Por Sergio Rodríguez Gelfenstein que autoriza su publicación en Dossier Geopolitico

La historia de las relaciones internacionales de América Latina es la historia de la contradicción no resuelta entre el pensamiento monroista y el pensamiento bolivariano. El primero dio origen a la idea panamericana sustentada en la hegemonía de Estados Unidos sobre la región y en la que el resto de los países tienen una posición subordinada y sumisa.

El pensamiento bolivariano se originó como necesidad de concertar a las “repúblicas americanas antes colonias españolas” para que nos “sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete de los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de, en fin, conciliador de nuestras diferencias” según la idea del Libertador formulada en la convocatoria al Congreso de Panamá en diciembre de 1824. 

Casi 70 años después, en el ensayo “Nuestra América” publicado el 10 de enero de 1891 en la Revista Ilustrada de Nueva York y, unos días más tarde en el diario mexicano El Partido Liberal,  José Martí le da forma a una idea más totalizante que la de Bolívar en cuanto a la identidad que nos integra y nos debe agrupar. Dijo Martí: “¡[…] del Bravo a Magallanes, sentado en el lomo del cóndor, regó el Gran Semí, por las naciones románticas del continente y por las islas dolorosas del mar, la semilla de la América nueva!”.

Un poco más de un año antes, el 19 de diciembre de 1889 en ocasión de una velada artístico-literaria realizada en la Sociedad Literaria Hispanoamericana de New York a la que asistieron los delegados a la Conferencia Internacional Americana convocada por Washington para concretar la idea monroista, Martí quiso advertir a los obnubilados representantes de las repúblicas del sur  a quienes los anfitriones habían apabullado mostrándoles las ostentosas maravillas del naciente capitalismo que: “… por grande que esta tierra sea, y por ungida que esté para los hombres libres la América en que nació Lincoln, para nosotros, en el secreto de nuestro pecho, sin que nadie ose tachárnoslo ni nos lo pueda tener a mal, es más grande, porque es la nuestra y porque ha sido más infeliz, la América en que nació Juárez”. Así se sembró para siempre lo que habría de ser la identidad nuestroamericana que nos une.

El pensamiento monroista, emergió del discurso del presidente James  Monroe ante el Congreso de su país el 2 de diciembre de 1823,  para ser  transformada en doctrina de política exterior de Estados Unidos para América Latina y el Caribe, posteriormente. Aunque a lo largo de esa centuria hubo algunos intentos de institucionalización, fue en 1889 cuando habría de concretarse la intención de darle una estructura a tal idea. Por ello se convocó la primera conferencia panamericana. A partir de entonces y hasta 1954 se realizaron dos conferencias interamericanas, cuatro reuniones de consulta y diez conferencias panamericanas.

En la novena, realizada en Bogotá en 1948, en el marco de una nueva realidad emanada del fin de la segunda guerra mundial, fue creada la Organización de Estados Americanos (OEA). El año anterior en Río de Janeiro, había sido firmado el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que daba origen a un supuesto sistema de seguridad colectivo para las Américas. De esta manera, contando con los instrumentos militar y político, Estados Unidos logró consumar una estructura de dominación que le garantizaba su control sobre la región. La idea monroista de “América para los americanos” (léase Estados Unidos) se había completado. La historia más reciente es bastante conocida.

El pensamiento bolivariano pareció muerto con la desaparición física del Libertador en 1830. A partir de entonces varios pensadores y políticos latinoamericanos dieron continuidad en sus escritos y en su obra al ideario de Bolívar. Así mismo, se hicieron dos eventos en Perú a mediados del siglo XIX, en 1847-48 y en 1864-65 los participantes de diversos países se reunieron para no dejar morir la idea bolivariana y retomar su propuesta de unidad.

Pero hubo que esperar casi 150 años hasta que Hugo Chávez, el más preclaro continuador del pensamiento bolivariano, comenzó a cambiar esa perspectiva. Chávez se propuso transformar la injusta estructura de dominación regional dando inicio a la recuperación del sueño bolivariano para convertirlo en el proyecto que había quedado truncado en 1830.

Así, en 2010, en la Riviera Maya mexicana se realizó la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe tras la fusión de los dos mecanismos existentes con anterioridad. Al año siguiente, en el marco del bicentenario de la independencia de Venezuela en una reunión cumbre de los líderes de la región nació la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En aquella ocasión, el Comandante Chávez sentenció que «Estamos poniendo aquí la piedra fundamental de la unidad, la independencia y el desarrollo de América Latina y el Caribe».

Tan solo unos años después, el avance oligárquico en la región generó fuerzas centrífugas que bajo fuerte influjo monroista actuaron como elemento desintegrador respondiendo a la necesidad de Estados Unidos de impedir que se concretara la unidad latinoamericana y caribeña.

La llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador y el extraordinario esfuerzo del gobierno mexicano en pro de la integración permitieron retomar el proyecto en 2020, una vez más rescatando el ideario de Bolívar como instrumento de consolidación de la unidad regional.  Y así llegamos a Buenos Aires 2023.

La reunión Cumbre finalizada ayer en la capital argentina mostró grandes luces, pero también algunos grises y sombras.  Las sombras dicen relación con la información transmitida por los medios transnacionales de la desinformación: “Sin Maduro comienza la Cumbre de la CELAC”, “Con muchas ausencias se realiza la Cumbre de la CELAC”, “López Obrador distanciado de Alberto Fernández, no viaja a Buenos Aires”. Los titulares trasuntan un odio, una negatividad y una apuesta por el fracaso que expresan con claridad la voluntad monroista de desintegración que emerge de la prensa tránsfuga que responde a intereses imperiales y oligárquicos.

Por otra parte, la crisis peruana dio muestras de que en algunos temas no existe consenso y que, finalmente el asunto de los derechos humanos está politizado de acuerdo a lo que Estados Unidos y las oligarquías -aún en el poder- entienden, en cuanto al uso político que se le debe dar a este asunto. No hubo una declaración única , dura y contundente en contra de la prisión del presidente Castillo, la represión al pueblo peruano, la violación de la autonomía universitaria y el asalto a la tan cacareada democracia.

De igual manera, es oscura la invitación a Estados Unidos a la Cumbre. De la misma forma que a espaldas del Libertador, el vicepresidente de Colombia Francisco Santander invitó a Washington al Congreso de Panamá en 1826, Alberto Fernández hizo lo propio y sin necesidad al convocar a Joe Biden, presidente de un país que nos excluye y nos desprecia.

La inasistencia del presidente Maduro también debe considerarse como un punto negro de la Cumbre. Un país en el que la vicepresidenta esta viva de casualidad tras un atentado terrorista en su contra no daba seguridad al presidente de Venezuela. Una cosa es ser valiente y otra ser pendejo. No hay que olvidar que el gobierno de Estados Unidos le puso precio a la cabeza del presidente Maduro. Por 15 millones de dólares cualquier loco y otros que no lo están tanto, estarán absolutamente dispuestos a cometer un magnicidio. La “investigación” del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández da cuenta de la plena colusión de la justicia, los medios de comunicación, la ultra derecha y la delincuencia organizada en Argentina, a fin de generar complicidad e impunidad.

El valor del presidente Maduro no se manifiesta por la asistencia o no a la Cumbre, sino por la resistencia de 8 años al frente del pueblo venezolano para plantarse y derrotar todas las acciones de grupos terroristas y desestabilizadores organizados y financiados por Estados Unidos, y salir victorioso de ello. 

En particular, Venezuela siempre está representada en Argentina por las inmensas muestras de amistad de millones de ciudadanos y ciudadanas que han dado continuidad por 200 años al abrazo fraterno de Guayaquil entre los Libertadores José de San Martín y Simón Bolívar.

De cara al futuro, habrá que avanzar para hacer luz en los grises que aún permanecen. Todavía no existe una idea única de integración. No me refiero a lo que estén pensando las derechas cavernarias y monroistas sino a las propias interpretaciones que se hacen en la región del ideario bolivariano. En este sentido, son equívocos los llamados del presidente López Obrador a la buena voluntad de Estados Unidos para con la región.

Más allá de los buenos deseos, eso no tiene ninguna posibilidad de materializarse. 

La condición imperialista de Estados Unidos está en su ADN, si renunciaran a ello se transformarían en otra cosa y no hay ninguna señal en ese sentido. Lo saben los cubanos por más de 60 años, Nicaragua desde 1979 y Venezuela desde la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez. Nuestra integración será latinoamericana y caribeña o no será.

Hablar de un gran espacio americano que incluya a Estados Unidos no deja de ser un sinsentido que contradice lo que el propio presidente López Obrador ha dicho en otros escenario. Pero se entiende la situación de México, “tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. En todo caso, no hay que olvidar que Cuba está en la misma situación.

Por su parte el presidente Petro, casi obsesivamente desea generalizar sin fundamentos una situación personal que se resolvió positivamente a su favor cuando fue destituido de forma irregular e ilegal como alcalde de Bogotá. Agotadas todas las instancias internas recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que revirtió el fallo de la justicia colombiana reponiéndolo en su cargo. Pero de ahí a suponer que esa institución dependiente de la OEA de la que Estados Unidos ni Canadá forman parte pero sobre la que tienen poder de decisión, pueda ser el summum de una política común de derechos humanos, no deja de ser una quimera.

Si creemos en CELAC, debemos ser capaces de crear un cuerpo estructural, de instituciones propias, entre ellas la de derechos humanos a fin de resolver nuestros problemas sin injerencia de Estados Unidos. 

No dudo de la voluntad integracionista de los presidentes López Obrador y Petro, pero me siento en la obligación de señalar estos grises que tengo plena seguridad se resolverán mediante el dialogo y el debate fraterno.

La CELAC deberá también buscar mecanismos que hagan posible la participación de mayor cantidad de jefes y jefas de Estado y gobierno a las reuniones Cumbre. De no ser así, las mismas se deberán hacer por teleconferencia con participación presencial de cancilleres y técnicos para la redacción y revisión de los documentos a aprobar. Aunque en Buenos Aires estuvieron presentes todos los países, la inasistencia de una parte de los mandatarios, da cuenta de que todavía Estados Unidos genera temor al usar los instrumentos de coerción, amenaza y chantaje que integran su amplio arsenal. 

En cualquier caso, las luces son tantas que tapan cualquier sinsentido y visión mezquina que se tenga de la Cumbre. Lo más importante de todo es que a pesar de las intimidaciones, coacciones y presiones de fuerzas reaccionarias y adversas a la integración, la reunión se haya concretado. En este ámbito, hay que agradecer el gran trabajo del gobierno y la cancillería argentina.

La realización de la Cumbre en Buenos Aires después de la efectuada en 2020 en México permite retomar la continuidad de estos eventos y con ello se posibilita pensar nuevamente que la integración de la región es posible. Los imperativos de unidad y el reconocimiento de la mayoría de la necesidad de construir aceptando la diversidad, así como la voluntad de avanzar hacia una integración con desarrollo a partir de la inclusión, son signos inequívocos de un futuro promisorio.

La reincorporación de Brasil y la posibilidad de agregar a los presidentes Lula y Petro al necesario liderazgo colectivo de la región, dejando atrás el oscurantismo medieval de Bolsonaro y Duque, son también señales incuestionables de que la región avanza en una dirección positiva. 

La elección de San Vicente y las Granadinas y de su primer ministro Ralph Gonsalves como presidente pro tempore de la CELAC es un indudable reconocimiento a los países insulares del Caribe. 

Vale decir que la OEA, es decir Estados Unidos nunca ha permitido que un caribeño acceda al más alto cargo de esa organización. La democracia que se espera exista en CELAC debe ser igualitaria. Como atributo propio de la integración bolivariana, no debería importar en el momento de la toma de decisiones las diferencias que emergen de la dimensión geográfica, la cantidad de habitantes o el tamaño de la economía de los países miembros. Esto es lo que ha permitido que a partir de hoy y por un año, San Vicente y las Granadinas haya sido elegida por consenso para representar a toda la región.

La constitución de la CELAC social y la realización de su propia Cumbre en Buenos Aires es expresión de que los pueblos de Nuestra América han aprendido del pasado. Los gobiernos van y vienen, los pueblos persisten en sus luchas, entre ellas las que libran por hacer efectiva la unidad latinoamericana y caribeña. La integración sólo será irreversible cuando los pueblos se hagan cargo de ella. Felizmente los acuerdos de la Cumbre de CELAC social apuntan en esa dirección.

La Declaración de Buenos Aires, instrumento final del cónclave, reiteró el compromiso de todos “con el avance en la unidad e integración regional política, económica, social y cultural”. Los 111 puntos del documento sumados a las 11 declaraciones especiales configuran una sólida base de trabajo para avanzar correctamente hacia el futuro. 

Desde mi punto de vista, son de particular interés los puntos 92 y 93, así como el 98. Los dos primeros reconocen la “relevancia de intervenir de manera concertada y presentar iniciativas consensuadas en los distintos foros multilaterales”. Así, también la necesidad de: “Promover […] un mayor número de intervenciones conjuntas en todos los foros multilaterales en temas de interés común, convencidos de que ello contribuirá directamente a fortalecer el papel y liderazgo de la región en los organismos internacionales». La idea de avanzar hacia la construcción de un verdadero bloque regional de poder que nos muestre de esa forma ante el mundo le da carácter estratégico a esta declaración.

