Entradas

por Thierry Meyssan

Todo el mundo lo sabe pero los grandes medios no quieren decirlo. El gobierno de ‎Kiev está perdiendo la guerra frente a Rusia. Las fuerzas rusas avanzan sin apuro y ‎van instalando a la vez las defensas de las regiones que, por vía de ‎referéndum, decidieron ser parte de Rusia. Pero esa realidad inexorable esconde otras. Por ejemplo, el hecho que ‎Turquía, país que sigue siendo miembro de la OTAN, apoya a Rusia y le aporta piezas ‎de repuesto para su industria militar. La OTAN no sólo está perdiendo la guerra, también está ‎resquebrajándose. ‎

a va precisándose el futuro de Ucrania. En el campo de batalla se enfrentan, de un lado, el ‎gobierno de Kiev, que se niega a aplicar los Acuerdos de Minsk después de haberlos firmado, ‎y Rusia, que busca concretar la aplicación de la resolucion 2202 del Consejo de Seguridad de ‎la ONU, que dio su aval a dichos Acuerdos. De un lado tenemos a un Estado que rechaza el ‎Derecho Internacional, pero que tiene el apoyo de las potencias occidentales. Del otro lado, ‎vemos a un Estado que rechaza las “reglas” de Occidente y que cuenta con el respaldo de China y ‎de Turquía. ‎

‎¿Cómo pudo el presidente Volodimir Zelenski, electo porque prometía aplicar los Acuerdos ‎de Minsk, llegar a convertirse en un nacionalista integrista [1]? ¿Cómo pudo ponerse del lado de los fanáticos herederos de los peores criminales del ‎siglo XX?‎

La hipótesis más probable es que lo hizo por razones de orden financiero –la publicación de los ‎‎Paradise Papers reveló que Zelenski dispone de cuentas ocultas en paraísos fiscales y que además ‎tiene propiedades en Inglaterra e Italia. Pero el hecho es que Volodimir Zelenski ni siquiera suele ‎codearse con sus nacionalistas integristas, entre otras cosas porque es un cobarde. Al principio ‎de la guerra se encerró durante semanas en un búnker, probablemente fuera de Kiev. Y ‎sólo salió de su refugio de alta seguridad luego de que el primer ministro israelí, Nafatali Bennett, ‎le asegurara que el presidente ruso Vladimir Putin le había prometido que no tenía intenciones ‎de matarlo [2]. Desde que le dieron esa garantía, ‎Zelenski se dedica a hacerse el valiente, por videoconferencia, en todas las reuniones políticas e ‎incluso en los festivales artísticos que se organizan en Occidente. ‎

‎¿Cómo llegó Turquía, aliada de las potencias occidentales en el seno de la OTAN, a implicarse del ‎lado de Rusia?‎

Eso es más fácil de entender para quienes han seguido de cerca los intentos de asesinato ‎organizados por la CIA estadounidense contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Erdogan ‎fue inicialmente un delincuente callejero. Luego se enroló una milicia islámica que lo llevó a ‎codearse tanto con insurgentes afganos como con yihadistas rusos de Ichkeria y sólo después de ‎ese recorrido llegó a la política, entendida en el sentido clásico del término. Durante su época de ‎partidario de los grupos musulmanes antirrusos, Erdogan era un agente de la CIA. Pero, como ‎tantos otros, después de llegar al poder, Recep Tayyip Erdogan comenzó a ver las cosas de otra ‎manera. Poco a poco fue distanciándose de Langley y quiso servir a su pueblo. ‎

Sin embargo, la evolución personal de Recep Tayyip Erdogan tuvo lugar mientras su país ‎cambiaba varias veces de estrategia. Turquía sigue sin aceptar del todo la caída del imperio ‎otomano, lo cual la ha llevado a intentar estrategias diferentes, una tras otra. Turquía es ‎candidata a convertirse en miembro de la Unión Europea… desde 1987. En 2009, con Ahmet ‎Davutoglu, Turquía creyó poder restaurar su influencia de la época otomana. Una cosa llevando a ‎la otra, Turquía creyó en la posibilidad de conjugar ese objetivo y la historia personal de Erdogan ‎para convertirse en la patria de la Hermandad Musulmana y reinstaurar el Califato, que Mustafá ‎Kemal Ataturk había disuelto en 1924. Pero la caída del Emirato Islámico (Daesh) la obligó a ‎abandonar ese proyecto. ‎

Turquía se vuelve entonces hacia los pueblos turcoparlantes, vacila en incluir a los uigures y ‎finalmente opta por los pueblos étnicamente turcos. Siguiendo ese camino, Turquía ya ‎no necesita a los europeos ni a Estados Unidos sino a Rusia y China. Después de su victoria ‎frente contra Armenia, Turquía creó la “Organización de Estados Turcos”, cuyos miembros son ‎Kazajastán, Kirguistán, la propia Turquía y Uzbekistán, con Hungría y Turkmenistán como ‎observadores. ‎

Actualmente, según el Wall Street Journal, 15 firmas turcas revenden 18,5 millones de dólares ‎en material adquirido en Estados Unidos a una decena de empresas rusas incluidas en las medidas ‎coercitivas unilaterales estadounidenses –las disposiciones ilegales que la propaganda atlantista ‎presenta como “sanciones” [3]. ‎El subsecretario encargado del terrorismo y de la inteligencia financiera en el Departamento del ‎Tesoro de Estados Unidos, Brian Nelson, viajó inútilmente a Ankara con la esperanza de lograr ‎que Turquía se plegara a las “reglas” de Occidente. Pero Ankara sigue apoyando en secreto la ‎industria militar rusa. ‎

Cuando el emisario estadounidense afirmó en Ankara que Turquía iba “por mal camino” porque ‎se ponía del lado de la “vencida” Rusia, sus interlocutores turcos le pusieron delante las cifras de ‎la guerra en Ucrania, dadas a conocer por el Mosad israelí y publicadas por Hurseda Haber ‎‎ [4]. En el terreno, la ‎correlación de fuerzas es de 1 contra 8, favorable a Rusia. El Mosad estima que los militares ‎rusos cuentan 18 480 muertos… frente 157 000 muertos de los ucranianos. Como en el cuento de ‎Andersen, “el rey está desnudo”. ‎

En este momento, Turquía tiene paralizada la admisión de Suecia como miembro de la OTAN. ‎De esa manera también bloquea la admisión de Finlandia, incluida en el mismo expediente. ‎Si aceptamos como ciertas las informaciones del Wall Street Journal, eso no sucede por ‎casualidad. Ankara había logrado que esos dos países se comprometieran a aceptar sus pedidos ‎de extradición contra los jefes del PKK y del movimiento del predicador Fethullah Gulen, ‎compromiso que no ha sido cumplido. De hecho, no podía ser de otra manera ya que el PKK –‎antiguamente aliado de los soviéticos– se ha convertido en una herramienta de la CIA y ahora ‎lucha bajo las órdenes de la OTAN [5]. ‎En cuanto a Fethullah Gulen, ese personaje vive en Estados Unidos, bajo la protección de la CIA. ‎

Hoy Turquía respalda a Rusia y también a China. A Rusia le proporciona piezas de repuesto para ‎su industria militar, enviándole incluso material de fabricación estadounidense. Pero, mientras que ‎Croacia y Hungría, otros dos miembros de la OTAN, no vacilan en señalar públicamente que ‎el respaldo de la alianza atlántica a Ucrania es una gran estupidez, Turquía finge ser plenamente ‎atlantista. ‎

Por cierto, el terremoto que acaba enlutar Turquía y Siria no tiene las características que se han ‎observado siempre en el mundo entero. El hecho que una decena de embajadores de países ‎occidentales abandonaron Ankara en los 5 días anteriores al sismo, mientras que ‎sus gobiernos aconsejaban a sus ciudadanos no viajar a Turquía, parece indicar que en sus ‎capitales se sabía lo que iba a suceder. Estados Unidos, que dispone de medios técnicos ‎capaces de provocar temblores de tierra, se había comprometido en 1976 a no utilizarlos ‎nunca. Pero, en Bucarest, la senadora rumana Diana Ivanovici Sosoaca acaba de afirmar que ‎Estados Unidos provocó el terremoto en Turquía y Siria en violación de la «Convención sobre ‎la Prohibición de utilizar técnicas de modificación del medioambiente con fines militares o con ‎cualquier otros fines hostiles» [6]. El presidente Erdogan ya solicitó a sus servicios de inteligencia (MIT) estudiar esa ‎posibilidad, que actualmente parece sólo una hipótesis. En caso de respuesta positiva, habría ‎que reconocer que Washington, consciente de que ya no es la primera potencia económica ‎mundial ni la primera potencia militar, ha optado por destruir a sus “aliados” antes de que ‎concluya su propia agonía. ‎

En todo caso, a pesar de las noticias triunfalistas que inundan el mundo occidental, lo que sucede ‎en el terreno es que Ucrania está perdiendo la guerra, mientras que al menos 3 países ‎miembros de la OTAN cuestionan –desde adentro– el rumbo de ese bloque militar. ‎

‎¿Cómo explicar entonces el hecho que Estados Unidos sigue enviando al terreno armamento y ‎exigiendo a sus aliados que también lo hagan? En primer lugar, gran cantidad de ese armamento ‎está lejos de ser moderno –se trata en general de material fabricado o concebido en tiempos de ‎la guerra fría o de fabricación soviética. ¿Para qué desperdiciar en Ucrania armamento más ‎reciente sabiendo que será destruido? Eso último es seguro porque Rusia dispone de armas más ‎modernas que las del bando occidental. Por otra parte, para ciertos ejércitos occidentales puede ‎ser interesante poner a prueba ciertas armas recientes en un conflicto de alta intensidad. En ese ‎caso, lo que hacen los ejércitos occidentales es enviar a Ucrania sólo algunos prototipos de esas ‎armas. ‎

Por otra parte, los conscriptos ucranianos no reciben el armamento occidental, que es entregado ‎principalmente a las unidades de los nacionalistas integristas. Además, probablemente ‎dos terceras partes de esas armas se conservan en Albania y Kosovo o son enviadas a la región ‎africana del Sahel. El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, denunció en la reunión cumbre ‎de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad que grandes cantidades de armas supuestamente ‎enviadas a Ucrania están llegando a manos de los yihadistas del Emirato Islámico (Daesh) ‎‎ [7]. En respuesta a las reacciones de sorpresa e ‎indignación de miembros del Congreso estadounidense, el Pentágono ha creado una comisión ‎que supuestamente debe dar seguimiento a los envíos de armas destinados a Ucrania, comisión ‎que sin embargo no ha informado absolutamente nada sobre eventuales resultados de sus ‎averiguaciones. ‎

Hace sólo dos semanas, el Inspector General del Pentágono viajó a Ucrania, oficialmente para ‎aclarar todo lo concerniente a los desvíos de armas. En un artículo anterior, yo mostré que el ‎verdadero objetivo de su viaje fue borrar indicios sobre los negocios de Hunter Biden, el hijo del ‎presidente Biden [8]. El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy ‎Reznikov, anunció entonces que estaba a punto de dimitir… cosa que aún no ha sucedido. ‎

Todavía queda una interrogante. ‎

‎¿Por qué Alemania, Francia y Países Bajos, copropietarios de los gasoductos Nord Stream y ‎‎Nord Stream 2, no protestan contra el sabotaje perpetrado el 26 de septiembre de 2022 ‎contra esa importantísima infraestructura? ¿Por qué no reaccionan ante las revelaciones de ‎Seymour Hersch sobre la responsabilidad de Estados Unidos y de Noruega [9]? Sólo el vocero del partido Alternativa para Alemania (AfD) ha ‎exigido que el parlamento alemán cree una comisión investigadora para aclarar el sabotaje. ‎

Pero la gran mayoría de los responsables de Alemania, Francia y Países Bajos, guardan el más ‎profundo silencio, sin atreverse a reconocer que su “aliado” está resultando ser su mayor ‎enemigo. ‎

Esos dirigentes, por el contrario, no han vacilado en recibir con la mayor pleitesía al presidente ‎Volodimir Zelenski en Bruselas, capital de la Unión Europea. ‎

Pero se les escapa un detalle revelador. Zelenski viajó primero a Washington y a Londres, las ‎dos capitales que dan las órdenes, y sólo después fue a la sede de la Unión Europea, para hablar ‎con los “dirigentes” de los países que siguen esas órdenes… y que pagan las cuentas. ‎

Thierry Meyssan

Fuente red Voltaire: https://www.voltairenet.org/article218841.html

Por Aleksandr Duguin

De la OME a la guerra total

Ha pasado un año desde el inicio de la OME. Si empezó como una Operación Militar Especial, ahora está claro que Rusia se ha encontrado en una guerra difícil y en toda regla. No sólo con Ucrania, como régimen y no como pueblo (de ahí la exigencia de desnazificación política planteada inicialmente), sino también con el «Occidente colectivo», es decir, esencialmente el bloque de la OTAN (salvo la posición especial de Turquía y Hungría, que pretenden mantenerse neutrales en el conflicto; los demás países de la OTAN participan en la guerra del lado de Ucrania de un modo u otro).

Este año de guerra hizo añicos muchas ilusiones que tenían todas las partes en conflicto. 

¿En qué se equivocó Occidente?

Occidente, que esperaba la eficacia de una avalancha de sanciones contra Rusia y su casi total desconexión de la parte de la economía, la política y la diplomacia mundiales controlada por Estados Unidos y sus aliados, no lo ha conseguido. La economía rusa se ha mantenido firme, no ha habido protestas internas, la posición de Putin no sólo no se ha tambaleado sino que se ha reforzado. No ha sido posible coaccionar a Rusia para que detenga sus acciones militares, el ataque la infraestructura militar y técnica de Ucrania o retire sus decisiones de integrar nuevas entidades. Tampoco se ha producido ninguna revuelta de los oligarcas cuyos bienes han sido confiscados en Occidente. Rusia ha sobrevivido, a pesar de que Occidente creía seriamente que caería.

Desde el comienzo del conflicto, Rusia, al darse cuenta de que las relaciones con Occidente se desmoronaban, ha dado un brusco giro hacia los países no occidentales –sobre todo China, Irán, los países islámicos, pero también India, Iberoamérica y África– declarando clara y contrastadamente su determinación de construir un mundo multipolar. En parte, Rusia, al tiempo que reforzaba su soberanía, ya lo había hecho antes, pero con vacilaciones, no de forma coherente, volviendo constantemente a los intentos de integrarse en el Occidente global. Ahora esta ilusión se ha disipado por fin, y a Moscú no le queda más remedio que lanzarse de cabeza a la construcción de un orden mundial multipolar. Esto ya ha dado algunos resultados, pero estamos al principio del camino.

Los planes de Rusia han cambiado significativamente

Sin embargo, las cosas no salieron como estaba previsto para la propia Rusia. Aparentemente, el plan era asestar un golpe rápido y letal contra Ucrania, apresurarse a sitiar Kiev y obligar al régimen de Zelensky a capitular, sin esperar a que Ucrania atacara Donbás y luego Crimea, lo que estaba siendo preparado por Occidente bajo la apariencia de un acuerdo formal con los acuerdos de Minsk y con el apoyo activo de las élites globalistas: Soros, Nuland, el propio Biden y su gabinete. El plan consistía entonces en llevar al poder a un político moderado (como Medvedchuk) y comenzar a restablecer las relaciones con Occidente (como tras la reunificación con Crimea). No estaba prevista ninguna reforma económica, política o social significativa. Todo debía seguir como antes

Sin embargo, las cosas no fueron así en absoluto. Tras los primeros éxitos reales, se pusieron de manifiesto ciertos errores de cálculo en la planificación estratégica de toda la operación. Los militares, la élite y la sociedad no estaban preparados para una confrontación seria, ni con el régimen ucraniano ni mucho menos con el Occidente colectivo. La ofensiva se estancó ante la desesperada y feroz resistencia de un adversario con un apoyo sin precedentes de la maquinaria militar de la OTAN. Probablemente, el Kremlin no tuvo en cuenta ni la disposición psicológica de los nazis ucranianos a luchar hasta el último ucraniano, ni la magnitud de la ayuda militar occidental.

Además, no tuvimos en cuenta los efectos de 8 años de propaganda intensiva, que inculcó a la fuerza la rusofobia y el nacionalismo histérico extremo día tras día en toda la sociedad ucraniana. Mientras que en 2014 la gran mayoría del este de Ucrania (Novorossia) y la mitad de la población del centro del país tenían una disposición positiva hacia Rusia, aunque no tan radicalmente «pro» como los residentes de Crimea y Donbás, en 2022 este equilibrio ha cambiado: el odio hacia los rusos ha aumentado significativamente y las simpatías prorrusas han sido reprimidas violentamente, a menudo mediante la represión directa, la violencia, la tortura y las palizas. En cualquier caso, los partidarios activos de Moscú en Ucrania se han vuelto pasivos e intimidados, mientras que los indecisos se han pasado al bando del neonazismo ucraniano, alentado de todas las formas posibles por Occidente (con fines puramente pragmáticos y geopolíticos).

Hasta un año después, Moscú no se dio cuenta de que no se trataba de un OME, sino de una guerra en toda regla

Ucrania estaba preparada

Ucrania estaba más preparada que nadie para las acciones de Rusia, de las que empezó a hablar en 2014, cuando Moscú no tenía ni remotas intenciones de ampliar el conflicto y la reunificación con Crimea parecía suficiente. Si algo sorprendió al régimen de Kiev fueron precisamente los fracasos militares rusos que siguieron a los éxitos iniciales. Esto elevó enormemente la moral de la sociedad ucraniana, ya impregnada de una rusofobia rampante y un nacionalismo exaltado. Llegó un momento en que Ucrania decidió luchar seriamente contra Rusia hasta el final. Kiev, dada la enorme ayuda militar de Occidente, creía en la posibilidad de la victoria, y esto se convirtió en un factor muy significativo para la psicología ucraniana.

Lo único que cogió por sorpresa al régimen de Kiev fue un ataque preventivo de Moscú, cuya preparación muchos consideraron un farol. Kiev planeó lanzar una acción militar en el Donbás mientras se preparaba, confiando en que Moscú no atacaría primero. Pero el régimen de Kiev también se preparó a fondo para repeler un probable ataque, que se habría producido en cualquier caso (nadie se hacía ilusiones a este respecto). Durante ocho años, ha estado trabajando ininterrumpidamente para reforzar varias líneas de defensa en Donbás, donde se esperaba que tuvieran lugar las principales batallas. Los instructores de la OTAN prepararon unidades ligadas y dispuestas para el combate, saturándolas con los últimos avances técnicos. Occidente no dudó en aplaudir la formación de formaciones neonazis punitivas dedicadas al terror masivo directo contra la población civil en el Donbás. Y fue allí donde el avance ruso fue más difícil. Ucrania estaba preparada para la guerra precisamente porque quería empezarla ella misma en cualquier día.

Moscú, por su parte, mantuvo todo en secreto hasta el último momento, lo que hizo que la opinión pública no estuviera del todo preparada para lo que siguió el 24 de febrero de 2022.

La élite liberal rusa es rehén de la OME

Pero la mayor sorpresa fue el comienzo de la OME para la élite liberal prooccidental rusa. Esta élite estaba individual y casi institucionalmente profundamente integrada en el mundo occidental. La mayoría había guardado sus ahorros (a veces gigantescos) en Occidente y participaba activamente en transacciones de valores y en el comercio de acciones. La OME puso efectivamente a esta élite en riesgo de ruina total. Y en la propia Rusia, esta práctica habitual era percibida por muchos como una traición a los intereses nacionales. Por ello, los liberales rusos no creyeron hasta el último momento que la OME fuese a comenzar, y cuando lo hizo, empezaron a contar los días en que terminaría. Convertida en una guerra larga y prolongada de resultado incierto, la OME fue un desastre para todo este segmento liberal de la clase dirigente. 

Todavía algunos en la élite están haciendo intentos desesperados para detener la guerra (y en cualquier término), pero ni Putin, ni las masas, ni Kiev, ni siquiera Occidente, que se ha dado cuenta de la debilidad de Rusia, algo sumida en el conflicto, y va a llegar hasta el final en su percibida desestabilización. 

Aliados volubles y soledad rusa

Creo que los amigos de Rusia también se sintieron en parte decepcionados por el primer año de la OME. Probablemente muchos pensaron que sus capacidades militares eran tan importantes y estaban tan consolidadas que el conflicto con Ucrania debería haberse resuelto con relativa facilidad. La transición a un mundo multipolar parecía para muchos ya irreversible y natural, y los problemas a los que se enfrentó Rusia por el camino devolvieron a todos a un escenario más problemático y sangriento

Resultó que las élites liberales occidentales estaban dispuestas a luchar seria y desesperadamente para preservar su hegemonía unipolar, hasta la probabilidad de una guerra a gran escala con participación directa de la OTAN e incluso un conflicto nuclear en toda regla. China, India, Turquía y otros países islámicos, así como los Estados africanos e iberoamericanos, apenas estaban preparados para semejante giro. Una cosa es acercarse a la Rusia pacífica, reforzando implícitamente su soberanía y construyendo estructuras regionales e interregionales no occidentales (¡pero tampoco antioccidentales!). Otra cosa es entrar en un conflicto frontal con Occidente. Por tanto, con el apoyo tácito de los partidarios de la multipolaridad (y sobre todo de las políticas amistosas de China, la solidaridad de Irán y la neutralidad de India y Turquía), Rusia está esencialmente sola en esta guerra con Occidente. 

Todo esto se puso de manifiesto un año después del inicio de la OME.

Primera fase: un comienzo rápido y victorioso

El primer año de esta guerra tuvo varias fases. En cada una de ellas cambiaron muchas cosas en Rusia, en Ucrania y en la comunidad mundial. 

La primera fase dramática de los éxitos rusos, en la que las tropas rusas pasaron Sumy, Chernigov y llegaron a Kiev desde el norte, fue recibida con furia en Occidente. Rusia demostró seriedad en la liberación de Donbás, y con una rápida salida de Crimea estableció el control de otras dos regiones, Jersón y Zaporiyia, así como parte de la región de Járkov. Mariupol, una ciudad de importancia estratégica en la RPD, fue tomada con dificultad. En general, Rusia, al actuar con la velocidad del rayo y por sorpresa, logró serios éxitos al principio de la operación. Sin embargo, no sabemos del todo qué errores se cometieron en esta fase que condujeron a los fracasos posteriores. Este es un asunto que aún está por investigar. Pero lo cierto es que se cometieron. 

En general, esta fase duró los dos primeros meses del OME. Rusia ampliaba su presencia, hacía frente a sanciones y presiones sin precedentes, se afianzaba en las regiones y establecía una ACM (Administración Civil-Militar).

Con éxitos visibles y tangibles, Moscú estaba dispuesto a entablar negociaciones que consolidaran políticamente los logros militares. Kiev también era reacio a aceptar negociaciones.

Segunda fase: el lógico fracaso de las negociaciones 

Pero entonces comenzó la segunda fase. Aquí se pusieron plenamente de manifiesto los errores de cálculo militares y estratégicos en la planificación de la operación, la inexactitud de las previsiones y el fracaso de las expectativas no cumplidas tanto por parte de la población local como de la disposición de una serie de oligarcas ucranianos a apoyar a Rusia bajo ciertas condiciones. 

