“Si Argentina no ingresa a los BRICS se perderán los próximos 50 años”
La afirmación es del analista geopolítico Carlos Pereyra Mele. Con él y otros especialistas, el programa Redacción Abierta analizó la importancia de la incorporación al bloque de países.
El 1 de enero de 2024 Argentina ingresaría a los Brics. Además de nuestro país, otros cinco lo harán, se trata de Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes. Hasta el momento, el bloque está conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
¿Qué son los BRICS? ¿De qué sirve a Argentina esta inclusión? Para responder estas preguntas y comprender qué significa este ingreso, el programa Redacción Abierta invitó a Eduardo González Olguin, Licenciado en Economía y docente de la UNC; Marcelo Taborda, analista internacional; y Carlos Pereyra Mele, analista geopolítico.
“Esto es entrar al mundo. Es una puerta muy grande a la política económica de China, que se convertirá en una potencia hegemónica. Es realmente entrar al escenario grande por la posibilidad económica que se abre”, sostuvo González Olguín.
“Es un cambio histórico y además tectónico, algo que ocurre cada siglo o siglo y medio. Los Brics son los representantes de las potencias emergentes, poderes que surgen por fuera del escenario de occidente. Es el sur global que se está lanzando al mundo, que hasta hace unos años era ninguneado por G7”, explicó Pereyra Mele.
Según detallaron los especialistas, respecto de la importancia económica del bloque, a principio del Siglo 21 el G7 representaba el 70% del PBI mundial, hoy el 32%. mientras que los Brics representaban el 5%, hoy el 32,6%.
“Los Brics con las nuevas incorporaciones, lograron aglutinar el 80% de los recursos petrolíferos y gasíferos del mundo”, detalló el analista geopolítico.
Por su parte, Taborda insistió que hay que destacar esta integración y ser parte de un escenario mayor, además de valorar este momento histórico donde otros grupos están perdiendo espacio y lo seguirán perdiendo según todas las estimaciones para 2050.
No obstante, los candidatos presidenciales de la oposición rechaza la oportunidad de esta incorporación. Por un lado Javier Milei, dijo: “No nos vamos a alinear con comunistas”; por otro, Patricia Bullrich, expresó: “Argentina bajo nuestro Gobierno no estará en Brics”.
“Hablar de China o Rusia como comunistas es un anacronismo total, suelta a panfletos o discursos efectistas para ganar adherentes. Y respecto a Bullrich, queda evidente la doble vara con la que se mide el asunto, ya que cuando ellos fueron Gobierno hablaban de la China milenaria”, señaló el analista internacional.
“Sería paradójico que un gobierno de derecha, proempresario, terminé embromando al sector empresario e industrial, que incluso se manifestó a favor. Es un mercado de más de 3 mil millones de personas”, dijo el economista.
También, en relación a estas posturas, Pereyra Mele afirmó: “Es una oportunidad histórica, la incorporación implica integrar el nuevo sistema mundo, en el que la disputa es geopolítica. Si Argentina no ingresa a los BRICS se perderán los próximos 50 años. En ese caso, las próximas generaciones se olviden de las posibilidades de crecimiento y desarrollo. El otro bando -al que dice pertenecer la oposición- hasta ahora sólo nos han ofrecido endeudamiento, más crisis y más ajuste”.
Links del Video de la entrevista realizado por el Programa “Redacción Abierta” en Canal 10 de la Tv abierta de la Universidad Nacional de Córdoba (Cba24n):
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/PM-Redaccion-Abierta.jpeg7201280Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-30 17:53:292023-08-30 17:58:08PEREYRA MELE: “Si Argentina no ingresa a los BRICS se perderán los próximos 50 años”
Por Daniela Diaz corresponsal de Sputnik en Mexico
El analista mexicano en asuntos internacionales Alfredo Jalife-Rahme reflexiona con Sputnik las implicaciones geopolíticas que acarrean consigo los acuerdos y decisiones tomadas en la XV Cumbre de los BRICS, que concluyó este 24 de agosto en Johannesburgo.
La adhesión de seis nuevos países (Argentina, Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos) al bloque BRICS, el uso de las monedas nacionales en orden de la desdolarización y la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en las organizaciones internacionales fueron algunos de los temas claves de la declaración final del encuentro.
Este año, 67 jefes de Estado estuvieron invitados a la Cumbre, mientras que más de una veintena de países expresaron su deseo de unirse al grupo. Y es que, actualmente, el bloque BRICS, fundado en 2009 y presidido actualmente por Sudáfrica, representa más del 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42% de la población mundial.
«Yo le llamo la ‘cumbre tectónica’. No es una cumbre común y corriente, ni siquiera es histórica, va más allá, es tectónica», asevera Alfredo Jalife-Rahme al explicar la importancia de esta cumbre en el escenario geopolítico contemporáneo.
Y es que, de acuerdo con el experto mexicano y autor del libro Ucrania, primera guerra híbrida mundial. Fractura de la biosfera, en la reunión se discutieron temas de gran calado como el comercio con las monedas de los países miembro, además de la adhesión de seis nuevos países, de los cuales la mayoría son potencias petroleras y energéticas.
«En mi opinión, si uno analiza bien, cuatro países [Arabia Saudita, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto], sin dejar de lado Argentina, que es una potencia de litio y gasera aquí en la región de Neuqué, en Vaca Muerta, el sello principal es el fin del petrodólar y el inicio del petroyuán«, sentencia.
Aunado a esto, tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudita tienen importantes reservas de divisas y «ahí es donde van a apuntalar al petroyuán, con el que ya están haciendo negocios», explica el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM),
En resumen, subraya Jalife-Rahme, la cumbre es «la preponderancia del petróleo y del gas».
«Es el auge de la multipolaridad»
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó que se habían recibido 23 solicitudes de adhesión a la asociación y la razón del «crecimiento explosivo» de los BRICS, en su opinión, es la comprensión de los países acerca de los procesos mundiales, en momentos en que Occidente quiere mantener su hegemonía política, económica y comercial.
Al respecto, el analista destaca que la expansión de los BRICS es reflejo de la fuerza política y económica que tienen Rusia y China a nivel global.
«El problema del G-7 es que no le ha dado beneficios al sur global. Hoy hay una gran competencia entre el G7, que va de caída y que son más globalistas, y los BRICS, que son más soberanistas, [dominan]la cuestión energética y van al alza», apunta.
«Es el auge de la multipolaridad y el inicio de una rápida desdolarización», observa Alfredo Jalife-Rahme.
Durante la primera jornada de la Cumbre (el 22 de agosto), el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló en su discurso que el proceso de desdolarizaciónen las transacciones entre los países de los BRICS es irreversible.
«Cobra fuerza un objetivo e irreversible proceso de desdolarización de nuestros vínculos económicos. Se están realizando esfuerzos para desarrollar mecanismos eficaces de mutuos acuerdos y de control monetario y financiero», profundizó el líder del país eslavo.
