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Cheng Wayen*- La “operación militar especial” de Rusia en Ucrania ha desnudado la política de dominación occidental y ha puesto fin a la globalización liderada por Estados Unidos.En el futuro China tendrá que impulsar un nuevo sistema global, un sistema internacional de “tres anillos” que garantice la seguridad y el desarrollo nacional

Desde el cambio en las relaciones de China con los Estados Unidos a partir de 2018, la situación mundial ha estado en crisis y las «teorías de desacoplamiento» se han vuelto populares en el país y en el extranjero. Y ahora con el conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación internacional se ha vuelto claramente beligerante, en los dos últimos meses Estados Unidos ha decidido apuntar sus dardos contra China tanto en los asuntos internos como los externos.

Aunque muchas personas opinan que la globalización es irreversible y no creen que llegará el día de desvinculación total, ¿cómo habrá que responder si se produce una desvinculación en un futuro cercano?

Este artículo argumenta que el conflicto Rusia-Ucrania es un hito importante en el fin de la globalización liderada por Estados Unidos, lo que significa que China ya no tiene el entorno de desarrollo externo pacífico del que ha disfrutado durante los últimos 40 años.

En el futuro China tendrá que impulsar un nuevo sistema global, un sistema internacional de “tres anillos” que garantice la seguridad y el desarrollo nacional: el primer anillo son los países vecinos en Asia Oriental, Asia Central y Oriente Medio, con los que China ha formado una estrecha división industrial del trabajo y de los cuales obtiene un suministro de energía estable y una barrera de seguridad fiable.

El segundo anillo son los países en desarrollo de Asia, África y América Latina, con los que China intercambia materias primas, bienes industriales y debe ayudar a su desarrollo; el tercer anillo se extiende a los países industrializados tradicionales; Europa y Estados Unidos.

La crisis en Ucrania

La “operación militar especial” de Rusia contra Ucrania, y la consiguiente confrontación a gran escala entre Occidente y Rusia, es un hito en el final de la marea de globalización que ha estado en marcha desde la década de 1980. Hoy Estados Unidos mantiene a sus aliados como rehenes imponiendo sanciones letales a Rusia y obligando al resto del mundo a elegir entre Occidente y Rusia, lo que ha llevado a una repetición de la mortífera lucha de hace un siglo y plantea un gran desafío para China.

El “fin de la globalización” ha dejado a China sin el entorno de desarrollo externo que ha tenido durante las últimas cuatro décadas, y es probable que en el futuro se intensifique la presión de EE UU para reconstruir su dominación del sistema internacional y “desacoplarse” de China y Rusia.

En los treinta años desde el colapso de la Unión Soviética, Rusia ha pasado de un acercamiento inicial con los Estados Unidos y Occidente, a un alejamiento gradual, y finalmente a una implacable confrontación, que subraya los límites políticos de la globalización.

El mundo actual se caracteriza por un cambio de paradigma.

Contrariamente a una idea romántica de cooperación creada por occidente, la globalización favoreció inicialmente a la hegemonía estadounidense, los hizo en parte sirviendo al propósito de desmantelar la Unión Soviética y al campo socialista, y también aumentando las desigualdades entre los países desarrollados y los países “del tercer mundo”.

Como ahora la globalización amenaza las ventajas de poder obtenidas por EE UU, el proceso será inevitablemente “revertido”, por este país otrora hegemónico, y el camino para esta compleja operación ya está. El proceso globalizador de las últimas décadas y la búsqueda de dominio estadounidense son las dos caras de la misma moneda, y se condicionan y refuerzan mutuamente.

La “operación militar especial” de Rusia en Ucrania ha desnudado la política de dominación occidental y ha puesto fin a la globalización liderada por Estados Unidos.

La expansión de la OTAN hacia el este es la razón principal de la iniciativa de Rusia. A primera vista pareciera ser un problema de seguridad, pero, de hecho, también, es un problema económico. La periferización de la Unión Soviética en el sistema global es el objetivo del proceso globalizador iniciado por Estados Unidos, y la intención de Rusia de usar la globalización para lograr el renacimiento nacional y convertirse en un estado central va en contra de la lógica del proceso globalizador.

En Rusia, el interés del capital global, especialmente del capital financiero, se centra en la energía, los alimentos y los minerales, que son las áreas en las que el capital financiero puede obtener grandes ganancias. Pero, desde que Putin asume el poder, Rusia ha fortalecido el control sobre sus industrias claves (cruciales para la seguridad nacional) y sobre los medios de subsistencia básicos.

Rusia además está comprometida con la construcción de la Unión Económica Euroasiática y la configuración de un espacio de desarrollo económico que sea digno, algo que no agrada al capital externo.

La expansión de la OTAN hacia el Este es una manifestación de la política del capital para lograr la expansión de su mercado, exprimiendo el espacio de desarrollo de Rusia e intensificando la periferización de ese país. Esto es lo que la élite pro-occidental rusa no quiere ver.

Por tanto, si Rusia no daba una respuesta efectiva, se iba a transformar, aún más, en un proveedor de productos primarios, perdiendo su capacidad de participar en la política de las grandes potencias e incluso teniendo una crisis interna.

Bandera de la OTAN. Foto: No Cold War
La expansión de la OTAN hacia el Este y las actuales sanciones occidentales

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, el sistema colonial europeo se derrumbó gradualmente y la regla explícita del orden internacional desde la segunda mitad del siglo XX se centró en las Naciones Unidas y el derecho internacional, que encarnaba el principio de la igualdad soberana de todos estados.

Sin embargo, el orden internacional jerárquico centro-periferia, bajo el sistema colonial europeo, realmente no ha desaparecido, sino que ha continuado con reglas sutiles y un orden oculto. Y aunque las relaciones de poder jerárquico del pasado ya no existen, estas han sido reemplazado por un orden internacional “común pero diferenciado”, es decir, todos los países son soberanos e iguales solo que … en las apariencias.

En otras palabras, todos los estados son soberanos e iguales, pero en la práctica existen grandes diferencias en el ejercicio del poder. El “orden basado en reglas” es la principal expresión de este orden, un “orden” en que todos los países están obligados a seguir las mismas reglas, pero estas reglas no se basan en las Naciones Unidas, ni en el derecho internacional, sino en el poder de EE UU y de los países occidentales.

La hegemonía estadounidense desde la posguerra y con el G-7 ya establecido – a fines de la década de 1970- son dos de las principales manifestaciones del orden global centro- periferia contemporáneo. La reunión anual del G-7 discute no sólo los asuntos de siete países, sino también los asuntos del mundo entero; negocian y luego promueven la transformación de las reglas globales.

El “orden basado en reglas” es en realidad “un orden basado en las reglas establecidas por Occidente”, y lógicamente es clave quién hace las reglas. En un sistema global de división del trabajo, la creación de reglas, la oferta monetaria y la producción de bienes industriales son el negocio de unos pocos países del centro capitalista.

Ahora, si otros países deciden cambiar este orden, inevitablemente deberían desmantelar la posición dominante de los países del G7, que son los que tienen el dominio monetario y normativo y mantienen la superioridad tecnológica con los derechos de propiedad intelectual.

El inesperado crecimiento económico de China en las últimas décadas ha alterado el orden internacional centro-periferia de la posguerra y ha amenazado las reglas tácitas centradas en los países occidentales. La razón principal de esto es que el desarrollo de China ha tocado “el queso” de Estados Unidos y de otros países occidentales, que nunca imaginaron que la Republica Popular China también podría “ocupar parte del centro del escenario”.

La expansión de la OTAN hacia el Este o la elección de “China como objetivo de las acciones punitivas de los Estados Unidos”, está reflejando que Occidente quieren mantener y fortalecer su propia ventaja de poder. El conflicto Rusia-Ucrania y las implacables sanciones de Occidente contra Rusia resaltan aún más el hecho de que la mayoría de los países del mundo están en el «campo» de la periferia, mientras que unos pocos están en el “centro de la ciudad”, y Estados Unidos está el “centro del centro global”.

El “centro urbano”, no quiere enterarse del progreso de lo “periférico”.

En esta ronda de globalización, China, con su fuerte crecimiento económico y aumento del poder nacional, ha mostrado una tendencia a pasar de las áreas “rurales” a las “urbanas”. Al contrario, la globalización, de los países centrales del capital han exhibido los límites del orden internacional de la posguerra.

El hecho de que China se haya convertido en “un gran centro urbano” debido a su poder estatal es intolerable para Occidente. De hecho, China y Rusia se han convertido en obstáculos para que los «centros urbanos occidentales «.

Recordemos por un momento el primer artículo de las Obras Escogidas de Mao Zedong, “Análisis de las clases en la sociedad china”. En ese trabajo Mao nos plantea la siguiente pregunta: “¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Quiénes son nuestros amigos? Esta cuestión es la cuestión principal de la revolución”.

Durante los últimos 40 años, China ha llevado a cabo una política de “reforma y apertura”, y en los últimos años ha iniciado la construcción de una comunidad de destino humano. En sus intercambios internacionales, ya no enfatiza deliberadamente la distinción entre enemigos y amigos, sino que espera promover “la belleza y la comunidad”

Pero, ¿podemos lograr una “comunidad o mancomunidad internacional”? Hoy parece difícil, que el mundo puede lograr este tipo de “mancomunidad”. Este ideal no está determinado por el deseo de China.

Con los países occidentales liderados por Estados Unidos dispuestos a una confrontación a gran escala con Rusia y China, el mundo contemporáneo ya no puede ser considerado mecánicamente como un lugar de “paz y desarrollo”. Lo cierto es que la realidad nos impone seriamente considerar la “competencia” o incluso la “guerra”. Y como no se puede descartar la guerra, ya no es posible lograr un desarrollo en un sistema globalizado dominado por los países occidentales.

Por tanto, China tiene que repensar la “pregunta principal” en sus relaciones exteriores: ¿quiénes son los posibles socios de China ahora y en el futuro, y quiénes son los socios que China no puede atraer?

Las cosas se juntan en grupos y las personas se dividen en grupos. Lo mismo es cierto para los países. Los países con experiencias y aspiraciones similares tienen más probabilidades de establecer relaciones de cooperación duraderas.

Xi Jinping durante la cumbre BRICS. Foto: ALAI.INFO
La unión de los países en desarrollo

En las relaciones internacionales contemporáneas podemos distinguir estas diferencias: los países occidentales frente a los no occidentales, los países desarrollados frente a los países en desarrollo y los países del Norte frente a los países del Sur. Estas son distinciones comunes entre tipos de países, siendo los países desarrollados y los países del Norte en su mayoría países occidentales y los países del Sur y países en desarrollo países no occidentales.

A diferencia de las distinciones entre países desarrollados y países en desarrollo y países del Norte y del Sur, que son de naturaleza económica, las distinciones entre países occidentales y no occidentales apuntan a dimensiones políticas y culturales, lo que implica relaciones de poder globales.

A partir del siglo XIX, el mundo experimentó una “transformación global”: el anterior “mundo pluralista y sin centro” fue desplazado a un sistema global “centro- periferia” altamente interconectado y jerárquico. El “imperialismo” de finales del siglo XIX – y la era revolucionaria de la primera mitad del siglo XX- caracterizaron este orden “centro-periferia”, del cual el Occidente era el centro.

El imperialismo y la globalización desde mediados y finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX fueron dos caras de la misma moneda: el imperialismo vino con la globalización, y la globalización fortaleció al imperialismo, este proceso imperial construyó una “jaula de hierro” para los países en la periferia, de la que era muy difícil escapar.

