Sergio Moro, representaba en este desgobierno brasileño a esa derecha vinculada al empresariado y al discurso del «honestismo». Y a la manipulada “clase media” confundida y aturdida por un plan comunicacion planificado desde los grandes medios que con informaciones falsas y prejuicios sin ‘pruebas” condenó e impidió que Brasil tuviera otro destino que no sea el actual aquelarre, de retroceso económico, social y de dejar de tener una presencia internacional Global y Regional fuerte por una política exterior de alineación a las directivas de Washington. Que la aislaron del Grupo BRICS y de la Integracion suramericana.

Moro fue convocado por Bolsonaro para obtener el apoyo de las clases medias que se levantaron contra el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula por el escándalo de Lava Jato, y esa representación ahora se ha caído del gobierno.

Ahora este gobierno de Bolsonaro continuará a la deriva y con una espada de Damocles sobre su cabeza, con la segura iniciación de un Juicio Político ya que el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, solicitó formalmente a la Suprema Corte una autorización para investigar las denuncias de Moro contra el presidente, porque «la dimensión de los episodios narrados en la declaración del ministro (Moro) revelarían la práctica de delitos, imputando al presidente, pero también podría caracterizar el delito de denuncia calumniosa».Por ello DOSSIER GEOPOLITICO sostenedor de que la única salida estratégica que tiene Suramerica después de esta pandemia es la consolidación de un estado continental fuerte, Y para ello necesitamos a un Brasil sólido fuerte y participativo del destino del espacio geográfico que comparte con el mundo Hispanoparlante es que difundimos el siguiente Video: –«El odio» describe la campaña de desprestigio impulsada contra Lula da Silva y el Partido de los Trabajadores en Brasil, demostrando cómo ese proceso catapultó a Jair Bolsonaro a la presidencia. El audiovisual realizado por el documentalista argentino Andrés Sal.lari también detalla la participación protagónica del juez Moro, de los medios de comunicación y de Washington en toda la operación.- Que condeno a esta decadencia al actual Brasil que fue planificada por los poderes extracontinentales y con el rol de la derechas liberales y el protestantismo militante en Brasil para entender y comprender el modelo de guerra Híbrida a la que fue sometida la nación Verde Amarilla. y que se entienda en toda América latina el “modelo”

Tras la reciente publicación del libro “Análisis estratégico sobre el panorama mundial en tiempos de la pandemia, desde la Argentina” de la editorial dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy; Tiempo de Jujuy entrevisto al Dr. Miguel Barrios, uno de sus autores, para que nos explique de que forma la pandemia del coronavirus está afectando geopolíticamente al mundo.

Prof. Dr. Miguel Ángel Barrios: Dr. En Educación (Universidad Tecnológica Intercontinental – UTIC. Asunción Paraguay). Dr. En Ciencia Política (Universidad del Salvador. Buenos Aires. Argentina). Diploma en Relaciones Internacionales. (Universidad Complutense de Madrid. España). director academico de Dossier Geopolitico; Profesor. Investigador. Consultor. Autor de más de 15 obras de política latinoamericana.

_ ¿Qué es la geopolítica?

_ La geopolítica es disciplina que abarca, de forma transversal, a todas las Ciencias Sociales. En sus comienzos en el siglo XIX era considerada una ciencia autónoma; pero hoy, en mi opinión, es considerada una disciplina.

Solamente los estados o los poderes que ocupen las diferentes dimensiones del espacio poseen poder real

El objeto de estudio de la misma, es la relación de los poderes de los estados y también de las unidades políticas sin territorio en la lucha por los espacios. Es decir es la lucha a lo largo de la historia por ocupar los espacios que nunca son neutros.

La historia es tiempo y espacio, y desde el punto de vista de la geopolítica en esta se da la lucha por la territorialidad.

Solamente los estados o los poderes que ocupen las diferentes dimensiones del espacio poseen poder real, hoy los niveles de espacio de la geopolítica, debido al avance tecnológico de la mundialización, son cinco. Estos son tierra, agua, el aire, espacio ultraterrestre o satelital y el ciberespacio. Los estados deben tener las capacidades de manejarse en los cinco niveles de espacios.

En el caso del agua es como recurso o bien, que cada vez es más escaso, y porque el 80% del comercio se sigue realizando a través de este.

En el caso de américa del sur es una potencia geopolítica, desde el punto de vista de los recursos naturales y materias primas.

Las guerras que se vienen son dos, una es por los recursos naturales y la otra es la cibernética. En la del ciberespacio se encuentra la ciberseguridad y ciberdefensa.

_ ¿Qué se entiende por orden mundial?

_ En política internacional la palabra orden no tiene la misma aplicación que en el lenguaje cotidiano, ya que significa armonía. Para la política internacional el orden es un acuerdo o desacuerdo, entre dos o más actores, sobre los espacios de poder mundial.

_ ¿Cómo era el orden mundial hasta noviembre del 2019?

_ El año pasado se produce el estancamiento de Estados Unidos en el medio oriente, concretamente en Siria, en su búsqueda de llegar a Irán ya que este era su real objetivo para centrarse desde allí contra China. Esa estrategia comenzó en el año 2017.

Cuando implosionó la Unión Soviética parecía que Norte América había ganado por la caída de un extremo de la bipolaridad y con ese evento se llegaría al cierre de la historia. Luego siguió la post guerra fría, que fue el intento de los Estados Unidos, a fines del siglo XX y principios del siglo XXI, de instalar un imperio militar global unipolar durante el gobierno de George W. Bush (h) con la invasión a Asia.

Posteriormente, en la crisis mundial del año 2008 se produce el estancamiento militar y el ascenso geoeconómico de China, con una revolución industrial inédita, ha generado un mundo multipolar en el cual los actores que emergieron fueron EE. UU, de hecho, China; Rusia y la India. Con características de Estados de dimensiones geopolíticas continentales, es decir bioceánicos.

El estancamiento de algunas políticas de Estados Unidos da origen a un mundo multipolar; en donde este deja de ser el único actor en la política internacional y comienzan a aparecer otros países en la escena.

En el caso de Europa entró a un signo de interrogante, porque no lograron la unidad militar ya que quedó prisionera de sus diferencias culturales. Hay tres elementos que hay que distinguir en el Unión Europea que son la OTAN, que es el brazo armado dirigido por cada uno de sus integrantes, el pacto del Tratado de Roma por el que se fueron incorporando distintos países, y la Eurozona  por el cual muchos países adoptaron el Euro como moneda sin ser miembros de la UE.

Por ejemplo Turquía forma parte de la OTAN pero no de la UE y Reino Unido formaba parte de la UE pero nunca adopto el Euro como monedo.

Otro gran interrogante es la de América del Sur por la constante tensión en el enfrentamiento de las doctrinas del Bolivarismo y el Monroismo.  El Bolivarismo es el intento de Simón Bolívar, en el año 1826, en el congreso de Panamá de lograr la unidad continental y el Monroismo es la declaración unilateral del presidente norteamericano, James Monroe, mal llamado intento de unidad pero panamericana, es decir como apéndice de Estados Unidos.  Es decir integracionismo versus panamericanismo.

_ Ante este escenario ¿Qué debe hacer América Latina?

_ Hoy, en mi opinión, no nos queda otra cosa que la integración de América del Sur, más allá de la coyuntura de los gobiernos, a pesar de que esto con Bolsonaro sea muy difícil, porque el núcleo de este proceso es la alianza de Argentina y Brasil.

Por otra parte, hay Estados que no son continentales pero por su carácter regional son muy importantes como son los casos de Turquía e Irán, este último nuclea el mundo Islámico.

_ ¿Son agentes de cambio en la dinámica mundial las epidemias y las pandemias?

_ Yo pienso que sí. A lo largo de la historia toda pandemia ha generado crisis y cambios en diferentes órdenes, lo que sucede es que no suelen percibirse con facilidad al principio. Debemos entender a la crisis es un momento de inflexión o decadencia

Si se lo observa desde el punto de vista estratégico y desde la evolución histórica, podemos ver rápidamente. Por ejemplo, la crisis de las ciudades griegas, fueron producidas por las pestes que comenzaron en Atenas, que data de la guerra del Peloponeso, aproximadamente, en 430 a.c.; a partir de esto entran en decadencia las ciudades griegas porque emerge el imperio de Alejandro.

La modernidad es influida significativamente por la peste negra, a llegar esta desde Asia a Europa, alrededor del año 1350, trajo una crisis económica por la falta de mano de obra. Ahí es cuando aparecen muy lentamente los gremios, porque los campesinos tienen un margen para poder negociar. Sin la peste negra es impensable la modernidad.

Luego, la Gripe Española, en 1918, mal llamada así porque comienza en Estados Unidos y después toma fuerza en España y produce el fallecimiento de cincuenta millones de personas. Las medidas y efectos eran muy similares distanciamiento social, barbijo, crisis económica e higiene.

En las pandemias siempre hay un cambio de época que va más allá de una crisis sanitaria. En el caso del coronavirus, no podemos encapsularnos en su origen es decir si fue Estados Unidos o China, si es natural o de laboratorio. Porque eso hoy no nos conduce a ningún lado, hablando desde la geopolítica, las investigaciones científicas con el tiempo lo determinaran. En el laboratorio de Wuhan trabajaban especialistas tanto ambos países.

_ ¿De qué forma afectó el coronavirus al orden mundial?

_ Esta pandemia es la primera en un mundo globalizado y multipolar, que replantea al capitalismo generando una crisis en tres niveles. La primera es sanitaria, la segunda es económica social y el último es ambiental.

De estos niveles de crisis se desprenden cuatro niveles de gestión, para ir bajando a la política, la gestión de la pandemia, la gestión de la economía, la gestión del confinamiento social y la reconfiguración del orden internacional.

Si analizamos la reconfiguración del orden mundial vemos un potenciamiento de China, una crisis importante de Estados Unidos a tal punto de que tres semanas tiene 22 millones de personas que están solicitando un seguro de desempleo, y una crisis económica inédita que la llevó a un decrecimiento, al punto que pone en riesgo la reelección de Donald Trump. El ocaso de Europa y al mismo tiempo el fortalecimiento de Rusia y una serie de interrogantes en África y América Latina.

Estamos en la fase del agotamiento, casi definitivo, del período neoliberal de la globalización.

Estamos en la fase del agotamiento, casi definitivo, del período neoliberal de la globalización.  Porque la globalización o mundialización comenzó en occidente hace cinco siglos con los descubrimientos geográficos, el capitalismo, la burguesía industrial y el sistema bancario entre otros elementos. El mundo se transformó en un solo sistema, es un proceso histórico y multidimensional.

Muchas veces desde la ideología se confunde esto y se toma como sinónimo de globalización el neoliberalismo, pero este es solo un subperíodo de la globalización, y ahora el mundo está comenzando otro que todavía no se puede definir cuál es.

A partir del coronavirus se pone en discusión que una elite global, denunciada hasta por el Papa Francisco, a través del poder financiero generaba una inequidad más poderosa que los Estados. El dogma de este grupo siempre fue el mercado gobierna y la política administra. Esto hoy terminó y el estado debe volver a asumir su rol en sus actividades espaciales y estratégicas.

_ A China se le acusa de un manejo poco transparente de la información del coronavirus ¿Cómo afecto esto a ese país en el plano de la política internacional?

_ La gestión de como trato la enfermedad China es una agenda occidental, en un mundo multipolar, no se puede analizar a este país solamente desde la óptica de occidente. Por ahora todos estos planteos son parte del terreno de las hipótesis. No se puede obviar la potencialización de China, Estados Unidos acusa a ese país que no ha tenido mucho impacto por el momento.

A quedado al descubierto que el 80% de los insumos farmacéuticos y tecnológicos, relacionados a la medicina, en el mundo son producidos por China y la India, desde barbijos hasta respiradores.

FUENTE: https://tiempodejujuy.com.ar/04/2020/miguel-barrios-en-las-pandemias-siempre-hay-un-cambio-de-epoca-que-va-mas-alla-de-una-crisis-sanitaria/?fbclid=IwAR3bOGNnbogUc7fUyJF2TH6J4RZomydlqBzSlniRC4lnwKw72-LlyrdwcJQ

Estamos viviendo en un estado fallido. El coronavirus no rompió a los EEUU. Reveló lo que ya estaba roto.

George Packer

Cuando el virus llegó aquí, encontró un país con graves condiciones subyacentes y las explotó sin piedad. Las enfermedades crónicas (una clase política corrupta, una burocracia esclerótica, una economía despiadada, un público dividido y distraído) no habían recibido tratamiento durante años. Habíamos aprendido a vivir, incómodos, con los síntomas. Se necesitó la escala y la intimidad de una pandemia para exponer su gravedad, para sorprender a los estadounidenses con el reconocimiento de que estamos en la categoría de alto riesgo.

La crisis exigió una respuesta rápida, racional y colectiva. En cambio, los Estados Unidos reaccionó como Pakistán o Bielorrusia, como un país con una infraestructura de mala calidad y un gobierno disfuncional cuyos líderes eran demasiado corruptos o estúpidos para evitar el sufrimiento masivo. La administración desperdició dos meses irrecuperables para prepararse. Del presidente vino la ceguera voluntaria, el chivo expiatorio, las alardes y las mentiras. De sus bocas salieron teorías conspirativas y curas milagrosas. Algunos senadores y ejecutivos corporativos actuaron, rápidamente, no para evitar el desastre que se avecinaba, sino para aprovecharlo. Cuando un médico del gobierno intentó advertir al público sobre el peligro, la Casa Blanca tomó el micrófono y politizó el mensaje.

Todas las mañanas en el, interminable, mes de marzo, los estadounidenses se despertaban para encontrarse como ciudadanos de un estado fallido. Sin un plan nacional, sin instrucciones coherentes en absoluto, las familias, las escuelas y las oficinas tenían que decidir, por sí mismas, si cerrar y refugiarse. Cuando se descubrió que los kits de prueba, las máscaras, las batas y los ventiladores escaseaban los gobernadores, desesperadamente,  los pidieron. Desde la Casa Blanca, que se estancó y que luego llamó a la empresa privada, la que no pudo cumplir. Los estados y las ciudades se vieron obligados a participar en guerras que los dejaron presa del aumento de los precios y de la especulación empresarial. Los civiles sacaron sus máquinas de coser para tratar de mantener sanos a los trabajadores del hospital mal equipados y a sus pacientes vivos. Rusia, Taiwán y las Naciones Unidas enviaron ayuda humanitaria al poder más rico del mundo: una nación mendiga en un caos total.

