Programa de Tv «Con Sentido Común»

#DossierGeopolitico con Carlos Pereyra Mele en la noche del 14/12/18 por Tv Canal «C» de Córdoba que se transmite por la red de Cablevision para la provincia. Entrevistado por el Programa «Con Sentido Común» que conduce Alfredo Guruceta Analizamos la realidad Global en este fin de año 2018:

Los Chalecos Amarillos y la «rebelión» en Europa contra la burocracia de bruxelas Trump y su decisión de reformar a la Unión Europea; La OTAN; La ONU, OEA etc.

Que nos deja el G20 para Argentina Que pasa en Siria, Yemen

Siguen los conflictos entre EEUU/China/Rusia

Donde presentamos una visión del mundo original y distina desde Suramérica sobre lo que pasa en el Mundo desde Dossier Geopolitico y que no se transmite por los grandes medios «occidentales»

VIDEO: 

Se solicita su difusión

Columna tradicional semanal de Análisis Geopolitico y Geoestratégico Mundial, en el Programa del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci, y se transmite por Radio Vía Web y repetidoras de todo el Continente

TEMAS: Acompañó el audio

Analizamos el fin de un 2018 complicado -también demostramos que estamos viendo el fin del sueño Neocon del “Siglo XXI: el Siglo Americano”(PNAC). y muy especialmente la crisis y rebelión de la Unión Europea porque ese es el punto, no una protesta de los chalecos amarillos por un incremento de precios de combustibles (como lo presenta la prensa), sino el cuestionamiento profundo a Bruselas que ya se trasladó a varios países de la comunidad. Pero además analizamos los cuestionamiento por parte de Trump a la ONU y a la UE. Desde Dossier Geopolitico venimos adelantando estos cambios que hoy ya no son Teoría de Complot sino la realidad de la crisis profunda del «modelo» y que estos más temprano que tarde llegará a este continente.

Y también vimos como lo adelantamos también que el «éxito’ cacareado por la prensa sobre el G20. En la práctica hoy a una semana es casi papel mojado después de el reinicio del conflicto Norteamericano-Chino por el arresto de la Gerenta Financiera de Huawei: La guerra comercial 2.0. Épocas importante por venir y un Trump desconocido de 1987 para el común de las gentes y un nuevo modelo Euroasiático.

Lic. Carlos Pereyra Mele x Dossier Geopolitica

Se ruega su difusión libremente, referenciando la Fuente 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30686953_1.html?fbclid=IwAR3x4WOoBIlTG5oIDKldeeWAhsgQ0BjbyhjzvsoZE7uEyYVn1OoH-VyFu7M

 

 

ALERTA

Netflix el año que viene lanza una película sobre la Triple Frontera, tendrá visibilidad global el tema (terrorismo islámico)

El Dr. Miguel Á Barrios de Dossier Geopolitico aclara sobre este punto y describe Barrios:
Todos los argumentos que desde 1995 se vienen instalando desde el Pentágono pasando por el 11S a la actualidad de un supuesto peligro fundamentalista terrorista en el corazón de América y que permitan la implantación de Bases militares en la zona y que cierran con la «silenciada» reunión de hace menos de una semana en Foz de Iguazu de un encuentro de todas las fuerzas políticas pro EEUU que encabezó Bolsonaro e hijo, junto al ex presidente colombiano Uribe y grupos de anticastristas de Miami y políticos pro EEUU. Y que la prensa monopólica oculto.

Dossier Geopolítico alerta sobre todas estas fuerzas actuantes donde la administración de Mauricio Macri a través de Patricia Bulrrich es también participe de este juego Geopolitico sin ningún beneficio y mucho peligro para el pueblo Argentino
Que no seamos una próxima Siria.
Dossier Geopolítico

Doctor en Ciencia Política de la Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina, Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Tecnológica Intercontinental de Asunción del Paraguay y Director Académico del Diplomado Internacional «Experto en Política y Gestión de la Seguridad» del Instituto Universitario Sudamericano en Montevideo, Uruguay. Es autor de libros reconocidos de Defensa y Seguridad.Ha dictado y dicta seminarios,cursos y conferencias en academias militares y policiales de América del Sur.

Por Juan Martín González Cabañas Becario Investigador Jr. del Equipo de Dossier Geopolitico análisis para la prensa

Argentina en el ojo de la tormenta global

El G20 la mesa chica de la gobernanza mundial tuvo lugar en Buenos Aires el último día noviembre y el primero de diciembre (extendiéndose algunas reuniones bilaterales hasta el domingo 2).

Si bien los temas oficiales de la agenda oficial del G20 de este año fueron infraestructura para el desarrollo, el futuro del trabajo,  y el futuro alimentario sostenible, otros hechos de actualidad, de tipo coyuntural, produjeron expectativa mundial como las acciones frente al cambio climático y la dinámica del comercio mundial.

La cumbre del G20 en Buenos Aires fue cubierta por un clima de tensión: EE.UU en plena guerra comercial con China, otra crisis entre Rusia y occidente en otra disputa (en este caso por la entrada al Mar de Azov en Crimea,)  las guerras en Yemen y Siria, el problema de la inmigración. Todos estos asuntos no han tenido la respuesta esperada.

Cada actor de la cumbre se ha llevado algo (Trump una reforma del Nafta favorable para EEUU, China ha quedado como un actor racional dispuesto al dialogo y refuerza su bloque eurasiático, los europeos sostienen su postura irreversible de mantener los tratados climáticos) pero estos logros particulares  no hacen más que reforzar la idea del fracaso para imponer un marco de acción colectiva entre los actores más relevantes del escenario global.