Los países occidentales eran el centro del sistema global y de este lugar vino primero el imperialismo europeo con su “orden colonial” y posteriormente la hegemonía estadounidense: Al mismo tiempo, muchas de las revoluciones de la época moderna, incluidos los movimientos anticoloniales, tuvieron como objetivo romper esta estructura de poder centro-periferia por desigual e injusta.

En la estructura de poder centro-periferia, los estados del centro impidieron el progreso de los estados periféricos y no pueden, por definición, ofrecer tratos en pie de igualdad con estos estados. La revolución china que dio sus primero pasos en la primera mitad del siglo XX y se consolidó en la segunda mitad de ese siglo tuvo el apoyo y la solidaridad de las fuerzas políticas anticoloniales de la periferia del sistema global.

La red de la Internacional Comunista, en la que participaba el Partido Comunista Chino, formo una alianza con las fuerzas que se oponían al régimen colonizar y opresor de la época; en la guerra contra Japón, los comunistas chinos participaron en la guerra mundial contra el fascismo y continuaron con la lucha antiimperialista exigiendo la abolición de los “derechos” desiguales impuestos por los países occidentales.

Volver a Bandung

Después de la fundación de la República Popular China en 1949, China otorgó gran importancia a la cooperación con los países del «Tercer Mundo» y apoyó el movimiento anticolonial y la construcción soberana de naciones independientes en Asia, África y América Latina.

En la Conferencia de Bandung en 1955 los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica propuestos por China se convirtieron en la base de la Cooperación China con el mundo de la periferia. Con el tiempo esta política favoreció el desarrollo de un círculo virtuoso en las relaciones entre China y los países asiáticos, africanos y latinoamericanos. De hecho, con el apoyo y la cooperación de estos últimos países, China ingresó a las Naciones Unidas en 1971 y se convirtió en miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Paises participantes de la conferencia de Bandung. Foto: El profesor

La solidaridad y asistencia mutua de China con los países asiáticos, africanos y latinoamericanos en su resistencia al dominio colonial y en la construcción nacional es una característica clave del multilateralismo chino. A saber; la prioridad otorgada a la cooperación con los países en desarrollo no occidentales y el respaldo efectivo a la resistencia conjunta contra un orden internacional desigual e injusto.

Con una diplomacia que privilegió a los países en desarrollo no occidentales, China no excluyó las relaciones amistosas y cooperativas con países occidentales desarrollados y otras grandes potencias. En estas interacciones con los países del centro la Republica Popular China siempre considero necesario que sus relaciones con occidente deberían establecerse en condiciones de independencia, igualdad, reciprocidad y sin relaciones de jerarquía en las relaciones internacionales.

Desde la perspectiva de los países del centro, su cooperación con China siempre ha tenido un techo, China no debe desafiar la estructura de poder mundial centrada en los países occidentales. Por tanto, cuando alguna de estas premisas cambie, será muy difícil para China, como país en desarrollo, continuar manteniendo relaciones de cooperación profundas con los países occidentales, especialmente en el campo de la política internacional.

Durante las últimas cuatro décadas, China ha abandonó las diferencias ideológicas y evitó los conflictos con los diferentes sistemas de gobiernos nacionales, y se comprometió a cooperar sin distingos con todos los países, formando gradualmente un patrón de relaciones exteriores en el que “aunque las grandes potencias son clave, la periferia es primordial, los países en desarrollo son fundamentales, y el multilateralismo es una etapa insoslayable”.

Sin embargo, este patrón ha encontrado muchos obstáculos cuando esta llegando “el momento del fin de la globalización”. Es poco probable que el «desacoplamiento» de la economía, la tecnología, el conocimiento y las relaciones políticas iniciado por EE UU

(con la ayuda de otros países occidentales) de un paso atrás. La guerra entre Rusia y Ucrania, provocaran que el “desacoplamiento” se intensifique.

Desde la fundación de la República Popular China, el país ha vivido varios cambios en su política diplomática en respuesta a la situación imperante de cada momento histórico. Primero, fue el enfoque de «una línea, una gran área», más tarde la política de «los tres mundos» y desde 1978 “la reforma y la apertura” que se centró en la cooperación con los países occidentales, todos estos cambios

En este momento de “cambios sin precedentes”, los países occidentales están mostrando intenciones cada vez más fuertes de suprimir a las naciones que sean sus posibles retadores, especialmente después del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Con Ucrania, Estados Unidos y Europa han puesto de manifiesto su decisión de atenazar a los países no occidentales en todos los frentes. Esta deriva se ha convertido en una política estratégica de Occidente en las relaciones internacionales durante mucho tiempo.

China debe estar muy alerta porque las sanciones omnipotentes y las tácticas represivas de Occidente contra Rusia se aplicarán a China en el futuro. Por esta razón, es urgente reexaminar la política anterior de China, ajustar el patrón espacial de sus relaciones exteriores y fortalecer la cooperación con los países en desarrollo no occidentales, para crear un nuevo entorno internacional propicio para salvaguardar la seguridad nacional de China y su desarrollo a largo plazo.

Los tres mundos y los tres anillos

En 1974, Mao Zedong propuso la división de los “tres mundos” e hizo un análisis de los tres tipos de países que había en el mundo y la forma en que China podía interactuar con ellos, siendo los países en desarrollo del “tercer mundo” el objetivo principal de las relaciones de China, como país integrante del “tercer mundo”.

El gobierno y el pueblo chinos apoyaron firmemente la lucha justa de todos los pueblos y naciones oprimidas. La teoría de los «tres mundos» era la expresión política de la experiencia previa del proceso revolucionario. En su diseño se especificó la prioridad espacial de las relaciones exteriores de China. Fue la guía ideológica para la participación de China en la cooperación Sur-Sur, y hoy nos ofrece una fuerte inspiración para que China recomponga esta prioridad en sus actuales relaciones internacionales.

En comparación con el énfasis de cooperación con los países occidentales política aplicada con “la reforma y la apertura”, China ahora tendrá que dar importancia a la promoción de la cooperación Sur-Sur. Por tanto, el desarrollo de los acuerdos estratégicos de China deberá centrarse principalmente en promover la construcción de un nuevo sistema global basado en Asia y la región circundante durante bastante tiempo.

La foto de Mao señala una de las entradas a la Ciudad Prohibida, la vieja residencia de los emperadores chinos. Foto: AFP
Un nuevos sistema internacional en marcha

El resultado final será la formación de un sistema internacional de «tres anillos» que garantice la seguridad y el desarrollo nacional de China:

El primer anillo son los países vecinos de China en Asia Oriental, Asia Central y Medio Oriente. En Asia Oriental, China está conectada por los recursos financieros ha formado una estrecha división del trabajo con los países de esta región. En Asia Central y Medio Oriente estamos conectados con los recursos del mundo. China tiene que depender de los países de esa región para obtener suministro de energía estable y una barrera de seguridad confiable.

El segundo anillo es la gran cantidad de países en desarrollo de Asia, África y América Latina, con los que China intercambia materias primas y productos industriales. La ayuda exterior de China debe dirigirse principalmente a estos países.

El tercer anillo se extiende a los países industrializados tradicionales, principalmente Europa y Estados Unidos, con los que China intercambia productos industriales, tecnología y conocimientos.

Esta estructura de los “tres anillos” se deberá utiliza para priorizar y redirigir los contactos con el exterior y para redefinir la dirección y el contenido de las relaciones internacionales.

La primera clave para la construcción del sistema internacional de los “nuevos tres anillos” está en el “primer anillo”, es decir, los dos lados de Asia: uno es Asia Oriental, la otra es Asia Central y Medio Oriente. Para impulsar aún más el proceso de integración económica en el Este de Asia y fortalecer el vínculo con Asia Central y Medio Oriente, es necesario enriquecer los temas de interacción con los países asiáticos como requisito previo.

En los últimos años, China se ha dedicado a promover la diplomacia económica con otros países y ha promovido fuertemente la integración económica de Asia oriental y la cooperación económica con muchos países asiáticos. El último avance en la integración económica de Asia Oriental nos ha llevado a la construcción de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) que entró en vigor el 1 de enero de 2022.

Sin embargo, los intercambios económicos entre los países de Asia oriental se han visto cada vez más afectados por fuerzas extraterritoriales y factores de seguridad en los últimos años. Las disputas sobre los derechos marítimos en el Mar de China Meridional y la estrategia de “Indo-Pacífico” de EE UU han agregado incertidumbre al proceso de integración económica de Asia Oriental.

China debe salir de su anterior “supremacía del PIB” en las relaciones internacionales, y prestar atención a los problemas políticos y de seguridad. Dicho de otra manera, debemos promover una mayor cooperación en materia de seguridad entre los países asiáticos para evitar que los problemas de Asia sean explotados por fuerzas externas.

Cooperación Sur-Sur un cambio fundamental

La base de las relaciones internacionales para la promoción de “los tres anillos» es la «cooperación Sur-Sur», un viejo concepto que enfatiza la cooperación y el apoyo mutuos entre los países no occidentales Es un concepto que enfatiza la cooperación y el apoyo mutuos entre países no occidentales del tercer mundo

En la segunda mitad del siglo XX, el significado de la cooperación Sur-Sur era más político, ya que los países en desarrollo eran generalmente económicamente subdesarrollados y tecnológicamente débiles, y los intercambios comerciales y tecnológicos entre ellos tenían poco impacto sobre la economía mundial. Sin embargo, ahora, la cooperación Sur-Sur está construyendo una nueva base más realista en el nuevo siglo.

La principal razón es que, en las últimas décadas, los países en desarrollo de Asia, África y América Latina se han convertido en países industrializados o cuasi-industrializados, siguiendo la ola de globalización y “escalando” hacia un nuevo sistema en términos de producción y circulación material global.

La “escalera” original de la globalización construida por Occidente ha perdido fuerza y color. Está naciendo un nuevo sistema global con las siguientes características:

La participación global de los países en desarrollo no es lo que solía ser: en 1980, los países desarrollados representaban el 78,9 por ciento del PIB mundial, mientras que los países en desarrollo representan solo el 21 por ciento. En 2021, la participación de los países desarrollados en el PIB mundial cae al 57,8 %, mientras que la participación de los países en desarrollo aumenta al 42,2 %.

La participación combinada del PIB de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) más Turquía, Corea del Sur e Indonesia en términos de paridad del poder adquisitivo aumenta del 18 % de la economía mundial en 1992 al 37,36 % en 2021, mientras que el los países del G7 disminuyen del 51 por ciento al 44 por ciento en el mismo período.

Los intercambios comerciales y las inversiones mutuas entre los países en desarrollo también se han vuelto fundamentales. El comercio entre China y África aumentó 22,6 veces entre 1997 y 2010, y el comercio con América Latina aumentó 22 veces

En 2021, el comercio China-África y China-América Latina aumentará otras 2 veces y 2,5 veces, respectivamente, en comparación con 2010.El comercio de Brasil con los países árabes se cuadriplicó entre 2003 y 2010, mientras que el comercio con África se quintuplicó hasta un total de 26.000 millones de dólares, una cifra superior a la del comercio de Brasil con socios comerciales tradicionales como Alemania o Japón; en 2019, el comercio de Brasil con los países árabes y África aumentó 0,98 veces y 0,68 veces, respectivamente, en comparación con 2010. Desde 2001, el comercio de India con África ha crecido a una tasa anual promedio de 17,2%, con 2,26 veces más en 2021 que en 2011.