Donald Trump vio la crisis casi por completo en términos personales y políticos. Temiendo por su reelección, declaró que la pandemia de coronavirus era una guerra y que él mismo era un presidente en tiempos de guerra. Pero, el líder que nos recuerda es al mariscal Philippe Pétain, el general francés que, en 1940, firmó un armisticio con Alemania, después de la derrota de las defensas francesas y que, luego, formó el régimen pronazi de Vichy. Al igual que Pétain, Trump colaboró ​​con el invasor y abandonó su país en un desastre prolongado. Y, como Francia, en 1940, los Estados Unidos en 2020 se han sorprendido con un colapso que es más grande y más profundo que un líder miserable. Algunas futuras autopsias de la pandemia podrían llamarse “Strange Defeat”, según el estudio contemporáneo del historiador y luchador de la Resistencia Marc Bloch sobre la caída de Francia. A pesar de innumerables ejemplos en todo los Estados Unidos de coraje y de sacrificio individual, el fracaso es nacional. Y debería forzar una pregunta que la mayoría de los estadounidenses nunca han tenido que hacer: ¿Confiamos en nuestros líderes y entre nosotros lo suficiente como para convocar una respuesta colectiva a una amenaza mortal? ¿Somos todavía capaces de autogobernarnos?

Esta es la tercera gran crisis del corto siglo XXI. La primera, el 11 de septiembre de 2001, se produjo cuando los estadounidenses todavía vivían mentalmente en el siglo anterior y el recuerdo de la depresión, la guerra mundial y la guerra fría se mantuvo fuerte. Ese día, la gente en el corazón rural no veía a Nueva York como un aglomerado alienígena de inmigrantes y liberales que merecían su destino; sino como una gran ciudad estadounidense que había sido un éxito para todo el país. Los bomberos de Indiana condujeron 1.200 Km para ayudar al esfuerzo de rescate en la Zona Cero. Nuestro reflejo cívico fue llorar y movilizarnos juntos.

La política partidista y las políticas terribles, especialmente la Guerra de Irak, borraron el sentido de unidad nacional y alimentaron una amargura hacia la clase política que nunca se desvaneció realmente. La segunda crisis, en 2008, la intensificó. En la parte superior, el colapso financiero casi podría considerarse un éxito. El Congreso aprobó un proyecto de ley de rescate bipartidista que salvó al sistema financiero. Los funcionarios salientes de la administración Bush cooperaron con los funcionarios entrantes de la administración Obama. Los expertos de la Reserva Federal y del Departamento del Tesoro utilizaron la política monetaria y fiscal para evitar una segunda Gran Depresión. Los principales banqueros fueron avergonzado, pero no procesados; la mayoría de ellos mantuvo su fortuna y algunos sus trabajos. En poco tiempo estaban de vuelta en el negocio. Un comerciante de Wall Street me dijo que la crisis financiera había sido un «reductor de velocidad».

Todo el dolor duradero se sintió en el medio y en la parte inferior, por los estadounidenses que se endeudaron y que perdieron sus empleos, sus hogares y sus ahorros para la jubilación. Muchos de ellos nunca se recuperaron y los jóvenes que llegaron a la mayoría de edad en la Gran Recesión están condenados a ser más pobres que sus padres. La desigualdad, la fuerza fundamental e implacable en la vida estadounidense desde finales de la década de 1970, empeoró.

Esta segunda crisis generó una profunda brecha entre los estadounidenses: entre las clases altas y bajas, entre los republicanos y los demócratas, entre las personas metropolitanas y las rurales, entre los nativos y los inmigrantes, entre los estadounidenses comunes y sus líderes. Los lazos sociales habían estado bajo una tensión creciente durante varias décadas, y ahora comenzaron a romperse. Las reformas de los años de Obama, por importantes que fueran, en atención médica, regulación financiera, energía verde, solo tuvieron efectos paliativos. La larga recuperación en la última década enriqueció a las corporaciones y a los inversores, arrulló a los profesionales y dejó a la clase trabajadora más atrás. El efecto duradero de la depresión fue aumentar la polarización y desacreditar a la autoridad, especialmente la del gobierno.

Ambas partes tardaron en comprender cuánta credibilidad habían perdido. La política que se avecinaba era populista. Su presagio no era Barack Obama, sino Sarah Palin, la candidata a la vicepresidencia, absurdamente, poco preparada que despreciaba la experiencia y se deleitaba con la celebridad. Ella era la Juan el Bautista de Donald Trump.

Trump llegó al poder como repudio al establecimiento republicano. Pero la clase política conservadora y el nuevo líder pronto llegaron a un acuerdo. Cualesquiera que sean sus diferencias en asuntos como el comercio y la inmigración, compartieron un objetivo básico: despojar los activos públicos en beneficio de los intereses privados. Los políticos y donantes republicanos que querían que el gobierno hiciera lo menos posible por el bien común podrían vivir felices con un régimen que apenas sabía gobernar y se convirtieron en los lacayos de Trump.

Como un niño sin sentido lanzando fósforos en un campo seco, Trump comenzó a inmolar lo que quedaba de la vida cívica nacional. Nunca fingió ser presidente de todo el país, sino que nos enfrentó entre nosotros en términos de raza, sexo, religión, ciudadanía, educación, región y, todos los días de su presidencia, de su partido político. Su principal herramienta de gobierno era mentir. Un tercio del país se encerró en una sala de espejos que creía que era realidad; un tercero se volvió loco con el esfuerzo de aferrarse a la idea de la verdad conocida y un tercero dejó de intentarlo.

Trump adquirió un gobierno federal paralizado por años de asalto ideológico por parte de la Derecha, politización por parte de ambos partidos y desfinanciamiento constante. Se dedicó a terminar el trabajo y destruir el servicio civil profesional. Expulsó a algunos de los funcionarios de carrera más talentosos y experimentados, dejó vacantes los puestos esenciales e instaló leales como comisarios sobre los sobrevivientes cobardes, con un solo propósito: servir a sus propios intereses. Su mayor logro legislativo, uno de los mayores recortes de impuestos de la historia, envió cientos de miles de millones de dólares a las corporaciones y a los ricos. Los beneficiarios acudieron en masa a patrocinar sus resorts y llenar sus bolsillos para la reelección. Si mentir era su medio para usar el poder, la corrupción era su fin.

Este era el panorama estadounidense que estaba abierto al virus: en ciudades prósperas, una clase de trabajadores de escritorio conectados globalmente que dependían de una clase de trabajadores de servicios precarios e invisibles; en el campo, comunidades en descomposición en revuelta contra el mundo moderno; en redes sociales, odio mutuo y vituperación interminable entre los diferentes campos; en la economía, incluso con pleno empleo, una brecha grande y creciente entre el capital triunfante y la mano de obra asediada; en Washington, un gobierno vacío dirigido por un estafador y su partido en bancarrota intelectual; en todo el país, un estado de ánimo de agotamiento cínico, sin visión de una identidad o futuro compartido.

Si la pandemia es realmente una especie de guerra, es la primera que se librará en este suelo en un siglo y medio. La invasión y la ocupación exponen las fallas de una sociedad, exagerando lo que pasa desapercibido o es aceptado en tiempos de paz, aclarando verdades esenciales, elevando el olor a la podredumbre enterrada.

El virus debería haber unido a los estadounidenses contra una amenaza común. Con un liderazgo diferente, podría haberse hecho. En cambio, incluso cuando se extendió de las áreas azules a las rojas, las actitudes se rompieron en líneas partidistas familiares. El virus también debería haber sido un gran nivelador. No tienes que estar en el ejército ni endeudarte para ser un objetivo, solo tienes que ser humano. Pero desde el principio, sus efectos han sido sesgados por la desigualdad que hemos tolerado durante tanto tiempo. Cuando las pruebas para el virus eran casi imposibles de encontrar, los ricos y conectados —la modelo y presentadora de televisión de realidad Heidi Klum, la lista completa de los Brooklyn Nets, los aliados conservadores del presidente— pudieron de alguna manera, hacerse la prueba, a pesar de que muchos no mostraron síntomas La combinación de resultados individuales no hizo nada para proteger a la salud pública. Mientras tanto, las personas comunes con fiebre y escalofríos tuvieron que esperar en largas colas, posiblemente, infecciosas, solo para ser rechazados porque, en realidad, no se estaban sofocando. Una broma en Internet propuso que la única forma de averiguar si tenía el virus era estornudar en la cara de una persona rica.

Cuando se le preguntó a Trump sobre esta injusticia flagrante, expresó su desaprobación, pero agregó: «Tal vez esa ha sido la historia de la vida». La mayoría de los estadounidenses apenas registran este tipo de privilegio especial en tiempos normales. Pero en las primeras semanas de la pandemia provocó indignación, como si, durante una movilización general, se permitiera a los ricos comprar su salida del servicio militar y acumular máscaras antigás. A medida que el contagio se ha extendido, es probable que sus víctimas sean personas pobres, negras y marrones. La gran desigualdad de nuestro sistema de atención médica es evidente a la vista de los camiones refrigerados alineados fuera de los hospitales públicos.

Ahora tenemos dos categorías de trabajo: el esencial y el no esencial. ¿Quiénes han resultado ser los trabajadores esenciales? En su mayoría personas en trabajos mal remunerados que requieren su presencia física y ponen en riesgo su salud directamente: trabajadores de almacenes, repositores, deliveries, conductores de reparto, empleados municipales, empleados de hospitales, asistentes de salud, camioneros de larga distancia. Los médicos y las enfermeras son los héroes de combate de la pandemia, pero el cajero del supermercado con su botella de desinfectante y el conductor del correo con sus guantes de látex son las tropas de suministros y la logística que mantienen intactas las fuerzas de la primera línea. En una economía de teléfonos inteligentes que oculta clases enteras de seres humanos, estamos aprendiendo de dónde provienen nuestros alimentos y bienes, quién nos mantiene vivos. Una orden de rúcula orgánica para bebés en “AmazonFresh” es barata y llega de la noche a la mañana, en parte, porque las personas que la cultivan, clasifican, empacan y entregan tienen que seguir trabajando mientras están enfermos. Para la mayoría de los trabajadores de servicios, la baja por enfermedad resulta ser un lujo imposible. Vale la pena preguntar si aceptamos un precio más alto y una entrega más lenta para que puedan quedarse en casa.

La pandemia también ha aclarado el significado de los trabajadores no esenciales. Un ejemplo es Kelly Loeffler, la senadora republicana junior de Georgia, cuya única calificación para el asiento vacío que le dieron en enero es su inmensa riqueza. Menos de tres semanas en el trabajo, después de una terrible sesión privada sobre el virus, se enriqueció, aún más, con la venta de acciones, luego acusó a los demócratas de exagerar el peligro y les dio a sus electores falsas garantías que bien podrían haberlos matado.  Los impulsos de Loeffler en el servicio público son los de un parásito peligroso. Un cuerpo político que colocaría a alguien así en un alto cargo está muy avanzado en decadencia.

La encarnación más pura del nihilismo político no es el propio Trump sino su yerno y asesor principal, Jared Kushner. En su corta vida, Kushner ha sido promovido, fraudulentamente, como meritocrático y populista. Nació en una familia de bienes raíces adinerada el mes en el que Ronald Reagan ingresó a la Oficina Oval, en 1981, un príncipe de la segunda Edad Dorada. A pesar del mediocre historial académico de Jared, fue admitido en Harvard después de que su padre, Charles, prometió una donación de U$ 2,5 millones a la universidad. El padre ayudó a su hijo con U$ 10 millones en préstamos para comenzar en el negocio familiar, luego Jared continuó su educación de élite en las escuelas de derecho y de negocios de la Universidad de Nueva York, donde su padre había contribuido con U$ 3 millones. Jared pagó el apoyo de su padre con una lealtad feroz, cuando Charles fue sentenciado a dos años en una prisión federal en 2005 por tratar de resolver una disputa legal familiar atrapando al esposo de su hermana con una prostituta y grabando en video el encuentro.

Jared Kushner fracasó como propietario de un rascacielos y como editor de un periódico, pero siempre encontró a alguien que lo rescatara, y su confianza en sí mismo sólo creció. En “American Oligarchs”, Andrea Bernstein describe cómo adoptó la perspectiva de un emprendedor que toma riesgos, un «disruptor» de la nueva economía. Bajo la influencia de su mentor Rupert Murdoch, encontró formas de fusionar sus actividades financieras, políticas y periodísticas. Hizo de los conflictos de intereses su modelo de negocio.

Entonces, cuando su suegro se convirtió en presidente, Kushner rápidamente ganó el poder en una administración que elevó el amateurismo, el nepotismo y la corrupción como sus principios rectores. Mientras se ocupó de la paz en el Medio Oriente, su intromisión sin importancia, no era importante para la mayoría de los estadounidenses. Pero desde que se convirtió en un asesor influyente de Trump sobre la pandemia de coronavirus, el resultado ha sido la muerte en masa.

En su primera semana en el trabajo, a mediados de marzo, Kushner fue coautor del peor discurso de la Oficina Oval, del que se tenga memoria;  interrumpió el trabajo vital de otros funcionarios, pudo haber comprometido los protocolos de seguridad, coqueteado con conflictos de intereses y violado leyes federales, e hizo promesas fatuas que, rápidamente, se convirtieron en polvo. «El gobierno federal no está diseñado para resolver todos nuestros problemas», dijo y explicó cómo aprovecharía sus conexiones corporativas para crear sitios de test del virus al paso. Nunca se materializaron. Los líderes corporativos lo convencieron de que Trump no debería usar la autoridad presidencial para obligar a las industrias a fabricar respiradores; entonces el propio intento de Kushner de negociar un acuerdo con la General Motors fracasó. Sin perder la fe en sí mismo, culpó a los gobernadores estatales de incompetentes y de la falta de los equipos necesarios.

