Carlos Pereyra Mele entrevistado por javier Benitez para Radio Sputnik

AUDIO

Los hutíes de Yemen lo habían anunciado: para tratar de frenar el genocidio que Israel ejecuta en la Franja de Gaza, atacarían sólo a los barcos con bandera de Israel, o cuyo destino fuera algún puerto de ese país. Entonces, EEUU y Reino Unido decidieron que su seguridad nacional estaba en peligro y comenzaron a atacar a Yemen.

Sheriff del mundo, enésimo capítulo

Tras los primeros ataques contra Yemen de EEUU, Reino Unido y demás cómplices, la Casa Blanca comunicó las palabras del presidente, Joe Biden: «Hoy, bajo mi orden, las fuerzas militares de EEUU, junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra un número de objetivos en Yemen, usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo».

Biden mencionó a sus cómplices en estos ataques a uno de los países más pobres del mundo y al que le iniciaron una guerra interpuesta hace 11 años: Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos. Biden justificó estos ataques al puntualizar que fueron bombardeados «objetivos en Yemen, usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo».

La realidad es que nunca estuvo en peligro esa «libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo», sino que, como anunciaron los propios hutíes, los buques con bandera de Israel, o cuyo destino fuera algún puerto de ese país, en un intento de que Israel frene el genocidio que está cometiendo en Gaza, según sus propias declaraciones.

Al referirse a EEUU y Reino Unido, el Dr. Carlos Pereyra Mele, director de Dossier geopolítico, apunta que «estas potencias, que en su momento fueron hegemónicas, las que no permitían ningún tipo de contradicción a sus planteos y alineamientos a nivel internacional, hoy en día siguen repitiendo los viejos esquemas que supieron conseguir y que desarrollaron ampliamente desde la década de 1990, hasta mediados de la década de 2010».

Respecto al accionar de las potencias occidentales, Pereyra Mele señala que «han seguido utilizando las mismas técnicas y metodologías, pero los resultados ya van siendo totalmente distintos. El mundo, que ya no es solamente lo que piensa Occidente, tiene claramente definido quiénes son los buenos y los malos esta vez», sentencia el analista.

Simulacros de drones y misiles fabricados por los hutíes de Yemen. EFE/EPA/Yahya Arhab

Clase magistral de Francisco Javier Martinez semanal en el Programa el Porqué de las Noticias que conduce el periodista mexicano Roberto de la Madrid esta semana analiza 

1 La situación de la Guerra en Ucrania y los posibles «acuerdo» de Paz y los secretos y la guerra por venir

2 La situación de Caos que se desarrolla en ya casi un estado fallido casi controlado por los narcos terroristas

3 Los bombardeos de EEUU y UK en Yemen y sus consecuencias

Por Carlos Pissolito de su sitio Espacio Estrategico

  1. A modo de introducción: Muchas veces, nuestro pensamiento va de la palabra escrita a la hablada o, a eb otras, en sentido contrario. Tal es el caso de éste en particular. Sucedió que convocados por el canal de YouTube “El Mercurio” de Antonio Valdez para exponer sobre las crisis de Ecuador y de la Argentina, nos vimos ante la tarea de generar un esquema conceptual que nos permitiera encontrar las llaves de interpretación para tratar de entender ambas situaciones y que pese a algunas obvias diferencias entre ambos países, mostraban unas coincidencias que eran más profundas.
  1. El capitalismo ha evolucionada hacia el turbocapitalismo: Para Werner Sombart, el capitalismo es una «civilización» que tiene sus raíces más antiguas en las grandes ciudades-Estados del siglo XVIII como Venecia, Génova y Amberes en el marco de comercio marítimo con Oriente y que enriqueció a las ciudades italianas, por un lado, mientras, que por el otro permitió a Amberes, ubicada en la desembocadura del río Rin, ser la cabeza de la Liga Hanseática. (1)

Por su parte, Max Weber sin desconocer lo anterior afirmó que el surgimiento del capitalismo moderno data de la Reforma Protestante, más específicamente de su versión calvinista. Para este autor, el espíritu del capitalismo moderno tiene como base a la mentalidad protestante, a partir de que ésta se vio liberada de las restricciones católicas vinculadas con las prohibiciones relacionadas con la usura y al movimiento de las minorías judías. (2)

Como nos explica, Edward Luttwak el creador del término “Turbocapitalismo”, del que luego escribiremos. El capitalismo desde sus inicios y hasta no mucho tiempo atrás supo regular su potencial económico extraordinario con tres modelos diferentes. A saber: (3)

  1. El modelo estadounidense: basado, fundamentalmente, en leyes antimonopólicas que garantizaban la libre competencia y la defensa del consumidor..
  2. El modelo europeo: contenido por una compleja legislación social que proveía a un Estado de bienestar y
  3. El modelo japonés: regulado por su larga tradición histórica del empleo vitalicio y de protección de los trabajadores.

Acto seguido, Luttwak no duda en definir al turbocapitalismo como una versión occidental del comunismo soviético; ya que ambos tienen en común el apoyar a los procesos de destrucción creativa como el verdadero motor de la prosperidad económica. Con la única diferencia de que en los primeros, el sistema confía que esa tarea la cumplan un puñado de megamillonarios emprendedores y los segundos en otro puñado, pero de burócratas estatales. 

Sea como lo queramos ver, la empresa capitalista es una compleja tarea exclusiva y que sólo puede ser emprendida por muy pocas personas; pues no todos los mortales gozamos de las capacidades naturales o adquiridas para convertirnos en un Henry Ford o en un Jose Stalín.

Inicialmente, la ética protestante permitió el desarrollo de un capitalismo gobernado por la modestia. Vale decir por un sistema que se basaba en los preceptos de la predestinación divina y que llevaba tanto a ricos como a pobres a aceptar su destino sin mayores problemas. Esto era así porque:

1ro Los beneficiados por las riquezas materiales no eran otra cosa que los elegidos de Dios,

2do Por el contrario, los pobres no eran culpables de su situación, sólo la consecuencia de no integrar el pelotón de los elegidos.

Pero, no pasó mucho tiempo en que las diferencias entre ambos grupos comenzaron a magnificar en forma exponencial, con ricos cada vez más ricos y con pobres cada vez más pobres y numerosos. Pronto la inicial modestia de no ostentar, fue reemplazada por el culto hedonista de las elites por los más extravagantes lujos y el precario equilibrio de la modestia se quebró. 

Mientras la ética protestante se mantuvo viva en las sociedades occidentales como la base de su “Moral High Ground” la cuestión funcionó; pero como nos alerta Luttwak, alrededor de los años 70, surgió una 3ra categoría; la de aquellos que no aceptaban la teoría de la predestinación, simplemente porque no creían en ella y comenzaron, en consecuencia, a sublevarse -de varias formas- contra el sistema.

Dentro de este último grupo se destacan los carteles de la droga, verdaderas empresas capitalistas y que nada le tienen que envidiar a las proezas de conquistas económica llevadas a cabo, por ejemplo, por la Compañía de la Indias Orientales, durante las Guerras del Opio que asolaron China a mediados del siglo XIX.

Aquí surge un tema central. Como lo vimos al principio las ciudades-Estado italianas fueron las responsables de la creación de ese capitalismo agresivo que fue conquistando mercados y espacios para sus productos e intercambios comerciales. Posteriormente, ese modelo fue replicado, tanto por holandeses como por ingleses con sus célebres compañías orientales. 

Una característica común que las une, es el hecho de que a pesar de tratarse de empresas en manos privadas, contaron siempre con el apoyo del Estado del cual se tratara. Es decir, se convirtieron en una suerte de empresas híbridas ni totalmente privadas ni totalmente estatales. (4)

Lo que nos lleva a preguntarnos cuánto tienen los carteles actuales de privado y cuánto de estatal. Veamos.

Para empezar, hoy por hoy, es impensable que los inmensos flujos financieros que produce el narcotráfico puedan ser manejados fuera del circuito financiero/bancario normal. Lo que nos lleva a concluir que ello no podría llevarse a cabo sin la complicidad de varios órganos de control estatal, desde pasos fronterizos hasta agencias de control de la evasión fiscal.

Para seguir, también podemos advertir una clara distinción a las políticas promovidas, especialmente por los EEUU, respecto de la oferta y la demanda de droga. Mientras se impulsa al combate armado de la primera, el que tiene lugar principalmente en países de la América del Sur con su doctrina militar del descabezamiento; no se toman medidas serias para restringir su consumo en los países desarrollados como los EEUU o Europa. Al respecto, resulta muy aleccionador la lectura de “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley respecto a la existencia de dos tipos de drogas, una para los consumidores pobres que los esclaviza y otra para los ricos que aumenta su creatividad.

Para concluir con este punto, vemos que el rol del Estado es fundamental; pero que se trata de uno bobo y de uno mayormente ausente y que se encuentra bajo el doble ataque de las supraorganizaciones globales que limitan su soberanía desde arriba y la de los actores no estatales que corroen su legitimidad desde abajo. 

