16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna de geopolítica del Club de La Pluma, comenta la actuación en esta semana del anciano presidente de EEUU, en dos “show mediáticos”. Uno de ellos, su Cumbre por la Democracia, con la presencia de dictaduras, estados  incumplidores de los derechos humanos y subversivos a las resoluciones de la ONU, “aunque amigos”. Y la videoconferencia con Putin, anunciada como “un mano a mano”, pero donde solo el ruso cumplió con el desafío, ya que Biden necesitó de 4 asesores para hacerle frente y ni así logró moverle un pelo al euroasiático.

Aunque para Carlos, la única gran noticia que hay, no es otra que EEUU ha reconocido con esta reunión que Rusia es un jugador de primer nivel mundial, que es parte del poder multipolar junto a China y que es una potencia en ascenso a pesar de la implosión de URSS en 1991, que dejó entonces la hegemonía mundial en manos del imperio norteamericano. Un poder que apenas pudo conservar por una década, en la que desmembró aquella potencia en 19 estados ingobernables, Ucrania incluida, pero donde hoy ha resurgido Rusia, para compartir el poder global y desnudar el fracaso y la decadencia de Occidente, en solo 30 años

Y entrando en geopolítica, reitera que los famosos cinco siglos de dominio occidental están llegando a su fin, lo que evidencia el fracaso de su estrategia de impedir que el mundo euroasiático, específicamente Rusia y China, se unifican y pudieran desarrollar todas sus potencialidades, siempre con conflictos creados por sus inteligencias, que también utilizaron, según coyuntura, a algún país europeo para impedir una alianza rusa europea, tanto en la guerra fía como en la actualidad. Y nos analiza cómo aquel poder absoluto sobrevenido en 1991 le llevó a EEUU a creerse dueño absoluto del mundo, del poder militar y del sistema económico, lo que a la postre lo debilitó profundamente. Porque las naciones asiáticas fueron tan arrinconadas por Occidente con una infernal panoplia de sanciones, de guerras comerciales, de obstáculos, de amenazas, etc., que el resultado fue el inverso al buscado, provocando que, ante tanta adversidad, las relaciones ruso chinas se profundizará en lo comercial, en lo económico y en todos tipo de aspectos, pero sobre todo en la geoestrategia de formar un bloque de poder mundial que ya ha salido a la luz. Todo un cambio geopolítico profundo y trascendente, que fue anticipado y advertido por nuestro director durante años, en esta columna y en otros medios alternativos.

Y nos detalla el gran avance de Eurasia, con su Ruta de la Seda china, con el Collar de Perlas, con la Asociación de Cooperación de Shanghái, con el acuerdo del mayor Tratado de Libre Comercio del mundo el RECEP con 15 países asiáticos que incluyen a Japón y Corea del Sur. El nuevo sistema ferroviario China – Laos que llegará a Singapur y a Vietnam, de los tratados comerciales, estratégicos, económicos y militares con Irán (siempre ninguneado, olvidado y castigado por Occidente) y… del trascendental acuerdo firmado el 6 de diciembre pasado entre la Federación Rusa con India para  potenciar la industria militar, el comercio y la colaboración en defensa, que rompe la estrategia de la OTAN  con sus tratados del QUAD y AUKUS. Mientras que Emiratos Árabes rompe su alianza con Arabia Saudita y crecen los indicios del triunfo de los hutíes en la guerra del Yemen contra los saudíes, apoyados por Israel y armados por los atlantistas.

Y Carlos finaliza la columna en Sudamérica, con los datos de la CEPAL que muestran que el  35% del comercio regional es con China, mientras que con EEUU apenas alcanza al 15% además de concentrarse en México, Colombia y Las Guayanas, y con la salvedad de que en los países ideológicamente más cercanos a Washington, la relación comercial con China sigue creciendo.

Y reflexiona con que los cambios que se avecinan con esta realidad son profundisimos y obligan a analizar seriamente el escenario para tomar decisiones importantes y acertadas en relación al presente y al futuro.

Eduardo Bonugli (Madrid 12/12/21)

TROPAS RUSAS EN INDIAS EN MANIOBRAS MILITARES
S400 RUSOS VENDIDOS A LA INDIA A PESAR DE LAS AMENAZAS DE SANCIONES POR EEUU

NOTICIAS DEL VIEJO CONTINENTE POR EDUARDO BONUGLI: ¡¡ EUROPA SANGRA CON EL PRECIO DE LA LUZ!!

Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolítico, nos relata desde Madrid el brutal aumento de la electricidad en Europa como consecuencia de una maniobra especulativa de empresas, bancos y fondos de inversión para lograr con una subasta pública, alcanzar el precio más alto de la luz. 

Lo que está afectando a la gente y a todos los sectores económicos.

También nos habla de las contradicciones internas entre los países y de la dependencia de la UE con EEUU que está complicando el abastecimiento de gas en el viejo continente.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

AUDIO:

GEOPOLÏTICA – El 6 de octubre en Nueva Delhi se produjo la cumbre entre Putin y Modi, que alumbró la «Asociación para la Paz, el Progreso y la Prosperidad», que Rusia e India acordaron en un documento de 99 puntos, que tal vez sea uno de los sucesos diplomáticos mas relevantes en lo que va del siglo XXI, porque puede cambiar el juego geoestratégico global, potenciando y consolidando el nuevo orden multipolar. Sin embargo, poco se ha hablado sobre este evento y muy pocos comentarios sobre su importancia y trascendencia.

Este articulo hace un reflexivo análisis sobre el tema que merece la atención de ustedes, y el estudio detenido de los vectores que resultan de su proposición porque nos da la posibilidad de observar el flujo de las dinamicas geopoliticas, que no son blanco o negro, sino que admiten diversos matices. En mi opinión Rusia está llevando adelante una diplomacia muy sutil y delicada, muy pensada como en un juego de ajedrez, que para mi cuenta con la aquiescencia o consentimiento de la República Popular China con quien está convergiendo en una alianza estratégica. A. Mitre para Dossier Geopolitico

La Cumbre Putin-Modi: ¿Un cambio de juego geoestratégico global? Una alianza de equilibrio 

Andrew Korybko 10 de diciembre Global Research

La alianza de «equilibrio» de facto entre Rusia e India a nivel hemisférico que se acordó durante la Cumbre Putin-Modi de esta semana es uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta ahora. Es verdaderamente un cambio de juego geoestratégico global debido al papel insustituible que pretende desempeñar en la actual Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China.

La cumbre de importancia mundial

La visita del presidente ruso Putin a Nueva Delhi para reunirse con el primer ministro indio Modi fue un acontecimiento que cambió las reglas del juego desde el punto de vista geoestratégico en el contexto de la Nueva Guerra Fría en curso. La “Asociación para la Paz, el Progreso y la Prosperidad” que ambas partes acordaron equivale a una alianza de facto en todo menos en el nombre y se basa en su “Tratado de Paz, Amistad y Cooperación” de 1971 de hace exactamente medio siglo. Este documento de 99 puntos tiene como objetivo alinear los actos de «equilibrio» de ambas grandes potencias en todo el hemisferio oriental para optimizar al máximo su impacto en la configuración de la dinámica del orden mundial multipolar emergente. Se puede considerar como uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta el momento y probablemente seguirá siendo relevante durante décadas.