El comercio de India con América Latina y los países de Medio Oriente y África del Norte ha experimentado un crecimiento similar. Tanto el comercio como la inversión mutua entre economías emergentes como India y Brasil también se están acelerando rápidamente, con volúmenes de comercio entre países en desarrollo creciendo más rápido que la tasa de crecimiento promedio mundial, mientras que los intercambios comerciales con países desarrollados continúan disminuyendo y la división del trabajo y la cooperación entre estos países en la producción de bienes primarios e industriales replica el histórico intercambio globalizado de bienes materiales. El comercio de la India con los países de América Latina y Oriente Medio y África del Norte ha experimentado un crecimiento similar.

Tanto el comercio como la inversión mutua entre economías emergentes como India y Brasil también se están acelerando rápidamente, con volúmenes de comercio entre países en desarrollo creciendo más rápido que la tasa de crecimiento promedio mundial, mientras que los intercambios comerciales con países desarrollados continúan disminuyendo.

Diseño de mundo sur

Por otra parte, desde China, Asia ha formado una red de cooperación económica coexistente. Esto se demuestra con lo siguiente.

Primero, en 1980, los países en desarrollo de Asia representaban solo el 12,7 % del PIB mundial, pero en 2010 aumentó al 20,6 % y para 2021 alcanzará el 31,2 %. Para 2020, los 15 miembros de RCEP tendrán una población total de 2270 millones, un PIB de 26 billones de dólares estadounidenses y un total de importaciones y exportaciones de más de 10 billones de dólares estadounidenses, lo que representa alrededor del 30 % del total mundial. HSBC predice que para 2030, la participación global del volumen económico del círculo económico RCEP aumentará al 50%

En segundo lugar, el centro de gravedad del comercio y la inversión mundiales también se ha desplazado hacia Asia. La participación de Asia en el comercio mundial aumentó del 15,7 % en 1980 al 22,2 % en 1990, 27,3 % en 1995, 26,7 % en 2000, 25,6 % en 2001 y aumentó aún más hasta el 36 % del comercio mundial en 2020, convirtiéndose en el principal bloque comercial del mundo

En tercer lugar, el nivel del comercio intra-asiático supera al del comercio extraterritorial. Entre 2001 y 2020, el comercio regional intra-asiático total salta de $3,2 billones a $12,7 billones, con una tasa de crecimiento nominal anual promedio del 7,5%. Durante el mismo período, la participación de Asia en el comercio mundial total aumentó del 25,6 % al 36,0 % y, en 2020, el comercio intrarregional de Asia representó casi el 58,5 % del comercio exterior.

En cuarto lugar, las dos alas de Asia se están convirtiendo económicamente en un mundo, y el flujo de energía del Medio Oriente se ha desplazado de su dirección anterior principalmente a Europa y los Estados Unidos hacia el este y el sur de Asia.

Hasta la fecha, los países en desarrollo han sido parte de un sistema económico global, pero ahora parece evidente que necesitamos una mayor unidad económica y política para lograr un mayor grado de conectividad y una mayor influencia política en el ámbito internacional ante la coerción aplicada por los países occidentales.

En la segunda década del siglo XXI, China se ha convertido en la economía real más grande del mundo, así como en el socio comercial más grande de la mayoría de los países del mundo; la contribución global del sector manufacturero de China es cercana al 30 % en 2021, y es el país que produce la mayor cantidad de bienes materiales en el mundo.

La contribución global de la fabricación de China fue cercana al 30 % en 2021, y como el mayor productor mundial de bienes materiales, desempeñará el papel que desempeñó Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial (en su apogeo, en 1953, Estados Unidos representó alrededor del 28% de la producción industrial mundial).

Lo que China puede y debe hacer es promover activamente la mejora del sistema global de intercambio entre los países en desarrollo como una estrategia global, es decir, realizar verdaderamente una cooperación efectiva Sur-Sur.

Grandes tareas pendientes

Todavía hay deficiencias. Los flujos comerciales actuales y las inversiones mutuas con los países en desarrollo todavía dependen en gran medida de las redes financieras y monetarias proporcionadas por Occidente. Si los países en desarrollo quieren mejorar aún más su autonomía económica y política, y si las economías emergentes quieren ganar una influencia política en el sistema mundial acorde con su tamaño económico, deben romper con su dependencia financiera y monetaria de Occidente.

Por lo tanto, para construir un sistema internacional de “nuevos tres anillos”, es necesario considerar no solo los factores geopolíticos tradicionales, sino también los márgenes monetarios y de información como cuestiones muy importantes. En los últimos años, China ha explorado estos mecanismos mediante el desarrollo de swaps de divisas con algunas economías de los mercados emergentes.

Deberíamos desarrollar un nivel más alto y más amplio de cooperación financiera y monetaria con los países en desarrollo. Con este fin, es necesario hacer un buen uso de algunas plataformas y mecanismos existentes para llevar la cooperación Sur-Sur a un nuevo nivel, incluida la actualización y modernización del ADB y el BRICS Bank, la mejora de un sistema de pago internacional autónomo y controlable; el fortalecimiento de la Organización de Cooperación de Shanghái y la cooperación especialmente financiera entre China-Rusia-India-Irán. También, tenemos que ver a China y a Rusia como países en desarrollo con economías altamente complementarias

El gobierno debe seguir promoviendo la integración económica de Asia Oriental en el marco de «One Belt, One Road», consolidando los logros de la RCEP. También debemos; construir un mercado de energía común en Asia, para que los mercados de compradores de energía en el este y sur de Asia y los mercados de vendedores de energía en el Medio Oriente, Asia Central y Rusia puedan compartir la misma red de comercio y pago de energía; hacer un buen uso del mecanismo de los BRICS, lo que conducirá a la profundización de la cooperación Sur-Sur; y promover la cooperación internacional entre China y Rusia.

Además, deberíamos promover la internacionalización del RMB en el contexto de la diversificación del sistema monetario internacional y la cooperación Sur-Sur, y brindar. Dentro de lo posible, apoyar al estatus del euro mientras se protege contra la hegemonía del dólar estadounidense. para que los mercados de compradores de energía en el este y sur de Asia y los mercados de vendedores de energía en el Medio Oriente, Asia Central y Rusia puedan compartir la misma red de comercio y pago de energía

Hace cien años, los líderes del Partido Comunista Chino propusieron el camino revolucionario de “rodear la ciudad”. En este momento de “cambios sin precedentes”, China y los países en desarrollo necesitan romper el orden centro-periferia del mundo contemporáneo y anular la represión de occidente a los países no occidentales, así como mejorar la solidaridad y la cooperación en las áreas “rurales” globales.

El surgimiento de un nuevo sistema global y la profundización de la cooperación Sur-Sur crearán buenas condiciones para que China ingrese al frente de la economía y la política mundiales, y movilice recursos globales para construir un sistema internacional de «tres anillos», para resolver las presiones de Estados Unidos.

Después de más de 40 años de “reforma y apertura”, China ahora debe ajustar su comprensión de la «apertura» y hacer un nuevo avance en su forma de pensar. Por supuesto, China aún debe tratar de mantener su cooperación con Occidente, y no debe renunciar a estas relaciones siempre y cuando las potencias occidentales no tomen la decisión de ser completamente enemigos de China.

*Artículo publicado originalmente en Observatorio Crisis.

Cheng Wayen profesor de la escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Shanghái.

Por: Anthony Medina Rivas Plata Director de la Escuela Profesional de Ciencia Política y Gobierno UCSM Para DOSSIER GEOPOLITICO

Las tensiones entre China y Estados Unidos por el status de la isla de Taiwán continúan. Beijing acaba de cerrar tres canales diplomáticos para la discusión bilateral de asuntos militares con los Estados Unidos; así como la suspensión temporal de cinco programas de cooperación sobre diversos temas que van desde el cambio climático hasta la lucha antidrogas. Esta es una escalada peligrosa, ya que, como bien sabemos, el potencial de enfrentamientos accidentales aumenta en ausencia de una línea de comunicación directa entre las Fuerzas Armadas de ambos bandos.

La diplomacia es, por excelencia, un juego de garrotes y zanahorias (‘carrots and sticks’) en donde puedes pelearte con la mano derecha mientras sigues negociando con la izquierda. Si, de un lado, los líderes militares estadounidenses han insinuado que existen otros canales de comunicación abiertos con sus pares chinos; al mismo tiempo el delegado para asuntos climáticos de los EE.UU., el ex senador y ex candidato presidencial John Kerry, criticó a China por suspender sus conversaciones climáticas bilaterales. Ciertamente, no se han logrado grandes avances en las discusiones chino-estadounidenses sobre cambio climático debido a que ambos países son las dos principales economías del mundo, con lo que tienen pocos incentivos para reducir sus emisiones frente a sus necesidades de seguir promoviendo el crecimiento industrial al interior. Sin embargo, eso no exime a los actores políticos de esforzarse por mantener el tono de la conversación para evitar que esta siga cayendo por una pendiente, como efectivamente viene ocurriendo ahora. Más aún, Estados Unidos continúa ejerciendo presión diplomática en la principal zona de interés de China, el Pacífico Asiático; con el objetivo de buscar nuevos socios para el aumento de la cooperación económica en el corto plazo, y probablemente de la militar en el mediano y largo.

Actualmente, Estados Unidos viene promoviendo una nueva iniciativa en el Pacífico:  La llamada ‘Ley de Embajadas de las Islas del Pacífico’, acaba de ser recientemente presentada con apoyo de los dos principales partidos (Demócratas y Republicanos) tanto en la Cámara de Representantes (Diputados) como en el Senado; estando prevista su aprobación para finales de este año. Este proyecto de Ley permitirá abrir nuevas embajadas en tres estados insulares (Vanuatu, Kiribati y Tonga) que anteriormente manejaban sus relaciones con los Estados Unidos a través de su embajada en Islas Fiji. Cabe señalar que si bien el presidente Joe Biden planea organizar una cumbre de líderes de las Islas del Pacífico en la Casa Blanca en septiembre con el objetivo de reforzar sus vínculos diplomáticos; sigue siendo muy notoria la ventaja que todavía tiene la República Popular China negociando con estos países debido a su mayor cercanía geográfica y cultural.

Del lado chino, también hay varios movimientos a considerar. Esta semana, China finalizó oficialmente sus ejercicios militares con fuego real en el Estrecho de Taiwán; a la vez que su Oficina de Asuntos de Taiwán (un despacho dependiente de la Cancillería china) acaba de emitir un ‘Libro Blanco’ que enfatiza la necesidad de una ‘reunificación pacífica’ con la isla, al tiempo que se reserva el derecho a usar la fuerza de ser necesario. Después de ver los intentos de Beijing por disuadir la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, vale la pena discutir las razones por las cuales China aún no ha invadido Taiwán, al igual que las posibilidades de que esto pueda ocurrir en el corto o mediano plazo.

