NR: En Argentina como en el resto de iberoamérica, las curriculas educativas no nos capacitan en historia Continental Americana, por ello desconocemos la historia Imperial del Brasil, o la pérdidas territoriales de la República Mexicana y su Revolución, por tener una tradición educativa eurocentrista y que ahora también se le suma una exacerbación de los pueblos originarios solamente y despreciamos los aportes de Gauchos, Llaneros, Huasos, etc. Por ejemplo. Por ello tampoco estudiamos historia de Norteaméricana a pesar de estar leyendo a diario del imperialismo yanqui. Y dos puntos que desconocen la mayoría: Uno el Ethos Fundacional de EEUU con su base WASP y Dos: la Guerra Civil de USA; Guerra que ocurrió hace 155 años y que fue la más sangrienta de todas las guerras en que participó EE.UU.: 600.000 muertos y 407.000 heridos con una población de 32.300.000 de habitantes, más perdidas que la que tuvo su participación en la II Guerra Mundial con 407.316 muertos y 133.300.000 de habitantes y la de Vietnam con 55.000 muertos con una población de 208.600.000 de habitantes. Las consecuencias de la Guerra civil siguen estando presente y lo vemos estos días de disturbios raciales, pero fundamentalmente las consecuencias políticas que tendrán en los próximos años en la declinante potencia norteamericana, que podría llegar a fragmentarse como unidad geopolitica, el artículo de Susana Neiman es muy esclarecedor.– Pereyra Mele Dossier Geopolitico.

Lo único sorprendente es que haya tardado tanto

Los estadounidenses llevamos desde 2016 hablando de una guerra civil fría

Por SUSAN NEIMAN

Por supuesto que las imágenes de violencia que atraviesan las ciudades de Estados Unidos no van a resolver nada. Al contrario. La última vez que vimos revueltas parecidas fue en 1968, y entonces ayudaron a Richard Nixon a ganar las elecciones. No solo eso. Hay perspectivas aún peores que otorgar un nuevo mandato al actual presidente. Los estadounidenses llevamos desde 2016 hablando de una guerra civil fría. Si la situación se calienta, la derecha tiene más armas.

De todas maneras, todavía no sabemos muy bien quién está detrás de los actos violentos. Los historiadores demostraron hace tiempo que la violencia contra la que Nixon manifestó su rechazo partió también del Gobierno. Los archivos del FBI ponen de manifiesto que, en aquellos años, individuos ajenos a grupos como Estudiantes por una Sociedad Democrática (SDS) o los Panteras Negras se infiltraron en ellos no solo para obtener información, sino también para provocar acciones violentas. Lo único que podemos saber en estos momentos es que grupos independientes de blancos armados vestidos de negro van a las manifestaciones con esa misma intención, y que están bien organizados en las redes sociales. El jefe de la Policía de Nueva York ha llegado a publicar vídeos en los que enseña cómo distinguir a los manifestantes de los saqueadores. Donald Trump responsabiliza de la violencia a una imprecisa Antifa. Pero, como todo el mundo sabe, su fuente de información es Fox News, y las peores imágenes que he visto muestran cómo la policía disuelve a la fuerza una manifestación pacífica para que Trump pueda posar con una Biblia.

Por supuesto, también hay manifestantes que queman coches de policía y destrozan escaparates en respuesta a la violencia demasiado habitual contra las personas. Si han estallado las protestas ha sido porque George Floyd y Breonna Taylor no son sino los últimos de una larga lista de negros víctimas de la violencia de los blancos. El precario estado de salud responsable de que los negros enfermen de covid-19 tres veces más que los blancos contribuye a ello. Pero el problema de fondo no es este, ni tampoco la esclavitud de los negros, que acabó hace 155 años. El problema de fondo es el falseamiento de la historia.

Al contrario que otros países, Estados Unidos no se construyó sobre la base de la etnia ni del pueblo, sino de unos ideales. “Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son iguales”, afirma la Declaración de Independencia, como cualquier niño estadounidense sabe. Durante mucho tiempo se ocultó que los hombres que la redactaron tenían esclavos. La fiesta más querida de los estadounidenses es Acción de Gracias. En ella se expresa el agradecimiento no solo al Creador, sino también a los indios, sin cuya ayuda los primeros europeos no hubiesen sobrevivido. Las películas de Hollywood, encargadas de demonizarlos, encubrieron el verdadero “agradecimiento” que estos recibieron.

La guerra civil no se podía borrar de la historia. En ella murieron más soldados estadounidenses que en todas las demás guerras del país juntas, y sus consecuencias están cada vez más a la vista. Pero ¿por qué hubo una guerra civil entre 1861 y 1865?

Es una pregunta a la que tienen que responder los emigrantes en su examen para obtener la nacionalidad. Es la única pregunta que admite dos respuestas completamente distintas. Quien da la respuesta del Norte, acierta: la causa fue la abolición de la esclavitud. Pero también acierta quien marca la respuesta del Sur: se luchó para defender el federalismo, es decir, los derechos de los Estados individuales. La explicación omite de qué derechos se habla, a pesar de que la declaración de guerra lo enunciaba claramente. La Confederación mandó a sus hijos al frente para que defendiesen el derecho a esclavizar a otros seres humanos.

Acabada la guerra, al comenzar el breve periodo de la reconstrucción, se prohibió la esclavitud. El recuerdo de las verdaderas causas del conflicto permanecía vivo, y los reconstruccionistas radicales lucharon para conseguir más derechos civiles para los libertos afroamericanos. Estos no tardaron en obtener el derecho al voto. Los diputados negros ocuparon sus escaños en Washington, y hubo un reparto de pequeñas granjas como reparación por el tiempo de esclavitud. Aparecieron instituciones sociales, como colegios públicos y orfanatos, abiertas a toda la ciudadanía. Abraham Lincoln fue asesinado no solo por abolir la esclavitud, sino por ser partidario de reconocer más derechos civiles a los negros. Así lo proclamó el autor del atentado. Pero los reconstruccionistas radicales habían perdido el poder en el Congreso y los sucesores de Lincoln no dieron importancia a los derechos de los negros. A fin de ganar las elecciones de 1877, Rutherford Hayes prometió retirar las tropas federales que ocupaban el Sur desde la guerra. Con la retirada llegaron las llamadas Leyes Negras, que privaron de derechos a los afroamericanos, y también el Ku Klux Klan para salvaguardar la privación.

Yo nací en el Sur, en un mundo en el que estaba prohibido que los niños negros y blancos se bañaran juntos. A pesar de ello, no tenía la menor idea de cómo habían sido los años transcurridos entre el final de la guerra y el comienzo del movimiento a favor de los derechos civiles, que se suele datar en 1955. Aunque había visto con mis propios ojos la segregación racial, al igual que la mayoría de los estadounidenses blancos poco sabía del terror que reinó en los años que siguieron a la guerra. Mi ignorancia no era gratuita: la época en la que el terror contra los negros no era la norma, sino la ley, se conoce con el eufemístico nombre de Jim Crow. Y duró mucho. En 1951, una delegación de eclesiásticos portadora de una carta de Albert Einstein, cuya salud por entonces estaba deteriorada, visitó la Casa Blanca con el propósito de convencer a Harry Truman de que prestase su apoyo a una ley federal contra los linchamientos. Truman rechazó la petición argumentando que sería peligroso políticamente. En opinión de las jóvenes afroamericanas fundadoras de Black Lives Matter, los ataques policiales contra los negros forman parte de una tradición del linchamiento sólidamente arraigada.

Por cierto: el linchamiento no se practicó solo en el Sur, y la ideología de la Confederación está extendida por todo Estados Unidos. Cuando, en febrero, la surcoreana Parásitos ganó el Oscar, Trump preguntó en Twitter por qué no había buenas películas estadounidenses como Lo que el viento se llevó. Aunque Trump es neoyorquino, me cuesta creer que no sepa que el largometraje no solo idealiza la situación en los estados del Sur, sino que glorifica al Ku Klux Klan. Los manifestantes que hace poco protestaban en el Estado norteño de Michigan contra las medidas frente a la pandemia llevaban banderas de la Confederación. Aún hoy se sigue recelando de todo lo que proceda de Washington como producto de la Reconstrucción. Si se quiere entender la oposición a la reforma de la sanidad de Obama, hay que entender la guerra civil.

Aunque el Sur perdió la guerra, salió victorioso en el relato de esta gracias a los esfuerzos de dos asociaciones hermanas: Hijos de la Confederación e Hijas de la Confederación. Los hijos y los hijos de los hijos de los soldados que arriesgaron o incluso dieron su vida para defender la esclavitud se ocuparon de escribir la historia oficial. Sembraron el país de monumentos a sus héroes caídos y demonizaron la reconstrucción. La recién creada industria cinematográfica les prestó su apoyo produciendo no solo Lo que el viento se llevó, sino centenares de películas que glorificaban a los rebeldes de los Estados del Sur. También la Casa Blanca los escuchó. Después de la Primera Guerra Mundial, Woodrow Wilson abogó a favor de los derechos de las minorías europeas, pero en su propio país calificó al Ku Klux Klan de “defensores de la nación aria”. Numerosas fuentes alimentaron el mito de la Causa Perdida, una historia bélica en la que los nobles y valerosos sudistas, que lo único que pretendían era defender su patria, fueron aplastados por los yanquis, más numerosos que ellos. Sus hombres fueron heridos o hechos prisioneros, sus mujeres sufrieron vejaciones, sus hijos pasaron hambre, sus ciudades quedaron reducidas a cenizas. Para colmo, los vulgares yanquis tuvieron el atrevimiento de echarles a ellos la culpa de la guerra.

En 2015, Estados Unidos puso en marcha su propia revisión del pasado cuando el asesino de nueve negros que asistían a una ceremonia religiosa reconoció, posando detrás de una bandera confederada, que quería desencadenar una guerra racial. Barack Obama habló en el funeral celebrado en Charleston e hizo un llamamiento al país en el que pedía que esa bandera fuese arriada por fin. Los gobernadores de Carolina del Sur y Alabama, donde aún ondeaba, le hicieron caso, y los principales grandes almacenes del país se comprometieron a no seguir vendiendo símbolos de la Confederación. Algo nuevo había empezado, y yo quería contribuir a ello, sobre todo dada mi condición de judía estadounidense que desde 1982 pasa la mayor parte del tiempo en Berlín y ha vivido de cerca las dificultades que ha comportado la recuperación de la memoria histórica alemana, el antisemitismo y el filosemitismo. A pesar de todo, me siguen impresionando los logros de este país, muy superiores a los de Estados Unidos.

¿Se pueden comparar las historias? Las diferencias son fáciles de enumerar, pero quienes piensan que los crímenes nazis no se deben comparar, parece que han olvidado con qué frecuencia en nuestro país no solo se compara, sino que se equipara. ¿Cuántas veces se habla de las “dos dictaduras alemanas”? En mi opinión, esta equiparación es fundamentalmente errónea. No obstante, las comparaciones son posibles, desde luego, y a veces necesarias. La novela de Toni Morrison sobre la esclavitud está dedicada “a los 60 millones”. Nadie sabe exactamente cuántos africanos fueron asesinados a lo largo de ese tiempo, pero existe abundante documentación sobre las distintas formas de muerte y tortura. En los últimos años, los historiadores también han intentado llenar los 90 años de vacío de la memoria estadounidense con estudios que muestran que la esclavitud continuó hasta 1964 por otros medios.

