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La decisión del bloque no alineado de incorporar a nuestro país nos instala en un sistema internacional diferente y nos da acceso al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB)

Por Eduardo Vior para TELAM que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Este columnista terminaba su artículo anterior, esta misma semana, expresando el deseo de que Argentina pudiera subirse al tren que desde Johannesburgo ha partido raudo hacia el futuro. Gracias a Lula da Silva el deseo se ha hecho realidad. Las y los argentinos nunca estaremos suficientemente agradecidos al presidente brasileño por habernos sacado del infierno y sentado en la cabina de mando del mundo que se aproxima.

La lucha fue dura: hasta el último minuto el gobierno sudafricano, presionado por su vicepresidente Paul Mashatile, se resistió a la ampliación del bloque. A India le era indiferente, porque no tiene a quien incorporar, pero Rusia, China y Brasil estaban urgidas. Brasil, porque nos necesita adentro para poder comerciar con nosotros en yuanes y, vía nuestra venidera adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por su nombre en inglés), por la posibilidad de acceder a créditos baratos para inversión en infraestructura (por ej., el segundo tramo del gasoducto de Vaca Muerta).

A pesar de las oscilaciones de la política exterior de Argentina en los últimos tres años, también a Rusia le interesa nuestra incorporación, primero, para contrabalancear la hegemonía continental de EE.UU. con otro miembro más del BRICS en el Cono Sur; segundo, porque Rusia mira hacia la Antártida y el Atlántico Sur y no quiere regalarlos a la alianza anglosajona. Finalmente, también porque aspira a reflotar los proyectos en energía y transportes que quedaron congelados al comenzar la guerra en Ucrania.

China ha sido la mayor interesada en nuestra incorporación, porque necesita ir completando la instalación de los pilares de su nueva construcción del mundo. En cada región del globo quiere tener interlocutores confiables y de peso con los cuales tratar en los términos de la Carta de las Naciones Unidas y de los cinco principios de la coexistencia pacífica adoptados en 1955 por la Conferencia de Bandung que diera origen al Movimiento de Países No Alineados.

De eso se trata: cansados de la violación permanente del Derecho Internacional y de las promesas incumplidas por las potencias occidentales, cada vez más países del mundo buscan un sistema internacional en el que se respeten las normas de la convivencia, sin hegemonismos y sin instrumentar el poder financiero de unos pocos para imponer condiciones políticas y alineamientos automáticos.

¿Para qué sirve a Argentina incorporarse al bloque de países no alineados poco antes de una elección presidencial decisiva? En primer lugar, porque ancla la ubicación internacional de nuestro país en un nuevo sistema que respeta la autodeterminación de los pueblos y asegura la no injerencia en los asuntos internos. Recordemos que, aunque el gobierno de Mauricio Macri no intensificó los lazos políticos con China, por ejemplo, nunca descuidó el intercambio comercial. Difícilmente podría un eventual gobierno de derecha contrariar las perspectivas de negocios que se abren ahora para las empresas argentinas.

De continuar la coalición actual en el gobierno, por el contrario, la pertenencia al BRICS otorga una posición de fuerza para futuras negociaciones con los organismos financieros occidentales. Todavía hace un mes la burocracia del FMI nos hacía esperar al final de sus vacaciones, para decidir si nos transfería los fondos que tan angustiosamente necesitamos. Con la incorporación al BRICS en puerta, no sólo debió resignar que el peso se devaluara sólo el 20% (de todos modos, mucho), sino que –contra todos los pronósticos agoreros- accedió a transferir los 7.500 millones que necesitamos para llegar a las elecciones. No fue bondad, sino cálculo: si no lo hacían, habríamos sufrido un cimbronazo, pero el dinero habría llegado desde Beijing.

¿Se resuelven así todos nuestros problemas? De ninguna manera. Pero ahora caminamos sobre otro parquet para encararlos. Podemos negociar más tranquilos con los bancos públicos y privados extranjeros, podemos rechazar los condicionamientos políticos, atender el mercado interno y relanzar los proyectos de transporte y energía que aseguren un desarrollo sostenido, equilibrado y con justicia social.

Por lo pronto, la mayor urgencia reside en ingresar al NDB y en acordar con Brasil el intercambio en yuanes. La segunda prioridad está en ganar las elecciones y consolidar un proyecto nacional y popular.

El ingreso al BRICS no e un cheque en blanco. Todos nuestros nuevos socios aman la previsibilidad. Argentina debe dar continuidad y consistencia a su política mundial. Junto a la prioridad que tienen las relaciones con Brasil, debemos reconstruir el vínculo con todos nuestros vecinos y encarar los planes de infraestructura que a ellos también interesan. Hay mucho que hacer para revivir Unasur. América Central, México y el Caribe también nos reclaman.

Aprovechemos la nueva plataforma para acceder al poderoso mercado africano y potenciemos nuestra pertenencia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta para abrir los mercados asiáticos. Todo ello sin pelearnos con las potencias occidentales, pero imponiéndoles un trato respetuoso. Entrando al BRICS seguimos relacionándonos con nuestros socios habituales, pero desde otro lugar.

La tarea no es fácil, pero el premio es grande: por fin estaremos sentados en la cabina de mando del nuevo orden mundial. Por un segundo no perdimos el tren al futuro.

https://www.telam.com.ar/notas/202308/638087-brics-argentina-insercion-mundial.html

Entre este martes y el jueves la 15ª cumbre del bloque emergente congrega a numerosos países del Sur Global, para dar al mundo un gobierno de paz, justicia e igualdad

Por Eduardo J. Vior analista internacional

Los líderes de los cinco principales países emergentes (Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) están reunidos esta semana en la capital sudafricana, para fijar las reglas de juego de la nueva gobernanza mundial, dar directivas para el funcionamiento de su brazo financiero, determinar los criterios para la incorporación de nuevos miembros, organizar la cooperación con actores externos, definir los modos de la cooperación con distintas asociaciones regionales y/o temáticas y dotarse de la organicidad mínima necesaria, para hacer valer sus posiciones en los foros internacionales. Quienes se sumen ahora, estarán en la cabina de mando del mundo del futuro. Quienes no lo hagan, verán desde un banco de la estación cómo se aleja el tren.

Más de 60 países fueron invitados a la cumbre, entre ellos Argentina, Venezuela, Bolivia, Arabia Saudita, Turquía, Irán, Egipto e Indonesia. Nuestro país, sin embargo, sólo participará el jueves en un foro virtual. Más de cuarenta líderes de Estado confirmaron su participación. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, el líder chino Xi Jinping, el primer ministro indio Narendra Modi y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva están presentes en la cumbre. El ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov representa al presidente Vladímir Putin, quien sólo participará en la reunión por videoconferencia, para evitar a Sudáfrica un conflicto con la Corte Penal Internacional, que ha dictado una orden de captura contra el líder ruso.

El primer día de la cumbre, el 22 de agosto, tuvo lugar un foro empresarial. Más tarde esta misma jornada, los líderes de los países participantes pronunciaron discursos y posteriormente se reunieron a puerta cerrada. El segundo día incluye dos sesiones: una cerrada que durará una hora y media y una abierta que durará aproximadamente dos horas. Se espera que el último día de la cumbre se centre en conversaciones con líderes de los países no miembros.

El lema de la XVa Cumbre es “BRICS y África: Asociarse para un crecimiento mutuamente acelerado, un desarrollo sostenible y un multilateralismo inclusivo”. En la cumbre se abordan cuestiones geopolíticas y de cooperación económica. Entre los temas centrales se encuentran la incorporación de nuevos miembros, el incremento en el uso de las monedas nacionales de los países miembros en los intercambios dentro del bloque y, posiblemente, el desarrollo futuro de un sistema común de pagos, estrechamente relacionado con el tema de la desdolarización. También se desarrollarán estrategias para el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por su nombre en inglés), órgano financiero del boque.

Irán, Argentina y Argelia han solicitado formalmente su ingreso en el bloque y unos veinte países más han anunciado sus planes de adhesión. Sin embargo, aún no está claro, si al final de la reunión serán incorporados nuevos miembros. Esta incertidumbre, aparentemente, ha motivado a nuestro gobierno a participar en la cumbre sólo virtualmente el último día en la reunión de los cinco miembros actuales con el BRICS+.

Por su parte, según informó Télam, el presidente brasileño adelantó este martes que pedirá el ingreso de Argentina al mecanismo Brics, abrió la posibilidad de pagar en yuanes el comercio bilateral y sostuvo que nuestro gobierno argentino está “preso” por el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Hablando en el programa “Conversación con el presidente”, que se emite todos los martes por la red brasileña de medios públicos, Lula dijo que “defiendo que nuestros hermanos de Argentina puedan participar de los BRICS. Vamos a ver en la reunión si será ahora o en dos meses o en el futuro, pero es importante que Argentina entre a los BRICS”, aseguró.

El Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, acuñó una definición concisa sobre el grupo: “Los países BRICS son como cinco dedos: cortos o largos si están extendidos, pero un puño poderoso si está cerrado”. Cómo cerrar estos dedos en un puño poderoso ha sido el trabajo de algunos sherpas en la preparación de la cumbre.

La verdadera novedad del encuentro en Sudáfrica es la acelerada transformación de BRICS en una coalición de Estados que representan al Sur Global. La principal tarea de la cumbre es, entonces, establecer los criterios para la admisión de nuevos países. Probablemente, los primeros en unirse a BRICS serán países con un volumen de negocios económico y una posición geopolítica importante.

Además de los ya mencionados candidatos a la incorporación está  reación privilegiada de BRICS con África. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha invitado a no menos de 67 líderes de África y del Sur Global a participar en las reuniones del BRICS-Africa Outreach y en los Diálogos BRICS+. De concretarse, esta participación masiva implicaría la inclusión total de África y del Sur Global en los procesos relevantes de decisión sobre la política mundial.

Puede afirmarse que Irán se encuentra en una posición privilegiada para incorporarse a BRICS, porque ya tiene asociaciones estratégicas con Rusia y con China y participa con India en el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC, por su nombre en inglés).

A pesar de los avances del proceso de expansión del grupo, los “cinco dedos” se mostrarán relativamente prudentes en el frente de la desdolarización. Los sherpas ya han confirmado extraoficialmente que no habrá anuncio oficial de una nueva moneda, sino más bien más comercio bilateral y multilateral utilizando las propias divisas de los miembros, por ahora, el famoso R5 (renminbi [yuan], rublo, real, rupia y rand).

El líder bielorruso Aleksandr Lukashenko fue el primero en evocar un golpe político crucial que podría producirse más adelante, cuando la incorporación de nuevos miembros al BRICS esté en marcha: la fusión del bloque con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Muchos analistas se hacen eco de la propuesta de Lukashenko.

Los principales impulsores de los BRICS son Rusia y China, con India algo menos influyente por una serie de complejas razones. En la OCS, Rusia, China, India, Irán y Pakistán se sientan a la misma mesa. El enfoque euroasiático de la OCS puede trasladarse fácilmente al BRICS+. Ambas organizaciones avanzan hacia la multipolaridad y, sobre todo, están comprometidas con la desdolarización en todos los frentes. Sin embargo, si el BRICS impulsa la convergencia con la OCS, debería tomar medidas adecuadas, para reequilibrar el desbalance que se produciría a favor de Eurasia.

