Entradas

Por Enrique Lacolla

Aunque los cerriles reaccionarios de la oposición argentina se nieguen a verlo, el mundo se mueve hacia nuevos derroteros. Preservar la pertenencia de Argentina al BRICS es una más de las razones por las que hay que votar bien en las elecciones generales.

Argentina ha ingresado finalmente a los BRICS, el bloque económico, político y comercial que hasta el miércoles agrupaba a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y al que ahora se unen nuestro país, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. En términos de geopolítica, los BRICS pueden ser entendidos como un grupo dirigido a contrapesar el poder hegemónico del G7, formado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Japón, Italia y Canadá. En el momento de su fundación el G7 manejaba el 70 por ciento del PBI global, pero hoy controla solo la tercera parte de este, mientras que los BRICS disponen de otra tercera parte. A esto cabe añadir lo que señala Julián Guarino en Ámbito Financiero: que a medida que pasan los años, el G7 disminuye en esta participación del PBI global, mientras que los BRICS crecen en ella, gracias no sólo a su avance tecnológico y en la investigación y el desarrollo de la ciencia (notable en el caso de China, India y Rusia) que tiende a equiparar al de occidente, sino también a su formidable disponibilidad de recursos estratégicos, que incluyen minerales críticos como el litio y el cobre, y el gas, el petróleo, los recursos hídricos y la producción agropecuaria. Aunado a esto, tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudita, recién incorporados, tienen grandes reservas de divisas. Con ellas podrían apuntalar una transición monetaria mundial respaldando al petroyuán, con el que los países emergentes podrían comenzar a romper la hegemonía del petrodólar.

La resolución, adoptada en la cumbre del Sur global realizada en Johannesburgo, es extraordinariamente positiva para nuestro país si la miramos en perspectiva. Esto es, absteniéndonos de esos accesos de ruidoso y superficial entusiasmo que suelen sobrecogernos cuando parece que algo, por fin, sale bien. Porque, amén del largo camino que hay que recorrer antes de que Argentina pueda pararse sobre sus piernas si consigue desligarse o paliar efectivamente la carga criminal de la deuda que nos dejó el gobierno de Mauricio Macri, hay que superar primero los comicios generales que están a la vuelta de la esquina y que, de momento, según las encuestas, dan como ganador a Javier Milei.

Este personaje, que no se guarda nada, salió a decir días pasados que su eventual gobierno jamás comerciaría con regímenes “comunistas” como el chino, el brasileño (¡!) y el venezolano (¿?); con lo cual cortaría de paso los vínculos con nuestros dos principales socios comerciales. Es por esto que el presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva, supeditó, en unas declaraciones formuladas días atrás, el ingreso de Argentina al BRICS al hecho de que Milei no gane las elecciones. El acceso de los nuevos miembros a la organización está previsto para el 24 de diciembre, de modo que para ese entonces la incógnita estará aclarada. Patricia Bullrich por su parte no demoró un instante en decir que si es presidenta la Argentina renunciará de inmediato a nuestra recién adquirida pertenencia al bloque.

Es de locos… O de imbéciles. Como lo es también la renuencia o la tibieza con que no pocos empresarios recibieron la noticia del acceso a la organización sureña. ¿Pero no es pesadillesco que a esta altura de la historia estemos especulando acerca de individuos como Milei y Patricia Bullrich como posibles ocupantes del “sillón de Rivadavia”? Y aquí no me refiero solamente a la naturaleza de sus propuestas, que vuelven a las políticas ultraliberales que periódicamente arruinan al país destruyendo lo trabajosamente construido por los gobiernos nacional-populares. El propósito de esta gente es, desde luego, retornar a la Argentina de producción primaria, en un marco de contracción social donde el 40 o el 50 por ciento de su población caerá en una pobreza irremediable, el 40 por ciento vegetará y el 10 por ciento restante comerá opíparamente. Pero lo que más llama la atención es el perfil psicológico e intelectual de los candidatos opositores. Los medios oficialistas se esfuerzan en ridiculizarlos, pero tal vez se equivocan: Milei es un chiste en sí mismo, que de su perfil grotesco extrae buena parte, si no la totalidad, de su efecto. Burlarse de él no es otra cosa que regalarle tiempo de exposición ante las cámaras; más valdría ocuparse del carácter deletéreo de sus propuestas.

En cuanto a la Bullrich también viene a reflejar esa suerte de preferencia por la selección al revés que parece haber invadido al electorado que la vota. La exposición infantiloide y embarullada de sus propuestas da ganas de apagar el televisor. Sin embargo estas figuras, junto a su maestro mayor Mauricio Macri, tan elemental como ellos pero ornado por el lustre social de la que fuera su juventud dorada, se erigen dominantes sobre el paisaje político del país. El fenómeno en parte es culpa del oligopolio mediático, que disimula las fallas de sus elegidos o las escamotea en la medida que puede. Pero es expresivo también de otra cosa más significativa: la decadencia de nuestra clase patricia, que en el pasado solía enorgullecerse de la elocución fina y elegante de sus “doctores” y periodistas, y que ahora pasa por deleitarse con cualquier cosa, como las deyecciones verbales de Viviana Canosa o Baby Echecopar.

Frente a este batiburrillo semántico y político no se puede sino elogiar la continuidad que han tenido las actuales autoridades de Argentina y Brasil en seguir el rumbo abierto en 1985 por los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney cuando se reunieron en Foz de Iguazú y lanzaron el Mercosur. Hay que agradecerle a Lula y a Alberto Fernández su persistencia en reavivar y consolidar el lazo que une a nuestros países. La presión de Lula por traer a la Argentina al seno del BRICS resulta conmovedora. Es demostrativa tanto de su generosidad como de su comprensión del significado geopolítico que tiene esta alianza; y el coraje político que demostró Alberto Fernández cuando fue a visitar a Lula en desgracia a la cárcel donde lo había recluido el “lawfare”, también demuestra que este hombre de buena voluntad (al que tanto le hemos reprochado su timidez en otras áreas) tiene una visión clara tanto de la prospección estratégica de Argentina como de sus propios deberes como representante del país.

Esperemos que este gran paso que es el ingreso al BRICS no se frustre con un tropiezo electoral. Es una razón más para incitar a la concurrencia a las urnas en la próxima elección general. Pese a lo opaco que para alguna gente del frente nacional parezcan las candidaturas de Massa y Rossi, en esa media luz se dirimen sin embargo cuestiones vitales para el futuro. Estar dentro o fuera del BRICS es una de ellas.

Exit Prigoszyn

El miércoles el avión privado en que se transportaba Yevgeny Prigoszyn, jefe de la milicia Wagner, junto a miembros de su estado mayor, se estrelló en las cercanías de Tver, en la Federación Rusa. No hubo sobrevivientes. Pocas horas antes Vladimir Putin había destituido al general Sergei Surovikin, hasta aquí jefe de las fuerzas aerotransportadas. Este tenía estrechos lazos con Prigoszyn, quien había estado a sus órdenes durante la intervención militar rusa en Siria, que cortó de raíz la amenaza que significaba el terrorismo del ISIS para el régimen de Bashar al Assaf. También habían trabajado juntos en la toma de Bakhmut (Artiomovsk, para los rusos) en la guerra actual en Ucrania. En ocasión del motín del grupo comandado por Prigoszyn contra el jefe del Estado Mayor, general Valery Guerasimov, Surovikin se señaló por haber disuadido a su amigo de continuar su avance hacia Moscú.