En primer lugar, señalar que tanto en China como en Taiwán todavía hay corrientes de opinión favorables a una reunificación pacífica, es decir, sin un conflicto armado de por medio. Sin embargo, el mayor acceso de los taiwaneses a fuentes informativas y redes sociales occidentales, ha generado una fuerte corriente contraria al gobierno comunista en Beijing, especialmente luego de los últimos disturbios en Hong Kong; una zona que también posee un sistema económico especial dentro del territorio continental chino. Los dirigentes del Partido Comunista señalan que el público taiwanés ha sido engañado por su partido de gobierno, el Partido Democrático Progresista (PDP), así como por la propaganda norteamericana; a la vez que no hay consenso sobre la credibilidad de las encuestas internas debido a que estas son criticadas por los diversos partidos políticos de la isla de acuerdo a su posición frente a una eventual reunificación o independencia. En ese sentido, el partido histórico que fundó la República de China en la isla de Taiwán, el Kuomintang, en los últimos años ha sido abiertamente favorable a una reunificación pacífica, con lo que se ha convertido en uno de los principales partidos de oposición el día de hoy. Otro punto a considerar es que, más allá de cuestiones de opinión pública, la invasión de una isla es una tarea que requiere de una logística militar sumamente compleja. A pesar de la cercanía entre las costas de China y Taiwán (130 km. entre los dos puntos más próximos del Estrecho) los riesgos que acompañarían a una eventual invasión son muy altos. China no ha librado una guerra real en 43 años, desde su fallida invasión de Vietnam en el año 1979; y aunque ha logrado modernizar exitosamente a su Ejército Popular de Liberación, su poder aeronaval sigue siendo pequeño comparativamente si los Estados Unidos deciden salir a defender a Taiwán. De otro lado, es evidente que la principal hipótesis de conflicto militar en Taiwán consiste en una invasión anfibia proveniente desde el continente; por lo que se han venido preparando para esta eventualidad prácticamente desde la fundación de la República de China en 1949.

Hay muchas dudas a ambos lados del Océano Pacífico sobre los alcances que puede tener una invasión china de Taiwán. Existen facciones dentro de la intelectualidad y las fuerzas armadas chinas que consideran que invadir Taiwán podría poner fin a la presencia estadounidense en el Mar del Sur de China; mientras que en los Estados Unidos no hay certeza sobre si el gobierno estaría dispuesto a ir a la guerra con China para defender a Taiwán, especialmente de cara a sus actuales prioridades en el escenario ucraniano. Al mismo tiempo, en círculos diplomáticos chinos hay la preocupación de que un ataque militar a Taiwán pueda poner en riesgo la imagen de ‘crecimiento pacífico’ que quieren proyectar en el continente asiático; generando presiones para un rearme japonés auspiciado por los Estados Unidos. La interdependencia económica también limita las posibilidades de una guerra, debido a los altos niveles de cooperación tecnológica existentes entre empresas taiwanesas de alta tecnología y las grandes factorías del sur de China.

Finalmente, y quizás lo más importante a considerar, es el riesgo político que trae cualquier intervención militar. Si el gobierno de Beijing fracasa al momento de invadir Taiwán (sea por la resistencia taiwanesa o por evitar una escalada nuclear con los Estados Unidos), evidentemente se producirían amplias protestas en todo el país contra la actual dirigencia del Partido Comunista, y en particular contra su presidente, Xi Jinping. Dado que China ha venido promoviendo en los últimos años la idea de que una intervención militar sería rápida y poco costosa; la frustración popular sería muy grande al ver incumplida dicha promesa, por lo que podrían producirse protestas como nunca antes vistas desde la época de la masacre de Tiananmen de 1989.

Por Heinz Dieterich 2.8.2022 Autorizado por el autor para su publicacion en Dossier Geopolitico

1. De facto Declaración de Guerra

La incursión cuasi-militar de la multimillonaria Nancy Pelosi, tercera funcionaria más importante del sistema político estadunidense y uno de los personajes imperialistas más peligrosas del mundo, a la provincia china de Taiwán, acompañada por una delegación parlamentaria y protegida por fuerzas militares navales y aéreas estadunidenses; su declaración pro-secesionista de la isla en Taipei y el Taiwan Democracy Defense Lend-Lease Act”, introducido al Congreso estadunidense el 29 de julio, constituyen, en conjunto, una de facto declaración de Guerra contra el Partido Comunista de China (PCCh) y el desconocimiento de la soberanía y territorialidad integral de la Nación.

2. La Respuesta de China

La respuesta del Reino del Medio (Zhōngguó) a la provocación será asimétrica con medidas económicas, diplomáticas y militares, entre otras, que se implementarán en el teatro de operaciones en el momento que China escoja. La sabiduría del “Arte de la Guerra” de Sun Tzu, las múltiples lecciones de la Primera Guerra moderna del Siglo 21 en Ucrania y el profundo conocimiento de la estrategia imperial estadunidense para provocar conflictos bélicos en cualquier lugar del mundo, guiarán la mente de los planificadores chinos.

3. Fabricación del Pretexto de Guerra

El patrón (algoritmo) de fabricación de las guerras de agresión que el Imperio ha utilizado a través de toda su historia, es una combinación de medidas de asfixia económica, amenazas de agresión armada, campañas mediáticas mundiales de mentiras y guerra psicológica y la participación militar indirecta vía el suministro masivo de armamento. De particular importancia en ese patrón de agresiones bélicas son los Lend-Lease Acts (Leyes de Préstamo y Arriendo), que marcan el punto de intervención militar directa en un conflicto, manteniéndose la ficción de la neutralidad de Washington. Este umbral cualitativo, que generalmente es la entrada militar a la guerra real, se está cruzando actualmente en el Congreso de Estados Unidos con la introducción del “Taiwan Democracy Defense Lend-Lease Act”.

4. Lend-Lease, Segunda Guerra Mundial, Taiwán y Ucrania

El algoritmo de fabricación de guerras, donde Washington aparece como víctima de una agresión exterior, fue usado de manera destacada por Franklin D. Roosevelt para iniciar la guerra contra Japón en el Indo-Pacífico, provocando el ataque japonés a la colonia estadunidense de Hawai (Pearl Harbor, 1941), y para entrar en la Guerra del Atlántico contra el eje fascista, mediante la Ley de Préstamo y Arrendamiento para Gran Bretaña y Francia.

El actual proyecto bipartidista de ley Lend-Lease para Taiwan, diseñado en contubernio entre la imperialista clase política estadunidense y el neocolonial régimen secesionista de Tsai Ing-wen en Taipei, con el fin de avanzar la secesión de la isla de la República Popular China, viola los tres acuerdos básicos de la relación bilateral China-Estados Unidos y el principio de “una sola China”. Es modelado en nombre y redacción según la «Ley de Préstamo y Arrendamiento de Defensa de la Democracia de Ucrania», que fue aprobada por el Senado estadunidense el 6 de abril, 2022 y promulgada por Biden en mayo, después de ser ratificado por el Congreso por mayoría abrumadora.

Nadie debe equivocarse. En el actual contexto de agresión mundial de Washington contra las dos superpotencias nucleares China y Rusia los Lend-Lease Acts son auténticas declaraciones fácticas de guerra.

5. Destruir al Partido Comunista de China

La actual agresión de Washington contra China es apenas un eslabón más en la interminable cadena de intentos imperialistas de destruir al PCCh y la República Popular China.

Cuando esos intentos subversivos fracasaron, por ejemplo, en Tibet, Xinjiang y Hongkong, la gran esperanza destructor de Occidente radicaba en que las reformas de economía de mercado y coexistencia pacífica con Occidente (“opening up and reform”), introducidas después de la muerte de Mao, hicieran colapsar al “socialismo con características chinas” y su vanguardia conductora, el Partido Comunista.

Con la elección de Xi Jinping como líder del proceso, nuevamente esa estratagema contrarrevolucionaria basada en la economía política de la Escuela de Austria y Milton Friedman, terminó en el basurero de la historia. La respuesta imperialista, dada por el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, Barack Obama, fue el enfrentamiento estratégico con China vía su «Pivot to East Asia» política, en el año 2012. Es decir, el cambio del centro de gravitación de la política exterior gringa desde el Atlántico hacia el Indo-Pacífico.

Cuando China neutralizó esa nueva estratagema desestabilizadora, Donald Trump continuó la agresión de Obama lanzando la campaña de destrucción económica y difamación propagandística permanente de China. La batalla de las narrativas globales sobre la supuesta alternativa existencial entre las “democracias” burguesas del mundo y las autocracias.

Perdidas las elecciones presidenciales del 2020 y fracasado el intento de golpe de Estado de Trump, el 6 de enero, 2021, Trump publicó el 15 de enero, 2021documentos clasificados, que confirmaron la decisión de Washington de mantener la hegemonía sobre su neo-colonia en Taipéi. El «Marco Estratégico de los Estados Unidos para el Indo-Pacífico» (U.S. Strategic Framework for the Indo-Pacific), originalmente sujeto a desclasificación solo en 2042, estipula que Washington debería evitar que China gane superioridad marítima o aérea dentro del primer gran perímetro de defensa estratégica del Indo-Pacífico, conocido como “the first island chain” (la «primera cadena de islas).

Bueno, sucede que Taiwán está situado en el punto central de ese perímetro de defensa, es decir, es de importancia estratégica crítica para la defensa de China. Ahí está la razón de la incursión cuasi-militar de Pelosi y de la de facto Declaración de Guerra de Washington.

6. Hacia la Derrota Final

El Imperialismo Atlántico, compuesto por el imperialismo anglo-americano y el sub-imperialismo de la Unión Europea (US + UE), ha sido derrotado contundentemente en Ucrania, por la guerra defensiva de Rusia. Con la agresión en Taiwán Washington demuestra, que no ha aprendido nada de sus derrotas militares en Corea, Vietnam, Siria, Afganistán y Ucrania. Ya está cruzando las líneas rojas de los intereses estratégicos de seguridad nacional de una segunda superpotencia nuclear: China.

Y no escucha la sabia advertencia del presidente Xi Jinping. Quién juega con fuego, perecerá quemado – Wanhuo bi zifen (玩火必自焚): “If you play with fire, you will surely perish by it.”

Especial de Detrás de la Razon sobre Taiwan Pelosi EEUU/CHINA

Programa que conduce Roberto de la Madrid junto a destacados expertos Eduardo Luque de España Carlos Santa Cruz desde México y a partir del minuto 58 participó el Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele…fue un  programa en vivo con mas de 6800 espectadores interactuando a cuatro horas que se difunde por You Tube ya supera las 27.000 visitas..

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con la noticia -dulcificada por la prensa- de que EEUU HA ENTRADO EN RECESIÓN, a la que califica de quiebre importante mientras aborda las causas de la misma, que también arrastran a Europa a un laberinto sin salida y con sus economías en un estado desastroso. También analiza en profundidad las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 del ejército ruso en estos días, con la posible participación de China y en una clara demostración de fuerza, con la que Moscú está controlando todos los escenarios posibles de conflictividad.

RECESION en USA

Un despliegue impresionante de efectivos y armamento en la zona fronteriza norte de Siberia y en las islas Kuriles, a pesar de las protestas de Japón, donde va a implementar un nuevo control de buques militares sobre su mar territorial de la ruta del Ártico, que quedará vedada a los barcos de la OTAN. Lo que viene a refrendar a Putin sobre el poderío militar ruso, cuando dijo que “la guerra de Ucrania aún no ha comenzado” y en la que solo ha utilizado el 10% de su capacidad bélica, aunque ya haya destruido su fuerza aérea y su flota naval y reduciéndolo a un estado fallido.

También nos habla de la visita del canciller Lavrov a África, alcanzando fuertes acuerdos y evidenciando un cambio de posicionamiento de la mayoría de los estados africanos hacia el mundo euroasiático. Lo que ha encendido las alarmas en el viejo continente, que va perdiendo allí su influencia económica y que junto a la menguante provisión de gas ruso, constituyen para su desesperación, el fin de sus dos principales fuentes de recursos y energía, históricamente baratas y supuestamente inagotables.

