Entrevista realizada a nuestro socio estrategico de Dossier Geopolitico en Italia, el Dr. Tiberio Graziani por la revista: «Asuntos Internacionales» del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa. NdR

Entrevista con Tiberio Graziani, presidente del grupo de expertos Vision & Global Trends

Asuntos internacionales: ¿Cuál es su conclusión de las conversaciones que acaban de concluir en Ginebra entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y su homólogo estadounidense, Anthony Blinken, sobre las garantías de seguridad en Europa? ¿Está Washington dispuesto a escuchar las propuestas de Moscú en materia de seguridad europea o, como ha ocurrido en repetidas ocasiones, al menos desde mediados de la década de 1990, las cosas nunca irán más allá de las declaraciones, las filas de la OTAN seguirán creciendo y las tensiones en las fronteras de Rusia también se mantendrán? creciendo, junto con las sanciones contra Rusia?

Washington está dispuesto a escuchar las propuestas de Moscú sobre la seguridad europea o, como ha ocurrido varias veces antes, al menos desde mediados de los 90, las cosas nunca irán más allá de las declaraciones, las filas de la OTAN seguirán creciendo y también las tensiones en las fronteras de Rusia. seguir creciendo, junto con las sanciones contra Rusia?

Estamos en medio de un punto muerto. Las posiciones del campo occidental, es decir, EE. UU., la UE y la OTAN, y la Federación Rusa son, en este momento, muy distantes e irreconciliables. Los enfoques son demasiado diferentes. En algunos casos incluso muy ambigua, impregnada de una retórica que ciertamente no facilita el diálogo. La OTAN, por ejemplo, que a través de las palabras de su máximo representante, el Secretario General Stoltenberg, cree que la temporada de esferas de influencia entre las Grandes Potencias ha terminado. Creo que esta es una actitud antihistórica y engañosa. Esto lo niegan los hechos y la propia práctica de la OTAN que, desde la disolución de la URSS, nunca ha dejado de expandirse hacia el Este creando serios problemas no sólo para la estabilidad regional sino también para la global. No debemos olvidar que existe -históricamente- una estrategia de largo plazo que Occidente, en sus diversas expresiones históricas, ha tratado de implementar frente al espacio que hoy en día preside mayoritariamente la Federación Rusa. Recordemos, por ejemplo, los intentos de Napoleón y Hitler. Estos intentos, debe recordarse, sin embargo, fueron parte de una dinámica histórica intraeuropea, es decir, en una confrontación militar y política entre las naciones europeas continentales: la Francia revolucionaria de Napoleón contra la Rusia de los zares y la Alemania nacionalsocialista de Hitler contra la Rusia de Stalin. Unión Soviética. En el caso de la agresión alemana, sólo la intervención de Gran Bretaña y luego de Estados Unidos (es decir, de dos potencias globalistas) hizo del choque entre Berlín y Moscú un choque mundial.

El «nuevo» llamado Occidente, el surgido de la Segunda Guerra Mundial -liderado por los EE.UU.- desde el punto de vista del análisis geopolítico ha adoptado este tipo de estrategia, es más, dadas las condiciones geográficas, utiliza el espacio de la Unión Europea como una verdadera cabeza de puente lanzada contra la Federación Rusa para hegemonizar -militarmente (con la excusa de una interpretación unilateral y particular de la seguridad colectiva regional y global), políticamente (con la difusión y «exportación» de valores democráticos, pero interpretados exclusivamente en versión democrática liberal), económicamente (según los dictados hiperliberales del mercado global), toda la masa euroasiática. En el marco de tal perspectiva geoestratégica,

Dicho esto, creo que todavía hay que seguir las vías diplomáticas, a pesar de los fracasos de las últimas semanas.

Asuntos internacionales: El final del año pasado y el comienzo de este se caracterizó por una campaña antirrusa, implacablemente alimentada por los medios de comunicación en los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, así como en Alemania y otros países europeos. todos acusando a Moscú de supuestamente prepararse para atacar a Ucrania. A pesar de la ausencia total de evidencia alguna de las malas intenciones de Rusia, el flujo de tales acusaciones no muestra signos de agotarse. ¿Podría esto significar que en poco tiempo deberíamos esperar otro repunte en el conflicto armado en el Donbass, y que Bruselas y Washington realmente están tratando de envalentonar a Kiev para que lance una nueva ofensiva allí?

La campaña antirrusa es parte de esa serie de medidas de acompañamiento que apoyan la práctica geopolítica actual destinada a contener y limitar a la Federación Rusa. El objetivo es crear un clima psicológico amplio en el campo occidental capaz de justificar acciones contra Rusia, ya sean de carácter jurídico-legal (como, por ejemplo, los diversos proyectos de ley presentados recientemente por algunos senadores estadounidenses contra Putin (Putin Accountability Ley), tanto militares (financiación de armamentos para Ucrania) como políticas. Obviamente, cuanto más aumenta un clima anti-ruso generalizado en “Occidente”, más probable es un aislamiento de la Federación Rusa, más probables las situaciones de un enfrentamiento.

Sin embargo, creo que no le conviene a nadie (ni a Occidente ni a Moscú) una batalla bélica. Lo más probable es que ahora haya comenzado una temporada sin precedentes de guerra híbrida permanente, solo parcialmente comparable a la llamada guerra fría.

Asuntos internacionales: ¿Cómo evalúa la crisis política que estalló recientemente en Kazajstán? ¿Podemos estar de acuerdo con el presidente kazajo, Kassym -Jomart Tokayev, que culpa del malestar social en su país a fuerzas externas, incluidas las fundamentalistas, o se trata, ante todo, de un conflicto interno ?

Este derrumbe no se ha producido hasta ahora gracias a la política de equilibrio que Kazajstán y Uzbekistán han establecido en los últimos treinta años con Rusia y China. El peligro de una extensión del conflicto interno originado a partir de las revueltas de enero encaminadas al cambio de régimen e ingobernabilidad del país con la consecuencia de generar una grave y catastrófica crisis regional, dada la delicada situación geográfica de Kazajstán, ha llevado al presidente Tokayev a pedir la intervención de la CSTO.

Asuntos internacionales: la gente en Rusia es generalmente pesimista sobre las perspectivas de los acuerdos que se pueden alcanzar con la UE y los EE. UU. ¿Podría esto conducir a otro conflicto de intereses en Eurasia entre Moscú, Washington y Bruselas?

Todos los elementos que han surgido hasta ahora sobre posibles acuerdos entre las partes involucradas no describen objetivamente un panorama optimista, ni nos llevan a pensar en una solución a corto plazo. Creo que hemos entrado en una nueva temporada de relaciones entre el llamado Occidente y la Federación Rusa, a la que tendremos que acostumbrarnos. Lo más probable es que las conversaciones diplomáticas, si duran, solo ganarán tiempo que podrían utilizar aquellas partes interesadas europeas que ven más beneficios que desventajas en la relación con Rusia.

FUENTE: https://en.interaffairs.ru/article/t-graziani-the-anti-russian-campaign-is-part-of-that-series-of-accompanying-measures-that-support/

Bajo el título de VIENTOS DE GUERRA EN EUROPA, el colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, Eduardo Bonugli, describe el clima pre bélico que se vive en Europa desde el punto de vista humano, más allá de los análisis políticos y estratégicos del asunto.

Y nos habla de 550 millones de ciudadanos resignados y tratados casi como súbditos sin derechos, que prefieren la ignorancia y la indiferencia ante el avasallamiento de la UE por parte de Norteamérica, que le ha hecho perder su autoridad, su dignidad y su soberanía. También de la parafernalia bélica y de la retórica de la guerra por parte de un EEUU en debacle, que con estas provocaciones, parece exhalar el estertor de la muerte de un imperio moribundo que se revuelve violentamente desesperado, asustado y acorralado.

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Y que los señores de la guerra anglosajones le están haciendo una burla macabra a Europa, quién será a la postre la que va a pagar los platos rotos, la que pondrá los muertos y cuyas tierras serán arrasadas por estas perversas armas de destrucción masiva. Mientras que la OTAN, hasta le ha prohibido a Bruselas participar en las negociaciones con Rusia, ni siquiera como oyente, cuando es su futuro el que juega.

Y nos dice que es imposible comparar los movimientos internos de Rusia para defender su territorio, con el circo de la muerte que EEUU está desplazando. Cruzando un océano y los 8.000 km  de distancia, para instalar en tierras lejanas y extrañas este infierno de armas. Junto a otro ejército de periodistas, que como cantantes de coro repiten noticias calcadas, segadas, manipuladas y recortadas, dentro de una  censura informativa total, como parte de la clásica dictadura mediática blanda de Occidente. Un duro precio a pagar por ser gobernados por políticos cobardes, obsecuentes e incompetentes que están exponiendo a sus gentes a un holocausto.

Y finalmente, Eduardo se despide con una pragmática frase de Henrry Kisinger, muy ajustada a estas circunstancias, que bien harían los europeos y ucranianos en tenerla presente. Todo ello, en este corto y fácil audio, tan descriptivo como humano.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

VIENTOS DE GUERRA
GRUPOS «DEMOCRATICOS» RECORREN LAS CALLES DE KIEV (UCRANIA) INCITANDO EL CONFLICTO CON RUSIA

El director de Dossier Geopolítico, *Carlos Pereyra Mele*, ante los hechos de actualidad mundial, hace una pausa en sus vacaciones y nos trae al Club de La Pluma una columna exprés y reducida de geopolítica, alertando que el bombardeo mediático sobre Ucrania forma parte de una gigantesca operación de guerra híbrida, que sirve también para ocultar el imparable avance de las fuerzas euroasiáticas y el ocultamiento de importantes acontecimientos que están siendo relegados por los medios masivos de información, al tratarse de logros significativos de este bloque en ascenso mundial.

Sobre Ucrania nos confirma sus reiterados análisis que vienen desde el año pasado, sobre que la crisis es parte de una serie de operaciones psicológicas para transmitir a la población global, un supuesto intento de invasión rusa a ese país, anunciado para fin del año pasado, luego en enero y ahora en febrero. Y nos confirma que “Rusia no quiere comprarse un problema” y mucho menos un estado fallido administrado por mafias, quebrado y en guerra civil, cuyo gobierno es disputado por cooperativas de oligarcas. Mientras  desgrana las razones por las que “la OTAN no es una Fuerza Monolítica”, que los más importantes países europeos están en contra, y que los ucranianos son apenas jugadores para ser sacrificados en la mesa de negociación de las grandes potencias.

