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Por Pepe Escobar

Ya está aquí. Una cita con el destino. Todo listo para el encuentro geopolítico/geoeconómico más crucial del año y posiblemente de la década: la cumbre de los BRICS bajo presidencia rusa en Kazán, capital de Tatarstán, donde los tártaros suníes conviven en perfecta armonía con los cristianos ortodoxos.

Todo el extenuante trabajo de sherpas y analistas a lo largo de 2024 -supervisado por el principal diplomático ruso a cargo de los BRICS, el viceministro de Asuntos Exteriores Serguéi Ryabkov- convergió en tres reuniones clave finales y separadas en Moscú antes de la cumbre, en las que se agruparon los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los BRICS, los grupos de trabajo y el Consejo Empresarial.

Todo ello en un contexto ya familiar para la Mayoría Global. El PIB combinado de las actuales naciones BRICS supera los 60 billones de dólares, muy por delante del G7; se prevé que su tasa media de crecimiento a finales de este año sea del 4%, superior a la media mundial del 3,2%; y el grueso del crecimiento económico en el futuro próximo procederá de las naciones miembros de los BRICS.

🌐RUSIA KAZAN ESTÁ LISTA PARA DAR LA BIENVENIDA A DELEGACIONES Y PERIODISTAS A LA CUMBRE DEL BRICS #BRICS2024 pic.twitter.com/N0vzN1XVsW

– Sputnik (@SputnikInt) 21 de octubre de 2024

Incluso antes de la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales, el ministro ruso de Finanzas, Antón Siluánov, subrayaba que el BRICS está dispuesto a eludir las plataformas occidentales «politizadas» -una sutil referencia al tsunami de sanciones y al armamentismo del dólar estadounidense- mientras los BRICS trabajan para crear su propio sistema internacional de pagos, favorable a la Mayoría Global.

El contexto de lo que se decidirá en Kazán esta semana no es menos que incandescente, ya que el caos descontrolado de las Guerras Forever del Hegemón -desde Ucrania hasta Asia Occidental- ha afectado incluso materialmente al pesado trabajo de los BRICS y a la necesidad de construir un nuevo sistema internacional de relaciones geoeconómicas prácticamente desde cero.

La filtración de información secreta de alto nivel a los Cinco Ojos sobre los preparativos de Israel y Estados Unidos para atacar Irán puede haber frustrado una escalada bélica creíble. El ataque acabará ocurriendo -con consecuencias nefastas- pero probablemente no esta semana, cuando podría haber sido programado para interrumpir explícita y completamente la cumbre de Kazán y expulsarla de los titulares mundiales.

La declaración conjunta de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los BRICS puede no parecer demasiado aventurada, pero las limitaciones reflejan no sólo la cautela frente a un Hegemón peligroso y acorralado, sino también las contradicciones internas entre los miembros de los BRICS.

La declaración reconoce «la necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera mundial para potenciar la voz de los países en desarrollo y su representación». Sin embargo, sigue estando claro que Estados Unidos tiene menos que cero interés en una reforma profunda del FMI, el Banco Mundial y el sistema de Bretton Woods. Rusia y China, especialmente, son plenamente conscientes de que lo que se necesita es un post-Bretton Woods.

La declaración es más contundente en cuanto a la Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS, apodada BCBPI, acogiendo con satisfacción «el uso de monedas locales en el comercio internacional» y «el fortalecimiento de las redes bancarias» para permitirlo. Sin embargo, de momento todo es sólo «voluntario y no vinculante». Se espera que Kazán dé algún impulso al proceso.

No es un grupo antioccidental, sólo un grupo no occidental

En su discurso ante el Consejo Empresarial de los BRICS el pasado viernes y en una mesa redonda posterior con los jefes de los grupos mediáticos de los miembros de los BRICS, el Presidente Putin resumió de hecho todos los grandes expedientes. He aquí lo más destacado.

Sobre el papel del NDB, el banco de los BRICS con sede en Shanghai: Rusia «ampliará las capacidades del NDB»; el banco debería convertirse en el principal inversor en grandes proyectos tecnológicos y de infraestructuras para los miembros del BRICS y el Sur Global en general. Esto tiene todo el sentido, con el NDB financiando el desarrollo de infraestructuras e implicándose comercialmente con empresas locales privadas. Por cierto, el próximo presidente del NDB será ruso; el principal candidato es Aleksei Mozhin, que anteriormente estuvo en el FMI.

Sobre la creación de una infraestructura digital única para los BRICS: ya está en marcha. Rusia está trabajando en «el uso de monedas digitales en los procesos de inversión en interés de otras economías en desarrollo». Esto enlaza con el trabajo de los BRICS en su propia versión de SWIFT para las transacciones financieras internacionales. Y también con BRICS Pay, una tarjeta de débito cuya primera prueba tuvo lugar durante el Consejo Empresarial de la semana pasada, similar a AliPay en China, y que pronto se extenderá a todos los miembros del BRICS.

Una moneda única para los BRICS: «Aún no se está considerando, este tema aún no está maduro». La desdolarización, subrayó Putin, avanza paso a paso: «Estamos dando pasos individuales, uno tras otro. En cuanto a las finanzas, no abandonamos el dólar. El dólar es la moneda universal. Pero no fuimos nosotros: nos lo prohibieron y nos prohibieron [utilizarlo]. Y ahora el 95% de todo el comercio exterior de Rusia está denominado en monedas nacionales. Lo hicieron ellos mismos con sus propias manos. Pensaron que nos hundiríamos».

El reto de una moneda unificada de los BRICS: Eso «requiere una integración económica profunda (…) Aparte de un alto nivel de integración entre los miembros del BRICS, la introducción de una moneda única del BRICS implicaría una calidad y un volumen monetarios comparables (…) De lo contrario, nos enfrentaremos a problemas aún mayores que los que se produjeron en la UE». Putin recordó que cuando se introdujo el euro en la UE, sus economías no eran ni comparables ni iguales.

Putin mantendrá al menos 17 reuniones bilaterales en Kazán. Hizo hincapié, una vez más, en que «el BRICS no es un grupo antioccidental, es sólo un grupo no occidental».

Y nombró los motores económicos clave en un futuro próximo: El Sudeste Asiático y África. El desarrollo «se producirá objetivamente sobre todo en los países miembros del BRICS. Esto es el Sur Global. Esto es el Sudeste Asiático. Esto es África. Habrá crecimiento positivo en países poderosos como China, India, Rusia y Arabia Saudí, pero los países del Sudeste Asiático y África mostrarán un crecimiento más rápido por varias razones».