Se produjo un consenso sobre el cambio climático, pero el principal país emisor de gases no forma parte de él, se sostuvo en el comunicado conjunto la necesidad de una reforma a la OMC, pero no se han criticado las prácticas proteccionistas y mercantilistas de las 2 mayores economías del mundo, ni el funcionamiento de la misma de la organización.

Pero los consensos y logros duraron poco…

La tregua entre China y EE.UU en su guerra comercial de aranceles, parecía dar un ráfaga de tranquilidad a la economía mundial , pero ayer 5 de diciembre Trump ha declarado que piensa dar marcha atrás, sosteniendo que “Beijing no da las garantías apropiadas” para el cumplimiento de la distención.

Y  la crisis en Crimea ha escalado, debido a que Rusia y EE.UU  se acusan mutuamente de no cumplir con los tratados sobre misiles de alcance intermedio, emitiendo Rusia una advertencia si es violado su perímetro de seguridad-

El sistema de las instituciones de las posguerra (ONU, Bretton Woods) ya está obsoleto hace tiempo para coordinar soluciones globales, al no contener y representar los cambios mundiales, surgidos después de la caída del muro de Berlín y el ascenso de los países emergentes, que reclaman el surgimiento un nuevo orden que represente la verdadera configuración económica y los cambios en el equilibrio de poder.

El G20 es un intento para contener estos cambios y nuevos actores en la agenda global, pero hasta ahora su función ha sido retórica que al no poder reflejarse en acciones colectivas y estrategias en común concretas para resolver los problemas globales, al priorizar las potencias sus propios intereses.

Choque de placas tectónicas

Los problemas de actualidad para la comunidad internacional no han tenido el consenso necesario para medidas resolutivas  ha sido una cumbre bastante opaca en resultados generales, aún con la firma de un documento en conjunto.

Como la teoría realista de las relaciones internacionales sostiene, aun en un mundo globalizado las fricciones entre los Estados serán una constante

Lo que da espacio a las usuales críticas hacia este tipo de foros y al multilateralismo retórico en general, críticas que sostiene que la trama mundial se conforma de intereses no consignas, discursos.

La competencia abierta y multidimensional entre grandes potencia está aquí para quedarse en un emergente mundo multipolar, por el momento atenuado,  las tensiones entre EE.UU y el binomio eurasiático China/Rusia parecen ser una prueba de ello.

La competencia  entre grandes potencias será unos de los aspectos que marcarán los próximos años el escenario mundial, este G20 fue un reflejo de eso, y un adelanto de lo que vendrá,  la competencia entre EE.UU y China es irreversible, no renunciaron a la aspiración del liderazgo global, las fricciones serán cada vez más comunes.

El desafío para Argentina y América Latina, es tener la visión para una estrategia de equilibrio entre las potencias en competencia, visualizar las oportunidades y sortear las amenazas que dichas competencias  implican.

05/10/2018

Juan Martin González Cabaña

 

CRIPTOGRAFIA; ROL DESTACADO EN LA PRIVACIDAD INFORMÁTICA: PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

 

Palabra que etimológicamente proviene del griego kryptós=oculto y graphe=grafo o escritura, tradicionalmente se lo definió como el ámbito de la criptología que se ocupa de las técnicas de cifrado o codificados, o también entendida como el arte y técnica de escribir con claves o procedimientos secretas o de un modo enigmático, de tal forma que lo escrito sea inteligible para quien sepa descrifrarlo.

La aparición de la informática y el uso masivo de las comunicaciones digitales, han producido un número creciente de problemas de seguridad. Las transacciones que se realizan a través de la red pueden ser interceptadas, y por tanto, la seguridad de esta información debe garantizarse. Este desafío ha generalizado los objetivos de la criptografía para ser la parte de la criptología que se encarga del estudio de los algoritmos, protocolos (se les llama protocolos criptográficos), y sistemas que se utilizan para proteger la información y dotar de seguridad a las comunicaciones y a las entidades que se comunican.

Para ello los criptógrafos investigan, desarrollan y aprovechan técnicas matemáticas que les sirven como herramientas para conseguir sus objetivos. Los grandes avances producidos en el mundo de la criptografía, han sido posibles gracias a la evolución que se han producido en el campo de la matemática y la informática.

La criptografía se usa no solo para proteger la confidencialidad de los datos, sino también para garantizar su integridad y autenticidad. Por ello la criptografía consiste en tomar información en formato de texto plano y cifrarla-codificarla de manera que sea inteligible. Para ello se emplea un algoritmo y una clave o información secreta; puesto que piratas informáticos pueden obtener el texto cifrado e incluso conocer el método de codificación, pero sin la clave les será imposible acceder a los documentos.

En la práctica, el coste del desarrollo de equipos y ‘software’ es el mayor obstáculo en el diseño de sistemas eficaces de descifrado. Por ejemplo, el descodificador que se necesita para el descifrado de la televisión de pago tiene que ser fácil y económico de producir. Sin embargo, esto puede afectar a la calidad de la descodificación matemática y hacer que estos sistemas sean más fáciles de piratear por personas que no estén abonadas.

Además, cuanto más amplio sea un sistema, más probabilidades tiene de convertirse en el blanco de los piratas informáticos.

La criptografía es más importante que nunca y las reglas del juego cambian constantemente. En la actualidad, el estándar supremo en materia de cifrado es el RSA. Su nombre procede de las iniciales de sus tres creadores -Ron Rivest, Adi Shamir y Leonard Adleman-, todos ellos profesores del Instituto Técnico de Massachusets (MIT).

