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Por Leonid Savin

La visita de Modi mostró al mundo: Rusia no está tan aislada como Occidente quiere que esté

A su llegada a Moscú el 8 de julio, el Primer Ministro indio, Narendra Modi, describió a Rusia como el «amigo de todos los tiempos» de India y elogió el papel destacado de Vladimir Putin en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales durante las dos últimas décadas. El Primer Ministro también afirmó que durante mucho tiempo el mundo ha sido testigo de un «orden global centrado en la influencia». «Pero lo que el mundo necesita ahora es fusión, no influencia, y nadie puede transmitir este mensaje mejor que India, que tiene una fuerte tradición de culto a la fusión», afirmó.

¿Cómo interpretar estas palabras? A primera vista, el Primer Ministro indio aboga por una especie de convergencia. Sin embargo, Oriente es un asunto delicado, esta frase puede interpretarse tanto como una fusión de varias corrientes como una influencia mutua.

En una reunión con la diáspora india en Moscú, el 9 de julio, Modi subrayó que «los indios en Rusia refuerzan los lazos bilaterales, contribuyen al desarrollo de la sociedad rusa… En cuanto oyen la palabra «Rusia», todos los indios piensan que es un amigo fiable, un amigo en la alegría y en la tristeza…».

Sin duda, tal «fusión» es bastante loable, aunque hay que tener en cuenta ciertas sutilezas mentales y espirituales, porque cualquiera puede hacerse ruso (ortodoxo o musulmán), pero para profesar el hinduismo hay que nacer hindú.

Y dada la ideología nacionalista del hinduismo que siguen Modi y sus partidarios, probablemente merezca la pena analizar cómo se han producido tales amalgamas dentro de la India. Uno puede fijarse en la enmienda de la Constitución india sobre el estatus del estado de Jammu y Cachemira, que perdió su estatus especial y su autonomía en agosto de 2019. Es decir, Nueva Delhi ha puesto en marcha un mecanismo de integración más estricto.

Sin embargo, la posición de Rusia sobre la crisis ucraniana y Novorossiya fue expuesta a Modi con cierto detalle, por lo que, aunque tocó el tema de las conversaciones de paz, lo hizo con bastante delicadeza, limitándose a ofrecer la ayuda de India si fuera necesaria para ello.

De todos los temas relacionados con el conflicto ucraniano, Modi estaba más interesado en el destino de los ciudadanos indios que se alistaron en las Fuerzas Armadas rusas. Según los medios de comunicación indios, Vladimir Putin ha accedido a la petición del primer ministro indio de despedir a todos aquellos que deseen regresar a la India. Según fuentes familiarizadas con la decisión, las órdenes se emitieron tras la «intervención directa» de Modi. «Esperamos que el despido se produzca en unas semanas desde los distintos lugares en los que están sirviendo o desplegados», dijeron las fuentes a The Hindu bajo condición de anonimato.

Los medios indios también informan de que el asunto ya se ha tratado con Sergey Lavrov en la cumbre de la OCS en Astana.

Cabe señalar que Estados Unidos ha expresado a India su preocupación por sus relaciones con Rusia, según declaró el lunes a la prensa un funcionario del Departamento de Estado. India, sin embargo, rechazó las preocupaciones del Departamento de Estado, subrayando que «siempre ha abogado por el respeto de la Carta de la ONU, incluidas la integridad territorial y la soberanía». No hay solución en el campo de batalla. El diálogo y la diplomacia son el camino a seguir».

La medida no sólo pretende estrechar los lazos de India con Rusia, sino también reforzar su influencia en las relaciones con Estados Unidos y otros países occidentales… La prolongada cooperación en materia de defensa hace difícil sustituir a corto plazo la posición de Rusia en el sector de la defensa de India. Aunque Estados Unidos está dispuesto a sustituir gradualmente a Rusia como principal proveedor de armas de India, esta transición lleva sin duda su tiempo.

Pero es crucial para un país grande como India mantener una relación estable con Rusia y continuar la cooperación en la industria de defensa».

Citando a Lun Xingchun, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Estudios Internacionales de Sichuan, la publicación también escribe que «actualmente, Occidente es más proclive a inflamar las relaciones entre China, Rusia e India en un intento de sembrar la discordia entre los tres países. De hecho, sin embargo, el propio Occidente puede tener más motivos para preocuparse, ya que espera que India haga frente a Rusia uniendo sus fuerzas a las de Occidente, teniendo en cuenta que la política exterior de India está dirigida a mantener un equilibrio, sin inclinarse completamente hacia ningún lado, para perseguir sus propios intereses».

Los intereses propios de India son quizá la caracterización más acertada de la estrategia inteligente de Nueva Delhi. Sin embargo, no se pueden eludir los intereses rusos cuando se trata de la cooperación entre los dos gigantes euroasiáticos. Y en el contexto de la transformación global, por supuesto, también se trata de que India se convierta en un polo más independiente, lo que encaja bien con las aspiraciones tanto de China como de Rusia de construir un orden mundial multipolar.

Pero los medios de comunicación occidentales se centraron en el hecho de que India compró petróleo ruso por valor de 46.500 millones de dólares en 2023, aunque en 2021 la cantidad fue de sólo 2.500 millones. Las evaluaciones políticas están dominadas por la opinión de que, tanto para Rusia como para India, el desarrollo de sus relaciones bilaterales es importante para contrarrestar la influencia de China. La conclusión es que la visita de Modi demostró al mundo que Rusia no está tan aislada como Occidente quiere que esté.

The New York Times también citó a Vladimir Zelensky, que describió la visita como «una enorme decepción y un golpe aplastante a los esfuerzos de paz». Bloomberg no olvidó mencionar que Putin recibe a Modi después de que él mismo dijera que Rusia y China se encuentran en el mejor momento de sus relaciones bilaterales. Y el propio Modi viajó a Moscú tras la reciente visita a India de una delegación de altos funcionarios estadounidenses interesados en cooperar en tecnología, seguridad e inversiones.

Pero mientras los medios de comunicación occidentales se lamentaban de que Nueva Delhi no siguiera la corriente de Washington, la agenda constructiva de la visita de Narendra Modi continuaba. El 9 de julio, visitó la Tumba del Soldado Desconocido y la exposición Rosatom con Vladimir Putin, tras lo cual comenzaron las conversaciones formales en el Kremlin.

Junto con el Primer Ministro indio, formaban parte de la delegación el Ministro de Asuntos Exteriores, Subramanyam Jaishankar, varios otros altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores indio y Ajit Doval, Asesor de Seguridad Nacional del Primer Ministro.

Por parte rusa, asistieron a las conversaciones el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, el viceprimer ministro primero, Denis Manturov, el ministro de Finanzas, Antón Siluánov, el director del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar, Dmitri Shugaev, y el director general de Rosneft, Igor Sechin.

Las conversaciones dieron lugar a una declaración conjunta, según la cual Rusia e India planean seguir desarrollando la cooperación en muchos ámbitos.

Los países acordaron alcanzar un volumen de comercio mutuo de más de 100.000 millones de dólares para 2030, desarrollar las liquidaciones en las monedas nacionales, optimizar los procedimientos aduaneros y aumentar el volumen de carga. Se prevé desarrollar la cooperación en la industria nuclear, el refinado de petróleo, la energía, la construcción de automóviles y barcos, en el desarrollo y suministro de medicinas y equipos médicos y muchas otras áreas.

Rusia e India acordaron desarrollar una seguridad indivisible en Eurasia e intensificar los procesos de integración; subrayaron la necesidad de resolver pacíficamente el conflicto ucraniano mediante la diplomacia y la implicación de ambas partes.

Anteriormente se informó de que India estaba interesada en la participación de Rusia en la construcción de nuevos reactores nucleares en India y en el suministro de combustible. A principios de la década de 2000, EE.UU. impidió activamente la entrada de tecnología nuclear en India, pero luego se relajó, sin embargo, teniendo en cuenta el hecho de que el propio EE.UU. será el proveedor. Al parecer, Nueva Delhi ha decidido deshacerse por fin de esta dependencia y contar con el apoyo de Rusia.

Se alcanzó un acuerdo similar sobre el suministro ininterrumpido y garantizado de petróleo en los próximos años.

También se habló de aumentar la cooperación técnico-militar. Hay que señalar que, según los datos del SIPRI, Israel representa la mayor parte de las importaciones de armas de India (48%), mientras que Rusia ocupa el segundo lugar (28%), aunque hace diez años su cuota era de alrededor del 70%. Por lo tanto, es más correcto hablar no del comienzo, sino del restablecimiento de las relaciones en este ámbito.

Los resultados de la visita del jefe de Estado indio pueden calificarse de muy fructíferos para ambas partes. Continúa el cambio de vector de Rusia hacia el Oriente Global y el Sur Global. Y dado que la India es ya la tercera economía del mundo, los proyectos conjuntos esbozados indican que, al menos en los próximos cinco años, la cooperación bilateral alcanzará nuevas cotas y reportará importantes beneficios a los dos países.

Y esto se confirmará una vez más en la cumbre BRICS+ de Kazán en octubre, a la que ha sido invitado Modi, así como en la 23ª cumbre de los dos países en la India en 2025, a la que ha sido invitado Vladimir Putin.

raducción al español para Geopolitika.ru
por el Dr. Enrique Refoyo

Fuente: https://regnum.ru/

Por Youssef Hindi

La geopolítica es “la conciencia geográfica del Estado” (1). Y el Estado es una comunidad de personas que existe dentro de un espacio definido o incluso una civilización que posee fronteras claras; en este caso podemos hablar de un “Estado civilización” (2) – utilizando el concepto de Weiwei Zhang – como lo son China o, hasta cierto punto, Rusia. Para el geopolítico alemán Karl Haushofer (1869-1946), la geopolítica no es ni de derechas ni de izquierdas, sino que es una ciencia al servicio de la humanidad en su conjunto y la cual fomenta el entendimiento entre los pueblos. El objeto de estudio de Haushofer es “las grandes conexiones vitales que el hombre actual tiene con el espacio actual” y su objetivo es “la integración del individuo en su entorno natural y la coordinación de los fenómenos que vinculan al Estado con el espacio” (3). El objetivo de esta disciplina es también y, sobre todo, dotar a los políticos responsables de las herramientas intelectuales necesarias para tomar decisiones y emprender acciones eficaces.

Lo que vemos hoy, sin embargo, es que existe una geopolítica china, una geopolítica rusa y una geopolítica estadounidense, pero que no existe una geopolítica europea, ya que la integración del Viejo Continente fue gracias al glacis estadounidense. E incluso si Estados Unidos se retirara de Europa, no existiría una geopolítica europea, sino una geopolítica francesa, alemana, italiana, etcétera. Los Estados europeos han perdido frente a Washington toda soberanía e incluso el derecho a elegir a sus amigos y enemigos. “Mientras un pueblo exista en el ámbito de lo político, debe, aunque sólo sea en el caso más extremo —pero, sobre cuya existencia decida por sí mismo— determinar la distinción entre amigo y enemigo. Ahí radica la esencia de su existencia política. Si ya no tiene la capacidad o voluntad de hacer distinción, deja de existir políticamente. Si un extranjero le dice quién es su enemigo y contra quién se puede o no combatir, entonces ya no es un pueblo políticamente libre” (4). Este otro sistema político es la Unión Europea y la OTAN, dirigidas por Estados Unidos.

Si la política es el ámbito de la distinción entre amigo y enemigo, la geopolítica es el ámbito de la alianza y la confrontación entre los Estados. La geopolítica aplicada es también, ante todo, la gestión por parte de una autoridad política de su espacio, es decir, el espacio de su pueblo. Esto último significa asegurar sus fronteras y mantenerse lo más lejos posible de cualquier amenaza que pueda suponer cualquier Estado, ejército u organización hostil. Para Karl Haushofer, el concepto de geopolítica es “uno de los instrumentos políticos más útiles y más finos que existen que ayudan a registrar y medir la distribución del poder en el espacio y la superficie de la tierra: una herramienta para comprender el juego de fuerzas que afecta a nuestro presente y a nuestro futuro; utilizando esta herramienta podemos poner en juego y superponer casi sin lagunas los factores descriptivos espaciales de la geografía política y los factores descriptivos temporales de la historia cotidiana en sus resultados para comprender la fuerza transformadora dinámica del día y del momento” (5).

Enemigos estructurales: tierra/mar, imperio/hegemón

La Antigüedad vio el nacimiento de los Estados y los grandes modelos de poder geopolítico, los cuales evolucionaron técnicamente, pero mantuvieron su esencia. La oposición entre imperio terrestre y hegemonía marítima es permanente y continua hasta nuestros días dando forma a la estructura de la geopolítica mundial. Las guerras entre Esparta y Atenas, y posteriormente entre Roma y Cartago, resonaron en conflictos posteriores de la Edad Media y la Modernidad: Inglaterra contra Francia, Inglaterra contra Rusia, Inglaterra contra Alemania y actualmente Estados Unidos contra Rusia. Las constantes geopolíticas se extienden a lo largo de un periodo histórico muy dilatado. Desde un punto de vista geopolítico y jurídico, más o menos desde el siglo XVI, hemos vivido en un mundo conformado por dos órdenes espaciales opuestos: el del mar abierto y el de la tierra firme. “La ordenación mundial centrada en Europa, surgida en el siglo XVI, se desdobló así en dos ordenaciones globales distintas, o sea de la tierra y del mar. Por primera vez en la historia de la Humanidad, la oposición entre tierra y mar se convierte en fundamento universal de un Derecho global de Gentes. Ahora ya no se trata de cuencas marítimas delimitadas como el Mar Mediterráneo, el Mar Adriático o el Mar Báltico, sino de todo el globo terrestre, geográficamente medido, y los océanos mundiales… Aquí se enfrentan, pues, dos ordenaciones universales y globales que no pueden ser adaptadas a la relación entre derecho universal y derecho particular. Cada una de estas ordenaciones es universal. Cada una de ellas tiene su propio concepto de enemigo y guerra y botín, pero también de libertad. La gran obra decisiva del Derecho de Gentes de los siglos XVI y XVII culminó así en un equilibrio entre tierra y mar, en una contraposición de dos ordenaciones que, en su correlación sujeta a tensiones, llegaron a determinar el nomos de la tierra…” (6).

Desde entonces y hasta finales del siglo XX, el equilibrio de poder se inclinó a favor de las potencias marítimas, a saber, el Imperio Británico y su heredero estadounidense. El hundimiento del poder continental tras la Reforma protestante, que debilitó tanto a la Iglesia romana como al Sacro Imperio Romano Germánico, condujo a la expansión hegemónica a largo plazo de las talasocracias angloamericanas y al sometimiento de la Europa continental. Las consecuencias de la salida de Europa del escenario de la historia, al igual que el nacimiento del mundo multipolar, fue percibida por ya en los años 1930/40 por algunos visionarios que se adelantaron a su tiempo. En su correspondencia con Nicolaus Sombart entre 1933 y 1943, Carl Schmitt escribió que: “Los verdaderos competidores hoy en día son Rusia y Estados Unidos. Europa está fuera de juego. Tocqueville se dio cuenta de ello hace cien años. Pero la idea misma de dominación mundial también es cosa del pasado. Lo que viene es un nuevo Nomos de la Tierra, un nuevo orden geográfico. Tenemos que pensar en términos planetarios, en términos de una revolución geográfica planetaria. Lo que está surgiendo ahora es un orden de ‘grandes espacios’” (7).

La actual guerra entre Rusia y la OTAN en Ucrania es el resultado de esta tensión entre potencias terrestres y marítimas. La guerra que Rusia libra hoy es clásica, en el sentido de que combate allí donde hay poblaciones rusófonas en los territorios del antiguo imperio ruso. Lucha en su zona natural de influencia, no al otro lado del mundo. Es una guerra del siglo XIX, típica de las potencias terrestres, comparable a la de Prusia, que luchó para reunificar (parcialmente) a las poblaciones germánicas dispersas por parte de Europa. Rusia también está librando una guerra para asegurar su zona de influencia geopolítica, que está siendo invadida por Estados Unidos a través de la OTAN. Podemos remontarnos a la Antigüedad para encontrar este tipo de guerra limitada librado con la intención de preservar o ampliar una zona de influencia que coincide con una zona de seguridad que permite trazar una línea geográfica más allá de la cual la vida del propio Estado se ve amenazada.