La ofensiva vaciló y en algunas zonas Rusia se vio obligada a retirarse de las posiciones que había tomado. La cúpula militar intentó conseguir algunos resultados mediante negociaciones en Estambul, pero no dio resultado.

Las negociaciones dejaron de tener sentido porque Kiev consideró que podía resolver el conflicto militarmente a su favor

A partir de entonces, Occidente, tras haber preparado a la opinión pública con la feroz rusofobia de la primera fase, comenzó a suministrar a Ucrania todo tipo de armas letales a una escala sin precedentes. La situación empezó a deteriorarse poco a poco.

Tercera fase: punto muerto

En el verano de 2022, la situación empezó a estancarse, aunque Rusia obtuvo algunos éxitos en algunas zonas. A finales de mayo, Mariupol había sido tomada.

La tercera fase duró hasta agosto. Durante este periodo, se puso de manifiesto con toda su fuerza la contradicción entre la idea de la OME como una operación rápida y ágil, que debía entrar en la fase política, y la necesidad de luchar contra un enemigo fuertemente armado, que contaba con el apoyo logístico, de inteligencia, tecnológico, de comunicaciones y político de todo Occidente. Y en un frente de enorme longitud. Moscú seguía intentando continuar con el escenario original, sin querer perturbar a la sociedad en su conjunto y sin dirigirse directamente al pueblo. Esto creó una contradicción en los sentimientos del frente y de la retaguardia, y provocó disensiones en el seno del mando militar. Los dirigentes rusos no querían dejar entrar la guerra, aplazando por todos los medios posibles el imperativo de la movilización parcial, que para entonces se había convertido en urgente. 

Durante este periodo, Kiev y Occidente en su conjunto recurrieron a tácticas terroristas: asesinatos de civiles en la propia Rusia, voladura del puente de Crimea y, posteriormente, de los gasoductos Nord Stream. 

Cuarta fase: contraataques del régimen de Kiev

Así entramos en la Fase 4, que estuvo marcada por una contraofensiva de las FAU en la región de Járkov, ya parcialmente bajo control ruso al comienzo de la OME. También se intensificaron los ataques ucranianos en el resto del frente, y el suministro masivo de unidades HIMARS y el suministro del sistema cerrado de comunicaciones por satélite Starlink, junto con otra serie de material militar, crearon graves problemas al ejército ruso, para los que no estaba preparado en la primera fase. La retirada en el óblast de Járkov, la pérdida de Kupyansk e incluso de Krasny Liman, una ciudad de la RPD, fue el resultado de una «guerra a medias» (por utilizar la acertada definición de Vladlen Tatarsky). También aumentaron los ataques contra territorios «antiguos», con bombardeos regulares contra Belgorod y el óblast de Kursk. El enemigo también alcanzó algunos objetivos con drones en lo más profundo del territorio ruso.

Ya no era posible luchar y no luchar al mismo tiempo, es decir, mantener a la sociedad al margen de lo que ocurría en los nuevos territorios.

Fue entonces cuando la OME se convirtió en una guerra en toda regla. Más concretamente, este hecho consumado fue finalmente realizado en serio por los dirigentes rusos. 

Quinta fase: el giro decisivo

A estos fracasos siguió una quinta fase que, aunque con mucho retraso, cambió el curso de las cosas.  Putin toma las siguientes medidas: anuncio de movilización parcial, remodelación de la cúpula militar, creación de un Consejo de Coordinación de Operaciones Especiales, sometimiento de la industria militar a un régimen más estricto, endurecimiento de las medidas por fallos en el orden de defensa del Estado, etc. 

Esta fase culminó con el referéndum sobre su integración a Rusia en cuatro entidades –las regiones de la RPD, RPL, Jersón y Zaporiyia–, la decisión de Putin de admitirlas en Rusia y su discurso de apertura del 30 de septiembre con este motivo, en el que por primera vez declaró con toda franqueza la oposición de Rusia a la hegemonía liberal occidental, su plena e irreversible determinación de construir un mundo multipolar y el inicio de la fase aguda de la guerra de civilizaciones, en la que la civilización moderna de Occidente fue declarada «satánica«. En su posterior discurso de Valdai, el Presidente reiteró y desarrolló las tesis principales. 

Aunque Rusia ya se vio obligada a rendir Jersón después de eso, al retirarse más, se detuvieron los ataques de las FAU, se reforzaron las defensas de las líneas que controlaban y la guerra entró en una nueva fase. 

El siguiente paso en la escalada fue la destrucción periódica por parte de Rusia de las infraestructuras técnico-militares y, en ocasiones, energéticas de Ucrania con bombardeos de misiles.

La limpieza de la sociedad desde dentro ha comenzado: los traidores y colaboradores del enemigo han abandonado Rusia, los patriotas han dejado de ser un grupo marginal cuyas posturas de abnegada devoción a la patria se han convertido –al menos externamente– en la corriente ética dominante. Mientras que los liberales solían recopilar denuncias sistemáticas contra cualquiera que mostrara algún signo de opiniones izquierdistas o conservadoras críticas con los liberales, Occidente, etc., ahora, por el contrario, cualquiera con sentimientos liberales es automáticamente sospechoso de ser al menos un agente extranjero, o incluso un traidor, saboteador y simpatizante terrorista. Se empezaron a prohibir los conciertos y discursos públicos de opositores abiertos a la OME. Rusia inició el camino hacia su transformación ideológica.

Sexta fase: de nuevo el equilibrio

Poco a poco, el frente se estabiliza y vuelve a producirse un nuevo estancamiento. Ahora ninguno de los adversarios puede cambiar las tornas. Rusia se ha reforzado con una reserva movilizada. Moscú ha apoyado a los voluntarios y, en especial, a la PMC de Wagner, que ha logrado importantes avances para cambiar las tornas en los teatros de guerra locales. Se tomaron muchas medidas necesarias para abastecer al ejército y el equipo necesario. El movimiento de voluntarios estaba en pleno apogeo.

La guerra ha entrado en la sociedad rusa.

Esta 6ª fase dura hasta nuestros días. Se caracteriza por un relativo equilibrio de poder. Ambas partes no pueden avanzar de forma decisiva y determinante en este estado. Pero Moscú, Kiev y Washington están dispuestos a continuar el enfrentamiento durante el tiempo que sea necesario.

En otras palabras, la cuestión de cuándo terminará el conflicto en Ucrania ha perdido su significado y su relevancia. Sólo ahora hemos entrado realmente en la guerra, hemos tomado conciencia de este hecho. Es una especie de estar en guerra.  Es una existencia difícil, trágica y dolorosa a la que la sociedad rusa no estaba acostumbrada desde hacía mucho tiempo y que la mayoría de la gente ni siquiera conocía realmente. 

El uso de armas nucleares: el argumento final

La gravedad del enfrentamiento de Rusia con Occidente ha suscitado nuevos interrogantes sobre la probabilidad de que este conflicto pueda derivar en una escalada nuclear. Las Armas Nucleares Tácticas (ANT) y las Armas Nucleares Estratégicas (ANE) fueron objeto de debate a todos los niveles, desde los gobiernos hasta los medios de comunicación. Al tratarse de una guerra en toda regla entre Rusia y Occidente, esta perspectiva dejó de ser puramente teórica y se convirtió en un argumento cada vez más mencionado por las distintas partes del conflicto.

Hay que hacer algunos comentarios sobre este punto. 

Aunque el estado real de la tecnología nuclear es altamente clasificado, y nadie puede estar totalmente seguro de cómo son las cosas en realidad, se cree (y probablemente con razón) que las capacidades nucleares rusas, así como los medios para utilizarlas a través de misiles, submarinos y otros medios, son suficientes para destruir Estados Unidos y los países de la OTAN. Por el momento, la OTAN no dispone de medios suficientes para protegerse de un posible ataque nuclear ruso. Por lo tanto, en caso de emergencia, Rusia tiene la opción de recurrir a este argumento de último recurso. 

Putin ha sido bastante claro sobre lo que quiere decir con esto: esencialmente, si Rusia se enfrenta a una derrota militar directa de los países de la OTAN y sus aliados, a la ocupación y a la pérdida de soberanía, Rusia podría utilizar armas nucleares. 

Soberanía nuclear

Al mismo tiempo, Rusia también carece de defensas aéreas que la protejan de forma fiable de un ataque nuclear estadounidense. En consecuencia, el estallido de un conflicto nuclear a gran escala, quienquiera que ataque primero, supondría casi con toda seguridad el Apocalipsis nuclear y la destrucción de la humanidad, y posiblemente de todo el planeta en su conjunto. Las armas nucleares –especialmente las ANE– no pueden ser utilizadas eficazmente por un solo bando. El segundo responderá, y bastará con que la humanidad arda en una conflagración nuclear. Obviamente, el mero hecho de poseer armas nucleares significa que, en una situación crítica, pueden ser utilizadas por gobernantes soberanos, es decir, por las más altas autoridades de EEUU y Rusia. Casi nadie más es capaz de influir en una decisión semejante sobre un suicidio global. Ese es el sentido de la soberanía nuclear. Putin ha sido bastante franco sobre los términos del uso de armas nucleares. Por supuesto, Washington tiene sus propias opiniones al respecto, pero está claro que en respuesta a un hipotético ataque de Rusia también tendrá que responder simétricamente.

¿Se puede llegar a eso? Creo que sí. 

Líneas rojas nucleares

Si el uso de las ANE es casi seguro significa el fin de la humanidad, y sólo se utilizará si se cruzan las líneas rojas. Esta vez muy en serio. Occidente ignoró las primeras líneas rojas que Rusia había identificado antes del inicio de la OME, convencido de que Putin iba de farol. Occidente se dejó convencer por la élite liberal rusa, que se negaba a creer que las intenciones de Putin fueran serias. Pero estas intenciones deben tomarse con mucho cuidado. 

Así pues, para Moscú, cruzar las líneas rojas supondría el inicio de una guerra nuclear, y están bastante claras. Y suenan así: una derrota crítica en la guerra de Ucrania con una implicación directa e intensiva de EEUU y los países de la OTAN en el conflicto. Estábamos al borde de esto en la cuarta fase de la OME, cuando, de hecho, todo el mundo hablaba de las ANT y ANE. Sólo algunos éxitos del ejército ruso apoyándose en los medios convencionales de armamento y guerra apaciguaron hasta cierto punto la situación. Ciertamente, no han anulado totalmente la amenaza nuclear. Para Rusia, la cuestión de la confrontación nuclear sólo desaparecerá del orden del día cuando consiga la Victoria. En qué consiste la «victoria», hablaremos un poco más adelante. 

EEUU y Occidente no tienen motivos para usar armas nucleares

Para Estados Unidos y la OTAN, donde se encuentran, no existe motivación alguna para utilizar armas nucleares, ni siquiera en un futuro previsible. Sólo se utilizarían en respuesta a un ataque nuclear de Rusia, que no se produciría sin una razón fundamental (es decir, sin una amenaza seria -incluso fatal- de derrota militar). Incluso imaginando que Rusia se hiciera con el control de toda Ucrania, eso no acercaría a Estados Unidos a sus líneas rojas. 

En cierto sentido, Estados Unidos ya ha conseguido grandes resultados en su enfrentamiento con Rusia: ha desbaratado una transición pacífica y sin sobresaltos hacia la multipolaridad, ha aislado a Rusia del mundo occidental y la ha condenado a un aislamiento parcial, ha logrado demostrar cierta debilidad de Rusia en el ámbito militar y técnico, ha impuesto graves sanciones, ha contribuido al deterioro de la imagen de Rusia entre quienes eran sus aliados reales o potenciales, ha actualizado su arsenal militar y técnico y ha probado nuevas tecnologías en situaciones reales. Si se puede vencer a Rusia por otros medios, el Occidente colectivo estará más que encantado de hacerlo. Por cualquier medio, excepto el nuclear. En otras palabras, la posición de Occidente es tal que no tiene motivos para ser el primero en utilizar armas nucleares contra Rusia, ni siquiera en un futuro lejano. Pero Rusia sí. Sin embargo, todo esto depende de Occidente. Si no se lleva a Rusia a un callejón sin salida, puede evitarse fácilmente. Rusia sólo irá a por la destrucción de la humanidad si la propia Rusia es llevada al borde de la aniquilación. 

Kiev condenado

Y por último, Kiev. Kiev se encuentra en una situación muy difícil. Zelensky ya pidió una vez, después de que un misil ucraniano cayera en territorio polaco, a sus socios y patrocinadores occidentales que lanzaran un ataque nuclear contra Rusia. ¿Cuál era su idea? 

El hecho es que Ucrania está condenada en esta guerra desde todos los puntos de vista. Rusia no puede perder, ya que su línea roja es su derrota. Entonces todos perderán.  

El Occidente colectivo, aunque pierda algo, ya ha ganado mucho y no existe ninguna amenaza crítica de Rusia para los países europeos de la OTAN, y mucho menos para los propios Estados Unidos. Todo lo que se dice sobre este tema es pura propaganda.

Pero Ucrania, en una situación en la que se ha encontrado varias veces en su historia, entre el martillo y el yunque, entre el Imperio (blanco o rojo) y Occidente, está condenada. Los rusos no harán ninguna concesión y se mantendrán firmes hasta conseguir la victoria. Una victoria de Moscú significaría la derrota completa del régimen nazi pro-occidental de Kiev. Y como Estado nacional soberano, no habrá Ucrania ni siquiera en la aproximación más general. 

En tal situación, Zelensky, imitando en parte a Putin, proclama que está dispuesto a apretar el botón nuclear. Como no habrá Ucrania, es necesario destruir a la humanidad. En principio, esto puede entenderse, entra de lleno en la lógica del pensamiento terrorista. Sólo que Zelensky no tiene botón nuclear. Porque no tiene soberanía. Pedir a EEUU y a la OTAN que se suiciden a nivel mundial en nombre de la independencia (que no es más que una ficción) es, como mínimo, ingenuo. Armas sí, dinero sí, apoyo mediático sí, por supuesto, apoyo político sí, todo el que quieran. ¿Y nuclear? 

La respuesta es demasiado obvia. Cómo se puede creer seriamente que Washington, por muy fanáticos que sean hoy los partidarios del globalismo, la unipolaridad y la preservación de la hegemonía a toda costa, vaya a ir hasta la destrucción de la humanidad en aras de la «¡Gloria a los héroes!». Incluso perdiendo toda Ucrania, Occidente no pierde mucho. Y el régimen nazi de Kiev y sus sueños de grandeza mundial, por supuesto, se derrumbarán. 

En otras palabras, las líneas rojas de Kiev no deben tomarse en serio. Aunque Zelensky actúa como un maestro terrorista. Ha tomado como rehén a todo un país y amenaza con la destrucción de la humanidad. 

El fin de la guerra: los objetivos de Rusia

Tras un año de guerra en Ucrania, está bastante claro que Rusia no puede perder en ella. Se trata de un desafío existencial¿ser o no ser un país, un Estado, un pueblo? No se trata de adquirir territorios en disputa o de equilibrar la seguridad. Así era hace un año. Ahora las cosas son mucho más agudas. Rusia no puede perder y cruzar esta línea roja nos lleva de nuevo al tema del apocalipsis nuclear. Y en este tema todo el mundo debería tenerlo claro: no se trata sólo de la decisión de Putin, sino de la lógica de toda la trayectoria histórica de Rusia, que en todas las etapas ha luchado contra la caída en la dependencia de Occidente, ya fuera la Orden Teutónica, la Polonia católica, el Napoleón burgués, el Hitler racista o los globalistas modernos. Rusia será libre o no será nada.

Pequeña victoria: la liberación de nuevos territorios

Ahora lo que queda por considerar es la victoria. Aquí hay tres opciones.

La escala mínima de victoria para Rusia podría consistir, en determinadas circunstancias, en poner bajo su control todos los territorios de las 4 nuevas entidades constituyentes de la Federación Rusa: las regiones de la RPD, RPL, Jersón y Zaporiyia. Paralelamente, se produciría el desarme de Ucrania y se garantizaría plenamente su estatus neutral en un futuro previsible. Para ello, Kiev debe reconocer y aceptar la situación de facto. Con esto, el proceso de paz puede comenzar.

Sin embargo, tal escenario es muy improbable. Los éxitos relativos del régimen de Kiev en la región de Járkov han dado a los nacionalistas ucranianos la esperanza de que pueden derrotar a Rusia. La feroz resistencia en Donbás demuestra su intención de resistir hasta el final, invertir el curso de la campaña y pasar de nuevo a la contraofensiva, en todos los nuevos temas, incluida Crimea. Y es totalmente improbable que las actuales autoridades de Kiev acepten tal fijación del statu quo. 

Para Occidente, sin embargo, ésta sería la mejor solución, ya que un respiro en las hostilidades podría utilizarse como los acuerdos de Minsk para militarizar aún más Ucrania. La propia Ucrania –incluso sin estas zonas– sigue siendo un territorio enorme, y la cuestión del estatus neutral podría confundirse en términos ambiguos. 

Moscú entiende todo esto, y Washington lo entiende un poco peor. Y los actuales dirigentes de Kiev no quieren entenderlo en absoluto.

Victoria intermedia: la liberación de Novorossia

La versión media de la Victoria para Rusia habría sido liberar todo el territorio de la Novorossia histórica, que incluye Crimea, 4 nuevas entidades rusas y tres regiones más: Járkov, Odessa y Mykolaiv (con partes de Krivoy Rog, Dnipro y Poltava). Esto completaría la división lógica de Ucrania en Ucrania Oriental y Occidental, que tienen historias, identidades y orientaciones geopolíticas diferentes. Tal solución sería aceptable para Rusia y, sin duda, se percibiría como una victoria muy real, completando lo que se inició, y luego se interrumpió, en 2014. En conjunto, también convendría a Occidente, cuyos planes estratégicos serían más sensibles a la pérdida de la ciudad portuaria de Odesa. Pero incluso eso no es tan crucial, debido a la disponibilidad de otros puertos del Mar Negro: Rumanía, Bulgaria y Turquía, tres países de la OTAN (no miembros potenciales, sino reales de la Alianza).

Está claro que para Kiev tal escenario es categóricamente inaceptable, aunque aquí hay que hacer una salvedad. Es categóricamente inaceptable para el régimen actual y en el actual entorno estratégico-militar. Si se produce la liberación completa con éxito de los 4 nuevos sujetos de la Federación y la posterior entrada de las tropas rusas a las fronteras de tres nuevas regiones, tanto el ejército ucraniano como el estado psicológico de la población, el potencial económico y el propio régimen político de Zelensky se encontrarán en un estado completamente diferente, completamente roto. La infraestructura de la economía seguirá siendo destruida por los ataques rusos, y las derrotas en los frentes sumirán en el más absoluto abatimiento a una sociedad ya exhausta y desangrada por la guerra. Quizás haya un gobierno diferente en Kiev, y no se puede descartar que haya un cambio de gobierno en Washington, donde cualquier gobernante realista reduciría sin duda el apoyo a Ucrania, simplemente calculando con sobriedad los intereses nacionales de EEUU sin una creencia fanática en la globalización. Trump es un ejemplo vivo de que esto es muy posible y no está muy lejos del reino de la probabilidad. 

En una situación de victoria media, es decir, la liberación completa de Novorossia, sería extremadamente ventajoso para Kiev y para Occidente pasar a acuerdos de paz para preservar al menos el resto de Ucrania. Se podría establecer un nuevo Estado que no tendría las restricciones y obligaciones actuales, y podría convertirse –gradualmente– en un baluarte para cercar a Rusia. Para que Occidente salve al menos lo que queda de Ucrania, el proyecto de Novorossia sería perfectamente aceptable y, a largo plazo, le resultaría bastante beneficioso, incluso para enfrentarse a una Rusia soberana.

La Gran Victoria: la liberación de Ucrania

Por último, una victoria completa para Rusia sería la liberación de todo el territorio de Ucrania del control del régimen nazi pro-occidental y el restablecimiento de la unidad histórica tanto de un Estado eslavo oriental como de una gran potencia euroasiática. La multipolaridad se habría establecido de forma irreversible y habríamos dado un vuelco a la historia de la humanidad. Además, sólo una Victoria así permitiría cumplir plenamente los objetivos fijados al principio: la desnazificación y la desmilitarización, ya que sin el pleno control de un territorio militarizado y nazificado esto no puede lograrse.

El geopolítico atlantista Zbigniew Brzezinski escribió con razón: «Sin Ucrania, Rusia no puede convertirse en un imperio». Y tiene razón. Pero también podemos leer esta fórmula en clave euroasiática: «Y con Ucrania, Rusia se convertirá en un Imperio, es decir, en un polo soberano del mundo multipolar». 

Aun así, Occidente no habría sufrido daños críticos en un sentido estratégico-militar, y mucho menos en un sentido económico. Rusia seguiría aislada de Occidente, demonizada a los ojos de muchos países. Su influencia en Europa se habría reducido a cero o incluso se habría vuelto negativa. La comunidad atlántica se habría consolidado más que nunca frente a un enemigo tan peligroso. Y Rusia, excluida del Occidente colectivo, aislada de la tecnología y de las nuevas redes, habría recibido una importante población no del todo leal, cuando no hostil, cuya integración en un espacio unificado habría exigido un increíble esfuerzo extraordinario a un país ya cansado de la guerra. 

Y la propia Ucrania no estaría bajo ocupación, sino como parte de una única nación sin ninguna desventaja étnica y con todas las perspectivas abiertas para tomar posiciones y moverse libremente por toda Rusia. Si se quisiera, esto podría verse como la anexión de Rusia a Ucrania y la antigua capital del Estado ruso, Kiev, volvería a estar en el centro del mundo ruso en lugar de en su periferia.

Naturalmente, en ese caso la paz habría llegado de forma natural y no habría tenido sentido negociar sus términos con nadie. 

Cambiar la fórmula rusa

Lo último que merece la pena considerar al analizar el primer año de la OEM es la evaluación teórica de la transformación que la guerra en Ucrania ha causado en el espacio de las Relaciones Internacionales. Esta vez se trata de una evaluación teórica de la transformación que la guerra en Ucrania ha causado en el espacio de las Relaciones Internacionales. 

Aquí tenemos el siguiente panorama. Las administraciones de Clinton, del neocon Bush Jr. y de Obama, así como la administración de Biden, son liberales de línea dura en Asuntos Internacionales. Consideran que el mundo es global y está dirigido por el Gobierno Mundial a través de los jefes de todos los Estados nación. Incluso los propios Estados Unidos no son, a sus ojos, más que una herramienta temporal en manos de una élite mundial cosmopolita. De ahí la aversión e incluso el odio de los demócratas y los globalistas hacia cualquier forma de patriotismo estadounidense y hacia la propia identidad tradicional de los estadounidenses.

Para los partidarios del liberalismo en las RRII, cualquier Estado-nación es un obstáculo para el Gobierno Mundial, y un Estado-nación soberano fuerte, y que desafíe abiertamente a la élite liberal, es el verdadero enemigo a destruir. 

Tras la caída de la URSS, el mundo dejó de ser bipolar para convertirse en unipolar, y la élite globalista, los partidarios del liberalismo en las RRII se apoderaron de las palancas de gobierno de la humanidad. 