Además, Pereyra Mele nos explica las reuniones de Lavrov con las potencias energéticas del Golfo Pérsico, como Arabia Saudita y Emiratos, que se han comprometido con cotas y cupos de producción petrolera, algo que no favorece a los intereses europeos ni norteamericanos, por más que la prensa occidental exagere algunos supuestos éxitos en ese terreno del presidente francés. Y analiza además los entretelones del pacto para la exportación de granos, entre Ucrania y Rusia y articulado por Turquía.

Y finaliza su columna resumiendo que ha sido una semana de verdadera movilización y de realineamientos geopolíticos internacionales por parte del sur global, en detrimento del poderío norteamericano, cada vez más visible, más elocuente y más demostrable. Dando lugar a una realidad de cambio sistémico y dando forma a un nuevo bloque que exige a sus miembros que sean soberanos absolutos y libres del dominio anglosajón.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

En este Distrito Militar del Este de la Federación Rusa se realizarán las grandes maniobras militares Vostok 2022 entre Agosto y Septiembre próximo

Las mega organizaciones euroasiáticas y sus respectivos proyectos ahora están convergiendo a una velocidad récord, con un polo global muy por delante del otro.

La  Guerra de los Corredores Económicos  ahora está avanzando a toda velocidad, con el primer flujo de carga de mercancías que cambia el juego desde Rusia a la India a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC)  ya en vigor .

Muy pocos, tanto en el este como en el oeste, son conscientes de cómo esto se ha estado gestando durante mucho tiempo: el acuerdo Rusia-Irán-India para implementar una ruta comercial euroasiática más corta y económica a través del Mar Caspio (en comparación con el Canal de Suez) , se firmó por primera vez en 2000, en la era anterior al 11 de septiembre.

El INSTC en modo operativo completo señala un poderoso sello distintivo de la integración euroasiática, junto con la Iniciativa Belt and Road (BRI), la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), la Unión Económica Euroasiática (EAEU) y, por último, pero no menos importante, lo que describí como “ Oleoductoistan ” hace dos décadas.

Caspio es clave

Veamos por primera vez cómo interactúan estos vectores.

La génesis de la aceleración actual se encuentra en la reciente visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Ashgabat, la capital de Turkmenistán, para la VI  Cumbre del Caspio. Este evento no solo llevó la asociación estratégica Rusia-Irán en evolución a un nivel más profundo, sino que, de manera crucial, los cinco estados ribereños del Mar Caspio acordaron que  no  se permitirán buques de guerra o bases de la OTAN en el sitio.

Eso esencialmente configura el Caspio como un lago ruso virtual y, en un sentido menor, iraní, sin comprometer los intereses de los tres «stans», Azerbaiyán, Kazajstán y Turkmenistán. A todos los efectos prácticos, Moscú ha reforzado un poco su control sobre Asia Central.

Como el Mar Caspio está conectado con el Mar Negro por canales construidos por la antigua URSS frente al Volga, Moscú siempre puede contar con una armada de reserva de pequeñas embarcaciones, invariablemente equipadas con poderosos misiles, que pueden ser transferidas al Mar Negro en poco tiempo. si es necesario.

Los vínculos comerciales y financieros más fuertes con Irán ahora avanzan en conjunto con la unión de los tres «stans» a la matriz rusa. La república rica en gas de Turkmenistán, por su parte, ha sido históricamente idiosincrásica, además de destinar la mayor parte de sus exportaciones a China.

Bajo un nuevo líder posiblemente más pragmático, el presidente Serdar Berdimuhamedow, Ashgabat eventualmente puede optar por convertirse en miembro de la SCO y/o la EAEU.

El estado del litoral del Caspio, Azerbaiyán, por otro lado, presenta un caso complejo: un productor de petróleo y gas en la mira de la Unión Europea (UE) para convertirse en un proveedor de energía alternativa para Rusia, aunque esto no sucederá en el corto plazo.

La conexión de Asia Occidental

La política exterior de Irán bajo el presidente Ebrahim Raisi está claramente en una trayectoria euroasiática y del sur global. Teherán se incorporará formalmente a la OCS como miembro de pleno derecho en la próxima cumbre en Samarcanda en septiembre, mientras que presentó su solicitud formal para unirse a los  BRICS  .

Purnima Anand, directora del Foro Internacional BRICS, ha  declarado  que Turquía, Arabia Saudita y Egipto también están muy interesados ​​en unirse a BRICS. Si eso sucediera, para 2024 podríamos estar en camino a un poderoso centro de Asia occidental y el norte de África firmemente instalado dentro de una de las instituciones clave del mundo multipolar.

Mientras  Putin se dirige a Teherán la  próxima semana para conversaciones trilaterales entre Rusia, Irán y Turquía, aparentemente sobre Siria, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, seguramente mencionará el tema de los BRICS.

Teherán está operando en dos vectores paralelos. En caso de que se reviva el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), una posibilidad bastante remota tal como está, considerando los últimos  chanchullos  en Viena y Doha, eso representaría una victoria táctica. Sin embargo, moverse hacia Eurasia está en un  nivel estratégico completamente nuevo  .

En el marco del INSTC, Irán hará el máximo uso del puerto geoestratégicamente crucial de Bandar Abbas, a caballo entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, en la encrucijada de Asia, África y el subcontinente indio.

Sin embargo, por mucho que se presente como una gran victoria diplomática, está claro que Teherán no podrá hacer un uso completo de la membresía BRICS si las sanciones occidentales, especialmente las estadounidenses, no se levantan por completo.

Los oleoductos y los “stans”

Se puede hacer un argumento convincente de que Rusia y China podrían eventualmente llenar el vacío tecnológico occidental en el proceso de desarrollo iraní. Pero hay mucho más que plataformas como INSTC, EAEU e incluso BRICS pueden lograr.

A lo largo de “Pipelineistan”, la Guerra de los Corredores Económicos se vuelve aún más compleja. La propaganda occidental simplemente no puede admitir que Azerbaiyán, Argelia, Libia, los aliados de Rusia en la OPEP e incluso Kazajstán no están exactamente interesados ​​en aumentar su producción de petróleo para ayudar a  Europa.

Kazajstán es un caso complicado: es el mayor productor de petróleo de Asia Central y está destinado a ser un importante proveedor de gas natural, justo después de Rusia y Turkmenistán. Más de 250 campos de petróleo y gas son operados en Kazajstán por 104 empresas, incluidos gigantes energéticos occidentales como Chevron, Total, ExxonMobil y Royal Dutch Shell.

Mientras que las exportaciones de petróleo, gas natural y productos derivados del petróleo comprenden el 57 por ciento de las exportaciones de Kazajstán, el gas natural es responsable del 85 por ciento del presupuesto de Turkmenistán (con el 80 por ciento de las exportaciones comprometidas con China). Curiosamente, Galkynysh es el segundo campo de gas más grande del planeta.

Comparado con los otros “stans”, Azerbaiyán es un productor relativamente menor (a pesar de que el petróleo representa el 86 por ciento de sus exportaciones totales) y básicamente una nación de tránsito. Las aspiraciones de súper riqueza de Bakú se centran en el Corredor de Gas del Sur, que incluye nada menos que tres gasoductos: Bakú-Tbilisi-Erzurum (BTE); el gasoducto trans anatolio de gas natural impulsado por Turquía (TANAP); y el Transadriático (TAP).

El problema con este festival de siglas (BTE, TANAP, TAP) es que todos necesitan una inversión extranjera masiva para aumentar la capacidad, de la que la UE carece lamentablemente porque cada euro está comprometido por eurócratas de Bruselas no elegidos para «apoyar» el agujero negro que es Ucrania. . Los mismos problemas financieros se aplican a un posible Oleoducto Trans-Caspio que vincularía aún más tanto a TANAP como a TAP.

En la Guerra de los Corredores Económicos – el capítulo “Pipelineistan” – un aspecto crucial es que la mayoría de las exportaciones de petróleo kazajo a la UE pasan por Rusia, a través del Caspian Pipeline Consortium (CPC). Como alternativa, los europeos están pensando en una ruta de transporte internacional transcarpiana todavía confusa, también conocida como el Corredor Medio (Kazajstán-Turkmenistán-Azerbaiyán-Georgia-Turquía). Lo discutieron activamente en Bruselas el mes pasado.

La conclusión es que Rusia mantiene el control total del tablero de ajedrez del oleoducto de Eurasia (y ni siquiera estamos hablando de los oleoductos Power of Siberia 1 y 2 operados por Gazprom que conducen a China).

Los ejecutivos de Gazprom saben muy bien que un rápido aumento de las exportaciones de energía a la UE está fuera de discusión. También tienen en cuenta la Convención de Teherán, que ayuda a prevenir y controlar la contaminación y mantener la integridad ambiental del Mar Caspio, firmada por los cinco miembros del litoral.

Rompiendo BRI en Rusia

China, por su parte, confía en que una de sus principales pesadillas estratégicas eventualmente desaparezca. El notorio “ escape de Malaca ” se materializará, en cooperación con Rusia, a través de la Ruta del Mar del Norte, que acortará el corredor comercial y de conectividad desde el este de Asia hasta el norte de Europa de 11.200 millas náuticas a solo 6.500 millas náuticas. Llámalo el gemelo polar del INSTC.

Esto también explica por qué Rusia ha estado ocupada construyendo una gran variedad de rompehielos de última generación.

Entonces, aquí tenemos una interconexión de New Silk Roads (el INSTC procede en paralelo con BRI y EAEU), Pipelineistán y la Ruta del Mar del Norte en el camino para cambiar completamente la dominación comercial occidental.

Por supuesto, los chinos lo tenían planeado desde hace bastante tiempo. El primer Libro Blanco sobre la política ártica de China, en enero de 2018, ya mostraba cómo Pekín pretende, “junto con otros estados” (es decir, Rusia), implementar rutas comerciales marítimas en el Ártico en el marco de la Ruta de la Seda Polar.

Y como un reloj, Putin posteriormente confirmó que la Ruta del Mar del Norte debería interactuar y complementar la Ruta de la Seda Marítima de China.

La cooperación económica entre Rusia y China está evolucionando en tantos niveles complejos y convergentes que simplemente hacer un seguimiento de todo es una experiencia vertiginosa.

Un análisis más detallado revelará algunos de los puntos más finos, por ejemplo, cómo interactúan BRI y SCO, y cómo los proyectos BRI tendrán que adaptarse a las consecuencias embriagadoras de la Operación Z de Moscú en Ucrania, con más énfasis en el desarrollo de Asia Central y Occidental. pasillos

Siempre es crucial considerar que uno de los objetivos estratégicos clave de Washington en la implacable guerra híbrida contra Rusia siempre fue romper los corredores BRI que atraviesan el territorio ruso.

Tal como está, es importante darse cuenta de que docenas de proyectos BRI en la industria y la inversión y la cooperación interregional transfronteriza terminarán consolidando el concepto ruso de la Asociación de la Gran Eurasia, que esencialmente gira en torno al establecimiento de una cooperación multilateral con una amplia gama de naciones pertenecientes a organizaciones como EAEU, SCO, BRICS y ASEAN.

Bienvenido al nuevo mantra euroasiático: hacer corredores económicos, no guerras.

