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La OTAN ocupó Afganistán para llevarse el gas de Turkmenistán, sin éxito

Es obvio que el objetivo de una treintena de países de la OTAN, el brazo armado de EEUU, al enviar a 300.000 soldados y decenas de miles de mercenarios, equipados con las armas más avanzadas de la humanidad a Afganistán, gastando 1,9 mil millones de dólares, no era para sacar del poder a un pequeño grupo de bandidos medievales equipados con dagas y rifles de fabricación casera, o «liberar a las afganas del burka», sino ocupar militarmente el país más estratégico del mundo, ubicado en la vecindad de China, Rusia e Irán.

La OTAN no sólo invadió, sino que ocupó Afganistán (¡son dos cosas distintas!), bajo el pretexto del 11-S, y uno de sus nueve objetivos fue llevarse el petróleo afgano (estimado por el Pentágono en un billón de dólares), y también acceder a los enormes recursos naturales de las repúblicas exsoviéticas de Asia Central. Kazajstán cuenta con la tercera reserva mundial de uranio, por ejemplo, y Turkmenistán, otro de los «estanes» (sufijo persa que indica el lugar de hábitat de un grupo étnico), es el país más rico en gas natural (entre 19 y 13,6 billones de metros cúbicos), después de Irán, Rusia y Qatar. EEUU, ya en 1992, fecha del fin de la Unión Soviética, había clavado su mirada en el subsuelo de esta región. Pero, había un problema (para los «piratas»): tanto Afganistán como Turkmenistán no tienen acceso al mar, lo cual dificulta el traslado del botín, aunque lo tuviera en su poder.

En 1996, su proyecto de colocar a los talibanes en el poder en Kabul, para que con la ayuda de Pakistán y Arabia Saudí establecieran la paz de cementerio en las rutas comerciales del país, fracasó. Estos «yihadistas» creados por la CIA y el Pentágono, están entrenados para destruir Estados, que no levantar o gestionarlos. Por lo que Washington decide acabar con el Gobierno de ineptos que no sabía gobernar: Si «ponemos nuestras propias botas en el suelo» afgano, todo este gas y el petróleo será nuestro -pensó-, además conseguiremos:

– Que Rusia pierda el control económico-político sobre aquellas repúblicas, y le sea imposible reunificarlas bajo el paraguas de Moscú, consolidando así el desmembramiento del territorio soviético.

– Debilitar a la Federación Rusa a nivel regional.

– Acabar con el control monopolista de Rusia sobre el transporte de petróleo de la región.

– Chantajear a China y frenar su crecimiento económico.

– Incrementar el poder de EEUU sobre la India, gran consumidor de energía.

– Aumentar la dependencia de Europa a Washington.

Ahora bien, si usted es el presidente de EEUU y quiere llevarse el gas de Turkmenistán, tiene tres únicas alternativas:

1. La más corta y rentable, construir un gaseoducto desde Turkmenistán hasta el Golfo Pérsico, cruzando Irán, país que, con algo de inversión, podrá licuar este gas y entregárselo a los buques del Tío Sam. De hecho, a finales de 1997 Irán construyó una línea para el transporte de gas natural de su vecino y abastecer las regiones norteñas del país. Sin embargo, las relaciones entre EEUU e Irán no son buenas, y esta vía ni se discute.

2. Trazar un tubo desde esta república exsoviética a otra, Azerbaiyán, cruzando el mar Caspio. El proyecto fue presentado por los gigantes estadounidenses GE Energy y Bechtel, pero fue rechazado, por motivos que explicaremos en otro artículo.

3. Diseñar una tubería que pueda atravesar las regiones de Herat y Kandahar en Afganistán (previamente convertido en «Estado fallido«), cruzar Quetta de Pakistán, un país aliado, y llegar al puerto de Karachi, a orillas del Mar Arábigo….¡Eureka! ¡Lo tenemos!

Le bautizaron TAP (Turkmenistán-Afganistán-Pakistán), y se pusieron a soñar y se encontraron con la pesadilla.

¿Por qué la OTAN fracasó?

– 4 de diciembre de 1997: una delegación de los talibanes viaja a Sugarland, Texas, para negociar con la compañía Unocal sobre el gaseoducto. Esta empresa, que junto a Turkmenistán creó la firma de Central Asia Gas (Centgas), no pudo llegar a un acuerdo con aquellos criminales: siendo el principal narcoestado del mundo ¿qué cifra les satisfaría? Al final, los grandes ladrones decidirán comerse a los chicos.

– Julio de 2001. China crea con Rusia la Organización de Cooperación de Shanghái e integra a la mayoría de los países de Asia Central, poniendo la piedra angular de una serie de alianzas con los rusos contra el expansionismo de EEUU, algo sin precedentes desde la muerte de Stalin en 1953. Tres meses después, la OTAN se instala justo en Afganistán, a pesar de que los supuestos terroristas del 11-S eran saudíes, y Bin Laden, vivo o muerto, estaba en Pakistán. Y dos días antes de esta fecha, Ahmad Masud Shah, un veterano de los muyahedines, próximo a los ayatolás de Irán y al imperialismo francés, que controlaba el norte de Afganistán, -por donde tendría que trazar el gaseoducto del campo turcomano South Yolotan, uno de los cinco más grandes del mundo-, es asesinado en un atentado: era el único señor de guerra capaz de unificar a los afganos para una amplia resistencia contra la ocupación del país por la OTAN (al igual que lo hizo contra las tropas soviéticas). ¿Podrán los hombres del Pentágono construir el gaseoducto?

– Diciembre de 2009. China firma un acuerdo de 30 años con Turkmenistán, y construye el gaseoducto más largo del mundo, de 7000 kilómetros, con un coste de 8.000 millones de dólares que tras recorrer el territorio turcomano, llega a la provincia china de Xinjiang. Turkmenistán se convertirá en la fuente de gas natural más grande de China (el 27% de sus importaciones totales), garantizando el desarrollo de su gigantesco proyecto de «una franja, una ruta». Se trata de un monopsonio: un solo comprador para un solo producto, aunque en cantidades pequeñas, los turcos exportan también su gas a Rusia (que lo transfería a Europa) e Irán. La seguridad de las rutas no eran el único problema: las empresas privadas occidentales no podían realizar las inversiones necesarias en el desarrollo de los campos del país y tampoco en la construcción de gasoductos de tránsito.

– Marzo de 2011. Turkmenistán pone el último clavo al ataúd del proyecto TAP y anuncia la inauguración de una colosal estación compresora de gas en Galkynysh, el segundo yacimiento de gas más grande del mundo, después de South Pars en el Golfo Pérsico, que duplicaría el volumen de gas que bombea hacia China.

Demasiada fuerza militar y escasas mentes mínimamente racionales. No se entiende por qué los estadounidenses pensaron que Rusia, Irán y China (que crearon grupos afines en el seno de los talibanes) iban a permitir tal agravio a sus intereses en la región que es zona de su influencia tradicional, y se iban a quedar cruzados de brazo viendo la construcción de un ducto que les dejaría fuera del juego internacional de energía.

¿A quién se le ocurre, si no a EEUU, imponer sanciones a Rusia para que ésta venda su gas a China (que le ha venido como el agua de mayo), uniéndose aún más a sus dos principales rivales? En 2019, Rusia abrió el gasoducto Power of Siberia para enviar a China su Oro Azul, y está previsto que para 2024, el gasoducto le entregue 38.000 millones de metros cúbicos anuales. Con tanto gas en sus depósitos, los chinos pueden dormir con la pierna suelta y desarrollar tranquilamente su Ruta de la Seda por el mundo: el país de Mao consiguió, en esta batalla derrotar a la OTAN sin disparar ni una bala.

«Si no es para mí no será para China ni Rusia» es el mensaje que dejó en agosto de 2021 en Afganistán (además de cinco bases militares y decenas de miles de contratistas), para convertir a Asia Central en una bola de fuego, mientras se iba a centrar a desmantelar la Federación Rusa sacrificando Ucrania. El pulso entre los que dan prioridad a la contención de China y los que están obsesionados por Rusia continúa en la Casa Blanca, aunque en esta ronda, los cadáveres también los pondrán los europeos, en la guerra caliente o la fría, y en ambos casos, en el sentido literal de la palabra.

FUENTE: https://blogs.publico.es/puntoyseguido/7953/la-otan-ocupo-afganistan-para-llevarse-el-gas-de-turkmenistan-sin-exito/#md=modulo-portada-fila-de-modulos:4×15-t1;mm=mobile-medium

Geopolitica del Cáucaso. Compleja región, como compleja y poco entendible para muchos la posición oscilante de Turquía (y su «hermanito» menor, Azerbaiyán), que bascula entre «occidente» y el polo euroasiático; hoy el posicionamiento de Turquía no se lo puede analizar en términos de su política exterior sino lo hacemos en el marco regional y la reciente cumbre trilateral de Teherán (Rusia-Turquía-Irán) y el entorno euroasiático  que lo expresa la OCS donde Turquía participa como socio en el diálogo y ahora ha pedido su participacion como socio pleno. Turquía con su pretendida autonomía estratégica juega duramente y hasta peligrosamente para encontrar su lugar para sus interese en el mundo multipolar euroasiático,

¿PUEDE IRÁN EMPUJAR A RUSIA A LA ACCIÓN EN EL SUR DEL CÁUCASO?

El aliado mutuo de Moscú y Teherán, Armenia, está sintiendo la presión del asalto a su soberanía de Azerbaiyán respaldado por la OTAN. Está en los intereses geopolíticos y de seguridad de ambos países no permitir que Ereván caiga

Yeghia Tashjian  18 de septiembre

La última agresión de Azerbaiyán contra Armenia no sorprende a los observadores del sur del Cáucaso. Los ataques de Bakú a varias provincias a lo largo de la frontera oriental de Armenia la semana pasada siguen a la “guerra de palabras” del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, contra Ereván, declarando abiertamente sus ambiciones de anexar el territorio armenio del sur colindante con Irán. Si bien ambas partes se culpan mutuamente por las provocaciones que han dejado cientos de muertos, estos enfrentamientos militares representan la peor violencia entre los dos países desde la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020, que terminó a favor de Azerbaiyán. Bakú justificó su agresión con el argumento de que Armenia no había firmado un tratado de paz que reconociera la «integridad territorial» de Azerbaiyán (es decir, que reconociera a la región predominantemente armenia de Nagorno-Karabaj como parte de Azerbaiyán) o proporcionado un «corredor» en el sur que conectará Azerbaiyán a su enclave de Najichevan. Los medios de comunicación y parlamentarios azerbaiyanos como Ziyafat Asgarov y Elman Mammadov comenzaron a pedir el establecimiento de “zonas de seguridad” y “zonas de amortiguamiento” dentro del territorio armenio, con el objetivo de neutralizar al ejército de este último y establecer el “corredor” propuesto dentro de Armenia. El 10 de septiembre, el ministro de Defensa de Azerbaiyán ordenó a su ejército que mantuviera la preparación para el combate para “reprimir cualquier provocación armenia”. Tres días después, Azerbaiyán lanzó una agresión a gran escala en la frontera oriental de Armenia utilizando fuerzas especiales, drones de fabricación israelí y turca y ataques de artillería contra objetivos militares y civiles por igual. Las fuerzas azerbaiyanas también ocuparon posiciones estratégicas cerca de la frontera sur de Armenia. Vale la pena mencionar que los ataques de artillería de Azerbaiyán también tuvieron como objetivo a los guardias fronterizos rusos en la región de Gegharkunik en la frontera con Rusia, lo que los obligó a retirarse cuando sus instalaciones y vehículos fueron atacados intensamente. Entonces, lo que ha sorprendido a muchos observadores, sobre todo en Armenia, es la respuesta pasiva de Rusia a esta ronda de enfrentamientos fronterizos. Ereván es miembro del pacto de defensa liderado por Rusia, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), que se ha negado a intervenir y acudir en ayuda de Armenia.

Los cambios geopoliticos y el equilibrio de poder

 A pesar de las disputas territoriales muy locales entre Armenia y Azerbaiyán, su conflicto no debe verse como una rivalidad ordinaria entre dos estados vecinos. Estos enfrentamientos, de hecho, tienen una importancia geopolítica tanto a nivel regional como internacional, y están determinados por los acontecimientos actuales en Ucrania y alrededor de Irán. A principios de septiembre, Rusia experimentó reveses militares en Ucrania, cuando los estados miembros de la OTAN inundaron el ejército ucraniano y las milicias voluntarias con armas pesadas, suministros y asistencia. Apuntando a los puentes en las zonas controladas por los rusos y bloqueando las rutas de suministro, las fuerzas rusas se vieron obligadas a retirarse para evitar ser rodeadas y abrumadas. Cuando las fuerzas ucranianas recuperaron ciudades estratégicas clave, alimentaron la percepción occidental de una victoria táctica sobre Moscú. Aunque es improbable que operaciones militares tan pequeñas decidan el resultado de la guerra, como se vio en las contraofensivas rusas en los días siguientes, la opinión era que Moscú estaría indefinidamente atrapado en el “barro ucraniano”. Aprovechando los reveses percibidos de Rusia en Ucrania y la necesidad desesperada de la Unión Europea (UE) de suministros alternativos de gas, Azerbaiyán se congració con ambas partes: llegó a un acuerdo de gas con la UE, continuó con las transferencias de armas a Ucrania y abrió negociaciones con Moscú para obtener el «estatus de observador» en la Unión Económica Euroasiática (EAEU) liderada por Rusia.

La dependencia de Rusia de Turquía

Otros cambios geopolíticos regionales han dado a Azerbaiyán la impresión de que tiene las manos libres para ejercer una presión adicional sobre Armenia, en particular la “coopetencia” ruso-turca. Si bien esta relación asimétrica claramente alguna vez se inclinó fuertemente a favor de Moscú, la actual crisis de Ucrania y las crecientes tensiones de Ankara con Washington han recalibrado ese equilibrio, posiblemente a favor de Turquía. La dependencia política de Moscú llega en un momento en que Turquía se percibe a sí misma como un socio igualitario en los asuntos regionales que incluyen a Siria, Libia y el sur del Cáucaso. El presidente ruso Vladimir Putin puede tener otro obstáculo por delante: las elecciones presidenciales y generales de Turquía de 2023 amenazan con derrocar al presidente Recep Tayyip Erdogan a favor de la oposición más inclinada a la OTAN, lo que podría poner patas arriba todos los acuerdos regionales negociados entre Turquía y Rusia. Es dentro de estos contextos que Rusia se ha mostrado renuente a ayudar a su principal aliado en el sur del Cáucaso, Armenia, que está bajo constante fuego y presión tanto de Bakú como de Ankara. La vacilación de Putin para apoyar a Ereván también puede deberse a su desconfianza hacia la administración armenia existente. Algunos expertos rusos creen que Ereván se está comprometiendo discretamente con Occidente para firmar un «tratado de paz» con Azerbaiyán que eliminará a las fuerzas de paz rusas estacionadas en Nagorno-Karabaj desde el final de la guerra de 2020. Ereván niega tales acusaciones, mientras que muchos funcionarios del gobierno se sienten abandonados por Moscú para enfrentar solos el asalto turco-azerbaiyano. Supuestamente, es una de las razones detrás de la visita apresurada de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a Armenia el 17 de septiembre: para promover un tratado de paz negociado por EE. enfrentar a Irán y Rusia.

Irán se niega a ser «cercado»

Irán ha enviado ocasionalmente advertencias a Azerbaiyán de que su frontera con Armenia es una línea roja. En este sentido, Teherán tiene preocupaciones tanto geopolíticas como geoeconómicas que reflejan sus prioridades regionales e internas, una de las cuales es el “corredor” en disputa. Si bien la novena cláusula de la declaración de alto el fuego de Nagorno-Karabaj firmada el 9 de noviembre de 2020 entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia dice que Ereván proporcionará una ruta de transporte para conectar Najicheván con la República de Azerbaiyán por razones comerciales, no menciona la palabra «corredor.» El corredor geoestratégico de Zangezur entre Irán y Armenia Bakú, sin embargo, ha interpretado agresivamente esta cláusula como un derecho al “Corredor de Zangezur”, una región armenia fronteriza con Irán que separa geográficamente a Azerbaiyán de la República Autónoma de Nakhchivan. Pero, al impulsar esta narrativa centrada en el estado de un «corredor», Bakú no solo está violando la declaración trilateral, sino que amenaza con violar la integridad territorial de la frontera de Armenia con Irán, lo que podría allanar el camino para las aspiraciones pan-turcas en el norte de Irán . Esto tendría graves consecuencias geoeconómicas para Teherán, ya que perdería su papel de tránsito en la región, algo que las autoridades iraníes se toman muy en serio. En declaraciones a The Cradle, el Dr. Ehsan Movahedian, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad ATU en Teherán, dijo que el acceso al corredor de Azerbaiyán cuenta con el apoyo de la OTAN (incluida Turquía) e Israel. El Dr. Movahedian lo llama «el corredor Turanic de la OTAN», que no solo tiene como objetivo contener a Irán sino también a otras potencias euroasiáticas como Rusia y China. El académico iraní argumenta que, económicamente, la ruta también es una amenaza directa para el corredor Norte-Sur y amenaza con reemplazar los gasoductos iraníes a Nakhchivan con gasoductos de Azerbaiyán y Asia Central. Esto dejará a Irán sin su papel crucial de comercio y tránsito de energía en la región.

Planes pan-turcos en toda Asia

Los iraníes creen que, en el futuro, Ankara puede tomar medidas provocativas para impedir la exportación de productos iraníes a través de Turquía. Si pierde su frontera con Armenia, el comercio de Irán con Europa y Eurasia estará a merced de las rutas comerciales turcas y azerbaiyanas. Esto, a su vez, reforzará la influencia económica y política de Ankara y Bakú sobre Teherán, allanando el camino para los movimientos secesionistas pan-turcos en el norte de Irán. El Dr. Movahedian dice que la creación de este corredor podría movilizar las aspiraciones pan-turcas no solo en el norte de Irán, sino también aumentar el apoyo de Turquía y la penetración de la OTAN en el norte del Cáucaso y Asia Central, extendiéndose a las poblaciones uigures en la provincia china de Xinjiang. De manera reveladora, muchos medios de comunicación azerbaiyanos han pedido el establecimiento de movimientos secesionistas azeríes en el norte de Irán. Estas narrativas están respaldadas por diplomáticos israelíes, lo que se espera, dados los estrechos lazos de colaboración entre Bakú y Tel Aviv. Los sitios web de Azerbaiyán también han planteado la posibilidad de que Bakú pueda ofrecer su espacio aéreo para que los aviones israelíes entren en territorio iraní o envíen unidades especiales israelíes a Irán.

¿Irán presionará a Rusia a que actúe?

