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Javier Benitez de Radio Sputnik (Moscu), entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

No subir el precio de los proyectiles. Lo pidió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a la industria militar occidental, que ha disparado los precios de los armamentos. El jefe de la Alianza Atlántica lanzó el desesperado mensaje que roza la mendicidad durante el Foro de la Industria de Defensa de la OTAN, celebrado en Suecia.

Desesperación económica

Está claro que Stoltenberg se confundió de ventanilla. Confundió a una de las industrias más salvajes del capitalismo occidental, como lo es la militar, con una suerte de Hermanas de la Caridad. Al menos así se desprende de un reciente mensaje que lanzó a la industria armamentística occidental, un ruego que seguramente no dará en el blanco.

AUDIO DE LA ENTREVISTA

«Hemos acordado aumentar las compras de equipos y municiones, hemos asegurado la demanda, ahora tenemos que garantizar el aumento de los suministros. El reto aquí es que cuando aumentamos la demanda, queremos más suministros, no precios más altos», lanzó como un llanto. Algo que, además, deja al desnudo la catastrófica situación económica por la que atraviesa el Occidente colectivo como consecuencia de alimentar el conflicto ucraniano.

Entonces, es en momentos como estos en que todo el mundo ve que al Occidente colectivo se le empiezan a ver las costuras.

«Parece que Stoltenberg desconoce las reglas tradicionales del liberalismo económico, que cuando hay un bien que escasea, hace falta producir más. Y cuando se produce más, el que lo produce, también quiere ganar más. Eso es una regla de oro histórica del sistema capitalista y que no se rige por las supuestas normas y reglas que quieren imponer desde puestos burocráticos», explica el director de Dossier Geopolítico, el Dr. Carlos Pereyra Mele.

Lo pide Stoltenberg cuando el gigante armamentista alemán Rheinmetall ha aumentado bastante los precios de las municiones pagadas por el Gobierno germano desde el inicio del conflicto en Ucrania, según Die Welt. Así, el pasado 10 de julio una agencia dependiente del Ministerio de Defensa de Alemania firmó un nuevo acuerdo marco con Rheinmetall para el suministro de proyectiles de calibre 155 milímetros, tanto para sí, como para el régimen de Kiev.

El convenio es por 1.200 millones de euros, y vigente hasta 2029. Rheinmetall está obligada a suministrar 333.333 proyectiles de este tipo. De esta cifra, se desprende que el precio de la unidad ronda los 3.600 euros. El monto es alto, dado que antes del inicio del conflicto ucraniano, en febrero de 2022, las mismas municiones tenían un coste de 2.000 euros.

Pero eso no es nada. Y es que el presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante estadounidense Rob Bauer, informó que el precio de un proyectil de artillería de la OTAN de calibre 155 mm se cuadriplicó desde el inicio del conflicto ucraniano. Bauer dijo a Reuters que «el precio de un solo proyectil de artillería ha pasado de 2.000 a 8.000 euros», ya que «producimos un cartucho de artillería que únicamente sirve para el arma para la que lo fabricamos».

«Seguir invirtiendo dinero forma parte de la metodología que ha adoptado EEUU con el tema de declarar guerras infinitas, mediante las cuales el gran beneficiario es el complejo industrial militar tecnológico norteamericano», concluye el Dr. Carlos Pereyra Mele.

El trascendental FORO DE LA FRANJA Y LA RUTA DE LA SEDA reunido en Pekín, es el tema central de la columna del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, por ser el más positivo acontecimiento de progreso global ocurrido en estos tiempos, en medio de uno de los más escalofriantes capítulos del histórico genocidio del pueblo palestino a manos de Israel y sus socios, EEUU y Europa. Una cumbre muy productiva en decisiones y descaradamente ignorada por la prensa, a pesar de reunir a más de 140 países y que fijó su posicionamiento geopolítico fundamental con la premisa de que ni la confrontación ideológica, ni la rivalidad geopolítica, ni la política de bloques serán opciones en el nuevo mundo que alumbra el Sur Global. Todo lo contrario a la fracasada, destructiva y moribunda Globalización Neoliberal del mundo anglosajón.

Entre sus importantes decisiones, se acordó ampliar la conectividad multidimensional entre los miembros. Potenciar que la economía sea cada vez más abierta. Asegurar el compromiso de una cooperación entre los estados que integran la ruta. Promover el desarrollo económico de TODOS los países miembros. Impulsar el desarrollo y el intercambio científico y tecnológico, incluido el intercambio de personas. Reforzar las infraestructuras de comunicaciones. Establecer nuevas normas y reglas sobre las energías limpias y la inteligencia artificial. Profundizar el desarrollo de la biofarmacia. Crear nuevos métodos financieros internacionales. Incentivar una agricultura modera y respetuosa con la naturaleza. Profundizar el transporte ferroviario eficiente y ecológicamente factible. Etc.

Por su parte, el presidente Putin hizo hincapié en la nueva ruta marítima del Océano Ártico, de vital importancia estratégica. Además se supo que Argentina recibió de China un refuerzo de tesorería de 6,500 millones de dólares para superar las urgencias por su crisis financiera.

Y en cuanto al conflicto palestino israelí que, hoy por hoy, es un escollo a la Ruta de la Seda, quedó claro el empeño de los gobiernos ruso y chino para apaciguar la región y establecer un nuevo estatus de vida entre el pueblo palestino y el Estado de Israel.

Además y durante el audio, Pereyra Mele analizó temas como:

  • Las elecciones en Argentina, donde están en juego el futuro de sus próximos 50 años.
  • La salvaje represión y el genocidio planificado en Palestina por parte del estado militarizado y nuclear de Israel.
  • EEUU, siendo un actor global principal, es también “un tuerto que ve por un solo ojo”.
  • Los fracasos diplomáticos de EEUU y la soledad de Israel en la región.
  • El silencio mediático sobe el fracaso en Ucrania de los misiles “Himars” de la OTAN y las ofensivas rusas en todo el frente.

Eduardo Bonugli (Madrid, 22/10/23)

Por Pepe Escobar que autoriza su publicación en Dossier Geopolitico

La historia –completa con connotaciones de justicia poética– nos presentó esta semana el contraste definitivo y flagrante entre la geopolítica del pasado, promulgada en un rincón incendiario del suroeste de Asia, y la geopolítica del futuro, promulgada en el Beijing de Asia Oriental, uno de los capitales de la multipolaridad emergente.


Empecemos por el futuro. El 3er Foro de la Franja y la Ruta en Beijing funcionó como una especie de hoja de ruta para la integración económica y de infraestructura de Eurasia. Fue precedido por la publicación por parte del Consejo de Estado de la República Popular China el 10 de octubre de un libro blanco bastante detallado sobre las Nuevas Rutas de la Seda, o Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), el actual concepto general de política exterior de China para el futuro previsible.

La BRI, inicialmente definida como OBOR (One Belt, One Road), fue lanzada hace 10 años por el presidente Xi Jinping, primero en Astana, Kazajstán (parte del “cinturón”, como en una serie de cinturones económicos) y luego en Yakarta, Indonesia ( parte de la “ruta”, como en la Ruta Marítima de la Seda).


Diez años después, con casi 150 países participantes y más de un billón de dólares en inversiones chinas, el libro blanco lo resumió todo: la BRI avanza constantemente como una plataforma de múltiples niveles de comercio y conectividad internacionales; como mecanismo para desarrollar vastas franjas del Sur Global/Mayoría Global; y como contraparte práctica de la hegemonía occidental.
La mayor parte de los proyectos de la BRI se refieren a industrias extractivas y corredores de transporte. No es casualidad que industrias extractivas clave se concentren en Rusia y el Golfo Pérsico, y eso está íntimamente relacionado con el complejo impulso estratégico de Beijing para eludir la contención hegemónica y los casos de guerra híbrida.


Por tanto, no sorprende que el invitado de honor en el Foro de 2023 fuera el presidente Putin; y todas las discusiones dejaron bastante claro que Rusia de ahora en adelante será un socio aún más clave de la BRI; en línea con la profundización de la asociación estratégica Rusia-China, liderazgos enteros están totalmente sincronizados.

Fiel al meticuloso protocolo chino, cargado de simbología, también era inevitable que a la entrada de la cena de gala del Foro, el primero fuera el invitado de honor Putin. Justo detrás de él estaban los líderes de Asia Central (Tokayev y Mirziyoyev, de Kazajstán y Uzbekistán) y del Sudeste Asiático (Joko Widodo, de Indonesia).

A continuación: La Ruta de la Seda del Norte

El presidente Xi anunció que los participantes de la cumbre empresarial del Foro cerraron nuevos acuerdos de infraestructura por un valor de 97.200 millones de dólares.
Ese es el nuevo paradigma. Compárelo con el viejo paradigma de Forever Wars: la Casa Blanca trabajando en un paquete de 100 mil millones de dólares para financiar las guerras entre Ucrania e Israel.
La reunión cara a cara de tres horas de duración entre Putin y Xi fue crucial en más de un sentido. Fue una ilustración gráfica de cómo Rusia y China copatrocinan el avance hacia un mundo multipolar. Y de que la BRI trabaje codo con codo con los próximos BRICS 11 (en vigor a partir del 1 de enero, cuando Rusia comience su presidencia de los BRICS).

Putin, astuto como un zorro, comentó que no podía contarnos “todo” lo que discutió con Xi. Lo que podría decir es que repasaron «toda la agenda bilateral, muchos temas ahí: economía, finanzas, interacción política y trabajo conjunto en plataformas internacionales».
Además, «discutimos en detalle también la situación en Medio Oriente. También informé detalladamente al presidente sobre la situación en la vía ucraniana. Todos estos factores externos son amenazas comunes (las cursivas son mías) y fortalecen la interacción ruso-china. «
China y Rusia firmaron el mayor acuerdo de su historia compartida para el suministro de cereales; 2,5 billones de rublos por 70 millones de toneladas de cereales, leguminosas y oleaginosas entregadas durante 12 años.

Eso destruye por completo los escenarios de sueños húmedos en serie de los Think Tankland estadounidenses que defienden un bloqueo naval como estrategia clave para la contención de China, para privarla de alimentos y materias primas.

En el frente energético, Xi esperaba que la ampliación del Poder de Siberia II, o gasoducto Rusia-Mongolia-China, lograra “progresos sustanciales” lo antes posible.

