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Es interesante observar lo que está haciendo China a partir del XIV Plan Quinquenal aprobado por el Pleno del Comité Central del PCCh en octubre del 2020. El gobierno chino ajusta los controles sobre el sistema bancario y financiero, pone límites al poder de las grandes tecnológicas y las subordina al poder del estado. Equilibra la economía y en parte la dirige hacia el consumo y el mercado interno, en eso que llaman economía » de doble circulación»  o «economía dual». Mejoras del salario y la previsión social (jubilaciones). Promoción y mejoras de la accesibilidad a la salud, la vivienda y la educación. Mayor control de la educación privada y recorte de sus privilegios; apoyar y promover la educación pública con mayor financiamiento. Instalar una «currícula» educativa donde predominen los «contenidos» que favorezcan los intereses nacionales y no de los extranjeros.Sin dudas las medidas no son «políticamente correctas»; son claramente antiliberales. Pero no califican para ser consideradas como «medidas comunistas», como puede llegar a verlas la mera opinión o la creencia común. China está tratando de equilibrar y armonizar la libertad individual y la propiedad privada, con el interés del bien común evitando el «laissez faire» económico de las «fuerzas del mercado», para lograr el desarrollo de una comunidad menos desigual, con una drástica disminución de la pobreza  para cumplir con el objetivo de ser un país con una sociedad moderadamente próspera. Llámenlo como quieran, pero para mi no es «comunismo». [Aporte para el análisis que nos remite el colaborador permanente de Dossier Geopolitico Dr. Antonio M. Mitre, del Grupo CEPRID]

Hace años que muchos se preguntan si la República Popular China se ha convertido o no en ‎un país capitalista. El periodista y politólogo Alberto Cruz estima que una serie de recientes medidas ‎que China ha adoptado en los sectores de la economía y la educación –y que han suscitado gran ‎inquietud en Occidente– permiten responder a esa interrogante.‎

Ante el debate sobre si China es capitalista o no, solo hay dos formas de interpretar lo que está ‎pasando allí en los últimos meses: China está pisando el acelerador anticapitalista o está pisando ‎el freno del capitalismo. En cualquier caso, lo evidente es que hay una nueva política ‎en marcha, y a pasos acelerados, y que esa política está circunscribiendo el capitalismo chino, ‎tal y como lo conocemos, y poniendo muy nerviosos a los centros capitalistas globales asentados ‎en Occidente.‎

No se puede, ni se debe, pasar por alto lo que ha significado la pandemia del Covid-19 para ‎estos movimientos, en los que ha quedado claro que China ha interpuesto los intereses de ‎la gente, del pueblo, a cualquier otro. Es decir, que en apariencia –aunque cada vez se está ‎concretando más– estamos viendo una filosofía de gobierno centrado en las personas, ‎en proteger la vida y la salud de las personas, al tiempo que se defiende la propiedad de ‎las personas bajo el sistema básico de la propiedad colectiva. ¿Optimista? Veamos.‎

Todo comenzó en noviembre de 2020, cuando el gobierno chino detuvo la oferta pública de ‎adquisición de acciones del Grupo Ant, propiedad del multimillonario Jack Ma. Esta empresa es ‎‎“el brazo financiero” de Alibaba, el buque insignia de Ma. Todo el capitalismo, sobre todo ‎el capitalismo no chino, salió en defensa de Jack Ma porque «los burócratas de nivel medio»‎ –así se calificó despectivamente,‎ en los países capitalistas, a los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) en los ‎países capitalistas– se habían atrevido a ir contra «el hombre más rico de China». ‎Los capitalistas chinos y no chinos vieron cómo se fortalecía el papel del Estado ‎‎«restringuiendo a la bestia del capital» (sic) en aras del desarrollo socialista y del bien público. ‎Especialmente, porque lo que estaba detrás de ese pulso, que perdió Ma, era la gobernanza del ‎sector bancario chino, que –al contrario de lo que sucede en Occidente– está totalmente en ‎manos públicas.‎

Al gobierno chino no le tembló la mano cuando impidió una operación que «debería haber ‎establecido el nuevo récord mundial» de su tipo y con la que se frotaban las manos todos ‎los capitalistas –chinos o no. Entre el máximo exponente de la burguesía monopolista china y ‎las autoridades políticas de China (la República Popular) existía un claro contraste que expresaba ‎dos puntos de vista difíciles de conciliar: Ma –y otros como él– impulsan el desarrollo de ‎innovaciones financieras sin considerar los riesgos para millones de personas mientras que, para ‎el gobierno chino –los «burócratas de nivel medio»– es imprescindible prevenir y desmontar ‎los riesgos que para millones de personas siempre generan los mercados financieros. O sea, ‎para los «burócratas de nivel medio» prevalece el sentido común, cuando ya hay en el mundo ‎precedentes como la crisis de 2008, provocada precisamente por algo similar en Lehman ‎Brothers, crisis que tuvo cierta repercusión en la propia China unos años más tarde.‎

Sin entrar a desmenuzarlo, lo que vimos (que tomen nota quienes piensan que en China hay un ‎capitalismo clásico al estilo occidental) no es dos concepciones distintas sino un conflicto ‎de clase en dos orientaciones divergentes. Si eso suena muy fuerte, voy a dejarlo en una ‎contradicción inmanente en el uso del modo de producción capitalista, contradicción que ‎da lugar a un choque entre dos líneas opuestas: una más neoliberal y otra más social.‎

China ha apretado las tuercas, y mucho, a las distorsiones del mercado con contramedidas muy ‎fuertes que van más allá de Jack Ma y de sus empresas y esas medidas afectan a todos ‎los aprendices de brujo del capitalismo chino, especialmente a los del mundo digital y los que ‎operan centrados sobre todo en el crédito. Eso nos lleva a pensar en Facebook y en los ‎intentos de ese emporio por crear su propia moneda digital, y también en Amazon, que tiene una ‎idea similar y que se ha ofrecido a Biden, por ejemplo, para distribuir la vacuna contra el Covid-‎‎19.‎

En definitiva, lo que hizo el gobierno chino con esa operación fue afirmar la primacía del poder ‎político (y social) sobre el capital privado.‎

Es obvio que eso no era el comienzo de la desaparición del capitalismo chino. Pero sería miope ‎no ver en ello una seria llamada de atención a los oligarcas existentes y futuros. El capitalismo ‎occidental lo vio claro y dijo que fue «una represión que evidencia el poder centralizado de ‎los comunistas». Así se dijo en Estados Unidos y se repitió en la moribunda Europa, aunque ‎se trataba en realidad de una acción lógica dentro de la «economía de mercado socialista» ‎de China, en la cual los servicios bancarios y financieros operan bajo el control estatal para ‎el interés público. Es decir, se atajó la especulación, se evitaron las burbujas financieras y todo ‎lo que causa las crisis financieras cíclicas que caracterizan el capitalismo. No es que se fuese a ‎producir algo así en China, pero podría haber sucedido si los «burócratas de nivel medio» ‎no hubiesen detenido el proceso. ‎

El hecho es que el gobierno chino decidió actuar para que algo así no se produjese nunca.‎

Es evidente que no se puede negar que en los últimos 40 años, sobre todo en ‎los primeros 30 de esos 40 años, el capitalismo fue crucial para impulsar el desarrollo de ‎la China de hoy. Pero se hizo a un gran costo, al que ahora se le están poniendo cotos. ‎Reconocer esto es puro materialismo histórico. Y, ya que lo mencionamos, se puede recurrir ‎a Marx para argumentar que el control del capital es crucial para el proyecto de desarrollo ‎socialista y que si se deja el capital a su libre albedrío, pronto se pone de manifiesto que ‎sus intereses de clase superan su lealtad a la nación.‎‎

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN‎

En ese camino de 40 años, China ha ganado mucho pero también perdió mucho en términos de ‎filosofía y de valores. El consumismo ocupa, como en nuestras sociedades occidentales, ‎un lugar central. La mentalidad frívola, ansiosa e indolente, también. Los sueños de ‎los burgueses chinos son casi los mismos que en Occidente. Pero, a diferencia de otras partes, ‎en China hay mucha resistencia a esas tendencias, especialmente en las universidades y en un ‎sector nada desdeñable de la juventud. Esa resistencia “universitaria” ya ha obligado ‎al gobierno a modificar el rumbo para alejarse en algo del modelo de enseñanza occidental y ‎recuperar el modelo propio [1].‎

La resistencia de los sectores universitarios tiene un notorio éxito: en enero de 2020 ‎el Ministerio de Educación emitió una normativa que obliga los establecimientos de enseñanza ‎primaria y secundaria a usar sólo libros chinos, ante el hecho que muchas escuelas utilizaban ‎libros de texto extranjeros. La justificación de esa medida no tiene contra-argumentación ‎posible puesto que se señala como objetivo «desarrollar la autonomía académica en lugar de ‎seguir ciegamente la educación extranjera».‎