Si bien Irán tradicionalmente ha apoyado la integridad territorial de Azerbaiyán, incluso en disputas con su aliado cercano Armenia, Teherán no puede permanecer pasivo viendo a su vecino del norte sitiado y abrumado de manera efectiva por Turquía, Azerbaiyán y sus aliados. La pérdida de Armenia como estado amortiguador disuasorio contra el proyecto Pan-Turkic será catastrófica para la integridad territorial de Irán. Existe una clara agenda occidental para aislar a Irán y limitar su influencia en Asia Occidental. El silencio de Irán en el sur del Cáucaso se traducirá en una señal de debilidad y puede tener un efecto dominó en la región en general. Lo que se necesita ahora es otro Qassem Suleimani, el difunto jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) que voló personalmente a Moscú y convenció al presidente Putin para que interviniera en Siria, evitando el colapso total del estado. Irán, el único socio regional de Armenia, debe convencer a Rusia de que sus objetivos energéticos a corto plazo en el sur del Cáucaso y su política de apaciguar a Turquía pueden resultar contraproducentes para Moscú al convertir a Armenia en otra Ucrania. Por lo tanto, Rusia debe trazar sus líneas rojas en la región y evitar el establecimiento de este proyecto pan-turco. Desconfiado de la orientación «pro-occidental» de la administración armenia, Moscú ha asumido hasta ahora una postura pasiva, lo que a su vez ha contribuido a los sentimientos anti rusos en Ereván, y muchos cuestionan la eficacia de la alianza militar CSTO. Washington se está aprovechando al máximo de estos sentimientos al enviar a Pelosi a Armenia en una muestra de “apoyo al país”. Estados Unidos está ansioso por una solución diplomática a la crisis, no en apoyo de Armenia, sino para avanzar en un «tratado de paz» entre Ereván y Bakú, con la intención final de expulsar a los rusos de esta crítica arena geopolítica. Armenia está atrapada en el fuego cruzado de una intensa competencia entre grandes potencias, actuando como el único obstáculo natural contra las aspiraciones pan-turcas. Si las ambiciones regionales de Aliyev y Erdogan no se detienen, la carnicería etnonacional se expandirá más allá del sur del Cáucaso, lo que le viene muy bien a EE. UU.

Quince líderes de Asia, África y Europa se dieron cita en cita en Samarcanda en una cumbre que marca la consolidación del nuevo orden multipolar aunque todos los países de esa mayoría participan de las cadenas mundiales de producción que dominan EE.UU. y Europa Occidental. Por Hernando Kleimans Telam autorizado por su autor para ser publicado en Dossier Geopolitico

La milenaria Samarcanda, capital del imperio de Tamerlán con sus mezquitas irrepetibles y el panteón donde descansa el temible Timur, es el centro del mundo. Quince líderes mundiales se dieron cita en la antigua ciudad uzbeka, alto centro intelectual que albergó a Ibn Sina (Avicena para los occidentales), uno de los filósofos y científicos más importantes del mundo árabe cuando Europa era un árido continente poblado por bárbaros y América todavía no había sido hollada por la conquista.

Los quince líderes de Asia, África y Europa discutieron la coyuntura internacional y la consolidación del nuevo orden multipolar.
La cumbre de la mayoría mundial fue precisamente eso: el símbolo del establecimiento del mundo multipolar. Yuri Ushakov, asesor del presidente ruso Vladímir Putin, advirtió que se trata de una “impetuosa e inexorable transformación de todo el conjunto de vínculos y relaciones internacionales, de la política y de la economía mundial, se afirma el nuevo modelo sobre la base de una auténtica multipolaridad y de un real diálogo”.

Esta mayoría mundial se consolida, unifica esfuerzos y va creando sus propias reglas de juego en los asuntos del planeta, en momentos en que el mundo unipolar se desmorona con gran rapidez. Esa consolidación marcha por un camino absolutamente desconocido, superando inercias, seculares diferencias, temores propios. La conformación actual de la mayoría mundial se origina en los marcos que fundó y aún controla el mundo unipolar. El “milagro” chino partió de su ingreso al mercado y las transferencias de los EE.UU. La India recibe de ese mismo mercado tecnología e inversiones. Todos los países de esa mayoría participan de las cadenas mundiales de producción, surgidas bajo el patronazgo y a iniciativa de los EE.UU. y Europa Occidental. Corren todavía el riesgo, por sostener políticas independientes, de ser “desconectados” de los bienes de la civilización, en cuya distribución Washington aún juega un papel central.

El movimiento de los países emergentes hacia una mayor libertad del dólar o del euro, del FMI o del Club de París, la creación de nuevos sistemas de comunicación económica, política o militar entre ellos y la conformación de plataformas cohesionadas para el enfoque conjunto de la situación internacional son las vías de acceso que transitan hacia el nuevo orden multipolar mundial.
No es un proceso de rápida ejecución. El mundo unipolar tiene 500 años de dominio político y militar, que impedirá su desarme en un corto tiempo. El camino hacia su superación se inició a mediados del siglo pasado, cuando los líderes del entonces Tercer Mundo: el indio Jawaharlal Nehru, el egipcio Gamal Abdel Nasser y el indonesio Sukarno fundaron el Movimiento de No Alineados. Un movimiento que contó con la plena adhesión de otros líderes como Juan Perón y Iosip Broz Tito. El desafío de los ahora conocidos como países emergentes es el que recoge la OCSh.

Del original quinteto de Shanghai formado en 1996 por China, Rusia, Kazajstán, Tadzhikistán y Kirguistán a la OCSh panasiática y euroasiática pasó más de un cuarto de siglo, La necesidad de una respuesta coordinada y dinámica ante la agresividad globalizadora y el dictado hegemónico del mundo multipolar terminó por consolidar la alianza. Su objetivo final es el desarrollo independiente contra los dictados de una nueva globalización, la anglosajona liderada por Washington, con la Unión Europea como fracturado aliado en una crisis cada vez más detonante.

La política exterior de los países de la OCSh es contundentemente favorable al mundo multipolar, esgrimiendo tres consignas fundamentales: estabilidad, seguridad y desarrollo. Pero si hasta esta cumbre las cumbres eran un punto de discusión de algunos proyectos generales, ahora sus miembros plantean la concreta cooperación en cuestiones geopolíticas y geoestratégicas.
“Nos corresponde -afirmó el presidente de Kazajstán Kasim-Yomart Tokaev- transformar la OCSh en una plataforma económica mundial. Hoy nuestra organización reúne a las economías del mundo en dinámico desarrollo y con un colosal potencial”.

La dinámica de crecimiento de la OCSh está intrínsecamente relacionada con el desarrollo del nuevo orden multipolar. En esta cumbre, además de los anteriores miembros: Rusia, China, India, Pakistán, Kazajstán, Kirguistán, Tadzhikistán y Uzbekistán, se registró el ingreso de Irán como miembro pleno y de la solicitud como tal de Belarrús. Estuvieron presentes Mongolia (una de las economías con mayor crecimiento por su riqueza en minerales), Afganistán (con los talibanes consolidando su estado y abjurando del terrorismo), Turquía (el gran favorecido por el paso de cereales y gas rusos hacia el sur de Europa), Arabia Saudita (socia directa de Rusia en la conducción de la OPEP y principal proveedora de China), Egipto (principal receptor del cereal ruso) y los países del Golfo Pérsico: Emiratos Árabes Unidos, Kuweit y Bahrein.

Una primera lectura de este listado revela la conformación de un poderoso subpolo islámico, con obvias y antiguas tensiones internas pero dispuesto a no ser más un objeto del colonialismo unipolar, sino un sujeto del sistema de nuevas relaciones internacionales.

También podemos hablar de un importante componente budista: Nepal, Shri-Lanka, Cambodgia y Mianma. A ellos podrán agregárseles Vietnam, Indonesia, Malasia y Tailandia, con los que ya se mantienen negociaciones.

De esta manera, el nuevo orden multipolar tiene ya una estructura definida y una interacción en crecimiento entre sus distintas organizaciones. Con la OCSh se entrelazan los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica por ahora), la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) integrada por Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tadzhikistán, la Unión Económica Euroasiática (Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizia y Rusia). Existen fuertes lazos comunicantes también con la Liga Árabe y la Unión Africana. Nuestra CELAC todavía no está integrada en este nuevo universo, aunque existen contactos con sus representantes.

Todas estas organizaciones plantean entre sí en el área económica importantes proyectos de desarrollo tecnológico, agroindustrial, energético y de transporte. Rusia, Kazajstán, Uzbekistán y Pakistán trabajan en el tendido del gasoducto “Fuerza de Siberia II” que llevará el fluido hasta el Golfo de Bengala.

En un encuentro tripartito, China, Mongolia y Rusia acordaron el tendido del ferrocarril que desde Rusia atravesará Mongolia y llegará a China, así como su cooperación en la traza de un segundo gasoducto troncal que llevará el gas ruso a los dos países. Entre los trascendidos surgidos de este encuentro, destaca el que prevé la participación de Corea del Norte en ambos proyectos, tanto con mano de obra como con equipos técnicos.

El proyecto de base es el chino “una franja, una ruta”, que prevé una intrincada red de cooperación desde la península de Kamchatka hasta el mar Báltico, pasando por los países de Asia Central, el mundo árabe, el Magreb africano e incluso el sur europeo. Nuevas carreteras, ferrocarriles de ultravelocidad, aviones diseñados en conjunto, exploraciones conjuntas del cosmos lejano, desarrollos agroindustriales compartidos, son algunos de los temas de este proyecto épico.

Las organizaciones multipolares se han convertido en el mayor oponente y la más concreta alternativa a los nuevos intentos de dominio mundial que plantea el proyecto anglosajón de globalización. Ahora alienado y desaforado con sanciones y amenazas a diestra y siniestra. A China que “ya va a ver” si se junta con Rusia y si reafirma su soberanía sobre Taiwán. A la India que no compre petróleo y gas ruso. A Turquía que no adquiera armamento defensivo ruso y chino. A Arabia Saudita que aumente la extracción de petróleo aun a costa de romper la OPEP. Al Brasil que se adhiera a las sanciones cuando los principales mercados brasileños son sus socios de los BRICS. A Rusia, que no utilice su armamento atómico (algo rigurosamente reglamentado por la doctrina militar del Kremlin) y no emplee armas químicas, cuando Rusia las ha desmantelado en 2017 con supervisión del organismo internacional pertinente.

Conviene recordar que los Estados Unidos fueron los únicos en ejecutar un bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki, matando a cientos de miles de civiles japoneses. Además, Washington no se ha plegado a la convención de destrucción de armas químicas…

Joe Biden afirm que los Estados Unidos estn interesados en la fragmentacin del orden mundial Foto AFP
Joe Biden afirmó que los Estados Unidos están interesados en la fragmentación del orden mundial. / Foto: AFP

Jack Sullivan, consejero de seguridad nacional del presidente Joe Biden, afirmó abiertamente que los Estados Unidos están interesados en la fragmentación del orden mundial y la supervisión de una red de alianzas locales. En el foro anual Defense One, hace algunos meses, Sullivan declaró que el sistema de relaciones internacionales encabezados por la ONU desaparece gradualmente, algo que “conviene a los Estados Unidos”.

Esta estrategia destructora del orden mundial se verifica en la formación de algunas nuevas alianzas locales, siempre dirigidas por Washington. Entre ellas QUAD (diálogo de seguridad entre Australia, India, EE.UU. y Japón), AKUS (alianza político-militar entre Australia, Gran Bretaña y los EE.UU.), la frustrada “Cumbre por la Democracia” y otras.

Änjali Kaur, funcionaria de la USAID para Asia, declaró en el Congreso norteamericano: “Los EE.UU. consideran críticamente importante dividir las economías de los países del Asia Central de la rusa y la china”.

No tiene demasiado éxito este intento. Ni siquiera con los países asiáticos que todavía no están en la OCSh, como Japón. En agosto, Tokio aumentó en flecha la importación de GNL (Gas Natural Licuado) de Rusia. En comparación con el período análogo del año anterior, el incremento fue del 211,2%, según informó el propio Ministerio de Finanzas japonés.

China, según Le Figaro, “confirma su respaldo a Rusia en contraposición a los planes de los EE.UU. de aislar” a ambos países y agrega “Rusia para China hoy es un socio clave en la confrontación con Washington en la arena internacional”. La participación del presidente chino Xi Jinping en la cumbre de Samarcanda, en su primera salida al exterior luego de la pandemia del coronavirus, testimonia la solidez del régimen chino en vísperas del XX Congreso del Partido Comunista Chino, acontecimiento clave en la continuidad del propio Xi.

Xin Jinping y Vladimir Putin dos de las principales figuras que se encontraron en Uzbekistan Foto AFP
Xin Jinping y Vladimir Putin, dos de las principales figuras que se encontraron en Uzbekistan. / Foto: AFP

Vladímir Putin, quien acaba de conseguir el respaldo de más del 80% del electorado en reciente comicios regionales y municipales, concurrió con un frente interno ampliamente consolidado y orientado hacia el final victorioso de la confrontación en Ucrania, en la que, según Putin, el ejército ruso “sólo ha mostrado una pequeña parte de su potencial”.

El encuentro de ambos líderes en el marco de la cumbre de la OCSh ha tenido un significado simbólico ya que sólo marcaron lineamientos para fortalecer su intercambio comercial que este año llegará a los 200.000 millones de dólares. Lo trascendente es que ambos fundamentaron su disposición a encaminar el orden mundial “en una dirección más justa y razonable”.

Hace medio siglo apareció la teoría del “millardo de oro”, encargada por el Club de Roma, que pretextando amenazas de un apocalipsis global a corto plazo, proponía un exhaustivo control del equilibrio traducido en un gobierno mundial, descartando soberanías y derechos nacionales sobre recursos. Los padrinos fueron Rockefeller y Soros. El resto de los países periféricos fueron considerados como los miserables que deberían supervivir como pudieran.

Global Times, el vocero oficioso del Partido Comunista Chino, señaló: “la esencia de la mentalidad occidental es considerar la geopolítica exclusivamente como un juego donde tienen que haber vencedores y vencidos”. No hay confianza, cuanto menos, con la OTAN.

La reciente sanción de un préstamos por 5.000 millones de dólares para “ayuda militar” a Taiwán, dispuesta por el senado norteamericano, es un ejemplo de ello. Pero también vuelve a empujar a Washington a un callejón sin salida diplomática. China ya manifestó que esta decisión es una injerencia en sus asuntos internos. El congreso estadounidense resolvió confirmar las obligaciones contraídas por Washington en 1979, de defender la isla en caso de sufrir ella una agresión. Como lo explicitaron en el Congreso, la resolución se dictó “ante la amenaza de una agresión china”…

Para Beijing, esta decisión “cambia la política tradicional de los EE.UU. en relación con la convención de una sola China”.
En su afán por “desenganchar” la OCSh del resto de países del Pacífico, Washington anunció su intención de “asegurar” la defensa de Japón de “posibles amenazas” tomando en consideración además de los tipos tradicionales de armamento, su arsenal nuclear, según declaró Lloyd Austin, ministro de Defensa de los EE.UU.

Pero los intentos de mantener su papel hegemónico le fracasan a Washington y sus aliados. No consiguen asimilar los cambios estructurales que se están produciendo en el mundo. El sistema internacional de relaciones cambió y en vez de ordenarse verticalmente, desde un solo centro de dictado, ahora lo hace en forma horizontal entre todos los países. Además, el vector principal del sistema gira definitivamente desde Occidente a Oriente.

La OCSh se ha convertido, especialmente luego de esta “multitudinaria” cumbre, en un factor independiente y decisivo de la realidad política internacional. A partir de Samarcanda, se fortalecen además de la cooperación económica, la lucha contra el terrorismo y el soporte a la estabilidad regional y mundial.

El presidente kasajo Tokaev propuso en la cumbre de Samarcanda incrementar la cooperación entre los departamentos de defensa y los servicios especiales de los estados miembros de la OCSh. A principios de año, Tokoaev superó un golpe de estado financiado por el narcotráfico con ayuda de la OTSC y de la OCSh.

Dada la absoluta falta de publicidad a la declaración final de la cumbre OCSh, he aquí sus principales puntos:

-Inadmisibilidad de la adopción unilateral de sanciones económicas, a excepción de las adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

-Ampliación de la utilización de divisas nacionales en los cálculos mutuos.

-Adscripción a la no difusión del arma atómica en el mundo y continuidad del desarme nuclear.

-Inadmisibilidad de utilizar la agenda climática para sancionar restricciones.

-Ampliación de la OCSh como modo de garantizar la seguridad y estabilidad en la región.

-Inadmisibilidad de injerencia en asuntos de otros estados so pretexto de confrontar al terrorismo. Los países de la OCSh condenan al terrorismo y están dispuestas a liquidar activamente las condiciones que lo faciliten.

-Necesidad del ulterior fortalecimiento de la cooperación internacional en la lucha contra la difusión del coronavirus.

-Regulación en Afganistán para fortalecer la seguridad de los países de la OCSh.

Los miembros plenos y asociados de la OCSh superan el 82% de la población del planeta y producen casi el 30% del PIB mundial pero lo más importante es que la economía de estos países se desarrolla a ritmos mayores que los mundiales y, como dato concluyente, en muchos casos ese desarrollo se combina entre todos.

Esto contrasta de una manera expresa con la situación en las economías de los Estados Unidos y la Unión Europea. Con una inflación que supera el 10% (algo inusitado para ellos) y reducción de la actividad que ya amenaza con transformarse en recesión. En Alemania, por ejemplo, el centro analítico Ifo de Munich advierte que el aumento de precios sobre el gas y la energía eléctrica asestó a la economía germana “un golpe demoledor” pues conducirá a la caída en un 0,3% del PBI en 2023. El mismo centro había pronosticado en junio un incremento del 3,7% del PIB para ese año.

En los Estados Unidos, el aumento inflacionario ya se acerca a los dos dígitos y la efervescencia social está en un punto de ebullición muy peligroso. El conflicto sindical en los ferrocarriles amenaza desde la semana pasada con paralizar el transporte vital de hidrocarburos y cereales pero, fundamentalmente, con el desabastecimiento de alimentos. La Cámara de Comercio de los EE.UU. calificó la huelga ferroviaria como “una catástrofe económica nacional”.

El politólogo estadounidense Harlan Kenneth Ullman, en su artículo en «The Hill» afirma que Estados Unidos, al tratar de hacer frente a presuntas amenazas a gran escala en el país y en el extranjero al mismo tiempo, absolutizó el concepto de enemigo. «Los dos partidos estadounidenses son incapaces de gobernar conjuntamente el país. Cada uno considera a los opositores políticos un mal absoluto. Y en 2024, dos ancianos planean postularse para presidente», concluye con dureza Ullman, refiriéndose al actual presidente demócrata Joe Biden y a su oponente, el expresidente republicano Donald Trump.

«Lo peor -añade-, es que este mal y esta bilis se está extendiendo más allá de nuestras fronteras y se aplica a China, Rusia y adversarios menores. Si la trayectoria de las relaciones con Beijing y Moscú no cambia diametralmente, ambos países pronto lo harán» para convertirse en amenazas existenciales. La afirmación del presidente Biden de que enfrentar a China y Rusia, así como a Irán y Corea del Norte, es una especie de batalla sagrada entre la democracia y la autocracia sólo agrega combustible a una estéril confrontación, absolutamente pasada de moda.

Ullman, consejero “senior” del Consejo del Atlántico, fundado en 1961 en la OTAN, tras enumerar las contrariedades norteamericanas en política exterior, recuerda que “las perspectivas económicas en la mayoría de los norteamericanos no son agradables”.

Un contexto interno, en ambas sedes del poder unipolar, que además de dificultar la realización de una política internacional estable y coherente con el mundo actual, puede perjudicar grandemente el futuro real de supervivencia de la humanidad.
Unos 200 países asistieron a la inauguración de la 77 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas. El subtexto fundamental radica en la expectativa si la organización mundial, fundada en 1945 con el objeto de garantizar un futuro sin guerras para la Humanidad y de fundar condiciones apropiadas para el desarrollo económico, político y social de esa misma Humanidad, de toda la Humanidad, está en condiciones de cumplir hoy con su tarea. Si puede funcionar libremente, independiente de las presiones y los subterfugios que la condicionan y la alienan por parte del poder hegemónico unipolar.

En el orden del día que deberán aprobar los asambleístas de la ONU para el año próximo figuran temas claves como el combate contra las pandemias, el cambio climático, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y los conflictos y las crisis. Pero el tema más importante, sin dudas, es el propio futuro de las Naciones Unidas. La crisis de autoridad y fiabilidad que afecta cada vez más a la organización es, precisamente, la que facilita su dependencia de ese poder hegemónico y le impide jugar su rol fundamental de coordinador en el mundo multipolar. La única herramienta de que dispone para superar las crisis.

