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Entrevistado por el Periodista. Santafesino Luis Moro para su programa “Punto de Partida”, de Cablevideo Digital. El Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele en el cual dialogamos y analizamos: La guerra en #ucrania y los cambios en el escenario mundial – Los bloques hegemónicos mundiales y el escenario de guerra – Conflicto en Ucrania: oportunidades para #latinoamerica – El escenario bélico en Ucrania marca la ruptura de la hegemonía de la OTAN y sus aliados – La llamada «tercera guerra» es un quiebre que podría favorecer a Argentina y Latinoamérica – No se puede entender la política interna, sin comprender el paraguas de la geopolítica que la cubre. Es un ejercicio irreal. – Dossier Geopolítico está conformado por profesionales de las relaciones internacionales, la Defensa, la Seguridad. – El objetivo de Dossier Geopolítico es enriquecer un nuevo espacio de conocimiento Geopolítico. Argentina tiene un desafío importante para aprovechar sus capacidades en este contexto geopolítico mundial

Frente a las recetas distópicas del «occidente liberal» donde la financiarización ha mercantilizado la vida misma, convirtiendo hasta lo inmaterial en mercancía destruyendo la comunidad, el Heartland nos propone restaurar los conceptos de Armonía y Comunidad

LA SEGUNDA LLEGADA DEL HEARTLAND Por Pepe Escobar 14 de agosto

Es tentador visualizar la abrumadora debacle colectiva de Occidente como un cohete, más rápido que la caída libre, que se sumerge en la vorágine del vacío negro del colapso sociopolítico completo.

El fin de su historia resulta ser un proceso histórico de avance rápido que tiene ramificaciones asombrosas: mucho más profundas que las meras «élites» autoproclamadas, a través de sus mensajeros, que dictan una distopía diseñada por la austeridad y la financiarización: lo que eligieron marcar como un Gran Reinicio y luego, interviniendo en un gran error, La Gran Narrativa .

La financiarización de todo significa la mercantilización total de la vida misma. En su último libro, No-Cosas: Quiebras del Mundo de Hoy (en español, sin traducción al inglés aún), el principal filósofo contemporáneo alemán (Byung-Chul Han, que resulta ser coreano), analiza cómo el capitalismo de la información, a diferencia del capitalismo industrial, convierte también lo inmaterial en mercancía: “La vida misma adquiere la forma de mercancía (…) desaparece la diferencia entre cultura y comercio. Las instituciones de cultura se presentan como marcas rentables”.

La consecuencia más tóxica es que “la comercialización y mercantilización total de la cultura tuvo el efecto de destruir la comunidad (…) La comunidad como mercancía es el fin de la comunidad”.

La política exterior de China bajo Xi Jinping propone la idea de una comunidad de destino de la humanidad , esencialmente un proyecto geopolítico y geoeconómico. Sin embargo, China aún no ha acumulado suficiente poder blando para traducir eso culturalmente y seducir a grandes sectores del mundo: eso preocupa especialmente a Occidente, para quien la cultura, la historia y las filosofías chinas son prácticamente incompresibles.

En Asia Interior, donde me encuentro ahora, un pasado glorioso revivido puede ofrecer otros ejemplos de “comunidad compartida”. Un ejemplo brillante es la necrópolis de Shaki Zinda en Samarcanda.

Afrasiab, el antiguo asentamiento anterior a Samarcanda, había sido destruido por las hordas de Genghis Khan en 1221. El único edificio que se conservaba era el santuario principal de la ciudad: Shaki Zinda.

Mucho más tarde, a mediados del siglo XV , el astrónomo estrella Ulugh Beg, él mismo nieto del “Conquistador del Mundo” turco-mongol Timur, desató nada menos que un Renacimiento Cultural: convocó a arquitectos y artesanos de todos los rincones de Timurid. imperio y el mundo islámico para trabajar en lo que se convirtió en un laboratorio artístico creativo de facto.

La Avenida de las 44 Tumbas en Shaki Zinda representa a los maestros de diferentes escuelas creando armoniosamente una síntesis única de estilos en la arquitectura islámica.

La decoración más notable en Shaki Zinda son las estalactitas, colgadas en grupos en las partes superiores de los nichos del portal. Un viajero de principios del siglo XVIII las describió como “magníficas estalactitas, que cuelgan como estrellas sobre el mausoleo, dejan en claro la eternidad del cielo y nuestra fragilidad”. Las estalactitas en el siglo XV se llamaban “muqarnas”: eso significa, en sentido figurado, “cielo estrellado”.

El cielo protector (comunitario)

El complejo Shaki Zinda se encuentra ahora en el centro de un esfuerzo deliberado por parte del gobierno de Uzbekistán para restaurar Samarcanda a su antigua gloria. La pieza central, los conceptos transhistóricos son la «armonía» y la «comunidad», y eso va mucho más allá del Islam.

Cómo agudo contraste, el inestimable Alastair Crooke ha ilustrado la muerte del eurocentrismo aludiendo a Lewis Carroll y Yeats: sólo a través del espejo podemos ver los contornos completos del escabroso espectáculo de auto obsesión narcisista y autojustificación que ofrece “el peor”, todavía tan “lleno de intensidad apasionada”, como lo describe Yeats.

Y sin embargo, a diferencia de Yeats, los mejores ahora no “carecen de toda convicción”. Puede que sean pocos, condenados al ostracismo por la cultura de la cancelación, pero sí ven a la “bestia áspera, su hora ha llegado por fin, encorvada hacia…” Bruselas (no Jerusalén) “para nacer”.

Este grupo no elegido de mediocridades insufribles, desde von der Leyden y Borrell hasta ese trozo de madera noruego Stoltenberg, puede soñar que viven en la era anterior a 1914, cuando Europa estaba en el centro político…

…Sin embargo, ahora no sólo “el centro no aguanta” (Yeats), sino que la Europa infestada de eurócratas ha sido definitivamente engullida por la vorágine, un remanso político irrelevante que coquetea seriamente con la reversión al estatus del siglo XII .

Los aspectos físicos de la Caída (austeridad, inflación, ausencia de duchas calientes, congelación hasta la muerte para apoyar a los neonazis en Kiev) han sido precedidos, y no es necesario aplicar imágenes cristianizadas, por los fuegos de azufre y azufre de una Caída Espiritual.

A los amos trasatlánticos de esos loros haciéndose pasar por “élites” nunca se les ocurrió ninguna idea para vender al Sur Global centrada en la armonía y mucho menos en la “comunidad”.

Lo que venden, a través de su narrativa unánime, en realidad su versión de «We Are the World», son variaciones de «no tendrás nada y serás feliz». Peor aún: tendrás que pagarlo muy caro. Y no tienes derecho a soñar con ninguna trascendencia, independientemente de si eres un seguidor de Rumi, el Tao, el chamanismo o el Profeta Mahoma.

Las tropas de choque más visibles de este neo-nihilismo occidental reduccionista, oscurecido por la niebla de la «igualdad», los «derechos humanos» y la «democracia», son los matones que se están desnazizando rápidamente en Ucrania, luciendo sus tatuajes y pentagramas.

El amanecer de una nueva Ilustración

El Show de Autojustificación Colectiva de Occidente organizado para borrar su suicidio ritualizado no ofrece ningún indicio de trascender el sacrificio implícito en un seppuku ceremonial. Todo lo que hacen es revolcarse en la firme negativa a admitir que podrían estar gravemente equivocados.

¿Cómo se atrevería alguien a ridiculizar el conjunto de “valores” derivados de la Ilustración? Si no te postras frente a este brillante altar cultural, no eres más que un bárbaro listo para ser calumniado, castigado por la ley, cancelado, perseguido, sancionado y, HIMARS al rescate, bombardeado.

Todavía no tenemos un Tintoretto post-Tik Tok para representar el colectivo West revolcándose en las cámaras dantescas del infierno pop. Lo que sí tenemos, y debemos soportar, día tras día, es la batalla cinética entre su “Gran Narrativa”, o narraciones, y la pura y simple realidad. Su obsesión con la necesidad de que la realidad virtual siempre “gane” es patológica: después de todo, la única actividad en la que sobresalen es la fabricación de realidades falsas. Lástima que Baudrillard y Umberto Eco ya no estén entre nosotros para desenmascarar sus cursilerías.

¿Hace eso alguna diferencia en vastas franjas de Eurasia? Por supuesto que no. Solo necesitamos mantenernos al día con la vertiginosa sucesión de reuniones bilaterales, acuerdos e interacción progresiva de BRI, SCO, EAEU, BRICS+ y otras organizaciones multilaterales para tener una idea de cómo se está configurando el nuevo sistema mundial.

En Samarcanda, rodeado de ejemplos fascinantes del arte timúrida junto con un auge del desarrollo que recuerda el milagro del este asiático de principios de la década de 1990, es fácil:

Ver cómo el corazón del Heartland está de regreso con una venganza, y está destinado a despachar el Occidente afligido por pleonexia al pantano de la Irrelevancia.

Los dejo con una puesta de sol psicodélica frente al Registan, en el filo de la navaja de…

un nuevo tipo de Ilustración que está conduciendo al Heartland hacia una versión basada en la realidad de Shangri-La, privilegiando la armonía, la tolerancia y, sobre todo, el sentido de comunidad. .