Todo ello, se traduce en los hechos en que los Estados nacionales se han visto vaciados, tanto de las herramientas materiales (FFSS, FFAA, agencias de control estatal, sistemas judiciales y carcelarios) y que son los adecuados para librar esa lucha como de la legitimidad necesaria para llevarlas a cabo a partir de doctrinas como el liberalismo o aún más extremas como las del libertarismo que reducen o le nieguen a ese Estado las potestades para hacerlo.

3. A modo de colofón: Nos toca concluir este artículo con la promesa de abrir las puertas de lo que sucede en Ecuador y en la Argentina, al igual que en otros países sudamericanos, en sus relaciones con el turbocapitalismo y el narcotráfico. Para ello nos hemos tomado el trabajo y el lector de leer las llaves de interpretación que permiten su apertura. A saber:

1ro El turbo capitalismo es una evolución lógica del capitalismo y que emerge cuando desaparece su ética protestante primigenia y aflora su natural voracidad por todo tipo de negocios, incluidos los ilegales.

2do Esto no puede realizarse fuera o al margen o sin la falta de control, si se prefiere, de las estructuras formales del Estado actual.

Señalado ésto, podemos inferir que en los mencionados países se han dado los mencionados procesos en forma concurrente. Es decir, el esmerilamiento del Estado y de sus instrumentos coercitivos y de control; a la par de que se ha puesto en práctica la idea de que se debía permitir una libertad absoluta para los negocios a los efectos de materializar un pleno clima de libre comercio, tal como lo proclaman las ideas liberales y libertarias.

Para ello se ha empezado por facilitar o hasta liberar tanto el tránsito de personas como de mercancías de todo tipo, ya sea interno como externo. No es casual que por ejemplo, en Uruguay, el actual escándalo por el avance del narcotráfico se haya iniciado por el otorgamiento indebido de pasaportes uruguayos a notorios narcotraficantes. O que en el Ecuador se haya procedido a dolarizar su economía y ésta sea una causa señalada por su actual presidente Daniel Novoa para facilitar el establecimiento del narcotráfico. 

Igualmente, la Argentina de Javier Milei parecería estar recorriendo caminos similares con una prometida dolarización o si esta no se alcanza con una libre disponibilidad de monedas, especialmente del dólar, tal como ocurrió en los gobiernos de Carlos Menen y que los memoriosos señalan como la apertura de la Argentina al consumo de drogas masivo.

Para finalizar, es bueno recordar que esta situación es susceptible de ser rebatida siempre y cuando el Estado en cuestión y que es atacado o copado por el narcotráfico tenga la voluntad política de hacerlo. Así lo resolvió, por ejemplo, la China humillada tras las Guerras del Opio, cuando el Emperador Daoguang le ordenó a Lin Hse Tsu que combatiera al narco, quien así lo hizo atacando a la corrupción imperial y ordenando la destrucción de más de 20.000 cajas de opio. Además, se tomó la libertad de enviarle una carta a la Reina Victoria​ recriminando su apoyo a la Compañía de Indias Orientales: 

Pero existe una categoría de extranjeros malhechores que fabrican opio y lo traen a nuestro país para venderlo, incitando a los necios a destruirse a sí mismos, simplemente con el fin de sacar provecho. Por este motivo, hemos decidido castigar con penas muy graves a los mercaderes y a los fumadores de opio, con el fin de poner término definitivamente a la propagación de este vicio. (…) Todo opio que se descubra en China se echará en aceite hirviendo y se destruirá. En lo sucesivo, todo barco extranjero que llegue con opio a bordo será incendiado (…) 

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Notas:

  1. WEBER, Max. “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Ed. Kindle. 

(2) SOMBART, Werner. “El burgués”. Alianza Editorial, España. Ed. 2006. 

(3) LUTTWAK, Edward. “Turbo capitalism”. Gran Bretaña, Ed. Weidenfeld & Nicolson, 2000. 

(4) La Compañía Británica de las Indias Orientales fue una compañía formada a fines del siglo XVI por un grupo de empresarios ingleses con el propósito de dedicarse al comercio con Oriente para participar del lucrativo comercio de especies. A finales del próximo siglo obtuvo de la reina Isabel I de Inglaterra la Carta Real que le concedió el permiso exclusivo para ejercer el comercio con las Indias Orientales. Los comerciantes ricos y los aristócratas poseían acciones de la compañía. El gobierno inglés no tenía acciones, pero ejercía el control indirecto de ella.

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Referencias:

  1. “Estamos ante un Experimento | Y Ecuador es solo una muestra de lo que viene”.  – https://www.youtube.com/watch?v=KFm4W-WQPmU&list=PLgXEElb3M_xZkb3v6k-KC_8B6OgP9X6Rg
  2. PISSOLITO, Carlos. “Narcotráfico: no a la estrategia norteamericana”. https://espacioestrategico.blogspot.com/2016/04/drogas-narcotrafico-y-libertad.html
  3. PISSOLITO, Carlos. “drogas, narcotráfico y libertad”.https://espacioestrategico.blogspot.com/2017/01/narcotrafico-no-la-estrategia.html
  4. PIA. “Uruguay: el narcotráfico y el gobierno de Lacalle”.  https://noticiaspia.com/uruguay-el-narcotrafico-y-el-gobierno-de-lacalle/
  5. TN. “Daniel Noboa, el candidato que llegó al balotaje en Ecuador: “La dolarización ayuda a los narcos”.https://www.youtube.com/watch?v=kOCIl4ByeEg&t=24s
  6. Revista Digital de Historia y de Ciencias Sociales. http://www.claseshistoria.com/imperialismo/%2Blinzexuopio.htm

Fuente: Publicado en Espacio Estrategico autorizado por el autor para ser publicado en Dossier Geopolitico

https://espacioestrategico.blogspot.com/2024/01/turbocapitalismo-y-narcotrafico.html

Por Miguel Barrios (*)

Si la política es la relación del hombre con el hombre en su conjunto, es siempre “localizada” en espacios concretos. El hombre es un ser social, histórico, cultural de trascendencia espiritual, de naturaleza terrestre, por lo que hace naturalmente “geopolítica” aunque sea de modo no explicito.

No hay historia sino en espacios, lo que no impide que haya personas o comunidades que “cuenten” la historia con una gran desatención de los espacios. Pero la historia no es tiempo, sino espacio y tiempo, los tiempos solos son muy abstractos, tanto que la geopolítica es anterior a la “geografía”.

La cultura latinoamericana, el pueblo latinoamericano, para su autoconciencia también requiere gestar su “conciencia geopolítica”, mediante la unión.

Por ello, en tiempos de decadencia y agotamiento y casi segura implosión de nuestros sistemas políticos, y que a través del engendro Milei acelera la descomposición con un relato neomitrista, lo más urgente es reiniciar un nuevo revisionismo continentalista para orientarnos en la brújula de una estratégica periodización del pensamiento geopolítico latinoamericano unionista.

Esto es más urgente aún, porque la Argentina se puede convertir en un modelo colonial para el siglo XXI bajo el gobierno de la auténtica casta financiera local-globalista que gobierna nuestro sistema político y de la cuál Milei, paradójicamente es su representante. Y lo más grave, en un proceso de mutación del sistema mundo aún no nítido de una unimultipolaridad a una multipolaridad de matriz imperial. La multipolaridad o unipolaridad sin integración nos lleva al abismo igualmente, aunque la ignorancia o alineamiento ideológico acrítico de este gobierno lo lleva a desconocer totalmente lo dicho.

En este sentido, con el fin de ser sencillos y didácticos, resaltaremos los siguientes momentos del pensamiento político latinoamericano:

1- El Proyecto Liberador.

Se trata de las ideas que surgen con motivo de las independencias latinoamericanas o “guerras civiles”. Para nosotros la partida de nacimiento constituye la “Carta a los españoles americanos” del jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en 1792 quién pronuncia por primera vez allí, la existencia de “una Patria”. En esta etapa se destacan la generación de los unificadores sintetizadas en la figura de los Libertadores José de San Martin y Simón Bolívar, la concepción de soberanía cultural del Maestro del Libertador Bolívar, don Simón Rodríguez, la concepción revolucionaria de Bernardo de Monteagudo, y la acción social y política de los curas Morelos e Hidalgo y la figura gigantesca en la liberación social del haitiano Alexander Petión.

2- Los proyectos de Confederación

De Artigas, la “Nación de Repúblicas” de Bolívar o la idea de unidad centroamericana de Morazán.

3- La idea de resistencia a los imperios.

Desde la figura del último libertador José Martí (héroe de la independencia y Cónsul de Argentina, Paraguay y Uruguay-hecho desconocido y que debemos revitalizar) al anunciador de la Patria Grande (con la incorporación de la América de variante portuguesa) del socialista católico nacional Manuel Ugarte y de la generación del 900.

4- Los Líderes Populares.

