El integrante de Dossier Geopolitico Mario R. Duarte (*) especialista en el área de la 4ta revolución industrial y sus logros como de los desafíos y peligros que trae aparejado, realizó este articulo especial que difundimos ya que por estas horas hay un Alerta sobre GPT-4: más de mil CEOs y académicos piden detener todas las pruebas de inteligencia artificial por seis meses. Una carta firmada por ejecutivos como Elon Musk y pioneros en la investigación en este tipo de tecnología advierte la necesidad de una pausa porque su desarrollo descontrolado es un “riesgo para la sociedad y la humanidad”. Dossier Geopolitico

El impacto de las nuevas tecnologías en estas primeras décadas del siglo XXI, tanto en nuestras vida personal y en todo el ecosistema que nos rodea a partir de este nuevo entorno virtual que es el ciberespacio, no deja de sorprendernos segundo a segundo, y decir que, debido a su avance vertiginoso; parece ser una frase armada y utilizada en la mayoría de los casos que se tratan de abordar estas cuestiones; no pierde su valioso significado, merced a que en verdad, esta vertiginosidad y disrupción con que se manifiestan las nuevas tecnologías, entre ellas hay una que preocupa y mucho a la comunidad internacional, que es la llamada Inteligencia Artificial (IA), en tanto la velocidad con que se producen cambios drásticos y que causan incógnita y porque no miedo, en el futuro de la humanidad toda, y así entendida, no parece buena elección restar importancia a esta temática de vital significación y en especial a uno de sus métodos muy visualizados en este último tiempo como es el tema de las redes neuronales.

Todas estas afirmaciones se suscitan de acuerdo a la ineficiencia e ineficacia, y a pesar que de acuerdo a los múltiples pronósticos de una empresa como Zyro, estiman que esta industria será responsable de crear el 9% de los trabajos y/o empleos de aquí al 2025. Ahora bien, existen otros tipos de datos que son más que interesantes analizarlos, con la seriedad y complejidad que el tema amerita, por ejemplo, en lo que refiere al mercado, se cree que más del 40% de los consumidores entiende que la Inteligencia Artificial (IA) mejorará sus vidas de una u otra manera. Más datos a tener en cuenta, hoy día mas del 35% de las empresas utiliza Inteligencia Artificial (IA), y de ese 35%, un 85% de ellas consideran una inversión prioritaria en su estrategia comercial. 

Pero antes de avanzar en esta más que compleja e importante temática, se hace imprescindible realizar una breve introducción a las redes neuronales artificiales desde cero. 

Al comienzo del presente trabajo académico exprese que las redes neuronales (neural Networks) se hallan enmarcadas dentro de la Inteligencia Artificial (IA), y así como hace 25 o 30 años atrás nadie sabía lo que era internet y menos aún su significado; lo mismo ha ocurrido con el tema de las redes neuronales que se han inventado allá por los años 40 del pasado siglo, primeramente a través de Warren McCulloch y Walter Pits (1943), quienes crearon un modelo informático para redes neuronales, denominada lógica umbral (basada en matemáticas y algoritmos), esto marcó el camino para el estudio de dos tipos de redes neuronales; una a través de un enfoque de proceso biológico en el cerebro y el otro centrado en el estudio de redes neuronales para la inteligencia artificial. Posteriormente viene el Aprendizaje de Hebb, prácticamente a finales de los años 40, al que se consideraría como el primer y típico aprendizaje “no supervisado”; seguido por cientos de diseños, hasta llegar a nuestra cotidianidad con los GPU (procesador formado por muchos núcleos más pequeños y especializados, que los que se han creado a través del devenir de los tiempos). En otras palabras, una unidad de procesamiento grafico o procesador gráfico, dedicado valga la redundancia a procesamientos gráficos u operaciones en coma flotante, para acelerar la carga del trabajo del procesador/CPU central en aplicaciones como video juego o aplicaciones 3D interactivas. 

Ahora bien, antes de avanzar en profundidad, es una obligación elemental definir el concepto de “redes neuronales”, es a raíz de todo lo esbozado precedentemente que afirmamos que: “Redes Neuronales Artificiales”, son un modelo computacional que permite simular el comportamiento del ser humano (de allí la magna importancia de su análisis y conocimiento, para una o varias soluciones con el objeto de que toda su actividad este en consonancia y al servicio del ser humano mismo), en otras palabras, dotar a las máquinas de la capacidad de aprender de una manera similar a como lo hace nuestro cerebro. 

Una red neuronal artificial está formada por neuronas artificiales, que son unidades o nodos que reciben información del exterior o de otras neuronas, de manera similar a los impulsos nerviosos que recibe las neuronas del cerebro humano, las procesan, y generan un valor de salida que alimentan a otras neuronas de la red o son la salida hacia el exterior de la red, todo ello en torno a su funcionalidad, que es la siguiente fase a la que debemos referirnos para entender cómo funciona una neurona artificial, y a éstas se las puede dividir en tres puntos: a) aquellas que están formadas por un conjunto de entradas que son los enlaces o interconexiones por donde reciben información del exterior de la red o de otras neuronas. b) formadas por un conjunto de funciones divididas estas en función de propagación, función de activación y función de transferencia; y por ultimo c) la salida de la neurona que es el enlace o interconexión por donde entrega el resultado al exterior de la red neuronal u otras neuronas.

En efecto, una vez aclarado el concepto del mismo y como se halla formada, el paso siguiente para tener una noción cabal y comprensiva del tema al que hacemos alusión y del cual hoy el mundo se halla en vilo merced a un par de cuestiones que abordaremos en la parte final del mismo, y con el objetivo de dar por culminada la parte técnica-conceptual, nos queda repasar los tipos y aplicaciones de redes neuronales para una comprensión in-totum del presente.

En lo que se refiere a los diferentes tipos de redes neuronales, podemos clasificarla en base a su estructura en: a) Monocapa: formada por una única capa de neuronas, b) Multicapa: tipo de red neuronal más extendida, c) Convolucional: similar a la anterior, pero estas no se interconectan con todas las de la capa siguiente, d) neuronas no organizadas en capas, interconectadas entre ellas no estructuradas en capas, e) Radiales, etc. En cuanto a su aprendizaje, se la pueden clasificar en: a) Supervisado: a través de entrenamientos se van ajustando los pesos de las neuronas para minimizar el error de la red.; b) No Supervisado: basado en algoritmos que buscan patrones, relaciones, tendencias, características al igual que la anterior por ejemplo como en la técnica Clustering.; y c) Refuerzo: similar a la primera con una serie de variantes menores.

Continuando con la descripción de las características y aplicaciones de las redes neuronales artificiales, ¿dónde se las utiliza más en la práctica diaria o donde la podemos observar a menudo? Mencionamos alguno de ellos:

  • Sistema de reconocimiento de voz como los empleados en los altavoces inteligentes o home phone de amazon, google o Apple.
  • Vehículos de conducción autónoma de Tesla y Uber.
  • Los chatbots como Siri de Apple, Alexa de Amazon y Cortana de Microsoft.
  • Sistema de seguridad perimetral para la detección de intrusos en tiempo real mediante el procesado de imagen captada por las cámaras de video vigilancia.

Si bien, a medida que se aumenta la capacidad de cómputo, las redes neuronales van evolucionando y mejorando, a su vez posibilitando que actividades o tareas que antes eran imposible de automatizar mediante lenguajes de programación convencionales, ahora forman parte de nuestro diario vivir.

Por eso se hace imposible no hacer alusión, al fenómeno del momento el GPT-4, la última versión de los chats boots especializado en el diálogo, puesto en funcionamiento en noviembre de 2022 por la empresa Estadounidense OpenAI, modelo de que si bien es más lenta que las versiones anteriores, ofrece respuestas más completas y de mayor complejidad, por sus siglas en ingles GPT: Pre-Trainer Transformer (Transformador Preentrenado Generativo), es decir un tipo de Inteligencia Artificial generativa que se basa en una arquitectura de red neuronal transformer, utiliza algoritmos y textos predictivos para crear contenidos nuevos basado en las construcciones que le den, como asi también actuar en manera conversacional. Si bien este novedoso elemento tecnológico emanado de Inteligencia Artificial (AI), además de sus múltiples bondades, tiene innumerables cuestiones por ir perfeccionando, merced a sus limitaciones a través de imperfecciones de diversa índole y las consecuencias que trae en la actualidad su uso:  como el racismo, discriminación, deep fake, opacidad, limitaciones físicas, entre otras. Un par de ejemplo de estas limitaciones que traen consecuencias varias y algunas graves son las ocurrida en primer lugar con la imagen del Santo Padre Francisco donde se usó la IA para crear fotos del Papa con el software Midjouney donde presenta imágenes realistas de éste pero con imperfecciones, donde se lo ve con una vestimenta moderna titulando la misma “The Popoe Drip” en español “La moda del Papa”. Otro caso, pero de racismo y discriminación ocurrió en los EEUU donde se utilizó el sistema COMPAS por la justicia penal, con sesgo hacia los acusados afroamericanos.

