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Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:
Analizamos la 55 Conferencia de Seguridad de Múnich (15 al 17 de febrero) sobre la cual hay un apagón informático tremendo allí se tratara: ¿que hacer con los retazos del mundo unipolar que cayó?
Se quiere limitar el impacto en la opinión pública local nacional como ocurrió con la Cumbre de Davos que este 2019 falleció cuando el Secretario de Estado de EEUU: Mike Pompeo le extendió el certificado de defunción. Tantos años se habló de la misma aca, con euforia adolescente y ahora?. parece que nunca existió
2019 es un año bisagra
El bloqueo informativo está totalmente premeditado, en el mientras. Otros organismos que ya están descomponiéndose son el G7; el G20 y la Unión Europea después del Brexit ni que hablar de ONU/FMI/BM y la OEA, etc.
Pareciese que “no” conviene a los aprendices de brujos locales que el común de la gente sepa qué mundo se viene
En el mientras tanto, los ponen a dos retardatarios como de Milei y Espert o cortinas de Humo como como un juez de servilletas y travesuras politiqueras de Durán Barba.
El «futuro» Nuevo Orden ya llegó
Carlos Pereyra Mele Director de DG
AUDIO:
Otro comentarios: Alfredo Jalife-Rahme: Análisis sobre la Conferencia de Seguridad de Múnich 2019 en Actualidad RT
En el marco de la Conferencia de Seguridad en Múnich (Alemania), el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó a la Unión Europea a abandonar el pensamiento colonial y buscar una mayor apertura e independencia en cuanto a su defensa. Por su parte, Alfredo Jalife-Rahme, profesor de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, opinó que con su política Washington intenta tratar al Viejo Continente como a un «vasallo».
El gran rompecabezas
*Juan Martin González Cabañas
“¿Quién recogerá las piezas del orden mundial en desintegración?» Esta es la pregunta principal del Informe de Seguridad de la Conferencia de Múnich 2019, foro líder para el debate de asuntos estratégicos y de seguridad / defensa a nivel mundial.
En la agenda de la conferencia figuran temas como la búsqueda por la reafirmación de la Unión Europea, la cooperación transatlántica, así como las posibles consecuencias de una renovada era de competencia entre grandes potencias. En este contexto proporciona una visión general de los principales retos de la política de defensa y seguridad globales, el informe continua:
∙ “Al observar el estado actual de los asuntos internacionales, es difícil escapar a la sensación de que el mundo no solo es testigo de una serie de crisis cada vez más grandes. Más bien, todo el orden internacional liberal parece desmoronarse, nada será como antes. Desde el colapso de la Unión Soviética, el panorama de la seguridad mundial nunca ha sido más peligroso. Estamos experimentando un cambio de época, ya que una era está llegando a su fin, y por ahora solo son visibles los contornos generales de una nueva era geopolítica. Si bien algunos estados se comprometen a mantener el orden internacional liberal, es cuestionable si ellos, a menudo distraídos por otros desafíos de la política interna y externa, pueden asumir este papel”
El análisis de las tendencias internacionales clave se combina con los contornos de las directrices doctrinales de la política de seguridad europea. En cuanto a su peso y contenido, el informe sigue siendo una de las revisiones más importantes y más esperadas en la escena mundial. Proporciona una fuente disponible donde se puede determinar la orientación estratégica de la política exterior occidental, así como la dirección que está tomando intelectualmente.
Uno de los puntos clave es la pérdida de orientación, la destrucción del viejo orden mundial, las amenazas al mundo liberal «basado en las reglas» y los contornos oscuros del orden mundial. Es ahora muy difícil discutir la tesis sobre la larga transición. En los últimos años la idea de la crisis del viejo mundo y la incertidumbre asociada con el nuevo se han generalizado (el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Melé, vislumbraba hace años las transformaciones actuales, en base al seguimiento de megatendencias)
El informe de este año analiza la reorganización de las piezas centrales del orden internacional. Además de analizar las principales potencias como Estados Unidos, China y Rusia, el informe también destaca a los actores de la «segunda línea en el orden global»: Francia, Alemania, el Reino Unido, Turquía, Canadá y Japón. Además, el informe evalúa los desarrollos actuales de la política de seguridad en regiones seleccionadas como en los Balcanes Occidentales, en la región del Sahel y en el Medio Oriente, el desafío global al control de armas en el contexto del recientemente suspendido Tratado INF (tratado de misiles de alcance intermedio) y las tecnologías emergentes como las armas hipersónicas. Otros temas globales cubiertos son las implicaciones de la política de seguridad de en las áreas de comercio internacional, crimen organizado transnacional e inteligencia artificial.
El coro occidental hace eco sobre narraciones similares encontradas en Rusia, China, India y otros países sobre el mantra repetido sobre la inevitable desaparición del mundo unipolar y la larga transición hacia un mundo multipolar y policéntrico (tema que se debate poco y sin la importancia debida en Sudamérica)
El presidente de de la conferencia Wolfgang Ischinger sostuvo antes del evento:
∙ «Al mirar el estado actual de los asuntos internacionales, es difícil escapar a la sensación de que el mundo no solo es testigo de una serie de crisis cada vez más grandes, sino que hay un problema más fundamental. De hecho, parece que estamos experimentando un «reorganización de las piezas centrales del orden internacional. Se está desarrollando una nueva era de competencia entre grande potencias, entre los Estados Unidos, China y Rusia, acompañada por un cierto vacío de liderazgo en lo que se conoce como el orden internacional liberal«,
Conclusiones:
“¿Qué hacer?” frente al nuevo (des)orden mundial.
Según el informe la conclusión es clara: preservar el supuesto orden mundial liberal por todos los medios, racionalizar la política de los Estados Unidos y aislar a Rusia y China o hacer que regresen a sus roles habituales. (“renovación del orden”).
Pero un retorno al antiguo orden del “momento unipolar” es poco probable. Valdría la pena pensar en los parámetros del nuevo mundo, así como el papel que todos los jugadores clave podrían desempeñar en su construcción, un verdadero concierto de las naciones en el siglo XXI. Quizás esto proporcionaría una clave para la solución del problema de la competencia entre grandes potencias.
*Juan Martin González Cabañas Analista Junior en Dossier Geopolitico
Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo
Difícil tiempos atraviesa nuestro subcontinente Suramericano –En especial la intervención en Venezuela-,
Pero empezaremos a explicar que lo que ocurre en estos momentos es el desarrollo en nuestro continente de un conflicto del Nuevo Orden Mundial con un enfrentamiento entre EEUU y China-Rusia y que se vio claramente en lo ocurrido en Davos donde el Secretario de Estado de EEUU: Nike Pompeo -Dictamino la Muerte de la Globalización, como la conocemos-. Todo ello causó un revuelo entre los seguidores de esa línea que quedaron a la intemperie. Y por otro lado empezamos a ver el resurgimiento de los estados nacionales. Estos cambio de poder global se notan en la retirada de EEUU de algunas zonas y reforzar su mal llamado “patio trasero” (Pues américa latina, NO es patio trasero de nadie); con la aplicación de la doctrina Monroe -América para los (norte)Americanos- y la de Nicolas Spykman -Impedir la Union Suramericana-; aplicando las herramientas de Gene Sharp (Lucha «pacifica») para derrocar gobiernos hostiles a los intereses de Washington (bajo la falacia de apoyar la “democracia” y la “libertad” por ellos entendida).
Sostenemos desde Dossier Geopolitico:
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el Principio de la nacionalidades
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La autodeterminación de los Pueblos “políticamente constituido”
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Sostenemos una posición superadora para estos tiempos la de la “Tercera posición”
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Y también consideramos que debe ser regla de nuestra Politica exterior: el Respeto, Unidad, Cooperación e integración entre los pueblos Suramericanos, las cuales nos debe regir como Norma. Y respetar a rajatabla la Doctrina Drago y Calvo -generadas por nuestra Diplomacia- y el de Neutralidad cuando está en juego a nivel mundial un enfrentamiento entre Potencias.
Listado del Top Ten de Naciones para el 2030 según los Tanques de Ideas Occidentales, lo que demuestra las luchas actuales:
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China
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India
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EEUU
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Indonesia
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Turquía
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Brasil
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Egipto
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Rusia
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Japón
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Alemania
AUDIO https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_31845457_1.html?fbclid=IwAR1opyeSKUGRE-xLNZrbs9sPfP6165E4wLQLz_-j_5-XqmLWUIqg-8gl9PQ
DOSSIER GEOPOLITICO (DG), ante la grave situación que afecta a la Paz y Seguridad de nuestro Continente Suramericano, que es nuestro lugar espacial en el mundo. Difunde estas posiciones de dos colaboradores de DG: Antonio M. Mitre y Carlos Pissolito, con las que concordamos el grupo DG. Argentina, 25/1/2019. Carlos Pereyra Mele Director DG
VENEZUELA I:
Con relación a lo que está sucediendo en la República Hermana de Venezuela quiero sentar mi posición de aquí en más para los diversos artículos de opinión y noticias que les haga llegar por redes sociales y por el Sitio Oficial de Dossier Geopolitico. Me sostengo ideológicamente en la Doctrina Justicialista que en Política Exterior se guía por el Principio de las Nacionalidades, y sostiene la autodeterminación de los pueblos políticamente constituidos y postula una Tercera Posición que supere al capitalismo demoliberal y al comunismo marxista ( que algunos creían que estaba «demodé» y que hoy tiene más vigencia que nunca). Sostengo a rajatabla los principios, de Soberanía, Integridad Territorial de las Naciones y de no Intervención en sus Asuntos Internos.
Siendo la Soberanía un valor fundamental, que es la diversidad que los pueblos pueden aportar a la construcción de una integracion mundial Justa y Solidaria: el «universalismo».
Sostenemos el principio de Respeto, Unidad, Cooperacion e Integracion entre los Pueblos Suramericanos, que por su lengua, creencias e historia comunes son integrantes de un espacio común, la Patria Grande, que es nuestra responsabilidad construir políticamente y por la que lucharon San Martin, Bolívar y Peron.