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Y que detrás de esta gigantesca cortina de humo, se esconden realidades como el fracasado golpe de Estado en Kazajstán, con evidente apoyo de Occidente y que despareció de la noche a la mañana de las portadas la prensa. También del aumento sustancial del  precio del petróleo ante los duros reveses de Arabia Saudita en su sangrienta invasión al Yemen, lo que demuestra que Occidente  no puede proteger eficazmente  a sus aliados y socios de la región.

También que China “está midiendo a Taiwán con la misma vara de Ucrania” y  observando cómo reaccionan los occidentales con el tema, para tomar nota en vistas a un proceso que podría ser muy similar con Taiwán. Además nos informa que, a pesar del silencio mediático, avanzan las negociaciones entre Irán y las potencias por el acuerdo sobre energía nuclear, hasta el punto de existir ya un borrador que abre la posibilidad de que en febrero pudiera ser firmado, lo que significaría el fin de las actuales sanciones a Irán.

Nuestro director resalta otras noticias oscurecidas por el conflicto de Ucrania, que se está utilizando como “el árbol que tapa el bosque”. Tal es el caso de las flotas rusas que han partido del Mar Báltico, siendo la primera vez que salen en gran número y hacia el Pacífico de la base de Vladivostok, mientras que también el viernes se iniciaron las maniobra militares navales entre China, Rusia e Irán en el Océano Índico. Lo que es  una clara demostración de que “nada ya es igual a lo que era”. Y que hoy en día, Estados Unidos no puede controlar los océanos en su totalidad y al sentirse amenazado, se aboca a estas acciones, como la de Ucrania, que explican su desesperación actual.

Finalmente, Carlos nos avanza que el Producto Bruto Interior de China creció en el 2021 -cerca del 10%- a pesar del virus Omicrón y mucho más de lo que preveían los analistas económicos occidentales, lo que  demuestra que su potencialidad económica, tecnológica e industrial prosigue avanzando raudamente.

De esta manera, termina este informe exprés del director de Dossier Geopolítico, que resalta la cantidad de información malintencionada y carente de fundamentos lógicos, que la prensa monopólica transmite minuto a minuto, echando un cono de sombra a los grandes acontecimientos importantes de verdad, que si están ocurriendo más allá de lo que se nos quieren mostrar.

Todo para ocultar la fluidez y la cantidad de acciones y actos que van cambiando el mundo hacia una nueva multipolaridad y que son desconocidos por la mayoría de la población del mundo, fundamentalmente por la occidental,

Los hutíes quitan a Abu Dhabi su aura de seguridad Los ataques con drones Abu Dhabi exponen las vulnerabilidades de Emiratos Árabes Unidos, y de su reputación como refugio para el turismo y el comercio.
CHINA OBSERVA EL JUEGO POR UCRANIA ENTRE LOS PODERES ATLANTISTA Y CONTINENTALISTAS SACANDO CONCLUCIONES SOBRE EL CONFLICTO QUE TIENE EN TAIWAN
LA INTERVENCION DE LA OTSC EN KAZAJISTAN EN 24HS DESMANTELO EL GOLPE HIBRIDO (Y DE ESTADO) ALENTADO POR OCCIDENTE.
NEGOCIACIONES POR EL ACUERDO 5+1+IRAN AVANZAN CON UN EEUU QUE PARTICIPA A TRAVES DE LAS POTENCIAS OCCIDENTALES REUTERS

Se trata de que el mundo que hoy vivimos y se pretende resetear, es un mundo en el cual, desde el inicio de la pandemia y según datos del FMI, la deuda pública global sobrepasa el producto bruto mundial y la deuda pública y privada del sector no financiero lo triplica.

Jorge Casals LLano

Para evitar confusiones, y como definiciones de geopolítica existen casi tantas como autores que se refieran a ella, bueno resulta comenzar por la que consideramos válida porque incluye, además de los mecanismos que se utilizan para incidir sobre el «orden» global establecido y la estrategia orientada a tal fin, el propio «orden», sea el existente o el que se pretende alcanzar. En el mismo sentido y para evitar confusiones, resulta útil aclarar que se parte para el análisis de la premonición marxista de que un modo de producción no es sustituido por otro hasta que este no haya agotado todas sus posibilidades y también de que el intento de manipulación mediática implícito en la declaración de la necesidad del «gran reinicio» está incluido y forma parte de la estrategia, ahora a lo lampedusa, haciendo parecer que todo cambia para que nada cambie.

Resulta imprescindible precisar, para continuar, que al referirnos al «orden» global existente, o más precisamente, al «orden» global todavía predominante, lo hacemos obviamente refiriéndonos al capitalismo, y más precisamente al capitalismo decadente y que por ello mismo, según el Foro Económico Mundial (Foro de Davos) y la revista The Economist, necesita de un «gran reinicio», y a su también decadente paradigma, EE. UU., que su presidente hoy intenta reconstruir.

No parece necesario, aquí y ahora, detallar cuánto significó el capitalismo para el desarrollo de la humanidad. Al menos una parte de los que habitamos hoy el planeta, en particular aquella que vive en el reducido mundo burgués –ni qué decir del 1 % de ese mundo– y la clase media que lo acompaña, alcanza hoy niveles de vida ni siquiera soñados 100 o 150 años atrás, o incluso a finales del pasado siglo, hace solo más de 20 años; tampoco hace falta referirse a cómo ese mismo capitalismo –cuya existencia solo es posible revolucionando constantemente los  medios de producción y expoliando los recursos del planeta que habitamos– ha puesto al mundo al borde de la catástrofe por el calentamiento global y el cambio climático.

Sin embargo, parece oportuno analizar si el sistema agotó sus posibilidades de funcionar y desarrollarse (y cuánto ello se ajusta al anuncio de Marx), incluso si fuera capaz de mantenerse en los estrechos e inhumanos marcos depredadores del egoísmo liberal burgués a que se nos invita por la élite del poder mundial.

Se trata de que el mundo que hoy vivimos y se pretende resetear, es un mundo en el cual, desde el inicio de la pandemia y según datos del FMI, la deuda pública global sobrepasa el producto bruto mundial y la deuda pública y privada del sector no financiero lo triplica; es un planeta en el que el número de pobres se ha incrementado en más de cien millones y en el que han muerto más de ocho millones, mientras que la riqueza de las farmacéuticas que producen vacunas se ha incrementado en más de 350 000 millones de dólares y en el que la riqueza acumulada de las primeras 11 (considerando los precios de sus acciones en bolsa) representa cerca del 16 % del producto bruto mundial y se desempeña en las esferas de los servicios y medios interactivos, la tecnología de hard y software, el comercio minorista en internet, solo una en semiconductores y también una en petróleo.

Es el mismo mundo en el que se pretende firmar (y seguramente se firmará) un acuerdo que garantice que de estallar una guerra convencional esta no derive en guerra nuclear, aunque todos sabemos que EE. UU. se ha encargado de situar los posibles escenarios del inicio de una nueva guerra lejos de su territorio, lo que les resultaría incluso conveniente de considerarse solo sus estrechos intereses geopolíticos incluyen la reducción de las potencialidades (todas) de los participantes directos en los campos de batalla y crearía destrozos que ellos podrían ayudar a reconstruir, claro, como después de la Segunda Guerra Mundial.

Luego del reseteo (reinicio) el mundo que nos espera, o mejor, el que espera el megacapitalismo, pudiera resumirse a partir de lo publicado en The Economist: El trabajo a distancia se mantendrá, en viviendas más tecnológicas y con las condiciones requeridas; la cantidad y la calidad del trabajo serán medidas por plataformas tecnológicas que lo evaluarán según los resultados; habrá una drástica reducción del empleo, pues la Inteligencia Artificial (IA) reemplazará el trabajo vivo cada vez más aceleradamente, sustituyendo primero las labores más sencillas, comenzando por la producción de bienes y servicios y el comercio minorista y luego las más complejas, incluida la educación, que se modificará, y la atención médica, que también lo hará y cada vez más aceleradamente, aumentarán el ocio, la recreación, la alimentación sana…

Pero por más que se busque nada puede leerse sobre cómo se pretende, con el  «gran reseteo», resolver lo relacionado con la pobreza y el desempleo, incluido el que resulte de la aplicación masiva y acelerada de la Inteligencia Artificial, ni siquiera lo relacionado con la urgencia de resolver los problemas del calentamiento global y el cambio climático luego del fracaso de la Cop26 con sus promesas huecas, tan huecas como las del New Green Deal usamericano o el Pacto Verde europeo, y ni qué hablar sobre la regresión social, la derechización del pensamiento y el cuestionamiento a la democracia, lo que por supuesto incluye a la liberal burguesa, rasgos con cada vez mayor prevalencia en las sociedades del denominado occidente, en particular EE. UU.

Y aunque occidente y el mundo posreseteo pretendan pasarlo por alto, en tanto que el «gran reinicio» se concibe como más capitalismo en el que seguirán imponiéndose y cada vez más las megaempresas, los megabancos y el individualismo exacerbado, nadie puede hoy obviar que el consumo en EE. UU., en gran medida, depende no de lo que produce, sino de lo que produce el socialismo en China, y que la energía que consume Europa no solo depende de la que produce, sino también de la que importa no de occidente, sino de Rusia, y que la interrupción de tales suministros no solo llevaría a su encarecimiento, al desmantelamiento de las actividades productivas y a la liquidación masiva de puestos de trabajo, sino que todo ello agudizaría la crisis y la competencia intercapitalista que profundizaría aún más la ya crisis crónica y acercaría la posibilidad de guerras a las que inevitablemente conduce la competencia propia del capitalismo, pero que ya la humanidad y el mundo en que vive no se pueden permitir.

