1 – Dr. Miguel Barrios Posibles escenarios post coronavirus, El director Academico de Dossier geopolitico entrevistado por Radio News Posadas; Miguel Barrios. Dr en Ciencia Política Dr en Educación Director Académico de la Maestría en Relaciones Internacionales del Instituto Universitario Sudamericano. Montevideo (Uruguay) Autor de 18 libros.

2 – Gonzalo Fiore Viani da su visión sobre las políticas de Trump y Bolsonaro durante la pandemia. En el programa de Ricardo Césari, Por Radio Universidad Nacional de Cordoba, el analista internacional hace una especial referencia a la crisis que sufre Brasil y EEUU en el marco de la pandemia.

Gonzalo Fiore Viani es Abogado Miembro de Dossier Geopolitico, Periodista expecializado en Politica Internacional y Maestrando en Relacion es Internacionales, autor de libros sobre la tematica y articulistas de Hoy Dia Cordoba y otros medios Escritos y Radiales y Tv

AUDIO: https://radiocut.fm/audiocut/gonzalo-fiore-viani-da-su-vision-sobre-politicas-trump-y-bolsonaro-durante-pandemia/#.Xo5r-ym8cqw.whatsapp

3 – Carlos Pereyra Mele: opina sobre el futuro mundo post Pandemia, entrevistado en el programa de Tv, «Con Sentido Comun» que conduce el Periodista Alfredo Guruceta por Canal «C» de Cablevision de Cordoba Capital. Pereyra Mele es Director Ejecutivo de Dossier Geopolitico; Analista Geopolitico Internacional en distintos medios Nacionales e Internacionales y autor de varios libros sobre la problematica geopolitica

El analista internacional Miguel Ángel Barrios dialogó en Radio Gráfica sobre la crisis que se está atravesando tanto a nivel nacional como internacional por la pandemia del coronavirus y aseguró que traerá “cambios, y consigo, una mutación epocal”.

AUDIO: https://radiocut.fm/audiocut/geopolitica-y-covid-19-analisis-miguel-barrios/

“Se trata de una triple dimensión de la crisis del capitalismo: sanitaria, financiera-económica y ambiental”, afirmó el analista.

En comunicación con Gabriel Fernández, Barrios consideró que la crisis a nivel glogal se presenta para la región latinoamericana como “una crisis de oportunidad” en la que se debe incluir “la crisis histórica e irreversible de los Estados Unidos, el ascenso del mundo asiático y el ocaso de Europa”.

La única verdad es la realidad, dijo Perón, y aquí estamos asistiendo al sepultamiento de la fase neoliberal de la globalización”

En relación al posicionamiento del Papa Francisco, el analista internacional advirtió que hay que estar orgullosos, ya que el sumo pontífice “es un Papa jesuita, latinoamericano y argentino” y que, en ese sentido, se encuentra en  “la línea histórica del evangelio y de la doctrina social de la iglesia”. Además, señaló que “el centro del evangelio son los pobres: es la voz de los que no tienen voz”. Y añadió: “Los grandes movimientos nacionales De américa latina tienen, como fuente, a la doctrina social de la iglesia”.

En virtud del rumbo que ha tomado la Argentina, Barrios remarcó que “fue importante el triunfo de Alberto Fernández, porque el esquema que había generado el gobierno de la ceocracia estaba agotado”Al mismo tiempo, declaró que el presidente “actuó muy bien frente a la crisis”. “Uno siente que jugó con un criterio muy estratégico. Y esto es importante porque otros países no lo hicieron: basta con ver a Brasil”.

“Si no entendemos que estamos en un nuevo orden internacional, vamos a desaprovechar la oportunidad y podemos correr el riesgo de quedar desacoplados”advirtió el analista. Y agregó: “Hay que aprovechar este momento en donde se aflojan los lazos con la deuda externa”.

“La solidaridad es la que debe primar en los sectores vulnerables”

A su vez, el analista internacional marcó como desafío la posibilidad de replantear lo eduacional: “La crisis nos da la oportunidad de la educación a distancia. Esta cuestión es más que lo tecnológico, hay que crear un concepto de educación”En este orden, definió a la educación como “transmisión de cultura, de valores a un sujeto pedagógico, un sujeto que es un ser y estar en un lugar determinado”y añadió que dicho sujeto debe educarse desde la matriz “argentina, latinoamericana y sudamericana en los tiempos de la globalización”Por otro lado, apuntó a que otro objetivo es la respuesta de la Argentina a la cuarta revolución industrial: La inteligencia artificial, la robotización y la economía digital, que implica articular la producción, la economía y la educación con el movimiento obrero, con los movimientos sociales, y principalmente fortalecer los institutos de educación técnica”

Por último, Miguel Ángel Barrios explicó que “la solidaridad es la que debe primar en los sectores vulnerables”A su vez, advirtió que cuando el Estado debe exigir, “los sectores de la oligarquía financiera, a través de sus agencias culturales como Clarín y La Nación, van cooptando sectores de la clase media, lo que genera los cacerolazos”Y concluyó: “Si no se acompaña una política de esta crisis de oportunidad con una política cultural educativa fuerte, en la que tenga que haber una fuerte vinculación de la educación con los medios de comunicación, estamos perdidos”

FUENTE RADIO GRAFICA: https://radiografica.org.ar/2020/04/07/el-futuro-de-la-region-despues-de-la-pandemia/

Dr. Miguel Angel Barrios

por Flavio Cuniberto (*)

Criminalizar a Alemania por mantener estables sus coordenadas económicas es parte de la miopía con la que persistimos en negar el fracaso del Estado nacional italiano y el proyecto europeo. ¿Será la bota la 51ª estrella en los Estados Unidos?

En la gran prueba de estrés de la epidemia de coronavirus, la Unión Europea se hace añicos y el sentimiento anti-alemán está en el diapasón: se informan diversas frases de los  Klaus Regling , Peter Altmaier, presentados como monstruos sádicos incluso por comentaristas intelectuales sobrios y de alto perfil, en según el cual a Alemania le gustaría «Italia y España de rodillas».

Indignación, chasquido de orgullo nacional. Hasta la inaudita llamada telefónica de Mattarella, que protesta por la supuesta «gaffe» de Lagarde, ahora dirigida, como es  opinión común, por el establishment alemán. Frente a este estado de cosas, nos gustaría proponer un cambio de perspectiva. Tengan en cuenta que la UE no está en crisis, no está  aplastada por el egoísmo teutónico, sino que la Unión Europea (que llaman «Europa» es un malentendido) ha sido un castillo de papel maché desde el Tratado de Maastricht de 1992, y en cualquier caso desde el nacimiento del euro.