Informe de antecedentes

El autor esboza los contornos de sus grandes estrategias complementarias en las siguientes piezas: 16 de mayo de 2020: «Las perspectivas de Rusia e India liderando conjuntamente un nuevo movimiento de países no alineados» – 17 de febrero de 2021: «Por qué los realistas estructurales se equivocan al predecir que Rusia ayudará a Estados Unidos contra China» – 7 de octubre de 2021: “Hacia la bi-multipolaridad”Lo que viene a continuación es un resumen simplificado de la información compartida anteriormente.

Actos complementarios de «equilibrio»

Básicamente, tanto Rusia como India aspiran a «equilibrar» las consecuencias de la Nueva Guerra Fría principalmente entre Estados Unidos y China, aunque hasta ahora lo han estado haciendo de diferentes maneras: Rusia se alineó más cerca de China mientras que India hizo lo mismo con Estados Unidos. Las sospechas mutuas sobre la gran intención estratégica de cada uno que esto provocó se resolvieron finalmente a principios de este año. Rusia e India se dieron cuenta de que pueden hacer más si coordinan sus políticas. Esto explica la cláusula 93 de su pacto de asociación reafirmado que declara que «Las partes acordaron explorar áreas de cooperación mutuamente aceptables y beneficiosas en terceros países, especialmente en Asia Central, Sudeste Asiático y África».

El «NEO-NAM»

Esa política equivale informalmente a un intento de organizar una red hemisférica de estados «no alineados» que comparten el interés de Rusia e India en el «equilibrio» entre Estados Unidos y China. En otras palabras, es el prototipo del «Neo-NAM» sobre el que el autor escribió en mayo de 2020 para la revista oficial del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO, que está a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia). Como explicó en la publicación militar India Force hace dos meses, esto tiene como objetivo permitir que ambas grandes potencias se adapten de manera flexible a las circunstancias geoestratégicas en constante cambio de la Nueva Guerra Fría a través de lo que se describe como su visión de «bi-multipolaridad».

La ley de «equilibrio» indo-chino de Rusia

Es crucial aclarar que Rusia no tiene intenciones de infringir los intereses de China, incluso si algunos en la India desearían secretamente que lo hiciera o al menos pudiera ser engañado para hacerlo. Más bien, la Gran Potencia euroasiática entiende que tiene la responsabilidad de desempeñar un papel insustituible en la gestión pragmática de las tensiones entre sus compañeros BRICS y SCO para contrarrestar los incesantes intentos de Estados Unidos de dividirlos y gobernarlos. Moscú parece haber aceptado que si esta rivalidad no desaparece por algún tiempo, entonces el Kremlin debe buscar asegurarse de que no conduzca a otro conflicto similar al de Galwan que podría escalar a una guerra convencional total en el peor de los casos.

«Diplomacia Militar»

Con esto en mente, Rusia está practicando lo que se puede describir como “diplomacia militar” o el uso de medios militares para lograr fines políticos. En este caso, se trata de exportar armas igualmente estratégicas y de alta calidad a los rivales China e India para mantener el equilibrio de poder entre ellos con miras a alentarlos posteriormente a resolver sus disputas por medios políticos en lugar de militares. Esto contrasta con la práctica estadounidense de la «diplomacia militar», que intenta dar a su socio preferido en cualquier par de rivales la ventaja militar para alentar intentos agresivos de resolver las disputas existentes de manera unilateral en lugar de a través de una serie de compromisos políticos

RIC

El cálculo del Kremlin es que si la India se va a armar hasta los dientes de todos modos, entonces es mejor que lo haga con armas rusas que con las estadounidenses. Si bien, es comprensible que China se sienta incómoda con el aumento militar masivo de la India, parece preferir discretamente que Rusia la ayude a que sea Estados Unidos, si parece inevitable. Eso, a su vez, podría permitir a Moscú gestionar de forma más eficaz la perniciosa influencia de Washington de dividir y gobernar sobre Nueva Delhi y, con suerte, estabilizar los asuntos euroasiáticos. La prueba de este concepto en la práctica se vio a fines del mes pasado durante la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores Rusia-India-China (RIC) que se llevó a cabo a pesar de las tensiones existentes entre China y la India, probablemente debido al papel mediador de Rusia

Nuevas dinámicas de la Guerra Fría

China no cree en plantear opciones de suma cero a sus socios como lo hace EE. UU., Pero se verá cada vez más obligada por la dinámica hipercompetitiva de la influencia estadounidense de la Nueva Guerra Fría a aceptar que se está presionando a terceros países para que elijan entre Beijing. y Washington. Esto podría colocar a esos estados en posiciones muy desafiantes ya que su cooperación con China es mutuamente beneficiosa, pero también temen la ira de la Guerra Híbrida de los EE. UU. si no se someten a las demandas de EE. UU. de distanciarse de la República Popular, como lo demuestra el alto perfil. ejemplo que Washington está tratando de hacer con Etiopía después de su negativa en principio a hacerlo.

La «válvula de presión» geopolítica

Lo que se necesita con urgencia es una «válvula de presión» para proporcionar a esos países la llamada «tercera opción» mediante la cual, con suerte, puedan lograr un equilibrio entre ambas superpotencias sin ofender inadvertidamente a una u otra. Ahí radica la gran importancia estratégica del Neo-NAM que el autor propuso que fuera liderado conjuntamente por Rusia e India. El primero mencionado se percibe como cercano a China, mientras que el segundo se considera más cercano a los EE.UU., Sin embargo, han demostrado su autonomía estratégica a través de la última Cumbre Putin-Modi. Rusia continúa armando a India hasta los dientes a pesar de las preocupaciones de China, mientras que India continúa comprando armas rusas a pesar de las amenazas de sanciones de Estados Unidos por hacerlo.

Alcance hemisférico

Su declaración de intención de cooperar en terceros países de Asia central, el sudeste asiático y África involucra significativamente los mayores escenarios de rivalidad en la Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China y, por lo tanto, puede permitir que estas dos Grandes Potencias optimicen al máximo su complementariedad en todo el hemisferio «. actos de «equilibrio». También existe la posibilidad de que amplíen su cooperación para incluir a Asia Occidental teniendo en cuenta las estrechas relaciones que ambos disfrutan con Irán, Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Cuando uno recuerda que también se comprometieron a trabajar más juntos en las regiones del Ártico ruso y el Lejano Oriente, se puede ver que su alianza de «equilibrio» de facto realmente abarca todo el hemisferio oriental.

La dimensión europea

Si bien puede que no tenga un gran impacto directo en Europa en Eurasia occidental, sí tiene uno muy influyente en lo que respecta a sus consecuencias indirectas. El Corredor de Transporte Norte-Sur (NSTC) entre ellos a través de Irán y Azerbaiyán tiene como objetivo facilitar el comercio UE-India a través de Rusia, mientras que la posible expansión del Corredor Marítimo Vladivostok-Chennai (VCMC) para incluir la Ruta del Mar del Norte (NSR) a través del Ártico. para conectar los océanos Atlántico y Pacífico podría lograr este fin económico a través de medios marítimos para complementar el componente continental del NSTC.