Tucídides no era chino

Por Hernan Longoni Zona Militar

Mucho se ha especulado y se especula con la expansión China, haciendo una analogía con la guerra fría de antaño, teorizando si la situación actual es un camino hacia una forma de confrontación similar. Desde Fukuyama en su despertar fallido a la nueva era (o el fin de los tiempos), pasando por Friedman, Huntington y tantos otros, todos teóricos occidentales con una visión empañada, no sólo por la postura político filosófica occidental, sino imbuidos de un chauvinismo norteamericano, que no se resigna a abandonar su rol de hegemón y de “policía del mundo” ante una “sino-visión” que parece, por el momento, abstraerse en dominar su espacio, su región y su entorno, sin entretenerse en una proyección ideológica (algo novedoso para potencias en expansión global) pero reflotando “viejas políticas para nuevas soluciones”.

Sin saberlo o sin proponérselo al menos en su discurso estratégico, China parece estar encaminándose a sustituir a una potencia en repliegue. ¿Será la “trampa de Tucídides” el inevitable destino de esta situación?

I.- Introducción: Tres comidas diarias

En una conferencia dada en la Universidad de la Defensa Nacional, en 2017 (a la que asistimos como estudiantes de la FADENA en ese entonces), un General del Ejército Revolucionario del Pueblo, preguntado que fue por asistentes a dicho encuentro acerca de si China tiene una visión de expansión militar del tipo convencional (la llamada “guerra fría”) el militar respondió que las autoridades chinas se despiertan cada día con una sola cosa en mente, esto es darle tres comidas diarias a una población de casi mil cuatrocientos millones de personas.-

Toda una revelación incluso para los entendidos expertos presentes en la sala, que esperaban definiciones acerca del control oceánico; de la poderosa marina de guerra y mercante; de la proyección de soft power global del Beijing y de un poderío militar que, a estarnos a lo que definió el militar extranjero, es un respaldo para evitar ser interferido en esta visión puramente comercial del mundo.-[1]

China no busca conquistas sino mercados y sostener los “cinco principios de coexistencia pacífica” ponderados por, por ejemplo, el Embajador LI GUOXING[2].-

“Consecuentemente en los últimos 35 años China ha experimentado una profundísima transformación. El gigante asiático ha cambiado la economía planificada por el mercado y ha pasado de ser un país rural y aislado a convertirse en el principal exportador y el mayor mercado turístico del mundo. Este proceso ha sido de tal magnitud que Eugenio Bregolat, tres veces embajador de España en China, lo ha calificado como la “Segunda Revolución China”[3].-

“Un grave error, a la hora de intentar comprender al pueblo chino, es analizarlo con los mismos parámetros de la cultura occidental, tal y como nosotros mismos nos veríamos reflejados en un espejo. En China no recibieron la influencia de las civilizaciones griega, romana y cristiana, pilares sobre los que se levanta lo que se denomina como Occidente. La influencia de la cultura estadounidense, en forma de modas, comenzó a penetrar en China a finales del siglo XX. La cultura del pueblo, la forma de ser o pensar y las costumbres, tienen muy poco en común con las presunciones que sobre «el otro» tiene un occidental”[4].-

II.- Viejas políticas para nuevas soluciones

Parecería evidente que las posturas geopolíticas Chinas de estas últimas tres décadas (al menos) han reflotado postulados de vieja data, al menos en cuanto a lo comercial. La forma de ver el mapa global y cómo aprovechar y distribuir recursos y sobre todo tácticas con miras a una dominación que podemos desdoblar en: 1) autoconservación; 2) negación de espacios.-

El “pivote del  mundo” sigue siendo la gran isla de Europa. Pierda cuidado, no nos desorientamos, China está en Asia… pero ¿acaso el mundo no ha cambiado lo suficiente como para que la isla de Europa (La madre Rusia, digámoslo de una vez) se haya desplazado hacia oriente?

El mar del norte, ahora navegable casi todo el año, la decadencia de EEUU y por ende de Japón entre otros factores, son razones físicas y políticas que favorecen este corrimiento.-

Condiciones geopolíticas y geográficas advertidas por dos teóricos clásicos en el mundo de su época, cuyos postulados, con adaptaciones y matices, parece estar siendo aprovechado y aplicado por China.-

Podemos advertir un rasgo coincidente entre la postura de Sir Harold Mackinder y de Alfred Mahan (que de ellos hablamos): ambos elaboran sus postulados desde la cima del poder de sus respectivos países, evidenciando de este modo la proyección geoestratégica de sus potencias.-

Mahan (marino de profesión), establece la necesidad de mantener una flota de guerra y una marina mercante lo suficientemente poderosa como para someter cualquier potencia que se le oponga.-

Lo hace en plena expansión industrial estadounidense, postulando la proyección de la potencia desde el mar. Propugna para ello elementos que considera para sostener o intentar esta supremacía “proyectada desde el mar”. Estos son: fuerte comercio exterior; fuerte marina mercante y poderosa armada, bases en todo el globo para reaprovisionamiento y apoyo, territorios coloniales.-

El que domine las rutas comerciales dominará el comercio, la riqueza, y a su través el mundo.-

Mackinder, geógrafo y escritor, elabora su teoría desde una influencia geográfica innegable, afirmando que el avance de dicha ciencia y el relevamiento científico del mundo  -este conocimiento total de su cartografía- hará que se produzca una especie de cierre, en el que cada potencia se posicione respecto de lo que él llama “la isla del mundo”, haciendo énfasis en el “heartland” (eurasia), caracterizándose como una suerte de núcleo duro -protegido por países periféricos que sirven de “amortiguadores” que protegen a ese heartland. Este pivote del mundo es la llave del dominio mundial.-

Es entonces posible, para nosotros, afirmar que mientras Mahan propone dominar el mundo desde los mares, para Mackinder (para quien esta conexión oceánica es un mero accidente), ese dominio proviene del dominio de eurasia.-

La situación de perenne inestabilidad regional en la zona de oriente medio, Afganistán, India, Pakistán, etc. (en resumen: la periferia de Eurasia) por un lado, y la exorbitante supremacía naval norteamericana parecen ser consecuencia de estas posturas que han tenido vigencia secular.-

El período que va desde 1991 a 2001 ha sido de una marcada unipolaridad, en la que por diferentes razones (el ejemplo Afgano se nos aparece como la verdadera y última, toda vez que tácticamente esta y otras regiones enmarcan la periferia del heartland). EEUU se vio enfrascado en conflictos de los llamados asimétricos o irregulares, o de lucha contra el terrorismo -consecuencia del 11S-.-

A la sombra -si se nos permite el giro literario- de ello, un conglomerado de estados ha sabido gestar una unión comercial, de asistencia y ayuda (que no podemos catalogar de alianza, pero que va hacia ello), se trata de la “Organización de Cooperación de Shangai”, formada por Rusia, China, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán, establecida en 2001. (estos últimos cinco estados surgidos como una de las consecuencias del desmembramiento de la URSS).-

Mas que a la sombra, en el caso de China podríamos decir que aprovechando la distracción norteamericana, enfrascada en pasear su política tradicional de demostración de poder militar.-

Esta región, de la mano de China y Rusia, tiene el mas que determinante agregado ahora de la India y Pakistán, ostenta el 45% de la población mundial el entre el 19 y el 21% del PIB mundial (según la fuente).-

El marco del aparente desmembramiento de Europa occidental (o al menos, pongamos “el marco del Brexit”) no es un dato menor a la hora de valorar este fenómeno de cooperación eurasiática así como no lo es ahora la retirada norteamericana de Afganistán y la guerra de Ucrania.-

El lanzamiento de una ruta comercial propugnada por el premier chino Xi Jinping (que afectará a 65 países, que contienen el 55% del PIB y el 75% de las reservas energéticas del mundo) mas que contradecir las teorías de Mackinder y Mahan parecerían darle nuevo valor, toda vez que el Heartland cobra nueva relevancia, no solo regional sino mundial, y que el comercio, una marina mercante (concepto que podemos aggiornar a este ferrocarril intracontinental), la globalización China con asientos estratégicos en varios lugares claves del globo, aparecen como elementos basamentales de esta -por ahora- alianza de cooperación y comercio, que en esta primera década y media de existencia aparece -además- como un contrapeso de la OTAN, corriendo el foco de la multipolaridad a una nueva multi-bipolaridad incipiente.-[5]

III.- Nixon ganó la guerra fría

En unas Jornadas, organizadas en 2019 por la Escuela Superior de Guerra Aérea (Argentina), uno de los disertantes instaló un postulado original y -al menos para mí- sorprendente: Nixon ganó la guerra fría. No su política exterior, ni su proyección en -por ejemplo- el sudeste asiático (de todos modos fallida), sino él, en forma personal[6].-

La idea se basaba en el apoyo que su administración le había dado a China, para poner una suerte  de cuña entre los dos gigantes comunistas: Rusia y China.-

Pudo mas mi curiosidad, y en medio de un auditorio repleto de expertos en defensa pregunté si en ese análisis no se había olvidado de: Henry Kissinger, la política exterior de Deng Xiaoping, la gestión de la diplomacia de Reagan (años después con la carrera espacial y la “guerra de las galaxias” que forzaron las arcas rusas ya exhaustas) y un pequeño accidente nuclear producido en la ciudad ucraniana de Pripyat en 1986…

Como fuere, quizá hayan sido todas esas cosas en conjunto las que llevaron a EEUU (y no específicamente a Nixon) a “ganar” la guerra fría, pero parece surgir con claridad que son esos mismos factores los que están llevando a China a opacar al hegemón tradicional apenas 50 años después.-

Como se ha dicho, Esteban Actis y Nicolás Creus (2018) citan al académico chino Minxin Pei, quien sostiene que “la era de la posguerra fría parece haber finalizado en noviembre de 2016 con el triunfo de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos”. En este mismo sentido, también rescata las palabras de Walter Russell Mead, quien afirma “que Estados Unidos ha decidido empezar una «segunda Guerra Fría» al poner todos sus esfuerzos en contener la influencia de China en el plano global””.-[7][8]

Pero esta situación de “guerra” (fría o no) parece ser asumida sólo por EEUU, limitándose (si cabe el término) China a la creación de un cinturón de contención (concepto de la estrategia global británica de otros tiempos) encarnado en su “collar de perlas» y en su poderoso “Ejército de liberación nacional”, el que pese a su poderío no parece estar dispuesto a  estrenar a menos que sufra una provocación directa.-

IV.- El viejo Tucídides saluda desde el pasado

Graham Allison[9] se ha preguntado recientemente si este país y los Estados Unidos podrán escapar a la trampa de Tucídides. El autor de “La guerra del Peloponeso” (Tucídides) aclara que Esparta comenzó la guerra con Atenas «porque temía que los atenienses se hicieran más poderosos, al ver que la mayor parte de Hellas se encontraba bajo el control de Atenas».-

De allí que se deduzca que el ascenso de una potencia produce la disputa y el enfrentamiento polemial con la potencia en decadencia.-

De la lectura de diferentes fuentes puede colegirse que China no está interesada en una confrontación bélica con los EEUU.-

En tal sentido -y brevitatis causae- conviene citar a Odd Arne Westad, quien hace una lectura de China que compartimos, al advertir que es mas nacionalista que internacionalista (pese a su marcada tendencia realista en su política exterior) contradiciendo incluso a Huntington al afirmar que la diferente cosmovisión china respecto de la rusa hace que aquella no esté en camino a generar un “choque de civilizaciones”[10].-