También destacó los principales proyectos de desarrollo de infraestructuras entre los BRICS y el Sur Global: la Ruta Marítima Septentrional -que los chinos definen como la Ruta de la Seda del Ártico- y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), con la tríada BRICS Rusia-Irán-India como socios clave. Sobre la Ruta Marítima Septentrional, Putin destacó cómo «estamos construyendo una flota de rompehielos que no tiene parangón en el mundo. Va a ser una flota única, siete rompehielos nucleares y 34 rompehielos de propulsión diésel, de alta clase y gran potencia».

Sobre la asociación estratégica Rusia-China: es uno de los factores clave de estabilidad en el mundo; en las relaciones entre ambos, «no hay mayores ni menores». Sobre el Gran Tablero de Ajedrez, «Rusia no interfiere en las relaciones entre Estados Unidos y China», incluso cuando «los europeos han sido arrastrados a Asia a través de la OTAN». Nadie pregunta a los europeos si quieren estropear su relación con China, si quieren utilizar las entidades de la OTAN para entrar en Asia y crear una situación que cause preocupación en la región, en China concretamente. Aun así, se dejan arrastrar como cachorros».

Las guerras eternas apuntan a los BRICS

Habrá una sesión especial sobre Palestina en Kazán con los miembros del BRICS, además de BRICS Outreach – como en los socios (Turkiye está incluido). Putin cree que «disolver el Cuarteto de Oriente Medio fue un error». El Cuarteto incluía a Rusia, Estados Unidos, la ONU y la UE. En teoría, debería haber mediado en el proceso de paz entre Israel y Palestina. En la práctica, no lo hizo.

El famoso belicista Tony Blair formaba parte del Cuarteto. Diplomáticamente, Putin dijo: «No pretendo acusar aquí a Estados Unidos en todos los aspectos, pero desgraciadamente fue un error disolver los cuatro [el Cuarteto]».

Volvió a insistir en que «Rusia ha mantenido siempre la opinión de que debe aplicarse la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de establecer dos Estados: Israel y Palestina». Y, significativamente, añadió que «Rusia está en contacto permanente tanto con Israel como con Palestina».

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA SRPSKA: EL BRICS ES UN GRUPO DE «PAÍSES LIBRES QUE RESPETAN LA SOBERANÍA DE LOS DEMÁS

En una entrevista con Sputnik previa a la cumbre de los BRICS de 2024 en la ciudad rusa de Kazán, el presidente de la República de Srpska, Milorad Dodik, se centró en por qué los serbios… pic.twitter.com/ikhmNZ4x97

– Sputnik (@SputnikInt) 20 de octubre de 2024

Eso puede interpretarse como una mediación estratégica, e intercambios serios por el canal de atrás. Sin embargo, no se aventuró de lleno en el fuego, limitándose a decir que espera que cese el «interminable intercambio de golpes» entre Israel e Irán, al tiempo que añadió que «buscar un compromiso en el conflicto árabe-israelí es posible, pero se trata de un área muy delicada.»

Todo lo anterior es muy significativo para el contexto del BRICS porque las Guerras de Siempre en Asia Occidental han estado interfiriendo seriamente en el trabajo dentro del BRICS. Y encima, las Guerras de Siempre, frías, híbridas y calientes, están de hecho esencialmente dirigidas contra tres miembros del BRICS, Rusia, Irán y China – no por casualidad descritas como las Tres Principales amenazas existenciales para el Hegemón.

Y eso nos lleva inevitablemente a Ucrania. Putin subrayó que «el ejército ruso se ha convertido en uno de los ejércitos más eficaces en combate y de más alta tecnología del mundo (…) Cuando la OTAN se canse de librar esta guerra contra nosotros, sólo hay que preguntarles. Estamos dispuestos a seguir luchando, a continuar la lucha, y tendremos las de ganar».

Confirmando lo que el analista militar Andrei Martyanov lleva años estudiando, Putin explicó cómo la guerra moderna es la guerra de los matemáticos, algo que escapa totalmente a los guerreros de sillón de la OTAN: «He oído decir a la gente que lucha sobre el terreno que la guerra actual es la guerra de los matemáticos. Los dispositivos de interferencia de radio serían eficaces contra determinados vehículos de reparto y los suprimirían. El otro bando, por ejemplo, ha calculado y calculado cuál es la contrafuerza y reprograma el software de sus medios de ataque en una semana o tres semanas».

En cuanto al campo de batalla, con el «orden internacional basado en reglas» encontrando su humillante desaparición en el suelo negro de Novorossiya, Putin no podría ser más enfático sobre el gambito de la «Ucrania nuclear»: «Es una provocación peligrosa porque cualquier paso en esta dirección tendrá una respuesta (…) Lo diré sin rodeos: Rusia no permitirá que esto ocurra pase lo que pase».

Lo que está en juego en Kazán no podría ser mayor. Al final de la semana, la Mayoría Global sabrá si Kazán pasará a la historia como el hito de un nuevo sistema emergente de relaciones internacionales, o si las burdas tácticas de divide y vencerás seguirán aplazando la inexorable desaparición del Viejo Orden.

Geopolitika.ru

Fuente: https://sputnikglobe.com/

Javier Benitez entrevista a Carlos Pereyra Mele (Radio Sputnik)

El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que los BRICS no se dirigen contra nadie y solo se quiere lograr el desarrollo para sus países integrantes. Lo manifestó durante su intervención en el reciente Foro Empresarial del BRICS, donde destacó que el PIB total de los países del BRICS supera los indicadores de los países del G7 y sigue creciendo.

AUDIO:

BRICS: avance inexorable

Al destacar que los BRICS desempeñan un papel significativo en la economía global, con sus países siendo «los motores del crecimiento económico mundial», Putin afirmó que «el trabajo de los BRICS no está dirigido contra nadie, sino solo hacia un objetivo común de desarrollo sostenible y prosperidad para nuestros países y pueblos».

En su intervención, el mandatario ruso recordó que mientras que en 1992 la participación del G7 en el PIB mundial era del 45,5% y la de los países BRICS del 16,7%, pero que en 2023 la participación del BRICS trepó al 37,4% y la del G7 descendió hasta el 29,3%. «Y esta brecha se está ampliando y se ampliará. Es inevitable», subrayó Putin, al indicar que en las últimas décadas, más del 40% del crecimiento del PIB global ha correspondido a los países BRICS.