Por otra parte, el punto 98 señala: “Nos congratulamos por los avances logrados en materia de profundización del diálogo político de América Latina y el Caribe con los socios extrarregionales, entre los que se incluyen la Unión Europea, China, India, la Unión Africana y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)”. No sé si fue un olvido, una decisión consensuada o un gazapo necesario, pero ahí no aparece Estados Unidos por ninguna parte, marcando la clara disposición de la región de relacionarse con bloques de poder global que nos reconozcan en igualdad de condiciones. Tal vez sea simplemente la aceptación de que no existe “diálogo político” alguno con la potencia norteamericana o, que no es considerado un “socio extrarregional”.

Finalmente, tal como lo dijo el presidente Petro, hay que pasar de la retórica a las acciones y los hechos. Si la Declaración de Buenos Aires se cumpliera, todos los países de la región deberían regularizar su relación con Caracas, volviendo a la normalidad existente antes de que Obama y Trump se propusieran derrocar por la fuerza al Presidente Maduro. 

Desde mi perspectiva, el punto 104 referido a Venezuela, aunque es un avance, todavía es flojo en el reconocimiento del gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro.

Al final de este evento y de cara al futuro, con Martí podríamos preguntarnos  “¿Adónde va la América, y quién la junta y guía? Y con el apóstol de la independencia de Cuba responde: ”Sola, y como un solo pueblo, se levanta. Sola pelea. Vencerá, sola”.

Twitter: @sergioro0701

Un gran paso adelante, pero por ahora sólo uno 

Por Eduardo J. Vior publicado en TÉLAM y autorizado por el autor su publicación en Dossier Geopolitico

La VII cumbre de CELAC dio inicio a un nuevo ciclo de integración continental, mas sólo tendrá relevancia si la complementan otras acciones. 

La reunión de jefes de Estado, de gobierno y representantes de los 33 estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se realizó este 24 de enero en Buenos Aires marcó un hito en el proceso de unidad regional e indicó al mundo que Nuestra América quiere hablar en los foros internacionales con una sola voz y gobernarse a sí misma sin tutorías. Sin embargo, la continuidad y profundización del proceso de integración requerirá armonizar identidades e intereses contradictorios y utilizar diversos instrumentos a la vez. 

El documento final publicado el pasado martes declaró la región como una «zona de paz» y destacó su importancia mundial como principal productora y exportadora de alimentos. También dedicó apartados al cambio climático, a la estrategia sanitaria, la cooperación en materia ambiental, la ciencia, tecnología e innovación productiva, la infraestructura para la integración, los temas de género, juventudes, migraciones, discapacidad, educación, cultura, a la cooperación en materia espacial y nuclear y contiene secciones especiales sobre Haití, Cuba, Venezuela, Puerto Rico y Malvinas. 

En la declaración se brindó “el más fuerte apoyo regional al reclamo de la Argentina sobre las Malvinas”, se destacó “la importancia de la Hidrovía Paraguay-Paraná” y se reiteró el llamado “para poner un final al bloqueo contra Cuba”. El documento hace asimismo hincapié en la defensa de los recursos naturales y estratégicos, resalta la importancia de fomentar el diálogo entre las partes en Venezuela y reafirma el principio de no intervención e injerencia extranjera en los procesos políticos del continente.

La CELAC también manifestó su “preocupación, porque varios países de América Latina y el Caribe emergieron de la pandemia con mayores niveles de deuda pública” y subrayó “la necesidad de que las instituciones financieras regionales e internacionales, como los Bancos Multilaterales de Desarrollo, mejoren las facilidades crediticias”. Los miembros de la Comunidad coincidieron también “en que la desinformación en las redes sociales puede crear realidades paralelas e inducir a la radicalización política”, creando “una amenaza a los valores democráticos y al Estado de Derecho”. 

La cumbre finalizó el martes por la noche con la elección unánime del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, como presidente pro tempore del foro regional. Así, por primera vez en la historia del organismo fundado en 2011, un país pequeño –y, además, del Caribe- asume la presidencia temporaria.

Durante la reunión cumbre los 11 presidentes y primeros ministros presentes así como los demás delegados se dirigieron al pleno poniendo cada uno su acento. Mucho se trató en los medios de los últimos días sobre los discursos de los presidentes Alberto Fernández y Lula da Silva, sobre el exabrupto del presidente uruguayo, las referencias de Gastón Boric y Gustavo Petro a la crisis en Perú, así como sobre el video de Nicolás Maduro denunciando las agresiones contra su país.

Atención especial mereció asimismo el video del presidente chino Xi Jinping con el siguiente contenido: “La CELAC ya se ha convertido en una fuerza propulsora indispensable para la cooperación global Sur-Sur», dijo y añadió que «bajo el liderazgo de Argentina y otros países, la CELAC ha persistido en practicar el multilateralismo y jugado un papel importante en la defensa de la paz regional, el fomento del desarrollo compartido y la promoción de la integración regional». Xi detalló también que «China ha venido trabajando con América Latina y el Caribe para reforzar constantemente la construcción del Foro China-CELAC» y reconoció que «el mundo ha entrado en un nuevo período de turbulencias y transformaciones», por lo que «sólo con el fortalecimiento de la unidad y la cooperación podremos hacer frente común a los desafíos y superar juntos las dificultades coyunturales». 

Es esperable que la actuación de San Vicente al frente de la CELAC no se desarrolle en solitario. Ralph Gonsalves seguramente recibirá el apoyo de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y quizá también de los países del ALBA. El principal eje de su gestión se concentrará en torno al cambio climático, que origina frecuentes y cada vez más violentos huracanes en el Caribe.

Ya la misma realización de la cumbre ha sido un éxito hace pocos meses todavía impensable. Además han participado representantes de todos los países miembros, sin ausencia alguna. Por otra parte, la reincorporación de Brasil da al organismo un gran peso internacional. Ha sido un gran suceso, también, que la declaración final, de 111 puntos, haya sido adoptada unánimemente, con reparos parciales en sólo diez puntos. 

Bajo la presidencia de un país pequeño viene ahora la difícil implementación de lo acordado, sin que la Comunidad tenga organismos permanentes que la doten de ejecutividad. Asimismo se harán sentir las diferencias de intereses y objetivos entre los asociados, especialmente entre los tres más grandes. Argentina está interesada en el desarrollo de este foro regional, porque tiene una tradición diplomática y cultural de solidaridad latinoamericana que ahora se amplía al Caribe. En las mejores épocas de nuestra historia hemos complementado nuestras debilidades políticas y económicas con una poderosa diplomacia cultural, sindical y social que en momentos difíciles nos supo ganar la simpatía continental y que ahora es menester reimpulsar. 

Brasil, por el contrario, no tiene un interés “duro” en la integración con el Caribe y Mesoamérica, porque allí debe competir con México. Para su actual gobierno la prioridad continental está, por un lado, en el fortalecimiento del Mercosur, incorporando también a Bolivia, porque es el ámbito “natural” para los negocios de su gran industria. Por el otro lado, va a poner el acento en el resurgimiento de la Unasur como herramienta para la integración política del subcontinente que, espera, le servirá como apoyo para conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. 

México, a su vez, sólo tiene interés en CELAC, si le sirve para funcionar como bisagra entre la integración latinoamericana y caribeña y la de América del Norte, donde tiene su mercado principal. 

Parecidas puntualizaciones podrían hacerse sobre los intereses particulares de los demás miembros de la Comunidad. Ésta sólo puede desarrollarse como foro regional, si con acciones concretas se crea el interés de sus miembros en dialogar dentro del mismo. Con políticas específicas se puede generar más comunidad de intereses que con grandes cumbres o manifiestos universalistas. 

El desarrollo de CELAC es un aspecto importante de la integración continental, pero ésta supone utilizar instrumentos “duros” (económicos, políticos y militares) y “blandos” (culturales, deportivos, comunicacionales, educacionales, sanitarios y científico-tecnológicos) que requieren distinto tipo de organizaciones. La VII Cumbre de CELAC ha dado un gran paso hacia la integración continental, pero muchos más deben seguir. 

TELAM https://www.telam.com.ar/notas/202301/618405-cumbre-celac-opinion.html

GEOPOLITICA DEL ÁRTICO – Las aceleradas negociaciones de un pacto bilateral de seguridad o Acuerdo de Cooperación de Defensa entre EEUU y Suecia, le permite a Washington incorporar de «facto» a Suecia a la OTAN, salteandose la falta de consentimiento de Turquía ( y Hungría) a su membresía de la OTAN. El meollo del asunto del ingreso de Suecia ( y Finlandia) a la OTAN no es tanto por la guerra de Ucrania, sino la necesidad de contención de la estrategia y la presencia de Rusia en el Ártico y en Polo norte y su acceso a las aguas del Mar del Norte. La lucha por el Ártico no es tan evidente como la de otras esferas geopoliticas, pero el conflicto en Ucrania ha exacerbado la confrontación de los países ribereños ( Canadá, EEUU, Dinamarca/Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia) con Rusia y por tanto la lucha por el Ártico se intensificará. El deshielo ha habilitado o hecho navegable la ruta marítima del norte que está en aguas territoriales rusas y la sociedad estratégica rusa-china la ha incorporado a la Iniciativa de la Ruta y el Cinturón de la Seda. En el análisis de la confrontación global debemos incorporar la geopolitica de los Polos. Argentina como miembro del cono sur que incluye la Antartida debemos prestar atención a este tema y abordarlo con nuestros vecinos suramericanos. M.A. Mitre Dossier Geopolitico

SUECIA SE APRESURÓ A FIRMAR UN PACTO MILITAR CON EEUU

M.K.Bhadrakumar  10 de enero

Los esfuerzos de la Administración Biden para acelerar el ingreso de Suecia como miembro de la OTAN se desvanecieron cuando Türkiye se negó, ejerciendo su prerrogativa de retener la aprobación a menos que se aborden por completo sus condiciones con respecto a la pasada alianza de Estocolmo con elementos separatistas kurdos. 

El presidente Biden fue optimista e insistió públicamente en que la membresía de Suecia en la OTAN era una conclusión inevitable. Subestimó la tenacidad del presidente Recep Erdogan y pasó por alto las ramificaciones geopolíticas. 

Biden y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, asumieron que todo lo que se necesitaba era una fórmula salvadora para complacer la vanidad de Erdogan, es decir, algunos militantes kurdos en Suecia serían extraditados y Ankara y Estocolmo se besarían y reconciliarían. 

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Erdogan siguió cambiando el poste de la portería y refinó sus condiciones para incluir cuestiones como el levantamiento del embargo de armas de Suecia contra Turkiye, unirse a la lucha de Ankara contra los militantes kurdos prohibidos y la extradición de personas vinculadas al clérigo musulmán residente en EE. UU. Fethullah. Gulen, a quien el gobierno turco acusa de ser el autor intelectual del fallido intento de golpe de estado de 2016, supuestamente con el respaldo estadounidense.

Evidentemente, los suecos no se dieron cuenta de que Turkiye tenía un conocimiento tan profundo de las actividades encubiertas de su inteligencia. 

Para acortar la historia, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, finalmente   tomó la ruta de salida diciendo el domingo con exasperación que “Turquía ha confirmado que hemos hecho lo que dijimos que haríamos, pero también dice que quiere cosas que no podemos. , que no queremos, dale.” 

“Estamos convencidos de que Turquía tomará una decisión, simplemente no sabemos cuándo”, dijo, y agregó que dependerá de la política interna dentro de Turquía, así como de “la capacidad de Suecia para mostrar su seriedad”. 

Stoltenberg reaccionó estoicamente y dijo: “Estoy seguro de que Suecia se convertirá en miembro de la OTAN. No quiero dar una fecha precisa de cuándo sucederá eso. Hasta ahora, ha sido un proceso de membresía raro, inusual y rápido. Normalmente, toma varios años”. 

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Suecia anunció el lunes que han comenzado las negociaciones para un pacto de seguridad bilateral con Washington, el llamado Acuerdo de Cooperación de Defensa, que hace posible que las tropas estadounidenses operen en Suecia. 

Como dijo el ministro de Defensa, Pal Jonson, “Podría implicar el almacenamiento de suministros militares, inversiones en infraestructura para permitir el apoyo y el estatus legal de las tropas estadounidenses en Suecia. Las negociaciones se inician porque Suecia está en camino de convertirse en un aliado de los Estados Unidos, a través de la membresía en la OTAN.

Es decir, EE. UU. ya no está esperando la formalización del ingreso de Suecia como miembro de la OTAN, ¡sino que simplemente asumirá que es un aliado de facto de la OTAN! 

Un comunicado de prensa emitido el lunes por el Departamento de Estado de EE. UU. dijo que el pacto de seguridad bilateral «profundizará nuestra estrecha asociación de seguridad, mejorará nuestra cooperación en operaciones de seguridad multilaterales y, juntos, fortalecerá la seguridad transatlántica». Se refirió al compromiso de Estados Unidos de “fortalecer y revitalizar las alianzas de Estados Unidos para enfrentar los desafíos de seguridad comunes mientras se protegen los intereses y valores compartidos”. 

