisiones y ejecución de las operaciones las cuales requieren una respuesta estratégica que integre todos los instrumentos del arte de gobernar: ideología, diplomacia, finanzas y política comercial y poder militar.

Considerando que nuestro país tiene un amplio sector del territorio ocupado militarmente y otro amplio sector condicionado por esta forma de concebir el dominio, cabe preguntarnos cómo deberíamos elaborar y con qué sectores, una estrategia de defensa nacional considerando que el campo de batalla desde los años 90 no son las playas, llanuras y montañas sino la cabeza de nuestras ciudadanas y ciudadanos mediante una estrategia multidomino que coordina segmentos, estratificación paralela en el tiempo y con un perfil concretamente sedimentario.

Sin quitarle importancia al instrumento militar (Aviones, misiles, tanques, soldados, sanidad, logística) ya que es un aspecto absolutamente importante en la disuasión para evitar conflictos, es menester incorporar a la discusión del Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional (que encuadra el proceso de definición estratégica y del cual emana la Directiva de Política de Defensa Nacional) al Ministerio de Educación, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Ciencia Y Técnica no como áreas de apoyo técnico sino como ejes fundamentales de la Defensa Nacional.

Frente al planteo del Ministerio de Defensa británico, la producción de material audiovisual, la cibersoberanía, el acceso a la información, el dominio del espectro electromagnético, la producción de contenidos basados en nuestra historia real, la inversión en tecnología satelital y aeroespacial, el desarrollo de capacidades industriales, el acceso a la educación y el acceso a fuentes laborales dignas son hoy armas absolutamente poderosas y necesarias para enfrentar y desactivas las amenazas a las que se enfrenta nuestra población las cuales están vinculadas a generar caos social, desorden político y debilitamiento de las instituciones.

Daniel Symcha.

Periodista productor en Mestiza Radio Universidad Nacional Arturo Jauretche.

Maestrando en Estrategia y Geopolítica (ESG UNDEF)

Estudiante de Relaciones Internacionales (IRI UNLP)

Lic. en Artes Plásticas (FBA UNLP)

Enlaces al documento en el sitio web del Ministerio de Defensa del Reino Unido.: https://assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/922969/20200930_-_Introducing_the_Integrated_Operating_Concept.pdf

Daniel Symcha

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza la Columna del Club de La Pluma de esta semana analizando al detalle las tendencias de los cambios geopolíticos en América Latina, donde el conservadurismo pierde y el sistema se derrumba, mientras compara el escenario de hace dos años, cuando el neoliberalismo era “lo exitoso”, con la realidad de hoy, «ante el resurgir de los pueblos.” 

Y desmenuza el proceso, desde Trump y Bannon, con Bolsonaro, Macri, Piñera más el golpe en Bolivia y con Perú y Colombia aún bajo control, hasta la realidad actual, donde se desmorona aquel renacer de las derechas, que no era neofascismo sino neoliberalismo en lo económico, conservadurismo en lo político y tradicionalismo en lo social, tanto aquí como en Europa.

¡¡Todo ha cambiado!! -nos asegura Carlos- Los pueblos han dado alternativas. Las elecciones en Chile lo confirman con la derrota pinochetista y la de los partidos tradicionales. Mientras que en Brasil se profundiza la crisis política y económica con la única respuesta de la represión. Y en Perú, el maestro Pedro Castillo va a la segunda vuelta contra Keiko Fujimori, una neoliberal con diplomas de Harvard y causas por corrupción.

Y entretanto, recuerda que se cumple un mes de la sublevación popular en Colombia, a pesar de la salvaje represión del gobierno de Iván Duque. Y que, con la protesta en lo alto y resistiendo, comienza a claudicar el poder de Álvaro Uribe, el amo y señor de ese “narcoestado”.

Nuestro director reflexiona entonces de que los pueblos juzgarán en las urnas a esta ola que recorre América Latina y que señala un cambio geopolítico en la región. Todo inmerso en el gran conflicto mundial con nuevas potencias emergentes en danza, y nos anticipa “quién será el gran perdedor”, mientras adelanta los duros vaticinios de los propios analistas de EEUU, sobre su situación económica. 

A continuación analiza el giro de la estrategia norteamericana en contra de sus tradicionales socios europeos, y en especial contra España, por el apoyo de EEUU a Marruecos, quién ha provocado una tumultuosa invasión de emigrantes en su enclave colonial de Ceuta, al norte de África.

Ante tan gigantesco cambio geopolítico del atlantismo contra sus socios de toda la vida, nuestro director se pregunta: ¿Porqué hace esto EEUU? ¿Qué importancia ve ahora en África? ¿Por qué le reconoce la soberanía del Sáhara a Marruecos y se la quita a España? ¿Qué pasa con el petróleo, gas y las “tierras raras” de la zona? En su relato, Pereyra Mele responde a esto, y avisa que es un nuevo llamado de atención para otros socios menores, que también pueden quedar tirados en la banquina. 