Por mucho que Putin enfatizó el “respeto por la diversidad de civilizaciones” de Rusia y China, así como el derecho de cada estado-civilización a su propio modelo de desarrollo, lo que realmente destacó fue su explicación detallada de los corredores de conectividad.
Putin destacó cómo “se está formando un corredor Norte-Sur en la parte europea de Rusia, desde el Báltico hasta Irán. Allí se organizará una comunicación ferroviaria fluida”.
Se trataba de una referencia directa al Corredor Internacional de Transporte Norte Sur (INSTC), cuyos principales centros son Rusia, Irán e India. Eso se interconectará, a mediano y largo plazo, con los corredores euroasiáticos centrales de la BRI.

Putin añadió que “otros tramos pasarán por Siberia, los Urales y Yamal. Se construirá el Pasaje del Mar del Norte hasta el Océano Ártico. Las rutas ferroviarias irán desde el centro de Siberia hacia el sur, hasta los océanos Índico y Pacífico (…) También pasará un corredor desde el Ártico hacia el sur: se construirá una línea ferroviaria de BAM a Yakutia y puentes sobre el Lena y el Amur. , se modernizarán las carreteras y se crearán terminales en aguas profundas”.

La caracterización que hace Putin de la Ruta del Mar del Norte es particularmente crucial:
“Todos estos corredores de transporte de norte a sur en la parte europea de Rusia, en Siberia y en el Lejano Oriente abren la posibilidad de conectar e integrar directamente la Ruta del Mar del Norte con los principales centros logísticos en el sur de nuestro continente, en el costa de los océanos Índico y Pacífico. En lo que respecta a la Ruta del Mar del Norte, Rusia no se limita a invitar a sus socios a utilizar activamente su potencial de tránsito. Permítanme decir más: invitamos a los estados interesados ​​a participar directamente en su desarrollo y estamos listos para proporcionar navegación, comunicación y suministro confiables sobre hielo. A partir del próximo año, la navegación de los buques de carga de clase de hielo a lo largo de toda la Ruta del Mar del Norte será durante todo el año. La creación de las rutas logísticas y comerciales internacionales y regionales antes mencionadas refleja objetivamente los profundos cambios que están teniendo lugar en la economía global”.
Así que aquí tenemos a Putin invitando personalmente a empresas y negocios de todo el Sur Global a invertir directamente en la integración de toda Eurasia. Y para aquellos que no entendieron el mensaje, el canal de Suez, para muchos en todo el Sur Global, pronto se convertirá en una reliquia del pasado –geoeconómico–..

Los escritos apuestan por la alta tecnología

El Foro fue una ilustración gráfica de que la BRI, una plataforma abierta –un concepto ininteligible en Occidente– va mucho más allá del comercio, el desarrollo de infraestructura y los corredores de conectividad. También se trata de interacción intercultural y de esos notorios “intercambios entre pueblos” definidos por Xi, que dan ejemplo en lo que respecta a la coexistencia de civilizaciones.
Los asiáticos centrales y del sudeste asiático confraternizaban por todas partes. El húngaro Viktor Orban estaba encantado de hablar con todo el mundo sin que lo tildaran de “autoritario” contrario a los “valores” de la UE. La delegación talibán* mejoró su red de contactos cuando no estaban discutiendo la inversión china en cobre y la construcción de una nueva carretera a través del corredor Wakhan que conecta directamente el norte de Afganistán con Xinjiang.
Es como si se tratara de una remezcla de alta tecnología del espíritu de las antiguas rutas de la seda, cuando los jinetes nómadas escitas, aficionados a las joyas de oro y la seda china, abrieron un nuevo frente comercial actuando como intermediarios que facilitaban el comercio a través de Eurasia entre Asia y Europa.

Europa, por cierto, y todo el Occidente colectivo fueron casi invisibles en el Foro de la Franja y la Ruta.
Lo que nos lleva al mito de un Occidente universalista que ahora está hecho jirones.

Los puntos de inflexión claves, últimamente, han sido la humillación de la Hegemonía en Afganistán; el colapso del Proyecto Ucrania, con la inminente humillación cósmica de la OTAN; y el colapso de la supuestamente incomparable inteligencia israelí en Palestina, vengada ciegamente mediante el castigo colectivo.
Compárese todo eso con Putin-Xi en Beijing. Las debacles acumuladas apuntan a la disolución inexorable del proyecto occidental del “fin de la Historia”. Y se pone peor: el nuevo paradigma geoeconómico discutido en Beijing seguirá acelerando el despiadado e implacable sobreesfuerzo económico y geopolítico de “la nación más poderosa en la historia del mundo” (copyright La Casa Blanca).
Los estadounidenses están absolutamente aterrorizados, entre otras cosas, por el hecho de que ahora Irán y Arabia Saudita estén elaborando juntos una estrategia para el panorama general: la consecuencia inevitable de una distensión primero ideada por los rusos y luego consolidada por los chinos.

Los estadounidenses están absolutamente paralizados por el hecho de que BRI y BRICS 11 ya están inmersos en el proceso de poner patas arriba el modelo de negocio imperial y neocolonial occidental.

Putin, Xi y los invitados al Foro de la Franja y la Ruta dejaron bastante claro que se trata esencialmente de nuevas cadenas de suministro de productos básicos; Rutas Marítimas de la Seda nuevas y mejoradas; y evitando los puntos de estrangulamiento controlados por Occidente, como muestra el mapa (adjunto). Todo conduce a un laberinto interconectado entre BRI, BRICS, EAEU y SCO.
Los BRICS 11 liderados por Rusia y China, y más allá (Putin dio una pista de que Indonesia se convertirá en uno de los nuevos miembros en 2024) ya están poniendo patas arriba todas las fantasías empapadas de Mackinder, en el camino hacia unir Eurasia y configurar Afro-Eurasia. como un Heartland extendido, pacífico y predominante.


*Los talibanes están bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas.

Publicado en Sputnik en Ingles

https://sputnikglobe.com/20231019/russia-china-map-out-new-economic-order-in-beijing-1114324537.html

Con representantes de 140 países, en la capital china sesionó el 3er Foro de la Franja y la Ruta, evaluando la exitosa primera década de la iniciativa y planificando la próxima

Por Eduardo J. Vior
analista internacional quien autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

En clara contraposición con las noticias de sangre y sufrimiento que llegan desde los confines occidentales de Eurasia, asombra la normalidad con la que en la capital china representantes de las tres cuartas partes de la humanidad pasaron estos últimos martes y miércoles proyectando en civilizada convivencia la construcción de un futuro compartido. El presidente Xi Jinping dio de entrada coherencia y dirección a la multitud de acuerdos concertados dentro y al margen del Foro, evaluando los primeros diez años de la iniciativa y presentando los ocho puntos con los que China pretende en el próximo decenio mejorar el rendimiento y la calidad de la cooperación. El contraste entre las bombas sobre la población civil de Gaza y el trato respetuoso con el que tantos países tan diferentes trabajaron en Pekín es el mejor ejemplo de la diferencia entre dos modelos opuestos para transitar de una época a otra de la historia de la humanidad.

https://spanish.news.cn/20231017/2a58e805da634adcbaad8d4ef8f962ef/b69b8b863cf34dc18b325f806d76b085.JPG
En la inauguración del Tercer Foro de la Franja y la Ruta este miércoles a la mañana en Pekín los presidentes de China y Rusia estaban en el centro de la foto

Mientras que durante el día martes sesionaba el Foro de los dirigentes de empresa de la Franja y la Ruta, seguían llegando delegaciones de Asia, África, América Latina y algún visitante europeo (como el primer ministro húngaro Viktor Orban y los ex jefes de gobierno de España, José L. Rodríguez Zapatero, y de Italia, Massimo D’Alema). El presidente Xi Jinping se reunió con su colega Vladímir Putín y con otros jefes de gobierno. Finalmente, a la noche se realizó el banquete de bienvenida comenzando con un brindis en el que el presidente chino hizo la apología de la cooperación pacífica para el desarrollo y el beneficio compartido entre todos los países del mundo.

Este miércoles, entre tanto, se realizó la sesión plenaria del Tercer Foro internacional de la Franja y la Ruta (BRF, por su nombre en inglés). En la ceremonia inaugural matutina el Presidente Xi Jinping pronunció un discurso en el que evaluó los primeros diez años de la iniciativa y fijó las pautas programáticas que China seguirá en el segundo decenio, para elevar –como dijo- la calidad del emprendimiento.  En su discurso Xi señaló que el objetivo del BRI es mejorar la conectividad política, comercial, financiera y entre personas, revitalizar la economía mundial, crear nuevas oportunidades para el desarrollo global y construir una nueva plataforma para la cooperación económica. En los últimos 10 años, señaló, la cooperación se ha extendido desde el continente euroasiático hasta África y América Latina y más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación.

En su primera década de vida, caracterizó, la Franja y la Ruta ha pasado de “hacer borradores” a “completar los detalles”. Se ha puesto en marcha un gran número de proyectos. Se han establecido importantes principios rectores como el de “planificar juntos, construir juntos y beneficiarse juntos”, la filosofía de una cooperación abierta, ecológica y limpia y el objetivo de perseguir objetivos de alto nivel. Para el presidente chino, la BRI representa la búsqueda conjunta de la humanidad del desarrollo para todos. Allana un nuevo camino para los intercambios entre países y establece un nuevo marco para la cooperación internacional. A China sólo le puede ir bien, puntualizó, cuando al mundo le va bien y viceversa, cuando a China le vaya bien, al mundo le irá aún mejor. 

Consecuentemente advirtió que “la confrontación ideológica, la rivalidad geopolítica y la política de bloques no son una opción para nosotros. A lo que nos oponemos es a las sanciones unilaterales, la coerción económica, la disociación y la interrupción de la cadena de suministro.”

De cara al futuro, anunció, China tomará ocho medidas importantes para apoyar la cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta: 1) construir una red de conectividad multidimensional de la Iniciativa; 2) apoyar una economía mundial abierta; 3) perseguir la cooperación práctica para apoyar la construcción de carreteras y cinturones de alta calidad; 4) promover el desarrollo ecológico; 5) impulsar la innovación científica y tecnológica; 6) apoyar los intercambios entre las personas; 7) promover la cooperación en la Franja y la Ruta y 8) fortalecer las instituciones de la Franja y la Ruta para la cooperación internacional.

