S.S. Fransisco llegó el jueves a la isla de Chipre, el país europeo que mayor número de refugiados recibe en comparación con su población, y desde allí lanzó un discurso contra los muros «del miedo» y «los vetos dictados por intereses nacionalistas» en Europa.

Cristina Cabrejas elDiario.es

El Papa Francisco se reunió con el presidente chipriota Nicos Anastasiades en la capital Nicosia. En este viaje también visitará Grecia y la isla de Lesbos, para poner el foco en la cuestión migratoria en Europa. En el discurso a las autoridades en el palacio presidencial hizo referencia a la ocupación por parte de Turquía de la parte norte de la isla con su invasión en 1974 lo que ha dejado desde entonces a Chipre partida en dos, cuando se creó la República Turca del Norte Chipre, reconocida sólo por Ankara.

Se refirió entonces a que «la herida que más hace sufrir a esta tierra es la provocada por la terrible laceración que ha padecido en los últimos decenios» y «que impide que muchas personas puedan volver a sus lugares de culto o a sus casas». Sin citar nunca a Turquía, Francisco afirmó que «el camino de la paz, que sana los conflictos y regenera la belleza de la fraternidad, está marcado por una palabra: diálogo». «Tenemos que ayudarnos a creer en la fuerza paciente y humilde del diálogo» y huir de «gestos de poder, de las amenazas de venganza y de las demostraciones de fuerza», agregó.

El pontífice pidió entonces «el compromiso por entablar un debate sincero que ponga las exigencias de la población en primer lugar» y también «una implicación cada vez más activa de la comunidad internacional a la salvaguardia del patrimonio religioso y cultural, a la restitución de cuanto en este sentido es más querido por la gente, como los lugares o, al menos, los objetos sagrados».

Tanto la Iglesia ortodoxa como la católica piden desde hace tiempo a Turquía que sean devueltas las iglesias situadas en el norte de la isla.

Por su parte, en su intervención, Anastasiadis «hizo hincapié en que Chipre es el único país en Europa que sigue dividido» y que «a día de hoy sigue vigente el drama para muchas familias de no conocer el paradero de sus allegados desaparecidos» y que a ello se añade que «el saqueo de monumentos culturales y religiosos en los territorios ocupados son aspectos que ofenden brutalmente a la humanidad».

Los muros del miedo no contribuyen al progreso

Francisco sostuvo en su discurso que «el continente europeo necesita reconciliación y unidad, necesita valentía e impulso para caminar hacia adelante». Y añadió: «Porque no serán los muros del miedo ni los vetos dictados por intereses nacionalistas los que contribuirán al progreso, ni tampoco la recuperación económica por sí sola podrá garantizar la seguridad y la estabilidad».

El Papa pronunció este discurso en un momento en el que Polonia ha militarizado sus fronteras con Bielorrusia ante la llegada de miles de migrantes procedentes sobre todo de Afganistán y Siria. Pero también Chipre y Grecia han construido muros para impedir la llegada de los refugiados.

«Miremos la historia de Chipre y veamos cómo el encuentro y la acogida han dado frutos beneficiosos a largo plazo; no sólo en lo que se refiere a la historia del cristianismo, para la que Chipre fue el trampolín de lanzamiento en el continente, sino también por la construcción de una sociedad que ha encontrado su propia riqueza en la integración», dijo Francisco.

En este país, la llegada de refugiados ha aumentado sensiblemente en los primeros diez meses del año, con un total de 10.868 inmigrantes sin papeles, lo que supone un 38 % más que en todo 2020. Es el país que más refugiados recibe en comparación con su población y la mayoría llega a través de la llamada línea verde que divide la parte griego chipriota del sur de la parte turcochipriota del norte.

Al respecto, el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis agradeció al papa Francisco que haya impulsado el llevar a Italia a 50 refugiados, una acción que calificó de altamente «simbólica» de cara a la necesidad de revisar la política migratoria de la Unión Europea. El presidente subrayó, como ya lo ha hecho ante las instituciones europeas, que Chipre tiene grandes dificultades para gestionar estas llegadas. 

Evitar las guerras religiosas

Los católicos en Chipre no llegan al 1 % de la población y los maronitas apenas rozan los 8.000, por lo que esperan que la visita del papa les ayude a conservar su cultura.

El viernes Francisco iniciará otro de los objetivos de este viaje. Relanzar el diálogo con la iglesia ortodoxa groega. Para ello se reunirá con Jrisóstomo II, arzobispo ortodoxo de Chipre, en el palacio arzobispal y después seguirá un encuentro con el Santo Sínodo en la catedral ortodoxa de Nicosia, al que el Papa dirigirá un discurso.

Celebrará una misa en el «GSP Stadium» para la pequeña comunidad católica, formada sobre todo por trabajadores inmigrantes. Por la tarde, rezará una oración ecuménica con los migrantes en la iglesia parroquial de la Santa Cruz de Nicosia.

El sábado el Papa viajará a Grecia, un país que visitó Juan Pablo II en 2001, y comenzará la jornada con la visita de cortesía a la presidenta de la República y después habrá un encuentro con el primer ministro y después su discurso a las autoridades.

El Papa vuelve a la isla griega de Lesbos, al campo de concentración de migrantes

Además de un encuentro con el arzobispo de Atenas, Jerónimo II y con el clero local que asiste a una comunidad de cerca 300.000 personas, también la mayoría migrantes, el momento más importante del viaje será su visita a Lesbos.

“En Lesbos me acercaré a una humanidad herida en la carne de tantos migrantes en busca de esperanza. Les pido, por favor, que me acompañen en la oración”, había dicho el papa Francisco el miércoles en el Vaticano durante la audiencia general.

Francisco regresa a Lesbos, cinco años después de su histórica visita en un momento dramático para la isla donde se hacinaban más de 10.000 personas en el campo de Moira.

El pontífice visitará el nuevo campo de Mavrovouni, donde hay cerca de 2.500 migrantes que viven en condiciones algo mejores, aunque lamentan que con la justificación de la pandemia pueden salir del recinto sólo pocas horas a la semana. Desde aquí Francisco, volverá como hace cinco años, a realizar un llamamiento a su recepción en Europa continental.

Isla de Lebos «campos de refugiados»

FUENTE: https://www.eldiarioar.com/mundo/viaje-papa-fronteras-maritimas-europa-fijar-posicion-iglesia-geopolitica-migracion_1_8549217.html

Por Arturo Gonzalez Gonzalez

El objetivo está claro: integrar económicamente a Norteamérica. Si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte abrió las fronteras entre los tres países de la región para la libre circulación de bienes y servicios, el Tratado México-Estados Unidos-Canadá pretende cohesionar las economías de los estados firmantes. En ambos casos, el principal promotor ha sido EUA, aunque con distintas motivaciones, las cuales reflejan las circunstancias globales de cada momento y las preocupaciones geopolíticas y geoeconómicas de Washington. El mundo ha cambiado bastante en las casi tres décadas que median entre los dos tratados.

Cuando el TLCAN se firmó en diciembre de 1992 había pasado un año del colapso de la Unión Soviética, el principal rival político, militar, ideológico y económico de EUA. La potencia americana había ganado la Guerra Fría y no se observaba un nuevo enemigo o competidor en el horizonte. China era apenas una potencia media con una economía en ascenso, pero limitada. Japón acababa de terminar su milagro económico para iniciar un período de estancamiento crónico. La Unión Europea estaba por nacer. El mundo era de EUA; su hegemonía, indiscutible.

El liderazgo estadounidense se sentía en todos los campos: industrial, comercial, financiero, militar, científico, tecnológico, aeroespacial, político, cultural y deportivo. Ningún estado nacional concentraba tal nivel de poder duro y blando. Era el nuevo Imperio romano. La globalización encabezada por el Imperio americano se abría como único futuro posible para la humanidad. La democracia liberal llegaría tarde o temprano a todos los rincones del orbe. Algún día, decían, en cada ciudad del mundo habría un McDonald’s, y todos los países gozarían de su pequeña dosis del «american way of life». Pero esto era sólo la superficie de un proceso de globalización emprendido más en beneficio del capital trasnacional que de los estados nacionales centrales.

¿Qué buscaba EUA con el TLCAN? Este tratado debe enmarcarse en una serie de reformas emprendidas a inicios de los 80 y que comúnmente se conoce como neoliberalismo. Fue la respuesta a la estanflación de la década de los 70 englobada en la crisis de rentabilidad del capital. Los ideólogos de estas reformas decretaron que el Estado social tenía que ser disminuido para liberar al capital y la fuerza del mercado de las ataduras del keynesianismo que propugnaba una fuerte intervención estatal en la economía. Entre los planteamientos centrales de la doctrina neoliberal están la apertura comercial y la expansión del libre mercado para facilitar el intercambio de bienes y servicios, flexibilizar las condiciones laborales y aumentar la capacidad de movilidad de las inversiones. Se trataba, en fin, de incrementar la rentabilidad de un capital que se hacía cada vez más global.