En la primera mitad del siglo III a.C., cuando Roma unificó Italia, vio amenazada su costa Este en tirrena por Cartago. Hacia el 280 a.C., Cartago ocupó Lipara, en las islas Eolias, un puesto de observación clave en la desembocadura del estrecho de Mesina. En el 270 a.C., Roma reconquistó Rhegium, frente a Sicilia, y desde entonces controló el estrecho de Mesina, una de las dos principales vías de comunicación entre las cuencas oriental y occidental del Mediterráneo. Cartago, que había intentado sin éxito impedir que Roma unificara la península itálica, ahora quería al menos cerrar el acceso de Roma a Sicilia, clave de la hegemonía colonial cartaginesa. Podemos trazar un paralelismo con la secuencia histórica que comenzó cuando Vladimir Putin llegó al poder a principios de la década de 2000. Mientras Rusia se reconstituía y reforzada su Estado, se vio amenazada por Estados Unidos, el Cartago de los tiempos modernos, dentro de sus fronteras (la guerra de Chechenia) y fuera por el avance de la OTAN en su zona de influencia y seguridad. Para afirmarse como potencia regional, Roma se vio obligada a salir de la península itálica y enfrentarse a Cartago, del mismo modo que Rusia salió de sus fronteras para enfrentarse a la OTAN en Ucrania. En ambos casos, la guerra era inevitable. O bien la potencia terrestre se quedaba dentro de sus fronteras y dejaba que la potencia marítima la atacara en su territorio, a riesgo de verse acorralada o incluso desaparecer, o bien emprendía acciones militares para asegurarse una zona de influencia más amplia que le proporcionara una protección duradera. Los intereses de Cartago, que residían en el control militar, político y comercial del Mediterráneo, chocaban frontalmente con los intereses vitales de Roma, que necesitaba asegurarse una zona de influencia y protección. Cartago intentaba contener a Roma, igual que los estadounidenses hacen con Rusia. Los cartagineses querían utilizar Sicilia como puente para atacar Italia al igual que los estadounidenses están utilizando Ucrania como cabeza de puente contra Rusia. Rusia, como Roma en el pasado, está a la defensiva, pero responde al ataque de un enemigo, Estados Unidos, que está fuera del alcance de su ejército. Roma destruyó Cartago con tal de reducir su amenaza a nada. Rusia sólo puede destruir a Estados Unidos a costa de un intercambio nuclear catastrófico para la humanidad. Mientras tanto, Estados Unidos amenaza las fronteras de Rusia utilizando a los ucranianos y europeos. Los estadounidenses libran una guerra internacional contra Rusia sin tener que implicarse oficialmente. La asimetría militar en perjuicio de Rusia es extraordinariamente significativa. Pero la asimetría en este conflicto no es exclusivamente militar. Rusia está librando una guerra tradicional, convencional y limitada por su propia naturaleza. Incluso nos atreveríamos a decir que la ofensiva rusa está limitada por la propia naturaleza de Rusia. Estados Unidos está librando una guerra fuera de sus límites, es decir, una guerra cuyo ámbito de acción ya no es exclusivamente militar, sino también civil, económico, jurídico y social. La guerra sin límites es la guerra total. Y es a este ataque total al que Rusia se enfrenta desde hace muchos años.

Esto ha llevado a la formación de bloques geopolíticos continentales como reacción a la hegemonía de la talasocracia: China/Rusia frente al hegemón angloamericano Ha nacido el orden de los grandes espacios, conocido como mundo multipolar, y que está compuesto por grandes potencias que agrupan diversas naciones con tal de formar bloques geopolíticos. La unipolaridad sólo duro un breve momento durante el cual se reconstituyeron los poderes de Rusia y de China. En resumen, se trató de un malentendido histórico. Este breve periodo de unos veinte años fue interpretado por algunos estadounidenses como el fin de la historia, que significaba la hegemonía planetaria estadounidense. El siglo XXI no será únicamente el siglo de la multipolaridad, sino también el siglo en el que el centro de gravedad del planeta se desplaza hacia el Este, hacia el corazón continental del mundo, en detrimento de las talasocracias periféricas. Se trata de una inversión fenomenal del equilibrio de poder a escala histórica y mundial. Los grandes recursos energéticos (petróleo, gas, por no hablar de las materias primas), y las mayores potencias económicas y militares son antes que nada Estados continentales que controlan grandes extensiones de tierra y se alían con numerosos Estados a través del vasto territorio del África. Estados Unidos y el resto del mundo occidental representan el 25% de la población mundial y se enfrentan al 75% restante, que hoy en día se agrupa en torno a las dos potencias continentales: Rusia y China. Esto marca el fin de la era talasocrática. Hace más de un siglo, Halford John Mackinder (1861-1947) advirtió al Imperio Británico del peligro que representaba el poder terrestre ruso en el sentido de que la potencia continental tenía más posibilidades de triunfar sobre los poderes marítimos sin importar que tan ingeniosa fuera la diplomacia de estos últimos.

Quienes se sorprenden ante el acercamiento chino-ruso simplemente ignoran las constantes y los fundamentos de la geopolítica. El Pacto Molotov-Ribbentrop, concluido en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, se justificó por la necesidad de que las dos potencias terrestres, Alemania y Rusia, se acercaran y formaran un “bloque” contra las potencias marítimas angloamericanas, a pesar de sus diferencias ideológicas. El error fatal de Adolf Hitler fue romper este pacto, para regocijo de británicos y estadounidenses, que pudieron así librarse, con un coste mínimo, de un Estado poderoso que se extendía por el centro de Europa: “Sólo después de haber expuesto sus planes de conquista en el Este a los principales jefes militares, Hitler encontró la resistencia de los círculos tradicionales, de los que el general Beck era un destacado representante” (8). Estos círculos tradicionales pretendían restaurar una Alemania fuerte y su hegemonía según el modelo clásico.

Los dirigentes chinos y rusos, que tienen una fuerte conciencia histórica, no cometerán el error de separarse. Tanto más cuanto que la doble política estadounidense de contención frente a Rusia y China obliga a estos dos países a mantenerse unidos. Dado que el globo es un campo de batalla en el que “los Estados compiten por el dominio del mundo” (9), la guerra de Ucrania puede interpretarse como una continuación de la política euroasiática de Rusia para asegurar su control continental. Es lo que tradicionalmente se conoce como “pacificación” al estilo romano. El apoyo de Pekín a Moscú es, por lo tanto, comprensible; el Imperio del Centro necesita que Europa y Asia estén pacificadas para que sobreviva su proyecto de la nueva Rutas de la Seda. Así que Rusia está haciendo un trabajo necesario a ojos de China. Lo sorprendente hoy en día es que el realismo geopolítico alemán ha sido adoptado por rusos y chinos. De hecho, Karl Haushofer escribió en 1940: “Incuestionablemente, el mayor y más importante cambio en la política mundial de nuestro tiempo es la formación de un poderoso bloque continental que abarca Europa, el Norte y el Este de Asia. Pero no todas las grandes formaciones y configuraciones de este tipo surgen de la mente de algún estadista, por grande que sea, como aquella famosa diosa griega de la guerra transfigurada en apariencia. Las personas informadas saben que tales formaciones se preparan durante un largo período de tiempo” (10)

La política euroasiática no es, de hecho, un proyecto ideado originalmente y ad hoc por unos cuantos dirigentes, sino el fruto de la necesidad, de la fuerza de las circunstancias históricas. La alianza euroasiática sigue un principio que nos viene de la antigüedad, de la época del nacimiento del Estado romano: “Fas est ab hoste doceri” (Es un deber sagrado dejarse enseñar por el enemigo). Karl Haushofer escribió en 1940. “Cuando nacen formaciones políticas importantes, el adversario suele tener ya un agudo instinto de lo que le amenaza, un sentimiento premonitorio que un notable sociólogo japonés, G. E. Vychara, atribuye a todo su pueblo, y que le permite ver los peligros que vienen de lejos. Tal característica nacional tiene un valor incalculable. Todo el mundo se asombrará al saber que quienes primero vieron en el horizonte la posibilidad de tal bloque continental, cargado de amenazas para la dominación mundial de los anglosajones, fueron los dirigentes ingleses y estadounidenses, en una época en que nosotros, en el seno del Segundo Reich [1871-1918], aún no nos habíamos formado una imagen de las posibilidades que podrían resultar de una unión entre Europa Central y la potencia dominante de Asia Oriental [N. D.A.: se refiere a Japón] a través de la inmensa Eurasia” (11).

Lord Palmerston (1784-1865), político británico y dos veces Primer Ministro, dijo durante una crisis ministerial en 1851: “por muy desagradables que sean ahora nuestras relaciones con Francia, debemos mantenerlas, porque en el trasfondo se cierne una Rusia que puede unir Europa y Asia Oriental, y solos no podemos hacer frente a semejante situación”. Homer Lea (1876-1912), aventurero y escritor estadounidense, escribió un libro sobre el ocaso de los anglosajones en el apogeo del Imperio Mundial Británico. En él decía que el fin de la dominación inglesa podría llegar cuando Alemania, Rusia y Japón unieran sus fuerzas. Por lo tanto, está claro que los cerebros de Vladimir Putin y Xi Jinping no idearon la política de acercamiento chino-ruso. Es una reacción a la geopolítica de los angloamericanos, a la que han bautizado como “política de la anaconda” con la cual sujetar, asfixiar y aplastar a las naciones (12). Podríamos decir que se trata de una relación dialéctica, una amenaza que obliga a los Estados continentales a formar grandes y poderosos espacios para obstaculizar la política de la anaconda. El objetivo estratégico angloamericano de separar a Alemania y Rusia no es nada nuevo. Hoy, Washington destruye los gasoductos que unían a ambos países, y ayer, en 1919, cuando Alemania estaba de rodillas y desarmada, los angloamericanos temían la colaboración germano-rusa y propusieron “que, a costa de un grandioso traslado de los habitantes de Prusia Oriental a Occidente, Alemania sólo tuviera acceso a la orilla occidental del Vístula, únicamente para que Alemania y Rusia ya no pudieran encontrarse directamente” (13).

El Tratado de Rapallo, firmado el 16 de abril de 1922 por Alemania y la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, supuso una gran decepción para el inglés Mackinder y su escuela. La nueva Ruta de la Seda china, que une en a la oriental China con Europa occidental mediante una ruta esencialmente continental, ha reavivado un viejo temor angloamericano. Recientemente, la doncella italiana al servicio de Washington, Giorgia Meloni, sacó a Italia de la Nueva Ruta de la Seda china. Además, recordemos que el historiador y geopolítico estadounidense Brook Adams (1848-1927) vio en la posibilidad de una vasta política ferroviaria transcontinental con terminales que se extendían desde Port Arthur hasta Tsing-tao (dos puertos del este de China), la posibilidad de una unidad germano-rusa para dominar el este de Asia y que cualquier intento de un bloqueo británico o estadounidense, incluso de ambos a la vez, no sería capaz de contener. Todo esto lo estamos viendo hoy. La política de sanciones estadounidenses contra una Rusia respaldada por China y las otras grandes zonas del mundo multipolar (BRICS) es inútil. Incluso sin Europa, que Washington ha logrado separar de Rusia, la alianza continental euroasiática ya está derrotando a los angloamericanos política, militar y económicamente. La ruptura ruso-europea provocada por los estadounidenses está empujando a Rusia aún más hacia otro continente rival, África, donde los chinos ya están bien establecidos. Todo esto es gracias a los vasos comunicantes de la geopolítica. Estados Unidos vive de las ganancias geopolíticas que logró desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En particular, el control de Europa y Japón. La política continental para contrarrestar la contención angloamericana debe llevarse a cabo sin contar con la participación de estos dos actores, tomando en cuenta un gran número de grandes y medianas potencias, como India, Irán, Indonesia, Sudáfrica y Brasil. Además, África se está inclinando hacia Oriente en detrimento de Occidente.

¿Con qué fin?

Pero la fuerza de atracción económica de los poderes continentales podría en algún momento romper la dependencia de Japón y Europa del judeo-protestantismo angloamericano, eso si primero no se produce una guerra mundial (es decir, un enfrentamiento directo entre las grandes potencias). Porque si bien Estados Unidos fue una vez una potencia económica atractiva, hoy ofrece a sus vasallos recesión, pobreza, saqueo de sus industrias, guerra y humillación continua. Los dirigentes europeos están atrapados entre un abismo que los enfrenta a sus amos, la oligarquía occidental, la cual arrastra a sus países al abismo, y la revuelta de sus pueblos, que se oponen a esta política de muerte. Por su parte, Rusia está esperando a cosechar los beneficios de la guerra de desgaste contra Occidente hasta que la paciencia de los pueblos de Europa llegue a su límite. La presión rusa sobre los gobiernos europeos no es virtual, sino real. La capacidad de resistencia y los recursos de los rusos son muy superiores a los de Occidente. Todo lo que Moscú tiene que hacer es prolongar las hostilidades y el agotamiento industrial europeo hasta que sus pueblos no puedan soportar más los efectos económicos.

En cuanto a Japón, ha mostrado un pragmatismo típico de su cultura. Tokio se negó a sacrificar su economía por las necesidades estratégicas de Estados Unidos: “Estados Unidos ha reunido a sus aliados europeos en torno a la idea de limitar las compras de crudo ruso a 60 dólares el barril, pero uno de los aliados más cercanos de Washington en Asia está comprando ahora petróleo a precios superiores a ese tope. Japón consiguió que EEUU aceptara esta excepción, alegando que la necesitaba para garantizar el acceso a la energía rusa. Esta concesión demuestra la dependencia de Japón de Rusia en materia de combustibles fósiles, lo que, según los analistas, ha contribuido a la reticencia de Tokio a seguir apoyando a Ucrania en su guerra contra Rusia” (14). Los estadounidenses se enfrentan a una situación difícil. Están exigiendo obediencia ciega a sus vasallos en contra de sus intereses vitales. Tirar demasiado fuerte de la cuerda de la sumisión acabaría por romperla. La situación geográfica de Japón, cerca de los dos gigantes geopolíticos que son China y Rusia, puede empujarle finalmente a un acercamiento con Pekín y Moscú para encontrar un modus vivendi. La necesidad de hidrocarburos para su potente industria es vital para Japón y Tokio no puede permitirse hacerse el harakiri por una guerra que no tiene nada que ver con él. La realidad del equilibrio de poder es clara, entre una minoría demográfica a escala mundial que lleva a cabo una política económica y militar mortífera, y las grandes potencias de la tierra que disfrutan de un auge económico y que trabajan para estabilizar el gran continente, existe una diferencia clara.

Notas:

1. Karl Haushofer, De la géopolitique, Fayard, 1986, p. 24.

2. https://www.lajauneetlarouge.com

3. Karl Haushofer, De la géopolitique, p. 25.

4. Carl Schmitt, La notion de politique, 1932, Champs, 2009, p. 91.

5. Karl Haushofer, De la géopolitique, p. 105.

6. Carl Schmitt, Le nomos de la Terre, 1950, Publication universitaire de France, 2001, p. 172.

7. Nicolaus Sombart, Chronique d’une jeunesse berlinoise (1933-1943), Quai Voltaire, Paris 1992, trad. D’Olivier Mannoni, pp. 322-323. Citado por Alain de Benoist, prefacio a Terre et mer de Carl Schmitt, 1942, 2022, Krisis, p. 57.

8. Jean Klein, prefacio a De la géopolitique de Karl Haushofer, p. 29.

9. Karl Haushofer, De la géopolitique, p. 27.

10. Karl Haushofer, De la géopolitique, p. 113.

11. Karl Haushofer, De la géopolitique, p. 114.

12. Karl Haushofer, De la géopolitique, pp. 114-115.

13. Karl Haushofer, De la géopolitique, pp. 115-116.

14. « Japan Breaks With U.S. Allies, Buys Russian Oil at Prices Above Cap », The Wall Street Journal, 02/04/2023. https://www.wsj.com

Fuente https://strategika.fr

¡¡ARGENTINA TIENE UNA NO POLÍTICA EXTERIOR Y SU DIPLOMACIA ACTÚA CONTRA LOS INTERESES DEL PAÍS!!

Lo señala el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma tras felicitar a este importante medio alternativo internacional de la libertad de prensa por su 20º aniversario y recordando el legado de Juan Domingo Perón, a 50 años de su muerte, sobre que ”LA ÚNICA POLÍTICA IMPORTANTE QUE EXISTE ES LA POLÍTICA EXTERIOR” con la que las naciones, los pueblos y las organizaciones internacionales deben participar y bregar por sus intereses nacionales. Toda una herencia estratégica del mayor líder argentino del siglo XX, de rotunda vigencia en el actual cambio tectónico e histórico que se produce por el ascenso del Sur Global y la debacle del imperio anglosajón. Y dentro del cual, y por el contrario, Javier Milei ha entregado a su país al servicio de los intereses de EEUU e Israel.

AUDIO:

Y corroborando tan evidente traición a su patria, en el audio detalla la descomunal lista de viajes internacionales emprendidos por el presidente anarco liberal, casi todos para propaganda ideológica personal aunque pagados con dineros públicos y haciendo dejación de sus obligaciones de alto mandatario de una nación en gravísima crisis económica y social. En tanto que sus escasas participaciones oficiales han sido en eventos de organizaciones devaluadas pro anglosajonas y en los cuales, sin vergüenza ni sentido del ridículo, pretendió convencer a la elite imperial -que ha dominado la humanidad durante siglos- que son los comunistas y los populistas los verdaderos dueños del mundo.

Destacando además, la decisión de Milei, suicida para los intereses de Argentina, de no acudir a la cumbre del Mercosur y sí a una conferencia conservadora junto al imputado Bolsonaro y al extremista chileno Kast, que alucina con apropiarse de la Patagonia. En tanto que el presidente anarco liberal continúa generando conflictos diplomáticos con la mayoría de países vecinos.

