Por M. K. BHADRAKUMAR de su sitio web

Estados Unidos fue anfitrión de la primera reunión del nuevo grupo de trabajo sobre terrorismo en formato Quad en Honolulu, Hawaii, del 19 al 21 de diciembre. El grupo de trabajo QUAD sobre terrorismo se constituyó en marzo en la reunión a nivel de ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Nueva Delhi, organizada por el Ministro de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar. 

La declaración conjunta emitida después de la reunión de marzo señaló “con profunda preocupación que el terrorismo se ha vuelto cada vez más difuso, ayudado por la adaptación de los terroristas y el uso de tecnologías emergentes y en evolución, como los sistemas aéreos no tripulados e Internet, incluidas las plataformas de medios sociales para reclutamiento e incitación a cometer actos terroristas, así como para el financiamiento, planificación y preparación de actividades terroristas”. 

Al anunciar el establecimiento del Grupo de Trabajo del Quad sobre Antiterrorismo, la declaración conjunta señaló que “explorará la cooperación entre el Quad y con sus socios del Indo-Pacífico para contrarrestar formas nuevas y emergentes de terrorismo, radicalización hacia la violencia y extremismo violento”. .” 

Una declaración del Departamento de Estado el viernes después de la reunión inaugural del grupo de trabajo subrayó que el foco de la discusión era «mejorar la cooperación del Quad en respuesta a un abrumador incidente terrorista en la región del Indo-Pacífico». [Énfasis añadido.]

La declaración del Departamento de Estado decía además que las discusiones se referían a “presentaciones y un ejercicio teórico centrado en el intercambio de información sobre amenazas terroristas en constante evolución, un mayor desarrollo de mecanismos de coordinación regional y la lucha contra el uso terrorista de tecnologías emergentes. Los participantes (los cuatro países del Quad) exploraron qué capacidades y apoyo podría ofrecer el Quad, y cómo el Quad podría coordinarse para apoyar las capacidades existentes de los países del Indo-Pacífico”. 

No hace falta mucho ingenio para darse cuenta de que Estados Unidos se centra en la situación en desarrollo en el Mar Rojo, donde una coalición de dispuestos encabezada por Estados Unidos está luchando por asumir el desafío al transporte marítimo planteado por los indomables hutíes de Yemen. 

Los hutíes tienen una vieja cuenta que saldar con Israel debido a las repetidas intervenciones encubiertas de este último en la guerra civil en Yemen que se remonta a la década de 1960, debido a la gran importancia de ese país a los ojos de los estrategas israelíes como salida de Israel al Océano Índico y el Lejano Oriente, que hoy se ve agravado por el apoyo de los hutíes a los derechos de los palestinos y la negativa a normalizar las relaciones con Israel.

En abril de 2018, los Emiratos Árabes Unidos, aprovechando la inestabilidad y la falta de un gobierno central en Yemen, simplemente ocuparon la isla de Socotra de ese país, respaldados por tanques, vehículos blindados y artillería. Desde entonces, los Emiratos Árabes Unidos han anexado la isla de Socotra y, en un proyecto conjunto con Israel, están tratando de construir allí una base militar que albergaría a soldados, oficiales y otros expertos y personal militar israelíes en un proyecto para ejercer control militar sobre las rutas marítimas y operaciones de inteligencia. contra Irán. 

Sin duda, las condiciones de inseguridad que afectan el tráfico marítimo hacia el Canal de Suez tendrán enormes consecuencias para la economía mundial en múltiples sentidos: el comercio internacional y las cadenas de suministro, el mercado petrolero, etc. Pero detrás del aluvión de propaganda, las verdaderas intenciones estadounidenses pueden ir mucho más allá.  La demonización de los hutíes proporciona una capa de nubes que oscurece lo que en realidad es una matriz increíblemente compleja.  

Según un análisis del grupo de expertos estadounidense Washington Institute for Near East Policy, Israel tiene planes de desplegar submarinos al este de Suez. Claramente, la base militar de Socotra será ideal para que los submarinos israelíes proyecten su fuerza en el Mar Arábigo. No sorprende que los hutíes estén furiosos por la pérdida de soberanía de su país sobre Socotra y la transformación de la isla en un puesto avanzado israelí con el apoyo tácito de Estados Unidos. Esto es una cosa. 

Los estados regionales son cautelosos a la hora de asociarse con la coalición encabezada por Estados Unidos de los que están dispuestos a desplegar fuerzas navales en el Mar Rojo para preservar los intereses israelíes bajo el pretexto de proteger la «libertad de navegación». Los hutíes no harán concesiones con Israel y los Estados de la región actuarán con cautela para no quedar atrapados en el fuego cruzado. Los hutíes tienen una reputación bien ganada de ser luchadores duros y, en este caso, también son un grupo muy motivado con adrenalina fluyendo por sus venas después de haber resistido la guerra entre Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos para borrarlos del panorama político de su país.

Desde una perspectiva geopolítica, Estados Unidos tiene fuertes razones para dominar el Mar Rojo, donde China tiene una base naval en Djibouti y Washington ha estado alimentando la guerra civil en Sudán para mantener al país en ebullición y bloquear los planes de Rusia de establecer una base de submarinos. . Otro estado litoral, Eritrea, ocupa una posición estratégica clave en el lado oriental del Mar Rojo, que tiene fuertes vínculos económicos, diplomáticos y militares con China y Rusia. 

De hecho, los esfuerzos estadounidenses por derrocar al  primer ministro democráticamente elegido, Abiy Ahmed, de Etiopía , el país más grande del Cuerno de África y alineado con Rusia, fracasaron estrepitosamente. Basta decir que a Estados Unidos no le queda ni un solo amigo o aliado en toda la parte oriental del Mar Rojo.  

La gran pregunta es si la estrategia estadounidense para arrastrar a QUAD –y junto con él, a la India– al Mar Rojo tendrá éxito. En cierto modo, esto es una repetición de la historia cuando, resistiendo la presión de la administración de George W. Bush, el gobierno de Atal Bihari Vajpayee se negó a unirse a la coalición encabezada por Estados Unidos de los dispuestos a invadir Irak en 2003. En retrospectiva, eso resultó ser una sabia decisión. Entonces, como ahora, hay grupos de interés influyentes en Delhi que probablemente abogarían por la participación india en la «guerra contra el terrorismo» encabezada por Estados Unidos contra los hutíes . 

De hecho, los comentarios ambivalentes del portavoz indio en una conferencia de prensa el jueves causan cierta inquietud: “Mire, India siempre, por supuesto, ya sabe, hemos tenido intereses creados y hemos apoyado el libre movimiento del transporte marítimo comercial. Eso es algo que nos interesa. Por supuesto, estamos siguiendo de cerca los acontecimientos allí. En la medida en que creo que hubo… también somos, como saben, parte de los esfuerzos a nivel mundial para… los esfuerzos internacionales para garantizar el envío gratuito, ya sea contra la piratería o de otro modo, la India ha estado involucrada en ello. Así que continuaremos monitoreándolo. Creo que hubo alguna comunicación sobre este grupo de trabajo o la operación, pero tendría que volver a comunicarme con usted sobre cualquier novedad específica sobre ese tema, porque no sé si ha habido alguna invitación específica o nos han pedido que nos unamos o hemos aceptado hacerlo. Como dije, esta es una nueva iniciativa y tendremos que comunicarnos con usted tan pronto como tengamos algo que transmitir al respecto. Pero permítanme enfatizar que hemos sido parte de los esfuerzos para garantizar el tránsito seguro de los barcos en el Mar Arábigo y valoramos la libre circulación del transporte marítimo comercial. No tengo conocimiento de ninguna conversación con ningún país específico, ciertamente Irán o Yemen…” 

Mientras tanto, lo que hay que señalar cuidadosamente es que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó por teléfono al primer ministro Narendra Modi el martes, coincidiendo con la reunión del grupo de trabajo QUAD en Hawaii. Modi escribió más tarde que durante un intercambio “productivo” de opiniones sobre el “conflicto en curso entre Israel y Hamas” con Netanyahu, los dos tenían “preocupaciones compartidas” sobre el tráfico marítimo. La publicación de Modi no profundizó en detalles mientras que la versión israelí afirmó que Modi «señaló que la libertad de navegación es una necesidad global esencial que debe garantizarse».

De hecho, hay mucho en juego para que Israel dé lastre a la coalición liderada por Estados Unidos en el Mar Rojo. Estados Unidos e Israel están desesperados por involucrar a la India en su próxima desafortunada «guerra contra el terrorismo» contra Yemen, un estado civilizacional, para darle a su arriesgada empresa un lugar y un nombre regional.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico.

Por Dr. Jorge Alejandro Suárez para No te Olvides del Sahara Occidental

ECS. Madrid. | De tanto en tanto observamos que algunos proponen ya como solución al conflicto del Sáhara Occidental, aceptar el plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007. Esto fue apoyado por los llamados Plan Baker I y II, que naufragaron, tanto por razones políticas y jurídicas. Ahora, la administración Biden, según subsecretario adjuntoJoshua Harris, dice que apoya esta solución. Lo ha anunciado la semana pasada desde Argel.

Bajo una lectura simplista de la última resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que insta a las partes a buscar una salida realista al conflicto. Ello no significa aceptar la solución de una de las partes, sin más argumento que su peso demográfico o político. Una solución realista implica tener en cuenta varios factores en el complejo geopolítico, que es el Magreb.

Desde hace largos años, el régimen de Marruecos propone como única alternativa para salir del conflicto un régimen de autonomía regional. Se mantiene inamovible y sobre una posición de fuerza, con apoyo político de Francia en Naciones Unidas, rechaza cualquier idea o propuesta distinta a la de un “Sahara marroquí”.

Esto lo señala claramente uno de lo puntos sobre la llamada Iniciativa marroquí de autonomía del Sahara: «En respuesta a esta llamada de la comunidad internacional, el Reino de Marruecos se ha inscrito en una dinámica positiva y constructiva, comprometiéndose a someter una iniciativa para la negociación de un estatuto de autonomía de la región del Sahara, en el marco de la soberanía del Reino y de su unidad nacional.»

Las resoluciones de Naciones Unidas donde claramente hablan del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, como del dictamen de la Corte Internacional de Justicia de 1975, no tienen valor para Rabat, que se empecina en la integración del Sahara – a pesar de que la ocupación ha sido declarada ilegal – como única salida, dejando también de lado los compromisos que surgen del Plan de Arreglo.

Para Marruecos, el derecho de autodeterminación tiene una interpretación errónea. El estatuto de autonomía, resultante de las negociaciones, será sometido a una consulta mediante referéndum de las poblaciones concernidas, conforme al principio de la autodeterminación y de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Es sabido que el principio de autodeterminación es bien distinto, hablando el lenguaje coloquial, es el derecho que tiene un pueblo a elegir su propio destino, entre ellos conformar un estado independiente. O como dice el Dr. Carlos Ruiz Miguel la soberanía del territorio pertenece a la población originaria. Por ende, los saharauis son los únicos depositarios de la soberanía del Sáhara occidental.