La fórmula, aplicada primero en EUA y Reino Unido, quedó establecida para el resto del mundo en el Consenso de Washington de 1989. El TLCAN es hijo de este consenso, junto con el paquete de reformas neoliberales que se aplicaron en México durante las tres décadas siguientes, al igual que en otros países de los antiguos segundo y tercer mundo. La globalización potenció al capitalismo transnacional que encontró costos de producción más baratos en unas cadenas de suministro y valor cada vez más internacionales y complejas, y nuevos espacios de explotación de recursos y mercados emergentes para el consumo de bienes y servicios.

Treinta años después, el mundo es otro. La gran promesa neoliberal de la riqueza fluyendo en cascada desde los estados más ricos a los más pobres para alcanzar un mundo de rentas medias y altas, no se cumplió. La prosperidad no se repartió de forma equitativa. La brecha de la desigualdad se expandió en todo el orbe y dentro de los países. El 1 % de la población mundial concentra más del 85 % de la riqueza global. La explotación de recursos naturales y la contaminación alcanzaron niveles sin precedentes. Los estados desarrollados experimentaron un proceso de desindustrialización debido a la movilidad de las compañías globales hacia estados con salarios y prestaciones laborales más bajas y normativas más laxas para el capital. El desmantelamiento del aparato industrial golpeó a las clases trabajadoras de los países ricos que no sólo perdieron empleos sino también beneficios sociales; muchos fueron arrojados a los brazos del endeudamiento crónico, la pobreza y la radicalización hacia la derecha nacionalista y xenófoba. Los límites del modelo neoliberal de desregulación fueron exhibidos en la crisis de 2008.

Los triunfos del Brexit y Trump son productos de esos fenómenos, con tendencias que apuntan al proteccionismo y a un replanteamiento del juego económico global. Mientras tanto, los países emergentes como México vieron disminuir las capacidades del Estado y aumentar la destrucción del tejido social con el consecuente despunte de un crimen organizado que se ha valido de las redes financieras globales y de tráfico de armas, y frente al cual las fuerzas civiles se vieron rebasadas con la militarización como respuesta. En contraste, China aprovechó con creces la búsqueda de rentabilidad por parte del capital global para instalar en su territorio un aparato industrial gigantesco orientado a la exportación de bienes hacia los mercados americanos y europeos. La pandemia vino a acelerar la tendencia de EUA a depender menos de la economía china y de unas cadenas de valor demasiado extensas.

Aquí es donde se encuadra el T-MEC. La intención del expresidente Trump al cancelar el TLCAN y proponer un nuevo acuerdo fue la de reubicar en Norteamérica la mayor parte de las cadenas productivas y de suministros para disminuir la dependencia estadounidense de la capacidad industrial china. Ya no se trata sólo de eliminar barreras arancelarias para el comercio internacional, sino transitar hacia una integración económica regional que implica la desaparición de todas las barreras (económicas, legales, laborales, etc.) entre los tres países. De la globalización total estamos transitando a la globalización regional por bloques.

En el fondo subyace el objetivo de hacer de Norteamérica un gran mercado común que pueda ser autosuficiente en rubros estratégicos de valor a la par de que pueda competir con China y la Unión Europea, los otros dos grandes mercados del mundo. Porque el gigante asiático está haciendo lo propio con su estrategia de «Circulación Dual», que pretende fortalecer el mercado interno y la autosuficiencia de China en suministros vitales, además de incrementar el atractivo para la inversión extranjera, todo esto impulsado también por un tratado, el RCEP, que abarca 15 países de Asia-Pacífico y que crea el mercado más grande del mundo. Estamos en los albores de una nueva época y de una nueva geopolítica en Norteamérica.

@Artgonzaga – Urbeyorbe.com Por arturo Gonzalez Gonzalez

FUENTE:

https://www.elsiglodedurango.com.mx/2021/11/1355256.nueva-geopolitica-en-norteamerica.html

¿Logrará este objetivo geopolitico USA? pues el sueño americano es está pesadilla de hoy: La otra epidemia de USA: Homeless invaden Manhattan

Familias enteras viven en la intemperie de USA, siendo California, San Francisco, Nueva York, Texas y Florida los lugares de mayor pauperización.

El aumento de las personas sin hogar en USA( homeless) es un problema socioeconómico y un fenómeno sociocultural gravemente incrementado por y durante la pandemia del nuevo coronavirus. Tal vez el pasaporte a «la Libertad» para algunos, es la cárcel de muchos otros en un escenario de declinación de la movilidad social ascendente. Las calles de Manhattan son testimonio del ‘cambio de época’ poco satisfactorio.

Cada año la población de personas sin hogar va en aumento en el país norteamericano y para los próximos 4 años se vaticinan que un 49% se quedará sin techo. Los motivos de esta tendencia son múltiples, pero las cifras son sumamente abrumadoras.

El conteo que se efectúa para determinar la cantidad de indigentes se realiza anualmente, esto es para diagnosticar la cantidad de fondos federales que cada estado y sus ciudades necesitarán para estos fines.

Entre las variables que van de la mano de esta problemática se encuentran las malas políticas económicas, estereotipos sociales, violencia, alto costo de las viviendas, políticas bancarias y problemas de salubridad.

Pese a la existencia de recursos destinados a suplir las necesidades de estas personas en «shelters» o centros de acogida, USA no ha dispuesto recursos suficientes en ninguna de las administraciones demócratas o republicana para eliminar esta problemática que se visualiza como «la crisis de los países ricos» y que se agudizó luego de que explotara la burbuja inmobiliaria en el 2008. Muchos desamparados son estigmatizados por su raza, sexo, orientación sexual, también lo son aquellas personas con diferentes problemas mentales, drogas, alcohol, las víctimas de violencia y son quienes deambulan por las calles. Categorización social que no excluye ni siquiera a los veteranos de guerra.

Familias enteras viven desafortunadamente en la intemperie, siendo California, San Francisco, Nueva York, Texas y Florida los lugares de mayor pauperización. Argentinos que han viajado y estado en la 5ta Avenida afirmaron que es impresionante la cantidad de personas que duermen a la intemperie y que es peor, incluso, que la calle Florida de Buenos Aires. 

Anthony Lewis, de 62 años, es un indigente de Nueva York y diabético que debe inyectarse insulina a sí mismo. Entre la enfermedad y la calle, sus pies son una fuente de dolor constante. Lewis le cuenta al diario The City de Nueva York que hace meses que está esperando una vivienda de Safe Haven, que la ciudad proporciona a las personas que no se quedan en refugios. Sin embargo, según relata, «no fue observado por los trabajadores humanitarios sin hogar en la calle el tiempo suficiente para calificar».

Para poder acceder a una de estas viviendas, una persona debe pasar al menos un año viviendo en la calle para poder convertirse en candidato. Tema aparte la demás complicada burocracia. «Eso es una locura», dice Lewis. California es el hogar del 28% de la población sin hogar de USA y el 51% de la población desamparada.

La otra cara de la moneda

En San Francisco, otro epicentro de la indigencia, los vecinos viven con miedo. Willow Street, entre Van Ness y Polk, tiene actualmente la mayor concentración de carpas en la ciudad, según los últimos datos. Los residentes dicen que tienen miedo de conducir por Willow Street y la mayoría no se anima a caminar por ella de día o de noche. Dicen que el problema se ha disparado exponencialmente desde el coronavirus.

Lamentablemente, la indigencia trae consigo varias consecuencias. Hoy Willow Street es un espacio seguro para la droga. La basura acumulada en las calles trae problemas de salud y varios roedores enfermos.

Una persona que vive en una casa de la ciudad le dijo al diario CBS de San Francisco: 

Había un tipo que se desmayó frente a nuestra puerta con una aguja colgando del brazo durante todo el día. Y nuestros hijos tuvieron que pasar por alto eso

Otro problema es la violencia. La inseguridad ha aumentado, al igual que las amenazas a los residentes del lugar.

 «He visto a gente pelear físicamente, y yo mismo me estaba yendo una vez y un hombre se acercó a mi auto y gritó obscenidades y me amenazó, lo cual fue realmente aterrador», dijo una residente anónima al diario local.

La gran cantidad de personas en las calles, está provocando un tema de salubridad pública, ya que muchos de los estados no cuenta con la cantidad de baños portátiles para que esas personas puedan hacer sus necesidades, llevándolos a usar patios, aceras y contenes para sus necesidades. 

Los vecinos compartieron imágenes de una persona que orina y tira sus heces en la vereda. Otra foto muestra a un hombre que intenta entrar al garaje de una casa usando una botella para evitar que se cierre.

