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Columna Radial de Geopolitica 10/2/19: La Guerra Híbrida en Venezuela

Análisis semanal de Geopolitica por Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo:

Este domingo desarrollamos cuales son los conceptos que determinan porque Venezuela tiene el triste privilegio en nuestro subcontinente suramericana de ser objeto de la primera guerra híbrida en este Siglo XXI.

Permanentemente se habla de guerra híbrida en los grandes medios y el público común desconoce cómo funciona este modelo implementado por el Pentágono para los conflictos del siglo XXI como etapa superior a las Guerras de 4ta Generación que formulara el Prof William Lind. Por ello es menester explicar en que se basa:

Ya no es una guerra entre actores no estatales sino que, incluye:

  • Ciberataques

  • Ataques Económicos: usando el manual de guerra del 2008 del pentágono que incluye a Organismos internacionales BM/FMI

  • Creacion y manipulacion de grupos violentos de la “sociedad civil” tipo guarimbas

  • Creación de nuevos grupos de presión por fuera de la OEA en este caso. Como es el Grupo Lima

  • Rediseño para el siglo XXI de la Doctrina de Monroe (América para los Norteamericanos)

  • Nueva herramienta el manejo de los aparatos judiciales de los países a “disciplinar” Lawfare

  • Fake News (falsas noticias) potenciado ahora con el uso masivo de las nuevas tecnologías de comunicación y de las llamadas redes sociales.

Todo esto es de manual y lo vimos en los últimos años con las revoluciones de Colores y Primaveras árabes que terminaron en sangrientos conflictos internos y la destrucción de la infraestructuras de los estados agredidos

Ahora se pone en marcha su más reciente herramienta de la guerra híbrida la “Ayuda Humanitaria”, que se aplicó a Libia e Irak y fracaso en Siria por la resistencia del Gobierno de Bashar Al Assad.

Que es esta ayuda humanitaria para Venezuela? un Caballo de Troya, con el ingreso por la fuerza de esa “ayuda” ingresara: ayuda tecnología, dinero y comandos para reactivar las guarimbas para llevar el conflicto al interior del Pais Ademas de crear zonas fronterizas que serán santuarios para la oposicion y rebeldes.

Esto es guerra Híbrida que desarrollamos en nuestro análisis de este domingo 10/2.

Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de DG

AUDIO https://ar.ivoox.com/es/32413595 

lic Carlos Pereyra Mele

Acompaño el informe elaborado por la ESADEGeo la institucion donde Curse sobre Gobernaza Mundial y Geopolitica, Carlos Pereyra Mele

Texto finalizado el 18 de diciembre de 2018. Esta Nota Internacional es el resultado de una reflexión colectiva por parte del equipo de investigación de CIDOB en colaboración con ESADEgeo. Coordinada y editada por Eduard Soler i Lecha, se ha beneficiado de las contribuciones de Hannah Abdullah, Dídac Amat, Anna Ayuso, Jordi Bacaria, Moussa Bourekba, Victor Campdelacreu, Ignasi Camí, Carmen Claudín, Carme Colomina, Anna Estrada, Francesc Fàbregues, Oriol Farrés, Agustí Fernández de Losada, Blanca Garcés, Eva Garcia, Francis Ghilès, Sean Golden, Josep Maria Lloveras, Óscar Mateos, Sergio Maydeu, Pol Morillas, Yolanda Onghena, Francesco Pasetti, Enrique Rueda, Olatz Ribera, Jordi Quero, Cristina Sala, Elena Sánchez, Héctor Sánchez, Ángel Saz, Antoni Segura, Cristina Serrano, Marie Vandendriessche, Lorenzo Vidal y Eckart Woertz. 

En 2019 van a ponerse las cartas sobre la mesa. Hay mucho en juego: el futuro de las instituciones del orden internacional, la democracia, la dignidad y también los derechos sociales y laborales, que muchas sociedades consideraban adquiridos o se daban por descontados. Veremos cuán potente es la ofensiva para erosionar estos principios pero también cuán ágil y creativa es la capacidad de resistencia. En esta pugna surgirán oportunidades. Son viejos combates pero con protagonistas renovados e ideas nuevas. Será una partida a varios niveles: entre las principales potencias, entre distintas concepciones del orden internacional y también entre distintas ideas de sociedad. Este tercer choque adquirirá mayor relevancia si, frente a todos aquellos que propugnen el repliegue, la mano dura y el mirar por uno mismo, se consolidan formas de resistencia positiva entre cuyos protagonistas encontraremos al feminismo como gran fuerza transformadora, al activismo digital y a unos espacios urbanos orgullosos de sus sociedades abiertas, diversas y conectadas. La partida no terminará en 2019 pero sí será un momento de toma de posiciones, de definición de alianzas y estrategias. La relevancia de este año no estará determinada por el resultado final de este enfrentamiento sino por la constatación de que lo que está en juego son elementos básicos del progreso global. En 2019 volvemos a lo básico. 

 1.      Las reglas del juego: multilateralismo y polaridad

Desde que Donald Trump tomó posesión, Estados Unidos ha ido menoscabando el multilateralismo. En 2018 los norteamericanos cortaron la financiación de la UNRWA (la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos), abandonaron las negociaciones para el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, se retiraron del acuerdo nuclear con Irán (conocido por las siglas JCPOA), del Tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces) que se firmó en 1987 con la Unión Soviética y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Nada indica que esta tendencia vaya a revertirse en 2019. Es más, algunos países pueden seguir sus pasos, por sintonía con la política exterior de Trump, o porque se sientan mal representados en estos marcos multilaterales y consideren que su cuestionamiento es ahora más aceptable que en el pasado. Los anuncios a finales de 2018 de que Brasil rechaza la presidencia de la COP25 o las bajas de varios países europeos del Pacto Mundial para las migraciones apuntan hacia esta tendencia. 

La tensión entre China y Estados Unidos, con la guerra comercial de telón de fondo, mantendrá en vilo al resto de actores internaciones. La cumbre del G20 en Buenos Aires consiguió aplazar unos meses la puesta en marcha de nuevos aranceles, pero la tregua no supone un cambio de rumbo que desvíe a las dos superpotencias económicas del riesgo de colisión. En 2019 pueden producirse tres escenarios: el choque, una nueva prórroga o un giro sorpresa en forma de acuerdo bilateral tras el que ambos jugadores se reclamen vencedores. En cualquiera de los tres, el elemento determinante es la fuerza y la estrategia de los contrincantes y no el respeto de las reglas del juego ni al resto de jugadores. De una u otra forma, en menor o mayor medida, el multilateralismo saldrá debilitado. 2019 es un año en que se erosiona la confianza, y ello nos sitúa en peores condiciones para reaccionar concertadamente ante cualquier desafío de alcance global. 

En 2019 se darán dos paradojas: China aparecerá como el adalid del multilateralismo aunque sea desde la fe del converso y se idealizarán instituciones y marcos que objetivamente ya eran disfuncionales como la Organización Mundial del Comercio o el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. También será un año en que intuiremos si el problema son las reglas del juego – si es el caso, habrá quien proponga reglas nuevas – o si asistimos a una crisis de valores más profunda y por lo tanto la alternativa es jugar sin reglas o sin instituciones que velen por su cumplimiento. 

También será un año en que sabremos si esta es una partida en la que hay sólo dos jugadores relevantes – avanzando así hacia una nueva dinámica bipolar pero con reglas obsoletas – o si el resto de jugadores deciden dar un giro y jugar su propia mano. 2019 debería ser un año para tomar cartas, singularmente por parte de actores que, como la Unión Europea, han estado defendiendo con mayor ahínco el multilateralismo y que van a tener que decidir si optan por dar un paso adelante en la defensa de las instituciones y marcos ya existentes o, por el contrario, asumen que se ha entrado en una nueva fase en que la mejor forma de defenderlo es aceptando su fragmentación. En otras palabras, si aceptan que habrá partidas simultáneas o, lo que es lo mismo, que ante la ausencia de consensos globales podrían primar los acuerdos de alcance regional o interregional. Si esta es la opción, se enfrentarán a un problema añadido: la rivalidad entre potencias regionales – a menudo en clave ideológica – que ya está tomado como rehén a muchas organizaciones. 

2.      Preparándose (o no) para la próxima crisis económica

En 2019 se especulará cada vez más sobre cuál será el desencadenante de la próxima crisis económica global y sobre si estamos mejor o peor preparados para hacerle frente que en 2008. Se plantearán tres posibles causas: los efectos disruptivos de la colisión comercial entre Estados Unidos y China; una crisis mayor y más generalizada de los países emergentes; o que algunos de los flancos débiles de la Unión Europea vuelvan a sembrar la incertidumbre a nivel global. 

El progresivo final del ciclo de expansión monetaria, las fluctuaciones en los mercados de la energía y el temor a un efecto contagio entre y desde economías emergentes pueden ahondar las dificultades financieras que ya se experimentaron en 2018. Cuanto más endeudada en dólares esté una economía, más se resentirá de un aumento de tipos en Washington en forma de depreciación de la moneda, inflación descontrolada y dificultad para acceder al crédito. Aquellos gobiernos que ya introdujeron medidas de austeridad en 2018 como Brasil, Argentina, Venezuela, Turquía, Argelia, Egipto, Sudáfrica, Sudán o Pakistán pueden resentirse aún más de una percepción de deterioro económico que se traduzca en aumento de la conflictividad social. En algunos de estos países las turbulencias económicas pueden amplificarse por la coincidencia con procesos electorales, sobre todo una vez las elecciones se hayan celebrado y toque implementar nuevos recortes. Por orden cronológico, los turcos eligen a sus alcaldes en marzo, los argelinos al presidente en mayo, los sudafricanos tienen elecciones generales en algún momento entre mayo y agosto y los argentinos lo harán el 27 de octubre.  

