Conferencias: Sobre el momento único que vive Latinoamerica para un proceso de descolonizacion fundamentalmente cultural, Político y económico. 

Dr. Miguel Barrios (USAL)
Dr. Luis Vignolo (Fundación Vivian Trias – Uruguay)
Dr. Raphael de Carvalo (UFF – INEST – Brasil)
Dr. Marcelo Gullo (UNR – UNLa)

 

Dos Versiones: La Rusa Vídeo documental sobre china de RT 

Dos Visiones: la Occidental – Vídeo Documental de DW

El Congreso del Partido Comunista de China de 2017 definió el papel que el gigante asiático quiere jugar en el mundo. Retrato de una potencia socialista.

El presidente Xi Jinping salió reforzado de esa cita y tiene garantizado el apoyo del pueblo mientras la economía marche bien y los chinos confíen en que les espera un futuro glorioso. El corresponsal en China Josef Dollinger nos presenta al gigante asiático en los albores de una tercera era: tras la Revolución y la Reforma económica, hasta mediados del siglo XXI China aspira a convertirse en una «potencia socialista» moderna, con aspiraciones de poder y liderazgo a nivel mundial. Al final del XIX Congreso del Partido Comunista de China, Xi Jinping anunció que aguardaban al país tiempos gloriosos. Y el partido celebró tener al frente a un nuevo gran timonel. China ya no es la fábrica del mundo. El gobierno tiene un nuevo plan maestro para el crecimiento económico: Made in China 2025, una iniciativa para los rubros industriales más importantes. El plan aspira a que China sea líder mundial en diez sectores: la industria automovilística, los trenes de alto rendimiento, la industria farmacéutica, la aeronáutica y la inteligencia artificial, por mencionar los más importantes. Economía planificada 4.0. China aspira a lo más alto.

“No hay presente histórico sin recuerdos y sin presentimientos”

                                                                                                        Raymond Aron

Desde el retorno de la democracia en 1983 la dirigencia política argentina ha mantenido y profundizado dos consensos respecto de la política de defensa. El primero de ellos ha sido un notable acierto y consiste en la diferenciación conceptual entre Defensa Nacional y Seguridad Interior. Ambas habían sido mezcladas y confundidas desde los 60 en la Doctrina de Seguridad Nacional elaborada por los EEUU y asumida como legitimación de las dictaduras militares latinoamericanas. En el contexto de la Guerra Fría la tarea pregonada por el Pentágono para nuestras fuerzas armadas era la defensa de las fronteras ideológicas y la represión interior. Entonces la Ley de Defensa  (Ley N° 23.554) y la Ley de Seguridad Interior (Ley Nº 24.059) plasmaron legalmente la superación política y conceptual de aquella Doctrina de Seguridad Nacional. Ambas leyes convirtieron en excepcionales los casos en que las FFAA argentinas pueden realizar tareas internas. Desde fines de los 80 hasta hoy, no existe cambio alguno que haya modificado la naturaleza de las amenazas posibles a nuestra Defensa Nacional. O mejor dicho, el único cambio real es que sin Guerra Fría el Pentágono pregona a los latinoamericanos una reconversión de sus FFAA en la doctrina de “las nuevas amenazas” (narcotráfico y terrorismo). Ninguno de los países latinoamericanos que la adoptaron ha tenido buenos resultados y en general han empeorado sus problemas.

El otro consenso es uno negativo sobre el rol de las FFAA que viene desde 1983. Es de orden práctico, de ejecución de políticas públicas y podemos sintetizarlo en la idea de indefensión soberana. Me refiero a la constante degradación presupuestaria y material de las FFAA desde la guerra de Malvinas hasta la desaparición del ARA San Juan. Más allá de algunos parches, nuestras fuerzas armadas vienen perdiendo capacidades para afrontar cualquier conflicto convencional, y por lo tanto, para cumplir con las funciones que le asigna la Ley de Defensa. Sin aviones de combate, sin blindados modernos, sin misiles de todo tipo y perdiendo buques de alta mar por efecto de las propias decisiones y omisiones soberanas de nuestros gobiernos nos hemos puestoen una situación de indefensión. Indefensión soberana dado que no hemos firmado un Tratado de Versalles que nos obligue al desarme después de haber perdido una guerra. Las compras de material que anunció el gobierno y que ejecuta dudosamente van en el mismo sentido de darle a nuestras FFAA un perfil centroamericano, es decir, sin el armamento pesado y avanzado que exige la disuasión frente a un posible conflicto convencional con otro Estado. Aquí suelen aparecer los planteos sobre la falta de hipótesis de conflicto. El senador Pino Solanas, que no puede ser sospechado de militarista, ha señalado en estos días por televisión lo evidente, la cuestión Malvinas. Un territorio ocupado por una potencia colonial extranjera que realiza ejercicios militares continuamente pese a la continuidad de nuestra política de indefensión soberana. Los británicos también enfrentan restricciones presupuestarias militares pero mantienen y renuevan su capacidad disuasiva en las islas. ¿Son irracionales? No, no lo son. Simplemente entienden desde hace siglos que la guerra es parte de la realidad política del mundo y que su suerte en un conflicto no puede quedar meramente librada a la voluntad del enemigo. No olvidan que el otro también juega. De hecho, en 1982 casi lo habian olvidado y la irracionalidad de la Junta los despertó. Entonces el otro no solo juega sino que también puede jugar irracionalmente.