Entre tanto, en un discurso que siguió al de Xi, el Presidente ruso Vladimir Putin elogió la BRI e invitó a la inversión mundial en la ruta del Norte, por el Océano Ártico, que, según dijo, podría profundizar el comercio entre Oriente y Occidente. Significativamente, tras su intervención Putin fue aplaudido estruendosamente por los 4.000 delegados presentes. 

Por su parte, hablando en la ceremonia de apertura el presidente Alberto Fernández indicó que “China es un socio muy importante para nosotros. Con el apoyo y el acuerdo del gobierno de la República Popular hemos podido acceder a los BRICS”, reconoció. Además, destacó que celebra “la propuesta que ha hecho el presidente Putin para trabajar en los BRICS y mejorar la comunicación de nuestros países”. Y agregó que “estamos muy agradecidos por el apoyo financiero que China nos ha dado en el mismo momento en que el FMI nos exigió hacer frente a una deuda insostenible que irresponsablemente le dio al gobierno que me precedió”. Nuestro presidente resaltó también los proyectos de minería e infraestructura entre China y Argentina, así como agradeció la ayuda que brindó Pekín en materia sanitaria durante la pandemia de Covid-19.

Toda la Iniciativa de la Franja y la Ruta lleva la impronta del presidente chino. Así fue cuando se la lanzó en 2013 y en los dos primeros foros (2017 y 2019). Ahora, en el marco de la iniciativa se adelantan proyectos, para intensificar la integración económica regional, desarrollar la infraestructura de transporte, eliminar barreras para inversiones y comercio y aumentar la cooperación en el ámbito humanitario. Con el título de “Cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta: Juntos por el desarrollo y la prosperidad comunes”, este foro celebró significativamente el décimo aniversario de la Franja y la Ruta. 

Previamente, este martes se realizó la Conferencia de CEO de la Franja y la Ruta, que concluyó con un aumento en la escala y el número de acuerdos firmados respecto a la reunión anterior de 2019, al tiempo que emitió una declaración sobre la mejora de la conectividad empresarial y la cooperación global. Durante la conferencia se firmó un número significativo de proyectos de cooperación, en los que participaron cerca de 300 socios chinos e internacionales. Abarcan diversos sectores, como infraestructuras, energías limpias, inteligencia artificial, biofarmacia, servicios financieros, agricultura moderna y transporte ferroviario.

Después de la sesión plenaria, durante todo el miércoles se celebraron simultáneamente tres foros de alto nivel sobre la conectividad, el desarrollo ecológico y la economía digital. Además, se reunieron en paralelo seis simposios temáticos sobre la conectividad comercial, los vínculos interpersonales, los intercambios entre grupos de reflexión, la Ruta de la Seda limpia, la cooperación subnacional y la cooperación marítima. Asimismo se realizó una Conferencia de Directores Generales de la Iniciativa. Finalmente, el presidente Xi emitió una declaración que recogió el consenso alcanzado por los participantes y estableció la dirección futura y las áreas clave de la cooperación en la Franja y la Ruta. Próximamente, en tanto, se publicará una Lista de Resultados de la Cooperación Multilateral y una Lista de Proyectos Prácticos que sintetizarán los resultados alcanzados por los tres foros y los seis simposios.

En el futuro próximo la BRI deberá superar importantes retos. En primer lugar, la situación actual en Oriente Medio preocupa mucho a Pekín, porque en la región hay países que son clave para el proyecto y están en riesgo de desestabilización. En segundo lugar, China y la BRI necesitan una relación positiva con Occidente, especialmente con la UE, sobre la que China sigue trabajando. El tercer desafío, finalmente, es: reunir bajo un común denominador todos los proyectos y organizaciones del nuevo mundo multipolar, ante todo el BRICS11. 

Varios medios occidentales han ironizan en sus titulares, poniendo que se trataba de un Foro del BRI “más pequeño y más verde”. Cabe dudar sobre lo primero, ya que, con representantes de 140 países, la reunión de este año es la mayor desde el lanzamiento de la iniciativa. Sin embargo, la segunda afirmación es cierta. Desde el inicio de la BRI el sector energético ha absorbido la mayor parte de las inversiones y acuerdos de construcción firmados. Ahora bien, hasta hace muy poco este dinero se dirigía principalmente al sector de los combustibles fósiles con el riesgo de que los países miembros de la BRI imitaran la senda china de desarrollo con emisiones masivas de carbono. 

Si lo hicieran, se harían dependientes del abastecimiento de combustibles fósiles, justo cuando el mundo transita hacia su remplazo por las energías renovables. En septiembre de 2021, entonces, en la Asamblea General de las Naciones Unidas el presidente Xi Jinping anunció que China dejaría de apoyar en el extranjero la construcción de centrales eléctricas de carbón e intensificaría en los países en vías de desarrollo el apoyo a la energía verde y con bajas emisiones de carbono.

Al no disponer de armas eficaces para contrarrestar el proyecto, a Occidente no le queda más remedio que intentar la copia. El Global Gateway to Africa de la UE y el intento estadounidense de convertir la AGOA de Clinton en una “vía americana al Belt and Road” son ya un fracaso, porque, mientras que en la conferencia de BRI de 2019 se lanzaron 30 proyectos y todos ellos ya han tienen su financiamiento, Estados Unidos usa su tiempo organizando conferencias internacionales, para prometer la liberación de los fondos prometidos en la reunión anterior. 

El mundo se encuentra en transición. El viejo orden no termina de morir y el nuevo todavía no camina. Estamos pasando por una revolución epocal que en el oeste de Eurasia se da con sangre y en el resto del Sur Global con mucho tiempo. El General Perón decía que “las grandes revoluciones de la historia pueden hacerse con sangre o con tiempo. Con sangre son más rápidas, pero traen mucho sufrimiento; con tiempo tardan más, pero ahorran sangre”. La inmensa mayoría de la humanidad ha optado por el tiempo.

PUBLICADO POR LA AGENCIA OFICIAL TELAM DE ARGENTINA

Si bien algunos pesos pesados ​​rusos presionan para reformular a Israel como un Estado hostil, es poco probable que el Kremlin ceda. En cambio, Moscú se mantendrá «neutral» para maximizar su influencia en Asia occidental, al tiempo que se acerca más a los mundos árabes y musulmanes.

Por Pepe Escobar qien autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

¿Es posible que el filosemita presidente ruso Vladimir Putin esté reevaluando lenta pero seguramente su evaluación geopolítica de Israel? Llamar a esto el enigma clave en los pasillos del poder de Moscú es en realidad quedarse corto. 

No hay signos externos de un cambio tan sísmico, al menos en lo que respeta a la posición oficialmente “neutral” de Rusia sobre el intratable drama entre Israel y Palestina.

Excepto por una sorprendente declaración el viernes pasado en la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en Bishkek, cuando Putin criticó los “métodos crueles” de Israel empleados para bloquear Gaza y los comparó con “el asedio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial”.

«Eso es inaceptable», declaró el presidente ruso, y advirtió que cuando los 2,2 millones de civiles de Gaza «tienen que sufrir, incluidos mujeres y niños, es difícil que alguien esté de acuerdo con esto».

  Los comentarios de Putin pueden haber sido un indicio de los cambios que se están produciendo en la frustrantemente opaca relación entre Rusia e Israel. Le sigue de cerca este artículo muy importante publicado el viernes pasado en Vzglyad , un sitio web de estrategia de seguridad cercano al Kremlin, titulado diplomáticamente “Por qué Rusia permanece neutral en el conflicto en el Medio Oriente”.   

Es crucial señalar que hace sólo seis meses y reflejando casi un consenso entre la comunidad de inteligencia de Rusia, los editores de Vzglyad estaban pidiendo a Moscú que cambiara su considerable peso político hacia el apoyo al tema número uno para los mundos árabe e islámico.  

El artículo destacó los puntos clave que Putin expresó en Bishkek: no hay alternativa a las negociaciones; Tel Aviv fue objeto de un ataque brutal y tiene derecho a defenderse; un acuerdo real sólo es posible a través de un Estado palestino independiente con su capital en Jerusalén Este.  

El presidente ruso está a favor de la solución original de “dos estados” de la ONU y cree que se debe establecer un estado palestino “por medios pacíficos”. Pero, por mucho que el conflicto haya sido “un resultado directo de la política fallida de Estados Unidos en Medio Oriente”, Putin rechaza los aviones de Tel Aviv de lanzar una operación terrestre en Gaza. 

Esta cobertura calificada ciertamente no es prueba de que Putin se esté inclinando hacia lo que es casi un consenso entre el Estado Mayor, los siloviki de varias agencias de inteligencia y su ministerio de defensa: consideran que Israel puede ser un enemigo de facto de la Federación Rusa, un aliado con Ucrania, Estados Unidos y la OTAN.

Sigue el dinero

Tel Aviv ha sido extremadamente cauteloso a la hora de no enemistarse frontalmente con Rusia en Ucrania, y esto puede ser una consecuencia directa de las relaciones notoriamente cordiales entre Putin y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.  

Sin embargo, mucho más trascendentales que Israel en el tablero geopolítico son las actuales relaciones de Moscú con los Estados árabes, especialmente Arabia Saudita, socio de la OPEP+, que ha ayudado a frustrar los esfuerzos occidentales por controlar los precios del petróleo.

También es muy central para la formulación de políticas regionales de Rusia su asociación estratégica con Irán, que ha cosechado dividendos en Siria y el Cáucaso, y que ayuda a contener el expansionismo estadounidense. Finalmente, el complejo y multifacético ir y venir de Moscú con Ankara es crucial para las ambiciones económicas y geopolíticas de Rusia en Eurasia.  

Las tres potencias de Asia occidental son estados de mayoría musulmana, afiliaciones importantes para una Rusia multipolar que alberga su propia población musulmana considerable.

Y para estos tres actores regionales, sin distinción, el actual castigo colectivo a Gaza transgrede cualquier posible línea roja.     

Israel tampoco es ya tan importante en las consideraciones financieras de Moscú. Desde la década de 1990, inmensas cantidades de fondos rusos han estado en tránsito hacia Israel, pero ahora una parte sustancial está regresando a Rusia. 

El famoso caso del multimillonario Mikhail Friedman ilustra bien esta nueva realidad. El oligarca abandonó su hogar en el Reino Unido y se mudó a Israel una semana antes del inicio de la Inundación de Al-Aqsa, lo que a su vez lo llevó a tomar apresuradamente su pasaporte ruso y dirigirse a Moscú en busca de seguridad. 