Si, en cambio, ponemos el foco en Europa los principales quebraderos de cabeza serán Italia y el Brexit, tema que desarrollamos más adelante. Italia lleva más de dos décadas de bajo crecimiento pero consiguió sortear el fantasma del rescate durante la crisis anterior. El principal temor esta vez será que, en caso de dificultades económicas severas, la eurozona no tenga ni voluntad política ni recursos suficientes para poner la tercera mayor economía del euro a flote y protegerla de los choques especulativos. La premisa de que Italia es “too big to fail” aumentará la actitud desafiante del gobierno italiano respecto a las instituciones europeas. Si se aplica el Procedimiento de Déficit Excesivo a Italia, con la obligada votación-decisión del Consejo de la Unión Europea, se enfrentarían las opciones de defender al euro de las crisis de la deuda y la de defender la soberanía presupuestaria de los estados miembros. El año en que el euro celebra el veinte aniversario de su creación, la Unión Europea puede verse obligada a escoger entre lo malo y lo peor, y la gestión de estas turbulencias tendrán (pre)ocupados a los mercados.  

A diferencia de lo que sería razonable, la constatación de que tarde o temprano va a haber una crisis económica y la identificación de los puntos débiles no se traducirá en una aceleración o intensificación de las medidas para hacerle frente con mejores garantías y menores costes. Los optimistas – ojalá acierten – esperarán que el miedo al precipicio aparque la tentación del retorno al proteccionismo. No se conseguiría evitar una crisis – son cíclicas – pero sí reducir su intensidad. Mientras esperamos un nuevo choque, lo que sí continuará en 2019 son los estragos de la crisis anterior en forma de desigualdades crecientes, con derivadas territoriales y generacionales cada vez más visibles. En otras palabras, si de la crisis de 2008 sólo se han abordado parcialmente algunas de las causas, la gestión de sus consecuencias seguirá siendo un asignatura pendiente. Por eso, cuando se produzca una nueva crisis se planteará la duda de si realmente es algo nuevo o la prueba de que la anterior nunca llegó a superarse.  

3.      Entre la economía de plataforma y el oligopolio digital

2018 ha sido un año en que se ha generalizado la discusión sobre los efectos del modelo de negocio de muchas plataformas digitales y algunos términos como “uberización” han empezado a formar parte del lenguaje común. En 2019 se consolidará y ampliará este fenómeno y el peso relativo de las empresas digitales  – incluidas las de plataforma – en la economía global continuará aumentando y, con ello, cambiará aceleradamente la percepción de este fenómeno. Estos negocios ya no se verán como simpáticas iniciativas lanzadas por jóvenes emprendedores sino como una realidad arrolladora capaz de llevarse por delante operadores tradicionales y alterar las reglas de juego del mercado de trabajo. Ya no se les percibirá como exponentes de la economía colaborativa sino como intermediarios entre actores económicos con amplios márgenes de beneficio. 

Las administraciones públicas, a todos los niveles, pero también algunos sectores de la sociedad, se plantearán de forma más contundente cómo afrontar este fenómeno y, sobre todo, las externalidades negativas que pueda provocar. La naturaleza tecnológica, innovadora y a menudo desterritorializada de este modelo de negocio planteará desafíos añadidos en términos de regulación y fiscalidad. Pero también preocuparán las tendencias oligopólicas y la desprotección en materia de derechos laborales o de privacidad. Todo lo relativo a la vivienda, especialmente en grandes urbes, adquirirá especial protagonismo. La causa habrá que buscarla no tanto en el fenómeno de la economía de plataforma sino en cómo éste se suma a otras tendencias como el rentismo inmobiliario que están amplificando los problemas de acceso a la vivienda de una parte cada vez mayor de los trabajadores. 

El fenómeno de la economía de plataforma será percibida y tendrá efectos diferentes en función del contexto social. Aumentarán las suspicacias en buena parte de las sociedades post-industriales, especialmente allí donde ya había unos servicios de calidad y un nivel de protección social y laboral elevada. En cambio, en muchos países en vías de desarrollo, y especialmente allí donde los servicios son deficientes y los derechos laborales o del consumidor una ficción, la irrupción de estas nuevas plataformas será vista como una oportunidad, con efectos positivos en la vida cotidiana, como una fuente de inspiración a la hora de construir una cultura más emprendedora y como fórmula para sortear redes clientelares vinculadas a menudo al poder político establecido. 

Precisamente porque el debate social sobre este fenómeno va a intensificarse, desviará la atención de otro fenómeno económico (y social) tanto o más relevante: la hegemonía de un grupo muy reducido de empresas digitales y el creciente divorcio entre capital y trabajo. Actualmente las cinco principales empresas del mundo en capitalización bursátil pertenecen a esta categoría: Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Facebook.  Ninguna de ellas está entre los primeros empleadores del mundo pero, en cambio, sí que están en la vanguardia de lo que subrepticiamente llaman “optimización fiscal”. Otro dato relevante: en 2018, Jeff Bezos, el fundador de Amazon, se convirtió en la persona más rica del mundo y Netflix superó a Disney como principal compañía audiovisual. 2019 será un año de nuevos records que ilustrarán tanto la fuerza de la economía digital como los riesgos de una deriva oligopólica.

 4.      Democracia, retrocesos globales y resistencia

El año 2018 fuerzas populistas – abiertamente xenófobas en muchos casos – accedieron al poder en países como Brasil o Italia. En 2019 deberemos estar muy atentos a si el ejercicio del poder les desgasta. También comprobaremos si los intentos de generar una estrategia política compartida por parte de este segmento ideológico tiene recorrido. Y, sobre todo, veremos hasta qué punto son capaces de forzar una marcha atrás en temas de género, inmigración, pena de muerte o derechos del colectivo LBGTI. Ahí pueden contar con la complicidad de otros “hombres fuertes” como Trump, Putin, Duterte, Orbán o Erdogan. 

La intensidad de los retrocesos no se medirá sólo por lo que propugnen estas fuerzas sino por el riesgo de que otras formaciones políticas normalicen, y en el peor de los casos adopten, parte de su discurso. Existe el riesgo de caer en una trampa discursiva que obligue a escoger entre “seguridad para nosotros” o “derechos para ellos”. En 2019 una de las grandes batallas de lo que ya podríamos llamar “la internacional populista de derechas” serán las elecciones al Parlamento Europeo. Será el momento de comprobar si estos movimientos han conseguido cohesionarse y si su estrategia ya no pasa por detener la construcción europea sino más bien por apropiársela. De lo que no hay duda es que con su fortalecimiento ahondará en la fragmentación del Parlamento Europeo y en las potenciales disfunciones institucionales que podría conllevar. Pero también puede promover una nueva cultura del pacto en la que grupos como los verdes – erigidos en muchos casos como principal oposición al populismo y al repliegue – y algunos sectores de la izquierda no socialdemócrata – que capitalizan la indignación por el aumento de las desigualdades – adquirirán mayor protagonismo. 

Fuera de Europa, las elecciones en Canadá también aportarán pistas sobre la naturaleza global de este combate, especialmente porque la inmigración va a ocupar un lugar destacado en la campaña electoral. Además, el hecho de que algunas de las democracias más pobladas del mundo – India, Nigeria e Indonesia o, lo que es lo mismo, casi dos mil millones de personas  – tengan cita con las urnas en 2019, recordará que Occidente no es el único terreno en que se juega la defensa de la democracia y su capacidad de adaptación a los nuevos desafíos.   

Las protestas emancipadoras que recorrieron medio mundo en 2011 han ido dando pie a una fase de repliegue. ¿Será 2019 un punto de inflexión? A lo largo de 2018 hemos constatado la renovada fuerza del feminismo o el trabajo de coordinación entre ciudades que, en algunas materias como el clima o la inmigración han llegado a desafiar a sus respectivos gobiernos. Cuanta más fuerza adquieran los movimientos regresivos, más dinamismo y amplitud adquirirá una resistencia que no se contentará con defender el statu quo ante sino que planteará una nueva agenda democrática. El trabajo en red y la combinación entre mecanismos tradicionales de movilización social y nuevas tecnologías marcará el avance en la consecución de esta agenda.  

5.      Realidades paralelas, crisis de confianza y combate digital

Las elecciones brasileñas de 2018 apuntaron a una transformación del uso de la (des)información en la acción política, que se traslada desde las redes sociales y las plataformas abiertas a los espacios digitales cerrados y de confianza como los grupos de WhatsApp. Esto obliga a repensar estrategias para adaptarse a unos parámetros legales, tecnológicos y éticos distintos. Si esta es la tendencia, algunas de las ideas propuestas en clave de regulación – especialmente centradas en las redes sociales – habrán quedado obsoletas antes de entrar en vigor. 

Si en años anteriores los conceptos de moda han sido los de infoxicación, posverdad y fake news, en 2019 esta nueva sociedad fragmentada por la información se expresará cada vez más a través de las identidades on-line e irá configurando un tribalismo digital que aísla unos grupos de otros. Las nuevas tecnologías han puesto al alcance del ciudadano una cantidad ingente de información y le permiten el acceso a interpretaciones muy distintas de la realidad. Sin embargo, esta evolución tecnológica y el modelo de negocio imperante está aislando al usuario digital en comunidades que se retroalimentan y reafirman en sus posiciones, deslegitimando aquellos que piensan distinto, cuestionando la noción de objetividad y contribuyendo a la creación de realidades paralelas. Esto agudiza – y en parte viene reforzado – por la desconfianza en los intermediaros, en los expertos, en el periodismo e incluso en la política profesional. La erosión aún es mayor cuando esta desconfianza se extiende incluso al resto de ciudadanos que no forman parte de la tribu digital propia. 

La fragmentación y la crisis de confianza se profundizará en 2019 y con ello lo hará también la reflexión sobre cómo afrontarlo, especialmente por parte de aquellos sectores que apuestan por sociedades abiertas. La politización y las figuras carismáticas, combinadas con mensajes positivos y nuevas representaciones –generacionales, de género, de clase e identidad- pueden ser la mejor baza para plantar cara a procesos de repliegue. Lo vimos en las mid-term elections de noviembre de 2018 en Estados Unidos. Las elecciones al Parlamento Europeo de 2019 podrían ser un segundo laboratorio para la formulación de alternativas en positivo y, quizás, un punto de inflexión a nivel de participación electoral si se plantearan en estos términos.