En su momento el ex secretario general Koffi Annan, consideró que el referéndum sobre el Sahara, habría un ganador y un perdedor, razonamiento que tomó muy en cuenta Marruecos. La pérdida de las “provincias del sur” es políticamente inaceptable, por muchos motivos. En primer lugar, el delicado equilibrio del régimen marroquí está estrechamente con el conflicto.

Esto en el pasado justificó ideológicamente al régimen, como también sus abusos y represión política. Económicamente también tendría su impacto, por la cuestión de la minería del fosfato y la pesca. Por ende, asumiendo el costo político, correspondiente, Marruecos ha optado por una política de negar a los saharauis como actor en el conflicto e imponer su voluntad unilateralmente, buscando consensos en la comunidad internacional.

Hasta ahora ningún Estado, ha reconocido la anexión marroquí salvo el ex presidente Trump y los intentos de hacerla valer, ha sufrido duros reveses, como en fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea.

Las promesas marroquíes, incluyen un estatuto de autonomía, la creación de una región autónoma del Sahara con su ejecutivo, parlamento, poder judicial, fuerzas policiales, capacidad tributaria propia en determinadas materias, competencias en materia de vivienda, cultura, deportes, promoción económica, infraestructura. El Estado marroquí queda como responsable de la defensa nacional, legislación de fondo, relaciones exteriores, atributos propios de la soberanía del Estado (himno nacional, bandera, moneda, etc.).

La Iniciativa marroquí propone una consulta vía referéndum en el marco de una serie de negociaciones con las “poblaciones” del territorio. En este marco habla de la creación de consejo de transición responsable de la repatriación (no menciona para nada el término saharaui o refugiado), desmovilización y desarme de “elementos armados”.

El plan de autonomía marroquí contrario a la geopolítica

La doctrina internacional, como la jurisprudencia son claras respecto al concepto de “autodeterminación”. El Plan de arreglo de 1991, los fallos de la Corte Internacional de Justicia, del Tribunal Superior de Justicia de la UE, el dictamen del Asesor Jurídico de Naciones Unidas de 2002, resoluciones de Naciones Unidas son contundentes en relación al conflicto.

Por ende la idea que quiere imponer Marruecos es incompatible con el derecho internacional. Pero hay otras circunstancias que resultan inaceptables para los actores que forman parte del conflicto. En primer lugar, para la República Saharaui, reconocida por más de medio centenar de naciones y la Unión Africana. Y por otro lado, por Argelia y Mauritania, y también en menor medida por España.

Es sabido que Marruecos tiene una relación conflictiva con sus vecinos. Históricamente sostiene la idea del llamado “Gran Marruecos” un objetivo de extender las fronteras nacionales sobre una serie de espacios sobre una lectura tergiversada de la historia.

Detrás de esta visión, está el control de ricos recursos estratégicos y transformar al país en una potencia de primer orden en la región, siendo funcional a los intereses franceses.

Francia ha sido el principal sostén político estratégico de Rabat. La guerra del Sahara, no hubiera sido posible sin el apoyo militar francés. Estados Unidos apoyó con medios y asesores recién en los 80. La invasión del Sahara fue factible gracias al equipamiento francés, incluso hasta el día de hoy, el desarrollo naval marroquí, va de la mano del apoyo francés.

El expansionismo marroquí, beneficia a Occidente.

En su momento, el apoyar la invasión marroquí del antiguo Sahara Español, impidió que Argelia extendiera su influencia política, no solo en el Sahara, sino también se consolidara en Mauritania. El fortalecimiento marroquí, es observado con preocupación por sus dos vecinos. Argelia y Mauritania. La política de contención del ascenso de Marruecos como potencia regional es mantener vivo el conflicto saharaui.

Argelia con su apoyo a la República Saharaui, permite que 100.000 soldados marroquíes sigan aferrados a los llamados “muros defensivos”, manteniéndolos lejos de la frontera argelino marroquí. Las zonas liberadas vendrían ser una suerte de “zona de amortiguación”.

Argelia ha percibido el rearme de Marruecos, lo que se ha traducido en los últimos diez años de apuesta al desarrollo de capacidades industriales, potenciar el poder naval y aéreo. La ventaja argelina en lo naval, es evidente, con capacidad anfibia, submarina y de combate de superficie. La flotilla de submarinos argelina de origen ruso, puede bloquear la salida de los medios navales marroquíes.

El potencial energético de Argelia, convierte al país en un actor de fuste. La experiencia en guerra antiterrorista, lo transforma en un factor a considerar. Los argelinos mantienen una estrecha vinculación con Rusia y han sabido explotar en el marco del 11 – S, una buena relación con Estados Unidos, en el marco de la guerra global contra el terrorismo.

La caída del régimen libio, el caos reinante, el avance del islamismo político y el fortalecimiento de ciertos grupos que operan en la franja del Sahel, gracias al narcotráfico, la trata de personas y el hundimiento de Libia, que dejó un valioso arsenal a merced para terroristas de diversos pelajes, puso en aprietos al gobierno en Argel.

Mauritania percibe la amenaza marroquí, recordemos que la República Saharaui controla una estrecha franja que separa los muros defensivos del extremo sur de la frontera saharaui mauritana. Esto permite mantener lejos a las tropas marroquíes del vital ferrocarril que conecta el puerto de Nuadibú y las minas de hierro. Dicha vía férrea es de valor estratégico, dado que la economía mauritana descansa en gran parte en dicho mineral.

El control de la localidad de La Güera, también permite crear una zona de seguridad para la ciudad y puerto de Nuadibú, centro económico de primer nivel del país. La crisis de Gueguerat, afectó a la seguridad mauritana, que para los intereses de Nuakchot, es inadmisible que La Güera sea ocupada por Marruecos. En el marco de esta debilidad política y militar de Mauritania frente a Marruecos, observamos el acercamiento con China (interesada en la minería del hierro) que ya se traduce en el plano militar, que pocos analistas han notado, que el apoyo chino en el plano militar es significativo, especialmente en materia naval. Algo que debe llamar la atención es la venta de un buque anfibio, lo que permitiría ejecutar operaciones a pequeña escala y desembarcar un equipo de combate blindado en cualquier punto del litoral mauritano. El fortalecimiento naval marroquí, alarma a sus vecinos. Por otro lado, Mauritania tolera la presencia de sectores críticos del Polisario, en la estrategia para la recuperación del territorio ocupado.

Los líderes políticos mauritanos, la República Saharaui es un factor clave para su propia seguridad. Un estado saharaui que ejerza el control del antiguo territorio del Sahara Español, mantendría lejos a Marruecos de sus fronteras. Mauritania compensa su debilidad, por un lado con una neutralidad positiva hacia la República Saharaui, y por otro, buenos vínculos con la antigua potencia colonial, Francia, que apoya en su lucha contra el terrorismo (que llegó a poner en riesgo la viabilidad del Estado mauritano) y con España, a través de cooperación en materia de pesca, migración ilegal, terrorismo, desarrollo económico.

Esta relación con miembros de la UE, tiene su contrapeso, China. Este país ha realizado inversiones en infraestructura, incrementar las relaciones políticas y económicas, además de la faceta militar.

España ha tenido una política de apaciguamiento, a veces lesivos para los propios intereses españoles. Especialmente en materia de migración, lucha contra el terrorismo, narcotráfico, explotaciones pesqueras. Los gobiernos españoles cometieron el grave error de no hacer cumplir los llamados Acuerdos de Madrid en todos sus extremos, especialmente para mantener cierto control de la empresa minera Fosbucraa, una de las principales productoras mundiales de fosfato.

La capacidad negociadora de España fue disminuyendo y ha sido permeable a las presiones de Marruecos. Es por ello que como mecanismo de prevención hacia el expansionismo hacia Ceuta y Melilla que Marruecos reclama como propias, en el marco de la ya citada ideología del “Gran Marruecos”, España se mantiene al margen.

Existen importantes lazos económicos, lo que sirve en cierto modo de garantía para evitar conflictos mayores. Un ejemplo es el incidente del islote del Perejil. Marruecos se beneficia de las inversiones españolas y de los barcos que explotan sus ricos bancos de pesca.

El status quo del conflicto, el cual hace que lo mejor del ejército marroquí, esté estacionado en el Sahara Occidental, como mecanismo de disuasión y también en el marco del programa de marroquinización de dicho territorio.

El conflicto hace que dichas fuerzas estén lejos y no en las puertas de Ceuta y Melilla. Existen otros intereses, que para nada verían con buenos ojos que una de las riberas de las llamadas “aguas” del Estrecho de Gibraltar, esté en manos de un solo estado.

Esta política de “divide et impera” permite que no exista un actor hegemónico en dichas aguas y que pueda ser un factor que atente contra la libertad de movimiento de ciertos países centrales con intereses en el Mediterráneo (Estados Unidos en primer lugar y en menor medida el Reino Unido). Creemos que España cometió un grueso error, de salir de la “alianza” atlántica que forjó el presidente Aznar con Estados Unidos.

Asimismo observamos que no se percibe correctamente la apuesta marroquí por hacer crecer sus fuerzas navales, especialmente con la idea de adquirir capacidad de operar submarinos. España debe revisar su estrategia en el “flanco sur” especialmente sus lazos con Mauritania, Argelia y el incrementar la presencia propia en Canarias.

Consideramos también importante mantener lazos con los saharauis a través de la ayuda humanitaria, crear un instituto Cervantes en los campos de refugiados y apoyar por medios indirectos que la República Saharaui sobreviva. España debe mantener opciones para situaciones de tensión con Rabat.

En el hipotético caso que Marruecos legitimara su presencia en el Sahara, saldría fortalecido políticamente y ello animaría a consolidar su poder en el espacio que ellos consideran propio. La presión sobre Ceuta y Melilla sería insoportable, buscando a través de hechos consumados, la anexión de dichos territorios.

Esto sería una tragedia geopolítica para Madrid. Asimismo, se abre el capítulo en relación a Canarias y sus espacios marítimos, donde existe un conflicto en ciernes. Mauritania tendría como país vecino un Marruecos fortalecido y caer su órbita o influencia sería una consecuencia.

Esto exacerbaría ciertos ánimos nacionalistas, ante el temor de ser satelizados. El choque con Argelia sería una consecuencia lógica, dado que se abriría el viejo capítulo de las fronteras no definidas, como consecuencia de la Guerra de los Oasis de 1963.

