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Por el Licenciado Cnl (r) Jorge Nelson Poma que autoriza su publicacion en Dossier Geopolirico

Introducción

La mayoría de los medios de comunicación masivos, muchos formadores de opinión y otros informativos con la mayor objetividad posible en la búsqueda de la verdad, difunden noticias con terminología aparentemente obvia, las que en realidad resultan dificultosas para aquellos ciudadanos comunes o no analistas de la geopolítica internacional o mundial.

Tal es el caso de términos como: multinacionales, supranacionales, bloques continentales industriales, unipolaridad, multipolaridad y otros a nivel mundial, que se pueden observar en los diccionarios y glosarios de términos en geopolítica. 

Sólo pretendemos que se comprenda, la importancia de la existencia de las posibilidades mencionadas y cuáles serían las más convenientes para la paz, el bien y la convivencia en el mundo.

Desarrollo del análisis comparado

Unipolaridad:

Término que refiere al imperio dominante a nivel mundial, ejemplos que hemos tenido a lo largo de toda la historia de la humanidad, tal vez el mejor ejemplo en la antigüedad, fue el Imperio Romano, tanto de occidente como en el oriente, del mundo conocido en ese momento; en este sentido observamos que un imperio se fundamenta, como factor común, en la agresión y dominación de otros pueblos y Estados, vulnerando la igualdad de derechos que se ejercen en una convivencia de paz y bien.

Mediante un salto cuántico, ejemplificamos este concepto cuando, al término de la Guerra Fría entre la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas); con la disolución de la URSS, quedó un solo poderoso país dominante, cual es los EEUU de Norteamérica y sus obsecuentes aliados.

Tal poder, que llegó a alcanzar el 52% del poder militar mundial, vale decir que, si unimos a todos los países del mundo menos EEUU, podrían llegar al 48% del poder militar mundial, en la situación mencionada advertimos que EEUU solo, se transforma en el “rey” y “gendarme” del mundo.

Nos preguntamos, ¿cómo utilizará esa unipolaridad, brindando libertades, sumisión, dominio, esclavitud de las otras naciones, abuso de sus recursos naturales o cómo actuará?; fueron los interrogantes geopolíticos que inundaron el mundo desde la caída de la URSS. 

Podemos interpretar la unipolaridad estadounidense, como una sumatoria de empresas, organismos trasnacionales y bases militares, distribuidos en todo el mundo con algunas excepciones, con finalidades económicas y de dominio mundial, poder absoluto del imperio más poderoso de la historia de la humanidad.

Utilizamos el término trasnacionales, por el hecho de trascender las fronteras, por las buenas o por las malas, por la voluntad política o corrupción de los países, imponiendo las influencias estadounidenses; las mencionadas intromisiones pueden tener variadas formas o disfraces como: la esclavitud desde el FMI (Fondo Monetario Internacional) como forma de “ayuda”, la instalación de bases militares algunas disfrazadas de base de ayuda humanitaria, etc.

Derivado de lo señalado anteriormente, sabemos que la masa de los organismos supranacionales como:  la ONU (Organización de Naciones Unidas), la OEA (Organización de Estados Americanos), el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), la OMS (Organización Mundial de la Salud),  OTAN y tantos otros más, son funcionales al poder anglosajón, los que constituyen armas encubiertas para cumplir con los intereses estadounidense como patrón, juez y jurado, estando en segundo lugar sus aliados, principalmente anglosajones y europeos.

Agregamos que EEUU también es dependiente de un organismo al que le debe y se debe, la cual es la FED por sus siglas en inglés que traducida es la Banca Federal Norteamericana; aclaramos que la misma no es federal ni norteamericana, es una Entidad privada y poseedora de la mayor fortuna mundial con respaldo en oro o territorios y que EEUU se encuentra embargado ante esa banca por su descomunal deuda.

Conocemos probadamente algunas de las siniestras estrategias de las guerras bélicas o no, las cuales lleva a cabo EEUU para mantener su hegemonía o unipolaridad, con sólo recordar algunas de esas acciones, vemos las siguientes hipótesis: desde permitir que suceda Pearl Harbor con la muerte de su propia gente a modo de sacrificio para tener las excusas de ingresar a la IIGM, la destrucción de las Torres Gemelas a modo de fundamento jurídico para luchar contra el “terrorismo”, para lo cual se inventaron las armas de destrucción masiva en Irak con la finalidad de apoderarse de su petróleo y poder en Medio Oriente, la destrucción de Libia por ser un “mal ejemplo” para el mundo de independencia, libertad y soberanía, la guerra en Siria con la utilización de israelíes y mercenarios, la ayuda a los británicos en 1982 para vencer a Argentina y poseer el Atlántico Sur y la Antártida a su disposición o “de la OTAN”, y mil etcéteras más para mantener el poder mundial.

Fundamentando a tantas mentiras e hipocresía geopolítica del poder anglosajón y sus obsecuentes aliados, es que surgen a modo defensivo otras alianzas, con la finalidad de lograr un equilibrio en el mundo, por ello nace en la actualidad la indispensable multipolaridad.

Multipolaridad: 

Después de la IIGM, una de las estrategias de obtener el poder mundial, fueron las alianzas de la OTAN versus la alianza del Pacto de Varsovia bajo la impronta de la URSS, nació entonces la bipolaridad mundial como una de las consecuencias de la IIGM; para lograr mayor éxito post IIGM. El poder anglosajón implementó la distribución mundial de empresas supranacionales y ONGs (Organizaciones No Gubernamentales), con la finalidad de obtener la explotación de los recursos naturales en distintas partes del mundo y obstaculizar el desarrollo de otros países en beneficio del poder anglosajón.

Al disolverse la ex URSS, la Federación de Repúblicas Soviéticas, con la Federación Rusa como principal heredera de la misma, no escapó a ésta invasión económica y obstaculizadora ya aludidas; en tanto China e India se independizaron de los ingleses y de otras potencias menores colonialistas, dándose cuenta del daño económico que representan las multinacionales, las que, aparte de destruir las industrias nacionales de los países afectados, utilizando diversas ONGs con excusas encubiertas,  obstaculizan el desarrollo nacional, imponiendo sólo determinadas actividades económicas o distintas explotaciones de recursos naturales de origen.

Cuando China, Rusia e India, advierten el desangramiento, anulación industrial nacional y la máquina de impedir de las ONGs anglosajonas, adoptan la mejor decisión al desalojar a todas las ONGs y empresas multinacionales, las que obstaculizan el desarrollo en todos los sectores componentes de un Estado, como lo son: la economía, las fuerzas armadas, la explotación propia de sus recursos naturales, la independencia, libertad y soberanía.

A partir de lo señalado, los tres países mencionados, se catapultan a un nivel competitivo, cuando, reemplazándolas por la industria nacional, cambian geopolíticamente su poder; así se transforman o vuelven a asumir el rol de potencias económicas y militares respetadas en el tablero mundial; de este modo nace la multipolaridad a nivel global.

Estamos hablando de polos de atracción económica, política y de influencia internacional muy importante, vale decir, de su impronta geopolítica de magnitud respetable por las potencias hegemónicas: OTAN, EEUU solo, Rusia, China, India, tan vez Japón; además todos los mencionados a excepción de Japón, poseen poder nuclear suficiente para participar de la destrucción mutua asegurada.

BRICS: 

Comenzamos observando que la multipolaridad sola no es suficiente para mantener un equilibrio mundial aceptable, por lo tanto, así como la OTAN no se desactivó como la ex URSS, necesariamente nacen nuevas alianzas.

De lo señalado nace el BRICS (Brasil – Rusia – India – China – Sudáfrica), un bloque nuevo, magnífico, sin la usura esclavista del FMI o Banco Mundial, contando que hay más de 40 países en espera y que cuentan con la admiración en plenitud como un poder menos agresivo que el anglosajón; hoy se debe demostrar credibilidad para su ingreso.

Argentina no está exenta de esta aspiración, ya que habiendo fracasado la recomposición de la UNASUR (Unión de Naciones del Sur), debido a la influencia de fuerzas ocultas del Estado Profundo pro anglosajón, los que se verían afectados en sus intereses del libre comercio atlantista; en razón a que la UNASUR aspiraba a una inminente constitución de un bloque industrial continental bioceánico, dejando de ser el patio trasero de EEUU o la granja británica y constituyendo un eje competitivo a las aspiraciones e intereses del poder anglosajón.

El sistema pendular, que caracteriza a muchas naciones sudamericanas, que afectó especialmente a Argentina y Brasil, sistema que se refiere a la falta de políticas públicas permanentes; sintetizando a que cambiando presidentes, cambian los rumbos, unos son pro anglosajón, otros tercera posición, otros con políticas sólidas y permanentes.

Lo expresado nos lleva necesariamente a ser países sin la credibilidad suficiente para un desarrollo sostenible, no es casual que los países más grandes y ricos de Sudamérica estén tan agredidos: Brasil con un movimiento separatista en su zona Sur, y el Amazonas plagada de multinacionales depredadoras; Argentina es el País más agredido de todos los países del Sur americano desde tiempos remotos (1763) hasta la actualidad y continúa con las formas propias de una guerra híbrida.

Pisoteada y sumisa, sometida por los Acuerdos de Madrid I de Menem y II de Macri, nos gobiernan y dominan los intereses anglosajones, los que nos imponen ignorancia, pobreza, descomunal inflación, compran funcionarios, promueven desindustrialización total, destrucción de las FFAA con el apoyo subliminal del pueblo y la colonización mental de muchos miembros de nuestras propias FFAA, incrementan el narcotráfico y los conflictos, fomentan la destrucción de nuestros valores, se llevan nuestro litio y otros minerales regalados, colocan un radar británico en Tierra del Fuego y mil etcéteras más.

Ingresar al BRICS, sería para Argentina un golpe geopolítico descomunal y una herida a los intereses anglosajones; Argentina se vería apoyada y podría desprenderse, logrando una segunda independencia y por añadidura libertad y soberanía, esperamos con enorme ansiedad que el BRICS sea BRICSA por Argentina.

Esta transición nos coloca en el podio de las relaciones internacionales fuera de América, en la cual hemos sido pisoteados desde afuera con la complicidad de adentro o lo que es lo mismo decir, con la complacencia de nuestros funcionarios “argentinos”, desde Rivadavia, los golpes de Estado hasta Menem y Macri, todos deplorables traidores a la Patria.

Argentina debe expulsar todas las ONGs anglosajonas obstaculizadoras de nuestro desarrollo y las multinacionales devastadoras de nuestros recursos naturales de mar y tierra, puede hacerlo con el respaldo aludido o BRICSA y la rehabilitación de las cárceles para los políticos traidores a la Patria, veremos a esos políticos, que tan pronto se transformarían en grandes patriotas.

En relación a la moneda única o todas las monedas del BRICSA, en nuestro caso en plena hiperinflación, nos preguntamos ¿porque debemos tener respaldo oro?, ¿porque no poder tener respaldo en litio por ejemplo?, terminemos con la inflación impuesta por los enemigos de la Patria.

Los recursos naturales continentales argentinos y su proyección en el Atlántico Sur y la Antártida, sabemos que constituyen la vida alimentaria, farmacológica, de energía y cuantos más aún desconocidos beneficios, los cuales quien los posea y explote, será líder mundial, por ello y su situación geográfica relativa, lleva a la Argentina a ser parte necesaria de BRICSA.

Muchos creen que BRICSA será comunista, a ellos les decimos que el comunismo fue sepultado hace años, ahora se trata de un capitalismo menos usurero que el poder anglosajón y unidos tendrán un poder industrial, económico y militar, tan o más importante del tablero mundial; además recordemos que la guerra civil de la década del 70 fue planeada, dirigida y apoyada logísticamente por el poder anglosajón: ¿fueron comunistas? ¡Despierten y dejen de ver comunistas bajo la cama! 

Además, en la cuestión de Soberanía en el Atlántico Sur, Argentina contaría con un fuerte respaldo, sin derecho a veto como en la ONU, de un poder estratégico a escala mundial; asimismo el BRICSA, respaldaría la apertura de la industria nacional, tan pisoteada por el poder anglosajón, con sólo ver los bloqueos a la industria militar argentina, podemos definir con claridad, cuáles son nuestras conveniencias.

Tal vez sea más acertado comparar las actitudes de los británicos, al seguir las indicaciones de Winston Churchill, quien desde la década del 40 del Siglo XX, expresó contra Argentina: 

“No dejen que la Argentina se convierta en potencia. Arrastrará tras ella a toda América Latina” . . . “La estrategia es debilitar y corromper por dentro a la Argentina, destruir sus industrias, sus fuerzas armadas, fomentar divisiones internas apoyando a bandos de derecha e izquierda, atacar su cultura en todos los medios, imponer dirigentes políticos que respondan a nuestro Imperio. Esto se logrará gracias a la apatía de su pueblo y a una democracia controlable, donde sus representantes levantaran sus manos en masa en servil sumisión. Hay que humillar a la Argentina”.

Recordemos que Winston Churchill (nieto), al ver los resultados de la Batalla de Malvinas, pronunció la continuación de la profecía señalada, al decir: “A la Argentina hay que sumirla en el barro de la humillación . . .”, es exactamente lo que nos está sucediendo a modo de castigo imperial.

Los BRICSA involucran a casi la mitad de la población y economía mundial, superando en la actualidad al G7 (Grupo conformado por Alemania – Canadá – EEUU – Francia – Italia – Japón – Reino Unido de GB), aquellos que en su momento pasado a fines del Siglo XX, fueron los más poderosos en las decisiones globales.

Los medios bajo influencia anglosajona, cumplen a pleno aquel viejo adagio que expresa: 

“El negocio de los periodistas es destruir la verdad, mentir abiertamente, pervertir, vilipendiar, arrojarse a los pies de las riquezas, y vender su país y su carrera por su pan de cada día. Tú lo sabes y yo lo sé, y ¿qué locura es ésta proclamar una prensa independiente? Somos las herramientas y vasallos de hombres ricos detrás de las escenas. Somos polichinelas de los editores, ellos mueven los hilos y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales.”   

Esto dijo en 1880 -143 años atrás- John Swinton, periodista del New York Times, sobre la independencia de la prensa. Palabras que hoy, en la Argentina “de la entrega con los Acuerdos de Madrid” son una inocultable realidad. También posee validez para el resto del mundo. 

Conclusiones:

  • Los pueblos sin FFAA ni alianzas estratégicas, se encuentran condenados a ser dominados. 
  • El deterioro de la Defensa Nacional en los últimos 40 años, no permite mantener la integridad territorial, la soberanía en el mar y aeroespacial; promesas políticas apuntan al largo plazo (2050) el renacer de la Defensa Nacional. Teniendo en cuenta la agenda global 2030, ¿alguien puede creer esta afirmación?
  • Gane quien gane las elecciones en Argentina, gana el poder anglosajón, principal opositor al ingreso argentino al BRICSA, en tanto que los medios repiten los versos subliminales anglosajones.
  • Las increíbles traiciones a la Patria de muchos de nuestros funcionarios, la cobardía de muchos jueces y legisladores, ponen en serio riesgo la existencia del Estado Nacional.
  • La ciencia y fundamentos de la geopolítica, debe establecer las bases del desarrollo argentino y que ningún presidente pueda cambiar, entonces dejaríamos de ser pendulares en las políticas públicas.
  • El riesgo de la disolución Nacional de Argentina es muy grande, hasta en la CN (Constitución Nacional de 1994) consta la división de Argentina en ocho regiones que serían los posibles 8 paisitos sin influencia alguna, con el BRICSA, esa hipótesis sería muy difícil de concretar.
  • BRICSA: no nos caben dudas que ante la falta de alianzas, la auto adjudicación de 5 mil km2 del patrimonio argentino a Chile, como es habitual, está el poder anglosajón detrás de la acostumbrada geopolítica pinochetista, luego arbitrará La Haya o Inglaterra y ya sabemos a quienes beneficia, cortándole aún más la soberanía argentina en el Atlántico Sur y su proyección antártica. ¡Necesitamos a BRICSA!

FUENTES DE CONSULTA:

  • BRIC Y MALVINAS: https://www.pagina12.com.ar/581830-el-acceso-de-la-argentina-a-los-brics-otra-via-para-el-recla 
  • Apuntes de la Cátedra de Geopolítica de la Universidad Maimónides. 
  • Julio C. Gonzales – La Involución Hispanoamericana – El caso argentino 1711 – 2010 – Ed. Agüero 2260 – Buenos Aires – (2010).
  • Pedro Baños (1918) – ASÍ SE DOMINA EL MUNDO – Ed. Ariel – Buenos Aires – Argentina.

Ha pasado tanto tiempo desde que Brzezinski formuló originalmente la noción de Mackinder que la diplomacia clásica ha quedado etiolada.

Por Alastair Crooke Fundación de la Cultura Estratégica

En 1997, Zbig Brzezinski, el «impulsor» original detrás de la transformación de Afganistán en un atolladero de «barro» al que Rusia iba a ser arrastrada, escribió su célebre libro, El gran tablero de ajedrez . Fue una obra que incorporó «para siempre» la doctrina Mackinder de «quien controla el corazón de Asia controla el mundo» en el espíritu de la época estadounidense.

Es revelador que su subtítulo fuera La primacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Brzezinski ya había escrito en su libro que sin Ucrania, Rusia nunca se convertiría en la potencia central; pero con Ucrania, Rusia puede y lo haría .

Así, la doctrina de Mackinder, el dicho «Aquel que controla el corazón» , fue codificada en la «ley canónica» estadounidense, para nunca permitir un corazón unido. Y Ucrania pasó a ser vista como la bisagra alrededor de la cual giraba el poder central.

Brzezinski ordenó además que esta «Gran Partida de Ajedrez» fuera una de pura primacía estadounidense: «No, nadie más juega», insistió; Es un juego puramente para uno. Una vez que se mueve una pieza de ajedrez; ‘nosotros’ (Estados Unidos) simplemente giramos el tablero al revés y movemos las piezas de ajedrez del otro lado (para ‘ellos’). No hay ‘ningún otro’ en este juego”, advirtió Brzezinski.

Éste es el dilema actual: hace tanto tiempo que Brzezinski formuló originalmente la noción de Mackinder que la diplomacia clásica ha quedado etiolada.

Sin embargo, fue Henry Kissinger quien dio a Mackinder su célebre giro: » Quien controla el dinero controla el mundo » se convertiría en la hegemonía financiarizada del dólar y de la banca.

Pero Kissinger, en esto, se equivocó desde el principio. Siempre lo ha sido: «Aquel que tiene capacidad de fabricación, materias primas, alimentos, energía (tanto humana como fósil) y dinero sólido puede cambiar el mundo». Pero Kissinger simplemente ignoró esas condiciones adjuntas y, en cambio, basó a Estados Unidos en la creación de una «telaraña global de dólares armados» (tócala y la telaraña de las sanciones te envenenará). Además, este sistema se multiplicó porque Wall Street distribuyó el acceso a billones de dinero recién creado sólo a quienes cumplían.

Kissinger, sin embargo, desarrolló la doctrina de la «triangulación» en un guiño a Mackinder: Estados Unidos debería buscar aliarse con Rusia contra China, o estar con China, en oposición a Rusia. Pero nunca permitir que China y Rusia se unan contra Occidente. El corazón del país siempre debe estar fracturado.

Estas «reglas» están impresas en los circuitos mentales de Washington. Sin embargo, las nociones que los sustentan tienen poca validez hoy. Los estados militarizados y con masas terrestres (el corazón de Asia) frente a las potencias navales (los atlantistas) difícilmente reflejan los instrumentos de poder más abstractos de hoy.

La esfera del dólar, por ejemplo, ha sido sin duda una fuente de poder estadounidense (imponiendo a los estados la compulsión de comprar y mantener dólares) desde el Acuerdo de Bretton Woods y los acuerdos del petrodólar. Creó una demanda sintética masiva del dólar, que inicialmente funcionó bien para Washington. Pero ahora ya no tanto.

Era demasiado bueno para ser verdad: imprima y al diablo con las consecuencias. ¿Deuda? No importa; imprime un poco más. Washington exageró (el atractivo político era demasiado grande).

Y así, la «hegemonía» del dólar ha pasado de ser una herramienta de proyección de poder a ser la principal fuente de vulnerabilidad de Estados Unidos. Dicho claramente, el enorme exceso de oferta de dólares y deuda en dólares de Washington ha convertido al «dólar» en un arma claramente de doble filo; Ahora va contra Occidente. La base manufacturera occidental, financieramente muy pesada, se ha atrofiado y reducido, lo que ha desencadenado una sociedad estadounidense de dos niveles con enormes desigualdades.

El actual conflicto en Ucrania ha puesto de relieve las deficiencias del poder hegemónico que surgen específicamente de una base manufacturera desatendida.

Si Mackinder estuviera aquí hoy, podría necesitar ajustar su modelo, distinguiendo entre el territorio que está «fuera» del conjunto de políticas económicas (el bloque asiático, africano y global del Sur liderado por los BRICS) y el que está «dentro» del conjunto de políticas económicas. ‘: es decir, dentro de un paradigma consumista ‘costero’ impulsado por la deuda.

Relacionados con lo anterior están los costos específicos asociados con esta excesiva militarización (es decir, la «guerra» financiera «total»). El Tesoro de Estados Unidos ha utilizado múltiples variaciones: deuda (para colapsar primero, la posición global de Gran Bretaña en la posguerra); utilizó las tasas de interés como armas para «reducir el tamaño» del milagro económico japonés de principios de los años 1980. Francia y Occidente desplegaron la guerra para poner fin a las aspiraciones de Gadafi de una esfera panafricana utilizando un dinar de oro, en lugar del franco o el dólar. Y luego hubo sanciones sin precedentes a Rusia que, paradójicamente, han dado lugar a una renovada fortaleza económica rusa , en lugar de un colapso financiero (como se esperaba).

Sin embargo, aquí nuevamente vemos la incongruencia del doble filo de la “espada de las sanciones”: The Wall Street Journal ha observado que los europeos se están empobreciendo –como resultado de los confinamientos, pero más precisamente al unirse al “proyecto” de guerra de Biden , destinado a poner a Rusia de rodillas):

    En 2008, la eurozona y Estados Unidos tenían productos internos brutos (PIB) equivalentes; la brecha del PIB es ahora del 80%. 

El Centro Europeo para la Economía Política Internacional, un grupo de expertos con sede en Bruselas, publicó una clasificación del PIB per cápita de los estados americanos y europeos: Italia está justo por delante de Mississippi, el más pobre de los 50 estados, mientras que Francia está entre Idaho y Arkansas, respectivamente 48 y 49. Alemania no salva las apariencias: se encuentra entre Oklahoma y Maine (38.º y 39.º). El salario medio estadounidense es ahora una vez y media mayor que el de Francia.

¿Valió la pena que los líderes de la UE hipotecaran el futuro de Europa en aras de la solidaridad de la Casa Blanca? De todos modos, la estratagema de las sanciones no funcionó.

Bueno… Estados Unidos y la UE se encuentran en medio de un nuevo giro en la ‘historia’ geoestratégica de Mackinder sobre cómo evitar que surja un corazón unificado: es una variante del plan de ‘reducir el tamaño’ de la destreza tecnológica japonesa: La herramienta del ‘Acuerdo de Plaza’ (1985) para manipular las tasas de interés contra un Japón ‘derrotado’ y dócil no funcionará para China.

Más bien, China está siendo sometida a un asedio tecnológico acompañado de una campaña de estigma, en la que su líder es destrozado, mientras que la economía de China se ve presionada con cada vez más tecnología cuya exportación o cooperación está prohibida. Todos los días, los HSH occidentales celebran las dificultades económicas resultantes que enfrenta China:

    “Su crecimiento meteórico [de China] se ha desacelerado, un breve aumento post pandemia se ha extinguido y los analistas señalan profundos problemas estructurales que socavan las perspectivas futuras de China. Xi y la camarilla gobernante (sic) están luchando para abordar los nuevos desafíos planteados por la maduración de la economía de China… La economía de China alguna vez pareció el nuevo motor del mundo [como alguna vez lo hizo Japón]… pero una sensación de estancamiento está invadiendo».

Es verdad. El prolongado desgaste estadounidense de la economía china ha obstaculizado el crecimiento. Las exportaciones chinas tanto a Estados Unidos como a Europa están cayendo, y el desempleo juvenil es, de hecho, una preocupación activa para los dirigentes chinos.

Pero China entiende muy bien que esto es una guerra: la ‘Guerra Estratégica de Mackinder’.

En un viaje reciente a Beijing, la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, advirtió que la incertidumbre prevaleciente, avivada también por las duras medidas adoptadas por el gobierno chino contra las empresas extranjeras, está haciendo que China sea “ininvertible” a los ojos de los inversores estadounidenses.

¡Detener! Haga una pausa para asimilar lo que dijo el secretario de Comercio: ¡ Adopta nuestro modelo económico o te rechazaremos!

La Secretaria Yellen también pronunció recientemente un discurso sobre la relación entre Estados Unidos y China, dando a entender que China había prosperado en gran medida gracias a este orden de mercado anglo de ‘libre funcionamiento’, pero ahora estaba girando hacia una postura impulsada por el Estado, una que “es de confrontación”. hacia Estados Unidos y sus aliados”. Estados Unidos quiere cooperar con China, pero total y exclusivamente en sus propios términos , afirmó.

Estados Unidos busca un “compromiso constructivo”, pero que debe estar sujeto a que Estados Unidos garantice sus propios intereses y valores de seguridad: “Comunicaremos claramente a la República Popular China nuestras preocupaciones sobre su comportamiento… mientras nos comprometemos con el mundo para promover nuestra visión de una orden económico global abierto, justo y basado en reglas”. Yellen finalizó diciendo que China debe “atenerse a las reglas internacionales actuales” .

Como era de esperar, China no aceptará nada de eso.

Es un paralelo exacto de lo que ocurrió en 2007 en el Foro de Seguridad de Múnich . Occidente insistía en que Rusia aceptara el paradigma de seguridad global de la OTAN. El presidente Putin desafió a Occidente: “Lo hacen: atacan continuamente a Rusia, pero no nos doblegaremos”. Ucrania es hoy el campo de pruebas para ese desafío de 2007.

En pocas palabras, el discurso de Yellen muestra un completo fracaso en reconocer que la «revolución» chino-rusa no se limita a la esfera política, sino que se extiende también a la esfera económica. Muestra cuán importante es la «otra guerra» -la guerra para dar forma a una salida del control del «Orden» global liderado por Occidente- tanto para Putin como para Xi.

Ya en 2013, en un discurso sobre las lecciones aprendidas de la desintegración de la Unión Soviética, Xi señaló la causa de esta implosión en “los estratos gobernantes” (con el giro hacia la ideología occidental de mercado liberal de la era Gorbachov-Yeltsin), que había llevado a la Unión Soviética al nihilismo.

El punto de Xi fue que China nunca había dado este desastroso desvío hacia el sistema liberal occidental .

Putin respondió: “[China] logró de la mejor manera posible, en mi opinión, utilizar las palancas de la administración central (para) el desarrollo de una economía de mercado… La Unión Soviética no hizo nada parecido, y los resultados de una política económica ineficaz termina impactando en la esfera política”.

Washington y Bruselas simplemente no lo entienden. Dicho claramente, la evaluación de Xi y Putin es que el desastre soviético fue el resultado de un giro imprevisto hacia el liberalismo occidental; mientras que, por el contrario, el «Occidente colectivo» considera que el «error» de China (por el cual se está llevando a cabo una guerra tecnológica financiarizada) es su alejamiento del sistema mundial «liberal».

Este desajuste analítico simplemente está grabado en los circuitos mentales de Washington. Esto explica demasiado la convicción absoluta de Occidente de que Rusia es tan débil y frágil financieramente, debido al error primordial de evitar el sistema «anglo».

La culminación: Washington está violando (su propia) regla número uno de Brzezinski: el «imperativo» de garantizar que Rusia y China no se unan, frente a Occidente.

La gran pregunta hoy es si la tecnología armada como «imperativo geoestratégico» para dividir el corazón del país será más efectiva para lograr ese fin que el dólar armado.

La semana pasada, Huawei lanzó su nuevo teléfono inteligente equipado con el procesador interno 9000s de Huawei fabricado por la empresa china de semiconductores SMIC, utilizando un proceso de fabricación de clase 7 nm. Hace menos de un año, cuando Estados Unidos introdujo un amplio conjunto de sanciones contra la industria china de semiconductores, los «expertos» prometieron que acabaría con la industria, o al menos congelaría su proceso tecnológico en el estándar de 28 nm. Evidentemente, China ahora puede producir en masa chips de 7 nm de forma totalmente autóctona. El iPhone 14 Pro tiene chips de 4 nm, por lo que China está casi a la par, o tal vez 1 o 2 años por detrás.

Con un movimiento, señala Arnaud Bertrand , China ha demostrado que los esfuerzos de Estados Unidos por obstaculizar a Huawei y a la industria china de semiconductores han sido ineficaces. ¿Qué lograron las sanciones? Han contribuido a construir un ecosistema autóctono de semiconductores que no existía antes de las sanciones. Otros estados «lo entienden»: abastecen sus semiconductores a empresas occidentales, y Estados Unidos no dudará en convertir la industria en un arma con fines geopolíticos. Compre comida china, dice Bertrand.

Esta semana, China lanzó un fondo de inversión de 40.000 millones de dólares para apuntalar su industria de semiconductores.

Anexos:

La brecha del PIB entre EEUU y Europa alcanzó el 80%

https://sputniknews.lat/20230908/la-brecha-del-pib-entre-eeuu-y-europa-alcanzo-el-80-1143477989.html

Putin: Rusia ya ha obtenido el doble de beneficios que las reservas congeladas de oro y divisas

https://actualidad.rt.com/actualidad/479587-putin-rusia-gano-doble-reservas

Al incorporar a la Unión Africana (UA), el G20 toma en cuenta el retroceso de Occidente, el avance del Sur Global y la necesidad de concertación para resolver los graves problemas actuales

por Eduardo J. Vior analista internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Quizás el mejor resultado de la cumbre del G20 que se acaba de reunir en Nueva Delhi es que no haya pasado casi nada. La suave diplomacia india logró moderar el comunicado final, para que reafirmara el principio de la solución pacífica de los conflictos territoriales entre los países, pero sin condenar a Rusia. Se reivindicó la necesidad de un acuerdo global para combatir el cambio climático, pero no se acordaron medidas cuantificables. Se reclama un cambio en la gobernanza financiera mundial, pero no se avanzó en la condena a las prácticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). El mayor éxito de la conferencia, empero, fue de naturaleza organizativa: la incorporación de la Unión Africana (UA) como miembro permanente del Grupo que ahora pasa a tener 21 integrantes. África es el nuevo gran actor regional en la gobernanza del mundo.

La Unión Africana (UA) celebró el sábado su 24º cumpleaños. Como regalo, la UA se convirtió el mismo día en nuevo miembro del Grupo de los 20 (G20). La UA fue admitida en la organización (que incluye a 19 de las principales economías del mundo y a la Unión Europea) en su reunión del sábado en Nueva Delhi.

“Damos la bienvenida a la Unión Africana como miembro permanente del G20 y creemos firmemente que su inclusión en el G20 contribuirá significativamente a abordar los retos globales de nuestro tiempo”, reza la declaración final de la cumbre. La incorporación de la UA es un gran éxito personal del primer ministro indio, Narendra Modi, que desde hace tiempo venía bregando por el ingreso de la UA a la organización.
Los miembros del G20 -que incluye a Estados Unidos, Rusia, India, China y la UE- representan alrededor del 85% del PBI mundial, más del 75% del comercio mundial y aproximadamente dos tercios de la población mundial. Sin embargo, el bloque ha perdido efectividad por la rivalidad entre Occidente, por un lado, Rusia y China, por el otro, y por el auge de nuevas instituciones multilaterales más representativas de naciones anteriormente marginadas.

La reunión del G20 se celebró pocas semanas después de que BRICS se reuniera en Johannesburgo (Sudáfrica) y anunciara su propia ampliación. Seis nuevos miembros (Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos) fueron admitidos en el bloque que se presenta como una alternativa para la gobernanza mundial.

El G20 se congregó, empero, también una semana antes de que en La Habana sesione el Grupo de los 77 más China (G77+China). Este foro de 134 países de todas las longitudes del Sur Global es el mayor grupo de coordinación intergubernamental dentro de las Naciones Unidas. Sus integrantes representan dos tercios de los miembros del sistema de la ONU y el 80 por ciento de la población mundial. Si bien no cuenta con representaciones regionales, como la próxima Cumbre del Sur (que el G77+China organiza a intervalos irregulares) debe realizarse en África, tendrá gran relevancia el nuevo peso de la UA.

Desde hace tiempo la Unión Africana aspira a desempeñar un papel más importante en los asuntos mundiales. En su Agenda 2063 -el proyecto y plan maestro del continente para transformar África en la potencia mundial del futuro- una de las siete aspiraciones “es que África se presente como actor y socio mundial fuerte, unido, resistente e influyente”.

Además de los intensos esfuerzos diplomáticos de la UA, su éxito en la adhesión al G20 se debió al creciente peso del continente en la economía mundial Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo UNCTAD, por su nombre en inglés), con la población más joven y de más rápido crecimiento del mundo, esta región del globo se está convirtiendo en un imán para los mercados y productos de consumo. Mientras tanto, la Área Continental Africana de Libre Comercio (ACFTA, por su nombre en inglés) ha desbloqueado aún más la vitalidad económica y el potencial de mercado de la región.

Desde su creación la UA ha contribuido significativamente a la paz, la estabilidad y el desarrollo del continente y ha acumulado una fuerza considerable. El organismo continental también ha coordinado eficazmente a sus 55 miembros, para hablar como uno solo en la escena internacional.

Además del peso específico que la organización continental ha adquirido, la conformidad de las potencias occidentales con la incorporación de la UA al G20 puede explicarse también por el temor a que, de lo contrario, el continente se vuelque completamente a la esfera de influencia ruso-china. 47 países africanos se han incorporado ya a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por su nombre en inglés), mientras que 40 países del continente establecieron acuerdos de distinta índole en la Cumbre Rusia-África de julio pasado en San Petersburgo.

La adhesión de la UA al G20 es de importancia mundial. El ascenso colectivo de los mercados emergentes y los países en desarrollo está cambiando radicalmente el panorama mundial. El Sur Global, incluidos muchos países africanos, ha perseguido constantemente la autonomía estratégica y se ha convertido en un actor indispensable en los asuntos internacionales. El ingreso de la UA al G20 ha dado un nuevo impulso a este proceso.
Al ceder posiciones en la redacción del documento final de la cumbre y aceptar la incorporación de la representación regional africana, Estados Unidos y sus aliados han hecho importantes concesiones, para asegurar la supervivencia del G20, aunque en el futuro sólo sirva como espacio de intercambios entre el Norte residual y el resto del mundo. La particular combinación de encuentros tan relevantes en poco más de dos semanas no es el resultado de una azarosa planificación de cronogramas diplomáticos, sino la puesta en escena del traspaso del mando mundial. En las tres instancias África tiene un lugar central.

Publicado por la Agencia TELAM

El periodista Federico Dal Cortivo entrevistó al Director de Dossier Geopolitico Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele para la Revista Italiana de Geopolitica EURASIA fundada en el 2004, sobre la importancia del ingreso de Argentina a los BRICS y sus trascendencia en el Continentalismo Suramericano y el rol del Sur Global a partir del ingreso de los nuevos 6 miembros. Dossier Geopolitico

P – ¿Cuál es su visión de los BRICS?

R – Sin duda, el surgimiento de los BRICS +(Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) constituye el mayor y más trascendental proyecto geopolítico y geoeconómico global del siglo XXI, que marca el declive definitivo de la dominación anglosajona en los últimos años. Además, al NO ser un organismo ideológico pero SI geopolítico, posiciona a los países del Sur del mundo en el centro del escenario del poder mundial por su extraordinario poder económico, industrial y tecnológico y sus inmensos recursos naturales, mientras que los hegemónicos poder del último de los sucesivos imperios occidentales, que desde 1492 hasta hoy han colonizado, conquistado y destruido civilizaciones, pueblos y países de la llamada «periferia», imponiendo códigos y valores que con el tiempo han sido desenmascarados como hipócritas y contradictorios, además de servir sólo a sus propios intereses. 

Es así como los BRICS + , como organización multipolar, multilateral y multicultural de países muy diferentes, pero unidos por una vocación común de desarrollo económico pragmático, justo e independiente, marca un CAMBIO NO SÓLO HISTÓRICO, SINO TECTÓNICO DEL NUEVO MUNDO, imponiendo un sistema de multipolaridad en la gobernanza mundial , sepultando definitivamente la unipolaridad hegemónica autoproclamada por Estados Unidos a finales del siglo pasado, cuando los ideólogos del imperio dominante decretaron el «Fin de la Historia». Una predicción tan fallida como arrogante y triunfalista, que no duró 30 años. 

Además, con el gigantesco cambio que están provocando los BRICS+, se entrelazan tres continentes (África, América y Asia, sus países y pueblos), que son los “olvidados por el mundo rico”, permitiendo, entre otras cosas, que los asiáticos Las civilizaciones-ecumenes (en particular las chinas e indias) revierten el ostracismo de los últimos 150 años bajo el poder británico (que sigue siendo sólo una excepción en la historia) y devuelven a Oriente al punto de referencia global, como lo fue en la antigüedad. en la Edad Media y en gran parte de la modernidad.  

Permiten también la correcta visibilización del continente africano, de su propia civilización, de su historia, de su cultura y de sus pueblos, dando valor a su humanidad y a sus potencialidades, como mínima reivindicación de los siglos de dolor, sangre y pobreza. impuestas por los crueles imperios occidentales.  

Y además, reconocen la particularidad étnica sudamericana, derivada de la mezcla de pueblos e imperios precolombinos con los europeos que llegaron con la conquista y con las oleadas de emigrantes, que dieron origen a otra civilización particular y diferente, a pesar de que que los modelos occidentales siempre han tratado de aplastar sus raíces indígenas. Y como dijo el gran Vasconcelos mexicano, “nuestra raza cósmica es algo nuevo”. 

P – La reciente cumbre de los BRICS en Johannesburgo ratificó la entrada de seis nuevos estados –Argentina, Irán, Egipto, Arabia Saudita, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos– a partir del 1 de enero de 2024. ¿Cuáles cree que serán las repercusiones geopolíticas y económicas? ¿Esta ampliación anunciada hace tiempo en todo el mundo? 

R – En primer lugar, la ampliación de los BRICS, así como la larga lista de países en espera de ser miembros, demuestran el rotundo éxito político de la cumbre, que valida a la organización como el único valor creciente del mundo multipolar, al tiempo que demuestra su rápido desarrollo y crecimiento y las grandes expectativas que despierta en todo el mundo, excepto en el pequeño grupo de la llamada “comunidad internacional”. 

De hecho, prefiero dejar que algunos datos hablen por sí solos. 

Con esta ampliación, los BRICS reunirán a casi el 46% de la población mundial (un 4% más con la adhesión de nuevos países). 

Representarán el 36% del PIB mundial (según la paridad de poder adquisitivo, o PPA), el 25% de las exportaciones, el 40% de la producción total de gas y el 43% de la producción de petróleo.  

El ingreso de Argentina provocará que sume un 32,1% de las reservas de litio.  

China ya posee el 80% de las reservas mundiales de tierras raras, a lo que sumaremos el control del 63% del uranio enriquecido nuclearmente del mundo, con un 38% ruso y un 25% chino.  

Mientras que Estados Unidos importa desde Rusia el 25% del uranio quemado por sus 94 plantas. Y producen el 20% de la electricidad de Estados Unidos. 

 Y para no aburrirnos con más datos sobre la suficiencia de los recursos naturales y las reservas energéticas que recolecta, así como la creciente inercia de sus transacciones comerciales, el avance de las vías de comunicación e infraestructuras y el nacimiento de nuevas monedas que sustituyen al dólar. , agrego sólo el concepto político de que el avance de los BRICS + y el surgimiento del Sur Global es una realidad imposible de ignorar, a pesar de los esfuerzos de anglosajones y europeos. Digo lo mismo respecto de la evidente y prolongada retirada de todo Occidente. 

Estoy convencido de que desde el fin de la URSS en 1991 todo es una lucha geopolítica y no ideológica, por lo que la cumbre BRICS+ rompe el mito de que el Sur no hizo ni participó en la historia reciente de la humanidad. Por el contrario, se revierte definitivamente la condena de ser un área dependiente y periférica para el suministro de recursos naturales y humanos para el desarrollo capitalista y económico del mundo occidental. Todo esto se acabó. 

Por eso repito: no sólo estamos ante un cambio histórico, sino también un cambio tectónico. 

P – América Latina ya puede contar con dos grandes estados del BRICS como son Brasil y Argentina. ¿Cuáles son los posibles escenarios para el continente latinoamericano? ¿Ves en el horizonte la entrada de otras naciones?

R – Centraré mi respuesta en los países de América del Sur, ya que tanto América del Norte como América Central responden a sus propias coordenadas geopolíticas diferentes. Es obvio y no casual que la presencia conjunta de Brasil y Argentina en los BRICS+ es algo buscado y promovido por las potencias de la organización, en su estrategia de fortalecer el Sur del mundo e inducir un apoyo real a estos estados que actúe como contrapeso al poder de Estados Unidos.  

En otras palabras, estamos ante un escenario disputado entre el Norte y el Sur, y es fundamental que los dos países más importantes del subcontinente estén del lado de los BRICS+, mientras que el eje Brasilia – Buenos Aires, fortalecido por una relación comercial y relación histórica muy importante entre ambos países, es la mejor puerta de entrada posible para que otros países de la región ingresen a la organización con las espaldas cubiertas. 

Además, considerando que tanto Brasil como Argentina son países que sólo limitan con el Atlántico, una de las necesidades fundamentales de la región sería incorporar a los BRICS  países limítrofes con países que tienen costas con el Océano Pacífico, para asegurar una conexión marítima directa con Asia –la nueva capital del mundo– y hacer prácticamente de América del Sur una enorme isla bioceánica con todos los aspectos positivos que ello implicaría desde el punto de vista geoestratégico. 

Este proyecto es una vieja aspiración de ambos países que se remonta a mediados del siglo XX, cuando los movimientos populares y nacionales de Getulio Vargas en Brasil y Juan Perón en Argentina rompieron con la ecuación de autoaniquilación impuesta por Estados Unidos e instalada las bases de una cooperación transformadora e industrializada y proveedora de alimentos procesados ​​y minerales: que, a pesar de las trampas y golpes de Estado estadounidenses, dieron lugar al actual y fortísimo eje comercial y estratégico entre ambos países. 

Un capítulo importante de la historia que parece una reedición, gracias también a la incansable batalla del presidente Lula da Silva para preparar una etapa con más naciones incorporadas y con gigantescas oportunidades de futuro. 

P- Estados Unidos estableció con su “Doctrina Monroe” que América del Sur sería su “patio trasero” y lo es desde 1823. Como decía Simón Bolívar, “Estados Unidos parece destinado por la Providencia a someter a toda América con hambre y miseria en el nombre de la libertad”. En su opinión, ¿cuál podría ser la respuesta de Washington a corto y mediano plazo al incendio provocado por los BRICS en su patio trasero? 

 R – No tengo ninguna duda de que Estados Unidos hará lo que históricamente siempre ha hecho en su política exterior hacia América del Sur. Es decir, impedir el desarrollo al sur del Río Grande, boicotear cualquier alternativa de unidad de los pueblos americanos y recurrir a todas las herramientas, desde intervenciones directas por la fuerza, golpes suaves, ahogamientos financieros, sanciones, bloqueos, desestabilización social, terrorismo mediático, etc.  

Lo hicieron durante la Guerra Fría y lo hacen hoy con sus guerras híbridas. Se trata ni más ni menos que de la aplicación de la clásica doctrina Monroe: “América para los americanos”.

Y más ahora que sufre el vértigo de la debacle , lo que la hace aún más peligrosa, ya que sabe que no puede competir en la zona con inversiones o transferencias tecnológicas e industriales procedentes de China, India, el Sudeste Asiático o Rusia. . A lo que hay que sumar que los pueblos de la región están reconociendo el duro precio de la alianza con los anglosajones, que no pueden ofrecer nada más allá de sus planteamientos bélicos y que con el Sur Global pueden explotar su potencial y sus recursos. 

P- Argentina se encamina hacia las elecciones presidenciales del 22 de octubre de este año; el presidente saliente es el peronista Alberto Fernández. ¿Cómo fue recibido por la población su ingreso a los BRICS, quiénes son las fuerzas pro-BRICS además del partido peronista en el poder y quiénes son las fuerzas que se enfrentarán para llegar a la Casa Rosada? 

 R – Primero que nada, quiero aclarar que el actual gobierno argentino es una especie de coalición entre el peronismo y el progresismo de tipo europeo, siendo el presidente Alberto Fernández parte de este último sector.  

Y se sabe que el progresismo, o la izquierda occidental, no está influenciada por los BRICS, que odian a Rusia y detestan a China e Irán. En cambio, el peronismo, doctrinalmente una Tercera Posición, se adapta perfectamente a los postulados del Sur Global. 

En cuanto a la población, se puede decir que acogieron con gran satisfacción el ingreso de Argentina a los BRICS+, porque cualquier ciudadano de la calle sabe que nuestros dos principales socios comerciales –desde hace años– son Brasil y China, mientras que los que saben lo saben. de los obstáculos históricos que se imponen permanentemente a los productos alimenticios argentinos, tanto en Estados Unidos como en la UE. 

En mi opinión, creo que el gobierno nacional no ha comunicado muy bien este ingreso a BRICS+, ni el verdadero alcance e importancia del mismo. Además, aún no lo ha colocado como eje de la campaña para las elecciones presidenciales de octubre, dejando claro que las inquietudes y prioridades de los ciudadanos hoy son sobre todo soportar los efectos de una inflación que supera el 10% mensual.  

También es justo reconocer que el ejecutivo estuvo muy agobiado en negociaciones durísimas con el FMI debido a la deuda dejada por el anterior gobierno neoliberal y que sumió al país en una gravísima crisis económica. El propio gobierno cerró un acuerdo parcial con el FMI casi la misma semana en que se dio a conocer la invitación por la cumbre de Johannesburgo. Entonces todo está todavía en desarrollo. 

También quiero subrayar que diez días antes de la cumbre el grupo que dirigí, «Dossier Geopolítico», presentó un documento a gobiernos, líderes políticos y sociales, pidiendo que los dos ejes de nuestra política exterior sean la incorporación a los BRICS+ y el lanzamiento del proyecto “Sur Global” junto con Brasil. 

En cuanto a la oposición, los dos partidos claramente neoliberales, el PRO/UCR y los llamados libertarios, han rechazado el ingreso de Argentina al BRICS+ con una despiadada campaña de desinformación y confusión, ayudada por los grandes medios monopólicos, creando dudas entre la población con hipócritas y falaces argumentos de pseudomoralidad y enarbolando los siempre hipócritas “valores occidentales”. 

Pero en general, la mayoría de los argentinos entienden que BRICS+ es nuestra única salida a la actual crisis económica causada por la ideología neoliberal.

Publicado por la Revista Italiana EURASIA: Esta nueva revista de estudios geopolíticos es promover, estimular y difundir la investigación y la ciencia geopolítica en el ámbito de la comunidad científica nacional e internacional, así como sensibilizar acerca de las temáticas eurasiáticas al mundo político, intelectual, militar, económico y de la información. La perspectiva de EURASIA no pretende limitarse a las relaciones internacionales en sentido estricto, sino explorar también la cuestión fundamental referente a la influencia que ejercen sobre las “representaciones” geopolíticas pasadas y actuales, así como sobre los escenarios futuros, las relaciones culturales y espirituales entre los pueblos que habitan la masa continental eurasiática.

Sitio Web Italiano Ariannae Ditrice: https://www.ariannaeditrice.it/articoli/brics-e-america-latina

Los golpes de estado en África  están derribando la estructura neocolonial instalada por Occidente -especialmente por Francia- para el libre usufructo de sus recursos naturales, mientras la población ha entendido que soplan nuevos vientos globales que les pueden permitir alcanzar unos justos niveles de desarrollo y de bienestar.

Así aborda Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico el tema central de su columna del Club de La Pluma, quién sintetiza la actual situación, con un poema africano que dice ”… allá por la década de 1960 nos dieron una fotocopia de la independencia de nuestros países. Hoy, en el siglo XXI, venimos a por el documento original.

AUDIO:

Y explica que se trata de una profundísima transformación, que se extiende como un reguero de pólvora por el continente africano, como parte del cambio tectónico global liderado por los BRICS+, que pone fin a 200 años de encerronas del mundo occidental para el saqueo de recursos de los países de la periferia, y en consonancia con las doctrinas antiimperialista y anticolonialista fijadas por la cumbre África Rusia de hace un mes en Moscú. Mientras que este proceso también es una respuesta positiva a la estrategia china en el continente, quién en paralelo al negocio mixto de transformación de sus riquezas básicas, concreta inversiones y proyectos para el desarrollo de la región y de su población. Todo lo contrario de lo hecho por Occidente durante siglos.

 Y al respecto, denuncia la hipocresía de Europa que hoy se rasga las vestiduras por una democracia que nunca existió ni permitió en África, instalando por décadas, diferentes modelos de oligarquías corruptas, debidamente actualizadas, para servir a los intereses de las multinacionales occidentales, a la par que generaba dolor y miseria en el pueblo autóctono. Y señala a Francia como el más “escandaloso de los colonialismos” mientras se arroga los famosos valores de la Revolución Francesa.

También analiza otros puntos claves como:

  • La secuencia de los golpes de estado con esta motivación desde el año 2020.
  • Un detallado informe de los países y sus recursos, cuyo acceso está perdiendo Europa, y que es el único motivo real de la agresividad y las amenazas que profieren desde el viejo continente.
  • Un profundo análisis de las motivaciones y de las condiciones objetivas que han desatado esta cadena de golpes de estado.
  • La evidencia de la situación caótica que esto crea en Europa, en detrimento de sus capacidades tecnológicas, industriales y científicas, que la llevan a la decadencia y a la pérdida de su poder histórico.

Finalmente, Pereyra Mele, reflexiona que estos cambios tectónicos marcan velozmente el fin del dominio occidental de hace cinco siglos sobre sus antiguas colonias que dicen: ¡¡ BASTA !! Y reclaman una independencia real y la igualdad entre las naciones del mundo.

Eduardo Bonugli (Madrid, 03/09/23)

Mapa de los países miembro de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), incluidos aquellos sancionados tras un golpe de Estado – AFP / AFP / NALINI LEPETIT-CHELLA

“Si Argentina no ingresa a los BRICS se perderán los próximos 50 años”


La afirmación es del analista geopolítico Carlos Pereyra Mele. Con él y otros especialistas, el programa Redacción Abierta analizó la importancia de la incorporación al bloque de países.

El 1 de enero de 2024 Argentina ingresaría a los Brics. Además de nuestro país, otros cinco lo harán, se trata de Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes. Hasta el momento, el bloque está conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. 

¿Qué son los BRICS? ¿De qué sirve a Argentina esta inclusión? Para responder estas preguntas y comprender qué significa este ingreso, el programa Redacción Abierta invitó a Eduardo González Olguin, Licenciado en Economía y docente de la UNC; Marcelo Taborda, analista internacional; y Carlos Pereyra Mele, analista geopolítico.

“Esto es entrar al mundo. Es una puerta muy grande a la política económica de China, que se convertirá en una potencia hegemónica. Es realmente entrar al escenario grande por la posibilidad económica que se abre”, sostuvo González Olguín. 

“Es un cambio histórico y además tectónico, algo que ocurre cada siglo o siglo y medio. Los Brics son los representantes de las potencias emergentes, poderes que surgen por fuera del escenario de occidente. Es el sur global que se está lanzando al mundo, que hasta hace unos años era ninguneado por G7”, explicó Pereyra Mele.

Según detallaron los especialistas, respecto de la importancia económica del bloque, a principio del Siglo 21 el G7 representaba el 70% del PBI mundial, hoy el 32%. mientras que los Brics representaban el 5%, hoy el 32,6%. 

“Los Brics con las nuevas incorporaciones, lograron aglutinar el 80% de los recursos petrolíferos y gasíferos del mundo”, detalló el analista geopolítico.

Por su parte, Taborda insistió que hay que destacar esta integración y ser parte de un escenario mayor, además de valorar este momento histórico donde otros grupos están perdiendo espacio y lo seguirán perdiendo según todas las estimaciones para 2050. 

No obstante, los candidatos presidenciales de la oposición rechaza la oportunidad de esta incorporación. Por un lado Javier Milei, dijo: “No nos vamos a alinear con comunistas”;  por otro, Patricia Bullrich, expresó: “Argentina bajo nuestro Gobierno no estará en Brics”.

“Hablar de China o Rusia como comunistas es un anacronismo total, suelta a panfletos o discursos efectistas para ganar adherentes. Y respecto a Bullrich, queda evidente la doble vara con la que se mide el asunto, ya que cuando ellos fueron Gobierno hablaban de la China milenaria”, señaló el analista internacional. 

“Sería paradójico que un  gobierno de derecha, proempresario, terminé embromando al sector empresario e industrial, que incluso se manifestó a favor. Es un mercado de más de 3 mil millones de personas”, dijo el economista.  

También, en relación a estas posturas, Pereyra Mele afirmó: “Es una oportunidad histórica, la incorporación implica integrar el nuevo sistema mundo, en el que la disputa es geopolítica. Si Argentina no ingresa a los BRICS se perderán los próximos 50 años. En ese caso, las próximas generaciones se olviden de las posibilidades de crecimiento y desarrollo. El otro bando -al que dice pertenecer la oposición- hasta ahora sólo nos han ofrecido endeudamiento, más crisis y más ajuste”. 

Links del Video de la entrevista realizado por el Programa “Redacción Abierta” en Canal 10 de la Tv abierta de la Universidad Nacional de Córdoba (Cba24n):

https://www.cba24n.com.ar/medios/canal-10/redaccion-abierta/-si-argentina-no-ingresa-a-los-brics-se-perderan-los-proximos-50-anos–_a64ee93a97ce9ee4ffde5d02e

Por Daniela Diaz corresponsal de Sputnik en Mexico

El analista mexicano en asuntos internacionales Alfredo Jalife-Rahme reflexiona con Sputnik las implicaciones geopolíticas que acarrean consigo los acuerdos y decisiones tomadas en la XV Cumbre de los BRICS, que concluyó este 24 de agosto en Johannesburgo.

La adhesión de seis nuevos países (Argentina, Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos) al bloque BRICS, el uso de las monedas nacionales en orden de la desdolarización y la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en las organizaciones internacionales fueron algunos de los temas claves de la declaración final del encuentro.

Este año, 67 jefes de Estado estuvieron invitados a la Cumbremientras que más de una veintena de países expresaron su deseo de unirse al grupo. Y es que, actualmente, el bloque BRICS, fundado en 2009 y presidido actualmente por Sudáfrica, representa más del 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42% de la población mundial.

«Yo le llamo la ‘cumbre tectónica’. No es una cumbre común y corriente, ni siquiera es histórica, va más allá, es tectónica», asevera Alfredo Jalife-Rahme al explicar la importancia de esta cumbre en el escenario geopolítico contemporáneo.

Y es que, de acuerdo con el experto mexicano y autor del libro Ucrania, primera guerra híbrida mundial. Fractura de la biosfera, en la reunión se discutieron temas de gran calado como el comercio con las monedas de los países miembro, además de la adhesión de seis nuevos países, de los cuales la mayoría son potencias petroleras y energéticas.

«En mi opinión, si uno analiza bien, cuatro países [Arabia Saudita, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto], sin dejar de lado Argentina, que es una potencia de litio y gasera aquí en la región de Neuqué, en Vaca Muerta, el sello principal es el fin del petrodólar y el inicio del petroyuán«, sentencia.

Aunado a esto, tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudita tienen importantes reservas de divisas y «ahí es donde van a apuntalar al petroyuán, con el que ya están haciendo negocios», explica el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM),

En resumen, subraya Jalife-Rahme, la cumbre es «la preponderancia del petróleo y del gas».

«Es el auge de la multipolaridad»

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó que se habían recibido 23 solicitudes de adhesión a la asociación y la razón del «crecimiento explosivo» de los BRICS, en su opinión, es la comprensión de los países acerca de los procesos mundiales, en momentos en que Occidente quiere mantener su hegemonía política, económica y comercial.

Al respecto, el analista destaca que la expansión de los BRICS es reflejo de la fuerza política y económica que tienen Rusia y China a nivel global.

«El problema del G-7 es que no le ha dado beneficios al sur global. Hoy hay una gran competencia entre el G7, que va de caída y que son más globalistas, y los BRICS, que son más soberanistas, [dominan]la cuestión energética y van al alza», apunta.

«Es el auge de la multipolaridad y el inicio de una rápida desdolarización», observa Alfredo Jalife-Rahme.

Durante la primera jornada de la Cumbre (el 22 de agosto), el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló en su discurso que el proceso de desdolarización en las transacciones entre los países de los BRICS es irreversible.

«Cobra fuerza un objetivo e irreversible proceso de desdolarización de nuestros vínculos económicos. Se están realizando esfuerzos para desarrollar mecanismos eficaces de mutuos acuerdos y de control monetario y financiero», profundizó el líder del país eslavo.

Al respecto, Jalife-Rahme apunta que, si bien la desdolarización ya comenzó, este proceso será largo y de todo ello, dijo, depende también del contexto económico estadounidense.

«Esto toma tiempo y nadie sabe con exactitud, porque va a depender mucho de la situación interna de Estados Unidos, de Rusia, de China; es decir, tenemos que leer bien todos estos factores. Pero lo que sucedió en Johannesburgo es un paso [en el proceso de desdolarización]», afirma.

Un bloque con horizonte

Para Jalife-Rahme es innegable que el bloque de los BRICS va a seguir fortaleciéndose y expandiéndose, lo cual, asevera, es «inversamente proporcional a lo que pasa con Estados Unidos y el bloque del G7».

Asimismo, señala, el bloque demuestra tener horizonte al hacer declaratorias como la necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil, un punto que fue puesto sobre la mesa principalmente por el presidente brasileño Lula da Silva.

«Son declaratorias que te marcan el horizonte. Yo lo que veo es un horizonte que tienen los países de los BRICS», sentencia.

A pesar de esto, el analista de ascendencia libanesa asegura que, al igual que el proceso de desdolarización, los cambios de fondo en organismos internacionales como la ONU son temas que tomarán tiempo, pero el hecho de que se pongan en el mapa geopolítico marca un horizonte libre de unilateralismos.

FUENTE SPUTNIK:

https://sputniknews.lat/20230825/jalife-rahme-la-reunion-de-los-brics-fue-una-cumbre-tectonica-y-el-auge-de-la-multipolaridad-1143008350.html

EL INGRESO DE ARGENTINA A LOS BRICS Y LA CUMBRE DE JOHANNESBURGO es el gran tema geopolítico del momento, que el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, aborda con todo detalle, señalando que el histórico acontecimiento, con repercusiones tectónicas en el mundo, ha señalado a Argentina el lugar donde debe estar. También que “el futuro ha llegado” y que es el momento histórico de dejar de ser dependientes de Occidente y de abandonar su sistema neocolonial, donde somos un simple proveedor de materias primas, a cambio de casi nada. Además de que con el Sur Global podemos comenzar a resolver una deuda externa impagable e infinita, También enfatiza que el país debe subirse al tren de los Brics para ser artífice de la nueva historia del mundo, toda vez que las naciones más ricas y productivas del organismo han confiado muy especialmente en Argentina, más allá de los ridículos agoreros que quieren asustarnos con los fantasmas huecos y gastados del comunismo y las autocracias.

AUDIO:

Y nos recuerda que la decisión de ser parte de los Brics depende ahora de los ciudadanos y que ella no puede quedar en manos de personajes siniestros y retardatarios que deliran con una neoesclavitud del siglo 19 al servicio del poder anglosajón, que viene desde entonces usufructuado todas nuestras riquezas y dejándonos solo deudas y miserias. Por ello nos alienta con: ¡¡Argentinos a las cosas!! Que es tiempo de ponernos en marcha. Que entendamos la realidad. Que tenemos un escenario de futuro donde el Sur Global ya está conformando un nuevo sistema mundo. Y que ese nuevo orden nos brinda un horizonte de oportunidades.

En cuanto a la Cumbre de los Brics, Carlos profundiza en la dimensión del movimiento tectónico que ha producido, a la vez que desmenuza la concentración -entre sus miembros- de la mayoría de la producción de energías y de reservas naturales del mundo, mientras analiza con datos y fechas, el espectacular ascenso del Sur Global y la desesperante caída de los registros económicos de Occidente y del G7 en los últimos 20 años.

También nos deja muy interesantes reflexiones:

  • Los Brics son el símbolo de la insubordinación y de la rebelión a los poderes históricos de los últimos 200 años.
  • La Cumbre de Los Brics significa la ruptura total y absoluta del modelo implementado en los 90 por EEUU y sus socios.
  • Es un organismo que día a día va sumando propuestas de naciones que quieren ingresar en él.
  • La cumbre ha sido el certificado de defunción del mundo unipolar y del neocolonialismo del norte sobre el sur.
  • El mito de Francis Fukuyama sobre “El Fin de la Historia” y del imperio eterno de EEUU se ha derrumbado. Lo que viene ahora es “Otra nueva Historia”
  • Esto demuestra que la historia no se detiene, que la historia depara sorpresas y que la historia da revanchas
  • No se trata de un milagro ni de ninguna magia. Es la evolución de la geopolítica global, anticipada paso a paso por Dossier Geopolítico desde hace tres lustros.

Eduardo Bonugli (Madrid, 27/08/23)

Finalmente y luego de muchas idas y venidas, operaciones cruzadas y  filtraciones dudosas, la cumbre de los BRICS de Johannesburgo concluyó con la propuesta de ampliar con 6 miembros más este espacio de cooperación mundial conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A partir del 1º de enero de 2024 se sumarían Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.

Por Gabriel Merino Analista Internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Se ‘sumarían’ está potencial porque lo de Argentina está por verse. Tanto Javier Milei y Patricia Bullrich, dos de los tres principales candidatos presidenciales,  dijeron en plena campaña electoral que ‘rechazarían’ la incorporación a un club en el que más de 30 países hacen cola para entrar. Un acto más de demostración de una profunda ceguera ideológica propia de una reacción conservadora que se presenta, como en otros momentos históricos, bajo el ropaje de la ‘libertad’ para justamente coartar libertades a los individuos, a los trabajadores y a la nación en la defensa de sus intereses.

Los BRICS son un espacio o foro vinculado al Sur Global y a las potencias emergentes o re-emergentes de dimensiones continentales –salvo Sudáfrica que sumó después, en 2011. Constituye un espacio fundamental del nuevo escenario geopolítico progresivamente multipolar (con ciertos rasgos bipolares), lo cual es una de las dimensiones de la crisis de la hegemonía estadounidense. De hecho, un elemento que reúne a este espacio heterogéneo, con diferentes modelos políticos y económicos y que está lejos de ser un bloque, es el rechazo al mundo unipolar y al excluyente dominio occidental. Es ante todo un foro de cooperación económica y social, pero también un espacio político que está diciendo, especialmente después de la gran crisis económica de 2008/2009, que las reglas de juego no las pueden poner solamente el 1% del 10% de la población mundial, representada en los grupos dominantes de los países del G7 y en los centros financieros del Norte Global.

Esta convergencia es lo que explica que en la cumbre de Sudáfrica, además de la ampliación de los BRICS, se hayan planteado algunos pasos para avanzar en una arquitectura monetaria-financiera mundial alternativa (no necesariamente contrapuesta) a la del Dólar-Reserva Federal, Wall Street y Londres, que permita quebrar los mecanismo estructurales de transferencia de riqueza de la periferia al centro. Apuntan a ello el fortalecimiento y la ampliación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS y el otorgamiento de créditos en monedas de los países miembros, junto con los avances de los intercambios comerciales también en monedas propias. Además, se oficializó que se estudiará la conformación de una moneda de referencia de los BRICS. No es algo nuevo, sino que se plantea desde 2014, pero cada vez tiene más fuerza.

También hay que destacar que con la incorporación de los nuevos miembros, los BRICS reunirán cerca del 46% de la población mundial (suma 4% más con las seis incorporaciones) y casi el 36% del  PIB global (PPA). Además, los BRICS+ sumados representan el 40% de la producción total de gas y el 45% de la de petróleo, lo que hace temblar el petro-dólar. Por su parte, Argentina agrega un enorme potencial en términos energéticos (como también en minerales estratégicos), además de la importancia relativa que tiene en la producción mundial de alimentos, su influencia regional en alianza con Brasil y los países del MERCOSUR, y por tener una economía de ingresos medios cuyo PIB ocupa el puesto 24º en términos nominales y el 29º a paridad de poder adquisitivo.

Hay un conjunto de preguntas que resultan clave en el abordaje del escenario político y económico mundial actual ¿Por qué a partir de la Pandemia y de la gran escalada que se produjo en el conflicto en Ucrania, hay un enorme listado de alrededor de 30 países con intenciones de integrarse al BRICS? ¿Por qué un espacio multilateral de los poderes emergentes que desafían (más allá de sus intenciones) el viejo ordenamiento mundial bajo dominio de Estados Unidos y del Occidente geopolítico acaba de sumar a 6 países?¿Por qué es importante el ingreso de Argentina y qué elementos contribuyen a eso?

Resulta evidente que esto indica un fortalecimiento de los actores/fuerzas que se encontraban subordinados en el sistema mundial y en su ordenamiento geopolítico. Los BRICS expresan esta insubordinación de la semiperiferia (los también llamados países de ingresos medios) frente al viejo centro o núcleo orgánico del capitalismo mundial que dominan la tecnología avanzada, el comercio mundial y las finanzas, reforzado por su poder militar. En términos políticos, representa un avance relativo de las potencias regionales y medias que se traduce en una vertiginosa redistribución del poder mundial. Ello se aceleró con la Pandemia (también con la escalada en la guerra mundial híbrida a partir de la guerra en Ucrania), que actuó como catalizador acelerando las tendencias fundamentales de la transición de poder mundial, como el ascenso relativo de los poderes emergentes.

Intercambio comercial y nueva realidad económica

Argentina y la región, necesariamente, forman parte de ese proceso socio histórico de cambio estructural, donde la región de Asia del Pacífico y el Índico, encabezada por China, es el gran motor de la economía mundial, y es prácticamente el único que realmente funciona. El comercio exterior argentino refleja año a año esta transformación de lo que Robert Cox llama la estructura histórica del orden mundial: una configuración particular de fuerzas que incluyen ideas, instituciones y capacidades materiales.

Un dato central en esta última dimensión es que el intercambio comercial de Argentina con Estados Unidos y la Unión Europea suma 23% y llega a poco más del 25% si se toma también Canadá y México (USMCA). En comparación, el intercambio comercial con Brasil, China e India, tres socios clave del BRICS, representa el 36% del total; y si consideramos el conjunto del MERCOSUR y la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia sudoriental), en donde se encuentran otros importantes postulantes al BRICS, la suma llega al 46,5%.

En otras palabras, el mundo emergente ya es parte central de la realidad económica de Argentina, lo cual se refleja en muchas otras dimensiones, como en los 17 grandes proyectos de inversión de China en el país acordados o re-acordados en las últimas reuniones, o también en la utilización de yuanes para hacer frente a una situación extrema de restricción externa por la sequía y pagos bajos presión al FMI, en el cual Beijing terminó convirtiéndose temporalmente en prestamista de última instancia.

La tendencia es a que sea cada vez más importante e intentar frenar eso –como proponen los Milei y los Bullrich o como se ha hecho en buena medida desde hace casi 10 años– sólo trae como resultado un mayor estancamiento y periferialización nacional. En lugar de haber continuado y profundizado el salto cualitativo de cara al mundo emergente a partir de 2014, de la mano del fortalecimiento de la autonomía nacional y regional, Argentina y la región entró a partir de esos años en un pantano del que no logra salir.

Los números importan en tanto nos permiten representarnos la realidades que nos circundan, dimensionar magnitudes y trazar mapas mentales. En una nota de hace unos meses atrás sobre el tema, titulada Del G7 a los BRICS: sobre el cambio estructural en el mapa del poder mundial, señalé que en 1982 los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) representaban el 50% de la economía mundial medida a paridad de poder adquisitivo (PPA) —que nos permite medir el nivel de vida real de las personas y la producción real de bienes y servicios— o reunían el 70% del PIB mundial en términos nominales —que es lo que le interesa al capital. En otras palabras, el dominio económico del Norte Global representado en esos siete países era contundente hace 40 años. Además, sus grandes empresas, sus redes financieras y tecnologías controlaban el conjunto de economía-mundo; y en términos ideológicos dichos países eran las sociedades a emular y portaban la geocultura dominante, que había subsumido a las grandes culturas universales.  La ya desaparecida URSS o la propia China aparecían como gigantes en otras dimensiones —en términos militares,  territoriales o demográficos. Por su poder, tenían un lugar en la mesa de las grandes potencias, pero no representaba un desafío sistémico.

Los países que hoy conforman los BRICS en 1982 representaban apenas el 10% de la economía mundial a precios de poder adquisitivo y mucho menos si la medición la hacemos en términos nominales. Sin embargo, sólo cuatro décadas después –un instante en términos históricos– los BRICS superaron a los países del G7 en el PBI (PPA) mundial, 32% a 31% respectivamente. Claro que ahí el que pesa sobre todo es China, pero India aparece en el tercer puesto (luego de EE.UU.), Rusia en el quinto y Brasil en el octavo. Por otro lado, si bien la brecha todavía es importante en términos del PIB nominal a favor del G7, 44% a 27% respectivamente, esta se va achicando de forma acelerada.

En otras palabras, hay una enorme transformación geoeconómica del sistema mundial que forma parte de una tendencia secular que se profundiza año a año y va necesariamente de la mano con la redistribución del poder mundial. De hecho, según el FMI, entre China (aun con sus ‘problemas’ económicos a la salida de la pandemia) e India explicarán este año ¡la mitad! del crecimiento global35% y 15% respectivamenteen tanto Europa 7,1% y el conjunto del continente americano que incluye a EEUU 13,7%. Hoy son los motores que verdaderamente andan.

La nueva realidad geopolítica mundial

Durante la Cumbre de los BRICS de 2014 en Fortaleza, Brasil, ya comenzaba a hablarse de BRICSA, por la posible incorporación de Argentina. El país bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estaba bajo la embestida de los Fondos Buitres, lo que obligó a una especie de default declarado por la propia justicia estadounidense. Ello iba de la mano de fuertes presiones del Occidente geopolítico y del poder financiero global en la región. La caída de los precios de las materias primas, la aparición de la Alianza del Pacífico que fracturó UNASUR y el desarrollo de importantes tensiones al interior de las propias fuerzas nacionales populares por el rumbo a seguir, marcaban un escenario de debilidad.

En ese contexto, Argentina acordó una Asociación Estratégica Integral con China, junto a un swap en yuanes de 11.000 millones de dólares y varios proyectos de infraestructura. Además, participó junto a los demás países de UNASUR, de la cumbre mencionada, en la que se crearon dos organismos financieros internacionales. Un Nuevo Banco de Desarrollo con un capital inicial de 100.000 millones de dólares (que en un símbolo de reparación histórica hoy preside Dilma Rousseff, anfitriona de dicha cumbre de 2014 y luego desplazada por un golpe). Y un fondo mediante un Acuerdo de Reservas de Contingencia (símil FMI) con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, para hacer frente a problemas de balanza de pagos, corridas, etc. Claramente estaba surgiendo al calor de un nuevo momento geopolítico mundial —que coincide con el inicio de la guerra en Ucrania en abril de 2014— una incipiente nueva arquitectura financiera mundial de los países emergentes, paralela a la arquitectura creada luego de la Segunda Guerra Mundial, y dominada por Estados Unidos y el Occidente geopolítico.

Si bien la idea de la incorporación de Argentina a los BRICS en ese entonces era menos real de lo que llegó a decirse —incluso por la propia oposición de la cancillería brasileña al respecto que, en buena medida, ahora también se oponía pero fue contrarrestada por la enorme voluntad y trabajo de  Lula—, lo cierto es que forma parte de un proceso lógico. La posibilidad de construir un polo de poder en el sur del continente Americano, desde el cual participar con voz propia en un escenario relativamente multipolar y de creciente regionalización, implica a la vez converger con el mundo emergente ya que ello supone la construcción de otro ordenamiento mundial. Es decir, lo que atrae de los BRICS a las fuerzas político sociales del Sur Global es la necesidad de redistribuir el poder y la riqueza mundial y democratizar el sistema en términos reales.

Las reglas de juego fueron escritas por Occidente cuando se encontraba en la cúspide de su poder mundial, luego de conquistar el 84% del territorio del planeta —dominio que continuó bajo un formato neocolonial luego de 1945. Pero hoy en día eso ya no es así, los grandes espacios continentales y las grandes culturas otrora subordinadas ahora quieren discutir un nuevo ordenamiento y participar en la redacción de las reglas de juego. A partir de allí, incluso sin quererlo, impulsan un cambio sistémico.

Tampoco se debe olvidar que también existen las contratendencias, lo cual se expresa como lucha político estratégica mundial y en los patios traseros en particular. Ello atraviesa cada territorio y se expresa de forma molecular. En América del Sur las batalla por intentar avanzar en función de los intereses nacionales adquiere una relevancia central. Es lo que se juega en las actuales elecciones en Argentina, aunque esa es solo una de las dimensiones en que se produce la disputa. No debemos olvidar que, al igual que algunos personajes porteños, Bolsonaro asumió como soldado clave de la cruzada Occidental contra la amenaza comunista china y su vicepresidente terminó declarando su “matrimonio inevitable” con Beijing. Por esas vueltas que da la vida, “o mito” volvió al final de su mandato a los BRICS con el caballo cansado. Derecha desembozada y extrañamente anti-mercado tomar nota.

Tampoco es tan sencillo que funcionen las estrategias que intentan promover contratendencias. Mientras en Washington y en el Occidente geopolítico calcularon que el Covid-19 iba a hacer colapsar China, comparándolo con lo que fue el desastre de “Chernóbil” para la URSS o analizan que una guerra en Ucrania iba a “desequilibrar y sobre extender” a Rusia, con la posibilidad de que colapse el “régimen de Putin”, la realidad señala otro rumbo. Por eso el centenario y lúcido cuadro imperial Henry Kissinger advierte sobre la nueva situación, muy distinta al de la Guerra Fría bajo la etapa de Hegemonía estadounidense, e insiste en la necesidad de aceptar las nuevas condiciones en el mapa del poder para desde allí elaborar una estrategia eficaz. A los Estados Unidos y a las élites occidentales les cuesta aceptar esta nueva realidad, pero no hacerlo podría ser catastrófico en palabras de Kissinger. Imaginen lo que habrá pensado cuando, luego de ver a Irán y Arabia Saudita retomar los vínculos diplomáticos y establecer acuerdos bajo el auspicio de China, ahora vio al gran aliado saudí junto con su otrora enemigo regional, entrar juntos  a los BRICS.

Publicado en Avion Negro:

«La presencia en este encuentro de los BRICS de decenas de líderes de otros países del Sur Global muestra que el mundo es más complejo que la mentalidad de la Guerra Fría que algunos quieren restaurar», dijo el presidente brasileño.

Por Eleonora Gosman para Perfil, la autora autoriza su difusion en Dossier Geopolitico

Sin mencionar a la candidata opositora Patricia Bullrich ni tampoco al postulante Javier Milei, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, explicó cuáles fueron las razones de la inclusión de Argentina en los BRICS. “Las relaciones que se tomaron en cuenta son las que rigen entre Estados y no entre gobiernos” indicó el líder brasileño, de modo que las condiciones se basan “en fundamentos geopolíticos y, de ninguna manera, ideológicos”.

Una pregunta de la prensa, en la conferencia final realizada en Johannesburgo, dio lugar a una respuesta amplia por parte de Lula. El interrogante, formulado por un periodista brasileño, apuntó en la siguiente dirección: “Argentina está a 60 días de una elección. Y las dos fuerzas de la oposición, no solo la más radical, declararon su rechazo al ingreso en el grupo. ¿Cómo justifica el argumento de que la incorporación fue hecha desde una perspectiva de Estado y no por las relaciones de usted con Alberto Fernández?”.

La réplica fue precisa: “A mí no me importa quién va a ganar las elecciones; y todos saben que soy amigo de Alberto. Lo que vale aquí es que Brasil va a negociar con el Estado argentino, en forma independiente de quién sea el futuro presidente. Puede ser que este no quiera negociar con los brasileños y es su derecho soberano; nadie lo puede obligar”. Agregó que “la responsabilidad que los países del BRICS tomamos hoy es precisamente no colocar la cuestión ideológica como condición para ser parte del bloque. Lo que se decidió fue darle envergadura a la geopolítica; y para nuestro país la Argentina es muy importante”.

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Luiz Inácio Lula da Silva

Para el jefe de Estado brasileño, los Brics “son una realidad inexorable». «Probablemente podríamos tener problemas, porque habrá a quien no le guste el grupo. Pero eso es parte de la política; si yo no quisiera convivir con las divergencias, no estaría en la política”, concluyó. En esa línea, indicó que las opciones del bloque en esta cumbre fue convidar a media docena de nuevos socios: además de la Argentina, también se incorporan Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Etiopía.

Para la diplomacia brasileña “la diversidad del grupo fortalece la lucha por un nuevo orden global, que se ajuste a la pluralidad económica, geográfica y política del siglo XXI”. Como señaló el propio Lula en su discurso matutino, “ahora el PBI del bloque llega a 36% del PBI global y representa 46% de la población mundial”. Sostuvo, en esa línea, que los Brics no terminaron de ampliarse, pues están abiertos a nuevos candidatos: “Con este objetivo hemos aprobado criterios y procedimientos para futuras membresías”.

El próximo paso, según el presidente brasileño, es “estudiar una moneda de referencia de los Brics, para lo cual hemos aprobado la creación de un grupo de trabajo”. Se trata, como aclaró después ante la prensa, “de confeccionar una moneda de negocios que no implique cambiar las monedas de nuestros países. Brasil continuará con el real y Argentina seguirá con los pesos. Esa moneda nos va a permitir continuar haciendo negocios sin necesidad de comprar dólares. De cualquier modo, no vamos a apresurarnos porque no es algo fácil de concretar”. Para el mandatario, “la solución en este tema vendrá por consenso”.

Nueva propuesta de Brasil para reanudar exportaciones a la Argentina

Hacia el final de este encuentro, una reportera le preguntó: “¿No tienen miedo que los BRICS sean vistos como un grupo anti G7?”.

Lula indicó enfático: “El G7 tuvo un papel importante, porque era el club de los ricos; aquel club que para entrar es preciso tener credencial. Los Brics no piensan solo económicamente sino también políticamente. Por eso creo que nuestro bloque está consolidado como una referencia para cualquier ser humano, periodista, politólogo, que quiera discutir la geopolítica”.

Gi

FUENTE Y PUBLICACION ORIGINAL «PERFIL»

https://www.perfil.com/noticias/opinion/lula-da-silva-hay-que-saber-convivir-con-las-divergencias-politicas.phtml