Friedman, que dirige el Grupo Alfa con importantes intereses en telecomunicaciones, banca, comercio minorista y seguros, y es un rico superviviente de la crisis financiera de 1998, es sospechoso por los rusos de «contribuir» hasta 150 millones de dólares al régimen enemigo en Kiev.

La reacción del presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, no podría haber sido más aguda – ni menos preocupada por los sentimientos de Israel al respecto: 

“Cualquiera que abandonó el país y participó en actos reprensibles, celebrando los disparos en territorio ruso y deseando la victoria al régimen nazi de Kiev, debe darse cuenta de que no sólo no será bienvenido aquí, sino que, si regresa, Magadan (un famoso puerto de tránsito hacia el gulag) en la era de Stalin) los está esperando”.   

La rusofobia se enfrenta al castigo colectivo

Mientras el Occidente colectivo recurrió al monomaníaco “ahora todos somos israelíes”, la estrategia del Kremlin es posicionarse visiblemente como el mediador elegido en este conflicto, no sólo para los mundos árabe y musulmán sino también para el Sur Global/Mayoría Global. .

Ese fue el propósito del proyecto de resolución ruso presentado esta semana en el Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo un alto el fuego en Gaza, que como era de esperar fue derribado por los sospechosos habituales. 

Tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Reino Unido y Francia, además de su neocolonia Japón) votaron en contra. Para el resto del mundo, esto parecía exactamente lo que era: la irracional rusofobia occidental y los Estados títeres de Estados Unidos validando el bombardeo genocida de Israel sobre una Gaza densamente civil.  

Extraoficialmente, los analistas de inteligencia señalan cómo el Estado Mayor ruso, el aparato de inteligencia y el Ministerio de Defensa parecen estar alineándose orgánicamente con los sentimientos globales sobre las agresiones excesivas de Israel.  

El problema es que las críticas rusas oficiales y públicas a la serie de incitaciones psicóticas a la violencia de Netanyahu, junto con su ministro de Seguridad Nacional de derechas, Itamar Ben-Gvir, y su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, han sido inexistentes. 

Los conocedores de Moscú insisten en que la posición “neutral” oficial del Kremlin está chocando frontalmente con sus agencias de defensa y seguridad –especialmente GRU y SVR– que nunca olvidarán que Israel estuvo directamente involucrado en la matanza de rusos en Siria. 

Esa opinión se ha fortalecido desde septiembre de 2018, cuando la Fuerza Aérea de Israel utilizó un avión de reconocimiento electrónico Ilyushin-20M como cobertura contra los misiles sirios, lo que provocó que fuera derribado y matando a los 15 rusos a bordo.    

Este silencio en los pasillos del poder se refleja en el silencio en la esfera pública. No ha habido ningún debate en la Duma sobre la posición rusa sobre Israel-Palestina. Y ningún debate en el Consejo de Seguridad desde principios de octubre.

Sin embargo, el patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, ofreció una sutil sugerencia al subrayar que la “coexistencia pacífica” tiene una “dimensión religiosa” y requiere una “paz justa”. Esto no se alinea exactamente con la anunciada limpieza étnica de “animales humanos” (copyright del Ministerio de Defensa de Israel) en Gaza.  

A lo largo de algunos corredores cercanos al poder, hay un rumor alarmante de un intrincado juego de sombras entre Moscú y Washington, en el que los estadounidenses tratarán con Israel a cambio de que los rusos traten con Ucrania. 

Si bien esto sellaría el proceso ya en curso de Occidente de arrojar al actor de Kiev bajo el autobús, es muy poco probable que el Kremlin confíe en cualquier acuerdo estadounidense, y ciertamente no en uno que margine la influencia rusa en la estratégica Asia Occidental.

Esta solución de dos Estados está muerta 

El ballet de la “neutralidad” de Rusia continuará. Moscú está inculcando en Tel Aviv la idea de que incluso dentro del marco de su asociación estratégica con Irán, no se exportarán armas que podrían amenazar a Israel –como, por ejemplo, terminar con Hezbollah y Hamas. El quid pro quo de este acuerdo sería que Israel tampoco venda a Kiev nada que amenace a Rusia. 

Pero a diferencia de Estados Unidos y el Reino Unido, Rusia no designará a Hamás como organización terrorista. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha sido muy franco sobre esta cuestión: Moscú mantiene contactos con ambas partes; su “prioridad número uno” es “el interés de los ciudadanos (rusos) del país que viven tanto en Palestina como en Israel”; y Rusia seguirá siendo “una parte que tiene potencial para participar en los procesos de solución”.  

La neutralidad, por supuesto, puede llegar a un callejón sin salida. De manera abrumadora, para los Estados árabes y musulmanes cortejados activamente por el Kremlin, el desmantelamiento del colonialismo de colonos liderado por los sionistas debería ser la “prioridad número uno”.

Esto implica que la solución de dos Estados, a todos los efectos prácticos, está completamente muerta y enterrada. Sin embargo, no hay pruebas de que nadie, y menos Moscú, esté dispuesto a admitirlo.  

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico.

FUENTE THE CRADLE

https://new.thecradle.co/articles/russias-neutrality-ballet-on-israel-palestine

El foco global acaba de pasar de Ucrania a Palestina. Este nuevo escenario de confrontación provocará una mayor competencia entre los bloques atlantistas y euroasiáticos. Estas luchas son cada vez más de suma cero; Al igual que en Ucrania, sólo un polo puede salir fortalecido y victorioso.

Por Pepe Escobar para The Cradle, el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

La Operación Inundación de Al-Aqsa de Hamás fue planificada meticulosamente. La fecha de lanzamiento estuvo condicionada por dos factores desencadenantes. 

En primer lugar, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo alarde de su mapa del ‘Nuevo Medio Oriente’ en la Asamblea General de la ONU en septiembre, en el que borró por completo a Palestina y se burló de cada una de las resoluciones. de la ONU sobre el tema. 

En segundo lugar están las provocaciones en serie en la sagrada mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, incluida la gota que colmó el vaso:  dos días antes de la inundación de Al-Aqsa , el 5 de octubre, al menos 800 colonos israelíes lanzaron un asalto alrededor de la mezquita, golpeando a los peregrinos. , destruyendo tiendas palestinas, todo ello bajo la observación de las  fuerzas de seguridad israelíes .

Cualquier persona con un cerebro en funcionamiento sabe que  Al-Aqsa es una línea roja definitiva, no sólo para los palestinos, sino para todo el mundo árabe y musulmán. 

Se pone peor. Los israelíes han invocado ahora la retórica de un “Pearl Harbor”. Esto es tan amenazador como parece. El Pearl Harbor original fue la excusa estadounidense para entrar en una guerra mundial y atacar con armas nucleares a Japón, y este “Pearl Harbor” puede ser la justificación de Tel Aviv para lanzar un genocidio en Gaza.  

Sectores de Occidente que aplauden la próxima limpieza étnica –incluidos sionistas que se hacen pasar por “analistas” y dicen en voz alta que las “transferencias de población” que comenzaron en 1948 “deben completarse”– creen que con armamento masivo y una cobertura masiva de los medios de comunicación, pueden cambiar las cosas. moverse con poca atención, aniquilar la resistencia palestina y dejar debilitados a los aliados de Hamás como Hezbolá e Irán. 

Su Proyecto Ucrania ha fracasado, dejando no sólo huevos en caras poderosas, sino economías europeas enteras en la ruina. Sin embargo, cuando se cierra una puerta, se abre otra: salte del aliado Ucrania al aliado Israel, y afine su mirada al adversario Irán en lugar de a la adversaria Rusia.  

Hay otras buenas razones para hacer todo lo posible. Un Asia Occidental pacífica significa  la reconstrucción  de Siria –en la que China ahora está oficialmente involucrada–; reurbanización activa de Irak y Líbano; Irán y Arabia Saudita como parte de BRICS 11; La asociación estratégica Rusia-China respeta plenamente e interactúa con todos los actores regionales, incluidos los aliados clave de Estados Unidos en el Golfo Pérsico.

Incompetencia. Estrategia voluntaria. Oh ambos.

Esto nos lleva al costo de lanzar esta nueva “guerra contra el terrorismo”. La propaganda está en pleno apogeo. Para Netanyahu en Tel Aviv, Hamás es ISIS. Para Volodymyr Zelensky en Kiev, Hamás es Rusia. Durante un fin de semana de octubre, los principales medios de comunicación occidentales olvidaron por completo la guerra en Ucrania. La Puerta de Brandenburgo, la Torre Eiffel y el Senado brasileño son ahora todos israelíes. 

La inteligencia egipcia afirma que advirtió a Tel Aviv sobre un ataque inminente de Hamás. Los israelíes optaron por ignorarlo, como hicieron con los  ejercicios de entrenamiento de Hamás que observaron en las semanas anteriores, engreídos de su conocimiento superior de que los palestinos nunca tendrían la audacia de lanzar una operación de liberación.

Pase lo que pase después, Al-Aqsa Flood ya ha hecho añicos, irremediablemente, la fuerte mitología pop en torno a la invencibilidad de Tsahal, Mossad, Shin Bet, el tanque Merkava, la Cúpula de Hierro y las Fuerzas de Defensa de Israel. 

Incluso cuando abandonó las comunicaciones electrónicas, Hamas se benefició del flagrante colapso de los sistemas electrónicos multimillonarios de Israel que monitoreaban la frontera más vigilada del planeta. 

Drones palestinos baratos  alcanzaron múltiples torres de sensores, facilitaron el avance de una infantería en parapente y despejaron el camino para que equipos de asalto con camisetas y armados con AK-47 rompieran el muro  y cruzaran una frontera que ni siquiera los gatos callejeros se atrevían. 

Israel, inevitablemente, recurrió a atacar la Franja de Gaza, una jaula rodeada  de 365 kilómetros cuadrados habitada por 2,3 millones de personas. Ha comenzado el bombardeo indiscriminado de campos de refugiados, escuelas, bloques de apartamentos civiles, mezquitas y barrios marginales. Los palestinos no tienen marina, fuerza aérea, unidades de artillería, vehículos de combate blindados ni ejército profesional. Tienen poco o ningún acceso  a vigilancia de alta tecnología  , mientras que Israel puede solicitar datos de la OTAN si así lo desea. 

El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, proclamó “un asedio total a la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni comida, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra los animales humanos y actuaremos en consecuencia”.