 6.      Normalización del conflicto (y de las violencias)

La mayoría de conflictos que estallaron en las últimas décadas siguen sin atisbo de solución. Hay excepciones como el acuerdo al que llegaron en 2018 Etiopía y Eritrea, el deshielo entre las dos Coreas o los avances relativos en las conversaciones entre Serbia y Kosovo. Sin embargo, la tendencia apunta hacia la cronificación de conflictos o incluso a aumentos de tensión en algunos escenarios que habían reducido su intensidad como el que enfrenta a Ucrania y Rusia. No sólo se han normalizado los conflictos sino también sus efectos: Estados que sólo lo son en apariencia, fronteras que pierden su significado y, sobre todo, necesidades humanitarias infra-financiadas y desplazamientos forzados de población que lejos de remitir siguen aumentando. 

Lo que sí remite es la atención que internacionalmente se presta a estos focos de inestabilidad. Cunde la fatiga, desaparece el sentimiento de urgencia y se agota la esperanza de hallar arreglos satisfactorios para las partes implicadas. Eso no quiere decir que en 2019 no vaya a haber propuestas sobre la mesa. Un buen ejemplo puede ser el ya famoso “acuerdo del siglo” que Estados Unidos quiere propiciar para poner fin a más de setenta años de conflicto árabe-israelí. Atención a las ramificaciones electorales ya que Netanyahu puede verse abocado a convocar elecciones anticipadas. Pero tanto este plan, como otros que puedan proponerse respecto a Siria, Libia o Yemen, serán recibidos con escepticismo y, sobre todo, no se percibirán como mecanismos para acabar con la violencia sobre el terreno. 

El objetivo de la acción internacional no será el de alcanzar una situación de paz y mucho menos construir estados democráticos y liberales. En un escenario de expectativas rebajadas se considerará un éxito la contención de los focos de inestabilidad, frenar el fenómeno de los territorios que escapan al control de sus estados respectivos, aumentar la resiliencia de las sociedades a la hora de absorber crisis sobrevenidas, evitar que los conflictos se extiendan hacia territorios vecinos y, sobre todo, impedir que sus efectos alcancen a los países desarrollados. Así lo veremos en la formulación y desarrollo de las misiones de Naciones Unidas, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales en los países del África occidental y del Sahel. En la medida que el objetivo sea que la situación no degenere, se normalizará un cierto nivel de violencia. 

Sólo cuando las víctimas consigan hacerse visibles y cercanas, para lo que necesitarán colaboración internacional, se recuperará la atención de la opinión pública y de los dirigentes globales. Es una carrera de fondo, como están demostrando las campañas de sensibilización respecto a los Rohinyas, la guerra en Yemen o la violencia contra las mujeres en todo tipo de contextos. Una de las novedades de 2019 es que, en las discusiones globales sobre violencias, América Latina y muy en concreto América Central ocuparán un lugar más destacado que en el pasado. Las caravanas de migrantes que salieron de Honduras, Guatemala y El Salvador en otoño de 2018 ha supuesto un recordatorio de los altísimos niveles de violencia que sufren muchas sociedades latinoamericanas.

 7.      Voluntad de frontera: muros físicos y simbólicos

En 2019 se celebrará el 30 aniversario de la caída de un muro: el de Berlín. Sin embargo, será un año en que continuarán erigiéndose muchos más, tanto físicos como simbólicos. Las dinámicas de repliegue y voluntad de contención de los focos de inestabilidad tienen un claro reflejo en dos procesos paralelos que continuarán reforzándose en 2019: la militarización y fortificación de fronteras existentes y la externalización del control fronterizo. Las políticas de Estados Unidos y de la Unión Europea contribuirán a construir estándares internacionales  -como lo hacen también Australia o muchos países asiáticos, norteafricanos y de Oriente Medio, que están poniendo un gran empeño en sellar fronteras-.  

Para los migrantes, el aumento del riesgo y de la violencia en ruta provocará un mayor sentimiento de urgencia para alcanzar la meta final. Este es uno de los puntos donde España adquirirá mayor relevancia internacional en 2019. También habrá que estar muy atentos a los efectos que la militarización fronteriza tenga en espacios donde los límites territoriales existían sólo sobre el papel porque las comunidades locales las habían ignorado y habían mantenido fuertes lazos sociales y económicos. El Sahel es uno de los espacios donde esta dinámica adquiere más intensidad. 

La otra cara de la moneda serán las dinámicas de transterritorialidad que tienen un viejo protagonista, las diásporas, y uno de más reciente, las redes sociales y las plataformas digitales. Aunque se erijan fronteras físicas, la circulación de ideas y de información irá en aumento, generando nuevas dinámicas (inter)culturales y, en ocasiones, de movilización política y social. Los núcleos urbanos pueden ser laboratorios de desfronterización e hibridación. Las ciudades serán el escenario donde se dirima el enfrentamiento entre la hospitalidad y hostilidad. 

El aumento de las desigualdades internas como fenómeno global también está alzando fronteras sociales, menos visibles pero no por ello menos significativas. Aumenta la distancia entre aquellos espacios que generan riqueza, atraen talento e inversión, y aquellos que se quedan al margen de las dinámicas de crecimiento y que incluso se despueblan. Aumenta así una fragmentación de comunidades políticas con fuertes impactos electorales como se ha visto en Estados Unidos y en muchos países europeos. Muros invisibles también son los que segregan barrios de una misma ciudad en niveles de educación, salud, infraestructuras o equipamientos. Se demostrará que las fronteras no han de ser ni físicas ni políticas para adquirir significado.  

8.      Brexit enquistado 

El 29 de marzo de 2019 está marcado en los calendarios internacionales como la fecha límite para que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Así se expresaron los ciudadanos británicos en referéndum en 2016 y así lo pidió su gobierno al activar el famoso artículo 50. El genio salió de la lámpara cuando el entonces Primer Ministro, David Cameron, erró en sus cálculos para preservar el control sobre el Partido Conservador. A finales de 2018, volvieron a ser elementos de política interior, y particularmente la fratricida confrontación entre tories, lo que desató todo tipo de especulaciones. ¿Podía pararse el reloj? ¿Sería posible dar marcha atrás? ¿Están ambas partes realmente preparadas para un escenario de no-acuerdo? ¿Puede renegociarse lo que ya estaba acordado? 

A medida que nos hemos ido acercado al momento decisivo no se han despejado las incógnitas sino que han ido aumentando las dudas sobre cuándo y cómo terminará esta saga. Sin embargo, todos los escenarios posibles para 2019 convergen en dos certezas. La primera es que todo lo relativo al Brexit seguirá marcando la agenda europea no solo ese año sino más allá, consumiendo esfuerzos y desviando la atención de otras prioridades igualmente urgentes. El Reino Unido seguirá anclado de una u otra forma a la Unión Europea e incluso en un escenario de no-acuerdo o de ‘Brexit salvaje’ sería muy difícil dar marcha atrás a 40 años de convergencia regulatoria y relaciones comerciales, humanas y políticas entre el Reino Unido y el continente. La segunda certeza es que la sociedad británica seguirá dividida. El Brexit es un reflejo de una serie de fracturas (generacional, territorial, socio-educativa e identitaria) que aunque se han manifestado con especial intensidad en el Reino Unido están presentes también en otras sociedades europeas. 

2019 debería ser un año de introspección. Momento de evaluar los riesgos y consecuencias de las decisiones tomadas desde 2016. Es muy difícil, por no decir imposible, que ninguno de los protagonistas de este episodio emerja como un ganador. Más bien se tratará de hacer recuento de las pérdidas. Los giros dramáticos que puedan darse en tiempo de descuento pueden aumentar todavía más la percepción de riesgo. Evidentemente, el Reino Unido será el país más afectado por esta incertidumbre pero sus efectos pueden extenderse allí donde los vínculos económicos y humanos con el Reino Unido son más intensos: Alemania, los Países Bajos, España y, cómo no, en Irlanda. En el caso de este último país, está en juego que el desenlace final no altere los equilibrios que permitieron enterrar un conflicto, el de Irlanda del Norte, que se prolongó durante décadas y se saldó con más de 3000 muertos. 

9.      Brasil: fractura con reverberaciones globales

En nuestro informe para 2018 advertíamos que las elecciones en Latinoamérica se desarrollarían en un contexto de polarización. Efectivamente, la pugna no fue por el centro sino una contraposición de modelos muy distintos, y las clases medias – temerosas de perder este estatus o hastiadas por la corrupción de gobiernos anteriores – decantaron la balanza. Las elecciones que encumbraron a Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil son el ejemplo más notable de esta dinámica, tanto por la intensidad de la fragmentación política y social como por el peso específico de este país en las Américas. Políticamente, el año 2019 empezará con la toma de posesión del nuevo presidente brasileño, programada para el 1 de enero. 

Brasil es un espejo donde se reflejan, a veces de forma especialmente intensa, muchas de las dinámicas que marcarán el año 2019. Habrá que estar muy atentos a la evolución de la economía brasileña ya que será uno de los escenarios que condicionará la percepción global sobre la fragilidad o capacidad de resistencia de los emergentes o incluso donde se marcará la distancia entre distintos tipos de economías emergentes: China e India, por un lado y el resto, por el otro. Asistiremos a la fractura política y social entre los que ahora se sienten vencedores y los que han sido arrinconados que, en buena medida, son también las principales víctimas del deterioro económico. El populismo y la agresividad de la que Bolsonaro hizo gala en campaña electoral se trasladará a la acción de gobierno con fuerte componente militarista. Durante los primeros meses muchos se preguntarán si el ejercicio del poder suavizará sus posiciones. El precedente de Donald Trump no es especialmente alentador. Siguiendo con el paralelismo con los Estados Unidos veremos hasta qué punto la sociedad brasileña se moviliza contra algunas de las políticas o gestos de Bolsonaro y si emergen fenómenos de resistencia democrática con nuevas formas de movilización y mecanismos de solidaridad. 

El viraje político de Brasil adquirirá relevancia global como reverberación de la visión trumpista del mundo y si abre una nueva vía de ataque al multilateralismo. No obstante, será en Latinoamérica donde este viraje político brasileño tenga mayor impacto. En 2019 la fractura regional se ahondará y Venezuela seguirá siendo uno de los epicentros. Cuba, en cambio, intentará hacer equilibrios y proseguir su política de diversificación de socios. Pero la novedad será que la alineación de Brasilia con Washington abrirá una revisión de la tradicional pugna por el liderazgo regional con México. La victoria de López Obrador en las elecciones mexicanas ha situado las dos principales potencias latinoamericanas en polos opuestos. ¿Cuál de los dos será capaz de navegar mejor y sortear las tormentas que ambos tienen por delante? 