La competencia entre ambos estados se incrementaría y un conflicto de mayores proporciones sería una realidad. ¿Y los saharauis? Años de exilio, como de represión política en la zona ocupada, han exacerbado ánimos nacionalistas. Después de cuatro décadas de resistir, de guerra y miseria, que todo ello sea arrojado por la borda, puede llevar a sectores del Polisario como de la población a no aceptar la idea de un Sahara marroquí y los lleve a la lucha armada a gran escala, situación que puede ser explotada por los grupos terroristas que operan en la zona.

Esto no es una fantasía, un ejemplo fue el caso del movimiento separatista tuareg Azawad, cuya rebelión, fue “copada” por grupos salafistas, armados y fortalecidos por las armas que quedaron disponibles tras el hundimiento del régimen libio.

Las hordas yihadistas pusieron a Malí contra las cuerdas. Solo la ayuda internacional, impidió que este país se convirtiera un nuevo “califato”. Parece que muchos olvidan que de los suburbios de las grandes ciudades marroquíes, azotadas por la pobreza y el desempleo, partieron millares de jóvenes a lucahr bajo la agenda extremista de grupos ligados al Qaeda o el siniestro Estado Islámico.

El derrumbe de este último y la derrota de los grupos yihadistas frente al régimen de al Assad, abre la posibilidad que millares de combatientes experimentados, regresen de nuevo al Magreb. Europa ha sentido el impacto del retorno de muchos ex combatientes. Recordemos que Argelia padeció dicho fenómeno, cuando antiguos combatientes provenientes de Afganistán, engrosaron las filas del Grupo Islámico Armado, desatando una guerra que le costó al país 200.000 muertos.

El mantenimiento del status quo en el conflicto del Sáhara Occidental, no es algo inocente, responde a los intereses de los actores en pugna. Incluso para la República Saharaui, le permite controlar una facción del territorio disputado, lo que le permite tener anclaje territorial, algo que jurídicamente le permite justificar su “estatalidad”.

El problema es el manejo de la escalada de tensión que obedece a agendas políticas domésticas. Para el caso marroquí los conflictos externos fueron una excelente válvula de escape para tensiones internas. El conflicto del Sahara se potenció en los 70, dado las tensiones internas que tuvo el Palacio con sus Fuerzas Armadas y una situación social deteriorada por la pobreza y el subdesarrollo.

La guerra permitió aglutinar la opinión pública, en el marco de exacerbación nacionalista y también disciplinar a los partidos políticos. Mantener a las fuerzas militares lejos del Palacio, tiene que ver con esos delicados equilibrios internos.

Vale la pena destacar que Marruecos no tiene Estado mayor conjunto o ministerio de defensa, esto refuerza el control del monarca sobre sus fuerzas armadas, incluso los principales arsenales están en manos de la Gendarmería. En el caso de Argelia, a través de un tercer actor, la República Saharaui, mantiene lejos a su rival marroquí de sus fronteras, lo que permite mantener congeladas viejas disputas fronterizas y erosionar o contener las ambiciones hegemónicas de Rabat en el Magreb.

Mauritania reconoció la República Saharaui en 1984, su situación es vulnerable al conflicto, dado los lazos culturales con los saharauis. Un conflicto regional, tendría consecuencias para la estabilidad interna del país. En su momento, la guerra del Sahara llevó al país al borde del colapso y tensiones muy fuertes entre la población negra del sur y las poblaciones arabizadas del norte.

El esfuerzo de los saharauis de mantener seguro las zonas liberadas – reconocido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en tiempos de Obama – impacta en la seguridad de la vulnerable frontera norte de Mauritania. También, a pesar de los marroquíes, la presencia de la RASD en las zonas liberadas mantiene lejos a los grupos terroristas de la zona ocupada por Marruecos. Es sabido que las células de al Qaeda han infiltrado los muros defensivos.

España gracias a la relativa estabilidad mantiene lejos la amenaza terrorista lejos de su vulnerable flanco sur. Asimismo puede controlar de alguna manera el drama de los refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo o el Atlántico rumbo a Canarias.

La seguridad de España, es la seguridad del flanco sur de Europa. Por ende, la escalada de una crisis, es algo sumamente delicado. Otros actores también están interesados en la estabilidad, una escalada generaría problemas para las lucrativas explotaciones pesqueras, petroleras y del fosfato de la zona. El apoyo militar chino a Mauritania está estrechamente ligado a garantizar la minería del hierro. La creciente presencia de la OTAN en África, también está vinculado a cuestiones económicas y al control de las migraciones no controladas y el terrorismo.

¿Mantener el status quo es la solución?

Definitivamente no, solo mantiene las crisis congeladas, pero no por mucho más tiempo. Esto también desgasta a los actores en pugna y alimenta posturas radicalizadas. Tarde o temprano puede estallar una crisis con consecuencias difíciles de ponderar. Los choques armados a lo largo de los Muros defensivos, tras la crisis de Guerguerat de 2020, puede derivar en un conflicto armado con impacto regional.

Es por ello que es imperioso, una solución realista, bajo con concepto donde no haya perdedores, o mejor dicho que las partes tengan un impacto político, pero que puedan ser de una magnitud que puedan soportar. Entonces, una salida puede ser la partición del territorio entre Marruecos y la República Saharaui.

En su momento fue propuesto, y el liderazgo Polisario lo aceptó, mientras que Rabat apuesta a una política de todo o nada, buscando desgastar a su enemigo., pero que no hace más que alimentar tensiones en la región.

El gobierno de Rabat está empecinado en ver la realidad, la existencia de la República Saharaui. Ingresó en la Unión Africana con la idea de sacarla de dicha entidad, lo que ha generado fracturas, pero no ha logrado avances significativos.

Es más está en contradicción con el derecho. Como hemos venido diciendo, el ingreso de la Unión implica aceptar las fronteras heredadas de tiempos de la dominación colonial, romper con este mandato, es abrir las puertas a conflictos. Muchos consideran que un Estado saharaui, sería un estado fallido.

Vale la pena recordar que la RASD es una realidad desde 1976 y desde 1991, ejerce efectivamente el control sobre una fracción del territorio, donde los intentos de infiltración terrorista han fracasado. La RASD es una entidad viable y con escasos recursos ha logrado mantener una estabilidad interna e institucional por décadas, mientras muchos países africanos han atravesado en estos cuarenta años, decenas de golpes y conflictos políticos internos.

Creemos que existe un escenario para llegar a buen puerto. La idea de partición del territorio, donde Marruecos mantenga su presencia en el llamado “Triángulo Útil”, quedando la región del Río de Oro en manos efectivas de la RASD, asimismo en este acuerdo deben estar incluidas Argelia, facilitando el acceso al mar de la región de Tinduf y Mauritania, también puede beneficiarse en programas de cooperación.

Sea como fuere, las soluciones que se busquen deben tener en cuenta que la República Saharaui es una realidad y cuya existencia es vital para la seguridad y estabilidad de la región. Considerar su supresión, no solo es contrario al derecho internacional y un crimen, es no entender el complejo entramado geopolítico del Magreb.

Origen: La idea de un régimen de autonomía en el Sáhara Occidental “a la marroquí”

Publicado por No te Olvides del Sahara Occidental

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico.

Por Jesús A. Núñez Villaverde

No puede decirse que el comunicado conjunto emitido el pasado día 6 por Mauritania y Chad sobre el fin de la iniciativa G5 Sahel constituya una sorpresa para quienes siguen la evolución del clima político que afecta a sus cinco miembros: Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger. De hecho, éste ha sido el último paso de una secuencia que se aceleró aún más con la exigencia de la junta militar que dio un golpe de Estado en Malí, en mayo de 2021, para que Francia retirara su presencia militar del país. Una decisión a la que se han sumado más recientemente los militares golpistas de Burkina Faso y Níger y que ha desembocado el pasado 3 de diciembre en el anuncio de las autoridades de Niamey y Uagadugú de su retirada del G5 Sahel por considerar que su permanencia en esa organización regional es incompatible con su “independencia y dignidad”.

De ese modo se remata de hecho el fin de una instancia que nació en 2014 como resultado del convencimiento de los gobiernos de los cinco países citados (y de la presión europea) sobre la necesidad de sumar sus fuerzas en la implementación de un enfoque integral para garantizar las condiciones de paz, desarrollo, seguridad y gobernanza; con el añadido de una fuerza conjunta creada en 2017 para coordinar la lucha contraterrorista en un intento por frenar la expansión de los grupos armados que amenazan gravemente la seguridad regional. Una iniciativa demasiado sesgada por su enfoque predominantemente securitario y que, en todo caso, no ha logrado cumplir ninguno de dichos objetivos.

Y por si eso no bastase para señalar la intención de las nuevas autoridades de desmarcarse de la órbita francesa y europea, tan sólo un día más tarde Níger completaba su apuesta antioccidental con la revocación de dos acuerdos establecidos con la Unión Europea (UE) en materia de seguridad y defensa. Eso supone, en el primer caso, poner fin a la Misión de Capacitación de la Unión Europea en Níger (EUCAP Sahel Níger), nacida en 2012 para promover la mejora de las fuerzas de seguridad interior (Policía Nacional, Gendarmería y Guardia Nacional) en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada. En el segundo implica que las nuevas autoridades nigerinas no se sienten comprometidas a mantener lo que ellas mismas califican de “privilegios e impunidad” de los componentes de la Misión de Asociación Militar de la UE en Níger (EUMPM Níger), establecida el pasado mes de febrero a petición del gobierno liderado por Mohamed Bazoum (depuesto en julio por el golpista Abdourahamane Tiani) para mejorar la aptitud de las Fuerzas Armadas para contener la amenaza terrorista, proteger a la población y garantizar un entorno seguro de conformidad con los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

En paralelo a ese visible alejamiento de la órbita occidental se detecta un notorio acercamiento a Moscú y Pekín.

Sirva de ejemplo que el mismo día del anuncio nigerino se conocía la noticia de que el hombre fuerte de Níger se había reunido en Niamey con el viceministro de defensa ruso para firmar un acuerdo en materia de cooperación militar, que parece incluir el despliegue de efectivos del grupo mercenario Wagner. Una decisión que no solamente deja claro el giro de las alianzas que pretenden establecer las nuevas juntas militares de la región, sino que apunta a escenarios aún más inquietantes para una UE crecientemente desairada y preocupada. Una preocupación que deriva, por un lado, del auge de la amenaza terrorista en la zona (si en 2016 se registraron 800 muertes en atentados, en 2021 ya fueron 6.000) que representan tanto los grupos ligados a al-Qaeda (con JNIM, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, como referencia principal) y al Estado Islámico (con Estado Islámico en el Gran Sahara en cabeza), como otros que apenas son más que bandas criminales recubiertas con una ligera patina ideológica. Por otro, no es menos alarmante el impacto de la creciente presión migratoria, precisamente cuando se acaba de saber que el gobierno nigerino decidió el pasado 27 de noviembre anular la ley de 2015 contra el tráfico de personas, lo que hace prever que disminuya la vigilancia contra las mafias dedicadas a ese execrable negocio.