Uno no puede saber qué diablos pasa en los pasillos del Kremlin, pero es evidente que hay o ha habido una disputa por el poder o por el control de algunos de sus hilos. Es obvio que tras un movimiento de la envergadura del protagonizado por Prigoszyn haya todavía cuentas por saldar. Y las reacciones eslavas a una afrenta política que comporte traición en cualquiera de sus versiones –zaristas, soviéticas o terroristas- nunca han solido ser amenas. Es difícil por lo tanto creer en la versión de un accidente en el caso de la caída del avión de Prigoszyn: es raro que un avión explote espontáneamente en el aire, como ha sido en este caso. Prigoszyn tenía vetado el ingreso a Rusia, ¿habrá reaccionado cuando se enteró de la destitución de su amigo y se precipitó a Moscú para ejercer algún tipo de intercesión o, peor aún, de presión? Una bomba implantada en el avión o un misil teledirigido pueden haber concluido con su carrera y con la de sus acompañantes.

Ahora bien, si interrumpir su viaje era tan urgente, ¿puede significar esto que hay procesos que siguen cocinándose dentro de círculo del poder en Rusia? Imaginamos que los agentes de la CIA y del MI 6 deben estar afanándose por desvelar estas incógnitas. Les deseamos suerte. A nosotros se nos quemaron los papeles.

FUENTE SITIO OFICIAL DE ENRIQUE LACOLLA:

http://www.enriquelacolla.com/sitio/notas.php?id=769

Por Daniela Diaz corresponsal de Sputnik en Mexico

El analista mexicano en asuntos internacionales Alfredo Jalife-Rahme reflexiona con Sputnik las implicaciones geopolíticas que acarrean consigo los acuerdos y decisiones tomadas en la XV Cumbre de los BRICS, que concluyó este 24 de agosto en Johannesburgo.

La adhesión de seis nuevos países (Argentina, Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos) al bloque BRICS, el uso de las monedas nacionales en orden de la desdolarización y la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en las organizaciones internacionales fueron algunos de los temas claves de la declaración final del encuentro.

Este año, 67 jefes de Estado estuvieron invitados a la Cumbremientras que más de una veintena de países expresaron su deseo de unirse al grupo. Y es que, actualmente, el bloque BRICS, fundado en 2009 y presidido actualmente por Sudáfrica, representa más del 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42% de la población mundial.

«Yo le llamo la ‘cumbre tectónica’. No es una cumbre común y corriente, ni siquiera es histórica, va más allá, es tectónica», asevera Alfredo Jalife-Rahme al explicar la importancia de esta cumbre en el escenario geopolítico contemporáneo.

Y es que, de acuerdo con el experto mexicano y autor del libro Ucrania, primera guerra híbrida mundial. Fractura de la biosfera, en la reunión se discutieron temas de gran calado como el comercio con las monedas de los países miembro, además de la adhesión de seis nuevos países, de los cuales la mayoría son potencias petroleras y energéticas.

«En mi opinión, si uno analiza bien, cuatro países [Arabia Saudita, Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto], sin dejar de lado Argentina, que es una potencia de litio y gasera aquí en la región de Neuqué, en Vaca Muerta, el sello principal es el fin del petrodólar y el inicio del petroyuán«, sentencia.

Aunado a esto, tanto los Emiratos Árabes Unidos como Arabia Saudita tienen importantes reservas de divisas y «ahí es donde van a apuntalar al petroyuán, con el que ya están haciendo negocios», explica el también académico de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM),

En resumen, subraya Jalife-Rahme, la cumbre es «la preponderancia del petróleo y del gas».

«Es el auge de la multipolaridad»

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó que se habían recibido 23 solicitudes de adhesión a la asociación y la razón del «crecimiento explosivo» de los BRICS, en su opinión, es la comprensión de los países acerca de los procesos mundiales, en momentos en que Occidente quiere mantener su hegemonía política, económica y comercial.

Al respecto, el analista destaca que la expansión de los BRICS es reflejo de la fuerza política y económica que tienen Rusia y China a nivel global.

«El problema del G-7 es que no le ha dado beneficios al sur global. Hoy hay una gran competencia entre el G7, que va de caída y que son más globalistas, y los BRICS, que son más soberanistas, [dominan]la cuestión energética y van al alza», apunta.

«Es el auge de la multipolaridad y el inicio de una rápida desdolarización», observa Alfredo Jalife-Rahme.

Durante la primera jornada de la Cumbre (el 22 de agosto), el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló en su discurso que el proceso de desdolarización en las transacciones entre los países de los BRICS es irreversible.

«Cobra fuerza un objetivo e irreversible proceso de desdolarización de nuestros vínculos económicos. Se están realizando esfuerzos para desarrollar mecanismos eficaces de mutuos acuerdos y de control monetario y financiero», profundizó el líder del país eslavo.

Al respecto, Jalife-Rahme apunta que, si bien la desdolarización ya comenzó, este proceso será largo y de todo ello, dijo, depende también del contexto económico estadounidense.

«Esto toma tiempo y nadie sabe con exactitud, porque va a depender mucho de la situación interna de Estados Unidos, de Rusia, de China; es decir, tenemos que leer bien todos estos factores. Pero lo que sucedió en Johannesburgo es un paso [en el proceso de desdolarización]», afirma.

Un bloque con horizonte

Para Jalife-Rahme es innegable que el bloque de los BRICS va a seguir fortaleciéndose y expandiéndose, lo cual, asevera, es «inversamente proporcional a lo que pasa con Estados Unidos y el bloque del G7».

Asimismo, señala, el bloque demuestra tener horizonte al hacer declaratorias como la necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil, un punto que fue puesto sobre la mesa principalmente por el presidente brasileño Lula da Silva.

«Son declaratorias que te marcan el horizonte. Yo lo que veo es un horizonte que tienen los países de los BRICS», sentencia.

A pesar de esto, el analista de ascendencia libanesa asegura que, al igual que el proceso de desdolarización, los cambios de fondo en organismos internacionales como la ONU son temas que tomarán tiempo, pero el hecho de que se pongan en el mapa geopolítico marca un horizonte libre de unilateralismos.

FUENTE SPUTNIK:

https://sputniknews.lat/20230825/jalife-rahme-la-reunion-de-los-brics-fue-una-cumbre-tectonica-y-el-auge-de-la-multipolaridad-1143008350.html

EL INGRESO DE ARGENTINA A LOS BRICS Y LA CUMBRE DE JOHANNESBURGO es el gran tema geopolítico del momento, que el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, aborda con todo detalle, señalando que el histórico acontecimiento, con repercusiones tectónicas en el mundo, ha señalado a Argentina el lugar donde debe estar. También que “el futuro ha llegado” y que es el momento histórico de dejar de ser dependientes de Occidente y de abandonar su sistema neocolonial, donde somos un simple proveedor de materias primas, a cambio de casi nada. Además de que con el Sur Global podemos comenzar a resolver una deuda externa impagable e infinita, También enfatiza que el país debe subirse al tren de los Brics para ser artífice de la nueva historia del mundo, toda vez que las naciones más ricas y productivas del organismo han confiado muy especialmente en Argentina, más allá de los ridículos agoreros que quieren asustarnos con los fantasmas huecos y gastados del comunismo y las autocracias.