Hacia un «Pacto de no agresión» ruso- estadounidense

Algunos escépticos podrían cuestionar la viabilidad política de que Rusia facilite el comercio entre la UE y la India (ya sea por vía continental o marítima) considerando las intensas tensiones entre Moscú y Occidente, pero es aquí donde deberían contemplar la intención detrás de las dos últimas Cumbres Putin-Biden. Su objetivo es regular responsablemente su rivalidad para que finalmente puedan llegar a un llamado «pacto de no agresión». Este resultado sería mutuamente beneficioso, ya que le permitiría a EE. UU. redirigir más de sus recursos militares y de otro tipo al «Indo-Pacífico» para «contener» a China de manera más agresiva, mientras se restablecen las relaciones entre la UE y Rusia para mejorar las economías en dificultades de los demás.

La facción anti rusa del «Estado Profundo» estadounidense

Este escenario sigue dependiendo de la capacidad de la Administración Biden para administrar la facción anti-rusa de las burocracias militares, de inteligencia y diplomáticas permanentes de los EE. UU. («Estado profundo») que están tratando de sabotear el esperado «pacto de no agresión» de estos dos mediante el aprovechamiento su red de influencia en los países bálticos Polonia y Ucrania para provocar otra crisis Este-Oeste. En este momento, su rival (la facción anti china), anticipo es predominante con respecto a la formulación de la gran estrategia de Estados Unidos, como lo evidenciaron las dos últimas Cumbres Putin-Biden. Este cambio en la dinámica del «estado profundo» de EE. UU. fue el legado más perdurable del expresidente estadounidense Trump y fue heredado por Biden, como se acaba de argumentar.

Pensamientos concluyentes

Volviendo al tema de este análisis, la alianza de «equilibrio» de facto entre Rusia e India en todo el hemisferio que se acordó durante la Cumbre Putin-Modi de esta semana es uno de los desarrollos diplomáticos más importantes de este siglo hasta el momento. Es verdaderamente un cambio de juego geoestratégico global debido al papel insustituible que pretende desempeñar en la actual Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China. Es de suma importancia que los observadores reconozcan esta realidad emergente a fin de formular las políticas más efectivas para que sus países se adapten a ella. El eje ruso-indio es ahora uno de los más importantes del mundo y probablemente lo seguirá siendo durante décadas, quizás incluso durante el resto del siglo XXI.

Alexander Duguin analiza la idea unipolar imperialista que intentan imponer, los Neocom con la Cumbre Democratica que promovio Biden en estos dias. Dossier Geopolitico

Por: Alexander Dugin

Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera

Este 10 de diciembre el presidente estadounidense Joe Biden celebró la famosa “Cumbre Democrática” a la que asistieron más de 110 países de los 197 que existen. Es por esa razón que resulta inútil subestimar la dimensión política de semejante acontecimiento.

No obstante, es obvio que el gobierno de Biden ha decidido seguir la línea de los neoconservadores y preservar a cualquier precio la unipolaridad: esta cumbre es un intento de revestir la hegemonía estadounidense con un halo de legitimidad.

Todo esto nos recuerda que los acontecimientos geopolíticos de los siglos XX-XXI siempre se han visto reflejados en las instituciones internacionales.

Por ejemplo, la ONU fue creada tras la Segunda Guerra Mundial y fue el resultado del equilibrio de poder que surgió tras la derrota del fascismo europeo y el militarismo japonés. De hecho, los aliados (es decir, los países antifascistas) ya había comenzado a bosquejar este nuevo reordenamiento del mundo antes de que hubiera acabado la guerra y simplemente lo legitimaron cuando esta terminó y nació un nuevo orden mundial post-fascista que solo reconocía la existencia de dos ideologías: el liberalismo (el Occidente capitalista) y el socialismo (el bloque soviético). Ambos actores terminaron por ser denominados como:

  • El Oriente socialista
  • Y el Occidente capitalista.

De todos modos, también aparecieron otros actores internacionales, como el Movimiento de los Países No Alineados, los cuales eran neutrales y se solidarizaban esporádicamente con uno u otro actor. Es, dentro de este contexto, que podemos comprender que la ONU no es otra cosa que un reflejo de las relaciones internacionales surgidas de la Segunda Guerra Mundial.

Por lo tanto, la ONU es en realidad una institución que nació del orden mundial bipolar, cuando dos sistemas mundiales diferentes estaban en competencia y se enfrentaban siguiendo unas reglas preestablecidas. Esto es confirmado por el hecho de que el órgano más influyente al interior de la ONU es el Consejo de Seguridad, compuesto por las cinco mayores potencias de su momento (que posteriormente se volvieron poderes nucleares): EE.UU., Rusia, China, Inglaterra y Francia. De hecho, tal composición del Consejo de Seguridad de la ONU es la encarnación por excelencia de la paridad del equilibrio estratégico del mundo bipolar.

La desintegración del bloque soviético y la caída de la URSS llevaron a muchos expertos estadounidenses a exigir la reforma o la disolución de la ONU, ya que este organismo había quedado desactualizado y necesitaba adaptarse a las nuevas condiciones internacionales o bien debía desaparecer y ser reemplazado por uno nuevo. El argumento era el siguiente: la ONU era un reflejo del mundo bipolar donde se enfrentaban de forma equivalente dos ideologías opuestas (el liberalismo y el comunismo)

El desplome de uno de los dos polos y la posterior aceptación del capitalismo por parte de los regímenes poscomunistas (las reformas económicas en la China de Deng Xiaoping y la imposición de las políticas liberales por parte de Yeltsin y los reformadores tanto en Rusia como en Europa del Este y las antiguas repúblicas soviéticas) significaba que en la práctica prevalecía un único sistema económico: el Occidente capitalista.

La unipolaridad que surgió en la década de 1990 contrastaba fuertemente con la estructura rudimentaria de la ONU, la cual no era otra cosa que una reliquia que pertenecía a una realidad histórica – la bipolaridad – completamente diferente.

Los neoconservadores estadounidenses impulsaron mucho este proceso, insistiendo en que la unipolaridad y la hegemonía estadounidense debían adquirir un “estatus legal” al interior de la comunidad internacional, tal y como el Imperio Británico había declarado en su momento que todos los océanos del mundo le pertenecían. Todo ello implicaba la disolución de la ONU y la creación de un organismo internacional que solo tuviera un único líder (EE. UU.) secundado por sus aliados más cercanos (es decir, sus vasallos). El resto de los países no poseerían otra cosa que el derecho asimétrico de estar de acuerdo (aunque sea a regañadientes) con las decisiones de Washington. Tales proyectos han sido formulados, presentados y discutidos en muchas partes por neoconservadores y defensores del Imperio Mundial estadounidense (como sucede con el británico Niall Fergusson).

El político republicano y neoconservador John McCain, quien fue el rival de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, fue uno de los que más promocionó la idea de crear una “Liga Democrática”, llegando al punto de proponer en su programa electoral la formación de “una nueva ONU, sin Rusia y China», especialmente porque semejante proyecto uniría a un total de “más de cien Estados democráticos” distintos.

La idea detrás de fundar esta “Liga Democrática” era la de legitimar la unipolaridad.

