A tiempos excepcionales, decisiones excepcionales. La sorpresiva, aunque no sorprendente, decisión de Argentina de suspender su participación en las negociaciones de acuerdos de libre comercio (ALC) en el seno del Mercosur es reflejo de la singularidad del contexto. Mientras la industria argentina se enfrenta al mayor desafío de sus últimas décadas, con el país prácticamente cerrado, el Gobierno entiende que un ALC en estas condiciones equivaldría a un golpe de gracia al sector y a la pérdida de un espacio regional preferente de inserción comercial. 

¿Qué desató la tormenta? La Cancillería publicó un non paper de apenas cinco párrafos donde afirmaba que se excluye de las negociaciones debido a “diferencias con algunos socios” (entre líneas, Brasil). Como aclaraba el comunicado, Argentina seguirá acompañando las negociaciones con la Unión Europea.

Las reacciones de los socios del bloque no se hicieron esperar. Los tres gobiernos coinciden en la preferencia por una fórmula aperturista y de libre comercio con terceros para Mercosur. La distancia con la postura de la Casa Rosada es cada vez mayor. Otra muestra de ello fue que, en medio de la retirada argentina de las negociaciones, el Gobierno brasileño decidió cambiar a su embajador en Buenos Aires. 

Con la intención de suavizar el mensaje a sus socios del bloque, pero también de enviar un guiño a los sectores sensibles de la industria local, el Gobierno argentino subrayó que interrumpir momentáneamente su participación en las negociaciones no se trata de “un capricho”, sino de “una visión para fortalecer las relaciones con las naciones del bloque regional”, priorizando el entramado productivo nacional. El 30 de abril, la Cancillería argentina emitió otro documento asegurando que el país reafirmaba a Mercosur como «mecanismo sustantivo de integración regional», y planteó la necesidad de continuar profundizando en la agenda interna del bloque en el entendido de que esta cuestión, desatendida en los últimos años, «es clave para el desarrollo de la competitividad de nuestros países y la proyección internacional”.

De todos los acuerdos en danza, el que desató el vendaval fue el eventual ALC con Corea del Sur. El arranque de negociaciones con este país, en mayo de 2018, fue el primer paso de la denominada agenda asiática de Mercosur, que incluye también conversaciones con India, Singapur y Vietnam. Cinco rondas de negociaciones se sucedieron en el año y medio posterior, y la última de ellas se celebró en Montevideo en febrero pasado. Las posiciones de los países del bloque difieren principalmente en el plazo: Uruguay y Paraguay privilegian que se firme este año. Pero el principal obstáculo radica en las cláusulas no arancelarias para el acceso al mercado agrícola del país asiático, un punto neurálgico para Argentina y Brasil. El escollo es la política comercial surcoreana, altamente proteccionista del sector agrícola, considerado uno de los más vulnerables del país. Entre otras medidas, los aranceles a las importaciones promedian el 57% y se complementan con una batería de barreras no arancelarias para aumentar la competitividad frente a mercados exteriores. 

La inminencia del acuerdo y la falta de información respecto de las disposiciones de las cláusulas dispararon las señales de alarma en los sectores productivos industriales de la región. Se da la circunstancia de que en el proceso no participan los involucrados, y que tampoco hay estudios de impacto que permitan prever costes y beneficios concretos del acuerdo para los actores sub-nacionales y la industria regional. A grandes rasgos, Corea ya es un mercado para las exportaciones agrícolas (maíz y ‘pellets’ de soja) y de minerales de Argentina y Brasil. En 2019, ambas economías fueron el segundo y tercer mayor proveedor de maíz de Corea del Sur, sólo detrás de Estados Unidos. Mirando los antecedentes, en caso de firmarse un ALC con Mercosur, el mercado asiático difícilmente pueda constituirse en un espacio de mayor venta de cereales (en el que Estados Unidos goza de privilegios). No obstante, si no se logra una mayor simetría en las cláusulas de acceso, el coste para los sectores industriales del bloque sudamericano puede ser irreversible. 

Las distancias entre los dos mayores socios se replica en todas la dimensiones de la relación bilateral. La imposibilidad de encontrar una postura común frente a la pandemia, que no reconoce fronteras, es clara muestra de ello. Para Alberto Fernández, la principal preocupación actual es controlar la ‘Covid-19’ para concentrarse luego en el escenario social que quedará. La diferencia con Brasil no podía ser mayor. La negligencia del Gobierno de Jair Bolsonaro frente a la multiplicación de contagios, que ya se cuenta entre los 10 mayores del mundo, convierte al gigante sudamericano en una potencial catástrofe sanitaria para toda la región.

Las respuestas de Bolsonaro a la pandemia preocupan al Gobierno argentino, temeroso de encontrarse con una catástrofe sanitaria en el país vecino. El gigante sudamericano ya cuenta con más de 90.000 infectados y más de 6.000 fallecidos, lo que lo coloca en el primer lugar de los países de la región. Por ahora, el presidente sigue animando a romper el aislamiento social, exhortando a los ciudadanos para que se reúnan en lugares públicos. Recientemente, preguntó a los periodistas en tono jocoso: “¿Qué quieren que haga? Soy Mesías, pero no hago milagros”, haciendo un juego de palabras con su segundo nombre. 

La actuación del Gobierno brasileño frente a la pandemia también lo aisla de sus vecinos; especialmente de Argentina, cuyo Ejecutivo actuó de manera radicalmente opuesta, dictando una cuarentena obligatoria desde finales de marzo que aún se mantiene, logrando disminuir de manera drástica la curva de casos. Las diferentes respuestas de Planalto y la Casa Rosada son un síntoma más de un enfrentamiento que viene desde antes de que el peronismo retornara al poder en Argentina. 

Las respuestas antagónicas frente al coronavirus evidencian un síntoma más del mal estado de una relación que, al igual que Mercosur, ya se adivinaba en el principal grupo de riesgo. La cada vez más ríspida e impredecible relación entre sus grandes socios va más allá de las diferencias en las orientaciones ideólogicas. Pero no debe desestimarse por completo esa dimensión. En paralelo al rumbo pro norteamericano de la política exterior de Brasil, un giro que se profundizó desde la llegada de Michel Temer al poder y se consolidó con Bolsonaro, las grietas en la integración sudamericana se han ampliado. El escenario internacional de disputa chino-norteamericana se convirtió rápidamente en una tentadora oportunidad para tomar partido. Mientras desde Argentina se mantiene, por necesidad, la política pragmática de negociar y hablar con todos, desde Brasil se perfila un endurecimiento de la postura anti-china, al menos en lo discursivo, en sintonía con las líneas de acción de Washington.

A diferencia de su par estadounidense, Bolsonaro no cuenta con la espalda suficiente para realizar desembolsos billonarios que eviten la caída libre de la economía brasileña. Tampoco puede darse el lujo de confrontar con su principal socio comercial. Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, tildó al Gobierno de Xi Jinping de dictadura, y lo acusó de haber ocultado información del coronavirus, lo que llevó a gran parte del arco político opositor, e incluso oficialista, a pedir disculpas. Para Mercosur, el coste puede llegar a ser muy grande. Los dos mayores miembros adoptan políticas y discursos en las antípodas. El canal de diálogo es áspero. Mientras Brasil continúa con su economía en funcionamiento, ignorando en mayor medida, de momento, los riesgos sanitarios, Argentina ha congelado la suya para afrontar la pandemia. Debido a estas grandes diferencias, se corre el riesgo de que ya no exista un encadenamiento industrial; perdiendo así los incentivos que contribuyen a sostener la unidad entre ambos países y, por lo tanto, del bloque.  

A su vez, los enfrentamientos cada vez más abiertos de Bolsonaro con el Gobierno de Xi Jinping, principal socio comercial de Brasil, han hecho que busque alternativas comerciales en otros mercados. Situación contraria parece vivir Argentina, cuyas relaciones con China son buenas e, incluso, recibió en abril 1.500 kits médicos de ayuda para combatir el coronavirus. 

En este complejo escenario, y a pesar de los desencuentros, el embajador de China en Brasilia ha afirmado que el país “está dispuesto a trabajar con el Gobierno brasilero para eliminar las interferencias, disminuir las divergencias y expandir la cooperación”. Por ahora, las interferencias en la relación tanto de Brasil con China como de aquél con sus socios de Mercosur parecen difíciles de resolver mientras Bolsonaro se mantenga firme en su postura. América Latina y Mercosur, al igual que el resto del mundo, atraviesan un momento extremadamente particular y de excepción. Una línea muy delgada que, de sostenerse en el tiempo, podría tener graves consecuencias para el bloque y para cada uno de sus países miembros.

FLORENCIA RUBIOLO

Profesora de Historia de las Relaciones Internacionales y Política Exterior Argentina en la Universidad Católica de Córdoba (UCC) e investigadora adjunta en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet)

Doctora en Relaciones Internacionales. Directora del Doctorado en Relaciones Internacionales de la UCC

GONZALO FIORE VIANI

Abogado y analista político, miembro de Dossier Geopolitico

Escribe artículos de análisis internacional y político para distintos medios argentinos como ‘La Voz del Interior’, ‘Hoy Día…

Fuente: http://agendapublica.elpais.com/mercosur-y-la-delgada-linea-de-la-excepcion/ 

Por Pepe Escobar Asia Times

Hegel vio que la historia se movía de este a oeste: «Europa es el fin de la historia, Asia el principio».

Abróchense los cinturones de seguridad: la guerra híbrida de EE. UU. contra China está destinada a una aceleración frenética, ya que los informes económicos ya están identificando a Covid-19 como el punto de inflexión cuando realmente comenzó el siglo asiático, realmente euroasiático.

La estrategia de Estados Unidos sigue siendo, esencialmente, el dominio del espectro completo, con la Estrategia de Seguridad Nacional obsesionada por las tres principales «amenazas» de China, Rusia e Irán. China, en cambio, propone una «comunidad de destino compartido» para la humanidad, principalmente dirigida al Sur Global.

La narrativa predominante de los EE. UU. en la guerra de información en curso ahora está grabada: Covid-19 fue el resultado de una filtración de un laboratorio chino de guerra biológica. China es responsable. China mintió y China tiene que pagar.

La nueva táctica normal de demonización sin parar en China es implementada no solo por funcionarios burdos del complejo industrial-militar-vigilancia-medios. Necesitamos profundizar mucho más para descubrir cómo estas actitudes están profundamente arraigadas en el pensamiento occidental, y luego migraron al «fin de la historia» de los Estados Unidos. (Aquí hay secciones de un excelente estudio, «Inhabilitando al Este: El encuentro de la Ilustración con Asia», de Jurgen Osterhammel 2018).

Solo los blancos civilizados

Mucho más allá del Renacimiento, en los siglos XVII y XVIII, cada vez que Europa se refería a Asia se trataba esencialmente de condicionar el comercio a la religion. El cristianismo reinaba supremo, por lo que era imposible pensar excluyendo a Dios.

Al mismo tiempo, los doctores de la Iglesia estaban profundamente perturbados de que en el mundo santificado una sociedad muy bien organizada pudiera funcionar en ausencia de una religión trascendente. Eso los molestó aún más que esos «salvajes» descubiertos en las Américas.

Cuando comenzó a explorar lo que se consideraba el «Lejano Oriente», Europa se vio envuelta en guerras religiosas. Pero al mismo tiempo se vio obligado a confrontar otra explicación del mundo, y eso alimentó algunas tendencias antirreligiosas subversivas en toda la esfera de la Ilustración.