Nos oponemos al clásico e histórico principio de intervención de los EEUU en los asuntos internos de otros países ( y la coreografía de amanuenses que lo siguen), con una versión revisada para el siglo XXI de la Doctrina Monroe -América, para los NorteAmericanos-, porque profundiza las divisiones internas de los pueblos y facilita su dominación.
En estos momentos los EEUU tratan de aplicar en Venezuela el mismo guión que en Libia y Siria, para destruir la matriz institucional y social del país, ahondar sus divisiones internas, profundizar los enfrentamientos y llevarlos a un estadio de guerra civil ( con participaciones externas) – con la herramienta de una OEA militarizada-, producir migraciones y apoderarse y controlar los recursos naturales ( petróleo, minerales). Fogoneando hasta llegar si lo consideran necesario a una Guerra Civil o con una eventual intervención militar que va a ser catastrófica no sólo para Venezuela, sino también para el subcontinente. Caso Triple Frontera.
Aca no se trata de estar en contra o a favor de Maduro, sino de defender a Venezuela, su Identidad e Independencia de las garras del imperio, porque de ese modo defendemos nuestra propia identidad e independencia.
Por eso los países de la región no deben tomar partido por una u otra de las partes, sino que tienen que conformar un Grupo con todos los países de la región ( que contenga todas las diversidades políticas) que actúe como un mediador de buena voluntad entre todas las partes enfrentadas en Venezuela para encontrar una salida pacífica, ya que lamentablemente la UNASUR ha dejado de existir -por imposición del hegemón en decadencia,a través de sus gobiernos dóciles a esa política.
Porque de la solución pacífica de la crisis venezolana depende mucho la estabilidad continental y nuestro futuro.
Córdoba 25/1/2019
Dr. Antonio Merched Mitre Colaborador de DG
Carlos Pereyra Mele Director de DG
Venezuela II
PORQUE la ARGENTINA NO DEBE INTERVENIR en el CASO de VENEZUELA.
Por Carlos Pissolito (*)
Para el realismo en las RRII los actores principales son los Estados Nacionales, surgidos como tales tras la Paz de Westfalia, hace unos 300 años.
Para los idealistas, ya sea en su versión socialista o liberal, por sobre los Estados hay entidades superiores. Para los primeros, la clase obrera, para los segundos la Democracia y el Mercado.
A los efectos, tras la 2da GM se creó la ONU. Su Consejo de Seguridad, integrado por EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia es quien adopta las resoluciones relacionadas con la paz y la seguridad mundial.
Pocas veces se han puesto de acuerdo. Ya que los socialistas (Rusia y China) vetan a los liberales (EEUU, GB y Francia) y viceversa.
La Argentina, que no es una potencia, pero que supo ser un país orgulloso de su independencia. Consagró el principio de la injerencia en asuntos internos de otros Estados.
Concretamente, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, Drago que era canciller. condenó el uso de la fuerza por parte de GB, Alemania e Italia contra Venezuela por el cobro de una deuda.
Hoy, Venezuela es el escenario de la confrontación entre los EEUU contra la presencia de China y de Rusia en la región.
La Democracia funcionan como una excusa. Si fuera cierto por qué no hacerlo contra la misma China que no tiene elecciones. Lo mismo con los DDHH, porque no hacerlo contra Arabia Saudita que no los respeta.
Como lo dicen ellos mismos: «business are business». Es el mercado el que manda.
Entonces, como argentinos deberíamos preguntarnos dónde está nuestro negocio. O si, simplemente, hemos dejado de ser lo que solíamos ser.
Mendoza, 25/1/2019
(*) Cnel (R) Carlos Pissolito Colaborador de DG
CONFERENCIA EN LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA DEL EJÉRCITO DE PERÚ
El Director de Dossier Geopolitico Lic. Carlos Pereyra Mele, fue invitado el viernes próximo pasado a disertar en la Primera conferencia del año lectivo para los oficiales alumnos de los Cursos de la VII y VIII cohorte de la maestría de Estrategia. Presentado por el Sr. Tte Crl Jose Avalos Arellano, como analista político argentino, especialista en geopolítica y geoestratégia suramericana, disertó sobre: “500 años de dominio occidental llegan a su fin.
Inició su conferencia con un agradecimiento al Perú, por ser unos de los países que brindó apoyo a Argentina en momentos cruciales de su historia, durante la Guerra del Atlántico Sur.
Algunos de los pasajes de su Conferencia:
Globalizados: El mundo está cambiando. La Geopolítica ha reemplazado a las ideologías en los conflictos internacionales. Las actuales condiciones de fragmentación no se reducen a problemas coyunturales de las capacidades estatales o a fallas puntuales en el sistema políticos sociales. Antes bien, hay que pensar el presente como un momento fundacional y al mismo tiempo problemático de la experiencia de un mundo en un estado de transición a la multipolaridad. La Globalización como fenómeno y proceso histórico tiene una velocidad inédita. La política mundial se entremezcla con la política nacional y regional, los límites de sus esferas se tornan débiles conformando una triple relación dialógica entre lo local, regional y mundial.
Pensamiento estratégico: En consecuencia, dado los cambios Geopoliticos y el Nuevo Orden Mundial en conformación que se da, por enfrentamiento entre los Países que denominamos: Atlantistas contra Continentalistas. Estamos transcurriendo este primer cuarto del Siglo XXI y con una nueva posibilidad para rescatar y re definir un auténtico Pensamiento Estratégico y Geopolitico para nuestra Isla Continente: Suramerica
“Pues América, nos exige a los americanos no imitar para llegar a ser dueños de nosotros mismos y así fundar una estirpe. Para esto, ella, nos ofrece su grandiosa matriz que definimos como lo hóspito.”
Planificación: Para ello deberemos romper con estructuras mentales y paradigmas que nos fueron impuestas como verdades reveladas y tener ese pensamiento crítico y práctico, para obtener la suficiente libertad de pensamiento que permita diseñar políticas de estado propias y no ser meros espectadores de los cambios mundiales. Pero para ello deberemos partir de un análisis internacional serio y basados en hipótesis concretas para poder tener ese pensamiento crítico estratégico propio, que no nos cansaremos de convocar.
Choque entre Atlantistas y Continentalistas: realizó una breve descripción de Atlantistas (EEUU, Unión Europea, Japón) y los Continentalistas (China, Rusia, Turquía, Irán, India) y además transmitió las Tendencias hacia el 2030 (realizadas por los tanques de Ideas de EEUU y Europa), donde solo quedan EEUU y Alemania dentro de las 10 primeras economías mundiales y las Euroasiáticas desplazan a todos los demás miembros del ex G7.
“Tablero Inestable” y sus consecuencias sobre nuestro Continente Sur Americano.
A este tablero inestable lo sintetizamos hoy en el 2018, así:
1. Nivel supremo. Multipolaridad con tres centros: Washington, Moscú y Pekín.
2. Nivel de elevada autodeterminación. Unión Europea y Japón.
3. Nivel de resistencia: India, Turquía, Sudáfrica, Australia, Canadá, Brasil que tienen capacidad de limitar la interferencia de la globalización en su propio territorio. O sea tienen autodeterminación interna y muy limitada autodeterminación externa.
4. Nivel de dependencia. El resto de los países, prácticamente toda Iberoamérica.
Concluyó: Siempre nos dicen que cuando hay una crisis, también hay oportunidades, como vimos en la descripción anterior, el mundo está en reconfiguración y por ello en crisis. Y recordemos entonces que la historia, tal como en la primera década de del siglo XIX, nos pone de nuevo ante la posibilidad, de alcanzar un nuevo estadio de independencia ya no solamente formal política, sino cultural, económica tecnológica.
Hoy en día, los cambios mundiales vuelven a darnos una oportunidad de consolidar una unidad regional que nos permita tener la capacidad de limitar la interferencia de la globalización en nuestro propio territorio, en un mundo ávido de recursos naturales y con la venta de los mismos, Para utilizar los capitales obtenidos el fortalecimiento de las áreas de Ciencia y Tecnología y poder entrar en el mundo de la revolución industrial 4.0. Se impone entonces el “realismo político”: aquel que nos permite asumir con un cierto escepticismo los proyectos teóricos, pero no por eso dejarlos de pensar e intentar realizarlos.
Perú, Lima, 18/01/2019
Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo
Primer análisis Radial Geopolítico de las tendencias globales en este 2019.
Camino a cerrar el primer cuarto de este Siglo XXI.
Y las proyecciones posibles
Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de DG
AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_31276558_1.html?fbclid=IwAR1IlHp_mdolgqs8hR1JRAGIdqWA5XCKOFvaAxlLWX8TkNcX-J5WDAkhzo4
Acompaño el informe elaborado por la ESADEGeo la institucion donde Curse sobre Gobernaza Mundial y Geopolitica, Carlos Pereyra Mele
Texto finalizado el 18 de diciembre de 2018. Esta Nota Internacional es el resultado de una reflexión colectiva por parte del equipo de investigación de CIDOB en colaboración con ESADEgeo. Coordinada y editada por Eduard Soler i Lecha, se ha beneficiado de las contribuciones de Hannah Abdullah, Dídac Amat, Anna Ayuso, Jordi Bacaria, Moussa Bourekba, Victor Campdelacreu, Ignasi Camí, Carmen Claudín, Carme Colomina, Anna Estrada, Francesc Fàbregues, Oriol Farrés, Agustí Fernández de Losada, Blanca Garcés, Eva Garcia, Francis Ghilès, Sean Golden, Josep Maria Lloveras, Óscar Mateos, Sergio Maydeu, Pol Morillas, Yolanda Onghena, Francesco Pasetti, Enrique Rueda, Olatz Ribera, Jordi Quero, Cristina Sala, Elena Sánchez, Héctor Sánchez, Ángel Saz, Antoni Segura, Cristina Serrano, Marie Vandendriessche, Lorenzo Vidal y Eckart Woertz.