Una vez descrita y expuestas todas las bondades que puede ofrecer en materia tecnológica al ser humano las redes neuronales artificiales, por otro lado, como lo mencionara más arriba, conlleva en sí misma, muchos interrogantes, mas incertidumbres que certezas en el común de las personas, hasta incluso miedo en todo sentido, sino analizamos, comprendemos y ofrecemos paralelamente soluciones estrictamente en lo que respecta a la parte normativa, a la cuestión ética por sobre todas las cosas, pues esta corriente tecnológica en tiempos de cuarta revolución industrial, tal cual va evolucionando sin estridencias, pone sin dudas en peligro tal cual hoy se manifiesta el género humano tal cual lo conocemos y esto no es una dato menor o una afirmación efímera. Bien lo expresó el Santo Padre Francisco quien se encuentra abocado de lleno también con un grupo de expertos a la cuestión de las nuevas tecnologías en especial la Inteligencia Artificial: “…la ciencia y la tecnología son un producto maravilloso de la creatividad humana donada por Dios, la tecnociencia bien orientada puede producir cosas valiosas para orientar la calidad de vida del Ser Humano; pero por otro lado no podemos ignorar que las tecnologías ganan quienes tienen el conocimiento, sobre todo el poder económico para utilizarlas, esto no es ni más ni menos que tener un dominio impresionante sobre la humanidad y el mundo entero, nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarla para bien, sobre todo si se lo considera en el modo en que se lo está haciendo al día de hoy…” 

En otras palabras, no existe una condena al avance tecnológico, porque Ss Francisco considera al avance tecnológico como un producto de la creatividad humana, reflejo de la creatividad divina; pero a su vez da un gran mensaje de alerta, y entre esas advertencias nos dice que la tecnología puede ser un elemento muy negativo de extracción de riqueza de modelo extractivista, nos advierte de la falta de regulación del ciberespacio, es decir reglas claras de juego y poner a consideración de la comunidad internacional a estudiar urgente un nuevo contrato social tecnológico, como ya el mundo fue capaz de realizarlo décadas atrás, y por otro lado un tema por demás importante la Ética Computacional aplicada a la Inteligencia Artificial (IA). No puedo dejar de mencionar y resaltar el proyecto de legislación Europea de Inteligencia Artificial, pero necesitamos una normativa regulatoria global, que abarque a la totalidad de la comunidad internacional en este nuevo entorno, en este nuevo universo llamado internet.

Por último, y ante la observancia de las distintas caras de la moneda, debemos no solo tener en cuenta, sino saber que la Inteligencia Artificial no se la puede comprender y contemplar desde una mirada tecno-optimista o tecno-pesimista, el avance tecnológico, atravesado por la disrupción de la misma en diversos ámbitos de este nuevo proceso que vive el mundo hace que nos replanteemos a cada momento, hasta cuánto tiempo más debemos esperar para una regulación ética-normativa que tenga al Ser Humano en su esencia misma, como centro y eje de este tiempo inédito en la historia de la humanidad que comenzamos a transitar hace poco más de 2 décadas con hojas de rutas inciertas y sin reglas de juego claras. El avance tecnológico por ahora no tiene Ética, pero la humanidad si depende de ella.

(*) DR. MARIO R. DUARTE Abogado (UCASAL) Juez Adm. Mun. Faltas (M/C) Esp. Derecho Público Cont. y Falt. (UCSF) Miembro Instituto Fil. y Geop. Est. XXI (CABA-ARG) Miembro Dossier Geopolitico (ARG) Académico Argentino AICTEH (Valencia-ESP) Esp. Biolaw and Bioetic (Georgetawn University Catolic-EEUU)

FUENTES CONSULTADAS

https://www.unir.net/ingenieria/revista/redes-neuronales-artificiales/

https://www.sapia.com.pe/ia/que-son-las-redes-neuronales/

https://www.technologyreview.es//podcast/constante-futuro/racismo-deepfakes-y-opacidad-la-etica-de-la-ia-debate

https://www.xataka.com/legislacion-y-derechos/europa-crea-primera-legislacion-inteligencia-artificial-robots-asi-nueva-normativa-como-queda-regulado-reconocimiento-facial

Occidente está atrapado entre el sentimiento público que ideó y la realidad sobre el terreno escribe Alastair Crooke.

Cambio estratégico consecuente : al salir de su reunión con Vladimir Putin, Xi Jinping le dijo a Putin: «Se avecina un cambio que no ha sucedido en 100 años, y estamos impulsando este cambio juntos».

La ‘Entente’ se selló durante horas de conversaciones durante dos días, y en medio de una plétora de documentos firmados. Dos estados poderosos han formado una dualidad que, al casar una gigantesca base manufacturera con el preeminente proveedor de materias primas y el armamento avanzado y la inteligencia diplomática de Rusia, deja a los EE. UU. en la sombra. Un asiento en las sombras (asumido a través de la voluntad o la incapacidad de contemplar una transición tan radical) refleja a los EE. UU. de espaldas a la participación en el mundo multipolar que se desarrolla.

Con EE. UU. esclavizado por la hegemonía, el surgimiento de una trifurcación global es inevitable, incluidas las tres esferas de la guerra comercial: Eurasia, liderada por Rusia y China; Sur global influenciado por India, y con EE. UU. dominando la UE y Anglo-Sphere.

Pero esa no era la esencia de lo que el presidente Xi quiso decir con ‘cambio’; el comercio, el intercambio militar y el cambio del sistema monetario ya estaban ‘cocidos’. Lo que Xi y Putin están sugiriendo es que debemos dejar de lado los viejos espectáculos del orientalismo occidental, mediante los cuales nos hemos acostumbrado a ver el mundo y a pensarlo de manera diferente y de diversas maneras.

La transformación nunca es fácil. ¿Cómo está reaccionando la clase política estadounidense? = Se agita salvajemente. Está profundamente asustado por la manifestación de esta nueva entente. Ha arremetido, como de costumbre, con un torrente de propaganda: Putin obtuvo poco de la visita, la pompa y la ceremonia de Xi; Xi fue una ‘visita al lado de la cama’ de un paciente enfermo; Rusia humillada al convertirse en una colonia china de recursos y, para colmo, la cumbre no logró encontrar una solución para Ucrania.

Toda esta propaganda es una tontería, por supuesto. Estos son bulos lanzados a los vientos. Washington comprende cuán convincente es la narrativa china: China busca la armonía, la paz y una forma de vida significativa para todos. Estados Unidos, sin embargo, representa dominación, divide y contiene, y sangrientas guerras eternas de tipo colonial (en el meme de China).

La narrativa de Xi tiene tracción, no solo en el mundo de los ‘rechazados a ser alineados’, sino también significativamente dentro de ‘Otra América’. Incluso resuena un poco en una Europa que, por lo demás, es totalmente «de hojalata».

El problema aquí es que estas ‘dos ​​Américas’, la Oligarquía titulada y la ‘Otra América’, simplemente no pudieron dialogar entre sí, y se han retirado a esferas separadas: las plataformas tecnológicas occidentales (como Twitter) estaban a sabiendas configurado para no escuchar precisamente ‘Otra América’. Y para cancelar, o desplataformar, las voces contrarias. El esquema anti-ruso de hoy es otro derivado más de la ‘psicología del empujón’, originalmente probada durante el encierro: luego, la ‘ciencia’ (según lo determinado por los gobiernos) ofreció ‘certidumbre’ pública y, al mismo tiempo, avivó el temor de que cualquier incumplimiento de las reglas del gobierno pueden conducir a la muerte.

La certeza moral (reivindicada por seguir la ‘Ciencia’) dio justificación para juzgar con dureza, condenar y desestimar a las personas que de alguna manera cuestionaron el Encierro. La estratagema psicológica geopolítica de hoy, un derivado del precedente Lockdown, es ‘pegar’ a la esfera geopolítica la posición despierta de tolerancia cero hacia el cuestionamiento de supuestos principios ‘que son inviolables’ (como los Derechos Humanos). Por lo tanto, el esquema utiliza la ‘claridad’ narrativa de la ‘invasión ilegal, no provocada y criminal de Ucrania’ de Rusia para dar al público occidental el sentido satisfactorio de rectitud necesario para juzgar con dureza similar, expulsar del empleo y denigrar públicamente a cualquiera que exprese su apoyo a Rusia.

Esto se considera un éxito de inteligencia, al contribuir al objetivo de mantener el ‘compartir la carga’ de la OTAN, y al garantizar una expresión occidental generalizada de ‘indignación moral’ en todo lo relacionado con Rusia.

