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El jueves 8 de junio iniciaron las actividades del Diplomado Instituciones del Estado y de la Democracia coordinado por el Dr. José Raúl Heredia integrante de la Cátedra Libre de Pensamiento Nacional. Se trata de una actividad organizada por la Secretaría de Extensión de Rectorado de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

El diplomado tuvo su inicio formal con la conferencia inaugural titulada «Cuatro décadas y tres sistemas. Bipolaridad/Unipolaridad/Multipolaridad» a cargo de Carlos Alberto Pereyra Mele, Licenciado en Ciencias Políticas, analista político y especialista en geopolítica. El siguiente encuentro se realizó el viernes 9 de junio a las 19 Hs. Aula 14 edificio de aulas UNPSJB Km. 4. En este caso el tema a desarrollar será “Democracia 4 décadas en Latinoamérica (de la Guerra Fría a la resistencia con la UNASUR y la CELAC)”, también a cargo del Prof. Lic. Pereyra Mele.  

Este Diplomado se enmarca en una agenda interinstitucional que viene desarrollando la Secretaría de Extensión, a través de sus diversas cátedras libres, en el marco del aniversario por los 49 años de creación de la UNPSJB y los 40 años de la recuperación de la vida democrática.


El responsable del diplomado, Dr. José Raúl Heredia señaló “Nos parece magnífico que, dentro de la conmemoración de la democracia, hablemos del contenido real y el control que hay entre los poderes entre sí, y cómo el pueblo puede hacer sus propios controles al poder”. Precisamente, durante el diseño de esta capacitación, -acotó- “nos ha preocupado el contenido de la democracia”. Agregó además “Estamos acostumbrados a hablar de una democracia formal, y hemos querido trabajar la dinámica de la democracia en los distintos aspectos ya sea, desde las relaciones internacionales, políticas, relaciones con los distintos poderes fácticos e institucionales; tenemos una preocupación para hablar de cuál es el sistema constitucional que impera en Argentina”. Y, adelantó: “Nos interesa subrayar lo que fue la Constitución de 1949, tan olvidada, y nosotros la vamos a rescatar dentro del Sistema Constitucional Argentino”.

Los y las docentes convocadas son, entre otros: Hugo Rodríguez; experto en Deuda Externa y Deuda Pública; Lic. Héctor Giuliano, especialista en Atlántico sur y pesca; César Lerena,profesor y ex rector de la UNPSJB, Jorge Gil de la Cátedra Libre de Pensamiento Latinoamericano; además de la especialista en Derecho Penal, Verónica Heredia. De igual manera se escuchará al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; diputados/as de mandato cumplido Juan Mario Pais; Alejandro Fernandez Vecino; Estrella Gerez y Gustavo Menna; ex senador nacional y periodista Alfredo Luenzo, el presidente del INAES, Alexandre Roig, referente de la revista La Garganta Poderosa, Ignacio Levy.


Serán disertantes también en este diplomado: el Fiscal Federal Ad Hoc de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal Chaco, Diego Jesús Vigay; ex Intendente y licenciado en Economía, Alberto Argentino Lamberti; el escritor, pensador del campo nacional y latinoamericano, Miguel Ángel Barrios; ex decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNComa, Abog. Juan Manuel Salgado; de la Cátedra Libre de Pueblos Originarios, Abog. Sonia Liliana Ivanoff y la Mg. Veronica Peralta.

Confirmaron su participación también: el especialista en Derecho Constitucional y Ciencia Política, Sergio Miguel Díaz Ricci; de la Defensoría Pública, Iris Moreira AdePRA, Abog. Jimena Ramírez, la subsecretaria de Tierras y Hábitat Municipalidad Almirante Brown, Rosana Riccieri; Lic. Mónica Baeza, subsecretaria de Comunicación y Medios de la UNPSJB, delegada Chubut del Instituto Nacional contra la Xenofobia,
Discriminación y el Racismo, Alejandra Tolosa; Legisladora Ofelia Fernández; el doctor en Geografía y diplomado en Salud Colectiva, Juan Manuel Diez Tetamenti.

En el Marco del  2º Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y el Pre Congreso Argentino del Consejo de Decanos y Decanas de Ciencias Sociales (CODESOC – región centro), bajo el lema “Aportes y reflexiones a 40 años de la Democracia en Argentina. Poderes, proyectos y discursos en disputa ”, organizado desde por el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María, con la participación de destacados especialistas del ámbito académico nacional y latinomericano.

El evento tuvo lugar en el Campus de la UNVM, y de manera sucesiva en las sedes de Córdoba, San Francisco y Jesús María. Y estuvo destinado a Investigadores e investigadoras del mundo académico. Graduados, graduadas y estudiantes de carreras del Nivel superior No Universitario, de Grado y de Posgrado afines a los estudios sociales, docentes de todos los niveles del sistema educativo, actores gubernamentales, sindicales y de organizaciones de la sociedad civil vinculados a distintas problemáticas sociales territoriales y regionales y profesionales de disciplinas sociales.

En este marco el pasado 6 de junio en la Sede Córdoba de la UNVM disertamos Carlos Pereyra Mele (Analista Político, especialista en Geopolítica Suramericana), Héctor Gustavo Fadda (docente UNVM) y como moderador dirigió: Germán Casco. el Título de nuestra Ponencia fue:«El Comercio Internacional en el contexto geopolítico actual», ante una importante concurrencia de alumnos e invitados especiales e interesados en la problemática geopolítica y del Comercio Internacional

Del atlantismo al polo euroasiático. El conflicto en Ucrania como anuncio de una nueva configuración globalSergio Rodríguez Gelfenstein y Jorge Elbaum, Prólogo Carlos Pereyra Mele

El pasado 2 de junio arribé a Argentina a fin de realizar una gira promocional de mi libro más reciente escrito una vez más junto al colega y amigo argentino Jorge Elbaum. Esta obra, titulada “Del atlantismo al polo euroasiático. El conflicto en Ucrania como anuncio de una nueva configuración global» viene a ser una trilogía junto a “Imperialismo pandémico. América Latina en la nueva configuración geopolítica” (2020) y “La OTAN contra el mundo. El conflicto en Ucrania como expresión del cambio de época” (2022) todos editados por el sello Acercándonos.

Además de recrear la cotidianidad de los últimos cuatro años signados por la pandemia y el conflicto en Ucrania, en una saga, con estas tres entregas, hemos pretendido dar cuenta de las transformaciones que se han ido verificando -en esta aún breve etapa de la historia- como consecuencia de estos dos acontecimientos que están estremeciendo     tanto la dermis como la epidermis del sistema internacional.

En esta última entrega, “Del atlantismo al polo euroasiático…” estamos tomando nota de la profunda mutación que está acaeciendo en el mundo tras la operación militar especial de Rusia en Ucrania.

La obra se aboca a seguir el curso militar del conflicto y las reformulaciones que ha hecho la OTAN para responder a una dinámica que generada por su ambicioso deseo de expansión, siguió un curso no deseado para sus intereses.

Así mismo, se recoge el nuevo ritmo que le está imprimiendo China a la dinámica global en un contexto de cambio de territorialidad y, como consecuencia de lo anterior, la reacción de Occidente, su apoyo a la expansión del neonazismo y el fascismo y el rechazo a la búsqueda de una necesaria paz multilateral.