«EL OTRO CONSENSO ES UNO NEGATIVO SOBRE EL ROL DE LAS FFAA QUE VIENE DESDE 1983. ES DE ORDEN PRÁCTICO, DE EJECUCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y PODEMOS SINTETIZARLO EN LA IDEA DE INDEFENSIÓN SOBERANA. «

La geopolítica, disciplina maldita para liberales y progresistas argentinos, nos recuerda que las Malvinas, el Mar Argentino y la Antártida son un mismo combo que puede verse alterado por los efectos inesperados del cambio climático y el cambio tecnológico. El cambio tecnológico ya permite explorar y extraer recursos naturales en un territorio virgen de formas que no estaban disponibles en la época en que se firmó el Tratado Antártico. Y aca otra vez lo mismo, lo único que hace respetar ese tratado es la falta de voluntad de romperlo por sus signatarios más fuertes. Es decir, el equilibrio de fuerzas políticas, económicas y militares. Vivimos tiempos de alteración en de equilibrios de poder y redefinición geopolítica, como recientemente han experimentado en carne propia muchas zonas del mundo que antes eran consideradas relativamente estables (Siria, Libia y Ucrania, por ejemplo). Nuestras Fuerzas Armadas deberían poder tener la capacidad de defender nuestra soberanía y disuadir cualquier amenaza sobre nuestros derechos en el Mar Argentino y la Antártida y ser parte inteligente de una política pacífica de recuperación de la soberanía efectiva sobre Malvinas. A ello hay que agregarle la defensa del vacío desprotegido de la Patagonia, reserva de materias primas, y del Acuífero Guaraní, tercer reservorio mundial de agua dulce. Perón decía en los 70 sobre las reservas de materias primas que “la historia prueba que cuando los grandes y fuertes han necesitado de ellas, las han ido a tomar por las buenas o por las malas. (…) Solamente si podemos defendernos -y estamos en condiciones de hacerlo- podremos, si no sacar ventaja, por lo menos obtener justicia en ese proceso de universalización que será la organización de la tierra. (…) porque en momentos de crisis de materia prima y comida, las vendran a tomar aquí y, si no nos preparamos, las tomarán incluso por teléfono”.

Un argumento,en alguna medida sobreentendido o dicho por lo bajo por algunos y que racionaliza este consenso negativo es que la debilidad del FFAA funciona como una especie de garantía para su subordinación al orden constitucional. Si bien ese argumento podía sonarle racional a muchos en la época de las sublevaciones carapintadas, sostenerlo en la actualidad equivale a reconocer la impotencia de la política y la justificación retroactiva del desguace del neoliberal del Estado. En el actual contexto internacional es un ejercicio ideológico de antimilitarismo suicida que desemboca en el desarme unilateral y la indefensión soberana.

«UN ARGUMENTO,EN ALGUNA MEDIDA SOBREENTENDIDO O DICHO POR LO BAJO POR ALGUNOS Y QUE RACIONALIZA ESTE CONSENSO NEGATIVO ES QUE LA DEBILIDAD DEL FFAA FUNCIONA COMO UNA ESPECIE DE GARANTÍA PARA SU SUBORDINACIÓN AL ORDEN CONSTITUCIONAL.»

A esta altura resulta bastante evidente que pensar y ejecutar una política de Defensa que no sea más de lo mismo requiere de algo parecido a estadista. Una dirigencia capaz de mirar más allá de lo inmediato y de los argumentos enlatados de las consultoras. Una dirigencia capaz de afrontar la realidad de un mundo que no se ajusta a los marcos ideológicos de un experimento de optimismo globalista como el que actualmente dirige al país.  

El actual decreto del gobierno (Decreto 683/2018), que motiva la polémica pública, tiene el grave problema de querer modificar la Ley de Defensa sin pasar por el Congreso Nacional. En su artículo 5 le asigna funciones al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de custodia de objetivos estratégicos referidos por el artículo 31 de la Ley de Defensa que en esa ley solo corresponden a la Prefectura y a la Gendarmería. Tanto la Ley de Defensa como la Seguridad Interior establecen mecanismos excepcionales (Comité de crisis, estado de sitio) para la utilización de las FFAA en el ámbito interno. Estamos en presencia de otro intento de avance del consenso negativo de la indefensión soberana por sobre el consenso positivo establecido por la Ley de Defensa. En esto el gobierno cambiemita es una continuidad y profundización de la lógica previa del deslizamiento constante en la indefensión soberana que es convergente con la doctrina del Pentágono. El deterioro de las fuerzas las va convirtiendo de hecho en algo residual y facilita las presiones por abandonar los parámetros de la Ley de Defensa.

En la coyuntura inmediata, el planteo del gobierno apunta a liberar gendarmes para afrontar un posible aumento de la conflictividad social producto del plan de ajuste pactado con el FMI. Con el bonus de ser un gesto que le permita de recuperar imagen frente su electorado más sensible a las cuestiones de orden público y seguridad. Esto sintoniza con el perfil centroamericano de fuerzas armadas, cuya principal tarea es la represión interna disfrazada y justificada por la doctrina de las “nuevas amenazas”. Se promueve así la conversión de las FFAA en suerte de policía militarizada orientada a la seguridad interior incompatible con la defensa del interés nacional y la integridad territorial del Estado argentino.

«SE PROMUEVE ASÍ LA CONVERSIÓN DE LAS FFAA EN SUERTE DE POLICÍA MILITARIZADA ORIENTADA A LA SEGURIDAD INTERIOR INCOMPATIBLE CON LA DEFENSA DEL INTERÉS NACIONAL Y LA INTEGRIDAD TERRITORIAL DEL ESTADO ARGENTINO.»

Por último, pero no menos importante, la cobertura de los anuncios hechos por el gobierno incluyen versiones sobre la relocalización y fusión de bases militares, lo cual permite sospechar que tras la excusa del ajuste, la austeridad, la eficiencia y la modernización, opere la intención de vender terrenos e instalaciones para negocios inmobiliarios o el uso de bases al estilo Flybondi. Nada puede sorprendernos en este sentido de un gobierno de derecha posmoderna cuya imprevisión ya hemos visto fracasar en el área económica. En su momento todos los llamados a la prudencia respecto de la vulnerabilidad de su política de endeudamiento externo se estrellaron contra el muro de optimismo babieca al que después le “pasaron cosas”. Poco se le puede pedir a una mentalidad deshistorizada y deshistorizante que carece de percepción y profundidad sobre las condiciones de posibilidad necesarias para la viabilidad de sus políticas y del propio Estado Nacional.

Facundo Álvarez
Peronista y federal. Politólogo, docente universitario. Me quedé en el 45. Vivo en la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Ayres.

Consideradas como el despliegue de maniobras militares más significativo desde la finalización de la Unión Soviética, Rusia inició los ejercicios programados para desarrollarse durante los próximos cinco días.

  • A grandes rasgos, las cifras de Vostok 2018 son las siguientes: tres países, 300.000 tropas, 36.000 tanques, 1.000 aeroplanos y 80 buques.

Tsugol, región oriental del lago Baikal en Siberia, es el área dispuesta para las maniobras que no lograban una envergadura así desde 1981.