Al respecto, Jalife-Rahme apunta que, si bien la desdolarización ya comenzó, este proceso será largo y de todo ello, dijo, depende también del contexto económico estadounidense.
«Esto toma tiempo y nadie sabe con exactitud, porque va a depender mucho de la situación interna de Estados Unidos, de Rusia, de China; es decir, tenemos que leer bien todos estos factores. Pero lo que sucedió en Johannesburgo es un paso [en el proceso de desdolarización]», afirma.
Un bloque con horizonte
Para Jalife-Rahme es innegable que el bloque de los BRICS va a seguir fortaleciéndose y expandiéndose, lo cual, asevera, es «inversamente proporcional a lo que pasa con Estados Unidos y el bloque del G7».
Asimismo, señala, el bloque demuestra tener horizonte al hacer declaratorias como la necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidaspara incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil, un punto que fue puesto sobre la mesa principalmente por el presidente brasileño Lula da Silva.
«Son declaratorias que te marcan el horizonte. Yo lo que veo es un horizonte que tienen los países de los BRICS», sentencia.
A pesar de esto, el analista de ascendencia libanesa asegura que, al igual que el proceso de desdolarización, los cambios de fondo en organismos internacionales como la ONU son temas que tomarán tiempo, pero el hecho de que se pongan en el mapa geopolítico marca un horizonte libre de unilateralismos.
EL INGRESO DE ARGENTINA A LOS BRICS Y LA CUMBRE DE JOHANNESBURGO es el gran tema geopolítico del momento, que el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, aborda con todo detalle, señalando que el histórico acontecimiento, con repercusiones tectónicas en el mundo, ha señalado a Argentina el lugar donde debe estar. También que “el futuro ha llegado” y que es el momento histórico de dejar de ser dependientes de Occidente y de abandonar su sistema neocolonial, donde somos un simple proveedor de materias primas, a cambio de casi nada. Además de que con el Sur Global podemos comenzar a resolver una deuda externa impagable e infinita, También enfatiza que el país debe subirse al tren de los Brics para ser artífice de la nueva historia del mundo, toda vez que las naciones más ricas y productivas del organismo han confiado muy especialmente en Argentina, más allá de los ridículos agoreros que quieren asustarnos con los fantasmas huecos y gastados del comunismo y las autocracias.
AUDIO:
Y nos recuerda que la decisión de ser parte de los Brics depende ahora de los ciudadanos y que ella no puede quedar en manos de personajes siniestros y retardatarios que deliran con una neoesclavitud del siglo 19 al servicio del poder anglosajón, que viene desde entonces usufructuado todas nuestras riquezas y dejándonos solo deudas y miserias. Por ello nos alienta con: ¡¡Argentinos a las cosas!! Que es tiempo de ponernos en marcha. Que entendamos la realidad. Que tenemos un escenario de futuro donde el Sur Global ya está conformando un nuevo sistema mundo. Y que ese nuevo orden nos brinda un horizonte de oportunidades.
En cuanto a la Cumbre de los Brics, Carlos profundiza en la dimensión del movimiento tectónico que ha producido, a la vez que desmenuza la concentración -entre sus miembros- de la mayoría de la producción de energías y de reservas naturales del mundo, mientras analiza con datos y fechas, el espectacular ascenso del Sur Global y la desesperante caída de los registros económicos de Occidente y del G7 en los últimos 20 años.
También nos deja muy interesantes reflexiones:
Los Brics son el símbolo de la insubordinación y de la rebelión a los poderes históricos de los últimos 200 años.
La Cumbre de Los Brics significa la ruptura total y absoluta del modelo implementado en los 90 por EEUU y sus socios.
Es un organismo que día a día va sumando propuestas de naciones que quieren ingresar en él.
La cumbre ha sido el certificado de defunción del mundo unipolar y del neocolonialismo del norte sobre el sur.
El mito de Francis Fukuyama sobre “El Fin de la Historia” y del imperio eterno de EEUU se ha derrumbado. Lo que viene ahora es “Otra nueva Historia”
Esto demuestra que la historia no se detiene, que la historia depara sorpresas y que la historia da revanchas
No se trata de un milagro ni de ninguna magia. Es la evolución de la geopolítica global, anticipada paso a paso por Dossier Geopolítico desde hace tres lustros.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/brics-tapa.jpg6861200Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-27 21:34:212023-08-27 21:36:13GEOPOLÍTICA POR RADIO CON PEREYRA MELE: !!“BRICS+: El Fin De La Historia No Existe, Hay Otra Historia"!! 27/8/2023
Finalmente y luego de muchas idas y venidas, operaciones cruzadas y filtraciones dudosas, la cumbre de los BRICS de Johannesburgo concluyó con la propuesta de ampliar con 6 miembros más este espacio de cooperación mundial conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A partir del 1º de enero de 2024 se sumarían Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.
Por Gabriel Merino Analista Internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico
Se ‘sumarían’ está potencial porque lo de Argentina está por verse. Tanto Javier Milei y Patricia Bullrich, dos de los tres principales candidatos presidenciales, dijeron en plena campaña electoral que ‘rechazarían’ la incorporación a un club en el que más de 30 países hacen cola para entrar. Un acto más de demostración de una profunda ceguera ideológica propia de una reacción conservadora que se presenta, como en otros momentos históricos, bajo el ropaje de la ‘libertad’ para justamente coartar libertades a los individuos, a los trabajadores y a la nación en la defensa de sus intereses.
Los BRICS son un espacio o foro vinculado al Sur Global y a las potencias emergentes o re-emergentes de dimensiones continentales –salvo Sudáfrica que sumó después, en 2011. Constituye un espacio fundamental del nuevo escenario geopolítico progresivamente multipolar (con ciertos rasgos bipolares), lo cual es una de las dimensiones de la crisis de la hegemonía estadounidense. De hecho, un elemento que reúne a este espacio heterogéneo, con diferentes modelos políticos y económicos y que está lejos de ser un bloque, es el rechazo al mundo unipolar y al excluyente dominio occidental. Es ante todo un foro de cooperación económica y social, pero también un espacio político que está diciendo, especialmente después de la gran crisis económica de 2008/2009, que las reglas de juego no las pueden poner solamente el 1% del 10% de la población mundial, representada en los grupos dominantes de los países del G7 y en los centros financieros del Norte Global.
Esta convergencia es lo que explica que en la cumbre de Sudáfrica, además de la ampliación de los BRICS, se hayan planteado algunos pasos para avanzar en una arquitectura monetaria-financiera mundial alternativa (no necesariamente contrapuesta) a la del Dólar-Reserva Federal, Wall Street y Londres, que permita quebrar los mecanismo estructurales de transferencia de riqueza de la periferia al centro. Apuntan a ello el fortalecimiento y la ampliación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS y el otorgamiento de créditos en monedas de los países miembros, junto con los avances de los intercambios comerciales también en monedas propias. Además, se oficializó que se estudiará la conformación de una moneda de referencia de los BRICS. No es algo nuevo, sino que se plantea desde 2014, pero cada vez tiene más fuerza.