Entiendo muy bien por qué los alemanes ilustrados se niegan a comparar los crímenes nazis. Al fin y al cabo, una de las estrategias de exculpación nazi, tanto antes como después de la guerra, consistió en utilizar el genocidio de la población nativa estadounidense para legitimar el empeño alemán de ganar espacio vital en el Este. Coincido con la sabia máxima del pensador búlgaro Tzvetan Todorov, según la cual los alemanes tienen que llamar la atención sobre la singularidad del Holocausto, y los judíos, sobre su universalidad. La paradoja sólo es aparente. Los alemanes que insisten en la universalidad del crimen suelen perseguir la exculpación; los judíos, asumir también la responsabilidad de otros crímenes.

Así que pasé medio año en el Sur profundo para investigar in situ tanto el falseamiento de la historia como el pensamiento ilustrado. El título del proyecto era Learning from Germans. Cuando empecé mi trabajo en 2016, muchos estadounidenses lo rechazaron con horror. Tres años después, cuando presenté el libro en Estados Unidos, nadie se escandalizó. Donald Trump, cuyos seguidores no solo agitan los símbolos de los Estados del Sur, sino también la cruz gamada, ha mostrado al país que los nazis no son un problema exclusivamente alemán. A los estadounidenses que se esfuerzan por recuperar la memoria histórica les sorprendió y les alivió a partes iguales que los alemanes también hubiesen necesitado tanto tiempo para cambiar su perspectiva histórica. Cuando el libro se publicó en alemán, fueron los alemanes los contrariados con el título. Incluso quienes estaban dispuestos a permitir las comparaciones, dudaban de la eficacia de la política de memoria de su país. A la vista del ascenso de Alternativa para Alemania o del terrorismo de ultraderecha en Halle o en Hanau, ¿no habría que pensar que el reexamen crítico del pasado había fracasado?

La época del terror estadounidense que siguió a la reconstrucción fue el retroceso de los blancos, que no querían renunciar a su posición dominante, y de quienes no hicieron nada por enfrentarse a los terroristas. Poco después de la victoria de Trump conocí en Alabama a un viejo activista pro derechos civiles, compañero de Martin Luther King. En su opinión, estamos viviendo el final de una segunda reconstrucción. La carrera política de Donald Trump empezó intentando desacreditar a Obama por ser africano, y su lema “la Casa Blanca debe seguir siendo blanca” fue un revés al presidente negro que desempeñó su cargo con tanta dignidad e inteligencia. Pero no debemos desesperar, insistía el activista. Tenemos que ponernos a trabajar. De hecho, el proceso estadounidense de reexamen del pasado ha seguido durante el mandato de Trump. En Alabama se ha inaugurado el magnífico monumento nacional en recuerdo de los linchamientos, el Congreso ha iniciado los debates sobre las reparaciones por el tiempo de esclavitud, y The New York Times desarrolló el Proyecto 1619, un amplio intento de reinterpretar la historia estadounidense desde el punto de vista de la esclavitud. Sin embargo, ante la amenaza de una guerra civil, ¿basta con estos intentos?

Cuando Los Ángeles empezó a arder, mi hija, que trabaja allí, me mandó un mensaje: “Si lees las noticias, me encuentro bien. Hay toque de queda y estoy en casa”. “Gracias”, le respondí yo. “No salgas”. Más tarde me avergoncé de ello. Si yo estuviese ahora en Estados Unidos, saldría a la calle. Sin cócteles molotov, pero también sin lamentar que ardiese la sede central de Hijas de la Confederación. Cuando la llamé por teléfono, mi hija ya estaba participando en la organización de protestas blancas pacíficas para que los negros, que corren más peligro, pudiesen quedarse en casa. ¿Es demasiado tarde, sobre todo con este presidente? La situación nunca había sido tan precaria.

Mi esperanza se funda ahora en los numerosos policías blancos y negros que se arrodillan en la calle en solidaridad con los manifestantes, aunque no con todos los excesos que los acompañan. La historia estadounidense siempre ha estado llena de hombres y mujeres que han luchado para que los ideales del país se hiciesen realidad. Ojalá prevalezcan.

Susan Neiman es filósofa estadounidense, actualmente directora del Einstein Forum en Potsdam (Alemania). Su último libro es Learning from the Germans: Race and the Memory of Evil, sobre la forma en que alemanes y estadounidenses se han enfrentado a su pasado racista. 

FUENTE EL PAIS https://elpais.com/internacional/2020-06-06/lo-unico-sorprendente-es-que-haya-tardado-tanto.html 

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

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TEMAS:

Marco Geopolitico Lucha entre Atlantistas contra Continentalistas

  • Salimos de la encerrona informática sobre los disturbios raciales de USA y analizamos los factores geopolitico estables y móviles sobre la situación mundial
  • EEUU y su unilateralismo – Trump en campaña electoral, que responde a su sector duro los WASP – Crisis con su estado profundo al querer sacar las tropas a la calle (con Esper), hipótesis de que no se llega a las elecciones de noviembre – G7; G10 o G11. Ruptura del acuerdo comercial con China firmado en febrero de este año.
  • EUROPA: Merkel y un nuevo multilateralismo, NO al G7, y con una especie de neutralidad en el enfrentamiento entre China y EEUU y declaran que deben establecer una relación estratégica con China…
  • CHINA: Conflicto con India? Hong Kong y el conflicto que le instalan los anglosajones, la nueva relación con la ASEAN/China, ha superado en los últimos meses el intercambio comercial que a desplazado los negocios con la UE. China dejó de comprar alimentos cárnicos y cereales a EEUU.
  • RUSIA: Nueva Política de Defensa Nuclear presentado por el Presidente Putin marcando líneas rojas y dejando en claro que no aceptará amenazas a la seguridad de la Federación Rusa….
  • Más en el audio:  

por Denis Korkodinov

La ofensiva contra la posición de las fuerzas de Khalifa Haftar, organizada por el Gobierno del Acuerdo Nacional de Libia, no parece haber logrado su objetivo. Las Fuerzas Armadas Árabes de Libia permanecen alertas y un jugador clave en el proceso de negociación. Mientras tanto, en Libia, aparentemente, comenzaron los cambios estructurales, como resultado de lo cual el escenario de la división del país se volvió casi inevitable. La situación se debe en gran parte a la actitud de las tribus beduinas hacia el gobierno de Al-Vefak. Los beduinos libios, que viven principalmente en la parte occidental del país, en su mayor parte, rechazan firmemente el islam político y son extremadamente negativos hacia los militantes de al-Qaeda e ISIS, que forman el pilar principal de la política de Fayez al-Sarraj.

La creencia convencional de que las fuerzas armadas árabes libias bajo el liderazgo de Khalifa Haftar están tratando de implementar un ataque de este a oeste del país es errónea. De hecho, el Trípoli oficial, utilizando las herramientas del Islam político y el terrorismo internacional, contribuye a la decadencia del estado y, sobre todo, en su parte occidental, que el mariscal de campo libio está tratando de prevenir, ya que la principal prioridad de Khalifa Haftar es preservar la unidad y la libertad de Libia. Al mismo tiempo, Fayez al-Sarraj busca capitalizar los disturbios involucrando a nuevos participantes en el conflicto y prometiéndoles parte del territorio libio. Por lo tanto, el gobierno de Al-Vefak promueve activamente la escalada de contradicciones regionales y étnicas en Libia, busca una alianza con organizaciones terroristas, creando condiciones privilegiadas para ellos que contribuyan al desarrollo del caos estatal.

Mientras tanto, Fayez al-Sarraj no logró el objetivo de su campaña ofensiva. Entonces, la mayoría de las tribus locales, incluidas las que viven en el territorio controlado por Trípoli oficial, son opositores irreconciliables del Islam político, desde el derrocamiento del líder de la Jamahiriya. La razón principal de esto es que durante la revolución libia de 2011, muchos representantes de las tribus fueron asesinados sin sentido, que es el principal reclamo que la gente hace contra el gobierno de Al-Vefak. Como resultado, los beduinos son generalmente leales o neutrales hacia el Ejército Nacional de Libia y sus organizaciones afiliadas. La participación de Turquía del lado de Trípoli ciertamente representa una fuente adicional de irritación para las uniones tribales que se niegan a participar en intervenciones externas.

Además, los líderes de la opinión pública en Libia, por regla general, no están afiliados a la organización de la Hermandad Musulmana, por lo que son ajenos a la ideología del Islam político. Es por eso que muchos representantes tribales niegan cualquier cambio en el estado libio que ocurrió después de 2011. Y Trípoli no puede rectificar la situación, porque no goza de una autoridad significativa entre los líderes de opinión. Un ejemplo particularmente llamativo de esto es la situación en la aldea de Bani Walid, donde el Gobierno del Acuerdo Nacional intenta sin éxito persuadir a las tribus a su lado.

Vale la pena señalar que la mayor parte de la población libia son representantes de sindicatos tribales que no son partidarios de la guerra. Al mismo tiempo, la lucha principal entre las fuerzas de Fayez al-Sarraj y Khalifa Haftar se lleva a cabo exclusivamente para 1/3 de la población, que está involucrada en operaciones militares en un grado u otro. Sin embargo, una población tan pequeña es muy pequeña para cambiar significativamente el curso de las hostilidades en uno u otro favor. Mientras tanto, es obvio que como resultado de la presión del gobierno de Al-Vefak en Trípoli, una guerra civil puede comenzar pronto, ya que los militantes, apoyados por Fayez al-Sarraj, ya están cansados ​​de la población local, y esta es la razón principal de los posibles disturbios. Entonces, Bani-Walid, Zintan y Fasan, muy probablemente, se convertirán en los epicentros de la rebelión popular, donde las tribus locales son especialmente sensibles a la presión de las fuerzas de Trípoli.

La sociedad libia está extremadamente irritada por el hecho de que Ankara siente la red en el cielo de Libia, como en casa.

Hasta hace poco, la posición de Turquía con respecto al expediente de Libia era incierta, ya que las opiniones de los políticos turcos estaban divididas en la evaluación de la situación, lo que los obligó a implementar la opción oportunista, por ejemplo, para apoyar a Fayez al-Sarraj, ya que esta limitada intervención rusa. Tal apoyo se debió al hecho de que Libia es una fuente de importantes reservas de hidrocarburos, así como un escenario de clara competencia entre Moscú y Ankara por la influencia. Además, el papel de la organización de la Hermandad Musulmana era llevar a los turcos a una alianza con el oficial Trípoli. Sin embargo, los líderes tribales, por regla general, estaban en contra de esta unión, que declararon repetidamente a nivel nacional. Mientras tanto, el gobierno de Al-Vefak continúa ignorando la opinión de los grupos tribales que están listos para organizar un golpe de estado en el país y en realidad divide a Libia en pequeñas partes en caso de que Fayez al-Sarraj continúe su campaña militar.