En ese mismo sector se ha visto otro movimiento, no inesperado pero sí sorprendente por ‎su energía: en julio de 2021 se vio una arremetida contra el muy lucrativo sector de la ‎enseñanza privada. La ofensiva tomó 2 formas: China fortaleció el control sobre la enseñanza ‎privada y, al mismo tiempo, incrementó los fondos y medios dedicados a la enseñanza pública. ‎

En China la educación está muy por encima de la media de cualquier país, especialmente en ‎el ámbito universitario, y las academias privadas, los cursos privados de apoyo y preparación a ‎los exámenes y la educación competitiva llevaban mucho tiempo haciendo su agosto… ‎hasta ahora. Los nuevos ricos, obsesionados con el éxito de su prole, no tienen reparos en ‎gastar lo que sea para que sus retoños se hagan un huequito entre la élite. Eso ha permitido ‎que haya gigantes de la educación parecidos a Jack Ma y algunos de ellos son quienes usan como ‎referencia el modelo educativo de Estados Unidos. ‎

La nueva ley aprobada por el gobierno chino para el sector de la educación restringe bastante los ‎privilegios de que gozaba la enseñanza privada. No sólo eso, sino que también está recuperando ‎textos escolares de contenido propio, alejándose del «modelo occidental» y limitando también ‎esta forma tan importante de penetración del capitalismo en las nuevas generaciones. Prácticas ‎que hasta ahora fueron, si no alentadas, al menos toleradas, ahora ven restringido su marco de ‎acción.‎

Y por si todo eso fuera poco, este mes de agosto ha estado marcado por la adopción de medidas ‎sobre la industria de los videojuegos y su impacto en los menores. Pero aquí hay que hacer una ‎salvedad: la acción no ha venido del gobierno sino de un sector del gobierno.‎

La historia comienza el domingo 1º de agosto, cuando el Diario de Información Económica, ‎vinculado a la agencia de noticias Xinhua, publicó una investigación que calificaba los juegos ‎‎online como «opio espiritual», «droga electrónica» para los jóvenes y estimaba que no debe ‎subestimarse su impacto en la salud de los adolescentes. En China, hablar de opio es como ‎mencionar el diablo porque todavía se mantiene el recuerdo de la «guerra del opio» que ‎Occidente utilizó para hundir el imperio chino e invadir el país. La «guerra del opio» permitió a ‎Gran Bretaña anexar Hong Kong y la drogadicción se generalizó, favorecida por las potencias ‎occidentales.‎

La consecuencia inmediata fue que, al día siguiente, la principal empresa de videojuegos del país ‎perdió en la bolsa más de un 6% y hubo otras que perdieron hasta un 12%, lo cual representa ‎miles de millones –se dice que el equivalente a 55 000 millones de euros.‎

El revuelo fue mayúsculo y algo debió suceder dentro del gobierno o en el Partido porque ‎el artículo fue suavizado con otro en el que desaparecía la expresión «opio espiritual», aunque ‎se mantenía todo lo demás. Por ejemplo, que la adicción a los juegos online tiene «un ‎impacto negativo en la fisiología y en la psicología de los adolescentes», que «afecta el rendimiento académico» y que «conduce a trastornos de la personalidad».‎

Por una parte, el hecho que algunas expresiones se hayan “suavizado” o hayan desaparecido, ‎mientras se mantuvo el grueso del artículo, indica que hay una lucha evidente entre quienes ‎apuestan por el negocio y quienes se preocupan por la población. El sector de los juegos ‎‎online, como en todas partes, es muy lucrativo y genera ganancias por cientos de miles de ‎millones. Y ha habido una especie de “explicación” ya que en un artículo posterior, publicado ‎el lunes 2 de agosto, se dice que es «inmoral culpar a las compañías de videojuegos» porque ‎‎«los padres y la comunidad en general son responsables de abordar el juego excesivo» y que ‎‎«las escuelas, los desarrolladores de juegos, los padres y otras partes deben trabajar juntos».‎

Pero las empresas han percibido la llamada de atención. La más importante de ellas –Tencent, que ‎controla la mitad del mercado chino– dijo el martes –un día después de registrarse las pérdidas– ‎que va a introducir «salvaguardias tecnológicas para limitar el tiempo de juego a los menores de ‎‎12 años». Tencent dice que impondrá un sistema que sólo permitirá jugar una hora diaria en ‎días escolares y 2 horas durante los fines de semana y días feriados, sólo hasta las 10 de la ‎noche y nunca antes de las 8 de la mañana. Tencent también anuncia que inspeccionará a ‎cualquier usuario que siendo menor de edad finja ser adulto.‎

En cualquier caso, es interesante la publicación del artículo, donde se señalaba que diversas ‎encuestas han demostrado que casi un 12% de los alumnos juegan todos los días, que más de ‎un 26% lo hace cada 2 o 3 días y que deben implementarse medidas que complementen ‎las que ya se han puesto en marcha sobre la enseñanza privada, sobre todo en materia de ‎tutorías, para salvaguardar el bienestar social y construir un entorno cibernético saludable, ‎porque se apunta así al desarrollo económico y social a largo plazo. El artículo decía también ‎que «no se puede permitir que ninguna industria se desarrolle de una manera que destruya ‎una generación».‎

Por supuesto, lo palabra menos dura que se ha dicho sobre esto en Occidente es «represión». ‎Como es lógico, en Occidente se habla de las pérdidas económicas –no sólo de las compañías ‎chinas, sino de las occidentales–, se estima que supondrán un billón de dólares y se preguntan si ‎‎«la represión de Xi contra las empresas de tecnología y tutoría [referencia a la enseñanza ‎privada] se detendrá ahí». Aquí es importante el lenguaje: Rusia es «la Rusia de Putin», ‎China es «la China de Xi». Pero a nadie se le ocurre hablar de «los Estados Unidos ‎de Biden», de «la Gran Bretaña de Johnson» o de «la Francia de Macron». Putin y Xi ‎personalizan toda la maldad del mundo y tiene que quedar claro siempre.‎

Evidentemente, arremeter contra las medidas chinas no es políticamente correcto porque ‎en Occidente se hace lo mismo, aunque no se actúa como en China. Por eso en un primer ‎momento se dijo que «se teme que vaya demasiado lejos», que «dañe el sector» y que eso ‎supondrá «dañar el crecimiento a corto plazo y la innovación a largo plazo». O sea, que ‎se puede vigilar (sólo un poquito) a los monopolios de los videojuegos pero, eso sí, sin asustar ‎porque esa vigilancia «genera una reducción del crecimiento del Producto Interior Bruto».‎

En todo caso, «China (la China de Xi, expresión que ya se repite de forma machacona) está ‎restringiendo la economía privada» y eso supone que «los consumidores también están ‎sufriendo».‎

De manera muy gráfica nos dicen que «los líderes del Partido Comunista parecen cada vez ‎más cómodos aceptando un daño económico considerable para lograr objetivos no económicos». ‎Esto es la expresión del capitalismo en estado puro: lo único importante es la economía y ‎no lo social, que el capitalismo considera parte de «objetivos no económicos».‎

En medios chinos izquierdistas chinos, que los hay (claramente maoístas), se habla muy bien de ‎las medidas del gobierno «contra las tendencias antisociales», se resalta que «frenan los ‎excesos del desarrollo capitalista» y «reafirman la primacía del socialismo». No he visto este ‎discurso en las páginas gubernamentales, pero algo de eso hay.‎

Tanto que, ahora sí, cuando ya han pasado unos días, son muchos los medios de propaganda ‎occidentales que hablan de la «nueva represión». Y se leen cosas como ésta: «Alibaba ‎‎(la empresa de Jack Ma) y Tencent, dos de las empresas más grandes de China y entre las ‎más visibles para los inversores internacionales, han recibido grandes golpes». También ‎nos dicen que «muchos inversores estadounidenses están tratando de anticipar posibles objetivos ‎para la próxima represión de China». O que «Muchos analistas han recurrido a leer viejos ‎discursos del presidente Xi y analizarlos en busca de pistas sobre otras empresas y negocios que ‎podrían ser blanco de ataques».‎

Bloomberg, que controla más de un tercio de toda la industria financiera del capitalismo, ‎es quien da la pista definitiva: «Xi ha denunciado el contenido en línea “obsceno”, la desigualdad ‎educativa y la especulación sobre el precio de la vivienda en los distritos escolares populares». Y ‎recalca: «en este punto deberíamos saber que Xi generalmente cumple lo que dice».‎‎