Como consecuencia de todo ello, la UE, que todavía no parece haber asumido la necesidad de reformular profundamente su enfoque tradicional, demasiado lastrado por su sesgo jerárquico y su énfasis en la seguridad a toda costa –con fracasos tan sonoros como la operación Barkhane– su apoyo a gobernantes crecientemente ilegítimos y su defensa a ultranza de los privilegios heredados de la descolonización, se encuentra ahora sin apenas margen de maniobra a corto plazo, al tiempo que Rusia y China medran sin freno, aprovechando los reiterados errores occidentales a lo largo de décadas para ganarse la confianza de unos dirigentes de los que difícilmente cabe esperar que vayan a centrar sus esfuerzos en mejorar el nivel de bienestar y seguridad de sus poblaciones o que se vayan a comprometer en hacer frente conjuntamente a la crisis climática, al terrorismo yihadista y a tantos otros problemas que afectan a los países del Sahel, cuando su prioridad es fortalecer sus posiciones de poder frente a potenciales rivales internos.

Entretanto, y en un intento para evitar el descalabro completo, se percibe un cierto relajamiento en el marco de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) tras su reciente cumbre en Abuja, apuntando por boca del presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, la conveniencia de relajar las sanciones a las juntas militares golpistas a cambio de que se comprometan a llevar a cabo planes de transición breves y realistas, que puedan llevar a la democracia y la buena gobernanza.

Fuente Real Instituto Elcano

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Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Dossier Geopolitico.

Yemen ha sacudido la trayectoria de la guerra de Israel en Gaza al atacar barcos en ruta hacia el Estado ocupante. Estados Unidos y sus aliados ahora amenazan con establecer un grupo de trabajo naval en respuesta, una medida que probablemente resulte contraproducente y avivará aún más conflictos.

Por Khalil Harb

En lugar de presionar a Israel para que detenga su brutal ataque a la Franja de Gaza, la administración Biden ahora está movilizando flotas árabes y occidentales -y tal vez también una israelí- para salvar los intereses económicos, políticos y de Tel Aviv.

En medio de intensas operaciones navales llevadas a cabo contra embarcaciones con destino a Israel por parte de las fuerzas armadas de Yemen alineadas con Ansarallah, esta movilización estadounidense se está llevando a cabo con el pretexto de defender la libertad de navegación en el Mar Rojo y Bab. al-Mandab. 
Oficialmente, Washington afirma que está haciendo todo lo posible para evitar que la guerra de Israel se expanda hasta convertirse en una confrontación regional, y ha instalado públicamente a Tel Aviv a que baje el tono de sus ataques indiscriminados contra civiles en la franja sitiada. 

En realidad, sin embargo, la Casa Blanca está empleando una retórica vacía para darle a Israel más tiempo para lograr una victoria en Gaza y eliminar la resistencia palestina.

La propuesta estadounidense de reunir una fuerza naval internacional para proteger la navegación en el Mar Rojo sólo puede entenderse en el contexto del apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel. Cuando el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, anunció conversaciones el 4 de diciembre sobre la formación de un grupo de trabajo naval, Tel Aviv rápidamente intensificó sus amenazas de represalias militares contra Yemen por obstruir los barcos israelíes y aquellos asociados con intereses israelíes en Bab. al-Mandab.

Estados Unidos busca un papel mayor en el Mar Rojo 

En lugar de prestar atención a las repetidas advertencias del líder de Ansarallah, Abdulmalik al-Houthi, a Washington de que deje de apoyar la guerra de Israel contra Gaza tras la operación Inundación de Al-Aqsa de la resistencia palestina el 7 de octubre, la La administración Biden parece haber hecho la vista gorda. 

En lugar de presionar a Tel Aviv para que impida una escalada regional, Washington ha abierto un puente aéreo de armas hacia Israel que supera con creces sus suministros de armas a Ucrania durante un período similar. Estados Unidos incluso ha ampliado su despliegue militar en la región y se ha enfrentado directamente a los misiles y drones yemeníes que apuntan a la ciudad de Umm al-Rashrash (Eilat), en el sur de Israel.

A pesar de dos meses de una matanza sin precedentes contra los civiles de Gaza que ha invertido la opinión mundial contra Tel Aviv, Estados Unidos parece no estar dispuesto a confrontar la decisión de Israel de librar una guerra prolongada . En cambio, el enfoque de la Casa Blanca se ha centrado en proteger los intereses comerciales de Israel en el Mar Rojo y ha enredado a Estados Unidos en la formación de un grupo de trabajo naval profundamente controvertido en Asia Occidental.

La semana pasada, después de que la campaña militar de Yemen para detener el transporte marítimo vinculado a Israel cobrara impulso, el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Tzachi Hanegbi, declaró que “si el mundo no se ocupa de ello, tomaremos medidas ”. Esto siguió a la discusión del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, con su homólogo saudí, Khalid bin Salman, sobre las “amenazas hutíes a la libertad de navegación en el Mar Rojo”, a principios de mes.  

Sullivan dejó las cosas más claras cuando anunció conversaciones en curso para formar un grupo de trabajo marítimo de “algún tipo” para garantizar el paso seguro de los barcos en la vía fluvial.
La expresión “algún tipo” de fuerza indica que Washington no pretende limitarse a la llamada “Fuerza de Tarea Conjunta 153”, que se formó hace dos años para “combatir las actividades terroristas y de contrabando” en el Mar Rojo y el Golfo. de Adén. Esta fuerza incluye 15 países, incluidos Estados Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Jordania, pero no incluye a Israel.
De hecho, el nuevo ‘grupo de trabajo’ parece cada vez más una medida estadounidense para enfrentar a Yemen de manera más directa, después de una guerra de ocho años que sus aliados sauditas y emiratíes no lograron ganar. También es una oportunidad para imponer la integración regional de Israel a los estados de Asia occidental, involucrando a Tel Aviv en una misión militar con poderes más amplios, mayores armamentos y de naturaleza multinacional.

Desafío de Ansarallah para el CTF 153

Las intenciones de Washington han sido claras desde al menos febrero de 2022, cuando Estados Unidos supervisó ejercicios militares navales en los que participaron 60 países, incluido Israel, la primera vez que el Estado ocupante participó en ejercicios junto a países árabes con los que carecen de relaciones diplomáticas formales.

CTF 153 es la cuarta fuerza de su tipo en el marco de la «Fuerza Marítima Combinada» (CMF), una alianza de fuerzas multinacionales de 39 países establecida en 2002 bajo el mando de la Quinta Flota en Bahréin, aparentemente para combatir las actividades de Actores ilegales y terrorismo internacional en los mares. 

El CMF incluye otros tres grupos de trabajo (150, 151 y 152). Entre los países participantes se encuentran Australia, Bélgica, Brasil, Francia, Alemania, Grecia, India, Irak, Italia, Japón, Corea del Sur, Noruega, Kuwait, Portugal, Qatar, Singapur, España, Tailandia, Turquía y Gran Bretaña.
Pero según Defense News , Estados Unidos “no necesita crear un nuevo grupo de trabajo; existe un grupo de trabajo dentro de las Fuerzas Marítimas Combinadas, a saber, CTF 153, que puede proporcionar un buen comienzo”.

Esto se debe a que la misión actual del CTF 153 es “centrarse en la seguridad marítima internacional y los esfuerzos de creación de capacidad en el Mar Rojo, Bab al-Mandeb y el Golfo de Adén”.

De hecho, las fuerzas estadounidenses y francesas se enfrentaron a drones y misiles lanzados por los yemeníes en los últimos días.

Sin embargo, una posible intensificación de los ataques de Ansarallah contra buques asociados a Israel podría plantear un desafío importante para el CTF 153. Debido al volumen sustancial de buques que atraviesan las aguas cercanas a Yemen, desde el Golfo de Adén hasta Bab al-Mandab y el Mar Rojo, la fuerza naval tendría que enfrentarse a aproximadamente 21.000 buques. 

Objetivos geopolíticos y seguridad energética

Bab al-Mandab, en particular, se identifica como un punto vulnerable por el que pasa anualmente el 12 por ciento del total del comercio marítimo mundial. Esto plantea algunas consideraciones importantes para las partes que intentan obstaculizar las capacidades de Ansarallah: 

Estados Unidos, por ejemplo, se verá obligado a proporcionar una gran cantidad de buques militares multimisión a través de grandes masas de agua. El informe de Defense News destacó la necesidad de la presencia de Israel junto a Egipto, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein en la fuerza naval propuesta, además de los países del G7 que incluyen a Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón. y Gran Bretaña.

Washington necesitará incluir a un gran número de países regionales -e incluso lejanos- en esta fuerza, lo que conducirá efectivamente a la militarización de áreas marítimas enteras desde el Mar Mediterráneo hasta el Canal de Suez, el Golfo de Aqaba, el Mar Rojo, el Golfo de Adén, el Mar Arábigo, hasta el Golfo Pérsico.
Mientras Estados Unidos compite con China y Rusia, su objetivo general es afirmar su dominio sobre los corredores internacionales , fortalecer la seguridad energética y gestionar los conflictos geopolíticos en Asia occidental. Sin embargo, la escalada estadounidense para salvar los intereses de Israel plantea el espectro de iniciar una guerra regional, contradiciendo las afirmaciones de Washington de tratar de evitar tal escenario.

Esta mayor tensión genera preocupación sobre posibles ataques estadounidenses contra Yemen, poniendo en peligro la frágil tregua que detuvo la guerra de siete años liderada por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. También corre el riesgo de socavar los esfuerzos de la ONU para consolidar el alto el fuego. 

Según informes de prensa , Estados Unidos ya está presionando a Riad para que retrase la firma de un acuerdo de paz con Yemen. En cambio, Washington está instalando a los sauditas a renovar su confrontación con Yemen uniéndose al grupo de trabajo ampliado de protección marítima.

Tal participación implica acciones militares estadounidenses, occidentales, árabes o israelíes en la agresión contra Yemen, amplificando el resentimiento regional contra la percepción de que Estados Unidos se inclina a favor de Israel.

‘Coalición de contención’ 

En respuesta al desafío que plantea Yemen a la alianza estadounidense, árabe e israelí, están surgiendo varias ideas y propuestas, entre ellas: 

Atacar sitios de lanzamiento de misiles y drones e instalaciones de radar en Yemen; Reclasificar a Ansarallah como organización terrorista e imponer sanciones, incluido un embargo de armas;  

Fortalecer el armamento de la “Guardia Costera” afiliada al Consejo de Transición del Sur ( STC ), respaldado por los Emiratos Árabes Unidos; Monitorear los movimientos de las fuerzas navales iraníes y establecer una red de defensa aérea y antimisiles en la región; Explorar la utilización de las capacidades de Israel y Arabia Saudita para formar una » coalición de contención «, como sugiere el Instituto Washington.