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con la noticia -dulcificada por la prensa- de que EEUU HA ENTRADO EN RECESIÓN, a la que califica de quiebre importante mientras aborda las causas de la misma, que también arrastran a Europa a un laberinto sin salida y con sus economías en un estado desastroso. También analiza en profundidad las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 del ejército ruso en estos días, con la posible participación de China y en una clara demostración de fuerza, con la que Moscú está controlando todos los escenarios posibles de conflictividad.

RECESION en USA

Un despliegue impresionante de efectivos y armamento en la zona fronteriza norte de Siberia y en las islas Kuriles, a pesar de las protestas de Japón, donde va a implementar un nuevo control de buques militares sobre su mar territorial de la ruta del Ártico, que quedará vedada a los barcos de la OTAN. Lo que viene a refrendar a Putin sobre el poderío militar ruso, cuando dijo que “la guerra de Ucrania aún no ha comenzado” y en la que solo ha utilizado el 10% de su capacidad bélica, aunque ya haya destruido su fuerza aérea y su flota naval y reduciéndolo a un estado fallido.

También nos habla de la visita del canciller Lavrov a África, alcanzando fuertes acuerdos y evidenciando un cambio de posicionamiento de la mayoría de los estados africanos hacia el mundo euroasiático. Lo que ha encendido las alarmas en el viejo continente, que va perdiendo allí su influencia económica y que junto a la menguante provisión de gas ruso, constituyen para su desesperación, el fin de sus dos principales fuentes de recursos y energía, históricamente baratas y supuestamente inagotables.

Además, Pereyra Mele nos explica las reuniones de Lavrov con las potencias energéticas del Golfo Pérsico, como Arabia Saudita y Emiratos, que se han comprometido con cotas y cupos de producción petrolera, algo que no favorece a los intereses europeos ni norteamericanos, por más que la prensa occidental exagere algunos supuestos éxitos en ese terreno del presidente francés. Y analiza además los entretelones del pacto para la exportación de granos, entre Ucrania y Rusia y articulado por Turquía.

Y finaliza su columna resumiendo que ha sido una semana de verdadera movilización y de realineamientos geopolíticos internacionales por parte del sur global, en detrimento del poderío norteamericano, cada vez más visible, más elocuente y más demostrable. Dando lugar a una realidad de cambio sistémico y dando forma a un nuevo bloque que exige a sus miembros que sean soberanos absolutos y libres del dominio anglosajón.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

En este Distrito Militar del Este de la Federación Rusa se realizarán las grandes maniobras militares Vostok 2022 entre Agosto y Septiembre próximo

Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma nos confirma que estamos ante UN CHOQUE DE REALIDADES por el cambio copernicano global que está variando al mundo de posición y de sistema. Un choque de lo Nuevo contra lo Viejo, tal cual él mismo lo viene planteando desde 2005, y que confirma a los BRICS junto al G20, como los bloques más importantes que disputan el futuro del sistema mundo.

También analiza la tremenda capacidad de Occidente de recrear mitos y leyendas falsas, como las enfermedades de Putin, … “ese muerto que goza de muy buena salud.”  Y nos explica los éxitos contundentes del Ministro Ruso de Exteriores, Lavrov en la última reunión del G20, a pesar del intento de la prensa por vender la falsedad que había sido aislado y ninguneado. Cuándo en realidad evitó que se impusiera una actitud negativa para aislar a Rusia. Un CHOQUE DE REALIDAD para sorpresa y desesperación del núcleo duro del G7, que ante semejante fracaso, se negó infantilmente a la foto de familia y al consenso para un comunicado final.

Aunque lo más importante del G20 -nos explica- fue la reunión de cinco horas entre los cancilleres de China y EEUU y dónde el secretario de estado norteamericano tuvo que oír una severa advertencia, y con una dureza poco habitual de la paciente diplomacia china, que consolida las recientes declaraciones de Putin en San Petersburgo en ese sentido.

Todo ello en la misma semana en que, para disgusto de Occidente, se supo de los acuerdos para la nueva ruta desde Irán hasta el Mar Báltico y que avanza la nueva propuesta euroasiática para suplantar el sistema Swift. 

Luego, Carlos aborda las contradicciones de Occidente, con sus palabras a futuro sin ninguna realidad actual ni para los próximos años. También nos dice que Estados Unidos ha emprendido su huida hacia delante mientras intenta balcanizar a Europa con una alianza entre Inglaterra, Polonia, Ucrania y los estados bálticos, para crear un nuevo sistema defensivo por fuera de la OTAN y de la Unión Europea. Una Comunidad que, en su deriva y tras el Brexit, confirma ser el mayor fracaso del neoliberalismo financiero del siglo. Además de cargar con una extendida estructura de corrupción y tráfico de influencias, como el caso de Uber, que de tratarse de una democracia real, habría hecho caer a varios gobiernos.

Finalmente se pregunta ¿De qué G7 hablamos? Luego  la renuncia de Johnson y Draghi. Y con Macrón, Scholz y Sánchez en la cuerda floja. Lo que demuestra la debilidad de un Occidente sin objetivos claros y concretos y que solo se escuda en que Rusia y Putin son culpables de todo.

Por lo tanto, EL CHOQUE DE REALIDADES ya está vigente  y avanza sobre un bloque anglosajón desnudo, aturdido, confundido, con masas de zombis desinformados y en un fuerte proceso de desintegración interna.

Eduardo Bonugli (Madrid, 17/07/22)

De Boris Johnson
G7 a G6
Mario Draghi de G6 a G5

El Suicide Spectacular Summer Show, actualmente en pantalla en toda Europa, procede con toda su indumentaria. Pepe Escobar  13 de julio

The Suicide Spectacular Summer Show (serie de TV estadounidense de drama adolescente y suspenso), actualmente en pantalla en toda Europa, avanza con toda su gala, para asombro de prácticamente todo el Sur Global: una nueva versión de mala calidad, despertó a Gotterdammerung (ópera de Wagner) , con la grandeza wagneriana reemplazada por twerking (Perreo, estilo de baile de origen estadounidense, que puede ser rápido y agresivo o lento).

Los emperadores romanos decadentes al menos exhibieron cierto grado de patetismo. 

Aquí nos enfrentamos a una mezcla tóxica de arrogancia, mediocridad aborrecible, engaño, pensamiento de oveja ideológico crudo y absoluta irracionalidad que se revuelca en la carga del hombre blanco fango racista / supremacista: todos los síntomas de una profunda enfermedad del alma.

Llamarlo el Biden-Leyen-Blinken West o algo así sería demasiado reduccionista: después de todo, estos son políticos/funcionarios insignificantes que simplemente repiten órdenes como loros. Este es un proceso histórico: degeneración cognitiva física, psíquica y moral incrustada en la desesperación manifiesta de la OTAN por tratar de contener a Eurasia, lo que permite bocetos tragicómicos ocasionales, como una cumbre de la OTAN que proclama la guerra Woke contra prácticamente todo el mundo no occidental.

Entonces, cuando el presidente Putin se dirige al Occidente colectivo  frente a los líderes de la Duma y los jefes de los partidos políticos, se siente como un cometa golpeando un planeta inerte. Ni siquiera es un caso de «perdido en la traducción». “Ellos” simplemente no están equipados para conseguirlo.

La parte «Aún no has visto nada» se formuló al menos para que la entendieran incluso los tontos:

“Hoy escuchamos que quieren derrotarnos en el campo de batalla, bueno, qué puedo decir, que lo intenten. Hemos escuchado muchas veces que Occidente quiere luchar contra nosotros hasta el último ucraniano; esta es una tragedia para el pueblo ucraniano. Pero parece que todo está llegando a esto. Pero todos deberían saber que, en general, todavía no hemos comenzado nada”.

Hecho. En la Operación Z, Rusia está utilizando una fracción de su potencial militar, recursos y armas de última generación.

Entonces llegamos al camino más probable a seguir en el teatro de guerra:

“No rechazamos las negociaciones de paz, pero aquellos que se niegan deben saber que cuanto más se prolongue, más difícil será para ellos negociar con nosotros”.

Al igual que en el dial del dolor, se incrementará, de manera lenta pero segura, en todos los frentes.

Sin embargo, el meollo del asunto ya se había dicho antes en el discurso: “aumentar el nivel del dolor” se aplica de hecho al desmantelamiento de todo el edificio del “orden internacional basado en reglas”. El mundo geopolítico ha cambiado para siempre.

Aquí está el pasaje posiblemente clave:

“Deberían haber entendido que ya han perdido desde el comienzo mismo de nuestra operación militar especial, porque su comienzo significa el comienzo de una ruptura radical del Orden Mundial a la manera estadounidense. Este es el comienzo de la transición del egocentrismo estadounidense liberal-globalista a un mundo verdaderamente multipolar, un mundo basado no en reglas egoístas inventadas por alguien para sí mismo, detrás de las cuales no hay nada más que el deseo de hegemonía, no en hipócritas dobles raseros, sino en el derecho internacional, en la verdadera soberanía de los pueblos y civilizaciones, en su voluntad de vivir su destino histórico, sus valores y tradiciones y construir la cooperación sobre la base de la democracia, la justicia y la igualdad. Y debemos entender que este proceso ya no se puede detener”.

Conoce la trifecta

Se puede argumentar que Putin y el Consejo de Seguridad de Rusia están implementando una trifecta táctica que ha reducido al Occidente colectivo a un grupo amorfo de gallinas biológicas sin cabeza.