Además, resalta la temeraria decisión unilateral, no exigida por EEUU, de introducir a Argentina en el conflicto de Ucrania, más un acuerdo de apoyo irrestricto al régimen de Zelenski y el compromiso de entregar armamento -y hasta aviones- a ese país. Sin olvidar la amenaza de cambiar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, cuando solo 4, de los 194 países de la ONU lo han hecho, en una clara provocación al mundo árabe, al que ya ofendió en Buenos Aires, no asistiendo a la cita comprometida con sus embajadores en el país. Además del enfrentamiento obsesivo que promueve con China y Brasil, nuestros principales socios estratégicos para la economía  del país.

Y concluye con que ésta es la NO POLÍTICA EXTERIOR, ésta es la falta de criterio y ésta es la falta de interés nacional que tiene la administración de Milei.

Eduardo Bonugli (Madrid, (07/07/24)

VIAJES AL EXTERIOR DE JAVIER MILEI

  1. Suiza – Davos – 15-19 de enero – Invitado en la 54.ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial ​
  2. Israel Tel Aviv y Jerusalén6 de febrero – Reunión con el presidente Isaac Herzog y el primer ministro Benjamín Netanyahu ​
  3. Ciudad del Vaticano9 de febrero Reunión con el Papa Francisco
  4. Italia – Roma – 9 de Febrero – Reunión con el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni
  5. Estados UnidosWashington D. C – 23 de febrero – Invitado en la Conferencia Política de Acción Conservadora 
  6. Estados UnidosAustin y Miami 10-12 de abril – Reunión con el empresario Elon Musk ​ y con secta judía Casa de Jabad ​
  7. Estados UnidosLos Ángeles5-6 de mayo – Invitado en el Instituto Milken
  8. EspañaMadrid17-19 de mayo – Invitado en la convención Europa Viva 24 del partido político Vox 
  9. Estados UnidosSan Francisco28-30 de mayo – Reunión con los empresarios Sam Altman, Tim Cook, Sundar Pichai, y Mark Zuckerberg, y con el director de la Universidad Stanford (donde dio un discurso) Richard Saller, y la directora de la institución Hoover y ex secretaria de Estado Condoleezza Rice 
  10. El SalvadorSan Salvador1 de junio  – Invitado en la asunción del presidente reelecto Nayib Bukele
  11. ItaliaFasano13-15 de junio – Invitado en la cumbre del G7 y el Papa Francisco
  12. SuizaLucerna15-16 de junio – Invitado en la Conferencia de Paz sobre Ucrania 
  13. EspañaMadrid21 de junio – Viaje para recibir la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, en contra del criterio que establece la Ley de Acción y del Servicio Exterior de 2015,​ y la Medalla por «defensa ejemplar de las ideas de la libertad» del Instituto Juan de Mariana.
  14. AlemaniaHamburgo22-23 de junio – Invitado en una ceremonia en donde fue premiado con la medalla Hayek mientras unas 500 personas se manifestaban en contra del presidente argentino.​ También mantuvo una breve reunión de trabajo con el canciller Olaf Scholz, donde se abordaron las negociaciones para un acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur.
  15. República ChecaPraga24 de junio – Reunión con empresarios y el primer ministro Petr Fiala. El gobierno sostuvo que fue invitado a título privado por el Instituto Liberal de República Checa.​ El presidente de dicha institución desmintió esa información, diciendo que el premio a Milei no fue entregado por ellos sino por un ex miembro del mismo.
  16. Brasil – Camboriú6 y 7 de julio – Conferencia de Conferencia Política de Acción Conservadora

SÍNTESIS HASTA EL 7/7/2024

4 visitas a Estados Unidos

2 visitas a Italia, Suiza, España

1 visita a Ciudad del Vaticano, Israel, El Salvador, Alemania, Chequia, Brasil

PRENSA INTERNACIONAL DIARIO “EL PAÍS” ESPAÑA 

GOBIERNO DE JAVIER MILEI – Milei llega a Brasil con una economía que languidece y casi aislado en la región

El presidente argentino participará junto a Bolsonaro y el chileno José Antonio Kast en la cumbre de la ultraderecha de este fin de semana y se reunirá con empresarios brasileños, pero no con Lula

LINK DE LA INFORMACION: https://elpais.com/argentina/2024-07-06/milei-llega-a-brasil-con-una-economia-que-languidece-y-casi-aislado-en-la-region.html

Entrevistado por el programa «Redacción Abierta» de Canal 10 de los SRT de la Unv Nac de Córdoba, que conduce el Periodista Martin Reinaldi..analizó la errática, confusa y casi inexistente en Política Exterior del Gobierno de Javier Milei, y que en la práctica, sus viajes al exterior, no han sido viajes de Estado sino viajes personales o por razones «religiosas» o para recibir «premios» de dudoso origen o importancia o asistir a reuniones de grupos o sectas políticas religiosas…Sin ninguna relación con el Interés Nacional y enfrentándose con nuestros principales socios comerciales como: Brasil, China o España y prácticamente aislado de toda Suramerica y ahora su faltazo a la Cumbre del Mercosur…


Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele
Dossier Geopolitico

 

Canal 10 canal pionero de la Tv por aire del Interior de Argentina, perteneciente a los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba

Por Consuelo Diéguez *

Atarajan Chandrasekaran, o Chandra, como se le conoce, preside el grupo Tata, el mayor conglomerado empresarial de la India y uno de los mayores del mundo, con unos ingresos de unos 150.000 millones de dólares. Tata posee acerías, bancos, empresas de energía y tecnología, así como marcas simbólicas del refinamiento, como Jaguar y Land Rover. Esta máquina de hacer dinero quiere multiplicar las inversiones en Brasil, todavía pequeñas por ahora, en los próximos años. Por este motivo, el presidente Lula recibió calurosamente a Chandra a finales de marzo, en su oficina, en el Palacio do Planalto.

En el encuentro, Lula celebró los vínculos entre Brasil e India y habló de la importancia de fortalecer la asociación con el miembro más fuerte de los Brics, después de China. Al posar para fotos con Chandra, Lula dio un paso más en su diplomacia presidencial, estrategia que viene ejerciendo desde el inicio de su gobierno con el objetivo de buscar inversiones, incrementar el comercio y, principalmente, influencia en la geopolítica global de Brasil.

“Europa ha perdido su papel de liderazgo en todos los ámbitos. Tanto en el comercio como en la política internacional, mientras los Brics ganan cada vez más importancia”, dijo Lula a Chandra durante la reunión, según uno de los presentes. Por la noche, en una cena en la Embajada de la India en Brasilia – un palacio de líneas modernas y atrevidas, en el Sector de Embajadas, en Lago Sur, en la capital federal – le tocó a Chandra reforzar, frente a empresarios brasileños y extranjeros, políticos y diplomáticos, lo que escuchó anteriormente de Lula. “La geopolítica está cambiando. Estados Unidos y China se están asentando y la India está creando su propio camino”, afirmó, en un breve discurso, en el que presentó el potencial de su país como socio comercial y político de Brasil. “Bajo el liderazgo del Primer Ministro Narendra Modi, la India está emergiendo como líder regional y potencia económica. Ya se ha convertido en la quinta economía mundial y, en los próximos cinco años, será la tercera”, afirmó el ejecutivo. Esto significa que su país espera, en poco tiempo, desplazar a dos de las mayores economías del mundo: Japón y Alemania, sólo por detrás de China y Estados Unidos.

Chandra luego pasó al punto central de la conversación que tuvo con Lula: los Brics. «India y Brasil son dos de los países más importantes del Sur Global y de los BRICS». Brasil, dijo, tiene recursos naturales gigantescos, como petróleo, gas, mineral de hierro, además de bosques y fuentes de energía limpia. “Son dos naciones muy amigas y a ambos gobiernos les gustaría que sucedieran más cosas. Tanto en el flujo comercial como en la sostenibilidad, en la producción de alimentos, en la transición energética, en la tecnología, entre otras cosas”. Son áreas en las que Europa ha ido perdiendo importancia y competitividad, mientras que los países Brics ganan cada vez más espacio. Hasta el punto de que el bloque empezó a ser visto como una molestia por parte de los países más ricos. Y en ocasiones incluso como una amenaza en el futuro.

ohBrics surgió de un acrónimo creado por un ejecutivo del banco estadounidense Goldman Sachs, en 2001, para designar a un grupo de países emergentes -inicialmente, Brasil, Rusia, India y China- cuyas economías llamaban la atención por su gran potencial de crecimiento. El apodo acabó animando al grupo a unirse, en 2009, en un bloque del mismo nombre, al que también se uniría Sudáfrica.

A pesar de que estos países destacan en el escenario mundial, especialmente China, los Brics eran vistos hasta hace poco por las economías del G – 7 (grupo que reúne a Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón) como un bloque. con más divergencias que intereses comunes, lejos de representar riesgo alguno para los dueños del mundo. Esta indiferencia se ha mantenido sin cambios durante las últimas dos décadas, a pesar de la expansión acelerada de China y la India.

La advertencia de que algo nuevo podría desafiar la hegemonía del G – 7 llegó el año pasado con la entrada de cuatro socios más al bloque: los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto y Etiopía. Se espera que Arabia Saudita selle su participación este mes. Se incluyó a Argentina, pero el presidente Javier Milei renunció a la asociación. El bloque se volvió más heterogéneo, especialmente desde el punto de vista político, al mezclar dictaduras y democracias en una misma canasta, pero se convirtió en un coloso económico. Los Brics ampliados, o Brics+, como se les llama, representan (con la participación de Arabia Saudita) el 46% de la población del planeta, el 38% del PIB  y el 23% de las exportaciones globales, además del 43% de la producción mundial de petróleo. Entre las diez economías más grandes del mundo, tres (China, Brasil e India) pertenecen a los BRICS.

China, naturalmente, es el buque insignia del grupo. Cuando se crearon los Brics en 2009, el PIB chino , según la revista The Economist , representaba el 47% del PIB del bloque . En 2022 ya era del 70%. En el comercio entre los BRICS, la participación de China era del 55% en 2001 y saltó al 69% en 2022. En términos globales, con un PIB  de 19,9 billones de dólares, los chinos ocupan el segundo lugar después de Estados Unidos, que con un PIB de 25,3 billones de dólares. sigue siendo la economía más grande del mundo.

La creación de los BRICS, como me dijo un diplomático brasileño, “fue un ejercicio diplomático creativo”. Reunió a países que no tenían muchos vínculos directos, pero que, con la creación del bloque, lograron agilizar algunos mecanismos de intercambio. “En una mesa se reunieron líderes de cinco países que han cobrado relevancia”, dijo. «Esto hizo que los tratos fueran mucho más rápidos, principalmente porque las conversaciones siempre fluían bien».

Los especialistas en geopolítica y comercio internacional apuestan a que los BRICS no desplazarán la supremacía occidental en el corto plazo. Pero existe una creencia generalizada de que, por primera vez desde su creación en 1944, el sistema de Bretton Woods –que sentó las bases del orden mundial liberal, con sus organismos tentaculares, como el FMI , el Banco Mundial, así como el La ONU , que nació de los escombros de la Segunda Guerra Mundial, está siendo cuestionada. Al igual que la Organización Mundial del Comercio ( OMC ), creada en 1995. Todas estas organizaciones comenzaron a decaer, perdiendo relevancia y credibilidad. El caso más dramático tal vez sea el de la ONU , que se ha ido desmoralizando ante los ojos del mundo por su incapacidad para influir en la resolución de guerras, como las entre Rusia y Ucrania, o como ejemplo de lo ocurrido en los EE.UU. principios de la década de 2000, cuando no pudo evitar que Estados Unidos atacara Irak y Afganistán. El testimonio más reciente de la tibieza de la organización es su completo fracaso a la hora de impedir la masacre de palestinos por parte de Israel, en represalia por el ataque de Hamás el 7 de octubre del año pasado.

La brutal reacción de Israel, tratada como genocidio por la comunidad internacional, incluido el secretario general de la ONU , Antonio Guterres, y los países miembros de la organización, ya ha matado a casi 40.000 civiles palestinos, ha herido gravemente a unos 80.000 y ha destruido casi por completo la Franja de Gaza. El 20 de mayo, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, pidió a los jueces que emitieran órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y tres altos líderes de Hamás por crímenes de guerra. La Corte Internacional de Justicia de la ONU  ordenó a las fuerzas israelíes abandonar Rafah, pero Netanyahu, desafiando a la institución, bombardeó la región el 26 de mayo.

Al no poder detener el ataque, como resultado de los vetos de Estados Unidos, la ONU expuso su ineficacia a la hora de intermediar en los enfrentamientos, la razón principal de su existencia. Para académicos, como los estadounidenses John Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, y Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia, dos críticos de la acción de Occidente tanto en el conflicto de Ucrania como en el de Palestina, la tendencia es la creciente pérdida de influencia de los Estados Unidos. Estados Unidos y Europa en zonas afectadas por guerras.

La opinión es compartida por el embajador brasileño retirado José Maurício Bustani, ex director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). “La ONU tal como está se acabó. Ya no tiene razón de existir, porque está subordinado a la voluntad de Estados Unidos”, me dijo, durante una conversación en su apartamento, en Río de Janeiro, con vistas al Pan de Azúcar. «Y Estados Unidos siempre tiene la última palabra, incluso si los otros 192 países están en contra de ellos».

Los errores de Estados Unidos y sus aliados, especialmente los europeos –que podrían conducir a la pérdida de la supremacía del bloque– no se limitan a la geopolítica. En el terreno comercial, los países del grupo han abusado de estrategias desastrosas, que terminaron por debilitar sus economías. Empezando por las medidas proteccionistas adoptadas en los últimos años, reduciendo drásticamente el comercio con sus antiguos socios y aliados. Este es el caso de Brasil. Resultado: las exportaciones brasileñas a China, el año pasado, fueron mayores que la suma de sus exportaciones a Europa y Estados Unidos. Es la primera vez en la historia que esto sucede.

El cambio de rumbo se aceleró bajo la administración de Donald Trump, cuando Estados Unidos dejó de nombrar jueces de la OMC para juzgar disputas en transacciones entre países, estrategia mantenida por Joe Biden. “Como los estadounidenses casi siempre perdían los litigios, dejaron de nombrar jueces y decidieron abandonar la organización. Entonces, hoy no hay nadie que resuelva las diferencias, como los subsidios, las barreras y el proteccionismo que comenzó a adoptar la administración Trump para bloquear el ingreso de productos chinos a Estados Unidos”, explicó Bustani.

Una vez establecida la inseguridad en los intercambios comerciales con estadounidenses y europeos, cuando las reglas comerciales comenzaron a ser irrespetadas, China aceleró su estrategia de búsqueda de nuevos socios. Brasil es uno de los que entró en ese vacío, considerando que estaba en disputa con sus socios occidentales históricos, especialmente Francia y Estados Unidos, debido a las barreras impuestas a los productos brasileños.

Marcos Caramuru, embajador de Brasil en China entre 2016 y 2018, es un gran experto en Asia. En una conversación a finales de marzo, en un café de Ipanema, evaluó los cambios que se están produciendo en el mundo, no sólo con el crecimiento de China, sino con la percepción errónea de las grandes potencias de que las reglas del juego eran inmutables. y siempre se inclinaría a su favor. En los últimos siglos, recordó Caramuru, el mundo estuvo dominado por valores occidentales, como la democracia, el capitalismo liberal y las libertades individuales. “Ahora nos enfrentamos a una realidad en la que los asiáticos han crecido, se han vuelto relevantes y ahora tienen relaciones comerciales globales y una voz activa”. De esta manera, el mundo avanza hacia la multipolaridad, con más países influyendo en el tablero geopolítico y comercial.

En el conjunto de errores cometidos por Estados Unidos, lo más destacado, según Caramuru, fue tratar a China como una amenaza en términos de tecnología, equipamiento militar y su asociación comercial con 140 países. En lugar de buscar algún tipo de acercamiento, Estados Unidos insistió en la rivalidad, castigando al país con diversos obstáculos a sus exportaciones. Para empeorar las cosas, evaluó Caramuru, la política interna estadounidense desde la llegada de Trump ha sido un desastre. “No sólo han aumentado enormemente las dudas sobre la calidad de la democracia estadounidense sino que también ha aumentado enormemente el liberalismo económico. Estados Unidos comenzó a otorgar subsidios y crear barreras comerciales, en contra de su orden liberal. La falta de reglas resultó en competencias desleales, como fue el caso en Brasil”.

Continuó su análisis: “La verdad es que, desde el punto de vista del comercio internacional, Estados Unidos es nuestro mayor competidor, porque compite con Brasil por los mercados de carne, soja y maíz”, afirmó. “Es cierto que, desde el punto de vista ideológico, Brasil está mucho más cerca de Estados Unidos, por ser sociedades muy similares, que de Asia. Ambos son países democráticos, con un régimen presidencial, con una gran presencia africana y europea, con valores occidentales similares”. Sin embargo, a pesar de la convergencia, aseguró, desde el punto de vista económico, Brasil está cada vez más cerca de Asia.

En la economía global, el FMI y el Banco Mundial también están eclipsando. Creadas para financiar o ayudar a economías en desarrollo o en crisis, estas organizaciones, durante décadas, fueron las principales instituciones globales para otorgar crédito. Sin embargo, los duros requisitos y condiciones para la liberación de préstamos, además de las altas tasas de interés, hicieron que muchos países buscaran nuevas alternativas de financiación, afirmó Caramuru. En el caso de los más pobres, como los de África, se crearon situaciones en las que el pago de la deuda se volvió inviable. Y los chinos olieron la oportunidad.