Como ejemplo baste su vergonzosa inacción ante la descarada actitud de Washington, que impidió hasta último momento la entrega de visados para las delegaciones de países como Rusia, Irán o Corea del Norte. Esta violación de sus obligaciones como país anfitrión de la ONU mereció apenas una advertencia por parte de colaboradores del secretario general…

Como en todo parto, hay un momento en que la crisis debe cambiar de calidad y dejar que surja la nueva vida. Este es el hecho. Todos nosotros, seres humanos, asistimos a ese parto y también somos parte de él. La cumbre de la OCSh es un poderoso catalizador de esta coyuntura. Será bueno y prudente preparar a la Argentina, nuestro país, para incorporarse al proceso de cambios. Llega el momento de las definiciones.

El punto crítico…

Elecciones en Estados Unidos: En el marco de la Guerra civil y la Perestroika en EEUU

                               15 de septiembre de 2022

                    Wim Dierckxsens y Walter Formento

Introducción

El 8 de septiembre de 2022, India y China anunciaron que sus ejércitos habían comenzado a retirarse de su línea fronteriza, un paso en firme para poner fin al enfrentamiento, “agitado” por los intereses unipolares desde mayo de 2020. Con esto se obstaculiza y/o bloquea la réplica del escenario Rusia/OTAN en Ucrania en Asia, tal como la OTAN tenía en “mente”. Mientras, sesenta y ocho países en el Foro Económico Oriental (EEF), con participantes empresariales y gubernamentales, se reunieron en Vladivostok para trazar políticas y proyectos para la integración multipolar de Eurasia.  

Ambos acontecimientos se dan días antes de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), centrada principalmente en cuestiones de seguridad regional, cumbre que tiene lugar en Uzbekistán, a la que asistirán tanto el primer ministro Narendra Modi –India- como el presidente chino Xi Jinping -China. La integración y cooperación del proyecto multipolar, tanto en términos económicos como de seguridad, está dando pasos en firme y las contradicciones internas pasan así a segundo plano.

En esta situación internacional se presentan las elecciones de mitad de mandato en EEUU, con contradicciones profundas entre demócratas y republicanos. Se disputarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 escaños del Senado. The Economist (Revista de los señores de Davos y la OTAN) espera ampliamente que las elecciones intermedias de Estados Unidos, el 8 de noviembre, traigan amargas noticias para los demócratas. Dada la alta inflación y los bajos índices de aprobación de Joe Biden, esta elección podría ser especialmente desastrosa para los demócratas que esperan perder el control de la Cámara y del Senado. 

Estados Unidos 2022: Elecciones o batalla electoral

Las elecciones intermedias de EEUU serán decididas en buena medida por la influencia creciente que se despliega en relación a la figura de Donald Trump (según plantean los sistemas de comunicación en EEUU). Es inusual que un expresidente desempeñe un papel tan importante en las elecciones, luego de dejar de serlo. 

Trump ha jugado muy fuerte, ha respaldado a candidatos que le son leales y ha rechazado a los otros.  El logro singular de Biden (Partido Demócrata), es tener el índice de aprobación más bajo de cualquier presidente en ejercicio desde la década de 1950, cuando Estados Unidos era aún la locomotora industrial más pujante del mundo y arrastraba al mundo hacia adelante, hasta 1971-73 cuando su locomotora industrial consolido su diversificación tricontinental (EEUU/Europa Occidental/Japón) y, por lo tanto, empezó a chocar con todo proyecto nacional. 

Hoy, el alto costo de la vida ha debilitado la buena voluntad incluso de los demócratas, que ya se preparan para ver contundentes “pérdidas” en las elecciones. En la población en su conjunto, incluyendo a los demócratas, el 67 % piensa que la economía va mal, el 78 % cree que el país va en la dirección equivocada y el 64 % de los demócratas quiere otro candidato presidencial para 2024. Este estado de ánimo debilita la mayoría de las ambiciones restantes de la administración Demócrata. 

Es un hecho que conforme se acerca el día electoral del 8 de noviembre, los hechos muestran divergencias cada vez más agudas entre republicanos y demócratas. En el EEUU parecen darse ya todos los elementos necesarios para una “explosión socio-política violenta”. La incursión del FBI en Mar-a-Lago (la residencia de Trump) solo añadió gasolina al fuego. Cuando, el 1 de septiembre, Biden prácticamente le declaro la “guerra” al Trumpismo, dos días después Trump llamó a Biden enemigo del Estado. Confirmando la situación que ya está en boca de todos. En 2019 una encuesta de la Universidad de Georgetown ya había preguntado a los encuestados cuán posible veían una guerra civil en EEUU, en una escala de 0 a 100. La media de sus respuestas afirmativas fue de 67,23 puntos. Los grandes conglomerados de comunicación, asociados a Davos y la OTAN, son quienes hablan de la posible guerra civil. Para el 11 de septiembre, YouGov/Economist (iniciativa globalista) presentó los resultados de una nueva  encuesta sobre la guerra civil, contrastando opiniones demócratas vs las republicanas. Por ello, nuestra pregunta en este artículo es: ¿Quién necesita y promueve la guerra civil como proyecto político en EEUU?

Las contradicciones al interior del Partido Republicano 

Tras el “asalto” al Capitolio del 6 de enero de 2021, por parte de miles de “seguidores” de Trump, en Washington hubo 10 congresistas republicanos que votaron entonces a favor de enjuiciarlo políticamente junto a la iniciativa de los Demócratas Globalistas. Luego, en las elecciones primarias para noviembre de 2022, cinco candidatos (Wisconsin, Cennecticut, Ohio,  Washington y Wyoming), que contaban con el apoyo de Donald Trump, se impusieron ante sus rivales en agosto en las elecciones primarias del Partido Republicano y otros cuatro rivales simplemente terminaron su período. 

La representante por Wyoming, Liz Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney (2001-2009), al igual que su padre pertenece a la línea anti-Trump de los republicanos –NeoCon- miembros del Congreso. El éxito principal de los potenciales Senadores MAGA –Make America Great Again- ha creado mayores presiones para los Neocon con Mitch McConnellEste líder de la minoría republicana del Senado, “socio” de los demócratas globalistas y enconado opositor de Trump, opinó que las elecciones al Senado serían difíciles para los republicanos por su supuesto bajo perfil.  

Durante mucho tiempo ha sido el capo de la política republicana. Su crítica a la «calidad» de los candidatos de Trump le ha valido fuertes reproches públicos del senador de Florida Rick Scott, una figura política con la ambición y los recursos financieros para amenazar a McConnell para presidir el Senado. Mitch McConnell, su súper PAC ha invertido decenas de millones de dólares en estas elecciones internas y procurará que sus referentes se impongan a los de Trump. Estos hechos muestran tanto la feroz y decisiva interna en el partido republicano como el decisivo y rápido giro del Partido Republicano, y su base socio electoral, hacia el espacio MAGA del Trumpismo. Dejando en posición de debilidad a los republicanos Neocon, que vienen siendo “socios” de los demócratas (Clinton-Obama-Pelosi-Harris) en el despliegue del proyecto Globalista de Davos/Otan.

Ron DeSantis, el gobernador de Florida, aliado político de Trump (2017-2021), se ha asegurado el segundo puesto con una popularidad que ya compite con Trump (24% contra 51%, respectivamente), en tanto candidato republicano para las elecciones de 2024. Su retórica es del estilo de Trump en una política estatal, con la particularidad en atacar el estilo impositivo demócrata en el campo de la salud del Dr. Fauci. En otras palabras, con DeSantis como segundo candidato republicano para 2024, esto sumaría a la formula a pesar que hoy aparezca como un feroz opositor de Trump. 

Creciente Contradicción entre Demócratas y Republicanos 

‎La extralimitación de Biden en su discurso del 1 de septiembre de 2022, en una marco -muy extraño-, acusando no solo a Trump sino al partido republicano como terrorista, ha llevado a la caída de la máscara del poder ejecutivo. Deja expuesto, que ya no hay lugar ni espacios para la decisión ni la pretensión de gobernar para y con todos los estadounidenses. La fuerza bruta y la abolición de las normas de gobierno, como la fachada de una Corte Suprema políticamente independiente, el control estatal de las elecciones o el papel del filibustero en el Senado, ahora todo es aceptado por la fracción globalista unipolar financiera (Davos/OTAN) del partido demócrata en pos de imponerse. 

Incluso, existe todo un movimiento del Partido Demócrata dispuestos a utilizar cualquier “medio” para lograrlo y la consigna se resume en: «Atrapar a Trump». Los artículos, que ahora aparecen en los principales medios de comunicación globalistas –CNN/NYT/CBNC-, exigen derechos más allá de la ley en nombre de «Parar a Trump». “La democracia está en juego”, según afirman. Incluso, los intereses globalistas (Davos) están preparados para sacrificar los derechos constitucionales, las libertades civiles, los principios y el estado de derecho con tal de “Parar a Trump”. Toda una muestra de las formas y modos que asume la guerra civil en EEUU en esta etapa.

Con el objetivo de “voltear a Trump”, todo vale. Así como los republicanos macartistas desde 1950, estaban dispuestos a destrozar la Constitución para acabar con el llamado “comunismo” del Demócrata Roosevelt. Hoy el Partido Demócrata, dominado por los intereses transnacionales financieros, como en 1950 el Partido Republicano, quieren hacerlo para acabar con “Trump». “La democracia está en juego” gritan, por ello estamos preparados para sacrificar los derechos constitucionales, las libertades civiles y el estado de derecho con tal de “frenar” a Trump. 

Laurence Tribe, quien enseñó derecho constitucional durante medio siglo, ha abogado por enjuiciar a Trump por el «intento de asesinato» del ex vicepresidente Pence. La iniciativa no prosperó sólo porque requeriría ampliar de forma retroactiva e inconstitucional la ley. 

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés),  guardó silencio conspirativo sobre el allanamiento de la residencia de Donald Trump, Mar-a-Lago en Florida. Después que el FBI ejecutó la orden de registro en la finca de Florida, el Partido Republicano rápidamente cerró filas respaldando al expresidente Trump. Incluso el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el mayor rival para Trump en las primarias republicanas, se refirió al gobierno del presidente Joe Biden como el “régimen” y dijo que, el allanamiento en Mar-a-Lago en busca de documentos confidenciales, tomados de forma indebida, fue “una nueva escalada en el uso de las agencias federales como armas en contra de los opositores políticos”. Para obtener una orden judicial, una declaración jurada sin argumentos debidos que no señala cómo se infringió o se está infringiendo una ley federal y no revela nada del por qué no prospera. Luego, Trump salió fortalecido. 

En una encuesta reciente de USA TODAY/Ipsos, el 59 % de los votantes republicanos dijo que Trump debería ser el candidato republicano para 2024. El Congreso liderado por los demócratas tiene un índice de desaprobación del 79 por ciento, según Statista.  The Economist señala que los republicanos están bien posicionados para recuperar el control de ambas cámaras. 

Lo que a partir del laptop de Hunter Biden (hijo del presidente) se conoce ahora con certeza, es que el FBI trabajó activamente para alterar el resultado de las elecciones presidenciales (noviembre 2019-enero 2020) en Estados Unidos, como señaló The New York Post en su momento. Hasta The New York Times y Washington Post (ambos voceros del globalismo) tuvieron que comunicar que la computadora portátil de Hunter Biden y el contenido encontrado en ella son, de hecho, auténticos. Más de 50 ex funcionarios de inteligencia de EEUU, incluido el director de la CIA, John Brennan, quedaron al descubierto con sus falsos testimonios del 19 de octubre de 2020. 

Mientras tanto para el Pueblo, en las elecciones de 2022, el costo de la energía y de la vida en general son los temas –realidades cotidianas- que de verdad importan a los votantes, que ya están en “camino de caer” en la línea de pobreza y más allá. No les interesa para nada el tema de Ucrania y el aborto apenas, temas si centrales del partido demócrata. Una encuesta nacional realizada en agosto 2022, por el Instituto Tecno-métrica de Política con sede en Nueva Jersey, revela que un sorprendente 79 por ciento de los estadounidenses opina que el presidente Donald Trump habría ganado la reelección si los votantes hubieran sabido la verdad sobre la computadora portátil de Hunter Biden. Y que (Trump) tenía razón que los demócratas le habían robado las elecciones. 

Podriamos concluir que el establishment financiero demócrata no ha podido “eliminar a Trump” (con trampas jurídicas) para las elecciones en 2022 y que se perfila como claro candidato a presidente para las elecciones de 2024. Lo anterior deja a los globalistas ante una situación complicada y, por ello, es que “buscan” con urgencia salir del callejón democrático electoral, que parecería, por sus acciones, no tener salida democrática para ellos. 

Del globalismo y el fascismo en EEUU

La confrontación que marca nuestro tiempo, la de la crisis sistémica del capitalismo unipolar financiero y el ascenso del proyecto multipolar plurinacional de los BRICS, con la Nueva Ruta de la Seda como proyecto, no deja de avanzar en medio de esta crisis general mundial

El Trumpismo en el Partido Republicano defiende posturas aislacionistas, critica la ayuda a Ucrania y felicitó a Rusia en su accionar ahí. En su administración anterior Trump (2017-2021) estuvo en contra de la OTAN, por ser el ejército de los señores globalistas de Davos que hoy han sometido a la Unión Europea. Durante la administración Trump, el globalismo recibió duros golpes al perder, la City financiera de Londres, con el Brexit. Donde ésta ya perdió influencia en la Unión Europea y, luego, el centro financiero de Hong-Kong, luego que Trump derogara su “estatus administrativo especial” –respaldo- para “ejercer su influencia” en Asia. Una victoria hasta rotunda del Trumpismo, que significo una crisis para los Globalistas (Davos) en su objetivo de poder imponer el Economic Reset Global, ya que conllevo a una confrontación aún más profunda y estructural en los EEUU (1999-2001-2008-2013) entre los intereses financieros unipolares: Globalistas vs Trumpistas y Continentalistas (capital financiero vinculado con el proyecto del imperio norteamericano en decadencia). 

En este contexto, nada alentador para el partido Demócrata, el presidente Joe Biden pronunció la noche del 1 de septiembre el discurso más polarizado desde que asumió la Presidencia de Estados Unidos. Además de calificar como «amenaza» y «extremistas» a los seguidores del exmandatario Donald Trump, también usó una escenografía acorde con su tono: luces rojas, sombras y posiblemente lo más polémico, infantes de marina. Esa imagen, de Biden haciendo puños con sus manos, expresión de odio, luces rojas y flanqueado por los infantes de marina, fue el detonante para que las críticas se avivaran. El Cuerpo de Marines de EE. UU., como parte de la Armada estadounidense, no debe tener inclinaciones políticas. Textualmente Biden afirmó: “No hay duda de que el Partido Republicano de hoy está dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos del Make America Great Again (MAGA). Y eso es una amenaza para este país”. No solo muestra a un partido golpeado (Biden, Kamala Harris, Pelosi, etc.), sino que pretende “proyectar poder” bajo la forma de la fuerza militar. El propósito del discurso, entonces, no solo ve como amenaza a Donald Trump, sino al Partido Republicano entero, por caminar hacia el Trumpismo (https://panampost.com/oriana-rivas/2022/09/03). 

Biden llamo a levantarse a todos los que se oponen a Trump, en este caso, a la mitad de la población. Lo anterior ya no solo justificaría cualquier tipo de persecución de la persona, sino que crea el ambiente para que “los partidarios demócratas” busquen cómo rechazar el resultado de las elecciones intermedias de cualquier forma. Lo cual “abre espacios” para poder lograrlo, a la posibilidad de un escenario de intento de magnicidio. Hecho que acabamos de presenciar en Argentina, con un intento de magnicidio al vicepresidente de la nación argentina –CFK-, por un “personaje” que se identifica con los símbolos nazis, como los del batallón de «Azov» de Ucrania, al “servicio” de la OTAN. Otro escenario podría ser un “auto atentado” al estilo de las Torres Gemelas. Este, más impactante aún, no solo para suspender las elecciones, sino para profundizar desplegando o haciendo escalar la guerra civil en Estados Unidos. 

La guerra civil en Estados Unidos 

Por supuesto, en una guerra civil, las FFAA con sus diferentes “áreas y secciones” podrán estar de un lado o del otro. El Ejército de EEUU informa que en los “últimos años” –¿desde el 1997/2000- está teniendo problemas serios a la hora de reclutar nuevos soldados, del mismo modo que lo tuvo en la etapa final de la guerra de Vietnam 1971-75. A partir de 1973, en el periodo final de la larga Guerra de Vietnam -1964/1975-, la cual beneficio solo a los   Tricontinentalistas, los reclutamientos se desplazaron constantemente al sur de la línea Mason-Dixon. 

Actualmente, el ejército no alcanza sus objetivos de reclutamiento para los próximos dos años, en casi 40,000 soldados. Como informó el New York Times (globalista) ya en 2018, los reclutadores militares dependían en gran medida de la región políticamente más conservadora del país para los nuevos reclutas: el sur republicano. La decisión del ejército de cerrar muchas bases en los estados del norte, donde hay los largos inviernos, no hicieron más que profundizar y acelerar esta tendencia. 

Los distritos escolares de muchas zonas urbanas de los estados azules (demócratas) incluso han restringido el acceso a los estudiantes de secundaria en los últimos años, lo que ha aumentado aún más la dependencia de los reclutas de los suburbios y pueblos rurales de los estados rojos (republicanos). Según el Mayor Paul Lewis, en los últimos años la preparación militar se ha visto afectada por “una combinación tóxica de liderazgo deficiente y la politización del ejército”, erosionando la confianza de los miembros del servicio de base.

El ejército, en otras palabras, es predominantemente republicano, al menos en su base y los demócratas no están interesados en el ejército que es básicamente republicano. Los globalistas tienen su propio ejército en la OTAN, básicamente de mercenarios pagados con las contribuciones de los países miembro y por los grandes consorcios transnacionales. Para los demócratas el ejército, en cuanto a tropa, de pronto es un problema y adversario en una guerra civil. 

Si es claro que, la OTAN, recluta su alto mando en los oficiales de los otros países metrópolis y los ha formado desde 1991, en los últimos 30 años de despliegue del globalismo, con mercenarios en Siria, Afganistán, Ucrania, etc. Pero también es claro que, la OTAN, no puede contar de manera monolítica con suboficiales y oficiales norteamericanos, ya que son en forma dominante republicanos. Por ello, la OTAN recluta el alto mando y los niveles intermedios también fuera de EEUU, en GB, Canadá, Australia, etc. Y la tropa la recluta en base a tropas mercenarias provistas por corporaciones “privadas” financieras militares paralelas en EEUU y el mundo. Algo que hemos observado como “práctica política” en todos los imperios en historia, en determinado momento y particularmente en su fase de  decadencia.

En dicho contexto, Biden ordenó a su equipo de seguridad nacional que dirigiera una revisión exhaustiva de 100 días de los esfuerzos del gobierno de EEUU para abordar el “terrorismo interno”, que se ha convertido en la amenaza terrorista más urgente que enfrenta el país hoy. La Administración Biden está lanzando la primera Estrategia Nacional para Contrarrestar el terrorismo interno (enfrentamiento armado interior de EEUU), para impulsar eventualmente la guerra civil. 

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha designado al “Extremismo Violento Doméstico” como Área de Prioridad Nacional. El Departamento de Defensa (DOD) está incorporando capacitación para los miembros del servicio que se separan o se retiran de las fuerzas armadas, sobre posibles ataques de actores extremistas violentos contra personas con entrenamiento militar. Según Kelly Offield del Instituto Mises (America´s secret government by proxy 01.09.2022), hay1.271 organizaciones antiterroristas, de seguridad nacional y de inteligencia; 1.931 análogos del sector privado; 10.000 ubicaciones de estas organizaciones y 854,000 personas con autorizaciones de seguridad de alto secreto. La línea que distingue entre lo público y lo privado es “gris” en esta actividad.