También nos habla del triunfo de Rusia y Alemania sobre EEUU  por el gasoducto Nord Stream 2, ante el anuncio de Washington de retirar las sanciones contra esa obra, lo que significa una derrota estratégica de EEUU y que asegura la importancia e influencia de Rusia en el viejo continente. Y nos dice que Alemania ha sacado “patente de adulto” con esta apuesta y que también es otro triunfo de Putin como estadista y líder mundial. 

Por último analiza «el triunfo histórico del pueblo palestino» que ha resistido durante 11 días a los ataques del ejército hebreo, que pretendía aplastar a  la población de Gaza, que ya vivía en una cárcel a cielo abierto. Y da respuestas a preguntas cómo: ¿Por qué es una victoria de Palestina? ¿Qué hay de los conflictos internos de Israel? ¿Cómo queda parado Netanyahu? ¿Se refuerza Hamás a partir de ahora? ¿EEUU y las Petromonarquías quedan en evidencia? ¿Y Arabia Saudita y su guerra con Yemen? ¿Qué pasa con Siria y El Líbano? ¡¡Toda una clase de geopolítica!!

En resumen, el pedido unilateral del alto del fuego por parte de Tel Aviv demuestra el fracaso de la sangrienta operación y resulta un serio llamado de atención a Israel, EEUU y sus socios en la región. Querían torcer el brazo a este pueblo, primero con un Apartheid y luego forzarlo a una Diáspora. Sin embargo, como dice Carlos: “LOS VENCEDORES EN EL ORIENTE…. SON LOS PUEBLOS AGREDIDOS”

Eduardo Bonugli (Madrid, 23/05/21)

Los casos de Covid-19 en todo el mundo superan los 135 millones según los datos publicados por la Universidad Johns Hopkins, mientras que las muertes confirmadas superan los 2,9 millones desde el inicio de la pandemia. América Latina y el Caribe acumula 26 millones de contagios y más de 800 mil muertes. La mayoría de los casos fatales de Covid-19 registrados en América Latina y el Caribe ocurrieron en Brasil.

Mientras tanto, las campañas de vacunación en el mundo presentan diferencias sustantivas entre los países industrializados y periféricos. Los países desarrollados han comprado más dosis de las necesarias para su población. Se estima que las naciones ricas, que concentran solo 14% de la población mundial, ya han pre-adquirido más de la mitad del primer suministro potencial de vacunas en el mundo. De una producción de 6,5 billones de dosis de vacuna, Latinoamérica tiene por contrato solo un 11%y África un 4%. Estas cifras contrastan con la de los países como EEUU, que llega a cubrir en un 199%, la Unión Europea, un 199%o Canadá, un 532%.

La producción de vacunas por parte del oligopolio farmacéutico es lenta si se consideran las urgentes necesidades globales. Pero también están jugando otra serie de factores en su adquisición como la capacidad de negociación y de pago de los países, los intereses económicos de las farmacéuticas, la disparidad de precios, las ventajas que tienen algunas vacunas al no exigir una logística sofisticada de refrigeración y principalmente los intereses geopolíticos del mundo. Todos esos elementos complejizan aún más la distribución y adquisición de la dosis para los países periféricos. 

En estos tiempos de pandemia la vacuna contra el Covid-19 se ha convertido en un arma más de la diplomacia, y América Latina y el Caribe sigue siendo un escenario donde todos juegan. China, Rusia e India están en carrera para conquistar mercados e influencia política a través de la diplomacia sanitaria, aunque sus intereses son diferentes. La posición de los tres países contrasta con el unilateralismo de europeos y estadounidenses.

India es el mayor productor de vacunas en el mundo y está jugando fuerte en la OMC. Junto con Sudáfrica están proponiendo que la Organización renuncie a ciertas protecciones sobre la propiedad intelectual, permitiendo a los países subdesarrollados fabricar versiones asequibles de las vacunas. La propuesta fue apoyada por más de 100 países y bloqueada por las superpotencias. India enfrenta de esta manera a la gran industria farmacéutica para fortalecer sus empresas nacionales. Al mismo tiempo que juega fuerte en los países asiáticos para contrarrestar la influencia de China.

China, la más grande factoría del mundo, continúa siendo el mayor proveedor de insumos, equipos de protección, respiradores y ahora con sus tres vacunas (Sinopharm, Cansino y Sinovac), dos de producción estatal y una en asociación con los canadienses. Rusia, con la Sputnik V, ha ratificado su capacidad de producción científica-tecnológica-a pesar de una furiosa campaña inicial de desprestigio- y ha mejorado su posición en el sistema internacional y estrechado lazos con América Latina, entre otras regiones. China, al igual que Rusia, están aprovechando la oportunidad para fortalecer su poder en los países periféricos. 

EE.UU. sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados en nuestra región. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.  publicó su informe 2020, donde anuncia su plan de apoyo a América Latina. U.S. Government Services and Information. Disponible en: https://www.usa.gov/.

A su vez, el documento revela que restableciendo después de décadas relaciones diplomáticas con Bolivia y se inicia una etapa de fortalecer a la Organización Panamericana de la Salud.