Finalmente, el libro se hace cargo de estudiar las repercusiones que estos eventos están teniendo en América Latina y el Caribe, de la misma manera que aporta elementos de análisis para comprender los sustentos que acuden a argumentar que -en el trasfondo- como sello de los tiempos que vivimos, está emergiendo una nueva configuración global.

En el prólogo el destacado analista internacional argentino y excepcional estudioso de la geopolítica Carlos Pereyra-Mele señala que:” El libro, con sus 174 páginas ágiles, claras y directas, nos impone la célebre frase de Montesquieu: “El culpable del inicio de una guerra generalmente no es el “culpable”, sino el que la hizo “inevitable”.

Y en su texto nos confirman que EL MUNDO DE YALTA Y DE POTSDAM HA FENECIDO arrastrando con él a sus estructuras claves como la ONU y Bretton Word. Todo ello luego de la desaparición de la URSS, cuando el triunfalismo de EE. UU. y sus socios, le llevaron a afirmar, bajo el auspicio de los neocons norteamericanos y de la versión económica del neoliberalismo, que el siglo XXI sería el Siglo Americano. Sin embargo, solo 23 años después, tan grandiosa pretensión hace aguas por todos los frentes y está inmersa en una crisis profundísima, especialmente por el crecimiento de los “países marginales o revisionistas”, tradicionalmente ninguneados por las élites anglosajonas.

 Resulta evidente que ambos autores, además al ser habitantes del “hóspito» territorio suramericano, -todo lo contrario a inhóspito- no cargan con las taras del supremacismo seudo intelectual y político del eurocentrismo y de la angloesfera. Lo que les permite analizar el mundo por venir desde la tierra “hóspita” de Suramérica, contraria al “inhóspito” mundo occidental, con un pensamiento original -el de los autores- y que nos exige repensar todo de nuevo, o sea a pensar distinto, dando espacio y validez al decir de Vasconcelos sobre “nuestra raza cósmica”, que nos permite diferenciarnos de aquel pensamiento imperial y hegemónico”.

Con la organización de Acercándonos Ediciones, en esta ocasión haremos presentaciones en las ciudades de Buenos Aires, Gualeguaychú, Concordia, Paraná, Rosario, Río Tercero, San Luis, Mendoza, Villa Mercedes y La Plata en un recorrido que nos llevará a algunas de las principales ciudades del país. Los eventos han sido auspiciados por organizaciones sociales, sindicales, políticas y estudiantiles nacionales y provinciales.

Twitter: @sergioro0701

Por Fernando del Pino Calvo-Sotelo publicado en su Blog

5 de junio de 2023

En la guerra de Ucrania la clase política y periodística occidental continúa enredándose en una ficción que cada vez se aleja más de la realidad. Sin embargo, hasta la mentira burda propia de la propaganda bélica debería tener sus límites, porque llegará un momento en que caerá el telón y la farsa quedará al descubierto. Veritas filia temporis.

La inevitable caída de Bajmut, que adelanté hace unos meses[1], es un ejemplo de ello. Los medios occidentales han procurado minimizar la relevancia del hecho argumentando que la ciudad carecía de importancia estratégica y distrayendo al público con la incursión de un pequeño grupo enviado a la muerte al otro lado de la frontera rusa para lograr un titular de un día. Sin embargo, Bajmut es un relevante nudo de carreteras y vías de ferrocarril cuya defensa tenía una “importancia estratégica capital”, pues era “clave para la estabilidad de todo el frente[2]”, según el comandante en jefe del ejército ucraniano, el competente general Zaluzhny, del que, por cierto, no se tienen señales de vida creíbles desde hace semanas (de estar fuera de combate, el bando ucraniano habría sufrido un serio golpe en un momento crucial).

Por otro lado, Zelensky y sus publicistas hicieron de Bajmut un icono de la defensa ucraniana hasta el extremo de que, cuando Zelensky visitó EEUU en diciembre y habló ante el Congreso norteamericano, entregó teatralmente una bandera firmada “por los defensores de la ciudad” y mencionó “Bajmut” nada menos que ocho veces en su discurso.

Esto explica que insistiera en defenderla a toda costa entre aparentes discrepancias con su Estado Mayor, que consideraba la defensa desproporcionadamente costosa en vidas humanas[3]. Está claro que enviar a soldados a la muerte desde la seguridad de un búnker en Kiev o mientras se está de tournée por ciudades occidentales es más fácil que ir en persona a primera línea con un fusil de asalto.

Bajmut ha sido tomada exactamente un año después de la toma de Mariupol, una fecha simbólica para los rusos. La probabilidad de que esto sea una coincidencia es muy baja, lo que hace creer que Rusia podía haber tomado la ciudad mucho antes, pero prefirió dejar un corredor abierto para que Ucrania sacrificara más hombres. La imagen mediática que se ha querido trasladar de oleadas de soldados rusos suicidas chocándose con las defensas ucranianas en ataques frontales es absurda. Los rusos han aprendido de sus errores iniciales y se mueven ahora de forma metódica, sin prisa, siguiendo criterios militares y no políticos, al contrario que Ucrania. Así, el papel de la infantería del grupo mercenario Wagner ha sido más bien identificar dónde se encontraban las fuerzas ucranianas para que la artillería del ejército regular ruso machacara su posición antes de avanzar. Ése es el motivo de que en Bajmut no haya quedado piedra sobre piedra y de que la ratio de bajas del atacante frente al defensor haya sido la inversa a lo habitual.

Según algunas fuentes, al atraer y lograr concentrar e inmovilizar tantas tropas ucranianas en un área tan pequeña, Rusia habría logrado aniquilar el equivalente a cuatro divisiones del ejército ucraniano (unos 60.000 hombres) gracias a su vasta superioridad en artillería, cuyo volumen de fuego es diez veces superior a la de Ucrania, como reconocen fuentes occidentales. No olviden que entre el 65% y el 75% de las bajas en un conflicto de estas características están causadas por la artillería.

Dado que gran parte de las fuerzas entrenadas por países de la OTAN han sido reservadas para una eventual ofensiva, muchos defensores ucranianos enviados a la ciudad eran reclutas novatos, adolescentes, mayores de 50 o pobres de zonas rurales lanzados a la muerte sin ningún entrenamiento previo, como denunció el Wall Street Journal la semana pasada[4]. En la misma línea, hace un par de meses el Washington Post entrevistó a un teniente coronel ucraniano que describió la falta de munición y de experiencia de combate de las tropas y confesó el sombrío estado de ánimo en el frente. Su batallón de 500 hombres había sufrido un 100% de bajas (100 muertos y 400 heridos), y los nuevos soldados novatos que le enviaban “tiraban sus armas y echaban a correr” al primer sonido de disparos. El teniente coronel “confiaba en un milagro” en la cacareada ofensiva ucraniana, que daba por hecho que se realizaría, aunque acabara “en una masacre”[5].

No podemos perder de vista que los tercos números siempre han apuntado a una inevitable victoria rusa, más aún en una guerra de desgaste. Ambos contendientes han demostrado probado valor y espíritu de lucha, pero los rusos gozan de una vasta superioridad militar y de enormes reservas, con una ventaja demográfica de 5 a 1, una ventaja en artillería de 10 a 1, clarísima superioridad aérea y electrónica y un sorprendente arsenal de misiles de precisión.