La Rusia desmembrada y derrotada de los años noventa, como remanente del segundo polo, bajo Yeltsin aceptó las reglas del juego y se plegó a la lógica de los liberales en las RRII. Moscú sólo tenía que integrarse en el mundo occidental, desprenderse de su soberanía y empezar a jugar según sus reglas. El objetivo era obtener al menos cierto estatus en el futuro Gobierno Mundial, y la nueva cúpula oligárquica hizo todo lo posible por encajar en el mundo occidental a cualquier precio, incluso a título individual.

Todas las instituciones de enseñanza superior y universidades de Rusia se pusieron desde entonces al lado del liberalismo en la cuestión de las Relaciones Internacionales. El realismo se olvidó (aunque se conociera), se equiparó al «nacionalismo» y nunca se pronunció la palabra «soberanía».

Todo ha cambiado en la realpolitik (pero no en la educación) con la llegada de Putin. Putin fue desde el principio un realista convencido en Relaciones Internacionales y un firme defensor de la soberanía. Al mismo tiempo, compartía plenamente la universalidad de los valores occidentales, la falta de alternativa al mercado y a la democracia, consideraba el progreso social y científico-tecnológico de Occidente como la única vía para el desarrollo de la civilización.  En lo único que insistía era en la soberanía. De ahí el mito de su influencia sobre Trump. Fue el realismo lo que unió a Putin y Trump. En todo lo demás son muy diferentes. El realismo de Putin no es contra Occidente, es contra el liberalismo en las Relaciones Internacionales, contra el Gobierno Mundial. Es el realismo estadounidense, el chino, el europeo y cualquier otro.

Pero la unipolaridad que se ha desarrollado desde principios de los años noventa ha puesto de cabecera a los liberales de las Relaciones Internacionales. Creían que había llegado el momento histórico, se había acabado la historia como confrontación de paradigmas ideológicos (tesis de Fukuyama) y era hora de iniciar con nueva fuerza el proceso de unificación de la humanidad bajo el Gobierno Mundial. Pero para ello había que abolir la soberanía residual. 

Tal línea estaba en contradicción con el realismo de Putin. Y, sin embargo, Putin trató de mantener el equilibrio y las relaciones con Occidente a toda costa. Esto era bastante fácil con el realista Trump, que comprendía la voluntad de soberanía de Putin, pero se volvió imposible con Biden en la Casa Blanca. Así que Putin, como realista que es, ha llegado al límite del compromiso posible. El Occidente colectivo, liderado por los liberales en las RRII, presionó cada vez más a Rusia para que finalmente comenzara a desmantelar su soberanía, en lugar de fortalecerla. 

Este conflicto culminó con el inicio de la OME. Los globalistas apoyaron activamente la militarización y nazificación de Ucrania. Putin se rebeló contra esto porque comprendió que el Occidente colectivo se estaba preparando para una campaña simétrica de «desmilitarización» y «desnazificación» de la propia Rusia. Los liberales hicieron la vista gorda ante el rápido florecimiento del neonazismo rusófobo en la propia Ucrania y, es más, lo promovieron activamente, contribuyendo a su militarización en la medida de lo posible, mientras que a la propia Rusia se la acusaba de lo mismo: «militarismo» y «nazismo», tratando de equiparar a Putin con Hitler de todas las formas posibles. 

Putin comenzó la OME como un realista. No más que eso. Pero un año después la situación ha cambiado. Ha quedado claro que Rusia está en guerra contra la civilización liberal occidental moderna en su conjunto, contra el globalismo y los valores que Occidente impone a todos los demás. Este giro en la conciencia rusa de la situación mundial es quizá el resultado más importante de toda la OME.

La guerra ha pasado de ser una defensa de la soberanía a un choque de civilizaciones. Rusia ya no se limita a insistir en una gobernanza independiente, compartiendo actitudes, criterios, normas, reglas y valores occidentales, sino que actúa como una civilización independiente, con sus propias actitudes, criterios, normas, reglas y valores. Rusia ya no es Occidente en absoluto. No es un país europeo, sino una civilización ortodoxa euroasiática. Esto es lo que declaró Putin en su discurso con motivo de la admisión de los cuatro nuevos sujetos a la Federación Rusa el 30 de septiembre, luego en el discurso de Valdai, y repetido muchas veces en otros discursos. Por último, en el Decreto 809, Putin aprobó las bases de la política estatal de protección de los valores tradicionales rusos, un conjunto que no sólo difiere significativamente del liberalismo, sino que en algunos puntos es directamente opuesto a él.

Rusia ha cambiado su paradigma del realismo a la teoría del mundo multipolar, ha rechazado de plano el liberalismo en todas sus formas y ha desafiado directamente a la civilización occidental moderna, negándole abiertamente el derecho a ser universalPutin ya no cree en Occidente. Y califica a la civilización occidental moderna de «satánica«. En esto se puede identificar fácilmente tanto una referencia directa a la escatología y teología ortodoxas, como una alusión a la confrontación entre los sistemas capitalista y socialista de la era de Stalin. Hoy, es cierto, Rusia no es un Estado socialista. Pero éste es el resultado de la derrota sufrida por la URSS a principios de la década de 1990, al encontrarse Rusia y otros países postsoviéticos en la posición de colonias ideológicas y económicas del Occidente global. 

Todo el gobierno de Putin hasta el 24 de febrero de 2022 fue una preparación para este momento decisivo. Pero solía mantenerse dentro del marco realista. Es decir, la vía occidental de desarrollo + soberanía. Ahora, tras un año de duras pruebas y terribles sacrificios sufridos por Rusia, la fórmula ha cambiado: soberanía + identidad civilizacional. La vía rusa.

Fuente Geopolitika.ru: https://www.geopolitika.ru/es/article/operacion-militar-especial-ano-uno-un-cambio-de-paradigma 

Dossier Geopolitico dada la importancia que adquirió a nivel global el Discurso del Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin ante la Duma en pleno, Pública el mismo en su versión oficial de la Oficina Presidencial del Gobierno Ruso, para que cada lector saque sus propias concluciones, no sobre «análisis» sesgados y sacados de contextos de distintos interpretadores de las declaraciones del Presidente de la Federación Rusa

Discurso presidencial a la Asamblea Federal

Vladimir Putin pronunció su Discurso ante la Asamblea Federal. La ceremonia tuvo lugar en Gostiny Dvor, Moscú. 21 de febrero de 2023

Presidente de Rusia Vladimir Putin: Buenas tardes,

Miembros de la Asamblea de la Federación: senadores, diputados de la Duma estatal,

ciudadanos de Rusia,

Este discurso presidencial llega, como todos sabemos, en un momento difícil y decisivo para nuestro país. Este es un momento de cambios radicales e irreversibles en el mundo entero, de eventos históricos cruciales que determinarán el futuro de nuestro país y de nuestro pueblo, un momento en el que cada uno de nosotros tiene una responsabilidad colosal.

Hace un año, para proteger a las personas en nuestras tierras históricas, garantizar la seguridad de nuestro país y eliminar la amenaza proveniente del régimen neonazi que se había apoderado de Ucrania después del golpe de Estado de 2014, se decidió iniciar la especial operación militar. Paso a paso, con cuidado y coherencia, nos ocuparemos de las tareas que tenemos entre manos.

Desde 2014, Donbass lucha por el derecho a vivir en su tierra y a hablar su lengua materna. Luchó y nunca se rindió en medio del bloqueo, los constantes bombardeos y el odio manifiesto del régimen de Kiev. Esperaba y esperaba que Rusia viniera a ayudar.

Mientras tanto, como bien saben, estábamos haciendo todo lo que estaba a nuestro alcance para resolver este problema por medios pacíficos, y con paciencia llevamos a cabo conversaciones sobre una solución pacífica a este devastador conflicto.

Este espantoso método de engaño ha sido probado muchas veces antes. Se comportaron con la misma desvergüenza y doblez cuando destruyeron Yugoslavia, Irak, Libia y Siria. Nunca podrán lavar esta vergüenza. Los conceptos de honor, confianza y decencia no son para ellos.

Durante los largos siglos de colonialismo, dictado y hegemonía, se acostumbraron a que se les permitiera todo, se acostumbraron a escupir al mundo entero. Resultó que tratan a las personas que viven en sus propios países con el mismo desdén, como un maestro. Después de todo, también los engañaron cínicamente, los engañaron con historias fantasiosas sobre la búsqueda de la paz, sobre la adhesión a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Donbass. De hecho, las élites occidentales se han convertido en un símbolo de mentiras totales y sin principios.

Defendemos firmemente nuestros intereses, así como nuestra creencia de que en el mundo actual no debe haber división en los llamados países civilizados y todo lo demás y que es necesaria una asociación honesta que rechace cualquier exclusividad, especialmente agresiva.

Estábamos abiertos y sinceramente dispuestos a entablar un diálogo constructivo con Occidente; dijimos e insistimos en que tanto Europa como el mundo entero necesitaban un sistema de seguridad indivisible e igual para todos los países, y durante muchos años sugerimos que nuestros socios discutieran esta idea juntos y trabajaran en su implementación. Pero en respuesta, recibimos una reacción confusa o hipócrita, en lo que respecta a las palabras. Pero también hubo acciones: la expansión de la OTAN a nuestras fronteras, la creación de nuevas áreas de despliegue para la defensa antimisiles en Europa y Asia -decidieron ponerse a cubierto de nosotros bajo un ‘paraguas’- despliegue de contingentes militares, y no solo cerca de las fronteras de Rusia. .

Quisiera recalcar –de hecho, esto es bien sabido– que ningún otro país tiene tantas bases militares en el exterior como Estados Unidos. Hay cientos de ellos, quiero enfatizar esto, cientos de bases en todo el mundo; el planeta está cubierto de ellos, y una mirada al mapa es suficiente para verlo.

El mundo entero fue testigo de cómo se retiraron de los acuerdos fundamentales sobre armas, incluido el tratado sobre misiles de mediano y menor alcance, rompiendo unilateralmente los acuerdos fundamentales que mantienen la paz mundial. Por alguna razón, lo hicieron. No hacen nada sin una razón, como sabemos.

Finalmente, en diciembre de 2021, presentamos oficialmente borradores de acuerdos sobre garantías de seguridad a EE. UU. y la OTAN. En esencia, todos los puntos clave y fundamentales fueron rechazados. Después de eso, finalmente quedó claro que se había dado el visto bueno para la implementación de planes agresivos y que no se iban a detener.

La amenaza crecía día a día. A juzgar por la información que recibimos, no había duda de que todo estaría listo para febrero de 2022 para lanzar otra sangrienta operación punitiva en Donbass. Permítanme recordarles que allá por 2014, el régimen de Kiev envió su artillería, tanques y aviones de guerra para luchar en Donbass.

Todos recordamos las imágenes aéreas de los ataques aéreos contra Donetsk. Otras ciudades también sufrieron ataques aéreos. En 2015, intentaron montar de nuevo un asalto frontal contra Donbass, mientras mantenían el bloqueo y continuaban bombardeando y aterrorizando a los civiles. Permítanme recordarles que todo esto estaba completamente en desacuerdo con los documentos y resoluciones adoptados por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero todos fingían que no pasaba nada.

Permítanme reiterar que ellos fueron los que comenzaron esta guerra, mientras que nosotros usamos la fuerza y ​​la estamos usando para detener la guerra.

Quienes planearon un nuevo ataque contra Donetsk en la región de Donbass y contra Lugansk entendieron que Crimea y Sebastopol serían el próximo objetivo. Nos dimos cuenta de esto también. Incluso hoy, Kiev está discutiendo abiertamente planes de largo alcance de este tipo. Se expusieron haciendo público lo que ya sabíamos.

Estamos defendiendo vidas humanas y nuestro hogar común, mientras que Occidente busca un poder ilimitado. Ya ha gastado más de 150.000 millones de dólares en ayudar y armar al régimen de Kiev. Para darle una idea, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, los países del G7 destinaron alrededor de $60 mil millones en 2020-2021 para ayudar a los países más pobres del mundo. ¿Está claro? Gastaron $ 150 mil millones en la guerra, mientras que dieron $ 60 mil millones a los países más pobres, a pesar de pretender preocuparse por ellos todo el tiempo, y también condicionaron este apoyo a la obediencia por parte de los países beneficiarios. ¿Qué pasa con toda esta charla sobre la lucha contra la pobreza, el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente? ¿Adónde fue todo? ¿Se ha desvanecido todo? Mientras tanto, siguen canalizando más dinero en el esfuerzo de guerra.

La reciente Conferencia de Munich se convirtió en un flujo interminable de acusaciones contra Rusia. Uno tiene la impresión de que esto se hizo para que todos olvidaran lo que el llamado Occidente ha estado haciendo durante las últimas décadas. Ellos fueron los que dejaron salir al genio de la botella, sumiendo regiones enteras en el caos.

Según expertos estadounidenses, casi 900.000 personas murieron durante las guerras desatadas por Estados Unidos después de 2001, y más de 38 millones se convirtieron en refugiados. Tenga en cuenta que no inventamos estas estadísticas; son los estadounidenses quienes los están proporcionando. Ahora simplemente están tratando de borrar todo esto de la memoria de la humanidad, y están fingiendo que todo esto nunca sucedió. Sin embargo, nadie en el mundo ha olvidado esto ni lo olvidará jamás.

Ninguno de ellos se preocupa por las víctimas humanas y las tragedias porque, por supuesto, hay muchos billones de dólares en juego. También pueden seguir robando a todos bajo el pretexto de la democracia y las libertades, imponer valores neoliberales y esencialmente totalitarios, marcar países y naciones enteras, insultar públicamente a sus líderes, reprimir la disidencia en sus propios países y desviar la atención de los escándalos de corrupción. creando una imagen enemiga. Todo esto lo seguimos viendo en la televisión, que evidencia mayores problemas, contradicciones y desencuentros económicos, sociales e interétnicos internos.

Me gustaría recordar que, en la década de 1930, Occidente prácticamente había allanado el camino al poder para los nazis en Alemania. En nuestro tiempo, comenzaron a convertir a Ucrania en un «anti-Rusia».

En realidad, este proyecto no es nuevo. Las personas que conocen la historia, al menos hasta cierto punto, se dan cuenta de que este proyecto se remonta al siglo XIX . El Imperio Austro-Húngaro y Polonia lo habían concebido con un propósito, es decir, despojar a Rusia de estos territorios históricos que ahora se llaman Ucrania. Este es su objetivo. No hay nada nuevo aquí; están repitiendo todo.

Occidente aceleró la implementación de este proyecto hoy al apoyar el golpe de Estado de 2014. Ese fue un golpe sangriento, antiestatal e inconstitucional. Fingieron que no pasaba nada y que así debían ser las cosas. Incluso dijeron cuánto dinero habían gastado en ello. La rusofobia y el nacionalismo extremadamente agresivo formaron su base ideológica.

Recientemente, una brigada de las Fuerzas Armadas de Ucrania recibió el nombre de Edelweiss en honor a una división nazi cuyo personal estuvo involucrado en la deportación de judíos, la ejecución de prisioneros de guerra y la realización de operaciones punitivas contra guerrilleros en Yugoslavia, Italia, Checoslovaquia y Grecia. Nos da vergüenza hablar de esto, pero ellos no. El personal que presta servicio en las Fuerzas Armadas de Ucrania y la Guardia Nacional de Ucrania son particularmente aficionados a los galones que antes usaban los soldados de las divisiones Das Reich, Totenkopf (Cabeza de la Muerte) y Galichina y otras unidades de las SS. Sus manos también están manchadas de sangre. Los vehículos blindados ucranianos cuentan con la insignia de la Wehrmacht alemana nazi.

Los neonazis son abiertos sobre de quién son los herederos que se consideran. Sorprendentemente, ninguno de los poderes existentes en Occidente lo está viendo. ¿Por qué? Porque a ellos, perdonen mi lenguaje, no podría importarles menos. No les importa por quién apuestan en su lucha contra nosotros, contra Rusia. De hecho, cualquiera lo hará mientras luche contra nosotros y nuestro país. De hecho, vimos terroristas y neonazis en sus filas. Permitirían que todo tipo de demonios se unieran a sus filas, por el amor de Dios, siempre y cuando actúen según su voluntad como un arma contra Rusia.

De hecho, el proyecto anti-Rusia es parte de la política revanchista hacia nuestro país para crear focos de inestabilidad y conflictos junto a nuestras fronteras. En aquel entonces, en la década de 1930, y ahora el diseño sigue siendo el mismo y es dirigir la agresión hacia el Este, provocar una guerra en Europa y eliminar a los competidores mediante el uso de una fuerza delegada.

No estamos en guerra con el pueblo de Ucrania. Lo he dejado claro muchas veces. El pueblo de Ucrania se ha convertido en rehén del régimen de Kiev y sus manipuladores occidentales, que de hecho han ocupado ese país en el sentido político, militar y económico y han estado destruyendo la industria ucraniana durante décadas mientras saqueaban sus recursos naturales. Esto llevó a la degradación social ya un aumento inconmensurable de la pobreza y la desigualdad. Reclutar recursos para operaciones militares en estas circunstancias fue fácil. Nadie estaba pensando en las personas, que fueron condicionadas para el sacrificio y eventualmente se convirtieron en prescindibles. Es algo triste y espantoso decirlo, pero es un hecho.

La responsabilidad de incitar y escalar el conflicto de Ucrania, así como la gran cantidad de víctimas, recae completamente en las élites occidentales y, por supuesto, en el régimen actual de Kiev, para el cual el pueblo ucraniano, de hecho, no es su propio pueblo. El régimen ucraniano actual no está al servicio de los intereses nacionales, sino de los intereses de terceros países.

Occidente está utilizando a Ucrania como ariete contra Rusia y como campo de pruebas. No voy a discutir en detalle los intentos de Occidente de cambiar la guerra, o sus planes para aumentar los suministros militares, ya que todo el mundo lo sabe. Sin embargo, hay una circunstancia que todos deberían tener clara: cuanto mayor sea el alcance de los sistemas occidentales que se suministrarán a Ucrania, más tendremos que alejar la amenaza de nuestras fronteras. Esto es obvio.

La élite occidental no oculta su objetivo, que es, cito, “la derrota estratégica de Rusia”. ¿Qué significa esto para nosotros? Esto significa que planean acabar con nosotros de una vez por todas. En otras palabras, planean convertir un conflicto local en una confrontación global. Así lo entendemos y responderemos en consecuencia, porque esto representa una amenaza existencial para nuestro país.

Sin embargo, ellos también se dan cuenta de que es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla y están realizando ataques de información cada vez más agresivos contra nosotros, dirigidos principalmente a la generación más joven. Nunca dejan de mentir y distorsionar los hechos históricos mientras atacan nuestra cultura, la Iglesia Ortodoxa Rusa y otras organizaciones religiosas tradicionales de nuestro país.

Mira lo que le están haciendo a su propia gente. Se trata de la destrucción de la familia, de la identidad cultural y nacional, la perversión y el abuso de los niños, incluida la pedofilia, todo lo cual se declara normal en su vida. Están obligando a los sacerdotes a bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo. Bendice sus corazones, déjalos hacer lo que les plazca. Esto es lo que me gustaría decir al respecto. Las personas adultas pueden hacer lo que les plazca. Nosotros en Rusia siempre lo hemos visto de esa manera y siempre lo haremos: nadie va a entrometerse en la vida privada de otras personas, y tampoco vamos a hacerlo nosotros.

Pero esto es lo que me gustaría decirles: miren las Sagradas Escrituras y los principales libros de otras religiones del mundo. Lo dicen todo, incluso que la familia es la unión de un hombre y una mujer, pero estos textos sagrados ahora están siendo cuestionados. Según se informa, la Iglesia Anglicana está planeando, solo planeando, explorar la idea de un dios neutral en cuanto al género. ¿Qué se puede decir? Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Millones de personas en Occidente se dan cuenta de que están siendo conducidas a un desastre espiritual. Francamente, la élite parece haberse vuelto loca y parece que no hay cura para eso. Pero como dije, estos son sus problemas, mientras que nosotros debemos proteger a nuestros hijos, lo cual haremos. Protegeremos a nuestros hijos de la degradación y la degeneración.

Claramente, Occidente intentará socavar y dividir nuestra sociedad y apostar por los quintacolumnistas que, a lo largo de la historia, y quiero recalcar esto, han venido usando el mismo veneno del desprecio a la Patria y el afán de hacer dinero por vender este veneno a cualquiera que esté dispuesto a pagar por él. Siempre ha sido así.

Quienes hayan emprendido el camino de la traición descarada, cometiendo delitos terroristas y de otra índole contra la seguridad de nuestra sociedad y la integridad territorial del país, serán responsables de ello ante la ley. Pero nunca nos comportaremos como el régimen de Kiev y la élite occidental, que han estado y aún están involucrados en la caza de brujas. No ajustaremos cuentas con quienes dan un paso al costado y dan la espalda a su Patria. Que esto esté en su conciencia, que vivan con esto, tendrán que vivir con ello. El punto principal es que nuestro pueblo, los ciudadanos de Rusia, les han dado una evaluación moral.

Estoy orgulloso, y creo que todos estamos orgullosos de que nuestra nación multiétnica, la mayoría absoluta de nuestros ciudadanos, haya adoptado una postura de principios sobre la operación militar especial. Entienden la idea básica de lo que estamos haciendo y apoyan nuestras acciones en defensa de Donbass. Este apoyo reveló principalmente su verdadero patriotismo, un sentimiento que es históricamente inherente a nuestra nación. Es deslumbrante en su dignidad y en la profunda comprensión por parte de todos, recalco, de todos, del vínculo inseparable entre el propio destino y el destino de la Patria.

Mis queridos amigos, me gustaría agradecer a todos, a todo el pueblo de Rusia por su coraje y determinación. Quisiera agradecer a nuestros héroes, soldados y oficiales del Ejército y la Armada, la Guardia Rusa, el personal de los servicios secretos y todas las estructuras de autoridad, los combatientes en los cuerpos de Donetsk y Lugansk, voluntarios y patriotas que ahora luchan en el filas de la reserva del ejército de combate BARS.

Quisiera disculparme por no poder mencionar a todos durante el discurso de hoy. Sabes, cuando estaba redactando este discurso, escribí una lista muy larga de estas unidades heroicas pero luego las eliminé de mi texto porque, como dije, es imposible mencionar a todos, y tenía miedo de ofender a alguien que pudiera dejar. afuera.

Mi más profundo agradecimiento a los padres, esposas y familias de nuestros defensores, los médicos y paramédicos, médicos de combate y enfermeras médicas que están salvando a los heridos; a los ferroviarios y conductores que están abasteciendo el frente; a los constructores que levantan fortificaciones y restauran viviendas, carreteras e instalaciones civiles; a los trabajadores e ingenieros de las empresas de defensa, que ahora trabajan casi las 24 horas, en varios turnos; ya los trabajadores rurales que de manera confiable garantizan la seguridad alimentaria del país.

Estoy agradecido con los maestros que se preocupan sinceramente por las jóvenes generaciones de Rusia, especialmente aquellas que trabajan en condiciones muy difíciles, casi en primera línea; las personalidades de la cultura que visitan la zona de hostilidades y hospitales para apoyar a los soldados y oficiales; voluntarios que están ayudando al frente y civiles; periodistas, principalmente corresponsales de guerra, que arriesgan sus vidas para contarle la verdad al mundo; pastores de las religiones tradicionales de Rusia y del clero militar, cuyas sabias palabras apoyan e inspiran a la gente; funcionarios públicos y empresarios, todos aquellos que cumplen con su deber profesional, civil y simplemente humano.