La ‘Estrategia de la certeza’ de Occidente puede haber funcionado, ya que engañosamente ha encendido una furia moral dentro de un gran segmento de la opinión pública. Sin embargo, también puede ser una trampa: al lanzar una propaganda tan cargada de emociones; la fuerza de este último ahora limita las opciones occidentales (en un momento en que las circunstancias de la guerra de Ucrania han cambiado mucho de lo que se esperaba). Occidente ahora está atrapado por esa opinión pública que ve cualquier compromiso que no sea una capitulación completa de Rusia como una violación de sus ‘principios inviables’.

La noción de exponer las diferentes facetas de un conflicto (que se encuentra en el quid de la mediación), proporcionando diferentes perspectivas, se vuelve intolerable cuando se compara con la rectitud ‘en blanco y negro’. Los medios occidentales sostienen que Xi y Putin son tan moralmente deficientes que muchos temen ser despreciados por estar en el lado equivocado de la falla ‘moral’ en un tema tan polémico.

En particular, esta estratagema no funciona en el resto del mundo, donde el wokism tiene poca tracción.

Sin embargo, existe un sustrato de preocupación de la clase dominante sobre esta técnica de negación. Surgen dos problemas reales: primero, ¿puede Estados Unidos sobrevivir sin la hegemonía estadounidense? ¿Qué lazos, qué significado nacional, qué visión podría sustituir para mantener unida a una nación tan diversa? ¿Es convincente la ‘modernidad como vencedora de la historia’ en el contexto de la degeneración cultural contemporánea? Si la ‘modernidad’ desoladora de hoy se produce sólo a costa de la soledad personal y la pérdida de la autoestima (que es el síntoma reconocido de la alienación que surge de la separación de las raíces comunitarias), ¿vale la pena entonces la ‘modernidad’ tecnológica? ¿O puede algún retorno a los valores anteriores convertirse en el requisito previo que guíe a un modo diferente de modernidad? – uno que trabaja con la corriente, en lugar de contra la corriente del arraigo cultural.

Esta es la pregunta clave planteada por los presidentes Xi y Putin (a través del concepto de estado-nación civilizacional).

En segundo lugar, EE. UU. ha pasado de ser un ejército a ser esencialmente una hegemonía financiada que busca rentas. ¿Qué precio tendría la perdurable prosperidad comercial de EE. UU. en caso de que EE. UU. perdiera la hegemonía del dólar? El ‘privilegio’ del dólar ha sostenido durante mucho tiempo la prosperidad estadounidense. Pero las sanciones estadounidenses, las incautaciones de activos y los nuevos arreglos monetarios plantean la pregunta: ¿ha cambiado tanto el orden global que la hegemonía del dólar, más allá de los EE. UU. y sus dependencias, ya no es sostenible?

Las clases dominantes occidentales están seguras de la respuesta: la hegemonía política y del dólar están interconectadas. Mantener el poder, enriquecer a los ‘mil millones de oro’, significa sostener ambos, incluso cuando las élites pueden ver claramente que la narrativa estadounidense está perdiendo fuerza en todo el mundo y los estados están migrando a nuevos bloques comerciales.

Ese ‘Otro Estados Unidos’ no está tan seguro de que vean la carnicería asociada con las interminables intervenciones de Estados Unidos como ‘vale la pena’. También existe una corriente de pensamiento subyacente de que un sistema financiero, que depende de «soluciones» cada vez mayores y cada vez mayores de estimulantes financieros, es saludable (en la creación de desigualdades) o que su apalancamiento piramidal puede mantenerse a largo plazo.

Hace algunos años, cuando Nathan Gardels hablaba con Lee Kuan Yew de Singapur, este último dijo : “Para Estados Unidos, ser desplazado… por un pueblo asiático despreciado durante mucho tiempo y despreciado como decadente, débil, corrupto e inepto, es emocionalmente muy difícil de aceptar. ” . Yew predijo: “ El sentido de supremacía cultural de los estadounidenses hará que este ajuste sea muy difícil”.

Igualmente, para China, que ha tenido una larga y continua historia como gran potencia, ser bloqueada por un ‘pueblo de la nada’ es intolerable.

l’Entente es un trago amargo para Occidente. Durante una generación, separar a Rusia de China ha sido un objetivo primordial de EE. UU., tal como lo prescribió originalmente Zbig Brzezinski: contener tanto a Rusia como a China mediante la exacerbación de las disputas regionales (Ucrania, Taiwán) era el juego de suma cero, con Rusia como primer objetivo. (forzar un giro hacia Occidente a través de la implosión económica) y luego pasar a contener a China, pero solo a China. (Sí, algunos en Occidente creían que un giro ruso hacia el oeste era muy factible).

Un ex subsecretario de Estado de EE. UU., Wess Mitchell, escribió en la revista National Interest : Para evitar que China se apodere de Taiwán: ¡Detengan a Rusia en Ucrania! En pocas palabras, el punto de Mitchell era: «Si EE. UU. infligiera suficiente dolor a Putin por su apuesta en Ucrania», entonces Xi implícitamente estaría contenido.

Entonces, contener a Rusia a través de Ucrania fue ‘eso’: «Si Estados Unidos va a amenazar con sanciones catastróficas contra Rusia por Ucrania, es mejor que sean catastróficas, porque la credibilidad del sistema financiero liderado por Estados Unidos para castigar la agresión a gran escala – está en la línea”, advirtió Mitchell. “Estados Unidos solo tendrá una oportunidad de demostrar esa credibilidad, y Ucrania lo es”.

Mitchell continuó,

“La buena noticia en todo esto es que Ucrania le ha dado a EE. UU. una ventana momentánea y perecedera para actuar con decisión y no solo para lidiar con la situación en Ucrania, sino también para disuadir un movimiento contra Taiwán… El impacto de la brutalidad de Putin en galvanizar a los europeos compartir la carga es un cambio de juego para la estrategia global de EE. UU. Con Alemania gastando más en defensa en los próximos años que Rusia ($ 110 mil millones anuales frente a $ 62 mil millones), Estados Unidos podrá concentrar más de sus fuerzas convencionales disponibles en disuadir a China”.

¿’Una ventana momentánea’? Pero aquí estaba el desajuste atroz: EE. UU. apostaba por el » momento perecedero «, pero Rusia se preparaba para una guerra a largo plazo . Las sanciones financieras no funcionaron; El aislamiento de Rusia no sucedió; y la estrategia de contención contribuyó más bien a desestabilizar el sistema financiero global en detrimento de Occidente.

La Administración Biden había apostado todo por una estrategia de contención destinada a evitar una guerra en dos frentes, una estrategia que no ha funcionado como se esperaba. Más que eso, el derribo del globo chino y los subsiguientes gritos de guerra anti-chinos que emanaron de todos los rincones de EE. UU. convencieron a los chinos de que su anterior intento de distensión con EE. UU. y Europa en noviembre en el G20 de Bali estaba «muerto en el agua’.

China recalibrada; y preparado para la guerra. (Como mínimo, una sanción de Guerra Fría, pero en definitiva, de Guerra Caliente). A todo vapor con l’Entente . La estrategia de divide y vencerás de Brzezinski se había hundido por debajo de la línea de flotación.

Occidente ahora está arrinconado: no puede sostener la guerra contra Rusia y China, pero su exagerada y deliberadamente engañosa manipulación de la opinión pública para crear la «cohesión» occidental hace que la reducción de la tensión sea casi imposible.

El público de EE. UU. y Europa ahora ve a Rusia y China en los tonos más oscuros del Demiurgo maniqueo. Se les ha dicho repetidamente que Rusia se encuentra al borde del colapso total y que Ucrania ‘está ganando’. La mayoría de los estadounidenses, la mayoría de los europeos creen esto. Muchos han venido a denigrar a estos nuevos adversarios.

La clase dirigente estadounidense no puede retroceder. Sin embargo, no tiene los medios para librar una guerra en dos frentes. La trampa consiste en propaganda derivada de un esquema anterior de Lockdown que fue diseñado para asustar y desinformar al público. Uno de sus objetivos principales era hacer que la duda o el escepticismo pareciera moralmente irresponsable dentro del discurso público. De manera similar, el nuevo esquema de control público occidental mediante el cual los presidentes Xi y Putin parecen tan moralmente deficientes que gran parte del público teme criticar la guerra contra Rusia, se ha convertido en un bumerán. Esa ‘certeza’ significa que sería moralmente irresponsable retirarse de una guerra, incluso de una que se está perdiendo. La guerra ahora debe proceder a la derrota del régimen ucraniano, un resultado mucho más humillante de lo que hubiera sido un final negociado. Pero la opinión pública no permitirá nada menos que la humillación de Putin. Occidente está atrapado entre el sentimiento público que ideó y la realidad sobre el terreno.