La trifecta mezcla la promesa de negociaciones, pero solo cuando se consideran los constantes avances de Rusia sobre el terreno en Novorossiya; el hecho de que el “aislamiento” global de Rusia ha demostrado en la práctica que no tiene sentido; y ajustando el indicador de dolor más visible de todos: la dependencia de Europa de la energía rusa.

La razón principal del fracaso rotundo y gráfico de la cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Bali es que el G7, o la OTAN, más la colonia estadounidense de Japón, no pudo obligar a los BRICS ni a los principales actores del Sur Global a aislar, sancionar y/o demonizar a Rusia.

Por el contrario: múltiples interpolaciones fuera del G20 explican aún más la integración en toda Eurasia. Aquí están algunos ejemplos.

El primer tránsito de productos rusos a la India a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) ya está en vigor, cruzando Eurasia desde Mumbai (India) hasta el Báltico a través de los puertos iraníes (Chabahar o Bandar Abbas), el Mar Caspio y el sur y centro de Rusia . Fundamentalmente, la ruta es más corta y económica que pasar por el Canal de Suez.

Paralelamente, el titular del Banco Central de Irán, Ali Salehabadi, confirmó que se firmó un memorándum de cooperación interbancaria entre Teherán y Moscú.

Eso significa una alternativa viable a SWIFT y una consecuencia directa de la solicitud de Irán para convertirse en miembro pleno de BRICS, anunciada en la reciente cumbre en Beijing. Los BRICS, desde 2014, cuando se fundó el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), han estado ocupados construyendo su propia infraestructura financiera, incluida la creación en un futuro cercano de una moneda de reserva única. Como parte del proceso, la armonización de los sistemas bancarios ruso e iraní es inevitable.

Irán también está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) en la próxima cumbre en Samarcanda en septiembre.

Paralelamente, Rusia y Kazajstán están consolidando su asociación estratégica: Kazajstán es un miembro clave de BRI, EAEU y SCO.

India se acerca aún más a Rusia en todo el espectro del comercio, incluida la energía.

Y el próximo martes, Teherán será el escenario de un crucial encuentro cara a cara entre Putin y Erdogan.

¿Aislamiento? ¿En serio?

En el frente energético, es solo verano, pero la paranoia demente ya está causando estragos en múltiples latitudes de la UE, especialmente en Alemania. El alivio cómico lo proporciona el hecho de que Gazprom siempre puede señalar a Berlín que los eventuales problemas de suministro en Nord Stream 1, después del regreso inesperado de esa notoria turbina reparada de Canadá, siempre se pueden resolver implementando Nord Stream 2.

Como todo el European Suicide Spectacular Summer Show no es más que una tortura autoinfligida de mal gusto ordenada por His Master’s Voice, la única pregunta seria es qué nivel de dolor obligará a Berlín a sentarse y negociar en nombre de los intereses industriales y sociales legítimos de Alemania.

La rudeza y la caída serán la norma. El ministro de Relaciones Exteriores, Lavrov, lo resumió todo al comentar sobre los Ministros del Oeste del Colectivo Declinante que adoptaron poses como mocosos infantiles en Bali para evitar ser vistos con él: eso dependía de “su comprensión de los protocolos y la cortesía”.

Eso es diplo-charla para «montón de idiotas». O peor aún: bárbaros culturales, ya que ni siquiera fueron capaces de respetar a los anfitriones indonesios hipereducados, que aborrecen la confrontación.

Lavrov prefirió ensalzar el trabajo ruso-chino “conjuntamente estratégico y constructivo” frente a un Occidente muy agresivo. Y eso nos lleva a la principal obra maestra del juego de sombras en Bali, completa con varias capas de niebla geopolítica.

Los medios chinos, siempre coqueteando con lo opaco, trataron de poner su rostro más valiente al describir la reunión de más de 5 horas  entre el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi y el Secretario Blinken como “constructiva”.

Lo que es fascinante aquí es que los chinos terminaron dejando escapar algo crucial para colarse en el borrador final de su informe, obviamente aprobado por los poderes fácticos.

Lu Xiang, de la Academia China de Ciencias Sociales, revisó lecturas anteriores, especialmente de «Yoda» Yang Jiechi que convertía rutinariamente a Jake Sullivan en pato asado, y enfatizó que esta vez las «advertencias» de Wang a los estadounidenses fueron «las más severas en términos de redacción».

Ese es el código diplo para «Es mejor que te cuides»: Wang le dice a Little Blinkie: «Solo mira lo que hicieron los rusos cuando perdieron la paciencia con tus payasadas».

La expresión “callejón sin salida” fue recurrente durante la reunión de Wang-Blinken. Entonces, al final, el Global Times tuvo que decir las cosas como realmente son: «Las dos partes están cerca de un enfrentamiento».

“Showdown” es lo que el fanático de End of Days y aspirante a Tony Soprano Mike Pompeo está predicando fervientemente desde su púlpito de odio, mientras que el combo detrás del senil “líder del mundo libre” que literalmente lee teleprompters trabaja activamente para el colapso de la UE, en más formas que una.

El combo en el poder en Washington en realidad “apoya” la unificación de Gran Bretaña, Polonia, Ucrania y los Tres Enanos Bálticos como una alianza separada de la OTAN/UE, con el objetivo de “fortalecer el potencial de defensa”. Esa es la posición oficial del Embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Julian Smith.

Así que el verdadero objetivo imperial es dividir la ya destrozada UE en pedazos de mini sindicatos, todos ellos bastante frágiles y evidentemente más “manejables”, como los eurócratas de Bruselas, cegados por una mediocridad sin límites, obviamente no lo ven venir.

Lo que el Sur Global está comprando

Putin siempre deja muy claro que la decisión de lanzar la Operación Z, como una especie de «operación policial y de armas combinadas» preventiva, como la define Andrei Martyanov, fue cuidadosamente calculada, considerando una serie de vectores materiales y sociopsicológicos.

La estrategia angloamericana, por su parte, apunta a una sola obsesión: al diablo con cualquier posible reformulación del actual “orden internacional basado en reglas”. No se prohíben retenciones para garantizar la perpetuidad de esta orden. De hecho, esto es Totalen Krieg , que presenta varias capas híbridas y es bastante preocupante, con solo unos segundos para la medianoche.

Y ahí está el problema. Desolation Row se está convirtiendo rápidamente en Desperation Row, ya que se muestra que toda la matriz rusofóbica está desnuda, desprovista de cualquier potencia de fuego ideológica, e incluso financiera, adicional para «ganar», además de enviar una colección de HIMARS a un agujero negro.

Geopolítica y geoeconómicamente, Rusia y China están en proceso de comerse vivo a la OTAN, en más de un sentido. Aquí , por ejemplo, hay una hoja de ruta sintética de cómo Beijing abordará la próxima etapa de desarrollo de alta calidad a través de la mejora industrial impulsada por el capital, centrada en la optimización de las cadenas de suministro, la sustitución de importaciones de tecnologías duras y los «campeones invisibles» de la industria. .

Si el Occidente colectivo está cegado por la rusofobia, el éxito del gobierno del Partido Comunista Chino, que en cuestión de unas pocas décadas mejoró la vida de más personas que nadie, en cualquier momento de la historia, los vuelve completamente locos.

A lo largo de la atalaya Rusia-China, no ha tardado mucho en llegar. BRI fue lanzado por Xi Jinping en 2013. Después de Maidán en 2014, Putin lanzó la Unión Económica de Eurasia (EAEU) en 2015. Crucialmente, en mayo de 2015, una declaración conjunta Rusia-China selló la cooperación entre BRI y EAEU, con un papel importante asignado a la OCS.

Una integración más estrecha avanzó a través del foro de San Petersburgo en 2016 y el foro BRI en 2017. El objetivo general: crear un nuevo orden en Asia y en toda Eurasia, de acuerdo con el derecho internacional, manteniendo las estrategias de desarrollo individuales de cada país involucrado y respetando su soberanía nacional.

Eso, en esencia, es lo que está comprando la mayor parte del Sur Global. Es como si hubiera un entendimiento instintivo transfronterizo de que Rusia-China, contra todo pronóstico y enfrentando serios desafíos, procediendo por ensayo y error, están a la vanguardia del Choque de lo Nuevo, mientras que el Occidente colectivo, desnudo, aturdido y confundido, sus masas completamente zombificadas, es succionada por la vorágine de la desintegración psicológica, moral y material.

No hay duda de que el dial del dolor aumentará, en más de un sentido.

Ministro de RREE Chino Wang Yi y Secretario de Estado de USA Blinken

Por Alberto Senante para: Hffingtonpost.es/

Análisis del aumento del gasto militar entre los estados miembros

Hasta la pasada cumbre, la OTAN venía a ser una cuadrilla de amigos más o menos bien avenida, pero con sueldos, gustos e intereses muy diferentes. En esos encuentros, uno ellos, el líder, siempre se lamentaba y les pedía a los demás quedar con más frecuencia, y sobre todo, gastar más dinero en los planes que hacían juntos.