Fue en esta etapa que los doctos europeos  comenzaron a cuestionar la filosofía china, que inevitablemente tuvieron que degradar al estado de una mera «sabiduría» mundana porque escapó de los cánones del pensamiento griego y agustiniano. Esta actitud, por cierto, todavía reina hoy.

Así que teníamos lo que en Francia se describía como chinoiseries, una especie de admiración ambigua, en la que China era considerada como el ejemplo supremo de una sociedad pagana.

Pero entonces la Iglesia comenzó a perder la paciencia con la fascinación de los jesuitas con China. La Sorbona fue castigada. Una bula papal, en 1725, prohibió a los cristianos que practicaban ritos chinos. Es bastante interesante notar que los filósofos sinófilos y los jesuitas condenados por el Papa insistieron en que la «verdadera fe» (cristianismo) estaba «prefigurada» en textos antiguos chinos, específicamente confucianistas.

La visión europea de Asia y el «Lejano Oriente» fue conceptualizada principalmente por una poderosa tríada alemana: Kant, Herder y Schlegel. Kant, por cierto, también fue geógrafo, y Herder un historiador y geógrafo. Podemos decir que la tríada fue la precursora del orientalismo occidental moderno. Es fácil imaginar una historia corta de Borges con estos tres.

Por mucho que hayan estado al tanto de China, India y Japón, para Kant y Herder Dios estaba por encima de todo. Había planeado el desarrollo del mundo en todos sus detalles. Y eso nos lleva a la difícil cuestión de la raza.

Rompiendo con el monopolio de la religión, las referencias a la raza representaron un cambio epistemológico real en relación con los pensadores anteriores. Leibniz y Voltaire, por ejemplo, eran sinófilos. Montesquieu y Diderot eran sinófobos. Ninguno explicaba las diferencias culturales por raza. Montesquieu desarrolló una teoría basada en el clima. Pero eso no tenía una connotación racial: era más como un enfoque étnico.

La gran oportunidad se produjo a través del filósofo y viajero francés Francois Bernier (1620-1688), que pasó 13 años viajando por Asia y en 1671 publicó un libro titulado La Description des Etats du Grand Mogol, de l ”Indoustan, du Royaume de Cachemire, etc. Voltaire, hilarantemente, lo llamó Bernier el Mogol, ya que se convirtió en una estrella contando sus cuentos a la corte real. En un libro posterior, Nouvelle Division de la Terre par les Differentes Especes ou Races d’Homme qui l’Habitent, publicado en 1684, el «Mogol» distinguió hasta cinco razas humanas.

Todo esto se basó en el color de la piel, no en las familias o el clima. Los europeos fueron colocados mecánicamente en la cima, mientras que otras razas fueron consideradas «feas». Posteriormente, David Hume retomó la división de la humanidad en hasta cinco razas, siempre basada en el color de la piel. Hume proclamó al mundo anglosajón que solo los blancos eran civilizados; otros eran inferiores. Esta actitud aún es generalizada. Ver, por ejemplo, esta patética diatriba publicada recientemente en Gran Bretaña.

Dos asias

El primer pensador en llegar a una teoría de la raza amarilla fue Kant, en sus escritos entre 1775 y 1785, argumenta David Mungello  en «El Gran Encuentro de China y el Oeste, 1500-1800» , 1999.

Kant califica a la «raza blanca» como «superior», la «raza negra» como «inferior» (por cierto, Kant no condenó la esclavitud), la «raza de cobre» como «débil» y la «raza amarilla» como intermediario . Las diferencias entre ellos se deben a un proceso histórico que comenzó con la «raza blanca», considerada la más pura y original, los otros no son más que bastardos.

Kant subdividió Asia por países. Para él, Asia Oriental significaba Tíbet, China y Japón. Consideró a China en términos relativamente positivos, como una mezcla de razas blancas y amarillas.

Herder fue definitivamente más suave. Para él, Mesopotamia era la cuna de la civilización occidental, y el Jardín del Edén estaba en Cachemira, «el paraíso del mundo». Su teoría de la evolución histórica se convirtió en un éxito rotundo en Occidente: Oriente era un bebé, Egipto era un bebé, Grecia era joven. El Asia oriental de Herder consistía en el Tíbet, China, Cochinchina, Tonkin, Laos, Corea, el Tartario Oriental y Japón, países y regiones afectados por la civilización china.

Schlegel era como el precursor de un hippie californiano de los años 60. Era un entusiasta sánscrito y un estudiante serio de las culturas orientales. Dijo que «en Oriente debemos buscar el romanticismo más elevado». India fue la fuente de todo, «toda la historia del espíritu humano». No es de extrañar que esta idea se haya convertido en el mantra para toda una generación de orientalistas. Ese fue también el comienzo de una visión dualista de Asia en todo Occidente que todavía predomina hoy en día.

Entonces, en el siglo XVIII, habíamos establecido completamente una visión de Asia como una tierra de servidumbre y cuna del despotismo y el paternalismo en agudo contraste con una visión de Asia como una cuna de civilizaciones. La ambigüedad se convirtió en la nueva normalidad. Asia era respetada como madre de civilizaciones, incluidos los sistemas de valores, e incluso madre de Occidente. Paralelamente, Asia fue degradada, despreciada o ignorada porque nunca había alcanzado el alto nivel de Occidente, a pesar de su ventaja.

Esos déspotas orientales

Y eso nos lleva a The Big Guy: Hegel. Hiper bien informado – leyó informes de ex jesuitas enviados desde Beijing – Hegel no escribe sobre el «Lejano Oriente» sino solo sobre el Este, que incluye Asia Oriental, esencialmente el mundo chino. A Hegel no le importa mucho la religión como a sus predecesores. Habla sobre Oriente desde el punto de vista del estado y la política. En contraste con Schlegel, amigable con los mitos, Hegel ve a Oriente como un estado de naturaleza en el proceso de alcanzar un comienzo de la historia, a diferencia del África negra, que vio revolcarse en el lodo de un estado bestial.

Para explicar la bifurcación histórica entre un mundo estancado y otro en movimiento, que conduce al ideal occidental, Hegel dividió a Asia en dos.

Una parte estaba compuesta por China y Mongolia: un mundo pueril de inocencia patriarcal, donde no se desarrollan contradicciones, donde la supervivencia de los grandes imperios atestigua el carácter «insustancial», inmóvil y ahistórico de ese mundo.

La otra parte era Vorderasien («Asia anterior u occidental»), uniendo el actual Medio Oriente y Asia Central, desde Egipto hasta Persia. Este es un mundo ya histórico.

Estas dos regiones enormes también se subdividen. Entonces, al final, el Asiatische Welt de Hegel (mundo asiático) se divide en cuatro: primero, las llanuras de los ríos Amarillo y Azul, las altas mesetas, China y Mongolia; segundo, los valles del Ganges y el Indo; tercero, las llanuras del Oxus (hoy Amur-Darya) y Jaxartes (hoy Sir-Darya), las mesetas de Persia, los valles del Tigris y el Éufrates; y cuarto, el valle del Nilo.

Es fascinante ver cómo en la Filosofía de la Historia (1822-1830) Hegel termina separando a India como una especie de intermediario en la evolución histórica. Así que, al final, como mostró Jean-Marc Moura en «L’Extreme Orient selon GWF Hegel, Philosophie de l’Histoire et Imaginaire Exotique», un «Oriente fragmentado, del cual India es el ejemplo, y un Oriente inmóvil, bloqueado en quimera, de la cual el Lejano Oriente es la ilustración «.

Para describir la relación entre Oriente y Occidente, Hegel utiliza un par de metáforas. Uno de ellos, bastante famoso, presenta el sol: «La historia de los viajes mundiales de este a oeste, Europa es el fin de la historia y Asia el comienzo». Todos sabemos a dónde nos condujeron las desastrosas escisiones del «fin de la historia».

La otra metáfora es la de Herder: Oriente es la «juventud de la historia», pero China ocupa un lugar especial debido a la importancia de los principios confucianistas que privilegian sistemáticamente el papel de la familia.

Por supuesto, nada de lo descrito anteriormente es neutral en términos de comprensión de Asia. La doble metáfora, usando el sol y la madurez, no podía sino confortar a Occidente en su narcisismo, que luego fue heredado de Europa por los Estados Unidos «excepcionales». Implícito en esta visión está el inevitable complejo de superioridad, en el caso de los Estados Unidos, aún más agudo porque legitimado por el curso de la historia.

Hegel pensó que la historia debe evaluarse en el marco del desarrollo de la libertad. Bueno, China e India son ahistóricas, la libertad no existe, a menos que sea traída por una iniciativa proveniente del exterior.

Y así es como el famoso «despotismo oriental» evocado por Montesquieu y la posible, a veces inevitable y siempre valiosa intervención occidental son, al mismo tiempo, totalmente legitimados. No deberíamos esperar que este estado de ánimo occidental cambie pronto, si es que lo hace. Sobre todo porque China está a punto de volver como número uno.

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS:

  • Pandemia y Geopolitica: 50% de la población mundial en cuarentena 
  • Vietnam y su segunda victoria sobre USA
  • EEUU e Inglaterra en caos sanitario y económico 
  • Brasil y el caos político y sanitario
  • Rusia aumenta los infectado
  • La Pandemia sobre el mundo del trabajo 
  • Más en el audio…

Por Wim Dierckxsens / Walter Formento
1 de mayo 2020

Introducción

Con la asunción de Trump al gobierno de EEUU, desde enero de 2017, se  manifiesto claramente la crisis mundial estructural e integral, pero también el momento agónico, turbulento y altamente contradictorio que recorre el capitalismo actual.

Además, pone en evidencia cada vez más la imposibilidad que tienen las diferentes fracciones del gran capital financiero para encontrarle una salida a esta crisis estructural en los marcos del capitalismo financiero.

Tal vez, por causas que guardan relación con la presencia de opciones emergentes alternativas a los unipolarismos financieros.

Tal vez por las capacidades de estos multipolarismos, tanto en el terreno de la economía real como también en el terreno cultural-filosófico, por lo inclusivo de un sistema de ideas-valores que integra y convoca a toda la humanidad como actor principal.

En la Gran Formación Social Emergente multipolar, con China y Rusia como sus motores principales, con potencialidad de estar cada vez más integrada por diversas regiones-naciones (en la llamada Nueva Ruta de Seda), sus dinámicas económicas y políticas ya han cobrado un claro tinte de “desconexión” y marcados rasgos antiimperialistas contra el globalismo unipolar financiero, que constituye la principal contradicción externa.

Aunque las apariencias de la guerra comercial engañan, Xi Jimping y Trump están ambos enfrentados a los globalistas financieros, aunque por objetivos diferentes, por ello cooperan en ciertos hechos como los que hacen a las los golpes financieros de la Reserva Federal y la City financiera de Nueva York.

Los actores financieros globalistas con sus políticas vinieron construyendo a partir de febrero de 2018, desde la Reserva Federal de EEUU, para una crisis de “recesión con depresión” en la economía norteamericana, para impedir la reelección de Trump a un segundo periodo 2021-2025.

Al no lograrlo abrieron el capítulo del ´impeachment ´, su ´caída´ por destitución, y al fracasar también en este intento en noviembre de 2019, bien pueden haber recurrido al coronavirus, detonando la crisis por medio de acciones de guerra biológica.

El objetivo a partir de entonces es responsabilizar a Trump no solo de la crisis económica sino también del descontrol de la ´pandemia´, hechos que además se retroalimentan.

Todo esto ante la mirada preocupada de su pueblo, cada vez más en pánico, con el objetivo que voten en contra de él en las elecciones de noviembre de 2020.