El Banco de Desarrollo de China ha desempeñado bien el papel de organización crediticia. En muchos casos, se ha convertido en un socio vital para los países en diversos proyectos, aumentando sus vínculos e influencia económica y política en África, América Latina, Medio Oriente y la propia Asia. «Estados Unidos pensó que, al restringir a China, garantizaría su espacio privilegiado en el mundo», afirmó Caramuru. “Todavía creen, con razón, en la gran fortaleza de su economía, que, evidentemente, no será eliminada, principalmente por el hecho de que el dólar sigue siendo la moneda de reserva mundial. También creen que unirán a los países democráticos occidentales a su alrededor”, afirmó. “Pero todo esto es muy discutible. Cuando se piensa en el mundo en su conjunto, se llega a la conclusión de que nosotros, los occidentales, somos una minoría. Siempre nos comportamos como si fuéramos mayoría, pero somos minoría”.

La política de financiación de China a cambio de asociaciones es exactamente el camino que el banco BRICS – Nuevo Banco de Desarrollo, NDB (en sus siglas en inglés) – busca emular, debido a la influencia de los chinos. De esta forma, los Brics quieren reducir la dependencia del FMI y el Banco Mundial en las operaciones de crédito, aumentando su influencia en las regiones donde los países del bloque están presentes. Eso es lo que el presidente Lula intentó hacer el año pasado, cuando pidió ayuda financiera al banco para la empobrecida Argentina, que estaba a punto de quebrar.

Tras la victoria de Milei en las elecciones de noviembre, se condonó el préstamo. Milei recurrió al FMI , aunque Argentina ya ha incumplido dos veces con el fondo. Ahora, el BND debe prestar 5.750 millones de reales al gobierno brasileño para ayudar a Rio Grande do Sul, afectado por las inundaciones.

Creado en 2015, el NDB , ahora bajo el mando de la ex presidenta Dilma Rousseff, es el resultado más visible de los esfuerzos de los Brics para contrarrestar la hegemonía del G – 7 , especialmente después de la entrada de los Emiratos Árabes Unidos (y los casi cierta adhesión de Arabia Saudita), cuyo capital financiero contribuirá a fortalecer el flujo de caja de la institución. “El banco de los Brics todavía no es lo suficientemente grande en comparación con el FMI ”, me dijo durante una conversación telefónica el economista Paulo Gala, de la Fundação Getulio Vargas, académico del bloque.

Gala cree, sin embargo, que el NBD  será una alternativa a las organizaciones crediticias tradicionales. «El banco Brics es el embrión de una estructura financiera que podría tener un espacio muy relevante en el mundo». Se trata de una institución, destacó, asociada a China, con estupendas reservas de alrededor de 3 billones de dólares, ocho veces mayores que las reservas brasileñas, por ejemplo. “Está claro que China no va a desperdiciar sus reservas en el banco, del mismo modo que Estados Unidos no utiliza sus reservas en el FMI . Pero tener un socio de semejante gigantismo en el bloque da la dimensión del apoyo a esta nueva organización”.

Marcos Caramuru sigue la misma línea. “No se podía tener un banco de desarrollo con cinco miembros para siempre, porque la financiación la hacían ellos y los préstamos sólo se hacían entre ellos”, comentó el embajador, refiriéndose a los socios originales del Brics. “La entrada de los Emiratos Árabes Unidos, y probablemente de Arabia Saudita, que tienen un gran peso económico, es importante porque da más vitalidad y credibilidad al banco. Con los vaivenes del mercado financiero internacional, es necesario que existan otros países con suficiente capital y peso para sostener la institución”.

La adhesión de nuevos socios al bloque, sin embargo, va más allá del sentido económico. Detrás de esta asociación hay una connotación geopolítica que preocupa a Occidente. De los cinco nuevos miembros, tres están en Medio Oriente (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán) y el cuarto, Egipto, está en África, pero en el borde de la región. De los cuatro, uno de ellos, Irán, es un enemigo histórico de Occidente. Sin mencionar la relación también turbulenta entre China y Rusia –socios fundamentales de los Brics– con Estados Unidos. En el caso de Rusia, debido a la guerra en Ucrania, la situación es de abierta hostilidad.

ALa guerra de Israel contra Palestina, apoyada por los europeos del G – 7 y Estados Unidos, sacudió aún más la confianza de los países árabes en Occidente. Esto incluye dos socios leales a los estadounidenses: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. A pesar de los vínculos con Washington, los dos países tienen, por razones religiosas e históricas, más afinidad con sus vecinos árabes que con Israel. Y dejaron clara esta afinidad votando siempre a favor del alto el fuego en las reuniones plenarias de la ONU .

El distanciamiento de los países de Medio Oriente de Estados Unidos, aunque sea temporal, preocupa al gobierno de Joe Biden. Desde el inicio de los bombardeos sobre Palestina, ante la reacción negativa de la comunidad internacional y de una parte de la opinión pública estadounidense, expresada últimamente en protestas universitarias en todo el país, el riesgo electoral de Biden ha aumentado en las elecciones de noviembre, en las que se enfrentará Triunfo. El temor es que muchos de estos jóvenes, aunque no apoyen a Trump, dejen de acudir a las urnas para votar por Biden, lo que podría contribuir a su derrota. Pero también existe preocupación por la disminución de la influencia de Estados Unidos en la región, abriendo más espacio para China y, ahora, para los Brics+.

Biden, según la prensa estadounidense, advirtió a Netanyahu que la persistencia de los ataques podría tener consecuencias negativas para ambos países. Netanyahu ignoró el llamado a un alto el fuego. Y Biden, presionado por el fuerte lobby judío en Estados Unidos, continuó donde siempre estuvo. Tal comportamiento llevó al economista estadounidense Jeffrey Sachs, de ascendencia judía, a llamar a Estados Unidos “vasallo de Israel” durante una entrevista para un programa de noticias en YouTube. “Sólo hay un país capaz de detener esta guerra. Y son los Estados Unidos los que, sin embargo, no imponen ningún límite a Israel y al gobierno más derechista y más radical de la historia del país”, afirmó, mostrando indignación.

La guerra contribuyó a socavar la influencia estadounidense en Oriente Medio, que ya estaba siendo cuestionada. Empezando por la entrada de los Emiratos Árabes Unidos y la probable adhesión de Arabia Saudita a los BRICS, por invitación de China. Además, China, aprovechando la brecha estadounidense en la región, logró, a través de su diplomacia, lograr el impensable acercamiento entre Irán y Arabia Saudita, roto durante décadas. «Nunca ha habido un desacuerdo internacional de esta magnitud que no haya sido resuelto por un país occidental», me aseguró Caramuru. «De esta manera, China ha ampliado enormemente su diálogo en la región». La muerte del presidente iraní, Ebraim Raisi, en un accidente de helicóptero en mayo no debería afectar al acuerdo, según los analistas.

La represalia occidental fue un pacto creado por Estados Unidos en el que Arabia Saudita reconocería al Estado de Israel. La alianza traería beneficios no sólo a los israelíes, cuya debilitada economía recibiría inversiones de poderosos fondos sauditas, sino también a Estados Unidos, que esperaba, normalizando las relaciones entre sus dos aliados históricos, recuperar la influencia perdida y detener la expansión de China. en Oriente Medio. Con el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás, el acuerdo se vino abajo, aunque Estados Unidos sigue intentando acercarlo. Se especula que uno de los objetivos de Hamás era precisamente hacer descarrilar el acuerdo entre saudíes e israelíes, que estaba a punto de firmarse. Hamás temía que si Arabia Saudita reconociera a Israel, otros países árabes harían lo mismo y los palestinos quedarían aislados en la región.

tTodo esto es nuevo para un mundo que antes estaba acostumbrado a seguir las reglas dictadas por Occidente, bajo el liderazgo de Estados Unidos. Hasta hace poco, la comunidad internacional creía que el sistema de Bretton Woods era inquebrantable. Las reglas capitalistas y liberales lideradas por Estados Unidos, después de salvar a Europa en la Segunda Guerra Mundial, parecían tan bien cimentadas que, en 1989, el politólogo estadounidense Francis Fukuyama publicó su famoso ensayo ¿ El fin de la historia? .

Fukuyama imaginó un horizonte en el que los “valores” occidentales tendrían un poder inquebrantable. Las democracias occidentales habían ganado la partida, el sistema capitalista había triunfado y el orden internacional, bajo el mando estadounidense, se había solidificado. Habría una adhesión progresiva a este sistema. A falta de una alternativa, todo el mundo estaría de acuerdo en que éste era el modelo ideal a seguir.

La historia, como sabemos, no ha terminado y está demostrando que el sistema de Bretton Woods ya no es tan sólido. Ya sea por la arrogancia y la indiferencia de los ricos, el descontento de los pobres, el surgimiento de un fuerte nacionalismo, el giro de algunas democracias hacia gobiernos autoritarios y, principalmente, el florecimiento de nuevas potencias dispuestas a luchar por un lugar en el sol. en el club de Richer. Entre ellos, los países Brics.

El embajador retirado Marcos Azambuja, que tuvo una importante carrera en Itamaraty, sigue con diligencia el cambio global. Para él, está claro que la supremacía occidental se está desvaneciendo. “Estados Unidos se encuentra en una crisis de liderazgo. Es en este contexto que surge el Brics, que es el primer desafío a la hegemonía occidental y a los preceptos de Bretton Woods, después del desmantelamiento de la Unión Soviética, a principios de los años 1990 del siglo pasado”, afirmó, durante el almuerzo, en el Zona Sur de Río. “La Unión Soviética, sin embargo, no fue un desafío científico, económico o comercial. Lo que ella defendía era un sistema más eficaz que el de Occidente y que no funcionó”.

En el caso de los Brics, continúa Azambuja, la situación es diferente. “Los BRICS no representan un desafío militar o ideológico a Estados Unidos. Lo que sugieren los países del bloque, principalmente debido a la fortaleza económica de China e India, es una nueva competencia, una capacidad para hacerlo mejor. Y, sobre todo, el bloque sugiere el desplazamiento del poder, con el Océano Pacífico, y no sólo el Atlántico Norte, como punto de atracción”.

La cuestión, evalúa el embajador, es que Estados Unidos parece ajeno a estos cambios: “Después de la Segunda Guerra Mundial, el único desafío de los estadounidenses era la Unión Soviética”. Ahora, el país enfrenta el desafío de todos los grandes imperios: China, Rusia e India. “Estados Unidos no se dio cuenta de que su hegemonía después de la guerra era un momento mágico. En lugar de utilizar el poder adquirido en las últimas ocho décadas para rediseñar un poco el mundo a su imagen y semejanza, pero donde otros también tenían espacio, ellos, en un ciclo de autosuficiencia, quisieron ser, solos, los únicos. superpotencia”, añade Azambuja.

Los BRICS son una demostración de que la estrategia no funcionaría para siempre y, poco a poco, el mundo empieza a salir de la unipolaridad. Rusia, al igual que Estados Unidos, es una superpotencia natural. “La Unión Soviética ya no existe, pero Rusia sigue siendo una superpotencia. El comunismo fue una doctrina que no prosperó, pero Rusia no se acabó y ahora emerge más fuerte. Es un país con once husos horarios, que es más grande que Estados Unidos, más grande que China, dos veces más grande que Brasil”.

Vladimir Putin, afirmó Azambuja, a pesar de todas las críticas a su régimen autocrático, está empezando a ser visto en su país como una especie de Pedro el Grande, el zar que modernizó Rusia. En este paralelo, Putin es el hombre que devolvió la grandeza a la Madre Rusia y la hizo crecer militarmente nuevamente. China, para Azambuja, es un caso fascinante, pues ya no es una potencia emergente, dado que vuelve a ser lo que alguna vez fue: el imperio del centro. “China tiene una inmensa capacidad de crecimiento y ya ha sacado de la pobreza a 700 millones de sus habitantes. Se trata de reconstruir la Ruta de la Seda, hacer enormes inversiones, comprar y vender cada vez más a todo el mundo”.

Lo mismo ocurre con la India, otro antiguo imperio que hoy está bastante avanzado en términos tecnológicos. En este gran escenario, Brasil también destaca. “Por primera vez Brasil es visto como una potencia. No militar, sino agrícola, mercantil, territorial, económico”, evaluó el embajador. Los cuatro países, por estas características, no pueden ser derrotados, según Azambuja. No por su competencia militar, sino por su tamaño: “Brasil es invencible. No porque sea capaz de ganar una guerra, sino porque es indigesto”.

A Casas Casadas, en el barrio de Laranjeiras, en Río de Janeiro, forma un hermoso conjunto arquitectónico del siglo XIX , de estilo neoclásico. Allí, en una de las casonas catalogadas por la alcaldía, está la sede del Brics Policy Center, el Centro de Estudios e Investigaciones Brics, vinculado al Instituto de Relaciones Internacionales, de la Pontificia Universidad Católica ( PUC -Rio). Allí me reuní con la directora del centro, Marta Fernández, una tarde de febrero, la misma semana en que se desarrollaba en Río la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G – 20 , el grupo que reúne a las veinte mayores economías del mundo. de los cuales cinco son del BRICS, incluido Brasil.

Fernández hizo un análisis optimista de la situación de Brasil en el escenario mundial y en los BRICS, aunque ve con preocupación las tensiones geopolíticas y económicas en Europa y Oriente Medio. «Creo que Brasil tiene mucha fuerza en este momento», afirmó. “No sólo porque será sede de la reunión del G – 20 de este año [ en noviembre habrá una reunión de los presidentes de los países del bloque, también en Río ], sino porque será sede de la COP- 30 , en Belém, y de los Brics. , el año que viene viene. Estos eventos no se pueden ver por separado, porque se discutirán temas en los que Brasil tiene un peso importante, especialmente el cambio climático y la transición energética”. Y continuó: “Este es un tema en el que tenemos credenciales. Contamos con una matriz energética limpia, un compromiso con la sostenibilidad y un deseo genuino de evolucionar hacia una economía baja en carbono. Si llegaremos allí o no es otra cuestión”.

Pero la cuestión ambiental es, al mismo tiempo, una ventaja y un obstáculo. Así como defiende las energías limpias, Lula fomenta las energías fósiles, como la producción de petróleo, también en la desembocadura del río Amazonas, una contradicción cuestionada recientemente por la revista The Economist . Brasil, sobre este tema, dice que quiere liderar el proceso de transición con energía, pero de manera justa. Esto significa que los países pobres, como los africanos, sólo podrán hacer la transición enérgicamente si reciben asistencia financiera de los ricos. “Están enterrados en deudas. Es imposible realizar esta transición sin la ayuda de bancos como los Brics y las organizaciones de Bretton Woods. Esto es lo que defiende Lula”, dijo Fernández.

En otra controversia, Lula apareció en una ceremonia en una de las fábricas de JBS en abril para celebrar la autorización del matadero para exportar a China. Lula pronunció un discurso entusiasta, junto a sus hermanos Wesley y Joesley Batista, dueños de la empresa, diciendo que estaba “muy orgulloso” de la posición de JBS como el mayor productor de proteína animal del mundo. Con esto, Lula se expuso a las críticas, ya que los hermanos Batista han sido acusados, incluso en el extranjero, de comerciar con ganado de zonas deforestadas y de subvaluar los datos sobre su producción de carbono.

Además de la cuestión medioambiental, otros temas que estarán en la agenda de estos tres eventos –los Brics, el G – 20 y la COP – 30– son la pobreza y la desigualdad, la renegociación de la deuda de los países más pobres, la reforma de las instituciones globales, y, por supuesto, la inestabilidad geopolítica. “Creo que Brasil tiene una gran capacidad de articulación, de crear este puente entre Occidente y Oriente”, dijo Fernández. “Brasil tiene esta capacidad precisamente porque no está involucrado en grandes conflictos o disputas comerciales como las que existen entre Estados Unidos y China”.

En este sentido, el director del Centro de Políticas de los Brics da crédito al gobierno de Lula, que -a diferencia de Jair Bolsonaro, que se conformó con la alianza con Estados Unidos- ha ido diversificando sus relaciones exteriores y socios comerciales. Incluso en el comercio con China, país responsable del destino de la mayoría de las exportaciones brasileñas, Fernández cree que Brasil no se ha adaptado. “Brasil exporta productos primarios a China e importa productos industrializados. Mucho se ha hablado del riesgo de desindustrialización, ya que China está entrando fuertemente en América Latina y podría, de alguna manera, quitarle mercado a Brasil, que exporta bienes manufacturados a los países vecinos y a Estados Unidos. Pero Brasil está reaccionando, especialmente en el área energética”.

“La balanza comercial brasileña registró el año pasado un superávit récord de 98 mil millones de dólares. Las exportaciones a China ascendieron a 105 mil millones de dólares. Es la primera vez en la historia que las ventas a un solo país superan los 100 mil millones”, afirma Tatiana Prazeres, secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, encabezado por el vicepresidente, Geraldo Alckmin.