El quid de la cuestión es que una seguridad proporcionará la base necesaria para un despliegue de EE. UU. en Suecia de forma inmediata, lo que no es posible de otro modo sin que Estocolmo se deshaga formalmente de su política de décadas de no alineación militar. 

Esta ruta ingeniosa significa un cambio monumental para Suecia, que tiene una larga historia de neutralidad en tiempos de guerra. Dicho de otra manera, Rusia se opone firmemente a la membresía de Suecia en la OTAN, pero Washington está logrando su objetivo de todos modos. 

Curiosamente, sin embargo, Finlandia, que también se había metido en el ruedo de la OTAN bajo la presión de Estados Unidos, no parece tener mucha prisa por negociar un pacto con Washington, aunque tiene una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia. La postura de Finlandia es que se uniría a la OTAN al mismo tiempo que Suecia.

El ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto, dijo a los periodistas el domingo: “Finlandia no tiene tanta prisa por unirse a la OTAN y podemos esperar hasta que Suecia obtenga luz verde”.  Una ex presidenta finlandesa, Tarja Halonen, dijo una vez que Finlandia y Suecia son “hermanas pero no gemelas”. Tienen puntos en común, pero sus motivaciones no son las mismas.

A diferencia de Suecia, que siempre estuvo en la órbita occidental y proporcionó inteligencia secreta a las potencias occidentales durante la Guerra Fría, tanto de forma bilateral como a través de la OTAN, Finlandia tenía una relación única con Rusia, que era el resultado de su historia. 

Finlandia se posicionó como un país neutral durante la Guerra Fría manteniendo buenas relaciones con la Unión Soviética, clavada en la doctrina habilitada por el Acuerdo de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua (1948) con Moscú, que sirvió como el principal instrumento de las relaciones finlandesas- soviéticas hasta 1992, cuando se disolvió la Unión Soviética. 

Sin duda, el pacto de 1948 otorgó a Finlandia suficiente libertad para convertirse en una democracia próspera, mientras que, en comparación, a pesar de la postura pública de neutralidad de Suecia durante gran parte de la Guerra Fría, a puerta cerrada se había convertido en un socio clave de la OTAN en el norte de Europa. 

Posiblemente, la neutralidad aún podría seguir siendo una alternativa atractiva para Finlandia. Por supuesto, es un asunto diferente si el equilibrio de poder en la región cambia drásticamente en caso de un conflicto a gran escala en Europa. 

La membresía de Suecia (o Finlandia) en la OTAN no está exactamente a la vuelta de la esquina. Suecia no puede o no quiere cumplir con las demandas de Türkiye. Además, hay variables en el trabajo aquí. 

Lo que es más importante, la trayectoria del actual acercamiento negociado por Rusia entre Ankara y Damasco tendrá un impacto profundo en el destino de los grupos kurdos en la región y en el eje kurdo-estadounidense en Siria. Washington ha advertido a Erdogan que no busque un acercamiento con el presidente Bashar Al-Assad. 

Lo que complica aún más las cosas es que las elecciones presidenciales y parlamentarias están previstas en Turkiye en junio y la brújula política de Erdogan está lista. Cualquier cambio en su cálculo sólo puede ocurrir en la segunda mitad de 2023 como muy pronto.

Ahora, 6 meses es mucho tiempo en la política de Asia occidental. Mientras tanto, la guerra de Ucrania también habrá cambiado fenomenalmente para el verano. 

Finlandia está lista para esperar hasta el verano, pero Suecia (y los EE. UU.) no pueden. El meollo del asunto es que el ingreso de Suecia en la OTAN no se trata realmente de la guerra en Ucrania, sino de contener la presencia y la estrategia rusas en el Ártico y el Polo Norte. También tiene una enorme dimensión económica. 

Gracias al cambio climático, el Ártico se está convirtiendo cada vez más en una ruta marítima navegable. La opinión de los expertos es que las naciones que bordean el Ártico (p. ej., Suecia) tendrán un enorme interés en quién tiene acceso y control de los recursos de esta región rica en energía y minerales, así como en las nuevas rutas marítimas para el comercio mundial. el derretimiento está creando. 

Se estima que cuarenta y tres de los casi 60 grandes yacimientos de petróleo y gas natural que se han descubierto en el Ártico están en territorio ruso, mientras que once están en Canadá, seis en Alaska [EE.UU.] y uno en Noruega. En pocas palabras, el espectro que acecha a los EE. UU. es: «El Ártico es ruso».

. Suecia puede aportar bastante para asegurar el Ártico a través de la OTAN. Finlandia puede tener una fuerte industria de construcción de barcos rompehielos, pero es la flota submarina altamente efectiva de Suecia la que será crucial, tanto para la defensa polar como para bloquear el acceso de Rusia a los océanos del mundo.

El conflicto en Ucrania no es solo existencial para Rusia sino también para EEUU que no puede aceptar una derrota en Ucrania sin enfrentar consecuencias negativas en todo el mundo. Hay una fuerte fragmentación política dentro de EEUU sobre la guerra en Ucrania, mientras los neoconservadores que manejan la política exterior advierten que el conflicto pone en peligro el «orden basado en reglas», base de la hegemonía estadounidense, que lo lidera desde 1990  con la implosión de la URSS. En nuestra opinión el 2022 marca el punto de ruptura con ese «orden basado en reglas» a escala global y abre el camino hacia el nuevo mundo multipolar. No es como piensan los «neocons» que este orden está en peligro; la realidad nos indica que está «clausurado». Dossier Geopolitico

LA ANGUSTIA EXISTENCIAL DE BIDEN EN UCRANIA

M.K.Bhadrakumar 8 de enero

El consenso bipartidista en el Beltway sobre que Estados Unidos es la potencia mundial ‘indispensable’ generalmente se atribuye a los neoconservadores que han sido la fuerza motriz de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos en sucesivas administraciones desde la década de 1970.

El artículo del Washington Post del sábado titulado El tiempo no está del lado de Ucrania , en coautoría de la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice en la presidencia de George W. Bush y el secretario de Defensa Robert Gates (quien sirvió bajo Bush y Barack Obama), destacan este paradigma.

Rice y Gates son robustos guerreros fríos que están entusiasmados con la guerra de la OTAN contra Rusia. Pero su queja es que el presidente Biden debería intensificar ‘drásticamente’ en Ucrania. 

El artículo de opinión se remonta a las dos guerras mundiales que marcaron el ascenso de EE. UU. como potencia mundial y advierte que el «orden basado en reglas» liderado por EE. UU. desde 1990 (palabra clave para la hegemonía global de EE. UU.) está en peligro si Biden fracasa en Ucrania. 

Rice y Gates reconocen indirectamente que Rusia está en una racha ganadora, contrariamente a la narrativa triunfalista occidental hasta el momento. Evidentemente, la esperada ofensiva rusa que se avecina les está poniendo los nervios de punta. 

Igualmente, el artículo de opinión es contextual a la política estadounidense. El estancamiento del presidente de la Cámara y su dramático desenlace en una lucha política a puño limpio entre los republicanos presagia un Congreso disfuncional entre ahora y las elecciones de 2024. 

Kevin McCarthy, quien contó con el respaldo del expresidente Donald Trump, finalmente ganó pero solo después de hacer una serie de concesiones al ala populista del Partido Republicano, que ha debilitado su autoridad. La AP informó : «Se señalaron con los dedos, se intercambiaron palabras y aparentemente se evitó la violencia… Fue el final de un amargo enfrentamiento que había mostrado las fortalezas y la fragilidad de la democracia estadounidense».

Un alto político del Kremlin  ya lo comentó.  El propio McCarthy, en su declaración posterior a la elección como nuevo presidente de la Cámara, enumeró como prioridades el compromiso con una economía fuerte, contrarrestar la inmigración ilegal a través de la frontera mexicana y competir con China, pero omitió cualquier referencia a la situación de Ucrania o proporcionar fondos para Kiev. 

De hecho, a principios de noviembre, había afirmado que los republicanos de la Cámara se resistirán a una ayuda financiera ilimitada e injustificada a Ucrania. 

Ahora, Rice y Gates se niegan a marchar al unísono con Trump. Pero, aunque es un jugador disminuido, Trump sigue siendo un jugador activo, una presencia masiva y ejerce un control funcional y es, con mucho, la voz más grande del Partido Republicano. Podría decirse que lo que define al Partido Republicano hoy es Trump. Por lo tanto, su respaldo a McCarthy tendrá consecuencias.

Biden entiende eso. Posiblemente, el artículo de opinión de Rice-Gates fue discutido por la Casa Blanca y el establecimiento de seguridad de los EE. UU. y escrito por los neoconservadores. El artículo de opinión apareció el día después de la declaración conjunta del 5 de enero de Biden y el canciller alemán Olaf Scholz subrayando su «solidaridad inquebrantable» con Ucrania. 

Bajo la inmensa presión de Biden, Alemania y Francia cedieron la semana pasada para proporcionar a Ucrania vehículos de combate de infantería. Scholz también acordó que Alemania suministrará una batería adicional de defensa aérea Patriot a Ucrania. (Desde entonces, un alto político del SPD en Berlín ha expresado sus reservas). 

El mismo día en que apareció el artículo de opinión, el Pentágono organizó, inusualmente para un sábado, una conferencia de prensa a cargo de Laura Cooper, Subsecretaria Adjunta de Defensa, Asuntos de Seguridad Internacional para Rusia, Ucrania y Eurasia. Cooper declaró explícitamente que la guerra en Ucrania amenaza la posición global de Estados Unidos: 

“Desde una perspectiva estratégica general, es difícil enfatizar lo suficiente las devastadoras consecuencias si Putin tuviera éxito en lograr su objetivo de apoderarse de Ucrania. Esto reescribiría las fronteras internacionales de una manera que no hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial. Y nuestra capacidad para revertir estos logros y apoyar y defender la soberanía de una nación es algo que resuena no solo en Europa, sino en todo el mundo”. 

Finalmente, el gato está fuera de la bolsa: Estados Unidos está luchando en Ucrania para preservar su hegemonía global. Coincidencia o no, en una sensacional entrevista en Kiev, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, también espetó el fin de semana que Kiev se ha dejado utilizar conscientemente por la OTAN en el conflicto más amplio del bloque con Moscú. 

Para citarlo: “En la Cumbre de la OTAN en Madrid (en junio de 2022), se delineó claramente que durante la próxima década, la principal amenaza para la alianza sería la Federación Rusa. Hoy Ucrania está eliminando esta amenaza. Estamos llevando a cabo la misión de la OTAN hoy. No están derramando su sangre. Nos estamos derramando la de los nuestros. Es por eso que están obligados a proporcionarnos armas. 

Reznikov, un ex oficial del ejército soviético, afirmó que recibió personalmente tarjetas de felicitación navideñas y mensajes de texto de los ministros de defensa occidentales en este sentido. Lo que está en juego no podría ser más alto, y Reznikov también afirmó que la membresía de Ucrania en la OTAN es algo hecho.

De hecho, el sábado, el Pentágono anunció el paquete de asistencia de seguridad más grande de la Administración Biden para Ucrania hasta ahora desde la Reducción Presidencial. Evidentemente, la Administración Biden está haciendo todo lo posible. Se programó otra reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para el 13 de enero.

 Putin ha dejado claro que “Rusia está abierta a un diálogo serio, con la condición de que las autoridades de Kiev cumplan con las demandas claras que se han planteado repetidamente y reconozcan las nuevas realidades territoriales”.

En cuanto a la guerra, las noticias de Donbass son extremadamente preocupantes. Soledar está en manos rusas y los combatientes de Wagner están apretando la soga alrededor de Bakhmut, un centro de comunicación estratégica y eje de los despliegues ucranianos en Donbass. 

Por otro lado, contrariamente a las expectativas, Moscú no se inquieta por los esporádicos ataques teatrales con aviones no tripulados ucranianos dentro de Rusia. La opinión pública rusa sigue apoyando firmemente a Putin.

El comandante de las fuerzas rusas, el general Sergey Surovikin, ha priorizado el fortalecimiento de la llamada ‘línea de contacto’, que está demostrando su eficacia contra los contraataques ucranianos.

El Pentágono no está seguro de la estrategia futura de Surovikin. Por lo que saben de su brillante éxito al desalojar a los oficiales de la OTAN de Alepo en Siria en 2016, el asedio y la guerra de desgaste son el fuerte de Surovikin. Pero uno nunca sabe. Está en marcha una constante acumulación rusa en Bielorrusia. Los sistemas de misiles S-400 e Iskander se han desplegado allí.  Un ataque de la OTAN (polaca) contra Bielorrusia ya no es realista.

El 4 de enero, Putin saludó el Año Nuevo con la formidable fragata Almirante Gorshkov  que transportaba un «sistema de misiles hipersónicos Zircon de vanguardia, que no tiene análogo», y se embarcó en «una misión naval de larga distancia a través de los océanos Atlántico e Índico, así como el mar Mediterráneo.»