Presenciar a esta brisa trémula, pálida y delgada en medio de una crisis mortal, usnado la jerga de las escuelas de negocios para tapar el fracaso masivo de la administración de su suegro, es comprobar el colapso de todo un enfoque de gobierno. Decir que los expertos científicos y otros funcionarios públicos son los miembros traidores de un «estado profundo»,  que no son trabajadores esenciales y que son marginarlos en favor de los ideólogos y de los aduladores es una amenaza para la salud de la nación. Resulta que las compañías «ágiles» no pueden prepararse para una catástrofe o distribuir productos que salven vidas; solo un gobierno federal competente puede hacerlo. Resulta que todo tiene un costo y años de atacar al gobierno, exprimirlo y agotar su moral, infligen un alto costo que el público tiene que pagar con sus vidas. Todos los programas se cancelaron, las existencias se agotaron y los planes desechados significaron que nos habíamos convertido en una nación de segunda categoría. Luego vino el virus y esta extraña derrota.

La lucha para superar la pandemia también debe ser una lucha para recuperar la salud de nuestro país y construirla de nuevo  o las dificultades y el dolor que estamos soportando nunca serán redimidos. Bajo nuestro liderazgo actual, nada cambiará. Si el 11 de septiembre y el 2008 agotaron la confianza en el antiguo establishment político, 2020 debería acabar con la idea de que la antipolítica es nuestra salvación. Pero poner fin a este régimen, tan necesario y merecido, es solo el comienzo.

Nos enfrentamos a una elección que la crisis deja inevitablemente clara. Podemos permanecer acurrucados en el autoaislamiento, temiendo y evitandonos los unos con los otros, dejando que nuestro vínculo común se desvanezca en la nada. O podemos usar esta pausa en nuestra vida normal para prestar atención a los trabajadores del hospital que sostienen los teléfonos celulares para que sus pacientes puedan despedirse de sus seres queridos; el avión cargado de trabajadores médicos que volaban desde Atlanta para ayudar en Nueva York; los trabajadores aeroespaciales en Massachusetts que exigen que su fábrica se convierta en productora de respiradores; los residentes de La Florida haciendo largas colas porque no podían comunicarse por teléfono con la distante oficina de desempleo; los residentes de Milwaukee que se enfrentaron a interminables esperas, al granizo y al contagio para votar en una elección forzada por jueces partidistas. Podemos aprender de estos días terribles que la estupidez y la injusticia son letales; que, en una democracia, ser ciudadano es un trabajo esencial; que la alternativa a la solidaridad es la muerte. Después de salir de nuestro escondite y quitarnos las máscaras, no debemos olvidar lo que era estar solo.

Traducción: Coronel ® Carlos Pissolito

Fuente: https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2020/06/underlying-conditions/610261/

[Dossier Geopolitico DG tiene el placer de difundir e invitar a la lectura del último libro de Gonzalo Fiore Viani, miembro de nuestro equipo, que con gran generosidad nos permite acceder al mismo vía internet sin costo alguno. Carlos Pereyra Mele Director de DG] 

El oscuro mundo de The Movement

Prologo de Leandro Albani

Steve Bannon, un hombre (y un nombre) que resuena muy poco en América Latina, es alguien peligroso. Y el libro de Gonzalo Fiore Viani lo confirma. El ex jefe de campaña y ex asesor de Donald Trump es una persona que nos tendría que preocupar a todos y a todas. Esto no tiene que ver con una “naturaleza maligna” de Bannon, sino por su posición de articulador de los movimientos de ultradercha –algunos de ellos en el poder- que crecen día a día en todo el planeta.

Periodista de los bordes, Bannon es el impulsor de The Movement, una agrupación (¿o logia?) transnacional que tiene fluidos vínculos en Europa, Estados Unidos y América Latina. Y como bien lo explica este libro, encabeza el auge de una nueva ultra derecha que alcanzó logros que no pueden dejarse de lado a la hora del análisis de la situación mundial.

Fiore Viani, en su libro, despliega las líneas generales de The Movement, la figura de Bannon, sus relaciones con dirigentes de importancia en las cuatro latitudes, y el despliegue de su ideología en América Latina. Pero un punto fundamental para entender a la ultra derecha que escala posiciones sin que, por lo visto, nadie tenga capacidad de detenerla, es la fuerza desarrollada para llegar a los sectores más humildes (y humillados) por el actual sistema de dominación que sobrevive pese a las reiteradas crisis de todo tipo. 

The Movement, y quienes se suman a su cruzada, supieron analizar –en un primer momento- y apuntar –en un segundo movimiento- a grandes sectores poblacionales que la derecha clásica desprecia y el progresismo (y una parte considerable de la izquierda) subestima. En el caso de Estados Unidos, es la población blanca y pobre del sur del país. Hacia ese núcleo –que en la actualidad sostiene a Trump- llegó Bannon con sus proclamas anti-globalización liberal, anti-inmigración, anti-establishment y anti-políticas de géneros. 

La descripción detallada que Fiore Viani hace de este pulso político e ideológico cruza todo el libro, brindando datos sobre reuniones, congresos y “alianzas”, que desde hace varios años cruzan las fronteras sin que todavía tengamos una noción real de hasta dónde puede llegar. Esta ideología, hija de los neoconservadores norteamericanos y condimentada con sutiles toques de fascismo, enarbola un discurso llano y concreto que es asimilado sin demasiadas complicaciones por los futuros votantes.

Fiore Viani tiene la virtud de explicar este mundo de ultraderecha –por momentos subterráneo, pero con una ingente capacidad financiera y de acceso al poder- con un lenguaje despojado, sencillo, sostenido en información concreta, al mismo tiempo que muestra las profundas tensiones del orden mundial que permiten una corriente de estas características.

En América Latina –como describe el autor- a The Movement se le presenta un tablero divido. Por un lado, todavía no hace pie con fuerza en la mayoría de los países de la región, pero por otro su principal referente es Eduardo Bolsonaro, hijo del actual presidente de Brasil, nación que se encuentra entre las diez principales potencias mundiales.

En el abordaje de nuestro continente, Fiore Viani acierta en trazar los puntos de contactos entre la nueva ultraderecha apañada por Bannon y el crecimiento exponencial de los sectores más conservadores del movimiento evangélico. Aunque en ocasiones los vínculos no sean totalmente orgánicos entre ambas partes, las coincidencias que se muestran en el libro deben llamar urgentemente la atención para quienes abogamos por un mundo nuevo, donde la solidaridad, la justicia social y el respeto a las minorías sean banderas innegociables.

El libro de Fiore Viani es fundamental para comprender los movimientos de una ultra derecha que a muchos y a muchas nos puede parecer cavernaria, grotesca y, por momentos, bizarra, pero que serpentea con resultados alarmante sobre los pueblos del mundo.

ENLACE AL LIBRO: http://www.mediafire.com/file/6ado32z1ro8suaz/Gonzalo_Fiore_Viani_-_Una_globalizacion_anti_globalista.pdf/file

La Biotecnología ha tenido una enorme importancia en las últimas dos décadas, lo cual representa un dato sin precedentes y esta revolución que ha causado se debe por su potencial ilimitado en pos de los beneficios que otorgo y otorga a la humanidad. Es esta misma Biotecnología la que ha tocado nuestra vida cotidiana en múltiples aspectos como ser en los alimentos, la salud, la vida animal, etc.; y a raíz de ello prevalece su importancia y su potencial para mejorar también el medio ambiente que nos circunda a los efectos de lograr una mejor calidad de vida en todo el mundo.

Si bien haciendo un poco de historia respecto a la Biotecnología, ésta ha sido aprovechada desde los albores de la civilización, en los primeros tiempos para ser aplicada principalmente al arte culinario en las más diversas partes del mundo, pero transcurrido el tiempo, a principios del siglo XX comenzaron a incorporarla la industria y la agricultura; y finalmente a mediados de siglo los grandes avances en la genética dominaron la investigación Biotecnológica. El descubrimiento del ADN, el código genético y la estructura “doble hélice” fue descripto por Watson y Crick, a raíz de esto pronto se desarrollaron nuevas técnicas para permitir la manipulación del ADN. Las plantas, los microbios, los animales y los productos de ingeniería genética como la insulina, destacan en el futuro de la Biotecnología. 

Una vez realizada esta breve introducción es menester, entender una definición conceptual generalizada y abarcativa de la Biotecnología, para poder desentrañar el rol más que importante que juega en la actualidad ante el avance y el desconcierto que genera esta pandemia que tiene en vilo a la comunidad mundial y de la cual aún no encontramos las verdaderas respuestas a esta problemática que pone en jaque a la humanidad.

La Biotecnología es una palabra que deriva del griego: bios=vida, tecne=destreza y logia=estudio, ciencia; es decir se refiere a toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. Estos organismos pueden estar o no modificados genéticamente, por lo que es muy importante entonces no confundir la Biotecnología con la Ingeniería Genética. 

La Organización para la cooperación y el desarrollo Económico, define a la Biotecnología como la aplicación de los principios de la ciencia y la ingeniería para el tratamiento de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios. Se dice que probablemente este término fue acuñado en 1.919 por el ingeniero Húngaro Károly Ereki en una de sus primeras bibliografías. La Biotecnología fue también definida por el  Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992 como «toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos.

Ahora bien, como dijimos la Biotecnología tiene importantes aplicaciones también en áreas industriales, como en la salud, a través del desarrollo de nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades, entre otras.

Las aplicaciones de la biotecnología son numerosas, y suelen clasificarse en:

Biotecnología roja: se aplica a la utilización de Biotecnología en procesos médicos. Algunos ejemplos son la obtención de organismos para producir antibióticos, el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas y los diabéticos moleculares, terapias regenerativas y el desarrollo de ingeniería genética para curar enfermedades a través de la manipulación genética, dentro de ésta una de las que más sobresale y se presenta como el ejemplo a seguir en el artículo en desarrollo es el: 

Diagnóstico de enfermedades: 

La biotecnología ha aportado nuevas herramientas diagnósticas, especialmente útiles para los microorganismos que son difíciles de cultivar, ya que permiten su identificación sin necesidad de aislarlos. Hasta hace muy poco tiempo, todos los métodos se basaban en el cultivo microbiológico, la tinción histológica o las pruebas químicas y determinaciones en suero, algunos métodos en general largos y tediosos que requieren mucha mano de obra y son muy difíciles de manejar.

 El desarrollo de los inmunodiagnósticos con los anticuerpos monoclonales y de las técnicas que analizan el material genético como la hibridación y secuenciación del ADN o ARN, con la inestimable ayuda técnica de la PCR, han sido un logro biotecnológico importante y decisivo para introducir el concepto del diagnóstico rápido, sensible y preciso. Además, se tiene en cuenta que esta metodología permite su robotización y automatización en el futuro del diagnóstico molecular genético, que es muy esperanzador.

Si bien especificamos en especial lo de salud por razones más que obvias, debido al tratamiento exclusivo que realizare en torno a la relación de la Biotecnología y sus implicancias ante el Coronavirus, la Biotecnología cuenta con otras ramas de gran importancia como la médica, la agrícola, la industrial, medio ambiente, etc.

Resumiendo, la biotecnología comprende investigación de base y aplicada que integra distintos enfoques derivados de la tecnología y aplicación de las ciencias biológicas, tales como biología celular, molecular, bioinformática y microbiología marina aplicada. Se incluye la investigación y desarrollo de sustancias bioactivas y alimentos funcionales para bienestar de organismos acuáticos, diagnóstico celular y molecular, y manejo de enfermedades asociadas a la acuicultura, toxicología y genómica ambiental, manejo ambiental y bioseguridad asociado al cultivo y procesamiento de organismos marinos y dulceacuícolas, biocombustibles, y gestión y control de calidad en laboratorios.

Ya una vez analizado lo básico y esencial para un conocimiento pleno de la Biotecnología, es dable entender como actúa ésta ante el embate del coronavirus a los seres humanos desde su aparición aparentemente en el pasado mes de Diciembre de 2019 en Whuan ciudad capital de Hubei, República Popular de China, al menos la mayoría de los analistas coinciden con ello, pese a que ya hay diversas posturas sobre el mismo.

Tras la declaración de la OMS, sobre la emergencia de salud pública de importancia internacional por el brote del nuevo coronavirus (2019-nCoV) en China, y sumado a los casos presentados en otros países, los laboratorios de Biotecnología se hallan en una carrera exhaustiva por encontrar una vacuna para combatir este mal. Algunos trabajan con drogas antivirales ya conocidas.

En lo que respecta a los científicos Chinos pudieron identificar rápidamente la secuencia genética del nuevo coronavirus, con este código genético a la mano, los científicos pueden empezar a realizar su tarea sin necesidad de muestra del virus. En un contexto como el actual, la importancia de la biotecnología pasa de ser estratégica a ser urgente, y se va a afianzar como uno de los sectores de inversión más deseados.

Otras de las voces más prestigiosas a nivel mundial asevero que: Según la teoría del Dr. David Robertson (jefe de Genómica Viral y Bioinformática de la Universidad de Glasgow) a través de su estudio, aún sin revisar, el microorganismo que nos tiene en jaque podría haber estado al menos 40 años en la naturaleza sin saltar a nuestra especie, concretamente en los murciélagos de herradura de la especie Rhinolophus spp. y que el ancestro más directo del actual SARS- CoV-2 se originó hace entre 40 y 70 años como una mutación de otro virus de murciélago, el RaTG13, que a diferencia del SARS-CoV-2, no tenía capacidad de atacar células humanas. Este equipo ha estudiado regiones recombinantes del genoma de 68 sarbecovirus, un subgénero de los virus entre los que se encuentra el actual SARS-CoV-2, que suelen mostrar una gran recombinación genética en la evolución. Hasta aquí las mas que validas explicaciones de nivel científico. 

Pero que ocurre, con las versiones muy diferentes a las aquí mencionadas donde el principal elemento son las conspiraciones y reproches entre unos países y otros a causa de lo que padece nuestra humanidad, merced a que varios expertos y gobiernos afirman que esto fue realizado por seres humanos en consonancia a lo que venían pregonando varios organismos internacionales en torno a la reducción de la población mundial?

