Javier Benitez de Sputnik entrevista a Carlos Pereyra Mele

Las sanciones contra Rusia y la ‘barra libre’ que Europa le dio a Ucrania en sus exportaciones a territorio comunitario causan un grave daño de difícil solución a la economía del Viejo Continente. Además, Volodímir Zelenski afirmó que Kiev no prolongará el acuerdo para el tránsito del gas ruso a los países de la UE que vence a finales de 2024.

AUDIO:

El comercio de Rusia sigue creciendo, mientras Europa no tiene salida

Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, remarcó que los europeos, al importar gas de otros países, “tendrán que pagar mucho más, haciendo a su industria menos competitiva”. Y precisamente Alemania es un ejemplo paradigmático en esto.

En este contexto, Gazprom aumentó un 37% el suministro de gas a China entre enero y agosto de este 2024, frente al mismo período de 2023, según comunicó el director ejecutivo de la empresa, Alexéi Miller. Asimismo, las partes planean aumentar los volúmenes de entrega del recurso energético.

Mientras, Rusia Pakistán mantienen conversaciones sobre el suministro de gas natural licuado para las necesidades a largo plazo de Islamabad, según declaró a Sputnik la portavoz de la Cancillería paquistaní, Mumtaz Zahra Baloch.

Para el doctor Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, estas son todas situaciones que llevan a comprender que lo que está fracasando acá es el plano estratégico.

“En el plano táctico, pueden hacer todo este tipo de acciones, pero en el plano estratégico, los europeos siguen siendo dependientes del gas y el petróleo ruso. Lo estamos viendo a diario. Siguen dependiendo de los minerales estratégicos que vienen de África. Siguen dependiendo del mercado asiático para tratar de vender todo lo que fabrican. En estas tres áreas que hemos nombrado por último, han empezado a tener serias dificultades y todo ello les ha llevado a que no sean competitivos, reduzcan sus producciones, y que todo eso, por supuesto, en el corto plazo se verá reflejado en crisis sociales, políticas y económicas del total de la Unión Europea”, sentencia Pereyra Mele.

El analista concluye que es evidente que la dirigencia europea “no está a la altura de las circunstancias, y que tampoco tienen ningún tipo de solución para los graves problemas que ellos mismos crearon”.

AUDIO:

Elecciones en Alemania: Por Eduardo Bonugli. Madrid, 02/09/24

Especial para Dossier Geopolitico

¡¡ CUARTA DERROTA CONSECUTIVA 

DEL PARTIDO EUROPEÍSTA EN 2024 !!

# En las elecciones regionales de Alemania, la extrema derecha capitaliza el rechazo creciente y el descontento general de los europeos hacia las élites neoliberales y pro norteamericanas de Bruselas.

# Ante semejante varapalo, los “partidos europeístas” y sus medios, absolutamente desquiciados, responden de forma visceral e intempestiva, bloqueando a los ganadores y armando un complot urgente para que no accedan al gobierno. Lo que además de mostrar impotencia, debilidad y ceguera política, podría significar todo un atentado al propio acto electoral, además del desprecio al derecho soberano de los votantes y un virtual secuestro de la democracia. Más allá de profundizar la peligrosa brecha social, política y cultural de la sociedad. De la que se benefician sin duda, los grupúsculos ultras y extremistas, gracias en parte, a unos burócratas que hacen oídos sordos a los reclamos de la gente.

# Estas medidas de intolerancia democrática del gobierno comunitario, además de una alarmante ausencia de mensaje político, han sido radicalizadas con una FALTA ABSOLUTA DE CUALQUIER AUTOCRÍTICA ante los evidentes fracasos de sus políticas neoliberales, ultra capitalistas y pro norteamericanas, mientras mantiene sus irreductibles posiciones sobre temas como el apoyo al genocidio de Israel, al insoportable aumento del gasto en la industria militar, la continuidad a cualquier precio de la guerra de Ucrania, al costoso y perdido enfrentamiento con China, la grave crisis energética auto provocada, la exorbitante y creciente deuda pública y privada, la caída de la producción, la pérdida creciente del estado del bienestar y la sumisión estratégica a EEUU. En tanto que aumenta la indignación y el desprestigio mundial por los incumplimientos de sus falsos “Valores Europeos”, por su paupérrimo papel internacional y por la intransigencia y pretensiones de colonialismo cultural con los temas identitarios y de la ideologías de género.  

Macron ningunea el Triunfo de Melenchon

# El injustificable negacionismo de Bruselas sobre unos resultados tan malos como contundentes, va en línea con la maniobra en curso de Emanuel Macron de desconocer el triunfo del Frente Popular en la segunda vuelta de las parlamentarias francesas, mientras mezquina al Frente Popular Francés su derecho tácito -como ganador de las elecciones- de presentar su programa al legislativo y de intentar optar a la formación de gobierno, aunque no tenga -ahora o más adelante- la mayoría necesaria.

# Por lo tanto, el titular de la noticia de los trascendentales resultados en Alemania del domingo no debería ser el que ganó la extrema derecha cómo está siendo expandida dramáticamente por todo Occidente, sino que ha sido LA CUARTA DERROTA EN EL AÑO DEL PARTIDO EUROPEÍSTA -el único legitimado por Bruselas- luego de las legislativas europeas de junio y de las dos parlamentarias en Francia en junio y julio. En las  que fueron claramente derrotadas las muy cuestionadas gestiones de Von der Leyen, Borrell y el resto de su gabinete.

# Resulta evidentemente interesada y oportunista la interpretación del relato del sistema, de que este triunfo es exclusivo de la extrema derecha fascista y racista

¡¡ LO QUE NO ES VERDAD !!

Lo único cierto es que la extrema derecha es la dueña de la única franquicia opositora en Europa, o lo que es lo mismo, es la propietaria de “la marca” de una caja de resonancia donde la gente puede expresar sus quejas.

¡¡ Allí y solo allí !!

La extrema derecha es también la única tribuna (oportunista y demagógica) que desnuda el andar patoso y suicida de la Unión Europea. Todo ello permitido por la ineficiencia de conservadores y liberales, por el sometimiento cómplice del progresismo al poder capitalista y por la huida en espantada de la izquierda tradicional, del campo de lucha política en todo Occidente.

Militantes de «derechas» contra el ARMAMENTISMO y la GUERRA de la UE/OTAN en Alemania

# Un largo cúmulo de errores oportunamente aprovechado por esa extrema derecha, al ser la única en dar salida a la ira popular, aunque su estructura no es otra cosa que la cara grotesca y violenta del mismo capitalismo depredador, que se presenta por lo general como «la opción liberal del centrismo extremo».

# Resulta oportuno advertir además, que el régimen neoliberal siempre ha sido muy beneficiado por el falso escenario donde la UE aparece como víctima del complot de una banda facciosa. Este papel le ha servido para instalar en la sociedad el falso terror por el regreso del fascismo del siglo pasado, que nunca se fue del todo, logrando así que la pusilánime izquierda siga apoyando y votando las políticas ultra capitalistas. A la vez que impone «el gatopardismo» para que nada cambie.

# Sin embargo, lo que Bruselas no puede esconder, es que ha quedado constatado -y por cuatro veces seguidas- que por debajo de las siglas de la extrema derecha, existe el sustrato de una alargada y no dimensionada franja transversal, variopinta y de distintas ideologías, de millones de ciudadanos que sintetizan el profundo malestar social, político, económico y cultural con que vive gran parte de alemanes y europeos. En tanto que el poder mediático atiza vientos de dramatismo al asegurar que el único gran culpable es la extrema derecha, mientras persiste en reforzar el actual modelo antiproductivo, especulativo, financierista, elitista y de privilegios, que solo favorece a las grandes empresas y a la banca.

# Y para demostrar la fragilidad circunstancial de la extrema derecha, además de su nulo contenido de ideas realistas, está el episodio reciente de la sorpresiva derrota de LePen en la segunda vuelta de Francia cuando lo tenía todo a su favor. La explicación de su caída no es otra de que mucha gente, y en gran número, emigró con su voto hacia el  Frente Popular de Jean Claude Melenchón al proponer postulados de justicia social propios de la vieja izquierda de los años 70 y un pragmatismo geopolítico equilibrado, de los que carece absolutamente tanto la extrema derecha cerril, fanatizada y llena de odios, como la oligárquica elite ineficaz de la Unión Europea.

La dictadura de los Burocratas de Bruxelas, va teniendo respuestas populares

# Ya no quedan dudas que Bruselas, mientras impone una sutil dictadura de censura sobre la realidad internacional, aplica una brutal discriminación aleatoria e ideológica contra los propios europeos que piensan diferente y que en nada se compatibiliza con las elementales reglas democráticas que tanto dice proteger, al tratar a sus críticos como «enemigos de la democracia, anti europeos, nazis fascistas, racistas, machistas, opresores de minorías, totalitarios, extremistas, embriones de terroristas, criminales climáticos, mercenarios putinianos, agentes chinos y otros suculentos adjetivos de cancelación y estigma.