Una semana antes, el sexto submarino estratégico de propulsión nuclear con misiles de la clase Borei-A, el Generalissimus Suvorov, se unió a la Armada rusa. Dichos submarinos son capaces de transportar 16 misiles balísticos intercontinentales Bulavá. 

La niebla de la guerra envuelve las intenciones rusas. Rice y Gates han advertido que el tiempo juega a favor de Rusia: “La capacidad militar y la economía de Ucrania ahora dependen casi por completo de los medios de vida de Occidente, principalmente de Estados Unidos. En ausencia de otro gran avance ucraniano y éxito contra las fuerzas rusas, las presiones occidentales sobre Ucrania para negociar un alto el fuego crecerán a medida que pasen meses de estancamiento militar. En las circunstancias actuales, cualquier alto el fuego negociado dejaría a las fuerzas rusas en una posición fuerte”.

Esta es una evaluación brutalmente franca. La llamada de Biden a Scholz el viernes también muestra la angustia en su mente. Con la fragmentación de la clase política dentro de Estados Unidos, Biden tampoco puede permitirse grietas en la unidad aliada.

Curiosamente, este también fue el objetivo principal de un artículo hace quince días por un destacado experto ruso Andrey Kortunov en el diario del Partido Comunista Chino Global Times titulado Los problemas internos de EE. UU. Podrían empujar a Ucrania al margen del discurso público estadounidense . 

Kortunov escribió: “Dejando a un lado las emociones, uno tiene que aceptar que el conflicto ya se ha vuelto existencial no solo para Ucrania y Rusia, sino también para EE. UU.: la administración Biden no puede aceptar una derrota en Ucrania sin enfrentar importantes implicaciones negativas para EE. UU. en todo el mundo”.

Kortunov estuvo escribiendo casi quince días antes de que Rice y Gates comenzarán a tener la misma percepción metafísica. 

Pero los neoconservadores aún no están preparados para aceptar que la elección en realidad los está mirando fijamente: Biden nadando junto a Putin hacia un orden mundial multipolar, o hundiéndose en aguas turbulentas.

En un interesante artículo del inglés Alastair Crooke  trata de explicarnos porque la declinación del «occidente anglosajón» en curso es inevitable e imparable; sería producto de un «agotamiento evolutivo» del pensamiento que lo sostiene.  Perón nos diría que es expresión de un determinismo histórico. Antonio Merched Mitre Dossier Geopolitico DG

LA DINÁMICA DE LOS SISTEMAS SIGUEN SUS PROPIAS REGLAS, Y NO EL PENSAMIENTO GRUPAL

Alastair Crooke  2 de enero Fundación de la Cultura Estratégica

Hacia el final de su «The Rise and Fall of the Great Powers (1987), “[el historiador de Yale] Paul Kennedy expresó la entonces controvertida creencia de que las guerras de las grandes potencias no eran cosa del pasado . Uno de los temas principales de la historia de Kennedy fue el concepto de sobrecarga, es decir, que el declive relativo de las grandes potencias a menudo resultó de un desequilibrio entre los recursos de una nación y sus compromisos”, escribe el profesor Francis Sempa.

Pocos en la clase dominante occidental aceptan siquiera que hayamos llegado a tal punto de inflexión. Sin embargo, nos guste o no, las combinaciones de grandes poderes están aumentando rápidamente en todo el mundo. La influencia estadounidense ya se está reduciendo a su núcleo atlantista. Esta contracción no es simplemente una cuestión de recursos frente a compromisos; eso es demasiado simplista como explicación.

La metamorfosis está ocurriendo tanto como resultado del agotamiento de la dinámica política y cultural que impulsó la era anterior, como energizada por la vitalidad de nuevas dinámicas. Y por «dinámica» se entiende también el agotamiento y la próxima desaparición de las estructuras financieras y culturales mecánicas subyacentes que en sí mismas están moldeando la nueva política y cultura.

Los sistemas siguen sus propias reglas, las reglas de la mecánica física también, como lo que sucede cuando se agrega un grano de arena adicional a una pila de arena compleja e inestable. Por lo tanto, a diferencia de la política, ni la opinión humana ni los resultados de las elecciones en Washington tendrán necesariamente la capacidad de moldear la próxima era, como tampoco la opinión del Congreso por sí sola puede revertir una cascada en un montón de arena financiera, si es lo suficientemente grande, al vertiendo más granos de arena en su parte superior.

El hecho es que cualquier pensamiento de grupo que expira, más allá de cierto punto en la curva descendente, no puede revertir la dinámica a largo plazo. En la fase de transición de una era a otra, son los ‘acontecimientos’, los ‘acontecimientos’ los que desencadenan los proyectiles de artillería verdaderamente transformadores.

En este contexto, el mensaje del presidente Xi al Golfo ya otros estados productores de energía es un ‘evento’ de este tipo, uno que nítidamente ‘invierte’ una vieja dinámica arraigada en una nueva. Soltan Poznar ha destacado el marco subyacente a las propuestas hechas por XI a la mecánica y las implicaciones de los estados del Golfo en su artículo, Dusk for the Petrodollar (paywalled):

La vieja dinámica del petróleo en dólares a cambio de las garantías de seguridad estadounidenses da lugar al petróleo para la transformación de la inversión china en el interior , financiada en yuanes. En unos 3 a 5 años, el petrodólar puede desaparecer y el panorama sin dólares se reelaborará radicalmente.

Sin embargo, la visión dominante de la élite (panglossiana) destila desdén de que el mundo cambiará: 2023 puede ser económicamente difícil para los EE. pero muy pronto, todo el mundo volverá a una ‘normalidad’ con EE.UU. en la cima.

No obstante, las estructuras, ya sean psíquicas, económicas o físicas (es decir, las relacionadas con la dinámica energética) se encuentran en una transición radical. Y, en consecuencia, componentes actualmente definidos como ‘normales’: es decir, dos décadas de tasas de interés cero; cero inflación y montones de crédito recién ‘impreso’ – resultan más bien anormales. ¿Por qué?

Debido a que se agotaron dos dinámicas estructurales anómalas gemelas: los bienes de consumo baratos que eliminan la inflación proveniente de China y la energía rusa barata que elimina la inflación, ambas sustentaron la producción occidental competitiva. En consecuencia, Occidente vivió «en lo alto» de su expansión impulsada por el crédito, mientras disfrutaba de una inflación cercana a cero.

En pocas palabras, el ‘dinero’ ilimitado y gratuito es, por supuesto, una condición aberrante a corto plazo, que da una apariencia de prosperidad, al tiempo que oculta sus patologías distorsionadoras.

Sin embargo, paradójicamente, fue Occidente quien mató a su propia «normalidad»:

Los estrategas de la Administración Trump redescubrieron la noción de ‘competencia entre grandes potencias’ para contener y disminuir a China, mientras que la Administración Biden ha acelerado a fondo el cambio de régimen en Rusia. El resultado: las tasas de interés se están disparando y la inflación se ha afianzado firmemente, en ausencia de esas dos dinámicas anteriores de ‘asesino de la inflación’ .

El verdadero cambio de juego es el aumento de las tasas de interés que amenaza existencialmente las ‘décadas doradas de dinero fácil y gratis’.

El punto aquí es que esas dinámicas anteriores no están a punto de cambiar de sentido. Han huido de la escena. Los economistas clásicos occidentales predicen inflación o recesión, pero no ambas. Cuando están presentes tanto la inflación como la recesión, los economistas no pueden explicarlo ni concuerda con sus modelos informáticos.

Sin embargo, el fenómeno existe. Se conoce como inflación de costos (provocada no por el exceso de demanda, sino por la dinámica de la línea de suministro en una economía global cismática).

Una vez más, la dirección de la dinámica estructural asociada con la decisión de Estados Unidos de intentar prolongar su hegemonía puede detenerse temporalmente, pero no desaparece: aumentos de los precios de la energía que generan inflación (como resultado de la ‘guerra’ separada contra los combustibles fósiles y su intento de hacer hacer con fuentes de energía menos productivas) continuará.

Más pertinente es la dinámica estructural de la separación del mundo en dos bloques comerciales, que Washington considera clave para debilitar a los rivales, en lugar de debilitar a Occidente (como lo ven todos los demás). Un bloque (Eurasia) ya está avanzando en el dominio de la energía fósil en contratos a largo plazo con los productores; tiene materias primas demasiado abundantes y una población enorme, y acceso al coloso del taller industrial de China. Será una economía competitiva en costos y de bajo costo.

El otro será… ¿qué? Tiene el dólar (pero no para siempre), pero ¿cuál será su modelo de negocio? La pérdida de competitividad (pobreza energética en Europa), unida a la política de ‘friend-shoring’ de sus líneas de suministro, sólo supone una certeza: Altos costes (y mayor inflación).

¿Cuáles son las opciones a las que se enfrenta, digamos, una Europa con «desafíos competitivos»? Bueno, puede proteger sus industrias ahora no competitivas a través de aranceles, o subsidiarias a través de la creación de dinero que genera inflación . Lo más probable es que la UE haga ambas cosas. Los subsidios inevitablemente magnificarán la disfuncionalidad en las economías occidentales (ya sea que se hagan intencionalmente, en busca de objetivos de control social); o como resultado del deterioro del sistema. Pero ambos son esencialmente generadores de inflación .

Sin embargo, el pensamiento grupal occidental actual insiste en un regreso inminente a una inflación del 2% ‘normal’: «Tomará un poco más de lo que originalmente pensaron». Pero por ahora, los paliativos de reducir las expectativas de inflación (gestionar las ventas de la reserva estratégica de petróleo de EE. UU.) y promocionar el mensaje de que Rusia está al borde del fracaso, los pensadores grupales sugieren señales de que la normalidad de precios volverá pronto.

Los pilares de este análisis descansan sobre la arena: cuando Pozsar preguntó a un pequeño grupo de comerciantes de inflación en Londres este verano sobre cómo el mercado (ellos) presentan sus pronósticos de inflación a cinco años, se le dijo que “no hay un máximo”. trabajo ascendente o descendente que hacemos para llegar a nuestras estimaciones; damos por hecho los objetivos de inflación de los bancos centrales y el resto es liquidez”. En otras palabras, los cálculos de la inflación se basan en modelos defectuosos y que no ‘valoran’ ningún cambio en la dinámica geopolítica.

Por otro lado, si el mensaje depende de la narrativa de un colapso inminente de Rusia y niega las implicaciones que surgen del «paradigma de cooperación energética multidimensional» BRICS +, el sentimiento del mercado en Occidente pronto puede experimentar ‘ insuficiencia cardiaca’.

Por supuesto, en algún momento de la crisis , es probable que la Fed ‘pivote’, cuando se enfrente a una ‘emergencia médica’ del mercado, y regrese a las imprentas. “La verdad incómoda, sin embargo, es que las políticas de estímulo monetario invariablemente terminan con el empobrecimiento de todos”.

Sin embargo, los sistemas dinámicos complejos siguen sus propias reglas, y un efecto de «alas de mariposa» puede anular repentinamente las cómodas expectativas establecidas: Alasdair Macleod, ex director del banco, escribe :

“Lo que realmente está sucediendo es que el crédito bancario ahora comienza a contraerse. El crédito bancario representa más del 90% de la moneda y el crédito en circulación, y su contracción es un asunto serio. Es un cambio en la psicología de masas de los banqueros, donde la codicia… es reemplazada por la cautela y el miedo a las pérdidas [una dinámica psicológica que puede surgir de la nada]: Este fue el punto detrás del discurso de Jamie Dimon en una conferencia bancaria en Nueva York el pasado junio, cuando modificó su descripción del panorama económico de tormentoso a huracanado. Viniendo del banquero comercial más influyente del mundo, fue la indicación más clara que podemos tener de dónde estábamos en el ciclo del crédito bancario: el mundo está al borde de una gran recesión crediticia”.

“Aunque su análisis es defectuoso, los macroeconomistas tienen razón al estar muy preocupados. Más de las nueve décimas partes de la moneda y los depósitos bancarios de EE. UU. ahora enfrentan una contracción significativa… Los bancos centrales ven estas condiciones cambiantes como su peor pesadilla. Pero debido a que esta lata se ha dejado de lado durante demasiado tiempo, no solo estamos mirando el final de un ciclo de crédito bancario de diez años, sino potencialmente un evento super cíclico de varias décadas, que rivaliza con la década de 1930. . Y dadas las mayores fuerzas elementales de hoy, potencialmente incluso peor que eso…

“El establecimiento del sector privado se equivoca al pensar que la elección es entre inflación o recesión. Ya no es una elección, sino una cuestión de supervivencia sistémica. Es casi seguro que se producirá una contracción del crédito de los bancos comerciales y una expansión compensatoria del crédito del banco central”. Solo empeorará las cosas.

Es contra este telón de fondo de placas tectónicas geopolíticas que se deslizan y se deslizan, que un nuevo paisaje global geopolítico está apareciendo claramente.

¿Cuál es la dinámica operativa en juego aquí? Es que la cultura, las viejas formas de gestionar la vida, son más profundas a largo plazo que las estructuras económicas (ideológicas). Los comentaristas a veces señalan que la China actual de Xi se parece mucho a la China de la dinastía Han. Sin embargo, ¿por qué debería ser una sorpresa?