De esta manera, Occidente cayó en su propia ‘trampa de certeza’.

Fuente Fundacion de la Cultura Estrategica https://strategic-culture.org/news/2023/03/27/lentente-is-a-bitter-pill-for-the-west/

Alastair CROOKE Exdiplomático británico, fundador y director del Foro de Conflictos con sede en Beirut.

Por JOAQUÍN LABARTA LIPRANDI(*) El autor autoriza su publicación en Dossier Geopolitico

Semana tras semana, escuchamos a dirigentes de todo el arco político destacar la importancia de los recursos naturales con los que aún cuenta, en forma cuantiosa, la Argentina. Todos hablan del litio, de Vaca Muerta, del acuífero guaraní o de la Antártida como reservorio mundial de agua dulce, entre otros. Todos, bajo diferentes ópticas, centran las posibilidades de desarrollo y generación de divisas en ellos. Pero, casi nadie nos cuenta que para poder disponer de esos valiosos y estratégicos recursos para todos los argentinos, debemos cuidarlos y defenderlos de las apetencias foráneas, y también de algunas ambiciones internas, que no logran imaginar su aprovechamiento en beneficio de las grandes mayorías. La defensa de estos recursos en el mundo actual requerirá, cada vez más, de una inversión creciente y sostenida en insumos de defensa y capacitación de nuestras fuerzas armadas.

La disputa actual por la soberanía de nuestra patria está situada centralmente en el Atlántico Sur. La vigencia del Tratado Antártico concluye en 2048, que es a la vuelta de la esquina. En ese momento nuestras soberanas pretensiones coincidirán con las del Reino Unido de Gran Bretaña y la hermana República de Chile. Quienes no lleguen a esa instancia con musculatura política y militar, perderán la batalla por los recursos, y por ende, por la soberanía y por nuestra segunda y definitiva independencia. Es nuestra responsabilidad como dirigentes generar la diplomacia y utilizar los factores de presión políticos en ese sentido, factores a los que debemos agregarle uno clave y con frecuencia olvidado, que es el militar disuasivo.

El mundo no parece dirigirse hacia un idilio pacifista, menos aún en las zonas ricas en recursos naturales estratégicos. Continuar siendo una región de paz dependerá en gran parte de nuestro poder militar disuasivo. Como en cualquier negociación, más aún en las diplomáticas, las posibilidades de obtener el mayor rédito para la patria no solo estarán dadas por la destreza del negociador o negociadores, sino por su respaldo y fortaleza. Pretender negociar, con algún mínimo éxito, en un país que ha visto disminuida su capacidad disuasiva real, es por lo menos ingenuo.

Por eso nuestra tesis, que parece provocadora, es en realidad una obviedad. Argentina necesita invertir en la recuperación de sistemas de armas perdidos o debilitados, ya que la inversión en defensa, hoy, es infinitamente más económica que el riesgo que suscita no poder preservar nuestros recursos estratégicos.

Debemos recuperar con urgencia la capacidad de operar cazas bombarderos interceptores. Necesitamos recuperar la capacidad submarina y así realizar la plena vigilancia y control de nuestra plataforma marítima. Las adquisiciones necesarias para la recuperación de sistemas de armas necesitan, a su vez, de aliados regionales e internacionales dispuestos a transferir tecnología.

También necesitamos de la ciencia e investigación aplicadas a la defensa, ya que sin proyección militar sobre el Atlántico Sur, nuestros recursos estratégicos están en peligro. Estamos trabajando en ese sentido, pero la tarea no debe detenerse bajo ningún punto de vista.

La Ley del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) es un paso enorme en este sentido. El Proyecto de Presupuesto 2023 contempla $160.000 millones para inversión en recuperación, modernización y/o incorporación de material. Entre los proyectos a destacar se encuentra la construcción de un buque logístico polar, complementario al rompehielos Almirante Irízar, para ampliar la capacidad de transporte en las campañas antárticas. En el astillero estatal Tandanor se encuentra en desarrollo el proyecto del buque polar de apoyo logístico antártico, con capacidad para el transporte de 12.000 toneladas y hangar para dos helicópteros Sea King, con el fin de fortalecer el abastecimiento a las doce bases argentinas en el continente antártico.

Otro proyecto central es la modernización y recuperación de la Base Conjunta Petrel, que pasará a ser permanente. El plan es convertirla en el polo logístico más importante de la Antártida. Esta base se encuentra en una ubicación estratégica y volverá a ser permanente en el invierno de 2023, luego de 48 años de inactividad, producto de un incendio en 1974. Petrel debería ser el corazón argentino en la Antártida, con dos pistas de aterrizaje cruzadas, para potenciar su operatividad ante inclemencias climáticas, y una base modelo, completamente modernizada. Tanto la construcción de una nueva base, como las pistas, están entre nuestros objetivos de corto plazo en el Ministerio de Defensa.

Por último, la Base Naval Integrada de Ushuaia, emplazada en un punto estratégico para todas las naciones con proyección antártica, prevé la construcción de un muelle y la incorporación de maquinarias y equipos para asistencia logística, con el objetivo de prestar servicios a terceros países.

La mención de estos 3 proyectos, entre los actuales 91 en curso con financiamiento FONDEF, no es casual. Responde a la visión bicontinental que la Argentina debe instaurar de cara a las disputas actuales y próximas en el Atlántico Sur, de las cuales seremos o bien activos participantes, o bien víctimas inermes.

Potenciar la innovación productiva, sustituir importaciones y adquirir capacidades productivas y tecnológicas es el objetivo primordial. No solo en términos de recursos, sino de decisión política de todo el arco nacional para que estos objetivos se concreten.

Quienes deseamos la paz y continuar siendo una región de paz en el mundo, debemos ser los mayores propulsores de la recuperación de las capacidades militares argentinas, ya que nuestra indefensión conjugada con nuestros vastos recursos naturales, son una invitación al desastre. De nuestra generación depende reaccionar por el futuro de las próximas.

(*) JOAQUÍN LABARTA LIPRANDI Abogado y Escribano, se ha desempeñado como Director General de Administración para la Logística del Ministerio de Defensa en dos oportunidades y actualmente es Subsecretario del Servicio Logístico de la Defensa.

Originalmente fue publicado en el Destape Web

La visita de Xi Jinping en Moscú hizo visible la nueva configuración del mundo centrada en la alianza ruso-china que la torpeza estadounidense consolidó

Por Eduardo J. Vior – analista internacional El autor autoriza su publicación en Dossier Geopolitico, originalmente publicado en TELAM

“En la actualidad, China se encuentra en el mejor periodo de desarrollo desde el comienzo de los tiempos modernos y el mundo está inmerso en un gran cambio sin precedentes en un siglo, y ambos procesos están entrelazados y se incentivan mutuamente.” (Xi Jinping, en reiteradas ocasiones)

Joe Biden lo logró: la insistencia de la elite neoconservadora anglonorteamericana en atacar al mismo tiempo a Rusia y a China, su tendencia a tratar ambos conflictos como confrontaciones radicales sobre visiones del mundo, la insoportable presión que ejercen sobre el resto del planeta para obligarlo a alinearse y la amenaza de seguir escalando los conflictos hasta el duelo final han unido estrechamente a dos potencias que antes se entendían, pero que nunca habían llegado al estrecho vínculo actual, si la presión anglosajona no los hubiera empujado a hacerlo.

Vladimir Putin y Xi Jinping se encontraron este lunes y martes para hacer frente a la presión de la alianza atlántica y, sobre todo, para diseñar el orden que propondrán al resto del mundo para después del episodio ucraniano. Saben que el Imperio anglosajón aún tiene fuerza, que el bloque euroasiático no puede ni debe intentar moldear el mundo a su gusto y que en cada región del planeta están surgiendo actores regionales que reclaman su papel y no están dispuestos a subordinarse a nadie más. Entenderse con ellos es la clave del futuro y a esta cuestión se dedicaron conversando en el Kremlin.

Aún antes de su cumbre ambos explicaron sus propuestas al público del otro país en sendos artículos de opinión. La visión de Putin -centrada en una “asociación con vistas al futuro”- se expuso en el Diario del Pueblo de China, mientras que la de Xi se publicó en la Gaceta Rusa y en el sitio web de la agencia estatal RIA Novosti y gira en torno al inicio de un nuevo capítulo de cooperación y desarrollo compartido.