Toda esta situación, que no sólo sucede en San Francisco, afecta a los negocios de todos los lugares. El aumento de las compras telefónicas y el delivery han incrementado la crisis de los comerciantes.

Las personas prefieren esperar la comida en sus casas que atravesar una calle con olor a pis y con miedo a que te amenacen y roben. Pese a la economía en alza de USA, muchos locales han cerrado sus puertas.

¿Por qué le dicen NO a los refugios?

La mayoría de las personas que viven en situación de calle prefiere dormir en el frío estadounidense antes que pisar un refugio y estar bajo un techo. Esto se debe a que en muchos de estos lugares, el personal no está capacitado para hacer frente a las problemáticas que se generan. Muchos indigentes han denunciado robos dentro de los refugios mientras duermen por parte de otros indigentes.

Las personas con discapacidades que se encuentran en la calle son blancos fáciles de estos delitos. La violencia dentro de los refugios también es un problema. Muchas personas que acuden a dormir allí terminan golpeadas y amenazadas de muerte.

Fuente https://urgente24.com/mundo/la-otra-epidemia-usa-homeless-invaden-manhattan-n530146 

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna de geopolítica, del Club de La Pluma de esta semana al continente africano, a sus diversos y crueles conflictos bélicos, al sufrimiento de sus poblaciones y a la actividad terrorista de grupos como el ISIS y La Yihad, preparados y armados en gran medida por los servicios de inteligencia de las potencias occidentales. Y con ello nos desnuda la terrible y macabra relación entre los fabulosos recursos naturales de este continente y la avaricia económica de Europa y EEUU, que continúan, como hace siglos, con un saqueo continuo y violento de sus bienes, lo que ha condenado y condena a la guerra permanente, a la hambruna, a la pobreza, a la emigración y a la muerte, a millones y millones de seres humanos. 

Es un relato doloroso y realista que pone luz y saca a la superficie a una espeluznante cantidad de focos bélicos que son ignorados y silenciados por la prensa occidental, todo lo contrario a lo que hace con los de Asia, para mantener en la sombra las terribles consecuencias que provocan las estrategias de dominio mundial de Occidente y los intereses de sus grandes corporaciones para hacerse con las riquezas naturales de África. Y pone en evidencia la hipocresía europea que se declara “agredida” por una migración que ella misma provoca, no solo con su criminal colonialismo, sino también por el “efecto llamada” de su propaganda, al mostrarse como un paraíso de los derechos humanos, lo que tienta y engaña a tanta gente desgraciada a abandonar todo, en busca de una solidaridad que es pura demagogia y para quedar atrapados en oscuros campos de concentración pagados por la UE en países fronterizos como Turquía, Grecia y Marruecos o ahogados en la mortuoria fosa del Mediterráneo. 

Entonces nuestro director nos pasea por África con datos y argumentos y nos hace visitar cada hoguera bélica, como la zona conocida como el  “Sahel” o el caso de Camerún, inmerso en una casi guerra civil con el ISIS y otras bandas terroristas que sirven a los apetitos de las potencias por su petróleo, bauxita, hierro, madera y mucha agua, lo que deja a 45 millones de personas en situación de emergencia extrema. También nos habla de Etiopía, con sus 98 millones de almas en peligro por la codicia sobre sus recursos de oro, gas, agua y posibilidades hidráulicas y en la que Sudán y Egipto motorizan conflictos étnicos para boicotear la construcción de una gigantesca represa que podría afectar el cauce bajo del río Nilo. También nos lleva a Somalia y Eritrea, dos estados fallidos, donde bandas armadas en el exterior, han dinamitado la región con la piratería a gran escala en el Mar Rojo. 

Luego Carlos nos lleva a Mozambique, donde 1,3 millones de personas están en situación dramática por las luchas entre grupos yihadistas y con la guerra del tungsteno de fondo, codiciado por la industria militar, además de sus reservas de arenas pesadas, zirconio, titanio, y piedras preciosas. Luego vamos a Marruecos en conflicto con el pueblo saharaui y el Frente POLISARIO por el Sahara Occidental, la ex colonia española de la que Madrid se ha desentendido. Con sus reservas de petróleo, gas, hierro, cobre, uranio  y con los ricos caladeros de pesca en sus mares. Allí Marruecos avanza gracias a la superioridad militar provista por EEUU e Inglaterra. También Argelia lucha contra Marruecos por las estrategias de Occidente lo que ha llevado a cerrar el gasoducto a Portugal y España, en medio de la actual crisis energética. 

También nos describe la tragedia humanitaria de La República Centroafricana, con bandas armadas por Occidente destruyendo todo tipo de infraestructuras. Y denuncia el vergonzoso acuerdo entre Francia y EEUU para que los franceses sigan depredando el riquísimo ecosistema del Sahel como resarcimiento por la traición de los anglosajones por el tratado del AUKUS y los submarinos nucleares para Australia. 

Pereyra Mele cierra su columna con el LEGADO DE EUROPA EN ÁFRICA, donde nada construyó ni nada armó, y a la que no le dejó ser  partícipe de “su civilización superior”, mientras continúa con la opresión de sus pueblos y la explotación de sus riquezas.

Eduardo Bonugli (Madrid, 28/11/)

MARRUECOS ARGELIA Y EL SAHARA OCCIDENTAL
EL SAHEL 11 PAISES Y MOZAMBIQUE
REPUBLICA CENTROAFRICANA

EEUU busca un escenario de conflicto y la división interna de Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su confrontación con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

EEUU ESTÁ COQUETEANDO PELIGROSAMENTE CON EL ESCENARIO AFGANO EN ETIOPÍA Por Andrew Korybko  

25 de noviembre

Etiopía podría sospechar que Estados Unidos tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. 

CNN informó el martes que «el ejército estadounidense ha colocado fuerzas de operaciones especiales estadounidenses en Djibouti para que estén listas para brindar asistencia a la embajada estadounidense en Etiopía si la situación empeora, según un oficial militar y dos fuentes familiarizadas con los movimientos». Esto se produce después de que el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, negara la semana pasada que se estuviera considerando una evacuación similar a la de Afganistán a pesar de que no se le pidió que comparara las dos. Associated Press informó que Matt Lee luego desafió a Price sobre por qué incluso mencionó eso, lo que resultó en un intercambio tenso entre ellos. Hay más contexto de fondo con el que el lector debería estar familiarizado para comprender lo peligroso que es que Estados Unidos esté coqueteando ahora con el escenario afgano en Etiopía. A pesar de negar que está tomando partido en el conflicto en curso de Etiopía, Estados Unidos de hecho ha apoyado tácitamente al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), designado por el gobierno legítimo y democráticamente elegido de ese país como terrorista. El TPLF solía ser la facción más influyente del antiguo partido gobernante antes de pelearse con el primer ministro Abiy Ahmed el año pasado. El ataque sorpresa del TPLF contra el Comando Norte de la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF) en la región de Tigray en noviembre de 2020 provocó la última guerra que Addis Abeba concibió originalmente como una operación de aplicación de la ley que desde entonces se transformó en una campaña antiterrorista. Estados Unidos ha estado presionando a Addis para que considere al TPLF como políticos iguales y entable conversaciones con ellos, y el último caso ocurrió durante el reciente viaje del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a África. El Congreso también presentó un proyecto de ley bipartidista que amenaza con más sanciones contra el gobierno etíope. Engañosamente llamada «Ley de Promoción de la Paz y la Democracia de Etiopía de 2021» (EPDPA), exige exactamente lo que hizo Blinken bajo la amenaza de sancionar a los funcionarios que continúan la guerra, así como a los socios de armas extranjeros del país. Tras los avances militares del TPLF a principios de este mes en las regiones vecinas de Afar y Amhara que invadieron durante el verano tras la retirada de la ENDF de Tigray como parte del alto el fuego unilateral del estado, el general estadounidense William Zana le dijo a la BBC que las tropas de su país en Djibouti estaban «Aquí para responder a la crisis» en Etiopía.