Luego están los eventos geopolíticos, eventos psíquicos, que dan forma a la psicología colectiva del mundo. El movimiento de Independencia tras la Primera y la Segunda Guerra Mundial es un ejemplo, aunque el movimiento de Países No Alineados que surgió, en última instancia, se «normalizó» a través de una nueva forma de colonialismo financiero occidental.

Sin embargo, ‘el evento’ de nuestra era es nuevamente la decisión estratégica de EE. UU. de enfrentarse tanto a China como a Rusia en un intento por preservar su momento unipolar, en relación con otras grandes potencias. Sin embargo, breves momentos en la historia no borran las tendencias a largo plazo. Y la tendencia a largo plazo es que surgirán rivales .

Una vez más, en retrospectiva, mientras que el ascenso cultural y económico de Estados Unidos se presenta como un final de la historia ‘normal’, representa una anomalía obvia, como parece obvio para cualquier espectador externo.

Incluso el diario líder del Establecimiento Británico de la anglosfera ligada al estado profundo, el Daily Telegraph , ocasionalmente ‘lo entiende’ (incluso si, por el resto del tiempo, el diario permanece en negación agresiva):

“Este es el verano antes de la tormenta. No se equivoquen, con los precios de la energía a punto de subir a niveles sin precedentes, nos acercamos a uno de los terremotos geopolíticos más grandes en décadas. 

Es probable que las convulsiones resultantes sean de un orden de magnitud mucho mayor que las que siguieron al colapso financiero de 2008, que provocó protestas que culminaron en el Movimiento Occupy y la Primavera Árabe…

“Esta vez, las élites no pueden eludir la responsabilidad por las consecuencias de sus errores fatales… En pocas palabras, el emperador está desnudo: el Establecimiento simplemente no tiene un mensaje para los votantes frente a las dificultades. La única visión para el futuro que puede conjurar es Net Zero, una agenda distópica que lleva las políticas de sacrificio de austeridad y financiarización de la economía mundial a nuevas alturas. Pero es un programa perfectamente lógico para una élite que se ha desquiciado del mundo real”.

La ideología occidental de hoy fue moldeada fundamentalmente a través del cambio radical en la relación entre el estado y la sociedad tradicional, promovida por primera vez durante la era revolucionaria francesa. Rousseau se toma a menudo como el icono de la «libertad» y el «individualismo», y sigue siendo muy admirado. Sin embargo, aquí ya experimentamos ese ‘matiz’ del lenguaje que metamorfosea la ‘libertad’ en su contrario: un color anti político, totalitario .

Rousseau rechazó explícitamente la participación humana en la vida compartida apolítica. Vio las asociaciones humanas más bien como grupos sobre los que se debía actuar  para que todo el pensamiento y el comportamiento diario pudieran plegarse en las unidades de ideas afines de un estado unitario.

Es ese estado unificado, el estado absoluto, que Rousseau defiende a expensas de las otras formas de tradición cultural, junto con las ‘narrativas’ morales que brindan contexto a términos, como bien, justicia y telos.

El individualismo del pensamiento de Rousseau, por lo tanto, no es una afirmación libertaria de derechos absolutos contra el estado que todo lo consume. Rousseau no levantó el ‘tricolor’ contra un Estado opresor.

¡Todo lo contrario! La apasionada ‘defensa del individuo’ de Rousseau surge de su oposición a ‘la tiranía’ de la convención social : las formas y los antiguos mitos que unen a la sociedad: religión, familia, historia e instituciones sociales. Su ideal puede ser proclamado como el de la libertad individual, pero es ‘libertad’, sin embargo, no en el sentido de inmunidad al control del estado, sino en nuestro retiro de las supuestas opresiones y corrupciones de la sociedad colectiva.

La relación familiar se transmuta así sutilmente en una relación política; la molécula de la familia se descompone en los átomos de sus individuos. Con estos átomos hoy más preparados para deshacerse de su género biológico, su identidad cultural y etnicidad, se unen de nuevo en la unidad única del Estado ubicuo.

Este es el engaño oculto en el lenguaje de libertad e individualismo de los ideólogos. Presagia más bien, la politización de todo en el molde de una singularidad autoritaria de percepción. El difunto George Steiner dijo que los jacobinos “abolieron la barrera milenaria entre la vida común y las enormidades del [pasado] histórico. Más allá del seto y la puerta del jardín más humilde, marchan las bayonetas de la ideología política y el conflicto histórico”.

El resto del mundo ‘lo entiende’. Pueden ver los «mecanismos psicológicos primitivos» que deben estar presentes para que la ‘narrativa distribuida’ occidental evolucione hacia una ‘formación masiva’ insidiosa que destruye la autoconciencia ética de un individuo, robándole su capacidad de pensar críticamente, condicionando así una sociedad que acepte la hegemonía ‘colonial’ extranjera.

Luego miran hacia arriba para observar a los estados que defienden su propia cultura y valores (contra cualquier imposición occidental).

Este es un simbolismo ardiente. Tiene un componente extático. Es una dinámica estructural a largo plazo que solo una gran guerra puede, o no, descarrilar.

Revolución de Color subversiva contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en Marcha. Por Heinz Dieterich

1. La Contra-Revolución de Color

No cabe duda alguna, que hay una conspiración mundial en marcha para derrocar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) o, al menos, impedir la continuación del proyecto histórico de la Cuarta Transformación (4T) en el sexenio 2024-2030, por el actual Secretario de Gobernación Adán Augusto López.

Esa desestabilización global-local, que en el newspeak de Occidente se llama “revolución de color”, es la modalidad predominante del golpe de Estado neocolonial intervencionista en la era post-soviética. Es decir, después del colapso del Socialismo del Siglo 20 en la Unión Soviética. Se trata de una adaptación del clásico golpe de Estado militar (coup d´etat) a las condiciones del Siglo 21, ideada por el ideólogo estadunidense Gene Sharp (Albert Einstein Institution, “From Dictatorship to Democracy”, 1993), para “democratizar” al mundo mediante “estrategias no violentas”. Fue desarrollado y aplicado masivamente por los gobiernos imperialistas de Occidente, particularmente Washington y Londres (soft power regime change), y actores sociales como George Soros y su fundación de la Sociedad Abierta (open society foundation).

2. Washington, Madrid, México: Centros operativos del Plan

En el caso de México, el centro de desestabilización global de la 4T es Estados Unidos, determinado por los intereses geoestratégicos y corporativos neocoloniales de sus ruling power elites (C.Wright Mills),  sus élites operativas dominantes. Para lograr sus objetivos, ese centro de gravitación emplea dos satélites (epicentros) esenciales: Madrid y la Ciudad de México. La guerra global contra China y Rusia y la Doctrina Monroe determinan el polígono de planeación de este sistema de tres anillos interactivos, coordinado y determinado en su direccionalidad por el poder decisivo, el amo hemisférico.

3. Anatomía de la Revolución de Color

En términos científicos, ese paradigma dominante del golpe de Estado del Siglo 21, que expandió en forma pandémica con la globalización neoliberal misma, debe denominarse por sus componentes clasistas una Contrarrevolución imperialista-oligárquica-plebeya. En cuanto a su status lógico-epistemológico se trata de un Complex Adaptive System (CAS, sistema dinámico adaptativo), cuyos vectores (actores) decisivos o elementos dinámicos determinantes son los siguientes:

1. El interés de una potencia exterior de cambiar a un gobierno nacional (regime change) que considera no satisfacer sus intereses hegemónicos. Este gobierno nacional es el blanco estratégico de la operación desestabilizadora que define las tácticas correspondientes.

2. Para tener éxito, la subversión de color requiere la cooperación de dos factores fundamentales de la estructura de poder nacional, que ataca: a) una alianza sediciosa con sectores de la clase dominante u oligarquía; b) el apoyo de facto de sectores sociales desencantados u opositoras a la política del gobierno nacional.

3. La convergencia (sinergia) de las tres fuerzas anti-gubernamentales mediante la consciente labor coordinadora del centro organizador genera –así la intención estratégica– la masa crítica de poder imprescindible para derribar al gobierno seleccionado vía masivas protestas callejeras, sabotaje económico, activación de una fracción bolsonarísta o pinochetista en las fuerzas armadas, campañas mediáticas globales, etcétera).

4. Los “Idiotas útiles” de la Revolución de Color

El apoyo a la Contrarrevolución imperialista-oligárquica-plebeya en un país blanco puede ser consciente y por decisión racional propia, o ser manipulado y organizado mediante los diversos mecanismos de cooptación (dinero, amenaza, engaños). De la misma manera, puede resultar de: a) legítimas críticas a ineficiencias y desatenciones del gobierno establecido; b) protestas artificialmente incentivadas, que no están en equilibrio proporcional y razonable con los problemas percibidos o, c) una combinación híbrida de ambos.

Refiriéndose al caso de posicionamiento contrarrevolucionario o contra-reformista por cooptación o enajenación (falta de conciencia), Lenin calificó a los actores respectivos acertadamente como “idiotas útiles” de intereses retrógrados, que no reflejan sus intereses objetivos propios. El apoyo de campesinos de la Vendée francesa a la monarquía feudal durante la Revolución Francesa, o la cooperación monárquica de algunos sectores indígenas en los grandes levantamientos anticoloniales del Siglo XVIII en Perú y Bolivia, son dos de los innumerables ejemplos que registra la historia.

5. Los “Idiotas útiles” de la Revolución de Color y el INE

La manifestación del 13 de noviembre “en defensa” del Instituto Nacional Electoral (INE) – “el INE no se toca”–  y del “ejercicio de la democracia”,  que reunió a unas 60,000 personas en la Ciudad de México, es otro prototipo al respecto. Además de los acarreados de provincia, del control territorial de la mitad de la capital por la derecha, hubo un considerable apoyo de sectores de la clase intelectual y académica a la convocatoria, lo que constituye una aberración política total.

El INE ha sido desde hace dos décadas un baluarte del Ancien Régime neoliberal controlado por “los Woldies” (J. Woldenberg, Caballero de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por el gobierno de España, 2008), en íntimo contubernio con el Calderonismo y ahora, con el Monrealísmo. Por lo mismo, la repetición de la consigna demagógica de “el INE no se toca”, para defender a la democracia, es una estupidez.  ¿Por qué un gobierno con el mandato electoral de más del 53% de los votantes (2018) y una popularidad nacional constante por encima del 60%, no tendría legitimidad y legalidad para reformar una institución suntuosa elitesca heredada de regímenes corruptos anteriores? ¿Sería una violación de la Constitución? Pamplinas: la Constitución de Querétaro del Congreso Constituyente ha sido modificada más de 700 veces en sus 105 años de existencia. ¿Por qué no se podría hacer ahora?

Resumiendo: Que gente de la izquierda y universitarios hayan defendido públicamente esa antítesis de una democracia auténtica, muestra que hay amplia tierra fértil para la Contra-Revolución de Color entre los desinformados y malintencionados en México.

6. Catalizador y Fenomenología de la Revolución de Color

El catalizador más usado por los desestabilizadores son los procesos electorales y las supuestas violaciones de los gobiernos nacionales a los procedimientos formales de la seudo-democracia burguesa. El mismo Sharp enfatiza en su libro instructor que los 198 métodos para derrocar “no-violentamente” a un gobierno “no-democrático” deben aplicarse preferencialmente luego de los procesos electorales. Este es el contexto genérico de la demagógica campaña por el INE, cuyo blanco estratégico son las elecciones del 2024. 

Las formas que asume ese tipo de regime change globalizado mediante la subversión compleja (su fenomenología) abarca desde el sangriento golpe de Estado clásico contra Allende, vía los golpes híbridos judiciales-parlamentarios contra “Lula” y Dilma Rousseff hasta el derrocamiento combinado con intento de magnicidio de Evo Morales.

Ejemplos globales del regime change complejo son la misma destrucción de la Unión Soviética 1990/91, la Rose Revolution 2003 en Georgia, la Orange Revolution 2004 en Ucrania, la Tulip Revolution 2005 en Kirguistán, la operación neonazi de la OTAN en el Euromaidán de Kiev (2014) y la “Primavera árabe”, entre múltiples otras.

7. Evidencia circunstancial de la Revolución de Color global

Siendo las Revoluciones de Color procesos de larga construcción, sistemáticamente organizadas y compartimentadas a escala global, en tiempo, formas y dinámica de escalación, con frecuencia no son detectados (entendidos) o subestimados por los gobernantes progresistas o sujetos de transformación. Proveemos algunas de las evidencias circunstanciales disponibles del caso México de reciente aparición, que en su conjunto proporcionan un panorama claro de la operación desestabilizadora contra el gobierno de AMLO.