Mientras en América Latina la pandemia la encontró en un momento de debilidad de sus procesos de integración regional como UNASUR y MERCOSUR. 

Debemos focalizar la estrategia hacia la liberación de las patentes porque además permitiría que los laboratorios que tengan la capacidad instalada-produzcan las vacunas a escala nacional o regional para satisfacer la apremiante demanda actual como la demanda futura, ya que el nuevo coronavirus seguramente convivirá con la humanidad por largo tiempo.

Prof. Dr. Miguel Barrios Dossier Geopolítico

Un nuevo programa de Peronismo Puro Por  BM Tv Canal 15 TDA Programa del 15 de mayo a las 17:01 ·

Video de la entrevista que realizara el Conductor de Peronismo Puro dario Gatta, por vía zoom al compañero Lic. Carlos Alberto Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico (Tanque de Ideas Suramericano), entre otros temas conversamos sobre lo que sucede en Colombia en estos días entre otros temas que desarrollo. Pero además analizamos la situación de Suramerica en Particular y los cambios que se iniciaron hace 2 años en el corazón del modelo latinoamericano del Neoliberalismo -Chile- y del cual hoy se desprenden todos los movimientos de rebelión social y políticos de este SubContinente actualmente como Ecuador, Perú,  y fundamentalmente Colombia y como ello tendra influencia geopolitica en el futuro cercano en un mundo en cambios profundisimos.

15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

AUDIO:

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, presenta la Columna del Club de La Pluma de esta semana analizando las dos realidades más candentes de la actualidad: EL CONFLICTO PALESTINO ISRAELÍ y LA REVUELTA POPULAR EN COLOMBIA.

Sobre el drama del Medio Oriente, el politólogo avanza que Israel está creando el APARTHEID PALESTINO. Y nos confirma que el conflicto SI ES un “apartheid” porque hay una comunidad foránea de occidentales que somete, segrega y discrimina a toda una población autóctona, nativa y étnicamente distinguible, utilizando sus recursos económicos, técnicos y militares en una estrategia angloamericana para controlar los negocios del petróleo y de la venta de armas en la región.

Palestina desde 1948 a la Actualidad

Y nos explica que cuando el colonialismo británico abandonó Palestina, dejó programado este envenenado conflicto de un estado artificial de miles y miles de foráneos, principalmente europeos y de religión hebrea, dentro de la estrategia “Hogar Nacional” y bajo el paraguas de la resolución de la ONU de 1948. Lo que nos lleva al escenario actual, donde Palestina sufre catastróficas intervenciones militares de uno de los ejércitos más poderosos y mejor armados del mundo, con una población que no tiene ni Estado, ni mínimas defensas organizadas.

El politólogo nos alerta que estamos ante una “LIMPIEZA ÉTNICA” bajo el pretexto de una supuesta lucha religiosa, pero que en realidad se trata de la sustitución de una población por otra, como lo indica el rotundo cambio demográfico desde 1948. Semejante realidad demuestra que este APARTHEID PALESTINO se transformará en una nueva DIÁSPORA, con millones de refugiados huyendo de un infierno para entrar en otros infiernos no tan lejanos.

También denuncia el “beneplácito” por el silencio mortal de las potencias occidentales ante semejante sufrimiento humano y la constatación de que EEUU es el garante de la seguridad de Israel. Mientras desnuda sin tapujos a la crueldad europea que, habiendo provocado genocidios similares a la población hebrea en el siglo pasado por parte de los fascistas, ahora haya trasladado una corriente humana europea hacia Israel para que infrinja similar tormento a millones de inocentes e indefensos.

Pereyra Mele nos hace un relato detallado, realista, argumentado y dramático de esta guerra desigual, y profundiza en las razones conocidas o silenciadas, pero que dan impunidad a Israel y a Occidente para masacrar a niños, ancianos, mujeres y hombres.

En cuanto a la situación en Colombia, nuestro director comienza denunciando el apagón informativo sobre el mismo, aprovechando el conflicto en Medio Oriente, mientras el presidente Duque intensifica la represión a su pueblo. Y nos recuerda que es el único país bioceánico de la región y el tercero más poblado, hechos que son determinantes en la estrategia de EEUU en Suramérica.

También nos habla de sus desigualdades sociales, de sus 30 años de neoliberalismo, de los 21 millones de pobres, de la cada vez más menguada clase media y de que estas consecuencias también las sufren tanto los países dependientes como los centrales.

Y nos recuerda que Colombia es la principal Barrera o “Escudo” Sur de Seguridad y Defensa de  Norteamérica y que según la doctrina del “Mare Nostrum” del geopolítico Nicholas John Spykman, no permitirá nunca ningún gobierno contrario a Washington. También detalla la importancia de las innumerables bases militares en la zona, de los acuerdos que vienen de Clinton y Pastrana, del narcotráfico omnipresente y del poder en la sombra de Uribe, que intenta apagar los incendios con nafta.