El Consejo de Asuntos Exteriores (CFA, por sus siglas en inglés)  afirma  que la principal amenaza terrorista “es más nacional que internacional”. EL CVE es el consejo que está a cargo del control de la información y tiene como misión identificar, definir y catalogar las vulnerabilidades de seguridad cibernética para el gobierno y está a cargo de delimitar qué ideas son aceptables, qué ideas no lo son y cómo hacer cumplir esos juicios con software y técnicas. Esta es la nueva normalidad en EEUU y, en general, cada vez más en el llamado “Occidente”. 

El dejar a opositores sin cuentas bancarias, al estilo de Canadá con la huelga de los camioneros, es más eficiente al tener una cripto-moneda, que más pronto que tarde manejaría la Reserva federal. Y la administración Biden está trabajando a toda velocidad en acabar con el dólar papel, para sustituirlo por una nueva moneda digital. Para Biden, y para las fuerzas globalistas, los trumpistas y hasta los republicanos “empiezan” a ser considerados como Subhumanos (como los pueblos originarios, judíos, gitanos y pueblos eslavos en tiempos de nazismo o en todos los tiempos y momentos de la historia en que se necesita “construir al otro” como el “enemigo a desarticular”) a los que no solo hay que reprimirlo sino “neutralizar”. 

Entonces, ¿qué mejor que empezar por dejarles sin dinero para poder dejarles por fuera del acceso a todo lo que requiere de Dinero para “poder vivir”? Esto podría claramente ser considerada: “Una declaración de guerra en toda la línea”.

El hecho que YouGov/Economist (una firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, con sede en el Reino Unido) señala que el 57% de los estadounidenses dice que “es probable que estalle la guerra civil en un futuro no lejano”, el 14% lo considera muy probable y el 43% lo considera probable.  El 66% de los encuestados ya creía que la división política en EEUU sería crítica desde que Joe Biden asumió el cargo. Lo anterior es el resultado del trabajo del complejo de comunicación por inteligencia artificial, esencialmente dominado por transnacionales globalistas de la comunicación. Todo, cada vez más nos hace pensar que EEUU está ya en una guerra civil que aún no ha tomado las formas de dos bandos claramente delimitado por sus uniformes y nombres, pero que si observamos el fondo ya está desplegándose claramente. ¡Recordemos, que el fondo del río no es posible ver “claramente” cuando sus aguas ya marchan revueltas! 

Una guerra civil en EEUU implica una crisis del Globalismo Unipolar internacional. Y lleva la situación a ese “momento” porque necesita imponer y ganar cada guerra civil que provoca, pero principalmente en EEUU. Con lo cual estamos observando que necesite también “imponer” escenarios de “guerra civil” en otras naciones, pero al modo en como lo ensayo ya en Libia, Irak, Egipto, es decir al modo de las “Revoluciones de Colores”, con fuerte presencia en el terreno de sus ejércitos de mercenarios y sus plataformas de comunicación por inteligencia artificial.  En otras “naciones como en la UE, Rusia, China, Turquía, Argentina, Brasil, etc. Que podrían hacerlas comenzar y denominarlas como “Crisis políticas” o “Gran rebelión” en cada nación/región de país central (principalmente en EEUU y GB). Donde este invierno sucederán crisis profundas por el alto costo de la energía y de la vida en general. 

Pero también podrían ser escenarios las naciones tanto Latinoamérica y Caribe como en África. Será un momento más crítico todavía para poder avanzar imponiendo sus condiciones del Economic Reset a todas las naciones y pueblos del Sur. Con el frio invierno y una guerra civil en Estados Unidos, el Globalismo financiero unipolar (Davos-Otan) se encuentra claramente en problemas. 

Con una guerra civil ya en despliegue, bajo sus distintas formas y modos, en EEUU, que lo empantana, y Europa en una crisis económica y política profunda, bien podría también producirse un “giro” general de no alineamiento “activo” de las naciones con el proyecto OTAN globalista. La oligarquía globalista se expresa y recorre todos los ex países centrales y periféricos. En la “vieja” periferia, ya en crisis con los y el centro oligárquico financiero, la tendencia es que los países del Sur global opten cada vez más por los BRICS y la Nueva Ruta de la Seda. 

Con una guerra civil en EEUU que ya ha empantanado a las oligarquías financieras (Global y Continentales), Latinoamérica y el Caribe en la CELAC tiene las manos gados de libertad crecientes para integrarse al proyecto multipolar y profundizar su propia integración regional como CELAC.             En tanto que, África aparece como un continente perdido para los globalistas y más aún después que China haya condonado la deuda externa a los países africanos. Lo anterior implica que el Universalismo Multipolar de los Pueblos y Naciones, con su proyecto de Nueva Ruta Multipolar de la Seda tanto como las nuevas fuerzas productivas en despliegue, con nuevas relaciones de producción, están desplazando a un sistema en decadencia y a una élite ya improductiva, parasitaria y, por lo tanto, obsoleta. Conforme nos aproximamos al año 2023, se vislumbra que la humanidad también tiene la oportunidad histórica podrá dar un gran paso adelante hacia su futuro pluriversal de naciones y pueblos. 

¿Cuándo lo harán el FMI, Banco Mundial, etc.? El globalismo procura mantener el control sobre los Pueblos y Naciones de América Latina y la batalla es dura, pero se encuentra ya en pleno desarrollo y despliegue. Sin embargo, una guerra civil en EEUU en proceso y Europa en una crisis económica y política profunda, bien podrían estar dadas las condiciones para avanzar en el no alineamiento con el proyecto OTAN globalista. 

Posibles escenarios futuros

Podemos observar dos escenarios plausibles para EEUU, que podrían presentarse en el futuro cercano y que no se excluyen. Los señores neo-feudales de Davos y la OTAN, que tienen presencia en todos los países y en EEUU, en sus bancos centrales, monedas, jueces y cortes judiciales, fuerzas policiales, de seguridad y militares, están jugando con dos planes alternativos para su Economic Reset en EEUU. 

El Plan A de la Oligarquía Financiera Globalista (Davos/Otan/Bis), no plantea una guerra civil. El Plan B, plantea la necesidad de la guerra civil. En los dos casos, los beneficios proceden de la confiscación de riquezas a la población. Pero el Plan A requiere asegurar, partiendo de lo que la pandemia “impuso”, la completa obediencia y docilidad de la población: que se conforme con no tener casi nada y estar cuasi felices con la ´comodidad´ de poder quedarse en casa.

El plan A fue derrotado, ya que el Covid-19 no logró su objetivo en los estados republicanos. Tampoco en el Mundo. Según ellos, es el momento de Plan B, en el que los estadounidenses pueden y deberían dispararse unos a otros usando todas las armas en su poder. La Guerra Civil. Plantean también como plausible, la combinación de los planes A y B, donde los estados demócratas se mantienen encerrados y pacificados (Plan A), temerosos de los estados republicanos, donde la guerra civil (plan B) haría estragos.  

Sin embargo, arguye Zhirinovsky, el Plan B no puede comenzar hasta haberse abordado un problema: cómo deshacerse, por un lado, de las responsabilidades del gobierno federal de los EEUU. Hay dos temas: ¿Cómo deshacerse de los gastos de Defensa, del Seguro Social, SSI y de Medicare? En segundo lugar, no menos importante: ¿Cómo deshacerse de las obligaciones ante los acreedores extranjeros (China y Japón en primer lugar)? 

Este jubileo auto-otorgado será un primer precedente muy bueno, para que el Sur pluriversal/plurinacional, pueda avanzar con iniciativa propia por el camino del gran jubileo –perdón- pluriversal de las deudas financieras de la naciones, un yugo que es el instrumento y modo con que las transnacionales financieras globalistas –Davos- sojuzgan o someten a los Pueblos y Naciones el en Sur Global. Que es un nuevo modo de llamar al histórico Tercer Mundo de los Pueblos y Naciones, el de la Tercera Posición Estratégica, que se reunión en Bandung por primera vez en abril de1955. Hoy más actual que nunca en el Pluriversalismo Multipolar de los Pueblos, Naciones y Regiones. Llamado también hoy el Sur Global.

El Globalismo Unipolar, para lograr sus objetivos, necesita incitar o imponer una guerra civil que saquee Washington –DC- y que “disuelva” el gobierno federal. Recordamos que el derrumbe de la democracia estadounidense ya se evidenció el 6 de enero de 2021, cuando una ‎multitud irritada por la reacción policial “tomó por asalto” el Capitolio en Washington. Hoy ‎se sabe que los manifestantes no tenían intenciones de derrocar al Congreso. Sino que la policía, comportándose como el brazo armado de un gobierno sombra (Shadow State o Estado Profundo), reprimió a los ciudadanos que ‎protestaban y luego, “orientaron” sus reacciones. Sólo después que la policía provocó la muerte de un manifestante, la multitud exasperada ‎se lanzó al asalto de la sede del Congreso. ¿No se trató de un magnífico ensayo general para un próximo auto-asalto de mayor envergadura, culpando una vez más a los republicanos?

Antes que Washington DC esté listo para ser borrado del mapa político, tendría que “suceder” o “producirse” previamente un gran saqueo, a través de un gran episodio de corrupción política. Ucrania, el patio de juegos personal de Joe y Hunter Biden, es utilizado como el principal centro globalista de lavado de dinero. De los miles de millones de dólares que la administración Biden ha emitido sin respaldo para ser gastados en Ucrania, hasta ahora poco y nada ha llegado a Ucrania. Otro tanto puede afirmarse de las grandes cantidades de armas “enviadas” a Ucrania que bien ser podría estar terminando, entre otros países, en Polonia así como  en Siria y en África que ya está certificado, etc. Por estas mismas realidades será que, en la frontera polaca/bielorrusa, Rusia y Bielorrusia ya concentran tropas.

Por ello, ha llamado mucho la atención que en un encuentro reciente de los grandes consorcios del complejo industrial y militar (Lockheed Martin Corp, BAE Systems, Northrop Grumman, etc.), el presidente de Ucrania haya sido “invitado” a participar por zoom, para expresar ´sus prioridades´, supuestamente para el conflicto en Ucrania. 

Una vez que, el mensaje que la democracia está muerta se “recibe” y que Washington es una “cueva de ladrones”, el camino estará despejado para el Plan B: la ´guerra civil´ con mercenarios contra la población en los estados rojos, republicanos. El momento más alto de la guerra civil ya en curso. Seguramente los líderes de MAGA –Trumpistas- ya estan en conocimiento y tienen bien claro este panorama, con lo que un empantanamiento no es para nada improbable. La “derrota” en llevar la guerra civil al estadio de la guerra civil armada general, significaría la muerte del unipolarismo globalista. Pero, también, significaría la debacle estructural del Continentalismo norteamericano. Estaríamos presenciando la Perestroika Norteamericana avanzando ya en profundidad. 

Otro escenario posible y complementario es que la Reserva Federal (Banco Central), que está inexorablemente ligada al Banco de Pagos Internacionales o BIS (el «banco central de los bancos centrales»), haga “algo”. El BIS es una institución controlada por la oligarquía globalista transnacional, no por la oligarquía estadounidense. Su objetivo podría ser “derribar desarticulando” la economía estadounidense, mediante un “movimiento” que haga estallar su moneda (Dólar), para hacer realidad el sueño globalista de una “utopía socialista mundial¨. Para ello, no tienen tiempo de sobra. 

La banca central en EEUU y en la UE ya han hecho “explotar una burbuja” de larga duración, con tasa de interés fija baja, para luego poder subir las tasas en todo el espectro crediticio. Que, de sostenerse, se traduciría en una depresión económica con destrucción de la economía real, sobre todo en la industria. Se puede observar como los mercados comienzan a hundirse y como el desempleo se dispara. En el marco de una inflación auto-inducida “galopante” y sin aumentos de salarios, estarían logrando reducir cada vez más el nivel de vida de la población en general y haciendo crecer en el pueblo norteamericano una situación “desesperante”. Pero, además, afirman que “tienen el control”, incluso de esta “velocidad de caída” aún. 

La Reserva Federal –Banca Central Privada Globalista- hoy está en condiciones, con el aumento de las tasas de interés, de producir el colapso del dólar. Igual situación y del mismo modo, también opera el Banco Central Europeo. De lograr hacerlo en tiempos de elecciones en EEUU, podrían introducir incluso una cripto-moneda que reemplace al dólar.  Es poco tiempo el que tienen y ahí está el “punto de estrangulamiento” para los intereses globalistas. 

Un decreto presidencial en EEUU estaría previsto para el 20 de septiembre. Si la información es correcta, sería una medida en torno a lograr restringir al máximo el dinero en efectivo a disposición de la población. El objetivo de la cripto-moneda es poder cortar el acceso al dinero en efectivo de modo decisivo y selectivo. 

Luego, a cada ciudadano que no se ajuste a las “nuevas reglas”, en teoría a la mitad de la población (republicana), se le podría cortar el acceso a su dinero al bloquear sus cuentas. Tal y como lo hicieron ya en Canadá, durante la huelga de los camioneros. Esta misma política está en marcha a través del BCE en la Unión Europea. Pero el tiempo parece jugar en contra del Globalismo. Estas elecciones podrían incluso “anunciar” que estamos presenciando el fin de la civilización occidental. 

1 La familia Cheney, su padre, tiene una historia fuerte por ejercer la presidencia de EEUU junto a Bush, entre 2001-2009, justo cuando se produjeron los dos grandes hechos que marcan la historia de EEUU en su declinación, la llamada Caída de las Torres Financieras Globales Gemelas en 2001 y la llamada Caída de Lehman Brothers, de Los Fondos Financieros Globales en 2008. Dos hechos que marcaron el principio del enfrentamiento y fractura estructural de la Oligarquía Financiera de EEUU, entre Globalistas contra los Continentalistas (Citar Libro la Perestroika en EEUU).

2 PAC: Fondo de Acción Publicitaria. Estaria recortando millones de dólares.

3 We can’t let Trump – or Trumpism – back in office

4 El Maccartismo, la iniciativa del senador Republicano MacCarthy, tenía por objetivo estratégico lograr vetar, neutralizar y perseguir las iniciativas industrialistas y de democratización con inclusión social en EEUU de los seguidores de Roosevelt (luego, de Kennedy). Los Demócratas proponían e impulsaban todo lo que refiere a la democratización y profundización de políticas de desarrollo de la industrialización, de la cultura, de la política y los sindicatos en EEUU. El partido republicano, que expresaba a los grandes bancos y sectores financieros, inicio esta batalla (Maccartismo) para consolidar su posición luego de la victoria en la segunda guerra mundial, para avanzar en su expansión sobre Europa Occidental y sobre Japón y su región en el Asia pacifico. Luego de las dos bombas nucleares lanzadas por EEUU. Incluso por su decisión de imponer la OTAN como nuevo instrumento institucional militar internacional para consolidar el Bipolarismo y su política Tricontinentalista, para lo cual necesitaba subordinar a los intereses nacionales y continentalistas en EEUU, dominantes en el partido Demócrata.

5 En 1963 se “produce” el magnicidio del presidente de EEUU: JFK –John.F.Kennedy- por el Partido Demócrata. Que reunía, entonces, a los grandes y pequeños industriales, a los trabajadores asalariados formales y al pueblo norteamericano en general, en la línea de J.D.Roosevelt. La oposición del partido demócrata enfrentada a la oligarquía financiera norteamericana, que controlaba entonces el Partido Republicano entonces. Desde 1994 controlando el Partido Demócrata, en nombre de los intereses del capital financiero transnacional Globalista, que se desplazó desde 1984-88 al Partido Demócrata. El cual controla desde 1991-1994.  

6 Que lograron imponerse e imponer el patrón Dólar/OTAN/Petróleo, hoy solo su fracción superior ha devenido en Globalistas (1991-1999).

7 El Papa Francisco refiriéndose a la grave “deuda ecológica” que vive la humanidad afirmó que la deuda ecológica remite en cierto modo a la cuestión de la deuda externa “cuya presión suele obstaculizar el desarrollo de los pueblos”, y ahora más todavía ante la crisis causada por la pandemia. https://www.infobae.com/opinion/2021/11/28/el-papa-francisco-y-la-deuda-externa-o-el-virus-de-la-dependencia/

Bibliografía 

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Dershowitz Alan ¡Consigue a Trump! Maldita sea la constitución, Instituto Gate Stone, 25 de agosto de 2022, zero hedge, 30 de agosto de 2022

Durden Tyler, DOJ probablemente esperará más allá de los exámenes parciales para revelar los cargos de Trump, 31 de agosto de 2022

Durden Tyler, Gingrich: Los medios no reconocerán la llegada de la ola republicana en noviembre, zero hedge, 31 de agosto de 2022

Durden Tyler, Las reservas del Pentágono son ´incómodamente bajas en medio de las transferencias de Ucrania, zero hedge, septiembre de 2022

Escobar Pepe, El suicidio energético de Alemania: una autopsia, zero hedge, 10 de septiembre de 2022

McMaken Ryan, Crisis de reclutamiento en el Ejército de EEUU, prensa-latina, 20 de julio de 2022

Meyssan Thierry, El conflicto en Ucrania precipita el fin de la dominación occidental, Red Voltaire 30 de agosto de 2022

Mises Institute, La caída del reclutamiento militar es otra señal de la disminución de la fe en el régimen, https://mises.org/es, 8 de agosto de 2022

Offield Kelly, America´s secret government by proxy, Instituto Mises, 1 de septiembre de 2022

Orlov Dmitrio, El caso de una nueva guerra civil estadounidense, blog Saker, 6 de septiembre de 2022 

Rivas Oriana , Biden irrespetó a la Armada al usar infantes de marina en discurso partidista, panampost.com, 3 de septiembre de 2022

Smith Brandon, Es un hecho que necesita repetirse: la Reserva Federal es un terrorista suicida, Alt-Market.us, 7 de septiembre de 2022

Después de una breve interrupción en las tradicionales columnas dominicales de GEOPOLITICA para el Club de la Pluma, motivada por un viaje a la Patagonia profunda argentina, mas precisamente al “punto cero” donde nació el “mito de la Patagonia”, Puerto de San Julián, Provincia de Santa Cruz, Argentina; el Director de Dossier Geopolitico DG Carlos Pereyra Mele retorna con sus columnas.