Así, según los datos de la propia organización de marzo de este año, de los 29 países miembro, sólo ocho cumplían con la directriz -no obligatoria- de destinar el 2% del presupuesto nacional a gasto militar, y de ellos únicamente Estados Unidos y Reino Unido son de los principales actores en cuanto a gasto total. El resto de los que “cumplen” eran Grecia, Polonia, Croacia y los tres países bálticos. Mientras que Francia, Rumanía, Eslovaquia, Noruega estarían a menos de 3 décimas de llegar a esa línea que se propuso en 2014 para ser alcanzada en diez años.

Detrás de ellos, les siguen por orden Montenegro, Bulgaria, Turquía, Portugal, Italia, Macedonia, Alemania, Países Bajos, Albania, Dinamarca, República Checa, Canadá, Eslovenia y Bélgica. En penúltima posición se situaría España, que a pesar de un reciente incremento llega al 1,03%, solo por delante de Luxemburgo (0,54%).

El informe también señala que ocho países destinan menos del 20% del gasto militar a equipos de armamento, o que en los últimos cinco años Estados Unidos ha incrementado su parte en el total de gasto militar que realizan los países miembros. Ahora éste gasta 726.000 millones de dólares, mientras que entre todos los demás “apenas” llegan a los 324.000. Por eso también Washington suele decidir dónde y cuándo se reúnen.

Y después de Madrid, ¿qué?

Ya en los meses previos a la cumbre de Madrid, tras la invasión rusa en Ucrania, varios países como España o Alemania habían anunciado que se encaminarían a superar ese listón del 2% del PIB nacional que plantean desde la OTAN y que en el caso español no se alcanza desde 1995. Tras la reunión, además de la adhesión de Suecia y Finlandia como nuevos miembros, se hizo evidente que los países apostaban por un aumento del gasto militar como forma de enfrentarse al enemigo ruso. “El 2% [del PIB] se considera cada vez más el suelo, no el techo”, afirmó el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

El Gobierno español anunció ayer un crédito extra de 1.000 millones de euros en defensa. Pero llegar a ese 2%, según los datos de la OTAN, supondría casi duplicar los 13.000 millones de dólares anuales más. Los expertos coinciden en que casi todos los países miembro, incluido España, cumplirán en los próximos años con ese porcentaje a menos que alguno se encuentre con una fuerte oposición interna.

Las disputas en la coalición

En nuestro país queda por ver cuánto consigue Unidas Podemos limitar ese incremento de gasto dentro del Gobierno. Pero cuesta además que otros apoyos parlamentarios del Gobierno como ERC, Bildu o Compromís, vayan a aprobar los presupuestos de 2023 con un aumento sustancial en la partida militar. El hecho de que Yolanda Díaz no sólo haya afeado las formas por la aprobación del crédito suplementario, sino que además haya pedido la convocatoria urgente de la mesa de seguimiento de la coalición con el PSOE, algo que no sucedía desde el pasado octubre, evidencia hasta qué punto este tema provoca una división total dentro del Ejecutivo. Las declaraciones sobre este tema se han lanzado como cuchillos. “No podemos vivir anclados en el pasado, en una realidad de flores y de paz que ya no existe”, afirmó por ejemplo en una entrevista a La Sexta la ministra de Defensa, Margarita Robles, en clara referencia a sus socios de Gobierno.

En qué se empleará ese posible incremento es otra de las claves. “Lo más fácil será comprar material nuevo, y una vez más, el que sale ganando es Estados Unidos que es el principal suministrador de Europa”, apunta Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), quien echa en falta un debate sobre qué intereses y qué amenazas reales tiene nuestro país y de acuerdo a ese diagnóstico determinar cuánto y en qué debe ser destinado el gasto en defensa.

Parece lógico que las siguientes compras en el club de la OTAN serán para reponer la munición y los dispositivos que se han donado a Ucrania para su resistencia ante Rusia. Fuentes de Defensa aseguraron a la agencia EFE que España tendrá que gastar más en “preparar y adiestrar a sus militares para tener más efectivos disponibles” a raíz de la decisión de la OTAN de pasar de 40.000 a 300.000 los soldados de “alta disponibilidad”. Para Alberto Estévez, analista en comercio de armas, el grueso del gasto se destinará a grandes planes de armamento para renovar la flota de submarinos, tanques, y aviones Eurofighter. “Será repetir lo que se hizo en los 90 y que aún estamos pagando hoy”.

Por su parte, Jordi Calvé, coordinador del Centro Delas, cree que la mayor parte del gasto responderá “no tanto a una lógica de defensa como de control militar global”, en especial para garantizar la presencia en la zona del Pacífico y en todas las rutas de suministro de materias primas y energía. Según este investigador, el tipo de gasto militar sigue muy condicionado por la oferta de la industria armamentística que ya tiene nuevos tipos de buques, aviones y sistemas que vender. Al mismo tiempo, señala que el gasto militar en España no sólo viene del presupuesto del Ministerio de Defensa, ya que hay partidas en otros como el de Industria o Exteriores, que harían llegar el porcentaje real de ese gasto a una horquilla entre el 1,6 y el 1,9% del PIB.

¿Así estaremos más seguros?

Los países de la OTAN han justificado el incremento del gasto ante las amenazas crecientes que suponen Rusia y China.

Pedro Sánchez apuntaba en el 40 aniversario de la Alianza Atlántica que la invasión a Ucrania había “abierto los ojos” a las sociedades de España y Europa de que “necesitan imperiosamente la seguridad” para seguir disfrutando de democracia y prosperidad.

En 2021, aún en plena pandemia y antes del conflicto en Ucrania, el gasto militar global ya suponía un récord histórico, superando por primera vez los 2 billones de dólares. ¿Un mayor gasto hará que estemos más seguros? Estévez subraya que aunque cuesta mucho romper con esa inercia de pensamiento “un mayor rearme no significan más seguridad”, y apunta como ejemplo a regiones como el Sahel o Centroamérica con mucha presencia militar pero donde la población está desprotegida.

Por el contrario, ante la misma cuestión, Núñez apunta que “en principio cabría responder que sí”, pero inmediatamente después puntualiza que ante amenazas como el terrorismo no sirve únicamente una respuesta militar, por lo que “no necesariamente un mayor gasto de defensa da más de seguridad si no se atienden también las causas estructurales [de la inseguridad]”.

Mientras que para el investigador del Centro Delás, este rearme “no cambiará mucho, sino que “reforzará una situación existente” de control militar protagonizado por Estados Unidos. Según sus cálculos, el gasto militar de los miembros de la OTAN y algunos de sus aliados como Japón o Corea del Sur ya supone más del 80% del total. Según Calvé, la Unión Europea ha optado por mantener su seguridad subordinada a los intereses de Estados Unidos, lo cual sí resultará perjudicial a largo plazo, ya que las necesidades de Europa y Rusia tienen muchos puntos en común. “Esta decisión supondrá más inseguridad energética, alimentaria, de suministros y económica”.

En abril de 2021, antes de todos estos incrementos previstos, la ONG Oxfam Intermón calculaba que la suma que el conjunto de países se gastaba en presupuesto militar en poco más de un día, 5.000 millones de euros, era la cifra que pedía la ONU para atender los casos de hambruna más graves en todo el mundo.

FUENTE: https://www.huffingtonpost.es/entry/radiografia-de-la-otan-cuanto-gasta-cada-pais-en-defensa-y-para-que-servira_es_62c44b99e4b0f612572c3eac?utm_source=Sailthru&utm_medium=email&utm_campaign=Spain0672022&utm_term=es-daily-brief

Serguei Lavrov suele comparar a Occidente con una fiera herida. Y estima que es mejor ‎no provocarlo para evitar que destroce todo en un ataque de locura. Es mejor ‎guiarlo en paz hacia el cementerio. Pero Occidente no lo ve de la misma manera. ‎Washington y Londres están embarcados en una cruzada contra Moscú y Pekín. ‎Rugen constantemente y parecen dispuestos a todo. Pero, ¿qué pueden hacer ‎en realidad?‎

Biden-Johnson G7

La cumbre del G7 en Baviera y la de la OTAN en Madrid iban a anunciar el castigo de Occidente ‎contra el Kremlin por su «operación militar especial en Ucrania». Pero, aunque la imagen que ‎se ha resaltado ha sido la de una unidad entre las potencias occidentales, la realidad muestra ‎que esas potencias están desconectadas… de las realidades, que han perdido audiencia en el mundo entero y que, ‎en definitiva, están ante el fin de su hegemonía. ‎

Mientras los occidentales se convencen a sí mismos de que lo que está en juego es Ucrania, ‎el mundo los ve atrapados en la «trampa de Tucídides» 1. ‎‎¿Seguirán las relaciones internacionales organizándose alrededor de ellos o acabarán siendo ‎finalmente multipolares? ¿Se liberarán los pueblos hasta ahora sometidos y alcanzarán la ‎soberanía? ¿Será posible pensar de una manera que no sea en términos de dominación global y ‎dedicarnos todos al desarrollo de todos?‎