Por Natalia Arias

Y ahora el presidente se encuentra posando con una Biblia frente a la Iglesia Saint John, en un débil intento de posicionar su imagen de “presidente de la ley y orden”, como él bien dice, mientras las personas siguen siendo atacadas, los asesinatos y la violencia ascienden en cifras, y su figura pública se dirige al desastre. Incluso cualquiera podría comparar las imágenes con un apocalipsis. Bolsonaro parece seguir la línea al haber recibido los 2 millones de dosis de hidroxicloroquina de Trump, aun habiéndose demostrado que incrementan los riesgos de mortalidad.

La situación y su figura de autoridad internacional se está saliendo de control, incluso con Teherán, quien aprovecha la situación para desafiar a Estados Unidos, manteniendo con firmeza su disposición de enviar cargamento hacia Venezuela e ignorando totalmente las sanciones que amenazó con imponer el presidente norteamericano: «En caso de que Venezuela nos envíe una nueva solicitud, será atendida», indicó Musavi en declaraciones recogidas por la agencia Tasnim 1.

En tanto, en el resto del continente latinoamericano, se encuentran germinando nuevos conflictos que atañen al sector privado. En Argentina, el Departamento de Comercio estadounidense falló en contra de la petición nacional de alivianar los aranceles de hasta un 74% que impuso el gobierno estadounidense al biodiésel argentino. No obstante ello, las tarifas se mantendrán tal como fueron establecidas originalmente. 

Causando nuevas disrupciones en el ámbito privado, se encuentra el informe final del ISDA sobre el resultado de las revisiones que podrían confirmar o no si el país incurrió en un “evento de crédito”, que habilitaría posteriormente la activación de los seguros contra el default. Se confirmó dicha suposición, y se seguirá el procedimiento de habilitación de pago de los seguros, que ascienden al millón de dólares aproximadamente. Por otro lado, en el país vecino de Chile, la situación también se complicó para LATAM, quien decidió entrar en quiebra en EE. UU debido a la incapacidad de cumplimiento de sus plazos financieros como consecuencia de los estragos derivados de la pandemia del coronavirus.

Ahora bien, en relación a Cuba y Nicaragua, las tensiones dividen aún más el diálogo con el presidente Trump. El ataque a la embajada cubana en el pasado 30 de abril, todavía sigue sin ser investigada. La representante permanente alterna de Cuba en la ONU, Ana Silvia Rodríguez Abascal, envió una misiva al presidente de la Asamblea General, donde le solicita que, en su calidad de presidente, emita una declaración que condene al ataque terrorista producido, ya que coincide con los valores del organismo. Agregó: “Este acto terrorista es un resultado directo de la política y del discurso agresivo y de odio del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y de la permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses, incluidos altos funcionarios del Departamento de Estado y de la embajada estadounidense en La Habana; así como de grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida”.2

Por otra parte, la cancillería de Cuba emitió recientemente un comunicado donde condena la decisión estadounidense de incluir al país en la lista de quienes “no colaboran en la lucha contra el terrorismo”, dado el criterio norteamericano de mantener a miembros de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional de Colombia en territorio cubano. El repudio por parte de cancillería se extiende al gobierno de Colombia, a quien adjunta como cómplice. Cito uno de los puntos que emitió cancillería: “Cuba fue víctima del terrorismo organizado y financiado por los EE.UU. y siempre trabajó y trabaja por la paz y la solidaridad de los pueblos, y es de conocimiento de la comunidad internacional, y en particular, de nuestra región, que las negociaciones de paz se desarrollaron, primero en Ecuador, pero que lamentablemente el gobierno de Lenín Moreno, intempestivamente, dejó de ser sede, por lo cual, tanto el gobierno de Colombia y los representantes del ELN, decidieron continuar con el proceso de paz en La Habana, por ser Cuba un país que siempre trabajó por la búsqueda de la paz en Colombia y en la región.”3

Siguiendo la línea conflictiva, Colombia autorizó recientemente la llegada de tropas norteamericanas a su territorio. Una de las unidades del Ejército de Estados Unidos llegará en los próximos días para “asesorar y ayudar en operaciones de lucha contra el narcotráfico a las Fuerzas Militares del país durante 4 meses”, según declaró la embajada estadounidense. Sin embargo, parte del Congreso no parece estar de acuerdo, al no haber sido consultados: “Nos parece grave que el presidente Iván Duque haya aceptado que militares estadounidenses estén en nuestro país. Eso es una situación que violenta la soberanía nacional y el ordenamiento jurídico” declaró el senador Alexander López. 

En cuanto a Nicaragua, Estados Unidos decidió sancionar a dos funcionarios del presidente Daniel Ortega. Entre ellos, al jefe de las Fuerzas Armadas de Nicaragua, Julio César Avilés, y el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, por haber supuestamente participado en actos de corrupción y por haber ayudado a silenciar las voces prodemocráticas en el país centroamericano. Mike Pompeo, en su comunicado, recordó que dichas sanciones se manifiestan en contra de los supuestos abusos de derechos humanos en Nicaragua. Rosario Murillo, esposa del presidente, dijo horas después del comunicado de Pompeo: “Ni nos vendemos, ni nos rendimos, esa es la frase que nos distingue”.

Ahora bien, Donald Trump parece tener bajo control la alianza con El Salvador, Ecuador y Honduras, quienes reciben actualmente fondos económicos por parte del hegemón para la lucha contra el coronavirus. En avisos publicados en el Registro Federal de EE. UU, el Subsecretario de Estado, Stephen Biegun, certificó que los tres países latinoamericanos cumplen los criterios que el Congreso designó para seguir recibiendo ayuda extranjera. Entre dichos criterios, se incluyeron la lucha asertiva contra el narcotráfico y la corrupción. De todas formas, esto es un paso más del procedimiento total.

La ayuda económica también se dirigió hacia Perú y Uruguay. Con respecto al primero, Pompeo señaló en su cuenta de Twitter que prometió continuar ayudando al país, a quien ha apoyado en su lucha contra el coronavirus con casi 6 millones de dólares hasta la fecha. También, no tuvo prurito en señalar y recordar los casi U$265 millones en asistencia de salud que brindó para el gobierno peruano en los últimos 20 años.

Uruguay, nuevo actor clave en las alianzas estratégicas norteamericanas, recibirá una donación de 600 mil dólares bajo la justificación de la lucha contra la pandemia del coronavirus. El embajador de los Estados Unidos en Uruguay, Kenn S. George, no olvidó destacar lo agradecido y orgulloso que estaba del pueblo estadounidense, que, junto al gobierno, habrá donado ahora más de un millón de dólares al pueblo uruguayo desde el 13 de marzo del corriente año.

Otra situación a mencionar es el reciente ingreso del 4to país latino a la OCDE: Costa Rica. «Nos complace mucho dar la bienvenida a Costa Rica a la familia de la OCDE en un momento en que el multilateralismo es más importante que nunca», dijo en un comunicado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. Se debe recordar que el mes pasado, Colombia también celebró su ingreso, ambos cumpliendo los requisitos para seguir el objetivo de desarrollo en economías emergentes. De todas formas, al ser un hecho tan reciente, se encuentra en pleno procedimiento de adhesión.

Por otra parte, dado el incremento de casos por coronavirus, tanto México como Estados Unidos acordaron extender por 30 días más las restricciones al tránsito terrestre no esencial en la frontera. Hay que recordar que la semana anterior, el embajador de los Estados Unidos en México, Christopher Landau, informó que las restricciones a los viajes no esenciales tendrán que ser extendidas más allá del 19 de mayo planteado con anterioridad. Además, manifestó su decepción al destacar que ciudadanos no están acatando seriamente las medidas.

La situación con Puerto Rico es digna de destacar, ya que celebrará en noviembre un referéndum no vinculante para decidir si la isla debe convertirse en un estado estadounidense, según lo anunciado por la gobernadora Wanda Vázquez. Esto requiere la aprobación del Congreso estadounidense, e indigna a los partidarios de la independencia de la isla y a miembros del PPD opositor. La gobernadora a favor de la estadidad, observa una desilusión social con el actual estatus de Estado Libre Asociado de Estados Unidos; no votan en elecciones presidenciales, y aunque estén exentos del impuesto federal sobre la renta de EE. UU, pagan impuestos del Seguro Social, entre otras cuestiones. Muchas personas consideran que ha costado recuperarse de los huracanes y terremotos por sí mismos. De todas formas, no hay demasiadas expectativas, debido a que un Congreso controlado por Republicanos raramente pueda llegar a reconocer un referéndum de este tipo. Deberemos esperar a las elecciones de noviembre.

Con respecto a Brasil, es sorprende la contradicción que se vive. Mientras las cifras de contagios aumentan exponencialmente, parece que el juego mediático sigue siendo más importante que la vida de la sociedad brasileña. El gobierno estadounidense, si bien anunció la prohibición de viajes provenientes de Brasil -medida que entró en vigor el pasado jueves 28 de mayo-, envió a su mano derecha dos millones de dosis de la famosa hidroxicloroquina, para nada recomendada por los especialistas. En un comunicado, estableció: “Los pueblos estadounidense y brasileño son solidarios en la lucha contra el coronavirus. Hoy, como prueba de esa solidaridad, anunciamos que el gobierno estadounidense envió dos millones de dosis al pueblo de Brasil (…) y será usado como un profiláctico para proteger del virus a las enfermeras, doctores y profesionales de la salud en Brasil. También tendrá un uso terapéutico para tratar a brasileños infectados”, añadió finalmente. Ante su salida de la OMS, parece que el presidente norteamericano cree conocer el tratamiento justo para el coronavirus, mientras su imprudencia termina afectando la vida de una sociedad global.

La violencia interna hacia la sociedad que protesta en paz está explotando en su contra, el presidente se esconde en un búnker y luego posa frente a la Iglesia en favor de la moral. Se presenta como una autoridad, y como un presidente capaz de mantener el orden, y acciona contradictoriamente. La agresión a George Floyd fue el punto cúlmine para desmoronar la imagen del presidente. América está en llamas.