La primera etapa de las maniobras consta de la movilización de las tropas y del arsenal militar por largas distancias por tierra, mar y aire. Posteriormente, se desarrollarán los Juegos de Guerra, espacio en el que Rusia exhibirá lo más reciente y moderno de su armamento.

  • Tanto China como Mongolia participan activamente de la justa desplazando hasta el lugar cientos de sus tropas que en conjunto con las rusas, adelantarán un plan de operaciones coordinadas para demostrar capacidades de resistencia a ofensivas enemigas, superación de obstáculos en el agua, bombardeos aéreos de dificultad y preparación de ataques sorpresa.

El ambiente de tensión internacional que se respira entre EE. UU. y sus aliados de Europa con Rusia, ha dado pie para criticar y catalogar el contexto militar como un mensaje indirecto de carácter geopolítico por parte del Kremlin ante la hostilidad diplomática de la que ha sido objeto desde inicios del 2018.

En las Vostok-2018 participan las tropas de las circunscripciones militares Oriente y Centro, así como buques de las flotas del Pacífico y del Norte, fuerzas aerotransportadas, más de 1.000 aeronaves, entre aviones, helicópteros y drones, y hasta 36.000 carros de combate y otros vehículos blindados.

«En el curso de la maniobras la acción de las tropas se desarrollará en conformidad con el acuerdo entre Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán para el fortalecimiento de la confianza en el ámbito de militar en la zona fronteriza», señaló el Ministerio ruso de Defensa este martes (11.09.2018) en un comunicado.

Las maniobras, que se prolongarán hasta el próximo día 17, constarán de dos etapas: en la primera se llevará a cabo el despliegue de fuerzas en el Extremo Oriente, en el Pacífico Norte y el mar del Norte, y en la segunda se verificará la interacción de las distintas fuerzas en operaciones defensiva y de ataque.

Observadores de 57 países, así como la misión de enlace de la OTAN y de la representación de la Unión Europea, presenciarán las maniobras, que contarán con la asistencia del presidente ruso, Vladímir Putin.

El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigú, calificó estos ejercicios como los más importantes desde las maniobras Zapad-81 (Oeste-81), realizados en 1981, «tanto por la superficie que cubren como por el número de fuerzas y órganos de mando militar que participan».

En Vostok-2018, en las que participan también China y Mongolia, que aportarán tanto unidades militares como aviones, helicópteros y estructuras de mando.

….muy buen artículo con el que tengo una casi coincidencia total; digo esto porque, entre otras cosas, para mi el diseño de la debacle no viene un Nuevo Orden Mundial que está alumbrando el cambio de época y que empuja desde el Oriente, sino que proviene del Viejo Orden Mundial, el de las élites del capitalismo financiero, el de EE.UU. y las viejas potencias coloniales europeas que está colapsando.

Coincido, en que no hay impericia ni «mala praxis», en la causa de este muy difícil «trance» o «brete» en que nos encontramos. Por el contrario lo que hay es un plan muy bien pensado para poner de rodillas definitivamente a la Argentina que lamentablemente hoy discurre en la insustancialidad: moral, ética y material de una profunda decadencia, que se encuentra a la «intemperie», con las defensas bajas, confundida, sin proyectar un significado. Un plan que en su ejecución va demoliendo los pilares políticos, económicos, sociales, jurídicos, culturales de la Nación mientras muestra en la cotidianidad muchas «sin razones» que lo ponen en evidencia.

Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico

Claves para entender el colapso inducido de Argentina

La debacle es consecuencia de un diseño para poner al país de rodillas. Cuáles son las posibles metas del Nuevo Orden Mundial en un escenario económico que se derrumba.

La volcánica economía argentina vuelve a ser noticia mundial. Una espiral recesiva de estanflación, creciente endeudamiento externo, contracción del consumo y corrida cambiaria está sumiendo al país en el caos, a solo dos años y medio del inicio de la ‘administración colonial’ de Mauricio Macri, encabezada por CEOs. Es el resultado de una increíble batería de medidas destructivas de la producción y el empleo, aplicadas en forma combinada a una alta velocidad.

En los últimos días, la debacle ha provocado de parte del Gobierno el anuncio de nuevas rondas de demolición controlada de la organización nacional: a la eliminación de organismos y proyectos de investigación científica y tecnológica, se sumó la eliminación de ministerios históricos —todo un gesto de abandono de ambiciones de Estado—, miles de despidos en la administración pública y más recortes de gastos e inversión social.
Se trata del diseño de un colapso inducido: el país marcha hacia la cesación de pagos, la parálisis productiva y el desempleo masivo. ¿Puede ser solo torpeza del grupo que gobierna?

Un conjunto de tendencias indican que se avecina un shock muy agudo contra la configuración histórica del país, mucho más audaz que una simple redistribución del ingreso.

En la antesala de un shock

Una de las debilidades estructurales de la resistencia autóctona frente a los procesos de expansión imperialista es una concepción ingenua sobre los planes del enemigo.

Las agencias transnacionales del imperialismo no solo han incrementado exponencialmente su poder en los tableros internos de cada país, sino que también son mucho más ambiciosas en sus metas, donde además se operó un cambio cualitativo: superada toda resistencia organizada a la explotación extranjera de los recursos naturales, a la creación artificial de deuda usuraria, y al acceso al mercado interno de cada país, la agenda del Nuevo Orden Mundial para las sociedades periféricas sobrepasa los imaginarios de la izquierda tradicional.
El pasaje del capitalismo industrial al capitalismo financiero ha modificado a tal punto las estrategias de expansión del proceso imperialista que incluso grandes grupos capitalistas locales que antaño podían considerarse socios comisionistas en la explotación de las sociedades coloniales, ven sus intereses ignorados y sus activos depreciándose.

Esto se ve claramente en Argentina, donde la administración colonial no solo ataca el nivel de ingreso de la clase trabajadora, sino que está minando incluso las bases de sustentación de los propios capitalistas locales, y el entramado de condiciones que permite la viabilidad de la nación. El país es una vez más un laboratorio de experimentos en materia de políticas de reconfiguración violenta de la sociedad. En ‘La doctrina del shock’, Naomi Klein repasa cómo ciertas reformas políticas y económicas se introducen a través de desastres o contingencias diseñadas que suman a las sociedades en la confusión, provocando profundos impactos en la psicología colectiva y paralizando la reacción.