# Otro ejemplo claro de la alevosa proscripción que practica, es el ejemplo del trato a una de las principales candidatas de AfD, la reconocida militante marxista Zara Wagenknecht, señalada ridículamente como nazi fascista por decir que en Ucrania muere demasiada gente, o que no solo Putin comenzó ésta guerra, o que las  sanciones a Rusia solo dañaron a Europa. Sin mencionar los brutales calificativos que recibe por insinuar que «la OTAN es belicista» o por demostrar la caída del valor real de las pensiones, además por sostener consignas de la socialdemocracia o de los democristianos de los años 70.

#Unos ataques generalizados y desmedidos  contra cualquier compatriota de ideas propias, que derivan en un escenario caóticamente represivo, donde las premisas universalmente consagradas sobre la libertad de pensamiento y de palabra, más el derecho al voto, NO SE RESPETAN EN LA UNIÓN EUROPEA según quien sea el interviniente, mientras la violenta ofensiva mediática inocula en vena de la autista sociedad europea -en estado comatoso por ignorancia y desinformación- una descomunal dosis de falsa realidad paralela, que elucubra con el delirio narcótico de un mundo de «buenos y malos», donde ellos, los del «Jardín Terrenal» de Europa, se debaten heroicamente contra «la Jungla Salvaje» de la periferia,  en defensa de «Su Mundo Basado en Reglas».

# En tanto, esa censura persistente, como aquella fina llovizna que nunca moja pero empapa, no ha permitido conocer el terrible perjuicio para la clase trabajadora alemana que fue  la rotura de las relaciones comerciales con Rusia y la súbita pérdida del suministro de energía que trajo el alineamiento con la estrategia bélica de la OTAN y la paulatina bajada del poder económico en todo el estado. Este asunto, profundo y muy extenso, encierra muchas razones y causas que explicarían el actual estado de la situación, pero al ser un tema tabú para las elites, es silenciado a nivel de calle.

# Y por último, está ese batiburrillo de groserías y sandeces sobre la emigración, que constituye -no el único-, pero SI una de las más letales bombas de tiempo contra «el sueño imperial europeo».

UN PROBLEMA TRASCENDENTAL QUE NO TIENE SOLUCIÓN ALGUNA DENTRO DEL ACTUAL MARCO ECONÓMICO, SOCIAL Y CULTURAL DEL VIEJO CONTINENTE QUE HEMOS CONOCIDO HASTA AHORA. Pero que se agudiza dramáticamente al estar en manos de tres poderes incompetentes y enfrentados entre si, como son la derecha en todas sus versiones que solo conjuga el verbo reprimir. También en manos de «los progres buenistas» especialistas en reducir toda a la más elemental demagogia, mientras sobreviven gracias las desgracias de los más desfavorecidos. Y en manos de una burocracia comunitaria que cree que con sobornos y campos de concentración en los países del norte de África, van a poner puertas al mar.

# En tanto que unos y otros, europeos al fin de cuenta, no consiguen ni quieren reconocer las terribles barbaridades de su propia historia a la hora de diagnosticar el problema. Y mienten y se mienten EN QUE TODO ES POR CAUSA DE UNAS MAFIAS, mientras niegan y soslayan sus responsabilidades históricas sobre el horripilante genocidio durante siglos. El de Europa en África.

# Y es así, en este marco, donde el vilipendiado y minoritario «Partido Único Europeísta» ha sido el gran perdedor de estas elecciones, siendo apenas un penoso rejuntado a la fuerza, entre conservadores, liberales, socialdemócratas, democristianos, neo izquierdas identitarias y otros zánganos menores. Todos enfrentados y odiándose entre si, pero disciplinadamente encolumnados en el rígido esquema del neoliberalismo financiero mega empresarial y bajo la sombra de los cañones de la OTAN.

# Pero siempre levantando hipócritamente y con prepotencia imperial, las banderas de los «valores occidentales», mientras potencian con su vasallaje a EEUU, un estado mundial belicista que asesina a millares de personas, que destruye el patrimonio y el futuro de poblaciones y países, y que pone en riesgo la seguridad de todo el planeta.

# En tanto que se confirma así la victoria en Alemania de La Alternativa Para Alemania (AfD) en las elecciones regionales de Turingia con el 32,4% de los votos y de su segundo puesto en Sajonia con el 30,6%, a apenas 1,4 puntos de los democristianos.  Mientras que la alianza entre verdes, liberales y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz se hundió hasta un valor ínfimamente testimonial, lo que acentuará la fragilidad de un gobierno ya en estado de coma, mientras aparecen nubarrones de una muy posible tempestad política, con profunda inestabilidad institucional, en la primera potencia europea, acompañando en esta cuesta abajo, a la otra gran potencia en rodillas que es la Francia de Macrón, quién busca mantenerse en el poder mediante un “gobierno de tecnócratas” en tanto que languidece en África como último vestigio del oprobio colonial y esclavista del siglo XXI. 

#Toda una elocuente radiografía del verdadero estado de salud de la democracia en la Unión Europea.

Victoria en Alemania de La Alternativa Para Alemania (AfD) en las elecciones regionales de Turingia con el 32,4% de los votos y de su segundo puesto en Sajonia con el 30,6%, a apenas 1,4 puntos de los democristianos.

Por Lorenzo María Pacini

[Dossier Geopolitico considera que el tema planteado por el Sitio Web espanol https://geoestrategia.es/ sobre como se profundiza la Iniciativa de los Tres mares donde el Puerto de Trieste es eje fundamental en esta estrategia del occidente para involucrar a los países del este de Europa para su Guerra contra Rusia y además para enfrentar la Nueva Ruta de la Seda de China. Es de vital importancia entender los nuevos juegos de guerra en Europa. Publicamos a continuación el artículo realizado por el Investigador  Lorenzo María Pacini en Geoestrategia.es. CPM Dossier Geopolitico

Hace unos días se celebró en Trieste una reunión secreta en la que participaron autoridades de todo tipo: miembros de la OTAN, miembros del Consejo Atlántico, miembros del think tank húngaro Danube, vinculado a Viktor Orbán, miembros del entorno de Donald Trump, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía italiana, representantes del gobierno de la ciudad y representantes de la masonería local. No encontrará esta información en ningún otro lugar. El tema de la reunión fue la militarización del puerto de Trieste. ¿Cuál es el motivo?

El papel estratégico de Trieste en la doctrina del Trimarium

Corría el año 1942: en los Estados Unidos de América se publicaba un libro destinado a convertirse en una piedra angular de la ciencia estratégica marítima norteamericana. Se titulaba America’s Strategy in World Politics y estaba escrito por el geógrafo académico Nicholas John Spykman, uno de los padres de la geopolítica marítima y discípulo espiritual de Sir Halford Mackinder. Al parecer, el libro en cuestión no tuvo éxito entre el público en general, pero se convirtió en una auténtica biblia de la estrategia de las «rutas marítimas» para todos los talasócratas poderosos, introduciendo el concepto de Rimland que utilizamos hoy en geopolítica.

En el texto hay un pequeño capítulo dedicado a un tema en particular: la doctrina Trimarium, hoy más conocida por su nombre modernizado de Iniciativa de los Tres Mares (3SI o TSI). Se trata de una estrategia que se convertirá en la regla de oro para mantener el poder estadounidense en el continente europeo. La 3SI, también conocida como doctrina del Báltico, Adriático y Mar Negro, se considera hoy como una iniciativa estratégica en la que participan 13 Estados miembros, a saber, Austria, Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, más 2 Estados añadidos de facto que son Moldavia y Ucrania, y fue lanzada oficialmente como proyecto en 2015 por el presidente polaco Andrzej Duda y la presidenta croata Kolinda Grabar-Kitarovič bajo la cuidadosa coordinación del Departamento de Estado de Estados Unidos.

¿Una coincidencia? Definitivamente no.

Cuando los norteamericanos llegaron a Europa durante la Segunda Guerra Mundial, sin intención de pasar unas vacaciones de verano, sino más bien de quedarse y establecer un poder duradero, tuvieron que idear una forma de mantener el continente bajo control, no sólo militarmente –cosa que lograron hacer gracias a la enorme cantidad de bases militares norteamericanas repartidas por todos los países europeos–, sino también financiera y comercial, así como políticamente. En ese momento, Europa estaba en una fase de división entre el Este y el Oeste, entre la influencia atlántica y la soviética. Europa Central o, más precisamente, Mitteleurope, era el punto de apoyo geográfico sobre el que establecer el ejercicio de este poder. Había que encontrar una manera de controlar el continente de manera estable y duradera, una necesidad que se había vuelto acuciante al final de la Primera Guerra Mundial y con la desintegración del Imperio de los Habsburgo, un verdadero amortiguador geopolítico que había amortiguado no pocas fricciones y reivindicaciones entre rusos, otomanos y alemanes. La geografía política que se había configurado con los 14 puntos del programa de Woodrow Wilson no era suficiente para garantizar la gobernabilidad. Incluso Winston Churchill era muy consciente de la necesidad de un bloque sólido que fuera impenetrable para las potencias del Este.