En está oportunidad y dado el frenesí de tanta información y confusión montada por la propaganda de guerra realizamos una exposición tratando en 15 minutos de exponer los principales puntos de los acontecimientos internacionales en pleno desarrollo y la gigantescas transformaciones geopoliticas que se deben sacar como conclusión del Encuentro de de la 22 Cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai

En primer lugar analizamos, brevísimamente la denominada “contraofensiva” del régimen de Kiev sobre la zona de Járkov en Ucrania que despertó una ola de éxtasis, excitación y júbilo en los aparatos propagandísticos de Occidente y un gran desasosiego y angustia en los seguidores de Rusia por esto territorios suramericanos, Como expresamos en la columna no podemos detallar ni las estrategias militares ni analizar comentarios de ignorantes de la artes militares y no expertos en las mismas. Solo decimos que No hubo ningún cambio estratégico ni de tendencias en el destino de ese conflicto que no es otro que una catástrofe para el pueblo ucraniano arrastrado a una guerra proxy para favorecer los intereses de la angloesfera. E invitamos a visitar dos artículos difundidos en Dossier Geopolitico DG sobre está situación actual de dos expertos documentados:  CAER COMO UN RAYO. MASKIROVKA ES UNA FORMA DE ARTE RUSA (*) y EL CAMBIO DE JUEGO DE JARKOV (**)

En segundo término analizamos el recalentamiento de la zona  Cáucaso Sur con el enfrentamiento grave militar entre Armenia y Azerbaiyán, zona que podríamos considerar el patio trasero de Rusia y zona de conflictos históricos religiosos y étnicos donde se desarrolló parte del Gran Juego denominada así por los choques entre británicos y rusos a fines del siglo XIX hasta los acuerdos firmados entre ambos imperios. Y que en la práctica desde la disolución del imperio sovietico volvieron a resurgir en especial por la zona de Nagorno-Karabaj y que la Federación Rusa actualmente es garante y mediador en el conflicto por ser la cabeza de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) integrado además por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Y aquí nuevamente vemos la utilización que hace el occidente anglosajón encabezado por EEUU -en está guerra híbrida global-, de llevar, acicatar, profundizar los conflictos contra sus adversarios “estratégicos” Rusia/China en toda las regiones posibles, en este caso ya es muy claro el papel de la Senora Nanncy Pelosi Presidenta de la Cámara de Representantes de USA (la misma que incentivo el conflicto de China con la provincia rebelde de Taiwán), ahora repitiendo el mismo esquema de tratar de instalar el sistema del Caos permanente en las regiones que les interesa para frenar a sus enemigos visitará Armenia este domingo y además con un presente muy particular para chantajear al gobierno actual entregará “generosamente” 40 millones de dólares de la USAID para la organizacion Armenian Democracy Assistance (organización que trabaja para las denominadas “revoluciones de los colores”) sobre el tema en la Página de Dossier Geopolitico DG publicamos el artículo:  PELOSI TIENE PREVISTO VISITAR ARMENIA Y ABRIR UN NUEVO FRENTE DE GUERRA PARA RUSIA EN LA REGIÓN MEDIANTE UNA REVOLUCIÓN DE COLORES (***)

En tercer término analizamos un punto prácticamente desapercibido para la prensa occidental y ello es evidente ya que el acuerdo arribado entre la República Popular de China y la República de la India de DESMILITARIZACIÓN de la zona de la Cachemira que se disputan entre ambos países y que llevó a una guerra entre ambos y un permanente roce entre unidades militares. Es evidente que el “silencio” es clave por parte de los medios y de los gobiernos occidentales porque esa es la alternativa que han trabajado todos estos años de crecimiento de ambas potencias económicas siguiendo el modelo del ideólogo Leo Strauss del Pentágono que sigue teniendo sus seguidores a pesar de haber fallecido (con su Teoría del CAOS Programado) para impedir que no se lleguen a acuerdo y que la India sea una contrapeso de la China en Asia. Podemos decir que este cambio es de los claves para entender la importancia que adquiere Asia Indo Pacifico como bloque y como región.

Por último como tema de Geopolitica comparada desarrollamos lo que denominamos el EL PRINCIPIO DEL FIN ( V siglos de dominio Occidental terminaron) con la 22 Cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) desarrollada el 15/16 de septiembre en la Ciudad de Samarkanda en la República de Uzbekistán. Las cartas están sobre la mesa y mas clara a partir de está Reunión de Eurasia en la histórica  Samarcanda de la OCS «Todo cuanto he oído de Samarcanda es cierto, aunque es más hermosa de lo que podía imaginar», dijo Alejandro Magno al llegar; Ciudad fundada hace 2700 años, fue y es un cruce de culturas y prosperó como paso de la ruta de la seda. Muy adecuado ungir a esa ciudad de Uzbekistán como sede de esta Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), para los cambios sistémicos en pleno desarrollo…

Para que entendamos la importancia de está organización solo estos dato de su presencia global nos debe poner en autos:

OCS 2001 REPRESENTABA EL 1,5% DEL PBI GLOBAL CON 1,68 billones de Dólares

OCS 2022 REPRESENTA EL 24% DEL PBI GLOBAL CON 23,3 billones de Dólares

OCS El territorio de sus miembros son el 60% de toda Eurasia 34 millones de km2

OCS la población de sus miembros son el 43% de la mundial con 3.200 millones

Esta importante reunión se realizó luego del parate global y aislamiento motivado por la pandemia del covid 19 y los líderes de los estados participantes estuvieron presentes, entre fundadores y nuevos miembros de sus Estados miembros: La OCS fue fundada en 2001 por Kazajstán, China, Kirguistán, Rusia, Uzbekistán y Tayikistán, a los que se sumaron Pakistán e India. Ahora, Irán está a las puertas de incorporarse como miembro pleno y Turquía ya fue invitada a participar. Al mismo tiempo, Azerbaiyán, Sri Lanka, Camboya, Nepal, Armenia, Egipto, Qatar y Arabia Saudí son «socios de diálogo», un escalón previo a su incorporación.

Porque explicamos en el audio de nuestra columna de Geopolitica en el Club de la Pluma de este domingo la importancia de este encuentro y lo denominamos EL PRINCIPIO DEL FIN!!! porque por primera vez «China está dispuesta a hacer esfuerzos con Rusia para asumir su responsabilidad de grandes potencias y tomar el papel de guía para inyectar estabilidad y energía positiva en un mundo caótico», dijo Xi. Y «Los intentos de crear un mundo unipolar han cobrado recientemente una forma absolutamente fea y son completamente inaceptables», respondió Putin. Por primera vez un lenguaje diplomático fuerte y directo de China

Y también recordemos que todos los participantes NO han sancionado a Rusia por el tema Ucrania y todos apoyan la postura de una “sola” China y «Condenamos la provocación de Estados Unidos», dijo Putin, y subrayó que Rusia adhiere al principio de «una sola China», según el cual Taiwán es parte integrante del territorio chino.

Buen Domingo…

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico DG 

ANEXOS:

(*) CAER COMO UN RAYO. MASKIROVKA ES UNA FORMA DE ARTE RUSA https://dossiergeopolitico.com/2022/09/15/5761/ 

(**) EL CAMBIO DE JUEGO DE JARKOV https://dossiergeopolitico.com/2022/09/15/5766/ 

(***) PELOSI TIENE PREVISTO VISITAR ARMENIA Y ABRIR UN NUEVO FRENTE DE GUERRA PARA RUSIA EN LA REGIÓN MEDIANTE UNA REVOLUCIÓN DE COLORES https://dossiergeopolitico.com/2022/09/16/5781/

Esta es una guerra existencial. Un asunto de vida o muerte, escribe Pepe Escobar.

Las guerras no las ganan los psicópatas. Pregúntale a la Alemania nazi. Aún así, ha sido un aullido ver a los medios de comunicación de la OTAN sobre Kharkov, regodeándose al unísono sobre «el golpe de martillo que noquea a Putin», «los rusos están en problemas» y tonterías variadas.

Hechos: Las fuerzas rusas se retiraron del territorio de Kharkov a la margen izquierda del río Oskol, donde ahora están atrincheradas. Una línea Kharkov-Donetsk-Lugansk parece ser estable. Krasny Liman está amenazado, asediado por fuerzas ucranianas superiores, pero no letalmente.

Nadie, ni siquiera Maria Zakharova, el equivalente femenino contemporáneo de Hermes, el mensajero de los dioses, sabe lo que planea el Estado Mayor Ruso (RGS), en este caso y en todos los demás. Si dicen que sí, están mintiendo.

Tal como están las cosas, lo que se puede inferir con un grado razonable de certeza es que una línea, Svyatogorsk-Krasny Liman-Yampol-Belogorovka, puede resistir lo suficiente con sus guarniciones actuales hasta que las nuevas fuerzas rusas puedan entrar y forzar a los ucranianos. más allá de la línea Seversky Donets.

Todo el infierno se desató, virtualmente, sobre por qué sucedió Kharkov. Las repúblicas populares y Rusia nunca tuvieron suficientes hombres para defender una línea de frente de 1.000 km de largo. Todas las capacidades de inteligencia de la OTAN se dieron cuenta y se beneficiaron de ello.

No había Fuerzas Armadas rusas en esos asentamientos: solo Rosgvardia, y estos no están entrenados para luchar contra las fuerzas militares. Kiev atacó con una ventaja de alrededor de 5 a 1. Las fuerzas aliadas se retiraron para evitar el cerco. No hay pérdidas de tropas rusas porque no había tropas rusas en la región.

Podría decirse que esto puede haber sido una sola vez. Las fuerzas de Kiev dirigidas por la OTAN simplemente no pueden hacer una repetición en ningún lugar de Donbass, Kherson o Mariupol. Todos estos están protegidos por unidades fuertes y regulares del ejército ruso.

Es prácticamente un hecho que si los ucranianos permanecen alrededor de Kharkov e Izyum serán pulverizados por la artillería masiva rusa. El analista militar Konstantin Sivkov sostiene que “la mayoría de las formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania listas para el combate ahora están en tierra (…) logramos atraerlas al aire libre y ahora las estamos destruyendo sistemáticamente”.

Las fuerzas ucranianas dirigidas por la OTAN, repletas de mercenarios de la OTAN, habían pasado 6 meses acumulando equipos y reservando activos entrenados exactamente para este momento de Kharkov, mientras enviaban materiales desechables a una enorme picadora de carne. Será muy difícil mantener una línea de ensamblaje de importantes activos principales para lograr algo similar nuevamente.

Los próximos días mostrarán si Kharkov e Izyum están conectados a un impulso mucho mayor de la OTAN. El estado de ánimo en la UE controlada por la OTAN se acerca a Desperation Row. Existe una gran posibilidad de que esta contraofensiva signifique que la OTAN entre en guerra para siempre, mientras muestra una negación plausible bastante tenue: su velo de secreto falso no puede disfrazar la presencia de «asesores» y mercenarios en todo el espectro.

La descomunización como desenergización

La Operación Militar Especial (SMO), conceptualmente, no se trata de conquistar territorio per se: se trata, o se trataba, hasta ahora, de la protección de los ciudadanos rusoparlantes en los territorios ocupados, por lo tanto, de la desmilitarización y la desnazificación.

Ese concepto puede estar a punto de ser modificado. Y ahí es donde encaja el tortuoso y complicado debate sobre la movilización de Rusia. Sin embargo, incluso una movilización parcial puede no ser necesaria: lo que se necesita son reservas para permitir que las fuerzas aliadas cubran adecuadamente las líneas de retaguardia/defensivas. Los luchadores incondicionales del tipo contingente de Kadyrov continuarían jugando a la ofensiva.

Es innegable que las tropas rusas perdieron un nodo estratégicamente importante en Izyum. Sin él, la liberación completa de Donbass se vuelve significativamente más difícil.

Sin embargo, para el Occidente colectivo, cuyo cadáver se encorva dentro de una gran burbuja de simulacro, son los pysops lo que importa mucho más que un avance militar menor: de ahí todo ese regodeo de que Ucrania pueda expulsar a los rusos de todo Jarkov en solo cuatro días. – mientras que tenían 6 meses para liberar Donbass, y no lo hicieron.

Entonces, en todo Occidente, la percepción reinante, fomentada frenéticamente por expertos en operaciones psicológicas , es que el ejército ruso fue golpeado por ese «golpe de martillo» y difícilmente se recuperará.

Kharkov estuvo en un momento precioso, ya que el General Winter está a la vuelta de la esquina; el tema de Ucrania ya sufría de fatiga de la opinión pública; y la máquina de propaganda necesitaba un impulso para turbolubricar la multimillonaria línea de ratas armamentista.

Sin embargo, Kharkov puede haber obligado a Moscú a aumentar el nivel de dolor. Eso se produjo a través de algunos Kinzhals bien ubicados que abandonaron el Mar Negro y el Caspio para presentar sus tarjetas de presentación a las plantas de energía térmica más grandes en el noreste y el centro de Ucrania (la mayor parte de la infraestructura energética está en el sureste).

La mitad de Ucrania se quedó repentinamente sin electricidad y agua. Los trenes se detuvieron. Si Moscú decide eliminar todas las subestaciones principales de Ucrania a la vez, todo lo que se necesita son algunos misiles para destrozar por completo la red eléctrica de Ucrania, lo que agrega un nuevo significado a la «descomunización»: desenergización.

Según un análisis de expertos , “si se dañan los transformadores de 110-330 kV, entonces casi nunca se podrá poner en funcionamiento (…) Y si esto sucede por lo menos en 5 subestaciones al mismo tiempo, entonces todo está kaput . Edad de piedra para siempre.”

El funcionario del gobierno ruso Marat Bashirov fue mucho más colorido: “Ucrania se está sumergiendo en el siglo XIX. Si no hay sistema energético, no habrá ejército ucraniano. El caso es que el General Volt llegó a la guerra, seguido del General Moroz (“escarcha”).

Y así es como podríamos estar entrando finalmente en territorio de «guerra real», como en la notoria broma de Putin de que «ni siquiera hemos comenzado nada todavía».

Una respuesta definitiva vendrá del RSG en los próximos días.

Una vez más, se desata un acalorado debate sobre lo que Rusia hará a continuación (después de todo, la RGS es inescrutable, a excepción de Yoda Patrushev).

El RGS puede optar por un ataque estratégico serio del tipo decapitador en otro lugar, como cambiar el tema para peor (para la OTAN).

Puede optar por enviar más tropas para proteger la línea del frente (sin movilización parcial).

Y, sobre todo, puede ampliar el mandato de SMO: ir a la destrucción total de la infraestructura de transporte/energía de Ucrania, desde los campos de gas hasta las centrales térmicas, las subestaciones y el cierre de las centrales nucleares.

Bueno, siempre podría ser una mezcla de todo lo anterior: una versión rusa de Shock and Awe, generando una catástrofe socioeconómica sin precedentes. Eso ya lo ha telegrafiado Moscú: podemos revertirlo a la Edad de Piedra en cualquier momento y en cuestión de horas (las cursivas son mías). Sus ciudades recibirán al General Winter sin calefacción, agua congelada, cortes de energía y sin conectividad.

Una operación antiterrorista

Todos los ojos están puestos en si los «centros de decisión», como en Kiev, pueden recibir pronto una visita de Kinzhal. Esto significaría que Moscú ha tenido suficiente. El siloviki ciertamente lo hizo.

Pero no estamos allí, todavía. Porque para un Putin eminentemente diplomático el verdadero juego gira en torno a esos suministros de gas a la UE, ese insignificante juguete de la política exterior estadounidense.

Putin ciertamente es consciente de que el frente interno está bajo cierta presión. Rechaza incluso la movilización parcial. Un perfecto indicador de lo que puede pasar en invierno son los referéndums en los territorios liberados. La fecha límite es el 4 de noviembre, Día de la Unidad Nacional, una conmemoración introducida en 2004 para reemplazar la celebración de la revolución de octubre.

Con la adhesión de estos territorios a Rusia, cualquier contraofensiva ucraniana calificaría como un acto de guerra contra las regiones incorporadas a la Federación Rusa. Todo el mundo sabe lo que eso significa.

Ahora puede ser dolorosamente obvio que cuando el Occidente colectivo está librando una guerra, híbrida y cinética, con todo, desde información masiva hasta datos satelitales y hordas de mercenarios, contra ti, y tú insistes en llevar a cabo una Operación Militar Especial (SMO) vagamente definida. , puede que te lleves algunas sorpresas desagradables.

Entonces, el estado de SMO puede estar a punto de cambiar: está destinado a convertirse en una operación antiterrorista.

Esta es una guerra existencial. Un asunto de vida o muerte. El objetivo geopolítico/geoeconómico estadounidense, para decirlo sin rodeos, es destruir la unidad rusa, imponer un cambio de régimen y saquear todos esos inmensos recursos naturales.

Los ucranianos no son más que carne de cañón: en una especie de remake histórico retorcido, los equivalentes modernos de la pirámide de calaveras que Timur cimentó en 120 torres cuando arrasó Bagdad en 1401.

Si puede tomar un «golpe de martillo» para que el RSG se despierte. Más temprano que tarde, los guantes, de terciopelo y otros, se quitarán. Salga de SMO. Entra en Guerra.

“Que tus planes sean oscuros e impenetrables como la noche, y cuando te muevas, caiga como un rayo”.

― Sun Tzu, El arte de la guerra

Por Guillermo Schryver

Hace setenta y nueve años, lo que podría decirse que fue la batalla más grande de la Segunda Guerra Mundial, tuvo lugar aproximadamente en la misma área donde las batallas se repiten hoy.

A lo largo de un amplio frente en el este de Ucrania y el suroeste de Rusia, que se extiende desde Bryansk en el norte hasta Izyum en el sur, las fuerzas alemanas y soviéticas se enfrentaron en el verano de 1943, con un bulto sustancial en las líneas en el área alrededor de Kursk. Fue este bulto el objetivo de los comandantes alemanes para envolverlo y destruirlo.

La campaña comenzó en la primera semana de julio con una contraofensiva alemana masiva y continuó durante varias semanas. Participaron varios cientos de miles de soldados y miles de tanques y vehículos blindados, con maniobras y contramaniobras masivas sobre un amplio paisaje de bosques, campos y colinas onduladas.

Mucho se ha escrito y podría escribirse sobre la conducción de esta batalla, pero este ensayo se centrará en un aspecto de la campaña que no tenía precedentes: fue la primera batalla en la que los conceptos soviéticos de maskirovka se incorporaron agresivamente en cada etapa de la planificación. y ejecución de sus operaciones.

Maskirovka es una palabra rusa que significa literalmente “enmascarar” o “disfrazar”, pero en el contexto de la doctrina militar rusa, incorpora un amplio espectro de acciones diseñadas para engañar al enemigo con respecto a las fortalezas, debilidades, disposición de las fuerzas e intenciones de aquellos. efectivo.

En su expresión más simple, se hace eco del famoso dicho de El arte de la guerra de Sun Tzu :

«Toda guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando somos capaces de atacar, debemos parecer incapaces; al usar nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando estamos cerca, debemos hacer creer al enemigo que estamos lejos; cuando estamos lejos, debemos hacerle creer que estamos cerca”.

En el verano de 1943, el ejército soviético era la fuerza más poderosa en comparación con la Wehrmacht. Por esta razón, Stalin presionaba agresivamente a sus generales para que pasaran a la ofensiva. Pero los comandantes soviéticos, conscientes de los preparativos alemanes para una gran contraofensiva, argumentaron en contra de esta estrategia. El 8 de abril de 1943, el comandante general Georgy Zhukov le escribió a Stalin:

“Considero que no es conveniente que nuestras tropas lancen una ofensiva preventiva en un futuro próximo. Sería mejor para nosotros desgastar al enemigo en nuestras defensas, destruir sus tanques, traer nuevas reservas y acabar con su agrupación principal con una ofensiva general”.

Glantz, David M., El engaño militar soviético en la Segunda Guerra Mundial, pág. 148

Los principales comandantes soviéticos se apresuraron a ir a Moscú para defender su caso ante Stalin en una reunión el 12 de abril. El general Shtemenko, primer adjunto del Departamento de Operaciones, escribió más tarde:

“En última instancia, se decidió concentrar nuestras fuerzas principales en el área de Kursk, desangrar a las fuerzas enemigas aquí en una operación defensiva y luego cambiar a la ofensiva y lograr su destrucción completa”.

Ibíd., pág. 148

El truco iba a ser reunir y ocultar las fuerzas para el contraataque previsto dentro de los preparativos defensivos de todo el frente, para dar a los alemanes la impresión de que se habían debilitado considerablemente y, por lo tanto, asumían una postura puramente defensiva hasta su ofensiva. el potencial podría ser reconstituido.

Tenga en cuenta que, hasta este punto de la guerra, los soviéticos nunca habían emprendido una ofensiva de verano y, por lo tanto, su aparente paso a la defensiva en el verano de 1943 fue totalmente consistente con la práctica anterior.

Su empleo de maskirovka sería de suma importancia en sus preparativos.