Natalia Arias Investigadora Junior de Dossier Geopolitico.-

Fuentes:

1https://Mundo.Sputniknews.Com/Politica/202006011091605601-iran-desafia-a-eeuu-y-anuncia-su-disposicion-de-enviar-mas-barcos-a-venezuela/

2http://Www.Granma.Cu/Mundo/2020-05-30/Cuba-denuncia-en-la-onu-los-actos-terroristas-contra-su-embajada-en-eeuu-30-05-2020-01-05-10

3Http://Misiones.Minrex.Gob.Cu/Es/Articulo/Condenamos-cinica-decision-del-gobierno-de-eeuu-contra-cuba

https://sv.usembassy.gov/es/registro-federal-publica-certificacion-de-el-salvador/

https://uy.usembassy.gov/es/uruguay-recibira-donacion-por-us-600-000-de-estados-unidos-para-enfrentar-la-crisis-del-covid-19/

https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/06/01/estados-unidos-envio-a-brasil-2-millones-de-dosis-de-hidroxicloroquina-el-polemico-antipaludico-impulsado-por-trump-y-bolsonaro/

https://www.infobae.com/america/agencias/2020/05/16/puerto-rico-decidira-si-debe-convertirse-en-estado-de-eeuu/

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

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  • Nuestra Suramerica en primer plano: la ruptura del monopolio geopolitico en el Mare Nostrum caribeño de USA con la llegada de los buques petroleros de Iránies a Venezuela, luego de pasar por varios estrechos bajo control de EEUU o sus “socios” ESTO ES CLAVE y pocos comentarios de los “expertos” en Política Internacional de los medios masivos de nuestra región hablan de este punto
  • China el nuevo OGRO a “demonizar por parte de EEUU» e intentando arrastrar a sus socios y “aliados”, que se resisten a esa propuesta en defensa propia. Pero además ante las revueltas populares en USA que pasaria? si China y sus socios aplicaran sanciones a EEUU por exageración en la represión. Pero tambien esto nos lleva a considerar que las “grietas” sociales en USA son enormes 
  • Reiteramos las estructuras de las Segunda Guerra Mundial ya están caducas, los Estados vuelven a controlar sus soberanías básicas y estos acontecimientos de los cambios que llegaron después de 20 años de venir ocurriendo y no vistos por los “occidentales anglosajones”

AUDIO:

Por Andrea Muratore

La  narrativa mediática  de los últimos años los ha identificado como ideólogos e inspiradores de frentes opuestos,  soberanistas contra globalistas,  calificándolos como enemigos irreducibles. Sin embargo,  Steve Bannon  y  George Soros  son y siguen siendo compatriotas, piensan y actúan con las categorías políticas e ideológicas estadounidenses y tienen la fuerza impulsora detrás de sus movimientos a través del Atlántico. Por lo tanto, no es sorprendente verlos ahora declararse conjuntamente preocupados por el ascenso de China  y con la intención de advertir a los países europeos de la amenaza de un fuerte vínculo comercial y político con Beijing.  

Las estocadas de Soros y Bannon contra China

El financiero de 89 años de origen húngaro y el ideólogo soberano de 66 años expresaron claramente sus posiciones al hablar con dos periódicos italianos. Soros, entrevistado por  Repubblica ,  atacó la China de Xi Jinping  al  combinar un análisis típico de su apoyo a la ideología de los derechos humanos con una consideración «geopolítica»:
» Xi Jinping es un dictador, que consolidó un régimen basado en principios totalmente opuestos a los de la Unión Europea, dice, pero eso aún no está claro para los países de la UE, ni para los círculos industriales, especialmente en Alemania, que ven a China como un socio económico, sin darnos cuenta de que hacer que nuestras infraestructuras dependan de la tecnología china que nos expone al chantaje y al condicionamiento «.Bannon, por  otro lado, habló con  Corriere della Sera  quien, al contactarlo para hablar sobre la reapertura de su escuela política en la  Certosa di Trisulti , tuvo la oportunidad de confrontar con su visión del contexto global: Bannon define el desafío del Occidente «judeo-Cristiano» con una batalla con China. Contra una facción radical que no se detendrá ante nada para dominar el mundo «. Cabe señalar que los tonos apocalípticos y milenarios que lo habían hecho conocido en el pasado durante su carrera como «estratega» de las fuerzas populistas y soberanistas del Viejo Continente regresaron. 
Bannon también tiene algo para decir por lo que él cree que son los principales obstáculos para su estrategia anti-china en la península italiana. Por un lado el Movimiento Cinco Estrellas , «que ha cedido al Partido Comunista Chino, a una dictadura totalitaria«, por el otro el  Vaticano,  definido como un «pozo negro de corrupción, incompetencia y libertinaje«.  

Las dos caras de la influencia estadounidense en Europa

Pocos casos más que la convergencia actual en China ayudan a comprender cómo la supuesta incompatibilidad entre Soros y Bannon es una narrativa instrumental: los dos representan las principales manifestaciones de la proyección más allá del Atlántico de los intereses estratégicos de Estados Unidos.

Soros, por un lado, quien ha sido el protagonista de asiduas campañas de financiamiento destinadas a erosionar los regímenes comunistas de Europa del Este desde la década de 1980, es el portavoz y líder del ala liberal-progresista del mundo con estrellas y rayas . Un ala, con su aparato, que influye en grupos y consorcios políticos, a favor de  defender el status quo  y la narrativade la globalización, ya que es extremadamente favorable para mantener la supremacía y la centralidad de los Estados Unidos en el mundo. Capaz de perseguir una agenda ideológica (en la que la apertura de las fronteras al libre comercio y la libre circulación de capitales a menudo se subestiman en comparación con el apoyo más visible para la  libre circulación de hombres) que se ha establecido especialmente en la  izquierda europea  en busca de puntos de referencia después de la caída del muro y el inicio de la globalización.  

Bannon, por otro lado, relanza en un tono «soberanista» la narrativa que ya había animado la acción de los Estados Unidos en el momento de la hegemonía de los grupos  neoconservadores  en la era de George W. Bush. Por lo tanto: un fuerte occidentalismo, exaltación del vínculo con aliados como Israel contra un mundo, el islámico, que se considera compacto en su incompatibilidad con Occidente; crítica formal de la globalización en nombre de la primacía del interés estadounidense (el famoso «Primero de América» de Trump) sin el deseo sustancial de alterar la gobernanza global; renacimiento de las  guerras culturales  contra la presunta hegemonía de la ideología de lo «políticamente correcto»; rechazo aduanero de la ideología económica neoliberal. Una ideología que Pietrangelo Buttafuoco llamó una «sopa revuelta neocon-occidentalista«.

Soros y Bannon, por lo tanto, representan dos almas diferentes del aparato de poder estadounidense,  en ciertos momentos extremadamente duros en su confrontación dialéctica (la fase actual no es la excepción), pero están de acuerdo en el núcleo duro del interés nacional de los EE.UU: control geopolítico sobre Europa y la lucha contra cualquier forma de poder externo capaz de desafiar la hegemonía estadounidense en el mundo. Las críticas comunes a China señalan la firme creencia de los tomadores de decisiones estratégicas en Washington de que ha llegado el momento de saldar cuentas con Beijing . Y en esta campaña, Estados Unidos necesita a Europa como un aliado leal, no tentado a ceder ante el Imperio Medio.  

Los «tíos de América«

La crítica a China, en cierto sentido, derriba el velo de hipocresía sobre Soros y Bannon que sus partidarios y críticos han ignorado en gran medida intencionalmente: los «soberanistas» duros y puros denunciaron a Soros como el arquitecto de cada complot y el partidario de una supuesta «invasión» de migrantes, mientras que la izquierda liberal siempre ha visto en Bannon una especie de Nosferatu, un gurú antieuropeo. En ambos casos, deliberadamente, falta la declaración más importante a saber, la naturaleza externa de las fuerzas impulsoras de la acción de Soros y Bannon.  

Refiriéndose a Bannon, el ex presidente del Parlamento Europeo y vicepresidente de Forza Italia,  Antonio Tajani   dijo, al comentar sobre el enfoque de la Liga y los Hermanos de Italia hacia Bannon: «¿Cómo se convierten en soberanistas italianos si un estadounidense viene a decirnos que debemos ser soberanistas estadounidenses? «.  Dicha frase también podría aplicarse al revés, a los partidarios de Soros, que son cada vez más similares al tipo  ideal de la Nueva Izquierda  estadounidense, incapaces de criticar los problemas económicos y sociales del sistema porque son exponente orgánico del mismo.  

Soros y Bannon son los «tíos de América» que ofrecieron al mundo político europeo fondos, propulsión ideológica y organización para estructurar una nueva dialéctica. En el caso de Bannon, el resultado fue aún más arraigado, ya que el ex asesor de Donald Trump logró implantar una ideología en Europa que tiene, en sus prioridades, diferentes asonancias con el interés nacional de la administración estadounidense: de hecho, desde la soberanía, recoge la  desestabilización de la Unión Europea , con vistas a  dividir y gobernar, Un acercamiento al eje construido en el Medio Oriente con Israel y Arabia Saudita y, ahora, la dura y profunda crítica de China compartida por Soros,  que  la evolución de la globalización ha sido ventajosa para Beijing , y que ambos lados del Atlántico han perdido influencia.
El problema básico es la debilidad política de Europa: un continente incapaz de producir  impulsos políticos ideológicos, propulsores de desarrollos innovadores o ideas para llevar al gran debate mundial, pero también de ejercer la menor influencia en los tomadores de decisiones del orden mundial. Soros o Trump, Bannon o Xi, Europa siempre se ve como un objeto, y no como un sujeto, de la dinámica internacional. Y esto certifica más que cualquier otra consideración la decadencia del Viejo Continente.  

ANDREA MURATORE

Nacido en Brescia en 1994, se formó mientras estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Sociales de la Universidad Estatal de Milán. Después del título de tres años en Economía y Gestión en 2017, obtuvo el título de maestría en Economía y Ciencias Políticas en 2019. Su principal interés de estudio es la geoeconomía, es decir, el análisis de los efectos de la interdependencia entre los principales problemas geopolíticos y la dinámica industrial, comercial y productiva del mundo contemporáneo, con un enfoque particular en el impacto de la revolución tecnológica, en el desafío de los Estados Unidos. -China y el papel de Europa en el mundo contemporáneo. Actualmente trabaja como analista de negocios en la sucursal de Accenture en Milán y desde mayo de 2019 apoya al profesor Aldo Giannuli en el proyecto del centro de estudios «Observatorio de la globalización».

30 DE MAYO DE 2020 Version Original: https://it.insideover.com/politica/come-mai-soros-e-bannon-la-pensano-uguale-sulla-cina.html

Por Denis Korkodinov(*)

La estrategia de Rusia, dirigida al presidente sirio Bashar al-Assad, y el papel especialmente aumentado de Moscú en la defensa de los intereses del líder sirio, es una clara evidencia de que la influencia político-militar de la diplomacia rusa en Damasco oficial todavía se está desarrollando a lo largo de un camino ascendente. El Kremlin busca fortalecer la posición de Bashar Assad en Siria y a nivel geopolítico, guiado, en primer lugar, por los intereses de su propia seguridad y ganancia comercial. La tendencia clave es que Bashar al-Assad es el garante y socio principal de las fuerzas rusas que operan no solo dentro de la República Árabe Siria, sino en todo el Medio Oriente. Esto ayuda a acercar las posiciones de los presidentes de Siria y Rusia a escala regional y fortalecer su interacción práctica en todas las áreas de la política exterior, incluida la cooperación político-militar, las relaciones económicas y el diálogo social.

La participación activa de la diplomacia rusa para garantizar la autoridad legítima de Bashar al-Assad representa una etapa importante en el fortalecimiento general de las posiciones del presidente ruso Vladimir Putin en Siria. La política actual del Kremlin se basa en preservar el poder del líder sirio por un período indefinido, ya que depende de la lealtad de Bashar Assad si la estrategia de Rusia en el Medio Oriente será exitosa. A su vez, el éxito en la dirección del Medio Oriente depende de si Vladimir Putin puede continuar posicionándose como garante de la seguridad y la estabilidad, lo que afecta directamente la imagen del presidente ruso a nivel internacional. En el proceso de desarrollo de la crisis siria, tuvo lugar una transformación significativa del estatus internacional de Vladimir Putin: al ser inicialmente uno de los participantes en el conflicto en Siria, más tarde el presidente ruso pudo formar una opinión pública estable de que él era el líder en el proceso de negociación entre todas las partes sirias. Tal imagen de Vladimir Putin probablemente sería inalcanzable si el jefe del oficial Damasco fuera una persona diferente, y no Bashar Assad.