EL ORIGEN: EL XIV PLAN QUINQUENAL‎

A lo mejor se puede dar una pista de por dónde irán ahora las cosas: los bienes raíces (edificios, ‎terrenos, o sea vivienda), disponibilidad y asequibilidad de la atención médica (la experiencia ‎acumulada durante la epidemia de Covid-19 es determinante) y la jubilación (protegerla y ‎asegurarla en condiciones óptimas). No hay que olvidar que China cuenta 1 400 millones de ‎habitantes. Habrá sin duda más sectores –como la educación, aún en proceso de renovación ‎pese a lo referido más arriba–, pero el camino está claro y marcado desde un poco antes de ‎estos movimientos anticapitalistas o de freno al capitalismo. Es lo que en China se conoce ‎como «abordar las tres grandes montañas», que son la sanidad, la educación y la vivienda.‎

El camino que China recorre se trazó en el XIV Plan Quinquenal, aprobado en el XIX Pleno del ‎Comité Central del PCCh, realizado del 26 al 29 de octubre de 2020. Ese camino establece una ‎‎«combinación flexible» de capital público y privado, aunque destacando que «es el Estado ‎el sujeto principal de la economía y quien establece las condiciones económicas». O sea, ‎el interés de las empresas privadas está subordinado al Estado, como ha quedado ‎palmariamente comprobado con la pandemia y en la forma cómo China la enfrentó y está ‎quedando muy en claro también ahora, o más, con las medidas aprobadas –y las que vendrán.‎

Esas medidas están causando sorpresa y alarma en el mundo capitalista occidental. ‎

La transnacional financiera estadounidense Morgan Stanley ha sido quien más claramente lo ha ‎expresado hasta ahora, el 8 de agosto de 2020: ‎

«Está produciéndose un profundo cambio de política en China. Para lograr los objetivos ‎de garantizar la estabilidad social y hacer que el crecimiento económico sea ‎más sostenible, los responsables de la formulación de políticas han iniciado un ciclo de ‎endurecimiento regulatorio de gran y amplio alcance. Este nuevo rumbo dará forma a ‎la evolución de la economía y los mercados de capitales de China en los próximos años ‎‎(…) Si bien este cambio de política no debería sorprendernos, dado que la desigualdad de ‎ingresos es un problema mundial, la velocidad, la escala y la intensidad de las medidas ‎que estamos viendo en China hoy son inesperadas.»‎

Efectivamente, no se lo esperaban. Como tampoco han entendido ni entienden a China ‎ni el marco en el que todo esto se está haciendo: la conmemoración del centenario del Partido ‎Comunista. Porque lo que dice el XIV Plan Quinquenal es que cuando China habla de ‎‎«prosperidad común» y de ser un «país moderadamente próspero», es precisamente lo que ‎está haciendo con la «circulación dual o doble circulación», que es reequilibrar la economía china ‎hacia el consumo. En otras palabras, se acabó aquello de ser la fábrica del mundo. ¿Más claro ‎aún? China quiere menos capitalismo.‎

Morgan Stanley afirma que esto es «un paso atrás desde la perspectiva macroeconómica». Pero ‎esto era previsible desde que se anunció que China ha logrado acabar con la pobreza absoluta. ‎Se supuso que China, como Occidente, iba a quedarse ahí, manteniendo un porciento “aceptable” de su población en la pobreza. ‎

Pero no ha sido así. China ha vencido una etapa y está abriendo otra, para acabar con la pobreza, ‎pero con la pobreza en general, sin adjetivos. Por eso se habla de ser un «país ‎moderadamente próspero» y, para eso, ya alcanzada la primera meta –la eliminación de la ‎pobreza absoluta– habrá luchar ahora contra la desigualdad y acabar con ella.‎

De eso va el XIV Plan Quinquenal chino. Si se quiere reequilibrar la economía hacia el consumo, ‎como se dice, hay que elevar el nivel de los salarios. En eso se trabaja. El año pasado, habiendo ‎vencido ya el coronavirus, China incrementó el salario mínimo en un 46,7%. Está claro que un ‎aumento de salarios ayuda a los hogares… pero también afecta a los empresarios porque ganan ‎menos. Es la eterna lucha entre capital y trabajo y en China ahora está ganando el trabajo. ‎Por eso hay tanto nerviosismo, y malestar, en los grandes centros del capitalismo mundial que, ‎quiérase o no, no están en China. Como dice de nuevo Morgan Stanley: ‎‎

«El resultado es que, a corto plazo, los efectos del ciclo de endurecimiento regulatorio ‎deberían frenar el sentimiento empresarial general, reducir la inversión privada y afectar ‎el crecimiento a futuro. También puede disuadir a los inversores globales de profundizar su ‎participación en los mercados de capital de China.»‎

Hay que recordar la famosa estrategia de «doble circulación» diseñada en este XIV Plan ‎Quinquenal apuesta claramente por el consumo interno frente a las exportaciones. Es decir, ‎China mira más hacia dentro que hacia fuera, en todos los parámetros. Esto debe permitir ‎a China impulsar el desarrollo socioeconómico de su población tanto a corto como a mediano ‎plazo y –lo más importante– libre de presiones externas. ‎

Todos los movimientos aquí mencionados apuntan en esa dirección porque van dirigidos a sectores ‎en los que hay, por una parte, interés de los inversores extranjeros, con lo que se limita un tanto ‎dicho interés del capital foráneo, y, por otra parte, se los circunscribe a un ámbito mucho ‎más nacional y dentro de los parámetros establecidos por el Partido Comunista.‎

Fuente: CEPRID https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2615 

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor

[1] En 2014, se dio en China un importantísimo impulso a una ‎campaña denominada «Más Marx, menos Occidente» promovida por dos universidades, las de ‎Henan y Nankin, para presionar al gobierno chino para que se aumentara el número de ‎asignaturas marxistas en el sistema de enseñanza. Esa campaña fue asumida por un colectivo ‎de estudiantes llamado “Jóvenes Marxistas” y se ha extendido en prácticamente todos los ‎campus universitarios. Se critican la «pérdida de valores y la confusión social» entre ‎los estudiantes ante una sociedad que va perdiendo su propia cultura en detrimento de los ‎valores occidentales, promovidos por las prácticas capitalistas que se han implantado en China ‎desde hace casi 40 años. El movimiento ha adquirido una magnitud tal que el gobierno chino ‎se ha visto obligado a ir “desoccidentalizando” las materias universitarias e introduciendo ‎lo que el mismo gobierno llama «cursos de pensamiento y política», aunque evita darles un cariz ‎tan marxista como el que reclama este movimiento. Sin embargo, no puede dejar de tenerlo ‎en cuenta y así hay que interpretar la arremetida contra la enseñanza privada y la ‎nueva reglamentación del Ministerio de Educación chino. Nota del Autor.

Entrevistado por la Periodista Shadi Narvaez, para el programa El Punto sobre la “I”, realizamos el accionar de la República Imperial Norteamericana en estos últimos tiempos -difíciles para el Imperio- con el envio hace un mes del Jefe de la Cia y el Comandante del Comando Sur y hace dos semanas el Asesor principal de Seguridad nacional de USA a Argentina Brasil y México. Carlos Pereyra Mele director de Dossier Geopolitico

Ponemos a vuestra disposición la disertación del Director de Dossier Geopolitico: Lic. Carlos Pereyra Mele, Titulada Proyección del Sistema Mundo, que fuera realizada el pasado 27 de marzo del 2021 ante el Foro de la Comunidad Organizada de Córdoba, en estas dos primeras partes, publicadas: realizamos un plan general de la exposición donde definimos el sistema mundo y sus marcos conceptuales en *Tres Ejes: el Eje Atlantista; el Eje Continentalista y el Eje Cultural Religioso y sus implicancias*, por razones de comodidad y practicidad para los visitantes a los videos, dividimos la exposición en 4 partes de las cuales están ya on line la Primera y Segunda en nuestro Canal de YouTube de Dossier Geopolitico disponibles. En los próximos días se instalarán las partes tercera y cuarta de la mencionada disertación.

Estamos muy satisfechos con la recepción de nuestro Canal de Videos sobre Geopolitica, Defensa, Seguridad que nos permite difundir nuestras ideas del Equipo de Dossier Geopolitico.