AUDIO:

Y nos recuerda que la decisión de ser parte de los Brics depende ahora de los ciudadanos y que ella no puede quedar en manos de personajes siniestros y retardatarios que deliran con una neoesclavitud del siglo 19 al servicio del poder anglosajón, que viene desde entonces usufructuado todas nuestras riquezas y dejándonos solo deudas y miserias. Por ello nos alienta con: ¡¡Argentinos a las cosas!! Que es tiempo de ponernos en marcha. Que entendamos la realidad. Que tenemos un escenario de futuro donde el Sur Global ya está conformando un nuevo sistema mundo. Y que ese nuevo orden nos brinda un horizonte de oportunidades.

En cuanto a la Cumbre de los Brics, Carlos profundiza en la dimensión del movimiento tectónico que ha producido, a la vez que desmenuza la concentración -entre sus miembros- de la mayoría de la producción de energías y de reservas naturales del mundo, mientras analiza con datos y fechas, el espectacular ascenso del Sur Global y la desesperante caída de los registros económicos de Occidente y del G7 en los últimos 20 años.

También nos deja muy interesantes reflexiones:

  • Los Brics son el símbolo de la insubordinación y de la rebelión a los poderes históricos de los últimos 200 años.
  • La Cumbre de Los Brics significa la ruptura total y absoluta del modelo implementado en los 90 por EEUU y sus socios.
  • Es un organismo que día a día va sumando propuestas de naciones que quieren ingresar en él.
  • La cumbre ha sido el certificado de defunción del mundo unipolar y del neocolonialismo del norte sobre el sur.
  • El mito de Francis Fukuyama sobre “El Fin de la Historia” y del imperio eterno de EEUU se ha derrumbado. Lo que viene ahora es “Otra nueva Historia”
  • Esto demuestra que la historia no se detiene, que la historia depara sorpresas y que la historia da revanchas
  • No se trata de un milagro ni de ninguna magia. Es la evolución de la geopolítica global, anticipada paso a paso por Dossier Geopolítico desde hace tres lustros.

Eduardo Bonugli (Madrid, 27/08/23)

Finalmente y luego de muchas idas y venidas, operaciones cruzadas y  filtraciones dudosas, la cumbre de los BRICS de Johannesburgo concluyó con la propuesta de ampliar con 6 miembros más este espacio de cooperación mundial conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A partir del 1º de enero de 2024 se sumarían Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.

Por Gabriel Merino Analista Internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Se ‘sumarían’ está potencial porque lo de Argentina está por verse. Tanto Javier Milei y Patricia Bullrich, dos de los tres principales candidatos presidenciales,  dijeron en plena campaña electoral que ‘rechazarían’ la incorporación a un club en el que más de 30 países hacen cola para entrar. Un acto más de demostración de una profunda ceguera ideológica propia de una reacción conservadora que se presenta, como en otros momentos históricos, bajo el ropaje de la ‘libertad’ para justamente coartar libertades a los individuos, a los trabajadores y a la nación en la defensa de sus intereses.

Los BRICS son un espacio o foro vinculado al Sur Global y a las potencias emergentes o re-emergentes de dimensiones continentales –salvo Sudáfrica que sumó después, en 2011. Constituye un espacio fundamental del nuevo escenario geopolítico progresivamente multipolar (con ciertos rasgos bipolares), lo cual es una de las dimensiones de la crisis de la hegemonía estadounidense. De hecho, un elemento que reúne a este espacio heterogéneo, con diferentes modelos políticos y económicos y que está lejos de ser un bloque, es el rechazo al mundo unipolar y al excluyente dominio occidental. Es ante todo un foro de cooperación económica y social, pero también un espacio político que está diciendo, especialmente después de la gran crisis económica de 2008/2009, que las reglas de juego no las pueden poner solamente el 1% del 10% de la población mundial, representada en los grupos dominantes de los países del G7 y en los centros financieros del Norte Global.

Esta convergencia es lo que explica que en la cumbre de Sudáfrica, además de la ampliación de los BRICS, se hayan planteado algunos pasos para avanzar en una arquitectura monetaria-financiera mundial alternativa (no necesariamente contrapuesta) a la del Dólar-Reserva Federal, Wall Street y Londres, que permita quebrar los mecanismo estructurales de transferencia de riqueza de la periferia al centro. Apuntan a ello el fortalecimiento y la ampliación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS y el otorgamiento de créditos en monedas de los países miembros, junto con los avances de los intercambios comerciales también en monedas propias. Además, se oficializó que se estudiará la conformación de una moneda de referencia de los BRICS. No es algo nuevo, sino que se plantea desde 2014, pero cada vez tiene más fuerza.

También hay que destacar que con la incorporación de los nuevos miembros, los BRICS reunirán cerca del 46% de la población mundial (suma 4% más con las seis incorporaciones) y casi el 36% del  PIB global (PPA). Además, los BRICS+ sumados representan el 40% de la producción total de gas y el 45% de la de petróleo, lo que hace temblar el petro-dólar. Por su parte, Argentina agrega un enorme potencial en términos energéticos (como también en minerales estratégicos), además de la importancia relativa que tiene en la producción mundial de alimentos, su influencia regional en alianza con Brasil y los países del MERCOSUR, y por tener una economía de ingresos medios cuyo PIB ocupa el puesto 24º en términos nominales y el 29º a paridad de poder adquisitivo.

Hay un conjunto de preguntas que resultan clave en el abordaje del escenario político y económico mundial actual ¿Por qué a partir de la Pandemia y de la gran escalada que se produjo en el conflicto en Ucrania, hay un enorme listado de alrededor de 30 países con intenciones de integrarse al BRICS? ¿Por qué un espacio multilateral de los poderes emergentes que desafían (más allá de sus intenciones) el viejo ordenamiento mundial bajo dominio de Estados Unidos y del Occidente geopolítico acaba de sumar a 6 países?¿Por qué es importante el ingreso de Argentina y qué elementos contribuyen a eso?

Resulta evidente que esto indica un fortalecimiento de los actores/fuerzas que se encontraban subordinados en el sistema mundial y en su ordenamiento geopolítico. Los BRICS expresan esta insubordinación de la semiperiferia (los también llamados países de ingresos medios) frente al viejo centro o núcleo orgánico del capitalismo mundial que dominan la tecnología avanzada, el comercio mundial y las finanzas, reforzado por su poder militar. En términos políticos, representa un avance relativo de las potencias regionales y medias que se traduce en una vertiginosa redistribución del poder mundial. Ello se aceleró con la Pandemia (también con la escalada en la guerra mundial híbrida a partir de la guerra en Ucrania), que actuó como catalizador acelerando las tendencias fundamentales de la transición de poder mundial, como el ascenso relativo de los poderes emergentes.