Añadió asimismo que a finales de este 2024, se augura que la tasa media de crecimiento económico en los BRICS sea del 4%, cifra superior, tanto a la tasa de los países del G7 que es solo del 1,7%, como a la tasa mundial, que será del 3,2%, según las previsiones.

Para el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, estos datos «son importantes porque parece que los BRICS han llegado a su etapa adulta». En este sentido, el analista recuerda que «no hace muchos años, en 2016, en los grandes medios occidentales y los think tank, y otros, se decía que el BRICS había sido una especie de promesa, pero que no había alcanzado ningún tipo de desarrollo, ni de organización, estructura, ni nada, y que se agotarían en sí mismos». «La realidad es que en muy pocos años hemos visto que esas especies de conclusiones a las que habían arribado los grupos occidentales [G7, y otros], no se corresponden con la realidad», afirma el experto.

En tanto, recientemente el viceprimer ministro de Serbia, Aleksandar Vulin destacó que la manera en que el BRICS defiende un sistema de valores y muestra al mundo la oportunidad de trabajar juntos, a pesar de las diferencias. «Es un mundo nuevo. Cosas como esta hacen del mundo un lugar mejor. El BRICS es esperanza», manifestó el alto cargo serbio.

Al incidir en el respeto mutuo que promueve la organización, el viceprimer ministro serbio habló sobre el trato que recibe Belgrado de sus socios. «¿Cuántas veces más grandes que Serbia son Rusia, China o la India? Pero cuando nos comunicamos, ¡nos hablan como a iguales! Y cuando nos comunicamos con algunos Estados enanos de la Unión Europea, ¡nos hablan como si fueran superpotencias nucleares! ¿Lo entiende?», apuntó.

«El crecimiento del PIB ha demostrado una energía y un dinamismo altísimo en las potencias emergentes [del BRICS], que no la tienen las tradicionales potencias del G7 que se quedaron totalmente ancladas en la historia y ahora están sufriendo esas consecuencias. Y esas consecuencias son las que llevan al viceprimer ministro de Serbia a decir que hasta los más chiquitos de la Unión Europea se creen que son todavía algún tipo de superpotencia, y en la práctica son todos unos enanos en todos los aspectos, fundamentalmente en el económico, porque su participación en el PIB mundial es prácticamente inexistente», concluye Pereyra Mele.

Entrevistado por Gastón Harispe y Nahuel Silva que conducen el espacio: «Peronismo sin gradualismo» (Canal de un espacio que impulsa la Tercera Posición, la Planificación de la economía por parte del Estado, en acuerdo y participación con los sectores privados y la comunidad organizada. Promovemos una Revolución Justicialista que tenga en cuenta los nuevos desafíos de la sociedad) Que se transmite por: Radio Con Aguante

En una reciente charla con #PeronismoSinGradualismo Carlos Pereyra Mele, reconocido analista geopolítico argentino, se abordaron las complejas dinámicas en el conflicto de Medio Oriente, con especial atención a la relación estratégica entre Irán e Israel.

Pereyra Mele brindó una visión aguda sobre la creciente inestabilidad global, marcada por enfrentamientos abiertos y luchas de poder que exceden la región. Pereyra Mele destacó que el conflicto en Gaza, pese a haber desaparecido en gran medida de la cobertura mediática, sigue siendo una herida latente, agravada por las incursiones militares recientes y las tensiones entre el ejército israelí y las milicias palestinas. Además, subrayó la importancia de entender que los conflictos regionales son impulsados por intereses externos, donde potencias como Estados Unidos y Reino Unido tienen un rol histórico y geopolítico clave.

En su análisis, el experto enfatizó que el mundo musulmán no es monolítico, y la rivalidad entre sunitas y chiitas —representada por Arabia Saudita e Irán—, es solo una parte de la ecuación. También señaló cómo la fragmentación del islamismo y la intervención occidental han alimentado el surgimiento de grupos radicales, a menudo apoyados por estructuras estatales de inteligencia.

Por otra parte, el analista advirtió sobre la escalada de tensiones que podría tener consecuencias devastadoras, no solo en Medio Oriente, sino a nivel global. Las disputas sobre el control de recursos estratégicos, como el petróleo, y las ambiciones de potencias emergentes como los BRICS, amenazan con alterar el equilibrio de poder.

Según Pereyra Mele, la reconfiguración geopolítica también se juega en el plano tecnológico, financiero y militar, con amenazas de uso de armas nucleares como un escenario plausible. Finalmente, Pereyra Mele no dejó de señalar la importancia de los factores internos en las decisiones de los actores involucrados, sugiriendo que líderes como Netanyahu están impulsados por crisis políticas domésticas. La entrevista dejó en claro que el panorama geopolítico está lejos de estabilizarse, y que los próximos meses podrían ser críticos, con implicaciones serias para la paz mundial.

En medio del espanto mundial por el genocidio judeo sionista del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania y del horrendo bombardeo al Líbano, en paralelo a la macabra limpieza étnica que señala a Israel como uno de los más crueles estados terroristas de la historia de la humanidad, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma -no emitida la semana pasada por razones técnicas- nos dice que estamos en EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE y al borde del precipicio nuclear, debido al caótico belicismo de la mediocre dirigencia de EEUU, zombi y de segundo orden, sin conducción estratégica, con súbditos europeos suicidas y con vasallos descontrolados y peligrosos como Netanyahu y Zelensky.

AUDIO:

Entonces nos alertó que vivimos una crisis mucho más grave que la de los misiles de los 60 entre EEUU y la URSS y que se repite la política israelí de exterminio de dirigentes iraníes, lo  que transluce -entre otras razones- el resentimiento judío contra los líderes que derrotaron al Isis y Al Qaeda en Irak y en Siria. Unos terroristas que cuentan con el apoyo logístico y militar de la CIA y la OTAN y que “casualmente” jamás atentaron contra el estado hebreo. También abordó el discurso de Netanyahu en la ONU, en plena matanza de civiles por los suyos, y que dejó al desnudo el histórico plan del GRAN ISRAEL de principios del siglo XX, sobre anexionar por la fuerza a extensos territorios de sus países vecinos. Lo que deja claro el real objetivo sionista de estas atrocidades, que nada tienen que ver con su declamado “derecho a la defensa”.