Se lanzó entonces la idea, de acuerdo entre Churchill y su sucesor Franklin Delano Roosevelt, de encontrar una solución geoeconómica: con la ayuda de tres Clubes Federales, el Club de Londres, el Club de París y el Club de Roma, se publicó en 1945 la Carta Intermarium, un documento basado en las teorizaciones del estadounidense Spykman, que proponía la unión de todos los pueblos desde el bajo mar Adriático (mar Egeo en particular) hasta los mares del norte de Europa, con la convicción de que la estabilidad en la región era de suma importancia para una paz duradera en toda Europa.

En particular, era necesario mantener bajo control una serie de puertos de enorme importancia, como el de Hamburgo en Alemania y el de Constanza en Rumania, y en particular el de Trieste. Desde entonces, la doctrina del Trimarium se ha aplicado con coherencia y determinación, a través de diversos acuerdos internacionales multilaterales que involucran rutas comerciales, instituciones bancarias, fondos de inversión y el sector estratégico. Todo esto se vio facilitado por el colapso de la URSS, que supuso un debilitamiento significativo de las entidades políticas de los países implicados en el corazón de Europa del Este.

Si lo pensamos bien, el Trimarium crea geográficamente una especie de triángulo en el Este, cerca de la frontera con la Federación Rusa. Es exactamente lo que la OTAN lleva haciendo desde hace 75 años, es decir, expandirse hacia el Este para provocar y atacar a Rusia. La práctica ha sido coherente con la doctrina. De hecho, es un instrumento de control para toda la macrorregión de los Balcanes, que es objeto de especulaciones, misiones militares y constantes problemas políticos y sociales, que se mantiene deliberadamente bajo control y bajo inestabilidad.

El nuevo nombre de Iniciativa Tres Mares no cambia la geometría estratégica del antiguo Trimarium: se han aumentado los puertos involucrados y se ha implementado la presencia militar estadounidense en las áreas de interés, entre las cuales la más importante y que sigue bajo la atención de EE. UU. es Trieste. ¿A qué se debe esto?

El Puerto Libre de Trieste y el Territorio Libre de Trieste

No son muchos los que conocen el estatuto jurídico de Trieste, que es ciertamente singular y merecedor de un estudio en profundidad (que no realizaremos en este artículo, tal vez más adelante). Después de la Segunda Guerra Mundial, la zona triestina fue designada como un espacio libre que debía garantizar el equilibrio de poder entre las potencias contendientes, como un espacio desmilitarizado y neutral, dotado de un gobierno autónomo y de coexistencia entre los diversos grupos étnicos presentes. En 1947 se firmó el Tratado de París, en el que se estableció la paz y se repartieron las influencias entre los países vencedores y los derrotados. Con la 16ª resolución se estableció el Territorio Libre de Trieste (TLT). En 1954 el Memorándum de Londres confió la administración civil provisional de la Zona A a Italia y de la Zona B a Yugoslavia. Sin embargo, en 1975, con el Tratado de Osimo, Italia y Yugoslavia establecieron una frontera entre territorios que no eran de su propiedad, violando la autonomía del TLT y del Tratado de París. Con el colapso de Yugoslavia y la posterior división del territorio en varios estados, el TLT quedó dividido entre tres países –Italia, Eslovenia y Croacia– que lo ocuparon ilegítimamente, violando tratados anteriores y desencadenando disputas, luchas políticas y judiciales, escándalos y protestas que continúan hasta el día de hoy.

Lo más interesante es la estrategia italiana. Trieste está bajo ocupación administrativa y militar, ya que posiblemente allí se encuentran fuerzas armadas y policiales de la República Italiana… y estadounidense, ya que Italia es una colonia de los EE.UU. bajo ocupación militar, como lo demuestran las más de 120 bases estadounidenses repartidas por todo el territorio. Precisamente en Trieste, los estadounidenses han situado la escuela de inteligencia de la ONU y un control policial especial, incluido el Eurogendfor, que mantiene bajo persistente control militar no sólo la ciudad sino también las rutas comerciales.

El puerto de Trieste, que se supone que es un puerto franco internacional, es el puerto por excelencia que permite a Mitteleuropa acceder al mar Mediterráneo, que se abre hacia Oriente y África, con una comodidad del 73% en comparación con otros puertos europeos. Su ubicación es estratégica en todos los aspectos. Por eso los estadounidenses quisieron tomar el control de él para implementar la doctrina Trimarium. Gobernar Trieste y su puerto es gobernar el sur y el este de Europa. Desde Trieste hasta el Báltico se crea una línea recta que define un ‘telón de acero’ imaginario, pero también un corredor norte-sur en términos de gasoductos y oleoductos, rutas comerciales terrestres y la administración militar única de los territorios.

Todo esto viola la soberanía del TLT y los acuerdos internacionales por los cuales fue establecido, cometiendo un doble acto de violencia.

Mientras tanto, en Trieste también han intervenido China y Rusia, la primera con importantes inversiones, muy frenada con la degradación de Italia de la Vía de la Seda en la primavera de 2024, la segunda ya presente desde el periodo soviético y ahora, tras años de inversiones, bloqueada debido a las sanciones europeas a partir de 2022.

La Ruta del Algodón pasa por Trieste

Volvamos a la reunión secreta de hace unos días. El tema era la militarización del puerto, que ya está bajo control militar de facto, pero que será totalmente sitiado cuando Italia inicie la Vía del Cotone, una ruta comercial alternativa a la Ruta de la Seda, realizada mediante una asociación entre los EE.UU., la India, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes, Israel, Jordania y la Unión Europea, que consta de dos enlaces, uno ferroviario y otro portuario, con fondos del Fondo Global de Infraestructuras e Inversiones creado por el G7 en 2002 y del Global Gateway de la Unión Europea. El objetivo es competir con China y, en general, con las asociaciones euroasiáticas y los BRICS+, de los que los países europeos están excluidos en virtud del sometimiento angloamericano.

En este corredor económico entre India, Oriente Medio y Europa, Italia participará en virtud del memorando firmado en septiembre de 2023 precisamente a través del puerto de Trieste.

Es una lástima que la situación geopolítica en Europa –por no hablar de la situación económica, que es totalmente desastrosa para todos los estados del continente– no sea precisamente favorable: el conflicto ruso-ucraniano está durando más de lo que había previsto la OTAN y esto está provocando una gran inestabilidad dentro del propio triángulo Trimarium –al que se ha añadido Ucrania en 2023, con el pretexto de reforzar su independencia militar–; la situación en Oriente Medio es un desastre que hace época; la economía de guerra no ha favorecido la recuperación de los países europeos, al contrario, los ha arrojado uno tras otro a un largo invierno de inflación; el apoyo internacional ha fracasado con el advenimiento de un mundo multipolar liderado por el Este, desmoronando día tras día, acuerdo tras acuerdo, la hegemonía estadounidense en todo el mundo.

¿Qué hacer entonces con el Trimarium y Trieste?

La militarización de un puerto franco internacional parece una provocación bien pensada. En violación del derecho internacional y con un uso desmedido de la fuerza, el bloque atlántico quiere alzar la voz contra Rusia y China, tratando de limitar sus intereses en los territorios ocupados. Pero lo más probable es que lo que pretenda sea consolidar esa «cortina de hierro» desde el Mediterráneo hasta los mares del Norte, de modo que pueda gestionar (o casi gestionar) el eventual desajuste geográfico del conflicto ruso-ucraniano.

Tratemos de imaginar el siguiente escenario: Ucrania cae, la OTAN y su representante, la Unión Europea, obligada a librar una guerra suicida por poderes, no se rinden y aceptan extender el conflicto al corazón de Europa. ¿Adónde irían a luchar? Si se toma como válida una estrategia de conflicto convencional, los territorios más óptimos serían Polonia y Alemania, pasando por Hungría. Pero llegar hasta Alemania significaría el colapso del Deutsche Bank, que todavía está en terrible crisis y es la principal fuente de flujo de dinero del Banco Central Europeo, y esto es inaceptable porque haría implosionar el sistema político de la UE y el euro como moneda, con consecuencias desastrosas para el ya maltrecho dólar. Por lo tanto, debemos repeler al enemigo y mantenerlo más allá de una determinada frontera. De Trieste al norte, por tanto, con la intervención de Moldavia y Rumanía en la Mitteleuropa, se puede crear un teatro de batalla delimitado y manejable, que ya lleva décadas contando con la presencia militar de la OTAN y que en los últimos años se ha ido ampliando de forma constante, con ejercicios y escuelas de guerra en Polonia, Hungría, Bulgaria y Rumanía que preparan a los soldados para el choque con Rusia. Recordemos que Croacia ha reintroducido el servicio militar obligatorio y que Italia lo hará en breve, como ya se está debatiendo en el Parlamento desde hace meses.