En 2019 van a ponerse las cartas sobre la mesa. Hay mucho en juego: el futuro de las instituciones del orden internacional, la democracia, la dignidad y también los derechos sociales y laborales, que muchas sociedades consideraban adquiridos o se daban por descontados. Veremos cuán potente es la ofensiva para erosionar estos principios pero también cuán ágil y creativa es la capacidad de resistencia. En esta pugna surgirán oportunidades. Son viejos combates pero con protagonistas renovados e ideas nuevas. Será una partida a varios niveles: entre las principales potencias, entre distintas concepciones del orden internacional y también entre distintas ideas de sociedad. Este tercer choque adquirirá mayor relevancia si, frente a todos aquellos que propugnen el repliegue, la mano dura y el mirar por uno mismo, se consolidan formas de resistencia positiva entre cuyos protagonistas encontraremos al feminismo como gran fuerza transformadora, al activismo digital y a unos espacios urbanos orgullosos de sus sociedades abiertas, diversas y conectadas. La partida no terminará en 2019 pero sí será un momento de toma de posiciones, de definición de alianzas y estrategias. La relevancia de este año no estará determinada por el resultado final de este enfrentamiento sino por la constatación de que lo que está en juego son elementos básicos del progreso global. En 2019 volvemos a lo básico.
1. Las reglas del juego: multilateralismo y polaridad
Desde que Donald Trump tomó posesión, Estados Unidos ha ido menoscabando el multilateralismo. En 2018 los norteamericanos cortaron la financiación de la UNRWA (la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos), abandonaron las negociaciones para el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, se retiraron del acuerdo nuclear con Irán (conocido por las siglas JCPOA), del Tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces) que se firmó en 1987 con la Unión Soviética y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Nada indica que esta tendencia vaya a revertirse en 2019. Es más, algunos países pueden seguir sus pasos, por sintonía con la política exterior de Trump, o porque se sientan mal representados en estos marcos multilaterales y consideren que su cuestionamiento es ahora más aceptable que en el pasado. Los anuncios a finales de 2018 de que Brasil rechaza la presidencia de la COP25 o las bajas de varios países europeos del Pacto Mundial para las migraciones apuntan hacia esta tendencia.
La tensión entre China y Estados Unidos, con la guerra comercial de telón de fondo, mantendrá en vilo al resto de actores internaciones. La cumbre del G20 en Buenos Aires consiguió aplazar unos meses la puesta en marcha de nuevos aranceles, pero la tregua no supone un cambio de rumbo que desvíe a las dos superpotencias económicas del riesgo de colisión. En 2019 pueden producirse tres escenarios: el choque, una nueva prórroga o un giro sorpresa en forma de acuerdo bilateral tras el que ambos jugadores se reclamen vencedores. En cualquiera de los tres, el elemento determinante es la fuerza y la estrategia de los contrincantes y no el respeto de las reglas del juego ni al resto de jugadores. De una u otra forma, en menor o mayor medida, el multilateralismo saldrá debilitado. 2019 es un año en que se erosiona la confianza, y ello nos sitúa en peores condiciones para reaccionar concertadamente ante cualquier desafío de alcance global.
En 2019 se darán dos paradojas: China aparecerá como el adalid del multilateralismo aunque sea desde la fe del converso y se idealizarán instituciones y marcos que objetivamente ya eran disfuncionales como la Organización Mundial del Comercio o el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. También será un año en que intuiremos si el problema son las reglas del juego – si es el caso, habrá quien proponga reglas nuevas – o si asistimos a una crisis de valores más profunda y por lo tanto la alternativa es jugar sin reglas o sin instituciones que velen por su cumplimiento.
También será un año en que sabremos si esta es una partida en la que hay sólo dos jugadores relevantes – avanzando así hacia una nueva dinámica bipolar pero con reglas obsoletas – o si el resto de jugadores deciden dar un giro y jugar su propia mano. 2019 debería ser un año para tomar cartas, singularmente por parte de actores que, como la Unión Europea, han estado defendiendo con mayor ahínco el multilateralismo y que van a tener que decidir si optan por dar un paso adelante en la defensa de las instituciones y marcos ya existentes o, por el contrario, asumen que se ha entrado en una nueva fase en que la mejor forma de defenderlo es aceptando su fragmentación. En otras palabras, si aceptan que habrá partidas simultáneas o, lo que es lo mismo, que ante la ausencia de consensos globales podrían primar los acuerdos de alcance regional o interregional. Si esta es la opción, se enfrentarán a un problema añadido: la rivalidad entre potencias regionales – a menudo en clave ideológica – que ya está tomado como rehén a muchas organizaciones.
2. Preparándose (o no) para la próxima crisis económica
En 2019 se especulará cada vez más sobre cuál será el desencadenante de la próxima crisis económica global y sobre si estamos mejor o peor preparados para hacerle frente que en 2008. Se plantearán tres posibles causas: los efectos disruptivos de la colisión comercial entre Estados Unidos y China; una crisis mayor y más generalizada de los países emergentes; o que algunos de los flancos débiles de la Unión Europea vuelvan a sembrar la incertidumbre a nivel global.
El progresivo final del ciclo de expansión monetaria, las fluctuaciones en los mercados de la energía y el temor a un efecto contagio entre y desde economías emergentes pueden ahondar las dificultades financieras que ya se experimentaron en 2018. Cuanto más endeudada en dólares esté una economía, más se resentirá de un aumento de tipos en Washington en forma de depreciación de la moneda, inflación descontrolada y dificultad para acceder al crédito. Aquellos gobiernos que ya introdujeron medidas de austeridad en 2018 como Brasil, Argentina, Venezuela, Turquía, Argelia, Egipto, Sudáfrica, Sudán o Pakistán pueden resentirse aún más de una percepción de deterioro económico que se traduzca en aumento de la conflictividad social. En algunos de estos países las turbulencias económicas pueden amplificarse por la coincidencia con procesos electorales, sobre todo una vez las elecciones se hayan celebrado y toque implementar nuevos recortes. Por orden cronológico, los turcos eligen a sus alcaldes en marzo, los argelinos al presidente en mayo, los sudafricanos tienen elecciones generales en algún momento entre mayo y agosto y los argentinos lo harán el 27 de octubre.
Si, en cambio, ponemos el foco en Europa los principales quebraderos de cabeza serán Italia y el Brexit, tema que desarrollamos más adelante. Italia lleva más de dos décadas de bajo crecimiento pero consiguió sortear el fantasma del rescate durante la crisis anterior. El principal temor esta vez será que, en caso de dificultades económicas severas, la eurozona no tenga ni voluntad política ni recursos suficientes para poner la tercera mayor economía del euro a flote y protegerla de los choques especulativos. La premisa de que Italia es “too big to fail” aumentará la actitud desafiante del gobierno italiano respecto a las instituciones europeas. Si se aplica el Procedimiento de Déficit Excesivo a Italia, con la obligada votación-decisión del Consejo de la Unión Europea, se enfrentarían las opciones de defender al euro de las crisis de la deuda y la de defender la soberanía presupuestaria de los estados miembros. El año en que el euro celebra el veinte aniversario de su creación, la Unión Europea puede verse obligada a escoger entre lo malo y lo peor, y la gestión de estas turbulencias tendrán (pre)ocupados a los mercados.
A diferencia de lo que sería razonable, la constatación de que tarde o temprano va a haber una crisis económica y la identificación de los puntos débiles no se traducirá en una aceleración o intensificación de las medidas para hacerle frente con mejores garantías y menores costes. Los optimistas – ojalá acierten – esperarán que el miedo al precipicio aparque la tentación del retorno al proteccionismo. No se conseguiría evitar una crisis – son cíclicas – pero sí reducir su intensidad. Mientras esperamos un nuevo choque, lo que sí continuará en 2019 son los estragos de la crisis anterior en forma de desigualdades crecientes, con derivadas territoriales y generacionales cada vez más visibles. En otras palabras, si de la crisis de 2008 sólo se han abordado parcialmente algunas de las causas, la gestión de sus consecuencias seguirá siendo un asignatura pendiente. Por eso, cuando se produzca una nueva crisis se planteará la duda de si realmente es algo nuevo o la prueba de que la anterior nunca llegó a superarse.
3. Entre la economía de plataforma y el oligopolio digital
2018 ha sido un año en que se ha generalizado la discusión sobre los efectos del modelo de negocio de muchas plataformas digitales y algunos términos como “uberización” han empezado a formar parte del lenguaje común. En 2019 se consolidará y ampliará este fenómeno y el peso relativo de las empresas digitales – incluidas las de plataforma – en la economía global continuará aumentando y, con ello, cambiará aceleradamente la percepción de este fenómeno. Estos negocios ya no se verán como simpáticas iniciativas lanzadas por jóvenes emprendedores sino como una realidad arrolladora capaz de llevarse por delante operadores tradicionales y alterar las reglas de juego del mercado de trabajo. Ya no se les percibirá como exponentes de la economía colaborativa sino como intermediarios entre actores económicos con amplios márgenes de beneficio.
Las administraciones públicas, a todos los niveles, pero también algunos sectores de la sociedad, se plantearán de forma más contundente cómo afrontar este fenómeno y, sobre todo, las externalidades negativas que pueda provocar. La naturaleza tecnológica, innovadora y a menudo desterritorializada de este modelo de negocio planteará desafíos añadidos en términos de regulación y fiscalidad. Pero también preocuparán las tendencias oligopólicas y la desprotección en materia de derechos laborales o de privacidad. Todo lo relativo a la vivienda, especialmente en grandes urbes, adquirirá especial protagonismo. La causa habrá que buscarla no tanto en el fenómeno de la economía de plataforma sino en cómo éste se suma a otras tendencias como el rentismo inmobiliario que están amplificando los problemas de acceso a la vivienda de una parte cada vez mayor de los trabajadores.
El fenómeno de la economía de plataforma será percibida y tendrá efectos diferentes en función del contexto social. Aumentarán las suspicacias en buena parte de las sociedades post-industriales, especialmente allí donde ya había unos servicios de calidad y un nivel de protección social y laboral elevada. En cambio, en muchos países en vías de desarrollo, y especialmente allí donde los servicios son deficientes y los derechos laborales o del consumidor una ficción, la irrupción de estas nuevas plataformas será vista como una oportunidad, con efectos positivos en la vida cotidiana, como una fuente de inspiración a la hora de construir una cultura más emprendedora y como fórmula para sortear redes clientelares vinculadas a menudo al poder político establecido.