Las de la administración Biden, presentadas como esfuerzos para salvar los intereses internacionales, hacen que uno se pregunte cuáles son los verdaderos motivos para crear una nueva fuerza de trabajo naval y el posible impacto en la paz y la estabilidad en Asia occidental. 

Mientras Estados Unidos persigue sus objetivos estratégicos, existe una preocupación genuina de que pueda desestabilizar una situación geopolítica ya inestable, incorporando a otras grandes potencias a la ecuación. 

Es importante recordar la máxima de que ninguna acción queda sin reacción. Cualesquiera que sean los aviones estadounidenses e israelíes para enfrentar a Ansarallah, enfrentarán una respuesta. Si la historia sirve de juez, las aventuras exteriores de Washington están plagadas de consecuencias no deseadas que refuerzan a sus enemigos. 

Si el plan es destruir las capacidades militares de Yemen, Saná responderá con dureza y bien podría “cerrar el Mar Rojo durante años”, dicen fuentes oficiales yemeníes a The Cradle . Las fuentes dicen que Ansarallah envió sus “amenazas defensivas” a Washington en respuesta a las amenazas estadounidenses que recibieron a través de intermediarios. En consecuencia, las opciones de Washington y Tel Aviv parecen muy limitadas para enfrentar a Yemen.Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de The Cradle y de Dossier Geopolitico.

Al incorporar a la Unión Africana (UA), el G20 toma en cuenta el retroceso de Occidente, el avance del Sur Global y la necesidad de concertación para resolver los graves problemas actuales

por Eduardo J. Vior analista internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Quizás el mejor resultado de la cumbre del G20 que se acaba de reunir en Nueva Delhi es que no haya pasado casi nada. La suave diplomacia india logró moderar el comunicado final, para que reafirmara el principio de la solución pacífica de los conflictos territoriales entre los países, pero sin condenar a Rusia. Se reivindicó la necesidad de un acuerdo global para combatir el cambio climático, pero no se acordaron medidas cuantificables. Se reclama un cambio en la gobernanza financiera mundial, pero no se avanzó en la condena a las prácticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). El mayor éxito de la conferencia, empero, fue de naturaleza organizativa: la incorporación de la Unión Africana (UA) como miembro permanente del Grupo que ahora pasa a tener 21 integrantes. África es el nuevo gran actor regional en la gobernanza del mundo.

La Unión Africana (UA) celebró el sábado su 24º cumpleaños. Como regalo, la UA se convirtió el mismo día en nuevo miembro del Grupo de los 20 (G20). La UA fue admitida en la organización (que incluye a 19 de las principales economías del mundo y a la Unión Europea) en su reunión del sábado en Nueva Delhi.

“Damos la bienvenida a la Unión Africana como miembro permanente del G20 y creemos firmemente que su inclusión en el G20 contribuirá significativamente a abordar los retos globales de nuestro tiempo”, reza la declaración final de la cumbre. La incorporación de la UA es un gran éxito personal del primer ministro indio, Narendra Modi, que desde hace tiempo venía bregando por el ingreso de la UA a la organización.
Los miembros del G20 -que incluye a Estados Unidos, Rusia, India, China y la UE- representan alrededor del 85% del PBI mundial, más del 75% del comercio mundial y aproximadamente dos tercios de la población mundial. Sin embargo, el bloque ha perdido efectividad por la rivalidad entre Occidente, por un lado, Rusia y China, por el otro, y por el auge de nuevas instituciones multilaterales más representativas de naciones anteriormente marginadas.

La reunión del G20 se celebró pocas semanas después de que BRICS se reuniera en Johannesburgo (Sudáfrica) y anunciara su propia ampliación. Seis nuevos miembros (Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos) fueron admitidos en el bloque que se presenta como una alternativa para la gobernanza mundial.

El G20 se congregó, empero, también una semana antes de que en La Habana sesione el Grupo de los 77 más China (G77+China). Este foro de 134 países de todas las longitudes del Sur Global es el mayor grupo de coordinación intergubernamental dentro de las Naciones Unidas. Sus integrantes representan dos tercios de los miembros del sistema de la ONU y el 80 por ciento de la población mundial. Si bien no cuenta con representaciones regionales, como la próxima Cumbre del Sur (que el G77+China organiza a intervalos irregulares) debe realizarse en África, tendrá gran relevancia el nuevo peso de la UA.

Desde hace tiempo la Unión Africana aspira a desempeñar un papel más importante en los asuntos mundiales. En su Agenda 2063 -el proyecto y plan maestro del continente para transformar África en la potencia mundial del futuro- una de las siete aspiraciones “es que África se presente como actor y socio mundial fuerte, unido, resistente e influyente”.

Además de los intensos esfuerzos diplomáticos de la UA, su éxito en la adhesión al G20 se debió al creciente peso del continente en la economía mundial Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo UNCTAD, por su nombre en inglés), con la población más joven y de más rápido crecimiento del mundo, esta región del globo se está convirtiendo en un imán para los mercados y productos de consumo. Mientras tanto, la Área Continental Africana de Libre Comercio (ACFTA, por su nombre en inglés) ha desbloqueado aún más la vitalidad económica y el potencial de mercado de la región.

Desde su creación la UA ha contribuido significativamente a la paz, la estabilidad y el desarrollo del continente y ha acumulado una fuerza considerable. El organismo continental también ha coordinado eficazmente a sus 55 miembros, para hablar como uno solo en la escena internacional.

Además del peso específico que la organización continental ha adquirido, la conformidad de las potencias occidentales con la incorporación de la UA al G20 puede explicarse también por el temor a que, de lo contrario, el continente se vuelque completamente a la esfera de influencia ruso-china. 47 países africanos se han incorporado ya a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por su nombre en inglés), mientras que 40 países del continente establecieron acuerdos de distinta índole en la Cumbre Rusia-África de julio pasado en San Petersburgo.

La adhesión de la UA al G20 es de importancia mundial. El ascenso colectivo de los mercados emergentes y los países en desarrollo está cambiando radicalmente el panorama mundial. El Sur Global, incluidos muchos países africanos, ha perseguido constantemente la autonomía estratégica y se ha convertido en un actor indispensable en los asuntos internacionales. El ingreso de la UA al G20 ha dado un nuevo impulso a este proceso.
Al ceder posiciones en la redacción del documento final de la cumbre y aceptar la incorporación de la representación regional africana, Estados Unidos y sus aliados han hecho importantes concesiones, para asegurar la supervivencia del G20, aunque en el futuro sólo sirva como espacio de intercambios entre el Norte residual y el resto del mundo. La particular combinación de encuentros tan relevantes en poco más de dos semanas no es el resultado de una azarosa planificación de cronogramas diplomáticos, sino la puesta en escena del traspaso del mando mundial. En las tres instancias África tiene un lugar central.

Publicado por la Agencia TELAM

Los golpes de estado en África  están derribando la estructura neocolonial instalada por Occidente -especialmente por Francia- para el libre usufructo de sus recursos naturales, mientras la población ha entendido que soplan nuevos vientos globales que les pueden permitir alcanzar unos justos niveles de desarrollo y de bienestar.

Así aborda Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico el tema central de su columna del Club de La Pluma, quién sintetiza la actual situación, con un poema africano que dice ”… allá por la década de 1960 nos dieron una fotocopia de la independencia de nuestros países. Hoy, en el siglo XXI, venimos a por el documento original.

AUDIO:

Y explica que se trata de una profundísima transformación, que se extiende como un reguero de pólvora por el continente africano, como parte del cambio tectónico global liderado por los BRICS+, que pone fin a 200 años de encerronas del mundo occidental para el saqueo de recursos de los países de la periferia, y en consonancia con las doctrinas antiimperialista y anticolonialista fijadas por la cumbre África Rusia de hace un mes en Moscú. Mientras que este proceso también es una respuesta positiva a la estrategia china en el continente, quién en paralelo al negocio mixto de transformación de sus riquezas básicas, concreta inversiones y proyectos para el desarrollo de la región y de su población. Todo lo contrario de lo hecho por Occidente durante siglos.

 Y al respecto, denuncia la hipocresía de Europa que hoy se rasga las vestiduras por una democracia que nunca existió ni permitió en África, instalando por décadas, diferentes modelos de oligarquías corruptas, debidamente actualizadas, para servir a los intereses de las multinacionales occidentales, a la par que generaba dolor y miseria en el pueblo autóctono. Y señala a Francia como el más “escandaloso de los colonialismos” mientras se arroga los famosos valores de la Revolución Francesa.

También analiza otros puntos claves como:

  • La secuencia de los golpes de estado con esta motivación desde el año 2020.
  • Un detallado informe de los países y sus recursos, cuyo acceso está perdiendo Europa, y que es el único motivo real de la agresividad y las amenazas que profieren desde el viejo continente.
  • Un profundo análisis de las motivaciones y de las condiciones objetivas que han desatado esta cadena de golpes de estado.
  • La evidencia de la situación caótica que esto crea en Europa, en detrimento de sus capacidades tecnológicas, industriales y científicas, que la llevan a la decadencia y a la pérdida de su poder histórico.

Finalmente, Pereyra Mele, reflexiona que estos cambios tectónicos marcan velozmente el fin del dominio occidental de hace cinco siglos sobre sus antiguas colonias que dicen: ¡¡ BASTA !! Y reclaman una independencia real y la igualdad entre las naciones del mundo.

Eduardo Bonugli (Madrid, 03/09/23)

Mapa de los países miembro de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), incluidos aquellos sancionados tras un golpe de Estado – AFP / AFP / NALINI LEPETIT-CHELLA

Por Daniela Diaz corresponsal de Sputnik en Mexico

El analista mexicano en asuntos internacionales Alfredo Jalife-Rahme reflexiona con Sputnik las implicaciones geopolíticas que acarrean consigo los acuerdos y decisiones tomadas en la XV Cumbre de los BRICS, que concluyó este 24 de agosto en Johannesburgo.

La adhesión de seis nuevos países (Argentina, Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos) al bloque BRICS, el uso de las monedas nacionales en orden de la desdolarización y la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en las organizaciones internacionales fueron algunos de los temas claves de la declaración final del encuentro.

Este año, 67 jefes de Estado estuvieron invitados a la Cumbremientras que más de una veintena de países expresaron su deseo de unirse al grupo. Y es que, actualmente, el bloque BRICS, fundado en 2009 y presidido actualmente por Sudáfrica, representa más del 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42% de la población mundial.