Siria tiene una posición especial entre los socios clave de Moscú en el Medio Oriente. Una alianza estratégica con este país le permite a Rusia tener una base sólida para resolver una amplia gama de tareas geopolíticas. Desde 2015, a medida que se desarrolló el conflicto sirio, el Kremlin ha lanzado una poderosa campaña para fortalecer su influencia en Damasco. Junto con la intensificación de la cooperación militar, Moscú rápidamente estableció estrechos lazos socioeconómicos y ayudó a Bashar Assad a organizar la defensa, incluso mediante el uso de tropas y armas rusas. Todo esto se convirtió en una manifestación importante de la estrategia cambiada de Rusia, que comenzó a posicionarse como el principal árbitro entre las partes en conflicto en Siria.

La razón del apoyo de Moscú a Bashar Assad es, entre otras cosas, que el pico de la crisis siria a fines de 2011 y principios de 2012 fue en el momento del cambio de poder en Rusia y el regreso del jefe de estado, Vladimir Putin, cuyos partidarios en realidad compararon a los manifestantes. movimientos en países árabes con protestas en Rusia (manifestaciones en la plaza Bolotnaya). En base a esto, la opinión de Rusia fue ampliamente expresada de que los movimientos de protesta fueron inspirados por los Estados Unidos para conquistar Siria y luego Rusia. Como resultado, la preservación del poder de Bashar al-Assad en Siria cumple con los intereses básicos de Rusia. Mientras tanto, Moscú reconoce la necesidad de reformas liberales en el marco del régimen sirio, pero procede desde el punto de vista de que estas reformas deben ser realizadas exclusivamente por Bashar Assad. Como ejemplo de esto, los colegas rusos citan la organización de las elecciones presidenciales en Siria en 2014, la legalización de una serie de grupos de oposición moderados y la organización de un alto el fuego.

Sin embargo, mientras continúa apoyando a Bashar al-Assad, el Kremlin no descarta el cambio de ciertas personas en el liderazgo sirio, que bloquea la realización de los intereses rusos. Al analizar recientemente las publicaciones en Internet de varios medios de comunicación rusos sobre la insatisfacción con las políticas oficiales de Damasco, Moscú, al parecer, da una señal clara a Bashar Assad de que los intereses de Rusia en Siria deben satisfacerse como una prioridad, incluso a pesar de la distribución global. coronavirus. Los expertos rusos, incluida Maria Zakharova, representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, son conscientes de la necesidad de cambios radicales en el sistema político sirio, teniendo en cuenta los requisitos de la diplomacia rusa y la realidad geopolítica. Se puede suponer que a Moscú le gustaría ver cómo se están desarrollando las reformas en la República Árabe Siria en el contexto de la ideología del «autoritarismo ruso». Uno de los factores que determinan la posición de Rusia sobre este tema es la creencia de que la política de Bashar al-Assad en general, es viable, pero necesita algún ajuste, con el que no siempre están de acuerdo en Damasco oficial. Este estado de cosas está causando preocupación en Moscú, que, desde 2015, ha invertido una enorme cantidad de dinero para mantener el régimen sirio y, por lo tanto, desea que Bashar Assad lleve a cabo su voluntad sin dudarlo.

La crítica de Rusia hacia Damasco a mediados de abril de 2020 fue expresada con cautela por el diplomático Alexander Aksenyonok y luego por la Agencia Federal de Noticias. Como principal argumento de crítica, Moscú citó los resultados de la encuesta sociológica del Fondo para la Protección de los Valores Tradicionales, que se realizó el día anterior en áreas controladas por el régimen. Según esta encuesta, solo el 31.4% de los sirios encuestados tenían una actitud positiva hacia Assad y habrían votado por él en las elecciones de 2021, mientras que el 78.6% consideró que era necesario llevar a cabo reformas de inmediato. Por lo tanto, el Kremlin dejó en claro a Bashar al-Assad que debería transformar su régimen político para alinearlo con las expectativas rusas.

La historia del enfrentamiento entre Bashar al-Assad y su primo Rami Mahluf fue la manifestación más llamativa del descontento ruso. El hecho es que en la víspera de la publicación del primer video, Rami Makhluf, a través de sus representantes, se reunió con representantes de la dirección rusa en Moscú y se quejó de Bashar al-Assad, acusándolo de corrupción. Dado que el Kremlin espera recibir fondos de Damasco para la asistencia político-militar provista, el llamamiento de Rami Mahlouf fue aprobado por el liderazgo ruso, que organizó una campaña de información criticando al líder sirio. En otras palabras, Moscú tiene un gran interés financiero en liberar las estructuras comerciales de Rami Makhluf, quien actuó como garante del pago de la ayuda rusa, por la presión de Bashar al-Assad. Por lo tanto, el Kremlin decidió apoyar al primo del líder sirio.

La culminación de las críticas al presidente sirio fue la campaña militar en Libia, donde el comandante del Ejército Nacional de Libia, Khalifa Haftar, después de limitar la asistencia rusa, comenzó a perder terreno y retirarse rápidamente debido a la ofensiva del gobierno de Al-Vefak. Entonces, Moscú envía a Damasco una señal de que Bashar al-Assad puede perder su poder y territorio si Rusia le da la espalda. Sin embargo, Rusia continuará apoyando al presidente de Siria si Bashar Assad paga la asistencia de Moscú.

Además, la situación se complica por el hecho de que, según representantes de la familia del derrocado Muammar Gaddafi, fue Bashar Assad en 2011 quien informó al comando militar francés las coordenadas exactas del paradero del líder de Jamahiriya, lo que permitió su muerte. A pesar de que esta información es refutada por el ex asesor personal de Muammar Gaddafi, Yusuf Shaker, el hijo menor de Muammar Gaddafi, Saif al-Islam, todavía cree que su padre murió como resultado de la traición de Bashar al-Assad. Ahora es Saif al-Islam en Libia quien es un vívido crítico del liderazgo sirio. Y dado que Moscú está extremadamente interesado en apoyar a Saif al-Islam, las críticas a Bashar al-Assad recibieron un impulso adicional.

Sin embargo, según los expertos, la tensión creada artificialmente en las relaciones entre Moscú y Damasco no puede durar mucho. Vladimir Putin y Bashar Assad podrán ponerse de acuerdo, guiados principalmente por consideraciones de beneficio mutuo y seguridad regional.

(*) Director del Centro Internacional de Análisis Político y Previsión; Especial para DG

Denis Korkodinov.

Por Carlos Chino Fernández

Si bien la Argentina, es definida esencialmente como un país terrestre, algunos acontecimientos sucedidos en los últimos tiempos y aplicando una mirada integral hacia nuestro espacio vital, cobra sentido, la importancia estratégica del Mar, de la plataforma continental, y toda su impronta que tiene en la relación con las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur,  y su Proyección hacia el canal de Beagle y la Antártida.

Existe un desconocimiento de nuestro país (terrestre y marítimo), que juega en contra a la hora de encarar un proyecto autónomo como Nación. Y esto es así, en la medida en que la geopolítica no solo se nutre de la incorporación de nuevos espacios-elementos; a saber (tierra, agua, aire, espacio extra-terrestre, ciberespacio), sino de la producción simbólica y subjetiva que acompaña toda maniobra de expansión o proyección geopolítica.

La conquista de cualquier territorio, por más amplio y extenso que fuera, no es completa sino es acompañado, tarde o temprano, por la aceptación y asimilación de la población que lo habita. La conciencia territorial y marítima -o la falta de ella-, en la población es una de las razones por las cuales a nivel estatal, en gran parte de nuestra historia, padecemos un gran déficit en el desarrollo de un pensamiento estratégico propio.

Un hecho cotidiano a destacar

Durante muchos años en el inicio del ciclo lectivo preguntamos a los alumnos de la Materia “Análisis de mundo contemporáneo”, en un Instituto de Formación Docente Superior y Público en la Provincia de Bs As: Con el mapa a la vista, ¿Cuál es la provincia Argentina de mayor superficie?

Y la respuesta siempre fue la misma: Buenos Aires o a lo sumo Santa Cruz. En realidad, esto es causado un poco por los mapas no siempre actualizados, y otro poco por el desconocimiento general. Vamos a las magnitudes: Buenos Aires, tiene una extensión de 307 571 Km2, Mientras que la Provincia de Tierra de Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, lo es en 1 002 445 Km2. Algo parecido sucede si le preguntamos al ciudadano común. En todo lo relativo a nuestra extensión del territorio marítimo, obtendríamos respuestas similares.

Esta falta de conocimiento de nuestra población sobre nuestro propio territorio, conspira decididamente ante la posibilidad de salir del encierro geopolítico en que nos encontramos.

Veamos algunos acontecimientos recientes para encuadrar lo que estamos sosteniendo

El 21 de Abril de 2009, la Argentina presentó ante la ONU, la propuesta del límite exterior de la Plataforma Continental[1].

En Agosto de 2012, durante el 30º encuentro de las sesiones de la Comisión de las ONU que entiende sobre esta cuestión, se formó la sub-Comisión para la República Argentina, para fijar el límite exterior de la plataforma continental.

Hasta Agosto de 2015, dura el análisis de lo presentado por Argentina, y en marzo de 2016, la Comisión adoptó por consenso las recomendaciones sobre la plataforma realizadas por la Argentina[2]. Nuestra Plataforma hasta el momento tenía de la línea de base a las 200 millas marinas, unos 4 799 000 Km 2, a los que se le suma unos 1 782 000 Km2. El trabajo, da una mayor certeza de nuestros derechos de soberanía, que son, sobre los recursos naturales del lecho y del subsuelo.

Casi las dos terceras partes de la Argentina, está constituida por espacios marinos. Sobre un total de 6 700 000 Km2, el litoral Atlántico cuenta con 4 700 000 Km2 de costa. A través del Mar exportamos más del 80% de la producción. También en el Mar, contamos con grandes riquezas (cetáceos, crustáceos, peces, minerales, hidrocarburos); recursos estratégicos para generar energía, alimentos y biodiversidad.

En concreto, la Argentina ejerce soberanía real sobre un 41% del territorio que le corresponde constitucionalmente. Un 23% del mismo, está usurpado por el Reino Unido y el resto está bajo disposición del Tratado Antártico.

En cuanto a la jurisdicción marítima, la situación es peor, ya que solo en un 22%, ejercemos plena soberanía. En tanto la usurpación británica se concentra en un 35%, siendo la posición de pretensión antártica en un 41%[3].

Lo anterior no solo sirve para mensurar físicamente el territorio usurpado, sino para comprender al mismo tiempo la magnitud de nuestra falta de conciencia territorial. Estas notas, justamente nos debe servir para sintetizar y fundamentar el alcance y la trascendencia de nuestra principal proposición. Cual es, la esencialidad de la vinculación de la dimensión geográfica y la dimensión simbólica para alcanzar el pleno ejercicio de nuestra soberanía.

Esta medición, responde a una serie de problemas que se encuentran relacionados. A saber, disminución de la captura-toneladas anuales de la pesca marina; destrucción de la marina mercante; saqueos de los recursos pesqueros por los buques foráneos; desarme de las FFAA; pérdida de la capacidad de control y vigilancia del espacio vital; etc.