Este títere siempre ha mantenido en sus entrañas un mosaico de fuertes estructura nacionales, o más bien dos estructuras muy fuertes, la francesa y la alemana, con una transferencia de soberanía sólo parcial y siempre calculada de acuerdo con un beneficio propio. Después de diecinueve años , la naturaleza ficticia del proyecto superestelar europeo debería haber aparecido como el secreto clásico de Pulcinella: Alemania, una vez más en pie, ahora podría aspirar a un rango de «poder» que altera irreversiblemente el equilibrio europeo.

De hecho, los primeros veinte años del nuevo siglo marcaron, a pesar de la baja «tasa de crecimiento», la divinidad sobrevalorada por los economistas, un fortalecimiento gradual e inexorable de la República Federal, cuyo centro de gravedad se ha desplazado hacia el este, estableciendo una especie de punto de apoyo en Berlín  simbólico no tanto de

Alemania (del cual no es el centro) sino de un espacio mucho más grande: el área de influencia alemana, ya prefigurada en tiempos no sospechados por el poder excesivo de la marca como un espacio extendido desde Helsinki a Belgrado, sin mencionar Bolzano, Zurich, Viena y los propios Países Bajos.

El cambio al este del eje político-económico de la nueva Alemania sentó las bases para una intensa cooperación con la nueva Rusia post Yeltsin, que ya no es un protectorado estadounidense pro tempore: cooperación sancionada, por ejemplo, por el reclutamiento de Gerhard Schröder en la cima de Gazprom y por el obstinada construcción de la doble tubería Nord Stream, casi un cordón umbilical de energía bajo las aguas del Mar del Norte. La perspectiva de la simbiosis ruso-alemana (energía ilimitada y capacidad extraordinaria para la organización industrial) habitó inmediatamente el sueño agitado de la administración estadounidense como una pesadilla, convirtiéndose en el «vitandum» por excelencia de la política exterior de Estados Unidos en Europa. Desde la guerra contra la “drogas” en los Balcanes hasta la llamada guerra civil ucraniana, todo se explica por la decisión de Washington de interponer una zona de amortiguación militarizada entre Moscú y Berlín para revertir la horrible simbiosis.

En este contexto, la Unión Europea no está allí. No por distracción, sino porque la Unión Europea no existe en el tablero de ajedrez de los equilibrios internacionales. Es un caso, se podría decir, de patología ontológica: una no entidad que, por diversas razones, se mantiene en pie como un títere, útil para enmascarar, detrás de palabras vacías de la fraternidad erasmiana, la dura ley de los intereses nacionales y muy útil, nunca lo olvide , para alimentar políticas financieras especulativas que, sin embargo, no pertenecen a ningún horizonte «nacional».

Francia continúa imperturbable en mantener sus tropas en África sahariana y detonar su bomba atómica en Mururoa, golpeando el «parche»; los británicos, que llegaron al último y con un pie en Europa, persiguen firmemente sus diseños nacionales animando las diversas «alianzas» antiislámicas en Irak y Afganistán; España, que tampoco es un país fundador, está demasiado interesado en las antiguas colonias suramericanas para considerar realmente su futuro en Europa.

Poder no militar y sin ninguna ambición de rearme, un punto esencial que la mayoría de los analistas echan de menos, Alemania, por otro lado, se convierte en un poder “geoeconómico» de alto nivel. 

Restando de facto a Japón ese papel de competidor global que Tokio había jugado hasta el desfigurado terremoto de Kobe de 1995. Lo que la mayoría de los comentaristas y científicos políticos italianos parecen no darse cuenta, pero eso no escapa a la administración de los EE. UU. En cuanto a los analistas más astutos en París y Londres, ven que las dimensiones reales de la nueva Alemania superan con creces las modestas dimensiones de su extensión geográfica.

En el «Gran Juego» del siglo XXI, la UE no está allí.

Italia también está ausente en este foro. Porque incluso Italia, el protectorado estadounidense desde 1945, reconfirmado como tal después de 1994 a pesar de los berrinches del forastero de Segrate, no existe como país soberano. Su vocación como gran portaaviones de estrellas y rayas prevalece sobre cualquier ambición nacional y oculta, modestamente o más bien hipócrita, bajo los signos ficticios de Bruselas y Estrasburgo, capitales inexistentes de un parlamento electivo que no cuenta para nada, de una Comisión que es un comité de negocios de grandes empresas y el monstrum del BCE: banco de un país inexistente, cámara de compensación financiera de intereses nacionales y de mega intereses financieros y especulativos.

Criminalizar a Alemania porque ha mantenido el timón firme en sus coordenadas económicas, explotando las oportunidades amablemente ofrecidas por el títere europeo y una moneda impuesta por Mitterrand, significa no haber entendido las relaciones de poder reales, la verdadera geografía económico-política-cultural de la nueva Europa. Entre otras cosas, el continente no está del todo definido, con extensiones hacia el este (Israel, quizás Turquía) y hacia el oeste (América del Norte es en parte europea).

El problema no es Alemania, que hoy está en condiciones de definir mejor sus dimensiones y ambiciones reales, sino Italia: un experimento político que fracasó en el nivel de la unidad nacional, eternamente dividido en áreas no homogéneas. «Nación cultural», «mujer de las naciones». Este primer nivel sí.

El fracaso de Italia como estado nacional sigue negándose con obstinada miopía y en interés del sistema financiero, la famosa galaxia del norte entre Turín, Milán y Trieste. Pero es un fracaso dramático, del que se originan todas las políticas continentales contra Roma, comenzando con la alemana. La miopía que se niega a admitir el fracaso político de Italia como estado nación tiene su propia razón: reafirmar una unidad nacional ficticia en términos de protectorado estadounidense (y en parte británico) y guarnición militar, desde Aviano hasta Sigonella. Ya no es un misterio para nadie que los acontecimientos políticos de los años setenta, ochenta y noventa fueron determinados por este estado subordinado, al que ahora podemos atribuir con certeza los famosos «años de plomo» y las propias manos limpias.

En resumen, la reciente furia antialemana surge de un error de doble perspectiva: atribuir una apariencia de realidad a una UE que no existe y agitar contra las aspiraciones legítimas de la nueva Alemania, casi delegada por el maestro estadounidense. Es interesante notar que la supuesta vocación antiliberal de muchas protestas antialemanas en realidad trae abundante agua al molino del verdadero neoliberalismo, que no es el teutónico sino el angloamericano. Las protestas contra Alemania servirán para derribar a la marioneta, pero el resultado será, como se esperaba, la promoción de la bota al estado 51 de la Unión. Es demasiado tarde, a estas alturas, para enderezar la nave y traerla de vuelta a una colaboración italiano-alemana basada en la complementariedad que para la estrategia estadounidense representaría una pesadilla tal vez menos que la temida simbiosis ruso-alemana.

Es demasiado tarde, pero es mejor saberlo.

(*) Flavio Cuniberto es profesor de Teoría Estética y Filosofía en la Universidad de Perugia, y es considerado uno de los pensadores italianos contemporáneos más sobresalientes.