Intercambio comercial y nueva realidad económica

Argentina y la región, necesariamente, forman parte de ese proceso socio histórico de cambio estructural, donde la región de Asia del Pacífico y el Índico, encabezada por China, es el gran motor de la economía mundial, y es prácticamente el único que realmente funciona. El comercio exterior argentino refleja año a año esta transformación de lo que Robert Cox llama la estructura histórica del orden mundial: una configuración particular de fuerzas que incluyen ideas, instituciones y capacidades materiales.

Un dato central en esta última dimensión es que el intercambio comercial de Argentina con Estados Unidos y la Unión Europea suma 23% y llega a poco más del 25% si se toma también Canadá y México (USMCA). En comparación, el intercambio comercial con Brasil, China e India, tres socios clave del BRICS, representa el 36% del total; y si consideramos el conjunto del MERCOSUR y la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia sudoriental), en donde se encuentran otros importantes postulantes al BRICS, la suma llega al 46,5%.

En otras palabras, el mundo emergente ya es parte central de la realidad económica de Argentina, lo cual se refleja en muchas otras dimensiones, como en los 17 grandes proyectos de inversión de China en el país acordados o re-acordados en las últimas reuniones, o también en la utilización de yuanes para hacer frente a una situación extrema de restricción externa por la sequía y pagos bajos presión al FMI, en el cual Beijing terminó convirtiéndose temporalmente en prestamista de última instancia.

La tendencia es a que sea cada vez más importante e intentar frenar eso –como proponen los Milei y los Bullrich o como se ha hecho en buena medida desde hace casi 10 años– sólo trae como resultado un mayor estancamiento y periferialización nacional. En lugar de haber continuado y profundizado el salto cualitativo de cara al mundo emergente a partir de 2014, de la mano del fortalecimiento de la autonomía nacional y regional, Argentina y la región entró a partir de esos años en un pantano del que no logra salir.

Los números importan en tanto nos permiten representarnos la realidades que nos circundan, dimensionar magnitudes y trazar mapas mentales. En una nota de hace unos meses atrás sobre el tema, titulada Del G7 a los BRICS: sobre el cambio estructural en el mapa del poder mundial, señalé que en 1982 los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) representaban el 50% de la economía mundial medida a paridad de poder adquisitivo (PPA) —que nos permite medir el nivel de vida real de las personas y la producción real de bienes y servicios— o reunían el 70% del PIB mundial en términos nominales —que es lo que le interesa al capital. En otras palabras, el dominio económico del Norte Global representado en esos siete países era contundente hace 40 años. Además, sus grandes empresas, sus redes financieras y tecnologías controlaban el conjunto de economía-mundo; y en términos ideológicos dichos países eran las sociedades a emular y portaban la geocultura dominante, que había subsumido a las grandes culturas universales.  La ya desaparecida URSS o la propia China aparecían como gigantes en otras dimensiones —en términos militares,  territoriales o demográficos. Por su poder, tenían un lugar en la mesa de las grandes potencias, pero no representaba un desafío sistémico.

Los países que hoy conforman los BRICS en 1982 representaban apenas el 10% de la economía mundial a precios de poder adquisitivo y mucho menos si la medición la hacemos en términos nominales. Sin embargo, sólo cuatro décadas después –un instante en términos históricos– los BRICS superaron a los países del G7 en el PBI (PPA) mundial, 32% a 31% respectivamente. Claro que ahí el que pesa sobre todo es China, pero India aparece en el tercer puesto (luego de EE.UU.), Rusia en el quinto y Brasil en el octavo. Por otro lado, si bien la brecha todavía es importante en términos del PIB nominal a favor del G7, 44% a 27% respectivamente, esta se va achicando de forma acelerada.

En otras palabras, hay una enorme transformación geoeconómica del sistema mundial que forma parte de una tendencia secular que se profundiza año a año y va necesariamente de la mano con la redistribución del poder mundial. De hecho, según el FMI, entre China (aun con sus ‘problemas’ económicos a la salida de la pandemia) e India explicarán este año ¡la mitad! del crecimiento global35% y 15% respectivamenteen tanto Europa 7,1% y el conjunto del continente americano que incluye a EEUU 13,7%. Hoy son los motores que verdaderamente andan.

La nueva realidad geopolítica mundial

Durante la Cumbre de los BRICS de 2014 en Fortaleza, Brasil, ya comenzaba a hablarse de BRICSA, por la posible incorporación de Argentina. El país bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estaba bajo la embestida de los Fondos Buitres, lo que obligó a una especie de default declarado por la propia justicia estadounidense. Ello iba de la mano de fuertes presiones del Occidente geopolítico y del poder financiero global en la región. La caída de los precios de las materias primas, la aparición de la Alianza del Pacífico que fracturó UNASUR y el desarrollo de importantes tensiones al interior de las propias fuerzas nacionales populares por el rumbo a seguir, marcaban un escenario de debilidad.

En ese contexto, Argentina acordó una Asociación Estratégica Integral con China, junto a un swap en yuanes de 11.000 millones de dólares y varios proyectos de infraestructura. Además, participó junto a los demás países de UNASUR, de la cumbre mencionada, en la que se crearon dos organismos financieros internacionales. Un Nuevo Banco de Desarrollo con un capital inicial de 100.000 millones de dólares (que en un símbolo de reparación histórica hoy preside Dilma Rousseff, anfitriona de dicha cumbre de 2014 y luego desplazada por un golpe). Y un fondo mediante un Acuerdo de Reservas de Contingencia (símil FMI) con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, para hacer frente a problemas de balanza de pagos, corridas, etc. Claramente estaba surgiendo al calor de un nuevo momento geopolítico mundial —que coincide con el inicio de la guerra en Ucrania en abril de 2014— una incipiente nueva arquitectura financiera mundial de los países emergentes, paralela a la arquitectura creada luego de la Segunda Guerra Mundial, y dominada por Estados Unidos y el Occidente geopolítico.

Si bien la idea de la incorporación de Argentina a los BRICS en ese entonces era menos real de lo que llegó a decirse —incluso por la propia oposición de la cancillería brasileña al respecto que, en buena medida, ahora también se oponía pero fue contrarrestada por la enorme voluntad y trabajo de  Lula—, lo cierto es que forma parte de un proceso lógico. La posibilidad de construir un polo de poder en el sur del continente Americano, desde el cual participar con voz propia en un escenario relativamente multipolar y de creciente regionalización, implica a la vez converger con el mundo emergente ya que ello supone la construcción de otro ordenamiento mundial. Es decir, lo que atrae de los BRICS a las fuerzas político sociales del Sur Global es la necesidad de redistribuir el poder y la riqueza mundial y democratizar el sistema en términos reales.