La guerra siempre es un horror. Aunque las siguientes cifras deban tomarse con cautela, fuentes solventes estiman que los ucranianos han podido sufrir alrededor de 180.000-220.000 muertos y los rusos entre 30.000 y 40.000, proporción inversa a lo que cuentan los medios, pero congruente con la diferencia de volumen de fuego. De ser ciertos estos datos, Ucrania habría perdido tres cuerpos de ejército en un año y le quedaría un último cartucho, una fuerza “ofensiva” constituida por los pocos carros de combate occidentales (de muy distinto estado operativo) y las divisiones recompuestas por hombres entrenados por la OTAN en estos meses, pero sigue careciendo de apoyo aéreo y artillero digno de tal nombre.

“Si tus enemigos son más poderosos y fuertes que tú, no los atacarás, sino que evitarás con sumo cuidado toda posibilidad de enfrentamiento directo”. La advertencia de Sun-Tzu no parece haber sido escuchada por los titiriteros de Zelensky, que parecen creer que una ofensiva, por pírrica que sea, puede convertirse en un éxito propagandístico y desequilibrar a Rusia. Quizá tengan razón, pero creo que en el mejor de los casos será como la fallida ofensiva alemana de las Ardenas de 1944 y, en el peor, como la suicida Carga de la Brigada Ligera británica en la guerra de Crimea (1854).

Napoleón decía que la clave “de las grandes batallas” se resumía en saber esperar, trasladarse con rapidez y concentrarse oportunamente. Con un frente de 1.500 kilómetros en el que los defensores rusos se encuentran dispersos, el contendiente ucraniano, aun siendo más débil, puede abrir una brecha en un golpe de audacia si cuenta con el efecto sorpresa y concentra adecuadamente sus fuerzas. Sin embargo, el necesario secreto dificulta la preparación, la habitual maniobra de distracción diluye la potencia del ataque y la imprescindible rapidez de avance puede verse comprometida de modo impredecible. Además, si Rusia detectara una concentración de fuerzas en retaguardia éstas serían diezmadas antes de entrar en combate, como quizá esté ocurriendo ya.

Según fuentes rusas ayer se produjo un primer ataque ucraniano que fue repelido con grandes bajas entre los atacantes, incluyendo 1/3 de los carros de combate utilizados. Este ataque puede haber sido el comienzo de la ofensiva o la típica maniobra de distracción. En cualquier caso, si la ofensiva finalmente se produce y es inicialmente exitosa, los medios occidentales lo publicitarán como un éxito rotundo, pero sería ésta una conclusión precipitada: antes o después dicha ofensiva perderá fuelle y será detenida en seco. Con su frialdad característica, Rusia absorberá, detendrá, contraatacará y arrollará. Lejos de defender territorio a toda costa (salvo en ciudades estratégicas), realizará retiradas tácticas y se centrará en destruir metódicamente la capacidad militar ucraniana, que es su verdadero objetivo.

Ante el horror de esta guerra hay que denunciar una y otra vez que el provocador de este conflicto ha sido el gobierno de EEUU, que despreció los intentos por parte de Rusia de alcanzar un acuerdo de seguridad mutua ante una amenaza que consideraba existencial.

En palabras de alguien tan poco sospechoso como el norteamericano John Mearsheimer, graduado en West Point y conocido teórico en relaciones internacionales, “Putin estaba profundamente comprometido a lograr un acuerdo negociado e hizo todo lo posible durante años para explicar a EEUU por qué [una Ucrania hostil] no era aceptable para Rusia”[6].

Los argumentos esgrimidos sobre un supuesto expansionismo ruso nostálgico de la extinta URSS son construcciones realizadas a posteriori con fines propagandísticos. ¿Dónde está la evidencia del expansionismo de Rusia en los 22 años que llevaba el autócrata Putin en el poder antes de la invasión? ¿En qué documentos de seguridad y estrategia occidentales – España incluida – se mencionaba el expansionismo ruso como la gran amenaza para Europa antes de febrero del 2022? Déjenme que les responda: en ninguno. Rusia ha sido un enemigo artificialmente creado, y su pasado reciente como miembro del G8 parece querer olvidarse:

Los norteamericanos contaban con que las sanciones económicas iban a dañar seriamente a Rusia, pero éstas han fracasado (al menos a corto plazo), pues su PIB apenas descendió un 2% en 2022 y se espera que crezca muy ligeramente en 2023. Por su lado, las sanciones autoimpuestas por la sumisa UE, gobernada por una burocracia inepta que vive en su torre de marfil, han golpeado a los ciudadanos europeos con una gran inflación y una inestabilidad energética estructural, de modo que la recíproca dependencia de Rusia ha sido sustituida por una asimétrica y mucho más cara dependencia de EEUU. Las sanciones también han dañado a las empresas europeas, que se han visto obligadas a malvender sus activos en Rusia a toda prisa y a precio de saldo a compradores rusos. Pero si en Bruselas no están sobrados de inteligencia, en Berlín no le andan a la zaga: tras torpedear su propia economía, el gobierno alemán ha aceptado la humillación de mirar hacia otro lado mientras EEUU o sus “socios” presuntamente le saboteaban su más importante infraestructura energética, el gaseoducto Nord Stream 2.

Los amagos occidentales sobre la potencial incorporación de Ucrania a la OTAN, desde que en la Cumbre del 2008 ésta acordara – a iniciativa de EEUU – que Ucrania y Georgia se incorporaran a la organización[7], sólo pueden calificarse de peligrosa provocación. EEUU siempre ha sabido que la pertenencia de Ucrania a la OTAN era “la más roja de las líneas rojas para la élite rusa y no sólo para Putin”, como escribió el actual director de la CIA y ex embajador en Moscú, William Burns, en sus memorias (publicadas en 2019), en las que añadía:  “En más de dos años y medio de conversaciones con personajes clave de Rusia, desde los más cavernícolas del Kremlin hasta los liberales más críticos con Putin, aún no me he encontrado con nadie que no viera la entrada de Ucrania en la OTAN como una desafío directo a los intereses de Rusia[8]”. ¿Qué hacía la “defensiva” OTAN entrenando y armando desde el 2014 a Ucrania, un país no miembro con una política agresiva hacia una potencia nuclear?

Asimismo, hay que denunciar que esta guerra pudo haber acabado en pocas semanas, pero EEUU y Reino Unido decidieron alargarla y boicotearon las negociaciones entre las partes que tuvieron lugar en marzo del 2022 en Turquía. En efecto, Occidente intervino para “bloquear” cualquier acuerdo y levantar a Ucrania de la mesa, en palabras del ex primer ministro de Israel[9], corroboradas por el ministro de Asuntos Exteriores turco[10]. Hasta entonces el conflicto apenas había causado muertos, pero para algunos debilitar a Rusia bien valía sacrificar un país pobre y lejano del que nadie se acordará cuando todo haya acabado y la vida de centenares de miles de personas. Naturalmente, nada de esto podría haber ocurrido sin la inmoral complicidad del corrupto gobierno ucraniano[11], que traicionó sus promesas electorales de distensión con Rusia y arrojó a su propio pueblo al precipicio ante un adversario implacable que no podía perder.

En resumen, caben pocas dudas de que EEUU provocó el conflicto y alargó innecesariamente la guerra. Por eso, no debe sorprendernos que el 85% del planeta que no es Norteamérica o sus colonias europeas contemple estupefacto la hipocresía anglosajona. ¿Éstos son “los valores” de los que presume Occidente y afirma defender la OTAN?