«Yo le llamo la ‘cumbre tectónica’. No es una cumbre común y corriente, ni siquiera es histórica, va más allá, es tectónica», asevera Alfredo Jalife-Rahme al explicar la importancia de esta cumbre en el escenario geopolítico contemporáneo.

Y es que, de acuerdo con el experto mexicano y autor del libro Ucrania, primera guerra híbrida mundial. Fractura de la biosfera, en la reunión se discutieron temas de gran calado como el comercio con las monedas de los países miembro, además de la adhesión de seis nuevos países, de los cuales la mayoría son potencias petroleras y energéticas.

«En mi opinión, si uno analiza bien, cuatro países [Arabia Saudita, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto], sin dejar de lado Argentina, que es una potencia de litio y gasera aquí en la región de Neuqué, en Vaca Muerta, el sello principal es el fin del petrodólar y el inicio del petroyuán«, sentencia.

Aunado a esto, tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudita tienen importantes reservas de divisas y «ahí es donde van a apuntalar al petroyuán, con el que ya están haciendo negocios», explica el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM),

En resumen, subraya Jalife-Rahme, la cumbre es «la preponderancia del petróleo y del gas».

«Es el auge de la multipolaridad»

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó que se habían recibido 23 solicitudes de adhesión a la asociación y la razón del «crecimiento explosivo» de los BRICS, en su opinión, es la comprensión de los países acerca de los procesos mundiales, en momentos en que Occidente quiere mantener su hegemonía política, económica y comercial.

Al respecto, el analista destaca que la expansión de los BRICS es reflejo de la fuerza política y económica que tienen Rusia y China a nivel global.

«El problema del G-7 es que no le ha dado beneficios al sur global. Hoy hay una gran competencia entre el G7, que va de caída y que son más globalistas, y los BRICS, que son más soberanistas, [dominan]la cuestión energética y van al alza», apunta.

«Es el auge de la multipolaridad y el inicio de una rápida desdolarización», observa Alfredo Jalife-Rahme.

Durante la primera jornada de la Cumbre (el 22 de agosto), el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló en su discurso que el proceso de desdolarización en las transacciones entre los países de los BRICS es irreversible.

«Cobra fuerza un objetivo e irreversible proceso de desdolarización de nuestros vínculos económicos. Se están realizando esfuerzos para desarrollar mecanismos eficaces de mutuos acuerdos y de control monetario y financiero», profundizó el líder del país eslavo.

Al respecto, Jalife-Rahme apunta que, si bien la desdolarización ya comenzó, este proceso será largo y de todo ello, dijo, depende también del contexto económico estadounidense.

«Esto toma tiempo y nadie sabe con exactitud, porque va a depender mucho de la situación interna de Estados Unidos, de Rusia, de China; es decir, tenemos que leer bien todos estos factores. Pero lo que sucedió en Johannesburgo es un paso [en el proceso de desdolarización]», afirma.

Un bloque con horizonte

Para Jalife-Rahme es innegable que el bloque de los BRICS va a seguir fortaleciéndose y expandiéndose, lo cual, asevera, es «inversamente proporcional a lo que pasa con Estados Unidos y el bloque del G7».

Asimismo, señala, el bloque demuestra tener horizonte al hacer declaratorias como la necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil, un punto que fue puesto sobre la mesa principalmente por el presidente brasileño Lula da Silva.

«Son declaratorias que te marcan el horizonte. Yo lo que veo es un horizonte que tienen los países de los BRICS», sentencia.

A pesar de esto, el analista de ascendencia libanesa asegura que, al igual que el proceso de desdolarización, los cambios de fondo en organismos internacionales como la ONU son temas que tomarán tiempo, pero el hecho de que se pongan en el mapa geopolítico marca un horizonte libre de unilateralismos.

FUENTE SPUTNIK:

https://sputniknews.lat/20230825/jalife-rahme-la-reunion-de-los-brics-fue-una-cumbre-tectonica-y-el-auge-de-la-multipolaridad-1143008350.html

EL INGRESO DE ARGENTINA A LOS BRICS Y LA CUMBRE DE JOHANNESBURGO es el gran tema geopolítico del momento, que el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, aborda con todo detalle, señalando que el histórico acontecimiento, con repercusiones tectónicas en el mundo, ha señalado a Argentina el lugar donde debe estar. También que “el futuro ha llegado” y que es el momento histórico de dejar de ser dependientes de Occidente y de abandonar su sistema neocolonial, donde somos un simple proveedor de materias primas, a cambio de casi nada. Además de que con el Sur Global podemos comenzar a resolver una deuda externa impagable e infinita, También enfatiza que el país debe subirse al tren de los Brics para ser artífice de la nueva historia del mundo, toda vez que las naciones más ricas y productivas del organismo han confiado muy especialmente en Argentina, más allá de los ridículos agoreros que quieren asustarnos con los fantasmas huecos y gastados del comunismo y las autocracias.

AUDIO:

Y nos recuerda que la decisión de ser parte de los Brics depende ahora de los ciudadanos y que ella no puede quedar en manos de personajes siniestros y retardatarios que deliran con una neoesclavitud del siglo 19 al servicio del poder anglosajón, que viene desde entonces usufructuado todas nuestras riquezas y dejándonos solo deudas y miserias. Por ello nos alienta con: ¡¡Argentinos a las cosas!! Que es tiempo de ponernos en marcha. Que entendamos la realidad. Que tenemos un escenario de futuro donde el Sur Global ya está conformando un nuevo sistema mundo. Y que ese nuevo orden nos brinda un horizonte de oportunidades.

En cuanto a la Cumbre de los Brics, Carlos profundiza en la dimensión del movimiento tectónico que ha producido, a la vez que desmenuza la concentración -entre sus miembros- de la mayoría de la producción de energías y de reservas naturales del mundo, mientras analiza con datos y fechas, el espectacular ascenso del Sur Global y la desesperante caída de los registros económicos de Occidente y del G7 en los últimos 20 años.

También nos deja muy interesantes reflexiones:

  • Los Brics son el símbolo de la insubordinación y de la rebelión a los poderes históricos de los últimos 200 años.
  • La Cumbre de Los Brics significa la ruptura total y absoluta del modelo implementado en los 90 por EEUU y sus socios.
  • Es un organismo que día a día va sumando propuestas de naciones que quieren ingresar en él.
  • La cumbre ha sido el certificado de defunción del mundo unipolar y del neocolonialismo del norte sobre el sur.
  • El mito de Francis Fukuyama sobre “El Fin de la Historia” y del imperio eterno de EEUU se ha derrumbado. Lo que viene ahora es “Otra nueva Historia”
  • Esto demuestra que la historia no se detiene, que la historia depara sorpresas y que la historia da revanchas
  • No se trata de un milagro ni de ninguna magia. Es la evolución de la geopolítica global, anticipada paso a paso por Dossier Geopolítico desde hace tres lustros.

Eduardo Bonugli (Madrid, 27/08/23)

Los países occidentales y sus aliados regionales pretenden invadir Níger con el riesgo de desatar una conflagración que traspasaría el Mediterráneo, pero la sensatez africana quizás la evite

por Eduardo J. Vior
analista internacional
quien autoriza la publicacion del presente articulo

Aunque a la medianoche de este domingo 6 se cumplió el plazo fijado por la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) para la restitución en el cargo del presidente prooccidental nigerino Mohamed Bazoum, las fuerzas combinadas de Nigeria, Benin, Ghana y Senegal no han invadido Níger, probablemente por la creciente oposición a la guerra en todos ellos. Estados Unidos, la Unión Europea y, especialmente, Francia instigan la invasión. Argelia, Malí, Burkina Faso, Guinea y Rusia, por su parte, apoyan al Consejo Nacional de Salvación de la Patria (CNSP), que gobierna en Niamey desde el 26 de julio pasado. Como un ataque a Níger desataría una guerra que devastaría el Sahel, acarrearía la caída de los regímenes prooccidentales, involucraría a Europa e impulsaría el terrorismo islámico, los líderes africanos aliados de Europa dudan de su decisión. Sin embargo, para que puedan retroceder honorablemente, se requiere una mediación que todavía no se avizora.

Pocas horas antes del plazo fijado por la CEDEAO para que los militares nigerinos devuelvan el poder al presidente Bazoum, se celebró este domingo en un estadio de Niamey un acto con más de 30.000 partidarios del golpe de estado del 26 de julio. Previamente la junta militar cerró el espacio aéreo nigerino en previsión de un ataque. Ya el jueves pasado los militares gobernantes anunciaron la ruptura de los acuerdos de cooperación militar con Francia. Al mismo tiempo el CNSP retiró a sus embajadores en Francia, EEUU, Nigeria y Togo y bloqueó las emisoras radiales francesas en el país.

Para ejercer efectivamente el poder en todo el territorio, los nuevos gobernantes están designando aceleradamente a autoridades centrales y regionales. Entre tanto, en Niamey se suceden las manifestaciones de apoyo al movimiento militar con consignas contra una eventual intervención militar francesa, vivando a Rusia y a Putín y pidiendo la intervención inmediata del grupo paramilitar ruso Wagner.

La fuerza más importante de estas movilizaciones es el M62, un movimiento que se formó en 2022, 62 años después de la independencia, de ahí su acrónimo. Desde su victoria electoral en 2021 el gobierno profrancés de Bazoum había bloqueado Internet y los medios de comunicación y reprimía a los movimientos populares. Ante el aumento de la represión, el 4 de julio de 2022 una coalición de una veintena de asociaciones, varios sindicatos de diversas categorías y comités populares formaron el M62 que organiza ahora las manifestaciones de apoyo al nuevo gobierno.

La presión de la comunidad internacional aumentó este sábado sobre la junta militar, cuando la ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna, le advirtió que debe tomar “muy en serio” la posibilidad de que una fuerza regional invada el país. Colonna afirmó también que París apoya “plenamente” los esfuerzos de los países de la región para “restaurar la democracia” en Níger.

Varios países de África Occidental, entre ellos Senegal, Costa de Marfil, Nigeria y Benín se han declarado dispuestos a enviar soldados. En cambio, Malí y Burkina Faso, gobernados también por militares y suspendidos de la CEDEAO, han advertido que cualquier intervención en Níger sería considerada como una “declaración de guerra” contra ellos y Argelia, por su parte, declaró que daría libre paso a los pertrechos y refuerzos para enfrentar la invasión. Argel quiere desplazar a Francia del Sahel y evitar la expansión del terrorismo yihadista. Al mismo tiempo, sin embargo, quiere impedir una confrontación armada, porque teme la intromisión de Marruecos, el principal aliado de la OTAN en África. Por su parte, Chad, gran potencia militar y vecino de Níger, ya ha indicado que no participará en ninguna intervención.