“… el personal preparó planes detallados de maskirovka que incluían el ocultamiento de los preparativos, la creación de concentraciones de tropas falsas, la simulación de redes de radio y centros de comunicaciones falsos, la construcción de instalaciones aéreas falsas y aeronaves falsas, y la difusión de rumores falsos a lo largo del frente y en el zona de retaguardia enemiga. Estos planes enfatizaron el movimiento secreto de reservas, preparativos ocultos para contraataques y contraataques, y ubicaciones ocultas de puestos de mando y sitios de comunicaciones”.

“Para engañar al extenso reconocimiento aéreo alemán… los comandantes del ejército establecieron 15 aeródromos falsos, completos con maquetas de aeronaves, pistas de aterrizaje, torres de control y refugios para aeronaves, e instalaron numerosas maquetas de tanques para simular áreas de reunión blindadas. Los aviones alemanes respondieron bombardeando estos falsos aeródromos nueve veces”.

Ibíd., pág. 152

El teniente general IS Konev describió la situación:

“El enemigo pensó que nos estábamos preparando solo para una batalla defensiva. Al poseer una gran cantidad de tanques y armas de un nuevo tipo, los alemanes esperaban que fuera imposible detenerlos.

“Así, mientras el enemigo se preparaba, nos preparamos. Lo principal no era ocultar el hecho de nuestros preparativos, sino más bien la fuerza y ​​los medios, el concepto de batalla, el momento de nuestra contraofensiva y la naturaleza de nuestra defensa. Muy probablemente fue la única ocasión sin precedentes en la historia militar, cuando el lado fuerte, teniendo las capacidades para la acción ofensiva, pasó a la defensa. 

Ibíd., pág. 154, énfasis añadido

Tanques y tropas alemanas avanzan cerca de Kursk – 1943

Además de enmascarar los preparativos y concentraciones de la fuerza, una vez que había comenzado la batalla, los soviéticos emplearon movimientos ofensivos sustanciales en otras áreas del frente para alejar a las fuerzas alemanas del objetivo principal de la principal contraofensiva soviética:

“La ausencia de cualquier elemento importante de estas fuerzas panzer prácticamente condicionaría el éxito soviético. La solución soviética fue atraer estas unidades a otros sectores del frente. La experiencia había demostrado que las simulaciones o las fintas simples podrían no servir para este propósito. Lo que se requería eran preparativos ofensivos a gran escala, si fuera necesario a la vista de la inteligencia alemana, y ofensivas de fuerza y ​​credibilidad suficientes para atraer y bloquear esas reservas operativas alemanas hasta que se produjera el daño necesario en el sector estratégico clave…”

Ibíd., pág. 174

¿Y cuál era el “sector estratégico clave”? Bueno, irónicamente, la gran batalla blindada que se desarrolló en las cercanías de Kursk se desarrolló como una distracción del principal objetivo soviético: derrotar y conquistar el lugar principal del poder alemán en Kharkov y sus alrededores.

“La sorpresa fue esencial para que las fuerzas soviéticas lograran la victoria alrededor de Belgorod y Kharkov, y la sorpresa tenía que ser producto de la maskirovka. Los soviéticos aplicaron maskirovka en todas sus variadas formas para engañar a los alemanes con respecto al momento, la fuerza, la forma y la ubicación del principal contraataque soviético”.

Ibíd., pág. 174

Tanques y tropas soviéticas en Kursk – 1943

Bueno, una descripción completa de la elaborada maskirovka empleada en la Batalla de Kursk está más allá del alcance de este artículo. Simplemente quería presentar y desarrollar algunos de sus aspectos fundamentales para sugerir posibles paralelismos entre lo que se hizo entonces y lo que está sucediendo ahora en Ucrania.

Ha habido mucho júbilo exultante entre los partidarios de Ucrania, y angustiado retorcimiento de manos entre los partidarios de Rusia, que de alguna manera las fuerzas rusas fueron «sorprendidas» y «humilladas» por la reciente contraofensiva ucraniana cerca de Kharkov.

Por lo tanto, permítanme ser perfectamente claro: la idea de que el alto mando ruso no vio venir esto es, en mi estimación segura, completamente absurda .

Observaron sus preparativos en el transcurso de muchas semanas. Sabían que gran parte del equipo proporcionado por la OTAN enviado a Ucrania desde el muelle aún no se estaba utilizando en la batalla y, en cambio, se había desviado y acumulado para proporcionar la columna vertebral de la potencia de fuego para un eventual contraataque.

También sabían que un número considerable de los cuadros restantes de soldados profesionales ucranianos habían sido retirados del frente para formar el núcleo de este ataque, y que estaban siendo complementados con una infusión significativa de «voluntarios extranjeros».

Sabían que la flor y nata de los miles de nuevos reclutas ucranianos habían sido enviados a Polonia y Gran Bretaña para un entrenamiento rápido de acuerdo con los estándares de la OTAN.

Sabían que los comandantes de la OTAN habían asumido efectivamente el mando operativo de esta fuerza y ​​estaban tomando las decisiones sobre cuándo y dónde se desplegaría.

Y ciertamente sabían que, debido a que esta fuerza no estaba presente en la región de Kherson para el contraataque limitado que tuvo lugar allí a principios de agosto, las operaciones del sur eran casi con seguridad una desviación del objetivo principal, que estaría en Kharkov. región.

De hecho, a medida que la verdadera naturaleza de los eventos de las últimas dos semanas se vuelve más clara, ahora es posible ver que los rusos actuaron deliberadamente para proporcionar a los comandantes de la OTAN de esta fuerza ucraniana reconstituida algunos frutos al alcance de la mano para sangrar a sus no probados. ejército, y proporcionarle una victoria que no solo reforzaría su confianza en el campo de batalla, sino que, lo que es más importante, serviría para propósitos políticos esenciales en un momento en que el apoyo público occidental estaba decayendo en un grado muy perceptible.

Más importante aún, desde la perspectiva rusa, proporcionar a los comandantes de la OTAN una tentación que no podrían resistir atraería a este nuevo ejército al campo de batalla abierto donde podría ser aislado y finalmente destruido.

Por lo tanto, los rusos comenzaron, hace varias semanas, a retirar todo menos una fuerza simbólica del área que contiene las ciudades de Balakliya, Kupyansk e Izyum, presentando así una oportunidad irresistible para los comandantes de esta OTAN entrenados, equipados y OTAN. -Fuerza dirigida para demostrar, como ellos lo imaginan, la superioridad de la guerra de armas combinadas occidental.

El ataque posterior logró un éxito aparentemente extraordinario contra el relativo puñado de milicianos de Donbass y las tropas de Rosgvardia que quedaron para defender Balakliya y Kupyansk. Los ucranianos y sus tropas de choque de «voluntarios extranjeros» avanzaron en su mayoría sin oposición y ocuparon una propiedad bastante importante que se extendía hasta el río Oskil.

Se han producido relativamente pocas peleas de soldado contra soldado. De hecho, los informes ucranianos pregonaron eufóricamente el hecho de que el avance ucraniano ni siquiera podía seguir el ritmo de la retirada rusa.

La “gloriosa victoria” de este cuasi ejército de la OTAN ha lanzado, al menos por el momento, la narrativa de los medios occidentales a un espasmo de triunfalismo sin precedentes.

Los informes delirantes de cientos de tanques abandonados, miles de bajas y decenas de miles de soldados rusos capturados están circulando ampliamente, creídos voluntariamente por aquellos cuyos prejuicios los encuentran agradables.

Los monos de los think-tanks occidentales y los generales retirados a sueldo se mueven de un estudio de noticias convencional a otro soltando tonterías fantásticas sobre la próxima liberación del Donbass, luego Crimea, seguida de la destitución de Putin y llevarlo ante un tribunal en La Haya.

Y si eso no fuera suficiente, muchos incluso han comenzado a discutir abiertamente la quimera occidental largamente deseada de desmantelar Rusia por completo; dividiéndolo en una docena o más de repúblicas más pequeñas que luego se alinearán obedientemente con el resto del «orden mundial basado en reglas».

Es todo bastante impresionante de contemplar.

Pocos parecen ser conscientes de que el ejército triunfante que avanzó hacia el vacío de poder que los rusos crearon para ellos ha sido atacado continuamente por fuego de artillería de largo alcance y ataques aéreos, que ya han infligido casi un 20 % de bajas a la fuerza relativamente expuesta.

Pocos parecen apreciar que el ritmo del avance inicialmente rápido ahora se ha detenido efectivamente, atrapado entre el río Oskil al este y el Seversky-Donets al sur, y ha demostrado ser incapaz de lograr un éxito apreciable contra las concentraciones de Fuerzas rusas que ahora encuentra al otro lado de esos ríos.

Y nadie parece estar haciendo la pregunta más pertinente: ¿Qué harán los rusos a continuación?

Parece haber una suposición generalizada de que esta aparente «victoria» en el campo de batalla ha sido tan humillantemente completa que los rusos se han arruinado; psicológicamente roto; que ya no son capaces de operar; que ahora son una turba golpeada y temblorosa de «orcos» asustados que esperan nerviosamente el próximo tren de regreso a donde sea que hayan venido.

Aquellos que aplauden mientras el desfile de la victoria recorre las calles de Kiev, Londres y Washington parecen haber olvidado que la «operación militar especial» de Rusia hasta este momento ha empleado una pequeña fracción de su capacidad militar, y que el objetivo ruso, desde el principio, no ha sido conquistar territorio, per se , sino destruir completamente las capacidades militares ucranianas .

Creo que los partidarios de Ucrania podrían estar participando en una orgía de exaltación prematura.

Estoy convencido de que los acontecimientos de las últimas semanas se han orquestado en gran medida de acuerdo con los objetivos finales de Rusia.

Estoy convencido de que los rusos siguen siendo maestros en el arte de la maskirovka, y que los maestros del imperio en Bruselas, Londres y Washington, como siempre lo han hecho, continúan subestimando la perspicacia estratégica, las capacidades operativas y el ingenio inteligente de Rusia.

Incluso cuando los comandantes de la OTAN en Kiev chocan sus copas de champán llenas hasta el borde con Dom Perignon saqueado y se felicitan mutuamente por un plan brillantemente concebido y ejecutado por sus expertos; sospecho firmemente que el otro golpe está a punto de caer y esto cuando suceda, lo espero ver caer como un rayo sobre sus cabezas injustificadamente henchidas.

Traducción: Carlos Pissolito

PUBLICADO EN https://imetatronink.substack.com/p/fall-like-a-thunderbolt?s=08 REPRODUCIDO EN https://espacioestrategico.blogspot.com/2022/09/caer-como-un-rayo-maskirovka-es-una.html

La UE ha armado el suministro de energía europea en nombre de una raqueta financiera, en contra de los intereses de la industria y los consumidores europeos. Por Pepe escobar

Cuando el fanático verde Robert Habeck, haciéndose pasar por el ministro de Economía de Alemania, dijo a principios de esta semana que “deberíamos esperar lo peor” en términos de seguridad energética, se olvidó convenientemente de explicar cómo toda la farsa es una crisis Made in Germany cum Made in Bruselas.

Parpadeos de inteligencia al menos todavía brillan en raras latitudes occidentales, como el analista estratégico indispensable William Engdahl, autor de Un siglo de petróleo, publicó un resumen agudo y conciso  que revela los esqueletos en el armario del glamour.

Todos los que tenían un cerebro siguiendo las espantosas maquinaciones de los eurócratas en Bruselas conocían la trama principal, pero casi nadie entre los ciudadanos promedio de la UE. Habeck, el canciller “Liver Sausage” Scholz, el vicepresidente de energía verde de la Comisión Europea (CE), Timmermans, la dominatriz de la CE, Ursula von der Leyen, todos están involucrados.

En pocas palabras: como lo describe Engdahl, se trata del “plan de la UE para desindustrializar una de las concentraciones industriales con mayor eficiencia energética del planeta”.

Esa es una traducción práctica de la Agenda Verde 2030 de la ONU, que se metastatizó en el Gran Reinicio del criptovillano de Bond, Klaus Schwab, ahora rebautizado como «Gran Narrativa».

Toda la estafa comenzó a principios de la década de 2000: lo recuerdo vívidamente, ya que Bruselas solía ser mi base europea en los primeros años de la «guerra contra el terrorismo».

En ese momento, la comidilla de la ciudad era la “política energética europea”. El sucio secreto de tal política es que la CE, «asesorada» por JP Morgan Chase, así como por los megafondos de cobertura especulativos habituales, se dedicó a lo que Engdahl describe como «una desregulación completa del mercado europeo de gas natural».

Eso fue vendido a Lugenpresse («medios mentirosos») como «liberalización». En la práctica, eso es un capitalismo de casino salvaje y no regulado, con el mercado “libre” fijando los precios mientras se deshace de los contratos a largo plazo , como los alcanzados con Gazprom.

Cómo descarbonizar y desestabilizar

El proceso se aceleró en 2016, cuando el último suspiro de la administración Obama alentó la exportación masiva de GNL de la enorme producción de gas de esquisto de EE. UU.

Para eso se necesita construir terminales de GNL. Cada terminal tarda hasta 5 años en construirse. Dentro de la UE, Polonia y Holanda lo hicieron desde el principio.

Por mucho que Wall Street en el pasado inventó un mercado especulativo de «petróleo de papel», esta vez optó por un mercado especulativo de «gas de papel».

Engdahl detalla cómo «la Comisión de la UE y su agenda Green Deal para ‘descarbonizar’ la economía para 2050, eliminando los combustibles de petróleo, gas y carbón, proporcionaron la trampa ideal que ha llevado al aumento explosivo de los precios del gas en la UE desde 2021».

La creación de este control de mercado “único” implicó forzar cambios de reglas ilegales en Gazprom. En la práctica, Big Finance y Big Energy, que controlan totalmente todo lo que pasa por «política de la UE» en Bruselas, inventaron un nuevo sistema de precios paralelo a los precios estables a largo plazo del gas de gasoducto ruso.

Para 2019, una avalancha de «directivas» de energía Eurocrat por parte de la CE, lo único que hace esta gente, había establecido un comercio de mercado de gas totalmente desregulado, fijando los precios del gas natural en la UE incluso cuando Gazprom seguía siendo el mayor proveedor.

A medida que comenzaron a aparecer muchos centros comerciales virtuales en contratos de futuros de gas en toda la UE, ingrese al TTF holandés (Title Transfer Facility) . Para 2020, el TTF se estableció como el verdadero punto de referencia del gas en la UE.

Como señala Engdahl, “TTF es una plataforma virtual de transacciones en contratos de futuros de gas entre bancos y otros inversores financieros. Fuera, por supuesto, de cualquier intercambio regulado.

Por lo tanto, los precios del GNL pronto comenzaron a ser establecidos por las operaciones de futuros en el centro TTF, que casualmente es propiedad del gobierno holandés: «el mismo gobierno que destruye sus granjas por un reclamo fraudulento de contaminación por nitrógeno».

Por cualquier medio necesario, Big Finance tuvo que deshacerse de Gazprom como una fuente confiable para permitir que los poderosos intereses financieros detrás del fraude del Green Deal dominaran el mercado de GNL.

Engdahl evoca un caso que muy pocos conocen en toda Europa: “El 12 de mayo de 2022, aunque las entregas de Gazprom al gasoducto Soyuz a través de Ucrania fueron ininterrumpidas durante casi tres meses de conflicto, a pesar de las operaciones militares de Rusia en Ucrania, el régimen de Zelensky controlado por la OTAN en Kiev cerró un importante gasoducto ruso a través de Lugansk, que llevaba gas ruso tanto a Ucrania como a los estados de la UE, declarando que permanecería cerrado hasta que Kiev obtuviera el control total de su sistema de gasoductos que atraviesa las dos repúblicas de Donbass. Esa sección de la línea Soyuz de Ucrania cortó un tercio del gas a través de Soyuz a la UE. Ciertamente no ayudó a la economía de la UE en un momento en que Kiev estaba pidiendo más armas de esos mismos países de la OTAN. Soyuz abrió en 1980 bajo la Unión Soviética trayendo gas del campo de gas de Orenburg”.

Hybrid War, el capítulo energético

En la interminable telenovela que involucra a la turbina Nord Stream 1, el hecho crucial es que Canadá se negó deliberadamente a entregar la turbina reparada a Gazprom, su propietario, sino que la envió a Siemens Alemania, donde se encuentra ahora. Siemens Alemania está esencialmente bajo control estadounidense. Tanto el gobierno alemán como el canadiense se niegan a otorgar una exención de sanción legalmente vinculante para la transferencia a Rusia.

Esa fue la gota que colmó el vaso (de Gazprom). Gazprom y el Kremlin concluyeron que si el sabotaje era el nombre del juego, no les importaba menos si Alemania recibía gas cero a través del Nord Stream 1 (con el nuevo Nord Stream 2, listo para funcionar, bloqueado por razones estrictamente políticas).

El portavoz del Kremlin, Dmity Peskov, se esforzó por enfatizar que «surgieron problemas en las entregas [de gas] debido a las sanciones que los países occidentales han impuesto a nuestro país y a varias empresas (…) No hay otras razones detrás de los problemas de suministro».

Peskov tuvo que recordar a cualquier persona con cerebro que no es culpa de Gazprom si «los europeos (…) toman la decisión de negarse a reparar su equipo» a lo que están obligados por contrato. El hecho es que toda la operación de Nord Stream 1 depende de «una pieza de equipo que necesita un mantenimiento serio».

El viceprimer ministro Alexander Novak, que sabe una o dos cosas sobre el negocio de la energía, aclaró los tecnicismos:

“Todo el problema radica precisamente del lado [de la UE], porque se han violado por completo todas las condiciones del contrato de reparación, junto con los términos de envío del equipo”.

Todo eso se inscribe en lo que el vicecanciller Sergey Ryabkov describe como “una guerra total declarada contra nosotros”, que “se está librando en formas híbridas, en todas las áreas”, con “el grado de animosidad de nuestros oponentes, de nuestros enemigos”. siendo “enorme, extraordinario”.

Así que nada de esto tiene nada que ver con la “energía armamentística de Putin”. Fueron Berlín y Bruselas, meros mensajeros de las grandes finanzas, las que armaron el suministro de energía europea en nombre de una raqueta financiera y en contra de los intereses de la industria y los consumidores europeos.

Cuidado con el trío tóxico

Engdahl ha resumido cómo, “al sancionar o cerrar sistemáticamente las entregas de gas desde gasoductos de largo plazo y bajo costo a la UE, los especuladores de gas a través de la TTP holandesa han podido aprovechar todos los contratiempos o choques energéticos del mundo, ya sea una sequía récord en China o el conflicto en Ucrania, hasta las restricciones a la exportación en los EE. UU., para ofertar los precios mayoristas del gas de la UE a través de todos los límites”.

Traducción: capitalismo de casino en su máxima expresión.

Y se pone peor, cuando se trata de electricidad. Hay una llamada Reforma del Mercado Eléctrico de la UE en progreso. Según él, los productores de electricidad, solar o eólica, reciben automáticamente «el mismo precio por su electricidad ‘renovable’ que venden a las compañías eléctricas para la red como el costo más alto, es decir, gas natural». No es de extrañar que el coste de la electricidad en Alemania para 2022 haya aumentado un 860 %, y siga aumentando.

Baerbock repite incesantemente que la independencia energética alemana no se puede asegurar hasta que el país se “libere de los combustibles fósiles”.

Según el fanatismo verde, para construir la Agenda Verde es imperativo eliminar por completo el gas, el petróleo y la energía nuclear, que resultan ser las únicas fuentes de energía fiables tal como están.

Y es aquí donde vemos al trío tóxico Habeck/Baerbock/von der Leyen listo para su primer plano. Se hacen pasar por salvadores de Europa predicando que la única salida es invertir fortunas en energía eólica y solar, poco confiable: la «respuesta» de Providence a una debacle en el precio del gas fabricada nada menos que por las grandes finanzas, el fanatismo verde y el «liderazgo» eurócrata. ”.