Las reglas de juego fueron escritas por Occidente cuando se encontraba en la cúspide de su poder mundial, luego de conquistar el 84% del territorio del planeta —dominio que continuó bajo un formato neocolonial luego de 1945. Pero hoy en día eso ya no es así, los grandes espacios continentales y las grandes culturas otrora subordinadas ahora quieren discutir un nuevo ordenamiento y participar en la redacción de las reglas de juego. A partir de allí, incluso sin quererlo, impulsan un cambio sistémico.

Tampoco se debe olvidar que también existen las contratendencias, lo cual se expresa como lucha político estratégica mundial y en los patios traseros en particular. Ello atraviesa cada territorio y se expresa de forma molecular. En América del Sur las batalla por intentar avanzar en función de los intereses nacionales adquiere una relevancia central. Es lo que se juega en las actuales elecciones en Argentina, aunque esa es solo una de las dimensiones en que se produce la disputa. No debemos olvidar que, al igual que algunos personajes porteños, Bolsonaro asumió como soldado clave de la cruzada Occidental contra la amenaza comunista china y su vicepresidente terminó declarando su “matrimonio inevitable” con Beijing. Por esas vueltas que da la vida, “o mito” volvió al final de su mandato a los BRICS con el caballo cansado. Derecha desembozada y extrañamente anti-mercado tomar nota.

Tampoco es tan sencillo que funcionen las estrategias que intentan promover contratendencias. Mientras en Washington y en el Occidente geopolítico calcularon que el Covid-19 iba a hacer colapsar China, comparándolo con lo que fue el desastre de “Chernóbil” para la URSS o analizan que una guerra en Ucrania iba a “desequilibrar y sobre extender” a Rusia, con la posibilidad de que colapse el “régimen de Putin”, la realidad señala otro rumbo. Por eso el centenario y lúcido cuadro imperial Henry Kissinger advierte sobre la nueva situación, muy distinta al de la Guerra Fría bajo la etapa de Hegemonía estadounidense, e insiste en la necesidad de aceptar las nuevas condiciones en el mapa del poder para desde allí elaborar una estrategia eficaz. A los Estados Unidos y a las élites occidentales les cuesta aceptar esta nueva realidad, pero no hacerlo podría ser catastrófico en palabras de Kissinger. Imaginen lo que habrá pensado cuando, luego de ver a Irán y Arabia Saudita retomar los vínculos diplomáticos y establecer acuerdos bajo el auspicio de China, ahora vio al gran aliado saudí junto con su otrora enemigo regional, entrar juntos  a los BRICS.

Publicado en Avion Negro:

La decisión del bloque no alineado de incorporar a nuestro país nos instala en un sistema internacional diferente y nos da acceso al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB)

Por Eduardo Vior para TELAM que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Este columnista terminaba su artículo anterior, esta misma semana, expresando el deseo de que Argentina pudiera subirse al tren que desde Johannesburgo ha partido raudo hacia el futuro. Gracias a Lula da Silva el deseo se ha hecho realidad. Las y los argentinos nunca estaremos suficientemente agradecidos al presidente brasileño por habernos sacado del infierno y sentado en la cabina de mando del mundo que se aproxima.

La lucha fue dura: hasta el último minuto el gobierno sudafricano, presionado por su vicepresidente Paul Mashatile, se resistió a la ampliación del bloque. A India le era indiferente, porque no tiene a quien incorporar, pero Rusia, China y Brasil estaban urgidas. Brasil, porque nos necesita adentro para poder comerciar con nosotros en yuanes y, vía nuestra venidera adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por su nombre en inglés), por la posibilidad de acceder a créditos baratos para inversión en infraestructura (por ej., el segundo tramo del gasoducto de Vaca Muerta).

A pesar de las oscilaciones de la política exterior de Argentina en los últimos tres años, también a Rusia le interesa nuestra incorporación, primero, para contrabalancear la hegemonía continental de EE.UU. con otro miembro más del BRICS en el Cono Sur; segundo, porque Rusia mira hacia la Antártida y el Atlántico Sur y no quiere regalarlos a la alianza anglosajona. Finalmente, también porque aspira a reflotar los proyectos en energía y transportes que quedaron congelados al comenzar la guerra en Ucrania.

China ha sido la mayor interesada en nuestra incorporación, porque necesita ir completando la instalación de los pilares de su nueva construcción del mundo. En cada región del globo quiere tener interlocutores confiables y de peso con los cuales tratar en los términos de la Carta de las Naciones Unidas y de los cinco principios de la coexistencia pacífica adoptados en 1955 por la Conferencia de Bandung que diera origen al Movimiento de Países No Alineados.

De eso se trata: cansados de la violación permanente del Derecho Internacional y de las promesas incumplidas por las potencias occidentales, cada vez más países del mundo buscan un sistema internacional en el que se respeten las normas de la convivencia, sin hegemonismos y sin instrumentar el poder financiero de unos pocos para imponer condiciones políticas y alineamientos automáticos.

¿Para qué sirve a Argentina incorporarse al bloque de países no alineados poco antes de una elección presidencial decisiva? En primer lugar, porque ancla la ubicación internacional de nuestro país en un nuevo sistema que respeta la autodeterminación de los pueblos y asegura la no injerencia en los asuntos internos. Recordemos que, aunque el gobierno de Mauricio Macri no intensificó los lazos políticos con China, por ejemplo, nunca descuidó el intercambio comercial. Difícilmente podría un eventual gobierno de derecha contrariar las perspectivas de negocios que se abren ahora para las empresas argentinas.

De continuar la coalición actual en el gobierno, por el contrario, la pertenencia al BRICS otorga una posición de fuerza para futuras negociaciones con los organismos financieros occidentales. Todavía hace un mes la burocracia del FMI nos hacía esperar al final de sus vacaciones, para decidir si nos transfería los fondos que tan angustiosamente necesitamos. Con la incorporación al BRICS en puerta, no sólo debió resignar que el peso se devaluara sólo el 20% (de todos modos, mucho), sino que –contra todos los pronósticos agoreros- accedió a transferir los 7.500 millones que necesitamos para llegar a las elecciones. No fue bondad, sino cálculo: si no lo hacían, habríamos sufrido un cimbronazo, pero el dinero habría llegado desde Beijing.

¿Se resuelven así todos nuestros problemas? De ninguna manera. Pero ahora caminamos sobre otro parquet para encararlos. Podemos negociar más tranquilos con los bancos públicos y privados extranjeros, podemos rechazar los condicionamientos políticos, atender el mercado interno y relanzar los proyectos de transporte y energía que aseguren un desarrollo sostenido, equilibrado y con justicia social.

Por lo pronto, la mayor urgencia reside en ingresar al NDB y en acordar con Brasil el intercambio en yuanes. La segunda prioridad está en ganar las elecciones y consolidar un proyecto nacional y popular.

El ingreso al BRICS no e un cheque en blanco. Todos nuestros nuevos socios aman la previsibilidad. Argentina debe dar continuidad y consistencia a su política mundial. Junto a la prioridad que tienen las relaciones con Brasil, debemos reconstruir el vínculo con todos nuestros vecinos y encarar los planes de infraestructura que a ellos también interesan. Hay mucho que hacer para revivir Unasur. América Central, México y el Caribe también nos reclaman.