El confinamiento obligatorio y su verdadera motivación

En medio de protestas  a veces multitudinarias contra el confinamiento en EEUU, en estados con medidas muy estrictas como Michigan, parece que la población norteamericana está harta del “encierro” y de la vida económica parada.

Muchos norteamericanos del centro del país y de los estados del sur cuestionan que la suerte de sus estados sea dictada a partir de las circunstancias más graves que suceden en ambas costas (Este-Nueva York y Oeste-San Francisco).

Una nueva encuesta de Hill-Harris del 20 de abril muestra que el 74% del electorado entrevistado tiene miedo de perder sus libertades a partir de las medidas en torno al Covid-19, aunque a la vez el 83% de ellos está preocupado de ser infectado e incluso hospitalizado.

La encuesta reveló además que el 48% teme perder su empleo.

La decisión de abrir o no la economía en EEUU, tiene un ingrediente bien electoral.

Quien gana más votos con una u otra decisión.

EEUU parece estar en el centro del debate.

Sin embargo también hay elementos objetivos que aportar para una u otra decisión.

Figura 1:

Existe el riesgo de segundas y terceras olas (Figura 1).

Las naciones con el mayor confinamiento no solo habrán sufrido la mayor destrucción de empleos y trabajos sino también están expuestas a segundas olas más fuertes y más prolongadas.

El éxito del confinamiento casi absoluto, tan aplaudido por los medios de comunicación, tendrá entonces su precio.

El riesgo de una segunda ola quedó particularmente claro en Singapur con una explosión de casos, país, donde todo parecía estar bajo control.

Un reciente estudio de la Universidad de Stanford sobre el desarrollo de anticuerpos ante el virus estima que el ratio de fatalidad del virus una vez que las personas se encuentran infectadas es entre el 1 y 2 por mil, una realidad entre 20 y 30 veces más favorable de lo que nos presentó la OMS, cifra que utilizaron precisamente para motivar (sin base objetiva) las políticas de confinamiento.

La probabilidad de fallecer en EEUU por motivo del Covid-19 es de 13.7 por cien mil habitantes, cifra sujeta a cambios conforme avance la pandemia.

En la Ciudad de Nueva York, el epicentro de la pandemia con más de un tercio de todos los muertos en EEUU, la probabilidad de fallecer en la población de 18 a 45 años de edad es de 11 por cien mil.

La baja infección de la población joven e incluso económicamente activa permite más bien el desarrollo de anticuerpos con una política de confinamiento más laxo, ya que con el tiempo desarrollaría una inmunidad más generalizada creando al mismo tiempo un bloqueo para la población realmente vulnerable.

Más de dos tercios de los decesos corresponde en EEUU, como en otras partes, a personas con 70 años y más edad, sin contar los muertos en hogares de adultos mayores.

En resumidas cuentas hay motivos para reabrir la economía con ciertas precauciones ante la aglomeración de gente y protegiendo a los más vulnerables, los adultos mayores y personas en lugar de descartarlos.

Figura 2

El confinamiento obligatorio es esencial para salvar vidas, nos siguen contando los grandes medios globalistas, empeorando las opciones de trabajo a posteriori y aumentando el riesgo de segundas oleadas más altas, al no existir vacunas ni haberse desarrollado una mayor inmunidad.

El 20 de abril, EEUU aún no se encontraba cerca del pico de la curva, como podrán apreciar en la Figura 1, arriba.

Consideramos con lo ya señalado que nada impide tomar medidas de precaución y abandonar a la vez el confinamiento ya que las estadísticas justifican semejante medida.

Los medios de comunicación globalistas, y con ellos el partido Demócrata y su presidente del Congreso Nancy Pelosi, esperan con sus cálculos electoreros, que la gente siga con “arresto domiciliario” y cuestionan a aquellos que no ven su necesidad.

En fin todo parece indicar que la economía estadounidense re-abrirá el 30 de abril y a pocos días siguen Italia y Alemania, luego Gran Bretaña, España y Francia.

Figura 3

Es un hecho que los grandes medios nos desinforman sobre el impacto real del virus, como ya observamos en un artículo anterior.

Las estadísticas que nos presentan son números absolutos de infectados, muertos y recuperados en vez de números relativos.

Nos informan que, el riesgo de morir por causa del Covid-19 es mucho más baja con un elevado nivel de confinamiento, sin mencionar los riesgos de segundas olas ni del efecto desastroso para el empleo.

En este contexto es interesante mencionar el caso de Suecia.

El país evito el confinamiento coercitivo pero sí pidió a la población tomar medidas de no conglomerarse y recomendaron medidas personales para proteger a otras personas y a sí mismas.

La tasa de mortalidad por Covid-19 en Suecia, con un nivel de confinamiento bajo, es de 17.3 por 100 mil habitantes, resultado bien favorable comparado con el ratio en países con un confinamiento alto cómo se observa para Bélgica con 52.5 decesos, España (45.9), Italia (40.8) o Francia (31.1), o sea países con un nivel de mortalidad dos veces mayor que Suecia a pesar de un alto grado de confinamiento (véase figura 4).

Figura 4

Mortalidad por Covid-19 según países y nivel de confinamiento

(Tasas por 100mil habitantes)

En síntesis, ya en trabajos anteriores hemos visto que la mortalidad por cada cien mil habitantes, para casi todos los grupos etarios, no es superior a la mortalidad en años ´normales´.

¿Por qué entonces un confinamiento tan alto?

La recomendación que correspondería sería crear inmunidad con una política más laxa protegiendo a los más vulnerables.

La sobre-mortalidad sólo se observa entre adultos con 70 años o más edad, que (si incluimos a los decesos por dicha causa en hogares de adultos mayores) son responsables del 90% de todos los decesos por causa del Covid-19.

No podemos hablar entonces de una pandemia por su impacto mortal.

Ni tampoco podemos llamarla pandemia por su contaminación geométrica. Suecia no cerró su economía, pues no hubo confinamiento y a pesar de ello muestra una tasa de mortalidad razonable por Covid-19.

Más importante es que el país evitará, de esta forma, segundas olas significativas y enfrentará sin duda un menor desempleo pos-coronavirus.

Consecuentemente sufrirá un impacto menor de muertos, atribuible a la falta absoluta de oportunidades de empleo y/o trabajo.

Nos faltan más casos concretos por analizar, tomando en cuenta las diferencias entre países con un alto y bajo grado de confinamiento, una vez terminado el Covid-19.

Sin embargo, estimamos que hay motivos suficientes para afirmar que la humanidad ha sido conducida por los grandes medios globalistas (y sus acólitos como Nancy Pelosi) a este confinamiento casi absoluto, haciendo renunciar al pueblo a sus libertades como persona, sin que existiera real motivo para ello, no por el impacto mortal ni tampoco por su supuesta rápida contaminación, ya que con la misma se obstruyó más bien el desarrollo de anticuerpos y por ende inmunidad, resultado que hace más probable segundas y terceras olas y más aún al saber que una vacuna aún no está a la vista.

La pandemia no solo fue conducida y tuvo como objetivo encubrir no solo la causa real de la Gran Depresión del siglo XXI, sino también que, al mismo tiempo, están creando las condiciones para mantener suprimidas las libertades de la población, tanto más tiempo como se repitan segundas y terceras olas.

Lo anterior crea condiciones favorables para instaurar gobiernos autoritarios en medio de la Gran Depresión.

Esto nos vuelve a plantear la pregunta: ¿Quién fue responsable de provocar esta pandemia y quien desarrolló este arma biológica?

¿Quién originó el coronavirus?

El 18 de octubre del año pasado (mes que se cumplía el 70º aniversario de la fundación de la República Popular China) se inauguraron los «Juegos Olímpicos Mundiales Militares 2019» en la ciudad de Wuhan, como ya mencionamos en nuestro primer artículo[1] sobre el Coronavirus, Covid-19. Allí concurrieron numerosos representantes de Estados Unidos.

Ese mismo día, se iniciaba en Nueva York el «Evento 201″ (un ejercicio sobre los riesgos y efectos de un eventual brote global) con la presencia de Bill Gates entre otros abriendo sospechas en esa dirección.

El 1 de diciembre, o sea, al mes y medio de haber finalizado los Juegos, se detecta el primer caso de Coronavirus en el mercado de Wuhan.

En un video el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), Robert Redfield, afirma que algunos muertos por influenza en Estados Unidos se identificaron más tarde como casos de Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Podrían haber sido entonces miembros del ejército estadounidense quienes hubieran trasportado en sus organismos, inconscientemente o no, el coronavirus a Wuhan.

Dos epidemiólogos, uno de Japón y otro de Taiwán, ya han determinado que el nuevo coronavirus se originó en Estados Unidos, en tanto ese país es el único que tiene laboratorios con los cinco tipos de coronavirus en las categorías Alpha, Beta y Gamma, de los cuales todos los demás, es decir, también el Covid-19, pueden haber derivado.

China tiene en sus laboratorios solo uno de esos tipos, por lo cual se sostiene que el Covid-19 no puede haber sido creado en China.

No es extraño que el Partido Demócrata norteamericano, en plena campaña, bautizara al Covid-19 como el ´Trump virus´.

La administración Trump así como el CDC fueron alertados 3 o 4 meses antes de llegar en marzo el virus a EEUU, y no hicieron nada para prepararse ante la llegada segura del mismo.

En 2019, la Inteligencia norteamericana informo a sus colegas de Israel que en noviembre de ese año podría haber una pandemia en Wuhan.

Los aliados de la OTAN también estaban al tanto desde noviembre, señala el analista internacional Pepe Escobar.

En Israel ya sabían del Sars-Cov-2 un mes antes del primer caso reportado como tal, en un hospital en Wuhan.

En este contexto es preciso preguntarse, al ser responsable el Pentágono, ¿por qué Trump  bautizó al Covid-19 como ´China virus´? y ¿Por qué dejó fluir las ´teorías de conspiración´ que apuntaban a Bill Gates y las fuerzas globalistas.

Es un hecho comprobado que Gates co-financia y, por lo pronto, co-dirige la Organización Mundial de Salud (OMS), pero las dudas sobre la responsabilidad final quedan abiertas.

Ambos bandos (globalistas y continentalistas norteamericanos) podrían haber sido los responsables de haber ´sembrado´ el coronavirus en China durante las Olimpiadas Militares en octubre de 2019.

La presencia de militares norteamericanos ya infectados sin conocimiento de su estado, es una hipótesis perfectamente plausible.

Trump presiona para investigar a la misma China, para evitar que se realice una investigación seria durante su campaña electoral.

Al llamar al Covid-19, el Trump-virus, los demócratas buscan involucrarlo directamente con objetivos exclusivamente electorales, para recuperar el control del gobierno de Estados Unidos.

Estas narrativas de culpabilidad entre demócratas y republicanos obviamente son música para los oídos de los políticos en China, que ya están en plena recuperación económica.

No hay absoluta certeza cuál de las dos fracciones de transnacionales financieras norteamericanas es la responsable de “producir” la ´pandemia´ y haber acelerado la Gran Depresión, y no lo sabremos hasta incluso después de las elecciones de noviembre de 2020.

El Coronavirus en el Pentágono: Hacia las ´Big Tech´ sin marines

La triple guerra anunciada por el Pentágono en tres frentes: contra el COVID-19 (contra China), contra el terrorismo (Irán-Siria-Egipto) y contra los cárteles de la droga en particular (Venezuela con la notable excepción de Colombia), de pronto terminó cuando ingreso en Estados Unidos el coronavirus y, con ello, no hubo ni habrá invasión militar a la Venezuela Bolivariana.