Mis palabras especiales van dirigidas a los residentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, ya las regiones de Zaporozhye y Kherson. Ustedes, mis amigos, determinaron su futuro en los referéndums y tomaron una decisión clara a pesar de las amenazas y la violencia de los neonazis, en medio de las acciones militares cercanas. Pero no ha habido nada más fuerte que tu intención de estar con Rusia, con tu Patria.

(Aplausos)

Quiero enfatizar que esta es la reacción de la audiencia a los residentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones de Zaporozhye y Kherson. Una vez más, nuestro más profundo respeto para todos ellos.

Ya hemos comenzado y ampliaremos un importante programa de recuperación y desarrollo socioeconómico para estas nuevas regiones dentro de la Federación. Incluye la restauración de las instalaciones de producción, los puestos de trabajo y los puertos en el Mar de Azov, que nuevamente se convirtió en el mar sin salida al mar de Rusia, y la construcción de carreteras nuevas y modernas como hicimos en Crimea, que ahora tiene un corredor de transporte terrestre confiable con toda Rusia. . Definitivamente implementaremos todos estos planes juntos.

Actualmente, las regiones de Rusia brindan asistencia directa a las ciudades, distritos y pueblos de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las regiones de Zaporozhye y Kherson. Lo están haciendo con sinceridad, como verdaderos hermanos y hermanas. Estamos juntos de nuevo, lo que significa que nos hemos vuelto aún más fuertes y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para traer de vuelta la tan ansiada paz a nuestra tierra y garantizar la seguridad de nuestra gente. Nuestros soldados, nuestros héroes luchan por esto, por sus antepasados, por el futuro de sus hijos y nietos, por unir a nuestro pueblo.

Amigos, me gustaría pedirles que presenten sus respetos a nuestros compañeros soldados que murieron en los ataques de neonazis y asaltantes, que dieron sus vidas por Rusia, por los civiles, los ancianos, las mujeres y los niños.

(Un minuto de silencio)

Gracias.

Todos entendemos, y entiendo también lo insoportablemente duro que es para sus esposas, hijos e hijas, para sus padres que criaron a esos dignos defensores de la Patria, como los miembros de la Guardia Joven de Krasnodon, hombres y mujeres jóvenes que lucharon contra el nazismo y para Donbass durante la Gran Guerra Patriótica. Todos en Rusia recuerdan su coraje, resiliencia, enorme fuerza de espíritu y sacrificio propio hasta el día de hoy.

Nuestro deber es apoyar a las familias que han perdido a sus seres queridos y ayudarlos a criar a sus hijos y darles educación y trabajo. La familia de cada participante en la operación militar especial debe ser una prioridad y ser tratada con cuidado y respeto. Sus necesidades deben ser atendidas de inmediato, sin demoras burocráticas.

Sugiero establecer un fondo estatal dedicado para brindar asistencia personalizada y específica a las familias de los combatientes caídos, así como a los veteranos de la operación militar especial. Esta entidad se encargará de coordinar los esfuerzos para ofrecer apoyo y asesoramiento social, médico y también atenderá los asuntos relacionados con el envío a los centros de salud y la prestación de servicios de rehabilitación, así como ayudarlos en la educación, el deporte, el empleo y en la adquisición de una nueva profesión. Este fondo también tendrá la misión esencial de garantizar atención domiciliaria a largo plazo y prótesis de alta tecnología para quienes lo necesiten.

Pido al Gobierno que trabaje con la Comisión de Política Social del Consejo de Estado y con las regiones para resolver las cuestiones organizativas lo antes posible.

El fondo estatal debe ser transparente en su trabajo, al mismo tiempo que simplifica la asistencia y opera como una ventanilla única, libre de trámites burocráticos o barreras administrativas. Todas las familias sin excepción y todos los veteranos tendrán su trabajador social personal, un coordinador, que estará allí personalmente para resolver en tiempo real cualquier problema que puedan tener. Permítanme enfatizar que el fondo debe abrir sus oficinas en todas las regiones de la Federación Rusa en 2023.

Ya contamos con medidas para apoyar a los veteranos de la Gran Guerra Patria, veteranos de combate, así como a los participantes en conflictos locales. Creo que estos elementos esenciales se agregarán a la misión del fondo estatal en el futuro. Necesitamos explorar esta posibilidad, y le pido al Gobierno que lo haga.

No se equivoquen: el hecho de que estemos estableciendo un fondo estatal no significa que otras instituciones o funcionarios en otros niveles de gobierno serán relevados de su responsabilidad. Espero que todas las agencias federales, regiones y municipios se mantengan enfocados en los veteranos, en el personal de servicio y sus familias. En este contexto, quisiera agradecer a los altos funcionarios regionales, alcaldes y gobernadores que habitualmente se reúnen con la gente, incluso visitando la línea de contacto, y apoyan a sus compatriotas.

En una nota especial, permítanme decir que hoy, el personal de servicio de carrera, los reclutas movilizados y los voluntarios comparten las dificultades de primera línea, incluso en términos de provisiones, suministros y equipos, remuneración y pagos de seguros a los heridos, así como servicios de atención médica. Sin embargo, hay denuncias que llegan hasta mi oficina, así como a los gobernadores, como me han venido diciendo, y a la fiscalía militar y al Comisionado de Derechos Humanos, lo que demuestra que algunos de estos temas aún no han sido resueltos. ser resuelto. Necesitamos llegar al fondo de cada queja caso por caso.

Y una cosa más: todos entienden que servir en la zona de operaciones militares especiales causa un estrés físico y mental inmenso, ya que las personas arriesgan su vida y su salud todos los días. Por ello, considero que los reclutas movilizados, así como todo el personal de servicio, y todos los que participen en la operación militar especial, incluidos los voluntarios, deben gozar de una excedencia de al menos 14 días cada seis meses sin contar los tiempo que les toma viajar a su destino. De esta manera, cada luchador podrá reunirse con su familia y pasar tiempo con sus seres queridos.

Colegas, como saben, un plan 2021-2025 para construir y desarrollar las Fuerzas Armadas fue aprobado por una Orden Ejecutiva Presidencial y se está implementando y ajustando según sea necesario. Es importante destacar que nuestros próximos pasos para reforzar el Ejército y la Armada y asegurar el desarrollo actual y futuro de las Fuerzas Armadas deben basarse en la experiencia de combate real obtenida durante la operación militar especial, que es extremadamente importante, incluso diría absolutamente invaluable para a nosotros.

Por ejemplo, los últimos sistemas representan más del 91 por ciento, el 91,3 por ciento, de las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia. Para reiterar, en base a nuestra experiencia recién adquirida, debemos acceder a un nivel de calidad similar para todos los demás componentes de las Fuerzas Armadas.

Los oficiales y sargentos que actúan como comandantes competentes, modernos y resolutivos, y son muchos, serán promovidos a puestos superiores de manera prioritaria, enviados a universidades y academias militares, y servirán como una poderosa reserva de personal para las Fuerzas Armadas. Sin duda, son un recurso valioso en la vida civil y en los gobiernos de todos los niveles. Solo quiero que nuestros colegas presten atención a eso. Es muy importante. El pueblo debe saber que la Patria agradece su aporte a la defensa de la Patria.

Introduciremos ampliamente la última tecnología para garantizar estándares de alta calidad en el Ejército y la Marina. Contamos con los correspondientes proyectos piloto y muestras de armas y equipos en cada área. Muchos de ellos son significativamente superiores a sus contrapartes extranjeras. Nuestro objetivo es comenzar la producción en masa. Este trabajo está en marcha y se está acelerando. Es importante destacar que esto se basa en la investigación nacional y la base industrial e involucra a las pequeñas y medianas empresas de alta tecnología en la implementación de la orden de defensa estatal.

Hoy en día, nuestras plantas, oficinas de diseño y equipos de investigación emplean a especialistas experimentados y a un número cada vez mayor de jóvenes talentosos y altamente calificados que están orientados hacia logros revolucionarios sin dejar de ser fieles a la tradición de los armeros rusos, que es no escatimar esfuerzos para asegurar la victoria.

Ciertamente fortaleceremos las garantías para nuestra fuerza de trabajo, en parte en materia de salarios y seguridad social. Propongo lanzar un programa especial de viviendas de alquiler de bajo costo para empleados de la industria de defensa. Los pagos de alquiler para ellos serán significativamente más bajos que la tasa actual del mercado, ya que una parte significativa será cubierta por el estado.

El Gobierno revisó este tema. Les instruyo que trabajen en los detalles de este programa y comiencen a construir tales viviendas de alquiler sin demora, principalmente, en las ciudades que son los principales centros de defensa, industriales y de investigación.

Colegas,

Como ya he dicho, Occidente no solo ha abierto una guerra militar e informativa contra nosotros, sino que también busca combatirnos en el frente económico. Sin embargo, no han tenido éxito en ninguno de estos frentes y nunca lo tendrán. Además, quienes iniciaron las sanciones se están castigando a sí mismos: dispararon los precios en sus propios países, destruyeron empleos, obligaron a cerrar empresas y provocaron una crisis energética, mientras le decían a su gente que los rusos tenían la culpa de todo esto. Escuchamos eso.

¿Qué medios utilizaron contra nosotros en su empeño por atacarnos con sanciones? Intentaron interrumpir los lazos económicos con empresas rusas y privar al sistema financiero de sus canales de comunicación para cerrar nuestra economía, aislarnos de los mercados de exportación y, por lo tanto, socavar nuestros ingresos. También robaron nuestras reservas de divisas, para llamar las cosas por su nombre, trataron de depreciar el rublo y llevar la inflación a niveles destructivos.

Permítanme reiterar que las sanciones contra Rusia son simplemente un medio, mientras que el objetivo declarado por los líderes occidentales, para citarlos, es hacernos sufrir. “Hazlos sufrir” – que actitud más humana. Quieren hacer sufrir a nuestra gente, lo cual está diseñado para desestabilizar nuestra sociedad desde adentro.

Sin embargo, su apuesta no dio sus frutos. La economía rusa, así como su modelo de gobierno, demostraron ser mucho más resistentes de lo que pensaba Occidente. El Gobierno, el parlamento, el Banco de Rusia, las regiones y, por supuesto, la comunidad empresarial y sus empleados trabajaron juntos para garantizar que la situación económica se mantuviera estable, ofrecieron protección a las personas y preservaron los puestos de trabajo, evitaron la escasez, incluso de bienes esenciales, y apoyaron el sistema financiero y los empresarios que invierten en sus emprendimientos, lo que también significa invertir en el desarrollo nacional.

Ya en marzo de 2022, lanzamos un paquete de asistencia específico para las empresas y la economía por un valor aproximado de un billón de rublos. Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que esto no tiene nada que ver con la impresión de dinero. De nada. Todo lo que hacemos está sólidamente arraigado en los principios del mercado.

En 2022, hubo una disminución en el producto interno bruto. Mishustin me llamó para decirme: “Me gustaría pedirle que mencione esto”. Creo que estos datos se publicaron ayer, justo a tiempo.

Puede recordar que algunos predijeron que la economía se reduciría entre un 20 y un 25 por ciento, o tal vez un 10 por ciento. Recientemente, hablamos de una disminución del 2,9 por ciento, y yo fui quien anunció esta cifra. Más tarde se redujo al 2,5 por ciento. Sin embargo, en 2022, el PIB disminuyó un 2,1 por ciento, según los últimos datos. Y hay que tener en cuenta que allá por febrero y marzo del año pasado algunos pronosticaron que la economía estaría en caída libre.

Las empresas rusas han reestructurado su logística y han fortalecido sus lazos con socios responsables y predecibles: son muchos, son la mayoría en el mundo.

Me gustaría señalar que la participación del rublo ruso en nuestras liquidaciones internacionales se ha duplicado en comparación con diciembre de 2021, alcanzando un tercio del total, e incluyendo las monedas de los países amigos, supera la mitad de todas las transacciones.

Continuaremos trabajando con nuestros socios para crear un sistema sostenible y seguro de acuerdos internacionales, que será independiente del dólar y otras monedas de reserva occidentales que están destinadas a perder su atractivo universal con esta política de la élite occidental, los gobernantes occidentales. Se están haciendo todo esto a sí mismos con sus propias manos.

No somos nosotros los que reducimos las transacciones en dólares u otras llamadas monedas universales, lo están haciendo todo con sus propias manos.

Ya sabes, hay una máxima, cañones contra mantequilla. Por supuesto, la defensa nacional es la máxima prioridad, pero al resolver tareas estratégicas en esta área, no debemos repetir los errores del pasado y no debemos destruir nuestra propia economía. Tenemos todo lo que necesitamos tanto para garantizar nuestra seguridad como para crear las condiciones para un progreso seguro en nuestro país. Estamos actuando de acuerdo con esta lógica y tenemos la intención de seguir haciéndolo.

Así, muchas industrias básicas, recalco, civiles en la economía nacional están lejos de estar en declive, han aumentado su producción el año pasado en una cantidad considerable. La escala de viviendas puestas en servicio superó los 100 millones de metros cuadrados por primera vez en nuestra historia moderna.

En cuanto a la producción agrícola, registró tasas de crecimiento de dos dígitos el año pasado. Muchas gracias. Estamos muy agradecidos con nuestros productores agrícolas. Los agricultores rusos cosecharon una cantidad récord: más de 150 millones de toneladas de grano, incluidos más de 100 millones de toneladas de trigo. Al final de la temporada agrícola, es decir, el 30 de junio de 2023, llevaremos nuestras exportaciones de granos a 55–60 millones de toneladas.

Hace apenas 10 o 15 años, esto parecía un cuento de hadas, un plan absolutamente inviable. Si recuerda, y estoy seguro de que algunas personas recuerdan esto, el ex Viceprimer Ministro y el Ministro de Agricultura están aquí, recientemente, los agrarios absorbieron 60 millones de toneladas en total en un año, mientras que ahora entre 55 y 60 millones son su exportación. potencial solo. Estoy convencido de que tenemos todas las oportunidades para un avance similar en otras áreas también.

Evitamos el colapso del mercado laboral. Por el contrario, pudimos reducir el desempleo en el entorno actual. Hoy, considerando los grandes desafíos que se nos presentan por todos lados, el mercado laboral es incluso mejor de lo que solía ser. Quizás recuerden que la tasa de desempleo era del 4,7 por ciento antes de la pandemia y ahora, creo, es del 3,7 por ciento. ¿Cuál es la cifra, señor Mishustin? 3.7 por ciento? Este es un mínimo histórico.

Permítanme reiterar que la economía rusa ha prevalecido sobre los riesgos a los que se enfrentaba, ha prevalecido. Por supuesto, era imposible anticipar muchos de ellos, y tuvimos que responder literalmente sobre la marcha, lidiando con los problemas a medida que surgían. Tanto el estado como las empresas tuvieron que moverse rápidamente. Señalaré que los actores privados, las PYME, jugaron un papel esencial en estos esfuerzos, y debemos recordar esto. Evitamos tener que aplicar una regulación excesiva o distorsionar la economía al darle al Estado un papel más destacado.

¿Qué más hay que decir? La recesión se limitó al segundo trimestre de 2022, mientras que la economía creció en el tercer y cuarto trimestre. De hecho, la economía rusa se ha embarcado en un nuevo ciclo de crecimiento. Los expertos creen que se basará en un modelo y una estructura fundamentalmente nuevos. Los nuevos y prometedores mercados globales, incluido Asia-Pacífico, están tomando prioridad, al igual que el mercado interno, cuya investigación, tecnología y mano de obra ya no están orientadas a la exportación de productos básicos sino a la fabricación de bienes con alto valor agregado. Esto ayudará a Rusia a liberar su inmenso potencial en todas las esferas y sectores.

Esperamos ver un aumento sólido en la demanda interna a partir de este año. Estoy convencido de que las empresas aprovecharán esta oportunidad para expandir su fabricación, fabricar nuevos productos que tengan una gran demanda y apoderarse de los nichos de mercado que las empresas occidentales han dejado vacantes o están a punto de dejarlas cuando se retiren.

Hoy, vemos claramente lo que está pasando y entendemos los problemas estructurales que tenemos que abordar en logística, tecnología, finanzas y recursos humanos. En los últimos años, hemos estado hablando mucho y extensamente sobre la necesidad de reestructurar nuestra economía. Ahora estos cambios son una necesidad vital, un cambio de juego, y todo para mejor. Sabemos lo que se debe hacer para permitir que Rusia haga un progreso constante y se desarrolle de manera independiente, independientemente de cualquier presión o amenaza externa, al tiempo que garantizamos nuestra seguridad e intereses nacionales.

Me gustaría señalar y enfatizar que la esencia de nuestra tarea no es adaptarse a las circunstancias. Nuestra tarea estratégica es llevar la economía a un nuevo horizonte. Todo está cambiando ahora, y cambiando extremadamente rápido. Este no es solo un momento de desafíos, sino también un momento de oportunidades. Esto es realmente así hoy. Y nuestro futuro depende de la forma en que realizamos estas oportunidades. Debemos poner fin, y quiero enfatizarlo, a todos los conflictos interinstitucionales, burocracia, agravios, dobles discursos o cualquier otra tontería. Todo lo que hacemos debe contribuir al logro de nuestros objetivos y la entrega de resultados. Esto es lo que debemos esforzarnos por lograr.

Permitir que las empresas rusas y las pequeñas empresas familiares aprovechen con éxito el mercado es una victoria en sí misma. Construir fábricas de vanguardia y kilómetros de nuevas carreteras es una victoria. Cada nueva escuela, cada nuevo jardín de infancia que construimos es una victoria. Los descubrimientos científicos y las nuevas tecnologías, por supuesto, también son victorias. Lo que importa es que todos contribuyamos a nuestro éxito compartido.

¿En qué áreas debemos enfocar la asociación del estado, las regiones y las empresas nacionales?

Primero, ampliaremos los lazos económicos extranjeros prometedores y construiremos nuevos corredores logísticos. Ya se tomó la decisión de extender la autopista Moscú-Kazan a Ekaterimburgo, Chelyabinsk y Tyumen, y eventualmente a Irkutsk y Vladivostok con ramales a Kazajstán, Mongolia y China. Esto, en parte, nos permitirá ampliar considerablemente nuestros lazos con los mercados del sudeste asiático.

Desarrollaremos los puertos del Mar Negro y el Mar de Azov. Pondremos especial atención en el corredor internacional Norte-Sur, como bien saben quienes trabajan en él día a día. Los buques con un calado de hasta 4,5 metros podrán pasar este año por el Canal Volga-Mar Caspio. Esto abrirá nuevas rutas para la cooperación comercial con India, Irán, Pakistán y los países del Medio Oriente. Continuaremos desarrollando este corredor.

Nuestros planes incluyen la modernización acelerada de los ferrocarriles del este, el Ferrocarril Transiberiano y el Ferrocarril Baikal-Amur (BAM), y desarrollar el potencial de la Ruta del Mar del Norte. Esto creará no solo un tráfico de carga adicional, sino también una base para alcanzar nuestros objetivos nacionales de desarrollo de Siberia, el Ártico y el Lejano Oriente.

La infraestructura de las regiones y el desarrollo de la infraestructura, incluidas las comunicaciones, las telecomunicaciones y los ferrocarriles, recibirán un poderoso impulso. El próximo año, 2024, pondremos en condiciones adecuadas al menos el 85 por ciento de todas las vías de las principales metrópolis del país, así como más de la mitad de las vías regionales y municipales. Estoy seguro de que lo lograremos.

También continuaremos con nuestro programa de distribución gratuita de gas. Ya hemos tomado la decisión de extenderlo a las instalaciones sociales: jardines de infancia y escuelas, ambulatorios y hospitales, así como centros de atención primaria de salud. Este programa ahora será permanente para nuestros ciudadanos: siempre pueden solicitar una conexión al sistema de distribución de gas.

Este año, lanzaremos un gran programa para construir y reparar viviendas y sistemas de servicios públicos. Durante los próximos diez años, planeamos invertir al menos 4,5 billones de rublos en esto. Sabemos lo importante que es esto para nuestra gente y lo descuidada que ha estado esta área. Es necesario mejorar esta situación, y lo haremos. Es importante darle al programa un comienzo poderoso. Por lo tanto, me gustaría pedirle al Gobierno que garantice una financiación estable para esto.

En segundo lugar, necesitaremos expandir significativamente las capacidades de producción de nuestra economía y aumentar la capacidad industrial nacional.

Se ha creado una herramienta de hipoteca industrial, y ahora se puede obtener un préstamo a corto plazo no solo para comprar instalaciones de producción, sino también para construirlas o mejorarlas. El tamaño de dicho préstamo se discutió muchas veces y había planes para aumentarlo. Es una cantidad decente para un primer paso: hasta 500 millones de rublos. Está disponible a una tasa de 3 o 5 por ciento por hasta siete años. Suena como un muy buen programa y debe ser puesto a buen uso.

Este año entraron en vigor nuevos términos para los clústeres industriales, que incluyen una carga fiscal y administrativa más baja para las empresas residentes, y pedidos y subsidios estatales a largo plazo para respaldar la demanda de sus productos innovadores, que recién ingresan al mercado.

Según las estimaciones, estas medidas generarán proyectos de alta demanda por valor de más de 10 billones de rublos para 2030. Se espera que la inversión alcance los 2 billones solo este año. Tenga en cuenta que estos no son pronósticos, sino puntos de referencia existentes.

Por lo tanto, me gustaría que el Gobierno acelere la puesta en marcha de estos proyectos, le dé una mano a las empresas y proponga medidas de apoyo sistémico, incluidos los incentivos fiscales. Soy consciente de que al bloque financiero no le gusta dar incentivos, y en parte comparto este enfoque: el sistema tributario debe ser consistente y sin nichos ni exenciones, pero este caso en particular requiere un enfoque creativo.

Entonces, a partir de este año, las empresas rusas podrán reducir sus impuestos sobre la renta si compran soluciones de TI nacionales avanzadas y productos mejorados con IA. Además, estos gastos se acreditarán a una vez y media el costo real, lo que significa que cada rublo invertido en la compra de dichos productos dará como resultado una deducción fiscal de 1,5 rublos.

Propongo extender estas deducciones a las compras de todo tipo de equipos rusos de alta tecnología. Me gustaría que el Gobierno presente una lista de dichos equipos por industria específica y con el procedimiento para otorgar deducciones. Esta es una buena solución para revitalizar la economía.

En tercer lugar, un tema crucial en nuestra agenda de desarrollo económico que tiene que ver con las nuevas fuentes de financiación de la inversión, de la que hemos estado hablando mucho.

Gracias a nuestra sólida balanza de pagos, Rusia no necesita pedir prestado fondos en el extranjero, doblegarse y mendigar dinero, y luego mantener largas discusiones sobre qué, cuánto y en qué condiciones pagaríamos. Los bancos rusos están trabajando de manera estable y sostenible y tienen un sólido margen de seguridad.

En 2022 aumentó, repito, aumentó el volumen de préstamos bancarios para el sector empresarial. Hubo una preocupación considerable al respecto, pero hemos informado un crecimiento, un aumento del 14 por ciento, o más de lo que informamos en 2021, antes de la operación militar. En 2021, la cifra fue del 11,7 por ciento; el año pasado, fue del 14 por ciento. La cartera hipotecaria aumentó un 20,4 por ciento. Estamos creciendo.