El conflicto entre EEUU y Rusia que se desarrolla sobre suelo ucraniano no sólo ha puesto de manifiesto el frío horror de la guerra o la impasibilidad de los psicópatas del poder de ambos bandos frente a la pérdida de vidas humanas, sino el estado de mentira permanente que ha alcanzado nuestra sociedad y la inmoralidad de un Occidente que ha perdido el juicio.

[1] También nos han mentido sobre Ucrania – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[2] Zaluzhny destaca la “importancia estratégica capital” de defender Bajmut – SWI swissinfo.ch
[3] Bild: Zelensky, Zaluzhnyi have conflicting views on Bakhmut (kyivindependent.com)
[4] 36 Hours in Bakhmut: One Unit’s Desperate Battle to Hold Back the Russians – WSJ
[5] Ukraine short of skilled troops and ammunition as losses and pessimism grow – The Washington Post
[6] John Mearsheimer Ukraine Salon – YouTube
[7] NATO – Official text: Bucharest Summit Declaration issued by NATO Heads of State and Government (2008), 03-Apr.-2008
[8] The Back Channel, by William J. Burns, Random House 2020
[9] Western Bloc Led by ‘Aggressive’ Boris Johnson Ruined Russia-Ukraine Peace Deal, Leading to Year-Long Bloodshed, Says Ex-Israel PM (ibtimes.sg)
[10] Turkish FM says some NATO states want Ukrainian war to continue – Türkiye News (hurriyetdailynews.com)
[11] Ukraine’s Zelensky Is Challenged by Return of Domestic Political Troubles – WSJ

FUENTE FPCS: https://www.fpcs.es/la-lenta-derrota-de-ucrania/

En nuestra tradicional Columna dominical de Geopolitica que difundimos desde hace 16 años a través del Club de la Pluma, en está jornada del 4 de Junio de 2023 analizamos con una visión geopolitica el triunfo del Presidente de Turkiye Recep Tayyip Erdogan y las consecuencias de ratificar con su triunfo el rumbo que le incentivo a su Geopolitica de Panturquismo que “llamativamente” tuvo escaso análisis de los “tanques de Ideas” y analistas seniors de política Internacional occidentales, lo cual demuestra el encono con que el mundo atlantista y anglosajón interpretó este triunfo sobre el candidato occidental Kemal Kiliçdaroglu. Lo que nos lleva a volver a ratificar que estas elecciones tienen gran importancia para el Sur Global.

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También analizamos la nueva área de conflicto que quiere instalar el occidente con su herramienta militar la OTAN en la siempre volátil región de los Balcanes atacando desde la provincia rebelde de Kosovo a la República de serbia sabedora que de está forma pone mas presión sobre el conflicto en Europa del Este agrediendo a un País que tiene gran afinidad y amistad con la Federación rusa, pero también tratando de con este nuevo escenario de características cuasi bélicas ocultar los últimos datos catastróficos que llegan del frente Ucraniano donde las tropas del régimen de Kiev (a pesar de la sobre abundancia de equipos militar financiación y entrenamiento recibido de parte de la OTAN) no logran iniciar la tan prometida ofensiva que pasó de “primavera a verano” y no se logra recomponer del desastre militar de la derrota y liberación de la Ciudad de Bahamut después de casi un año de sostener el enclave y transformando la Ciudad en una gigantesca tumba para las unidades Ucranianas enviadas a sostener una Ciudad cercada con una sola via de entrada y de escape…

Pero creemos desde Dossier Geopolitico la noticia de la semana geopolitica la dio el viaje de la comitiva argentina encabezada por el Ministro de Economía Sergio Massa a la República Popular de China donde se alcanzaron importantes acuerdos y un apoyo trascendental para que Argentina en Agosto integre el Banco de desarrollo de los BRICS, e ingresamos a los BRICS Duplicaron el swap y entraremos al BRICS. Además, todo el comercio entre Argentina y China se hará en yuanes. Lo que por supuesto causa mucho escozor en Europa (donde los voceros de EEUU los Borrell, las Von der Leyen, se apuntan a describir zonceras por el estilo: de que Argentina es insignificante desde lo económico y para la Política Internacional), mientras la recesión ya llegó a Alemania su motor y pronto al final del verano nuevos problemas surgirán en el viejo mundo y mas cuando todas las evidencias demuestran que sus esfuerzos belicistas para atacar a rusia caen en saco roto con grandes daños para su población que se ve obligada a reducir su calidad de vida en aras de un proyecto que solo beneficia a EEUU económicamente y que se ve muy bien reflejado en la ya importante deslocalización de empresas productivas europeas que parten hacia EEUU dejando el problema de la desocupación la desindustrialización a la parte importante de la Europa productiva 

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

Soldados ucranianos en Bajmut reclamaban no recibir “ningún apoyo”

Genocidio y terrorismo contra civiles rusos. Es el que patrocina y fomenta el Occidente colectivo. El régimen de Kiev, que no mueve un pelo sin el conocimiento y la autorización de la angloesfera, se ha agenciado definitivamente a estos métodos. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, denunció que Occidente está dispuesto a apoyar el genocidio de Kiev.

Por Javier Benitez

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Occidente cada vez más solo y desesperado

Lo anteriormente expuesto va de la mano con la idea de EEUU y sus vasallos de asestarle una derrota estratégica a Rusia, pero que al ver que militarmente no pueden lograrlo, apelan al ataque sistemático contra la población civil. Algo que vienen haciendo desde el año 2014, pero que ante una derrota inminente del mundo unipolar que EEUU se niega a aceptar, estos métodos son cada vez más frecuentes.

Una derrota que pasa por no aceptar bajo ningún concepto llegar a acuerdos de paz con Rusia, tal como los líderes occidentales han venido manifestando a través de diferentes voces, a cuál de ellas más belicistas: políticos y altos cargos de EEUU y de la Unión Europea. Y el envío de armas de Occidente a Ucrania, a sabiendas de que el régimen de Zelenski utiliza buena parte de ellas para atacar a civiles, no hace más que dejar las cosas cada vez más claras en este sentido.

En este contexto, Lavrov se muestra escéptico a que la idea elaborada por los líderes africanos sobre un plan de paz pueda ser aplicada para la resolución del conflicto y advierte que Washington y Londres han declarado reiteradamente que no puede ser aceptado otro plan que no sea la llamada la fórmula para la paz de Zelenski. Enfatizó que el G7, la OTAN y la UE exigen que todos se adhieran a ella.

Y es que en la Cumbre del G20 celebrada a mediados de noviembre pasado en Indonesia, Zelenski propuso una ‘fórmula de 10 puntos para restaurar la paz en Ucrania’ a la que Lavrov aludió de esta manera: «Esta fórmula significa la salida de las tropas rusas y la retirada de Rusia de todos los territorios: Crimea, Donbás y los nuevos territorios, Zaporozhie y Jersón. Luego, un tribunal sobre Rusia, sobre los dirigentes rusos. Tras esto el pago de las reparaciones, por así decirlo. Y solo después de todo esto, Ucrania aceptará amablemente firmar un tratado de paz».