McCain comenzó a impulsar este proyecto en un momento en que Rusia y China habían dejado de ser satélites obedientes de Occidente (o, al menos, como parecía en la década de 1990) y empezaron a convertirse en polos soberanos e independientes: Rusia se convirtió en una potencia militar y energética, mientras que China era una potencia económica. Es por eso que el neoconservador McCain quería excluir de la “Liga Democrática” tanto a Rusia como China, siendo esta una especie de amenaza abierta frente al fortalecimiento de la soberanía de estos países.

Sin embargo, la influencia de Rusia y China ha aumentado significativamente y hoy es muy común hablar de un mundo tripolar en el que, además de Moscú y Pekín, han comenzado a aparecer otros países soberanos, como Irán, Turquía, Pakistán, etc., que desarrollan políticas soberanas cada vez más independientes de los Estados Unidos y la OTAN. Por lo tanto, la ONU vuelve a cambiar de papel y se ha convertido en una institución internacional que esta siendo testigo del nacimiento de un mundo tripolar, el cual probablemente se convertirá en multipolar en un futuro próximo. Resulta interesante que tanto Rusia como China hayan sido los antiguos pilares sobre los cuales se había creado el mundo socialista (China sigue siendo fiel al socialismo, a pesar de las reformas que ha experimentado en los últimos años).

Ahora bien, Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata, es decir, el representante del mismo partido de Barack Obama, esta poniendo en práctica la agenda que John McCain propuso durante el 2008 y que los neoconservadores habían formulado hacía mucho tiempo: celebrar una “Cumbre Democrática” de la cual se excluyó a Rusia, China y otras naciones soberanas que no reconocen la hegemonía estadounidense. Es como si los acontecimientos hubieran dado un giro de 180 grados en los Estados Unidos. El candidato republicano Donald Trump terminó por convertirse en el “principal enemigo” de los neoconservadores y abrazó, a su manera, la multipolaridad, mientras que el demócrata y globalista Biden (que sustituyó a Trump) es el impulsor de una política hegemónica y abiertamente imperialista, adoptando todas las ideas de los neoconservadores. Es por eso que Biden quiere seguir ampliando la OTAN hacia el Este, promover el conflicto entre los rusos y ucranianos, o apoyar a la oposición liberal radical en Rusia; mientras tanto, ataca a China creando bloques económicos y militares como AUKUS y QUAD, y promueve el separatismo en Taiwán y Xinjiang.

Este es precisamente el sentido del eslogan presidencial de Build Back Better de Biden. Al principio su significado no era muy claro y muchos pensaron que se trataba de un retorno a la política de Obama. Pero no, era un retorno a la hegemonía unipolar estadounidense (y, en un sentido más amplio, anglosajona), siendo esto una especie de declaración de guerra contra el surgimiento de un mundo tripolar (multipolar) y un fortalecimiento del imperialismo estadounidense. Build Back Better significa regresar a la década de 1990, cuando la unipolaridad era indiscutible.

Por supuesto, la cumbre que ha celebrado Biden bajo el amparo de los neoconservadores nada tiene que ver con la democracia. Se trata de una iniciativa puramente imperialista y quienes la apoyan o no comprenden de lo que se trata o simplemente aceptan su condición de “vasallos” dentro de un sistema de relaciones internacionales rígidamente jerárquico en el cual solo existe una cabeza (los Estados Unidos) que tiene a su servicio una serie de estructuras subordinadas (como la OTAN).

¿Cómo responderán a esto los partidarios de la democracia? ¿O que harán Rusia y China?

Es necesario defender la ONU, sabotear todas las iniciativas que desean imponernos la unipolaridad e ignorar esta cumbre tildándola de un vergonzoso encuentro imperialista.

FUENTE: https://www.geopolitica.ru/es/article/la-sumision-de-los-esclavos

Fueron convocados los principales aliados de Estados Unidos, mientras hubo grandes excluídos. Una jugada geopolítica frente a importantes competidores a nivel mundial: China y Rusia.

Santiago Montag – @SalvadorSoler10

El presidente estadounidense, Joe Biden, invitó a líderes de 110 países, a una “Cumbre virtual por la Democracia” este 9 y 10 de diciembre. Una política de manotazos de ahogado para evitar la decadencia del imperialismo.

A esta reunión fueron convocados sus principales aliados de Estados Unidos y donde hubo grandes ausencias en un contexto de competencia estratégica con China. Por eso, es tan importante la lista de invitados como la de excluidos.

La cumbre debatirá sobre los principales problemas a escala global: “autoritarismo”, “corrupción” y “derechos humanos”. Tres ideas básicas que Estados Unidos cree tener autoridad moral para juzgar al resto, además de poder decidir qué países están (o no) a la altura de defender los valores occidentales de “democracia, libertad y fraternidad”, que en últimas instancia son los valores que la clase capitalista utiliza para sus intereses.

En los hechos, como todos sabemos, Estados Unidos es el principal promotor (y responsable) de dictaduras militares, de la proliferación de guerras sectarias (como en Afganistán, Irak y Siria), de la desigualdad y la pobreza global al exportar su modelo de capitalismo. Además en la actualidad una parte importante de los derechos democráticos en el mundo fueron recortados o manipulados por los gobiernos con la excusa de la pandemia de covid-19, mientras no se liberaron las patentes para enfrentarla. En resumen, cambiaron los derechos civiles, el hambre y la miseria de millones a costa de defender el dinero de los grandes laboratorios globales.

Incluso The Economist en un estudio sobre el Índice de la Democracia Global, donde cada país califica en cada categoría según los criterios establecidos por periódico liberal con sedeen Londres, nombró a Estados Unidos como una «democracia defectuosa»; mientras que a nivel global dicen que se ha caído varios puntos.

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, la política internacional de Biden se centró en el combate entre las “democracias” y las «autocracias», desde su perspectiva encarnadas por China y Rusia. Si bien esto es cierto, ya que ambos países aunque con diferencias, mantienen coartadas varias libertades democráticas, persecución y encarcelamiento de opositores (en China incluso de discriminación etno-religiosa a los uigures que son encerrados en campos de concentración), libertad de prensa u organización, etc. En el caso chino su visión parte de la centralización burocrática del Partido Comunista Chino bajo un régimen de partido único. Mientras que Rusia, si bien permite la existencia de partidos opositores, son mayormente perseguidos, donde su visión está vinculada al eurasianismo y la oposición a los valores occidentales.

En esa línea, la «Cumbre por la Democracia» es una de sus prioridades, además de una de sus promesas de campaña. Pero de fondo existe un enfrentamiento geopolítico con sus competidores en el cuál hace uso de la palabra «democracia» para partir el mundo entre «buenos» y «malos».

¿Porqué? China que ha hecho grandes avances a escala global tejiendo alianzas políticas y económicas en espacios de influencia norteamericana y europea. Por otro lado, el enfrentamiento con Rusia es clave, donde Estados Unidos busca quebrar los posibles acercamientos con la Unión Europea, concretamente Alemania (sobre todo por la dependencia de hidrocarburos), a través de distintas líneas de falla: la guerra en civil en Ucrania y la crisis de refugiados.

Si analizamos la lista de participantes vemos la exclusión de China y la invitación a Taiwán -que Beijing considera como una de sus provincias- desató la indignación de Beijing, que expresó su «firme oposición», según un vocero de su Ministerio de Relaciones Exteriores. Como se puede leer en El país, China respondió con un documento titulado “China, una democracia que funciona”, en el que presumía de sus credenciales como Estado de derecho, pese a décadas de evidencias en contra, y argüía que “no hay un modelo fijo de democracia”.