¿Qué diablos está pasando en Trieste? Para responder a esta pregunta, teniendo en cuenta el tema de la reunión a puerta cerrada, bastan unas pocas palabras: el próximo teatro de operaciones.

Y seguro que no vendrán a pedirnos permiso para empezarlo.

FUENTE: https://geoestrategia.es/noticia/43293/geoestrategia/que-diablos-esta-pasando-en-trieste.html

Por Leonid Savin

En los últimos tiempos se han hecho presentes en el mundo dos tendencias muy claras: la creciente multipolaridad en las relaciones internacionales y la escalada de varios conflictos, incluidos los militares.

A primera vista, estos son fenómenos interrelacionados, ya que hay una ruptura de los viejos vínculos, lo que viene acompañado de fricciones y una fuerte defensa de sus intereses por parte de los países que están perdiendo sus posiciones protagónicas. Los partidarios de la democracia liberal, es decir, el orden de centro occidental, dicen que la multipolaridad es la culpa de todo, ya que conduce a la anarquía en las relaciones internacionales. Sin embargo, este es un error que los apologetas de la hegemonía de los Estados Unidos intentan hacer pasar por realidad.

Por el contrario, fue el momento unipolar, como Charles Krauthammer llamó a esta situación en vísperas del colapso de la Unión Soviética, lo que llevó al aumento de los conflictos y la anarquía global: la desintegración de Yugoslavia y el genocidio en Ruanda, el bombardeo de Yugoslavia por parte de las fuerzas de la OTAN en 1999 sin sanciones de la ONU, la invasión de las tropas estadounidenses en Irak en 2003, también sin sanciones de la ONU y una presencia militar de 20 años en Afganistán. Sin mencionar las diversas sanciones y bloqueos que Estados Unidos ha practicado durante décadas contra Estados soberanos como Cuba, Irán, Corea del Norte, Venezuela y muchos otros.

Durante este tiempo, Estados Unidos desperdició las enormes ventajas de que disfrutaron cuando alcanzaron una posición hegemónica en el mundo unipolar, debido a la mala gestión económica y al uso desmedido y sin sentido de su poder militar en guerras interminables, mientras descuidaban su infraestructura económica en descomposición y su cohesión interna. Esto socavó su poder blando.

Los propios Estados Unidos, en los últimos 20 años, han violado reiteradamente las normas del orden internacional basado en reglas, desacreditando así esas reglas y a sí mismos. Tal imprudencia de Washington ha obligado a muchos Estados, incluidos algunos de sus aliados, a pasar al campo de la multipolaridad y desarrollar escenarios alternativos en política y economía.

Al propio tiempo, la primera década del siglo XXI vio el auge económico de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que creó un nuevo contrapunteo al poder de los Estados Unidos. Esto fue advertido por Vladimir Putin en su discurso de febrero de 2007 en la Cumbre de Seguridad de Múnich, donde señaló:”…El PIB de los países BRIC – Brasil, Rusia, India y China – supera el PIB combinado de la UE. Y, según los expertos, en el futuro esta brecha solo aumentará. No hay razón para dudar de que el potencial económico de los nuevos centros de crecimiento económico global se transformará inevitablemente en influencia política y fortalecerá la multipolaridad…”. Ahora los BRICS se han vuelto aún más grandes y el interés en esta asociación está creciendo.

No se puede eludir el papel actual de China en la economía mundial y el pánico que en los Estados Unidos causa el rol creciente de Beijing. El desarrollo del Sur global se ha venido materializando no solo en los BRICS, sino también en el surgimiento de grupos de Estados tales como el IBSA (India, Brasil y Sudáfrica) con mercados emergentes y economías en desarrollo que buscan cooperación económica y facilitan el comercio entre ellos, y que representan un orden alternativo o “pos-americano”; un orden internacional distinto basado en la cooperación Sur-Sur.

La economía mundial se está volviendo cada vez más multipolar y, por lo tanto, el dominio de Occidente o su capacidad de influencia ha disminuido. En Occidente, sin embargo, creen que la disminución de la dependencia del Dólar estadounidense es notable porque esto se debe a las aspiraciones de China en erigirse como una gran potencia económica y financiera, cuyo liderazgo considera que el momento actual en la historia es uno en el que Estados Unidos se encuentra en una posición crítica de declive.

Teniendo esto en cuenta, Beijing naturalmente asume que los días del Dólar estadounidense están contados y que el Yuan será su sucesor natural. Por lo tanto, no es sorprendente que China quiera que el Yuan se use más ampliamente en las finanzas internacionales y para las transacciones comerciales, aunque, a juzgar por las acciones, no hay prisa en este asunto. Los acuerdos mutuos en monedas nacionales entre muchos Estados también reducen la dependencia tanto del Dólar como del Euro.

En los Estados Unidos están alarmados por los riesgos asociados con la competencia de las grandes potencias, aunque el cambio actual en el equilibrio de poder está llevando a las potencias medianas e incluso pequeñas a un nuevo nivel, donde están asumiendo nuevos roles y no quieren ser excluidos de participar en los asuntos mundiales.

Las mismas acciones de los hutíes en Yemen demuestran claramente cómo un actor pequeño (en comparación con las grandes alianzas militares) puede afectar la política y la economía de los países industrializados. En este caso, la ubicación geoestratégica de Yemen juega a favor de los hutíes. Esto se reitera en muchos otros países de todo el mundo.

Debido a esto, muchos de los países que en Occidente se les llamaba arrogantemente no desarrollados o pertenecientes al Tercer Mundo desempeñan un papel más importante en la dimensión global que estados como Alemania, Canadá y Australia, pertenecientes al Occidente colectivo.

Y hay numerosos factores que apuntan a la importancia de estas potencias medias. Por ejemplo, Vietnam tiene la segunda reserva más grande del mundo de metales de tierras raras exploradas, 22 millones de toneladas métricas (en comparación, los Estados Unidos tienen solo 1,5 millones).

Y ahora, estas potencias medias después de Rusia (aunque no abiertamente) desafían a los Estados Unidos y al Occidente colectivo. Arabia Saudita se negó a reducir los precios del petróleo como le exigía la administración Biden, Indonesia se negó a prohibir la entrada de delegados rusos a la Cumbre del G20 en 2022, e India continúa desarrollando la cooperación económica y técnico-militar con Rusia, como lo demuestra el nuevo paquete de acuerdos firmado durante la visita de Narendra Modi a Moscú a principios de julio.

Obviamente, las ambiciones y los nuevos roles de estos países irán en contra del sistema neoliberal construido, que incluye los acuerdos de Bretton Woods y otras actitudes de los países occidentales. La jerarquía mundial ya no está centrada en el oeste, y el Sur global está tratando de llenar ese vacío. Por lo tanto, la creciente actividad de las potencias medianas y pequeñas puede contribuir a la estabilidad al proporcionar fuentes adicionales de equilibrio y diplomacia. Empero en Occidente esto se representará como un aumento de las crisis y la propagación de conflictos entre las esferas política, económica e ideológica en el contexto de la falta de consenso previo entre las grandes potencias.

La comprensión de que ya no habrá tal consenso, al menos entre Occidente y el resto de los grandes actores, como Rusia y China, obliga a las potencias medianas y pequeñas a actuar en nuevos escenarios, evitando cualquier compromiso duro o unirse a grandes alianzas. Aunque el ejemplo de Burkina Faso, Malí y Níger muestra que se están creando agrupaciones regionales. Y ya no son criaturas occidentales.

En el Sudeste asiático, en auge económico y donde numerosos Estados están interesados en preservar su propia identidad, se está favoreciendo la cobertura, lo que significa reevaluar la teoría de la elección racional y el papel de los factores externos, como las amenazas a la seguridad y los beneficios económicos, en la configuración de la elección de los Estados.

Anteriormente, esto a menudo fue utilizado por los Estados Unidos, ofreciendo algunos programas económicos y un paraguas militar a cambio de lealtad geopolítica. Ahora los Estados están tratando de adoptar una posición más neutral y se niegan a ver a China como una amenaza, como intentan imponer desde Washington. El hecho es que la creciente competencia entre los Estados Unidos y China limita la capacidad de maniobra de los países más pequeños. A pesar de los posibles incentivos económicos, nadie quiere ir más allá.

Probablemente también porque Estados Unidos se presenta cada vez más como un socio poco confiable y hay muchas más oportunidades para la cooperación económica abierta que en el sistema occidental.

Además, los intentos de Occidente de restablecer su influencia se perciben en diferentes regiones del mundo como neocolonialismo. Todo esto sugiere que estamos presenciando un tránsito de poder a nivel mundial.

Mientras tanto, en la ciencia política occidental, la teoría del tránsito (o transición) del poder constituye una teoría sobre las causas de las grandes guerras interestatales. Destaca los cambios en el poder relativo entre los Estados dominantes como el principal catalizador de los conflictos. Las teorías de las guerras hegemónicas y el equilibrio de poder se articulan directamente con ella.