También recordó con preocupación y perplejidad que el Parlamento Europeo haya pedido que se autorice a Ucrania a bombardear con misiles occidentales el territorio ruso, con lo que metería a la UE en una guerra total. A lo que siguió el temerario ataque fallido de Zelensky al complejo nuclear de Kurks, y el que Netanyahu decidiera el asesinato del líder de Hizbulá, Hasán Nasralá, justo cuando EEUU y Francia estaban pactando con él mismo, un inmediato alto del fuego. Lo que demuestra que ni el senil Biden ni el caótico EEUU preelectoral, tienen capacidad ni poder ni autoridad para conducir al viejo continente suicida y pusilánime, ni para poner en orden a dos psicópatas sanguinarios y genocidas rodeados de fanáticos, en su alocada huída hacia una guerra nuclear.

Y también analiza que mientras Israel acrecienta la barbarie con miles y miles de víctimas más, amenaza además atacar a Irán, tanto a sus instalaciones nucleares como a sus centros petrolíferos, lo que lleva al mundo al borde del holocausto, mientras el mundo sufre las consecuencias económicas del conflicto, como el aumento constante del precio del petróleo y la amenaza del cierre del Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 35% de la producción mundial de ese combustible. En tanto que los científicos estudian ya el impacto de unos posibles ataques nucleares sobre el complejo alimentario global, siendo Ucrania y Rusia dos de los mayores proveedores de cereales al sistema alimentario mundial, lo que termina por demostrar que realmente estamos en EN EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE.

Eduardo Bonugli (Madrid, (06/10/24)

El sueño del «espacio» del Gran Israel, instalado en el «relato» hebreo desde 1947 a la fecha incluye: Egipto Jordonaia Arabia Saudita Siria Libano e Irak (del Eufrates al Nilo)

En medio del espanto mundial por el genocidio judeo sionista del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania y del indiscriminado bombardeo al Líbano, en paralelo al macabro propósito de limpieza étnica, que señala a Israel como uno de los más criminales estados terroristas de la historia de la humanidad y a pocas horas del brutal asesinato del líder de Hizbulá (adaptación fonética al español del árabe حزب الله, ḥizbu-‘llāh, «Partido de Dios», Hasán Nasralá, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, advierte que estamos en EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE y al borde del precipicio nuclear, debido a la caótica fiebre belicista de la mediocre dirigencia de EEUU, claramente de segundo orden y en total confusionismo, sin conducción estratégica, con sus súbditos europeos pusilánimes y suicidas y con vasallos descontrolados y peligrosos como Netanyahu y Zelensky.

Y mientras nos alerta que estamos en una crisis mucho más grave que la de los misiles de los 60s entre EEUU y la exURSS, explica que este atentado terrorista es parte de la política de exterminio de Israel contra los dirigentes de Irán y que translucen -entre otras importantes razones- el resentimiento judío contra líderes que derrotaron al Isis y Al Qaeda en Irak y en Siria, como el General irani Qasem Soleimani. Unas organizaciones que “casualmente” jamás atentaron contra el estado hebreo y muy señaladas por contar con él más que supuesto apoyo logístico y militar de la CIA y la OTAN.

También aborda el hipócrita discurso de Netanyahu en la ONU, en plena matanza de civiles por parte de los suyos, y de cómo dejó al desnudo el histórico plan del «GRAN ISRAEL» de principios del siglo XX, que consiste en anexionar por la fuerza a extensos territorios de sus países vecinos, lo que deja claro el verdadero objetivo sionista de estas terribles agresiones, que nada tienen que ver con su hiper declamado “derecho a la defensa”.

Además, aborda la irresponsable decisión del Parlamento Europeo de reclamar que se autorice a Ucrania a utilizar misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso, en tanto que circulan amenazas de voceros anglosajones sobre posibles ataques de sus misiles al complejo nuclear ruso de Kursk, luego del fracaso de la ofensiva sorpresa de Zelensky y a pesar de que el Presidente Putin ya avisó que una acción de ese tipo sería tomado como una declaración de guerra de parte de la OTAN.

Mientras que nos informa que Washington ha solicitado a técnicos expertos independientes, un informe sobre el impacto de estos posibles ataques nucleares sobre el complejo alimentario global, siendo Ucrania y Rusia dos de los mayores proveedores de cereales al sistema alimentario mundial, lo que termina por demostrar que realmente estamos en  EN EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE.

Eduardo Bonugli (Madrid, (29/09/24)


Javier Benítez entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que históricamente los principales instrumentos de la infraestructura de apoyo al mercado mundial de la energía se han concentrado en manos de Occidente. Cuestiones como la logística, el sistema de pago y otros instrumentos que conforman la plataforma de la energía mundial.

El diagnóstico

En el marco del VII Foro Internacional Semana Rusa de la Energía, Putin destacó que llegaron más de 4.000 participantes de más de 50 países para discutir asuntos importantes de la agenda energética. Enfatizó que el foro ofrece una gran oportunidad para entablar nuevos contactos, alcanzar acuerdos de cooperación y para el intercambio de opiniones sobre el complejo energético.

Asimismo, afirmó que la industria energética moderna es una esfera clave sobre la que se fundamenta el desarrollo mundial, algo que ignoran quienes usan la herramienta de la imposición de sanciones ilegales. Añadió que históricamente los principales instrumentos de la infraestructura de apoyo al mercado mundial de la energía se han concentrado en manos de Occidente. Cuestiones como la logística, el sistema de pago y otros instrumentos que conforman la plataforma de la energía mundial.

AUDIO:

En este sentido, declaró que las élites occidentales se creyeron capaces de cortar el acceso a este sistema a los países que eran políticamente indeseables, expulsándolos del mercado. Enfatizó que estas medidas se utilizan principalmente como «instrumentos de competencia injusta».

«El motivo es obvio: Occidente no quiere competencia, porque no puede hacerle frente. A menudo pierde en una lucha justa y recurre a la discriminación, presentándola bajo el pretexto de una supuesta solidaridad euroatlántica, la lucha por los derechos humanos, etcétera. Hay muchos pretextos», sentenció el mandatario ruso.

Según el director de Dossier Geopolítico, el doctor Carlos Pereyra Mele, esta sentencia de Putin está fundamentada en los países de carácter industrial desarrollado. «Fue ese bloque geopolítico atlantista encabezado por EEUU, único país de ese grupo que podía tener capacidad de autonomía energética, pues todos los demás son energéticamente dependientes de otras fuentes de provisión, a las que [EEUU] tenía totalmente controladas, reguladas y también con mano militar, impedidas para que pudieran desarrollar políticas de tipo independiente. Esa situación es la que hoy en día ha dejado de existir», subraya el experto.