Bases USA en Colombia

Y mientras que analistas de la inteligencia de EEUU como Andrew Gary Kaplan, considera a Colombia como un: ESTADO FALLIDO, los pueblos de Suramérica se han sublevado, con una nueva generación que repudia todo lo que representa el neoliberalismo, fenómeno que en Colombia ya parece incontrolable. Lo que deja muy poco margen para la política, porque EEUU considera intocables a sus bases militares.

Ante tal escenario, Carlos prevé un aumento en la conflictividad mientras analiza las escasas posibilidades de alguna salida pactada, y menciona al ex presidente Santos, al izquierdista Petro, a las bandas paramilitares, a los grupos narcos y a la guerrilla. 

De esta forma se despide nuestro director mirando las elecciones en Chile y Perú, que ya son parte de los profundos cambios que se avizora  en nuestro subcontinente.

Eduardo Bonugli (Madrid, España)

La Juventid sublevada en Colombia

Maria Montero

Cuando el secretario de Estado Antony Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan se sentaron con funcionarios chinos en Anchorage, Alaska para la primera cumbre bilateral de alto nivel de la nueva administración, no fue una reunión diplomática típica. En lugar de un intercambio diplomático educado pero comedido, las dos partes intercambiaron púas puntiagudas durante casi dos horas. «Existe un consenso cada vez mayor de que la era del compromiso con China ha llegado a un final sin ceremonias», escribieron Sullivan y Kurt Campbell, el zar de la Administración para Asia que también asistió, en 2019. Qué apto es que estuvieran presentes para la llegada de ese momento.
A poco más de cien días de la administración Biden, no faltan opiniones sobre cómo debería manejar esta nueva era de relaciones chino-estadounidenses. Desde un panel de cinta azul reunido por el ex presidente de Google, Eric Schmidt, hasta un ensayo de Politico de un ex funcionario anónimo de la Administración Trump que conscientemente se hace eco (tanto en su nombre como en el anonimato de su autor) del famoso «Long Telegram» de George Kennan que presenta la teoría del frío. Contención de la guerra, según innumerables informes de los think tanks, parece que todos están expresando su opinión.
Sin embargo, lo que es en gran parte indiscutible es que la tecnología está en el centro de las relaciones entre Estados Unidos y China, y cualquier competencia con China se ganará o perderá en las esferas digital y cibernética. “Parte del objetivo de la reunión de Alaska fue convencer a los chinos de que la administración Biden está decidida a competir con Beijing en todos los ámbitos para ofrecer tecnología competitiva”, escribió David Sanger en el New York Times poco después.
Pero, ¿cómo es exactamente una estrategia de China centrada en la tecnología? ¿Y qué haría falta para que uno tuviera éxito?

La tecnología ha unido incómodamente a republicanos y demócratas

Una señal alentadora es que China se ha convertido en uno de los pocos temas en los que incluso los demócratas están de acuerdo en que el presidente Trump tenía algunos puntos válidos. “Trump fue realmente la chispa que reformuló todo el debate sobre las relaciones entre Estados Unidos y China en Washington DC”, dice Jordan Schneider, analista de China en Rhodium Group y presentador del podcast y boletín ChinaTalk.
Si bien muchos en la comunidad de política exterior favorecieron cierto grado de cooperación con China antes de la presidencia de Trump, ahora se asume ampliamente la competencia, si no la rivalidad absoluta. «Los demócratas, incluso aquellos que sirvieron en la administración Obama, se han vuelto mucho más agresivos», dice Erik Brattberg del Carnegie Endowment for International Peace. Trump ha hecho que “la Ventana Overton sobre China (se vuelva) mucho más estrecha de lo que era antes”, agrega Schneider.
La delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado Antony Blinken se enfrenta a sus homólogos chinos en la sesión inaugural de las conversaciones entre Estados Unidos y China en el hotel Captain Cook en Anchorage, Alaska, el 18 de marzo de 2021. Créditos de las imágenes: FREDERIC J. BROWN / POOL / AFP vía imágenes falsas
A medida que la rivalidad entre Estados Unidos y China ha evolucionado, se ha centrado cada vez más en filosofías competitivas sobre el uso de la tecnología. «En esencia, las democracias son sistemas abiertos que creen en el libre flujo de información, mientras que para los autócratas, la información es algo que debe ser armado y sofocado al servicio del régimen», dice Lindsay Gorman, miembro de Tecnologías Emergentes en el German Marshall. Fondo. «Así que no es demasiado sorprendente que la tecnología, gran parte de la cual se trata de cómo almacenamos, procesamos y aprovechamos la información, se haya convertido en un foco de la relación entre Estados Unidos y China y de la competencia (más amplia) democrático-autocrática en todo el mundo».
La tecnología lo toca todo ahora, y lo que está en juego no podría ser mayor. «La tecnología y los modelos de negocio en torno a la tecnología son realmente una ‘ideología arraigada'», dice Tyson Barker del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. «Entonces, qué es la tecnología y cómo se usa es una forma de gobernanza».
¿Qué significa eso en la práctica? Cuando las empresas chinas se expanden por el mundo, me dice Barker, traen consigo sus normas. Entonces, cuando Huawei construye una red 5G en América Latina, o se adopta Alipay para pagos digitales en Europa Central, o Xiaomi obtiene más participación de mercado en el sudeste asiático, están ayudando a digitalizar esas economías en términos chinos utilizando normas chinas (a diferencia de las estadounidenses). ). La implicación es clara: quien defina el futuro de la tecnología determinará el resto del siglo XXI.