Esto explica las declaraciones que escuchamos de los politólogos occidentales de que la multipolaridad es peligrosa, impredecible y está cargada de una variedad de riesgos para todos los Estados. ¿Pero es así? Además del hecho de que Occidente simplemente teme perder su posición dominante, ¿podría suceder no son correctas las actitudes científicas originales?

Los primeros en introducir el término “multipolaridad” en las Ciencias políticas fueron los autores estadounidenses de los años 60 del siglo pasado. Richard Roskranz, en 1963, dijo de manera simplista que el Polo es una especie de bloque político o actor. Pueden ser uno, dos o muchos. Karl Deutsch y David Stinger expresaron un año después la opinión de que más actores que en el sistema bipolar conducirían a una mayor estabilidad y resiliencia.

Por lo tanto, no todos en Occidente asocian la multipolaridad con el aumento de los riesgos y el caos. Luego aparecieron las teorías de la multipolaridad nuclear (tantas potencias nucleares, tantos polos), la multipolaridad agrupada (cuando el poder de los Estados en el espacio geográfico se extiende de manera uniforme), así como la multipolaridad equilibrada y desequilibrada.

El autor de los dos últimos conceptos es el profesor John Mearsheimer, que ha sufrido ataques en los Estados Unidos por sus críticas a las acciones contra Rusia. En su opinión, la multipolaridad desequilibrada es una configuración de poder que genera miedo y donde se mantiene la hegemonía potencial. Aparentemente, con la posición actual de los Estados Unidos y la propagación de fobias hacia China, Rusia, Irán, la RPDC (y la búsqueda de otros enemigos), ahora estamos en este modelo, si lo vemos desde la posición de Occidente.

La multipolaridad será equilibrada cuando se mantenga la asimetría de poder entre los polos del sistema y no haya un solo hegemón. Parece que Rusia, China y muchos otros países están buscando precisamente esta forma de multipolaridad, donde no habrá dictadura de nadie. En respuesta, el hegemón débil afirma que Rusia es una potencia revisionista, y China desafía a los Estados Unidos y la estabilidad (en La región Indo- Pacífico y más allá, en todo el mundo).

Sin embargo, hay otro matiz importante. Es una interpretación del Polo mismo. Inicialmente, Occidente adoptó una versión positivista vinculada a la ciencia física. Es decir, son dos polos que son opuestos entre sí. De ahí surge el antagonismo inherente: más y menos, el Polo Norte y el Polo sur, que enfatizaba la confrontación geopolítica de los bloques socialista y capitalista de la era de la guerra Fría.

A este respecto, Martin Heidegger, en el libro Parménides, hizo una observación interesante sobre el término griego “polis”, que está directamente relacionado con el Polo. Πόλις es πόλoς, es decir, el Polo: el lugar alrededor del cual circula todo lo que existe, y de tal manera que en este lugar se revela cómo son las cosas con esta circulación y cuál es su carácter. Siendo este el lugar, el Polo otorga al ente la oportunidad de manifestarse en su ser en la totalidad de la correspondiente “rotación”. El Polo no crea, no crea las cosas en su ser, sino que, siendo un Polo, aparece como el centro de la no cobertura de las cosas en su conjunto.

Πόλις es la esencia de un lugar o localidad para la estancia histórica de los griegos. En la medida en que πόλις permite manifestarse de una forma u otra a la totalidad del ser y entrar en la rotación no cubierta de su “momento”, esta, es decir, pόλις, está esencialmente relacionada con el ser del ser. Entre πόλις y “ser” reina “la correlación primordial”.

Heidegger habló del Polo en el contexto del desarrollo del pueblo griego en la antigüedad, pero también se puede hablar de otros pueblos: los rusos, los chinos, los coreanos, los habitantes del desierto del Sahara en África o la Amazonía en América del sur.

Por lo tanto, una interpretación alternativa del Polo es posible, así como en otras opciones alternativas para el sistema de relaciones internacionales y la política mundial en general. Y en esto urge avanzar con prisa para establecer una estructura de relaciones internacionales que el Occidente colectivo no pueda destruir o revertir.

(Traducción del ruso. Oscar Julián Villar Barroso. Doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de la Universidad de La Habana).

Fuente: https://geoestrategia.es/noticia/43302/geoestrategia/conflictos-y-multipolaridad.html

En su tradicional Master Class en el Programa «Detrás de la razón» que conduce el afamado periodista mexicano Roberto de la Madrid; el Dr. Francisco javier Martinez Lopez desde Madrid analiza el siguiente temario: Ante el Estancamiento Económico, la Guerra de Occidente | USA, UCRANIA, NATO vs…

Por ello describe ampliamente con documentación la siguiente saga de temas concurrentes en un solo punto ampliar la Guerra

  • de la Crisis del capitalismo al Genocidio
  • Crisis Financiera Wall Street Attitute
  • ¿A donde conduce la estrategia de Washington para evitar la Quiebra?
  • Desafíos de los BRICS+ y su Banco
  • ¿Quien está detrás de Kamala Harris?

El Equipo de Dossier Geopolitico difunde este importante trabajo informativo como una saga de los acontecimientos de agravamiento de la situación bélica de estos últimos días, para que podamos tomar nota de los acontecimientos de los últimos días y asi entender toda la niebla de guerra que está inmerso el conflicto en especial en estos últimos días por parte de la propaganda occidental

En su tradicional Clase de los días viernes de Geopolítica en el canal de Youtube DMP, el Dr. Eduardo Vior, desarrolla el grave del escalonamiento de la Guerra en Europa de Este, bajo el Título:  LA AVENTURA DE KURSK ACABARÁ EN EL DONETSK – 

El Equipo de Dossier Geopolitico difunde este importante trabajo informativo como una saga de los acontecimientos de agravamiento de la situación bélica de estos últimos días, para que podamos tomar nota de los acontecimientos de los últimos días y asi entender toda la niebla de guerra que está inmerso el conflicto en especial en estos últimos días por parte de la propaganda occidental

Al proclamar la candidatura de la actual vicepresidenta a la presidencia, los electores demócratas contrariaron al aparato partidario y aumentaron la incertidumbre sobre el futuro de EE.UU.

Por Eduardo J. Vior
analista internacional, especial para Dossier Geopolitico

El pasado jueves 22 a la noche terminó la Convención Nacional Demócrata (DNC, por su nombre en inglés) que ungió la fórmula Kamala Harris-Tim Walz para la elección presidencial del 5 de noviembre próximo. Ya antes de la Convención la candidatura de una mujer de color había vuelto a movilizar las esperanzas del pueblo demócrata. En el promedio de las encuestas electorales, la actual vicepresidenta supera a Donald Trump por 1,5 puntos, pero hasta los encuestadores demócratas aconsejan tomar los guarismos con prudencia. 

Recordemos, por otra parte, que los ciudadanos norteamericanos no eligen a su presidente sino a un colegio de 538 electores comprometidos con alguna de las dos fórmulas principales. Como la composición de este colegio no responde exactamente a la cantidad de habitantes de cada estado y en la mayoría de los distritos quien obtiene la mayoría se lleva todos los electores, ha sucedido ya varias veces (G.W. Bush en 2000, D. Trump en 2016) que el presidente resulte electo por la mayoría de los electores, aunque no haya sido el más votado por los ciudadanos. De hecho, según las encuestas, el candidato republicano todavía tiene la mayoría en el colegio..

O sea que el resultado está abierto. Lo mismo pasa con las perspectivas del próximo gobierno.

Sabemos qué haría Trump si es elegido: proteccionismo, guerra comercial con China, reducción de impuestos, paz en Ucrania, repliegue de Europa, apoyo a Israel, medidas sociales y culturales reaccionarias.

Pero Kamala todavía no ha presentado su programa. Podemos estar seguros de que seguirá la agenda “woke” en política interior, educación, género y relaciones interraciales, pero no sabemos cómo afrontará la competencia china, la inflación y el desempleo. Tampoco tenemos datos sobre su orientación en política exterior.

Biden: «Amo a mi país más que a mi trabajo»
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta en la DNC

A falta de pronunciamientos de la candidata, orientémonos por el modo en que surgió su candidatura y quiénes la apoyan. 

Después de la Guerra Fría, EE.UU. se erigió en Imperio único y aspiró a vivir a costas de todo el mundo sin preocuparse por la salud de la propia economía. Para ello sirvieron la emisión monetaria sin límites y la expansión de la deuda pública. Sin embargo, a principios de los 2000 China comenzó a competir y Rusia a poner límites a la expansión occidental en Europa. La crisis de 2007 arruinó a la clase media que nunca se recuperó totalmente. La élite de Washington perdió credibilidad y empezaron a surgir alternativas antisistema. La elección de Donald Trump en 2016 fue un punto de ruptura. Los consensos y equilibrios en torno a Washington dejaron de funcionar.