Por ello le solicitamos que cuando vean los distintos videos se “suscriban” al mismo y nos envíen sus comentarios y Likes

Dossier Geopolitico es una plataforma virtual y Visual mediante la cual, analizamos la realidad mundial en un escenario cambiante y conflictivo desde la mirada de nuestro “hinterland” Suramericano, dando herramientas de análisis e instrumento para que distintos organismos políticos-económicos-sociales y formativos, tomen decisiones y de esta manera contribuir al debate general en tiempos de la post verdad y dependencia periférica. Y para que desde la originalidad de Iberoamérica pensemos el mundo desde nuestro espacio continental, con el aporte de distintas disciplinas científicas para crear una Escuela Nueva de la Ciencia Geopolitica Suramericana.

Equipo de Dossier Geopolitico Canal de Youtube.

Edición Natalia Arias

Disertante Lic. Carlos Pereyra Mele

El Equipo de Dossier Geopolitico, dio Inicio el dia 11/11/2020, a una nueva etapa de su desarrollo como Tanque de Ideas auténticamente Suramericano, Con la Conferencia Virtual de apertura de futuros Ciclos: que se caracterizan en la difusión de Contenidos, Cursos, Seminarios, Diplomaturas, etc. utilizando las herramientas que disponemos de carácter virtual. En una alineación completa con sus Objetivos que se planteó el grupo fundacional, de sus Objetivos que son: “Dossier Geopolitico es una plataforma virtual mediante la cual, analizamos la realidad mundial en un escenario cambiante y conflictivo desde la mirada de nuestro “hinterland” Suramericano, dando herramientas de análisis e instrumento para que distintos organismos políticos-económicos-sociales y formativos, tomen decisiones y de esta manera contribuir al debate general en tiempos de la post verdad y dependencia periférica. Y para que desde la originalidad de Iberoamérica pensemos el mundo desde nuestro espacio continental, con el aporte de distintas disciplina científicas para crear una Escuela Nueva de la Ciencia Geopolitica Suramericana”

Por ello planifico y ejecuto el Conversatorio sobre INTERROGANTES DEL ORDEN MUNDIAL POST ELECCIONES EN EEUU  utilizando la herramienta: Zoom meeting, el 11 nov 2020 07:00 PM Buenos Aires, integrando este conversatorio su Director Ejecutivo y Director Académico: Lic. Carlos Pereyra Mele y el Dr. Miguel A. Barrios y dos miembros mas del Equipo: el Magíster en RRII y Periodista Gonzalo Fiori Viani y el Cnel. ® del Ejército Argentino experto en Estrategia y ex agregado Militar en Washington Carlos Pissolito, que abordaron desde distintas visiones. Y en la parte de Coordinación y Control de la Reunión fundamentales para el éxito de la misma, estuvieron el Lic. en CCPP Juan Martin Gonzalez Cabañas y la estudiante avanzada de CCPP de la UCC Natalia Arias.

El conversatorio se realizó ante un escenario, de asistentes, cuyo número superó cualquiera de nuestras expectativas previas, lo cual demuestra la presencia que tiene este Tanque de Ideas. 

Destacó: que entre los asistentes y participantes del mismo se encontraban: Catedráticos de todo el País y del Exterior, intelectuales de Argentina y de Suramerica, Diputados Provinciales (MC); Ministros de Estado (MC), Diplomáticos, Dirigentes Políticos y Sindicales, miembros de la Red Nacional de Capacidades Nacionales; visitantes extranjeros de: Chile, Brasil, Perú, Centroamérica, Rusia y de nuestros Socios Estratégicos de España e Italia. Participaron también integrantes del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos y muchos seguidores interesados en Política Internacional y la Geopolitica de Dossier Geopolitico de su Página Web. 

Tambien recibimos numerosas salutaciones por este nuevo desafío que emprendemos, por parte de Radios, Canales de Tv y Agencias Internacionales de Medios de Comunicación que nos convocan para solicitar nuestra opinión relativa a nuestra especificidad. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

SÍNTESIS DE LAS EXPOSICIONES DEL CONVERSATORIO

Carlos Pereyra Mele

Destacó la necesidad e importancia de un pensamiento estratégico y geopolítico propio de sudamericano y latinoamericano para entender el mejor el mundo y actuar en consecuencia, tal rol en el que Dossier Geopolitico ha estado a la vanguardia, especialmente en  las vísperas de un nuevo orden mundial que ya asoma con una posible configuración multipolar.

Pereyra Melé remarco las grandes tendencias globales presentes y los vertiginosos cambios en el orden global entre el siglo XX y la actualidad, que presenta la reconfiguración de un nuevo orden luego del momento unipolar norteamericano, un orden global con una configuración más multipolar, con la (re)aparición de nuevos actores clave, especialmente China y la Rusia de Putin. Sobre estos dos actores claves del tablero global, destaco como el gobierno de Putin revirtió el proceso de decadencia de la época de Yeltsin y logró reinsertar a Rusia en los grandes temas y discusiones globales. Sobre China el comentó sobre su imponente ascenso económico, que tendrá repercusiones en otros ámbitos, y la implicancias actuales y a futuro de los grandes “hitos” recientes geoestratégicos chinos como la Organización de Cooperación de Shanghai y la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (BRI).             

Finalizando Pereyra Melé manifestó su preocupación con ciertos parecidos que guarda la situación global actual con el clima previo a la Primera Guerra Mundial, una época de competencia abierta entre grandes potencias, destacando que la divergencia entre los grandes actores globales, no solo es de intereses, sino de concepciones, cosmovisiones distintas. 

Miguel Angel Barrios, 

Abordó lo que llamó en sus propias palabras el “consenso estratégico de Washington hacia América Latina” el cual implica que sin importar el partido gobernante, la doctrina Monroe jamás  ha estado en discusión. En esos códigos, esquemas geopolíticos, la zona de influencia directa de EEUU es y debe ser América Latina, sin su propio hemisferio alineado a sus intereses, EEUU no podrá concentrar su acción exterior para el logro de sus objetivos en el resto del mundo.

Por ello Barrios mencionó la importancia del pensamiento integracionista sudamericano y latinoamericano para alcanzar la autonomía de la región, con la conformación de un gran espacio regional, la Patria Grande en las palabras de Ugarte y otros pensadores latinoamericanos, el Continentalismo, en palabras de Perón.

Barrios analizó América Latina en la actualidad, calificando de “difícil” su situación actual ante la reedición (y endurecimiento durante el mandato de Trump) de la doctrina Monroe con nuevas metodologías (policialización de las fuerzas armadas, politización de las fuerzas de seguridad, judicialización de la política –Lawfare-, golpes parlamentarios, ataques a la imagen de gobiernos por medio de medios de comunicación y redes sociales) nuevas organizaciones (grupo Lima) y viejas organizaciones regionales (OEA), nuevas doctrinas que justifican la intromisión, el intervencionismo en asuntos internos (Doctrina Guaidó).

Sobre los últimos eventos destacó la importancia de las últimas elecciones en Bolivia como un impulso hacia la renovación de la vocación autonómica e integracionista en Sudamérica, al ser Bolivia su corazón geográfico y un vector clave de su integración. 

Gonzalo Fiori Viani 

Abordó la actual situación interna en EEUU y sus repercusiones para América Latina. Sobre la misma, comentó que hay claros signos de una degradación interna en  EEUU, los grandes principios, relatos y utopías que los norteamericanos hacían de sí mismos y su rol en el mundo, están hoy en discusión, el citó el ejemplo la idea del sueño americano.    

EEUU ya no posee la misma autoridad moral que antes, al quedarse evidenciadas múltiples fallas, y fracturas dentro de su tejido social (la desigualdad, el racismo, la violencia, los derechos humanos, un sistema político complejo y cada vez más elitista, etc) su soft power ha sufrido un golpe.

Las condiciones globales y enfoque que tomó la administración Trump (cuyo movimiento político marcó acertadamente Fiori Viani goza de buena salud, aumentando su caudal de votos en relación a los del 2016) sobre las relaciones internacionales hacen que volver al anterior orden mundial abierto de la hiperglobalización, las fronteras abiertas, la economía de libre mercado a ultranza, y el multilateralismo sea muy difícil. Aquel es el modelo de relaciones internacionales y de liderazgo norteamericano al que apunta Biden, ¿lo logrará? teniendo en cuenta el doble desafío de un mundo agitado y una de enérgica oposición interna.

Podrá cambiar el enfoque táctico de la administración Biden hacia América Latina, pero el objetivo  estratégico, ganarle la partida a China especialmente en América Latina, sigue siendo el mismo. La disputa China-EEUU en la región es el principal condicionante actual para la región. EEUU seguro continuará su agenda de intervencionismo político, mientras que China seguirá apostando a la diplomacia económica, de la cual la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) es su nave insignia. 