10.   Irán: alcance y consecuencias de las sanciones

En 2018 dijimos que el Golfo había adquirido mayor centralidad tanto en Oriente Medio. La tendencia se mantendrá en 2019. Veremos cuán cohesionado es el bloque anti-Irán capitaneado por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí y, sobre todo, cuál es que alance y consecuencias de las sanciones impuestas desde Washington. El impacto más inmediato es el que se producirá sobre la sociedad y la economía iraní. Los principales perjudicados serán sectores reformistas del régimen que habían prometido apertura internacional y dinamismo económico. En cambio, las facciones más duras del régimen pero también los sectores asentados en una economía de autosuficiencia se sentirán más legitimados y alimentarán la retórica de que Irán debe situarse en modo resistencia. En 2019 se celebrará el cuarenta aniversario de la revolución islámica y es probable que se aproveche este acontecimiento para cohesionar el régimen ante los enemigos externos. 

En 2019, también veremos si el periodo de gracia dado a ocho países para que corrijan su dependencia del petróleo iraní llega a su fin o se extiende con una nueva prórroga. La decisión vendrá condicionada por los precios del petróleo, las relaciones con Rusia y Arabia Saudí, y la capacidad para superar los cuellos de botella en materia de exportación de crudo. China y Turquía aparecerán como pulmones económicos para la economía iraní y, sobre todo, será un año en que se comprobará qué gobiernos y empresas internacionales deciden acomodarse a las exigencias estadounidenses – probablemente la mayoría – y cuáles buscan formas de esquivarlas o las desafían abiertamente. Esto consolidará la tendencia de algunos países a usar sus propias monedas en vez del dólar. En todo lo relativo a las sanciones contra Irán, el debate oscilará entre los principios – sobre todo en relación a la necesidad de mantener los acuerdos alcanzados y preservar los marcos multilaterales – y la habilidad para de defender intereses nacionales o empresariales. 

Empezábamos el listado de temas que marcarán la agenda internacional hablando de una partida de la que dependían cuestiones básicas y, entre estas, cómo no, las propias normas del juego. Aunque China y Estados Unidos sean los jugadores con cartas más potentes, no hay que pasar por alto otras rivalidades. Jugadores con menos bazas pueden cambiar la dinámica del juego si desvían la atención de los principales contrincantes. La tensión entre Irán y Estados Unidos será, por lo tanto, el otro foco de atención de esta larga partida. Las amenazas y provocaciones que se profieran serán uno de los grandes factores determinantes de la agenda global. Las apuestas pueden subir y la trascendencia de esta partida se ampliará si el pulso no es sólo entre Washington y Teherán sino más bien entre la Casa Blanca y el resto de jugadores. Rusia, la Unión Europea, China y el resto de grandes economías asiáticas han hecho apuestas importantes y no se contentarán con ser meros espectadores en este duelo.

100 fechas a marcar en el calendario 

1 de enero: 60 años del triunfo de la Revolución Cubana. Conmemoración de la entrada de Fidel Castro en Santiago de Cuba, que marcó el inicio de la Cuba castrista y el fin de la dictadura de Batista. 

1 de enero: 20 años de la creación del Euro. En una primera fase nació como moneda contable y para pagos electrónicos hasta que el 1 de enero de 2002 entró en circulación la moneda física. Actualmente es la moneda oficial de 19 de los 28 países miembros de la UE. 

1 de enero: Renovación del Consejo Seguridad de Naciones Unidas. Sudáfrica, Indonesia, Alemania, República Dominicana y Bélgica formarán parte como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en sustitución de Etiopía, Kazajistán, los Países Bajos, Bolivia y Suecia, que acaban mandato. 

1 de enero: Toma de posesión de Jair Bolsonaro. Se inicia una nueva etapa en Brasil con la promesa por parte del nuevo Presidente de reducir los niveles de inseguridad en el país y de aplicar una serie de reformas estructurales. 

3 de enero: 10 años del nacimiento del Bitcoin. Marcó un punto de inflexión en la llamada economía digital, permitiendo el pago de bienes y consumos mediante el uso de una criptomoneda. 

18 de enero: 10 años del fin de la Guerra de Gaza. También conocida como la Masacre de Gaza duró cerca de tres semanas y provocó la destrucción de gran parte de las infraestructuras de este territorio. 

20 de enero: 10 años del inicio de la crisis financiera en Islandia. Las protestas de cientos de personas frente al parlamento islandés dieron inicio a la conocida “Revolución de la cacerolas” contra una crisis económica que acabó con la quiebra de los tres principales bancos islandeses y la intervención del FMI. 

20 de enero: Décimo aniversario del nombramiento de Obama como  presidente de EE.UU. Buen momento para analizar el impacto de sus dos presidencias y las diferencias con la actual administración Trump. 

22-25 de enero: Foro de Davos. Cita anual que reúne a los principales líderes políticos, altos ejecutivos de las compañías más importantes del mundo, líderes de organizaciones internacionales y ONGs, y los líderes culturales y sociales destacados. 

3 de febrero: Elecciones presidenciales en El Salvador. Serán las sextas elecciones presidenciales desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992. La nueva presidencia tendrá que centrar su ejercicio en las tres principales preocupaciones de la sociedad salvadoreña: altos niveles de violencias, corrupción e impunidad. 

3 de febrero: 50 aniversario del nombramiento de Yasser Arafat al frente de la OLP. Figura clave para entender el actual estado del conflicto abierto con Israel. Dirigió la Organización para la Liberación de Palestina hasta su muerte en 2004 tras 35 años de gobierno, recibiendo en 1994 el Premio Nobel de la Paz junto al presidente israelí Isaac Rabin y el ministro de exteriores Shimon Peres.  

4 de febrero: 15 años del nacimiento de Facebook. Es la mayor red social del mundo con más de 2.200 millones de usuarios activos. 

5 de febrero: 25 años de la matanza del mercado de Sarajevo. Fue una de las mayores masacres contra la población civil que se dieron durante el asedio de Sarajevo, ocurrido entre abril de 1992 y diciembre de 1995. Por esta matanza fueron condenados Radovan Karadzic, Ratko Mladic y Slobodan Milosevic por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY). 

11 de febrero: 40 aniversario de la declaración de la República Islámica de Irán. El golpe dirigido por el Ayatolá Jomeini supuso la caída del Sha de Irán, Mohammad Reza Pahleví, tradicional aliado de Estados Unidos, instaurándose la República Islámica, que cambió por completo las relaciones geoestratégicas de toda la región hasta la actualidad. 

15 al 17 de febrero: Conferencia de Seguridad de Múnich #MSC19. Con carácter anual es el mayor foro independiente sobre políticas de seguridad internacional que reúne a figuras de alto nivel de más de 70 países. 

16 de febrero: Elecciones presidenciales y parlamentarias en Nigeria. La mayor economía africana afronta un nuevo ciclo electoral en la que el actual presidente Buhari opta a revalidar el cargo. Los principales retos de la próxima presidencia: debilidad de la economía nacional, lucha contra Boko Haram y las reclamaciones independentistas de Biafra. 

24 de febrero: Elecciones presidenciales en Tailandia. El país está actualmente gobernado por una junta militar surgida tras el golpe de Estado promovido por el ejército tailandés en mayo de 2014. El partido de centroizquierda Puea Thai, dirigido por los hermanos Shinawatra, espera obtener la victoria frente a la lista propuesta por la propia junta militar. 

24 de febrero: Elecciones presidenciales, regionales y locales en Senegal. El actual titular, Macky Sall, ha anunciado su intención de revalidar mandato. El país afronta una nueva presidencia con creciente inestabilidad por la amenaza terrorista en toda la región y por la persecución a líderes políticos y sociales de la oposición en los últimos meses. 

24 y 25 de febrero: PrimeraCumbre UE – Liga Árabe. Se celebra a petición de la Liga Árabe que busca fortalecer sus relaciones con los países europeos. Los principales temas a tratar serán la agenda migratoria y el conflicto árabe-israelí. 

16 de marzo: Quinto aniversario de la declaración de epidemia del ébola en Guinea. Supuso el inicio de una de las mayores crisis sanitarias en el mundo de las últimas décadas. Tuvo un especial impacto en Sierra Leona, Guinea y Liberia, países donde murieron cerca de 28.000 personas. 

20 de marzo: Tercer aniversario del acuerdo migratorio Turquía – Unión Europea. Tres años después de su implementación, el acuerdo ha reducido ostensiblemente el volumen de la ruta migratoria Turquía-Grecia en detrimento de la ruta del Mediterráneo occidental, afectando a España. Buen momento para discutir los efectos de las políticas de externalización de fronteras a escala global. 

26 de marzo: 40 aniversario del Tratado de Paz entre Egipto e Israel. La firma entre Anwar el-Sadat, presidente de Egipto, y Menájem Beguín, primer ministro de Israel, puso fin a 30 años de conflictos entre ambos países, abriendo un nuevo capítulo en la compleja historia contemporánea de Oriente Medio. 

29 de marzo: Reino Unido debería abandonar la UE tras más de 45 años. Por primera vez en la historia de la UE uno de sus miembros dejaría el club comunitario. Empezaría así un período de transición, inicialmente previsto hasta el 31 de diciembre de 2020, en el que ambas partes negociarían su futura relación. 

30-31 de marzo. Visita del Papa Francisco a Marruecos. Las autoridades marroquíes aprovecharán la ocasión para transmitir un mensaje de tolerancia. El Papa, por su lado, puede abordar tanto el diálogo interreligioso como la agenda migratoria ya que Marruecos es una de las vías de entrada a Europa y, además, una buena parte de los cristianos de este país son migrantes del África Subsahariana. 

31 de marzo. Elecciones presidenciales en Ucrania. La actual reanudación del conflicto entre Ucrania y Rusia está condicionando el proceso electoral que se inicia. El actual presidente Petró Poroshenko ha anunciado su intención de revalidar mandato. 

31 de marzo: Elecciones locales en Turquía. Estos comicios servirán para medir los apoyos de Erdogan en las principales ciudades turcas, las diferencias entre el voto urbano y el voto rural y la unidad de los partidos de la oposición. 