También hay que destacar que con la incorporación de los nuevos miembros, los BRICS reunirán cerca del 46% de la población mundial (suma 4% más con las seis incorporaciones) y casi el 36% del PIB global (PPA). Además, los BRICS+ sumados representan el 40% de la producción total de gas y el 45% de la de petróleo, lo que hace temblar el petro-dólar. Por su parte, Argentina agrega un enorme potencial en términos energéticos (como también en minerales estratégicos), además de la importancia relativa que tiene en la producción mundial de alimentos, su influencia regional en alianza con Brasil y los países del MERCOSUR, y por tener una economía de ingresos medios cuyo PIB ocupa el puesto 24º en términos nominales y el 29º a paridad de poder adquisitivo.
Hay un conjunto de preguntas que resultan clave en el abordaje del escenario político y económico mundial actual ¿Por qué a partir de la Pandemia y de la gran escalada que se produjo en el conflicto en Ucrania, hay un enorme listado de alrededor de 30 países con intenciones de integrarse al BRICS? ¿Por qué un espacio multilateral de los poderes emergentes que desafían (más allá de sus intenciones) el viejo ordenamiento mundial bajo dominio de Estados Unidos y del Occidente geopolítico acaba de sumar a 6 países?¿Por qué es importante el ingreso de Argentina y qué elementos contribuyen a eso?
Resulta evidente que esto indica un fortalecimiento de los actores/fuerzas que se encontraban subordinados en el sistema mundial y en su ordenamiento geopolítico. Los BRICS expresan esta insubordinación de la semiperiferia (los también llamados países de ingresos medios) frente al viejo centro o núcleo orgánico del capitalismo mundial que dominan la tecnología avanzada, el comercio mundial y las finanzas, reforzado por su poder militar. En términos políticos, representa un avance relativo de las potencias regionales y medias que se traduce en una vertiginosa redistribución del poder mundial. Ello se aceleró con la Pandemia (también con la escalada en la guerra mundial híbrida a partir de la guerra en Ucrania), que actuó como catalizador acelerando las tendencias fundamentales de la transición de poder mundial, como el ascenso relativo de los poderes emergentes.
Intercambio comercial y nueva realidad económica
Argentina y la región, necesariamente, forman parte de ese proceso socio histórico de cambio estructural, donde la región de Asia del Pacífico y el Índico, encabezada por China, es el gran motor de la economía mundial, y es prácticamente el único que realmente funciona. El comercio exterior argentino refleja año a año esta transformación de lo que Robert Cox llama la estructura histórica del orden mundial: una configuración particular de fuerzas que incluyen ideas, instituciones y capacidades materiales.
Un dato central en esta última dimensión es que el intercambio comercial de Argentina con Estados Unidos y la Unión Europea suma 23% y llega a poco más del 25% si se toma también Canadá y México (USMCA). En comparación, el intercambio comercial con Brasil, China e India, tres socios clave del BRICS, representa el 36% del total; y si consideramos el conjunto del MERCOSUR y la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia sudoriental), en donde se encuentran otros importantes postulantes al BRICS, la suma llega al 46,5%.
En otras palabras, el mundo emergente ya es parte central de la realidad económica de Argentina, lo cual se refleja en muchas otras dimensiones, como en los 17 grandes proyectos de inversión de China en el país acordados o re-acordados en las últimas reuniones, o también en la utilización de yuanes para hacer frente a una situación extrema de restricción externa por la sequía y pagos bajos presión al FMI, en el cual Beijing terminó convirtiéndose temporalmente en prestamista de última instancia.
La tendencia es a que sea cada vez más importante e intentar frenar eso –como proponen los Milei y los Bullrich o como se ha hecho en buena medida desde hace casi 10 años– sólo trae como resultado un mayor estancamiento y periferialización nacional. En lugar de haber continuado y profundizado el salto cualitativo de cara al mundo emergente a partir de 2014, de la mano del fortalecimiento de la autonomía nacional y regional, Argentina y la región entró a partir de esos años en un pantano del que no logra salir.
Los números importan en tanto nos permiten representarnos la realidades que nos circundan, dimensionar magnitudes y trazar mapas mentales. En una nota de hace unos meses atrás sobre el tema, titulada “Del G7 a los BRICS: sobre el cambio estructural en el mapa del poder mundial”, señalé que en 1982 los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) representaban el 50% de la economía mundial medida a paridad de poder adquisitivo (PPA) —que nos permite medir el nivel de vida real de las personas y la producción real de bienes y servicios— o reunían el 70% del PIB mundial en términos nominales —que es lo que le interesa al capital. En otras palabras, el dominio económico del Norte Global representado en esos siete países era contundente hace 40 años. Además, sus grandes empresas, sus redes financieras y tecnologías controlaban el conjunto de economía-mundo; y en términos ideológicos dichos países eran las sociedades a emular y portaban la geocultura dominante, que había subsumido a las grandes culturas universales. La ya desaparecida URSS o la propia China aparecían como gigantes en otras dimensiones —en términos militares, territoriales o demográficos. Por su poder, tenían un lugar en la mesa de las grandes potencias, pero no representaba un desafío sistémico.
Los países que hoy conforman los BRICS en 1982 representaban apenas el 10% de la economía mundial a precios de poder adquisitivo y mucho menos si la medición la hacemos en términos nominales. Sin embargo, sólo cuatro décadas después –un instante en términos históricos– los BRICS superaron a los países del G7 en el PBI (PPA) mundial, 32% a 31% respectivamente. Claro que ahí el que pesa sobre todo es China, pero India aparece en el tercer puesto (luego de EE.UU.), Rusia en el quinto y Brasil en el octavo. Por otro lado, si bien la brecha todavía es importante en términos del PIB nominal a favor del G7, 44% a 27% respectivamente, esta se va achicando de forma acelerada.
En otras palabras, hay una enorme transformación geoeconómica del sistema mundial que forma parte de una tendencia secular que se profundiza año a año y va necesariamente de la mano con la redistribución del poder mundial. De hecho, según el FMI, entre China (aun con sus ‘problemas’ económicos a la salida de la pandemia) e India explicarán este año ¡la mitad! del crecimiento global, 35% y 15% respectivamente; en tanto Europa 7,1% y el conjunto del continente americano que incluye a EEUU 13,7%. Hoy son los motores que verdaderamente andan.
La nueva realidad geopolítica mundial
Durante la Cumbre de los BRICS de 2014 en Fortaleza, Brasil, ya comenzaba a hablarse de BRICSA, por la posible incorporación de Argentina. El país bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estaba bajo la embestida de los Fondos Buitres, lo que obligó a una especie de default declarado por la propia justicia estadounidense. Ello iba de la mano de fuertes presiones del Occidente geopolítico y del poder financiero global en la región. La caída de los precios de las materias primas, la aparición de la Alianza del Pacífico que fracturó UNASUR y el desarrollo de importantes tensiones al interior de las propias fuerzas nacionales populares por el rumbo a seguir, marcaban un escenario de debilidad.