Fuente: https://www.granma.cu/mundo/2022-01-11/la-geopolitica-global-y-el-gran-reinicio-11-01-2022-22-01-00

Por Omar Ruiz (*)

En este año 2022 que comienza, se cumplen 40 años de la Guerra de Malvinas y este 3 de enero, 189 años de la usurpación y ocupación ilegal de nuestra querida perla austral. Estas dos fechas significan para todos los argentin@s un homenaje a nuestros héroes, a los que dieron su vida, a los ex combatientes y veteranos de guerra que lucharon defendiendo nuestro territorio y que día a día difunden la “Causa Malvinas”. Para fortalecer nuestra estrategia de recuperación debemos, además de seguir insistiendo en el diálogo con el Reino Unido para que asuman su obligación de negociar y reconocer nuestra soberanía sobre Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos e insulares correspondientes, sostener y profundizar el enfoque geopolítico de los  gobiernos presididos por Néstor Kirchner y Cristina Fernández; y que el presidente Alberto Fernández con las gestiones del ex Secretario, Daniel Filmus y su sucesor, el actual Secretario de Malvinas, Guillermo Carmona, ratificó colocando a nuestras Islas en el marco de la importancia geoestratégica y geoeconómica que representan el Atlántico Sur y Antártida.

La Argentina bicontinental y oceánica se encuentra, en un escenario caracterizado por un proceso de transición de la hegemonía económica y comercial de EE.UU. hacia China, manteniendo el primero su liderazgo militar y compartiéndolo en materia nuclear con Rusia. A este contexto debemos agregar la construcción de un mundo multipolar, la crisis del multilateralismo, el fortalecimiento del nacionalismo expresado en potencias regionales revisionistas como Turquía e Irán, el protagonismo geoeconómico y militar de la Unión Europea, Australia, India, Japón y Corea del Sur, entre otros, y la creciente importancia de los océanos en la geopolítica internacional.

La geopolítica como proyección del poder en el territorio para defender el espacio vital y los intereses nacionales está de regreso, agregando a sus elementos tradicionales (aire, mar y tierra), los aportados por la geopolítica crítica, como los espacios no geográficos (ciberespacio, electromagnético, nanoespacio, espacio ultraterrestre, espacio submarino), y la presencia de nuevos actores no estatales (gigantes de internet).

En un poco más de tres décadas el mundo tendrá un tercio más de habitantes, la mayoría se concentrará en Asia, con lo cual se incrementará el consumo de agua dulce y se encarecerá el precio de la misma, habrá más demanda de alimentos, disminución de suelo cultivable y aumentará la demanda de energía. Argentina, país bicontinental y oceánico, debe tener una mirada profunda no sólo de Malvinas, sino también del Atlántico Sur y de la Antártida, por lo que representan para el desarrollo del país.

Nuestro país debe prestar especial atención a esta vasta zona por su valor geoeconómico representado por los recursos naturales: pesqueros, (calamar, langostino y merluza en uno de los mayores caladeros del mundo), minerales (magnesio, cobre, níquel y cobalto fusionados en nódulos polimetálicos), minerales críticos y tierras raras (litio, titanio, diamantes, oro, coltan) de uso para la industria de baterías, (celulares y automóviles), misilística y aeroespacial, junto a la mayor reserva de agua potable del mundo en la Antártida, hidrocarburos (gas y petróleo) y las rutas comerciales por donde se traslada parte del petróleo que va de medio oriente a Europa y de las importaciones de EE.UU.

Desde el punto de vista geoestratégico, Malvinas le permite al Reino Unido proyectar su poder hacia tres continentes, América del Sur, África y Antártida y hacia cuatro océanos, Atlántico, Antártico, Índico y Pacífico. El eje Londres, Peñón de Gibraltar, Islas Ascensión, Santa Helena, Tristán de Acuña, Malvinas, Georgias del Sur, demás islas y Territorio Antártico Británico es la hoja de ruta de la fuerza naval británica, permitiéndole controlar el mar, costas y espacio aéreo del Atlántico Sur, que junto a la base aérea de Monte Agradable en Malvinas forman parte del dispositivo de la OTAN, ya que si bien el R.U. se alejó de la Unión Europea a través del “BREXIT” no lo hizo de esta organización. La OTAN se está conformando globalmente y el Reino Unido hoy “Global Britain”, con su comando naval en el Atlántico Sur significa una amenaza para la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS integrada por 24 países de Suramérica y Africa). En la disputa entre China y AUKUS (EE.UU., RU y Australia), esta alianza militar puede desde la base de Monte Agradable, vía el océano Indico, donde se encuentra la isla de Diego García (Archipiélago de Chagos), conectar un puente militar para acercarse a la “nueva franja y ruta de la seda”.

Al igual que en EE.UU. el complejo militar industrial inglés influye en la política exterior y de defensa, en este caso utilizando el Atlántico Sur para su militarización, a modo de ejemplos tenemos, las apariciones a partir del año 2003 del submarino nuclear “Vanguard” en el Atlántico Sur con capacidad para transportar armamento radioactivo, el destructor de última generación “Dauntless” de tipo 45, los aviones de quinta generación “Eurofighter Typhoon II” con radio de acción hasta el sur de la provincia de Buenos Aires y toda la Patagonia, y los ejercicios militares con misiles “Rapier”. Además, la presencia del Submarino a propulsión nuclear “Greeneville” de EE.UU. que hace unos meses y de “casualidad” se encontró con una nave de la flota del RU en el Atlántico Sur, tiene implicancias y riesgos para el medio ambiente. El anuncio en 2020 del primer ministro Boris Johnson en la cámara de los comunes de incrementar un 40 % el arsenal nuclear del RU, la reciente creación de un comando espacial, la modernización de los complejos militares ubicados en Santa Elena y Tristán de Cunha, el proyecto de un puerto de aguas profundas en Malvinas, y la construcción de un muelle logístico en las Islas Georgias del Sur conforman un cuadro más que preocupante para la paz y la seguridad en el Atlántico Sur.

Junto a Argentina hay otros actores con intereses en el Atlántico Sur y Antártida, además del Reino Unido, Brasil, Uruguay, Rusia, China, EE.UU., Sudáfrica, Nigeria y Angola; para EE.UU. el comando sur le asigna a esta región importancia desde el punto de vista de su seguridad; Brasil, despliega su estrategia de defensa alrededor del Amazonas; y para nuestro país, se agrega la importancia de los hielos continentales, acuífero guaraní y especial atención a los tres pasos al Pacífico (Mar de Hoces y estrechos de Magallanes y Beagle).

Para recuperar, defender y consolidar nuestra soberanía e intereses vitales en Malvinas, Atlántico Sur y Antártida, resulta fundamental que Argentina decida incrementar sus capacidades nacionales y militares, su presencia y control en el Atlántico Sur con la definitiva concreción de la base naval Ushuaia y el polo logístico, la obstaculización y penalización de las actividades económicas ilegales en nuestros mares por parte del gobierno ilegítimo de las Islas y el ofrecimiento de acciones humanitarias a su población.

(*) Legislador Provincial mc, abogado, Magister en RRII, Diplomatura en Defensa.

Coincidiendo con el momento más crítico de las negociaciones entre Argentina y el FMI, el colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, Eduardo Bonugli, desnuda la doble cara de los poderes financieros, con un informe lapidario para EL CLUB DE LA PLUMA, sobre las recetas neoliberales que han desembocado en LA CATASTRÓFICA DEUDA EXTERNA DE EUROPA DE 11,5 BILLONES DE DÓLARES en solo 20 años, imponiendo como normalidad la pérdida de soberanía de los estados europeos bajo el chantaje de la refinanciación de la deuda.

Y nos explica cómo sus políticas de austeridad -que intentan hoy volver a imponer en Argentina- están generado en su propia tierra y contra su propia gente, la más monstruosa estafa universal de todos los tiempos, en forma de una deuda infinita e impagable además de silenciosa e invisible.
Un descarado robo planetario y un saqueo en toda regla al futuro de la humanidad, y que confirma el preludio del inevitable derrumbe económico del sistema capitalista.
En este audio, Eduardo nos describe con cifras y argumentos, y sin caer en dogmas repetidos ni en nombres propios, cómo los poderes financieros tienen la doble vara de castigar o premiar a los estados, no ya por sus resultados sino por sus lealtades geopolíticas. Igual que el predicador vicioso y corrupto que fustiga a sus fieles, mientras vive en la falsedad y la ignominia.
Un informe para reflexionar sobre esos “hombres de negro” que hoy exigen condiciones inasumibles, pero que en Europa, emiten y emiten euros de forma descontrolada para refinanciar una deuda que, desde principio de siglo, ha aumentado más de cinco veces.
Y nos cuenta cómo financian todo si pagar nada, sin dramas, sin angustias, sin crear zozobras. Todo muy fácil, muy simple, sin despliegue mediático, sin oposición. Premiando el fracaso y el quiebre de los resultados. Jugando al solitario y haciendo trampas, practicando lo mismo que critican al tercer mundo. Mientras los mentados inversores privados, huyen de las deudas soberanas.
Así, la deuda Europea es una mole de dinero que se sostiene enganchada al dólar, mientras éste se mantenga como primera moneda mundial. Hasta que se le rompan la costuras y sucumba ante otras divisas que ya son reflejos de economías pujantes y solventes, generadoras de riquezas genuinas.

Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolítico.

 Por Flavio Colazo autorizado por su autor

A partir del cambio de orientación política en algunos países hacia el sur de Estados Unidos, se abre una puerta para forjar un nuevo mapa de vínculos entre las naciones de la región.

Especial para La Nueva Mañana

Como continuidad del reinicio de sus actividades llevado a cabo el 18 de septiembre –luego de un paréntesis de 4 años-, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) desarrollará -a partir de hoy viernes y en nuestro país- la Cumbre desde la cual muy posiblemente el presidente argentino, Alberto Fernández, resulte electo para ocupar la presidencia Pro Témpore del organismo regional. 

Las dificultades para una integración 

Los intentos de integración regionales por lo general no se resuelven de un día para el otro -y no siempre alcanzan a cumplimentar la totalidad de los objetivos propuestos en su idea gestante-. Este que intenta abordar la Región americana mediante la Celac -sin EE.UU. (ni Canadá)- seguramente no será resuelto rápidamente. Europa, por ejemplo, para llegar a la Unión Europea (UE), inició el camino a mediados del siglo XX con un acuerdo energético (por el carbón), pasó luego por un acuerdo comercial, para finalmente, y luego de largas y arduas negociaciones,  conformar el espacio (UE) que integra hoy a 27 países que actúan -en su relación con los grandes bloques económicos-  como un todo.