«Esto nos demuestra que los que en su momento tenían un rol únicamente de ser proveedores baratos de grandes capacidades energéticas, hoy en día se sientan en una mesa a negociar con otras potencialidades y poniendo las condiciones: el precio, la cantidad, y quién las va a exportar. Este es un tema muy importante, porque ellos [EEUU] no solamente se aseguraban que los Gobiernos de esos países les fueran afines, sino que, a su vez, en el territorio de esos países productores estuvieran sus empresas, petroleras o gasíferas. Y, a su vez, el transporte de esos productos se hiciera también en buques de su bandera. Hoy en día todo eso se ha roto», concluye Pereyra Mele.

FUENTE SPUTNIK INTERNACIONAL: https://noticiaslatam.lat/20240929/putin-contundente-occidente-no-quiere-competencia-porque-no-puede-hacerle-frente-1157866734.html

Javier Benitez de Radio Sputnik entrevista a Carlos Pereyra Mele de Dossier Geopolitico

Washington quiere ver a Ucrania ganar el conflicto contra Rusia y que ingrese a la OTAN. Lo afirmó recientemente el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. Si Washington tiene en cuenta que el conflicto ucraniano comenzó por su insistencia en que Kiev ingrese a la Alianza Atlántica, ¿cuál piensa Blinken que será el resultado del conflicto?

¿Hasta que Ucrania desaparezca de mapa?

En su visita a Kiev, y en rueda de prensa con su par británico, David Lammy, Blinken trazó un camino para Ucrania que la puede dirigir hacia su desaparición como país. O al menos, a una gran reducción. «En la cumbre de julio, declaramos que el camino de Ucrania hacia la membresía en la OTAN es irreversible», dijo Blinken, al recordar a sus anfitriones que dicha alianza militar liderada por EEUU ha «establecido un comando dedicado a apoyar» el ingreso de Ucrania.

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Y como EEUU no da puntada sin hilo, Blinken aprovechó para mostrar su genuino objetivo para sacar tajada de la membresía de Kiev en la OTAN, al indicar que el estado de la industria militar de Ucrania, tras multiplicado por seis en el último año, según él, permitirá al país disponer de «una de las industrias de defensa más avanzadas del mundo». «Podrá llevarla al mercado global y quitarle participación de mercado global a otros países como Rusia, y también abastecer a los aliados de la OTAN», agregó, cual mercader de la muerte.

«Lo que el señor Blinken está diciendo, junto con su colega y par inglés, es que para ellos se debe instalar definitivamente un cordón sanitario, pero que además eso conlleve a frenar cualquier posibilidad de que la Federación de Rusia pueda tener contacto con el Occidente, y que además en lo posible, y es el punto de máxima, haya una descomposición en la Federación de Rusia», explica el Dr. Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico.

«¿Hacia dónde puede derivar esto? Esa es la gran pregunta. El temor que más nos sobrevuela es la capacidad de destrucción de la que han dejado de tener miedo estas dirigencias mediocres occidentales», concluye Pereyra Mele.

Ante el terrible y peligroso escenario de un conflicto nuclear alentado por la OTAN y las potencias anglosajonas debido a su frustración por la evidente derrota en Ucrania y ante las tremendas consecuencias que tendría para toda la humanidad, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, ha modificado de urgencia el contenido de su columna del Club de La Pluma, para centrarse en la temeraria decisión de EEUU e Inglaterra de involucrarse directamente en ese conflicto, con la muy probable autorización al régimen de Zelensky para el uso de misiles de largo alcance -fabricados en Occidente- con asistencia y logística de la OTAN y contra el interior profundo de Rusia, lo que lógicamente ha provocado la inmediata reacción del presidente Putin alertando que tal agresión será considerada como una declaración de guerra de todos los miembros de la OTAN contra su país.

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En el plano internacional, no quedan dudas de que el elevar esta guerra regional al máximo nivel global -y entre las dos mayores potencias militares del mundo- ha sido una maniobra intencionada de los cancilleres de Estados Unidos y de Inglaterra, con su provocadora visita a Kiev y sus posteriores declaraciones, actuando como agitadores bélicos blandiendo la amenaza nuclear, lo que desnuda el desmadre de las potencias occidentales ante el evidente fracaso militar de la última aventura de Kursk, que se suma a la destrucción masiva y generalizada de Ucrania, a las cientos de miles de vidas sacrificadas inútilmente, a su completa ruina económica y a la huída despavorida de miles de sus jóvenes, aún libres pero perseguidos por los violentos piquetes de alistamiento forzoso.

Por lo que Pereyra Mele, dejando de lado otros temas de gran actualidad internacional como el multitudinario Foro de Vladivostok o la trascendental cumbre de los BRICS en Octubre, ambos en Rusia, se plantea con profunda preocupación ¿SI SERÁ ÉSTE EL ÚLTIMO VERANO EUROPEO ANTES DEL INVIERNO NUCLEAR? Mientras profundiza en la gravedad de una situación que pone a la humanidad en riesgo de exterminio, al ser arrastrada al holocausto por un imperio en derrumbe, que alegremente toma medidas desesperadas y fuera de cualquier lógica.

Eduardo Bonugli (Madrid, (15/09/24)

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

La próxima cumbre  de los BRICS a realizarse en Kazán, Rusia, durante el venidero mes de octubre, ha despertado gran interés en la opinión pública, sobre todo cuando la misma tendrá lugar solo unos días antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Es incuestionable que este evento marcará parte importante de la agenda internacional de los próximos tiempos, pero me parece que hay que ser cauto respecto de lo que la Cumbre en sí, pueda definir y decidir. No obstante, sin poner en duda que el grupo BRICS es expresión del nuevo mundo que nace y que en torno a él pareciera estarse estructurando un sistema internacional alternativo más justo y democrático, no hay que ”echar las campanas a volar” ni generar expectativas injustificadas respecto a lo que se pueda decidir en Kazán.

Hasta hace pocas semanas no había un consenso claro respecto al camino a seguir en cuanto al crecimiento del grupo. Aún hoy no existen definiciones en relación a los requisitos que deben tener los países que aspiran a ingresar, tampoco existe una carta fundacional, un reglamento o estatuto de funcionamiento. El BRICS no tiene sede ni secretaría general, tampoco una estructura definida.