Actualmente hay esbozos de lo que tal vez pueda ser un nuevo mapa político de América Latina y Sudamérica luego de las elecciones en Bolivia (que podría participar en un nuevo eje progresista con Argentina y México) y el referéndum constitucional en Chile, y las futuras elecciones presidenciales en Ecuador (donde el Correísmo tiene muchas posibilidades de ganar), Chile y el resto de la región (también en Perú, Honduras y Nicaragua).

En este nuevo marco no se podría descartar el resurgimiento del progresismo en la región (tan golpeado recientemente hace unos años) dado que en los próximos dos años América Latina enfrentará una verdadera maratón de elecciones presidenciales que reconfigurará el escenario regional             .

Luego de describir estas oportunidades y desafíos, y a pesar de este contexto tan complejo, finalizó sosteniendo que América Latina y Sudamérica, aún así tienen margen para alcanzar su “autonomía heterodoxa” si sus clases dirigentes tienen la habilidad y visión estratégica, para sortear estos desafíos.

Carlos Pissolito 

Realizo una visión prospectiva sobre el futuro del orden global en base a la reflexión crítica desde los propios pensadores norteamericanos acerca de su país y el mundo. Frente a la confusa situación que hoy enfrenta EEUU sostuvo que: “el caos es un orden que todavía no se entiende”.

Luego realizó un breve repaso del agitado siglo XX hasta la actualidad, en el cual el mundo pasó por distintos órdenes geopolíticos y económicos, hasta llegar la actualidad a la etapa del turbocapitalismo (citando a Luttwack) etapa final del capitalismo (un capitalismo tardío tecnológico-financiero-transnacional, globalista).

El sostuvo que siguiendo la lógica de una triada dialéctica, el capitalismo occidental será cada vez más desplazado por el Capitalismo de Estado de tipo chino-asiático, ya que es un sistema que puede sintetizar los elementos en contradicción de los anteriores (capitalismo-liberalismo con el marxismo-colectivismo). 

Un punto de Inflexión que aumentaría aún más la inestabilidad de Occidente seria el continuo aumento de la influencia del capital financiero y el capital tecnológico, que son de carácter transnacional, globalistas, estas variables son las que actualmente se ven reflejados en las elecciones de EEUU.

Sobre el futuro del orden mundial sostuvo que dada la actual inestabilidad geopolítica, no se pueden descartar el resurgimiento de nuevos grandes acuerdos globales (como los que suelen surgir luego de grandes conflictos bélicos), como económico-financieros (un nuevo Bretton Woods),  de salud (una OMS renovada debido a su fracaso para coordinar los esfuerzos globales contra la pandemia convid-19) en los foros de seguridad internacional. 

SÍNTESIS DE LAS EXPOSICIONES DEL CONVERSATORIO Realizadas por el Lic. en CCPP Juan Martin Gonzalez Cabañas

Videos de Conferencias de Miembros de Dossier Geopolitico

https://www.youtube.com/channel/UC0ulZzAP_fBBGwcMjtARbPg

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

A Política Internacional de la semana:

EEUU Realineando su zona de influencia- Reunión Trump/ López Obrador lanzamiento del Nuevo acuerdo que reemplaza al NAFTA y el Grupo Puebla ? La Geopolitica real pesa sobre México

CHINA reunión entre los Presidentes Putin y Xi, Rechazan el sabotaje y la intervención extranjera en su Zona: Hong Kong Macao y Ucrania Península de Crimea

América del Sur: La Pandemia sigue incrementandose y ahora afecta a varios dirigentes Políticos: Diosdado Cabello (Venezuela); Jair Bolsonaro (Brasil); Añez (Bolivia). Problemas económicos que surgen por el corte del envio de las remesas de los Migrantes a sus países de origen Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Paraguay desde Italia, España y los EEUU especialmente donde se radicaron. Chile una revuelta de la derecha oficialista contra Piñera por el tema de el retiro de los fondos aportados a las jubilaciones privadas para paliar los efectos económicos de las cuarentena y la crisis económica en ese País. 

B Análisis Geopolitico hoy: Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte

Gran Bretaña funciona como una súbdita de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, siguiendo el destino que le marcó el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y, que la definió como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias “autonomistas” para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Más en el audio: 

Dossier Geopolitico: Reforzando nuestro análisis el Diario español «El Pais», con la firma del analista Rafa de Miguel desde Londres publicó el 11/7/2020, el siguiente artículo que confirma las tendencia que expresamos, en el audio dominical:   

El Pais Hong Kong expone los límites de un Reino Unido solo

La crisis de la antigua colonia revela las dificultades en la política exterior de una potencia media en el siglo XXI

Fuente: https://elpais.com/internacional/2020-07-11/hong-kong-expone-los-limites-de-un-reino-unido-solo.html?ssm=whatsap p

El león británico que abandonó entre rugidos la “cárcel” de la Unión Europea corre el riesgo de ser percibido por el resto del mundo como un “tigre de papel”. Es la expresión china para definir una aparente amenaza que resulta ser inofensiva. La campaña del Gobierno de Boris Johnson contra Pekín, por la restricción de libertades impuesta en Hong Kong con la nueva Ley de Seguridad ha mostrado los límites de la ambición del Reino Unido por ser una voz única en la escena internacional -bajo el sello de Global Britain- en la era post-Brexit.

El Gobierno chino ha expresado su irritación por la oferta de puertas abiertas del Reino Unido a tres millones de ciudadanos de la antigua colonia y lo considera una “burda injerencia en sus asuntos internos”, pero ni le ha sorprendido ni parece preocuparle demasiado. Ya no existe el temor de los años noventa ante el posible éxodo de los habitantes de un increíble motor económico y financiero. Más allá de la cifra final de personas que se acojan al ofrecimiento, Pekín, creen los expertos, tiene abundante personal cualificado para reemplazarlos. “Es importante considerar la reacción del Reino Unido dentro del contexto del Brexit, con un Gobierno debilitado por su gestión de la crisis del coronavirus y que aún está intentando definir su papel en el mundo”, explica a EL PAÍS desde Hong Kong Tim Summers, asesor del programa Asia-Pacífico del centro británico de pensamiento Chatham House. “Algunos han llegado a la conclusión de que esta idea de Global Britain es bastante imperialista en su planteamiento. Hong Kong fue colonia, y de algún modo parece que Londres esté protegiendo a sus antiguos súbditos. Por eso la medida ha sido tan emocional y nada estratégica, ni calculada con detenimiento. Quizá sea una señal de la fragilidad de esta nueva política”, concluye Summers.

Johnson se balancea, en busca de un complicado equilibrio en el mejor de los casos o sin un objetivo claro en el peor, entre dos presiones contradictorias. Necesita mantener buenas relaciones con China en una era que le obliga a buscar socios comerciales fuertes que reemplacen a la UE. Y debe al mismo tiempo contener -y complacer- la exigencia de Washington y de un poderoso sector del Partido Conservador, de mostrar una actitud más firme y agresiva con el gigante asiático. Y corre el riego de no satisfacer a nadie. “La idea de Global Britain se basaba en gran parte en un incremento comercial con China. Lo ocurrido en Hong Kong, y la actitud del Gobierno de Xi Jinping, ha hecho mucho más complicado conseguir esa relación positiva”, explica a través de correo electrónico Gideon Rachman, el columnista jefe de Política Exterior del diario Financial Times. “En cuanto a la respuesta de Londres, nadie espera que logre por sí misma un cambio en la política china. El Reino Unido solo logrará algo si construye alianzas con otros países, como Estados Unidos o Australia”, sostiene.

Johnson -más el antiguo periodista que el actual político en muchas ocasiones- ofrece la ventaja de ser transparente en sus contradicciones. “El Reino Unido no persigue evitar el ascenso de China. Al contrario, trabajaremos codo con codo en todos aquellos asuntos en los que nuestros intereses coincidan, desde el comercio a la lucha contra el cambio climático. Queremos una relación moderna y madura, basada en el respeto mutuo y en el reconocimiento del papel de China en el mundo”, escribía el primer ministro en las páginas del diario The Times cuando estalló la crisis de Hong Kong. Negro sobre blanco, definía las premisas sobre las que parece basarse una nueva política internacional cuyos objetivos siguen siendo difusos: el mundo es un lugar benigno plagado de buenas intenciones y el Reino Unido goza de autonomía estratégica para escoger aquello que le interesa.