Ese equilibrio cambiante ha centrado las mentes en Washington. «Creo que existe un fuerte consenso bipartidista de que la tecnología es el núcleo de la competencia entre Estados Unidos y China», dice Brattberg. Pero, agrega Gorman, «hay menos acuerdo sobre cuál debería ser la receta». Si bien los expertos demócratas que ahora ascienden en Washington están de acuerdo con el diagnóstico de Trump sobre el desafío de China, creen en un enfoque muy diferente al de sus predecesores de la Administración Trump.
Por ejemplo, hay restricciones a las empresas chinas solo por ser chinas. «Ese fue uno de los problemas con Trump», dice Walter Kerr, un exdiplomático estadounidense que publica China Journal Review. “Trump hizo grandes líneas, apuntando a las empresas, tanto si lo merecían como si no. Apegarse a los chinos no es una buena política «.
En cambio, la atención se centra en la inversión interna y la cooperación externa.

La política exterior es la política interior

Los demócratas primero están apuntalando a Estados Unidos a nivel nacional; en resumen, sean fuertes en casa para ser fuertes en el extranjero. «Ya no hay una línea clara entre la política exterior e interior», dijo el presidente Biden en su primer discurso importante sobre política exterior. “Cada acción que tomamos en nuestra conducta en el extranjero, debemos tomarla teniendo en cuenta a las familias trabajadoras estadounidenses. Promover una política exterior para la clase media exige un enfoque urgente en nuestra renovación económica interna «.
Esta es una pasión particular de Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional de Biden, quien se sumergió en la política nacional mientras era el principal asesor de políticas de Hillary Clinton durante su campaña presidencial de 2016. «Hemos llegado a un punto en el que la política exterior es la política interior y la política interior es la política exterior», dijo a NPR durante la transición.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, habla durante una conferencia de prensa Créditos de imagen: Jim Lo Scalzo / EPA / Bloomberg a través de Getty Images
Esto es cada vez más importante para la tecnología, a medida que aumenta la preocupación de que Estados Unidos se esté quedando atrás en investigación y desarrollo. «Nos estamos dando cuenta de que no hemos invertido lo suficiente en las subvenciones del gobierno y los proyectos de investigación y desarrollo que las empresas estadounidenses (necesitan) para volverse altamente innovadoras en campos como la computación cuántica, la inteligencia artificial, la biotecnología, etc.», dice Kerr.
«Reconstruir» o «mantener» el «liderazgo tecnológico» de Estados Unidos es un tema principal del Longer Telegram y es la premisa operativa del informe del Grupo de Estrategia de China elaborado por Eric Schmidt, ex presidente ejecutivo de Alphabet, la empresa matriz de Google, y el primer presidente de la Junta Asesora de Innovación del Departamento de Defensa. Esas prioridades solo se han vuelto más importantes durante la pandemia. Es una cuestión de «¿cómo orientamos el sistema de investigación para llenar los vacíos industriales que han quedado muy claros con la crisis de COVID?» dice Schneider de Rhodium.
Si bien no ha llegado tan lejos como para adoptar una estrategia industrial nacional, los funcionarios más ambiciosos de la Administración buscan impulsar la investigación tecnológica en sectores críticos. Con ese fin, el Consejo de Seguridad Nacional, que dirige Sullivan, se está remodelando en torno a cuestiones tecnológicas; Biden nombró al primer asesor adjunto de seguridad nacional que se enfoca en temas de tecnología, así como a un director senior de alto perfil para tecnología. Su objetivo: aprovechar la misma energía que impulsó el desarrollo de Silicon Valley durante la Guerra Fría para superar a China.
Dicho esto, los ingredientes de la innovación estadounidense (y occidental) no son exactamente un secreto: la inversión en educación, investigación y talento. “Occidente todavía tiene (la mayoría de) universidades, I + D y empresas líderes”, dice Brattberg. «Todavía hay mucha competitividad y apalancamiento». Como era de esperar, invertir para mantener esa ventaja es un tema clave del plan de infraestructura de $ 2 billones de Biden, que incluye fondos para investigación básica, soporte de la cadena de suministro, conectividad de banda ancha y soporte para la industria de semiconductores.

Como casi cualquier persona en Silicon Valley le dirá, un sistema de inmigración que funcione y sea acogedor también es un ingrediente crucial. “Estados Unidos está en su mejor momento cuando recibe talentos de todo el mundo y brinda a las personas las herramientas para tener éxito y prosperar aquí”, dice Gorman. Sin embargo, sigue siendo una pregunta abierta si la Administración Biden puede llegar a un acuerdo con los republicanos del Senado sobre una reforma migratoria integral, o incluso financiar la investigación básica. E incluso si puede tener éxito, el ingenio estadounidense ya no es suficiente por sí solo.