El algoritmo RSA se basa en la utilización de dos números primos grandes que, multiplicados entre sí, permiten obtener un número todavía más grande. Si tienes la clave es fácil factorizar el resultado sino, resulta prácticamente imposible. En la actualidad no conseguimos factorizar números compuestos de más de 600 cifras. Aunque tuviéramos ordenadores ultrapotentes, se necesitarían décadas para hacerlo.

En lo que respecta a las claves criptográficas pueden ser básicamente de dos tipos: las simétricas quienes utilizan determinados algoritmos para descifrar y encriptar documentos. Son grupos de algoritmos distintos que se relacionan unos con otros para mantener la conexión confidencial de la información; y las otras son las asimétricas que son una fórmula matemática que utiliza dos llaves, una pública y la otra privada. La llave publica es aquella a la que cualquier persona puede tener acceso, mientras que la llave privada es aquella que sólo la persona que la recibe es capaz de descifrar.

En un contexto global en el que la vigilancia masiva gubernamental es ya conocida, especialmente gracias a casos como el de Ewdard Snowden, sabemos que la privacidad es un derecho fundamental que debemos proteger. ¿Cuál es la situación de los países de América Latina ante la vigilancia tecnológica? Alan Lazalde repasa algunos ejemplos que muestran que, además de ser rastreados por el gobierno de Estados Unidos, algunos gobiernos latinoamericanos también encargan su propia vigilancia. Al mismo tiempo, han empezado a surgir movimientos de activistas, herramientas y tecnologías que tratan de facilitar el derecho a la privacidad y el anonimato.

La lucha por la autodeterminación de América Latina es importante para muchas más personas de las que viven en América Latina, ya que muestra al resto del mundo que se puede hacer. Pero la independencia de América Latina se encuentra todavía en su infancia. Los intentos de subversión de la democracia en América Latina todavía están sucediendo, incluyendo más recientemente en Honduras, Haití, Ecuador y Venezuela.

Por ello, el mensaje de los cyberpunks es de especial importancia para el público de América Latina. La vigilancia de masas no es sólo un problema para la democracia y la gobernanza – es una cuestión geopolítica. La vigilancia de toda una población por una potencia extranjera pone en peligro naturalmente la soberanía de esa población. Intervención tras intervención estadounidense en los asuntos de la democracia latinoamericana nos han enseñado a ser realistas respecto a esto. Sabemos que las antiguas potencias seguirán explotando cualquier ventaja para retrasar o suprimir el brote de la independencia latinoamericana.

No es ningún secreto que, en Internet y en el teléfono, todos los caminos hacia y desde América Latina llegan a través de los Estados Unidos. La infraestructura de Internet dirige el 99% del tráfico hacia y desde América del Sur a través de líneas de fibra óptica que atraviesan físicamente las fronteras estadounidenses. El gobierno de EE.UU. no ha mostrado ningún escrúpulo en romper su propia ley de aprovechar estas líneas y espiar a sus propios ciudadanos.

No existen leyes contra el espionaje a los ciudadanos extranjeros. Todos los días, cientos de millones de mensajes de todo el continente latinoamericano son devorados por las agencias de espionaje de Estados Unidos, y se guarda para siempre en los almacenes del tamaño de pequeñas ciudades. Los hechos geográficos sobre la infraestructura de la Internet por lo tanto tienen consecuencias para la independencia y la soberanía de América Latina.

Dr. Mario Ramón Duarte  Abogado

Investigador/Consultor Seguridad – Experto Ciberseguridad y Ciberdefensa.

Miembro Instituto Dossier Geopolítico/CEES.

Secretario General del CEEYPP.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Criptograf%C3%ADa

https://www.onemagazine.es/one-hacker-que-es-criptografia

https://coinlist.me/es/noticias/que-es-la-criptografia/

http://www.elcorreo.eu.org/Como-la-criptografia-es-un-arma-clave-en-la-lucha-contra-los-estados-Imperiales?lang=fr

Al lanzarse a las calles, los franceses son el primer pueblo del mundo occidental que ‎se decide a correr riesgos físicos para oponerse a la globalización financiera, estima ‎Thierry Meyssan. Aunque no tengan conciencia de ello y sigan creyendo que ‎sus problemas son de naturaleza exclusivamente nacional, el enemigo de los franceses ‎es el mismo que ha ensangrentado la región africana de los Grandes Lagos y parte del ‎Gran Medio Oriente. Occidente atraviesa una crisis existencial y sólo lograrán ‎sobrevivir a ella los pueblos que comprendan la lógica que los destruye y ‎la rechacen. ‎

La causa de la recesión occidental‎

Las relaciones internacionales sufrieron un profundo cambio con la parálisis de la Unión Soviética, ‎en 1986, cuando el Estado soviético no logró actuar con eficacia ante el incidente nuclear de ‎Chernobil [1], ‎más tarde, con la desaparición del Pacto de Varsovia, en 1989, cuando el partido comunista de la ‎República Democrática Alemana (RDA) destruyó el muro de Berlín [2] y, finalmente, con la ‎disolución de la URSS, en 1991. ‎

En aquel momento, el presidente de Estados Unidos, George Bush padre, decidió desmovilizar un ‎millón de soldados y consagrar los esfuerzos de su país a la prosperidad de los estadounidenses. ‎

George Bush padre quiso convertir la hegemonía que Estados Unidos ejercía sobre su zona de ‎influencia en un papel de líder del mundo en su conjunto y de garante de su estabilidad. Enunció ‎entonces las bases de un «Nuevo Orden Mundial». Lo hizo primeramente en el discurso que ‎pronunció junto a la primer ministro británica Margaret Thatcher en el Aspen Institute –el 2 de ‎agosto de 1990– y también en su discurso del 11 de septiembre de 1990 ante el Congreso ‎estadounidense, donde anunció la operación «Tormenta del Desierto» [3]. ‎