El diseño de un colapso inducido

La administración colonial de Macri tiene en su agenda objetivos comunes con la reconfiguración del mundo bajo las matrices del Nuevo Orden Mundial. Así, ha puesto en marcha en forma acelerada un diseño premeditado para poner al país de rodillas, sumiendo a la población en la desesperación y preparando el terreno para imponer ‘soluciones’ drásticas. Cualquier economía próspera, incluso de los países desarrollados, se hubiera sumido en la parálisis productiva y la estanflación que caracteriza hoy a la Argentina, si se hubieran aplicado las siguientes fórmulas que imperan desde diciembre de 2015: la apertura importadora irrestricta —provocó un gran desbalance en la balanza de pagos con el exterior— y el cierre progresivo de la industria nacional que quedó desprotegida.

El aumento salvaje de tarifas de servicios públicos (entre 400% y 3.000%) desestabilizó no solamente las economías hogareñas, sino también la viabilidad del comercio y los sectores productivos que no eran afectados por la competencia extranjera.

La desgravación impositiva a grandes grupos, quita de retenciones al agro y la minería y otras exenciones impositivas a los sectores más concentrados, desfinanciaron las arcas

públicas y prepararon el terreno para un agravamiento del déficit fiscal, que a su vez fue pretexto para un feroz ajuste presupuestario.

El endeudamiento acelerado que financió este esquema encaminó al país a volver al FMI, que impuso nuevas medidas de achique de gastos, interrupción de obra pública y recortes de programas sociales.
La vertiginosa devaluación de la moneda y elevación de las tasas de interés alimentó una inflación que amenaza desbocarse para convertirse en otro episodio de hiperinflación, y agravó las pésimas condiciones de la economía en su conjunto. Las tarifas de servicios públicos, el combustible y otros insumos básicos fueron dolarizados, con lo cual, cada incremento del dólar impacta directamente sobre el costo interno de la producción de bienes y servicios.

Es evidente que el paquete de políticas conforma un claro sabotaje al país, su aparato productivo y la calidad de vida de su población. Estas no son las recetas de ningún tipo de capitalismo productivo, que por definición demanda bajos costos de producción (crédito, tarifas y salarios baratos), protección racional frente a la competencia exterior, estabilidad monetaria, políticas de subsidios sectoriales y estímulos al desarrollo de las capacidades nacionales.

Un segundo lote de políticas sugiere que es necesario el desmantelamiento por anticipado de cualquier intento de resistencia y oposición social activa. Pese a tener inicialmente un alto consenso social y gozar de una formidable protección mediática, el Gobierno de Cambiemos ha impulsado sistemáticamente líneas represivas muy pronunciadas:

1 Aliento al gatillo fácil en la represión policial y anuncio del retorno de las Fuerzas Armadas a la seguridad interior
2 Silenciamiento de periodistas y medios críticos
3 Encarcelamiento y hostigamiento judicial de líderes de la oposición
4 ‘Depuración’ de jueces independientes y alineamiento del sistema judicial
5 Ingreso de tropas y establecimiento de bases extranjeras

¿A dónde va el colapso económico argentino?

Argentina sufre una invasión intangible y silenciosa. La pregunta de rigor es: ¿cuál es el programa de shock que se prepara con este escenario catastrófico?

Algunas pistas emergen en el ejercicio de la memoria histórica y el análisis de las luchas anticoloniales del presente.

La agenda oculta del colapso inducido de la Argentina contiene metas del Nuevo Orden Mundial comunes a todos los territorios periféricos. Todas son ruinosas para los intereses de la población, pero el escenario de crisis multidimensional que se está construyendo apunta a presentarlos como «soluciones salvadoras». Todas, además, contienen un elemento central de la agenda globalista para los pueblos subalternos: la disolución de la identidad y del Estado nacional.

  1. Extranjerización acelerada de empresas y otros activos

    Esta parte del proceso ya está en marcha, y es la que menos impacta ante la opinión pública por cuanto se suele presentar como un «progreso»: Argentina enfrenta un nuevo ataque extranjerizante de activos y mercados locales. Pero a diferencia de las crisis anteriores, que derivaban de presiones y apuestas desde el exterior, la actual es promovida por el propio Gobierno de Cambiemos. Se reclama la intervención extranjera como único medio de conducir al país en esta coyuntura. 3 La debilidad externa en la que Cambiemos ha colocado a la economía argentina es funcional a una entrega masiva de activos por parte de empresarios locales.

    Desde el comienzo de la crisis externa, la caída combinada de los valores bursátiles y la devaluación del peso deprecia a los activos argentinos en un 70%. La suba del dólar y la incertidumbre económica abre la puerta para que los activos del país sean rematados a precio de oferta. Techint, Aluar, Ledesma y las empresas de la patria contratista se sorprenden con sus ejecutivos encarcelados en una farsa judicial mientras las protecciones arancelarias de las que gozaban en el pasado se cancelan y las acciones de sus compañías se derriten en Wall Street. Los fondos buitre están comprando esos papeles a precios de remate. Y el deterioro promete proseguir.

    El proceso de extranjerización de la economía —compras, fusiones y absorciones, que pueden ser presentadas como «inversión extranjera directa»— se puede acelerar con una «inyección de confianza». ¿Cómo impulsar «reformas de fondo» que recuperen «el optimismo de los inversores»? Tal vez la segunda meta nos brinde algunas pistas.

    2. Adopción del dólar como moneda oficial

    El panorama actual se parece mucho al de 1989. Entonces la hiperinflación signó el fin del gobierno de Raúl Alfonsín y fue la antesala de la Convertibilidad, un sistema que ‘rescató’ la economía argentina estableciendo por la ley una paridad fija de 1 a 1 del peso argentino con el dólar. La Convertibilidad fue un proyecto vendido «llave en mano» por el Citibank y el Chase Manhattan al Gobierno de Menem, que contuvo la inflación e inició una década de extranjerización de la economía.

    La Convertibilidad fue recordada en estos días por Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, que aseguró que el Tesoro de Estados Unidos analiza la posibilidad de emplear un nuevo plan de convertibilidad de la moneda argentina. El actual director del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos afirmó que la posibilidad de «dolarizar» la moneda argentina podría ser la clave para que la economía nacional pueda resurgir.
    La Convertibilidad de la década de los 90 terminó en la catástrofe del corralito de 2001. De no haber mediado la caída precipitada del sistema, los planes eran profundizar el modelo con la adopción del dólar como moneda oficial.