Es importante superar nuestro abordaje parcelado de la cuestiones de política exterior y encarar decididamente un abordaje integral. Las grandes mutaciones históricas, suelen ir acompañadas, en verdad, de una mutación de la imagen del espacio (C Schmitt 1888-1985). Para este autor, lo central en el siglo XVI y XVII, no fue la extensión del horizonte geográfico, sino el cambio en la conciencia colectiva “el agrandamiento del cosmos en sí y la idea de un infinito espacio vacío”. Es decir la imagen social del espacio es lo que finalmente se impone como lo esencial.[4] Nos agrega, que en el crepúsculo del siglo XV, la lucha por los nuevos espacios se vincula por el control del Mar.

Existen según su concepción, dos tipos de estrategias u órdenes espaciales: La tierra firme, que consiste en la división de territorios estatales, y el Mar, cuya conquista definió la hegemonía de Inglaterra en aquel entonces y fue el hecho fundamental sobre el que se desarrolló el derecho internacional europeo en los últimos siglos.

Cada cambio histórico supone un nuevo orden espacial. Así sucedió, con la conquista del aire, el espacio extraterrestre, y ahora el ciberespacio. No es posible hoy día comprender desde la geopolítica, el poder y la dominación sin conocer los alcances de la Inteligencia Artificial, la Robotización, la Big Data y la digitalización en el entramado ciberespacial[5]. Estamos ante una nueva etapa en la historia, lo que se expresa es una nueva configuración del espacio total

Volviendo a nuestro país, si bien somos Tierra firme, la extensión de nuestro territorio marítimo, su ampliación a partir de las últimas recomendaciones y resoluciones de las ONU, nos hace pensar y proponer al mismo tiempo la necesidad de revisar nuestras estrategias geopolíticas pensando en la era pos-pandemia.

La idea del modelo geopolítico orientado a la conquista de los mares, típicos del Atlantismo, nada tiene que ver con la idea geopolítica de pensarnos como país marítimo. En nuestro caso, por la falta de soberanía plena, la idea y la intención de recuperar el control total de nuestro Mar, no tiene la finalidad de ir por la conquista de nuevos horizontes, sino más bien de recuperar lo nuestro, lo que nos corresponde como territorio nacional. Es en primera instancia, de carácter defensivo.

La geopolítica del Mar, como estrategia de poder, de conquista sigue existiendo, solo que ha cambiado las formas, las herramientas, los instrumentos. La flota naval, los cañonazos y las bombas, en algunos casos fueron cambiados por las empresas transnacionales de comercio, transporte y comunicaciones, cuyo resultado final es el mismo: Bloqueo, control y vigilancia desde el mar, hacia la tierra.

Tenemos como ejemplo lo que nos sucede en nuestra cuenca del Plata, de gran importancia, ya que vincula la salida al Mar central, los ríos interiores de nuestro país y del continente suramericano, y la vinculación con el Atlántico Sur y su proyección a la Antártida.

En fin, que ha sucedido ayer nomás

Por una resolución del gobierno nacional de Julio de 2018, la Argentina cede a favor del puerto de Montevideo, para que éste sea la entrada excluyente al Río de La Plata. La llave logística será operada por algunos Monopolios de Transporte. Resolución que corona, la iniciada en 2016, cuando se anula la disposición 1108/13, que aseguraba la soberanía portuaria argentina, y la necesidad de sostener el cabotaje nacional y regional para la flota mercante de bandera[6]

Esto disminuye nuestra capacidad de control estatal de las actividades productivas y de la logística del que forma parte el Río Paraná, además de la distribución de la renta agraria de la cuenca. Es una manera de abandonar nuestras aspiraciones de consolidarnos como país marítimo, ya que las vías navegables y los puertos son el sustento estratégico de nuestra pretensión de proyección marítima hacia nuestro Atlántico Sur.

“La amenaza de la soberanía Argentina en este espacio marítimo, sumado al reclamo diplomático de Malvinas, llama a integrar en una misma visión geoestratégica los sistemas del Río de La Plata y Paraná (por el que se traslada el 50% de la proteína vegetal que se consume en el mundo), el control del transporte marítimo y la explotación pesquera y de hidrocarburos del Atlántico Sur”[7]

Como parte del Comercio Exterior, el recurso estratégico a proteger equivale a un 30% del costo logístico del flete. Renta, que perdemos, gracias a los acuerdos en el gobierno anterior, entre el FMI y un lobby de compañías vinculadas al sector Cerealero, y al Transporte Marítimo.

Esto nos habla de la importancia de recuperar la soberanía sobre la renta de la logística de la exportación en la cuenca del Plata, ya que este sistema integrado fluvial, marítimo, vincula el territorio de producción de proteínas nacional, de riquezas minerales e hidrocarburífera del Continente, y se vincula además con el Atlántico Sur, por la pesca, hidrocarburos, etc. Integra nuestro territorio nacional y regional, y nuestra soberanía terrestre y marítima

Si tomamos ahora los Acuerdos de Madrid (14/15 de Febrero de 1990), más el Tratado de Promoción y Protección de Inversiones, del 11 de diciembre/90 firmado en Londres, “entendimientos” entre Estados que expresan la entrega de parte de nuestro patrimonio nacional, establecido por Ley Nacional 24 184

Esta situación responde a las condiciones de la derrota de la batalla de MALVINAS. “Estos tratados terminaron con la Argentina soberana, industrial tecnológica, científica y dueña de sus Recursos Naturales y servicios públicos, y la devolvieron a sus orígenes de proveedor de granos, transgénica, semilla-dependiente y química fumigada. Argentina del monocultivo y sus recursos naturales privatizados”[8]

Esos Tratados, se completaron con la sanción de la ley 23 968 (10/9/91), de los espacios marítimos y la ley 24 543 (13/9/95), que pone en igualdad de condiciones a la Argentina y al Reino Unido-como país ribereño de Malvinas-, para la explotación pesquera en el Mar Argentino. Situación que en el 2016, los ex cancilleres Malcorra y Faurie, ratifican el Tratado de Madrid que posibilita seguir entregando nuestros recursos, a través del pacto Foradoni-Duncan[9].

Por último vamos a mencionar al Brexit, (La separación de Gran Bretaña de la Unión Europea). Esta situación, abre un nuevo capítulo en la relación entre la Argentina y el Reino Unido, relativiza los alcances de los acuerdos de Madrid y el Tratado de Lisboa. Tratado este último, que en reemplazo de la fallida Constitución Europea, pone bajo jurisdicción inglesa los territorios de ultramar, entre los que se encuentran Las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur de soberanía nacional.

En resumen, nuestro país a pesar que tradicionalmente es considerado un país identificado bajo el tipo de estrategia de existencia geopolítica compatible con la TIERRA, tiene en realidad en el Mar, en la recuperación de la soberanía plena de su propio Mar, la clave de su salida de la encerrona en que estamos desde hace décadas. Somos un país que necesita mirar hacia el Sur, que es el verdadero norte, y el centro de los conflictos que se avizoran en un futuro muy cercano.


[1] Nota: Presentado ante la Comisión Nacional del límite Exterior de la Plataforma Continental (CLPC), el órgano creado por la CONVEMAR (Convención de las Naciones Unidas sobre derechos del Mar)

[2] https://cmiam.cancilleria.gob.ar/es/content/plataforma-mar%C3%ADtima

[3] https://www.facebook.com/soberania.argentina/posts/3074878289208972/

[4] Nota: Ver el trabajo de Pablo Beytía: La lucha contemporánea en la obra de Carl Schmitt. Dto. De Filosofía, Universidad de Chile. 56.08 pdf. Trabajo realizado sobre la base de Tierra y Mar(1942), y Nomos de la Tierra (1952), del autor de referencia

[5] https://dossiergeopolitico.com/2020/05/27/soberania-digital-y-big-data-desafios-estrategicos/

[6] NODAL Portal, por Horacio Tettamanti, “Cuenca del Plata: Llave geopolítica, talón de Aquiles en la Defensa”, 3 de Agosto de 2018

[7] Tettamanti, ART, citado

[8] Dr. César Augusto Lerena, Malvinas: Tratado de Madrid. El Versalles Argentino, Internet, 2 de Abril de 2019

[9] Lerena Augusto César, art citado, 2019

Mayo de 2020

(*) Lic. Carlos Chino Fernández Miembro del CEES-CGTRA Miembro de Dossier Geopolítico

Mientras todos se pregunta cómo saldrá el mundo de esta Pandemia, el Prof. Gray nos confirma lo que sostenemos desde hace años el Equipo de Dossier Geopolitico, que este es un punto de inflexión histórico que no empezó hace tres meses, sino que hace años y que hoy es irreversible del desplazamiento del poder del Atlantismo hacia el del mundo Asia Pacífico. Lic. Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

¿Por qué esta crisis es un punto de inflexión en la historia?

* por JOHN GRAY

  • El pico de la era de la globalización ha terminado. Para aquellos de nosotros que no estamos en la línea del frente, la tarea que nos ocupa es despejar la mente y pensar cómo vivir en un mundo alterado.

Las calles desiertas se llenarán nuevamente, y dejaremos nuestras madrigueras iluminadas por la pantalla parpadeando de alivio. Pero el mundo será diferente de cómo lo imaginamos en lo que pensamos que eran tiempos normales. Esta no es una ruptura temporal en un equilibrio estable: la crisis a través de la cual estamos viviendo es un punto de inflexión en la historia.

El pico de la era de la globalización ha terminado. Un sistema económico que dependía de la producción mundial y las largas cadenas de suministro se está transformando en uno que estará menos interconectado. Una forma de vida impulsada por la movilidad incesante se estremece. Nuestras vidas van a estar más limitadas físicamente y más virtuales de lo que fueron. Está surgiendo un mundo más fragmentado que de alguna manera puede ser más resistente.

El alguna vez formidable estado británico se está reinventando rápidamente y en una escala nunca antes vista. Actuando con poderes de emergencia autorizados por el parlamento, el gobierno ha lanzado la ortodoxia económica a los vientos. 

Saqueados por años de austeridad imbécil, el NHS (sistema público de salud británico)  como las fuerzas armadas, la policía, las cárceles, el servicio de bomberos, los trabajadores de atención y los limpiadores, fueron puestos contra la pared. 

Nuestro sistema político sobrevivirá intacto. No muchos países serán tan afortunados. Los gobiernos de todas partes están luchando a través del estrecho paso entre la supresión del virus y la caída de la economía. Muchos tropezarán y caerán. 

  • La tarea por delante es construir economías y sociedades que sean más duraderas y más habitables humanamente que las que estuvieron expuestas a la anarquía del mercado global.

Esto NO significa un cambio hacia el localismo a pequeña escala. El número humano es demasiado grande para que la autosuficiencia local sea viable, y la mayoría de la humanidad no está dispuesta a regresar a las comunidades pequeñas y cerradas de un pasado más lejano. Pero la hiperglobalización de las últimas décadas tampoco volverá. El virus ha expuesto debilidades fatales en el sistema económico  post -crisis financiera  2008. 

Con todo lo que se habla de libertad y elección, el liberalismo fue en la práctica el experimento de disolver las fuentes tradicionales de cohesión social y legitimidad política y reemplazarlas con la promesa de elevar el nivel de vida material. Este experimento ahora ha seguido su curso. La supresión del virus requiere un cierre económico que solo puede ser temporal, pero cuando la economía se reinicie, será en un mundo donde los gobiernos actúen para contener al mercado global.