Con esta 15ª cumbre el BRICS deja de ser un club de naciones emergentes, para convertirse en el nodo articulador de la nueva arquitectura para un gobierno del mundo en base al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Paz, justicia e igualdad para todos los miembros de la comunidad humana son sus pilares.

El desarrollo será largo y estará plagado de dificultades, pero ya es irreversible. ¡Qué lindo sería que Argentina aborde el tren antes de que tome demasiada velocidad!

PUBLICADO EN TELAM

Si bien los cinco estados BRICS originales tienen sus diferencias geopolíticas, están encontrando un enorme terreno común en el frente geoeconómico a medida que aumentan los volúmenes comerciales y las rutas comerciales se multiplican. Por Pepe Escobar The Cradle

A medida que los BRICS se acercan a la cumbre más importante de su historia del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica, es necesario observar algunos aspectos fundamentales.  

Las tres principales plataformas de cooperación BRICS son política y seguridad, finanzas y economía y cultura. Por lo tanto, la idea de que se anunciará una nueva moneda de reserva respaldada por oro de los BRICS en la cumbre de Sudáfrica es falsa. 

Lo que está en marcha, según confirman los sherpas BRICS, es el R5: un nuevo sistema de pago común. Los sherpas están solo en las etapas preliminares de discutir una nueva moneda de reserva que podría estar basada en oro o materias primas. Las discusiones dentro de la Unión Económica de Eurasia (EAEU), dirigida por Sergey Glazyev, en comparación, son mucho más avanzadas. 

El orden de prioridades es poner en marcha R5. Todas las monedas BRICS actuales comienzan con una «R»: renminbi (yuan), rublo, real, rupia y rand. R5 permitirá a los miembros actuales aumentar el comercio mutuo impidiendo el dólar estadounidense y reducir sus reservas de dólares estadounidenses. Este es solo el primero de muchos pasos prácticos en el largo y tortuoso camino de la desdolarización.  
Todavía se está discutiendo un papel más amplio para el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés), el banco BRICS. El NBD puede, por ejemplo, otorgar préstamos denominados en oro BRICS, lo que lo convierte en una unidad de cuenta global en transacciones comerciales y financieras.Los exportadores BRICS tendrán entonces que vender sus bienes contra oro BRICS, en lugar de dólares estadounidenses, tanto como los importadores del oeste colectivo tendrán que estar dispuestos a pagar en oro BRICS. 

Eso está muy lejos, por decirlo suavemente.  

Las discusiones frecuentes con sherpas de Rusia y también con operadores financieros independientes en la UE y el Golfo Pérsico siempre abordan el problema clave: los desequilibrios y los nodos débiles dentro de los BRICS, que tenderán a proliferar en serie con la inminente expansión de BRICS+.

Dentro de los BRICS, hay una gran cantidad de expedientes serios sin resolver entre China e India, mientras que Brasil se encuentra atrapado entre una lista de dictados imperiales y el impulso natural del presidente Luiz Inacio Lula da Silva para fortalecer el Sur Global. Argentina se ha visto casi obligado por los sospechosos habituales a “posponer” su solicitud de admisión para unirse a BRICS+. 
Y luego está el eslabón débil por definición: Sudáfrica. Apretado entre la espada y la pared, el organizador de la cumbre más importante de la historia de los BRICS optó por un compromiso humillante que no es precisamente digno de una potencia independiente de rango medio del Sur Global.   

Sudáfrica no recibió al presidente ruso, Vladimir Putin, y optó por la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, como Pretoria sugirió por primera vez a Moscú. Los otros miembros de BRICS validaron la decisión.  

El compromiso significa que Rusia será representada físicamente por Lavrov, mientras que Putin participará en todo el proceso, y en las decisiones posteriores, por videoconferencia.

Traducción: Putin puso a prueba a Pretoria y la expuso a todo el Sur Global como un nodo frágil de la «jungla» -en realidad, la Mayoría Global- fácilmente amenazada por la pandilla del «jardín» occidental y no como un verdadero practicante independiente de política exterior. 

San Petersburgo-Shanghai a través del Ártico 

Esta decisión sudafricana en sí misma plantea serias dudas sobre si la geopolítica liderada por los BRICS es solo una ilusión. 

Sin embargo, desde el punto de vista geoeconómico, el grupo ha entrado en un juego de pelota completamente diferente, ilustrado por las múltiples interconexiones de los BRICS con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (BRI). 

El comercio chino con las naciones BRI aumentó  un 9,8 por ciento  en la primera mitad de 2023, en comparación con el mismo período del año pasado. Eso contrasta fuertemente con la contracción general del 4,7 por ciento del comercio entre China y el oeste colectivo: Abajo con la UE en un 4,9 por ciento, y abajo con los EE. UU. en un 14,5 por ciento. 

Mientras tanto, el comercio chino con Rusia, junto con las exportaciones a Sudáfrica y Singapur, aumentó exponencialmente en un 78
por ciento. A modo de ejemplo, a fines de la semana pasada, un cargamento chino  zarpó  de San Petersburgo cargado con fertilizantes, productos químicos y productos de papel. Cruzará el Ártico y llegará a Shanghai a principios de agosto. 

Zhou Liqun, presidente de la Cámara de Comercio de China en Rusia, fue directo al grano: este es solo el comienzo de la «operación de rutina de la ruta de envío de carga del Ártico entre China y Rusia». Se trata de “la seguridad de los canales logísticos” incorporados en la asociación estratégica Rusia-China. 

La Ruta de la Seda del Ártico , a partir de ahora, será cada vez más estratégica. Los chinos pueden mantenerlo abierto al menos de julio a octubre de cada año. Y como beneficio adicional, el calentamiento del Ártico permite un mejor acceso a los recursos de petróleo y gas. Una marca registrada «ganar-ganar»: no es de extrañar que desde 2017 el desarrollo de Arctic Silk Road sea parte de BRI. 

Todo lo anterior muestra un cambio brusco en el impulso comercial chino hacia el Sur Global. El comercio con los socios BRI de China ahora aumenta al  34,3 por ciento  del comercio global total de China en términos de valor, y ese número está aumentando.  

Desde el ferrocarril UAP hasta el área metropolitana de la bahía 

En el frente ruso, todos los ojos están puestos en el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) multimodal de 7.200 km de largo, que alarma al oeste colectivo como un reemplazo de facto del Canal de Suez. El INSTC reduce los costos de envío en aproximadamente un 50 por ciento y ahorra hasta 20 días de viaje en comparación con la ruta de Suez.

El comercio de INSTC, a través de barcos, ferrocarriles y carreteras que unen Rusia, Irán, Azerbaiyán, India y Asia Central, debería triplicarse en los próximos siete años, como dijo el ministro de Transporte ruso, Vitaly Saveliev, en el reciente foro de San Petersburgo. Rusia invertirá más de $ 3 mil millones en el INSTC hasta 2030. 

El aumento del comercio entre Rusia, Irán e India a través del INSTC se conecta con algo que hasta hace poco se consideraría un OVNI: el Ferrocarril Transafgano. 

Trans-Afghan surgirá como a continuación de algo muy importante que sucedió la semana pasada, cuando Pakistán, Uzbekistán y Afganistán firmaron un conjunto de protocolo  para conectar las redes uzbeka y paquistaní a través de Mazar-i-Sharif y Logar en Afganistán. 

Bienvenido al ferrocarril UAP, que podría ser aclamado no solo como un BRI sino también como un proyecto de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), donde Tashkent e Islamabad son miembros de pleno derecho, y Kabul es un observador. Llámelo un corredor comercial muy necesario que se duplique como una plataforma clásica china de «intercambio de personas».

Los uzbekos estiman que el ferrocarril de 760 km de largo reducirá el tiempo de viaje en cinco días y los costos en al menos un 40 por ciento. El proyecto podria estar terminado para 2027. 

El próximo Ferrocarril Transafgano de 573 km de largo ya tiene su hoja de ruta: está destinado a conectar la intersección de Asia Central y del Sur con los puertos del Mar Arábigo.  

Todo lo anterior expande el comercio chino en varias direcciones. Lo que nos lleva a una simbiosis fascinante en curso entre el sur de China y el oeste de Asia, simbolizada por la Gran Área de la Bahía 

Mientras el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, acelera su inmensamente ambicioso proyecto de modernización Vision 2030, los saudíes aclaman a la Gran Área de la Bahía como nada menos que “el futuro de Asia”. 

Todos los inversores, desde Jeddah hasta Hong Kong, saben que Beijing tiene como objetivo convertir la Gran Área de la Bahía en un centro tecnológico mundial de primer nivel, centrado en Shenzhen, con Hong Kong desempeñando el papel de centro financiero global privilegiado y Macao como el centro cultural. 

El Gran Área de la Bahía, no por accidente, es un tablón clave de BRI. En su conjunto, las nueve ciudades de Guangdong, además de Hong Kong y Macao (más de 80 millones de habitantes, el 10 % del PIB chino), se configurarán como una asombrosa potencia económica de primera clase para 2035, superando en gran medida la bahía de Tokio, el área metropolitana de Nueva York y el área de la bahía de San Francisco.

Con Arabia Saudita con el objetivo de convertirse en miembro de pleno derecho tanto de BRI como de SCO, Beijing y Riyadh impulsarán su cooperación tecnológica además de la energía y la infraestructura.

Todos los ojos puestos en Sudáfrica el próximo mes están puestos en cómo BRICS trabajará para resolver sus problemas internos mientras organiza la expansión a BRICS+. ¿Quién se unirá al club? ¿Arabia Saudita? emiratos árabes unidos? Irán? ¿Kazajstán? Argelia? Los dos principales países BRICS, China y Rusia, siguen invirtiendo en un rol geoeconómico que tiene docenas de países haciendo fila para unirse. 

Fuente: https://new.thecradle.co/articles/brics-problems-bri-solutions

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan no obstante las de Dossier Geopolitico

El BRICS se acerca a su hora decisiva

Si logra superar las maniobras divisionistas de Estados Unidos e incorpora nuevos miembros, el bloque de los países emergentes se convertirá en un serio candidato a gobernar el mundo

por Eduardo J. Vior
analista internacional

El presidente surafricano Cyril Ramaphosa confirmó el domingo pasado que la cumbre de los BRICS del 22 al 24 de agosto se realizará presencialmente en Johannesburgo. Es la primera vez en tres años que esta reunión congregará físicamente a los jefes de Estado y de gobierno de los cinco miembros (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), así como a decenas de mandatarios africanos y algunos de otras regiones que también han sido invitados. Si el BRICS se mantiene unido y cumple la agenda propuesta, se transformará en un serio aspirante a gobernar el mundo. Si, por el contrario, algún miembro se deja seducir por las maniobras divisionistas de los países occidentales, no asiste a la cumbre o impide que la misma llegue a consensos en los temas más importantes, el desgobierno del mundo provocará más crisis y guerras.

El encuentro en la capital de Suráfrica es la 15ª cumbre del grupo y la que tendrá mayor envergadura, porque a la misma se ha invitado a los jefes de Estado de toda África. La agenda de la reunión incluye la transformación ecológica de las economías de los países emergentes para hacer frente al cambio climático con criterios humanos y sociales, impulsar la educación y el desarrollo de competencias para salir de la pobreza, desarrollar la Zona de Libre Comercio Continental Africana, reforzar la recuperación socioeconómica postpandémica y la continuidad de la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible y, finalmente, fortalecer el multilateralismo mediante “una reforma real de las instituciones de gobernanza mundial”.