Durante su primera reunión, el lunes 20, los presidentes hablaron durante cuatro horas y media. Esta conversación, en la que no se omitieron las diferencias de enfoque y estilo, se dedicó a los lineamientos de la multipolaridad en construcción, que necesariamente debe empezar por hallar una solución para Ucrania. Como era previsible, hubo muy pocas filtraciones de los responsables por la agenda. No obstante, hubo una bastante significativa referida a su “intercambio en profundidad” sobre Ucrania. Putin subrayó cortesmente que respeta la posición de China, expresada en el plan de doce puntos de Pekín para la resolución del conflicto y que ha sido completamente rechazado por Washington. Sin embargo, el líder del Kremlin dejó en claro que la posición rusa sigue siendo férrea: desmilitarización, neutralidad de Ucrania y confirmación de los cambios territoriales por documentos internacionales validados por árbitros confiables.

Precisamente en este sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso descartó por completo cualquier papel de Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Alemania en las futuras negociaciones sobre Ucrania, ya que no los considera neutrales.

El gobierno chino entiende la percepción rusa de la amenaza que se cierne desde Ucrania y que ha sido confirmada por el belicismo occidental. Sin embargo, la República Popular está muy apegada a la Carta de la Naciones Unidas y a los principios de la coexistencia pacífica y rechaza la modificación violenta de las fronteras. Mucho más discorda con el objetivo ruso de querer recuperar los “territorios históricos” por sus implicaciones internacionales. Si se aceptara sin ambages la reunificación de “territorios históricos”, Pekín teme verse amenazado por las reivindicaciones de tibetanos, turcomanos y mongoles sobre su territorio y así le iría a todos los países. De todos modos, subraya la responsabilidad de Occidente en la ruptura del orden jurídico internacional y busca la forma de restaurarlo, satisfaciendo las necesidades de seguridad de todos los actores (el principio chino de la seguridad compartida).

En la reunión del martes 21, en tanto, ambos líderes se dedicaron a las cuestiones económicas. Rusia ya ocupa el primer lugar como proveedor de gas natural a China, superando a Turkmenistán y Catar. La mayor parte del fluido se envía por el gasoducto Poder de Siberia, de 3.000 km, puesto en marcha en diciembre de 2019. El ducto e extiende desde Siberia Oriental hasta la provincia nororiental china de Heilongjiang. Para multiplicar los envíos, en tanto, ambas potencias están negociando aceleradamente con Mongolia el tendido del oleoducto Poder de Siberia II que, a través del país estepario, llevará el petróleo de Siberia Central al norte de China.

Putin y Xi acordaron asimismo la realización de 79 proyectos conjuntos por valor de más de 165.000 millones de dólares. El abanico abarca desde gas natural licuado (GNL) hasta construcción aeronáutica, fabricación de máquinas herramienta, investigación espacial, agroindustria y corredores económicos mejorados.

En este contexto el presidente chino afirmó que quiere vincular los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda (BRI, por su nombre en inglés) con la Unión Económica Euroasiática (UEEA). Es natural que la BRI y la UEEA se interrelacionen. China ya ha firmado un acuerdo de cooperación económica con la asociación económica liderada por Rusia y la mayoría de los miembros de la misma lo son también de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y están asociados al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (ABII, por su nombre en inglés). La red de organismos de integración euroasiáticos ya existe desde hace algunos años, pero la coyuntura bélica está acelerando ahora su integración.

Al mismo tiempo que los líderes de Rusia y China estaban reunidos en el Kremlin, en la Duma (parlamento) Federal sesionaba la conferencia parlamentaria “Rusia-África en el mundo multipolar”, preparatoria de la segunda cumbre Rusia-África del próximo julio. En la reunión interparlamentaria participaron delegados de más de 40 de los 53 países africanos. Con gran sentido mediático, Putin eligió este preciso momento para condonar más de 20.000 millones de dólares de deuda de los países africanos con Rusia. Si bien Pekín es el principal socio comercial de la mayoría de los países del continente negro, Moscú se está convirtiendo aceleradamente en su proveedor de cereales y en un valioso aliado para restablecer el orden y la seguridad.

También en Asia Occidental Rusia y China actúan totalmente en sincronía. El reciente restablecimiento de relaciones entre Arabia Saudita e Irán fue hilvanado por Rusia mediante discretas gestiones en Bagdad y Omán que condujeron a la firma del acuerdo en Pekín. Moscú también coordina el acercamiento entre Siria y Turquía. No obstante, la relación rusa con Irán (ahora bajo el estatus de asociación estratégica) se mantiene por separado.

No hay vuelta atrás en la demolición de los restos de la Pax Americana, pero el camino será arduo y demorará mucho tiempo. La torpeza de la elite neoconservadora anglosajon aceleró esta vez el paso de la historia, pero no siempre será así. Hay que prepararse también para la dura resistencia que Occidente presentará ante la pérdida de su hegemonía. Ningún león entrega sin lucha su dominio sobre la selva.

La cumbre Xi-Putin consagró definitivamente a China y Rusia como socios estratégicos integrales a largo plazo y comprometidos a desarrollar una seria competencia geopolítica y geoeconómica con las hegemonías occidentales en declive. Este es el perfil del nuevo mundo que adquirió nitidez en Moscú esta semana. Putin lo definió anteriormente como una nueva política anticolonial. Ahora se presenta como una colcha de retazos multipolar.

Rusia es el puente ineludible para unir Europa y Asia, pero el centro del nuevo mundo está en China. Tanto lo acepta Putin que recomendó usar el yuan como moneda de cambio con África, América Latina y Asia. Con cada región del mundo la potencia asiática se asocia de un modo diferente. No rehúye su imbricación con la economía mundo capitalista, pero pone límites a su hegemonismo. Se une estrechamente a Rusia, pero no olvida el resto del mundo. Con África, Asia y América Latina negocia de país a país, pero prefiere hacerlo con grandes bloques regionales. China vuelve a estar en el centro del mundo, de un mundo complejo y conflictivo, pero con menos dominación y más convivencia, y Rusia es su socio preferido.

por Pepe Escobar (Desde Moscú)

Esta semana, en Moscú, los líderes chino y ruso revelaron su compromiso conjunto para rediseñar el orden global, una empresa que «no se ha visto en 100 años».

Lo que acaba de tener lugar en Moscú es nada menos que una nueva Yalta, que, por cierto, está en Crimea. Pero a diferencia de la trascendental reunión del presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el líder soviético Joseph Stalin y el primer ministro británico Winston Churchill, en la Crimea gobernada por la URSS en 1945, esta es la primera vez en, posiblemente cinco siglos, que ningún líder político de Occidente establece la agenda mundial.

Son el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin quienes dirigen ahora el espectáculo multilateral y multipolar. Los excepcionalistas occidentales pueden desplegar sus rutinas de lloriqueo tanto como quieran: nada cambiará la espectacular óptica ni la sustancia subyacente de este orden mundial en desarrollo, especialmente para el Sur Global.

Lo que Xi y Putin se proponen hacer se explicó en detalle antes de su cumbre, en dos artículos de opinión escritos por los propios presidentes. Como un ballet ruso altamente sincronizado, la visión de Putin se expuso en el Diario del Pueblo de China, centrándose en una «asociación con vistas al futuro», mientras que la de Xi se publicó en la Gaceta Rusa y en el sitio web de RIA Novosti, centrándose en un nuevo capítulo de cooperación y desarrollo común.

Desde el comienzo de la cumbre, los discursos tanto de Xi como de Putin llevaron a la mayoría de la gente de la  OTAN a un frenesí histérico de ira y envidia: la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, captó perfectamente el ambiente cuando comentó que Occidente estaba «echando espuma por la boca«.

La portada de la Gaceta Rusa del lunes fue icónica: Putin recorriendo la Mariupol libre de nazis, charlando con los residentes, junto al artículo de opinión de Xi. Esa fue, en pocas palabras, la tajante respuesta de Moscú a la maniobra del MQ-9 Reaper de Washington y a los chanchullos del tribunal canguro de la Corte Penal Internacional (CPI). «La OTAN está siendo humillada a conciencia en Ucrania.

Durante su primera reunión «informal», Xi y Putin hablaron durante no menos de cuatro horas y media. Al final, Putin acompañó personalmente a Xi a su limusina. Esta conversación fue de verdad: trazar los lineamientos de la multipolaridad, que empieza con una solución para Ucrania.

Como era de esperar, hubo muy pocas filtraciones de los sherpas, pero sí una bastante significativa sobre su «intercambio en profundidad» sobre Ucrania. Putin subrayó cortésmente que respeta la posición de China, expresada en el plan de 12 puntos de Pekín para la resolución del conflicto, que ha sido completamente rechazado por Washington. Pero la posición rusa sigue siendo férrea: desmilitarización, neutralidad ucraniana y consagración de los nuevos hechos sobre el terreno.

Paralelamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso descartó por completo un papel de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania en las futuras negociaciones sobre Ucrania: no se les considera mediadores neutrales.