En conversación telefónica, comentó sobre las relaciones de Brasil con los chinos. “Nuestro desafío comercial es hacer que más empresas brasileñas se beneficien de las oportunidades asociadas a una economía gigantesca”, afirmó. Admite, sin embargo, que las importaciones chinas ejercen presión sobre algunos segmentos de la economía brasileña, al mismo tiempo que las máquinas e insumos chinos ayudan a aumentar la competitividad de los productos brasileños. Además, explicó, también hay inversiones chinas en infraestructura y manufactura en Brasil que ayudan a aumentar nuestra competitividad y ampliar nuestro mercado. “Esta complejidad, esta dualidad en la relación Brasil-China, llegó para quedarse. Nuestro desafío es encontrar la mejor manera de abordarlo”.

El exgobernador y exsenador del PT de Acre, Jorge Viana, ocupa actualmente el cargo de presidente de ApexBrasil, entidad que promueve las exportaciones brasileñas. Lo conocí en un evento en la Embajada de la India, donde Viana circulaba con soltura entre extranjeros y brasileños. Me dijo que su función es abrir mercados con todos los países. “Aunque China es nuestro mayor socio, nuestra relación con Estados Unidos es muy buena. Nuestras ventas de productos manufacturados al mercado americano el año pasado fueron de 30 mil millones de dólares”, afirmó. Y, en referencia a los sectores más a la izquierda del PT que desprecian la relación de Brasil con su socio del Norte, provocó: “No podemos hacer pucheros con Estados Unidos. Son el segundo destino más importante para nuestras exportaciones”. El pragmatismo de Viana es una de las razones por las que algunos de sus pares del PT lo llaman el “tucán del PT ”.

Encuentra divertida la provocación. «Mira», dijo. “China y Taiwán son enemigos, pero negocios separados. Taiwán tiene una balanza comercial con China de 100 mil millones. Es el enemigo que más dinero gana con China. Eso es lo que tenemos que tener en cuenta. Los negocios primero”. No hay enemistad con Estados Unidos, sino rivalidad en algunos productos de nuestra agenda, continuó. Pero la idea es incrementar la relación con el país. Tal es así que Apex promovió una gran reunión en la Embajada de Brasil en Washington, con empresarios brasileños y estadounidenses y expertos comerciales de ambos países. «Tomamos a Embraer, nuestras empresas de jugo de naranja, nuestras empresas procesadoras de proteínas animales, como Marfrig y JBS «, dijo. Según él, el 35% de la carne que se consume en Estados Unidos y el 70% del jugo de naranja provienen de empresas brasileñas.

Viana refuerza que la lucha de Estados Unidos no es con Brasil, sino con China. En 2018, China representó el 23% de las importaciones estadounidenses. La pandemia aumentó esta dependencia, ya que los estadounidenses necesitaban máscaras, respiradores y suministros fabricados por los chinos. Para reducir la peligrosa dependencia, Estados Unidos decidió entrar en una guerra más intensa con el país asiático, reemplazando las importaciones chinas, que posteriormente cayeron al 10% de las importaciones totales. “Lo que intento decir es que perdimos la oportunidad de entrar fuertemente en el mercado estadounidense cuando estaba haciendo esta sustitución de importaciones. No hicimos eso porque no teníamos una estrategia. El volumen de nuestro comercio exterior es casi el mismo que hace diez años. México ha aumentado significativamente las exportaciones a Estados Unidos”, afirmó Viana.

Algunos expertos en comercio exterior, sin embargo, no le dan crédito a México en esta expansión, pues, según ellos, gran parte de las empresas que han surgido en el país para abastecer el mercado estadounidense son chinas. Aún así, Viana está emocionada. “Tenemos que tener estrategias para negociar con Estados Unidos, la economía más grande del mundo. Es importante destacar que la mayoría de nuestras ventas son productos manufacturados, no mercancías. Necesitamos aumentar este espacio”.

El PT culpa al gobierno de Bolsonaro de una parte importante de la pérdida de espacio de Brasil en el mercado internacional. «Utilizo la expresión ‘negocios aparte’ porque no se puede hacer como Bolsonaro, que maldijo a los chinos, se burló de la familia de Emmanuel Macron y atacó a Argentina y Venezuela». La consecuencia, dijo, es que las exportaciones de productos manufacturados de Brasil a Argentina han caído un 40% en los últimos cinco años. El comercio con Venezuela, otro blanco de los ataques del ex presidente, fue de 7 mil millones de dólares, con un saldo positivo de 5 mil millones de dólares para Brasil. Se redujo a 400 millones.

En un intento por desideologizar a las empresas brasileñas, Apex también tomó la medida de trasladar su oficina en Israel a Tel Aviv. La oficina fue trasladada a Jerusalén durante el último gobierno sólo como un gesto ideológico y para complacer al presidente Donald Trump. “El primer ministro Benjamín Netanyahu está participando en este conflicto con Palestina para tratar de mantenerse en el gobierno. Pero pasará. Siempre hemos tenido excelentes relaciones con Israel. Es un país importante y queremos seguir negociando con ellos”.

Aunque los Brics son un gran mercado para Brasil, Viana asegura que el objetivo del gobierno Lula es diversificar el destino de las exportaciones brasileñas. El problema, dijo, es que el fin de la OMC ha empeorado la geografía comercial mundial. El riesgo de guerras comerciales ha aumentado. Es en este momento, evaluó, cuando la diplomacia se vuelve fundamental. Principalmente diplomacia presidencial. «Quien vende aviones Embraer es el presidente, así como quien vende Airbus franceses es Macron», afirmó. “Es el peso del Presidente de la República en las ventas del país lo que ayuda al comercio en momentos en que los organismos internacionales están debilitados. Lula viaja por el mundo no sólo por un acercamiento geopolítico, arruinado por Bolsonaro. Pero económico y comercial. Ya sea con África, Asia, Europa y, ahora, centrándonos en nuestros vecinos, principalmente Chile, Colombia y Uruguay, mientras esperamos bajar la temperatura con Argentina”.

Días después, en conversación telefónica, Viana volvió a hablar sobre la estrategia de diplomacia presidencial de Lula. “Su reunión con Macron fue una fiesta. Aunque Macron se resistió al acuerdo Mercosur-Unión Europea, allí casi hubo una boda”, bromeó, refiriéndose a la visita del francés a Brasil en marzo. “Además, Lula ha recibido a jefes de países europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro español, Pedro Sánchez, defensores del acuerdo entre ambos bloques”.

“Desde el punto de vista de las exportaciones, tenemos todo un mundo en crecimiento. Seguimos siendo el exportador número 23 del mundo. Nuestra participación en la economía global es del 2%, es decir, nada”. Y, nuevamente, culpó a Bolsonaro de parte del desastre. “Perdimos protagonismo no sólo en las exportaciones, sino en la política mundial, en el debate sobre el cambio climático, en la transición energética. Precisamente las áreas donde Brasil es líder. Eso es a lo que Lula está tratando de volver”, aseguró.

Oh Brasil: A a pesar de ser un socio importante de los Brics, tiene una estrategia pragmática. No estará en desacuerdo con nadie debido a conflictos entre los miembros del bloque y las naciones occidentales, o viceversa. “Ni siquiera los Brics apuestan todas sus fichas por los Brics. ¿Por qué Brasil haría esto?”, me dijo un diplomático brasileño. En última instancia, no se trata sólo de pragmatismo. Los miembros de los Brics, aunque el bloque está creciendo como un importante frente comercial, no piensan ni actúan de manera cohesiva, como los países del G – 7 , que siguen lealmente las decisiones de Estados Unidos.

“Los BRICS tienen una particularidad que llama la atención”, afirmó el embajador Marcos Azambuja. “Nunca he visto una organización internacional que no se haya creado en torno a un país hegemónico. En el caso de los BRICS, para empezar, tres de ellos, Rusia, China y la India, son potencias nucleares. Y, de los cinco fundadores, ninguno quiere subordinarse a nadie. Es una tribu que sólo tiene jefes. Son líderes sin seguidores. Debido a esto, es difícil imaginar, por ahora, que sean una amenaza a corto plazo para la supremacía estadounidense, pero está claro que tienen el potencial para hacerlo”.

No es sólo esta independencia entre sus pares lo que hace de los Brics un bloque distinto. Los países del bloque tienen problemas entre ellos. China y la India, por ejemplo, tienen disputas territoriales, que empeoraron con el ascenso del primer ministro Narendra Modi, un nacionalista inflexible y de derecha. Rusia y China mantienen rivalidades, que por ahora se han visto suavizadas por el acercamiento entre ambas provocado por la guerra en Ucrania. India, a su vez, tiene una relación tumultuosa con los musulmanes y ahora tendrá que coexistir con Irán, los Emiratos Árabes Unidos y, probablemente, Arabia Saudita.

Más allá de las rarezas, el bloque ganó peso en la escena internacional. “Antes de los Brics sólo nos invitaban a tomar un café”, dijo un diplomático brasileño. “Quiero decir, los países del G – 7 decidieron y los demás llegaron al final de la reunión simplemente para aceptar las decisiones. Los BRICS se volvieron relevantes porque tienen países relevantes. Queremos ser parte de las decisiones”. La situación del G – 7 es completamente diferente. Allí mandan los Estados Unidos y obedecen Europa y Japón, afirmó Azambuja. Los socios del bloque fueron rehenes de los estadounidenses, principalmente por razones de seguridad militar. Estados Unidos es el mayor financista de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que brinda apoyo militar a sus miembros.

Una gran demostración de este sometimiento se produjo en la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en 2003, bajo la justificación de que Saddam Hussein tenía un arsenal de armas químicas. El embajador José Maurício Bustani, entonces en su segundo mandato a cargo de la agencia de prohibición de armas químicas de la ONU , había obtenido previamente carta blanca de Irak y Libia para inspecciones in situ . Si no tenían nada, no tenían nada que temer. “Ya habíamos recibido información de algunos servicios secretos de que realmente no tenían este tipo de arma”, recordó Bustani, en la conversación en su casa. Bueno: como la verdad no era de interés para Estados Unidos, los estadounidenses comenzaron a presionar para que se fuera Bustani e invadieron Irak, donde murieron 315.000 personas y nunca se encontraron armas químicas.

Aunque conocían las sombras detrás de escena, los miembros del G – 7 se mantuvieron cohesivos y obedientes al liderazgo estadounidense. En 2014, cuando Rusia anexó Crimea, en una advertencia a las potencias occidentales de que no permitiría que Ucrania (propietaria de Crimea) se uniera a la OTAN, como quería Estados Unidos, los rusos fueron expulsados del entonces G – 8 que, pasó a denominarse GRAMO – 7 . Además, por decisión del grupo y, nuevamente, contrariamente a la ONU , se impusieron fuertes sanciones unilaterales al país.

Las escaramuzas de Rusia con la OTAN comenzaron en 2007, en la Conferencia de Munich. Allí Putin ya se había quejado de la expansión de la OTAN hacia sus fronteras. Y pronunció un discurso en el que llamó la atención sobre el hecho de que, con el colapso de la Unión Soviética, el orden global había cambiado y el mundo había quedado bajo el dominio de Estados Unidos. “Sólo existe un centro de autoridad. Un centro de fuerza, un centro de toma de decisiones. Es un mundo en el que hay un amo, un soberano”, afirmó. Según él, “este maestro y sus aliados se sintieron capacitados para usar la fuerza contra sus adversarios y no soportar las consecuencias”.

Putin no se refería sólo a las guerras en Irak y Afganistán, sino también a los bombardeos de la OTAN contra Serbia, aliada de Rusia, en 1999. El ataque fue condenado por la ONU como una injerencia indebida en los asuntos internos de Serbia, que se enfrentaba al movimiento separatista en la región de Kosovo. «Hoy somos testigos del uso exacerbado de la fuerza militar en las relaciones internacionales, que está hundiendo al mundo en un abismo de conflictos permanentes», afirmó Putin. Como si ya hubiera anunciado su intención de reaccionar, advirtió: “Y, por supuesto, esto es extremadamente peligroso. Esto se debe al hecho de que nadie se siente seguro. Quiero enfatizar esto: nadie se siente seguro”.

Estados Unidos había aprovechado el fin de la Unión Soviética en 1991 para expandir su poder en Europa del Este. En aquel momento, el Pacto de Varsovia, la organización militar de los países del Este, ya se había disuelto. Uno a uno, los antiguos satélites de la Unión Soviética –la República Checa, Hungría, Polonia, Bulgaria y Rumania, seguidos más tarde por los países bálticos– se incorporaron a la OTAN, sin que una Rusia debilitada pudiera reaccionar.

Sin embargo, con Putin, un ex agente de la KGB con una perspectiva nacionalista y autocrática, la situación cambió. En abril de 2008, en la cumbre de la OTAN en Bucarest, Rumania, según un informe de John Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, Putin, que asistía a la reunión como invitado, se enfureció al enterarse de las intenciones de la organización de seguir avanzando. hacia el Este. En aquella reunión quedó clara la intención de Estados Unidos de permitir que Georgia y Ucrania se unieran a la OTAN, lo que supondría la instalación de las bases militares de la alianza a las puertas de Rusia. En el informe de Mearsheimer a la revista New Yorker , Putin afirmó que eliminaría a Ucrania y Georgia antes de que se unieran a la organización.

En ese momento, Rusia comenzaba a salir de la crisis en la que se había hundido tras la disolución de la Unión Soviética, pero aún mantenía relaciones amistosas con Occidente. Por lo tanto, como dice Mearsheimer, no representaba ningún peligro para Europa, aunque había sido humillada por Occidente por no haber sido aceptada en la OTAN. En la reunión de Bucarest, Alemania y Francia, encabezadas por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, así como Italia, Bélgica y los Países Bajos, votaron en contra de la ampliación de la OTAN, pero, de nuevo, consintieron frente a Estados Unidos, que mantuvo la decisión de ganar ambos países. Cuatro meses después, Rusia invadió Georgia.

En septiembre de 2014, en una nueva cumbre de la OTAN en Gales, le tocó al entonces presidente Barack Obama defender la inclusión de Ucrania en la organización. La propuesta se produjo después de que Rusia se anexara la península de Crimea en marzo de ese año, en represalia por el derrocamiento del presidente ucraniano, su aliado. En la versión de Putin, el golpe había sido orquestado por Occidente. En 2021, bajo el gobierno de Joe Biden, Estados Unidos volvió a pedir que Ucrania se uniera a la OTAN. Putin y Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano, habían llegado a un acuerdo, mediado por Turquía, según el cual, para evitar una confrontación con Rusia, Ucrania permanecería neutral. Zelensky, sin embargo, acabó siendo convencido por los estadounidenses de que la OTAN protegería a su país en caso de guerra y aceptó unirse a la alianza militar.

La confianza de Zelensky en el apoyo de la OTAN era tan grande que el 24 de febrero de 2022, apenas cayeron las primeras bombas rusas sobre Kiev, grabó en su teléfono celular un mensaje de 66 segundos dirigido a sus conciudadanos y lo publicó en las redes sociales. Como cuenta el periodista Simon Shuster en su libro The Showman: detrás de escena de la guerra que sacudió al mundo y forjó el liderazgo de Volodymyr Zelensky , el líder ucraniano garantizó en su discurso que “los aliados extranjeros de Ucrania” ya estaban preparando “una reacción en el plano internacional”. nivel».

La primera “reacción” de los aliados fue promulgar sanciones unilaterales contra Rusia, a pesar del desacuerdo de los países de la ONU , incluidos los del BRICS. Entendieron que, antes de eso, debían intentar acciones diplomáticas para detener el conflicto. Pero la decisión de Estados Unidos de librar una guerra por poderes con Rusia ya se había tomado. Dos años después, una victoria de Ucrania es cada vez más remota. En abril, Estados Unidos aprobó una ayuda para el país por valor de más de 60 mil millones de dólares. Ucrania, sin embargo, se enfrenta a una crisis sin precedentes, con miles de muertes. Sólo en el primer año de la guerra, el PIB cayó un 29%.

En una entrevista en el canal de YouTube del estadounidense Andrew Napolitano, ex juez y ahora analista político, el ex inspector de armamento de la Comisión Especial de la ONU, William Scott Ritter Jr., afirmó que Ucrania está atrapada. Un buen número de sus soldados murieron o resultaron heridos, su Fuerza Aérea fue aniquilada y muchos políticos abandonaron el país llevándose parte de los recursos que antes enviaba la OTAN para apoyar al Ejército. Además, Rusia anunció que tiene intención de enviar 100.000 soldados adicionales a luchar en el país vecino.

En geopolítica, evaluó Mearsheimer, en el mismo canal YouTube, la situación es aún más complicada para el G – 7 , cuyos miembros europeos se encuentran en un dilema, ya que necesitan sostener un conflicto que sólo debilitará aún más sus economías. Peor aún, si Ucrania pierde la guerra, dijo Mearsheimer, como es probable que suceda, la OTAN y su principal socio, Estados Unidos, quedarán desmoralizados y Rusia saldrá fortalecida. “Estados Unidos estuvo involucrado en dos guerras frías peores que la que vivió al final de la Segunda Guerra Mundial, hasta el desmantelamiento de la Unión Soviética. Ahora tienen a Rusia como enemigo militar, por un lado, y a China como adversario comercial, por el otro”. El 16 de mayo, China y Rusia, en un claro mensaje a Estados Unidos, firmaron un acuerdo de cooperación comercial y militar. En la reunión entre los líderes de los dos países, en Beijing, Xi Jinping recibió a Putin con una alfombra roja, en señal de reverencia.