Si bien es difícil acceder a las políticas chinas en el marco de la defensa, una breve inspección a su industria y a su despliegue permite advertir que su planeamiento pareciera estar orientado a las capacidades, descartando el ya obsoleto método de las hipótesis de conflicto, toda vez que el mentado “collar de perlas” observa el doble efecto de “encerrar” a Japón y Corea dando frente a la cadena de bases norteamericanas, cosa que se incrementó como respuesta a la reubicación de la 7ma flota norteamericana.-

Es decir una táctica reactiva, tendiente a sostener una estrategia mayor, definida en la protección de su zona de confort: Asia.-

V.- Todo concluye al fin

Ya sea que nos estemos acercando a una era de cambio de hegemón, y que ello traiga consigo una confrontación polemial o una decadencia de EEUU; que lo dicho provenga de un estado de tensión en el anárquico sistema internacional, o que se produzca por un ahogamiento comercial por parte de China -se nos antoja un paralelismo con la situación de la URSS en 1991, sin dejar de mencionar el funcional papel de Gorbachov en todo aquel asunto- todo parece indicar que el cambio de era se ha iniciado, y que la globalización favorece y entorpece a la vez dicho proceso, debido a la interdependencia interestadual que conlleva.-

Al decir del Cnel (Re) Justino Bertotto (FADENA/UNDEF), la única forma de conocer el futuro es dejar que acontezca. Sin embargo es destacable que en todo este turbulento cambio de era hay algo novedoso y esto es que salvo que se nos oculte con una astucia inusitada la verdad, la intención china es la de darle de comer tres comidas diarias a casi 1400 millones de personas, sin interferir en terceros estados en el plano político, imponiendo ideologías, formas de estado, formas de gobierno, gobiernos ni implantar políticas en terceros, logrando asegurarse los recursos necesarios para sostener su nivel de producción generando mercados.-

En definidas cuentas, como suele pasar, el tiempo dirá.-

Referencias

Embajador Li Guoxing – https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45114/1/elsuenochino_es.pdf

“Revista de Relaciones internacionales”

Bregolat, Eugenio (2007). La segunda revolución china. Barcelona: Destino.

POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Por FRANCISCO JAVIER ALAMEDA DIONISIO

A defesa nacional; “Da Royal Navy do seculo XIX a US Navy do seculo XXI, Adolfo Koutoudjian, 2016

Mario y Miguel Otero (2015). “¿Qué podemos esperar de la nueva Ruta de la Seda y del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderados por China?”, Análisis Real Instituto Elcano.-

Actis, Esteban & Creus, Nicolás (2018). “América Latina en la nueva bipolaridad emergente”, en Nueva Sociedad. Democracia y Política en América Latina, Santiago de Chile.-

Allison, Graham (2017). Destined for war. Can America and China escape Thucydides’s trap? Nueva York: Houghton Mifflin Harcourt.-

Westad, Odd Arne (2019). “The sources of chinese conduct. Are Washington and Beijing fighting a new Cold War?”, en Foreign Affairs, Vol. 98, Nº 5, septoembre-octubre. Washington DC: Council of Foreign Relations.-

[1]              Ustedes necesitarían vivir en China para comprender a los chinos – Embajador Li Guoxing – https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45114/1/elsuenochino_es.pdf

[2]

                https://www.iri.edu.ar/revistas/revista_dvd/revistas/R2/R2EST01.html “Revista de Relaciones internacionales”

[3]             Bregolat, Eugenio (2007). La segunda revolución china. Barcelona: Destino.

[4]    POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Por FRANCISCO JAVIER ALAMEDA DIONISIO

[5]    Ver Esteban, Mario y Miguel Otero (2015). “¿Qué podemos esperar de la nueva Ruta de la Seda y del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderados por China?”, Análisis Real Instituto Elcano.-

[6]    Jornadas de Liderazgo, ESGA, Argentina, 2019.-

[7]    Las otras fuentes de la conducta china en política exterior y defensa. Sergio Eissa, pag 215.-

[8]    Actis, Esteban & Creus, Nicolás (2018). “América Latina en la nueva bipolaridad emergente”, en Nueva Sociedad. Democracia y Política en América Latina, Santiago de Chile (Recuperado el 11 de agosto de 2019 de https://nuso. org/articulo/america-latina-en-la-nueva-bipolaridad-emergente/)

[9]    Allison, Graham (2017). Destined for war. Can America and China escape Thucydides’s trap? Nueva York: Houghton Mifflin Harcourt. Citado por Sergio Eissa, op. Cit.-

[10]  Westad, Odd Arne (2019). “The sources of chinese conduct. Are Washington and Beijing fighting a new Cold War?”, en Foreign Affairs, Vol. 98, Nº 5, septiembre-octubre. Washington DC: Council of Foreign Relations.-

Fuente Zona Militar: https://www.zona-militar.com/2022/07/09/tucidides-no-era-chino/#_ftn4

Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma nos confirma que estamos ante UN CHOQUE DE REALIDADES por el cambio copernicano global que está variando al mundo de posición y de sistema. Un choque de lo Nuevo contra lo Viejo, tal cual él mismo lo viene planteando desde 2005, y que confirma a los BRICS junto al G20, como los bloques más importantes que disputan el futuro del sistema mundo.

También analiza la tremenda capacidad de Occidente de recrear mitos y leyendas falsas, como las enfermedades de Putin, … “ese muerto que goza de muy buena salud.”  Y nos explica los éxitos contundentes del Ministro Ruso de Exteriores, Lavrov en la última reunión del G20, a pesar del intento de la prensa por vender la falsedad que había sido aislado y ninguneado. Cuándo en realidad evitó que se impusiera una actitud negativa para aislar a Rusia. Un CHOQUE DE REALIDAD para sorpresa y desesperación del núcleo duro del G7, que ante semejante fracaso, se negó infantilmente a la foto de familia y al consenso para un comunicado final.

Aunque lo más importante del G20 -nos explica- fue la reunión de cinco horas entre los cancilleres de China y EEUU y dónde el secretario de estado norteamericano tuvo que oír una severa advertencia, y con una dureza poco habitual de la paciente diplomacia china, que consolida las recientes declaraciones de Putin en San Petersburgo en ese sentido.

Todo ello en la misma semana en que, para disgusto de Occidente, se supo de los acuerdos para la nueva ruta desde Irán hasta el Mar Báltico y que avanza la nueva propuesta euroasiática para suplantar el sistema Swift. 

Luego, Carlos aborda las contradicciones de Occidente, con sus palabras a futuro sin ninguna realidad actual ni para los próximos años. También nos dice que Estados Unidos ha emprendido su huida hacia delante mientras intenta balcanizar a Europa con una alianza entre Inglaterra, Polonia, Ucrania y los estados bálticos, para crear un nuevo sistema defensivo por fuera de la OTAN y de la Unión Europea. Una Comunidad que, en su deriva y tras el Brexit, confirma ser el mayor fracaso del neoliberalismo financiero del siglo. Además de cargar con una extendida estructura de corrupción y tráfico de influencias, como el caso de Uber, que de tratarse de una democracia real, habría hecho caer a varios gobiernos.

Finalmente se pregunta ¿De qué G7 hablamos? Luego  la renuncia de Johnson y Draghi. Y con Macrón, Scholz y Sánchez en la cuerda floja. Lo que demuestra la debilidad de un Occidente sin objetivos claros y concretos y que solo se escuda en que Rusia y Putin son culpables de todo.

Por lo tanto, EL CHOQUE DE REALIDADES ya está vigente  y avanza sobre un bloque anglosajón desnudo, aturdido, confundido, con masas de zombis desinformados y en un fuerte proceso de desintegración interna.

Eduardo Bonugli (Madrid, 17/07/22)

De Boris Johnson
G7 a G6
Mario Draghi de G6 a G5

El Suicide Spectacular Summer Show, actualmente en pantalla en toda Europa, procede con toda su indumentaria. Pepe Escobar  13 de julio

The Suicide Spectacular Summer Show (serie de TV estadounidense de drama adolescente y suspenso), actualmente en pantalla en toda Europa, avanza con toda su gala, para asombro de prácticamente todo el Sur Global: una nueva versión de mala calidad, despertó a Gotterdammerung (ópera de Wagner) , con la grandeza wagneriana reemplazada por twerking (Perreo, estilo de baile de origen estadounidense, que puede ser rápido y agresivo o lento).

Los emperadores romanos decadentes al menos exhibieron cierto grado de patetismo. 

Aquí nos enfrentamos a una mezcla tóxica de arrogancia, mediocridad aborrecible, engaño, pensamiento de oveja ideológico crudo y absoluta irracionalidad que se revuelca en la carga del hombre blanco fango racista / supremacista: todos los síntomas de una profunda enfermedad del alma.

Llamarlo el Biden-Leyen-Blinken West o algo así sería demasiado reduccionista: después de todo, estos son políticos/funcionarios insignificantes que simplemente repiten órdenes como loros. Este es un proceso histórico: degeneración cognitiva física, psíquica y moral incrustada en la desesperación manifiesta de la OTAN por tratar de contener a Eurasia, lo que permite bocetos tragicómicos ocasionales, como una cumbre de la OTAN que proclama la guerra Woke contra prácticamente todo el mundo no occidental.

Entonces, cuando el presidente Putin se dirige al Occidente colectivo  frente a los líderes de la Duma y los jefes de los partidos políticos, se siente como un cometa golpeando un planeta inerte. Ni siquiera es un caso de «perdido en la traducción». “Ellos” simplemente no están equipados para conseguirlo.

La parte «Aún no has visto nada» se formuló al menos para que la entendieran incluso los tontos:

“Hoy escuchamos que quieren derrotarnos en el campo de batalla, bueno, qué puedo decir, que lo intenten. Hemos escuchado muchas veces que Occidente quiere luchar contra nosotros hasta el último ucraniano; esta es una tragedia para el pueblo ucraniano. Pero parece que todo está llegando a esto. Pero todos deberían saber que, en general, todavía no hemos comenzado nada”.

Hecho. En la Operación Z, Rusia está utilizando una fracción de su potencial militar, recursos y armas de última generación.

Entonces llegamos al camino más probable a seguir en el teatro de guerra:

“No rechazamos las negociaciones de paz, pero aquellos que se niegan deben saber que cuanto más se prolongue, más difícil será para ellos negociar con nosotros”.

Al igual que en el dial del dolor, se incrementará, de manera lenta pero segura, en todos los frentes.

Sin embargo, el meollo del asunto ya se había dicho antes en el discurso: “aumentar el nivel del dolor” se aplica de hecho al desmantelamiento de todo el edificio del “orden internacional basado en reglas”. El mundo geopolítico ha cambiado para siempre.

Aquí está el pasaje posiblemente clave:

“Deberían haber entendido que ya han perdido desde el comienzo mismo de nuestra operación militar especial, porque su comienzo significa el comienzo de una ruptura radical del Orden Mundial a la manera estadounidense. Este es el comienzo de la transición del egocentrismo estadounidense liberal-globalista a un mundo verdaderamente multipolar, un mundo basado no en reglas egoístas inventadas por alguien para sí mismo, detrás de las cuales no hay nada más que el deseo de hegemonía, no en hipócritas dobles raseros, sino en el derecho internacional, en la verdadera soberanía de los pueblos y civilizaciones, en su voluntad de vivir su destino histórico, sus valores y tradiciones y construir la cooperación sobre la base de la democracia, la justicia y la igualdad. Y debemos entender que este proceso ya no se puede detener”.