Abril: Elecciones presidenciales en Argelia. Abdelaziz Buteflika se presenta a la reelección para optar a un quinto mandato consecutivo, postergando de nuevo el debate sobre su sucesión. 

1 de abril: Centenario de la creación de la escuela Bauhaus. Será uno de los mayores eventos culturales de 2019. Su creación revolucionó el urbanismo y el diseño moderno en el mundo. Está considerada como la escuela de arquitectura más influyente. 

1 de abril. 80 aniversario del fin de la Guerra Civil española. Este aniversario se produce en un contexto de fuerte debate en España y Europa por el aumento de partidos de extrema derecha con presencia en parlamentos nacionales. 

4 de abril: 70 aniversario del nacimiento de la OTAN. La mayor organización militar del mundo sigue buscando su lugar en el panorama estratégico mundial, bajo la presión del presidente Trump y el debate abierto en el seno de la UE sobre la creación de un ejército europeo. 

7 de abril: 25 años del inicio del Genocidio de Ruanda. Esta masacre supuso el asesinato, en 100 días, de entre el 20 y el 40 por ciento de la población de Ruanda, entre tutsis y hutus moderados, ante la indiferencia de la comunidad internacional. 

11 de abril. Centenario de la Organización Internacional del Trabajo. Reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados miembros. 

14 de abril: Elecciones parlamentarias en Finlandia. La inmigración volverá a ocupar buena parte del debate político en el país y ello puede ser determinante en los resultados del partido de extrema derecha Verdaderos Finlandeses y en su participación en las posibles aritméticas parlamentarias. 

15 de abril: 100 años de la fundación de Save The Children. Fundada por Eglantyne Jebb tras la Primera Guerra Mundial es actualmente una de las mayores ONGs del mundo. 

17 de abril: Elecciones generales en Indonesia. Se espera una repetición del cartel electoral de 2014 que enfrentó al actual presidente Joko Widodo y al general retirado Prabowo Subianto. En estas elecciones se escoge además de la Presidencia, a los representantes del parlamento nacional, así como los parlamentos regionales y provinciales 

20 de abril: Elecciones presidenciales en Afganistán. El país celebrará sus cuartas elecciones presidenciales desde el fin del gobierno talibán en 2001 El actual presidente Ashraf Ghani ya ha anunciado su intención de optar a un segundo mandato. 

30 de abril: Abdicación del Emperador Akihito. Japón afronta el relevo programado en su jefatura del Estado con la abdicación del Emperador Akihito, en el trono desde 1989, en su hijo el Príncipe heredero Naruhito, que se convertirá en el 126 Emperador del Japón. 

Mayo: Elecciones generales en Sudáfrica. La ANC, en el poder desde el fin del apartheid en 1994, intentará revalidar mandato, en medio del creciente descontento de buena parte de la población sudafricana por la situación económica. 

2 de mayo: 500 aniversario de la muerte de Leonardo Da Vinci. Buen momento para revisar el legado artístico y científico de uno de los pensadores más influyentes de la historia de la Humanidad. 

4 de mayo: Centenario del Movimiento del Cuatro de Mayo. El masivo movimiento estudiantil iniciado en 1919 fue un reflejo de las demandas transformadoras reclamadas por una parte de la sociedad china, urbana y de clase media, frente a una clase dirigente feudal. 

9 de mayo: Cumbre europea de Sibiu. Dos semanas antes de las elecciones europeas los dirigentes de la UE se reúnen en Rumanía para reflexionar sobre la nueva Agenda Estratégica de la Unión para los próximos cinco años. 

14-18 de mayo: Festival de Eurovisión en Israel. Se celebra uno de los mayores eventos musicales del mundo, marcado en esta ocasión por el país de acogida que buscará aprovechar políticamente la proyección del festival ante la opinión pública internacional. 

17-18 de mayo: Décimo aniversario del fin del conflicto en Sri Lanka. El ejército de Sri Lanka dio por vencida a la Guerrilla de los Tigres Tamiles tras 25 años de conflicto. 

23 al 26 de mayo: Elecciones europeas. Se celebrarán de forma simultánea en los 27 países que conforman la UE, solo unas semanas después de la fecha oficial del Brexit, si se cumple el calendario previsto. Una de las mayores incógnitas será conocer los resultados de los partidos populistas y de extrema derecha, que acuden a estos comicios más organizados y con más ayuda exterior.  

26 de mayo: Elecciones federales y regionales en Bélgica. A no ser que se avancen las elecciones, los belgas escogerán en esta fecha su parlamento. Sin embargo, el fin del gobierno de coalición belga tras la salida del partido nacionalista flamenco N-VA abrió una profunda crisis política y arrojó el país a la inestabilidad. La migración será uno de los ejes principales de la campaña electoral.  

30 de mayo: las Relaciones Internacionales cumplen 100 años. Un grupo de 37 académicos y expertos del Reino Unido y Estados Unidos, que habían participado    en la   conferencia de paz de París, se reunieron en el Hotel Majestic de París para  discutir cómo mantener su colaboración. De esos debates surgirá la creación del British Institute of International Affairs, or “Chatham House” en Londres en 1920 y del Council of  Foreign Relations en Nueva York, un año después. En 1919 también se creó el primer Departamento de Política Internacional en el Colegio Universitario de Abersytwyth de Gales.   

Junio: Renovación de cargos en las instituciones europeas. Después de las elecciones europeas se dará inicio a las negociaciones para nombrar a la nueva Presidencia de la Comisión Europea así como la futura renovación del presidente del Consejo Europeo y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común. 

Junio: Elecciones generales en Guatemala. La salida de Jimmy Morales de la presidencia supone una oportunidad para un país que afrontará una nueva legislatura condicionada por la crisis migratoria instalada en la región, por los altos niveles de violencia, los constantes casos de corrupción y la situación económica. 

Junio: Elecciones generales en Dinamarca. La inmigración ocupará buena parte de la agenda política en los meses previos a las elecciones en que la actual coalición conservadora en el gobierno espera revalidar mandato. La oposición encabezada por el grupo socialista, la fuerza más votada en las elecciones de 2015, buscará obtener una mayoría suficiente para recuperar el poder perdido. 

4 de junio: 30 aniversario de la matanza de Tiananmen. Se produce en un contexto en que el presidente chino, Xi Jinping, ha recuperado algunas de las señas de identidad de la presidencia de Mao, frente a una juventud cada vez más resistente a una homogenización ideológica en escuelas y universidades y crítica ante la creciente desigualdad que impera en el país. 

11 de junio: Décimo aniversario de la declaración de la pandemia de Gripe Aviar H1N1 por parte de la ONU. La declaración de pandemia por parte de la OMS significó un problema de salud pública en todo el mundo, no tanto por la gravedad de la enfermedad sino por la extensión geográfica de la misma. Se calcula que causó la muerte de más cerca de 20.000 personas en todo el mundo. 

13 de junio: Décimo aniversario de la Revuelta Verde en Irán. Tras las polémicas elecciones presidenciales que dieron la victoria a Ahmadineyad, calificadas como fraudulentas por la oposición liderada por Hosein Musaví, se sucedieron las protestas en las principales calles del país en contra del régimen, y una dura represión posterior.  

24 de junio: Cumbre de las dos Riberas del Mediterráneo. Convocada por Emmanuel Macron busca impulsar la cooperación y diálogo político, con la migración y la seguridad en la agenda y con la incógnita de saber cuáles son los países invitados. 

28 de junio: Centenario de la firma del Tratado de Versalles. Medio año después del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, se firmó el Tratado de Versalles entre Alemania y los aliados, que comportó importantes concesiones de territorio y el pago de fuertes indemnizaciones. Para muchos historiadores este tratado contribuyó al ascenso de Adolf Hitler al poder. 

28 de junio: 50 aniversario de los disturbios de Stonewall. Marcó el despegue de la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI y en su recuerdo se celebran las marchas del orgullo gay. 

28 de junio: Centenario de la creación de la Sociedad de las Naciones. Fue el primer gran organismo internacional, y la precursora de las Naciones Unidas. 

28 y 29 de junio: 14ª Cumbre del G20. Será la primera reunión del G20 que se realizará en Japón.  

Primer semestre: Segunda cumbre Donald Trump – Kim Jong Un. Buen momento para evaluar las conversaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos en relación al programa nuclear norcoreano iniciadas en 2018. 

Primer Semestre: 45ª Cumbre del G7 en Francia. Biarritz acogerá una nueva edición del G7 donde se debatirán y buscarán acuerdos sobre algunos de los problemas mundiales más acuciantes. Entre las prioridades del presidente Macron, la agenda climática. 

Primer Semestre: Elecciones generales en India. El actual primer ministro, Narendra Modi, parte como favorito para repetir cargo ante una oposición, agrupada en el histórico Partido del Congreso, que busca reducir el apoyo recabado por Modi en las anteriores elecciones. 

5 de julio: 25 aniversario de la creación de Amazon. Una de las mayores compañías de venta por internet más grandes del mundo, que ha revolucionado el comercio internacional, cumple 25 años. 

9 al 18 de julio: Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible. Celebrada en EE.UU, es la plataforma central de Naciones Unidas para el seguimiento y la revisión de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta edición se centrará principalmente en temas de inclusión e igualdad. 

20 de julio: 50 años de la llegada del hombre a la luna. Neil Armstrong y Buzz Aldrin, por este orden, fueron los dos primeros seres humanos en pisar la luna, dando continuidad a la carrera espacial que las dos grandes superpotencias de entonces, Estados Unidos y la URSS, habían iniciado una década atrás. 

15 de agosto: 50 aniversario del Festival de Woodstock. Este festival, que ha marcado la historia de la música moderna, supuso un punto de inflexión en los movimientos de cultura de paz en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos. 

31 de agosto al 15 de septiembre: Campeonato del mundo de baloncesto, China 2019. Una buena oportunidad para el país anfitrión de mostrar su soft power ante el mundo en un año especialmente relevante de “aniversarios” críticos para el gobierno chino. 

Septiembre: Cumbre Mundial sobre el Clima 2019. Reunirá a jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo para revisar los compromisos contraídos en la Cumbre París. Se espera, además, la presentación de planes de desarrollo sostenibles más ambiciosos. 