Este pronunciamiento provocador llevó al ministro de Relaciones Exteriores de Djibouti, Mahmoud Ali Youssef, a tuitear que su gobierno no permitirá que sus invitados militares estadounidenses usen su base allí «para una intervención hostil en los países vecinos». Sin embargo, los funcionarios estadounidenses siguieron temiendo que sus ciudadanos debían evacuar urgentemente la capital etíope. En respuesta, el embajador de Etiopía en Estados Unidos, Fitsum Arega, dijo al Sputnik de Rusia que «es lamentable que algunos intenten convertir el miedo y la alarma en un arma como estrategia de presión en ayuda del TPLF». También afirmó que Addis es segura y pacífica. Lo que hizo que todo fuera aún más dramático fue la advertencia de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los EE. UU. La semana pasada de que el TPLF “probablemente posea una variedad de armas con capacidad antiaérea, incluidas granadas propulsadas por cohetes, armas antitanque, armas anti-tanque de bajo calibre. artillería aeronáutica y sistemas portátiles de defensa aérea ”que podrían representar una amenaza para las aeronaves civiles si el grupo avanza más cerca de Addis. Por lo tanto, instaron a los estadounidenses a cumplir con el consejo de su gobierno de evacuar la capital. La dinámica emergente es que, si bien Estados Unidos niega un escenario afgano en Etiopía, sin embargo, está provocando miedo. Esto es extremadamente peligroso ya que Etiopía es un estado soberano que no quiere que el ejército estadounidense ingrese a su territorio sin permiso para evacuar a los ciudadanos estadounidenses que hasta ahora se han negado voluntariamente a seguir el consejo de su gobierno de irse. El apoyo tácito de Washington al TPLF sugiere fuertemente que no es una parte neutral en este conflicto. Por lo tanto, Addis podría sospechar que el Pentágono tiene motivos ocultos al amenazar con una intervención militar no solicitada en el país con el pretexto de evacuar a sus ciudadanos que hasta ahora ni siquiera quieren irse porque todavía se sienten seguros en la capital. Estas tensiones son una forma de coaccionar a Addis para que trate al TPLF designado como terrorista como su igual político. Estados Unidos está del lado de ese grupo, ya que lo considera un instrumento para dividir internamente a Etiopía según el escenario bosnio propuesto el mes pasado por Alex Rondos y Mark Medish en un artículo de opinión para Politico. El primero sirvió hasta julio de 2021 como  Representante especial de EEUU para el Cuerno de África, mientras que el segundo sirvió en el equipo de implementación de la Paz de Dayton y en el Tesoro de los Estados Unidos y el Consejo de Seguridad Nacional en la Administración Clinton. Son figuras occidentales muy influyentes. La razón por la que Estados Unidos persigue este escenario a través del TPLF es para debilitar a Etiopía por razones geoestratégicas relacionadas con su Nueva Guerra Fría con China. Antes del conflicto, ese país se equilibraba pragmáticamente entre las dos grandes potencias, pero la mentalidad geoestratégica de suma cero de Washington considera que los lazos mutuamente beneficiosos de cualquier país con Pekín van en detrimento de Estados Unidos. Dado que Etiopía ha liderado históricamente los movimientos antiimperialistas y panafricanos del continente, podría ser un ejemplo positivo a seguir para todos los demás si Estados Unidos no lo castiga por desafiar su voluntad hegemónica.

TIGRAY REBELDES DENTRO DE ETIOPIA

Un interesante artículo de Escobar en el que nos refresca la importancia histórica que tuvo Yemen hace unos siglos como centro comercial, espiritual, cultural y político de la península Arábiga, proyectado al universo del Índico. Pasa revista a la guerra del Yemen y la cercana resolución del conflicto con una victoria de los rebeldes Hutíes y la federación de tribus. De cerrarse la guerra con el triunfo de la resistencia yemenista, es muy probable que Yemen se incorpore a las redes y rutas comerciales de China e Irán (como Afganistán). Yemen y sus puertos están a «tiro de piedra» de Djibouti  ( Cuerno de África) donde China tiene un puerto y su única base militar en el extranjero, que se conecta por carretera y ferrocarril con Etiopía. Esto explica y se conecta con la intervención desestabilizadora de EEUU en este país africano. Antonio Mitre para Dossier Geopolitico

Cadena de perlas: Yemen podría ser el centro árabe de la ruta marítima de la seda por Pepe Escobar 

22 de noviembre Global Research

Con Ansarallah (forma en que se hace llamar el grupo insurgente Hutíes , formado principalmente por zaidies chiitas, pero también por sunnies) tomando el control del Yemen, los proyectos de comercio y conectividad de Asia podrían expandirse a otras vías marítimas estratégicas del mundo.

Los sospechosos habituales lo intentaron todo contra Yemen. Primero, coaccionarlo en una «reforma estructural». Cuando eso no funcionó, instrumentalizaron a los mercenarios takfiri. Se infiltraron y manipularon los Hermanos Musulmanes, Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), ISIS. Usaron drones estadounidenses y marines ocasionales.

Y luego, en 2015, se lanzaron a guerra total: una coalición rebelde respaldada por la ONU comenzó a bombardear y a someter a los yemeníes de hambre, sin que al «orden internacional basado en reglas» le importara un pito los habitantes. La coalición – Casa de Saud, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, EE. UU., Reino Unido – a todos los efectos prácticos, se embarcó en una solución final para Yemen. La soberanía y la unidad nunca fueron parte del trato. Sin embargo, pronto el proyecto se estancó. Los saudíes y los emiratíes luchaban entre sí por la primacía en el sur y el este de Yemen utilizando mercenarios. En abril de 2017, Qatar se enfrentó tanto con saudíes como con emiratíes. La coalición comenzó a desmoronarse. Ahora llegamos a un punto de inflexión crucial. Las Fuerzas Armadas yemeníes y los combatientes aliados de los Comités Populares, respaldados por una coalición de tribus, incluida la muy poderosa Murad, están a punto de liberar a la estratégica Marib, rica en petróleo y gas natural, el último bastión del mercenario respaldado por la Casa de Saud. Ejército. Los líderes tribales están en la capital, Sanaa, hablando con el bastante popular movimiento Ansarallah para organizar una toma pacífica de Marib. De modo que este proceso es, en efecto, el resultado de un amplio acuerdo de interés nacional entre los hutíes y la tribu Murad. La Casa de Saud, por su parte, está aliada con las fuerzas en colapso detrás del ex presidente Abd Rabbuh Mansur Hadi, así como con partidos políticos como Al-Islah, la Hermandad Musulmana de Yemen. Han sido incapaces de resistir a Ansarallah. Ahora se repite el escenario en el puerto costero occidental de Hodeidah, donde los mercenarios takfiríes han desaparecido de los distritos sur y este de la provincia. El ministro de Defensa de Yemen, Mohammad al-Atefi, hablando con el periódico al-Akhbar del Líbano, enfatizó que, «de acuerdo con las implicaciones estratégicas y militares … declaramos al mundo entero que la agresión internacional contra Yemen ya ha sido derrotada». Aún no es un trato cerrado, pero lo estamos logrando. Hezbollah, a través de su presidente del Consejo Ejecutivo, Hashim Safieddine, se suma al contexto, enfatizando cómo la actual crisis diplomática entre el Líbano y Arabia Saudita está directamente relacionada con el miedo y la impotencia de Mohammad bin Salman (MbS) cuando se enfrenta a la liberación de la estratégica Marib y la firmeza de Hezbollah. apoyo a Yemen durante toda la guerra.

Una guerra civil fabricada

¿Entonces cómo es que llegamos aquí?

Aventurándose más allá del excelente análisis de Karim Shami aquí en The Cradle, algunos antecedentes geoeconómicos son esenciales para comprender lo que realmente está sucediendo en Yemen. Durante al menos medio milenio antes de que los europeos comenzaran a aparecer, las clases dominantes en el sur de Arabia convirtieron el área en un centro principal de intercambio intelectual y comercial. Yemen se convirtió en el destino preciado de los descendientes del Profeta Muhammad; en el siglo XI habían tejido sólidos vínculos espirituales e intelectuales con el resto del mundo. A fines del siglo XIX, como se señala en el destacado Destroying Yemen de Isa Blumi (University of California Press, 2018), una “infraestructura notable que aprovechó las lluvias estacionales para producir una cantidad aparentemente interminable de riqueza que atrajo ya no solo a discípulos y descendientes de profetas, sino también agentes agresivos del capital que buscan ganancias «.