Ahora dígale eso a los hogares paneuropeos en apuros cuyas facturas aumentarán a la friolera de $ 2 billones colectivos cuando el General Winter llame a la puerta.

FUENTE:  Fundación Cultura Estratégica 

Por Wolfgang Streeck*

Cuando los mejores son presa del extravío, quizá podemos concluir que las cosas no van realmente bien.

A finales de julio, Wolfgang Schäuble concedió una entrevista al Welt am Sonntag, un periódico dominical de centro-derecha. En ella renunciaba públicamente a su concepción, mantenida durante toda su vida, de una Kerneuropa franco-alemana, comprendida como el núcleo de Europa, confiando evidentemente en salvar, tras la guerra de Ucrania, lo que queda por salvar, si es que queda algo, de la posibilidad siempre remota de construir una Europa independiente dotada de una política de seguridad igualmente independiente.

Lo que Schäuble, ahora una alta autoridad del Estado sin una función pública concreta y uno de los últimos políticos conservadores intelectualmente respetables en activo, trata de presentar en la entrevista es su concepción de una versión actualizada de su viejo concepto germano-gaullista de una Europa unida capaz de perseguir sus propios intereses. La versión propuesta en la entrevista, sin embargo, resulta tan alejada de la realidad que, viniendo de alguien conocido por su despiadado realismo político, puede leerse como el argumento subversivo de que con la guerra ucraniana la integridad de los sueños, no sólo de la derecha sino también de la izquierda, de una Europa dotada de “soberanía estratégica”, para expresarlo en palabras de Macron, se han convertido para siempre en quimeras.

¿Qué sugiere Schäuble para convertir a Europa, ahora o nunca, en una potencia soberana después de la Zeitenwende [fase de transición]? Tras constatar que el tándem franco-alemán ha fracasado a la hora de evitar la guerra, o siquiera de tener una voz en ella, Schäuble sugiere ampliarlo para convertirlo en un triunvirato, en un directorio de tres miembros, invitando para ello a Polonia a unirse a Alemania y Francia “como miembro dotado de la misma importancia en la dirección de la unificación europea”. Dado que “a tenor del Tratado de Lisboa la política de defensa recogida en el mismo no es adecuada para medirse con los desafíos actuales”, el nuevo directorio operaría al margen de la Unión Europea. Francia, Alemania y Polonia invitarían a otros países europeos a unirse a ellos, para lo cual Schäuble acepta el concepto de “coalición de voluntarios”. Este mismo principio, sugiere, debería aplicarse también a cuestiones como la política de inmigración y asilo. En efecto, este planteamiento daría lugar a una “Europa a la carta”, una vez abandonado el supranacionalismo para sustituirlo por lo que en Bruselas, con una obligada expresión de disgusto, se denomina intergubernamentalismo. A largo plazo, tal planteamiento podría prescindir del establishment de Bruselas en su conjunto en favor de una alianza estratégica multinacional liderada por tres Estados-nación soberanos.

Pero esto es sólo el principio. La principal tarea de este directorio de tres sería construir una defensa nuclear para Europa. En opinión de Schäuble, “dado que los ayudantes de Putin (¡!) nos amenazan cada día con un ataque nuclear, ahora está absolutamente claro […] que necesitamos disponer de una fuerza de disuasión nuclear también a escala europea”. Mientras Francia tiene las armas, Alemania tiene el dinero. “En nuestro propio interés, los alemanes debemos, a cambio de una disuasión nuclear conjunta, efectuar la correspondiente contribución financiera al poder militar francés […]. Al mismo tiempo, debemos participar en una planificación estratégica de mayor envergadura acordada con París […]. En cualquier caso, una capacidad de defensa europea es inconcebible sin la dimensión nuclear […]”. En repetidas ocasiones, Schäuble insiste en que nada de esto debe contradecir los compromisos europeos asumidos en el marco de la OTAN. “Lo que Francia debe conceder” a cambio de la cofinanciación alemana de su fuerza nuclear “es que todo debe encajar en la OTAN”. De hecho, una de las razones que esgrime Schäuble en pro de la cooptación de Polonia en su directorio es que su presencia garantizaría que “la defensa europea no sería alternativa sino complementaria a la OTAN”. La regla general, de acuerdo con Schäuble, “debe ser siempre: todo con la OTAN, nada contra ella”.

La propuesta de reorganización de Europa presentada por Schäuble debe entenderse como un intento desesperado de mantener viva una perspectiva mínimamente creíble de independencia estratégica europea. Sin embargo, los actos de fe que tiene que hacer para conseguirlo son enormes. Para acomodar el ascenso de Europa del Este como nuevo centro de poder europeo tras el ataque ruso a Ucrania, Schäuble invita a Polonia a unirse a Alemania y Francia como copotencia hegemónica europea, confiando en que ello, contra toda esperanza, la arranque de su relación simbiótica con Estados Unidos. (El gobierno polaco acaba de presentar a Alemania una factura de un billón de euros en concepto de reparaciones por la Segunda Guerra Mundial, esperando que ello le ayude a ganar las próximas elecciones). Schäuble también confía en que Francia acepte a un tercer país como cogobernante de Europa, después de que el actual liderazgo ejercido por ambos países haya fracasado, y que conceda a Alemania y Polonia lo que ha negado sistemáticamente desde la década de 1960 a Alemania sola, esto es, la capacidad de expresar su opinión sobre el uso del arsenal nuclear francés.

Cuanto más se analiza la propuesta, más sorprendentes resultan las ilusiones que un veterano de la política europea como Schäuble se siente obligado a asumir para bosquejar algo parecido a un modelo de soberanía estratégica europea. Uno de los pilares del poder de Estados Unidos en Europa es la firma por parte de Alemania del Tratado de No Proliferación Nuclear de la década de 1960, que propició que Alemania dependiera para su defensa durante la Guerra Fría del paraguas nuclear estadounidense. En la actualidad, dicha dependencia se traduce en la presencia de un número desconocido de bombas atómicas estadounidenses en suelo alemán, junto con una licencia para que la Luftwaffe alemana transporte cabezas nucleares estadounidenses, bajo el mando de Estados Unidos, dirigidas contra objetivos elegidos por este país, utilizando aviones de combate comprados al mismo, lo que oficialmente se denomina “participación nuclear”. No hay ninguna razón para creer que pueda convencerse a Estados Unidos, con o sin la OTAN, de que Alemania necesita participar también en la gestión de las cabezas nucleares francesas, aunque sea indirectamente pagando por ellas. Tampoco hay ninguna perspectiva de que Francia permita a Alemania y a Polonia expresar su opinión sobre cuándo debería ponerse en riesgo París por el bien de Berlín o Varsovia; en el pasado, los intentos franceses de hacer que Alemania compartiera los costes de la force de frappe [fuerza de choque] fueron abandonados en repetidas ocasiones cuando, a cambio de su participación, Alemania quiso simplemente echar un vistazo al catálogo de objetivos nucleares franceses. Y cabe también preguntarse cómo alguien con una experiencia y una carrera tan dilatada como las de Schäuble puede confiar en que una política de seguridad europea codirigida por Polonia podría ser otra cosa que la extensión de la política de seguridad estadounidense, dados los dos objetivos principales de la política exterior polaca, esto es, la independencia de Alemania y la presencia contundente de Estados Unidos en Europa para mantener a Rusia a raya en lugar de confiar en los poco fiables vecinos europeos, que, a diferencia de la potencia estadounidense, podrían, a la hora de la verdad, temer por su propia seguridad.

Donde la entrevista de Schäuble se convierte definitivamente en un documento de desesperación y su triunvirato franco-alemán-polaco se revela como nada más que el espejismo de un viajero en el desierto a punto de deshidratarse, es al final de la misma, cuando intenta hacer creer al entrevistador y a sí mismo que su triple alianza nuclear intentaría establecer “una asociación con Rusia, siempre que este país respete las normas básicas de la cooperación entre socios”. “Seguramente —afirma Schäuble— también los polacos estarán de acuerdo cuando decimos que la asociación con una Rusia comprometida con la renuncia al uso de la fuerza, con la inviolabilidad de las fronteras y con las normas fundamentales del derecho internacional es políticamente deseable. Con una Rusia así podemos y queremos cooperar de buena fe. Por supuesto, con Putin esto será difícil”, pero no imposible, en su opinión.

Schäuble no puede albergar duda alguna de que para Polonia y su protector, Estados Unidos, una arquitectura de seguridad negociada en Europa que incluya a Rusia es, en el mejor de los casos, una segunda opción; su resultado preferido de la guerra ucraniana es una Rusia derrotada y mantenida a raya por una fuerza militar superior. Europa, en este escenario, está dirigida, no por Alemania o Francia o por ambas, sino por Estados Unidos y ello no sólo en el continente euroasiático, sino también a escala mundial, en particular en relación con China, a la que Schäuble menciona sólo una vez de pasada. El hecho de que Schäuble pueda llegar a confiar en que sus repetidas garantías de que su triple alianza formará parte de la OTAN, llegando incluso a sugerir además que el Reino Unido (el autodenominado subcomandante de Estados Unidos a escala mundial) también debería desempeñar un papel en la misma, engañen a la potencia estadounidense, desafía toda comprensión. En realidad, que alguien como Schäuble se vea constreñido a propalar piadosas esperanzas de que Estados Unidos mirará hacia otro lado puede interpretarse como un indicio de la eficacia con la que la guerra de Ucrania ha desplazado el centro de la política europea de seguridad nacional hacia el este y, con ello, hacia el oeste, en dirección a Estados Unidos.

Donde Schäuble, para variar, está en línea con el Zeitgeist [espíritu de los tiempos] europeo es cuando afirma que la Unión Europea, como organización internacional realmente existente, no juega ningún papel en su proyecto; en realidad, está explícitamente excluida de él. Lo que tiene en mente, sin decirlo, es lo que Macron, en sus momentos más exuberantes, denomina una refondation de Europa (por supuesto, hay pocas cosas que Macron no quiera refundar). Durante los últimos años, el equipo de von der Leyen y el “método comunitario” supranacional que administra han perdido rotundamente la reputación de la que gozaban entre los jefes de Estado y de gobierno europeos. La gestión de la pandemia por parte de Bruselas fue ampliamente considerada un desastre, a pesar de que fue Merkel quien le encargó la adquisición de las vacunas, tarea para la que no estaba preparada, a fin de evitar que Alemania fuera la primera en ser servida cuando se disponía a asumir la presidencia de la Unión Europea en el verano de 2020: el resultado fue el retraso de dos meses en la campaña de vacunación en el continente europeo.

También se culpó a la UE de no haber almacenado máscaras y equipos protectores y, en general, de no estar preparada para gestionar una emergencia médica como la pandemia de la covid-19, así como de intentar en vano que los Estados miembros cofirmantes del Acuerdo de Schengen mantuvieran sus fronteras abiertas durante el periodo de aumento de las tasas de contagio. A esto le siguió la toma de conciencia gradual de que el aclamado Next Generation European Union Corona Recovery Fund era demasiado pequeño y estaba gestionado de forma demasiado burocrática como para hacer algo por el país para el que principalmente estaba destinado, Italia, como demuestra la patética caída, tras sólo un año en el cargo, del caballero blanco de la UE, Mario Draghi, como primer ministro de su país.

Añádase a esto el regateo con Polonia y Hungría sobre el “Estado de derecho” en un momento en que Europa del Este se estaba convirtiendo en el nuevo centro de gravedad de la UE, por no hablar de la ausencia total de esta cuando los Acuerdos de Minsk fracasaron y Estados Unidos asumió la gestión del conflicto con Rusia en torno a Ucrania. Una vez que la Realpolitik levantó su fea cabeza, la UE se convirtió rápidamente en una organización auxiliar de la OTAN, encargada, entre otras cosas, de idear sanciones contra Rusia, que en su mayor parte se volvieron contra ella, y de elaborar una política energética europea común, una misión imposible desde el principio.

Para evaluar cómo el liderazgo europeo se ha deslizado hacia Estados Unidos y cómo la UE ha perdido el control sobre sí misma nada mejor que analizar su política de admisión de nuevos Estados miembros, la cual constituye un campo de batalla cada vez más enmarañado ligado al conflicto sobre quién dirige Europa y con qué propósito. En la década de 1990, Estados Unidos hizo saber que, como parte de su Nuevo Orden, la UE tenía que acoger a los antiguos miembros del Pacto de Varsovia (Polonia, Hungría, Chequia, Bulgaria y Rumanía) para fortalecerlos económicamente y reorganizarlos institucionalmente con el fin de anclarlos firmemente en “Occidente”; posteriormente, los Estados bálticos, que durante un tiempo formaron parte de la Unión Soviética, siguieron su ejemplo. En aquel momento también se esperaba que la UE admitiera a Turquía, cuyo principal mérito consistía en ser miembro de la OTAN desde hacía mucho tiempo, lo cual habría dado a “Europa” fronteras conjuntas con Siria, Iraq e Irán, además de una posible guerra con un Estado miembro de la UE, Grecia. La adhesión de Turquía fue impedida por Francia y la Alemania de Merkel, campeona mundial en el arte de la resistencia pasiva, aunque oficialmente Turquía sigue siendo candidata a la incorporación a la UE.

La integración de los nuevos miembros de la UE constituye una ardua tarea para la burocracia de Bruselas, que debe enseñarles los entresijos del denominado acquis communitaire [acervo comunitario], el interminable conjunto de normas que los Estados deben aplicar como condición previa a la adhesión. Además, para afianzar su lealtad al capitalismo, los nuevos miembros deben recibir apoyo económico y cuanto más pobres y numerosos sean, mayores deben ser los fondos estructurales de la Unión destinados a los mismos, que son financiados con los respectivos presupuestos nacionales. Además, como tantas otras veces, el dinero puede o no comprar el amor, y los nuevos Estados miembros del Este tener sus propias ideas sobre cuándo deben seguir las órdenes de Bruselas y cuándo no. Así, los periodos de espera se han dilatado durante los últimos años, ya que las negociaciones se están alargando innecesariamente por la presión de los actuales Estados miembros. El último nuevo miembro de la UE fue Croacia, admitida en 2013, tras diez años de negociaciones y con sus reformas institucionales concluidas a satisfacción de Bruselas. En la lista de espera siguen Albania, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia, los denominados Estados de los Balcanes Occidentales, cuyas perspectivas de ser admitidos en un futuro previsible es nula, después de que Francia se opusiera públicamente a su ingreso.

Introduzcamos en la ecuación a Ucrania, que a través de su omnipresente presidente exige la plena incorporación a la UE de inmediato, tutto e subito, algo difícilmente realizable sin el estímulo de su aliado estadounidense, que necesita que alguien pague la reconstrucción del país una vez que la guerra concluya, si es que lo hace en algún momento. El 18 de junio, von der Leyen, vestida como tantas veces estos días de azul y amarillo, anunció en Twitter, sin miedo a parecer decadente o de mal gusto, que “los ucranianos están dispuestos a morir por la perspectiva europea. Queremos que vivan con nosotros el sueño europeo”. Pero lo que parecía convertirse en un viaje por la vía rápida a Bruselas pronto se detuvo en seco. Aunque es evidente que los Estados de los Balcanes Occidentales debieron protestar, el factor crucial es que los actuales Estados miembros parecieron haberse dado cuenta de que la adhesión de Ucrania acabaría por hacer saltar por los aires el presupuesto de la UE, por no hablar del sistema político oligárquico ucraniano, que habría hecho que Polonia y Hungría, los archienemigos “antiliberales” de la mayoría liberal del Parlamento de la UE, parecieran democracias escandinavas.

En esta situación, fue Olaf Scholz quien, de nuevo con verdadero espíritu merkeliano, tiró del carro, exigiendo que la UE, antes de dejar entrar a ningún nuevo miembro, se sometiera a «reformas estructurales» de las que previsiblemente es incapaz. Una de sus propuestas se refería a la composición de la Comisión. Actualmente hay un comisario por cada Estado miembro, lo que suma un colegio de veintisiete, demasiado grande, como dice un adagio de Bruselas, para reunirse en pleno sin que los miembros utilicen prismáticos si quieren mirarse a los ojos. Sin embargo, ello no es razón para que los Estados miembros más pequeños insistan en que cada país debe tener un puesto en la Comisión, dado que la UE paga a sus comisarios bastante más de lo que los países más pequeños y pobres pagan a sus respectivos primeros ministros.

La reducción del número de comisarios requerirá la modificación de los Tratados que cada Estado miembro debe aceptar. Además, en un discurso pronunciado a finales de agosto en la Universidad Carolina de Praga, que pretendía ser un complemento del pronunciado por Macron en la Sorbona en 2016, Scholz exigió disposiciones más estrictas sobre el Estado de derecho en los Tratados y poderes más eficaces para que la UE sancione a los Estados miembros por sus infracciones, a sabiendas de que esto sería inaceptable para Polonia y Hungría, y presumiblemente también para otros países. (Eludiendo tanto la UE como la OTAN, Scholz también sugirió un sistema conjunto de defensa aérea para Europa, creado por Alemania junto con los Estados miembros vecinos). Además, Scholz insistió en la votación por mayoría en el Consejo en lo concerniente a la política exterior de la UE, presumiblemente mediante votos ponderados por el tamaño de los respectivos países para evitar que el nuevo Ostblock [bloque de los países de Europa del Este] superara en votos a Alemania y Francia en nombre de Estados Unidos. Por supuesto, en la UE acabar con la unanimidad requiere unanimidad, un obstáculo que ni siquiera Angela Merkel había podido superar.

Mientras tanto, en Alemania, la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, una de las Young Global Leaders del World Economic Forum de Davos, hace saber a la opinión pública alemana que la guerra en Ucrania puede durar muchos años todavía y que Ucrania seguirá necesitando apoyo económico y militar, incluido “armamento pesado”, con toda seguridad durante 2023. Dejando a un lado a la honorable Marie-Agnes Strack-Zimmermann, diputada del FDP, el partido liberal alemán, por Düsseldorf, sede de Rheinstahl, una de las empresas armamentísticas más importantes del mundo, y presidenta de la Comisión de Defensa del Bundestag, los Verdes son sin duda los más militantes entre los políticos alemanes en su espíritu belicoso, ya que representan a una generación que estuvo exenta, y lo estará para siempre, del servicio militar, a diferencia de los despreciados pacifistas de antaño.

Ello añade un sabor peculiar a las interminables expresiones de gratitud y admiración de los Verdes por los valientes ucranianos que “defienden nuestros valores”, arriesgando sus vidas bajo un estricto régimen de servicio militar obligatorio. También ayuda a explicar su identificación incondicional con los objetivos bélicos del ala ahora gobernante del nacionalismo ucraniano (Baerbock: “Crimea pertenece a Ucrania […]. Ucrania defiende también nuestra libertad, nuestro orden de paz. Y la apoyamos financiera y militarmente, mientras sea necesario. Y punto”). El envío de armas, mientras estos nuevos belicistas observan cómo se utilizan estas desde la seguridad de sus salas de estar (Twitter ofrece un increíble número de tuits de exultantes tuiteros alemanes repantigados en sus sillones celebrando los golpes de la artillería ucraniana contra los objetivos rusos, similares a los publicados por los videojugadores que informan de sus proezas conseguidas en las pantallas de sus ordenadores) es jaleado casi diariamente acompañado de la garantía, que se hace eco de las declaraciones de Biden y su equipo, de que la OTAN, incluida Alemania, nunca enviará tropas a los campos de batalla de Ucrania donde los ucranianos “luchan y mueren por todos nosotros”. Obviamente, ello contribuye a que estos nuevos partidarios de la guerra, que se saben al reparo de riesgo alguno para sí o para sus hijos, la alienten hasta la mismísima Endsieg [victoria final], insistiendo en que no puede haber negociaciones sobre el fin de la misma antes de que ésta haya terminado con la incondicional retirada rusa.