Los pasos integracionistas en la Región en los siglos XX y XXI

Si bien ya Juan Domingo Perón –durante su segunda presidencia- había pergeñado un diseño de integración (el famoso ABC- Argentina, Brasil y Chile) este no llegó a concretarse. Recién el Mercado Común del Sur (Mercosur), nacido en 1991, fue el primer gran paso  que dieron algunos países de la Región (Argentina, Brasil; Paraguay y Uruguay)  en alcanzar una integración efectiva y fructífera. Este acuerdo comercial permitió un fortalecimiento del mercado regional frente a los mercados mundiales llegando a posicionarse como el cuarto a nivel global. El próximo paso (siempre por el impulso de gobiernos progresistas) fue la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), nacida  para “construir una identidad y ciudadanía suramericana y desarrollar un espacio regional integrado”. Esta Unión -nacida en 2008, y que entró en vigor a partir de 2011-, que tuvo entre sus logros, por ejemplo, desactivar un golpe de Estado en Ecuador, fue desmantelada –prácticamente en su totalidad- al girar los gobiernos regionales hacia políticas de derecha neoliberales, para que ya en 2018 la mayoría de sus integrantes la abandonaran quedando actualmente solo con 4 países (Bolivia, Guayana, Surinam y Venezuela). Ante el desmembramiento de la Unasur , y con políticas totalmente opuestas a esta, surgió -por iniciativa de los entonces presidentes de Chile y Colombia, Sebastián Piñera e Iván Duque-, el Foro Para el Progreso de América del Sur (Prosur). Este Foro pretendía elevar a Piñera como un líder regional del neoliberalismo en tanto modelo “exitoso” de país; las movilizaciones sociales de 2019 en su país acabaron con su sueño, y prácticamente también con el Foro. Corresponde señalar que desde 2011 está en funcionamiento el tratado comercial conocido como la Alianza del Pacífico (AP), pero Argentina no está involucrada en dicha Alianza.

La Región encuentra en la Celac una posibilidad cierta de conformar un bloque serio, fuerte y potente.

Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (Celac): integración para liberarse de la OEA y EE.UU.

Si bien para septiembre del 2021 –momento en que se llevó a cabo la VI cumbre de la Celac (nacida en 2010) en México-  ya Argentina, Bolivia y Perú habían recuperado, merced al cambio político progresista en sus administraciones, el rumbo integracionista olvidado durante las administraciones neoliberales, es a partir de los triunfos electorales de Gabriel Boric en Chile y Xiomara Castro en Honduras –sumado a un muy posible inminente retorno de Lula a la presidencia de Brasil-, y habida cuenta del mal estado actual de la Unasur, que la Región encuentra en la Celac una posibilidad cierta de conformar un bloque serio, fuerte y potente para enfrentar a la Organización de Estados Americanos (OEA) toda vez que esta Organización en los últimos años ha cometido una larga serie de tropelías encadenadas que siempre han socavado  derechos  básicos de los estados sobre los que ha intervenido en algún modo: el apoyo al golpe de Estado en Bolivia es uno de los tantos ejemplos que se pueden mostrar en este sentido. La OEA, en recientes palabras del expresidente de Unasur, Ernesto Samper, “se ha convertido en un instrumento de hegemonía hemisférica de los EE.UU.”. El mismo Samper ha expresado que “se necesita una OEA sin la presencia de los EE.UU., y que eso puede ser la Celac, una especie de Unasur ampliada”

El caso Boric

Recientemente Sebastián Cortez Oviedo, al ser entrevistado por este medio, advertía sobre la muy baja intensidad de la voluntad integracionista de Chile. A esta idiosincrasia política del país trasandino, relevada por Cortez Oviedo, se le ha añadido un presente griego que Piñera le acercara a Boric a horas del triunfo electoral: una invitación formal a participar del encuentro del Prosur que se llevará a cabo sobre finales de enero. De modo auspicioso para las intenciones de los miembros de la Celac el recientemente electo presidente de Chile ha anunciado su no participación en las reuniones del Prosur ni de la AP.

Boric © Gentileza
El triunfo de Boric en Chile alimenta las esperanzas de integración.

Utilidad de una Celac fortalecida

En cuanto a lo práctico y útil de una integración robusta, por ejemplo, varios presidentes de la Región han hecho oír  sus lamentos por no haber contado con una integración fuerte a la hora de llegar al continente la pandemia de Covid. “Hemos sido víctimas del nacionalismo de las vacunas, porque cada país negoció por su lado” expresó el presidente de Guyana (Irfaan Ali). Desde aspectos tan serios como la pandemia y la negociación por las vacunas  se pueden proyectar infinitos beneficios de toda índole para los países americanos hacia el sur de los EE.UU. Sin ir más lejos la Cancillería china ha dado a conocer un Plan de Acción Conjunto China-Celac 2022-2024 pensado para expandir la cooperación en múltiples áreas que van desde defensa, comercio y finanzas, hasta salud pública e intercambios culturales. También es para destacar la firma del acuerdo constitutivo para la Agencia Latinoamericana y del Caribe del Espacio (ALCE) que permitirá avanzar con proyectos tecnológicos del ámbito espacial. Así, pretendidamente con la presencia de la totalidad de sus integrantes –menos Brasil, ya que el presidente Bolsonaro abandonó a la Comunidad-,  la Cumbre que comienza hoy en nuestro país pareciera traer nuevos vientos de esperanzas a la Región.

Importancia de la presidencia de la Celac para Argentina

En cuanto a la trascendencia e importancia de la Cumbre en marcha es necesario tratar el tema en dos niveles. Uno: el posicionamiento de Argentina ante la Región, el mundo y, especialmente, los EE.UU. Dos: la relevancia personal de Alberto Fernández, quien tras varios fracasos por alcanzar Argentina algún puesto de importancia en los organismos diplomáticos intergubernamentales y/o supranacionales, vería coronarse en su persona el primer gran triunfo argentino en dichos estamentos diplomáticos. En atención al primer nivel, por ejemplo, es imprescindible destacar que en la VI Cumbre de septiembre del 2021, se destacó en una declaración especial específica “los legítimos derechos de la Argentina en la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y los espacios marítimos circundantes”. Otro aspecto para nada menor es el que atiende a las negociaciones que lleva adelante el Gobierno argentino con el Fondo Monetario internacional (FMI). En este sentido la Cumbre puede ser una bisagra en el marco de las tensiones con EE.UU. (principal socio-y mandamás- del FMI). La pregunta del millón sería: ¿Toleraría EE.UU. que se le hiciese este “feo” conformando un organismo americano con Nicaragua, Venezuela y Cuba, y sin su presencia y activa participación en el mismo; y que encima lo presida Alberto Fernández, el presidente que le está pidiendo auxilio para solucionar su problema con el FMI? La respuesta, especulan los agoreros, se sabrá más temprano que tarde. 

Foto de la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, CELAC 2021 © NA
Foto de la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, Celac en México, 2021. Felipe Solá no estuvo presente.

Plan diseñado en el 2019 por la corporación RAND (subsidiaria del Pentágono) para favorecer revueltas internas en las repúblicas ex soviéticas.

Este resumen resume un informe que examina exhaustivamente las opciones no violentas que imponen costos que Estados Unidos y sus aliados podrían perseguir en áreas económicas, políticas y militares para enfatizar, sobreextender y desequilibrar, la economía y las fuerzas armadas de Rusia y la posición política del régimen en casa. y en el extranjero. Algunas de las opciones examinadas son claramente más prometedoras que otras, pero cualquiera debería evaluarse en términos de la estrategia general de Estados Unidos para tratar con Rusia, lo que ni el informe ni este informe han intentado hacer.

La máxima de que «Rusia nunca es tan fuerte ni tan débil como parece» sigue siendo tan cierta en el siglo actual como lo fue en los siglos XIX y XX.Compartir en Twitter

La Rusia actual sufre de muchas vulnerabilidades : precios del petróleo y del gas muy por debajo del nivel máximo que han provocado una caída en los niveles de vida, sanciones económicas que han fomentado ese declive, una población que envejece y que pronto estará en declive, y un autoritarismo creciente bajo el actual gobierno de Vladimir Putin. -continuó la regla. Tales vulnerabilidades se combinan con ansiedades profundamente arraigadas (aunque exageradas) sobre la posibilidad de un cambio de régimen inspirado en Occidente, la pérdida del estatus de gran potencia e incluso un ataque militar.

A pesar de estas vulnerabilidades y ansiedades, Rusia sigue siendo un país poderoso que aún se las arregla para ser un competidor de EE. UU. En algunos dominios clave. Reconociendo que algún nivel de competencia con Rusia es inevitable, los investigadores de RAND llevaron a cabo una evaluación cualitativa de las “opciones que imponen costos” que podrían desequilibrar y extender demasiado a Rusia. Tales opciones que imponen costos podrían imponer nuevas cargas a Rusia, idealmente cargas más pesadas que las que se impondrían a los Estados Unidos por perseguir esas opciones.

El trabajo se basa en el concepto de competencia estratégica a largo plazo desarrollado durante la Guerra Fría, algunos de los cuales se originaron en RAND. Un informe seminal de 1972 de la RAND postuló que Estados Unidos necesitaba cambiar su pensamiento estratégico de tratar de mantenerse por delante de la Unión Soviética en todas las dimensiones y tratar de controlar la competencia y canalizarla hacia áreas de ventaja estadounidense. Si este cambio se pudiera realizar con éxito, concluyó el informe, Estados Unidos podría impulsar a la Unión Soviética a trasladar sus recursos limitados a áreas que presentaban una amenaza menor.

El nuevo informe aplica este concepto a la Rusia actual. Un equipo de expertos de RAND desarrolló opciones económicas, geopolíticas, ideológicas, informativas y militares y las evaluó cualitativamente en términos de su probabilidad de éxito en la extensión de Rusia, sus beneficios, sus riesgos y costos.