Los países del G – 7 terminaron empantanados en la confusión con Rusia para no pelear con Estados Unidos. Cuando Trump estaba en la Casa Blanca, ya se habían visto presionados por Estados Unidos, que había decidido entrar en la guerra comercial con China. Trump amenazó con retirar el apoyo financiero de Estados Unidos a la OTAN, dejando a cada miembro a su suerte en busca de recursos para mantener su arsenal militar. También lanzó otra amenaza a sus pares si reemplazaban la compra de productos estadounidenses por productos chinos. A Japón, por ejemplo, como me dijo un diplomático, se le advirtió que Estados Unidos suspendería las importaciones de automóviles del país si no reducían las relaciones comerciales con los chinos. “Los aliados aceptaron el chantaje”, me dijo el diplomático, que prefirió no identificarse porque no era voz oficial en Itamaraty. “Hoy la OTAN pesa mucho más que la Unión Europea, que acabó convirtiéndose en un apéndice de la organización”.

ALa última demostración de sumisión del G – 7 a Estados Unidos se produjo con la decisión del bloque de apoyar a Israel en el ataque a Palestina. Todos los intentos de alto el fuego fueron bloqueados por Estados Unidos (excepto una pausa durante el Ramadán, ignorada por Israel), con el apoyo de Inglaterra y Francia, miembros del Consejo de Seguridad de la ONU . Inglaterra, junto con Alemania, también continúa enviando armas a Israel por orden de Estados Unidos. Los estadounidenses se quedaron solos en la reciente decisión de la ONU de apoyar la creación del Estado palestino (el Reino Unido y Suiza se abstuvieron). Pero como Estados Unidos tiene poder de veto, la propuesta aún no ha sido aprobada. Otra razón más para la separación de Oriente de Occidente.

«Creo que existe el temor por parte del G – 7 de que los BRICS sean una liga antioccidental», afirmó un diplomático brasileño que prefirió permanecer en el anonimato. “Pero yo no lo veo así. Tengo la impresión de que fue Occidente el que se volvió anti-Brics. Primero, anti-China, luego anti-Rusia y, más recientemente, anti-Irán, debido al ataque del país a los israelíes, en represalia por el bombardeo de Israel al consulado iraní en Damasco, Siria, que mató a varios funcionarios iraníes”. El bombardeo de unidades diplomáticas es considerado, según el derecho internacional, un ataque territorial y, por tanto, con derecho a la legítima defensa.

Con esta acción se especula que Netanyahu quería arrastrar a Estados Unidos y a la OTAN a una guerra con Irán. Sin embargo, esta vez los estadounidenses, preocupados por una posible escalada del conflicto en Oriente Medio, detuvieron al aliado y se limitaron. imponer nuevas sanciones al país. El hecho, me dijo el embajador Eduardo Saboia, secretario para Asia y el Pacífico de Itamaraty, en una conversación en su oficina en Brasilia, es que el mundo no parece seguir, como en el pasado, las decisiones de los líderes globales. “Pensé que después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a Rusia debido a la invasión de Ucrania, muchos países harían lo mismo. Pero eso no sucedió”, dijo. “Rusia dirigió sus ventas a Asia, India y Oriente Medio. Lo mismo ocurre con Irán”.

Rusia, de hecho, ya estaba preparada para afrontar sanciones porque lo había experimentado con la anexión de Crimea. Esta vez, en opinión de Saboia, el país no se estremeció. Por lo contrario. La economía rusa se expandió. Según el FMI , se espera que crezca un 3,2% este año, mientras que el de los países europeos del G – 7 se contraerá. Europa sufre las consecuencias de la guerra, como el aumento de los precios de los productos importados de Rusia, especialmente el gas y el petróleo. Desde la perspectiva del FMI , Alemania entró en recesión el año pasado. El segundo peor desempeño es el del Reino Unido, cuya economía se espera que crezca un magro 0,5% en 2024.

En el contexto de las guerras comerciales desencadenadas por Estados Unidos y la Unión Europea, el marco del comercio global se está desmantelando. Estados Unidos crea legislación para su propio beneficio, dice Rubens Barbosa, ex embajador de Brasil en Washington y ahora consultor geopolítico y empresarial. “Con el desmantelamiento de la OMC , el liberalismo terminó, ahora el comercio se ha convertido en un juego de poder. Es la ley de la selva, del más fuerte”, afirmó. Además, la decisión de Estados Unidos de congelar las reservas rusas en el país a causa de la guerra puso en duda la fiabilidad del dólar como moneda de reserva mundial y guió el debate en los Brics hacia la creación de una moneda alternativa. “Es una revisión de todo el esquema que sirvió a los intereses de las economías capitalistas”, afirmó Barbosa. Aún así, piensa que Brasil no debería tener voz en cuestiones geopolíticas, como las guerras en Rusia e Israel.

Se refirió a las declaraciones de Lula. Por un lado, el presidente dijo que la diplomacia debería ayudar a detener el conflicto entre Rusia y Ucrania, que enfureció a Zelensky. Por otro lado, dijo que Israel estaba cometiendo genocidio contra los palestinos, lo que enfureció al gobierno israelí. “Brasil está atrapado entre el Este y el Oeste. Debería permanecer en silencio, como hace la India. Sería más beneficioso para nuestra economía y para nuestra diplomacia, que tiene como principio no interferir en los asuntos de otras personas”.

El embajador Eduardo Saboia ve las acciones de Brasil de otra manera. “Brasil es un país que se mueve bien en diplomacia. Dentro de los Brics, es el país que habla con todos y tiene una tradición de multipolaridad. Parece que Brasil puede ofrecer alguna solución al mundo. Quizás, al mantener un buen diálogo con todos, Brasil sea, dentro de los BRICS, el país más capaz de cerrar la brecha entre Occidente y Oriente”.

Por ahora, la costura es difícil. El bloque es cuestionado por los países occidentales, incluidos los analistas brasileños, por la inclusión de autocracias. La preocupación es que Brasil se esté alejando de los valores occidentales para unirse a las economías de países no democráticos. Le pregunté a Marcos Caramuru si esto podría convertirse en un problema para Brasil en su relación con sus socios europeos y Estados Unidos. “Si bien el mundo asiático no tenía expresión propia, ser democrático parecía tener un brillo extraordinario. Pero eso ha cambiado. El mundo es diverso”, afirmó Caramuru. “Hay democracias, autocracias, monarquías absolutas. Este mundo está creciendo y entrando en el juego de los negocios. Y muchos de ellos no quieren vivir la realidad de Occidente, del liberalismo comercial, de la democracia. Los países tienen diferentes puntos de vista, y estos no son necesariamente puntos de vista éticos negativos, porque esa es su historia”.

El embajador Bustani está de acuerdo. Piensa que las grandes potencias están tratando de ideologizar el tema para debilitar y desmoralizar a los BRICS. Después de todo, Estados Unidos tiene entre sus socios, Arabia Saudita, una monarquía absoluta. Javier Vadell, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Federal de Minas Gerais, toca otro punto. “Aunque afirman ser democráticos, los países del G – 7 no respetan las reglas, violan las leyes políticas y comerciales internacionales y faltan el respeto a la ONU . Como resultado, los países en desarrollo están confiando más en los BRICS, ya que tienen reglas más estables, que Occidente”.

En la reunión de los Brics celebrada en Johannesburgo el año pasado, China intentó utilizar su poder económico para imponer algunas condiciones al bloque. El mayor de ellos fue la entrada de nuevos países, que no fue vista con buenos ojos por el gobierno brasileño, que consideró necesario dar más tiempo para evaluar las posiciones de los futuros socios. Pero como se trata de una tribu formada únicamente por jefes, como bromeó el embajador Azambuja, hubo que hacer algunas concesiones, principalmente para que India y Brasil aceptaran el aumento del número de miembros.

China y Rusia, por ejemplo, terminaron acordando que los BRICS defiendan un cambio en el Consejo de Seguridad de la ONU , actualmente formado por quince países, para que Brasil pueda ganar una pretensión que ha defendido durante décadas: tener un asiento permanente en el grupo con el derecho a votar. Es una forma de democratizar e influir en las decisiones. También negociaron que haya presión sobre los actuales miembros permanentes en el tema de los vetos. Hoy, un país por sí solo puede impedir una decisión. La idea brasileña es que el veto requerirá votos de otros miembros. A China y Rusia, que tienen derecho de veto, no les gustó mucho la propuesta que les quita poder. Y no se sabe si realmente ejercerán la presión prometida.

El embajador Celso Amorim es el asesor internacional de Lula y uno de los negociadores en la formación inicial de los Brics, en 2009, como canciller brasileño. Una tarde de marzo lo encontré en su oficina, en el tercer piso del Palacio do Planalto. Sobre una mesa en el centro de la habitación había un pastel, servido como refrigerio, que devoró con visible placer. Le pregunté cómo analizaba la posición de Brasil en el tablero geopolítico, dados los desacuerdos entre tres socios del BRICS –China, Rusia e Irán– con Estados Unidos.

“Seguimos siendo muy amigables con Estados Unidos. Pero espero que respeten nuestra independencia, del mismo modo que, nos guste o no, tenemos que respetar la suya. Espero que entiendan que los amigos no siempre están de acuerdo en todo. El mundo se está volviendo un poco más equilibrado entre Occidente y Oriente. Los BRICS son un factor de equilibrio. Principalmente dentro del G – 20 , dado que ahora deciden economías más relevantes, y no sólo el G – 7 . Esto reduce la injusticia”, dijo.

Brasil, cree Amorim, tiene un papel importante debido a su reconocida experiencia en diplomacia. “Criticamos la invasión de Ucrania, pero seguimos hablando con Rusia. No queremos ni romperemos las relaciones con Rusia, como lo hizo el G – 7 . Es absurdo pensar que Rusia será eliminada del mapa. Es el país con más fronteras del mundo”.

“El otro día”, continuó, “estaba hablando con una embajadora de Europa del Este y se sorprendió cuando le dije en broma que el mundo necesitaba un nuevo Henry Kissinger [ ex Secretario de Estado estadounidense ], aunque sabemos cuántos desastres políticas que adoptó, especialmente en América Latina. Pero es verdad. Hay una falta de pragmatismo en las relaciones globales”. Y citó al ghanés Kofi Annan, ex secretario general de la ONU . “Dijo que no puedes hacer las paces con tus amigos. La paz se hace con los adversarios. Es esta paz la que debemos buscar”.

Luego pregunté por la situación de Brasil con Israel, hoy adversario, dado que Netanyahu declaró a Lula persona non grata en el país, tras las críticas al presidente brasileño por ataques a los palestinos. «Bien», dijo, con serenidad en su voz. “Brasil siempre ha tenido buenas relaciones con Israel y seguirá teniéndolas. Lula estuvo allí dos veces. Yo mismo tuve conversaciones muy difíciles con el ex Primer Ministro Ariel Sharon que terminaron en un intercambio de fotografías de hijos y nietos. Así es la humanidad, ¿entiendes? Pero con este gobierno que está ahora la relación se ha vuelto imposible”.

Antes de regresar al despacho de Lula, Amorim dijo que, a pesar de pertenecer a los BRICS, Brasil sigue manteniendo buenas relaciones con todos los países. “Brasil tiene esta pluralidad. Para hablar con todos. Y esto hay que verlo como algo positivo. Si se quiere participar en una cruzada, capitalista o anticapitalista, o de Occidente contra Oriente, todo saldrá mal. Tenemos que invertir en el diálogo. Eso es lo que estamos buscando”.

*Reportera de Piauí, autora de O Ovo da Serpente y Nova direita e bolsonarismo

FUENTE: Folha

PUBLICADO POR NODAL: https://www.nodal.am/2024/06/brasil-ganar-espacio-en-la-geopolitica-mundial-equilibrando-occidente-y-oriente-por-consuelo-dieguez/

Por Leonid Savin para Geopolitika.ru

¿Puede Rusia reforzar la condición de Estado de una república amiga y mejorar la integración euroasiática?

Entre los países de la Unión Económica Euroasiática, cada Estado tiene sus propias características, ventajas y vulnerabilidades, que son utilizadas por nuestros adversarios geopolíticos para desestabilizar. En este sentido, hay que prestar atención a la República de Kirguistán, que recientemente ha sufrido una serie de graves pruebas. No sólo el propio estatus geopolítico y la posición estratégica obligan a los dirigentes del país a mantener un equilibrio (al menos entre Rusia y China), sino que también existe una influencia significativa de otros actores: desde Turquía y los países árabes, hasta Estados Unidos, el Reino Unido y la UE. Y estos últimos muestran una obstinada persistencia.

El año pasado fue un punto de inflexión en la lucha por la soberanía de Kirguistán y la limitación de la influencia occidental. No es casualidad el aumento de la actividad de agentes extranjeros en el país y los casos de presión directa de políticos de Estados Unidos y la UE. No sólo expresaron su preocupación y organizaron protestas, sino que también presionaron directamente para que se instalaran laboratorios biológicos bajo la dirección de Estados Unidos. [i]

En 2023, se intentó incitar a enfrentamientos interétnicos por parte de Occidente. [ii]

Como escribió Rossiyskaya Gazeta de Rusia: «Los confidentes y conductores de la propaganda occidental en Kirguistán son bien conocidos. Según el recurso de información StanRadar, se trata de la rama local de Radio Liberty Azattyk Media. En Rusia, Radio Liberty es reconocida como un agente extranjero, financiado por varias fundaciones e instituciones occidentales, los llamados recursos de información independientes Kloop Media, Kaktus Media, «24.kg», «Salaam Radio», » Govori.TV «, «Political Clinic» y otros, así como una serie de organizaciones no gubernamentales (ONG) – «Media Policy Institute «, » Media Development Center «, «Ginomic Media» y otros. El colectivo West no escatima «cookies» para su mantenimiento. [iii]

Los periodistas locales también llamaron la atención sobre el hecho de que hay muchos proyectos en el país que existen principalmente con fondos de donantes extranjeros – la Fundación Soros, USAID, Sigrid Rausing Trust, NED (National Endowment for Democracy) y otros. Tras examinar los informes de las ONG que reciben subvenciones de fundaciones extranjeras, se descubrió que la sección «Sanidad» de la Fundación Soros ocupa los principales puestos, pero cifras significativas de esta sección (más de 200 mil dólares) están formadas, entre otras, por organizaciones que protegen los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, asexuales e intersexuales.

«Es decir, en la sección «Salud pública» se indican las subvenciones, incluidas las transferidas a ONG que trabajan en favor del colectivo LGBT en Kirguistán», declararon los periodistas. Otra ONG promovió una película que insultaba los sentimientos de los creyentes, ignorando las advertencias de las autoridades y los teólogos, lo que provocó que los organizadores fueran demandados. Al mismo tiempo, la organización califica su misión de protección de los derechos humanos y las libertades[iv].

Este tipo de distorsión y falsificación deliberadas es una práctica habitual en el trabajo de las estructuras occidentales, cuyo propósito es transformar dolorosamente la sociedad según sus propios patrones, que invariablemente se basan en intereses económicos (acceso a recursos naturales, entrada en el mercado y expulsión de competidores).

Anteriormente, en otoño de 2022, el gobierno de Kirguistán suspendió durante dos meses la actividad del sitio web Azattyk Media. El motivo fue la publicación de material poco fiable sobre el conflicto armado entre Tayikistán y Kirguistán. El 23 de octubre, las fuerzas de seguridad kirguisas detuvieron a varios políticos y dirigentes de organizaciones no gubernamentales, 12 personas fueron detenidas durante dos meses como sospechosas de organizar disturbios masivos. [v]

La ley sobre agentes extranjeros, aprobada en marzo de 2024, puso fin por fin a la cuestión de la influencia abierta de Occidente, pero esto no significa que vaya a desaparecer por completo. Algunos agentes volverán a registrarse, otros se pasarán a la financiación en la sombra y las embajadas occidentales cambiarán sus planteamientos a la hora de trabajar con las autoridades. También es probable que aumente el número de intermediarios. A veces, para no «ser descubierto», Occidente utiliza apoderados turcos en la región, que comprometen a diversas fuerzas a través de las ideas de panturquismo y panturanismo[vi].

También se aplicarán métodos de impacto indirecto. Como ejemplo, podemos citar el departamento de análisis de la edición británica de The Economist, que hace unos meses publicó un pronóstico bastante extraño sobre la situación en Kirguistán, haciendo hincapié en el atractivo de las inversiones.

Así, el resumen dice que «los riesgos para la estabilidad son altos, ya que el Presidente Sadyr Dzhaparov refuerza su gobierno. Es probable que se produzcan nuevas protestas. La posición del Sr. Dzhaparov se verá socavada por una estructura de élite fragmentada. En 2024, la política se centrará principalmente en reforzar la estabilidad financiera. La actividad económica se ralentizará en 2024 como consecuencia de la suspensión temporal de las exportaciones de oro por parte del Gobierno para aumentar la capacidad de producción y exportación. La caída de los precios mundiales del petróleo reducirá parcialmente el déficit comercial. Seguirán existiendo importantes vulnerabilidades estructurales en la economía. El riesgo de impago soberano es muy elevado»[vii].

Dado que la publicación es británica y que el oro de Kirguistán cotiza en la Bolsa de Londres, es bastante obvio que esta «previsión» tenía un trasfondo político con determinados intereses.