Los occidentales han imaginado, alrededor de la «operación militar especial» rusa en Ucrania, ‎una narrativa que no menciona lo que ellos mismos han hecho desde la disolución de la Unión ‎Soviética. Prefieren olvidar que sus países firmaron la Carta de Seguridad Europea –también ‎conocida como la Declaración de Estambul de la OSCE. Prefieren olvidar también que ‎ellos mismos violaron lo estipulado en ese documento metiendo uno a uno en la OTAN a todos ‎los ex miembros del Pacto de Varsovia y a varios de los nuevos Estados postsoviéticos. Tampoco quieren recordar que ellos mismos derrocaron el gobierno ucraniano en 2004, ni el golpe ‎de Estado mediante el cual instauraron en Kiev un régimen de nacionalistas banderistas, ‎en 2014. Sin hablar de todo ese pasado, atribuyen todos los males a Rusia y se niegan a ‎cuestionar lo que ellos mismos hicieron anteriormente, consideran que sólo “aprovecharon” ‎ciertas coyunturas y estiman que sus victorias pasadas les confieren derechos. ‎

Para sostener esa narrativa imaginaria, los occidentales recurren a la censura de los ‎medios rusos en sus propios países. En otras palabras, los occidentales se venden como «demócratas»… pero ‎más vale censurar las voces discordantes que tener que mentir. ‎

Todas las potencias occidentales abordan, unánimemente, el conflicto ucraniano convenciéndose ‎a sí mismas de que tienen el deber de juzgar, condenar y sancionar a Rusia. Han chantajeado a los ‎países más pequeños para imponer en la Asamblea General de la ONU un texto que parece darles ‎la razón. Y ahora planean desmantelar Rusia, como antes lo hicieron con Yugoslavia y como ya ‎han tratado de hacerlo con Irak, Libia, Siria y Yemen, mediante la estrategia Rumsfeld-Cebrowski ‎‎ [2].‎

Para lograr ese objetivo han comenzado a aislar a Rusia de la finanza internacional y del comercio ‎mundial, le han cortado el acceso al sistema SWIFT y a Lloyds, impidiéndole no sólo comprar y ‎vender sino también garantizar el transporte de sus mercancías. Están tratando de provocar el ‎derrumbe económico de la Federación Rusa. De hecho, el 27 de junio pasado, la agencia Moody’s ‎declaró a Rusia en default (impago) [3]. ‎

Pero nada de eso ha tenido el efecto esperado… porque todo el mundo sabe que las arcas del Banco ‎Central ruso están llenas de divisas y de oro. En realidad, Rusia pagó los 100 millones que tenía ‎que pagar pero no pudo transferirlos a Occidente… por causa de las sanciones occidentales. ‎Así que Moscú puso ese dinero en una cuenta en espera de que los acreedores busquen ‎la manera de tener acceso a esos fondos. ‎

Mientras tanto, la Federación Rusa, que ya no recibe pagos de los occidentales, ha comenzado a ‎vender sus productos, específicamente sus hidrocarburos, a otros compradores, principalmente ‎a China. Como los pagos ya no pueden efectuarse en dólares, Moscú está cobrando en otras ‎monedas. Por consiguiente, los dólares que los clientes de Rusia utilizaban antes para pagar los ‎productos rusos están regresando a Estados Unidos.

Ese proceso ya estaba en marcha desde ‎hace años pero las sanciones unilaterales occidentales lo han acelerado bruscamente. La enorme ‎cantidad de dólares que están regresando a Estados Unidos –y acumulándose allí– está desatando ‎una imponente alza de precios en suelo estadounidense. La Reserva Federal trata de hacer todo ‎lo posible por desviar una parte del alza de precios hacia los países de la eurozona. Resultado: el ‎alza de precios se propaga a toda velocidad por todo el oeste de Europa. ‎

A todas estas, el Banco Central Europeo (BCE) no es una entidad concebida para favorecer el ‎desarrollo económico. Su misión primordial consiste en manejar la inflación dentro de la Unión ‎Europea. Al comprobar que no tiene como frenar el brusco aumento de los precios en Europa, el ‎BCE trata de utilizar esa tendencia para reducir su propia deuda. Así que el Banco Central ‎Europeo está invitando los Estados miembros de la Unión Europea a compensar, mediante ‎reducciones de impuestos y subvenciones, el repentino derrumbe del poder adquisitivo de sus ‎‎“ciudadanos europeos”. Pero eso es caer en un círculo vicioso: al ayudar a sus ciudadanos, ‎los países miembros de la Unión Europea se entregan –atados de pies y manos– al Banco ‎Central Europeo, se encadenan todavía más a las deudas de Estados Unidos y se empobrecen ‎aún más. ‎

Esta espiral inflacionista no tiene puerta de salida. Es la primera vez que Occidente se ve ‎obligado a “tragarse” los dólares que Washington ha venido imprimiendo alegremente durante ‎décadas. El alza de precios en Occidente corresponde al costo de los gastos del imperio yanqui ‎durante al menos los últimos 30 años. Es ahora cuando Occidente se ve obligado a pagar ‎lo que costaron sus guerras contra Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria y Yemen. ‎

Hasta ahora, Estados Unidos mataba a todo aquel que amenazaba la supremacía del dólar. ‎Colgaron a Saddam Hussein y saquearon el Banco Central iraquí. Torturaron y lincharon a ‎Muammar el-Kadhafi –quien estaba preparando el lanzamiento de una moneda única panafricana– ‎y saquearon el Banco Central libio. Las enormes reservas que esos Estados petroleros habían ‎acumulado durante años “desaparecieron” sin dejar rastro. Sólo se vio algunos militares ‎estadounidenses partir con decenas de miles de dólares, a menudo envueltos en sacos plásticos ‎usualmente destinados a envolver la basura. Al excluir a Rusia de los intercambios en dólares, ‎Washington no ha hecho otra cosa que provocar lo que tanto temía: el dólar estadounidense ‎ha dejado de ser la divisa de referencia internacional. ‎

La mayoría del resto del mundo no es ciega. Viendo lo que sucede muchos corrieron a participar ‎en el Foro Económico de San Petersburgo y después trataron de inscribirse en la cumbre virtual ‎de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Esa mayoría se da cuenta ahora –‎un poco tarde– de que Rusia inició la «Asociación de Eurasia Ampliada» en 2016 y de que ‎el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, hizo el anuncio en ese sentido, ante la Asamblea ‎General de la ONU, en septiembre de 2018 [4]. ‎

Durante 4 años, se han construido muchos kilómetros de carreteras y de vías férreas para ‎integrar a Rusia en las nuevas «rutas de la seda» concebidas por China. Eso ha permitido ‎redireccionar –en sólo meses– los flujos de mercancías. ‎

El reflujo de los dólares estadounidenses y el redireccionamiento de los flujos de mercancías están ‎acentuando además el alza de los precios de la energía. Rusia, uno de los primeros exportadores ‎de hidrocarburos de todo el mundo, está viendo sus ingresos aumentar considerablemente en ‎ese sector. La moneda rusa –el rublo– goza de mejor salud que nunca. En un esfuerzo por ‎revertir esa tendencia, el G7 acaba de fijar un precio tope para el gas ruso y para el petróleo ‎ruso. En otras palabras, el G7 acaba de ordenar a la «comunidad internacional» que no acepte ‎pagar más caro por los hidrocarburos que necesita desesperadamente. ‎

Pero es evidente que Rusia no piensa permitir que Occidente fije los precios de los productos ‎rusos. Quien no quiera pagarlos al precio del mercado… sencillamente no podrá obtenerlos y ‎parece muy poco probable los clientes potenciales se priven de lo que necesitan ‎sólo para complacer a Occidente. ‎

El G7 trata de organizar su supremacía, al menos en el plano intelectual [5]. Pero eso ya no funciona. El viento sopla ahora en otra dirección. Se han ‎acabado los cuatro siglos de hegemonía occidental. ‎

Desesperado, el G7 se ha comprometido a resolver la crisis mundial de los alimentos… que es ‎resultado de su propia política. Los países afectados saben perfectamente lo que valen los ‎‎“compromisos” del G7. Todavía están esperando por el famoso gran plan de desarrollo para ‎África, entre otras muchas promesas occidentales. Esos países saben que Occidente simplemente ‎no puede garantizarles fertilizantes nitrogenados o potásicos, pero se empeña en impedir Rusia los venda. Las famosas ayudas del G7 –tan útiles como una venda en una pierna plástica– no tienen otro ‎objetivo que hacerlos esperar y tratar de evitar que se cuestionen los sagrados principios del ‎libre comercio. ‎

La cumbre de la OTAN en Madrid quiso ser una demostración de unidad y poderío. Pero ‎los países miembros de esa alianza bélica sólo fueron convocados para firmar lo que ‎Washington y Londres ya habían decidido… sin consultarlos. La unidad mostrada en Madrid ‎fue en realidad otra demostración de ese vasallaje que muchos quisieran dejar atrás.‎

La única opción posible para mantener la dominación occidental es la guerra. La OTAN tendría ‎que lograr destruir Rusia, como Roma cuando arrasó Cartago. Pero, ya es tarde para eso. ‎Las fuerzas armadas de la Federación Rusa disponen de sistemas de armas mucho más ‎sofisticados que Occidente. Y ya los pusieron a prueba en Siria, desde 2014. Rusia tiene ‎lo necesario para aplastar a sus enemigos en cualquier momento. En 2018, el presidente ‎Vladimir Putin mostró a los parlamentarios rusos los sorprendentes progresos de su industria ‎bélica [6].‎