La amenaza de la invasión sirvió a Trump para sus propósitos electoralistas de obtener los 29 votos de Florida y los 38 de Texas.

Trump no puede perder Texas y Florida, al precio que fuera.

Es un asunto “creíble” tal vez para la población norteamericana que la pandemia haya alcanzado a la armada de EEUU. Pero debemos analizarlo más a fondo.

Al parecer, el COVID-19 infectó las tripulaciones de cuatro portaviones y sobre todo al Theodore Roosevelt. EEUU tiene 11 portaviones, cuatro están “fuera de juego” por coronavirus entre su tripulación, 4 están en un dique seco por reparaciones grandes y solo tres están en capacidad de operar pero sin rumbo definido.

El portaviones[2] Theodore Roosevelt, normalmente se encuentra en su base en el Puerto de Guam (en el océano pacifico frente a las costas de la China meridional), tenía a más de 400 marines infectados por Covid-19 y toda su tripulación está en cuarentena.

El Ronald Reagan que tiene su base en Tokio (Japón frente a las costas de Vladivostok -Base Naval Rusa de la Flota del Pacifico- y de la Península de Corea), también se encuentra inmóvil con su tripulación en cuarentena.

Con ambos portaviones fuera de juego, con todo sus sistema de naves asociadas,  «China parece ahora tener sus manos libres en el Pacífico».

Cabe señalar que, en este juego de ajedrez marítimo, China posee en la base naval de Dalian su primer portaviones y el segundo, el Shandong, en la base naval de la isla de Hainan.

Se desconoce si alguna o ambas de las tripulaciones de los dos portaviones chinos exhiban infección alguna de COVID-19.

Mapa 1

Otros dos portaaviones afectados por el Covid-19,  el  USS Nimitz y el Carl Vinson se encuentran en el Puerto de Washington State en un dique seco. 

No deja de llamar la atención que cuatro portaviones norteamericanos de repente se encuentren fuera servicio por coronavirus y, por ello, de pronto no haya amenaza alguna contra China.

Todo parece ser extraño y hay que buscar más allá lo razonable.

Es más, normalmente hay tres portaviones norteamericanos desplegados en el Medio Oriente pero en la actualidad solo uno está realmente presente y otros dos están fuera de la zona: el Dwight D. Eisenhower, desplegado normalmente en San Diego para sus misiones en Medio Oriente, pero en los últimos tres meses el barco no ha hecho escala en ningún puerto; el Abraham Lincoln, normalmente también ubicado en San Diego para sus misiones en el Medio Oriente se encuentra fuera de la zona sin razón, al igual del USS Harry S. Truman.

Es igualmente sorprendente que el portaviones francés ‘Charles de Gaulle’ que desde el 21 de enero participaba en la operación Chammal en el Mediterráneo oriental, para realizar ejercicios multinacionales de la coalición internacional (OTAN) contra el autodenominado grupo Estado Islámico (EI), tenía ya programado regresar a su base en Toulon (sur de Francia) el 23 de abril.

Sin embargo, un brote del coronavirus Covid-19 a bordo del barco y de la fregata ‘Chevalier-Paul’, que lo acompañaba, acortó la misión en el mes de marzo.

Los test practicados hasta ahora dan cuenta de que un tercio de los marineros a bordo estaban infectados.

En total, de los 1.767 militares a bordo, 668 han dado positivo al Covid-19.

En otras palabras no hay portaviones a la vista en Medio Oriente ni tampoco ante las costas de Venezuela.

En el manejo de la lucha contra el coronavirus en Venezuela, EEUU erró en el cálculo ya que el país no se transformó en el nuevo epicentro de la pandemia como había señalado un editorial del Washington Post el 20 de marzo.

Pasado mes y medio desde que se confirmaron los primeros casos (el 13 de marzo) Venezuela solo ha registrado 331 contagios y 10 fallecidos.

El buen manejo más bien permitió que la economía, el flanco principal del asedio contra el país, no se detuviera.

Para dramatizar aún más el cuadro, había otros tres portaviones norteamericanos que estaban en dique seco por reparaciones profundas, como son George Washington en el dique seco del Puerto Newport Virginiahasta fines de 2021; el John C. Stennis, en un dique seco en el Puerto de Norfolk Virginia hasta fines de 2020 y el George H.W. Bush en un dique seco en el Puerto de Norfolk Virginia por 28 meses.

Nos resta uno más, inactivo por no haberse terminado su construcción, el Gerald R. Ford que espera su primer viaje inaugural para 2022.

Según informa un estudio OSD del Pentágono, se busca desarrollar nuevos navíos de guerra que pueden operar en medio de la guerra biológica con corbetas móviles que requieran pocos marines e incluso sin tripulación, con capacidad de evitar ataques de misiles.

En otras palabras, parece que Trump no estaba interesado en las invasiones a Venezuela, Irán o China.

Todo parece ser una pantomima y un juego de palabras por motivos electorales. Pero, en lo que si está interesado Trump es en invertir en material bélico basado en ´Big Tech´, desarrollando armamento que responde a los tiempos del futuro cercano, es decir, sin ocupar grandes y muy costosas bases militares, ni gran número de personas.

Actualmente la política de Trump es descartar este equipo bélico, algo obsoleto, que sí fue estratégico en tiempos donde el dominio sobre los mares era central, pero que en la actualidad con el desarrollo de la Inteligencia Artificial ya no tienen la eficiencia de las tecnologías G5 aplicadas y comandadas a distancia.

Por ello, no es solamente que resultan muy costosos de mantener sino que resultarían ser consideradas obsoletas.

Los portaviones con miles de marines a bordo son de otra época, y resultan vulnerables ya que por algo tan sencillo como un virus de pronto se “encuentran inutilizables”.

¿Cómo quedaron infectados los marines norteamericanos y franceses? ¿Podría ser en las mismas Olimpiadas Militares en Wuhan?

No nos extrañaría que este virus también haya sido ´sembrado´ en estos barcos enormes para justificar la urgencia de un nuevo armamento que cumple con los requisitos de Inteligencia Artificial (IA) de estos tiempos.

El control sobre el ´Big Tech´ no es solamente una competencia entre China y Occidente sino primero que nada una batalla entre globalistas y continentalistas dentro de Estados Unidos.

¿CAMBIARON DE DUEÑO las ´Big Tech´, las FANG?

En la actualidad la pugna por el liderazgo en las tecnologías G5 (5G), es también la pugna por el dominio en el terreno de los Grandes-Datos (Big-Data), estos son los verdaderos motivos que subyacen en la guerra comercial que Washington mantiene con Pekín.

Debido a que la empresa china Huawei ha tomado la delantera en el desarrollo del ´big data´, las tecnologías de la Inteligencia Artificial –IA-.

Porque quién controle la red G5 controlara la producción de los Grandes-Datos (Big- Data) y luego, el proceso de la producción militar, económica, social, política e ideológico-cultural, observado desde una visión financiera unipolar transnacional.

Trump, y todos los sectores asociados a su presidencia, no quiere quedarse retrasado ni perder la “guerra” antes que esta se dé.

Por ello, con su proyecto productivo industrialista nacional que incluye el nacional militar, espera poder utilizar las Tecnologías del Big-Data para recuperar el terreno perdido en la economía militar, frente a Rusia, y en la economía civil, frente  a China.

Por otro lado, de consolidar su posición actual, Pekín-Moscú-Nueva Delhi bien podrían “orientar” el futuro de la humanidad, al contar con el poder para impulsar y sostener una transición hacia un multipolarismo que implicaría un dialogo pluriversal de naciones unidas y filosófico cultural de religiones-civilizaciones, lo cual presupondría un poscapitalismo financiero transnacional.

Desde una renovada posición de fortaleza respecto al ´Big Data´, Trump pretende ser parte también del proyecto multipolar-poliédrico pluriversal mundial con China-Rusia-India-África y Sudamérica.

Las tecnologías 5G, con su hipervelocidad e interconectividad de dispositivos, y sus datos en tiempo real, cobraron una importancia medular en el ‘Data Capitalismo’ de las corporaciones transnacionales como Facebook, Apple, Amazon, Microsoft, Google (los FANG o Big Five) con otras empresas globalistas.

Las ´Big Five´, en conjunto representaban, a fines del 2019, el 17,4% (contra 11.5% a principios de 2017) del valor de las acciones de Standard & Poors (SPX) y con ello ejercieron una influencia en todo el mercado bursátil.

Pero, hemos observado una caída en el precio de las acciones de los FANG entre el 20 de febrero y el 20 de marzo del 2020.

Lo hemos relacionado, primero, a una venta intencionada de las FANG globalistas para forzar la profundización estructural de la Gran Depresión del siglo XXI, que de todas formas iba darse tal como describimos en el trabajo de octubre de 2019[3].

Figura 5Correlación entre cantidad de muertos por Covid-19 y los valores de las acciones S&P500

El 23 de marzo la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, luego de la mayor caída en el valor en las acciones de las FANG a sus mínimos, anunció que adquiriría de forma ilimitada bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas, para sustentar los mercados financieros en respuesta a la crisis ´causada´ supuestamente por la epidemia del coronavirus.

Conforme más muertos se reportaban, peor era la caída abrupta de la bolsa (Figura 5).

Figura 6: Evolución de las acciones ´FANG´ 2019-2020

A partir del 23 de marzo se observa el cambio abrupto, pero ahora es un repunte en la bolsa de Nueva York (Standard & Poors), repentino y empinadamente ascendente como se observa en la figura 6.

El banco central estadounidense, con la participación del Secretario del Tesoro (Mnuchin) y del Presidente Trump, indicó en su anuncio que compraría los activos «en los montos necesarios para mantener un funcionamiento normal de los mercados y una ejecución efectiva de la política monetaria».

Pero, específicamente se excluyó, de otorgar crédito para la recompra de las acciones a las grandes corporaciones.

En síntesis, las FANG pasan en solo 30 días, de una caída estrepitosa a un ascenso estrepitoso, marcando un nuevo record histórico en la bolsa de valores.

En primera instancia pensábamos que los FANG hacían re-compra de sus acciones, ahora a precios más bajos.

La verdadera explicación no se encuentra probablemente a primera vista.

Tenemos que tomar en cuenta que Trump tiene a partir del 20 de marzo la batuta en la propia Fed.

Lo que puede haber pasado es que el propio gobierno y estado norteamericano, con el conjunto de factores asociados, compró dichas acciones depreciadas para poder influir en la conducción de estos consorcios de Big Tech, denominadas FANG.

Hemos de notar el 27 de abril de 2020 que, al haber bajado las acciones de S&P con excepción de los ´Big Five´, las FANG (quitando a Netflix e incluyendo a Microsoft) representaban ya el 25% del capital accionario de Wall Street (S&P).

Los seis Mega Stocks juntos manejaban un capital de 21.4 billones (millones de millones) de dólares, o sea, son capaces de hacer o deshacer la bolsa de valores.

Estas compañías billonarias, las FANG, fueron desde 2008-2013  básicamente financiadas a partir de las plataformas de publicidad, que realizaban las transnacionales globales, cuya vitalidad depende en alto grado del aumento de sus gastos en publicidad.

Las principales empresas que hacen uso de la publicidad están relacionadas con el turismo como Expedia.com o Booking.com.

Empresas como agencias de viaje, cruceros, compañías aéreas, hoteles, etc., que tienen poco o ningún motivo para realizar publicidad mientras dure el coronavirus.

Los hechos son claros, en la medida que baja la publicidad bajarán también el precio de las acciones de las FANG, como lo demuestra Tyler Durden.