Durante la reunión los miembros evaluarán la gestión del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por su nombre en inglés), presidido desde marzo pasado por Dilma Rousseff, al que a principios de agosto debe incorporarse nuestro país. También deben definir los criterios para la incorporación de nuevos miembros. Veintiséis países de Asia, África, América Latina  y Oceanía han solicitado recientemente sumarse al grupo, incluida Argentina.

A medida que se acerca la cumbre, se han intensificado los rumores de que la misma crearía una nueva moneda respaldada por el oro. Precisamente, la televisión internacional de Rusia, Russia Today, anunció la semana pasada que el BRICS se apresta a lanzar una unidad de cuenta para el comercio entre los países miembros. Al igual que el ECU, la Unidad de Cuenta Europea que antecedió la creación del euro, esta moneda estaría formada por una cesta de las monedas de los países miembros del BRICS cuyo valor relativo se ponderaría en función del PBI de los respectivos países y no tendría un equivalente físico.

Sin embargo, el representante de Sudáfrica como vicepresidente de Finanzas del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), Leslie Maasdorp, declaró hace una semana que no es inminente la creación de una nueva forma de moneda fiduciaria sino un objetivo a medio o largo plazo. Ahora mismo el bloque está centrado en fomentar el comercio directo utilizando las monedas nacionales de los países miembros y, según Maasdorp, los proyectos de desarrollo apoyados por el NBD siguen dependiendo del dólar.

No obstante, en el seno de los BRICS trabaja un grupo cuya tarea es desarrollar su propia moneda de reserva. El proyecto se denomina R5 por la coincidencia de que todas las monedas de los países miembros empiezan con R: yuan (renminbi), rublo, real, rupia y rand. Esto permitiría a estos países aumentar gradualmente su creciente comercio mutuo sin recurrir al dólar, así como reducir la proporción de sus reservas internacionales en la divisa norteamericana.

Aunque una unidad de cuenta no puede considerarse una moneda real, los BRICS querrían vincular esta unidad de cuenta al valor del oro, convirtiéndola de facto en una “moneda-mercancía”. Uno de sus principales miembros es Rusia, gran exportador de materias primas, especialmente petróleo y líder junto con Arabia Saudita del cártel de países exportadores de petróleo OPEP+. Hasta hoy el crudo cotiza exclusivamente en dólares estadounidenses, lo que permite a la moneda norteamericana dominar los mercados monetarios incluso después de haberse desvinculado del oro en 1971. Si se creara la moneda de cuenta del BRICS con respaldo en oro, el precio del petróleo en dólares subiría bruscamente y haría que las economías de los países que decidan seguir utilizando esta moneda de referencia importen inflación cada vez que se produzca una suba del precio del oro. Al mismo tiempo, la mayor demanda mundial de oro conduciría a una devaluación de aquellas monedas que no tengan suficientes reservas áureas.

China es la fábrica del mundo, el semimonopolista de los metales raros necesarios para producir los imprescindibles microchips y, por último, el gran acreedor del mundo (junto con Alemania y Japón). Está claro que, si China se desvincula del dólar (de forma gradual, por supuesto, hacerlo bruscamente le significaría exponerse a pérdidas monstruosas) y empieza a utilizar en serio la divisa del BRICS respaldada en el oro, ocasionaría a los países occidentales un daño de proporciones incalculables, aunque en Occidente no son todos iguales: EE.UU. tiene la fuerza militar, diplomática, económica y tecnológica para salir adelante aun en esa coyuntura, pero sus socios europeos carecen de energía, se han desindustrializado, están tecnológicamente atrasados y son políticamente débiles. La opción por el oro los destrozaría.

Para frenar al BRICS, la diplomacia norteamericana está presionando masivamente a funcionarios económicos y financieros de Brasil, Sudáfrica e India. Mayormente formados en dogmas neoliberales, estas áreas gubernamentales son muy permeables al discurso globalizante de Washington. Si bien no pueden hacer mella sobre el presidente Lula, no les es difícil hallar en Brasilia funcionarios “prudentes” que advierten contra los compromisos que el país contraería en la próxima reunión del BRICS. En Sudáfrica, en tanto, tras haber restañado su unidad, el gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, por su nombre en inglés) se ha encolumnado tras el presidente Ramaphosa y su objetivo de ampliar y consolidar el bloque de países emergentes. Allí nuevamente son los funcionarios de la banca central “independiente” quienes desconfían de una mayor cooperación con China y Rusia.

Sin embargo, es el gobierno indio de Narendra Modi quien más amenaza con meter la cuña occidental entre los mandatarios reunidos en Johannesburgo. Hace poco canceló una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO, por su nombre en inglés) que debía realizarse en Nueva Delhi. A cambio, viajó a Washington donde fue recibido por el presidente y el Congreso. Tanto demócratas como republicanos lo festejaron como jefe de gobierno de “la mayor democracia del mundo”. Su gobierno, nacionalista, antiislámico y antichino, lleva adelante una política exterior ambivalente: por un lado, desde 2022 se ha convertido en el mayor comprador de petróleo ruso, de donde también adquiere fertilizantes baratos. Desde la independencia en 1947 India se ha abastecido de armas en la URSS, primero, y ahora en Rusia. Sin embargo, al mismo tiempo mantiene su confrontación con China en el Himalaya, se ha sumado a la alianza militar Quad (EE.UU., Japón, Australia e India) y la mayoría de los bienes y servicios que importa provienen de Estados Unidos. Por esta razón la Casa Blanca quiere utilizar a Modi como caballo de Troya, para dividir y bloquear el BRICS. Dependerá de la habilidad de la diplomacia rusa y de la paciencia de China que el escurridizo líder indio siga en el redil.

El BRICS no es sólo un bloque económico, pero tampoco una alianza política, sino lo que podría llamarse “un club de buenas maneras internacionales”. Contra el hegemonismo y el doble discurso de las diplomacias occidentales, el agrupamiento de los países emergentes está comprometido con el respeto mutuo, la obediencia al Derecho Internacional y que todos los participantes obtengan beneficios de la cooperación sin perjudicar a nadie (lo que los chinos llaman la política del win/win, que todos ganen). Estas características suponen, por consiguiente, admitir que en el bloque convivan sistemas e ideologías diferentes y hasta opuestas, siempre y cuando todos se comprometan con los objetivos comunes.

Si en su primera reunión presencial después de cuatro años de virtualidad el BRICS se amplía, consolida su estructura institucional y establece un instrumento para los intercambios intrabloque diferente al dólar, se convertirá en un serio candidato para disputar la gobernanza mundial contra Estados Unidos y sus aliados. Si, por el contrario, las maniobras divisionistas tienen éxito y el agrupamiento se paraliza o divide, el hegemonismo de las grandes corporaciones hundirá al planeta en la anarquía. Del 22 al 24 de agosto habrá que estar pendiente de la televisión sudafricana.

Publicado en TELAM, el autor autoriza su difusion en Dossier Geopolitico

En este articulo Escobar describe el imponente y fantástico desarrollo de la conectividad euroasiática que está en la base de su integración. Corredores multimodales que incluyen carreteras, ferrocarriles, puertos y barcos. Por un lado, los diferentes corredores de este a oeste de la Iniciativa de la Ruta de China y otro el corredor de transporte internacional norte sur- INSTS- impulsado por Rusia para conectarse con Iran y la India. Los corredores este-oeste y norte sur en un punto se superponen y potencian. Este desarrollo desespera y pone histérico y frenetico al occidente colectivo que tratara de impedir esta conectividad. Para ello vienen utilizando las «guerras hibridas» , una herramienta que sirve no solo para cambios de regimen, sino tambien para interrumpir la «conectividad» entre naciones En estos momentos podra  obstaculizarla y retardarla en algunos casos, pero no impedirla. A. Mitre (Dossier Geopolitico)

LA HISTORIA INTERNA DE LA CONECTIVIDAD RUSIA-IRAN-INDIA

El G7 está estupefacto por el progreso dinámico del orden multipolar encarnado por el INSTC liderado por Rusia y el BRI liderado por China, con el puerto estratégico de Chabahar en Irán ahora listo para desempeñar un papel transformador.

Pepe Escobar 24 de mayo  The Cradle

No se equivoque acerca de lo que trata el Comunicado de Hiroshima del G7.El escenario: una ciudad en la neocolonia japonesa bombardeada hace 78 años por Estados Unidos, por lo que no puso excusas. El mensaje: el G7, en realidad el G9 (aumentado por dos eurócratas no elegidos) declara la guerra, híbrida y de otro tipo, contra BRICS+, que tiene 25 naciones en su lista de espera y contando. El objetivo estratégico clave del G7 es la derrota de Rusia, seguida de la subyugación de China. Para el G7/G9, estos poderes reales son las principales “amenazas globales” a la “libertad y la democracia”. El corolario es que el Sur Global debe seguir la línea, o lo contrario. Llámalo un remix de principios de la década de 2000 «o estás con nosotros o contra nosotros». Mientras tanto, en el mundo real, el de las economías productivas, los perros de la guerra ladran mientras las caravanas de la Nueva Ruta de la Seda siguen marchando. Las Nuevas Rutas de la Seda clave de la multipolaridad emergente son la ambiciosa y multimillonaria Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)de China y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) Rusia-Irán-India. Han evolucionado en paralelo y, a veces, pueden superponerse. Lo que está claro es que el G7/G9 irá hasta los confines de la tierra para socavarlo.

Todo sobre Chabahar

El reciente acuerdo de $ 1.6 mil millones entre Irán y Rusia para construir el ferrocarril Rasht-Astara de 162 km de largo es un cambio de juego de INSTC. El Ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano de Irán, Mehrdad Bazpash, y el Ministro de Transporte de Rusia, Vialy Saveliev, firmaron el acuerdo en Teherán, frente al presidente iraní, Ebrahim Raisi, y con el presidente ruso, Vladimir Putin, asistiendo a una videoconferencia.Llámelo el matrimonio de la “mirada hacia el este” de Irán con el “giro hacia el este” de Rusia. Ambas son ahora políticas oficiales.Rasht está cerca del Mar Caspio. Astara está en la frontera con Azerbaiyán. Conectarlos será parte de un acuerdo entre Rusia, Irán y Azerbaiyán sobre transporte ferroviario y de carga, consolidando el INSTC como un corredor de conectividad clave entre el sur de Asia y el norte de Europa.El INSTC multimodal avanza a través de tres rutas principales: la ruta occidental une Rusia-Azerbaiyán-Irán-India; la ruta del Medio o Transcaspio une Rusia-Irán-India; y el del Este une Rusia-Asia Central-Irán-India.La ruta oriental presenta el puerto inmensamente estratégico de Chabahar en el sureste de Irán, en la volátil provincia de Sistan-Balochistan. Ese es el único puerto iraní con acceso directo al Océano Índico.En 2016, Irán, India y Afganistán aún bajo ocupación estadounidense firmaron un acuerdo tripartito en el que Chabahar escapó milagrosamente a las sanciones unilaterales de “máxima presión” de Estados Unidos. Ese fue un trampolín que configuró a Chabahar como la puerta de entrada privilegiada para que los productos indios ingresaran a Afganistán y luego, más adelante, hacia Asia Central.Rusia, Irán e India firmaron un acuerdo formal de INSTC en mayo de 2022, que detalla una red multimodal (barco, ferrocarril, carretera) que avanza a través de los tres ejes mencionados anteriormente: occidental, medio o transcaspiano y oriental. El puerto ruso de Astrakhan, en el Mar Caspio, es crucial en los tres.La ruta oriental conecta el este y el centro de Rusia, a través de Kazajstán y Turkmenistán, con la parte sur de Irán, así como con India y las tierras árabes en el extremo sur del Golfo Pérsico. Docenas de trenes ya están recorriendo la ruta terrestre de Rusia a India a través de Turkmenistán e Irán.El problema es que en los últimos años, Nueva Delhi, por varias razones complejas, parecía estar dormida al volante. Y eso llevó a Teherán a interesarse mucho más en la participación de Rusia y China para desarrollar dos puertos estratégicos en la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar: Shahid Beheshti y Shahid Zalantari.