Precisamente porque el debate social sobre este fenómeno va a intensificarse, desviará la atención de otro fenómeno económico (y social) tanto o más relevante: la hegemonía de un grupo muy reducido de empresas digitales y el creciente divorcio entre capital y trabajo. Actualmente las cinco principales empresas del mundo en capitalización bursátil pertenecen a esta categoría: Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Facebook. Ninguna de ellas está entre los primeros empleadores del mundo pero, en cambio, sí que están en la vanguardia de lo que subrepticiamente llaman “optimización fiscal”. Otro dato relevante: en 2018, Jeff Bezos, el fundador de Amazon, se convirtió en la persona más rica del mundo y Netflix superó a Disney como principal compañía audiovisual. 2019 será un año de nuevos records que ilustrarán tanto la fuerza de la economía digital como los riesgos de una deriva oligopólica.
4. Democracia, retrocesos globales y resistencia
El año 2018 fuerzas populistas – abiertamente xenófobas en muchos casos – accedieron al poder en países como Brasil o Italia. En 2019 deberemos estar muy atentos a si el ejercicio del poder les desgasta. También comprobaremos si los intentos de generar una estrategia política compartida por parte de este segmento ideológico tiene recorrido. Y, sobre todo, veremos hasta qué punto son capaces de forzar una marcha atrás en temas de género, inmigración, pena de muerte o derechos del colectivo LBGTI. Ahí pueden contar con la complicidad de otros “hombres fuertes” como Trump, Putin, Duterte, Orbán o Erdogan.
La intensidad de los retrocesos no se medirá sólo por lo que propugnen estas fuerzas sino por el riesgo de que otras formaciones políticas normalicen, y en el peor de los casos adopten, parte de su discurso. Existe el riesgo de caer en una trampa discursiva que obligue a escoger entre “seguridad para nosotros” o “derechos para ellos”. En 2019 una de las grandes batallas de lo que ya podríamos llamar “la internacional populista de derechas” serán las elecciones al Parlamento Europeo. Será el momento de comprobar si estos movimientos han conseguido cohesionarse y si su estrategia ya no pasa por detener la construcción europea sino más bien por apropiársela. De lo que no hay duda es que con su fortalecimiento ahondará en la fragmentación del Parlamento Europeo y en las potenciales disfunciones institucionales que podría conllevar. Pero también puede promover una nueva cultura del pacto en la que grupos como los verdes – erigidos en muchos casos como principal oposición al populismo y al repliegue – y algunos sectores de la izquierda no socialdemócrata – que capitalizan la indignación por el aumento de las desigualdades – adquirirán mayor protagonismo.
Fuera de Europa, las elecciones en Canadá también aportarán pistas sobre la naturaleza global de este combate, especialmente porque la inmigración va a ocupar un lugar destacado en la campaña electoral. Además, el hecho de que algunas de las democracias más pobladas del mundo – India, Nigeria e Indonesia o, lo que es lo mismo, casi dos mil millones de personas – tengan cita con las urnas en 2019, recordará que Occidente no es el único terreno en que se juega la defensa de la democracia y su capacidad de adaptación a los nuevos desafíos.
Las protestas emancipadoras que recorrieron medio mundo en 2011 han ido dando pie a una fase de repliegue. ¿Será 2019 un punto de inflexión? A lo largo de 2018 hemos constatado la renovada fuerza del feminismo o el trabajo de coordinación entre ciudades que, en algunas materias como el clima o la inmigración han llegado a desafiar a sus respectivos gobiernos. Cuanta más fuerza adquieran los movimientos regresivos, más dinamismo y amplitud adquirirá una resistencia que no se contentará con defender el statu quo ante sino que planteará una nueva agenda democrática. El trabajo en red y la combinación entre mecanismos tradicionales de movilización social y nuevas tecnologías marcará el avance en la consecución de esta agenda.
5. Realidades paralelas, crisis de confianza y combate digital
Las elecciones brasileñas de 2018 apuntaron a una transformación del uso de la (des)información en la acción política, que se traslada desde las redes sociales y las plataformas abiertas a los espacios digitales cerrados y de confianza como los grupos de WhatsApp. Esto obliga a repensar estrategias para adaptarse a unos parámetros legales, tecnológicos y éticos distintos. Si esta es la tendencia, algunas de las ideas propuestas en clave de regulación – especialmente centradas en las redes sociales – habrán quedado obsoletas antes de entrar en vigor.
Si en años anteriores los conceptos de moda han sido los de infoxicación, posverdad y fake news, en 2019 esta nueva sociedad fragmentada por la información se expresará cada vez más a través de las identidades on-line e irá configurando un tribalismo digital que aísla unos grupos de otros. Las nuevas tecnologías han puesto al alcance del ciudadano una cantidad ingente de información y le permiten el acceso a interpretaciones muy distintas de la realidad. Sin embargo, esta evolución tecnológica y el modelo de negocio imperante está aislando al usuario digital en comunidades que se retroalimentan y reafirman en sus posiciones, deslegitimando aquellos que piensan distinto, cuestionando la noción de objetividad y contribuyendo a la creación de realidades paralelas. Esto agudiza – y en parte viene reforzado – por la desconfianza en los intermediaros, en los expertos, en el periodismo e incluso en la política profesional. La erosión aún es mayor cuando esta desconfianza se extiende incluso al resto de ciudadanos que no forman parte de la tribu digital propia.
La fragmentación y la crisis de confianza se profundizará en 2019 y con ello lo hará también la reflexión sobre cómo afrontarlo, especialmente por parte de aquellos sectores que apuestan por sociedades abiertas. La politización y las figuras carismáticas, combinadas con mensajes positivos y nuevas representaciones –generacionales, de género, de clase e identidad- pueden ser la mejor baza para plantar cara a procesos de repliegue. Lo vimos en las mid-term elections de noviembre de 2018 en Estados Unidos. Las elecciones al Parlamento Europeo de 2019 podrían ser un segundo laboratorio para la formulación de alternativas en positivo y, quizás, un punto de inflexión a nivel de participación electoral si se plantearan en estos términos.
6. Normalización del conflicto (y de las violencias)
La mayoría de conflictos que estallaron en las últimas décadas siguen sin atisbo de solución. Hay excepciones como el acuerdo al que llegaron en 2018 Etiopía y Eritrea, el deshielo entre las dos Coreas o los avances relativos en las conversaciones entre Serbia y Kosovo. Sin embargo, la tendencia apunta hacia la cronificación de conflictos o incluso a aumentos de tensión en algunos escenarios que habían reducido su intensidad como el que enfrenta a Ucrania y Rusia. No sólo se han normalizado los conflictos sino también sus efectos: Estados que sólo lo son en apariencia, fronteras que pierden su significado y, sobre todo, necesidades humanitarias infra-financiadas y desplazamientos forzados de población que lejos de remitir siguen aumentando.
Lo que sí remite es la atención que internacionalmente se presta a estos focos de inestabilidad. Cunde la fatiga, desaparece el sentimiento de urgencia y se agota la esperanza de hallar arreglos satisfactorios para las partes implicadas. Eso no quiere decir que en 2019 no vaya a haber propuestas sobre la mesa. Un buen ejemplo puede ser el ya famoso “acuerdo del siglo” que Estados Unidos quiere propiciar para poner fin a más de setenta años de conflicto árabe-israelí. Atención a las ramificaciones electorales ya que Netanyahu puede verse abocado a convocar elecciones anticipadas. Pero tanto este plan, como otros que puedan proponerse respecto a Siria, Libia o Yemen, serán recibidos con escepticismo y, sobre todo, no se percibirán como mecanismos para acabar con la violencia sobre el terreno.
El objetivo de la acción internacional no será el de alcanzar una situación de paz y mucho menos construir estados democráticos y liberales. En un escenario de expectativas rebajadas se considerará un éxito la contención de los focos de inestabilidad, frenar el fenómeno de los territorios que escapan al control de sus estados respectivos, aumentar la resiliencia de las sociedades a la hora de absorber crisis sobrevenidas, evitar que los conflictos se extiendan hacia territorios vecinos y, sobre todo, impedir que sus efectos alcancen a los países desarrollados. Así lo veremos en la formulación y desarrollo de las misiones de Naciones Unidas, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales en los países del África occidental y del Sahel. En la medida que el objetivo sea que la situación no degenere, se normalizará un cierto nivel de violencia.
Sólo cuando las víctimas consigan hacerse visibles y cercanas, para lo que necesitarán colaboración internacional, se recuperará la atención de la opinión pública y de los dirigentes globales. Es una carrera de fondo, como están demostrando las campañas de sensibilización respecto a los Rohinyas, la guerra en Yemen o la violencia contra las mujeres en todo tipo de contextos. Una de las novedades de 2019 es que, en las discusiones globales sobre violencias, América Latina y muy en concreto América Central ocuparán un lugar más destacado que en el pasado. Las caravanas de migrantes que salieron de Honduras, Guatemala y El Salvador en otoño de 2018 ha supuesto un recordatorio de los altísimos niveles de violencia que sufren muchas sociedades latinoamericanas.
7. Voluntad de frontera: muros físicos y simbólicos
En 2019 se celebrará el 30 aniversario de la caída de un muro: el de Berlín. Sin embargo, será un año en que continuarán erigiéndose muchos más, tanto físicos como simbólicos. Las dinámicas de repliegue y voluntad de contención de los focos de inestabilidad tienen un claro reflejo en dos procesos paralelos que continuarán reforzándose en 2019: la militarización y fortificación de fronteras existentes y la externalización del control fronterizo. Las políticas de Estados Unidos y de la Unión Europea contribuirán a construir estándares internacionales -como lo hacen también Australia o muchos países asiáticos, norteafricanos y de Oriente Medio, que están poniendo un gran empeño en sellar fronteras-.