Se trata de los liderazgos de los movimientos nacionales populares que promueven la industrialización, la democratización y la integración. Juan Domingo Perón y Getulio Vargas y Carlos Ibáñez plantean el Nuevo ABC. Y Perón es el primer teórico y político del continentalismo en la fase previa al universalismo.

Manuel Ugarte será su Embajador en México y primer Embajador argentino en Cuba y Nicaragua de nuestra historia diplomática

5- Los movimientos de resistencia cultural.

El revisionismo histórico rioplatense con Luis Alberto de Herrera, Víctor Haedo, Methól Ferré, Vivian Trías, Jorge Abelardo Ramos, Hernández Arregui, Carlos Montenegro, José María Rosa, Gabriela Mistral, Helio Jaguaribe, Celso Furtado, Paulo Freire, Darcy Ribeiro. La Teología Latinoamericana con Helder Cámara, la Filosofía de la Liberación con Leopoldo Zea, la Teoría de la Dependencia con Theotonio Dos Santos o el Realismo Mágico Latinoamericano con García Márquez, Octavio Paz, Roa Bastos o Carlos Fuentes.

Es una constelación aún todavía no percibida en su hondura.

6- La etapa de los movimientos nacionales post consenso de Washington.

Simbolizada en el Mercosur, la UNASUR y la CELAC como ensamblaje ante el neoliberalismo.

El objetivo es redescubrir el ser latinoamericano. América Latina es un todo que no sabe totalizarse. Únicamente un pensamiento político de la integración conlleva a una ciudadanía regional hacia un Estado continental, para afrontar tal vez la etapa más difícil de nuestra historia.

El dilema es Patria Grande o la nada.

(*) Dr. Miguel Ángel Barrios Politólogo, Sociólogo e Historiador Miembro de Dossier Geopolitico

Autor de más de 20 obras de historia y política de América Latina

Dr Miguel A. Barrios

Inteligencia Estratégica: Un artículo medular de Pepe Escobar, con datos duros, no voluntariosos o ideológicos blandengues, que nos propone analizar y reflexionar sobre este año 2024  año del Dragón, que deberían leer los «analistas» de política exterior atlantista para «aconsejar» a sus gobiernos todo lo que está en juego y que la suerte está echada…Como sostenemos desde que empezó el siglo XXI en Dossier Geopolitico los cambios históricos están en pleno y rápido desarrollo: «5 siglos de dominio oxidental llegan a su fin»…Carlos Pereyra Mele

China, Rusia e Irán llevarán la lucha por un sistema más igualitario y justo al siguiente nivel, escribe Pepe Escobar.

Por PEPE ESCOBAR para la Fundacion de la Cultura Estrategica

A medida que nos adentramos en el incandescente 2024, cuatro tendencias principales definirán el progreso de una Eurasia interconectada.

1. La integración financiera/comercial será la norma. Rusia e Irán ya integraron sus sistemas de transferencia de mensajes financieros, evitando SWIFT y comerciando en riales y rublos. Rusia y China ya liquidan sus cuentas en rublos y yuanes, combinando la inmensa capacidad industrial china con inmensos recursos rusos.

2. La integración económica del espacio postsoviético, inclinado hacia Eurasia, fluirá predominantemente no tanto a través de la Unión Económica Euroasiática (UEEA) sino interconectada con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).

3. No habrá avances significativos pro-occidentales en el Heartland: los “stans” de Asia Central se integrarán progresivamente en una economía única de Eurasia organizada a través de la OCS.

4. El choque se agudizará aún más, enfrentando a la Hegemonía y sus satélites (Europa y Japón/Corea del Sur/Australia) contra la integración de Eurasia, representada por los tres principales BRICS (Rusia, China, Irán) más la RPDC y el mundo árabe. incorporado a los BRICS 10.

En el frente ruso, el inimitable Serguéi Karaganov  ha dictado la ley : “ No debemos negar nuestras raíces europeas; debemos tratarlos con cuidado. Después de todo, Europa nos ha dado mucho. Pero Rusia debe seguir adelante. Y adelante no significa hacia Occidente, sino hacia el Este y el Sur. Ahí es donde reside el futuro de la humanidad”.

Y eso nos lleva al Dragón – en el Año del Dragón.

Las hojas de ruta de Mao y Deng

En 2023 se produjeron la friolera de 3.680 millones de viajes chinos por ferrocarril, un récord histórico.

China está en camino de convertirse en un líder mundial en inteligencia artificial  para 2030. El gigante tecnológico Baidu, por ejemplo, lanzó recientemente Ernie Bot para rivalizar con ChatGPT. La IA en China se está expandiendo rápidamente en la atención médica, la educación y el entretenimiento.

La eficiencia es la clave. Los científicos chinos han desarrollado el chip ACCEL  , capaz de realizar 4,6 billones de operaciones por segundo, en comparación con el A100 de NVIDIA, que ofrece 0,312 billones de operaciones por segundo de rendimiento de aprendizaje profundo.

China gradúa no menos de un millón más de estudiantes STEM que Estados Unidos, año tras año. Esto va mucho más allá de la IA. Las naciones asiáticas siempre llegan al 20% superior en competencias de ciencias y matemáticas.

El Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI) puede ser pésimo en geopolítica. Pero al menos hicieron un servicio público mostrando a las naciones que lideran el planeta en 44 sectores tecnológicos críticos.

China es el número uno, liderando 37 sectores. Estados Unidos lidera en 7. Todos los demás lideran en cero sectores. Entre ellos se incluyen la defensa, el espacio, la robótica, la energía, el medio ambiente, la biotecnología, los materiales avanzados, la tecnología cuántica clave y, por supuesto, la inteligencia artificial.

¿Cómo llegó China aquí? Resulta bastante esclarecedor hoy revisar un tomo de 1996 de Maurice Mesner: La era Deng Xiaoping: una investigación sobre el destino del socialismo chino, 1978-1994 .

En primer lugar, es necesario saber qué pasó bajo Mao:

«Desde 1952 hasta mediados de la década de 1970, la producción agrícola neta en China aumentó a una tasa promedio anual del 2,5 por ciento, mientras que la cifra durante el período más intensivo de la industrialización de Japón (de 1868 a 1912) fue del 1,7 por ciento».

En el ámbito industrial, todos los indicadores subieron: producción de acero; carbón; cemento; madera; energia electrica; petróleo crudo; fertilizantes quimicos. “A mediados de la década de 1970, China también producía cantidades sustanciales de aviones a reacción, tractores pesados, locomotoras de ferrocarril y modernas embarcaciones oceánicas. La República Popular también se convirtió en una importante potencia nuclear, con misiles balísticos intercontinentales. Su primera prueba exitosa de bomba atómica se llevó a cabo en 1964, la primera bomba de hidrógeno se produjo en 1967 y se puso en órbita un satélite en 1970”.

La culpa es de Mao: transformó a China “de uno de los países agrarios más atrasados ​​del mundo a la sexta potencia industrial a mediados de los años setenta”. En la mayoría de los indicadores sociales y demográficos clave, China se compara favorablemente no sólo con India y Pakistán en el sur de Asia sino también con “países de ‘ingreso medio’ cuyo PNB per cápita era cinco veces mayor que el de China”.

Todos estos avances marcaron el camino para Deng: “Los mayores rendimientos obtenidos en las granjas familiares individuales durante la era Deng temprana no habrían sido posibles si no hubiera sido por los vastos proyectos de irrigación y control de inundaciones: represas, obras de irrigación y sistemas fluviales. diques construidos por campesinos colectivizados en las décadas de 1950 y 1960”.

Por supuesto que hubo distorsiones, ya que el impulso de Deng produjo una economía capitalista de facto presidida por una burguesía burocrática: “Como ha ocurrido en la historia de todas las economías capitalistas, el poder del Estado estuvo muy involucrado en el establecimiento del mercado laboral de China. De hecho, en China un aparato estatal altamente represivo jugó un papel particularmente directo y coercitivo en la mercantilización del trabajo, un proceso que ha avanzado con una rapidez y en una escala sin precedentes históricos”.

Sigue siendo una fuente inextinguible de debate hasta qué punto este fabuloso Gran Salto Adelante económico bajo Deng generó calamitosas consecuencias sociales.

El imperio de la kakistocracia

Mientras la era Xi aborda definitivamente –e intenta resolver– el drama, lo que lo complica aún más es la constante interferencia de las notorias “contradicciones estructurales” entre China y la hegemonía.

Atacar a China es el juego políticamente correcto número uno en toda la Circunvalación, y eso seguramente se saldrá de control en 2024. Suponiendo una debacle demócrata el próximo noviembre, hay pocas dudas de que una presidencia republicana, con Trump o sin él, desatará la Guerra Fría 3.0. o 4.0, con China, no Rusia, como la principal amenaza.

Luego están las próximas elecciones en Taiwán. Si los candidatos independentistas ganan, la incandescencia aumentará exponencialmente. Ahora imaginemos eso combinado con un rabioso ocupante sinofóbico de la Casa Blanca.