China hace su movimiento

Chabahar es un hueso duro de roer. Irán ha invertido mucho para convertirlo en un centro de tránsito regional ineludible. India, en tesis, consideró desde el principio a Chabahar como un elemento clave de su estrategia de «Collar de diamantes», contrarrestando el «Collar de perlas» chino, que son puertos conectados por la BRI a través del Océano Índico.

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Chabahar también desempeña el papel de contrapunto al Puerto Gwadar de Pakistán en el Mar Arábigo, la joya de la corona del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).Desde el punto de vista de Teherán, lo que se necesita, rápido, es completar su red ferroviaria oriental, 628 km de vías desde Chabahar a Zahedan. En términos óptimos, podría estar terminado en marzo de 2024 como parte del eje ferroviario Mashhad-Sharkhs que conecta el sureste de Irán con el noreste en la frontera con Turkmenistán.Por el momento, la carga de INSTC viaja al sur de Asia desde el puerto Bandar Abbas de Irán en el Estrecho de Ormuz, a 680 km de distancia de Chabahar. Entonces, para todos los propósitos prácticos, Chabahar hará que el tránsito desde India a Afganistán, Asia Central y el sur de Rusia sea más corto, más barato y más rápido.Pero una vez más, las cosas se estancaron porque India no llegó a los arreglos financieros esperados. Eso terminó generando algunas dudas en Teherán, especialmente al observar las enormes inversiones chinas en Gwadar.Por lo tanto, no es de extrañar que Irán se haya movido decisivamente para atraer a China como un inversor importante, que se ha convertido en parte de su asociación estratégica cada vez más extensa. Entonces, podemos terminar con Chabahar también convirtiéndose en parte del BRI de China, además de su papel protagónico en el INSTC.Rusia, por su parte, ahora se enfrenta al estancamiento de Ucrania, la implacable histeria de las sanciones occidentales y las serias restricciones comerciales con Europa del Este. Todo eso mientras Moscú expande constantemente su comercio con Nueva Delhi.Así que no es de extrañar que Moscú ahora esté mucho más atento al INSTC. En diciembre pasado, se cerró un acuerdo clave entre Russian Railways y las empresas nacionales en Kazajstán, Turkmenistán e Irán, y los rusos obtuvieron un descuento del 20 por ciento para los contenedores de importación y exportación que pasan por la frontera entre Rusia y Kazajstán.Lo más importante para Rusia es que Chabahar operando a toda velocidad reduce el costo de transportar mercancías desde la India en un 20 por ciento. Los iraníes entendieron completamente el juego y comenzaron a promover fuertemente la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar para atraer inversiones rusas. Y eso culminó con el acuerdo Rasht-Astara.

El spoiler Zangazur

El BRI de China, por su parte, juega un juego paralelo. Beijing está invirtiendo fuertemente en la ruta de tránsito Este-Oeste, también conocida como el Corredor Medio. Este corredor BRI se extiende desde Xinjiang hasta Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, y luego cruza el Caspio hasta Azerbaiyán, Georgia, Turkiye y más allá hasta Europa del Este: un total de 7.000 km, con un viaje de un máximo de 15 días.El énfasis de BRI es apostar por múltiples corredores de este a oeste para luchar contra posibles nuevas interrupciones dictadas por Occidente en las cadenas de suministro. El tránsito entre China y Asia Central hacia Europa sin pasar por Rusia e Irán es una de las principales apuestas. El corredor BRI a través de Rusia, debido a la guerra de poder de la OTAN en Ucrania, está en suspenso por el momento. Y los chinos están probando todas las opciones para eludir la Ruta Marítima de la Seda a través de Malaca.Turkiye, con la seria posibilidad de que su presidente Recep Tayyip sea reelegido este fin de semana, también ha hecho su jugada.La vía férrea Baku-Tblisi-Kars, inaugurada en 2018, fue un pilar clave en el masterplan de Ankara para configurarse como hub ineludible de carga de contenedores entre China y Europa.Paralelamente, China invirtió en la construcción de un ferrocarril de Kars a Edirne en el lado europeo del Bósforo, mientras que Turkiye optó por una mejora de 3800 millones de dólares en el puerto de Mersin y 1200 millones de dólares en el puerto de Izmir. Para 2034, Beijing espera que este corredor sea el pilar central de lo que describe como la Ruta de la Seda de Hierro.Una llave inglesa certificada en las obras del INSTC es la competencia del llamado Corredor Zangezur, desde Azerbaiyán hasta Turkiye a través de Armenia; este corredor es en realidad privilegiado por la UE y la oligarquía británica y salió a la luz durante el armisticio de 2020 en Nagorno-Karabaj

.Map of Azerbaijan-Armenia conflict zones (Photo Credit: The Cradle)

El London Bak se identifico como un socio privilegiado y esta dispuesto a dictar los terminos a Everan: aceptar una
especie de tratado de paz lo antes posible y renunciar a cualquier plan sobre Karabaj.
El corredor de Zangezur seria el primer juego geopolitico y geoeconomico de occcidental que conectaria los centros logisticos de
Transcaucasia y Asia Central ¿ Qué pasa si Armenia se tira debajo del autobus? Armenia es miembro de la Union Economica de
 Eurasia(UEEA) liderada por Rusia, que occidente colectivo se muere por socavar.


Abrochensen los cintutones de un Nuevo Gran Juego geoeconomico centrado en el INTSC que esta a punto de comenzar.

FUENTE: THE CRADLE LINK: https://thecradle.co/article-view/25155/the-inside-story-of-russia-iran-india-connectivity

El grupo nacido en 2009 debate su expansión, de las cinco naciones emergentes que lo fundaron a nuevos socios de varios continentes, para reforzar su condición de espacio alternativo a la hegemonía de los desarrollados y hacer su aporte en favor de un multilateralismo más vigoroso, desde la cooperación Sur-Sur . EMBAJADA ABIERTA

Los BRICS, el grupo que fundaron en 2009 Brasil, Rusia, India y China (Sudáfrica se sumó en 2010), han retomado la iniciativa después de la pandemia y, pese a problemas económicos propios y a la guerra de Ucrania, se proponen recuperar el valor intrínseco del bloque en un mundo que demanda un multilateralismo renovado que aleje de una vez los fantasmas de nuevas guerras frías.

Las iniciativas en carpeta de los BRICS para su cumbre de 2023 en Sudáfrica van desde la ampliación del bloque a países de renta media y emergentes, pasando por el fortalecimiento de su Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) hasta la reducción de su dependencia del dólar estadounidense, con la creación de una moneda común.

Desde la plataforma más amplia de la cooperación Sur-Sur, los BRICS se disponen también a jugar un rol importante en la recuperación de un sistema de comercio afectado desde hace años por los conflictos entre y con potencias desarrolladas, y agravado por la pandemia y la guerra, además el reconocimiento del lugar que merecen los emergentes en instituciones multilaterales como el FMI.

Otro aspecto para dimensionar el enorme potencial de los BRICS: según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sus países están preparados para liderar la erradicación del hambre y la pobreza mundial en 2030.

Un BRICS más amplio

Visto en retrospectiva, la conformación del bloque de los BRICS es consecuencia de un último proceso de globalización que, en su caso, alentó el intercambio económico, comercial y diplomático entre países y regiones periféricas.

Los BRICS se fueron consolidando desde 2009 como un espacio de articulación alternativo a los organismos tradicionales de la posguerra, cuando de los acuerdos de Bretton Woods (1944) nacieron las primeras instituciones del moderno multilateralismo (FMI, Banco Mundial), extendido al comercio con la OMC. 

Durante la última década, el bloque se constituyó en un canal de diálogo autónomo frente a las agendas de los potencias centrales que hegemonizan el actual orden financiero global, nuevamente en entredicho frente a una crisis múltiple, o policrisis, que genera repliegues, reacomodamientos y nuevas alianzas regionales e incluso entrecruzadas según los intereses de naciones y regiones. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido sobre una “fragmentación geoeconómica”.

Ante ese contexto, mientras Brasil y China ejecutan algunos movimientos dentro del propio bloque para intensificar sus relaciones comerciales y financieras, una docena de países han expresado ya su interés en sumarse a los BRICS, como Argentina, Turquía, EAU, Argelia, Egipto, Bahréin e Indonesia, pero también otros tan disímiles como Irán y Arabia Saudita, que ya pidieron formalmente su incorporación.

China, que más que duplica el PIB sumado de los actuales socios, abrió la puerta a la ampliación durante su presidencia en 2022, aunque queda pendiente los criterios a adoptar para concretar las incorporaciones, que supondrán en algunos casos puede acabar relativizando la influencia interna de algunos fundadores.

La propuesta de ampliar el BRICS ocupará centralmente la atención del bloque económico este año, anticipó el embajador Anil Sooklal, de Sudáfrica, el país que lo preside ahora: “Hay más de una docena de países que han llamado a la puerta. Estamos bastante avanzados en la búsqueda de otro grupo de nuevos miembros”.

Frente a los BRICS, se verifica un reacomodamiento desde el Hemisferio Norte, en particular ante una China -indiscutida locomotora del bloque emergente- con su economía en franca recuperación después de la pandemia y geopolíticamente más activa y asertiva.

Así, han surgido nuevos acuerdos comerciales y, en especial, de seguridad. Por un lado, el QUAD, una alianza entre Estados Unidos, Japón, India y Australia, inactiva por una década y reactivada en 2017, pero más cerca también el AUKUS, en 2021, con Australia, el Reino Unido y Estados Unidos como protagonistas.

Vivimos en “un mundo ‘entre órdenes’. No sabemos cuál va a ser el nuevo orden”, afirmó Sooklal. “Creemos que el BRICS debe desempeñar un papel para garantizar una arquitectura mundial más equitativa, inclusiva y transparente”.

China reafirmó en febrero que respalda una ampliación del BRICS, pero el grupo como tal debe considerar algunos aspectos en esa decisión. Uno es la influencia que puede adquirir la región asiática en el bloque. La otra, es si debe establecer un proceso ya estandarizado por el cual los países incorporados cumplan ciertos criterios, como ocurrió y ocurre con la Europa comunitaria desde hace décadas.

La ampliación de los BRICS será motivo de reuniones y debates camino a la cumbre de líderes programada para agosto de 2024 en Sudáfrica. El organizador quiere invitar a la cumbre a  jefes de Estado africanos o líderes de organizaciones regionales como la Unión Africana y la Comunidad de África Oriental.

Representación financiera

Los BRICS representan el 42% de la población mundial, explican el 24% del PIB global y más del 20% del comercio internacional, pero sus miembros tienen menos del 15% de los derechos de voto en el Banco Mundial y el FMI, un desequilibrio evidente que sus miembros demandan cambiar a los países desarrollados.