Taiwán, por su parte, agradeció a Biden la convocatoria que, según dijo, permitirá a la isla de gobierno autónomo «compartir su exitosa historia democrática», indicó la Presidencia en un comunicado.

De América Latina, el mandatario estadounidense invitó a Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay y excluyó a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y El Salvador. Una forma de quebrar los acercamientos que hubo entre los gobiernos pos neoliberales en busca de conformar bloques de alianzas que permitan algunas cuotas de autonomía del imperialismo. Sin embargo, Biden rápidamente tiró con la correa del FMI para acomodar el tablero, ya que la mayoría de los países de la región tienen abultadas deudas con el Fondo (como es el caso argentino). Esto incluso gracias a aliados más firmes, casualmente de la derecha latinoamericana considerados lejanos a la “democracia” como Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera o Iván Duque. Todos ellos mantienen presos políticos además de reprimi a la juventud y los trabajadores que se manifiestan en las calles por sus derechos o a los pueblos originarios que luchan por sus tierras. Además, como parte del posicionamiento en la reión, Biden invitó a Juan Guaidó, el opositor ultraneoliberal a Nicolás Maduro en Venezuela.

De Medio Oriente -donde predominan las monarquías absolutas como la de Arabia Saudita firmes aliados de Estados Unidos y otros regímenes no democráticos – , solamente Israel e Irak fueron invitados a la reunión. Lo que tienen en común estos dos países son las tensiones con Irán. En el caso de Israel, que no puede ser considerado una democracia sino una etnocracia que aplica un brutal apartheid a los palestinos, están en constante enfrentamiento con Irán. Mientras que Irak, cuyo régimen tutelado por Estados Unidos desde la invasión en 2003, atraviesan en los últimos años una disputa interna por las influencias que ha logrado Irán en ese país, lo cuál su participación en la cumbre es todo un mensaje a los persas que han entrado recientemente a la Organización de Cooperación de Shanghai (liderada por China y Rusia).

Por otro lado, algunos aliados tradicionales de la región a Estados Unidos, como Egipto o Turquía (que es miembro de la OTAN), no estuvieron invitados.

En Europa, Polonia está representada, pese a las recurrentes tensiones con Bruselas sobre los estatutos de pertenencia a la UE con respecto al estado de derecho, por otro lado la xenofobia, los ataques hacia las mujeres y las personas LGTBI. Por otro lado, Hungría que está encabezada por el ultraderechista Viktor Orbán como Primer Ministro, no figura en la lista del Departamento de Estado.

Si bien es lógica esta exclusión, merece ser analizado, ya que su país al pertenecer a la OTAN y la UE, ha logrado mediante el veto que la Unión participe en nombre de toda la comunidad europea y asuma compromisos financieros o jurídicos. Por lo cuál, como se lee en El país el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estarán con las manos atadas a la hora de ofrecer compromisos vinculantes, y sus intervenciones deberán limitarse a los principios previstos en el Tratado de la Unión para la política exterior comunitaria.

De todas maneras cabe preguntarse ¿Porqué a Orbán lo dejaron fuera de la fiesta, pero si a la República Democrática del Congo los invitaron a pesar de tener índices democráticos muchos más bajos que los húngaros? Para el caso de Hungría pareciera una estrategia calculada dados los resultados que mencionamos, sabiendo que la Unión Europea está intentando ganar mayor autonomía de los Estados Unidos, no podrá actuar como bloque.

En cuanto a África, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica, Nigeria y Níger forman parte de los invitados. Una forma de acercarse a una región abandonada, cuyo espacio ha sido aprovechado tanto por Rusia como Turquía (que abrió más embajadas que cualquier otro país en el continente) donde participan apoyando regímenes polémicos. En el caso de China, el principal inversor en el continente y además un importante acreedor, ha abierto una base militar en Guinea Ecuatorial (la primera en el Atlántico) que le brinda proyección hacia el Atlántico Sur, algo que preocupa al imperialismo norteamericano.

Por Asia figura India, a pesar de los ataques recurrentes a la comunidad musulmana y la limpieza étnica en Cachemira. También fue invitado Pakistán, pero se bajó pocos días antes. Otro personaje controvertido fue Rodrigo Duterte de Filipinas, un claro personaje que ha desdeñado cualquier idea de democracia desde que asumió al poder, sobre todo en términos de Derechos Humanos.

Esta cumbre fue organizada, en vistas de Joe Biden, por los numerosos reveses que sufrió la democracia en los últimos meses en países donde Estados Unidos tenía importantes esperanzas, aseguran los organizadores. Por supuesto se está hablando de la limitada democracia capitalista.

Entre ellos Sudán y Myanmar (antigua Birmania), escenarios de golpes de Estado militares; Etiopía, atrapada en un conflicto con riesgo de «implosionar» hacia una guerra civil de gran escala y conflictos inter-étnicos que muchos analistas anuncian que se podría acercar al terrible genocidio en Ruanda; así como Afganistán, donde los talibanes tomaron el poder después de que Estados Unidos saliera del país tras 20 años de supuestos esfuerzos de democratización.

Es interesante observar que según un reporte de la organización International IDEA, con sede en Estocolmo, el propio Estados Unidos se sumó por primera vez a la lista de «democracias en retroceso», principalmente debido a una degradación bajo la era del ex presidente Donald Trump.

Sin embargo, esto pareciera ser una máscara de autocrítica para mostrar una importante relación de fuerzas frente a sus principales competidores e imponer una institucionalidad que le permita al imperio volver a liderar el mundo al polarizar entre “buenos” y “malos”. Una línea muy difusa que podría hacer que a Biden le salga el tiro por la culata en medio de una China ascendente y regímenes, como el de Pakistán, la India, Hungría por decir algunos, que no comparten los valores norteamericanos. Pero de fondo está la puja por quién establece las reglas del juego en la arena mundial donde las clases trabajadoras y populares deben intervenir por sus propios intereses en forma independiente de cualquiera de estos bandos.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Cumbre-por-la-Democracia-de-Biden-una-maniobra-geopolitica-contra-China-y-Rusia

Hay que producir más comida, sana y nutritiva, con menos recursos y de modo más amigable con el ambiente; el desafío de revisar estrategias y prioridades en los distintos países

Por: Marcelo Regúnaga

En el siglo XXI, y con mayor énfasis en los últimos años, la agenda internacional ha registrado cambios en las prioridades de las políticas y los mecanismos de gobernanza de los temas críticos a nivel global. En este nuevo escenario, de mayores desafíos para atender a la demanda mundial creciente de más y mejores alimentos, ante las restricciones en la disponibilidad y el uso de los recursos naturales, y la necesidad de mitigar los impactos negativos en el cambio climático del actual modelo de desarrollo económico, el rol geopolítico de los sistemas alimentarios ha emergido con una alta prioridad en los principales foros internacionales (Grupo de los Ocho, G-20, Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). La importancia estratégica del sector agroalimentario se ha jerarquizado en todo el mundo y los países están revisando sus políticas al respecto.