Incluso cuando China era militarmente débil, la hegemonía no pudo derrotarla, ni en Corea ni en Vietnam. Ahora hay menos de cero posibilidades de que Washington derrote a Beijing en un campo de batalla en el Mar de China Meridional.

El problema estadounidense se resume en una tormenta perfecta.

El poder duro y blando de la hegemonía ha sido arrojado a un vacío negro con la inminente y cósmica humillación de la OTAN en Ucrania, agravada por la complicidad con el genocidio de Gaza.

Al mismo tiempo, el poder financiero global hegemónico está a punto de recibir un duro golpe a medida que la asociación estratégica Rusia-China que lidera los BRICS 10 comienza a ofrecer alternativas bastante viables al Sur Global.

Los académicos chinos, en intercambios invaluables, siempre recuerdan a sus interlocutores occidentales que la Historia ha sido un patio de recreo constante que enfrenta a oligarquías aristocráticas y/o plutocráticas entre sí. El Occidente colectivo ahora está “dirigido” por la variedad más tóxica de plutocracia: la kakistocracia.

Lo que los chinos califican, correctamente, como “naciones cruzadas” ahora están significativamente agotadas (económica, social y militarmente). Peor aún: casi totalmente desindustrializado. Aquellos con un cerebro funcional entre los cruzados al menos han comprendido que “desacoplarse” de China será un gran desastre.

Nada de eso elimina su arrogante/ignorante impulso de una guerra contra China, incluso cuando Beijing ha ejercido una inmensa moderación al no darles ninguna excusa para iniciar otra Guerra Eterna.

En cambio, Beijing está revirtiendo las tácticas de la Hegemonía, como sancionar a la Hegemonía y a diversos vasallos (Japón, Corea del Sur) sobre las importaciones de tierras raras. Aún más eficaz es la iniciativa concertada entre Rusia y China para eludir el dólar estadounidense y debilitar el euro, con pleno apoyo de los 10 miembros del BRICS, los miembros de la OPEP+, los miembros de la UEEA y la mayoría de los miembros de la OCS.

El enigma de Taiwán

El plan maestro chino, en pocas palabras, es algo hermoso: acabar con el “orden internacional basado en reglas” sin disparar un solo tiro.

Taiwán seguirá siendo el principal campo de batalla aún no comprometido. En términos generales, es justo argumentar que la mayoría de la población de Taiwán no quiere la unificación; al mismo tiempo, no quieren una guerra diseñada por Estados Unidos.

Quieren, esencialmente, el status quo actual. China no tiene prisa: el plan maestro de Deng apuntaba a la reunificación en algún momento antes de 2049.

La hegemonía, por otra parte, tiene una prisa tremenda: se trata de dividir y vencerás, una vez más, promoviendo el caos y desestabilizando el inexorable ascenso de China.

Beijing rastrea literalmente todo lo que se mueve en Taiwán, a través de expedientes monumentales y meticulosos. Beijing sabe que para que Taipei prospere en un ambiente pacífico, necesita negociar mientras todavía tenga algo con qué negociar.

Todo taiwanés con cerebro (y hay muchos cerebros científicos de primera clase en la isla) sabe que no pueden esperar que los estadounidenses mueran luchando por ellos. En primer lugar, porque saben que la Hegemonía no se atreverá a librar una guerra convencional con China, porque perderá… por mucho (el Pentágono jugó todas las opciones). Y tampoco habrá una guerra nuclear.

A los eruditos chinos les gusta recordarnos que cuando el Reino Medio estaba totalmente fragmentado en el siglo XIX bajo la dinastía Qing (1644-1912), “la clase dominante chino-manchú era incapaz de renunciar a su propia imagen y de tomar las medidas draconianas necesarias”. pasos.»

Lo mismo se aplica ahora a los excepcionalistas, incluso cuando dan saltos mortales en serie tratando de preservar su propia imagen mitológica de sí mismos: Narciso se ahogó en un estanque que él mismo creó.

Es posible adelantar que el Año del Dragón será un año donde reine la Soberanía. Los ataques hegemónicos de furia por la guerra híbrida y las elites compradoras colaboracionistas serán obstáculos que obstaculizarán constantemente al Sur Global. Sin embargo, habrá al menos tres polos con la columna vertebral, los recursos, la organización, la visión y el sentido de la Historia Universal para llevar la lucha por un sistema más igualitario y justo al siguiente nivel: China, Rusia e Irán.

FUENTE: STRATEGIC CULTURE FOUNDATION

Análisis del Dr. Miguel A. Barrios, miembro de Dossier Geopolitico:  sobre el tema del Crimen S A y sus variantes y los tentáculos y vasos comunicantes con sectores políticos, empresariales, policiales y financieros…en 10 minutos describe muy bien: el porqué!!!; en este video de la entrevista que le realizaron expone a la luz de la opinión pública las causas y los orígenes de las crisis como la Ecuatoriana por ejemplo y en nuestra región. No como hace la prensa corporativa de mostrar las consecuencias actual accionar del Crimen S A (que no fue por alguna fuerza celestial -hoy tan de moda- porque se instaló y porque próspero)  

Radio Gráfica: El cientista político Miguel A Barrios dialogó con Gabriel Fernández: El narcotráfico y la organización social en Latinoamérica, la multipolaridad y la Argentina inserta en un mapa geopolítico complejo pero favorable para el que sabe orientarse.

POR MK BHADRAKUMAR

El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman (derecha) se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en AlUla, el 8 de enero de 2023.

La expectativa planteada por Estados Unidos al permitir que se aprobara una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza el 22 de diciembre de 2023 sin tener que ejercer su veto (aunque diluido y que no llegaba a pedir un alto el fuego) era que el manifiesto aislamiento internacional enfrentar Washington y Tel Aviv impactaría inevitablemente las opciones de Israel en el futuro. 

Sin embargo, hay tendencias contrarias. Israel comenzó el nuevo año ordenando la retirada de parte de sus fuerzas militares de Gaza, pero el portavoz de las FDI Daniel Hagari enfatizó que la guerra continuará en 2024 y calificó esta retirada en línea con la renovación de fuerzas y la nueva organización de Israel. ejército. Hablando en la víspera de Año Nuevo, Hagari dijo: “Esta noche comienza 2024 y nuestros objetivos requieren una guerra larga, y nos estamos preparando en consecuencia. Tenemos un plan inteligente para gestionar nuestros despliegues, teniendo en cuenta las reservas, la economía, las familias y el reabastecimiento, así como la continuación del combate y el entrenamiento”.

La ambivalente insinuación de Hagari de que los militares han concluido importantes combates en el norte de Gaza se vio reforzada con la afirmación de que las fuerzas “continuarían profundizando los logros” en el norte de Gaza, fortalecerían las defensas a lo largo de la valla fronteriza entre Israel y Gaza y se concentrarían en el centro y el sur. partes del territorio.         

El jueves, el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, también presentó un plan de cambio hacia operaciones militares menos intensas. La oficina del ministro dijo en un comunicado: «En la región norte de la franja de Gaza, haremos la transición a un nuevo enfoque de combate de acuerdo con los logros militares en el terreno». Pero Gallant añadió: «Continuará mientras se considere necesario». Según el plan de Gallant, la guerra en Gaza continuará hasta que todos los rehenes sean liberados y las amenazas militares restantes sean neutralizadas.

Básicamente, los comentarios de Hagari y el plan de Gallant pueden verse como un guiño al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a quien se espera que visite Israel a finales de esta semana después de visitar Turquía, Jordania, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Al mismo tiempo, Israel, como es habitual, también ha aumentado las tensiones mediante una serie de actos beligerantes en los últimos días. 

Ha habido una nueva escalada de los combates transfronterizos entre Israel y Hezbollah. Además, el asesinato selectivo de un alto líder político de Hamás, Saleh al-Arouri, en un bastión de Hezbolá en Beirut la semana pasada; el asesinato de un alto comandante del IRGC y otras cuatro personas en los suburbios de Damasco; atentados terroristas en Kerman (Irán); asesinato del comandante de las fuerzas de élite Radwan de Hezbollah;   – todo esto en el transcurso de la semana pasada es atribuible a la inteligencia israelí de una forma u otra. 

Estos acontecimientos, a su vez, se han sumado a los temores que han resurgido últimamente de que una guerra entre Israel y Hamás pueda estallar en un conflicto más amplio. Hoy temprano, el líder adjunto de Hezbollah, Naim Qassem, dijo en un discurso televisado que su grupo no quería expandir la guerra desde el Líbano, “pero si Israel se expande, la respuesta es inevitable en la medida máxima necesaria para disuadir a Israel”. 

El patrón de comportamiento israelí debe entenderse desde diferentes ángulos. Esta es una matriz increíblemente complicada. En primer lugar, la operación israelí en Gaza hasta ahora ha sido un fracaso. Hizo que la opinión mundial, especialmente en el Sur Global, se volviera fuertemente contra Israel (la petición de Sudáfrica ante la Corte Penal Internacional por los crímenes de guerra en Gaza es la evidencia más reveladora de ello),   mientras que el ejército israelí fracasó en términos de su agenda para diezmar. Hamás. 