No se tolerará una situación en la que muchos de los suministros médicos esenciales del mundo se originan en China/ India, o en cualquier otro país. La producción en estas y otras áreas sensibles se volverán a financiar como cuestiones de seguridad nacional. La noción de que un país como Gran Bretaña podría eliminar gradualmente la agricultura y depender de las importaciones de alimentos será descartada como la tontería que siempre ha sido. La industria de las aerolíneas se reducirá a medida que las personas viajen menos. Las fronteras más duras serán una característica duradera del panorama global. Un objetivo estrecho de eficiencia económica ya no será factible para los gobiernos.

La pregunta es, ¿qué reemplazará el aumento del nivel de vida material como base de la sociedad?

Una respuesta que los pensadores ecológicos han dado es lo que John Stuart Mill en su “Principios de economía política (1848) llamó una «economía en estado estacionario«.  La expansión de la producción y el consumo ya no sería un objetivo primordial, y el aumento en el número humanos disminuirían. A diferencia de la mayoría de los liberales de hoy, Mill reconoció el peligro de sobrepoblación. Un mundo lleno de seres humanos, escribió, sería uno sin flora y fauna. 

En muchos sentidos, esta es una visión atractiva, pero también es irreal. No existe una autoridad mundial para imponer el fin del crecimiento, del mismo modo que no hay nadie para combatir el virus. 

Contrariamente al mantra progresista, recientemente repetido por Gordon Brown, los problemas globales no siempre tienen soluciones globales. Las divisiones geopolíticas impiden cualquier cosa como el gobierno mundial. Si existiera uno, los estados existentes competirían por controlarlo. La creencia de que esta crisis puede resolverse mediante un brote sin precedentes de cooperación internacional es un pensamiento mágico en su forma más pura.

Por supuesto, la expansión económica no es indefinidamente sostenible. Por un lado, solo puede empeorar el cambio climático y convertir el planeta en un basurero. Pero con niveles de vida muy desiguales, un número humano en aumento y una rivalidad geopolítica cada vez mayor, el crecimiento cero también es insostenible. 

Si finalmente se aceptan los límites del crecimiento, será porque los gobiernos hacen de la protección de sus ciudadanos su objetivo más importante. Ya sean democráticos o autoritarios, los Estados que no cumplan con esta prueba hobbesiana fracasarán.

  • La pandemia ha acelerara abruptamente el cambio geopolítico

El avance de Asia Oriental seguramente continuará

Las respuestas más exitosas a la epidemia hasta ahora han sido en Taiwán, Corea del Sur y Singapur

Es difícil creer que sus tradiciones culturales, que se centran en el bienestar colectivo más que en la autonomía personal, no hayan desempeñado un papel en su éxito. Se han resistido también al culto al Estado mínimo.

No sería sorprendente si se ajustan a una desglobalización mejor que muchos países occidentales.

 Xi la está utilizando para expandir la influencia de China, que se está insertando en lugar de la UE ayudando a gobiernos angustiados, como Italia. 

  • La Union Europea (UE) ha respondido a la crisis revelando su debilidad esencial

Pocas ideas han sido detestadas o menospreciadas más por las “mentes superiores” que la de la soberaníaEn la práctica, significa la capacidad de ejecutar un plan de emergencia integral, coordinado y flexible.

Se está implementando en el Reino Unido y otros países medidas que son mayores que las implementadas en la Segunda Guerra Mundial u otros procesos similares. 

Es dudoso que las secas estructuras neoliberales de la UE puedan hacer algo como esto. 

Hasta ahora, las reglas sacrosantas han sido rotas por el programa de compra de bonos (corona-bonos) del Banco Central Europeo y la ayuda estatal a la industria. 

Pero la resistencia al reparto de la carga fiscal de los países del norte de Europa, como Alemania y los Países Bajos, puede bloquear el camino para rescatar países como  Italia, un país demasiado grande para ser aplastado como Grecia, pero posiblemente también demasiado costoso para ser salvado. 

El primer italiano, Giuseppe Conte dijo en marzo: 

  • “…Si Europa no se enfrenta a este desafío sin precedentes, toda la estructura europea pierde su razón de ser…» 

El presidente serbio Aleksandar Vucic, ha sido más directo: 

  • “…La solidaridad europea no existe… eso fue un cuento de hadas. El único país que puede ayudarnos en esta difícil situación es la República Popular de China. Para el resto de ellos, gracias por nada...” 

La ruptura de la eurozona se ha predicho con tanta frecuencia que puede parecer impensable. Sin embargo, bajo el estrés que enfrentan hoy, la desintegración de las instituciones europeas no es poco realista. La libre circulación ya se ha cerrado.  Otra crisis migratoria junto con la presión sobre el euro disfuncional podría resultar fatal.

El reciente chantaje de la UE por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al amenazar con permitir que los migrantes crucen sus fronteras, y el final del juego en la provincia siria de Idlib, podría llevar a cientos de miles, incluso millones, de refugiados que huyen a Europa. (Es difícil ver qué podría significar el distanciamiento social en los campos de refugiados enormes, superpoblados e insalubres). 

Si la UE sobrevive, puede ser algo así como el Sacro Imperio Romano en sus últimos años, un fantasma que perdura por generaciones mientras el poder se ejerce en otros lugares. Los estados nacionales ya están tomando decisiones vitalmente necesarias. 

Dado que el centro político ya no es una fuerza líder y que gran parte de la izquierda está casada con el fallido proyecto europeo, muchos gobiernos estarán dominados por la extrema derecha. 

Con Europa balcanizada, Rusia también parece dispuesta a expandir su esfera de influencia. 

En los EE. UU, Donald Trump simplemente considera que reflotar la economía es más importante que contener el virus. Una caída del mercado de valores al estilo de 1929 y niveles de desempleo peores que los de la década de 1930 podrían representar una amenaza existencial para su presidencia. James Bullard, CEO del Banco de la Reserva Federal de San Luis, ha sugerido que la tasa de desempleo estadounidense podría alcanzar el 30 por ciento, más alta que en la Gran Depresión. Por otro lado, con el sistema descentralizado de gobierno de los Estados Unidos; un sistema de salud ruinosamente costoso y decenas de millones sin seguro; una colosal población carcelaria, de la cual muchos son viejos y enfermos; y ciudades con un número considerable de personas sin hogar y una epidemia de opioides ya grande; restringir el cierre podría significar que el virus se propague sin control, con efectos devastadores.

Independientemente de si retiene o no su poder, la posición de Estados Unidos en el mundo ha cambiado irreversiblemente. Lo que se está desmoronando rápidamente no es solo la hiperglobalización de las últimas décadas, sino el orden global establecido al final de la Segunda Guerra Mundial. Al perforar un equilibrio imaginario, el virus ha acelerado un proceso de desintegración que ha estado en marcha durante muchos años.

El altruismo tiene límites tanto como el crecimiento. Habrá ejemplos de desinterés extraordinario antes de que termine lo peor de la crisis. En Gran Bretaña, un ejército voluntario de más de medio millón se ha inscrito para ayudar al NHS. Pero sería imprudente confiar solo en la simpatía humana para ayudarnos. La amabilidad con los extraños es tan preciosa que debe ser racionada. 

Aquí es donde entra el estado protector. En esencia, el estado británico siempre ha sido hobbesiano. La paz y el gobierno fuerte han sido las prioridades principales. Al mismo tiempo, este estado hobbesiano se ha basado principalmente en el consentimiento, particularmente en tiempos de emergencia nacional. Estar protegido del peligro ha impedido la interferencia del gobierno. 

Cuánto de su libertad la gente querrá recuperar cuando la pandemia haya alcanzado su punto máximo es una pregunta abierta. Tal vez poca propensión por la solidaridad forzada del socialismo, pero podrían aceptar felizmente un régimen de biovigilancia en aras de una mejor protección de su salud. Sacarnos del pozo exigirá más intervención estatal, no menos, y de un tipo muy inventivo.

Los gobiernos tendrán que hacer mucho más para sostener la investigación científica y la innovación tecnológica. Aunque el estado no siempre sea más grande, su influencia será generalizada y, según los estándares del viejo mundo, más intrusiva. El gobierno posliberal será la norma en el futuro previsible.

Solo reconociendo las fragilidades de las sociedades liberales se pueden preservar sus valores más esenciales. Junto con la justicia, incluyen la libertad individual, que además de ser valiosa en sí misma, es un control necesario del gobierno. Pero aquellos que creen que la autonomía personal es la necesidad humana más profunda, traicionan con ignorancia de los principios de la psicología, y no menos la propia. Para prácticamente todos, la seguridad y la pertenencia son tan importantes, a a menudo más. El liberalismo era, en efecto, una negación sistemática de este hecho.

Una ventaja de la cuarentena es que puede usarse para pensar de nuevo. Despejar la mente del desorden y pensar cómo vivir en un mundo alterado es la tarea en cuestión. Para aquellos de nosotros que no estamos sirviendo en la línea del frente, esto debería ser suficiente

Traducción y adaptación: Lic. Juan Martin Gonzalez Cabañas de Dossier Geopolitico

(*) John N. Gray (South Shields, County Durham, Reino Unido, 17 de abril de 1948) es un teórico y filósofo de la ciencia política británico. Es profesor en cursos sobre pensamiento europeo, en la London School of Economics. Algunas de sus obras más destacadas son: Falso amanecer. Los engaños del capitalismo global (1998), Perros de paja (2002) y Misa negra. La religión apocalíptica y la muerte de la utopía (2007), que han tenido gran relevancia e influencia en el campo de la teoría política.

Fuente:

https://www.newstatesman.com/international/2020/04/why-crisis-turning-point-history

Por Miguel Ángel Barrios (*).

 

1. El fenómeno político, económico y militar más importante, antes de la aparición del Coronavirus y que, después del final de la Pandemia, seguirá siendo la firme voluntad de los Estados Unidos de mantener su hegemonía global, su poder del Imperio, frente al aumento y a la competencia china.

2. La hegemonía mundial es la capacidad de elaborar, difundir y hacer que la mayoría de los Estados acepten una visión del mundo en la que el país hegemónico sea el centro; organizar la producción, el comercio y las finanzas mundiales para capturar una mayor parte del Producto Mundial para la sede del Imperio para el uso de su población, y en particular de sus clases hegemónicas y sus altos funcionarios; la capacidad de imponer la «agenda» de la política internacional; la fuerza para castigar a los gobiernos de las «provincias» del imperio que se niegan a aceptar o desviarse de las normas (informales) de su funcionamiento.

3. Las reglas -informales- para los gobiernos de las «provincias» -que son Estados Nacionales-, son:

• tener una economía capitalista, abierta al capital extranjero, con mínima intervención estatal;

• dar igualdad de trato a las empresas con capital nacional y aquellas con capital extranjero;

• no ejercer control sobre los medios de comunicación;

• tener un régimen político multipartidista con elecciones periódicas;

• no celebrar acuerdos militares con estados opuestos, a saber, Rusia y China;

• apoyar iniciativas de los Estados Unidos.

4. Siempre que sea conveniente para los intereses del Imperio estadounidense, estas reglas son «relajadas», como, por ejemplo, en el caso de las monarquías en el Cercano Oriente.