El año pasado, el sector bancario en su conjunto operó con ganancias. No fue tan grande como en los años anteriores, pero no obstante fue considerable: 203 mil millones de rublos. Este es otro indicador de la estabilidad del sector financiero ruso.

Según nuestras estimaciones, la inflación en Rusia se acercará a la meta del 4 por ciento en el segundo trimestre de este año. Me gustaría recordarles que la tasa de inflación ha llegado al 12, 17 y 20 por ciento en algunos países de la UE. Nuestra cifra es 4 o 5 por ciento; el Banco Central y el Ministerio de Hacienda aún están discutiendo la cifra, pero estará cerca de la meta. Dadas estas dinámicas positivas y otros parámetros macroeconómicos, estamos creando condiciones objetivas para bajar las tasas de interés de largo plazo en la economía, lo que significa que los préstamos para el sector económico real serán más asequibles.

Los ahorros individuales a largo plazo son una fuente vital de recursos de inversión en todo el mundo, y también debemos estimular su atracción hacia la esfera de la inversión. Me gustaría que el Gobierno acelere la presentación de proyectos de ley a la Duma del Estado para lanzar el programa estatal pertinente tan pronto como este mes de abril.

Es importante crear condiciones adicionales para alentar a las personas a invertir y ganar en casa, en el campo. Al mismo tiempo, es necesario garantizar la seguridad de la inversión de las personas en el ahorro previsional voluntario. Deberíamos crear aquí un mecanismo similar al que se usa para asegurar los depósitos bancarios. Me gustaría recordarles que dichos ahorros, por un valor de hasta 1,4 millones de rublos, están asegurados por el estado en depósitos de garantía. Propongo duplicar la suma a 2,8 millones de rublos para el ahorro previsional voluntario. Asimismo, debemos proteger la inversión de las personas en otros instrumentos de inversión a largo plazo, incluso frente a la posible quiebra de intermediarios financieros.

Se deben tomar decisiones separadas para atraer fondos a empresas de alta tecnología y de rápido crecimiento. Aprobaremos apoyos para la colocación de sus acciones en el mercado de valores nacional, incluyendo beneficios fiscales tanto para las empresas como para los compradores de sus acciones.

La libertad de empresa es un elemento vital de la soberanía económica. Repito: en el contexto de los intentos externos de contener a Rusia, las empresas privadas han demostrado su capacidad para adaptarse rápidamente al entorno cambiante y garantizar el crecimiento económico en condiciones difíciles. Por lo tanto, toda iniciativa empresarial encaminada a beneficiar al país debe recibir apoyo.

Creo que es necesario volver, en este contexto, a la revisión de una serie de normas de derecho penal en lo que se refiere a los elementos económicos del delito. Por supuesto, el estado debe controlar lo que está sucediendo en esta área. No debemos permitir una actitud de todo vale aquí, pero tampoco debemos ir demasiado lejos. Es necesario avanzar más rápido hacia la despenalización que mencioné. Espero que el Gobierno lleve a cabo este trabajo de manera constante y seria junto con el Parlamento, los organismos encargados de hacer cumplir la ley y las asociaciones empresariales.

Al mismo tiempo, me gustaría pedir al Gobierno que sugiera, en estrecha cooperación con el Parlamento, medidas adicionales para acelerar la deslocalización de la economía. Las empresas, principalmente aquellas que operan en sectores e industrias clave, deben operar en la jurisdicción rusa; este es un principio fundamental.

Colegas, en este contexto me gustaría hacer una pequeña digresión filosófica. Esto es lo que me gustaría destacar.

Recordamos qué problemas y desequilibrios enfrentó la economía soviética en sus últimas etapas. Es por eso que después del colapso de la Unión Soviética y su sistema planificado, en el caos de la década de 1990, el país comenzó a crear su economía en la línea de las relaciones de mercado y la propiedad privada. En general, esto fue lo correcto. Los países occidentales fueron en gran medida un ejemplo a seguir en este sentido. Como saben, sus asesores eran una moneda de diez centavos por docena, y parecía suficiente simplemente copiar sus modelos. Es cierto, recuerdo que todavía discutían entre ellos: los europeos discutían con los estadounidenses sobre cómo debería desarrollarse la economía rusa.

¿Y qué pasó como resultado? Nuestra economía nacional estaba orientada en gran medida hacia Occidente y en su mayor parte como fuente de materias primas. Naturalmente, hubo diferentes matices, pero en general, éramos vistos como una fuente de materias primas. Las razones de esto también son claras: naturalmente, las nuevas empresas rusas que estaban tomando forma estaban orientadas principalmente a generar ganancias, ganancias rápidas y fáciles en primer lugar. ¿Qué podría proporcionar esto? Por supuesto, la venta de recursos: petróleo, gas, metales y madera.

Pocas personas pensaron en otras alternativas o, probablemente, no tuvieron la oportunidad de invertir a largo plazo. Esta es la razón por la que otras industrias más complejas no avanzaron mucho. Nos tomó años -otros gobiernos lo vieron claro- romper esta tendencia negativa. Tuvimos que ajustar nuestro sistema tributario y hacer inversiones públicas a gran escala.

Hemos logrado un cambio real y visible. De hecho, los resultados están ahí, pero, una vez más, debemos tener en cuenta las circunstancias en las que se desarrollaron nuestros principales negocios. Las tecnologías venían de Occidente, las fuentes de financiación más baratas y los mercados lucrativos estaban en Occidente, y el capital también comenzó a fluir hacia Occidente. Desafortunadamente, en lugar de expandir la producción y comprar equipos y tecnología para crear nuevos puestos de trabajo en Rusia, gastaron su dinero en mansiones, yates y propiedades inmobiliarias de lujo en el extranjero.

Comenzaron a invertir en la economía más tarde, pero inicialmente el dinero fluyó rápidamente hacia Occidente con fines de consumo. Y como allí estaba su dinero, allí se educaban sus hijos, allí estaba su vida, su futuro. Era muy difícil y casi imposible para el estado rastrear y prevenir estos desarrollos, porque vivíamos en un paradigma de libre mercado.

Los acontecimientos recientes han demostrado claramente que la imagen de Occidente como refugio seguro para el capital era un espejismo. Aquellos que no entendieron esto a tiempo, que vieron a Rusia solo como una fuente de ingresos y planearon vivir principalmente en el extranjero, han perdido mucho. Simplemente les robaron allí y les quitaron incluso su dinero legítimo.

En algún momento hice una broma, muchos aún pueden recordarla, les dije a los empresarios rusos que se enfermarían corriendo de un tribunal a otro y de una oficina a otra en Occidente tratando de ahorrar su dinero. Así es exactamente como resultó.

Sabes, diré algo que es bastante simple, pero verdaderamente importante. Créame, ni un solo ciudadano común en nuestro país sintió pena por aquellos que perdieron sus activos en bancos extranjeros, perdieron sus yates o palacios en el extranjero, etc. En sus conversaciones alrededor de la mesa de la cocina, la gente ha recordado la privatización de la década de 1990, cuando las empresas que habían sido construidas por toda nuestra nación se vendían por casi nada y las llamadas nuevas élites hacían alarde de su lujoso estilo de vida.

Hay otros aspectos clave. Durante los años que siguieron a la desintegración de la Unión Soviética, Occidente nunca dejó de intentar incendiar los estados postsoviéticos y, lo que es más importante, acabar con Rusia como la mayor porción sobreviviente de los alcances históricos de nuestro estado. Alentaron a terroristas internacionales a atacarnos, provocaron conflictos regionales a lo largo del perímetro de nuestras fronteras, ignoraron nuestros intereses y trataron de contener y reprimir nuestra economía.

Digo esto porque las grandes empresas en Rusia controlan empresas estratégicas con miles de trabajadores que determinan el bienestar socioeconómico de muchas regiones y, por lo tanto, el estado general de las cosas. Entonces, cada vez que los líderes o dueños de tales empresas se vuelven dependientes de gobiernos que adoptan políticas que son hostiles a Rusia, esto representa una gran amenaza para nosotros, un peligro para nuestro país. Esta es una situación insostenible.

Sí, todo el mundo tiene una opción. Algunos pueden optar por vivir en una mansión incautada con una cuenta bloqueada, tratando de encontrar un lugar para ellos en una capital occidental aparentemente atractiva, un centro turístico o algún otro lugar cómodo en el extranjero. Cualquiera tiene derecho a hacerlo, y nunca lo infringiremos. Pero es hora de ver que en Occidente estas personas siempre han sido y seguirán siendo extraños de segunda clase a los que se puede tratar de cualquier manera, y su dinero, conexiones y los títulos adquiridos de condes, pares o alcaldes no ayudarán en nada. Deben entender que allí son personas de segunda clase.

Hay otra opción: quedarse con su Patria, trabajar para sus compatriotas, no solo para abrir nuevos negocios, sino también para cambiar la vida a su alrededor en ciudades, pueblos y en todo su país. Tenemos bastantes empresarios como este, verdaderos luchadores en nuestra comunidad empresarial, ya ellos asociamos el futuro de nuestro negocio. Todos deben saber que las fuentes de su prosperidad y su futuro solo pueden estar aquí, en su país natal, Rusia.

Si lo hacen, crearemos una economía muy fuerte y autosuficiente que no se quedará ajena al mundo sino que aprovechará todas sus ventajas competitivas. El capital ruso, el dinero ganado aquí, debe ponerse a trabajar para el país, para nuestro desarrollo nacional. Hoy, vemos un enorme potencial en el desarrollo de infraestructura, el sector manufacturero, el turismo interno y muchas otras industrias.

Me gustaría que aquellos que se han enfrentado a las costumbres depredadoras de Occidente escuchen lo que tengo que decir: andar con la gorra en la mano, mendigando tu propio dinero no tiene sentido, y lo más importante, no logra nada, especialmente ahora que te das cuenta de con quién estás tratando. Deja de aferrarte al pasado, recurriendo a los tribunales para recuperar al menos algo. Cambiad vuestras vidas y vuestros trabajos, porque sois personas fuertes. Me dirijo ahora a nuestros empresarios, muchos de los cuales conozco desde hace años, que saben qué es qué en la vida.

Lance nuevos proyectos, gane dinero, trabaje duro para Rusia, invierta en empresas y empleos, y ayude a escuelas y universidades, ciencia y salud, cultura y deportes. De esta manera, aumentarás tu riqueza y también ganarás el respeto y la gratitud de la gente para la próxima generación. El estado y la sociedad ciertamente lo apoyarán.

Consideremos esto como un mensaje para su negocio: muévase en la dirección correcta.

Colegas,

Rusia es un país abierto y, al mismo tiempo, una civilización distinta. No hay ningún reclamo de exclusividad o superioridad en esta declaración, pero esta civilización nuestra, eso es lo que importa. Nuestros antepasados ​​nos lo transmitieron y debemos preservarlo para nuestros descendientes y pasárselo a ellos.

Desarrollaremos la cooperación con amigos, con todos aquellos que estén dispuestos a trabajar con nosotros. Adoptaremos las mejores prácticas, pero nos basaremos principalmente en nuestro propio potencial, en la energía creativa de la sociedad rusa, en nuestras tradiciones y valores.

Aquí me gustaría mencionar el carácter de nuestro pueblo que siempre se ha distinguido por su generosidad, magnanimidad, misericordia y compasión, y Rusia, como país, refleja plenamente estos rasgos. Sabemos cómo ser buenos amigos, cómo cumplir nuestra palabra. Nunca decepcionaremos a nadie y siempre apoyaremos a quienes se encuentren en una situación difícil sin dudarlo.

Todo el mundo recuerda que durante la pandemia fuimos los primeros en apoyar a algunos países europeos, incluidos Italia y otros estados cuando estaban pasando por las semanas más difíciles del brote de COVID, y no olvidemos cómo estamos ayudando a Siria y Turkiye después de un devastador terremoto.

Es el pueblo de Rusia el que es la base de nuestra soberanía nacional y nuestra fuente de poder. Los derechos y libertades de nuestros ciudadanos son inmutables: están garantizados por la Constitución y no nos apartaremos de ella a pesar de los desafíos y amenazas externos.

Me gustaría enfatizar en este contexto que las elecciones a los órganos de gobierno local y regional el próximo septiembre y las elecciones presidenciales en 2024 se llevarán a cabo con estricto apego a la ley y observancia de todas las disposiciones democráticas y constitucionales.

Las elecciones siempre revelan diferentes enfoques para resolver objetivos sociales y económicos. Dicho esto, las fuerzas políticas dirigentes se consolidan y unen en la idea principal: la seguridad y el bienestar de los pueblos; nuestra soberanía y nuestros intereses nacionales anulan todo lo demás para nosotros.

Me gustaría agradecerles por esta posición responsable y firme y recordar las palabras de Pyotr Stolypin, un patriota y defensor de un estado ruso fuerte. Dijo esto en la Duma estatal hace más de cien años, pero todavía está en consonancia con nuestros tiempos. Dijo: “En la causa de la defensa de Rusia, todos nosotros debemos unirnos y coordinar nuestros esfuerzos, nuestros compromisos y nuestros derechos para apoyar un derecho supremo histórico: el derecho de Rusia a ser fuerte”.

Los voluntarios en primera línea incluyen diputados de la Duma estatal y parlamentos regionales, representantes de diferentes niveles de órganos gubernamentales ejecutivos, municipios, ciudades, distritos y áreas rurales. Todos los partidos parlamentarios y las principales asociaciones públicas participan en la recogida de ayuda humanitaria para ayudar en el frente.

Gracias una vez más, gracias por una postura tan patriótica.

Los gobiernos locales, como autoridad pública más cercana a la gente, juegan un papel muy importante en el fortalecimiento de la sociedad civil y la solución de problemas cotidianos. La confianza de la gente en el estado en su conjunto, el bienestar social de los ciudadanos del país y su confianza en el desarrollo exitoso del país depende de cómo trabajen.

Quisiera solicitar a la Ejecutiva Presidencial y al Gobierno que presenten propuestas para la creación de herramientas de apoyo directo a los mejores equipos y prácticas gerenciales en municipios grandes, medianos y pequeños.

El libre desarrollo de la sociedad significa estar dispuesto a asumir la responsabilidad de uno mismo y de sus seres queridos, de su país. Estas cualidades deben fomentarse desde una edad temprana en la familia. Por supuesto, el sistema de educación y nuestra cultura nacional son extremadamente importantes para fortalecer nuestros valores comunes y nuestra identidad nacional.

El estado utilizará los recursos de la Fundación de Subvenciones Presidenciales, la Fundación para Iniciativas Culturales, el Instituto para el Desarrollo de Internet y otros instrumentos para apoyar todas las formas de esfuerzo creativo, como arte contemporáneo y tradicional, realismo y vanguardia, clásico e innovador. obras. No son los géneros ni las tendencias lo que importa. La cultura debe servir al bien, la belleza y la armonía, ponderar algunos temas muy complicados y contradictorios de la vida, pero su misión principal no es derribar la sociedad sino nutrir las mejores cualidades humanas.

El desarrollo cultural será una prioridad en la reconstrucción de la vida pacífica en Donbass y Novorossiya. Tendremos que reconstruir, reparar y dotar de equipamiento a cientos de instalaciones culturales allí, incluidas colecciones de museos y edificios, que ayudan a las personas a sentir la conexión entre el pasado y el presente y crean un vínculo con el futuro, para sentir su afiliación con el común. espacio cultural, histórico y educativo de la centenaria gran Rusia.

Debemos trabajar junto con nuestros profesores, académicos y profesionales para mejorar seriamente la calidad de los libros de texto escolares y universitarios, en primer lugar en humanidades (historia, ciencias sociales, literatura y geografía) para que nuestros jóvenes aprendan tanto como sea posible sobre Rusia. , su gran pasado, su cultura y tradiciones.

Contamos con jóvenes brillantes, talentosos y dispuestos a trabajar en beneficio de nuestro país en áreas como la investigación científica, la cultura, el ámbito social, la empresa y la administración pública. La competencia Leaders of Russia, así como la competencia Leaders of Revival que se está llevando a cabo actualmente en las nuevas entidades constitutivas de la Federación, están abriendo nuevos horizontes para el crecimiento profesional de estas mismas personas.

Cabe destacar que varios ganadores y finalistas de estos concursos se han unido voluntariamente a unidades militares. Muchos de ellos están ahora trabajando en los territorios liberados ayudando a reconstruir la vida económica y social, y están actuando con profesionalidad, decisión y valentía.

En términos generales, nada puede reemplazar a la escuela de guerra. La gente regresa enteramente diferente, y está lista para dar su vida por la Patria, dondequiera que esté trabajando.

Permítanme enfatizar que son precisamente aquellos que nacieron y se criaron en Donbass y Novorossiya, quienes han luchado por ellos, serán y deben formar la base de nuestro esfuerzo conjunto para desarrollar estas regiones. Quiero que me escuchen: Rusia cuenta contigo.

Con las ambiciosas tareas que enfrenta nuestro país en mente, debemos revisar seriamente nuestros enfoques del sistema de educación profesional, de nuestra política científica y tecnológica.

En la reciente reunión del Consejo de Ciencia y Educación, discutimos la necesidad de priorizar nuestros esfuerzos, concentrar los recursos en la obtención de resultados científicos específicos y fundamentalmente significativos, principalmente en áreas en las que hemos trabajado bastante y que son de vital importancia. importancia para nuestro país, incluidos el transporte, la energía, la vivienda y los servicios públicos, la salud pública, la agricultura y la industria manufacturera.

La tecnología innovadora se basa invariablemente en la investigación fundamental existente. Aquí, al igual que en la cultura, y quiero enfatizar esto, debemos dar a los investigadores una mayor libertad para la creatividad. No deberíamos tener a todos enfocados en los resultados que necesitaremos mañana. La ciencia fundamental hace sus propias reglas.

Además, establecer y cumplir metas ambiciosas es un poderoso incentivo para que los jóvenes elijan la ciencia como su campo y una oportunidad para demostrar sus habilidades de liderazgo y ser los mejores del mundo. Nuestros equipos de investigación tienen mucho de qué enorgullecerse.

En diciembre pasado, me reuní con algunos de nuestros jóvenes investigadores. Una de sus preguntas se refería a la vivienda. Un tema mundano, pero importante. Los certificados de vivienda para jóvenes investigadores ya están disponibles. El año pasado, se reservaron mil millones de rublos adicionales para estos fines. Por la presente instruyo al Gobierno a que identifique reservas para ampliar este programa.

En los últimos años, el prestigio de la formación profesional secundaria ha crecido significativamente. La demanda de egresados ​​de escuelas y colegios técnicos es simplemente enorme, colosal. Verá, si nuestro desempleo ha caído a un mínimo histórico del 3,7 por ciento, significa que la gente está trabajando, se necesita personal nuevo.

Creo que debemos expandir significativamente el proyecto Professionalitet, bajo el cual se crean grupos educativos e industriales, se actualiza la base educativa y las empresas y los empleadores desarrollan programas educativos basados ​​en las necesidades de la economía en estrecho contacto con colegios y escuelas técnicas. Y por supuesto, es muy importante que se sumen mentores con experiencia en producción real y compleja.

La tarea es clara: en los próximos cinco años necesitamos formar alrededor de un millón de especialistas en profesiones laborales para la industria electrónica, la industria robótica, la ingeniería mecánica, la metalurgia, la industria farmacéutica, la agricultura y la industria de la defensa, la construcción, el transporte, la nuclear y otras. industrias que son clave para garantizar la seguridad, la soberanía y la competitividad de Rusia.

Finalmente, una pregunta muy importante es sobre nuestra educación superior. Aquí también se requieren cambios significativos, considerando los nuevos requerimientos de especialistas en la economía, los sectores sociales y en todas las esferas de la vida en nuestro país. Lo que necesitamos aquí es una síntesis de todo lo mejor que hubo en el sistema soviético de educación y la experiencia de las últimas décadas.

En este sentido, se propone lo siguiente.

Primero, volver a la formación básica de especialistas con estudios superiores, que es tradicional en nuestro país. El término de estudio puede ser de cuatro a seis años. Al mismo tiempo, se pueden ofrecer programas que difieren en términos de capacitación, dependiendo de la demanda específica de la profesión, la industria y el mercado laboral, incluso dentro de la misma especialidad y una misma universidad.

En segundo lugar, si una profesión requiere formación adicional o especialización en un nicho, en este caso un joven podrá continuar su educación haciendo una maestría o eligiendo una residencia.

En tercer lugar, los estudios de posgrado se convertirán en un nivel separado de educación profesional, cuya tarea es formar personal para las profesiones científicas y docentes.

Quiero enfatizar que la transición al nuevo sistema debe ser suave. El Gobierno, junto con los parlamentarios, deberá realizar numerosas enmiendas a la legislación sobre educación, sobre el mercado laboral, etc. Aquí debe pensar todo, resolver cada detalle. Jóvenes, nuestros ciudadanos deben tener nuevas oportunidades de educación, empleo y crecimiento profesional de calidad. Repito: oportunidades, no problemas.

Y me gustaría señalar específicamente que aquellos estudiantes que están estudiando ahora podrán continuar su educación bajo los programas existentes. Y también, el nivel de formación y diplomas de educación superior de los ciudadanos que ya han completado estudios en programas de licenciatura, especialización o maestría vigentes no están sujetos a revisión. No deben perder sus derechos. Le pido al Frente Popular Ruso que tome todas las cuestiones relacionadas con los cambios en el campo de la educación superior bajo un control especial.

Este año fue declarado Año del Maestro y Mentor en Rusia. Los docentes están directamente involucrados en la construcción del futuro del país, y es importante elevar el estatus social de su trabajo. Los padres deben hablar más con sus hijos sobre la gratitud por sus maestros, y los maestros deben inculcarles a los niños respeto y amor por sus padres. Recordemos siempre esto.

Hablaré sobre el apoyo a los niños y las familias rusas en un minuto.

Me gustaría señalar que el llamado presupuesto para niños, o las asignaciones presupuestarias para apoyar a las familias en Rusia, se ha multiplicado en lugar de un pequeño porcentaje en los últimos años. Estos gastos son la parte de más rápido crecimiento del principal documento financiero del país: el presupuesto, la ley sobre el presupuesto. Quisiera agradecer a los parlamentarios y al Gobierno su comprensión uniforme y consolidada de nuestras prioridades nacionales.

El 1 de febrero, la capital de maternidad en Rusia se ajustó nuevamente a la inflación. Como prometimos, se ajustó por la tasa de inflación del año pasado, es decir, en un 11,9 por ciento. Los ciudadanos rusos, residentes de las nuevas regiones de la Federación, también tienen derecho a este apoyo ahora. Sugiero otorgar capital de maternidad a las familias en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las regiones de Zaporozhye y Kherson donde nacieron niños a partir de 2007, es decir, cuando se lanzó este programa en toda Rusia. Recordaré que en un momento tomamos una decisión similar para los residentes de Crimea y Sebastopol.

Continuaremos implementando programas a gran escala destinados a mejorar el nivel de vida de las familias rusas.

Me gustaría enfatizar que el Gobierno y las regiones de la Federación han recibido un objetivo práctico: garantizar un crecimiento notable y tangible de los salarios reales en Rusia.

Como todos sabemos, un indicador importante, un punto de partida aquí es el salario mínimo. Lo aumentamos dos veces el año pasado, casi un 20 por ciento en general.

Continuaremos elevando el salario mínimo, haciéndolo a una tasa superior a la tasa de inflación ya la tasa de crecimiento del salario real. Desde principios de este año, el salario mínimo se ajustó en un 6,3 por ciento.