Aprovechemos la nueva plataforma para acceder al poderoso mercado africano y potenciemos nuestra pertenencia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta para abrir los mercados asiáticos. Todo ello sin pelearnos con las potencias occidentales, pero imponiéndoles un trato respetuoso. Entrando al BRICS seguimos relacionándonos con nuestros socios habituales, pero desde otro lugar.

La tarea no es fácil, pero el premio es grande: por fin estaremos sentados en la cabina de mando del nuevo orden mundial. Por un segundo no perdimos el tren al futuro.

https://www.telam.com.ar/notas/202308/638087-brics-argentina-insercion-mundial.html

Entre este martes y el jueves la 15ª cumbre del bloque emergente congrega a numerosos países del Sur Global, para dar al mundo un gobierno de paz, justicia e igualdad

Por Eduardo J. Vior analista internacional

Los líderes de los cinco principales países emergentes (Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) están reunidos esta semana en la capital sudafricana, para fijar las reglas de juego de la nueva gobernanza mundial, dar directivas para el funcionamiento de su brazo financiero, determinar los criterios para la incorporación de nuevos miembros, organizar la cooperación con actores externos, definir los modos de la cooperación con distintas asociaciones regionales y/o temáticas y dotarse de la organicidad mínima necesaria, para hacer valer sus posiciones en los foros internacionales. Quienes se sumen ahora, estarán en la cabina de mando del mundo del futuro. Quienes no lo hagan, verán desde un banco de la estación cómo se aleja el tren.

Más de 60 países fueron invitados a la cumbre, entre ellos Argentina, Venezuela, Bolivia, Arabia Saudita, Turquía, Irán, Egipto e Indonesia. Nuestro país, sin embargo, sólo participará el jueves en un foro virtual. Más de cuarenta líderes de Estado confirmaron su participación. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, el líder chino Xi Jinping, el primer ministro indio Narendra Modi y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva están presentes en la cumbre. El ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov representa al presidente Vladímir Putin, quien sólo participará en la reunión por videoconferencia, para evitar a Sudáfrica un conflicto con la Corte Penal Internacional, que ha dictado una orden de captura contra el líder ruso.

El primer día de la cumbre, el 22 de agosto, tuvo lugar un foro empresarial. Más tarde esta misma jornada, los líderes de los países participantes pronunciaron discursos y posteriormente se reunieron a puerta cerrada. El segundo día incluye dos sesiones: una cerrada que durará una hora y media y una abierta que durará aproximadamente dos horas. Se espera que el último día de la cumbre se centre en conversaciones con líderes de los países no miembros.

El lema de la XVa Cumbre es “BRICS y África: Asociarse para un crecimiento mutuamente acelerado, un desarrollo sostenible y un multilateralismo inclusivo”. En la cumbre se abordan cuestiones geopolíticas y de cooperación económica. Entre los temas centrales se encuentran la incorporación de nuevos miembros, el incremento en el uso de las monedas nacionales de los países miembros en los intercambios dentro del bloque y, posiblemente, el desarrollo futuro de un sistema común de pagos, estrechamente relacionado con el tema de la desdolarización. También se desarrollarán estrategias para el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por su nombre en inglés), órgano financiero del boque.

Irán, Argentina y Argelia han solicitado formalmente su ingreso en el bloque y unos veinte países más han anunciado sus planes de adhesión. Sin embargo, aún no está claro, si al final de la reunión serán incorporados nuevos miembros. Esta incertidumbre, aparentemente, ha motivado a nuestro gobierno a participar en la cumbre sólo virtualmente el último día en la reunión de los cinco miembros actuales con el BRICS+.

Por su parte, según informó Télam, el presidente brasileño adelantó este martes que pedirá el ingreso de Argentina al mecanismo Brics, abrió la posibilidad de pagar en yuanes el comercio bilateral y sostuvo que nuestro gobierno argentino está “preso” por el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Hablando en el programa “Conversación con el presidente”, que se emite todos los martes por la red brasileña de medios públicos, Lula dijo que “defiendo que nuestros hermanos de Argentina puedan participar de los BRICS. Vamos a ver en la reunión si será ahora o en dos meses o en el futuro, pero es importante que Argentina entre a los BRICS”, aseguró.

El Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, acuñó una definición concisa sobre el grupo: “Los países BRICS son como cinco dedos: cortos o largos si están extendidos, pero un puño poderoso si está cerrado”. Cómo cerrar estos dedos en un puño poderoso ha sido el trabajo de algunos sherpas en la preparación de la cumbre.

La verdadera novedad del encuentro en Sudáfrica es la acelerada transformación de BRICS en una coalición de Estados que representan al Sur Global. La principal tarea de la cumbre es, entonces, establecer los criterios para la admisión de nuevos países. Probablemente, los primeros en unirse a BRICS serán países con un volumen de negocios económico y una posición geopolítica importante.

Además de los ya mencionados candidatos a la incorporación está  reación privilegiada de BRICS con África. El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ha invitado a no menos de 67 líderes de África y del Sur Global a participar en las reuniones del BRICS-Africa Outreach y en los Diálogos BRICS+. De concretarse, esta participación masiva implicaría la inclusión total de África y del Sur Global en los procesos relevantes de decisión sobre la política mundial.

Puede afirmarse que Irán se encuentra en una posición privilegiada para incorporarse a BRICS, porque ya tiene asociaciones estratégicas con Rusia y con China y participa con India en el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC, por su nombre en inglés).

A pesar de los avances del proceso de expansión del grupo, los “cinco dedos” se mostrarán relativamente prudentes en el frente de la desdolarización. Los sherpas ya han confirmado extraoficialmente que no habrá anuncio oficial de una nueva moneda, sino más bien más comercio bilateral y multilateral utilizando las propias divisas de los miembros, por ahora, el famoso R5 (renminbi [yuan], rublo, real, rupia y rand).

El líder bielorruso Aleksandr Lukashenko fue el primero en evocar un golpe político crucial que podría producirse más adelante, cuando la incorporación de nuevos miembros al BRICS esté en marcha: la fusión del bloque con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Muchos analistas se hacen eco de la propuesta de Lukashenko.

Los principales impulsores de los BRICS son Rusia y China, con India algo menos influyente por una serie de complejas razones. En la OCS, Rusia, China, India, Irán y Pakistán se sientan a la misma mesa. El enfoque euroasiático de la OCS puede trasladarse fácilmente al BRICS+. Ambas organizaciones avanzan hacia la multipolaridad y, sobre todo, están comprometidas con la desdolarización en todos los frentes. Sin embargo, si el BRICS impulsa la convergencia con la OCS, debería tomar medidas adecuadas, para reequilibrar el desbalance que se produciría a favor de Eurasia.

Con esta 15ª cumbre el BRICS deja de ser un club de naciones emergentes, para convertirse en el nodo articulador de la nueva arquitectura para un gobierno del mundo en base al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Paz, justicia e igualdad para todos los miembros de la comunidad humana son sus pilares.

El desarrollo será largo y estará plagado de dificultades, pero ya es irreversible. ¡Qué lindo sería que Argentina aborde el tren antes de que tome demasiada velocidad!

PUBLICADO EN TELAM

«La presencia en este encuentro de los BRICS de decenas de líderes de otros países del Sur Global muestra que el mundo es más complejo que la mentalidad de la Guerra Fría que algunos quieren restaurar», dijo el presidente brasileño.

Por Eleonora Gosman para Perfil, la autora autoriza su difusion en Dossier Geopolitico

Sin mencionar a la candidata opositora Patricia Bullrich ni tampoco al postulante Javier Milei, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, explicó cuáles fueron las razones de la inclusión de Argentina en los BRICS. “Las relaciones que se tomaron en cuenta son las que rigen entre Estados y no entre gobiernos” indicó el líder brasileño, de modo que las condiciones se basan “en fundamentos geopolíticos y, de ninguna manera, ideológicos”.

Una pregunta de la prensa, en la conferencia final realizada en Johannesburgo, dio lugar a una respuesta amplia por parte de Lula. El interrogante, formulado por un periodista brasileño, apuntó en la siguiente dirección: “Argentina está a 60 días de una elección. Y las dos fuerzas de la oposición, no solo la más radical, declararon su rechazo al ingreso en el grupo. ¿Cómo justifica el argumento de que la incorporación fue hecha desde una perspectiva de Estado y no por las relaciones de usted con Alberto Fernández?”.

La réplica fue precisa: “A mí no me importa quién va a ganar las elecciones; y todos saben que soy amigo de Alberto. Lo que vale aquí es que Brasil va a negociar con el Estado argentino, en forma independiente de quién sea el futuro presidente. Puede ser que este no quiera negociar con los brasileños y es su derecho soberano; nadie lo puede obligar”. Agregó que “la responsabilidad que los países del BRICS tomamos hoy es precisamente no colocar la cuestión ideológica como condición para ser parte del bloque. Lo que se decidió fue darle envergadura a la geopolítica; y para nuestro país la Argentina es muy importante”.

Luiz Inácio Lula da Silva BRICS 20230824
Luiz Inácio Lula da Silva

Para el jefe de Estado brasileño, los Brics “son una realidad inexorable». «Probablemente podríamos tener problemas, porque habrá a quien no le guste el grupo. Pero eso es parte de la política; si yo no quisiera convivir con las divergencias, no estaría en la política”, concluyó. En esa línea, indicó que las opciones del bloque en esta cumbre fue convidar a media docena de nuevos socios: además de la Argentina, también se incorporan Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Etiopía.

Para la diplomacia brasileña “la diversidad del grupo fortalece la lucha por un nuevo orden global, que se ajuste a la pluralidad económica, geográfica y política del siglo XXI”. Como señaló el propio Lula en su discurso matutino, “ahora el PBI del bloque llega a 36% del PBI global y representa 46% de la población mundial”. Sostuvo, en esa línea, que los Brics no terminaron de ampliarse, pues están abiertos a nuevos candidatos: “Con este objetivo hemos aprobado criterios y procedimientos para futuras membresías”.

El próximo paso, según el presidente brasileño, es “estudiar una moneda de referencia de los Brics, para lo cual hemos aprobado la creación de un grupo de trabajo”. Se trata, como aclaró después ante la prensa, “de confeccionar una moneda de negocios que no implique cambiar las monedas de nuestros países. Brasil continuará con el real y Argentina seguirá con los pesos. Esa moneda nos va a permitir continuar haciendo negocios sin necesidad de comprar dólares. De cualquier modo, no vamos a apresurarnos porque no es algo fácil de concretar”. Para el mandatario, “la solución en este tema vendrá por consenso”.

Nueva propuesta de Brasil para reanudar exportaciones a la Argentina

Hacia el final de este encuentro, una reportera le preguntó: “¿No tienen miedo que los BRICS sean vistos como un grupo anti G7?”.

Lula indicó enfático: “El G7 tuvo un papel importante, porque era el club de los ricos; aquel club que para entrar es preciso tener credencial. Los Brics no piensan solo económicamente sino también políticamente. Por eso creo que nuestro bloque está consolidado como una referencia para cualquier ser humano, periodista, politólogo, que quiera discutir la geopolítica”.

Gi

FUENTE Y PUBLICACION ORIGINAL «PERFIL»

https://www.perfil.com/noticias/opinion/lula-da-silva-hay-que-saber-convivir-con-las-divergencias-politicas.phtml

Sergio Pintado entrevista a Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

Que Brasil ingrese de forma permanente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es crucial para derribar «las grandes trabas para remodernizar» la organización, dijo a Sputnik el analista Carlos Pereyra Mele. El experto aseguró que el Consejo de Seguridad debe adaptarse a «nuevas realidades» en las que Occidente ha perdido la hegemonía.

La necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para incorporar de forma permanente a países como la India, Sudáfrica o Brasil fue uno de los puntos que el presidente brasileño tocó con énfasis en la cumbre de los BRICS que se desarrolla en la ciudad sudafricana de Johannesburgo.

Durante un pódcast oficial en la previa a la cumbre, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que Brasil «reivindica que varios países puedan entrar en el Consejo de Seguridad como miembros permanentes», recordando que solo dos de los cinco integrantes del grupo —China y Rusia— tienen asiento permanente.

En un diálogo con Sputnik, el analista Carlos Pereyra Mele recordó que el ingreso como miembro permanente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es un anhelo de Brasil desde la década de 1970, aunque en aquel momento lo hacía bajo la influencia de EEUU y en el marco de Guerra Fría.

«Ahora esa posición ha variado ampliamente porque Brasil pasó de considerarse un subimperio dentro de un imperio mayor a sentirse un primus inter pares (el primero entre sus pares) en América Latina», sostuvo.

Lula señala que una moneda común de los BRICS reduciría vulnerabilidades

Para Pereyra Mele, el pedido de Brasil se relaciona a la necesidad de «una reforma general de Naciones Unidas» y sus organismos, que no han sufrido modificaciones significativas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, la integración del Consejo de Seguridad hasta el día de hoy (con EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China como miembros permanentes) se mantiene incambiada desde 1945, más allá de que los miembros no permanentes rotan periódicamente.

«Las grandes trabas para remodernizar Naciones Unidas están en el Consejo de Seguridad, que no solo debe ser ampliado sino que debe incorporar a las nuevas realidades como Brasil e India, gigantes económicos y demográficos», aseveró el analista.

Pereyra Mele consideró que las Naciones Unidas no están logrando dar soluciones a los conflictos que se presentan actualmente en el mundo, además de que no consigue hacer valer el derecho internacional.

«En la asamblea de Naciones Unidas, el 93% vota levantar las sanciones a Cuba y, sin embargo, se siguen manteniendo por uno o dos miembros, lo que hace que sean totalmente ilegítimas», especificó.

Brasil no tiene problemas «con ninguno de los candidatos a entrar en los BRICS»

Para el experto, no es casual que Brasil reflote esta propuesta en el marco de la cumbre de los BRICS, ya que el grupo que integra junto a China, Rusia, India y Sudáfrica representa «un cambio muy profundo en ese esquema histórico» que se arrastra desde mediados del siglo XX y en el que el orden global era pautado por EEUU y Europa.

El analista consideró que la primacía de Occidente está hoy «en franca discusión» y una de las demostraciones es que «el G7 pierde cada vez más influencia y poder» y agrupa menos porcentaje del PIB mundial que los BRICS.

Pereyra Mele apuntó que también están en «tela de juicio» otras instituciones que, al igual que la ONU, datan de mediados del siglo XX como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, los cuales también ameritarían una reestructuración. De todos modos, consideró que estos organismos van perdiendo influencia ante, por ejemplo, el Banco de los BRICS, que se alza con una importante capacidad de préstamo.

El presidente de Brasil destaca que es «muy importante» que Argentina entre en los BRICS

El experto también destacó la importancia de que los demás países suramericanos respalden el pedido de Brasil de acceder al Consejo de Seguridad, dejando de lado el «pensamiento corto» que puede haber en Gobiernos de la región.

«Es muy importante que uno de los nuestros esté presente en una estructura de alto poder global. Es muy importante estar presentes al menos a través de un vocero calificado», sostuvo.

FUENTE PUBLICADO EN SPUTNIK LATINOAMERICA:

https://sputniknews.lat/20230824/modernizar-el-consejo-de-seguridad-de-onu-otro-gran-objetivo-para-brasil-y-los-brics-1142975447.html

Nuestro amigo e integrante del Grupo Dossier Geopolitico el Dr. Francisco Javier Martinez desde España, dicta una Clase Magistral sobre la actual situación económica, por fuera de Mitos y Leyendas Negras de EEUU, China y Rusia para el programa Detrás de la Razón conducido por el galardonado periodista mexicano Roberto de la Madrid. Que publicamos y difundimos a continuacion

Lic. Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolitico 

SOLICITUD URGENTE AL GOBIERNO

Ante la grave situación política y económica del país, y en medio de el brutal ataque del poder financiero internacional y sus agentes locales, que está destruyendo la vida del pueblo, el tanque de ideas Dossier Geopolítico pide de manera urgente al gobierno nacional, una vez concluida esta etapa de negociación con el FMI, que actúe de inmediato protegiendo y defendiendo a la patria con un plan de salvación que contenga los siguientes puntos:

1º) Reconocer que el terrible sufrimiento de la población y la profunda crisis económica han tocado techo. 

¡¡ QUE EL DOLOR SOCIAL ES YA INSOPORTABLE!! 

Y que tampoco quedan soluciones por experimentar dentro de este sistema neoliberal perverso de pobreza creciente, recortes, ajustes, intereses, devaluaciones e inflación. 

Por lo que resulta urgente que el gobierno se sacuda de una vez y para siempre el chantaje de los especuladores por el yugo de la deuda. 

Y considerando que estamos en medio de un golpe de estado financiero, con aumentos desaforados del dólar, lo que significa que nos están empujando a una crisis de gobierno, a la quiebra total del estado y a una tragedia social impredecible, es necesaria la decisión patriótica y urgente de abandonar el esquema actual y no aceptar más las imposiciones usureras de los verdugos. Asumiendo las consecuencias que ello provocará, que en todo caso, nunca serán peores que las de seguir siendo rehenes de la trampa mortal y creciente de una deuda infinita.

Insistir en la misma receta de hace 40 años, dará paso a un gobierno financiera y políticamente extremista que supondrá el final de nuestra patria, de nuestras riquezas y de nosotros mismos.

2º) Acudir con urgencia a los países del Sur Global en busca de apoyos financieros razonables y justos que nos permitan una transición humana y soportable que generen proyectos para poder vivir de nuestros propios recursos. Afianzando inmediatamente la soberanía nacional, posicionando sin amagues a la Argentina en el proceso de la «Multipolaridad» -sitio natural del Justicialismo- a la vez que marcar las diferencias insalvables, actuales e históricas, con el Imperio Anglosajón, claramente en decadencia.

3°) Estrechar de manera notoria y urgente las relaciones comerciales con China, La India, Rusia, África del Sur y resto de países del Sur Global, en busca de apoyo y solidaridad para un desarrollo justo y equitativo de la economía, con inversiones sólidas y beneficiosas para todos, y que den oxígeno inmediato de divisas al país, que nos permita ganar tiempo y superar el chantaje especulativo y de desestabilización de los poderes occidentales, mientras se profundiza el reemplazo del dólar por monedas propias, en los intercambios internacionales. Ese mismo dólar que es la causa de nuestra anarquía monetaria. Revalorizar el humanismo y el integracionismo para el Siglo XXI, y para todos los pueblos del mundo.

4°) Asistir  a la Cumbre del BRICS en Sudáfrica con la intención de una participación plena en el organismo, adhiriendo  con contundencia a sus postulados geoestratégicos y cortando las cadenas con la hegemonía cruel e inhumana del neoliberalismo global que está fracasando en todo el mundo

5°) Declarar nuestra total independencia y libertad en materia de seguridad y de hacer uso del derecho soberano de alianzas y acuerdos militares estratégicos con cualquier estado del mundo, sin caer en el temor de las amenazas de los que hasta ahora se han impuesto por la violencia, y respetando de aquí en más, nuestros compromisos doctrinales por ser parte del Sur Global y del nuevo Mundo Multipolar.

6°) Reafirmar la postura de neutralidad de Argentina en la guerra de Ucrania, sosteniendo que el único camino a la paz es la vía de una negociación que contemple todos los aspectos del conflicto, cómo sus antecedentes, el actual estado de la situación y el pragmatismo de la realidad.

7º) Solicitar a los candidatos Sergio Massa y Agustín Rossi que incluyan en su programa electoral los siguientes postulados que son medidas imprescindibles de un gobierno Justicialista y que han sido injusta e incomprensiblemente ignoradas, en estos 40 años de democracia:

• Suspensión del pago de los servicios de la deuda externa hasta el dictamen de una investigación profunda sobre su legalidad.

• Nacionalización de los depósitos bancarios.

• Derogación de la ley de Entidades Financieras.

• Nacionalización de los puertos y de la Hidrovía

¡¡ PRESIDENTE, TIENE LA PALABRA, LA HISTORIA Y LA PATRIA LE ESCUCHAN !!

Dossier Geopolítico es un tanque de ideas argentino para el análisis geopolítico, integrado por un nutrido grupo de intelectuales, académicos, investigadores, científicos, profesionales, periodistas, columnistas, etc, con amplia difusión en el país y en toda Sudamérica. Además de tener contactos y colaboradores en Europa y Asia.

www.dossiergeopolitico.com

Firmantes: Carlos A. Pereyra Mele, Carlos Pissolito, Eduardo Bonugli, Antonio Merched Mitre, Juan Manuel Lencioni, Jose Tanus Rufeil, Mario Duarte, Eduardo J. Vior, Francisco Javier Martinez, Adolfo Toledo, Daniel Arias, Pablo Navarro, Luis Moyano, Raul Freire, Carlos Moreno Juarez, Luis Esterlizi, Miguel Irazoqui, Raul Molina, Raul Heredia, Graciela Miranda, Ruben Cabrera…siguen las firmas…