La cumbre de la OTAN en Madrid fue una linda operación de comunicación [7]. Pero probablemente fue también el canto del cisne. Los 32 miembros de la OTAN ‎proclamaron su unidad con la desesperación de quienes temen a la muerte. Como si nada, ‎adoptaron primero una estrategia para dominar el mundo durante los 10 próximos años, ‎señalando el «crecimiento» de China como una fuente de preocupación [8], lo cual equivale a ‎confesar que el objetivo de la OTAN no es garantizar la seguridad de sus miembros sino ‎más bien dominar el mundo. Seguidamente, abrieron el proceso de adhesión de Suecia y ‎Finlandia y se plantearon además la posibilidad de acercarse a las fronteras de China, con una ‎eventual adhesión de Japón. ‎

El único incidente, rápidamente puesto bajo relativo control, fue la presión turca que obligó a ‎Finlandia y Suecia a condenar el PKK [9]. Incapaz de enfrentar la presión ‎de Turquía, Estados Unidos abandonó a sus aliados –los mercenarios kurdos en Siria y sus líderes ‎en el extranjero. ‎

También se decidió multiplicar por 7,5 la Fuerza de Acción Rápida de la OTAN, haciéndola pasar ‎de 40 000 a 300 000 efectivos, y estacionarla en la frontera con Rusia. Con esa decisión, los ‎miembros de la OTAN vuelven a violar los compromisos ya contraídos y estipulados en la Carta de ‎Seguridad Europea ya que amenazan directamente a Rusia. ‎

Mientras tanto, el Pentágono ya está haciendo mapas sobre el desmantelamiento de Rusia que ‎espera concretar. ‎

El ex embajador de Rusia ante la OTAN y actual director de Roscosmos, Dimitri Rogozin, ‎respondió a esas elucubraciones publicando en su cuenta de Telegram, las coordenadas de tiro ‎de los centros de decisión de la OTAN –incluyendo las del centro de convenciones de Madrid ‎donde estaban reunidos los jefes de Estado y/o de gobierno de esa alianza militar [10]. ‎

No hay que olvidar que Rusia ya dispone de vectores hipersónicos, actualmente imposibles de ‎interceptar, capaces de poner en sólo minutos una o más cargas nucleares encima de la sede de ‎la OTAN, en Bruselas, e incluso en el Pentágono, en Washington. Y, para que nadie se ‎equivoque, Serguei Lavrov, precisó –refiriéndose a los discípulos de Leo Strauss, sólidamente ‎posicionados en la cúpula de Washington– que las decisiones militares de Occidente ni siquiera ‎son cosa de los militares sino que se toman en el Departamento de Estado estadounidense, ‎lo cual implica que ese pudiera ser el primer blanco. ‎

Se imponen entonces varias interrogantes. ¿Están dispuestos los dirigentes occidentales a jugarse ‎el todo por el todo? ¿Asumirán el riesgo de desatar una Tercera Guerra Mundial –sabiéndola ‎perdida de antemano– únicamente para no hundirse solos?‎

Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las «primaveras árabes» (2017).

[1Destined For War: Can America ‎and China escape Thucydides’s Trap?, Graham T. Allison y Houghton Mifflin Harcourt, 2017.

[2] ‎«El proyecto militar de Estados Unidos para el ‎mundo» y «La doctrina Rumsfeld-Cebrowski», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22 ‎de ‎agosto ‎de 2017 y 25 de mayo de 2021.‎

[3] “Government of Russia: Missed coupon payment ‎constitutes a default”, Moody’s, 27 de junio de 2022.

[4] “Remarks by Sergey Lavrov to the 73rd Session of ‎the United Nations General Assembly”, por Serguei Lavrov, Voltaire ‎Network, 28 de septiembre de 2018; «ONU, nacimiento del mundo postoccidental», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 2 de octubre de 2018.

[5] «Communiqué des ‎chefs d’Etat et de gouvernement du G7 d’Elmau», Réseau Voltaire, 28 de ‎junio de 2022.

[6] “Vladimir Putin Address to the Russian Federal Assembly” por ‎Vladimir Putin, Voltaire Network, 1º de marzo de 2018; «El nuevo arsenal nuclear ruso restaura la bipolaridad del mundo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de ‎marzo de 2018.

[7] «Los elementos claves de la Cumbre de la OTAN de 2022 en Madrid», Red Voltaire, 29 de junio ‎de 2022.

[8] «OTAN 2022 Concept ‎Stratégique», Réseau Voltaire, 29 de junio de 2022.

[9] “Turkiye, Sweden, Finland Memorandum”, Voltaire Network, 28 de junio de 2022.

[10] «Rusia amenaza los centros de decisión ‎de Occidente», Red Voltaire, 28 de junio ‎de 2022.

FUENTE VOLTAIRE NET https://www.voltairenet.org/article217562.html

Europa en un paréntesis veraniego, como en 1914 por Alastair Crooke*

Mientras Occidente piensa que la crisis ucraniana se está convirtiendo en algo parecido a la Guerra Fría, las circunstancias históricas y materiales dicen lo contrario : el mundo está al borde de un acontecimiento de la magnitud de la Primera Guerra Mundial.

La narrativa común es que Occidente ha entrado en una Guerra Fría similar a la que se libró contra la Unión Soviética y que, al igual que en aquella lucha anterior, su resultado debe ser la reafirmación primordial del modelo económico, político y civilizatorio estadounidense.

Sin embargo, una analogía mucho mejor sería considerar una época anterior que no terminó con un triunfo de la Guerra Fría, sino con un tsunami de guerra caliente que desempoderó al mundo entero. Fue un periodo en el que los responsables políticos (y los mercados) no apreciaron el creciente peligro que se acumulaba durante el letargo veraniego entre el asesinato del archiduque Francisco Fernando a finales de junio de 1914 y el estallido de la guerra cinco semanas después.

Es cierto que entonces se tenía la sensación de que dos alianzas fuertemente armadas estaban en curso de colisión. Pero ya se habían producido episodios de guerra de desgaste, y fue el fracaso de estos episodios lo que creó la sensación de que el statu quo podía -y debía- continuar indefinidamente. La opinión estaba influenciada por el bestseller de 1909 de Norman Angell, «La gran ilusión«, que argumentaba que la guerra se había vuelto imposible porque el comercio mundial y los flujos de capital estaban demasiado vinculados.

Lo que no se apreció del todo en aquel momento fue que Gran Bretaña había estado observando sigilosamente, con indignada ira, la inminente amenaza que suponía para su imperio la floreciente ambición de Alemania de adquirir su propio imperio rival. Gran Bretaña llevaba tiempo preparándose para arrebatar esta «chutzpah» [audacia] alemana. La Guerra de los Bóers de 1899-1902 tenía como objetivo principal permitir a Gran Bretaña adquirir la riqueza financiera de Sudáfrica para financiar su rearme.

Las circunstancias de mediados de 1914 (el momento de Sarajevo) parecían muy propicias, tanto para las aspiraciones de imperio de Alemania como para la creencia británica de que era una oportunidad para aplastarla por completo. Al igual que Moscú ve ahora a Ucrania como la bisagra de una arquitectura global diferente, Washington ve un atolladero ucraniano como un feliz accidente para su deseo de aplastar las aspiraciones rusas y chinas que ahora amenazan con desalojar el imperio estadounidense «basado en reglas».

La Guerra de los Balcanes de 1912-1913 arrastró a Austria-Hungría, aliada inconstante de Alemania, a la lucha contra Rusia. Al igual que hoy, la guerra de Ucrania de Biden ha logrado involucrar a la (veleidosa) Europa en el puro objetivo estadounidense de neutralizar a Rusia.

El conflicto ucraniano, que ahora pende de un pivote ante una cada vez más probable victoria rusa, es metafóricamente el «momento Sarajevo» de hoy. Estamos atrapados en el interregno de la ilusión, mientras los complacientes líderes europeos apuestan a que Biden seguramente ganará y se restablecerá la «normalidad».

Hay que recordar que Gran Bretaña inició su operación de fragmentación de Alemania a principios del siglo XX intentando desmantelar las líneas de abastecimiento del mundo -para preservar las suyas- e impedir que Alemania accediera a sus enlaces exteriores.

Como parte de esta operación, Gran Bretaña estableció un bloqueo naval que tuvo el efecto involuntario de canalizar las resurgentes ambiciones alemanas hacia el este, a través de la llanura europea, y finalmente hacia Rusia.

Todos sabemos que esta concatenación de acontecimientos terminó en dos guerras mundiales y la subsiguiente devastación económica de Europa, allanando el camino al siglo americano.

¿Cómo explicar el segundo episodio contemporáneo de somnolencia e imprudencia política de Europa en cien años ? La herramienta de Gran Bretaña para preparar el espacio de batalla contra Alemania en el siglo pasado fue la diplomacia a la antigua. Gran Bretaña construyó una alianza diplomática contra Alemania. Pero Estados Unidos aportó una nueva herramienta para preparar el espacio de batalla europeo : su inversión de la tesis de Antonio Gramsci de que la esfera cultural es el ámbito más productivo para la lucha política.

Así, en lugar de que la cultura sea el lugar de la acción revolucionaria contra una élite (según Gramsci), las plataformas sociales y los medios de comunicación estadounidenses y europeos, libres de rivales no occidentales, se han convertido precisamente en el lugar en el que el «sistema» -la élite- puede reafirmarse, neutralizando la posibilidad de resistencia política a través del dominio de la esfera cultural : La demonización de China y Rusia por los algoritmos de las principales plataformas y medios de comunicación.