Sugiero complementar el aumento previsto con un 10 por ciento adicional a partir del 1 de enero de 2024. Por lo tanto, el salario mínimo habrá crecido un 18,5 por ciento para constituir 19.242 rublos.

Ahora me gustaría mencionar los ajustes al sistema tributario en beneficio de las familias rusas. A partir del año pasado, las familias con dos o más hijos han quedado exentas del pago del impuesto sobre la venta de viviendas si adquieren un piso o una casa nuevos y más grandes.

Es necesario hacer un mejor uso de estos instrumentos: han demostrado tener demanda. Las familias deberían tener más dinero en sus presupuestos familiares para poder resolver sus problemas más importantes y urgentes.

Sugiero aumentar el monto de las deducciones fiscales sociales: para los costos de educación de los niños, de los actuales 50 000 rublos a 110 000 rublos por año, y para los costos de educación personal, tratamiento médico o compra de medicamentos, de los actuales 120 000 a 150 000 rublos. El estado reembolsará el impuesto sobre la renta del 13 por ciento pagado sobre estos montos aumentados.

Naturalmente, no solo necesitamos aumentar esta deducción, sino también hacer que este beneficio esté fácilmente disponible para las personas. Esta deducción debe concederse de forma proactiva, rápida y online. Este proceso debe ser fácil para los solicitantes.

Próximo. El bienestar, la calidad de vida de las familias rusas y, por tanto, la situación demográfica, dependen directamente del estado de cosas en el ámbito social.

Sé que muchas regiones de la Federación están listas para acelerar significativamente la renovación de la infraestructura social, las instalaciones culturales y deportivas, la reubicación de personas de viviendas en ruinas y el desarrollo integral de las zonas rurales. Esta actitud sin duda será apoyada.

Usaremos el siguiente mecanismo aquí: las regiones podrán recibir ahora y utilizar los fondos que se han reservado en el presupuesto federal de 2024 para proyectos nacionales, a través de préstamos de tesorería sin intereses, se devolverán automáticamente en abril de 2024 Es una buena herramienta.

Mantendremos este tema bajo revisión constante, y le pido a la Comisión de Economía y Finanzas del Consejo de Estado que se involucre en este trabajo.

Sin embargo, no necesitamos apresurarnos y perseguir números, especialmente en detrimento de la calidad de las instalaciones que se están construyendo. Los recursos financieros adicionales deben utilizarse de manera eficiente para obtener un alto rendimiento.

Esto es particularmente vital para la modernización de la atención primaria de salud, un programa a gran escala que lanzamos en 2021. Le pido al Gobierno y a los líderes regionales que no olviden que el punto de referencia, lo he dicho muchas veces, no son los números en los informes. , sino un progreso concreto, visible y tangible en la disponibilidad y calidad de la atención médica.

También instruyo al Gobierno a que ajuste el marco normativo para organizar la adquisición de ambulancias con equipo de diagnóstico. Permiten realizar chequeos médicos y exámenes preventivos directamente en empresas, escuelas, oficinas y en comunidades remotas.

Hemos lanzado un programa de renovación escolar a gran escala. Para fines de este año, se habrán renovado un total de casi 3.500 edificios escolares. Me gustaría señalar que la mayoría de ellos están en áreas rurales y lo hemos hecho a propósito. Este año, este trabajo también se lleva a cabo en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en las regiones de Kherson y Zaporozhye. Es significativo y visible, la gente realmente ve lo que está sucediendo. Esto es muy bueno.

A partir de 2025, los fondos federales se asignarán de manera regular y sistemática a las regiones para reparar y renovar jardines de infancia, escuelas, escuelas vocacionales y colegios para evitar situaciones en las que los edificios estén en mal estado.

A continuación, nos hemos fijado una meta importante: construir más de 1300 nuevas escuelas entre 2019 y 2024. De estas, 850 ya están abiertas. Otros 400 se abrirán este año. Quiero que las regiones se mantengan encaminadas para cumplir estos objetivos. La cantidad de fondos federales para este programa 2019-2024 es de casi 490 mil millones de rublos. No reduciremos estos costos, mantendremos esta cantidad intacta.

Este año, aumentamos el monto de los préstamos presupuestarios de infraestructura. Estamos enviando fondos adicionales, no como se planeó anteriormente, sino 250 mil millones de rublos adicionales para expandir el transporte, los servicios públicos y otras infraestructuras en las regiones.

Por la presente instruyo al Gobierno para que asigne, además de estos fondos, 50 mil millones de rublos adicionales, que se utilizarán a propósito para mejorar el transporte público en las entidades constitutivas de la Federación este año. Esta actualización se utilizará para la última tecnología. Preste especial atención a los pueblos pequeños y las zonas rurales.

Hemos decidido extender el proyecto Aire Limpio hasta 2030. El objetivo es mejorar el medio ambiente en los principales centros industriales. Quiero que las empresas industriales y las autoridades regionales y locales tengan en cuenta que una reducción significativa de las emisiones nocivas sigue estando en la agenda.

Además, hemos logrado mucho en la reforma de la industria de gestión de residuos. Estamos desarrollando la capacidad de reciclaje y clasificación que nos ayudará a construir una economía de circuito cerrado. Nuestra máxima prioridad es eliminar aún más los vertederos antiguos y los sitios de materiales peligrosos. Quiero que el Gobierno, en conjunto con las regiones, elabore una lista de sitios dañinos que serán eliminados al finalizar este programa.

Continuaremos restaurando cuerpos de agua únicos, incluidos el lago Baikal y el río Volga. A medio plazo, extenderemos este trabajo a otros ríos como los ríos Don, Kama, Irtysh, Ural, Terek, Volkhov y Neva, y el lago Ilmen. No debemos olvidarnos de los ríos medianos y pequeños. Quiero que todos los niveles de gobierno presten atención a esto.

Como parte de una instrucción anterior, se ha presentado un proyecto de ley de promoción del turismo en espacios naturales especialmente protegidos. Recientemente se discutió en una reunión con el Gobierno. Debe definir claramente qué se puede construir y dónde y qué no, y en general establecer los principios de la industria del ecoturismo. Este es un tema de vital importancia para nuestro país. Pido a la Duma del Estado que acelere el examen de este proyecto de ley.

Ahora diré algunas palabras sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

Colegas, hablaré sobre un tema más.

A principios de febrero, la alianza del Atlántico Norte hizo una declaración con la demanda real a Rusia, según ellos mismos, de volver a la implementación del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, incluida la admisión de inspecciones a nuestras instalaciones de defensa nuclear. Ni siquiera sé cómo llamar a esto. Es una especie de teatro del absurdo.

Sabemos que Occidente está directamente involucrado en los intentos del régimen de Kiev de atacar nuestras bases estratégicas de aviación. Los drones utilizados para este fin fueron equipados y actualizados con la asistencia de especialistas de la OTAN. ¿Y ahora también quieren inspeccionar nuestras instalaciones de defensa? En las condiciones actuales de confrontación, simplemente suena loco.

Me gustaría llamar su atención específicamente sobre el hecho de que no nos permiten realizar inspecciones a gran escala en virtud de este tratado. Nuestras repetidas solicitudes para inspeccionar diferentes instalaciones quedan sin respuesta o son rechazadas bajo pretextos formales, y no podemos verificar nada del otro lado.

Me gustaría enfatizar que Estados Unidos y la OTAN están diciendo abiertamente que su objetivo es infligir una derrota estratégica a Rusia. ¿Y qué, después de tales declaraciones se supone que deben recorrer nuestras instalaciones de defensa, incluidas las últimas, como si nada? Hace una semana, firmé una orden ejecutiva que ponía en servicio de combate nuevos sistemas estratégicos terrestres. ¿También van a meter la nariz allí? ¿Creen que los dejaremos ir allí solo porque sí?

Habiendo hecho esta declaración colectiva, la OTAN en realidad afirmó ser un participante en el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas. Estamos de acuerdo con esto, adelante. Además, creemos que este encuadre de la cuestión está muy atrasado. Permítanme recordar que Estados Unidos no es la única potencia nuclear en la OTAN. Gran Bretaña y Francia también tienen arsenales nucleares. Los están desarrollando y mejorando y estos arsenales también están dirigidos contra nosotros, también están dirigidos contra Rusia. Las últimas declaraciones de sus líderes simplemente lo confirman, escúchenlo ustedes mismos.

No podemos simplemente ignorar esto y no tenemos derecho a hacerlo, especialmente ahora. Tampoco podemos olvidar que la Unión Soviética y los Estados Unidos firmaron inicialmente el primer Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas en 1991 en una situación completamente diferente: en condiciones de disminuir las tensiones y aumentar la confianza mutua. Posteriormente, nuestras relaciones alcanzaron un nivel que permitió a Rusia y EE. UU. decir que ya no se consideraban enemigos. Maravilloso, todo iba muy bien.

El Tratado de 2010 que está en vigor contiene disposiciones de importancia crítica sobre la seguridad indivisible y el vínculo directo entre las armas estratégicas ofensivas y defensivas. Todo eso hace tiempo que se olvidó. Estados Unidos se retiró del Tratado ABM. Ahora es cosa del pasado. Es importante destacar que nuestras relaciones se han degradado, lo que se puede atribuir en su totalidad a los Estados Unidos.

Después de la disolución de la Unión Soviética, comenzaron a revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial y a construir un mundo al estilo estadounidense gobernado por un solo amo. Para hacer esto, comenzaron a destruir rudamente los cimientos del orden internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial para tachar el legado de las conferencias de Yalta y Potsdam. Paso a paso, procedieron a revisar el orden internacional existente, a desmantelar los sistemas de seguridad y control de armas, y tramaron y llevaron a cabo una serie de guerras en todo el mundo.

Para reiterar, todo eso se hizo con el único propósito de desmantelar la arquitectura de relaciones internacionales posterior a la Segunda Guerra Mundial. Esto no es una forma de hablar. Así es como todo se desarrolló en la realidad. Después del colapso de la Unión Soviética, buscaron perpetuar su dominio global sin importar los intereses de la Rusia moderna o de otros países.

Efectivamente, la situación internacional cambió después de 1945. Se han formado nuevos centros de crecimiento e influencia y se están expandiendo rápidamente. Este es un proceso natural y objetivo que no puede ser ignorado. Pero es inaceptable que Estados Unidos intente remodelar el orden internacional para satisfacer exclusivamente sus propias necesidades e intereses egoístas.

Ahora, están utilizando a la OTAN para darnos señales, lo que, de hecho, es un ultimátum por el cual Rusia debería, sin hacer preguntas, implementar todo lo que acordó, incluido el Nuevo Tratado START, mientras que ellos harán lo que les plazca. Como si no hubiera conexión entre las armas ofensivas estratégicas y, digamos, el conflicto en Ucrania u otras acciones occidentales hostiles contra nuestro país. Como si no hubiera reclamos vociferantes sobre ellos que buscan infligirnos una derrota estratégica. Este es el colmo de la hipocresía y el cinismo, o el colmo de la estupidez, pero no son idiotas. Después de todo, no son estúpidos. Quieren infligirnos una derrota estratégica y también llegar a nuestros sitios nucleares.

En este sentido, me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su membresía en el Nuevo Tratado START. Para reiterar, no nos estamos retirando del Tratado, sino más bien suspendiendo nuestra participación. Antes de volver a discutir este tema, debemos tener una idea clara de lo que se juegan los países de la OTAN como Francia o Gran Bretaña, y cómo daremos cuenta de sus arsenales estratégicos, es decir, las capacidades ofensivas combinadas de la Alianza.

Su declaración viene, de hecho, como una solicitud para unirse a este proceso. Bueno, sube a bordo, no nos importa. Solo traten de no mentirles a todos esta vez y preséntense como campeones de la paz y la distensión. Sabemos la verdad. Somos conscientes del hecho de que ciertos tipos de armas nucleares estadounidenses están llegando al final de su vida útil. En este sentido, sabemos con certeza que algunos políticos en Washington ya están considerando pruebas nucleares en vivo, especialmente porque Estados Unidos está desarrollando armas nucleares innovadoras. Hay información al respecto.

Dadas estas circunstancias, el Ministerio de Defensa y Rosatom deben tener todo listo para que Rusia realice pruebas nucleares. No seremos los primeros en proceder con estas pruebas, pero si Estados Unidos sigue adelante con ellas, también lo haremos. Nadie debería albergar ilusiones peligrosas de que la paridad estratégica global puede verse interrumpida.

Colegas, ciudadanos de Rusia,

Hoy, estamos juntos viviendo tiempos difíciles y superando todas las dificultades juntos también. No podía ser de otra manera porque hemos sido criados a ejemplo de nuestros grandes antepasados ​​y debemos ser dignos de sus mandatos que se transmiten de generación en generación. Avanzamos sólo por nuestra devoción a nuestra Patria, nuestra voluntad y nuestra unidad.

Esta cohesión se mostró desde los primeros días de la operación militar especial: cientos de voluntarios, representantes de todas las etnias de nuestro país acudieron a las oficinas de reclutamiento. Decidieron apoyar a los defensores de Donbass, luchar por su tierra natal, por su patria, por la verdad y la justicia. Hoy, guerreros de todas las regiones de nuestra patria multiétnica están luchando hombro con hombro en el frente. Rezan en diferentes idiomas, pero todos rezan por la victoria, por sus compañeros y por la Patria. (Aplausos.)

Su difícil labor militar, sus hazañas están encontrando una poderosa respuesta en toda Rusia. La gente está apoyando a nuestros combatientes. No quieren quedarse al margen. El frente ahora está pasando por los corazones de nuestra gente en sus millones. Están enviando medicamentos, dispositivos de comunicación, transporte, ropa de abrigo y redes de camuflaje, por nombrar algunos, todo lo que ayude a proteger la vida de nuestros combatientes.

Conozco las cartas de consuelo que niños y escolares dan a nuestros soldados en el frente. Los llevan a la batalla como una posesión preciada porque la sinceridad y la pureza de los deseos de los niños les hacen llorar. Sienten con más fuerza por quién luchan ya quién defienden.

Los guerreros, sus familias y los civiles aprecian mucho el cuidado con el que los voluntarios los rodean. Han estado actuando con audacia y decisión desde el comienzo mismo de la operación militar especial. Bajo fuego y bombardeos están sacando de los sótanos a niños, ancianos y todos los que tienen problemas; estaban y siguen llevando comida, agua y ropa a los puntos calientes; están instalando centros de ayuda humanitaria para refugiados y ayudando a médicos en hospitales de campaña y en la línea de contacto de combate; continúan arriesgando sus vidas para salvar a otros.

Solo el Frente Popular Ruso recaudó más de cinco mil millones de rublos como parte de la iniciativa Todos por la Victoria. El flujo de donaciones no se detiene. Todo aporte es importante y esto se aplica a los que hacen las grandes empresas y empresarios. Pero especialmente conmovedoras e inspiradoras son las donaciones de personas de escasos recursos, que están aportando parte de sus ahorros, salarios y pensiones. Este unirnos para ayudar a nuestros guerreros, civiles en la zona de hostilidades y refugiados vale mucho.

Gracias por este sincero apoyo, cohesión y ayuda mutua. Es imposible exagerar su importancia.

Rusia enfrentará cualquier desafío porque todos somos un solo país, una nación grande y unida. Confiamos en nosotros mismos y confiamos en nuestra fuerza. La verdad está de nuestro lado. (Aplausos.)

Gracias.

Fuente Pagina Oficial de la Presidencia de la Federación Rusa:

http://en.kremlin.ru/events/president/news/70565

En su columna del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele analiza porqué el titular del momento es la DESOCCIDENTALIZACIÓN DEL MUNDO. Y para ello desmenuza el avance estratégico y aplastante de China y Asia en todos los campos, y también la derrota de la OTAN en Ucrania. Al respecto, aporta datos concretos e irrefutables de responsables anglosajones, como la agencia israelí Mossad, quién confirmó que por cada ruso que cae, son 8 los ucranianos fuera de combate, ya sea en muertos, heridos o prisioneros. Lo que destruye la propaganda mediática anglosajona sobre la supuesta y aplastante derrota de Putin. Por el contrario, Rusia ya ha ocupado y consolidado el 20% del territorio de Ucrania, quién se ha quedado sin economía y sin infraestructuras. Y que sobrevive sólo gracias al dinero y a las armas que le suministra la OTAN, a cambio de una lealtad suicida que ha costado 157.000 muertos y 300 mil heridos gracias a la temeraria y cruel complicidad de su presidente Zelensky.

También, nuestro director  profundiza en los cambios globales que marca la actual caída de Occidente luego de la desaparición de la URSS, hace 30 años, cuando pretendía controlar el globo terráqueo e imponerse definitivamente al resto de naciones, por los siglos de los siglos. Sin embargo, el éxito de las nuevas organizaciones estratégicas del sudeste asiático con China, a la cabeza y el gran desarrollo de sus proyectos, como la nueva Ruta y Cinturon de La Seda, además del resurgir de Rusia, marcan el fin de aquellos sueños imperiales .

Además, analiza cómo se agota el poder colonial de los últimos siglos y que estos cambios significan el gran ocaso de Occidente, gracias a una ola de transformaciones que se extiende además por los países árabes, las petromonarquías, Irán, La India, Turquía, África y hasta Latinoamérica.

También Pereyra Mele aborda la crisis interna de EEUU, tanto económica como política y toda su incapacidad para resolverlas. Sobre la situación de Europa nos dice que va camino a tener menos importancia estratégica que la que tenía antes del siglo XIX.

Y que se puede transformar  en lo que fue Grecia para  la Roma imperial o sea, un lugar de turismo de las elites, un sitio de visita para ver tiempos idos que ya no volverán y de  viejas glorias que ya no existen.

Eduardo Bonugli (Madrid, 19/02/23)

Guerra contra Rusia en Ucrania 30 países no lograron el objetivo de destruir y derrotar a Rusia

)

El economista estadounidense escribe como parte de una serie que debate la sabiduría de las negociaciones de paz.

18 de enero de 2023 Jeffrey Sachs on why neutral countries should mediate between Russia and Ukraine https://www.economist.com/by-invitation/2023/01/18/jeffrey-sachs-on-why-neutral-countries-should-mediate-between-russia-and-ukraine 

Es probable que ni rusia ni Ucrania logren una victoria militar decisiva en su guerra en curso: ambas partes tienen un margen considerable para una escalada mortal. Ucrania y sus aliados occidentales tienen pocas posibilidades de expulsar a Rusia de Crimea y la región de Donbas, mientras que Rusia tiene pocas posibilidades de obligar a Ucrania a rendirse. Como señaló Joe Biden en octubre, la espiral de escalada marca la primera amenaza directa de un “Armagedón nuclear” desde la crisis de los misiles en Cuba hace 60 años.

El resto del mundo también sufre al lado, aunque no en la escala del campo de batalla. Europa probablemente esté en recesión. Las economías en desarrollo luchan contra el aumento del hambre y la pobreza. Los fabricantes de armas estadounidenses y las grandes empresas petroleras obtienen ganancias inesperadas, incluso cuando la economía estadounidense en general empeora. El mundo soporta una mayor incertidumbre, cadenas de suministro interrumpidas y graves riesgos de escalada nuclear.

Cada lado podría optar por continuar la guerra en la creencia de que tiene una ventaja militar decisiva sobre su enemigo. Al menos una de las partes estaría equivocada en tal punto de vista, y probablemente ambas. Una guerra de desgaste devastará a ambos bandos.

Sin embargo, el conflicto podría continuar por otra razón: que ninguna de las partes ve la posibilidad de un acuerdo de paz ejecutable. Los líderes ucranianos creen que Rusia aprovecharía cualquier pausa en la lucha para rearmarse. Los líderes rusos creen que la otan aprovecharía cualquier pausa en la lucha para expandir el arsenal de Ucrania. Eligen luchar ahora, en lugar de enfrentarse a un enemigo más fuerte más tarde.

El desafío es encontrar una manera de hacer que un acuerdo de paz sea aceptable, creíble y ejecutable. Creo que el caso de una paz negociada debe escucharse más ampliamente, primero para evitar que Ucrania se convierta en un campo de batalla perpetuo y, en general, como algo beneficioso para ambas partes y el resto del mundo. Se puede hacer un fuerte argumento para involucrar a países neutrales para ayudar a hacer cumplir un acuerdo de paz que beneficiaría a muchos.

Un acuerdo creíble primero tendría que satisfacer los intereses de seguridad básicos de ambas partes. Como dijo sabiamente John F. Kennedy en el camino hacia el exitoso Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares con la Unión Soviética en 1963, “incluso las naciones más hostiles pueden ser confiables para aceptar y mantener esas obligaciones del tratado, y solo aquellas obligaciones del tratado, que están en su propio interés.”

En un acuerdo de paz, Ucrania tendría que estar segura de su soberanía y seguridad, mientras que la otan tendría que prometer no expandirse hacia el este. (Aunque la otan se describe a sí misma como una alianza defensiva, Rusia ciertamente siente lo contrario y se resiste firmemente a la ampliación de la otan ). Sería necesario encontrar algunos compromisos con respecto a Crimea y la región de Donbas, tal vez congelando y desmilitarizando esos conflictos por un período de tiempo. Un acuerdo también será más sostenible si incluye la eliminación gradual de las sanciones a Rusia y un acuerdo entre Rusia y Occidente para contribuir a la reconstrucción de las zonas devastadas por la guerra.

El éxito bien puede depender de quién está incluido en el intento de encontrar y hacer cumplir la paz. Dado que los propios beligerantes no pueden forjar esa paz por sí solos, una solución estructural clave radica en incorporar más partes al acuerdo. Las naciones neutrales, incluidas Argentina, Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica, han pedido repetidamente un fin negociado del conflicto. Podrían ayudar a hacer cumplir cualquier acuerdo que se alcance.

Estos países no odian a Rusia ni a Ucrania. No quieren que Rusia conquiste Ucrania, ni que Occidente amplíe la otan hacia el este, lo que muchos ven como una provocación peligrosa no solo para Rusia, sino también para otros países. Su oposición a la ampliación de la otan se ha agudizado a medida que los estadounidenses de línea dura han instado a la alianza a enfrentarse a China. Los países neutrales quedaron desconcertados por la participación de los líderes de Asia-Pacífico de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda en una cumbre el año pasado de países supuestamente del “Atlántico Norte”.

El papel pacificador de los principales países neutrales podría ser decisivo. La economía y la capacidad bélica de Rusia dependen de que continúen las fuertes relaciones diplomáticas y el comercio internacional con estos países neutrales. Cuando Occidente impuso sanciones económicas a Rusia, las principales economías emergentes, como la India, no hicieron lo mismo. No querían elegir bando y han mantenido fuertes relaciones con Rusia.

Estos países neutrales son jugadores importantes en la economía global. Según las estimaciones del fmi del pib en paridad de poder adquisitivo, la producción combinada de Argentina, Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica ($51,7 billones, o casi el 32 % de la producción mundial) en 2022 fue mayor que la de las naciones del g 7, Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Las economías emergentes también son cruciales para la gobernanza económica mundial y ocuparán la presidencia del g 20 durante cuatro años consecutivos, así como posiciones de liderazgo en los principales organismos regionales. Ni Rusia ni Ucrania quieren desperdiciar las relaciones con estos países, convirtiéndolos en importantes garantes potenciales de la paz.