Ante esta falta de controles, el aparato burocrático, político, empresario y militar, se separó de su base y empezó a aprovecharse del Estado y a inventar cada día nuevas aventuras que agigantaron el gasto público en beneficio de unos pocos. La guerra de Ucrania fue en este sentido paradigmática. Todo iba bien, con Biden desempeñando el papel de anciano y sabio recaudador de fondos, mientras sus cómplices llenaban sus arcas a costa del tesoro.

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Barack Obama, Chuck Schumer y Nancy Pelosi rodean (y deponen) al presidente Biden

Pero surgió un pequeño problema: Biden se volvió demasiado senil y esto se hizo dolorosamente obvio para todos los que lo vieron debatir con Trump en junio pasado. Había que hacer algo y tres mafiosos con control del aparato partidario conspiraron para sustituir a Biden: la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el jefe del bloque demócrata en el Senado Chuck Schumer y el expresidente Barack Obama. Los tres confabulados planearon desplazar a Biden de la candidatura, llevar a cabo una breve compulsa entre los principales líderes demócratas y celebrar luego un simulacro de elección en la convención demócrata que convalidara a un candidato surgido del riñón del aparato partidario y controlado por él, es decir por los clanes Clinton y Obama. Sin embargo, Biden se las arregló para frustrar su plan respaldando a Kamala Harris, una candidata indeseada por la jerarquía, incapaz e imprevisible. 

En algún momento del mes pasado el trío de mafiosos tuvo que deponer su resistencia contra esta decisión del presidente. Definitivamente, Kamala no es la elección de nadie más que de Biden, pero cuenta con el beneplácito de Putin (¡!). 

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Cuando en febrero pasado el periodista Pavel Zarubin preguntó al mandatario ruso a quién le gustaría ver como futuro presidente de Estados Unidos, éste respondió “a Joe Biden”. Biden, dijo, es un político experimentado y predecible. Con Trump, en cambio, podría haber sorpresas debido a su carácter tempestuoso e imprevisible y a que es un aficionado a la política. El presidente actual nunca intentaría algo tan insensato como querer hacer nuevamente grande a Estados Unidos. Biden y su clan sólo están ahí para apropiarse indebidamente de lo que queda del país y eso no es un problema de Rusia. Evidentemente, por lo tanto, ahora que Biden ya no está disponible, Kamala es la favorita de Putin, porque garantizará la continuidad: los mismos bandidos continuarán saqueando el Estado, permitiendo a Putin dedicar su atención a actividades más interesantes que adivinar cuál será el próximo truco publicitario que intente hacer Trump.

Las grandes naciones hegemónicas necesitan tres ingredientes para mantener su dominio: la supremacía económica, la supremacía militar y la convicción de los sometidos de que ésa es la mejor solución. ¿Cómo están ahora la supremacía de Estados Unidos y la convicción de sus sometidos? ¿En qué situación hallará al país el/la próximo/a presidente/a de Estados Unidos?

Si observamos el presupuesto federal, veremos que un tercio del mismo se compone de dinero prestado y que el país se ve obligado cada tres meses a pedir prestado un billón de dólares para poder mantener su nivel de funcionamiento. Ni hablar de mejorarlo o de reconstruir la infraestructura deshecha.

IGNACIO RAMONET on X: "Próxima Cumbre BRICS, 22-24 de octubre en Kazán  (Rusia). https://t.co/rzJhkKUiSH" / X
La próxima cumbre de BRICS se celebrará en octubre en Kazán, Rusia

Mientras tanto, se espera que el próximo mes de octubre en la reunión de BRICS en Kazán se adopte un plan para sustituir el dólar estadounidense en el comercio internacional. Como preparación de los mercados ante esta decisión, el oro ha alcanzado por primera vez los 2.550 dólares la onza y los inversores internacionales están empezando a deshacerse de los bonos del Tesoro estadounidense sin renovar sus tenencias. Como nadie quiere quedarse afuera del comercio internacional, en la medida en que disminuye la importancia del dólar estadounidense como divisa de intercambio,

49 países han solicitado ya formalmente la adhesión al BRICS. 

Si se le quita al Departamento del Tesoro de EE.UU. la capacidad de pedir préstamos, sólo quedará dinero suficiente para el gasto social, pero recortar todo lo demás hará que la base impositiva se reduzca hasta el punto de que tampoco podrá sostener el gasto social. Demasiado para la supremacía económica. 

Seguridad en el Mar Rojo: Europa debe dar un paso al frente
EE.UU. fracasó en su intento por liberar el tránsito occidental por el Mar Rojo 

Ahora echemos un vistazo al poder militar. Estados Unidos (y un puñado realmente patético de aliados) intentaron montar una operación internacional, para tratar de arrebatar el control del Mar Rojo y, en consecuencia del Canal de Suez, a Ansar Allah, también conocido como el Movimiento Houthi, llamado así por el venerable Abdul-Malik Badruldeen al-Houthi. Actualmente, sólo los barcos chinos y rusos pueden navegar sin obstáculos por la Puerta de las Lamentaciones (también conocida como Bab el Mandeb), a la entrada del Mar Rojo. Otras opciones de navegación incluyen bordear el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, o abordar la Ruta Marítima Septentrional de Rusia. Una es cara, la otra es políticamente desagradable.

El resultado de esta misión (de la que apenas se supo nada) fue un agujero en la cabina de mando de un cierto portaaviones estadounidense causado por un cohete Houthi, tras lo cual el portaaviones (del que no se dijo nada) regresó cojeando a Norfolk. 

Más recientemente, cuando Irán prometió represalias por el asesinato por Israel del líder político de Hamás y multimillonario palestino Ismail Haniyeh mientras visitaba Teherán, una delegación estadounidense de alto nivel fue a Teherán y muy discretamente rogó a los iraníes que no atacaran Israel (otra vez), porque, como demostró el anterior ataque iraní con cohetes y aviones no tripulados, Israel no puede defenderse y Estados Unidos tampoco puede defenderlo. Sin embargo, Estados Unidos ha enviado un portaaviones a la región (uno de los pocos que siguen en uso), ¿para qué exactamente? Para llevar a cabo salidas efectivas de aviones hacia la costa sin reabastecimiento en el aire, la distancia máxima desde la costa debe ser inferior a 300 millas náuticas. El alcance de los cohetes hipersónicos, que todo el mundo excepto EE.UU. y sus aliados parece tener ahora y que EE.UU. aún no ha aprendido a interceptar, es mayor que eso. Un solo ataque a un portaaviones estadounidense vale más que mil salidas de aviones. Demasiado para la supremacía militar. 

Contra toda evidencia fáctica, empero, la convicción de la mayoría de las poblaciones en América del Norte, Europa, América Latina (no en todos los países) y Japón se mantiene. Esta negación patológica de la realidad se debe al monopolio de las corporaciones norteamericanas de la información en los medios de aire y en las redes sociales, a la férrea censura que ejercen sobre informaciones no deseadas y al control de los datos personales en gran escala. En el resto del mundo ese poder de convicción está seriamente resquebrajado o desapareció. 

Claro que hasta noviembre falta mucho y pueden suceder muchas cosas, pero ¿qué podría hacer una presidenta Harris en este contexto? Durante los últimos tres años y medio, la vicepresidenta de Estados Unidos, se ha hecho eco fielmente de su jefe, invocando prácticamente la misma visión hegemónica del mundo que todos los presidentes estadounidenses han abrazado desde la Segunda Guerra Mundial. 


Rebecca Lissner y Philip Gordon, asesores de política exterior de Kamala Harris

Sin embargo, si Harris es elegida presidenta en noviembre, es posible que Estados Unidos sea degradado a un estatus más humilde, según el pensamiento de sus principales asesores: Philip Gordon, asesor de seguridad nacional de Harris, y la viceconsejera de seguridad nacional Rebecca Lissner. En un libro reciente el primero de ellos ha esbozado los contornos de una nueva visión del mundo en la que Washington reconoce francamente sus excesos pasados y rebaja drásticamente sus ambiciones. 

En lugar de intentar seguir siendo el poder hegemónico incuestionable, Estados Unidos debería reducir seriamente su papel global, escribieron Lissner y su coautora, Mira Rapp-Hooper, actual directora del Consejo de Seguridad Nacional de Biden para Asia Oriental y Oceanía. Ya es hora de que Washington deseche el objetivo mesiánico de transformar el mundo a su imagen y semejanza. En su lugar, afirman, debería limitarse a preservar un sistema mundial abierto en el que Estados Unidos pueda prosperar.

En pocas palabras, Lissner y Rapp-Hooper argumentaron que las políticas de contención y hegemonía deberían ser suplantadas por el objetivo mucho más modesto de garantizar un «procomún global accesible». A Estados Unidos le queda una tarea crítica como “superpotencia indispensable”, escribieron: es “el único país que puede garantizar un sistema abierto”. Obviamente, quien quiera abrir el sistema mundial deberá atenerse a la definición norteamericana de lo que se entiende por “apertura”.