Pronto tuvimos comerciantes holandeses que se aventuraban en colinas cubiertas de granos de café chocando con los jenízaros otomanos de Crimea, reclamándolos para el sultán en Estambul. En la era posmoderna, esos «agentes agresivos del capital en busca de ganancias» habían reducido a Yemen a uno de los campos de batalla avanzados de la mezcla tóxica entre neoliberalismo y wahabismo. El eje angloamericano, desde la yihad afgana en la década de 1980, promovió, financió e instrumentalizó una versión esencialista y ahistórica del «Islam» que se redujo simplistamente al wahabismo: un movimiento de ingeniería social profundamente reaccionario liderado por un frente antisocial con sede en Arabia. Esa operación dio forma a una versión superficial del Islam vendida a la opinión pública occidental como la antítesis de los valores universales, como en el «orden internacional basado en reglas». Por lo tanto, es esencialmente antiprogresista. Yemen estaba en la primera línea de esta perversión cultural e histórica. Sin embargo, los promotores de la guerra desatada en 2015, una celebración lúgubre del imperialismo humanitario, completa con bombardeos, embargos y hambrunas forzadas generalizadas, no tuvieron en cuenta el papel de la Resistencia yemení. Al igual que sucedió con los talibanes en Afganistán. La guerra fue una manipulación perversa por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses, británicas, francesas, israelíes y secuaces saudíes, emiratíes y qataríes. Nunca fue una «guerra civil», como dice la narrativa hegemónica, sino un proyecto diseñado para revertir los logros de la propia «Primavera Árabe» de Yemen. El objetivo era devolver a Yemen a un simple satélite en el patio trasero de Arabia Saudita. Y para garantizar que los yemeníes nunca se atrevan a soñar siquiera con recuperar su papel histórico como referencia económica, espiritual, cultural y política para una gran parte del universo del Océano Índico. Agregue a la narrativa el tropo simplista de culpar a Irán chiíta por apoyar a los hutíes. Cuando quedó claro que los mercenarios de la coalición no podrían detener a la Resistencia yemení, nació una nueva narrativa: la guerra era importante para proporcionar «seguridad» a la hacienda saudí que se enfrenta a un enemigo «respaldado por Irán». Así fue como Ansarallah se convirtió en el personaje de chiítas hutíes que luchan contra los saudíes y los representantes locales «sunitas». El contexto fue arrojado a los perros, como en las vastas y complejas diferencias entre los musulmanes en Yemen: sufíes de varios órdenes, zaydis (los hutíes, la columna vertebral del movimiento Ansarallah, son zaydis), ismaelitas y shafii sunitas, y el mundo islámico en general.

Yemen va al BRI

Así que toda la historia de Yemen, una vez más, es esencialmente un capítulo trágico del Imperio que intenta saquear la riqueza del Tercer Mundo / Sur Global. La Casa de Saud desempeñó el papel de vasallos en busca de recompensas. Lo necesitan, ya que la Casa de Saud se encuentra en una situación financiera desesperada que incluye subsidiar la economía estadounidense a través de mega-contratos y comprar deuda estadounidense. La conclusión: la Casa de Saud no sobrevivirá a menos que domine Yemen. El futuro de MBS depende totalmente de ganar su guerra, sobre todo para pagar sus facturas por las armas occidentales y la asistencia técnica que ya utiliza. No hay cifras definitivas, pero según una fuente de inteligencia occidental cercana a la Casa de Saud, ese proyecto de ley ascendió a al menos 500.000 millones de dólares en 2017. La cruda realidad que deja en claro la alianza entre Ansarallah y las principales tribus es que Yemen se niega a entregar su riqueza nacional para subsidiar la desesperada necesidad del Imperio de liquidez, garantías para nuevas inyecciones de efectivo y sed de productos básicos. La cruda realidad no tiene absolutamente nada que ver con la narrativa imperial de Yemen como «tradiciones tribales premodernas» reacias al cambio, por lo tanto susceptibles a la violencia y sumidas en una «guerra civil» sin fin. Y eso nos lleva al atractivo ángulo de «otro mundo es posible» cuando la Resistencia yemení finalmente libere a la nación de las garras de la coalición neoliberal / wahabí, que se desmorona y se desmorona. Como bien saben los chinos, Yemen es rico no solo en las reservas de petróleo y gas hasta ahora inexploradas, sino también en oro, plata, zinc, cobre y níquel. Beijing también sabe todo lo que hay que saber sobre el ultra estratégico Bab al Mandab entre la costa suroeste de Yemen y el Cuerno de África. Además, Yemen cuenta con una serie de puertos del Océano Índico estratégicamente ubicados y puertos del Mar Rojo en el camino hacia el Mediterráneo, como Hodeidah.

Estas vías navegables prácticamente gritan la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y especialmente la Ruta Marítima de la Seda, con puertos yemeníes que complementan la única base naval de China en el extranjero en Djibouti, donde las carreteras y ferrocarriles conectan con Etiopía. La alianza Ansarallah-tribal puede incluso, a mediano y largo plazo, ejercer un control total del acceso al Canal de Suez. Un escenario muy posible es que Yemen se una a la «cadena de perlas”: puertos vinculados por el BRI a través del Océano Índico. Por supuesto, habrá un gran rechazo por parte de los defensores de la agenda del «Indo-Pacífico». Ahí es donde entra en escena la conexión iraní. BRI en un futuro cercano contará con la interconexión progresiva entre el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) – con un papel especial para el puerto de Gwadar – y el corredor emergente China-Irán que atravesará Afganistán. El puerto de Chabahar en Irán, a solo 80 km de Gwadar, también florecerá, ya sea por compromisos definitivos por parte de India o por una posible adquisición futura por parte de China. Los vínculos cálidos entre Irán y Yemen se traducirán en un renovado comercio en el Océano Índico, sin que Sanaa dependa de Teherán, ya que es esencialmente autosuficiente en energía y ya fabrica sus propias armas. A diferencia de los vasallos saudíes del Imperio, Irán ciertamente invertirá en la economía yemení. El Imperio no se tomará nada de esto a la ligera. Hay muchas similitudes con el escenario afgano. Afganistán está ahora listo para integrarse en las Nuevas Rutas de la Seda, un compromiso compartido por la OCS. Ahora no es tan descabellado imaginarse a Yemen como un observador de la OCS, integrado al BRI y beneficiándose de los paquetes del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB). Han sucedido cosas más extrañas en la saga de Eurasia en curso. 

Por: Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo. Para RT

La historia que hay entre Marruecos y Argelia es una historia de tensión, ataques indirectos y financiación de insurgencias; es una historia de odio. Como las potencias durante la Guerra Fría, librando batallas con otro nombre, los argelinos tienen al Frente Polisario mientras que los marroquíes financian a los grupos que Argelia considera terroristas, tales como el islamista Rachad y el separatista MAK (Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia).

Y en medio de esta disputa se encuentra España, que aunque en el pasado fuese una fuerza con algo que decir en el norte de África, hoy tiene nula influencia, donde posicionarse a favor de uno o de otro tendría consecuencias directas en la seguridad de la frontera sur o el suministro de gas natural, en un momento en el que la criminalidad de irregulares y mafia está aumentando y el precio de la luz supera cada día el récord histórico del día anterior. Y aunque en España parece no importar, es necesario entender lo delicada que es la situación en la frontera sur, porque es algo que va más allá de dos países lanzándose –diplomáticamente– dardos envenenados.

Este verano terminó con Argelia rompiendo las relaciones diplomáticas con Marruecos después de que una serie de incendios arrasasen la región de la Cabilia en lo que, Argel asegura, ha sido una operación encubierta marroquí para reforzar al MAK en un momento delicado para el Gobierno argelino por la crisis, las protestas de 2020-2021 y la muerte del líder histórico y uno de los artífices de la actual Argelia, Abdelaziz Bouteflika. Pero esta escalada lejos de detenerse con unas pocas declaraciones institucionales, como una bola de nieve que no deja de rodar, tampoco ha dejado de crecer.

Tal es así que Argelia ha anunciado que este mes de octubre cerrará el gasoducto Maghreb por el que durante dos décadas ha estado pasando el 25% de todo el gas natural que recibe España. Un gasoducto que también pasa por Marruecos; país que a cambio de permitir el paso se queda con una parte del combustible que contribuye a la generación del 12% de la electricidad del país. Para ello la alternativa será el gasoducto Megdaz, que si cumple con lo que se espera del mismo, será la oportunidad argelina para quitarse de en medio a intermediarios molestos y de paso golpear un poco a su enemigo regional (de proyección global vistos los acuerdos de la dinastía alauí con Turquía, EEUU e Israel). Aunque ello no va a librar a España –que pese a que quiera presentarse como un país fuerte carece de voz alguna en disputas regionales– de un encarecimiento del combustible que ni puede ni tampoco parece querer evitar.

Ante la negativa del presidente argelino Ahmed Ben Bella, de la línea revolucionaria, a entregar territorio a sus vecinos, los marroquíes empezaron a incitar la insurrección de los movimientos independentistas de las regiones en disputa con Argelia. Una estrategia de incitación a la insurrección que todavía hoy siguen apoyando mediante el Movimiento para la Autodeterminación de la Cabilia, pero que en la época forzó el estallido de la Guerra de las Arenas (ya había habido un intento de insurrección sospechoso en la Cabilia) con casi un millar de muertos. Y siguiendo la estrategia de su rival, desde el 75 Argelia empezó a apoyar la independencia del Sáhara Occidental. Un apoyo que todavía continúa a día de hoy.

Hay que tener en cuenta que la disputa entre los jóvenes Estados de Marruecos y Argelia fue y es una mini guerra fría dentro de la guerra fría, por lo que Rabat no dudó en aliarse con el bando occidental para hacer frente a una república de Argelia de carácter socialista que pertenecía al bloque soviético y siempre tuvo amistad con Cuba. Pero tras la disolución de la Unión Soviética y la caída del bloque socialista, las relaciones no mejoraron, y la frontera de ambas naciones terminó cerrándose temporalmente.