Puede haber alguien que opine que eso es positivo. Mi punto de vista es que no lo es. Hasta ahora, lo único que se sabe es que hacen cumbres anuales y que no tienen un “consejo de seguridad” con miembros con derecho a veto. 

De igual manera, el hecho que haya representación de África, Asia Occidental y de América Latina y el Caribe, (excluidos de la membresía permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU),  hace que esta instancia sea mucho más representativo del mundo del siglo XXI, en relación a octubre de 1945 cuando se creó la ONU con 51 países (solo 4 de África, 8 de Asia y ninguno del Caribe anglófono). Hoy, estas regiones reúnen -en conjunto- 119 países de los 193 que conforman la ONU y no tienen ninguna representación en la membresía permanente del Consejo de Seguridad. Ello expone que el BRICS, (donde las decisiones son tomadas por consenso)  es ya una instancia más democrática y participativa que cualquier otra de sus características que haya existido en el pasado.

La Cumbre de Kazán tendrá que tomar decisiones de cara al futuro. No se debería repetir el chasco que significó que Lula, solo por favorecer a su amigo Alberto Fernández, propusiera e hiciera aprobar el ingreso de Argentina, sabiendo que podría pasar (lo que lamentablemente ocurrió) que la llegada al poder de Javier Milei impidiera la concreción de esa superficial y emocional propuesta.

Aunque la presidencia pro tempore rusa ha dicho que esperaba que representantes de los países latinoamericanos asistieran a la Cumbre del Brics en Kazán, hay que decir que una cosa es asistir a la Cumbre y otra, entrar a la organización.  No sabemos si con la frivolidad que lo caracteriza y continuando con su política de favorecer a Estados Unidos y Europa, Lula –que no ha reconocido aún al presidente Maduro- vete el ingreso de Venezuela, poniendo a China, a Rusia y a los miembros restantes en una encrucijada que los lleve a tener que decidir entre Brasil y Venezuela. Vale decir que hasta el momento, Brasil es el único país miembro de BRICS que no ha reconocido al presidente Maduro.

Rusia ha optado por invitar a muchos países a la Cumbre y ha sido uno de los principales promotores del crecimiento del grupo.  No obstante el propio canciller ruso Serguei Lavrov  ha alertado en el sentido de que es oportuna “una pausa en la ampliación…”.

Eso podría significar la ralentización del proceso, toda vez que existe la necesidad de que el grupo se adapte primero a la presencia de los nuevos países que ingresaron el pasado 1° de enero. En este contexto, es imprescindible que los nuevos miembros se integren plenamente antes de pensar en mayor cantidad de afiliaciones. Si el consenso entre cinco era difícil, mucho más lo es entre 10 y sin duda, se complicaría aún más si existiera una membresía más amplia.

Así, la pausa sería importante para fijar los mecanismos de funcionamiento ante el riesgo de que una participación numerosa paralice el accionar del grupo si se considera que hasta 40 países han solicitado su adhesión. Por eso, la invitación a estar presente en la Cumbre debería entenderse como un proceso de acercamiento y evaluación que genere las condiciones y mecanismos de incremento de la membresía. Pareciera que hoy, para el BRICS, es más importante organizarse y solidificarse, que crecer.

Uno de los aspectos urgentes a definir es el carácter del grupo. Hasta ahora ha sido un foro de debate en torno a las principales inquietudes de la comunidad internacional, sobre todo en lo relacionado a lo antes mencionado: la representatividad y la democracia en los organismos internacionales. No obstante, se pretende que también se transforme en un mecanismo que facilite las relaciones económicas, el comercio, el desarrollo científico y tecnológico en primera instancia entre los países miembros, pero también pensando en todo el sur global. 

Se trata de formar “nuevos centros para la toma de decisiones políticas de importancia global en los países del sur y el este” y en general en aquellos que forman la mayoría del planeta como lo informó el canciller Lavrov en la inauguración del Consejo Ministerial del Brics Plus realizado durante el mes de julio de este año.

Lavrov aseguró que los Estados que desean ingresar al BRICS apuntan hacia “una forma de vida más justa basada en la igualdad soberana de los países y la diversidad de civilizaciones”. No obstante, alertó en torno a que la transición hacia el nuevo orden mundial deberá recorrer una era histórica  que “será espinosa” si se considera que Estados Unidos y Occidente,  persisten en sus intenciones de mantener su hegemonía, evitando que los procesos de construcción de un sistema multipolar, puedan concretarse en el menor tiempo posible.

Por el contrario, el BRICS, al igual que la mayoría de la humanidad se propone avanzar hacia “un orden mundial más equitativo, basado en la igualdad soberana de los Estados y teniendo en cuenta el equilibrio de fuerzas e intereses” por lo que se plantea servir como plataforma  para el intercambio de opiniones sobre temas actuales de la agenda mundial.

Una mirada similar ha sido expuesta por Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal (cámara baja del parlamento) de Rusia quien afirmó que en el contexto actual en el que Estados Unidos y Europa hacen denodados esfuerzos para destruir las relaciones económicas internacionales, aprobando sanciones y desatando conflictos de todo tipo, el mundo avanza en sentido contrario. En primer lugar según Volodin, se han generado nuevos puntos de crecimiento en el mundo. Así mismo, opina que  “muchos Estados eligieron el camino de la protección de la soberanía, el diálogo igualitario y la cooperación mutuamente beneficiosa”.

El alto parlamentario ruso ha explicado que en este marco, en los 15 años de existencia de BRICS, el grupo se ha convertido  en uno de los mayores centros económicos del planeta al tiempo que sus miembros han mejorado sus posiciones a pesar de los desafíos y las sanciones. Según datos del Banco Mundial, Rusia se ha transformado en la cuarta economía del mundo en cuanto al PIB por paridad de poder adquisitivo (PPA) siendo además la primera de Europa.  Así mismo, China es la primera  de la clasificación, India, la tercera y Brasil ha ascendido a la séptima posición. Igualmente, entre los 25 primeros figuran varios nuevos miembros BRICS como Egipto (17), Arabia Saudí (18) e Irán (22).

Por el contrario, en esta estadística, Estados Unidos ha caído al segundo puesto, Alemania salió del grupo de las cinco mayores economías del mundo mientras que Francia y Gran Bretaña están a punto de abandonar el grupo de las diez más importantes. En general, BRICS representa hoy el 36,8%  del PIB por PPA superando al Grupo de los Siete (G-7), las mayores economías capitalistas del planeta que solo aportan el 29%.