El viernes los jefes de Estado Mayor de la CEDEAO “definieron los contornos de una “posible intervención militar” contra la junta de Níger, según declaró el comisario de Asuntos Políticos y de Seguridad de la Comunidad, Abdelfatau Musah, tras una reunión en Abuja, Nigeria. No obstante, según Musah, la solución diplomática sigue siendo la opción preferida.

Sin embargo, en los mismos países de África Occidental cuyos gobiernos promueven la invasión existe una fuerte repulsa contra la operación militar. Aunque el gobierno prooccidental de Nigeria (con 220 millones de habitantes, el país más poblado de África) ha cerrado la frontera con Níger, bloqueó el tráfico de mercancías transfronterizo, canceló el suministro transnacional de electricidad y desplegó tropas en la frontera, este sábado 5 el Senado rechazó el pedido del presidente Bola Tinubu para enviar tropas al vecino país. Por su parte, los gobernadores del opositor Partido Democrático Popular (PDP) advirtieron al presidente contra una guerra y el Foro de Ulemas (UFN) reclamó que se busque una solución pacífica al conflicto.

Tinubu, que asumió la presidencia en mayo pasado tras una cuestionada elección, está ansioso por imponer su autoridad en una región calificada de “cinturón golpista” y las fuerzas armadas nigerianas, las mayores de la región con 223.000 efectivos, bien pertrechadas y con una larga tradición golpista, ambicionan liderar una intervención en Níger. “La probabilidad de una gran intervención es muy, muy alta”, dijo por un lado el analista geopolítico Ovigwe Eguegu, “porque hay muchos factores que hablan en favor de ella”. Estados Unidos la apoyaría, según Eguegu, porque Níger es un socio fundamental en la lucha contra el yihadismo. Además, teme que la inestabilidad en Níger permita a Rusia ejercer aún más influencia en una región en la que una sucesión de golpes de Estado ha encumbrado a gobiernos aliados al Kremlin.

No obstante, la resistencia opositora, el fuerte compromiso del ejército en la lucha interna contra el terrorismo y el bandidismo en 30 de los 36 estados, el alto costo de este tipo de operaciones, la experiencia en Liberia hace treinta años de que estas misiones nunca tienen fecha de terminación y, finalmente, el hecho de que el tercio norte del país está habitado por 57 millones de miembros del pueblo Hausa (musulmanes), pero otros 13 millones viven en los territorios contiguos de Níger, hacen muy improbable que el ejército nigeriano se arriesgue a una aventura en el país vecino.

Otros Estados miembros de la CEDEAO tampoco acompañarán el uso de la fuerza en Níger. Mauritania no está de acuerdo, Argelia tampoco, Guinea, Mali y Burkina tampoco, Benín no tiene fuerza para atacar a Níger y en Senegal se multiplican las protestas contra el gobierno prooccidental de Macky Sall. El hecho de que se haya vencido el ultimátum dado a la junta de Níger, sin que la intervención de la CEDEAO se concrete, indica que la decisión no es firme. No es de excluir que la presión de París y Washington la ponga en marcha y que una invasión sin ganas fracase ante los experimentados ejércitos de Níger, Malí y Burkina Faso asesorados por Wagner.

Francia, por su parte, tampoco está en condiciones de intervenir. Se ha quedado sin base en Níger y el año pasado debió salir de Chad. Si bien mantiene sus bases en Costa de Marfil, Senegal y Gabón, ninguna de éstas sirve para organizar una invasión.

Aunque Níger es uno de los países más pobres del mundo, sus tropas tienen experiencia en la lucha contra los yihadistas y recibieron entrenamiento de Estados Unidos, que tiene 1.100 soldados estacionados en el país, y de Francia, que cuenta allí con unos 1.500 efectivos. Ahora cuentan con el consejo de la Compañía Wagner y el sostén de sus aliados burkineses, malienses y argelinos. Una derrota militar de la coalición antinigerina haría caer los regímenes prooccidentales desde Nigeria hasta Senegal y disminuiría aún más la influencia de Francia en África.

Por esta razón, varias cancillerías occidentales han abogado por el diálogo, incluida Alemania, que ha pedido que continúen los “esfuerzos de mediación”. Mientras, el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo este sábado que comparte con el ministro argelino de Exteriores, Ahmed Ataf, la “inquietud y el deseo de evitar una escalada” en Níger. Argel quiere evitar la guerra en su frontera sur, porque llevaría a la intervención de Marruecos, el principal aliado de la OTAN en África y su rival en el Sáhara.

Por suparte, la posición de Rusia es que los acontecimientos en Níger son asuntos internos del país y no justifican una intervención externa. No obstante, aviones rusos de carga aterrizaron el sábado en el aeropuerto de Niamey y la Compañía Militar Privada (CMP) Wagner anunció que está desplegando sus efectivos en y en torno a esa capital.

Quienes rápidamente aprovecharon la situación fueron los yihadistas del Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que el jueves asesinaron en la región maliense de Ménaka (noreste) a seis soldados malienses de un convoy que acompañaba una flota de camiones civiles que se dirigía a Níger. Según datos del ejército maliense, los terroristas han perdido al menos a 15 combatientes.

El golpe de Estado en Níger ha creado una gran preocupación por el futuro de las exportaciones de uranio a Francia y otros países de la Unión Europea. La empresa francesa Orano, que lleva años extrayendo el metal en el noroeste de la nación africana, ha asegurado que sigue con sus operaciones en territorio nigerino y no está claro si la nueva junta suspendió las exportaciones del metal y de oro.

La preocupación europea por África se explica por su alta dependencia del continente vecino. Ahora el golpe en Níger parece cancelar el proyecto para construir un gasoducto transahariano de Nigeria a Europa a través de Níger y Argelia por el que Europa recibiría 30.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.

Si estallara una guerra en África Occidental de la que sin duda sería parte, Europa sufriría no sólo la pérdida de importaciones esenciales, sino que debería recibir a cientos de miles de inmigrantes, sufriría la infiltración de terroristas y tendría que afrontar la reacción de la enorme cantidad de africanos que viven en el viejo continente. A EE.UU., por el contrario, no los afectaría una guerra en África Occidental, porque están lejos y no tienen grandes inversiones en la región. En realidad, los beneficiaría, al destruir la economía francesa y hacer a Europa aún más dependiente de los suministros energéticos trasatlánticos. De todos modos, Washington no tiene interés en que Moscú aumente su influencia en esa porción del mundo y seguramente acuda a Marruecos para impedirlo.

Tanto Francia como los mayores miembros de la CEDEAO se han metido en un callejón sin salida: tras haber amenazado con una invasión, si reculan, se desprestigian interna e internacionalmente, convalidan a la junta militar de Níger y, en el caso francés, arriesgan una catástrofe económica. Si, por el contrario, fuerzan la intervención militar, serán derrotados, aumentando la influencia rusa en la región, acrecentando el poder internacional de Argelia y arriesgando levantamientos internos que cambien el régimen político.

Sólo una solución negociada que permita a Francia seguir recibiendo uranio y oro de Níger, aunque ceda el control sobre los yacimientos y sus réditos, podría evitar una confrontación militar. Sin embargo, esta alternativa requiere de un mediador reconocido por ambas partes y de sentido de realidad en los liderazgos de Níger y Francia, una cualidad hasta ahora faltante en París. Si África Occidental cae al precipicio, arrastrará a Europa. ¿Quién puede evitarlo?

PUBLICADO EN TELAM: https://www.telam.com.ar/notas/202308/636298-niger-africa-europa-golpe-guerra.html

Niger

Por Enrique J. Refoyo de Geopolitica.Ru

Hela aquí, la entrevista que realicé con el administrador de la página de telegram, Intel Africa, donde se publican diariamente interesantes reportes sobre la situación en el continente africano.

Muy buen día y muchas gracias por aceptar esta entrevista. Sigo muy de cerca tu trabajo de periodismo donde informas cada día de noticias en toda África. Es mi fuente especializada predilecta para tener una referencia fiable de lo que sucede en el continente africano.

En esta ocasión, el tema de actualidad más candente tanto en África como en el resto del mundo es Níger. Pongámonos en contexto: El pasado 26 de julio se produjo un golpe de Estado en Níger, un país continental (sin salida al mar) del oeste de África y en la zona del Sahel. Resultó que un grupo de militares derrocaron al presidente Bazoum.

Las reacciones llegaron rápido. Entre los países del oeste africano se produjo una división entre los países pro-presidente o pro-junta militar. Principalmente países continentales como Burkina Faso, Mali, Guinea y Argelia se posicionaron del lado militar. Mientras que países costeros de la CEDEAO (ECOWAS) se posicionaron a favor del presidente derrocado. En Occidente, la reacción entre los gobiernos francés, británico y estadounidense ha sido alinearse con el presidente derrocado, y llamar a su restitución incluso amenazando con una intervención militar.

Después… aparece Rusia. O mejor dicho, las banderas rusas en diferentes manifestaciones en Níger. También ha coincidido con la cumbre Rusia-África, donde se ha destacado la cercanía política entre Rusia y numerosos países africanos. Se habló de lucha contra el imperialismo y el colonialismo occidental, y ahí destacó la figura del militar de Burkina Faso, Ibrahim Traoré. También apareció en escena un grupo muy particular: la CMP Wagner.

1. Hasta aquí un breve contexto de la situación, pero me gustaría preguntarte en primer lugar: ¿Qué podemos destacar de Níger a primera vista para cualquier analista que ahora conoce algo de ese país? Se habla mucho del Uranio, ¿es tan importante en el país y en la región?

Así que, sin más preámbulos, Níger. Lo más importante que debemos saber de primera mano sobre Níger es la influencia de Francia, los yacimientos de uranio y el terrorismo. Prácticamente todo en este país gira en torno a estas tres cosas.

Desde los siglos XIX y XX, Francia ha ejercido una enorme influencia en la región del Sahel. Y la descolonización no cambió la situación. ¿Por qué? Bueno, durante toda la existencia del imperio colonial estos estados apenas se desarrollaron, no crearon sus propias industrias, y las infraestructuras construidas por los colonizadores, sin un mantenimiento cualificado, empezaron a deteriorarse lentamente. Los jóvenes Estados tampoco podían vender sus recursos, ya que no tenían acceso al mercado internacional, que durante mucho tiempo se dividió sin ellos (el problema persiste hasta hoy, por cierto).

La élite local era (y sigue siendo) leal a las autoridades francesas y esperaba su ayuda. Por ello, la solución lógica para muchos era pedir a las empresas francesas y transnacionales que organizaran el acceso al mercado, es decir, que vendieran sus recursos no al comprador final en sus propios términos, sino a través de intermediarios.

La situación con Níger y su uranio (muy importante para Francia) es la misma. Francia sólo dio el 5% de todos los beneficios de los recursos de Níger a la población del país. La élite local (y el derrocado presidente Bazoum también) en su propio beneficio permitieron que Francia lo hiciera. Y lo más interesante es que Francia sigue teniendo el control económico de las antiguas colonias. Todos los activos de la élite están en Francia, el franco CFA es la moneda de las antiguas colonias francesas en África, las empresas francesas siguen funcionando en estos países, etc.