Equipo américa

Ya sea por talento o asociaciones, la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China se ganará en el extranjero. Los aliados son «la forma más destacada y directa en la que Biden puede aportar apalancamiento en comparación con Trump», dice Schneider.
Biden, Blinken y otros altos funcionarios de la administración han pronunciado en voz alta y repetidamente sus preferencias para trabajar con socios democráticos en desafíos internacionales, particularmente en la región del Indo-Pacífico. No es casualidad que la reunión de Blinken y Sullivan en Anchorage fuera precedida por un viaje a Japón y Corea del Sur, dos de los aliados más cercanos de Estados Unidos en la región, y que el primer ministro japonés Yoshihide Suga fuera el primer líder extranjero en visitar a Biden en la Casa Blanca. . “Si añades a Estados Unidos a la UE, Australia, Taiwán y Corea del Sur, inclinas el equilibrio del peso económico y la destreza tecnológica hacia nosotros”, añade.

El Presidente de EEUU Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, celebran una conferencia de prensa en el jardín de rosas de la Casa Blanca el 16 de abril de 2021. Créditos de las imágenes: Doug Mills-Pool / Getty Images)
El terreno para Blinken y compañía es cada vez más fértil. Los diplomáticos chinos han sido agresivos, si no francamente condescendientes, con los países que perciben han despreciado a China. En un ejemplo reciente, la embajada china en Dublín envió una serie de tuits dirigidos a una pareja de periodistas irlandeses-británicos que se habían visto obligados a trasladarse a Taiwán como resultado de una campaña de acoso por su cobertura crítica de la política uigur de China en Xinjiang. Esta llamada diplomacia del ‘guerrero lobo’ (una referencia a una película de acción patriotero) está provocando una reacción violenta y ayudando a convencer a muchas élites políticas en países que esperaban evitar un conflicto entre Estados Unidos y China de que quizás los escépticos de Washignton en China tienen razón. .
Esto quizás explique la creciente sopa alfanumérica de coaliciones y alianzas que se están creando para asegurar una Internet libre y democrática para el futuro. Está el D10, una red de cadena de suministro segura lanzada por el primer ministro británico Boris Johnson, que agrega Australia, India y Corea del Sur a los países del G7 existentes (EE. UU., Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Alemania y Japón). El informe de Schmidt pide un T-12 (el D10 menos Italia más Finlandia, Suecia e Israel). Otros buscan expandir las agrupaciones existentes relacionadas con la tecnología, como la alianza de inteligencia de señales Five Eyes de EE. UU., Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, o aprovechar las emergentes no técnicas como Quad. Gorman señala la importancia de la noticia de que el propio Quad (Australia, India, Japón y EE. UU.) Anunció la creación de un grupo de trabajo sobre tecnología emergente en su primera cumbre de líderes (virtual) en marzo.
Mientras tanto, el senador Mark Warner, un demócrata de Virginia, propuso una asociación tecnológica que se ejecutará desde el Departamento de Estado para coordinarse con aliados, incluido un fondo de $ 5 mil millones para investigación, con el propósito explícito de contrarrestar a China.

Los estándares tecnológicos internacionales son cada vez menos establecidos por Occidente

Incluso si puede ayudar a sus aliados, Estados Unidos todavía enfrenta fuertes vientos en contra internacional. La decisión de la Administración Trump de retirarse de la Asociación Transpacífica, un acuerdo comercial negociado por la Administración Obama con otros diez países de la Cuenca del Pacífico con la intención de establecer estándares comerciales en Asia-Pacífico, se tomó como una señal de que quizás el giro de EE. UU. a Asia fue menos ambicioso de lo anunciado. El pacto, rebautizado como Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica (CPTPP), ha continuado sin Estados Unidos, y ahora incluso China ha expresado su interés en unirse.
El desdén de Trump por trabajar en foros multilaterales también ha significado que Washington esencialmente ha cedido el campo del establecimiento de estándares técnicos globales. Beijing ha aprovechado, trabajando agresivamente el sistema de la ONU para que los funcionarios chinos ahora lideren cuatro de las 15 agencias especializadas de la ONU, incluidas las dos más enfocadas en la regulación de la tecnología: la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que ayuda a establecer estándares técnicos globales, y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que es responsable de proteger los derechos de propiedad intelectual en todo el mundo.
China también respalda los esfuerzos de Rusia para reescribir la gobernanza de Internet. Con el apoyo de China, Rusia ganó una votación de la Asamblea General de la ONU en 2019 para comenzar a redactar un nuevo tratado contra el ciberdelito. Su objetivo es reemplazar el Convenio de Budapest sobre ciberdelito de 2001 respaldado por Estados Unidos, que fue creado por las democracias a través del Consejo de Europa, con un tratado que, según un crítico, incluiría disposiciones “que probablemente darían cobertura a los gobiernos autoritarios para perseguir a sus oponentes políticos. » Rusia y China también intentaron sin éxito utilizar la UIT (ahora dirigida por China) para reemplazar a la Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet (ICANN), un organismo privado de expertos que gobierna los nombres de dominio de Internet.
Todos estos esfuerzos son parte de los Estándares de China 2035, un plan explícito para internacionalizar los estándares a las preferencias chinas en áreas como 5G e Internet de las cosas (IoT). Como escribieron Emily de La Bruyère y Nathan Picarsic en TechCrunch el año pasado, “Beijing ha pasado las últimas dos décadas estableciendo puntos de apoyo influyentes en organismos multilaterales y áreas industriales específicas. Ahora, está utilizando esos puntos de apoyo para establecer sus reglas, con ellos, para definir la infraestructura del mundo futuro «.