Pues entre la marea de bulos que ha traído la pandemia de coronavirus, uno de los más mencionados es el de su presunta creación artificial en un laboratorio. El efecto de esta supuesta gran mentira es tal que los científicos de todo el mundo han decidido estudiar sus genes para comprobar si, efectivamente, cabe esa posibilidad. Lo que han descubierto es que una máquina de contagio tan perfecta está muy lejos del alcance de la creación artificial.

Ni forma parte de un experimento del Gobierno estadounidense ni es un arma biológica manipulada genéticamente en un laboratorio Chino para acabar con la humanidad. El coronavirus de Wuhan el virus que provoca el Covid-19, lo creó la naturaleza. Así lo ha ratificado una investigación publicada el pasado martes en la revista Nature que trata de evaluar el posible origen de este virus, cuyas características solo puede explicar la selección.

El miedo y la incertidumbre, sumados a la ingente cantidad de información que circula estos días acerca del virus, han ido generando un caldo de cultivo propicio para la creación de suposiciones, conjeturas y teorías conspirativas. 

Como ya ocurrió con la epidemia del zika en España, hay quien piensa que puede tratarse de un arma biológica diseñada para acabar con cierto porcentaje de la población. Según esta teoría, el virus habría sido inventado en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan (WHCDC), de forma premeditada.

El objetivo, según esta teoría, sería reducir la población de ancianos en el país o equilibrar el porcentaje entre hombres y mujeres. Hay una tercera línea que apunta a una propagación accidental del virus. Así lo afirmaba un artículo de Tecnocrazy News. «Cada vez está más claro que el coronavirus es un arma biológica lanzada a propósito o accidentalmente”.

Científicos especializados en salud pública, entre los que se encuentra el español Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desmintieron públicamente esta información a través de un comunicado en la revista The Lancet, defendiendo la labor de todo el personal sanitario.

Agrego además que «Científicos de múltiples países han analizado genomas del agente causal y los resultados concluyen, de forma abrumadora, que el origen del mismo está en la vida silvestre. El foro científico Virológical también recoge otro estudio que demuestra, desde un punto de vista genético, que este virus no fue creado por humanos. 

Los organismos de poder también se sitúan en el foco de algunas de estas suposiciones. En varias se acusa a Donald Trump de orquestar un plan para dañar la estructura de China como potencia mundial. Hay otras que establecen una conexión entre este virus, la red 5G y una de las teorías conspirativas más recurrentes en los últimos tiempos: los denominados chemtrails’, estelas que dejan los aviones y con las que, supuestamente, rociarían con agentes químicos a la humanidad. Este “polvo inteligente” habría servido para controlar remotamente el virus mediante la tecnología 5G, después de que fuese implantado en la población china a través de vacunas obligatorias.

Esta suposición, compartida en redes sociales como Facebook, sostiene que Wuhan, foco del primer brote de la enfermedad, fue la primera ciudad china en lanzar 5G. Sin embargo, fueron 16 las ciudades chinas que implantaron estas tecnologías a la vez en fase de prueba, según la información de varios medios asiáticos recogida por el portal FullFact, encargado de desmentir bulos y fake news.

La hipótesis asegura, además, que esta tecnología debilita el sistema inmunológico y hace que sus habitantes sean más propensos a contagiarse. De momento, no hay ninguna prueba que corrobore los efectos perjudiciales del 5G. 

Al igual que el 4G o el 3G, se transmite a través de ondas que no son ionizantes, es decir, no dañan las células como pueden hacer, por ejemplo, los rayos X.  El grado de exposición a estas ondas electromagnéticas es muy bajo en relación a los límites legales y está por debajo del nivel de referencia que marca la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante.

Aunque más allá de todo lo esbozado precedentemente nos queda analizar el mismo desde el punto de vista Geopolitico, quizás más ala de todo el más importante junto al científico, para un entendimiento global y cabal del tema, porque si bien todas las premisas y exposiciones presentadas en diversas partes del mundo por la parte médica, no se puede negar lo que ya ha ocurrido en el mundo en diferentes estadíos de la vida humana. Y aquí se pone sobre relieve un gran interrogante: Coronavirus enfermedad natural o guerra biológica?

1. La guerra biológica

Actualmente uno de los campos donde se intenta obtener la supremacía hegemónica en el orbe escapa a todas las doctrinas éticas y corresponde a la guerra biológica.

En este sentido, la potencia mundial que invierte la más alta suma de su presupuesto anual para financiar programas científicos que investigan sobre agentes patógenos que puedan ser usados como armas biológicas es Estados Unidos, experimentando constantemente en naciones entre las que destaca Cuba al ser objeto de múltiples epidemias artificialmente provocadas.

Cabe destacar, en este caso concreto, que en Wuhan funciona uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.

Este laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo, incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de virus bajo la supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS, participando virólogos de EE.UU., Canadá y el Reino Unido.

La transferencia de la patente del 2019-nCoV 2015 del Departamento de Justicia de EE.UU. al laboratorio de Wuhan BSL-4, ratificando que el coronavirus 2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965, autorizó no solamente a los científicos chinos para investigar este patógeno que podía mutar durante los experimentos. En 2018, en el sur de China, los virólogos descubrieron 89 nuevos coronavirus procedentes de murciélago, según la revista norteamericana Journal of Virology (13 de junio 2018), que tenían el mismo receptor que el CoV-MERS, investigación financiada tanto por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China como la USAID (CIA) y el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., que siempre compartió información de los avances en la investigación sobre enfermedades infecciosas y armas biológicas con el Pentágono, agravado por cooperación en el desarrollo de insectos asesinos para transportar virus modificados genéticamente e insertarlos en tres tipos de insectos: pulgas, chicharras y aleuródidos.

Lo anterior abre la posibilidad de filtración deliberada del 2019-nCoV o por descuido de los virólogos chinos u occidentales.

2. El efecto económico

Debe obligar un análisis urgente la coincidencia entre la campaña mediática alertando de una enfermedad mortal en China y la disminución extraordinaria en la demanda de productos orientales.

Como se sabe la rivalidad entre USA y China por el mercado mundial, la inmensa deuda del primero con el segundo, la gran acogida de los productos chinos en América Latina pese a una propaganda extraordinaria contra éstos, han reubicado a las potencias lo cual ha perjudicado el comercio de la nación norteamericana.

Ahora que el dólar se ha disparado de modo extremo y artificial, no es descabellado pensar en este virus como espada filosa, tendencia que se ratifica cuando el secretario de Comercio de EE.UU., de modo desafiante, afirmó en Fox News que la enfermedad podría ayudar a la agenda América Primero al afectar a China económicamente retornando el empleo a su país.

Cabe destacar la “generosidad” de la Unión Europea quien movilizará 25 000 millones de euros para afrontar la crisis del Covid-19, aunque para salvar a los Bancos (2008) emitió 2 billones de euros.

3. La intención política y militar

Actualmente los innumerables conflictos que enfrenta EE.UU. en Corea del Norte, Siria, Irak, Afganistán, Rusia, China, Venezuela, Irán, Yemen, Libia, Ucrania, Palestina, entre otros, lo obligan a crear nuevas formas de salir de dichos pantanos como nuevos mecanismos bélicos en el espacio, armas de destrucción masiva, espionaje, chantajes y guerra biológica.

Por dicha razón de peso, no extrañaría sembrar un virus de tal envergadura a través de sus asociados en pleno centro de la actividad comercial y bélica de su oponente.

4. El efecto Mediático

Respecto al origen del coronavirus, la inmensa difusión sobre la creencia que fue contagiado en un mercado de productos exóticos del mar o animales fue rechazada por la Organización Mundial de Salud (OMS) y ahora muchos científicos de prestigio internacional han lanzado la idea que el virus fue el resultado de la bioingeniería. Francis Boyle, de la Universidad de Illinois, ha determinado que “2019 Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de guerra biológica (y) la Organización Mundial de Salud sabe perfectamente qué es lo que está pasando en Wuhan”, ratificado porque los medios de comunicación globalizados ignoraron esta información y la de una empresa de biotecnología de EE.UU., Moderna Inc. (Norwood, Massachusetts), enviando el primer lote de su vacuna de coronavirus, denominada mRNA-1273 al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) para que los investigadores efectúen las primeras pruebas en humanos.

Global Research ha sostenido que este virus mantiene características únicas y muy similares a las epidemias del SARS y el MERS, y “tiene material genético nunca antes identificado y que no está vinculado a ningún virus animal o humano conocido”.

En síntesis, la insistente campaña organizada a través de una mediática sostenida por parte de las agencias de inteligencia que manipulan las tres grandes empresas que controlan el mercado mundial de la información (AP, Reuters, France Press), ha logrado asimismo un triple efecto: creer que China es el causante de la enfermedad para que, además de culparlo, su economía colapse; hacer creer que toda la Humanidad está en peligro de desaparecer y ocultar el análisis científico social del fenómeno.

5.  La ciencia médica

El coronavirus pertenece a una extensa familia de virus que afectan al ser humano y a varias especies de animales. Hasta ahora había seis conocidos que podían enfermar a una persona de las cuales cuatro causan el resfriado común, entre ellos, el del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), impactando China en 2002 y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), aparecido en 2012 en Arabia Saudí. Las investigaciones realizadas en su momento apuntaron que el origen de ambos síndromes respiratorios está en los murciélagos y éste ha sido un importante elemento que se baraja también para el nuevo coronavirus denominado COVID-19.

Al respecto, el trabajo del científico nariñense Fabio Arévalo entrega una sinopsis clara y sustentada frente al fenómeno en mención y la prevención necesaria ante este flagelo (3).

6. La bondad y maldad humana

Desde la Humanología como disciplina científica se ha establecido parámetros muy precisos respecto al comportamiento destructivo o proactivo.

Las élites mundiales plutocráticas actúan de forma diferente a las personas comunes ya que su mentalidad de ganancia oscurece los principios morales y, por tanto, no trepidan en matar, engañar, silenciar, destruir, enfermar, a quienes se oponen a sus designios.

Lo anterior convalida la tesis de que es posible urdir cualquier mecanismo para hundir al competidor sin importar el número de víctimas o familias destruidas, tal como ocurrió con la guerra de Irak con más de un millón y medio de muertos, sin razón alguna más que la ambición. Por tanto, el espíritu maligno existe y es fuente de situaciones como la guerra biológica.

Por último, es muy importante entender que cada sociedad se dota de un conjunto de valores que definen lo que la gente cree que está bien y mal, y que se reflejan en las conductas que se aceptan y rechazan. Todo ello se plasma en unas leyes que definen lo que se puede y no se puede hacer, y en un código penal que determina las consecuencias que deberá afrontar quien infrinja esas normas.

Con frecuencia aparecen conflictos que hay que resolver, cuando confrontamos dos hechos que están bien ambos, pero entran en conflicto. En ese caso debemos optar por uno de ellos. Estos dilemas son los que resuelve la ética, que analizará las circunstancias que hay detrás de cada uno, sus posibles beneficios y riesgos asociados y la legislación. Así emitirá un juicio razonado y una recomendación sobre el camino a seguir.

La evaluación ética es una reflexión crítica sobre la moralidad, un marco al que acudir para tomar la mejor decisión posible con nuestra escala de valores y con las normas existentes. Cuando los dilemas a debatir tienen que ver con las ciencias de la vida y la salud hablamos de bioética.

Y más alla de todo, sin dejar de lado la discusión de fondo, Pandemia Natural o Artificial, creada por la naturaleza o por el hombre, enfermedad natural o Bioguerra…La carrera por obtener la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 tiene sus derivadas económicas, que entroncan con el cuarto y último principio de bioética: el principio de justicia.

Este principio, frecuentemente olvidado, exige que el acceso a cualquier tratamiento sea equitativo, sin restricciones ni discriminaciones. Las empresas que desarrollen estas terapias querrán recuperar la inversión realizada y obtener beneficios. Es posible que el precio de venta que se fije no sea asumible por todos los sistemas de salud de todos los países del mundo, o por los individuos en aquellos países en los que la sanidad pública no cubra estos gastos.

Entonces nos enfrentaríamos a un dilema ético importante que habría que resolver: la legitimidad de obtener beneficio por la vacuna frente a la obligación de que esta pueda llegar a todo el mundo que la necesite.

Los aspectos éticos de la investigación biomédica son siempre esenciales. Lo son más en momentos de crisis, en los que no podemos permitirnos el lujo de tomar atajos que puedan causar problemas mayores que los que queremos solucionar, por querer trasladar demasiado rápido los desarrollos desde el laboratorio a los pacientes, sin los pasos intermedios que toda investigación biomédica debe satisfacer.

Hay muchos más aspectos éticos a considerar en la crisis actual del coronavirus, como el acceso a las unidades de cuidados intensivos. Por el momento, quedémonos con este simple mensaje: no nos olvidemos de la ética.

Las cartas están echadas, la única verdad es la realidad, y esa realidad es que hoy por hoy se hacen esfuerzos sobrehumanos para buscar una solución a esta pandemia; que además hay que comprender que solo no nos salvamos, que es un imperativo estar unidos, que hoy más que nunca solamente la solidaridad nos puede sacar adelante mientras se busca las causales y la solución a este virus. Que sin dudas también ya hay que ir pensando en la pos pandemia, porque una vez que se vuelva a la normalidad y rogando para que sea más temprano que tarde, esto que nos está pasando, nos deje una gran enseñanza, para poder vivir en ese nuevo mundo que ira asomando porque ya nada volverá a ser como antes. En pocas palabras estamos viviendo una mutación del orden mundial en pleno comienzo del siglo XXI, a través de la geopolítica del Coronavirus, pero esto no quiere decir que ello implique crisis mayores, sino que este tipo de pandemia lo demuestra la historia es generadora también de oportunidades. 

Por ultimo dejo este mensaje de índole ecuménica, que deberá el principio rector ante nuevos retos o desafíos que debamos enfrentar en cualquier tiempo y circunstancia, esgrimido por el Papa Francisco: “…estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos, para vencer las olas tormentosas del egoísmo y la indiferencia”.