5. Durante, después y desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, sustituyó al decadente Imperio Británico, por ello organizó, en 1946, el sistema político mundial con las Naciones Unidas y sus agencias en la Conferencia de San Francisco; el sistema económico, con el FMI, en 1944, para regular el sistema financiero internacional, basado en los tipos de cambio fijos y el patrón oro-dólar; el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRF, ahora el Banco Mundial) creado en 1944 para financiar la reconstrucción europea; el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en 1947, para regular el comercio internacional basado en la cláusula de nación más favorecida; la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 1994, que gestiona los acuerdos sobre comercio de bienes, productos agrícolas, servicios, inversiones y propiedad intelectual, y solución de controversias; y el Plan Marshall, en 1948, para, a través de donaciones y financiamiento a bajo interés, a un valor actual de 100 mil millones de dólares; la reconstrucción de Europa, y que contiene la influencia de los partidos comunistas y la reactivación de la industria estadounidense de bienes de capital; el sistema militar, con la OTAN en 1949, que garantizó la presencia de tropas estadounidenses en las bases de Europa occidental; pactos regionales de defensa «mutua» como TIAR, CENTO, SEATO, el acuerdo con Japón, ANZUS (Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos); las bases militares, que fuera del territorio estadounidense son más de 700; las siete flotas que patrullan los mares y océanos; El Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en 1968, que establece un oligopolio nuclear que permite a los Estados Unidos, Gran Bretaña, la URSS hoy, Rusia, Francia y China producir, exportar, importar, armas y material nuclear y prohíbe otros Estados; el sistema de «atraer los mejores cerebros» (que es el otro lado de la «fuga de cerebros») de todos los países y de generar ciencia y tecnología; y el sistema global para la formación de la opinión pública y la interpretación de la realidad, a través de los medios audiovisuales e Internet.

6. China ha logrado hazañas extraordinarias desde 1945. El Ejército Popular de Liberación y el Partido Comunista Chino contribuyeron a vencer y expulsar a los poderosos ejércitos japoneses invasores; derrotó y obligó a huir a Chiang Kai Shek, el Kuomintang (Partido Nacionalista Chino), junto con todo su ejército de dos millones de soldados a Taiwán (la antigua isla llamada Formosa); estructuraron el estado socialista chino; se enfrentaron a los Estados Unidos en la Guerra de Corea sin ser derrotados (1950 a 1953); Detonó su primera bomba atómica en 1964; obtuvieron el reconocimiento diplomático estadounidense; en 1971 se unieron al Consejo de Seguridad y a agencias de la ONU en lugar de Taiwán; llevaron a cabo una reforma agraria y con amplios movimientos populares rompieron las estructuras elitistas heredadas de la decadente China imperial y que habían permanecido durante la China republicana (1911-49); superó los efectos del cisma con la URSS en 1960; ayudó a Vietnam en su victoria final contra Estados Unidos en 1975; ampliaron los sistemas de educación y salud y redujeron la pobreza de manera efectiva y significativa, los chinos que viven en la pobreza extrema hoy en día, son menos del 1% de su población. Su desarrollo tecnológico les permitió obtener el misil Dongfeng-41 que desarrolla una velocidad de 8,500 m / segundo, 25 veces la velocidad del sonido, que es 340 m / segundo y puede alcanzar objetivos a 13,000 km, sin un arma comparable en el arsenal estadounidense.

7. Desde el remoto año de 1607, cuando se fundó la aldea de Jamestown, Virginia, y luego, con la fundación de cada una de las Trece Colonias, los Estados Unidos de América han estado convencidos de que depende de ellos liderar el mundo ( y no solo Occidente) como una nación «indispensable» y «excepcional» porque son la democracia más antigua, la economía más rica y dinámica, la potencia militar más poderosa, la nación más benevolente y generosa, y la que organizó el sistema internacional después de los desastres de la Gran Depresión, cuando el desempleo alcanzó el 30% en los Estados Unidos; Derrotó al nazismo, que con sus campos de exterminio y su teoría de dominar el mundo desde “su” espacio vital, ocupando toda la europa continental y parte de África, aplicando el trabajo esclavo usando a los derrotados y su doctrina de superioridad racial aria; ocasionando la Segunda Guerra Mundial, que causó la muerte de 50 millones de personas.

8. Los Estados Unidos de América, desde la Guerra de la Independencia en 1776, siempre han estado en conflicto con otros Estados, en una larga práctica de intervención militar en todo el mundo.

9. China, que es la civilización más antigua, siempre ha sido la economía más grande y el estado más poderoso, aunque humillado por las potencias occidentales entre 1840 y 1949,

Con un amplio y pionero legado de innovaciones tecnológicas, siempre ha permanecido con un estado y con economías e instituciones organizadas, y una sociedad de gran creatividad filosófica, artística y literaria. Hoy, como República Popular, cuenta con una gran fortaleza económica y tecnológica.

10. China rara vez ha estado en conflicto militar con otros estados y cuando lo fue, fue el resultado de una agresión externa, como fue el caso de las agresiones occidentales y la invasión japonesa.

11. China ejecuta una estrategia de política exterior con las siguientes características y objetivos:

• mantener relaciones de no confrontación en general y, sobre todo, evitar confrontaciones militares con los Estados Unidos;

• garantizar fuentes diversificadas de materias primas para la economía china;

• apertura de mercados para las exportaciones e inversiones chinas;

• no interferir en los asuntos políticos o económicos internos de los países;

• no imponer condiciones políticas o económicas a la cooperación económica ni criticar la situación de los derechos humanos o el régimen político de terceros países;

• fortalecer sus lazos con los países vecinos a través de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), de conformidad con la ASEAN (Asociación de Países del Sudeste Asiático) integrada por Brunei; Camboya Indonesia Laos Malasia; Myanmar; Filipinas; Singapur; Tailandia; Vietnam. Acuerdos bilaterales con Rusia y obras de infraestructura para Belt y Silk Road.

12. China desarrolla iniciativas para programas de aproximación y cooperación con países africanos, con países latinoamericanos, con países árabes y con países que se encuentran en lo que se ha llamado la Franja y la Ruta de la Seda.

13. Tres iniciativas chinas fueron de gran importancia. La primera fue la creación de los BRICS, en compañía de Rusia, India, Brasil y Sudáfrica. En el ámbito de los BRICS, en 2014 se creó el Nuevo Banco de Desarrollo para financiar proyectos de infraestructura y los Acuerdos de Reserva Contingente, para abordar las dificultades de la balanza de pagos.

14. La segunda, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fundada en 2001, con Rusia, Kazajstán, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán, y a la cual, en 2017, India y Pakistán se convirtieron en miembros. . Su objetivo principal es la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo.

15. ​​La tercera iniciativa fue la creación, en 2014, del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. La creación del Banco atrajo un gran interés europeo y despertó la oposición estadounidense. Sin embargo, la mitad de los países de la OTAN y los grandes países asiáticos han firmado, con la excepción de Japón. Sus miembros fundadores más importantes fueron Austria, el Reino Unido, Italia, Alemania, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Australia, China, Corea del Sur, Pakistán, Rusia, India, Sudáfrica y Brasil.

16. El hecho de que China superó a los Estados Unidos en la producción industrial causó gran preocupación a los estrategas estadounidenses, ya que consideran que la fabricación es la base de la industria y que la fabricación fuerte permite un poder militar fuerte y, con ello, la capacidad competir por la hegemonía global.

17. La estrategia de Obama de enfatizar Asia no solo ha fallado, sino que ha aumentado las sospechas del Gobierno de China y lo ha estimulado a tratar de equilibrar la acción estadounidense con iniciativas como la Asociación Económica Integral; la zona de libre comercio de Asia y el Pacífico; el proyecto One Belt, One Route y la creación del Banco BRICS y el Banco Asiático de Infraestructura. Por otro lado, China ha continuado expandiendo su presencia en altos cargos de organismos como el FMI, el Banco Mundial y las Naciones Unidas.

18. Donald Trump identificó a China no sólo como un competidor, sino también como el principal adversario económico, político y militar de los Estados Unidos y por eso es su política de “firmeza” contra China.

19. La estrategia de Donald Trump de desacoplar (desconectarse) de China para contener el crecimiento económico y político chino tiene como objetivo:

• eliminar el déficit comercial bilateral de los Estados Unidos, de aproximadamente $ 360 mil millones anuales;

• evitar la transferencia, por empresas estadounidenses y europeas, de tecnología avanzada;

• reducir la presencia de estudiantes chinos en los EE.UU., Que serían 370 mil en 2019, diez veces el número de 2009;

• evitar la adopción de la tecnología 5G de Huawei;

• promover el regreso de la producción industrial y el empleo a los Estados Unidos;

• ampliar el presupuesto y la presencia militar en Asia;

• alinear a los países europeos con los Estados Unidos contra China.

20. El área principal de competencia entre China y los Estados Unidos es el liderazgo de la próxima generación de tecnologías. Inicialmente, los ejecutivos de Silicon Valley minimizaron el desafío tecnológico chino, argumentando que los controles estrictos en política y educación en China evitarían innovaciones radicales. Pero esa visión fue errónea.

21. En mayo de 2019, el Departamento de Comercio prohibió a Huawei comprar microchips estadounidenses, lo que obstaculizó su capacidad de producir teléfonos inteligentes y equipos de red. Estados Unidos ha pedido a 61 países que prohíban el uso de equipos Huawei, pero solo tres han respondido a su solicitud: Australia, Nueva Zelanda y Japón.

22. El sistema 5G es la generación futura de telecomunicaciones móviles. Cinco empresas venden equipos y sistemas 5G a operadores: Huawei, ZTE, Nokia, Samsung y Ericsson. Frente a la fuerte contra campaña estadounidense, que alega riesgos para la seguridad nacional de los estados, China ha realizado intensos esfuerzos diplomáticos para hacer que el sistema 5G de telefonía de Huawei sea adoptado especialmente por los países europeos.

23. Estados Unidos no tiene una tecnología 5G alternativa para competir con China.

24. La imprevista pandemia de coronavirus creó una oportunidad para que China ayude a los países europeos afectados, especialmente a Italia y España, y demuestre su eficacia, como Estado, por su capacidad para controlar la pandemia con medidas efectivas y rápidas, que resultaron en China relativamente con menores contagios y muertes, lo que da lugar a una desfavorable comparación para los Estados Unidos,.

25. Estados Unidos y China parecen estar avanzando hacia una separación que es menos económica que política y psicológica. Habrá una decisión de «luchar, pero no aplastar» y todo indica que la coexistencia no será ni desacoplamiento (desconexión) ni apaciguamiento, ya que las economías de estos dos países están hoy, y estarán en el futuro previsible, entrelazadas.

26. La lucha por la hegemonía está en gran medida suspendida por Pandemic. Una vez que esto termine, la lucha volverá.  Por lo tanto es deber de la Argentina observar atentamente los acontecimientos mundiales post-pandemia ya que sin dudas surgirá un “nuevo orden internacional”.  

(*) Dr. en Educación. Dr. en Ciencia Política. Director Académico de Dossier Geopolitico – Prof. Universitario, Investigador y Consultor Internacional. 

Dr. Miguel Angel Barrios