Las acciones de los FANG descenderían en picada frente a la perdida de movilidad de las personas, y solo con la intervención del Estado esto podría ser revertido en el marco de la “Pandemia”.

Este hecho puede haber permitido que el control de las tecnologías de la Inteligencia Artificial ya no esté, al menos exclusivamente, bajo control de los intereses globalistas.

Trump, y sus asociados: los industrialistas Rooseveltianos y los Continentalistas van a tener al menos voz y voto en el asunto.

Tomando en cuenta todo lo anterior, nuestra mirada apunta cada vez más hacia Trump como posible “responsable” de esta movida.

China con una criptomoneda oficial con alcance de moneda mundial

Con la introducción del Covid-19 en China las expectativas eran que la economía china recibiría un duro golpe y que Occidente podría aprovecharlo.

China, sin embargo, se recuperó muy pronto del virus cerrando básicamente a la provincia de Hubei con su capital Wuhan.

China lleva ya más de un mes de ventaja por sobre Estados Unidos, y otros, al haber salido del confinamiento, donde la economía del país de hecho nunca estuvo paralizada en general.

El Banco Popular de China (PBOC) lleva tiempo trabajando en el desarrollo de una moneda digital llamada DCEP (Digital Currency Electronic Payment) que se plantearía como una alternativa oficial y legal al yuan o renmimbi, la moneda fiduciaria en la que se basaba su economía desde 1949 [4].

Son cuatro los bancos nacionales en China que ya están realizando pruebas con DCEP. Esta moneda tendrá una paridad 1:1 con el yuan.

El objetivo: convertirla en una moneda mundial que compita con el dólar.

El lanzamiento de esta moneda se da justo en un momento donde Occidente se encuentra confinado por el coronavirus y cuando China aprovechó el espacio-tiempo para adelantarse a las FANG (con Facebook lanzando su moneda digital: Libra que no prosperó).

«Sin duda, con el anuncio de Libra por Facebook, los gobiernos, los reguladores y los bancos centrales de todo el mundo han tenido que acelerar sus planes y su enfoque de los activos digitales», afirmó Dave Chapman, director ejecutivo de BC Technology Group Ltd a Bloomberg, pero al salir del coronavirus China simplemente ha podido adelantarse.

Las criptodivisas se basan en el Blockchain, una red de nodos –servidores– localizados a lo largo de todo el mundo.

Cada uno de estos nodos contiene la misma información: una copia de una cadena de datos formada con todas las transacciones de esa moneda virtual.

Fuera de China no son controladas por ningún banco y son un arma muy peligrosa contra el gobierno chino, que quiere controlar todos los aspectos de estas monedas virtuales, desde que China ha prohibido la minería de criptomoneda en su nación, que incluye a la pro globalista Hong Kong.

A diferencia de las criptomonedas regulares, la del Banco Popular de China sí se encontrara completamente centralizada, rompiendo completamente con uno de los principios básicos de las monedas virtuales.

Mientras que una criptodivisa regular pretende eliminar el control institucional de los bancos centrales nacionales sobre el dinero virtual, la moneda de China intenta completamente lo contrario, proporcionando al gobierno nacional un mayor control sobre los movimientos de dinero.

Así también lograría tener más control sobre el fraude y la evasión.

Esta moneda será distribuida a los bancos comerciales afiliados al Banco Central de China, como el ICBC o el Banco Agrícola de China.

Los pagos móviles se podrán hacer incluso sin conexión a redes de datos.

El móvil no tendrá que estar ligado a una cuenta bancaria.

La gente que no tiene acceso al sistema bancario podrá tener su monedero DC/EP y acceso a esta moneda digital.

China tendría una herramienta singular con la que convertirse en el primer país con una moneda digital efectiva que además podría usarse a nivel global y que podría poner en crisis a otras monedas como el dólar o el euro que son ampliamente utilizadas fuera de sus propias economías.

Huang Qifan, presidente del Centro de Intercambio Económico Internacional de China indicó que con el desarrollo de DC/EP, las transferencias bancarias vía SWIFT, o sea vía EEUU, se han quedado obsoletas.

La idea también es plantearlo como un sustituto del sistema de reserva monetaria del país.

Aunque no hay evidencias claras, pero si sospechas grandes que Xi Jinping, Putin y Trump están considerando compartir una misma cripto-moneda, China ofrece la posibilidad concreta.

Trump es consciente que el dólar tiene sus días contados como moneda internacional de cambio y de reserva.

Es más, la ´impresión´ de dinero sin límite alguno por la Banca central, no terminará el año 2020 sin anunciarse el fin de las monedas fiduciarias en general y del dólar en particular.

La cripto-moneda digital china llamada DCEP, con su respaldo en el oro, será la verdadera moneda internacional de confianza real.

A modo de Conclusión

La Pandemia Covid-19, fue conducida y tuvo como objetivo acelerar su estallido y encubrir no solo la causa real de la Gran Depresión del siglo XXI, sino también crear las condiciones para mantener suprimidas las “libertades” de la población en general.

Lo cual crearía condiciones favorables para instaurar gobiernos autoritarios en medio de la Gran Depresión.

De estar confirmada nuestra afirmación, nos planteamos la pregunta: ¿Quién fue responsable de provocar esta pandemia entonces?

La administración Trump, así como el CDC, estaban al tanto de la posible pandemia Covid-19, antes de su estallido en Wuhan.

La presencia de militares norteamericanos infectados (sin conocimiento de su estado de salud) en las olimpiadas militares en Wuhan es bien plausible. Covid-19 habría salido entonces de los laboratorios de EEUU, detrás de esto podrían estar globalistas, continentalistas o incluso el mismo Trump.

El hecho que hubo coronavirus en la tripulación de 4 portaviones norteamericanos y en uno francés también nos da mayor claridad.

Es muy probable que los marines de esos buques estuvieran en las olimpiadas militares en Wuhan.

Es plausible también que este virus haya sido ´sembrado´ en estos portaviones, para que Trump tenga argumentos para el desarrollo e incorporación de un nuevo armamento que cumpla con los requisitos de Inteligencia Artificial (5G) de estos tiempos.

Y le permita reformular la ecuación heredada de: 800 bases militares en 63 países.

Que son puros gastos y que generan una balanza de pagos negativa para Estados Unidos y ventajas para los Globalistas.

Entonces las miradas irían en dirección a Trump, más aún cuando ha logrado cierto control sobre  las ´Big Five´ de la Inteligencia-Artificial que estaban hasta febrero de 2020 en manos de las transnacionales globalistas.

No podemos excluir la posibilidad que el capital asociado con los intereses industrialistas Rooseveltianos y continentalistas hayan podido comprar sus acciones (FANG) mediante la Reserva Federal, “justo” en el momento de su “sorpresivo” y “abrupto desplome” en marzo de 2020.

El Coronavirus que comenzó en China parecía ser parte de la guerra de ´Big Data´ entre EEUU y China.

Esta sin embargo se recuperó más rápido que cualquier nación en occidente, con lo cual con claridad la gran batalla del poder está hoy al interior de Estados Unidos.

China ha lanzado su criptomoneda justo en el  momento que Occidente se encuentra confinado por el coronavirus.

Esta nación, parte del esquema multipolar pluriversal, se ha adelantado una vez más en la ´Guerra de Big Data´.

Que en el fondo, en esta última etapa, nunca fue entre EEUU y China, sino al interior de EEUU, de Trump y los industrialistas Rooseveltianos, contra las transnacionales financieras globalistas con su Big Five.

WW y WF

Bibliografía consultada

Tylor Durden, ‘Don’t Tread On Me’: 74% Of Voters Worried About Losing Freedoms Due To COVID-19, Zero Hedge, 22 de abril de 2020
Scott Atlas, Stop The Panic & End The Total Isolation, Zero Hedge, 24 de abril 2020
Mike Whitney, Sweden Is Right – The Economy Should Be Left Open, Zero Hedge, 18 de abril de 2020
Jorge Milan, España se convierte en el segundo país del mundo con más muertes con coronavirus por ratio de habitantes, www.20minutos.es, 20 de abril de 2020 
Tyler Durden, This Is Where The World Is On The Corona Curve At This Moment: Over The Hump, Zero Hedge, 20 de abril de 2020
Alcira Argumedo y Juan Pablo Olsson, INTERROGANTES SOBRE EL ORIGEN DEL CORONAVIRUS Y EL FUTURO DEL PLANETARed Nacional y Popular de Noticias, 13 de abril de 2020
Jonathan Turley, Why China Is Unlikely To Be Held Liable For The Pandemic, Zero Hedge, 21 de abril de 2020
Pepe Escobar, What Did U.S. Intel Really Know About the ‘Chinese’ Virus? www.globalresearch.ca , 22 de marzo de 2020
Tyler Durden, This Is A «Cataclysmic» Problem For FANGs: Diller Warns Of Record Crash In Ad Spend, Zero Hedge 16 de abril de 2020
Tylor Durden, Crude Crashes As Mega Techs Soar Amid Record Surge In Deaths, Unemployment, Zero Hedge, 17 de abril de 2020
David Welna, With Warship Coronavirus Cases Rising, Concerns Over Military Readiness, https://www.npr.org, 9 de abril de 2020
David Axe, The Surprisingly Deliberate Reason There is No US Aircraft Carrier That Can Fight Venezuelahttps://nationalinterest.org/, 25 de marzo de 2020
David AxePentagon to US Navy: Cut two aircraft carriers, The National Interest, 21 de marzo de 2020
Andrew Court, US aircraft carriers in the Pacific are taken out of action for up to a MONTH after sailors get infected with coronavirus, https://www.dailymail.co.uk/news, 21 de abril de 2020
Robin BravenderCOVID-19 is hitting aircraft carriers and other Navy ships. 10 de abril de 2020.
Marco Teruggi, La estructura del plan final para asfixiar a Venezuela, Sputniknews, 30 de abril de 2020
Elias Rodríguez García China se sube al carro de las criptomonedas con su propio Bitcoin oficialhttps://urbantecno.com, 15 de abril de 2020

NOTAS
[1] Coronavirus y Guerra de Big Data, Wim Dierckxsens, Walter Formento, 17/03/2020.https://www.alainet.org/es/articulo/205295
[2] Un portaviones​ o portaaviones​ —también llamado portaeronaves​ o portaaeronaves—​ es un buque de guerra capital capaz de transportar y operar aviones, helicópteros y drones. Sirve como una base móvil para aeronaves que pueden entrar en combate o hacer reconocimiento. Tiene su propio grupo de batalla conformado por varios destructores, fragatas, cruceros, submarinos, helicópteros anti-submarinos y aviones de alerta temprana que lo protegen y salvaguardan.
[3] Dossier Geopolitico https://dossiergeopolitico.com/2019/10/15/2020-una-perestroika-americana-1/
[4] El bitcoin en la geopolítica, Wim Dierckxsens, Walter Formento, 22/01/2018. https://www.alainet.org/es/articulo/190514;
Geopolítica, Inteligencia Artificial y Poscapitalismo, Wim Dierckxsens, Walter Formento, 19/07/2019. https://www.alainet.org/es/articulo/201097.

Presentamos un análisis elaborado por el Licenciado en Ciencias Politicas Juan Martin González Cabañas sobre: las tendencias Geo-estratégicas globales 2040, que realizo el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEES).