A nivel global se necesita producir más alimentos, sanos y nutritivos, con menos recursos y de una manera más amigable con el ambiente. Es un importante desafío que plantea la necesidad de revisar las estrategias productivas y prioridades de las políticas en los distintos países. Muchas regiones del mundo han deteriorado sus recursos naturales con sistemas productivos muy intensivos, que utilizan altas dosis de energías fósiles (combustibles, fertilizantes, etcétera) que tienen impactos negativos en el calentamiento global, además del agotamiento y las pérdidas de la capacidad productiva de sus recursos naturales (agua y suelo) y las pérdidas de biodiversidad.

La situación actual difiere sustancialmente entre los distintos países y regiones, por lo que las necesidades y urgencias en los procesos de transformación de los sistemas alimentarios requeridos también son distintas. Ello se ha reconocido en la reciente Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, a partir de las valiosas y coordinadas contribuciones de los ministros de Agricultura de las Américas, entre las que se ha destacado la activa participación de la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina.

Sin duda, los sistemas productivos muy intensivos de Europa y Asia deben iniciar en forma perentoria un proceso de importantes transformaciones, para evolucionar hacia sistemas más sostenibles y con menores impactos ambientales, en forma similar al proceso continuo de mejora de la producción agropecuaria iniciado en la Argentina hace tres décadas, que hoy nos permite ostentar una situación mucho mejor que dichos países.

Ante los problemas de erosión y pérdida de fertilidad de los suelos de la región pampeana registrados hasta fines de los años 80, por la utilización de sistemas de producción convencionales, con equipos de labranza similares a los que se utilizan actualmente en Europa, los productores argentinos iniciaron un proceso de transformaciones graduales desde principios de los años 90, que comenzaron con la siembra directa, promovida activamente por Aapresid (la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y que rápidamente se hizo extensiva a la casi totalidad de la producción de granos de la Argentina, sin diferenciación de tamaños de productores ni de su localización. La siembra directa reduce drásticamente las labranzas del suelo, lo que permite disminuir significativamente el uso de combustibles y con ello las emisiones de gases de efecto invernadero; pero al mismo tiempo, al no destruir el suelo como la labranza convencional, contribuye a reconstituir la estructura y la microbiología del suelo, por lo que permite reducir las cantidades de fertilizantes a incorporar al suelo y a lograr un uso mucho más eficiente del agua de lluvia, obteniendo en la Argentina altos rendimientos de los cultivos sin necesidad de irrigar.

El proceso de mejora continua ha ido incorporando gradualmente en los últimos 30 años un conjunto de innovaciones que permiten afirmar que la agricultura argentina es una de las más sostenibles y amigables con el ambiente de todo el planeta; lo que ha sido reconocido por expertos de organismos internacionales, por ejemplo de FAO. Estas innovaciones incluyen la utilización masiva de semillas transgénicas con resistencias a insectos y otras plagas, que permiten hacer el control biológico de plagas y con ello reducir el uso de agroquímicos, utilizar agroquímicos con bajos niveles de toxicidad (de banda verde) y avanzar hacia una agricultura más biológica y con menores impactos ambientales. El uso de rotaciones y la reciente incorporación de cultivos de cobertura mejoran también el uso del agua y del suelo. A ello se ha agregado en la última década la utilización cada vez más difundida de la agricultura de precisión, que permite un uso mucho más eficiente de las semillas, los fertilizantes y de las distintas calidades de los suelos. Se trata de un proceso de mejora continua hacia una agricultura productiva, pero más biológica y con menores impactos ambientales por unidad producida, que se suele denominar “intensificación sustentable”.

La producción de carnes en la Argentina y en el Mercosur también tiene características distintivas, que la hacen sustancialmente diferente de los sistemas intensivos europeos y de otras regiones del mundo. La producción a campo con pasturas y en algunas zonas la ganadería silvo-pastoril, ambas sin irrigación, no solo emiten menos gases de efecto invernadero por unidad producida, sino que los capturan, mejorando sustancialmente los balances de carbono. En muchos casos los balances son de carbono neutro o mejores aún, es decir que se pueden utilizar en las negociaciones internacionales para compensar las emisiones de otros sectores, tales como la energía o el transporte.

En ambos casos, el sector agropecuario argentino es una fuente de orgullo para el país, porque ha incorporado tempranamente los desafíos de transformaciones hacia sistemas sostenibles y amigables con el ambiente, que se han propuesto recién en 2021 en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU; y que pueden servir de ejemplo para las transformaciones que se requieren en otros países. De hecho estas innovaciones no solo permiten exportar más alimentos sanos y con baja huella ambiental al resto del mundo, que constituyen un componente estratégico para el crecimiento de toda la economía nacional, sino que también ya están permitiendo exportar estas tecnologías y equipos de maquinaria a países de Europa y África, con alto valor agregado.

Es un grave error no tener en cuenta estas circunstancias en las negociaciones internacionales en distintos foros (G-20, COP, etcétera), utilizando métricas generadas en los países desarrollados para sistemas productivos completamente diferentes a los nuestros. La influencia cultural de dichos países y de algunas ONG sin bases científicas sobre la realidad local puede dar lugar a errores estratégicos serios para un país como la Argentina, afectando el poder geopolítico que brinda su enorme capacidad productiva con sistemas sostenibles y amigables con el ambiente. El potencial para avanzar en este proceso de liderazgo mundial en el sector alimentario es muy grande, si se implementaran en la Argentina políticas de apoyo a la producción y a la inserción internacional similares a las que aplican los países vecinos del Mercosur y en general de toda América, que les están permitiendo un muy buen posicionamiento en el contexto mundial.

La Nacion: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-argentina-y-la-geopolitica-de-los-alimentos-nid08122021/

Por: Mauricio Jaramillo Jassir

El anuncio del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la eliminación de las FARC de la lista de organizaciones terroristas constituye un punto de inflexión en la historia del conflicto armado colombiano y cierra un ciclo de apoyos por parte de Washington a la paz en Colombia. Con frecuencia, al gobierno estadounidense se le ha señalado como uno de los actores responsables de la exacerbación del conflicto, en especial a finales de los 90 y comienzos de siglo, cuando auspició el Plan Colombia cuyos recursos a partir de 2001 fueron canalizados para la lucha contra las guerrillas. La mayoría de países de la zona denunció un plan injerencista con efectos en la región, acusación no del todo infundada. Incluso, gobiernos de derecha como el de Alberto Fujimori en el Perú y Gustavo Noboa en el Ecuador manifestaron sus preocupaciones.

Sin embargo, ese papel debe matizarse. Desde el proceso de paz de Andrés Pastrana, Estados Unidos ha desempeñado un papel relevante, no siempre reconocido, no tanto por falta de labor sino por la forma en que algunos gobiernos colombianos han instrumentalizado ese apoyo; en especial el Centro Democrático, que ha tratado de interpretarlo como un espaldarazo al uribismo, cuando en realidad ha sido al Estado colombiano en su conjunto.