Además, muchos de estos países buscarán pulir sus credenciales diplomáticas ayudando a negociar la paz. Varios, incluidos, por supuesto, Brasil e India, son aspirantes desde hace mucho tiempo a puestos permanentes en el Consejo de Seguridad de la onu . La posible arquitectura de un acuerdo de paz podría ser un acuerdo cogarantizado por el Consejo de Seguridad de la onu con varias de las principales economías emergentes. Además de los países mencionados anteriormente, otros cogarantes creíbles incluyen a Turquía (que ha mediado hábilmente en las conversaciones entre Rusia y Ucrania); Austria, que se enorgullece de su perdurable neutralidad; y Hungría, que ocupa la presidencia de este año de la Asamblea General de la onu y ha pedido repetidamente negociaciones para poner fin a la guerra.

El Consejo de Seguridad de la onu y los co-garantes impondrían medidas comerciales y financieras acordadas por la onu contra cualquier parte que infrinja el acuerdo de paz. La implementación de tales medidas no estaría sujeta a veto por parte de la parte infractora. Rusia y Ucrania tendrían que confiar en el juego limpio de los países neutrales para asegurar la paz y sus respectivos objetivos de seguridad.

No tiene sentido que continúen los combates en Ucrania. Es probable que ninguna de las partes gane una guerra que actualmente está devastando a Ucrania, imponiendo costos masivos en vidas y ganancias a Rusia y causando daños globales. Los principales países neutrales, junto con la onu , pueden ser los co-garantes para comenzar una nueva era de paz y reconstrucción. El mundo no debe permitir que las dos partes continúen una espiral de escalada imprudente. ■

_______________

Jeffrey Sachs es un economista estadounidense, asesor de tres secretarios generales de la onu y presidente de la red de soluciones de desarrollo sostenible de la onu . Asesoró a los equipos económicos del presidente soviético Mikhail Gorbachev, el presidente ruso Boris Yeltsin y el presidente ucraniano Leonid Kuchma. Abogó por la asistencia occidental a gran escala para apoyar la transición del mercado poscomunista, pero los gobiernos occidentales no lo aceptaron.

Un liderazgo débil ha levantado la tapa de la caja de Pandora europea, escribe Alastair Crooke.

Las cosas se están volviendo psicóticas. Mientras escucha a los líderes de la UE, todos repitiendo puntos idénticos de ‘buenas noticias’, sin embargo, irradian una inquietud básica, presumiblemente un reflejo del estrés psíquico de, por un lado, repetir ‘Ucrania está ganando: la derrota de Rusia se acerca’, cuando , por el otro, saben exactamente lo contrario : que ‘de ninguna manera’ Europa puede derrotar a un gran ejército ruso en la masa terrestre de Eurasia.

Incluso el coloso de Washington limita el uso del poderío militar estadounidense a conflictos que los estadounidenses pueden permitirse perder : guerras perdidas ante oponentes débiles que nadie puede contradecir si el resultado no fue una pérdida, sino una «victoria» de algún modo.

Sin embargo, la guerra con Rusia (ya sea financiera o militar) es sustancialmente diferente de luchar contra pequeños movimientos insurgentes mal equipados y dispersos, o de colapsar las economías de estados frágiles, como el Líbano.

La fanfarronada inicial de EE.UU. ha implosionado. Rusia no colapsó internamente ante el asalto financiero de Washington, ni cayó en un cambio de régimen caótico como lo predijeron los funcionarios occidentales. Washington subestimó la cohesión social de Rusia, su potencial militar latente y su relativa inmunidad a las sanciones económicas occidentales.

La pregunta que preocupa a Occidente es qué harán ahora los rusos a continuación: ¿Continuar desgastando al ejército ucraniano y, al mismo tiempo, liquidar el inventario de armas de la OTAN? ¿O desplegar las fuerzas ofensivas rusas reunidas en Ucrania?

El punto, en pocas palabras, es que la misma ambigüedad entre la amenaza de la ofensiva y la implementación es parte de la estrategia rusa para mantener a Occidente desconcertado y dudando. Estas son las tácticas de guerra psicológica por las que es conocido el general Gerasimov. ¿Vendrá? ¿De dónde y adónde irá? No sabemos.

El calendario de Rusia no estará determinado por el calendario político occidental; pero cuándo, y si, una ofensiva se vuelve propicia para los intereses rusos. Además, Moscú tiene el ojo puesto en dos frentes: la guerra financiera (que puede abogar por un despliegue militar más lento para permitir que aumenten los niveles de dolor económico) y la situación militar (que puede, o no, favorecer la extirpación lenta e incremental). de la capacidad ucraniana para luchar en absoluto). El exasesor principal del secretario de Defensa de EE. UU., el coronel Douglas Macgregor, ve el despliegue de una gran fuerza, y pronto. Puede que tenga razón.

Esta última consideración debe contrastarse con el panorama general: Rusia se dedica principalmente a hacer retroceder la hegemonía estadounidense y expulsar a la OTAN del ‘Heartland’ asiático. Los rusos saben desde hace algún tiempo que el ‘sistema de Orden Global’ no es sostenible (las estructuras posteriores a la Segunda Guerra Mundial ya son claramente visibles en el espejo retrovisor). Y tanto Rusia como China aprecian que no hay una forma elegante, o atajo, de deshacer un sistema tan grande.

Estos últimos saben que no se puede confiar en Occidente y que está destinado a caer. Durante algunos años, Rusia y China han estado reestructurando sus economías y construyendo sus ejércitos, preparándose para el inevitable colapso del imperio estadounidense (mientras cruzan los dedos para que la ‘caída’ no suponga un Apocalipsis).

En la práctica, tanto Rusia como China se han esforzado por moderar ese colapso, en la medida de lo posible. Nadie se beneficia de una implosión descontrolada de EE. UU. Sin embargo, EE. UU. está yendo demasiado lejos con su proyecto de Ucrania, y Rusia va a utilizar este conflicto para facilitar el fin del imperio estadounidense; realmente no hay otra opción.

Como subraya Kelley Beaucar Vlahos en el Conservador Estadounidense , las facciones estadounidenses han estado preparando el ‘entierro’ de Rusia durante muchos años. De hecho, uno de los hechos más dañinos que surgieron de la exposición de ‘ Twitter Files’ de Matt Taibbi ha sido: «Cuán agresivos fueron los legisladores del Congreso y los funcionarios de la agencia federal, al impulsar una narrativa cínica que puso en vereda al gigante de las redes sociales mientras instalaba al coco ruso». que persigue la política exterior y las posturas de EE. UU. en la guerra de Ucrania hoy”.

Esa historia inventada de Rusia tratando de destruir la democracia de los EE. UU. Atrajo la aceptación pública de una nueva guerra con Rusia.

Esta lucha existencial no puede detenerse ahora: se podría argumentar que los europeos y los estadounidenses están en una burbuja de todo es óptica y ‘todo’ es inmediatez de relaciones públicas y teatro, y todos necesitamos jugar este juego. Es muy posible que también estén proyectando el mismo espíritu de la época en los rusos y los chinos, creyendo que deben pensar de manera similar: sin valores, sin creer en nada, excepto en lo que sea mejor para los HSH.

Visto desde esta perspectiva, es realmente un choque cultural, uno que refleja la incapacidad occidental para la empatía. Occidente puede pensar genuinamente que la atención de Putin se centra sobre todo en los índices de audiencia , al igual que Macron, Scholz y Biden, y que cuando terminen las hostilidades, las cosas seguirán como siempre. Es posible que realmente no entiendan que no es así como piensa el resto del mundo.

Dentro de esta mentalidad existe, ‘La guerra es un negocio’… Tanques mucho, ¡Ahora dennos F-16!’ Tan pronto como EE. UU., Alemania y otras potencias de la OTAN anunciaron el importante lanzamiento de los principales tanques de batalla para Ucrania, Kiev inmediatamente comenzó a exigir el suministro de aviones de combate F-16. De hecho, el oficial de defensa ucraniano Yuriy Sak comentó descaradamente sobre la relativa facilidad del “próximo gran obstáculo” de adquirir aviones de combate F-16:

“No querían darnos artillería pesada, entonces lo hicieron. No querían darnos HIMARS [misiles], entonces lo hicieron. No querían darnos tanques, ahora nos están dando tanques. Aparte de las armas nucleares, no queda nada que no consigamos”.

Este es un excelente ejemplo del síndrome de ‘la guerra como negocio’, y la política se trata de acumular dinero. Eso significa que los F-16 son los siguientes, y eso significa que Polonia: los F-16 no tendrían su base en una base aérea en Ucrania. Y extender el espacio de batalla a Polonia inevitablemente conduciría a más ‘guerra como negocio’: tanques, APC y F-16. El Complejo Militar se frotará las manos de alegría.

Como era de esperar, la frustración de los fanáticos de la guerra con el fracaso colectivo de Occidente para detener la marea de la derrota de Ucrania está creciendo, y se ha visto agravada por el informe de Rand Corporation (financiado por el Pentágono) la semana pasada, que equivalía a una refutación forense de la justificación. por la guerra en Ucrania. Enfatizando que, aunque los ucranianos están luchando, sus ciudades arrasadas y su economía diezmada no concuerdan con los intereses ucranianos .

El Informe advierte que EE. UU. debe evitar ‘un conflicto prolongado’, declara que la victoria de Ucrania es ‘improbable’ e ‘poco probable’, y advierte de manera significativa sobre el conflicto que se está derramando en Polonia. También se destaca la contingencia de que EE. UU. corra el riesgo de deslizarse inadvertidamente hacia una guerra nuclear por varios ‘temas’.

Sobre este último punto, el Informe Rand es profético: el jefe de la delegación rusa ante la OSCE esta semana ha advertido públicamente que si se deben desplegar proyectiles occidentales de uranio empobrecido o berilio perforantes de blindaje en Ucrania, como los que usó Estados Unidos en Irak. y Yugoslavia con consecuencias devastadoras: Rusia consideraría tal despliegue como el uso de bombas nucleares sucias contra Rusia, con las consecuencias consiguientes.

Si había alguna duda sobre las ‘Líneas Rojas’ rusas, y dónde se encuentran, no puede haber ninguna ahora. Para ser claros, ‘consecuencias’ equivale a una posible respuesta nuclear rusa. Occidente ha sido advertido.

Si la frustración por el fallido proyecto militar ucraniano es ‘la causa’, la desesperación es la secuela.

“Como tú, estoy, y creo que la administración está muy gratificada de saber que Nord Stream 2 es ahora, como te gusta decir, un trozo de metal en el fondo del mar”, opinó Victoria Nuland la semana pasada. Esta declaración muestra impotencia, más que cualquier otra cosa (traducido, Nuland está diciendo, OK amigos, no somos impotentes ya que, guiño, guiño, aún logramos destruir el gasoducto para la UE).

Toda la campaña de relaciones públicas para más tanques se parece más a un intento de dar más moral a los ucranianos y a sus seguidores en Europa (dado que los tanques no cambiarán el curso de la guerra), un ‘paso a paso’, efectivamente nada más significativo. Lo mismo ocurre con las propuestas políticas presentadas por el Secretario de Estado, Blinken, y Victoria Nuland la semana pasada. Parecen haber sido reclutados sabiendo que serían rechazados en Moscú, y lo fueron.

Sin embargo, para darle a la combinación Blinken-Nuland lo que le corresponde, si los neoconservadores no tienen esperanza en la ejecución de sus proyectos de guerra, que casi invariablemente terminan desastrosamente, son brillantes en la manipulación de los Estados para que se conviertan en sus cómplices, en contra de sus propios intereses nacionales.

Donde a los neoconservadores se les ha dado campo libre es en la destrucción de Europa, política, económica y militarmente. 

Los propios EE. UU. (y el mundo en general) deben estar absolutamente asombrados por el grado de sumisión europea y el control absoluto del liderazgo de la UE que han ejercido estos neoconservadores.

Los miembros de la OTAN nunca estuvieron fuertemente unidos detrás de la cruzada de Washington para debilitar fatalmente a Rusia. La población de la UE (especialmente francesa y alemana) no tiene estómago para bolsas para cadáveres. Pero los neoconservadores divisaron correctamente el talón de Aquiles europeo: era Polonia, Lituania, las otras repúblicas bálticas y la República Checa. Los neoconservadores estadounidenses se aliaron con esta facción radical rusofóbica que quiere que Rusia sea desmembrada y pacificada, y arrebatar las palancas de la política exterior de la UE lejos de Francia y Alemania. Este último se sentó en silencio e impotente en Bucarest en 2008, cuando la ‘puerta’ de la OTAN se abrió de par en par a Georgia y Ucrania. ¿Por qué no expresaron entonces sus reservas que dicen tener en ese momento?

Un liderazgo débil ha levantado la tapa de la caja de Pandora europea, para que todas las animosidades, los celos y las ambiciones desnudas de los viejos fantasmas europeos floten como vapores oscuros. ¿Hay alguien que pueda cerrar su tapa ahora?

FUENTE Fundacion de la Cultura Estrategica

¡¡ HAY PÁNICO EN ESTADOS UNIDOS Y LA OTAN !!  Así lo alerta el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele en su columna del Club de La Pluma, ante la grave situación del agotado ejército de Ucrania que sufre el efecto infernal de “una picadora de carne” en el frente de El Donbás, luego de confirmarse que el 95% de esa región ya está bajo dominio ruso. Y especialmente grave para Norteamérica y sus socios que no tienen un plan B ni alternativas para la actual situación, salvo el de involucrarse directamente en una escalada nuclear, o como mínimo, en una guerra de desgaste para la cual no tienen capacidad de enfrentar. Al contrario de Rusia, que si está preparada para un conflicto largo, con sobrada solvencia militar y en un terreno que le es propicio.

Además, y ante tan sombrío panorama, a Occidente le acechan los fantasmas de la derrota de Afganistán, hace algunos meses, con su humillante huida de Kabul.

También, nuestro director reafirma que “la propaganda es una cosa y la realidad es otra” con relación al aparato propagandístico que instaló Estados Unidos para hacer creer que Ucrania ganaría la guerra, cuando en verdad su ejército original ha desaparecido y solo le queda el horroroso recurso de reclutar a la fuerza a niños y ancianos o de alistar a mercenarios occidentales, mientras apenas cuenta con rezagos de viejas armas de la ex URSS y de unos arsenales europeos que están enflaquecidos y agotados. Mientras Zelenski comienza a estar en la cara oculta de la luna, luego de que sus aliados le señalen por el gigantesco aparato de corrupción que lidera y le exijan auditorias sobre la descomunal masa de dinero y armamento enviado.

Por su parte, la prensa occidental, con el New York Time y el Washington Post a la cabeza, están dejando “traslucir consejos” en estos días, para que Ucrania empiece las negociaciones de paz antes de que pierda Odessa, su último puerto que le queda. Siendo que con ello debe asumir que ha sido una herramienta más de la guerra híbrida global fragmentada de EEUU, pagando un alto precio en vidas, en soberanía, en territorios y sobre todo, en el futuro de sus gentes.

Además, nos habla de la crisis que se avecina en la OTAN si se confirma esta derrota y señala la brecha en Europa entre los países limítrofes de Ucrania fogoneando la guerra, con las potencias tradicionales como Francia, Alemania e Italia que han tratado de frenar un poco ese belicismo, sin que por ello dejen de ser responsables de sus consecuencias.

Todo un espejo de la crisis profunda del bloque anglo sajón, que refleja que el cambio sistémico no solamente se está dando por el traspaso del poder de Occidente hacia Oriente, sino también en la desorientación y en el caos en el que está inmerso, mientras no encuentra una puerta de escape ante el conflicto y ante el cambio mundial que estamos siendo testigo.

Eduardo Bonugli (Madrid, 05/01/23)

Bakhmut centro logistico de importancia capital a punto de caer en poder del Ejercito de la Federacion Rusa y de las milicias de las republicas del Dombas y tropas voluntarias

Al darse cuenta de que la guerra de la OTAN con Rusia probablemente terminará desfavorablemente, EE. UU. está probando una oferta de salida. Pero, ¿por qué Moscú debería tomar en serio las propuestas indirectas, especialmente en vísperas de su nuevo avance militar y mientras está en el asiento ganador?

Porpepe escobar30 enero 2023

Los que están detrás del Trono nunca son más peligrosos que cuando tienen la espalda contra la pared.

Su poder se está desvaneciendo rápidamente: militarmente, a través de la progresiva humillación de la OTAN en Ucrania; Financieramente, más temprano que tarde, la mayor parte del Sur Global no querrá tener nada que ver con la moneda de un gigante canalla en bancarrota; Políticamente, la mayoría global está dando pasos decisivos para dejar de obedecer a una minoría de facto rapaz, desacreditada.

Así que ahora los que están detrás del Trono están conspirando para al menos tratar de detener el desastre que se avecina en el frente militar.

Tal como lo confirmó una fuente de alto nivel del establishment estadounidense, se transmitió una nueva directiva sobre la oposición de la OTAN a Rusia en Ucrania al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken. Blinken, en términos de poder real, no es más que un mensajero para los neoconservadores y neoliberales straussianos que en realidad dirigen la política exterior de Estados Unidos.

El secretario de Estado recibió instrucciones de transmitir la nueva directiva, una especie de mensaje al Kremlin, a través de los principales medios impresos, que fue publicado de inmediato por el Washington Post .

En la división del trabajo de élite de los principales medios de comunicación estadounidenses, el New York Times está muy cerca del Departamento de Estado. y el Washington Post a la CIA. En este caso, sin embargo, la directiva era demasiado importante y necesitaba ser transmitida por el documento de registro en la capital imperial. Se publicó como un artículo de opinión (detrás del muro de pago).

La novedad aquí es que, por primera vez desde el comienzo de la Operación Militar Especial (SMO) de Rusia en febrero de 2022 en Ucrania, los estadounidenses están proponiendo una variación del clásico «oferta que no puede rechazar», incluidas algunas concesiones que pueden satisfacer Los imperativos de seguridad de Rusia.

Crucialmente, la oferta de EE. UU. pasa por alto por completo a Kiev, una vez más certificando que esta es una guerra contra Rusia dirigida por el Imperio y sus secuaces de la OTAN, con los ucranianos como meros representantes expandibles.

‘Por favor, no pases a la ofensiva’

El corresponsal de la vieja escuela del Washington Post en Moscú, John Helmer, ha brindado un servicio importante, ofreciendo el texto completo de la oferta de Blinken , por supuesto ampliamente editado para incluir nociones fantasiosas como «las armas estadounidenses ayudan a pulverizar la fuerza de invasión de Putin» y una explicación digna de vergüenza. :: “En otras palabras, Rusia no debería estar lista para descansar, reagruparse y atacar”.

El mensaje de Washington puede, a primera vista, dar la impresión de que EE. UU. admitiría el control ruso sobre Crimea, Donbass, Zaporozhye y Kherson, “el puente terrestre que conecta Crimea y Rusia”, como un hecho consumado.

Ucrania tendría un estado desmilitarizado, y el despliegue de misiles HIMARS y tanques Leopard y Abrams se limitaría al oeste de Ucrania, como un «disuasivo contra nuevos ataques rusos».

Lo que se puede haber ofrecido, en términos bastante confusos, es de hecho una partición de Ucrania, incluida la zona desmilitarizada, a cambio de que el Estado Mayor ruso cancele su aún desconocida ofensiva de 2023, que puede ser tan devastadora como cortar el acceso de Kiev a la Mar Negro y/o cortar el suministro de armas de la OTAN a través de la frontera polaca.

La oferta de Estados Unidos se define a sí misma como el camino hacia una “paz justa y duradera que defienda la integridad territorial de Ucrania”. Bueno en realidad no. Simplemente no será una Ucrania rudimentaria, y Kiev podría incluso retener esas tierras occidentales que Polonia se muere por engullir.

También se evoca la posibilidad de un acuerdo directo entre Washington y Moscú sobre “un eventual equilibrio militar de posguerra”, incluida la no membresía de Ucrania en la OTAN. En cuanto a la propia Ucrania, los estadounidenses parecen creer que será una “economía fuerte y no corrupta con membresía en la Unión Europea”.

Todo lo que queda de valor en Ucrania ya ha sido tragado no solo por su oligarquía monumentalmente corrupta, sino, sobre todo, por inversores y especuladores del tipo BlackRock. Los buitres corporativos variados simplemente no pueden darse el lujo de perder los puertos de exportación de granos de Ucrania, así como los términos del acuerdo comercial acordado con la UE antes de la guerra. Y están aterrorizados de que la ofensiva rusa pueda capturar Odessa, el principal puerto marítimo y centro de transporte del Mar Negro, lo que dejaría a Ucrania sin salida al mar.

No hay evidencia alguna de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y todo el Consejo de Seguridad de Rusia, incluido su secretario Nikolai Patrushev y el vicepresidente Dmitry Medvedev, tengan motivos para creer algo que venga del establecimiento estadounidense, especialmente a través de meros secuaces como Blinken y el Washington Post . . Después de todo, la stavka  , un apodo para el alto mando de las fuerzas armadas rusas, considera que los estadounidenses son «capaces de no llegar a un acuerdo», incluso cuando la oferta es por escrito.

Esto camina y habla como un gambito desesperado de EE. UU. para detener y presentar algunas zanahorias a Moscú con la esperanza de retrasar o incluso cancelar la ofensiva planeada para los próximos meses.

Incluso los operativos disidentes de Washington de la vieja escuela, que no están en deuda con la galaxia neoconservadora straussiana, apuestan a que la táctica será una hamburguesa de nada: en el modo clásico de «ambigüedad estratégica», los rusos continuarán con su impulso declarado de desmilitarización, desnazificación y deselectrificación. , y se «detendrán» en cualquier momento y en cualquier lugar que consideren oportuno al este del Dnieper. O más allá.

Lo que realmente quiere el Estado Profundo

Las ambiciones de Washington en esta guerra esencialmente de la OTAN contra Rusia van mucho más allá de Ucrania. Y ni siquiera estamos hablando de prevenir una unión euroasiática Rusia-China-Alemania o una pesadilla entre competidores; sigamos con los problemas prosaicos en el campo de batalla de Ucrania.

Las «recomendaciones» clave (militares, económicas, políticas, diplomáticas) se detallaron en un documento de estrategia del Atlantic Council a fines del año pasado.

Y en otro , bajo «Escenario de guerra 1: la guerra continúa en su ritmo actual», encontramos la política neoconservadora de Strauss completamente explicada.

Todo está aquí: desde “reunir transferencias de apoyo y asistencia militar a Kyiv suficientes para permitirle ganar” hasta “aumentar la letalidad de la asistencia militar transferida para incluir aviones de combate que permitirían a Ucrania controlar su espacio aéreo y atacar a las fuerzas rusas allí; y tecnología de misiles con alcance suficiente para llegar al territorio ruso”.

Desde entrenar al ejército ucraniano «para usar armas occidentales, guerra electrónica y capacidades cibernéticas ofensivas y defensivas, y para integrar sin problemas nuevos reclutas en el servicio» hasta reforzar «las defensas en las líneas del frente, cerca de la región de Donbass», incluido el «entrenamiento de combate». centrándose en la guerra irregular”.

Además de “imponer sanciones secundarias a todas las entidades que hacen negocios con el Kremlin”, llegamos, por supuesto, a la Madre de Todos los Saqueos: “Confiscar los $300 mil millones que el estado ruso tiene en cuentas en el extranjero en los Estados Unidos y la UE y usar el dinero incautado para financiar la reconstrucción”.