En ese contexto, en 2014 sus cinco miembros fundaron el banco NBD, con un capital inicial de 50 mil millones de dólares, un primer paso para contrapesar al FMI y al Banco Mundial. Bangladesh y los Emiratos Árabes Unidos se unieron a la institución en 2021, y esperan en fila Egipto y Uruguay, entre otros.

Este banco de fomento de los BRICS está volcado a la financiación de proyectos de infraestructura en el territorio de sus cinco países miembros y a facilitar créditos para proyectos en otros países en desarrollo. De reactivar eso se hará cargo, este año, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff. 

Los BRICS pretenden con el NBD contrastar las condicionalidades y sobrecostos que impone el FMI a los países a los que asiste. Desde el Norte, a su vez, se alerta sobre las intenciones de China de usar veladamente el banco de fomento como una palanca de proyectos económicos globales propios como La Franja y la Ruta.

Según expertos occidentales, las naciones emergentes deberían reconsiderar sus reivindicaciones de “países en desarrollo”, que los favorecen ante la Organización Mundial del  Comercio (OMC). 

Pero, del mismo modo, las potencias desarrolladas necesitan revisar la arquitectura financiera del FMI, para adecuarla a una nueva realidad global, si quieren recuperar un multilateralismo eficiente como el que fue establecido desde la posguerra y que el aislacionismo de EEUU, la pandemia y la guerra terminaron de desarticular.

Puja comercial

En 2022, China impulsó un acuerdo de libre comercio entre los miembros del bloque que fortalezca aún más los vínculos económicos, mientras el mundo pugna por dejar atrás la crisis de la pandemia y administrar los costos de la guerra en Ucrania, desde la inflación a la alteración de los flujos de granos y el petróleo. 

El comercio entre Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, con cadenas industriales estructuradas y ricos recursos naturales, tiene un enorme potencial de expansión, considerando que actualmente solo representa el 6 por ciento del intercambio de bienes y servicios conjunto de los países, pero aportan una quinta parte del comercio mundial, hizo notar el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen. 

«Construir un acuerdo de libre comercio es un medio muy importante para explotar este potencial, que China está dispuesta a discutir con otros países BRICS», explicó en su momento Beijing.

En frente, el tablero multipolar se mueve y, en particular, como primera potencia mundial, Estados Unidos ha impulsado el Marco Económico del Indo-Pacífico (IPEF), en el cual incluyó superpuesto a un miembro del propio BRICS como India, junto con Japón.

Según el economista Javier Vadell, la tendencia de exportaciones de China hacia el Sur Global (más de 180 mil millones de dólares) es de firme crecimiento a medida que disminuyen las que hace hacia Estados Unidos (menos de 100 mil millones), cuando entre 2014 y 2021 iban perfectamente acompasadas en su ritmo.

Hasta ahora, China carece -aunque busca- de tratados de libre comercio con los otros cuatro países BRICS, pero en el inicio de 2023 ya firmó con Brasil un acuerdo que excluye al dólar en su intercambio mutuo y habilita a los dos socios a realizar pagos en yuanes y reales.

En adelante, Brasil y China utilizarán en su comercio el el Sistema de Pago Interbancario y Transfronterizo (CIPS, por Cross-Border Interbank Payment System), en lugar del  occidental SWIFT, del que Rusia fue excluido desde que invadió Ucrania, en 2023. El CIPS tiene vigencia también en África y Asia.

Previamente, durante su visita a Moscú en marzo de 2023, el presidente Xi Jingpin y su par Vladimir Putin establecieron al yuan chino como la principal moneda para el comercio bilateral de distintos rubros de su intercambio, que esperan que alcance al equivalente de 200 mil millones de dólares este año.

Ambos líderes estudian impulsar una moneda de reserva internacional para los BRICS basada en una canasta compuesta por reales, rublos, rupias, yuanes y rands, como alternativa a los acuerdos internacionales dominados por el dólar. Ello, pese a que el FMI ya elevó al yuan chino a la canasta de Derechos Especiales de Giro (DEG) y lo reconoció así como un activo de reserva internacional.

Esa idea va en línea con la de la ASEAN para reducir la dependencia del dólar estadounidense, el euro, el yen y la libra esterlina en las transacciones financieras y pasar a los pagos en divisas locales, a través de un sistema de Transacciones en Moneda Local (TML), que ampliaría el LCS en vigencia que involucra a Indonesia, Malasia, Singapur, Filipinas y Tailandia desde 2022.

Publicado el 18/04/2023. FUENTE: https://www.embajadaabierta.org/post/la-segunda-era-de-los-brics

por Gabriel Merino el autor autoriza la publicación en Dossier Geopolitico de su artículo

…En el conflicto ucraniano, como en toda guerra, hubo una serie de errores de cálculo por parte de los distintos protagonistas. Pero sin dudas, uno de los que más se destaca es el cálculo de que profundizar al máximo posible la guerra económica contra Rusia —iniciada a partir de 2014— iba a desmoronar su economía. Argumentos no faltaban para tal razonamiento….

No sólo debido a que el poder financiero y la primacía del dólar hacen de las sanciones una especie de “arma de destrucción masiva” en poder de EE.UU. y el polo anglo-estadounidense —como pudimos ver en la región en el caso de Venezuela a partir de 2016—, sino por la interdependencia entre Rusia y Europa. Rusia proveyó en 2021 el 41% del gas, el 27% del petróleo y el 47% del carbón que consumió Europa. La dependencia europea —cuya ruptura implicaba enormes costos para Bruselas, que probablemente sí estaban calculados por las corporaciones hidrocarburíferas al otro lado del Atlántico— también significaba una enrome dependencia para Moscú, ¿a quién iría a vender Rusia semejante cantidad de hidrocarburos y, además, quién se iba a animar a comprarlos?

Uno de los posibles compradores sustitutos fue la respuesta casi obvia para los tiempos que corren: China. Digo, para los tiempos que corren porque…

…era completamente improbable pensar que Beijing desafiara de tal manera a Washington hace sólo una década, un suspiro, medido en tiempos históricos…

En el transcurso de 2022, China aumentó el 75% las importaciones de petróleo, gas y carbón de Rusia, y se aceleraron los proyectos de interconexión energética entre Moscú y Beijing, como ya había ocurrido a partir de 2014 cuando estalló el conflicto bélico en Ucrania y se inició una nueva fase en la crisis del orden mundial. Pero a los últimos movimientos para profundizar la asociación político-estratégica euroasiática, se le agrega la profundización del intercambio comercial y financiero en las monedas propias en detrimento del dólar —un movimiento que comenzó en 2014-2015, cuando Moscú y Beijing comienzan a desarrollar sistemas de pago alternativos al SWIFT, el SPFS y el CIPS respectivamente—, para romper ese monopolio dominado por el poder financiero del Norte Global.

Lo que estaba menos claro —sobre todo para visiones ancladas en el pasado o que reproducen la narrativa de la guerra fría protagonizada por EE.UU y la URSS para representar el mundo actual, queriéndolo encerrar en esa vieja bipolaridad tan distinta y distante a la realidad actual— era el papel de India. Esta potencia emergente del sur de Asia, que en breve será el país más poblado del mundo superando a China con 1.400 millones de personas (18% de la población mundial),

…fue en realidad el gran comprador de los hidrocarburos que los rusos dejaron de venderle a Europa. Esto se puede observar claramente en el gráfico de Bloomberg, al igual que el enigmático y creciente destino asiático “desconocido” del petróleo ruso, todo un dato en sí mismo. India, tercer mayor importador de petróleo del mundo, pasó de comprar el 1% del petróleo ruso a casi el 30% y, además, con nada menos que un 30% de descuento en promedio, lo cual le da una gran ventaja competitiva

como también a China, el gran taller industrial de un mundo cada vez más asiático—. Y además, Nueva Delhi compra en monedas distintas al dólar para evitar las sanciones, golpeando así en un aspecto sensible a la primacía del dólar que desde los años setenta del siglo XX se asienta en el petrodólar, es decir, en la comercialización mundial del petróleo en dólares.

India también anunció que le compraría a Rusia el carbón que Europa embargó y que lo haría en yuanes, para sorpresa y disgusto de la gran mayoría de analistas y de Washington que veían en el gigante del Índico un activo completamente alineado en la cruzada antichina. Esto también muestra que la weaponization del dólar por parte de EE.UU. tiene importantes costos al desmoronarse la realidad unipolar, pudiendo transformase en un bumerán y quebrar uno de los principales elementos en el que todavía conserva la primacía el ex hegemón.

A partir de la escalada bélica en territorio ucraniano, expresión regional de un conflicto mundial, también avanzó el desarrollo del Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (conocido como INSTC, por sus siglas en inglés), para unir la ciudad india de Bombay con la ciudad rusa de San Petersburgo. Éste cuenta con otro jugador clave en el tablero euroasiático y uno de los “malos” para el relato occidental: Irán. El Corredor es una gran red de 7.200 kilómetros (4.474 millas) de vías férreas, carreteras y rutas marítimas que conectan Rusia e India a través de Irán, pasando por el Mar Caspio y el Cáucaso. Supone un ahorro de casi dos semanas de tiempo de viaje de la ruta tradicional por el Mar Rojo, el canal de Suez y el Mediterráneo, y es entre 30% y 40% más económica. Pero sobre todo, es más segura para las potencias emergentes ya que, a diferencia de la ruta tradicional,

…no está controlada por bases militares de EEUU y el Reino Unido, la jefatura de la OTAN….

…Y como se sabe, un elemento central del análisis estratégico es el control de rutas comerciales, una clave del poder y de la acumulación del capital a nivel mundial.

Parte de la dinámica multipolar que se quiere resaltar es el acuerdo al que han llegado Irán y Arabia Saudita para restablecer los vínculos diplomáticos y reabrir las respectivas embajadas. Esto podría modificar drásticamente la situación geopolítica y geoestratégica en Oriente Próximo, o Asia Sudoccidental, en favor de la pacificación. Algo que resulta clave es que el mediador fue China, con muy buen vínculo político y como principal socio comercial de ambos países, lo que resulta todo un síntoma de los tiempos de posthegemonía anglo-estadounidense. El creciente acercamiento de Arabia Saudita, que era un aliado clave del polo anglo-estadounidense, a China y a los polos de poder emergentes, o los acuerdos con Rusia en la OPEP+, también son expresiones de un cambio de época. En lo que sería un movimiento de alto impacto, tanto Irán como Arabia Saudita ingresarían próximamente al club de los BRICS, como Argentina, y además Riad podría sumarse a la Organización para la Cooperación de Shanghái liderada por China y Rusia.

Es importante destacar que la posición de India tampoco resulta una sorpresa. Posee con Rusia un vínculo histórico que se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, luego de la independencia del imperio británico. La asociación estratégica entre ambas potencias euroasiáticas tiene por los menos seis ejes fundamentales y uno de ellos es el de la Defensa. Rusia posee el segundo complejo industrial militar más importante del mundo y ello se refleja en que es el segundo exportador mundial de armas, con 21% del total mundial entre 2015-2019, por detrás de Estados Unidos con el 36%. Los principales destinos de exportación son India y China, en ese orden. Es decir que Rusia vende armas de primer nivel mundial a las dos grandes potencias emergentes de Asia, cada una con casi el 20% de la población mundial.

