En nuestra tradicional Columna dominical de Geopolitica que difundimos desde hace 16 años a través del Club de la Pluma, en está jornada del 4 de Junio de 2023 analizamos con una visión geopolitica el triunfo del Presidente de Turkiye Recep Tayyip Erdogan y las consecuencias de ratificar con su triunfo el rumbo que le incentivo a su Geopolitica de Panturquismo que “llamativamente” tuvo escaso análisis de los “tanques de Ideas” y analistas seniors de política Internacional occidentales, lo cual demuestra el encono con que el mundo atlantista y anglosajón interpretó este triunfo sobre el candidato occidental Kemal Kiliçdaroglu. Lo que nos lleva a volver a ratificar que estas elecciones tienen gran importancia para el Sur Global.

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También analizamos la nueva área de conflicto que quiere instalar el occidente con su herramienta militar la OTAN en la siempre volátil región de los Balcanes atacando desde la provincia rebelde de Kosovo a la República de serbia sabedora que de está forma pone mas presión sobre el conflicto en Europa del Este agrediendo a un País que tiene gran afinidad y amistad con la Federación rusa, pero también tratando de con este nuevo escenario de características cuasi bélicas ocultar los últimos datos catastróficos que llegan del frente Ucraniano donde las tropas del régimen de Kiev (a pesar de la sobre abundancia de equipos militar financiación y entrenamiento recibido de parte de la OTAN) no logran iniciar la tan prometida ofensiva que pasó de “primavera a verano” y no se logra recomponer del desastre militar de la derrota y liberación de la Ciudad de Bahamut después de casi un año de sostener el enclave y transformando la Ciudad en una gigantesca tumba para las unidades Ucranianas enviadas a sostener una Ciudad cercada con una sola via de entrada y de escape…

Pero creemos desde Dossier Geopolitico la noticia de la semana geopolitica la dio el viaje de la comitiva argentina encabezada por el Ministro de Economía Sergio Massa a la República Popular de China donde se alcanzaron importantes acuerdos y un apoyo trascendental para que Argentina en Agosto integre el Banco de desarrollo de los BRICS, e ingresamos a los BRICS Duplicaron el swap y entraremos al BRICS. Además, todo el comercio entre Argentina y China se hará en yuanes. Lo que por supuesto causa mucho escozor en Europa (donde los voceros de EEUU los Borrell, las Von der Leyen, se apuntan a describir zonceras por el estilo: de que Argentina es insignificante desde lo económico y para la Política Internacional), mientras la recesión ya llegó a Alemania su motor y pronto al final del verano nuevos problemas surgirán en el viejo mundo y mas cuando todas las evidencias demuestran que sus esfuerzos belicistas para atacar a rusia caen en saco roto con grandes daños para su población que se ve obligada a reducir su calidad de vida en aras de un proyecto que solo beneficia a EEUU económicamente y que se ve muy bien reflejado en la ya importante deslocalización de empresas productivas europeas que parten hacia EEUU dejando el problema de la desocupación la desindustrialización a la parte importante de la Europa productiva 

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

Soldados ucranianos en Bajmut reclamaban no recibir “ningún apoyo”

Genocidio y terrorismo contra civiles rusos. Es el que patrocina y fomenta el Occidente colectivo. El régimen de Kiev, que no mueve un pelo sin el conocimiento y la autorización de la angloesfera, se ha agenciado definitivamente a estos métodos. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, denunció que Occidente está dispuesto a apoyar el genocidio de Kiev.

Por Javier Benitez

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Occidente cada vez más solo y desesperado

Lo anteriormente expuesto va de la mano con la idea de EEUU y sus vasallos de asestarle una derrota estratégica a Rusia, pero que al ver que militarmente no pueden lograrlo, apelan al ataque sistemático contra la población civil. Algo que vienen haciendo desde el año 2014, pero que ante una derrota inminente del mundo unipolar que EEUU se niega a aceptar, estos métodos son cada vez más frecuentes.

Una derrota que pasa por no aceptar bajo ningún concepto llegar a acuerdos de paz con Rusia, tal como los líderes occidentales han venido manifestando a través de diferentes voces, a cuál de ellas más belicistas: políticos y altos cargos de EEUU y de la Unión Europea. Y el envío de armas de Occidente a Ucrania, a sabiendas de que el régimen de Zelenski utiliza buena parte de ellas para atacar a civiles, no hace más que dejar las cosas cada vez más claras en este sentido.

En este contexto, Lavrov se muestra escéptico a que la idea elaborada por los líderes africanos sobre un plan de paz pueda ser aplicada para la resolución del conflicto y advierte que Washington y Londres han declarado reiteradamente que no puede ser aceptado otro plan que no sea la llamada la fórmula para la paz de Zelenski. Enfatizó que el G7, la OTAN y la UE exigen que todos se adhieran a ella.

Y es que en la Cumbre del G20 celebrada a mediados de noviembre pasado en Indonesia, Zelenski propuso una ‘fórmula de 10 puntos para restaurar la paz en Ucrania’ a la que Lavrov aludió de esta manera: «Esta fórmula significa la salida de las tropas rusas y la retirada de Rusia de todos los territorios: Crimea, Donbás y los nuevos territorios, Zaporozhie y Jersón. Luego, un tribunal sobre Rusia, sobre los dirigentes rusos. Tras esto el pago de las reparaciones, por así decirlo. Y solo después de todo esto, Ucrania aceptará amablemente firmar un tratado de paz».

Lavrov añadió: «Zelenski declaró hace tres años o un par de años, que si alguien se siente ruso entre los ciudadanos ucranianos ‘se vaya a Rusia’ por el bien del futuro de sus hijos y nietos. Los señores Danílov y Podoliak también dijeron que tras la devolución de Crimea y los territorios orientales de Ucrania, exterminarían todo lo ruso que hubiera allí hasta la aniquilación física de los ciudadanos rusos».

Entonces, Lavrov arremetió: «Esta postura de Occidente y su adhesión únicamente a esta fórmula bárbara y atroz de Zelenski significa que están dispuestos a apoyar el genocidio. No tengo nada más que añadir aquí», concluyó.

Vale la pena recordar que el 16 de mayo, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, informó que en nombre de los países africanos habló con sus pares Putin y Zelenski, y manifestó que ambos aceptaron recibir en sus respectivas capitales, una misión de paz encabezada por seis jefes de Estado africanos.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, señala que «realmente [son] espantosas las declaraciones de los ‘líderes’ que ejercen el poder del régimen en Kiev, y que evidentemente demuestran que su verdadero rol es profundizar el conflicto, desarrollar la guerra hasta las últimas instancias, como se dice, ‘hasta el último ucraniano’. Todo esto que estamos escuchando, y que no es ninguna novedad, es consecuencia de una decisión total y absoluta asumida por algunos países líderes de lo que en su momento fue la hegemonía occidental sobre el mundo».

Publicado y Difundidopor Radio Sputnik Internacional Moscu: https://sputniknews.lat/20230531/guerrerismo-fomento-del-terrorismo-y-del-genocidio-lo-unico-que-le-queda-a-occidente-1140040536.html

En este articulo Escobar describe el imponente y fantástico desarrollo de la conectividad euroasiática que está en la base de su integración. Corredores multimodales que incluyen carreteras, ferrocarriles, puertos y barcos. Por un lado, los diferentes corredores de este a oeste de la Iniciativa de la Ruta de China y otro el corredor de transporte internacional norte sur- INSTS- impulsado por Rusia para conectarse con Iran y la India. Los corredores este-oeste y norte sur en un punto se superponen y potencian. Este desarrollo desespera y pone histérico y frenetico al occidente colectivo que tratara de impedir esta conectividad. Para ello vienen utilizando las «guerras hibridas» , una herramienta que sirve no solo para cambios de regimen, sino tambien para interrumpir la «conectividad» entre naciones En estos momentos podra  obstaculizarla y retardarla en algunos casos, pero no impedirla. A. Mitre (Dossier Geopolitico)

LA HISTORIA INTERNA DE LA CONECTIVIDAD RUSIA-IRAN-INDIA

El G7 está estupefacto por el progreso dinámico del orden multipolar encarnado por el INSTC liderado por Rusia y el BRI liderado por China, con el puerto estratégico de Chabahar en Irán ahora listo para desempeñar un papel transformador.

Pepe Escobar 24 de mayo  The Cradle

No se equivoque acerca de lo que trata el Comunicado de Hiroshima del G7.El escenario: una ciudad en la neocolonia japonesa bombardeada hace 78 años por Estados Unidos, por lo que no puso excusas. El mensaje: el G7, en realidad el G9 (aumentado por dos eurócratas no elegidos) declara la guerra, híbrida y de otro tipo, contra BRICS+, que tiene 25 naciones en su lista de espera y contando. El objetivo estratégico clave del G7 es la derrota de Rusia, seguida de la subyugación de China. Para el G7/G9, estos poderes reales son las principales “amenazas globales” a la “libertad y la democracia”. El corolario es que el Sur Global debe seguir la línea, o lo contrario. Llámalo un remix de principios de la década de 2000 «o estás con nosotros o contra nosotros». Mientras tanto, en el mundo real, el de las economías productivas, los perros de la guerra ladran mientras las caravanas de la Nueva Ruta de la Seda siguen marchando. Las Nuevas Rutas de la Seda clave de la multipolaridad emergente son la ambiciosa y multimillonaria Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)de China y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) Rusia-Irán-India. Han evolucionado en paralelo y, a veces, pueden superponerse. Lo que está claro es que el G7/G9 irá hasta los confines de la tierra para socavarlo.

Todo sobre Chabahar

El reciente acuerdo de $ 1.6 mil millones entre Irán y Rusia para construir el ferrocarril Rasht-Astara de 162 km de largo es un cambio de juego de INSTC. El Ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano de Irán, Mehrdad Bazpash, y el Ministro de Transporte de Rusia, Vialy Saveliev, firmaron el acuerdo en Teherán, frente al presidente iraní, Ebrahim Raisi, y con el presidente ruso, Vladimir Putin, asistiendo a una videoconferencia.Llámelo el matrimonio de la “mirada hacia el este” de Irán con el “giro hacia el este” de Rusia. Ambas son ahora políticas oficiales.Rasht está cerca del Mar Caspio. Astara está en la frontera con Azerbaiyán. Conectarlos será parte de un acuerdo entre Rusia, Irán y Azerbaiyán sobre transporte ferroviario y de carga, consolidando el INSTC como un corredor de conectividad clave entre el sur de Asia y el norte de Europa.El INSTC multimodal avanza a través de tres rutas principales: la ruta occidental une Rusia-Azerbaiyán-Irán-India; la ruta del Medio o Transcaspio une Rusia-Irán-India; y el del Este une Rusia-Asia Central-Irán-India.La ruta oriental presenta el puerto inmensamente estratégico de Chabahar en el sureste de Irán, en la volátil provincia de Sistan-Balochistan. Ese es el único puerto iraní con acceso directo al Océano Índico.En 2016, Irán, India y Afganistán aún bajo ocupación estadounidense firmaron un acuerdo tripartito en el que Chabahar escapó milagrosamente a las sanciones unilaterales de “máxima presión” de Estados Unidos. Ese fue un trampolín que configuró a Chabahar como la puerta de entrada privilegiada para que los productos indios ingresaran a Afganistán y luego, más adelante, hacia Asia Central.Rusia, Irán e India firmaron un acuerdo formal de INSTC en mayo de 2022, que detalla una red multimodal (barco, ferrocarril, carretera) que avanza a través de los tres ejes mencionados anteriormente: occidental, medio o transcaspiano y oriental. El puerto ruso de Astrakhan, en el Mar Caspio, es crucial en los tres.La ruta oriental conecta el este y el centro de Rusia, a través de Kazajstán y Turkmenistán, con la parte sur de Irán, así como con India y las tierras árabes en el extremo sur del Golfo Pérsico. Docenas de trenes ya están recorriendo la ruta terrestre de Rusia a India a través de Turkmenistán e Irán.El problema es que en los últimos años, Nueva Delhi, por varias razones complejas, parecía estar dormida al volante. Y eso llevó a Teherán a interesarse mucho más en la participación de Rusia y China para desarrollar dos puertos estratégicos en la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar: Shahid Beheshti y Shahid Zalantari.

China hace su movimiento

Chabahar es un hueso duro de roer. Irán ha invertido mucho para convertirlo en un centro de tránsito regional ineludible. India, en tesis, consideró desde el principio a Chabahar como un elemento clave de su estrategia de «Collar de diamantes», contrarrestando el «Collar de perlas» chino, que son puertos conectados por la BRI a través del Océano Índico.

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Chabahar también desempeña el papel de contrapunto al Puerto Gwadar de Pakistán en el Mar Arábigo, la joya de la corona del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).Desde el punto de vista de Teherán, lo que se necesita, rápido, es completar su red ferroviaria oriental, 628 km de vías desde Chabahar a Zahedan. En términos óptimos, podría estar terminado en marzo de 2024 como parte del eje ferroviario Mashhad-Sharkhs que conecta el sureste de Irán con el noreste en la frontera con Turkmenistán.Por el momento, la carga de INSTC viaja al sur de Asia desde el puerto Bandar Abbas de Irán en el Estrecho de Ormuz, a 680 km de distancia de Chabahar. Entonces, para todos los propósitos prácticos, Chabahar hará que el tránsito desde India a Afganistán, Asia Central y el sur de Rusia sea más corto, más barato y más rápido.Pero una vez más, las cosas se estancaron porque India no llegó a los arreglos financieros esperados. Eso terminó generando algunas dudas en Teherán, especialmente al observar las enormes inversiones chinas en Gwadar.Por lo tanto, no es de extrañar que Irán se haya movido decisivamente para atraer a China como un inversor importante, que se ha convertido en parte de su asociación estratégica cada vez más extensa. Entonces, podemos terminar con Chabahar también convirtiéndose en parte del BRI de China, además de su papel protagónico en el INSTC.Rusia, por su parte, ahora se enfrenta al estancamiento de Ucrania, la implacable histeria de las sanciones occidentales y las serias restricciones comerciales con Europa del Este. Todo eso mientras Moscú expande constantemente su comercio con Nueva Delhi.Así que no es de extrañar que Moscú ahora esté mucho más atento al INSTC. En diciembre pasado, se cerró un acuerdo clave entre Russian Railways y las empresas nacionales en Kazajstán, Turkmenistán e Irán, y los rusos obtuvieron un descuento del 20 por ciento para los contenedores de importación y exportación que pasan por la frontera entre Rusia y Kazajstán.Lo más importante para Rusia es que Chabahar operando a toda velocidad reduce el costo de transportar mercancías desde la India en un 20 por ciento. Los iraníes entendieron completamente el juego y comenzaron a promover fuertemente la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar para atraer inversiones rusas. Y eso culminó con el acuerdo Rasht-Astara.

El spoiler Zangazur

El BRI de China, por su parte, juega un juego paralelo. Beijing está invirtiendo fuertemente en la ruta de tránsito Este-Oeste, también conocida como el Corredor Medio. Este corredor BRI se extiende desde Xinjiang hasta Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, y luego cruza el Caspio hasta Azerbaiyán, Georgia, Turkiye y más allá hasta Europa del Este: un total de 7.000 km, con un viaje de un máximo de 15 días.El énfasis de BRI es apostar por múltiples corredores de este a oeste para luchar contra posibles nuevas interrupciones dictadas por Occidente en las cadenas de suministro. El tránsito entre China y Asia Central hacia Europa sin pasar por Rusia e Irán es una de las principales apuestas. El corredor BRI a través de Rusia, debido a la guerra de poder de la OTAN en Ucrania, está en suspenso por el momento. Y los chinos están probando todas las opciones para eludir la Ruta Marítima de la Seda a través de Malaca.Turkiye, con la seria posibilidad de que su presidente Recep Tayyip sea reelegido este fin de semana, también ha hecho su jugada.La vía férrea Baku-Tblisi-Kars, inaugurada en 2018, fue un pilar clave en el masterplan de Ankara para configurarse como hub ineludible de carga de contenedores entre China y Europa.Paralelamente, China invirtió en la construcción de un ferrocarril de Kars a Edirne en el lado europeo del Bósforo, mientras que Turkiye optó por una mejora de 3800 millones de dólares en el puerto de Mersin y 1200 millones de dólares en el puerto de Izmir. Para 2034, Beijing espera que este corredor sea el pilar central de lo que describe como la Ruta de la Seda de Hierro.Una llave inglesa certificada en las obras del INSTC es la competencia del llamado Corredor Zangezur, desde Azerbaiyán hasta Turkiye a través de Armenia; este corredor es en realidad privilegiado por la UE y la oligarquía británica y salió a la luz durante el armisticio de 2020 en Nagorno-Karabaj

.Map of Azerbaijan-Armenia conflict zones (Photo Credit: The Cradle)

El London Bak se identifico como un socio privilegiado y esta dispuesto a dictar los terminos a Everan: aceptar una
especie de tratado de paz lo antes posible y renunciar a cualquier plan sobre Karabaj.
El corredor de Zangezur seria el primer juego geopolitico y geoeconomico de occcidental que conectaria los centros logisticos de
Transcaucasia y Asia Central ¿ Qué pasa si Armenia se tira debajo del autobus? Armenia es miembro de la Union Economica de
 Eurasia(UEEA) liderada por Rusia, que occidente colectivo se muere por socavar.


Abrochensen los cintutones de un Nuevo Gran Juego geoeconomico centrado en el INTSC que esta a punto de comenzar.

FUENTE: THE CRADLE LINK: https://thecradle.co/article-view/25155/the-inside-story-of-russia-iran-india-connectivity

El domingo 14 los electores decidirán entre la política autónoma de Erdoğan y un sometimiento con la OTAN que traería la guerra en el Cáucaso, Asia Occidental y África del Norte

Por Eduardo J. Vior analista internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Una de las elecciones que cambiarán el mundo en 2023 tendrá lugar en Turquía el próximo domingo 14 de mayo. Esta potencia mediana, a caballo de Europa y Asia, interviene con una activa diplomacia en la política de los Balcanes, Ucrania, el Cáucaso, Asia Occidental y Libia. Es decir, en tres continentes a la vez. Por esta razón todo el mundo está pendiente de su futuro político. Entre 2000 y 2019 el presidente Recep Tayyip Erdoğan ganó todas las elecciones, pero la salida de la pandemia, la inflación mundial, la guerra de Ucrania y, para peor, el devastador terremoto que sufrió el país en febrero pasado han llevado la tasa de inflación al cien por ciento. Aprovechando tantos males juntos, la justificada crítica contra la corrupción y la ineficiencia del Estado está siendo capitalizada por una amplísima coalición opositora apadrinada por Estados Unidos. Por primera vez el líder islámico nacionalista no tiene asegurado el triunfo. Cualquiera sea el resultado electoral, cual terremoto, sus ondas se van a expandir por una vasta región. El conflicto entre los bloques que se disputan el orden mundial cambiará de forma después del próximo domingo.

Calentando los motores, este domingo pasado el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) realizó en Estambul un gran mitin en apoyo a la reelección del presidente Erdoğan. El mandatario cifró la afluencia en más de 1,7 millones de simpatizantes y las imágenes aéreas del acto retransmitidas en directo a toda la nación confirmaron su aseveración. Haciendo un balance de sus logros, el jefe de Estado destacó que desde que comenzó a gobernar (en 2000) el ingreso nacional se triplicó, criticó a la oposición por su rechazo a la producción de drones y prometió seguir fortaleciendo la industria armamentista del país. Por otra parte, recordó los miles de millones de dólares en reservas de gas y petróleo descubiertos en el mar Negro y en la sureña región de Gabar y celebró la pronta terminación de la primera central nuclear del país en Akkuyu (Mersin, en la costa mediterránea sur), que está siendo construida por la empresa rusa Rosatom.

Los últimos sondeos indican que Erdoğan y el líder de la oposición, Kemal Kiliçdaroglu, están empatados y probablemente deban ir a una segunda vuelta el 28 de mayo, pero en Turquía nadie confía en las encuestas y ambos intentan convencer a sus partidarios de que pueden ganar en primera vuelta.

El sábado 6 Kiliçdaroglu organizó en la parte asiática de la ciudad, frente al Mar de Mármara, un acto más pequeño que el del presidente que de todas maneras llenó un parque. Su mensaje fue igualmente optimista. “¿Están preparados para el cambio? ¿Están preparados para restaurar la democracia?”, preguntó a sus seguidores el jefe del CHP (por su nombre en turco, Partido Republicano del Pueblo), de 74 años. El popular alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu  fue la estrella invitada. “¡Derechos, ley, justicia!” y “¡Erdoğan ladrón!” coreaba la multitud mientras Imamoglu hablaba.

El deseo de poner fin a la era de Erdoğan unió a seis partidos de la oposición en una coalición bajo el nombre de Millet İttifakı (Alianza de la Nación) y tras la candidatura presidencial de Kiliçdaroglu. Millet İttifakı abarca desde el centro-izquierda hasta la derecha nacionalista e islamista, todos unidos con el objetivo de echar a Erdoğan y abolir el presidencialismo. A esta dispar alianza sólo la une su odio a Erdoğan.

El resultado de las próximas elecciones dependerá del modo en que una multitud de cuestiones internas, como la elevada inflación, las injusticias sociales, los refugiados, la cuestión kurda, etc., influya sobre los votantes El país se está recuperando a duras penas de las dificultades económicas agravadas por el terremoto de febrero, pero no parece haber perdido demasiado la fe en Erdoğan, quien anunció inmediatamente después del sismo que se comprometía personalmente a reconstruir todas las casas derrumbadas.

Al mismo tiempo, más que nunca la decisión de los electores estará influenciada esta vez por su percepción de los factores externos, en primer lugar por la guerra en Ucrania. Turquía tiene la autoridad legal internacional sobre los estrechos que unen el Mar Negro al Mar Mediterráneo, por donde pasan suministros para Ucrania y sale parte del trigo que ésta exporta. Esta guerra y la compleja relación de Ankara con Moscú tienen gran incidencia interna, pero también pesan mucho los intercambios entre ambos por el Cáucaso y por Siria. Por el otro lado se siente mucho la presión de la OTAN, para que Turquía se alinee contra Rusia, pero la alianza atlántica está reforzando masivamente su despliegue en Grecia, cuyo gobierno ha adoptado un agresivo tono antiturco. La combinación de ambas presiones ha incentivado fuertemente el sentimiento antinorteamericano.

Una mención especial requiere la cuestión de los cerca de cuatro millones de refugiados sirios llegados desde 2011 que Turquía no dejó pasar a Europa por un acuerdo con la UE de 2019 que ésta sólo cumplió parcialmente. Todos los partidos declaran querer devolverlos a Siria, pero sólo Erdoğan ha mantenido al respecto algunas tratativas con Siria mediadas por Rusia. Sin embargo, se trata sólo de primeros contactos y nadie sabe cómo resolver el cúmulo de problemas relacionados con esta cuestión.

Finalmente, el involucramiento de la diplomacia turca en el apoyo al gobierno libio de Trípoli y su intención de explotar los yacimientos submarinos de petróleo del azotado país magrebí complican sobremanera la relación de Ankara con todos los actores del Mediterráneo Oriental.

Desde el comienzo de la Guerra Fría Turquía es miembro de la OTAN y un estrecho aliado de Estados Unidos. Sin embargo, el aumento de la influencia rusa en Asia Occidental desde que Moscú intervino en 2015 para defender Siria de la agresión terrorista y el intento de golpe de estado que sectores islamistas intentaron en 2016 con apoyo norteamericano han llevado al gobierno de Erdoğan a buscar un rumbo autónomo y una política de equilibrio entre Moscú y Washington. Al mismo tiempo realizó una gigantesca purga en el Estado y pasó a retiro a miles de oficiales militares, disminuyendo a su mínima expresión la interacción con la alianza atlántica.

Tras el estallido del conflicto ucraniano la distancia de Estados Unidos ha aumentado. Turquía no se sumó a las sanciones y sigue haciendo negocios con Rusia. Todavía este lunes 8 Washington tuvo el atrevimiento de reclamar a Ankara que entregue a Kiev los cohetes S-400 que Moscú le vendió para su defensa aérea. Por último, Turquía pretende este año solicitar el ingreso oficial a los BRICS, lo que supondría para la OTAN que tendría un miembro con una ubicación estratégicamente relevante que al mismo tiempo sería aliado económico y político de Rusia y China. Por todas estas razones, EE.UU. necesita urgentemente un cambio de régimen en Turquía. Sin embargo, este intervencionismo tan explícito puede despertar el antiamericanismo del pueblo turco y tener un efecto contrario al deseado.

Para complicar aún más el escenario internacional, en Grecia se celebran elecciones legislativas el domingo 21 de mayo. La extrema cercanía entre los comicios en ambos países y el desmedido aumento de la presencia militar estadounidense en el país helénico han intensificado peligrosamente las tensiones en el Mar Egeo. Este factor suplementario acarrea mucha agua para el molino del caudillo turco.

La hiperactiva política exterior de Ankara en los últimos ocho años le reportó muchos beneficios políticos y económicos, pero multiplicó sus gastos, agudizó algunos conflictos regionales de vieja data y creó otros nuevos. Durante este proceso, Turquía ha vuelto la mirada hacia una geografía antes casi ignorada que se extiende desde África hasta Asia Central y desde Rusia hasta Sudán. Sin embargo, esta autonomía cada vez mayor de su política exterior le ha producido fricciones con sus tradicionales aliados occidentales. La elección presidencial del domingo 14, y quizás también del 28, indicará entonces hacia dónde se orienta la heredera del Imperio Otomano, pero ningún giro se dará rápidamente: si gana el oficialismo, seguramente EE.UU. escenificará una “revolución de colores” e instigará un alzamiento tratando de deslegitimar al presidente e impulsar el cambio de régimen. Si, por el contrario, vence la oposición, su plan para desmontar dos décadas de desarrollo relativamente autónomo chocará con las trincheras que Erdoğan supo cavar en la sociedad turca.

En ambas opciones, el resultado electoral agudizará unos u otros conflictos en la vasta región donde se ha adentrado la diplomacia turca e inclinará la balanza del poder mundial en una u otra dirección. Rara vez la decisión de un solo electorado nacional pudo tener tanta influencia sobre la política mundial.

Publicado en TELAM

POR MK BHADRAKUMAR

La visita oficial del Consejero de Estado y Ministro de Defensa de China, el general Li Shangfu, a Rusia del 16 al 19 de abril, prima facie,  subrayó la necesidad emergente de los dos países de profundizar su confianza militar y una estrecha coordinación en el contexto del empeoramiento de las tensiones geopolíticas y el imperativo de mantener la relación. equilibrio estratégico mundial.  

La visita lleva adelante las decisiones fundamentales tomadas en las intensas conversaciones individuales entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, en Moscú los días 20 y 21 de marzo. En una ruptura con el protocolo, la visita de cuatro días del general Li estuvo cargada de una «reunión de trabajo» con Putin, para citar al portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.  ( aquí y aquí )

Li no es un extraño en Moscú, ya que anteriormente estuvo a cargo del Departamento de Desarrollo de Equipos de la Comisión Militar Central, quien fue sancionado por EE. UU. en 2018 por comprar armas rusas, incluidos aviones de combate Su-35 y sistemas de misiles tierra-aire S-400. .

Song Zhongping, destacado experto militar chino y comentarista de televisión,  pronosticó que el viaje de Li señalaría el alto nivel de los lazos militares bilaterales con Rusia y conduciría a “intercambios más mutuamente beneficiosos en muchos campos, incluidas las tecnologías de defensa y los ejercicios militares”. 

El miércoles pasado, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció la imposición de controles de exportación a una docena de empresas chinas por “apoyar a las industrias militar y de defensa de Rusia”. El Global Times respondió desafiantemente que “así como China es una gran potencia independiente, también lo es Rusia. Es nuestro derecho decidir con quién llevaremos a cabo una cooperación económica y comercial normal. No podemos aceptar las acusaciones de Estados Unidos o incluso la coerción económica”. 

Putin dijo en la reunión con Li  el domingo de Pascua que la cooperación militar juega un papel importante en las relaciones entre Rusia y China. Los analistas chinos dijeron que la visita de Li también es una señal enviada conjuntamente por China y Rusia de que su cooperación militar no se verá afectada por la presión estadounidense. 

Putin había revelado en octubre de 2019 que Rusia estaba ayudando a China a crear un sistema de alerta temprana de misiles que mejoraría drásticamente la capacidad defensiva de China. Los observadores chinos señalaron que Rusia tenía más experiencia en el desarrollo y operación de un sistema de este tipo, que es capaz de identificar y enviar advertencias inmediatamente después del lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales. 

Tal cooperación demuestra un alto nivel de confianza y requiere una posible integración de los sistemas ruso y chino. La integración del sistema será mutuamente beneficiosa; las estaciones ubicadas en el norte y el oeste de Rusia podrían proporcionar a China datos de advertencia y, a su vez, China podría proporcionar a Rusia los datos recopilados en sus estaciones del este y del sur. Es decir, los dos países podrían crear su propia red global de defensa antimisiles.

Estos sistemas se encuentran entre las áreas más sofisticadas y sensibles de la tecnología de defensa. Estados Unidos y Rusia son los únicos países que han podido desarrollar, construir y mantener tales sistemas. Ciertamente, la estrecha coordinación y cooperación entre Rusia y China, dos potencias con armas nucleares, contribuirá profundamente a la paz mundial en las circunstancias actuales al contener y disuadir la hegemonía estadounidense. 

No puede ser una coincidencia que Moscú ordenara un control repentino de las fuerzas de su Flota del Pacífico del 14 al 18 de abril, que coincidió con la visita de Li. La inspección tuvo lugar en el contexto del agravamiento de la situación en Taiwán.

De hecho, a principios de abril, se supo que el portaaviones estadounidense USS Nimitz se acercó a Taiwán; el 11 de abril, EE. UU. inició un ejercicio militar de 17 días en Filipinas en el que participaron más de 12 000 soldados; el 17 de abril aparecieron noticias sobre el envío de 200 asesores militares estadounidenses a Taiwán. 

Los ejercicios estratégicos Global Thunder 23 de EE. UU. en la Base Aérea Minot en Dakota del Norte (que es el Comando de Ataques Globales de la Fuerza Aérea de EE. UU.) comenzaron la semana pasada, donde se realizó un entrenamiento para cargar misiles de crucero con ojivas nucleares en bombarderos. ¡Las imágenes mostraban a los bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress siendo equipados por el personal técnico de vuelo de la base con misiles de crucero AGM-86B capaces de transportar ojivas nucleares en los pilones debajo de las alas!

Una vez más, los ejercicios de las fuerzas de la flota y la aviación de EE. UU. se han notado cada vez más en las inmediaciones de las fronteras rusas o en regiones donde Rusia tiene intereses geopolíticos.  El 5 de abril, el B-52 Stratofortress voló en círculos sobre la península de Corea supuestamente “en respuesta a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte”. Al mismo tiempo, Corea del Sur, EE. UU. y Japón realizaron ejercicios navales trilaterales en las aguas del Mar de Japón con la participación del portaaviones USS Nimitz. 

El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, recientemente llamó la atención sobre la creciente capacidad de Japón para llevar a cabo operaciones ofensivas, lo que, dijo, constituía “una grave violación de uno de los resultados más importantes de la Segunda Guerra Mundial”. Japón planea comprar alrededor de 500 misiles de crucero Tomahawk de los EE. UU., que pueden amenazar directamente la mayor parte del territorio del Lejano Oriente ruso. Mitsubishi Heavy Industries está trabajando en el desarrollo de misiles antibuque terrestres Tipo 12 «para proteger las islas remotas de Japón».

Japón también está desarrollando armas hipersónicas diseñadas para llevar a cabo operaciones de combate “en islas remotas”, que los rusos ven como opciones para la posible toma de las Kuriles del Sur por parte de Japón. En 2023, Japón tendrá un presupuesto militar superior a los 51.000 millones de dólares (al mismo nivel que el de Rusia), que está previsto que aumente hasta los 73.000 millones de dólares. 

De hecho, durante la última inspección sorpresa, los barcos y submarinos de la Flota del Pacífico de Rusia hicieron la transición de sus bases a los mares de Japón, Ojotsk y Bering. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo: “en la práctica, es necesario encontrar formas de evitar el despliegue de fuerzas enemigas en el área operativamente importante del Océano Pacífico: la parte sur del Mar de Ojotsk y para repeler su aterrizaje en el Sur. Islas Kuriles e Isla Sakhalin”.

‘En voz alta en silencio…

Al examinar las alineaciones regionales, Yuri Lyamin, experto militar ruso y miembro principal del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, un grupo de expertos líder del complejo militar-industrial, dijo al periódico Izvestia :

“Considerando que no hemos resuelto la cuestión territorial, Japón reclama nuestras Kuriles del Sur. En este sentido, los controles son muy necesarios. Es necesario aumentar la preparación de nuestras fuerzas en el Lejano Oriente…

“En el contexto de la situación actual, necesitamos fortalecer aún más la cooperación de defensa con China. De hecho, se está formando un eje contra Rusia, Corea del Norte y China: EE. UU., Japón, Corea del Sur, Taiwán y luego va a Australia. Gran Bretaña también está tratando activamente de participar… Todo esto debe tenerse en cuenta y debe establecerse una cooperación con China y Corea del Norte, que son, se podría decir, nuestros aliados naturales”.

En comentarios muy significativos en una reunión del Kremlin con Shoigu el 17 de abril, mientras Li estaba en Moscú, Putin señaló que las prioridades actuales de las fuerzas armadas de Rusia se “centran principalmente en la vía ucraniana… (pero) el teatro de operaciones del Pacífico sigue siendo relevante”. y debe tenerse en cuenta que “las fuerzas de la flota (del Pacífico) en sus componentes individuales ciertamente pueden ser utilizadas en conflictos en cualquier dirección”. 

Al día siguiente, Shoigu le dijo al general Li: “En el espíritu de amistad inquebrantable entre las naciones, los pueblos y las fuerzas armadas de China y Rusia, espero cooperar con usted de la manera más estrecha y exitosa posible…” . dicho :

“Sergei Shoigu enfatizó que Rusia y China podrían estabilizar la situación global y disminuir el potencial de conflicto al coordinar sus acciones en el escenario global. «Es importante que nuestros países compartan la misma visión sobre la transformación en curso del panorama geopolítico mundial… La reunión que tenemos hoy, en mi opinión, ayudará a consolidar aún más la asociación estratégica Rusia-China en la esfera de la defensa y permitirá un diálogo abierto». discusión de temas de seguridad regional y global”. 

Beijing y Moscú visualizan que EE. UU., al no haber podido “borrar” a Rusia, está dirigiendo su atención al teatro de Asia-Pacífico. Baste decir que la visita de Li muestra que la realidad de la cooperación de defensa entre Rusia y China es complicada. La cooperación técnico-militar entre Rusia y China siempre ha sido bastante reservada, y el nivel de secreto ha aumentado a medida que ambos países se involucran en una confrontación más directa con los EE. UU.

El significado político de la declaración de Putin de 2019 sobre el desarrollo conjunto de un sistema de alerta temprana de misiles balísticos se extendió mucho más allá de su importancia técnica y militar. Demostró al mundo que Rusia y China estaban al borde de una alianza militar formal, que podría desencadenarse si la presión de EE. UU. fuera demasiado lejos.

En octubre de 2020, Putin sugirió la posibilidad de una alianza militar con China. La reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores chino fue positiva, aunque Pekín se abstuvo de utilizar la palabra “alianza”.

Se puede formar rápidamente una alianza militar efectiva y que funcione si surge la necesidad, pero sus respectivas estrategias de política exterior hacen que tal movimiento sea poco probable. Sin embargo, el peligro real e inminente de un conflicto militar con los EE. UU. puede desencadenar un cambio de paradigma.

FUENTE https://www.indianpunchline.com/china-russia-circle-wagons-in-asia-pacific/

Pepe Escobar 15 de abril Fondo de la Cultura Estrategica

Esta es la historia de dos peregrinos que siguen el camino que realmente importa en el joven siglo XXI ; uno procedente de la OTAN y otro de los BRICS.

Comencemos con Le Petit Roi, Emmanuel Macron. Imagínalo con una sonrisa de plástico en la cara paseando junto a Xi Jinping en Guangzhou. Siguiendo el sonido largo y suave del clásico «High Mountain and Flowing Water», ingresan al Baiyun Hall  para escucharlo interpretado por el Guqin de 1000 años de antigüedad (un hermoso instrumento). Saben la fragancia del té de 1000 años de antigüedad y reflexionan sobre el auge y la caída de las grandes potencias en el nuevo milenio.

¿Y qué le dice Xi a Le Petit Roi? Él explica que cuando escuchas esta música eterna tocada por este instrumento eterno, esperas estar en compañía de un amigo íntimo; estás en sintonía tanto como la alta montaña y el agua que fluye. Ese es el significado más profundo del antiguo cuento de los músicos Yu Boya y Zhong Ziqi, hace 25 siglos en el Reino de Chu: amistad íntima. Solo los amigos íntimos pueden entender la música.

Y con eso, como explicaron los eruditos chinos, Xi trajo a colación el concepto de Zhiyin. Después de la muerte de Zhong Ziqi, Yu Boya rompió su Guqin: pensó que nadie más podía entender su música. Su historia imprimió el término “Zhiyin”: alguien que entiende de música, con el significado adicional de amigos cercanos que pueden entenderse completamente entre sí.

Todas las apuestas están cerradas sobre sí un títere narcisista como Macron alguna vez será lo suficientemente culto como para comprender el mensaje sutil y sofisticado de Xi: aquellos que lo entienden son verdaderas almas gemelas. Además, sus amos no enviaron a Macron a Beijing y Guangzhou para unir almas, sino para tratar de inclinar a Xi hacia la OTAN en Rusia/Ucrania.

Su lenguaje corporal es un claro indicativo, completo con cruzar los brazos demostrando aburrimiento. Es posible que al principio haya sido impermeable a la noción de que la verdadera amistad requiere comprensión y aprecio mutuos.

Pero entonces sucedió algo extraordinario. El mensaje de Xi puede haber tocado un punto clave en las torturadas profundidades internas del narcisista Petit Roi. ¿Qué pasa si, en las relaciones internacionales, la comprensión y el aprecio mutuos son la clave para que las naciones encuentren un terreno común y trabajen juntas hacia objetivos comunes?

¡Qué noción revolucionaria; no exactamente el “orden internacional basado en reglas” impuesto por el Hegemón.

¿Eres un verdadero soberano?

Al invitar a Le Petit Roi a China y pasar personalmente no menos de 6 horas con su invitado, Xi promulgó lo mejor de la diplomacia milenaria. Le recordó a su invitado la turbulenta historia entre Francia y las potencias anglosajonas; y habló de soberanía.

La subtrama sutil clave: «Europa» piensa mucho en estar subordinada al Hegemon y minimiza lo mejor posible la turbulencia económica masiva cuando llega el Día de la Confrontación con los EE. UU. Implícita es la prioridad de Beijing de romper los crecientes intentos de EE. UU. de rodear a China.

Entonces, Xi trató a Francia como un verdadero soberano potencial incluso bajo la UE; o separándose un poco del dogma de la UE.

Por supuesto, otro mensaje clave estaba implícito bajo esta invitación confuciana al crecimiento epistemológico. Para aquellos que no estén dispuestos a ser amistosos con China debido a las complejas capas geopolíticas, nunca será demasiado tarde para que Beijing muestre el lado menos “amigable” del estado chino, si se presenta la situación.

Traducción: si Occidente apuesta por Total Machiavelo, China aplicará Total Sun Tzu. Incluso si Beijing prefiera las relaciones internacionales bajo la égida de la Belleza, la Bondad y la Verdad en lugar de “estás con nosotros o contra nosotros”, la guerra del terror y la demencia de sanciones.

Entonces, ¿Petit Roi tuvo un momento de «camino a Damasco»? El veredicto está abierto. Literalmente asustó al Hegemón con su  arrebato de que Europa debe resistir la presión para convertirse en «seguidores de América». Eso está bastante en sintonía con los 51 puntos acordados por Beijing y París, con énfasis en las «preocupaciones legítimas de seguridad de todas las partes».

Los estadounidenses se asustaron aún más cuando Macron afirmó que Europa debería convertirse en una «tercera superpotencia» independiente. Le Petit Roi incluso avanzó algunos pequeños pasos a favor de la desdolarización (ciertamente bajo la supervisión de sus maestros financieros) y no a favor de Forever Wars.

Así que los estadounidenses, presas del pánico, tuvieron que enviar a la quinta columna alemana Annalena “360 Grados” Bearbock a toda prisa a Beijing para tratar de deshacer los arrebatos de Le Petit Roi y reafirmar el guión oficial de Washington Dictates Bruselas. Nadie, en ningún lugar, prestó la menor atención.

Eso se sumó a la trama secundaria más evidente de toda la historia: cómo la dominatriz de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue tratada por Beijing como algo peor que irrelevante. Un erudito chino la describió mordazmente como “simplemente el portavoz de una organización canina sin dientes. Incluso su ladrido suena como los gemidos de un perro con una enfermedad terminal que está a punto de ser sacrificado”.

El “perro con enfermedad terminal” tuvo que pasar por el control de pasaportes y aduanas (“¿Algo que declarar”?) Sin estatus diplomático. Sin invitación oficial. Sin soberanía. Y no, no puedes tomar el tren especial de alta velocidad junto a Macron para ir a Guangzhou. Así que aquí hay otro mensaje, este bastante gráfico: no te metas con el espíritu del Reino Medio de 3000 años de antigüedad.

Lula y “Zhiyin”

Los principales académicos chinos quedaron absolutamente fascinados con la aplicación de estratagemas diplomáticas que habían sido tan útiles hace 25 siglos, ahora recreadas en el escenario global del camino a la multipolaridad.

Algunos piden una nueva “Estrategia para los Estados Combatientes” reescrita para el siglo XXI . 

La enorme mesa redonda establecida por el protocolo chino con la «jungla» en el medio y Macron y von der Leyen posicionados como para una entrevista de trabajo fue un éxito monstruoso en Weibo y Wechat. 

Eso condujo a discusiones interminables sobre cómo China ahora finalmente puede «abrir una brecha entre los bárbaros«.

En comparación con todo este alboroto, la historia del presidente brasileño Lula viniendo a Shanghai y Beijing se lee como una ilustración gráfica de Zhiyin.

Lula fue  por la yugular desde el principio, durante la toma de posesión de la ex presidenta Dilma Rousseff  como nueva presidenta del NDB, el banco BRICS.

En un lenguaje simple y directo que cualquiera, desde el Sahara hasta Siberia, puede entender, Lula dijo : “Todas las noches me pregunto por qué todos los países deberían estar atados al dólar para el comercio. ¿Por qué no podemos comerciar en nuestras propias monedas? ¿Y por qué no tenemos el compromiso de innovar?”.

Directamente implícito está el hecho de que los BRICS+ en expansión deberían diseñar y promover su propia moneda (el largo y complejo proceso ya ha comenzado), además de permitir el comercio en monedas nacionales.

El poderoso mensaje de Lula fue dirigido a todo el Sur Global

Un ejemplo brasileño es el ICBC de China que establece una cámara de compensación en Brasil que permite el intercambio directo entre yuanes y reales.

No es de extrañar que el periódico oficial de la CIA, el Washington Post, echando espuma por la boca, emitiera de inmediato el veredicto del Estado Profundo: Lula no está obedeciendo el dictado del «orden internacional basado en reglas».

Eso significa que el Estado Profundo vendrá tras Lula y su gobierno, una y otra vez, y  hará lo posible para desestabilizarlo. Porque lo que dijo Lula es exactamente lo que Saddam Hussein y el coronel Gadaffi dijeron, y trataron de implementar, en el pasado.

Así que Lula necesitará toda la ayuda que pueda conseguir. Introduzca, una vez más, «Zhiyin».

Así recibió oficialmente Xi a Lula en Beijing. Muy pocas personas en todo el mundo, no chinas, entienden que cuando alguien de la talla de Xi te dice, justo enfrente de ti, que eres “un viejo amigo de China”, eso es todo.

Todas las puertas están abiertas. Ellos confían en ti, te abrazan, te protegen, te escuchan, te ayudan en momentos de necesidad y siempre harán todo lo posible para mantener la amistad cerca de sus corazones.

Y eso termina, por ahora, nuestra historia de «amigos íntimos» que toman el camino a Beijing. El amigo BRICS ciertamente entendió todo lo que hay que saber. En cuanto al Pequeño Rey de la OTANista europea Francia está que sueña con convertirse en un verdadero líder soberano, la hora de la verdad está llamando a su puerta.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda en la columna del Club de La Pluma los tres principales errores geopolíticos de Occidente en este momento de traspaso mundial de poder, desde la hegemonía de EEUU hacia la multipolaridad liderada por China y afianzada por el Sur Global, que está provocando cambios tectónicos históricos, a pesar de la cortina de humo del aparato de propaganda occidental.

EL PRIMER GRAN ERROR fue creer -como antesala de debilitar a China- que podía destruir primero a toda una potencia nuclear como Rusia, en una guerra Proxy, de guerrillas y a distancia, utilizando y sacrificando un “país amigo” como Ucrania. EL SEGUNDO fue declarar la guerra económica a China cuando es su primer e insustituible socio comercial, del que depende absolutamente y del cual ya no se puede desacoplar. Y EL TERCER ERROR garrafal fue su tradicional torpeza, violenta e imperial, en Oriente Medio, que cada día más es un poderoso bloque económico, social, cultural, demográfico y religioso, además de poseer junto a Rusia, la mayoría de las fuentes energéticas del planeta, siendo que el déficit energético del “mundo rico” es el gran agujero negro que acecha a su supervivencia.

También -y en primer lugar- analiza con datos y realismo, la exagerada parafernalia por el ingreso de Finlandia a la OTAN, transmitida con bombos y platillos por la prensa occidental y las serias consecuencias que sufrirá ese país por las complicaciones en el transporte comercial de su más famosa marca comercial.

Luego, Pereyra Mele se extiende en la lastimosa y tergiversada visita de Macrón a China, mientras las calles de París ardían por la ira de millones de franceses. Entiende que el presidente galo hizo el ridículo -como un penoso cadáver político- al pedirle a China que no aporte armamento ni tecnología a Rusia, cuando unos días atrás, el propio Xi Jinping había dado un rotundo respaldo a Pútin. De lo que se deduce que este viaje fue apenas un desfile de empresarios europeos rogando desesperadamente hacer negocios con el gigante asiático.

Finalmente resalta el reciente anuncio de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo, lo cual repercutirá en los precios de los productos elaborados por los países industriales y que pondrán presión a la ola inflacionaria que sufren sus sociedades. También nos habla de las tensiones en Taiwán y de las últimas ocurrencias de Zelesky y su futurología de fantasiosas victorias inexistentes.

En suma, un cúmulo de factores que actúan como una pinza contra Occidente, y que sumados a los errores estratégicos analizados en esta columna, van hundiendo al Imperio en un desesperado clima de fracaso terminal, como también a sus esfuerzos por mantener su hegemonía mundial, mientras solo le queda la temeraria carta de la violencia bélica.

Eduardo Bonugli (Madrid, 09/04/23)

Alberto CruzCEPRID

El 4 de febrero de 2022 China y Rusia, Rusia y China, firmaron un documento (1) que no solo era un muy serio toque de atención a Occidente, sino un cambio de juego total: la declaración conjunta brindaba un apoyo total a Rusia, respaldaba su demanda de garantías de seguridad y se oponía a la expansión de la OTAN. Se debería haber leído con detenimiento porque, entre otras cosas, se hablaba de una coordinación en el Consejo de Seguridad de la ONU, en la defensa del derecho internacional y el rechazo al «orden basado en reglas» que quiere imponer EEUU.

Es decir, había un compromiso real de China de mitigar y/o ayudar a Rusia frente a las sanciones con que amenazaba, ya entonces, el Occidente colectivo. Sanciones que, según el derecho internacional, son ilegales (2).

El ese documento se recogía, no con tanto énfasis como lo anterior, el fortalecimiento de los vínculos no solo políticos, sino económicos, especialmente de petróleo y gas por parte de Rusia y la construcción de un nuevo gasoducto, el «Poder de Siberia 2» en un plazo de tres años.

Con el apoyo chino, Rusia ya anunciaba que no iba a retroceder en absoluto y no se iba a dejar intimidar. Hay una cuestión a notar en el documento: China eludía hablar de Ucrania (aún no había comenzado la “operación especial” rusa), incluso de Crimea, mientras que Rusia sí hablaba de Taiwán. Una clara concesión rusa que permitía a China seguir manteniendo su estrategia de no involucrarse en cuestiones internas.

Por lo tanto, y en el peor de los casos, China no iba a criticar lo que hiciese Rusia ante las provocaciones de EEUU y la OTAN. Y no lo iba a hacer porque quedaba claro ya entonces que EEUU se las veía y deseaba para impedir el afianzamiento de Eurasia como el eje sobre el que está pivotando el siglo XXI. Así hay que interpretar lo ocurrido en Afganistán, en Irán, en Kazajistán e, incluso, en Corea del Norte. Que este país esté haciendo pruebas de armas una tras otra no se entiende si no se ve en esta perspectiva y, sobre todo, el que Rusia y China tumban en la ONU un intento de más sanciones por ello. Corea del Norte cuenta, por acción y por omisión, con el apoyo de Rusia y de China en ello porque, además, es una forma de advertir a EEUU que tiene muchas grietas. Porque si EEUU enreda con Ucrania o Taiwán, sensibles para Rusia y China, estos dos países podían, y pueden, hacer lo mismo en Corea del Sur o Japón, por poner dos casos, que son sensibles para EEUU.

El que en este documento se apostase por el derecho internacional era ya una señal fuerte para Occidente, que lo desprecia si no le es conveniente. Era la señal definitiva para un Nuevo Orden Multilateral en el que Occidente deja de tener poder e influencia. Textualmente: «Los dos países buscan proteger la arquitectura internacional impulsada por las Naciones Unidas y el orden mundial basado en el derecho internacional, buscar una multipolaridad genuina con las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad desempeñando un papel central y de coordinación». Es decir, le están diciendo a Occidente que se acabaron sus aventuras extra-ONU (Yugoslavia, Irak, Libia, Kosovo, Siria) y que apuestan decididamente por la «democratización de las relaciones internacionales». Esa declaración conjunta lo decía de forma muy clara y precisa: «las relaciones internacionales ingresan en una nueva era».

La visita de Xi

Occidente, en su patológica prepotencia, no se dio por enterado porque, de haberlo hecho, habría significado que estaba listo para unirse al proceso de transformación del mundo en el que ya no tienen la hegemonía.

Un año después -y una guerra que no es guerra oficialmente porque ni Rusia la ha declarado ni Ucrania ha hecho lo propio, y con una propuesta de paz presentada por China que ha sido rechazada de plano por el Occidente colectivo- esa alianza entre China y Rusia, Rusia y China, se ha fortalecido y ha dejado muy, pero que muy preocupado a Occidente, que ha entrado en un estado de pánico y de histeria por lo que ya se constata: lo que hace un año se afirmó que era una “asociación sin límites”, ahora se refuerza y se constata. Ya no hay vuelta atrás.

Occidente lo ha visto tarde, y pretendió parar este proceso, que culminó con la histórica visita de Xi Jinping a Rusia (y no al revés, lo que ya es de por sí indicativo) este pasado mes de marzo, con la bufonada de la Corte Penal Internacional acusando a putin de criminal de guerra. Fracasó. Se intentó pararla con las amenazas a China sobre el envío de armas. Fracasó también, no porque las haya enviado, sino porque China está en otra onda, como bien han recibido y notado los países no occidentales. China representa paz, Occidente representa guerra. Esta es la realidad incómoda para el Occidente colectivo y sus famosos «valores». Los «autócratas» (nueva neolengua occidental)están por la paz, los «demócratas» están por la guerra.

Occidente está ahora mismo arrinconado por la propuesta china, que ha rechazado y que está haciendo todo lo posible por desprestigiarla. Pero no puede. Ha perdido ya tanto terreno que es imposible. Pero Occidente, en su ceguera, sigue y sigue negando la realidad. Es como los niños cuando se tapan los ojos, que creen que si ellos no ven, tampoco se les ve a ellos. Y así vemos cómo desde Occidente se ha repetido que con esta visita “Rusia se ha entregado a China porque, como está aislada a nivel internacional, no le queda otra opción”. Por supuesto, no hay que dejar que la realidad te estropee una buena historia, o una buena histeria.

La realidad es muy diferente. Esta visita ha terminado con la firma de una nueva declaración conjunta (23 de marzo) que lleva el nombre de “Profundización de la asociación estratégica integral de coordinación en la nueva era» (3) y que ya lo dice todo: “asociación estratégica integral” (lo de “sin límites” de la firmada hace un año) y “coordinación en la nueva era” (ya de sa por hecho el mundo multipolar y el fin de la hegemonía occidental).

De ella hay algunos aspectos a reseñar, como la mención expresa a EEUU y la inexistencia de Europa, a la que no se refieren ni una sola vez. Para China y Rusia, Europa es irrelevante a nivel geopolítico y a lo sumo -en el caso chino-, contraparte económica.

Se repite el llamado a cumplir el derecho internacional en contra del mantra occidental de «orden basado en reglas»; se han firmado suculentos acuerdos comerciales, como la aceleración de la construcción del gasoducto Poder de Siberia 2 a través de Mongolia; se ha confirmado que ya el 65% del comercio bilateral entre Rusia y China se hace en sus propias monedas… y la bomba soltada por Rusia: «Rusia tiene la intención de crear su propio sistema de suministro de energía alternativa, que será beneficioso para casi toda la población del mundo. Es la gran oportunidad para 7.000 de los 8.000 millones de personas del planeta». Obsérvese que se deja fuera expresamente a los famosos «mil millones de oro», es decir, a la población de Occidente. Si esto último va en serio, es el fin definitivo de la hegemonía occidental.

Reciprocidad, lo que no entiende Occidente

Se ha dicho también en Occidente que esta visita de Xi pone de relieve que Rusia ha sido absorbida por China. No es lo que dicen los datos económicos, favorables a Rusia, y si no es así en términos económicos, al menos por ahora, tampoco lo es en términos geopolíticos y militares.

Por partes: se ha llegado a un punto en el que es bastante difícil para China proteger no solo sus intereses en el mundo, sino su seguridad, sin el apoyo de Rusia.

Rusia está ganando un tiempo precioso para China en el país 404, antes conocido como Ucrania. Cuanto más tiempo esté Occidente entretenido aquí, menos podrá enredar con Taiwán. Esto es tan evidente que es una de las razones por las que Occidente está presionando al país 404, antes conocido como Ucrania, para su famosa contraofensiva.

Hay más: China necesita a Rusia como parte de su nueva política global, ya que los dos coinciden en impulsar un nuevo orden multipolar fuera de la hegemonía de Occidente. Aquí China ha cambiado, y lo ha hecho gracias a Xi Jinping. Hasta ahora se mantenía en una posición de ser superpotencia económica manteniendo un perfil bajo en política exterior, pero se ha dado cuenta que eso no es efectivo si no participa, con fuerza, en la cuestión política mundial. Por eso China dio un vuelco a su política tradicional e impulsó la presencia diplomática en todo el mundo. Su penúltimo éxito ha sido la reanudación de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, dos países con buenas relaciones con Rusia, por otra parte.

Como centro de fabricación del mundo, China necesita recursos energéticos y esos los tiene Rusia, ya el principal proveedor de petróleo y gas de China. Dos cosas importantes: ambos son baratos y sin complicaciones en términos de seguridad de suministro porque los dos países tienen fronteras terrestres. Esto cobra un especial relieve después del ataque occidental al gasoducto Corriente del Norte 2.

Y algo tan importante como lo anterior: tecnología militar. China considera que solo logrará la paridad militar estratégica con EEUU en 2027, pero las amenazas de EEUU sobre Taiwán, el decir que hará guerra dentro de un par de años, etc., indica que para EEUU (y para Occidente) el tiempo se acaba, por lo que hay que acelerar los plazos. Y para eso China necesita ayuda que solo puede obtener de Rusia, especialmente en aviación (todavía los motores son rusos) y en misiles hipersónicos de largo alcance. Además, China es el único país que cuenta con el sistema de defensa anti-misiles ruso S-500.

El impulso de los BRICS,la OCS y la desdolarización

En esa “coordinación en la nueva era” están jugando un papel los BRICS y a la importancia que chinos y rusos dan a esta estructura, así como a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Se están creando nuevas estructuras internacionales de forma clara (BRICS contra G-7) y se está dando impulso a la desdolarización a gran escala.

Uno de los datos que lo refuerzan es que los BRICS superan en Producto Interior Bruto al fantasmagórico G-7. Cuando se habla de «los países más ricos del mundo», refiriéndose al G-7, no es cierto. El PIB de los BRICS, 31’5% del total mundial, supera al del G-7 (30’7%) basándose en la paridad del poder adquisitivo.

Por una parte, Egipto ha sido aceptado formalmente como nuevo miembro del banco de los BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo, y en la cumbre de este próximo verano se va a abordar el ingreso, con plazos, de Argentina, Irán y Argelia. Es más que probable que antes del ingreso oficial de estos países haya un periodo de transición en lo que ya se conoce como BRICS+, países que sin formar parte de forma oficial, sí lo hacen de forma oficiosa y coordinan sus políticas al estilo de lo que sucede con la OPEP+.

En paralelo, Arabia Saudita aprobó la última semana de marzo el memorando de entendimiento para ser admitido como socio de diálogo de la OCS, una decisión que la acerca mucho más a Rusia y China, sobre todo a este último país puesto que tras la visita de Xi Jinping a Riad en diciembre del año pasado ha supuesto un movimiento tectónico saudí, admitiendo que va a estudiar el comercio de petróleo en otras monedas que no sean el dólar y firmando un acuerdo entre el Banco Nacional de Arabia y el Banco de Exportación e Importación de China para la utilización del renminbi tanto en préstamos como en comercio. Es, sin la menor duda, el primer paso para el pago en renminbis del petróleo saudita.  Ya hay pasos que van en esa dirección, como la primera transacción de un envío de gas a China pagado en renmimbis, todo ello negociado a través de la Bolsa de Shanghái y siguiendo los precios de esta bolsa, no los de Occidente.

Al mismo tiempo, Brasil se acaba de unir al Sistema Interbancario de Pagos de China (CIPS), la alternativa china al SWIFT occidental. Eso significa que Brasil y China van a comerciar en sus propias monedas, con lo que se refuerza la internacionalización del yuan, y abandonan el dólar en su relación comercial.

Gramsci dijo que la crisis se produce cuando lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir, y que en ese interregno se producen monstruos. El monstruo es Occidente, que se deshace y lo hace destruyendo, lo nuevo ya ha nacido aunque aún está en la niñez y tras la asociación entre China y Rusia, Rusia y China, se puede afirmar que está entrando en la adolescencia.

Notas

(1) http://en.kremlin.ru/supplement/5770

(2) Las únicas sanciones legales, según el derecho internacional, son las impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU. El resto son consideradas sanciones unilaterales y, por lo tanto, contrarias al derecho internacional.

(3) https://www.mct.gov.cn/whzx/szyw/202303/t20230323_940847.htm

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor.

FUENTE https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2787 

Por Aleksandr Duguin Geopolitica.ru

El nuevo concepto de política exterior es un acto fundamental en el proceso de descolonización de la propia Rusia, liberándola del control exterior.

El 31 de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin aprobó un nuevo concepto de política exterior. Este documento puede considerarse el acuerdo final de aquellos cambios en la conciencia geopolítica y cívica de las autoridades rusas que comenzaron hace 23 años con la llegada de Putin al poder. Sólo que ahora, en esta versión, la doctrina de la política exterior rusa adquiere un aspecto marcadamente contrastado e inequívoco. Esta vez es inequívoca y sin ambigüedades.

Es un verdadero programa de acción abierto de una gran potencia continental soberana que declara su visión del próximo orden mundial, sus parámetros y fundamentos y, al mismo tiempo, expresa la férrea voluntad de construir esta misma arquitectura a pesar de cualquier nivel de confrontación con quienes tratarían de impedirlo rígidamente e imponer a Rusia un plan exterior, hasta e incluyendo un ataque nuclear preventivo.

La columna vertebral de la soberanía estratégica en todos los aspectos

El concepto introduce y utiliza todos los términos fundamentales coherentes y congruentes con la teoría del mundo multipolar y la interpretación euroasiática de la esencia civilizadora de Rusia. De este modo, la victoria de los defensores de la vía soberana de la existencia histórica de Rusia ha quedado finalmente consagrada en un documento clave de política estratégica. Tan plena e inusitada claridad y coherencia en la redacción y las definiciones es, sin duda, el resultado de la guerra con el Occidente colectivo, que ha entrado en una forma directa y feroz, en la que está en juego la propia existencia de Rusia. Y no sólo ganar, sino simplemente conducir una guerra así sin principios, reglas y actitudes claras es sencillamente imposible.

El nuevo concepto establece claramente las reglas que Rusia acepta y con las que está de acuerdo. Además, las formula por primera vez. Estas reglas se oponen directamente a la estrategia globalista, al unipolarismo y a la teoría liberal de las relaciones internacionales. Mientras que antes Rusia intentaba encontrar formulaciones de compromiso que reflejaran tanto el deseo de soberanía como la búsqueda de un compromiso con Occidente, ahora es diferente: Rusia es un Estado mundial, un país continente que es una civilización independiente, con sus propias orientaciones, objetivos, orígenes, valores, con su propia identidad inmutable que no depende de ninguna fuerza externa. Por mucho que los occidentales y los liberales rusos lucharan contra la «vía especial», ahora se ha convertido en ley y es la principal disposición de política exterior. Los disidentes tendrán que aceptarla u oponerse abiertamente a ella.

El 31 de marzo de 2023, los patriotas, los euroasiáticos y los partidarios de la plena soberanía civil lograron probablemente la victoria más impresionante y visible de la era postsoviética. Triunfó la idea de una vía euroasiática rusa en política exterior. El concepto fue desarrollado en el Ministerio de Asuntos Exteriores y firmado por el Presidente. Sobre este arco se asienta ahora el sujeto ruso: la columna vertebral de la soberanía estratégica en todos los aspectos.

La adopción de un concepto tan serio e internamente coherente requerirá también los correspondientes cambios en la doctrina militar, así como un enorme trabajo organizativo para alinear las instituciones del poder ejecutivo, así como la educación y la información, con las completamente nuevas líneas de poder. El Consejo también tiene un papel que desempeñar en este proceso.

Si ahora el país no se limita a seguir su particular camino ruso, sino que lo declara explícitamente, entonces, en esencia, todo cambia. Ni siquiera coquetear con Occidente y sus «reglas» y «criterios» tiene sentido. El Occidente liberal y globalista ha aislado a Rusia de sí misma y, además, ha entrado en confrontación militar directa con ella. Con su nueva doctrina de política exterior, Rusia no hace sino corregir este estado de cosas.

Se han quitado las máscaras: estamos decididamente a favor de un mundo multipolar, mientras que a los que están en contra, que pretenden preservar a toda costa el orden mundial unipolar, no se les llama «socios», «colegas» o «amigos», sino enemigos directos, contra los que Rusia está dispuesta a lanzar un ataque nuclear preventivo si es necesario.

De este modo, todo el entramado de la política exterior y los procesos que se desarrollan en la escena internacional han cobrado protagonismo y se han vuelto completamente simétricos. Las élites globalistas del Occidente moderno no ocultan su intención de destruir a Rusia, de derrocar y llevar ante la justicia a su líder, de destruir cualquier iniciativa hacia un mundo multipolar. Están suministrando masivamente armas a los neonazis ucranianos y fomentando la rusofobia en todas partes, otorgándose el derecho a actuar como les parezca en cualquier parte del mundo.

Rusia les está respondiendo finalmente de la misma manera. Comprendemos sus intenciones y su lógica. Pero la rechazamos totalmente. Tenemos la intención de defender nuestra existencia y soberanía por cualquier medio, estamos dispuestos a luchar por ello y a pagar cualquier precio.

El concepto de política exterior adoptado se basa en una posición fundamental: Rusia se proclama:

  • «un Estado-civilización distintivo»,
  • «una vasta potencia euroasiática y europacífica»,
  • un eje en torno al cual «el pueblo ruso y los demás pueblos están unidos»,
  • el núcleo de una especial «comunidad cultural y civilizacional del mundo ruso».

Este es el punto principal. Es la respuesta a una pregunta que no es tan sencilla como parece: ¿quiénes somos? De esta autodefinición se deriva la multipolaridad en la que se basa todo lo demás. Si es una civilización, no puede formar parte de otra civilización. Por tanto, Rusia no forma parte de la civilización occidental (como se argumentaba en versiones anteriores del concepto de política exterior), sino que es una civilización independiente, soberana y no occidental, es decir, el mundo ruso. Este es el principio fundamental en el que se basa la política exterior rusa a partir de ahora.

El largo camino hacia una civilización soberana

Putin ha recorrido un largo camino en 23 años, desde los primeros intentos, cautelosos pero decididos, de restaurar la soberanía de Rusia como Estado, perdida casi por completo en la década de 1990, reconociendo que Rusia (aunque soberana) forma parte del mundo occidental, de Europa (de Lisboa a Vladivostok) y, en general, comparte los valores, normas y actitudes occidentales, hasta el choque frontal con el Occidente colectivo, rechazando abiertamente su hegemonía, negándose a reconocer sus valores, principios y normas como universales y estrictamente aceptados por Rusia.

La firma de Putin el 31 de marzo de 2023 con el nuevo concepto de política exterior significa que se ha superado definitivamente el camino de un Estado soberano en el contexto de una civilización liberal globalista occidental común a una civilización soberana, el mundo ruso y un polo independiente. Rusia ya no es Occidente. Occidente fue el primero en proclamarlo, lanzando una guerra de aniquilación contra nosotros. Después de un año de la OME nosotros también lo afirmamos. No con pesar, sino con orgullo.

En la anterior definición de Rusia hay cuatro niveles, cada uno de los cuales representa el concepto más importante en política exterior.

La afirmación de que Rusia es un Estado civilizado significa que no se trata de un simple Estado-nación según la lógica del sistema de Westfalia, sino de algo mucho más grande. Si Rusia es un Estado civilizado, no debe compararse con un país occidental o no occidental concreto, sino con Occidente en su conjunto, por ejemplo. O con otra civilización-estado, como China o la India. O simplemente con una civilización representada por muchos Estados (como el mundo islámico, América Latina o África). Una civilización-estado no es sólo un estado muy grande, es como los antiguos imperios, los reinos de reinos, un estado de estados. Dentro de la civilización-estado puede haber varias entidades políticas, incluso bastante autónomas. Según K. Leontiev, se trata de una complejidad en ciernes, no de una unificación lineal, como en los Estados-nación comunes de la Nueva Era.

Al mismo tiempo, sin embargo, se describe a Rusia como una «vasta potencia euroasiática y europacífica», es decir, como un fuerte Estado soberano de dimensiones continentales. Los euroasiáticos se refieren a ella como un «Estado continental». El adjetivo «vasto» no se utiliza como puramente descriptivo. La verdadera soberanía sólo puede ser poseída por potencias «vastas». Aquí vemos una referencia directa a la noción de «vasto espacio», que es un componente necesario de la soberanía estratégica por derecho propio. Una potencia que no cumpla estos requisitos no puede ser verdaderamente soberana. El carácter euroasiático y europacífico de Rusia apunta directamente al pleno reconocimiento de la geopolítica euroasiática y sus disposiciones básicas. Rusia-Eurasia en la filosofía euroasiática es un concepto opuesto a la interpretación de Rusia como uno de los países europeos. El propio término «potencia» debe interpretarse como sinónimo de imperio.

Muy importante es la referencia al pueblo ruso y a otros pueblos que comparten con los rusos su destino histórico, geopolítico y civilizatorio. El pueblo ruso se convirtió en un pueblo de diversas tribus eslavas orientales, fino-úgras y túrquicas precisamente en el proceso de construcción histórica de la nación. Al construir un Estado, la nación también se construyó a sí misma. De ahí el vínculo indisoluble entre los rusos y su independencia y condición de Estado. Pero, al mismo tiempo, es también una indicación de que el Estado fue creado por el pueblo ruso, preservado y sostenido por él.

La introducción del concepto de «mundo ruso» en el cuerpo del concepto de política exterior es muy reveladora. El Estado nunca coincide -salvo raras excepciones- con las fronteras de la civilización. Alrededor de sus fronteras establecidas hay zonas de intensa influencia desde el principio de la civilización. El mundo ruso es un área histórica y cultural circunscrita, que ciertamente pertenece a Rusia como civilización, pero que no siempre forma parte del poder ruso. En algunos casos, con relaciones armoniosas y amistosas entre los países, el mundo ruso puede existir armoniosamente a ambos lados de la frontera. Pero en presencia de conflictos interestatales, el Estado civilizado, que es lo que es Rusia (según este concepto de política exterior), tiene todos los motivos para defender su civilización y, en los casos más críticos, ignorar las propias fronteras. Así pues, el concepto del mundo ruso en el contexto general de la definición de Rusia aclara la lógica de sus acciones en el espacio postsoviético y, en particular, confiere al Nuevo Orden Mundial legitimidad doctrinal y validez ideológica.

Occidente ha perdido su derecho moral al liderazgo

Todo lo demás se deriva de la definición principal del estatus de Rusia como civilización soberana. Al no sentir ya la necesidad de ajustarse al Occidente global, Moscú, en su nuevo concepto de política exterior, ataca directa y duramente el eurocentrismo, rechaza la hegemonía occidental y equipara la globalización con un nuevo ciclo de imperialismo y colonialismo.

El texto del concepto afirma que el centro de la humanidad se está desplazando constantemente hacia regiones no occidentales del planeta: Asia, Eurasia, África, Iberoamérica.

El desequilibrado modelo de desarrollo mundial, que durante siglos garantizó un crecimiento económico superior al de las potencias coloniales apropiándose de los recursos de los territorios y Estados dependientes de Asia, África y el hemisferio occidental, se está convirtiendo irreversiblemente en cosa del pasado. La soberanía y las oportunidades competitivas de las potencias mundiales no occidentales y de los líderes regionales se han visto reforzadas.

Esta es la esencia del multipolarismo. Occidente no sólo ha perdido la capacidad técnica para seguir siendo el hegemón mundial en política, economía e industria, también ha perdido el derecho moral a liderar.

La humanidad vive una época de cambios revolucionarios. Continúa la formación de un mundo más equitativo y multipolar.

En este contexto, se declara positiva la aspiración de Rusia de seguir reforzando la multipolaridad, cooperar activamente con otros Estados de la civilización (principalmente China e India) y apoyar plenamente diversas alianzas y asociaciones de integración regional.

Para ayudar a adaptar el orden mundial a las realidades de un mundo multipolar, la Federación Rusa tiene la intención de dar prioridad (… ) al fortalecimiento del potencial y al aumento del papel internacional de la asociación interestatal BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Unión Económica Euroasiática (UEE), la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la RIC (Rusia, India, China) y otras asociaciones interestatales y organizaciones internacionales, así como mecanismos con una participación significativa de Rusia.

El mundo se está volviendo irreversiblemente multipolar, pero el viejo orden unipolar no va a rendirse sin luchar. Esta es la principal contradicción de la era moderna. Explica el significado de los principales procesos de la política mundial. Explica el concepto de que el Occidente liberal y globalista, al darse cuenta de que los días de su liderazgo están contados, no está dispuesto a aceptar las nuevas realidades y, en plena agonía, comienza a luchar desesperadamente por la conservación de su hegemonía.

Esto explica la mayoría de los conflictos mundiales y, sobre todo, la política hostil de las élites occidentales hacia Rusia, que se ha convertido objetivamente en uno de los polos más evidentes y coherentes del orden multipolar. Precisamente porque Rusia se ha declarado un estado de civilización, negándose a reconocer la universalidad del orden mundial occidental y sus reglas, es decir, el modelo unipolar del orden mundial, se ha convertido en objeto de ataque de Occidente, que ha construido una amplia coalición de países hostiles a Rusia y se ha fijado directamente el objetivo de privar a Rusia de su soberanía.

Los Estados Unidos de América (EE.UU.) y sus satélites, viendo el fortalecimiento de Rusia como uno de los principales centros de desarrollo del mundo moderno y considerando su política exterior independiente una amenaza para la hegemonía occidental, han utilizado las medidas adoptadas por la Federación Rusa para proteger sus intereses vitales en Ucrania como pretexto para agravar su propia política antirrusa de larga data y han desencadenado un nuevo tipo de guerra híbrida. El objetivo es debilitar a Rusia de todas las formas posibles, incluso socavando su papel creativo como civilización, su poder, sus capacidades económicas y tecnológicas, limitando su soberanía en política exterior e interior y destruyendo su integridad territorial. Este camino de Occidente se ha vuelto omnímodo y está consagrado en la doctrina.

Frente a esta confrontación, que es el contenido principal de la transición del unipolarismo al multipolarismo, mientras Occidente intenta por todos los medios retrasar o interrumpir esta transición, Rusia, como Estado-civilización soberano, como polo mundial multipolar estable y fiable, ya establecido, declara su firme intención de no desviarse del camino elegido, cueste lo que cueste.

En respuesta a las acciones hostiles de Occidente, Rusia tiene la intención de defender su derecho a existir y desarrollarse libremente por todos los medios disponibles.

Esto, por supuesto, incluye el derecho a utilizar contra el enemigo (que en las circunstancias actuales es el Occidente colectivo, que pretende mantener la unipolaridad a toda costa y extender su hegemonía) en caso de ataque directo y también con fines preventivos cualquier tipo de arma, hasta las armas nucleares y de desarrollo avanzado. Si la existencia misma de la Rusia soberana y del mundo ruso se viera amenazada por un peligro mortal, Rusia está dispuesta a llegar hasta donde sea necesario en este caso.

Condiciones para la cooperación

El nuevo concepto identifica también las condiciones para la normalización de las relaciones con los países occidentales. Se hace especial hincapié en los países anglosajones, especialmente hostiles a Rusia en esta escalada. Una asociación renovada sólo es posible si los países occidentales hostiles y sus satélites renuncian a la rusofobia. En realidad, se trata de un ultimátum, en el que se pide a Occidente que acepte las condiciones de la multipolaridad, porque la esencia de la rusofobia en el contexto geopolítico no es más que la obstinada negativa de las élites globalistas occidentales a reconocer el derecho de los Estados civilizados soberanos a seguir su propio camino. Esta es la única razón por la que Rusia lucha hoy en Ucrania. Sin control sobre Ucrania, como todo geopolítico sabe, Rusia no tendrá plena soberanía geopolítica y civilizatoria.

Este es el significado del mundo ruso, que no coincide con las fronteras de los estados-nación, pero cuando se forma el polo y la transición a la civilización-estado, sus partes no pueden permanecer bajo el control de las estructuras geopolíticas hostiles. Amistoso y neutral – sí (como demuestra el ejemplo de la Unión Bielorrusa), y entonces su soberanía nacional no se vea amenazada. Al contrario, Rusia está dispuesta a actuar como garante y contribuir a su fortalecimiento de todas las formas posibles, económica, política y militar-estratégicamente. Pero cualquier intento de separar una parte del mundo ruso de la Rusia continental será reprimido por todos los medios. Y esto es exactamente lo que está ocurriendo ahora.

Prioridades, vectores y objetivos finales

La segunda parte del concepto de política exterior describe estrategias específicas para desarrollar las relaciones entre Rusia y las regiones del mundo: la integración euroasiática del espacio postsoviético, la construcción de una asociación prioritaria con China, India, el mundo islámico, África y América Latina. En cada área se destacan prioridades, vectores y fines. El discurso a Occidente es discreto. Pero bajo las pesadas fórmulas diplomáticas, es fácil leer lo siguiente:

Si los pueblos de Occidente encuentran la fuerza para levantarse y abandonar la dictadura de una élite hegemónica maníaca que está llevando a la civilización al abismo, para proponer verdaderos líderes y llevar al poder a las fuerzas que defenderán verdaderamente sus intereses nacionales, no encontrarán mejor amigo y aliado que Rusia. Sin embargo, Rusia no desea ayudar activamente interfiriendo en los procesos internos de la vida política de los países hostiles y subraya su respeto por cualquier opción soberana de las sociedades occidentales. Rusia también tiene una respuesta adecuada en caso de enfrentamiento directo con potencias hostiles si éstas cruzan la línea fatal. Pero sería mejor que nadie la cruzara.

La nueva versión del concepto de política exterior es un acto fundamental en el proceso de descolonización de la propia Rusia, su liberación del control externo.

Para que sus disposiciones se tomen en serio, ya es necesario alinear las actividades del Ministerio de Asuntos Exteriores y las instituciones educativas básicas (especialmente el MGIMO, que sigue dominado por paradigmas completamente diferentes), reformar Rossotrudnichestvo y Mundo Ruso, y promover nuevas corrientes de diplomacia pública que reconozcan a Rusia como civilización soberana, como el Movimiento Rusófilo Internacional (MRI), pero la afirmación de Rusia como Estado civilizado tiene una importancia grande y decisiva también para la política interior. Al fin y al cabo, no se puede actuar como un Estado civilizado en política exterior y seguir formando parte de un sistema liberal centrado en Occidente, compartiendo sus planteamientos, valores y principios en política interior sin dejar de ser soberano. La política exterior siempre está estrechamente vinculada a la política interior. Y es aquí donde Rusia, para defender su soberanía, tendrá que emprender serias y profundas reformas en un futuro próximo. Si podemos decir con certeza que tenemos una política exterior soberana, todavía no se ha comprendido adecuadamente la necesidad de una política interior soberana.

FUENTE: https://www.geopolitika.ru/es/article/el-concepto-de-politica-exterior-como-apoteosis-del-multipolarismo-y-el-catecismo-de-la 

La amistad del presidente turco, Recep Erdogan (der.), con el presidente ruso, Vladimir Putin (izq.), molesta a los EE. UU. (Foto de archivo) 

POR MK BHADRAKUMAR

El presidente turco, Recep Erdogan, ha revelado que el presidente ruso, Vladimir Putin, podría asistir a la ceremonia de carga de combustible nuclear el 27 de abril en la planta de energía nuclear de Akkuyu. 

El secretario de prensa de Putin, Dmitry Peskov, manejó hábilmente la bomba política y optó por no refutar la declaración de Erdogan. Según Erdogan, la participación de Putin en la ceremonia puede formar parte de una visita oficial. 

Los compromisos anteriores de Putin relacionados con la central nuclear de Akkuyu han sido a través de videoconferencias y en la ceremonia que marcó el inicio de los trabajos de construcción del prestigioso proyecto en abril de 2018, prometió asistir a la ceremonia de lanzamiento en 2023. Bueno, Rosatom ha cumplido su promesa de completar el proyecto a tiempo, y ahora es el turno de Putin. 

Evidentemente, a Erdogan le importa un bledo la reciente “orden de arresto” de la Corte Penal Internacional contra Putin. El presidente chino, Xi Jinping, ha demostrado cómo ignorarlo. La sherpa del G20 de Rusia, Svetlana Lukash, dijo el viernes que se espera que Putin visite la India dos veces este año: la cumbre del G20 en septiembre y la cumbre de la OCS de 2023 más tarde. 

La postura oficial de Turkiye es que “Aunque Türkiye no es Estado Parte del Estatuto de Roma, las actividades de la CPI se siguen de cerca y nuestros funcionarios asisten a las reuniones anuales de la Asamblea de Estados Partes que tienen lugar en La Haya o Nueva York. .” Pero Erdogan está despreciando abiertamente la conspiración anglosajona para demonizar a Putin. 

Tal desafío desdeñoso es en parte una reacción a la creciente interferencia de Estados Unidos en las elecciones presidenciales de Turkiye programadas para el 14 de mayo. En declaraciones incendiarias el domingo , Erdogan prometió “darle una lección a Estados Unidos”. 

Sin embargo, al invitar a Putin a ser el invitado principal en el lanzamiento de la central nuclear de Akkuyu, que sin duda es un evento histórico, Erdogan básicamente señala su profundo agradecimiento por la contribución de Putin a la expansión y profundización de las relaciones turco-rusas. 

Sin duda, el vínculo personal entre los dos líderes ha contribuido en gran medida a impulsar la relación. Erdogan probablemente llevará el lanzamiento de Akkuyu NPP en la manga como su legado presidencial durante su campaña electoral. 

De hecho, la central nuclear Akkuyu de $ 20 mil millones es la primera de su tipo desde diferentes ángulos: la única gran central nuclear en Turkiye (con cuatro reactores rusos VVER-1200); el proyecto más grande en la historia de la cooperación ruso-turca; el primer proyecto de central nuclear del mundo implementado según el modelo BOO (Build – Own – Operate) y así sucesivamente.

La central nuclear de Akkuyu es esencialmente un símbolo del cambio en la política exterior de Turkiye durante la era de Erdogan: Turkiye estudió el distanciamiento del sistema de alianza occidental y la búsqueda de vías independientes que refuercen la autonomía estratégica del país, con un giro hacia el Este en su núcleo y un apertura a la integración euroasiática incrustada en él. Este proceso ha llevado a Turkiye a las puertas de los BRICS. 

Por supuesto, es un asunto diferente que Occidente nunca le haya ofrecido a Turkiye una relación igualitaria. Nuevamente, el intento de golpe respaldado por Estados Unidos en 2016 para derrocar a Erdogan fue una experiencia traumática que lo dejó muy afectado. Las relaciones turco-estadounidenses nunca se recuperaron realmente. 

Pero se debe dar crédito a que Turkiye, que tiene una rica historia en la diplomacia internacional, es también una potencia regional astuta en una posición única como estado indeciso y también como puente entre Occidente y Oriente, bendecida con una cognición intuitiva de la confrontación que se está gestando. entre Occidente y Rusia y la lucha por dar forma al orden mundial. 

Evidentemente, Turkiye vio las tormentas que se avecinaban en el horizonte y entendió que el declive de Occidente es  una realidad geopolítica y Turkiye debería posicionarse con anticipación en lugar de ser superado por los acontecimientos.

Dicho esto, Turkiye también tiene una historia difícil de relaciones con Rusia. Aquí es donde la perspicacia política de Erdogan marcó la diferencia, ya que otorgó la mayor importancia en su diplomacia personal al cultivo asiduo de una relación de trabajo óptima con Putin durante los últimos 7 años desde la intervención militar rusa en Siria. 

Por su parte, Putin también otorga gran importancia a la diplomacia personal. Putin ha dicho públicamente más de una vez que Erdogan no es una persona fácil de tratar, ya que es un interlocutor que puede ser obstinado al defender los intereses de Turkiye. 

Pero esa es una cualidad de liderazgo que Putin respeta e incluso puede aceptar como realista. Putin ha hablado sobre ocasiones en las que surgieron diferencias con Erdogan, pero su respuesta fue invariablemente redoblar la búsqueda de una solución justa. Erdogan apreció la buena voluntad implícita y, con el tiempo, se desarrolló una masa crítica de confianza mutua. 

La mediación de China en la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán recibió grandes elogios y admiración de la comunidad mundial, incluido Israel. Los detractores se han callado. El Jerusalem Post escribió el lunes: “El calentamiento de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán dará como resultado movimientos ultrarrápidos en el tablero de ajedrez de Medio Oriente en un futuro cercano”.

Pero lo que aún no está en el radar, pero destinado a ser igualmente significativo, son los sólidos esfuerzos de Rusia detrás de escena para lograr un acercamiento entre Arabia Saudita y Siria y una integración más amplia de Siria en su vecindad árabe. 

A diferencia de EE. UU., que dejó un rastro de muerte y destrucción al retirarse con asuntos pendientes de sus guerras eternas, Rusia se ha desempeñado bien en Siria al cumplir su misión de seguridad para derrotar la amenaza terrorista al gobierno y, posteriormente, continuar poniendo bases políticas y diplomáticas para impulsar la estabilización y reconstrucción de ese país. 

Es completamente concebible que Putin aprovechó todas las oportunidades con el presidente egipcio Sisi para comprometerse con Assad . Por cierto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto ha destacado que las conversaciones del ministro de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, con el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, en El Cairo el sábado, se centraron en “apoyar al pueblo sirio para restaurar la unidad y la soberanía (del país) sobre todos sus territorios”. 

Sin embargo, al final del día, la diplomacia personal de Putin está en su mejor momento en sus esfuerzos por restaurar la relación fracturada de Turquía con Siria. Putin ve que una convergencia entre Ankara y Damasco no solo es posible, sino que es una necesidad imperiosa para ambos países, así como para la paz y la seguridad del Levante. 

Básicamente, Putin defiende la relevancia continua del Acuerdo de Adana de 1998 como la base para abordar de manera efectiva el desafío separatista kurdo que reduce el alcance de Washington para pescar en aguas turbulentas e incluso lo impulsa a revisar su ocupación de un tercio de los territorios sirios en el pretexto de la lucha contra el terrorismo. 

Erdogan ha llegado a comprender que Washington persigue una agenda oculta al alinearse con los grupos militantes kurdos en el norte de Siria que fomentan el terrorismo transfronterizo contra Turkiye y, por lo tanto, Ankara puede ganar si trabaja con Damasco.

Idealmente, con la vista puesta en las elecciones de mayo, a Erdogan le hubiera gustado reunirse con el presidente Assad, intuyendo que la opinión interna turca también favorece un acercamiento turco-sirio. 

Pero la ocupación turca del territorio sirio sigue siendo un obstáculo. Rusia está trabajando duro para abordar el problema. Existe la posibilidad de que las próximas conversaciones cuadriláteras entre los viceministros de Relaciones Exteriores de Turquía, Rusia, Irán y Siria (que pueden tener lugar en Moscú esta semana) vean la luz al final del túnel. 

Si eso sucede, Putin habrá logrado un avance histórico y su visita a Turkiye para el lanzamiento ceremonial de la central nuclear de Akkuyu puede transformarse en un momento decisivo en la geopolítica del Mediterráneo Oriental y la región del Mar Negro. 

Fuente indianpunchline