    En diciembre de 2001 un ensayo titulado ‘Cómo dolarizar en Argentina’, firmado por Kurt Schuler y Steve H. Hanke, afirmaba: «Las políticas que la Argentina ha seguido han llevado a su economía a un punto muerto. La incertidumbre sobre el futuro del peso se ha transformado en el obstáculo inmediato más grande para el crecimiento económico». ¿Alguna similitud con el escenario actual?

    En 2018, los diarios financieros han vuelto a hablar de dolarización en Argentina. Y Steve Hanke ha vuelto al escenario. Padre de la dolarización de Ecuador y Montenegro, le recomienda a Macri la dolarización como remedio para salir de la crisis. No es la única voz. La periodista estadounidense especializada en Hispanoamérica Mary O’Grady publicó su editorial del Wall Street Journal bajo el título: «Argentina necesita dolarizarse».

    La importancia del proyecto excede el contexto argentino. La necesidad imperial de mantener la hegemonía del dólar ha sido más importante que la explotación del petróleo en la historia de la última década. Hoy, con un enorme bloque emergente de países —encabezado por Rusia, China, India y otras gigantescas economías— encaminado a buscar un sustituto al dólar como moneda de referencia internacional, la dolarización de Argentina sería una conquista de alto contenido simbólico: la primera experiencia en un país de gran extensión e importancia geopolítica, y un capítulo que podría iniciar un ambicioso proceso continental.

    La dolarización de tarifas de servicios públicos y de carteras financieras, y los contactos para un acuerdo directo con el Tesoro de EE.UU. ante la actual crisis, parecen pasos convergentes.

    Sin embargo, las condiciones para un reemplazo del peso argentino por el dólar requeriría de parte de Argentina de un monto de reservas internacionales que el país viene perdiendo aceleradamente en la actual crisis cambiaria. ¿Cómo financiar esa operación? Tal vez la tercera meta alumbre una convergencia de medios.

    3. Desmembramiento territorial de la Argentina

    El desmembramiento de los estados nacionales es una premisa del Nuevo Orden Mundial que se verifica en diferentes escenarios del mundo: se logró en Yugoslavia, en la ex URSS y diversos estados de Medio Oriente mediante la guerra y el terrorismo. El desmembramiento de Venezuela es una posible ‘solución’ si no se logra derrocar al Gobierno.

    En este contexto, la Patagonia aparece como una prenda cambio perfecta para ‘rescatar’ a la Argentina de otra crisis.

    En los años turbulentos del 2001, cuando Argentina cayó en cesación de pagos, la prensa global llegó a sugerir que la Patagonia, inmensamente rica en recursos, fuera separada del resto del país para servir de mecanismo de pago de la deuda en default. Años después, el profesor de Harvard Richard N. Cooper, escribió una propuesta en consonancia con el pensamiento de Anne Krueger (entonces titular del FMI) para someter a las naciones endeudadas a procesos de quiebra con el fin de que los activos sean liquidados y los ingresos resultantes distribuidos entre sus acreedores, bajo la guía de un tribunal global.

La Patagonia argentina ya es un territorio internacionalizado. La compra masiva de tierras por parte de extranjeros en Argentina, que lleva décadas, había sido reglamentada en 2011 por el Congreso, disponiendo un límite del 15% de las tierras cultivables del territorio nacional, y hasta 1.000 hectáreas por persona. La administración colonial de Macri, por decreto, eliminó estas restricciones, y el proceso de adquisición masiva de tierras se profundizó. Ya hay extensos territorios en el sur argentino que funcionan como microestados, con su propia red de carreteras, aeropuertos, fuerzas de seguridad y fuentes de energía, como las propiedades del magnate británico Joe Lewis.

La entrega de tierras patagónicas a cambio de asientos contables que alivien la artificial deuda argentina —o que garanticen una operación de dolarización masiva de su economía— podría efectuarse sin necesidad de una partición formal del Estado, o de una ‘declaración de independencia’ de un grupo de colonos. El ‘negocio’ de la Argentina podría disfrazarse mediante la cesión de tierras a ONGs o poderes privados que administren un territorio bajo la modalidad que Boaventura de Sousa Santos denomina «nuevo gobierno indirecto»: el Estado se retira de la regulación social y poderosos actores no estatales obtienen control sobre las vidas y bienestar de vastas poblaciones, la tierra, el agua potable, las semillas y los bosques.

El ‘negocio’ para el Tesoro nacional podría ser presentado bajo la forma de la cesión de territorios diminutos. Sin embargo, siempre existirá el potencial de que sean expandidos de facto mediante la ocupación progresiva o la guerra. Hace falta señalar que, a la par de políticas de desguace y debilitamiento del Ejército argentino, la administración colonial de Macri ha autorizado el ingreso de tropas extranjeras y el despliegue de una nueva red de bases militares estadounidenses: una en Neuquén, en el estratégico sur patagónico, y dos en Tierra de Fuego, la de Tolhuin y la de Ushuaia. Con el Ejército británico fuertemente pertrechado en Malvinas, la zona aparece bajo estrecho control extranjero.
Una sociedad dividida y sumida en penurias, un ejército nacional sin capacidad operativa y un proceso de infiltración de capitales y elementos militares extranjeros, parecen la antesala perfecta de eventos en los que Argentina pierda parte de su integridad territorial. Referencias oficiales no faltan: el rabino Sergio Bergman, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, ha profetizado hace pocos meses que la Patagonia, como «tierra prometida, debe ser partida y repartida».

Conclusiones provisorias

El diseño del colapso argentino no tiene una meta única, ni tampoco una conducción unificada. El plan tampoco tiene los resultados asegurados. Su evolución está vinculada con la evolución de otro conjunto de ofensivas en la región: el ‘lawfare’ contra Lula y el resto de los líderes populares de América Latina, el cerco contra Venezuela y el despliegue militar imperialista en todo el continente, donde no se puede descartar el inicio de una guerra genealizada.

Por otro lado, los resultados finales tienen que superar la prueba de fuego que ninguna conspiración puede anticipar: la reacción de la gente y las organizaciones populares, la posición de los sectores nacionalistas del Ejército argentino, y el impacto imprevisible que tiene en la historia un conjunto de eventos encadenados.