A su vez, para India es clave el vínculo con Rusia para contrabalancear a China, con quien posee importantes conflictos limítrofes y tensiones estratégicas, más allá de que Beijing sea el principal socio comercial de Nueva Delhi, algo propio de este mundo de profunda interdependencia, de cooperación, a la vez que enfrentamiento. Rusia es el gran punto de equilibrio entre la India y China. Además, las tres potencias comparten un conjunto de espacios institucionales emergentes que defino como un nuevo multilateralismo multipolar que se solapa y a la vez se contrapone con la institucionalidad del viejo orden globalista unipolar: el ya mencionado BRICS, pero también la estratégica Organización para la Cooperación de Shanghái que se inició en 2001 como germen de nuevas tendencias históricas, a la que ahora también se sumó Irán.

India, por otro lado, forma parte de la iniciativa estratégica denominada QUAD, junto a EE.UU., Japón y Australia, para contener a China en lo que los estadounidenses llaman “la región Indo-Pacífico”. Pero Nueva Delhi se resiste a alinearse contra Rusia. Es decir, en las antinomias atlantistas, India es parte del “mundo libre” pero también de las “autocracias” a las que hay que derrotar como misión histórica. Por eso mismo, las fuerzas globalistas apuntan cada vez con más fuerza al gobierno de Narendra Modi, al que antes veían como un ejemplo de “democracia”, y ahora es visto como otro “autócrata”, algo similar a lo que ocurrió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

En este sentido, más que como concepto para caracterizar un régimen político particular, el concepto de “democracia”

que desde nuestra perspectiva confunde el concepto de república liberal con el de democracia

parecería utilizarse más bien como una vara de alineamiento relativo con las fuerzas dominantes del polo del poder anglo-estadounidense, representado como “Occidente” en términos geopolíticos. El problema es que con la aceleración de la multipolaridad relativa, según esta perspectiva, cada vez quedan menos alineados, digo, menos “demócratas”.

Como reconocen y lamentan Josh Holder, Lauren Leatherby, Anton Troianovski y Weiyi Cai en un artículo publicado en la usina globalista liberal New York Times y reproducido por Clarín (27-02-2023), “Occidente intentó aislar a Rusia, pero no dio resultado”. Un plano en el que se focalizan es el comercial, donde señalan que unos cuantos países han llenado el vacío que dejó “Occidente” al aumentar las exportaciones a Rusia a niveles muy por encima de los anteriores a la guerra. Entre ellos sobresalen los ya mencionados India y China, pero también Turquía, miembro prominente de la OTAN: “A pesar de que Turquía ha vendido armas a Ucrania, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha impulsado un mayor flujo de mercancía hacia Rusia, lo que perjudica mucho la serie de sanciones impuestas por Occidente.”. Es decir, un país clave de la OTAN boicotea la guerra económica lanzada por la OTAN para destruir la economía rusa. Esto también resulta clave, porque estos países quebraron otro elemento fundamental de la guerra económica contra Rusia en el marco del conflicto en Ucrania: el bloqueo de insumos, piezas, bienes de capital y bienes intermedios fundamentales para la producción, que hubiera dinamitado la estructura productiva de Rusia.

En América Latina, a pesar de ser el viejo “patio trasero” de EE.UU., la situación también dista de ser de alineamiento con Washington y se impone la situación de multipolaridad —y con ello, la tensión entre conformar un polo propio en el Sur de América y ser otra manifestación del crecientemente insubordinado Sur Global, o aceptar el lugar de periferia subordinada al “hemisferio occidental” en situación de declive relativo. Por un lado, la mayor parte de los países de la región votaron a favor de la resolución de la ONU impulsada por los países de la OTAN que condena la invasión de Rusia a Ucrania, mostrando alineamiento “hemisférico”. El apoyo fue menor cuando se votó la suspensión de Rusia en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, destacándose la posición neutral y por lo tanto no favorable a la resolución por parte de México y Brasil, los dos principales países de la región, aunque sorprendió Argentina en su alineamiento con Washington en esa votación. Pero cuando se quiso involucrar a la región directamente en la guerra, por ejemplo, con la solicitud de envío de armamento a Kiev, claramente hubo un rechazo bastante extendido. Resonaron las respuestas de Brasil y Colombia a favor de la Paz.

Por otro lado, los países de América Latina participan cada vez más de iniciativas del mundo emergente protagonizadas por China junto a otras potencias euroasiáticas como Rusia e India, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura o el BRICS con la probable ampliación e incorporación de Argentina y, quizás, también de México, etc. Es destacable la realidad material que sustenta esta dinámica geopolítica y que otorga mayores márgenes de maniobra a los países de la región para intentar romper su lugar tradicional de “patio trasero”; no sólo China es el principal socio comercial e inversor (en términos de flujos) de Suramérica, sino que se observa un creciente papel de los países de Asia como socios comerciales:

en el año 2000, Asia representaba uno de cada diez dólares del comercio de América Latina, en tanto que en 2018, esa cifra alcanzó uno de cada cuatro; y si quitamos a México, de cuyo comercio el 80% es con EE.UU., dicha cifra aumenta considerablemente.

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La guerra en Ucrania expresión de la transición geopolítica contemporánea que tiene como uno de sus elementos centrales el desplazamiento del centro de poder hacia Asia— ha mostrado asociaciones y alineamientos esperables, y otros no tanto. O por lo menos, que rompen los esquemas dualistas de bloques fijos en pugna, construidos por las usinas del Occidente geopolítico conducido por las fuerzas globalistas, intentando encerrar en ciertas antinomias de guerra fría la compleja realidad de un mundo multipolar, con el fin de presionar a través de alineamientos políticos y estratégicos. Obviamente, resulta necesario aclarar que esta multipolaridad no deja de ser relativa, en tanto que asimétrica. Además, tiene rasgos bipolares por el protagonismo de la tensión entre EEUU y China como principal expresión interestatal del conflicto sistémico entre el viejo polo dominante y los nuevos polos emergentes y, por lo tanto, expresión dominante en el tablero geopolítico mundial que adopta la contradicción principal que atraviesa al sistema mundial en crisis y transformación. También es necesario aclarar otra cuestión clave: dicha multipolaridad es una expresión superficial para referirnos a las tendencias estructurales que hacen a una crisis de hegemonía y captar algunas de sus dinámicas fundamentales. De hecho, puede haber una dinámica multipolar dentro de un ciclo de hegemonía (como durante la hegemonía británica), pero la actual multipolaridad es en esencia una expresión de la crisis de hegemonía y desorden mundial.

Sin compartir necesariamente su perspectiva teórica, resulta interesante traer a colación una idea de Robert Gilpin cuando desarrolla la teoría de la guerra hegemónica, 

Recuperando a Tucídides : “Guerras como esta no son meras contiendas entre Estados rivales, sino hitos políticos que marcan las transiciones de una época histórica hacia la siguiente”.

El mapa del poder mundial ha cambiado estructuralmente y la guerra es expresión de ello. Como se señaló hace más de una década en América Latina en plena oleada nacional-popular, que también fue y es expresión de la crisis de hegemonía, nos encontramos en un cambio de época. Muchas/os se resisten a aceptarlo.

Gabriel Merino

Gabriel Merino

Sociólogo y doctor en Ciencias Sociales. Investigador Adjunto CONICET – Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, UNLP. Profesor en UNLP y Universidad Nacional de Mar del Plata. Miembro del Instituto de Relaciones Internacionales y Co-coordinador de «China y el mapa del poder mundial», CLACSO.

La Página Web del Grupo Vision & Global Trends  socio estratégico italiano de Dossier Geopolítico bajo la conducción del Profesor Tiberio Graziani pública en la misma este importante artículo que subimos sobre la India y su Geopolítica realizado por el Prof. Dr. Zorawar Daulet Singh : historiador, experto en geopolítica y relaciones internacionales con sede en Nueva Delhi. – Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

GEOPOLÍTICA PARA UNA NUEVA ERA

La política exterior de la India durante la última década ha demostrado la capacidad de navegar en un mundo complejo y turbulento y explotar, siempre que sea posible, las ganancias geopolíticas y geoeconómicas del orden mundial cambiante.

Sin embargo, a medida que el orden mundial sufre más transformaciones, se ha vuelto imperativo concebir un marco geopolítico. Sin un prisma para interpretar diferentes eventos y crisis, existe el riesgo de que las respuestas políticas indias se vuelvan demasiado transaccionales o estén influenciadas por las modas geopolíticas actuales. La tarea de la diplomacia pública india se hace aún más difícil por la política que requiere justificaciones de la llamada comunidad internacional.

El legado histórico

Entonces, ¿en qué geopolítica pensar para la era actual?

El pensamiento de la política exterior de la India ha sido influenciado por dos enfoques geopolíticos clave: la geopolítica de la era colonial de la India británica y la geopolítica de la era de la Guerra Fría. El orden mundial emergente requiere que los políticos indios reconozcan estos legados históricos a medida que trazan el rumbo del complejo mundo multipolar que está emergiendo.

La geopolítica de la India británica fue impulsada por el objetivo de explotar el subcontinente indio para impulsar el poder económico británico, proyectar el poder británico en toda Asia y, al mismo tiempo, aislar a la India de otros centros de riqueza y poder. También cortó la extensa geoconexión precolonial y las conexiones geoculturales de la India con las regiones circundantes más amplias.

También podemos recordar la imagen del «gran juego» donde India era el premio que se aseguraba en la gran rivalidad de poder entre Gran Bretaña y Rusia. Casi todas las intervenciones militares anglo-indias en el continente, como en Afganistán y el Tíbet, estuvieron relacionadas de una forma u otra con las relaciones anglo-rusas. Fue este período el que también nos dio la imagen del «mar versus continente» al que geógrafos como Halford Mackinder habían dado una expresión o justificación para la gran estrategia británica, delineando un concepto geopolítico en el que el corazón continental de Eurasia era visto como el principal zona de contención y, en lo posible, confrontación entre sí.

Para la India, el papel inusual que desempeñó en la era de la preponderancia británica puede haber dado la ilusión de una primacía india natural en el medio asiático y, quizás, un sesgo hacia un sistema de esferas de influencia, siendo la india-británica la más grande. en Asia. Pero esto fue una aberración más que la norma durante un período de tiempo más largo. En su estado natural, Asia y Eurasia eran un escenario mucho más complicado y un mundo más plural e interconectado que en la época en que la India británica dominaba al resto.

El pensamiento geopolítico indio todavía está influenciado por esta geopolítica de la era colonial, a pesar de los dramáticos puntos de inflexión de hace 75 años. La independencia india estuvo acompañada de dos grandes acontecimientos que transformaron la geopolítica de la región y del mundo. India enfrentó un gran impacto en su periferia con la división del subcontinente y una agitación global con el estallido de la rivalidad entre EE. UU. y la URSS.

Esta fase vio nuevos conceptos geopolíticos, algunos de los cuales irónicamente reforzaron el pensamiento de la era británica.

Nicholas Spykman, un geoestratega estadounidense, esbozó una secuela del marco de Mackinder, sugiriendo un mapa mundial dividido entre el corazón continental de Eurasia y las regiones marítimas de Rimland en la periferia, siendo estas últimas las áreas con puntos de apoyo políticos, económicos y militares para la proyección y establecimiento del poder estadounidense.

La estrategia de contención soviética requería que las principales regiones de Rimland cayeran bajo la influencia del sistema estadounidense de seguridad colectiva, o al menos no se convirtieran en una cabeza de puente para el poder soviético. Luego, desde el golfo Pérsico hasta Pakistán, el sudeste asiático, la península de Corea y el archipiélago japonés, estas áreas se convirtieron en el centro de la concepción geopolítica de Spkyman y, posteriormente, de la política exterior de Estados Unidos.