FUENTE: LIMES Revista Italiana de Geopolitica

Por Javier Benítez

La ayuda que Rusia envió a EEUU para combatir el coronavirus es ‘el’ síntoma del país norteamericano en forma de gesto de la nación euroasiática. La llegada de un avión con suministros para la lucha contra la pandemia fue agradecida ante periodistas por el presidente, Donald Trump, desde la Casa Blanca, lo que implica también un gesto.

AUDIO: https://mundo.sputniknews.com/popup/radio/?audio_id=40320512

«Es un síntoma más de estos cambios que estamos viendo», dice Carlos Pereyra Mele, director del think tank Dossier Geopolítico, respecto al envío que hizo Rusia a EEUU, país que según su mandatario ya superó el millón de ciudadanos testeados por el COVID-19.

Más concretamente, dijo Trump en una rueda de prensa informativa en la Casa Blanca: «China nos envió algunas cosas, lo cual fue fantástico; Rusia nos envió un muy, muy grande avión cargado de cosas, equipo médico, lo cual fue muy agradable».

«Ver fotografías de oficiales de guerra bacteriológica rusos con militares italianos, que pertenecen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] en Italia, es una foto impensada, una foto jamás ocurrida en ninguna mente afiebrada hace dos meses. Estos son los cambios profundos. […] Es realmente un cambio de paradigma de todo lo que hemos estado hablando, viendo, analizando en los últimos años», constata Pereyra Mele.

El gran error en EEUU y Europa

Mientras, George Gao, director general del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, quien lideró la lucha contra el COVID-19 en su país, se escandalizó con el error de base que se están cometiendo tanto en EEUU como en Europa, y que sería una de las tantas claves por los cuales estas regiones están sufriendo un aumento brutal de casos.

Entrevistado por la revista Science, Gao afirmó que «El gran error en los EEUU y Europa, en mi opinión, es que las personas no usan mascarillas. Este virus se transmite a través de gotas y contacto cercano. Las gotas juegan un papel muy importante: hay que usar una mascarilla, porque al hablar, siempre salen gotas de la boca».

Gao incidió en otros aspectos fundamentales, tales como la instalación de termómetros en puntos de acceso a lugares públicos y el aislamiento de las personas infectadas, algo que debería realizarse sin excepción, ni de personas, ni de países.

Algo con lo que coincide el director del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud [OMS], Michael Ryan. Al referirse a ‘la curva de la infección’ en países como España e Italia, sentenció que la misma «no bajará por sí misma, se tiene que forzar». «Si comparamos a Italia y España con lo que pasó en Wuhan, la diferencia principal es que en Wuhan no solo encerraron a la gente, sino que siguieron buscando los casos», dijo en Ginebra.

Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano e histórico monje negro del poder global, con sus 96 años, publicó una nota en el Wall Street Journal, titulada: “La pandemia de coronavirus alterará para siempre el Orden Mundial”. En la misma afirma sin ambages: “Cuando termine la pandemia de Covid-19, se percibirá que las instituciones de muchos países han fallado. La realidad es que el mundo nunca será el mismo después del coronavirus”. En su opinión, el combate de tipo sanitario no debe descuidar la conformación del próximo Orden Mundial: “El esfuerzo de crisis, por extenso y necesario que sea, no debe desplazar la urgente tarea de lanzar una empresa paralela para la transición al orden posterior al coronavirus”. 

En su estilo globalista, pone en duda la capacidad de los norteamericanos de gobernarse a sí mismos, duda extensible al resto de naciones: “La administración de los Estados Unidos ha hecho un trabajo sólido para evitar una catástrofe inmediata. La prueba final será si la propagación del virus puede ser detenida y luego revertida de una manera y en una escala que mantenga la confianza del público en la capacidad de los estadounidenses para gobernarse a sí mismos”.

Por si esta idea no queda clara, explica: “Ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede en un esfuerzo puramente nacional superar el virus. Abordar las necesidades del momento debe, en última instancia, combinarse con visión y programa de colaboración global”. 

Kissinger pone el ejemplo del año 1944, el año en el que se empieza construir un nuevo orden global postguerra, el año de los Acuerdos de Bretton Woods, del nacimiento de instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y se sientan las bases para la ONU: “La atmósfera surrealista que ofrece la pandemia de Covid-19 me recuerda cómo me sentí cuando era joven en la 84a División de Infantería durante la Batalla de las Ardenas. Ahora, como a fines de 1944, existe una sensación de peligro incipiente, dirigido a ninguna persona en particular y que golpea al azar y devastadoramente”, expresó Henry Kissinger. 

El monje negro del poder real global precisa 3 puntos que deberán considerarse:

IProgramas de vacunación masivas

“Los triunfos de la ciencia médica, como la vacuna contra la poliomielitis y la erradicación de la viruela, o la emergente maravilla estadística-técnica del diagnóstico médico a través de la inteligencia artificial, nos han llevado a una complacencia peligrosa. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para el control de infecciones y programas de vacunación a escala de grandes poblaciones”.

II- La crisis económica que vendrá será mucho peor que la de 2008, el caos es “inminente”

“Los líderes mundiales han aprendido importantes lecciones de la crisis financiera de 2008. La actual crisis económica es más compleja: la contracción desatada por el coronavirus es, en su velocidad y escala global, diferente a todo lo que se haya conocido en la historia. Y las medidas necesarias de salud pública, como el distanciamiento social y el cierre de escuelas y negocios, están contribuyendo al dolor económico. Los programas también deberían tratar de mejorar los efectos del caos inminente en las poblaciones más vulnerables del mundo”. 

III- En el Nuevo Orden Mundial post-coronavirus deberán tenerse en cuenta los “principios liberales de la Ilustración”, en un nuevo contrato social que recupere el equilibrio “entre el poder y la legitimidad”

“La leyenda fundadora del gobierno moderno es una ciudad amurallada protegida por poderosos gobernantes, a veces despóticos, otras veces benevolentes, pero siempre lo suficientemente fuertes como para proteger a las personas de un enemigo externo. Los pensadores de la Ilustración reformularon este concepto, argumentando que el propósito del estado legítimo es satisfacer las necesidades fundamentales de las personas: seguridad, orden, bienestar económico y justicia. Las personas no pueden asegurarse esos beneficios por sí mismas. La pandemia ha provocado un anacronismo, un renacimiento de la ciudad amurallada en una época en que la prosperidad depende del comercio mundial y el movimiento de personas. Un retroceso mundial del equilibrio entre el poder y la legitimidad hará que el contrato social se desintegre tanto a nivel nacional como internacional”.