América Latina está bajo asalto. De la conciencia y movilización de sus pueblos depende la defensa de sus territorios y su libertad.-

 

Por Claudio Fabián Guevara – Periodista e investigador de origen argentino. Doctor en Sustentabilidad, Desarrollo y Turismo por la Universidad de Guadalajara. Miembro del equipo editorial de European Scientific Journal. Fundador de El Nuevo Cronista de Argentina, Diario de Vallarta & Nayarit y otros medios.

 

Fuente Nota: Sputnik https://mundo.sputniknews.com/blogs/201809161082017126-claves-para-entender-el-colapso-inducido-de-argentina/

 

Mauricio Macri: «Podemos ser los responsables de que esta sea la última crisis»

https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201809071081821681-macri-comenta-crisis-financiera-en-argentina/

 

¿Se avecina lo peor? El destino económico de Argentina y otros países latinoamericanos

https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201809011081666560-que-pasara-en-argentina-economia/

 

Tocar fondo: ¿El FMI rescata o hunde?

https://mundo.sputniknews.com/economia/201809141081994389-tocar-fondo-fmi-rescate-ayuda-hundimiento-crisis-dolar-argentina/

 

Déja Vu de una crisis: Argentina atraviesa momentos que recuerdan al 2001

https://mundo.sputniknews.com/economia/201809041081709191-argentina-crisis-economia-dolar/

 

Argentina: si el gobierno quisiera dolarizar, la sociedad no lo permitiría

https://mundo.sputniknews.com/radio_voces_del_mundo/201809071081811027-dolarizacion-crisis-economica-buenos-aires/

 

Premier británico advierte de una guerra por Malvinas

https://www.youtube.com/watch?time_continue=4&v=Shl0-qwpG40

 

El Foro Económico del Este en Vladivostok se ha convertido en una parte crucial de la integración estratégica entre China, Rusia y otros países en el noreste de Asia, una asimilación gradual para transformar el sistema mundial actual.

Xi Jinping y Vladimir Putin participaron en una empresa conjunta de cocina. Panqueques con caviar (blin, en ruso), perseguidos con un trago de vodka. Acaba de suceder en el Foro Económico Oriental en Vladivostok. Habla sobre una metáfora gráfica (y comestible) que sella la siempre cambiante ‘asociación estratégica integral entre Rusia y China’.


 

 

 

 

 

Desde hace unos años, el foro de Vladivostok ofrece una hoja de ruta inigualable que rastrea el progreso en la integración de Eurasia.

El año anterior,en el marco del foro, Moscú y Seúl lanzaron una bomba: una plataforma de comercio trilateral, integrando de manera crucial a Pyongyang, girando en torno a un corredor de conectividad entre toda la península de Corea y el Lejano Oriente ruso.

Los temas de la mesa redonda de este año incluyeron la integración del Lejano Oriente ruso en las cadenas logísticas de Eurasia; una vez más, el enlace ruso con las Coreas, con el objetivo de construir un ferrocarril transcoreano conectado al Transiberiano y una filial de «Pipelineistán» a Corea del Sur a través de China. Otros temas fueron la asociación entre Rusia y Japón en términos de tránsito eurasiático, centrada en la conexión de las actualizaciones del Trans-Siberiano y del Baikal-Amur Mainline (BAM) a un ferrocarril proyectado a la isla de Sakhalin, y luego a todo el camino hasta la isla de Hokkaido.


El futuro: Tokio a Londres, a la perfección, en tren.

Luego hubo integración entre Rusia y la ASEAN, más allá de los proyectos actuales de infraestructura, agricultura y construcción naval para la energía, el sector agroindustrial y la silvicultura, tal como lo definió Ivan Polyakov, presidente del Consejo Empresarial Rusia-ASEAN.

Básicamente, todo se trata de la acumulación simultánea de un creciente eje Este-Oeste y también Norte-Sur. Rusia, China, Japón, las Coreas y Vietnam, lenta pero seguramente, están en camino hacia una sólida integración geoeconómica.

Podría decirse que la discusión más fascinante en Vladivostok fue el cruce en the Silk Road con, entre otros, Sergey Gorkov, viceministro de desarrollo económico de Rusia; Wang Yilin, presidente del gigante petrolero chino CNPC, y Zhou Xiaochun, vicepresidente del consejo de administración del esencial Foro Boao .

El impulso de Moscú es vincular la Nueva Ruta de la Seda o la Iniciativa de Belt and Road (BRI) con la Unión Económica de Eurasia (EAEU). Sin embargo, el objetivo geoeconómico final es aún más ambicioso; una «asociación mayor de Eurasia», donde el BRI converge con la UEEA, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y la ASEAN. En su núcleo se encuentra la asociación estratégica Rusia-China.

La hoja de ruta futura, por supuesto, implica golpear los acordes correctos en un complejo equilibrio de intereses políticos y prácticas de gestión en medio de múltiples proyectos Este-Oeste. La simbiosis cultural tiene que ser parte de la imagen. La asociación Rusia-China tiende cada vez más a razonar en términos de go (weiqi, el juego), una visión compartida basada en principios estratégicos universales.

Otra discusión clave en Vladivostok contó con Fyodor Lukyanov, director de investigación en el siempre esencial Valdai Discussion Club, y Lanxin Xiang, director del Centro de One Belt y One Road Studies en el Instituto Nacional de China para SCO International Exchange. Eso se centró en la geopolítica de la interacción asiática, involucrando a los principales miembros de BRICS, Rusia, China e India, y cómo Rusia podría capitalizarlo mientras navegaba por las terribles sanciones y comerciaba con el pantano de guerra.

Toda la potencia de Siberia

Todo vuelve a lo básico y a la asociación estratégica entre Rusia y China en evolución. Xi y Putin están implicados en el núcleo. Xi define la asociación como el mejor mecanismo para «neutralizar conjuntamente los riesgos y desafíos externos». Para Putin, «nuestras relaciones son cruciales, no solo para nuestros países, sino también para el mundo». Es la primera vez que un líder chino se une a las discusiones de Vladivostok.