Hasta ahora, la llegada de los Verdes al gobierno alemán, el reverdecimiento de lo que los alemanes solían llamar Friedenspolitik [política de paz], ha tenido un éxito notable. El espacio para el debate público legítimo sobre la paz y la guerra se ha reducido drásticamente. El jefe del servicio de seguridad nacional alemán, la orwellianamente denominada Bundesamt für Verfassungsschutz [Oficina para la Protección de la Constitución], aseguró públicamente al gobierno que vigilará a todos los que afirmen que el ataque ruso a Ucrania podría haber estado relacionado con la acumulación previa de recursos militares estadounidenses en torno a Rusia; en otras palabras, a todos los Putinversteher [comprensivos con Putin]. Como el evangelio, la prensa, de calidad o no, recita como sabiduría última de las relaciones internacionales, olvidada por los pacifistas sentimentales como Willy Brandt, el viejo adagio romano, si vis pacem para bellum. Se trata de proscribir la idea más reciente, que se remonta en parte nada menos que al mismísimo Friedrich Engels, de que con el armamento moderno, prepararse para la guerra puede desencadenar una carrera armamentística que precisamente consigue lo contrario de la paz.

La acumulación sin precedentes de recursos militares por parte de Estados Unidos durante las dos primeras décadas del siglo XXI, incluida la dotación de armamento a Ucrania desde 2014, que supuso sin riesgo de exagerar la preparación para la guerra más impresionante de la historia, fortalecida además por la denuncia de todos los tratados de control de armamentos de la época de la Guerra Fría, no debe mencionarse nunca en este contexto. De hecho, cualquier cosa que se refiera a la prehistoria de la guerra es anatema, especialmente las negociaciones de Minsk y los meses del invierno de 2021, excepto ese momento mítico en el que “Putin”, quien quiera que sea y por la razón que fuere, descubrió su odio genocida hacia todo lo ucraniano. Otro artículo de fe, que constituye una prueba ideal de credo quia absurdum [creo porque es absurdo] para mostrar la consabida lealtad, es que Rusia, que no pudo conquistar Kiev, situada a menos de 160 kilómetros de la frontera rusa, invadirá y conquistará, si se le permite sobrevivir a la guerra en Ucrania, Finlandia, los países bálticos y Polonia, a los que seguirán Alemania y, por qué no, el resto de Europa occidental sin más razón para ello que su total desprecio del modo de vida europeo.

Visto así, el hecho de que el presupuesto especial de defensa de 100 millardos de euros, anunciado por el gobierno alemán a los tres días de iniciarse la guerra, no tendrá sus primeros efectos sobre el terreno hasta dentro de aproximadamente cinco años no significa que sea un despilfarro, sino únicamente que no tiene nada que ver con la guerra de Ucrania como tal. Para lo que Alemania se está preparando, siguiendo la demanda irrechazable de sus amigos estadounidenses, es para un mundo que se constituye en un gran campo de batalla a la espera impaciente de las intervenciones de la OTAN fuera de su área de operaciones tradicional en pro de la propagación de la democracia y de la oferta de oportunidades para que ciudadanos posheroicos y sobrealimentados defiendan los valores occidentales.

A mediados de agosto, como otra muestra de su lealtad a Occidente, Alemania envió seis aviones de combate Eurofighter, en un viaje que los llevó por medio mundo y les obligó a pasar por la China continental y Taiwán, a Australia con el fin de efectuar maniobras conjuntas con Corea del Sur y Nueva Zelanda y de demostrar así la disposición alemana para una ulterior implicación militar. La prensa alemana informó bochornosamente para contextualizar la noticia de que “el nuevo concepto estratégico de la OTAN menciona a China como un desafío”. Uno de los seis aviones de guerra resultó defectuoso y tuvo que ser devuelto a casa, pero los cinco restantes llegaron sanos y salvos a su lejano destino repostados en vuelo por un avión cisterna A330, lo que hizo que el Frankfurter Allgemeine Zeitung se sintiera orgulloso del estado de las fuerzas armadas alemanas. El viaje se produjo después de que el gobierno saliente de Merkel enviara una fragata, la Bayern, de gira por el Indo-Pacífico, antes conocido como el Mar del Sur de China, para mostrar tanto la lealtad transatlántica, como la resolución a la hora de intervenir en el Pacífico oriental. Y esto es todo por hoy en cuanto a la autonomía estratégica europea.

*Director emérito del Max Planck Institute for the Study of Societies de Colonia.

Publicado en Geoestrategia.es

NR.: Wolfgang Schäuble: (Friburgo de Brisgovia, Alemania, 18 de septiembre de 1942) es un político alemán, miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Fue ministro federal de Finanzas de 2009 a 2017. En 2012 recibió el Premio Carlomagno por su contribución al fortalecimiento y estabilización de la Unión Europea. En el gobierno del canciller Helmut Kohl, fue Ministro Federal de Asuntos Especiales y jefe de la Cancillería Federal (1989-1991), y luego ministro federal del Interior (1989-1991). El 12 de octubre de 1990 fue víctima de un atentado cometido por Dieter Kaufmann, un trastornado mental; desde entonces usa silla de ruedas. Schäuble fue nombrado nuevamente ministro federal de Interior en el gabinete de Angela Merkel. El 24 de septiembre de 2017 fue elegido Presidente del Bundestag,​ cargo que desempeñó hasta 2021.

El autor denuncia los riesgos del apoyo de Estados Unidos a Ucrania y los intereses que hay detrás de la guerra en relación con la producción de la industria armamentística. Por HERNANDO KLEIMANS

Edward «Ned» Price, ex alto funcionario de la CIA y actual vocero del Departamento de Estado, extendió las condolencias de su gobierno hacia la población civil de “Kíev, Bucha, Járkov, Kramatorsk, Mariúpol o Moscú”, aunque no incluyó en su lista solidaria a Libia, Irak, Siria, los Balcanes, Panamá, Guyana, Afganistán, el Cuerno de África, las bloqueadas Venezuela y Cuba

Tampoco merecieron su compasión, pese a ser también ucranianas, ciudades como Donetsk, Energodar o Lugansk. Bueno, es comprensible esa selección ya que todas ellas: las ucranianas y las “periféricas”, fueron bombardeadas por tropas norteamericanas o por proyectiles norteamericanos. En abundante cantidad.

“Global Times”, publicación en inglés que refleja la opinión del gobierno chino, afirmó que Washington utiliza a Ucrania como un polígono para probar sus armas. Pero además alerta sobre la ampliación de esta táctica a otros escenarios, tras crear en ellos situaciones de crisis regionales. Una clara alusión a las provocaciones norteamericanas tomando como sujeto de ellas a Taiwán y al mar de China. Ahora, además de las desfachatadas visitas de la speaker Nanci Pelosi y de varios parlamentarios estadounidenses, se agrega ahora la ominosa presencia de dos imponentes navíos de guerra norteamericanos en el estrecho de Taiwán.

Debe atribuirse, sin dudas, al mismo espíritu de compasión que evidenció “Ned” y que obedece a las imparables ansiedades del Pentágono que busca instaurar su democracia cueste lo que cueste y caiga quien caiga (menos norteamericanos, claro).

Algo tiene que ver el trasfondo comercial de estas condolencias bélicas. En lo que va del año, los Estados Unidos confirmaron su supremacía en la exportación mundial de armamentos, con el 39% del total de las ventas (hasta ahora unos 10.000 millones de dólares) contra el 19% de Rusia y el 11% de Francia. Una exportación que Washington la alimenta con un increíble presupuesto militar que para este año ronda los 850.000 millones de dólares.

Como en cualquier negocio, ese presupuesto debe justificarse con buenas operaciones, que dejen buenas ganancias. Ocurre que, en el tema armamenticio, si no hay conflictos bélicos no hay consumo de armas y, por lo tanto, no hay negocio. Es por eso por lo que los principales consorcios de la industria armamentística estadounidense presionan a Washington para prolongar el conflicto en Ucrania y desplegar otro foco en el mar de la China.

Hay que emplear armas para poder reemplazarlas por otras nuevas. Que el Pentágono les pague a los consorcios armamentísticos y que la Casa Blanca les reclame la compensación a los estados a los que van las armas. Nada es gratis, mis estimados. Nada. Por eso y previendo los impagos productos de una crisis terminal, Fitch y otras calificadoras sin piedad han puesto al gobierno del comediante Volodimir Zelenski al borde del default.

Y así es que, como no están seguros de que Zelenski y su equipo de productores televisivos pague por esas armas, ya han comenzado a planear su sustitución. En principio, según los rumores desde Washington DC, podría idearse un gobierno en el exilio, por ejemplo en Polonia, país que pretende al menos las tierras occidentales de Ucrania, aunque cada vez es más notorio el rechazo de Varsovia a la afluencia de migrantes ucranianos.

También piensan en la suplantación lisa y llana del comediante por el general Valeri Zaluzhni, actual comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, que es presentado por los grandes medios occidentales como el auténtico “héroe” de la resistencia a la invasión rusa, aunque todavía no se le conoce victoria alguna. Algo similar a aquel “general victorioso” proclamado por West Point, que nos llevó a la criminal guerra de Malvinas.

A propósito de “invasión” y migrantes, Rusia se ha convertido, con 3,5 millones de ucranianos refugiados en su territorio, en el principal receptor de migrantes de ese país. El gobierno ruso dictó recientes disposiciones por las cuales los migrantes ucranianos gozan del mismo derecho que los ciudadanos rusos. No es el mismo cuadro que presentan, además de Polonia, países como Rumania, Italia o la propia Inglaterra, donde es cada vez más evidente la hostilidad hacia los ucranianos que pretenden asentarse con trabajo y estabilidad social.

En regiones como Zaporozhie, Járkov o Jersón, regiones orientales ucranianas, es cada vez mayor el número de habitantes del Donbass que solicitan la ciudadanía rusa a la espera de que las administraciones regionales provisorias convoquen a plebiscitos sobre su incorporación a Rusia.

Pese a las bravatas de la inminente primer ministro británica Liz Truss, que compensa sus escasas luces intelectuales con un fervor bélico que la hace convocar a aventuras nucleares contra Rusia y China, y a las declaraciones del temblequeante Otto Scholtz, jaqueado por propios y opositores, Europa ya no está en condiciones de seguir alimentando los desvaríos de Kíev. En julio, los seis países más fuertes del continente, por primera vez desde febrero, no ofrecieron a Ucrania suministros bélicos. Por el contrario, los ruegos privados a Zelenski se orientan a lograr un armisticio aun a costa de reconocer la pérdida definitiva del Donbass y olvidarse de reclamar Crimea. Es que la crisis europea es cada vez más ominosa y omnipresente. No sólo económica. También política…

Iaroslav Zhelezniak, diputado de la Rada ucraniana, informó que Ucrania en agosto sólo recibió 589 millones de dólares en lugar de los prometidos 6.000 millones. Hace unos días, en medio de una verdadera tormenta de oposición, el presidente Joe Biden dispuso que el tesoro norteamericano asignara otros 3.000 millones de dólares en suministros bélicos a Kíev, a despecho del aumento inflacionario y los índices de recesión que muestra la economía de los EE.UU. Un importante grupo de congresistas ha reclamado que se conforme una comisión investigadora que determine dónde fueron asignados esos armamentos y dónde están los miles de millones de dólares de crédito. Existe el convencimiento de que en su gran mayoría, todo el “paquete” fue derivado al mercado negro o a exitosos funcionarios ucranianos.

Clara evidencia de las “angustias existenciales” europeas es el derrumbe del euro que, por primera vez en los veinte años largos de su historia, fue superado en su paridad por el dólar. Pero también una dura muestra de la errónea conducta de la Casa Blanca es el desplome de la imagen presidencial que obliga a “fuentes” cercanas al anciano presidente norteamericano a filtrar la información de que no se presentará a la reelección.

Las dudas hamletianas de los auspiciantes occidentales de Zelenski se refuerzan con el débil respaldo que obtienen en la ONU cuando proponen nuevas y nuevas resoluciones condenando a Rusia y alentando a Kíev a la resistencia.

Según datos de la propia Unión Europea, en el primer semestre la importación europea de Rusia se incrementó en un 78%, un aumento favorecido por la incesante suba de precios en los suministros energéticos. Por otra parte, nuevos compradores del sudeste asiático, además de las ya “tradicionales” China e India, se vuelcan cada vez más a los acuerdos comerciales con Rusia, en el marco de importantes descuentos en los precios de los suministros que ofrece Moscú.

En la reciente reunión realizada en Lvov, ciudad que podría calificarse como la capital occidental de Ucrania y a la que con muchas ganas pretende Polonia, tanto el ajetreado secretario general de la ONU António Manuel Guterres de Oliveira como el astuto presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, le plantearon a Zelenski la “variante europea” de paz. No es para despreciar por Kíev: uno es el representante de casi 200 países de los cuales apenas algo más de 50 respaldaron las resoluciones occidentales, y el otro es el jefe de un estado miembro de la OTAN que no adscribió a las sanciones contra Rusia, a la que le sigue comprando hidrocarburos y armamentos y con la que acaba de acordar traspasar todo el giro comercial a rublos y a liras.

Pese a las amenazas de Washington, Estambul no muestra ningún retroceso en su política, aunque Washington ha exigido a sus empresas retirarse de Turquía si continúa su acercamiento a Rusia. Una postura tan falsa y endeble como la que exhibió el anciano habitante de la Casa Blanca en su reciente gira de mendigante por Arabia Saudita y la Liga Árabe.

Asfixiadas por su propia campaña de fakenews, las grandes cadenas mediáticas prácticamente han desconocido un reciente anuncio desde el Vaticano, hecho por Leonid Sevastiánov, allegado muy cercano al Papa y presidente de la Unión Mundial de Antiguos Creyentes. Además de reafirmar la intención del pontífice de intermediar en el conflicto para lo cual en una fecha no prevista aún viajará primero a Rusia y recién después a Kíev, el gentil Sevastiánov citó a Francisco para comunicar que “está listo para visitar Donetsk y recorrer todos los lugares que rememoran las trágicas muertes infantiles y oficiar en la Avenida de los Ángeles un servicio conmemorativo”.

Este parque memorial fue erigido en Donetsk en mayo de 2015, cuando comenzaron los bombardeos indiscriminados de Kíev contra las ciudades del Donbass. Es en memoria de los niños que perecieron en el curso de todos estos años de agresión a la población civil de las repúblicas independientes de Donets y Lugansk.

Sevastiánov señaló que Francisco “quiere orar allí por todos los niños que murieron en este conflicto. También está dispuesto a reunirse con huérfanos, con civiles, para ver todo por sí mismo. Esto ayudará a establecer un diálogo entre Rusia y Ucrania, y Occidente en su conjunto”.

Por supuesto, la intención de Francisco se enfrenta con la “indignada” oposición de Kíev, que insiste en que el Papa sólo viaje a Kíev y sólo se limite a condenar a Rusia. Algo que no ocurrirá habida cuenta de las frecuentes relaciones entre el Vaticano y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Henry Kissinger acaba de prevenir a su gobierno sobre los enormes peligros que afronta
Henry Kissinger acaba de prevenir a su gobierno sobre los enormes peligros que afronta.

La realidad es que, desde el punto de vista bélico, Kíev ya no está en condiciones de contraponerse a los avances “aliados”, como ya denominan en Moscú a las fuerzas conjuntas de Rusia y las repúblicas del Donbass. La convocatoria de mercenarios y la leva forzada de reservistas ucranianos no surte ningún efecto y, por el contrario, acentúa la deserción masiva en las unidades de batalla de Kíev. La existencia de batallones de castigo, que fusilan a los desertores en el terreno, es una clara evidencia de esta descomposición.

Como siempre ocurre en estos casos, la apelación es al terror. Además de atentados individuales en el Donbass, en las regiones limítrofes rusas o en la propia Moscú, todo indica que la reclamada contraofensiva ucraniana no se producirá o será derrotada, pese al incesante envío de armamento por parte de Washington, el que es puntualmente batido por las fuerzas rusas.

Kíev, entonces, se ha decidido al terrorismo nuclear, lanzando peligrosos bombardeos contra la central atómica de Zaporozhie, la más grande de Europa. Aunque los ataques son rechazados por una eficiente defensa antimisilística y antidrones, la amenaza de una avería en la central sigue latente. Por fin los constantes pedidos de Moscú fueron atendidos y, gracias a la mediación de la ONU, una misión de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) encabezada por su titular, el argentino Rafael Grossi, viajará en los primeros día de septiembre a la usina para comprobar los daños y establecer una presencia permanente que controle la situación.

En este empeño por lograr el viaje de la organización mundial de control atómico, el representante ruso ante el Consejo de Seguridad, Vasili Nebenzia, debió ironizar, felicitando a sus colegas occidentales por descubrir en sus falsas acusaciones a Moscú, que Rusia había bombardeado a una central atómica que ya ocupaba… con proyectiles norteamericanos como lo evidencian los restos de los misiles recuperados en Zaporozhie.

La amenaza de guerra nuclear ahora golpea en el centro de Europa. La cuidadosa estructura de la Unión Europea, construida para evitar precisamente una nueva catástrofe bélica, es jaqueada tras 70 años de paz y bienaventuranza, por este fantasma al que la misma Unión Europea contribuyó grandemente a crear, en perfecta dependencia con la OTAN, convertida en un agresivo bloque por el poder hegemónico anglosajón.

Sin embargo, esta tendencia agresiva de un mundo unipolar y autocrático al borde del colapso, además se extiende hacia el Asia sudoriental en un intento por dañar la consolidación del nuevo orden multipolar. Las provocaciones en Taiwán o los atentados en Siria o en Irán son un ejemplo de esta agresividad que ya no reconoce fronteras ni acepta status quo vigentes.

La respuesta del nuevo esquema multipolar es más que elocuente. Grandes maniobras militares aeronavales y terrestres se desarrollarán en todo el territorio del Lejano Oriente ruso, con la activa participación de China. Entre el 1 y 7 de septiembre, más de 50.000 efectivos de ambos países se desplegarán y cumplirán sus tareas ante la presencia de inspectores de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tadzhikistán) y de la Organización de Cooperación de Shanghái (Pakistán, la India, Uzbekistán, además de Rusia, China, Tadzhikistán y Kirguizia) y otros estados como Azerbaidzhán, Argelia, Cuba, Laos, Mongolia, Nicaragua, Siria y Venezuela.

El “Global Times” en este marco calificó las relaciones chino-rusas como “cruciales para defender la estabilidad global y contrarrestar la hegemonía de los EE.UU.” y definió como el objetivo de las maniobras “profundizar la cooperación concreta y amistosa con militares de otros países que también asisten a los ejercicios y mejorar la coordinación estratégica y la capacidad para hacer frente a diferentes amenazas a la seguridad”.

El centenario Henry Kissinger, artífice de la política de deshielo con Rusia y con China en la década del 70 que logró instalar en el mundo un sistema de seguridad colectiva, acaba de prevenir a su gobierno sobre los enormes peligros que afronta su irrefrenable ambición de detener el curso de la historia.

“Estamos al borde de la guerra con Rusia y China debido a los problemas que hemos creado en parte, y no tenemos idea de cómo terminará o hacia dónde debería conducir. (…) Ahora ya no es posible decir que los separaremos y los enfrentaremos entre sí. Todo lo que se puede hacer ahora es no escalar las tensiones y crear opciones, y para ello debe haber algún propósito subyacente”.

El viejo zorro de la política internacional coincide plenamente con el lema de esta columna, enfrentar y dominar el punto crítico de la actual coyuntura internacional: la guerra o la paz.

Es, en realidad, el excluyente punto crítico de la Humanidad.

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Es, en realidad, el excluyente punto crítico de la Humanidad.

HERNANDO KLEIMANS Periodista de Internacionales experto en temas de Rusia Europa Oriental Publicado en Agencia TELAM