De hecho, Kirguistán reanudó la venta de oro al Reino Unido en abril de 2024, ya que anteriormente, en 2021, la London Bullion Market Association excluyó temporalmente a la refinería de metales preciosos Kyrgyzaltyn de la lista de proveedores fiables.

El Instituto Republicano Internacional (IRI) de EE.UU., indeseable en Rusia, hizo lo mismo, rellenando sobre los resultados de otra «Encuesta Nacional» con datos sobre la popularidad de los políticos del país. Así, intentó contrastar explícitamente a los dos principales políticos de la república: el presidente Sadyr Dzhaparov y el jefe del Comité Estatal para la Seguridad Nacional (GKNB) Kamchybek Tashiev.

En realidad, en dos años, los resultados de la investigación han cambiado dentro del margen de error estadístico, pero se han interpretado de forma muy definida. Por ejemplo, se afirma que el nivel de confianza en Dzhaparov ha disminuido supuestamente hasta… un 1% en dos años (del 38% al 37%), mientras que el de Tashiev ha aumentado del 18% al 22%. Otro 12% simpatiza con el oriundo de la región de Osh, el diputado Nurjigit Kadyrbekov. Los votos restantes «han ido a parar» a otros 17 políticos, entre ellos dos mujeres (Elvira Surabaldieva y Roza Otunbayeva), así como, nótese, al Presidente ruso Vladimir Putin. La desconfianza hacia todos los políticos también ha aumentado drásticamente. Si en mayo de 2023 sólo el 8% de los encuestados respondieron que no confiaban en nadie, en enero de 2024 su número aumentó al 20%. [ix]

El interés de tales manipulaciones es obvio – se trata de una disminución artificial de la calificación y el atractivo del país, creando la apariencia de una situación desfavorable con los consiguientes cambios políticos. Dado que Kirguistán ha pasado por dos revoluciones de colores, la gente de allí conoce el precio de tales desestabilizaciones.

Y ahora preguntémonos: ¿qué interés tiene Rusia en la estabilidad de Kirguistán? ¿Es la presencia de un gran número de trabajadores emigrantes de Kirguistán en Rusia un indicador de nuestras relaciones bilaterales? ¿Qué importancia tienen las relaciones ruso-kirguisas en el contexto de la integración euroasiática y nuestra memoria histórica común?

Es obvio que ahora Rusia puede y debe ayudar a reforzar la soberanía de Kirguistán y proporcionar incentivos adicionales a la sociedad kirguisa a partir de la integración euroasiática. No sólo a nivel de oportunidades económicas, prescritas en los tratados de la Unión Económica Euroasiática, sino también a nivel de narrativas. De hecho, en la vecindad de Kazajstán, que es geográficamente varias veces mayor que Kirguistán, y teniendo en cuenta las ideas de Nursultan Nazarbayev sobre la Unión Euroasiática, surgen ciertos celos. Los kirguisos se interesan naturalmente por lo que tenemos que ver con ella.
Y aquí la explicación es la historia tanto de los kirguises yenisei, que les da una fuerte conexión con la Siberia rusa, como de la antigua condición de Estado de los kirguises, con la epopeya «Manas» y otros elementos del orgullo histórico de los kirguises.

Y el hecho de que, desde la época del Imperio ruso, los investigadores y científicos rusos hayan hecho una enorme contribución a Kirguizistán sirve como lazo adicional de un destino histórico común.

Basta recordar los nombres de Ivan Unkovsky (que se dedicó a la investigación de los kirguises de Asia Central en la primera mitad del siglo XVIII) y Peter Rychkov (cuyas investigaciones sobre los kirguises de Altai se remontan a la primera mitad del siglo XVIII), Philip Efremov (Osh y Kashgar) y Vasily Radlov (desciframiento de las letras de la escritura orkhon-yenisei), [x] Nikolai Aristov (finales del siglo XIX) y Vasily Bartold (ya en la época soviética, su obra fundamental «Los kirguises: Un ensayo histórico»).

Sin duda alguna, Nikolai Przhevalsky, cuya tumba y monumento se encuentran en la ciudad de Karakol, es de gran importancia tanto para los rusos como para los kirguises. El pueblo de Przhevalsky Pier, en Kirguistán, fue bautizado en honor de este destacado viajero y general ruso.

La época soviética también marca la contribución de los científicos rusos a las ciencias y las artes de Kirguistán. Piotr Fedorovich Shubin está considerado el fundador de la música clásica kirguís y el creador de la primera orquesta de instrumentos nacionales kirguís. E Igor Alekseevich Batmanov es el fundador de la gramática kirguís, uno de los iniciadores de la reforma de la transición de la lengua kirguís del latín al cirílico. Por cierto, en abril de 2024, varios diputados del Parlamento de la república propusieron pasar del cirílico al latín[xi], pero más tarde este tema se retiró del orden del día, aunque en determinadas condiciones volverá a haber instigadores presionando por esta cuestión.

Aunque en los años 90 hubo un auge de la fascinación por el nacionalismo y la creación de una identidad propia, Kirguistán no llegó tan lejos como en Ucrania y el vecino Kazajstán (por desgracia, también hubo falsas teorías históricas con un contexto político). Y en las condiciones actuales y el nuevo concepto de la política exterior de Rusia, Moscú puede ampliar significativamente el apoyo informativo a la integración euroasiática. Y la atención prestada al pasado histórico común y a las antigüedades kirguisas desempeñará un papel positivo.

[i] https://www.fondsk.ru/news/2023/01/29/amerikanskoe-lobbi-v-kirgizii-i-biolaboratorii.html
[iihttps://vz.ru/world/2023/8/29/1227954.html
[iiihttps://rg.ru/2023/08/16/kto-raskachivaet-lodku.html
[ivhttps://ru.sputnik.kz/20240206/chem-zanyaty-v-teni-zapada-nko-kyrgyzstana-42089801.html
[vhttps://regnum.ru/news/3736319
[vihttp://berlek-nkp.com/analitics/13019-zapad-vydavlivaet-rossiyu-iz-centralnoy-azii-ispolzuya-turciyu.html
[vii https://country.eiu.com/Kyrgyz%20Republic
[viii] https:/ /ru.sputnik.kg/20240617/kyrgyzstan-ehksport-zoloto-1086133976.html?ysclid=lxlid1hjap20155737
[ix https://www.ritmeurasia.ru/news-2024-03-11-kyrgyzstan-zapad-pytaetsja-sprovocirovat-raskol-vo-vlasti-72018
[x] https://cyberleninka.ru/article/n/russkie-vostokovedy-o-kyrgyzah-i-kyrgyzstane
[xi https://ru.sputnik.kg/20230419/kyrgyzstan-centralnaya-aziya-zapad-latinica-vvedenie-yazyk-perekhod-alfavit-1074579267.html

FUENTE: https://www.geopolitika.ru/es/article/kirguistan-en-su-lucha-por-la-soberania

Por Alexei Pushkov Para Katehon

El historiador británico Niall Ferguson decidió comparar los Estados Unidos de 2024 con la URSS de 1987, es decir, cuatro años antes de su disolución (o desintegración). Y llegó a interesantes conclusiones sobre la gran similitud entre el estado de estos dos países y sociedades líderes.

Según Ferguson, los Estados Unidos modernos se parecen a la Unión Soviética del periodo antebellum en varios aspectos:

  1. Gerontocracia en la dirección del país;
     
  2. Una burocracia gubernamental hinchada;
     
  3. Falta de fe en las instituciones estatales;
     
  4. Una alta tasa de mortalidad;
     
  5. Y «una extraña ideología en la que ya nadie cree».

A esta lista podría añadirse la baja tasa de natalidad. Como dice Helen Endrews, de American Conversation, «la sociedad estadounidense ha perdido la voluntad de reproducirse».

Por cierto, lo mismo puede decirse de las sociedades de Europa Occidental, que, bajo el gobierno de los Macron y los Habek, marchan obstinadamente no hacia el renacimiento que prometen a sus ciudadanos engañándolos descaradamente, sino hacia la degeneración, y a un ritmo acelerado.

Sociólogos como Emmanuel Todd añadirían a esta lista de vicios americanos acumulados la creciente tasa de mortalidad infantil, que sirve de indicador seguro del estado de pre-muerte de las sociedades.

Y es este indicador el que no deja de aumentar en los Estados Unidos actuales. Hay otros signos de la degradación gradual de Estados Unidos, que hoy puede definirse como una «superpotencia en caída» (véase mi artículo «La trayectoria de la caída», RG del 24 de abril de este año).

¿Son suficientes estos indicadores para predecir una catástrofe social y estatal en Estados Unidos? Sólo el futuro proporcionará la respuesta a esta pregunta. Pero la mera aparición de tales comparaciones dice mucho sobre el estado y la percepción de Estados Unidos en la actualidad.

Fuente: https://katehon.com/

Al optar por Mark Rutte para dirigir la Alianza Atlántica, el bloque occidental confirmó su obediencia a la alianza de la oligarquía financiera mundial con la corporación tecnológica militar

Por Eduardo J. Vior
analista internacional especial para Dossier Geopolitico

El pasado miércoles 26 la reunión de embajadores de los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) congregada en Bruselas decidió nominar al primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, como nuevo secretario general de la Organización a partir del próximo 1º de octubre, cuando finalicen los diez años de gestión del noruego Jens Stoltenberg. Durante los 14 años de su desempeño como primer ministro de los Países Bajos Rutte ha aprovechado su estrecha vinculación con la familia real, para reorientar la economía neerlandesa del petróleo hacia las energías renovables y las nuevas tecnologías de la información. Ahora le toca conducir la Alianza Atlántica hacia las guerras tecnológicas del futuro.


Mark Rutte, futuro secretario general de la OTAN

El veterano estadista neerlandés Mark Rutte ascendió el miércoles pasado a secretario general de la OTAN, cargo que asumirá el próximo 1º de octubre, cuando el noruego Jens Stoltenberg finalice sus diez años de desempeño. Así lo determinaron los embajadores de los 32 países miembros reunidos en Bruselas. Rutte será confirmado formalmente como secretario general de la OTAN en la cumbre de julio próximo.

Nacido el 14 de febrero de 1967 en una familia adinerada, su padre había ocupado un alto cargo en la administración colonial en Indonesia, pero regresó a Países Bajos luego de la independencia del país asiático en 1949. En 1992 Mark se graduó en Historia en la Universidad de Leiden y ese mismo año entró a trabajar en la empresa multinacional de capital británico y neerlandés Unilever. Al mismo tiempo se afilió al Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD por su nombre en neerlandés), el que llegó a liderar en 2006.

En 2002 ocupó el cargo de secretario de Estado (viceministro) de Empleo y Asuntos Sociales y en 2004 el de Educación Superior y Ciencia. En 2010 su partido logró la victoria en las parlamentarias y desde entonces hasta ahora ha encabezado cuatro gobiernos consecutivos con distintas coaliciones. Rutte se convirtió así en el primer liberal desde 1918 en el cargo de primer ministro de Países Bajos. 

Bajo su liderazgo el país capitalizó la crisis de la deuda europea aplicando una severa política de ajuste, estabilidad monetaria y reducción de las prestaciones sociales y desempeñando un vital rol articulador de las decisiones dentro de la UE. Tras una reforma de la legislación impositiva que hizo del país un virtual paraíso fiscal, la economía neerlandesa se recuperó y creció de forma constante, con importantes reducciones de las tasas de desempleo. Mientras el sur del continente se empobrecía, los Países Bajos participaban de la fiesta financiera atrayendo ahorros e inversiones especulativas.

En 2011 Rutte dijo que los Países Bajos estaban “totalmente comprometidos” con la misión de la OTAN en Libia y, tras el derrocamiento de Muammar Gadaffi, la empresa angloneerlandesa Shell firmó un contrato para la explotación petrolera que, empero, no avanzó por la persistente guerra civil.

En 2014, en tanto, tras el sangriento golpe de Estado en Kiev y el alzamiento de la población rusohablante en Ucrania Oriental, Rutte apoyó al nuevo gobierno golpista. Consecuentemente, tras el derribamiento del avión de Malaysia Airlines Flight 17 sobre el Donetsk, en el que murieron todos sus tripulantes y 287 pasajeros, de los cuales, 68% eran neerlandeses, el gobierno de La Haya acusó al gobierno ruso por el hecho y éste, a su vez, a las milicias neonazis que atacaban Donetsk. 

Dos años después, en 2016, Rutte sumó a los Países Bajos a una campaña liderada por EE.UU. de bombardeos contra Siria. Desde 2015 hasta principios de 2018 La Haya destinó, entonces, 70 millones de euros a financiar a al menos a 22 grupos islamistas y a los kurdos que luchaban contra el gobierno de Bashar al Assad. Sólo dejó de hacerlo, cuando la victoria de rusos y sirios sobre el terrorismo islamista lo convenció de la futilidad de su esfuerzo.

Desde febrero del 2022 Rutte es uno de los principales patrocinadores militares de Ucrania y ha tenido un papel clave en la transferencia a ese país y mantenimiento de los aviones de combate F-16. La Haya también proporcionó a Kiev artillería, drones y municiones. Además, en los últimos años los Países Bajos aumentaron el gasto en defensa por encima del 2% del PIB establecido por la OTAN.

En paralelo con la transición hacia las energías “limpias” que Shell comenzó en 2021, el nuevo gobierno de coalición que formó entonces se propuso reducir las emisiones de carbono e invertir en energías renovables. Los Países Bajos aspiran a liderar el desarrollo sostenible fomentando la innovación y las infraestructuras ecológicas. Coherentemente con la agenda “woke” de la política occidental, la coalición gobernante en La Haya apoya también los derechos LGBTQ+, la eutanasia y la despenalización de las drogas. 

Sin embargo, el traslado (ordenado por la Justicia británica como resultado del Brexit) de la sede de Shell a Londres dio un duro golpe a la influencia internacional de los Países Bajos. De 2005 a 2022, la empresa tuvo su sede en La Haya, su domicilio social en Londres y contaba con dos tipos de acciones (A y B). En enero de 2022, Shell fusionó las acciones A y B, trasladó su sede a Londres y cambió su nombre legal a Shell plc. Si bien la familia real neerlandesa sigue teniendo una participación determinante en la propiedad del conglomerado, el cambio de sede legal afectó su control sobre la gestión del gigante energético.

La última gran derrota de Rutte se produjo durante su viaje a China a fin de marzo pasado. En ese momento, su ministro de Comercio declaró que defender los intereses de ASML (ASML.AS) era la prioridad número uno del viaje. ASML, el mayor proveedor de equipos para fabricantes de chips informáticos, “es la empresa más importante que tenemos”, dijo Geoffrey van Leeuwen en declaraciones a los medios. Aunque ASML es la mayor empresa de los Países Bajos y la República Popular su segundo mayor mercado después de Taiwán, la empresa se ha enfrentado recientemente a crecientes restricciones a las exportaciones a China por parte de los gobiernos neerlandés y estadounidense, ya que Washington trata de socavar la capacidad de Pekín para fabricar sus propios chips.

Sin embargo, durante la reunión cumbre con Xi Jinping, el pasado 26 de marzo, éste le advirtió que, si los Países Bajos mantienen las sanciones ordenadas por Washington, Beijing va a reorientar sus compras de insumos para la fabricación de semiconductores. La empresa, por su parte, está considerando la posibilidad de mudarse a Vietnam, para eludir las sanciones norteamericanas.

El pilar central del éxito y de la capacidad de Mark Rutte para sobrevivir a las constantes crisis de gabinete es su íntima relación con la pareja real.

En el sistema constitucional de los Países Bajos el monarca tiene una enorme injerencia en el gobierno. El Rey se reúne semanalmente con el Primer Ministro, habla regularmente con los ministros y secretarios de Estado, firma todas las nuevas leyes del Parlamento y los reales decretos y ratifica (como parte del gobierno) los tratados internacionales.

Además de todo ese poder, los Oranje-Nassau son la décima familia neerlandesa más rica, con una fortuna de 1.300 millones de euros. Se desconocen los detalles de sus finanzas, pero se supone que la mayor parte de su patrimonio procede de inversiones en grandes empresas como Shell y KLM. A pesar de esta enorme riqueza personal, la familia percibe sueldos públicos asombrosos. En 2024, el Rey está cobrando del Estado un salario de 1,1 millones de euros. Por ejemplo, el primer ministro Mark Rutte gana 186.414 euros al año, la Reina Máxima, a su vez, recibe 431.000 euros. Además de sus salarios, el presupuesto anual del Rey es de 55 millones de euros. Esto incluye el mantenimiento de los palacios y 245 funcionarios. 

También están exentos de los impuestos a la herencia, sobre la renta, de importación y sobre el patrimonio. No obstante, por alguna razón, declaran que pagan impuestos por sus coches. Si el Rey fuera un ciudadano particular, tendría que pagar unos 500.000 euros de impuestos por su salario de 1,1 millones de euros.

La relación de Guillermo y Máxima con Mark Rutte traspasa los límites de las instituciones y la diplomacia. Durante los años de su gobierno la complicidad de ambos con él se ha hecho patente a través de gestos y palabras. Incluso, Rutte y Máxima de Holanda asistieron juntos a la cumbre del G20 celebrada en 2018 en Argentina, dando lugar a malentendidos entre algunos periodistas acreditados que incluso se refirieron a la acompañante de Rutte como “su novia”, sin saber que se trataba de la mismísima Reina de los Países Bajos.