Una manta multipolar patchwork (1)

El día siguiente giró en torno a los negocios: desde la cooperación energética y «técnico-militar» hasta la mejora de la eficacia de los corredores comerciales y económicos que atraviesan Eurasia.

Rusia ya ocupa el primer lugar como proveedor de gas natural a China -superando a Turkmenistán y Qatar-, la mayor parte a través del gasoducto Power of Siberia, de 3.000 km, que va desde Siberia hasta la provincia nororiental china de Heilongjiang, puesto en marcha en diciembre de 2019. Las negociaciones sobre el oleoducto Power of Siberia II a través de Mongolia avanzan rápidamente.

La cooperación chino-rusa en alta tecnología se disparará: 79 proyectos por valor de más de 165.000 millones de dólares. Todo, desde gas natural licuado (GNL) hasta construcción aeronáutica, construcción de máquinas herramienta, investigación espacial, agroindustria y corredores económicos mejorados.

El presidente chino dijo explícitamente que quiere vincular los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda a la Unión Económica Euroasiática (UEEA). Esta interpolación BRI-UEEA es una evolución natural. China ya ha firmado un acuerdo de cooperación económica con la UEEA. Las ideas del superestratega macroeconómico ruso Sergey Glazyev por fin están dando sus frutos.

Y por último, pero no por ello menos importante, habrá un nuevo impulso hacia los acuerdos mutuos en monedas nacionales, y entre Asia y África, y América Latina. A efectos prácticos, Putin respaldó el papel del yuan chino como nueva moneda comercial de elección mientras prosiguen los complejos debates sobre una nueva moneda de reserva respaldada por oro y/o materias primas.

Esta ofensiva económica y empresarial conjunta enlaza con la ofensiva diplomática concertada entre Rusia y China para rehacer vastas franjas de Asia Occidental y África.

La diplomacia china funciona como la matrioska (muñecas rusas apilables) en lo que se refiere a transmitir mensajes sutiles. No es ni mucho menos una coincidencia que el viaje de Xi a Moscú coincida exactamente con el 20º aniversario del «Shock and Awe» estadounidense y de la invasión, ocupación y destrucción ilegales de Irak.

Paralelamente, más de 40 delegaciones africanas llegaron a Moscú un día antes que Xi para participar en la conferencia parlamentaria «Rusia-África en el mundo multipolar«, preparatoria de la segunda cumbre Rusia-África del próximo mes de julio.

Los alrededores de la Duma parecían los viejos tiempos del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), cuando la mayor parte de África mantenía estrechas relaciones antiimperialistas con la URSS.

Putin eligió este preciso momento para condonar más de 20.000 millones de dólares de deuda africana.

En Asia Occidental, Rusia-China actúan totalmente en sincronía. Asia Occidental. El acercamiento entre Arabia Saudí e Irán fue en realidad impulsado por Rusia en Bagdad y Omán: fueron estas negociaciones las que condujeron a la firma del acuerdo en Pekín. Moscú también coordina las conversaciones de acercamiento entre Siria y Turquía. La diplomacia rusa con Irán -ahora bajo el estatus de asociación estratégica- se mantiene en una vía separada.

Fuentes diplomáticas confirman que la inteligencia china, a través de sus propias investigaciones, está ahora plenamente segura de la enorme popularidad de Putin en toda Rusia, e incluso dentro de las élites políticas del país. Eso significa que las conspiraciones del tipo de cambio de régimen están fuera de cuestión. Esto fue fundamental para la decisión de Xi y del Zhongnanhai (cuartel general central de China para funcionarios del partido y del Estado) de «apostar» por Putin como socio de confianza en los próximos años, considerando que podría presentarse y ganar las próximas elecciones presidenciales. China siempre apuesta por la continuidad.

Así que la cumbre Xi-Putin selló definitivamente a China-Rusia como socios estratégicos integrales a largo plazo, comprometidos a desarrollar una seria competencia geopolítica y geoeconómica con las hegemonías occidentales en declive.

Este es el nuevo mundo nacido en Moscú esta semana. Putin lo definió anteriormente como una nueva política anticolonial. Ahora se presenta como una mosaico (patchwork) de retazos multipolar. No hay vuelta atrás en la demolición de los restos de la Pax Americana.

Cambios que no se han producido en 100 años

En Antes de la hegemonía europea: The World System A.D. 1250-1350, Janet Abu-Lughod construyó una narrativa cuidadosamente elaborada que muestra el orden multipolar imperante cuando Occidente «iba a la zaga de Oriente«. Más tarde, Occidente sólo «se adelantó porque Oriente estaba temporalmente desorganizado«.

Puede que estemos asistiendo a un cambio histórico similar en ciernes, traspasado por un renacimiento del confucianismo (respeto a la autoridad, énfasis en la armonía social), el equilibrio inherente al Tao y el poder espiritual de la ortodoxia oriental. Se trata, en efecto, de una lucha de civilizaciones.

Moscú, que por fin da la bienvenida a los primeros días soleados de la primavera, proporcionó esta semana una ilustración más grande que la vida de «semanas en las que pasan décadas» en comparación con «décadas en las que no pasa nada«.
Los dos presidentes se despidieron de forma conmovedora.

Xi: «Ahora hay cambios que no se han producido en 100 años. Cuando estamos juntos, impulsamos estos cambios».

Putin: «Estoy de acuerdo».

Xi: «Cuídate, querido amigo».

Putin: «Buen viaje».

Brindemos por el amanecer de un nuevo día, desde las tierras del Sol Naciente hasta las estepas euroasiáticas.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico

-Traducido desde el inglés para piensaChileMartin Fischer

*Fuente: The Cradle.

Nota del Traductor:

  1. El patchwork es el arte de unir telas de diferentes colores y tamaños (retales) utilizando múltiples técnicas para llegar a formar distintos motivos y objetos útiles o simplemente decorativos (colchas, manteles, cojines, tapices, cuadros, cestas, cajas, etc.).

Carlos Pereyra Mele, centra su columna del Club de La Pluma nuevamente en el análisis del conflicto en el Cáucaso, con Georgia desde la mirada Geopolitica para comprender la importancia de este posible Ucrania 2.0, al estar este país sufriendo otra de las «Revoluciones de Colores» orquestadas por los anglosajones y sus ONG, y también las nulas consecuencias de la “orden” de captura de Putin y sin olvidar que está semana visita Moscú el Presidente de China Xi Jinping para conversar con su homólogo V. Putin en un encuentro de una trascendencia global de gran importancia 

La tonta decisión de ordenar la captura del Presidente  de la Federación Rusa Vladimir Putin por parte de un organismo que cada vez pierde el poco o nulo prestigio que supuestamente tenia, me refiero al Tribunal Penal Internacional, mientras las grandes potencias no se subordinada a su jurisdicción empezando por EEUU, China, India, Rusia, o sea, todo propaganda de baja nivel e inutil. Pero parece que hace falta seguir confundiendo a los extraviados habitantes de está región llamada occidente.

Mientras necesitan pareciera que los occidentales necesitan mas confusiones y delirios propagandísticos actualmente, para minimizar la gravedad de “otra’ nueva crisis financiera “oxidental” y que van!!!…y como no hay buenas noticias de la guerra híbrida global proxy en Ucrania ni en el frente económico inflación crisis políticas sociales en Inglaterra y Francia, etc., tenemos estos escapismos.  

Por ello es importante el análisis de carácter geopolitico y geoestrategico para entender lo que ocurrió y ocurre en Georgia País del Cáucaso Sur que está en una zona clave limitrofe con el Mar Negro, Turquia Rusia Armenia y Azerbaiyan, pequeno pais de apenas 70.000km2 con 3.700.000 habitantes que ya sufrio una revolucion de colores en el 2003 “La revolucion de las rosas” y en el 2008 entro en conflicto con Rusia y en menos de una semana Georgia perdio dos regiones Abjasia y Osetia del Sur. Porque aqui la OTAN quiere establecer lo que se denomina la Geopolitica de los 3 Mares (Baltico, Negro y Mediterraneo)

La Geopolitica de los 3 Mares el viejo modelo de Cinturon de aislamiento de Rusia anterior a la Guerra Fria
Aqui podemos apreciar la importancia de Georgia para lograr controlar parte del Mar Negro y conectar con la Geopolitica de los 3 Mares

El sábado 18/3/2023, invitado por el conductor del programa “Detrás de la razón”, Programa periodismo de Alto Impacto e independiente basado en la integridad informativa. Sin ninguna corporación, televisora, grandes millonarios o cadenas de gobiernos que “financian” el mismo, dirigido por el galardonado Periodista Roberto de la Madrid, fuimos invitados el catedrático español Eduardo Luque y el Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele, para analizar en profundidad el posible segundo frente que está organizando la angloesfera y su brazo militar la OTAN en el Cáucaso Sur desestabilizando la República de Georgia e iniciar una “Ucrania 2.0” en ese sector y para ello utilizando los conocidos métodos injerencista de las ONG financiadas por oligarcas occidentales o por estructuras como la USAID o la NED y también otras que responden a la Unión Europea. Por supuesto como la realidad es un movimiento constante y debido a las últimas noticias del pedido de captura por parte del TPI del Presidente de Rusia Vladimir Putin y la caída o derribo del Drone de la air force de USA en el mar Negro cerca de Crimea, fue analizado en dicho programa.

por Gabriel Merino el autor autoriza la publicación en Dossier Geopolitico de su artículo

…En el conflicto ucraniano, como en toda guerra, hubo una serie de errores de cálculo por parte de los distintos protagonistas. Pero sin dudas, uno de los que más se destaca es el cálculo de que profundizar al máximo posible la guerra económica contra Rusia —iniciada a partir de 2014— iba a desmoronar su economía. Argumentos no faltaban para tal razonamiento….