Dicho informe es de antes de desencadenarse esta Pandemia que nos afecta, pero en general es de una gran actualidad e importancia. Pero fundamentalmente es cómo debe realizarse una prospección de tipo geopolitico, que tiene sus reglas y sus objetivos claros y definidos a estudiar, decimos esto, pues por estos tiempos vemos un estallido de “expertologos” en geopolitica, que apenas se les pregunta por las teorias geopoliticas de: Ritter Humboldt, Ratzel, Kjellen, Spykman, Strausz Hope, Douhuet, hacen agua, porque no se saben de que estamos hablando. Por ello es muy importante destacar el esfuerzo analitico de Juan Martin González Cabañas, un joven investigador de fuste.

Lic Carlos Pereyra Mele – Director de Dossier Geopolitica 

Tendencias geo-estratégicas globales 2040

PANORAMA DE TENDENCIAS GEOPOLÍTICAS: HORIZONTE 2040

Por Juan Martin González Cabañas 

  • Introducción:

Síntesis y análisis de la publicación “Panorama de Tendencias Geopolíticas; horizonte 2040” elaborado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEES).

  • Presentación

La publicación “Panorama de Tendencias Geopolíticas; horizonte 2040” elaborada por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEES) reúne posibles escenarios y tendencias geopolíticas globales para el periodo 2020-2040 (incluso con previsiones de largo plazo posteriores).

Para la elaboración de estos documentos se han consultado a 200 expertos, de distintas organizaciones españolas civiles y militares, procedentes de las Fuerzas Armadas, compañías y universidades.

Es un trabajo de análisis prospectivo sobre el mundo actual y su posible evolución hasta el año 2040. Para ello, se han definido cinco macro-factores: el factor físico, el factor humano, el factor económico, el factor sociopolítico y el factor militar. 

A su vez, cada uno de estos factores agrupa el estudio individual de dieciocho áreas temáticas por separado, si bien, relacionadas entre sí en mayor o menor grado.

Así, el factor físico agrupa: el cambio climático, los espacios comunes globales, el sector espacial y el ciberespacio. Por su parte, el factor humano engloba: la demografía, la desigualdad de género, las religiones y la educación. El factor económico se organiza en l recursos no energéticos, energía, la geoeconomía y los objetivos de desarrollo sostenible. Respecto al factor sociopolítico, este encuadra la comunicación, la globalización, y los fundamentos sociopolíticos (cultura, creencias e ideas). Por último el factor militar analiza la era de la información, la tecnología y la conflictividad. 

Cada una de las dieciocho áreas finaliza con unas implicaciones para la seguridad a nivel mundial, regional y nacional.

Prospectiva de tendencias geo-estratégicas

Factor físico

  • Espacios comunes globales

En esta sección bajo los códigos de una visión geopolítica clásica expresa una inquietud prospectiva por posibles futuras tensiones geo-estratégicas ante la presencias de potencias emergentes no occidentales (como China, India y Rusia) así como actores no estatales en zonas de transición geográficas, arterias de trasporte marítimo, la competencias por recursos naturales, la presión sobre las zonas comunes por donde se trasladan esos recursos, y las implicancias del cambio climático en el tablero global.  

Teniendo en cuenta estos escenarios se destaca la iniciativa OBOR (Nueva Ruta de la Seda) de China como una estrategia para tener rutas de acceso alternativo ante una eventual tensión marítima que la pueda involucrar.  

En retrospectiva teniendo en cuenta anteriores etapas históricas, esta visión prospectiva nos plantea un periodo futuro de competencias entre grandes potencias (¿en un escenario tendiente hacia la multipolaridad tal vez?).

  • El sector espacial

En esta sección se analizan los posibles escenarios futuros que implican una mayor  actividad espacial (que debido a la mejora tecnológica reduciría económicamente el costo de la explotación del espacio exterior) de las grandes potencias que irían desde actividades ya conocidas como la mayor presencia de satélites, así como nuevas:                               explotación de recursos espaciales, turismo espacial. Las continuas actividades de estos actores también implicaría posibles nuevas tensiones en este reciente ámbito geopolítico, como disputas por orbitas, zonas de explotación,  basura espacial. 

Los sistemas espaciales se convertirán en infraestructuras críticas para el desarrollo económico y social y, por tanto, en objetivos valiosos para Estados así como organizaciones terroristas y criminales. También serán vitales para las fuerzas armadas y los cuerpos y fuerzas de seguridad de las naciones más desarrolladas. La posibilidad de desplegar sistemas de armas y la necesidad de proteger los activos en órbita llevarán a una progresiva militarización del espacio, pese a las ambiguas restricciones de los tratados y principios internacionales vigentes, y a las nuevas estructuras de cooperación y gobernanza internacionales que se pudieran desarrollar.”

  • El ciberespacio

Los pilares de la nueva revolución cibernética en la actualidad y que tendrán importantes implicancias a futuro son: la computación en la nube (The Cloud), el Big Data (BD), el  internet de las cosas (IOT), el Blockchain (cadenas de bloques) la Inteligencia Artificial (IA) y el 5G.

Se menciona también como la dependencia tecnológica requerirá sistemas de seguridad cibernéticos acordes a las amenazas que pueden vulnerar la infraestructura informática. 

Por otro lado, las leyes y normativas de protección de datos del consumidor y de responsabilidad, serán cada vez más necesarias para resguardar los posibles riesgos que implican el almacenamiento y uso masivo de por parte de gobiernos y grandes corporaciones que podrían usarlo en sus propios beneficios.

La cooperación internacional (por ejemplo a través de bloques regionales) en temas de ciberseguridad será fundamental.

  • El cambio climático                                                                                                                             

Es un cambio global inequívoco y traerá grandes implicancias, aunque estas se manifiestan de distinto grado a distinto a nivel (como locales y regionales) implicando grandes tensiones. Esta última tendencia implicara el aumento de desastres naturales (olas extremas de calor o frio, precipitaciones extremas, incendios forestales). Los países en desarrollo (los que menos impacto tienen en el cambio climático) son los que más sufrirán sus consecuencias. 

  • El impacto sobre las poblaciones está relacionado también con su situación política, económica y social, al incrementar las desigualdades existentes y aumentar los factores de tensión y la inseguridad.
  • La temperatura de la superficie terrestre continuará aumentando a los largo del siglo XXI. Se prevé que las emisiones de gas efecto invernadero (GEI) aumenten entre el 37% y el 52% para 2050, lo que provocará un incremento de temperatura de entre 1,7º y 2,4ºC.
  • Las proyecciones climáticas señalan un aumento en el número y gravedad de desastres naturales en regiones vulnerables y con poca capacidad de adaptación (como el Sahel. El MENA y el sudeste asiático) lo que empujaría a unos 720 millones de personas a una situación de pobreza extrema en el periodo 2010-2050. 
  • Por cada grado que aumente la temperatura de la superficie del planeta, alrededor de un 7% de la población mundial sufrirá una reducción mínima del 20% de sus recursos hídricos renovables.
  • ACNUR estima que en 2050 podría haber entre 150 y 1000 millones de desplazados (refugiados climáticos) como consecuencia del cambio climático, aunque la cifra más probable se sitúe alrededor de los 200 millones.
  • El calentamiento global agravará problemas como la pobreza, la inseguridad alimentaria, la degradación del medio ambiente y la fragilidad de los Estados

Factor humano

  • Demografía

Los cambios demográficos reducirán la influencia de Occidente y consolidara el ascenso de nuevas potencias. Los factores demográficos contribuirán al surgimiento de nuevas potencias, que erosionarán el liderazgo global de Occidente y constituirán la nueva geometría polimórfica que se está conformando en el campo de las relaciones internacionales.

El crecimiento demográfico sumado al cambio climático implicara una tensión por el acceso a los recursos, estos factores serán foco de potenciales disputas.

En 2030, se prevé que el declive demográfico de Europa habrá comenzado. A fines del siglo Asia comenzará también su declive demográfico, aunque seguirá aportando más de la mitad de la población mundial. África continuará con su crecimiento imparable hasta constituir más de la cuarta parte de la población mundial. Para finales de 2050 se estima que seis países africanos (Angola, Burundi, Níger, Somalia, Tanzania y Zambia) habrán triplicado su población, por lo que el continente africano duplicará el número de habitantes actuales.

Se estima que 50% del crecimiento demográfico mundial se concentrará en la India y en los países de mayorías musulmanas como: Nigeria, República Democrática del Congo, Paquistán, Etiopía, Tanzania, Uganda e Indonesia.

La falta de integración de los inmigrantes a las zonas de la UE, podría ser un foco de tensiones y conflictos.

  • Religiones

Entre los cristianos se prevé el crecimiento de las sectas protestantes en América y en África. Los cristianos seguirán siendo mayoritarios en el mundo hasta 2100, fecha en la que es probable que el islam les sobrepase por un punto porcentual (34,9%), si no se modifican los parámetros demográficos actuales.

Continuará el crecimiento y expansión de nuevos sectores radicalizados: el protestantismo evangélico en EE.UU, la hindutva en la India, el salafismo y el islamismo wahabí en Oriente Medio, el pentecostalismo en África y América Latina.. Un denominador común de estos nuevos movimientos será el despliegue de organizaciones con potencial político.

  • Educación

Las instituciones educativas tradicionales serán progresivamente sustituidas por un aprendizaje apoyado en internet, donde el profesor será un mediador entre los estudiantes, la tecnología y el conocimiento.

Los trabajadores deberán actualizar sus conocimientos durante su vida laboral para adaptarse al permanente desarrollo tecnológico.

El cóctel de un incremento migratorio, un mejor y más barato acceso a la tecnología y a las redes sociales, la desigualdad educativa y académica, el subempleo de graduados y la fuerte competencia en el mercado laboral plantea un escenario proclive a los conflictos sociales.

Factor económico

La competencia por los recursos, en aumento por el crecimiento demográfico, la rápida urbanización y el cambio climático, provocará nuevas tensiones, riesgos e incertidumbres en las relaciones internacionales. El crecimiento de las potencias asiáticas transforma las materias primas en un factor geopolítico y de seguridad.

El crecimiento exponencial de China y otras potencias asiáticas podría provocar que la garantía de acceso a materias primas vitales ocupe una posición central en la seguridad internacional, dada la creciente demanda de recursos vitales (agua y tierra productiva), así como de tierras raras. Esto plantearía un panorama de competencia geoestratégica por los recursos.

El área Asia-Pacífico sustituirá a Occidente como el escenario central económico y va adquirir mayor peso en el proceso de la globalización.

La formación de nuevos bloques económicos, aún incipientes, irá conformando un nuevo orden con características más proteccionistas

Nuevas instituciones financieras surgirán y se consolidaran para dar respuesta a las necesidades de los países emergentes, compitiendo con la arquitectura financiera dominada por Occidente surgida luego de la segunda guerra mundial.

El avance tecnológico posibilitará nuevos métodos financieros basados en dinero virtual o criptomonedas, especialmente en los países emergentes, con lo que se evita la volatilidad del tipo de cambio y las tasas e impuestos asociados al crédito bancario.

El G7 podría ver caer su aporte al PBI mundial alrededor del 20% l, mientras que el E7 (China, India, Brasil, México, Rusia, Indonesia y Turquía) aumentaría su participación hasta casi el 50% del mismo, impulsado fundamentalmente por China y la India, quienes podrían ser las mayores economías mundiales

El escenario será una economía global a tres velocidades: Europa y Japón con un crecimiento estancado; China y la India, con tasas muy superiores de crecimiento, y los EE. UU., con crecimientos moderados, pero viendo erosionado su poder y su capacidad de influencia.