Si la antigua colonia ha sido la prueba del nueve del peso real de Downing Street, el caso Huawei ha sido la ducha escocesa con la que Johnson ha comenzado a entender, como decían los Rolling Stones, que “no siempre puedes lograr lo que quieres”. Su antecesora en el cargo, Theresa May, parecía haberle quitado el problema de encima al tomar la decisión de que el gigante asiático participara en el desarrollo de las nuevas infraestructuras de comunicación 5G en el Reino Unido. Sin tecnología propia equiparable, la empresa china resultaba fundamental para los grandiosos planes de reconstrucción del país prometidos en campaña por el Partido Conservador. Johnson pensó que bastarían algunos retoques para tranquilizar al aliado estadounidense, en guerra declarada contra Huawei, y al ala dura de su propia formación política. Halcones como Iain Duncan Smith o Tom Tugendhat (presidente este último de la Comisión de Exteriores del Parlamento) habían creado el China Research Group (Grupo de Investigaciones sobre China), un aparato de presión para endurecer la postura del Reino Unido respecto a la potencia asiática, después de años de acercamiento y compadreo desde el mandato de David Cameron. China lleva camino de convertirse en el nuevo Brexit de los tories, siempre dispuestos a tener un asunto con el que poder descuartizarse internamente.

Downing Street limitó la participación de Huawei en el proyecto a un 35% y vetó su acceso a instalaciones estratégicas y de seguridad. No contentó ni a Donald Trump ni a los críticos conservadores. Cuarenta de ellos se rebelaron en una votación parlamentaria que señaló a Johnson la grieta que podía desmoronar su aparente holgada mayoría. La posterior decisión de Washington de imponer nuevas sanciones a la empresa tecnológica ha creado “dudas muy serias”, según un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad británico, de que Huawei mantenga la capacidad necesaria para colaborar en el desarrollo de la red 5G. En los próximos días, se da por hecho que el Gobierno acabará vetando su participación. “No puedes aspirar a una era dorada si tratas a China como un enemigo”, ha advertido a Johnson el embajador en el Reino Unido, Liu Xiaoming.

Todos los problemas parten de la misma indefinición y desconfianza. Londres quiere retener las ventajas adquiridas durante casi medio siglo de pertenencia a la UE sin sujetarse a ninguna de sus reglas; busca reforzar sus lazos comerciales y estratégicos con Washington sin aparentar servilismo alguno “con una Administración [estadounidense] que sigue siendo una de las más históricamente impopulares en el Reino Unido”, como recuerda Summers; o pretende usar su soft power (el “poder suave”, o la capacidad histórica de influencia del Reino Unido) con Pekín para hacerle entender en qué consisten la democracia y los derechos humanos y retener a la vez sus necesarias inversiones económicas.

El semanario The Spectator, manual imprescindible de cualquier conservador británico que se precie, celebró la salida de la UE con una famosa portada en la que se veía una mariposa con los colores de la Union Jack (la bandera del Reino Unido) que escapaba de la jaula. “Out, and into the world” (libres, para zambullirnos en el mundo), proclamaba la revista. Johnson comprueba ahora que el agua está fría, mucho más fría si se nada solo y sin rumbo, y con más tiburones que delfines.

EL DETERIORO DE LA AYUDA AL DESARROLLO

La decisión anunciada por Johnson de fusionar el Ministerio de Ayuda al Desarrollo con el de Exteriores ha unido en su protesta a ex primeros ministros como el conservador David Cameron o los laboristas Tony Blair y Gordon Brown, además de a numerosos diputados y organizaciones de ayuda humanitaria. La creación de este departamento, con un presupuesto anual de más de 16.000 millones de euros y capacidad para decidir de modo autónomo sus proyectos y objetivos, ha ayudado a impulsar el soft power (poder suave, o capacidad de influencia internacional) del Reino Unido considerablemente.

Creado en 1997 por un Gobierno laborista, supone el 0,7% del presupuesto nacional y ha sido actor fundamental en la lucha contra la pobreza, la violencia contra las mueres o la protección de los derechos humanos. “Durante mucho tiempo ha sido visto como un cajero automático gigante en el cielo” de libre disposición, ha argumentado Johnson para defender la lógica de la fusión. En su remodelación de la estructura del Gobierno, el primer ministro quiere que la ayuda exterior sea un elemento más, incorporado a su Global Britain, en la nueva política internacional. Y que esté coordinada con los objetivos perseguidos en cada momento. La decisión, ha advertido su predecesor Cameron, provocará “menos especialización, menos voces en defensa del desarrollo en las decisiones gubernamentales, y finalmente, menos respeto hacia el Reino Unido en el exterior”.

[NR.; La doctrina que sostiene el equipo de Dossier Geopolitico, que Inglaterra funciona como un súbdito de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, en este artículo de Andrea Muratore confirma está esta situación -Cuando  el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y la considero como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. CPM]

Por Andrea Muratore -3 de julio de 2020

El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias «autonomistas» para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Con la reapertura de la cuestión de Hong Kong, el Reino Unido ha confirmado definitivamente que ha internalizado la lógica del nuevo conflicto bipolar que se está definiendo entre los Estados Unidos y China y que ha hecho una elección de campo consecuente. Como se esperaba, Londres se ha movido hacia un apoyo sustancial para la estrategia estadounidense de reducir la influencia y la proyección global de Beijing.

El primer ministro Boris Johnson, con la intención de abordar las consecuencias de la pandemia de coronavirus [1] y la recesión económica en el frente interno , no ha fallado en atacar a China y Xi Jinping por los cambios en el sistema que integran mejor el Puerto Perfumado en el Arquitectura de la República Popular. El ex alcalde de Londres acusó a Beijing de romper el tratado firmado para finalizar la cesión de la ciudad a China en 1997 [2] , dijo que estaba listo para otorgar hasta 3 millones de visas [3] para ciudadanos de Hong Kong dispuesto a huir al Reino Unido y adoptó un estilo muscular comparable al de la administración no alineada de Trump en el Atlántico.

En algunos aspectos, la convergencia entre Londres y Washington es comprensible y lógicamente justificada por el viento cambiante de la geopolítica global: la superposición entre un contexto mundial cada vez más competitivo, una rivalidad multinivel entre las dos superpotencias [4] y la necesidad de que Londres La creación de un espacio para la acción posterior al Brexit empuja a mejorar los vínculos ya existentes entre los dos lados del Atlántico. En un momento en que se considera una prioridad en Washington movilizar todos los recursos disponibles, esto se está volviendo más urgente. La «relación especial» entre los británicos y los Estados Unidos vive en situaciones que se consideran, en una fase de crisis, fundamentales, como la integración entre los respectivos sistemas de espionaje en el grupo restringido de los «Cinco Ojos» [5]«, Los intereses comunes en el campo económico y financiero, con Hong Kong en el caso específico que es la cumbre de un triángulo con la ciudad de Londres y Wall Street y Nueva York, el predominio del eje anglosajón en el contexto militar de la OTAN.

Una dura reacción de realismo, por lo tanto, para Boris Johnson y para los partidarios de «Gran Bretaña global» como consecuencia de la salida del Reino de la Unión Europea. De hecho, es fundamental subrayar cómo, al acelerar la elección del campo, Londres se ubica directamente como el perdedor en el choque geopolítico entre China y los Estados Unidos. Esto por un triple orden de razones.

Ante todo, El gobierno británico conservador tendrá que congelar definitivamente sus estrategias «globales» en las que pretendía relanzar el país, combinando el mantenimiento de la solidaridad atlántica con el despacho de aduanas de relaciones cada vez más estrechas con países como China en términos económicos, financieros y comerciales. Esto representa una doble comprobación porque señala la falacia de una estrategia posterior al Brexit excesivamente centrada en una ideología economista ciertamente no muy diferente de la ortodoxia ordoliberal que caracterizó a la Unión Europea de la cual Londres afirmó encontrar «libertad» e impone Una reducción de las perspectivas comerciales con nuevos rivales estratégicos. Entre 2019 y 2020, los inversores chinos se movieron con facilidad en la ciudad, comprando marcas históricas como British Steel [6]y Greene King [7] y con el objetivo de ser parte de gran parte de la infraestructura del país y el relanzamiento ferroviario. Ahora, la competencia política hará que sea más difícil crear nuevos lazos de este tipo.

En segundo lugar, el mundo político-institucional del Reino Unido se ve profundamente reducido, ya que está convencido de la adhesión a la «cruzada» anti-china por una larga lucha interna en la que las presiones de los Estados Unidos se han sentido duramente. La línea es clara: la «relación especial» se aplica siempre que las apuestas sean las establecidas por Washington. Y Boris Johnson, primer ministro en la silla durante un año y hasta ahora con la intención de deambular entre las diversas almas del Partido Conservador, tuvo que admitir que había sido colocado en la minoría. El ex alcalde de Londres, de hecho, ha apuntado repetidamente a posponer el momento de la decisión. Sobre el tema de la tecnología 5G y los lazos con Huawei, por ejemplo, el gobierno de Johnson ha tratado de mantener una estrategia autónoma.[8] . Demasiado poco para los deseos de Trump, quien se enfrentó con su homólogo por teléfono [9] antes de que la ofensiva del frente más estrictamente atlantista, liderado por el inoxidable, se apoderara del aparato político conservador y los servicios de seguridad. halcón Tory Iain Duncan Smith, ex líder del partido [10] .