Y por último advierte con el “incendio del mundo” si esto este Orden Mundial post-coronavirus no se concreta: “El desafío para los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro. El fracaso podría incendiar el mundo”

TEXTO COMPLETO DE LA NOTA DE KISSINGER:

La pandemia de coronavirus alterará para siempre el orden mundial – Los Estados Unidos deben proteger a sus ciudadanos de la enfermedad al comenzar el trabajo urgente de planificar una nueva época

La atmósfera surrealista de la pandemia de Covid-19 me recuerda cómo me sentí cuando era joven en la 84ta. División de Infantería durante la Batalla de las Ardenas. Ahora, tal como a fines de 1944, existe una sensación de peligro incipiente, dirigido no a ninguna persona en particular, sino que golpea al azar y con devastación. Pero hay una diferencia importante entre ese tiempo lejano y el nuestro. La resistencia estadounidense fue entonces fortificada por un más elevado propósito nacional. Ahora, en un país dividido, es necesario un gobierno eficiente y con visión de futuro para superar los obstáculos sin precedentes en magnitud y alcance global. Mantener la confianza pública es crucial para la solidaridad social, para la relación de las sociedades entre sí y para la paz y la estabilidad internacionales.

Las naciones son coherentes y prosperan con la creencia de que sus instituciones pueden prever calamidades, detener su impacto y restaurar la estabilidad. Cuando termine la pandemia de Covid-19, se percibirá que las instituciones de muchos países han fallado. Es irrelevante si este juicio es objetivamente justo. La realidad es que el mundo nunca será el mismo después del coronavirus. Discutir ahora sobre el pasado sólo hace que sea más difícil hacer lo que hay que hacer.

El coronavirus ha golpeado con una escala y ferocidad sin precedentes. Su propagación es exponencial: los casos estadounidenses se duplican cada 5to. día. En este escrito, no hay cura. Los suministros médicos son insuficientes para hacer frente a la creciente ola de casos. Las unidades de cuidados intensivos están al borde, y más allá, de sentirse abrumadas. Las pruebas son inadecuadas para la tarea de identificar el alcance de la infección, y mucho menos revertir su propagación. Una vacuna exitosa podría demorar entre 12 y 18 meses.

La Administración estadounidense ha hecho un trabajo sólido para evitar una catástrofe inmediata. La prueba final será si la propagación del virus puede ser detenida y luego revertida de una manera y en una escala que mantenga la confianza pública en la capacidad de los estadounidenses para gobernarse a sí mismos. El esfuerzo de crisis, por extenso y necesario que sea, no debe desplazar la urgente tarea de lanzar una empresa paralela para la transición al orden posterior al coronavirus.

Los líderes están lidiando con la crisis en gran medida a nivel nacional, pero los efectos de disolución de la sociedad del virus no reconocen las fronteras. Si bien el asalto a la salud humana será, con suerte, temporal, la agitación política y económica que ha desatado podría durar por generaciones. Ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede en un esfuerzo puramente nacional superar el virus. Abordar las necesidades del momento debe, en última instancia, combinarse con una visión y un programa de colaboración global. Si no podemos hacer las dos cosas a la vez, enfrentaremos lo peor de cada una.

Extrayendo lecciones del desarrollo del Plan Marshall y el Proyecto Manhattan, Estados Unidos está obligado a realizar un gran esfuerzo en tres dominios.

** Primero, apuntalar la resiliencia global a las enfermedades infecciosas. Los triunfos de la ciencia médica, como la vacuna contra la poliomielitis y la erradicación de la viruela, o la emergente maravilla estadística-técnica del diagnóstico médico a través de la inteligencia artificial, nos han llevado a una complacencia peligrosa. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para el control de infecciones y vacunas proporcionales en grandes poblaciones. Las ciudades, los estados y las regiones deben prepararse constantemente para proteger a su gente de las pandemias mediante el almacenamiento, la planificación cooperativa y la exploración en las fronteras de la ciencia.

** En segundo lugar, esforzarse por sanar las heridas de la economía mundial. Los líderes mundiales han aprendido importantes lecciones de la crisis financiera de 2008. La actual crisis económica es más compleja: la contracción desatada por el coronavirus es, en su velocidad y escala global, diferente a todo lo que se haya conocido en la historia. Y las medidas necesarias de salud pública, como el distanciamiento social y el cierre de escuelas y negocios, están contribuyendo al dolor económico. Los programas también deberían tratar de mejorar los efectos del caos inminente en las poblaciones más vulnerables del mundo.

** Tercero, salvaguardar los principios del Orden Mundial liberal. La leyenda fundadora del gobierno moderno es una ciudad amurallada protegida por poderosos gobernantes, a veces despóticos, otras veces benevolentes, pero siempre lo suficientemente fuertes como para proteger a las personas de un enemigo externo. Los pensadores de la Ilustración reformularon este concepto, argumentando que el propósito del Estado legítimo es satisfacer las necesidades fundamentales de las personas: seguridad, orden, bienestar económico y justicia. Las personas no pueden asegurar estas cosas por sí mismas. La pandemia ha provocado un anacronismo, un renacimiento de la ciudad amurallada en una época en que la prosperidad depende del comercio mundial y el movimiento de personas.

Las democracias del mundo necesitan defender y sostener sus valores de la Ilustración. Un retiro global del equilibrio del poder con la legitimidad hará que el Contrato Social se desintegre tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, esta cuestión milenaria de legitimidad y poder no puede resolverse simultáneamente con el esfuerzo por superar la plaga Covid-19. La restricción es necesaria en todos los lados, tanto en la política nacional como en la diplomacia internacional. Se deben establecer prioridades.

Pasamos de la Batalla de las Ardenas a un mundo de creciente prosperidad y mayor dignidad humana. Ahora vivimos un período de época. El desafío histórico para los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro. El fracaso podría incendiar el mundo.

FUENTE: https://kontrainfo.com/henry-kissinger-propone-un-nuevo-orden-mundial-post-coronavirus-se-alterara-el-orden-mundial-para-siempre-texto-completo/ 

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

Club de la Pluma: Arte, Ciencia, Cultura, Derechos Humanos, Geopolítica, Deuda Externa, Relatos, Cuentos, Educación, Opinión, Editorial, Efemérides, Comunidades Originarias, Filosofía Y Mucho Más…

TEMAS

El Virus que vino a cambiar el “Fin de la Historia”

  • La revalorización del Estado Nación
  • Crisis del Dogma ideológico del liberalismo tradicional y hoy edulcorado con el nombre de “Neo”
  • El Atlantismo -EEUU, G.B. y sus socios Europeos (ricos), Corea del Sur, Japón y Taiwán-, en su hora más oscura, la hora de los cambios profundos empezaron
  • Todo lo relacionado con el llamado Consenso de Washington, en crisis ideológica doctrinaria y societaria.
  • Hoy: la Salud, la Seguridad y los monitoreos de la sociedad, queda bien claro por esta crisis; NO se los puede dejar en manos de los “MERCADOS”
  • Hoy está claro que el Sistema Financiero Internacional, transnacional y supranacional con un poder por encima de los estados y sin regulación de nadie, NO PUEDE CONTINUAR,  ya está claro que debe ser puesto en caja y no repetir las acciones del 2008 de salvarlos a costa de: la Salud, la Educación y el Estado Benefactor
  • Todo saltó por los aire con esta Pandemia. Hoy los países desarrollados occidentales, andan rapiñando equipamiento de salud que se dirigen a los países periféricos.
  • Hoy no sirve el “Sálvese quien Pueda”
  • Brasil, el Poder Real se muestra en todo su dimensión sobre el “legal”
  • Ecuador demuestra que no solo carece de sistema de salud sino de administración Civil 
  • Más en el Audio…

El columnista hace un parangón entre el Covid-19 que asola al mundo y la deuda externa ilegítima, odiosa, írrita y usuraria, que viene matando desde hace años a los pueblos. Desde su casa, respetando la cuarentena, propone reflexionar desde el nosotros y encontrar respuestas a varias preguntas que aquí formula.

Por Miguel Julio Rodríguez Villafañe*

En realidad, ahora tenemos clara conciencia que existe un virus mundial que mata a las personas y hemos aceptado medidas extraordinarias al servicio de superar el virus. Pero si uno quiere trazar una comparación con lo económico, existe mucha deuda externa ilegítima, odiosa, írrita y usuraria, que es un virus que ha matado, mata y matará gente, ya que gran parte de ella ha implicado indignidad del pueblo y por ende, la imposibilidad de proporcionar lo elemental como comida, salud y educación a tantas otras necesidades básicas, que han matado y mata a muchos.

Creo que este momento nos obliga a reflexionar sobre las distintas situaciones novedosas que estamos viviendo en materia de legislación, para asumir la problemática todos los días, con instrumentos novedosos.

Pregunto: no habrá llegado el momento también de poner en cuarentena la deuda ilegítima, y transparentarla haciendo una auditoría para saber ¿Cuánto dinero se trajo?, ¿bajo qué condiciones?, ¿cómo ha sido usado ese dinero?, ¿quiénes intervinieron?  Sin mantos de miedos, sino para dar a conocer, sin tapujos, la problemática y determinar ¿Cuál es la deuda legítima o cuál no? y establecer la responsabilidad de quienes intervinieron para concretar operaciones usurarias y ruinosas para el país. ¿Usaron el dinero legalmente? y ¿Quiénes son en definitiva los acreedores de la deuda odiosa e írrita?

Habría que hacer un censo de los supuestos acreedores, para saber la cepa del virus usurario y sus contagios. Además, para saber que son portadores del virus de la usura y por tanto no hay que permitir que se propague o mute.

La firmeza en ese accionar respecto de los virus peligrosos de contagio es un claro ejemplo en este momento, cabe referir, que a esa persona irresponsable que trajo el virus en el Buquebus desde Uruguay a la Argentina, obligando la cuarentena de cuatrocientas personas por su irresponsabilidad, a las 24 horas se le trabó un embargo preventivo por U$S 500.000 dólares, por los daños y perjuicios.

Muchos funcionarios de distintos niveles de gobierno en lo económico, en el Ministerio de Economía, en el Banco Central, en el Banco Nación y otros (omisión de actuar de legisladores y jueces), han tenido gran responsabilidad en la pandemia de la deuda externa ilegítima y odiosa e introdujeron un virus que mata el futuro del país y de nuestro pueblo.

A ellos ¿No habría que embargarles sus bienes por mala praxis o complicidad en operaciones contrarias a los intereses de la patria? ¿No cabe que exigirles que rindan cuentas? Tenemos derecho a saber quiénes son las personas y los bancos beneficiarios de los intereses usurarios que se han acordado.

Tendríamos que hacer un análisis del origen de las deudas y de su legitimidad, no para que nos hagan aparecer como un pueblo que nos quiere cumplir con lo que corresponde, sino como una sociedad que se pone de pie para defender lo esencial a su pueblo de los virus económicos y en esa defensa, analizar la legitimidad de la deuda y todas sus implicancias.

Nadie dudaría en aceptar que se le haga un hisopado para ver si no tiene el virus COVID-19 ¿Porqué, no poner en cuarentena a la deuda externa para ver si no tiene el virus de la ilegalidad odiosa y de la usura inaceptable?

Por otro lado, no se tiene idea de las comisiones que se pagan a bancos y a intermediarios para colocar la deuda. Pregunto, atento que muchas de esas operaciones fueron gravemente ruinosas para el país y de una ilegalidad que no corresponde, ¿No cabría exigirles que, fuera del daño y perjuicio, devolvieran las comisiones cobradas?

Si usted fuera a comprar una casa y con conocimiento de la inmobiliaria intermediaria, esa casa tuviera pésimos cimientos y no se hubiera hecho el sistema cloacal, evidentemente rescindiría el contrato, pero también tendría derecho a exigirle a la inmobiliaria, por lo menos, que le devuelva la comisión de la intermediación (1,5% de la operación a cada parte). Esto, que lo vemos normalmente en ese aspecto, ¿No lo vamos a ejercitar al derecho resarcitorio? ¿No deberíamos saber quiénes son los que hasta este momento cobraron fortunas por una actividad negativa para los intereses del país?

Se calculaba que hasta el año 1980 había 1.000.000.000 de dólares pagados en comisiones a grandes estudios jurídicos-contables, a bancos por sus intermediaciones o arreglos con motivo de la deuda externa argentina y a ellos, que cobraron, nunca se han responsabilizado de nada.

Entonces, en un momento donde en la Argentina y en el mundo, se nos invita a que todos seamos responsables y solidarios, porque hay que evitar que el coronavirus se nos instale y eso significa una responsabilidad de todos en cumplir la cuarentena, ¿No será momento que pongamos en cuarentena la deuda externa argentina y que entre todos busquemos no pagar lo que no corresponda y reclamar la responsabilidad que cabe a quienes aceptaron acreencias ilegales?

Todo ello, para no afrontar un futuro peor que el coronavirus, sólo por tener que pagar intereses usurarios de supuestas deudas, muchas de ellas ilegales en su origen y/o en su uso.

¿No tendremos que dejar en claro que no vamos a tolerar fondos buitre que se aprovechen de las desgracias de coyuntura y que después tengamos que ir de rodillas a pagarles lo que no corresponda?

Tal vez esta cuarentena nos obligue a reflexionar ese gran nosotros para salir adecuadamente de la misma y a su vez, para que nos pongamos de pie, tanto Argentina como otros países, para exigir que el otro virus de las deudas usurarias, de las deudas ilegítimas y odiosas, no nos roben el futuro y nos mate física y moralmente.

*Abogado constitucionalista, ex Juez federal y periodista de opinión

FUENTE: http://prensared.org.ar/el-virus-de-la-deuda-externa-elegitima-y-usuraria-2841-2/

Miguel Julio Rodríguez Villafañe

Por Andrea Muratore (*)

4 DE ABRIL DE 2020

ECONOMÍA desde lo estratégico

Italia y Francia se  encuentran actualmente en el mismo lado de la barricada al pedirle a la Unión Europea un giro incisivo contra el  coronavirus: pedir la emisión de eurobonos, un aumento más incisivo de la solidaridad comunitaria, más margen de maniobra para el Banco Europeo de Inversiones y Superar la austeridad Roma y París se unen con España contra el eje pro rigor alemán-holandés.

La batalla táctica contra el coronavirus y la necesidad de superar los paradigmas nórdicos que amenazan con noquear a la Unión no deben, sin embargo, hacernos olvidar otro lado de las relaciones italo-francesas: el de los objetivos de varios protagonistas activos de la política económica transalpina para varios  Campeones nacionales  italianos. Ahora más vulnerable que nunca debido a las  tensiones del mercado de valores que llevaron a  Consob a prohibir las ventas en corto en Piazza Affari y al surgimiento de un creciente consenso político, desde Copasir hasta el gobierno, sobre la protección de activos estratégicos.

Muy activa, la Comisión Parlamentaria que supervisa los Servicios Secretos ha preparado recientemente un ciclo de audiencias de altos representantes del mundo institucional y financiero: el Banco de Italia, Borsa Italiana , los directores gerentes de los grandes bancos y los representantes de Aise, el sector Servicios. responsable de «seguridad externa». En el centro del visor sólo los lugares de interés de la economía nacional de París, al igual que la nota  La Stampa : «Ya desde hace varias semanas en los círculos financieros se han producido cambios de interés desde el otro lado de los Alpes en algunos bancos italianos y en una joya como General. Y siempre en París trae otra pista: la de los posibles compradores de Borsa Italiana, la compañía que controla Piazza Affari «.

Borsa Italianais ahora está vinculada a la Bolsa de Londres a través de la  Bolsa de Londres . La crisis financiera que se aproxima parece destinada a archivar las posibilidades residuales de ver a Milán como una plataforma de contacto entre Europa y las finanzas de la ciudad después del Brexit. El riesgo de las bolsas europeas ha estado en marcha desde hace algún tiempo y  Euronext , el consorcio encabezado por París, anhelaba llenar el vacío dejado por Londres mediante el establecimiento de una alianza o la adquisición de Piazza Affari, que como cualquier este tipo garantiza el establecimiento de un canal privilegiado entre los sistemas financieros y un acceso favorable para el país controlador a los mercados de la bolsa controlada.

Desde Eni hasta Generali, desde  Unicredit hasta Avio , el número de empresas nacionales que podrían ser víctimas de intereses económicos y escaladas transalpinas es amplio y variado. Por esta razón, el complejo de poderes especiales de supervisión debe hacerse más estable y completamente operativo. De un arreglo de «acordeón», con instrumentos como  el poder dorado desplegado pero operativo solo en circunstancias de emergencia, es bueno pasar a una serie de poderes de aplicación bien equilibrados y confiables. En las instituciones de estos tiempos, “también estamos considerando la posibilidad de levantar otro muro, similar al existente en los Estados Unidos, que permitiría realizar operaciones ex post en operaciones que no están sujetas a obligaciones de notificación (por ejemplo, las que provienen del interior de la UE), pero que podría resultar peligroso para la seguridad nacional «. El principio virgiliano del «Timeo danaos» debe aplicarse hoy a una Francia que, de manera no inconsistente, persigue su interés nacional  en Europa y se prepara para un futuro en el que la expansión estratégica hacia Italia podría reanudarse con vigorosa decisión.

La lección de 1992-1993, con la ola de privatizaciones unidireccionales que bloquearon los intentos de aquellos que, como  Paolo Savona, pensaron en aprovechar a los franceses con una alianza preventiva y una participación equilibrada en sus respectivos sistemas de producción, enseña cómo en tiempos de crisis Más allá de los Alpes, los círculos económicos y financieros anhelan repetidamente campañas para comprar joyas familiares italianas. Ahora que en el mediano plazo Italia y Francia tendrán que recorrer un tramo de carretera juntos, la vigilancia es imprescindible.

(*) ANDREA MURATORE

Nacido en Brescia en 1994, se formó mientras estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Sociales de la Universidad Estatal de Milán. Después del título de tres años en Economía y Gestión en 2017, obtuvo el título de maestría en Economía y Ciencias Políticas en 2019.

Su principal interés de estudio es la geoeconomía, es decir, el análisis de los efectos de la interdependencia entre los principales problemas geopolíticos y la dinámica industrial, comercial y productiva del mundo contemporáneo, con un enfoque particular en el impacto de la revolución tecnológica, en el desafío de los Estados Unidos. -China y el papel de Europa en el mundo contemporáneo. Actualmente trabaja como analista de negocios en la sucursal de Accenture en Milán y desde mayo de 2019 apoya al profesor Aldo Giannuli en el proyecto del centro de estudios «Observatorio de la globalización».

FUENTE: https://it.insideover.com/economia/tutte-le-mire-della-francia-nei-nostri-settori-strategici.html 

InsideOver es un  periódico registrado de ilGiornale Online srl

Por Luis Gonzalo Segura (*)

El sistema económico mundial colapsó, hace una década, víctima de su propia voracidad, de la concentración salvaje del capital y la demolición del aparato estatal. Podría haber sido un punto de inflexión, la oportunidad de levantar un nuevo edificio de las ruinas de un sistema que ya provocó la mayoría de los desastres del siglo XX. Sin embargo, la Unión Europea, como el resto de Occidente, entregado al neoliberalismo, ese virus resiliente y letal como ningún otro que se haya conocido en la historia, prefirió apostar por la austeridad pública. 

La crisis 

La crisis que explosionó entre 2006 y 2008 fue provocada básicamente por la avaricia: se empezaron a vender los inmuebles lo más caro posible. La idea era obtener el mayor beneficio con la mayor rapidez y sin importar nada más. A ello contribuyó que los bancos quisieran, como siempre, sacar tajada del negocio. De la estafa piramidal, porque aquello era una especulación tan bárbara que solo puede ser calificada como estafa, aunque fuera legal. Los unos vendían y compraban muy por encima del que debería ser el precio real, muchas veces para vender por más y obtener jugosos y rápidos beneficios, y los otros daban créditos a personas que realmente no podían pagarlos. Ello hizo que la economía mejorara, los salarios aumentaran y el desempleo bajara. Todo funcionó hasta que reventó: era una ficción

La espiral no solo fue responsabilidad de los actores privados, ya que los estados podrían haber intervenido y frenado la esquizofrenia inmobiliaria e hipotecaria, pero para entonces ya solo eran títeres, sin estructuras ni medios, en manos de los grandes capitales y empresas. En manos de los intereses privados. El castillo de naipes de desplomó víctima del pánico de los mismos avaros que lo levantaron. 

Occidente no aprendió nada; la Unión Europea, tampoco. Las élites mundiales, incluidas las europeas, tan partidarias de la no intervención estatal, en lugar de dejar caer a los que habían errado, hicieron todo lo contrario. Lo hicieron porque, en teoría, dejarlos caer hubiera sido un drama. Mentira. El drama estaba cerca de acontecer. 

El austericidio europeo 

En Estados Unidos se rescataron a los bancos con 700.000 millones de euros. Fue el principio del fin. En España el rescate a los bancos se quedó en 60.000 millones de euros y en Italia 17.000 millones solo en 2019. Ello se debió a que Europa decidió rescatar a los bancos en lugar de a los ciudadanos. O mejor dicho, a costa de los ciudadanos. Y a quien se opuso le puso un revólver en la cabeza. 

Grecia fue el primero en plantarse. Por momentos pareció que lo conseguiría, pero fracasó. Su movimiento era clave para el resto de países europeos, pendiente de si aquella pequeña rebelión surtía efecto, por lo que durante semanas el Viejo Continente contuvo el aliento. Lo contuvo entre amenazas propias de mafiosos, pues la Unión Europea puso sobre la mesa la opción de asfixiar a Grecia. Dejarlos morir, literalmente, de hambre. Conmigo o muertos. Los griegos doblaron las rodillas y suplicaron a su maltratador europeo que el castigo no fuera muy severo. 

Perdieron un 20% la renta por habitante solo entre 2010 y 2015, aumentaron el desempleo hasta el 27%, la pobreza llegó a niveles insoportables y la deuda pública se disparó.

En Italia se aprobó un primer ajuste presupuestario de 79.000 millones de euros en 2011 y un segundo de 30.000 millones de euros en 2013. La deuda quedó pagada, pero Italia, literalmente, contempló la escasa belleza de la ruina moderna: 40% de desempleo juvenil, tasas de crecimiento escasas y auge de la ultraderecha. Ultraderecha que ya cabalga en la Unión Europea con serias aspiraciones a tomar las riendas. 

El problema que se vive en España o Italia, casualmente dos de los países más afectados por las medidas de austeridad, no es ni siquiera el número de muertos y enfermos, sino la incapacidad para controlarlo

España recortó a nivel estatal en diferentes sectores 44.448 millones de euros solo entre 2009 y 2014, incluida la sanidad pública y tras diez años de recortes, España estaba invirtiendo en Sanidad el 5,9% de su PIB, mientras que en Europa se invertía el 7,5%, lo que provocó escasez de personal sanitario, como enfermeras (5,7 por cada mil habitantes, mientras que la media europea es de 8,5 y hay países como Noruega que tienen 17). 

El Sur de Europa vivía una de las situaciones más ruinosas de las últimas décadas, pero los bancos franceses y alemanes cobraron, que era el objetivo de la Unión Europea, las bolsas volvieron a funcionar y la prima de riesgo desapareció de la escena.

Por estas medidas, entre 2010 y 2018 solo Alemania creció en la Unión Europea por encima del 2% –Irlanda y Luxemburgo, también, pero por ser paraísos fiscales-–, el resto de países quedó estancado en niveles de crecimiento inferiores al 2%. El parón de la economía no fue la única consecuencia del austericidio, pues los niveles de desigualdad y pobreza alcanzaron niveles que ya casi ni se recordaban.

En España había en 2019 2,2 millones de niños en riesgo de pobreza, uno de cada tres; en Italia había 1,2 millones de niños, uno de cada cuatro; y en Grecia más de medio millón, uno de cada tres. La mayoría de estas cifras se obtuvieron tras los recortes provocados por la crisis entre 2008 y 2014: Grecia pasó de 104.000 a 597.000 de niños en riesgo de pobreza y España aumentó su cifra en 800.000. No es casualidad que Grecia, Italia y España ocupen en la actualidad los puestos tercero, cuarto y sexto en el poco digno ranking europeo de pobreza infantil

Los muertos 

Hasta ahora, los que sufrían los recortes eran solo los pobres o los hijos de los pobres, ese Tercer Mundo que convive en el mismo vecindario que las élites. Los que esperan para recoger bolsas de comida en centros de caridad o acuden a comedores sociales mientras los más pudientes arrojan al cubo de la basura aquello que ya ni son capaces de comer. 

Sin embargo, el virus lo cambió todo. El sistema ha sido tan esquilmado que no ha sido capaz de soportar ni siquiera un virus muy contagioso, pero escasamente letal, porque el problema real no es el virus, sino la falta de medios para controlar, soportar y curar. El problema que se vive en España o Italia, casualmente dos de los países más afectados por las medidas de austeridad, no es ni siquiera el número de muertos y enfermos, sino la incapacidad para controlarlo y el número de personas que enferman y fallecen a la vez (en España han muerto más de 10.000 personas, pero durante 2019 fallecieron más de 420.000). Muchas de ellas porque no tienen medios suficientes para ser tratados. 

El desmantelamiento ha provocado que los países europeos, especialmente los rescatados, los conocidos como PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) carezcan de recursos económicos y capacidad estatal para afrontar este virus

Se levantan hospitales de campaña y se contrata personal sanitario y se intenta desesperadamente comprar material sanitario o respiradores mientras millones de personas malviven sin ayudas. 

Esta situación ha provocado que España e Italia amenacen, ahora sí, con incluso romper la baraja si la Unión Europea no cede en su pretensión de no mutualizar el daño económico causado. Postura a la que se ha sumado recientemente Portugal de forma explícita cuando su primer ministro, António Costa, calificó a Holanda como «repugnante» por afirmar que el problema de los países del Sur de Europa era que no estaban suficientemente preparados y no contaban con recursos. Algo por lo que, después, el primer ministro holandés se disculpó. 

Pero lo cierto es que los niveles de desigualdad económica, pobreza e infraestructuras educativas y sanitarias son muy dispares, tanto entre los estados como dentro de los estados, lo que ha sido provocado en gran parte por las medidas austericidas que perjudicaron a los países de la Europa Meridional, recortaron su gasto público y social y ayudaron al desmantelamiento del aparato estatal en favor de concierto y privatizaciones. Desmantelamiento que comenzó durante los años noventa. 

Ello ha provocado que los países europeos, especialmente los rescatados, los conocidos como PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) carezcan de recursos económicos y capacidad estatal para afrontar este virus, a diferencia, por ejemplo, de Alemania, con mejores niveles sanitarios y económicos para afrontar con mayores garantías la pandemia. 

Así, mientras España no llega a 5.000 camas de cuidados intensivos antes de la crisis, Alemania con menos del doble de población contaba con seis veces más camas para cuidados intensivos (28.000); y mientras España solo hacía unas decenas de miles de pruebas de detección a la semana, Alemania realizaba un millón. Debido a ello, seguramente, la letalidad del virus en uno y otro país son casi antagónicas (España, 10%; Alemania, 1%), igual que la situación de su sistema sanitario: colapsado en España, pero en situación normal en Alemania. 

La Unión Europea asoló el Sur de Europa con su austeridad, hoy recoge los cadáveres del austericidio.

(*) Experto en Politica Internacional, exteniente del Ejército de Tierra de España

FUENTE: RT en Espanol https://actualidad.rt.com/opinion/luis-gonzalo-segura/348683-austeridad-ue-sur-europa-cadaveres-coronavirus

Dossier Geopolitico Pandemia del Covid 19: 

Parte del día 31 de marzo… con algunas consideraciones

Han pasado 48 horas del último parte sobre el Covid 19, y los casos de infectados en el planeta han aumentado en 121.329 en estos dos días. El centro de cómputos mas consultado, el de Johns Hopkins nos informa que hoy a las 7:33:51 a.m., 8:33 horas de Argentina, del dia 31 de marzo  que en el mundo se alcanzan los 800.049 casos, 64.449 más que el dia anterior y 121.329 que hace dos días. El número total de fallecidos llegan a los 38.714 personas, 3.465 más que el dia anterior y 6.754 que hace 48 horas. Además el número de nuevos contagios viene creciendo en un rango entre 58.000 y 65.000 casos por día y las muertes en un rango entre 2.900 y 3.600 por dia.

La dinámica de la pandemia continúa igual a los últimos días: los 10 primeros países en la lista de contagiados por Covid 19, que he venido mencionando son los que aportan el 81% del total de los casos positivos del mundo y el 91% de los 38.714 fallecidos.

Los EEUU se ha convertido por lejos en el país del mundo que registra mayor número de infectados, 164.610 casos y crece a un promedio de 20.000 casos diarios. Esto se puede deber a una veloz difusión del virus, pero tambien a una mayor realizacion de pruebas quimicas de deteccion; según declaraciones del presidente, EEUU en el dia de ayer llego al millón de pruebas. Como otra cara de la moneda EEUU tiene una baja cantidad de fallecidos, 3.170 casos reportados, con una tasa de mortalidad de 1,92% la mas cercana a la tasa de mortalidad real del Covid 19 . Sin dudas EEUU que ha duplicado en el número de contagios a China ( aunque con el mismo número de muertes hasta ahora), se ha convertido en centro de la pandemia y al mismo tiempo en el centro de atención mediático de la misma. Le sigue Europa Occidental, particularmente Italia y España. Un dato positivo que venía anunciando, desde hace unos días Italia y Alemania habían estabilizado el número de nuevos casos por dia e Italia en las últimas 24hs lo ha disminuido en 1.000 casos (4.104 contra 5.217) . No sirve para hacer ningún pronóstico pero si para tener un poco de optimismo.

Si tomamos un poco de distancia del enorme barullo en que estamos inmersos y del maremágnum de noticias que recibimos y nos paramos en un borde para poder apreciar la realidad, cultivando el «arte de demorarse», podremos observar que las cifras, los números, los datos de la «pandemia Covid 19» no son tan importantes para generar la angustia y el miedo que hoy atrapa a la población. Pero sucede que  los medios de comunicación que cotidianamente, de manera monocorde, tratan casi un único tema , la pandemia, están inundados de cientos de «opinadores» entre neófitos y expertos (expertos que tienen opiniones confrontadas entre sí, y varios no son tan expertos) que vierten variadas opiniones ( muchas no verificadas) y todo ese surtido se va incorporando de manera acrítica y termina constituyendo una «ensalada tóxica de opiniones igualadas» que en lugar de aportar conocimiento, bloquea nuestra capacidad de razonamiento y dispara aún más nuestros miedos. 

Los medios no hacen una «campaña de información»  para orientar e influir correctamente a la población, sino que están realizando una verdadera campaña de terror, que se puede ver en la forma que presentan la información, por ejemplo los flashes informativos; no es lo mismo decir y entre signos de admiración (¡!) hoy se registraron 900 muertes en España;  Italia en las últimas 24 hs se registró 750 muertos; Chile en un dia 245 muertos, que dar una información más completa, acabada que comunique que esas muertes son parte de 3.500 muertes en el mundo ese dia y suman a las 38.714 muertes producidas por la pandemia a nivel global desde febrero de 2020.

Otro ejemplo son las declaraciones del director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades de EEUU, el infectólogo Anthony Fauci principal asesor de Trump que dice que los EEUU tendrán entre 2.000.000 y 4.000.000 de contagiados y alrededor de 100.000 a 200.000 muertos por el Covid 19. 

A mi estos dichos no me dicen nada porque no me aclaran si esto ocurrirá en una semana, en un mes o en seis meses. Al despojarme de la variable tiempo, me impide apreciar la magnitud y el impacto del fenómeno. 

Dice esto cuando cualquiera de nosotros puede entrar al sitio de CDC, Centros de Prevención y Control de Enfermedades de los EEUU y conocer los datos de las epidemias anuales de influenza (gripe) en ese país que dejaron en el periodo 2010- 2019, entre 9.000.000 a 45.000.000 de personas enfermas, entre 240.000 a 810.000 hospitalizados y 12.000 a 61.000 muertos, por año; por ejemplo en la campaña 2011/2012 los muertos fueron 12.000 y en el invierno 2017/18 los muertos llegaron a 61.000. Creo que el Covid 19 va a tener que esforzarse mucho para llegar los 100.000 o los 200.000 muertos en los EEUU a partir de los 3.714 que ha alcanzado hoy.  Por otro lado la OMS calcula en alrededor de 640.000 las muertes por gripe o influenza por año en el mundo….y hasta ahora nadie se bañaba en alcohol o lavandina como hacemos con el Covid 19.

Benjamin Crowing, profesor de epidemiología de la Universidad de Hong Kong sostiene que la mortalidad del Covid 19 es inferior al 2% porque el n°de infectados no considerados y no detectados es mucho mayor del que se cree. Hay mucha población infectada, asintomática o con síntomas muy leves, no detectada. Sostiene que el Covid 19 es el menos serio o grave de los coronavirus.

Hasta aquí llego hoy, en momentos que frente a la sociedad hay una gran disputa por la importancia y gravedad de la situación, entre la pandemia del Covid 19 y la «pandemia de la malaria de los bolsillos». Esta la dejamos para tratarla mañana……

Les adjunto una lista de los países más afectados en n° de infectados y muertos.

EEUU 164.000 infectados – 3.170 muertos.

Italia  101.739 infectados – 11.519 muertos.

España 94.417 infectados – 8.189 muertos.

China 82.272 infectados –  3.315 muertos.

Alemania 67.051 infectados – 650 muertos.

Francia 45.171 infectados – 3.024 muertos.

Iran 44.605 infectados – 2.898 muertos.

Gran Bretaña 22.461 infectados – 1.408 muertos.

Suiza 16.176 infectados – 359 muertos.

Bélgica 12.775 infectados – 705 muertos

Holanda 11.817 infectados – 865 muertos.

Turquía 10,827 infectados – 168 muertos.

Estos son todos los países que hasta hoy superan los 10.000 infectados registrados.

Dr. Merched A. Mitre para Dossier Geopolitico DG

DG: Análisis Geopolitico desde Suramerica