Los israelíes pueden participar alegremente en castigos colectivos porque, con tres vetos garantizados del Consejo de Seguridad de la ONU en su bolsillo trasero, saben que pueden salirse con la suya. 

No importa que Haaretz, el periódico más respetado de Israel, admita abiertamente que “en realidad, el gobierno israelí es el único responsable de lo ocurrido (la inundación de Al-Aqsa) por negar los derechos de los palestinos”.

Los israelíes no son más que coherentes. En 2007, el entonces jefe de la Inteligencia de Defensa israelí, Amos Yadlin  , dijo:  “ Israel estaría feliz si Hamas tomara el control de Gaza porque las FDI podrían entonces tratar a Gaza como un estado hostil”. 

Ucrania entrega armas a los palestinos

Hace sólo un año, el comediante sudoroso de Kiev hablaba de convertir a Ucrania en un  “ gran Israel ” y fue debidamente aplaudido por un grupo de robots del Atlantic Council. 

Bueno, resultó bastante diferente. Como me acaba de informar una fuente del Estado Profundo de la vieja escuela:

“Las armas destinadas a Ucrania están terminando en manos de los palestinos. La pregunta es qué país está pagando por ello. Irán acaba de llegar a un acuerdo con Estados Unidos por seis mil millones de dólares y es poco probable que Irán lo ponga en peligro. Tengo una fuente que me dio el nombre del país pero no puedo revelarlo. El hecho es que las armas ucranianas van a la Franja de Gaza y están siendo pagadas, pero no por Irán». 

Después de su sorprendente ataque el fin de semana pasado, un Hamás inteligente ya ha conseguido más influencia negociadora que la que los palestinos han ejercido en décadas. Es significativo que, si bien las conversaciones de paz cuentan con el apoyo de China, Rusia, Turkiye, Arabia Saudita y Egipto, Tel Aviv se niega. Netanyahu está obsesionado con arrasar Gaza, pero si eso sucede, una guerra regional más amplia es casi inevitable. 

Hezbolá del Líbano –un firme aliado de la resistencia palestina en el Eje de la Resistencia– preferiría no verse arrastrado a una guerra que puede ser devastadora en su lado de la frontera, pero eso podría cambiar si Israel perpetra un genocidio de facto en Gaza. 

Hezbollah posee al menos 100.000 misiles balísticos y cohetes, desde Katyusha (alcance: 40 km) hasta Fajr-5 (75 km), Khaibar-1 (100 km), Zelzal 2 (210 km), Fateh-110 (300 km), y Scud BC (500 km). Tel Aviv sabe lo que eso significa y se estremece ante las frecuentes advertencias del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, de que su próxima guerra con Israel se llevará a cabo dentro de ese país.   

Lo que nos lleva a Irán. 

Negación geopolítica plausible

La principal consecuencia inmediata de la inundación de Al-Aqsa es que el sueño húmedo de los neoconservadores de Washington de una “normalización” entre Israel y el mundo árabe  simplemente se desvanecerá si esto se convierte en una Guerra Larga.

De hecho, grandes sectores del mundo árabe ya están normalizando sus vínculos con Teherán, y no sólo dentro de los BRICS 11 recientemente ampliados. 

En el camino hacia un mundo multipolar, representado por los BRICS 11, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la Unión Económica Euroasiática (UEEA) y la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China, entre otras instituciones innovadoras de Eurasia y del Sur Global, simplemente no hay lugar para un estado etnocéntrico de apartheid aficionado al castigo colectivo.    

Precisamente este año, Israel se vio privado de su invitación a la cumbre de la Unión Africana. Una delegación israelí apareció de todos modos y fue expulsada sin ceremonias del gran salón, una imagen que se volvió viral. En las sesiones plenarias de la ONU del mes pasado, un diplomático israelí solitario intentó perturbar el discurso del presidente iraní, Ibrahim Raisi. Ningún aliado occidental estuvo a su lado y él también fue expulsado del lugar. 

Como lo expresó diplomáticamente el presidente chino, Xi Jinping, en diciembre de 2022, Beijing “apoya firmemente el establecimiento de un Estado independiente de Palestina que goce de plena soberanía sobre la base de las fronteras de 1967 y con Jerusalén Oriental como su capital. China apoya a Palestina para que se convierta en miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas”.

La estrategia de Teherán es mucho más ambiciosa: ofrece asesoramiento estratégico a los movimientos de resistencia de Asia occidental desde el Levante hasta el Golfo Pérsico:  Hezbollah, Ansarallah, Hashd al-Shaabi, Kataib Hezbollah, Hamas, la Jihad Islámica Palestina y muchos otros. Es como si todos fueran parte de un nuevo Gran Tablero de Ajedrez supervisado de facto por el Gran Maestro Irán. 

Las piezas del tablero de ajedrez fueron cuidadosamente colocadas nada menos que por el difunto Comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, General Qassem Soleimani, un genio militar único en la vida. Jugó un papel decisivo en la creación de las bases para los éxitos acumulativos de los aliados iraníes en el Líbano, Siria, Irak, Yemen y Palestina, así como en la creación de las condiciones para una operación compleja como la Inundación de Al-Aqsa. 

En otras partes de la región,  el impulso atlantista de abrir corredores estratégicos a través de los Cinco Mares -el Caspio, el Mar Negro, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Mediterráneo Oriental- está fracasando gravemente. 

Rusia e Irán ya están destrozando los diseños estadounidenses en el Caspio –a través del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC)– y el Mar Negro, que está en camino de convertirse en un lago ruso. Teherán está prestando mucha atención a la estrategia de Moscú en Ucrania, incluso mientras perfecciona su propia estrategia sobre cómo debilitar a la hegemonía sin una participación directa: llámela negación geopolítica plausible.   

Adiós corredor UE-Israel-Arabia Saudita-India

La alianza Rusia-China-Irán ha sido demonizada como el nuevo “eje del mal” por los neoconservadores occidentales. Esa rabia infantil delata una impotencia cósmica. Estos son verdaderos soberanos con los que no se puede jugar, y si lo hacen, el precio a pagar es impensable. 

Un ejemplo clave: si Irán, atacado por un eje estadounidense-israelí, decidiera bloquear el Estrecho de Ormuz, la crisis energética mundial se dispararía y el colapso de la economía occidental bajo el peso de billones de derivados sería inevitable. 

Lo que esto significa, en el futuro inmediato, es que el sueño americano de interferir a través de los Cinco Mares ni siquiera califica como un espejismo. La inundación de Al-Aqsa también acaba de sepultar el recientemente anunciado y muy publicitado corredor de transporte UE-Israel-Arabia Saudita-India. 

China es muy consciente de toda esta incandescencia que tiene lugar sólo una semana antes de su tercer Foro de la Franja y la Ruta en Beijing. Están en juego los corredores de conectividad BRI que importan: a través del Heartland, a través de Rusia, además de la Ruta Marítima de la Seda y la Ruta de la Seda Ártica. 

Luego está el INSTC que vincula a Rusia, Irán e India y, por extensión auxiliar, a las monarquías del Golfo. 

Las repercusiones geopolíticas de la inundación de Al-Aqsa acelerarán las conexiones geoeconómicas y logísticas interconectadas de Rusia, China e Irán, evitando a la Hegemonía y su Imperio de Bases. El aumento del comercio y el movimiento continuo de carga tienen que ver con (buenos) negocios. En igualdad de condiciones, con respeto mutuo, no es exactamente el escenario del Partido de la Guerra para una Asia Occidental desestabilizada.  

Oh, las cosas que una infantería en parapente que se mueve lentamente sobrevolando un muro puede acelerar.  

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de The Cradle y Dossier Geopolitico.

FUENTE THE CRADLE

https://new.thecradle.co/articles/the-geopolitics-of-al-aqsa-flood

El colega y amigo Roberto de La Madrid me entrevistó para un programa especial en vivo y directo de «Detrás de la Razón» sobre la guerra en Asia Occidental, (Israel atacando Gaza) junto a otros amigos y colegas los Dres. Eduardo Vior, Jorge Santa Cruz y Christian Neder que en tres horas expusimos nuestras distintas ópticas sobre esta  nueva etapa de la Guerra en Medio Oriente:  

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico 

Las  sombras y las dudas sobre el éxito de la guerra de poder que Ucrania libra por mandato contra Rusia, enfría el ánimo de los aliados occidentales y empieza a producir grietas y enfrentamientos entre ellos, agravada por la señal que llega de EEUU con el bloqueo del Congreso  de la ayuda a Ucrania solicitada por Biden, producto de una feroz disputa política interna norteamericana por la elección  presidencial de 2024. Hoy tanto la UE, como la OTAN son organizaciones que carecen de una unidad monolítica y claros objetivos políticos compartidos por todos sus integrantes. Enfrente está Rusia que tiene las cartas ganadoras en sus manos y un inteligente manejo del tiempo y del espacio global. [A. Mitre Dossier Geopolitico]

LA FATIGA DE GUERRA COMPLICA LA AYUDA DE OCCIDENTE A UCRANIA

M.K.Bhadrakumar  3 de octubre

Un manto de pesimismo descendió sobre Europa a medida que durante el fin de semana se instalaba la tan temida incertidumbre sobre cuánto tiempo el Occidente colectivo financiaría la guerra por poderes en Ucrania. Para levantar su ánimo decaído, algunos ministros de Asuntos Exteriores europeos   tomaron improvisadamente el tren a Kiev para pasar el lunes con el presidente Zelensky. Fue un espectáculo extraordinario de desafío al llamado del destino, cuando la guerra superó la marca de los 19 meses.

Un acuerdo en Washington que evitó el cierre del gobierno por ahora pero recortó la financiación para Kiev; la campaña electoral polaca en la que el partido gobernante Ley y Justicia, hasta hace poco uno de los más firmes partidarios de Ucrania, ha jugado con diversas medidas, como cuestionar más entregas de armas y bloquear productos agrícolas de su vecino para cortejar a los votantes; y los sorprendentes resultados de las elecciones parlamentarias en Eslovaquia que catapultaron al poder a un partido político de izquierda prorruso y señalaron la primera encarnación política verdadera de la “fatiga de Ucrania”; de repente, el mantra de Occidente de estar al lado de Ucrania “mientras dure toma” se siente seriamente cuestionable. 

La CNN exageró, tal vez, al comentar que los acontecimientos antes mencionados “parecen haber arrojado a Ucrania y su guerra con Rusia debajo del autobús”, pero sólo por un poco. La política de la guerra en Ucrania ha cruzado un punto de inflexión y está preparada para cosas más importantes en los meses críticos que se avecinan. 