1 de septiembre: 80 años del inicio de la II Guerra Mundial. La invasión de Polonia por parte de Alemania marcó el inicio del mayor conflicto armado de la Historia. Buen momento para analizar el actual marco de relaciones internacionales, especialmente de la construcción del proyecto europeo, y los nuevos retos y desafíos que se acumulan en la agenda internacional. 

1 de septiembre: 50 aniversario de la Revolución de Septiembre en Libia. Conmemoración del golpe de Estado contra el régimen de Idris I, rey de Libia, que supuso la instauración de la República Árabe Libia presidida por Muamar el Gadafi. 

17-30 septiembre: 74º sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas. Una cita anual que reúne a todos los líderes mundiales para evaluar  el actual estado de sus políticas nacionales y su visión del mundo. Suelen producirse reuniones bilaterales al más alto nivel. 

20 de septiembre: 500 años de la vuelta al mundo de Magallanes. Este viaje, que duró hasta 1522, supuso un hito en la historia marítima del mundo. 

23 de septiembre: Diálogo de Alto Nivel en la ONU sobre financiación para el desarrollo. Busca atraer y dirigir las inversiones públicas y privadas de todo el mundo para la implementación de acciones y programas alineados con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

25 de septiembre: 50 aniversario de la Organización de la Conferencia Islámica. Compuesta por 57 Estados miembros, representa la voz colectiva del mundo musulmán. Arabia Saudita y Turquía rivalizan por su liderazgo. 

27 de septiembre al 9 de octubre: Campeonato del mundo de atletismo, Doha 2019. Servirá de termómetro para valorar la capacidad organizativa de Qatar ante el reto del Mundial de fútbol de 2022. 

Octubre: Elecciones en Bolivia. El actual presidente Evo Morales, en el cargo desde 2006, buscará un cuarto mandato consecutivo. Enfrente, la oposición conservadora debe decidir si afronta estas elecciones unida o con diferentes candidaturas. 

2 de octubre: 150 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi.  Figura histórica india de gran influencia para el movimiento de desobediencia civil y no violento en todo el mundo. 

2 de octubre: Primer aniversario del asesinato de Jamal Khashoggi. Se cumplirá el primer año del asesinato del periodista en el consulado saudí en Estambul, que ha afectado gravemente las relaciones diplomáticas del régimen saudita. 

6 de octubre: Elecciones legislativas en Portugal. El país afronta un nuevo ciclo electoral en una situación política y económica mucha más estable que en los anteriores comicios. Se espera que el actual gobierno dirigido por el socialista António Costa revalide mandato. 

15 de octubre: Elecciones presidenciales y parlamentarias en Mozambique. Los dos partidos históricos del país, Frelimo y Renamo, inmersos en nuevas conversación de paz, volverán a pugnar por alcanzar la presidencia. El actual presidente, Filipe Jacinto Nyusi, ha anunciado su intención de optar a la reelección.  

15 y 16 de octubre: 20 aniversario de la Cumbre de Tampere. Permitió avanzar en la creación de un espacio común de libertad, seguridad y justicia en la UE, marcando un antes y un después en la política migratoria europea.  

18 de octubre: 20 aniversario de la creación de la figura del Alto Representante de la UE para la PESC. La designación de Javier Solana como Mr.PESC marca el inicio de una política exterior, de seguridad y defensa común en la UE.  

20 de octubre: Elecciones en Grecia. Tras la finalización de los programas de rescate en 2018, Grecia afronta un nuevo ciclo electoral, en el que el actual primer ministro Alexis Tsipras volverá a presentarse.  

21 de octubre: Elecciones generales en Canadá. El actual Primer Ministro, Justin Trudeau, opta a la reelección en unos comicios marcados por el debate sobre inmigración y las relaciones con Estados Unidos.  

24 de octubre: 90ª aniversario del Crack del 29. Fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, dando inicio a La Gran Depresión de alcance mundial.  

27 de octubre: Elecciones generales en Uruguay. La coalición de izquierdas Frente Amplio que gobierna el país desde 2005 buscará un cuarto mandato frente a los dos principales partidos de la oposición, el Partido Nacional y el Partido Colorado.  

27 de octubre: Elecciones en Argentina. Se elegirán a los cargos ejecutivos y legislativos, nacionales y provinciales, además de la presidencia. El actual presidente Mauricio Macri aspira a la reelección.  

29 de octubre: 50 aniversario del primer mensaje a través de ARPANET, la antecesora de la red Internet. Dos computadoras, una en la Universidad de California y la otra en el Stanford Research Institute, establecieron la primera comunicación entre dos computadoras remotas. 

31 de octubre: Fin del mandato de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo. Su sucesor será elegido entre los 19 miembros de la zona euro. Este 2019 implica un fin de etapa en el BCE ya que cinco de los siete puestos principales del BCE quedarán vacantes antes de final de año. 

Noviembre: Elecciones parlamentarias en Polonia. El retroceso electoral del PiS (Partido Ley y Justicia) en las elecciones locales de octubre de 2018 ha lanzado un claro aviso del descontento de una parte de la ciudadanía por la deriva autoritaria y populista del actual gobierno. Las elecciones europeas de mediados de año serán un buen termómetro para medir fuerzas de cara a las elecciones de final de año, que pueden suponer el fin del gobierno dirigido por Mateusz Morawiecki.  

5 de noviembre: Elecciones legislativas en Israel. Aunque esta la fecha prevista, La debilidad del actual gobierno israelí, dirigido por Benjamín Netanyahu, hace prever un adelanto electoral en el que se anticipan serias dificultades para la conformación de un gobierno estable. 

9 de noviembre: 30 aniversario de la caída del muro de Berlín. La caída del Muro de Berlín supuso el inicio del colapso del bloque comunista así como la reunificación de Alemania, que consolidó un poder aún mayor dentro de la UE. 

17 de noviembre: 150 aniversario de la inauguración del Canal de Suez. Su construcción cambió por completo el comercio internacional al acortarse en miles de kilómetros la distancia por mar entre Europa y Asia. 

17 de noviembre: Reunión de la APEC. Chile acogerá, por segunda vez, el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico, que tendrá como uno de sus ejes programáticos principales el comercio internacional, así como la disminución de las brechas de género. 

18 al 22 de noviembre: Congreso Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales en Durban. Buen momento para analizar la implementación de los ODS y sus impactos a nivel local. 

19 de noviembre: Bicenteranio del Museo El Prado. Una de las mayores pinacotecas del mundo, institución central en el desarrollo del arte contemporáneo mundial, celebra el bicentenario de su creación.         

Diciembre: Elecciones presidenciales y legislativas en Túnez. Una nueva ocasión para comprobar el nivel de consolidación de la transición democrática, la evolución ideológica de Ennahda, la capacidad de tejer coaliciones y la canalización del malestar y frustración de los jóvenes y las regiones periféricas.  

10 de diciembre: Premio Nobel de la Paz. El más controvertido de los premios  Nobel se entrega en el Día de los Derechos Humanos, aniversario además de la muerte de Alfred Nobel. 

25 de diciembre: Cuarenta aniversario de la invasión soviética de Afganistán. La intervención soviética en el país, continuada por la estadounidense en 2001, han marcado la historia de Afganistán en las últimas décadas. 

Pendiente: 11ª Cumbre de los BRICS. Brasil acogerá esta nueva cumbre que agrupa a Sudáfrica, Rusia, India, China y Brasil. Este bloque ha ido perdiendo fuerza por la situación de crisis en alguno de sus miembros y la ausencia de una propuesta de orden global alternativo. 

Pendiente: Elecciones legislativas y municipales en Camerún. La inestabilidad política y social instalada en Camerún tras la revalidación de la presidencia de Paul Biya en las pasadas elecciones presidenciales puede condicionar el calendario electoral pendiente. 

Pendiente: Elecciones federales en Australia. En la última década las pugnas internas por el poder y los cambios de líderes han condicionado la política australiana.

Palabras clave: Multilateralismo, polaridad, crisis, economía de plataforma, resistencia, conflicto, feminismo, frontera, fragmentación, Brexit, Brasil, Irán, China, Estados Unidos, UE 

FUENTE: https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/notes_internacionals/n1_208/el_mundo_en_2019_diez_temas_que_marcaran_la_agenda_global

 

Programa de Tv «Con Sentido Común»

#DossierGeopolitico con Carlos Pereyra Mele en la noche del 14/12/18 por Tv Canal «C» de Córdoba que se transmite por la red de Cablevision para la provincia. Entrevistado por el Programa «Con Sentido Común» que conduce Alfredo Guruceta Analizamos la realidad Global en este fin de año 2018:

Los Chalecos Amarillos y la «rebelión» en Europa contra la burocracia de bruxelas Trump y su decisión de reformar a la Unión Europea; La OTAN; La ONU, OEA etc.

Que nos deja el G20 para Argentina Que pasa en Siria, Yemen

Siguen los conflictos entre EEUU/China/Rusia

Donde presentamos una visión del mundo original y distina desde Suramérica sobre lo que pasa en el Mundo desde Dossier Geopolitico y que no se transmite por los grandes medios «occidentales»

VIDEO: 

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El ciberataque es definido como cualquier tipo de manera ofensiva hecha por individuos u organizaciones, que atacan a sistemas de información como los son infraestructuras, redes computacionales, base de datos que están albergados en servidores remotos, por medio de actos maliciosos usualmente originados de fuentes anónimas que también roban, alteran o destruyen un blanco especifico mediante hackeo o un sistema vulnerable.

También se la describe como la acción producida en el ciberespacio que compromete la disponibilidad, integridad y confidencialidad de la información mediante el acceso no autorizado, la modificación, degradación o destrucción de los sistemas de información y telecomunicaciones o las infraestructuras que la soportan.

El uso del ciberespacio es definitivamente para atacar a los sistemas y servicios presentes en el mismo o alcanzable a través suyo, buscando el atacante acceder sin autorización a información o alterar o impedir el funcionamiento de los mismos.

Según la NATO los ciberataques aumentan la posibilidad de divulgación de datos, la perdida y manipulación de ellos y sabotaje de sistemas. Si bien en un momento esta problemática se asemejaba más a una cuestión de ciencia ficción, la realidad es que hoy son uno de los riesgos más altos dentro de la economía y el ámbito gubernamental-militar.