China se está interconectando progresivamente con el Lejano Oriente ruso. Los corredores de transporte internacional, Primorye 1 y Primorye 2, impulsarán el tránsito de carga entre Vladivostok y el noreste de China. Gazprom está por completar el tramo ruso del gran gasoducto Poder de Siberia hacia China, de acuerdo con CNPC. Se han soldado y tendido más de 2.000 kilómetros de tuberías desde Yakutia hasta la frontera ruso-china. El Poder de Siberia comienza a operar en diciembre de 2019.

Según el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), la asociación está evaluando 73 proyectos de inversión por valor de más de $ 100 mil millones. El supervisor es el Comité Consultivo Empresarial Ruso-Chino, que incluye a más de 150 ejecutivos de importantes compañías rusas y chinas. El consejero delegado de RDIF, Kirill Dmitriev, está convencido de que «transacciones particularmente prometedoras se encontrarán en acuerdos bilaterales que aprovechan la relación entre Rusia y China».

En Vladivostok, Putin y Xi una vez más acordaron seguir aumentando el comercio bilateral en yuanes y rublos, evitando el dólar estadounidense, basándose en una decisión mutua en junio para aumentar el número de contratos de rublo y yuanes. Paralelamente, el ministro de Desarrollo Económico, Maksim Oreshkin, aconsejó a los rusos vender dólares estadounidenses y comprar rublos.

Moscú espera que el rublo se aprecie a alrededor de 64 por dólar el próximo año. Actualmente se cotiza en alrededor de 70 rublos frente al dólar, arrastrado por las sanciones de Estados Unidos y el «armanentismo» en dólares esta causando estragos en los miembros de BRICS Brasil, India y Sudáfrica, así como en los posibles estados BRICS Plus como Turquía e Indonesia.

Putin y Xi reafirmaron una vez más que continuarán trabajando en conjunto en su hoja de ruta intercoreana basada en el «doble congelamiento»: Corea del Norte suspende las pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles balísticos mientras que Estados Unidos suspende los ejercicios militares con Seúl.

Pero lo que realmente parece estar capturando la imaginación de las Coreas es el ferrocarril transcoreano. Kim Chang-sik, jefe de desarrollo ferroviario en Pyongyang, dijo: «Desarrollaremos más este proyecto sobre la base de negociaciones entre Rusia, Corea del Norte y Corea del Sur, para que los propietarios de este proyecto sean los países de la península de Corea. «


Eso conecta con lo que el presidente surcoreano Moon Jae-in dijo hace solo tres meses: «Una vez que se construya la línea principal transcoreana, puede estar conectada al ferrocarril transiberiano. En este caso, sería posible entregar productos de Corea del Sur a Europa, lo que sería económicamente beneficioso no solo para Corea del Sur y del Norte, sino también para Rusia «.

Comprender la matryoshka

Contrariamente a la histeria occidental mal informada o manipulada, los actuales juegos de guerra de Vostok en el Trans-Baikal del Lejano Oriente ruso, que incluyen 3.000 soldados chinos, son solo una sección de la asociación estratégica mucho más profunda y compleja entre Rusia y China. Todo se trata de una matryoshka: el juego de guerra es una muñeca dentro del juego geoeconómico.

En «China y Rusia: el nuevo acercamiento», Alexander Lukin, de la Escuela Superior de Economía de la Universidad Nacional de Investigación de Moscú, establece la hoja de ruta en detalle; la asociación económica en evolución, en Eurasia, es parte de un concepto mucho más amplio y completo de «Gran Eurasia». Este es el núcleo de la entente Rusia-China, que conduce a lo que el politólogo Sergey Karaganov ha calificado como «un espacio común para la cooperación económica, logística e informática, la paz y la seguridad de Shanghai a Lisboa y de Nueva Delhi a Murmansk».

Sin entender los debates envolventes de la Gran Ilustración, como la reunión anual en Vladivostok, es imposible comprender cómo la integración progresiva de BRI, EAEU, SCO, ASEAN, BRICS y BRICS Plus está destinada a cambiar irreversiblemente el sistema mundial actual.

 

Asia Time 12 de setiembre de 2018 – Pepe Escobar

Columna Radial de Geopolitica de Dossier Geopolitico x Carlos Alberto Pereyra Mele, dominical desde hace 10 años en el “Programa El Club de la Pluma”, del Domingo 1/09/2018.

TEMAS: Difícil semana para analizar la Geopolitica global, cuando la Argentina vive momento angustiante por sus crisis recurrente económicas que golpean la República cada 10 anos aproximadamente. 

A Muere en una explosión Alexander Zajárchenko, líder de la autoproclamada República de Donetsk, en Ucrania
Moscú ha culpado a Kiev del asesinato del líder de la provincia rebelde, que falleció por la explosión de una bomba en un café

B Fuerte tensión en Chemnitz tras marcha de la ultraderecha
La actividad, convocada para recordar a un ciudadano asesinado el domingo pasado

C La batalla final de Siria se juega en Idlib, último bastión insurgente y refugio de 2,5 millones de personas. Durante meses, los acuerdos de rendición en otras zonas han enviado a combatientes y civiles a esta región, que ha visto duplicada su población y que cuenta con fuerzas turcas

D MURIO EL TLCAN – Canadá y EU cierran conversaciones sin acuerdos, mientras que Trump prepara el envío de un TLC sólo con México

America del Sur:

Partido de los Trabajadores mantiene a Lula como candidato y el Veto de la Justicia Electoral de Brasil

F Concluye en Argentina Conferencia Sudamericana de Defensa

Escuchar audio: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_28265837_1.html

 

 