DR. MARIO R. DUARTE ABOGADO (UCASAL) JUEZ ADM. MUN. FALTAS  M/C (CTES – ARG) ESP. DER. PUB. CONT. (UCSF)

MIEMBRO DOSSIER GEOPOLITICO (CBA – ARG) COLABORADOR CENEGRI (RJ – BRA) ESP. CIBERSEGURIDAD Y CIBERDENFESA

FUENTES CONSULTADAS

http://www.revistaagricultura.com/virus/innovacion/virus-una-mirada-desde-la-biotecnologia_11840_121_14815_0_1_in.html

https://www.redaccionmedica.com/virico/noticias/teorias-del-coronavirus-arma-biologica-virus-remoto-con-5g–1369

https://www.hispantv.com/noticias/opinion/451685/coronavirus-eeuu-china-guerra-biologica

Consideraciones mínimas sobre el Coronavirus

Por Carlos Pereyra Mele(*)

La pandemia es real no como los teóricos del complot sostienen, que esto es una gripe más y que los “poderes ocultos” mundiales lo hacen para tenernos con arresto domiciliario y preparando nuestras pérdidas de libertades individuales. 

Tuve acceso a informes confidenciales; Hay muchísimas más muertes de las que se declaran.

Los estados están ocultando datos, China incrementó un 50% de los que había declarado; En Irán y Rusia los muertos son mayores a los que se dice, en España e Italia la crisis sanitaria no para y EEUU sufre muchas más contagios y muertes de lo que se informa, lo de Brasil es patético. Lo de Ecuador no fue fake news los cadáveres abandonados en las calles de Guayaquil. Si dan a conocer los datos verdaderos se mostrarían como débiles

A través de M. Barrios, tenemos información de un médico argentino en Londres Dr González: Médico Consultant Emergency, Upper GI and Laparoscopic Surgery at Chealse and Westminster Hospital, London, United Kingdom: Ayer (22/4) en Inglaterra se descubrió, que hay 41 % más de muertos que los declarados anteriormente. Muchísimas bajas por infección en el sector de trabajadores de la salud. Y un centro de investigación virosica inglés detecta que el Virus tiene 31 mutaciones y de las cuales 19 son muy agresivas.

Se nos confunde con informaciones falsas y con un direccionamiento ideológico, que no son importante ante está situación gravísima humanitaria global (que el virus es Chino o Yanqui) cuando ambos países sufren y sufrirán una segunda ola de infecciones. Otros mensajes increibles nos dicen que la vacunas NO sirven y que son un plan de terror internacional de grandes multimillonarios para reducción poblacional. O que los médicos cubanos No son médicos y son espías (y que habían sido expulsados de Italia luego todo desmentido)

Y como dice nuestro amigo C. Pissolito: “Por ello, se hace necesario, librar una lucha destinada al esclarecimiento cultural de las consecuencias de la pandemia. Ya que, nunca, deben menospreciarse las consecuencias de la imbecilidad humana.”

Sigamos sosteniendo el esfuerzo general de “Curarnos en Salud”, ante tanto desquiciado que nos quiere confundir y hacernos errar en la lucha contra este enemigo invisible, cruel y muy peligroso.

  • Director de Dossier Geopolitico

NOTA:

SE CONFIRMA LO QUE NOS INFORMO EL DOCTOR GONZALEZ DESDE LONDRES
Los investigadores detectaron entre una y cinco mutaciones en cada muestra y estudiaron los efectos de cada cepa en células en un laboratorio para dar con una diferencia de 270 veces en la carga viral entre las cepas más peligrosas y las más débiles.

¿Por qué el coronavirus es más mortal en Nueva York, Italia y España? Lo aclara la investigadora china que lideró la lucha en Wuhan https://actualidad.rt.com/actualidad/350825-leyenda-virologia-china-aclarar-coronavirus-mortalidad?fbclid=IwAR0EG82AOecBEsbM8VDvnSZ2O3IGf23SXfoZq0CgQ-Ucgp47CiSaLS-wY1o

Agencia de salud pública de EE.UU. alerta de una segunda ola de coronavirus que podría ser aún más grave que la actual https://actualidad.rt.com/actualidad/350780-cdc-alertan-segunda-ola-coronavirus-grave?fbclid=IwAR1R7e9tGA-6ZK58LX2IPraKmnWcwmZRMiLhpgzyVZAh59s6Y6yZR74k6ms

Crisisde las Transnacionales y el Retorno de los Estados Nacionales.

Por Wim Dierckxsens Walter Formento            Abril, 2020.

Introducción: Por la vuelta…

La Pandemia de múltiples crisis que se conjugan en un tiempo y espacio, recorre cada una de las naciones-países y asalta la realidad para ser el escenario mundial presente y futuro. La crisis financiera estructural norteamericana es el modo de expresarse la denominada “perestroika norteamericana 2020”, que iniciada en 1999-2001 tiene su primer gran cúspide en 2008 con la caída del Lehman Brothers, y ahora, en marzo de 2020, ha llegado a su punto culmine donde se abre un juego de poder de múltiples actores de poder internacional que le dan una impronta que va más allá de una crisis financiera global. Asume ahora, el modo de una crisis sistémica del capitalismo financiero transnacional donde, las opciones de poder del unipolarismo financiero transnacional están presentes, así como también las opciones del pos capitalismo financiero unipolar, que emergen la bajo las formas del multipolarismo pluriversal, económico político: BRICS y político cultural: Dialogo Poliédrico de Civilizaciones e Interreligioso.

Y están hoy y aquí como oportunidad para la historia de la humanidad. Son opciones que asumen un planteo real y concreto de esquemas multipolares/poliédricos y pluriversales, donde lo nacional (gobierno nacional, proyecto y modelo nacional, estado nacional y mercado nacional) es legitimado por el conjunto de los esquemas de poder internacional. Del mismo modo que sucedió durante las crisis mundiales de 1890-1914/18 y de 1929-1939/44. La crisis que cíclicamente producen los poderes financieros transnacionales por sus pujas de intereses, siempre abren oportunidades históricas para los proyectos nacionales y requieren que estos jueguen en posiciones siempre auxiliares, no con proyectos soberanos propios.  

Vaya curiosidad histórica, en 2019/20, nos encontramos otra vez con una crisis semejante que asume el formato de encrucijada político estratégica.

Hoy, el Globalismo unipolar pierde terreno en las relaciones de poder internacional y sorprende al exigir que el Estado Nacional se haga cargo de áreas económicas, político-institucionales y culturales. Sorprende, porque desde 1994 venía desalojándolo por acciones de fuerza, corrupciones de la buena voluntad o con actos fraudulentos que tuercen la realidad por manipulación de resultados. Para ellos, el único resultado posible es el que los enriquece. La realidad, un simple empleado de sus caprichos. Por entonces, tenían olvidado que el dialogo y la negociación política, por lo menos, eran la base mínima de la democracia formal y del Estado de Derecho.

Por otro lado, el Continentalismo Norteamericano unipolar observa las oportunidades que las múltiples crisis le abren. Por eso, actúa recuperando terreno con el control de los instrumentos del estado nacional en Estados Unidos (Sec. del Tesoro, Sec. de Estado, Reserva Federal, etc.), siempre en tensión con el nacionalismo que expresa Trump. Y desde esa posición, el poder en Estados Unidos plantea también su esquema de relaciones con los gobiernos nacionales para intentar recomponer las relaciones desde una concepción de Naciones Centrales a naciones dependientes, y periféricas, de ese centro. 

Esto lo plantea a todas las naciones de la Sudamérica Hispanoamericana (Celac-Unasur), desde México y el Caribe hasta Brasil y el sur bicontinental (Antártico) de Argentina y Chile. Pero también lo quiere para Alemania (Francia e Italia) y la Unión Europea; y también para Japón, Corea del Sur y el área del Asia Pacifico. La idea comprende recomponer el Tricontinentalismo, como cuando éste existía y aún se encontraba subordinado al Contienentalismo norteamericano (1979-2001)

Esto significaría que la rueda de la historia debería retroceder a los días cuando la oligarquía financiera continental norteamericana alcanzó su máximo esplendor 1973-1991. En términos históricos, siquiera la resolución de la crisis en 1347-1353, que se combinó con la peste negra matando al 60% de la población europea, tuvo una resolución y salida a través de un regreso de los poderes facticos que generaron las condiciones socio-económicas vigentes para que se produjera. 

Una última observación, indica que el Multipolarismo Pluriversal en sus dos planos, económico-político-estratégico (BRICS-A) y cultural-político-estratégico (Dialogo Poliédrico interreligioso de civilizaciones), propone una realidad ya en pleno desarrollo, que sería un dialogo sincrético estratégico de nacional-multipolar en lo pluriversal-mundial. En ese esquema, lo nacional es constituyente de lo mundial, reconoce la Pluriversidad de voces-intereses-proyectos-modelos nacionales en una asamblea general de Naciones Unidas, respetando la multipolaridad poliédrica (heterogeneidad, diferencias y diversidad) de actores/proyectos/modelos nacionales en un dialogo en el que todos tienen voz (Pluriversidad). Allí se alcanza una sola voz (universalidad diversa) creada por el conjunto, en la cual todos se encuentran convocados, incluidos e expresados.

El Globalismo clama ahora por la vuelta del Estado: ¿Adiós Globalismo Unipolar?

El Globalismo Unipolar pierde terreno en la puja internacional. Golpeado en China en general, arrinconado en la City financiera Hong-Kong por el multipolarismo. Golpeado también en Gran Bretaña por el Brexit de Teresa May, Boris Johnson y la Corona que lo ha arrinconado y cercado en la city de Londres; cercado también en Estados Unidos y arrinconado en la City de Nueva York por el nacionalismo oligárquico Trumpista y el contientalismo norteamericano. Rodeado en la City financiera de Paris y Ámsterdam por el contientalismo industrialista de Alemania-Francia-Italia y sus aliados. 

Por ello, el tradicional periódico financiero Londinense “The Financial Times”, que expresa los intereses globalistas (Soros/Rothschild/), describe que el Globalismo unipolar se aleja de su “línea liberal”-global (neoliberal) para pedir ahora «cambios radicales»: una mayor presencia de los Estados en medio de la pandemia por el coronavirus. Cuidado, son “estatistas” a la hora de exigir su asistencia para que resuelva su crisis. Luego pedirán “libertades” para crecer con los medios del Estado y los beneficios para sí. Lo que importa entonces, es observar sus pasos en la controversia de estos días.

Piden, legitimándolo, que los gobiernos desarrollen una mayor presencia del Estado, de lo Público, para sostener lo que las empresas transnacionales globales no pueden hacer desde su control de BC y ETN´s, porque si no hay ganancias altas no habrá inversiones. Por lo tanto solicitan, que los gobiernos nacionales desplieguen y expandan el estado, las empresas estatales públicas, haciéndose cargo de lo que las empresas transnacionales financieras dejan de lado porque ya que no “pueden”, porque no es redituable en ganancias. O abandonan sin más y no  seguirán haciéndose “cargo” de una realidad donde los pueblos de cada nación en crisis, población dirían ellos, solo tendrán necesidades urgentes y prioritarias, que no redituaran en “ganancias” en los próximos años. 

Incluso se animan a fortalecer también lo nacional-industrial-popular para distanciarlas y mantenerlas por fuera de la esfera de influencia del continentalismo unipolar norteamericano; y alejarlas así de la esfera de influencia que el multipolarismo ya tiene desarrollado en sus dos vertientes económico-político-estratégico y religioso-filosófico-cultural-estratégico. ¿Por la crisis del coronavirus? No, por la crisis sistémica del capitalismo financiero transnacional, a la cual viene a sumarse la Pandemia del Coronavirus, que llegó para tapar y distraer del verdadero conflicto de intereses en la “perestroika” del declive del continentalismo norteamericano y cómo se manifiesta en el par Nacional-Transnacional

La crisis se viene desplegando como una gran burbuja financiera (una burbuja de emisión de dinero –economía ficticia casino- sin respaldo en la economía real –economía real-) y crece inflándose a partir de 1997-2001 (la burbuja hace crecer de 0 a 3 veces la relación economía ficticia/real entre 2001-2008), y luego aceleradamente entre 2008-2019 (15 veces ficticia/real, a una escala 5 veces mayor a la de 2008) todo a fuerza de emisión sin respaldo.  

Por eso, este planteo de las Transnacionales Globales se dirige enfáticamente a los gobiernos nacionales. Plantea una “negociación” en condiciones de fortaleza para las ETN´s. Quieren que el gobierno nacional pueda hacerse cargo de áreas de la economía real que no producen altas ganancias, y dejar en manos globales los nodos “intermedios” claves. Por allí, ellos pasarían a controlar el proceso de apropiación de ganancias en general, donde se controla la cadena de valor en su conjunto. 

En estas condiciones, los gobiernos nacionales estarían “autorizados” a poder hacer re-nacionalizaciones de empresas de ´todo tipo´. Que coinciden en general con las que fueron privatizadas, una que las transnacionalizó  (pasaron a control del capital transnacional) en el periodo que va desde 1992-2001. En 1990-1992, a la República Argentina, la Transnacionales Anglo-holandesas le imponen las condiciones de la “derrota” en la llamada “Guerra de Malvinas”. Esas condiciones fueron la entrega de las empresas estratégicas de Estado, de la administración estratégica de Estado y de una Reforma Constitucional en 1994 donde reconoce la pérdida de soberanía, de nación Soberana, cuando está reconoce que los “Pactos Internacionales” (Tratado de Madrid-Londres de 1990) tienen prioridad sobre los Pactos Nacionales.  Pero la disputa seguiría por los eslabones intermedios estratégicos.

Objetivos del Globalismo Transnacional Financiero en la renacionalización. 

1-El primer objetivo, es seguir controlando el proceso de apropiación de        riqueza nacional, reduciendo al máximo sus gastos operativos, financieros e inversiones. Para ello, le es clave controlar posiciones sobre los bienes intermedios en las diferentes cadenas de valor y controlar posiciones claves en la city financiera y Banco Central, para administrar el crédito a actores y sectores no-oponentes a su programa estratégico. 