Desde que en la administración Pastrana se anunciaba al mundo un “Plan Marshall a la colombiana” como rezaba el eslogan desde que era candidato conservador, Washington expresó de forma pública su apoyo a las negociaciones de paz con las FARC, entendiendo que solo era posible una salida negociada. Sin embargo, la guerrilla cometió un error imperdonable cuando inexplicablemente masacró a tres antropólogos estadounidenses que trabajaban con comunidades indígenas: Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay. Ante la exigencia de entregar a los responsables para que fuesen extraditados, la guerrilla se negó aduciendo que “desconocía la legislación colombiana” y terminó “ajusticiando” a los sindicados. Sin condenar del todo los esfuerzos de paz, Bill Clinton tomó distancia con el proceso.

Cuando en febrero de 2002, Pastrana anunció su fin y la retoma militar de la zona de distensión, le solicitó a Estados Unidos y a la Unión Europea declarar a las FARC como terroristas, acto que, de forma inmediata, tuvo eco incluso en territorio mexicano donde la guerrilla había gozado de facilidades para promover su causa, pero fue vetada por orden de Vicente Fox.

Durante las negociaciones del gobierno de Juan Manuel Santos, Estados Unidos se involucró de forma inédita hasta el punto de nombrar un enviado especial, Bernard Aronson, y el gobierno de Barack Obama se comprometió negociar en el Congreso un paquete de ayuda de 450 millones de dólares para el Plan Paz Colombia. Esta vez se pudo concretar la idea de Pastrana de un Plan Marshall para Colombia, para financiar la reconstrucción luego de medio siglo de cruenta guerra.

Cerrando ese ciclo, Washington toma la decisión de borrar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas, dejando en claro además que diferencia a la ex guerrilla de las disidencias a las que no se les reconoce ningún estatus político. Esto significa un revés para la tesis del Centro Democrático, según la cual el partido Comunes, hoy movimiento político surgido de los Acuerdos de paz de La Habana, debe asumir responsabilidad por lo que hagan las disidencias.

Vale recordar la controvertida declaración de la ex canciller Claudia Blum ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la que se señalaba que la existencia de esas disidencias “debía considerarse como un incumplimiento de la antigua guerrilla ahora convertida en partido político”.  El alto consejero para la estabilización, Emilio Archila, contradijo la alocución, pero desde entonces no cesan los ataques del CD que sugieren un “acuerdo débil” en palabras del propio presidente, e incluso la tesis de que “no existe acuerdo de paz”, según el líder natural de dicho partido.

La declaración del Departamento de Estado es una señal clara y contundente de la forma como la paz en Colombia, entiéndase los Acuerdos de La Habana o del Teatro Colón, no son únicamente un compromiso del Estado colombiano, sino que se confirman como una prioridad para Washington que trasciende los cambios de gobierno. Se trata de una advertencia para poner en tela de juicio la efectividad de la estrategia de la administración Duque que elude responsabilidades de Estado bajo el argumento peregrino de que se trata solo de compromisos que vinculan a cada gobierno de turno.

twitter: @mauricio181212

Las fuentes de energía tradicionales se agotan y los países compiten entre ellos para garantizar el suministro energético a su población

ALBA FERNÁNDEZ CANDIAL

La escasez de energía a nivel global ocupa portadas y titulares desde hace meses y se ha convertido en uno de los temas de debate más comentados por la población. ¿Nos quedaremos sin combustible en algún momento? ¿Habrá suficiente energía para activar la calefacción en invierno?

En Europa, los diferentes gobiernos han empezado una puja de precios por el gas que ha alcanzado récords históricos: la demanda es muy alta pero la producción de gas es limitada, así que quien pague más dinero será quien consiga garantizarse el suministro. Además, el mercado europeo del gas también está condicionado por varios intereses políticos, alianzas y conflictos que dificultan todavía más su distribución.

Las reservas europeas de gas son pequeñas, así que el continente depende de otros países productores. Europa tiene tres proveedores principales: Rusia, que llega a varios países del norte y este de Europa; Noruega, que abastece a los países nórdicos y el centro de Europa, y Argelia, que abastece principalmente a los países del Mediterráneo.

Gasoductos a Europa: Rusia 39,7%; Noruega 34,1%; Argelia 15,2%; Qatar 5,1%; Nigeria 2,1%; Libia 1,4%

Rusia proporciona más de una tercera parte del gas que se consume en toda Europa y eso le da cierto poder a la hora de presionar o conseguir ventajas en otras negociaciones políticas. Por ejemplo, en la construcción del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que llevará el gas directamente de Rusia a Alemania.

Hasta ahora, la mayoría del gas ruso se distribuye a través de gasoductos que pasan por Ucrania, cuyo gobierno está enfrentado con el gobierno ruso. El paso de estos gasoductos reporta centenares de millones de euros a Ucrania en concepto de derechos de tránsito. Por eso, el presidente Vladimir Putin ha presionado para crear un nuevo recorrido alternativo por Alemania y así perjudicar al gobierno ucraniano.

Ahora bien, la Unión Europea no ve con buenos ojos que Putin utilice el gas para aumentar su influencia sobre Europa. Tampoco ve bien los movimientos militares del ejército ruso en la frontera con Ucrania, que se consideran una amenaza. Así que de momento la puesta en marcha del Nord Stream 2 está parada, a la espera de conseguir el permiso definitivo de las autoridades europeas.

Por su parte, Putin ya ha anunciado que el suministro de gas ruso en Europa será menor este invierno, alegando que la prioridad es abastecer a la población rusa. Las autoridades europeas denuncian que la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia, aliada de Putin, es otra estrategia del gobierno ruso para presionar a la UE en la crisis del gas.

GAS RUSO A EUROPA 39,7%

Argelia y Marruecos: más allá del gas

Argelia lleva años siendo el principal suministrador de gas para países del sur de Europa como España o Portugal. Sin embargo, le ha salido un competidor: Marruecos, que apuesta por un modelo energético muy diferente y quiere construir grandes parques solares y eólicos en su territorio.

No obstante, el enfrentamiento entre ambos países va más allá de la energía y tiene su origen en la época colonial y las fronteras que las potencias europeas trazaron entre los dos países durante el siglo XIX.

Desde que se independizaron a mediados del siglo XX, Argelia y Marruecos se disputan una serie de territorios fronterizos y reclaman su soberanía. Entre estos territorios destaca el Sáhara Occidental, que Marruecos ocupó tras la retirada de España en 1975, mientras que Argelia apoya al Frente Polisario, movimiento político impulsado por el pueblo saharaui que reclama su independencia de Marruecos.

Por otro lado, el gobierno argelino siempre ha colaborado con Rusia, mientras que el actual rey de Marruecos, Mohamed VI, es aliado de Estados Unidos, dos potencias que mantienen el enfrentamiento de la Guerra Fría.

En las últimas semanas, la tensión ha aumentado hasta el punto de que Argelia ha cerrado el gasoducto que pasa por Marruecos y lleva el gas hasta el sur de Europa. Esto ha dejado a Marruecos sin los correspondientes derechos de paso y sin suministro de gas. En el caso de España y Portugal, ahora el gas debe transportarse en buques de transporte, lo que supone una opción más lenta y cara que hace que el precio del gas aumente.

Gas Argelino a Europa

Un mundo globalizado

La crisis del gas en Europa también se ha visto afectada por la ausencia de carbón en China. El carbón es una de las fuentes de energía más antiguas y también una de las más contaminantes, pero sigue utilizándose porque es muy barato.