Para los migrantes, el aumento del riesgo y de la violencia en ruta provocará un mayor sentimiento de urgencia para alcanzar la meta final. Este es uno de los puntos donde España adquirirá mayor relevancia internacional en 2019. También habrá que estar muy atentos a los efectos que la militarización fronteriza tenga en espacios donde los límites territoriales existían sólo sobre el papel porque las comunidades locales las habían ignorado y habían mantenido fuertes lazos sociales y económicos. El Sahel es uno de los espacios donde esta dinámica adquiere más intensidad.
La otra cara de la moneda serán las dinámicas de transterritorialidad que tienen un viejo protagonista, las diásporas, y uno de más reciente, las redes sociales y las plataformas digitales. Aunque se erijan fronteras físicas, la circulación de ideas y de información irá en aumento, generando nuevas dinámicas (inter)culturales y, en ocasiones, de movilización política y social. Los núcleos urbanos pueden ser laboratorios de desfronterización e hibridación. Las ciudades serán el escenario donde se dirima el enfrentamiento entre la hospitalidad y hostilidad.
El aumento de las desigualdades internas como fenómeno global también está alzando fronteras sociales, menos visibles pero no por ello menos significativas. Aumenta la distancia entre aquellos espacios que generan riqueza, atraen talento e inversión, y aquellos que se quedan al margen de las dinámicas de crecimiento y que incluso se despueblan. Aumenta así una fragmentación de comunidades políticas con fuertes impactos electorales como se ha visto en Estados Unidos y en muchos países europeos. Muros invisibles también son los que segregan barrios de una misma ciudad en niveles de educación, salud, infraestructuras o equipamientos. Se demostrará que las fronteras no han de ser ni físicas ni políticas para adquirir significado.
8. Brexit enquistado
El 29 de marzo de 2019 está marcado en los calendarios internacionales como la fecha límite para que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Así se expresaron los ciudadanos británicos en referéndum en 2016 y así lo pidió su gobierno al activar el famoso artículo 50. El genio salió de la lámpara cuando el entonces Primer Ministro, David Cameron, erró en sus cálculos para preservar el control sobre el Partido Conservador. A finales de 2018, volvieron a ser elementos de política interior, y particularmente la fratricida confrontación entre tories, lo que desató todo tipo de especulaciones. ¿Podía pararse el reloj? ¿Sería posible dar marcha atrás? ¿Están ambas partes realmente preparadas para un escenario de no-acuerdo? ¿Puede renegociarse lo que ya estaba acordado?
A medida que nos hemos ido acercado al momento decisivo no se han despejado las incógnitas sino que han ido aumentando las dudas sobre cuándo y cómo terminará esta saga. Sin embargo, todos los escenarios posibles para 2019 convergen en dos certezas. La primera es que todo lo relativo al Brexit seguirá marcando la agenda europea no solo ese año sino más allá, consumiendo esfuerzos y desviando la atención de otras prioridades igualmente urgentes. El Reino Unido seguirá anclado de una u otra forma a la Unión Europea e incluso en un escenario de no-acuerdo o de ‘Brexit salvaje’ sería muy difícil dar marcha atrás a 40 años de convergencia regulatoria y relaciones comerciales, humanas y políticas entre el Reino Unido y el continente. La segunda certeza es que la sociedad británica seguirá dividida. El Brexit es un reflejo de una serie de fracturas (generacional, territorial, socio-educativa e identitaria) que aunque se han manifestado con especial intensidad en el Reino Unido están presentes también en otras sociedades europeas.
2019 debería ser un año de introspección. Momento de evaluar los riesgos y consecuencias de las decisiones tomadas desde 2016. Es muy difícil, por no decir imposible, que ninguno de los protagonistas de este episodio emerja como un ganador. Más bien se tratará de hacer recuento de las pérdidas. Los giros dramáticos que puedan darse en tiempo de descuento pueden aumentar todavía más la percepción de riesgo. Evidentemente, el Reino Unido será el país más afectado por esta incertidumbre pero sus efectos pueden extenderse allí donde los vínculos económicos y humanos con el Reino Unido son más intensos: Alemania, los Países Bajos, España y, cómo no, en Irlanda. En el caso de este último país, está en juego que el desenlace final no altere los equilibrios que permitieron enterrar un conflicto, el de Irlanda del Norte, que se prolongó durante décadas y se saldó con más de 3000 muertos.
9. Brasil: fractura con reverberaciones globales
En nuestro informe para 2018 advertíamos que las elecciones en Latinoamérica se desarrollarían en un contexto de polarización. Efectivamente, la pugna no fue por el centro sino una contraposición de modelos muy distintos, y las clases medias – temerosas de perder este estatus o hastiadas por la corrupción de gobiernos anteriores – decantaron la balanza. Las elecciones que encumbraron a Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil son el ejemplo más notable de esta dinámica, tanto por la intensidad de la fragmentación política y social como por el peso específico de este país en las Américas. Políticamente, el año 2019 empezará con la toma de posesión del nuevo presidente brasileño, programada para el 1 de enero.
Brasil es un espejo donde se reflejan, a veces de forma especialmente intensa, muchas de las dinámicas que marcarán el año 2019. Habrá que estar muy atentos a la evolución de la economía brasileña ya que será uno de los escenarios que condicionará la percepción global sobre la fragilidad o capacidad de resistencia de los emergentes o incluso donde se marcará la distancia entre distintos tipos de economías emergentes: China e India, por un lado y el resto, por el otro. Asistiremos a la fractura política y social entre los que ahora se sienten vencedores y los que han sido arrinconados que, en buena medida, son también las principales víctimas del deterioro económico. El populismo y la agresividad de la que Bolsonaro hizo gala en campaña electoral se trasladará a la acción de gobierno con fuerte componente militarista. Durante los primeros meses muchos se preguntarán si el ejercicio del poder suavizará sus posiciones. El precedente de Donald Trump no es especialmente alentador. Siguiendo con el paralelismo con los Estados Unidos veremos hasta qué punto la sociedad brasileña se moviliza contra algunas de las políticas o gestos de Bolsonaro y si emergen fenómenos de resistencia democrática con nuevas formas de movilización y mecanismos de solidaridad.
El viraje político de Brasil adquirirá relevancia global como reverberación de la visión trumpista del mundo y si abre una nueva vía de ataque al multilateralismo. No obstante, será en Latinoamérica donde este viraje político brasileño tenga mayor impacto. En 2019 la fractura regional se ahondará y Venezuela seguirá siendo uno de los epicentros. Cuba, en cambio, intentará hacer equilibrios y proseguir su política de diversificación de socios. Pero la novedad será que la alineación de Brasilia con Washington abrirá una revisión de la tradicional pugna por el liderazgo regional con México. La victoria de López Obrador en las elecciones mexicanas ha situado las dos principales potencias latinoamericanas en polos opuestos. ¿Cuál de los dos será capaz de navegar mejor y sortear las tormentas que ambos tienen por delante?
10. Irán: alcance y consecuencias de las sanciones
En 2018 dijimos que el Golfo había adquirido mayor centralidad tanto en Oriente Medio. La tendencia se mantendrá en 2019. Veremos cuán cohesionado es el bloque anti-Irán capitaneado por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí y, sobre todo, cuál es que alance y consecuencias de las sanciones impuestas desde Washington. El impacto más inmediato es el que se producirá sobre la sociedad y la economía iraní. Los principales perjudicados serán sectores reformistas del régimen que habían prometido apertura internacional y dinamismo económico. En cambio, las facciones más duras del régimen pero también los sectores asentados en una economía de autosuficiencia se sentirán más legitimados y alimentarán la retórica de que Irán debe situarse en modo resistencia. En 2019 se celebrará el cuarenta aniversario de la revolución islámica y es probable que se aproveche este acontecimiento para cohesionar el régimen ante los enemigos externos.
En 2019, también veremos si el periodo de gracia dado a ocho países para que corrijan su dependencia del petróleo iraní llega a su fin o se extiende con una nueva prórroga. La decisión vendrá condicionada por los precios del petróleo, las relaciones con Rusia y Arabia Saudí, y la capacidad para superar los cuellos de botella en materia de exportación de crudo. China y Turquía aparecerán como pulmones económicos para la economía iraní y, sobre todo, será un año en que se comprobará qué gobiernos y empresas internacionales deciden acomodarse a las exigencias estadounidenses – probablemente la mayoría – y cuáles buscan formas de esquivarlas o las desafían abiertamente. Esto consolidará la tendencia de algunos países a usar sus propias monedas en vez del dólar. En todo lo relativo a las sanciones contra Irán, el debate oscilará entre los principios – sobre todo en relación a la necesidad de mantener los acuerdos alcanzados y preservar los marcos multilaterales – y la habilidad para de defender intereses nacionales o empresariales.
Empezábamos el listado de temas que marcarán la agenda internacional hablando de una partida de la que dependían cuestiones básicas y, entre estas, cómo no, las propias normas del juego. Aunque China y Estados Unidos sean los jugadores con cartas más potentes, no hay que pasar por alto otras rivalidades. Jugadores con menos bazas pueden cambiar la dinámica del juego si desvían la atención de los principales contrincantes. La tensión entre Irán y Estados Unidos será, por lo tanto, el otro foco de atención de esta larga partida. Las amenazas y provocaciones que se profieran serán uno de los grandes factores determinantes de la agenda global. Las apuestas pueden subir y la trascendencia de esta partida se ampliará si el pulso no es sólo entre Washington y Teherán sino más bien entre la Casa Blanca y el resto de jugadores. Rusia, la Unión Europea, China y el resto de grandes economías asiáticas han hecho apuestas importantes y no se contentarán con ser meros espectadores en este duelo.
100 fechas a marcar en el calendario
1 de enero: 60 años del triunfo de la Revolución Cubana. Conmemoración de la entrada de Fidel Castro en Santiago de Cuba, que marcó el inicio de la Cuba castrista y el fin de la dictadura de Batista.
1 de enero: 20 años de la creación del Euro. En una primera fase nació como moneda contable y para pagos electrónicos hasta que el 1 de enero de 2002 entró en circulación la moneda física. Actualmente es la moneda oficial de 19 de los 28 países miembros de la UE.