Por otro lado, la filosofía imperante en el Grupo BRICS, no apunta a establecer un nuevo mecanismo hegemónico en el planeta. Al contrario, parte de las dificultades para su avance, emanan de la clara intencionalidad  de producir diálogos abiertos en los que jamás se  intente imponer ningún criterio a los otros. Pero ello necesita de altos niveles de organicidad que permitan acoger esos diálogos sin producir conflictos o quiebres. 

Se trata, como dijo el canciller Lavrov de considerar al BRICS “como un baluarte, un prototipo del mundo multipolar». O, -dicho en palabras del presidente Putin-  se debe entender que los BRICS es “un elemento clave del emergente orden mundial multipolar”, incluso en la perspectiva de crear su propio parlamento que funcione bajo principios de “apertura, imparcialidad y equidad”. En este camino, los parlamentos de los países del grupo BRICS deberían mejorar la eficacia del sistema de relaciones internacionales, garantizar su democratización y enfrentar las cuestiones que atentan contra la fragmentación del sistema comercial multilateral y las consecuencias de las crisis mundiales.

De esta manera, se va configurando el nuevo orden internacional. No hay dudas que la Cumbre de Kazán marcará un punto de inflexión en un proceso que debe seguir los ritmos y los plazos que las propias circunstancias vayan imponiendo. Acelerar etapas artificialmente o presionar hacia el cumplimiento de metas y objetivos imposibles o poco realizables en el proceso de ampliación y fortalecimiento del grupo BRICS, podría devenir en un problema, más que en una solución. 

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Por Pepe Escobar

En la sesión plenaria del Foro Económico Oriental celebrada en Vladivostok la semana pasada ocurrió algo bastante extraordinario, muy en sintonía con el tema principal del foro: «Extremo Oriente 2030. Combinar fuerzas para crear un nuevo potencial».

Compartieron escenario el Presidente Putin; el Vicepresidente de China, Han Zheng; y el Primer Ministro de Malasia, Anwar Ibrahim.

Esto se traduce como Rusia-China-ASEAN: una asociación clave entrelazada, en constante fortalecimiento, en el camino de explorar todo el potencial hacia un mundo nuevo, equitativo, justo y multinodal (la cursiva es mía).

En su discurso, el Presidente Putin se centró en el que posiblemente sea el proyecto de desarrollo nacional más ambicioso del siglo XXI: la Conquista rusa del Este, una imagen especular de la Conquista china del Oeste que comenzó en serio en 1999, a través de la campaña «Go West».

Putin detalló el rápido desarrollo del Extremo Oriente ruso, con más de 3.500 proyectos tecnoindustriales. Se explayó sobre la Ruta Marítima Septentrional (NSR, en inglés) -los chinos la llaman la Ruta de la Seda del Ártico-, con la construcción de nuevos rompehielos nucleares y el desarrollo del puerto de Murmansk incluidos. El volumen de negocios de la NSR, señaló Putin, es ya un récord cinco veces mayor, y subiendo, en comparación con los tiempos de la URSS.

Todas las cifras relativas al Extremo Oriente y al Ártico son asombrosas. Extremo Oriente es una macrorregión estratégica que ocupa nada menos que el 41% del territorio de la Federación Rusa. El Ártico, un inmenso tesoro de recursos naturales, vinculado al potencial del NSR, ocupa el 28% – representa el 17% de la producción rusa de petróleo, el 83% de la de gas y alberga inmensos yacimientos de oro, carbón, níquel, cobre, cobalto, metales del grupo del platino y diamantes.

Así que no es de extrañar que el recurrente sueño colonialista occidental de atacar, desmembrar y saquear Rusia -cuya última iteración es la obsesión por infligir una «derrota estratégica» a Rusia en Ucrania- esté directamente vinculado al acaparamiento y explotación de las infinitas riquezas del Extremo Oriente/Artico.

Putin describió una vez más cómo ambas regiones son «el futuro de Rusia» y una prioridad federal para todo el siglo XXI: de hecho, una cuestión de seguridad nacional. El crecimiento de la inversión en capital inicial ya ha aumentado un 20%, el doble de la media rusa; y cada rublo de financiación estatal se ve correspondido por 34 rublos de inversión privada. Los sectores clave son la energía, la petroquímica, la minería, la madera, la logística, la construcción aeronáutica, naval y de maquinaria, la agricultura y la pesca.

Anwar: «¿Dónde está la humanidad?»

El malayo Anwar, orador de primera clase, se explayó sobre la ASEAN como encrucijada de Asia-Pacífico y tejió un elegante análisis del poder blando, completado con literatura rusa (es la primera vez que visita suelo ruso), destacando las aportaciones en el «tejido mismo de la historia y el pensamiento humanos» y cómo Rusia está «señalando los límites de lo posible».

Paralelamente, elogió el auge del Sur Global (40% del PIB mundial, más del 85% de la población); el atractivo de los BRICS (Malasia solicitó oficialmente entrar en BRICS+); y cómo Rusia debería atraer cada vez más «inversiones de naciones de mayoría musulmana». Jugando con la vibrante cultura de su tierra, reiteró, con una sonrisa, el lema nacional: «Malasia, verdaderamente Asia».

Anwar tocó especialmente la fibra sensible del público empresarial y tecnócrata al comentar la tragedia de Gaza. Dijo que siempre pregunta a sus colegas, «incluso en Occidente», dónde está «la humanidad»; cómo se atreven a «hablar de justicia»; y cómo se atreven a predicar «derechos humanos y democracia».

El vicepresidente Han Zheng hizo hincapié en las recientes reuniones de alto nivel celebradas en Pekín y Astana para reforzar la asociación estratégica Rusia-China; el creciente volumen de negocios comerciales; el estatus de China como principal socio comercial e inversor en el Extremo Oriente ruso; el impulso a la modernización de las estructuras transfronterizas; y la Iniciativa de Seguridad Global del presidente Xi, que es como una especie de versión más ambiciosa del concepto ruso de Gran Asociación Euroasiática.

Han Zheng dejó bastante claro cómo China se toma en serio un nuevo formato de seguridad global, para «combatir la mentalidad de la Guerra Fría». Y todo vuelve al concepto global chino para todo el siglo XXI: el intento de construir una «comunidad de futuro compartido para la humanidad».