Finalmente, como consecuencia de los dos acontecimientos mencionados anteriormente, la explosión de una «nueva guerra fría» entre China y Estados Unidos [11]privará a Londres de cualquier margen de maniobra para establecerse como un actor independiente en el escenario global. La fase de salida negociada por la Unión Europea había revelado que Londres compartía en gran medida una serie de problemas con Bruselas que les impedían ser protagonistas en esta fase histórica; Al mismo tiempo, las estrategias implementadas en los últimos años para dar cabida a la arena global, con la excepción de la continuidad en el sistema bancario y financiero, han sido confusas y contradictorias. Londres no podrá convertir a los miembros de la Commonwealth en un eje geopolítico y aún no ha desarrollado una nueva doctrina estratégica para aumentar su proyección militar y naval. En general, tanto Theresa May como Boris Johnson siempre han alineado su visión con el hegemón de Over the Atlantic: desde Siria a Rusia, desde Venezuela a la cuestión de Hong Kong, no se ha visto ninguna posición británica original. Los ideólogos conservadores pensaban que «Gran Bretaña global» era un paraíso liberal, financiero y centrado en Londres, «Singapur en el Támesis», que se lograría con la mezcla de los votos de la clase trabajadora cansada de la desindustrialización y el declive del país en el referéndum sobre Brexit; a fin de cuentas, solo los lazos autónomos residuales de Londres con China garantizaban una posibilidad mínima de supervivencia para una estrategia diseñada para un mundo multipolar y competitivo, pero no caótica y conflictiva como se ha convertido en los últimos meses y años. Brexit nació viejo 

El declive y la irrelevancia, por lo tanto, parecen ser las líneas de tendencia en las que se embarca un Reino Unido que ha pasado en unas décadas de ser imperio a convertirse en una provincia de otros, y en unos pocos años de cultivar la ingenua esperanza de poder separar el destino de uno de ese de una Unión apática y anticuada para que el mundo contemporáneo tenga que darse cuenta del valor de las relaciones de poder que los competidores y (sobre todo) los aliados siempre pueden ejercer. Incluso en el nuevo sistema bipolar, Europa, incluida Gran Bretaña, será una tierra de confrontación abierta y un objeto, no un sujeto, de la dinámica geopolítica que dará forma a los nuevos equilibrios mundiales.


NOTA

[1] El número de muertos es devastador más allá del Canal: el 2 de julio de 2020, el día que escribimos, el Reino Unido es con poco menos de 44 mil muertes la tercera nación más afectada por Covid-19 después de Estados Unidos y Brasil, y con Más de 310 mil infecciones, la quinta en el mundo por la propagación de la infección. El número de muertes podría aumentar aún más en el futuro cuando se comprenda el impacto real del virus en los hogares de ancianos, donde ha habido una subestimación excesiva de los riesgos, cf. Cristina Balotelli, Reino Unido: hogares para ancianos, un drama de 7.500 víctimas , Il Sussidiario, 21 de abril de 2020.

[2] Patrick Wintour, China está rompiendo el tratado de Hong Kong con el Reino Unido, dice Boris Johnson , The Guardian, 1 de julio de 2020.

[3] Boris Johnson ofreció un camino para la ciudadanía británica a 3 millones de residentes de Hong Kong , The Post, 3 de junio de 2020.

[4] Los frentes activos son, además de los problemas estratégicos relacionados con Hong Kong, de naturaleza comercial, tecnológica y de seguridad. Desde la lucha de brazos en Huawei hasta la «guerra» de los cables submarinos, el escritor habló sobre ello en Andrea Muratore, China-EE. UU .: la batalla de los gigantes , Globalization Observatory, 6 de febrero de 2020.

[5] Alianza de inteligencia compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

[6] Federico Giuliani, China tiene hambre de acero: Beijing se hace cargo del gigante British Steel, Inside Over, 11 de noviembre de 2019.

[7] Federico Giuliani, Brexit puede llevar al Reino Unido a las manos de China , Inside Over, 26 de agosto de 2019.

[8] Francesco Bechis, Huawei y 5G, Washington congela Londres , hormigas, 7 de febrero de 2020.

[9] Andrea Muratore, El tira y afloja entre Trump y Johnson en 5G , Inside Over, 8 de febrero de 2020.

[10] Iain Duncan Smith, Debemos dejar de arrodillar a estos déspotas , Daily Mail, 29 de marzo de 2020.

[11] Sobre la bipolaridad sino-estadounidense y sobre posibles analogías y diferencias con el conflicto político entre Washington y la Unión Soviética, informamos el ensayo publicado recientemente en estas columnas por Amedeo Maddaluno, ¿ El amanecer de una nueva bipolaridad ? y Gino Fontana, Estados Unidos-China: ¿la nueva guerra fría ? , Observatorio de la globalización, 8 de junio de 2020.

[12] Pierluigi Fagan, desafío multipolar de Boris Johnson , Observatorio de la Globalización, 14 de diciembre de 2019.

PUBLICADO EN LA REVISTA EURASIA https://www.eurasia-rivista.com/il-tramonto-della-global-britain/

por Bethany Allen-Ebrahimian,  

A) Un siglo XXI chino-centrico

Con los Estados Unidos paralizados por el estancamiento político y las instituciones occidentales, China se está posicionando como el principal arquitecto de las nuevas estructuras de poder en el siglo XXI.

Por qué es importante: si Estados Unidos continúa enojando a sus aliados, retirándose de las instituciones globales e ignorando a gran parte del mundo en desarrollo, en 20 años puede despertarse y verse resignado a un pequeño rincón en un mundo definido y dominado por China.

La amplia visión del presidente chino, Xi Jinping, la Iniciativa Belt and Road (BR-la franja y la ruta), coloca a China en el centro de mando de las relaciones económicas y geopolíticas mundiales.

  • Los países individuales, desde Camboya hasta Italia y Angola y en el medio, ahora dependen en gran medida de China para el crecimiento económico a través de inversiones , como las del BRI en infraestructura, comercio, ciencia, tecnología y proyectos militares.
  • Beijing está utilizando esa palanca de poder para influir en su política exterior y en la toma de decisiones internas.
  • El resultado: las alternativas en gran medida opacas lideradas por China a las instituciones lideradas por Occidente y las normas globales están emergiendo y atrayendo país tras país al nuevo marco global.

Detalles: la estrategia de Beijing es evidente en…

1. La economía global: como el principal exportador del mundo, el peso económico de Beijing se siente de manera aguda.

2. Tecnología y telecomunicaciones: el enfrentamiento global sobre el futuro de 5G acaba de comenzar, pero está claro que Beijing considera la posición de Huawei como líder mundial de 5G como una estrategia geopolítica clave.

  • Gran Bretaña ha permitidó el uso del equipo de Huawei, el primer aliado clave para desafiar los esfuerzos de Estados Unidos por bloquear la compañía.
  • La preocupación es que el gobierno chino, que tiene vínculos estrechos con Huawei, tendrá acceso a una infraestructura crítica de telecomunicaciones, útil no solo para apalancar a los estados sino también para la recolección masiva de datos.
  • «Los datos son petróleo para la inteligencia artificial«, dijo el ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional y Brig retirado. General Robert Spalding.
  • Mientras tanto, las compañías tecnológicas chinas, incluidas Huawei y la compañía de reconocimiento facial Hikvision, están llevando a cabo una campaña constante para establecer estándares tecnológicos globales de próxima generación, una hazaña que probablemente se traduzca en dominio del mercado y ganancias masivas.

3. Investigación científica: el gobierno chino ha invertido cientos de miles de millones de dólares en investigación y desarrollo , con el objetivo de convertirse en una superpotencia tecnológica global..

4. Militar: el poder militar chino en el este de Asia se está acercando a la paridad con los Estados Unidos, y China está construyendo o alquilando bases militares para su propio uso en el Indo-Pacífico.

  • En octubre de 2019, la Cámara de Representantes de los EE. UU. Creó un grupo de trabajo bipartidista para evaluar la capacidad de Estados Unidos para contrarrestar las amenazas emergentes. Gran parte del trabajo del grupo terminó centrándose en China, dijo el representante Jim Banks (R-Ind.) En una entrevista a Axios.
  • «Podríamos cambiar el nombre de este grupo de trabajo de China», dijo Banks.
  • El gasto militar de China está a la par con los Estados Unidos, pero el ejército del país aún no tiene el alcance global de los Estados Unidos.