El mundo posterior a la desaparición de la Unión Soviética es el mundo de la libre circulación, ya ‎no sólo de las mercancías sino también de los capitales mundiales, sin otro control que el de ‎Estados Unidos. Se trata, en otras palabras, del paso del capitalismo a la financierización, ‎no al logro del libre intercambio para todos sino a una forma exacerbada de la explotación ‎colonial en todo el mundo, incluso en Occidente. En 25 años, las grandes fortunas ‎estadounidenses se multiplicaron varias veces y la riqueza global del mundo aumentó ‎considerablemente. ‎

Al dar rienda suelta al capitalismo, el presidente Bush padre esperaba extender la prosperidad a ‎todo el mundo. Pero el capitalismo no es un proyecto político, es sólo una lógica sobre cómo ‎obtener ganancias. Y la lógica de las transnacionales estadounidense no era otra que ‎incrementar sus ganancias produciendo en China, cuyos trabajadores eran los peor pagados del ‎mundo. ‎

Son muy pocos los que lograron ver el costo que ese avance tuvo para Occidente. Es cierto que ‎en países del Tercer Mundo empezaron a aparecer clases medias –aunque menos ricas que las ‎clases medias de los países occidentales– lo cual permite a nuevos Estados, principalmente ‎asiáticos, desempeñar un papel en la escena internacional. Pero, simultáneamente, las ‎clases medias comienzan a desaparecer en Occidente [4], haciendo imposible ‎la supervivencia de las instituciones democráticas que esas clases habían conformado. ‎

Lo más importante es que las poblaciones de regiones enteras van a ser diezmadas, comenzando ‎par las de los Grandes Lagos africanos. Esta primera guerra regional deja 6 millones de muertos ‎en Angola, Burundi, Uganda, en la República Democrática del Congo, Ruanda y Zimbabwe, ‎sin que el mundo se preocupe por entender lo que sucede. El objetivo era seguir apoderándose ‎de los recursos naturales de esos países… pero pagando aún menos que antes. ¿Cómo? ‎Negociando esos recursos con pandillas armadas en vez de tratar con Estados que tienen la ‎obligación de alimentar a sus ciudadanos. ‎

La transformación sociológica del mundo es muy rápida y sin precedente. No disponemos ‎actualmente de las herramientas estadísticas necesarias para evaluarla correctamente. Pero todos ‎percibimos el progreso de Eurasia –no de la Eurasia que evocaba De Gaulle, «de Brest ‎a Vladivostok», sino de una Eurasia que sólo incluye a Rusia y Asia, sin Europa occidental ‎ni Europa central– hacia la búsqueda de libertad y prosperidad, mientras que las potencias ‎occidentales –incluyendo a Estados Unidos– se apagan poco a poco, limitando las libertades ‎individuales y encerrando a la mitad de su población en zonas de pobreza. ‎

Hoy en día la tasa de encarcelación de los chinos es 4 veces inferior a la de los estadounidenses, ‎mientras que su poder adquisitivo es ligeramente superior al de los estadounidenses. ‎Objetivamente, con todos sus defectos, China se ha convertido un país más libre y próspero que ‎Estados Unidos. ‎

Ese proceso era previsible desde el principio. Su instauración se discutió por mucho tiempo. ‎Por ejemplo, el 1º de septiembre de 1987, un cuadragenario estadounidense publicaba una ‎página publicitaria a contracorriente en el New York Times, el Washington Post y el ‎‎Boston Globe. En ella advertía a sus compatriotas en contra del papel que el presidente ‎Bush padre iba a hacer asumir a Estados Unidos haciendo a esa nación responsable, asumiéndolo ‎sola, del «Nuevo Orden Mundial» que se construía. Mucha gente se rió del autor de aquel ‎artículo… el promotor inmobiliario Donald Trump.‎

La aplicación del modelo económico a las relaciones internacionales‎

Un mes después de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el secretario ‎estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, designó al almirante Arthur Cebrowski como ‎director de la nueva Oficina de Transformación de la Fuerza (Office of Force Transformation). ‎La misión de Cebrowski era modificar la cultura de los militares estadounidenses para que ‎pudieran adaptarse a un cambio total de su misión. ‎

Ya no se trataría de utilizar las fuerzas armadas de Estados Unidos para defender principios o ‎intereses sino de servirse de los ejércitos estadounidenses para reorganizar el mundo… ‎dividiéndolo en dos: de un lado estarían los Estados integrados a la economía globalizada, del ‎otro lado quedarían los demás [5]. El Pentágono ya no libraría guerras para apoderarse de ‎los recursos naturales sino que pasaría a controlar el acceso de los países globalizados a esos ‎recursos. Esa división se inspira directamente en el proceso de globalización que ya había ‎marginalizado a la mitad de la población occidental. Sólo que en lo adelante lo que se preveía ‎era la exclusión para la mitad de la población mundial [6]. ‎

La reorganización del mundo se inició en la zona política definida como el «Medio Oriente ‎ampliado» o «Gran Medio Oriente», o sea la que va desde Afganistán hasta Marruecos, ‎exceptuando Israel, Líbano y Jordania. Fue esa la supuesta epidemia de guerras civiles que ya ha ‎dejado varios millones de muertos en Afganistán, Irak, Sudán, Libia, Siria y Yemen [7]. ‎

Como un monstruo que devora a sus hijos, el sistema financiero global, con base en ‎Estados Unidos, sufrió su primera crisis en 2008, cuando estalló la burbuja de las subprimes. ‎Al contrario de lo que afirma el mito, aquello no fue una crisis global sino una crisis ‎exclusivamente occidental. Por primera vez, los países de la OTAN fueron los primeros en sufrir ‎las consecuencias de las políticas que respaldaban. Pero las clases superiores occidentales ‎no modificaron su comportamiento en nada, se limitaron a mirar compasivamente el naufragio ‎de la clase media. ‎