La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.


Entre medias ha habido crisis internas, guerras civiles y atentados, pero ningún acontecimiento ni nacional, ni regional, ni internacional ha acercado a las dos potencias militares del norte del África. Y es que lejos de acercarse, con los años se han alejado hasta 2020; el peor año para las relaciones marroquí-argelinas en varias décadas después de que el Frente Polisario decidiese re-activar la lucha armada. Marruecos también ha estado haciendo «sus deberes», mejorando las relaciones con EEUU hasta el punto de que Donald Trump reconociese el Sáhara Occidental como marroquí y restableciendo la diplomacia con Israel.

La crisis entre Rabat y Argel más bien parece un conflicto interminable sin solución aparente a corto y medio plazo. Quién sabe si siquiera a largo plazo sin un incidente que remueva los cimientos y la esencia misma de alguna de las dos naciones. Pero es un conflicto regional que afecta a todos sus vecinos. No solo en el precio y suministro de combustibles, sino que también tiene su impacto en la cooperación de inteligencia para hacer frente al yihadismo en el Sahel; donde al-Qaeda y Estado Islámico siguen actuando con una fuerza a tener en cuenta. También puede ser la excusa para mayores enfrentamientos por el control de minerales, y es que el Sáhara Occidental es una mina (en el sentido literal, además) de materias primas para Marruecos.

La escalada de tensiones entre Argelia y Marruecos no es una novedad ni una sorpresa, pero sí que deteriora una situación ya de por sí frágil. La realidad es que a las puertas de Europa, en la frontera con España, sin apenas hacer ruido, hay dos países que están peleando por convertirse en la potencia que domine el Magreb.

FUENTE RT: https://actualidad.rt.com/opinion/alberto-rodriguez-garcia/406731-conflicto-regional-argelia-marruecos-historia-odio 

El 7 de Noviembre publicamos un artículo de Andrew Korybko especializado en guerras híbridas (tiene publicado un tratado sobre el tema). Además es uno de los que más escribe sobre Etiopía y el Cuerno del África-Global Research Titulado: LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS EN LA GUERRA HÍBRIDA CONTRA ETIOPÍA y Hoy publicamos un trabajo de Thierry Meyssan sobre la zona: Después de Somalia, Sudán del Sur y Sudán, ‎se extiende el caos a Etiopía y próximamente ‎a Eritrea. Dossier Geopolitico

El embajador estadounidense Jeffrey Feltman supervisa la extensión de la doctrina ‎Cebrowski al Cuerno de África. Después de haber llevado la guerra a Sudán, ahora ‎arremete contra Etiopía e impone sanciones a Eritrea. Sin darse cuenta, la etnia ‎mayoritaria en la región etíope de Tigray está sirviendo de punta de lanza a la ‎estrategia de Washington contra el Estado etíope, contra el Estado eritreo y también ‎contra la Unión Africana. ‎

Ante la epidemia de Covid-19, la Comisión Nacional Electoral etíope pospuso ‎las elecciones ‎legislativas que estaban previstas para septiembre de 2020. Pero el Frente de ‎Liberación del ‎Pueblo de Tigray –principal fuerza política de esa región– decidió organizar las ‎elecciones en esa parte del país, en una iniciativa claramente secesionista. El gobierno federal, ‎lógicamente, ‎no reconoció esas elecciones. Así se abrió la guerra civil. ‎

Etiopía cuenta 110 millones de habitantes y la población de Tigray es de 7 millones. ‎

En un año, funcionarios del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT) y otros ‎funcionarios ‎del gobierno federal etíope cometieron crímenes de guerra sin que haya sido ‎posible determinar ‎con precisión si lo hicieron por propia iniciativa o por instrucciones de sus ‎superiores –en ‎este último caso serían calificados como «crímenes contra la humanidad». ‎El resultado es que ‎las zonas asoladas por la hambruna siguen creciendo y las masacres ‎se multiplican. ‎

Como siempre, cada bando atribuye los crímenes al otro, olvidando que otros actores ‎pueden ‎haber desempeñado un papel en los hechos. Pero si nos preguntamos quién se beneficia ‎con ‎el crimen habría que responder: Aquellos que esperan dividir todavía más el país. ‎

Después de haber destruido los Estados en los países del Medio Oriente ampliado, ‎el Pentágono ‎está tratando de aplicar la misma estrategia en el Cuerno de África. Ya vimos la ‎destrucción ‎de Sudán, país dividido en dos con la separación de Sudán del Sur en 2011, y la de ‎Etiopía, ‎también dividida en 1993 con la separación de Eritrea. Tanto Sudán como Etiopía se ven ‎hoy ‎inmersos en nuevas guerras civiles tendientes a dividirlos nuevamente. ‎

Encabezando la orquesta, el estadounidense Jeffrey D. Feltman ya organizó, desde su antiguo ‎cargo de ‎director de asuntos políticos de la ONU, los 10 años de guerra contra Siria –o sea ‎el ‎financiamiento y la entrega de armas a los grupos yihadistas [1]. El mismo Feltman, actuando ahora como enviado ‎especial del presidente ‎estadounidense Joe Biden para el Cuerno de África, retomó el 1º de ‎noviembre de 2021, ante el ‎US Institute for Peace –el “tanque pensante” del Pentágono (en el ‎Departamento ‎de Defensa, el US Institute for Peace es el equivalente de la National ‎Endowement for ‎Democracy, la tristemente célebre NED [2] en el ‎Departamento de Estado)– exactamente la misma ‎retórica ya utilizada antes por Estados Unidos ‎contra Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen y ‎Líbano. ‎

CUERNO DE AFRICA

Estados Unidos ya está repatriando a los estadounidenses de Etiopía, donde mantiene sólo ‎el ‎personal imprescindible de su embajada. Mientras tanto, las agencias de prensa ‎occidentales ‎divulgan reportes que hacen pensar que Adis Abeba, la capital etíope, donde además ‎se encuentra ‎la sede de la Unión Africana, está a punto de caer en manos del FLPT, lo cual ‎significaría el fin de ‎Etiopía. ‎

Siria es el único país que ha sobrevivido a la aplicación de la doctrina Rumsfeld-Cebrowski ‎‎ [3] por parte del Pentágono. ‎

Si Siria logró sobrevivir fue porque los sirios están conscientes de que sólo el Estado ‎puede ‎protegerlos ante enemigos difíciles de identificar. La región del Levante es la única en ‎el mundo ‎donde la noción misma de Estado apareció en los más lejanos tiempos de la Alta ‎Antigüedad. Y ‎no hablamos aquí del Poder sino realmente del Estado, de la estructura ‎organizativa que permite ‎a un pueblo «estar de pie» (en latín stare, término que da origen al ‎vocablo Estado en las ‎lenguas europeas). Después de haber creído por varios meses que su país ‎estaba viviendo una ‎revolución, los sirios comprendieron que en realidad estaban siendo ‎agredidos desde ‎el extranjero y que lo único que podía salvarlos era el Estado. ‎Por consiguiente, ‎independientemente de los desacuerdos que pudieran tener con el Poder, ‎los sirios defendieron ‎el Estado. Todos los países del Medio Oriente ampliado que ya ‎se derrumbaron comenzaron por ‎dividirse en tribus o en comunidades confesionales. ‎

Etiopía es un país federal que se compone de regiones administrativas cuyo factor común es ‎el ‎predominio de una etnia en particular en casi cada una de esas regiones. En el conflicto ‎actual la etnia ‎tigray parece enfrentada a los omoros y los amharas. Pero los omoros opositores ‎al gobierno ‎federal se han separado de su propia etnia para aliarse a los tigray. Estos últimos ‎creen poder ‎contar con el respaldo de Estados Unidos y exhiben con orgullo el discurso que ‎Jeffrey Feltman ‎pronunció en 2021, en el funeral del primer ministro Meles Zenawi, miembro de ‎la etnia tigray. ‎Esa creencia es típica de quienes no entienden cómo funciona la “diplomacia” ‎estadounidense ‎desde el 11 de septiembre de 2001. A Washington no le interesa ninguno de los ‎dos bandos. ‎Nada le importa que gane este o aquel y lo que pretende es lograr que se maten ‎entre sí y que ‎en esa lucha se debiliten hasta que ninguno sea capaz de controlar ‎realmente ‎el país. ‎

El actual conflicto ha hecho resurgir en Etiopía una serie de prejuicios tribales. ‎

El primer ministro federal, Abiy Ahmed, hizo todo lo humanamente posible para reconciliar ‎el país ‎con Eritrea, su antigua provincia hoy independiente. Sus esfuerzos fueron reconocidos ‎con ‎el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz, en 2019. Se trataba así de mostrar que un ‎cristiano ‎pentecostés había logrado hacer la paz con musulmanes. En todo caso parece difícil ‎acusar a ‎Abiy Ahmed de «crímenes contra la humanidad», como se hizo contra el presidente ‎sirio Bachar ‎al-Assad. ‎