Así es como una Europa en gran parte resistente a la guerra puede volverse contra China y Rusia, con las élites europeas acompañando, en nombre de la promoción de sus valores liberales «universales«.

Lo que es diferente hoy es también lo más preocupante. La suposición inicial parece haber sido que utilizar el poder financiero y comercial de Estados Unidos -mientras éste siga siendo dominante- para colapsar la economía de Rusia, contener a China y someter a Europa a un vasallaje tecnológico, sería en sí mismo suficiente para contener el riesgo de guerra caliente.

Pero está ocurriendo lo contrario. El vergonzoso fracaso de la guerra financiera ha obligado a Biden a lanzar una maniobra de distracción para encubrir este fracaso, que no sólo no ha conseguido derribar a Rusia, sino que ahora corre el riesgo de colapsar la economía europea, lo que supone un gran riesgo colateral para el propio sistema financiero estadounidense.

Por ejemplo, Biden dijo que EE.UU. intervendría en Taiwán si China lo atacaba, cerrando así el eje China-Rusia. En Ucrania, Estados Unidos y la OTAN se acercan cada vez más a un enfrentamiento directo con las fuerzas militares rusas. Alrededor de Ucrania, la CIA está encendiendo una serie de incendios de maleza en la periferia ucraniana, desde Moldavia hasta Kazajistán (reavivando viejas tensiones). Biden hace la vista gorda ante el intento de Polonia de anexionarse discretamente sus antiguas reivindicaciones territoriales en el oeste de Ucrania o se confabula con ella (amenazando con abrir una serie de viejas heridas de Europa del Este).

En Asia Oriental, Estados Unidos ha encendido fuegos en Pakistán ; lo está intentando en Afganistán y con los kurdos ; y lo más importante, está practicando un ataque militar conjunto con Israel contra Irán.

Y la administración Biden ha facilitado -mientras Europa observa con creciente preocupación- una Alemania que está iniciando un nuevo intento de transición -que se hace eco de las anteriores aspiraciones de la «Gran Alemania», recordando precisamente el marco europeo anterior a la Primera Guerra Mundial- con sus élites apuntando de nuevo a Rusia. La militarización completa de la sociedad alemana está, una vez más, en marcha. Alemania y Estados Unidos ya colaboran estrechamente en Ucrania y en las acciones de la OTAN contra Rusia.

La gravedad de este cambio se puede plasmar en lo que podría parecer una nota esotérica a pie de página de una declaración diplomática ; de hecho, es todo lo contrario. En la declaración conjunta ruso-china de septiembre de 2020, un vector clave fue la «verdad histórica» sobre la Segunda Guerra Mundial. En pocas palabras, ambos estados argumentan que en una campaña occidental aparentemente inocua, se están falsificando sistemáticamente los hechos históricos (en países como Polonia y los Estados Bálticos), a menudo con el sutil estímulo de Estados Unidos. La narrativa se transforma para presentar la Segunda Guerra Mundial como una en la que la «familia europea» se unió para luchar contra Rusia.

El objetivo es claro. Su importación (una Alemania dominante militarizada) es explosiva para Europa. (¿Es éste el objetivo secundario de Washington ?) Lo que parece tan perverso es que todo este juego con fuego se supone que ayudará a Biden a no perder demasiado en las elecciones de noviembre.
¿Incendio provocado para apoyar una causa perdida ?

Alastai Crooke* para Al Mayadeen

Original : Europa en un somnoliento paréntesis veraniego – como en 1914  ». Al Mayadeen, Beirut, 5 de junio de 2022.

[*Alastair Crooke, diplomático británico, fundador y director del Conflicts Forum . Fue una figura destacada de la inteligencia militar británica, la Sección 6 (MI6) y de la diplomacia de la Unión Europea. Se le concedió la d(istinguida Orden de San Miguel y San Jorge (CMG), una orden de caballería británica fundada en 1818.)]

Traducción del inglés por y para : El Correo de la Diáspora.

Tan difícil es imaginar Occidente como un espacio subalterno en el contexto mundial como imaginarlo en una relación igualitaria y pacífica con otros espacios geopolíticos.

Por Boaventura de Sousa Santos

Lo que los occidentales llaman Occidente o civilización occidental es un espacio geopolítico que surgió en el siglo XVI y se expandió de manera continuada hasta el siglo XX. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, alrededor del 90% del globo terrestre era occidental o estaba dominado por Occidente: Europa, Rusia, las Américas, África, Oceanía y gran parte de Asia (con excepciones parciales de Japón y China). A partir de entonces Occidente comenzó a contraerse: primero con la Revolución rusa de 1917 y el surgimiento del bloque soviético; luego, a partir de mediados de siglo, con la Revolución china y los movimientos de descolonización. El espacio terrestre (y poco después, el extraterrestre) se convirtió en un campo de intensa disputa. Entretanto, lo que los occidentales entendían por Occidente se fue modificando.

Comenzó como cristianismo, colonialismo, luego capitalismo e imperialismo, para irse metamorfoseando en democracia, derechos humanos, descolonización, autodeterminación, “relaciones internacionales basadas en reglas” –siempre dejando claro que las reglas las establecía Occidente y solo se cumplían cuando servían a sus intereses– y, finalmente, en globalización.

A mediados del siglo pasado, Occidente se había reducido tanto que un conjunto de países recién independizados tomó la decisión de no alinearse ni con Occidente ni con el bloque que había surgido como su rival, el bloque soviético. Así, de 1955 a 1961, se creó el Movimiento de Países No Alineados. Con el fin del bloque soviético en 1991, Occidente pareció atravesar un periodo de entusiasta expansión. Fue el tiempo de Gorbachov y su deseo de que Rusia pasara a formar parte de la “casa común” de Europa, con el apoyo del presidente Bush padre, un deseo reafirmado por Putin cuando asumió el poder. Fue un periodo histórico corto, y los acontecimientos recientes muestran que, sin embargo, el “tamaño” de Occidente ha sufrido una drástica contracción. A raíz de la guerra de Ucrania, Occidente, por iniciativa propia, decidió que solo serían occidentales quienes aplicaran sanciones a Rusia. Actualmente son alrededor del 21% de los países miembros de la ONU, que es menos del 15% de la población mundial. Si continúa por este camino, Occidente podría incluso desaparecer. Surgen varias preguntas.

¿La contracción es decadencia? Se puede pensar que la contracción de Occidente le favorece porque le permite centrarse en objetivos más realistas con más intensidad. Una lectura atenta de los estrategas del país hegemónico de Occidente, Estados Unidos, muestra, por el contrario, que, sin darse cuenta aparentemente de la flagrante contracción, manifiesta una ambición ilimitada. Con la misma facilidad con la que esperan poder reducir a Rusia (la mayor potencia nuclear) a una ruina o a un Estado vasallo, esperan neutralizar a China (en camino de ser la primera economía mundial) y provocar pronto una guerra en Taiwán (similar a la de Ucrania) con ese propósito. Por otro lado, la historia de los imperios muestra que la contracción va de la mano con la decadencia y que esta es irreversible e implica mucho sufrimiento humano.

En la etapa actual, las manifestaciones de debilidad son paralelas a las de la fuerza, lo que vuelve el análisis muy difícil. Dos ejemplos en contraste. Estados Unidos es la mayor potencia militar mundial (aunque no ha ganado ninguna guerra desde 1945), con bases militares en, al menos, 80 países.  Un caso extremo de dominación es su presencia en Ghana donde, por acuerdos establecidos en 2018, Estados Unidos utiliza el aeropuerto de Acra sin ningún tipo de control o inspección, los soldados estadounidenses ni siquiera necesitan pasaporte para entrar en el país y gozan de inmunidad extraterritorial, es decir, si cometieran algún crimen, por grave que sea, no pueden ser juzgados por los tribunales de Ghana. Por el contrario, las miles de sanciones a Rusia están, por ahora, haciendo más daño en el mundo occidental que en el espacio geopolítico que Occidente está construyendo como no occidental. Las monedas de los que parecen estar ganando la guerra son las que están más devaluadas. La inflación y la recesión que se avecina llevan al CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, a decir que se aproxima un huracán.

¿Es la contracción una pérdida de cohesión interna? La contracción en realidad puede significar más cohesión, y esto es claramente visible. El liderazgo de la Unión Europea, es decir, la Comisión, ha estado en los últimos veinte años mucho más alineado con los Estados Unidos que los países que forman la Unión. Se vio con el giro neoliberal y el apoyo entusiasta a la invasión de Irak por parte de Durão Barroso y lo vemos ahora con Ursula von der Leyen transformada en subsecretaria de defensa de Estados Unidos. Lo cierto es que esta cohesión, si es eficaz en la producción de políticas, puede ser desastrosa en la gestión de sus consecuencias. Europa es un espacio geopolítico que desde el siglo XVI vive de los recursos de otros países que directa o indirectamente domina y a los que impone un intercambio desigual. Nada de esto es posible cuando el socio es Estados Unidos o sus aliados. Además, la cohesión está hecha de incoherencias: al fin y al cabo, ¿Rusia es el país con un PIB inferior al de muchos países europeos, o es una potencia que quiere invadir Europa, una amenaza global que solo se puede frenar con una inversión que ya ronda los 10 mil millones de dólares en armas y seguridad por parte de Estados Unidos en un país lejano del cual quedará poco si la guerra continúa por mucho tiempo?