Conoce la trifecta

Se puede argumentar que Putin y el Consejo de Seguridad de Rusia están implementando una trifecta táctica que ha reducido al Occidente colectivo a un grupo amorfo de gallinas biológicas sin cabeza.

La trifecta mezcla la promesa de negociaciones, pero solo cuando se consideran los constantes avances de Rusia sobre el terreno en Novorossiya; el hecho de que el “aislamiento” global de Rusia ha demostrado en la práctica que no tiene sentido; y ajustando el indicador de dolor más visible de todos: la dependencia de Europa de la energía rusa.

La razón principal del fracaso rotundo y gráfico de la cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Bali es que el G7, o la OTAN, más la colonia estadounidense de Japón, no pudo obligar a los BRICS ni a los principales actores del Sur Global a aislar, sancionar y/o demonizar a Rusia.

Por el contrario: múltiples interpolaciones fuera del G20 explican aún más la integración en toda Eurasia. Aquí están algunos ejemplos.

El primer tránsito de productos rusos a la India a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) ya está en vigor, cruzando Eurasia desde Mumbai (India) hasta el Báltico a través de los puertos iraníes (Chabahar o Bandar Abbas), el Mar Caspio y el sur y centro de Rusia . Fundamentalmente, la ruta es más corta y económica que pasar por el Canal de Suez.

Paralelamente, el titular del Banco Central de Irán, Ali Salehabadi, confirmó que se firmó un memorándum de cooperación interbancaria entre Teherán y Moscú.

Eso significa una alternativa viable a SWIFT y una consecuencia directa de la solicitud de Irán para convertirse en miembro pleno de BRICS, anunciada en la reciente cumbre en Beijing. Los BRICS, desde 2014, cuando se fundó el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), han estado ocupados construyendo su propia infraestructura financiera, incluida la creación en un futuro cercano de una moneda de reserva única. Como parte del proceso, la armonización de los sistemas bancarios ruso e iraní es inevitable.

Irán también está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) en la próxima cumbre en Samarcanda en septiembre.

Paralelamente, Rusia y Kazajstán están consolidando su asociación estratégica: Kazajstán es un miembro clave de BRI, EAEU y SCO.

India se acerca aún más a Rusia en todo el espectro del comercio, incluida la energía.

Y el próximo martes, Teherán será el escenario de un crucial encuentro cara a cara entre Putin y Erdogan.

¿Aislamiento? ¿En serio?

En el frente energético, es solo verano, pero la paranoia demente ya está causando estragos en múltiples latitudes de la UE, especialmente en Alemania. El alivio cómico lo proporciona el hecho de que Gazprom siempre puede señalar a Berlín que los eventuales problemas de suministro en Nord Stream 1, después del regreso inesperado de esa notoria turbina reparada de Canadá, siempre se pueden resolver implementando Nord Stream 2.

Como todo el European Suicide Spectacular Summer Show no es más que una tortura autoinfligida de mal gusto ordenada por His Master’s Voice, la única pregunta seria es qué nivel de dolor obligará a Berlín a sentarse y negociar en nombre de los intereses industriales y sociales legítimos de Alemania.

La rudeza y la caída serán la norma. El ministro de Relaciones Exteriores, Lavrov, lo resumió todo al comentar sobre los Ministros del Oeste del Colectivo Declinante que adoptaron poses como mocosos infantiles en Bali para evitar ser vistos con él: eso dependía de “su comprensión de los protocolos y la cortesía”.

Eso es diplo-charla para «montón de idiotas». O peor aún: bárbaros culturales, ya que ni siquiera fueron capaces de respetar a los anfitriones indonesios hipereducados, que aborrecen la confrontación.

Lavrov prefirió ensalzar el trabajo ruso-chino “conjuntamente estratégico y constructivo” frente a un Occidente muy agresivo. Y eso nos lleva a la principal obra maestra del juego de sombras en Bali, completa con varias capas de niebla geopolítica.

Los medios chinos, siempre coqueteando con lo opaco, trataron de poner su rostro más valiente al describir la reunión de más de 5 horas  entre el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi y el Secretario Blinken como “constructiva”.

Lo que es fascinante aquí es que los chinos terminaron dejando escapar algo crucial para colarse en el borrador final de su informe, obviamente aprobado por los poderes fácticos.

Lu Xiang, de la Academia China de Ciencias Sociales, revisó lecturas anteriores, especialmente de «Yoda» Yang Jiechi que convertía rutinariamente a Jake Sullivan en pato asado, y enfatizó que esta vez las «advertencias» de Wang a los estadounidenses fueron «las más severas en términos de redacción».

Ese es el código diplo para «Es mejor que te cuides»: Wang le dice a Little Blinkie: «Solo mira lo que hicieron los rusos cuando perdieron la paciencia con tus payasadas».

La expresión “callejón sin salida” fue recurrente durante la reunión de Wang-Blinken. Entonces, al final, el Global Times tuvo que decir las cosas como realmente son: «Las dos partes están cerca de un enfrentamiento».

“Showdown” es lo que el fanático de End of Days y aspirante a Tony Soprano Mike Pompeo está predicando fervientemente desde su púlpito de odio, mientras que el combo detrás del senil “líder del mundo libre” que literalmente lee teleprompters trabaja activamente para el colapso de la UE, en más formas que una.

El combo en el poder en Washington en realidad “apoya” la unificación de Gran Bretaña, Polonia, Ucrania y los Tres Enanos Bálticos como una alianza separada de la OTAN/UE, con el objetivo de “fortalecer el potencial de defensa”. Esa es la posición oficial del Embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Julian Smith.

Así que el verdadero objetivo imperial es dividir la ya destrozada UE en pedazos de mini sindicatos, todos ellos bastante frágiles y evidentemente más “manejables”, como los eurócratas de Bruselas, cegados por una mediocridad sin límites, obviamente no lo ven venir.

Lo que el Sur Global está comprando

Putin siempre deja muy claro que la decisión de lanzar la Operación Z, como una especie de «operación policial y de armas combinadas» preventiva, como la define Andrei Martyanov, fue cuidadosamente calculada, considerando una serie de vectores materiales y sociopsicológicos.

La estrategia angloamericana, por su parte, apunta a una sola obsesión: al diablo con cualquier posible reformulación del actual “orden internacional basado en reglas”. No se prohíben retenciones para garantizar la perpetuidad de esta orden. De hecho, esto es Totalen Krieg , que presenta varias capas híbridas y es bastante preocupante, con solo unos segundos para la medianoche.

Y ahí está el problema. Desolation Row se está convirtiendo rápidamente en Desperation Row, ya que se muestra que toda la matriz rusofóbica está desnuda, desprovista de cualquier potencia de fuego ideológica, e incluso financiera, adicional para «ganar», además de enviar una colección de HIMARS a un agujero negro.

Geopolítica y geoeconómicamente, Rusia y China están en proceso de comerse vivo a la OTAN, en más de un sentido. Aquí , por ejemplo, hay una hoja de ruta sintética de cómo Beijing abordará la próxima etapa de desarrollo de alta calidad a través de la mejora industrial impulsada por el capital, centrada en la optimización de las cadenas de suministro, la sustitución de importaciones de tecnologías duras y los «campeones invisibles» de la industria. .

Si el Occidente colectivo está cegado por la rusofobia, el éxito del gobierno del Partido Comunista Chino, que en cuestión de unas pocas décadas mejoró la vida de más personas que nadie, en cualquier momento de la historia, los vuelve completamente locos.

A lo largo de la atalaya Rusia-China, no ha tardado mucho en llegar. BRI fue lanzado por Xi Jinping en 2013. Después de Maidán en 2014, Putin lanzó la Unión Económica de Eurasia (EAEU) en 2015. Crucialmente, en mayo de 2015, una declaración conjunta Rusia-China selló la cooperación entre BRI y EAEU, con un papel importante asignado a la OCS.

Una integración más estrecha avanzó a través del foro de San Petersburgo en 2016 y el foro BRI en 2017. El objetivo general: crear un nuevo orden en Asia y en toda Eurasia, de acuerdo con el derecho internacional, manteniendo las estrategias de desarrollo individuales de cada país involucrado y respetando su soberanía nacional.

Eso, en esencia, es lo que está comprando la mayor parte del Sur Global. Es como si hubiera un entendimiento instintivo transfronterizo de que Rusia-China, contra todo pronóstico y enfrentando serios desafíos, procediendo por ensayo y error, están a la vanguardia del Choque de lo Nuevo, mientras que el Occidente colectivo, desnudo, aturdido y confundido, sus masas completamente zombificadas, es succionada por la vorágine de la desintegración psicológica, moral y material.

No hay duda de que el dial del dolor aumentará, en más de un sentido.

Ministro de RREE Chino Wang Yi y Secretario de Estado de USA Blinken

¡EL SUR GLOBAL RENACE!

Es el titular del análisis del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, donde resalta el enfrentamiento entre los BRICS vs. la OTAN-G7 que marca una extraordinaria situación global, muy por encima del conflicto de Ucrania y con cambios sistémicos nunca antes vistos. Algo que quedó demostrado en las últimas cumbres del BRICS, del G7 y de la OTAN, el brazo armado del atlantismo norteamericano.

También puntualiza cómo los BRICS están reformulando el mundo con normas y reglas claras y respetuosas del derecho interno de cada nación. Y destaca el nuevo sistema de pago ruso MIR y la canasta de monedas de reserva internacional propia. Junto a proyectos regionales de nuevos sistemas logísticos, económicos, tecnológicos e industriales. Y lo refrenda con una larga lista de acuerdos internacionales en marcha, entre una multitud de organismos de todo rango, y con corredores internacionales de transporte y comunicación, que unen a Eurasia con Europa, con África y, por vía marítima, con Suramérica.

Y señala que el SUR GLOBAL está saliendo del estado de sumisión y dominio al que fue expuesto y humillado durante siglos por el colonialismo anglosajón. Y que enfrente está el jaqueado G7 o el “7 contra el mundo” y su “comunidad internacional”, con apenas 30 países que ignoran a Asia, a África y a Latinoamérica. Mientras que la Unión Europea está fuera de control, gobernada de forma opaca por un puñado de burócratas del poder económico, que avasalla las legislaciones internas y las soberanías de los estados.

Nos dice además, que se han ido por la borda los privilegios europeos de la energía abundante y barata que fueron la clave de su desarrollo. Que a pesar de la pobreza en aumento, no tendrá ningún plan Marshall. También de la trampa que sufre con el gas neón y de que no tiene suficiente infraestructura para recibir el gas norteamericano licuado. Mientras que la llamada “Guerra Fría 2” impuesta por Occidente, utiliza y sacrifica a sus aliados solo para mantener las potestades de Estados Unidos. Tal cual ocurre con Ucrania. Un horizonte más desolador aún, por la certeza de que en 2030, Rusia será el principal proveedor de petróleo de China e India.

Y que frente a semejante pérdida de poder y por el temor a que se consolide, el Atlantismo quiere frenar los cambios con el recurso último de la guerra. Y que en esa desesperación, existe la tentación de provocar el uso de armas nucleares y el exterminio masivo de la población.

Así, Pereyra Mele concluye su columna afirmando que con el resurgir del Sur Global y el avance imparable de los Brics, se evidencia el derrumbe del imperio anglosajón, mientras que EL OCCIDENTE HA PERDIDO EL CARRO DE LA HISTORIA.

Eduardo Bonugli (Madrid, 03/07/22)

Es importante destacar y observando el Mapa que el 90% de los Paises del mundo NO han sancionado a Rusia