Halcones, palomas y divisiones de EE. UU.

Incluso dentro del nuevo consenso sobre China, existen fisuras sobre cómo manejar a la propia China.
En el lado agresivo, el Informe Schmidt concede que «cierto grado de bifurcación tecnológica redunda en los intereses de Estados Unidos». Pero calibrar cuánto es una cuestión difícil. «Ya es una realidad», dice Barker del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. «La pregunta es: ¿qué tan profunda debe ser la división?»
Pocos abogan por el desacoplamiento completo, dice Brattberg, el estudioso de Carnegie que ha escrito extensamente sobre la diplomacia tecnológica. Después de todo, muchos son reacios a admitir Internet completamente separados «libres» y «autoritarios». También hay otras implicaciones: una «Internet bipolar y bifurcada … tendría algunas implicaciones adversas muy serias en términos de costo (y) una desaceleración en la innovación», me dijo un ex funcionario de inteligencia del Reino Unido el año pasado.
La clave es identificar qué tecnologías específicas son esenciales para producir a nivel nacional. «En la medida en que (nos separemos de China), tenemos que hacerlo de una manera inteligente», dice Gorman. “Existe el riesgo de ir demasiado lejos y dañar la innovación potencial en los EE. UU. Por lo tanto, el debate en el futuro será: cómo abordar las verdaderas vulnerabilidades de seguridad nacional sin emular un enfoque autoritario que podría decir ‘simplemente prohíba todo en un determinado país’. ‘”
E incluso si podemos formar un consenso en casa, los aliados de Estados Unidos no están menos divididos como escribí el año pasado con respecto a Huawei. Si bien el debate sobre el papel de la empresa china en 5G ha evolucionado, con Francia y el Reino Unido (en un cambio) moviéndose para eliminar gradualmente su kit, el debate sobre qué papel debería desempeñar China económica y tecnológicamente en Europa sigue muy vivo.

El gobierno del Reino Unido es lúcido; en su Revisión Integrada de la Política Exterior y de Defensa publicada en marzo, reconoció que la «creciente asertividad internacional … planteará un riesgo creciente para los intereses del Reino Unido» y se fijó un objetivo explícito para ser una tercera «superpotencia científica y tecnológica». Francia, mientras tanto, presentó una estrategia del Indo-Pacífico que respalda el principio de un Pacífico libre y abierto, un desafío explícito a las preferencias chinas.

Pero muchos siguen siendo equívocos. Como escribió el año pasado el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, en Asuntos Exteriores, «los países asiáticos no quieren verse obligados a elegir entre los dos». Berlín dejó en claro en su estrategia del Indo-Pacífico el año pasado que también se mostró reticente a tomar una decisión directa. Nueva Zelanda, consciente de su importante comercio con China, es reacio para expandir el uso de Five Eyes más allá del intercambio de inteligencia. Mientras tanto, Italia respaldó la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China centrada en la infraestructura en 2019 y llamó al país un «socio estratégico» el año pasado. Y la Unión Europea avanzó en un acuerdo comercial con China a fines del año pasado a pesar del cabildeo público en su contra desde Estados Unidos.

Un mundo de compensaciones

El desafío para la Administración Biden será formar coaliciones prácticas sin pedir a los aliados y socios que tomen decisiones imposibles. Tendrán éxito si pueden replantear la pregunta. “En Europa, no les gusta el ‘desacoplamiento’ pero sí les gusta la ‘diversificación’”, dice Brattberg. Tampoco les gusta la idea de unirse a una alianza liderada por Estados Unidos. En cambio, dice, Washington debería enmarcar la cooperación como «coaliciones entre socios democráticos de ideas afines».
Para que eso funcione, EE. UU. Tendrá que resolver primero los problemas bilaterales que tiene con sus aliados. “Necesitamos ser mucho más inteligentes para relacionarnos directamente con la UE para resolver problemas como las transferencias de datos, los impuestos digitales y la privacidad de los datos”, dijo. «La soberanía digital no debe hacerse a expensas de la asociación con socios de ideas afines».