Figura 1. Las exportaciones de petróleo de Rusia están disminuyendo

Medidas económicas que imponen costos

La expansión de la producción de energía de EE . UU. Estresaría la economía de Rusia, restringiendo potencialmente su presupuesto gubernamental y, por extensión, su gasto en defensa. Al adoptar políticas que amplíen la oferta mundial y depriman los precios mundiales, Estados Unidos puede limitar los ingresos rusos. Hacerlo conlleva poco costo o riesgo, produce beneficios de segundo orden para la economía estadounidense y no necesita respaldo multilateral.

La imposición de sanciones comerciales y financieras más profundas también degradaría probablemente la economía rusa, especialmente si tales sanciones son amplias y multilaterales. Por tanto, su eficacia dependerá de la voluntad de otros países de sumarse a ese proceso. Pero las sanciones conllevan costos y, según su gravedad, riesgos considerables.

El aumento de la capacidad de Europa para importar gas de proveedores distintos de Rusia podría extender económicamente a Rusia y proteger a Europa de la coerción energética rusa. Europa avanza lentamente en esta dirección mediante la construcción de plantas de regasificación de gas natural licuado (GNL). Pero para ser realmente eficaz, esta opción necesitaría que los mercados mundiales de GNL se volvieran más flexibles de lo que ya son y necesitaría que el GNL se vuelva más competitivo en precio con respecto al gas ruso.

Fomentar la emigración de Rusia de mano de obra calificada y jóvenes bien educados tiene pocos costos o riesgos y podría ayudar a Estados Unidos y a otros países receptores y perjudicar a Rusia, pero cualquier efecto, tanto positivo para los países receptores como negativo para Rusia, sería difícil de resolver. aviso excepto durante un período muy largo. Esta opción también tiene una baja probabilidad de extender Rusia.

Opciones económicas que imponen costosProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Expandir la producción de energía de EE. UU.ALTOALTOBAJO
Imponer sanciones comerciales y financieras más profundasALTOALTOALTO
Aumentar la capacidad de Europa para importar GNL de fuentes distintas de Rusia.MODERARALTOMODERAR
Fomentar la emigración de Rusia de mano de obra calificada y jóvenes bien educados.BAJOBAJOBAJO

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Medidas geopolíticas de imposición de costos

Los aprendices de las Fuerzas Democráticas Sirias, que representan un número igual de voluntarios árabes y kurdos, se forman en su ceremonia de graduación en el norte de Siria, el 9 de agosto de 2017.

Foto del sargento. Mitchell Ryan / Departamento de Defensa

Proporcionar ayuda letal a Ucrania explotaría el mayor punto de vulnerabilidad externa de Rusia. Pero cualquier aumento en las armas militares estadounidenses y el asesoramiento a Ucrania debería calibrarse cuidadosamente para aumentar los costos para Rusia de mantener su compromiso existente sin provocar un conflicto mucho más amplio en el que Rusia, debido a la proximidad, tendría ventajas significativas.

El aumento del apoyo a los rebeldes sirios podría poner en peligro otras prioridades políticas de Estados Unidos, como la lucha contra el terrorismo islámico radical, y podría correr el riesgo de desestabilizar aún más toda la región. Además, esta opción podría no ser factible, dada la radicalización, fragmentación y declive de la oposición siria.

Promover la liberalización en Bielorrusia probablemente no tenga éxito y podría provocar una fuerte respuesta rusa, una que resultaría en un deterioro general del entorno de seguridad en Europa y un revés para la política estadounidense.

Ampliar los lazos en el sur del Cáucaso —competir económicamente con Rusia— sería difícil debido a la geografía y la historia.

Reducir la influencia rusa en Asia Central sería muy difícil y podría resultar costoso. Es poco probable que un mayor compromiso extienda a Rusia mucho económicamente y es probable que sea desproporcionadamente costoso para los Estados Unidos.

Dar la vuelta a Transnistria y expulsar a las tropas rusas de la región sería un golpe para el prestigio ruso, pero también ahorraría dinero a Moscú y posiblemente impondría costos adicionales a Estados Unidos y sus aliados.

Opciones geopolíticas que imponen costosProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Proporcionar ayuda letal a UcraniaMODERARALTOALTO
Incrementar el apoyo a los rebeldes siriosBAJOMODERARALTO
Promover la liberalización en BielorrusiaBAJOALTOALTO
Ampliar lazos en el sur del CáucasoBAJOBAJOMODERAR
Reducir la influencia rusa en Asia CentralBAJOBAJOMODERAR
Voltear TransnistriaBAJOBAJOMODERAR

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Medidas ideológicas e informativas que imponen costos

Moscovitas protestando por la guerra en Ucrania y el apoyo de Rusia al separatismo en Crimea en los bulevares circulares de Moscú el 15 de marzo de 2014.

Foto de Dmitry Vereshchagin / Adobe Stock

Sería difícil disminuir la fe en el sistema electoral ruso debido al control estatal sobre la mayoría de los medios de comunicación. Hacerlo podría aumentar el descontento con el régimen, pero existen serios riesgos de que el Kremlin aumente la represión o arremeta y persiga un conflicto de distracción en el extranjero que podría ir en contra de los intereses occidentales.

Crear la percepción de que el régimen no persigue el interés público podría centrarse en la corrupción generalizada a gran escala y desafiar aún más la legitimidad del estado. Pero es difícil evaluar si la volatilidad política y las protestas conducirían a una Rusia más extendida, menos capaz o inclinada a amenazar los intereses occidentales en el extranjero, oa una Rusia más inclinada a arremeter en represalia o distraer, lo que hace que esto sea de alto riesgo. opción.

Fomentar las protestas internas y otras resistencias no violentas se centraría en distraer o desestabilizar al régimen ruso y reducir la probabilidad de que lleve a cabo acciones agresivas en el extranjero, pero los riesgos son altos y sería difícil para los gobiernos occidentales aumentar directamente la incidencia o la intensidad de la lucha contra la violencia. -actividades del régimen en Rusia.

Socavar la imagen de Rusia en el extranjero se centraría en disminuir la posición y la influencia de Rusia, socavando así las pretensiones del régimen de devolver a Rusia su antigua gloria. Las sanciones adicionales, la eliminación de Rusia de foros internacionales ajenos a la ONU y el boicot de eventos como la Copa del Mundo podrían ser implementados por estados occidentales y dañarían el prestigio ruso. Pero es incierto hasta qué punto estos pasos dañarían la estabilidad interna rusa.

Si bien ninguna de estas medidas tiene una alta probabilidad de éxito, cualquiera o todas se aprovecharían de las ansiedades más profundas del régimen ruso y podrían emplearse como una amenaza disuasoria para disminuir las campañas activas de desinformación y subversión de Rusia en el extranjero.

Opciones ideológicas e informativas que imponen costosProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Disminuir la fe en el sistema electoral rusoBAJOMODERARALTO
Crear la percepción de que el régimen no persigue el interés público.MODERARMODERARALTO
Fomentar las protestas nacionales y otras resistencias no violentas.BAJOMODERARALTO
Socavar la imagen de Rusia en el exteriorMODERARMODERARMODERAR

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Medidas que imponen los costos del aire y el espacio

Marineros

Los infantes de marina asignados al Thunderbolts of Marine Fighter Attack Squadron (VMFA) 251 quitar un entrenamiento AGM-88 DAÑO de un F / A-18C Hornet en la cubierta de vuelo del portaaviones clase Nimitz USS Theodore Roosevelt (CVN 71).

Foto de Anthony N. Hilkowski / DVIDS

Reposicionar los bombarderos dentro del rango de ataque fácil de los objetivos estratégicos rusos clave tiene una alta probabilidad de éxito y sin duda llamaría la atención de Moscú y aumentaría la ansiedad de Rusia; los costos y riesgos de esta opción son bajos siempre que los bombarderos se basen fuera del alcance de la mayoría de los misiles de crucero balísticos y terrestres de Rusia.

El reposicionamiento de los cazas para que estén más cerca de sus objetivos que los bombarderos como una forma de lograr tasas de salida más altas para compensar sus cargas útiles más pequeñas probablemente preocuparía a Moscú incluso más que reposicionar los bombarderos, pero la probabilidad de éxito es baja y los riesgos son altos. Debido a que cada avión necesitaría realizar múltiples salidas durante un conflicto convencional, los líderes rusos probablemente estarían seguros de que podrían destruir muchos cazas en tierra y cerrar sus aeródromos de despliegue desde el principio con pocas o ninguna adición a su inventario de misiles.

El despliegue de armas nucleares tácticas adicionales en lugares de Europa y Asia podría aumentar la ansiedad de Rusia lo suficiente como para aumentar significativamente las inversiones en sus defensas aéreas. Junto con la opción del bombardero, tiene una alta probabilidad de éxito, pero el despliegue de más armas de este tipo podría llevar a Moscú a reaccionar de manera contraria a los intereses de Estados Unidos y sus aliados.

El reposicionamiento de los sistemas de defensa antimisiles balísticos estadounidenses y aliados para atacar mejor a los misiles balísticos rusos también alarmaría a Moscú, pero probablemente sería la opción menos efectiva porque Rusia podría saturar fácilmente los sistemas actuales y cualquier actualización planificada con un pequeño porcentaje de su inventario de misiles existente, dejando muchos misiles. todavía disponible para mantener en riesgo a objetivos estadounidenses y aliados.

También hay formas de lograr que Rusia se extienda en la competencia estratégica . En términos de beneficios, tales desarrollos explotarían el temor demostrado de Moscú a las capacidades y doctrinas del poder aéreo estadounidense. Desarrollar nuevos bombarderos de largo alcance y de baja observación, o simplemente agregar significativamente más de los tipos que ya están disponibles o programados (B-2 y B-21) sería preocupante para Moscú, al igual que desarrollar aviones de ataque autónomos o piloteados a distancia y producir ellos en gran número. Todas las opciones probablemente incentivarían a Moscú a dedicar cada vez más recursos a hacer que sus sistemas de comando y control sean más difíciles, más móviles y más redundantes.

Un riesgo clave de estas opciones es ser arrastrado a carreras de armamentos que resultan en estrategias de imposición de costos dirigidas contra Estados Unidos . Por ejemplo, invertir en sistemas de defensa de misiles balísticos y armas espaciales alarmaría a Moscú, pero Rusia podría defenderse de tales desarrollos tomando medidas que probablemente serían considerablemente más baratas que los costos de estos sistemas para Estados Unidos.