La única modificación notable fue la adopción de la «regla Volcker» [8], que prohíbe a los bancos utilizar informaciones obtenidas de sus clientes ‎para especular contra los intereses de estos. Ahora bien, aunque es cierto que los conflictos de ‎intereses han permitido a muchos inescrupulosos enriquecerse rápidamente, también hay que ‎decir que no son ellos el problema de fondo. Este es mucho más amplio. ‎

La revuelta de los occidentales

La revuelta de las clases medias y populares de Occidente contra la clase superior globalizada ‎comenzó en realidad hace 2 años. ‎

Consciente de que, en relación con Asia, Occidente está en recesión, el pueblo británico fue ‎el primero en tratar de salvar su nivel de vida saliendo de la Unión Europea y acercándose ‎a China y al Commonwealth (“Sí” al Brexit como resultado del referéndum realizado el 23 de junio ‎de 2016) [9]. Por desgracia, los dirigentes del Reino ‎Unido no lograron concretar el acuerdo que esperaban obtener con China y están enfrentando ‎graves dificultades para reactivar sus vínculos con la Commonwealth.‎

Más tarde, viendo como su industria civil se derrumbaba, una parte de los estadounidenses votó ‎el 8 de noviembre de 2016 por el único candidato a la presidencia que se oponía al Nuevo Orden ‎Mundial: Donald Trump. Se trataba de volver al «american dream» (el “sueño americano”). ‎Por desgracia para esos estadounidenses, Donald Trump no tiene un equipo en torno a él –‎exceptuando a su familia– y solamente está logrando modificar –pero no cambiar– la estrategia ‎militar de su país, donde la casi totalidad de los generales del Pentágono y de los altos ‎funcionarios son hostiles a su política. ‎

Ya ante el fin de su industria nacional y con la certeza de que están siendo traicionados por su ‎clase alta, los italianos votaron el 4 de marzo de 2018 por los partidos antisistema: la Liga y el ‎Movimiento 5 Estrellas. Esos dos partidos constituyeron una alianza de gobierno para poner ‎en práctica una política social. Por desgracia para ellos, la Unión Europea se opone a esa política ‎‎ [10].‎

En Francia, en momentos en que decenas de miles empresas pequeñas y medianas que trabajaban ‎en el sector industrial han ido a la quiebra durante los 10 últimos años, los impuestos –que ya ‎clasificaban entre los más elevados del mundo– han aumentado en un 30% en ese mismo periodo ‎de tiempo. Ahora cientos de miles de franceses han salido a las calles para protestar contra un alza ‎de los impuestos que les parece abusiva. Por desgracia para ellos, la clase alta francesa se ha ‎contaminado con el discurso que los estadounidenses rechazan. Esa clase privilegiada está ‎tratando ahora de adaptar su política a la revuelta popular, en vez de cambiar de política. ‎

Si se abordan por separado los casos de cada uno de esos cuatro países, seguramente ‎aparecerán explicaciones diferentes para lo que en ellos sucede. Pero si los analizamos como un ‎fenómeno único que se produce en culturas diferentes, veremos que los mecanismos son ‎los mismos. En esos cuatro países, las clases medias están desapareciendo con mayor o menor ‎rapidez –como consecuencia del capitalismo– y con ellas desaparece el régimen político que esas ‎clases encarnaban: la democracia. ‎

Los dirigentes occidentales van a tener que renunciar al sistema financiero que han construido y ‎volver al capitalismo productivo de los tiempos de la guerra fría, o inventar una organización ‎diferente en la que nadie haya pensado hasta ahora. Si no lo hacen, el Occidente que ha dirigido ‎el mundo desde hace 5 siglos acabará hundiéndose en una serie de conflictos internos.‎

Los sirios han sido el primer pueblo no globalizado capaz de sobrevivir y de resistir a la destrucción ‎que reinaría en el inframundo de Rumsfeld y Cebrowski. ‎

Los franceses son el primer pueblo globalizado que se revela contra la destrucción de Occidente, ‎aunque no tengan conciencia de que están luchando contra el enemigo único de toda la ‎humanidad. El presidente Emmanuel Macron no es el “hombre de la situación”, no porque sea ‎responsable de un sistema que ya existía antes que él sino porque él mismo es producto de ese ‎sistema. Ante los motines que estallaron en su país, este presidente de la República Francesa ‎no encontró nada mejor que decir –desde la cumbre del G20 realizada en Buenos Aires– que ‎la reunión le había parecido un éxito –en realidad no lo fue– y que él mismo avanzaría más ‎rápidamente que sus predecesores… en la dirección equivocada. ‎‎

Cómo salvar los privilegios‎

La clase dirigente británica parece haber hallado su propia solución. Si Occidente en general, y ‎Londres en particular, ya no está en condiciones de gobernar el mundo, lo conveniente es ‎resignarse y tratar de salvar lo que sea posible salvar dividiendo el mundo en dos zonas. Esa fue ‎la política que aplicó la administración Obama durante sus últimos meses en el poder [11], es la política de la primer ministro británica ‎Theresa May y también la de Donald Trump, política que aplica con su negativa a cooperar y sus ‎acusaciones estruendosas, primero contra Rusia y ahora contra China. ‎