Asia-Pacífico: Todo sobre tecnología y ciencia

En términos prácticos, el foro -al que asistieron 7.000 invitados de 75 naciones (muy pocos de Occidente)- cerró 258 acuerdos por un importante valor de 5,4 billones de rublos (más de 59.700 millones de dólares).

Al igual que el año pasado, una de las actividades más destacadas fue la exposición al aire libre, junto al mar, de la cultura, las costumbres, la gastronomía y la espectacular belleza natural de diversas regiones, de Primorsky a Sajalín, de Kamchatka a Saja/Yakutia, de Buriatia a Krasnoyarsk.

Todo ese poder blando se integra en el impulso geopolítico y geoeconómico hacia un crecimiento económico sostenible y sin pausas, desde el Este de Rusia a toda la región Asia-Pacífico; y se aborda, por ejemplo, en el diálogo empresarial ruso-ASEAN, en plena evolución.

El analista militar y de seguridad indonesio Connie Bakrie, también profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo, lo resumió todo: «Lo más importante para Asia-Pacífico es la tecnología y la ciencia (…) El Presidente Putin subrayó que Rusia desempeñará un papel muy importante en la construcción conjunta de la ciencia y la tecnología [en toda Asia], especialmente en el aspecto nuclear de la seguridad energética».

Varias sesiones repartidas por el foro fueron prodigios de integración. No siempre en un debate sobre los sistemas educativos de las economías de la APEC es posible tener a Evgeny Vlasov, vicerrector de la Universidad Federal del Lejano Oriente (FEFU) -en cuyo extenso y ultramoderno campus se celebra el foro- debatiendo con Yu Miaojie, rector de la Universidad de Liaoning, de primera clase, en Hong Kong.

En el llamado Polígono Oriental, el debate, al que asistió el principal asesor de Putin, Igor Levitin, versó sobre el desplazamiento de la geoeconomía hacia Asia-Pacífico, con el Lejano Oriente convirtiéndose en una puerta absolutamente clave para el comercio exterior.

En la sesión Rusia-ASEAN, en la que participó un ministro de la Unión Económica de Eurasia (EAEU), se habló de los cinco años transcurridos desde el inicio de la asociación estratégica Rusia-ASEAN, y de cómo Moscú considera Asia-Pacífico, y en particular la ASEAN, una prioridad absoluta.

En una sesión paralela se examinó la cooperación en la Gran Eurasia, centrada en el desarrollo de cadenas de producción que integren a la UEEA, la OCS y los BRICS.

Karin Kneissl, directora del Centro GORKI (Observatorio Geopolítico sobre Cuestiones Clave de Rusia) de la Universidad Estatal de San Petersburgo y ex ministra austriaca de Asuntos Exteriores, representó una vez más las (pocas) voces de cordura que quedan en Europa: subrayó cómo «el Estado de Derecho está desapareciendo en Europa» y cómo «la confianza en el sistema tradicional ha desaparecido».

De ahí la importancia del foro BRICS: «Lo que se necesita es una nueva base normativa».

Bajo el tema «Instrumentos de desarrollo soberano en el contexto de la desestabilización del orden mundial» se desarrolló un debate fascinante y oportuno, con la incisiva aportación de Albert Bakhtizin, director del Instituto Central de Economía y Matemáticas de la Academia Rusa de Ciencias.

Un grupo de científicos rusos, con aportaciones chinas, ha desarrollado un Índice de Fortaleza Nacional, que tiene en cuenta variables como el tamaño de la población, las reservas de recursos naturales, el poder militar, la fortaleza de la economía, la solidez del gobierno, las empresas y la sociedad a la hora de alcanzar los objetivos de desarrollo nacional. Se trata, por supuesto, de soberanía.

Estados civilización fríos, tranquilos y serenos

El debate multipolar fue uno de los momentos culminantes del foro.

El anfitrión, Alexander Dugin, fue categórico: Rusia es una nación del Pacífico. En el escenario se encontraban, entre otros, la incontenible Maria Zakharova; el embajador indio en Rusia, Vinay Kumar; el autor del concepto de civilización-estado, el profesor Zhang Weiwei, de la Universidad de Fudan; la analista indonesia Connie Bakrie; el ex Primer Ministro de Nepal, Madzav Kumar; el geopolítico francés de primera fila Aymeric Chauprade; además de varios académicos y analistas de la ASEAN entre el público.

El consenso fue que el «orden» internacional unilateral basado en «reglas» que el Occidente colectivo cambia a su antojo debería estar en vías de desaparición. Esto está directamente relacionado con el desplazamiento del centro de gravedad geopolítico a Asia-Pacífico.

El profesor Zhang Weiwei ofreció una explicación concisa de la vía china, basada en «tres estructuras». En cuanto a la estructura política, «China es ferozmente independiente. Y la ASEAN es constantemente autónoma, negándose a tomar partido». En cuanto a la estructura económica, la principal prioridad de Pekín es mejorar el nivel de vida de la población, o «el sustento de la población es lo primero».

La ASEAN, por su parte, es el mayor socio comercial de China. Por su estructura geográfica, «es muy vulnerable, a veces llamada los Balcanes de Asia». Pero brilla como modelo de integración.

En cuanto a la estructura cultural, el profesor Weiwei destacó «el modo asiático». Es decir, «podemos permitirnos estar de acuerdo en estar en desacuerdo». Así es como China «apoya la independencia de la ASEAN».

El Foro Económico Oriental demostró una vez más, con creces, cómo Rusia y una colección de Estados civilización asiáticos se mantienen fríos, tranquilos y serenos, avanzando resueltamente, incluso cuando una Totalen Krieg híbrida que puede escalar en un instante a una guerra nuclear está siendo librada por el Hegemón y sus vasallos contra Rusia y, en última instancia, contra los BRICS.

A pesar de que el Think Tankland estadounidense no deja de idear planes belicistas -el último es la creación de una «Esparta Ártica» de la OTAN para tratar de contener «el fin del excepcionalismo estadounidense» en el Alto Norte-, las nuevas conexiones socioeconómicas exploradas en el foro, y la consiguiente nueva estabilidad y capacidad de recuperación, son cambios de juego aún más importantes que las debacles militares y morales en Gaza y en el suelo negro de Novorossiya.

No es de extrañar que la plutocracia hegemónica y sus humildes vasallos echen espumarajos de odio sin paliativos al verse totalmente superados y burlados por Rusia, China, Asia y Eurasia, destinados finalmente a revolcarse en las cunetas de la irrelevancia.

Fuente: https://sputnikglobe.com