A pesar del americano centrismo que limita la visión expuesta, ya el intento de abandonar el hegemonismo requeriría una potencia que no se sabe de dónde la tomaría Harris. ¿O tiene algún apoyo muy poderoso que le permita soñar con redireccionar a su país hacia la sensatez? En las pocas semanas desde su prenominación por Biden la candidata demócrata recaudó 350 millones de dólares, la tercera parte de lo conseguido por el presidente desde enero pasado. Blackstone y George Soros son dos de sus principales patrocinadores (en realidad, su hijo Alexander, heredero del emporio). Aunque aún no se han facilitado las cifras exactas por donante, desde la plataforma ActBlue que utilizan los demócratas sí advierten de que estos dos grandes inversores –Soros y Jonathan Gray-, junto a distintos vehículos y socios, superan los 100 millones de dólares.


Alexander Soros fue uno de los primeros en felicitar a Kamala Harris por su nominación

Desde entonces hasta ahora, toda la maquinaria demócrata ha tenido que movilizarse para recaudar cerca de 1.000 millones de dólares para Biden, y ahora ha tenido que reiniciar los números. Desde el punto de vista legal el dinero recaudado para la campaña de Biden no es traspasable: o justifican que el gasto se produjo en favor del presidente antes del cambio por Harris o lo tienen que devolver. Como Kamala estaba en la misma campaña, han ideado una fórmula para no devolverlo: si no se solicita expresamente, dan por hecho que el votante demócrata de Biden también apoya a Harris. Y si no, el ciudadano tiene la opción de reclamarlo en una web habilitada para las donaciones.En estas condiciones, puede predecirse que, si Kamala Harris alcanza la presidencia de EE.UU., su política general se caracterizará por la continuidad del universalismo liberal de Woodrow Wilson, Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy, James Carter, Bill Clinton, Barack Obama y Joe Biden con algunos toques de modestia impuestos por la escasez de medios, pero con la ambición de forjar nuevas alianzas transnacionales que aseguren la hegemonía del capital financiero especulativo concentrado. Más de lo mismo, pero perfumado.

En su columna del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda el tema de LA ANTÁRTIDA: UN OBJETIVO EN RIESGO PARA ARGENTINA al peligrar sus derechos soberanos sobre el continente helado, dada la pretensión de EEUU y sus aliados de controlar hegemónicamente los mares australes, las riquezas de la zona y su posición estratégica, como parte de su agenda de Guerra Híbrida Fragmentada, en medio de los cambios tectónicos en todos los ámbitos del planeta, ante la gran batalla global por el nuevo poder internacional, que enfrenta al imperio anglosajón en evidente declive, contra las nuevas potencias en ascenso de los BRICS.

AUDIO:

Un conflicto mundial que sacude a dos objetivos geopolíticos de Argentina, ya sea el de la unión continental sudamericana y como “país bi continental” con  la ocupación efectiva de la Antártida. Una aspiración histórica en grave riesgo, al constatar que sus opciones están en clara minoría ante un cártel de poderosas potencias occidentales dispuestas a monopolizar los reclamos. Lo que ha creando unas expectativas internacionales que explican la sorpresiva importancia de la reunión del Comité Científico de Investigación Antártica, ya en marcha en Chile, con la participación de más de 1.400 asistentes de todo el mundo.

Pereyra Mele, en tanto que puntualiza la importancia para Argentina de contar con el apoyo de los Brics, analiza otros aspectos relevantes del asunto cómo:

·        *La preocupación de EEUU y aliados por las actividades de China en la Antártida.

·        *La relación entre ésta estrategia occidental por dominar la zona austral, con su alianza militar del Aukus en el Indo Pacífico, para crear una OTAN del Sur.

·        *Los datos precisos de la reclamación argentina ante la ONU por sus derechos sobre la Antártida.

·        *El Tratado Antártico de 1959 que la declaró como reserva natural para la paz y la ciencia, firmado por solo 12 países y que hoy ya cuenta con 56.

Además, nos recomienda la lectura en la Web de Dossier Geopolítico del artículo LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA ANTÁRTIDA del periodista Eduardo Vior, “Cómo un escenario de grave riesgo para la Argentina”, mientras insiste en lo complicado que son para Argentina las amenazas imperiales sobre el Atlántico Sur, en tanto que para la población argentina parece ser un tema lejano y distante, al estar tan absorbida en sus graves penurias económicas. Link del articulo de E. Vior: https://dossiergeopolitico.com/2024/08/23/9499/

Eduardo Bonugli (Madrid, (25/08/24)

El Jueves 22 de agosto del 2024, fui entrevistado por el Jefe de Prensa Enzo Anchante del prestigioso Canal Prensa Alternativa «El Jota» (Voces de la Patria Grande) sobre el trasfondo de la guerra en Ucrania y la debilidad de Occidente que parece acercarse a su declive definitivo.en próximos programas iremos detallando otros escenarios geopolíticos como África, las Américas, etc., donde se disputa la Guerra Híbrida Global en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

La internacionalización de la Antártida: un escenario de grave riesgo para Argentina

16 agosto 2024, 05:50

Con el trasfondo idílico del Volcán y el Lago Villarrica, del 19 al 23 de agosto próximos se celebrará en Pucón, Araucanía, la reunión del Comité Científico para la Investigación sobre la Antártida (SCAR, por su nombre en inglés). Con más de 1.400 participantes, será la mayor conferencia científica que se haya realizado hasta ahora sobre el continente austral. Su preocupación central será el cambio climático, pero también se tratarán los brotes de gripe aviar registrados allí, el tratamiento de los residuos humanos, los microplásticos y la disminución del krill. Todos temas científicos que pronto serán presa de la competencia hegemónica entre el bloque occidental y el euroasiático. Nuestro país deberá estar atento, particularmente, a las demandas para poner al continente polar bajo un régimen internacional de gobierno y desconocer los reclamos de soberanía registrados al firmarse el Tratado Antártico en 1959, dado que detrás de la supuesta internacionalización se esconde la ambición hegemónica de las potencias anglosajonas y sus aliados.

“Ciencia antártica: encrucijada para una nueva esperanza”, es el título de la conferencia internacional que se realizará entre el 19 y el 23 de agosto en Pucón. Se realizarán charlas, exposición de pósters, conferencias magistrales, simposios y workshops, en 50 áreas del conocimiento. La última década ha sido la más cálida en la Antártida desde el comienzo de la medición instrumental y durante los últimos cuatro años la reducción de su hielo marino ha alcanzado cifras récord. Las especies intolerantes al cambio se repliegan hacia el interior del continente, mientras que las que lo toleran comienzan a competir con especies invasoras llegadas desde otras latitudes.

Además de los impactos del cambio climático, la gripe aviar, los microplásticos y el krill, la reunión también se centrará en las áreas marinas protegidas y las políticas que estimulen la participación femenina y de jóvenes en la ciencia antártica.

La reunión científica de Pucón es la continuación de la 46ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico (ATCM-46, por su nombre en inglés) y la 26ª del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CEP-26, por su nombre en inglés), que se celebraron en Kochi, estado de Kerala (India), del 20 al 30 de mayo pasados. Si bien la firma del Tratado Antártico en 1959, en plena Guerra Fría fue una demostración del poder que puede tener la diplomacia aun en los momentos más difíciles de la política internacional, desde hace unos veinte años la competencia entre las grandes potencias se fue agudizando también en la Antártida.

El ATCM se caracteriza por la particularidad de que en sus reuniones las decisiones sólo se adoptan por consenso. Si bien este principio hace mucho más lento el proceso resolutivo, garantiza, en cambio, que las resoluciones adoptadas sean acatadas por todos los miembros. El principio de consensualidad ha sido especialmente práctico, para proteger los derechos soberanos de Argentina. De hecho, entre los países miembros del Tratado Antártico hay una mayoría de aliados de Estados Unidos y Gran Bretaña. En muchas ocasiones sólo nos apoyaban Rusia, China, Sudáfrica y Brasil. En esta relación de fuerzas adversa el principio de consensualidad ha sido el principal salvavidas de la soberanía argentina.

En el marco del Tratado Antártico el continente austral se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces). Originariamente vigente por 50 años, el Tratado fue prorrogado por el Protocolo de Protección Ambiental hasta 2048. Podría ser terminado antes por acuerdo unánime de los miembros, pero eso es altamente improbable. A partir de 2048, en tanto, para modificarlo o abolirlo bastará con que un miembro lo solicite y obtenga los votos de la mayoría de los firmantes.

El Tratado dispone que el área antártica sólo debe usarse con fines pacíficos, pero permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas. Incluye, además, bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00′ de latitud Sur, pero no el alta mar al sur de ese paralelo. También faculta a los Estados a inspeccionar cualquier área y cualquier instalación en el continente. El Tratado, finalmente, quedó abierto a la adhesión de cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas. De hecho, a los doce signatarios originarios se sumaron a lo largo de los años 44 países más, hasta llegar a los actuales 56 signatarios. Además del Tratado se han incorporado a la normativa antártica 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los Estados miembros, así como el Protocolo sobre Protección Ambiental en vigencia desde el 14 de enero de 1998.