China, gracias a su crecimiento acelerado, aumentará su capacidad militar. Su posicionamiento global, cada vez será más asertivo, lo que provocará fricciones con los países que comparten sus espacios marítimos, así como con los EE.UU y Japón.

La economía mundial seguirá hacia un escenario globalizado de máxima competitividad. Solo aquellos Estados capaces de innovar y de adaptarse, en un mundo cada vez más integrado, serán capaces de tener éxito

La economía circular será la piedra angular del crecimiento sostenible.

La salud de la población será uno de los grandes desafíos del siglo XXI. La globalización, el cambio climático, los conflictos, el auge de la urbanización y el progreso tecnológico constituyen factores de riesgo en la aparición de pandemias a nivel global.  (Pág 109)

  • Energía

El consumo de energía, por lo que el crecimiento en la demanda de energía se producirá fundamentalmente en los países emergentes.

El petróleo seguirá siendo, a corto y medio plazo, el recurso energético de mayor consumo e impacto geoestratégico

Las consecuencias derivadas del cambio climático podrían aumentar el grado de compromiso medioambiental y acelerar la implantación de las energías renovables. En cualquier caso, la progresiva concienciación y presión pública favorecerán en mayor o menor medida, a las políticas de energía renovable.

Las tierras raras necesarias para nuevo desarrollos tecnológicos, con sus reservas concentradas en pocos lugares del mundo, aumentarán su importancia geoestratégica.

Factor sociopolítico

La globalización no es necesariamente un fenómeno pacifico que favorece la estabilidad,  al comprimir  tiempo y espacio, y al aumentar la interdependencia, aumenta las oportunidades pero también aumenta la vulnerabilidad ante los flujos y crisis que se producen a nivel global en las distintas realidades locales. 

La globalización es un proceso dinámico y hegeliano de racionalización hecho sobre la base de la cultura occidental pero el cual cada vez desplaza más su peso económico hacia Asia pacífico. Se podría plantear un escenario de un orden multipolaridad, en tanto que se están conformando dos masas geopolíticas que dividen de forma notable al mundo. 

La globalización mantendrá la tendencia a la regionalización, en una era posthegemónica de occidente, donde los polos principales seguirán siendo Occidente y Asia-Pacífico, cuyo desarrollo continuará, alterando los equilibrios geoeconómicos del mundo, forjando un nuevo balance de poder.

  • En un mundo globalizado convivirán sociedades líquidas con sociedades sólidas, con una creciente tensión entre ellas

En Occidente seguirá imponiéndose progresivamente un modelo de sociedad líquida, como resultado de una era post-moralista, que predica el triunfo de una ética indolora que rechaza y desacredita el compromiso comunitario. 

En otras áreas del globo, la modernidad líquida será cada vez más rechazada como decadente. Estas sociedades, sólidamente asentadas en creencias o convicciones, religiosas, étnicas o políticas, recuperarán discursos más cohesivos e integradores.

  • Democracias de audiencias y crisis de representación 

En occidente el liderazgo se seguirá midiendo por  la capacidad de seducir en el corto plazo. Los argumentos políticos y de razón seguirán estando subyugados por el predominio de la imagen (videopolitica).               

  • Una elite global trasnacional

Se consolidara una aristocrática trasnacional cosmopolita con un creciente poder de influencia que afectará transversalmente a los discursos y agendas políticas. Ante este fortalecimiento de los actores trasnacionales, los Estados se esforzaran por contrapesar su creciente influencia (clivaje globalismo vs soberanismo).

Factor militar

  • La tecnología

La capacidad de integración del factor tecnológico será el elemento decisivo de toda estrategia de defensa nacional.

La guerra de la información, cada vez más apoyada sobre las diferentes tecnologías, será progresivamente más real y decisiva. Así mismo, el ciberespacio y el espacio exterior se irán imponiendo como nuevas dimensiones geopolíticas. Tecnologías como el Internet de las cosas permitiría unificar a todos los elementos unidos en una red (unidades humanas, robóticas, teledirigidas). La automatización de sistemas de armas implicara grandes dilemas éticos.

Conflictividad

  • Escenario de multipolaridad atenuada

El mundo tendrá un escenario multipolar atenuado teniendo como principales actores militares a China y los Estados Unidos. Le seguirán en menor medida otras potencias, Rusia, la India y, en su caso, una Unión Europea militarmente integrada. Solo las grandes potencias serán capaces de desarrollar todo el espectro de las operaciones militares y tener un desarrollo tecnológico militar competitivo.

  • Guerras hibridas la  zona gris entre la guerra y la paz

Las guerras serán cada vez más híbridas, más grises y más urbanas, con una combinación de operaciones convencionales y no convencionales, guerra cibernética y manipulación de la opinión pública extranjera y de la propia.

  • Unidades militares pequeñas altamente capacitadas y tecnificadas

Los ejercititos se medirán por su capacidad de incorporar tecnología a sus unidades militares en el campo operativo. El Big Data será un elemento de gran apoyo para los mandos a todo nivel. 

  • Ciberdefensa 

Los ejércitos que cuenten con personal mejor formado en los nuevos entornos tecnológicos tendrán ventaja. En este campo, las potencias tecnológicas, como China y Estados Unidos,  India y Rusia, estarán mejor posicionadas. 

Conclusión: Una era de inquietud 

En base  a visión prospectiva que nos plantea la publicación Panorama de Tendencias Geopolíticas; horizonte 2040 viviremos una época de grandes cambios en todo el mundo que afectaran todos los ámbitos humanos, cambios que plantean múltiples desafíos.              


Con estos cambios la consecuente  de incertidumbre que ellos implican, en nuestra capacidad de comprensión, adaptación y decisión sobre ellos. Para navegar en este mundo, con estos escenarios, se requerirá del pensamiento estratégico, visiones pragmáticas de todos los acontecimientos y ámbitos, para abordarlos y gestionarlos.

En el ámbito geopolítico y de las relaciones internacionales, los cambios económicos, demográficos, sociopolíticos y militares, podríamos observar un nuevo orden en el equilibrio de poder: con un continente asiático en ascenso y un occidente con su influencia en declive. Esta posible nueva distribución del poder  (futura geometría del poder) podría ser de un orden de tipo multipolar atenuado con EEUU y China como sus dos principales actores, seguidos por Estado continentales industriales como India, Rusia y una Unión Europa (lo suficientemente cohesionada). 

Una mayor variedad de polos de poder global, implicaría un orden y un mercado geopolítico más competitivo, lo que podría ser tanto un desafío así como una oportunidad para el resto de los países en el mundo, más relegados del sistema internacional. 

Ámbitos más recientes (como dimensiones geopolíticas) cada vez obtendrán más relevancia estratégica como el ciberespacio, el espacio del exterior y el cambio climático.      

La globalización seguirá vigente como proceso, pero de forma más fraccionada, con
una naturaleza más regionalista, surgirán nuevas dinámicas e instituciones en consecuencia.  

  • En un mundo globalizado convivirán sociedades líquidas con sociedades sólidas 

En Occidente seguirá el modelo de sociedad líquida, basado en una ética individualista y material que rechaza connotaciones comunitarias. Esta ética podría agravar la fragmentación y polarización en las sociedades occidentales. 

Por otro lado el modelo de sociedades sólidas, más propio actualmente de sociedad no occidentales, basadas en elementos identitarios, podría correr con la ventaja de tener más resilencia, a través de su carácter más cohesivo,  frente a un mundo en constante agitación.  

  • La importancia de la Geotecnologia 

El avance tecnológico será cada vez más determinante como elemento estratégico de los Estados, no solo  para el crecimiento económico y el desarrollo de las sociedades sino también para su seguridad. En esto las grandes potencias, con sus grandes escalas en la dotación de estos factores (usualmente Estados continentales industriales) correrán con ventaja

FUENTE: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/OtrasPublicaciones/Nacional/2019/panorama_de_tendencias_geopoliticas_2040.pdf

Entrevista de Alfredo Guruceta a Carlos Pereyra Mele

Para el Programa de Tv “Con sentido Común” que se emite por Canal “C” de Córdoba

Un Mundo distinto caracterizamos la actual situación. El Coronavirus vino a juntar todas las crisis que existen Economías, Financieras, Geopoliticas. Etc.,

En crisis el “modelo” desde 1991 que se implementó luego de la caída de la URSS que fue:

El MERCADO “GOBIERNA”, la POLÍTICA “ADMINISTRA”

Entrevista de Javier Benítez a Carlos Pereyra Mele

Sérgio Moro, exministro de Justicia de Brasil y hombre del riñón del presidente, Jair Bolsonaro, golpeó la mesa en el Palacio de Planalto y echó más gasolina a un incendio que devora a la política en su país y deja en una posición delicada al jefe de Estado. Se fue, tirando de la manta, y dejando al descubierto a Bolsonaro.

AUDIO: https://mundo.sputniknews.com/popup/radio/?audio_id=80188467

Capturas de pantalla de una presunta conversación que mantuvo con Bolsonaro. Fue lo que publicó el medio Jornal Nacional-Globo, tras haberlas recibido del propio Sérgio Moro. El contexto: el presidente pide interferir en la investigación de sus diputados aliados.

Moro apeló a la filtración para dar sustento a las acusaciones que lanzó contra Bolsonaro, quien al cesar a Mauricio Valeixo como director de la Policía Federal, ejerció sobre esta institución una interferencia política. Un extremo que Bolsonaro rechazó y Moro ejecutó la acción apenas renunciar a su cargo.

Tras la negación por parte del mandatario, Globo le pidió a Moro que presentara pruebas que respaldaran sus acusaciones. Algo que hizo y desató el escándalo que se suma a los anteriores que viene protagonizando la Administración Bolsonaro.

En opinión de Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, la complicada situación de Brasil cobra relevancia a nivel regional por la importancia que tiene, en parte por su ubicación geoestratégica –limita con 10 países en América del sur–, y por su dimensión y potencialidad económica.

«En este escenario se han venido desarrollando en los últimos años unos cambios copérnicos en lo que es la política nacional e internacional que venía sosteniendo Brasil durante décadas», explica el analista en referencia a los anteriores Gobiernos del país sudamericano.

La fama le precede a Moro quien fue el juez que hizo detener al expresidente Luis Inácio Lula da Silva, lo que le impidió que fuera candidato a la presidencia en las elecciones que finalmente ganó Bolsonaro, apunta el experto.

Lo que subyace en la renuncia y posterior denuncia de Sérgio Moro, de acuerdo a Pereyra Mele, «es el intento de Bolsonaro de manipular las investigaciones de la Policía Federal para eliminar las investigaciones sobre sus hijos [aparte de los diputados], fuertemente comprometidos con negociados y con desviaciones de investigaciones de crímenes».

La importancia de Sergio Moro radica en que fue «el hombre que incorporó a las clases medias urbanas al bolsonarismo a través de la famosa presencia de la lucha contra la corrupción, el honestismo, etc. Todo un modelo que se vino trabajando en Brasil a través de los medios de comunicación para implementar la posibilidad de un cambio político, que previamente fue acompañado con el impedimento a Lula da Silva de ser candidato, pero también de un golpe palaciego que dieron a la expresidenta Dilma Rousseff», detalla Pereyra Mele.

Según el analista, Bolsonaro «quiere funcionar a través de un modelo que se llama ‘parálisis institucional’, porque como ha perdido sus alianzas en las Cámaras de diputados y senadores, esto lo ha llevado a apoyar las últimas manifestaciones que hemos visto pidiendo la intervención al Parlamento, o sea, prácticamente instaurar una nueva dictadura. Esta es la realidad de hoy de Brasil», concluye Carlos Pereyra Mele.