¿La contracción ocurre por razones internas o externas? La literatura sobre la decadencia y el fin de los imperios muestra que, salvo casos excepcionales en los que los imperios son destruidos por fuerzas externas –como los imperios azteca e inca con la llegada de los conquistadores españoles–, generalmente dominan los factores internos, aunque el declive pueda ser precipitado por factores externos. Es difícil desentrañar lo interno de lo externo, y la identificación específica es siempre más ideológica que otra cosa. Por ejemplo, en 1964 el conocido filósofo conservador estadounidense James Burnham publicó un libro titulado El suicidio de Occidente. Según él, el liberalismo, entonces dominante en Estados Unidos, fue la ideología de este declive. Para los liberales de la época, el liberalismo era, por el contrario, la ideología que permitiría una nueva hegemonía mundial a Occidente, más pacífica y más justa. Hoy, el liberalismo murió en Estados Unidos (domina el neoliberalismo, que es su opuesto) e incluso los conservadores de la vieja guardia han sido totalmente superados por los neoconservadores. Es por eso que Henry Kissinger (para muchos, un criminal de guerra) incomodó a los prosélitos antirrusos al pedir conversaciones de paz en Davos.

Sea como fuere, la guerra de Ucrania es el gran acelerador de la contracción de Occidente.

Está surgiendo una nueva generación de países no alineados, de hecho alineados con la potencia que Occidente quiere aislar: China. Los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái, el Foro Económico Euroasiático son, entre otras, las nuevas caras de no-Occidente.

¿Qué viene después? No lo sabemos. Tan difícil es imaginar Occidente como un espacio subalterno en el contexto mundial como imaginarlo en una relación igualitaria y pacífica con otros espacios geopolíticos. Sólo sabemos que para quienes gobiernan Occidente cualquiera de estas hipótesis es imposible o, si cabe, apocalíptica. Por ello se han multiplicado las reuniones en los últimos meses, desde el Foro Económico de Davos (mayo) hasta la más reciente reunión del grupo Bilderberg (junio). En esta última, de los 14 temas, siete tuvieron que ver directamente con los rivales de Occidente. Descubriremos lo que discutieron y decidieron siguiendo de cerca las portadas de The Economist durante los próximos meses. 

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez. Texto publicado en Other News enviado por la oficina del autor

Fuente OPINA SUR https://opinionsur.org.ar/wp/la-contraccion-de-occidente/

Exclusivo para Dossier Geopolitico Por: Anthony Medina Rivas Plata Director de la Escuela Profesional de Ciencia Política y Gobierno UCSM

El puerto ruso de Kaliningrado ha cobrado importancia en las últimas semanas como consecuencia de la guerra ruso-ucraniana, la cual, sin visos de resolverse en las próximas semanas, empieza a involucrar cada vez más en ella a los países miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El pasado viernes 17 de junio, la empresa estatal de trenes de Lituania anunció que impedirá el paso de bienes rusos sancionados por la Unión Europea (UE) hacia Kaliningrado. Esto ha enfurecido a los líderes del Kremlin, quienes indicaron que habrá ‘graves consecuencias’ para Lituania por generar el bloqueo de aproximadamente el 50% de productos que ingresan a dicho enclave ruso ubicado entre el sur lituano y el norte polaco.

Para el presidente Vladimir Putin, Kaliningrado es importante como un símbolo del regreso de Rusia al estatus de gran potencia a través de la expansión de su poder naval en el Mar Báltico. Como un territorio que había sido entregado a la República Soviética de Rusia durante la Guerra Fría, Kaliningrado permaneció bajo el control de Moscú incluso después de que sus fronteras quedaran aisladas del resto de Rusia cuando Lituania declaró su independencia luego de la desintegración de la URSS. En la Rusia post soviética de hoy, las preocupaciones de la UE y de la OTAN consisten en el uso estratégico que Putin puede darle a Kaliningrado en caso de un conflicto directo. 

Frente al interés de Suecia de incorporarse a la OTAN, los europeos sostienen que Rusia podría intentar apoderarse de manera preventiva de la isla de Gotland, siempre bajo el supuesto de que un ataque en territorio sueco no provocaría una respuesta inmediata de dicho bloque militar. De igual manera, se especula sobre la posibilidad de que, con el apoyo de Bielorrusia, unidades terrestres rusas logren controlar la brecha de Suwalki que conecta a Kaliningrado a través del territorio de Polonia. Esta acción aislará a los tres países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) del territorio OTAN a la vez que generaría un corredor directo desde Moscú hacia su puerto en el Báltico. A raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, su posición estratégica alrededor del Báltico (y en particular de Kaliningrado) ha venido atrayendo cada vez más atención por parte de los políticos occidentales. Sin embargo, también existen tensiones internas relacionadas con su posición de enclave. 

Esta es una región cuya historia anterior a 1945 estuvo siempre vinculada a los pueblos germánicos, no a los eslavos. Luego de la Segunda Guerra Mundial, y ya bajo control soviético, se promovió la expulsión masiva de la población alemana de Kaliningrado para ser reemplazada por colonos soviéticos. Ya bajo la URSS, se prohibió cualquier discusión sobre el pasado alemán de la región entre sus nuevos habitantes. Sin embargo, en la década de 1970, un puñado de intelectuales comenzó a expresar cierto interés en la historia post soviética de Kaliningrado. Tal interés en el pasado alemán de la región cobró impulso precisamente cuando la URSS se derrumbó. La apertura de los consulados de Alemania, Polonia y Lituania y de varios institutos culturales europeos luego de 1991 marcó un período durante el cual la UE desarrolló planes económicos ambiciosos para la región con la esperanza de que su prosperidad pudiera alentar una mayor integración de Rusia en las instituciones occidentales. Este resurgimiento del interés por el pasado alemán de la región culminó con la adopción del filósofo Immanuel Kant como héroe local, y la identificación de Kant con el Königsberg del siglo XIX. Königsberg era el nombre alemán original de Kaliningrado antes de la llegada de los soviéticos.

Las esperanzas de que Alemania apoyará la reconstrucción del puerto luego del fin de la Guerra Fría, llevaron a las élites intelectuales y empresariales de Kaliningrado a buscar una asociación más estrecha con las instituciones europeas. Estos vínculos también fueron fomentados por el mayor acceso de viajes hacia territorio europeo que se concedió a los habitantes de Kaliningrado, incluso a través de esquemas de acceso sin visa. Para preocupación de los funcionarios estatales en Moscú, a principios de la década de 2010, muchos habitantes de Kaliningrado afirmaban sentirse mucho más cercanos a la UE que a lo que llamaron el ‘continente’ ruso.

Estas particularidades de la relación de Kaliningrado con sus vecinos de la UE pronto fueron vistas por Putin como una amenaza para la posición estratégica de Rusia en el Báltico. En el año 2010, Kaliningrado fue escenario de protestas masivas que obligaron a Moscú a retirar a su candidato a gobernador regional, generándose una cada vez mayor presión sobre Rusia para mantener dicho territorio bajo su influencia. Como resultado del ‘Euromaidán’ ucraniano de 2014, Moscú cerró cualquier iniciativa diseñada para construir vínculos más estrechos entre Kaliningrado y el resto de Europa. Ya en 2020, las restricciones introducidas en respuesta a la pandemia del COVID-19, redujeron notoriamente el nivel de acceso de viajes a territorio europeo al que ya estaban acostumbrados los habitantes de Kaliningrado. De igual manera, desde la invasión de Ucrania, los esfuerzos del Kremlin para generar una atmósfera de entusiasmo nacionalista por la guerra se han dirigido particularmente a Kaliningrado en un esfuerzo por fomentar la hostilidad hacia los estados de la UE. Dado que dicha zona contiene una concentración tan grande de personal militar, este esfuerzo de propaganda ha encontrado resonancia entre los civiles locales que tienen fuertes vínculos con los soldados y marineros rusos directamente involucrados en operaciones militares en suelo ucraniano. 

Actualmente Kaliningrado está dividido debido a su fuerte influencia europea, siendo a su vez territorio ruso. Como enclave rodeado por territorio de la UE, Kaliningrado sigue estando mucho más expuesta al impacto cultural europeo que cualquier otra parte de Rusia. 

La mayor preocupación del Kremlin con respecto a Kaliningrado es el surgimiento de un potencial movimiento separatista apoyado por Polonia y Alemania para anexarse la zona en forma de ‘república independiente’ pro-occidental, teniendo como antecedente la separación de Kosovo de Serbia de 2008. Esta idea se ha convertido en un tema de discusión frecuente dentro del establishment ruso, quien considera que existen condiciones para algún tipo de enfrentamiento civil entre facciones de la población de la región como consecuencia de tensiones derivadas de presiones europeas.

Para la UE, los riesgos que rodean a Kaliningrado son difíciles de medir. La región ha permanecido en calma, ya que a pesar de la cada vez mayor influencia cultural europea, también existe un sentido de patriotismo ruso mezclado con un control político cada vez más firme del Kremlin sobre la zona. Sin embargo, la profundización de la crisis derivada de la guerra ruso-ucraniana, así como de las recientes acciones de Lituania, demuestran que Kaliningrado puede convertirse próximamente en un nuevo punto de conflicto geopolítico entre la UE/OTAN y Rusia.

Kaliningrado y el Corredor de Suwalki en Polonia