En cuanto a la probabilidad de éxito, algunas opciones son buenas estrategias de imposición de costos , pero algunas, como invertir más en HARM u otras tecnologías de guerra electrónica, son claramente mejores que otras, y algunos enfoques deben evitarse, como los que se centran en el espacio. -Armas basadas en armas o sistemas de defensa contra misiles balísticos.

Estados Unidos podría incitar a Rusia a una costosa carrera armamentista rompiendo el régimen de control de armas nucleares , pero es poco probable que los beneficios superen los costos estadounidenses. Los costos financieros de una carrera de armamentos nucleares probablemente serían tan altos para Estados Unidos como lo serían para Rusia, quizás más altos. Pero los costos más serios serían políticos y estratégicos.

Opciones que imponen costos aéreos y espaciales / nuclearesProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Opción 1: Cambiar la postura y las operaciones de las fuerzas aéreas y espaciales
Bombarderos de reposicionamientoALTOMODERARBAJO
Combatientes de reposicionamientoBAJOMODERARALTO
Despliegue armas nucleares tácticas adicionalesALTOBAJOALTO
Reposicionar los sistemas de defensa antimisiles balísticos de EE. UU. Y sus aliadosBAJOBAJOMODERAR
Opción 2: Incrementar la investigación y el desarrollo (I + D) aeroespacial
Invierta más en aviones de baja visibilidadMODERARMODERARMODERAR
Invertir más en aviones autónomos o piloteados a distanciaALTOMODERARMODERAR
Invertir más en misiles y aviones de ataque de largo alcanceALTOALTOMODERAR
Invertir más en misiles antirradiación de alta velocidad (HARM) de mayor alcanceALTOMODERARMODERAR
Invertir más en nuevas tecnologías de guerra electrónicaMODERARMODERARBAJO
Centrarse en misiles convencionales de largo alcance guiados con precisión (p. Ej., Ataque global rápido convencional)MODERARMODERARALTO
Centrarse en las armas espacialesBAJOMODERARALTO
Centrarse en los «aviones espaciales»BAJO A MODERADOMODERARALTO
Centrarse en satélites pequeñosBAJOMODERARALTO
Opción 3: Aumento de los componentes aéreos y de misiles de la tríada nuclear
Romper el régimen de control de armas nuclearesBAJOMODERARALTO

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Medidas marítimas que imponen costos

USN

Un marinero estadounidense a bordo del destructor de misiles guiados USS Mustin (DDG 89) dispara un torpedo contra un objetivo simulado durante Valiant Shield 2014 en el Océano Pacífico el 18 de septiembre de 2014.

Foto por el suboficial de tercera clase Declan Barnes / DVIDS

El aumento de la postura y presencia de las fuerzas navales estadounidenses y aliadas en las áreas operativas de Rusia podría obligar a Rusia a aumentar sus inversiones navales, desviando inversiones de áreas potencialmente más peligrosas. Pero el tamaño de la inversión requerida para reconstituir una verdadera capacidad naval de aguas azules hace que sea poco probable que Rusia pueda verse obligada o tentada a hacerlo.

El aumento de los esfuerzos de I + D naval se centraría en desarrollar nuevas armas que permitan a los submarinos estadounidenses amenazar a un conjunto más amplio de objetivos o mejorar su capacidad para amenazar a los submarinos de misiles balísticos nucleares rusos (SSBN), que podrían imponer costos de guerra antisubmarina en Rusia. Existen riesgos limitados, pero el éxito depende de poder desarrollar estas capacidades y de si son lo suficientemente capaces de influir en los gastos rusos.

Cambiar la postura nuclear hacia los SSBN implicaría aumentar el porcentaje de la tríada nuclear estadounidense asignada a los SSBN al aumentar el tamaño de esa flota. Si bien podría obligar a Rusia a invertir en capacidades que puedan operar en un entorno de aguas azules en dos océanos y reduciría los riesgos para la postura estratégica de Estados Unidos, es poco probable que la opción induzca a Rusia a cambiar su estrategia y, por lo tanto, a extenderse.

Verificar la acumulación del Mar Negro implicaría desplegar un sistema reforzado de denegación de acceso y área de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre el Mar Negro, tal vez en forma de misiles antibuque terrestres de largo alcance, para aumentar el costo de defender las bases rusas en Crimea y reducir el beneficio para Rusia de haberse apoderado de esta zona. Sin duda, Rusia organizaría una vigorosa campaña diplomática e informativa para disuadir a los estados costeros de la OTAN y de otros países de participar. Además, operar en el Mar Negro es política y logísticamente más difícil para la Armada de los Estados Unidos que para la Armada de Rusia; también es más peligroso para los primeros en un conflicto.

Opciones marítimas que imponen costosProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Aumentar la postura y presencia de las fuerzas navales estadounidenses y aliadas.MODERARMODERARBAJO
Incrementar los esfuerzos de I + D navalMODERARMODERARMODERAR
Cambiar la postura nuclear hacia SSBNBAJOBAJOBAJO
Compruebe la acumulación del Mar NegroMODERARMODERARMODERAR

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Medidas de imposición de costos territoriales y multidominio

#Artemisa

El ejercicio Artemis Strike fue un ejercicio táctico de fuego real dirigido por alemanes con misiles Patriot y Stinger activos en la instalación de disparo de misiles de la OTAN en Chania, Grecia, del 31 de octubre al 9 de noviembre de 2017. Participaron más de 200 soldados estadounidenses y aproximadamente 650 aviadores alemanes en el entrenamiento realista dentro de una construcción combinada, ejercitando los rigores asociados con la proyección de fuerza y ​​educando a los operadores sobre sus sistemas de defensa antimisiles aéreos.

Foto de Anthony Sweeney / DVIDS

El aumento de las fuerzas estadounidenses en Europa, el aumento de las capacidades terrestres de los miembros europeos de la OTAN y el despliegue de una gran cantidad de fuerzas de la OTAN en la frontera rusa probablemente solo tendrían efectos limitados en la extensión de Rusia. Todas las opciones mejorarían la disuasión, pero los riesgos varían. Un aumento general de las capacidades de la fuerza terrestre de la OTAN en Europa, incluido el cierre de las brechas de preparación de los miembros europeos de la OTAN y el aumento del número de fuerzas estadounidenses estacionadas en ubicaciones tradicionales de Europa occidental, tendría riesgos limitados. Pero los despliegues a gran escala en las fronteras de Rusia aumentarían el riesgo de conflicto con Rusia, particularmente si se percibe como un desafío a la posición de Rusia en el este de Ucrania, Bielorrusia o el Cáucaso.

Aumentar el tamaño y la frecuencia de los ejercicios de la OTAN en Europa puede ayudar a mejorar la preparación y la disuasión, pero es poco probable que provoque una respuesta rusa costosa a menos que los ejercicios también envíen señales de riesgo . Los ejercicios de la OTAN a gran escala realizados cerca de las fronteras de Rusia y los ejercicios que practican escenarios de contraataque u ofensivos podrían percibirse como una muestra de la intención y la voluntad de considerar operaciones ofensivas. Por ejemplo, un ejercicio de la OTAN que simule un contraataque para recuperar el territorio de la OTAN perdido por el avance de las fuerzas rusas podría parecer un ejercicio para prepararse para una invasión de una parte del territorio ruso, como Kaliningrado.

Desarrollar pero no desplegar un misil de alcance intermediopodría hacer que Rusia vuelva a estar en conformidad con el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, pero también podría provocar una aceleración de los programas de misiles rusos. Retirarse de ese tratado y construir los misiles, pero no desplegarlos en Europa, agregaría poco a las capacidades de Estados Unidos y probablemente incitaría a Rusia a desplegar esos misiles por sí misma y, tal vez, a invertir más en defensa contra misiles balísticos. Dar el paso más allá de desplegar los misiles en Europa, suponiendo que los aliados de la OTAN estuvieran dispuestos, también provocaría casi con certeza una respuesta rusa, que podría involucrar recursos sustanciales, o al menos la desviación de recursos sustanciales de otros gastos de defensa, aunque es difícil de lograr. evaluar qué parte se destinaría a las capacidades defensivas frente a las ofensivas o de represalia.

Las inversiones incrementales en nuevas tecnologías para contrarrestar las defensas aéreas rusas y aumentar los incendios de largo alcance de EE. UU. Podrían mejorar significativamente la defensa y la disuasión al tiempo que obligan a aumentar la inversión rusa en contramedidas. Las inversiones en tecnologías de próxima generación más revolucionarias podrían tener efectos aún mayores, dadas las preocupaciones rusas sobre los nuevos principios físicos, pero dependiendo de la capacidad, tales inversiones también podrían poner en riesgo la estabilidad estratégica al amenazar al régimen ruso y la seguridad del liderazgo en una crisis.