Tel Aviv no ha alcanzado ninguno de sus objetivos declarados en la guerra de Gaza, que son la aniquilación de Hamás o el desarme de Hamás y la liberación de los cautivos mantenidos por palestinos en Gaza. Esto somete a una inmensa presión al establishment militar y de seguridad de Tel Aviv, cuya reputación se ha visto gravemente afectada tras el ataque del 7 de octubre. Por otra parte, se ha encubierto las numerosas bajas sufridas por las tropas israelíes en la operación de Gaza. El ataque terrorista de Kerman y el asesinato de Saleh al-Arouri en realidad revelan un alto nivel de frustración. 

En términos políticos, existe una convergencia entre el establishment militar y de seguridad y el Primer Ministro Benjamín Netanyahu (cuyo futuro político pende de un hilo) y las fuerzas fascistas ultraderechistas alineadas con él, cuyos intereses residen en una guerra prolongada. 

La única fuerza externa capaz de presionar a Israel es, por supuesto, la administración estadounidense. Pero es demasiado esperar que el presidente Biden trace la «línea roja» hacia Israel -es decir, incluso suponiendo que tenga la voluntad política para hacerlo-, dado el control del Congreso por parte del lobby israelí y su perfecta capacidad para crear o destruir las carreras de los políticos estadounidenses. 

Washington no ha cambiado la intensidad de   la operación militar israelí. Por otro lado, Estados Unidos ha enviado a Israel 10.000 toneladas de armas sólo en el período reciente. De hecho, no puede ser una coincidencia que cada visita de Blinken a la región desde el 7 de octubre haya sido testigo de un ataque israelí particularmente brutal para subir la apuesta. En efecto, Estados Unidos apoya ampliamente la política israelí y su compromiso con la destrucción de Hamas, en particular. 

Por lo tanto, el interés de Biden se reduce a evitar que la guerra se extienda en la región para que no sea necesaria una intervención militar directa estadounidense. La retórica y la postura diplomática de Estados Unidos apuntan en gran medida a controlar los daños en las relaciones de Washington con sus antiguos aliados en la región. Básicamente, la misión de Blinken se reduce a una fachada barata: es decir, llevar a los estados regionales al mismo punto de que Israel enfrenta una crisis existencial. Pero no tiene en cuenta que la región ha cambiado radicalmente. 

Lo que realmente distingue la crisis actual es que el mundo árabe está profundamente preocupado y se siente indignado por el comportamiento bárbaro de Israel hacia los desventurados palestinos, «animales», como los han descrito los políticos israelíes. La psique árabe está convencida de que una solución definitiva y duradera del problema palestino no puede posponerse indefinidamente. Algo ha cambiado fundamentalmente incluso para Arabia Saudita, que mantuvo tratos clandestinos con Israel durante décadas y avanzaba poco a poco hacia el establecimiento de relaciones formales con él.

Una declaración saudita dijo que mientras recibía a Blinken en Al ‘Ula el lunes, el príncipe heredero Mohammed bin Salman “enfatizó la importancia de detener las operaciones militares, intensificar la acción humanitaria y trabajar para crear condiciones para restaurar la estabilidad y para un proceso de paz que garantice que el El pueblo palestino obtiene sus derechos legítimos y logra una paz justa y duradera”. La declaración saudita difiere marcadamente de la lectura del Departamento de Estado de Estados Unidos. 

Curiosamente, un artículo del diario saudí Asharq Al-Awsat centrado en la próxima visita de Blinken destacó diferencias fundamentales entre Riad y Washington en una serie de cuestiones: el alto el fuego en Gaza (“no sólo una tregua humanitaria o un intercambio de prisioneros, sino más bien un alto el fuego integral” ”); la seguridad del Mar Rojo (“la responsabilidad de la seguridad en el Mar Rojo recae en primer lugar en los países ribereños y, en segundo lugar, en la responsabilidad internacional de las Naciones Unidas”); la culpabilidad de Israel por “ampliar el alcance de la guerra”; Es inútil “hablar sobre la fase de posguerra” en este momento. 

El artículo terminaba con una nota sombría: “Si la administración estadounidense quiere que la visita de Blinken a Arabia Saudita y la región tenga éxito, y si quiere mantener sus asociaciones en la región y preservar su papel como patrocinador de la paz en el Medio Oriente En un momento en que las fuerzas internacionales hostiles a Washington están buscando un punto de apoyo en la región, debe adherirse a la neutralidad y no utilizar los intereses y el futuro de la región como una carta en las próximas elecciones estadounidenses. Debe abordar la enfermedad y no el síntoma como lo está haciendo ahora”.   

[NdR los analistas internacionales europeos van cayendo en la cuenta de que cada día tendrán menos importancia, en la reconfiguración del mundo en pleno desarrollo, pero lamentablemente se puede observar que todo es “culpa” de los “otros”, jamás reconocen ni reconocerán sus actitudes de vieja data de imperialismo y neocolonialismo sobre el resto del mundo y subordinación a la política exterior del poder anglosajón que los controla y desde esa Atalaya hacen sus análisis y traen sus conclusiones, con el título de “La Gran Guerra de Secesión”, está editorial de la revista Dissipatio se dan cuenta que la ruptura de Rusia con Occidente “va en serio” y se vuelca hacia el mundo euroasiático, y cometen además el error de que esto durará mientras esté en el poder Vladimir Putin y que no es una política estratégica asumida por la conducción política de la Federación Rusa. Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele Dossier Geopolitico]

“La Gran Guerra de Secesión” Por Sebastiano Caputo Dissipatio

Quién hubiera pensado que tarde o temprano Rusia, a pesar de tener continuidad geográfica con Europa, se separaría para siempre. Ucrania no es sólo un macabro escenario de guerra, sino que se ha convertido en el punto de ruptura entre la tierra y el mar. Aquellas coordenadas que nos dejó el jurista alemán Carl Schmitt para leer la mecánica del mundo se han convertido en dos polos opuestos, que ahora corren el riesgo de no volver a tocarse nunca más. Los principales pensadores estratégicos y tomadores de decisiones político-institucionales en Estados Unidos, desde Henry Kissinger hasta John Mearsheimer , nos habían advertido que el conflicto armado, tarde o temprano, llegaría si continuábamos por este camino. Pero ahora ya no hay vuelta atrás.

También porque en Moscú , mucho más que en Bruselas , existe esta conciencia. Vladimir Putin no se ha vuelto loco, no le interesa el consenso de la opinión pública occidental, no quiere ganar la batalla de la comunicación, que Volodymyr Zelensky jugó magistralmente , y mucho menos quiere convencer a los analistas para que comprendan sus razones. De lo contrario, no se podría explicar toda una serie de acciones injustificables en la sociedad de la transparencia: desde invasiones militares hasta bombardeos aéreos, desde sabotajes de corredores humanitarios hasta violaciones de acuerdos de alto el fuego. De lo contrario, la guerra total, en ausencia de un «casus belli» -un incidente, una instantánea, una prueba-, habría actuado infiltrándose en las líneas enemigas para provocar, orientar, fabricar cualquier justificación, o habría tenido que intervenir militarmente bajo con el pretexto de «desnazificar» el país , en mayo de 2014, tras el incendio de Odesa . Y, sin embargo, nada de esto. Junto a la percepción de traición, junto al resentimiento -todas las emociones que caen dentro de la esfera privada e íntima-, hay una decisión unilateral perfectamente racional, cínica, indiferente a las consecuencias. Vladimir Putin ha decidido que Rusia debe comenzar en Kiev y terminar en Vladivostok, como también sugirió el historiador Roj Medvedev en las columnas del Corriere della Sera . Y que su destino, ahora que se ha consolidado la integración entre la Unión Europea y la Alianza Atlántica, está separado del del Viejo Continente. Geográficamente, políticamente pero también espiritualmente. De ahí la necesidad, o más bien la legitimación espiritual, del poder temporal del patriarca ortodoxo Kiril I, que una vez más juró lealtad al zar. Moscú ya no es la Tercera Roma, sino que quiere ser la Primera Moscú. En su sermón – señaló Antonio Spadaro , director de Civiltà Cattolica – hay un pasaje decisivo que pasó desapercibido para la mayoría: “Hemos entrado en una lucha que tiene un significado metafísico”. Una imagen que nos devolvió a la imagen de George W. Bush cuando esgrimía la Biblia para santificar su guerra contra el mundo islámico.

El Gran Continente recuperó recientemente un artículo de Vladislav Surkov , eminencia gris del Kremlin, en el que, cuatro años antes de la invasión de Ucrania, ya explicaba la teoría de la «sangre mestiza» de Rusia, es decir, de un país que, aunque históricamente vinculado tanto en Occidente como en Oriente, sigue siendo una entidad separada. Y el primer paso de esta secesión parece ser internet. Si es cierto que Rusia se convertirá en una «isla», al menos a nivel comercial y financiero, se verá obligada a reforzar la integración euroasiática (en particular con China). Este aislamiento en el Este podría durar la época de Vladimir Putin, o incluso la época del derretimiento del hielo en el Ártico. Cuando esto suceda, las naciones -en particular Estados Unidos, China y Rusia- que aparecen en este espacio geográfico, rico en yacimientos de petróleo y gas natural, tendrán inevitablemente que revisar sus alianzas. Hasta ese día, Eurasia estará bajo control chino. De ahí la prudencia de Pekín al apoyar la intervención y mediar entre las partes implicadas.

En estas horas, la diplomacia parece estar avanzando aunque la ofensiva militar de Vladimir Putin continúa sin cesar. Y el hecho de que los «pacificadores» más activos, por diferentes razones y con diferentes intereses, sean israelíes y turcos es bastante indicativo. Europa y Rusia están destinadas a separarse para siempre y no pretenden encontrar una solución. Y a diferencia de los tiempos de la Unión Soviética, la Federación de Vladimir Putin ya no parece interesada en ejercer fascinación, en todas sus formas, sobre nosotros . No quiere que la comprendan, la culpen ni la apoyen. El problema no es tanto si continuaremos estudiando a Dostoievski, porque a estas alturas que lo leamos será completamente relativo. Así, incluso para un diplomático ruso, París, Roma y Berlín se convertirán en lugares secundarios. Incluso el macartismo es una expresión fuera de lugar porque no hemos retrocedido treinta años. A lo sumo podría haber una caza de brujas que no responden ante ningún aprendiz de brujo. A partir de ahora cada uno sigue su propio camino. Es la historia, que se ocupa del pasado y ahora tiene que ocuparse del futuro.

Por Sebastiano Caputo de DISSIPATIO Italia

https://www.dissipatio.it/putin-ucraina-artico/

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein, el autor autoriza su publicación en Dossier Geopolitico

Fe de errata: en la primera parte de este artículo publicado la semana pasada dice: “No obstante, Gran Bretaña, tras reconocer la independencia de Yemen, en 192, convirtió a Adén en un protectorado y en 1937, en colonia”. Debe decir: No obstante, Gran Bretaña, tras reconocer la independencia de Yemen, en 1928, convirtió a Adén en un protectorado y en 1937, en una colonia”. Muchos, muchísimos lectores me lo hicieron saber. Asumo la responsabilidad y agradezco también a los medios que publican los artículos y que lo editaron para hacerlo legible. Le doy las gracias a todos y les pido disculpas.

Los medios transnacionales de la comunicación han sembrado la idea de que los hutíes actúan bajo la influencia del Gobierno de Irán. Aunque ni Irán ni los hutíes han negado su pertenencia a un eje de resistencia al imperialismo, el colonialismo y el sionismo que también incorpora a fuerzas políticas del Líbano, Siria, Bahréin y de la propia Palestina, simplificar la ecuación a una relación de “subordinación” no deja de ser superficial y banal, habida cuenta del propio historial de lucha del pueblo yemení. 

En Asia Occidental, la creciente agresividad de Israel y la presencia intervencionista de Estados Unidos han ido polarizando la situación política. El reciente acuerdo de Irán para dirimir diferencias con Arabia Saudí, así como otros convenimientos que han acercado a Egipto y Turquía, Catar y Arabia Saudí entre otros -después de años de distanciamiento- sumado a la propia paralización de la guerra en Yemen, apuntan al debilitamiento del polo imperialista-sionista y el fortalecimiento de la resistencia. 

En este contexto, por historia y por ubicación geográfica, el papel de Yemen y del movimiento hutí es determinante. Vale decir que Ansarolá nunca ha ocultado su relación con Irán. Los une su común pertenencia a la rama chií del islam. Tanto el fundador del movimiento Ansarolá como su hermano, que lo dirige hoy,  pasaron parte de su vida en Qom (Irán), formándose política e ideológicamente, al mismo tiempo que estudiaban la corriente chií, sustentada en la idea de que la sucesión legítima de Mahoma corresponde  a los descendientes de su yerno Alí por oposición a los suníes que piensan que los sucesores de Mahoma debían ser los compañeros del profeta. Suní viene de “Ahl al-Sunna», que se traduce como «la gente de la tradición» y chií proviene de “Chiat Ali”, que significa «el partido de Ali”. 

Pero esto no significa que los yemeníes sean simples “accesorios” de Irán. Más allá del apoyo financiero, militar, comunicacional y político que ha recibido de Teherán, el movimiento Ansarolá ha demostrado autonomía y decisión propia en el diseño y ejecución de sus acciones tanto en la guerra contra Arabia Saudí y sus aliados desde 2015 como ahora, en el apoyo a la causa de Palestina.

Se debe saber que además de su auxilio a Palestina, Yemen tiene un conflicto directo con Israel por el soporte que la entidad sionista le dio a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) durante la guerra iniciada en 2015 que le permitió  la ocupación de las  estratégicas islas yemeníes de Socotra, que se encuentran en el mar Arábigo a unos 350 kilómetros al sur de las costas del país, a fin de establecer una serie de bases de espionaje con el propósito de reunir información de inteligencia en toda la región, en particular del estrecho de Bab el-Mandeb.

Algo importante a señalar respecto a la base de EAU e Israel en Socotra es que también beneficia a Estados Unidos ya que a través de ésta podría controlar al puerto de Gwadar en Pakistán que forma parte del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) en el que Beijing desarrolló un puerto para que las mercancías descargadas allí pudieran ser enviadas por tierra a China, en particular a su región occidental. 

Pero, en relación a los hechos actuales, hay que saber que las acciones de Yemen en apoyo a Palestina comenzaron casi inmediatamente después del 7 de octubre. El 19 de ese mes, un buque de la armada estadounidense derribó misiles y drones disparados por los hutíes contra Israel de acuerdo con información del Pentágono publicada entonces. 

Unos días después, el 27 de octubre, seis personas resultaron heridas cuando dos drones cayeron sobre Taba, un poblado egipcio fronterizo con Israel, después de la intercepción de los mismos por parte de la fuerza aérea israelí. El 31 de octubre, los hutíes reivindicaron un ataque con drones contra la entidad sionista. Su ejército informó que había interceptado un misil lanzado desde el sur.

El portavoz militar hutí general Yahya Sari afirmó en una declaración televisada que el grupo había lanzado un «gran número» de misiles balísticos y aviones no tripulados hacia Israel y que habría más ataques en el futuro «para ayudar a los palestinos a lograr la victoria”. En respuesta el asesor israelí de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi dijo que los ataques de los hutíes eran intolerables, pero no quiso dar más detalles cuando se le preguntó cómo respondería Israel.

A mediados de noviembre, Ansarolá comunicó que sus fuerzas armadas atacarían a todos los barcos que navegaran con bandera israelí o que fueran operados o propiedad de empresas israelíes. Unos días después, el general Sari, indicó que «las fuerzas armadas yemeníes siguen impidiendo que los barcos de todas las nacionalidades que se dirigen a puertos israelíes naveguen por el mar Arábigo y el mar Rojo hasta que transporten los alimentos y medicinas que necesitan los palestinos en la Franja de Gaza”.

Ante esta decisión y tras los primeros ataques a barcos que se dirigían a Israel,  cuatro grandes empresas navieras (la línea de contenedores más grande del mundo, Mediterranean Shipping Co. [MSC], con sede en Suiza, la danesa Maersk, la francesa CMA CGM y la alemana Hapag-Lloyd) suspendieron el paso de sus buques por el mar Rojo. Estas empresas transportan aproximadamente el 53% de los contenedores marítimos del mundo, y alrededor el 12% del comercio mundial en términos de volumen. Hay que decir que el 30% del tráfico mundial de contenedores pasa por Bab al-Mandeb.

En respuesta, el 19 de diciembre, Estados Unidos se propuso crear una alianza naval a fin de iniciar una operación que denominaron “Guardián de la Prosperidad” supuestamente dedicada a “garantizar la libertad de navegación en el Mar Rojo”. En los hechos, ello significó declarar la guerra a Yemen y militarizar ese mar. Pero el país árabe se ha mantenido incólume en su posición. Sus fuerzas armadas han afirmado que “cualquier ataque contra bienes yemeníes o contra las bases de lanzamiento de misiles de Yemen teñiría todo el Mar Rojo de sangre”, asegurando que poseen “armas para hundir vuestros portaaviones y destructores”, 

El escalamiento de las acciones a partir de entonces ha sido evidente. El 20 de diciembre en un discurso, el líder de Ansarolá, Sayyed Abdul Malik Al-Houthi afirmó que la responsabilidad del mundo islámico ante el conflicto en Palestina era grande, especialmente de la región árabe por ser “el corazón de ese mundo”. En este sentido, deploró la posición islámica-árabe en las cumbres que se realizaron para debatir el tema, especialmente la que se celebró en Arabia Saudí. Al Houthi caracterizó como débil ese punto de vista. Apuntó que debería haber un compromiso de los pueblos árabes y musulmanes de apoyar a Palestina, al mismo tiempo que deploró el enfoque de algunos países sobre lo que llamó la “conspiración contra Palestina”. El líder yemení dijo que su nación no esperaba de Estados Unidos y los países europeos una posición o papel positivo hacia Palestina. Por tales razones, consideró que la perspectiva del eje de la resistencia debería ir encaminada a elevar el nivel de apoyo militar a Palestina.

En ese marco, Al Houthi advirtió que Ansarolá iba a “arremeter contra los buques de guerra estadounidenses si sus fuerzas eran atacadas por Washington tras el lanzamiento de la operación “Guardián de la Prosperidad”. Según Al Houthi, Estados Unidos no intenta proteger la navegación mundial sino que busca militarizar el espacio marítimo.

No obstante, Estados Unidos no logró un consenso para llevar adelante las misiones de la alianza naval creada. Se generaron desacuerdos con los países árabes que fueron convocados para formar parte de la coalición lo cual ha dificultado una respuesta coherente a los ataques de los hutíes contra los buques que transitan por el mar Rojo. Dos países clave de la región implicados en la larga guerra contra Yemen —Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí— mantienen posturas opuestas hacia los hutíes, lo que ha significado un importante obstáculo para el plan estadounidense de poner fin a los ataques marítimos. Una posibilidad manejada por Washington es dar una respuesta militar a los hutíes pero algunos aliados árabes se han negado a ello. Estos prefieren insistir en la vía diplomática y reforzar la protección marítima a los barcos.

Analistas especializados consultados al respecto coinciden en señalar que los objetivos de la operación son vagos si se considera que a los jefes navales no se le han impartido misiones precisas. Así mismo, los buques de la coalición, aunque equipados con armamento avanzado, solo pueden limitarse a repeler los ataques con misiles, escoltando los buques mercantes con buques de guerra, lo cual resulta cuestionable toda vez que el arsenal de misiles de Yemen es inagotable a la luz de las acciones emprendidas en los últimos 8 años, además que, “ni la dirección de las compañías de transporte mundiales, ni los capitanes de los buques mercantes, ni las aseguradoras estarán dispuestos a jugar a esta lotería», según dijo Iliá Kramnik, experto ruso en fuerzas navales. 

Así mismo, Michael Horton, cofundador de Red Sea Analytics International, una firma de asesoría independiente dedicada a ofrecer análisis imparciales sobre las dinámicas de seguridad en el mar Rojo, señaló que los hutíes “solo han desplegado una parte de sus armas, sin utilizar misiles de mayor alcance, drones más avanzados y minas marinas difíciles de detectar”. 

En esta situación, el vicealmirante estadounidense Kevin Donegan señaló que “Estados Unidos también ha estado aceptando como normales los persistentes ataques […] de los hutíes”. Según el New York Times, esto ha llevado a que el presidente Biden se vea obligado a afrontar una difícil elección relacionada con los futuros planes de disuasión de los hutíes. Para ello debe considerar que Arabia Saudí no busca una escalada del conflicto que podría hundir una tregua con los rebeldes negociada con mucho esfuerzo. Por su parte, Tim Lenderking, enviado especial de Estados Unidos para Yemen afirmó a mediados de diciembre que  “Todo el mundo está buscando una fórmula para reducir las tensiones”. 

En la otra parte del conflicto, el pasado 24 de diciembre, el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, mayor general Hossein Salami anunció que se podría avanzar hacia un bloqueo naval total de Israel si se llegara a cerrar el Mar Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar y otras vías navegables. A la fecha, Yemen ya logró bloquear casi en su integridad el puerto israelí de Eilat, situado en el Mar Rojo, que está funcionando solo al 15% de su capacidad. Vale decir que las fuerzas milísticas de Ansarolá lograron golpear un barco israelí en lo profundo del Mar Arábigo, cerca de la India a mucha distancia del territorio yemení. Por su parte, Irán cuenta con drones y misiles hipersónicos de largo alcance que, en caso de una guerra total contra el sionismo podrían apuntar fácilmente a barcos comerciales que se desplacen por el Mediterráneo hacia los puertos israelíes.  

Así mismo, en la preparación de un combate de otras dimensiones contra Israel, el ejército de Yemen anunció que cuenta con 20 000 soldados reservistas entrenados y dispuestos a luchar junto a las Fuerzas armadas del país en contra de la entidad sionista y la coalición que lidera Estados Unidos.

El 28 de diciembre, Yemen advirtió a Estados Unidos y sus socios sobre la militarización del mar Rojo y afirmó que intensificará sus ataques contra los enemigos si continúa el bloqueo a Gaza. En este contexto, un día antes, los principales comandantes de las Fuerzas Armadas de Yemen se reunieron para discutir los últimos acontecimientos regionales y revisar la disposición combativa de las tropas. Al final del encuentro manifestaron estar listas para cumplir las órdenes del líder de Ansarolá. 

El 4 de enero, después que un contingente naval yemení se enfrentara cara a cara con las fuerzas militares estadounidenses en el mar Rojo, con la pérdida de tres pequeñas embarcaciones y 10 combatientes, el comandante de las Fuerzas de Defensa Costera de Yemen, general de división Muhammad Al-Qadiri advirtió que su país no se reservaba el derecho a responder, sino que respondería determinando el objetivo en cada caso en las islas, en el mar Rojo y en “las bases donde están estacionados los sionistas y los estadounidenses».

Si finalmente Estados Unidos y su alianza decidieran desafiar directamente a los hutíes en el mar Rojo, se enfrentarán a una vasta guerra naval desde el golfo de Adén, el mar Arábigo y el océano Índico. Si eso ocurriera, se desataría una espiral indetenible de confrontaciones de dimensiones incalculables.

En cualquier caso, Yemen ya logró emplear su posición estratégica como fuerza en los equilibrios globales e imponerse como parte importante en la ecuación de confrontación en curso y expresar una de las formas más valientes de apoyo al pueblo palestino que enfrenta la maquinaria de guerra israelí apoyada por Estados Unidos y Gran Bretaña, constituyéndose en una importante carta de presión contra el sionismo y su mentor norteamericano. 

Controlar el canal de Suez, es controlar el 90% del comercio mundial afectando directamente a Israel al golpear su economía. En este sentido los hutíes lograron hacer lo que Israel y Estados Unidos han tratado de evitar a toda costa hasta ahora: “convertir el genocidio en Gaza en una crisis global”.

El periodista libanés Khalil Harb citando al Banco Mundial,  en un artículo en la revista online The Cradle, afirmó que Israel importa y exporta “casi el 99% de los bienes por río y mar” y más de ⅓ de su PIB depende del comercio de bienes”.

Por su parte, el periodista brasileño especializado en política internacional Eduardo Vasco señaló que además de la incidencia directa que está causando el movimiento hutí en Asia Occidental,  sus acciones están “paralizando la economía mundial, es decir, el funcionamiento mismo del régimen capitalista, que está en la raíz del problema de la guerra de agresión en el Medio Oriente”. En este marco, Vasco opina que Estados Unidos e Israel están limitados para realizar un ataque directo a Yemen porque podría haber represalias contra los aliados de Estados Unidos en la región “principalmente contra sus yacimientos petrolíferos, lo que agravaría brutalmente la crisis económica con una de petróleo (que ya ha comenzado). Por esta razón, mientras los Emiratos Árabes Unidos quieren acciones enérgicas contra los hutíes, los saudíes se muestran cautelosos”. 

A última hora y casi al cerrar este artículo llega la información de que Yemen había atacado un barco estadounidense que trasladaba suministros a Israel, dando respuesta de esa manera a los recientes ataques estadounidenses contra las fuerzas navales yemeníes. 

Así mismo, respondiendo a las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos Anthony Blinken, el viceministro de relaciones exteriores de Yemen, Hussein Al-Ezzi ratificó “la seguridad de la navegación a todos los destinos, excepto los puertos de la Palestina ocupada”,  negando categóricamente las informaciones falsas diseminadas por Washington, Londres y Berlín con respecto a la seguridad de la navegación.

Las líneas precedentes dan cuenta de la capacidad y decisión del pueblo yemení de asumir un protagonismo cierto en la guerra de Israel contra Palestina. En los hechos, hacen patente que, aún siendo un país pequeño y marginado global y regionalmente del desarrollo económico, mantiene una voluntad de lucha que expresa el sentimiento milenario de existir como nación independiente, colocando en entredicho a las principales potencias mundiales al poner trabas e impedimentos a la ejecución imperial de su política en la región a través del pleno apoyo a Israel.

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Abrumada por la campaña internacional para independizar la isla, los ciudadanos de esta provincia china deciden este sábado entre el acercamiento y la confrontación con su patria

Por Eduardo J. Vior
analista internacional 

Tras la provocativa reunión de la Canciller Diana Mondino con la encargada de negocios de Taiwán en Argentina, el Diario del Pueblo (órgano oficial del PC Chino) advirtió al gobierno argentino que Taiwán es parte indisoluble de China. Se trató, en realidad, de un mensaje por elevación a EE.UU. y sus aliados, para que dejen de azuzar la campaña separatista del actual gobierno insular. El próximo sábado se realizan en esta provincia elecciones presidenciales y de su resultado puede depender que haya paz o guerra en el este de Asia y el Pacífico Occidental.

Taiwán acude a las urnas el sábado en una elección que decidirá el futuro de la isla separada de China, primero, por la invasión japonesa de 1894 y, luego, por la “protección” norteamericana, cuando las fuerzas del Kuomintang (KMT, Partido Nacionalista Chino) se refugiaron allí en 1949 tras su derrota en la guerra civil con los comunistas. Luego de la muerte en 1975 del líder del KMT, Chiang Kai-shek, el partido siguió hasta 1987 gobernando la isla como único autorizado, pero entonces comenzó un período de reformas políticas que llevó en 2016 al Partido Democrático Progresista (DPP, por su nombre en inglés) al gobierno, posición que revalidó en 2020. Sin embargo, el KMT, en alianza con otras fuerzas, sigue teniendo mucho peso.

Bajo la presidencia de Tsai Ing-wen (DPP) en los últimos ocho años los lazos entre el continente y la isla se han agriado especialmente. Su defensa del status soberano de la isla llevó a China a suspender las comunicaciones formales con Taiwán. 

Para la elección presidencial de este sábado ambas alianzas han esbozado estrategias opuestas. Mientras que el independentista DPP es partidario de reforzar las relaciones con Estados Unidos y sus aliados, al tiempo que refuerza la disuasión militar y pretende avanzar hacia la declaración unilateral de la independencia, el KMT es partidario de la unificación y promete aliviar las tensiones reabriendo el diálogo con la República Popular sobre la base de que los dos lados del estrecho pertenecen a un solo país. William Lai, vicepresidente del DPP y favorito en las elecciones presidenciales hasta las últimas encuestas autorizadas, el pasado 2 de enero, es visto por Beijing con gran desconfianza por su defensa de la secesión en épocas juveniles.

Si el PDP gana un tercer mandato consecutivo, el gobierno chino aumentará la presión militar en el estrecho, podría cortar los cables de Internet y las rutas de suministro a las pequeñas islas que rodean Taiwán. Por su lado, Washington aún no ha aclarado exactamente qué forma adoptaría su apoyo en caso de ataque chino, y tampoco se sabe, si Japón se sumará, ya que alberga la mayor concentración de tropas estadounidenses en la región.

Tan contrapuestas son las posiciones de ambos candidatos que, en tanto el KMT ha dicho que esta votación es una decisión entre “paz o guerra”, el DPP la ubica entre “democracia o autocracia”. Ambos partidos sugieren que la elección del otro conducirá a la desaparición de Taiwán, ya sea provocando un ataque chino o acelerando la unificación.

Para China, Taiwán es parte inseparable de su territorio y la reunificación debe darse de modo pacífico siguiendo el principio de “un Estado, dos sistemas” ya aplicado a Hong Kong. Sin embargo, en reiteradas ocasiones ha advertido que no admitirá que la isla declare la independencia y que la resistirá usando la fuerza, si es necesario. Por el otro lado, desde el histórico viaje de Richard Nixon en 1972 y el comunicado conjunto sino-estadounidense de 1979, EE.UU. se ha comprometido con la política de “una sola China” y ha rebajado la relación con Taiwán al nivel de representación comercial. Sin embargo, luego de que Barack Obama en 2009 puso a la región de Asia-Pacífico como “pivote” de la estrategia internacional de Washington, los sucesivos gobiernos norteamericanos han adoptado una actitud muy ambigua: por un lado, en sus encuentros con funcionarios chinos reconocen que la isla es parte de China, por el otro, incentivan el independentismo del DPP, proveen a la isla con ingentes armamentos, amenazan militarmente a China y provocan permanentemente en el Estrecho de Taiwán, al que presentan como aguas internacionales, aunque vincula dos partes del mismo país.

Por esta razón la cancillería pequinesa reaccionó sumamente irritada este miércoles 10 tras el comunicado conjunto del diálogo entre EE.UU., Japón y la República de Corea en el que sus participantes reclamaron la “libre navegación” del Estrecho de Taiwán y el cese de las presiones continentales sobre la isla. “Quiero enfatizar que Taiwán es una parte inalienable del territorio de China, que la cuestión de Taiwán es completamente un asunto interno de China y no admite ninguna interferencia extranjera”, afirmó Mao Ning, la Subdirectora del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Asimismo indicó que la clave para mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán es defender el principio de “una sola China” y oponerse firmemente a las actividades secesionistas proclives a la “independencia de Taiwán”.

Washington, por su parte, espera que su posible involucramiento disuada a China de atacar, pero será el próximo presidente de Taiwán quien deberá optar entre estas alternativas. El Departamento de Estado se ha manifestado preocupado por una eventual victoria del Kuomintang, pero un triunfo del DPP podría precipitar los acontecimientos fuera del control de Washington y eso también preocupa en EE.UU.

De producirse, una guerra en Taiwán sería devastadora, tanto por su costo humano como por el golpe que supondría para la paz y la economía mundial. Cerca de la mitad de los portacontenedores del mundo pasan cada año por el Estrecho de Taiwán, lo que lo convierte en un centro crítico para el comercio internacional. Taiwán también fabrica la mayoría de los semiconductores que impulsan la vida moderna, desde automóviles a heladeras y celulares. Cualquier perturbación paralizaría la cadena de suministro mundial. Las sanciones contra China no harían sino agravar estos daños. Enmendar los lazos con China, la mayor amenaza para Taiwán pero también su mayor socio comercial, es, por lo tanto, una de las prioridades de quien gobierne la isla. 

Los analistas prevén que de la elección surja un gobierno dividido, en el que el ejecutivo y el legislativo estén controlados por partidos diferentes. A pesar de la posibilidad de un bloqueo político, algunos confían en que un DPP más experimentado y un KMT menos poderoso puedan encontrar el equilibrio adecuado entre impulsar la economía y mantener la paz con China.

La escalada de las tensiones y los esfuerzos por reducirlas se dan la mano en el continente y en la isla. Lunes y martes pasados se celebraron en Washington las XVIIas. Conversaciones de Coordinación de Políticas de Defensa entre China y EE.UU. en las que la parte china subrayó sus posiciones sobre Taiwán y el Mar de China Meridional, así como sobre la seguridad marítima y aérea. Aunque las diferencias persisten y no pueden resolverse a corto plazo, estas conversaciones tienden a reducir los riesgos de errores de apreciación y evitar que los accidentes se conviertan en conflictos. Se trata de la primera reunión de este nivel desde que las conversaciones anuales se suspendieron cuando la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto de 2022.

EE UU y China reanudan el diálogo militar tras 16 meses de parón en las  comunicaciones | Internacional | EL PAÍSNew Leader Takes Over as Chief of Staff of China's Military Command -  Caixin Global
General de la Fuerza Aérea (USAF) Charles Brown Jr. y General Liu Zhenli (EPL), jefes de Estado Mayor Conjunto de EE.UU. y China

Estas conversaciones se produjeron después de que los jefes de Estado Mayor de ambos ejércitos mantuvieron una reunión virtual en diciembre de 2023. Es una indicación de que otros canales de comunicación militar, incluidas las reuniones del Acuerdo Consultivo Marítimo Militar, las conversaciones telefónicas entre los comandantes de teatro de operaciones y las reuniones entre los ministros de Defensa también podrían recomenzar pronto, marcando así la reanudación completa de los intercambios a todos los niveles entre los dos ejércitos. Dado que el Ejército Popular de Liberación (EPL) depende de la Comisión Militar Central del Partido Comunista de China, es indudable que sus oficiales sólo pueden dialogar con sus pares norteamericanos siguiendo órdenes partidarias. Por el contrario, que los más altos oficiales estadounidenses se avengan a estos contactos indica que la Junta de Jefes de Estado Mayor (JCS, por su nombre en inglés) de las fuerzas armadas de EE.UU. tiene una visión mucho más realista que los neoconservadores enquistados en la Casa Blanca y el Departamento de Estado.

Para evitar que en Asia Oriental estalle una guerra que tendría consecuencias catastróficas para todo el mundo es necesario que el próximo gobierno de la isla reconozca la pertenencia de la misma a la nación china, que Washington retorne a la política de “una sola China”, retire sus fuerzas del Mar Meridional de China y del Estrecho y retome el diálogo político y militar con Beijing. Hasta tanto estas condiciones no se cumplan, la presencia militar china en torno a la isla y los encontronazos con EE.UU. irán en aumento, con los riesgos del caso.