1 de enero: Renovación del Consejo Seguridad de Naciones Unidas. Sudáfrica, Indonesia, Alemania, República Dominicana y Bélgica formarán parte como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en sustitución de Etiopía, Kazajistán, los Países Bajos, Bolivia y Suecia, que acaban mandato.
1 de enero: Toma de posesión de Jair Bolsonaro. Se inicia una nueva etapa en Brasil con la promesa por parte del nuevo Presidente de reducir los niveles de inseguridad en el país y de aplicar una serie de reformas estructurales.
3 de enero: 10 años del nacimiento del Bitcoin. Marcó un punto de inflexión en la llamada economía digital, permitiendo el pago de bienes y consumos mediante el uso de una criptomoneda.
18 de enero: 10 años del fin de la Guerra de Gaza. También conocida como la Masacre de Gaza duró cerca de tres semanas y provocó la destrucción de gran parte de las infraestructuras de este territorio.
20 de enero: 10 años del inicio de la crisis financiera en Islandia. Las protestas de cientos de personas frente al parlamento islandés dieron inicio a la conocida “Revolución de la cacerolas” contra una crisis económica que acabó con la quiebra de los tres principales bancos islandeses y la intervención del FMI.
20 de enero: Décimo aniversario del nombramiento de Obama como presidente de EE.UU. Buen momento para analizar el impacto de sus dos presidencias y las diferencias con la actual administración Trump.
22-25 de enero: Foro de Davos. Cita anual que reúne a los principales líderes políticos, altos ejecutivos de las compañías más importantes del mundo, líderes de organizaciones internacionales y ONGs, y los líderes culturales y sociales destacados.
3 de febrero: Elecciones presidenciales en El Salvador. Serán las sextas elecciones presidenciales desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992. La nueva presidencia tendrá que centrar su ejercicio en las tres principales preocupaciones de la sociedad salvadoreña: altos niveles de violencias, corrupción e impunidad.
3 de febrero: 50 aniversario del nombramiento de Yasser Arafat al frente de la OLP. Figura clave para entender el actual estado del conflicto abierto con Israel. Dirigió la Organización para la Liberación de Palestina hasta su muerte en 2004 tras 35 años de gobierno, recibiendo en 1994 el Premio Nobel de la Paz junto al presidente israelí Isaac Rabin y el ministro de exteriores Shimon Peres.
4 de febrero: 15 años del nacimiento de Facebook. Es la mayor red social del mundo con más de 2.200 millones de usuarios activos.
5 de febrero: 25 años de la matanza del mercado de Sarajevo. Fue una de las mayores masacres contra la población civil que se dieron durante el asedio de Sarajevo, ocurrido entre abril de 1992 y diciembre de 1995. Por esta matanza fueron condenados Radovan Karadzic, Ratko Mladic y Slobodan Milosevic por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY).
11 de febrero: 40 aniversario de la declaración de la República Islámica de Irán. El golpe dirigido por el Ayatolá Jomeini supuso la caída del Sha de Irán, Mohammad Reza Pahleví, tradicional aliado de Estados Unidos, instaurándose la República Islámica, que cambió por completo las relaciones geoestratégicas de toda la región hasta la actualidad.
15 al 17 de febrero: Conferencia de Seguridad de Múnich #MSC19. Con carácter anual es el mayor foro independiente sobre políticas de seguridad internacional que reúne a figuras de alto nivel de más de 70 países.
16 de febrero: Elecciones presidenciales y parlamentarias en Nigeria. La mayor economía africana afronta un nuevo ciclo electoral en la que el actual presidente Buhari opta a revalidar el cargo. Los principales retos de la próxima presidencia: debilidad de la economía nacional, lucha contra Boko Haram y las reclamaciones independentistas de Biafra.
24 de febrero: Elecciones presidenciales en Tailandia. El país está actualmente gobernado por una junta militar surgida tras el golpe de Estado promovido por el ejército tailandés en mayo de 2014. El partido de centroizquierda Puea Thai, dirigido por los hermanos Shinawatra, espera obtener la victoria frente a la lista propuesta por la propia junta militar.
24 de febrero: Elecciones presidenciales, regionales y locales en Senegal. El actual titular, Macky Sall, ha anunciado su intención de revalidar mandato. El país afronta una nueva presidencia con creciente inestabilidad por la amenaza terrorista en toda la región y por la persecución a líderes políticos y sociales de la oposición en los últimos meses.
24 y 25 de febrero: PrimeraCumbre UE – Liga Árabe. Se celebra a petición de la Liga Árabe que busca fortalecer sus relaciones con los países europeos. Los principales temas a tratar serán la agenda migratoria y el conflicto árabe-israelí.
16 de marzo: Quinto aniversario de la declaración de epidemia del ébola en Guinea. Supuso el inicio de una de las mayores crisis sanitarias en el mundo de las últimas décadas. Tuvo un especial impacto en Sierra Leona, Guinea y Liberia, países donde murieron cerca de 28.000 personas.
20 de marzo: Tercer aniversario del acuerdo migratorio Turquía – Unión Europea. Tres años después de su implementación, el acuerdo ha reducido ostensiblemente el volumen de la ruta migratoria Turquía-Grecia en detrimento de la ruta del Mediterráneo occidental, afectando a España. Buen momento para discutir los efectos de las políticas de externalización de fronteras a escala global.
26 de marzo: 40 aniversario del Tratado de Paz entre Egipto e Israel. La firma entre Anwar el-Sadat, presidente de Egipto, y Menájem Beguín, primer ministro de Israel, puso fin a 30 años de conflictos entre ambos países, abriendo un nuevo capítulo en la compleja historia contemporánea de Oriente Medio.
29 de marzo: Reino Unido debería abandonar la UE tras más de 45 años. Por primera vez en la historia de la UE uno de sus miembros dejaría el club comunitario. Empezaría así un período de transición, inicialmente previsto hasta el 31 de diciembre de 2020, en el que ambas partes negociarían su futura relación.
30-31 de marzo. Visita del Papa Francisco a Marruecos. Las autoridades marroquíes aprovecharán la ocasión para transmitir un mensaje de tolerancia. El Papa, por su lado, puede abordar tanto el diálogo interreligioso como la agenda migratoria ya que Marruecos es una de las vías de entrada a Europa y, además, una buena parte de los cristianos de este país son migrantes del África Subsahariana.
31 de marzo. Elecciones presidenciales en Ucrania. La actual reanudación del conflicto entre Ucrania y Rusia está condicionando el proceso electoral que se inicia. El actual presidente Petró Poroshenko ha anunciado su intención de revalidar mandato.
31 de marzo: Elecciones locales en Turquía. Estos comicios servirán para medir los apoyos de Erdogan en las principales ciudades turcas, las diferencias entre el voto urbano y el voto rural y la unidad de los partidos de la oposición.
Abril: Elecciones presidenciales en Argelia. Abdelaziz Buteflika se presenta a la reelección para optar a un quinto mandato consecutivo, postergando de nuevo el debate sobre su sucesión.
1 de abril: Centenario de la creación de la escuela Bauhaus. Será uno de los mayores eventos culturales de 2019. Su creación revolucionó el urbanismo y el diseño moderno en el mundo. Está considerada como la escuela de arquitectura más influyente.
1 de abril. 80 aniversario del fin de la Guerra Civil española. Este aniversario se produce en un contexto de fuerte debate en España y Europa por el aumento de partidos de extrema derecha con presencia en parlamentos nacionales.
4 de abril: 70 aniversario del nacimiento de la OTAN. La mayor organización militar del mundo sigue buscando su lugar en el panorama estratégico mundial, bajo la presión del presidente Trump y el debate abierto en el seno de la UE sobre la creación de un ejército europeo.
7 de abril: 25 años del inicio del Genocidio de Ruanda. Esta masacre supuso el asesinato, en 100 días, de entre el 20 y el 40 por ciento de la población de Ruanda, entre tutsis y hutus moderados, ante la indiferencia de la comunidad internacional.
11 de abril. Centenario de la Organización Internacional del Trabajo. Reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados miembros.
14 de abril: Elecciones parlamentarias en Finlandia. La inmigración volverá a ocupar buena parte del debate político en el país y ello puede ser determinante en los resultados del partido de extrema derecha Verdaderos Finlandeses y en su participación en las posibles aritméticas parlamentarias.
15 de abril: 100 años de la fundación de Save The Children. Fundada por Eglantyne Jebb tras la Primera Guerra Mundial es actualmente una de las mayores ONGs del mundo.
17 de abril: Elecciones generales en Indonesia. Se espera una repetición del cartel electoral de 2014 que enfrentó al actual presidente Joko Widodo y al general retirado Prabowo Subianto. En estas elecciones se escoge además de la Presidencia, a los representantes del parlamento nacional, así como los parlamentos regionales y provinciales
20 de abril: Elecciones presidenciales en Afganistán. El país celebrará sus cuartas elecciones presidenciales desde el fin del gobierno talibán en 2001 El actual presidente Ashraf Ghani ya ha anunciado su intención de optar a un segundo mandato.
30 de abril: Abdicación del Emperador Akihito. Japón afronta el relevo programado en su jefatura del Estado con la abdicación del Emperador Akihito, en el trono desde 1989, en su hijo el Príncipe heredero Naruhito, que se convertirá en el 126 Emperador del Japón.
Mayo: Elecciones generales en Sudáfrica. La ANC, en el poder desde el fin del apartheid en 1994, intentará revalidar mandato, en medio del creciente descontento de buena parte de la población sudafricana por la situación económica.
2 de mayo: 500 aniversario de la muerte de Leonardo Da Vinci. Buen momento para revisar el legado artístico y científico de uno de los pensadores más influyentes de la historia de la Humanidad.
4 de mayo: Centenario del Movimiento del Cuatro de Mayo. El masivo movimiento estudiantil iniciado en 1919 fue un reflejo de las demandas transformadoras reclamadas por una parte de la sociedad china, urbana y de clase media, frente a una clase dirigente feudal.
9 de mayo: Cumbre europea de Sibiu. Dos semanas antes de las elecciones europeas los dirigentes de la UE se reúnen en Rumanía para reflexionar sobre la nueva Agenda Estratégica de la Unión para los próximos cinco años.