La Reina Máxima, Mark Rutte, Horacio Rodríguez Larreta y su entonces esposa en la gala del Teatro Colón durante la reunión del G20 en Buenos Aires en noviembre de 2018

En 2019 Rutte salió a defender a la Reina ante versiones de que había evadido impuestos, al comprar nuevas propiedades en Argentina, y un año más tarde ocultó al Parlamento la escapada de vacaciones de la familia real a Grecia, cuando toda Europa estaba confinada por la pandemia de COVID19. Además, en su juventud parece haber tenido amoríos con la princesa Mabel, hermana del Rey, a quien conoce desde el tiempo de estudio.

El nombramiento de Mark Rutte como Secretario General de la OTAN es una derrota estrepitosa para Europa.

Bajo su dirección la alianza se va a subordinar aún más acríticamente a la estrategia anglosionista para la fractura y derrota del bloque euroasiático. Junto con las grandes corporaciones de Silicon Valley va a impulsar la robotización y automatización de la guerra, a forzar aún más el aumento de los presupuestos militares de los países miembros y a extender al Ártico y al Antártico la competencia militar entre los bloques.

Con la designación del neerlandés los sectores globalistas procuran también condicionar a priori la estrategia del futuro presidente de Estados Unidos, que, a la luz de los datos actuales, probablemente sea Donald Trump. Este avance de posiciones anticipa un conflicto de poderes que sólo puede revertir en un debilitamiento de la solidaridad política dentro de la Alianza Atlántica.

Al tomar la dirección de la OTAN, los grupos más concentrados de la oligarquía financiera especulativa tecnológica agudizan a la vez el conflicto con Eurasia y la lucha por le hegemonía dentro de Occidente. El preferido de Sus Majestades llega al poder para dar un giro violento de timón y poner la mayor alianza militar de la historia al servicio de los más ricos entre los ricos. ¿Algo puede salir bien?

El analista internacional Gabriel Merino: sostiene que el Gobierno tiene un enfoque desactualizado en política exterior, con alineamientos automáticos y una “diplomacia amateur” que lo enfrenta con potencias emergentes como China y le hace perder oportunidades al país. “Ser bravucón a nivel internacional tiene costos políticos”, sostiene.

POR LEONARDO HERREROS

El presidente Javier Milei acaba de terminar una nueva gira internacional, donde aprovechó para volver a mostrarse como un “líder del polo de libertad” frente a un presunto “avance socialista” a nivel global. Sin embargo, esta política de alineamientos automáticos podría hacer que Argentina pierda importantes oportunidades e inversiones, asegura el analista internacional Gabriel Merino. “Hay una mentalidad de Guerra Fría, como si aún hubiera dos polos en pugna cuando en realidad es un mundo multipolar”, asegura Merino. Aunque es cierto que existen actualmente fuertes tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos, que lo llevan a hablar de una “guerra mundial híbrida”, Merino cree que el nuevo escenario trae tanto riesgos como oportunidades para los países de América Latina, que “si tienen una estrategia de desarrollo propia pueden lograr un mayor margen de maniobra” entre las potencias y encontrar nuevas oportunidades de inversión y financiamiento.

Merino es sociólogo, doctor en Ciencias Sociales, docente e investigador de Conicet y en la Universidad de La Plata. Se ha especializado en estudios de transición de poder global, el conflicto entre China y Estados Unidos, los poderes emergentes y América Latina. Al momento de esta entrevista se encontraba en China como parte de sus actividades académicas y desde allí dialogó con Río Negro.

Pregunta: ¿Cómo se ha visto allí en China todo el tema de las de las últimas rispideces con Estados Unidos respecto a los aranceles?
Respuesta: Hay un perspectiva muy crítica en China, lo ven como parte las estrategias de Estados Unidos para tratar de frenar el desarrollo y ascenso de China, son distintas políticas de contención, que ya cobraron mucha fuerza desde el gobierno de Donald Trump con la guerra comercial, la guerra tecnológica que está desarrollando Joe Biden con la “Ley de Chips” y otras cuestiones. Así que esto lo ven como parte de esa de ese proceso

P: ¿China tiene pensado tomar algunas medidas o todavía están procesando?
R: Ellos siempre toman medidas, solo que lo hacen con menos publicidad o son menos rimbombantes. Tienen otra lógica, pero sí, claramente ellos siempre toman alguna medida que perjudica los Estados Unidos. Por ejemplo en su momento, con toda la guerra comercial que lanzó Trump a China y a muchos otros países, inclusive aliados, porque este conjunto de reglamentaciones afectan no solo China sino también a Europa, forman parte de un proceso de proteccionista más fuerte, no solo contra China. China disminuyó la compra de soja a un conjunto de estados norteamericanos que eran votantes de Trump y eso impactó, porque los propios votantes trumpistas se quejaron de como les estaba perjudicando la guerra comercial contra China. Esto obligó a Estados Unidos a negociar entonces, ahora yo creo que van a ser procesos similares, ¿no?. Más allá de las formas, que van a tomar medidas es seguro.

China, que es un gran consumidor de la carne de Argentina, ya está pensando en cómo la puede sustituir por carne brasileña, porque es un socio más confiable».Gabriel Merino, analista internacional.

P: más allá de este de este caso puntual, vos en tus trabajos hablas sobre cómo se está reconfigurando el poder geopolítico global a partir de esta emergencia de China como potencia económica, tecnológica y militar y la relativa declinación que está teniendo Estados Unidos. ¿como ves el escenario internacional actual?
R: Lo que estamos viendo ahora es una aceleración de un conjunto de tendencias de la transición histórica del poder mundial que está en curso, ese declinio relativo de Estados Unidos y ascenso relativo de China y otras potencias, se verifica día a día en distintos aspectos con políticas económicas sociales militares. Se puede ver que se profundiza esa tendencia. De hecho, por ejemplo podemos ver la adhesión reciente de cinco países al BRICS + , cuatro de ellos del Medio Oriente . O podemos ver que por ejemplo que el año pasado el 50% de lo que creció el PBI mundo lo explica Asia, un 35% China y 15% de India. O el dominio absoluto de China en la fabricación y exportación de vehículos eléctricos, clave para la transición energética o posfósil. La otra tendencia clave que se profundiza es que vamos a un mundo cada vez más multipolar, con una contradicción muy fuerte entre el viejo mundo unipolar de predominio estadounidense versus estas fuerzas emergentes. Esa contradicción lleva a conflictos crecientes, sobre todo porque como ha pasado en otro momento de la historia y por las características de que estamos viendo ahora del presente, el viejo hegemón intenta frenar a esos poderes emergentes y una de las formas en que intenta frenarlos son medidas o intervenciones y conflictos como se puede ver en el caso de Taiwán. Yo hablo de que se desarrolla como una especie de guerra mundial híbrida.

P: Que se ven por ejemplo en Ucrania, Medio Oriente…
R: No es casualidad que Liz Truss, la exprimera ministra británica, dijera hace poco que la guerra en Ucrania, el conflicto Palestina- Israel en Gaza y Taiwán son parte de la misma guerra. O que el último paquete de ayuda de EE.UU a Ucrania por 60.000 millones de dólares incluyera también financiamiento para Taiwán y para Israel. Y también en África o conflictos como la guerra económica, las sanciones, la guerra tecnológica. Eso es parte de lo que yo denomino como “Guerra Mundial Híbrida”, un conjunto iniciativas políticas, militares y económicas para «contener» a Beijing.

P: ¿Y a nosotros como como país que no ocupamos un lugar central dentro dentro de la economía global o geoestratégica, como cómo nos impacta nosotros esta guerra híbrida global?
R: Primero, las tensiones geopolíticas son cada vez mayores y cada país tiene que tener mucha capacidad de maniobra. Si no tienes capacidad de maniobra, es probable que navegues mal la tormenta. Aumentan los riesgos, por el lado de América Latina va a haber muchas presiones por parte de los Estados Unidos para tratar de asegurar el viejo patio trasero, que ya empezó a resquebrajarse. Si miramos a Sudamérica, ya aparece como China actor central en el juego económico, así que bueno Estados Unidos va a intentar presionar de distintas formas y apoyar a grupos a grupos locales que se alineen con Washington, aún cuando perjudiquen intereses nacionales. Por ejemplo no vender determinados productos a China o a Asia pro cierto alineamiento o se detengan ciertas inversiones. Por otra parte, también es un escenario de oportunidades, para América Latina, que si tiene una estrategia de desarrollo puede tener mayor margen de maniobra y encontrar distintos socios comerciales, inversiones, oportunidades de desarrollo. Es un escenario que puede propiciar también que en Sudamérica o el Cono Sur se pueda constituir como un polo de poder, aunque sea secundario en el escenario multipolar, maniobrando entre los gigantes. En lugar de ser actores secundarios o sin capacidad de establecer estrategia propia se puede establecer un polo emergente.

P: ¿ Como ves el giro de política exterior de Javier Milei?
R: Bueno, Milei ha definido un alineamiento total con Estados Unidos y un enfrentamiento con los poderes emergentes en general, como China, Rusia y Brasil. Eso es negativo para argentina en materia de comercio, asociaciones, inversiones. Hoy tenés distintos foros o grupos de contacto emergentes, o financiamiento alternativo a los tradicionales como el nuevo banco de desarrollo de los BRICS. Ese alineamiento no es tan conveniente, porque tanto Estados Unidos como Europa están en una fase de estancamiento económico relativo, y un crecimiento basado en un proceso de financiarización, o sea, de mucho impulso financiero. Hoy Estados Unidos tiene una deuda por encima del 100% de su PBI, e entonces su crecimiento es más bien financiero, si uno está atado a eso termina teniendo costos muy grandes: procesos de hiperendeudamiento, muchas inversiones financieras, pero no en la economía real. Son las famosas bicicletas financieras, que no generan crecimiento real. Bueno, atarse también a ese eso es un escenario en lo económico no muy conveniente. Y por otro lado hay una política exterior ultraideologizada, básicamente Milei tiene una mirada ideológica del mundo, no tanto estratégica y por eso su alineamiento con el gobierno de Israel, EE.UU. y el Reino Unido que puede ser muy muy negativo para para Argentina.

P: de hecho de Argentina decidió salir de los BRICS
R: Esa fue una oportunidad perdida grande, imagínate que nuestros dos principales socios comerciales son Brasil y China. Encima China tiene una perspectiva de crecimiento muy grande, puede meter a 400 millones de personas más en la clase media en la próxima década que podrían consumir productos de Argentina. Bueno, con el banco del BRICS podría se fuente de financiamiento. Pero además los países que están en ese bloque y los que se va a sumar son los países que están emergiendo y son parte del crecimiento global que se viene, entonces cuando Argentina se distancia ese mundo emergente significa que tiene una mala lectura. Es una mentalidad de Guerra Fría como si aún hubiera dos bloques, dos polos y no es así, es un mundo multipolar. Por ejemplo, Brasil juega en los BRICS y este nuevo mundo emergente pero al mismo tiempo tiene buena relación o intenta tener buena relación con Estados Unidos y Occidente. Entonces me parece que hay también una mala lectura del mundo, se entra en esa narrativa de nueva Guerra Fría es muy errada.

P: En los países latinoamericanos ha predominado el pragmatismo tratar de balancear los intereses, como Uruguay, Brasil, Chile.
R: Incluso Brasil con Bolsonaro, que intentó un fuerte alineamiento con EE.UU. cuando estaba Trump en plena guerra comercial con China, debió escuchar a su misma ministra de negocios, que salió a decir que China era un socio fundamental para el país y Bolsonaro dejó de hablar tanto y fue más pragmático. Su vice, Hamilton Murao, viajó a China cinco días y dijo que la relación con China era un matrimonio inevitable.

P: ¿qué escenarios imaginás para el futuro?
R: Yo veo tres escenarios: uno que Argentina y los países de la región sigan ese camino de alineamiento y subordinación absoluta, de “periferialización”, seguir siendo patio trasero. Otro más pragmático, intermedio, que es mantener cierto alineamiento geopolítico con Estados Unidos y Occidente y en terminos geoeconómicos abrirse a otras iniciativas con los BRICS, China y el Asia Pacífico. Y un tercer escenario, que seria más positivo para la región pero para el cual hoy no hay tantas condiciones de desarrollo por la situación política y económica argentina y de la región, que sería tratar de armar un centro, un “polo emergente” con más autonomía, con desarrollo de capacidades estratégicas aprovechando este mundo en transición, aprovechando los distintos vínculos que se abre, aprovechando esta dinámica multipolar que puede abrir oportunidades. De esos tres escenarios, creo que el gobierno argentino actual tomó el peor.

P: ¿ Qué visión se tiene en China de lo que pasa en Argentina?
R: A nivel gubernamental no sé, pero en el mundo académico sí me preguntan sobre lo que hace el gobierno de Milei, cuesta entenderlo. China, por ejemplo, que es un gran consumidor de la carne de Argentina, ya está pensando en cómo la puede sustituir por la carne brasileña, con quien hace mejores negocios, porque es un socio más confiable. Porque ellos no hablan de aliados sino de “socios”, para que no sea algo rígido. Argentina tendría la oportunidad de avanzar con las represas del Sur que serían claves para el desarrollo energético nacional y de la Patagonia. Bueno, eso se traba nuevamente, ya venía con demoras y mucho retraso. O abandonamos los proyectos de centrales nucleares que firmamos con China, uno con tecnología china, otra con tecnología canadiense. Todo eso que podía generar una oportunidad para fortalecer nuestra propia tecnología y el sistema nuclear al sumar dos centrales con finamiento de China, se aleja. Se abandona por presiones geopolíticas, pero tampoco es que quien te presiona te dice: yo te ayudo a construir otras dos centrales nucleares. Entonces ahí Argentina desaprovecha oportunidades y el camino elegido es el peor, por lejos. Además porque hay una sobreactuación que en términos internacionales tiene muchos costos. Una cosa es lo que uno puede hacer para la política doméstica, pero la política internacional tiene otros códigos. No se puede ser un bravucón en la política internacional. Hay mucha ignorancia, una canciller no puede decir “los chinos son todos iguales”. No solo muestra ignorancia, sino que es una política muy berreta, muy amateur, que sorprende a esta altura.

FUENTE: https://www.rionegro.com.ar/opinion/gabriel-merino-milei-tiene-una-mentalidad-de-guerra-fria-y-hoy-el-mundo-es-multipolar-3616594/

Lo afirma Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, en su audio del Club de La Pluma, haciendo un balance de las últimas elecciones europeas y explicando que las autoridades de la UE las nombran en exclusiva los 27 jefes de gobierno en lugar de la voluntad popular de los millones de votantes europeos, y tras el visto bueno de los lobby financieros y empresariales que son los que verdaderamente mandan. Sin olvidar que el poder en las sombras de la OTAN y de la industria armamentística de EEUU y de Inglaterra, es el que decide adónde van a parar la mayor parte de los dineros de los contribuyentes y de la incesante emisión de euros que ha creado un deuda impagable.

A la vez que adelanta que cómo ya estaba decidido desde antes de las elecciones, la conservadora Úrsula Von der Leyen seguirá cómo presidenta, que el reparto de las carteras será  discrecional entre los que integran el llamado “Partido Europeísta”, (Conservadores, Socialistas, Liberales y Verdes) -el único al que los poderes del dinero permite gobernar Europa- y que las políticas a aplicar serán las de las grandes empresas y las del mundo financiero, por medio de sus burócratas que atenazan el ejecutivo de Bruselas.

AUDIO:

También nos habla de *la contundente derrota de este “Partido Europeísta”,* especialmente en Francia y Alemania, a quién castigó el 75% del electorado y de la maniobra de Bruselas para proscribir a los críticos y a la oposición de verdad, llamándoles “fascistas y euroescépticos” y marginándoles como parte de la extrema derecha que, siendo ésta una concentración tóxica y violenta de lo peor de Europa, avanzó tal cuál estaba previsto pero que no alcanza para que la UE haga autocrítica ni que cambie en algo sus políticas de espaldas a los pueblos europeos. Por lo que las elecciones no dejaron nada de nuevo ni se abordó ninguno de los temas candentes que afectan al viejo continente. Salvo con los emigrantes, donde hay coincidencia que aumentará la represión ilegal, contraria al derecho internacional.

Sobre la elecciones en Francia, convocadas de urgencia por un vilipendiado Macrón, analiza que este banquero, otra estrella muerta del capitalismo extremo y creador de la pesadilla de europeos muriendo en la guerra, ha huido hacia delante ante su derrota definitiva y que ahora pretende boicotear el avance del Frente Popular de izquierdas, con el uso oportunista de un millonario futbolista y favoreciendo al triunfo de LePen con una estrategia enfermiza propia de su infinito ego.

También se pregunta Eduardo ¿Dónde está la Democracia en este esquema? y profundiza en que ésta gente es la que da lecciones al planeta, los que aplican sanciones contra los pueblos, los que deciden quién es  enemigo y quién aliado y quién es bueno y quién malo, en un mundo que por ahora, creen que aún les pertenece.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

Gran derrotado Macron en Francia
Scholz de Alemania el otro gran derrotado