Precisan para ello, actuar sobre su debilidad por las posiciones sobreexpuestas en dinero, localizadas en actividades no productivas (financieras). Al no disponer de mercados  ni de capacidad de dar crédito internacional para su propia cadena global de comercio-ensamble de piezas y partes, se repliegan (no retroceden) para seguir controlando posiciones neurálgicas (controlar territorio social es su prioridad), por ello abren grados de “libertad”. Para que cada Nación y Gobierno Nacional puedan emitir en su moneda nacional y también intercambiar con las cadenas de valor ya abiertas con centro en el área: Rusia-China-India-etc., Alemania-Francia-Italia, Japón-Corea del Sur, Sudáfrica-Egipto-Siria-Irán-, Suramérica-Caribe-y-México. Obsérvese que, los Puntos de Apoyo Local de la cadena transnacional-global, coinciden con las naciones del multipolarismo BRICS. Todos estos hechos, de un modo distinto, los observamos en la crisis de 1890-1922 y en la de 1929-1944 en Argentina, donde se combinó crisis financiera y guerra militar. Y también el repliegue de los intereses Británicos, que permitió que reemergieran los actores y proyectos nacionales (sudamericanos) en tensión y puja permanente, para seguir controlando desde la retaguardia los grandes puntos neurálgicos de la apropiación de la riqueza nacional. Allí también se instalaron los nuevos intereses norteamericanos emergentes después la primera guerra mundial.

2-El segundo es impedir que el Continentalismo Norteamericano, muy dinámico con su secretario del tesoro (Steven Mnuchin de Godman Sachs) en el gobierno de Trump, aunque enfrentado al nacionalismo oligárquico de éste de modo secundario, pueda avanzar consolidando su manejo de cada vez mayores capacidades de gobierno en Estados Unidos, que incluyan a la Reserva Federal, ahora intervenida por el presidente. Los continentalistas pretenden que les “permitan” proyectarse sobre las posiciones transnacionales globalistas en cada city financiera y banco central. Y desde ahí, luego proyectarse para recuperar relaciones y posiciones con Alemania-Francia-Italia y, también, con Japón-Corea del Sur, recreando el abanico hacia el este y al oeste en una acción envolvente de EurAsia, movimiento que caracterizo al Plan Marshall cuando actuó desde 1950. 

El objetivo del Contienentalismo norteamericano, cercar a Rusia-China-India, y a todo el programa de la tercera-posición internacional del “programa acuerdo de Bandung”4, que en su primer anillo-objetivo abarco el acuerdo entre África-y-Asia, pero que luego de las crisis de la “caída” de la URSS (1987-1991) y de la primera crisis entre globalismo y continentalismo norteamericano (1997-2001), suma a la Rusia pos-Yeltsin, y a Sudamérica en 2001/08, en el marco general del denominado globalismo de las economías emergentes. 

3- El tercer objetivo, es un mensaje para la puja interna de poder en Estados Unidos. Este proviene del Globalismo y tiene por destinatario a Trump. Porque, además, tienen claro que pudieron imponer a Biden sobre Sanders, pero no podrán vencer a Trump en Noviembre de 2020. Las estimaciones dicen que la base electoral de Sanders volverá a votar a Trump o se abstendrá como en 20165.

Las posiciones de Kissinger muestran que el máximo nivel geoestratégico norteamericano continentalista debe exponerse en un todo, con el interés y objetivo de poder fortalecer los intereses transnacionales norteamericano, que se encuentran en declive estratégico desde 2008. Fortalecerlos para posponer su declive y, tal vez, lograr una nueva “alquimia” transnacional, con las transnacionales globales, que los devuelva al gran juego del poder. 

Luego, podrá entenderse la posición planteada por Henry Kissinger6, de continuar golpeando a la China Globalista de Hong-Kong, Shanghái, Taiwan, para debilitarla en general en su capacidad de influencia sobre las Cities financieras de Nueva York y Londres. Pero también para que las “predisponga” a aceptar el acuerdo que plantea y pretende imponer el Contienentalismo norteamericano. De modo que, se articule como parte de este “gran frente norteamericano”, sumando fuerzas. Para poder operar contra el multipolarismo en Pekín, Moscú, Nueva Delhi, San Pablo, Johannesburgo, etc. Kissinger perdió el pelo pero no las mañas.

El Globalismo unipolar se encuentra bajo dos fuegos, el del Contienentalismo unipolar norteamericano y el del multipolarismo pluriversal, en sus dos alas multipolares. Un unipolarismo norteamericano que lo confronta desde Estados Unidos, reduciéndole la influencia global en Sudamérica (desde México a Argentina-Chile); en Estados Unidos como ya describimos y en Europa golpeando el proyecto del shale gas; en Japón, Corea del Sur y el Asia pacifico en general facilitando los acuerdos, que propuso Trump, entre las dos Coreas en la península de Corea, que llevaron también a la “caída” del continentalista secretario de estado, Tillerson.

El Multipolarismo Brics-a también golpea al globalismo, “bloqueando” la venta del shale gas & oil en Europa mediante la crisis en los precios del petróleo que los deja fuera del gran juego internacional y debilitados incluso en Estados Unidos, donde las acciones de Trump se suman y combinan sin chocar. Un multipolarismo BRICS a quien, la debilidad del Shale Oil&Gas Globalista, facilita el avance de Rusia en su articulación con la Alemania-Francia-Italia-España y toda la UE, con sus gasoductos en común. Consolidando los avances de la ruta de la seda. Que la pandemia Corona Virus vino a paralizar, pero que Alemania enfrento desde un primer momento, desde una estrategia nacional-ampliada.

Gobiernos Nacionales mas activos

El Globalista FT (Financial-Times) plantea que los gobiernos nacionales deberán ponerse al frente de “reformas radicales”, estructurales (al igual que hicieron entre 1912/18-1944/50-1973/79). Desplegando las históricas herramientas e instrumentos de un estado presente, promotor, emprendedor e incluso recreando el Pacto Social (New Deal) como instrumento que organice la relación político-institucional entre Trabajadores, Empresarios, Estado y el gobierno nacional. Un gobierno Nacional también en relación con la realidad histórica de una coordinación Universal/Pluriversal, como si fuese la Asamblea General de las Naciones Unidas con todos los consejos, exceptuando al consejo de seguridad que niega la asamblea general como instancia soberana.

Los servicios públicos deberán ser considerados nuevamente como “inversiones en lugar de pasivos (gastos)”, y buscar formas de hacer que los “mercados laborales sean menos inseguros (informales)» reafirma. Todas estas consideraciones nos deberían llevar a pensarnos como hasta 1973/75, antes que el capital financiero global diera por muerto, el Estado Benefactor y el Pacto Social, en 1987-1994.

El Pacto Social -“New Deal”- (Franklin D Roosevelt en 1933) entre los actores de la economía real (Gobierno=Trabajadores+Empresarios+Estado), fue uno los tres instrumentos que planteó Roosevelt para enfrentar a los poderes financieros transnacionales en  la crisis mundial de 1929. Determinaron entonces, sumar la subordinación de la banca financiera a los actores de la economía real: la banca comercial y la industria. Y, el tercero, el Estado Emprendedor, presente y promotor de las actividades de la economía real. Eso permitiría que el Gobierno pudiera tener una política de desarrollo nacional, donde el estado fuera la pata estratégica para potenciar a los empresarios y trabajadores de la economía real. Además de ser la administración estratégica y operativa de plan de gobierno nacional. 

Hoy, en tiempos de pandemia y crisis, existe la necesidad de un Banco Central subordinado al Gobierno nacional, donde éste defina democráticamente (incluyendo a todos) la política monetaria que organice y potencie la producción de la economía real, las capacidades de consumo creciente y bloquee la timba de casino financiero. 

«La redistribución volverá a estar en la agenda. Los privilegios de los ancianos y ricos en cuestión. Las políticas hasta hace poco consideradas excéntricas, como los impuestos básicos sobre la renta y la riqueza, tendrán que estar en la mezcla» afirman los contientalistas contra la banca global. Estas afirmaciones sorprenden, pero apunta al objetivo de usar el Estado para forzar y recomponer el campo de los intereses comunes con los globalistas. En ese sentido, afirmarán también «se requieren reformas radicales para forjar una sociedad que funcione para todos». 

La pandemia de Coronavirus, Covid-19, ha puesto de manifiesto la necesidad de “unidad” del todo nacional y de lo nacional en lo internacional. Sin “consejos de seguridad” que se impongan por la amenaza de la fuerza militar nuclear: ni bipolarismos ni unipolarismos financieros. Una organización de las Naciones Unidas que exprese lo nacional en toda se complejidad no solo económica sino también cultural, política y regional. 

Un dato a tener presente, muy duro y concreto de la realidad, es que el 90% de las muertes por Coronavirus son personas mayores de 70 años, con jubilaciones y pensiones que ganaron trabajando y aportando toda la vida. Los bancos financieros se hicieron con el “manejo” de sus depósitos e ingresos, e hicieron grandes negocios y negociados a partir de estos fondos de pensiones y jubilaciones mientras estos aportaban. Ahora que solo cobran y gastan, la expectativa de vida se extiende más allá de los 80 años, los Bancos consideran que ya no sería un “negocio” para sostener en sus manos y piensan en devolverlo a los gobiernos nacionales.

A esto se suma a un capitalismo financiero que destruyo el sistema laboral formal, flexibilizando, rotando, deslocalizando transnacionalmente empresas y trabajadores; de modo que estos ya no aportan a los fondos de pensiones y jubilaciones, lo cual crea este estado de situación donde los grandes bancos se encuentran quebrados porque no pueden sostener el sistema con las altas ganancias que están acostumbrados desde 2001. Además, porque los dineros de los fondos han sido usados por los Bancos, en inversiones que quebraron en 2008, 2013 y en 2019/2020.  Y se mantienen desde 2008, solo porque sus funcionarios gobiernan y acceden a la emisión sin respaldo desde los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra, Europa y Japón. 

Por lo tanto, se encuentran no frente al abismo, sino cayendo en sus dominios oscuros e impredecibles. Hoy parece que llegó el tiempo de un “cambio” donde es posible alcanzar la justicia social.

El Continentalismo Norteamericano plantea y propone

“Siento como si estuviéramos en la Batalla de las Ardenas”7, escribió Kissinger. Esa batalla decisiva, diciembre de 1944, en el curso final de la segunda guerra mundial, donde la fuerzas del oponente se encuentran dispersas en más de un frente de combate, remitiéndonos a hoy (2020): Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania-UE, China, Rusia-Ucrania-Alemania-Francia-Italia; India, Japón, Península de Corea, Brasil-Argentina-Bolivia-Venezuela-México, Sudáfrica-Libia-Egipto, Siria-Irán-Turquía; Arabia Saudita-Yemen-Qatar, etc. 

Refiriéndose a los puntos fuertes del Globalismo unipolar: que ha sido debilitado en Londres y en la UE por el Brexit Británico – Alemán; en Estados Unidos por la crisis que significo el Triunfo de Trump, sobre el globalismo de los Clinton-Obama principalmente, pero también sobre el Continentalismo de los republicanos en plano secundario; en China por la pérdida de peso de la región costera-marítima sobre mar de la china meridional: el área de la China-Británica de Hong Kong, Shanghái, Taiwán.8 Donde, además, incluso sus mejores fuerzas se encuentran dispuestas en los frentes más potentes (contra el multipolarismo), y no en el propio (contra el Contienentalismo en EEUU). Donde cualquier suceso inesperado (algo que se abre como la Gran Depresión 2020 y debería estar cerrado), algo por fuera de lo planificado (como el cambio de manos de transnacionales de la IA, del control accionario de las FANG), algo que debería requerir fuerzas entrenadas y no las tiene, o un error, podría producir una ventaja inesperada que debería poderse aprovechar.9

Ahora “en abril de 2020, como a fines de 1944, existe una sensación de peligro incipiente, dirigido a ninguna persona en particular y que golpea al azar y devastadoramente”. Hoy, “existe una diferencia importante entre ese tiempo de 1929-44 y el nuestro”: “La resistencia estadounidense fue entonces fortificada por un propósito nacional. Ahora, es un país dividido”. Por lo tanto: “es necesario un gobierno eficiente y con visión de futuro para superar los obstáculos sin precedentes en magnitud y alcance global. Mantener la confianza pública es crucial para la solidaridad social (reconstruir grados de unidad), para la relación de las sociedades entre sí, y para la paz y la estabilidad internacionales”. Por lo tanto, el continentalismo necesitaría avanzar para reapropiarse del Estado, reapropiarse de lo que perdió frente al Globalismo de Clinton/Obama, para recomponer fuerzas y poder revertir la situación de declive y avanzar. Viejos métodos para crisis presentes que algunos dirigentes políticos no conocen por no ver la historia. Aunque la perspectiva histórica habla de lo difícil de lograr este objetivo. Solo momentos, muy pocas veces y transitoriamente.

También es muy importante entender que: “La realidad es que el mundo nunca será el mismo después del coronavirus.” Y ahí mete la cuchara y procura evitar la historia: “Hoy no es tiempo de discutir el pasado”. “La administración (Trump) de los Estados Unidos ha hecho un trabajo sólido para evitar una catástrofe inmediata”. Convocando aquí a todos los actores de poder del unipolarismo financiero transnacional a la unidad (la empresa común), para dar batalla a los Multipolarismos y para ello, ahora, no vacila en convocar hoy a Trump a quien combatían hasta ayer.

El desafío para Estados Unidos, será si la propagación del virus puede ser detenida y luego revertida, de una manera y en una escala que mantenga la confianza del público en la capacidad de los estadounidenses para gobernarse a sí mismos. 

Luego de convocar a la Unidad Nacional entre los factores de poder oligárquicos en Estados Unidos (Globalistas –Clinton´s- y Continentalistas            –Bush´s-) principalmente a las dos fracciones estado profundo (deep state o stablishment), para luego también al Nacionalismo oligárquico –Trump´s-, Kissinger, desde el continentalismo (a diferencia del globalista Zbigniew Brzezinski), va a plantear que se necesita una estrategia en dos frentes: A- El que hace al esfuerzo de transitar la crisis, que por extenso y necesario no debe desplazar, a la urgente tarea de, B- lanzar una empresa paralela para la transición al orden posterior”, aseguró. Sin embargo, advirtió que la agitación política y económica que ha desatado podría durar por generaciones. 

“Ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede en un esfuerzo puramente nacional superar el virus. Abordar las necesidades del momento debe, en última instancia, combinarse con visión y programa de colaboración global. Si no podemos hacer ambas cosas a la vez, enfrentaremos lo peor de cada una”, expresó. Extrayendo lecciones del desarrollo del Plan Marshall11 y del Proyecto Manhattan12, Estados Unidos está obligado a realizar un gran esfuerzo en tres dominios: 

Primero, apuntalar la resiliencia13 global (ponernos por sobre las circunstancias globales coyunturales que nos paralizan y nos arrastran a lo coyuntural inmediato) que generan las enfermedades infecciosas. Resolver lo de la Pandemia en estados Unidos. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para el control de infecciones y programas de vacunación a escala de grandes poblaciones. La batalla política para mantener alineada a la población. 

En segundo lugar, sanar las heridas de la economía mundial. Los líderes mundiales han aprendido importantes lecciones de la crisis financiera de 2008. La actual crisis económica es más compleja: la contracción “desatada” a la cual se suma la crisis por el coronavirus es, en su velocidad y escala global, diferente a todo lo que se haya conocido en la historia. Y las medidas necesarias de salud pública: el distanciamiento social y el cierre de escuelas y negocios, están contribuyendo al dolor económico. La batalla económica

Entonces la decisión de no entrar en cuarentena inmediatamente, llevo a los Estados Unidos a entrar en la batalla sanitaria tarde, con un número muy elevado de personas infectadas, a lo que se suma la crisis en el sistema sanitario por estar privatizado y financiarizado. Todo lo cual extiende en el tiempo (septiembre/octubre) poder tener bajo control la pandemia que, paraliza la economía, cierra empresas y desocupa a los trabajadores desmoralizando y fracturando la realidad social y política nacional. Todo esto se potencia porque la China, multipolar y global, del gobierno nacional multipolar de Pekín ya está en abril nuevamente produciendo y comerciando. 

Tercero, deben salvaguardarse los principios del orden mundial liberal. Donde el individuo empresario debería ser el actor económico principal y único de la batalla Cultural. Claro que el desarrollo de las empresas transnacionales y sus propiedades de accionistas controlantes asociados dan por tierra con este discurso, hoy reducido a un orden cultural ideológico perimido. 

Se plantea, entonces, reforzar su posición afirmando que: “La leyenda fundadora del gobierno moderno es una ciudad amurallada protegida por poderosos gobernantes (Lores, Feudales, Campo), a veces despóticos, otras veces benevolentes, pero siempre lo suficientemente fuertes como para proteger a las personas de un enemigo externo. Los pensadores de la Ilustración 1650-1791 (Lores, Burgueses, Ciudad) los enfrentaron oponiéndose y plantearon la ciudad abierta. 

Discurso, éste, que entró en crisis cuando los Señores (Lores, Financistas, City) de la gran Banca Financiera retornaron (1997-2001-2008-2013-2020) al poder de las cosas y las palabras. Cuando el neo-ilustración 1994-2001 (Francis Fukuyama, Peter Drucker, Samuel Huntington, etc.) reformularon este concepto, argumentando que el propósito del gobierno legítimo es satisfacer las necesidades fundamentales de las personas: seguridad, orden, bienestar económico y justicia. Cuando la empresa capitalista dejo de ser industrial, agraria o comercial, y empezó a ser todo financiero: servicios financieros a la industria, comercio, agro, banca comercial, etc. 

Entonces enfatiza: Las democracias del mundo necesitan defender y sostener los valores de la Ilustración. Un retiro global (del globalismo) del equilibrio del poder con legitimidad hará que el “contrato social” (financiero capitalista) se desintegre tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, esta cuestión milenaria de legitimidad y poder no puede resolverse en simultáneo con el esfuerzo por superar la pandemia (en EEUU). Todas las partes deben hacer un ejercicio de contención, tanto en la política nacional como en la diplomacia internacional. Se deben establecer prioridades. Llama claramente a la unidad de los unipolarismos transnacionales financieros.                Kissinger llama a la ¿Unidad en qué orden? El Desafío para los líderes es Manejar la Crisis, mientras se construye el futuro. El fracaso podría incendiar el mundo”, les advirtió.

La Pandemia de las Crisis múltiples

Las crisis múltiples que confluyen y conforman la “pandemia” ha provocado un “anacronismo”, algo del pasado o de otro periodo histórico, un renacimiento de lo nacional en una época en que la prosperidad depende del “movimiento transnacional del comercio mundial y del movimiento de personas globalmente”. Sin embargo, es imposible desconocer que este renacimiento de lo nacional está en disputa. 

Como venimos ya describiéndolo en este trabajo, un renacimiento desde las transnacionales financieras globales que conviven cotidianamente en cada país con lo nacional y que necesitan transitoriamente “darle” espacios a lo nacional-estatal, pero reducido-controlado desde un esquema local-en lo-global subordinando el Gobierno Nacional al Banco Central, y éste dominado en su directorio por las bancas globales de la city financiera local. 

Desde las corporaciones norteamericanas contientalistas la situación es más compleja. No pueden frenar que renazca lo nacional estatal; no tienen la fuerza ni la legitimidad y también lo “necesitan”, pero reducido a lo nacional periférico y dependiente de las corporaciones transnacionales continentales centrales de Estados Unidos, en una suerte de regresión al periodo 1950-1980. Entonces, los gobiernos nacionales y las empresas nacionales eran accesorias y subordinadas a las casas matrices centrales y sus multinacionales. Cuando una crisis financiera como la de hoy -2020-, pero en 1929, les facilito la oportunidad de imponerse económicamente en Estados Unidos e imponer su programa continental multinacional desde Estados Unidos sobre Europa, vía Alemania, y vía Japón sobre el Asia pacifico, como puntos de apoyo estratégico para su despliegue entre 1944-1994. 

En cambio, desde el esquema multipolar/poliédrico económico-político-cultural en ascenso, lo nacional en lo multipolar/pluriversal es constituyente del esquema de poder en ascenso y desarrollo. Porque necesita potenciar lo nacional, como gobierno, estado, economía, política y cultura nacional en lo pluriversal. En particular, necesita potenciar el desarrollo integral de la economía nacional articulada en lo multipolar pluriversal mundial. Donde si fuese necesario, fortalecer el desarrollo de las economías nacionales dando prioridad a lo estratégico del desarrollo estratégico integral, económico y cultural. Lo cual implica considerar producir y reinvertir para desarrollar a marcha forzada la inclusión sociopolítica, a costa de reducir a un mínimo el reparto individual de ganancias. 

A modo de conclusiones:

El globalismo transnacional unipolar se encuentra en una situación estratégica de repliegue ofensivo en su ascenso histórico estratégico, reconociendo que el terreno principal es el de la guerra financiera y comunicacional. Repliega sobre lo nacional: Gobierno, Estado y Economía, pero con el objetivo de mantener sus posiciones de control sobre el Banco Central, las Plataformas de Comunicación, Suprema Corte de justicia y Nodos en las cadenas de valor significativos para mantener control de territorio político-económico; control de la economía para apropiación de ganancias con un mínimo de inversiones y desde allí condicionar a los gobiernos. De modo que la nacionalización sea solo formal y parcial.

El Contienentalismo Transnacional Unipolar Norteamericano se encuentra en una posición de ataque ofensivo sobre el multipolarismo, en su situación general de declive estratégico. Declive con su pérdida de salto a la escala global, desgranamiento de su escala tricontinental y reposicionamiento en lo continental en Estados Unidos, mediante un gobierno con presidente afín pero no propio, Trump expresa un nacionalismo oligárquico. Este contientalismo no puede no aceptar que lo nacional en cada país se recomponga y fortalezca, porque es la tendencia en medio de las crisis múltiples con pandemia. Pero aborda lo nacional en cada país, como lo nacional periférico subordinado al continentalismo norteamericano unipolar. Así reflexiona y actúa sobre la región Hispano-Sudamericana desde México-a-Argentina/Chile.

El multipolarismo-poliédrico pluriversal se encuentra en una situación de ascenso estratégico, y en una posición de despliegue ofensivo en general desde sus naciones-regiones constituyentes. Que se manifiesta de modo diferencial en el terreno de político sanitario, comunicacional, energético, financiero, asistiéndose entre las partes propias e incluso próximas como es el caso de Trump y de Europa. Entendiendo que lo nacional en lo universal-pluriversal es constituyente, la cooperación entre naciones para reforzar lo nacional y la nacionalización de la política de gobierno, del estado, de la economía, del banco central y de los nodos estratégicos de las cadenas de valor, el desarrollo de las destruidas y de las nuevas es parte del fortalecimiento de lo nacional como multipolar y pluriversal. 

Central aquí es observar que tiene dos dinámicas distintas que se combinan, fortalecen y chocan-acuerdan. La económica política y la cultural-política. El desarrollo de altos grados de soberanía e independencia de cada nación es constituyente de lo Multipolar y pluriversal de una organización internacional de naciones unidas a construir, sin consejos de in-seguridad.

NOTAS:

BC refiere a bancos Centrales.

ETN´s refiere a Empresas Transnacionales.

https://www.baenegocios.com/economia/El-FInancial-Time-ahora-pide-redistribucion-y-seguridad-laborales–20200405-0

 La otra curva exponencial : Al realizar QE, los valores que compra la Fed llegan a su balance general. A continuación veremos cómo el balance de la Reserva Federal ha crecido acumulativamente con cada iteración de QE: 

• QE1: $ 2.3 billones en activos 

El primer programa QE de la Fed se ejecutó desde enero de 2009 hasta agosto de 2010. La piedra angular de este programa fue la compra de $ 1.25 billones en valores respaldados por hipotecas (MBS). 

• QE2: $ 2.9 billones en activos 

El segundo programa QE se ejecutó desde noviembre de 2010 hasta junio de 2011 e incluyó compras de $ 600B en valores del Tesoro a más largo plazo. 

• Operación Twist (Programa de extensión de madurez) 

Para disminuir aún más las tasas a largo plazo, la Fed utilizó los ingresos de sus letras del Tesoro a corto plazo para comprar activos a más largo plazo. Estas compras, conocidas como Operation Twist, no ampliaron el balance de la Reserva Federal y concluyeron en diciembre de 2012. 

• QE3: $ 4.5 billones en activos 

A partir de septiembre de 2012, la Fed comenzó a comprar MBS a una tasa de $ 40B / mes. En enero de 2013, esto se complementó con la compra de valores del Tesoro a largo plazo a una tasa de $ 45B / mes. Ambos programas concluyeron en octubre de 2014. 

• Programa de normalización del balance: $ 3.7 billones en activos 

La Fed comenzó a liquidar su balance general en octubre de 2017. A partir de una tasa inicial de $ 10B / mes, el programa solicitó un aumento de $ 10B / mes cada trimestre, hasta alcanzar una tasa de reducción final de $ 50B / mes . 

• QE4: $ 6 billones y contando 

En octubre de 2019, la Fed comenzó a comprar letras del Tesoro a una tasa de $ 60B / mes para aliviar los problemas de liquidez en los mercados de préstamos a un día. Si bien no es oficialmente un programa QE, estas compras aún afectan el balance de la Reserva Federal. 

Sin embargo, después de que la pandemia de COVID-19 golpeara las costas estadounidenses, la Fed retiró todas las paradas. Redujo su tasa de interés objetivo a cero por primera vez, inyectó $ 1.5 billones en la economía ( con más estímulo por venir ) y redujo el requisito de reserva durante la noche a cero. 

A pesar de recibir poca atención en los medios, esta tercera medida puede ser la más significativa. Para protegerse contra las corridas bancarias, históricamente se ha exigido a los bancos estadounidenses que mantengan el 10% de sus pasivos en reservas de efectivo. Bajo QE4, este requisito ya no se mantiene.

La conferencia de Bandung fue una reunión entre el 18 de abril y el 24 de abril de 1955 en BandungIndonesia, de Estados asiáticos y africanos, que accedían o estaban en situación de independencia. La convocaron los líderes independentistas Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto; Jawaharlal Nehru, de India, y Sukarno, jefe de Estado de Indonesia, y líderes de PakistánBirmania y Ceilán. Participaron otros veinticinco países. Se trató la cooperación económica y cultural afroasiática que enfrentaba al colonialismo y el neocolonialismo de las antiguas metrópolis y los Estados Unidos, y el acercamiento a la Unión Soviética

Ver artículo: Trump ALAI.

Henry Kissinger: “La pandemia de coronavirus modificará ‎para siempre el orden mundial”, “The Wall Street Journal, 4 de abril 2020. https://www.voltairenet.org/article209699.html

Henry Kissinger: “La pandemia de coronavirus modificará ‎para siempre el orden mundial”, “The Wall Street Journal, 4 de abril 2020. https://www.voltairenet.org/article209699.html

Mar de la China Meridional: https://www.google.com/maps/place/Mar+de+la+China+Meridional/@19.0461712,106.2965251,5z/data=!4m5!3m4!1s0x313775683af505c5:0x36e21e8540cb93d4!8m2!3d15.488092!4d114.404754

En el 70º aniversario de la batalla, ha aparecido en España Ardenas, la batalla (Pasado & Presente), un monumental y pormenorizado ensayo del historiador militar sueco Christer Bergström https://elpais.com/cultura/2015/05/02/actualidad/1430571004_889434.html 

El Plan Marshall —oficialmente llamado European Recovery Program (ERP) — fue una iniciativa de Estados Unidos para reconstruir a Europa Occidental a medida de sus intereses y proyección estratégica Continental y Tricontinental. En la que los estadounidenses invirtieron por el valor de unos 14 000 millones de dólares de la época​ para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. El plan estuvo en funcionamiento durante cuatro años desde 1948. Los objetivos de Estados Unidos eran reconstruir aquellas zonas destruidas por la guerra, eliminar barreras al comercio, modernizar la industria europea y hacer próspero de nuevo al continente; todos estos objetivos estaban destinados a evitar la propagación del “comunismo”, y poner a los países europeos lejos de Moscú y lejos también de Gran Bretaña.​ El Plan Marshall requirió de una disminución de las barreras interestatales, una menor regulación de los negocios y alentó un aumento de la productividad, la afiliación sindical y nuevos modelos de negocio «modernos».