En esta ocasión, ante la presión de alinearse con bloques de superpotencias, la India independiente tuvo que elegir un marco geopolítico. El objetivo principal era simple: salvaguardar la soberanía recientemente asegurada que podría verse socavada por la participación en la Guerra Fría.

Este fue el contexto detrás de la articulación de la no alineación. India rechazó la idea de que solo había dos opciones disponibles.

Para India había una tercera área del orden mundial: un grupo de países poscoloniales, grande, diverso y que crece cada año. Fue un precursor del Sur global actual. La intención nunca ha sido liderar un tercer bloque o solucionar los problemas internos del mundo no alineado. Fue principalmente para proporcionar una identidad geopolítica legítima a estados como India que buscan preservar la seguridad y la independencia.

Cualquier evaluación histórica honesta acreditará a la India como una de las principales vanguardias intelectuales de la libertad para aquellos que no deseaban elegir la alineación política o militar como base para la política exterior, sino que necesitaban un concepto legítimo para sustentar su papel internacional.

La escuela india de geopolítica

¿Necesita India revisar o ajustar su marco geopolítico para gestionar intelectualmente la transición a un orden mundial multipolar? Y si es así, ¿cuáles serían las principales características de esta geopolítica revisada?

Si el contexto global y regional ha cambiado, los conceptos históricos por sí solos no pueden ser suficientes para la orientación futura. La tentación de captar los conceptos de la era británica debe ser atenuada por las realidades del poder de nuestro tiempo y el interés nacional. El papel de seguridad de primera línea que desempeñó India hace un siglo como el llamado «proveedor de seguridad de red» para la competencia de Gran Bretaña con sus rivales de gran potencia no puede servir en un nuevo avatar como un modelo realista para el futuro.

La fase de la era de la Guerra Fría es más compleja porque las opciones geopolíticas indias se buscaron de forma independiente (a diferencia de la India británica) y, en general, proporcionaron seguridad. Hoy, el equilibrio de poder y las complejas formas de interconexión entre las grandes potencias pueden no permitir una estrategia convencional no alineada de suministro de bienes, aunque la neutralidad político-militar sigue manteniendo su evidente lógica y ventaja en el contexto de los distintos puntos. de inflamabilidad existente y potencial.

También debemos tener cuidado con nuestra forma de pensar sobre la vía continental frente a la marítima. Recuerde que Mackinder y Spykman crearon conceptos y un mapa del mundo que se imaginó desde la perspectiva de una gran potencia marítima mirando desde el exterior al supercontinente euroasiático y sus regiones costeras marítimas. Pero, ¿ese mapa es relevante para la India? ¿Cuáles son las características clave del contexto geopolítico indio?

India se encuentra en la encrucijada de diferentes regiones, civilizaciones y complejos de seguridad, cada uno con su propia dinámica local. No todos estos complejos de seguridad requieren un papel extrarregional para la India. Parte de la razón por la que a la India se le ofrecen diferentes roles de seguridad política y se la empuja en diferentes direcciones es que todavía tenemos una escuela subdesarrollada de geopolítica india que aún no se ha fusionado conscientemente ni ha llegado a un acuerdo con nuestras tres identidades internacionales centrales: el post -identidad colonial de independencia estratégica o autonomía estratégica, la identidad de civilización más amplia de la India como un centro geocultural y geopolítico distinto, y la identidad de la principal potencia de la India que emergerá como polo futuro en un orden multipolar plural.

Dicho esto, las facetas continentales y marítimas del entorno geopolítico inmediato de India alrededor del subcontinente brindan oportunidades y riesgos; oportunidades para nuevas conexiones geoeconómicas, pero también riesgos de costosas licitaciones de seguridad.

La dimensión continental implica un cierto papel, la marítima implica otro papel. Es importante aclarar qué implicarían estos roles en la práctica y luego dedicar recursos y una estrategia a cada uno. Por ejemplo, parece bastante claro que las consideraciones geopolíticas clásicas de seguridad fronteriza y nacional siempre requerirán un nivel de atención continental que no puede ser compensado o reemplazado por un mayor papel e identidad marítimos. Un papel marítimo indio debe esforzarse por abordar la seguridad militar y los intereses geoeconómicos del subcontinente y no aspirar a ser una pieza de ajedrez en la teoría Rimland de Spykman para rodear el corazón de Eurasia.

El otro aspecto que debe tener en cuenta cualquier concepto geopolítico es la exigencia continua de interdependencia. A diferencia de los contextos mundiales provocados por la Guerra Fría o incluso la unipolaridad, un mundo multipolar está demostrando ser un entorno mucho más complejo, donde la competencia y la cooperación geoeconómica pueden ocurrir y ocurren con el mismo actor.

Articular un concepto geopolítico que esté menos impregnado de ideología y más con intereses sociales y materiales identificables le dará a la política exterior india la creatividad y la flexibilidad para construir asociaciones y redes sin estar encerrado en una camisa de fuerza ideológica que lo abarca todo y que atrapa a India en un bloque. política.

Finalmente, la política exterior de la India, incluso desde una perspectiva de interés propio, siempre ha buscado una búsqueda positiva para reformar y, cuando sea posible, transformar el orden mundial. Esto nuevamente implica un concepto geopolítico que puede trascender la geografía para mirar el sistema internacional como un todo. Un concepto abierto y orientado hacia el exterior para el desarrollo de redes colaborativas e instituciones multilaterales innovadoras que pueden promover reformas o cambios en diferentes áreas temáticas y regiones.

Zorawar Daulet Singh : historiador, experto en geopolítica y relaciones internacionales con sede en Nueva Delhi. Fundador de la Universidad Northcap, una universidad estatal privada ubicada en Gurugram, Haryana, también está asociado con el Instituto de Estudios Chinos de Nueva Delhi. Entre sus últimas publicaciones: Power and Diplomacy: India’s Foreign Policies during the Cold War, India-China Relations: The Border Issue and Beyond y Chasing the Dragon: Will India Catchup with China?
La Colonia de la India Inglesa

India Actual

Muchos analistas (oxidentalistas) han dicho que lo de la Organización de Cooperación de Shangai los acuerdos de Samarkanda del año pasado -son papel mojado- que el tema BRICS falta mucho aún consolidarse, que occidente aún tiene la sartén por el mango de mundo cuasi unipolar -controlado por la angloesfera- La «realidad que es la única verdad» los pasos de los eje China Rusia de los pasos Irán Rusia, de los acercamiento a los países del sudeste asiatico a China y los cambios en Asia occidental (mal llamado Medio Oriente) demuestra que tras el humo y los ruidos de -la primera guerra híbrida global que se desarrolla en Ucrania-  no dejan de aturdir a las masa occidentales con relatos mientras el mundo multipolar aumenta su presencia global y poderio.

Estas afirmaciones faltas de analisis serios se llevan de bruces con esta nueva realidad de la «Nueva India» que ingresa con fuerza al Sur Global y es un ejemplo para todos los otros continentes el africano y el latinoamericano que se puede romper el sortilejos que nos controlos por lo menos por 3 Siglos. Carlos Pereyra Mele Dossier Geopolitico

La Cumbre del Sur Global de la India es el evento multilateral más importante en décadas

Por Andrew Korybko.

India anunció el viernes que organizará virtualmente la Cumbre Voice Of Global South los días 12 y 13 de enero, lo que se alinea con la ambiciosa visión del primer ministro Modi de que su país lidere al mundo en desarrollo en medio de la transición sistémica global a la multiplicidad que se aceleró sin precedentes. el año pasado. Más de 120 estados están invitados a participar en las diez sesiones que generarán ideas para que esta categoría de países mancomunen sus esfuerzos en la búsqueda del objetivo compartido de mejorar la vida de sus pueblos.

Se espera que las consecuencias persistentes de la pandemia de COVID-19, las emergentes relacionadas con el cambio climático, las continuas dificultades para pagar la deuda y las crisis interconectadas de alimentos y combustible catalizadas por las sanciones contra Rusia de Occidente ocupen un lugar destacado en la agenda. Como el país en desarrollo más grande del mundo y el presidente del G20 de este año, India está en una posición única para dar una voz global a las preocupaciones de sus pares y garantizar que se tomen medidas tangibles para hacer frente a sus desafíos compartidos.

Además, merece ser mencionado que la neutralidad de principios de la India ya ha cosechado el gran dividendo estratégico de convertirla en el hacedor de reyes en la Nueva Guerra Fría entre los mil millones de oro de Occidente liderados por Estados Unidos y el Sur Global liderado conjuntamente por los BRICS y la OCS , del cual es aparte. El camino pragmático iniciado por India al mantener un pie en cada bloque de facto sin hacerlo a expensas del otro es digno de emulación por parte de sus pares, ya que es la mejor manera de maximizar su soberanía durante estos tiempos caóticos.

Al practicar su propia forma de alineamiento múltiple, todo el Sur Global puede unirse como un tercer polo de influencia para romper el estancamiento bi-multipolar de las Relaciones Internacionales caracterizado por la influencia desproporcionada del duopolio de superpotencias chino-estadounidenses . A diferencia de la antigua Guerra Fría, cuando el Movimiento de Países No Alineados estaba impulsado geopolíticamente, el nuevo Movimiento de Países No Alineados informal (“ Neo-NAM ”) que India aspira a reunir está impulsado geoeconómicamente y es completamente apolítico.

La famosa declaración del primer ministro Modi a fines del año pasado de que «la era actual no es una era de guerra» puede servir para inspirar al Sur Global a unirse en la búsqueda del desarrollo pacífico descartando las divisiones políticas en favor de asociaciones económicas mutuamente beneficiosas con todos. Las estrellas proverbialmente se alinearon a favor de la India el año pasado debido a la gran efectividad estratégica de su neutralidad de principios mencionada anteriormente y la nueva presidencia del G20 para darle este papel único .

Solo India tiene la credibilidad como un estado en desarrollo verdaderamente neutral y de buena fe para unir a esta categoría de países en este punto histórico de la historia humana para formar parte de la tripolaridad antes de la inevitable forma final de la transición sistémica global de multipolaridad compleja («multiplexidad»). Este resultado es del interés de todos, ya que hará que las Relaciones Internacionales sean más democráticas, igualitarias, justas y predecibles, ayudando así a contrarrestar el caos que desató la complicada secuencia de eventos del año pasado .

Este gran contexto estratégico significa que la Cumbre del Sur Global de la India es el evento multilateral más importante en décadas, ya que es la mejor esperanza para la humanidad de lograr un progreso positivo frente a tantos acontecimientos negativos en los últimos tiempos. La reunión de tantos países con fines apolíticos y geoeconómicos demuestra que la gran mayoría de la humanidad quiere un desarrollo mutuamente beneficioso que una al mundo en lugar de una mayor competencia geopolítica que solo lo desgarrará.

ANEXO Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores Gobierno de la India

https://www.mea.gov.in/press-releases.htm?dtl/36087/Voice_of_Global_South_Summit

Comunicado Traducido por Dossier Geopolitico

Centro de Medios Cumbre de la Voz del Sur Global 06 enero 2023

En una iniciativa nueva y única, India organizará una cumbre virtual especial los días 12 y 13 de enero de 2023. Esta «Cumbre de la Voz del Sur Global» bajo el lema «Unidad de voz, unidad de propósito» prevé reunir a países del Sur Global para compartir sus perspectivas y prioridades en una plataforma común. Más de 120 países están siendo invitados a participar en esta Cumbre.