No sólo debido a que el poder financiero y la primacía del dólar hacen de las sanciones una especie de “arma de destrucción masiva” en poder de EE.UU. y el polo anglo-estadounidense —como pudimos ver en la región en el caso de Venezuela a partir de 2016—, sino por la interdependencia entre Rusia y Europa. Rusia proveyó en 2021 el 41% del gas, el 27% del petróleo y el 47% del carbón que consumió Europa. La dependencia europea —cuya ruptura implicaba enormes costos para Bruselas, que probablemente sí estaban calculados por las corporaciones hidrocarburíferas al otro lado del Atlántico— también significaba una enrome dependencia para Moscú, ¿a quién iría a vender Rusia semejante cantidad de hidrocarburos y, además, quién se iba a animar a comprarlos?

Uno de los posibles compradores sustitutos fue la respuesta casi obvia para los tiempos que corren: China. Digo, para los tiempos que corren porque…

…era completamente improbable pensar que Beijing desafiara de tal manera a Washington hace sólo una década, un suspiro, medido en tiempos históricos…

En el transcurso de 2022, China aumentó el 75% las importaciones de petróleo, gas y carbón de Rusia, y se aceleraron los proyectos de interconexión energética entre Moscú y Beijing, como ya había ocurrido a partir de 2014 cuando estalló el conflicto bélico en Ucrania y se inició una nueva fase en la crisis del orden mundial. Pero a los últimos movimientos para profundizar la asociación político-estratégica euroasiática, se le agrega la profundización del intercambio comercial y financiero en las monedas propias en detrimento del dólar —un movimiento que comenzó en 2014-2015, cuando Moscú y Beijing comienzan a desarrollar sistemas de pago alternativos al SWIFT, el SPFS y el CIPS respectivamente—, para romper ese monopolio dominado por el poder financiero del Norte Global.

Lo que estaba menos claro —sobre todo para visiones ancladas en el pasado o que reproducen la narrativa de la guerra fría protagonizada por EE.UU y la URSS para representar el mundo actual, queriéndolo encerrar en esa vieja bipolaridad tan distinta y distante a la realidad actual— era el papel de India. Esta potencia emergente del sur de Asia, que en breve será el país más poblado del mundo superando a China con 1.400 millones de personas (18% de la población mundial),

…fue en realidad el gran comprador de los hidrocarburos que los rusos dejaron de venderle a Europa. Esto se puede observar claramente en el gráfico de Bloomberg, al igual que el enigmático y creciente destino asiático “desconocido” del petróleo ruso, todo un dato en sí mismo. India, tercer mayor importador de petróleo del mundo, pasó de comprar el 1% del petróleo ruso a casi el 30% y, además, con nada menos que un 30% de descuento en promedio, lo cual le da una gran ventaja competitiva

como también a China, el gran taller industrial de un mundo cada vez más asiático—. Y además, Nueva Delhi compra en monedas distintas al dólar para evitar las sanciones, golpeando así en un aspecto sensible a la primacía del dólar que desde los años setenta del siglo XX se asienta en el petrodólar, es decir, en la comercialización mundial del petróleo en dólares.

India también anunció que le compraría a Rusia el carbón que Europa embargó y que lo haría en yuanes, para sorpresa y disgusto de la gran mayoría de analistas y de Washington que veían en el gigante del Índico un activo completamente alineado en la cruzada antichina. Esto también muestra que la weaponization del dólar por parte de EE.UU. tiene importantes costos al desmoronarse la realidad unipolar, pudiendo transformase en un bumerán y quebrar uno de los principales elementos en el que todavía conserva la primacía el ex hegemón.

A partir de la escalada bélica en territorio ucraniano, expresión regional de un conflicto mundial, también avanzó el desarrollo del Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (conocido como INSTC, por sus siglas en inglés), para unir la ciudad india de Bombay con la ciudad rusa de San Petersburgo. Éste cuenta con otro jugador clave en el tablero euroasiático y uno de los “malos” para el relato occidental: Irán. El Corredor es una gran red de 7.200 kilómetros (4.474 millas) de vías férreas, carreteras y rutas marítimas que conectan Rusia e India a través de Irán, pasando por el Mar Caspio y el Cáucaso. Supone un ahorro de casi dos semanas de tiempo de viaje de la ruta tradicional por el Mar Rojo, el canal de Suez y el Mediterráneo, y es entre 30% y 40% más económica. Pero sobre todo, es más segura para las potencias emergentes ya que, a diferencia de la ruta tradicional,

…no está controlada por bases militares de EEUU y el Reino Unido, la jefatura de la OTAN….

…Y como se sabe, un elemento central del análisis estratégico es el control de rutas comerciales, una clave del poder y de la acumulación del capital a nivel mundial.

Parte de la dinámica multipolar que se quiere resaltar es el acuerdo al que han llegado Irán y Arabia Saudita para restablecer los vínculos diplomáticos y reabrir las respectivas embajadas. Esto podría modificar drásticamente la situación geopolítica y geoestratégica en Oriente Próximo, o Asia Sudoccidental, en favor de la pacificación. Algo que resulta clave es que el mediador fue China, con muy buen vínculo político y como principal socio comercial de ambos países, lo que resulta todo un síntoma de los tiempos de posthegemonía anglo-estadounidense. El creciente acercamiento de Arabia Saudita, que era un aliado clave del polo anglo-estadounidense, a China y a los polos de poder emergentes, o los acuerdos con Rusia en la OPEP+, también son expresiones de un cambio de época. En lo que sería un movimiento de alto impacto, tanto Irán como Arabia Saudita ingresarían próximamente al club de los BRICS, como Argentina, y además Riad podría sumarse a la Organización para la Cooperación de Shanghái liderada por China y Rusia.

Es importante destacar que la posición de India tampoco resulta una sorpresa. Posee con Rusia un vínculo histórico que se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, luego de la independencia del imperio británico. La asociación estratégica entre ambas potencias euroasiáticas tiene por los menos seis ejes fundamentales y uno de ellos es el de la Defensa. Rusia posee el segundo complejo industrial militar más importante del mundo y ello se refleja en que es el segundo exportador mundial de armas, con 21% del total mundial entre 2015-2019, por detrás de Estados Unidos con el 36%. Los principales destinos de exportación son India y China, en ese orden. Es decir que Rusia vende armas de primer nivel mundial a las dos grandes potencias emergentes de Asia, cada una con casi el 20% de la población mundial.

A su vez, para India es clave el vínculo con Rusia para contrabalancear a China, con quien posee importantes conflictos limítrofes y tensiones estratégicas, más allá de que Beijing sea el principal socio comercial de Nueva Delhi, algo propio de este mundo de profunda interdependencia, de cooperación, a la vez que enfrentamiento. Rusia es el gran punto de equilibrio entre la India y China. Además, las tres potencias comparten un conjunto de espacios institucionales emergentes que defino como un nuevo multilateralismo multipolar que se solapa y a la vez se contrapone con la institucionalidad del viejo orden globalista unipolar: el ya mencionado BRICS, pero también la estratégica Organización para la Cooperación de Shanghái que se inició en 2001 como germen de nuevas tendencias históricas, a la que ahora también se sumó Irán.