El Proyecto Manhattan fue un proyecto de investigación y desarrollo llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial que produjo las primeras armas nucleares, liderado por los Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y de Canadá que permitió “disciplinar” a Japón para que no quede en la órbita de Rusia y subordinarlo a la órbita del bipolarismo norteamericano. Fecha de inicio: 1939. Fecha de finalización: 31 de diciembre de 1946.

La capacidad de superar circunstancias traumáticas. Superar mientras la pandemia aún está presente, es decir poder instalar un eje superador que subordina a la pandemia como problema principal. Poner a los norteamericanos a apoyar la puja contra el coronavirus, que es decir contra China y a favor de los estados unidos, logrando la unidad nacional.

El ex presidente Jimmy Carter le dijo a Donald Trump durante su reciente entrevista sobre China. «Temes que China se nos adelante, y estoy de acuerdo contigo. ¿Pero sabes por qué la China se nos adelanta? Yo normalicé las relaciones diplomáticas con Beijing en 1979. Desde esa fecha, ¿sabe cuántas veces China ha entrado en guerra con alguien? Ni una sola vez, mientras que nosotros estamos constantemente en guerra. Estados Unidos es la nación más guerrera en la historia del mundo porque quiere imponer los valores estadounidenses en otros países.  China, por su parte, está invirtiendo sus recursos en proyectos como ferrocarriles de alta velocidad en lugar de utilizarlos en gastos militares. «¿Cuántos kilómetros de trenes de alta velocidad tenemos en este país? «Hemos desperdiciado $ 3 billones en gastos militares. China no ha malgastado ni un centavo por la guerra, y es por eso que nos supera en casi todas las áreas. Y si hubiéramos tomado $ 3 billones para instalar infraestructuras en los E.U., tendríamos un ferrocarril de alta velocidad. Tendríamos puentes que no colapsen. Tendríamos caminos que se mantengan adecuadamente. Nuestro sistema educativo sería tan bueno como el de Corea del Sur o Hong Kong.» Jimmy Carter. http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2019-05-23/lo-que-carter-le-dijo-a-trump ]

Por Prof. Dr. Miguel Ángel BarriosDr. Héctor Daniel González

Introducción

A lo largo de estos días en donde el tiempo apremia ante el avance de la pandemia y de las víctimas que ocasiona el coronavirus aparece intempestivamente poniendo en jaque no solo a la supervivencia de los Estados, la economía o a la propia tierra, sino que también pone contra la pared al ser humano frente a sí mismo. 

A pesar del fragor cotidiano debemos ir extrayendo enseñanzas sin ningún tipo de prejuicios, ya que la vida no se detiene desde una perspectiva por supuesto de la Argentina. 

Entendemos que resulta imposible realizar prospectiva de escenarios futuros o siquiera extraer conclusiones grandilocuentes frente a semejante devenir del día a día. No obstante, creemos que aun así en la dinámica del acontecer de los hechos, podemos rescatar algunas ideas fuerzas como núcleos o tópicos estratégicos todavía provisorios pero significativos en los cuales ir trabajando. A saber: 

  • La globalización en su fase neoliberal ha consolidado en los últimos años una élite tecnocrática financiera – global que no tiene identidad con sus Estados sino con la alta rentabilidad que le brindan un capitalismo rentístico parasitario, ligado a los grandes intereses financieros de los paraísos fiscales o de espacios territoriales que le permiten circular libremente sin ningún tipo de regulaciones. El complejo entramado de las grandes empresas mundiales posee más vínculos de lealtad con los accionistas o filántropos que las que sostienen que con sus Estados de origen. 

Sin embargo, no adherimos en forma acrítica a las doctrinas del globalismo, porque en última instancia y desde la Argentina debemos tener en claro, esta oligarquía tecnocrática – financiera – global termina utilizando si es necesario a sus Estados de origen en función de sus propios intereses, como ocurrió con la crisis financiera del 2008 cuando los Estados terminaron socorriendo a los bancos. Es decir, esta oligarquía posee un fuerte entramado con los intereses de sus propios Estados centrales más allá de su red global. 

La erosión ambiental o agenda climática no puede ser analizada desde un punto de vista ecologista del tipo fundamentalista sino más bien desde un desarrollo sustentable y sostenible en la cual el hombre sujeto de la creación de Dios tiene como finalidad la responsabilidad de preservar el espacio común para vivir. Toda mirada ecológica debe incluir una mirada social y dentro de ella a los pueblos más postergados de la Tierra, en este Siglo XXI que se presenta con recursos más finitos. 

  • A principios de los 70 el presidente Juan Domingo Perón alertaba de que el mundo del futuro necesitaba alcanzar un reordenamiento que lograse un equilibrio entre los recursos naturales y la población, de lo contrario, la supresión biológica, las epidemias, las guerras, el control de la natalidad y otros problemas no tardarían en llegar. En síntesis, una selección entre pueblos superiores e inferiores que tendiesen a desaparecer en la línea de un Darwinismo social racista. La advertencia de Perón se podría encontrar en la misma línea doctrinaria que fundamentaría años después el Papa Francisco. 

Cuando parecía que la historia entraba en cierta meseta, la pandemia del Coronavirus deja en evidencia la fragilidad de las políticas promovidas por el globalismo, en la cual los Estados no tienen como centro a la persona sino al mercado.

Texto completo en el PDF adjunto

Prof. Dr. Miguel Ángel Barrios: Dr. En Educación (Universidad Tecnológica Intercontinental – UTIC. Asunción Paraguay). Dr. En Ciencia Política (Universidad del Salvador. Buenos Aires. Argentina). Diploma en Relaciones Internacionales. (Universidad Complutense de Madrid. España). Profesor. Investigador. Consultor. Autor de más de 15 obras de política latinoamericana. 

Dr. Héctor Daniel González: Médico (Universidad Nacional del Nordeste. UNNE. Argentina). Consultant Emergency, Upper GI and Laparoscopic Surgery at Chealse and Westminster Hospital, London, United Kingdom. Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo. Universidad de Barcelona España. Especialista en Cardiología y Electrofisiología Cardíaca Intervencionista. Universidad de Barcelona, España.

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS

La Universidad de harvard dice que el distanciamiento durará hasta el 2022 (?)

La Universidad de Cambridge que estudia las mutaciones del Covid-19 dice que no es de Wuhan sino del Sur de china (?)

Todo da argumentos a las Teorías del Complot, pero lo que existe es una Guerra de Poderes Globales 

  1. EEUU Crisis Internas – Gobernadores contra el Presidente – El Presidente envió a sus adictos con “armas de fuego” para presionar a la Gobernadora de Michigan, Según Newsweek se prepara un Gobierno en las sombras por si es superada la actual administración como en el peor momento de la Guerra Fría, mientras los muertos diarios superan las 4000 víctimas, la OMS
  2. EUROPA: 2 velocidades  (Norte y el Sur) Von Der Leyen Presidenta de la Comisión Europea “Pide disculpa” a Italia por la tardanza de la UE en ayudarla ante la crisis sanitaria. La Nave insignia de la Flota Francesa queda fuera de servicio el Portaaviones charles de gaulle tiene el 50% de su marinería infectada por el Coronavirus
  3. Irán y las sanciones como extorsión política cuando el régimen pide ayuda financiera para enfrentar la lucha con más éxito contra el Coronavirus
  4. AMÉRICA Ecuador 6700 muertos en 15 días, Brasil conflicto de poderes políticos aumentan los infectados y los muertos y en el mientras tanto Bolsonaro hecha al Ministro de salud Pública y El Plan Orion 5 y el cerco a Venezuela
  5. La deuda Externa argentina y más en el audio:..

POR MIGUEL RODRIGUEZ VILLAFAÑE*

En la Toráh judía, que también integra el Antiguo Testamento cristiano, dice: «en caso de que un hermano tuyo empobrezca y sus medios para contigo decaigan, tú lo sustentarás… No tomes interés y usura de él”, (Levítico, 25 35-37). Y agrega: “cada siete años perdonarás toda clase de deudas. Lo harás de la siguiente manera: Cada acreedor le perdonará a su prójimo el préstamo que le haya hecho. Ya no le exigirá a su prójimo o hermano que le pague la deuda, porque se habrá proclamado el año del perdón de las deudas en honor del Señor… Entre ustedes no deberá haber pobres…”, (Deuteronomio 15.1–6).

En el mundo antiguo, tenían presente que los agricultores luchaban para llegar a fin de mes entre cosechas y ellos eran los que tomaban préstamos para evitar quedarse sin dinero, por lo que, cada siete años liberaban sus deudas, en el Shnat Shmita o Año de Liberación. Todo lo que se complementaba cada 50 años, después de siete ciclos Sabáticos de 7 años, se cumplía con el Yovel, o Jubileo. En esos tiempos se condonaban las deudas, se liberaba el trabajo en condiciones de servidumbre y se devolvían las propiedades agrícolas endeudadas.

Por su parte, el Sagrado Corán siempre repudió el cobro de un interés financiero como requisito para conceder un préstamo. El Islam dice “¡Vosotros los que creéis! Temed a Allah y renunciad a cualquier beneficio de usura que os quede, si sois creyentes…Y si está en dificultad, concedió un plazo de espera hasta un momento de desahogo, aunque es mejor para ustedes que renunciéis generosamente”, (Corán: 2: 275 y 280).

No obstante la clara postura de las religiones monoteístas desde sus comienzos, en una verdadera colonización mental, nos han acostumbrado a que se diga, con énfasis de frase moral esencial, que las deudas externas no se pueden analizar, aunque sean ilegítimas y usurarias, ni dejar de pagar, ni reducir, porque “hay que honrarlas, sin discutir”, bajo pena de desaparecer de la consideración internacional y producir la irritación de los mercados.

Mientras, no se acepta de igual manera, en la mentalidad colonizada, si dijéramos, que “hay que honrar el trabajo y la producción” y se nos hace creer que esto último produce un retroceso, ya que garantizar demasiados derechos a los trabajadores o ayudar a la subsistencia de las Pymes, es un populismo que no permite crecer económicamente. Se nos ha acostumbrado a pensar que quién presta dinero, casi en usura, tiene más derecho en su reclamo, que el que trabaja y produce.

Hoy la pandemia ha dejado al descubierto la incoherencia que significa el pretender cobrar deudas e intereses excesivos, sin importar que ello lleve al sufrimiento o muerte del pueblo o desaparezcan Pymes y en momentos, en los que los mercados se retraen o especulan, porque éstos nunca arriesgan para el bien general.

Además, todo lo que se potencia negativamente, en medio de la pandemia del Covid-19, que opera como un verdadero hecho de fuerza mayor y estado de necesidad, que escapan al control y el Estado no ha sido el responsable de ello. ¿Cómo puede ser que quienes no pueden trabajar o producir por los efectos de la cuarentena, entre otras graves razones, deban abonar al acreedor obligaciones de deudas, sin que estas se acomoden a la situación general que se vive? Es como decir que, en medio de una inundación, el agua no debe entrar en la casa del acreedor, ni mojar sus calzados.

Al respecto, cabe recordar la solicitud dirigida a los Estados por el Comité Preparatorio de la Sociedad de las Naciones para la Codificación de Derecho Internacional de La Haya. En dicha ocasión se planteó la cuestión de si el Estado incurría en responsabilidad internacional, o no, en el caso en que, mediante un acto del poder legislativo o del ejecutivo, repudiara una deuda contraída con extranjeros. El Comité, teniendo en cuenta las respuestas recibidas, determinó que en los casos de repudiación de las deudas, del caso de suspensión o modificación de su servicio, no había responsabilidad, cuando el Estado, respecto de las deudas externas deja de cumplir las mismas, si se ve “forzado a ello por graves necesidades financieras».

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha tenido en cuenta dicho antecedente y otros y en fallo en la causa «Brunicardi, Adriano”, en diciembre de 1996, en el que sostuvo, que es «conveniente establecer una distinción entre el no pago de las deudas públicas y la ruptura de obligaciones contractuales ordinarias. En el primer caso, el no cumplimiento de la obligación podrá justificarse por una real y honesta incapacidad financiera, que deberá merecer la consideración de los acreedores, también especialmente, porque ellos,… cuando adquirieron los títulos de tal empréstito, debían conocer los riesgos consiguientes de tal negocio”.

A lo que se suma la pandemia como un verdadero estado de necesidad y fuerza mayor sobreviniente.

Ha llegado el momento también, de saber ¿Quiénes son los acreedores?, respecto de ¿Qué deudas?, analizar la legalidad de los créditos, su uso y la responsabilidad de los intermediarios. A su vez, que estos últimos, nacionales y extranjeros, se hagan cargo de los daños y perjuicios que hubieren producido al país contrayendo deudas ilegítimas o usurarias y devuelvan las abultadas comisiones cobradas por dichas operaciones.

A su vez, no permitir nunca más la fuga de capitales especulativos y menos que haya inmunidades de dinero sacado de la Argentina y escondido en paraísos fiscales. Exigir que se traiga el dinero declarado en dichos lugares.

Asimismo, se tiene que convocar a los responsables de los seguros de caución, que se cobran abultadamente a nuestro país, por cada operación financiera, pero al tiempo de tener que hacerse cargo de la responsabilidad que les cabe, no aparecen.

Tampoco negociar con créditos buitres, que hacen de la especulación y aprovechamiento de las necesidades un negocio inaceptable e inmoral.

En un mundo a compartir hay que equilibrar las cargas y que no sean las personas y los pueblos como tales, que deban sufrir las injustas consecuencias de la especulación financiera usuraria.

Es hora de un jubileo internacional, descartando las deudas odiosas e ilegítimas, los intereses usurarios y respecto de la deuda lícita, dar plazos para pagos e intereses adecuados, en especial, en favor de los más débiles.

* Abogado constitucionalista, ex Juez federal y periodista de opinión