La Canciller Alemana Angela Merkel, pronuncia un discurso durante la conferencia de prensa al final de la reunión con el primer ministro chino Li Keqiang (no en la foto) en el Gran Salón del Pueblo el 6 de septiembre de 2019 en Beijing, China. Créditos de las imágenes: Andrea Verdelli-Pool / Getty Images
La agilidad será clave: varios expertos me dijeron que sería mucho mejor crear coaliciones ad hoc sobre temas particulares que crear una única alianza tecnológica democrática fija. Esto tendría la ventaja de mantener las agrupaciones estrechas sin excluir a los países con experiencia clave en áreas particulares (piense en Suecia y 5G o Taiwán y semiconductores). Washington también debería adoptar un enfoque colegiado, reconociendo y respetando que sus aliados no siempre estarán al tanto de todos los aspectos de las relaciones con China. En otras palabras, Estados Unidos no debería permitir que lo perfecto sea enemigo de lo bueno, ya que un acuerdo la mayor parte del tiempo sobre la mayoría de los temas probablemente sea suficiente para generar el impulso que Washington necesita.
Estados Unidos todavía puede competir a nivel mundial y ampliar el círculo de países con ideas afines, me dice Gorman, el académico de GMF, pero tiene que invertir en ellos si van a desarrollar sus sectores tecnológicos de una manera que esté alineada con valores y estándares democráticos. «Se trata realmente de ofrecer una contraoferta atractiva», dijo.
Incluso si Estados Unidos conserva su ventaja tecnológica para el futuro cercano, los estadounidenses deberían comenzar a adaptarse a un futuro en el que el dominio de Silicon Valley ya no sea inevitable. Los tecnólogos chinos están avanzando en áreas como 5G, mientras que las empresas chinas compiten en precio (teléfonos móviles) y cada vez más en calidad (comercio electrónico) e innovación (ver: TikTok). China también ejerce una enorme influencia a través de su control de las cadenas de suministro y los metales de tierras raras, así como su amplia base de clientes.
Quizás el mayor punto de influencia de China es su presencia inminente sobre Taiwán. Mientras Taiwán siga siendo uno de los principales fabricantes de semiconductores (el gigante de chips TSMC fabrica el 90% de los chips más avanzados del mundo), la industria tecnológica mundial será vulnerable a la precariedad de las relaciones a través del Estrecho.
Entonces, ¿se convertirá la tecnología en un chip más en el juego geopolítico que están jugando Estados Unidos y China? La Administración Biden está más preparada que su predecesora para sopesar las compensaciones, me repite Barker, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. Pero no está claro cómo Washington, tan temprano en esta administración, dará prioridad a los problemas tecnológicos si se enfrenta a las perspectivas de cooperación china en otras prioridades.

Después de todo, en un momento dado, Estados Unidos (y sus aliados) deben sopesar una serie de prioridades con respecto a China. Y a pesar de todas las desventajas de su belicosidad, la fijación de la Administración Trump en un puñado de temas le dio influencia: estaba dispuesta a ignorar a los uigures y otros abusos de derechos humanos para lograr un acuerdo comercial (incluso si tenía muchos defectos).
La Administración Biden, por otro lado, aún no ha articulado ninguna prioridad en absoluto. Si se puede creer en la retórica de Washington, la Casa Blanca cree que puede hacer avances en el clima, Taiwán, el comercio, los derechos humanos y cualquier otra área, todo a la vez. Esto por sí solo crea una vulnerabilidad. Como nos recordó el historiador Niall Ferguson en una columna reciente de Bloomberg, el entonces asesor de seguridad nacional Henry Kissinger fue superado cuando fue a China en 1971 con una agenda de múltiples temas y China se centró singularmente en Taiwán.
Los diplomáticos de Beijing, a pesar de sus errores de guerrero lobo, siguen siendo hábiles negociadores. Si se les permite hacerlo, una vez más intentarán enfrentarse a diferentes partes de la Administración, condicionando el progreso del clima, por ejemplo, a un debilitamiento de la geopolítica, como advirtió el académico de Brookings Thomas Wright. En ese sentido, simplemente pone a prueba la credulidad de que un enfoque de ‘todo lo anterior’ funcionará, especialmente cuando la lista de deseos de Biden mantiene los temas que le importaban a Trump, como el comercio, 5G y Taiwán, y agrega aquellos que ignoró, como los derechos humanos, democracia y cambio climático.
Aquí es donde las alianzas de Estados Unidos pueden resultar ser el as oculto de Biden. Si Biden puede forjar un frente lo suficientemente común con un espectro lo suficientemente amplio de aliados, Estados Unidos podrá resistir mejor la presión china para negociar el progreso en un tema contra otro. En cambio, obligar a China a negociar con Estados Unidos y sus aliados tema por tema puede poner a Washington en una mejor posición para tener éxito.
Sin embargo, de todos los problemas en la cartera de China de Estados Unidos, la carrera tecnológica ofrece una ventaja adicional: a pesar de todo lo que se habla de estrategia industrial, alianzas y maniobras diplomáticas, Washington no es el único o incluso el principal actor involucrado. La Administración Biden puede ayudar a establecer las reglas, invertir en investigación básica y defender los intereses estadounidenses en el exterior, pero la innovación estadounidense depende de sus innovadores, y todavía hay una gran cantidad de ellos haciendo pequeños retoques.

FUENTE: https://tecnoticias.net/2021/05/02/esta-washington-preparado-para-una-carrera-tecnologica-geopolitica/