En el epicentro español de la subversión, Madrid, el expresidente neoliberal Salinas de Gortari acaba de adquirir la nacionalidad española. El último presidente neoliberal Enrique Peña Nieto está refugiado en ese enclave de la reacción criolla, viviendo su exilio de oro. Cabe recordar, que este enclave sub-imperialista participó bajo el gobierno “conservador” de Aznar (PP) en la criminal guerra de agresión contra Irak, tal como ahora lo hace la corrupta socialdemocracia española del presidente Sánchez (PSOE) y PODEMOS (Iglesias, Monedero) –por cierto, muy apreciados como asesores políticos en América Latina (sic)— en la criminal guerra de agresión de la OTAN contra Rusia en Ucrania.

 Otros ex presidentes neoliberales mexicanos fracasados como Felipe Calderón y Ernesto Zedillo, que están implicados en profundas deudas con México  –el primero, por los 60,000 muertos de su supuesta “guerra contra los narcos” y el segundo, por convertir la deuda privada de una elite oligárquica en la eterna e impagable deuda pública del Fobaproa, entre muchas otras cosas–  son activos promotores de la desestabilización del gobierno de la 4T, tal como sucedió nuevamente en el reciente Foro Iberoamericano de la notoria Fundación del reaccionario Mario Vargas Llosa, donde reiteraron públicamente la cantaleta hipócrita, de que ven “peligros para la democracia en México”.

A la marcha del INE el domingo 13, siguió la conferencia internacional del Fascismo estadounidense del Siglo 21, en México, organizada por la Conservative Political Action Conference (CPAC)  –fundada en 1974 con el apoyo de Ronald Reagan– con el apoyo del Movimiento Viva México y el establecimiento de las oficinas del CPAC en el país azteca.

Otros indicadores aleatorios son la reciente publicación de un estudio internacional sobre la supuesta pérdida de la libertad académica en México, el veto de Washington a la candidatura del BID de la talentosa economista mexicana Alicia Bárcena –con Washington votando a favor del candidato brasileño, nombrado por Bolsonaro y reafirmado por Lula da Silva–, el inicio de la marcha de la CNTE desde Guerrero hacia la Capital.

8. Del Proto-Fascismo perfumado al Fascismo Ordinario: CPAC

Si la manifestación del 13 de noviembre “en defensa del Instituto Nacional Electoral” y del “ejercicio de la democracia”, en la Ciudad de México, fue la manifestación del “proto-fascismo perfumado” del Siglo 21 —de la derecha “respetable, responsable y democrática”— la siguiente reunión internacional del Fascismo del Siglo 21, en la Ciudad de México (19/20, Santa Fe), fue una abierta intromisión en asuntos internos de la soberanía mexicana, donde Donald Trump destapó  –vía videoconferencia y mediante el testaferro Bolsonaro Junior–  a su candidato presidencial mexicano para el año 2024!! Nada más ni nada menos que su asesor especial en la Casa Blanca (sic), el actor-activista católico Eduardo Verástegui, que el hijo de Bolsonaro presentó con un argumento convincente, reminiscente de la escenografía de Peña Nieto: «¡encima de inteligente es guapo!».

El cónclave estaba compuesto por cuatro vectores neofascistas: 1. El Fascismo del Siglo 21 estadounidense, representado por el principal ideólogo de la agresión de Trump contra el Partido Comunista de China (PCCh), el convicto Stephen Bannon; el mismísimo Trump (virtual) y otros miembros de la fauna respectiva de God´s own Country, como el senador Ted Cruz; 2. El rancio clerical-fascismo hispano-americano que data de la reconquista ibérica, con sus mantras de “Viva Cristo Rey”, “Dios, Patria y Familia”, etc., que contó con la presencia de la Madre Patria ultramontana en voz del partido “Vox”;  componentes neonazis (juveniles) y otros fantasmas del pasado-presente; 3. El trumpismo criollo en persona del diputado brasileño Eduardo quién es hijo del presidente Jair Bolsonaro, calificado por Noam Chomsky correctamente como “un instrumento de la guerra de clases global” (31.10.2022). 

El slogan de marketing de Bolsonaro in Santa Fe fue muy original:  la fake news de que “Lula robó la elección en Brasil”, secundado por una clásica echo chamber de la Revolución de Color, de que “la izquierda roba las elecciones” para instalar el socialismo y comunismo en América Latina; 4. otras tendencias reaccionarias como la del polaco Lech Walesa, de Argentina, Colombia, Ecuador, etcétera.

Con buen sentido del timing, el gobernador de Texas y aspirante presidencial, Greg Abbott, ordenó la militarización de la frontera con México con la Guardia Nacional, tanquetas de guerra, aviones y drones, a fin de detener “la invasión que sufre Texas”. En otras palabras, el tema de los inmigrantes como tema central del trumpísmo en las próximas elecciones estadounidenses en 2024, con México como chivo expiatorio en el banco de los acusados.

Sobra decir que la voz cantante, la hegemonía del claustro, fue la del Fascismo estadounidense del Siglo 21.

 9. Inferencia estructural sistémica

Desestabilizar a un gobierno democráticamente constituido y con probada gobernanza constitucional es, obviamente, un crimen codificado y sancionable en el derecho internacional. Como en todo crimen, la vía regia criminalística –el procedimiento óptimo– para dar con los autores del acto criminal se encuentra en la antigua formulación del Derecho Romano: ¿Cui bono? – ¿Quién se beneficia con el crimen?

Dentro de esta hermenéutica criminalística es preciso mencionar las siguientes evidencias que apuntan hacia los autores principales de la transgresión legal contra el legítimo gobierno mexicano de la Cuarta Transformación.

1. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha condenado en lenguaje diplomático y respetuoso, pero, públicamente y sin ambages, la agresión militar de la OTAN contra Rusia, vía su proxy war en Ucrania. OTAN, por supuesto, no es más que un código eufemístico para Estados Unidos.

2. De la misma forma ha condenado la secular agresión de Washington contra Cuba, como una política “retrógrada” y violatoria del derecho internacional.

3. AMLO es el líder moral y político indiscutible de América Latina y del Caribe, en el cual se orientan Lula da Silva, Alberto Fernández et al. Es, en otras palabras, el centro de gravitación del nuevo intento de integración y emancipación de la Patria Grande, encabezado por los tres países más importantes de América Latina: México, Brasil y Argentina. Tal política está en contradicción irreconciliable con el fundamento neocolonial (histórico y contemporáneo) de la política estadounidense en el Hemisferio Occidental: la Doctrina Monroe.

4. Dentro de la proyectada política de soberanía nacional de AMLO está la cooperación con China, cuya creciente importancia económica en la región ha llevado a un nuevo énfasis de Washington en sus “National Security Interests in Latin America” y “great-power competition” en su patio trasero, en los últimos años. Washington ve con creciente preocupación las inversiones de lo que en China se denomina la “nueva infraestructura”, que se refiere a megaproyectos como puertos, trenes de alta velocidad, inteligencia artificial, automóviles eléctricos, 5G, inteligencia artificial, etc., que son de considerable interés para los gobiernos y pueblos latinoamericanos.

Las crecientes inversiones chinas en México que aprovechan las posibilidades del T-MEC en los sectores de energía (solar, petróleo), tren maya, manufactura etc., así como el proyecto del gobierno de la 4T para los recursos naturales como el litio, el gas, la electricidad y el petróleo, son de gran preocupación para Washington y sus intereses corporativos. En consecuencia, la renovada concentración del sistema de dominación e inteligencia hemisférica estadounidense en América Latina se refleja en extensos estudios recientes de sus think tanks sobre el problema, como la Rand Corporation (ver U.S. Resourcing to National Security Interests in Latin America…), que concluye que la “U.S. strategic guidance for Latin American Countries has gaps with regard to…great-power competition (GPC)”. Esa conclusión es, sin duda, un presagio ominoso para el futuro de la Patria Grande.

10. El Mérito de la Transformación López-Obradorista

El principal mérito de los cuatro años de gobernanza de AMLO es que haya podido evitar el destino histórico de J.D. Perón en Argentina, Salvador Allende en Chile, J. Goulart en Brasil, J.B. Aristide en Haití, H. Chávez en Venezuela, J.M. Zelaya en Honduras, I. Lula da Silva y D. Rousseff en Brasil, F. Lugo en Paraguay, R. Correa en Ecuador y E. Morales en Bolivia, entre otros.

Hasta el momento, AMLO ha logrado “contrabalancear” el terrible mecanismo de represión hemisférica de la Doctrina Monroe, que el Imperio aplica a cualquier gobierno latinoamericano y caribeño que se atreve a reclamar la soberanía nacional. Pero, hoy día, ese mecanismo es más violento que en cualquier momento desde el fin de la “Guerra Fría”, debido a la derrota decisiva que Rusia ha infligido a Washington en Ucrania y la que China ha logrado en Taiwán.

En consecuencia, la situación geopolítica actual de México es comparable, mutatis mutandis, a la de Chile hacia finales del año 1971. Cualquiera que no entienda el peligro respectivo y descuida las lecciones de la historia latinoamericana es un ignorante o reaccionario.

¡Es la hora de la Unidad Nacional detrás de la Gobernanza actual!

¡Es la hora de elaborar entre todos el Programa de Defensa Nacional que derrotará a la Contra-Revolución de Color!

¡No a la autodestrucción de las fuerzas progresistas!

Por William Scott Ritter*

El estratega militar prusiano Clausewitz ha dicho: “La guerra es una extensión de la política por otros medios”. Y la razón por la que menciono eso es cuando hablamos del conflicto que está en curso en Ucrania, creo que tenemos que entender que esto es mucho más que un conflicto militar. Esto es mucho más que simplemente que el ejército ruso luche contra el ejército ucraniano.

Las consecuencias de este conflicto para Europa y Estados Unidos dependen del resultado de esta guerra, de esta lucha. Permítanme ir al grano. Rusia está ganando y Rusia ganará el conflicto militar. No hay nada que la OTAN o los Estados Unidos puedan hacer para evitar este resultado. Pueden debilitar el proceso; pueden hacer que el costo humano para Ucrania y Rusia sea mayor, pero no cambiarán el resultado. Y creo que Occidente está empezando a despertar a esta realidad. Hace poco tuvimos al embajador de Francia ante las Naciones Unidas para reconocer que es una quimera pensar en Ucrania liberando Donbas, liberando Crimea. Cada vez más políticos occidentales se están dando cuenta del costo de este conflicto en Europa, en los Estados Unidos, en el mundo. Y reconociendo que el resultado no va a ser el esperado.

EEUU y la OTAN no creían que el conflicto acabaría así

Permítanme comenzar diciendo que no creo que ni Estados Unidos, ni la OTAN ni Ucrania creyeran que este conflicto resultaría de la manera que resultó. Creo que la OTAN, Europa y Ucrania se habían estado preparando desde 2015 para un conflicto decisivo en Donbass, donde el ejército ucraniano formado por la OTAN, entrenado y equipado, podría lanzar un ataque decisivo que podría superar Donetsk y Lugansk. milicias y cualquier fuerza que Rusia pudiera aportar para resolver el problema. En términos de un conflicto mayor, creo que Estados Unidos y Europa se mantuvieron firmes en su creencia de que la amenaza de sanciones económicas y la realidad de las sanciones económicas disuadirían a Rusia de comprometerse decisivamente con Ucrania por el Donbass o si Rusia decidiera hacerlo por lo que conduciría al rápido colapso de la economía de Rusia,

Sin preparación, sin evaluación realista de las consecuencias

¿Por qué creo esto? Yo mismo, como militar que ha ido a la guerra y que se ha preparado para ir a la guerra, sé que si está planeando un enfrentamiento decisivo con un enemigo, requiere movilización. Requiere la acumulación de poder militar; requiere preparación logística. En resumen, requiere todo lo que la OTAN, Europa y Estados Unidos no lograron hacer. No hubo preparación militar de la OTAN, de Estados Unidos, de Europa para este conflicto. Lo que me dice que no creían que este conflicto se iba a ganar en el campo de batalla sino en los bancos, en las empresas, en la economía. No quiero ser demasiado bromista aquí, pero si vas a menospreciar a Rusia como nada más que una gasolinera disfrazada de nación, es mejor que no seas un automóvil sin gasolina que necesita repostar.

La arrogancia de Occidente conduce al caos económico

Literalmente no hubo una apreciación realista de los aspectos energéticos de sancionar a Rusia. Creo que hubo un nivel de arrogancia por parte de Estados Unidos y Europa de que podían controlar la seguridad energética, podían controlar los suministros de energía del mundo y podían cerrar la economía rusa sancionando la energía rusa. Ha sucedido exactamente lo contrario. Rusia ha demostrado que conoce el mercado mundial de la energía mucho mejor que Estados Unidos o Europa. Y no quiero reírme porque esta no es una situación graciosa, pero a veces, cuando te enfrentas a absurdos y ridiculeces de tal magnitud, no tienes más remedio que reírte consternado. Y esa es la situación a la que me enfrento cuando miro a Europa hoy.

La arrogancia del G7, la arrogancia de la OTAN, la arrogancia de la Unión Europea de creer que podrían dictar una solución por la vía económica a Rusia y no esperar que habiendo telegrafiado esto durante más de un año que Rusia no pueda venir con una contraestrategia. Un plan para absorber las sanciones de Occidente y volverlas contra Occidente. Y esto es exactamente lo que ha hecho Rusia y Occidente ha demostrado que no tienen un plan B. Una de las primeras cosas que aprendes en la profesión militar es que ningún plan sobrevive al contacto inicial con el enemigo; que el enemigo siempre tiene un voto. Y así, la arrogancia de venir con un plan, un concepto, un método de pensamiento, un método de operación y no poder adaptarse a las circunstancias cambiantes ha llevado a Europa a la situación que enfrenta hoy.