La Casa Blanca ha prometido buscar la rápida aprobación de un proyecto de ley independiente de ayuda a Ucrania por un total de 20.600 millones de dólares que, según la administración Biden, es esencial para luchar contra Rusia, pero probablemente seguirá enfrentando una oposición decidida, particularmente de los republicanos en el Congreso. La raíz de esto es la feroz polarización en la política estadounidense, que ahora amenaza con sacudir el equilibrio de poder en el Congreso en un año electoral sin límites que se avecina.

Esto no significa detener la ayuda estadounidense a Ucrania. La administración tiene recursos suficientes para apoyar a Kiev durante el próximo mes y medio   y, sobre todo, es demasiado descabellado esperar cambios serios en la dirección ucraniana de la política exterior estadounidense antes de las elecciones de 2024. Pero la prominencia está en otra parte: concretamente, el tema de la asistencia a Ucrania está hirviendo en el caldero de las disputas entre republicanos y demócratas y se está volviendo inseparable de las cuestiones tendenciosas de los programas sociales que desgarran a la sociedad estadounidense y se convierten en pasto para sus políticos combativos. 

La guerra de Ucrania se ha convertido en un tema de fútbol político en la circunvalación a poco más de un año de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y aumentan las dudas sobre la ayuda aprobada por el Congreso, que hasta el momento asciende a 100.000 millones de dólares, incluidos 43.000 millones de dólares en armamento. En pocas palabras, para los republicanos de derecha, financiar a Kiev se está convirtiendo en una herramienta de manipulación política de la Administración Biden a través de la cual esperan obtener ventajas y concesiones.  Y Donald Trump está esperando entre bastidores. 

Mientras tanto, se está desarrollando una viciosa trama secundaria dentro del propio Partido Republicano en un intento por derrocar al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, la próxima semana, a cargo del republicano de línea dura Matt Gaetz, uno de un núcleo de miembros de extrema derecha del partido que se opone implacablemente a más ayuda para Ucrania.

Para sobrevivir, McCarthy ha tratado de vincular la ayuda a Ucrania con la financiación para impedir que los inmigrantes crucen la frontera con México, una demanda republicana clave. «Me aseguraré de que se proporcionen armas a Ucrania, pero no recibirán ningún paquete grande si la frontera no es segura», dijo McCarthy a la CBS siniestramente. 

Lo más importante es que la señal más amplia enviada al mundo es perjudicial. Las capitales europeas ya miran con nerviosismo la posibilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca. Josep Borrell, jefe de política exterior de la Unión Europea y un importante socio de Estados Unidos en la entrega de ayuda a Ucrania, expresó su sorpresa y lamentó “profundamente, completamente” la decisión de Estados Unidos.

Borrell dijo: «Tengo la esperanza de que esta no sea una decisión definitiva y que Ucrania siga contando con el apoyo de Estados Unidos».  De hecho, hay un problema más amplio: la fatiga de guerra entre los votantes estadounidenses afectados por la inflación.

En muchos sentidos, la victoria del partido populista de izquierda Smer del ex Primer Ministro Robert Fico en las elecciones parlamentarias de este fin de semana en Eslovaquia también se puede atribuir a la fatiga de la guerra. Fico ha dicho que no se enviarán más armas a Ucrania; cuestionó la lógica de las sanciones de la UE a Rusia; elogió a Moscú; y culpó a la OTAN por causar la guerra, que, según él, comenzó después de que “los nazis y fascistas ucranianos comenzaron a asesinar a ciudadanos rusos en Donbass y Lugansk”. Las ansiedades económicas agravan aún más la fatiga social de Ucrania y el dramático giro en la política eslovaca, que probablemente afectará las relaciones de Occidente con Kiev. 

Dentro de la UE, Hungría y Austria tendrán ahora un aliado en Eslovaquia, un Estado de primera línea, que aboga por un cese inmediato de las hostilidades en Ucrania y negociaciones de paz. El propio Fico es un aliado cercano del primer ministro húngaro, Viktor Orban, y Polonia podría unirse a ellos si el gobernante Partido Ley y Justicia consigue un nuevo mandato, lo que parece probable, en las elecciones parlamentarias del 15 de octubre.

Todo indica que Polonia se está alejando de su posición pro Ucrania de larga data. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo recientemente: «ya no transferiremos armas a Ucrania porque ahora nos estamos armando con las armas más avanzadas». 

Luego, como escribió la CNN, “Más allá de la UE, dentro de la OTAN existe un temor equivalente a las consecuencias de un bloque anti-Ucrania en expansión… Y tanto Orban de Hungría como Fico de Eslovaquia se han declarado firmemente opuestos a cualquier medida para dar la bienvenida a Ucrania a la alianza. … La realidad es que la contraofensiva de Ucrania, que tendrá que disminuir con la llegada del invierno, hasta ahora ha logrado pocos avances sustanciales en el frente de batalla. La llegada de partidos anti-Ucrania recientemente fortalecidos a estados de primera línea, junto con las vacilaciones de los principales enemigos del Kremlin como Estados Unidos, constituyen una mezcla verdaderamente tóxica”. 

De cara al futuro, se puede esperar una mayor erosión del apoyo a la guerra de Ucrania e incluso no se puede descartar un posible colapso del apoyo a Ucrania en todo el Occidente colectivo en los próximos meses, especialmente si los dirigentes del Kremlin finalmente deciden darle un golpe de gracia militar a la guerra de Ucrania.  y/u ordena a las fuerzas rusas cruzar el Dnieper y tomar Kiev y Odessa.

Incluso en caso contrario, el momento decisivo llega con las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio de 2024. Existe una clara posibilidad de que los partidos antiucranianos obtengan un bloque sustancial de votos en las elecciones. Si eso sucede, la odiosa conspiración planteada por Alemania y Francia para abolir la regla de unanimidad necesaria para tomar decisiones importantes de la UE (por ejemplo, las sanciones a Rusia y su renovación semestral) fracasará.

Tanto Orban como Fico han declarado su oposición a las sanciones rusas. Baste decir que la política de la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia están entrando en aguas inexploradas, ya que Hungría, aliada con Eslovaquia –y potencialmente con Polonia– estaría en condiciones de complicar los esfuerzos pro Ucrania y anti Rusia del resto de la UE.

En el arte de la política, los políticos estadounidenses patentaron originalmente el «obstruccionismo», un procedimiento político en el que uno o más miembros de un cuerpo legislativo prolongan el debate sobre la legislación propuesta para retrasar o impedir por completo la decisión, y los políticos europeos ahora están inventando su propia variante. de ello.

Orban ya lo ha estado practicando durante una década , y con creciente destreza, para impulsar su programa nacionalista de “democracia soberana” en Hungría. Ahí es donde las elecciones eslovacas del fin de semana y el regreso de Fico al poder tienen el potencial de convertirse en un momento decisivo en la política de la guerra de Ucrania.

¿Quién controla ahora la inflación en Estados Unidos: una Reserva Federal atrapada o el nuevo rey de las materias primas?

Alastair Crooke  18 de septiembre Fundacion de la Cultura Estratégica

Ha pasado un tranquilo momento decisivo. No fue nada «llamativo»; muchos tal vez apenas se dieron cuenta; sin embargo, realmente fue significativo. El G20 no cayó en la sórdida confrontación esperada, con los estados del G7 (que Jake Sullivan ha llamado el » comité directivo del mundo libre» ) exigiendo una condena explícita de Rusia por Ucrania, frente al resto, como ocurrió el año pasado en Bali. No, el G7 inesperadamente se «rindió» ante un «No Occidente» global en ascenso, uno que insistió de manera cohesiva en su postura colectiva.

Los indicios de insurrección habían sido evidentes desde la cumbre de los BRICS en agosto: la escritura estaba en la pared. Los países no occidentales no se dejarían acorralar ni coaccionar para que apoyen la «línea» del G7 sobre Rusia. La guerra en Ucrania apenas se mencionó en la declaración final –acordada–; la exportación de cereales (tanto rusa como ucraniana) se trató de manera imparcial. Fue una obra maestra de la diplomacia de la India

Evidentemente, el G7 decidió que el «juego de anotar puntos» de Ucrania no valía la pena. Los primeros priorizaron llegar a un consenso, en lugar de colapsar el G20 (quizás «finalmente», con una declaración estancada).

Pero en aras de la claridad, no fue la resta importancia a Ucrania lo que marca el «punto de inflexión». El cambio en Ucrania –ahora consolidado dentro de un cambio político más amplio de Estados Unidos en Ucrania– fue muy importante, pero no primordial .

Lo «primordial» fue que el colectivo no occidental pudo unirse en torno a su demanda urgente de una reforma radical del sistema global. Quieren un cambio en la arquitectura económica global; cuestionan las estructuras (es decir, los sistemas de votación que subyacen a esas estructuras institucionales como la OMC, el Banco Mundial y el FMI) y, sobre todo, se oponen a la hegemonía del dólar como arma.

La demanda, para decirlo claramente, es un puesto en la Mesa Superior.

Nada de esto es nuevo, viene germinando desde la famosa Declaración de Bandung (1955), cuya resolución sentó las bases del movimiento de los países no alineados. Entonces, esos estados carecieron de la influencia necesaria para alcanzar sus objetivos. Hoy es diferente: liderados por China, Rusia, India y Brasil, los BRICS tienen el peso económico y la «posición de primera línea frente a Occidente» para impugnar el «orden de reglas» e insistir en que, si ha de haber «reglas», deben ser consensuados.

Esta es una agenda verdaderamente radical. Una vez más, el «punto de inflexión» es que los países no occidentales, incluso sin la presencia de los presidentes Xi o Putin, demostraron que tienen el «peso» para luchar contra la «caída» del G7.

Bueno en teoría, pero ahora viene lo «concreto»: claramente, India aspira a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Muchos dirían que la India está bien calificada. Puede que sea así: la estructura actual del Consejo de Seguridad tiende a parecer una reliquia fosilizada de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, ¿quién se ofrecería voluntariamente a ceder su asiento a una India digna? Brasil (sorpresa, sorpresa) cree que América del Sur también debería tener voz permanente en el Consejo. En definitiva, la reforma del Consejo ha sido una cuestión que, al menos hasta ahora, ha demostrado ser «intocable». Sin embargo, los tiempos «están cambiando». Se trata de una cuestión en la que el Sur Global tiene sus dientes puestos y seguirá insistiendo, independientemente de ello, al estilo terrier.