Lavrov añadió: «Zelenski declaró hace tres años o un par de años, que si alguien se siente ruso entre los ciudadanos ucranianos ‘se vaya a Rusia’ por el bien del futuro de sus hijos y nietos. Los señores Danílov y Podoliak también dijeron que tras la devolución de Crimea y los territorios orientales de Ucrania, exterminarían todo lo ruso que hubiera allí hasta la aniquilación física de los ciudadanos rusos».

Entonces, Lavrov arremetió: «Esta postura de Occidente y su adhesión únicamente a esta fórmula bárbara y atroz de Zelenski significa que están dispuestos a apoyar el genocidio. No tengo nada más que añadir aquí», concluyó.

Vale la pena recordar que el 16 de mayo, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, informó que en nombre de los países africanos habló con sus pares Putin y Zelenski, y manifestó que ambos aceptaron recibir en sus respectivas capitales, una misión de paz encabezada por seis jefes de Estado africanos.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, señala que «realmente [son] espantosas las declaraciones de los ‘líderes’ que ejercen el poder del régimen en Kiev, y que evidentemente demuestran que su verdadero rol es profundizar el conflicto, desarrollar la guerra hasta las últimas instancias, como se dice, ‘hasta el último ucraniano’. Todo esto que estamos escuchando, y que no es ninguna novedad, es consecuencia de una decisión total y absoluta asumida por algunos países líderes de lo que en su momento fue la hegemonía occidental sobre el mundo».

Publicado y Difundidopor Radio Sputnik Internacional Moscu: https://sputniknews.lat/20230531/guerrerismo-fomento-del-terrorismo-y-del-genocidio-lo-unico-que-le-queda-a-occidente-1140040536.html

Por Carmen Parejo Rendón Escritora y analista en distintos medios audiovisuales y escritos. Directora del medio digital Revista La Comuna. Colaboradora en Hispan TV y Telesur. Enfocada en el estudio y análisis de la realidad latinoamericana y de Asia Occidental. Que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

El Bósforo o el ‘estrecho de Estambul’ se ha considerado uno de los grandes símbolos de conexión entre Europa y Asia. Además, es la única vía para que Bulgaria, Georgia, Rumanía, la parte suroccidental de Rusia y Ucrania alcancen el mar Mediterráneo.

Turquía está integrada en la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y a su vez, mantiene buenas relaciones con miembros destacados del BRICS, como Rusia, o referentes de los procesos progresistas latinoamericanos, como la República Bolivariana de Venezuela.

Recep Tayyip Erdogan, quien tiene una larga trayectoria en política, fue alcalde de Estambul (1994-1998), ocupó el cargo de primer ministro durante tres mandatos, desde 2003 hasta 2014, año en el que fue elegido como presidente de la República de Turquía y renovó tras la segunda vuelta en las pasadas elecciones del 28 de mayo, un nuevo mandato. Este largo período en el poder también ha marcado la agenda internacional del país y ha posicionado a Turquía en un lugar intermedio, no solo a nivel geográfico, sino en sus relaciones internacionales.

Situación en Siria

La victoria de Erdogan se produce en un contexto interno marcado fundamentalmente por la crisis económica que vive el país, por los problemas de cohesión social y por la situación de los refugiados sirios. Este tercer punto es determinante para comprender el viraje del posicionamiento internacional del país tras los años de gobierno del presidente Erdogan y cómo se establece una relación directa entre el devenir interno de Turquía y su actual contexto internacional.

En 2016 se alcanzó un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para frenar la afluencia masiva de refugiados que llegaban a las costas europeas (sobre todo a Grecia), huyendo del conflicto armado en Siria. Según este acuerdo, por cada sirio que se quedase en territorio comunitario, otro sería enviado a Turquía. A cambio, Bruselas prometió entregar a Ankara hasta 6.000 millones de euros para hacerse cargo de la situación.

La victoria de Erdogan se produce en un contexto interno marcado fundamentalmente por la crisis económica que vive el país, por los problemas de cohesión social y por la situación de los refugiados sirios.

La acogida masiva de refugiados ha generado un aumento de la xenofobia contra este grupo en el país que, además, se agudizó tras el terremoto que tuvo lugar en el norte de Siria y el sur de Turquía a inicios de febrero de 2023. No olvidemos que el epicentro de este terremoto se localizó justo en esta zona fronteriza con gran presencia de refugiados sirios.

Turquía y la UE

En relación con la Unión Europea, es importante recordar que Turquía ha sido candidata a integrarse dentro de este bloque; sin embargo, esto no se ha producido. Muchos analistas señalan que, más allá de enfrentamientos puntuales entre las partes, el principal motivo por el cual Turquía nunca se integrará en el proyecto europeo se debe a la dimensión geográfica del país y su potencial geoestratégico, que podría entenderse como una amenaza que desplazaría a las naciones hegemónicas dentro de esta alianza y otorgaría un papel de liderazgo en la UE al país euroasiático; además, algunos críticos consideran que la mayoría religiosa musulmana de esta nación también se podía entender como un elemento controvertido dentro de la lógica de la mayoría cristiana europea.

Analistas sostienen que el principal motivo por el cual Turquía nunca se integrará en el proyecto europeo se debe a la dimensión geográfica del país y su potencial geoestratégico.

Independientemente de las motivaciones, el rechazo de la Unión Europea ha sido determinante para el cambio en la estrategia internacional de Turquía que, alejada de ese proyecto, volvió con Erdogan al mando a redescubrir el antiguo Imperio otomano y a focalizar su política exterior en conseguir un papel preponderante en Asia central y Oriente Medio. Este cambio de estrategia, unido a las simpatías políticas del partido del presidente Erdogan, de corte islamista, y sus relaciones con la hermandad musulmana, son elementos que ayudan a comprender la participación de Turquía en el conflicto sirio y cómo esta decisión se enmarca en una lectura más amplia sobre su agenda en las relaciones internacionales.

El papel de Turquía en el conflicto armado sirio ha sido protagónico, destacando su apoyo a determinados grupos o su incursión en territorio sirio, como con la operación ‘Rama de olivo’, en enero de 2018, que culminó con la invasión terrestre de Afrín, al noroeste de Alepo, generando el rechazo del gobierno sirio y aumentando la confrontación entre ambos países vecinos.

El rechazo de la Unión Europea ha sido determinante para el cambio en la estrategia internacional de Turquía.

Lo cierto es que, pese a que prácticamente todos los candidatos llevaban en su programa la idea de solucionar el problema de los refugiados, este conflicto no es solo de carácter interno, sino que asume un debate más profundo sobre las relaciones internacionales de Turquía. Por un lado, por la implicación de la Unión Europea, reticente a las negociaciones con el gobierno sirio y al retorno de estos refugiados; y, por el otro, con el gobierno sirio, que en plena reconstrucción del país ve favorable el retorno de estos refugiados.

Es importante destacar que la situación en Siria actualmente ha cambiado. Aunque permanecen algunos focos activos, están localizados y, por lo tanto, el conflicto armado se da prácticamente por finalizado. A su vez, con mediación de Rusia y la República Islámica de Irán —y la participación de Turquía y evidentemente de Siria— se sigue profundizando en las negociaciones para conseguir la paz definitiva en el país.

Estas negociaciones son, probablemente, las que estén más cerca de poder resolver, entre otras cuestiones, la problemática de los refugiados.