Carlos Pereyra Mele

Tal vez el mayor destacado es que la Nación «verdeamarela» dirigida por Jair Messias Bolsonaro ha superado en un aumento vertiginoso el mojón chino en el peligroso camino de ascenso a la cima de Covid 19, acusando 87.187 contagiados y 6.006 fallecidos

El «scratch du oro» se dirige raudamente al próximo hito en la ruta que es el escalón de los 100.000 contagiados, para pasar a formar parte del pequeño y selecto grupo de países que conforman la «élite» de la pandemia que hasta ahora son nueve. El ministro de salud de Brasil, Nelson Teich dice que podrían alcanzar la cifra de 1.000 muertes diarias imputables al virus [1], si continua el ritmo de crecimiento de la pandemia con 6.000 a 7.000nuevos casos detectados por dia. 

El estado de Maranhao en el noreste de Brasil acaba de adoptar el confinamiento total [2]; es el primero en hacerlo por el incontrolable crecimiento de los contagios y el colapso de su débil sistema sanitario. Sin dudas Brasil está atravesando una grave crisis sanitaria junto a una también grave crisis político institucional, cual más grave que la otra, que se retroalimentan. Brasil va camino a convertirse en el próximo centro de la pandemia.

El colapso brasileño de producirse va a tener consecuencias inimaginables para la Argentina, en especial una, que es alejar la posibilidad que juntos afrontemos el «eterno» desafio de la integracion latinoamericana imprescindible en estos tiempos. Por eso nos debe preocupar profundamente, la desgracia de nuestros hermanos y «adversarios» brasileños y el fracaso del «bolsonarismo» [3] debe conducirnos a una profunda introspección y autocrítica. 

Otra noticia es el estallido pandémico de la Rusia de Putin . El dia 15 de abril tenían 25.000 contagiados y 198 fallecidos, al día de hoy 114.000 casos positivos y 1.169 muertos, un crecimiento exponencial de la pandemia, pero con baja tasa de letalidad y mortalidad del virus. Habrá que seguir como sigue esto en la nueva Rusia que hasta ahora la sobrelleva con sobriedad y dignidad.

Una mención para la prolija y ordenada Alemania, con sus 163.000 contagiados y  sus 6.600  muertos, que con su reconocida eficiencia y minuciosidad teutónica trata de evitar que se le escapen los números de contagiados, y oscila entre ajustar el cierre o flexibilizar.

Una buena noticia, viene de Italia y España, caras a nuestros afectos han logrado relantizar el crecimiento de nuevos contagios y denuncian un número decreciente de muertos por dia, que oscilan en el rango de 250 a 300 casos. [4] y [5]

Por último las cabezas del mundo anglosajón, EEUU y el United Kington son los que más muertos y contagiados tienen en el mundo y mayor desmanejo muestran: son el centro de la pandemia. Con un desorden casi caótico y fracaso ruinosos en ambos, siendo el corazón y la mente de ese mundo (al que Francia adhiere por vocación de amanuense y deseos de pertenencia, a un mundo que no le pertenece por historia, cultura y religión). 

Y en este «fracaso del sueño americano e inglés»; no encuentran otra explicación a sus desgracias que echarle la culpa a los chinos. 

El Covid está desnudando la decadencia que marca el final de ese «occidente anglosajón» que sometió al mundo en los últimos 100 años y lo «formateo» según sus pautas culturales, sus valores y principios para colocarlo al servicio de sus intereses. 

El Covid, ese virus “que no tiene vida” pero mata, ha cerrado el ciclo de ese mundo viejo, y ante nuestros ojos desnuda su agotamiento, sus crueldades, sus miserias, sus debilidades,  sus contradicciones, sus vetustos paradigmas, sus mitos y falsedades y lo demuele sin piedad. 

El «Covi» con la crisis que ha desatado, le da inicio a la partida a ese mundo viejo y agotado….y con seguridad sin retono.

Dr. Antonio M. Mitre especial para Dossier Geopolitico

Adaptación y Notas: Carlos Pereyra Mele

[1] Ministro de Salud afirma que Brasil podría alcanzar las 1.000 muertes diarias por coronavirus http://www.motoreconomico.com.ar/america-latina/ministro-de-salud-afirma-que-brasil-podra-alcanzar-las-1000-muertes-diarias-por-coronavirus 

[2] Primer estado de Brasil adopta confinamiento total    https://www.dw.com/es/primer-estado-de-brasil-adopta-confinamiento-total/a-53300157 

[3] Yque ? dice Bolsonaro https://www.elobservador.com.uy/nota/-y-que-dice-bolsonaro-ante-la-cifra-de-5-000-muertes-por-coronavirus-en-brasil-2020429111737 

[4] Bajan las muertes en Italia

https://www.elmundo.es/internacional/2020/04/30/5eaaf5c4fc6c8397408b45c0.html

[5] Segundo dia en España con menos de 300 muertos por Covid-19

https://elpais.com/sociedad/2020-05-01/ultima-hora-del-coronavirus-en-espana-y-el-mundo-en-directo.html

[6] Estados Unidos registró 2.053 nuevas muertes por coronavirus y el total asciende a 62.906

https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/05/01/estados-unidos-registro-2053-nuevas-muertes-por-coronavirus-y-el-total-asciende-a-62906/

Por Gonzalo Fiore Viani

Mientras el 50% del planeta aún se mantiene en cuarentenas más o menos estrictas, hay algunas excepciones. Un caso paradigmático de esto ha sido Vietnam. El país del sudeste asiático ha logrado salir durante esta semana de una cuarentena sumamente estricta, sin una sola muerte, y comenzando paulatinamente a retomar un ritmo relativamente normal. A pesar de que seguramente será golpeado por la falta de turismo –que impacta a nivel mundial-, todos los ojos del mundo están puestos sobre la experiencia vietnamita. El país estableció una de las cuarentenas más fuertes del mundo durante el mes de febrero, preocupado por las consecuencias que podría tener el constante intercambio de bienes, servicios, y personas con China. Como saldo, ha logrado contener la Covid-19 con poco menos de trescientos contagios y ninguna muerte. Si bien por ahora continúan prohibidas las grandes reuniones públicas, las clases retomarán la semana próxima y ya comenzaron a abrir fábricas en Hanoi y en la ciudad de Ho Chi Minh.

Prácticamente, desde el momento en que se conoció el brote originario en Wuhan, en enero, el gobierno de Vietnam decidió prohibir todos los vuelos provenientes desde China. A su vez, puso en cuarentena inmediata a todos los viajeros que llegaran desde distintos países, aunque no tuvieran síntomas de ningún tipo. El aceitado aparato de inteligencia estatal y del ejército vietnamita sirvió para rastrear los casos, uno por uno, y luego contenerlos. Evitando de esta manera que se produjera la tan temida transmisión comunitaria desde el minuto cero. El gobierno, encabezado por el presidente Nguyễn Phú Trọng y el primer ministro Nguyễn Xuân Phúc, desconfió de los datos que llegaban de China. Vietnam comprende las particularidades del sistema chino mucho mejor que Occidente e incluso que otros países asiáticos vecinos, debido a que comparte algunas cuestiones ideológicas. Por ello, entienden que en algunas ocasiones, las cifras oficiales no necesariamente son las verdaderas. Esta cautela le permitió tomar medidas inmediatas, sin esperar a que el virus se expanda hasta límites incontrolables.

Vietnam tiene una frontera terrestre de más de 1.300 kilómetros con la República Popular China. La cuál también fue cerrada apenas se conocieron los primeros casos. La influencia del Partido Comunista chino se mantiene en Vietnam desde finales de la guerra con los Estados Unidos, en 1975. A pesar de algunas fricciones y conflictos pasados, el país necesita las inversiones del gigante vecino para sobrevivir y es fuertemente dependiente de su economía. En 1979, fue invadido por la China de Deng Xiaoping debido a que Vietnam se encontraba alineado con la Unión Soviética dentro de la interna que atravesaban los países del entonces llamado bloque comunista. Vietnam había invadido unos meses antes la Kampuchea Democrática, actual Camboya, para terminar con el régimen genocida de Pol Pot y los Jemeres Rojos, por aquel entonces alineado con China. Más acá en el tiempo, se produjo una grave crisis diplomática en 2014. A causa de que la corporación estatal china, National Offshore Oil, instaló una plataforma petrolera en las islas Paracelso, situadas en el mar de la China, que pertenecen a Vietnam, pero por las cuáles mantiene una disputa territorial con la República Popular de China.

Conocido mundialmente por haber derrotado durante el Siglo XX a dos de los ejércitos más importantes del mundo, el francés primero, y el estadounidense después, ahora Vietnam también logró derrotar a la pandemia. A su vez, el gobierno vietnamita ya inició su propia campaña diplomática. Al igual que China, comenzó a enviar a distintos países kits de ayuda médica. Entre ellos, a Estados Unidos, donde envió medio millón de trajes protectores especiales la semana pasada, los cuales fueron agradecidos por el mismo Donald Trump en su cuenta de Twitter. Inclusive los shoppings volvieron a abrir, al igual que los mercados callejeros y los distintos comercios. A pesar de que la capital vietnamita, con 13 millones de habitantes, nunca terminó de parar por completo, la noticia de la vuelta de las actividades y el ritmo regular ha sido recibida con júbilo por sus habitantes.

El 29 de abril justamente se cumplieron 45 años de la reunificación de Vietnam. Tras la independencia de Francia, el país quedó dividido en Vietnam del Norte y del Sur. Cuando las fuerzas del Vietcong terminaron triunfando por sobre el ejército estadounidense y tomaron Saigon, actual Ciudad Ho Chi Minh, terminando así con la guerra de Vietnam y nuevamente convirtiendo al país en uno sólo. Por supuesto, no se realizará ningún tipo de acto masivo, como sí sucedió en 2015, cuando se cumplió el 40 aniversario. Sin embargo, el gobierno vietnamita, que sigue siendo comunista, al menos en los papeles, tiene nuevamente un gran logro para mostrar al mundo. Superaron, en una primera etapa, a una pandemia que todavía sigue manteniendo en jaque al resto de los países. Y que, dada su cercanía geográfica, política, cultural y comercial con el país donde se originó, podría haber significado una catástrofe humanitaria.

Publicado en diario Hoy Dia Cordoba https://www.hoydia.com.ar/opinion/153-analisis-internacional/68868-otra-guerra-ganada-para-vietnam.html

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

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  • El Coronavirus vino para mostrar todo lo que estaba mal pero que nadie quería ver !
  • Ahora la situación nos muestra que la “última” globalización toca a su fin -la del Neoliberalismo-, a pesar de sus fanáticos defensores, que quieren sostenerla a capa y espada. 
  • Hoy el “centro” del mundo del siglo XXI, el Estado imprescindible,  etc., me refiero a los EEUU Los últimos 60 dias muestran una debilidad increíble, al no haber un plan nacional de salud, sin respuestas rápidas, racionales que hoy muestras números complicados más de 22 millones de desocupados en pocos días, más de 50000 muertos por Covid-19, dificultades con un elemento clave de su poderio, que fue el “control” mundial por parte de EEUU del petróleo; hoy sin precios afectando a su industria. Hoy EEUU muestra un quiebre en su unidad nacional, sus familias sobreviven con gigantes deudas, reducciónes salariales y ahora por primera vez una generación que reemplaza a otra no tiene un futuro mejor…Buscara la actual administración usar el recurso militar para tratar de ganar la reelección

Siempre una “peste” trajo cambio políticos sociales y económicas, y está vez no será distinto 

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Carlos Pereyra Mele