El resultado final: el poder y la influencia de China con las naciones de todo el mundo está en un nuevo nivel. Algunas de las estructuras de poder lideradas por China son obvias, algunas están ocultas a la vista, pero todas están dando forma al mundo en una escala grandiosa y duradera.

FUENTE: https://www.axios.com/china-xi-jinping-world-power-ab889b35-b5de-4e9b-b6a4-95e1c0110773.html 

B) ¿Ha ganado China? Un ex diplomático singapurense habla sobre el mayor error de Estados Unidos

Por: Bethany Allen-Ebrahimian 

Para aquellos de ustedes a quienes les gusta mirar las cosas desde ambos lados, es probable que disfruten del último libro del ex diplomático  Singapurense Kishore Mahbubani.

La gran pregunta: » ¿Ha ganado China? El desafío chino a la primacía estadounidense »  comienza con una pregunta que ningún político estadounidense se atreve a abordar públicamente: «¿Qué cambios estratégicos tendrá que hacer Estados Unidos cuando ya no sea la potencia económica global dominante?

Conclusiones: Mahbubani examina los errores estratégicos más grandes de China y Estados Unidos.

  • Y el error de Estados Unidos fue lanzarse a una competencia geopolítica con China «sin primero elaborar una estrategia a largo plazo«.

Flashback: le pregunté a Mahbubani cuál creía que era el mayor error del gobierno de Obama.

  • Dijo que era :
    «la creencia predominante de que un país como Estados Unidos, que tiene menos de 250 años y tiene menos de una cuarta parte de la población de China, podría transformar un país del tamaño de China con una historia de 4.000 años«.

Fuente: https://www.axios.com/has-china-won-review-1ded2ab6-fa34-4112-8deb-a6d386a5213e.html

Las manifestaciones contra el racismo y la pandemia no solo agudizan la crisis interna en EE.UU, sino que también, según algunos analistas, debilitan la postura de Washington en cuanto a su liderazgo global. Carlos Alberto Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, señaló que mientras el país norteamericano intenta preservar su hegemonía en un mundo multipolar, sus aliados, como Alemania, «están tratando de reinstalarse en este nuevo orden» y ampliar la cooperación con otras potencias.

«EEUU no puede garantizar tecnologías ni inversiones importantes a sus socios»

Por Javier Benítez entrevistando al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele para el programa QUÉ PASA de Sputnik

El presidente de EEUU, Donald Trump, sentenció la evacuación de miles de sus soldados de Alemania. Tras el repliegue quedarán 25.000, de los 34.500 actuales. El mandatario endilga a Berlín esta decisión por no abonar la cuota de dinero que debería a la OTAN. De paso, mete a Rusia en la ecuación.

AUDIO de la entrevista: https://mundo.sputniknews.com/popup/radio/?audio_id=3562014

Trump le leyó la cartilla a Alemania y le cayó con el código. El mandatario agitó su verbo para denunciar la minuta que el país germano adeuda y que debe pagar si quiere que su hermano en armas transatlántico siga defendiéndole a capa y espada de la amenaza rusa. Sí, otra vez la ‘amenaza rusa‘ en la ecuación discursiva de Trump.

«Alemania, como saben, es morosa en sus pagos a la OTAN. Están pagando el 1% [del PIB] y se supone que debería ser el 2%. Por eso son morosos en miles de millones de dólares desde hace años. […] ¿Por qué Alemania le paga a Rusia miles de millones de dólares por energía y luego se supone que debemos proteger a Alemania de Rusia? ¿Cómo funciona? No funciona. ¿Por qué deberíamos hacer lo que estamos haciendo si no pagan? Hasta que paguen, retiraremos a algunos de nuestros soldados», espetó indignadísimo por lo que considera un ‘sinpa’ en toda regla.

Consultado al respecto durante su rueda de prensa conjunta con su homólogo polaco Jacek Czaputowicz, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, lanzó un diplomático y lacónico «Tomamos nota de eso, no tenemos información sobre cómo se realizará, no hemos recibido información del Pentágono».

Pero hubo otra reacción diplomática no tan diplomática de parte de Alemania. Como un caballo de Troya apostado en las entrañas mismas de Washington, la embajadora alemana en EEUU, Emily Haber, le aplicó un correctivo a Trump que sonó como esas bofetadas que hacen girar la cara.

«Nuestra cooperación [con EEUU] en asuntos militares y de seguridad siempre ha sido muy estrecha y lo seguirá siendo. Las tropas estadounidenses […] no están allí para defender a Alemania. Están allí para defender la seguridad transatlántica […] También están allí para proyectar el poder estadounidense en África, en Asia». Lo dijo en un evento virtual organizado por el grupo de expertos del Consejo de Relaciones Exteriores, según informa Reuters.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, opina que «este retiro de parte de personal militar norteamericano asentado en Alemania, se trata fundamentalmente de una especie de castigo del Gobierno norteamericano a las negociaciones alemano-rusas por el tema del abastecimiento de gas que se hace a través del mar Báltico, sobre los cuales EEUU intentó de mil y una maneras de impedir que se realizara».

En este sentido, el experto apunta a que «se están mostrando algunos puntos sobre las acciones tácticas que está tomando EEUU, pero Europa en el fondo, con Merkel, ha decidido acercarse más a China, negociar más profundamente con Rusia, y además no se echó atrás en la decisión de continuar con el gasoducto [Nord Stream 2], que va por las profundidades del mar Báltico».

«Por lo tanto, EEUU reacciona como está reaccionando en los últimos tiempos, de una forma totalmente anti diplomática, tratando de mostrar una dureza que cada vez es menos creíble porque aplica sanciones en todas las direcciones y cada vez las sanciones se están transformando en un boomerang», advierte.

Alemania expansionista

Entretanto, Alemania quiere demostrar que está muy activa. Su ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, declaró que su país apoyará durante su presidencia en la Unión Europea, la adhesión de los países de los Balcanes Occidentales al bloque. «Estamos de acuerdo con que, como la UE, debemos continuar nuestra política de expansión», dijo Maas al indicar que habrá que «definir un marco, organizar una conferencia con Macedonia del Norte y Albania».

Actualmente el mundo es multipolar —le guste o no a EEUU y sus aliados— en el cual los poderes se están dividiendo, se están reorganizando en grandes grupos continentales, incide Pereyra Mele al contextualizar la situación. «La Unión Europea tiene una crisis profunda, va a tener que definir si va a ser una UE reducida entre los países tecnológicamente desarrollados industrialmente, o va a seguir incorporando a países atrasados».

El analista sostiene que esa es la situación de objetivos que tiene que definir rápidamente el bloque comunitario «porque el mundo sigue avanzando y la historia no se detiene». «China no se ha paralizado, crece y crece a pesar de la pandemia y su objetivo es llegar y estar presente fuertemente en Europa. EEUU en estos momentos lo único que puede ofrecer es el expediente militar de ‘supuesta’ seguridad, pero nada más. No puede garantizar tecnologías, no puede garantizar inversiones importantes, no puede garantizar ningún efecto cultural como el que se venía realizando desde el fin de la Guerra Fría», concluye.

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS:

El Marco Estratégico Geopolitico:

Lucha entre Atlantistas contra Continentalistas se profundiza 

  • Una más rápida recuperación Económica en el área Asia Pacífico la posiciona mejor para la lucha que se desarrolla
  • EEUU en Recesión Económica desde Febrero de 2020 -con datos de los últimos dos cuatrimestres de 2019- o sea que el Covid-19 no tiene nada que ver con la recesión a lo que se sumó la desocupación 15% marzo 20202 y la retroceso de su PBI en un -6.1%
  • Trump sanciona a la Corte Penal Internacional por investigar Crímenes de Guerra, La campaña política en USA al rojo vivo, Biden denunciando intentos de Fraude China no le compra más alimentos a EEUU y EEUU envía tres portaaviones al mar Indo Pacífico
  • China su Líder declara que El Ejército Popular debe prepararse para enfrentar a EEUU y aliados, y refuerza la carrera para alcanzar el Plan 2025 de superioridad en todas las áreas a EEUU
  • Rusia expresa su Poder Duro con sus vecinos, que intentan instalar a la OTAN y Rusia no aceptará esa amenaza El poder de controlar la producción y traslado del Gas a Europa
  • Unión Europea sigue en su alejamiento de las viejas alianzas y ahora surge el tema abastecimientos de energía enfrentando las directivas de USA de impedir los gasoductos Rusos nuevos hacia Alemania y el Sur de la Europa Oriental. Merkel y el G7
  • Todo estos movimientos y luchas del poder mundial baja hacia América del Sur, y tiene sus reflejos en Brasil y Argentina…
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