Ankara y la OTAN

Otro elemento destacado es el hecho de que Turquía sea un país de la OTAN. Recientemente, vimos cómo el presidente Erdogan exigía para no imponer su veto al ingreso de Suecia y Finlandia al organismo, que estos países reconocieran como grupos terroristas a movimientos vinculados con el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK). Finalmente, tras aceptar las exigencias, Turquía retiró el veto a Finlandia que ya está en pleno proceso de integración. Sin embargo, sabemos que EE.UU. mantiene una alianza con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y en concreto con las milicias kurdas de las YPG y YPJ en el noreste de Siria, lo que le sirve para justificar su presencia allí y que se ha convertido en uno de los elementos que impiden el control sirio sobre todo su territorio y sobre parte de sus recursos.

El modelo turco implementado por su actual presidente, refleja la idea de un mundo multilateral en construcción, basado en la capacidad de maniobra de los Estados para aplicar una política exterior relativamente independiente.

Las contradicciones de intereses entre EE.UU. y Turquía no son algo residual. Sin embargo, es improbable que Turquía abandone su participación en la OTAN, sobre todo porque saben que a la alianza le interesa mantener a Ankara dentro de su órbita, y es algo que el presidente Erdogan ha sabido explotar. 

La confirmación de la continuidad del presidente Recep Tayyip Erdogan, de entrada, nos permite vislumbrar continuidad en la aplicación de esta política internacional más autónoma que contradictoria.

El modelo turco implementado por su actual presidente, refleja, una vez más, la idea de un mundo multilateral en construcción, no basado tanto en la confrontación entre bloques ideológicamente afines sino más bien en la capacidad de maniobra de los Estados para aplicar una política exterior relativamente independiente y con base en sus propios intereses y proyecciones.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT. y de DG

Por M.K.Bhadrakumar  28 de mayo

La operación duró 224 días y se convirtió en una batalla épica. Ucrania pagó un alto precio con sangre al tratar de retener a Bahamut, que llegó a llamarse una “picadora de carne”. 

Los analistas estadounidenses han enumerado veinticinco brigadas ucranianas y al menos 9 batallones y 5 regimientos,  un despliegue estimado de 120.000 soldados como mínimo, lanzados a la batalla por Kiev. Se estima que un 70% de bajas significaría que Ucrania sufrió más de 70.000 muertos y heridos.  Es una derrota devastadora. 

La doctrina militar convencional dice que un ejército que ataca a una fuerza atrincherada necesitará al menos tres veces más soldados que la fuerza defensora en las fortificaciones. Pero los combatientes de Wagner, que suman 32.000 combatientes, se enfrentaron a una fuerza de representación de la OTAN casi 4 veces mayor en número y equipada con armamento moderno. 

La conmoción por la aplastante derrota quedó reflejada en los rostros del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y del presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, cuando se enfrentaron a los medios de comunicación en Hiroshima, pocas horas después de que apareciera la declaración del Kremlin. Al leer un texto preparado, Biden anunció, en un importante cambio de política, que EE. UU. «Lanzaría algunos nuevos esfuerzos conjuntos con nuestros socios para entrenar a pilotos ucranianos en un avión de combate de cuarta generación como el F-16». 

Mientras tanto, en una serie de incidentes llamativos, Ucrania comenzó a atacar objetivos en Rusia con armas suministradas por Estados Unidos y Gran Bretaña. Ha habido ataques esporádicos de artillería y misiles Himars contra civiles rusos en ciudades fronterizas; dos ataques con drones al Kremlin; y los misiles de crucero británicos Storm Shadow atacan objetivos en Rusia. En un caso particular, la semana pasada, hubo una incursión transfronteriza en la región de Belgorod con vehículos y armas suministrados por Estados Unidos. Pero ninguno de estos ataques puede considerarse como un «cambio de juego».

Si bien EE.UU. y el resto de la OTAN fingen ignorar estos ataques, el hecho clave es que Ucrania obtiene datos de objetivos que solo las fuentes de inteligencia de la OTAN pueden proporcionar. Por lo tanto, se ha roto la línea roja de décadas que se remonta a la Guerra Fría, es decir, que ni EE. UU. ni Rusia atacarían el territorio del otro bando directa o indirectamente. (Sostuvieron las barandillas incluso durante la yihad afgana en la década de 1980).

Va a haber consecuencias. La primera señal llegó con la noticia de que ya se están desplegando armas nucleares en Bielorrusia y el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, estuvo en Minsk para firmar el acuerdo necesario que detalla la logística del despliegue.  Biden dijo a los periodistas el viernes después de regresar de Japón que su reacción al despliegue ruso es “extremadamente negativa”.

Pero en realidad, la intención de Moscú es dotar a Bielorrusia de una capacidad disuasoria contra cualquier movimiento precipitado de la OTAN, como cortar el acceso a Kaliningrado. Por cierto, Estados Unidos también ha mantenido armas nucleares en suelo europeo durante muchos años. 

Pero siempre puede surgir un punto crítico. El próximo ejercicio de la OTAN, cuyo nombre en código es Air Defender 23 (del 12 al 23 de junio), será el ejercicio militar más importante jamás realizado sobre los cielos europeos y el ejercicio de despliegue de fuerzas aéreas más extenso en la historia de la alianza occidental, en el que participarán 25 países de la OTAN, 10.000 efectivos militares y aproximadamente 220 aviones. 

Para citar a Larry Johnson, conocido bloguero estadounidense y exanalista de la CIA, “una operación de entrenamiento de este tamaño y escala en el contexto de las crecientes tensiones en la región es como encender una cerilla en un tanque de almacenamiento de gasolina”. Dicho esto, a nivel táctico, el ejército ruso también se está posicionando para nuevas operaciones para completar la liberación de Donbass, después de haber obtenido el control de Bahamut, que es un importante centro de comunicaciones a través del cual pasó toda la logística ucraniana a lo largo del arco de Donetsk hasta Seversk. hasta ahora.

Un informe en Izvestia el miércoles dijo, citando la opinión de expertos, que Avdiivka y Maryinka son «los siguientes en la fila… para que no haya bombardeos en la ciudad de Donetsk… Luego, tendremos que apagar el gran arco de Donetsk, desde Ugledar a Seversk con acceso». a Konstantinovka y Slavyansk. Estas son las dos últimas ciudades de la gran aglomeración de Donbass, seguidas de la estepa (que conduce hacia el río Dniéper) donde será muy difícil que el enemigo aguante”. 

Nuevamente, los combatientes de Wagner están siendo reemplazados por fuerzas regulares rusas para futuras operaciones. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo en una entrevista en la televisión rusa el viernes: “Es difícil decir dónde está el punto de ruptura… Obviamente, el grado de participación directa e indirecta en este conflicto por parte de los países del Occidente colectivo está aumentando día a día. Esto puede prolongar el conflicto, pero no cambiará el rumbo drásticamente. No puede cambiar el rumbo en absoluto. Rusia seguirá adelante con la operación, y Rusia garantizará sus intereses de una forma u otra y logrará los objetivos designados”. 

Mientras tanto, Rusia ha estado realizando una intensa campaña de bombardeos para dificultar que Kiev reúna la mano de obra y la potencia de fuego necesarias para lanzar y mantener una operación ofensiva más allá de unos pocos días, y está intensificando sus operaciones en   general para diezmar las capacidades militares de Ucrania. 