La idea de la unidad europea expuesta como un fraude

¿Cuáles son las consecuencias de esto más allá de lo obvio, más allá del sufrimiento que tendrá el pueblo europeo este invierno, más allá del daño causado a la industria europea? La noción de unidad europea ha sido expuesta como un fraude. Podemos escuchar a los líderes de la OTAN y de la Unión Europea hablar sobre cómo se ha recuperado Europa. Europa no se ha recuperado. Hay fracturas profundas en Europa mientras hablamos, y las fracturas van a volverse aún más severas con el tiempo. Verá, creo que Europa cometió un error fatal al abrazar el nacionalismo ucraniano porque al abrazar el nacionalismo ucraniano, Europa ha desatado las fuerzas que la Unión Europea estaba diseñada para suprimir y esas son las fuerzas del nacionalismo europeo, el nacionalismo polaco, el nacionalismo alemán, el nacionalismo francés. Todo está saliendo a la luz.

Las naciones, a medida que Europa se ve afectada económicamente, en lugar de unirse de manera unificada, Europa se fracturará. Hemos visto esto. Hungría ya se ha separado comprometiendo su propio contrato de energía con Rusia para sobrevivir y, a medida que la realidad del invierno que se avecina llega a casa, verá más y más países europeos obligados por la fuerza de sus poblaciones, obligados a romper con las políticas. promulgadas por la Unión Europea y la OTAN y persiguen políticas individuales diseñadas para preservar las vidas y la infraestructura de su propia nación. La guerra en Ucrania va a transformar el rostro de Europa de una manera que Europa trató de evitar desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

El mapa de Europa se está redibujando

Sabes, una de las cosas que surgieron de la Segunda Guerra Mundial fue el deseo por parte de Europa de que las fronteras fueran permanentes. No habría más redibujado del mapa de Europa. Esto estaba terminado. No ha terminado, señoras y señores, solo hay que echar un vistazo a Ucrania ahora mismo. No es solo que Crimea será para siempre Rusia, no es solo que el Donbass será para siempre Rusia. Creo que esta guerra no terminará hasta que Novorossiya sea para siempre Rusia. El territorio que se extiende desde Transnistria y Moldovia a través del sur de Ucrania pero que se convertirá en Novorossiya. Odessa, Kherson, Zaporizhzhia, Kharkov, Dnipropetrovsk. Todo esto nunca más será Ucrania. Serán permanentemente para siempre Rusia. El mapa de Europa se está redibujando mientras hablamos y con él viene el atractivo de otras naciones diciendo que tal vez podamos redibujar los mapas a nuestro favor. Ya se habla en Polonia de volver a dibujar el mapa de Ucrania para que Ucrania occidental pueda volverse polaca. Ese territorio que le fue arrebatado a Polonia al final de la Segunda Guerra Mundial. Y ahora escuchas rumores en Alemania de que tal vez los territorios que le fueron arrebatados a Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial deberían volver a ser alemanes. Y así seguirá. Las cosas que se suponía que nunca volverían a suceder, empezamos a verlas gestarse de nuevo.

Europa expuesta como un tigre de papel

Algunas otras cosas.

La militarización de Europa. Al final de la Guerra Fría, creo que hubo un reconocimiento por parte de Europa de que la probabilidad de una guerra terrestre a gran escala en Europa era escasa o nula. Y es por eso que Europa básicamente se desarmó. Dejaron de construir armas modernas. Dejaron de entrenar; sus militares se quedaron en los cuarteles. Cuando la OTAN hace un par de años decidió que iban a crear estos grupos de batalla para enviarlos a las regiones bálticas y a Polonia para disuadir la agresión rusa, hubo dificultades por parte de Europa para encontrar las fuerzas para tripular estos grupos de batalla del tamaño de un batallón de refuerzo. – Estamos hablando de 1.500 hombres. Alemania, que durante la Guerra Fría tenía un ejército masivo, tenía esta capacidad, tuvo que canibalizar sus fuerzas blindadas para traer un batallón a Lituania.

Ahora, primero que nada, piensa en esto. Los alemanes estaban enviando un batallón blindado a Lituania. Eso solo debería hacer que la gente se tire de los pelos. Eso nunca es bueno. Pero los alemanes enviaron un batallón blindado a Lituania solo porque canibalizaron todo lo demás. Ahora tenemos a Jens Stoltenberg hablando de la necesidad de crear una fuerza de 300.000 hombres. Y una de las partes de esa fuerza sería reforzar estos grupos de batalla del tamaño de un batallón para convertirlos en grupos de batalla del tamaño de una brigada. ¿De dónde van a sacar a los hombres? ¿Dónde van a conseguir el material? ¿Cómo van a hacer esto? La respuesta corta es: no pueden. Europa ha quedado expuesta como un tigre de papel. Esa es una de las consecuencias de este conflicto.

La OTAN fracasó

Excepto que Europa no es solo una unión económica fallida, la OTAN es una alianza militar fallida sin capacidad para participar en un conflicto militar significativo con un enemigo o un enemigo potencial de las capacidades de Rusia. La otra cosa que está sucediendo aquí es que Estados Unidos ha demostrado una vez más que es quizás el peor aliado que Europa podría tener. En un momento, Estados Unidos fue un buen aliado, en un momento, Estados Unidos fue el corazón y el alma de la alianza defensiva de la OTAN, pero una vez que terminó la Guerra Fría y la OTAN perdió su razón de existir, en lugar de que Estados Unidos buscara desmembrar esta reliquia de la Guerra Fría, Estados Unidos tomó la iniciativa de convertir a la OTAN en una alianza ofensiva.

Basta echar un vistazo a la Guerra de Kosovo para comprender que la OTAN no era una alianza defensiva. Allí hubo delito de agresión, basta echar un vistazo a la intervención en Libia para saber lo mismo. ¿Y qué estuvo haciendo la OTAN, una organización de seguridad transatlántica, en Afganistán durante casi dos décadas? Entonces, ya sabes, la OTAN perdió su razón de existir. Estados Unidos abandonó la OTAN en Afganistán. No sé si Europa se ha dado cuenta de ese hecho, pero abandonamos a la OTAN, abandonamos a Europa, dejamos a la OTAN en Europa a su suerte, y provocó que muchos en la OTAN se preguntaran: ¿cuál es la relevancia, cuál es nuestro misión? ¿Por qué estamos aquí?

Estados Unidos ha abandonado la OTAN

Luego, Estados Unidos dio la vuelta porque tuvimos un cambio de liderazgo y dijimos «no, ahora eres relevante, pero necesitamos que ahora te centres en Rusia». Y la OTAN lo hizo, pero no militarmente, la OTAN nunca construyó una capacidad militar para enfrentar a Rusia. Por lo tanto, Estados Unidos ha llevado a la OTAN por este camino hacia una guerra indirecta decisiva con Rusia en Ucrania, donde la OTAN está agotando aún más sus recursos militares transfiriendo material en equipo a Ucrania solo para ver cómo Rusia lo destruye en el campo de batalla sin capacidad industrial para reemplazarlo. Estados Unidos abandonó la OTAN.

Colapso del imperio estadounidense

Ahora, para los Estados Unidos, las consecuencias de este conflicto son que estamos acelerando la desaparición del orden internacional basado en reglas, ese es ese club que los Estados Unidos armó al final de la Segunda Guerra Mundial se está derrumbando. Se está derrumbando en una fase de creciente reconocimiento en el mundo de que existe una necesidad de multipolaridad, que otras naciones importan. Que el mundo no puede girar únicamente en torno a Estados Unidos. Y esta carga contra la multipolaridad está siendo liderada por Rusia y China, con India, Brasil, Sudáfrica y otras naciones al frente.

Esto iba a suceder sin importar como; la historia del mundo muestra que hay un proceso evolutivo y los imperios se desvanecen. Pero lo que estamos viendo aquí no es el desvanecimiento del imperio estadounidense sino el colapso del imperio estadounidense. Y una de las consecuencias de este conflicto es que Estados Unidos se está dando cuenta de que su papel en el mundo se está derrumbando mientras hablamos. ¿Cómo salimos de esto, ya que estamos analizando la situación? Tanto Estados Unidos como Europa han fracasado estratégicamente en todos los niveles, política, económica y militarmente. El ganador será Rusia.

Lo que es posible: la coexistencia pacífica entre Europa y Rusia

Afortunadamente para Estados Unidos y Europa, Rusia no tiene el tipo de deseo de dominio global que tienen Estados Unidos y la OTAN. Rusia simplemente está buscando un nuevo marco de seguridad europeo que respete lo que Rusia considera sus intereses legítimos de seguridad nacional. Y este va a ser el futuro. Una victoria decisiva de Rusia finalmente obligará a Europa a renunciar a su abrazo suicida a la OTAN y su papel perpetuo como una extensión de la política de seguridad nacional estadounidense, y en su lugar buscará un entendimiento realista responsable con Rusia sobre cómo Europa y Rusia pueden coexistir pacíficamente, no como amigos. Europa, creo, ha perdido para siempre, al menos en el futuro previsible, la oportunidad de ser amiga de Rusia. Rusia nunca volverá a confiar en Europa, ni Rusia debería confiar nunca en Europa. Europa nunca más será socia de Rusia. No te conviertes en socio de naciones que te apuñalan por la espalda como Europa ha apuñalado a Rusia por la espalda. Pero se puede coexistir pacíficamente.

Estado de derecho en lugar de orden internacional basado en normas

Y creo que ese es el objetivo de Rusia, y creo que este será el objetivo de Europa. El perdedor de todo esto a largo plazo será Estados Unidos, el ganador de todo esto a largo plazo será el resto del mundo. Porque cuanto antes se pueda obligar a Estados Unidos a renunciar a su papel, el papel autoelegido como potencia hegemónica global, antes podrá el mundo levantarse e invitar a Estados Unidos a la mesa de una multipolaridad donde el estado de derecho reemplaza las reglas basadas en el orden internacional.

*William Scott Ritter Jr. es autor y experto y ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos e inspector de armas de las Naciones Unidas

Resulta inquietante que se aliente un conflicto global de horror inefable como si fuera una especie de desastre natural sobre el que las personas no tienen ningún control

Por Caitlin Johnstone 13/11/2022

La corriente principal de opinión de la segunda mitad de 2022 está plagada de editoriales que argumentan que Estados Unidos necesita aumentar considerablemente el gasto militar porque está a punto de estallar una guerra mundial, y lo plantean como algo que le sucede a Estados Unidos como si sus acciones no tuvieran nada que ver con ello.

Como si no fuera el resultado directo de las maniobras del imperio estadounidense, que se precipita incesantemente hacia ese horrible acontecimiento mientras rechaza toda posible vía de salida diplomática debido a su incapacidad para renunciar a su objetivo de alcanzar un absoluto y supremo dominio planetario.

El último ejemplo de esta tendencia es un artículo titulado Could America Win a New World War? – What It Would Take to Defeat Both China and Russia (¿Podría Estados Unidos ganar una nueva guerra mundial? Lo que haría falta para derrotar tanto a China como a Rusia), publicado por Foreign Affairs, revista propiedad del sumamente influyente comité de expertos Council on Foreign Relations.

“Estados Unidos y sus aliados deben planificar cómo ganar simultáneamente guerras en Asia y Europa, por muy desagradable que pueda parecer dicha posibilidad”, escribe Thomas G. Mahnken, y añade que en cierto modo “Estados Unidos y sus aliados tendrán ventaja en una guerra simultánea” en los dos continentes.

Mahnken no sostiene que una guerra mundial contra Rusia y China vaya a ser un camino de rosas; también argumenta que para ganar una guerra de este tipo, Estados Unidos necesitará –lo han adivinado– aumentar drásticamente su gasto militar.

“Sin duda Estados Unidos necesita aumentar su capacidad y velocidad de fabricación en material de defensa”, escribe Mahnken. “A corto plazo, eso implica añadir turnos en las fábricas existentes. Con el tiempo, implica ampliar las fábricas y abrir nuevas líneas de producción. Para hacer ambas cosas, el Congreso tendrá que actuar ahora asignando más dinero para aumentar la fabricación”.

Pero el gasto en armamento de Estados Unidos sigue siendo insuficiente, sostiene Mahnken, al afirmar que “Estados Unidos debería trabajar con sus aliados para que aumenten su producción militar, así como el tamaño de sus reservas de armas y municiones”.

Mahnken sostiene que esta guerra mundial podría desencadenarse “si China iniciara una operación militar para tomar Taiwán, lo que obligaría a Estados Unidos y a sus aliados a responder”, como si no hubiera otras opciones sobre la mesa en la era nuclear, aparte de lanzarse a la Tercera Guerra Mundial, para defender una isla junto al continente chino que se autodenomina República de China. 