En ese contexto, Argentina acordó una Asociación Estratégica Integral con China, junto a un swap en yuanes de 11.000 millones de dólares y varios proyectos de infraestructura. Además, participó junto a los demás países de UNASUR, de la cumbre mencionada, en la que se crearon dos organismos financieros internacionales. Un Nuevo Banco de Desarrollo con un capital inicial de 100.000 millones de dólares (que en un símbolo de reparación histórica hoy preside Dilma Rousseff, anfitriona de dicha cumbre de 2014 y luego desplazada por un golpe). Y un fondo mediante un Acuerdo de Reservas de Contingencia (símil FMI) con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, para hacer frente a problemas de balanza de pagos, corridas, etc. Claramente estaba surgiendo al calor de un nuevo momento geopolítico mundial —que coincide con el inicio de la guerra en Ucrania en abril de 2014— una incipiente nueva arquitectura financiera mundial de los países emergentes, paralela a la arquitectura creada luego de la Segunda Guerra Mundial, y dominada por Estados Unidos y el Occidente geopolítico.
Si bien la idea de la incorporación de Argentina a los BRICS en ese entonces era menos real de lo que llegó a decirse —incluso por la propia oposición de la cancillería brasileña al respecto que, en buena medida, ahora también se oponía pero fue contrarrestada por la enorme voluntad y trabajo de Lula—, lo cierto es que forma parte de un proceso lógico. La posibilidad de construir un polo de poder en el sur del continente Americano, desde el cual participar con voz propia en un escenario relativamente multipolar y de creciente regionalización, implica a la vez converger con el mundo emergente ya que ello supone la construcción de otro ordenamiento mundial. Es decir, lo que atrae de los BRICS a las fuerzas político sociales del Sur Global es la necesidad de redistribuir el poder y la riqueza mundial y democratizar el sistema en términos reales.
Las reglas de juego fueron escritas por Occidente cuando se encontraba en la cúspide de su poder mundial, luego de conquistar el 84% del territorio del planeta —dominio que continuó bajo un formato neocolonial luego de 1945. Pero hoy en día eso ya no es así, los grandes espacios continentales y las grandes culturas otrora subordinadas ahora quieren discutir un nuevo ordenamiento y participar en la redacción de las reglas de juego. A partir de allí, incluso sin quererlo, impulsan un cambio sistémico.
Tampoco se debe olvidar que también existen las contratendencias, lo cual se expresa como lucha político estratégica mundial y en los patios traseros en particular. Ello atraviesa cada territorio y se expresa de forma molecular. En América del Sur las batalla por intentar avanzar en función de los intereses nacionales adquiere una relevancia central. Es lo que se juega en las actuales elecciones en Argentina, aunque esa es solo una de las dimensiones en que se produce la disputa. No debemos olvidar que, al igual que algunos personajes porteños, Bolsonaro asumió como soldado clave de la cruzada Occidental contra la amenaza comunista china y su vicepresidente terminó declarando su “matrimonio inevitable” con Beijing. Por esas vueltas que da la vida, “o mito” volvió al final de su mandato a los BRICS con el caballo cansado. Derecha desembozada y extrañamente anti-mercado tomar nota.
Tampoco es tan sencillo que funcionen las estrategias que intentan promover contratendencias. Mientras en Washington y en el Occidente geopolítico calcularon que el Covid-19 iba a hacer colapsar China, comparándolo con lo que fue el desastre de “Chernóbil” para la URSS o analizan que una guerra en Ucrania iba a “desequilibrar y sobre extender” a Rusia, con la posibilidad de que colapse el “régimen de Putin”, la realidad señala otro rumbo. Por eso el centenario y lúcido cuadro imperial Henry Kissinger advierte sobre la nueva situación, muy distinta al de la Guerra Fría bajo la etapa de Hegemonía estadounidense, e insiste en la necesidad de aceptar las nuevas condiciones en el mapa del poder para desde allí elaborar una estrategia eficaz. A los Estados Unidos y a las élites occidentales les cuesta aceptar esta nueva realidad, pero no hacerlo podría ser catastrófico en palabras de Kissinger. Imaginen lo que habrá pensado cuando, luego de ver a Irán y Arabia Saudita retomar los vínculos diplomáticos y establecer acuerdos bajo el auspicio de China, ahora vio al gran aliado saudí junto con su otrora enemigo regional, entrar juntos a los BRICS.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/Merino.jpg5701140Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-25 12:04:292023-08-25 12:06:05EL INGRESO DE ARGENTINA A LOS BRICS
«La presencia en este encuentro de los BRICS de decenas de líderes de otros países del Sur Global muestra que el mundo es más complejo que la mentalidad de la Guerra Fría que algunos quieren restaurar», dijo el presidente brasileño.
Por Eleonora Gosman para Perfil, la autora autoriza su difusion en Dossier Geopolitico
Sin mencionar a la candidata opositora Patricia Bullrich ni tampoco al postulante Javier Milei, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, explicó cuáles fueron las razones de la inclusión de Argentina en los BRICS. “Las relaciones que se tomaron en cuenta son las que rigen entre Estados y no entre gobiernos” indicó el líder brasileño, de modo que las condiciones se basan “en fundamentos geopolíticos y, de ninguna manera, ideológicos”.
Una pregunta de la prensa, en la conferencia final realizada en Johannesburgo, dio lugar a una respuesta amplia por parte de Lula. El interrogante, formulado por un periodista brasileño, apuntó en la siguiente dirección: “Argentina está a 60 días de una elección. Y las dos fuerzas de la oposición, no solo la más radical, declararon su rechazo al ingreso en el grupo. ¿Cómo justifica el argumento de que la incorporación fue hecha desde una perspectiva de Estado y no por las relaciones de usted con Alberto Fernández?”.
La réplica fue precisa: “A mí no me importa quién va a ganar las elecciones; y todos saben que soy amigo de Alberto. Lo que vale aquí es que Brasil va a negociar con el Estado argentino, en forma independiente de quién sea el futuro presidente. Puede ser que este no quiera negociar con los brasileños y es su derecho soberano; nadie lo puede obligar”. Agregó que “la responsabilidad que los países del BRICS tomamos hoy es precisamente no colocar la cuestión ideológica como condición para ser parte del bloque. Lo que se decidió fue darle envergadura a la geopolítica; y para nuestro país la Argentina es muy importante”.
Luiz Inácio Lula da Silva
Para el jefe de Estado brasileño, los Brics “son una realidad inexorable». «Probablemente podríamos tener problemas, porque habrá a quien no le guste el grupo. Pero eso es parte de la política; si yo no quisiera convivir con las divergencias, no estaría en la política”, concluyó. En esa línea, indicó que las opciones del bloque en esta cumbre fue convidar a media docena de nuevos socios: además de la Argentina, también se incorporan Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Etiopía.
Para la diplomacia brasileña “la diversidad del grupo fortalece la lucha por un nuevo orden global, que se ajuste a la pluralidad económica, geográfica y política del siglo XXI”. Como señaló el propio Lula en su discurso matutino, “ahora el PBI del bloque llega a 36% del PBI global y representa 46% de la población mundial”. Sostuvo, en esa línea, que los Brics no terminaron de ampliarse, pues están abiertos a nuevos candidatos: “Con este objetivo hemos aprobado criterios y procedimientos para futuras membresías”.
El próximo paso, según el presidente brasileño, es “estudiar una moneda de referencia de los Brics, para lo cual hemos aprobado la creación de un grupo de trabajo”. Se trata, como aclaró después ante la prensa, “de confeccionar una moneda de negocios que no implique cambiar las monedas de nuestros países. Brasil continuará con el real y Argentina seguirá con los pesos. Esa moneda nos va a permitir continuar haciendo negocios sin necesidad de comprar dólares. De cualquier modo, no vamos a apresurarnos porque no es algo fácil de concretar”. Para el mandatario, “la solución en este tema vendrá por consenso”.
Hacia el final de este encuentro, una reportera le preguntó: “¿No tienen miedo que los BRICS sean vistos como un grupo anti G7?”.
Lula indicó enfático: “El G7 tuvo un papel importante, porque era el club de los ricos; aquel club que para entrar es preciso tener credencial. Los Brics no piensan solo económicamente sino también políticamente. Por eso creo que nuestro bloque está consolidado como una referencia para cualquier ser humano, periodista, politólogo, que quiera discutir la geopolítica”.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/Lula-Brics.jpg14401920Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-24 21:17:562023-08-24 21:19:22Lula Da Silva sobre el ingreso de Argentina a los BRICS: "Hay que saber convivir con las divergencias políticas"
Sergio Pintado entrevista a Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico
Que Brasil ingrese de forma permanente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es crucial para derribar «las grandes trabas para remodernizar» la organización, dijo a Sputnik el analista Carlos Pereyra Mele. El experto aseguró que el Consejo de Seguridad debe adaptarse a «nuevas realidades» en las que Occidente ha perdido la hegemonía.
La necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil fue uno de los puntos que el presidente brasileño tocó con énfasis en la cumbre de los BRICS que se desarrolla en la ciudad sudafricana de Johannesburgo.
Durante un pódcast oficial en la previa a la cumbre, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que Brasil «reivindica que varios países puedan entrar en el Consejo de Seguridad como miembros permanentes», recordando que solo dos de los cinco integrantes del grupo —China y Rusia— tienen asiento permanente.
En un diálogo con Sputnik, el analista Carlos Pereyra Mele recordó que el ingreso como miembro permanente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es un anhelo de Brasil desde la década de 1970, aunque en aquel momento lo hacía bajo la influencia de EEUU y en el marco de Guerra Fría.
«Ahora esa posición ha variado ampliamente porque Brasil pasó de considerarse un subimperio dentro de un imperio mayor a sentirse un primus inter pares (el primero entre sus pares) en América Latina», sostuvo.
Para Pereyra Mele, el pedido de Brasil se relaciona a la necesidad de «una reforma general de Naciones Unidas» y sus organismos, que no han sufrido modificaciones significativas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, la integración del Consejo de Seguridad hasta el día de hoy (con EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China como miembros permanentes) se mantiene incambiada desde 1945, más allá de que los miembros no permanentes rotan periódicamente.
«Las grandes trabas para remodernizar Naciones Unidas están en el Consejo de Seguridad, que no solo debe ser ampliado sino que debe incorporar a las nuevas realidades como Brasil e India, gigantes económicos y demográficos», aseveró el analista.
Pereyra Mele consideró que las Naciones Unidas no están logrando dar soluciones a los conflictos que se presentan actualmente en el mundo, además de que no consigue hacer valer el derecho internacional.
«En la asamblea de Naciones Unidas, el 93% vota levantar las sanciones a Cuba y, sin embargo, se siguen manteniendo por uno o dos miembros, lo que hace que sean totalmente ilegítimas», especificó.
Para el experto, no es casual que Brasil reflote esta propuesta en el marco de la cumbre de los BRICS, ya que el grupo que integra junto a China, Rusia, India y Sudáfrica representa «un cambio muy profundo en ese esquema histórico» que se arrastra desde mediados del siglo XX y en el que el orden global era pautado por EEUU y Europa.
El analista consideró que la primacía de Occidente está hoy «en franca discusión» y una de las demostraciones es que «el G7 pierde cada vez más influencia y poder» y agrupa menos porcentaje del PIB mundial que los BRICS.
Pereyra Mele apuntó que también están en «tela de juicio» otras instituciones que, al igual que la ONU, datan de mediados del siglo XX como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, los cuales también ameritarían una reestructuración. De todos modos, consideró que estos organismos van perdiendo influencia ante, por ejemplo, el Banco de los BRICS, que se alza con una importante capacidad de préstamo.
El experto también destacó la importancia de que los demás países suramericanos respalden el pedido de Brasil de acceder al Consejo de Seguridad, dejando de lado el «pensamiento corto» que puede haber en Gobiernos de la región.
«Es muy importante que uno de los nuestros esté presente en una estructura de alto poder global. Es muy importante estar presentes al menos a través de un vocero calificado», sostuvo.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/PM2.jpg11652071Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-24 21:06:112023-08-24 21:09:36PEREYRA MELE ANALIZA:
A la economía de EEUU le están dando por todos lados. Golpes fulminantes, como los que provienen de países que están entrando de lleno en la política de desdolarizar sus economías, así como las propias agencias de calificación crediticia, como es el caso de Fitch Ratings, que le ha dado una buena estocada.
El Periodista Javier Benitez de Sputnik entrevista al director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele
AUDIO DE LA ENTREVISTA
Mazazo de Fitch Ratings
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, ha rebajado la calificación que otorga a EEUU como emisor a largo plazo en moneda extranjera, de ‘AAA’ a ‘AA+’. Argumenta su decisión en el «deterioro fiscal previsto para los próximos tres años», por la erosión de la gobernanza, y por la creciente carga de la deuda general.
De acuerdo a Fitch, los repetidos enfrentamientos políticos por el techo de deuda y las resoluciones de última hora han erosionado la confianza en la gestión fiscal del país norteamericano.
Y es que la situación que ha provocado este enfrentamiento ha sido tal, que la agencia calificadora lo ha mencionado en la nota en la que anuncia la rebaja de calificación. «Se ha producido un deterioro constante de los estándares de gobernanza en los últimos 20 años, incluso en materia fiscal y de deuda, a pesar del acuerdo bipartidista de junio para suspender el límite de deuda hasta enero de 2025», señala Fitch.
Otra razón que ha motivado a Fitch a rebajar la nota de EEUU, ha sido el creciente déficit de las administraciones públicas: la agencia cree que aumentará hasta el 6,3% del PIB en 2023, desde el 3,7% de 2022.
Esta rebaja de calificación de Fitch ha enervado los nervios de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, quien ha declarado en un comunicado: «Estoy en total desacuerdo con la decisión de Fitch Ratings. El cambio de Fitch Ratings es arbitrario y se basa en datos obsoletos».
Totalmente airada, Yellen cacareó: «El modelo de calificación cuantitativa de Fitch disminuyó notablemente entre 2018 y 2020, y sin embargo Fitch anuncia su cambio ahora, a pesar del progreso que vemos en muchos de los indicadores en los que Fitch se basa para su decisión».
«Acá estamos hablando de las capacidades que se le reconoce a cada nación de poder, o no, fortalecer su deuda, tener alguna posibilidad de pago, o no pago, y todo ello se va calificando en distintos niveles», explica el director de Dossier Geopolítico Carlos Pereyra Mele.
El experto añade que «esto es importante, porque allí el porcentaje de interés que te van a pedir los inversores cuando la calificación es altísima, la tasa de interés no es tan alta, pero cuando empieza a reducirse, o sea que la situación es de riesgo donde uno invierte, el inversor aumenta el porcentaje de interés que le va a aplicar al dinero que presta a ese país. Y por ello es que ha determinado este cambio, que, por supuesto ha hecho poner el grito en el cielo a la Administración actual de EEUU, que encabeza Joe Biden», señala Pereyra Mele.
ANEXO
Golpe a EEUU: Fitch rebaja su calificación de ‘AAA’ a ‘AA+’ por el deterioro fiscal La agencia había puesto en revisión su calificación el pasado mes de mayo: Link:
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/PM-Sputnik.jpg11652070Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-07 15:41:582023-08-07 15:43:21ENTREVISTA A PEREYRA MELE
Sergio Pintado de Sputnik entrevista a Daniel Blinder y a Carlos Pereyra Mele
Las dificultades de Argentina y Brasil para cerrar la venta de 156 vehículos blindados brasileños ponen piedras en el camino de una asociación estratégica que, para expertos consultados por Sputnik, puede ser crucial para la región y un «proyecto geopolítico continentalista».
A pesar de la incertidumbre que parece rodear a la compra a Brasil de 156 vehículos blindados Guaraní para el Ejército Argentino, fortalecer la cooperación militar con el gigante sudamericano podría ser muy beneficioso para Argentina, según coinciden dos analistas en materia de defensa consultados por Sputnik.
La compra de los blindados de combate de seis ruedas Guaraní, fabricados por la compañía Iveco en Brasil, había sido acordada en enero de 2023 cuando los presidentes Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva se reunieron en Buenos Aires. El acuerdo preveía la compra de 156 unidades divididas en 120 vehículos de Transporte Personal con torre ametralladora, 27 de Combate de Infantería con torre cañón y nueve vehículos de Puesto Comando.
Sin embargo, la operación pareció complicarse a finales de julio, cuando medios brasileños indicaron que el Ministerio de Economía brasileño habría intercedido para, al menos, demorar la venta. Un artículo del diario paulista Estadao afirma que fue el propio ministro, Fernando Haddad, quien convenció a Lula de los riesgos de que Argentina no pudiera pagar la millonaria operación, que alcanzaría un costo de 10 millones de reales (unos 2 millones de dólares) por cada vehículo.
A pesar de que la cancelación de la operación no fue confirmada ni desmentida por medios oficiales, el trascendido despertó preocupación en Argentina por la posibilidad de que las dificultades financieras que atraviesa el país dificulten una asociación con Brasil en materia de Defensa que pudiera resultar favorecedora.
«Argentina y Brasil deberían profundizar y tener mayores iniciativas para ser socios estratégicos en materia de Defensa, algo que ha ido variando con el tiempo y según las sintonías de los diferentes gobiernos», dijo a Sputnik el politólogo y analista en materia de Defensa Daniel Blinder.
El experto recordó que Lula ya había propiciado un acercamiento en materia de Defensa durante sus primeros Gobiernos (2003-2010), cuando coincidió con su par argentino Néstor Kirchner (2003-2007).
Blinder también destacó que si bien Brasil puede no tener el mismo peso en el mercado armamentístico, lo que sí tiene en otras áreas, el país ha tenido «un interesante desarrollo en las últimas décadas» que lo ha llevado, por ejemplo, a convertirse en uno de los fabricantes de piezas de armamento de primera calidad mundial como los aviones de combate F-39 Gripen.
Carlos Pereyra Mele, analista geopolítico y director de Dossier Geopolítico, dijo a Sputnik que la colaboración militar entre Argentina y Brasil «es muy importante desde el punto de vista de un proyecto geopolítico continentalista» que permita que Sudamérica «se transforme en un nuevo esquema continental» en un mundo en el que son los conglomerados continentales los que hacen valer su peso.
Pereyra Mele remarcó que para Argentina «sería mucho más útil» tener como proveedor de insumos militares a «países vecinos y con intereses geopolíticos bastante similares», como el caso de Brasil.
El analista contextualizó el interés argentino por hacerse de los blindados Guaraní en un proceso de «reequipamiento y reestructuración de su industria militar» después de un desmantelamiento durante la década de 1990, marcada por las privatizaciones y una menor importancia de los temas militares, en una sociedad argentina todavía marcada por la Guerra de Malvinas de 1982. Para Pereyra Mele, es necesario que Argentina recupere el potencial de sus Fuerzas Armadas porque «es el octavo país del mundo en tamaño y no se puede dar el privilegio de estar desmantelada en el área de Defensa y seguridad».
Aquel conflicto por Malvinas es el que aún sigue generando problemas para el abastecimiento militar argentino, dado que el Reino Unido se arroga el derecho de vetar la venta a Argentina de cualquier equipamiento militar que incluya componentes británicos. Esa particularidad ha complicado, por ejemplo, las posibilidades de Argentina de conseguir nuevos aviones de combate en el mercado.
«Siempre tenemos la espada de Damocles sobre nosotros para impedirnos reequipar nuestras Fuerzas Armadas», lamentó Pereyra Mele, destacando que los blindados Guaraní no solo no tenían componentes británicos sino que incluyen partes fabricadas en Argentina.
Pero a las restricciones que Argentina ya tiene, comienzan a sumarse los problemas financieros del país. Para Blinder, es claro que la situación financiera argentina «afecta profundamente las posibilidades de adquisición de medios o de modernización».
Pereyra Mele remarcó que la crisis argentina «es financiera y no económica» y está relacionada con la millonaria deuda que Argentina contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por eso, calificó como «terrorismo mediático» la idea de que vender material militar a Argentina sea riesgoso por sus dificultades de pago, ya que el país es capaz de «restablecer fuertemente su producción en diez años«.
Si bien la transacción por los Guaraní parece demorada, los blindados sí participaron del Ejercicio Combinado Arandú, una operación militar conjunta entre los ejércitos de Argentina y Brasil que se realiza anualmente desde 2020. En 2023, el ejercicio incluyó a 300 militares brasileños y 348 argentinos que se desplegaron en la localidad de Montecaseros, en la provincia argentina de Corrientes (noreste).
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/08/PM-Sputnik-Defensa.jpg11662071Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-08-02 20:21:262023-08-02 20:23:04PEREYRA MELE ANALIZA PARA SPUTNIK
El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con el fin de la cumbre de la OTAN en Lituania y preguntando: ¿Y QUÉ? ¿QUÉ PASÓ?
En clara alusión al fracaso absoluto del cónclave, que mostró una vez más la fragmentación creciente de la organización belicista occidental, que desde hace años, mientras acumula fracasos, no logra alcanzar ninguno de los objetivos propuestos.
AUDIO:
Pero también nos dice que, entre tantas ambigüedades, se dejaron entrever cosas como que el verdadero enemigo de la OTAN es China tal cual se desprende de la presencia en la cumbre de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia, aliados del imperio anglosajón y siempre en disputa contra el gigante asiático. E informa de la rotunda respuesta a este posicionamiento, con la reunión del presidente chino Xi Jinping y la número dos del Kremlin, Valentina Matviyenko, esos mismos días, donde reafirmaron y fortificaron la alianza estratégica de ambas potencias.
Además, nos cuenta que quedó claro que Ucrania difícilmente será socio de la OTAN, que Zelensky fue despachado con vagas promesas sin especificar, sobre una futura seguridad en su territorio, pero dejando en el aire a qué territorio se refieren. Ya que tanto el Donbás como Crimea están bajo el poder ruso, mientras que Polonia intensifica su apetito por zonas ucranianas reclamadas históricamente. También constataron el fracaso de la contraofensiva de Kiev, de la cual muchos medios estadounidenses ya reconocen la catastrófica situación de las tropas y las espeluznantes bajas que sufre. Mientras que es incierto e improbable el compromiso de la Organización de proveer armas a Ucrania. Y sobre ello, Pereyra Mele analiza las complejidades de esa cadena de producción aún sin iniciarse y con faltas de materias primas esenciales, como las tierras raras.
Y explica que la OTAN asumió que no ha logrado ningún avance con el aislamiento a Rusia, mientras que sus sanciones no han hecho daño a su economía, y si a la occidental. Además de que también quedó demostrado en esta cumbre, que EEUU impone las condiciones a sus socios de forma unilateral y a modo “brancaleónico”. Y como ejemplo menciona la escala previa de Biden en Londres frenando en seco La Gran Bretaña Global, el muy preciado proyecto bélico militar de Inglaterra.
Finalmente aborda los últimos virajes estratégicos del presidente de Turquía y las reacciones que ha provocado en el mundo. Puntualizando que el principal objetivo de Erdoğan es su “Proyecto Pan Turco” de unificar a todas las naciones que tienen relación con el antiguo Imperio otomano y que para ello lleva una política oscilante y de vaivenes con las potencias, para que ninguna de ellas sean tan poderosas como para neutralizar su proyecto, considerando que su país es punto de encuentro y bisagra geográfica entre Oriente y Occidente.
Eduardo Bonugli (Madrid, 16/07/23)
Jefe J. Biden de la OTAN/NATO y su «empleado» Stoltenberg, Lituania 2023
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/07/OTAN-2023.jpg6821024Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-07-16 19:21:352023-07-16 19:23:27GEOPOLÍTICA POR RADIO CON PEREYRA MELE: !!“CUMBRE DE LA OTAN: ¿Y QUÉ? ¿QUÉ PASÓ?"!! 16/07/2023
Prólogo del Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele, al Libro: Del Atlantismo al Polo Euroasiático El conflicto de Ucrania como evidencia de una nueva configuración global de Jorge Elbaum y Sergio Rodriguez Gelfenstein. ISBN 978-987–8925-47-9 Acercando Ediciones.-
PRÓLOGO
El periodista, consultor y analista internacional venezolano, magíster Sergio Rodríguez Gelfenstein y el periodista argentino, sociólogo y doctor en Ciencias Económicas, Jorge Elbaum, me han honrado con la distinción y la responsabilidad de escribir el prólogo de su nuevo libro -a ser publicado en breve- que llevará el título: Del atlantismo al polo euroasiático, “El conflicto en Ucrania como presagio de una nueva configuración global”.
Todo un desafío que asumo con la mejor de las ilusiones y la mayor de las responsabilidades, en medio de una actualidad mundial donde las “fake news” y la propaganda de guerra occidental han desarrollado un ambiente de persecución, confusión y mentiras, pocas veces visto desde la segunda guerra mundial, gracias al dominio apabullante de las grandes agencias informativas y de sus medios masivos de comunicación, instalando un profundo modelo de coerción y censura contra las voces disonantes a las tesis del hegemón decadente: Estados Unidos y de sus socios disciplinados bajo el paraguas de la OTAN. Pocas veces hemos visto tanta censura -y tan severamente ejercida- contra aquellos que se atreven a cuestionar la “verdad impuesta”, junto a una persecución sin tregua a unas culturas históricas, que han dado fundamentales aportes a la humanidad, desde tiempos inmemoriales.
Sin lugar a dudas, esta obra es un “libro clave” para entender -a un año de su inicio- la Guerra Proxy de la OTAN en Europa del Este, que está usando y sacrificando a Ucrania en su estrategia de destruir a la Federación Rusa. Una guerra a la que me atrevo a denominarla como la Primera Guerra Híbrida Global Parcial del SXXI yque es explicada desde el Sur Global por estos dos autores, con un amplio despliegue de datos duros y probados, basados en documentación e información fiable y que analizan con detenimiento y solidez, las razones que llevaron a está realidad actual, tal cual lo preanuncian en su subtítulo “El conflicto en Ucrania como presagio de una nueva configuración global”.
El libro, con sus 132 páginas ágiles, claras y directas, nos impone la célebre frase de Montesquieu: “El culpable del inicio de una guerra generalmente no es el “culpable”, sino el que la hizo “inevitable”. Y en su texto nos confirman que EL MUNDO DE YALTA Y DE POTSDAM HA FENECIDO arrastrando con él a sus estructuras claves como la ONU y Bretton Word. Todo ello luego de la desaparición de la URSS, cuando el triunfalismo de EEUU y sus socios, les llevaron a afirmar, bajo el auspicio de los neocons norteamericanos y de la versión económica del neoliberalismo, que el siglo XXI sería “el Siglo Americano”. Sin embargo, solo 23 años después, tan grandiosa pretensión hace aguas por todos los frentes y está inmersa en una crisis profundísima, especialmente por el crecimiento de los “países marginales o revisionistas”, tradicionalmente ninguneados por las élites anglosajonas.
Resulta evidente que ambos autores, además al ser habitantes del “hóspito» territorio suramericano -todo lo contrario a inhóspito- no cargan con las taras del supremacismo seudo intelectual y político del eurocentrismo y de la angloesfera. Lo que les permite analizar el mundo por venir desde la tierra “hospita” de Suramérica, contraria al “inhóspito” mundo occidental, con un pensamiento original -el de los autores- y que nos exige repensar todo de nuevo, o sea a pensar distinto, dando espacio y validez al decir de Vasconcelos sobre “nuestra raza cósmica”, que nos permite diferenciarnos del aquel pensamiento imperial y hegemónico.
Es por ello que Elbaum y Rodríguez Gelfenstein no piensan ni analizan este mundo cambiante bajo la doctrina del Alto Representante de la UE, Josep Borrell, sobre “Jardines y Jungla”, que desnuda la vieja mentalidad enfermiza europea de xenofobia y racismo, a la vez que destruyen con argumentos sólidos este tan inhumano y retardatario planteo.
El libro desmenuza la crisis profunda del modelo “Atlantista”, que fue el eje del poder occidental de los últimos 200 años y nos explica las profundas transformaciones que se han desarrollado fuera de ese esquema. Un esquema que agoniza pero que se resiste desesperadamente a morir. También nos habla de que la actual Organización de Cooperación de Shanghai fue la continuidad, y lógica consecuencia, de aquella organización del formato 4 + 1, conformada en su momento por Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán + China en los 80, y ninguneada por Occidente, lo que demuestra que lo que hoy ocurre nos es por “casualidad”, sino por “causalidad”. Y que los cambios tectónicos que estamos viviendo, y la velocidad de los mismos, provocan a los afectados una crisis profunda, acompañada de intensos miedos, ante la pérdida de sus poderes relativos que detentaron hasta hace muy poco. Y por eso mismo, también son más peligrosos por su tendencia a recurrir a la “violencia como método” para tratar de sostener sus viejos privilegios y aquel efímero control global alcanzado en la década de los 90.
Y sobre esto, dicen los autores: “Hoy la situación es diferente, se impone la irracionalidad que emerge -precisamente- del apoyo de Occidente al resurgimiento del nazismo y del fascismo como herramientas de control hegemónico del planeta. Ya lo habían hecho antes al crear Al Qaeda en Afganistán y el Estado Islámico en Irak y Siria, pero esta vez tiene un alcance mayor cuando se ha puesto en cuestión toda la estructura que ordena el sistema internacional”.
En su “presagio de una nueva configuración global” Elbaum y Rodríguez Gelfenstein describen que NADA OCURRIÓ de aquel anuncio de la Administración Biden sobre su mentada “Comunidad Internacional”. Una menguada comunidad integrada por solo 30/40 países (sobre un total de 192). Y que sus falsas profecías, al incumplirse una tras otra, las fueron multiplicando como consecuencia de su propia frustración. Y la realidad demostró esas falsedades cuando el gobierno ruso no cayó ni implosionó por las salvajes sanciones impuestas por Occidente (ilegales todas ellas), y que no fueron acompañadas ni por los BRICS ni por los integrantes del G20 (solo los G7 sancionaron a Rusia).
Lo que demostró que hay otro mundo más allá del ombligo anglosajón, y que ese otro mundo, no solo existe sino que está tomando distancia del modelo neocolonial y explotador del Occidente de los últimos dos siglos. Con un resurgir del Sur Global y con los BRICS como herramienta clave de este desacople definitivo e histórico.
Además, los autores abordan la aparición en este nuevo horizonte de potencias regionales como Turquía, Irán, Arabia Saudita, etc. y describen cómo la nueva diplomacia de Eurasia logró estabilizar y frenar el modelo de “caos ordenado” en Siria o en el Sahel Africano, por poner dos ejemplos belicistas de Occidente. Y en lo económico desmenuzan el rápido crecimiento e importancia de la Organización de Cooperación de Shangai, especialmente después de la Cumbre de Samarcanda -Uzbekistán-, con una agenda clave para Eurasia para los próximos años y que define su relación con el Sur Global, a la vez que desplaza en importancia y a un segundo plano, a los “mercados” tradicionales, como el de Europa o América del Norte, además de implementar la transcendental y rápida decisión de utilizar las monedas propias para sus transacciones bilaterales, en detrimento del dólar como moneda patrón, a lo que se suma la decisión de crear monedas especiales como la de los BRICS, para su nuevo modelo de relaciones comerciales internacionales.
También es importante destacar que en estas páginas analizan el manto de neblina y falsedades creado sobre la operación militar especial rusa en Ucrania. Unas mentiras tan evidentes como afiebradas, que el lector comprobará al leer este libro, como que los blindados ucranianos van a desfilar en Moscú, cuando la realidad indica que será Kiev el que se vea en esa situación. Todo ello con datos concluyentes y definitorios que dan por tierra las supuestas contraofensivas del régimen de Zelenski, en su locura por abonar su país con sangre ucraniana, a cambio de apoyos y dineros de la OTAN y EEUU.
Y no quiero dejar de puntualizar que uno de los aportes más importantes de este libro, es la constatación de la crisis de conducción política de “Oxidente” (con “x” de oxidación de sus ideas), donde la realidad muestra la miopía y la falta de estatura geopolítica de sus mal llamadas clases dirigentes, ya sean de derechas o izquierdas. Lo que lleva a los autores a concluir que: “ni Biden es Roosevelt, ni Johnson es Churchill, ni tampoco Macron es De Gaulle.” Por lo que reconocen, más allá de las diferencias ideológicas, que aquellos eran estadistas y los de ahora no pasan de ser payasos intentando la puesta en escena de un circo, con el que pretenden salvarse de la debacle.
Finalmente, entiendo que es de justicia reconocer a estos dos intelectuales latinoamericanos y suramericanos sus esfuerzos por recordarnos con esta valiosa publicación, que debemos ser originales en nuestros pensamientos, análisis y conclusiones y que no debemos copiar ni imitar a nadie, pues hemos sido muchas veces -y de forma exitosa- dueños de nuestros destinos a través de movimientos nacionales que nos permitieron tener una línea de pensamiento original, crítica, antiimperialista y con una posición tercerista autónoma y global, reflejada en su momento en el “movimiento de los no alineados”.
Y aunque esas ideas autónomas fueron frenadas por injerencia externas de poderes extracontinentales o del norte del río Bravo y por sus “agentes” locales, también es verdad que el cambio global que está en pleno desarrollo, nos brinda una histórica oportunidad para el porvenir de los pueblos y para sacudirnos definitivamente la opresión de un imperio en pleno derrumbe.
En suma, este libro nos alerta de los “retardatarios” de este cambio global en marcha, instalados por el sistema neoliberal político en nuestro subcontinente y que están operando como máquinas de impedir que lo nuevo llegue, forzando un alineamiento con EEUU a la vez que romper con China y los BRICS. Y así seguir llevando a la rastra la debacle de un sistema occidental agotado con sus ideologismos avejentados y caducos, usando aquella herramienta política “… de vino viejo en vaso nuevo.”
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2023/07/Del-Atlantismo-al-Polo-Euroasiatico.jpeg1359946Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2023-07-10 14:45:592023-07-10 19:07:54PRÓLOGO COMPLETO DE CARLOS PEREYRA MELE - Del Atlantismo al Polo Euroasiático