Luego está la cuestión de las «Dos Esferas». Tanto las declaraciones de los BRICS como las del G20 insisten en que su objetivo no es suplantar el «Orden» existente, sino habitarlo en términos equitativos, después de una importante reconstrucción y reorientación.

India, en particular, se muestra reacia a quemar todos los puentes con Occidente y se inclina hacia la noción de una reforma gradual de la estructura económica global, que conduzca al establecimiento de una esfera comercial única (India tiene muchos intereses en Occidente). Otros países BRICS también comparten esta opinión. Rechazan verse obligados a elegir entre dos esferas incompatibles. (China tenía esta opinión, pero ahora ve que es Estados Unidos, a pesar de sus negaciones, el que tiene la intención de quemar puentes con China.)

¿Pero no es un poco ingenuo esperar que Occidente se retracte de su colonialismo sigiloso?

La primacía occidental depende de los pilares de la amenaza de una guerra financiera y de sanciones; el monopolio de las patentes tecnológicas, los estándares y protocolos regulatorios, y en poseer y mantener una «ventaja tecnológica» global. ¿Cree realmente el Primer Ministro Modi que se puede inducir a Occidente simplemente a renunciar a estos activos porque el Sur Global así lo pide?

Parece «exagerado» (aunque sin duda Xi y Putin le han explicado algunos de estos «hechos de la vida» financieros a Modi).

Bueno, estos «hechos de la vida», que algunos miembros del BRICS aún no están dispuestos a internalizar, son precisamente la razón por la que tanto Rusia como China están preparando una Esfera Económica alternativa, totalmente separada del dólar y del sistema bancario y financiero vinculado al dólar. Es un plan ‘B’, que fácilmente puede convertirse en plan ‘A’.

Este debate (una sola esfera comercial, o dos) posiblemente se convierta en la cuestión clave que enfrentan los BRICS y Occidente. Depende de la reacción occidental: ¿será posible obligar a Estados Unidos a realizar reformas tan radicales en las actuales instituciones y estructuras alineadas con Estados Unidos, de modo que no sea necesaria una esfera económica no occidental bastante separada?

Estas cuestiones pueden surgir antes de lo que algunos esperan, tal vez incluso en la Asamblea General de la ONU la próxima semana.

Dicho con franqueza, la dura realidad es que si Estados Unidos cediera su control sobre la arquitectura financiera global, se puede esperar que el nivel de vida de los estadounidenses caiga significativamente a medida que la demanda de dólares se marchite (con un aumento del comercio global de divisas propias). Por supuesto, la demanda de dólares no desaparecerá por completo.

El momento de esta demanda colectiva de una nueva arquitectura financiera –un nuevo Acuerdo de Bretton Woods– no podría haber llegado en un momento más delicado para Occidente. ¿Por casualidad para Rusia y China…?

Aunque muchos en Occidente piensan que todo «está bien», que la Reserva Federal probablemente controlará la inflación y pronto recortará las tasas de interés. Sin embargo, los precios del petróleo han subido un 37% y siguen aumentando. Este ha sido el caso desde que el precio tocó fondo hace unos meses. “La gente olvida que los precios del petróleo cayeron casi un 50% desde su punto máximo, y esa caída terminó en mayo de este año. Y esa gran caída en los precios del petróleo fue el factor principal que redujo la inflación general del 9% al 3%”. La energía es un insumo de costos importante que debe trasladarse a los consumidores. Y también lo es el interés sobre la deuda, que aumenta a medida que los aumentos de las tasas de interés atraviesan todo el espectro económico.

Todo el mundo está esperando que la Reserva Federal reduzca las tasas, porque la única manera que tienen el gobierno estadounidense, los consumidores y las empresas estadounidenses de gestionar su deuda actual (que han acumulado, a tasas cero) es si las tasas de interés bajan. La gente puede entender esto, pero simplemente asumen que no será un problema porque, por supuesto, la Reserva Federal «va a recortar las tasas».

Sin embargo, es muy poco probable que las autoridades occidentales consigan reducir los tipos de interés a cero. Vender más petróleo de la Reserva Estratégica de EE.UU. simplemente no va a suceder : en este punto, la economía de EE.UU. sólo puede funcionar durante 20 días con sus reservas de petróleo actuales.

Y la Reserva Federal no podrá lanzar gran parte de otra ronda de impresión de dinero, en caso de que la economía caiga en recesión. La Reserva Federal puede intentar rescatar la economía de esta manera, aunque cuando el problema es la inflación, no es posible resolver un problema de inflación creando más inflación. La inflación (y las tasas de interés), después de un breve retraso, volverían a aumentar.

La cuestión es que gran parte de los estratos gobernantes todavía no lo «entienden»: la experiencia de décadas de inflación cercana a cero que ha experimentado Occidente ha quedado grabada en la mentalidad colectiva, pero ese mundo de hacer dinero sin esfuerzo era una aberración, no una norma. Dicho claramente, Occidente ahora está de alguna manera atrapado en diversas formas financieras, como el agotamiento fiscal (es decir, el gasto deficitario de Estados Unidos ha alcanzado el 8,5% del PIB).

Si bien es cierto que muchos en Occidente no entienden que la era de inflación cero fue una aberración, causada por factores que ya no pertenecen; sin duda, la aberración es bien entendida en Beijing y Moscú.

Liam Halligan observa de manera similar que los precios del petróleo han aumentado casi un tercio en los últimos tres meses: “Es un aumento enormemente significativo que podría agravar seriamente la crisis del costo de vida. Sin embargo, el aumento parece apenas haber sido notado por gran parte de nuestra clase política y mediática”.

Los mercados del crudo comenzaron a endurecerse a principios de este verano después de que el cártel de exportadores de la OPEP acordara retener los suministros de petróleo en un intento por aumentar los precios, y Halligan observa con acritud: “Cualquiera que minimice el poder de la OPEP no sabe nada sobre los mercados energéticos mundiales y menos aún sobre la geopolítica” . ”. (Énfasis añadido.)

¿Es casualidad que una guerra financiera silenciosa, desencadenada por la desdolarización y los mayores costos de la energía, pueda finalmente darle a los BRICS la influencia para forzar un cambio de política en Occidente? Y si persiste la reticencia occidental a la reestructuración, ¿podría el liderazgo de los BRICS aumentar aún más? Después de todo, los BRICS recientemente ampliados son ahora una potencia de materias primas.

Entonces, ¿quién controla ahora la inflación en Estados Unidos: una Reserva Federal atrapada o el nuevo rey de las materias primas?

EL MIÉRCOLES NEGRO DE UCRANIA

La presencia de Zelensky en la ONU de este miércoles marcó un nuevo desaire personal y político al «presidente imperial» de Ucrania, mientras la prensa  trata desesperadamente de cuadrar un círculo, que ni siquiera encuentra ya un relato que no haga aguas por alguna costura.

El actor con delirios de estadista pretendió una vez más dar un paseo rutilante por la pasarela mundial de los gloriosos «valores occidentales», pero en lugar de luces y vítores, encontró demasiadas sombras y pocas caras amigables.

En resumen, fue otro día aciago de un largo período de tiempos interminables de tragos amargos:

#El día, como siempre, amaneció con la terrible y rutinaria noticia de bombardeos  sobre suelo patrio, cuyas heridas, quiere el insensible presidente, mostrar como un orgullo patrio y a la vez como una moneda de cambio para subir el precio de su lealtad ante sus patrones occidentales. Tal cual lo haría un virrey del siglo XVI. Una expresión máxima de crueldad y falta de solidaridad del cómico con su sufriente pueblo y sus agotados soldados.

#La mañana siguió con la noticia del duro cachetazo de Polonia al romper los puentes de la alianza, al negarle más suministro de armas y enfatizar que su producción de granos es un cáncer para la economía de sus «amigos íntimos» de la ejemplar Unión Europea. Lo que provocó una airada y muy inconveniente respuesta del verborrágico actor.

#La actitud de Polonia, además de ser una sangrante y permanente insubordinación a Bruselas, define otra línea interna en el frente político occidental más cercana a las provocaciones inglesas -con sus simulacros anárquicos- que parte de una estrategia lógica y consensuada del frente anglosajón. Y en esa deriva se supo desde Varsovia que está activa una ley -con amenaza de cumplimiento- sobre el enjuiciamiento penal a todo polaco combatiente en el extranjero sin autorización oficial del estado. Seguramente será esto una fantochada más, pero pone en alerta a la fluida y muy bien pagada corriente de mercenarios que van a Ucrania, no ya a luchar contra Rusia, sino más bien por el gran negociado ilegal del desvío de armas y por «la patriótica misión» de ir ocupando territorio para cuando llegue la hora del despiece total de Ucrania.

Además, la prensa polaca bombardeó a la población, justo en este miércoles negro, sobre los costes de los refugiados y el hartazgo e ira de la población. La prensa imperial, buscando salidas imposibles, argumentó que solo son «roces» de tiempos electorales. Pero la verdad es que es muy difícil ya la marcha atrás en este aireado divorcio. Tan difícil como que el aceite de oliva vuelva a su precio original, luego de subir el 100% en un año.

#Mientras en Norteamérica, Zelensky sufrió otro agravio a su inmenso ego al negarsele la palabra en una sesión conjunta del congreso que nunca se realizó. 

Sin palabras!!! 

Nunca mejor dicho.

#Y la jornada concluyó con la paradoja del anuncio del senil Biden, de una ayuda de algunos centenares de millones de euros, que quedó aplastada por la negativa de la mayoría republicana de negar la partida gorda de 24 mil millones de euros a «ZELENSKY & CIA» mientras intentan activar en la población estadounidense una suerte de referéndum sobre la continuidad de fuga de fondos a Ucrania con manejos oscuros y sin rendición de cuentas.

# La mejor y única noticia buena para el héroe nazi de Occidente fue que este negro miércoles 21 de Septiembre de 2023 terminó por fin, justo a las 24 hs.

Eduardo Bonugli Especial para Dossier Geopolitico Madrid, 22/09/23

Biden deniega a Zelenski los misiles de largo alcance, mientras se abren fisuras en el apoyo europeo a Kiev


El presidente de EEUU deja los esperados misiles de largo alcance ATACMS fuera de la nueva ayuda militar concedida a Zelenski, quien afronta ahora la amenaza polaca de no enviar más armas a Ucrania.