El “conocido desconocido” es cómo la campaña electoral estadounidense de 2024 afectará la trayectoria de la guerra. El cambio de Biden en el F-16 puede verse como una reacción instintiva. Incluso el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, admite que el F-16 no es un «arma mágica».

Mientras tanto, Rusia sigue investigando las intenciones de Estados Unidos . En una entrevista con la prestigiosa revista International Affairs, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Ryabkov, dijo el viernes que “la élite gobernante estadounidense se ha consolidado en gran medida sobre una base antirrusa, independientemente de la afiliación partidaria. En mi opinión, la situación se está convirtiendo en una fuerza mayor”.

Sin embargo, Ryabkov, quien es la “persona clave” de más alto rango para las relaciones con los EE. UU. en el Ministerio de Relaciones Exteriores, también agregó: “No importa cómo resulten las cosas, estamos dispuestos a mantener el diálogo con quien se mantiene o con quien llegue al poder en los EE. UU.”

Por lo tanto, la renuncia de Ucrania a la adhesión a la OTAN y la UE y el regreso al estado neutral de países no alineados seguirá siendo una de las condiciones clave para un proceso de paz exitoso en Ucrania. 

La gran pregunta es hasta dónde llegará la OTAN en su próxima cumbre en julio en Vilnius; o, ¿significaría esto la membresía plena de Ucrania o algo más? La probabilidad de que se tomen decisiones importantes en Vilnius puede, quizás, descartarse.

Curiosamente, el Kremlin se entusiasmó instintivamente con la idea de una llamada telefónica a Putin “a su debido tiempo”, expresada por el canciller alemán Olaf Scholz poco después de su regreso a Berlín de la cumbre del G7 en Hiroshima. Berlín se ha opuesto constantemente a cualquier movimiento precipitado de la OTAN a propósito de la membresía de Ucrania.

En una entrevista con el Wall Street Journal el viernes para celebrar su centenario, Henry Kissinger también comentó que “la oferta de incluir a Ucrania en la OTAN fue un grave error y condujo a esta guerra”. Kissinger abogó, en cambio, por una mayor claridad en la postura de Rusia sobre Europa, señalando que si bien Rusia está interesada en fomentar los lazos con Europa para su propio desarrollo, también es cautelosa ante las amenazas potenciales provenientes de Occidente.

La «Picadora de Carne Rusa» en Bajmut una derrota devastadora

En nuestra tradicional Columna dominical de Geopolitica que difundimos desde hace 16 años a través del Club de la Pluma, en está oportunidad planteamos en primer término la importancia de la segunda vuelta electoral en la República de Turquía donde no estaba en juego una reelección mas del lider Recep Tayyip Erdogan que luego de dos décadas en el poder, el líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo gobernaria el país cinco años más o si ganaba su opositor el atlantista y pro anglosajón Kemal Kiliçdaroglu el rol de Turquía sería de distanciamiento con el mundo Euroasiático y los BRICS. La columna como es grabada los días jueves no se podía saber el resultado de las mismas pero si la de su importancia para el nuevo orden mundial que a pasos agigantados se está desarrollando en estos tiempos. [Cuando escribimos estas líneas para difundir la columna en nuestra web de Dossier Geopolitico el bando encabezado por Erdogan, ha obtenido un amplio triunfo electoral y por lo tanto se consolida el Bloque del Sur Global]

AUDIO

En segundo término analizamos la importancia y la diferencia de las Cumbres que se han estado desarrollando en el Mundo que se diferencian en objetivos organizados por el Sur y el Norte Global.

Y aquí debemos entender la importancia de los mismos y sus grandes diferencias; el Sur Global organizó varias Cumbres todas proactivas en bien de sus sociedades, para fomentar el desarrollo comercial, tecnológico e Industrial, el desacople de la dólar dependencia para las transacciones internacionales y la utilización de nuevos formatos que reemplacen al Sistema Bancario administrado como arma por EEUU el: SWIFT. 

Las Cumbre del Sur Global, fueron:

La que organizó China en la Ciudad de XIAN, donde reunió a Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y donde se establecieron grandes acuerdos de inversión para incrementar la interconectividad ferroviaria, aumentar el intercambio turístico y el intercambio comercial con grandes inversiones Chinas y que son claves para profundizar los acuerdos y el rol clave de estos países en el Corazón de Asia Central para el proyecto geopolitico Chino de la Nueva Ruta de la Seda para el Siglo XXI.

La reunión del Foro Rusia Mundo Musulman en la Ciudad de Kazán, la capital y de la República de Tartaristán, en Rusia. Reunión que reunió a 85 países del mundo religioso Musulman y que con está es la 14 reunión que se realiza, lo importante es que asistieron cientos de empresarios de esas naciones y se alcanzaron grandes acuerdos entre los asistentes. Paralelamente se desarrolló la 32ª Cumbre de la Liga Árabe realizada en Arabia Saudita, donde fue reincorporada la República Arabe Siria; y que en su documento final expresaran lo siguiente…“Esperamos que esto contribuya a apoyar la estabilidad de la República Árabe Siria, preservar su integridad territorial, reanudar su papel natural en el mundo árabe y la importancia de continuar e intensificar los esfuerzos destinados a ayudar a Siria a superar su crisis”, destaca el texto. Las naciones árabes hicieron hincapié además en el cese de la injerencia de países extranjeros en sus asuntos internos, a la vez que expresaron su negativa a apoyar la formación de grupos armados y milicias fuera del ámbito de las instituciones estatales.

La Cumbre entre Irán e Indonesia El presidente iraní, Ebrahim Raisi, se reunió con su homólogo indonesio, Joko Widodo, en un viaje de dos días destinado a reforzar los lazos económicos entre ambas naciones de mayoría musulmana en medio de las crecientes tensiones geopolíticas mundiales. La mayor economía del sudeste asiático busca nuevos mercados para diversificar sus opciones de exportación y reducir su dependencia de los socios comerciales tradicionales, muchos de los cuales se han visto afectados por el debilitamiento de la economía mundial y los riesgos geopolíticos.

Con estas cumbre podemos apreciar las  tendencias del Sur Global de incrementar el diálogo aumentar el flujo comercial entre sus integrantes y aumentar su peso económico político sin recurrir al expediente único que tiene el Norte Global que no es otro que aumentar las tensiones incrementar carreras armamentísticas y no respetar a los pueblos por sus decisiones soberanas de tener un destino por fuera de la “dependencia” que es lo que quiere ser el modelo Oxidental basados en normas y reglas (por ellos administradas y decididas sin el consentimiento de la mayoría de los pueblos del mundo)

Cumbres Atlantistas Occidentales:

Hiroshima: el G7 cada vez más reducido, en realidad el G9 (que suma dos burócratas de la UE no elegidos), impone una agenda única de más sanciones a Rusia; más armas para el vacío negro de Ucrania; y más conferencias sobre China.

Lisboa: la reunión anual de Bilderberg, un festival atlantista/OTAN, se lleva a cabo en un hotel no tan secreto completamente cerrado. Tema principal en la agenda; guerra -híbrida y de otro tipo- a los “RIC” en BRICS (Rusia, India, China).

Prof. Lic Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

ANEXO

Difundimos la importante entrevista realizada al Dr. Francisco Javier Martínez en el Programa “Detrás de la Razón” que conduce el Periodista Roberto de la Madrid sobre las cumbres que hicimos referencia en la columna de Geopolitica del Club de la Pluma, con amplia información sobre los participantes y los profundos acuerdos alcanzados

PROGRAMA SUR vs NORTE GLOBAL: Cumbres de destrucción y muerte del 27 de mayo del 2023

Cuando un importante analista del Ejército de EE.UU. pretende instruir a nuestros países sobre nuestras relaciones con China, da signos de que la potencia hegemónica ha perdido su ubicación

Por Eduardo J. Vior analista internacional El Autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico Fuente TELAM

En esta columna habitualmente no se analizan textos sino procesos. Sin embargo, cuando los textos emanan de un centro de poder y tienen un estilo prescriptivo, debe suponerse que su mensaje se traducirá en directivas que van a influir sobre la realidad, en este caso la latinoamericana. Por ello es bueno leerlos con atención.

Desde hace algún tiempo muchos analistas internacionales en el continente recibimos sin solicitarlo hasta dos o tres veces por semana los artículos de Robert Evan Ellis, profesor investigador de Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, especializado en las relaciones de la región con China y otros actores no occidentales. Desde hace veinte años el profesor Ellis investiga y asesora al Comando Sur del ejército norteamericano sobre las políticas para la contención de la influencia asiática sobre nuestra región. Por eso ha parecido relevante en este caso analizar “Carrera hacia el fondo: China y la lógica autodestructiva de la diplomacia transaccional en las Américas”, que el autor publicara en abril pasado y distribuyó esta semana.

El texto comienza con una constatación: “Para ser claro, creo firmemente que los Estados Unidos pueden hacer mucho más para apoyar el desarrollo económico de la región y la lucha contra la corrupción endémica, (…).” En esta frase inicial se supone, primero, que EE.UU. apoya el desarrollo económico de la región y, segundo, que colabora en la lucha contra la corrupción. Si por desarrollo se entiende un crecimiento autosostenido del PBI que se reproduce equilibradamente en todos los sectores económicos y regiones del país, permitiendo al mismo tiempo la superación de la pobreza extrema y el mejoramiento paulatino de las condiciones de vida de la mayoría de la población, no hay en el siglo y medio de presencia norteamericana en América Latina y el Caribe ninguna evidencia empírica de que ésta haya contribuido a alcanzar estas metas. Por otra parte, si por corrupción se conciben los pagos indebidos y dádivas de empresas o personas privadas a funcionarios públicos a cambio de decisiones políticas que les sean favorables, debe tenerse en cuenta que todas las investigaciones serias sobre la materia han demostrado que estas transferencias siempre entran por algún lado al sistema bancario o financiero y, como es conocido, algunos de los principales “paraísos fiscales” están en el estado de Delaware o en las Islas Vírgenes norteamericanas.

Pocas líneas más adelante el autor devela el sentido del título de su contribución: “Aunque me frustra el persistente fracaso de Washington para ayudar mejor a la región (…), me preocupa también la lógica errónea, tanto en Washington como en la región, de que la respuesta al ‘avance de China’ es un enfoque fundamentalmente transaccional para que intentemos ‘superar’ la oferta de Pekín.” Que Washington ofrece poco a la región y recibe mucho en forma de remesas de beneficios, tanto legales como ilegales, y de términos de intercambio, es indudable. Que, por consiguiente, entre sus dirigentes cunda la preocupación, cuando ven cuánto ofrece la República Popular, es entendible.

Una visión similar se registraría del lado latinoamericano: “Por su parte, nuestros socios latinoamericanos tienen razón al anteponer sus propios intereses a la competencia entre grandes potencias, pero hacerlo no significa aceptar al pretendiente que ofrece a los que están en el poder un gran proyecto de infraestructuras con beneficios colaterales o un ‘trato de realeza’ en una visita de Estado.” O sea que en ambos lados la perspectiva “transaccional” (me relaciono mejor con quién más me da) resulta justificada. Es interesante que para este autor ningún actor tenga finalidades propias, ni Estados Unidos ni los líderes latinoamericanos. Todos estarían actuando por el mero beneficio inmediato.

No se entiende en este contexto de qué modo el analista arriba a la prescripción de cuál debiera ser la conducta “correcta” de los dirigentes de la región: “La búsqueda del verdadero ‘interés propio’ de América Latina exige que se seleccionen sus interlocutores y los modos de relacionarse con ellos de una manera tal que, teniendo en cuenta la corrupción y las debilidades institucionales de la región, se maximice la probabilidad de que el compromiso genere un verdadero beneficio duradero para el país, al tiempo que se minimice el riesgo de ser atrapados por un socio depredador o de quedar entrampado en un ciclo de dependencia, sin poder denunciar los malos comportamientos del socio.”

En este párrafo es llamativo el conocimiento superior que el columnista se atribuye sobre cuáles serían “los verdaderos intereses propios” de América Latina. En realidad, este afán normativo parece constituir el meollo del artículo. El analista deja su lugar al predicador que indica el camino de la verdad. Es problemático, empero, cuando “el predicador” representa oficiosamente el pensamiento del mayor ejército del mundo.

Todavía se añade el remanido argumento del espionaje: “Desde que la ley de Inteligencia Nacional de China de 2017 obliga a las empresas chinas a entregar información que sea de utilidad para el Estado chino, la huella digital de China cada vez más presente en toda la región hace cada vez más difícil para las empresas que operan allí proteger sus procesos básicos y su propiedad intelectual, como para los funcionarios de los gobiernos latinoamericanos
proteger sus asuntos personales y deliberaciones oficiales contra filtraciones.” Da la impresión de que el autor se está refiriendo a la Agencia Nacional de Inteligencia (NIA, por su nombre en inglés) de EE.UU., a sus empresas de comunicaciones y al espionaje sistemático que realizan innumerables agencias del Estado norteamericano. ¿Existe el espionaje bueno y el espionaje malo o ambos, en manos de potencias extranjeras, atentan contra la soberanía de las naciones y la libertad de sus pueblos?

Al final del artículo aparece el consejo: “Washington necesita desesperadamente hacer más por América Latina y el Caribe, pero más importante es que debe convencer a la región que tome mejores decisiones en su propio interés a largo plazo, y estar preparado para ayudarla en ese camino.”

Descartando la mala intención, el artículo llama la atención por su falta de ubicación: se coloca en una posición magisteril, apostrofando a los líderes regionales, para que sigan el camino correcto, que sería alejarse de China. Reconoce que los Estados Unidos no ofrecen nada comparable a las inversiones de la República Popular, pero advierte contra las malas intenciones de ésta. Desconoce y no asume la larga historia de violencia, corrupción y sometimiento de América Latina y el Caribe a manos de su patria. Es poco creíble, entonces, el dedo acusador hacia Oriente.

Todos los hegemonismos son malos. Sería deseable un orden mundial en el que todas las naciones se traten con respeto y se escuchen mutuamente. Pero que una potencia hegemónica como EE.UU. pierda el sentido de realidad, desconozca la madurez de la identidad latinoamericana y caribeña y pretenda seguir tratándonos como infantes es peligroso, porque desconoce la realidad y, cuando la mayor potencia militar del mundo se aparta de la realidad, sus acciones se tornan irreflexivas y pueden ocasionar un terrible daño. Es malo estar dominado por un Imperio, pero terrible estarlo por un Imperio sin sentido de realidad.