Ahora bien, el carbón es un combustible fósil y sus reservas se están agotando en todo el mundo. China era el principal consumidor de carbón del mundo pero ha tenido que buscar alternativas porque sus minas se están consumiendo. También las de Australia e Indonesia, sus principales proveedores.

Ante la necesidad de materias primas para generar energía, seguir produciendo y mantener su economía (China es el único país que crece en medio de la pandemia), el gobierno chino ha apostado por el gas.

En un país con más de 1.400 millones de habitantes, la demanda energética es altísima y acaba condicionando el suministro en otros países e incluso en otros continentes: cuanto más gas se desvíe hacia China, menos quedará para abastecer a Europa. Una muestra más de los efectos de vivir en un mundo globalizado.

Falta de energía… y de transporte

Además de la escasez de energía, la consecuente subida de precios y la falta de materiales para fabricar productos, hay otro factor que se suma a la crisis de suministros: el déficit en el transporte marítimo, que representa más de la mitad del transporte que se hace en todo el mundo.

La causa principal es la pandemia de covid-19, que ha actuado como un efecto dominó. Primero obligó a cerrar los principales puertos de mercancías del mundo, lo que retrasó la entrega de materiales a las fábricas. Después, estas fábricas estuvieron paradas durante los meses de confinamiento y restricciones, por lo que la producción también se detuvo y los grandes buques de mercancías no tenían nada para transportar.

Al mismo tiempo, la pandemia afectó a las plantillas de trabajadores: a las personas que trabajan en el puerto cargando contenedores de los almacenes a los buques, pero también a las tripulaciones de las embarcaciones, que pasan semanas en alta mar para transportar mercancías de una punta a otra del mundo.

Por último, a raíz del parón por la pandemia, muchas empresas quebraron y eso complicó todavía más la situación, porque faltaban compañías de servicios que pudieran transportar los productos. Algunas empresas han optado por contratar a trabajadores de países en desarrollo, donde la mano de obra es más barata, para ahorrar costes en plena crisis. Pero en estos países el ritmo de vacunación es más lento, así que su incorporación también se retrasa.

El transporte de mercancías y materias primas se ha convertido así en un cuello de botella y todavía pueden pasar varios meses hasta que se recupere el ritmo habitual.

Fuente La vanguardia https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20211209/7905730/crisis-gas-europa-conflictos-intereses-geopolitica.html

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

Como la actualidad geopolítica manda y ordena, Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, dedica su columna semanal del Club de La Pluma, al apresurado, superficial y errático plan de la UE, anunciado hace unos días, para supuestamente “frenar el liderazgo comercial de China en el mundo”. Un plan que aspira a una inversión de apenas 300 mil millones de dólares hasta 2027. Que es ridícula al lado del billón 300 mil millones que China ya tiene invertido y ejecutado desde 2013, en su avanzada estrategia continental de la Ruta de La Seda y del Collar de Perlas. Estrategia exitosa y en pleno avance, que angustia obsesivamente a EEUU en su ocaso del poder mundial. 

Al respecto, nuestro director nos adelanta que el plan europeo HA NACIDO MUERTO porque la UE no dispone de esos fondos, Una parte de ellos, los llamados Fondos de Desarrollo Sostenible, deberán ser emitidos por su Banco Central y solo servirán de garantías para que las empresas privadas participen. Las que a su vez serán financiadas por la banca, quién para ello, recibirá más fondos del Banco Central. Toda una maniobra circular de rescate financiero que sirve a las grandes empresas y a los  bancos, que siguen sin levantar cabeza tras la crisis del Covid, pero que está lejos de ser una sombra para la gran apuesta geoestratégica de China. Eso sí, el anuncio del proyecto, tan superficial como espectacular, fue adornado por la clásica letanía occidental de democracia, libertad y derechos humanos, siempre a la carta y a conveniencia. Y nos recuerda que si la UE aún no ha podido concretar ni siquiera los fondos de rescates por la pandemia a sus propios países, resulta difícil creer que van a invertir en otros países, solo para frenar a China. 

Luego, Carlos nos brinda una excelente descripción, con detalles y explicaciones que perecen un mapa sonoro, sobre el COLLAR DE PERLAS chino, que es una sucesión geográfica de puertos, vías de navegación, mares, estrechos, pasos, puestos de abastecimientos, etc., coordinados con rutas terrestres y con infraestructuras modernas y de alta tecnología, dispuestos de forma parecida a un collar y que le permite sortear el cerco militar bélico de Occidente alrededor de su país y zona de influencia, que resulta una fuente permanente de tensiones y una seria amenaza de enfrentamientos armados. Ello está logrando que sus productos viajen seguros por el Índico, luego por Pakistán, el Mar Arábigo, Mar Rojo y canal de Suez, hasta el Puerto El Pireo de Grecia. Mientras que nos recuerda que el posible final de la guerra de El Yemen, con el triunfo de los hutíes sobre la invasora Arabia Saudita, permitirá que se instale allí la base más importante naval China en la región, fundamental para la conexión con África. 

Y nos habla de los profundos cambios del sistema naval y la importancia histórica de sus controles y de cómo China aprendió esto de su enemigo, de sus estrategias y doctrinas, que hoy le son favorables al gigante asiático, como la teoría de John Mackinder que decía que “el que controlara la isla el mundo -Eurasia-  gobernaría el mundo entero”. Quién también, si viviera, estaría muy preocupado ante las extensas redes ferroviarias, caminos, puentes, túneles, aeropuertos, puertos, gasoductos, oleoductos, más la versión naval del Collar de Perlas Chino. También nos habla y demuestra las urgentes razones de Occidente con los tratados del QUAD y AUKUS, al perder el control absoluto del Pacífico Sur. Y que esta realidad, larvada con proyectos desde 2013, pone de manifiesto las razones por las que el actual presidente de China, Xi Jinping haya sido ratificado para un segundo mandato, alcanzando similar poder y prestigio que el jefe de la revolución, Mao Zedong 

Y así, Pereyra Mele cierra su columna  reflexionando que los países del Sur Global, como los sudamericanos y el nuestro, NOS GUSTE O NO, quedarán en medio de un escenario mundial de disputas y confrontaciones y ante el frente euroasiático que avanza en perjuicio de los Estados Unidos, cuyo mundo se ha achicado dramáticamente. Por ello, reiteró que: cinco siglos de dominio absoluto occidental y anglosajón han llegado a su fin y que se nos abre un abanico de nuevas oportunidades como también de desafíos de gran calado, a lo que hay que responder por encima de las ideologías que tanto atosigan y confunden.

Eduardo Bonugli (Madrid, 05/12/21)

Nueva Ruta de la Seda Terrestre y Maritima de China

Eduardo Bonugli colaborador permanente del Tanque de Ideas Latinoamericano Dossier Geopolítico desde Europa -España- ha sido invitado por el Programa la Radio del club de la Pluma de Argentina para realizar un informe semanal de los acontecimiento claves del viejo mundo Que difundimos por nuestro sitio Web 

AUDIO:

Eduardo nos relata cómo 31 personas, hijas de un dios menor y llegadas desde la cara oscura del mundo, mueren en el Canal de La Mancha, al negarles auxilio tanto Francia como Inglaterra, ante la indiferencia e hipocresía de la Europa de la solidaridad, la libertad y los derechos humanos

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico