Putin nunca sacrificará las demandas de “indivisibilidad de la seguridad” que Rusia planteó a Washington en diciembre de 2021 y que no recibieron respuesta alguna.
El “alto el fuego” anunciado con su característica grandilocuencia por el equipo de Trump 2.0 debería verse como un kabuki de mal gusto dentro de una matrioska barata.
A medida que vamos quitando las máscaras sucesivas, la última que queda en el interior de la matrioska es una pequeña bailarina travesti despierta: una Minsk 3 disfrazada de drag.
Ahora es el momento de un nuevo “alto el fuego”: el presidente Putin, solo en uniforme por segunda vez desde el inicio de la SMO, muy serio, visita la línea del frente en Kursk.
Finalmente, la clave para la verdadera operación de desprendimiento: la conferencia de prensa de Putin después de su reunión con Lukashenko en Moscú.
¿Alto el fuego? Por supuesto. Lo apoyamos. Y luego, metódica y diplomáticamente, el presidente ruso, con un estilo Caravaggio, aplicó un claroscuro total a cada detalle geopolítico y militar de la estrategia estadounidense. Una deconstrucción artística y consumada.
Resultado final: la pelota vuelve a estar en manos de Donald Trump. Dicho sea de paso, el líder del Imperio del Caos, en proceso de renovación, no tiene (la cursiva es mía) la última palabra.
El arte del matiz diplomático
Así es como funciona la diplomacia al más alto nivel: algo fuera del alcance de los patanes norteamericanos como Rubio.
Putin tuvo la gentileza de agradecer “al presidente de los Estados Unidos, el señor Trump, por prestar tanta atención a la resolución del conflicto”.
Al fin y al cabo, los estadounidenses también parecen estar implicados en “lograr una noble misión, una misión para detener las hostilidades y la pérdida de vidas humanas”.
Luego pasó al grano: “Este alto el fuego debería conducir a una paz duradera y eliminar las causas iniciales de esta crisis”.
Como en todos los casos, Rusia deberá satisfacer sus imperativos clave, ampliamente conocidos desde al menos junio de 2024. Al fin y al cabo, es Rusia quien está ganando la guerra en el campo de batalla, no Estados Unidos, ni la ya fragmentada OTAN, ni mucho menos Ucrania.
Putin se mantuvo firme respecto del alto el fuego: “Estamos a favor”.
Pero hay matices; una vez más, se llama diplomacia. Empezando por la verificación, posiblemente el núcleo del razonamiento de Putin:
¿Cómo se usarán estos 30 días? ¿Para continuar la movilización forzada en Ucrania? ¿Para recibir más armas? ¿Para entrenar a las unidades recién movilizadas? ¿O no se hará nada de esto?
¿Cómo se resolverán los problemas de control y verificación? ¿Cómo podemos garantizar que nada de esto ocurra? ¿Cómo se organizará el control?
Espero que todos entiendan esto con sentido común. Son asuntos muy serios.
No: la eurocracia colectiva, sumida en una rusofobia demente, no entiende el “sentido común”.
Una vez más, Putin se remitió diplomáticamente a la «necesidad de colaborar con nuestros socios estadounidenses. Quizás hable con el presidente Trump».
Así que habrá otra llamada telefónica pronto.
Trump, por su parte, perennemente flotando en las nubes de grandilocuencia, ya aplicó su “influencia” en las negociaciones, incluso antes de la respuesta detallada de Putin al kabuki del alto el fuego.
Intensificó las sanciones al petróleo, al gas y al sector bancario de Rusia, permitiendo que la exención a las ventas de petróleo ruso expire esta semana.
Esto significa en la práctica que los vasallos de la UE y otros “aliados” de ese tipo ya no pueden comprar petróleo ruso sin evadir las sanciones estadounidenses.
Incluso antes de eso, elementos de la banda criminal de Kiev pedían más sanciones contra Rusia como parte de un plan de «paz». Trump, obviamente, accedió, eludiendo una vez más la diplomacia básica. Solo aquellos con un coeficiente intelectual inferior a cero pueden creer que Moscú apoyará un alto el fuego/»proceso de paz» donde se le sancione por intentar poner fin a una guerra que, de hecho, está ganando en el campo de batalla, desde el Donbás hasta Kursk.
Las sanciones deberán ser el eje central de las posibles negociaciones entre Estados Unidos y Rusia. Al menos una parte de esos miles tendrá que desaparecer desde el principio. Lo mismo ocurre con los aproximadamente 300.000 millones de dólares en activos rusos «incautados» (es decir, robados), la mayoría de los cuales se encuentran en Bruselas.
Anexo, luego existo
El cuadro de alto el fuego de Caravaggio realizado por Putin revela que no tiene absolutamente ningún interés en antagonizar al notoriamente volcánico Trump, o en poner en peligro la posibilidad de una distensión entre Estados Unidos y Rusia en ciernes.
En cuanto a Kiev y los euro-chihuahuas, permanecen en el menú, y no en la mesa.
Como era de esperar, los principales medios de comunicación occidentales, como una ola de detritos tóxicos que golpea una costa prístina, están haciendo girar la idea de que Putin dijo “Nyet” a la táctica del cese del fuego como preludio para frustrar cualquier negociación al respecto.
Estos especímenes no entenderían el significado de “diplomacia” ni siquiera si fuera un cometa perforando el cielo.
En cuanto a la historia sobre los británicos “ayudando” a los estadounidenses y a los ucranianos a urdir la táctica del cese del fuego, eso ni siquiera puede considerarse un sketch de mala calidad de Monty Python.
Las clases dirigentes británicas, el MI6, sus medios de comunicación y centros de investigación, simplemente aborrecen cualquier negociación. Están en guerra frontal con Rusia, y su plan A —no hay plan B— sigue siendo el mismo: infligir una «derrota estratégica» a Moscú, como bien sabe el SVR.
El meollo del asunto es el Mar Negro. El análisis de Vladimir Karasev, según explicó a TASS, es acertado: «Los británicos ya han entrado en la ciudad de Odesa, que consideran un lugar clave. Sus servicios especiales están muy involucrados allí. Los británicos no ocultan su deseo de establecer una base naval en Odesa».
Odessa forma parte del amplio menú de recursos de Ucrania, en tesis, ya entregados a los británicos en virtud del turbio –y completamente ilegal– acuerdo de 100 años firmado entre Starmer y la sudadera sudorosa de Kiev.
Según las notas al pie del turbio acuerdo y de la nota «hecha en la sombra», Zelensky ya entregó a los británicos todo tipo de control sobre minerales, plantas de energía nuclear, instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas, puertos clave (incluido Odessa) y plantas de energía hidroeléctrica.
En cuanto a la saga de minerales y tierras raras en curso en 404, o lo que quede de ella, los británicos compiten ferozmente con los estadounidenses. La CIA, obviamente, está al tanto. Todo esto se va a complicar enseguida.
Un debate serio en círculos bien informados de Moscú es que Putin jamás sacrificará las exigencias de «indivisibilidad de la seguridad» que Rusia planteó a Washington en diciembre de 2021, y que no obtuvo respuesta. La OTAN, por supuesto, jamás las aceptará. La decisión final la tendrá que tomar el presidente de Estados Unidos.
Y eso nos lleva al papel finalmente patético de la OTAN, ilustrado gráficamente por el Presidente de Estados Unidos, en la Oficina Oval, expandiendo alegremente su impulso para anexar tanto a Canadá como a Groenlandia (ambos parte de la OTAN) justo en frente del lamentable títere holandés Tutti Frutti o-Rutti, el Secretario General de la OTAN.
Aquella losa amorfa de rancio queso gouda holandés no sólo no dijo ni pío sobre las anexiones: brillaba como un bebé delante de Trump.
Eso fue la OTAN al desnudo: la Voz de su Amo gobierna a su antojo, y decida lo que decida, incluso la «seguridad» y la integridad territorial de los Estados miembros podrían estar en peligro. Así que vuelvan a jugar en su arenero. Adelante, a la próxima llamada telefónica entre Putin y Trump.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2025/03/Trump-Putin.jpg486864Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2025-03-16 19:59:172025-03-16 20:01:05Putin se quita las máscaras del kabuki del alto el fuego
Hace ochenta años, el 4 de febrero de 1945, las Potencias Aliadas celebraron la Conferencia de Yalta, la cual predeterminó el orden mundial que surgió tras la derrota de la Alemania nazi. La derrota era ya inevitable y los líderes de los bandos victoriosos – el mundo soviético y el mundo capitalista liberal occidental – sentaron las bases del orden de la posguerra.
Este orden se caracterizó por el hecho de que sólo existían dos bandos, dos bloques con dos ideologías diferentes, quienes se repartían el mundo distribuyéndose zonas de influencia. Y este modelo se mantuvo en general hasta la disolución de la Organización del Pacto de Varsovia y, finalmente, el colapso de la URSS. Después de eso, el mundo de Yalta desapareció, dando paso a un orden mundial unipolar que ocupó el lugar del mundo bipolar.
Por lo tanto, no es de extrañar que la USAID, una organización de espionaje y terrorista, tuviera que ver con la creación de la Rusia postsoviética: la Constitución de Yeltsin, los nuevos Códigos Fiscales y de la Tierra, etcétera, fueron escritos por esta organización. Fue el triunfo del mundo unipolar y la destrucción de Yalta.
Ahora se está preparando una reunión entre Putin y Trump. Sí, se trata de dos grandes figuras políticas, dos gobernantes que representan a dos civilizaciones. Pero su reunión no se convertirá en una «Nueva Yalta» ni tampoco predeterminará los parámetros del futuro, es decir, del mundo multipolar. Ni Putin ni Trump son suficientes para decidir el futuro de la humanidad. Además, Rusia carece de un elemento muy importante para participar plenamente en la creación de una nueva arquitectura global: la victoria sobre el globalismo en Ucrania. Al igual que Stalin derrotó a Hitler en la Gran Guerra Patria, Putin debe obtener la victoria en Ucrania.
Sí, nos dirigimos hacia esa victoria y estoy seguro de que sucederá, pero sólo después de que logremos la victoria sobre Ucrania habrá negociaciones verdaderamente significativas entre Rusia y la civilización occidental. Sin embargo, ni siquiera estas negociaciones determinarán la arquitectura definitiva del futuro, porque un mundo multipolar requiere la participación de otras civilizaciones. Al menos de China e India. Por lo tanto, será una construcción con cuatro representantes.
Por otro lado, Europa se aleja cada vez más de Estados Unidos y representa un modelo geopolítico diferente, siendo otro actor potencial. Tampoco podemos olvidar el mundo islámico con sus mil millones de representantes, ni África y América Latina. Son otros tres actores civilizacionales cuyas opiniones no pueden ser ignoradas a la hora de construir el futuro.
Pero el nuevo orden mundial está surgiendo en medio de la guerra civil de los trumpistas contra el «Estado profundo», es decir, la cúpula fanática de los globalistas en los Estados Unidos. Resulta muy diciente que los demócratas hayan organizado una manifestación de apoyo a la USAID cerrada por Trump y Musk, entendiendo que en las entrañas de esta organización se guardaban documentos que podrían usarse contra los líderes del Partido Demócrata e incluso contra los republicanos.
En consecuencia, esta es la razón por la que Estados Unidos está ahora en medio de una guerra civil y Trump tiene que ganarla con tal de construir un nuevo Estados Unidos. Nosotros tenemos que ganar nuestra guerra en Ucrania, derrotar a los globalistas y sus títeres en el campo de batalla. China, India, África y América Latina tendrán que superar también muchos retos y ni hablar del mundo islámico, que ahora mismo está sufriendo frente al «Gran Israel».
Por lo tanto, repito, no hemos llegado todavía a la creación de una nueva Yalta, un momento donde dos bandos habían derrotado a un tercero y se preparaban a darle forma a un ciclo de la historia mundial. Estamos todavía en guerra y tal vez incluso en el umbral de una verdadera gran guerra. Sólo cuando veamos el final de estas guerras, cuando veamos quién es el vencedor y quién el vencido, entonces podremos hablar de una verdadera reunión de los líderes de las grandes potencias para establecer una nueva estructura y un nuevo orden mundial.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2025/02/DUGUIN-GEOPOLITIKA.RU_.png340605Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2025-02-20 20:21:032025-02-20 20:22:12Dugin en directo: «Una nueva Yalta, el orden mundial después de la victoria»
En su columna del Club de La Pluma -y parafraseando a Bill Clinton- el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, se dirige con honesta crudeza a los desinformados y espantados europeos, señalando el camino del pragmatismo para que entiendan “¿los por qué de la guerra de Ucrania?” y el terrible fracaso militar que están sufriendo. También, para que vean las claves de su grave crisis económica en aumento, de sus déficit energéticos y de recursos, del atraso tecnológico, de su insignificancia internacional y -en definitiva- de la evidente traición de los líderes de la Unión Europea, entregados conciente y corruptamente a EEUU.
AUDIO:
Es que, la gran conmoción ha estallado tras conocerse las intenciones de Trump de sellar el final de una guerra perdida, aceptando que Rusia legitime los territorios conquistados, cancelando las ayudas militares a Kiev, negando la entrada de Ucrania a la OTAN y obligando a Europa a asumir la defensa del derrotado. Y además, a pagar los astronómicos costes de su reconstrucción. Un escenario desolador para “El Jardín del Mundo” que afronta UNA TOTAL DERROTA y el posible desprecio, tanto a Bruselas como a su endiosado “Zelensky/Simbol” de ser excluidos de las negociaciones principales. En suma, se ha hecho realidad la peor de las pesadillas para los millones de europeos convencidos -por su prensa- de que destruir a Rusia era un hecho predestinado y la guerra… apenas un trámite.
También resalta en el audio que la realidad demuestra los vaticinios y análisis hechos por éste espacio geopolítico, desde que Putín le marcará sus líneas rojas a Occidente en el 2007, cuando los planes de la CIA eran desguazar a Rusia. Y enumera una a una, las denuncias y análisis lanzados desde aquí, cómo las Revoluciones de Colores y el golpe del Euromaidán del 2014, financiadas con fondos de la ahora desmascarada USAID, organización terrorista genocida norteamericana para someter a las democracias del mundo, con 700 medios y 7.000 periodistas a sueldo y más su variada legión de ONG. Luego aborda la masacre de miles de civiles ucranianos de habla Rusa en El Donabas. El boicot -reconocido por Europa- a los acuerdos de paz de Disk para dar tiempo al armado de Ucrania por la OTAN, y la farsa del “Guaidó ruso”, Alexander Navalni. Hasta llegar a la insoportable provocación bélica de occidente contra Rusia en el 2022, que desencadenó el inicio de la guerra. Y por supuesto, el fraude mediático y masivo de los tres últimos años alrededor de la burla infantil de que ”Rusia era solo una gasolinera con bombas atómicas”
También aborda los amargos trances que pasa hoy la oligarquía comunitaria, las urgencias de Trump por apagar los fuegos externos ante la guerra civil interna de sus elites. Y sobretodo, que el mundo es otro con las nuevas potencias asiáticas más el Sur Global.
Con lo que confirma que ha llegado la hora de la verdad:
LA HORA DE LA REALPOLITIK… ESTÚPIDOS !!
Eduardo Bonugli
Madrid, 16/02/25
Las ultimas reuniones entre superpotencia donde participo un «aliado» de EEUU en una Reunion importante fua antes del FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Stalin (URSS) Rossevelt (USA) y Churchill (UK) 1943/1945
Sec Gral de la ex URSS Nikita Sergeyevich Khrushchev junto al asesinado Presidente de USA John F. Kennedy, reunidos algun «aliado» europeo en la reunion!!!
Presidente de USA Gerald R. Ford, detras el mayor geopolitico norteamericano Henry Kissinger norteamericano, junto al Sec Gral del PC de la ex URSS Leonid Brezhnev, algun aliado de EEUU Europeo en las reunion, pues bien esto es LA REALPOLITIK… ESTÚPIDOS !!
LA HORA DE LA REALPOLITIK… ESTÚPIDOS !! SIGLO XXI –PUTIN-TRUMP-XI
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2025/02/Mamuscha.jpg426640Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2025-02-16 22:37:452025-02-16 22:47:41GEOPOLÍTICA POR RADIO CON PEREYRA MELE:¡¡EUROPEOS: ES LA REALPOLITIK, ESTÚPIDOS !! 16/02/2025
La visita del presidente iraní, Massoud Pezeshkian, a Rusia, además de su encuentro con Vladimir Vladimirovich Putin y la firma de un amplio acuerdo de cooperación entre nuestros países, es un hito geopolítico muy importante. Estamos hablando de que, tanto desde el punto de vista comercial y económico como desde el punto de vista del desarrollo de las altas tecnologías, recursos y sistema de seguridad, se está creando realmente un bloque militar-político y económico ruso-iraní que multiplica el potencial tanto de Rusia como de Irán.
Irán recibe el apoyo militar, económico y defensivo de Rusia, así como el acceso a determinadas tecnologías rusas, sumamente importantes y que principalmente tienen que ver con el desarrollo de la energía nuclear iraní. Rusia, por su parte, obtiene el acceso potencial y real al Océano Índico. En otras palabras, se está solucionando una vieja tarea de nuestra geopolítica, que históricamente hemos intentado resolver de diversas maneras, incluso mediante tratados amistosos. Pero ahora estamos más cerca que nunca de hacer realidad el sueño de nuestros generales rusos de tiempos del Imperio y obtener de ese modo el acceso a los mares cálidos, lo cual no hemos podido conseguir en el pasado. Pero Irán, a su vez, obtiene acceso al vasto territorio de Eurasia y al Ártico.
Todo esto es mutuamente beneficioso y multiplica tanto nuestro potencial que resulta difícil de imaginar sus implicaciones reales. Durante muchos años, incluso décadas, yo participe en la preparación de este tratado y puedo revelar que durante mucho tiempo hubo una enorme resistencia al mismo tanto dentro de Rusia como de Irán. Esto no puede explicarse sino mediante la actuación de nuestros enemigos estratégicos, los globalistas, que utilizaron directa e indirectamente todas sus redes dentro de ambos países para sabotear este tratado aprovechándose de la diferencia psicológica y las tradiciones diplomáticas entre nosotros y los iraníes. Los globalistas hicieron todo lo posible para sembrar contradicciones y conflictos entre Rusia e Irán por detalles técnicos menores.
Sin embargo, gracias a los increíbles esfuerzos de personas que han permanecido en gran medida en la sombra este tratado se ha firmado hoy. Desde el punto de vista geopolítico, es un gran cambio. El factor geopolítico más fiable, importante y fuerte de este acuerdo es lo que se conoce como «integración meridional», es decir, la integración a lo largo del eje Norte-Sur (frente a la mucho más compleja y problemática integración Este-Oeste). Y cuanto más eficaz sea, cuanto más impulso se dé a este acercamiento entre el Norte y el Sur, más libre de conflictos y más armoniosa será la convivencia en nuestra región, sin hablar de la multiplicación de nuestra autonomía.
También es importante señalar que el acuerdo actual entre Rusia e Irán se firma en vísperas de la toma de posesión de Donald Trump y en el mismo momento en que Trump anuncia sus planes de integración Norte-Sur: de ahí la idea de Canadá como 51º Estado y la anexión de Groenlandia, lo que por supuesto reforzaría las capacidades de Estados Unidos. Con ello, Trump se aleja del modelo globalista de integración Este-Oeste, que siempre crea conflictos, problemas y guerras.
Así pues, ahora mismo estamos estableciendo las perspectivas de esta integración geopolítica vertical y meridional. Y es muy importante que la integración meridional de Eurasia con el Este vaya en paralelo con la integración meridional en el Oeste, en el hemisferio occidental. Y esto no se contradice, sino que, al contrario, crea zonas de seguridad controladas exclusivamente por centros soberanos tanto en el Este como en el Oeste.
También es significativo que este acuerdo llegue en los días del acuerdo entre Israel y Hamás. Hace casi un año y medio Israel lanzó una guerra en Gaza y un genocidio total contra la población palestina con tal de destruir a Hamás. Pero como ahora ha llegado a un acuerdo con Hamás, eso significa que Hamás no ha sido destruido. Y la mayoría de los expertos internacionales dicen que Israel aceptó la derrota, incluso después de haber cometido un enorme número de crímenes de guerra, atrocidades, exterminando a los palestinos… aun así este fue el resultado.
Sí, Israel ha asestado un golpe colosal tanto en el Líbano como en Siria y ha arrasado Gaza. ¿Y entonces? ¿Y cuáles son los resultados políticos? En Israel, los sionistas de extrema derecha lo entienden perfectamente. Los ministros Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, que iniciaron una estrategia tan brutal en Gaza, pero acabaron sin lograr nada, siguen animando una operación sanguinaria con tal de imponer su sueño de un «Gran Israel». Como resultado, la imagen de Israel ha sido demonizado en la comunidad internacional.
Israel ha perdido su antigua imagen de «víctima». Y esto los asusta. La religión secular del Holocausto, que dominó Occidente durante muchos años, ha quedado prácticamente abolida. Israel no fue una víctima esta vez, sino un agresor, un cruel verdugo y un ser despiadado. Sí, los judíos, como muchos otros pueblos, fueron víctimas de un genocidio durante la Segunda Guerra Mundial. Pero ahora un genocidio perpetrado por el Estado judío contra los palestinos se ha llevado a cabo y esto supone un duro golpe para el prestigio a nivel internacional de Israel.
Por supuesto, este acuerdo entre Israel y Hamás fue en parte también un golpe para el mundo chií. Pero ahora, gracias al acuerdo estratégico ruso-iraní de hoy, el equilibrio de poder en Oriente Medio está cambiando. Rusia, a diferencia de Irán, no es un adversario de Israel, pero a partir de ahora actuamos como garante de la seguridad de nuestros aliados, ya que Israel depende de nuestros adversarios occidentales. Y esto también crea un nuevo acuerdo estratégico en Eurasia con una alianza ruso-iraní y, más ampliamente, ruso-chií mediante la integración geopolítica meridional del Norte-Sur.
En resumen, es muy difícil valorar el acontecimiento de hoy. Repito, llevamos décadas impulsándolo y superando enormes dificultades por el camino. Y me alegro sinceramente de que hoy se vaya a firmar este acuerdo sobre una asociación estratégica global a gran escala. Se trata realmente de un acuerdo muy importante y de un momento histórico muy importante, realmente clave. Por ello, quiero dar las gracias especialmente a todas las personas (a menudo invisibles, pero muy importantes) que han hecho posible este acuerdo.
Y lo que es más importante, nunca dejo de admirar la sabiduría de nuestro Comandante Supremo, que comprende perfectamente no sólo las prioridades estratégicas en política, sino que con la más fina habilidad diplomática elige el momento para concluir los tratados y acuerdos simbólicos más importantes.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2025/01/IRA-RUSIA.jpg304540Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2025-01-22 22:39:392025-01-22 22:40:37El avance geopolítico ruso: gracias al tratado con Irán Rusia llega al Océano Índico
En un acuerdo detallado de asociación estratégica firmado la semana pasada en Moscú, las potencias euroasiáticas Rusia e Irán lanzaron un desafío al orden global liderado por Estados Unidos y pusieron sobre aviso a su nuevo presidente entrante.
En geopolítica, el momento lo es todo. El viernes pasado, en Moscú, sólo tres días antes de la investidura del presidente estadounidense Donald Trump en Washington, los principales líderes de los BRICS, el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente iraní Masoud Pezeshkian, firmaron un Acuerdo de Asociación Estratégica Integral, detallado en 47 artículos, el doble de los del reciente acuerdo entre Rusia y Corea del Norte.
Esta asociación estratégica ahora está escrita en piedra justo cuando la enorme e impagable deuda del gobierno de Estados Unidos alcanza una cifra sin precedentes de 36,1 billones de dólares, equivalente a 106.400 dólares por estadounidense, y justo cuando la participación de Estados Unidos en la economía global cae por debajo del 15 por ciento por primera vez, según cifras del Banco Mundial y el FMI.
En marcado contraste, la asociación estratégica entre Rusia e Irán apunta a solidificar aún más el impulso interconectado de organizaciones multilaterales cruciales encargadas de organizar el nuevo mundo multimodal : BRICS+, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Digamos que se trata de un momento histórico en el largo y continuo proceso de integración euroasiática o, como lo interpreta en gran medida la mayoría global, un desafío directo y soberano al moribundo “orden internacional basado en reglas” impuesto por Occidente.
La amplia alianza estratégica entre Teherán y Moscú impulsa la colaboración en los ámbitos de seguridad y defensa, y pone especial énfasis en el desarrollo sin problemas del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), un eje transeurasiático que une a Rusia, Irán e India, consolidando a Irán como un centro de tránsito clave para el gas y los bienes rusos vendidos a varios socios afroeurasiáticos.
Mapa del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC).
Reescribiendo las reglas de la guerra asimétrica
Es esclarecedor destacar la propia interpretación que hace Putin de la asociación, a la que califica de “documento innovador” que establece “objetivos ambiciosos” centrados en el “desarrollo sostenible”.
Agregó que Rusia e Irán están alineados en “la mayoría” de las cuestiones de política exterior, son naciones independientes y que ambas naciones civilizacionales “resisten la presión externa y se oponen a las sanciones ilegítimas”.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, destacó cómo la asociación reemplaza “el unilateralismo por la cooperación y el respeto ”, en un acuerdo destinado a proporcionar a Irán y Rusia las herramientas para construir “ un nuevo orden en el que la cooperación reemplazará a la hegemonía y el respeto reemplazará a la imposición”.
Ahora, pasemos a los detalles. Si bien el acuerdo no constituye una alianza militar formal, la asociación institucionaliza intercambios militares al más alto nivel, desde ejercicios conjuntos y desarrollo de armas hasta proyectos de intercambio de inteligencia.
Moscú venderá inevitablemente aviones de combate Sukhoi S-30, misiles Pantsir, Tok y Buk y sistemas de defensa S-400 (y en el futuro cercano, S-500) para la defensa aérea iraní contra posibles casos de aventurerismo entre Estados Unidos e Israel, mientras compra una amplia gama de misiles y drones fabricados en Irán. También se impulsarán los intercambios sobre investigación en inteligencia artificial. Tanto Irán como Rusia están en la primera línea mundial de la reescritura de las reglas de la guerra asimétrica.
El acuerdo estipula que Rusia prestará “asistencia” a Irán. En la práctica, eso significa no sólo armas, sino también la defensa de Teherán ante las Naciones Unidas y otras fuerzas internacionales contra amenazas diplomáticas y la minimización de los efectos de sanciones económicas perjudiciales.
Y si ocurriera un ataque contra Irán, Rusia, por supuesto, no colaboraría con el atacante: ni información ni permiso para usar territorio ruso para ataques o incursiones.
La infraestructura energética es un pilar esencial de la alianza y apuntará a mejorar la situación de Irán en medio de una economía interna en deterioro. Rusia proporcionará tecnologías energéticas de última generación para desarrollar la vasta (pero aún pendiente de modernización) infraestructura energética iraní, las redes de gasoductos y el comercio de gas natural licuado (GNL) en constante expansión.
El día del acuerdo, el ministro de Energía ruso, Sergei Tsivilev, proporcionó nuevos detalles sobre un nuevo acuerdo de 30 años para construir un gasoducto en el mar Caspio entre Gazprom y la Compañía Nacional de Gas de Irán (NIGC), que incluirá a Azerbaiyán y probablemente buscará alejar a Bakú de posiciones hostiles en la región. Rusia cubrirá los costos de infraestructura y, esencialmente, proporcionará gas a Irán y a algunos de sus vecinos.
El volumen proyectado de 55.000 millones de metros cúbicos al año una vez completado el proyecto es comparable a la capacidad del gas gemelo Nord Stream de la Unión Europea, saboteado sigilosamente por los estadounidenses, como reveló en 2022 el veterano periodista de investigación Seymour Hersh .
Este acuerdo energético es esencial para Teherán porque, si bien posee las segundas reservas de gas más grandes del planeta (34 billones de metros cúbicos, solo detrás de Rusia), sufre escasez interna, especialmente en invierno. La mayoría de las vastas reservas de gas del país no se exploran debido a las sanciones estadounidenses que se han impuesto desde hace décadas.
Mejorando el “laboratorio del futuro”
En el frente geoeconómico, Rusia e Irán están en el centro de uno de los corredores de conectividad claves del siglo XXI : el INSTC, que une a tres BRICS (el otro es India), es inmune a las sanciones y constituye una alternativa mucho más rápida y barata al otrora indispensable Canal de Suez.
El otro corredor es la Ruta del Mar del Norte (NSR) que atraviesa el Ártico, que los chinos llaman Ruta de la Seda del Hielo o Ruta de la Seda Polar. China se define a sí misma como un “estado cercano al Ártico”.
Mapa de las principales rutas marítimas mundiales y pasos alternativos del Ártico, incluidas las rutas del Noroeste y del Noreste.
El INSTC es la integración euroasiática en su máxima expresión y se convierte en un proyecto de conectividad fundamental para los BRICS. Las repercusiones geoeconómicas son asombrosas, ya que el INSTC acelerará el proceso dentro de los BRICS+ de eludir el sistema financiero internacional dominado por el dólar estadounidense.
Rusia e Irán ya comercian intensamente con sus propias monedas y criptomonedas, mientras trabajan para perfeccionar un mecanismo confidencial que les permita eludir por completo el sistema de mensajería bancaria global SWIFT, con sede en Bélgica. El siguiente paso es configurar una red de pagos que abarque toda Eurasia, que estará vinculada a un mecanismo BRICS en evolución, y ya se están discutiendo y probando varias opciones en lo que solo puede describirse como “un laboratorio del futuro”.
La proverbial histeria imperial que define la alianza como el nuevo capítulo del nuevo “eje del mal” (al que se suman Corea del Norte y China para colmo) es irrelevante. El momento geopolítico, una vez más, es inestimable, sumado a la reacción contra la demencia de las sanciones.
Por cierto, la demencia seguirá siendo intrínseca al eje occidental liderado por Estados Unidos. El jefe de la Inseguridad Nacional, Jack Sullivan, antes de su patética salida, sugirió a la Casa Blanca un ataque a las instalaciones nucleares de Irán antes del inicio de Trump 2.0, algo que habría hundido inmediatamente al presidente republicano entrante en el ojo del huracán: una guerra masiva en Asia occidental.
El problema es que el círculo de fuego sionista que rodea a Trump está, de hecho, heredando estos planes de ataque de la administración saliente de Biden, y están lejos de encontrar oposición en todo el Estado Profundo de Estados Unidos; por lo tanto, la demencia nunca se detiene. Considerando la arrogancia que impregna el Imperio del Caos, no habrá ningún grupo de realistas que realmente comprenda las ramificaciones de la entente estratégica entre Rusia e Irán.
La mentalidad de guerras eternas que devastó grandes porciones de Afganistán, Irak, Libia, Siria, Gaza, Ucrania y otros lugares ahora está siendo ligeramente modificada. Sin embargo, los neoconservadores y neoliberales permanentemente empleados que han controlado la política exterior estadounidense durante décadas no desaparecerán. La diferencia es que ahora Rusia e Irán, en estrecha cooperación, están desafiando directamente al Imperio del Caos, recargado.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2025/01/iran.jpg9001600Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2025-01-22 22:22:162025-01-22 22:24:14En vísperas de Trump, Irán y Rusia lanzan acuerdo histórico
He elegido de introducción éste verso del cantautor Gabo Ferro como una forma de alerta por la peligrosa e inducida ignorancia de las sociedades occidentales, en un mundo sometido a terribles y permanentes conflictos fragmentados provocados por el poder anglosajón que nos dejan sin aliento, además de agobiarnos con su estrategia mediática que acelera la velocidad de las noticias para que se superpongan una contra otra. Y así lograr que el siguiente acontecimiento oculte al anterior, sin tiempo ni capacidad de comprensión ni de análisis equilibrados y que ello nos haga rehenes de la interpretación manipulada de los hechos.
Tal maniobra mediática, con su correspondiente avalancha de desinformaciones, se ha puesto de manifiesto estos días con el fulminante ataque y destrucción de Siria, que responde por completo -no a una rebelión popular- y si a la estrategia de los servicios de inteligencia occidentales (EEUU, Israel, Inglaterra, Francia e Inglaterra) más la participación directa e imprescindible de Turquía, quiénes bajo la excusa épica de “liberar a los sirios de una cruel dictadura” cuando -por el contrario- persiguen con ésta agresión largamente ansiada y preparada, algunas de sus más desmesuradas ambiciones en Asia, tan añoradas como pro imperialistas. Ambiciones tales como:
El sueño húmedo de Henry Kissinger -y de anglosajones y europeos- del desguace y partición Siria hasta ser un páramo desquiciado por luchas tribales, étnicas y religiosas (para el expolio de sus inmensas reservas de gas y petróleo) y que encaja con el plan maestro del “Gran Oriente” balcanizado, indefenso y entregado a las codicias imperiales. Foto A
Un paso de gigante para la expansión sionista hacia el anhelado Gran Israel -“desde el Nilo hasta el Éufrates”- ocupando Siria más otros países vecinos y con Irán como objetivo tan preferente como obsesivo.
La más que conocida pretensión del presidente turco Recep Erdogan por restaurar el antiguo y todo poderoso Imperio Otomano, que paradójicamente, a partir de ahora sería el siguiente plato a devorar en el insaciable banquete sionista / norteamericano.
La obsesión mística y fanática del DAHES o ISIS por instaurar en la región EL CALIFATO, “una idea, un territorio”. Ahora con su nueva versión conocida como HTS (Hayat Tahrir al Sham) que proviene nada menos que de las antiguas organizaciones Al Qaeda, Al Nusra y el Estado Islámico (ISIS).
Son cuatro actores avariciosos -más sus descomunales pretensiones expansionistas- unidos en la necesidad común de derrocar al régimen de Bashar al-Assad, pero que ya ha degenerado en un anárquico y contradictorio marco de terribles enfrentamientos “entre vencedores”, donde se impone un horizonte de guerra de “todos contra todos”, apuntando a una tragedia global e histórica de terribles consecuencias humanitarias y que desmonta el falso e idílico relato de “una comunidad internacional” alumbrando la democracia y el bienestar para los sirios.
Por ahora, y pocos días después del “esperanzador triunfo de La Libertad”, ONG occidentales han adelantado ya el desplazamiento forzoso y desesperado, sólo en el norte de Siria, de más de 120.000 personas por los combates entres estos bandos y por los bombardeos israelíes.
Y mientras que en Occidente están extasiados por el frenesí de festejos ante “la caída del dictador” y ciegos por los augurios delirantes de un “futuro brillante” para Siria -que cómo estado ya no existe- pretenden hacernos olvidar hechos trascendentales ocurridos en el mundo a lo largo de las últimas semanas, tales como:
El impresionante misil ruso hipersónico Oreshnik y sus letales efectos que ha dejado muda a la OTAN, así como impotente y sin margen de efecto a las indecentes amenazas nucleares del moribundo régimen de Biden.
También quieren minimizar que en estos días la Unión Europea ha terminado de pisotear los últimos despojos de su “sacrosanta democracia occidental”, marcando un antes y un después sobre el derecho universal del voto, ante los descalabros electorales en su frontera oriental y con la anulación de las elecciones en Rumania por haber dado el triunfo al candidato crítico con la OTAN y contrario al envío de armas a Ucrania.
Se empeñan en disimular las vergüenzas de que el “milagro económico político” de Corea del Sur, protectorado estadounidense siempre presentado como un espejo moral del Occidente “demoliberal”, que se despachó con un golpe de estado tan “bananero” como lastimoso y cobarde, pero que confirma que las franquicias atlantistas en Asia, salvo Australia y Nueva Zelanda (Japón, Filipinas, Vietnam y otros), sufren una crítica desestabilización interna, similar a la bolsa de gatos de los europeos.
Y otro tanto ocurre con el escandaloso derrumbe del gobierno francés de apenas tres meses de vida, envuelto en una impresionante crisis económica, social y política, que no sólo acelera la caída en picado de Emmanuel Macron, sino que ridiculiza patéticamente a Francia como potencia nuclear, miembro con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, socio preponderante de la OTAN y activo valedor -a la par de la pauperizada Gran Bretaña- en incrementar la guerra de Ucrania, que incluye el repudiado capricho de enviar tropas propias al frente. Además de ser, junto a la agónica Alemania de Olaf Scholz, la más achacosa e inútil locomotora económica, política y estratégica de la Unión Europea de toda su historia. Sin olvidar que el 2024 fue el año en que Francia fue expulsada ignominiosamente de África.
Así y todo, y a pesar de tan terribles realidades casi terminales para el globalismo neoliberal, las fuerzas mediáticas de Occidente -mientras se regocijan sobre las ruinas y el dolor de los sirios- se empeñan en burlarse de Rusia e Irán (y por añadidura de China) como eco de los desprecios nada diplomáticos de la canciller de la UE, Kaja Kallas y del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quiénes por sus típicas ingenuidades geopolíticas, creen que este efímero triunfo puede frenar el cataclismo del mundo unipolar, cuando en realidad los supuestos beneficios de la tragedia siria no tardarán mucho en mostrarse, no solo como un chasco, sino como otro grave tiro el pie para sus “colonias europeas”.
Sin lugar a dudas, la pérdida de influencia sobre Siria y la ocupación de su territorio por ésta “Alianza Frankenstein” es un importante contratiempo para las estrategias de Moscú y Teherán, inclusive para China y para el imparable ascenso de la economía de los BRICS. Y es prudente entender y sopesar que ha afectado algunos planes del mundo multipolar, prestando atención a lo relacionado con la logística y el transporte y en lo tocante a la Nueva Ruta de la Seda, por la pérdida de influencia sobre tan estratégico territorio. Aunque se debe recordar ahora más que nunca, el mayor legado en infraestructuras de Putin: el estratégico corredor Norte Sur que sale de San Petersburgo, pasa por todo el Cáucaso, llega a Irán y sale al Golfo Pérsico. Una ruta que permitirá el transporte de mercaderías y energías en ambas direcciones, totalmente alejado de la zona de conflicto que hoy se dirime en Siria y haciendo que Rusia quede fuera de las sanciones occidentales, además de reducir de 45 a 10 días el trayecto hasta Bombay, además de propiciarle enlaces con Irán, la India y muchos otros países y llegando incluso a competir con el canal de Suez. (1)
Por lo que ésta contingencia -sorpresiva para muchos- no variará las grandes tendencias que se vislumbran para el siglo XXI, y que todo lo ocurrido en estos últimos cinco lustros, tanto los avances logrados por las nuevas potencias emergentes como la degradación del imperio anglosajón en todos sus órdenes, SON YA IRREVERSIBLES. Además de que “la victoria occidental en Siria” está condenada a provocar graves sangrías internas entre sus promotores,además deuna devastadora tragedia humanitaria y -lamentablemente- posibles sufrimientos para las poblaciones occidentales.
El discreto silencio y la sobriedad de Rusia y China ante los acontecimientos, han desatado la creencia entre los occidentales que se deben a un reconocimiento tácito de la derrota. Y eso es así por que ésta camada de dirigentes de EEUU y Europa -la más incompetente y neófita de siempre- no ha aprendido nada de la historia. Sigue sin entender la idiosincrasia oriental a pesar de los golpes recibidos. Resulta increíble que aún no tengan claro que el silencio, la paciencia y la prudencia del mundo asiático, sirven para proteger acuerdos profundos e inalterables además de ser un preludio a respuestas demoledoras.
Ya no quedan dudas de que el régimen sirio de Al Assad recibió propuestas de ayudas contundentes de parte de sus potencias aliadas, pero su decisión final fue entregar mansamente el poder. El tiempo sacará a la luz la verdad y las respuestas a las preguntas ¿Si no pudo, no quiso o no supo defenderse? También es cierto que era un régimen agotado hasta la extenuación tras años de guerra, enmarañado en sus propios errores y que no tenía el fondo ni los arrestos de la década pasada, cuando de forma épica supo resistir e imponerse desde 2011 al tsunami imperial de las Primaveras Árabes. Aquellas que terminaron en un sonado y trágico fracaso para la estrategia anglosajona, como que dejaron terribles secuelas para las poblaciones que supuestamente iban a “ser liberadas por Occidente”, además de abandonar a países enteros en manos de terroristas y mafiosos, a los que entonces los hacían pasar como “rebeldes”. Un falso relato que hoy se repite.
La historia de las Primaveras Árabes nos enseña también que los terroristas de entonces, adiestrados, financiados y dirigidos por EEUU, Inglaterra y la UE, atacaron a regímenes laicos proclives a la convivencia entre culturas y religiones diversas. Tanto Libia, Irak, Siria y el Líbano, era o son, contenedores de importantes minorías étnicas y religiosas, siempre protegidas y a salvaguarda de las sectas fanatizadas. Por lo que hoy, en medio de tanta orgía mediática por “la caída del tirano”, urge la preocupación y la duda por lo la suerte -“en la nueva y prometedora Siria”- de esos miles de cristianos acostumbrados a la tolerancia de Al Assad y que ahora ya están bajo la dictadura extremista del Estado Islámico.
¿Qué festejará y dirá esta prensa triunfalista y de qué manera actuará el poder anglosajón? cuando los “barbudos fanáticos corta/cuellos” del nuevo gobierno de Damasco, que fueron su vanguardia de élite en esta invasión,se ceben contra los creyentes cristianos de allí, que representan nada menos que a la religión occidental mayoritaria por excelencia.
En tanto que cualquier pronóstico se ensombrece aún más, cuando se conoce que una de las primeras medidas dictadas por los terroristas en el poder fue liberar de forma masiva a los yihadistas encarcelados en Siria, que ya se están reincorporado a las filas de una organización resurgida a fuerza de dólares, que mantiene intacta su ideología extremista y la renovada pretensión de instalar un califato tanto en Oriente Medio cómo en África. Algo que ahora -con la ayuda de Occidente- sienten que lo tienen a tiro de piedra. Mientras que desde la prensa orgánica de la OTAN tratan románticamente de “rebeldes” a estos criminales aliados suyos, con
Abu Mohammed al Jawlani al mando del HTS (Hayat Tahrir al-Sham, traducido como Organización o Entidad de Liberación del Levante) agregando la infantil mentira de que se han convertido de repente en ”pragmáticos, moderados y hasta inclusivos”, cuando en realidad es una organización islamista suní involucrada en la guerra civil Siria y considerada terrorista por la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Turquía y otros países. (2) Foto B
Y entre tanta falsedad de relatos, solo le falta al increíble periodismo occidental publicar imágenes de los terroristas enarbolando la enseña multicolor de LGTB+ en lugar de la bandera negra del ISIS. Mientras está tardando (y de qué manera) la clásica campaña del neo feminismo capitalista, reclamando por los derechos de las mujeres en la nueva “Siria fundamentalista”, tal cual lo hacen con clara intencionalidad política contra Irán y otros gobiernos incómodos para el imperio norteamericano. Por el contrario, los lunáticos titulares en el “mundo libre” insisten, desean, ruegan y sobre todo deliran con que se impondrá la moderación entre los yihadistas.
Demasiado frescor ingenuo para apagar tanto fuego infernal, porque la realidad es tozuda y aunque la mano de la censura trate de tapar la luz de la verdad, en las redes sociales se pueden ver que las masacres, los asesinatos, las venganzas y las persecuciones ya campean por toda Siria. Ya sean entre tribus, etnias o religiones y también entre particulares, además de los saqueos y actos de pillaje. En pocas palabras, lo que se promueve desde “el mundo libre” como seguridad, democracia y progreso, ya llegó a Siria en forma de destrucción, tragedia, odio y muerte.
Y esto lo saben los jerarcas europeos mientras manejan de forma magistral la censura contra sus ciudadanos. En Bruselas han saltado todas las alarmas y se han activado -con máxima alerta- los distintos protocolos antiterroristas, mientras se refuerzan los servicios de seguridad y espionaje. La preocupación y el temor son máximos. Europa es siempre el destino preferido de los que huyen de las guerras en Asia y África -pero también de los terroristas- además del peligro oculto por la acción de “los lobos solitarios islamistas” que viven resentidos en los países comunitarios. Es así el penoso precio a pagar por Europa al ser aliado privilegiado de EEUU.Más la evidencia de que se viene un nuevo tiro en el pié de los patéticos oligarcas comunitarios.
Entretanto, se ha publicado la suspensión de visas y del estatus de refugiado a los sirios que intenten llegar al territorio de la Unión, además de la oferta de dinero a los residentes que opten por retornar a su devastado país. Unas medidas que son apenas pequeñas muestras de un sofisticado aparato de seguridad que conoce la profundidad de los peligros y las consecuencias de esta nueva guerra híbrida de Occidente.
También hay mucha inquietud entre las petro monarquías árabes del golfo Pérsico, cuya conflictividad en la región y el accionar de los terroristas pondrán en riesgo los intereses de Arabia Saudita, Emiratos Árabes y resto de pequeños principados. Saben además que en la zona submarina cercana a la costa de Gaza, los israelíes han descubierto inmensos depósitos de gas, por lo que los judíos no van a permitir que los qataríes y vecinos, utilicen los terrenos arrasados de la nueva Siria como paso de sus gasoductos hacia Europa. Semejante negocio fabuloso se lo reservarán los sionistas para ellos mismos, aunque sea a bombazo limpio.
Entre tanto, por los intereses de Tel Aviv y por las no condiciones del nuevo estado fallido de Siria, estaría muerto antes de nacer el anhelado proyecto de construcción del gasoducto que aliviaría la dependencia europea del gas y petróleo ruso, que saldría de Catar, pasaría por Siria, el Mediterráneo y de allí a Europa, y que fuera el motivo real de las primaveras árabes del 2011 ante la negativa de Al-Assad a la obra. Por lo tanto, encontramos otra vez a Europa en la lista de los perjudicados por los triunfos anglosajones.
Mientras que Netanyahu ya habría decidido cambiar el destino final de la población sobreviviente del genocidio de Gaza, que en principio iba a ser Jordania, pero que ahora sería la parte del territorio en Siria que quede bajo control del HTS. Al hacerlo economizaría en vigilancia y municiones, al juntar en una misma zona a los viejos enemigos palestinos con los nuevos “aliados terroristas”, ya que con ambos solo piensa utilizar la diplomacia de los bombardeos.
Y siguiendo con Israel, se confirma su tendencia histórica de no cumplir los acuerdos firmados, al haber hecho estallar con violencia los acuerdos sobre Los Altos del Golán, invadiendo hasta las cercanías de Damasco y destruyendo la flota naval y todo el parque aeronáutico existente, con la argumentación de que el nuevo gobierno en Damasco no utilice esas herramientas militares para poner en riesgo la seguridad de Israel. Lo que viene a desnudar la realidad de que los socios de esta “alianza Frankenstein” están condenados al enfrentamiento mortal entre ellos y que su “tan noble propósito” de liberar al pueblo sirio, era más bien, no dejar en Siria piedra sobre piedra.
En tanto que desde el punto de vista geopolítico, la fulminante invasión y principio de destrucción de Siria no debería ser un hecho tan sorprendente como tampoco inesperado por los verdaderos conocedores de la realidad global. Su destrucción, vaciamiento y posterior desguace era algo previsto “por necesidad imperial” según diferentes doctrinas norteamericanas del siglo XX….
…Sobre todo por la del “Caos Organizado”, mediante el cual se buscaba transformar el Medio Oriente -incluida Siria- en una región totalmente balcanizada, desmembrada y debilitada, como parte de plan de la doctrina Wolfowitz del ex Secretario de Defensa de EEUU, Paul Wolfowitz entre 2001 y 2005, que trazaba una política exterior «unipolar» y de acción militar preventiva para evitar que otras naciones -Rusia y China- ascendieran a la categoría de superpotencias...
…Tal doctrina fue apoyada activamente por el ex vicepresidente norteamericano Dick Cheney, durante los períodos del presidente Bush (h) entre 2001 y 2009 y llevada adelante desde entonces por las inteligencias norteamericana, británica, francesa y del estado de Israel, uno de los grandes beneficiarios -momentáneos- de este derrumbe del estado Sirio. Pero con el propósito final de servir a los intereses económicos del poder anglosajón y para reforzar su dominio estratégico en la región. Sin embargo, a pesar del triunfalismo desaforado de los medios occidentales, y siendo verdad que se ha logrado generar ese gran caos, no hay nada de nada sobre que sea organizado.
Sin lugar a dudas, las espadas están en alto y los ánimos enfurecidos entre los integrantes del bando vencedor. El poderoso ejército turco, motor de la invasión, está presente en el norte de Siria ante un colchón de amortiguación que lo separa de sus enemigos históricos que intentan establecer un Estado Kurdo y muy decididos a ajustar cuentas. Mientras que los Kurdos son apoyados incondicionalmente por EEUU ya que les protegen sus bases allí instaladas, con las que saqueanlas riquezas petrolíferas y gasíferas de lo que fue el estado Sirio. Por lo que a ese colchón de seguridad no le falta nada para saltar por los aires para que se produzca por fin, el postergado choque de titanes entre la potencia de Turquía y la OTAN.
Por su parte Israel tiene clavado entre ceja y ceja, y desde siempre, el objetivo de hacer desaparecer los restos del viejo imperio otomano -o al menos neutralizarlo- como paso necesario en su expansión sin freno y más ahora que le ha tomado el gusto a los genocidios y a las ocupaciones de tierras. En tanto que bombardea a discreción el suelo sirio marcando el territorio a los terroristas del ISIS (ahora HTS), sabiendo que es otro de los tantos enemigos que se la tienen jurada y que le echan el aliento en la propia puerta de Israel. Mientras los anglosajones saben que a partir de lograda cualquier invasión, se agota de inmediato la subordinación de sus terroristas de vanguardia y que a partir de este punto van por libres con sus ataques imprevisibles hacia cualquier cosa que suene a occidental.
Y si a éste escenario latente de guerra de “todos contra todos” le sumamos el irreconciliable marco interno social y religioso de lo que queda de Siria, que es la sumatoria explosiva de la minoría musulmana sunni, más la minoría dominante alawi, más los kurdos, los drusos y los cristianos, solo queda por preguntar ¿Qué milagro debe ocurrir para que ésta bomba de tiempo no estalle? Y sin entrar en el terreno del mal gusto, estos enfrentamientos generalizados se parecen al cuento del escorpión y la rana. Siendo cada uno de los bandos, por momentos escorpión y por momentos rana. Aunque lo que sí parece garantizado, es que todos se encaminan hacia el conocido final del cuento.
Entre tanto sigue sonando la fanfarria mediática occidental, aunque la tozuda realidad les va mezquinando argumentos al festejo, hasta reducirlos a las morbosas y supuestas acusaciones de crueldad del régimen de Al-Assad mientras crece la censura y la manipulación sobre la realidad verdadera.
Y si han instalado la sensación triunfalista de que todo está ganado para Occidente, que Netanyahu es invencible, intocable y todopoderoso y que EEUU tiene un fondo de armario repleto de dineros, tropas y armas como para hacerse otra vez dueño total del mundo, les resulta imposible esconder el mar en un agujero en la arena y comienzan aparecer artículos de prensa -siempre sesgados y tendenciosos- pero que se ven obligados a reconocer la realidad central del momento, como ocurre con ésta nota: https://www.eldiario.es/internacional/impacto-cambio-regimen-siria-respaldado-eeuu-israel-turquia_129_11901393.html.
En tanto que la foto con los rostros de los líderes occidentales en la catedral de Notre Dame de París, habla a las claras que han sido sobrepasados por unos acontecimientos que no han sabido -ni podido- controlar, además de desarrollarse a una velocidad tan hipersónica, como el temible misil Oreshnik que tanto les quita el sueño.
Y mientras la OTAN deshoja la margarita sobre cómo se financiará durante la etapa Trump, Europa “en modo Nerón”, canta en coro desafinado para incendiarse con más guerra y más derrumbe económico, social y político.
Y Estados Unidos por su parte, sigue en un enfrentamiento interno con tufos de guerra civil, en tanto que el nuevo presidente electo recibirá en pocas semanas un terreno alevosamente conflictivo y minado por su predecesor.
2- Más datos de “Los Rebeldes Moderados y Pragmáticos” y sus comportamientos, según agencias de noticias independientes:
El HTS, y más aún el SNA (Ejército Nacional Sirio, anteriormente Ejército Libre Sirio (FSA) y también conocido como Ejército Libre Sirio (TFSA) respaldado por Turquía, que no es monolítico como el régimen Talibán, y si una multitud de grupos regionales condiferentes visiones y motivaciones. Todos bajo el paraguas del HTS y el SNA. Lo peor de todo es que son muchos y muy diferentes los intereses…La característica principal es que son muchos, diversos, aventureros, mercenarios, criminales, sádicos y pervertidos, además de que la mayoría no son nacidos en Siria y que fueron reclutados deliberadamente con la gestión y el dinero de Israel y Turquía.
Y ya hay informes sobre masacres procedentes de Siria, perpetradas por extremistas que no respetan un mando central en estas trágicas horas donde se han manipulado multitudes en la zona para que estén hambrientas de espectáculos sangrientos. Una práctica habitual en Oriente, que consiste en vengarse de los vecinos, pero no por sus propias manos, sino por manos de extranjeros. Por ejemplo, en la granja Al-Rabiya, provincia de Latakia, fusilaron a alauitas sólo por sus confesiones. Los autores del delito llaman a los muertos “cerdos nusayritas”.
3- La Doctrina Wolfowitz, “el credo que puede abocar a EE.UU aun gran conflicto”
El autor Agradece la colaboración en redacción y correcciones realizada por nuestros Colega desde Madrid Eduardo Bonugli.
FOTO A
FOTO B cuando el «rebelde» moderado, pragmatico e inclusivo Abu Mohammed al Jawlani Jefe del HTS era buscado como TERRORISTA por el Gobierno de EEUU y hoy gobierna el estado fallido Sirio
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/12/ISIS-SIRIA.jpg427640Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-12-16 13:40:402024-12-16 19:24:05EL ISIS MÁS EEUU, ISRAEL Y TURQUÍA APLASTAN A SIRIA; Por Carlos Pereyra Mele
Las apresuradas declaraciones de miembros del futuro gobierno demuestran que toman en serio la advertencia con la que Vladimir Putin presentó el ataque hipersónico contra Dnipró
Eduardo J. Vior analista internacional, artículo para Dossier Geopolitico
En una entrevista con Fox News el futuro Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, reconoció este domingo 24 que es urgente poner fin negociadamente a la guerra en Ucrania. Con su gesto desautorizó el desafío que el gobierno norteamericano actuante hizo a Rusia autorizando oficialmente a Ucrania el uso de los cohetes ATACSM contra objetivos en territorio ruso. El futuro consejero de Donald Trump se distanció también del Reino Unido y de Francia, quienes dispararon desde Ucrania respectivas salvas de Storm Shadow y Scalp. Las tres potencias intentaron provocar una respuesta nuclear de Rusia que imposibilitara toda negociación por largo tiempo. Moscú, sin embargo, dobló la apuesta atacando el jueves 21 con un cohete hipersónico intercontinental imperceptible para los radares e imparable para la defensa antiaérea. Vladimir Putin explicó el ataque en un discurso a la nación en el que advirtió a Occidente que el próximo lanzamiento será contra sus propias centrales. No obstante, no es de esperar que el anuncio ruso calme al “Estado profundo” y la propuesta republicana de tratativas está aún en pañales.. A menos de que Rusia fuerce antes la decisión en el campo de batalla, hasta el 20 de enero y después viviremos en vilo, atentos a que alguno de los contendientes pase la línea roja.
Mientras los ministros de Relaciones Exteriores del G 7 se reúnían este lunes 25 y martes 26 en Fiuggi y Agnani, dos villas vecinas en el Lacio, con la guerra en Ucrania al tope de su agenda, Michael Waltz, nominado por Donald Trump como Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aprovechó para exponer en una entrevista con Fox News la estrategia del gobierno entrante para el conflicto ucraniano. “Tenemos queponer fin a esto de forma responsable. Necesitamos restaurar la disuasión, restaurar la paz y adelantarnos a esta escalada en lugar de responder a ella”, aseguró. Dando una señal a los congregados en Italia, el representante republicano destacó la importancia de implicar en el proceso a los países europeos. “Todos nuestros aliados y socios tienen que asumir esta carga”, declaró.
El nivel de generalidad de las declaraciones del futuro primer consejero presidencial muestra su falte de ideas elaboradas. Entre tanto, mientras que el equipo de Donald Trump recién está empezando a pensar cómo encarar las tratativas de paz con Rusia, el “Estado profundo” sigue provocando. Todavía en vísperas de la reunión de ministros, el titular francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, manifestó a la BBC que Ucrania puede disparar misiles franceses de mayor alcance contra Rusia en “lógica de autodefensa”.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajárova, declaró este mismo lunes 25 a los medios estatales rusos que los comentarios de Barrot “no son un apoyo a Ucrania, sino más bien un toque de difuntos”.
En su discurso del jueves 21 el presidente ruso informó sobre el ataque realizado por Rusia contra una fábrica de cohetes en Dnipró (la rusa Dnipropetrovsk, la segunda ciudad de Ucrania y mayormente rusohablante) utilizando un cohete hipersónico llamado Oréshnik (avellana). Por un lado, el bombardeo se hizo como represalia por el lanzamiento ucraniano el martes anterior de un cohete norteamericano ATACSM contra un objetivo en la provincia rusa de Briansk. Por el otro, empero, mucho más importante, fue un aviso explícito a los aliados occidentales de que Rusia puede atacarlos con este proyectil, “sin que tengan forma de detenerlo”, como explicó el jefe moscovita. “Los cohetes atacan objetivos a una velocidad de Mach 10, de 2,5 a 3 kilómetros por segundo. Los modernos sistemas de defensa aérea y el sistema de defensa anti cohetes estadounidense no intercepta estos cohetes. Esto es imposible”, dijo.
El cohete RS-26 Rubezh Balístico ICBM que Rusia probó con éxito en Ucrania es un gran cohete intercontinental que al interior lleva muchos cohetes pequeños capaces de llevar ojivas nucleares y abarcar una gran extensión de terreno.
El cohete fue lanzado desde Volgograd (la antigua Stalingrad), a orillas del Volga, recorrió 840 km en poco más de 3:30 minutos y destruyó su objetivo en la ciudad de Dnipró, a orillas del Dniéper:
De este modo, el Alto Mando ruso respondió drásticamente a la provocación norteamericana, pero sin caer en la trampa de usar su arsenal nuclear.
La utilización de los ATACMS indica el grado de involucramiento de fuerzas norteamericanas en la guerra, ya que Ucrania no puede operarlos sin ayuda de los militares de EEUU, sostienen los expertos. Los ATACMS utilizan datos de navegación por satélite que proporciona el Ejército de EEUU; la selección de objetivos y sus coordenadas corre a cargo de especialistas técnico-militares estadounidenses y el proceso de carga de la misión de vuelo en la cabeza de guiado del cohete lo llevan a cabo soldados norteamericanos.
La autorización que Joe Biden dio a Ucrania el fin de semana del día 16 fue festejada en ambas orillas del Atlántico. En el Parlamento Europeo la saludaron con aplausos y una ovación de pie. Por el contrario, críticos dentro del Partido Republicano han calificado la medida de Biden como loca. Por ejemplo, el representante Thomas Massie ha afirmado que autorizar ataques dentro de Rusia es un “acto de guerra inconstitucional” y un “delito impugnable”,
El broche de oro de las discusiones sobre la escalada actual en la guerra en Ucrania lo puso el famoso periodista estadounidense Tucker Carlson, quien comentó su percepción acerca de futuras posibles acciones del presidente ruso, Vladímir Putin, en caso de que se sienta amenazado.
“Creo que la gente en Washington malinterpreta a Vladímir Putin y piensa que es un monarca con poder absoluto, lo cual no es cierto, dijo. La política rusa es compleja y animada. Y Putin está muy preocupado por su índice de aprobación dentro de Rusia. No puede parecer débil”, afirmó. Entre otras cosas, el periodista resaltó que, si bien durante la Guerra Fría las autoridades estadounidenses tampoco estaban de acuerdo con la postura de los dirigentes soviéticos y no aprobaban sus acciones, “ningún presidente estadounidense, demócrata o republicano en el cargo durante esos periodos respondió atacando Rusia”. “Quiero decir, nunca ha pasado nada como esto. Nunca nadie ha estado tan loco “», sintetizó Carlson.
El lanzamiento del cohete hipersónico ruso suscitó gran alarma en Occidente. La OTAN y Ucrania han informado que mantendrán conversaciones de emergencia. “El conflicto está entrando en una fase decisiva”, dijo el viernes 22 el primer ministro polaco, Donald Tusk, y “adquiriendo dimensiones muy dramáticas”.
El intercambio de cohetes entre ambos contendientes es parte del agravamiento general de la crisis en el este de Europa que está signando los últimos días del gobierno demócrata en Washington, probablemente con la intención de crear hechos irreparables que impidan al futuro presidente Donald Trump alcanzar la paz con Rusia.
Confirmando que la decisión de Biden no es una respuesta a la supuesta presencia de tropas norcoreanas en el frente de Kursk –como alegó la propaganda occidental-, el viernes 22 AP difundió una información de The New York Post (afín al Pentágono) dando cuenta de que “documentos secretos filtrados esta semana muestran que Berlín se está preparando para movilizar a Ucrania hasta 800.000 soldados de la OTAN, incluidas tropas estadounidenses, cuando la amenaza nuclear de Rusia alcance niveles sin precedentes”.
Gestación del plan de la “Operación Alemania” según la Bundeswehr
Sin embargo, lejos de ser secreto, el plan apareció este viernes 22 en la página web oficial de la Bundeswehr como OPLAN DEU. El texto oficial explica del siguiente modo la finalidad del plan:
“El OPLAN DEU es una reacción al empeoramiento de la seguridad situación de la seguridad en Europa. Reúne los principales componentes militares centrales de la defensa nacional y de la alianza defensa en Alemania con los necesarios servicios civiles de apoyo en un plan ejecutable desde el punto de vista operativo. De este modo, establece las disposiciones de planificación para garantizar que en caso de crisis o conflicto, tras una decisión política pueda adoptarse de forma selectiva y ajustada al marco constitucional. Establece procedimientos, procesos y responsabilidades con el fin de proteger Alemania, su integridad territorial y a sus ciudadanos, así como asegurar el despliegue de las fuerzas armadas aliadas a través de Alemania hasta el flanco oriental de la OTAN.”
La publicación del plan confirma la preparación de la Alianza Atlántica para un avance hacia el este desde mucho antes del supuesto despliegue de fuerzas norcoreanas en territorio ruso.
En el mismo sentido se supo este lunes 25 que Alemania está trabajando en la elaboración de una lista de búnkeres que podrían servir de refugio de emergencia a la población civil, según informa el semanario Der Spiegel. El Ministerio del Interior informó que los sótanos, los estacionamientos subterráneos, las propiedades privadas y las estaciones de subte podrían convertirse en refugios, con una aplicación especial que indique dónde se encuentra el búnker más cercano.
Con el lanzamiento del cohete hipersónico Oréshnik Rusia ha revuelto el gallinero: los estrategas occidentales venían aumentando el grado de sus provocaciones, para obligar al Kremlin a jugar la carta nuclear y así justificar una guerra general que aniquilaría el intento de Donald Trump por negociar una retirada honorable. El disparo del proyectil y el discurso del líder ruso que lo acompañó pusieron los puntos sobre las íes. Los aliados saben ahora que Moscú puede responder con un poder de destrucción inigualable, a cualquier distancia, sin poder ser detenido y sin necesidad de echar mano al arsenal nuclear.
La falta de respuestas en Occidente abarca a ambos bandos. Los belicistas no saben cómo seguir provocando sin sufrir golpes demoledores. Los realistas, a su vez, quieren hallar la puerta de salida del conflicto, pero la superioridad del adversario no les da paso. En la fase actual de la guerra, a Rusia no le conviene negociar hasta vencer en la batalla decisiva y alcanzar sus objetivos. Sin embargo, las provocaciones no van a cesar y pueden crear situaciones de alto riesgo para la paz mundial.
Ya ha comenzado el otoño boreal y han caído las primeras nevadas. Todavía faltan las tempestuosas lluvias de la estación, que harán imposible el desplazamiento de las fuerzas terrestres. Es dudoso que en diciembre puedan retomar las operaciones sobre el suelo helado. La situación, entonces, se vuelve dramática: todo retraso de la decisión en el campo de batalla opera a favor de los provocadores que quieren desatar una hecatombe. ¿Quién llegará primero: el ejército ruso hasta el Dniéper o una nueva provocación que obligue a Rusia a responder con aún mayor potencia? No se vayan: la película recién comienza.
El presidente ruso, Vladimir Putin, emitió un comunicado el jueves sobre los dos ataques con armas occidentales de largo alcance en territorio ruso el 19 y 21 de noviembre y el ataque reactivo de Moscú a una instalación dentro del complejo industrial de defensa de Ucrania en la ciudad de Dnepropetrovsk con un misil balístico hipersónico no nuclear hasta ahora desconocido llamado Oreshnik.
El viernes, en una reunión en el Kremlin con los altos mandos militares , Putin volvió a abordar el tema y aclaró que Oreshnik no está realmente en una etapa “experimental”, como había determinado el Pentágono, sino que su producción en serie ya ha comenzado.
“Dada la particular fuerza de esta arma, su potencia, se pondrá en servicio en las Fuerzas de Misiles Estratégicos”, añadió. “También es importante que, junto con el sistema Oreshnik, en Rusia se estén probando varios sistemas similares. Según los resultados de las pruebas, estas armas también entrarán en producción. En otras palabras, tenemos toda una línea de sistemas de mediano y corto alcance”.
Putin reflexionó sobre el contexto geopolítico: “La actual situación militar y política en el mundo está determinada en gran medida por los resultados de la competencia en la creación de nuevas tecnologías, nuevos sistemas de armas y desarrollo económico”.
En pocas palabras, la escalada de tensiones autorizada por el presidente estadounidense Joe Biden ha tenido un efecto contraproducente. ¿Biden ha mordido más de lo que podía masticar? Esto es lo primero.
Al parecer, Estados Unidos decidió que las “líneas rojas” de Putin y la disuasión nuclear de Rusia eran cosa de retórica. Washington no tenía ni idea de la existencia de un arma maravillosa como el Oreshnik en el arsenal ruso, que es tan demoníacamente aterradora como un misil nuclear en su puro potencial apocalíptico destructivo, pero que salvará vidas humanas. Putin añadió con calma que Rusia tiene la intención de avisar con antelación a los civiles para que se aparten del camino antes de que el Oreshnik se dirija a su objetivo designado para aniquilarlo. La conmoción y el asombro en las capitales occidentales hablan por sí solos. Biden evitó hacer comentarios sobre el tema cuando los periodistas le preguntaron.
El Oreshnik no es una actualización de los viejos sistemas de la era soviética, sino que “se basa completamente en innovaciones modernas de vanguardia”, subrayó Putin. Izvestia informó que el Oreshnik es una nueva generación de misiles rusos de alcance intermedio con un alcance de 2.500-3.000 km y potencialmente de 5.000 km, pero no intercontinental, equipado con múltiples vehículos de reentrada con objetivos independientes (MIRV), es decir, con ojivas de separación con unidades de guía individuales. Tiene una velocidad entre Mach 10 y Mach 11 (superior a 12.000 km por hora).
El diario ruso Readovka informó que con una carga útil de combate estimada de 1.500 kilogramos, elevándose a una altura máxima de 12 kilómetros y moviéndose a una velocidad de Mach 10, el Oreshnik lanzado desde la base rusa en Kaliningrado atacaría Varsovia en 1 minuto 21 segundos; Berlín, 2 min 35 s; París, 6 min 52 s; y Londres, 6 min 56 s.
En su declaración del jueves, Putin afirmó que “hoy en día no hay forma de contrarrestar este tipo de armas. Los misiles atacan objetivos a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 kilómetros por segundo. Los sistemas de defensa aérea que existen actualmente en el mundo y los sistemas de defensa antimisiles que están creando los estadounidenses en Europa no pueden interceptar este tipo de misiles. Es imposible”.
De hecho, ha nacido una belleza terrible, pues Oreshnik no es sólo un arma hipersónica eficaz ni un arma estratégica ni un misil balístico intercontinental, sino que su poder de impacto es tal que, cuando se utiliza en masa y en combinación con otros sistemas de precisión de largo alcance, su efecto y potencia están a la altura de las armas estratégicas. Sin embargo, no es un arma de destrucción masiva, sino un arma de alta precisión.
La producción en serie implica que se están desplegando decenas de Oreshnik, lo que significa que ningún grupo de personal de los EE.UU./OTAN ni ninguna unidad de inteligencia de objetivos angloamericana en los búnkeres de Kiev o Lvov están a salvo por más tiempo.
Oreshnik es también una señal para el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, que no deja de pedir hasta la saciedad un acuerdo inmediato para poner fin a la guerra. Irónicamente, Oreshnik se ha desarrollado sólo como reacción de Moscú a la dura decisión que adoptó en 2019 el entonces presidente estadounidense Trump de retirarse unilateralmente del tratado soviético-estadounidense de 1987 sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF). Por lo tanto, esto también indica que la confianza de Moscú en Trump es casi nula.
Para dejar en claro este punto, el mismo día que Oreshnik salió de su silo, Tass publicó una entrevista inusual con un importante miembro de un grupo de expertos ruso afiliado al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Kremlin: Andrey Sushentsov, director de programa del Club de Discusión Valdai, decano del Departamento de Relaciones Internacionales MGIMO del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso y miembro del Consejo Científico del Consejo de Seguridad Ruso.
Los siguientes extractos de la entrevista, claros y sorprendentes, deberían disipar la hipótesis de que hay algo especial entre Trump y Putin:
“Trump está considerando poner fin a la crisis ucraniana, no por simpatía hacia Rusia, sino porque reconoce que Ucrania no tiene posibilidades reales de ganar. Su objetivo es preservar a Ucrania como una herramienta para los intereses estadounidenses, centrándose en congelar el conflicto en lugar de resolverlo. En consecuencia, bajo el gobierno de Trump, la estrategia a largo plazo de contrarrestar a Rusia persistirá. Estados Unidos sigue beneficiándose de la crisis ucraniana, independientemente de qué administración esté en el poder”.
“Estados Unidos ha recuperado su posición como principal socio comercial de la Unión Europea por primera vez en años. Son los europeos los que soportan la carga financiera de prolongar la crisis ucraniana, mientras que a Estados Unidos no le interesa resolverla. En cambio, les conviene más congelar el conflicto, mantener a Ucrania como herramienta para debilitar a Rusia y como foco persistente en Europa para mantener su enfoque de confrontación.”
“Trump ha hecho numerosas declaraciones que difieren de las políticas de la administración de Joe Biden. Sin embargo, el sistema estatal estadounidense es una estructura inercial que se resiste a las decisiones que considera contrarias a los intereses estadounidenses, por lo que no todas las ideas de Trump se materializarán”.
“Trump tendrá un período de dos años antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato, durante el cual tendrá cierta libertad para impulsar sus políticas en el Senado y la Cámara de Representantes. Después de eso, sus decisiones podrían enfrentar resistencia tanto en el país como por parte de los aliados de Estados Unidos”.
No nos engañemos: Rusia no se hace ilusiones. Putin no dudará en cumplir las condiciones que esbozó en junio para resolver el conflicto: la retirada de las tropas ucranianas de Donbass y Novorossiya; el compromiso de Kiev de abstenerse de unirse a la OTAN; el levantamiento de todas las sanciones occidentales contra Rusia; y el establecimiento de una Ucrania no alineada y libre de armas nucleares.
Está claro que esta guerra seguirá su curso hasta llegar a su única conclusión lógica, que es la victoria rusa. El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvedev, tiene toda la razón cuando dijo ayer en una entrevista con Al Arabiya que el uso del misil Oreshnik “cambia el curso” del conflicto ucraniano.
Las capitales occidentales tendrán que aceptar la realidad de que las posibilidades de escalada de la guerra están llegando a su fin. No se equivoquen: si se intenta otro ataque ATAMCS dentro de Rusia, tendrá consecuencias devastadoras para Occidente.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, lo expresó muy bien: “Si ustedes [la OTAN] creen que pueden atacar todo en territorio ruso con logística y armas occidentales sin obtener una respuesta, y que Putin no usará las armas que considere necesarias, entonces no lo conocen o son anormales”.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/11/PUTIN-Y-JEFES.jpg474768Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-11-24 20:58:352024-11-24 21:01:56Un momento decisivo en la guerra de Ucrania
Por décadas referencia de la fortaleza económica de Europa occidental, la locomotora alemana ha perdido empuje y ahora, en un escenario político nacional agitado y fragmentado, con un entorno global adverso, se queda sin la coalición tripartita que la condujo tres añosy se prepara para elecciones anticipadas.
El sistema político alemán, símbolo de estabilidad desde la posguerra, entró de golpe en un torbellino con la fractura de la coalición de socialdemócratas, liberales y verdes (2021), incapaz de sacar del estancamiento a la mayor economía de Europa.
El gobierno del “semáforo” (rojos, amarillos y verdes) del socialdemócrata Olaf Scholz se desmembró por la salida del principal referente de los Liberales y ministro de Finanzas, Christian Lindner (Demócratas Libres), cuando el país da señales alarmantes de debilidad productiva, en particular de su industria.
La economía alemana lleva dos años cayendo por el impacto de la pandemia, la guerra de Ucrania y la competencia de China. Va camino de contraerse por segundo año consecutivo (hasta 0,2%) y desde 2018, antes ya de la pandemia, no logra un crecimiento potente como acostumbraba.
En su lugar, Lindner -liberal ortodoxo y fiscalista- impulsaba una baja de impuestos de sociedades y a la renta, financiada con recortes del gasto social, reformas del mercado laboral y una desregulación destinada a fomentar la inversión privada. “Es indecente”, dijo Scholz, y lo reemplazó por su copartidario Jörg Kukies.
La salida de Lindner, eclipsada en las noticias por el triunfo de Donald J. Trump en EEUU, obliga a Scholz a someterse a una moción de confianza, en diciembre. Si la pierde, Scholz llamará a elecciones anticipadas (debían ser en septiembre), para el 23 de febrero.
En la oposición, espera volver al poder la conservadora CDU pero también buscan una oportunidad la ultraderecha radical y la izquierda nacionalista, ambas de creciente apoyo en las últimas elecciones regionales en el postergado Este del país.
Los conservadores, liderados por Friedrich Merz (68), reclaman una resolución política rápida: “No podemos estar meses gobernados sin una mayoría, ni meses en campaña ni semanas formando otro gobierno”, dijo. La misma demanda le hizo la industria y recogen las encuestas.
Cambio de contexto
Al principio, la coalición gozó de popularidad, pese a ser la primera tripartita que gobernaba en más de seis décadas, liderada por los socialdemócratas, que siempre habían administrado el país en solitario, o aliado con los verdes, o co-gobernando tres veces (1966, 2005 y 2013) en “gran coalición” con los conservadores.
La economía reaccionó con fuerza en ese 2021 de cambio político. El gobierno de Scholz (66, foto) evitó una gran crisis energética e introdujo reformas sociales, entre otros logros.
Sin embargo, Alemania sintió el doble golpe de la reconfiguración energética de toda Europa por el corte del suministro desde Ucrania y Rusia por la guerra, y de la competencia industrial de China. Y sumó un factor interno: el Tribunal Constitucional prohibió al Ejecutivo federal reutilizar los fondos sobrantes de la pandemia. Ese ajuste condenó la suerte del gobierno tripartito.
Socialdemócratas y liberales querían ampliar el gasto público para reactivar la economía y cumplir sus promesas, pero los Liberales insistieron en respetar el llamado “Cero Negro”, un techo de deuda consagrado en la Constitución germana que impide tomar prestadas grandes sumas salvo en emergencias como el COVID.
La poderosa industria alemana quedó tocada por la interrupción de las cadenas globales de suministro de 2020-2021. Y la invasión a Ucrania en 2022 llevó al país a quedarse sin gas ni petróleo rusos, lo que redujo la rentabilidad histórica de sectores claves como la siderurgia, la química y la construcción.
Por fin, la expansión tanto de la industria como del mercado de consumo interno de China -hace siete años principal socio comercial de Alemania, con un intercambio de casi 300 mil millones de euros- le redujo un mercado clave a la máquina económica germana, históricamente montada para exportar bienes manufacturados.
Mientras que en 2020 China absorbió el 8% de todas las exportaciones alemanas, este año es más probable que la cifra se reduzca al 5%. Eso se nota en el sector automotriz, portaestandarte industrial alemán, que ahora enfrenta la competencia de vehículos eléctricos chinos de gran calidad pero salidos de plantas subsidiadas.
Tres sectores claves, el automotriz, el químico y el metalúrgico caen ahora simultáneamente, al cabo de casi tres años de estancamiento y, este año, de probable contracción del PIB. Pero Alemania da señales de cansancio desde antes.
La producción industrial -sin construcción- tocó techo en 2017 y ha caído un 16% desde entonces. La inversión empresarial ha disminuido en 12 de los últimos 20 trimestres y ahora se encuentra en un nivel que no se había visto durante la primera fase de la pandemia. La inversión extranjera directa también ha caído fuerte.
En su última previsión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice que el PIB alemán crecerá sólo un 0,8% en 2025. De las economías más grandes y ricas, sólo Italia crecerá a un ritmo tan lento. Para peor, los alemanes ahorran ahora el 11,1% de sus ingresos, el doble que los estadounidenses, desacelera más la economía.
Por si fuera poco, Trump volverá a la Casa Blanca y amenaza con imponer aranceles de hasta el 20% a los productos procedentes de la UE, que golpearían de lleno a las exportaciones germanas, cuyo 10% tiene como destino Estados Unidos.
Alemania, pero también Francia, son víctimas de las mismas fuerzas políticas que ayudaron a Trump: la reacción contra el costo de vida, la ansiedad y la ira ante la inmigración y la erosión de la confianza pública en las élites políticas.
“El modelo empresarial alemán está en grave peligro, no en el futuro, sino aquí y ahora”, advirtió Siegfried Russwurm, presidente de la Federación de Industrias Alemanas (BDI), y siembra alarma: una quinta parte de la producción industrial alemana podría desaparecer en 2030. “La desindustrialización es un riesgo real”.
El presidente del poderoso Bundesbank o Banco Central alemán, Joachim Nagel, pone paños fríos: “Alemania no está en declinación”, dijo, y destacó que el número de desempleados (2,8 millones) es el más bajo de la última década y la solidez de los balances de las empresas alemanas.
“Alemania como lugar de negocios es mejor que su reputación actual”, según el banquero central, quien estima que la economía alemana tiene margen para expandirse sin recalentarse -como temen los liberales que rompieron la coalición- por la escasez de mano de obra y el bajo aumento de la productividad.
Horizonte de cambio
Cuando el frenazo de la locomotora alemana era indisimulable, el gobierno tripartito de Scholz apostó en 2023 a la inversión de cientos de miles de millones de euros de inversiones en tecnología verde. “Alemania podrá alcanzar por un tiempo tasas de crecimiento vistas por última vez en los años 50 y 60”, afirmaba el Bundeskanzler.
Un año más tarde, el gobierno aceptó que la economía corría riesgo de volver a la recesión pero ya el clima político interno del gobierno de coalición era demasiado tenso por el debate sobre un eventual endeudamiento adicional.
Scholz intentó reformas para estimular el crecimiento, entre ellas incentivos para que las empresas inviertan y los trabajadores se reincorporen al mercado laboral, así como subvenciones energéticas para algunas fábricas.
También prometió una “nueva agenda industrial” y llamó a los líderes empresariales y sindicales a una cumbre para debatir la salvaguarda de los empleos industriales. Pero lo hizo sin siquiera invitar a sus aliados liberales y verdes, toda una señal de que el gobierno se desmoronaba.
El futuro del primer ministro socialdemócrata, cuya popularidad se ha reducido a mínimos (sólo 14% apoya la coalición), depende ahora más que de su propio partido de la performance de la fuerza conservadora CDU, liderada por Friedrich Merz (68, foto), quien aboga por elecciones que le den “estabilidad” al sistema político.
Según Scholz, Alemania tiene margen para ampliar el gasto. “Hay soluciones para financiar con solidez nuestras instituciones y responsabilidades públicas”, dijo, y confió en obtener el apoyo de los conservadores de Merz para aprobar sus medidas de coyuntura en el Parlamento antes del recurso de llamar a elecciones.
“Después de tres años, se han perdido 300.000 puestos de trabajo en la industria. Eso no es el legado de gobiernos anteriores . . . Eso es el resultado de su política económica de los últimos tres años”, denuncia sin embargo Merz, que pone a salvo la herencia histórica de la conservadora Angela Merkel hasta 2021.
Para reactivar la locomotora alemana, los conservadores impulsan una Agenda 2030, de menos burocracia, menos impuestos a empresas y grandes rebajas de electricidad para industrias.
El socialdemócrata SPD (15,5% en la encuesta) y la conservadora CDU (32,5%) siguen siendo cabeza del escenario de partidos como hace seis décadas.
Sin embargo, han perdido terreno ante fuerzas liberales (11,5%), verdes (5%) y, en especial, la neonazi Alternativa por Alemania (AfD) (19,5%) y la recién surgida Alianza Sara Wagenknecht (7%), de esa líder homónima, de ideas económicas izquierdistas pero posiciones reaccionarias sobre migración.
Scholz también ha tenido problemas para responder al creciente descontento sobre la inmigración. Tras una tregua durante la pandemia, el país se ha enfrentado a un repunte de las nuevas llegadas, con 6,6 millones de personas en la última década. Alemania concentra ahora un tercio de todas las solicitudes de asilo de Europa.
Javier Benitez entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele
El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, saludó el interés de Turquía por acercarse a los BRICS. Asimismo, incidió en el atractivo de este grupo, cuya seña de identidad es el respeto a la Carta de la ONU. Mientras, el jefe de la Cámara de Comercio e Industria alemana afirmó que los signos de desindustrialización en el país son cada vez más claros.
El pragmatismo del sur global supera a Occidente
En una entrevista que concedió al periódico turco Hürriyet, Lavrov afirmó que Rusia es partidaria de ampliar los lazos de los BRICS con los países de la mayoría global, sobre todo, con los que apoyan el multilateralismo, llevan adelante una política exterior soberana e independiente, y no se suman a las sanciones unilaterales del Occidente colectivo.
“Saludamos el interés de Turquía por acercarse a los BRICS. Esto confirma el atractivo de la asociación basada en el respeto a la Carta de la ONU, la apertura, el pragmatismo y la no directividad frente a terceros”, declaró al medio turco el jefe de la diplomacia rusa.
AUDIO:
En opinión del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, podemos observar al respecto que lo que antes atraía era un polo de concentración, o querer integrar una asociación que favoreciera a la nación que intentaba acceder a ella. “Hoy está claramente demostrado que la Unión Europea, en primer lugar, no es ni tanta unión, ni tan europea”.
Y mientras los países del sur global siguen avanzando en sus agendas de crecimiento y desarrollo, el jardín de Josep Borrell se marchita a pasos agigantados. Así, el director de la Cámara de Comercio e Industria alemana [DIHK], Martin Wansleben, afirmó que “los signos de desindustrialización son cada vez más claros”.
Mencionó que la principal representante de los trabajadores de VW, Daniela Cavallo, dijo que la compañía cerraría al menos tres fábricas en Alemania, despediría a 30.000 trabajadores, y recortaría los salarios en un 10%, y hasta un 18% en algunos casos. En este contexto, el 30 de octubre VW informó una caída en el beneficio neto del 64%, interanual, en el tercer trimestre, atribuible principalmente a las débiles ventas de sus automóviles en China.
Esto se produce tras meses de noticias igualmente escalofriantes. Ya en febrero el fabricante de electrodomésticos Miele dijo que trasladaría parte de su producción a Polonia, lo que afectará a 700 puestos de trabajo en Gütersloh, en Renania del Norte-Westfalia, la sede de la empresa familiar de 125 años de antigüedad. En tanto, Continental, proveedor de automóviles, está eliminando 7.000 puestos de trabajo y cerrando plantas. Por su parte, el fabricante de neumáticos francés Michelin está eliminando 1.500 puestos de trabajo en Alemania y cerrando fábricas. Y en julio, ZF Friedrichshafen, otro proveedor alemán de automóviles, informó que para 2028 eliminaría 14.000 puestos de trabajo.
“Todos estos datos vienen a echar por tierra toda una mitología que por lo menos se nos ha trasladado a los pueblos periféricos de la importancia que tenían los países centrales tradicionales que durante uno o dos siglos han estado controlando el desarrollo y las capacidades globales. Lo que está sucediendo en Alemania se va a ver replicado en otras regiones. Cuando se hacen esas deslocalizaciones de industrias, como en el caso citado de una empresa que se va a Polonia, allí no van a pagar mejores sueldos que en Alemania. Por supuesto que para que les dé ganancia, el recorte va a ir siempre al lugar más débil, que es la cadena de sueldos de sus operarios”, apunta Pereyra Mele.
Un nuevo estudio del DIHK de Wansleben está repleto de cifras alarmantes. En él se revela que un tercio de todas las empresas y dos quintos de las firmas industriales encuestadas tienen previsto reducir sus inversiones en Alemania. Solo un 19% de las firmas industriales califican su situación actual de “buena”, mientras que un 35% la califica de “mala”.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/11/Turquia-Rusia.jpg630945Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-11-07 21:43:162024-11-07 21:43:58Rusia y Turquía congenian y avanzan, mientras Alemania descarrila en plena debacle europea