Y por último, pero no por ello menos importante, el terrorismo. Mali, Burkina Faso y Níger no controlan hasta el día de hoy grandes partes de sus países en la zona de las Tres Fronteras. Existe la opinión de que el terrorismo apareció allí por culpa de Francia y Estados Unidos. Estos países patrocinan la insurgencia y amenazan a la población de Malí, Burkina Faso y Níger, por lo que permitirían de buen grado la entrada de Francia para «defenderlos».

2. Puede parecer una pregunta sin sentido, pero, ¿cuál ha sido el motivo para el golpe de Estado? Y hago esta pregunta por el hecho de que es el asunto que no encuentro analizado en ninguna parte (hasta ahora). Es decir, parece que no importa el motivo, hubo un golpe de Estado y eso fue todo.

Tienes razón, hay muchas versiones de por qué se produjo el golpe. En mi opinión, todo esto no es más que un caso de lucha entre tribus. Como sabemos, los países de la región del Sahel (y en general de África) tienen una población heterogénea. Muchas tribus compiten y negocian entre sí por el poder y el control del país. Así que la razón es la lucha por el poder entre el anterior presidente Bazoum (que pertenece a la minoría árabe de Níger) y la élite del ejército (la mayoría de la cual Bazoum quería sustituir por sus propios hombres).

¿Y qué hay de la gente corriente? Bueno, sólo quieren una vida mejor, y no les gusta Francia por razones coloniales. Así que acogerían con satisfacción cualquier cambio (especialmente si es antifrancés en términos de narrativa) que crean que marcará la diferencia, aunque no cambie nada en absoluto.

3. Los dos primeros países en apoyar a la junta militar fueron Malí y Burkina Faso. Luego se unió Guinea. Y más adelante Argelia. ¿Por qué estos países se han inclinado hacia el lado “golpista”?

Razón obvia. Todos son antifranceses y, en cierto modo, prorrusos. La otra razón es que los nuevos gobiernos de Mali, Burkina Faso y Guinea fueron el resultado de golpes de Estado, muy condenados por Occidente y por países prooccidentales, como Nigeria o Senegal. He visto que los medios de comunicación occidentales incluso los califican de «alianza de golpistas».

4. Por el otro lado, la CEDEAO (ECOWAS) para muchos es una organización internacional desconocida. ¿Qué puedes decir brevemente de esta organización? Y ¿por qué parecen tomar el camino en favor del presidente derrocado?

Oficialmente, la CEDEAO está formada por las antiguas colonias francesas, británicas y portuguesas de África Occidental. La idea de la organización es promover la cooperación económica, política y militar. Pero, sinceramente, en mi opinión, no es más que otra pseudo-organización que está totalmente bajo el control de Francia hecha para echar polvo a los ojos de la gente corriente y hacer que parezca «un trabajo independiente de los países africanos». Además, el actual presidente de la CEDEAO es el recientemente elegido presidente de Nigeria, Bola Tinubu, cuyo partido garantiza el mantenimiento del statu quo en las élites nigerianas y los intereses económicos de los socios extranjeros, el principal de los cuales es Estados Unidos.

Y por eso la CEDEAO toma partido a favor del derrocado presidente pro-francés.

5. Hablemos de “músicos”. Me refiero a la CMP Wagner. He visto en múltiples publicaciones varias manifestaciones en apoyo de Rusia y también del Grupo Wagner. Se viralizaron también las fotografías de su jefe, Prigozhin con políticos y periodistas africanos durante la pasada cumbre en San Petersburgo. ¿Cuál es el papel de Wagner en esta parte de África y qué papel podría alcanzar a corto plazo en vista de los acontecimientos actuales?

En primer lugar, Wagner es la principal representación de Rusia en esta región. Los «músicos» sustituyen a los militares franceses en la defensa de estos países y les proporcionan apoyo militar de muchas maneras. Su experiencia en la República Centroafricana, donde fueron ellos los que salvaron al país del colapso allá por 2020-2021, demuestra a todo el mundo que son más que capaces de hacerlo.

Y ahora sobre los acontecimientos actuales. Estoy seguro de que ya has oído todo tipo de rumores de que Wagner ya está en Níger. En mi opinión, la CMP tiene muchas posibilidades de añadir otro país a su lista de trabajo, llamémoslo así. Y así los «músicos» y Rusia ganarán otro aliado.

6. Mencionar a Wagner implica también mencionar a Rusia y a las banderas rusas en manifestaciones recientes de varios países africanos. ¿Cuál es tu perspectiva sobre la presencia de Rusia en África? ¿Es un socio en favor del desarrollo africano soberano o es otra gran potencia en busca de recursos como se la etiqueta desde Occidente?

Como ya he mencionado, Rusia está representada principalmente por la CMP Wagner en África. Sí, el gobierno ruso intenta hacer todo tipo de cosas, como promover las «Casas Rusas», organizar cumbres conjuntas, cooperar en el comercio de grano y otras cosas. Pero en el Sahel, Wagner es la principal representación de Rusia.

Ahora mismo no puedo decir que Rusia sea una gran potencia más en busca de recursos. En mi opinión, Rusia intenta encontrar socios en el ámbito internacional y en muchas organizaciones, como la ONU, para apoyar sus proyectos y puntos de vista. Coincide con los llamamientos rusos a la multipolaridad y a la expansión de la influencia de África en organizaciones como la ONU y el G20.

7. En días pasados, Níger cerró y reabrió las fronteras. Varios países occidentales como Francia, Reino Unido y Estados Unidos están repatriando a sus ciudadanos. Desde Nigeria y Senegal hay reportes sobre su deseo de intervenir en Níger para reponer a Bazoum como presidente. Y tengamos el otro ojo puesto en las amenazas de intervención militar por parte de Estados Unidos y Francia, dos países que ya tenían soldados desplegados en Níger. Poco más de 1.000 soldados de cada país. Una fuerza escasa para llevar una operación militar en un país del tamaño de Níger (1,2 millones de Km2). Entonces: ¿Crees plausible una intervención armada de países africanos contra Níger? ¿Crees que habrá un decisivo respaldo occidental directo o indirecto?

Creo que la intervención militar no tendrá lugar. Las declaraciones sobre la intervención de la CEDEAO suenan cómicas porque el bloque carece de las fuerzas necesarias para una operación militar. En una situación en la que el Estado más preparado militarmente (me refiero al pro-francés Chad), que además alberga una base aérea francesa, declara su neutralidad, y los demás miembros de la CEDEAO están ocupados en su mayoría resolviendo problemas internos (como Nigeria, que tiene enormes problemas con los atentados, los separatistas en el sur y los terroristas en el norte), no hay nadie para luchar contra Níger.

Lo más probable es que todas las amenazas de una posible invasión por parte de la CEDEAO y Francia no sean más que un regateo habitual para preservar sus propios activos, como ocurrió en el caso de Malí. Han pasado 3 años y nadie ha invadido Mali. Creo que el caso de Níger es el mismo.

8. Anteriormente mencioné al Capitán Ibrahim Traoré, pues su figura se ha hecho especialmente notoria. Algunos incluso le comparan con otro Capitán y dirigente de Burkina Faso, Thomas Sankara (asesinado en 1987). Pero, ¿de dónde surge la figura de Traoré y qué papel tiene actualmente dentro y fuera de su país?

Ciertamente, la comparación entre Sankara y Traoré es acertada por su estilo visual similar y su retórica antiimperialista parecida. En esto se parecen, sí.

Sin embargo, Sankara se convirtió en un icono de la lucha anticolonial por una razón. Ante todo, era un reformista y estaba cambiando la estructura económica de Burkina Faso. Traoré tiene ahora una tarea diferente y más apremiante: Proporcionar seguridad y derrotar a los terroristas. Es esta exigencia pública y la incapacidad de las anteriores autoridades para satisfacerla lo que ha llevado al poder a jóvenes oficiales dirigidos por Traoré, que llevan toda una vida aprendiendo a luchar contra los terroristas y saben a qué aliados acudir en busca de apoyo para que la lucha sea una realidad y no una imitación.

Es probable que cuando se resuelvan los principales problemas de seguridad, Traoré siga el ejemplo de su gran predecesor y emprenda reformas, porque sólo un cambio en la estructura económica puede garantizar una verdadera independencia de las élites neocoloniales.

9. Viendo todos los acontecimientos tanto en el continente africano como en todo el mundo, ¿se puede hablar de un resurgimiento africano y un reposicionamiento de sus países frente al occidente unipolar y en favor de un mundo multipolar? O preguntado con otras palabras, ¿hay un frente anti-imperialista en África o se trata solamente de pequeños focos de resistencia?

Llamarlo «un frente antiimperialista en toda regla» sería un error. Se trata más bien de un proceso común en las relaciones internacionales. Con el colapso de la Unión Soviética, el mundo bipolar se transformó en unipolar. Y ahora, con todos los problemas que están ocurriendo en Occidente, estamos pasando a un mundo en cierto modo multipolar, en el que China, Rusia, Turquía y otros países intentan ganar su lugar. Y para ello necesitan la narrativa multipolar con muchos países pequeños (en términos de influencia en las relaciones internacionales) que les respalden. Y precisamente en este momento África adquiere una gran importancia.

Los países occidentales perdieron el control de África durante los años 1990-2000, ya que pensaban que no habría nadie que se les opusiera. Pues bien, se equivocaban. Con la creciente influencia de Rusia y China en África, con muchos países africanos tratando de obtener más beneficios de esta tendencia «multipolar», los EEUU y los países occidentales en general están entrando en la carrera por África, que ya está en pleno apogeo. Y todos estos acontecimientos son: Golpes de estado, guerras civiles, los BRICS tratando de ganar más miembros (de África también), EEUU y Francia organizando sus propias cumbres con África, etc. – no hacen más que confirmar mi afirmación.

Así que, respondiendo a tu pregunta, no es un «frente antiimperialista» en África, es «cada país intenta obtener más beneficios de esta carrera por la influencia en África».

10. Llegados al final, nuevamente te agradezco todo el tiempo y esfuerzo por atender esta entrevista que arrojará mucha luz al público en todo el mundo y en especial en lengua española, pues nuestros medios masivos (mainstream) tanto en España como en Iberoamérica son únicamente medios de desinformación masiva. Por favor, si deseas añadir algo más, estaremos encantados de saberlo.

Y gracias a ti también. Ha sido una entrevista agradable, por no decir otra cosa.

Publicado en: Geopolitica.ru https://www.geopolitika.ru/es/article/entrevista-sobre-la-actualidad-de-niger-y-el-continente-africano-con-intel-africa