El Tratado Antártico considera dos clases de miembros: los consultivos o plenos, con voz, voto y veto, y los miembros no consultivos, o adherentes, que cuentan solo con derecho a voz. La Secretaría del Tratado tiene sede en Buenos Aires. Siete de los Estados miembros del Tratado Antártico (Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido) mantienen reclamaciones de soberanía sobre sectores del territorio antártico que durante la vigencia del tratado las mismas están “congeladas”, no pueden ser ampliadas o modificadas ni se permiten nuevas. Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Noruega y Francia se reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se reconocen mutuamente derechos antárticos. Sin embargo, el autodenominado “Territorio Antártico Británico” (BAT, por su nombre en inglés) se yuxtapone con el sector argentino y con el chileno e incluye las islas Shetland y Orkney del Sur. Rusia (antes la URSS) y Estados Unidos hicieron en el Tratado reserva de su posterior derecho a presentar reclamaciones de soberanía, pero todavía no efectivizaron el reclamo.

Gran Bretaña tiene en el continente seis bases, tres permanentes y tres temporarias. Estados Unidos, en tanto, tiene tres bases permanentes y dos estivales en la Antártida Oriental. A pesar de que está prohibido por el Tratado, éste es el único país que tiene instalaciones militares en una base (McMurdo). También China tiene cinco bases en ese continente.

Por su parte, el Sector Antártico Argentino comprende el territorio entre los meridianos 25° y 74° de longitud Oeste al sur del paralelo de 60° de latitud Sur. Forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Ley 23.775) y tiene una superficie de 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km² corresponden a tierra firme.

Dentro del Sector Antártico Argentino, nuestro país administra trece bases o estaciones, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De este modo, Argentina es el país con más presencia en el Continente Antártico. Nuestro país tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904 y desde 1927 hizo constar internacionalmente su afirmación de soberanía sobre el territorio del actual Sector Antártico. En 1940 se creó la Comisión Nacional del Antártico, hoy Dirección, encargada de coordinar la actividad nacional en ese continente, islas adyacentes y aguas territoriales. También desde 1940 Argentina y Chile se reconocieron mutuamente sus aspiraciones de soberanía superpuestas y se comprometieron a resolverlas pacíficamente.

El avance de la ocupación pacífica de la Antártida por Argentina es una política de Estado que se ha venido desarrollando a lo largo de las décadas. Esta continuidad ha convertido a nuestro país en la principal potencia antártica. La línea principal de esta ocupación es la investigación en ciencias duras sobre la geografía, la geología, el clima y el medio ambiente antártico y cubre un amplio espectro disciplinario.

Sin embargo, desde el inicio de la presencia argentina en la Antártida nuestros derechos fueron impugnados por Inglaterra, llegándose en varias ocasiones al borde de enfrentamientos militares (1903, 1943 y 1952/53). Además, el avance del turismo y de la pesca comercial (ésta, gracias al calentamiento de las aguas superficiales), junto con el cambio climático, acrecientan el interés económico en la región. El turismo todavía no ha sido regulado y su creciente masificación plantea problemas de todo tipo: legales, sanitarios, fiscales y medioambientales.

El Tratado Antártico rige sobre las tierras y hielos continentales, pero no sobre los mares circunantárticos. Si se considera el clima relativamente más benigno del norte de la Antártida Argentina, puede entenderse la codicia de las grandes flotas pesqueras, especialmente la española, por las riquezas de las aguas antárticas.

El cambio climático está modificando aceleradamente el escenario geopolítico: Como señaló recientemente Marcelo Brignoni en Tektónikos, “los espacios marítimos de la Antártida están adquiriendo un nuevo valor estratégico, al punto de que las propias corporaciones privadas transnacionales están proyectando la explotación comercial del continente. De esta forma, se potencia la militarización de estos espacios de cara a la revisión del Tratado Antártico en 2041 y del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente en 2048”.

Y más adelante añade: “en los últimos años tanto Washington como Londres han señalado su ‘preocupación’ sobre presuntas actividades de China y sobre todo de Rusia en la supuesta exploración y explotación de los recursos naturales antárticos, a lo que han ‘contestado’ con la construcción de nuevas bases antárticas y actualmente, con la construcción de una quinta base británica, igualando el número de bases estadounidenses, a las que deben sumarse los asentamientos australianos, que juntos representan al AUKUS en la Antártida”

“El AUKUS (Australia-United Kingdom-United States), explica el autor, se presentó como la Alianza Estratégica Militar complementaria de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por parte centralmente del Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos con Australia de invitado. Se anunció públicamente el 15 de septiembre de 2021 para la región del Océano Indo-Pacífico, aunque su pretensión incluye además el Atlántico Sur.”

“La probable incorporación de Nueva Zelanda en un corto plazo posibilitaría a esta alianza geopolítica militar reclamar soberanía en más de la mitad del territorio antártico. De hecho, con una creciente cantidad de rompehielos y de submarinos nucleares, AUKUS se plantea controlar los accesos a la Antártida”.

Cuando AUKUS fue firmado en 2021, se lo presentó como un pacto para la defensa del Indo-Pacífico, sugiriendo que se trataba de una alianza antichina. Para ello, ya entonces fue invitado a sumarse Japón. Sin embargo, los países firmantes ya forman parte del pacto “Cinco Ojos” (Five Eyes) para el intercambio de inteligencia con Canadá y Nueva Zelanda, que EE.UU., Australia y Japón ya participan con India en el pacto Quad (Quadrilateral Security Dialogue), firmado también en 2021 y que EE.UU., Australia y Nueva Zelanda participan desde la década de 1950 en la alianza ANZUS. Si fuera sólo para la defensa del Indo-Pacífico, entonces, AUKUS sería superfluo.

En realidad, AUKUS adquiere sentido si se invierte el mapa: China se está expandiendo hacia la Antártida y ya tiene allí cinco bases: una en la Antártida Occidental (en las Islas Shetland del Sur) y cuatro en la Antártida Oriental. Si, efectivamente, EE.UU., Gran Bretaña y Australia se aliaron para contener a China, es, principalmente, para hacerlo en la Antártida y los mares circundantes. Si a ellos se une Noruega (otro miembro de la OTAN), la alianza suma reclamos de soberanía sobre 80% del continente.

¿Qué ofrece Gran Bretaña a esta coalición? El Reino Unido desde su ‘Collar de Perlas’ atlántico (Islas de Ascensión, Santa Helena y Tristán de Acuña) junto a la ocupación ilegal de Malvinas, proyecta su poder en tres continentes (África, América del Sur y Antártida), estableciendo además sobre cuatro océanos (Atlántico, Pacífico, Indico y Antártico) un control aéreo y marítimo. Esto se expresa en una militarización de toda la región desde la base instalada a partir de 1982 en Monte Agradable, Islas Malvinas. A las posesiones atlánticas debe añadirse el llamado Territorio Británico del Océano Índico (BIOT, por su nombre en inglés) del que dependen las islas y grupos de islas de Diego García, Tres Hermanos, Egmont, Nelson, Peros Banhos, Águila, Islas Salomón y Peligrosa. Aunque en las islas no hay población civil permanente, habitualmente están estacionados allí unos 4.000 militares y civiles estadounidenses contratados y británicos. El territorio tiene una superficie total de 60 km2.

Es decir que, mediante las dos cadenas de islas bajo su dominio (en el Atlántico y en el Índico), a pesar de su menguado poder y de sus magras capacidades navales, Gran Bretaña ofrece a AUKUS el control sobre una porción importante del Océano Antártico. A su vez, la incorporación de nuevos aliados al control de la Antártida permite a Estados Unidos compensar la baja de recursos destinados a las zonas polares en los últimos veinte años.

Puede concluirse que China, Rusia y Argentina están amenazados en el continente antártico por el mismo competidor: la OTAN del sur o AUKUS. Aunque estas dos potencias no han presentado reclamos territoriales sobre la Antártida, en la medida en que AUKUS busca tomar el control sobre el Océano Antártico, amenaza la navegación en todos los mares australes y, por lo tanto, la libertad de navegación y comercio.
En este contexto estratégico los reclamos por la internacionalización de la Antártida deben entenderse como la manifestación de EE.UU., Gran Bretaña y sus aliados de su voluntad de controlar hegemónicamente el continente austral. Por el contrario, sólo el reconocimiento de los reclamos de soberanía bajo las normas de la ONU puede asegurar que el Continente Antártico continúe siendo un bien común de la humanidad.

Para Argentina su sector antártico es una continuidad geoeconómica natural y su internacionalización traería consigo la pérdida de control sobre el Atlántico Sur y sobre los pasos interoceánicos. No tenemos alternativa: Argentina será antártica o no será.

Eduardo J. Vior
analista internacional

FUENTE: https://agendarweb.com.ar/2024/08/16/la-internacionalizacion-de-la-antartida-un-escenario-de-grave-riesgo-para-argentina/