Pero el caso de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991, ‎demuestra ‎siempre hay lugar para la difamación. Al presentar su informe sobre Etiopía, la chilena ‎Michelle ‎Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, exoneró ‎al gobierno de Abiy ‎Ahmed… pero agregó que los crímenes comprobados podrían ser ‎reclasificados en algún momento ‎como «crímenes contra la humanidad». En otras palabras, Abiy ‎Ahmed es un hombre honesto ‎pero siempre se puede echar atrás esa calificación si fuese ‎necesario deshacerse de él. ‎

Así que el primer ministro etíope tendrá que seguir lidiando con un problema que ya creía ‎resuelto. ‎Pero también tendrá que ocuparse del asunto de la Gran Represa del Renacimiento ‎Etíope, ‎actualmente en fase de llenado, lo que podría provocar una salinización del Nilo ‎en perjuicio de ‎Sudán y de Egipto. Otro tema urgente para el primer ministro etíope Abiy Ahmed ‎será resolver el ‎diferendo territorial con Sudán por el triángulo de Al-Fashaga. Para completar ‎el panorama ‎también tendrá que cuidarse de los tribunales islámicos que imponen su voluntad en ‎Somalia y ‎preservar la paz que logró firmar con Eritrea. ‎

Precisamente, las fuerzas del FLPT no sólo han arremetido contra Etiopía. También ‎han ‎bombardeado la frontera con Eritrea –ex provincia etíope de 6 millones de habitantes– ‎para ‎reactivar la guerra civil que durante 40 años desgarró el antiguo imperio de Abisinia. Lejos ‎de ‎caer en la trampa, el presidente de Eritrea, Isaías Afewerki –quien pertenece a la etnia ‎tigray ‎pero es políticamente cercano a China– no dudó en penetrar en Etiopía para perseguir a ‎las ‎fuerzas del FLPT, pero sin atacar al ejército etíope.‎

Prosiguiendo sus intentos de sabotear la paz en la región [4], ‎el embajador Jeffrey Feltman adoptó entonces sanciones contra Eritrea [5]. ‎Pero ‎el gobierno etíope salió inesperadamente en defensa de Eritrea solicitando a ‎Estados Unidos ‎que se abstenga de actuar contra un Estado que «no representa una amenaza ‎para una paz ‎duradera» [6].‎

Varios dirigentes africanos han visto en la acción del embajador Jeffrey Feltman una voluntad ‎de ‎Washington de no limitarse a desmantelar Sudán y Etiopía y de arremeter también ‎contra Eritrea ‎sino de torpedear además la Unión Africana. ‎

El FLPT dispone de gran cantidad de armamento, que parece obtenido –desde Suiza– por ‎el ‎director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus, miembro de ‎la ‎etnia tigray [7]. Los lazos del Dr. Tedros ‎Ghebreyesus con Pekín ‎podrían hacer pensar que ese armamento viene de China, lo cual es poco ‎probable. Se trata ‎más bien de armamento proporcionado por contratistas del Pentágono. ‎

Washington ya decretó sanciones contra Etiopía y ahora se dispone a sacar el gobierno ‎etíope ‎de su programa AGOA (African Growth and Opportunity Act), programa de ayuda a los ‎países ‎africanos. Al cabo de una decena de años, varias transnacionales estadounidenses ‎estaban ‎adquiriendo petróleo etíope a cambio de productos estadounidenses. Eso no es muy ‎ventajoso ‎pero si Washington excluye a Etiopía del AGOA, ese país se verá impedido de realizar ‎cualquier de ‎transacción –importación o exportación– con Occidente, lo cual generalizará ‎el hambre y ‎la guerra… a menos que Rusia o China decidan tomar cartas en el asunto. ‎

Thierry Meyssan

[1] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), ‎‎Red Voltaire, 28 de enero ‎de 2016.

[2] «La NED, vitrina legal de la CIA», ‎por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), ‎‎Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.

[3] «La doctrina Rumsfeld-Cebrowski», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, ‎‎25 de ‎mayo de 2021.

[4] «Falso “golpe de Estado” en Sudán», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 2 de noviembre ‎de 2021.

[5] “The US ‎Treasury ‎sanctions Eritrea”, Voltaire Network, 12 de noviembre de 2021.

[6] «Declaración de Etiopía sobre las sanciones de ‎Estados Unidos contra Eritrea», Red Voltaire, 13 de ‎noviembre de 2021.

[7] «Acusan al director de la OMS de tráfico de armas», ‎‎Red Voltaire, 21 de noviembre de 2020.

FUENTE

https://www.voltairenet.org/article214716.html

Emanuel Pietrobon,publicó este artículo en Vision & Global Trends. Instituto Internacional de Análisis Globales de nuestros socios estratégicos de Italia. Polexit? Nie, dziękuję!

Donde pone blanco sobre negro, dos puntos claramente: 1, que el Brexit fue una imposicion norteamericana a la jubilada de privilegio (Inglaterra), y 2, que la Polonia que tanto les gustan presentar a los soberanistas antiglobalistas como la rebelion anti UE (por un fallo de su Tribunales)  es un gigantesco bulo y que solo juegan el viejo rol de (peones) en un juego de ajedrez en un tablero inestable. Donde las piezas principales sacrifican a los débiles en sus luchas por el poder. Dossier Geopolitico

Emanuel Pietrobon – 11/10/2021

Polexit? Nie, dziękuję!

En los últimos días se ha debatido mucho sobre un fallo del Tribunal Supremo de Polonia que reafirmó la primacía del texto fundamental polaco sobre los tratados internacionales, específicamente los europeos. Algunos ya han gritado por el riesgo de Polexit, pero ¿qué está pasando y qué pasará (realmente)?

Polexit? Nie, dziękuję; Polacos como la Unión Europea y por Derecho y Justicia es solo otro tira y afloja en términos electorales y de negociación. Pero comencemos desde el principio.

El proyecto europeo nació a instancias de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Objetivo? Pacificar el belicoso Viejo Continente, convertirlo en la fábrica del capitalismo internacional y un puesto de avanzada de la americanidad en el apéndice occidental de Eurasia.

Quienes hablan de autonomía estratégica, como Emmanuel Macron, parecen olvidar esta verdad, tan fundamental como actual y, quizás, inalterable. Y, de hecho, es rápidamente negado por la realidad de los hechos. Porque, ¿cómo puede un satélite separarse de su propio planeta? No puede. Y si lo hiciera, dejaría de serlo.

La pregunta es: ¿Europa quiere dejar de ser una provincia del Imperio americano? Los hechos parecen sugerir que no. También porque la autonomía estratégica, que por decirlo así es París o Berlín, nunca se agita para exigir la independencia tout court , sino para reclamar (en voz baja) el derecho a tener un margen de maniobra mayor pero aún limitado en materia de política interna ( por ejemplo, impuestos al Gran Silicon Valley) y política exterior (por ejemplo, inversiones en un país gobernado por un régimen que no le gusta a Estados Unidos).

Ahora, reconstruya las bases, vayamos a Polonia. Varsovia no es Londres. Varsovia es Europa, Londres nunca lo ha sido. Londres es Atlántico, de la cabeza a los pies, piel a alma, y ​​siempre lo ha sido. Y Londres, sobre todo, es hermana de Washington. No cometa el gravísimo error de creer que el Brexit fue un fenómeno genuino. Lejos de ahí. En Londres, de hecho, no hay hoja que Washington no quiera. Y aquí está, como era de esperar, que Global Britain tuvo lugar después del Brexit.

De todos modos, volviendo a Polonia, esto es todo:

  • Se trata de una sentencia que reafirma la primacía de la Constitución sobre determinados puntos de algunos tratados europeos, aquellos que podrían definirse como «valores no negociables».
  • Esta es una oración que ciertamente tiene valor político, pero que está formulada en un contexto preciso (el tira y afloja en la cuestión del arco iris) y por una razón igualmente bien definida (enviar una advertencia con la esperanza de aumentar la negociación poder en Bruselas).
  • No habrá Polexit, porque Polonia, antes incluso de ser un satélite de Europa, es un satélite de Estados Unidos.
  • El PiS nunca ha sido un partido antieuropeo: es un poco euroescéptico. Dos cosas muy distintas.
  • Los polacos son la población más europeísta del continente (84%). ¿Y los alemanes? La UE «sólo» gusta al 69% de ellos. Los franceses, en cambio, están últimos en la clasificación con un muy modesto 51% (casi, se podría decir, la UE es más popular entre los rusos, 37%). Fuente: Pew Research Center, 2019.
  • De ello se desprende, dado el punto anterior, que los polacos no apoyarían ningún Polexit y que solo hablar de ello provocaría una hemorragia de consenso para PiS.
  • Lo que conviene a Estados Unidos es una Europa tan unida como dividida, como la Alemania previa a la unificación. De ahí el recurso (imperativo e indispensable) al Brexit, un fenómeno preparatorio para el regreso del Reino Unido al antiguo papel de katechon de hegemonías en la construcción de la Europa terrestre. Y de ahí el uso de pequeñas potencias terrestres, como Polonia, a las que delegar tareas de disturbio en el otro lado del continente, cercar la zona franco-alemana y al mismo tiempo evitar un acercamiento mackinderiano entre la citada y Rusia.