También parece que Rusia y China, a pesar de su rivalidad histórica, han tomado conciencia de ‎que nunca podrán tener como aliados a las potencias occidentales que siempre han querido ‎desmembrarlas. Esa es la idea que ha dado lugar a su proyecto de «Asociación de la Eurasia ‎Ampliada»: si el mundo va a dividirse en dos, cada bando tiene que organizar su parte del ‎mundo. Para Pekín, eso significa concretamente abandonar la mitad de su proyecto de «Ruta de ‎la Seda» y redesplegarse junto a Moscú en la Eurasia ampliada. ‎

Fijar la línea divisoria‎

Tanto para Occidente como para la Eurasia ampliada lo más conveniente sería fijar sin demora la ‎línea divisoria. Por ejemplo, ¿de qué lado quedará Ucrania? Al construir el puente sobre el ‎Estrecho de Kerch, Rusia buscaba cortar el país, absorber la región de Donbass, la cuenca del Mar ‎de Azov y, posteriormente, Odesa y Transnistria. El incidente organizado en Kerch por el bando ‎de los occidentales apunta a meter toda Ucrania en la OTAN antes de que el país se divida. ‎

Viendo que el bando de la globalización financiera se hunde, muchos comienzan a tratar de salvar ‎sus intereses personales sin preocuparse por los demás. De ahí viene, por ejemplo, la actual ‎tensión entre la Unión Europea y Estados Unidos. Y el movimiento sionista siempre lleva la ‎ventaja en ese juego, lo cual explica la rápida mutación de la estrategia israelí, que ahora está ‎dejando Siria a Rusia para volverse simultáneamente hacia el Golfo Pérsico y el este de África. ‎‎

Perspectivas‎

Teniendo en cuenta todo lo que está en juego, es evidente que la insurrección en Francia es ‎sólo el comienzo de un proceso mucho más amplio que se extenderá a otros países ‎occidentales. ‎

Es absurdo creer que en estos tiempos de globalización financiera, algún gobierno –sea cual sea– ‎logrará resolver los problemas de su país sin afectar las relaciones internacionales y recuperar ‎simultáneamente su capacidad de reacción. El problema es precisamente que la política exterior ‎ha sido mantenida fuera del ámbito democrático desde que desapareció la Unión Soviética. Es por ‎lo tanto urgente salir de casi todos los tratados y compromisos pactados en los 30 últimos años. ‎Sólo los Estados capaces de recobrar su soberanía tendrán posibilidades de recuperarse. ‎

Thierry Meyssan

 

[1] Según Mijaíl Gorbatchov, ese acontecimiento fue lo que hizo posible la disolución del ‎Pacto de Varsovia y de la Unión Soviética en la medida en que deslegitimó el Estado soviético.

[2] Al contrario de lo que afirma ‎el mito divulgado en Occidente, quienes echaron abajo el muro de Berlín, visto como el símbolo ‎de la dominación soviética, no fueron los anticomunistas (y los proestadounidenses) sino los ‎nacionalistas del partido comunista de la RDA (y las iglesias luteranas).

[3] El principal objetivo de ‎la invasión de Irak no fue liberar Kuwait sino utilizar la ocupación de este último país como ‎pretexto para conformar la mayor coalición internacional posible, bajo el mando de ‎Estados Unidos y con la participación incluso de la URSS.

[4] Global Inequality. A New Approach for ‎the Age of Globalization, Branko Milanovic, Harvard University Press, 2016.

[5] «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Haïti Liberté (Haití), ‎‎Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.

[6] Es evidente que las guerras de los ‎presidentes Bush hijo y Obama nunca tuvieron como objetivo extender la democracia. Primero ‎porque, por definición, la democracia sólo puede emanar del Pueblo y no puede imponerse con ‎bombardeos. Y además porque Estados Unidos ya era una plutocracia.

[7] Me refiero ‎no sólo al millón de personas que murieron en las guerras mismas sino también a las víctimas de ‎los desórdenes suscitados por esos conflictos.

[8] El ex presidente de la ‎Reserva Federal estadounidense, Paul Volcker, es uno de los arquitectos de la financierización ‎global. Fue Volcker quien persiguió, en nombre de la ONU, a las personas y entidades que habían ‎ayudado a Irak para que burlara el embargo impuesto por la ONU (el caso «petróleo a cambio de ‎alimentos»). Volcker es una de las principales personalidades de la Pilgrim’s Society, el club ‎transatlántico que tiene como presidente a la reina Isabel II. Fue así como Volcker se convirtió ‎en el principal consejero económico del presidente Barack Obama y conformó una parte de su ‎equipo de gobierno.

[9] «La nueva política exterior británica», por ‎Thierry Meyssan, Red Voltaire, 4 de julio de 2016.

[10] El Mercado Común Europeo era un sistema de cooperación entre Estados, pero fue reemplazado ‎por la Unión Europea, que –según la definición enunciada en el Tratado de Maastricht– es una ‎entidad supranacional y se halla bajo control de la OTAN. La Unión Europea tiene, por tanto, la ‎prerrogativa de oponerse a las decisiones nacionales.

[11] «Dos ‎mundo separados», por Thierry Meyssan, Al-Watan ‎‎(Siria) , Red Voltaire, 8 de noviembre de 2016.

Thierry Meyssan
Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las «primaveras árabes» (2017).


FUENTE: http://www.voltairenet.org/article204232.html

 

Columna tradicional semanal de Análisis Geopolitico y Geoestratégico Mundial, en el Programa del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci, y se transmite por Radio Vía Web y repetidoras de todo el Continente

TEMAS:

G20 Análisis de primeras horas a punto de finalizar la misma

 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_30536001_1.html?fbclid=IwAR11ChFaRr0UFliDDJgTo4e5LCRndsvN16NxWZC7Am6ahxfRaxKtgZWRwSg

#DossierGeopolitico, publica la entrevista realizada al gran Filosofo francés Alain de Benoist, sobre los trascendentes sucesos que están convulsionando no solo a Francia sino a toda la Europa en su conjunto y con repercusiones globales de la «rebelión de los Chalecos Amarillos». Alain de Benoist fue traído a la Argentina a disertar por el Centro de Estudios Estratégicos -CEES- pertenecientes a la Confederación General del Trabajo de la República Argentina -CGT-, del cual pertenecemos junto a los Dres. Alberto Buela; Miguel A. Barrios y Marcelo Gullo y otros destacados pensadores y analistas nacionales.