7 puntos sobre el TLCAN 2.0
Juan Pablo Calderón Patiño

La aparente negociación del TLCAN se ha cerrado a una negociación binacional entre CDMX y Washington, D.C. cobrando así mayor fuerza el interés del Presidente Trump por “desaparecer” el TLCAN. La agria disputa comercial entre Canadá y EE.UU, siendo el país de la hoja de maple el principal destino para las exportaciones estadounidenses, está siendo aprovechada por Trump para dar el portazo definitivo al acuerdo regional, salvo que ocurra lo contrario en las próximas horas y antes del 31 de agosto -fecha límite para enviar el resultado de las negociaciones al Capitolio en D.C. – Ottawa se sume a un virtual acuerdo.
Los siguientes puntos debieran alertar a México, de acuerdo a sus intereses nacionales:
1. Perder de socio y aliado estratégico a Canadá y dar por terminado el acuerdo regional, repercutirá en la confianza canadiense en el próximo gobierno electo de México. Cuesta trabajo que AMLO no supiera de dicha estrategia y más cuando la propia canciller canadiense lo visitó en su propia oficina hace pocas semanas. AMLO a los pocos días de ganar la Presidencia dio a conocer el nombramiento de su próxima Embajadora en EEUU, que será Martha Bárcena, diplomática profesional con respaldo de la Academia. Su aparente desinterés en perfilar al nuevo embajador mexicano en Canadá, parece ser un mensaje claro y contundente de que tampoco ve un espacio de América del Norte como bloque, así han sentenciado diversos especialistas que han pedido el anonimato. No se olvide que la propia Emb. Martha Bárcena participó desde un inicio con el equipo de AMLO junto a la delegación del gobierno saliente encabezada por los titulares de Secretaria de Relaciones Exteriores y la Secretaria de Economía. ¿No era ocasión para también hacer el nombramiento de su representante en la Embajada de México en Ottawa?
2. EE.UU ha logrado ganar el aumento de la regla de origen de 62.5% a 75%, regla impensada en diciembre por el propio equipo negociador mexicano, argumentando que ya era de las más altas de un acuerdo regional en el orbe. Al tener que fabricar vehículos en al menos un 40% de la producción en una zona con salarios altos (promedio 16 dólares la hora), México se da un balazo en el pie a corto y mediano plazo con el posible cambio de residencia de plataformas de producción y exportación en armadoras establecidas en México, en especial la familia de Detroit (Ford, General Motors y Fiat Chrysler). Ya en la actualidad el promedio de componentes de origen estadounidense en vehículos armados en México es del 40% y viceversa, de autos armados en EE.UU el promedio es de 33%. Aunque la progresividad acordada podría ayudar para cumplir lo acordado, en los hechos es difícil así como las proyecciones de nuevas armadoras con inversiones de miles de millones de dólares, cuya cláusula Sunset las condicionaría en virtud de revisar la continuidad del tratado cada seis años.
3. Lo que fue un “baluarte en ventaja comparativa” en salarios más reducidos en la mano de obra mexicana, hoy Trump lo utilizó a su favor para tratar de mudar mayor producción a su país. La asignatura de elevar salarios no es por decreto, pero un esfuerzo del nuevo gobierno emanado de izquierda hubiera supuesto tener una estrategia para replantear la negociación junto a un calendario progresivo con metas y objetivos bien definidos. No presentó nunca nada de eso, AMLO.
4. La producción automotriz en EEUU en 1999 fue de 13 millones de vehículos, la de Canadá de tres y México rebasó 1.5 millones. En 2017, la producción estadounidense fue de 11.1 millones de automotores, Canadá con casi 2.2 y México superó las 4 millones de unidades. Trump trataría de lograr volver a los niveles de antes de 1999, no obstante, ninguno de los dos países alertó del tema de la robotización y la innovación en tecnología y desarrollo perdiendo una oportunidad para definir una posición regional acerca de la nueva revolución industrial catalogada como 4.0. Los estudios establecerían que México en el 2020 sería el 1uinto productor mundial de vehículos, está meta corre hoy el riesgo de no cumplirse.
5. La industria automotriz está dividida, atrás de VW (la mayor armadora del mundo) está Alemania y la Europa Comunitaria y de las marcas japonesas y surcoreanas sus respectivos Estados. Aún cuando todas las marcas tengan un elevado comercio y proveeduría intra marca o intra industrial, las marcas europeas y la mayoría de asiáticas, no ven con buenos ojos que EE.UU en pleno descenso de sus marcas automotrices busque acaparar mayor contenido regional. Buscar otras cadenas de proveeduría en otras regiones del mundo (como el sudeste asiático, Turquía y Europa Oriental, que son competencia para México) y pagar aranceles para entrar a EE.UU podría ser más beneficioso para ellos en el largo plazo.
6. La producción combinada por casi 17.5 millones de automotores de la zona NAFTA no llega a los más de 20 millones de automotores que produce China al año. Justamente China que se encuentra en una transición a mejores escalones de productividad automotriz para expandir mercados de exportación a mediano plazo con sus marcas nacionales, podría levantar la ceja en el caso mexicano y optar por otras plataformas como la brasileña o las de Sudáfrica e Irán, ya contempladas en sus estrategias globales de largo plazo.
7. México podría ganar a corto plazo, pero en esta negociación las empresas, tanto automotrices como de autopartes, tanto de Asia como de países de la Unión Europea, podrían presionar a sus gobiernos para cambiar los contenidos de acuerdos comerciales que tienen con México reduciendo los espacios para la diversificación de productos mexicanos. Para muchos analistas México tenía en la crisis del TLCAN una oportunidad para “librarse” de la matriz de dependencia con EE.UU, hoy un gobierno saliente disminuido y un gobierno entrante de aparente izquierda progresista, han roto esta posibilidad. De igual manera al EE.UU buscar que sus empresas sean las que participen en sistemas de navegación y entretenimiento en la industria automotriz, van a socavar la posibilidad de que empresas asiáticas y europeas participen en México en la nueva era del futurismo automotriz que ya no es un sueño.

 

Columna Radial de Geopolitica de Dossier Geopolitico x Carlos Alberto Pereyra Mele, dominical desde hace 10 años en el “Programa El Club de la Pluma”, del Domingo 28/08/2018

 

TEMAS: la Geopolitica Rusa de los tres Mares en la era Putin; del Mar Báltico al Mar Mediterráneo pasando por el Mar negro; una suma de uno = uno. y Las «aspiraciones» geoestrategicas de Nueva Zelanda en la Antártida...y océano Antártico. El despliegue mas importante de las fuerzas de defensa de Nueva Zelanda esta en la Antártida. Es un pais pequeño con solo 4.5 millones de habitantes, situado en el hemisferio sur a la misma latitud que Argentina, que expone con toda claridad sus intereses en la Antártida y los incorpora a su política de defensa. Y coaliciona con China que se expande en el «continente blanco» incluso con actividades militares no anunciadas…comparo las aspiraciones de Nueva Zelanda con la escasa convicción de nuestro gobierno en la defensa de nuestros intereses legítimos en la basta extensión de nuestra superficie en el Atlántico sur y en la Antártida..y somos un país de 42 millones de habitantes.

 

AUDIO: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_28080578_1.html