Publicado en el sitio web Vision & Global Trends. Instituto Internacional de Análisis Globales de nuestros socios estratégicos de Italia
Publicado en : https://www.vision-gt.eu/news/polexit-nie-dziekuje/

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

AUDIO

En la columna de esta semana del Club de la Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, comienza con el informe de la ONU que alerta de que 45 millones de afganos corren serio riesgo de una gigantesca hambruna, mientras EEUU, el principal responsable de esta tragedia tras 20 años de ocupación, mantiene embargado los fondos con que este país podría tener acceso a los alimentos más imprescindibles. 

Mientras que sobre la Cumbre Climática de Glasgow, nos cuenta que ha sido un fiasco con “OTRO PASO HACIA LA NADA” porque las grandes naciones, y principales responsables del calentamiento global, no se han puesto de acuerdo para luchar contra el mismo. 

Sobre China, nos informa que el Comité Central del Partido Comunista ha decidido que Xi Jinping sea otra vez nominado para Jefe de Estado, en las elecciones del año que viene, lo que le concede una altura política similar a la del padre y creador de la República Popular, Mao Tse Tung.

Luego nos sitúa en África del Norte para avisarnos que en una próxima columna analizará profundamente el enfrentamiento entre Argelia y Marruecos, que afecta de lleno a la Unión Europea, ya que Argelia acaba de cerrar el gasoducto que abastecía a España y Portugal y que pasa por suelo marroquí, agravando un conflicto incentivado por Inglaterra y EEUU, como parte de la estrategia del Caos Permanente y a favor de Rabat y que perjudica a la Unión Europea. Siendo ésta política de agresión, la única baza que hoy en día manejan éstas potencias declinantes, ante la pérdida de sus posicionamientos internacionales. 

Sobre EEUU, nuestro director aborda la reciente aprobación por el Congreso de Washington de una partida multimillonaria para infraestructuras, presentada como un gran éxito de Biden, cuando en realidad, tal inversión reconoce y desnuda el fracaso y el atraso norteamericano tanto en rutas, puentes, puertos, transportes, tecnología, agua, etc. Una inversión hecha emitiendo dólares, en un intento de recuperar terreno en áreas donde China ya le proyecta profundisimas sombras. 

Y entrando en geopolítica, analiza lo que está ocurriendo en Europa del Este, en la frontera  entre Polonia y Bielorrusia y para ello nos ubica primero en el Triángulo de los Tres Mares y en los países de la zona. Nos describe lo pequeña que es Bielorrusia y el drama de los emigrantes que quieren llegar a Alemania pasando por Polonia. También de los desplazamientos militares de ese país y de la OTAN para frenarlos. De las amenazas de Bruselas con sanciones a Lukashenko y de la respuesta de éste en cortarle el gas a Polonia. 

Asegura que NO se trata de un tipo de marcha de centroamericanos hacia EEUU, sino de vuelos con origen a miles de kilómetros. De aviones alquilados en Irlanda, o sea de empresas propias de la UE, vía Dubai (país pro occidental), o de Turquía (País de la OTAN) o de Jordania, (monarquía muy cercana a EEUU), con billetes a más de 10.000 euros por persona, y casualmente con aerolíneas también pro occidentales como Belavia, Turkish Airlines y Qatar Airlines, que sobrevuelan Ucrania con total libertad. Por lo que nos asegura que estamos ante “UN JUEGO MALÉFICO A MUCHAS BANDAS, CON MUCHO EN DANZA Y POCAS EXPLICACIONES FÁCILES”. 

Vuelos con «migrantes» a Bielorusia

Y cierra la columna informando que en las últimas horas, el Reino Unido, con el visto bueno de EEUU y de la OTAN ha echado más combustible al fuego en la zona, al reforzar el pacto de defensa con Ucrania, apostando por la desestabilización y por la creación de conflictos profundos en la misma frontera rusa, que tendrán una reacción similar por parte de Moscú y sus aliados. 

Carlos Pereyra Mele se despide así, planteando que estos conflictos creados estratégicamente, en vez de apaciguarse se incrementan, se profundizan y avizoran situaciones bastantes graves, no solamente para los habitantes de la zona, sino también para el resto del planeta Tierra.

Eduardo Bonugli (Madrid, 14/11/21)

Vuelos desde el Kurdistan Iraqui a Bielorusia con escala en Turquia
La Zona del Conflicto en Europa del Este

16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)

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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna semanal de geopolítica, del Club de La Pluma analizando la reunión del G20 en Roma, en la que se llegó a un mínimo y frágil pacto climático, sin fechas ni alcances concretos y al acuerdo de un supuesto impuesto del 15% a las multinacionales, ni vinculante ni obligatorio. Fue un G20 con penas y sin gloria, ya que el tridente del poder multipolar de EEUU, China y Rusia estuvo ausente por la no asistencia de  Putin y Xi Jinping. 

Sobre la Cumbre del Clima en Glasgow nos cuenta que hubo muchos discursos y pocos resultados, mientras recuerda que en los años 70, Perón ya alertaba de lo que hoy ocurre, y que desde entonces nadie dio un paso en la dirección correcta, lo que ahora nos enfrenta a tremendas dificultades para la humanidad. También dice que el Occidente industrial y desarrollado repite el método de tratar al resto del mundo periférico como una neo colonia y nos da ejemplos y argumentos con la polémica resolución para eliminar el gas metano, producido por el ganado de los países pobres. 

También aborda con detalles la fragilidad de un desgastado Biden, de sus disgustos electorales ante el “trumpismo” y de la peligrosa pretensión de unir su dividido frente interno, haciendo un gran -y bélico- frente externo, lo que podría provocar situaciones de desmadre y de caos, todo muy destructivo para la raza humana. 

Luego nos lleva al África donde se confirma lo ya abordado en otras columnas anteriores sobre el grave conflicto del agua en el río Nilo, que ahora se suma el golpe de estado en Sudán. Y nos explica los intereses de las potencias y de Egipto en esta región del Cuerno de África, vecina al Mar Rojo, fundamental para la navegación del sistema comercial mundial y que es una nueva prueba del “Caos Permanente” sembrado por EEUU en todo el mundo.

Y para terminar con África, aborda el viejo enfrentamiento entre Argelia y Marruecos por el Sahara Occidental, que ha resurgido con ataques y muertos y siempre con los intereses de las potencias de por medio. Ahora además, afecta de lleno a la provisión de gas a Europa

Sobre Argentina, Carlos focaliza su análisis en las fortísimas y agresivas declaraciones del jefe de las fuerzas armadas  de EEUU, Mark Milley, sobre lo que debe hacer “el vecindario del sur”, de cómo se tiene que poner a trabajar “codo a codo” con la Casa Blanca y de lo que sufrirá aquel país que se oponga. Un discurso que rescata la teoría del “Gran Garrote” de Theodore Roosevelt, de principio del siglo pasado, y que debe interpretarse como que la conflictividad de Washington va a seguir en aumento, tal cual se reflejó en las recientes y muy polémicas declaraciones del propuesto -y aún no confirmado- embajador norteamericano en Argentina, Marc Stanley. 

Sobre política internacional, nuestro director informa que Putin aseguró que no permitirá alteraciones en el equilibrio estratégico de su zona de influencia en Europa del Este, que Rusia está preparada para cualquier ataque de misil intercontinental y que si se le intenta agredir, habrá una respuesta adecuada. Mientras informes occidentales reconocen que en Kaliningrado, el espacio ruso más cercano a Europa, Moscú ha instalado equipos de intercepción electrónica de última generación que neutraliza misiles, aviones o satélites y bloquea todo tipo de comunicaciones y señales. 

También nos habla del rearme de China con sus aviones de quinta generación y de sus avances espaciales, de las tensiones por Taiwán y de la preocupación de Occidente que ha avisado estar dispuesto a defender a la isla/colonia a cualquier precio. Aunque no esconde su angustia y reconoce que la potencialidad militar china alcanzará niveles nunca antes vistos. 

Además, Pereyra Mele nos relata el espectacular rescate de un petrolero iraní por parte de comandos de La Guardia Revolucionaria de Irán, que había sido secuestrado por fuerzas de la OTAN y de EEUU. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 07/11/21)

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