La reorganización de la SMO, con Putin, el Jefe del Estado Mayor General Valery Gerasimov y el General Armageddon en sus nuevos y mejorados roles está descarrilando todos estos elaborados planes.

Los straussianos ahora están sumidos en un profundo pánico. Incluso la número dos de Blinken, la belicista rusofóbica Victoria «F**k the EU» Nuland, ha admitido ante el Senado de los EE. UU. que no habrá tanques Abrams en el campo de batalla antes de la primavera (siendo realistas, solo en 2024). También prometió “reducir las sanciones” si Moscú “vuelve a las negociaciones”. Esas negociaciones fueron frustradas por los propios estadounidenses en Estambul en la primavera de 2022.

Nuland también llamó a los rusos a “retirar sus tropas”. Bueno, eso al menos ofrece un alivio cómico en comparación con el pánico que emana de la «oferta que no puedes rechazar» de Blinken. Estén atentos a la respuesta de no respuesta de Rusia.

Por alastair crooke

Es poco probable que Rusia muerda el anzuelo: tiene la ventaja estratégica real en todas las áreas de compromiso con las fuerzas ucranianas.

Hay demasiado ‘ruido’ en el sistema y está oscureciendo la vista.

Davos siempre ha sido ‘raro’. Pero este año, los aspectos más locos fueron tan obvios. El WEF se está muriendo en la vid. La ‘visión’ parece cada vez más fantástica, y la arrogancia, inherente al ‘condicionamiento conductual’ para hacer que las personas tomen las ‘decisiones correctas’, permanece desnuda. El cisma entre la vida, tal como se experimenta en la ronda, y la sombría prescripción del WEF , nunca ha sido más marcado. La brecha solo se ampliará a medida que la caída abrupta de los niveles de vida enfoque a la gran mayoría en la inmediatez y la supervivencia familiar.

Uno puede descartar este hecho como una curiosidad. Pero eso estaria mal. El barco de Davos puede haber chocado contra un gran iceberg de credibilidad , pero aún no se ha hundido.

Más bien, el hecho de que Davos se hunda en una espeluznante idiosincrasia es significativo, muy significativo.

Es significativo porque marca una discontinuidad en ese espectro de ‘pareja dispareja’ de los fanáticos del clima europeos que se unen con los neoconservadores rusofóbicos de EE. UU. y Gran Bretaña. Siempre fue una rareza que el Partido Verde alemán, una vez contra la guerra, se haya convertido en un ávido partidario de la guerra con Rusia.

El ala ‘Verde’ de la coalición se está debilitando. Sin embargo, deberíamos esperar que aumente el retroceso climático en la Transición Verde, ya que los niveles de vida continúan colapsando a un ritmo no visto desde la Segunda Guerra Mundial.

Intuitivamente, que Davos se vea raro puede parecer algo bueno. Pero tenga cuidado con lo que deseamos, porque el desvanecimiento del ala ‘verde’ deja a los ideólogos de la hegemonía estadounidense (los neoconservadores) más libres para empujar hacia el vacío, tan vacante.

Los orígenes del final de Davos/Reset de este marco siempre fueron ‘furtivos’. El creador del concepto nunca fue el equipo Schwab, sino David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank, y su protegido (y más tarde el «asesor indispensable» de Klaus Schwab), Maurice Strong.

William Engdahl ha escrito cómo “los círculos directamente vinculados a David Rockefeller en la década de 1970 lanzaron una deslumbrante variedad de organizaciones de élite y grupos de expertos. Estos incluyeron el Club neo-Maltusiano de Roma; el estudio del MIT, ‘Limits to Growth’; y la Comisión Trilateral”:

“En 1971, el Club de Roma publicó un informe profundamente defectuoso, Los límites del crecimiento, que predecía el fin de la civilización, debido al crecimiento de la población combinado con el agotamiento de los recursos. Eso fue en 1971. En 1973, Klaus Schwab, en su tercer Davos anual, presentó Los límites del crecimiento como su [visión para el futuro] a los directores ejecutivos corporativos reunidos. En 1974, el Turning Point del Club de Roma argumentó posteriormente que ‘la interdependencia debe traducirse en una disminución de la independencia’: Ahora es el momento de elaborar un plan maestro [para] un nuevo sistema económico global.

Fue Maurice Strong, el protegido de Rockefeller, como presidente de la Conferencia de Estocolmo de la ONU del Día de la Tierra de 1972, [quien] promovió una estrategia económica de reducción de la población y reducción del nivel de vida en todo el mundo para «salvar el medio ambiente». Como Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas en Río, Strong encargó el informe del Club de Roma que admitía que la afirmación del calentamiento global del CO2 era simplemente una artimaña inventada para forzar el cambio: el verdadero enemigo es la humanidad misma, cuyo comportamiento debía cambiarse. El delegado del presidente Clinton en Río, Tim Wirth, admitió lo mismo y afirmó: “Tenemos que abordar el tema del calentamiento global. Aunque la teoría del calentamiento global esté equivocada, estaremos haciendo lo ‘correcto’ en términos de política económica ”.

El punto aquí es que la receta Rockefeller-Davos siempre fue una estafa para hacer estallar una nueva burbuja financiera para mantener a flote el proyecto de hegemonía del dólar. Sin embargo, el mundo está pasando de la receta de gobernanza mundial unitaria de Davos a la descentralización y la multipolaridad, en busca del renacimiento de la autonomía, los valores históricos y la soberanía. En el WEF de este año, era obvio: Davos está pasado de moda.

Sin embargo, el efecto más importante, a menudo pasado por alto, es la importancia del ‘fallo de la Agenda’ en la guerra financiera: el ‘nuevo sistema económico’ de Davos preveía un maremoto de gasto en tecnología renovable; en subsidios (como créditos de CO2) y en licuar la transición. Se trataba de incubar una nueva burbuja, basada en dinero nuevo de costo cero (conocido como MMT).

Esta es la razón por la que empresas como Blackrock y los oligarcas están tan entusiasmados con Davos. Sin embargo, la llegada de tipos de interés elevados acaba con la nueva ‘opción de la burbuja’, precisamente en un momento en que el mundo occidental se encuentra al borde de una grave contracción económica.

‘Por casualidad’, en este momento de la decadencia de Davos, comenzó un ruido estridente que distraía: Abrahams M1 y Leopards para Ucrania. FM alemán, Baerbock declara que Alemania y la familia de la UE están “en guerra con Rusia”. El ruido, como de costumbre, logra oscurecer cualquier imagen más amplia.

Sí, punto uno, tenemos una misión lenta: no enviaremos armas ofensivas, pero lo hicieron. No enviaremos armas de largo alcance M777), pero luego lo hicieron. No enviaremos sistemas de lanzamiento de misiles múltiples (HIMARS), pero lo hicieron. No enviaremos tanques, pero ahora lo son. No hay botas de la OTAN sobre el terreno, pero han estado allí desde 2014.

Punto dos: el coronel Douglas Macgregor, exasesor del secretario de Defensa de EE. UU., dice que el estado de ánimo en Washington ha cambiado notablemente: DC entiende: EE. UU. está perdiendo la guerra de poder. Este hecho, sin embargo, dice Macgregor, todavía permanece ‘bajo el radar’ con respecto a los principales medios de comunicación. El punto más importante que señala Macgregor es que este ‘despertar’ tardío a la realidad no está cambiando la postura de los halcones neoconservadores, ni un ápice. Quieren una escalada (al igual que una pequeña facción en Alemania, los Verdes, así como una facción líder en Polonia y, como es habitual, en los estados bálticos).

Y Biden se ha rodeado de halcones de guerra del Departamento de Estado.

Punto tres: la ‘realidad’ contraria es que los militares ‘uniformados’ de Europa también ‘entienden’: que Ucrania está perdiendo , y ahora están muy preocupados por la perspectiva de una escalada y de una guerra que azota a Europa del Este. Los tanques no tienen nada que ver con sus cálculos sobre el resultado de la guerra.

Los profesionales saben que Abrams o Leopards no cambiarán el curso de la guerra, ni llegarán antes de que sea demasiado tarde para cambiar nada. Los cuadros militares europeos no quieren la guerra con Rusia: saben que la UE no tiene capacidad de producción de ‘aumento’ para sostener la guerra contra Rusia más allá de una ventana muy pequeña.

La opinión popular y los hilos clave de la opinión de élite en Alemania (y en otras partes de Europa) se están endureciendo en oposición a la guerra. La preocupación es que el énfasis en enviar exactamente tanques alemanes , con su oscuro simbolismo de batallas sangrientas pasadas, pretende enterrar cualquier perspectiva de una futura relación alemana con Rusia, para siempre.

Además, a los oficiales militares alemanes les preocupa que un ejército ucraniano en decadencia pueda retroceder hasta la frontera polaca, e incluso cruzarla, antes de que se entreguen los tanques. Los tanques luego serían absorbidos por el ejército polaco. Existe la idea en estos círculos militares de que, de hecho, esta podría ser la última intención de los neoconservadores: Polonia, que ya moviliza una fuerza militar de 200.000 hombres, se convertiría en el nuevo representante (y el ejército más grande de Europa) en una Europa más amplia. guerra contra Rusia.

Es comprensible que los alemanes estén muy inquietos. Un informe reciente de la edición polaca del alemán Die Welt , basado en conversaciones con fuentes diplomáticas polacas, incluido un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia, informó que “todos los días, los políticos polacos dicen lo que los representantes de Alemania o Francia generalmente no se atreven a decir. , y así formular uno de los objetivos de la guerra, que Rusia debe ser debilitada incondicionalmente en la medida de lo posible. Nuestro objetivo es detener a Rusia para siempre. No se debe permitir un compromiso podrido”. Y además, “una tregua en los términos de Rusia solo conduciría a una pausa en la lucha, que solo duraría hasta que Rusia se recupere”, explicó el alto diplomático.

Entonces, demos la vuelta a esta perspectiva y mirémosla desde la otra dirección. Por supuesto, el conflicto de Ucrania es un caleidoscopio de formas en movimiento; sin embargo, hay algunos asideros a los que uno puede agarrarse para mantener la estabilidad.

El eje de los estados “en guerra con Rusia” se encuentra al borde de un precipicio económico. El nivel de vida se está derrumbando al ritmo más rápido desde la Segunda Guerra Mundial. La ira, que tarda en encenderse, ahora está floreciendo. Las clases políticas británica y de la UE no tienen respuestas a esta crisis. La clase dominante trata de quedarse quieta y confía en que la gente aceptará todas las ‘cosas’: precios en espiral, empleos agotados por costos de energía más altos, espacios vacíos en los estantes de las tiendas, los picos de energía y los focos de disfuncionalidad del sistema (es decir, en los aeropuertos y en los sistemas de transporte) que perturban el buen funcionamiento de la sociedad. Es lo mismo para los estadounidenses.

Los lacayos encargados de la gestión y el funcionamiento de ‘el sistema’ están confundidos. Su (alta) autoestima hasta ahora se ha basado en su articulación de ‘puntos de vista correctos’ y su adhesión a las ‘causas prescritas’, más que en manifestar alguna competencia particular en su trabajo. Ahora no saben qué decir, o qué causa es ‘correcta’. Las narrativas se están desmoronando; las revelaciones de Twitter han roto el antiguo ‘equilibrio’.

El régimen de Kiev también está al límite. Está llegando al límite en la moral militar y en el suministro de hombres sanos. Está en quiebra financiera. Según se informa, uno de los mensajes entregados por el jefe de la CIA, Bill Burns, en su reciente visita, advirtió que Kiev puede contar con el apoyo financiero de Washington hasta julio, pero más allá de eso, la financiación será discutible.

El coronel Macgregor sugiere que el suministro de ‘tanques’ estaba destinado a «prolongar el sufrimiento», es decir, más ‘óptica’ hasta que (presuntamente) se pueda identificar un chivo expiatorio que pueda llevar la lata de una eventual debacle en Ucrania. ¿Quién podría ser? Bueno, la fábrica de rumores insinúa que la saga de los documentos clasificados de Biden es una artimaña destinada a conducir a la partida de Joe Biden antes de las primarias demócratas.

Quién sabe… Pero lo que es evidente es que hay una facción en EEUU, que al igual que los europeos, se opone a la predisposición del Biden Team a la escalada. Los europeos temen una guerra cinética en Europa, mientras que la facción estadounidense teme más la perspectiva de un colapso financiero, en caso de que la guerra se amplíe.

Por supuesto, Moscú tampoco quiere una guerra más amplia, aunque debe prepararse para tal contingencia.

Moscú también será consciente de que las continuas provocaciones militares occidentales (es decir, los ataques con aviones no tripulados en Crimea) son aprovechadas con entusiasmo por los halcones con la esperanza de desencadenar una escalada rusa. De hecho, los halcones argumentan que la ausencia de tales represalias por parte de Rusia se aduce como evidencia de debilidad, lo que justifica dar un paso cualitativo más allá, en provocaciones posteriores.

Sin embargo, es poco probable que Rusia muerda el anzuelo: tiene la ventaja estratégica real en todas las áreas de compromiso con las fuerzas ucranianas. Mientras que Occidente solo tiene la efímera ventaja de la escalada óptica .

El equipo de Putin tiene la libertad de manejar cualquier paso escalonado (a modo de represalia) en forma de minicañón, por lo que para evitar darles a los guerreros de Washington su esperada clavija de ‘Pearl Harbor’ (como cuando la flota de los EE. UU. se quedó atada y anclada, como un objetivo destinado a atraer un ataque japonés).

*Alistair Crooke, es un exdiplomático británico y es el fundador y director del Foro de Conflictos con sede en Beirut, una organización que aboga por el compromiso entre el Islam político y Occidente.

Fuente original: Strategic Culture Foundation

Marco Carnelos* – Middle East EyeTraducido para el CEPRID por María Valdés

Es muy probable que 2022 sea recordado como uno de los años cruciales del siglo XXI. Se sentará junto con 2001 (ataques del 11 de septiembre), 2008 (la crisis financiera mundial) y 2020 (la pandemia de Covid). Será recordado como el primer año después de más de tres décadas en el que el riesgo geopolítico ya no pudo descontarse  de las consideraciones económicas y financieras. La geopolítica importa y hoy en día es mucho más que una consideración en el sector corporativo. El año pasado probablemente será visto como un punto de inflexión, cuando el mundo comenzó su cambio tectónico de un orden unipolar posterior a la Guerra Fría a uno multipolar aún indefinido e incierto.

Durante las últimas tres décadas más o menos, el orden mundial se ha construido sobre tres pilares principales: la hegemonía indiscutible de Estados Unidos; la globalización como su orden económico no discutido; y el dólar estadounidense como moneda de reserva mundial indiscutible y cámara de compensación financiera. Ahora todos están siendo interrogados.

Transición evolutiva

En 2022, terminó una fiesta de tres décadas, con baja inflación, bajas tasas de interés, bajos precios de las materias primas, impresión de dinero sin restricciones y flexibilización cuantitativa masiva. La perspectiva ahora es diferente. Los líderes y los tomadores de decisiones parecen despistados y desorientados, sin mencionar a las personas a las que gobiernan. Es un estado mental descrito como zeteofobia: una parálisis frente a elecciones que alteran la vida.

Según el profesor Barry Buzan, coautor de The Making of Global International Relations , el llamado orden mundial basado en reglas, y hasta ahora liderado por Estados Unidos, está soportando una transición evolutiva en la que «Chin , India y el mundo islámico están reclamando su estatus cultural… no solo su riqueza y poder… sino también [re]-adquirir la autonomía cultural que habían perdido”.

Es vergonzoso, un verdadero accidente de la historia, que el conflicto en Ucrania haya sido el catalizador de tal “recuperación de la autonomía cultural”. El resultado neto ha sido una política global fracturada, que ha colocado al Occidente Global y al Resto Global en dos caminos diferentes con respecto al conflicto y otros problemas globales.

Nada simbolizó mejor esta división que los patrones de votación en diferentes organismos de la ONU con respecto al conflicto. El Resto Global no creyó la narrativa del Occidente Global sobre el conflicto como un punto de inflexión de la historia, donde las democracias están llamadas a unirse para enfrentar el asalto de las autocracias. Tampoco compraron las sanciones adoptadas para castigar a Rusia.

Las percepciones centradas en Occidente de los acontecimientos mundiales han sido descartadas por completo por primera vez. Un ministro de Relaciones Exteriores de una de las naciones BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) lo resumió de manera inequívoca: los problemas de Europa y Estados Unidos ya no son los problemas del mundo entero.

La dialéctica entre Occidente Global y Resto Global será uno de los principales motores geopolíticos de los próximos años, con la competencia entre EEUU y China como piedra angular.

Se prevé un realineamiento del equilibrio de poder en torno a una confrontación BRICS-G7. Hay una larga lista de países deseosos de unirse a los BRICS. La mayoría de ellos, curiosamente, son socios o aliados tradicionales de Estados Unidos: Argentina, Egipto, Arabia Saudita, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

¿El fin de la globalización?

También fue el año que marcó el final abrupto de tres décadas de Rusia acercándose a Occidente. Quién perdió Rusia en 2022, o por qué Rusia se perdió a sí misma, podría convertirse en tema de investigación para generaciones de historiadores.

En cuanto al pilar económico del orden mundial, lo mínimo que se puede decir es que si la integración rusa con Occidente está muerta, entonces la globalización no goza de buena salud. Algunos expertos incluso han escrito su obituario.

En las últimas décadas, la economía real mundial ha trabajado sobre dos relaciones esenciales: Rusia suministrando energía barata a la UE; y enormes flujos comerciales entre China por un lado y la UE y EEUU por el otro. El primero ha terminado, el segundo está bajo asalto.

Se espera que los suministros de energía de Rusia caigan a cero en 2023, y es muy incierto si se restablecerán pronto, o incluso si se restablecerán en absoluto. Cualquier alternativa, verde o no verde, será más costosa, una condición que también podría afectar la competitividad general de la UE.

En cuanto a los mercados de EEUU y China, se están formando algunas nubes. La Ley de Reducción de la Inflación de EEUU está recreando las tensiones comerciales transatlánticas, mientras que la Ley de Chips y Ciencia, promulgada en agosto pasado por la administración Biden, se asemeja a una guerra tecnológica contra China.

La economía de EEUU se ha disparado debido a su relación comercial con China. El sector corporativo de Estados Unidos ha subcontratado en gran medida la producción a China, convirtiendo a este último en el taller de los EEUU.

Todos estaban contentos: los chinos, con sus crecientes volúmenes de exportación y por obtener el conocimiento tecnológico estadounidense; los consumidores estadounidenses, con su oferta de productos baratos comprados con crédito barato (tasas de interés bajas o nulas); las corporaciones estadounidenses, con sus enormes ganancias obtenidas a través de los costos laborales chinos baratos; y, por último, el Tesoro de EEUU, con bonos de hasta 1 billón de dólares suscritos por el gobierno chino.

Ahora todo está en riesgo. Según los responsables estadounidenses, China es ahora la principal amenaza a la que se enfrentará Estados Unidos en el siglo XXI, una valoración que, en cierta medida, también comparte la UE.

Efectivamente, en solo una generación, China pasó de una economía campesina pobre especializada en productos intensivos en mano de obra a una avanzada, solo superada por Estados Unidos. Beijing es líder en comunicación 5G, baterías para vehículos eléctricos y paneles solares para la generación de energía renovable, sin mencionar la inteligencia artificial. Todos los sectores top que decidirán quién liderará la cuarta revolución industrial.

El dilema de Europa

Hay riesgos crecientes de bloques comerciales que compiten entre sí, lo que provoca turbulencias en los mercados de productos básicos, energía y alimentos, con posibles consecuencias negativas adicionales para las cadenas de suministro mundiales.

El debate sobre la amenaza de China ha terminado en Washington y no hay evidencia empírica que pueda empujar al establishment estadounidense a revisar su evaluación. En Europa, todavía hay sentimientos encontrados.

En cualquier caso, en 2023 Europa se enfrentará a un duro dilema: alinearse de lleno con la narrativa estadounidense sobre la amenaza china y, en consecuencia, revisar su postura del mismo modo que lo hizo con Rusia y pagar consecuencias económicas aún más nefastas; o seguir un enfoque más matizado. Este será uno de los desarrollos geopolíticos más importantes a observar.

Una guerra económica, financiera y tecnológica entre EEUU y la UE por un lado y China por el otro es lo último que necesitaría la economía mundial en un momento así.

El orden financiero mundial también está bajo ataque. Los BRICS y algunos otros países que aspiran a unirse (BRICS plus) aparentemente están decididos a liberarse de un sistema controlado exclusivamente por los EEUU utilizando monedas alternativas al dólar y redes comerciales y financieras alternativas al Swift controlado por Occidente y las cámaras de compensación estadounidenses para pagos.

Aparentemente, esto comenzó con el comercio de productos básicos, particularmente en energía. El presidente de China, Xi Jinping, realizó recientemente una visita a Arabia Saudita, donde también se reunió con todos los demás líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Su discurso sentó las bases para el nacimiento del  petroyuan , destinado a competir con el petrodólar. Propuso “un nuevo paradigma de cooperación energética en todas las dimensiones” que en tres a cinco años debería fortalecer la cooperación energética China-CCG en el sector upstream, en servicios de ingeniería, así como downstream, en transporte y refinería.

Incluso propuso la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghái como plataforma para la liquidación en yuanes del comercio de petróleo y gas.

El déficit de 31 billones de dólares de Estados Unidos

Los analistas de Credit Suisse han llamado la atención sobre el posible impacto en el dólar estadounidense si todo el petróleo y el gas enviados a China se facturan en renminbi. India, Rusia y Brasil, ahora gobernados nuevamente por Luiz Inácio Lula da Silva, podrían seguir.

¿Qué le sucedería al dólar estadounidense si el Banco Popular de China, la Autoridad Monetaria de Hong Kong, el Banco de Tailandia y el Banco Central de los Emiratos Árabes Unidos crearan monedas digitales del banco central que permitieran transacciones transfronterizas, entre pares y en tiempo real, y transacciones de divisas sin involucrar la moneda estadounidense y la red de bancos correspondientes administrados por el sistema del dólar estadounidense?

¿Cómo manejaría Estados Unidos su déficit, que esta semana  alcanzó un máximo de 31,4 billones de dólares, si no solo surgieran bloques comerciales opuestos sino también sistemas financieros alternativos?

Este cambio tectónico ahora se llama la competencia de las grandes potencias . La competencia parece una palabra tan tranquilizadora. Evoca el deporte, un ambiente regido por el juego limpio, donde los jugadores se dan la mano después del partido. Desafortunadamente, la política global se lleva a cabo en un campo de juego muy diferente. Los intereses en conflicto pueden tomar un giro peligroso, y lo que hemos estado viendo hasta ahora es todo menos juego limpio.

Más bien, parece más un peligroso juego de suma cero.

Marco Carnelos* es un exdiplomático italiano. 

Ha sido asignado a Somalia, Australia y las Naciones Unidas. Formó parte del personal de política exterior de tres primeros ministros italianos entre 1995 y 2011. Más recientemente, fue enviado especial coordinador del proceso de paz de Oriente Medio para Siria para el gobierno italiano y, hasta noviembre de 2017, embajador de Italia en Irak.

Fuente CEPRID https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2761