«Ni césares ni tribunas, los chalecos amarillos son populismo puro». Alain de Benoist habla

Publicamos la traducción completa de la entrevista al renombrado filósofo y periodista francés, Alain de Benoist, fundador del movimiento cultural de la «Nouvelle Droite», que siempre ha sido crítico con la globalización neoliberal y de la UE. En la entrevista, publicada en Boulevard Voltaire , de Benoist analiza el fenómeno de los «chalecos amarillos». 

En Francia, durante una docena de días, los chalecos amarillos rabian y hay numerosos comentarios al respecto. ¿Es un fuego de paja o un movimiento destinado a crecer? Una nueva jacquerie? Cual es tu opinion

Hace unos cinco años, el 23 de noviembre de 2013, me entrevistaron sobre el movimiento de las boinas rojas.. Luego llamé la atención sobre el hecho de que «todas las protestas o protestas de cierto alcance que presenciamos hoy nacen al margen o lejos de los partidos y sindicatos, que obviamente ya no pueden encarnar y convertirse en portadores de las aspiraciones de la gente «. Y terminé de esta manera: «¡Una contraseña única: boinas rojas en todas partes!» Bueno, aquí estamos: los chalecos amarillos de hoy son solo las gorras rojas de ayer que se expanden por todas partes. Después de años y años de humillación, empobrecimiento, exclusión social y cultural, son los franceses quienes simplemente tomaron la palabra nuevamente. Y eso pasa a la acción con enojo y determinación (¡ya hay dos muertos y 800 heridos, más que en mayo del ’68!) Que dicen largo.

Aunque las clases popular y media-baja representan la fuerza motriz, que otorga al movimiento una dimensión de clase extraordinaria, los chalecos amarillos provienen de diferentes orígenes, que reúnen a jóvenes y viejos, agricultores y empresarios, empleados, trabajadores y cuadros. Tanto mujeres como hombres (pienso en esos jubilados de setenta años que no dudan, a pesar del frío, de dormir en sus autos para mantener las barreras y barreras en su lugar día y noche). Las personas que no están interesadas en la derecha o la izquierda, y que en su mayor parte nunca han tenido que lidiar con la política, sino que luchan sobre la base de lo que tienen en común: la sensación de haber sido tratados como ciudadanos de segunda clase. categoría de la casta mediática, para ser considerado prescindible y explotable para el máximo provecho de la oligarquía depredadora de los ricos y poderosos, nunca para ser cuestionado sino para ser siempre engañado, para ser los «chivos expiatorios» (François Bousquet) de Francia de los pisos inferiores, esta «Francia periférico «que sin duda representa lo que es más francés hoy en día en Francia, pero que está abandonado a su destino, víctima de desempleo, caída de ingresos, precariedad, reubicaciones, inmigración, y eso, después de Años de paciencia y sufrimiento, decidió decir lo suficiente. Aquí está el movimiento de los gilets amarillos. ¡Honor a ellos! Esta «Francia periférica», que sin duda representa lo que hoy es más francés en Francia, pero que está abandonada a su destino, víctima de desempleo, caída de ingresos, precariedad, reubicaciones, inmigración y que, después de años de paciencia y sufrimiento, ha decidido decir lo suficiente. Aquí está el movimiento de los gilets amarillos. ¡Honor a ellos! Esta «Francia periférica», que sin duda representa lo que hoy es más francés en Francia, pero que está abandonada a su destino, víctima de desempleo, caída de ingresos, precariedad, reubicaciones, inmigración y que, después de años de paciencia y sufrimiento, ha decidido decir lo suficiente. Aquí está el movimiento de los gilets amarillos. ¡Honor a ellos!

¿Qué fue lo que más te impactó de este movimiento?

Dos cosas El primero y más importante es la naturaleza espontánea de este movimiento, y es precisamente esto lo que aterroriza a la mayoría de las autoridades públicas, pero también a los partidos y los sindicatos, quienes, sorprendidos, han descubierto que casi un millón de hombres y mujeres pueden movilizarse y dar vida. a un movimiento de solidaridad popular como rara vez han visto (del 70% al 80% de la popularidad en la opinión pública) sin siquiera haber soñado con atraerlos. Los chalecos amarillos son un ejemplo perfecto de una organización popular autónoma. Ningún líder, pequeño o grande, ni Césares ni tribunos, solo la gente. Populismo puro. No se trata del populismo relacionado con los partidos o movimientos que reivindican esta etiqueta, sino de lo que Vincent Coussedière llamó «el populismo del pueblo». Slingers, sans-culottes, communards, no importa bajo qué etiqueta desea que sean encasillados. La gente de las aletas amarillas no le ha confiado a nadie la tarea de hablar en su lugar, ellos mismos se han establecido como sujetos históricos, y por esta razón deben ser apoyados y apoyados.