Opciones de imposición de costos de terrenos y dominios múltiplesProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Opción 1: Incrementar las fuerzas terrestres de EE. UU. Y la OTAN en Europa
Incrementar las fuerzas estadounidenses en EuropaMODERARMODERARMODERAR
Incrementar las capacidades terrestres de los miembros europeos de la OTANBAJOALTOBAJO
Despliegue un gran número de fuerzas de la OTAN en la frontera rusa.MODERARMODERARALTO
Opción 2: Incrementar los ejercicios de la OTAN en Europa
Aumentar el tamaño de la participación de EE. UU.BAJOMODERARMODERAR
Generar una movilización masiva de las fuerzas europeas miembros de la OTAN.BAJOALTOMODERAR
Realizar ejercicios en las fronteras de RusiaMODERARMODERARALTO
Realizar ejercicios practicando escenarios de contraataque u ofensivosMODERARMODERARALTO
Opción 3: Retirada del Tratado sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio
Financia un programa de desarrollo de misiles sin retirarteMODERARBAJOMODERAR
Retirar y construir misiles, pero no desplegarlos en Europa.ALTOBAJOMODERAR
Retirar, construir misiles y desplegar en EuropaALTOMODERARALTO
Opción 4: invertir en nuevas capacidades para manipular las percepciones de riesgo de Rusia
Invertir en mejoras incrementales en las capacidades de contra-acceso y denegación de área (por ejemplo, sistemas mejorados de misiles tácticos del ejército, misiles guiados anti-radiación avanzados)ALTOMODERARMODERAR
Invertir en capacidades revolucionarias, anti-acceso y denegación de áreas en enjambreALTOALTOALTO
Invertir en mejoras incrementales en fuerzas de contra-tierra / fuegos (p. Ej., Jabalina mejorada)BAJOBAJOBAJO
Invierta en capacidades de fuego / fuerzas terrestres no tripuladas revolucionariasMODERARMODERARMODERAR
Invertir en armas basadas en «nuevos principios físicos» (p. Ej., Armas de contra-defensa aérea de energía dirigida)MODERARALTOALTO

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

Implicaciones para el Ejército

La tarea de «extender Rusia» no tiene por qué recaer principalmente en el Ejército o incluso en las fuerzas armadas estadounidenses en su conjunto. De hecho, las formas más prometedoras de extender Rusia —las que tienen el mayor beneficio, el menor riesgo y la mayor probabilidad de éxito— probablemente quedan fuera del dominio militar. Rusia no busca la paridad militar con Estados Unidos y, por lo tanto, podría simplemente optar por no responder a algunas acciones militares estadounidenses (por ejemplo, cambios en la presencia naval); otras acciones militares estadounidenses (por ejemplo, posicionar fuerzas más cerca de Rusia) podrían resultar más costosas para Estados Unidos que para Rusia. Aún así, nuestros hallazgos tienen al menos tres implicaciones importantes para el Ejército.

  1. El ejército estadounidense debería reconstruir su experiencia lingüística y analítica sobre Rusia. Debido a que Rusia representa una amenaza a largo plazo, el Ejército necesita desarrollar el capital humano para participar en esta competencia estratégica.
  2. El Ejército debería considerar invertir y alentar a los otros servicios a invertir más en capacidades, como los Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército, el Incremento 2 de la Capacidad de Protección contra Incendios Indirectos, la defensa antiaérea de mayor alcance y otros sistemas diseñados para contrarrestar el anti-acceso y el área de Rusia. capacidades de negación. El Ejército también podría considerar gastar algunos recursos de I + D en sistemas menos maduros y más futuristas (por ejemplo, enjambres de vehículos aéreos no tripulados o vehículos de combate remotos). Si bien estas medidas probablemente serían insuficientes en sí mismas para extender enormemente a Rusia, beneficiarían los esfuerzos de disuasión de Estados Unidos y podrían aumentar una política más amplia de todo el gobierno.
  3. Incluso si el Ejército no estuviera directamente involucrado en la extensión de Rusia per se, jugaría un papel clave para mitigar el posible retroceso. Todas las opciones para ampliar Rusia conllevan algún riesgo. Como resultado, la mejora de la postura de disuasión de EE. UU. En Europa y el aumento de las capacidades militares de EE. UU. (Por ejemplo, un Javelin mejorado o sistemas de protección activa para vehículos del ejército) podrían necesitar ir de la mano con cualquier movimiento para extender Rusia, como una forma de protegerse contra la posibilidad de que las tensiones con Rusia se conviertan en conflictos.

Conclusiones

Las opciones más prometedoras para «extender Rusia» son aquellas que abordan directamente sus vulnerabilidades, ansiedades y fortalezas, explotando áreas de debilidad mientras socavan las ventajas actuales de Rusia. En ese sentido, la mayor vulnerabilidad de Rusia, en cualquier competencia con Estados Unidos, es su economía, que es comparativamente pequeña y muy dependiente de las exportaciones de energía. La mayor ansiedad del liderazgo ruso proviene de la estabilidad y durabilidad del régimen, y las mayores fortalezas de Rusia se encuentran en los reinos militar y de la guerra de información. La siguiente tabla se basa en las tablas anteriores para identificar las opciones más prometedoras.

La mayoría de las opciones discutidas, incluidas las que se enumeran aquí, son en cierto sentido escalonadas y la mayoría probablemente provocarían una contraescalación rusa. Por lo tanto, además de los riesgos específicos asociados con cada opción, existe un riesgo adicional asociado a una competencia generalmente intensificada con un adversario con armas nucleares a considerar. Esto significa que cada opción debe planificarse deliberadamente y calibrarse cuidadosamente para lograr el efecto deseado. Por último, aunque Rusia asumirá el costo de esta mayor competencia con menos facilidad que Estados Unidos, ambas partes tendrán que desviar recursos nacionales para otros fines. Ampliar Rusia por sí mismo no es una base suficiente en la mayoría de los casos para considerar las opciones discutidas aquí. Más bien, las opciones deben considerarse en el contexto más amplio de la política nacional basada en la defensa, la disuasión,y, donde los intereses de Estados Unidos y Rusia se alinean, la cooperación.

Las opciones más prometedoras que imponen costosProbabilidad de éxito en la ampliación de RusiaBeneficiosCostos y Riesgos
Expandir la producción de energía de EE. UU.ALTOALTOBAJO
Imponer sanciones comerciales y financieras más profundasALTOALTOALTO
Aumentar la postura y presencia de las fuerzas navales estadounidenses y aliadas.MODERARMODERARBAJO
Bombarderos de reposicionamientoALTOMODERARBAJO
Invertir más en aviones autónomos o piloteados a distanciaALTOMODERARMODERAR
Invertir más en misiles y aviones de ataque de largo alcanceALTOALTOMODERAR
Invertir más en DAÑOS de mayor alcanceALTOMODERARMODERAR
Invertir más en nuevas tecnologías de guerra electrónicaMODERARMODERARBAJO

NOTA: Para todas las tablas de este resumen, las clasificaciones altas y bajas de costos y riesgos se invierten en la conveniencia del resto de la tabla; es decir, los costos bajos son buenos de la misma manera que lo es una alta probabilidad de éxito. Por lo tanto, un bajo costo se sombrea en naranja claro mientras que una baja probabilidad de éxito se sombrea en naranja oscuro. Todas las evaluaciones enumeradas en las tablas de este informe se basan en el análisis de los autores del informe.

FUENTE: RAND https://www.rand.org/pubs/research_briefs/RB10014.html?s=09

La geopolítica imperial sigue marcando pautas en detrimento de la paz, con el agravante de que se puedan traspasar las líneas rojas de contención y provocar una confrontación entre grandes potencias.

Autor: Elson Concepción Pérez

Al fin estamos en el umbral de 2022. Pero, ¿cómo ha terminado el 2021 en la arena internacional?

Ya no está Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos (aunque amenaza con volver a ella). Sin embargo, todo sigue igual, o peor, en algunos aspectos, fundamentalmente en lo que respecta a política agresiva, sanciones y prepotencia.

Una pandemia letal ha mostrado la vulnerabilidad del mundo en que vivimos, donde crece la desigualdad y las amenazas de posibles nuevas guerras mantienen en tensión al planeta.

RUSIA Y CHINA, MUROS DE CONTENCIÓN

El lenguaje que prevalece por estos días finales de año es el de las «líneas rojas» en torno a las fronteras de Rusia con Ucrania y los aviones de guerra estadounidenses de última generación que surcan cielos cercanos a China con la consiguiente amenaza de convertir a Taiwán en un escenario de confrontación militar.

El diario El País tituló un reciente artículo Ruido de sables en los mares de China, en el que advierte que la zona del mar del Sur y el Este de China es considerada el escenario más probable de una hipotética guerra entre Estados Unidos y el gigante asiático. Ambas partes flexionan músculos y se envían advertencias en forma de maniobras militares, señala la publicación.

Washington aparece vulnerable ante el empuje de la economía china, que ha ido ganando mercados en regiones en las que siempre fue el comercio estadounidense el predominante. Beijing cuenta, además, con el fomento de su asociación estratégica con Rusia, con un comercio bilateral que ya en 2018 superaba los 100 000 millones de dólares, cifra que se espera duplicar para 2024.

Ambas naciones han rubricado un acuerdo por más de 400 000 millones de dólares para transportar gas natural desde Rusia y otros proyectos conjuntos en el área de la energía nuclear. Moscú también es el mayor proveedor de armas de Beijing, y suministró el 70 % de las importaciones de estos artefactos a China, entre 2014 y 2018.

En cuanto a las «líneas rojas» que Washington y la OTAN pretenden cruzar en la frontera ruso-ucraniana, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha estado advirtiendo a Occidente sobre este inminente peligro.

A mediados de diciembre, Vladímir Putin y Xi Jinping celebraron una cumbre virtual dedicada, casi por completo, al ámbito internacional y los desafíos que enfrentan ambos países –Rusia por las tensiones desde Ucrania, y China por el volátil escenario que Estados Unidos se aferra en crear en la región del Indo-Pacífico y en torno a Taiwán–.

En la citada Cumbre, ambos mandatarios informaron la creación de una infraestructura financiera independiente que dé servicio a las operaciones comerciales entre Rusia y China, que no pueda ser influenciada por terceros países. «Un verdadero ejemplo de cooperación interestatal en el siglo XXI», aseguraron.

En contraposición, en sus últimas declaraciones, el mandatario estadounidense, Joe Biden, ha afirmado que «no acepta líneas rojas de nadie».

Ucrania ha sido el escenario escogido para las provocaciones de la Alianza Atlántica, sin que los propios ucranianos valoren cuán desastroso sería que su país se involucrara en una contienda bélica de grandes proporciones.

Mientras, dignatarios, figuras políticas e instituciones proclives a evitar la confrontación y propiciar el diálogo, lanzan sos por doquier sin que hasta ahora, tanto en Estados Unidos como en la OTAN, hayan tenido oídos receptivos al respecto. 

En medio del evidente peligro, hasta el propio  jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense, Mark Milley, destacó que «lo último que necesita el mundo es una guerra entre las grandes potencias».

OTROS ESCENARIOS

Alrededor de la República Islámica de Irán también se tensan posibles confrontaciones militares, a partir de la retirada de Estados Unidos del Acuerdo Nuclear con Irán, desafiante acción de Donald Trump que mantiene intacta, como tantas otras, el actual mandatario Joe Biden.