Mahnken escribe que “Moscú, mientras tanto, podría decidir que, con Estados Unidos empantanado en el Pacífico occidental, podría salirse con la suya invadiendo más Europa”, demostrando la extraña paradoja del gato de Schrödinger en la propaganda occidental, que sostiene que Putin siempre está simultáneamente (A) siendo destruido y humillado en Ucrania y (B) a punto de librar una guerra abierta con la OTAN.

De nuevo, esto es solo lo último de un género cada vez más frecuente en la corriente principal de la opinión pública occidental.

En The skeptics are wrong: The U.S. can confront both China and Russia” (Los escépticos se equivocan: Estados Unidos puede enfrentarse tanto a China como a Rusia), Josh Rogin, de The Washington Post, señala con el dedo a los demócratas que piensan que hay que dar prioridad a las agresiones contra Rusia y a los republicanos que piensan que hay que prestar la atención militar y financiera a China, y argumenta ¿por qué no los dos?

En “¿Podría el ejército estadounidense luchar contra Rusia y China al mismo tiempo?”, Robert Farley, de 19FortyFive, responde afirmativamente al escribir que “el inmenso poder de combate de las fuerzas armadas estadounidenses no se vería desmesuradamente afectado por la necesidad de hacer la guerra en ambos teatros”, y concluye que “Estados Unidos puede luchar contra Rusia y China a la vez… durante un tiempo y con la ayuda de algunos amigos”.

En ¿Puede Estados Unidos enfrentarse a China, Irán y Rusia a la vez?”, Hal Brands, de Bloomberg, responde que sería muy difícil y recomienda dar prioridad a Ucrania y Taiwán y vender a Israel armamento más avanzado para ir un paso por delante de Rusia, China e Irán respectivamente.

En International Relations Theory Suggests Great-Power War Is Coming” (La teoría de las relaciones internacionales sugiere que se avecina una guerra entre las grandes potencias), Matthew Kroenig, del Atlantic Council, escribe para Foreign Policy que se avecina un enfrentamiento global de democracias contra autocracias “con Estados Unidos y sus aliados democráticos de la OTAN tendentes al statu quo, Japón, Corea del Sur y Australia, por un lado, y las autocracias revisionistas de China, Rusia e Irán, por otro”, y que los aspirantes a expertos en política exterior deberían adaptar sus expectativas en consecuencia.

Cuando no están argumentando que se avecina la Tercera Guerra Mundial y que todos debemos prepararnos para luchar contra ella y ganarla, están argumentando que ya tenemos encima el conflicto global y que debemos empezar a actuar en consecuencia,

como en el artículo del New Yorker de septiembre “What if We’re Already Fighting the Third World War with Russia?” (¿Y si ya estamos luchando en la Tercera Guerra Mundial con Rusia?)

«o hay ninguna deidad decretando que debemos vivir en un mundo en el que los gobiernos blandan armas del Armagedón y la humanidad haya de someterse a Washington o resignarse a la violencia»

Deberían tomarse todas las medidas posibles para evitar una guerra mundial en la era nuclear. Si parece que nos dirigimos a eso, la respuesta no es aumentar la producción de armas y crear industrias enteras dedicadas a ello, la respuesta es la diplomacia, la desescalada y la distensión.

Estos expertos presentan el auge de un mundo multipolar como algo que debe ir inevitablemente acompañado de una explosión de violencia y sufrimiento humano, cuando en realidad solo acabaríamos allí como consecuencia de decisiones tomadas por seres humanos pensantes de ambos lados.

No tiene por qué ser así. No hay ninguna deidad omnipotente que decrete desde las alturas que debemos vivir en un mundo en el que los gobiernos blandan armas del Armagedón y la humanidad deba someterse a Washington o resignarse a una violencia cataclísmica de consecuencias planetarias. Podríamos vivir en un mundo en el que los pueblos de todas las naciones se llevasen bien y trabajasen juntos por el bien común en lugar de trabajar para dominar y subyugar a los demás.

Como dijo recientemente Jeffrey Sachs: “El mayor error del presidente Biden fue decir que ‘la mayor batalla del mundo se libra entre democracias y autocracias’. La verdadera batalla del mundo es convivir y superar nuestras crisis comunes en relación al medio ambiente y la desigualdad”.

Podríamos vivir en un mundo en el que nuestra energía y recursos se destinaran a aumentar la prosperidad humana y a aprender a colaborar con esta frágil biosfera en la que evolucionamos. Un mundo en el que toda nuestra innovación científica se dirija a hacer de este planeta un lugar mejor para vivir en lugar de canalizarla para buscar el enriquecimiento y encontrar nuevas formas de explotar los cuerpos humanos. 

Un mundo en el que nuestros viejos modelos de competitividad y explotación den paso a sistemas de colaboración y cuidados. Un mundo en el que la pobreza, el trabajo y la miseria pasen gradualmente de ser normas aceptadas de la existencia humana a una crónica histórica vagamente recordada.

En cambio, tenemos un mundo en el que se nos machaca cada vez más con propaganda que nos anima a aceptar el conflicto global como una realidad inevitable, en el que los políticos que expresan el más leve apoyo a la diplomacia son rechazados a gritos y demonizados hasta que se inclinan ante los dioses de la guerra, en el que las maniobras nucleares se enmarcan en la seguridad y la desescalada se tacha de riesgo temerario.

No tenemos que someternos a esto. No tenemos que seguir caminando sonámbulos hacia la distopía y el Armagedón al ritmo de sociópatas manipuladores. Somos muchos más que ellos y nos jugamos mucho más que ellos. 

Podemos vivir en un mundo sano. Solo tenemos que desearlo. Se esfuerzan enormemente en obtener de forma artificial nuestro consentimiento porque, en última instancia, es absolutamente indispensable para ellos.

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Este artículo se publicó originalmente en inglés en Consortium News.

En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, el Director de Dossier Geopolitico DG, analiza está semana varios evento que ocurrieron y desde el punto Geoeconómico que por supuesto tendrá efectos Geopoliticos como es el cambio de sociedades comerciantes a nivel global desde el año 2000 a la actualidad.

Pero vayamos por partes Primero la Cumbre Climática ( a pesar de la dramática situación climatológica causada por los grandes estados industriales) que se desarrolla en Egipto este año 2022 languidece sin pena ni gloria (llena de discursos de circunstancia pero sin ninguna resolución concreta). Es mas muchos Países que decían estar de acuerdo con la agenda de reducción de gases contaminantes vuelven a usar el Carbón y la Energía Nuclear con el argumento de la crisis energética causada por la guerra en el Este de Europa.

Por otra parte estatismo esperando la Reunión de los “líderes” de G20 en Bali, donde ya se saben que se reuniran un fortalecido Xi Jinping (después del XX Congreso del PCCh) y un Joe Baiden disminuido (pues en definitiva mas allá de los subterfugios usados e inventos propagandísticos perdió el Control de la Cámara de Representantes -tuvo menos votos que hace dos años cuando ganó las elecciones- y está con final abierto el control de la Cámara de Senadores) Y allí se sabe que habrá un encuentro tenso, ya que las afiebradas mentes de Washington dicen que Biden presiona a China por Ucrania y Corea del Norte (?).

Parece que asesores y muchos lobbies no leen a Xi (ni interpretan el nuevo orden en formación) cuando en varias oportunidades ya dijo claramente que China pide y promueve la Seguridad y la Paz global y con JUSTICIA; ya no basada nunca mas, en modelo hegemónicos políticos y la de imponer “normas” unilaterales que afectan la “Seguridad y la Paz mundial” .

También hacemos un comentario  de cómo caen los falsos iconos que la prensa ha creado para encorsetar a algunos dirigentes con categorías falsas como ser la de los supuestos “soberanistas” y “antiglobalistas” y que además los presentan como la versión S XXI del fascismo. Como es el caso de la nueva Primer Ministro Italiana Giorgia Meloni Pues acaba de recibir grandes elogios del secretario Gral de la OTAN Jens Stoltenberg: “agradeciéndole el fuerte compromiso con la “Alianza” (!), previamente había recibido elogios en ese sentido  también de la Presidenta del Consejo de Europa Ursula von der Leyen. Con lo que concluimos que estos movimiento de la llamada derecha europea no son otra cosa que modelos Populistas y Demagógicos que instaló el régimen Liberal en su versión “Neo” para continuar dominando a los Países.

En nuestra apreciación Geopolitica de este fin de semana la hacemos desde la Geoeconomía y por ello el título “Una Imagen vale mas que mil palabras” y esto resulta de analizar un “descubrimiento” que realiza un medio español de mucha influencia en el área de los Negocios y las finanzas globales, que cuenta con mas de 400.000 suscriptores Negocios Tv

…y es que analiza el mundo del año 2000 con una gran parte del mundo con sus relaciones societarias principales con USA y en apenas 20 años esa situación varió significativamente y hoy casi todo el planeta tiene a China como su principal socio comercial. El título de este informe es: El mapamundi rojo que asusta a muchos: China ya es el gran desafío de EEUU en el comercio global. Pues bien mas allá que es una verdad de perogrullo, desde estas columnas semanales de geopolitica que difundimos desde hace mas de una década y media. Alertamos de estos cambios geoeconómicos y que por supuesto ellos derivarián, también, en acuerdo Políticos-económicos y Geopolíticos mas temprano que tarde, y que si se sabian interpretar los datos, esos cambio societarios serían la crónica con la que decribiriamos la actualidad.

Pues bien señores EL FUTURO LLEGÓ, o sea que no nos equivocamos de los tiempos que vendrían ni las consecuencia de cambios societarios que acompañarán los mismo.

Hemos hablado hasta el hartazgo de los ascensos de la naciones emergentes de Eurasia, y que ello llevaría a la deslocalización de los antiguos poderes globales que administraron el mundo en los últimos 150 años hacia el área Asia-Pacifico y el bloque continentalista Euroasiático rompiendo la vieja teoría del cerco anglosajón a eurasia desde Mackinder, Mahan, Spykman con sus hacedores materiales del SXX, pre y post guerra fría: Kissinger y Brzeziński. 

Pero debemos agregar que esa situación entraña una peligrosa situación para la zona de hispanoamérica o latinoamérica. Pues cual es la actitud de la ex potencia hegemónica para nuestra región denominada por ellos “Hemisferio Occidental “ -Las américas- solo el uso del expediente militar para controlar la misma con su nueva doctrina de la “Disuasión Integrada” -nuevas relaciones carnales-, ya que no puede competir con China ni con las potencias del BRICS y del Asia Pacifico con inversiones reales, traspaso de tecnología, acuerdos Ganar/Ganar. Etc

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

De este mapa hablaba el conductor de Negocios Tv: El mapamundi rojo que asusta a muchos: China ya es el gran desafío de EEUU en el comercio global.

Javier Benitez entrevista a Carlos Pereyra Mele,

Hungría afirma que vetará el paquete de 18.000 millones de euros para financiar al régimen de Ucrania, mientras Serbia, que es constantemente chantajeada para permitirle su entrada al bloque comunitario, sentencia que sólo sancionará a Rusia ‘bajo la espada de Damocles’. A Europa sólo se le suman problemas.

Donde las dan, las toman

Serbia, un país que espera hace muchos años ser admitido como país miembro de la Unión Europea, ha tenido que tragar con muchas cosas, incluida la cuestión de Kósovo. Y ahora tiene que soportar el chantaje para que sancione a Rusia. Incluso recientemente recibió ultimátum desde Berlín: debe elegir entre la Unión Europea y Rusia. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó que sólo apoyará las sanciones «bajo una espada de Damocles».

En tanto, palabras más, palabras menos, en una cumbre de los líderes de la Organización de Estados Turcos [OTG] en Samarcanda, el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán dijo que las sanciones contra Rusia «tienen la intención de debilitarla y forzarla a la paz, pero está sucediendo exactamente lo contrario». Añadió que están perjudicando mucho más a la economía europea, que a la economía rusa.

Pero del país magiar salió otro caramelo envenenado contra la Bruselas. «Hungría está lista para apoyar a Ucrania, pero no deseamos contribuir a ningún nuevo préstamo que efectúe la UE», disparó en un comunicado el ministro de Finanzas húngaro, Mihaly Varga.

Y es que la venganza se sirve en plato frío. Hay que recordar que Bruselas recurrió al mecanismo de condicionalidad de los fondos para congelar 7.500 millones de euros en fondos regionales a Hungría, si no pone ejecuta medidas para mejorar el marco regulatorio contra la corrupción y otros asuntos. Y hay más: están en el aire los 14.900 millones de euros en préstamos blandos del Plan de Recuperación y Resiliencia húngaro.

Así, las autoridades húngaras vuelven a hacer manifestaciones que vienen realizando desde hace tiempo. Como si hubiera necesidad de reiterarlas porque pareciera que no llegaran a ciertos ámbitos. «Estas verdades de Perogrullo [del premier húngaro] no llegan, fundamentalmente porque hay una elite dirigencial de una Europa en franco proceso de disolución y de reducirse en sí misma, y que ha llevado a que haya tomado todas estas medidas que en la práctica han resultado ser un boomerang salvaje sobre sus propios países y sus propias economías», sentencia el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.