14-18 de mayo: Festival de Eurovisión en Israel. Se celebra uno de los mayores eventos musicales del mundo, marcado en esta ocasión por el país de acogida que buscará aprovechar políticamente la proyección del festival ante la opinión pública internacional.
17-18 de mayo: Décimo aniversario del fin del conflicto en Sri Lanka. El ejército de Sri Lanka dio por vencida a la Guerrilla de los Tigres Tamiles tras 25 años de conflicto.
23 al 26 de mayo: Elecciones europeas. Se celebrarán de forma simultánea en los 27 países que conforman la UE, solo unas semanas después de la fecha oficial del Brexit, si se cumple el calendario previsto. Una de las mayores incógnitas será conocer los resultados de los partidos populistas y de extrema derecha, que acuden a estos comicios más organizados y con más ayuda exterior.
26 de mayo: Elecciones federales y regionales en Bélgica. A no ser que se avancen las elecciones, los belgas escogerán en esta fecha su parlamento. Sin embargo, el fin del gobierno de coalición belga tras la salida del partido nacionalista flamenco N-VA abrió una profunda crisis política y arrojó el país a la inestabilidad. La migración será uno de los ejes principales de la campaña electoral.
30 de mayo: las Relaciones Internacionales cumplen 100 años. Un grupo de 37 académicos y expertos del Reino Unido y Estados Unidos, que habían participado en la conferencia de paz de París, se reunieron en el Hotel Majestic de París para discutir cómo mantener su colaboración. De esos debates surgirá la creación del British Institute of International Affairs, or “Chatham House” en Londres en 1920 y del Council of Foreign Relations en Nueva York, un año después. En 1919 también se creó el primer Departamento de Política Internacional en el Colegio Universitario de Abersytwyth de Gales.
Junio: Renovación de cargos en las instituciones europeas. Después de las elecciones europeas se dará inicio a las negociaciones para nombrar a la nueva Presidencia de la Comisión Europea así como la futura renovación del presidente del Consejo Europeo y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común.
Junio: Elecciones generales en Guatemala. La salida de Jimmy Morales de la presidencia supone una oportunidad para un país que afrontará una nueva legislatura condicionada por la crisis migratoria instalada en la región, por los altos niveles de violencia, los constantes casos de corrupción y la situación económica.
Junio: Elecciones generales en Dinamarca. La inmigración ocupará buena parte de la agenda política en los meses previos a las elecciones en que la actual coalición conservadora en el gobierno espera revalidar mandato. La oposición encabezada por el grupo socialista, la fuerza más votada en las elecciones de 2015, buscará obtener una mayoría suficiente para recuperar el poder perdido.
4 de junio: 30 aniversario de la matanza de Tiananmen. Se produce en un contexto en que el presidente chino, Xi Jinping, ha recuperado algunas de las señas de identidad de la presidencia de Mao, frente a una juventud cada vez más resistente a una homogenización ideológica en escuelas y universidades y crítica ante la creciente desigualdad que impera en el país.
11 de junio: Décimo aniversario de la declaración de la pandemia de Gripe Aviar H1N1 por parte de la ONU. La declaración de pandemia por parte de la OMS significó un problema de salud pública en todo el mundo, no tanto por la gravedad de la enfermedad sino por la extensión geográfica de la misma. Se calcula que causó la muerte de más cerca de 20.000 personas en todo el mundo.
13 de junio: Décimo aniversario de la Revuelta Verde en Irán. Tras las polémicas elecciones presidenciales que dieron la victoria a Ahmadineyad, calificadas como fraudulentas por la oposición liderada por Hosein Musaví, se sucedieron las protestas en las principales calles del país en contra del régimen, y una dura represión posterior.
24 de junio: Cumbre de las dos Riberas del Mediterráneo. Convocada por Emmanuel Macron busca impulsar la cooperación y diálogo político, con la migración y la seguridad en la agenda y con la incógnita de saber cuáles son los países invitados.
28 de junio: Centenario de la firma del Tratado de Versalles. Medio año después del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, se firmó el Tratado de Versalles entre Alemania y los aliados, que comportó importantes concesiones de territorio y el pago de fuertes indemnizaciones. Para muchos historiadores este tratado contribuyó al ascenso de Adolf Hitler al poder.
28 de junio: 50 aniversario de los disturbios de Stonewall. Marcó el despegue de la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI y en su recuerdo se celebran las marchas del orgullo gay.
28 de junio: Centenario de la creación de la Sociedad de las Naciones. Fue el primer gran organismo internacional, y la precursora de las Naciones Unidas.
28 y 29 de junio: 14ª Cumbre del G20. Será la primera reunión del G20 que se realizará en Japón.
Primer semestre: Segunda cumbre Donald Trump – Kim Jong Un. Buen momento para evaluar las conversaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos en relación al programa nuclear norcoreano iniciadas en 2018.
Primer Semestre: 45ª Cumbre del G7 en Francia. Biarritz acogerá una nueva edición del G7 donde se debatirán y buscarán acuerdos sobre algunos de los problemas mundiales más acuciantes. Entre las prioridades del presidente Macron, la agenda climática.
Primer Semestre: Elecciones generales en India. El actual primer ministro, Narendra Modi, parte como favorito para repetir cargo ante una oposición, agrupada en el histórico Partido del Congreso, que busca reducir el apoyo recabado por Modi en las anteriores elecciones.
5 de julio: 25 aniversario de la creación de Amazon. Una de las mayores compañías de venta por internet más grandes del mundo, que ha revolucionado el comercio internacional, cumple 25 años.
9 al 18 de julio: Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible. Celebrada en EE.UU, es la plataforma central de Naciones Unidas para el seguimiento y la revisión de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta edición se centrará principalmente en temas de inclusión e igualdad.
20 de julio: 50 años de la llegada del hombre a la luna. Neil Armstrong y Buzz Aldrin, por este orden, fueron los dos primeros seres humanos en pisar la luna, dando continuidad a la carrera espacial que las dos grandes superpotencias de entonces, Estados Unidos y la URSS, habían iniciado una década atrás.
15 de agosto: 50 aniversario del Festival de Woodstock. Este festival, que ha marcado la historia de la música moderna, supuso un punto de inflexión en los movimientos de cultura de paz en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos.
31 de agosto al 15 de septiembre: Campeonato del mundo de baloncesto, China 2019. Una buena oportunidad para el país anfitrión de mostrar su soft power ante el mundo en un año especialmente relevante de “aniversarios” críticos para el gobierno chino.
Septiembre: Cumbre Mundial sobre el Clima 2019. Reunirá a jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo para revisar los compromisos contraídos en la Cumbre París. Se espera, además, la presentación de planes de desarrollo sostenibles más ambiciosos.
1 de septiembre: 80 años del inicio de la II Guerra Mundial. La invasión de Polonia por parte de Alemania marcó el inicio del mayor conflicto armado de la Historia. Buen momento para analizar el actual marco de relaciones internacionales, especialmente de la construcción del proyecto europeo, y los nuevos retos y desafíos que se acumulan en la agenda internacional.
1 de septiembre: 50 aniversario de la Revolución de Septiembre en Libia. Conmemoración del golpe de Estado contra el régimen de Idris I, rey de Libia, que supuso la instauración de la República Árabe Libia presidida por Muamar el Gadafi.
17-30 septiembre: 74º sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas. Una cita anual que reúne a todos los líderes mundiales para evaluar el actual estado de sus políticas nacionales y su visión del mundo. Suelen producirse reuniones bilaterales al más alto nivel.
20 de septiembre: 500 años de la vuelta al mundo de Magallanes. Este viaje, que duró hasta 1522, supuso un hito en la historia marítima del mundo.
23 de septiembre: Diálogo de Alto Nivel en la ONU sobre financiación para el desarrollo. Busca atraer y dirigir las inversiones públicas y privadas de todo el mundo para la implementación de acciones y programas alineados con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
25 de septiembre: 50 aniversario de la Organización de la Conferencia Islámica. Compuesta por 57 Estados miembros, representa la voz colectiva del mundo musulmán. Arabia Saudita y Turquía rivalizan por su liderazgo.
27 de septiembre al 9 de octubre: Campeonato del mundo de atletismo, Doha 2019. Servirá de termómetro para valorar la capacidad organizativa de Qatar ante el reto del Mundial de fútbol de 2022.
Octubre: Elecciones en Bolivia. El actual presidente Evo Morales, en el cargo desde 2006, buscará un cuarto mandato consecutivo. Enfrente, la oposición conservadora debe decidir si afronta estas elecciones unida o con diferentes candidaturas.
2 de octubre: 150 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi. Figura histórica india de gran influencia para el movimiento de desobediencia civil y no violento en todo el mundo.
2 de octubre: Primer aniversario del asesinato de Jamal Khashoggi. Se cumplirá el primer año del asesinato del periodista en el consulado saudí en Estambul, que ha afectado gravemente las relaciones diplomáticas del régimen saudita.
6 de octubre: Elecciones legislativas en Portugal. El país afronta un nuevo ciclo electoral en una situación política y económica mucha más estable que en los anteriores comicios. Se espera que el actual gobierno dirigido por el socialista António Costa revalide mandato.
15 de octubre: Elecciones presidenciales y parlamentarias en Mozambique. Los dos partidos históricos del país, Frelimo y Renamo, inmersos en nuevas conversación de paz, volverán a pugnar por alcanzar la presidencia. El actual presidente, Filipe Jacinto Nyusi, ha anunciado su intención de optar a la reelección.
15 y 16 de octubre: 20 aniversario de la Cumbre de Tampere. Permitió avanzar en la creación de un espacio común de libertad, seguridad y justicia en la UE, marcando un antes y un después en la política migratoria europea.
18 de octubre: 20 aniversario de la creación de la figura del Alto Representante de la UE para la PESC. La designación de Javier Solana como Mr.PESC marca el inicio de una política exterior, de seguridad y defensa común en la UE.
20 de octubre: Elecciones en Grecia. Tras la finalización de los programas de rescate en 2018, Grecia afronta un nuevo ciclo electoral, en el que el actual primer ministro Alexis Tsipras volverá a presentarse.