Según la World Economic Forum, los ataques cibernéticos, junto con el robo de datos, están dentro de los cinco riesgos más importantes del planeta. Si bien un golpe informático de una organización criminal puede pasar de forma inadvertida durante mucho tiempo, otros ataques irrumpen de forma imprevista y generan crisis no solo en el departamento de tecnología e informática, sino que se extiende a toda organización.

Hoy día los ciberataques son la nueva línea del crimen organizado, si bien los ataques son sofisticados buscan cosas simples, por ello lo primero que hay que reconocer es que cualquier herramienta de seguridad que no está actualizada, está obsoleta.

Un ejemplo concreto en Latinoamérica es el de Brasil, donde se gastan U$S1,6 millones de dólares anuales en seguridad contra los ciberataques en el ámbito privado, pero lo más sorprendente aun es que un hackeo a una empresa puede durar 240 días sin ser detectados, y no obstante a ello se le debe sumar 100 días más para la solución del mismo una vez detectado, dejando todo tipo de información confidencial a merced del atacante.

En lo que va del 2018, en Latinoamérica se ha incrementado en un 60% los ciberataques, Venezuela lidera la lista con el 70.4%, Bolivia con el 66,3 y Brasil con el 64,4. En tanto que los ataques de phishing Argentina está en el podio de los principales afectado, en lo que va de 2018 se registraron 746.000 ataques, es decir un promedio de un ataque cada 9 segundos.

Para el 2021 se cree que los ataques cibernéticos tendrán un costo de U$S2 trillones de dólares en pérdidas en el ámbito privado y estas tendencias pueden abarcar a cualquier rubro, con el fin de solicitar rescate, como ya ocurrió en 2017, con ataques ransomware o malware. Sin dudas que el futuro del crimen organizado está detrás de los teclados, y en el presente hay que estar preparados para combatirlos, o en último caso estar alerta y preparado para reaccionar en el momento justo de forma concreta y rápida ante una eventual crisis.

Otro ejemplo es el ciberataque que ha recibido Holanda y el Reino Unido, quienes denunciaron como supuestos autores de los ciberataques perpetrados por la OPAQ (Organización para la Prevención de Armas Quimicas), a hackers rusos, donde los supuestos ataques tuvieron impacto a nivel global.

En cuanto a los ciberataques y las Faks News (falsas noticias), consideradas las nuevas amenazas a la seguridad nacional, en el ámbito gubernamental, los estados ponen al ciudadano común como un factor estratégico de la seguridad nacional.

En esta ocasión incluirá novedades relativas a la llamada guerra híbrida, que combina ciberataques y operaciones de manipulación e injerencia para influir en procesos electorales. Se trata del documento político-estratégico de referencia en materia de Seguridad Nacional, un plan a largo plazo que permite que en el caso de España siga a la vanguardia en seguridad y esté preparada para hacer frente a las nuevas amenazas y desafíos a la que están expuestos la mayoría de los países del planeta con ésta problemática.

Es por ello que una inmediata regulación del ciberespacio por parte de los estados, es una necesidad imperiosa, a la que en forma continua hacemos remisión, como una medida drástica, legal y concreta para la solución de los mismos a mediano y largo plazo.-

Dr. Mario Ramón Duarte

Abogado – Investigador/Consultor Seguridad –Integrante Equipo Dossier Geopolítico/Cees-Experto en Ciberseguridad/ciberdefensa

 

Glosario y abreviaturas de Seguridad. (España)

https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Ciberataques

https://www.lanacion.com.ar/2179724-como-es-simulacro-tiempo-real-ataque-informatico

https://www.eitb.eus/es/tag/ciberataques/

https://www.perfil.com/noticias/ideas/ciberataques-en-latinoamerica-argentina-en-el-podio-de-victimas-de-phishing.phtml

https://www.20minutos.es/noticia/3202153/0/gobierno-aprueba-nueva-estrategia-seguridad-nacional/

El importante sitio web de Geopolitica de Rusia en español,  hace referencia a la importancia de Dossier Geopolitico y su equipo, como el creador de una nueva escuela geopolitica latinoamericana del siglo XXI

https://www.geopolitica.ru/es/article/por-que-dossier-geopolitico

Porque Dossier Geopolitico

«El mundo del futuro se está orientando hacia nuevas formas donde ya no tendrá sentido analizar los problemas como exclusivamente nacionales. Será preciso condicionarlos a la evolución general de la humanidad En tal sentido el futuro exigirá perseguir metas en función de las posibilidades también mundiales.l» J. D. PERÓN 1/5/1974 mensaje al congreso de la Nación Argentino -hace 44 años-.

Hace 15 años, mayo del 2003, luego de que la argentina iniciara un nuevo ciclo de recuperación nacional, posterior a la hecatombe del 2001, -cuando el anterior modelo Económico político neoliberal estallara y casi disolviera a la República-, y como dicho modelo tenia su proyecto geopolitico, que era alinear a la argentina con las llamadas “relaciones carnales”, al Hegemón del triunfo sobre el Comunismo Soviético, los EE.UU.

Y por ello, no había que tener pensamiento propio y autónomo. Empezamos a pensar con categorías geopolíticas nacionales y regionales, infelizmente durante los años del menemato se cerraron casi todas las Cátedras de Geopoliticas Universitarias, y solo quedaron las del ámbito militar con un pensamiento todavía enfrascado en la finalizada Guerra Fría, que no nos servían ni a la argentina ni al subcontinente suramericano.

Hablar de Geopolitica era mala palabra o ser tildado de fascista.

A pesar de ello me di la tarea de iniciar nuevamente la posibilidad de instalar los estudios Geopolíticos en todos los ámbitos que fuera posible, y en el camino empezamos a establecer contacto con grandes estudiosos de argentina que había sido bloqueados e ignorados.

Gracias a las nuevas tecnologías, incipientemente instalamos un Blog http://licpereyramele. ar.tripod.com; donde iniciamos la aventura que nos permitió saltar los muros de aislacionismo y de ocultamiento y rápidamente nos fuimos posicionando en el mundo de las teorias Geopoliticas argentina, en ese camino conocí y se incorporó el Dr. Miguel Barrios (actual director académico), y fuimos formando Redes y Nodos de enlace con estudiosos y expertos de todo el País y del Exterior, en el Julio 2006 dimos un paso mayor con el lanzamiento de Dossier Geopolitico-primera etapa-, en el ínterin tuvimos destacadas actividades como las investigaciones de la base Militar de EEUU en el Chaco Paraguayo o la denuncia que impidió a través de la Cancillería argentina que la Unión Europea incorporara a Malvinas como Territorio extracontinental de la UE. También fuimos incorporando y logrando Alianzas con Analistas de otros países u organizaciones; en nuestra Página web se divulgó el pensamiento de personalidades de la talla de Enrique Oliva; Alberto Moniz Bandeira; etc.

Un momento muy especial fue cuando participamos de la elaboración del Primer Diccionario de Seguridad y Geopolítica Latinoamericano en el 2009. Dirigido por el Dr. Bbarrios

Hemos seguido creciendo y ser considerados, como los nuevos pensadores geopoliticos del SXXI, creadores de una Nueva Escuela, según se describe en el libro “Teoría de la Geopolitica” del Dr. Agozino 2016.

Ahora el equipo de colaboradores de Dossier Geopolitico sigue ampliándose y fortaleciéndose. Con presencia en todo el continente Suramericano y fuertes alianzas en otros continentes; el año 2017, cerramos el mismo con la presencia del máximo Geopolitico ruso y Filosofo Dr. Alexander Duguin en Cordoba

Dossier Geopolitico -Nueva Etapa:

Dossier Geopolítico está conformado por pensadores, investigadores y analistas de las: Relaciones Internacionales, de la Defensa, de la Seguridad, de la Estrategia ,de la Geopolitica, y de la Filosofia, etc. con el objetivo de enriquecer un nuevo espacio de conocimiento Geopolitico en la compleja realidad del subcontinente. Realidad que se conforma no sólo por lo que es, sino también por lo que puede ser. Es nuestra intención, entonces, trabajar tanto sobre lo que está en acto como lo que está en potencia, utilizando una metodología histórico-fenomenológica en el primer aspecto y una hermenéutico-prospectiva en el segundo; siempre a través de un abordaje interdisciplinario que permita atender la variedad de registros que constituyen la realidad suramericana.
Ideológicamente nos inscribimos dentro del ideario de Patria Grande de nuestros próceres de la Independencia y en la corriente de pensamiento no–conformista que cuestiona tanto al pensamiento único como a lo políticamente correcto

Cual es el Objetivo:

Dossier Geopolitico es una plataforma virtual mediante la cual, analizamos la realidad mundial en un escenario cambiante y conflictivo desde la mirada de nuestro “hinterland” Suramericano, dando herramientas de análisis e instrumento para que distintos organismos políticos-económicos-sociales y formativos, tomen decisiones y de esta manera contribuir al debate general en tiempos de la post verdad y dependencia periférica. Y para que desde la originalidad de Iberoamérica pensemos el mundo desde nuestro espacio continental, con el aporte de distintas disciplina científicas para crear una Escuela Nueva de la Ciencia Geopolitica Suramericana. Para ello estableceremos las formas de relación entre los espacios geográficos, es decir los espacios y territorios, y los grupos humanos organizados en la forma de unidades políticas (comunidades, pueblos, naciones, Estados), y por el otro, pretende develar el sentido de la relación entre las distintas unidades políticas contemporáneas en el tiempo en el marco de dichos espacios o soportes.