Por JUAN ANTONIO SANZ para Diario Publico.es

Era la tercera vez que Joe Biden recibía a Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, dos de ellas en tiempos de guerra, y eran comprensibles los nervios del presidente ucraniano a la hora de pedir más ayuda a su principal aliado. Sobre todo, cuando cunde en Estados Unidos el desencanto ante el conflicto y en Europa se resquebraja la unidad mostrada hasta ahora para sostener al ejército de Kiev, tras la amenaza de Polonia de suspender sus envíos de armas a Ucrania.

«Ninguna nación puede estar realmente segura en un mundo en el que no defendamos la libertad de Ucrania frente a la brutal agresión de Rusia», le ha dicho Biden a Zelenski. El presidente estadounidense, sin embargo, no ha querido añadir tensión al creciente rechazo en EE.UU. a la guerra de Ucrania y ha preferido evitar dar el paso que esperaba Zelenski: el compromiso para dotar al ejército ucraniano con misiles ATACMS.

Las encuestas revelan un rechazo cada vez mayor a la asistencia de Washington a Kiev

Los escasos avances en la contraofensiva lanzada hace casi cuatro meses por el ejército ucraniano, las perspectivas de que se alargue la guerra y los gastos multimillonarios que genera la contienda han minado la confianza de la clase política y los estadounidenses de a pie en la ayuda a Ucrania.

Las encuestas revelan un rechazo cada vez mayor a la asistencia de Washington a Kiev hasta el extremo de que parece fraguarse una rebelión de los republicanos (que dominan la Cámara de Representantes o cámara baja) contra la estrategia de Biden en Ucrania. Y las elecciones presidenciales están ahí, a la vuelta de la esquina.

El golpe asestado por Polonia, que anunció el miércoles que no enviará de momento más armas al ejército ucraniano, ya había echado un jarro de agua fría sobre el viaje de Zelenski. Habría sido necesario que Biden diera un golpe de efecto y cerrara filas de forma contundente con el líder ucraniano, que esta semana se dio un baño de multitudes en Nueva York, ante Naciones Unidas. Pero no fue así.

Más armas, pero de los misiles de largo alcance, ni hablar

La moderación ha marcado las nuevas concesiones estadounidenses a Kiev y ha habido más lisonjas que compromisos decisivos. Biden le ha prometido a Zelenski, un paquete de ayuda militar por 325 millones de dólares, una cantidad sobria en comparación con otros dispendios estadounidenses del mismo tipo a Ucrania.

Desde que comenzó la guerra, en febrero de 2022, EE.UU. ha destinado cerca de 113.000 millones de dólares a Ucrania en ayuda militar y humanitaria.

Biden no proporcionará los misiles ATACMS, pero no descarta esa posibilidad en el futuro

Con el nuevo paquete anunciado este jueves, habrá más defensa antiaérea, más munición para los sistemas de misiles tierra-tierra HIMARS y más bombas de racimo, cuyo uso está prohibido en muchos países.

Biden «ha decidido que no proporcionará los misiles ATACMS, pero que no descarta esa posibilidad en el futuro». Así de claro lo decía, mientras se reunían Biden y Zelenski, el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, quien explicó que Washington teme una escalada bélica con Rusia si los misiles de largo alcance ATACMS son utilizados por los ucranianos para atacar objetivos en suelo ruso.

En vano, Zelenski esperaba un compromiso mayor de EE.UU. para subrayar esta visita y consolidar la contraofensiva en marcha. Las armas prometidas ahora por Washington solo servirán para prolongar la actual guerra de posiciones.

Una cumbre acompasada por el eco de la guerra

La reunión entre Zelenski y Biden se ha visto resaltada por un pico en las hostilidades entre los dos contendientes. El ejército del Kremlin lanzó este jueves una oleada de ataques contra infraestructuras críticas por todo el país, después de que las fuerzas armadas ucranianas golpearan con drones y misiles un aeródromo militar ruso en la península de Crimea.

El Ministerio de Defensa ucraniano informó sobre el bombardeo ruso esta madrugada de 147 asentamientos y 151 instalaciones de infraestructuras básicas en toda Ucrania. Cinco regiones sufrieron cortes de energía a consecuencia de los ataques, los primeros de este tipo en medio año.

El Gobierno de Zelenski teme que se pueda repetir la táctica que puso en marcha Moscú el otoño e invierno pasado para destruir las instalaciones de electricidad, gas y agua en buena parte de Ucrania. Millones de personas quedaron sin calefacción y a oscuras en casi todo el país cuando más arreciaba el mal tiempo y las temperaturas eran más bajas.

La entrada en la guerra de este tipo de armamento sin duda cambiaría los escenarios y el alcance de la contienda

El bombardeo ucraniano con drones y misiles de crucero se produjo contra la base aérea rusa de Saki, en Crimea, y podrían haber sido dañados aviones de combate allí estacionados, así como una batería de misiles Pantsir.

La nueva fase de la ofensiva ucraniana tiene como uno de sus objetivos el ataque a blancos situados en la península de Crimea. De momento, son los drones y algunos misiles los protagonistas de esos ataques, con un efecto más propagandístico que efectivo. Precisamente por eso, Ucrania reclamaba y esperaba recibir este jueves los misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS. La entrada en la guerra de este tipo de armamento sin duda cambiaría los escenarios y el alcance de la contienda.

El ejército ucraniano ya dispone de misiles de largo alcance franceses y británicos que están demostrando su eficacia en el acoso a la retaguardia rusa, pero necesita cohetes con una capacidad mayor para evadir las defensas antiaéreas de las fuerzas rusas, como los citados ATACMS y los Taurus alemanes.

El enfado de los amigos polacos

El fiasco que ha recibido Zelenski en Washington llega en un momento poco oportuno para Ucrania. La estrategia hasta ahora unida de la Unión Europea hacia Kiev ha sufrido un golpe demoledor después de que el primer ministro polaco, Mateusz Moraviewcki, anunciara el miércoles que su país dejará de suministrar armas al ejército ucraniano.

Aunque después el presidente polaco, Andrzej Duda, trató de enmendar el impacto de las palabras de Moraviewcki y explicó que el primer ministro se refería solo a armamento nuevo, solo enmarañó más el asunto. El portavoz del Gobierno, Piotr Müller, insistió en que Varsovia solo entregará ya los «suministros de municiones y de armamento previamente acordados, para cumplir los contratos firmados».

El origen de esa decisión está en el contencioso abierto por el bloqueo ruso al transporte de granos procedentes de Ucrania por el Mar Negro. El incremento del flujo de cereales ucranianos a través de Polonia, Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y Rumanía ha perturbado sus mercados nacionales. Algunos de estos países impusieron sus propios vetos a esa importación para proteger a sus agricultores, pero finalmente la Unión Europa ordenó el levantamiento de esas sanciones, decisión cuestionada por varios de esos estados, entre ellos Polonia.

Jacek Sasin: «No podemos desarmar al ejército polaco y renunciar a las armas que son necesarias para nuestro país»

El propio Zelenski añadió leña al fuego en su comparecencia del martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas cuando acusó a países supuestamente aliados de hacerle el juego a Rusia con sus decisiones, en aparente referencia a ese veto a la circulación del grano ucraniano.

El Gobierno polaco ha subrayado este jueves que su decisión no cambia la posición de Varsovia sobre el conflicto, pero de momento «es como ha dicho el primer ministro y en el futuro ya se verá», según reafirmó el titular de Patrimonio del Estado, Jacek Sasin.

Este ministro dijo que Polonia necesita reponer sus propios arsenales. «No podemos desarmar al ejército polaco y renunciar a las armas que son necesarias para nuestro país», explicó Sasin para justificar el paso dado por Varsovia, que, por primera vez, rompe la unidad europea en el abastecimiento de armas a Ucrania.

El paso dado por el Gobierno polaco puede estar cargado también de oportunistas razones electorales, ante el crecimiento del sentimiento antiucraniano en Polonia. Algunos grupos opositores, como el partido Confederación, tercero en las encuestas ante los comicios legislativos de octubre, están acusando al Gobierno de «servilismo» ante las demandas de Kiev.

La decisión de un país soberano

El Pentágono, cuyas instalaciones visitó Zelenski este jueves, no tuvo problema para subrayar que Polonia había tomado una «decisión soberana» al negarle las armas a Ucrania. Pero nadie duda en la Administración Biden que tal paso podría tener un efecto dominó en otros países europeos y de rebote en la política estadounidense, donde el lobby polaco es muy fuerte.

Uno de los objetivos de Zelenski era asegurarse el apoyo de los partidos republicano y demócrata

Por eso uno de los objetivos de Zelenski en Washington era reunirse con representantes de los partidos republicano y demócrata, y asegurarse su respaldo a la continuación de la ayuda a Ucrania contra Rusia, independientemente del proceso electoral en marcha en EE.UU. ante los comicios presidenciales de noviembre de 2024.

Pero justo cuando Zelenski hablaba el martes ante la Asamblea General de la ONU, un grupo de 28 congresistas republicanos hacía llegar a Biden su rechazo a un compromiso ilimitado con Ucrania, sin garantías y sin objetivos que no han sido refrendados por el Congreso. Desde entonces los díscolos no han parado de crecer.

Las voces contrarias al dispendio estadounidense en Ucrania pueden poner difícil que el Congreso apruebe los 24.000 millones de dólares adicionales que la Casa Blanca prometió hace tiempo a Ucrania también en asistencia militar, armas y ayuda humanitaria.

«Cuento con el buen juicio del Congreso. No hay alternativa», dijo Biden tras su reunión con Zelenski.

Una encuesta realizada en agosto por el canal de televisión CNN puso de manifiesto que una mayoría de los estadounidenses se opone a la autorización de más fondos destinados a Ucrania. Entre los votantes republicanos, esa cifra se elevaba al 71 por ciento.

En Estados Unidos, cuyos intereses geopolíticos no se reducen a Europa y donde se revisa hasta el último centavo público que se gasta, no vale ya el manido mensaje oficialista que predomina en los países del viejo continente de que el futuro del mundo se juega en los campos de batalla ucranianos. Desde luego no el futuro de EE.UU.

FUENTE:

https://www.publico.es/internacional/biden-deniega-zelenski-misiles-alcance-abren-fisuras-apoyo-europeo-kiev.html#md=modulo-portada-bloque:2col-t1;mm=mobile-big