El otro aspecto que me llamó la atención fue la absurda retórica impregnada de odio dirigido contra los chalecos amarillos por parte de los poseedores de la ideología dominante, la triste alianza de los pequeños arrogantes barones en el poder, el «precioso ridículo» [clara referencia a «précieuses ridicules», una comedia de Molière que trata sobre dos jóvenes burguesas que están ansiosas por ingresar a la alta sociedad, con un espíritu de esnobismo pero con un espíritu provincial y de los mercados financieros. Las expresiones más frecuentes fueron «bifolchi», «estúpido», «fallido» (¡sin mencionar las «camisas marrones»!). Basta con leer las cartas de los lectores de Le Monde.o escuche a los exponentes de la izquierda moral – la «kérosène izquierda» [término francés usado para indicar la clase cosmopolita progresiva que vive en centros urbanos y usualmente se mueve en avión] – y de la derecha en doble botonadura. Si hasta el momento son retenidos, de ahora en adelante se dejarán ir de la manera más obscena expresando toda su arrogancia y su desprecio de clase, pero también expresando su terror de ser despedidos por los «plebeyos». Después de la formidable manifestación en París, ya no tienen el valor de responder, a quienes se quejan del precio de la gasolina, lo que tiene que hacer es comprar un auto eléctrico, versión actualizada de la famosa frase de María Antonieta «si ya no tienen Pan, que se coman brioche! «. Cuando la gente se extiende por las calles de la capital, ¡Aquí las élites suben al puente levadizo y entran en sus palacios! Si las élites expresan abiertamente su odio por esta Francia popular, la Francia de Johnny, la que «fuma cigarrillos y el diesel conduciendo», esta Francia no es muy mestiza, en un sentido todavía demasiado francesa, por estas personas que Macron tiene. De vez en cuando se los describe como analfabetos, ociosos, perezosos que no hacen nada más que causar problemas, en resumen, ya que las personas recientemente saben que sus días están contados.

Hemos visto claramente cómo comenzó este movimiento, pero no vemos cómo puede terminar, asumiendo que debe tener un final. ¿Existen condiciones para que esta revuelta se convierta en algo más político?

El problema no debe ser colocado en estos términos. Estamos en medio de una agitación subyacente que está lejos de debilitarse, porque representa el resultado objetivo de una situación histórica que está destinada a durar. La cuestión del «alto nivel de combustible» obviamente fue solo la última gota que rompió el recipiente, o mejor aún la gota de gas que hizo estallar la lata. El verdadero eslogan desde el principio fue: » ¡Queremos la renuncia de Maconi!» En el futuro inmediato, el gobierno actuará como siempre reprimiendo, difamando, desacreditando, dividiendo y esperando que el movimiento se corroe desde dentro. Puede ser que esto suceda, pero no cambiaría nada: las causas que lo generaron seguirán existiendo. Con los chalecos amarillos, Francia ya está en un estado. Pre-insurgencia . Si están más radicalizados, ¡bienvenidos! De lo contrario, la advertencia dada habrá sido importante. Servirá de inspiración. En Italia, el Movimiento 5 Estrellas, también nacido de un «día de ira», está hoy en el poder. Aquí en Francia, la deflagración definitiva se producirá en menos de diez años.

 

Fuente: https://paolobecchi.wordpress.com/2018/12/03/ne-cesari-ne-tribuni-i-gilet-gialli-sono-populismo-allo-stato-puro-parla-alain-de-benoist/?fbclid=IwAR2ygmQ5IkKILAiyQ25ndiK2e55yoruWQeiPZOQkGfFEN7tskKECYiaAllo

 

Miguel Barrios con el Embajador Samuel Pinheiro Guimaraes entregándole su libro «Perón y el peronismo en el sistema mundo del siglo XXI’

El Dr. Miguel A. Barrios miembro del Equipo de Dossier Geopolitico ha realizado importantes aportes para entender la como se realizara la aplicación de la nueva Doctrina Monroe y la Triple Frontera en dos importantes medios 

Uno: en la Radio de la Universidad Nacional de Santiago del Estero donde en el Programa «Agenda Propia»; trato uno de los tres puntos del encuentro de Macri con Trump en el G20 que es el interés norteamericano de actuar en la Triple Frontera. 

Audio: https://radiocut.fm/audiocut/miguel-barrios-eeuu-ha-vuelto-con-la-doctrina-monroe-y-la-mira-en-la-triple-frontera/?adredirect=0#evtCat=AppAd&evtAct=Cut&evtLabel=NoThanks 

Y en América Latina en Movimiento online  un servicio de información, análisis y opinión sobre América Latina y el Caribe y asuntos globales, que entrega la Agencia Latinoamericana de Información -ALAI-. desarrollo el tema: La nueva doctrina Monroe se pone en acción para el dominio total de Nuestra América 

Ver: https://www.alainet.org/es/articulo/196968 

Parte del Plan: Líderes conservadores se reunirán en la Triple Frontera – Vía MisionesCuatro.com  https://misionescuatro.com/regionales/lideres-conservadores-se-reuniran-en-la-triple-frontera/?fbclid=IwAR3wE-ll0MX9DhLLmWixiHrGQCytDfTQucCbyE_T10JMXE7o1CWYqZbALr8

El Dr. Marcelo Gullo miembro del equipo de Dossier Geopolitico fue entrevistado por el Periodista Luis Moro del programa: “Punto de Partida”, por Canal 2, VEO, Cablevideo Digital. Sobre los temas actuales para descolonizar a la juventud. Y que incluyen: una critica al progresismo como al libre comercio. Y sobre la realidad de la ideología de genero es una ideología de subordinación, tanto impuestos con temas como el aborto por la agenda imperial de Barak Obama y el FMI

Primera parte: Mitos ligados al subdesarrollo y verdaderas causas del atraso nacional

Segunda Parte: La falta de visión estratégica de la clase dirigente argentina

Tercera parte: La oportunidad argentina en medio de la disputa entre Estados Unidos y China