Integrantes:

Lic. Carlos Pereyra Mele Experto en Geopolitica Suramericana y global;

Dr. Alberto Buela Lamas Experto en Geopolitica y Filosofo

Dr. Miguel Barrios Experto en Geopolitica y Seguridad

Dr. Norberto Emmerich Experto en Geopolitica y en Narcotrafico

Cnel Carlos Pissolito Experto en Geopolitica y Defensa

Dr. Marcelo Gullo Experto en Geopolitica y en Relaciones Internacionales

Dr. Armando Valiente Experto en Geopolitica y en Comercio Exterior

Dr. Mario Duarte Experto en Ciberseguridad y Ciberdefensa

Dr. Charles Pennaforte Experto en Geopolitica de Brasil

Y Colaboradores de Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Paraguay, España, Italia, y Rusia

 

“No hay presente histórico sin recuerdos y sin presentimientos”

                                                                                                        Raymond Aron

Desde el retorno de la democracia en 1983 la dirigencia política argentina ha mantenido y profundizado dos consensos respecto de la política de defensa. El primero de ellos ha sido un notable acierto y consiste en la diferenciación conceptual entre Defensa Nacional y Seguridad Interior. Ambas habían sido mezcladas y confundidas desde los 60 en la Doctrina de Seguridad Nacional elaborada por los EEUU y asumida como legitimación de las dictaduras militares latinoamericanas. En el contexto de la Guerra Fría la tarea pregonada por el Pentágono para nuestras fuerzas armadas era la defensa de las fronteras ideológicas y la represión interior. Entonces la Ley de Defensa  (Ley N° 23.554) y la Ley de Seguridad Interior (Ley Nº 24.059) plasmaron legalmente la superación política y conceptual de aquella Doctrina de Seguridad Nacional. Ambas leyes convirtieron en excepcionales los casos en que las FFAA argentinas pueden realizar tareas internas. Desde fines de los 80 hasta hoy, no existe cambio alguno que haya modificado la naturaleza de las amenazas posibles a nuestra Defensa Nacional. O mejor dicho, el único cambio real es que sin Guerra Fría el Pentágono pregona a los latinoamericanos una reconversión de sus FFAA en la doctrina de “las nuevas amenazas” (narcotráfico y terrorismo). Ninguno de los países latinoamericanos que la adoptaron ha tenido buenos resultados y en general han empeorado sus problemas.

El otro consenso es uno negativo sobre el rol de las FFAA que viene desde 1983. Es de orden práctico, de ejecución de políticas públicas y podemos sintetizarlo en la idea de indefensión soberana. Me refiero a la constante degradación presupuestaria y material de las FFAA desde la guerra de Malvinas hasta la desaparición del ARA San Juan. Más allá de algunos parches, nuestras fuerzas armadas vienen perdiendo capacidades para afrontar cualquier conflicto convencional, y por lo tanto, para cumplir con las funciones que le asigna la Ley de Defensa. Sin aviones de combate, sin blindados modernos, sin misiles de todo tipo y perdiendo buques de alta mar por efecto de las propias decisiones y omisiones soberanas de nuestros gobiernos nos hemos puestoen una situación de indefensión. Indefensión soberana dado que no hemos firmado un Tratado de Versalles que nos obligue al desarme después de haber perdido una guerra. Las compras de material que anunció el gobierno y que ejecuta dudosamente van en el mismo sentido de darle a nuestras FFAA un perfil centroamericano, es decir, sin el armamento pesado y avanzado que exige la disuasión frente a un posible conflicto convencional con otro Estado. Aquí suelen aparecer los planteos sobre la falta de hipótesis de conflicto. El senador Pino Solanas, que no puede ser sospechado de militarista, ha señalado en estos días por televisión lo evidente, la cuestión Malvinas. Un territorio ocupado por una potencia colonial extranjera que realiza ejercicios militares continuamente pese a la continuidad de nuestra política de indefensión soberana. Los británicos también enfrentan restricciones presupuestarias militares pero mantienen y renuevan su capacidad disuasiva en las islas. ¿Son irracionales? No, no lo son. Simplemente entienden desde hace siglos que la guerra es parte de la realidad política del mundo y que su suerte en un conflicto no puede quedar meramente librada a la voluntad del enemigo. No olvidan que el otro también juega. De hecho, en 1982 casi lo habian olvidado y la irracionalidad de la Junta los despertó. Entonces el otro no solo juega sino que también puede jugar irracionalmente.

«EL OTRO CONSENSO ES UNO NEGATIVO SOBRE EL ROL DE LAS FFAA QUE VIENE DESDE 1983. ES DE ORDEN PRÁCTICO, DE EJECUCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y PODEMOS SINTETIZARLO EN LA IDEA DE INDEFENSIÓN SOBERANA. «

La geopolítica, disciplina maldita para liberales y progresistas argentinos, nos recuerda que las Malvinas, el Mar Argentino y la Antártida son un mismo combo que puede verse alterado por los efectos inesperados del cambio climático y el cambio tecnológico. El cambio tecnológico ya permite explorar y extraer recursos naturales en un territorio virgen de formas que no estaban disponibles en la época en que se firmó el Tratado Antártico. Y aca otra vez lo mismo, lo único que hace respetar ese tratado es la falta de voluntad de romperlo por sus signatarios más fuertes. Es decir, el equilibrio de fuerzas políticas, económicas y militares. Vivimos tiempos de alteración en de equilibrios de poder y redefinición geopolítica, como recientemente han experimentado en carne propia muchas zonas del mundo que antes eran consideradas relativamente estables (Siria, Libia y Ucrania, por ejemplo). Nuestras Fuerzas Armadas deberían poder tener la capacidad de defender nuestra soberanía y disuadir cualquier amenaza sobre nuestros derechos en el Mar Argentino y la Antártida y ser parte inteligente de una política pacífica de recuperación de la soberanía efectiva sobre Malvinas. A ello hay que agregarle la defensa del vacío desprotegido de la Patagonia, reserva de materias primas, y del Acuífero Guaraní, tercer reservorio mundial de agua dulce. Perón decía en los 70 sobre las reservas de materias primas que “la historia prueba que cuando los grandes y fuertes han necesitado de ellas, las han ido a tomar por las buenas o por las malas. (…) Solamente si podemos defendernos -y estamos en condiciones de hacerlo- podremos, si no sacar ventaja, por lo menos obtener justicia en ese proceso de universalización que será la organización de la tierra. (…) porque en momentos de crisis de materia prima y comida, las vendran a tomar aquí y, si no nos preparamos, las tomarán incluso por teléfono”.

Un argumento,en alguna medida sobreentendido o dicho por lo bajo por algunos y que racionaliza este consenso negativo es que la debilidad del FFAA funciona como una especie de garantía para su subordinación al orden constitucional. Si bien ese argumento podía sonarle racional a muchos en la época de las sublevaciones carapintadas, sostenerlo en la actualidad equivale a reconocer la impotencia de la política y la justificación retroactiva del desguace del neoliberal del Estado. En el actual contexto internacional es un ejercicio ideológico de antimilitarismo suicida que desemboca en el desarme unilateral y la indefensión soberana.

«UN ARGUMENTO,EN ALGUNA MEDIDA SOBREENTENDIDO O DICHO POR LO BAJO POR ALGUNOS Y QUE RACIONALIZA ESTE CONSENSO NEGATIVO ES QUE LA DEBILIDAD DEL FFAA FUNCIONA COMO UNA ESPECIE DE GARANTÍA PARA SU SUBORDINACIÓN AL ORDEN CONSTITUCIONAL.»

A esta altura resulta bastante evidente que pensar y ejecutar una política de Defensa que no sea más de lo mismo requiere de algo parecido a estadista. Una dirigencia capaz de mirar más allá de lo inmediato y de los argumentos enlatados de las consultoras. Una dirigencia capaz de afrontar la realidad de un mundo que no se ajusta a los marcos ideológicos de un experimento de optimismo globalista como el que actualmente dirige al país.  

El actual decreto del gobierno (Decreto 683/2018), que motiva la polémica pública, tiene el grave problema de querer modificar la Ley de Defensa sin pasar por el Congreso Nacional. En su artículo 5 le asigna funciones al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de custodia de objetivos estratégicos referidos por el artículo 31 de la Ley de Defensa que en esa ley solo corresponden a la Prefectura y a la Gendarmería. Tanto la Ley de Defensa como la Seguridad Interior establecen mecanismos excepcionales (Comité de crisis, estado de sitio) para la utilización de las FFAA en el ámbito interno. Estamos en presencia de otro intento de avance del consenso negativo de la indefensión soberana por sobre el consenso positivo establecido por la Ley de Defensa. En esto el gobierno cambiemita es una continuidad y profundización de la lógica previa del deslizamiento constante en la indefensión soberana que es convergente con la doctrina del Pentágono. El deterioro de las fuerzas las va convirtiendo de hecho en algo residual y facilita las presiones por abandonar los parámetros de la Ley de Defensa.

En la coyuntura inmediata, el planteo del gobierno apunta a liberar gendarmes para afrontar un posible aumento de la conflictividad social producto del plan de ajuste pactado con el FMI. Con el bonus de ser un gesto que le permita de recuperar imagen frente su electorado más sensible a las cuestiones de orden público y seguridad. Esto sintoniza con el perfil centroamericano de fuerzas armadas, cuya principal tarea es la represión interna disfrazada y justificada por la doctrina de las “nuevas amenazas”. Se promueve así la conversión de las FFAA en suerte de policía militarizada orientada a la seguridad interior incompatible con la defensa del interés nacional y la integridad territorial del Estado argentino.

«SE PROMUEVE ASÍ LA CONVERSIÓN DE LAS FFAA EN SUERTE DE POLICÍA MILITARIZADA ORIENTADA A LA SEGURIDAD INTERIOR INCOMPATIBLE CON LA DEFENSA DEL INTERÉS NACIONAL Y LA INTEGRIDAD TERRITORIAL DEL ESTADO ARGENTINO.»

Por último, pero no menos importante, la cobertura de los anuncios hechos por el gobierno incluyen versiones sobre la relocalización y fusión de bases militares, lo cual permite sospechar que tras la excusa del ajuste, la austeridad, la eficiencia y la modernización, opere la intención de vender terrenos e instalaciones para negocios inmobiliarios o el uso de bases al estilo Flybondi. Nada puede sorprendernos en este sentido de un gobierno de derecha posmoderna cuya imprevisión ya hemos visto fracasar en el área económica. En su momento todos los llamados a la prudencia respecto de la vulnerabilidad de su política de endeudamiento externo se estrellaron contra el muro de optimismo babieca al que después le “pasaron cosas”. Poco se le puede pedir a una mentalidad deshistorizada y deshistorizante que carece de percepción y profundidad sobre las condiciones de posibilidad necesarias para la viabilidad de sus políticas y del propio Estado Nacional.

Facundo Álvarez
Peronista y federal. Politólogo, docente universitario. Me quedé en el 45. Vivo en la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Ayres.