India, por otro lado, forma parte de la iniciativa estratégica denominada QUAD, junto a EE.UU., Japón y Australia, para contener a China en lo que los estadounidenses llaman “la región Indo-Pacífico”. Pero Nueva Delhi se resiste a alinearse contra Rusia. Es decir, en las antinomias atlantistas, India es parte del “mundo libre” pero también de las “autocracias” a las que hay que derrotar como misión histórica. Por eso mismo, las fuerzas globalistas apuntan cada vez con más fuerza al gobierno de Narendra Modi, al que antes veían como un ejemplo de “democracia”, y ahora es visto como otro “autócrata”, algo similar a lo que ocurrió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

En este sentido, más que como concepto para caracterizar un régimen político particular, el concepto de “democracia”

que desde nuestra perspectiva confunde el concepto de república liberal con el de democracia

parecería utilizarse más bien como una vara de alineamiento relativo con las fuerzas dominantes del polo del poder anglo-estadounidense, representado como “Occidente” en términos geopolíticos. El problema es que con la aceleración de la multipolaridad relativa, según esta perspectiva, cada vez quedan menos alineados, digo, menos “demócratas”.

Como reconocen y lamentan Josh Holder, Lauren Leatherby, Anton Troianovski y Weiyi Cai en un artículo publicado en la usina globalista liberal New York Times y reproducido por Clarín (27-02-2023), “Occidente intentó aislar a Rusia, pero no dio resultado”. Un plano en el que se focalizan es el comercial, donde señalan que unos cuantos países han llenado el vacío que dejó “Occidente” al aumentar las exportaciones a Rusia a niveles muy por encima de los anteriores a la guerra. Entre ellos sobresalen los ya mencionados India y China, pero también Turquía, miembro prominente de la OTAN: “A pesar de que Turquía ha vendido armas a Ucrania, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha impulsado un mayor flujo de mercancía hacia Rusia, lo que perjudica mucho la serie de sanciones impuestas por Occidente.”. Es decir, un país clave de la OTAN boicotea la guerra económica lanzada por la OTAN para destruir la economía rusa. Esto también resulta clave, porque estos países quebraron otro elemento fundamental de la guerra económica contra Rusia en el marco del conflicto en Ucrania: el bloqueo de insumos, piezas, bienes de capital y bienes intermedios fundamentales para la producción, que hubiera dinamitado la estructura productiva de Rusia.

En América Latina, a pesar de ser el viejo “patio trasero” de EE.UU., la situación también dista de ser de alineamiento con Washington y se impone la situación de multipolaridad —y con ello, la tensión entre conformar un polo propio en el Sur de América y ser otra manifestación del crecientemente insubordinado Sur Global, o aceptar el lugar de periferia subordinada al “hemisferio occidental” en situación de declive relativo. Por un lado, la mayor parte de los países de la región votaron a favor de la resolución de la ONU impulsada por los países de la OTAN que condena la invasión de Rusia a Ucrania, mostrando alineamiento “hemisférico”. El apoyo fue menor cuando se votó la suspensión de Rusia en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, destacándose la posición neutral y por lo tanto no favorable a la resolución por parte de México y Brasil, los dos principales países de la región, aunque sorprendió Argentina en su alineamiento con Washington en esa votación. Pero cuando se quiso involucrar a la región directamente en la guerra, por ejemplo, con la solicitud de envío de armamento a Kiev, claramente hubo un rechazo bastante extendido. Resonaron las respuestas de Brasil y Colombia a favor de la Paz.

Por otro lado, los países de América Latina participan cada vez más de iniciativas del mundo emergente protagonizadas por China junto a otras potencias euroasiáticas como Rusia e India, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura o el BRICS con la probable ampliación e incorporación de Argentina y, quizás, también de México, etc. Es destacable la realidad material que sustenta esta dinámica geopolítica y que otorga mayores márgenes de maniobra a los países de la región para intentar romper su lugar tradicional de “patio trasero”; no sólo China es el principal socio comercial e inversor (en términos de flujos) de Suramérica, sino que se observa un creciente papel de los países de Asia como socios comerciales:

en el año 2000, Asia representaba uno de cada diez dólares del comercio de América Latina, en tanto que en 2018, esa cifra alcanzó uno de cada cuatro; y si quitamos a México, de cuyo comercio el 80% es con EE.UU., dicha cifra aumenta considerablemente.

***

La guerra en Ucrania expresión de la transición geopolítica contemporánea que tiene como uno de sus elementos centrales el desplazamiento del centro de poder hacia Asia— ha mostrado asociaciones y alineamientos esperables, y otros no tanto. O por lo menos, que rompen los esquemas dualistas de bloques fijos en pugna, construidos por las usinas del Occidente geopolítico conducido por las fuerzas globalistas, intentando encerrar en ciertas antinomias de guerra fría la compleja realidad de un mundo multipolar, con el fin de presionar a través de alineamientos políticos y estratégicos. Obviamente, resulta necesario aclarar que esta multipolaridad no deja de ser relativa, en tanto que asimétrica. Además, tiene rasgos bipolares por el protagonismo de la tensión entre EEUU y China como principal expresión interestatal del conflicto sistémico entre el viejo polo dominante y los nuevos polos emergentes y, por lo tanto, expresión dominante en el tablero geopolítico mundial que adopta la contradicción principal que atraviesa al sistema mundial en crisis y transformación. También es necesario aclarar otra cuestión clave: dicha multipolaridad es una expresión superficial para referirnos a las tendencias estructurales que hacen a una crisis de hegemonía y captar algunas de sus dinámicas fundamentales. De hecho, puede haber una dinámica multipolar dentro de un ciclo de hegemonía (como durante la hegemonía británica), pero la actual multipolaridad es en esencia una expresión de la crisis de hegemonía y desorden mundial.

Sin compartir necesariamente su perspectiva teórica, resulta interesante traer a colación una idea de Robert Gilpin cuando desarrolla la teoría de la guerra hegemónica, 

Recuperando a Tucídides : “Guerras como esta no son meras contiendas entre Estados rivales, sino hitos políticos que marcan las transiciones de una época histórica hacia la siguiente”.

El mapa del poder mundial ha cambiado estructuralmente y la guerra es expresión de ello. Como se señaló hace más de una década en América Latina en plena oleada nacional-popular, que también fue y es expresión de la crisis de hegemonía, nos encontramos en un cambio de época. Muchas/os se resisten a aceptarlo.

Gabriel Merino

Gabriel Merino

Sociólogo y doctor en Ciencias Sociales. Investigador Adjunto CONICET – Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, UNLP. Profesor en UNLP y Universidad Nacional de Mar del Plata. Miembro del Instituto de Relaciones Internacionales y Co-coordinador de «China y el mapa del poder mundial», CLACSO.

La Universidad Tecnológica Intercontinental de la República del Paraguay UTIC, se suma a la difusión del libro «Poliedro y Amistad Social», del Prof. Dr. Miguel Barrios, argentino, egresado de la Facultad de Ciencias Humanas y Ciencias Exactas de la UTIC, para conmemorar los 10 años del papado de S.S Papa Francisco, motivo por el cual nuestra institución acompaña el lanzamiento, el mismo sintetiza el pensamiento social, ecuménico y estratégico del Papa Francisco.

La UTIC ha adoptado como Proyecto institucional el pensamiento de la Casa Común, una de las primeras encíclicas sociales del Papa.

La Facultad de Ciencias Humanas y Ciencias Exactas ha declarado de interés educativo el material POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL, cuyo prólogo fue realizado por el Dr. Gustavo Beliz, Miembro Ordinario de la Academia Pontifica de Ciencias Sociales del Vaticano, Dr. Silvio Torres Chávez , Fundador de la Red de Educadores Agrarios del Paraguay, asociada a scholas ocurrentes de las Religiones Unidas- URI, y el  Dr. Hugo Ferreira González, Rector de la UTIC. El epílogo fue elaborado por el Pbro.Dr. Marcelo Trejo, Miembro de la Organización Latinoamericana de Teólogos y Cientistas Sociales “Amerindia”, y Luciano Umérez Köller, Converso Católico.

 Diseño y diagramación: María Aldao

Nuestro compañero, Eduardo Bonugli colaborador en Europa de Dossier Geopolitico, nos envía un audio muy duro y clarificador que desnuda el bochorno de la alianza estratégica entre lo que queda de la izquierda zombi y la nueva ola feminista lanzada desde Washington (#MeToo), ante la caótica crisis del gobierno de España, cuando se cumplió un nuevo aniversario del Día Internacional de la Mujer, en medio de un enfrentamiento publico de todos contra todos.

Es un crítico relato sobre esta ideología de moda que no dejará indiferente a nadie que conozca el tema, trás casi cuatro años en el poder en España. Además, nos hace la crónica de este «matrimonio fallido», mientras destaca las muy llamativas medidas del ministerio de Igualdad, entre las que se destaca «su espanto» porque las españolas prefieren tener sexo con los hombres, en contra de la doctrina feminista que apuesta por la masturbación.
Y de cómo su ley estrella de laTransexualidad ha beneficiados a más de 700 criminales machistas, o cómo la muy progre ley de Protección Animal ha obviado el sufrimiento de los toros en España, donde disfrutan de tal tormento animal, cómo tradicional forma de diversión.

Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico