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Por Boaventura de Sousa Santos 2 octubre, 2023 Transformaciones

Casi desde los albores de la publicación de periódicos de gran tirada se habla de la crisis del periodismo. Ya en 1919, Upton Sinclair publicó The Brass Check, una crítica devastadora al poder del capital para corromper tanto a la prensa como a los periodistas.

Sin embargo, esta crítica cobró mayor intensidad con el inicio del nuevo milenio, cuando se hizo evidente que la manipulación de los medios de comunicación no solo perseguía los intereses del capital, sino también los intereses del Estado de seguridad nacional. Fue con la invasión de Irak en 2003 que surgieron un nuevo tipo de periodistas, los periodistas incorporados (conocidos en inglés como “embedded journalists”), es decir, los reporteros vinculados a unidades militares involucradas en conflictos armados y que, por tanto, informan solo de lo que las autoridades militares permiten, sometiéndose, así, a la censura o la autocensura. De esta manera, se crean consensos mediáticos sobre las guerras que no son más que una dimensión entre muchas otras de la guerra de propaganda. Patrick Lawrence, un destacado periodista estadounidense (como dato curioso, fue él quien cubrió la Revolución del 25 de abril de 1974 en Portugal para The Guardian), autor del reciente libro Journalists and their Shadows, muestra que la manipulación del periodismo para servir a la política de seguridad nacional comenzó con la Guerra Fría a partir de la década de 1950. Afirma:

“Viví la Guerra Fría, aunque solo en sus primeros años, y mis recuerdos permanecen vívidos. Lo que más me impactó fue la histeria de la prensa, de la radio y la televisión. Estas experiencias dejaron cicatrices que el tiempo no ha logrado borrar, y estoy seguro de que no estoy solo en este sentir. Esta histeria alcanzó su punto culminante durante los años cincuenta y parte de los sesenta. Los grandes periódicos y las cadenas de televisión le dieron a esa época su textura y su tono. Trajeron la Guerra Fría a nuestras puertas, a las radios de nuestros automóviles, a nuestros salones. Forjaron una conciencia. Les dijeron a los estadounidenses quiénes eran y qué los definía como estadounidenses y, en general, lo que hacía que América fuera América. Una prensa libre era fundamental para esa autoimagen, y los estadounidenses anhelaban profundamente creer que la tenían. Nuestros periódicos y redes de televisión se esforzaron al máximo por mantener esa apariencia de libertad e independencia. El hecho de que esto haya sido una ilusión (que los medios de comunicación estadounidenses se sometían al nuevo Estado de seguridad nacional y a sus diversas cruzadas durante la Guerra Fría), es ahora una cuestión abierta y evidente. La considero una de las verdades más amargas de los últimos setenta y cinco años de la historia estadounidense”.

Una cuestión salta a la vista. ¿Están Europa y América del Norte inmersas en una nueva guerra de propaganda, ahora en relación con la guerra de Ucrania? No tengo dudas de que es así. ¿Cuántas verdades amargas sobre la historia reciente (nuestro presente) de Europa se conocerán en los próximos años?

Las preguntas más generales que los lectores menos intoxicados por la propaganda formulan son las siguientes. ¿Los periodistas creen en las noticias de las que informan y en lo que escriben? ¿O saben que están falseando la verdad y desinformando, pero esa es la única alternativa para mantener sus empleos? Estas preguntas cobran especial relevancia en lo que respecta a lo que los corresponsales de guerra o enviados especiales informan sobre la guerra. Es cierto que la guerra de propaganda no funciona sin excepciones. En el caso de la guerra en Ucrania y en relación a los periodistas portugueses, es justo destacar el caso de Bruno Amaral de Carvalho. Pero, en general, las respuestas a estas preguntas, si alguna vez son posibles, solo lo serán dentro de muchos años. Tal vez por eso, y por ahora, solo nos queda informar sobre periodistas que fueron corresponsales en guerras anteriores, que fueron «incorporados» antes de que el término existiera, pero que aun así tuvieron el coraje de observar con mayor independencia lo que vieron y de publicar lo que escribieron cuando la censura lo hizo posible. Un caso muy especial es el de Curzio Malaparte (1898-1957) en su libro Kaputt, publicado por primera vez en 1944, considerado uno de los mejores libros sobre la guerra.

Es un libro polémico y no constituye precisamente el relato de un corresponsal de guerra. Malaparte comenzó siendo partidario del fascismo italiano y entusiasta de Mussolini, pero rompió con ambos en 1933 y fue arrestado en varias ocasiones. A partir de 1941, comenzó a cubrir la Segunda Guerra Mundial para el Corriere della Sera. Estuvo en varios frentes de guerra (como en Ucrania, que en ese momento formaba parte de la Unión Soviética) acompañando a las tropas nazis. Muchos de sus artículos fueron censurados y solo se publicaron más tarde. A pesar de la ambigüedad de su trayectoria política, su libro es una cruda representación de la violencia de la guerra y la corrupción moral de las élites europeas que la promovían. Es posible que sus relatos no sean completamente fidedignos y que mezclen hechos con ficción. Sin embargo, aun así, las atrocidades cometidas son evidentes. Narra las perpetradas por los nazis con los que convivió, pero no se puede descartar que los aliados también cometiesen tales actos.

Los prisioneros rusos en Ucrania (entonces parte de la Unión Soviética)

Reunidos en un koljoz cerca del pueblo de Nemyriv, los prisioneros fueron sometidos a una prueba que consistía en evaluar quién sabía leer bien y quién era analfabeto o semianalfabeto. Tenían que leer el diario Pravda. Los resultados de la prueba realizada a 118 prisioneros fueron los siguientes:

“El examen duró aproximadamente una hora. Cuando el último grupo de tres prisioneros completó los dos minutos de lectura, el coronel se volvió hacia el Feldwebel y le dijo: ‘¡Cuéntelos!’. El Feldwebel empezó a contar desde lejos, señalando a cada hombre con el dedo: ‘Ein, zwei, drei…’. A la izquierda están ochenta y siete reprobados, a la derecha treinta y uno que habían pasado con éxito la prueba. Luego, a petición del coronel, el Sonderführer empezó a hablar. Parecía un director de escuela insatisfecho con sus alumnos. Dijo que estaba decepcionado, que tenía pena de haber reprobado a tantos, que hubiera preferido haberlos aprobado a todos. En cualquier caso, añadió, aquellos que no pudieron aprobar el examen no tenían motivos para quejarse, siempre que trabajen y demuestren más competencia que en la escuela. Mientras hablaba, el grupo de prisioneros exitosos miraba a sus camaradas menos afortunados con aire compasivo, y los más jóvenes apoyaban los codos en las costillas de los otros y se reían. Cuando el Sonderführer terminó de hablar, el coronel se volvió hacia el Feldwebel y dijo: ‘Alles in Ordnung. Weg’, y se dirigió hacia su cuartel general, seguido por los demás oficiales que, de vez en cuando, miraban hacia atrás e intercambiaban susurros.

“Se quedarán aquí hasta mañana y mañana partirán hacia el campo de trabajos forzados», dijo el Feldwebel al grupo de la izquierda. Luego, se volvió hacia el grupo de la derecha, que había pasado la prueba, y les ordenó severamente que se alinearan. En cuanto los prisioneros formaron una hilera apretada, tocándose los codos unos con otros –parecían satisfechos y se reían, mirando a sus compañeros como si se burlaran de ellos–, el Feldwebel los contó rápidamente y dijo: «Treinta y uno», y señaló con su mano a un pelotón de hombres de las SS que esperaban al final del patio. Y ordenó: «¡A la derecha, dad la vuelta!». Los prisioneros giraron a la derecha, avanzaron golpeando el barro con los pies, y cuando se encontraron cara a cara con el muro que rodeaba el patio, el Feldwebel ordenó: «¡Alto!» Luego, volviéndose hacia los hombres de las SS que se habían alineado detrás de los prisioneros y que ya habían levantado sus pistolas Thompson, se aclaró la garganta, escupió al suelo y gritó: «¡Fuego!».

Al oír el ruido de los disparos, el coronel, que se encontraba a unos pasos de la oficina, se detuvo y giró bruscamente; los otros oficiales se detuvieron y se dieron la vuelta también. El coronel se pasó la mano por la cara como si se secara el sudor y, seguido de sus oficiales, entró en el edificio, pasando a mi lado. «Hay que limpiar a Rusia de toda esta chusma educada. Los campesinos y trabajadores que saben leer y escribir demasiado bien son peligrosos. Todos son comunistas».

Las prostitutas judías de Rumania

Las jóvenes judías rumanas eran enviadas al frente para servir a los soldados y oficiales alemanes durante veinte días en burdeles. Malaparte visitó uno de ellos en Soroca, situada a orillas del río Dniester, hoy parte de Moldavia. Ya era tarde y Malaparte conversó con algunas jóvenes.

«¡Oh, no! Después de veinte días de trabajo, no valemos para nada. Las vi, vi a las otras». Ella se interrumpe y noto que le tiemblan los labios. Ese día tuvo que someterse a cuarenta y tres soldados y seis oficiales. Se ríe. Ya no puede soportar la vida. El cansancio físico es peor que el asco. “Peor que el asco”, repite sonriendo.

 “Me enteré de que dos días después se las llevaron. Cada veinte días, los alemanes hacían un cambio de chicas. A las que salían del burdel las metían en un camión y las enviaban al río. Más tarde, Schenck me dijo que no valía la pena sentir mucha pena por ellas. Ya no servían para nada. Estaban reducidas a harapos y, además, eran judías».

“¿Ellas sabían que las iban a fusilar?”, pregunta Ilse.

«Lo sabían. Estaban temblando de miedo. ¡Oh, lo sabían! Todo el mundo lo sabía en Soroca».

Los suicidios en el frente norte

Según Malaparte, en 1941 muchos oficiales alemanes ya estaban convencidos de que Alemania podía perder la guerra. En el frente norte, como en otros frentes, los suicidios de soldados se volvieron tan frecuentes que Himmler visitó el frente con un plan para reducir el suicidio… castigando a los suicidas. Informe reproducido por Malaparte:

“¡Es horrible! Siempre celebrando, día y noche (los banquetes de las élites), mientras los suicidios entre oficiales y soldados aumentan a un ritmo vertiginoso. Himmler vino personalmente al norte para intentar poner fin a esta epidemia de suicidios. Va por los muertos en prisión. Mandará enterrarlos con las manos atadas. Cree que puede poner fin a los suicidios mediante el terror. Ayer, mandó fusilar a tres Alpenjäger por intentar ahorcarse. Himmler no sabe que estar muerto es algo maravilloso». Me miró con esa mirada que tienen los ojos de los muertos. «Muchos se pegan un tiro en la cabeza. Muchos se ahogan en ríos y lagos (son los más jóvenes entre nosotros). Otros deambulan delirantes por el bosque».

Son tres historias atroces de guerra. ¿Noveladas? Es posible, pero no completamente inventadas. ¿Cuántas atrocidades de este o de otro tipo habrán sido cometidas en Corea, Vietnam, Irak, Afganistán o se están cometiendo hoy en Siria, Yemen y Ucrania? De las primeras, ya sabemos mucho; sobre estas últimas, tal vez solo lo sepamos dentro de muchos años.

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez. publicado en Diario 16 de España

Por Javier Benitez

Ya es oficial: China acaba de dar un golpe sobre la mesa. Y es que en agosto se redujeron a cero las exportaciones chinas de dos minerales raros esenciales para la fabricación de semiconductores. Estas restricciones podrían ser un indicio de la aparente voluntad de China de tomar represalias contra los controles de exportación de EEUU.

AUDIO:

La venganza será terrible

Dicen que la venganza se sirve en plato frío. Mientras, un proverbio chino dice: «Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien de tristeza». Y si de algo tiene fama China precisamente, es por tener paciencia. La combinación de las dos frases iniciales que citábamos, combinadas, pueden llegar a ser un arma devastadora para un Occidente cada vez más imprudente.

Y es que las exportaciones chinas de dos minerales raros esenciales para la fabricación de semiconductores se redujeron a cero en agosto, un mes después de que Pekín impusiera restricciones a las ventas al exterior alegando motivos de seguridad nacional.

El dato: China produce alrededor del 80% del galio y cerca del 60% del germanio del mundo, según la Alianza de Materias Primas Críticas, pero no vendió ninguno de estos elementos en los mercados internacionales el mes pasado, según datos de las aduanas chinas.

Las exportaciones de germanio de julio fueron más del doble que las de junio, ya que las compras se dispararon antes de la fecha de entrada en vigor de las restricciones que forman parte de la escalada de la guerra de China con EEUU y sus aliados por el acceso a tecnología estratégica.

En este sentido, estas restricciones podrían ser indiciarias de una presunta voluntad de China de tomar represalias contra los controles de exportación de EEUU.

Para el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, esta decisión de China «significa blanco sobre negro sobre la realidad global que hoy estamos viviendo de los cambios tectónicos que se sabía que estaban ocurriendo, pero que no se les daba el nivel y el alcance que habían adquirido», observa.

¿Quién controla ahora la inflación en Estados Unidos: una Reserva Federal atrapada o el nuevo rey de las materias primas?

Alastair Crooke  18 de septiembre Fundacion de la Cultura Estratégica

Ha pasado un tranquilo momento decisivo. No fue nada «llamativo»; muchos tal vez apenas se dieron cuenta; sin embargo, realmente fue significativo. El G20 no cayó en la sórdida confrontación esperada, con los estados del G7 (que Jake Sullivan ha llamado el » comité directivo del mundo libre» ) exigiendo una condena explícita de Rusia por Ucrania, frente al resto, como ocurrió el año pasado en Bali. No, el G7 inesperadamente se «rindió» ante un «No Occidente» global en ascenso, uno que insistió de manera cohesiva en su postura colectiva.

Los indicios de insurrección habían sido evidentes desde la cumbre de los BRICS en agosto: la escritura estaba en la pared. Los países no occidentales no se dejarían acorralar ni coaccionar para que apoyen la «línea» del G7 sobre Rusia. La guerra en Ucrania apenas se mencionó en la declaración final –acordada–; la exportación de cereales (tanto rusa como ucraniana) se trató de manera imparcial. Fue una obra maestra de la diplomacia de la India

Evidentemente, el G7 decidió que el «juego de anotar puntos» de Ucrania no valía la pena. Los primeros priorizaron llegar a un consenso, en lugar de colapsar el G20 (quizás «finalmente», con una declaración estancada).

Pero en aras de la claridad, no fue la resta importancia a Ucrania lo que marca el «punto de inflexión». El cambio en Ucrania –ahora consolidado dentro de un cambio político más amplio de Estados Unidos en Ucrania– fue muy importante, pero no primordial .

Lo «primordial» fue que el colectivo no occidental pudo unirse en torno a su demanda urgente de una reforma radical del sistema global. Quieren un cambio en la arquitectura económica global; cuestionan las estructuras (es decir, los sistemas de votación que subyacen a esas estructuras institucionales como la OMC, el Banco Mundial y el FMI) y, sobre todo, se oponen a la hegemonía del dólar como arma.

La demanda, para decirlo claramente, es un puesto en la Mesa Superior.

Nada de esto es nuevo, viene germinando desde la famosa Declaración de Bandung (1955), cuya resolución sentó las bases del movimiento de los países no alineados. Entonces, esos estados carecieron de la influencia necesaria para alcanzar sus objetivos. Hoy es diferente: liderados por China, Rusia, India y Brasil, los BRICS tienen el peso económico y la «posición de primera línea frente a Occidente» para impugnar el «orden de reglas» e insistir en que, si ha de haber «reglas», deben ser consensuados.

Esta es una agenda verdaderamente radical. Una vez más, el «punto de inflexión» es que los países no occidentales, incluso sin la presencia de los presidentes Xi o Putin, demostraron que tienen el «peso» para luchar contra la «caída» del G7.

Bueno en teoría, pero ahora viene lo «concreto»: claramente, India aspira a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Muchos dirían que la India está bien calificada. Puede que sea así: la estructura actual del Consejo de Seguridad tiende a parecer una reliquia fosilizada de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, ¿quién se ofrecería voluntariamente a ceder su asiento a una India digna? Brasil (sorpresa, sorpresa) cree que América del Sur también debería tener voz permanente en el Consejo. En definitiva, la reforma del Consejo ha sido una cuestión que, al menos hasta ahora, ha demostrado ser «intocable». Sin embargo, los tiempos «están cambiando». Se trata de una cuestión en la que el Sur Global tiene sus dientes puestos y seguirá insistiendo, independientemente de ello, al estilo terrier.

Luego está la cuestión de las «Dos Esferas». Tanto las declaraciones de los BRICS como las del G20 insisten en que su objetivo no es suplantar el «Orden» existente, sino habitarlo en términos equitativos, después de una importante reconstrucción y reorientación.

India, en particular, se muestra reacia a quemar todos los puentes con Occidente y se inclina hacia la noción de una reforma gradual de la estructura económica global, que conduzca al establecimiento de una esfera comercial única (India tiene muchos intereses en Occidente). Otros países BRICS también comparten esta opinión. Rechazan verse obligados a elegir entre dos esferas incompatibles. (China tenía esta opinión, pero ahora ve que es Estados Unidos, a pesar de sus negaciones, el que tiene la intención de quemar puentes con China.)

¿Pero no es un poco ingenuo esperar que Occidente se retracte de su colonialismo sigiloso?

La primacía occidental depende de los pilares de la amenaza de una guerra financiera y de sanciones; el monopolio de las patentes tecnológicas, los estándares y protocolos regulatorios, y en poseer y mantener una «ventaja tecnológica» global. ¿Cree realmente el Primer Ministro Modi que se puede inducir a Occidente simplemente a renunciar a estos activos porque el Sur Global así lo pide?

Parece «exagerado» (aunque sin duda Xi y Putin le han explicado algunos de estos «hechos de la vida» financieros a Modi).

Bueno, estos «hechos de la vida», que algunos miembros del BRICS aún no están dispuestos a internalizar, son precisamente la razón por la que tanto Rusia como China están preparando una Esfera Económica alternativa, totalmente separada del dólar y del sistema bancario y financiero vinculado al dólar. Es un plan ‘B’, que fácilmente puede convertirse en plan ‘A’.

Este debate (una sola esfera comercial, o dos) posiblemente se convierta en la cuestión clave que enfrentan los BRICS y Occidente. Depende de la reacción occidental: ¿será posible obligar a Estados Unidos a realizar reformas tan radicales en las actuales instituciones y estructuras alineadas con Estados Unidos, de modo que no sea necesaria una esfera económica no occidental bastante separada?

Estas cuestiones pueden surgir antes de lo que algunos esperan, tal vez incluso en la Asamblea General de la ONU la próxima semana.

Dicho con franqueza, la dura realidad es que si Estados Unidos cediera su control sobre la arquitectura financiera global, se puede esperar que el nivel de vida de los estadounidenses caiga significativamente a medida que la demanda de dólares se marchite (con un aumento del comercio global de divisas propias). Por supuesto, la demanda de dólares no desaparecerá por completo.

El momento de esta demanda colectiva de una nueva arquitectura financiera –un nuevo Acuerdo de Bretton Woods– no podría haber llegado en un momento más delicado para Occidente. ¿Por casualidad para Rusia y China…?

Aunque muchos en Occidente piensan que todo «está bien», que la Reserva Federal probablemente controlará la inflación y pronto recortará las tasas de interés. Sin embargo, los precios del petróleo han subido un 37% y siguen aumentando. Este ha sido el caso desde que el precio tocó fondo hace unos meses. “La gente olvida que los precios del petróleo cayeron casi un 50% desde su punto máximo, y esa caída terminó en mayo de este año. Y esa gran caída en los precios del petróleo fue el factor principal que redujo la inflación general del 9% al 3%”. La energía es un insumo de costos importante que debe trasladarse a los consumidores. Y también lo es el interés sobre la deuda, que aumenta a medida que los aumentos de las tasas de interés atraviesan todo el espectro económico.

Todo el mundo está esperando que la Reserva Federal reduzca las tasas, porque la única manera que tienen el gobierno estadounidense, los consumidores y las empresas estadounidenses de gestionar su deuda actual (que han acumulado, a tasas cero) es si las tasas de interés bajan. La gente puede entender esto, pero simplemente asumen que no será un problema porque, por supuesto, la Reserva Federal «va a recortar las tasas».

Sin embargo, es muy poco probable que las autoridades occidentales consigan reducir los tipos de interés a cero. Vender más petróleo de la Reserva Estratégica de EE.UU. simplemente no va a suceder : en este punto, la economía de EE.UU. sólo puede funcionar durante 20 días con sus reservas de petróleo actuales.

Y la Reserva Federal no podrá lanzar gran parte de otra ronda de impresión de dinero, en caso de que la economía caiga en recesión. La Reserva Federal puede intentar rescatar la economía de esta manera, aunque cuando el problema es la inflación, no es posible resolver un problema de inflación creando más inflación. La inflación (y las tasas de interés), después de un breve retraso, volverían a aumentar.

La cuestión es que gran parte de los estratos gobernantes todavía no lo «entienden»: la experiencia de décadas de inflación cercana a cero que ha experimentado Occidente ha quedado grabada en la mentalidad colectiva, pero ese mundo de hacer dinero sin esfuerzo era una aberración, no una norma. Dicho claramente, Occidente ahora está de alguna manera atrapado en diversas formas financieras, como el agotamiento fiscal (es decir, el gasto deficitario de Estados Unidos ha alcanzado el 8,5% del PIB).

Si bien es cierto que muchos en Occidente no entienden que la era de inflación cero fue una aberración, causada por factores que ya no pertenecen; sin duda, la aberración es bien entendida en Beijing y Moscú.

Liam Halligan observa de manera similar que los precios del petróleo han aumentado casi un tercio en los últimos tres meses: “Es un aumento enormemente significativo que podría agravar seriamente la crisis del costo de vida. Sin embargo, el aumento parece apenas haber sido notado por gran parte de nuestra clase política y mediática”.

Los mercados del crudo comenzaron a endurecerse a principios de este verano después de que el cártel de exportadores de la OPEP acordara retener los suministros de petróleo en un intento por aumentar los precios, y Halligan observa con acritud: “Cualquiera que minimice el poder de la OPEP no sabe nada sobre los mercados energéticos mundiales y menos aún sobre la geopolítica” . ”. (Énfasis añadido.)

¿Es casualidad que una guerra financiera silenciosa, desencadenada por la desdolarización y los mayores costos de la energía, pueda finalmente darle a los BRICS la influencia para forzar un cambio de política en Occidente? Y si persiste la reticencia occidental a la reestructuración, ¿podría el liderazgo de los BRICS aumentar aún más? Después de todo, los BRICS recientemente ampliados son ahora una potencia de materias primas.

Entonces, ¿quién controla ahora la inflación en Estados Unidos: una Reserva Federal atrapada o el nuevo rey de las materias primas?

El corredor de transporte India-Oriente Medio-Europa puede ser la comidilla de la ciudad, pero probablemente seguirá el camino de los últimos tres proyectos de conectividad Asia-Europa promocionados por Occidente: al cubo de la basura. Este es el por qué.

Por PEPE ESCOBAR para de The Cradle

El Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC) es una enorme operación de diplomacia pública lanzada  en la reciente cumbre del G20 en Nueva Delhi, completada con un memorando de entendimiento firmado el 9 de septiembre. 

Los jugadores incluyen a Estados Unidos, India, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y la UE, con un papel especial para las tres principales potencias de esta última, Alemania, Francia e Italia. Es un proyecto ferroviario multimodal, junto con transbordos y vías auxiliares digitales y eléctricas que se extienden hasta Jordania e Israel. 

Si esto camina y habla como la muy tardía respuesta colectiva de Occidente a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China, lanzada hace 10 años y que celebra un Foro de la Franja y la Ruta en Beijing el próximo mes, es porque lo es. Y sí, es, sobre todo, otro proyecto estadounidense más para eludir a China, que se puede reivindicar con crudos propósitos electorales como un magro “éxito” en política exterior.  

Nadie entre la Mayoría Global recuerda que los estadounidenses idearon su propio plan de la Ruta de la Seda allá por 2010. El concepto surgió de Kurt Campbell del Departamento de Estado y fue vendido por la entonces Secretaria Hillary Clinton como su idea. La historia es implacable, se redujo a la nada.  

Y nadie entre la Mayoría Global recuerda el plan de la Nueva Ruta de la Seda promovido por Polonia, Ucrania, Azerbaiyán y Georgia a principios de la década de 2010, completo con cuatro transbordos problemáticos en el Mar Negro y el Caspio. La historia es implacable, esto también quedó en nada.   

De hecho, muy pocos entre la Mayoría Global recuerdan el plan global de 40 billones de dólares patrocinado por Estados Unidos para Construir un Mundo Mejor (BBBW, o B3W, por sus siglas en inglés), lanzado con gran fanfarria hace apenas dos veranos, centrándose en “el clima, la salud y la seguridad sanitaria, la tecnología digital , y equidad e igualdad de género”. 

Un año después, en una reunión del G7, B3W ya se había reducido a un proyecto de infraestructura e inversión de 600 mil millones de dólares. Por supuesto, no se construyó nada. La historia realmente es implacable, se redujo a nada. 

El mismo destino aguarda a los PIEM, por una serie de razones muy específicas.

Girando hacia un vacío negro 

Todo el fundamento de los PIEM se basa en lo que el escritor y ex embajador MK Bhadrakumar describió deliciosamente como “evocar los Acuerdos de Abraham mediante el encantamiento de un tango saudita-israelí”.

Este tango está Muerto al llegar; Ni siquiera el fantasma de Piazzolla puede resucitarlo. Para empezar, uno de los principales –el príncipe heredero saudita Mohammad bin Salman- ha dejado claro que las prioridades de Riad son una relación nueva y vigorizada, mediada por China, con Irán, Turquía y Siria después de su regreso a la Liga Árabe. 

Además, tanto Riad como su socio emiratí IMEC comparten inmensos intereses comerciales y energéticos con China, por lo que no van a hacer nada que moleste a Beijing.

A primera vista, los PIEM proponen una iniciativa conjunta de los países del G7 y los BRICS 11. Ése es el método occidental para seducir a la India, eternamente protegida por Modi, y a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, aliados de Estados Unidos, para que se sumen a su agenda. 

Sin embargo, su verdadera intención no es sólo socavar la BRI, sino también el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INTSC), en el que India es un actor importante junto con Rusia e Irán.  

El juego es bastante crudo y realmente bastante obvio: un corredor de transporte concebido para evitar los tres principales vectores de la verdadera integración de Eurasia (y los miembros de los BRICS, China, Rusia e Irán) colgando una tentadora zanahoria de Divide y vencerás que promete cosas que no se pueden cumplir. . 

La obsesión neoliberal estadounidense en esta etapa del Nuevo Gran Juego tiene que ver, como siempre, con Israel. Su objetivo es hacer viable el puerto de Haifa y convertirlo en un centro de transporte clave entre Asia occidental y Europa. Todo lo demás está subordinado a este imperativo israelí. 

Los PIEM, en principio, transitarán por Asia occidental para vincular a la India con Europa oriental y occidental, vendiendo la ficción de que la India es un Estado pivote global y una convergencia de civilizaciones. 

Disparates. Si bien el gran sueño de la India es convertirse en un estado pivote, su mejor oportunidad sería a través del ya operativo INTSC, que podría abrir mercados a Nueva Delhi desde Asia Central hasta el Cáucaso. De lo contrario, como Estado Pivote Global, Rusia está muy por delante de la India en términos diplomáticos, y China está muy por delante en comercio y conectividad. 

Las comparaciones entre los PIEM y el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) son inútiles. IMEC es una broma en comparación con este proyecto emblemático de la BRI: el plan de 57.700 millones de dólares para construir un ferrocarril de más de 3.000 kilómetros de largo que unirá Kashgar en Xinjiang con Gwadar en el Mar Arábigo, que se conectará con otros corredores terrestres de la BRI que se dirigen hacia Irán y Turquía. 

Esta es una cuestión de seguridad nacional para China. Por lo tanto, se pueden hacer apuestas a que los líderes de Beijing mantendrán algunas conversaciones discretas y serias con los actuales quintacolumnistas en el poder en Islamabad, antes o durante el Foro de la Franja y la Ruta, para recordarles los hechos geoestratégicos, geoeconómicos y de inversión relevantes. .

Entonces, ¿qué le queda al comercio indio en todo esto? Poco. Ya utilizan el Canal de Suez, una ruta directa y probada. No hay ningún incentivo para siquiera empezar a contemplar la posibilidad de quedarse atrapado en vacíos negros en las vastas extensiones desérticas que rodean el Golfo Pérsico. 

Un problema evidente, por ejemplo, es que “faltan” casi 1.100 kilómetros de vías del ferrocarril que va de Fujairah en los Emiratos Árabes Unidos a Haifa, “faltan” 745 km de Jebel Ali en Dubái a Haifa, y “faltan” 630 km. desde el ferrocarril de Abu Dhabi a Haifa. 

Si se suman todos los enlaces que faltan, aún quedan más de 3.000 kilómetros de ferrocarril por construir. Los chinos, por supuesto, pueden hacer esto para el desayuno y por un centavo, pero no son parte de este juego. Y no hay evidencia de que la pandilla IMEC planee invitarlos. 

Todos los ojos puestos en Syunik 

En la Guerra de los Corredores de Transporte trazada en detalle para The Cradle en junio de 2022, queda claro que las intenciones rara vez se encuentran con la realidad. Estos grandes proyectos tienen que ver con logística, logística, logística, por supuesto, entrelazados con los otros tres pilares clave: energía y recursos energéticos, mano de obra y manufactura, y reglas de mercado/comercio. 

Examinemos un ejemplo de Asia Central. Rusia y tres “stans” de Asia Central –Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán– están lanzando un Corredor de Transporte Sur multimodal que evitará Kazajstán. 

¿Por qué? Después de todo, Kazajstán, junto con Rusia, es un miembro clave tanto de la Unión Económica Euroasiática (UEEA) como de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). 

La razón es que este nuevo corredor resuelve dos problemas clave para Rusia que surgieron con la histeria de sanciones de Occidente. Pasa por alto la frontera kazaja, donde todo lo que va a Rusia se examina con insoportable detalle. Y una parte importante de la carga ahora podrá ser trasladada al puerto ruso de Astracán, en el Caspio. 

Por lo tanto, Astaná, que bajo la presión occidental ha jugado un arriesgado juego de cobertura con Rusia, puede terminar perdiendo el estatus de centro de transporte de pleno derecho en Asia Central y la región del Mar Caspio. Kazajstán también es parte de la BRI; Los chinos ya están muy interesados ​​en el potencial de este nuevo corredor.    

En el Cáucaso, la historia es aún más compleja y, una vez más, se trata de Divide y vencerás. 

Hace dos meses, Rusia, Irán y Azerbaiyán se comprometieron a construir un ferrocarril único desde Irán y sus puertos en el Golfo Pérsico a través de Azerbaiyán, que se conectaría con el sistema ferroviario entre Rusia y Europa del Este. 

Se trata de un proyecto ferroviario de la escala del Transiberiano, que conectará Europa del Este con África Oriental y el Sur de Asia, evitando el Canal de Suez y los puertos europeos. El INSTC con esteroides, de hecho. 

¿Adivina qué pasó después? Una provocación en Nagorno-Karabaj , con el potencial letal de involucrar no sólo a Armenia y Azerbaiyán sino también a Irán y Turquía. 

Teherán ha sido muy claro en sus líneas rojas: nunca permitirá una derrota de Armenia, con la participación directa de Turkiye, que apoya plenamente a Azerbaiyán.

A la mezcla incendiaria se suman los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos en Armenia –que casualmente es miembro de la OTSC liderada por Rusia– presentados, para el consumo público, como uno de esos programas de “asociación” aparentemente inocentes de la OTAN. 

Todo esto detalla una trama secundaria de IMEC destinada a socavar a INTSC. Tanto Rusia como Irán son plenamente conscientes de las debilidades endémicas del primero: problemas políticos entre varios participantes, esos “eslabones perdidos” en la vía y toda la infraestructura importante aún por construir. 

El sultán turco Recep Tayyip Erdogan, por su parte, nunca abandonará el corredor Zangezur que atraviesa Syunik, la provincia del sur de Armenia, previsto en el armisticio de 2020, que une Azerbaiyán con Turquía a través del enclave azerí de Nakhitchevan, que atravesará territorio armenio. .

Bakú amenazó con atacar el sur de Armenia si Ereván no facilitaba el corredor Zangezur. Así que Syunik es el próximo gran asunto sin resolver en este enigma. Cabe señalar que Teherán no hará nada para impedir que un corredor turco-israelí-OTAN aísle a Irán de Armenia, Georgia, el Mar Negro y Rusia. Esa sería la realidad si esta coalición con tintes de la OTAN se apodera de Syunik. 

Hoy, Erdogan y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, se reúnen en el enclave de Nakhchivan entre Turkiye, Armenia e Irán para iniciar un gasoducto y abrir un complejo de producción militar.   

El sultán sabe que Zangezur podría finalmente permitir que Turkiye se vincule con China a través de un corredor que transitará por el mundo turco, en Azerbaiyán y en el Caspio. Esto también permitiría al Occidente colectivo ser aún más audaz en su estrategia de Divide y vencerás contra Rusia e Irán. 

¿Es el PIEM otra fantasía occidental descabellada? pero el lugar a observar es Syunik.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de The Cradle y Dossier Geopolitico.

FUENTE https://new.thecradle.co/articles/war-of-economic-corridors-the-india-mideast-europe-ploy

En otra tradicional y brillante master class de todos los viernes en el programa: “Detrás de la razón” afamado programa internacional, que dirige el laureado periodista mexicano Roberto de la Madrid. El Dr. Francisco Javier Martinez desarrolló uno de los temas de mas actualidad que no es otro que el hundimiento del nivel de vida. ¿Por qué y cómo afecta desde Europa hasta USA?, un problema que advertimos desde hace años cuando describiamos que  el Tsunami del neoliberalismo que se expandía desde la periferia global al centro del sistema hoy llegó al centro del poder “oxidental”, empobreciendo a las grandes mayorías en especial a las llamadas clases medias. Y que las consecuencias del empobrecimiento y deterioro de la calidad de vida era la consecuencia de políticas económicas perfectamente programadas y no “errores” del modelo con sus daños colaterales. -Dossier Geopolitico-

VIDEO DE LA MASTER CLASS

Los días 20 y 21 de Septiembre del corriente año se ha llevado adelante la promocionada “V Cumbre Mundial por la Paz”, organizado por el Movimiento de Acción de Paz Internacional y Escuela Casa Común, con la participación de destacadas y reconocidas personalidades del mundo profesional, académico y cultural, de más de 45 países, con el objeto de elevar la voz por la Paz en el mundo y abogar por el fin de los conflictos bélicos que hoy se siguen desarrollando alrededor del planeta. Nuestro miembro Dossier Geopolitico Dr. Mario Ramón Duarte, fue convocado al mismo y estuvo representando a nuestro país en dicha cumbre. La temática abordada por nuestro experto fue: “Educar para la Paz en tiempos 4.0”, donde expreso en síntesis, que es necesario trazar líneas estratégicas de actuación como la Paciencia, la Prudencia y la Sabiduría Estratégica como guía y arquitectura para poder concretar este anhelado bien por el cual bregamos las personas comprometidas con un futuro próspero en este tiempo único e inédito de la historia de la cual la humanidad no tiene referencias merced a los nuevos escenarios globales, sociales, políticos, económicos, educativos, entre otras, frente a la reestructuración de las sociedades y las relaciones sociales. Además, el Dr. Duarte hizo alusión a este cambio epocal signado por las nuevas tecnologías y su impacto en nuestra cotidianidad. Culminando su conferencia, agrego, que la Paz es uno de los valores más preciado de los seres humano para poder seguir construyendo ésta nueva normalidad, la cual es una realidad innegable que nos convoca a construir más y mejores oportunidades para todos. El prestigioso evento fue transmitido por modalidad virtual a los 5 continentes en simultáneo, vía web y a través de más de 1.000 canales televisivos; que tuvo epicentro en el Miami Dade College (Universidad Pública) Florida-EEUU. 

                                                                 DR. MARIO RAMON DUARTE Miembro del equipo de Dossier Geopolitico

EL MIÉRCOLES NEGRO DE UCRANIA

La presencia de Zelensky en la ONU de este miércoles marcó un nuevo desaire personal y político al «presidente imperial» de Ucrania, mientras la prensa  trata desesperadamente de cuadrar un círculo, que ni siquiera encuentra ya un relato que no haga aguas por alguna costura.

El actor con delirios de estadista pretendió una vez más dar un paseo rutilante por la pasarela mundial de los gloriosos «valores occidentales», pero en lugar de luces y vítores, encontró demasiadas sombras y pocas caras amigables.

En resumen, fue otro día aciago de un largo período de tiempos interminables de tragos amargos:

#El día, como siempre, amaneció con la terrible y rutinaria noticia de bombardeos  sobre suelo patrio, cuyas heridas, quiere el insensible presidente, mostrar como un orgullo patrio y a la vez como una moneda de cambio para subir el precio de su lealtad ante sus patrones occidentales. Tal cual lo haría un virrey del siglo XVI. Una expresión máxima de crueldad y falta de solidaridad del cómico con su sufriente pueblo y sus agotados soldados.

#La mañana siguió con la noticia del duro cachetazo de Polonia al romper los puentes de la alianza, al negarle más suministro de armas y enfatizar que su producción de granos es un cáncer para la economía de sus «amigos íntimos» de la ejemplar Unión Europea. Lo que provocó una airada y muy inconveniente respuesta del verborrágico actor.

#La actitud de Polonia, además de ser una sangrante y permanente insubordinación a Bruselas, define otra línea interna en el frente político occidental más cercana a las provocaciones inglesas -con sus simulacros anárquicos- que parte de una estrategia lógica y consensuada del frente anglosajón. Y en esa deriva se supo desde Varsovia que está activa una ley -con amenaza de cumplimiento- sobre el enjuiciamiento penal a todo polaco combatiente en el extranjero sin autorización oficial del estado. Seguramente será esto una fantochada más, pero pone en alerta a la fluida y muy bien pagada corriente de mercenarios que van a Ucrania, no ya a luchar contra Rusia, sino más bien por el gran negociado ilegal del desvío de armas y por «la patriótica misión» de ir ocupando territorio para cuando llegue la hora del despiece total de Ucrania.

Además, la prensa polaca bombardeó a la población, justo en este miércoles negro, sobre los costes de los refugiados y el hartazgo e ira de la población. La prensa imperial, buscando salidas imposibles, argumentó que solo son «roces» de tiempos electorales. Pero la verdad es que es muy difícil ya la marcha atrás en este aireado divorcio. Tan difícil como que el aceite de oliva vuelva a su precio original, luego de subir el 100% en un año.

#Mientras en Norteamérica, Zelensky sufrió otro agravio a su inmenso ego al negarsele la palabra en una sesión conjunta del congreso que nunca se realizó. 

Sin palabras!!! 

Nunca mejor dicho.

#Y la jornada concluyó con la paradoja del anuncio del senil Biden, de una ayuda de algunos centenares de millones de euros, que quedó aplastada por la negativa de la mayoría republicana de negar la partida gorda de 24 mil millones de euros a «ZELENSKY & CIA» mientras intentan activar en la población estadounidense una suerte de referéndum sobre la continuidad de fuga de fondos a Ucrania con manejos oscuros y sin rendición de cuentas.

# La mejor y única noticia buena para el héroe nazi de Occidente fue que este negro miércoles 21 de Septiembre de 2023 terminó por fin, justo a las 24 hs.

Eduardo Bonugli Especial para Dossier Geopolitico Madrid, 22/09/23

Biden deniega a Zelenski los misiles de largo alcance, mientras se abren fisuras en el apoyo europeo a Kiev


El presidente de EEUU deja los esperados misiles de largo alcance ATACMS fuera de la nueva ayuda militar concedida a Zelenski, quien afronta ahora la amenaza polaca de no enviar más armas a Ucrania.

Por JUAN ANTONIO SANZ para Diario Publico.es

Era la tercera vez que Joe Biden recibía a Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, dos de ellas en tiempos de guerra, y eran comprensibles los nervios del presidente ucraniano a la hora de pedir más ayuda a su principal aliado. Sobre todo, cuando cunde en Estados Unidos el desencanto ante el conflicto y en Europa se resquebraja la unidad mostrada hasta ahora para sostener al ejército de Kiev, tras la amenaza de Polonia de suspender sus envíos de armas a Ucrania.

«Ninguna nación puede estar realmente segura en un mundo en el que no defendamos la libertad de Ucrania frente a la brutal agresión de Rusia», le ha dicho Biden a Zelenski. El presidente estadounidense, sin embargo, no ha querido añadir tensión al creciente rechazo en EE.UU. a la guerra de Ucrania y ha preferido evitar dar el paso que esperaba Zelenski: el compromiso para dotar al ejército ucraniano con misiles ATACMS.

Las encuestas revelan un rechazo cada vez mayor a la asistencia de Washington a Kiev

Los escasos avances en la contraofensiva lanzada hace casi cuatro meses por el ejército ucraniano, las perspectivas de que se alargue la guerra y los gastos multimillonarios que genera la contienda han minado la confianza de la clase política y los estadounidenses de a pie en la ayuda a Ucrania.

Las encuestas revelan un rechazo cada vez mayor a la asistencia de Washington a Kiev hasta el extremo de que parece fraguarse una rebelión de los republicanos (que dominan la Cámara de Representantes o cámara baja) contra la estrategia de Biden en Ucrania. Y las elecciones presidenciales están ahí, a la vuelta de la esquina.

El golpe asestado por Polonia, que anunció el miércoles que no enviará de momento más armas al ejército ucraniano, ya había echado un jarro de agua fría sobre el viaje de Zelenski. Habría sido necesario que Biden diera un golpe de efecto y cerrara filas de forma contundente con el líder ucraniano, que esta semana se dio un baño de multitudes en Nueva York, ante Naciones Unidas. Pero no fue así.

Más armas, pero de los misiles de largo alcance, ni hablar

La moderación ha marcado las nuevas concesiones estadounidenses a Kiev y ha habido más lisonjas que compromisos decisivos. Biden le ha prometido a Zelenski, un paquete de ayuda militar por 325 millones de dólares, una cantidad sobria en comparación con otros dispendios estadounidenses del mismo tipo a Ucrania.

Desde que comenzó la guerra, en febrero de 2022, EE.UU. ha destinado cerca de 113.000 millones de dólares a Ucrania en ayuda militar y humanitaria.

Biden no proporcionará los misiles ATACMS, pero no descarta esa posibilidad en el futuro

Con el nuevo paquete anunciado este jueves, habrá más defensa antiaérea, más munición para los sistemas de misiles tierra-tierra HIMARS y más bombas de racimo, cuyo uso está prohibido en muchos países.

Biden «ha decidido que no proporcionará los misiles ATACMS, pero que no descarta esa posibilidad en el futuro». Así de claro lo decía, mientras se reunían Biden y Zelenski, el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, quien explicó que Washington teme una escalada bélica con Rusia si los misiles de largo alcance ATACMS son utilizados por los ucranianos para atacar objetivos en suelo ruso.

En vano, Zelenski esperaba un compromiso mayor de EE.UU. para subrayar esta visita y consolidar la contraofensiva en marcha. Las armas prometidas ahora por Washington solo servirán para prolongar la actual guerra de posiciones.

Una cumbre acompasada por el eco de la guerra

La reunión entre Zelenski y Biden se ha visto resaltada por un pico en las hostilidades entre los dos contendientes. El ejército del Kremlin lanzó este jueves una oleada de ataques contra infraestructuras críticas por todo el país, después de que las fuerzas armadas ucranianas golpearan con drones y misiles un aeródromo militar ruso en la península de Crimea.

El Ministerio de Defensa ucraniano informó sobre el bombardeo ruso esta madrugada de 147 asentamientos y 151 instalaciones de infraestructuras básicas en toda Ucrania. Cinco regiones sufrieron cortes de energía a consecuencia de los ataques, los primeros de este tipo en medio año.

El Gobierno de Zelenski teme que se pueda repetir la táctica que puso en marcha Moscú el otoño e invierno pasado para destruir las instalaciones de electricidad, gas y agua en buena parte de Ucrania. Millones de personas quedaron sin calefacción y a oscuras en casi todo el país cuando más arreciaba el mal tiempo y las temperaturas eran más bajas.

La entrada en la guerra de este tipo de armamento sin duda cambiaría los escenarios y el alcance de la contienda

El bombardeo ucraniano con drones y misiles de crucero se produjo contra la base aérea rusa de Saki, en Crimea, y podrían haber sido dañados aviones de combate allí estacionados, así como una batería de misiles Pantsir.

La nueva fase de la ofensiva ucraniana tiene como uno de sus objetivos el ataque a blancos situados en la península de Crimea. De momento, son los drones y algunos misiles los protagonistas de esos ataques, con un efecto más propagandístico que efectivo. Precisamente por eso, Ucrania reclamaba y esperaba recibir este jueves los misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS. La entrada en la guerra de este tipo de armamento sin duda cambiaría los escenarios y el alcance de la contienda.

El ejército ucraniano ya dispone de misiles de largo alcance franceses y británicos que están demostrando su eficacia en el acoso a la retaguardia rusa, pero necesita cohetes con una capacidad mayor para evadir las defensas antiaéreas de las fuerzas rusas, como los citados ATACMS y los Taurus alemanes.

El enfado de los amigos polacos

El fiasco que ha recibido Zelenski en Washington llega en un momento poco oportuno para Ucrania. La estrategia hasta ahora unida de la Unión Europea hacia Kiev ha sufrido un golpe demoledor después de que el primer ministro polaco, Mateusz Moraviewcki, anunciara el miércoles que su país dejará de suministrar armas al ejército ucraniano.

Aunque después el presidente polaco, Andrzej Duda, trató de enmendar el impacto de las palabras de Moraviewcki y explicó que el primer ministro se refería solo a armamento nuevo, solo enmarañó más el asunto. El portavoz del Gobierno, Piotr Müller, insistió en que Varsovia solo entregará ya los «suministros de municiones y de armamento previamente acordados, para cumplir los contratos firmados».

El origen de esa decisión está en el contencioso abierto por el bloqueo ruso al transporte de granos procedentes de Ucrania por el Mar Negro. El incremento del flujo de cereales ucranianos a través de Polonia, Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y Rumanía ha perturbado sus mercados nacionales. Algunos de estos países impusieron sus propios vetos a esa importación para proteger a sus agricultores, pero finalmente la Unión Europa ordenó el levantamiento de esas sanciones, decisión cuestionada por varios de esos estados, entre ellos Polonia.

Jacek Sasin: «No podemos desarmar al ejército polaco y renunciar a las armas que son necesarias para nuestro país»

El propio Zelenski añadió leña al fuego en su comparecencia del martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas cuando acusó a países supuestamente aliados de hacerle el juego a Rusia con sus decisiones, en aparente referencia a ese veto a la circulación del grano ucraniano.

El Gobierno polaco ha subrayado este jueves que su decisión no cambia la posición de Varsovia sobre el conflicto, pero de momento «es como ha dicho el primer ministro y en el futuro ya se verá», según reafirmó el titular de Patrimonio del Estado, Jacek Sasin.

Este ministro dijo que Polonia necesita reponer sus propios arsenales. «No podemos desarmar al ejército polaco y renunciar a las armas que son necesarias para nuestro país», explicó Sasin para justificar el paso dado por Varsovia, que, por primera vez, rompe la unidad europea en el abastecimiento de armas a Ucrania.

El paso dado por el Gobierno polaco puede estar cargado también de oportunistas razones electorales, ante el crecimiento del sentimiento antiucraniano en Polonia. Algunos grupos opositores, como el partido Confederación, tercero en las encuestas ante los comicios legislativos de octubre, están acusando al Gobierno de «servilismo» ante las demandas de Kiev.

La decisión de un país soberano

El Pentágono, cuyas instalaciones visitó Zelenski este jueves, no tuvo problema para subrayar que Polonia había tomado una «decisión soberana» al negarle las armas a Ucrania. Pero nadie duda en la Administración Biden que tal paso podría tener un efecto dominó en otros países europeos y de rebote en la política estadounidense, donde el lobby polaco es muy fuerte.

Uno de los objetivos de Zelenski era asegurarse el apoyo de los partidos republicano y demócrata

Por eso uno de los objetivos de Zelenski en Washington era reunirse con representantes de los partidos republicano y demócrata, y asegurarse su respaldo a la continuación de la ayuda a Ucrania contra Rusia, independientemente del proceso electoral en marcha en EE.UU. ante los comicios presidenciales de noviembre de 2024.

Pero justo cuando Zelenski hablaba el martes ante la Asamblea General de la ONU, un grupo de 28 congresistas republicanos hacía llegar a Biden su rechazo a un compromiso ilimitado con Ucrania, sin garantías y sin objetivos que no han sido refrendados por el Congreso. Desde entonces los díscolos no han parado de crecer.

Las voces contrarias al dispendio estadounidense en Ucrania pueden poner difícil que el Congreso apruebe los 24.000 millones de dólares adicionales que la Casa Blanca prometió hace tiempo a Ucrania también en asistencia militar, armas y ayuda humanitaria.

«Cuento con el buen juicio del Congreso. No hay alternativa», dijo Biden tras su reunión con Zelenski.

Una encuesta realizada en agosto por el canal de televisión CNN puso de manifiesto que una mayoría de los estadounidenses se opone a la autorización de más fondos destinados a Ucrania. Entre los votantes republicanos, esa cifra se elevaba al 71 por ciento.

En Estados Unidos, cuyos intereses geopolíticos no se reducen a Europa y donde se revisa hasta el último centavo público que se gasta, no vale ya el manido mensaje oficialista que predomina en los países del viejo continente de que el futuro del mundo se juega en los campos de batalla ucranianos. Desde luego no el futuro de EE.UU.

FUENTE:

https://www.publico.es/internacional/biden-deniega-zelenski-misiles-alcance-abren-fisuras-apoyo-europeo-kiev.html#md=modulo-portada-bloque:2col-t1;mm=mobile-big

Armenia ha entregado a la población armenia de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán ; es así desde que los armenios residentes en el enclave estan «negociando»  su «integracion » a la nacion azeri  luego de la mini-blitz de Baku. La traición de Pashinyan y su banda, que se pone en evidencia desde sus declaraciones de octubre de 2022 reconociendo la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj, forma parte de una oscura y sutil trama de «Hegemon», de la que es cómplice Baku, para  cortar la influencia de Rusia y excluirla de Transcaucasia y colocar la bajo su influencia y dándole a Armenia un estatus de país «pro-occidental. Veremos qué respuesta tiene el Kremlin -Dossier Geopolitico 2023-

INCENDIO EN TRANSCAUCASIA, OTRA VEZ

Pepe Escobar  20 de septiembre  Fundacion de la Cultura Estratégica

Hay fuego en Transcaucasia. Literalmente. Todo de nuevo.

Azerbaiyán hizo todo lo posible contra Armenia en Nagorno-Karabaj bombardeando la capital regional, Stepanakert, con misiles tierra-tierra israelíes LORA y drones kamikazes Harop israelíes.

El sistema de defensa aérea Tor de las Fuerzas Armadas de Armenia cerca de la carretera Khankendi-Khojaly fue destruido por drones turcos Bayraktar TB2 y todas las comunicaciones móviles quedaron completamente cortadas en Nagorno-Karabaj.

Este tipo de bombardeo ligero se combinó con una guerra de información/ofensiva de poder blando: una avalancha de videos casi en tiempo real que ensalzan las hazañas militares junto con un subtexto humanitario – como en el sentido de que estamos decididos a proteger a la población armenia.

Compárese con el lado armenio, liderado por el Primer Ministro Pashinyan: no sólo perdieron totalmente la guerra de información en un instante, sino que sólo emitieron comunicados escasos e incomprensibles.

Desde el principio hubo dos preguntas clave en el aire. ¿Bakú simplemente estaría satisfecho con la anexión final de Nagorno-Karabaj o atacaría también el sur de Armenia? Invadir un territorio cercado no plantearía ningún problema, teniendo en cuenta que Ereván, en los últimos tres años, no hizo prácticamente nada para mejorar su defensa.

Luego empezó a tomar forma un marco más ambicioso. Bakú puede estar implementando un astuto plan ideado por el Hegemón: jugar el papel de pacificador de Nagorno-Karabaj, bajo la égida occidental, para convertir a la Armenia prorrusa en el estatus de Armenia prooccidental y reformatear el sur de Armenia y Karabaj (ya sea transferidos a Azerbaiyán o bajo un control conjunto recientemente definido.

Por qué Rusia no puede hacerse pasar por Armenia

El hecho crucial es que el círculo de Pashinyan –muy cercano a la multitud de Soros– había abandonado Nagorno-Karabaj durante al menos los últimos tres años (Pashinyan ha estado en el poder durante cinco). Esto interfiere directamente con el mandato de la OTSC, que al final se ve obligada a reconocer los mismos hechos sobre el terreno; por lo tanto, las obligaciones de la OTSC no se aplican en términos de “ayudar” a Armenia.

Todo eso cambiaría sólo en caso de que Ereván decidiera conservar Nagorno-Karabaj: esto significaría que Armenia tomaría las armas.

Tal como están las cosas, Rusia no intervendrá militarmente. En el mejor de los casos, diplomáticamente. Rusia no se hará pasar por Armenia para resolver un problema armenio. Irán por el momento está “estudiando la situación”. Teherán sólo intervendría si Bakú decide aislar el sur de Armenia y crear un corredor hacia el enclave de Nakhichevan.

Las fuerzas de paz rusas, presentes en el lugar desde el año 2020, no tienen derecho a utilizar armas. Permanecerán pasivos y sólo reaccionarán si son atacados. El mando ruso explica que Moscú está atado por acuerdos tanto con Bakú como con Ereván y sólo puede actuar en base a decisiones conjuntas.

Por cierto, los soldados rusos son los únicos que ayudan a los residentes de Nagorno-Karabaj, incluidos hasta ahora más de 1.000 niños, a abandonar su morada histórica, que tal vez nunca vuelvan a ver. Ninguna “potencia” occidental está ayudando en el frente humanitario.

Al final, fueron las fuerzas de paz rusas quienes medirán en un alto el fuego en Nagorno-Karabaj, que se supone que comenzará este miércoles a las 13:00 hora local. Si será respetado es una historia completamente diferente.

Incluso antes del alto el fuego, Pashinyan, como era de esperar, pidió ayuda a la Hegemonía: ese es el escenario de “pivote” en juego, reorientando una región rusa histórica hacia el Occidente en decadencia. Nagorno-Karabaj es sólo un pretexto.

Para ir al grano, el camino de Pashinyan hacia el poder se vio facilitado por un solo objetivo: jugar el juego de la hegemonía (y de los turcos). Como era de esperar, Turquía declaró a través de Erdogan que “apoyamos a Azerbaiyán”.

En lo que realmente está trabajando Pashinyan es en preparar el terreno para la represión política. La Plaza de la República de Ereván estaba hirviendo. Los manifestantes enojados, que luego se dispersaron, coreaban “Nikol es un traidor”. “Nikol”, desde su búnker, pidió ayuda al pequeño Blinken.

El jefe del bloque “Madre Armenia”, Tevanyan, pidió un juicio político contra Pashinyan. El Servicio de Seguridad Nacional de Armenia advirtió sobre la posibilidad de disturbios masivos.

De hecho, Pashinyan fue inequívoco: “Armenia no se doblegará ante las provocaciones y no luchará por Nagorno-Karabaj”. De hecho, esto puede sellar el final de la historia.

A pesar de todo el malestar impuesto al Ministerio de Asuntos Exteriores, Moscú dejó claro que lo que Pashinyan declaró en octubre de 2022 y nuevamente en mayo de 2023, reconociendo la supremacía azerí sobre Nagorno-Karabaj, cambió los términos del armisticio de noviembre de 2020.

En pocas palabras: la banda de Pashinyan vendió Nagorno-Karabaj.

Y no hay nada que una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Nagorno-Karabaj este jueves pueda hacer para alterar los hechos sobre el terreno.

Maidan revisitado

Después de una rápida victoria con su mini-blitz, Bakú ahora se encuentra tranquilo, luego de la mini-blitz, listo para negociar. Por supuesto, bajo sus propios términos: negociamos sólo después de que usted capitule.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán fue directo al grano: el único “camino hacia la paz” es la retirada completa de las Fuerzas Armadas de Armenia de Nagorno-Karabaj y la disolución del régimen de Stepanakert.

Es muy posible que una mayoría de armenios esté de acuerdo con ello (aún no hay encuestas). Después de todo, un problema espinoso e intratable se “resolverá” y la vida volverá a la normalidad. Sólo una cosa es segura: se culpará a Rusia, no a la banda de Pashinyan.

No es de extrañar que fuera necesario el siempre desconectado Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, para resumir perfectamente  todo el asunto:

“Un día, uno de mis colegas de un país hermano me dijo: ‘Bueno, soy un extraño para ti, no me aceptarás’. Respondí lo que tenía que decir: «No juzgaremos por la biografía, sino por las acciones». Luego perdió la guerra, pero extrañamente se quedó en el lugar. Luego decidió culpar a Rusia por su mediocre derrota. Luego cedió parte del territorio de su país. Luego decidió coquetear con la OTAN y su esposa, desafiante, se dirigió a nuestros enemigos con galletas.

Adivina qué destino le espera…”

En cuanto a cómo se desarrollará este drama dentro de Rusia, es muy posible que considerando el hecho de que Bakú y Ereván parecen estar actuando de manera concertada para expulsar a Rusia de esta parte de Transcaucasia, la opinión pública rusa al final se sienta incluso cómoda con la idea de dejándolo para siempre, en beneficio de la Hegemonía y los turcos.

Sin embargo, el Kremlin, por supuesto, puede tener sus propias ideas, inescrutables.

Por Fabrizio Bertolami Publicado en Geopolitika de Rusia

Los llamamientos de Biden al G7, a Europa y a la OTAN se hacen eco de los temores expresados hace casi 120 años por uno de los padres de la geopolítica: Sir Harford Mackinder. Su teoría ha vuelto a ponerse de moda en la última década porque explica, mejor que otras, la actual situación de oposición entre China y Rusia, por un lado, y Estados Unidos, Europa y Gran Bretaña, por otro. Lo que sigue es un resumen de su obra y de su pensamiento estratégico, de gran perspicacia en su época, de inspiración para otros autores modernos (Brzezinski sobre todo), válido desde hace un siglo y aún de gran actualidad.

Halford Mackinder: El pivote geográfico de la Historia

La creciente competencia tecnológica por la apropiación del espacio estaba clara para Sir Halford Mackinder (1861 – 1947) cuando en 1904, en su discurso El pivote geográfico de la Historia, argumentó que las potencias marítimas estaban en declive frente a las continentales debido precisamente a la llegada del ferrocarril. El geógrafo de Su Majestad argumentó que se podía identificar una zona conocida como el Heartland que se convertiría en el centro del poder mundial, ya que controlándolo era posible controlar el Mundo Insular y, por tanto, el Globo.

Alemania, gracias al ferrocarril, tenía un acceso más rápido a esta zona y, por tanto, una ventaja en la carrera por la hegemonía sobre sus competidores marítimos. La zona del Heartland corresponde, en la teoría de Mackinder, a la masa continental asiática que se extiende desde el Pacífico hasta Hungría en dirección este-oeste y desde el Círculo Polar Ártico hasta Irán en dirección norte-sur. El control de esta zona garantizaba el control del llamado Mundo Insular, que incluye Europa y Oriente Próximo, determinando así el control de África y, por tanto, del Mundo. El pivote o pivote geográfico se define en el discurso de 1904 como :

«[…] esa vasta zona de Eurasia, inaccesible a los barcos pero recorrida en la antigüedad por nómadas a caballo, que ahora está siendo cubierta por una densa red de ferrocarriles […]. Aquí se han dado y se siguen dando las condiciones para una movilidad de gran alcance del poder militar y económico» (1).

El pivote geográfico según Mackinder

La potencia que ocupaba el Heartland en aquel momento era Rusia, aunque era Alemania, en fuerte ascendencia militar sobre todo, la que se mencionaba entre líneas. La preocupación de Mackinder era que estas dos potencias no se unieran más estrechamente, ya que ello permitiría a Rusia introducirse en el espacio europeo y alterar progresivamente el equilibrio de poder entre las potencias marítimas y terrestres. Obviamente, pensaba que era deber de la potencia británica hacer todo lo posible para que esto no ocurriera.

Mackinder era entonces no sólo profesor de la Royal Geographical Society, una institución muy escuchada por los responsables políticos británicos, sino también director de la «London School of Economics». Fundamental en su teoría era el énfasis en el carácter determinante de la ubicación y las condiciones medioambientales de las naciones. Creía que los Estados situados en el borde de las masas de tierra continentales poseían ventajas inherentes sobre los Estados de la masa de tierra euroasiática. Esto se debía al acceso marítimo y sólo la llegada del ferrocarril podría desafiar este dominio. De hecho, el mar no proporcionaba las fronteras que las mercancías por tierra tenían que cruzar, pero los acuerdos interestatales para la construcción de ferrocarriles estaban a punto de hacer que la ruta terrestre volviera a ser competitiva para el tráfico de mercancías.

Mackinder utilizó las condiciones físico-geográficas de los territorios para predecir el curso y las perspectivas de la política mundial. Su modelo geopolítico del poder marítimo frente al poder continental también estaba pensado, de hecho, para épocas futuras. Era de hecho un determinista aunque se proclamaba reacio a ello (2). Su teoría, considerada en sus componentes fundamentales, es decir, los conceptos de Heartland, pivote y la dicotomía potencias marítimas/potencias terrestres, es la base de la llamada geopolítica «continentalista» aún vigente hoy en día.

Reconoció que el desarrollo de la actividad naval europea había creado las condiciones para una inversión de la relación histórica entre Asia y Europa. En efecto, esta última siempre se había sentido amenazada o invadida por pueblos procedentes del este y aplastada por el océano Atlántico al oeste. Gracias a su dominio sobre las tierras descubiertas después de 1492, había logrado por fin la hazaña de rodear a la primera y obligarla a ponerse a la defensiva (3).

 «[…].el efecto político más amplio fue dar un vuelco a las relaciones de Europa y Asia, ya que hasta la Edad Media Europa estaba encerrada entre un desierto impenetrable al sur, un océano desconocido al oeste, extensiones heladas o cubiertas de bosques fríos al norte y al noreste. En el este y el sureste se veía constantemente amenazada por la superior movilidad de jinetes y camelleros, pero ahora emerge al Mundo, multiplicando por más de treinta veces la superficie de mar y tierras costeras a las que tiene acceso, y envolviendo con su influencia a la potencia terrestre euroasiática y amenazando así su propia existencia. […]» (4).

La Primera Guerra Mundial había establecido la clara supremacía de las fuerzas marítimas sobre las terrestres. Sin embargo, Mackinder seguía viendo peligros en esta situación, ya que el control europeo del Heartland no se había materializado y la relación entre eslavos y alemanes creaba una zona de posible contacto/conflicto plagada de nuevos problemas. En Ideales democráticos y realidad de 1919 Mackinder señalaba a Europa Central como la nueva aguja en la balanza del poder mundial. El libro fue escrito en los días de los Acuerdos de Paz de Versalles y del rediseño del orden europeo. Su famoso lema cambió y se convirtió en

«Quien controla Europa del Este, manda en el Heartland, quien manda en el Heartland manda en el Mundo Insular, quien manda en el Mundo Insular manda en el Mundo» (5).

De hecho, Mackinder estaba convencido de que si Alemania en el 14 hubiera dirigido todas sus fuerzas hacia Rusia, permaneciendo a la defensiva en el frente francés, habría conquistado el Heartland y con ello el dominio del continente (6). Enmarcó tanto a Alemania como al Imperio de los Habsburgo como potencias orientales e identificó como eje una zona entre Rusia y Europa que se extendía desde el mar Báltico hasta el Adriático, es decir, casi exactamente lo que un día ocuparía el «Telón de Acero».

Ese espacio geográfico entre Europa y Rusia debía separar a las dos potencias e impedir simultáneamente un renacimiento alemán. La resolución de la cuestión entre alemanes y eslavos era, para Mackinder, un requisito esencial para una paz duradera, al que había que añadir una reducción adecuada del territorio alemán. También era necesario que no se creara ningún espacio económico para Alemania en esa zona, ya que la fuerza económica alemana se impondría inmediatamente allí en detrimento de las potencias marítimas y, por tanto, de la paz. A pesar del crecimiento de Alemania, Rusia seguía siendo el principal oponente de la superpotencia británica en el «Gran Juego» euroasiático.

Rusia, que era soviética desde hacía dos años, seguía ocupando el primer lugar entre las preocupaciones de Mackinder, ya que ahora podía propagar su fuerza en alas de la revolución y la lucha de clases gracias a su ideología marxista-leninista. Su oposición al comunismo era clara y su apoyo a la naciente Sociedad de Naciones, una institución capaz de propagar la democracia y el liberalismo por todo el mundo, era firme (7). Sin embargo, reconocía que la propaganda marxista era un arma poderosa en manos de Rusia, ya que era capaz de traspasar fronteras y llevar a Occidente el espíritu de la Revolución que podía socavar las democracias europeas desde dentro.

La «Europa real» según Mackinder

Concedió gran importancia a la distribución de los continentes y los océanos más que a las características raciales o climáticas, afirmando una especie de «determinismo espacial» (8). La característica crucial de su geografía política era que permitía la coexistencia de dos aspectos contrastados del Imperio británico: su condición de imperio de comercio impulsado únicamente por el poder marítimo británico y su aspecto transnacional y multirracial contemporáneo, fundado en una jerarquía racial y social. Mackinder describió esta unidad sobre una base geográfica, y marítima en particular, pudiendo así eludir la necesidad de describir el imperio como una comunidad de destino, una posición insostenible puesto que no había nada común subyacente que pudiera mantener unidos a pueblos y culturas tan diversos (9). Pero en última instancia Mackinder veía el imperio como un medio de mantener la base económica de Gran Bretaña a través del poder militar para garantizar la supervivencia nacional. El modelo imaginado por Mackinder puede seguir considerándose válido hoy en día.

Las ideas de Mackinder, y en particular su concepto de pivote y su división del mundo en telurocracias y talasocracias, sacan el análisis geopolítico del ámbito de la Historia para llevarlo al del determinismo geográfico: la geografía triunfa sobre la Historia (10) .

Nicholas Spykman: el Rimland, el anillo más preciado.

Especular a la teoría de Mackinder fue la de Nicholas Spykman (1893-1943), quien en la década de 1930 postuló la existencia de una zona llamada Rimland formada por todos los Estados ribereños alrededor del Heartland. En su opinión, éste era el verdadero pivote geográfico. Su control por las potencias terrestres haría al Heartland autosuficiente e inexpugnable.

Según su tesis, este anillo alrededor de la masa continental asiática era de mayor importancia que el Heartland precisamente por su capacidad de conectar el mar con la masa continental. Se trataba, pues, de la parte de la masa continental necesaria para el comercio mundial y que incluía Suez, Ormuz, India, Malaca, el mar de la China Meridional y Japón en Asia.

Toda Europa estaba incluida en el esquema, así como la zona de Oriente Próximo. Spykman elaboró sus tesis con una fuerte orientación geográfica al considerar todo el globo en su análisis geoestratégico también a la luz de la evolución del transporte aéreo y de la supremacía naval estadounidense entre los años 1930 y 1940. Al contrario que Mackinder, Spykman consideraba que la posición de Estados Unidos era importante desde el punto de vista estratégico, ya que podía influir tanto en los asuntos asiáticos como en los europeos.

Coincidiendo con la tesis del almirante Mahan, identificó el océano Índico como una zona focal de control geográfico desde una perspectiva militar y a la India como un puesto avanzado clave, como había hecho Mackinder antes que él. Definió el «Mediterráneo asiático» como la zona marítima que comprendía Japón, China e India y el «Mediterráneo caribeño» como el espacio entre Florida, México, Venezuela y Cuba. En esta zona, la supremacía seguía estando garantizada por la Doctrina Monroe, mientras que en la zona asiática podía ser conquistada debido a la escasa capacidad de penetración de la marina soviética.

Sugirió enérgicamente que Estados Unidos abandonara su postura defensiva y aislacionista y adoptara en su lugar una política más realista y asertiva. El concepto de «excepcionalismo americano» y el utopismo wilsoniano en uso en la época fundaron una visión extrema del determinismo medioambiental entre los geógrafos estadounidenses, a la que Spykman se opuso demostrando en sus tesis excelentes dosis de realismo (11).

Desde la revolución americana, la ideología política de ese país hizo hincapié en dos diferencias particulares entre Europa y Estados Unidos, a saber, el fuerte énfasis en el libre comercio y el ideal de una nación pacífica (conceptos antitéticos al extendido estatalismo europeo), y la visión de EEUU como un experimento social (12). El propio Wilson se adhirió a esta visión y fue partidario de una misión civilizadora estadounidense en el mundo, aunque la opinión pública norteamericana se inclinaba fuertemente por el aislacionismo en política exterior. Sus palabras:

«Cuantas más democracias haya en el mundo, más se extenderá la hegemonía ideológica estadounidense» (13).

Sin embargo, la preocupación de Spykman seguía siendo evitar la dominación alemana o rusa de la masa continental euroasiática, aunque reconocía la necesidad de mantener una fuerte Alemania antirrusa en todo el Este (14). La Rusia soviética ocupó sin cesar la masa continental euroasiática y se expandió desde Vladivostock y Port Arthur, arrebatados a China, hasta Bakú con la vista puesta en Irán y Pakistán (que en la época de Spykman, fallecido en 1943, aún no existían). En Europa dominaba ahora el mar Báltico y potencialmente el Adriático, mientras que sus fronteras terrestres abarcaban la mitad de Alemania y todo el antiguo imperio de los Habsburgo, esa Mitteleuropa que Mackinder había señalado como el nuevo pivote en 1919. Spykman murió en 1943 sin poder ver cómo se desarrollaban los resultados de la guerra, pero fue capaz de predecir con lucidez las tendencias futuras.

En primer lugar, comprendió que el desarrollo del transporte aéreo y marítimo permitiría a Estados Unidos desplegar su potencial militar prácticamente en cualquier lugar y en muy poco tiempo, convirtiendo así la geopolítica en global.
Afirmó que el periodo de posguerra sería testigo de una descentralización regional del poder, no tanto en términos militares como económicos y políticos. Previó la futura política de contención (enunciada más tarde por George Kennan) señalando Oriente Próximo, Europa Occidental y el océano Índico como los teatros de operaciones para contrarrestar a la URSS. Sin embargo, Spykman seguía considerando a Europa como el centro de la dominación global estadounidense y no estaba en absoluto a favor de una mayor integración europea (15).

En él, Mackinder veía la posibilidad de que una Europa unida con su propio ejército pudiera obviar la necesidad de una presencia estadounidense en la masa continental euroasiática, condenando a EEUU a la expulsión de la península europea. La conquista militar y el mantenimiento de la presencia estadounidense era la única forma de garantizar con certeza la detención del avance de la URSS y, por tanto, del comunismo en el globo. La contención de la Unión Soviética en el lado europeo, que se convertiría en la doctrina dominante en Estados Unidos durante los 30 años siguientes, debía basarse en supuestos geográficos y no en elementos culturales compartidos como el liberalismo o la democracia.

Notas:

1. H. Mackinder, El pivote geográfico de la historia en The Geopolitical Reader, editado por Gearóid Ó Tuathail, Simon Dalby,Paul Routledge, Routledge, Nueva York 1998, p. 30.

2. Harford Mackinder,The Geographical Pivot of History in The Geopolitical Reader, editado por Gearóid Ó Tuathail, Simon Dalby,Paul Routledge,Routledge,Nueva York, 1998,p. 30

3. Ibid .

4. Ibid, p.29

5. H. Mackinder, Democratic Ideals and Reality, National Defence University Press 1996, p.106.

6. Ibid, .

7. Ibid, p.144.

8. Ibid p.90.

9. Ibid p. 91.

10. Ibid p. 90.

11. C. Jean, Geopolítica del mundo contemporáneo, Editori Laterza, Roma-Bari 2012, p. 28.

12. J.Agnew, Fare Geografia Politica,FrancoAngeli, Milano, 2008 p.94

13. Ibidem p.95

14. R. Kaplan, La venganza de la geografía, Random House, Nueva York 2013,p.99.

15. Ibidem.

Fuente: https://www.ariannaeditrice.it/articoli/mare-contro-terra-la-storia-infinita 

https://comedonchisciotte.org/mare-contro-terra-la-storia-infinita/

Traducción: Enric Ravello Barber

La Asamblea General de la ONU gana peso político

Aunque la reforma de la organización mundial está paralizada, una intensa actividad diplomática que busca evitar el estallido del planeta da a la sesión de este año una inusual dinámica

Por Eduardo J. Vior analista internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Habitualmente la sesión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas sólo sirve como podio para una maratón de discursos de los representantes de los 193 miembros sin mayores consecuencias políticas. Sin embargo, tras la sucesión de reuniones cumbre de BRICS, del G20 y del Grupo de los 77 + China en poco más de dos semanas, ante la gravedad de las crisis que se acumulan las exposiciones en Nueva York se alinean este año en torno a la imprescindible reforma de la gobernanza mundial, mientras que los pasillos de la ONU sirven para encuentros improvisados que remplazan la falta de una agenda concertada entre los bloques. Por primera vez se hace sentir en Nueva York el potencial del Sur Global, despertando la esperanza de que terceras fuerzas atenúen el choque entre los grandes bloques.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) inició el martes 19 su período de sesiones de una semana de duración con el telón de fondo del actual conflicto en Ucrania, el cambio climático, la crisis sanitaria, la crisis migratoria, la crisis de la deuda y la inestabilidad geopolítica que en cualquier momento pueden estallar, juntos o por separado.. El lema del 78º período de sesiones de la AGNU es “Reconstruir la confianza y reavivar la solidaridad mundial: Acelerar la acción en la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia la paz, la prosperidad, el progreso y la sostenibilidad para todos”, pero el mundo está lejos de la confianza y la solidaridad

En la asamblea, que sesiona una semana al año, están representados los 193 Estados miembro, pero el control real sobre el organismo mundial recae en el Consejo de Seguridad de 15 miembros de los cuales cinco (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) tienen derecho de veto por haber sido los vencedores de la IIª Guerra Mundial. Los otros diez se renuevan anualmente.

Aunque históricamente la reunión sólo ha servido como tribuna de oratoria, este año ha adquirido un nuevo significado por la conjunción de conflictos agudos. Significativamente, aparte del Presidente de Estados Unidos Joe Biden, ninguno de los líderes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad asiste a la sesión de la AGNU. Tampoco participa el líder indio Narendra Modi. Mientras duran graves conflictos geopolíticos y las iniciativas diplomáticas aún no dan frutos, nadie quiere arriesgar definiciones públicas.

La asamblea fue inaugurada por el Secretario General de las Naciones Unidas, el portugués Antônio Guterres, quien pidió a los líderes mundiales acciones conjuntas para superar las muchas crisis que amenazan la paz y la preservación del planeta y reclamó la pronta reforma del Consejo de Seguridad y otras instituciones multilaterales, para alcanzar dichas metas. Para el diplomático “el mundo ha cambiado; nuestras instituciones no. La ONU, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI) nacieron en 1945 y responden a una época en la que gran parte de los países actuales vivían bajo el yugo colonial”, recordó.

En esta línea se expresó también Luiz Inácio Lula da Silva. Manteniendo la tradición iniciada en 1945, tras la inauguración siempre toca hablar primero al presidente de Brasil, seguido por el de Estados Unidos en tanto país anfitrión de la asamblea. En su discurso Lula proclamó que su país se ha reencontrado con el multilateralismo y ha vuelto el universalismo en su política exterior. Recalcó que es necesario encontrar una solución para la pandemia de hambre que azota al planeta. Enfocado también en la crisis de desigualdad que existe dentro de su país y en el mundo, dijo que la intolerancia, el racismo y la xenofobia son atizados por las nuevas tecnologías. El presidente sostuvo también que las poblaciones del Sur son las que más sufren por el cambio climático y las que se ven más afectadas por los desastres naturales. El presidente brasileño hizo asimismo un llamado a la paz y dijo que ésta tiene que fundamentarse en el dialogo. Promover una cultura de paz es una obligación, señaló.

Por su parte, en su mensaje Joe Biden destacó la importancia de la cooperación internacional para hacer frente a los desafíos globales. “Estados Unidos busca un mundo más seguro, más próspero y más equitativo para todas las personas”, declaró. El jefe de la Casa Blanca destacó que, para hacer frente a nuevos desafíos, las instituciones y los enfoques internacionales “deben ser actualizados para seguir el ritmo del mundo”. “Esto comienza con las Naciones Unidas, comienza aquí, en esta sala”, dijo Biden.

En lo que respecta a las relaciones entre EE.UU. y China, el líder norteamericano declaró que Washington busca “gestionar responsablemente la competencia entre nuestros países, para que no se convierta en un conflicto”. “Estamos a favor de reducir riesgos, no disociarnos de China. Resistiremos la agresión e intimidación para defender las reglas del camino […]. Pero también estamos dispuestos a trabajar juntos con China en asuntos en los que el progreso depende de esfuerzos comunes”, dijo, citando como ejemplo el trabajo en la lucha contra la crisis climática.

Durante su intervención, Biden recordó asimismo que Rusia suspendió su participación en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido también como START III o Nuevo START. El presidente estadounidense tachó de “irresponsable” este paso de Moscú. Cabe recordar que Moscú suspendió en febrero pasado su participación en el Nuevo START debido a que –según sostuvo- Washington “destruyó la base legal en materia de control de armas y seguridad” con la infraestructura militar de la OTAN actuando en contra del país euroasiático.

El presidente norteamericano declaró que su país “apoya a Ucrania en sus esfuerzos para lograr una solución diplomática” del conflicto. “Sólo Rusia tiene el poder para poner fin a esta guerra inmediatamente, sólo Rusia se interpone en el camino de la paz, porque el precio de Rusia por la paz es la capitulación de Ucrania, el territorio de Ucrania y los niños de Ucrania”, declamó. No obstante sus afirmaciones, en marzo de 2022 fracasó en el último momento una negociación de paz entre Rusia y Ucrania que se realizaba en Turquí, porque Gran Bretaña y EE.UU. presionaron al presidente Zelenski para que no firmara el acuerdo.

Cuando éste último se dirigió a la reunión, como era previsible, condenó a Rusia y reclamó la solidaridad occidental. Presentó a Rusia como una amenaza implacable a escala mundial que no se detendría en las fronteras de Ucrania. Añadió que Rusia estaba convirtiendo en armas elementos esenciales como los alimentos y la energía “no sólo contra nuestro país, sino también contra todos ustedes”.

A su vez, el presidente Alberto Fernández se expresó en sintonía con lo manifestado por el Secretario General y por el presidente brasileño. Su discurso incluyó críticas a la arquitectura financiera internacional y a la especulación con los alimentos y sostuvo que los poderes económicos “sólo buscan imponer las mismas políticas ortodoxas que profundizaron la desigualdad y la miseria en el mundo”. En su alocución también reiteró las demandas históricas de la Argentina para que Gran Bretaña negocie sobre la soberanía de Malvinas y a Irán para que ayude a esclarecer las causas de los atentados a la embajada de Israel y la mutual judía AMIA.

La reunión tomó temperatura, cuando este miércoles habló el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguei Lavrov. Al principio de su discurso, Lavrov destacó que tras la finalización de la Guerra Fría los países occidentales, encabezados por EE.UU., se autoproclamaron capaces de decidir sobre el destino “de toda la humanidad”. “Hoy en día Occidente recurre a normas y principios estatutarios de manera selectiva, […] únicamente de acuerdo con sus necesidades geopolíticas egoístas”, destacó.

“También crecen los riesgos de un conflicto global”, aseguró Lavrov. “Precisamente, para detenerlos, para dirigir los acontecimientos en una dirección pacífica, Rusia insistió e insiste en que todas las disposiciones de la Carta de la ONU deben respetarse y aplicarse no selectivamente, sino en su totalidad y en interconexión, incluidos los principios de igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en sus asuntos internos, el respeto a la integridad territorial y el derecho de los pueblos a la autodeterminación”, explicó.

En la asamblea existe un consenso sobre la necesidad de reformar la gobernanza mundial, especialmente la de los organismos financieros internacionales, pero no sobre las metas y métodos de esa reforma. Por eso está paralizada. Estados Unidos y sus aliados insisten en el monopolio de poder que detentan en la ONU, el FMI y el Banco Mundial, mientras mantienen una retórica confrontativa propia de la vieja Guerra Fría. Sin embargo, la diplomacia estadounidense parece haber registrado la amplia alianza reformista de países del Sur Global con China y, en parte, con Rusia que tomó forma en las últimas reuniones cumbre. Consciente de que está quedando en minoría, entonces, Washington está aprovechando la Asamblea General de la ONU para multiplicar los contactos.

Como parte de esta búsqueda de contención, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió el lunes en Nueva York con el Vicepresidente chino Han Zheng. Según el Departamento de Estado de EE.UU., en la reunión ambos dirigentes hablaron sobre la invasión rusa a Ucrania, sorbe Corea del Norte y el estrecho de Taiwán. El comunicado estadounidense calificó la conversación como “franca y constructiva”, lo que el lenguaje diplomático indica que no se pusieron de acuerdo en casi nada. No obstante, ambos acordaron mantener abiertas las líneas de comunicación.

Ya previamente hubo otro contacto del más alto nivel. La Casa Blanca anunció el domingo que su Asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan se reunió en Malta durante el fin de semana con Wang Yi, máximo responsable de política exterior del Partido Comunista y ministro de Asuntos Exteriores de China como parte de los esfuerzos para mantener abierta la comunicación entre las dos naciones. En la reunión hablaron sobre las relaciones entre las dos naciones, la guerra de Rusia en Ucrania y las tensiones entre Washington y Pekín sobre Taiwán.

El propio presidente Biden se encontró en Nueva York con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, a quien espera convencer de que firme un tratado de paz con Arabia Saudita. Biden también recibió al presidente turco Recep T. Erdogan, al presidente Lula y, por supuesto, a Volodymir Zelenski. El ucraniano, a su vez, está de gira en Nueva York estrechando cuanta mano se le pone a tiro, pero quienes se reúnen con él, como Lula, lo hacen también con Lavrov. Más que apoyos, el cómico-presidente recibe presiones para que negocie con Rusia.

Mucho ruido y pocas nueces. Hasta ahora, de tantas reuniones no ha surgido ni un solo acuerdo conocido públicamente. No obstante, es mejor que los representantes de las grandes potencias hablen entre sí a que se disparen cohetes. Es una novedad el consenso alcanzado por los países del Sur Global y la presión que están ejerciendo en la asamblea de la ONU y es auspicioso que EE.UU. haya registrado dicha presión. Por ahora esa demanda no va a tener resultados políticos efectivos, pero va a obligar a los países occidentales a retomar el diálogo multilateral y puntualmente puede forzarlos a adoptar agendas concretas de cambio en temas muy específicos. Si la Asamblea General de la ONU de este año sirve para disminuir el riesgo de guerra, ya habrá valido la pena.