La iniciativa está inspirada en la visión del primer ministro Shri Narendra Modi de Sabka Saath, Sabka Vikas, Sabka Vishwas y Sabka Prayas, y está respaldada por la filosofía india de Vasudhaiva Kutumbakam.

India trabajará para garantizar que los valiosos aportes generados por los países socios en las deliberaciones de Voice of Global South Summit reciban el debido reconocimiento a nivel mundial.

Además, la presidencia en curso de India del G20 brinda una oportunidad especial y sólida para que aquellos países que no forman parte del proceso del G20 compartan sus ideas y expectativas del G20. Esto está en línea con la declaración del Primer Ministro de que la Presidencia del G20 de la India se formará en consulta no solo con nuestros socios del G20, sino también con nuestros compañeros de viaje en el Sur Global, cuya voz a menudo no se escucha.

La Cumbre prevé diez sesiones. Se celebrarían cuatro sesiones el 12 de enero y seis sesiones el 13 de enero. Se espera que cada sesión sea testigo de la participación de Líderes/Ministros de 10 a 20 países.

Las sesiones inaugural y de clausura serían a nivel de Jefe de Estado/Gobierno, y estarían a cargo del Primer Ministro. El tema de la sesión inaugural de los líderes es «La voz del Sur Global: para el desarrollo centrado en el ser humano» y el de la sesión final de los líderes es «Unidad de voz, unidad de propósito».

Además, habrá 8 sesiones ministeriales, con los siguientes temas:

• Sesión de Ministros de Hacienda sobre «Financiación del desarrollo centrado en las personas»
• Sesión de Ministros de Medio Ambiente sobre «Equilibrar el crecimiento con estilos de vida favorables al medio ambiente (LiFE)»
• Sesión de Ministros de Relaciones Exteriores sobre «Prioridades del Sur Global – Garantizar un entorno propicio»
• Sesión de Ministros de Energía sobre «Seguridad energética y desarrollo: Hoja de ruta hacia la prosperidad»
• Sesión de Ministros de Salud sobre «Cooperación para construir sistemas de salud resilientes»
• Sesión de Ministros de Educación sobre «Desarrollo de recursos humanos y desarrollo de capacidades»
• Sesión de Ministros de Comercio y Comercio sobre «Desarrollo de sinergias en el Sur Global: comercio, tecnología, turismo y Recursos”
• Sesión de Ministros de Relaciones Exteriores sobre “G-20: Sugerencias para la Presidencia de la India”

Se compartirán más detalles sobre la Cumbre a su debido tiempo.

GEOPOLITICA DE EURASIA – No nos distraigamos en las «noticias»  con las que nos inunda y desinforma «occidente» y observemos detenidamente y con un análisis profundo la velocidad con que avanza la conectividad y por ende los procesos de integración comercial de los países euroasiáticos, que contrasta con el proceso de desintegración occidental.

En este caso es el Corredor internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) que promueve Rusia e Irán que conecta el Mar Baltico con el Oceano Indico, que involucra a países de la UE, a países ribereños del Mar Caspio, del Asia Central y a la india, y prefigura un bloque comercial que diría importante. Recordar que en enero de 2023 Iran firmará un tratado de libre comercio con la UEE ( Bielorusia, Rusia, Armenia, Kazajstán y Kirguistán). Seguramente el INSTC terminará conectando con el Corredor Económico China Pakistán   CPEC. Si a esto lo ubicamos en el marco que dan las plataformas  como la OCS ( Organización de Cooperación de Shanghai), el Brics+, y otras, y la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda (BRI) podemos decir que el eje de poder del mundo se desplaza a Eurasia… relegando al «occidente». M.A.Mitre

RUSIA E IRÁN ABREN UNA RUTA COMERCIAL ANUNCIANDO UN BLOQUE

M.K.Bhadrakumar  18 de diciembre

Como consecuencia de la guerra de Ucrania, a medida que el Mar de Azov se convierte en un mar interior para Rusia, delimitado por la península de Crimea y la desembocadura del río Don, las redes marítimas y ferroviarias de la región se extienden hasta los centros iraníes en el Mar Caspio y, en última instancia, conducen al Océano Índico. Un artículo destacado en Bloomberg la semana pasada titulado Rusia e Irán están construyendo una ruta comercial que desafía las sanciones trae al centro del escenario este proyecto de «violación de sanciones» en la región. 

El mes pasado, la agencia de noticias Mehr informó que un primer envío de 12 millones de toneladas de grano ruso con destino a la India ya transitó por Irán. Ha llegado el momento del corredor de comercio interior conocido como Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur o INSTC, que se puso en marcha en 2000 para conectar el Mar Báltico con el Océano Índico. 

Irónicamente, las “sanciones del infierno” de Occidente contra Moscú despertaron el INSTC a la vida. ¡Moscú está finalizando actualmente las reglas que darían a los barcos de Irán el derecho de paso a lo largo de las vías navegables interiores en los ríos Volga y Don! 

El INSTC fue concebido como una red de transporte multimodal de 7.200 km de largo que abarca rutas marítimas, terrestres y ferroviarias para mover mercancías entre Rusia, Asia Central y las regiones del Caspio, Irán e India. En esencia, este es un proyecto ruso-iraní que son partes interesadas en contrarrestar el uso de sanciones como armas por parte de Occidente. 

Pero hay mucho más en sus intereses congruentes. Las sanciones occidentales los motivan a buscar el desarrollo óptimo de sus economías, y tanto Rusia como Irán están pivotando hacia el mercado asiático y, en el proceso, se está formando un nuevo bloque comercial completamente libre de la presencia occidental. “El objetivo es proteger los vínculos comerciales de la interferencia occidental y construir otros nuevos con las economías gigantes y de rápido crecimiento de Asia”, señaló Bloomberg. 

En declaraciones a un grupo de editores rusos de alto nivel el lunes en Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov dijo : “Tengan la seguridad de que en un futuro cercano veremos una grave caída en la capacidad de Occidente para ‘dirigir’ la economía global de la manera que le plazca.   Lo quiera o no, tendrá que sentarse y hablar”. Este es el quid de la cuestión: obligar a las potencias occidentales a negociar. 

En el corto plazo, el despegue de INSTC dependerá de algunos grandes proyectos. El lunes, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, habló sobre una red energética que involucra a Rusia, Irán y Asia Central y la región del sur de Asia. 

Novak dijo: “Una afluencia constante de monedas nacionales da confianza al mercado. A principios de año, nos enfrentamos a una situación en la que no estaba muy claro qué hacer con estas monedas. En este momento, se negocian en la bolsa de valores y aseguran el intercambio comercial mutuo… Si a principios de año este volante se balanceó mucho, en solo unos meses se convirtió en algo común y comenzamos a comerciar de manera constante en monedas nacionales. ” La desdolarización proporciona un apuntalamiento del INSTC. Esto es una cosa. 

En segundo lugar, Novak reveló que Rusia e Irán pueden llegar a un acuerdo sobre el intercambio de suministros de petróleo y gas para fines de este año. Como él dijo, “si hablamos de perspectiva, esto incluye exportaciones de gas a Afganistán, Pakistán, ya sea utilizando los proyectos de infraestructura de Asia Central o mediante un intercambio desde el territorio de Irán. Es decir, recibiremos su gas en el sur del país [Irán] y, a cambio, suministraremos gas al norte para los consumidores iraníes”

Novak agregó: «Esperamos alrededor de 5 millones de toneladas [de petróleo] por año y hasta 10 mil millones de metros cúbicos [de gas] en la primera etapa». Pakistán está interesado en abastecerse de gas ruso. Novak se refirió al acuerdo de Rusia con Azerbaiyán, que está destinado a aumentar los suministros de gas, y «cuando aumenten la producción de gas, podremos discutir los intercambios». 

Pakistán tiene una ventaja inherente, ya que todos los países participantes del INSTC, excepto India, también son miembros de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. En algún momento lo suficientemente temprano, los dos puertos iraníes designados en el INSTC (Bandar Abbas y Chabahar) probablemente se vincularán con el puerto de Gwadar, que es la puerta de entrada al Corredor Económico China-Pakistán [CPEC] que conduce a Xinjiang, y un componente importante del BRI. 

Claramente, el INSTC generará una red de corredores económicos internacionales. Irán está destinado a convertirse en el centro de convergencia de intereses estratégicos con importantes dimensiones económicas que determinarán nuevas alianzas e impactarán la geopolítica del sur y oeste de Asia en el siglo XXI.

Estados Unidos ha estado librando una guerra de información para desacreditar al CPEC y alimentar los sentimientos anti-China en la opinión pública pakistaní. Pero es un esfuerzo inútil difamar al INSTC como un proyecto geopolítico y es poco práctico amenazar a los estados regionales para que no se asocien con lo que es una ruta de comercio intercontinental que no es una franquicia de un solo país. Después de todo, ¿cómo sancionar a un bloque comercial? 

Los hechos hablan por sí mismos. Las pruebas del INSTC realizadas para transportar contenedores de Mumbai a San Petersburgo utilizando el corredor comercial pueden reducir el tiempo de entrega de la carga de 45 días a 25 días a tarifas un 30 % más económicas que a través del Canal de Suez, lo que justifica las esperanzas de mejorar la conectividad y la utilidad. del corredor Claramente, el potencial comercial de INSTC es inmenso.

Sin embargo, Rusia e Irán están decididos a desvincularse de Occidente. Lavrov dijo el lunes: “Ya no podemos confiar en estas personas.   Ni nuestro pueblo ni la historia nos perdonarán si lo hacemos… confiamos demasiado abierta e ingenuamente en las afirmaciones que escuchamos a principios de los años noventa sobre un hogar europeo común y la necesidad de una división internacional del trabajo que se base en los mejores desempeño y las ventajas competitivas de cada país, para que aunando esfuerzos y ahorrando recursos, logremos los mejores y más rentables resultados. Todo eso fue una charla vacía”.

Irán y la Unión Económica Euroasiática [que comprende Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán y Kirguistán] habrían finalizado los términos de un acuerdo de libre comercio que involucra más de 7500 tipos de productos básicos. Un mercado tan grande como $ 700 mil millones se está abriendo a productos y servicios iraníes a partir del próximo año iraní [a partir del 21 de marzo de 2023]. 

El TLC fomenta la libre circulación de bienes y servicios, y prevé políticas comunes en el ámbito macroeconómico, transporte, industria y agricultura, energía, comercio exterior e inversión, aduanas, reglamento técnico, competencia y regulación antimonopolio. Será un cambio de juego para el INSTC,   transformando la dinámica de poder en la vasta masa continental de Eurasia y la región del Golfo. El INSTC significa un eje estratégico entre Rusia e Irán construido alrededor de una ruta comercial que anuncia un bloque comercial no occidental de estados regionales independientes con intereses comunes en resistir la hegemonía occidental.

Por M.K.Bhadrakumar

Anexos recomendados por Dossier Geopolitico sobre las Nuevas Rutas en Eurasia

http://www.reingex.com/International-North-South-Corridor.shtml#:~:text=El%20Corredor%20Internacional%20de%20Transporte,%2C%20Bielorrusia%2C%20Om%C3%A1n%20y%20Siria