Las fuerzas militares de Teherán han mostrado su capacidad y disposición combativa y se mantienen alertas ante cualquier agresión de Estados Unidos o Israel, o de ambos.

En este mismo contexto geopolítico, Siria sigue con parte de su territorio ocupado por fuerzas militares estadounidenses que, además de la violación que eso significa, roban hasta el 80 % de su petróleo y el trigo de la nación árabe y sirven de garantía para que los grupos terroristas del Estado Islámico y otros, sigan desestabilizando a la nación árabe y a otros países de la región.

Irak continúa con la presencia de bases militares y medios de guerra estadounidenses en su suelo, aun cuando el Parlamento de ese país decidió hace más de un año, que todas las fuerzas militares norteamericanas debían abandonar de inmediato su territorio.

Libia sigue sin encontrar el rumbo que la había llevado a ser la nación con más desarrollo social y económico del África occidental, cuando en 2011 Washington y la OTAN la atacaron militarmente. No solo asesinaron al entonces presidente Muamar el Gadafi, sino que dejaron un país dividido en dos, sin gobierno central y con centro de mafias para el tráfico humano de inmigrantes hacia Europa, entre otros aspectos. Diez años después, Libia es más pobre, sus recursos minerales son saqueados y su pueblo sufre a diario las consecuencias de la agresión militar estadounidense.

LA SALIDA DE AFGANISTÁN

Por último, me referiré a la atropellada salida de las tropas de Estados Unidos que por 20 años invadieron y ocuparon Afganistán y que en este 2021 tuvieron que abandonar el país, en lo que no deja de ser una humillante derrota para los gobiernos estadounidenses que invirtieron 1,5 billones de dólares para derrotar a los talibanes, y ahora han dejado a la nación asiática bajo el control de esas fuerzas, antes consideradas terroristas por las administraciones yanquis.

Joe Biden, en una de sus maniobras políticas, quiso, con el abandono de Afganistán, levantar la confianza de sus votantes con vistas a las elecciones de medio término programadas para noviembre de 2022. Algo que está por ver si lo logra. 

Lo que no pueden negar ni Biden ni sus estrategas militares es que han dejado en Afganistán a un país con mayor pobreza, inestable, y con millones de sus hijos abandonando su nación: o se desplazaron durante los 20 años de intervención estadounidense o lo hacen ahora con el retorno de los talibanes al poder.

Así concluye 2021, la geopolítica imperial sigue marcando pautas en detrimento de la paz, con el agravante de que se puedan traspasar las líneas rojas de contención y provocar una confrontación entre grandes potencias.

Fuente Gramma

Si bien al analizar las cuestiones atinentes a esta nueva era de la historia de la humanidad conocida como “cuarta revolución industrial” o “industria 4.0”, una de las más sobresalientes y sobre la que se pone mayor énfasis en su estudio es sin dudas la Inteligencia Artificial (IA) y otro elemento que juega un rol clave en esta era de la digitalización es el Ciberespacio, ese famoso entorno donde todos estamos inmersos, pero que aún no cuenta con una regulación global al igual que la Inteligencia Artificial y si bien estos elementos esenciales propios de esta Nueva Normalidad, deben estar sin dudas adecuadamente regulados porque ante el avance vertiginoso de éstos, hay un solo paso para cruzar la frontera hacia lo desconocido, que entre otras cosas podría cambiar la esencia de la humanidad para siempre tal cual la conocemos y es a raíz de ello la importancia vital de su estudio y regulación urgente.

En palabras del Dr. Ing. Roberto Uzal (Director de maestría de Ciberseguridad y Ciberdefensa de la Universidad de Buenos Aires), quien realizo el prólogo a mi libro: “Cuarta Revolución Industrial: análisis estratégico”, el experto en la materia expresa contundentemente:…”al respecto se cita la expresión singularidad tecnológica, la que se refiere a un punto en el eje del tiempo, a una fecha en la cual la humanidad percibirá y admitirá que el efecto Kasparov (Campeón mundial de ajedrez derrotado serialmente por el computador Deep Blue), se ha extendido a ingenieros, a los médicos, a los comandantes militares y otras profesiones y quehaceres), agregando:…la Inteligencia Artificial habrá superado claramente a la Inteligencia Humana. Prosiguiendo: El genial matemático Jhon Von Neumann anticipo en la década de los 50, la convergencia hacia la Singularidad Tecnológica. En la actualidad, gobiernos y corporaciones empresariales preparan a sus ingenieros a negociar con los computadores, la programación de computadoras será uno de los ámbitos en los que la Inteligencia Artificial reemplazará a la Inteligencia Humana. En la 4ta Revolución Industrial desaparecerán las interfaces humanas, entre el entorno Ciber y los artefactos computacionales asociados a cada uno de los nodos de los procesos productivos. 

Los programas tendrán un nivel de complejidad tal que difícilmente podrán ser elaborados por “programadores seres humanos”. Conceptos como la Ley de Moore y Tecnologías Exponenciales son ya de aplicación cotidiana. Las relaciones tecnológicas lineales – tecnologías exponenciales constituyen una herramienta definitoria para evaluar la economía y posibilidades de crecimiento de los estados naciones, por eso cuanto mayor sea el aporte relativo de las tecnologías exponenciales a su producto bruto interno, mayor será el bienestar de los habitantes del estado nación considerado.

Sin dudas que, ante contundentes afirmaciones de un futuro, en el cual ya estamos transitando, sin la falta de regulación ética-normativa; una de las grandes falencias y deudas de los organismos multilaterales internacionales; sobre el aumento cualitativo y cuantitativo de las amenazas y contramedidas basadas en la (IA) que nacen del Ciberespacio a la espera de la regulación global, provoca más que incertidumbre en lo que nos espera en un breve lapso de tiempo; por eso creemos desde nuestra óptica como analistas especialistas en estas cuestiones atinentes al momento de la historia en que vivimos, que es un imperante elaborar un Contrato Social Tecnológico a los efectos de advertir esa frontera de la discusión donde repetimos está en juego la condición del género humano tal cual lo conocemos sin una regulación ética-normativa. 

Por un lado, quiero dejar presente que la (IA) en nuestra cotidianeidad está sin dudas cada vez más omnipresente no solo en los Smartphone o asistentes de voz, sino también como impulsora de gran parte de los procesos de automatización, de procesos robóticos, que por un lado han permitido aligerar las cargas de trabajo en los departamentos de administración, logística, contabilidad y recursos humanos, prácticamente vemos soluciones impulsadas por la (IA) en todos los sectores que podamos hacer alusión y que seguirá en pleno crecimiento con el correr del tiempo.

Por otro lado, debemos saber y tener en cuenta que el insistente reclamo que hacemos desde nuestros centros de estudios bregando por una regulación inmediata tanto de la (IA) como del Ciberespacio, obedece a que éste 2022 que ya está a la vuelta de la esquina, las problemáticas que se suscitan día a día principalmente a los usuarios de la internet, van en pleno ascenso llegando a constituir una pandemia pero en el ámbito virtual con los ciberdelitos como: El grooming, el sexting, el ciberacoso, el moobing, la deep web, la dark net, las estafas, fraudes, falsificaciones y fake news entre otras, agravando aún más el tremendo momento que estamos pasando en medio de una pandemia que no da tregua.

Repito, creemos que cuna debida regulación ética-normativa tanto de la (IA) como del Ciberespacio, donde participen todos los estamentos civiles que conforman nuestra sociedad como ser: el ámbito social, cultural, educativo, económico, político, religioso, donde todos seamos participes de este Contrato Social Tecnológico donde entendamos que la (IA) está en la raíz del cambio epocal en que estamos viviendo y que creemos que se pueden realizar cambios sumamente provechosos para la humanidad si va de la mano con el Bien Común, es decir que para que el progreso tecnológico se de en serio debe estar orientado primeramente respetando la dignidad humana y de la creación, es decir al servicio de éstos. En esta línea de pensamiento el hoy miembro de la pontifica academia de ciencias sociales vaticana Dr. Gustavo Beliz expresa con total atino que: una igualdad 4.0 no solo significa discutir la macroeconomía sino también la provisión de micro políticas sociales para combatir las nuevas formas de esclavitud. El mismo autor advirtió sobre un calentamiento global tecnológico con luces y sombras de cara a que existe un abuso en el uso de la tecnología, y por ende también coincide en la urgencia de su regulación.

Por último, quiero dejar expresamente sentado que el análisis académico precedente de temáticas tan sensibles y ajenas a nuestro futuro próximo, debería constituir una Política de Estado Urgente y ser parte explicita de la agenda de nuestros países que conforman la comunidad mundial, estos temas no admiten más retrasos en los mismos y ameritan un tratamiento urgente, puesto que ante ese universo que constituye el Ciberespacio y donde la ciberseguridad o ciberdefensa no hacen pie dejando indefenso a simples usuarios, como sin defensa a las ciberfronteras de nuestros países, donde por ejemplo en esta región del planeta como es Latinoamérica no contamos aun con un ciberejército de personas hiperprofesionalizadas ante posibles amenazas cibernéticas que suceden cada vez con más normalidad, y un claro ejemplo de ello es nuestro país, por eso la importancia y el propósito de buscar soluciones estratégicas ante la algunos puntos que hoy marcan la agenda mundial como lo es la lucha por la supremacía tecnológica, por ejemplo en el ámbito de la (IA) y el Ciberespacio. 

DR. MARIO RAMON DUARTE – ABOGADO (UCASAL) – JUEZ ADM. MUN. FALTAS (M/C) – ESP. DERECHO PUBLICO (UCSF) – MIEMBRO DOSSIER GEOPOLITICO (CORDOBA-ARG) – ACADEMICO AICTEH (VALENCIA-ESPAÑA) – SEMINARISTA BIOLAW AND BIOETC (UNIV. GEOR.-EEUU)

Fuentes Consultadas

Cuarta Revolución Industrial: análisis estratégicos. Autor: Dr. Mario Ramón Duarte. Edit: Phillos Academy. (Arg-Bra – 2021).

http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/ciberseguridad/ari50-2019-alonsolecuit-implicaciones-uso-inteligencia-artificial-campo-ciberseguridad

https://www.telam.com.ar/notas/201910/399894-reaparecio-gustavo-beliz-en-un-seminario-en-la-santa-sede.html