21 de octubre: Elecciones generales en Canadá. El actual Primer Ministro, Justin Trudeau, opta a la reelección en unos comicios marcados por el debate sobre inmigración y las relaciones con Estados Unidos.
24 de octubre: 90ª aniversario del Crack del 29. Fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, dando inicio a La Gran Depresión de alcance mundial.
27 de octubre: Elecciones generales en Uruguay. La coalición de izquierdas Frente Amplio que gobierna el país desde 2005 buscará un cuarto mandato frente a los dos principales partidos de la oposición, el Partido Nacional y el Partido Colorado.
27 de octubre: Elecciones en Argentina. Se elegirán a los cargos ejecutivos y legislativos, nacionales y provinciales, además de la presidencia. El actual presidente Mauricio Macri aspira a la reelección.
29 de octubre: 50 aniversario del primer mensaje a través de ARPANET, la antecesora de la red Internet. Dos computadoras, una en la Universidad de California y la otra en el Stanford Research Institute, establecieron la primera comunicación entre dos computadoras remotas.
31 de octubre: Fin del mandato de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo. Su sucesor será elegido entre los 19 miembros de la zona euro. Este 2019 implica un fin de etapa en el BCE ya que cinco de los siete puestos principales del BCE quedarán vacantes antes de final de año.
Noviembre: Elecciones parlamentarias en Polonia. El retroceso electoral del PiS (Partido Ley y Justicia) en las elecciones locales de octubre de 2018 ha lanzado un claro aviso del descontento de una parte de la ciudadanía por la deriva autoritaria y populista del actual gobierno. Las elecciones europeas de mediados de año serán un buen termómetro para medir fuerzas de cara a las elecciones de final de año, que pueden suponer el fin del gobierno dirigido por Mateusz Morawiecki.
5 de noviembre: Elecciones legislativas en Israel. Aunque esta la fecha prevista, La debilidad del actual gobierno israelí, dirigido por Benjamín Netanyahu, hace prever un adelanto electoral en el que se anticipan serias dificultades para la conformación de un gobierno estable.
9 de noviembre: 30 aniversario de la caída del muro de Berlín. La caída del Muro de Berlín supuso el inicio del colapso del bloque comunista así como la reunificación de Alemania, que consolidó un poder aún mayor dentro de la UE.
17 de noviembre: 150 aniversario de la inauguración del Canal de Suez. Su construcción cambió por completo el comercio internacional al acortarse en miles de kilómetros la distancia por mar entre Europa y Asia.
17 de noviembre: Reunión de la APEC. Chile acogerá, por segunda vez, el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico, que tendrá como uno de sus ejes programáticos principales el comercio internacional, así como la disminución de las brechas de género.
18 al 22 de noviembre: Congreso Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales en Durban. Buen momento para analizar la implementación de los ODS y sus impactos a nivel local.
19 de noviembre: Bicenteranio del Museo El Prado. Una de las mayores pinacotecas del mundo, institución central en el desarrollo del arte contemporáneo mundial, celebra el bicentenario de su creación.
Diciembre: Elecciones presidenciales y legislativas en Túnez. Una nueva ocasión para comprobar el nivel de consolidación de la transición democrática, la evolución ideológica de Ennahda, la capacidad de tejer coaliciones y la canalización del malestar y frustración de los jóvenes y las regiones periféricas.
10 de diciembre: Premio Nobel de la Paz. El más controvertido de los premios Nobel se entrega en el Día de los Derechos Humanos, aniversario además de la muerte de Alfred Nobel.
25 de diciembre: Cuarenta aniversario de la invasión soviética de Afganistán. La intervención soviética en el país, continuada por la estadounidense en 2001, han marcado la historia de Afganistán en las últimas décadas.
Pendiente: 11ª Cumbre de los BRICS. Brasil acogerá esta nueva cumbre que agrupa a Sudáfrica, Rusia, India, China y Brasil. Este bloque ha ido perdiendo fuerza por la situación de crisis en alguno de sus miembros y la ausencia de una propuesta de orden global alternativo.
Pendiente: Elecciones legislativas y municipales en Camerún. La inestabilidad política y social instalada en Camerún tras la revalidación de la presidencia de Paul Biya en las pasadas elecciones presidenciales puede condicionar el calendario electoral pendiente.
Pendiente: Elecciones federales en Australia. En la última década las pugnas internas por el poder y los cambios de líderes han condicionado la política australiana.
Palabras clave: Multilateralismo, polaridad, crisis, economía de plataforma, resistencia, conflicto, feminismo, frontera, fragmentación, Brexit, Brasil, Irán, China, Estados Unidos, UE
UN ACUERDO VACÍO
La gran noticia sobre el acuerdo es que no hay noticias del acuerdo del Brexit. Salvo que fue firmado con prisas y angustias por los 27 países sin apenas tiempo de leer (solo 72 horas) las 572 páginas, mucho menos de discutirlo y nada para corregirlo. Bruselas amenazó a los suyos con que “es lo que hay” y punto. Donde manda capitán, no manda marinero.
Todo el aluvión de informaciones de hoy en Europa es apenas una tómbola sobre la suerte de Teresa May ante el parlamento británico. Como si el asunto solo afectase al único familiar que se marcha y no a los parientes que quedarán. Huérfanos despechados, más pobres y frágiles que nunca.
Mientras finaliza el último fin de semana de Noviembre, no existe en la gran prensa europea, ningún análisis serio y detallado de los alcances del acuerdo. Apenas hay declaraciones superficiales e interesadas que oscilan entre amenazadoras y/o catastrofistas. Van de lo superfluo a lo baladí, de lo simple a lo dramático. Pero sin argumentaciones lógicas. Y todas contra el futuro del Imperio Británico, como si Europa fuese Alicia en el país de las maravillas. Mucho caldo y nada de carne.
Había urgencia con cumplir con la fecha limite del primer paso del proceso y es lo que se ha hecho. O mejor dicho, *lo único acordado ha sido abrir un paréntesis hasta el 29 de Marzo de 2019, fecha oficial de la salida de GB de la UE, con la decisión ya tomada de que en esa fecha habrá otra prórroga hasta el 31 de Diciembre del 2022.
Si se hablase de arquitectura, este acuerdo tendría la firma de Mies Van der Rohe, el padre del Minimalismo que simplificó las construcciones de edificios para acompañar la revolución industrial. Eran tan sencillos su proyectos para los criterios establecidos a fines del siglo XVIII, que se burlaban de ellos diciendo que *”Menos sería más”. Es lo que ocurre con el acuerdo sobre el Brexit. Fue redactado científicamente para que tenga el mínimo contenido posible, salvo el de arrojar la pelota hacia delante.* Cualquier punto o coma que se le quite o se le modifique, crearía un cataclismo mayúsculo.
En el escrito se reconocen tres asuntos: #Los 39.000 millones de libras que debería pagar Inglaterra. #El tema tabú de la frontera de Irlanda. #Y las condiciones de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido y viceversa. Paradójicamente también reconoce, sin sonrojos, que no hay ningún acuerdo sobre ellos. Nada dice sobre las relaciones comerciales del Imperio con los países más ricos de de la Unión (Alemania, Francia, Holanda, Dinamarca). Aunque las prórrogas ya establecidas le dan tiempo y sobradas garantías a esos intereses.
Quizás la cláusula más importante de este ACUERDO VACIO es la que menciona: ”Se acuerda crear las obligaciones para hacer los mayores esfuerzos para que se negocie un acuerdo que rijan las futuras relaciones” Menos sería más
Tanto May como «Los Gordos» de la UE defienden este ACUERDO VACÍO, PARA GANAR TIEMPO. Nada menos que 3 años!!!
Quieren proteger los millonarios negocios que cuecen las grandes empresas que operan a ambos lados del Canal de la Mancha. Si todo se derrumba, que se salven las gallinas de los huevos de oro. El divorcio no significa romper los muebles
Para Europa sería un indulto temporal a la «muere súbita». Una fútil esperanza en la llegada de un milagro salvador. Un respiro en la lenta agonía de asfixia por su dictadura presupuestaria, por la desunión crónica de sus miembros y por la imparable rebelión de sus ciudadanos.
Para Inglaterra sería continuar con los privilegios de ser miembro de la Unión sin sus obligaciones. Montando guardia y ganando dinero mientras presencia de cerca la anunciada catástrofe comunitaria.
Sería una nueva lección del legendario Imperio Británico que ha marcado la historia quedándose siempre con los mejores escombros de las ruinas que provocan sus propias políticas
En cuanto a la desesperada reacción de España sobre el caso de Gibraltar, tampoco hay gran cosa que resaltar. Al respecto nada ha cambiado. Inglaterra sigue inamovible en su soberbia soberana y España sigue siendo una colonia de la UE, sin soberanía ni derechos internacionales. Bruselas ha despreciado, como siempre, a la histórica reivindicación española y ha evitado complicar el acuerdo con un asunto tan espinoso.
En España, la derecha se ha rasgado las vestiduras contra su “cobarde” gobierno, pero ha evitado atacar a su admirada Gran Bretaña. La Izquierda, con su alergia patológica a los patriotismos, ha querido mirar para otro lado, pero se ha visto obligada a dar un guiño a los 15.000 mil andaluces que trabajan en Gibraltar. El Gobierno, por su parte, anda sacado pecho y ha celebrado con estruendo un supuesto triunfo diplomático, por haber conseguido una supuesta declaración, de un supuesto anexo, de un supuesto acuerdo, que supuestamente tendrá validez en un supuesto futuro.
Por encima de todo y de todos, ambas monarquías siguen impertérritas por encima del bien y del mal, unidas por su azulada sangre, sabedoras de que las realezas no tratan de asuntos menores y que, la corona es, y será siempre, el único poder absoluto.
Eduardo Bonugli
Madrid. 25 de Noviembre de 2018
https://www.elmundo.es/internacional/2018/11/25/5bfadfbae5fdea4e348b45af.html
https://elpais.com/internacional/2018/11/25/actualidad/1543146531_537930.html
https://www.eldiario.es/internacional/Union-Europea-aprueba-Brexit_0_839566101.html